cuadernos de arquitectura virreina!

cuadernos de arquitectura virreina! FACULTAD DE ARQUITECTURA UNAM 9 Índice F.diiOr: Juan B. Artigas Consejo editorial: Ernesto Velasco León Clara B

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cuadernos de arquitectura virreina! FACULTAD DE ARQUITECTURA UNAM

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Índice

F.diiOr: Juan B. Artigas Consejo editorial: Ernesto Velasco León Clara Bargellini Ca rlos Chanfón Olmos Ricardo Arancón García Eli;a García Barragán Guillermo Tovar de Teresa Juan Antonio Siller C. Redacción y diseño gráfico: Juan B. Artigas y María Artigas Impresión: Cía. Litográfica Rendón, S.A. Ignacio Allende No. 244, Col. Argentina, C .P. 11270 México, D. F.

Editorial .. ............... ... .......... . ... . .. .. . ..... .

Arquitectura de Tabasco, cambio de uso de los edificios. Juan 5

B. Artigas y Sonia Subirats .......... ...... .. . . ...... .. .

El Neoclásico en Campeche y Mérida 1790-1860. Luis Millet Cámara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Nuestra Señora de la Leche. Rafael Bargos Villanueva . . . . .

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Revisiones para una adecuada valoración de la arquitectura americana. Ramón Gutiérrez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Tiraje: 1500 ejemplares Distribución y correspondencia: En la Dirección de Facultad de Arquitectura de la UNAM y al doctor Juan B. Artigas: Seminario de Historia de la Arquitectura Virreina!. DiVISión de Estudios de Posgrado de la Facultad de Arquitectura, UNAM. Edificio de Posgrado. Primer Nivel, junto a la Torre 2 de H umanidades, Ciudad Universitaria. C.P. 0-1510. :-léxico, D.F. Portada: Iglesia del Carmen . San Angel. Ciudad de México. Dibujo de Rafael Alvarez. Notas: El consejo editorial se reserva el derecho de selección y autoriza la reproducción parcial de artículos, debidamente entrecomillados, siempre que se dtc la fuente. No se devolverán originales.

La iglesia de San Francisco Xavier de Tepotzotfán: eco de la vida art(stica de la Ciudad de México en los siglos XVII y XVIII. Guillermo Tovar de Teresa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Dibujos Rafael Alvarez García. Ciudad de México 16 de Octubre de 1912-10 de Diciembre de 1984. Juan B. Artigas . . . . .

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Cerámica ornamental asociada a arquitectura religiosa en Temoac, More/os, Patricia Fournier G. y Eduardo Silva T. .. .

...t9

La catalogación de la arquitectura del siglo XIX en México. l rael Katzman . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

...

Cursos de Seminario 1960. Waldemar Deonna. Lecciones.! _, _•. Juan de la Encina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ___ .

Los editores sólo responden del interés científico de la publicación, el contenido y las ilustraClones respectivos. Estos Cuadernos de A rquitectura Virreina! no persiguen fines lucrativos. Derechos reservados: Facultad de ArquitecIUra, UNAM y cada uno de los respectivos autores.

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Libros. Leopoldo Castedo. Historia del arre iberoamerzcano l. Precolombino. El arte colonial. 2. Siglo XIX. Stgto XX Juan B. Artigas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Eventos. Primer simposio sobre documentación de arquilecrura histórica. Dierk Bühler . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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editorial

Con el título de El Arte de la Platería Mexicana, 500 años, se llevó a cabo en el Centro Cultural Arte Contemporáneo A. C. de la Ciudad de México, desde Noviembre de 1989 a Febrero de 1990. La mayor exposición de arte platero de México, a través de los tiempos. Es necesario resaltar el acontecimiento porque su enorme importancia y trascendencia no han sido recibidas con la debida acogida por la prensa nacional. Tal vez el hecho haya sido minimizado por la cantidad de eventos culturales que diferentes instituciones realizan, día con día, en la Capital. Y vaya si los ha habido importantes en las mismas fechas, solo mencionaremos los Aguafuertes de Goya en el Palacio de lturbide, en torno al Impresionismo en el Palacio de Bellas Artes, además, las pinturas de El Greco y José de Ribera que envía el Museo del Prado de Madrid y que son exibidas en el mismo Centro Cultural de Arte Contemporáneo A. C. Ocurrió con esta exposición algo parecido a cuando fueron inc/uídos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO los primeros bienes culturales y naturales de México, que fueron, ni más ni menos que Teotihuacan, Palenque, México-Xochimilco, Oaxaca-Montealbán, el Centro Histórico de la Ciudad de Puebla y la Reserva de Sian Ka'an en Quintana Roo (Véase el Cuaderno de Arquitectura Virreina/ número 7). Si acaso fueron citados en los noticieros más vistos de la televisión, se les cedieron algo así como treinta segundos, si no es que quince, como para que el público nó se enterara, cuando eran los organizadores o directores de los noticieros quienes no tenían idea de la importancia del suceso. Sin embargo, al descarrilamiento de un tren en los antípodas le dedican sus buenos cinco minutos con profusión de magullados y riegos de sangre. Ciertamente que directores y comentaristas no tienen la obligación de saber de todo, pero sí la tienen de estar debidamente asesorados, porque en este país, las noticias culturales si son noticias, y nos interesan a muchos, a muchos más de los que ellos consideran. La exposición El Arte de la Platería Mexicana, 500 años, se ordenó en las épocas prehispánica, novohispana quf! cubría de los siglos XVI al XIX, y siglo XX en sus modalidades de platería popular, joyería tradicional y platería moderna y contemporánea con un total de 540 piezas, aproximadamente. Se presentó, además, una importante colección compuesta por 320 piezas de numismática argentifera.

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La sección que más llamó nuestra atención estaba dedicada a la platería virreina/ y ocupaba el mayor espacio. Por la calidad y magnitud de las piezas reunidas, por sus on'genes tan diversos como tesoros de iglesias de pueblecillos de España, de coleccionistas ingleses y norteamericanos, y, claro está, de colecciones mexicanas entre las cuales destacaron las de la Villa de Guadalupe y del Museo Franz Mayer. Se clasificó cada una de las piezas de acuerdo con su época y estilo, lo cual permitió apreciar las variaciones de forma de piezas renacentistas, barrocas y neoclásicas. Es interesante anotar las aportaciones de orfebres populares en muchas de las piezas, si bien en la mayor parte de los casos segutan la rradición litúrgica española, esto al presentar cálices y custodias. El boletín de difusión del Museo señala que "cuando el platero -novohispano- concluía la pieza, debía llevarla al veedor oficial. Si éste la daba por buena, el platero debía señalarla con su marca particular que era su apellido o una abreviatura del mismo. Después se presentaba en la Casa de Moneda, donde el ensayador comprobaba su buena ley retirando un poco de metal por medio de un buril, con incisión poco profunda, casi siempre en zig-zag, incursión llamada burilada. Una vez pasada la prueba, se le imprimta el quinto real: se estampaba en la pieza una corona diminuta o algún otro atributo. Por último se ponía la marca de la ciudad y del reino, que para México era un pequeño águila o el monograma de la ceca de México, a la que para diferenciarla de la de Madrid, que era una ".'vf", se le agregó una pequeña "0", sobre la letra M, así quedó "-~". Es as{ que hasta la fecha, todas las monedas acuñadas en México, llevan grabada la "M".

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"De las 130 piezas que componen la selección de la exposición para la época virreina/ novohispana, ochenta de ellas están marcadas de acuerdo a las ordenanzas, lo cual demuestra que en la realidad no todos los plateros observaban su cumplimiento. Es hasta el siglo XVJII que el marcaje reglamentario aparecerá reunido en una misma pieza, cuatro marcas en total". La curadora huesped doctora Cristina Esteras, catedrática de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid, se encargó de la época virreina/ y de reunir las piezas tanto nacionales como traídas de fuera de México. La doctora Esteras es en este momento quien más conoce de marcas y troqueles de la platería virreina/ mexicana. Ha laborado en España y en Sudamérica durante años y por ello ha tenido ocasión de establecer comparaciones y diferencias entre las distintas escuelas plateras de la cultura hispánica. Y ciertamente que se ha dedicado a una de las escuelas argentiferas más ricas del orbe. La extracción de la plata sigue siendo una industria importante en México, ocupa un lugar prominente como explotador del mineral, es por ello que se sigue trabajando la platería y que los objetos con ella creados ocupan lugar en la vida cotidiana del mexicano, como adorno de las viviendas o como parte del atuendo cotidiano o festivo. En el montaje de numismática y del siglo XX, colaboraron respectivamente los curadores huéspedes, señores Carlos Sansores y Alfonso Soto Soria. Se exhibieron objetos de Frederic Davis, William Spratling, Rector Aguilar, los Hermanos Castillo, Antonio Pineda y Sigi Pineda; de Brian Harms, Matilde Poulat, Ricardo Salas Portugal, Vicente Gandía, Ana Morelli y Pedro Ramlrez Vázquez, Eduardo Dagach y Vfctor Fosado, y también de los talleres Platería Ortega y Tane Orfebres. La dirección General del evento estuvo a cargo de Roberto Littman y, Ana Zaguri, y la difusión dirigida por Lucía García Noriega. Nos falta mencionar que los objetos expuestos quedan debidamente relacionados en el catálogo de la exposición que está a disposición del público en el propio museo, se compone de dos tomos, el primero abarca de los siglos XVI a XIX y, el segundo, dedicado al siglo XX, está ahora en prensa. Juan B. Artigas. Febrero de 1990. 4

arquitect-ura de tabasco, cambio de uso de los edificios juan b. artigas sonia subirats.

Cuando se recorre el Estado de Tabasco en busca de construcciones religiosas de cierta antigüedad siempre se escucha que aunque había edificios con ese destino, el gobernador Garrido Canabal, los había mandado destruir. Garrido Canabal fue gobernador de la entidad, primero de manera interina en 1919 y más tarde en dos periodos, el de 1923 a 1926 y de 1930 a 1934; entre los dos últimos gobernó Ausencia Cruz, quien compartía las mismas ideas que Garrido y siguió sus mismas normas de acción. Comentando lo anterior con la doctora en pedagogía Sonia Subirats, quien vivió recientemente en Tabasco, dedicada al estudio de la "educación racionalista" durante los años señalados, explicaba que los hechos no ocurrieron de esa manera, sino de forma diferente. Que fue más bien un cambio de uso de los inmuebles al ser convertidos en escuelas, por falta de infraestructura urbana en las localidades y no precisamente por una actitud deliberada en contra de los edificios. Es más, no únicamente los edificios religiosos se convirtieron en escuelas, sino también algunos otros como la hacienda que aquí reproducimos que albergó la Escuela Agrícola La Granja. También sería necesario averiguar si los edificios en cuestión se encontraban en uso o si como una consecuencia de la Revolución estaban vacíos al mo.mento de las decisiones del gobernante tabasqueño. Aquí esta la explicación, en un comunicado del periódico Redención número 1563, de fecha 11 de Enero de 1930; titulado Iglesias convertidas en escuelas, del cual reproducimos los siguientes párrafos:

La labor desarrollada en el ramo educativo por el gobierno del Sr. Ausencia C. Cruz, con la vigorosa cooperación de las Ligas de Resistencia de Tabasco, ha sido amplia, intensa y f undamentalmente renovadora. La multiplicación de escuelas en las ciudades, en las villas, en las rancherías y en las poblaciones más apartadas de aquella entidad, exigió numerosos locales, de que las autoridades no pudieron disponer, viendose en el caso de improvisar, con ay uda de los padres de familia, algunos establecimientos más o menos apropiados para tan nobles finalidades.

