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Cómo obtener el máximo de sus ejercicios
Hay un vasto número de prácticas disponibles para el entrenador astuto y con recursos. Escoger un ejercicio que, dado su mismo diseño, añada poco o nada al ataque o a la defensa de sus equipos es una pérdida de tiempo absurda y, en breve, conducirá a la derrota de su equipo y a su inminente salida de la fraternidad de entrenadores de baloncesto. Tiene más sentido escoger los ejercicios que construirán los conceptos de su equipo. Enseñar de modo azaroso un ejercicio correctamente escogido dará lugar, asimismo, a pocos resultados positivos. Al igual que resulta conveniente escoger una práctica correcta, también parece lógico enseñarlo de modo que dé el máximo beneficio. Ése es el doble propósito de este capítulo: mostrarle cómo escoger el ejercicio correcto y, luego, explicar la mejor mecánica a emplear para la enseñanza del ejercicio.
OBTENER EL EJERCICIO ADECUADO Antes de poder obtener los ejercicios defensivos adecuados, ha de tomar una decisión sobre las defensas de su equipo para la temporada. Esa decisión ha de estar basada en el conocimiento de sus recursos y en su propia filosofía básica defensiva. ¿Son rápidos los jugadores? ¿Son altos? ¿Qué grado de conocimientos poseen? ¿Cree usted en la defensa uno contra uno o en las defensas en zona? ¿Cree usted en defensas únicas o múltiples? Estas preguntas y otras semejantes le conducirán a las decisiones correctas. Habrá de empezar a buscar prácticas para enseñar las defensas que prefiera al final del verano. Debería empezar catalogando los ejercicios. Aquellos que escoja tendrían que incluir fundamentos básicos. Los ejercicios seleccionados han de servir para enseñar la defensa
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Ejercicios defensivos sobre los fundamentos
Antes de que la defensa de cualquier equipo pueda ser desarrollada hasta su máximo potencial, los defensores individuales deben volverse expertos no sólo haciéndose cargo del atacante al que están custodiando (defensa individual) o del área de la cual son responsables (defensa zonal), sino también defendiendo un número ilimitado de situaciones ofensivas recurrentes. Algunos de esos elementos repetidos incluyen el parar a un atacante desmarcado que se dirige a la canasta, forzar un lanzamiento en elevación precipitado, anular el pase a quien corta por el interior o defender contra el poste estático. Estos componentes aparecerán y reaparecerán tanto si su equipo juega una defensa uno contra uno como en zona, o una combinación de ambas. Son los denominados fundamentos del baloncesto defensivo. Ejercitando a los jugadores una y otra vez en tales fundamentos, consigue que su cobertura se vuelva instintiva. Cuando esta cobertura se transforme en espontánea, los defensas disfrutarán siempre de una ventaja de salida, tanto mental como físicamente, sobre los atacantes. Así pues, la primera piedra consiste en practicar, practicar y volver a practicar las secciones pertinentes de este capítulo: es decir, aquellas prácticas que sean relevantes para la defensa escogida para su equipo.
EJERCICIO 2: PRÁCTICA DE RETENCIÓN DE LA PELOTA (3, 4, 6) Objetivos: 1. Enseñar a los atacantes a proteger la pelota pivotando adecuadamente. 2. Enseñar el movimiento ofensivo de la finta para evitar la doble presión. 3. Enseñar a los defensores las técnicas apropiadas para robar una pelota retenida sin hacer falta personal.
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Ejercicios de defensa individual
En los inicios del baloncesto, únicamente los equipos que practicaban la defensa individual alcanzaban la final a cuatro en la NCAA y en gran parte de los torneos universitarios. La mayoría de los entrenadores han crecido con la idea de que desarrollar la defensa individual constituía su prioridad defensiva inmediata. Esa idea, en buena medida, prevalece en la actualidad. Para desarrollar la defensa individual hasta el máximo de su potencial, consulte la página de ejercicios defensivos y seleccione todas las prácticas en las que aparezca el número 3. Dichos ejercicios son progresivos y, tras haberlos enseñado, dispondrá de una defensa individual completa, incluyendo quiebros y cambios de ritmo. Todas las prácticas de este capítulo son imprescindibles para una defensa de equipo al hombre. Hay dos formas de enseñar la defensa individual. Desviar la pelota hacia el interior o desviar la pelota hacia la línea de fondo. Ambas tienen mérito. Y ambas son tratadas en todos estos ejercicios. Donde es preciso realizar ajustes en una práctica, explicamos cómo modificar el ejercicio para lograr que satisfaga el desvío del ataque hacia el exterior; todas las prácticas son explicadas para desviar la ofensiva hacia el interior.
