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LA RECO L ECC I O N DE LA ACEITUNA

Núm. 27178-X HD

JAIME REVILLA NARVAEZ Del Servicio de Extensión Agraria

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MINISTERIO DE AGRICULTURA

LA RECOLECCION DE LA ACEITUNA El mayor problema que tiene planteado actualmente el olivarero, dentro de su explotación, es el de la recolección de la aceituna. Tras todo un año en que apenas si necesita mano de obra, llega el momento de recoger el fruto y precisa de tal cantidad de operarios en unos pocos meses, que altera por completo todo intento de planificación. Así, explotaciones que emplean 2.000 jornales al año, necesitan 1.500 para la recolección; es decir, el 75 por 100 de la mano de obra la precisan en el corto espacio de tiempo que dura la recolección. Por otra parte, el 50-60 por 100 de los gastos totales que Ileva una hectárea, son debidos al pago de jornales de recolección. EI creciente aumento de los jornales, el lento avance del precio del aceite y la vecería del olivo, hacen que el problema se agrave continuamente y plantea cada campaña tal cúmulo de problemas laborales, sociales y económicos que de no encontrar soluciones, irán empobreciendo paulatinamente nuestra riqueza olivarera y acelerando el abandono de nuestras zonas tradicionales de olivar.

CONSIDERACIONES SOBRE LA RECOLECCION Desde el punto de vista técnico, hay que tener en cuenta que la recolección es una práctica de cultivo más y de gran trascendencia a la hora de obtener buenos aceites. La mala calidad de muchos aceites, lo que influye enormemente en el consumo y en el precio, es debida en parte a una mala recol'ección. A1 igual que continuamente se mejoran otras prácticas de cultivo, hay que esforzarse por mejorar, racionalizar y planificar la recolección.

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Un aspecto de gran importancia consiste en fijar el momento para comenzar la recolección que, en teoría, debería ser aquel en que la aceituna tuviera la mayor cantidad de aceite de las mejores características. Si se empieza demasiado pronto, con aceitunas verdes, se obtendrán aceites muy ásperos y muy bajo rendimiento; y con aceitunas pasadas de madurez, aceites de mal aspecto y que se enrancian fácilmente. Por el contrario, aceitunas recolectadas poco antes de llegar a la madurez completa, dan un excelente aceite, muy frutado; y con aceitunas en plena madurez, se logran buenos aceites, con poco sabor a fruto, pero finos y de buen color. Así pues, desde el momento en que ya están verdes las aceitunas hasta el momento de la madurez total, se dispone de un período de unos cincuenta días durante el cual obtenemos mejor aceite y mayor contenido del mismo por aceituna. Es necesario tener en cuenta, también, que a medida que aumenta el porcentaje de madurez aumenta el número de aceitunas caídas, con el consiguiente encarecimiento de la recolección y pérdida de calidad, ya que la aceituna de «soleo» dá peor calidad y mayor acidez al aceite. El porcentaje de caida natural va subiendo desde un 2-5 por 100, en el momento en que ya no hay aceitunas verdes, pudiendo llegar hasta un 40 por 100 en el momento de la madurez completa, o aún más. Fig. 1.-Recogida de aceituna del suelo a mano.

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Por último, es preciso esforzarse en molturar aceitunas limpias, para evitar aceites turbios y de fácil alteración por poseer materias extrañas. Algo que hay que mencionar es que la solución de los muchos problemas aquí planteados y las inversiones requeridas, pueden o deben ser contempladas a nivel asociativo del sector; todo cuanto en este campo se haga por parte de Cooperativas, Entidades y Asociaciones de olivareros, será de gran importancia en un futuro próximo. SISTEMAS TRADICIONALES DE RECOLECCION Recogida del suelo dejándola caer espontáneamente. -Es sistema casi extinguido y de poca utilidad, ya que el fruto cae a lo largo de mucho tiempo, con lo que se pudre mucha aceituna y dá, por lo pasado de las mismas, aceites de fuerte sabor, poco aroma, bastos y de mala calidad. Hay que resaltar, igualmente, los elevados gastos del sistema. Método de ordeño. -Es el empleado generalmente para recoger la aceituna de mesa, con rendimiento muy variable, según porte del árbol y cosecha del año, pudiéndose estimar en una media de 80 kilogramos por peonada. Se emplea poco para aceituna de molino, haciéndose en tal caso con menos esmero ya que no se recoge la aceituna una a una y se lleva al zurrón o«macaco», sino que más bien consiste en pasar la mano por las ramas y dejar caer el fruto sobre fardos colocados bajo el árbol. Es mejor que el vareo porque hace menos daño a la aceituna y rompe menos brotes del año.

