CONSAGRACION Y DEDICACION

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DE LA

CONSAGRACION Y DEDICACION D E LA S A N T A I G L E S I A

m

CATEDRAL

LE0M,

ESCRITA POR EL

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MIEMBRO CORRESPONSAL

DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFIA

Y

ESTADISTICA.

EgEa IMPRENTA. DE PABLO GOMEZ mms\m

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IMMeca Valva-fe y Teüez

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AL DIGNISIMO E ILLMO. SR. OBISPO DE LEON, DR. Y MTRO.

D. JOSÉ M A R Í A B E J E S U S DIEZ DE SOLIANO Y

DAVALOS,

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FONDO EMETERiO V a l v e r q í e y tellez

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S f D lA s o l e m n i d a d q u e a u n q u e s e a l i g e r a m e n t e nos p r o p o n e r n o s describir en esta r e s e ñ a , es c i e r t a m e n t e u n a de las m a s g r a n d i o s a s y significativas de c u a n t a s tiene el catolicismo siempre poético, s i e m p r e interesante y sublime en todos los actos q u e p e r t e n e c e n á él. Así es q u e al o c u p a r n o s de ella, no p o d e m o s otra cosa q u e recordar lo q u e un ilustre escritor h a dicho h a blando de las fiestas y s o l e m n i d a d e s religiosas: " q u i e r e la historia d e estas fiestas q u e la religión ha establecido entre los h o m bres p a r a consolarlos, procurarles d e s c a n s o y hacerlos m e j o r e s , s e r c o n t a d a mas con el corazon q u e con el t a l e n t o . " Y asi es como nosotros nos humos p r o p u e s t o hablar de la que todavía en estos m o m e n t o s tiene en L e ó n á todos los b u e n o s poseídos de v e r d a d e r o júbilo, de positiva y s a n t a alegría, pues ha visto concluida y c o n s a g r a d a por fin, la m a g e s t u o s a B a s í l i c a de q u e vamos á o c u p a r n o s y que d e s d e hace m u c h o s a ñ o s es y h a sido c o n s t a n t e m e n t e el objeto d e aprecio y veneración de los leoneses, cuya circunstancia cooperó m a s y m a s p a r a q u e esta s o l e m nidad á q u e nos referimos h a y a sido tan e s p l é n d i d a c u a n t o corr e s p o n d e á su objeto y cuanto d e b í a e s p e r a r s e de un pueblo p o r escelencia y esclusivamente católico. C o n c l u i d a c o n v e n i e n t e m e n t e p a r a q u ^ p u d i e r a ser c o n s a g r a d a y d e d i c a d a á Dios, en honor de la B i e n a v e n t u r a d a M a d r e S a n t í sima de la L u z , la iglesia q u e en esta c i u d a d es la principal y q u e por las letras Apostólicas de S. S a n t i d a d el s i e m p r e vene-

rabie Sr. P i ó I X con fecha siete de F e b r e r o de mil ochocientos s e s e n t a y tres f u é destinada para que en ella se estableciese perp e t u a m e n t e la Silla y C á t e d r a Episcopal d e L e ó n ; el dignísimo é Illmo. S r , Obispo de la Diócesis Dr. y M t r o . D. J o s é M a r í a de J e s ú s Diez de Sollano y Davales, fijó en los términos convenientes el dia 16 de Marzo del presente a ñ o de mil ochocientos sesenta y seis p a r a la consagración, prévio el ayuno determinad o p a r a estos casos. H e c h o esto, la solemnidad comenzó el dia 1 5 por la tarde, conduciéndose procesionalmente á la iglesia de la antigua parroquia, por el clero y varios particulares y el pueblo, la u r n a en que fueron g u a r d a d a s las reliquias de los santos mártires que con un d o c u m e n t o auténtico conforme á su objeto debian depositarse debajo del altar principal de la iglesia que iba á consagrarse: con estas reliquias fueron también conducidas en h e r m o s a s u r n a s los restos d e los mártires S u , F u l g e n t e , Sn. Don a t o y S t a . Clementina, y ya desde aquí c o m i e n z a la serie de sublimes sentimientos y r e f e c c i o n e s en que a b u n d a n los actos todos de la S t a . Iglesia Católica. E s t a traslación d e reliquias, determinada por el ritual, y que debe verificarse la víspera de la consagración de una iglesia, podria parecer p u r a m e n t e una esterioridad sin m a s objeto que la suntuosidad de u n a ceremonia; p e r o no es sino p a r a significarnos nuestro tránsito m o m e n t á n e o sobre la tierra, q u e no es nuestra pát-ria, p u e s que aquí nos encontramos como estrangeros, según la espresion de S n . Pablo hablando á los Corintios; y q u e así como esas reliquias van á s e r todavía llevadas al nuevo altar para p e r m a n e c e r allí mientras este dure, significando la unión de los santos con Ntro. S e ñ o r J e sucristo, así como nosotros t e n e m o s q u e dejar este m u n d o para ir á r e u n i m o s con Aquel q u e con su muerte nos dió nn asiento eterno en el cielo. E s t a tan significativa ceremonia terminó por la t a r d e y la noche con el rezo canóuico y la velación d e las reliquias, conforme al ritual. Amaneció por fin el ansiado dia 16, y á las ocho de la mañana el Illmo. Sr. Obispo vestido de pontifical, y a c o m p a ñ a d o del venerable cabildo eclesiástico, d e m á s corporaciones también eclesiásticas, clero secular, colegio seminario, particulares y una g r a n m u c h e d u m b r e d ó F p u e b l o , condujo procesionalmente á la sacristía d e la nueva catedral, los restos d e los santos de que h e m o s hecho mención: colocadas allí, el Iltre. P r e l a d o con el ac o m p a ñ a m i e n t o q u e le seguia, vino á la p u e r t a principal de la

