Story Transcript
Comentarios de la Encuesta 100 La encuesta 100 tenía dos parásitos motivo de la misma, a saber: quistes de Entamoeba coli y quistes de Enteromonas hominis. Un 76,3% de los participantes ha respondido la presencia del primer parásito y solamente un 2% la del segundo, por lo que muy pocos participantes han indicado la presencia de ambos parásitos. Es importante recordar que nunca se envían muestras sin parásitos, por lo que se reitera la necesidad de comunicarse inmediatamente con el PEEC a fin de requerir una nueva muestra si fuera necesario. En cuanto a E. coli es considerada comensal del intestino grueso del hombre y posiblemente la ameba que se presenta con mayor frecuencia en el hombre. Es de distribución mundial y se han descrito prevalencias entre el 10 y el 44%. La transmisión primaria es de hombre a hombre por vía fecal-oral. También puede contagiarse a través del agua de bebida y alimentos contaminados. Algunos estudios demostraron que luego de ingerido el quiste, se produce el metaquiste, que a su vez sufre la división citoplasmática, transformándose en trofozoítos que se desarrollarán y multiplicarán en la luz del intestino grueso. Por razones aún no aclaradas, los trofozoítos descargan sus alimentos no digeridos, se redondean formando un prequiste de aspecto hialino, uninucleado, similar al de E. histolytica/dispar. Luego se transforma en quiste, cerrando el ciclo. La muestra recomendada para su detección es la materia fecal y el método preferencial es el examen con microscopía óptica. Se sugieren las muestras seriadas a fin de aumentar la sensibilidad por la eliminación discontinua de elementos parasitarios. Sobre éstas pueden aplicarse las técnicas de concentración. Para la mejor visualización de los trofozoítos se prefiere la muestra en fresco. Si las materias fecales son formes es más factibles hallar quistes solamente (fotos 1 y 2), si son más blandas o diarreicas, pueden encontrarse también trofozoítos. Su presencia en las heces es índice de fecalismo. Es importante informar su presencia pues puede alertar de la presencia de otros organismos patógenos. Es de destacar la diferenciación de los quistes de E.coli de los de Entamoeba histolytica/dispar. Es imporante marcar que los quistes maduros de la segunada nunca presentan más de 4 núcleos, cosa que sí sucede con E. coli. En preparados con tinciones permanentes, se puede apreciar la diferencia estructural de los núcleos de ambas amebas (fig. 1). La estructura nuclear se repite en los trofozoítos. (foto 3). Los quistes de E.coli usualmente son redondos, pero pueden ser ovalados, elipsoidales o con otras formas. Son de mayor tamaño que los de E. histolytica /dispar, midiendo entre 10-35 En los quistes de E. coli inmaduros, las barras cromatoidales tienen bordes romos o desparejos, mientras en los de E. histolytica/dispar , estos son redondeados.(Fig. 2 y 3)
Foto 1 quiste de E.coli en una preparación húmeda
Foto 2. Quistes de E.coli en una preparación húmeda con lugol
Fig.1. 1.-E.histolytica/dispar 2.-E.coli 3.- E. nana 4.- I.bütschlii es una ameba, sino un flagelado)
Foto 3. Trofozoíto de E. coli coloreado con tinción tricrómica
Fig.2. Esquema de quiste de E.coli
5.-D. fragilis(no
Fig.3. Esquema de quiste de E. histolytica/dispar
En cuanto a Enteromonas. hominis es un protozoario flagelado comensal del intestino grueso, se encuentra con cierta frecuencia en los exámenes coproparasitológicos. Presenta formas trofozoíticas y quísticas. El trofozoíto es piriforme y mide de 4 a 10 µ de longitud por 5 a 6 µ de ancho. El único núcleo es sólo visible en preparados coloreados. Se desplaza con movimientos espasmódicos por la acción de cuatro flagelos, 3 anteriores y uno posterior. Los quistes son redondeados u ovalados, miden 4 a 8 µ de longitud por 3 a 5 micrones de ancho y pueden presentar 2 o 4 núcleos polares. (Fig.4) Es de destacar que en conjunto con la encuesta 83, se ha enviado oportunamente un ejercicio de Educación Continua donde se pueden observar fotos de quistes de E.hominis con diferentes aumentos y en comparación con los de Giardia lamblia.
Fig 4. Esquema de quiste de Enteromonas hominis
Foto 4. Quiste de Enteromonas hominis. El ciclo es similar al de otros protozoos intestinales (fig 5)
Fig. 5. Ciclo evolutivo de E. hominis