Los rendimientos son variables y ligeramente más altos o muy similares al citado anteriormente. Método de vareo. -Es el generalmente empleado en la recolección de la aceituna de molino. Consiste en derribar el fruto «vareando» los ramos con una vara. Tradicionalmente se empleaba, y se emplea aún en muchas zonas, una vara de unos 4 metros de largo que permite llegar a todas las zonas del olivo. Actualmente, sobre todo en muchas comarcas de Sevilla y Córdoba, esta vara ha desaparecido, siendo sustituida por una

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varilla o palillo corto que el operario mete entre los ramos golpeándolos; a fin de llegar a las partes altas se emplean «ban^ cos» de madera o metálicos, de variada altura. El vareo, de por si, es muy perjudicial. A los daños que produce en las aceitunas, rompiéndolas y favoreciendo así su acidez y podredumbre, lo que va contra la calidad del aceite, se suman los ocasionados por la rotura de gran cantidad de brotes del año, cosa que merma la cosecha futura. Por si fuera poco, en la práctica es aún peor, pues, son muy pocos los operarios que saben «varear» bien, o sea «peinar», los ramones para derribar el fruto. De iiecho, se derriba a palos, con lo que los daños se multiplican. Los rendimientos del vareo oscilan, en cosechas medias, entre los 100-120 kilogramos, por peonada, siendo más bajos en cosechas cortas y pudiéndose sobrepasar los 140 kilogramos por peonada en altas producciones. Sistema mixto.-Introducido con buenos resultados en algunas fincas, consiste en recoger las ramas altas con la vara o bien con la varilla corta y el banco, y ordeñar la zona del olivo a la que se llega con las manos. Es método muy racional ya que se evitan los daños del vareo en las partes más fructíferas como son las medias y bajas; asimismo, al varear los altos, se elude el encarecimiento que en el ordeño representan estas partes altas. Fig. 2.-Cuadrilla de recogedores con vara larga.

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PROBLEMAS Y ANALISIS DE LA RECOLECCION Las distintas fases que tiene la recolección tradicional, presentan problemas de diversa importancia y cuyas soluciones pueden ser muy variadas y más o menos fáciles. En toda recolección se distinguen cinco fases: recogida del suelo de la aceituna caída naturalmente (soleo), derribo de aceituna, movimiento del fruto en la parcela, limpia de la aceituna y acarreo. Todas ellas, debido a la fuerte incidencia que tiene la mano de obra, constituyen un grave problema que es preciso analizar para tratar de solucionarlo o al menos suavizarlo. Se puede decir que, aproximadamente, la recogida de la aceituna por caída natural, suponiendo que ésta es del 10 por 100 de la cosecha total, representa el 25-30 por 100 del tiempo de la mano de obra, el desprendimiento de aceituna un 40 por 100, el manejo y movimiento de aceitunas desde el árbol a la criba un 20-25 por 100 y la limpia un 10 por 100. No se contabiliza el acarreo, pues depende, como es lógico, de la distancia del olivar a la almazara y del estado de las comunicaciones. Estas cifras indican que el problema de la recogida no se reduce al desprendimiento, pues esto supone sólo un 40 por Minutos por kilo recogido

Fig. 3.-Recogida tradicional de la aceituna desprendida prematuramente, realizada a mano por mujeres: A, sin suelo preparado; B, con suelo preparado (de IN1A).

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100 de dicho problema; el resto de las operaciones de la recolección representan, sumadas, más que el desprendimiento. Por tanto, es necesario realizar toda clase de esfuerzos para mejorar las mismas, si se quieren salvar los graves escollos que para el olivar representan los problemas de la recolección. Algo que todo agricultor debe tener muy en cuenta, es la buena organización y distribución del tiempo de las cuadrillas. De ello depende, en parte, la mejora de muchos problemas y el abaratamiento de todas estas labores. A precios de 1977, se pueden conseguir, y de hecho se consiguieron, abaratamientos superiores a la peseta en kilo, con sólo distribuir y organizar bien el personal de las cuadrillas.

