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Control de insectos y ectoparásitos Ana del Cura, Veterinaria

Una gran variedad de artrópodos, tanto insectos como ácaros, afectan a los animales en el ámbito ganadero. Desde un punto de vista higiénico y productivo es imprescindible su control, ya que son fuente de molestias para los animales y el hombre, pueden producir enfermedades y vehicular diferentes agentes patógenos.

Mosquitos Los mosquitos del género Culicoides son los vectores biológicos de la enfermedad de la lengua azul, aunque no todas las especies de Culicoides resultan vectores competentes de la enfermedad. En España la principal especie implicada es C. imicola; si bien es probable que C. pulicaris y especies del grupo Obsoletus también puedan estarlo.

La aplicación de insecticidas debe realizarse sobre los animales y en las instalaciones, tratando las superficies verticales y los camiones de transporte de ganado

Depositan los huevos en la vegetación próxima a zonas húmedas o pantanosas, estos eclosionan entre los 2 y 9 días, dependiendo de las especies y de la temperatura. Las especies de zonas templadas pueden sobrevivir todo el invierno en forma de huevos. Se desarrollan cuatro estados larvarios. Las larvas se alimentan de materia orgánica, sobre todo vegetal, es por ello por lo que algunas especies, como Culicoides imicola, están muy ligadas a los acúmulos de heces de rumiantes y équidos. En los países cálidos, el desarrollo de las larvas se completa en 14-25 días pero, en áreas templadas, este periodo se puede prolongar hasta siete meses. Los adultos emergen de la pupa en 3-10 días, machos y hembras chupan jugos vegetales pero sólo las hembras necesitan, además, realizar la ingestión de sangre para la maduración y puesta de los huevos. Los mosquitos presentan actividad crepuscular y nocturna y prefieren las temperaturas cálidas con alta humedad ambiente y sin aire. Aunque los adultos vuelan sólo unos cientos de metros, la dispersión de estos insectos debida al viento puede tener, en ocasiones, una gran importancia.

Estrategias de control Las medidas de control de Culicoides incluyen el drenaje de zonas húmedas y la aplicación de insecticidas y larvicidas apropiados. El traslado de los animales a recintos cerrados, durante los momentos de alimentación activa de los insectos vectores, tanto a primera hora de la mañana como al final de la tarde, disminuye la oportunidad de exposición a los mismos. La aplicación de insecticidas debe realizarse sobre los animales y en las instalaciones, tratando las superficies verticales (mallas mosquiteras, paredes, puertas, ventanas y alrededor de puntos de luz) y los camiones de transporte de ganado. Además de adulticidas y larvicidas, se ha aconsejado el uso de repelentes para evitar el contacto del insecto con el animal. La Subdirección General de Sanidad Animal del M.A.P.A. ha registrado varios repelentes de insectos en el Registro de Productos Zoosanitarios de Higiene, Cuidado y Manejo de los animales. Los repelentes naturales, al no tener acción biocida, no se consideran medicamentos y no precisan receta veterinaria, no tienen toxicidad, no tienen bioacumulación y carecen de tiempo de espera para el consumo de la carne. Los períodos de protección de estos productos son variables, siendo efectivos, por lo general, durante un período de 8-12 horas, con la excepción de un repelente natural en cuya composición se incluye, como principio activo, el aceite de semillas de Neem, cuya efectividad se prolonga durante 10 días. Los repelentes se pueden utilizar por pulverización o rociado sobre los animales.