La población escolar fue aumentando de tal modo, que resultaron insuficientes los planteles a que n·o s referimos, pués la afluencia de adultos y de niños de los dos sexos era cada vez mayor. Fue entonces cuando el ejecutivo de aquel Estado, escuchando la demanda de innumerables padres de familia, se dirigió al gobierno de la República solicitando para escuelas, los edificios que estaban destinados a los cultos religiosos, ya que estos se encontraban interrumpidos desde hada muchos años en aquella importante región, pués el pueblo tabasqueño, liberal por abolengo, siempre ha dado la espalda a toda clase de fanatismos. La federación después de recavar los inf ormes necesarios, tuvo a bien conceder al gobierno de Tabasco las iglesias, comprendidas en el terreno de su jurisdicción, para que fueran utilizadas en el ramo educacional. De aquí que, desde hace dos años, la mayor parte de los templos religiosos se encuentran convertidos en escuelas, en acatamiento a los acuerdos presidenciales relativos. Y de aquí también que se hayan llevado a cabo algunas reformas, indispensables para la adaptación pedagógica de los:citados edificios Los enemigos del movimiento social renovador que se está realizando en aquella zona del país, faltan a la verdad, cuando aseguran que "se están " demoliendo los templos católicos y destruyendo las joyas arquitectónicas coloniales". No podría ser lo primero, porque el gobierno necesita esos templos para los fines a que nos referimos. Y mal podría ser lo segundo, p orque no existe allá ninguna joya art{stica, como no sean los ídolos deformes y ruinosos que con el nombre "santos" privaron por muchos siglos en la conciencia obscura de la muchedumbre. Lo anterior, por·lo que se refiere a los templos. En lo que toca al aspecto moral de este asunto nos parece inútil emitir nuevos comentarios, pués ya hemos dicho y segui5

mos sosteniendo, que la revolución social tiene el deber imprescindible de ir destruyendo prejuicios y doctrinas vulgares, hasta conseguir que las multitudes se levanten por encima de torpes y explotando fanatismos. El tema es interesante porque no habíamos encontrado una explicación exacta para esta situación, de cualquier manera, los datos que aportaremos enseguida permitirán conocer algunos aspectos de aquellos edificios de los cuales se tienen muy pocas referencias. C iertamente que añoramos arquitectura religiosa de importancia en el Estado de Tabasco porque estamos acostumbrados a los edificios notables que encontramos en otras regiones de México. Tal vez no los hubo tan importantes como los de Chiapas, Campeche o Yucatán, a juzgar por los ejemplos que aquí reproducimos tornados de diarios o revistas de la época. En pocos de ellos se observa arquitectura de grandes proporciones, únicamente en dos la estructura de la fachada es notable y se trata de edificios neoclásicos, o sea, de avanzado el siglo XIX y tal vez de comienzos del XX. Por lo demás los que aquí publicamos son construcciones sencillas de techo de palma o de lámina, o de estructuras bastante rústicas con madera en los coros. Debemos recordar que la actual Catedral de Villahermosa tiene la fachada, por un lado y la nave de la iglesia en la esquina del terreno y no detrás de la fachada, que si bien la fachada se ve desde lejos, los citadinos asisten a misa bajo el inmenso techo de madera, sustentando con horcones, que tan bien reproduce el ambiente tradicional de las construcciones típicas de la región, claro está que en tiempos pasados. Desde luego que la sencillez de esta estructura, lejos de restar importancia al edificio, se la confiere, ya no quedan mucha~ estructuras de madera con estas características ni con esta magnitud. No cabe duda que debe de cuidarse el edificio en cuestión, porque, además, es el tipo de arquitectura ideal para resistir el caluroso clima del lugar. A·hora bien, para entender los sucesos ocurridos en Ta· basco entre 1919 y 1934 tendríamos que comprender lo que se entiende por "educación racionalista" y sus orígenes. Para ello nos valdremos del estudio de la pedagoga Subirats en su artículo Origen de la Educación Racionalista y sus manifestaciones en el Estado de Tabasco.

Francisco Ferrer y Guardia nace en Ale/la (Barcelona) el/O de enero de 1859, en el seno de una familia de pequeños propietarios campesinos. Desde niño rechaza la tendencia marcadamente católica de su primera educación. Más adelante recibe fuertes influencias anticlericales y vive con gran entusiasmo la proclamación de la Primera República Española. Se marcha a trabajar a Barcelona, donde comienza la lecrura de autores revolucionarios e ingresa a la logia masónica "La Verdad" Problemas -políticos lo obligan a refugiarse en París, donde se vincula al Círculo de Enseñanza Laica. Se mueve en el círculo de republicanos socialistas librepensadores y anarquistas franceses, pero siempre dedicado a la educación.

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Desde su llegada a París tiene contacto con una viuda católica muy rica apellidada Meunier. Sus viajes por Italia, España, Portugal y Suiza le permiten conocer las más avanzadas técnicas educativas. Cuando en 1901 muere la señorita Meunier, Ferrer recibe la herencia de un millón de francos oro. Esta fortuna le permitirá realizar su gran sueño, la Escuela Moderna, que será un joco de educación popular, mixta, de día para los niños y de noche para los adultos (Ferrer y Guardia, 1976). El concepto racionalista surge con la creación de la Escuela Moderna. En su acepción especifica, el racionalismo educativo es aquella orientación pedagógica cuyos métodos y contenidos de saber deben inspirarse en la ciencia y en la razón natural, puestas ambas instancias al servicio de ideas sociales comunistas libertarias. Entre las ideas de educación del futuro agitadas por Ferrer, algunas de ellas son patrimonio común de la vanguardia educativa y social de la Europa novocentista (escuela cercana a la vida, respeto a la libertad y espontaneidad infantiles, valoración del instinto del trabajo infantil, coeducación); otras son de influencia marcadamente anarquista (uso de libros emancipadores, repudio a la enseñanza confesional). Su ideología y su método son los de la enseñanza cientJfica racional y humanitaria. El educador racionalista estima antipedagógico la memorización sumisa y pasiva; considera el libro de texto -como único punto de apoyo para los alumnos y maestros- como rígida programación de la actividad escolar y propone poner al educando en situación de recrear activamente los procesos elememales de la observación, el saber, la investigación y el espíritu crítico (Ferrer y Guardia, 1976). Entre los componentes ideológicos de la pedagogía racionalista cabe mencionar, de manera sumaria, los siguientes: J. Rasgos anarquisras como la enseñanza integral; el rechazo a la escuela laica y universal de los estados burgueses industrializados; la crítica de la " razón" capitalisra y de toda forma de autorirarismo; la urilización crítico social de la ciencia, y la defensa de los valores comunisras y de la solidaridad humana. 2. Rasgos laicistas y franco-masónicos como el anticlericalismo y la coeducación de clases. 3. El espíritu de la escuela llamada dicha nueva que resume rasgos como la abolición de premios y casrigos, la coeducación de sexos, el paidocentrismo, el activismo, el contacto con la naturaleza, la relación escuela-medio, la aplicación de diversos avances técnicos educativos y la adscripción al llamado movimiento higienista. 4. Rasgos de positivismo europeo burgués, como la asunción pre-crítica del principio escolarisla; la valoración de la ciencia experimenral contrapuesta al recurso del dogma (en especial el religioso), la extensión cultural (conferencias dominicales); la valoración ética del hombre científico que, como contrapartida, tiene el rechazo de cualquier moral heterónoma impuesta; la importancia de la medicina infantil y de la antropometría, y la moral social teñida de darwinismo (Sofá Gussinyer, 1976).

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El programa de la Escuela Moderna tiene como puntos principales: 1.- La educaciÓn es y debe ser tratada como crucial problema po/ftico; 2. La educación no se podrá basar en los prejuicios patrióticos chauvinistas,. militaristas, y dogmático-religiosos, sino que deberá tomar como guía los desarrollos de la ciencia positiva: ésta, como columna vertebral de una educación emancipadora, deberá estar al servicio de la razón natural (la que se deduce de las verdaderas necesidades humanas) y no de la razón artificial del capital, que la burguesfa pretende inculcar al pueblo a través de la escuela de la democracia burguesa, sólo aparentemente laica y única. La pedagogfa racionalista es introducida en nuestro pafs por el profesor mexicano José de la Luz Mena en /916, durante el gobierno del gen-eral Salvador Alvarado; en Yucatán. La primera escuela racionalista de México se establece en la Casa del Obrer'-o Mundial de la Ciudad de México; pero es en Yucatán donde cobra más auge este modelo educativo. Los socialistas yucatecos promueven no sólo la escuela laica, sino también un tipo especial de escuela activa que llaman racionalista. Alvarado habla sido un promotor de este tipo de escuela y el Partido Socialista Yucateco, recoge sus postulados fundamentales, adicionándo/es planteamientos socialistas. Uno de los grandes promotores de la escuela racionalista en Yucatán es el mismo introductor del racionalismo en México el profesor José de la Luz Mena (Solana, Cardiel y Bolaños, 1981) El auge de las ideas racionalistas se extiende rápidamente a Tabasco, por mediación de Tomás Garrido Canabal. El racionalismo en Tabasco plantea la necesidad de adecuar la educación a las particularidades del Estado, especialmente las condiciones climatológicas: el clima influ{a en la definición de horarios y en el conocimiento de ciertas técnicas agrt'colas y productivas que correspondieran a los posibles tipos de cultivo en la zona. Si bien los racionalistas europeos postulaban que eran cinco las instituciones que fundamentan la inmoralidad de la sociedad (la propiedad privada, la religión, la fuerza militar, el poder judicial y la noción de patria), para los tabasqueños el combate fundamental era contra la religión y contra los prejuicios de la educación sexual. Las manifestaciones más importantes de la enseñanza racional eran la coeducación y la higiene escolar, as{ como el juego. La enseñanza racional es, ante todo, un método de defensa contra el error y la ignorancia; por eso no hay en ella premios, castigos ni exámenes. La acción pedagógica del racionalismo no se limita a la escuela: se dedica también a la instrucción popular, a través de una serie de conferencias dominicales públicas a las cuales acuden los alumnos de la escuela, sus familias y un gran número de trabajadores deseosos de aprender. La contribución original de Garrido Canabal a la educación es la escuela al aire libre, que funciona en edificios abiertos por todas partes y apenas cubiertos por un techo de guano. A /rededor de los edificios hay campos donde los estudiantes aprenden a sembrar, injertar, labrar y cuidar los animales del campo (Martínez Assad, 1979).

