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número
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San Jacinto-Río Páez
''Vive el mejor momento'' con el café - Tradición que se renueva y endulza la vida -
Una Misión que atrae peregrinos - Tener madera para mejorar el ambiente - Valores agregados para el progreso Demuestra tu cultura, maneja tus residuos y recicla la basura
Editorial ACOMPAÑAMIENTO PARA EL DESARROLLO INTEGRAL Y SOSTENIBLE DE LAS COMUNIDADES Desde hace casi 60 años HOCOL ha venido trabajando de la mano con las comunidades, los gobiernos locales y organizaciones de los municipios huilenses en su área de influencia, con el propósito de ser parte activa en la construcción de mejores condiciones de vida y bienestar. Un compromiso que se refleja en la implementación y desarrollo de programas y proyectos que impulsan el desarrollo comunitario en diversos frentes, abren nuevas formas hacia la productividad agrícola y ganadera, es timulan la creación y sostenimiento de empresas, promueven el cuidado y protección del medioambiente, apoyan la educación y la formación para el trabajo, entre otros. Un esfuerzo en el que las comunidades, Empresa y administraciones locales, han sabido dialogar de manera constructiva, participativa y respetuosa, para acordar un camino de desarrollo sostenible, marcado por la corresponsabilidad en las acciones y decisiones, la inclusión, la equidad y la solidaridad social. En este número se incluyen casos de desarrollo empresarial, como el de Coffee Young, que muestra las perspectivas favorables que ofrece la recuperación de la caficultura; la importancia de la capacitación técnica para la producción, comercialización y rentabilidad de un dulce casero; el apoyo a un evento religioso y cultural que favorece la convivencia y la armonía social junto con el interés turístico; los avances permanentes en cuidado
“VIVE EL MEJOR MOMENTO” CON EL CAFÉ Un emprendimiento que revitaliza la caficultura paicoleña y traza una ruta de negocio que fortalece el arraigo y la economía local campesina. Coffee Young, una empresa familiar que se abre camino en el Huila con sus exquisitas y educadoras degustaciones.
En el curso de barismo, los Joven han aprendido a preparar varios tipos de bebidas de café, como el capuchino.
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n el alto de San Miguel queda Villa Mercedes, la finca que hace más de 7 años los hermanos Dúber y Ariel Andrés Joven Chavarro se empeñaron en trabajar para conservarla en manos de la familia y, de paso, continuar la tradición de la caficultura en Paicol. Un esfuerzo que los ha motivado a investigar y capacitarse en el manejo técnico del cultivo y a sentar las bases, en julio de 2014, de un prometedor emprendimiento: la empresa Coffee Young.
Los Joven Chavarro ya sabían por los compradores de café que su producción está entre las mejores del suroccidente huilense, razón de sobra para que, en septiembre de 2014, entraran a un curso sobre café especial en la sede del Sena de La Plata. Han aprendido análisis de suelos, requisitos de la siembra, tipos de abonos, control biológico de plagas, selección y procesamiento del grano, entre otros, junto a las formas de preparar bebidas de café, lo que se conoce como barismo, y saber
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y manejo de los recursos naturales y la articulación de las distintas iniciativas; el valor agregado en el proceso de formación de los estudiantes de la Media Vocacional; y, por último, el compromiso de toda una comunidad con el reciclaje de la basura. Ejemplos que corroboran la construcción de un camino de progreso compartido entre comunidades y Empresa que hace viables alternativas productivas y de capacitación técnica, que afianzan y renuevan la productividad y sostenibilidad del modo de vida campesino en medio de los cambios y desafíos del siglo XXI. Otro logro más en el ideal de HOCOL de compartir y generar riqueza en la vida de las comunidades en donde opera.
apreciar con el gusto el sabor de la variedad de cafés, es decir, la catación, tendencias de moda en este mercado. Villa Mercedes ha sido el laboratorio donde han aplicado los nuevos conocimientos y, con ellos, afinado su producción que arrancó con una hectárea de café. Ahora tienen sembrada hectárea y media, 3.200 matas de la variedad Castilla y Colombia en plena cosecha, y aspiran en corto tiempo a plantar tres hectáreas más. Asimismo, las destrezas en barismo y catación les han permitido optimizar la promoción de sus cafés -orgánico, especial y tradicional-, por medio de la instalación de un esmerado panel de degustación en las ferias y exposiciones de carácter local y regional a las que los han invitado. Además, su prestigio ha hecho que los llamen de municipios vecinos a pedirles asesoría en tópicos de caficultura. Para Dúber, gerente de la naciente empresa, poner a andar Coffee Young ha sido una tarea a la que le han “puesto todo el amor y el empuje, somos apasionados por el cultivo y por lo que hacemos”. Una dinámica que se ha incentivado con el respaldo de HOCOL que “se ha interesado en iniciativas que permitan diversificar la economía local con actividades distintas a las de la industria petrolera”, y, de otro lado, con el apoyo familiar, como lo expresa don Chucho, el padre de los Joven Chavarro: “Lo del emprendimiento me parece excelente y yo les colaboro con la secada del café, de rebullirlo, que no se moje. A mí me gusta todo lo del café y todo lo que sea para beneficio de la familia y de muchas personas”. Por su parte, Ariel Andrés, el gerente de producción, anota que en Paicol existe una asociación de cultivadores de café, conformada por 150 personas, y unas 850 familias se dedican a este cultivo, convirtiéndolo en “el primer renglón de la economía municipal, seguido por la actividad ganadera. Es un cambio importante y somos ejemplo y parte de ese cambio. Nos hemos preocupado por dar a conocer nuestro café, que la gente sepa qué café consume y mire el café de nuestra región. Tal vez, por eso, a mi hermano le dicen el Juan Valdez de Paicol”. Ahora bien, para seguir “Traspasando fronteras con el café de nuestra tierra”, lema de la pancarta que exhiben en las degustaciones y presentaciones, el apoyo de HOCOL ha sido
importante para poder gestionar el registro de la marca Coffee Young - lo cual ha requerido ajustes para que aparezca junto al logo “Vive el mejor momento”-, y el del Invima, un trámite largo y con asistencia a capacitaciones. Ambos son indispensables para “comenzar a distribuir y comercializar nuestro café en Paicol, La Plata y otros municipios y departamentos”, señalan los empresarios. Además, una vez obtenido el registro Invima, que está a punto de salir, “queremos apoyar a la asociación de cultivadores de café de Paicol, que cuenta con la maquinaria industrial y laboratorio para el procesamiento del café, y a la que como técnicos podemos contribuir con el control de calidad de los diferentes cafés”.