Control de insectos y ectoparásitos

Nut Nutrición rición nº 8 Moscas Las moscas son insectos frecuentes en el ámbito ganadero y doméstico. Las condiciones ambientales de las instalaciones y una climatología favorable durante gran parte del año generan las condiciones idóneas para el desarrollo de estos insectos. Éstas son importantes parásitos o vectores, mecánicos o biológicos, de diversas enfermedades. Dentro de la Familia Muscidae están incluidas, además de la especie más frecuente en granjas y establos (Musca domestica), moscas de los géneros Hydrotea, Stomoxys y Haematobia. La mosca doméstica (género Musca), aparte de ser una fuente continua de molestias, es un vector de trasmisión de bacterias, virus, helmintos y protozoos. Esto es debido a que las moscas, al ser atraídas por las heces y la materia orgánica en descomposición, transportan gérmenes en los pelos de las patas y del cuerpo, así como, en la saliva que regurgitan en el proceso de alimentación. El ciclo de vida de la mosca doméstica incluye diferentes estadios: Huevo, tres fases larvarias, pupa y adulto. El desarrollo y duración de los estadios del ciclo es dependiente de la temperatura. En líneas generales, la época de reproducción del insecto, en nuestro país, se sitúa entre los meses de abril y noviembre. La actividad reproductiva se intensifica en los momentos de mayor temperatura (verano) aunque sigue existiendo si la temperatura no baja de los 13 ºC. La mosca de la cabeza (Hydrotea) se considera responsable de la trasmisión de la queratoconjuntivitis bovina.

La prevalencia de mastitis en novillas, en rebaños donde se controla la población de moscas, es inferior a la de aquellos otros donde este control no existe. En particular, las explotaciones muestran menos infecciones con estreptococos ambientales, Staphilococcus aureus y estafilococos coagulasa-negativos

moscas en las extremidades de los animales hacia finales de primavera y, al cabo de una semana, eclosionan las larvas, que se dirigen por el tejido conjuntivo hacia los lugares de reposo (Hypoderma lineatum en la mucosa del esófago e Hypoderma Bovis en la grasa epidural). En estos lugares las larvas permanecen durante un tiempo limitado hasta iniciar su migración hacia el tejido subcutáneo de la región dorsal donde se observa un nódulo o “barro” característico. Estas larvas, perforan la piel del nódulo hasta caer al suelo, donde se transforman en pupas, estado intermedio que dará lugar a

minan miasis. Ciertas moscas (los géneros Lucilia y Chrysomia entre otros), ponen huevos en heridas ya abiertas o en soluciones de continuidad que ellas mismas producen. Pero la miasis más importante en ganado vacuno está originada por dos especies del género Hypoderma. Las repercusiones económicas de la hipodermosis se deben a la merma en las producciones y a las lesiones en la piel de las canales afectadas. La epidemiología de ambas especies está estrechamente relacionada con el clima. En España, en líneas generales, el ciclo de H. lineatum es mucho más temprano que el de H. bovis. Mientras en el sur peninsular el periodo de actividad de los adultos de es de febrero a mayo/junio, en la mitad septentrional del país las moscas vuelan de julio a septiembre. Las primeras larvas subcutáneas aparecen en febrero y permanecen hasta los primeros días de julio.

Musca domestica

Stomoxys

Haematobia

Los huevos son depositados por las La mosca de los establos (Stomoxys), de mayor tamaño, es hematófaga y su picadura es muy dolorosa. En zonas templadas son abundantes alrededor de granjas y establos al final del verano y en otoño. Cuando esto ocurre producen importantes molestias que se traducen en pérdidas de hasta un 20% de la producción total de leche y carne (Urquhart et al.,2001). La mosca de los cuernos (Haematobia) se puede observar en gran número ingiriendo sangre en la espalda, costados y parte ventral del abdomen del ganado vacuno. Cuando no están alimentándose se acumulan alrededor de los cuernos y la región frontal. Aparte de causar irritación, las heridas que provocan pueden atraer a otras moscas y originar miasis. Las enfermedades parasitarias producidas por fases larvarias de moscas se deno-

Hydrotea

A

B

La prevalencia de mastitis en novillas con A) o sin B) control de moscas

Fuente: Philpot W.N.; Nickerson S.C. (2000), p. 146

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una mosca adulta. Un programa de lucha integral tiene que contemplar diferentes aspectos:

1. Control de las condiciones ambientales: El ritmo de reproducción de las moscas depende de la especie a la que pertenecen y de las condiciones ambientales. Las moscas crecen en sitios sucios y húmedos y, particularmente, sobre materia orgánica en descomposición (estiércol, restos de pienso, silos...). La combinación de estos factores es una constante en nuestras explotaciones y, si el mantenimiento de éstas no es el adecuado, propiciaremos un rápido incremento del número de moscas. El trabajo de limpieza y desinfección, con retirada periódica de la materia orgánica, supone la eliminación del sustrato ideal para la reproducción del insecto. La materia orgánica en descomposición atrae a las hembras de mosca. No sólo satisface sus necesidades proteicas, previas a la puesta de huevos, sino que constituye un área de cría ideal, principalmente si esta materia orgánica se encuentra en una zona poco transitada. El pisoteo constante rompe el ciclo de vida de la mosca al provocar la muerte de las larvas.

El contenido de humedad necesario para la puesta y supervivencia de las larvas de mosca es de un 75-85%. Este valor es ligeramente superior en el estiércol, por este motivo debemos eliminar frecuentemente el estiércol y procurar desecarlo rápidamente. El secado del estiércol favorece, además, el desarrollo de especies depredadoras y parásitas de las moscas que nos ayudaran a controlarlas. La compactación mecánica del estiércol y de los restos de cama constituye otra medida a tener en cuenta, ya que disminuye la superficie donde las moscas pueden depositar sus huevos. Instalar y mantener unos desagües adecuados que favorezcan la eliminación del agua de lluvia o de limpieza, y evitar una excesiva pendiente en los suelos, así como la presencia de zonas hundidas o agujeros que pueden acumular agua, favorecen el drenaje. Las zonas de difícil acceso para las operaciones de limpieza (debajo de vallas, comederos, abrevaderos, etc.), permiten la acumulación de restos de materia orgánica, que retendrá agua, creando un hábitat adecuado para el desarrollo de insectos. Por el mismo motivo es indispensable reparar las filtraciones en bebederos y tuberías. Una alta densidad de animales y la mala ventilación de las ganaderías contribuyen, también, al incremento de la humedad ambiental. Los lugares de cría de moscas más frecuentes son:

Estrategias de control de moscas

Una protección y cobertura adecuada de los alimentos almacenados evitan que se establezcan condiciones ideales para la cría de moscas, al prevenir el vertido de estos productos o un aumento de humedad en los mismos a causa del agua de lluvia.

1. Boxes o establos de terneros. Pueden ser el foco más importante. El tipo de alimentación que reciben los terneros aumenta la atracción de las moscas hacia sus excrementos en los que depositan los huevos.

Control de insectos y ectoparásitos nº 8

2. Boxes o establos de vacas recién paridas. 3. Lugares húmedos debajo de los comederos y bebederos. 4. Parques exteriores. En aquellos lugares donde quedan restos de excrementos a los cuales no acceden los sistemas de tracción y recogida. 5. Estercoleros

su efectividad. Su aplicación en trampas para moscas incrementa su efectividad y permite ahorrar producto. 2) Productos para pulverizar aquellas superficies donde las moscas pasan periodos prolongados, como paredes, postes, techos, etc.. La pulverización debería mojar a fondo la superficie sin llegar a gotear. 3) Productos para pintar que, además de una fácil aplicación, permiten impregnar no sólo puntos concretos, sino todo tipo de áreas. El producto permanece de forma prolongada y es efectivo para controlar las moscas un largo tiempo. Y 4) Las nebulizaciones que facilitan la reducción rápida de las moscas dentro y fuera de las instalaciones, pero sin efecto residual a largo plazo.

LarvicidasGranulados o en polvo se aplican en los puntos de reproducción de moscas. Los larvicidas más novedosos, usados en ganadería, regulan el desarrollo de los insectos porque interfieren con la formación de una nueva cutícula, inhibiendo la formación de quitina y ocasionando rotura o malformaciones durante la muda.

Para el control de la hipodermosis se pueden realizar dos tipos de tratamiento: El de primavera y el de otoño. El primero persigue la destrucción del tercer estadio larvario, las larvas situadas en el dorso; mientras que el segundo intenta destruir las larvas antes de que lleguen a las zonas de reposo.