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La aceptación que tuvo este tipo de enseñanza se puede apreciar mediante hechos como los siguientes: En 1926 se crean 128 escuelas y 14 elementales, atendidas por 198 maestros. Para 1930, Tabasco cuenta con 219 escuelas rurales dirigidas por 235 maestros y una asistencia de 9010 alumnos. Hay 34 escuelas elementales asistidas por 78 maestros y una población escolar de 3435 niños y niñas; 19 escuelas racionalistas atendidas por 66 maestros con 2194 alumnos, y 7 escuelas racionalistas superiores con 34 maestros y 1224 jóvenes de ambos sexos. En la jornada nocturna trabajan 34 escuelas elementales a cargo de 78 profesor:-es con 1045 alumnos; 19 escuelas racionalistas servidas por 65 maestros con 953 estudiantes, y 7 escuelas racionalistas superiores encargadas a 34 docentes que imparten enseñanza a 563 alumnos. Para preparar a la clase trabajadora se organizan centros educativos nocturnos y centros de alfabetización. Como actos de evidente solidaridad con el proletariado mexicano, los universitarios tabasqueños organizan dos Congresos Socialistas Estudiantiles que tienen lugar en el pueblo Alvaro Obregón y en Vil/ahermosa, los años de 1932 y 1933 respectivamente. Los principales puntos solutivos comprenden una lucha inmediata por el mejoramiento económico y cultural de las organizaciones laborales; por elevar los niveles sociales y po/{tico de la mujer; y por la socialización de la agricultura tabasqueña (Martlnez Assad, 1979). Con Garrido Canaba/ se dan algunas variantes en el campo de la educación, tales como establecer formas de castigo para los padres de familia que no llevasen a sus hijos a la escuela; eliminar los castigos corporales de la escuela memorista del porfirismo; e imponer la práctica de los desayunos escolares mucho antes de que pasara al resto del pals ( alimentos y transportes son gratuitos). La escuela en Tabasco se halla estructurada con el fin de preparar al estudiante para su vida cotidiana; por eso le ofrece una educación práctica, cimentada en bases reales. Además, la escuela racionalista de Tabasco, está ligada a un cierto método cooperativo, en el cual las realizaciones de grupo son la preocupación fundamental, por encima del interés individual. El profesorado debe superarse y con ese fin recibe cursos en los cuales se imparten clases de agricultura, pequeñas industrias, sociolog{a y cooperativismo. Un personaje de la época describe la Escuela Plutarco El(as Calles y destaca la importancia que se le concedió a la educación y a los métodos puestos en práctica: "La escuela luda quioscos alrededor con tejas rojas en el techo, con mesa-bancos y material didáctico en las aulas. Al centro aparedan las parcelas, una para cada grupo escolar, destinadas al cultivo de las cooperativas escolares.. . En una parte del terreno escolar se cuidaban las aves, las gallinas, las abejas. Otra ala de la escuela estaba destinada a las prácticas industriales, conservación de frutas, legumbres, a la dulcerla, la curtidurla o la carpinterla". (Mart{nez Assad, 1979).

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r el gobierno de tabasco usufructuará 5 templos. Serán destinados a escuelas públicas. Con motivo de las gestiones que en ese sentido estU\'C haciendo el Sr. Gobernador del Estado compañero, A us cencio C. Cruz, durante su reciente visita a la Capital dr la República, el primer magistrado de la nación acordó ceder al Gobierno de Tabasco, para que los usufructúe, lo templos de Tenosique, Cárdenas, Paraíso, Emiliano Zapata y Huimanguillo. El Sr. Gobernador del Estado destinará estos templo_ para establecimientos públicos de enseñanza, fundand nuevas escuelas. La comunicación dirigida por la Secretaría de Gobernación al compañero Cruz dice: En "respuesta a la atenta carta de usted, fechada en est.. capital 26 de marzo próximo pasado, tengo la honra d(' manifestarle que el C. Presidente de la República tu vo .. bien acordar se conceda a ese gobierno a su merecíd cargo, el usufructo de los siguientes templos: Tenosique Cárdenas, Para{so, Emiliano Zapata y Huimanguillo par_ que los destine al servicio de unas escuelas, lo cual ya Sthace del conocimiento del C. Secretario de Hacienda y Credito Público, a efecto de que formule los decretos respe(tivos. Reitero a usted la seguridad de mi consideración, mr. atento. Sufragio Efectivo. No Reelección México, D.F. a 23 de abrill929. Por acuerdo del C. Subsecretario. El oficial mayor.- Ignacio Garda Tellez.

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La educación en el tiempo garridista pretendía ser antidogmática y desfanatizadora, en cuanto a que debía producir un cambio radical en los conceptos de vida , sobre todo en una sociedad tan atrasada cultural y técnicamente como era la del Estado de Tabasco en los primeros decenios de este siglo sobre todo en la zona rural, tiempo en que también habría que tomar en cuenta el ancestral atraso en las comunicaciones, ocasionado por la gran cantidad de agua que corre por el territorio del Estado, creando pantanos y zonas verdaderamente intramitables. Por ello se preocupó tanto el gobernante por la educación, y su labor en este campo es indiscutible. El escrito que reproducimos enseguida explica la relación entre el Gobierno Federal y el estatal al respecto.

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A través del tiempo, no sólo los edificios importante. de Tabasco y sus templos, resintieron cambios de uso, cor: respecto del empleo original, sino que esta situación se repitió de una u otra manera en todo el territorio nacional L?s edificios religiosos son, con frecuencia, los más sóljdos de sus localidades , cuando no son los únicos de importancia. Infinidad de conventos antiguos fueron C?nvertidos en cuarteles o lugares de re.fugio de los habitantes de las localidades. Según me explicaba el doct or Efraín Castro, en el Estado de Puebla, durant e la Re,·olución, los edificios del siglo XVI de Tepeaca y de Tepeji de la Seda, fueron utilizados como guarniciones y polvorines. El primero de ellos por los conservadores y el segundo por los revolucionarios, siendo que los atrincherado en Tepeaca se mantuvieron en el lugar, los de Tepeji fueron desalojados al estallar el polvorín próximo, con la consiguiente destrucción del edificio religioso. El cambio de uso de edificios antes religiosos y el convertirlos en escuela fue algo más habitual de lo que hoy se piensa, si bien, a' ser más grandes los conjuntos arquitectónicos no se hac1a necesario emplear el templo, porque con el convento era más que suficiente. Esto ocurrió, por citar un ejemplo, er

el convento de Los Santos Reyes de Metztitlán, en Hidalgo, a principios de siglo. En Morelia, la iglesia del que fuera convento jesuita es actualmente una biblioteca. La que fuera Capilla del Palacio Nacional contiene, hoy en día, otra biblioteca, y es conocida la asignación para contener la Biblioteca Nacional de México, que se hizo del edificio de San Agustín de México, donde permaneció el templo como sala de lectura hasta que se pudo hacer el cambio, muy recientemente, al nuevo edificio construido exprofeso en el Centro Cultural Universitario . Pero sigamos documentando las iglesias de Tabasco, para ello transcribimos un artículo del periódico Redención, número 1474, de la Ciudad de Yillahermosa, del 14 de Septiemb re de 1929. Dice así:

está instalándose la poderosa estación radio difusora 24 de septiembre de 1929 Los comisionados 1rabajan activamente para inaugurarla a la mayor brevedad. En un antiguo templo de oscuranlismo f uncionará la radio con fines culturales. Los trabajos en la Escuela Ferrer Guardia. Ayer por la tarde al 1ener conocimiento que los comisionados para la inswlación de la Estación Radio-difusora que acaba de adquirir el Gobierno del Estado estaban ya realizando los primeros trabajos, nos dirigimos al Hotel Ca/atea en donde se alojan, con el fin de charlar con ellos breves momen1os. una cordial entrevista. Fuim os recibidos cortesmente por el señor Mayor Ismael A vi/a y por el Capitán primero, Ingeniero Guillermo Garza Ramos, quienes al conocer el objeto de nues1ra visita nos hablaron ampliamente acerca de la comisión que vienen desempeñando y con gran entusiasmo de la instalación de la radio-difusora porque según manifestaron, representa ello para Tabasco una considerable mejora que debe tomarse muy en cuenta. Nuestros entrevistados muy amablemente se explayaron sobre la radio y las comunicaciones por ese medio y aún llegaron a ofrecernos breves charlas con el fin de orientar a los aficionados, en el lenguaje más sencillo posible, en todo aquello que se refiere a esa notable conquista del género humano.

para que servirá la radio difusora. El Gobierno del Estado en su afán de llegar por todos los medios posible" a las verdaderas reinvindicaciones de nuestras clases humildes no escafimó sacrificio alguno para adquirir la estación transmisora que está instalándose, con el fin de desarrollar un amplio programa educacional y cultural. Para ese fin se organizarán programas culturales, consistentes en conciertos, conferencias sobre los principales temas, incluyendo una intensa campaña antialcohólica y desfanatizadora para combatir los dos grandes enemigos de nuestras clases humildes. Se transmitirán igualmente las cotizaciones, estado del tiempo y las noticias de más sensación.

receptoras en las ciudades, pueblos y rancherías. Para que los resultados de este programa que se tienen la intensión de desarrollar, sean del todo efectivos, no sólo las escuelas serán dotadas de aparatos receptores, sino también se procurará que estos existan en todos los pueblos y rancherías del Estado, facilitando su adquisición o haciendo donativos de ellos. Los aparatos receptores de las escuelas y en las cabeceras de los municipios serán instalados por cuenta del Gobierno Loco! a la mayor brevedad oosible.

cuando quedará totalmente instalada. A preguntas nuestras dijeron los entrevistados que la estación radio difusora quedará totalmente instalada en el corto plazo de diez días, pudiéndose hacer la inauguración oficial, si así se desea, en ese tiempo. Manifestaron igualmente que la capacidad de la radio que se instalará hará que pueda ser escuchada con toda claridad hasta en el último rincón de nuestro Estado, en toda la República y párte de los Estados Unidos, sobre todo en la frontera sur de aquel pa(s. Naturalmente que se refieren a las Transmisiones que sean hechas con buen tiempo pues reinando malas condiciones atmosféricas, como sucede con las que hacen estaciones mucho más poderosas.