Basílica, cuya p u e r t a como las d e m á s de este templo fueron cerradas conforme al ceremonial del caso. I n m e d i a t a m e n t e , arrodillado el Pastor y los circunstantes, despues de invocar al Espíritu Santo, fueron c a n t a d a s las letanías d e los santos, prep a r á n d o s e así con estas sentidas y solemnes preces de la S a n ta Iglesia el acto grandioso de la consagración, que ni se intentaría sin procurar antes con humildad, llamar en nuestro favor al Dios d e los reyes y de las naciones. T e r m i n a d a esta plegaria tan conmovedora, el P r e l a d o bajo el docel q u e estaba colocado en el atrio del templo, bendijo sal y a g u a y d e s p u e s de mezclar la una con la otra, hizo una aspersión sobre sí mismo; en seguida sobre el clero y d e s p u e s la hizo también en derredor de la Iglesia á lo alto de sus paredes y al cementerio. Concluido esto, vino delante d e la p u e r t a principal y oró pidiendo al Dios de las misericordias se d i g n a s e tomar aquel templo bajo su protección paternal y no consentir que sea ocupado por los espíritus infernales ese asilo sagrado, ese recinto de consolacion y de paz, sino que antes bien h a g a q u e por obra del E s p í r i t u S a n t o sea su a u g u s t a y soberana M a g e s t a d servida allí con entera pureza y en perfecta libertad. D e s p u e s de esta oracion, llamó á la puerta tocándola con el estremo inferior del báculo y diciendo al mismo tiempo estas espresivas palab.as del P r o f e t a R e y "Abrid, Príncipes, vuestras puertas: las puertas eternas sean abiertas, y entrará el Rey de la gloriar Entonces, el D i á c o n o q u e de a n t e m a n o habia quedado dentro de la iglesia respondió también con el Salmista «jQuien es este Rey déla gloria.!" y el Pastor repuso: « E s el Señor fuerte y Poderoso, el Señor fuerte en las batallas" La puerta no obstante no f u é abierta, y el Prelado f u e á hacer otra aspersión con a g u a bendita, al derredor del templo hacia los cimientos y á los del cementerio y volvió á la puerta para orar pidiendo al S e ñ o r conceda el beneficio precioso de la anión y d e la paz a todos aquellos que s e rei.nan en ese templo bajo el gobierno del mismo P r e l a d o . H e c h o este m e g o , de nuevo vuelve a llamar con el báculo y repitió las mismas palabras que la p r i m e r a vez, pero tampoco se abrió la puerta, y por tercera se hizo la aspersión del agua, pero hacia el medio de las paredes y al cementerio, cuya aspersión como las anteriores f u e hecha en nombre del P a d r e , del H i j o y del Espíritu S a n t o . T e r m i n a d a esa aspersión, q u e como las antecedentes

tienen

por objeto la purificación de los muros del santuario, el P r d a d o volvió á la misma p u e r t a y oró otra vez, pidiendo al Dios de la Santidad, saliesen de aquella iglesia los espíritus infernales y entrasen los ángeles de p a z : despues volvió á tocar la p u e r t a repitiendo como antes las mismas palabras del P r o f e t a , y c u a n d o el Diácono respondió "¡Quien es este Rey de la gloria1 el P r e l a d o y el clero dijeron: "Es el Señor de las virtudes, es el Rey de la gloria, abrid, abrid, abrid:" d e s p u é s el Illmo. S r . Obispo hizo con el estremo inferior del báculo y sobre el umbral de la puerta, la señal de la C r u z , diciendo: Ve aquí la señal de la Cruz, desvanézcanse todas las vanas fantasmas.'''' La puerta se abrió, el pueblo p e r m a n e c i ó a f u e r a y solo el P a s t o r y el clero entraron en el templo, significándose así con las ceremonias que acababan d e preceder, que N t r o . S e ñ o r Jesucristo d e s p u e s de haber vencido á S a t a n á s á quien quitó con su vida de sacrificios y de e n s e ñ a n z a y por último con su m u e i t e por nosotros, el espantoso dominio que había ejercido sobre los hombres; volvió triunfante al seno de su P a d r e Celestial y solo a c o m p a ñ a d o entonces de una parte de los q u e han de c o m p o n e r el edificio espiritual de que habla S a n P a b l o . Al entrar el P r e l a d o , dijo: " P a z en esta casa? el clero pidió al S e ñ o r también la paz p a r a aquel lugar que iba á santificarse, y arrodillándose á la vez el P a s t o r en medio d e la iglesia, e n tonó el H i m n o "Veni Creatar" que continuó el clero, siguiendo despues del H i m n o la L e t a n í a de ¡os S a n t o s concluyendo con el ruego que el P r e l a d o dirigió al S e ñ o r pidiéndole se dignase Visitar aquel templo y enviar á él sus S a n t o s A n g e l e s p a r a q u e sean sus custodios; asimismo pidió á la M a g e s t a d eterna se d i g n a r a bendecir, santificar y consagrar aquella iglesia y altar que iban á ser consagrados en su honor y en n o m b r e de la Biena v e n t u r a d a M a d r e Santísima de la L u z . Despues de haber implorado del cielo tales favores,, el coro cantó con la solemnidad del caso, el poético y bello H i m n o de •Zacarías, que comienza "Benedictus Dominus Deus Israel'' &. Mientras bajo las altas bóvedas del templo, r e s o n a b a ese cántico con q u e un dia el anciano p a d r e del P r e c u r s o r del R e d e n t o r del mundo, d e s d e las m o n t a ñ a s de J u d e a hizo subir á los cielos la espresion de su gratitud por la E n c a r n a c i ó n de Ntro. S e ñ o r Jesucristo, y anunció el alto destino del hijo q u e estrechaba en sus brazos; el P a s t o r escribió con el báculo las letras de que se

componen el a ' f a b e t o griego y latino, sobre una cruz de ceniza q u e antes y en ¡i .eas diagonales, de un estremo á otro de la i. } abla

í . P u e s t 0 s o b r e el pavimento. L a s letras de esos alfabetos a p.imera y u'tima de cada una comenzaron y termina ron con ellos en estremos paralelos y una línea servia para los cacruz ri o T T J T f 0 8 y J 3 ° t r a P a r a l 0 S á n d o s e por el me1 Qio las dos fajas de ceniza. a u e Z T , C e h r e T Í a ' , a S ] n t * % ' e s i a ha querido significarnos, q u e todos los hombres, sm d.stincion de nacionalidad ni de idiomas que dividen a los pueblos, fueron unidos por N t r o Sr J e s u Ü N TEM

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d e b e ser R;at.n?hacer R,° P'° con.8g;.doá ün desf 2nde! ° ^ o s d e l a Encarnación y P a . d e l . ^ ^ d o r ; reunir a todos como hermanos, formar una sola qUe P r N t t £ n n o T v í " S0,° Í T ° ° - S e ñ o r J e s u c n s t o se h i t digno de vivir con E L eternamente en el cielo Concluida la inscripción de los alfabetos referidos, el Prelado vuelto h-icia el altar pnncipal, arrodillado oró al Señor diciendo con V6níd á ^ r m e - i y el coro respondió en Á soc ohfóüe v t T ' n ^ °rrermer cuya plegaria se r e pino U e . veces. Despues de esto bendijo agua, sal, ceniza y v i no y mezclo estas cosas precediendo el exorcismo de cada una

