Contaminación de lagunas por metales pesados. Propuesta de remediación sustentable

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INGENIERÍA TECNOLOGÍA Y CIENCIAS APLICADAS

Disponible en www.upmetropolitana.edu.mx Ingeniería, Tecnología y Ciencias Aplicadas, 01 (2016): 55-59 [Engineering, Technology and Applied Sciences]

Contaminación de lagunas por metales pesados. Propuesta de remediación sustentable [Pollution of lagoons by heavy metals. Proposal for sustainable remediation] A. E. Delgadillo-López1*, H. Hernández-Contreras2, E. González-Escamilla1, V. Castillo-Jiménez1, A. Peña-Calva1, A. Escamilla-Esquivel2, J. R. Aguilar-Hernández3 1

2

Programa Educativo de Ingeniería en Energía, Universidad Politécnica Metropolitana de Hidalgo, Boulevard de acceso a Tolcayuca 1009, Ex Hacienda de San Javier, Tolcayuca, Hidalgo, México, C.P. 43860. *E-mail: [email protected]

Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería Campus Hidalgo, Instituto Politécnico Nacional, Camerino Mendoza 308, Colonia Morelos, Pachuca de Soto, Hidalgo, México, C. P. 42040.

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Escuela Superior de Física y Matemáticas, Instituto Politécnico Nacional, Avenida Instituto Politécnico Nacional, Edificio 9, Unidad Profesional Adolfo López Mateos, Zacatenco, Delegación Gustavo A. Madero, Distrito Federal, México, C.P. 07738 Recibido noviembre, 2015; aceptado febrero, 2016

Abstract One of the characteristic features of modern society is the increasing emission of pollutants to the environment, such as those from industrial, domestic, mining, and agricultural activities. In the lagoons, heavy metals pose a threat to living beings, so researchers have developed a number of methods to decrease its impact. In this review the origins and main access roads of heavy metals, in laggons, is exposed. Remediation proposal is presented, through the use of aquatic phytoremediation. Stages of the process by which plants incorporate and accumulate heavy metals in their system are explained. . Keywords: heavy metals, phytoremediation, lagoons, chelates. Resumen Uno de los rasgos característicos de la sociedad moderna es la creciente emisión al ambiente de sustancias contaminantes, destacando aquellas que proceden de las actividades industriales, mineras, agropecuarias, artesanales y domésticas. En las lagunas, los metales pesados representan una amenaza para los seres vivos, por lo que se han desarrollado una serie de métodos para enmendar su impacto. En esta revisión se exponen los orígenes y principales vías de acceso de metales pesados a los cuerpos de agua lagunares, así como una propuesta de remediación a través del uso de fitorremediación acuática. Se presentan las fases del proceso por el cual las plantas incorporan y acumulan metales pesados en su sistema.

Palabras clave: metales pesados, fitorremediación, lagunas, quelantes.

1. Introducción El agua de las lagunas interacciona con la atmósfera y la biosfera, lo que hace posible encontrar en ella diferentes sustancias en suspensión, disueltas o en estado coloidal, orgánicas e inorgánicas (Orozco et al., 2003). Dentro de los factores que son determinantes en la composición del medio hídrico se encuentran: la ocurrencia, intensidad y cantidad de precipitación, área de drenaje, erosión y solubilización

del suelo, procesos de evaporación y transpiración, interacción atmósfera-agua, entre otros. Los gases provienen de la disolución de gases atmosféricos como el CO2, N2 y O2, los producidos por la actividad de los seres vivos (CO2 y O2) y los originados por la descomposición aeróbica o anaerobia de la materia orgánica como CO2, N2, CH4 y H2S.