RECOGIDA DE LA ACEITUNA DEL SUELO (SOLEO) Es una de las operaciones más problemáticas de la recolección, dado que representa de un 25 a un 30 por 100 del total de la mano de obra e incluso más si la caída natural es muy fuerte. Actualmente la operación se realiza manualmente, por regla general con cuadrillas femeninas, que recogen toda la aceituna caída naturalmente, así como la que al varear cae fuera del fardo o malla. Los gastos de esta recogida varian considerablemente con la cantidad de kilogramos caídos y con el estado del suelo. Si bien es muy dificil citar cifras, se dan como datos medios que, con caídas de 1-3 kg. por árbol, los rendimientos oscilan entre los 5-7 kg./hora; y con caidas de 10-15 kg., sobre los 9-11 kg./ hora, llegándose a rendimientos superiores a 15 kg./hora con caídas superiores a los 30 kg. Se están ensayando numerosas soluciones y realizando pruebas y experiencias a fin de paliar el problema de la recogida del fruto caído al suelo, ya que en muchos casos los gastos son tan elevados que el agricultor empieza a optar por perder esta aceituna, con lo que se malogran miles de kilos de aceite.

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Entre estas pruebas y experiencias pueden mencionarse el uso de mallas, máquinas aspiradoras y barredoras, por una parte, y los retardadores de la abscisión, por otra. El uso de máquinas no ha dado aún resultados satisfactorios. Se han ensayado algunas de tipo neumático que aspiran las aceitunas y otras mecánicas tipo barredoras. Ultimamente se están usando las recogedoras manuales de púas, que tienen el inconveniente de romper la aceituna al pincharla. Los productos retardadores de la abscisión, de uso conocido ya en otros frutales, no han dado aún el resultado apetecido en el olivar, habiéndose ensayado productos como ácido giberélico, ácido naftalenacético, 2,4-D y 2,4-D TP.

Con respecto a las mallas, están siendo usadas por algunos agricultores con más o menos éxito. Presentan el grave inconveniente del alto precio de las mismas, lo que exige una inversión elevada. La superficie a cubrir con la malla debe ser por término medio 50-80 metros cuadrados por olivo, si bien en plantaciones nuevas intensivas podría bajar a 30-50 metros cuadrados. La operación de colocar las mallas podría hacerse en octubre-diciembre, época en la que el olivar da menos trabajo, salvo si parte de él está dedicado a verdeo. Previamente a la colocación de mallas debe aplicarse un herbicida, a fin de evitar las malas hierbas que dificultan la recogida, y aún más, dañan la malla. La colocación de las mallas exige un jornal por cada 50 olivos aproximadamente. La aplicación de herbicida emplea un jornal por cada 200 olivos. Como se ha citado, el principal inconveniente que actualmente impide su uso es el coste, que viene a representar el valor de 6 kg. de aceituna.

Los gastos de la recolección manual de la aceituna del suelo, varían mucho según la cantidad caída y el estado del suelo; la campaña 1976-77 oscilaron desde 5 a más de 10 ptas.!kg., al final de la campaña. Dada la tendencia al alza de los jornales, es de prever que et coste suba fuertemente en campañas venideras. Está claro que es prohibitivo el uso de la malla cuando la caída natural sea pequeña, pues los gastos serían superiores al valor de Ia aceituna; por ello, podría pensarse ^^ se han hecho

