CUENCA DEL NANSA 1. CARACTERISTICAS GENERALES DE LA CUENCA

CUENCA DEL NANSA 1. CARACTERISTICAS GENERALES DE LA CUENCA La cuenca hidrográfica del río Nansa, que se encuentra en la zona occidental de Cantabria,

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CUENCA DEL NANSA

1. CARACTERISTICAS GENERALES DE LA CUENCA La cuenca hidrográfica del río Nansa, que se encuentra en la zona occidental de Cantabria, abarca una superficie de 429.5 km2. Una pequeña porción de la parte baja de la misma, con una extensión superficial de 14.07 km2, es decir, el 3.27 % del total, forma parte del territorio de la Comunidad Autónoma de Asturias.El 96.27 % restante pertenece íntegramente a la comunidad autónoma de Cantabria. A lo largo de su recorrido por Cantabria el río Nansa y sus afluentes recorren los municipios de Polaciones, Tudanca, Rionansa, Lamasón y Herrerías, desemboca en el Val de San Vicente, donde se encuentra ubicada la ría de Tina Menor.

Figura 1. Mapa Físico.

Figura 2. Mapa Político.

Su límite oriental está definido por las divisorias con las cuencas vertientes de los ríos Saja y Escudo, mientras que el límite occidental está constituido por la divisoria con la cuenca del río Deva. Por el Sur, la cuenca del río Nansa está delimitada por las Sierras de Peña Labra y de Isar y por el Cueto de la Concilla. Al Norte, limita con las aguas del Mar Cantábrico y con la divisoria de la cuenca del río Gandarillas, que vierte sus aguas en el estuario de San Vicente de la Barquera. El río Nansa, curso principal que da nombre a la cuenca, nace en el macizo de Peña Labra, en el límite de las provincias de Cantabria y Palencia, a una altitud de 1100 m. Su longitud total es de unos 46 km hasta su desembocadura al mar por la Ría de Tina Menor. En la cabecera de la cuenca, los ríos son de corto recorrido y fuerte pendiente. En esta zona, el río Nansa recibe la incorporación del río Pejanda por la margen izquierda, y del río Collarín por la derecha. El río Pejanda nace en la vertiente sur de la Sierra de Peña Sagra, a una altitud aproximada de 1.500 m, y tiene un recorrido de unos 4 km antes de su confluencia con el río Nansa, mientras que el río Collarín nace en Peña Labra, a unos 1.400 m de altitud, y presenta un recorrido de unos 7 km hasta unirse con el río Nansa en Puente Pumar. Hasta la localidad de Salceda, en el término municipal de Tudanca, el río Nansa discurre en dirección SW-NE. A partir de este punto cambia de dirección, pasando a ser ésta SE-NW, hasta la localidad de Trascudía, en el término municipal de Herrerías.

En esta zona de la cuenca, el río Nansa recibe la aportación de las aguas de sus principales afluentes, el río Lamasón y el río Vendul, que se incorporan al río Nansa por su margen izquierda. El río Vendul nace al Norte de Peña Sagra, a una altitud de 750 m. Su recorrido es de 11.5 km y junto con su afluente por la izquierda, el río Sebrando, presenta una superficie de cuenca vertiente de 54 km2. El río Lamasón, que nace en Peña Sagra, a una altitud de 1600 m, drena una cuenca de 80 km2 de superficie, recogiendo las aguas procedentes de la Sierra de Peña Sagra y de Branillas. Este río atraviesa los términos municipales de Herrerías y Lamasón durante su recorrido de más de 16 km antes de su incorporación al río Nansa. Desde Trascudía hasta su desembocadura en la ría de Tina Menor, el río Nansa discurre con dirección SW-NE y no recibe ninguna aportación importante de agua. Al igual que en el resto de las cuencas hidrográficas consideradas en el presente Estudio, en los párrafos anteriores se ha llevado a cabo una descripción de la red natural de drenaje de la cuenca del río Nansa, destacando sus principales afluentes. Ahora bien, dicha exposición resultaría incompleta si no se hiciese mención a la existencia de una serie de obras realizadas a mediados del siglo XX para conseguir el aprovechamiento hidroeléctrico integral del citado río. En las figuras 1.3 y 1.4 se muestran, respectivamente, un esquema general en planta y un perfil longitudinal del mencionado aprovechamiento hidroeléctrico, pudiéndose apreciar los diferentes elementos que intervienen en el mismo y que se describen brevemente a continuación.