2. Métodos físicos: La instalación de telas mosquiteras y rejillas de electrocución dificultan el acceso de las moscas al interior de las instalaciones. También podemos utilizar trampas exteriores de agua, con un olor característico que las atraiga, o tiras pegajosas.

3. Métodos Químicos: Debemos combinar productos químicos que actúen sobre las formas maduras e inmaduras del insecto. En una población global, las formas inmaduras (huevos, larvas y pupas) representan el 95% de todas las formas existentes. La actuación a este nivel garantiza un mejor control de la tasa de infestación.

AdulticidasEn el mercado encontramos adulticidas preparados para ser aplicados de diferentes formas: 1) Los cebos suelen ser granulados y se pueden mezclar con alguna sustancia atractiva, como el azúcar. La feromona sexual de la mosca añadida a la formulación aumenta

El tratamiento en otoño de la hipodermosis puede producir accidentes. Estos se deben a la acción del fármaco, así como a la acción tóxica y antigénica de las secreciones liberadas tras la lisis de las larvas. No obstante, es el mejor procedimiento para evitar las pérdidas económicas propias de la hipodermosis. Deberá aplicarse al finalizar la época de vuelo de las moscas y antes de que las larvas se encuentren en sus lugares de reposo. En las zonas del centro y sur de España, se recomienda la aplicación de fármacos entre junio y julio, pero en el norte, donde la climatología y la cronología del ciclo son diferentes, las épocas más adecuadas van desde mediados de octubre a mediados de noviembre. Para evitar que aumente la población de moscas en el ambiente es conveniente tratar, también, a los animales afectados en primavera y evitar, así, que se de un nuevo ciclo parasitario. Los tratamientos con lactonas macrocíclicas (avermectinas y milbemicinas) y con organofosforados, vía sistémica y tópica, son aconsejables para cubrir los diferentes estadios parasitarios de la hipodermosis. El uso de sistemas que liberen insecticidas lentamente, como los crotales impregnados en organofosforados o piretroides, reducen la posibilidad de la ovoposición al controlar las moscas adultas. Las avermectinas “pour-on” son también efectivas para controlar las infestaciones por Haematobia irritans (mosca de los cuernos) hasta 35 días después del tratamiento tópico (Ysamat Faus, J.).

El trabajo de limpieza y desinfección, con retirada periódica de la materia orgánica, supone la eliminación del sustrato ideal para la reproducción del insecto

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Piojos La pediculosis es más frecuente en bovinos que en otros animales domésticos. Entre los piojos que parasitan ganado vacuno tenemos piojos chupadores, que ingieren sangre, y masticadores. Entre los primeros, los del género Linognathus y Solenoptes, prefieren la cabeza y la espalda, mientras que los del género Haematopinus presentan una mayor diversidad de localizaciones. Los piojos masticadores pertenecen al genero Damalinia y se localizan en la parte más alta de la cabeza, especialmente en el pelo rizado de la frente, cuello, espalda y lomo, y ocasionalmente en la base de la cola.

vera, cuando el pelo es más grueso y se crea un ambiente templado y húmedo óptimo para su multiplicación, especialmente en las infestaciones por Damalinia. El número de piojos permanece bajo a lo largo del verano, en parte porque el pelo es fino, pero también por la alta temperatura de la piel y la incidencia de los rayos solares. Los animales afectados por piojos masticadores presentan un intenso prurito, se frotan contra objetos y pueden llegar a provocarse auto-lesiones y alopecias generalizadas. Todo ello puede acarrear un empeoramiento significativo en las condiciones generales del animal y una disminución en las producciones. Los piojos que ingieren sangre pueden causar anemia y pérdida de peso.

Sarnas Denominamos con este nombre las infestaciones causadas por la presencia de ácaros del género Psoroptes, Chorioptes, Sarcoptes y Demodex, que produce foliculitis en terneros. Estos ácaros, que viven en la piel de los animales afectados, se transmiten por contacto directo o a través de utensilios contaminados.

