Demuéstramelo. Era un día muy tranquilo en el hospital, Teresa veía llegar a una cabizbaja Esther

1 Demuéstramelo Demuéstramelo Era un día muy tranquilo en el hospital, Teresa veía llegar a una cabizbaja Esther E: ¡Hola Teresa! T: Hola cariño, ¿

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Era un día muy tranquilo en el hospital, Teresa veía llegar a una cabizbaja Esther E: ¡Hola Teresa! T: Hola cariño, ¿cómo ha ido? No tienes buena cara E: Bueno Teresa, tu sabes que un divorcio no es nada agradable T: Sí lo sé, pero ya ustedes lo tenían más que hablado ya tenían todo resuelto, llevan meses en esto E: Sí, pero Roberto le está buscando muchas pegas a lo de la custodia de la niña, ahora dice que no puede vivir sin ella bla bla bla como si no lo conociera, es un... T: ¡¡Es un capullo!! Hasta ahora ni se preocupaba por ella, ¿qué pasa? ¡¿Que de pronto le entró el amor paternal?!! Ése lo que no quiere es que tú lo deje E: Jummmm, sí, yo creo que lo que quiere es joderme, pero está equivocado si cree que voy a aflojar sobre la custodia, no pienso darle ni un minuto más del que le corresponde, ya veremos, los abogados están conversando y puliendo sobre las últimas que se le ocurrieron, me voy a trabajar ya no quiero ni acordarme de todo esto, necesito distraerme T: Tienes razón, ve y luego deberías salir con tus compañeras por unos traguitos y distraerte un poco E: Teresa no estoy para traguitos ahora, además hoy debo llegar temprano mi madre no se siente bien y debo recoger a la niña. Chao me voy... ahh Teresa dime ¿ya ha llegado la nueva pedíatra? T: No, pero debe estar por llegar en cualquier momento E: Avísame en cuanto llegue, el Director me pidió que la recibiera y la pusiera al tanto del mecanismo del hospital T: Claro ve tranquila, te aviso en cuanto entre Esther, con el mismo ánimo que había llegado se dirige a vestuarios, encontrándose con Alicia Alicia: Uyuyui jefa, que carita, no ha ido bien ¿verdad? E: Grrrr pues no, no entiendo como he podido estar casada y alguna vez enamorada de un tipo como él Alicia: Ayy Esther, recuerda que toda tu familia te lo dijo, pero cuando una se ciega... E: ¡¡¡Es verdad!!! ¡¡Y lo peor es que es el padre de mi hija, y tendré que verlo aunque no quiera!! ¡¡Bueno, a trabajar!! Ya hoy no pienso dedicarle un minuto más de mi tiempo a ése imbécil Alicia: ¡Me parece muy bien! ¡Vamos! Luego de aproximadamente dos horas relativamente tranquilas, Esther se acerca a rotonda-recepción

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E: Teresa, ¿cómo va esto? (pero Teresa no le prestaba atención, ya que estaba muy pendiente de una chica que se despedía con un beso muy apasionado de otra chica, se daba la vuelta al fin y entraba al hospital) T:... E: Teresa ¿qué te pasa? ¿No creo que a estas alturas de la vida, aún eso te llame la atención? T: Ehhhhhh... Esther, pero ¿qué dices? Bueno está bien no te lo niego, es que una es de otra generación, me cuesta más acostumbrarme Chica: Buenas tardes. Soy Macarena Fernández, la nueva pedíatra, me incorporo hoy... E: Sí, la estábamos esperando Dra. Fernández, encantada, soy Esther García, jefa de enfermeras, el Director de urgencias me ha pedido que la reciba, ya él mañana hablará con usted M: Gracias, pues bueno manos a la obra, tú dirás E: Vamos T: (“que seria es esta Dra. pues no lo parecía dándose al lote con la otra”) Al final de la jornada, ya Esther terminaba su turno y con ropa de calle se retiraba M: Esther E: Dígame Dra. Fernández M: Disculpa que te detenga, me doy cuenta que ya estás saliendo, pero es que no sé que ha pasado con unas pruebas que te pedí urgentes del niño con la caída E: Sí Dra. Ya el laboratorio me las entregó, se las di a Begoña, para que se las llevara inmediatamente, pero por lo visto no lo ha hecho M: ¡Pues no! Y ya sabes que son urgentes (bastante borde) E: No se preocupe Dra. Ya localizo a Begoña y se los llevo personalmente M: Pues creo que era lo que debiste hacer desde un principio E: Dra. Disculpe, pero aquí somos un equipo, soy la jefa de enfermeras y debo delegar funciones y responsabilidades, no sé qué pasó con Begoña ya que le hice hincapié de la urgencia de ésos resultados, pero como ya le dije no se preocupe, ya se los llevo (“lo que me faltaba a mi hoy, una doctorcita borde que venga a decirme a mí como hacer mi trabajo ¡¡Respira Esther respira!!”) Se dio la vuelta hacia rotonda, para localizar a Begoña M: (“hummmmm ¡¡que carácter tiene la jefa!! Maca, Maca cambia de actitud, sino vamos mal”) El despertador sobresaltó a Esther E: Mierda, mierda, mierda, me he quedado dormida, ¿cómo es posible? Que llego tarde, (mientras corría a bañarse) Ya lista, vestida, se dirige a la cocina donde escuchó a su madre dándole el desayuno a su niña E: Mami, perdona, me he quedado dormida, ¿por qué no me has despertado? (dándole un beso de buenos días a las dos)

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En: Cariño, no te preocupes, si ya me he dado cuenta, que ayer ha sido un día muy duro para ti, he preferido que descansaras un rato más, ya estoy yo aquí para darle el desayuno a mi nieta preciosa, (haciéndole cariños a la niña) E: Lo sé mamá y te lo agradezco, pero me parece un abuso de mi parte, ya estás todo el día con ella y... En: Esther, para, para, pero que dices como va a ser un abuso, si sabes que a mí me encanta estar con ella E: Gracias mami (inclinándose y dando besos a su madre y su niña) y te lo agradezco un montón, no sé que habría hecho si tú no estás aquí En: Pero estoy, y para eso están las madres, bueno y ahora a desayunar y corre o llegas tarde al hospital En el hospital, Maca estaba en cafetería, hacía dos horas que había empezado su turno, ya tenía una semana en el hospital y había conocido a la mayoría de sus compañeros, Laura y Javier entraron y se sentaron a su lado L: Buenos días Maca, ¿cómo vas? M: Aquí, tomándome unos minutos de descanso y mi, creo que segundo café, jajaja J: Oye eres médico deberías saber que no es bueno tomar tanto café M: Lo sé, pero es uno de mis vicios L: Jajaj ¿y tienes muchos vicios Maca? M: Jaja no muchos, pero éste es uno de los pocos confesables, (picándole un ojo con picardía) Así estaban muy contentos, cuando entra Esther a cafetería, ve a Alicia y se sienta con ella Alicia: La verdad que no entiendo a ésta Dra. tan seria y borde unas veces y otras... E: ¿Ehh? ¿De que hablas Alicia? Alicia: De la Dra. Fernández, la mayoría de las veces, está seria, hasta borde, si a una se le pasa algo pareciera que te va a cachetear, y otras está de lo más simpática E: ¡Sí! me he dado cuenta que es que toma muy en serio su trabajo, no permite errores, y me parece bien recuerda que es pedíatra y de ella depende muchas veces la vida de los niños, me han dicho que es una excelente pedíatra yo pondría a mi niña en sus manos con los ojos cerrados a pesar de que me cae de la patada pero es muy responsable como médico Alicia: Sí, es verdad, pero una cosa es que sea, seria y responsable y otra es que sea borde con las enfermeras E: ¿Es borde con las enfermeras? ¿Han tenido problemas con ella? Alicia: Bueno no, problemas lo que se dice problemas no, pero como tú dices no admite errores, y si tardamos con un resultado o cualquier cosa pues... E: Sí ya... (Esther voltea a ver a Maca y se da cuenta de que tiene los ojos de Maca fijos en ella...) En ese momento sonó el busca de Maca, se fue corriendo a la entrada, habían recibido un aviso de accidente de tráfico, al instante llegaron también Laura y Héctor Entraron los del samur