Figura 3. Esquema en planta del aprovechamiento hidroeléctrico del río Nansa.

En este sentido, hay que comenzar por resaltar la existencia de la presa de La Cohilla, situada aguas abajo de la incorporación del río Collarín, en el comienzo del estrechamiento que supone la Hoz de Bejo. En la fotografía de la figura 1.5 se muestra una vista de la citada presa, que es de tipo bóveda, con una altura sobre cimientos de 116 m y una longitud de coronación de 284 m.

Figura 4. Presa de La Cohilla.

Da lugar a la formación de un embalse de 12.33 Hm3 de capacidad, cuyo objetivo es el de regular los caudales de la cabecera de la cuenca. A este embalse se incorporan también, por la margen derecha, mediante un canal, parte de los caudales circulantes por el arroyo Vado de la Reina, cuya confluencia con el río Nansa se produce 2 km aguas abajo del emplazamiento de la presa de La Cohilla. El aprovechamiento de Peña de Bejo toma el agua del citado embalse mediante un túnel en presión, al final del cual se localiza una chimenea de equilibrio, a la que se incorporan las aguas de las cabeceras de los ríos Vendul y Lamasón, mediante un canal que discurre por la vertiente norte de Peña Sagra y atraviesa en túnel el collado de la Hoz del Avellano. Desde el punto de inserción de la chimenea en el túnel parte una tubería forzada que conduce el agua hasta la central de Peña de Bejo (figura 5). A la salida de las turbinas de dicha central, e inmediatamente aguas abajo de la confluencia del arroyo de Los Tejeros con el río Nansa, se localiza la presa vertedero del contraembalse de La Lastra, con una altura de 29.50 m y una longitud de coronación de 85 m. La capacidad del citado contraembalse es tan sólo de 0.16 Hm3.

Figura 5. Presa de La Lastra y central hidroeléctrica de Peña de Bejo.

A través del estribo izquierdo de la citada presa de La Lastra se realiza la toma del canal de derivación de Rozadío, cuya longitud es de unos 13 km y cuya capacidad de transporte es de 7.500 l/s. Al final del citado canal existe una cámara de carga, desde la que parten dos tuberías forzadas que alimentan la central de Rozadío. Inmediatamente aguas abajo de la salida de la central de Rozadío se halla el azud de Celis, con una capacidad de embalse despreciable, cuya misión es derivar el agua por el canal de Celis, que alimenta la central del mismo nombre. La longitud del citado canal, cuyo trazado discurre por la margen izquierda del río Nansa, es de unos 10 km y su capacidad de transporte de unos 8.500 l/s. A una distancia aproximada de 2 km aguas abajo del desagüe de las turbinas de la central de Celis, se halla la presa de Palombera, que da lugar a un embalse de casi 2 Hm3 de capacidad. A dicho embalse van a parar también los caudales circulantes por el río Lamasón. La citada presa de Palombera es de tipo gravedad, con una altura de 25 m y una longitud de coronación de 74 m. Al igual que en los casos anteriores, desde el citado embalse de Palombera parte un canal de derivación por la margen izquierda, el canal de Herrerías, con una longitud aproximada de 7.5 km y una capacidad de transporte de 15.000 l/s. Termina en una cámara de carga, desde la que parte una tubería forzada que alimenta la central de Herrerías, tras cruzar el río mediante un sifón invertido.

