¿COMO PREPARAR EL RETORNO AL TRABAJO DE UN EMPLEADO CON UNA ENFERMEDAD PROFESIONAL DE SALUD MENTAL?
Diversas investigaciones evidencian que el trabajo es bueno para las personas, y que tiene un efecto positivo en su salud mental, pero también podría tener un efecto adverso en otras. Gran parte de las enfermedades de salud mental ingresadas en la ACHS son afecciones leves a moderadas, que cualquiera de nosotros podría sufrir en algún momento de nuestras vidas. Sin embargo, en el 20% de los trabajadores que ingresaron, su afección ha sido a causa del trabajo. La ley 16.744 de accidentes y enfermedades profesionales reconoce explícitamente a la “Neurosis Laboral” como la única enfermedad mental de origen laboral. El factor de riesgo declarado en la ley es la “excesiva tensión psíquica”. Dada la ambigüedad del concepto, la ACHS relacionó los siguientes agentes de riesgo como causantes de enfermedad profesional:
Sobrecarga laboral Subcarga laboral Hostilización (Acoso laboral o sexual) Menoscabo de funciones Ambigüedad de rol Ausencia de medios para ejercer el cargo Falta de capacitación Conflicto ético
La “neurosis laboral” puede adquirir distintas formas de presentación tales como: depresión, ansiedad, trastornos de adaptación, somatización y dolor crónico (DS N°109, 2005) Cuando un empleado se encuentra fuera de su trabajo a causa de una enfermedad laboral de origen mental,
El objetivo principal de la ACHS será procurar un pronto retorno al trabajo y en buenas condiciones de salud. El objetivo de la empresa será preparar las condiciones necesarias para el reintegro
Por definición institucional, la enfermedad profesional de salud mental (neurosis laboral) va ser siempre calificada por un comité de salud multi-especialidad.
Retorno al trabajo: Conceptos Para comenzar el proceso de retorno al trabajo, es necesario Ud. maneje algunos conceptos esenciales: 1. La ley 16.744 define 2 mecanismos para reincorporar al trabajador a su puesto de trabajo: Reintegro progresivo (horas progresivas de trabajo) Cambio de puesto de trabajo 2. Ajustes razonables al puesto de trabajo: Se entiende por ajuste razonable al “proceso en el que, si una persona tiene una enfermedad causada por su empleador o su ambiente físico de trabajo, es razonable que el empleador considere algunos ajustes para mitigar el problema” (SAMH, 2013). Este es un concepto utilizado en algunos países desarrollados, no mencionado en la Ley 16.744, pero creemos puede ser de utilidad para este proceso. 3. Esperar que un trabajador se encuentre 100% ajustado a su trabajo después de una enfermedad profesional de salud mental es poco realista. Exigir esto podría desembocar en recaídas, reposo y finalmente comprometer su empleabilidad. 4. Diseñe con su empleado un plan de retorno al trabajo: o Este plan no requiere un gran desarrollo, pero necesita un espacio de conversaciones que permitan acordar los ajustes razonables.