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en la ferrer guardia. En la que fuera catedral católica, centro de obscurantismo y de vergüenzas, está instalándose la estación radio-difusora, motivo de esta información, complementando de un modo tan adélantado, el programa educacional que viene desarrollándose en la hoy Escuela Racionalista "Francisco Ferrer Guardia,. En ese amplio local están colocándose los aparatos de modo que permitan la adaptación de una magmfica sala de conciertos en donde tendrán lugar las audiciones musicales, se dictarán las conferencias y se pronunciarán los discursos.

los programas. Por nuestra parte ofrecemos a nuestros lectores publicar oportunamente el programa que se formule para la inauguración dando a conocer sus números. Daremos cuenta detallada de ese importante y trascendental acto y en los sucesivo informaremos de lns programas periódicos que se confeccionen y de los aparatos receptores que vayan instalándose sucesivamente. Enseguida ofrecemos un estracto·de la entrevista realizada en 1987 por la investigadora Subirats a l licenciado Jesús Ezequiel de Dios, exalumno de "escuela racionalista" a l recordar aquellos hechos de su infancia: " ... en mi infancia empezaba a ir a una escuela de esas de asientito, que en verdad eran escuelas de barrio. Cada niño llevaba, pues, un asientito chiquito, su pizarra, su cuaderno, para hacer los primeros ejercicios,que consistían en el famoso bastoncito, el ganchito, o sea los rudimentos pedagógicos del Méwdo Rébsamen ... " las "escuelas de asientito" eran muchas pero al aire libre, bajo la fronda de algún árbol, o sea que no tenían edificios propios. Llegó

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después el cambio político y les avisaron que cambiarían de escuela" ... y teníamos que trasladarnos a Jo que llaman muy curiosamente mis paisanos, a la catedral, iglesia principal de Cunduacán ... " después explica el entrevistado que hubo gran revuelo porque mucha gente no quería que los niños fuesen a la iglesia a tomar clases, pero como las circunstancias no permitían otra posibilidad" ... el grueso de la chamacada nos quedamos en la iglesia. El maestro Taracena se encargó de distribuir el salón y al rato ya estábamos jugando salva, partido y pijije ... La iglesia la vimos como nuestra escuela, perdió para nosotros el sentido mágico de que allí íbamos a adorar a Dios. Independientemente de haber perdido el sentido mágico, misterioso. imponente de la iglesia catedral de Cunduacán, a los ojo y sensibilidad de la infancia, que éramos nosotros, entendimos esa hondura qu e tiene la escuela racionalista" . El cambio de uso de los edificios es algo a lo que esta acostumbrado el restaurador de monumentos y sitios históricos. Si bien es cierto que cuando se proyecta un edificio nuevo se debe asegurar el uso al cual está destinado. sin el cual la arquitectura no lo sería, a poco que reparemos a nuestro alrededor encontraremos que el destino de numerosos inmuebles nada tiene que ver con el origina: que le dió al ver. ¿Qué queda, por ejemplo, de los templos griegos o de las ciudades prehispánicas? Queda la forma que es también parte de la arquitectura, pero el uso que nosotros les damos ya no es aquel para el que fueron edificados. Son 'muchísimos los edificios notables levantados para habitaciones fastuosas que hoy encontramo• convertidos en instituciones públicas o privadas, no terminaríamos nunca de enumerarlos porque las sociedadeurham , XXVII , 2, may 1947: 375-383, vid. Tovar, México barroco, op. cit., 331. 40 Manuel Romero de Terreros, «La carta de examen de Lorenzo Rodríguez», Anales de/Instituto de Investigaciones Estéticas, México, 111, 15, 1947: 105-108. 41 Cfr. Reconocimiento hecho por los maestros de arquitectura Miguel Espinoza de los Monteros, lldefonso de lniesta Bejarano y Lorenzo Rodríguez, 1748. Archivo Cervantes, México D.F. 42 Enrique Marco Dorta, «El proyecto de lniesta para el Sagrario de Méjico», Arte en América y Filipinas, Sevilla, 1-2, 1936: 101-103. 43 Francisco de la Maza, Los templos de San Felipe Neri de la Ciudad de México, México, Editorial Libros de México, 1970: 61-63 (Efraín Castro Morales ha realizado una investigación, aún inédita, sobre San Felipe Neri, en la cual ha reunido diversos documentos sobre lniesta, autor de esta obra); Nuria Salazar, «Nuevos datos sobre la historia artística del templo de la Santísima Trinidad de la ciudad de México», Nuevo Museo Mexicano, México, 1, 1, 1985: 71 -108; Francisco de la Maza, «Las portadas estípites de la antigua Universidad», Estudios de Historia Novohispana, I, 1, 1966:9-12. La reedificación de la Santa Veracruz, México D.F., fue comenzada por Lorenzo Rodríguez, pero fue continuada por lniesta Bejarano; la portada principal, las torres y la portada lateral datan de 1776, es decir fecha dos años posterior a la muerte de Lorenzon Rodríguez. R. P. Armando Euiz, párroco de ese templo prepara un trabajo sobre su historia artística. En cuanto a la portada y la torre de Tepotzotlán, las atribuí a lniesta desde 1981, vid. México Barroco, op. cit., 169, y Emilio Gómez Piño!, «Las artes plásticas», Historia general de España y América, Madrid, RIALP, 1983: XI-I, 373-376, vid. Guillermo Tovar de Teresa, «¿Quién fue el creador de Tepotzotlán?», La Jornada Semanal, México, 206, 28 de agosto de 1988: 1, 4-5. 44 Cfr. Certificación otorgada por Francisco Guerrero y Torres a instancia de Cristóbal Nápoles sobre que se le conceda licencia para dirigir · la construcción de las bóvedas de una iglesia en el pueblo de Tenancingo.

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fuera del Sagrario no hizo ninguna otra obra hasta ahora conocida en la cual sea sobresaliente el uso del estípite. Sabemos que Rodríguez hizo un diseño «primoroso» para la Universidad que era muy costoso -en 1758- y por ello se prefirió uno más barato, propuesto por Iniesta Rejarano. Ignoramos todavía lo relativo a las portadas del Sagrario, las cuales pudieron ser diseñadas por Isidoro Vicente de Balbás aunque construidas por Rodríguez. Si el gaditano es el autor único de estas soberbias creaciones del barroco estípite merece un lugar aliado de Iniesta, autor de la obra maestra que es el exterior de Tepotzotlán, con su portada y su torre, culminación de ese estilo en Nueva España y expresión óptima de cómo las formas se adoptan y adaptaban al gusto criollo en esos años del siglo XVIII (figuras 3-4). Los diseños de estilo mudéjar que adornan el exterior del templo de Tepotzotlán, que aparecen en los pretiles de los muros de la nave de la iglesia, también deben ser obra de Iniesta Bejarano, quien en la ciudad de México realizó la casa del mayorazgo de Nava, conocida como la casa de las «ajaracas», y que no es otra que aquélla que habitó por muchos años el arquitecto Guillermo de Heredia, a fines del siglo XIX, y que se encuentra en la esquina de las antiguas calles de Escalerillas y el Relox, hoy de Guatemala y Argentina, frente al templo mayor. 45 La tradición hispanomusulmana formaba parte del contexto cultural y técnico de los arquitectos novohispanos y prueba de ello son estas obras de Iniesta Bejarano. La portada de Te40

potzotlán ha sido analizada a la luz de la tradición hispanomusulmana, destacando el diseño escantillón, en base a líneas diagonales paralelizadas siguiendo el método de los invariantes castizos propuestos por Chueca Goitia. 46 La proposición es interesante, pero no porque Lorenzo Rodríguez, gaditano radicado luego en Granada, sea su autor, pues comprobado está que no lo fue, sino tal vez por el interés que Iniesta muestra en lo mudéjar, que lo llevaría a concebir esta fachada-tapiz, de acuerdo a esa tradición. Ildefonso de lniesta, sólo con esta obra, queda consagrado como una figura tutelar del barroco estípite novohispano. La fachada de Tepotzotlán parece un tapiz arquitectónico que organiza a los santos en sitios específicos para celebrar una fiesta al niño salvador, al mártir y a la virgen, madre del infante redentor que emprende el vuelo. La fachada se eleva, como si estallaran las diagonales en ambos sentidos y empujaran en un ánimo de verticalidad a todo el conjunto. El remate recorta al cielo, como si el diseño. dibujara al espacio, al azul que le sirve de fondo a este edificio maravilloso. Esta obra feliz, llena de contento, es la obra maestra del estípite en su versión criolla que ha sabido llevar a ese elemento por el derrotero de la n9vedad y de la gracia. La iglesia de San Francisco Xavier de Tepotzotlán no se incorpora a la moda del estípite en lo exterior sin antes transformar su interior en la impresionante gruta dorada que hoy poQ.emos admirar. Se inscribió en el barroco estípite a partir de 1753 cuando Miguel Cabrera e Higinio de Chávez contrataron los tres retablos del presbiterio, el principal y los dos laterales (figs. 4-6). El antecedente de esta actitud de los jesuitas se encuentra en San Ildefonso, cuyas portadas de 1739-40 fueron adornadas del nuevo soporte por alguno de los arquitectos del grupo de los Durán o quizá por el padre Cristóbal de Escobar y Llamas, activo constructor relacionado con Miguel Custodio Durán en la obra del colegio de San Andrés de los jesuitas en la calle de Tacuba de la ciudad de México, en 1744, o sea, unos años después de la obra del colegio.48 La capilla tuvo retablos de estípites, obra de Felipe de Ureña, quien además hizo trabajos de carpintería como lo son las mag- . níficas puertas de madera que ostentan las portadas del colegio, la capilla y el «generalito».49 ¿A caso Ureña dibujó los estípites de San Ildefonso? Luego, en 1749, con-

Año 1791. Este documento se conserva en el Archivo de la Antigua Academia de San Carlos, en la ciudad de México, y debo la confirmación de mi hipótesis de atribuirle la obra de Tepotzotlán a Iniesta al histo.riador Ignacio González Polo, generoso investigador que prepara una aportación capital sobre la figura del genial arquitecto novohispano Francisco de Guerrero y Torres. 45 Noticia proporcionada por el investigador Gabriel Loera. 46 John F. Motiff, «Tepotzotlán: ¿El islam latente en América?: observaciones en torno a la portada esculpi:ia hispánica», en Anales del Instituto de In vestigaciones Estéticas, México, XV, 57: 101-112. 47 Guillermo Tovar de Teresa, Noticias sobre el retablo mayor de Tepotzotlán, México, Antigua librería Robredo, 1985, Passim. 48 AGNo de M: Felipe Muñoz de Castro, 1-XIl-1744, fol. 486. 49 AGNo de M: Ignacio Xaraba, 7-I-I739, fol. s/n.