Argentina y en julio, a otra en Teruel y en Santamaría. De su café ya se han llevado muestras a México, Ruanda y Chile, y también le vendieron café pergamino seco a un cliente de Corea, a donde ya mandaron una nueva muestra con valor agregado: café procesado y molido para el tipo de cafetera que usan allá. Asimismo, hay gente que “nos pide el café en grano, porque dura más el aroma”, comenta con entusiasmo Dúber. Para la buena marcha del negocio un factor clave ha sido tener los roles muy claros y tratar de llevar una muy buena relación entre hermanos, a pesar de la diferencia
de temperamentos. El emprendimiento los ha unido mucho más como familia y los ha enamorado del tema del café, coinciden en afirmar los Joven Chavarro. “A HOCOL le agradecemos el apoyo a nuestra empresa que le apunta un proyecto nuevo y con futuro. Una actividad permanente, con la que esperamos ser fuente de bienestar y empleo para el municipio”. Por eso, al lado del sello verde y orgánico que pronto recibirán por sus prácticas de cultivo, quisieran “poner también el de HOCOL, para que la gente vea que no solo es petróleo sino también un apoyo cierto a otras empresas”.
Otro asunto básico en el impulso de Coffee Young han sido las demostraciones de catación y degustación de café, con el fin de que la gente aprenda sobre los diferentes modos de preparación del café y reconozca las diferencias entre cosechas. En este sentido, la colaboración de HOCOL les facilitó adquirir: molino, gramera, cuchara de catación que lleva la marca Coffee Young, cafeteras de goteo, italiana o moka, francesa o de pistón, percoladora, vacío o cona, aeropress, filtros y jarras, entre otros implementos. Antes, recuerda riéndose Dúber, les tocaba moler el café en la máquina Corona, ahora, con el nuevo molino, pueden hacer el tipo de molienda aconsejable según el método de preparación. “Por ejemplo, si se va a hacer el café usando una cafetera de pistón o en olleta, la molienda debe ser gruesa para que el grano no se pase por el filtro; si es con las que usan filtros de papel o coladores de tela, debe ser media; y si es con cafetera Express o de vacío, la molienda debe ser fina”.
Instalaciones en Villa Mercedes para el proceso del grano.
Un cuidadoso y sistemático manejo del cultivo es básico para la calidad de la cosecha.
Los paneles de degustación, sin duda, “nos han servido muchísimo para encontrar contactos”, destaca Nury Joven, economista y gerente financiera de Coffee Young. “Como tengo experiencia en mercadeo, siempre que puedo los acompaño a cuanto evento y feria haya, pues la idea es enfocarnos en sacar la empresa adelante. Las perspectivas son excelentes y solo estamos pendientes de obtener el registro Invima y el de marca, para empezar a proyectarnos con la publicidad”. Coffee Young se ha vuelto un ejemplo de una alternativa económica para los caficultores de Paicol; en junio participaron en la segunda feria regional cafetera del pueblo, fueron a una invitación en La 2
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Coffee Young, un emprendimiento familiar que traspasa fronteras.
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TRADICIÓN QUE SE RENUEVA Y ENDULZA LA VIDA Rescate, capacitación e innovación en la preparación de un popular dulce casero, que se ha convertido en uno de los productos típicos de Paicol: Arequipe Ampar.
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Antes de entregar cada pedido, Amparo revisa los detalles finales del empaque.
mparo Castañeda Bonilla, una laboriosa madre, nunca se imaginó que poner en práctica el consejo de hacer arequipe sería el modo viable de sobrellevar la responsabilidad de la crianza de su hijo junto con el sostenimiento de la obligación familiar; pero, también, el de recuperar el saber hacer de antaño de este dulce tradicional, con el cual se ha ido forjando una reputación que hoy se extiende más allá de los hogares de su nativa Paicol. Recostada en la pared de bahareque de entrada a la cocina de su casa, ubicada en el barrio Las Delicias, y acompañada como casi siempre de su hijo y de su madre, Amparo cuenta que se dedicó a hacer el arequipe “cuando nació Víctor, un niño con síndrome de Down, buscando combinar su cuidado con el oficio de la casa. Yo hago varias cosas y mi mamá fue la que me dio la idea”, situación que de inmediato evoca así doña Mercedes: “Un día al ver que ella lloraba, porque no podía salir a trabajar por el cuidado que necesitaba el niño, y como estaba sola, sin el marido, le dije: vea, Amparito, haga arequipe acá y yo le 4
enseño. Yo sé y me recuerdo cuando mi mamita lo hacía, hagamos unos 5 litros de leche para probar y vaya y ofrézcalo. Eso fue hace 15 años, la edad que tiene Víctor, ¡se vendieron todos los 14 tarritos! y ya con platica se dejó para comprar unos 10 litros de leche y desde entonces lo seguimos haciendo. Ella después aprendió más cosas con un señor del Sena”.
Así comenzaba la trayectoria de Arequipe Ampar, un pequeño negocio con el que fuera de asegurar parte del mantenimiento familiar, su orgullosa propietaria ha podido capacitarse y aprender nuevas técnicas de elaboración de este tradicional postre, al lado de aspectos básicos de administración en materia de costos, contabilidad, comercialización, mercadeo, etiquetado, entre otros. Una formación que ha ido actualizando mediante cursos y
Cada caja lleva la etiqueta que indica el sabor del arequipe.