Linognathus

El piojo pone huevos en el hospedador que en dos o tres meses, se convertirán en adultos. Los piojos son parásitos obligados, con una alta especificidad por su hospedador, fuera del cual sobreviven, como máximo, una semana. El contacto directo entre animales es el mecanismo de trasmisión más importante. Mientras en zonas templadas la pediculosis no presenta estacionalidad, en áreas cálidas las mayores infestaciones se producen en invierno y al principio de la prima-

Estrategias de control Las diferencias entre los dos tipos de piojos (anoplura y mallóphagos) son también muy importantes en el control. Los anoplura (chupadores) responden muy bien al tratamiento con fármacos de administración oral o parenteral; los malófagos (masticadores) se eliminan mejor con productos de administración tópica. Entre los productos aplicables sobre los animales las avermectinas inyectables han demostrado su eficacia frente a piojos chupadores, mientras que los masticadores son cubier-

Los ácaros ponen huevos que llegan a adultos en un periodo que oscila de los 9 a los 21 días, dependiendo del género. Los primeros síntomas son la caída del pelo y el prurito en las zonas afectadas. Los animales están inquietos, se rascan y se lamen con frecuencia. En la piel aparecen pequeños nódulos y pústulas, que se transforman, finalmente, en costras. La sarna corióptica (Chorioptes bovis), la más habitual en el ganado vacuno, aparece más frecuentemente durante el otoño e invierno en animales estabulados. Las lesiones comienzan en la base de la cola, pudiendo extenderse al periné y patas traseras. La sarna sarcóptica (Sarcoptes scabiei var. bovis) se caracteriza por prurito y formación de costras en la cabeza, cuello y cruz, sacro y ubre y, en casos graves, en todo el cuerpo. La sarna psoróptica (Psoroptes Bovis) se localiza en el abdomen, la base de la cola y el periné.

tos por los tratamientos a base de avermectinas tópicas o “pour-on” (Rooney, K.A. et al., 1999).

gurarnos la destrucción de todas las fases del ciclo.

El tratamiento con estos insecticidas también controla las infestaciones por Hypoderma y los ácaros de la sarna, presentando algunos de ellos la ventaja añadida de no dejar residuos, por lo que actualmente son recomendados para vacas en lactación.

Si deseamos controlar las infestaciones por piojos en nuestras explotaciones deberemos tener presentes varios aspectos: a) La población de piojos cambia durante el año, incrementándose en invierno y primavera, por ello este tipo de actuaciones debe realizarse en otoño, cuando la población es menor; b) La principal vía de contagio es el contacto directo entre animales, los mercados, los pastos comunales y la introducción de nuevos animales, sin tratamiento previo, suponen situaciones de riesgo; y c) Los terneros son los animales más comprados y donde la prevalencia de piojos es mayor (Nafstad, O.; Grønstol, H., 2001).

Los insecticidas organofosforados, carbamatos y las piretrinas, aplicados tópicamente, han dado un excelente resultado para el tratamiento y control de estas infestaciones. Es importante realizar dos tratamientos, con un intervalo de dos semanas, para ase-

Control de insectos y ectoparásitos nº 8

agosto/septiembre queda una población residual. No obstante, en el sur las garrapatas prácticamente no desaparecen del ganado en todo el año, aunque en la estación fría su número es más reducido. Los géneros más frecuentes son Ixodes, Hyalomma, Boophilus y Rhipicephalus. En el Sur de la Península, la sarna más frecuente es la sarcóptica; en Extremadura y en la zona norte del país parece relevante la psoróptica; y en el noreste de España, están presentes las tres formas.

Estrategias de control Es aconsejable que el tratamiento antiparasitario se realice previa limpieza de las costras. Se puede seleccionar un tratamiento con avermectinas “pour on” o inyectables; o bien tratamientos tópicos a base de organofosforados, piretroides o carbamatos. Los locales deben ser desinfectados y se deben mantener vacíos durante dos semanas antes de introducir a los animales.