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trataron a José Joaquín de Sállagos y a Higinio de Chávez para realizar el retablo de San Francisco Xavier de Puebla. El fiador fue el pintor Miguel Cabrera. Este retablo debió ser el antecedente directo de los de Tepotzotlán. Fue convertido en leña. El impacto que causó en Puebla fue enorme, según Veytia, quien lo consideraba el mejor y más «moderno» de esa ciudad en el siglo XVIII, años antes del neoclásico. so En Tepotzotlán, Cabrera fue un contratista, un empresario, un director artístico que se valió quizá de Chávez y acaso de Sállago para realizar esta obra (figura 6). El .prestigio de este último se refleja cuando como condición del concierto señala que el sagrario del retablo de Tepotzotlán sería según modelo y forma que aquel de Vizcaínas, adornado de los siete príncipes. El retablo de Vizcaínas fue obra de Sállago, realizada el año anterior al contrato de Tepotzotlán. 51 Cabrera había trabajado mucho con los jesuitas; hizo las pinturas de la antigua capilla de Loreto, próxima a San Gregorio en la ciudad de México; pintó series de la vida de San Ignacio para la Profesa, y, más tarde, obras para la Compañía de Guanajuato, la cual sería concluida por Ureña, quien diseñó y ejecutó las portadas de piedra y los retablos en los primeros años de la década de los sesenta del siglo XVIII. 52 En el contrato del retablo mayor de Tepotzotlán se dice que éste será según modo y traza del retablo mayor de la parroquia de Santa Catarina Mártir de la capital, el cual dicho retablo fue obra de Felipe de Ureña (1737), quien lo copió a su vez del colateral mayor de la capilla del Tercer Orden · de San Francisco, ejecutado por Balbás en 1730-1732. 53 El modelo remoto del retablo de Tepotzotlán sería uno de Balbás, aunque a través de otro de Felipe de Ureña. Es interesante el proceso de difusión de las formas y los esquemas compositivos. Afortunado sería el de Balbás, a juzgar por el número de veces que es citado como modelo en otros contratos. Hoy día es imposible hacer un análisis comparativo, los retablos que sirvieron de antecedente al de Tepotzotlán, obras de Balbás y Ureña, también fueron convertidos en leña. Por un milagro se salvó el conjunto de Tepotzotlán. Los demás retablos de la nave deben haber sido realizados por el círculo Sállagos-ChávezCabrera, que dominaba la'escena en la capital, pues Balbás había muerto y Ureña se había retirado de la ciudad de México para siempre, ambos sucesos ocurridos en 1748, e Isidoro Vicente se había marchado a Taxco "en 1752.54 Sin estos competidores tan importantes, el círculo de los autores de los retablos de Tepotzotlán pudo lograr una demanda importante y, aunq1;1e atentos a los modelos y formas de los mencionados maestros ausentes, pudieron lograr obras tan magistrales como el conjunto de la iglesia del colegio jesuita. Chávez en 1761 hizo los colaterales de la iglesia de la Concepción, que tampoco existen. ss Sállagos fue autor de los retablos de Vizcaínas, realizados en dos períodos, uno en los cincuenta y otro en los ochenta; San Fernando, cuyo retablo principal contrató en 1756; la Tercera Orden de· San Agustín de 1752; los colaterales del Colegio de Niñas, el retablo de la Encarnación (1779) y otros colaterales para la capilla del Rosario en Santo Domingo de México. Tuvo tratos con Isidoro Vicente de Balbás y con

Francisco Antonio de Anaya, de quien fue fiador en la obra del arco triunfal que se hizo en la jura de Carlos III en 1760.56 De esto nada queda, salvo Vizcaínas, que no ofrece una especial relación con los retablos de Tepotzotlán. El antiguo de San Joaquín de Tacuba, hoy en SanCosme, pudiera ser obra de Chávez, y tal vez el de San Lorenzo Río Tenco, de asunto Guadalupano, se halle asociado a Cabrera como retablista en Tepotzotlán. Cabrera pudo ,aprender de Isidoro Vicente, en Taxco, el diseño de retablos, o quizá antes con Francisco Martínez, pintor de ima.ginería y ensamblador, pero sobre todo gran dorador que ganó los concursos·de las grandes obras de don Jerónimo Balbás en la catedral. s7 No son únicos estos casos en que los pintores son diseñadores de arquitectura de retablos :·en el siglo XVIII; recordemos que José de Alzíbar hizo el retablo de San Juan de Dios y Manuel Carcartio el de la Santísima en 1779.ss Es de extrañar que siendo obra de Cabrera estos retablos no ostente pinturas suyas; sin embargo, las bóvedas fueron decoradas por el pintor oaxaqueño. Las pinturas del sotocoro y la sacristía son de su pincel, así como la Guadalupana del colateral del crucero del evangelio que se ha~ lla bajo esa advocación. El conjunto es de primera magnitud y su historia artística es muy brillante, pues han desfilado en ella algunas de las más importantes figuras del arte novohispano en los años del barroco. Su realización es tin eco de las formas criollas del siglo xvm capitalino en el antiguo virreinato de México.•

so Sobre Higinio de Chávez y Sállagos, vid. nota 47. Guillermo Tovar, Noticias sobre el retablo mayor de Tepotzotlán, op. cit., 45-47. 52 Los documentos relativos a Ureña en la Compañía de Guanajuato son tan explícitos como una carta en la cual describe el arquitecto el proceso constructivo de la portada. Serán publicados en mi trabajo sobre el barroco estípite. Los retablos se hallan descritos en Breve Rasgo de la Grandeza Guanajuateña; Apud. Tovar, Bibliograjfa, Tercera parte, en preparación. • S3 Guillermo Tovar de Teresa, «El retablo mayor de Santa Catarina Mártir», en Arquitecto, México, 27, 1983: 76-83 y en Cuadernos de Arre Colonial, Madri!1, 2 de mayo de 1987: 77-83. • s4 Guillermo Tovar de Teresa, «La muerte de don Jerónimo de Balbás», Boletín de monumentos históricos, México, 4, 1980: 23-30. La partida de Ureña de la ciudad de México puede ser comprobada por una s;arta· poder expedida ese año a favor de Luis de Guzmán. Noticia proporcionada por Gabriel Loera, AGNo de M: 27-X-1748, fol. s/ n. Loera publicará lo relativo a la partida de Isidoro Vicente de Balbás a Taxco, vid. Guillermo Tovar, Noticias sobre el retablo de Tepotzotlán, op. cit., 29. ss Vid. supra, nota 52. 56 Vid. supra, nota 56. Sobre Sállagos incluiré un texto en un tra. bajo sobre el barroco estípite, próximo a publicarse. 51 Martínez hizo dos retablos en Regina Coeli, ciudad de México: en 1738 ejecutó el de Nuestra Señora de la Fuente, que aún existe y que echa abajo las especulaciones en torno al «anastilismo», pues su fecha revela :que este fenómeno se produce en fechas tempranas para la presencia del .estípite en México, cfr. AGNo de M: protocolo de Francisco Dionisio . Rodríguez, 14-IX-1738, fol. 773v. Sobre el retablo principal de Regina :contratado en 1754, cfr. Tovar, Bibliografía... , op. cit. Segunda parte: . 314-317. 58 Gabriel Loera, «El pintor José de AIZibar. Algunas noticias documentales», en Boletín de monumentos históricos, México, 6, 1981: 5964. Vid. Nuria Salazar. Nuevos datos... op. cit., 104-.105. SI

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dibujos rafael álvarez garcía ciudad de méxico 16 de octubre de 1912 - 10 de diciembre de 1984 juan b. artigas

Sirvan estas páginas para recordar al maestro Rafael Alvarez García, quien impartió la cátedra de Dibujo del Natural en los diferentes cursos de nuestra entonces Escuela Nacional de. Arquitectura. Todavía en San Carlos y mucho antes de que existiera el Museo Nacional de Antropología e Historia de Chapultepec, nos llevaba a dibujar al antiguo museo de la calle de Moneda. En las salas de arqueología prehispánica dejaba que cada uno eligiera y dibujase el tema que más le llamase la atención: Recién ingresados a la universidad, entre aquel mundo de penumbras, formas, texturas y colores, de cerámica policroma, de códices brillantes y de enormes esculturas en las que mandaba la desnudez de la piedra. Después, en la Ciudad Universitaria, copiábamos los edificios de aquella arquitectura de último momento. Dedicó su vida a las clases de dibujo y claro está que a los alumnos, por quienes estudiaba constantemente para transmitir mejor el dominio de las técnicas de representación, luces y puntos de fuga. Entre sus preferencias estaban la acuarela y el dibujo al pastel, con los cuales desarrolló la mayor parte de su obra pictórica. Había cursado de manera brillante los estudios de la carrera de arquitecto y después de construir varias casas y efectuar diversos proyectos de decoración, decidió que su interés estaba en la docencia. Gran apasionado de la arquitectura de México, particularmente de la prehispánica, durante los últimos afios de su vida continuó las visitas a los centros ceremoniales mesoamericanos y a las

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poblaciones tradicionales del país; e.ntre otras instituciones distinguió con su presencia y con su conocimiento al Curso Vivo de Arte de la Coordinación de Extensión Universitaria de la UNAM. Era gran conocedor de la arquitectura europea y de lugares lejanos como la India, donde acudía

con frecuencia, siempre dispuesto a quedar admirado frente a la obra de. arte, acompafiado por su hermana, la sefiorita Rosa Alvarez García. Hoy seleccionamos siete de sus dibujos que nos comunican el afecto def maestro por sus estudiantes y por su labor docente, así como su dominio

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del lápiz, de la sanguina y del plumón. Destacan entre ellos un autoretrato en plumón y un grupo de estudiantes aprendiendo a representar plantas y árboles, elaborado con sanguina, cueva familiar, antes y ahora, para todo alumno de la universidad.

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cerámica ornan1ental asociada a arquitectura religiosa en temoac, morelos patricia fournier g. eduardo silva t.

