Conferencia participante del panel: El estudiante universitario en tiempos posparentéticos
EL ESTUDIANTE QUE INGRESA A LA FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS DE LA UNER. CARACTERÍSTICAS Y DESAFÍOS QUE SE PRESENTAN EN EL NIVEL SUPERIOR Bojarsky, Gabriela Área de Asesoría Pedagógica Facultad de Ciencias Agropecuarias Universidad Nacional de Entre Ríos
[email protected] Introducción Esta presentación tiene como propósito dar a conocer estudios realizados en la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Entre Ríos sobre los estudiantes que se incorporan a la vida en la universidad y el análisis que resulta del seguimiento de quienes no se inscriben al segundo año de la carrera que se realiza a través de encuestas telefónicas. El estudio del perfil del ingresante se trata de un trabajo que es producto del seguimiento en forma continua de la matrícula durante un período de más de 20 años. Lo que en esta oportunidad se toma como muestra son los años comprendidos entre 2002 y 2012 y la información básica se encuentra en el trabajo presentado ante el Consejo Directivo de la Facultad y difundido entre todos los docentes de la carrera. Este trabajo, además de permitir identificar el perfil del estudiante que ingresa a la carrera de Ingeniería Agronómica de la UNER y la evolución que ha tenido en el período señalado, también aporta elementos para el análisis del estudiante que inicia sus estudios en otras disciplinas e instituciones. El instrumento metodológico utilizado para la recolección de los datos es una ficha psicopedagógica (tipo cuestionario) que cada alumno y alumna ingresante debe responder. Asimismo, cabe destacar que la información que se obtiene se amplía y revisa con entrevistas personales. A efectos de organizar la exposición se presenta en primer término la información en torno a aspectos que se extraen de perfil 2012: 1. Características generales del estudiante que ingresa a la institución. 2. Contexto sociocultural y económico de las familias de los ingresantes.
3. Elección de la carrera 4. Actitudes ante el estudio
Luego de esta presentación se plantea el análisis del estudio de deserción mencionado en el primer párrafo.
1. Características generales del estudiante que ingresa a la institución
Los ingresantes a la carrera de Ingeniería Agronómica son predominantemente jóvenes entre 17 y 18 años que el año anterior egresaron de la escuela media. Además todos los años se registra un 11% aproximadamente de estudiantes provenientes de otras instituciones de nivel superior que ha decidió cambiar de carrera. En general los estudiantes, tanto los que cambian de carrera como los jóvenes que recién ingresan a una carrera universitaria manifiestan (en un 40% aproximadamente) no haber recibido ningún tipo de orientación vocacional. En relación con la procedencia de los estudiantes se observa que es predominantemente entrerriana, fluctuando según la épocas la proporción de estudiantes provenientes de una zona y otra, esto es departamentos ubicados sobre la franja del río Uruguay, Centro, Norte, Sur, franja del río Paraná por tratarse del centro urbano más próximo a la Facultad. Frecuentemente estos estudiantes encuentran en la carrera de agronomía una segunda opción cuando no pueden concretar la salida de la provincia para estudiar otras carreras como sucede con Veterinaria o Medicina, por sólo nombrar los casos más recurrentes. No obstante, ésta no es la única razón que interviene para no irse. También el temor de vivir fuera de la residencia familiar, en una ciudad que no conocen, o en la que no tienen conocidos, inciden para que resignen la primera elección y adopten la segunda alternativa. Recientemente hemos identificado casos inversos pero que son demostrativos de un fenómeno similar al momento de adoptar un criterio de elección: jóvenes provenientes de otras provincias, algunos de ellos de Buenos Aires, o próximos a ella, optan por estudiar en Entre Ríos porque es más seguro, tranquilo, los traslados son más cortos, o tiene familiares o conocidos radicados en la zona. Con respecto a la convivencia durante el cursado podemos decir que más de la mitad del estudiantado no vive con sus padres o familia durante el año lectivo, lo hacen con otros estudiantes, en pensiones, en residencias estudiantiles o viven solos. Esto tiene un costo no
sólo económico sino también afectivo, constituyendo una de las dificultades para la ambientación a la vida universitaria durante el primer año de estudios.