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Raúl: Varón 10 años, fracturas en brazos, herida abierta, le hemos puesto... M: ¡¡Al box 2!! ¡¡Rápido!!! (corriendo al lado de la camilla y revisando al niño), necesito una enfermera, donde está... (levantando la mirada y viendo alrededor, cuando llegaba Esther corriendo), Joder Esther, ¿¿¡¡dónde te habías metido!!?? E: Ehh... ¡¡lo siento!! es que Vilches me... M: Pues no lo sientas, ¡¡ven conmigo!!! E: (“¡¡No!! Es que no pego una con ésta Dra.”) Llegaron al box, inmediatamente Maca palpaba el abdomen del niño, y lo revisaba, mientras Esther limpiaba y desinfectaba la herida para que Maca pudiera verla bien, extrañamente era la primera vez que trabajaban juntas, pero estaban tan coordinadas que parecía una vida trabajando juntas ya Esther la había observado trabajar pero nunca lo había hecho con ella, le pareció muy concentrada en su trabajo M: Esther, pide placas urgentes, debemos ver si además de las fracturas en los brazos hay algo más E: Sí ¡¡voy ahora mismo!! Atendieron al niño, sus fracturas ameritaron llevarlo a quirófano, luego de la operación estaban las dos en el cuarto de lavado, quitándose el mono quirúrgico, lavándose las manos... Esther ve que Maca la está observando a través del espejo M: Ehhh... gracias Esther, has hecho un gran trabajo, no había tenido nunca la oportunidad de operar contigo, pero ya me habían dicho que eras la mejor, lo he comprobado espero volver a contar contigo (con un tono muy suave y una sonrisa que desconcertó a Esther) E: Ehhhh... Gracias, bueno son exageraciones, sólo hago mi trabajo y procuro hacerlo lo mejor que puedo (regalando una sonrisa que dejó con la boca abierta a Maca) M:... Y ¡me parece muy bien!... ehh ¿tienes tiempo para un café? ¿Me acompañas? Creo que nos lo merecemos E: Sí, está bien, vamos En cafetería, frente a una taza de café cada una, pero sin saber que decir, luego de unos minutos de silencio M: Esther, ¿tienes muchos años trabajando en el hospital? E: Unos seis años M:... ¿Y cómo jefa de enfermeras? E: Desde que se fue Elisa, la anterior jefa, más o menos tres años M: Eres una excelente enfermera, te adelantas a lo que necesitamos, para nosotros los médicos, es muy importante, nos ahorra tiempo, tienes mucha experiencia E: (descolocada por no estar acostumbrada a que la Dra. le hablara así). Debo agradecérselo a Elisa, es excelente, mucho lo aprendí de ella M: Me parece muy bien Se quedaron, nuevamente calladas, no sabían de qué hablar cada una con sus pensamientos

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M: (“esta chica tiene una sonrisa preciosa, con razón a los pacientes les encanta que la atienda ella, a mi me encantaría que me sonriera así y me mirara con ésos ojos que embrujan... hey Maca para, para... que luego te embalas y ya sabes lo que pasa”) E: (“es borde pero muy amable cuando quiere, que hermosa es, esa chica que la besó en la entrada debe ser su... ¿Novia? Entonces Maca es... ¿lesbiana? Sí debe serlo, Bueno a mí eso, que cada quien haga con su vida lo que quiera”) Hasta que Esther reaccionó E: Yo tengo que irme, muchas gracias por el café Dra. Fernández... M: Esther, por favor yo creo deberías tutearme, somos compañeras y... E: Sí tienes razón, además casi tenemos la misma edad, bueno me voy, hasta mañana Dr. Maca M: Hasta mañana (Esther se retiró camino al vestuario y Maca se quedó observándola, en ése momento sonó su móvil...) M: Hola Vero Vero: Hola cariño, ¿te falta mucho? Recuerda que te estoy esperando M: Aun me falta algo Vero, nos vemos luego, tengo que regresar al trabajo Vero: Uyy que seca, ¿no me mandas ni un beso? M: Vero, deja, sabes que estoy en mi trabajo, te he dicho ya que no me gusta, que en mi... Vero: Sí, sí, sí ya entendí, que maniática eres con eso, no sé qué tiene de malo, nada, trata de llegar temprano cariño, quiero que cenemos juntas, mañana salgo al congreso y no regreso sino hasta dentro de 2 semanas, quiero despedirme de ti como a mí me gusta, (poniendo una voz muy sensual) M: Sí, no te preocupes, llegaré temprano, sabes que me gustan esas despedidas que me tienes, nos vemos pronto (“¡el congreso! ¡Una semana fuera! Quizás me sirva para poner mis ideas en orden, no sé qué me pasa, al principio con Vero todo bien, el sexo con ella es muy... ufffff, pero hace falta más, a veces me siento vacía, ¡¡tengo un rollo mental!! Tengo que decidirme no puedo seguir así”) Al día siguiente E: Buen día Tere T: Buenos días, ¿estás hoy más tranquila? E: Mejor no hablemos Tere me voy a trabajar Un rato después Maca esperaba en la entrada, no era uno de sus mejores días, la supuesta despedida romántica con Vero había terminado en una discusión por el motivo de siempre, Vero quería casarse y Maca aún no estaba segura de dar ése paso, tenían muy poco tiempo juntas y... pero ya tratarían de arreglarlo al regreso del congreso. Tenía un aviso de un accidente en un colegio, venían varios niños con traumatismos, y éste era el hospital más cercano, en la entrada junto a ella esperaban, Javier, Laura y Alicia J: Alicia ¿no sabes dónde está Esther? Necesitamos más enfermeras Alicia: Esther acaba de entrar y está organizando el nuevo turno de las enfermeras, creo que hoy es uno de esos días en que va a faltar personal J: ¡¡Pues la tenemos fácil!!

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Raúl: Varón 10 años... E: Ya estamos aquí (llegaba apurada, con dos enfermeras) M: ¡Al fin! (con un tono muy bajo pero muy borde, que escuchó muy claramente Esther) M: ¡¡Vamos para adentro!! ¡Esther! Te vienes conmigo E: ¿Pero que?... ¡sí vamos! (Esther con cara de no entender nada, no sabía a que se debía el cambio de actitud de Maca) Ya en cortinas se encargaron de uno de los niños, que venía con un politraumatismo, mientras atendían al paciente daban muestras de una gran profesionalidad, nuevamente estaban tan bien coordinadas que se diría que tenían una vida trabajando juntas, al terminar, Maca salió para hablar con los representantes del niño y Esther se quedó con el paciente a fin de terminar con las últimas curas Al final de la jornada, estaba Esther en recepción despidiéndose de Teresa, cuando Maca ya se retiraba con un escueto “hasta mañana” E: Bueno y a ésta ¿qué le pasa? Hoy ha estado... ufff T: Ve tú a saber qué le pasa, desde ésta mañana que llegó ya estaba así, debe ser que su rubia, no le dio su ración jajaja E: ¡¡¡Teresa!!! ¿Y eso? Tú haciendo chistes subidos de tono y con algo que hasta ayer te incomodaba jaja T: Uhmmm es que tienes razón, hay que adaptarse a la temporada E: Jajaja ¡¡¡que moderna!!! Pues sí Tere, yo creo que es mejor así, además el amor es bonito donde lo encuentres, da igual con quien, ya ves yo estaba con un hombre supuestamente maravilloso y me ha salido un capullo, un príncipe que se convirtió en rana jajajaja T: Bueno yo creo que el capullo nunca fue príncipe, lo que pasa es que tú estabas ciega, pero es verdad, lo que hay que hacer es no generalizar E: Jajaja, en todo se encuentra lo bueno y lo malo, eso está en la persona, no en el género, ni en la raza, ni profesión, ni religión, se trata de la persona, hay buenas, hay malas... Bueno me voy que me esperan, ya dejémonos de filosofar, hasta mañana Teresa T: Hasta mañana Días después M: Buenos días Teresa, como está todo por aquí, ¿tenemos mucho lío? (firmando su entrada) T: Buen día Maca, hoy está un poco tranquilo, pero mejor no lo digo muy alto, ya sabes lo que pasa jeje M: Jajaja si, es verdad mejor T: Pero y ¿qué hace aquí ese capullo? (mirando hacia la entrada de urgencias) M: Ehhh, ¿de quien hablas Teresa? (dándose la vuelta para mirar a la persona a la que se refería Teresa) T: Pues Roberto, el marido de Esther M: (sorprendida, ya que no sabía que Esther estuviera casada) ¿El marido de Esther? Roberto: Buenos días, por favor Teresa llámame a Esther T: Pues no puedo, ella está en quirófano

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Roberto: Bueno, pues le dices que como no me contesta el teléfono, no he podido comunicarme con ella y que el fin de semana voy a buscar a la niña para tenerla conmigo, que no se le olvide y me la tenga lista (igual como llegó se dio la vuelta y se fue sin siquiera saludar) T: Pero ¡¡¡será maleducado!!! Es que no entiendo como Esther... M: (“¿marido? ¿Hija? ¿Fin de semana?) T: Eyy Maca M: Sí dime T: Te veo muy pensativa M: No... Bueno lo que pasa es que estoy sorprendida, no sabía que Esther estuviera casada y además que tiene una hija T: La verdad Maca, “estaba” porque está en proceso de divorcio, un proceso un poco largo, ya que el capullo que acabas de ver, siempre le echa para atrás los papeles para cambiar algo, ya está cansada, yo creo que éste aún está enamorado de Esther y está buscando que ella se eche para atrás, yo lo veo difícil, Esther está muy decidida... M: (Maca la escuchaba sorprendida con ella misma, nunca le había gustado los chismes y menos cuando se trataba de la vida privada de los demás, no entendía porque no callaba a Teresa y se iba de ahí, al contrario se había quedado ahí plantada con ganas de que Teresa le contara todos los detalles, pero en ése momento...) E: Ufff estoy cansada esa operación ha sido (colocándose al lado de Maca en recepción) ¿Teresa te has podido comunicar con la familia del paciente de la 4? T: Sí ya están en camino, en cualquier momento están aquí M:... E: (“¿y qué le pasa a Maca porque me estará mirando así?) E: ¡Buenos días! M:... Buenos días corro a cambiarme, ya se me está haciendo tarde, jajaja, nos vemos E:... T: Esther, ha estado por aquí Roberto, acaba de irse, no te llamé porque pensé que aún estabas en quirófano E: ¿Qué quería? T: Pues hablar contigo, y te dejó un mensaje conmigo... Esther caminaba, molesta por los pasillos de urgencia, llevaba unas carpetas, no se fijó al dar la vuelta y tropezó con alguien que también venia distraída E: Me cago en l... (agachándose para recoger las carpetas que se le habían caído, sin ni siquiera mirar con quien había chocado) M: ¡¡Joder!! Pero... Esther, pero es que no miras... E: (“¡¡lo que me faltaba!!”) Lo siento venía distraída, (levantándose con los papeles y saliendo de ahí sin decir una palabra más) Maca quedó preocupada por su actitud, pero siguió su camino ya que le esperaban en box con una paciente Como ya había pasado en varias ocasiones, ése día terminaban su turno a la misma hora, y se encontraban en recepción firmando y despidiéndose de Teresa, Maca observaba la seriedad de Esther y hasta podría decir que estaba triste