Antecedentes. En la parte oriental del estado de Morelos se encuentra la Iglesia del Señor de la Columna en Teomac, la cual es un ejemplo notable de la arquitectura mexcana debio a sus elementos ornamentales poco usuales. Situada en una importante región de conventos agustinos y dominicos del siglo XVI y localizada aproximadamente a 2 km de Zacualpan de Amilpas, en donde existe un convento de ese siglo, a primera instancia nos hace pensar que se trata de una edificación coincidente en época, con modificaciones posteriores, debido a sus características estructurales. Sin embargo , el análisis de sus elementos arquitectónicos y ornamentales nos remite a una fecha muy posterior, es decir, al eclético siglo XIX. Los primeros datos a considerar en relación a esta iglesia son su entorno geográfico e histórico, para así poder entender su erección en una zona que aparentemente es pobre y mal comunicada para los estándares modernos. El clima húmedo y semicálido de la región, aunado a las características de los suelos de orígen -volcánico, posibilitan una gran variedad de cultivos y un alto rendimiento agrícola, de tal manera que la zona ha sido favorable para el establecimiento de asentamientos desde la época prehispánica. Para el caso particular de Temoac, hay evidencias arqueológicas del Preclásico, de tradición olmeca, en tanto que es muy probable que durante el Clásico la ocupación del lugar haya tenido afiliaciones con la tradición teotihuacana, tal como sucede con el cercano sitio de Las Pilas. Por otra parte, cerca de la iglesia de San Martín Obispo en Temoac, la cerámica que se observa en superficie data del Postclásico Tardío, tratándose de cerámica roja pulida local, con decoración en negro logrado con polvo de grafito, por Jo cual es brillante. Este tipo de cerámica, cuyas formas características son cajetes de paredes semiesféricas y jarras con vertedera, se distribuye desde la región de Izúcar de Matamoros por todo el Valle de Cuautla (re1

Agradecemos a las siguientes personas su colaboración, sin la cual no habría sido posible realizar esta investigación: Señor Mayordomo Felix de León y autoridades eclesásticas de la iglesia del Señor de la Columna de Teomac (1984); Señor Mayordomo Ecliserio Truj illo (19830). Padre Blás Casado Gómez, Hermao Gonzalo Rojas y compañeros de la comunidad de Misioneros del Sagrado Corazón de la parroquia de Zaculpan de Amilpas .

gión conocida como Tlalnahuca) hasta el área de Chalco, y cronológicamente es contemporánea con la cerámica Azteca III (Arena, Raúl comunicación personal). Como parte de la expansión militarista de grupos nahuas procedentes del Valle de México, entre otros sitios localizados en las faldas occidentales del Popocatepetl, Teomac formó parte de la provincia chalmeca del distrito tributario de Xochimilco (Martínez Marín 1968: 22-23). Durante la colonia, esta zona quedó incluida en el marquesado del Valle de Oaxaca otorgado a Cortés en 1529. En dicho año la parroquia de Zacualpan de Amilpas estaba formada por Tlacotepec, Huazulco, Teomac y Popotlán, esta última visia sejeta a Temoac, población que contaba con el mayor número de habitantes entre las mencionadas (AguiJar, Pellón y Vigil 1978: 11). En 1824 esta parroquia seguía incluyendo los mismos poblados (!bid: 11). Por otra parte, se sabe que en el siglo XVII Francisco Solis, oriundo de Valdepusa, España (Ene. de México, tomo IX: 212) fue encomendero de Temoac, época en que los indios se sustentaban y pagaban tributo, además de real servicio, con sementeras de maiz, frijol y otras legumbres (Documento de 1618 citado por Martínez Marín 1%8: 132). Desafortunadamente hasta el momento no hemos localizado información documental del siglo XVIII que proporcione más datos sobre Temoac, salvo los referentes a matrimonios, nacimientos, bautizos y defunciones, documentos que se encuentran depositados en el archivo parroquial de Zacualapan de A milpas . En estos registros se encuentra asentada info rmación del siglo pasado. En estos registros se encuentra asentada información del siglo XVI al XX y es interesante hacer notar que inclusive hasta el primer cuarto del siglo XVII algunos de los datos aparecen en nahuatl. En Temoac existen dos iglesias de la época del verrinato, cuya construcción probablemente se inició en el siglo XVI, con modificaciones y agregados posteriores. Dichos

Prof. Raúl Arana, investigador de la Dirección de Monumentos ?rehispánicos del I.N.A.H . Mauricio Mergold, fotógrafo de la Dirección de Monumentos Prehispánicos del l. N.A.H. DR. José Ramirez Mendoza, Act. Maria de Lourdes Fournier, U.A. M. Xochimilco.

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templos cuentan con caracteristicas de ese temprano momento arquitectónico, es decir reminiscencias góticas. Este es el caso claramente visible en la actual sacristía de la iglesia de San José, que presenta una celosía calada de tracería ubicada sobre la puerta de acceso de la que probablemente fue la capilla original del siglo XVI, además de que en el ángulo noroeste exterior se utilizó en la construcción una cabeza antropomorfa de clara manufactura prehispánica, esculpida en piedra.

Arquitectura. Por lo demás, la iglesia del Señor de la Columna se encuentra localizada en una situación topográfica prominentemente, por lo que localmente se le conoce como la " Iglesia del Cerrito". Se trata de una construcción del siglo XIX, aunque existe una capilla anterior, actualmente ep. desuso, adosada al costado occidental del templo. Los muros de la iglesia probablemente pudieron comenzarse en los ultimos años del siglo XVIII, pero el estilo, electico, es del primer tercio del siglo XIX, lo cual se comprueba en la placa de dedicación ubicada en la portada y ejecutada sobre azulejos, cuya inscripción reza lo siguiente:

Seacabo esta Obra en el año de 1821. Siendo Rexidor Antonio Sedeño: denuestro Padre el Señor de la Columna.

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Esto mismo se reafirma con los óleos pintados sobre tela·, claramente de manufactura y estilo popular, los cuales son de grandes dimensiones y sustituyen dentro de la iglesia a retablos y altares. En estas pinruras se relata la vida pública y Pasión de Jesucristo y están firmadas y fechadas en 1834, con la siguiente leyenda en uno de los o leos:

Se acabo dicha obra por D(o)n. fec(i)t Tenorio 1834 Serilo lose estando de Regidor a(c)tual (rúbrica) En cuanto a la arquitectura, el templo tiene planta de cruz latina con una sola nave, está techado con bóvedas de cañón corrido y cuenta con dos torres a los lados de la fachada, además de una cúpula en el crucero. Asimismo consta de un atrio de reducidas dimenciones, bardeado mediante muros de mampostería con arcos invertidos y macetones, que sustituyen a los cradicionales florones (fig. 1). Otros elementos que integran el conjunto son la sacristía ubicada en el testero y un horno en desuso adosado al muro externo occidental. Además, existe un pozo situado en el atrio (fig. 2) cubieno por una construcción neoclásica cuya portada tiene un acceso cuadrangular, paramento liso enmarcado por dos pilasuas con fustes estriados rector sin capitel, que rematan en dos elementos cónicos, cóncavos y simétricos, con decoración fitomorfa que nos recuerdan a los braceros prehispánicos. La corni-

sa de esta construcción está conformada por una moldura hori-zontal con arcos invertidos y el remate es un frontón con molduras dentadas desde cuyo ápice arrancan dos roleos que sostienen una cruz sobre bola. La fachada del templo, de mampostería y aplanada, está compuesta por dos cuerpos y un remate (fig. 3). El primer cuerpos está integrado por el acceso, con arco de medio punto, flanqueado a ambos lados por cuatro pilastras de basa cuadrangular, fustes lisos y capiteles de hojas de extrema sencillez con reminiscencia de los corintos. Cada pilastra se encuentra adosada a un espacio liso, ligeramente separado del muro, por donde se continúan los elementos horizontales de la pilastra, dando mayor juego de volúmenes a este cuerpo; preceden al cornisamiento dos prolongaciones cúbicas más, por arriba de las volutas del capitel. Las pilastras contiguas al acceso se prolongan al segundo cuerpo mediante la repetición de volúmenes semejantes a los del cuerpo inferior, enmarcando un vano rectangular que correponde a la ventana del coro, cubierto por una reja de hierro forjado; arriba de este vano, en azulejo, existe una interesante representación popular de la luna en posición horizontal, lo cual es poco usual, ejecutada en azulejo. Por otro lado, las pilastras más alejadas del acceso también se prolongan en el segundo cuerpo por medio de un sencillo fuste cilíndrico sin decoración, con un remate cónico de donde sale una molduración horizontal que se extiende a lo largo de todo el paramento de la fachada. Por último, arriba de los capiteles de las pilastras que flanquean el vano del segundo cuerpo, hay

una prolongación a cornisamiento por medio de una sección cilíndrica que termina en una molduración horizontal, marcando la división exacta con el remate, a manera de espadaña; este elemento está flanqueado en su parte inferior por dos roleos, en tanto que el cerramiento es bilobulado y culmina en una porción mixtilínea, la cual porta la representación popular del sol, que al igual que la de la luna está ejecutada sobre azulejos. Cabe mencionar que algunos autores han considerado que los temas del sol y la luna son símbolos relacionados con la naturaleza divina y humana de Cristo (Rey V. 1960: 64), lo cual concuerda con el hecho de que esta iglesia esté dedicada al Señor de la Columna. Cada torre (fig. 4) se compone de dos cuerpos y linternilla, con cuatro ventanas de medio punto tanto en la sección alto como en la baja. La di visón entre cada cubo está delimitada por múltiples molduras lisas y dentadas paralelas a distintos niveles. El primer cubo presenta dos fustes lisos de estipes en cada una de las esquinas, uno sobre otor, y los capitales de los fustes superiores son la prolongación y escalonada ascendente de las molduras horizontales de división entre cubos. El segundo cuerpo de las torres presenta, también en las esquinas, fustes lisos pero l. Iglesia del Señor de la Columna en Temoac, Morelos. Costado occidental apreciándose la barda atrial. 2. Fachada del pozo localizado en el atrio. 3. Portada de la Iglesia del Señor de la Columna. 4. Torre occidental, apreciándose la ornamentación lograda con platos en el casquete, linternilla y remate.

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en este caso rectangulares, los cuales dan· 'cabida en cada torre a cuatro representaciones de ángeles, probablemente esculpidos en piedra; asimismo, arriba de los arcos de este cubo aparecen relieves de querubines. Como remate de cada torre hay una linternilla, sección que está compuesta por casquete semiesférico a cuatro gajos, orientados hacia los cuatro puntos cardinales y divididos por roleos ascendentes que se inician con los remates de los cuerpos de la torre, especies de pináculos en forma de flores. La linternilla es octogonal y las caras relacionadas con los puntos cardinales son senciblemente más anchas que las correpondientes a las esquinas; por otra parte, la cúpula de la linternilla tiene forma de prisma octogonal achatado, en tanto que hay como remate unas sencillas cruces sobre bolas, estos dos últimos elementos en concreto. En cuanto a la cúpula del templo (fig. 5), está compuesta por un tambor octogonal con una ventana en cada lado y sobre esto, el casquete semiesférico, notándose ligeramente la división de cada gajo; el remate es similar al de las torres y está compuesto por Unternilla octogonal y remate piramidal, sobre el que se apoya una cruz, pero en este caso de hierro.

Cerámica ornamental en el templo del Señor de la Columna. Como se indicó al inicio del presente estudio, la caracteristica not-able del templo del Señor de la Columna es su ornamentación asociada, ya que es uno de los rarísimos ejemplos de la arquitectura mexicana en donde se mezcla éerámica vidriada, mayólica, de probable manufactura ·p oblana tanto en vasijas como en azulejos, loza fina europea producida en Holanda e Inglaterra, y porcelana posiblemente de Francia, todo esto de la prirn t:ra mitad del siglo XIX. Pasaremos a describir la ubicación de la ornamentación lograda con cerámica, la cual se encuentra, a saber, en:

l. Cerámica vidriada. A manera de macetones, en la barda atrial hay jarras de cuello cilíndrico lato con dos asas verticales (fig. 6. Actualmente estas vasijas están pintadas en rojo, no obstante se trata de cerámica vidriada. En total hay 21 vasijas y la gran mayoría se conservan en buen estado, salvo algunos casos en que están rotas las asas.