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talleres en los que, al igual que otras tantas personas del pueblo, ha perfeccionado sus conocimientos y competencias con miras a favorecer la productividad de su quehacer. Una de las primeras capacitaciones tuvo lugar “hace como 9 años, fue del Sena y la hicieron en Tesalia”; desde entonces Amparo se ha preocupado por estar atenta a las que anuncian. Por ejemplo, en una sobre creación de microempresas, aprendió que debía ponerle un nombre al negocio, de ahí surgió Arequipe Ampar. En la última, un curso de derivados lácteos que se llevó a cabo en la sede de la alcaldía de Paicol, con el auspicio de HOCOL, le enseñaron varias técnicas de fabricación del arequipe, buenas prácticas de manejo e higiene en la cocina, “a hacer el arequipe con conservantes, si uno quiere echarle, y el arequipe de diferentes sabores: banano, guanábana, guayaba, limón, coco, mango y el cortado que va con pedacitos de queso y, también, a trabajar el arequipe con azúcar para los diabéticos, con la estevia y la glucosa, que ya las sé manejar”. Al respecto, Albeiro Castro, asesor en turismo de la Fundación del Alto Magdalena, entidad que tiene a su cargo la gestión de los cursos que promueve HOCOL en la zona, buscando el mejoramiento efectivo de las condiciones de vida de las comunidades en su área de influencia, organizó un curso sobre gastronomía de productos típicos
locales. Se pensó en la importancia de su rescate y en el valor diferencial que éstos le pueden dar a cada pueblo. En el caso de Paicol, “el que llega allá come queso con arequipe, y por eso se ha orientado a doña Amparo a que saque arequipe de diferentes sabores, ya que forman parte de las galguerías que piden los visitantes”, resalta. Igualmente, aprendió como “hacer las etiquetas del producto. Los instructores del Sena nos dieron las indicaciones y nos ayudaron: tengo las etiquetas que van con el nombre de la empresa, el sabor del arequipe y la fruta pintada. El cortado es muy vendible y a la gente le gusta mucho. Además, HOCOL me ha ayudado a comercializar mis productos en las ferias en las que participa y a través del Sena y de una emisora de Neiva que me hace propaganda, me han ido conociendo”, subraya Amparo. Ahora el Arequipe Ampar con sus distintas variedades se vende en Tesalia, Neiva, La Plata y la gente va a la casa para encargarlo y llevarlo de regalo “cuando va a viajar a otras naciones”. El arequipe de guanábana y el de limón son los más solicitados para regalar, pero el cortado y el tradicional son los que tienen más salida, puntualiza esta madre, cabeza de familia, mientras se alista para repartir, en compañía de su hijo, los pedidos: “Es importante que la gente participe activamente en los cursos que nos
traen para que nos sigamos capacitando y poder salir adelante. Con mi trabajo compré todos los utensilios para el oficio, como la primera paila que de tanto calentarla ya se acabó y hoy sirve de matera en el patio, y la estufa industrial a gas”. Un oficio que, anota doña Mercedes, “ sí le ha servido a mi hija pues hay veces en que uno está bien varado y hace un poquito de arequipe y el producido de eso nos sirve para el diario vivir, sobre todo para pagar los recibos de los servicios públicos”. Dos veces a la semana, en una larga jornada en la que “mi mamá es mi mano derecha, pues me ayuda a vigilar ese día a Víctor que es muy inquieto”, Amparo se dedica exclusivamente a preparar “el puro legítimo arequipe, yo no le echo ni arroz ni maicena” con los 10 litros de leche que le traen varios vendedores de Paicol. En promedio salen unas 20 cajas de ocho onzas, que vende a tres mil pesos cada una a la clientela habitual. Otros días los destina a hacer el arroz con leche, yogur con sabores y las obleas a las que Víctor les unta el arequipe. Arequipe Ampar “va pa’ delante”, y su dueña espera pronto mejorar el sitio de la cocina, comprar una paila más grande y seguir con los trámites para “sacar el código de barras y el papeleo del Invima” para expandir la comercialización de su producto.
Amparo junto a Víctor y doña Mercedes, sus colaboradores más importantes.
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UNA MISIÓN QUE ATRAE PEREGRINOS
Propiciar el bienestar integral de las comunidades también significa apoyar actividades que acercan a la comunidad entre sí y con su parroquia. Con el acompañamiento de HOCOL se fortalecen las organizaciones y sus tradiciones culturales. La preparación de la Misión Continental, un evento regional en sintonía con un mandato papal que estimula la dimensión espiritual, la armonía familiar y social, que despierta a la vez el interés turístico.
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La iglesia de Santa Rosa de Lima fue el escenario para ambientar la llegada de la Misión a la parroquia.
aicol, uno de los municipios que conforman el circuito turístico del Territorio Páez, permite a visitantes y pobladores disfrutar de los variados atractivos naturales de su paisaje, de las especialidades culinarias típicas de la región, de la arquitectura colonial de sus amplias y frescas casonas y de su templo parroquial en piedra labrada, declarado Bien de Interés Cultural, así como de las celebraciones de fiestas y ferias tradicionales, especialmente durante junio, y a las que este año se sumó la llegada de la Misión Continental. Como lo explica John Fredy Bravo, el dinámico y carismático párroco de la iglesia de Santa Rosa de Lima, el origen de la Misión Continental se remonta a la conferencia episcopal de Aparecida, Brasil, “en la que los obispos de América Latina y el Caribe vieron la necesidad de darle un impulso a la misión evangelizadora de la iglesia católica”. Fue así como en 2011, se puso en marcha dicha tarea en las 62 parroquias de la Diócesis de Garzón, a la cual pertenecen las de San Agustín, Gigante, Paicol, Tesalia y La Plata, entre otras.
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Desde hace año y medio, cuando fue trasladado de la parroquia de San Agustín, el padre John Freddy lideró el desarrollo de las distintas etapas de este crucial acontecimiento en su nueva parroquia. La primera transcurrió a lo largo del año 2014; consistió en la ambientación para ir creando en la comunidad una serie de expectativas sobre el sentido, objetivo y alcance de la Misión. Por ejemplo, recuerda que en la misa le decía a su feligresía: “El próximo año vamos a tener la gran Misión Continental, que empezamos de manera decidida en la Diócesis en 2011. Va a venir el obispo de Garzón, fray Fabio Duque Jaramillo, y visitará los barrios y las veredas, la alcaldía, el colegio, el hospital y todos los lugares que sea posible, para entregarles un mensaje de salvación. Además vendrán 27 sacerdotes de otras parroquias a colaborar, que estarán presentes en cada uno de los sectores en que se ha dividido Paicol y en las veredas”. En la segunda etapa se planeó la organización, selección y financiación del material impreso; para ello se realizó “un censo de las familias con el fin de tener una información precisa y una visión real de las personas a quienes se dirigiría la
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Misión, que en total fueron 1800 familias” comenta el párroco. La consecución de recursos para el proyecto -que costó unos 15 millones de pesos- se hizo mediante la venta de un bono de solidaridad y la entrega de 22 premios, como televisores, hornos microondas, licuadoras, planchas, donados por la comunidad y el comercio local, junto con otros 3 premios en dinero que aportó la misma parroquia, así como con la venta de camisetas, gorras y bolsos. Ahora bien, teniendo en cuenta que Paicol es un destino turístico, con la colaboración del asesor de la Fundación del Alto Magdalena, Albeiro Castro, se le presentó a HOCOL un proyecto para apoyar la impresión de los textos con el fin de adelantar el trabajo conjunto entre la parroquia, los laicos y la comunidad, señala el padre Bravo. “La Compañía nos dio 3,5 millones de pesos. La Misión Continental es un acto eclesial que atrae gente de las veredas y de otras partes y da a conocer la parroquia, cuyo templo es patrimonio cultural del Departamento, aparte de los atractivos naturales de Paicol. Todo esto, sin duda, contribuye a dinamizar la economía del pueblo”.
El primer material impreso fue un portafolletos que incluía tres plegables en los que se describen las generalidades de la Misión, y que se les entregó a los misioneros laicos de la pastoral. Se trata de 150 personas de la comunidad que llevaron a cabo, de manera voluntaria y comprometida, las actividades previas de la Misión en todos los barrios y veredas del municipio. En una de ellas, el visiteo, comenta el sacerdote Bravo, los laicos saludaban a las familias en nombre de la parroquia, rezaban juntos la oración por la familia, entonaban un canto a la Virgen, les explicaban el sentido de los cinco signos de la Misión que se entregaron en cada uno de los barrios y veredas: el tríptico, la cruz, la camándula, el cirio y la Biblia, y terminaban con la oración por la Misión. A cada familia también se le dio un plegable de oraciones marianas, otro con la oración de la familia y uno sobre como confesarse bien, junto con el tríptico y la explicación del significado de cada una de las escenas de la pintura. Para los laicos, añade el párroco, la experiencia de avisarle a la gente la llegada de la Misión y que estuviera preparada, “fue muy bonita y aunque algunos sentían un poco de temor frente a la respuesta de la comunidad, cuando terminaron estuvieron muy contentos al ver la aceptación tan positiva de la gente, que estaba a la expectativa de su llegada”.
