Crónicas de la Travesía Tigre (Argentina) Carmelo (R. O. del Uruguay) Marzo del 2011

Crónicas de la Travesía Tigre (Argentina) – Carmelo (R. O. del Uruguay) Marzo del 2011 Cuatro meses de planificación, entrenamiento fuerte, reuniones

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Crónicas de la Travesía Tigre (Argentina) – Carmelo (R. O. del Uruguay) Marzo del 2011 Cuatro meses de planificación, entrenamiento fuerte, reuniones semanales, consultas y más consultas; también dudas y desencuentros, … finalmente coronados por el éxito. Dos botes clinker de cuatro remos largos embarcaciones de apoyo y sus tripulantes.

con

timonel,

las

Trece remeros, Miguel Báscolo, Luís Caniggia, Federico Eckert, Luís Souza, Carlos Morales, Sergio Britos, Eugenio Quilis, Carlos Morales, Hermes Mianzán, José Luís Riva, José Muguerza, Francisco Cvitanovic y Gustavo Denápole. … y muchas ganas de vivir un sueño.

Armando el trailer, en el sector de remo del CNMP

La flota: los 2 clinker 4 + y el semirígido

Aunque el proyecto inicial era cruzar el río de Plata a la altura de la Isla Martín García, llegar a la costa uruguaya y poner proa al sur para arribar finalmente a la ciudad de Colonia del Sacramento (ROU), la sudestada nos llevó hacia Carmelo (ROU).

Alistando los botes en el Club de Remo Teutonia

Escuchando atentamente al Cro del Teutonia, Klaus Meierhold, quien nos brindó todo su apoyo

Comenzamos la primera jornada de remo, con muchas ganas y convicción, y después de 9 hs arriba del bote, recorrimos los primeros 55 km.

Una de las tripulaciones, remando en el Canal Arias

La mañana del segundo día, en la cual debíamos realizar el cruce, se presentaba brumosa y calma. El único temor que teníamos era el viento, … y esa mañana parecía que el clima nos permitiría realizar el cruce, pero la lectura del parte meteorológico alimentó nuestros fantasmas interiores, ya que pronosticaba la pronta entrada de una fuerte sudestada, con ráfagas que harían imposible o muy peligroso el desplazamiento de un bote a remo con el río de la Plata picado. La situación era de incertidumbre y desconcierto, ¿qué hacer?, ¿desistir y regresar? El capitán del velero, que nos acompañó y nos guió en el Delta, nos manifestó su temor por las condiciones de oleaje que pudiéramos encontrar en el río, pero viendo que el grupo estaba decidido a continuar, nos propuso hacer el cruce a la altura de la desembocadura del río Paraná Guazú en el río de la Plata, debido a que la dirección del viento en ese punto de la costa argentina, coincidiría en mayor medida con la dirección que debíamos darle a nuestra trayectoria. Esta era una buena opción, pero implicaba desplazarse hacia el norte, por ríos y arroyos del Delta, para finalmente llegar al gran Paraná Guazú y buscar su desembocadura.

La otra tripulación, en el Paraná Guazú

Los dos botes en el Paraná Guazú, llegando a su desembocadura

En aproximadamente 4 horas de remo continuo llegamos al Paraná Guazú. El tiempo todavía se presentaba tibio y claro, y ya con la vista puesta en su desembocadura al río de la Plata, informamos de nuestro