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pruebas con éxito al efecto, en colocar mallas en un tercio de la finca y hacerlo precisamente en aquel tercio que se prevea va a recogerse al final de la campaña, o bien en los sitios más difíciles de acceso o de recogida; en el primer caso, en ese tercio, por lo tardío de su recolección, la caída natural será muy fuerte y por tanto el uso de la malla ventajoso y económico. Además, es obvio que en estos casos la inversión es más pequeña y por tanto más factible de financiar. Conociendo cada agricultor cuando se inicia, aproximadamente, la caída natural masiva, podría organizar perfectamente y con éxito este sistema de recogida en el suelo. En la variedad «Picual» , a fines de diciembre, la caida na[ural es de un 10 por 100, aproximadamente, de la cosecha total; a mediados de enero del 20 por 100; del 30 por 100 a primeros de febrero y próxima al 50 por ] 00 y aún del 60 por 100, de mediados a fines de febrero. En la «Lechin» o«Ecijana», las cifras son parecidas, aunque algo más moderadas. En cuanto a la «Hojiblanca», por presentar más resistencia a la caida, estas cifras se atrasan un mes y asi, en la segunda quincena de enero, suele haber caídas del 10 por 100, que se elevan al I S por 100 a mediados de febrero, al 20 por 100 a primeros de marzo y no presenta caida masiva hasta finales de este mes. Fig. 4.-Máquina dc recoger aceitunas del suclo.

- 10 EPOCA DE MADURACION DE LAS PRINCIPALES VARIEDAllES DF, OLIVO EN ESPAÑA

Variedades

Necesidades en calorías Maduración de la Floración ComienDura- a la maFin zo ción duración

9-11 14-11 8-11 3-11 12-11 10-11 15-11 5-11 1-11 25-11

29-12 30-12 19-12 19-12 24-12 24-12 24-12 29-11 20-12 23-12

50 46 4.124 46 42 44 39 54 49 28

4.283 4.121

Dos Hermanas .................................... 14-11 Carmona .......................................... 13-11 Jaén ........................ ....... .. .. ............. 14-11 Tortosa ............................................. 9-11

3-12 9-12 29-11 15-12

19 26 15 36

4.161 4.049 4.105 4.135

1-10 7-10 11-11 12-11 8-11 8-11 10-11 17-11 16-11 21-11

25-12 21-11 31-12 23-12 17-12 19-12 21-12 20-12 IS-12 15-12

84 44 50 41 39 41 41 33 29 24

4.122 3.942 4.200 4.125 4.189 4.220 4.190 4.175 4.130 4.292

Blanqueta ............................................. Callosina ............................................. Cornicabra .......................................... Cornicabra Parda ................................. Changlot Real ....................................... Ecijano o Lechín .................................... Empeltre ............................................. Farga ................................................... Gordal Sevillana .................................... Hojiblanco ..........................................

4.134 4.229 4.184 4.188 3.966 4.243 4.283

Manzanilla:

Morisca ................................................ Negral ................................................ Nevadillo Blanco .................................... ................................................ Picual Redondilla de Logroño ........................... Royal de Calatayud ................................. Serrana de Espadán ................................. Verdial de Huevar ................................. Verdial de Vélez-Málaga ........................... Zarzariega .............................................

FUENTE: Observaciones de la colección varietal de la Estación de Olivicultura y Elaiotecnia. Jaén (España).

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Estudiando y manejando estos o similares datos, el agricultor puede planificar la recolección y, por ejemplo, colocar mallas a los «Picuales» que recolectará o pensase recolectar a partir de febrero y a los «Hojiblancos» recogidos a partir del 15 de marzo; en fin, planificar bien la recolección para usar las mallas ventajosamente. Otro factor a tener en cuenta en el uso de mallas, es el ahorro de tiempo que podría ser muy interesante, sobre todo para pequeñas explotaciones familiares donde no existe mano de obra asalariada. El tiempo que se tarda en recoger los suelos con mallas es aproximadamente la mitad y aún menos que el empleado en la recogida manual tradicional para caídas entre 10 y 15 kilogramos por árbol. Por otra parte, la adecuada preparación del terreno, el uso del rulo para dejar los suelos llanos y en buenas condiciones y el empleo de herbicidas, ^facilitan y abaratan la recogida de esta aceituna del suelo, y es en estos aspectos en los que el agricultor puede hacer mucho por mejorar. La diferencia existente entre recoger la aceituna de un suelo medianamente o mal preparado, a recogerla en uno esmeradamente acondicionado, es tan enorme que compensa sobradamente el gasto que representa tal preparación. Tal y como se ha indicado al hablar de las mallas, la aplicación de un herbicida de preemergencia o mixto, según la época y el estado de la hierba, es muy conveniente. De hecho, en un suelo sin hierba y preparado con el rulo, se reducen los gastos de recogida hasta en un 50 por 100. Creemos que es en la esmerada preparación del suelo donde el agricultor debe hacer un mayor esfuerzo, teniendo presente no sólo la economía, sino también que el ahorro de mano de obra así conseguido se produce en un momento de gran escasez de la misma.