La cruz, la camándula y el tríptico, tres de los cinco signos entregados a las familias participantes en la Misión.
todo, una experiencia de acercamiento a la iglesia de aquellos que por distintas razones estaban alejados. La Misión Continental fue una oportunidad de contribuir, desde el evangelio, a un cambio para mejorar y dignificar la vida de nuestras familias, pueblo y sociedad”, y un aporte más de HOCOL a favor del reconocimiento y respeto de las diferentes tradiciones, costumbres y creencias de las comunidades, que consolida el tejido social y deja una huella positiva en el entorno, en consonancia con los principios que caracterizan su ser y actuar.
La última etapa, la de la Misión, tuvo lugar entre el 21 y el 26 de junio y empezó el domingo con la misa principal a las 3 de la tarde en el templo parroquial de Santa Rosa de Lima. El obispo de Garzón presidió la misa que fue concelebrada por 15 de los sacerdotes invitados. La iglesia se llenó con las diferentes delegaciones de barrios y veredas de Paicol y con la gente que acudió de otros lugares a esta excepcional celebración. Un acontecimiento que, como resalta el párroco, “fue todo un éxito, incluso hasta el clima estuvo a nuestro favor: fue una tarde fresca y luminosa. Las comunidades respondieron con entusiasmo y los sacerdotes estuvieron muy contentos al ver la participación”. Para el padre John Freddy la Misión ha dejado “muchos frutos de bien para la parroquia y el municipio, una promoción de los valores humanos y turísticos y, sobre
Por sus características arquitectónicas, la iglesia de Santa Rosa de Lima ha sido declarada Bien de Interés Cultural, otro de los atractivos de Paicol.
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TENER MADERA PARA MEJORAR EL AMBIENTE En la vereda La Mesa, HOCOL y la comunidad trabajan por la sostenibilidad local y global a partir del conocimiento compartido y del desarrollo de la vocación y del capital humano. Es una forma de aprender a “tener madera” para construir riqueza, saber usar adecuadamente los recursos y generar desarrollo.
de Educación y Desarrollo Ambiental apoyado por HOCOL se identifica como una nueva ganancia. Fue así como se vio la necesidad de analizar las oportunidades de la zona y para ello se incluyó el estudio de los suelos, con asesoramiento técnico in situ de los asesores de la FAM. La idea es poner en práctica todo lo que nos enseñan, sostiene Dúber Joven. Es profundizar más en las inquietudes, llevar a cabo los proyectos y lograr que sean sostenibles en el tiempo. En otras palabras y como lo sostiene HOCOL, es construir riqueza, promoviendo la cogestión, mejorando el conocimiento y fortaleciendo el tejido social. Es motivar la participación activa de cada uno en la construcción del proyecto Nación. Han sido cuatro años en los que se han
llevado a cabo diversos proyectos en La Mesa, “como el de los jagüeyes que, con sus cortinas de plantas, permite que los patos estén en la zona de manera permanente. Con los árboles, que también dan frescura, llegan más aves y habrá más confort para los animales”, repite Dúber. “Es que en las fincas resulta necesario que los animales estén cómodos, porque eso hará mejorar rendimiento y producción; entonces el predio podrá ser económicamente sostenible y también rentable”. El sombrío es una necesidad, dice Joven. Por eso el año pasado propusimos un nuevo proyecto y ya hemos sembrado una hectárea lineal, 200 árboles por competencia por doseles, todos próximos. La idea es que haya competencia por luz y que crezcan rápidamente, tal como lo
explicaron los asesores. En los potreros, que están divididos, hay brachiaria y pasto puntero, que sirven de alimento para diversas razas de animales de ordeño y doble propósito. “En un futuro muy corto, habrá sombrío”, recalca… y plátano, que la familia comercializará en Paicol y ayudará para el sostenimiento. Hay que ver la finca como está y como se la quiere ver en el futuro, agrega Dúber Joven. Toca proyectar y estar atento al cambio en el medioambiente, sembrar la comida, cultivar como agricultor y cuidar la parte económica. En otras palabras, ayudar a construir el desarrollo propio. Cuando se comprende la utilidad de tener madera, la vida va para mejor. Y si uno tiene madera, “como que ya no quiere salir de su finca”.
En las moyas, saber y amor Ovidio Espinosa, encargado de la finca La Mesa, ubicada en la vereda del mismo nombre, comenzó hace tres meses su primer proyecto con HOCOL. Primero asistí a las capacitaciones que se dictan en la escuela veredal y aprendí del mantenimiento de los árboles. Una vez al mes nos hablan de la reforestación y del cuidado de las aguas. Y eso funciona, es útil. En Ojo Real, la reforestación con especies nativas se combina con la siembra de matas de plátano como estrategia para un mejor cuidado.
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u a n d o l as p e r s o nas ti e n e n vocación, realizan sus tareas con calidad y se preocupan por aprender continuamente, se dice que tienen madera. Y esto es lo que ha venido ocurriendo con muchos habitantes de la vereda La Mesa, una comunidad que desde hace cuatro años se ha empecinado en mejorar sus sistemas ambientales. Dicen los más experimentados que quien tiene madera logra muchas más cosas en la vida. Se tiene madera para manejar el hato, para vender más carne cuando hay decisión de tener ganado doble propósito, para comercializar la leche y, también, cuando se saben multiplicar las opciones para mejorar el ambiente y darle vida a todo lo que con él se relaciona. Quien tiene madera, pues, sabe y sabe hacer que muchas cosas salgan adelante. Y si los que saben y los que quieren aprender se unen, se multiplican las opciones de progreso. De ahí que HOCOL, los asesores de la Fundación del Alto Magdalena (FAM) y los habitantes de la vereda La Mesa hayan estrechado lazos para proteger los recursos ambientales. Primero fue la creación de un vivero
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(ver artículo La naturaleza es hermosa, Revista Acciones 1 semestre 2014), de donde saldrían las plantas y árboles que necesitaba la zona para “el repoblamiento vegetal y la reforestación con especies nativas”, como lo explica Dúber Joven, entonces presidente de la Junta de Acción Comunal. Sólo bastaba mirar alrededor para comprobar que “en las partes planas la región estaba muy despoblada de árboles y que se requería más sombrío para el confort de los animales: elegimos el samán”. Pero también se decidieron por “la leucaena y el matarratón, que recogen el nitrógeno y son plantas forrajeras, y por el iguá, para en el futuro –como ocurre hoy-, poder tener madera”. Fueron varios los beneficiarios del vivero, recuerda Dúber. Por ejemplo, “reforestamos en el predio Ojo Real, en donde hicimos divisiones de potreros”. A la vez fue posible sacar adelante la propuesta de sustitución de cercados y para ello se usó material nativo, contando con el apoyo de HOCOL. “En mi finca había 35 hectáreas despobladas de árboles, de las cuales ya vamos cubriendo un 20% reforestadas con cercas vivas”. “Yo puse la mano de obra y el sostenimiento.