2. DESCRIPCIÓN GENERAL DEL MEDIO 2.1 Hidrología La red hídrica principal de la cuenca del Nansa está constituida por el propio río Nansa así como por diversos afluentes de distinta entidad. Los tributarios más importantes de la cuenca son los ríos Vendul (11 km), Lamasón (16 km) y Hoyamala (7 km). Los dos primeros confluyen al oeste con el eje principal, a 24 kmy 34 km del nacimiento delNansa, respectivamente. Por el contrario el río Hoyamala confluye al este de la cuenca con el eje principal, unos 28 km aguas abajo del nacimiento del Nansa. El eje principal del río Nansa tiene un recorrido total de unos 54 km desde su nacimiento, en las estribaciones de las Sierras de Peña Sagra y Peña Labra, hasta el estuario de Tina Mayor. La cuenca del Nansa también destaca por ser la cuenca cantábrica de la región donde las características hidrológicas de la propia cuenca se ven más condicionadas por la presencia de presas y embalses. Los embalses de mayor importancia son el embalse de La Cohilla (12 hm3) y el embalse de Palombera (2 hm3). El primero está situado aguas arriba de la localidad de Tudanca y marca el límite sur del Río Nansa, mientras que el embalse de Palombera está localizado aguas abajo de la localidad de Celis. En la Figura 6 se presenta un resumen de las principales características hidrológicas de la cuenca del Nansa, con indicación de las 5 subcuencas en que se divide (Nansa_01, Nansa_02, Nansa_03, Nansa_04 y Nansa_05) así como las aportaciones en 5 puntos presentes en los cauces de los ríos Nansa (4) y Lamasón (1). Esta información se ha extraído del documento “Estudio de los recursos hídricos de los ríos de la vertiente norte de Cantabria” (GESHA, 2005).

Figura 6. Resumen de la información hidrológica estimada para diferentes puntos de cálculo de la cuenca del río Nansa.

2.2 Geología y Litología Los distintos cauces que forman la cuenca del Nansa muestran pendientes muy pronunciadas como consecuencia de los fuertes desniveles que aparecen en las estribaciones de las formaciones montañosas de las sierras de Peña Sagra (1.956 m de altitud) y Peña Labra (2.029 m), situadas respectivamente en la parte suroeste y sur de la cuenca. Los ríos Vendul, Lamasón y Hoyamala forman valles estrechos desde sus respectivos nacimientos hasta su unión con el eje principal. Por otra parte, el río Nansa muestra un valle que se va abriendo progresivamente desde la zona de cabecera hasta el estuario de Tina Mayor. En la imagen de la Figura 7a, basada en la cartografía a escala 1:25.000 de todo el territorio de la Comunidad Autónoma de Cantabria, se representa su topografía. En esta imagen se puede observar la existencia de las formaciones montañosas mencionadas así como la progresiva disminución en la altitud según se desciende en la cuenca. También se puede observar la distribución de los múltiples ejes tributarios de la cuenca, los cuales se distribuyen de manera más o menos equitativa al este y al oeste del eje principal.

Figura 7. Mapa del relieve de la cuenca del río Nansa y características litológicas de la misma.

La composición litológica de la cuenca del Nansa muestra una gran heterogeneidad de formaciones litológicas, las cuales se distribuyen mayoritariamente en dirección perpendicular al cauce. El área definida en la Figura 7b aparece dominada por calizas y arcillas ocupando ambas formaciones más del 50% de la superficie total. Respecto a la composición edáfica, atendiendo a la clasificación de la FAO (FAOUNESCO, 1998) para las tipologías de suelos, la tipología dominante en el área representada en la Figura 8 se corresponde con el tipo Cambisol, el cual ocupa casi el 50% del terreno. Al suelo Cambisol le siguen en importancia los tipos Litosol y Ranker, ocupando cada uno de ellos un 20% de la superficie mostrada. Por lo tanto la composición y estructura edáfica de la cuenca del Nansa es similar a la presente en otras cuencas Cantábricas donde los tipos Cambisol y Ranker suelen ser dominantes.

Figura 8. Distribución de los principales tipos de suelos en la cuenca del río Nansa. Fuente: Dpto. de Ciencias de la Tierra y Física de la Materia Condensada, Universidad de Cantabria.