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Los iones que se encuentran disueltos provienen, en su mayoría, de la disolución y meteorización de los materiales de la corteza terrestre. Entre los cationes se pueden considerar al Ca2+, Na+, Mg2+, Fe3+ y Al3+. Entre los aniones destacan el HCO3–, CO32–, Cl–, SO42-, NO2– y NO3–. Existen especies inorgánicas que se encuentran en suspensión y que proceden de la erosión y el ataque químico del agua sobre los materiales terrestres, tales como el sílice y las arcillas (Schroeder, 2004). La materia orgánica disuelta resulta de diversas fuentes como los aminoácidos, hidratos de carbono, ácidos grasos, alcoholes, terpenos, pigmentos naturales y de sustancias en suspensión o estado coloidal (húmicas y fúlvicas). Las sustancias encontradas en el seno del agua están sometidas a distintos procesos y reacciones, entre los que destacan: procesos de disolución de gases, sustancias orgánicas y sales; de solubilizaciónprecipitación y fotoquímicos; así como, reacciones de hidrólisis, ácido-base, redox, de complejación y biológicas. La composición química del agua natural (superficial o subterránea) varía en su recorrido, no sólo por los procesos fisicoquímicos y biológicos mencionados anteriormente, sino también por una serie de fenómenos que pueden influir en los mismos, como (Wania, 2004): a)

b)

Cambio de fases: los minerales arcillosos (caolinita, halloysita, montmorillonita, illita, vermiculita) y algunas sustancias orgánicas (ácidos húmicos y fúlvicos) son especies capaces de adsorber e intercambiar cationes. Esta capacidad de intercambio iónico depende de la naturaleza de los materiales adsorbentes, de la superficie disponible y de las concentraciones de los iones en el agua. Concentración por disolución y por evaporación: la concentración por disolución se produce por influencias litogénicas, ya que las sales proceden de los terrenos drenados por el agua. Los factores que influyen son: la temperatura, la presión (por ejemplo las aguas con un contenido de CaCO3 próximo a la saturación precipitarán dicho compuesto si hay una disminución de presión del CO2), superficie y tiempo de contacto, volumen de agua, entre otros.

c)

El proceso de eutrofización: debido al incremento de nutrientes (N y P) en el agua. De acuerdo al grado de eutrofización creciente, un cuerpo de agua puede ser considerado oligotrófico, mesotrófico, eutrófico o hipereutrófico. La concentración de pigmentos como la clorofila-a (indicativo de la biomasa fitoplanctónica), la cantidad de nutrientes y el grado de transparencia que presenta el agua, son indicadores utilizados para estimar el estado trófico de un recurso (Camargo y Alonso, 2007).

d)

Los sedimentos: el sedimento está conformado por partículas de suelo arrastradas por el agua, que se depositan en las zonas bajas de las cuencas. Los depósitos de sedimentos en las lagunas funcionan como fuente o reserva de nutrientes involucrados en el proceso de eutrofización. El intercambio de nutrientes entre los sedimentos y el agua depende de las características químicas del medio hídrico y de las del sedimento mismo. Este compartimiento ecosistémico actúa, además como

medio de acumulación de metales pesados (Ozkan et al., 2008). La composición química del agua lagunar depende de factores naturales y antropogénicos. Sin embargo, las actividades humanas, como el vertido de desechos urbanos, industriales y agrícolas, son las responsables de la mayor alteración de las propiedades fisicoquímicas del agua (Barcelona y Robbins, 2004). 2. Contaminación de lagunas por metales pesados Los metales pesados son aquellos elementos químicos que presentan una densidad igual o superior a 5 g/cm3 (Vardanyan e Ingole, 2006; Navarro et al., 2007) cuando están en forma elemental, o cuyo número atómico es superior a 20 (excluyendo a los metales alcalinos y alcalinotérreos). Junto a ellos hay otros elementos que, aunque son metales ligeros o no metales, se suelen englobar con ellos por orígenes y comportamientos asociados; es este el caso del As, B, Ba y Se. Los metales pesados se clasifican en dos grupos (Chen y Oliveira, 2005; Navarro et al., 2007): 1)

Oligoelementos o micronutrientes. Necesarios en pequeñas cantidades para los organismos, pero tóxicos una vez pasado cierto umbral. Incluyen: As, B, Co, Cr, Cu, Fe, Mo, Mn, Ni, Se y Zn (Adriano et al., 2004).

2)

Sin función biológica conocida. Son altamente tóxicos e incluyen: Ba, Cd, Hg, Pb, Sb y Bi.