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Fue una labor familiar. Mi papá ayudó a abrir los huecos y contratamos un ayudante. Claro que toda la familia participó y hoy valora lo hecho. Pensamos en el tiempo invertido y en el valor agregado que trae lo realizado. “Para mí, la primera escuela es la casa pero también hay que decir que fue en la escuela veredal en donde empezamos la reforestación”. Total a las hileras de matas les metieron plátano, “que es comida. Puse el aislamiento de los potreros para que el ganado no se coma los arbolitos. Hoy también digo que si uno deja un árbol solito, la gente lo descuida, pero si le siembro comida al lado, pues voy limpiando el plátano y hay un nuevo estímulo para cuidar el medioambiente. Eso se me ocurrió gracias a lo que nos enseñan los asesores de la FAM en temas de seguridad alimentaria y cuestiones ambientales. Yo trato de integrar todos los saberes –el ambiental, lo ganadero y el de seguridad alimentaria-, y va mejorando la finca y el bienestar familiar”. Así, los habitantes de La Mesa entendieron que para “tener más madera”, también había que valorar lo aportado y aprovechar la formación. Hoy, haber estado en el Programa
Del vivero de doña Blanca, cuenta, trajimos 100 árboles -entre matarratón, iguá y samán-, que se sembraron a una distancia de 4 metros cada uno, dando en total unos 320 metros lineales. HOCOL dio los árboles. La idea inicial es cuidar y proteger un nacimiento de agua, el de Las Moyas, pues sin agua no se puede hacer nada. Se trata de proteger el agua en todo su ciclo natural.
En esta finca, que es ganadera, también se reforestarán los potreros para el sombrío y para que el ganado coma matarratón. Con el samán, que les gusta mucho a las hormigas, se saca la cerca viva y hemos aprendido que el iguá es el maderable. Yo abrí los hoyos, sembré y estoy pendiente de las plantas. Me vine del Tolima hace 20 meses y desde que llegué, a finales de 2013, me vinculé a los proyectos. Sé que el de gallinas ponedoras, también auspiciado por HOCOL y asesorado por la FAM, ha ido bien; del producto de los huevos se van a comprar más animales. Se descubre cómo aprovechar mejor las cosas, y se les pone saber y amor para que se pongan bonitas.
Para Ovidio Espinosa, la siembra de árboles es lo principal para proteger las moyas, pues "sin agua no se puede hacer nada".
Ganancia colectiva La idea es desarrollar la capacidad de gestión propia de la comunidad. Y si se mira la asistencia a las capacitaciones que ofrece HOCOL, dictadas por los asesores de la Fundación del Alto Magdalena, bien podría decirse que hay varios logros alcanzados. En 2015 se han congregado entre 25 y 30 personas por capacitación, destaca Nicolás Parra, asesor de la FAM. Comenzamos con un recuento de lo visto para actualizar a quienes se inician y cerramos, como ha ocurrido este año, con el Protocolo de Kyoto y diversos convenios, con la idea de que se comprenda que en lo medioambiental lo local tiene un impacto global. Es fortalecer sus competencias para asumir nuevos retos. En los talleres, apoyados por HOCOL y abiertos a toda la comunidad, también se trabajan temas de residuos sólidos,
conservación de ecosistemas y fuentes hídricas, recursos renovables y no renovables y se caracterizan áreas ambientales específicas. Los temas se socializan en la reunión final y cada persona elige el área en la que le interesa profundizar. Los habitantes de La Mesa, afirma el asesor, están cumpliendo. Cumplir y participar es algo que se recalca continuamente. Para otorgar los beneficios son decisivos, además, la constancia en el proceso de desarrollo y el acompañamiento. Farid Almario, asesor en agricultura, lo explica de esta manera: “ahora hay más participación de la comunidad. En los talleres se relacionan las cosas entre sí, se suman conocimientos adquiridos en la práctica y se integran aprendizajes. Por ejemplo, reciben capacitación sobre manejo
y sostenimiento de las plantaciones. Los tres asesores, además, trabajamos en equipo un día en un encuentro de saberes agrícolas, ambientales y ganaderos para el beneficio de la comunidad. Asimismo, la idea es que los temas tengan jornadas de campo o demostración de métodos” Como lo dice uno de los participantes a las capacitaciones, compartimos saberes con los técnicos y aprendemos a aprovechar cada cosa. Es lo que está ocurriendo con la utilización de los abonos del corral de los ganados o lo que deberá ser el proyecto que pronto presentará la comunidad, de beneficio para cuatro familias, para construir unos pozos sépticos. “HOCOL nos da una parte y el resto va por cuenta de nosotros, los beneficiarios”.
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VALORES AGREGADOS PARA EL PROGRESO Con algo más de cuatro años de existencia, el programa Colegios Amigos del Turismo (CAT) ha demostrado cómo se mejora el capital humano al fortalecer capacidades en distintos grupos y en las regiones en donde trabaja HOCOL. Con el apoyo de la Empresa, a través de la Fundación del Alto Magdalena (FAM), y el compromiso de varias instituciones educativas, en 2015 se pone en marcha una nueva etapa, la de la certificación en Media Vocacional por parte del Sena, con valores agregados.
En las tardes, los estudiantes de El Rosario reciben los cursos de formación especializada en Servicios de Alojamiento.