2.3 Climatología Se localiza en la zona occidental de Cantabria, lo sitúa dentro de la fachada costera occidental europea, zona en la que predomina el clima oceánico atlántico. Por lo tanto el régimen de temperaturas se caracteriza por ser predominantemente suave, templado y con escasa oscilación térmica estacional. En la Figura 9a se puede observar un incremento progresivo en el valor de las isotermas en dos direcciones, desde las zonas más alejadas del cauce hasta el propio cauce y en dirección norte, aguas abajo. Por lo tanto, la distribución de las isotermas indica un incremento de la temperatura media anual desde las zonas montañosas, entre las que discurre el cauce principal, hasta las zonas más bajas del valle, así como desde las zonas de cabecera hacia el estuario de Tina Mayor. La distribución de las isoyetas indica una disminución de las precipitaciones medias anuales en dirección nor-este. Las precipitaciones medias anuales son máximas en la zona más cercana a la sierra de Peña Sagra, donde se sitúa la isoyeta que marca precipitaciones medias anuales de 2.500 mm. Estas precipitaciones se reducen paulatinamente hasta los 1.200 mm. indicados en la zona más cercana al estuario de Tina Mayor (Figura 9b).

Figura 9. Variables climatológicas del río Nansa: isotermas e isoyetas.

2.4 Geomorfología La cuenca hidrográfica del río Nansa se puede dividir en 5 subcuencas (Figura 10), basándonos en las características geomorfológicas, climáticas, morfométricas e hidrológicas de las mismas (GESHA, 2005a). De forma general, a lo largo de la cuenca del río Nansa es posible observar un gradiente ascendente de altitud muy acentuado desde la zona litoral hacia el interior de la región, presentando una altitud media máxima en la subcuenca Nansa_01 (1.250 m; Figura 11a). Respecto a las subcuencas que aparecen en el territorio, es la subcuenca Nansa_02 la que presenta mayor altitud media (770 m) y como es lógico Nansa_05 la menor (230 m). Por el contrario la subcuencas con mayor pendiente son Nansa_02 y Nansa_03 siendo Nansa_05 la subcuenca con menor pendiente media (Figura 11b).

Figura 10. Subcuencas definidas en la cuenca del río Nansa (GESHA, 2005).

Figura 11. Altitud y Pendiente Media de las Subcuencas definidas en la cuenca del río Nansa (GESHA, 2005).

2.5 Características socioeconómicas Análisis demográfico y estructura poblacional En la Figura 12 se muestra la distribución geográfica de la densidad de población en los 5 términos municipales correspondientes al Río Nansa. En ella se puede apreciar que Val de San Vicente es el término municipal que cuenta con una mayor densidad de población (52 hab/km2). El resto de municipios muestran densidades de población muy bajas, inferiores a 10 hab/km2, debido a la gran despoblación que sufre toda la cuenca del Nansa.

Figura 12. Distribución de la población en la cuenca del Río Nansa. Mapa de densidad poblacional, a partir de los datos del censo del año 2004 (INE, 2005). Fuente: elaboración propia.

2.6 Análisis de usos y actividades La distribución de la población activa por sectores económicos, en los municipios sobre los que discurre la cuenca del Nansa, se caracteriza por tener a los tres sectores económicos bien representados. Predomina claramente el sector terciario, el cual ocupa a un 44% de la población activa, a este le siguen en importancia el sector secundario, con un 31% de ocupación y el sector terciario, que ocupa a un 25% de la población activa (Figura 13). Estos datos reflejan la elevada importancia que aún mantiene el sector primario en la zona. Los valores del sector secundario y terciario son similares a los mostrados en otras cuencas cantábricas, si bien el sector terciario suele mostrar valores superiores al 50%.

Figura 13. Distribución de la población activa de la cuenca del Río Nansa por sectores económicos. Fuente: Cantabria 102 Municipios.