La toxicidad de los metales pesados depende de la concentración, la forma química y la persistencia, es decir, un elemento indispensable para un ser vivo en concentraciones traza puede llegar a ser tóxico en concentraciones elevadas. La persistencia se define como el tiempo que tarda un contaminante en transformarse en una forma no tóxica. Los metales pesados están considerados como peligrosos debido a su elevada tendencia a bioacumularse. La bioacumulación es el aumento de la concentración de un producto químico en un organismo biológico en un cierto plazo, de forma que llega a ser superior a la del producto químico en el ambiente (Vardanyan e Ingole, 2006). El proceso se agrava durante el paso por la cadena trófica debido a que los niveles de incorporación sufren un fuerte incremento a lo largo de sus sucesivos eslabones, siendo en los superiores donde se hallan los mayores niveles de contaminantes. A este proceso se le denomina biomagnificación; es decir, muchas toxinas que están diluidas en un medio, pueden alcanzar concentraciones dañinas dentro de las células (Khan et al., 2000; Roy et al., 2005; Navarro et al., 2007). Otro aspecto importante a considerar es la presencia simultánea (mezcla) de los metales pesados, ya que sus efectos pueden ser tóxicamente sinérgicos o antagónicos (la toxicidad se reduce al mezclarse), por tanto, existe cierta dificultad para predecir los efectos reales de estos contaminantes en el medio. Dichos efectos pueden ser inocuos, letales o sub-letales (no matan al individuo pero producen daños a nivel genético o fisiológico). Con frecuencia, los daños sub-letales son los más perjudiciales para la población ya que afectan el desarrollo y la reproducción (Navarro et al., 2007). 3.1. Origen de los metales pesados en las lagunas 3.1.1. Origen natural El contenido de elementos metálicos de un suelo, libre de interferencia humana, depende de la composición de la roca

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madre originaria y de los procesos erosivos a los que está expuesta. La acción de los factores medioambientales sobre las rocas y los suelos son determinantes en las concentraciones basales (niveles de fondo) de metales pesados en los sistemas fluviales (aguas, sedimentos y biota).

someten a procesos de depuración o su tratamiento es inadecuado. Un alto grado de industrialización y urbanización es un fuerte riesgo de contaminación, especialmente en sedimentos anaerobios y ricos en sulfuros que favorecen la retención y acumulación de metales.

3.1.2. Origen antropogénico Se entiende por contaminación de origen antropogénico a la procedente de la intervención humana en el ciclo biogeoquímico de los metales pesados, cuyo uso ha ido aumentando paralelamente al desarrollo industrial y tecnológico. En las lagunas, los principales orígenes antropogénicos pueden ser agrupados en: agropecuario, doméstico, recreativo, industrial y minero. e)

Origen agropecuario. La incorporación de metales pesados de origen agrícola en las lagunas se debe a la lixiviación de los terrenos de cultivo en los que se ha producido una acumulación previa de dichos elementos debido al uso de pesticidas, fertilizantes, tratamientos fitosanitarios y desechos orgánicos susceptibles de ser utilizados como abono. Los contaminantes de origen ganadero provienen de los desecho de los animales y del lavado de establos y granjas. La concentración de metales es variable y depende del tipo y edad del ganado, del tipo de establo e incluso del manejo de los desechos. Dadas las altas dosis de microelementos Cu y Zn añadidos a determinadas dietas de porcino y aves de corral, los purines de estos animales contiene de 10 a 40 veces más de Cu y de 4 a 10 veces más de Zn que el de un estiércol normal.

f)

Origen doméstico. Los vertidos domésticos transportan una amplia gama de metales contenidos en las excreciones humanas, en los restos de los alimentos, en las aguas de lavado, etc. Podemos incluir en éste ámbito el aporte a través de los combustibles fósiles que se utilizan en las calefacciones, automóviles y lanchas de motor. El impacto de las calefacciones domésticas depende del tipo y origen del combustible utilizado, de las condiciones de combustión, de la eficacia de las medidas de control de emisión y del clima. Particularmente importantes son las cantidades emitidas de As, Cd, Mo, Se y Zn. Las emanaciones gaseosas de los automóviles afectan las zonas limítrofes de autopistas y carreteras. Los metales así originados incluyen: Cd, Cu, Ni, Pb y Zn, siendo el Pb el más abundante proveniente de la combustión de la gasolina y el Zn debido al desgaste de los neumáticos.

