Consulta Regional sobre Misión Integral, relaciones de género y violencia hacia la mujer. Salinas-Ecuador del 27 Set. al 01 Oct. 2010

Conclusiones: Principios y Acciones para la Construcción de Políticas de Género I.

Definiciones previas

Sobre género. Dentro de la reflexión bíblica, las categorías de género son un instrumento de análisis, un marco conceptual que nos ayuda a entender los procesos de construcción de identidades masculinas y femeninas; las relaciones de poder entre ambos, la sociedad y la relación con la naturaleza y el cosmos. Esta perspectiva inserta la lectura bíblica y la teología en un paradigma holístico, sistémico y ecológico. Desde las teorías de género, nos sentimos desafiadas y desafiados a construir nuevas racionalidades: no dualistas sino más inclusivas, con una concepción holística del ser humano y del mundo. A partir de las categorías de género, la teología y la lectura bíblica son desafiadas a asumir la tarea de deconstrucción teológica llegando así a cuestionar y desestructurar las bases del discurso teológico patriarcal. Nuestro cuerpo, nuestras historias y experiencias recobran importancia cuando leemos la Biblia acompañada de las teorías de género. Sobre teoría de género. Fue el estudio de las relaciones humanas que sirvió de base para plantear cómo se construyen las masculinidades y feminidades. Más tarde, esta teoría concentró su aporte en las formas de comprensión de la realidad para transformarla y proponer el empoderamiento de los sin poder, en especial de las mujeres. Por último, contribuyó con la identificación de aquellos elementos patriarcales que afectan tanto a mujeres como a varones. Esta categoría de análisis no solo es un instrumento para conocer y comprender la realidad, sino que busca transformarla en todas sus dimensiones, con el fin de recuperar la identidad humana en toda su diversidad. Sobre masculinidad. Las historias sobre varones en la Biblia nos muestran que no existe una única manera de ser hombre. La violencia y discriminación contra las mujeres apoyada en una lectura literalista de los textos sagrados está estrechamente relacionada con la cultura machista y patriarcal que permea nuestros pensamientos como individuos, como sociedades y como iglesias. Esa cultura patriarcal nos dicta y nos exige a los varones comportarnos de una determinada manera. Todo varón que no cabe en ese modelo hegemónico es tenido como menos hombre que los demás. En Jesús de Nazaret, vemos un quiebre con el discurso paternalista sobre Dios que sostenían los líderes religiosos de su tiempo. Jesús se dirigía a Dios como “’Abba”, y que equivale a papá (Mc 14,35-36; Rm 8,15). Ese vocablo tiene consonancia con el balbuceo del niño pequeño cuando llama a su padre. En palabras de Jesús, las expresiones “mi padre” o “padre nuestro” (Mt 6,9; 26,29.42; Lc 11,2) denotan la confianza, la intimidad y la afectividad que brinda un buen padre1. Al nombrar a su padre como padre también de quienes le seguían, Jesús les mostraba a sus discípulos la misericordia, el amor y el desprendimiento que debe tener todo varón hacia quienes le rodean sin hacer ninguna distinción. Esa actitud de Jesús que contrasta con la imagen de un Dios lejano nos interpela a los varones a hacer lo mismo con nosotros mismos: vernos como hermanos unos a otros, tratando a las y los demás como nos gustaría ser tratados.

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REYES ARCHILA, Francisco. 2007/1. «’Mi padre y padre de ustedes, mi Dios y Dios de ustedes’. La imagen de Dios padre en los evangelios», en Revista de interpretación bíblica latinoamericana 56. Quito: RECU/DEI.

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II.

Principios

Para plantear nuestra posición frente a la problemática abordada en la Consulta, se debe considerar un marco de principios sobre la cual se erigen nuestras propuestas: 1. Creemos en la esencia de un Dios de amor, de ternura y de justicia. 2. Afirmamos la masculinidad liberadora de Jesús como una propuesta para la construcción de una nueva humanidad. 3. Promovemos la recuperación bíblico-teológica de la imagen del hombre y la mujer según el diseño original de Dios. Como parte del sacerdocio universal, el hombre y la mujer tienen la responsabilidad compartida en la mayordomía de la creación y también en el ejercicio del poder de manera equilibrada, consensuada y reflexiva. 4. Reconocemos que el diseño original de Dios para la creación y la humanidad ha sido alterada por el pecado, dañando y desfigurando la relación con Dios, la relación intrapersonal, las relaciones hombre – mujer y la relación con toda la creación. 5. Promovemos un acercamiento actualizado al texto bíblico histórico-contextual. 6. Proponemos y promovemos la igualdad de oportunidades del hombre y la mujer en el desarrollo de sus potencialidades. 7. Afirmamos una justicia restauradora, rechazando todo tipo de violencia contra el hombre, la mujer y contra la creación. 8. Afirmamos una sexualidad sagrada e integradora que valora la corporeidad orientada al desarrollo de una vida plena y saludable. 9. Expresamos la necesidad de construir comunidades inclusivas y activamente participativas, que acepten la diversidad, la pluralidad y la interculturalidad. 10. Promovemos una renovación eclesial que sea capaz de una transformación en el lenguaje, atribuyendo nuevos significados, nuevas relaciones y nuevas prácticas litúrgicas. 11. Rechazamos y denunciamos toda expresión de explotación, de tráfico y discriminación basada en el género. 12. Promovemos familias saludables que motiven entre hombres – mujeres relaciones de poder equitativas e igualitarias, que sean capaces de prevenir situaciones de violencia y maltrato.