DERRIBO DE LA ACEITUNA Es la operación principal del proceso de la recolección y la que exige más mano de obra, ya que por norma general la

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gran mayoría de la cosecha está en el árbol en el momento óptimo de la recolección. A fin de mejorar o sustituir a los sistemas manuales clásicos empleados, se han proyectado, ensayado y usado gran número de artefactos, medios y sistemas a lo largo de los últimos años, tales como arrancadores manuales y mecánicos, vareadores mecánicos, ciclones, etc., con diferentes resultados, pero que no han solucionado los graves problemas planteados por la recolección. Unicamente los vibradores mecánicos multidireccionales han dado resultados satisfactorios y, si bien deberán perfeccionarse, están usándose ya por los agricultores con bastante intensidad, yendo en aumento su empleo año tras año. En esencia, consisten en un soporte formado por dos brazos laterales con un bastidor giratorio, que lleva el vibrador propiamente dicho, formado por unas masas excéntricas giratorias y un motor hidráulico que las mueve, además de una lanza con una garra para aprisionar el tconco. Los vibradores pueden ser automotores o ir montados sobre tractor, necesitándose de 70 a 90 CV. de potencia. Aplicando el vibrador al tronco, le transmite un movimiento oscilatorio en todas las direcciones, haciendo vibrar tronco, ramas y frutos, hasta provocar la caída de éstos. La eficacia de, estos vibradores está ya demostrada y son muchos los que trabajan en nuestros olivares. El indice de eficacia se puede cifrar entre ei 85 y el 95 por 100. Para llegar al 100 por 100 de desprendimiento, le acompañan 1 ó 2 vareadores que terminan de derribar las aceitunas que quedan sin caer. El trabajo realizado por el vibrador es excelente, sin causar daños en los frutos ni al árbol, y desprendiendo una cantidad mínima o casi nula de brotes; generalmente sólo se desprenden brotes secos o dañados por barrenillo u otra plaga. El rendimiento suele estar entre los 100-115 olivos de 3-4 pies por jornada de siete horas, lo que representa unos 350-400 pies por dia, o sea alrededor de 50-60 pies a la hora. Por tanto, la capacidad de estas máquinas en una campaña es de 60 a 100 ha. Ahora bien, su umbral de rendimiento econó-

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mico es más bajo: unas 25 ha. con producción media de unos 3.000 kg. /ha. Hay que hacer constar que en las plantaciones con árboles de cuatro pies es más difícil el manejo de la máquina por las dificultades que entrañan las maniobras para aproximarse y agarrar los troncos. Los árboles con tres, con dos y sobre todo con un pie facilitan enormemente este manejo y por consiguiente incrementan notablemente el rendimiento de kilos desprendidos por jornada de trabajo. De igual forma que el número de pies influye en el rendimiento, es muy importante también la formación del árbol. Está demostrado y comprobado que el porte erguido favorece la vibración y las ramas verticales vibran mejor que las péndulas y que las horizontales.

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15 ENE.

26 FEB.

Fecha de recolección

Fig. 5.-Gráfico de un ensayo de épocas de recolección realizado en una finca de Cabra (Cdrdobal. Variedad Hojiblanca. A, porcentaje de eficacia sobre cosecha en el árbol al vibrar. B, porcentaje de aceituna caída al suelo; } C, porcentaje de eficacia Sohre la cosecha total.