g)

h)

Origen recreativo. Diferentes estudios muestran que el Pb metálico proveniente de balas y balines empleados en la cacería se transforma en hidrocerusita (Pb3(CO3)2(OH)2) y, en menor proporción, en carbonatos, sulfatos, fosfatos y óxidos de plomo (PbCO3, PbSO4, Pb5(PO4)3 Cl, Pb5(PO4)3OH, PbO, PbO2 y Pb3O4). Estos compuestos contaminan los suelos con Pb a concentraciones que oscilan entre 800 y 55,000 mg/kg. Origen industrial. Las principales fuentes de metales pesados en los sistemas acuáticos son las aguas residuales procedentes de las industrias que utilizan los cauces fluviales como vertederos. A menudo, estos vertidos no se

4. Vías de entrada de los metales pesados en las lagunas Los metales tienen tres vías de entrada en una laguna: a)

Vía atmosférica: se produce debido a la sedimentación de partículas emitidas a la atmósfera por procesos naturales o antropogénicos (principalmente combustión de combustibles fósiles y procesos de fundición de metales).

b)

Vía terrestre: producto de filtraciones de vertidos, de la escorrentía superficial de terrenos contaminados (por utilización de lodos como abono, agroquímicos, lixiviación de residuos sólidos, precipitación atmosférica, etc.) y otras causas naturales.

c)

Vía directa: la entrada de metales es a consecuencia de los vertidos directos de aguas residuales y urbanas.

5. Remediación de la contaminación de metales pesados en lagunas a través de la fitorremediación Los metales pesados representan una amenaza para los seres vivos, por lo que, se han desarrollado una serie de métodos para enmendar el impacto causado (Delgadillo et al., 2009). Los métodos convencionales suelen ser costosos y de limitada eficacia, lo que ha estimulado el desarrollo de nuevas tecnologías, tales como la fitorremediación, que representa una alternativa sustentable y de bajo costo para la rehabilitación de cuerpos lagunares (Singh y Jain, 2003; Reichenauer y Germida, 2008). La fitorremediación se basa en los mecanismos fisiológicos básicos que tienen lugar en las plantas y en los microorganismos asociados a ellas, tales como: traspiración, fotosíntesis, metabolismo y nutrición, como medio de contención o eliminación de contaminantes. En el caso particular de las plantas acuáticas, han sido consideradas como una plaga en sistemas enriquecidos con nutrientes. Su rápida proliferación puede dificultar la navegación y amenazar el balance de la biota en los ecosistemas acuáticos. Sin embargo, en la actualidad se considera que estas plantas pueden ser útiles debido a su capacidad para remover y acumular diversos tipos de contaminantes. Los sistemas de fitorremediación acuática pueden ser de cuatro tipos: 1.

Humedales construidos: se definen como un complejo de sustratos saturados, vegetación emergente y subemergente, animales y agua que simula los humedales naturales, diseñado y hecho por el hombre para su beneficio.

2.

Sistema de tratamiento con plantas acuáticas flotantes: pueden ser estanques semiconstruidos o naturales, donde se mantienen plantas flotantes para tratar aguas residuales.

3.

Sistema de tratamiento integral: es una combinación de los dos sistemas anteriores.

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4.

Sistema de rizofiltración: se basa exclusivamente en hacer crecer, en cultivos hidropónicos, raíces de plantas terrestres con alta tasa de crecimiento y área superficial para absorber, concentrar y precipitar metales pesados de aguas residuales contaminadas.