cambio de derrotero en el Destacamento de Guazú – Guazucito de la Prefectura Naval Argentina. El oficial que nos recibió nos informó que estaba aumentando abruptamente la intensidad del viento, y nos manifestó que si íbamos a realizar el cruce, lo hiciéramos lo antes posible. La expectativa de todos era grande, debido a que el río de la Plata comenzaba a picarse. A esa altura llevábamos remando sin descanso, toda la mañana. Con el oleaje y el viento de popa–estribor, remamos los 4 km que nos separaban de la Isla Juncal. Llegando a los bajíos de la isla, no percibimos que había muy poca agua debajo de nuestras embarcaciones, debido al fuerte oleaje, y al sentir que el timón abría un surco en el fondo, ya era tarde, el gomón que venía alerta de nuestra situación se varó profundamente en el fondo. Con el gomón solicitando auxilio a la Prefectura, continuamos remando, fuerte y sin pausa. Costeamos la Juncal, hacia el norte, y aproximadamente cuando habíamos cubierto la mitad de extensión de la isla, nos largamos a cubrir la distancia que nos separaba de la costa uruguaya. El río estaba muy movido, mucho más que en la primera mitad del cruce, ya que salíamos de la protección de la isla. Los timoneles, no solo se limitaban a direccionar los botes, sino también a achicar el agua que ingresaba con cada ola. Al acercarnos a la costa uruguaya buscamos una trayectoria paralela a ésta y nos dirigimos al sur, buscando ansiosamente la tranquilidad de las aguas del puerto de Carmelo. En uno de los botes se rompió la cuaderna donde se sostiene el tolete del remo número uno, y eso trabó apreciablemente el desplazamiento de la embarcación. Llevábamos remando aproximadamente 7 hs y Carmelo era un punto todavía incierto y lejano. Una persona nos gritó alentándonos desde la costa que continuáramos hacia el sur, que no estábamos lejos. A esa altura se remaba más con la cabeza, que con el cuerpo. Pero el esfuerzo sostenido y el bote con una apreciable cantidad de agua, a pesar del constante achique, nos obligó a poner proa a tierra, y así sacar el agua y realizar un cambio estratégico de remeros, porque en una de las bandas remaba una sola persona, la otra solo podía acompañar el movimiento del remo. Rápido cumplimos con la tarea, y volvimos al río nuevamente. Al hacer unos metros se acerca una lancha de la Prefectura Naval del Puerto de Carmelo, alertada por la tripulación del primer bote, que ya había llegado a destino. “¿Están bien, …quieren que los remolquemos? Preguntó uno de los tripulantes, “continuamos, … gracias”, fue la respuesta.

En poco tiempo más de remo comenzamos a ver las escolleras que mostraban la entrada del puerto de la ciudad uruguaya de Carmelo. La alegría interior fue inmensa e indescriptible, y más aún cuando nos encontramos con la otra tripulación en el muelle del Carmelo Rowing Club.

Los participantes de travesía (de blanco) en el Carmelo Rowing Club, de izq. a der.: Miguel Báscolo, Luís Caniggia, Federico Eckert, Luís Souza, Carlos Morales, Sergio Britos, Eugenio Quilis, Carlos Morales, Hermes Mianzán, José Luís Riva, José Muguerza, Francisco Cvitanovic y Gustavo Denápole

“Diecisiete horas y media a puro remo y 100 km recorridos. Habíamos finalizado con éxito la travesía, … y también cumplido nuestro sueño”

Preparando el trailer para el regreso a Mar del Plata

Agradecimientos: • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

Susana Salerno (Presidente del Club Náutico Mar del Plata) Guillermo De Martis (Vicepresidente del Club Náutico Mar del Plata) Emilio Czerner (Pte de la sub Comisión de Remo del Club Náutico Mar del Plata) Julio García (CNMDP) Eduardo Black (EMDER-CNMDP-ONAS) Klaus Meierhold (Comodoro del Ruderverein Teutonia - Club de Remo Teutonia) Tomás Rehmann (Capitán de Remo del Ruderverein Teutonia - Club de Remo Teutonia) Claudio Krotcsh (Ruderverein Teutonia - Club de Remo Teutonia) Eduardo Casal (Club Regatas América) Prefecto General Pedro Cuesta (Presidente de la Liga Naval Argentina) Prefecto Eduardo Argerich (Jefe del Departamento de Deportes Náuticos de la PNA) Prefecto Leandro Antonio Ruata (Jefe de la Delegación Dique Luján de la PNA) Prefectura Nacional Naval de la República Oriental del Uruguay Raúl Poletti (Presidente de la Asociación Argentina de Remo Aficionado) Gustavo Pulti (Intendente Municipal del Partido de Gral Pueyrredón – ciudad de Mar del Plata) Marcelo Artime (Presidente del Honorable Consejo Deliberante del Partido de Gral Pueyrredón – ciudad de Mar del Plata) Pablo Fernandez (Presidente del Ente Municipal de Turismo del Partido de Gral Pueyrredón – ciudad de Mar del Plata) Alicia Cejas (Servicio Meteorológico Nacional) Santiago Zzizzi (Ríotecna SRL) Carmelo Rowing Club (Carmelo - ROU) Colonia Rowing Club (Colonia del Sacramento - ROU)

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