III.

Líneas de Acción

Estas líneas de acción han sido planteadas para la reconstrucción de una vida plena para todos y todas desde una perspectiva de género. Incluyen prácticas que algunas personas e instituciones desarrollan. Estas líneas implican acciones en, desde y con la iglesia, la comunidad y la sociedad. A partir de un diagnóstico situacional, proponemos planificar acciones de sensibilización, pastoral, educación e incidencia, que respondan adecuadamente a las realidades existentes. Diagnóstico Se requiere como práctica institucional contar diagnósticos situacionales de la problemática de la mujer por país y a nivel regional, la que incluye un análisis de la realidad eclesial: sobre situaciones de violencia, estudios de indicadores de violencia contra la mujer, líneas base, indicadores de las realidades del contexto en perspectiva de género, etc. Sensibilización y concientización Motivamos la sensibilización a través de campañas extendidas en el tiempo que involucren los siguientes aspectos:

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Encuentro con otros actores y actoras que desarrollen esta temática para dialogar y sensibilizar sobre la equidad de género. Promover espacios de arte que motiven la reflexión sobre violencia. Elaborar y diseñar cartas sensibilizando sobre el tema de género a las organizaciones pastorales. Propiciar relaciones saludables entre hombres y mujeres promocionando la equidad de género. Concientizar a las iglesias y organizaciones sobre la violencia y la equidad de género, a través de la oración y movilización. Promocionar la equidad de género en los colectivos ministeriales. Sensibilizar a las iglesias (pastores, pastoras, líderes y otros) mediante campañas publicitarias. Elaborar volantes que transmitan los valores cristianos y la propuesta de Dios para las relaciones entre hombres y mujeres y la vida en pareja. Realizar cine-fórums. Buscar en la familia, la iglesia y la comunidad, la promoción de oportunidades equitativas entre géneros: el buen trato e incorporación de buenas prácticas. Sensibilizar la población (civil, social, política y estudiantil) a través de diferentes medios de difusión: afiches, gigantografías, publicaciones, material educativos Tener en cuenta a los medios de comunicación (radio, televisión, internet, etc.) para concientizar a hombres y mujeres sobre las relaciones de pareja (relaciones de poder). Reafirmar a la Iglesia y las comunidades de fe como promotoras de justicia y de equidad.

Pastoral Anhelamos que la iglesia y organizaciones asuman el tema y la práctica de género en todas sus relaciones, tanto internas como externas. En tal sentido, proponemos:  Animar a las iglesias a formar equipos multidisciplinarios para el acompañamiento a niños, niñas, adolescentes, mujeres, varones y familias en situación de violencia  Promover espacios diferenciados y mixtos de escucha e intercambio de experiencias para repensar nuestras feminidades y masculinidades y hacer propuestas de intervención  Proponer el acompañamiento interdisciplinario para la resolución de conflictos  Realizar un acompañamiento constante de la vida cotidiana en las relaciones de pareja  Desarrollar capacidades para la autonomía económica y laboral  Desarrollar programas de promoción, prevención y asistencia integral hacia la víctima y el victimario en la violencia doméstica, incluida la sexual  Desarrollar capacidades en la iglesia y organizaciones para la atención primaria de personas que sufren violencia y trabajar en redes con organizaciones involucradas en la problemática  Motivar la relectura bíblica desde los púlpitos y en todos los espacios de enseñanza  Buscar y propiciar espacios para involucrar a toda la Iglesia en el ejercicio social Educativa Creemos que el área educativa es esencial en esta propuesta de género, lo que nos impulsa a:  Facilitar la educación y capacitación sobre género a pastores y pastoras, líderes y lideresas de las congregaciones. Además de capacitación dirigida a los miembros de la congregaciones locales.  Educar y formar a los pastores y a las pastoras a través de talleres, campañas y otros medios en temas de equidad de género, masculinidad, feminidad, violencia desde la perspectiva social y bíblico-teológico.