EJERCICIO 41: PRÁCTICA DE FIJACIÓN DEL PAR (3, 4, 5) Objetivos: 1. Enseñar las relaciones de la fijación. 2. Enseñar al defensor a ver la pelota y a su par en todo momento. 3. Enseñar al defensor a formar siempre el triángulo achatado (defensa individual).
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Ejercicios defensivos en zona
La mayoría de los entrenadores creen que han de enseñar la defensa individual antes de que su defensa en zona resulte eficaz. Esa idea errónea impide que los entrenadores saquen un mayor provecho de sus defensas zonales, del desarrollo de multitud de distintos asedios zonales. Simplemente, carecen de tiempo. Si bien es cierto que enseñar la defensa individual no causará ningún daño, ello no implica que para disponer de una defensa en zona eficaz haya que desarrollar la individual previamente. Usted necesita, sin embargo, desarrollar los fundamentos del Capítulo 2, o la defensa zonal nunca alcanzará una categoría de campeonato. Todo cuanto necesita hacer para optimizar al máximo su defensa en zona es dirigirse a la página de ejercicios y tener en cuenta todas las prácticas marcadas con el número 4. Podría usted avanzar aún más en su estrategia defensiva zonal mediante la especialización: podría escoger el 1-2-2, o el 1-3-1, o el 23. Entonces, se limitaría a los ejercicios rotulados con el 4 y los números 4A, 4B o 4C (cuandoquiera que sean aplicables). En este capítulo, los Ejercicios 64-74 servirán para desarrollar todas las zonas, mientras que los Ejercicios 75-79 son específicamente para las zonas 2-1-2 o 2-3. Los Ejercicios 80-89 tratan, principalmente, de la enseñanza de la zona 12-2, pero también pueden ser de ayuda para optimizar la 1-3-1. Los Ejercicios 90-93 son para la 1-3-1 exclusivamente.
EJERCICIO 64: PRÁCTICA DE REACCIÓN CONTRA EL PÍVOT LIGERO (3, 4, 5) Objetivos: 1. 2. 3. 4.
Fomentar la rapidez de reacción en defensa. Enseñar la defensa contra el pívot ligero. Enseñar el juego uno contra uno tanto ofensiva como defensivamente. Mostrar al defensor la postura corporal apropiada.
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Ejercicios defensivos en zona con emparejamientos
La popularidad de las zonas con emparejamientos aumenta con cada temporada que pasa, pero muchos entrenadores siguen sin estar convencidos de poder enseñar los emparejamientos con eficacia. Muchos entrenadores quedan desencantados cuando enseñan la zona con emparejamientos sólo porque su concepción inicial de los emparejamientos era errónea. Consideraron, equivocadamente en un principio, que los emparejamientos constituían la respuesta a todos sus problemas defensivos. No existe una respuesta única a todos los problemas defensivos. Los emparejamientos no son una panacea para corregirlo todo. Pero los emparejamientos son una herramienta defensiva sumamente poderosa. No constituyen una respuesta contra todo; pero son una respuesta a muchas incursiones ofensivas. El entrenador que ha probado con los emparejamientos y acaba desilusionado se imagina que no sabe lo bastante al respecto o que lo está enseñando de modo equivocado. Probablemente, ninguna de las dos es cierta. Los emparejamientos pueden ser enseñados mediante ejercicios al igual que todas las demás defensas y de forma igualmente exhaustiva y sencilla. Todas las prácticas marcadas con el número 5 pueden ser empleadas para lograr que su zona con emparejamientos sea mucho más eficaz. Usted escoge los ejercicios que desea como herramientas primarias de enseñanza. Añada luego los restantes ejercicios como prácticas auxiliares para complementar su enseñanza. En primer lugar, debería seleccionar la defensa en zona inicial, porque con ello eliminará los otros dos conjuntos de ejercicios zonales (4A para la 2-1-2, 4B para la 1-2-2 y 4C para la 1-3-1). Finalmente, debe tener en cuenta todas las demás prácticas marcadas con el número 5.