En la Tabla 1 y Figura 14 se recoge la distribución de la población activa de la zona por municipios y sectores. De acuerdo con estos datos, la distribución de población activa por sectores difiere enormemente entre los distintos municipios de la zona. El sector con porcentajes de ocupación más similares entre los cinco municipios descritos es el secundario, el cual varía entre el 20%, en Lamasón y el 34%, en Rionansa. Por otro lado los sectores primario y terciario muestran las mayores diferencias en los porcentajes de ocupación entre municipios. Val de San Vicente es el municipio que cuenta con un menor porcentaje de población empleada en el sector primario (casi el 20%) y con un mayor porcentaje de ocupación en el sector terciario (50%). Por el contrario Lamasón muestra el mayor porcentaje de población dedicada a actividades agropecuarias (sector primario; casi 60%) y el menor porcentaje de empleados en el sector terciario (20%).

Tabla 1. Distribución de la población activa por municipios y sectores económicos (%). Fuente: Cantabria 102 Municipios.

Figura 14. Distribución de la población activa por municipios y sectores económicos (%). Fuente: Cantabria 102 Municipios.

Sector primario Tal y como se puede observar en la Figura 15 la mayoría de los municipios situados en la cuenca del Nansa cuentan con una superficie muy reducida del terreno dedicada a tierras de labranza, lo cual se debe a la complicada orografía de la zona. Val de San Vicente, situado en la zona baja de la cuenca, es el único municipio que cuenta con una amplia superficie de terreno labrado (202 ha.). La práctica totalidad de la superficie labrada en los 5 municipios se corresponde con cultivos herbáceos.

Figura 15. Hectáreas labradas en cada uno de los municipios del Río Nansa (Fuente: INE, Censo Agrario, 1999).

En cuanto a la actividad ganadera (Figura 16), cabe señalar que el mayor número de cabezas de ganado y de explotaciones ganaderas se encuentran en Val de San Vicente (8.328 y 216, respectivamente).

Por el contrario, el menor número de cabezas de ganado y explotaciones aparecen en Tudanca (2.294 y 63, respectivamente), mientras que los tres municipios restantes muestran valores similares tanto en el número de cabezas como en el número de explotaciones, en torno a 6.000 y 100, respectivamente. En todos los municipios descritos predomina el ganado bovino, seguido en importancia por el ganado ovino.

Figura 16. Explotaciones ganaderas (cientos) y cabezas de ganado (miles) existentes en cada uno de los municipios del Río Nansa (Fuente: Gobierno de Cantabria, 2004).

Sector secundario En los municipios descritos se han contabilizado un total de 18 empresas dedicadas a actividades industriales, de las cuales 15 (83%) están localizadas en Val de San Vicente y 3 (16%) en Rionansa. Por lo tanto los municipios de Lamasón, Herrerías y Tudanca no cuentan con ninguna empresa dedicada a realizar actividades industriales. Con respecto a las empresas dedicadas a la construcción se contabilizaron 38 empresas en los 5 municipios, de las cuales casi el 85% aparecen en Val de San de Vicente (32). El resto de municipios cuentan con tan solo 1 (Lamasón y Tudanca) o 2 (Rionansa y Herrerías) empresas del sector de la construcción. Sector terciario Siguiendo los resultados de la Figura 16 se puede observar la enorme diferencia que muestra Val de San Vicente con respecto a los otros 4 municipios descritos en cuanto a las infraestructuras destinadas a cubrir las demandas del turismo. Así, Val de San Vicente cuenta con casi el 90% de plazas para pernoctar (2.403) y el 65% de los establecimientos de hostelería (94) presentes en la zona. Estos datos se puede observar que el municipio de Val de San Vicente es el que tiene un mayor porcentaje de población activa empleada en el sector servicios (sector terciario). De igual manera la Figura 17 indican que Rionansa es el segundo municipio en importancia en este sector. En los 3 municipios restantes los indicadores de la actividad turística incluidos en la Figura 17 mostraron valores relativamente bajos.

Figura 17. Número de plazas hoteleras y establecimientos de hostelería en los municipios del Río Nansa.

2.7 Usos del suelo El análisis de los usos del suelo en la cuenca del Nansa, mostrado en la Figura 18, permite corroborar la distribución de las tierras de cultivo mostrada en la Figura 14. La mayor parte del terreno labrado se encuentra en la zona baja de la cuenca, mientras que en la zona media y alta predomina el suelo forestal arbolado y desarbolado.

Figura 18. Usos del suelo en la cuenca del río Nansa.