¿ » Z Z O r t , f i C T a L E ° ' V ' c e n i z a ' V i n ü V agua esta ,igni fccado N r o . S e ñ o r Jesucristo hecho Dios y h o m b r e % l cu«! murió por nosotros y despues resucitó para volver á los cielos; y con el I a * d e e , , * s v , a á h a c e r s e en séguMa, la S a n t a Iglesia nos espresa con toda claridad, q u e nosotros no podemos s^er purifi dei m i s m 0 m o d o t e m P ^ de Dios, fimo por JNtro. S e ñ o r Jesucristo. T e r m i n a d a la bendición referida, el P a s t o r f u é á la p u e r t a dP K l C h r r a d a k P ? r a e , P U e b , ° ' y c o » e l ' « r e m o inferior S b r 6 eMa en la n " P i J e r i o°r : " J * P 3 r t e S U P e r Í o r ' u n a c r u z > y «*rn clendíf psíft " en seguida dejando el báculo prosiguió diZ / í Z Z ,rna 0r,aaon T® comienza possitaCrux inviceü a CUaI e n t r e , a m u , t i t u d d e íf¿R x ' bienes q u e pide J o r ' , e r u e S ® a c e m a s , q u e cuantos allí invocáremos su S a n t o nombre, m e r e z c a m o s tener siempre con nosotros un á n g e l de defienda 8 de tefdo Í

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Concluida esta oracion, volvió a! lugar d o n d e habia h e c h o la rendición de Ja agua y del vino, y vuelto hacia el altar principal

dirigió aUSeñor otra oracion. / s e f u é al altar,'diciendo: " J p j * *

S C t e r s a n d o e s t a c e r e m o n i a con «na oración conforme al P

° D l f S n u e s de ella, el Illmo. S r . Obispo, hizo siete veces u n a

7mmmm mmmm procesionalmente h a s t a la p u e r t a de l a ^ s i a ,

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dirigió al concurso n u m e r o s o q u e t e n i a d e l a n t e y d e s p u e s a e en

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los pobres, á los desvalidos, á los d e s g r a c i a d o s un socorro q u e una m a n o piadosa ha destinado t a m b i é n p a r a ellos: d e s p u e s de esto decimos, advirtió la obligación q u e t e n e m o s los fieles, d e p a g a r el diezmo, y por esto se leyeron así como sobre los p u n tos a n t e s dichos, los d e c r e t o s t a n sabios, tan llenos de v e r d a d e ra justificación dados por el s a n t o Coneilo de T r e n t o , y en cuyos decretos nos pareció r e a l m e n t e ver brillar el rayo de la justiciaDivina sobre la d e s g r a c i a d a c a b e z a de los d e s v e n t u r a d o s q u e tienen la infelicidad de p o n e r s u s m a n o s s o b r e los bienes consag r a d o s al culto de la M a g e s t a d infinita y al socorro de los h u é r fanos y de las viudas, de los e n f e r m o s y d e m á s n e c e s i t a d o s . C u m p l i d o así con c u a n t o m a s m a n d a el pontifical en esta solemnidad, el P a s t o r hizo una breve oracion y llendo á la p u e r t a de la Basílica, mojó el dedo pólice d e la m a n o d e r e c h a en el s a n t o C r i s m a , é hizo s o b r e ella u n a cruz en n o m b r e del P a d r e , del H i j o y del E s p í r i t u S a n t o , t e r m i n a n d o la consagración y bendición de esta p u e r t a con la oracion del caso, D e s p u e s se abrió, y la procesion s e g u i d a del pueblo p e n e t r ó en el s a n t u a r i o c a n t á n d o s e por el coro las h e r m o s a s a n t í f o n a s y los s e n t i d o s salmos propios de aquel acto, cuyo canto y procesion e s p r e s a n bien el j u b ü o celestial c u a n d o los fieles entran en la gloria á reynar p a r a s i e m p r e con N u e s t r o S e ñ o r J e s u c r i s t o . L u e g o q u e la u r n a estubo cerca del altar, el prelado d e s p u e s de una oracion propia procedió á c o n s a g r a r con el s a n t o Crisma,el sepulcro en q u e , i b a n á ser g u a r d a d a s p a r a s i e m p r e aquellas reliquias que á su tiempo y d e s p u e s de h a b e r sido i n c e n s a d a s por el c o n s a g r a n t e fueron r e s e r v a d a s en el sitio c o n s a g r a d o y a . D e s p u e s ^ f u é t a m b i é n c o n s a g r a d a la lápida q u e debia cubrir a quel depósito, y el m i s m o P r e l a d o p u s o la a r g a m a s a bendita s e g ú n h e m o s dicho antes, t e r m i n a n d o la c l a u s u r a del sepulcro u n o p e r a r i o del templo. H e c h o esto, f u é u n g i d a otra vez a q u e l l a lápida y d e s p u e s de h a b e r bendecido el P r e l a d o una porsion de incienso, incensó el altar pidiendo al S e ñ o r q u e s u s oraciones se eleven h a s t a su trono, como el h u m o d e l i n c i e n s o , y q u e estienda, su misericordia á c u a n t o s le hicieren o f r e n d a s ó participaren do ellas en aquel altar; t e r m i n a d o este r u e g o , hizo cinco incensa-. ciones al medio y á los á n g u l o s de la m e s a q u e iba á ser consag r a d a en s e g u i d a , como se verificó d e s d e luego f o r m a n d o e n medio y en los á n g u l o s con el d e d o pólice y con el Oleo de l o s c a t e c ú m e n o s , u n a cruz en c a d a l u g a r de los dichos y repitió f a s

— 12.— incensasiones entre tanto el coro cantaba las antífonas y salmos respectivos. D e s p u e s volvió á formar nuevas cruces pero con el santo Crisma, sobre las anteriores é incensó como a n t e s durante el cántico del caso, y a n t e s que el coro terminara, derram ó sobre la mesa del altar y la frotó con el Oleo de los catecúmenos y con el sanio Crisma, y despues de hecho esto, c u a n d o el coro hubo cantado la tierna antífona t o m a d a de las palabras con que Isac bendijo á J a c o b según se lee en el capítulo 27, v. 27. del Génesis, q u e con tanta poesia y ternura dicen " H e aquí el olor de mi hijo, como el olor de un c a m p o lleno, al que bendijo el Señor: crecer te hnga el Dios mió, como las arenas del mar y te de del rocío del cielo'' & D e s p u e s también que concluye el salmo que comienza: " A l a b a J e r u s a l é m , al S e ñ o r : alaba, Sion á tu Dios. &.. el Prelado procedió á la consagración de cada una de las doce cruces que conforme al pontifical y en los sitios convenientes, de a n t e m a n o se habian labrado sobre las c o l u m nas del templo teniendo cada una una luz que se encendió sucesivamente en el acto de la consagración d e estas cruces esparcidas en torno del santuario y con las cuales quiso la S a n t a Iglesia significarnos, á los doce Apóstoles que llevaban por toda la tierra la luz del Evangelio y la doctrina del Salvador del m u n d o , para levantar á los pueblos del asiento de las tinieblas y r e g e n e r a r l o s sacándolos de la abyección en que yacian antés. Concluida esta consagración, el Pastor vino al altar principal y bendiciendo veinticinco g r a n o s de incienso, formó con ellos cinco cruces sobre Us que a n t e s había hecho con el santo Crisma y puso a d e m a s sobre cada cruz una pequeña vela que ardió con el incienso mientras que el P r e l a d o con la cabeza descubierta y rodeado de sus asistentes se postró f r e n t e el altar c a n t a n do éntre tanto el coro las antífonas tan llenas de ternura que para estas circunstancias ha d e t e r m i n a d o la S a n t a Iglesia. Concluidas estas y las oraciones propias, el Prelado ungió con el S a n t o Crisma la C r u z esculpida en el frontal del altar y repitió lo mismo en las j u n t u r a s d e la mesa, y d e s p u e s de esto los subdiáconos cubrieron convenientemente el altar y lo prepararon para la celebración de la Misa, la cual en seguida fué cantada s o l e m n e m e n t e oficiando el S r . presbítero M t r o . de ceremonias, D . Pablo A n d a . C o n este adorable Sacrificio, el mas santo, el mas a u g u s t o de

