Consejería de Educación, Formación y Empleo. D. G. de Promoción Educativa e Innovación. Servicio de Innovación y Formación del Profesorado.

Materiales para la formación del profesorado.

Programa 10.01: CONVIVENCIA ESCOLAR.

Documento:

EDUCACIÓN EMOCIONAL PARA LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA. INFANTIL Y PRIMARIA

EDUCACIÓN EMOCIONAL PARA LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA. EN INFANTIL Y PRIMARIA

Mariano Meseguer de Pedro Isabel Soler Sánchez 2007

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Destinatarios:

¾ Profesores de educación infantil y primaria ¾ Madres, padres y personal de administración y servicios

1. Recomendaciones de uso El profesor o padre/madre deben de ser conscientes de su doble rol dentro de la educación emocional. Por un lado, como modelo emocional, donde elementos como el equilibrio personal, las habilidades empáticas o como experto en la resolución y mediación de conflictos; y por otro lado, como precursor emocional, donde va proponiendo diversas actividades que faciliten el aprendizaje emocional de los alumnos o hijos.

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En España, la escolarización a partir de los 3 años alcanzó a más del 80% de los niños, y en las grandes ciudades entre un 40% y un 50% de los de 2 años acude a algún servicio educativo (Vila, 1998)1. El cambio de las condiciones de vida de las familias, con la desaparición de las familias con un número alto de niños, la incorporación de la mujer al trabajo, etc., está conllevando que la educación infantil sea una necesidad social de primera magnitud. Aunque tampoco, hemos de minusvalorar la propia conciencia que esta sociedad le está otorgando a la educación, como elemento sustancial del desarrollo del niño desde su más temprana edad.

Inicialmente, en esta actividad educativa ha prevalecido la función de custodia de la escuela, así hasta el propio nombre “guardería” no dejaba lugar a duda de su principal misión. Sin embargo, no es desdeñable la necesidad de contar con una “intencionalidad educativa”2que promuevan el desarrollo de las distintas capacidades humanas relacionadas con la edad de los niños/as, y de unos medios para transmitirlas, que en estas edades cobra una enorme relevancia hacerlo mediante el JUEGO, como el instrumento más eficaz para el desarrollo psicoafectivo de los/las alumnos/as.

Con esto, poneos de relieve dos elementos centrales de la educación en esta etapa: qué capacidades desarrollar y el juego como instrumento de aprendizaje. El tercer elemento que es vital para esta etapa es la inclusión de la familia como elemento educador en total sintonía con la escuela. Si bien, hace apenas 50 años, no podíamos entender la educación fuera del ámbito familiar entre los 0 y 6 años, hoy la escuela es la que se incorpora a este proceso de adaptación, socialización y aprendizaje, por lo que es a ésta a la que se le debe exigir continuidad con el contexto familiar, y no viceversa. Posiblemente no han de realizarse las mismas actividades, pero sí que hemos de procurar una buena sintonía en los elementos afectivos, de valores, normativos, etc. Esto, nos puede estar llevando a un error fundamental, al considerar los objetivos educativos como universales, sin tener en cuenta los elementos educativos que han de incorporara las familias y sus consiguientes necesidades. Más que en otro lugar, la escuela y la familia se deben de convertir en elementos interdependientes en esta etapa educativa.

Planteada así la cuestión, vamos a desarrollar los elementos sustanciales que contienen este módulo: 1

Vila, I.(1998). Familia, escuela y comunidad. Barcelona, Horsori,.

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Vila, I. (200),. Aproximación a la educación infantil: características e implicaciones educativas. Revista iberoamericana de educación. Nº 22

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El desarrollo emocional: etapa de infantil y primaria La ocurrencia de emociones autoconscientes, que si bien es verdad que comienzan desde los dos años, se desarrollan aún más con la capacidad de comprender las normas y evaluar su comportamiento en función del grado de ajuste a la norma. Siendo, sobre todo a partir de los seis años, cuando las desarrollan independientemente de la presencia de un adulto, y por tanto de forma autoconsciente.

Un aspecto importante es la relación entre el logro y la autoefiacia percibida. En esta etapa, está muy relacionada con el éxito y fracaso en la tarea asignada, lo que convierte el proceso de aprendizaje en un camino, donde a mayor recompensa mayor fortalecimiento de su propia eficacia. El elogio, el premio se convierten en elementos importantes para que se vaya construyendo un yo ajustado y con la fortaleza suficiente para ir alcanzando mayores logros y compromisos.

También, en esta etapa se activa el sentimiento de culpa, por el desarrollo de la capacidad empática. Y, es también de destacar, que el desarrollo de las emociones sociomorales está muy condicionada por factores de aprobación-reprobación en función de los comportamientos establecidos. Lo que aumenta el potencial valor que la educación emocional tiene en esta etapa, y que debe ser recogida por padres y educadores como un reto irrenunciable. La aportación de ambos, y sobre todo, en la sincronía que lo hace debe marcar una línea muy clara para esa adaptación y socialización del niño, lo que está bien y lo que está mal, lo que es importante y lo que no lo es, o lo que es transcendente de lo que es intrascendente, va a permitir un desarrollo socioafectivo en el niño, y del que los adultos coparticipan muy activamente.

Además, con los avances en las competencias lingüísticas y la interiorización del lenguaje, evoluciona la comprensión de uno mismo y la interacción con los demás. El yo se va conformando entre los procesos reflexivos sobre sí mismo y lo que creemos que las personas significativas piensan sobre nosotros.

La autoestima es uno de los aspectos más relevantes en esta etapa. Hacia los siete años se observa tres autoestimas separadas, las académicas (i.e. soy bueno en matemáticas), las físicas (i.e. soy guapo) y las sociales (i.e. soy simpático).

El programa que se ha desarrollar en esta etapa educativa, contiene los siguiente componentes:

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1. Autoconocimiento emocional: saber ponerle nombre a las emociones básicas como alegría, tristeza, ira, agresividad o sorpresa 2. Empatía: desarrollar las competencias que tiene que ver con la comprensión de los demás. 3. Expresión emocional: cómo respetando a los demás, se puede expresar adecuadamente las emociones. 4. Control de impulsos: como reducir la agresividad y la ira. 5. Autoestima: edificar una correcta autoestima en los alumnos

Entre las técnicas que vamos a desarrollar en esta etapa puede comprender: ¾

Autodescripciones: el alumno mediante el autoinforme va reflejando aquellos aspectos que se le demanden.

¾

Lectura: seleccionar textos relevantes donde se expresen vivencias que el alumno pueda reflexionar sobre ellas.

¾

Role playing: juego de roles donde se intercambian diversos papeles en los distintos escenarios propuestos por el profesor.

¾

Observación: presentar diversas situaciones reales, simuladas o mediante videos y/o filmes donde puedan analizarse de forma sistemática una situación particular.

¾

Prácticas en imaginación: aprender mediante a la imaginación a actuar imaginándose a sí mismo y a los demás.

¾

Videos y películas: mediante la proyección de películas adecuadas

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2. Bibliografía Cohen, J. (2003). La inteligencia emocional en el aula. México: editorial Pax Maldonado, H. (2004). Convivencia escolar ensayos y experiencias. Lugar editorial Saphiro, L. (2001). La inteligencia emocional de los niños. México: ediciones Vergara Vallés, A. (2007). Inteligencia emocional para la convivencia escolar. El programa PIECE. Madrid: EOS.

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