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Por lo expuesto, es conveniente que el olivarero comience a pensar en adaptar el árbol a la máquina, para lo cual deberá tener en cuenta, a la hora de la poda, la supresión de pies sin reducir el volumen de copa, para tener 2-3 patas en vez de cuatro y, a la par, ir consiguiendo formaciones en tres ramas fundamentales de inclinación media que partan a 80-120 centímetros del suelo y que permitan disponer de un buen agarre a la pinza de vibración, pues el diámetro y resistencia del tronco o rama es un factor muy importante a la hora de obtener altos rendimientos de desprendimiento. Los buenos troncos vibran bien; los malos troncos, vibran mal. Se impone, pues, una poda racional bien orientada, si se quieren conseguir buenos resultados en la recolección. En cuanto a variedades, hasta la fecha se han mostrado fáciles de desprender la «Hojiblanca» y la «Picual», y más dificiles la «Lechin» y la «Manzanilla». Con respecto al momento de iniciar la recolección, no interesa un comienzo tardío, pues si bien parece que la eficacia es algo mayor, la aceituna caída en el suelo es también mucho mayor, con el consiguiente encarecimiento de la recolección. Interesa recoger cuando aún no haya caída natural apreciable, pues, aunque la eficacia baje algo, por ejemplo si en vez de un 90 por 100 se obtiene un 80 por 100, el vareo complementario que se realiza, derribará la aceituna que quede. Es, pues, un error esperar a que haya una sensible caída natural para aplicar la vibradora. El análisis de ciertos datos de campo, nos han indicado que en árboles con producciones de alrededor de 40 kg. de media, la recolección se encarece en un 15 por 100 cuando se pasa de un 4,5 por 100 de caída (unos 1,75 a 2 kg. por árbol), a un 15 por 100 (unos 6 kg. por árbol); esto representa varios miles de pesetas por hectárea. A fin de facilitar el desprendimiento y aumentar la eficacia de la máquina, se están aplicando productos abscisores etilénicos que actúan por difusión gaseosa. Estadisticamente mejoran la eficacia total de la operación de un dos a un cuatro por ciento, si bien no resulta rentable su empleo ya que el valor del producto es superior al beneficio que proporciona.

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Su uso, sin embargo, puede ser muy interesante en la recolección manual, ya que mejora el rendimiento del vareador, reduce grandemente los daños, y sobre todo, permite iniciar antes la recolección al disminuir la resistencia a la caída; esto puede ser especialmente interesante en la variedad «Hojiblanca». Finalmente, ha de citarse que, al parecer, y a tenor de los últimos ensayos y experiencias que se llevan a cabo, es posible el empleo de la vibradora en la recolección de la aceituna para mesa, siempre que se acorte en todo lo posible el período de tiempo transcurrido entre la recolección y el tratamiento del fruto con lejía. Los resultados que se están obteniendo indican, que si se «cuece» la aceituna inmediatamente después de recogida, el porcentaje resultante de frutos dañados al final del proceso de fermentación es muy parecido al que resulta con la recolección manual. Con aceitunas «Manzanilla» habrá que tener en cuenta, sin embargo, los problemas de despellejado al «cocer» sin haber reposado la aceituna.

Fig. 6.-Vibración y vareo complementario de olivo con malla puesta.

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ORGANIZACION DE LA RECOLECCION CON VIBRADOR Ya se ha citado que, como media, los rendimientos de la máquina son de 50-60 pies por hora, lo que representa un decisivo abaratamiento de la operación con respecto a la recolección tradicional, tanto más cuanto más se elevan los jornales de recogida manual. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que al hablar de rendimiento es de enorme importancia la organización del trabajo. Conocida ya la importancia que tiene la forma de los olivos, el tronco, la variedad, y la época de comenzar la recolección a fin de evitar mucho «soleo», es necesario estudiar bien el trabajo de la máquina, pues toda la organización gira alrededor de ella y en función de los kilos que pueda desprender, kilos que lógicamente variarán con la cosecha del año. Como norma orientativa, la cuadrilla de la recolección se podría organizar asi: - Un tractorista para manejar el vibrador. - Un peón para ayudar en la operación de aplicar la garra al tronco y que ayudará, también, a varear los ramos péndulos que no vibran bien. Como vareadores complementarios, puede que hagan falta uno o dos peones más, dependiendo de la forma del árbol, cosecha del año, época de recolección, tamaño del árbol, variedad, etc. - Cuatro peones para la operación de verter las aceitunas de las mallas en los recipientes y trasladar las mallas o fardos a otro árbol. Si la cosecha es grande y los fardos de gran tamaño, puede que sea necesario algún peón más. - Dos peones para llevar los esportones o cajas a la criba; esta operación podría hacerla un solo peón. - Dos o tres peones limpiando la aceituna en la criba; normalmente pueden ser un hombre y dos mujeres. Generalmente hará falta también un manijero y otro tractorista para sacar la aceituna del tajo. Por último, harán falta mujeres para el soleo (recogida de la aceituna del suelo), en número que puede variar desde dos a más de diez, según la cantidad de aceituna caída, estado de los suelos, preparación de los mismos, clima, etc.