Vasijas. Sobre los elementos bicómicos concavos que flanquean el frontón de~ pozo, hay como remate en cada uno de ellos un jarro policromo, con asas verticales de las cuales sólo quedan las huellas sobre el cuerpo de las vasijas. Los casquetes de las torres están ornamentados con platos de borde semievetido oblicuo, con terminación recta u ondulada, de paredes semiesféricas como segunda clase de forma, ambas características en las vajillas de mayólica durante el siglo XIX (fig. 7). En total hay 48 platos.

3. Cerámica europea. 2. Mayólica. Azulejos. Tal como en el convento de la Concepción en Zacaluapan de Amilpas, las cruces de los parametros en la barda astrial estuvieron decorados con azulejos lisos con esmalte marrón negruzco. Actualmente sólo quedan como evidencia los huecos que se encuentran pintados de rojo. La fachada del templo (fig 3), el tambor de la cúpula del crucero, tanto en su parte interna como externa, al igual que la línternilla (fig. 5), presentan ornamentación lograda con azule]os. Estos no invaden ni la fachada ni la cúpula, sino que subrayan los elementos arquitectónicos; de esta manera, se logra un contraste entre el brillante colorido de los azulejos y el juego de volúmenes arqutectónicos. 52

Hay loza importada de Europa corno parte de la decoración de los casquetes, las linternillas y los remates de las torres. En lo referente a la loza fma, pueden identificarse dos formas principales de platos, es decir, con borde semievertido oblicuo de terminación recta (fig. 8). Hay dos ejemplares que presentan formas diferentes, uno de ellos corresponde a porcelana y se trata de un plato de paredes semiesféricas y el otro es en loza fina de paredes facetadas, ambos con concavidad central en el fondo. En total hay 53 platos de cerámica europea. Por lo que se refiere a los azulejos, pueden clasiticarse en tres grupos, según el colorido y los motivos decorativos. a) Monocromo, en azul grisáceo.

5. 6. 7. 8.

Cúpula en el crucero del templo. Esquina interior sureste de la barda atrial. Formas características de la mayólica mexicana en el siglo XIX. Formas típicas de la loza fina europea en el siglo XIX.

53

9c

9. Diseños en azulejos. a Fitomorfo, monocromos y bicromos. b Fitomorfo, policromo. e Estilo borroneado o plumeado, monocromo. 10. Diseños sobre mayólica. a Bandeado, monocromo. b Bandas con puntos y linea ondulada, monocromo. c-g Guirnalda, policromo. h Ramillete y motivo fitomorfo, bicromo. i Panel fitomorfo chinesco, monocromo, j Plumeado fitomorfo, monocromo.

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b) Bicromos, con la decoración azul grisáceo y amarillo sobre blanco. El diseño consiste de una flor estilizada al centro, flores naturalistas similares a claveles en las esquinas, y motivos geométricos triangulares uno en cada lado del azulejo, en la parte media, partiendo de la orilla. Este mismo diseño aparece también en azul fuerte sobre blanco (fig. 9a). e) Policromos, con la decoración sobre blanco lograda al emplear azul grisáceo, que es el tono predominante, amarillo y marrón negruzco, este último color enmarcando el diseñ.o. ESta es la combinación más frecuente, aunque hay cuatro azulejos sobre el arco de entrada al templo en los cuales el color que predomina es amarillo. El diseño es una gran flor de cuatro pétalos, sumamente estilizada (fig. 9b). Como previamente se mencionó, hay dos tableros en la fachada, el primero representando al sol formado por 49 azulejos, y el segundo cuyo motivo es la luna hecho con 25 piezas. Además, hay pequeños tableros con estrellas, dos a los lados de la luna y otro bajo la ventana en la portada, cada uno formado por 4 azulejos. Estos tableros están decorados en amarillo, azul grisáceo y marrón negruzco sobre blanco. en cuanto a la placa de dedicación, está ejecutada en marrón negruzco y verde sobre amarillo y está formada por 2 azulejos. Cabe hacer notar que sobre la clave del arco de acceso hay un azulejo decorado con azul fuerte y delgado sobre blanco (fig. 9c), en estilo borroneado o plumeado (Cervantes 1939: 180-181), que encuanto a motivos decorativos recuerda al tipo conocido como Puebla Azul sobre Blanco, al igual que sucede con el grupo b) arriba mencionado (/bid: 220-221). En términos arqueológicos la ero-

-AZUL

-

ROJO



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-ROJO

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AM ARILLO

-

VERa€

AMARILLO

nologia signada a este tipo abarca de 1700 a 1850 aproximadamente (South 1977: 239), no obstante sobre azulejos este estilo ha sido perpetuado hasta nuestros días aunque con modificaciones (Goggi 1968: 190-195). Asimismo el grupo e) es muy similar en cuanto a diseño a azulejos que probablemente datan también del siglo XVIII, los cuales se encuentran en el antiguo convento de Santa Rosa, en la iglesia de Santo Domingo, ambos en Puebla, y en la parroquia de Tepeyanco, Tlaxcala. Las semejanzas estilísticas señaladas hacen pensar que los azulejos que ornamentan el templo del Señor de la Columna fueron manufacturados en Puebla y, aunque son reminiscentes de motivos dieciochescos, se trata de manifestaciones tardías de las tradiciones de la Angelópolis. Por lo que respecta a la mayólica ornamental de las torres, la cual se caracteriza en cuanto a técnica decorativa por estar pintada a mano, puede clasificarse en grupos de diseño y por colores (fig. 10), aunque diferenciándola según sea blanco o amarillo el fondo que sirve como base a la decoración. En el Cuadro 1 se encuentra la ubicación de las piezas de acuerdo a los atributos mencionados, sin embargo, cabe aclarar cuáles son las combinaciones cromáticas de los diseños. a) Monocromos, representados en azul sobre blanco (fig. lOa), marrón negruzco sobre blanco (fig. IOb) y marrón negruzco sobre amarillo (fig. 10h). b) Bricromos, con la combinación de anaranjado y marrón negruzco sobre blanco. e) Policromos, en anaranjado, verde y marrón negruzco sobre blanco, o bien anaranjado, verde, amarillo y marrón negruzco sobre blanco (fig. 10 c-g).

Los colores y combinaciones mencionados, a excepción qel azul, son diagnósticos de la mayólica de posible manufactura poblana que corresponde al siglo XIX2 (Seiffert 1977: 217-218, 223-224). Es interesante hacer notar que los diseños formados por bandas con puntos y linea ondulada (fig. 10b) probablemente son posteriores a 1820 (!bid: 73), lo cual coincide áonológicamente con la placa de dedicación del tiemplo, ya que 7 de las 48 vasijas en mayólica que existen en las torres tienen estos motivos decorativos. A pesar de que el color azul no fue común durante el pasado siglo (!bid: 49), continuó empleandose para algunos motivos chinescos y fitomorfos (Cervantes 1939: 239, 243, 245, 246) similares a los identificados en la torre occidental (fig. IOi-j).

2

En un estudio arqueológico sobre mayólica re_cuperada en el Valle de Teotihuacan, Seiffert (1977: 230, 235, 246, 250, 254) estableció los siguientes tipos que hemos identificado en la iglesia del Señor de la Columna. A continuación señalamos su ubicación según el sistema de claves que se explica en el Cuadro 1: Cuatlazingo policromo, Variante B, subvariante 2. Ubicación: EN-4, EN-5, EN-7, ES-1, ES-3, ES-6, EE-1 , EE-7, EE-8, EW-2, WN-1, WN-4, WN-6, WN-7, WN-8, WE-8. Tetepantla marrón negruzco sobre blanco, Variante D, subvariante 2. Ubicación: EN-6, EN-8, EW-8. Tetepantal marrón negruzco sobre blanco, Variante D, subvariante 4. Ubicación: ew-4, EW-5. Esquitlán marrón negruzco sobre amarillo, Variante C, subvariante l. Ubicación: EE-2. Esquitlán marrón negruzco sobre amarillo, Variante C , subvariante no definida por Seiffert. Ubicación: EW-2, WS-2, WE-2. Esquitlán anaranjado, verde y marrón negruzco sobre amarillo, Variante no definida por Seiffert. Ubicación: EN-2, ES-2.

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AWAitii.I.O

Así, contamos con un punto más que posibilita la asociación en el tiempo de los elementos decorativos junto con los arquitectónicos. En lo referente a la cerámica proveniente de Europa que ornamenta las torres además de la mayólica, primeramente debe considerarse su diferencia en pasta, esto es, loza fma blanca y porcelana de pasta dura (aunque sólo hay una vasija en esta última pasta), después se separa según la téc'lrica decorativa, ya sea sin decoración, pintado a mano o impresión por transferencia y, finalmente, se clasifica en cuanto a diseño y color, tal como aparece en el Cuadro 1 indicando la ubicación de las piezas. Podemos resumir las combinaciones cromáticas como sigue: a) Monocromos, pintados a mano en anaranjado so-

bre blanco, azul sobre blanco (fig. llb) o bien verde sobre blanco. Impresos por transferencia en azul sobre blanco, violeta sobre blanco, carmín sobre blanco, o negro sobre blanco. b) Policromos, representados en anaranjado, malva lustre y negro sobre blanco (fig. 11 a), diferentes tonos de azul, gris, negro y marrón sobre blanco (fig. 11c), o bien azul, rosa y verde sobre blanco. La loza fina bandeada y la policroma que incorpora malva lustre fue producida en la fábrica holandesa de Maastricht, fundada en 1836 (Cushion y Honey 1980: 208) y en las torres hay un total de 11 platos producidos en dicha firma. 3 56

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En cuanto a la loza fina impresa por transferencia, se localizan en la sección norte del casquete de la torre oriental dos platos (fig. 13), que fueron manufacturados por la firma inglesa de Spode. El disefio (fig. 14) cuentan con un diseño semejante al producido por la firma inglesa de George Jones (ceramoteca de INAH, MNA, observación personal) denominado "Damascus" (Herskotiz 1978: 105, fig. 52a), firma establecida en 1854 (Cushion y Honey op. cit. 125). Esta fecha parecería ser tardía para la cronología general de la cerámica ornamental del templo del Señor de la Columna, no obstante es pertinente aclarar que muchos diseños impresos por transferencia fueron comprados o copiados por diferentes fabricantes ingleses hasta 1842, año en que se legisló en Gran Bretaña el sistema de patentes de diseños (/bid: 172); así, los dos platos que nos interesan bien podrían tener una temporalidad diferente y probablemente anterior a la rnecionada. Corno se señala en el Cuadro 1, además de mayólica y cerámica europea, en las dos torres hay reposiciones modernas, tanto en loza fina corno en vidrio lechoso, hechos en México, adernas de que faltan varias piezas (fig. 15).