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E: Bueno Teresa, se acabó el día, me voy para mi casa T: Sí hija ve, descansa que no tienes buena cara, ya sabía yo que el Roberto te iba a echar a perder el día E: Ya estoy acostumbrada Teresa, pero es que lo hace para amargarme la vida, sabe que éste fin de semana es el cumpleaños de mi madre y le pedí que por favor la niña pasara el día con su abuela, pero no quiere cambiar el día por nada de este mundo. Bueno me voy, hasta mañana M y T: Hasta mañana M: ¡Buenos días Teresa! T: Buenos días Maca M: ¿Tengo alguien esperando aquí en urgencias? T: No aun no te ha llegado ningún paciente M: Bueno, pues entonces yo aprovecho para subir al área oncológica, ayer quedé con los niños que íbamos a planear una obra para la próxima semana, me llamas al busca si me necesitan por aquí T: ¡¡Qué bonito!! ¿Van a hacer una obra? No sabía que te gustaban ésas cosas, como eres tan... (Teresa se quedó callada, porque casi se le escapa decirle que era borde uppps) M: Teresa, no te quedes callada, ¿tan qué? (le preguntó de lo más divertida al ver la cara de circunstancias que tenía la recepcionista) T: ¡Maca! Tan... tan... seria, ¡¡¡eso seria!!! (“Ufffff”) M: Sí claro, Teresa cuando se tiene un trabajo como el mío no se puede jugar, debo tomarlo con seriedad, esto es una urgencia y muchas veces la vida de los niños está en mis manos, pero te aseguro que también tengo mis momentos simpáticos, que son muchos ehhhh..., me voy ya sabes, me avisas T: Sí claro no te preocupes Maca estaba en un salón de recreo con un grupo de niños que la rodeaban, todos tenían signos de estar hospitalizados por seguir algún tratamiento relacionado con el cáncer, se le veía muy compenetrada con ellos, los trataba con mucho cariño, los niños jugaban con ella y la escuchaban con atención, les estaba contando sobre cómo iban a organizarse para la obra que iban a hacer, se escuchaban risas porque Maca bromeaba sobre el guión y les asignaba una parte a cada uno, Esther la observaba desde la puerta, le parecía muy hermoso lo que estaba haciendo, los trataba con una gran ternura, era admirable la dedicación y cariño que le daba a sus pacientes, se notaba que en realidad le gustaban los niños, pero jamás se la hubiera imaginando organizando una obra de teatro con ellos. Una de las niñas la vio y comenzaron a llamarla para que se les acercara Rosita: Esther, Esther, ¡¡vamos a hacer una obra con Maca!! (Le decía la niña muy entusiasmada) E: ¡Pues que bonito, Rosita! (acercándose al grupo con una sonrisa) M: Veo que los niños te conocen E: Sí, cada vez que tengo unos minutos me subo a verlos, no sabía que estabas organizando una obra de teatro M: Bueno, apenas ayer lo planificamos, en realidad no es una obra de teatro en sí, más bien es una recopilación de algunos cuentos cortos que ellos se irán turnando para

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contar. Hoy les traje varios para que escogieran. Necesitan distraerse, Esther, ellos son muy fuertes y aceptan su enfermedad con más valentía que muchos adultos, pero deben distraerse, son niños y no pueden estar aquí todo el día pensando en lo que les está pasando Esther la escuchaba y observaba con admiración, le parecía increíble lo que estaba diciendo Algunos niños se acercaron a ellas Niño: Esther, Esther, ¿quieres acompañarnos en la obra? E: Ehhh ¿yo? M: Sí, los niños tienen razón, tú podrías también acompañarnos, te daríamos algún personaje de uno de los cuentos (con una sonrisa contagiándose del entusiasmo de los niños) E: Bueno si me lo piden así... jajaja... ¡¡me encantaría!! ¿Qué tengo que hacer? Niño: Ehhh bravo, (aplaudían los niños, Maca y Esther los acompañaban con una gran sonrisa) Pasaron varios días, el “ensayos” de la obra sirvió para que ellas se conocieran mejor, Maca disfrutaba estar con los niños, poder ayudarlos a minimizar un poco su sufrimiento, la tranquilizaba mucho, sabía del tratamiento tan fuerte que les tocaba, algunos eran sus pacientes, se le veía muy relajada y contenta, los más fuertes serían parte de la obra, otros serían el publico. Esther fascinada de estar ahí, cada día se sorprendía con la simpatía y buen humor de Maca, no podía creerlo, ¡que diferente era! Esther no podía evitar quedar hipnotizada cada vez que la veía sonreír, Maca se veía muy hermosa cuando sonreía... Llegó el día del “estreno” escogieron un día en que las dos tenían la mañana libre para poder ocuparse sin desatender su trabajo en urgencias; los niños estaban muy emocionados, ellas también, les habían dicho a sus compañeros en urgencias que pasaran, los que tenían unos minutos libres se acercaron y disfrutaron con los niños, lo pasaron muy bien entre risas y algunas improvisaciones de los niños que le daban un toque especial a los cuentos, sus compañeros las felicitaron por lo que habían logrado y les hicieron prometer que harían más obras como esa. Ellas estaban muy contentas con los resultados Al finalizar, los niños corrieron a vitorearlas muy felices, las abrazaban con mucho cariño, la pasaron muy bien, el objetivo inicial de Maca estaba cumplido, los niños olvidaron por unos momentos sus penurias, entre los ensayos y la puesta en escena se distrajeron Niño: Maca, ¿Cuándo vamos a empezar con la próxima? M: Jajajaja, tranquilos niños, será pronto, pero debemos descansar unos días y luego planificaremos una nueva, ¿les parece? Niño: Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii E: Estoy muy emocionada, Maca me la he pasado muy bien, ha sido maravilloso, (contenta y excitada al igual que los niños)

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M: Jajaja si ya veo que la has pasado muy bien, ¿qué te parece si nosotras para celebrar el éxito, nos vamos a tomar algo por ahí? E: Me encantaría Maca pero no sé si pueda, debo llamar a mi madre para saber si puede quedarse con la niña, es muy pequeñita y además no me gusta estar mucho tiempo lejos de ella M: (Maca desilusionada) Bueno pues será otro día cuando puedas E: Vamos a hacer algo, para no dejar de celebrar ¿qué te parece si te vienes para casa, preparo algo de comer y así también te presento a mi niña? M: (la cara de Maca había cambiado completamente, mucho más alegre) A mi me parece una idea estupenda, tengo muchas ganas de conocer a tu niña, claro te ayudo que la cocina no se me da muy mal, jajaja Así pasaron las semanas, entre ellas había nacido una amistad, Esther se adaptó y manejo mejor la seriedad de Maca en urgencias, ya que la conocía mejor, lo compensaba en otros momentos, Maca se la llevaba bien con Paula, la niña de Esther, que por la gran confianza que le tenía como médico le pidió que fuera la pedíatra de su niña, el divorcio se había concretado, los abogados habían logrado al fin llegar a un acuerdo, aunque Roberto aun no estaba muy contento, cada vez que le tocaba con la niña salía con alguna tontería, Esther sabía que lo hacía sólo por molestarla, pero trataba de llevarlo con la mayor paciencia Una mañana T: Buenos días, hospital central... E: Teresa, soy Esther, te llamó para que le digas a Cruz que voy a tardar en llegar, es posible que hoy no pueda ir, Paula ha pasado la noche con fiebre, ya le di un antipirético, estoy esperando a ver como evoluciona T: Pobre, tranquila ya le digo a Cruz no te preocupes M: (llegando para firmar y empezar su turno) Que te pasa Teresa, porque tienes esa cara tan consternada T: No lo sé, es que ha llamado Esther que no viene porque la niña tiene fiebre y me he quedado preocupada M: La niña tiene fiebre, ¿no te dijo que tiene? ¿Por qué no me ha llamado? (preguntó angustiada) T: No sé, me dijo que le dio algo y estaba esperando... M: ¡Teresa! (la interrumpió) ¿Tengo a alguien esperando? T: No, esto está tranquilo M: Bueno, voy a decirle a Salinas que me cubra una hora voy a ver a Paula, (salió a toda prisa de ahí) A los diez minutos llegó a casa de Esther, ésta le abrió el portón sorprendida, subió y ya frente a su puerta M: ¿Se puede saber porque no me has llamado? (entrando para ir a ver a Paula) E: Maca ¡sólo le ha subido un poco la temperatura!, le di un antipirético ya le está haciendo efecto y... (no pudo terminar, ya que Maca se dirigía a la habitación de Paula) M: Soy su pedíatra, debiste llamarme (un poco molesta)