Se ha demostrado que estos sistemas pueden remover eficientemente metales pesados, además de fosfatos, nitratos, fenoles, pesticidas, elementos radiactivos, fluoruros, bacterias y virus, de aguas residuales municipales, agrícolas e industriales, incluyendo las empresas: lechera, de pulpa y papel, textil, azucarera, de curtiduría, de destilería, aceitera, de galvanizado y metalurgia. Con base en sus formas de vida, las plantas utilizadas en los sistemas de fitorremediación acuática se clasifican en tres grupos: a)

Emergentes: la raíz de estas plantas está enterrada en los sedimentos y su parte superior se extiende hacia arriba de la superficie de agua. Sus estructuras reproductoras están en la porción aérea de la planta. Ejemplos: carrizo (Phragmites communis), platanillo (Sagitaria latifolia) y tule (Scirpus lacustris).

b)

Flotantes: se subdividen en dos grupos: a) Plantas de libre flotación (no fijas): sus tallos y hojas se desarrollan sobre la superficie del agua. Sin embargo, sus raíces no están fijas en ningún sustrato y cuelgan en la columna de agua. Sus estructuras vegetativas y reproductivas se mantienen emergentes. Ejemplos: lirio acuático (Eichhornia crassipes), lenteja de agua (Lemna spp. y Salvinia minima). b) Plantas de hoja flotante (fijas): tienen sus hojas flotando sobre la superficie del agua, pero sus raíces están fijas en los sedimentos. Ejemplo: nenúfares (Nymphaea elegans y Nymphoides fallax).

c)

Sumergidas: se desarrollan debajo de la superficie del agua. Sus órganos reproductores pueden presentarse sumergidos, emerger o quedar por encima de la superficie de agua. Ejemplos: bejuquillo (Cerathophyllum demersum), hidrilla o maleza (Hydrilla verticillata) y pastos

(Phyllospadix torreyi).

Algunas especies tienen una gran capacidad para acumular metales pesados, por lo que reciben el nombre de hiperacumuladoras. Por definición, estas plantas deben acumular al menos 100 µg/g (0.01 % peso seco) de Cd y As; 1,000 µg/g (0.1 % peso seco) de Co, Cu, Cr, Ni y Pb; y 10,000 µg/g (1.0 % peso seco) de Mn (Watanabe, 1997; Reeves et al., 1999; McGrath et al., 2001; Kamal et al., 2004; Yang et al., 2004; Reeves, 2006; Padmavathiamma y Li, 2007). Los mecanismos de tolerancia varían entre las distintas especies de plantas y están determinados por el tipo de metal, eficiencia de absorción, traslocación y secuestro. Las fases del proceso por el cual las plantas incorporan y acumulan metales pesados son las siguientes (Navarro-Aviñó et al., 2007, Delgadillo et al., 2011): Fase I. Implica el transporte de los metales pesados al interior de la planta y, después, al interior de la célula. La raíz constituye el tejido de entrada principal de los metales, los cuales llegan por difusión en el medio, mediante flujo masivo o por intercambio catiónico. La raíz posee cargas negativas en sus células, debido a la presencia de grupos carboxilo, que interaccionan con las positivas de los metales pesados, creando un equilibrio dinámico que facilita la entrada hacia el interior celular, ya sea

por vía apoplástica o simplástica (Navarro-Aviño et al., 2007; Delgadillo et al., 2011). Fase II. Una vez dentro de la planta, las especies metálicas son secuestradas o acomplejadas mediante la unión a ligandos específicos. Entre los quelantes producidos por las plantas se encuentran los ácidos orgánicos (ácidos cítrico, oxálico y málico), algunos aminoácidos (histidina y cisteína) y dos clases de péptidos: fitoquelatinas y metaloteínas (tabla 1). Tabla 1. Compuestos orgánicos capaces de quelar metales pesados. Compuesto orgánico Ácido cítrico Aminoácidos Ácido málico Ácidos fenólicos Ácidos húmicos y fúlvicos Ácido láctico Ácidos polihidroxicarboxílicos Ácido acético Flavonoides Taninos Antraquinonas

Saponinas

Metal quelatado Fe, Zn, Mn, Cu, Ca, Mg, Mo, Co Cu Mn, Al Mn, Cu Cu Ca Cu Ca Fe, Zn, Al, Cu Mn, Fe, Ag, Au, Pd, Pt, Hg Al, Ba, Ca, Cu, Cr, Fe, Ga, Mg, Mn, Hg, Pb, Sn, Ga, Zn, Co, Mo, Ni, Ag, U Cr, Cu, Ni, Pb, Cd, Zn

Las fitoquelatinas son ligandos de alta afinidad que tienen como sustrato al glutatión. Están constituidas básicamente por 3 aminoácidos: ácido glutámico, cisteína y glicina, unidos por enlaces peptídicos. Las metalotioneinas son polipéptidos de unos 70-75 aminoácidos con un alto contenido en cisteína, aminoácido capaz de formar complejos con cationes mediante el grupo sulfidrilo. Tienen una marcada afinidad por las formas iónicas de Zn, Cd, Hg y Cu.