de los Sacrificios, terminó la consagración de la nueva Basílica, en cuyo hermoso resinto apenas podía contenerse en aquellos m o mentos, el numeroso concurso de fieles que había venido á prosternarse delante del S e ñ o r á tributarle las mas espresivas gracias porque les dejó al fin ver realizado el deseo que sin cesar había animado á les leouéses de venir un dia ha aquel lugar á adorarle dignamente; no entre las ruinas y el polvo, no entre escombros y en un templo mutilado; no al pié de una ara portátil sino delante de un altar consagrado como ahora, para siempre, en su honor y en nombre de la augusta y tierna M a d r e Santísima de la L u z , que hace cerca de doscientos a ñ o s es para los hijos de León el mas caro y dulce objeto de sus afecciones, así como esta amable y bella Virgen verdadera Reina y verdadera M a d r e ha sido sin cesar para nosotros la mas tierna y generosa M a d r e , el mas seguro y firme amparo, el mas dulce y grato consuelo y á quien León debe lo que es, lo que vale y lo que puede, y á quien deberá también, lo que sea en el porvenir grandioso que espera. Terminada la Misa, el P a s t o H i ó al pueblo su bendición y eran va la una y tres cuartos de la tarde. A las cuatro y media debía conducirse procesionalmente la adorable imagen de la M a d r e Santísima de la Luz, desde la antigua P a r r o q u i a que habia servido provícionalmente de Catedral, al nuevo templo donde había de colocarse para siempre. Antes de la hora fijada para esto, las calles del tránsito de la procesión fueron engalanadas primorosamente con flores y vistosas colgaduras. L o s solemnes repiques de todas las iglesias de la ciudad, anunciaron que la M a d r e de Dios había salido ya de la iglesia referida, y en efecto, colocada en alto sobre unas andas elegantemente adornadas con esquisitas rosas trabajadas por varias Sritas. para este objeto, y ademas rodeada de á n geles que arrodillados formaban un bello grupo á sus pies entre las luces, las flores y el incienso que salía de los incensarios que los infantes del coro agitaban en torno de la efigie sagrada; se le veia sobre todos los circunstantes, brillar por la belleza artística de esta hermosa efigie; por el oro q u e la adornaba, y mas que por esto ¿que decimos? principalmente mas que por todo aparecía refulguente por que así se deja ver la que el Señor escogio para que fuese su M a d r e ; por que así fué su representación en J u dit cuando fué al campameuto de los Asirios para dar muerte al enemigo de Israel; por que así la describió Salomon cuando en sus cantares pregunta ¿Quien es esta que se descubre como el al#

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ba, hermosa como la limar, escojida como el sol ? por que así, en s u m a , vemos en L e ó n á la M a d r e S a n t í s i m a de la L u z , cuantos aquí hemos nacido bajo su amparo, y confesamos con orgullo delante de todos á la faz del m u n d o , [que llaman fanáticos á los cotólicos] q u e a m a m o s á esta dulce M a d r e y que des e a m o s contarnos en el n ú m e r o de sus hijos agradecidos. Brillante p u e s , se veia esta prodigiosa I m á g e n , r o d e a d a de casi toda la poblacion q u e con luces vino á honrarla en este acto presidido por el Illmo Sr. Obispo de la Diócesis, Cabildo y corporaciones eclesiásticas, Colegio Seminario y una comision del A y u n t a m i e n t o de la ciudad. A las cuatro y media salió la procesion; recorrió la parte lateral al oriente de la p l a z a principal, primera calle de los P a checos y la s e g u n d a de la C o m p a ñ í a hasta llegar á la Basílica, y en este m o m e n t o eran las seis de la tarde; trece minutos desp u e s f u é colocada la M a d r e S a n t í s i m a de la L u z en lugar c o r respondiente en un nicho en el altar principal, y es en la parte frontal inferior del tabernáculo de esposicion del Divinísimo. A la hora conveniente y estando primorosamente iluminada la iglesia comenzaron con toda solemnidad los maitines que concluyeron cerca de las diez de la noche ó poco despues y entonces se encendieron unos vistosos f u e g o s d e artificio costeados por el vecindario, y así terminó la gran solemnidad del dia 1 6 de M a r z o de 1866, q u e desde hoy será siempre memorable p a r a los h a b i t a n t e s de L e ó n . Vino el dia 1 7 de M a r z o , día destinado p a r a la dedicación del templo, y á la hora concerniente los repiques solemnes d e la catedral anunciaron que eran llegados los momentos de 1a. c e l e bración del santo sacrificio de la Misa. E n efecto, el Illmo, S r . Obispo de la Diócesis, vestido de rigoroso pontifical, rodeado de los asistentes correspondientes á su alta dignidad, á las nueve y media de la m a ñ a n a dió principio á la celebración del m a s a u g u s t o de nuestros misterios, en medio de la p o m p a megestuos a y digna d e este acto el m a s sublime de nuestra religión adorable. E n el momento prevenido por el ritual y cuando el Pastor teniendo en sus manos el incensario se arrodilló al pié del altar, mientras el coro a c o m p a ñ a d o de armoniosa orquesta cantó " S e ñor, ten misericordia de nosotros'"' las blancas cortinas del tabernáculo se abrieron y enmedio de un sol de oro apareció I a m a g e s -