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E: ¡Maca! Soy enfermera, creo que estoy capacitada para éstos primeros cuidados, si no remitía la temperatura, estate segura que te hubiera llamado (con un tono más suave y conciliador, comprendiendo la preocupación de Maca ya que además de su pedíatra le había tomado mucho cariño a su hija) M: Sí. Tienes razón Esther perdóname, pero me preocupe, no sabía que le pasaba a Paula y me vine directo del hospital E: Hummm, ¿te has escapado? M: Jaja no, le pedí a Salinas que me cubriera, debo estar en el hospital en una hora E: ¿Has desayunado? Ven ya que estás aquí vamos a desayunar M: Sí me caería bien, Salí de casa solo con un café E: Lo imaginé, sabes que debes desayunar, no te estás cuidando Maca M: Es que necesito a alguien que me cuide (con cara de chulería) Estaban en la cafetería, Esther, Laura, Alicia, Cruz conversando muy animadas frente a una merienda, en dos meses Paula cumpliría su primer añito, Esther le estaba contando a sus amigas lo que estaba planificando para ese día tan especial para ella E: Es que es muy pequeñita, aun no tiene un personaje favorito, ¡no sé que hacer! Alicia: Pero Esther, debes escoger un tema para que toda la decoración, si escoges un personaje, encuentras platos, vasos todo acorde C: La mía se la pasa escogiendo que si barney, que si spiderman jajaja, y no te imaginas lo que se gasta, ¡tiemblo solo de pensar cual se le ocurrirá para el próximo! En ése momento llegaba Maca por un café, las ve y se acerca hasta su mesa M: Bueno ¿es que en este hospital no se trabaja que están todas aquí de cháchara? Jajajaja L: Jajaja es que estamos ayudando a Esther en su gran dilema de la fiestecita de cumpleaños de Paula M: ¡Pues sí! ¡es un acontecimiento muy especial y hay que planificarlo muy bien! E: ¡¡¡Toma!!! Todas: Jajajajaja M: ¿Y que has decidido? (mirando a Esther) E: No lo sé Maca aun no sé qué tema escoger, es muy pequeña sabes que no le llama la atención ningún personaje en especial M: Esther puedes escoger un tema que no esté relacionado con ningún personaje comercial, de ninguna película ni nada, así tu puedes ser más creativa, puedes escoger, animales de la selva, circo, los personajes de Disney cualquier cosa que se te ocurra, sabes que a ella le gustan mucho los animalitos E: Tienes razón así lo haré, pero vas a ayudarme a escoger y en la decoración ¿ehhh? ¿sí? ¿por favor? M: Jajaja lo sabía ¡¡¡era una trampa!!! Todas: Jajajajaa C: Pues caíste tu solita jajajaja En es momento sonaba el móvil de Maca M: ¿Vero? Sí... no, estoy en un receso... no puedo tengo mucho trabajo, Vero ya te he dicho que... perdonen chicas debo atender ésta llamada (se levantaba para retirarse y

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hablar más tranquila y en privado, Esther sólo con escuchar el nombre de Vero se le tensó el cuerpo, se quedó observando a Maca, no sabía porque pero sentía que la temperatura subía en la sala, no, ¡no era la sala! ¡¡era ella!! Sin darse cuenta Cruz la observaba, le había llamado la atención la reacción de Esther) C: Esther E:... C: Esther... Esther (volvió a llamarla) E:... Que, ¿qué pasa? C: ¿Qué te pasa a ti? Te quedaste en las nubes E: ¿Yo? ¿A mi? ¡Nada! ¿qué me va a pasar? ¿No se porque lo dices? me voy a trabajar, nos vemos Se levantó como si un resorte la hubiera impulsado y se fue a cortinas, ahí dio un vistazo alrededor a ver si veía a Maca, pero no, seguramente se había ido a su despacho, ¿por qué necesitaba tanta privacidad? ¿es que no podía hablar con “su Vero", delante de ellas? ¡¡¡que mal le caía ésa mujer!!!, no entendía como Maca pudiera estar con un persona así, bueno quizás estaba siendo injusta ella no la conocía, apenas si la había visto dos veces, pero... ¡¡le caía mal!!. Estaba molesta, pero ¿por qué carrizo se había molestado, si yo estaba tan tranquila organizando la fiesta de mi niña? No, seguro ahora la otra le pide algo y se olvida de ayudarme con la decoración, me hace tanta ilusión, jumm jumm, bueno a Paula seguramente le hará mucha ilusión la quiere mucho a mi me da igual buuaa ¡¡que haga lo que quiera!! Los siguientes días Maca no estaba con el mejor humor, llegaba en la mañana y se iba directo a ver a los pacientes, si no tenía a nadie se metía en su despacho con la excusa de terminar unas historias, Esther se había dado cuenta que no tenía buena cara, no sabía que le pasaba, apenas si habían cruzado algunas palabras, hasta le daba la impresión que le rehuía, esa mañana la observó y al verla subir a su despacho decidió hablar con ella, le llevó un café y un pastelito, llegó frente a su despacho y tocó la puerta, Maca dio el permiso de entrada, entró con una sonrisa E: Buenos días Maca, te traigo un café y algo para picar, seguramente vienes sin desayunar M: (no tenía buena cara, pero se esforzó en dedicarle una sonrisa a Esther por el detalle) Gracias Esther, pero sólo voy a tomarme el café, no tengo hambre E: Maca, no sé qué te pasa, tienes que comer algo, no tienes buena cara M: Sí, no me he sentido bien últimamente E: ¿Que tienes?, ¿te sientes mal? (visiblemente preocupada) M: No, bueno sí, no es nada físico... he terminado con Vero, Esther, ¡ya no podía más! (se sentó en el sofá, afectada) E:... ¿Qué pasó? M: Esther ya no podía, ella quería casarse, hasta habló de hijos, yo le dije que no estaba preparada, que no estoy segura de nada, por supuesto ella se sintió ofendida, utilizada, pero no es así, yo traté pero no sé qué me pasa, le tengo cariño pero no siento amor por ella, yo me sentía sola, ella llegó y poco a poco todo se fue dando, le tenía cariño pero de ahí a... además... (se quedó callada, era mejor que no siguiera hablando, no quería echar a perder las cosas, no podía, con Esther se la llevaba muy bien y ella era heterosexual, debía dejar las cosas como estaban, controlarse, lo que sentía por ella no tenía futuro)

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E: Además ¿qué? Maca M: Nada, tonterías mías no te preocupes, gracias por el desayuno, ahora me lo tomo y bajo a urgencias E: Maca no son tonterías, estás muy afectada, ya tenías... ¿Cuanto? ¿Casi un año con ella? Yo no cruce más de dos palabras con Vero pero pude ver que estaba muy enamorada de ti (“y ¿quién no se enamoraría de ti?, Esther, ¿¿qué dices??”) M: Sí... pero ¡yo no!, yo... yo estoy enamorada de otra persona (no pudo evitarlo, tenía que decirlo aunque no se atrevía a decirle que era de ella, sabía que era un imposible) E: (sorprendida por lo que acababa de decir Maca) Enamorada de otra persona, pero ¿cómo?, ¿Cuándo? Y ¿por qué seguías con Vero? ¿Por qué no estas con la otra persona? M: Esther, para, para, no lo hice porque no fue hasta hace poco que me di cuenta, además no puedo, es imposible, no creo que ella me acepte E: Pero ¿por qué dices eso? tienes que hablar con ella, como vas a saber si M: Yo... (en ese momento muy inoportuno, sonó el busca de las dos, debía ser una emergencia de las grandes si la buscaban a ambas) ¡Vamos! ¡¡Tenemos que bajar!! Pasaron los días, a Maca se le veía más tranquila, habían dejado la conversación pendiente, parecía como si Esther lo había olvidado. Maca en cierto modo lo agradeció, prefería dejar eso así, tenía miedo y estaba casi segura que si le decía algo a Esther la iba a perder, y no podía, se conformaba con tenerla cerca, con verla todos los días así como hasta ahora aunque sintiera que se moría, por abrazarla, besarla, tenía miedo, no quería perderla, no, ¡¡no lo soportaría!! Seguían con su rutina en el hospital, era jueves, Esther ya tenía los materiales para la decoración del cumpleaños del sábado. Ya era la hora de salida y se encontraban en recepción, ambas firmaban para irse a sus casas E y M: Teresa ya nos vamos T: Hasta mañana chicas que descanséis E: Maca no olvides que el sábado es el cumpleaños (camino a la puerta) M: Esther ¿cómo voy a olvidar el cumpleaños de la princesa? E: Lo sé... Jaja pero sabes que me prometiste que me ayudarías con la decoración M: Y sabes que yo encantada, yo creo que debemos decorar el viernes en la noche, saliendo de aquí nos vamos directo para tu casa, así ya el sábado está todo listo, ¿qué te parece? E: Me parece genial, entonces mañana a la salida nos vamos juntas a decorar M: Sí, hasta mañana (se despidió con dos besos como siempre) E: Hasta mañana No sabían porque pero ninguna de las dos se movió, se quedaron mirándose embobadas, hasta que el sonido de una ambulancia las hizo reaccionar, siguieron su camino sin decir nada Viernes en la noche T: ¿Qué haces aquí como un florero?, ya terminaste tu jornada y firmaste, ¿por qué no te vas? M: Estoy esperando a Esther, nos vamos juntas, vamos a preparar todo lo del cumple de Paula T: Sí, que belleza como pasa el tiempo ya cumple uno