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Ejercicios defensivos de presión en zona a media pista
Los cierres zonales defensivos a media pista pueden conllevar increíbles problemas para los equipos atacantes. Pero, incorporadas a tales problemas, se dan también vulnerabilidades defensivas: la doble presión y el cierre del hueco se producen tan cerca de la canasta defendida que es posible anotar canastas fáciles, a menos que se practiquen las técnicas adecuadas para recobrar la posición hasta que se tenga un gran dominio de ellas. Los ejercicios de este capítulo ofrecen al entrenador que se esté planteando utilizar el cierre zonal a media pista muchas oportunidades para corregir dichas vulnerabilidades defensivas. Tanto los ejercicios fundamentales de cierre como los ejercicios de equipo para enseñar el cierre conjunto de su elección son analizados. Estas prácticas han de ser adaptadas por el entrenador juicioso para instruir sobre los desplazamientos del cierre real que se esté considerando. La práctica constante hará que tales desplazamientos sean automáticos e instintivos, aumentando la velocidad de ejecución, un recurso patente en todos los equipos de primer orden.
EJERCICIO 104: PRÁCTICA CONTINUADA DE CIERRE, DOS CONTRA TRES (4B, 4C, 6, 7, 8) Objetivos: 1. Los cierres a media pista requieren que los aleros del lateral débil cubran las líneas de pase al interior sin dejar de recobrar la posición para ejercer sus responsabilidades de cierre cuando se hallan en el lateral fuerte (el lateral donde está la pelota). Esta práctica servirá para enseñar a los aleros, X2 y X3, a reaccionar instintivamente de cara a esas dos responsabilidades.
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Ejercicios de defensa individual en toda la cancha
Las defensas individuales en toda la cancha no deben estar tan estructuradas como sus contrapartidas zonales. De ahí la necesidad de hacer ejercicios y más ejercicios. Las reacciones espontáneas a las maniobras defensivas son el sello distintivo de las presiones individuales bien planificadas y bien ensayadas. Cada defensor debe valorar cómo se está produciendo la ofensiva y cada defensor debe reaccionar ante lo que dictan esos ataques. Esta reacción tiene que adecuarse a los principios establecidos por el entrenador para la presión individual. Debido a la gran variedad de tales situaciones ofensivas, y debido a que algunas de estas maniobras ofensivas pueden no reproducirse a menudo, es importante que cada defensor conozca todas las técnicas de equipo que el entrenador pretende emplear durante la temporada. De ahí la necesidad de prácticas concretas. Las prácticas concretas deben ocuparse de las técnicas de carrera y cruce, de la neutralización, de las técnicas para escoltar de cara, para frenar en corto, para tomar el centro, para tomar el lateral izquierdo, para arrinconar, para formar embudos, para cerrar el paso y tapar el hueco y para recobrar la posición apropiadamente. El entrenador puede escoger, de entre dichas técnicas, las que va a utilizar. Los deportistas deben ser instruidos hasta que las escogidas por el entrenador hayan sido asimiladas hasta el punto de poder ser ejecutadas instintivamente. Todas han recibido un tratamiento más que adecuado en este capítulo.
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Ejercicios zonales de presión en toda la cancha
Las prácticas de presión zonal, por la índole misma de lo que pretenden ilustrar, deben ser más estructuradas, más definidas, más concretas. Deben, para lograr sus propósitos, facilitar el ejercicio de esa estructura. Las primeras diez prácticas no son privativas de ningún tipo de zona presionante; serán de ayuda para desarrollar cualquier presión zonal. Los últimos tres ejercicios son mucho más específicos: sólo permiten ejercitar la presión diamante (la 1-2-1-1 o la 1-2-2). Pero incluso los últimos tres ejercicios puede usted adaptarlos para ilustrar la presión en cuadro (2-2-1) o la 2-1-2 o cualquier otra presión de su interés. Para adaptar estos tres ejercicios, el entrenador emplea los mismos objetivos y procedimientos. Sitúa a los defensores en las posiciones de alineación de la presión que ha escogido, y sitúa a los atacantes en los huecos y junturas de esa presión zonal. Siguiendo los mismos objetivos y procedimientos que se describen en los Ejercicios 142, 143 y 144, el entrenador puede enseñar su presión zonal específica.