Garrapatas Las infestaciones están causadas, básicamente, por garrapatas de la familia Ixodidae que realizan una acción traumática sobre el hospedador alimentándose de líquidos tisulares y de sangre. A su vez, se ha de tener en cuenta que las garrapatas transmiten, por medio de la saliva, otras enfermedades parasitarias: Babesiosis, Theileriosis, y Anaplasmosis. En muchas zonas de España, las garrapatas se detectan a partir de marzo, pero son más habituales en junio y julio; a partir

La Babesiosis está causada por diferentes especies de Babesias, todas transmitidas por garrapatas de la familia Ixodidae, en las que la infección transovárica asegura que las babesias se transmitan por los estadios de la siguiente generación. Dependiendo de las especies de Babesia, esta transmisión puede ser por larvas, ninfas o estados adultos o incluso por los tres. En la transmisión de B. bovis interviene principalmente Boophilus annulatus; en la transmisión de B. bigemina interviene Rhipicephalus bursa en la península y Boophilus annulatus en al Islas Baleares; en el caso de B. divergens el vector es Ixodes ricinus, con distribución en el norte peninsular. Las garrapatas vectoras de Theileriosis en España pertenecen a la especie Hyalomma. La especie H. marginatum marginatum coloniza toda la Península y Baleares y la especie H. lusitanicum se encuentra en el centro y sur peninsular y ambos archipiélagos. El período de máxima presentación de la enfermedad coincide con el de mayor actividad de los adultos, a finales de primavera y comienzo del verano y, con

menor intensidad, en septiembre y octubre. En algunas zonas de clima suave puede ser prevalente durante todo el año. Los vectores más importantes para la transmisión de Anaplasma marginale son las garrapatas (en España se considera que la principal especie involucrada es Rhipicephalus bursa), las moscas y los mosquitos.

Estrategias de control El control de estas protozoosis debe incluir, obligatoriamente, la disminución del número de garrapatas. El control se puede realizar en el terreno o sobre el hospedador, pero el mejor método es el tratamiento de los animales, mediante organofosforados, carbamatos, piretrinas o formamidinas aplicados tópicamente (baños, duchas aspersiones, “pour-on”, etc). Pero también podemos utilizar lactonas macrocíclicas vía parenteral o “pour-on”. En algunos países, se han desarrollado vacunas que actúan directamente sobre las garrapatas reduciendo la fertilidad media de las hembras adultas al disminuir la puesta de huevos. De esta forma se consigue descender la prevalencia de las enfermedades que transmiten (Moreno et al.,2006).

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Ectoparasitarios La elección y uso de un ectoparasitario (insecticidas/ acaricidas) depende en gran parte, del sistema de manejo, así como del tipo de ectoparásito que causa la infección. Los parásitos obligados (sarna y piojos) son relativamente más fáciles de controlar e incluso de erradicar -ya que la infección se produce casi exclusivamente por el contacto con animales infectados- que aquellos que se consideran parásitos facultativos o no permanentes. Además muchas ectoparasitosis son estacionales y predecibles y pueden ser controladas con el uso profiláctico de antiparasitarios. En los últimos tiempos los principales avances que se han producido en este campo han estado relacionados con el desarrollo de insecticidas reguladores del crecimiento y el impulso de nuevos y mejores métodos de aplicación, diseñados para facilitar el uso, prolongar el período de acción del producto, o incrementar su espectro de actividad. Ejemplos de ello son los dispositivos impregnados del producto (crotales) que se va liberando lentamente, y los tratamientos “pour-on”. Estos últimos contienen insecticidas a unas concentraciones relativamente elevadas y están formulados para penetrar en la piel y actuar sistémicamente o, extenderse por la superficie y actuar por contacto. Los tratamientos “pour-on” presentan la ventaja de una rápida y fácil aplicación que, habitualmente se hace a lo largo del lomo.

Amidinas (formamidinas) El principal miembro de este grupo es el amitraz, es un agonista de la optopamina, lo que provoca hiperexcitabilidad neuronal y muerte. En ganado vacuno el amitraz se ha usado, con éxito, en baños, sprays y formulaciones “pour-on” para el control de garrapatas, aunque también es efectivo para el control de sarna y piojos.

Lactonas macrocíclicas Las Avermectinas y Milbemicinas son productos derivados de la fermentación del Streptomyces avermitilis y S. cyanogriseus, respectivamante.