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ara poder avanzar es necesario dar pasos ciertos, consolidar procesos y enriquecerse con los saberes. Ese sencillo y esperanzador principio es el que se ha venido aplicando en el programa Colegios Amigos del Turismo en los últimos cuatro años. Con el CAT –como lo conocen en Paicol y Tesalia- los estudiantes de los últimos grados han podido prestar su servicio social y miembros de las instituciones educativas han desarrollado habilidades en dos campos del saber turístico: alojamiento y organización de eventos. Se trata de un hecho que en la práctica abre los ojos para diversificar las alternativas económicas en lo local y lo regional gracias, además, a la adquisición de capacidades de gestión propias. El profesor Guillermo Chimbaco, de la Institución Educativa El Rosario de Tesalia, explica que el CAT nació con el auspicio del Viceministerio de Industria y Turismo y en todo este tiempo ha tenido el apoyo económico y logístico de HOCOL, a través de la FAM. El estudiantado ha respondido y la Institución se ha comprometido mostrando su interés por sacar adelante la formación. A los alumnos les permite 10
pensar en nuevas alternativas de trabajo y en maneras de generar ingresos, y les mejora sus habilidades empresariales en una región con vocación turística. Un hecho decisivo es que el programa se ha articulado con el Proyecto Educativo Institucional de los colegios y de manera transversal, sostiene el asesor en turismo Albeiro Castro. “Se lo incorpora a la malla curricular desde el grado 0 hasta el grado 11. Así lo hicimos, como primer paso, en El Rosario de Tesalia, y en la institución educativa Luis Edgar Durán, de Paicol. De ahí se han desprendido varias acciones, entre las que está el servicio social en turismo, lo que a su vez capacita a los estudiantes de grado 10 y los enfrenta a la realidad. Ejemplos de labores específicas: los puntos de orientación turística que los jóvenes instalan en los parques de cada municipio. Como resultado de una estrategia de formación y articulación interinstitucional, afirma con orgullo el asesor Castro, en 2015 se dio otro paso adelante: la articulación a la Media (grados 10 y 11); de esta manera los estudiantes se enganchan con el Sena, que avala y certifica la Media Vocacional y es responsable del programa
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con énfasis en servicios de alojamiento, para grado 10. Esta capacitación -de 2 años de duración, en varios ciclos y 5 horas semanales los jueves en la tarde- me servirá para una certificación de un trabajo, afirma el estudiante de la institución educativa El Rosario, Sebastián Nasayo. El profesor Chimbaco, coordinador del CAT en la Institución rosarista y docente de ciencias políticas, sociales y económicas de los grados 9 a 11, añade que a esta nueva fase se ha vinculado un técnico del Sena en la materia; el asesor Albeiro Castro recalca que la FAM pone la infraestructura para el buen funcionamiento. Paola Juliete León Peña es instructora del Sena, experta en desarrollo turístico. Ella explica la formación en servicios de alojamiento de la siguiente manera: Hay 27 inscritos que recibirán un certificado cuando cumplan las 4 fases. La última es la etapa productiva, en la que van a prestar la asesoría en los hoteles. Se adquieren competencias en manejo de registros de caja, hoteleros y en los distintos formatos; en servicio de habitaciones, atención del cliente, limpieza, habitaciones y servicios comunes, lo que se llama
camarería; tienen conocimientos básicos. Esto de las competencias corresponde a la primera etapa. Luego crean unas unidades productivas, como un grupo de trabajo, y generan un portafolio o manual de servicios, y escogen a qué hotel quieren asesorar. Presentan su proyecto, muestran las evidencias y reciben el certificado como técnicos en servicios de alojamiento. Las competencias, añade Paola Juliete, les permitirán asesorar al cliente según las necesidades -información de los hoteles, posadas, residencias, sus ser vicios, capacidad, tarifas, etc.-, y también aprenderán normas técnicas como estandarización de servicios y protocolos, entre otros. Estarán en capacidad de identificar si ello se cumple en el entorno de acción y podrán direccionar a las personas. Igualmente en el colegio El Rosario se realiza el programa de Organización de eventos -un valor agregado con duración de 40 horas, como lo califica el profesor Chimbaco-, que les permite a los docentes hacer un diplomado y profundizar en sus saberes con miras a la formación del estudiantado, teniendo como horizonte el trabajo, en palabras del asesor Castro. Es multiplicar saberes en cadena y aplicarlos. Al tocar el tema de la organización de eventos, los estudiantes ven en “varios ciclos temas de atención al cliente y mercadeo… ocurre todo el año”. Con los docentes también se abordó lo de etiqueta y vendrá la gastronomía colombiana, apoyada por el Sena y HOCOL. Todo esto tiene un valor agregado que nos enorgullece, asegura el profesor, pues además del técnico (con el Sena) está el complemento de los conocimientos en organización de eventos. A mí me llamó la atención el técnico porque “puedo conocer sobre los hoteles, su funcionamiento y lo que tiene que hacer cada uno de sus empleados”, sostiene Nicolás Salazar, de grado 10. “En un futuro me podré desarrollar en la carrera y ser uno de los mejores en este trabajo”, algo que en palabras de Camila Guerrero, del mismo grado y de la misma Institución del Rosario significa “proyección en la vida”. María Alejandra Castillo explica su interés de esta manera: “Con el turismo puedo
Con el programa CAT, los alumnos de El Rosario adquieren las competencias para diferentes labores turísticas.
conocer más la tradición en Tesalia, saber de distintas partes de Colombia y aprender de otras culturas”. A Nicolás Salazar y Paula Lizcano les parece que un elemento indispensable es “el inglés, el bilingüismo”. A su vez, varios compañeros sienten que la diversidad de oficios les enseñará asuntos esenciales del turismo: “Mi proyecto –una exigencia- pienso hacerlo en lo del registro de visitantes, porque me gusta interactuar con el público”, asegura Nicolás Salazar. “El botones es la imagen del hotel”, afirma Sebastián Nasayo.“Yo, en recepción de huéspedes”, agrega María Camila Guerrero. “Me gusta lo de recepción y también ama de llaves, señala María Alejandra Castillo: es la que tiene a cargo todos los empleados de servicio, la que coordina y dirige la de limpieza de las habitaciones”. Para Víctor Manuel Sánchez, también de grado 10, el asunto tiene que ver con “ser recepcionista: atender bien a la gente, con la calidad y la eficiencia que se merece, que se sientan cómodos en el hotel y con sus políticas, y que el turismo sea la puerta de entrada para el trabajo”. Y uno de ellos sintetiza sus expectativas de desarrollo personal así: “Deseo tener un hotel, ser gerente, administrar y asumir esa responsabilidad”.
La instructora del Sena reafirma que esa Institución tiene la misión de formar aprendices a partir de competencias y resultados para desempeñarse adecuadamente en diversos entornos. Y es que formar el recurso humano en sus distintas dimensiones, como lo sabe y pone en práctica HOCOL, posibilita el desarrollo de las organizaciones empresariales, comunitarias, sociales, etc., y significa reconocer la integralidad de las personas de tal forma que asuman diversos retos relacionados con la vida laboral y profesional. Me llama la atención, asegura la experta Peña, el énfasis educativo en turismo y el enfoque para que se cumpla con el proyecto de vida de los chicos, formarlos laboralmente. “Es una ventaja”. Como lo es que “el grupo sea receptivo y esté motivado. Hemos socializado los proyectos de los estudiantes y las competencias que van a desarrollar, según el proyecto. Hay dinámica, alineación y compromiso”. Y hay deseo por mejorar la calidad de vida y las capacidades productivas, y por tener certezas sobre lo que significa desarrollo turístico empresarial.