2. Contexto sociocultural y económico de las familias de los ingresantes
El origen sociocultural y económico de los estudiantes es heterogéneo. Sin embargo, podemos identificar un grupo significativo de alumnos (68% en 2012) que provienen de familias con antecedentes en las aulas universitarias. Este año es en el que se registra el mayor porcentaje proveniente de familias que han atravesado por la experiencia en la universidad, dato que contribuye a entender que la gran mayoría puede recurrir a dichas experiencias para representarse y obtener información sobre la institución universitaria. Para las familias que no registran antecedentes universitarios tiene una connotación importante el hecho de que el joven acceda a la universidad, no sólo porque es el primer miembro que accede al nivel superior sino porque, en la mayoría de los casos, sus padres sólo cuentan con la escolaridad primaria. Asimismo, también existe un subsector de estudiantes (constituido tanto por alumnos que tienen familiares con experiencia en la universidad como por otros que no los tienen) que son hijos de productores agropecuarios, o empleados de establecimientos rurales o ligados al trabajo del campo por la actividad agropecuaria que lo posicionen de manera diferente en cuanto a los conocimientos experienciales sobre el agro. Las condiciones sociales económicas que se registran al interior de este conjunto son muy diversas. Otro subsector marcado por la procedencia familiar es el de los jóvenes sin ninguna experiencia vinculada al agro, jóvenes urbanos con inquietudes por la preservación de los recursos naturales y la vida al aire libre pero con escasos conocimientos sobre las actividades productivas del campo. En unos caso y en otros, en general, se percibe en los últimos años, una preocupación de los estudiantes por el esfuerzo económico que realizan sus familias para que ellos puedan estudiar, lo que para algunos representa una carga emocional y moral muy alta.
3. Elección de la carrera
En el proceso de elección de la carrera se ha identificado que un porcentaje superior al 60% de los estudiantes de primer año reciben algún tipo de orientación vocacional. La
modalidad de orientación más común es la que brinda la escuela de nivel medio limitada en muchos casos a información sobre carreras. También se registra un aumento de consultas a profesionales especializados en cuyos casos la intervención está muy ligada a la aplicación de test estandarizados. La mayoría de los estudiantes expresa que eligió la carrera porque le gusta y porque la considera rentable. En relación al imaginario de rentabilidad y de prestigio social de la carrera se reiteran todos los años situaciones en torno a: a) Jóvenes para quienes estudiar agronomía es una especie de “mandato familiar”, se
espera que continúen la empresa familiar prescindiendo de la contratación de un profesional externo; es común que estos mismos estudiantes provengan de escuelas agrotécnicas y no hayan explorado otras alternativas de estudio; b) jóvenes que optan por agronomía resignando intereses por carreras que no gozan en su entorno de una imagen social de prestigio, como psicología, distintas expresiones artísticas especialmente música, carreras docentes y en general carreras cortas no universitarias; c) jóvenes que resuelven cambiarse a agronomía cuando comprenden que no les gusta una carrera que han elegido por razones de prestigio social o por indicación familiar, como bioingeniería, ciencias económicas, medicina y otras ingenierías.
4. Actitudes ante el estudio
En las últimas cohortes que ingresaron a la carrera sobresalen las siguientes actitudes ante la tarea que deben realizar como estudiantes: a) fuerte convicción hacia el estudio, conciencia de tener que prepararse para iniciar los estudios universitarios, alta dedicación y en algunos casos necesidad de compensar aspectos de la formación recibida en el nivel medio; b) temor de no estar preparados para los requerimientos de la universidad, particularmente en contenidos de ciencias básicas de la carrera corno matemática y química, pero también en relación con hábitos como el tiempo que es necesario dedicarle al estudio; e) temor al esfuerzo que les pueda requerir la universidad y la necesidad de resignar actividades de tiempo libre como salidas con amigos, mirar televisión, escuchar música y practicar deportes. Podría decirse que estos jóvenes eligen la carrera sin elegir ser estudiantes. La observación común para estos dos últimos grupos descriptos es la desorganización personal que evidencian en el manejo de horarios, asistencia a clases y
exámenes, entrega de documentación, presentación de trabajos prácticos, cumplimiento de cronogramas, concurrencia a entrevistas y consultas, etc. Una observación común a los grupos es la desinformación que tienen sobre lo que acontece en el mundo, el país y la provincia o la localidad de donde provienen. Por ejemplo, sólo el 30 % puede nombrar una noticia de orden internacional, nacional y local de los últimos 15 días y puede nombrar dos libros leídos mencionando el título y los autores de la obra. Cuando están actualizados suelen estar más informados de lo que ocurre en el mundo que en la realidad próxima.