Constituyen los antiparasitarios endectocidas por excelencia y permiten una eficaz lucha terapéutica contra nematodos y artrópodos de forma simultánea. Estas drogas pueden permanecer activas al menos dos semanas después de su administración debido a su persistencia en la grasa corporal. Por su actividad prolongada exigen periodos de retirada más largos que los requeridos por otros antihelmínticos. Aunque la mayoría de estos productos no tienen registro en leche, en la actualidad podemos encontrar alguno con un periodo de supresión de cero días en leche y en carne.

Piretrinas y piretroides Las piretrinas son insecticidas de origen natural obtenidos de la flor del crisantemo, y han sido utilizados por el hombre desde hace muchos años. Son bastante inestables a la exposición a la luz y al calor. Los piretroides son insecticidas sintéticos, con una estructura química similar a la de las piretrinas, que ha sido modificada para mejorar su estabilidad en el ambiente. Muchos piretroides son lipofílicos lo que permite el desarrollo de formulaciones “pour-on” con buena distribución. Son neurotóxicos que actúan sobre los ganglios basales del sistema nervioso central, por medio de la prolongación de la permeabilidad al sodio durante la fase de recuperación del potencial de acción de las neuronas, lo que produce descargas repetidas. Algunos de ellos también afectan la permeabilidad de la membrana al cloruro, actuando sobre los receptores tipo A del ácido gamma-aminobutírico.

Organofosforados y carbamatos Aunque los organofosforados y los carbamatos poseen grupos químicos diferentes, el mecanismo a través del cual producen toxicidad es idéntico y se asocia con la inhibición de la acetil colinesterasa (ACE), la enzima responsable de la destrucción y terminación de la actividad biológica del neurotrasmisor acetilcolina (AC). Con la acumulación de la AC se altera el funcionamiento normal de las fibras nerviosas.

Clasificación de modos de acción de algunos insecticidas/acaricidas Organofosforados (foxim, cumafos, azametifos, clorpirifos, diclorvos, diazinon, heptenofos, metrifonato, propentafos, tatraclorvinfos, citioato, fenitrotion, triclorfon) Carbamatos (carbaryl, propoxur, fenoxycarb*)

Inhibidores de colinesterasa

Amidinas (amitraz)

Agonistas de la optopamina

Piretroides y piretrinas (piretrina, cipermetrina, deltametrina, fenvalerato, flumetrin, lamddacialotrin, fenitrin, permetrina, tetrametrin)

Moduladores del canal de sodio

Neocotinoides (tiametoxan)

Agonistas/antagonistas de los receptores nicotínicos de acetilcolina

Lactonas macrocíclicas Avermectinas (ivermectina, doramectina, abamectina, eprinomectina y selamectina) Milbemicinas (moxidectina, milbemicina)

Activadores del canal de cloro

Benzoilureas (diflubenzuron, lufenuron, fluazuron, flufenoxuron, triflumuron)

Inhibidores de la síntesis de quitina

Triazina/piramidina derivados (ciromazina, diciclanil)

Inhibidores de quitina tipo 2, Dípteros.

* análogo

Control de insectos y ectoparásitos

Los organofosforados son inhibidores irreversibles de la ACE, a diferencia de los carbamatos que se consideran inhibidores reversibles ya que, en poco tiempo, dejan la enzima libre. Actualmente muchos han sido prohibidos.

Neonicotinoides Actúan interfiriendo los receptores nicotínicos de acetilcolina de la membrana post-sináptica, produciendo una parálisis nerviosa del insecto.

Reguladores del crecimiento de insectos. Constituyen un grupo de compuestos químicos que no matan directamente a los insectos, sino que obstaculizan su crecimiento y desarrollo. Estos productos interfieren con la acción de ciertas hormonas que controlan la muda de la piel, la madurez desde la etapa de pupa hasta adulto y otros procesos de desarrollo. Pueden actuar inhibiendo la síntesis de quitina (benzoilfenil ureas), alterando la deposición de la quitina (derivados de triacina/piramidina), o como análogos de hormonas juveniles.

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