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capacitación sobre reutilización de llantas para decorar y usarlas en los parques”, subraya Lorena Monje. Y la idea es “llevar a los colegios semillas, implementar huertas para que aprovechen los residuos orgánicos y enseñarles algunas manualidades que se pueden hacer con los materiales reciclables”. Asimismo hace unos días se llevó a cabo una jornada “de concientización para asear el municipio pues hay puntos críticos; para limpiar parques y sacar la basura, a la que se vincularon empresas, instituciones educativas, comercio e industria”. Con el apoyo financiero de la Alcaldía, HOCOL y Empresas Públicas/agua, se conoce la temática, se comprende su alcance y se realizan actividades de
DEMUESTRA TU CULTURA, MANEJA TUS RESIDUOS Y RECICLA LA BASURA
mejoramiento ambiental, promoviendo la participación activa de cada habitante bajo el supuesto de que un mejor ambiente significa mejor calidad de vida y prosperidad individual y colectiva. Además de fortalecer las relaciones comunitarias e interinstitucionales –por ejemplo, con Salud trabajan lo del dengue, el chikunguñya y las condiciones salubres-, este programa de residuos sólidos busca construir un futuro común, compartido. El lema de la campaña, escogido por votación es “Demuestra tu cultura, recicla tu basura”. Aunque el cambio de hábitos es un asunto difícil, en Tesalia se le está metiendo duro el hombro al tema de “una mejor cultura en el manejo de los residuos y del reciclaje”.
Dos visiones de una experiencia
Autoridades, HOCOL, la Fundación del Alto Magdalena y la comunidad están detrás del programa de manejo de residuos sólidos en Tesalia, que está haciendo del municipio un mejor lugar para vivir por los beneficios ambientales, económicos y sociales que se desprenden de él. Por un desarrollo sostenible local y regional a través de una alianza a la que le están metiendo el hombro los tesalenses. Lorena Monje y Olga Beatriz Cuéllar, dos mujeres que lideran la cultura del reciclaje.
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esalia ha tomado una decisión q u e p ar a e s to s ti e m p o s e s irreversible: consolidar un proceso de manejo de recursos, reciclaje de basura y reutilización de desechos biodegradables del que hacen parte -en un corto período de tiempo- las autoridades locales, funcionarios de Empresas Públicas, docentes, estudiantes y familias que han entendido el beneficio de la iniciativa. Así la describe la coordinadora de medioambiente y asistencia técnica de Tesalia, Lorena Monje: “Adelantamos una campaña de sensibilización y educación entre la comunidad, para empezar y darle un buen manejo a los residuos sólidos, teniendo en cuenta que algunos de esos residuos se pueden reutilizar y es posible darles nuevos usos. Como ocurre con las iniciativas medio ambientales, lo mejor resultó de ir sumando voluntades. Así, se unieron los miembros del Proyecto Educativo Ambiental (PRAE), maestros y estudiantes de la Institución Educativa Otoniel Rojas Correa, que incorporan “la problemática ambiental 12
local al quehacer de su institución, teniendo en cuenta el contexto natural y sociocultural”, como lo dice el Ministerio de Educación Nacional. “Con los estudiantes estuvimos un día entero tratando los temas de manejo, separación en la fuente y compostaje”, señala Lorena, ingeniera industrial. Tomaron parte dos asesores de la Fundación del Alto Magdalena. Se sabía que los alumnos podían ser una buena fuente multiplicadora de iniciativas en casa, muchas de las cuales tienen “patios para depositar los residuos biodegradables y hacer y aprovechar el abono orgánico”. Se hicieron ejercicios prácticos en diversas situaciones, incluyendo cómo llegarle a la comunidad. Igualmente, trabajaron con funcionarios de Empresas Públicas y recicladores. La idea era que los “funcionarios pudieran explicarle bien a la comunidad, creando conciencia sobre el proceso de recolección y explicando asuntos tan sencillos y vitales como cuándo debían sacar la basura y lo que se puede reutilizar o reciclar”. Y que los recicladores encontraran caminos adecuados para llevar a cabo su tarea. A simismo, socios y administración
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consideran importante que Tesalia sea una población limpia y atractiva, en un entorno sano y más agradable, que podrán gozar sus habitantes y quienes llegan a visitarla. Y que los tesalenses comprendan que el material orgánico lo pueden aprovechar. Teníamos que llegarle a todos, recalca la funcionaria. Y por eso también montaron un punto informativo, publicitario y educativo dando cumplimiento a los Planes de Gestión Integral de Residuos Sólidos. Igualmente, en el canal 4 de la televisión local, todos los sábados se proyectan ‘clips’. Así le llegan a Tesalia y a sus veredas, pues se transmite simultáneamente por la radio. Es un programa de participación comunitaria. Un día que Lorena recuerda con emoción y orgullo -22 de octubre de 2014- fue el del lanzamiento del programa, cuando llevaron a cabo una recolección de residuos y lucieron los hermosos uniformes que les dan identidad, con el toro, el barcino, y los chalecos verdes que hoy utilizan gestoras y recicladoras. “La gente acudió al llamado y se realizaron actividades en el parque, varias con los niños que hoy pueden comprender –en video y de manera animada- lo de la separación en la fuente.
"Me gusta reciclar por un futuro mejor… toca pensar en todos los que van a quedar y vivir en el planeta", resalta Olga Beatriz.