Síntesis Se puede decir que el estudiante que ingresa a la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNER es: a) un estudiante, frecuentemente desarraigado de su familia por razones de residencia, proveniente principalmente de la misma provincia, con contextos socioculturales y económicos diversos; b) prefiere actividades de tiempo libre relacionadas con los deportes, la música y la televisión y tiende cada vez más a navegar en internet; c) está poco informado sobre la actualidad, se siente inseguro de su preparación académica y en algunos casos está indeciso respecto a la opción de estudiar; d) tiene presiones familiares de tipo económicas, sociales o morales al momento de realizar sus elecciones de estudios superiores; Una consecuencia de estos rasgos de los estudiantes al momento de ingresar a los estudios superiores es la significativa proporción que tarda en insertarse al mundo de los estudios universitarios, dilatando así los años de cursado. En este sentido, desde el trabajo que realizamos en la Asesoría Pedagógica de la Facultad entendemos que son imprescindibles los procesos de orientación vocacional y educacional previos al ingreso universitario y durante el primer período de la vida universitaria a efectos de que los estudiantes puedan realizar opciones autónomas y responsables en relación con los estudios universitarios. También son evidentes los fuertes condicionantes que se ponen en juego en estas decisiones que exceden el área de intervención de las instituciones educativas.
Seguimiento de Matrícula. Análisis de las encuestas telefónicas a los estudiantes desertores de la carrera de Ingeniería Agronómica. Estudiantes que abandonaron durante el primer año de cursado
A continuación se aborda —desde una mirada descriptiva y exploratoria- algunas de las variables que permiten develar la complejidad del temprano abandono a los estudios superiores de los 19 estudiantes entrevistados telefónicamente que cumplieron con los requisitos académicos, iniciaron las clases y antes de terminar el primer o segundo semestre abandonan la carrera. • Motivos de inscripción a la carrera Elecciones forzadas y frágiles (15 casos). Una de las problemáticas que incide negativamente en la continuidad de los estudios superiores es la inadecuada elección de la carrera. Muchos jóvenes que egresan del nivel medio realizan elecciones notablemente fortuitas, a menudo basadas en información insuficiente o distorsionada. En este sentido, la elección de la carrera puede estar influenciada por opiniones de familiares, amigos, por modas o incluso “por descarte” y no por la construcción de una elección clara o un potencial idóneo para desempeñarse con éxito en una carrera que responda a sus intereses. En relación a la población analizada se citan algunos ejemplos representativos de esta situación: “Nada que ver con lo que pensaba que era la carrera…” “Pensé que sería más fácil, pero la verdad no…” “La carrera la tome para probar si tenía suerte pero al final no me gusto…” Elecciones consistentes o más elaboradas (4 casos). Sin embargo, entre quienes abandonan la carrera durante el primer año de cursado hay estudiantes que realizan elecciones más pensadas. Es en estos casos en quienes interesa especialmente analizar las causas de abandono de la carrera. En esta categoría destacamos dos motivos de elección: los que llegan a la carrera porque ‘les gusta’ y por la “la salida laboral”. Esto se manifiesta en la representación que se observa del ejercicio profesional del ingeniero agrónomo (ficha de ingreso). ¿Qué ocurrió en estos casos? La respuesta de la mayoría de los entrevistados es que
encontraron una carrera que requiere más dedicación al estudio de lo que creían, que no se sintieron preparados para afrontar las materias básicas o salieron mal en los primeros parciales. En general estos factores son mencionados como decisivos para desistir de continuar. • Causas de abandono Como se menciona en los presentados desde la Asesoría Pedagógica de la Facultad, las causas de la deserción universitaria son diversas y complejas. Algunas aluden a condicionamientos económicos y otras están asociadas a dimensiones psicosociales que se ponen en evidencia con la inadecuación de la disposición del estudiante y la demanda que exige la institución universitaria. En el relevamiento que se lleva a cabo para conocer las causas de abandono de los estudios de Ingeniería Agronómica durante el primer año se encontró que predominan las razones académicas (15 casos); la decepción temprana de la carrera (1 caso); las causas económico — laborales (2 casos); y las cuestiones socio — afectivas (1 caso). Frecuentemente más de uno de estos factores se asocian en la situación particular de un mismo alumno. Las razones académicas para abandonar comprenden factores relacionados tanto con el estudio y el rendimiento como con la preparación previa y la disposición para el estudio. Estos casos se expresan en ‘salí mal en los parciales’; ‘hay que estudiar mucho’; ‘las materias son muy difíciles’; ‘venía de un nivel muy distinto, lleva tiempo”; ‘me costaba un montón’. La temprana decepción con la carrera está vinculada a la forma en que se decide la inscripción a la Facultad. La expresión más recurrente de este desencanto es ‘no me gustó’; ‘la carrera no era como pensaba’; ‘me interesaba más otra carrera’.. .entre otros. Las causas económicas suelen ser recurrentes en estos tiempos y es un condicionante para dar continuidad con los estudios. De todas maneras, en esta cohorte no ha sido la causa que predomine según los datos; no obstante es notable en el ítem que continúa (ocupación) que la gran mayoría de los jóvenes se encuentra trabajando. Se considera que este aspecto denota que el trabajo es la opción que se elige no tanto por la necesidad económica sino la necesidad de tener una ocupación ya que el estudio no es parte del proyecto de vida por lo menos hasta la instancia de la entrevista telefónica.