EJERCICIO 132: PRÁCTICA DE LA OLA (7, 8, 9) Objetivos: 1. Enseñar a los defensores que presionan a correr lateralmente para cubrir a un atacante que recorta por el fondo. 2. Fomentar la coordinación y el equilibrio. 3. Enseñar interceptar pases largos. 4. Enseñar a dar el pase de béisbol. Procedimiento: 1. Alinee a los jugadores como se muestra en el Diagrama 8-1.
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Ejercicios defensivos de transición
El baloncesto de transición, mejor conocido por muchos entrenadores como el baloncesto de contraataques rápidos, constituye una de las corrientes principales del juego moderno. No sólo abarca el contraataque rápido y la defensa del contraataque rápido, sino que incluye todos los distintos tipos de presiones. Es la conversión inmediata del ataque en la defensa y de la defensa en el ataque. En esencia, se trata del juego en toda la cancha, del juego en los veintisiete metros de la pista. La velocidad con la que un jugador puede pasar del ataque a la defensa o de la defensa al ataque significa, a menudo, la victoria o la derrota para su equipo. La mayoría de los entrenadores ensayan larga y laboriosamente la conversión de la defensa en ataque: la presión y el robo de la pelota seguida del contraataque rápido con la misma. Sin embargo, son muy pocos los entrenadores que ponen idéntico énfasis en convertir el ataque en defensa cuando se produce un robo de la pelota. Aunque, en la puntuación final, evitar una canasta es tan importante como anotar una canasta. Debido al escaso énfasis que se pone en la transición defensiva durante las sesiones prácticas, el contraataque suele anotar con facilidad durante las prácticas. Pero, enfrentado a una defensa de transición más rígida y más experta, su contraataque rápido se atascará con frecuencia durante un partido muy disputado. No obstante, si ensaya con el mismo ahínco la defensa de transición, ésta mejorará el ataque de transición. Y cuando su defensa de transición afronte esos controles policiales de transición más experimentados, no sólo mejorará con mayor rapidez, sino que estará mejor dispuesta contra unas situaciones de competición más duras. Sólo unas cuantas posesiones difíciles y fructíferas son necesarias para conseguir la victoria en estas contiendas tan disputadas. Dicha razón, por sí sola, es fundamental para hacer hincapié en la defensa de transición.
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Ejercicios defensivos de maniobras combinadas
El éxito en las temporadas y en los palmarés deportivos depende de la creatividad del entrenador. Éste debe, de modo consistente, “crear” ejercicios para corregir los fallos de su equipo. En ocasiones, estos fallos son de fundamentos y, por tanto, de naturaleza individual. Pero, con demasiada frecuencia, implican la habilidad de pasar de un fundamento a otro y, no obstante, caen dentro de los parámetros establecidos para la ejecución de la defensa adoptada por el entrenador en esa temporada; saber desenvolverse en la pista sería una descripción más acertada. Para corregir esos fallos, un entrenador debe ofrecer ejercicios multipropósito o multiprácticos. Los ejercicios defensivos sobre los fundamentos de propósito único enseñan qué hacer, cómo hacerlo y por qué el defensor debe hacerlo. Enseñar el “cuándo hacerlo” crucial requiere un ejercicio multipropósito. Cuando un jugador no está ejecutando bien un determinado fundamento, el entrenador aún puede decidirse a emplear un ejercicio multidimensional; necesitaría usted, meramente, poner énfasis en la defectuosa ejecución de ese fundamento. Dicho énfasis viene a corregir la ejecución de ese fundamento, y el conocimiento práctico adquirido a partir del ejercicio multipropósito no se perderá. Esto es de especial importancia para las prácticas al final de la temporada, mucho después de que los fundamentos individuales debieran haber sido dominados. Se ofrecen en este capítulo 18 prácticas multidimensionales, las cuales cubren muchos tipos de situaciones. Si no puede encontrar un ejercicio que cubra sus necesidades, tal vez sí halle uno lo bastante parecido como para ser un sustituto aceptable, o, incluso mejor, quizás el ejercicio “casi perfecto” le inspirará para crear el que usted desea con exactitud. Buena caza. Medite bien y cree. Su próximo partido, puede que su carrera, depende de ello. Más importante aún, hay un grupo de caras jóvenes y ansiosas que depende de usted.