Es que ellos replican y comentan, asegura Lorena, y les enseñan a los papás”. Otro asunto que destaca la funcionaria es el del compromiso y mejora de las condiciones para las recicladoras. “Ellas son un grupo de madres cabeza de familia que iniciaron lo del reciclaje solas y tuvieron muchos tropiezos, porque tenían un sitio en el municipio donde depositaban los residuos que no era muy adecuado”, lo que les creó una relación difícil con algunos miembros de la población. En 2015, “las señoras salen cada 15 días y Empresas Públicas nos facilita el carro compactador para apoyarlas. La gente saca los miércoles su material reciclable y está cumpliendo”, aunque a algunos les cuesta. La recolección de residuos se realiza los lunes y viernes, y el sábado en Pacarní; aunque “el servicio tuvo problemas, ha mejorado”. Luego de más de 10 meses de iniciada esta nueva etapa el trabajo del reciclador se ha dignificado, y no hay dudas de que es “importante para el municipio y sus habitantes”. Ahora bien, así la campaña haya calado -con los seis videos, información, chalecos, gorras, imanes de propaganda didácticos para la nevera, llaveros y publicidad, entre otros-, ahora se han propuesto iniciar la segunda etapa con un proceso informativo puerta a puerta, que lideran los estudiantes de grados 10 y 11, y llegando a las 22 veredas, “hasta el centro poblado de Pacarní, que es del municipio. Con el apoyo de HOCOL se va a dar una
Cuenta la recicladora Olga Beatriz Cuéllar, una mujer casada con tres hijos, que el asunto empezó con “115 madres del Programa Familias en Acción. Nos dijeron que debíamos reciclar e íbamos de casa en casa. En ese entonces se recogía cartón, plástico, botellas, vidrios y chatarra en una misma bolsa Hoy quedan muchas menos mujeres en el proyecto y hay un varón, realizando un oficio duro. La Alcaldía nos ha ayudado con un terreno en comodato y Empresas Públicas con una bodega de 11 por 15 metros. “Creo que la gente está sensibilizada para separar la basura, que dos veces al mes recoge el camión compactador y nos la deja en la puerta de la bodega. La entramos en la tarde y luego empezamos a seleccionar los materiales. El cartón se amarra en pacas, se separan las tapas de las botellas, que se machacan para evitar volumen, se separan los plásticos por color, el aluminio, la chatarra, las latas de cerveza, las sillas de plástico y las canastillas. “Nuestro horario en la semana es de 8 a.m. a 10 a.m. y de 2 p.m. a 4 p.m., quienes pueden. Cada dos meses vendemos y eso nos da un poco más de medio millón de pesos. Se sacan los gastos del transporte y se divide la plata según los jornales que cada una haya hecho. Podemos ganar entre 80 y 120 mil pesos, que ayuda a la economía familiar. “Han sido muy buenas la sensibilización, las capacitaciones y poder contribuir con el medio ambiente. El lema del programa actual es muy bueno porque la cultura es la que fortalece. Me gusta reciclar por un futuro mejor. Se comparte con la comunidad, que se sensibiliza, y uno siente que valora el trabajo. “También trabajamos en el barrido de las calles, como un apoyo por lo del reciclaje. Lo más difícil fue trabajar solas pero ahora se ve el acompañamiento. Tenemos una Asociación (de Mujeres Emprendedoras de Salento) legalizada, soy líder hace tres años. Y también tenemos la capacidad de enseñar lo aprendido, a transformar el papel en cajas, a hacer adornos de navidad, velas con las botellas, flores… Y mostrarles a los muchachos de las instituciones educativas cómo reutilizar los materiales”. “Aspiro a que se cumpla lo que soñamos: montar una planta de tratamiento de residuos sólidos en la que se pueda transformar el producto y darle un valor agregado, con aglutinadora para transformar el plástico en pepitas y venderlo para otros usos, como la construcción. Quiero que haya más parques como los que se han creado con reciclaje, parques hermosos y una buena colaboración pues toca pensar en el futuro de los hijos y los nietos, de todos los que van a quedar y a vivir en el planeta”. Laura Cristina Cabrera es estudiante y presta el servicio social. “Lo de residuos sólidos fue una experiencia muy bonita pues ayudamos a cuidar el medio ambiente, con las campañas y con la recolección de las basuras. Hicimos carteleras sobre donde había más contaminación y una representación en teatro para saber cómo relacionarnos con gente gruñona o amable. Lo más difícil fue la coordinación de las actividades, pero siempre salimos bien. Con la capacitación de HOCOL, a través de la FAM en Tesalia, a la que asistimos 8 personas, aprendí a reciclar. Lo que más me gustó fue la práctica para afianzar los conocimientos. Esto nos va a ayudar a todos para un mejor futuro”.
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SEPARAR LOS RESIDUOS Papel y Cartón
Compartir riquezas
Este es un programa que enriquece a Tesalia al… Articular planes y proyectos de desarrollo de bienestar general con el municipio; Apoyar oportunidades de trabajo, fomentar organizaciones de base e impulsar mecanismos de gestión propia entre los recicladores; Promover que se compartan y aprovechen conocimientos y prácticas que desarrollan vocaciones, facilitan el servicio social y amplían horizontes entre los miembros de las instituciones educativas;
RECICLABLE
Desarrollar una conciencia ética y de servicio entre los miembros de las Empresas Públicas;
•Periódicos y revistas
Diseminar saberes y prácticas éticas y de provecho, que benefician las condiciones de vida de ésta generación y de las que vienen. En síntesis, integrar el Estado, la comunidad y la empresa para construir riqueza colectiva.
NO RECICLABLE •Etiqueta adhesiva
•Hojas de cuaderno
•Papel carbón
•Impresiones y fotocopias
•Papeles sanitarios
•Cajas
•Papeles metalizados, parafinados
•Cartulinas y cartones
o plastificados
•Sobre
•Papeles sucios
•Papel triturado o roto
Qué es…
Plásticos
Un residuo sólido: cualquier objeto o material de desecho que se produce tras la fabricación, transformación o utilización de bienes de consumo, y que se abandona después de ser utilizado… La mayoría proviene de actividades domésticas en casas y edificios públicos como los colegios, oficinas, la demolición y reparación de edificios. Según la fuente y actividad generadora hay: No peligroso, que no presenta riesgo para la salud humana o el medio ambiente. Biodegradable, restos químicos o naturales que se descomponen fácilmente en el ambiente (y gracias a la acción de microorganismos). Los más comunes son los vegetales, residuos alimenticios, madera, etc... Pueden ser transformados fácilmente en materia orgánica. Reciclable, que no se descomponen fácilmente y pueden volver a ser utilizados en procesos productivos como materia prima. Entre estos se encuentran algunos papeles, plásticos, chatarra, vidrio, telas, radiografías, etc. Inerte, que no se descomponen ni se transforman en materia prima y su degradación natural requiere grandes períodos de tiempo. Entre estos, el icopor, algunos tipos de papel como el papel carbón y algunos plásticos. Peligroso, que en función de sus características de corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad, inflamabilidad, volatilidad y patogenicidad, puede presentar riesgo a la salud pública o causar efectos adversos al medio ambiente (los residuos inorgánicos sanitarios no se reutilizan y pueden transmitir enfermedades). (Fuente: Corantioquia)
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RECICLABLE
NO RECICLABLE
•Botellas plásticas y bidones •Vasos y potes •Tubos •Piezas y juguetes
•Bandejas y vasos desechables
•Bolsas Tetrabrick (cajas de jugo, leche, etc.)
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Metales
RECICLABLE
NO RECICLABLE
•Latas de hierro (conservas, aceite,
•Clips
leche en polvo)
•Grampas
•Latas de aluminio
•Esponjas de acero
•Chapas
•Pilas y baterías
•Cobre
Vidrio
RECICLABLE
NO RECICLABLE •Espejos
•Frascos
•Vidrios planos
•Botellas
•Lámparas
•Vasos
•Cerámica y porcelana
•Trozos de vidrio
•Tubos de TV •Ampollas y frascos de remedios
Fuente: Cempre, Uruguay
Esta es una publicación de HOCOL. Los programas aquí reseñados se desarrollan dentro de las actividades de San Jacinto - Río Páez Coordinación Editorial: JUAN PABLO FERRO CASAS e ISABEL CRISTINA TREJOS VELÁSQUEZ Fotografías: HOCOL Diseño: ALEXANDER BETANCOURT C. Impresión: EDITORIAL SCRIPTO Acciones No.11
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