• Ocupación actual Las entrevistas telefónicas posibilitan indagar la ocupación actual de los jóvenes que abandonaron la carrera. Sobre 22 consultas realizadas a estudiantes inscriptos en la carrera de ingeniería agronómica se registra que: -8 casos estudian otras carreras y oficios: Ingeniería Agronómica en Esperanza, Psicología, Magisterio, Lic. en Biología, Electricista; -7 casos trabajan: hay 4 casos de estudiantes que trabajan en el campo con su familia; -7 casos no trabajan ni estudian.
Reflexiones Partimos de constatar que los procesos de elección y continuidad de los estudios universitarios requieren del desarrollo de cierto grado de autonomía y responsabilidad, que permita la toma de decisiones y la ejecución de proyectos. En este sentido, retomamos los argumentos de Claudia Messing (2009) quien plantea una problemática que denomina el síndrome vocacional y que da cuenta de las nuevas complejidades de las culturas juveniles. Las manifestaciones de este síndrome son: • Apatía, desmotivación, desconexión emocional y ausencia de intereses Jóvenes que manifiestan su deseo de seguir estudiando, pero que en realidad no logran interesarse ni sentirse atraído en forma consistente hacia ninguna carrera o campo ocupacional. En estos casos se percibe que no están en condiciones de elegir con convicción ninguna carrera porque falla en ellos algo más básico, previo a la tarea de elegir, falla algo en el orden del deseo. No pueden “interesarse profundamente” por nada, porque están desconectados emocionalmente, desmotivados. Algunas de sus expresiones son: ..A mí en realidad la carrera desde un principio no es que me intereso… ..Empecé a estudiar agronomía y no me gusto... ..No era lo que yo buscaba… • Intereses frágiles e inconsistentes Los estudiantes se inscriben en carreras que coinciden con sus intereses y habilidades, pero rápidamente se desmotivan y pierden su entusiasmo, porque carecen de la capacidad para sostener sus intereses, para entregarse a un objetivo que además implica una disciplina y un
esfuerzo totalmente diferente a los que estaban acostumbrados desde la escuela media. A partir de esta situación de desmotivación, muchos cambian de carrera, y otros, aún sin convicción, continúan estudiando esas mismas disciplinas, pensando incluso que deberían haber elegido otra cosa. • Temores y vivencias fóbicas de encierro y aburrimiento Los estados de desmotivación, insatisfacción e incapacidad para sostener los propios objetivos, aparece en algunos jóvenes como temores y ansiedades paralizantes. La elección de una carrera supone una cierta entrega, un cierto compromiso, aunque sea en un nivel exploratorio con determinado campo del saber, que muchos jóvenes no están en condiciones de asumir por los temores que genera el quedar atrapados en la carrera elegida. “Hay que estudiar mucho, no me gusta estudiar...” • Conductas fóbicas y evitativas frente al estudio Jóvenes que no logran avanzar en sus estudios porque sus conductas evitativas les impide estudiar. No logran concentrarse, ni organizar un método de estudio medianamente eficaz, desarrollan técnicas que los llevan a perder el tiempo. • Desconexión emocional y fuertes problemas de aprendizaje Muchos estudiantes arrastran problemas de aprendizaje del nivel secundario, que los desmoraliza e impulsa a una rápida deserción o los hace permanecer durante años en los niveles iniciales de la carrera sin poder avanzar. Contribuciones finales Se parte por entender que los procesos de elección y continuidad de los estudios universitarios requieren del desarrollo de cierto grado de autonomía y responsabilidad, que permita la toma de decisiones y la ejecución de proyectos. ¿Qué podemos contribuir desde la Universidad ante estas situaciones? Se proponen algunas líneas para seguir pensando: - Acompañamiento para la transición hacia los estudios superiores desde un entendimiento de la problemática actual en relación a la perspectiva de futuro del estudiante y la situación de elección. Orientación Vocacional. - Tener en cuenta el papel que juegan los tiempos para los estudiantes en la actualidad. La inmediatez es uno de los factores decisivos y la falta de proyección a mediano y largo plazo. Competencias organizativas.
- La presencia de tutores que comprendan esta situación y puedan acompañar un proceso que favorezca la construcción de autonomía en el estudiante. Competencias sociales. - Trabajar fortaleciendo la comunicación y la búsqueda de información a través del uso de las nuevas tecnologías pero recuperando el sentido académico de dicha utilización. Competencias comunicativas. Para el logro de estas condiciones es necesario un fuerte compromiso institucional con el ingreso y permanencia de los estudiantes trabajando con propuestas integradoras y que conecten el conocimiento científico con la realidad y la profesión.
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