tad infinita del Dios d e las naciones y de los R e y e s ; el Dios cuyo nombre hace estremecer las columnas del firmamento y dobleg a r s e llenos de respeto á los cielos á la tierra y á los abismos Despues del Evangelio, el S r . Dr. D Pablo T o r r e s , M a g i s tral de la Sta. Iglesia C a t e d r a l , y Rector del Seminario Conciliar de esta ciudad, subió al pulpito y pronunció un elocuente s e r món propio de la solemnidad. T o m ó por testo estas palabras del Génesis " Verdaderamente es esta la casa de Dios." Manifestó y demostró con la claridad y verdad q u e c a r a c t e r i zan esclusivamente á la cátedra del Espíritu Santo, las relaciones que hay entre Dios y el hombre, entre el hombre y Dios, y como se comunican y se estrechan; señalando entre los medios principales, el templo, pues que allí se oye la palabra del Altísimo y nosotros elevamos hasta E l n u e s t r a voz en la oracion que individualmente ó reunidos los fieles le ofrecemos lodos los dias. C o m o era natural, espuso cuán apreciable y digno de nuestra veneración es aquel sitio s a g r a d o donde el hombre tiene el v e r d a d e r o manantial de los consuelos, la f u e n t e saludable á donde puede ir á calmar y curar sus dolores y obtener la satisfacción de sus n e c e s i d a d e s . Si no temiéramos ofender la modestia del orador á quien nos referimos, diriamos que su b e llo discurso ha cautivado al auditorio y lo ha llenado d e emociones v e r d a d e r a m e n t e g r a t a s h a s t a hacer verter dulces l á g r i mas de reconocimiento c u a n d o volviéndose respetuosamente á la a u g u s t a Virgen M a d r e S m a . de la L u z , le da gracias en nombre del P a s t o r y del pueblo por que intercediendo por nosotros ante su^Hijo Divino, ha obtenido para L e ó n el beneficio de u n nuevo y digno asilo de paz y de consolacion como aquel que en su n o m b r e se dedica á la M a g e s t a d eterna, en su honor; y desp u e s imploró p a r a este pueblo fiel, los beneficios con q u e el Señor sabe e n g r a n d e c e r á las naciones que no s e a p a r t a n de E l , sino q u e lo adoran y lo reconocen como á su único Dios, como á su único Soberano, como á su único Bienhechor, lejos del cual ni los pueblos ni los soberanos de la tierra, que se apartan de sus caminos, son otra cosa que miserables y d e s g r a c i a d a s víctimas d e la mentira en la cual perecen p a r a siempre, conforme á la justicia q u e preside en los juicios del S e ñ o r . T e r m i n a d o el s e r m ó n , la Misa continuó y despues de ella el Illmo. P r e l a d o q u e f u é el celebrante, dió la bendición con la solemnidad propia d e la M i s a Pontifical á la cual asistieron ade-

—.16.— m a s del, Venerable Cabildo eclesiástico, las d e m á s corporaciones también eclesiásticas, C o f r a d í a s , Colegio, S r e s . C u r a s de divers a s Parroquias, Capellanes, colegio de infantes y varios miembros del Concejo Diocesano de la obra de la S a n t a Infancia a u n q u e sin formar corporación por estar en el coro canon i c o l as principales personas q u e lo forman, y otros presidiendo otras corporaciones. L a concurrencia á esta solemnidad f u é aun m a s numerosa^ó tanto como la del dia anterior, p u e s parece q u e los hijos de L e ó n lo dejaron todo por venir á tomar p a r t e en un acto en q u e n a t u ralmente estaba tan interesada esta poblacion católica por escelencia cómo h e m o s dicho antes y como lo d e m u e s t r a cada dia, manifestándose no solo e s t r a ñ a á las pretensiones del filosofism o q u e se e m p e ñ a en invadirnos, sino espresa y terminantemente hostil á todo aquel que pretestando ilustrar al pueblo y m e jorar sU condición quiere quitarle su catolicismo p a r a embrutecer y aniquilar con los vicios y los desórdenes de q u e vive la impiedad, á esta sociedad, como lo hace con todas aquellas donde una verdadera desgracia le proporciona el triunfo de sus principios desoladores. L e ó n , pues, se ha ostentado digno de las alt a s y v e r d a d e r a s creencias de la a u g u s t a religión C . A. R . q u e p r o f e s a : ha comprendido que esta solemnidad tiene u n a importancia q u e los adversarios de la santa Iglesia quisieran dar á sus actos d e injusta rebelión contra la m a s benigna y generosa M a dre. E n efecto, la consagración y dedicación de la C a t e d r a l de de L e ó n tiene dos aspectos q u e revelan esa alta importancia q u e nadie p u e d e desconocer de b u e n a fé; y son, primero, su objeto: y segundo, las circunstancias en q u e s e h á verificado esa consagración; N a d a m a s justo, n a d a m a s obligatorio p a r a el hombre, q u e tributar á la M a g o s t a d del S e ñ o r el culto q u e s e le d e b e . El S e ñ o r así lo quiere, así nos lo ha m a n d a d o y a d e m a s en ello está conforme el sentimiento universal de las naciones, pues, si nos r e m o n t a m o s á los primeros a ñ o s del mundo, á los dias en que todavía podia decirse que no se h a b i a n aun marchitado las prim e r a s flores q u e esmaltaron los campos, vemos á Abel ofrecer al S e ñ o r los m a s bellos y m e j o r e s gorderillos de su rebaño, las mas ricas y h e r m o s a s espigas de su sembrado. Así sucesiv a m e n t e e n c o n t r a m o s á los P a t r i a r c a s haciendo holocaustos al

cielo, sobre rústicos altares; hallamos á Jacob d e r r a m a n d o aceite precioso sobre la misteriosa piedra q u e erigió en altar, d e s pues que en ella descansó su cabeza d u r a n t e su s u e ñ o en el eam m o cíe H a r á n , y á la q u e llamó ton significativamente, "Casa de Dios," en medio de los votos que hacia conmovido aún por la celeste y bella visión del s u e ñ o de que acababa de salir. M a s tarde, y en prueba del agrado con que el S e ñ o r se ha qignado vivir entre nosotros, ie oirnos trazar el mismo á Moisés las proporciones de su T a b e r n á c u l o entre los hij,os de Israel; revelar á David, que E L desde el dia en que saco a su pueblo de la tierra de Egipto, no se escogió de todas las tribus de Israel ninguna ciudad, donde se edificara una casa á su Nombre, sino que escogió á J e r u s a l e m para que se le invocara en ella. E n s e g u i d a vernos á Salomon llevar á efecto la obra grandiosa que vive todavía en la admiración de los siglos y que nos describen hasta en.. s u s menores detalles, los libros sagrados, siendo sobre m a n e r a consoladoras así como tiernas albinismo tiempo que terribles estas palabras que el Altísimo dirige al mas sabio de los R e y e s despues de la dedicación del T e m p l o y de la o f r e n d a de los sacrificios. " H e oido tu oracion, le dice: y me he escojido e.-te lugar para casa de sacrificio y oracion. Si cerrare y o el cielo y no lloviere, si mandare y diere orden á la langosta que devore la tierra, si enviare la pe*te á mi pueblo; y mi pueblo, sobre el cual ha sido invoc.dó mi Nombre, convertido me pidiere perdón, y procurare aplacarme, haciendo penitencia de su mala vida; yo también desde el cielo le escucharé, v perdonaré sus pecados, y libraré de los males su país. Y mis"ojos estarán abiertos, y atentos mis oidos á la oracion del que me invocare en este lugar: porque este lugar le he escogido Y O y santificado, para que mi Nombre sea invocado en él para siempre, y estén fijos sobre él mis ojos y mi c o razón en iodo t i e m p o . " Y todavía, dirigiéndose á los reyes y á los pueblos dice á Salomón;- " T u también, anduvieres en mi presencia como anduvo Uavid tu padre, y practicares en todo y por todo lo que yo te he ordenado, y observares mis mandamientos y leyes, yo afirmaré el ! í \ r n ° f d e t l - r e y n ° ' C O m ° S e ! o P r o m e l í á D a v i , ! t!* padre, diciendo; N o faltará jamas quien de tu ünage tenga el reino d e Israel. " M * s si me volviereis las espaldas y abandonareis mis mandamientos y mis preceptos que os he intimado, y fuereis á servir á dioses ágenos, y los adorareis; os arrancaré de esa tierra mía que os di:

y ese T e m p l o que he consagrado á mi N o m b r e , le arrojaré d e mi presencia y h a r é q u e sirva de fábula y de escarmiento á t o d a s las g e n t e s . " Y será esla C a s a el escarnio de todos los pasageros; los cuales dirán asombrados: ¿Por que motivo ha tratado así »] S e ñ o r a este país y á esta Casa? Y les responderán: P o r q u e abandonaron al S e ñ o r Dios de sus padres, que los sacó de la tierra de E g i p t o , y han abrazado dioses ágenos, y adorádolos y dádoles culto: por eso lmn caido sobre ellos todas estas calamidades. [Capit. 7,° del hb. 2.o del P a r a l i p ó m é n o n . ] T a n paternales p r o m e s a s así como tan justas y terrible« conminaciones, d e m u e s t r a n aun mas de lo q u e nosotros h u b i é r a m o s deseado a nuestro intento tratando del importante objeto q u e nos ocupa; y pues esto basta á lo principal y conforme á Jos limites de esta resena, veamos ahora por que la consaora c o n de la Catedral d e L e ó n tiene también una muy alta impor- ' tancia por las circunstancias en que se ha verificado E s t a Basílica, comenzada d e s d e sus cimientos, por'los sacerdotes de a C o m p a ñ í a de J e s ú s , quienes desde entonces la d e s tinaron al culto de la M a d r e S a n t í s i m a d e la L u z , á consecuencia de la espulsion de esta respetable y benéfica corporación, el templo quedo levantado y p a r a l i z a d a la obra el a ñ o de 1 / 6 1 , hasta la altura de diez varas. Abandonado, inconpleto y a merced del q u e quisiera ocuparlo en cualquier uso profano, sirvió sucesivamente de cuartel, ó de cocina y otras cosas siempre distantes del s a g r a d o objeto á q u e estaban destinap i n l T , mUr°Sr S d ^ d e , 0 S l e o n é s e s vivamente conmovida por la paralización d e esta obra, pero impotente p a r a continuarla, ya por la miseria, ya por los acontecimientos públicos que tuvieron lugar principalmente desde 1810, no p u d o volver a ocuparse d e los t r a b a j o s del edificio hasta el a ñ o de 1831 en q u e el inolvidable Sr. presbítero D . J o s é Ignacio A g u a d o a sociado con el S r D . P e d r o Obregon hasta qi^e este murió y como presidente de la j u n t a q u e se formó e s p r e s a m e n t e á este finsin fondos, sin recursos s e g u r o s de ningún género, solo con la limosna de los fieles, se dedicó á seguir la fábrica del templo y asi se verifico con notable actividad h a s t a colocar las cornisas de la sima interior y f o r m a r los arcos y bóvedas, sufriendo durante esto v a n a s paralizaciones el trabajo. N u e v a s revoluciones y con ellas el aumento de la miseria genera), vinieron otra

—19.— vez á s u s p e n d e r la obra por un largo periodo; pero pasado este, en 1846 siguió la construcción. I g u a l e s motivos que los anteriores volvieron á suspenderla: la muerte vino en 1854 á arrebatarnos al Señor C u r a A g u a d o y este acontecimiento deplorable hizo desesperar del término completo del edificio. Pero el S e ñ o r D. Antonio Escamilla, también de cara memoria para Leon, sucedió d i g n a m e n t e al S e ñ o r A g u a d o en la e m p r e s a grandiosa que parecía no habia de concluir felizmente. S e promovieron otra vez las f a e n a s e n que como en la época del S e ñ o r Aguado, las principales personas de la ciudad asi como el p u e blo entero, sin escepcion de los niños, ni de las m u g e r e s ni aun d e los viejos, conducían personalmete d e s d e la inmediata colina d e la Soledad hasta el nuevo templo, los materiales principales y m a s pesados que se necesitaban para la obra, la cual c o n t i nuaba así y con las limosnas del vecindario, adelantándose hast a cierto punto de conclusion, pero siempre sin una firme esperanza de que esta fuera perfecta. E n la alternativa incesante del trabajo y de la paralización, vino la revolución funesta q u e marcó la época dolorosa é indeleble para el país desde 1860 hasta 1863, y esto no solo hizo á los hijos de L e o n d e s e s p e r a r de ver como está hoy el primer templo de la Diócesis, sino q u e teniendo en cuenta los estragos, la desolación q u e por t o d a s partes dejaba el filosofismo apoderado de los destinos d e México, llegó á temer q u e este templo levantado por los esfuerzos bienhechores del catolicismo que nos caracteriza, llegase á c a e r , á d e s a p a r e c e r del todo, como se hicieron d e s a p a r e c e r y caer otros magníficos y admirables monumentos q u e por largos a ñ o s dieron á nuestras generaciones y á las estrañas, evidentes testitimonios d e la piedad católica de México. ¿Quien en efecto, q u e vio entre nosotros erigidos en principios de bien común y d e felicidad pública las espantosas doctrinas q u e han empobrecido y ulcerado á otras naciones, p u d o esperar no ya la edificación de un templo, pero ni siquiera la construcción de un altar donde p u d i e r a adorarse públicamente al Señor? Sin embargo, el Dios por quien m a n d a n los reyes, este Dios fuerte y á quien nadie puede igualarse en el cielo ni en la tierra; este Dios, que es E l que es; el Dios de los pobres y de los desvalidos, el T o d o poderoso, el invencible, el Santo de los S a n t o s ; E l , que un dia indignado en J e r u s a l e n , arrojó.del templo á los mercaderes dicjéndoles: "Mi casa de oracion y vosotras la tornáis en ca*