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E: Ya estoy aquí, nos vamos (con una gran sonrisa) M: Sí vámonos E: Teresa ya sabes mañana, llega temprano T: Sí, sí, ahí estaré sin falta Llegaron a la casa de Esther, había sido un día largo pero las dos estaban muy ilusionadas con el primer cumpleaños de Paula, en casa las esperaba Encarna, con la niña en brazos tratando de dormirla, para acostarla y que pudieran trabajar tranquilas, la niña en cuanto las vio, echó los bracitos para irse con ellas, Esther la tomó y le dio muchos besos, cada día extrañaba mucho a su hija era lo más hermoso que le había dado la vida, Maca las observaba enternecida, Paula luego de estar unos segundos en los brazos de su madre, miró a Maca y también echó sus bracitos para que la tomara Paula: Aca, aca (así había aprendido a llamar a Maca) M: Ven aquí princesa, ¿cómo te has portado hoy con la abuela eh? (le daba besos con mucho cariño, mientras la niña reía, desde que la había conocido, se había sentido cómoda en brazos de Maca, la quería mucho) M: Hola Encarna ¿cómo estás? En: Bueno hija, ya sabes a mi edad M: Jajaja pero que dices mujer si tú aún estás muy joven E: Mama no te quejes, que tú no estás vieja, y lo de tu tensión alta ya está controlada, con los medicamentos y tus cuidados no hay ningún problema, además para cuidar éste bicho hay que tener mucha energía y eso a ti te sobra En: Que zalamera es mi hija, ¿verdad Maca? M: Jajajaja, ¡zalamera es! jajaja, pero si es la verdad, Esther tiene razón En: Bueno yo ya me voy a mi casa, la niña ya cenó sólo estaba esperando para darte las buenas noches y acostarla y para ustedes les deje una tortilla de papas, jamón y otras cositas E: Hummm eres la mejor mama del mundo gracias, gracias (la abrazaba y llenaba de besos) que rico tortilla, con el hambre que tengo En: Maca ¿ves lo que te digo? M: Jajajajaja En: Buenas noches me voy, nos vemos mañana un beso, nos vemos mañana Maca M: Claro Encarna aquí estaré sin falta Esther despidió a su madre, ella vivía muy cerca y acostumbraba irse paseando para su casa, mientras Maca fue a acostar en su cunita a la niña, desde la puerta apoyada en el marco las observaba Esther que acababa de llegar, le encantaba ver lo bien que se daba Paula con Maca, ya era normal entre ellas que le diera de comer, la acostara etc., a Paula le encantaba, Maca le dio un beso de buenas noches a Paula y se giró, se quedó parada al ver a Esther con una sonrisa que las observaba en silencio M: ¿Qué haces ahí? E: Nada, viéndolas jajaja, vamos a comer tengo mucha hambre, ¡luego decoramos! M: Sí ¡yo también estoy que ya no veo! E: Sí claro ¡¡y sólo yo tengo la fama de glotona!! ¡¡Es que hay que joderse!! M: Jajaja es que las tortillas de Encarna son de premio, vamos E: Maca, mientras yo sirvo tú ve abriendo una botella de vino de esas finas que tú traes M: Ummm ¿es una nueva forma de llamarme sifrina? (pija)

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E: Jajajaja Comieron, recogieron la mesa entre las dos, Esther sacó lo que había comprado para la decoración y entre risas y tropezones empezaron a colocarlo, a las dos horas estaba todo como ellas lo querían, decidieron sentarse un rato para descansar, Esther propuso seguir con el vino, estaban sentadas en el sofá conversando sobre lo que iban a hacer al día siguiente, planificando las chucherías y pasapalos para la fiesta M: Y no quieres que yo me ponga una nariz roja, me pinte la cara y haga de payasita para ti (le decía muy graciosa) E: ¿Queeeeee? ¡Estás loca! Ni se te ocurra, debo tener algún trauma infantil, no me gustan los payasos me dan miedo, No Maca no me gustan los payasos, ¡¡¡así que payasos no hay!!! M: Conmigo no tendrías miedo, yo te protejo, seguramente yo te haría sonreír (esta vez le decía con chulería pero con un tono muy suave de voz que hizo que a Esther se le erizara la piel, se le quedó mirando, esa voz tenía un efecto de embrujo en Esther, se quedó sin palabras no le salían, Maca la miraba, también se había quedado callada, ¿qué estaba pasando? Esther sin darse cuenta pero siguiendo un impulso que no podía controlar ni contener, se fue acercando a Maca, fijó sus ojos en sus labios carnosos que se le antojaban muy apetitosos, Maca le colocó un mechón de pelo que se le había caído sobre la frente a Esther, ésta al sentir el roce tan suave de los dedos de Maca, se estremeció) Esther... Pero Esther no contestaba, no escuchaba, solo escuchaba su propio corazón que latía desbocado como loco, estaba muy cerca de Maca, la miraba con la boca entreabierta, Maca no sabía qué hacer, no sabía que estaba sucediendo pero no podía moverse, no pudo contenerse, sabía que estaba arriesgando mucho, pero, ¡era Esther la que se lo estaba poniendo difícil!, ¿es que a ella le pasaba lo mismo, sentía algo? Puso sus dedos sobre los labios de Esther y los acarició, Esther no pudo más y se lanzó a ellos, había una fuerza invisible que la empujaba a ellos, siempre le habían llamado la atención los labios de Maca, le gustaban; primero fue un roce muy suave, tímido, tembloroso, Maca respondió al beso, temblaba, Esther se separó un poco y la miró a los ojos, le sonrió y volvió a besarla, ésta vez fue un beso apasionado con más fuerza, abrió la boca e introdujo su lengua en la boca de Maca, se sentía tan rico su sabor, Maca ya no pudo mantenerse como espectadora ella respondió igual con pasión, la tomó por la cintura y la acercó más a ella, Esther había puesto sus dedos en el pelo de Maca y la acariciaba, los bajaba por su espalda, hummm ¡se sentía tan bien! se besaron, se acariciaron, respiraban muy agitadas, estaban hambrientas de ellas de sus bocas, las abrían con ansias, con desesperación, Maca tomaba con su boca el labio de Esther lo apretaba, lo lamía, Esther se atrevió a morder suavemente el labio de Maca, ardían, estaban muy agitadas, excitadas, ¡no podían más! Paula: Mami E:... Paula: Mami Las dos escucharon el llamado de la niña, se separaron, se miraron, tenían los labios rojos, Esther de pronto reaccionó, la sonrisa que tenía en los labios se le transformó en una mueca extraña, Maca no sabía cómo interpretarla, Esther se levantó muy lentamente, con las manos en la cabeza, Maca la miraba, no sabía qué hacer

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E: Dios... Dios ¿qué estamos haciendo? ¡¡Esto no puede estar pasando!! ¡¡¡No puede ser, no puede ser!!! Maca que has hecho, ¿por qué? M: ¡¿Que?! ¿Que qué he hecho? ¿Yo? ¿Pero que dices Esther? Nos estábamos besando, las dos, LAS DOS, lo deseábamos E: ¿Qué? ¡estás loca! Es una locura, es un momento de locura, ¡esto no pasó! ¡no puede volver a pasar! (caminaba de un lado a otro muy nerviosa, hasta que se acercó a la puerta y sin voltear le dijo) Vete Maca por favor M: Esther ¿qué haces? Espera tranquilízate, (la tomaba por los brazos y trataba de tranquilizarla la llevó hasta el sofá, le dio la copa para que tomara algo) Esther yo sé que esto es nuevo para ti, que nunca habías estado con una mujer, pero yo sé que tú también sientes algo por mí, lo sentí en tus besos, yo te quiero Esther, te amo (Esther levantó la cara y la miró como si estuviera viendo a alguien por primera vez) ¡sí Esther! Tú eres la persona de la que estoy enamorada E: (Esther seguía con su lucha interna, cabeceaba de un lado a otro, negando una y otra vez, la niña ya no la llamaba seguramente se había vuelto a dormir; no pudo contenerse y comenzó a llorar, seguía negando con la cabeza, ¡sí!, sabía que sentía algo por Maca, pero hasta ese momento no se había dado cuenta que era, ¿atracción? ¿amor? ¿cariño? ¿deseo? Dios ¿qué estaba diciendo? A ella no le gustaban las mujeres en ése sentido, nunca había estado con una mujer no ¡no!... pero sabía que eso no era lo importante, con Maca era especial, le gustaba tanto estar con ella, no podía estar un día sin verla, había disfrutado tanto con sus besos... No, no, no, no podía, ella no podía, debía terminar eso de raíz, si Roberto se enteraba de lo que había pasado, le iba a quitar a la niña, sabía que él estaba esperando al menor error para quitársela, si le quitaban a la niña se moriría, no podría vivir) Maca por favor vete, ahora no quiero hablar, por favor esto no debió haber pasado, yo... ¡yo no debí! ¡perdóname si yo lo propicié...! Vete, Maca vete Maca se dio cuenta que en ese momento no podrían hablar, Esther estaba ofuscada, no razonaba, decidió irse dejarla tranquila para que pensara, ya hablarían en otro momento M: Está bien Esther, me voy, descansa, aclara tus ideas, ya hablaremos, piensa en lo que te dije Le dejó un beso en la frente, se levanto y se fue La mañana la sorprendió dormida en el sofá, apenas había dormido 2 ó 3 horas, se había quedado dormida cansada por el llanto, se levantó, fue a ver a su hija, aun dormía, era temprano. Aprovechó para ducharse, organizar lo que había dejado sobre el sofá, montó un café, le dolía mucho la cabeza, se tomó un analgésico, escuchó que su niña la llamaba pidiendo el desayuno, ya se lo tenía listo y se lo llevó E: Hooola cariño, ¡¡mi princesa!! (se acercó a su cuna, la tomó en brazos, la apretó muy fuerte a su cuerpo y le dio muchos besos) Feliz cumpleaños mi vida (la niña sonreía) picara sabes que es tu cumpleaños verdad, ¿cuantos cumples a ver? (la niña se forzaba en sostener sus deditos para solo enseñar uno) sí, bravo (Esther aplaudía) un añito cumple mi princesa (escuchó las llaves en la cerradura, era su madre que llegaba En: ¿Dónde está? Feliz cumpleaños mi niña preciosa (llegaba una apurada y emocionada Encarna, la abrazaba y llenaba de besos por toda su carita, le entregó su