3

La procedencia de estas vasijas pudo determinarse gracias a la comparación con materiales arqueológicos recuperados en la ciudad de México, los cuales presentaban en la base la marca del fabricante (Foumier 1980: Diseños 57, 58).

11. Disei'los sobre cerámica europea bandeada. a y e Policromo. b Monocromo. e Bicromo. 13. Disei'lo "Tower", loza fina impresa por transferencia en azul sobre blanco, firma inglesa de Spode. 12.!Ornamentación en la secciÓn norte del casquete en la torre oriental.

Cerámica local y céramica importada en México. Una vez que ha sido analizado el material cerámico ornamental de la iglesia del Señor de la Columna, consideramos pertinente hacer mención de algunos datos referentes a la producción de cerámica en México y sobré la importación de loza europea, información que incluimos como complemento de este estudio. En el México colonial e independiente un bien de consumo de importancia fue la cerámica, por tratarse de uno de los artículos indispensables dentro del ámbito cotidiano. Desde el siglo XVI fue considerable la demanda de loza en las colonias dependientes de España; sin embargo, pronto surgieron en América alfares en donde se manufacturó cerámica de tipo europeo (Parry 1977: 238) de gran calidad técnica y decorativa. Así, cuando menos a partir de 1541 se inició la producción de mayólica4 en México (Lister y Lister 1982: 238), tradición con bases hispanas. El principal centro manufacturero de mayólica en la Nueva España fue Puebla y esta fue la zona novo hispana más fina, por lo cual se constituyó en un indicador de estatus socioeconómico (Seiffert 1977: 96-100). El siglo XVIII presenció el apogeo de la tradición mayólica en el virreinato. No obstante, durante el siglo XIX hubo un decremento en la producción de esta cerámica, dados los bajos costos de la loza importada de Europa ante los cuales no podía competir la mayólica en el mercado (Humboldt 1978: 454), además de que se modificaron las preferencias estéticas de las clases altas con lo cual se me-

14. Sección occidental del casquete en la torre oriental. 1S. Sección oriental del casquete en la torre occidental.

4 La mayólica probablemente se desarrolló en el Egipto preislámico difuncüéndose a Espai'la con los árabes en el siglo XII y posteriormente al resto de Europa (Haslam 1975: 7). La pasta de la mayólica es opaca, puede llegar a ser bastante compacta y está compuesta por arcillas plásticas además de cuarzo como desgrasante. La temperatura de cocción del bizcocho varía entre 800 y IOOO"C y éste se cubre con un barniz blanco, compuesto por óxido de plomo y óxido de estallo combinado¡ con silicato de potasio (Fieming y Honour 1979: 795). La decoración se pinta a mano sobre este barniz usando óxido metálicos mezclados con agua, para después espolvorear la pieza con un barniz de plomo (Cox 1979: 289; Haslam 1975: 6). La loza se somete a una última cocción entre 980 y J080"C para fijar al cuerpo el barniz que, al fundirse, queda brillante.

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nospreciaron los productos locales (Charlton y Reiff Katz 1979: 53). En lo que respecta a los azulejos, que con anterioridad se veían asociados a grandes obras arquitectónicas religiosas y civiles, pasaron "á pertenecer en mayor medida al arte del-pueblo para vestir las humildes iglesias'' (Franco Carrasco 1979: 24). En cuanto a la cerámica producida en Europa que llegó a México en el siglo pasado, podemos mencionar dos clases principales que constituyeron el grueso de las importaciones: la porcelana de pasta dura y la loza fina blanca. s Es relevante mencionar cuáles fueron las condiciones socioeconómicas que influyeron en la aparición de cerámica importada en nuestro país. Así, en Europa con la revolución industrial surgieron fábricas en donde las técnicas artesanales tradicionales y las propiamente industriales se combinaron y fueron puestas en acción dentro de un sistema productivo más complejo, parcializándose las actividades de obreros (hombres, mujeres y niños), especializados en determinadas etapas de la elaboración de loza. La conjunción de estos factores permitió un aumento en la producción, que a su vez llevó a la búsqueda de nuevos mercados tanto en el Viejo Mundo como en América. En esta forma, el éxito de las firmas dependió no sólo de la distribución de sus mercancías para el consumo en sus paises natales, sino además del desarrollo de mercados de importación, entre los cuales se contó nuestro país. La entrada de manufacturas europeas a México se facilitó después de la independencia, ya que durante el periodo virreina} las fuertes restricciones comerciales impuestas por la Metrópoli constitoian un grave obstáculo para el libre cambio. Los avances de la era industrial también se manifestaron a nivel decorativo. Antes de la quinta década del siglo XVIII toda la cerámica se ornamentaba a mano, pero entre 1753 y 1756 comenzó a emplearse en Londres y Liverpool (Copeland, G. 1943: 172) la impresión por tranferencia6 , cuya aplicación se difundió rápidamente. La importancia de la impresión por transferencia radica en una baja de los costos de producción, posibilitándose la decoración de una gran cantidad de piezas, atractivas por lo elaborado de los diseños, en un tiempo sumamente · reducido en comparación con la decoración pintada amano. Otra ventaja de este método es que los diseños podían reproducirse una y otra vez, lográndose el alto grado de estandarización característico de la producción en serie.

Conclusiones. En el caso de la iglesia del Señor de la Columna, el mayor número de piezas identificadas en loza fina europea (20 vasijas) son las que presentan como diseño bandas pintadas a mano, que de hecho fue la cerámica decorada menos costosa durante el siglo pasado, en tanto que la impresa por transferencia tuvo un precio más alto (Miller 1980: 4) y, como seria de esperarse, es menor su representatividad en términos cuantitativos (12 ejemplares). Por lo que respecta a la porcelana, es probable que su costo haya sido mucho mayor que el de la zona fina (/bid: 13) y, siguiendo este razonamiento, es lógico que sólo exista una pieza. Si comparamos el número de vasijas fechadas en el siglo XIX de producción mexicana (48 en las torres y 2 en el pozo) con las importadas (53 en total), po58

demos suponer que durante la primera mitad del siglo pasado los habitantes de Temoac participaron en las tendencias de consumo de cerámica imperentes en la época; además, tuvieron la posibilidad de adquirir bienes importados asociados a estatus socioeconómico, aunque no para prácticas cotidianas (en la población no hay evidencias arqueológicas en superficie de cerámica importada) cuando menos para actividades ligadas al aspecto ideológico-religioso de la comunidad, es decir, la ornamentación del templo aquí analizado. Por otra parte, cabe señalar que dada la cronología de los tipos cerámicos mayoritarios que se identificaron en

s Es interesante observar que en el siglo XIX Melgar, en su Tratado de Alfarería (1828) hace una clara distinción entre la porcelana de pasta dura, la "falsa porcelana o porcelana vidriosa" (es decir, la porcelana de pasta blanda) y la loza fina. Por otra parte, en los registros de mercancías importadas a México procedentes de Europa, Lerdo de Tejeda diferencia entre loza fina blanca y estampada (esto es, impresa por transferencia) y porcelana, en el año de 1853. El secreto de la porcelana de pasta dura oriental se descubrió en ~ojonia en 1708 (Ducret 1976: 6). Esta cerámica europea se caracteriza por ser de gran dureza, impermeable a los líquidos, compacta, sumamente vitrificada, de color blanco brillante en corte y de fractura concoidal. La pasta está compuesta por caolín, feldespato y cuarzo molidos (North 1956: 306), en tanto que el barniz se logra con feldespato, cuarzo y sulfato de calcio (Ducret 1976: 8). Debido a que la composición del barniz es afín a la del cuerpo, al someter las pizas a una temperatura entre 1300 y 1450°C en la segunda cochura, esto es, después de aplicar sobre el bizcocho el barniz, éste último se vitrifica y queda unida al cuerpo (Plinval de Guillebon 1972: 46). En lo que se refiere a la zona fina blanca, tuvo sus antecedentes en Inglaterra, introduciéndose en 1763 (Buten 1980: 18) como un cuerpo compacto compuesto por una variedad de caolin, pedernal molido y carbonizado feldespato y arcilla grasa o de bola (Lockett 1972: 32; Noei-Hume 1970: 25), que se cocía a una temperatura de aproximadamente 1200°C . Los barnices suaves plúmbeos con termperatura de maduración de IIOOOC son característicos de la loza fina europea, empleándose generalmente carbonatos de plomo como único fundante, comunmente adicionando alguna forma de cuarzo, como pedernal, y caolín, aplicando la mezcla en suspensión en agua (Spode Limited 1975). Tanto la porcelana como la loza fina pueden decorarse bajo o sobre el barniz aplicando óxidos metálicos mediante técnicas decorativas como el pintado a mano o la impresión por transferencia. 6 El proceso de impresión por transferencia es relativamente simple, aunque implica un trabajo en equipo. El diseño se graba con buril y punzón en placas de cobre de diferentes tamaños, una para cada forma. La placa grabada se calienta y se cubre con un pigmento compuesto por óxidos metálicos, pedernal y aceite, se frota con un instrumento de madera y se quita el excedente de pigmento para que quede una capa delgada de color. La placa se coloca sobre la plancha de hierro de una prensa especial y se pone sobre el grabado una hoja de papel delgado, previamente cubierto con una solución de agua y jabón; al accionar la palanca que mueve al rodillo superior de la prensa, la placa pasa entre ambos rodillos y, gracias a la presión así ejercida, el diseño queda impreso en el papeL El diseño impreso se corta y se coloca por partes (por ejemplo, si se trata de un plato, una tira para el borde interno y un circulo para el fondo) sobre el bizcocho en el caso de impresión bajo el barniz. Enseguida se frota la parte de atrás del papel con un pedazo de fieltro y luego con un pincel para asegurar que el color del diseño se transfiera perfectamente. El papel se separa de la pieza con agua y, a fin de fijar el color de bajo cubierta, la pieza se quema a baja temperatura (entre 680 y 800°C}, para lograr que los fundentes del colorante se combinen con la superficie del bizcocho y eliminar los aceites. Finalmente, se aplica un barniz por inmersión y se somete la pieza a una última quema (Copeland, R. 1980: 21-24).

CUADRO l. Ubicación de vasijas ornamentales en la iglesia del Señor de la Columna, según técnica decorativa, diseño, color y tipo de pasta. Las claves alfanuméricas representan: orientación hacia los puntos cardinales de la torre, y sección del casquete; posición del plato de izquierda a derecha y de a rriba hacia abajo. Las claves alfabéticas con tres caracteres representan: orientación de la torre y cara en la linternilla. Las claves alfabéticas con dos caracteres representan: orientación de la torre y cara en el remate. TIPO DE PASTA

TECNICA DECORATIVA

DISEÑO Y COLOR

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