Como empleador, jefatura directa, área de prevención y/o recursos humanos. ¿Qué debo hacer para ayudar en este proceso? PASO 1: Comuníquese telefónicamente con su empleado mientras esté con reposo laboral, al menos una vez cada dos semanas. ¿Con qué me podría encontrar al hacer contacto? Algunos de sus trabajadores podrían no querer que su empresa se comunique con ellos, pero no se tome esto como algo personal. Las personas podrían evitar el contacto porque se sienten ansiosos, apenados o avergonzados acerca de la manera como se comportan y se sienten. Normalmente, esto se soluciona si usted es cuidadoso y sensible, y trata a la persona de manera normal. En otras ocasiones, las personas no querrán contactarse porque el jefe u otras personas en la empresa son percibidos como la causa del problema. En tales
circunstancias, considere que una persona de otra área de la empresa (recursos humanos) u otra jefatura se comunique con el empleado. Dado que cuando hablamos de una enfermedad profesional, se estableció que el origen de la enfermedad fue a causa del trabajo, será imprescindible que el problema sea abordado o, de otro modo, las posibilidades de un reintegro exitoso serán mínimas. ¿Cómo debo comunicarme con mi empleado? Es necesario que Ud. aborde estos temas con mucho tacto y cuidado. En la medida que su empleado comienza a recuperarse mientras está con reposo, establecer contacto con él/ella será menos intimidante. Dependiendo de cada tipo de persona y su nivel de receptividad, sugerimos lo siguiente: - Las conversaciones deben ser breves en un primer momento y de aproximación. Le sugerimos una actitud de escuchar. - Pregunte a su empleado cómo se encuentra y cómo ha ido su tratamiento. - Pregunte si puede volver a llamarle nuevamente en un par de semanas (dependiendo del tiempo de reposo que le hayan entregado), para conversar acerca de los ajustes que se podrían hacer para que su retorno sea en las condiciones necesarias. - Cierre la conversación dejándole la “puerta abierta” para contactarse con Ud. y si requiere/necesita algo que esté a su alcance hacer. PASO 2: Planifique el retorno al trabajo de su empleado Una vez que su empleado haya finalizado el reposo y se encuentre con alta laboral, reúnase con él/ella y le sugerimos aborde los siguientes puntos: - Pregunte cómo se siente con el retorno a su trabajo - Qué espera de su trabajo - Qué cosas piensa que serán un problema/desafío - En qué áreas/aspectos percibe que necesita apoyo / entrenamiento / capacitación / consideraciones especiales - Hay alguna cosa que su jefatura directa podría hacer de manera diferente, tales cómo comunicarse, entregar retroalimentación o dar instrucciones (esto puede ser difícil si una de las causas del problema se relacionan con el jefe. Asegúrele a su empleado que el jefe manejará de mejor modo el problema si éste comprende cómo hacerlo de una manera más positiva y útil. Si Ud. es el jefe directo, considere este punto como un aspecto a revisar antes de hacer esta pregunta a su empleado) PASO 3: Acuerde los ajustes razonables.
La mayoría de los ajustes requeridos para enfermedades profesionales de salud mental se basan en el sentido común, después de una conversación abierta y honesta entre empleador y empleado acerca de qué podría ser útil y qué es posible de hacer. El empleado debiera estar siempre involucrado en la discusión, para asegurarse que los ajustes serán efectivos para él/ella. Los ajustes deben ser acordados, nunca impuestos. La mayoría de los ajustes serán simples, económicos y temporales. Algunos ejemplos de ellos: - Retorno parcial por horas acordadas previamente - Ajuste de la carga de trabajo hacia tareas más alcanzables por su empleado en un primer momento - Realizar un cambio temporal y programado en el turno - Ofrezca trabajo desde el hogar para algunas tareas específicas - Evalúe necesidades de capacitación en temas específicos (¿un sistema informático nuevo?, ¿habilidades de negociación?, ¿organización del tiempo? ¿Cómo enfrentar a clientes?, etc) - Otros - Considere un cambio de puesto de trabajo, sólo si todas las alternativas anteriores ya han sido exploradas. o Plantee una nueva reunión de seguimiento con su empleado para evaluar la efectividad de los cambios realizados. En resumen: Comuníquese con su empleado al menos una vez cada dos semanas cuando esté con reposo. Enfóquese en cómo él/ella se siente y cómo va su tratamiento. En los primeros contactos NO le solicite trabajo, ni le cuente las dificultades que han traído su ausencia. Eso demorará aun más el proceso de reintegro. Utilice tacto y sensibilidad en estos primeros contactos, sobretodo si la causa de la enfermedad se refiere a personas de la empresa Planifique el retorno al trabajo en conjunto con su empleado Al momento del alta laboral, reúnase con su empleado para definir los ajustes razonables al puesto de trabajo Haga seguimiento conjunto de las acciones realizadas
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[email protected] Fuentes: Experiencias de retorno al trabajo ACHS, 2013
Documentos y procedimiento internos ACHS Ley 16.744, 1968 Decreto Supremo N° 109, 2005 The Scottish association for mental health, 2013 British occupational health research foundation, 2013 Mental Health Works, Canadá, 2013