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regalo que recibía contenta, tratando de romper el papel ella sola, mientras volteaba para saludar a su hija) ¡¡hija!! Pero qué cara tienes, ¿qué te pasa? ¿Te sientes mal? E: No... no... bueno ¡sí! me duele la cabeza, no he dormido bien. Pero ya me tomé un analgésico ya se me va a pasar En: Jaja seguro se quedaron hasta tarde decorando esto, que bello les quedó, espero se te pase pronto, si quieres recuéstate un poco yo me quedo con la niña, en cuanto llegue Maca, que prometió llegar temprano, te aviso y recibimos lo del catering En cuanto Esther escuchó el nombre de Maca ésta se ruborizó, no pudo evitar el flah del recuerdo de la noche anterior, temiendo que su madre se diera cuenta de su cambio, salió hasta la cocina, con la excusa de buscarle un zumo de frutas E: Tranquila mama, no te preocupes, ¿quieres un zumo? ¡Maca!... ¡en cualquier momento llegaría! ¿cómo iba a verla a los ojos?, se sentía tan mal por la reacción que había tenido, ¡mira que haberla culpado cuando fui yo la que me lancé! ¡Es que no se en que estaba pensando! Pero sentí un deseo tan fuerte, ¡nunca había sentido esto! ¡Me confesó que me amaba! no puede ser, ¡Dios! ¡También vendría Roberto!, lo había invitado mas por compromiso que por otra cosa, bueno en realidad se había auto invitado cuando supo que estaba preparando la fiestecita, ¡su sola presencia seguro me amarga la fiesta!! ¡Mejor no pienso más en esto o me pondré más nerviosa de lo que estoy! Mientras Maca, no podía tranquilizarse, ya se había vestido para ir, le había prometido a Encarna ir temprano para ayudar a Esther a recibir y organizar lo del catering, estaba temblando como una hoja, no podía controlarse, ¿cómo iba a hacer? ¿Cómo iba a estar junto a ella después de lo que había sucedido? ¿Cómo estaría Esther? Entendía que para ella es algo nuevo lo que estaba sucediendo pero porque la había echado así de su casa, ella también debía sentir algo sino no la habría besado como lo hizo, hummmmm sus besos, no había podido olvidar la suavidad de sus labios, su sabor, ¡me encanta! ¡Como besa la condenada¡ se estremeció con el recuerdo. Estaba con esos pensamientos cuando de pronto suena su móvil, se sorprende al ver en la pantalla el número de la casa de Esther... M: ¿Esther? En: No Maca, soy Encarna M: Hola Encarna, ¿cómo estás? Ya estoy preparada para ir hasta allá En: Por eso te llamo hija, es que me sorprende que no estés aquí ya, con lo puntual que eres, o es que también estás trasnochada como mi hija jaja? M: ¿Está trasnochada? (“pobre, seguramente no ha podido dormir con lo que ha pasado”)... No Encarna, tranquila ya voy saliendo para allá Llegó justo cuando llegaba la empresa que Esther había contratado, entró a la casa, Paula inmediatamente la vio, estaba con Encarna apoyada con sus manitas en el sofá, al verla se soltó y comenzó a dar unos pasitos hasta ella, había empezado a soltarse un poco pero aún le daba miedo caminar solita, pero parecía que había escogido el día de su cumpleaños para hacerlo, al verla a Maca se le dibujó una gran sonrisa de orgullo, y le abrió los brazos para que llegara hasta ella, al llegar Paula se le echó a los brazos y ella la subió y empezó a dar vueltas muy contenta dándole besos

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M: Pero si mi niña ya camina solita, ¡que bien lo has hecho mi amor! Esther desde la puerta de la cocina las observaba con ternura, no podía negar que Paula y Maca se adoraban, no sabía porque pero de pronto se le llenaron los ojos de lágrimas, en ese momento Encarna la miró y no entendía porque su hija se había puesto así, la llamó para que se acercara hasta ellas, ya que los repartidores se acababan de ir En: Esther, ven hija, ¿has visto como caminó Paula? ya no le da miedo, parece que con Maca se siente segura, ¿la viste? E: Sí (no podía decir más nada, no le salían las palabras tenía un nudo en la garganta que se lo impedía, Maca la observaba con Paula en brazos, trataba de leer en sus ojos, esperaba alguna palabra de Esther pero ésta solo las miraba, fue Maca la que rompió el silencio) M: Hola Esther, siento haber llegado un poco tarde E: No te preocupes, ya mi madre estaba aquí, tú ya has hecho suficiente, más de lo que te correspondía, (“¿qué? ¿qué acabo de decir?”) M: ¿Qué? (Maca no se esperaba un comentario así) Pero... Pero ¿qué dices? Sabes que adoro a ésta niña... Además Esther somos amigas ¿no? E: Sí claro, ¡somos amigas! disculpa voy a la cocina En: Maca ¿qué pasa? ¿Tienes idea de lo que le pasa a mi hija? Desde que llegué ésta mañana está de lo más rarita, ¡ehh! M: Paula ve con tu abuelita (le dice con cariño a la niña mientras la pasa a los brazos de su abuela) voy a ver Encarna, pero no te preocupes Se dirigió a la cocina, Esther estaba de pie, de espaldas a la puerta, apoyada con sus dos brazos sobre la mesa de la cocina la cabeza inclinada entre ellos, se acercó hasta ella y con mucho cuidado le tocó un hombro, un escalofrío recorrió el cuerpo de la enfermera, al sentir el contacto de su mano en su piel, Maca la llamó por su nombre al mismo tiempo que trató de hacer que se girara M: Esther... tenemos que hablar... ¿cómo te sientes? Esther no contestó seguía de espalda a ella, lo que no sabía Maca es que no podía girarse, si lo hacía seguramente se echaría a sus brazos, el solo contacto de su aliento cerca de ella y saberla tan cerca a su espalda le había disparado un deseo que jamás había sentido por nadie, ¡por ningún hombre! M: Esther voltéate, ¿qué haces? E: (¡No podía más! debía controlarse, debía hacer algo, estaban por llegar los invitados, se dio la vuelta y pasó por su lado, tomando una de las bandejas) Debo llevar esto a la mesa, ya están por llegar... Maca suspiró decepcionada, tomó otra bandeja y la llevó también hacia la sala, al rato empezaron a llegar algunos compañeros del hospital, familiares y amigos de Esther, primos y amiguitos de Paulita, la niña muy contenta recibiendo sus regalos y enseñando a todos con sus manitas y en ese lenguaje propio de su edad, los dibujos de algunos personajes, como el Rey León y otros, que habían colocado la noche anterior, ¡estaba fascinada! Encarna sin que ellas se percataran las estaba observando a ambas, no sabía que estaba pasando pero las dos estaban raras, no entendía cómo, si la noche anterior las