Fig. 7.-Tractor con vibradora.

La cuadrilla descrita es orientativa, ya que según los factores enumerados (cosecha, soleo, dificultades topográficas, etc.), puede ser necesario variar su composición; en general, deberá procurarse que a tenor del trabajo realizado por la máquina, el resto de la cuadrilla vaya al mismo ritmo para evitar tiempos muertos. MOVIMIENTO DEL FRUTO EN LA PARCELA Y LIMPIA DE LA ACEITUNA Una vez desprendido el fruto, quedan aún opPraciones importantes en la recolección, hasta que la aceituna, convenientemente limpia, salga en dirección a la almazara. El manejo del fruto, una vez desprendido, consume un tiempo de mano de obra que oscila alrededor del 35 por 100 del total empleado en la operación de recolección. Es por tanto de gran importancia, a la hora de abaratar la recogida, estudiar la simplificación de todas las labores complementarias que, en esencia, son las siguientes: tendido y recogida de mallas o fardos, transporte de mallas, vacíado de la aceituna en esporto-

Fig. 8.-Arbol apto para recolectar con vibradora.

nes o cajas, traslado de cajas o espuertas a la criba, limpia y envasado en sacos o cajas (o granel) y transporte a la almazara. Hasta la fecha poco se ha hecho para mecanizar estos trabajos; tan sólo alguna.s vibradoras llevan mallas acopladas para recibir el fruto, lo cual supone un adelanto, si bien aún requieren cantidad de mano de obra importante; su uso no se ha extendido, pues plantea también problemas y sólo sirve para olivares con árboles de un solo pie. Se están ensayando, también, remolques especiales, notablemente más bajos que los habituales, para recoger y transportar el fruto desprendido; facilitan grandemente esta operación, disminuyendo la mano de obra requerida en estas faenas. Tienen aún el inconveniente de su elevado precio y de necesitarse, para tales operaciones, dos tractores más. En el momento presente, en que todas las operaciones se hacen manual^ente, al agricultor le cabe estudiar detenidamente estas operaciones y los tiempos exigidos por cada una. Igualmente, intentar centralizar alguna de ellas, como la limpia, y

Fig. 9.-Máquina limpiadora de aceituna.

realizar esta y otras en plan colectivo o industrial. A este respecto son ya varias las Cooperativas que han instalado máquinas limpiadoras con objeto de mejorar este trabajo y abaratar la operación. Como resumen, se vuelve a insistir en la gran importancia que tiene el que el agricultor se convenza de que un estudio detenido y la mejora de cada una de las operaciones enumeradas redundará, con seguridad, en un beneficio económico considerable, tanto o más interesante que cualquier otro conseguido modificando las técnicas de cultivo.

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RESUMEN Como resumen de todo lo indicado, cabe decir lo siguiente: La recolección de aceituna es la operación más cara en todo el proceso productivo del olivo y la que más mano de obra necesita. Puede ser mejorada teniendo en cuenta una serie de criterios como son: 1. ° Uso racional de la mano de obra. 2. ° Preparación esmerada de los suelos mediante el uso de herbicidas, preferiblemente de preemergencia, y pase de rulo pesado. Eventualmente pueden utilizarse mallas permanentes en las zonas de recolección más tardia. 3. ° Empleo de vibradores multidireccionales, lo que exige una previa preparación de los árboles. A este respecto, conviene indicar la necesidad de adelantar al máximo la época de recolección. 4. ° Máxima reducción de los tiempos destinados al movimiento y limpia del fruto. La centralización de la limpieza en un punto de la finca, o bien en almazara, es fundamental, utilizándose en estos casos máquinas limpiadoras de elevado rendimiento.

PUBLICACIONES DE EXTENSION AGRARIA Bravo Murillo, 101 - Madrid-20

Se autoriza la reproducción íntegra de esta publicación mencionando su origen: «Hojas Divulgadoras del Ministerio de Agricultura».

LS.B.N. 84-341-0171-8 - Depósito legal: M. 31.328-1978 (19.000 ejemplares). Neografis, S. L. - Santiago Estévez, 8- Madrid-19

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