—20.— vérna de ladrones;" E l mismo, inspira al j u s t a m e n t e admirable Santo P a d r e P i ó I X , ilustre sucesor de San P e d r o , que esta templo que nos ocupa f u e s e la Basílica de una de las nuevas Diócesis q u e en su misericordia quiso se estableciesen sobre el n ú m e r o de las a n t i g u a s para e n s a n c h a r la fuente de los socorros que mas y m a s necesitaba cada dia el pueblo sobre quien se hacían pesar tantos desastres, y q u e allí donde t a n t a s veces la piedad d e los fíeles, a n t e un altar pobre y provisional lloró a m i f g a m é r i te las persecuciones de la S a n t a Iglesia, se estableciese perpetuamente la Silla Episcopal de L e ó n . M a s de alguno que creyó honrarse con el titulo de progresista, acaso reiría de e s te mandato ele la S a n t a S e d e Apostólica, y mas d e ' u n a vez quizá, se burlaría del júbilo q u e entonces solo p o d i a s e r secreto ent r e los católicos del pais. P e r o los acontecimientos públicos que tuvieron lugar desde la mitad de 1863, han podido convencerle cuan nulos son los e s f u e r z o s estravíados del hombre pervertido, contra los designios de Aquel ante quien los mas altos soberanos de la tierra no son m a s q u e p e q u e ñ o s y humildes vasallos. E l 2 2 de F e b r e r o de 1864, el Illmo. y Dignísimo S r O b i s p o D r . y Mtro. D. J o s é M a r í a de J e s ú s Diez de Sollano y Dávalos, tomó posesion c a n ó n i c a m e n t e del Obispado de León y desde este mismo dia comienzan d e nuevo las labores de conclusión de la nueva C a t e d r a l , pues a s í lo quiso y dispuso el litro P r e l a d o , cuyo celo, cuya solicitud pastoral lo impulsó á comprar cnanto era necesario á e s t e objeto, con . sacrificio del patrimonio q u e heredó de sus p a d r e s y el cual menoscabó no poco la s a ñ a d e la revolución, la avaricia d e Jos enemigos de la Iglesia. Varias personas principales de L e ó n , se unieron á su Illma. y muy principalmente los S e ñ o r e s D. Joaquín González y D. F r a n c i s c o Soto, a y u d a r o n con a l g u n o s fondos á la fabricación del templo, tomando á su cargo el cuidado de los tr, bajes y también gastando de su p e c u l i o con una eficacia digna de eterno recuerdo y agradecimiento, el Sr. D. Antonio Escamilla, hasta que murió el I d de Agosto de 1864, sirviéndole de acVivo y digno sucesor hasta hoy en esta linea y en el ornato del templo, el Sr D.' J u a n Maldonado, quien p u r a la construcción de 'tres g r a n d e s y hermosos candiles que con otros y con uno blanco y primor o s a m e n t e trabajado, q u e regaló el A y u n t a m i e n t o de la c i u dad, á la catedral, contó c o n la eficaz cooperación del Señor D . L u i s M o n t e s , quien dirigió la construcción d e l o s tres candiles

principales, [ 1 ] E l vecindario todo, cooperó con sus limosnaslas antiguas faenas volvieron á verificarse, y la magnífica e l e f a n te cúpula diseñada por el j u s t a m e n t e acreditado arquiteto jalisciense D. M a n u e l G ó m e z Y b a r r a y e j e c u t a d a por su abentaiado discípulo D . H e r c u l a n o Ramírez, se alzó m a g e s t u o s a y bella el o de Agosto de 1865, y se concluyó en seguida el primer cuerpo de la s e g u n d a torre d e la parte oriental del templo, t e r m i n á n d o s e sucesivamente laconstrucion de una g r a n d e y sonora c a m p a n a del peso de cuatrocientas arrobas y. desuna esquila del peso de ciento sesenta arrobas; la que como la c a m p a n a fué hecha bajo la dirección del fundidor D . Santiago S á n c h e z . Mientras, en el interior s e concluía el Ciprés del altar principal y los laterales que están junto á el; así como el pulpito, coro canónico, y c u a n t o e r a indispensable para que se hiciese la consagración y dedicación de q u e nos ocupamos antes. Viniendo con esté último acto á q u e d a r definitivamente al servicio de la M a g e s t a d infinita y en nombre de la M a d r e S a n t í s i m a de la L u z , la io-Iesia Episcopal de L e ó n , [2] en la cual se ha g a s t a d o d e s d e el 2 2 de F e b r e r o de 1864, hasta el 3 1 de Marzo del presante año de 1866, la s u m a de treinta mil, ciento cuarenta y un pesos, tres reales,' tres cuartillas; erogando la mayor parte el Ilustrísimo Sr. Sollano, de sus bienes hereditarios, sin contar con el valor de (os preciosos ornamentos nuevos que para la celebración de los divinos oficios regaló á la catedral el espresado Ilustrísimo Prelado." A s í pues, y a p e s a r de las sircunstancias q u e tan f u n d a d a m e n t e hacían creer h a s t a en la desaparición de este hermoso templo, él s e (1) P a r a l a c o n s a g r a c i ó n y dedicación d e esta iglesia, el a l t a r f u e a d o r n a d o con un gusto n a d a c o m ú n , p u e s a d e m a s d e q n e el Sr. M a l d o n a d o se e s m e r ó en esto, los vecinos d e la c i u d a d r e g a l a r o n un n u m e r o c o n s i d e r a b l e d e p r e c i o s a s flores artifin a l e s p a r a q u e f u e s e n colocadas en el a l t a r . D e s d e las p e r s o n a s m a s acomod a d a s h a s t a las m a s indigentes hicieron al S e ñ o r e s t a o f r e n d a digna d e la p i e d a d q u e d a s en U e i a e n S e 0 n S ^ ' ? a ? d e í™ 1 S e j ? C Í e n t a " l a s fl°res artificiales c o n Z i ^ , vfini í a m b i e ' 1 a d o r n a b a n el a l t a r y sirvieron p a r a la c e l e b r a c i ó n d e los divinos oficios, u n n ú m e r o n o t a b l e d e v e l a s p r i m o r s a m e n t * esca,nadas y significando en los curiosos y esquisitos a d o r n o s q u e c o n t e n í a n , v a r i o s < w 2 ° f r e l , S J ° s o s p r o p i o s del objeto á que f u e r o n destinadas estas luces q u e c o m o las unllÍT°n f " P a ¥ a f S t a s o l e J m " l d a d ¡ P ^ o p r i n c i p a l m e n t e , p o r unas p e r s o n a s p o b r e s q u e r e s a l e n en el c u r a t o d e la P u r í s i m a en esta c i u d a d . ( 2 ) C o m o no nos h e m o s p r o p u e s t o h a c e r l a descripción d e l a p a r t e m a t e r i a l d e 1 t e m p l o , p u e s lo r e s e r v a m o s p a r a otro lngar, solo d e j a m o s consignado a q u í el t a m a ñ o D e s d e la p u e r t a p r i n c i p a l h a s t a el a l t a r m a y o r tiene d e longitud, s e t e n t a y ocho v a ! a s y d e l a t i t u d diez y seis y m e d i a : l a a l t u r a d e s e la linternilla d e la c ú p u l a h a s t a p a v i m e n t o , es d e c i n c u e n t a y cinco v a r a s y m e d i a .