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había dejado muy contentas, ahora estaban así de distanciadas y fría, ¿habrían discutido? Esther estaba rodeada de algunas primas que habían venido del pueblo de su madre, sus labios sonreían por lo que estarían diciéndole pero sus ojos estaban bañados de una gran tristeza, Maca se sintió culpable de ser responsable de que estuviera así, éste tenía que ser un día muy feliz para ella. Esther estaba tan entusiasmada con el cumpleaños de Paula y ahora... Se escuchó nuevamente el sonido del timbre, al ver que todos estaban entretenidos decidió ir a abrir la puerta, delante de ella Roberto, con una chica, que luego se la presentaron como Estrella, la hermana de Roberto (“gilipollas”, pensó) con un gran peluche para su hija, al verlo se le tensó el cuerpo de tal manera que pensó se había roto algún hueso, luego de saludarlo, se hizo a un lado para que pasara, observó cómo se acercaba hasta Paula, y ésta se lanzaba a sus brazos, después de todo ¡era su padre!, a Esther se le borró inmediatamente la sonrisa.! Entendió que se sentiría incomoda con la presencia de su ex. Ella en un primer impulso se acercó hasta Esther, quería darle su apoyo, como amiga, Esther con una sonrisa se lo agradeció pero E: Voy a buscar hielo (Maca la siguió hasta la cocina) M: ¡Esther! ¿Quieres que me vaya? No quiero que te sientas incomoda, yo... E: ¡No! Maca es el cumpleaños de Paula, ella te adora... eres mi amiga y... M:... Y... ¿qué Esther? E:... (se le quedó mirando un instante sin decir nada, había tomado una decisión, ¡era lo mejor!, ¡debía concentrarse en el cumpleaños! ¡debía controlarse!, Roberto estaba ahí, ¡no podía verla en esas condiciones...!) Maca por favor, sée que tenemos que hablar, pero yo ahora quiero dedicarme por completo a celebrar el cumpleaños de mi hija, vamos a disfrutar de éste día y te prometo que el lunes hablamos al salir del hospital M:... (Maca se le quedó mirando, de pronto le había cambiado completamente la cara, seguramente estaba haciendo gala de mucha fuerza interior, pero también a ella le parecía lo mejor...) Tienes razón Esther, vamos... (y ambas salieron con varios refrescos, hielo...) Maca se acercó al grupo que habían formado, Laura, Alicia, Teresa, estaban muy animadas conversando M: Hola cotorras, ¿qué hacen? jajaja T: ¡¡¡Maca!!! ¡¡¡Me has pegado un susto!!! M: ¡¡¡Así estarías chismeando!!! T: ¡NO! Chismeando no, hablando sobre el Roberto ese, ¿sabías que no asistió ni siquiera al nacimiento de su hija? Y ahora se la da de padre amoroso M: ¿No asistió? Pero ¿por qué? (asombrada) T: Pues ¡¡no!! El sucio, según y que su familia quería un varón por lo del apellido y eso y cuando supo que era niña M: ¿¿¿¡¡¡Que!!!??? No lo puedo creer es que son cosas de otro siglo, ¿¿¡¡de donde salió ése hombre!!?? T: Ha hecho sufrir mucho a Esther, por eso me repatea verlo ahora tan atento con la niña y Esther, frente a la gente, ¡no puedo soportarlo! Míralo Maca ya tenía rato observando, ya tenía la bilis revuelta, el imbécil tenía rato con la niña dándole una galleta, y conversando con su hermana y Esther, ¿de qué hablaban? ¡¡¿Que tanto tenían que decirse?!! Le hervía la sangre solo de verlo a su lado, de imaginar que en algún tiempo estuvieron juntos, que tenían una hija, que hicieron el amor grrrrrr

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L: Maca, Maca... tierra llamando a Maca jajaja M:... ¡¡Que!! L: Ven vamos a la terracita, acompáñame a fumarme un cigarrito ya no aguanto, y ya sabes aquí con tanto niño, pues no puedo M: ¡No puedes y no debes! ¡Vamos! Y así estuvieron un rato lejos del grupo, al salir, buscó a Esther con la mirada pero no la encontró, vio a Encarna con la niña y se acercó, mientras estaba con ellas se dio cuenta que tampoco estaba el Ex, miró para todos lados sin éxito En: ¿Maca? ¿A quién buscas?... Esther está en la cocina M: Gracias, voy a ver si necesita algo de ayuda, ya regreso Encarna En la cocina estaba Esther con la espalda pegada a la nevera y Roberto la había arrinconado y le besaba el cuello Roberto: Tienes que regresar conmigo Esther, quiero tenerte con mi hija en mi casa, no podemos estar separados, me he dado cuenta que no puedo vivir sin ti (le decía en su oído mientras besaba su cuello) E: Roberto, por favor, no puede ser, no podemos volver a lo mismo, ¡esto se terminó! (le decía con las manos en el pecho del hombre tratando de apartarlo, no había podido moverlo ni un centímetro, al entrar en la cocina ¡él la tomó por sorpresa! en ese momento se escuchó una bandeja que caía, Roberto se separó y vieron a una Maca desencajada, ella al acercarse a la puerta de la cocina sólo había alcanzado a ver que se estaban besando, no podía escucharlos desde ahí, con dolor quiso salir sin que se dieran cuenta de que los había visto, pero con tan mala suerte de que al darse la vuelta tropezó con una bandeja mal colocada sobre la mesa) M: Disculpen... yo... yo... no quería... (y salió, pasó por la habitación de Paula donde había dejado su bolso, sólo se despidió de la niña y Encarna, a Encarna le dijo que tenía un compromiso ineludible y se fue) Esther se zafó del hombre, no podía creer lo que había pasado, porque Roberto tenía que ser tan sofocante, ¡no lo soportaba! ¡le dolía tanto que Maca hubiera visto esa escena! ¡¡Roberto era un imbécil!! ¡Tenía que hablar con Maca! ¡Explicarle! Salió buscándola, su madre le había dicho que se había ido apurada Debía dejar de pensar en eso por ahora, tomó a su hija y se acercaron al pastel para cantarles cumpleaños feliz, poco a poco los asistentes se fueron, acostó a la niña, estaba muerta de cansancio, ya recogería mañana, se fue a acostar Mientras Maca llegaba a su casa, muy molesta, no entendía como Esther podía estar así con Roberto, después de lo mal que lo pasó en el proceso de divorcio, no tenía muchos detalles de cómo fue su vida juntos, pero Esther siempre se refirió a esa etapa de su vida como “horrible”, es que no le repetía siempre que era un gilipollas, un imbécil pero ¡bien que estaban acaramelados en la cocina! ¿Es que aun siente algo por ese im...? Es una... ahhhhhhhhhhhh. Maca no podía con su cabreo caminaba de un lado a otro con un cigarro y eso que había dejado el vicio hacía unos meses, ¿por qué me besó como lo hizo? ¿por qué? Estaba cansada se acostó, el domingo tomó su moto y se fue a su casa

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de la sierra, tenía semanas sin ir, aprovechó para ponerla en orden y apagó el móvil, no tenía ganas de hablar con nadie, se quedó todo el domingo con la intención de relajarse El lunes llegó irremediablemente, la primera en llegar al hospital fue Esther E: Buenos días Teresa, ¿qué tal empieza la semana? T: Pues como siempre hija, y tú ¿qué tal?... ayy Esther la niña es una ricura, ¡¡es tan avispada!! y está de un simpático,¡¡ que bien lo pasó en su fiesta!! E: Siiiiiiiii, ¡¡¡está preciosa a veces hace cosas que provoca comérsela!!! Jajaja T: Siiiiiiii jajaja con los míos a esa edad me pasaba lo mismo, claro con los años cambian mucho, y ahora la verdad es que me arrepiento de no habérmelos comido. Jajajajaja E: ¡¡¡Teresa!!! Bueno me voy a trabajar... ehhhhhhh Teresa... ¿Maca ya llegó? T: Pues la verdad que no, ya debería estar aquí, ¡debe estar al caer en cualquier momento! E: Tere... ¿me puedes avisar cuando llegue? Tengo algo que decirle T: Sí tranquila Esther se cambió y al rato Teresa le avisó que Maca había llegado, no pudo buscarla porque la solicitaron en quirófano, tres horas después, la buscó no estaba en urgencias, Teresa le dijo que había subido a su despacho, no podía esperar, subió a hablar con ella ¡debía aclarar todo de una vez! Tocó la puerta M: Pase E: Maca... buenos días... Estaba buscándote M:... (Maca estaba en su escritorio llenando alguna historia, levantó la mirada y al ver que era Esther siguió escribiendo) ¡¡¡Pues ya me encontraste!!! (en un tono muy borde) E: Maca... M: ¿Qué quieres?, estoy ocupada, debo llenar esta historia y dar un alta Esther sabía que seguramente estaría molesta, pero no imaginó que la trataría así E: Tenemos que hablar, ayer te llamé varias veces pero... M: Me fui a la Sierra, ¡¡apagué el teléfono!! E: ¿A la Sierra? ¿Sola?... (Maca levantó la cabeza y la miró como diciendo “y que te importa”...) ehhhh perdona... M: ¿Qué quieres Esther? Ya te dije que estoy ocupada E: ¡¡Y yo te dije que quiero hablar contigo, no me trates así!! (ya molestándose por el trato que le estaba dando Maca) Maca se levantó del escritorio y se acercó a ella M: ¿No te mereces que te trate así? ¡¡??Y como tengo que tratarte ehh??!! ¿Ahora quieres hablar? ¿Para que? ¿es que no estás bien con tu Robertito? ¿Qué quieres? (cada vez se acercaba más a ella, pero con una expresión que denotaba mucho malestar) E:... ¡¡Maca!!... lo... lo que viste en la cocina, no es lo... M: Jajajajaja ¡¡lo típico!! “no es lo que parece” así jodieron a mas de una ¡¡¡ehhh!!!