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Promover la inclusión en la currícula de los centros de formación teológica, seminarios e institutos las siguientes temáticas: formación en pastoral y acompañamiento de parejas; construcción de masculinidad, feminidad y violencia; equidad de género; planificación familiar; alcoholismo; educación sexual; datos de la realidad; marcos jurídicos nacionales e internacionales. Además, incluir estos temas en las escuelas dominicales. Seleccionar materiales sencillos, lúdicos y que usen el lenguaje inclusivo. Trabajar conjuntamente con varones y mujeres para abordar estos temas utilizando los testimonios de vida como elemento motivador. Propiciar la formación para la vida en pareja y la pastoral desde una perspectiva de equidad de género. Promover una profunda reflexión teológica con contextualización histórico-social (exégesis y hermenéutica). Estimular el desarrollo de la perspectiva de género desde la perspectiva bíblica. Motivar el desarrollo del lenguaje inclusivo. Incluir el enfoque de género en todos los espacios de la Iglesia y en las organizaciones. Promover el diálogo sobre género al interior de las familias, la pareja, los hijos e hijas, y el liderazgo eclesial, trabajando para la eliminación de la socialización diferenciada (distribución de roles) mediatizados por el uso de colores, juguetes, funciones Realizar talleres sobre masculinidad Realizar la relectura de las letras de canciones y liturgias de la iglesia que promueven una imagen negativa de Dios, así como la imagen de un Dios masculino impositivo y más bien promover la composición de música y letras que transmitan la imagen de un Dios inclusivo, comunitario y de un Dios sin género Promover relaciones de horizontalidad en todos las relaciones humanas y espacios institucionales Trabajar en valores la feminidad, la autoestima y la sanidad interior Promover la orientación y acompañamiento pastoral a las parejas ya establecidas o en proyecto matrimonial en temas de planificación familiar, alcoholismo, relaciones afectivas, educación sexual, datos de la realidad, marcos jurídicos nacionales e internacionales

Incidencia Política Como parte de una sociedad, las organizaciones y/o iglesias debemos asumir una labor activa frente a la problemática de género. En tal sentido proponemos:  Elaborar y enviar cartas a autoridades para informarles sobre la problemática  Realizar alianzas con instituciones locales  Involucrar a la Iglesia en actividades del Estado en temática de género  Resignificar fechas significativas, Día de la Madre, 8 de marzo y 25 de noviembre para el diálogo, reflexión y concientización, sin caer en el reduccionismo de un acto aislado, crear un proceso continuo aprovechando esas fechas  Animar a la iglesia a integrarse a los colectivos existentes de los gobiernos locales y la sociedad civil en esta temática  Promover la participación de la iglesia en la elaboración de las políticas sociales.

IV. Glosario 

Diversidad Se refiere a las distintas formas de ser varón y mujer, asimismo, a la variedad y diferencia en las costumbres y en las culturas presentes en un determinado contexto cultural o geográfico.

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Feminidad Resume las cualidades que se expresan en las maneras de ser mujer. En un espacio y contexto socio-cultural particular, se acentúan unas u otras cualidades más que otras.

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Género Ideas construidas social y culturalmente sobre aquello que es masculino o femenino, cómo deben relacionarse los hombres y las mujeres y los roles, posibilidades, limitaciones atribuidos a cada sexo de manera diferenciada y que llevan a una desigualdad. Estas ideas no están relacionadas con las diferencias biológicas y cambian con el tiempo.

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Interculturalidad Proceso de acercamiento e interacción entre culturas, a fines de enfatizar el diálogo y el respeto mutuo de la diversidad y diferencia entre distintas cosmovisiones, bajo un marco de unidad.

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Mismidad Se define como la dimensión más íntima de la persona humana. Una persona se percibe como la misma persona para sí.

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Masculinidad Diferentes formas de ser y sentirse varón en el marco de la corporeidad, la interrelacionalidad y la mismidad.

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Pluralidad Se refiere a la afirmación de la diferencias de una persona o grupo, en relación a una colectividad. Se expresa en el reconocimiento y valoración de todas las opiniones y acciones a favor del bienestar común.

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Política de género Es un conjunto de lineamientos orientadores que indican objetivos específicos, metodologías adecuadas y pertinentes para promover y efectivizar la equidad de género en la perspectiva del trabajo de una organización o institución.

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Teoría de género Es una categoría de análisis y reflexión de la realidad humana presente, pasada y futura. Esta categoría de análisis es aplicable tanto para el nivel subjetivo, personal o privado, como el público en su nivel socio-económico y político.

Red Miqueas Set, 2010