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—22.— ha concluido y consagrado; el s e levanta m a g e s t u o s o s o b r e t o d o s los edificios de la ciudad, dando testimonio d e cuan arraigado, cuan profundo y firme está el sentimiento católico en el corazon d e los mexicanos é individualmente en el d e los leoneses. Sentimiento caro y sublime, el único que h a podido m a n t e n e r al país la vida que aun tiene: sentimiento precioso, único verdadero y seguro f u n d a m e n t o d e los tronos; y sin el cual nuestra patria no puede esperar otra cosa q u e la esclavitud y la muerte. ¿Llegará ésta á verificarse! no lo esperamos; p o r q u e confiamos en las p r o m e s a s qne el S e ñ o r de las naciones h a h e c h o á los pueblos que no a m a n mas que á El solo. Ve desde su trono q u e si bien es cierto que los enemigos implacables d e su N o m b r e y de su culto, se e m p e ñ a n todavia con frivolos y necios pretestos, en levantar j u n t o á su altar un altar á la mentira; también es cierto que México rechaza tan sacrilegas pretenciones; q u e México deplora tan dolorrso estravío, p o r q u e México es católico y ha probado bastante los beneficios de esa religión adorable á quien debe todo su ser, p a r a l a n z a r s e á su ruina yendo en pos de e n g a ñ o s a s y destructoras teorías. Si, nuestra rica patria ha d a d o g r a n d e s p r u e b a s de su sentimieto católico; asi lo reconocen todos los que de b u e n a fé nos han estudiado p a r a conocernos: así lo sabe el m u n d o entero, así lo h a proclamado al pisar nuestras h e r m o s a s playas el hombre q u e d e j a n d o el hog a r y el suelo en q u e nació, vino á a f r o n t a r los peligros d e nuestra situación. T o d o v í a oimos las palabras del E m p e r a dor de México cuando al llegar á V e r a c r u z el 2 8 d e M a y o de 1864, promete al país q u e no faltarán ni el progreso ni la libertad, "si continuamos, dice, siempre animados del sentimiento religioso, -por el cual nuestra bella patria se ha distinguido aun en los tiempos mas desgraciados." ¡Ah! ¡plegué al S e ñ o r que sea asi hasta el último dia del mundo! ¡quiera el Dios F u e r t e , q u e no a b a n d o n e m o s n u n c a el tierno r e g a s o de nuestra m a d r e la S a n t a Iglesia; para q u e no vengan, sobre nosotros las calamidades que ha prometido á los destrutores del templo! y ¡ojalá que esta Basílica d e L e ó n , representación misteriosa del templo inmortal p r e p a r a d o á los justos por el mismo Dios, subsista hasta las últimas generaciones para que ellas com o nosotros vengan a q u í á encontrar la p a z y la unión que solo p u e d e hallarse á la s o m b r a de estos m u r o s sagrados; y que así como á nosotros, á nuestros tiernos hijos q u e á penas t o -

i 23 davía pudiendo tenerse en pié han venido ya sobre ese pavimento santificado, a inclinar su frente delante de la M a g e s t a d del S e ñ o r y a baibntir las tiernas alabanzas que se d e b e n ? s u n o m c al n é d P e U l T I 3 ' ^ 'a m a S tier"a^ du,ce S l g U ¡ f i c a S U ÍBOeea m sea ddnHn ^ , voz "cariñosa™ la voz J «» Da m oo rr les es sea a d o crecer ^ oyendo la ternal del Ilustre P a s t o r q u e hoy gobierna esta iglesia y qne í s o o . no s e cierren smo bajo la sombra apacible d e estos a t a r e s v «i.esto, „o ha d e verificarse así, ni con nosotros ni con nuestros h jos, dígnese el S e ñ o r borrarnos del catálogo d e Tos q u e v t ven en el mundo, antes que presenciar la ruina del S a n t ü a r o Nosotros s a b e m o s bien, que deseando la duración del catoli' cismo en México, deseamos la estabilidad del Gobierno, L w ra de la patria, la verdadera felicidad d e nuestros hijos. León, Abril

de 1366.

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' f e a Santidad del S r . Pió I X por sil decreto de 10 d e D i ciembre de 1865 se digno a g r e g a r á la Basílica de S. J u a n d e L e t r a n en R o m a , la S a n t a Iglesia C a t e d r a l de L e ó n p a r a q u e en ella s e ganasen cuantas gracias é indulgencias s e g a n a n en aquella: cuya concesion durará por el tiempo de quince a ñ o s . L a Santa Iglesia L a t e r a n e n s e m a d r e de todas las iglesias tanto d e las contenidas en la ciudad de R o m a como de t o d a s las del orbe católico.

de las indulgencias y gracias espirituales que las iglesias, altares, capillas, cofradías ó lugares piadosos cualesquiera que sean siendo miembros de la sacrosanta catedral L a t e r a n e n s e d e la Iglecia R o m a n a P a p a l y estando sujetos é incorporados á la misma iglesia Papal, gozan en fuerza de comunicación y por vigor de la constitución del S r . Benedicto X I V p a p a de feliz m e m o r i a que comienza Aisiduce solicitudinix. E x p e d i d o en S a n t a María la mayor el dia 6 de Mayo del a ñ o de 1751, las cuales gracias p u e d e n aplicarse por modo de sufragio á las almas de los fieles cristianos detenidas en el S a n t o Purgatorio, según rescripto d e l S . P . P í o V I I del dia 2 de D i ciembre de 1780, T o d o s los fieles cristianos de uno y otro sexo, q u e alguno de dichos lugares devotamente visitaren en los dias festivos d e la Ascención de N. S . J., de la natividad de S. J u a n Bautista, ,de los Santos Apóstoles S. P e d r o y S. Pablo, d e S. J u a n E v a n gelista y de la Dedicación de la iglesia lateranense; si verdaderam e n t e penitentes, confesados y refeccionados con la s a g r a d a comunión, desde las primeras vísperas hasta el ocaso del Sol de tales dias, y hallí oraren á Dios por la exaltación de N . M. la S a n t a Iglesia extirpación de las heregias y concordia de los Principes cristianos en cualquiera de los dias antes dichos consiguen indulgencia plenaria y remisión de todos sus pecados. M a s aquellos que en las d e m á s festividades de los Santos Apóstoles á saber: d e S. Andrés, Santiago el mayor, S a n t o T o m a s , S, F e l i p e y Santiago el menor, S. Bartolomé, S. M a t e o , S. Simón, S. J u d a s y finalmente de S. Matías si v e r d a d e r a m e n t e peni-

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