Fase III. Involucra la compartimentalización y detoxificación,

proceso por el cual, el complejo ligando-metal queda retenido en la vacuola. 6. Conclusiones El aporte de metales pesados al ciclo hidrológico procede de diversas fuentes, siendo una de ellas de origen litogénico o geoquímico a partir de los minerales que por causas de erosión, lluvias, etc., son arrastrados al agua. No obstante, actualmente, la mayor concentración es de origen antropogénico o debida a la actividad humana. Los estudios de calidad de las cuencas hidrográficas han adquirido gran interés en las últimas décadas, dado el incremento de población en sus riberas, el creciente grado de industrialización y los aportes del sector primario. La importancia que tiene el estudio de metales pesados en agua y sedimentos, radica en su elevada toxicidad, alta persistencia y rápida acumulación en los organismos vivos. Al contrario que muchos contaminantes orgánicos, los metales pesados, generalmente, no se eliminan de los ecosistemas

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acuáticos por procesos naturales, debido a que no son biodegradables. Tienen tendencia a formar asociaciones con sustancias minerales (carbonatos, sulfatos, etc.) y en mayor grado con sustancias orgánicas, mediante fenómenos de intercambio iónico, adsorción, quelación, formación de combinaciones químicas, entre otros, por lo que, en una laguna, se acumulan en el medio principalmente, en sedimentos, hidrófitas y fauna. Los sedimentos actúan como portadores y posibles fuentes de contaminación por metales, ya que estos pueden ser liberados a la columna de agua por cambios en las condiciones ambientales, tales como el pH, potencial redox, oxígeno disuelto o la presencia de quelatos orgánicos. Otra posibilidad es que la presencia de tensoactivos, agentes blanqueadores y estabilizantes, participen en la movilización de dichas sustancias. Por tanto, el desarrollo e introducción de tecnologías como la fitorremediación acuática, representa hoy día una alternativa viable para la remediación de la contaminación de cuerpos de agua lagunares. Respecto a las plantas acuáticas, hasta la fecha sólo se ha demostrado la síntesis de fitoquelatinas en algas marinas y de agua dulce. Aun cuando se han realizado numerosos estudios con el lirio (Eichhornia crassipes) y la lenteja de agua (Lemna spp), plantas comúnmente empleadas en los sistemas de fitorremediación acuáticos, poco se conoce sobre sus mecanismos fisiológicos involucrados en el proceso de detoxificación de metales pesados, debido a que la mayoría de las investigaciones se han limitado a determinar la capacidad de bioabsorción, acumulación y tolerancia, quedando muchas interrogantes por resolver sobre los ligandos que participan en dichos mecanismos. Referencias Adriano D. C., Wenzelb W. W., Vangronsveldc J., Boland,N. S. 2004. Role of assisted natural remediation in environmental cleanup. Geoderma. 122: 121-142. Barcelona M. J., Robbins G. A. 2004. Soil and Groundwater Pollution. Encyclopedia of Physical Science and Technology. Elsevier. 3rd Edition. ISBN-13: 978-0-12-227410-7. ISBN-10: 0-12-227410-5. 49-62. Camargo J. A., Alonso A. 2007. Contaminación por nitrógeno inorgánico en los ecosistemas acuáticos: problemas medioambientales, criterios de calidad del agua, e implicaciones del cambio climático. Ecosistemas. 16 (2): 98-110. Chen C. S., Oliveira M. 2005. Transgenic plants in phytoremediation: recent advances and new possibilities. Environmental Science & Technology. 39 (24): 9377-9390. Delgadillo L. A. E., González R. C. A., Villagómez I. J. R., Acevedo S. O. A., Prieto G. F. 2009. Determinación de la calidad del agua de la laguna de Tecocomulco, Hidalgo. En: Estudios

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