3. ANALISIS DE PRESIONES En los principales ríos de Cantabria se encuentran inventariadas un total de 2039 alteraciones, de las cuales aproximadamente el 4% se localizan en la cuenca del Río Nansa (84; GESHA, 2005c). Como síntesis de estos resultados, en la Figura 19 se representa el porcentaje de los diferentes tipos de alteraciones existentes en la cuenca del Río Nansa respecto al total de las inventariadas en la misma. Si consideramos el número de afecciones en proporción a la longitud del río, en el eje principal de la cuenca del Nansa existen, aproximadamente, 2 registros por km. de río recorrido.

Figura 19. Porcentaje de los diferentes tipos de alteraciones respecto al total de las inventariadas (Fuente: GESHA, 2005).

Cabe resaltar que la cuenca del Nansa es la cuenca cantábrica de la región más afectada por las alteraciones que impiden la continuidad del sistema fluvial. Las alteraciones de continuidad más relevantes en la cuenca del Nansa son las presas de la Cohilla, la Lastra, Rozadío y Palombera, las cuales aparecen en la zona alta (la Cohilla, la Lastra), media (Rozadío) y baja (Palombera) de la cuenca. El río Nansa destaca respecto al resto de ríos de Cantabria por el bajo número de presiones registradas (82), en proporción a su longitud (57.4 km), con tan sólo 1.5 alteraciones por km, muy por debajo del promedio de 3.7 alteraciones por km que presentan el conjunto de los cauces estudiados. No obstante, el río dista mucho de su estado natural, dado que las presiones que recibe provocan cambios muy significativos en sus condiciones morfológicas y en el régimen hidrológico. Estos cambios están motivados, fundamentalmente, por las presas y azudes existentes y sus embalses asociados (La Cohílla, La Lastra, Rozadío y Palombera), que regulan por completo el caudal del río (Figura 20). De éstas destacan la de Palombera y, especialmente, La Cohílla. Esta última está situada en la zona alta del río (Polaciones), siendo una de las mayores de Cantabria, tanto por su altura (116 m), como por la extensión de su embalse. Asimismo, es importante destacar la presencia de un canal de derivación que recorre gran parte de la margen derecha, abasteciendo a las distintas centrales hidroeléctricas que se suceden a lo largo del río (Figura 21). Este canal parte del embalse de la Cohílla y llega hasta la central hidroeléctrica de Rozadío (Saltos del Nansa S.A). Lógicamente, asociado a este intenso aprovechamiento hidráulico, se producen importantes detracciones y sueltas de caudal a lo largo de todo el río. Estas infraestructuras generan una alteración considerable del río, ya que modifican significativamente la morfología del cauce, limitan el transporte de sedimentos, dificultan la migración de especies, alteran por completo el régimen hidrológico y, consecuentemente, alejan al río del funcionamiento que cabría esperar de forma natural.

La Cohílla

La Lastra

Rozadío

Palombera

Figura 20. Embalses de la Cohílla, La Lastra, Rozadío y Palombera.

Figura 21. Canal de derivación siguiendo el trazado de la carretera e incorporación a la central hidroeléctrica de Rozadío.

El resto de alteraciones en la continuidad del río son mucho menos importantes, aunque puede mencionarse la existencia de 19 puentes y 6 azudes. Estos últimos se registran en su mayoría en la parte más baja del río y algunos de ellos interfieren de manera significativa en la circulación del agua (Figura 22).

Figura 22. Azudes en el tramo final del río Nansa.

Dentro de las fuentes de contaminación, cabe mencionar el registro de 4 vertidos de aguas residuales y 2 zonas con residuos sólidos, todos ellos de origen urbano y escasa significación en cuanto a su grado de afección. En lo que respecta a las alteraciones en el cauce, hay que destacar que se han registrado 9 fijaciones de márgenes, localizadas prácticamente en su totalidad en la zona media-baja del río. No obstante, estas fijaciones no adquieren especial importancia en el conjunto del sistema fluvial, ya que no llegan a superar en total 1 km de longitud en ninguna de las dos márgenes.

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