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Esther se estaba molestando, le estaban subiendo los colores a la cara, no soportaba que la tratara así y que además se burlara de ella E: Ahhhhhhhhh... ¡¡no sé ni para que vine, en realidad yo no tengo que darte ninguna explicación a ti!!! ¿No quieres que hablemos?... ¡¡¡Pues que te den!!! M: A ¿sí? ¿te ofreces voluntaria? E:... (Esther la miró con rabia y se dio la vuelta con la intención de salir de allí, ¡era lo mejor! Estaba a punto de darle una cachetada a Maca) M: ¡¡¡Mierda!!!... (Maca la tomó del brazo para impedir que se fuera, por el impulso de ella y la inercia de Esther quedaron frente a frente muy pegadas, Esther la miró desafiante, Maca respondió a su mirada, no podía más, ¡tenía demasiadas ganas de ella! Sin darle tiempo a Esther que reaccionara la besó. ¡La besó con pasión, con furia, enfado!, respiraban agitadas, Esther trató de zafarse) E: ¡¡Suéltame!! M: ¡¡¡NO!!! Esther trataba de zafarse pero no podía Maca era más fuerte que ella, esta volvió a abrazarla y la besaba M: Me estás volviendo loca... (la besaba)... No te das cuenta que te amo y que tú también sientes algo por mi, ¡acéptalo! ¡No seas cobarde! ¿por qué me haces esto?... (beso)... que quieres ahhh... dime ¿qué quieres? E:... (también la besaba, ya se había rendido, no ofrecía resistencia, respondía a sus besos con la misma pasión) ¡A ti! ¡Te quiero a ti! M: ¡Mentira! ¡¡Tú quieres a Roberto!! ¡Los vi! ¡¡Los vi besándose!! (soltó a Esther y se alejó, se apoyó sobre su escritorio unas lágrimas caían por su rostro) E: Es cierto, no voy a negarte lo evidente, pero fue él que me besó... yo no respondí a su beso, estaba tratando de alejarlo, te vi... cuando al fin reaccioné salí detrás de ti, pero ya te habías ido (mientras le hablaba se iba acercando a ella poco a poco, la abrazó por la espalda, Maca se dio la vuelta, se quedaron en silencio mirándose, Esther le acarició la mejilla) M: Dime que no lo quieres, ¡dímelo! ¡necesito oírlo! ¡Dime! ¿qué quieres? E: Te quiero a ti, Maca, ¡¡¡solo a ti!!! (respondió con firmeza y atrapó sus labios en un beso suave pero pasional, tierno, era una mezcla de sentimientos, pasó sus manos por su espalda, la abrazó muy fuerte, la necesitaba cerca, Maca respondió a su beso, que cada vez iba subiendo de intensidad, su lengua respondió a la de Maca se movían, se buscaban con ansia, era la continuación perfecta de aquel momento que habían interrumpido, Maca la pegaba más a su cuerpo, la besaba, no sabía si ese momento era real, si era un sueño pero era perfecto, la besaba y le susurraba un “te quiero” en su oído mientras su lengua resbalaba hasta su cuello y lo besaba, Esther sintió un escalofrío de placer, echaba su cabeza hacia atrás, Maca sentía un hormigueo que llegaba a su centro, las dos sabían que debían parar, no era el lugar) M: Uhmmmmm... Debemos parar... E:... Uhmmmmm... M: Esther... no es el lugar... E:... Lo sabían, pero no podían separarse, había una fuerza invisible que las mantenía abrazadas, besándose, sus labios cada vez estaban más rojos... el sonido del teléfono fue el que finalmente las hizo reaccionar y separarse

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M:... ¿Sí?... Está bien Teresa, bajo en un minuto... Esther me necesitan en urgencias E: Sí... Uffffffff (soltó un suspiro por la carga de la excitación que sentía, ambas se miraron y soltaron una carcajada, decidieron esperar un instante antes de bajar, el rojo pasión que tenían sus caras era muy difícil de disimular) Ambas estuvieron ocupadas las siguientes tres horas, Maca al desocuparse pasó por recepción M: Teresa, ¿has visto a Esther? T: Mmm... Creo que anda en farmacia, acaban de llegarle unos medicamentos debe estar organizándolos M: ¡Ok!... (salió en busaca de Esther) T: Pero estas dos están todo el día buscándose, si no es una es la otra Tal como había dicho Teresa, estaba en farmacia, estaba de espaldas, no la vio llegar, entró muy despacio y la abrazó por la espalda M: Hummmmm ya no podía más, tenía que venir a darte un beso (le hizo el cabello a un lado y besaba su cuello) Esther por la sorpresa dio un brinco y se apartó M: Jajaja lo siento, no quería asustarte E: ¿Qué haces? (fue hasta la puerta y la cerró) M: Ehhhh... Pues besarte E: Pero ¿no te das cuenta que nos pueden ver? ¿Estás loca? M: Esther... pero... ¿qué dices? ¿Cuál es el problema? E: ¡Nos pueden ver y no quiero!, ¡no pueden vernos! M: ¿Qué pasa? ¿Es que te avergüenzas? (dijo agobiada) E: (al darse cuenta que su reacción había sido exagerada, decidió explicarle a Maca) ¡¡¡No!!! Maca ¿cómo me voy a avergonzar?, pero debemos ser discretas, aún no quiero que se enteren en el hospital, yo nunca... sabes que Roberto no quería divorciarse, al final cedió pero no quedó conforme, me dijo que si me llega a ver con otro hombre va a hacer que me arrepienta, ¿te imaginas que sepa que estoy con una mujer?! M: ¡¡Imbécil!! ¿Es que te ha amenazado? (le preguntaba mientras le acariciaba el rostro) ¡Dime! ¡¡¡Si es capaz de tocarte, hago que se trague las palabras y sus dientes uno por uno!!! E: ¡Ven acá! (la tomaba por un brazo y la llevaba a un rincón para abrazarla) no creo que sea capaz de hacerme nada físico, al final es un cobarde, pero sabe que para mí lo más importante es Paula y no dudo de que sea capaz de utilizarla para hacerme daño, haría cualquier cosa para quitármela, no quiero darle motivos M: (se separaba y la miraba con incredulidad) ¿Y qué pretendes que nos veamos a escondidas? ¡Estamos bastante grandecitas para la gracia! ¿no te parece? E: No, ¡¡No!!... ¡bueno sí!... Maca entiéndeme, solo por ahora, hasta que estemos seguras..., esperemos que Roberto se calme, que se olvide de mí y de todo esto M: Pensé que ya le habían puesto punto y final a vuestro matrimonio E: Sí, Maca, pero para él parece que no es fácil, él dice que nos extraña pero yo estoy segura que es machismo, yo lo tengo muy claro, ¡no daré vuelta atrás! Mi vida a su lado fue terrible, ¡¡¡me divorcié porque ya no podía más!!! Pero debo pensar en Paula ¡¡no

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puedo arriesgarme!! Maca sé que te quiero, pero tengo que ser sincera contigo, en este momento me siento incapaz de decirle a alguien que tenemos una relación M: Está bien, pero hay leyes, tú eres una excelente madre, él no tiene derecho a llevársela, si lo intenta lucharemos, tengo amigas que son abogadas y podemos llamarlas e informarnos E: Gracias cariño, pero mejor esperamos M: ¡Repítelo! (le decía tomándola de las manos con una sonrisa boba) E:... ¿Eh? Que esperemos M: ¡No!... dime otra vez “cariño” E: Jajaja cariño... (la besaba por el rostro, en los labios, en el cuello)... cariño... cariño Y así lo hicieron, a Maca no le gustaba la idea de llevar una relación a escondidas, pero tuvo que ceder, en parte la entendía, su divorcio era muy reciente, por lo visto el “ex” era un macho ibérico-latino, ellas apenas estaban empezando, quería demasiado a Esther y Paula como para arriesgarlas, Esther se moriría si Roberto intentaba quitarle a la niña Transcurrieron dos semanas cada vez se la llevaban mejor, aprovechaban cualquier momento a escondidas en el hospital, pero les sabía a poco, no habían podido estar solas en privado, estaba que se subían por las paredes, se deseaban casi hasta el punto de la combustión Estaban en el despacho de Maca M: Esther ¿qué te cuesta? Éste fin de semana a la niña le toca con su padre, las dos lo tenemos libre, vámonos a la casa de la sierra, (la besaba, Esther había metido sus manos por dentro de la camisa de Maca, acariciaba la suave piel de su espalda, Maca había abierto un poco la camisa de Esther y besaba la parte superior de sus pechos, cada vez que estaban así, Esther sentía una excitación tremenda, sus besos sabían a gloria, tenía un deseo muy grande de hacer el amor con ella, pero le daba miedo, nunca había estado con una mujer, podría decepcionar a Maca. En ese momento tocaron la puerta) M: ¡¡¡Joder!!! ¿Lo ves? ¡¡Nunca podemos estar tranquilas!! E: ¡¡Está bien Maca nos vamos a tu casa de la sierra y vamos a pasar el fin de semana completito tú y yo solas!! M: Vas a ver que te va a gustar (le decía con picardía) jajaja Aquel sábado las dos estaban nerviosas, Maca no paraba de darle vueltas a la cabeza, en unas horas estaría a solas con Esther en la casita, hummmmm, se le erizaba la piel solo de imaginarlo, Esther no estaba mejor, caminaba de un lado a otro en su habitación, hasta había ido a su estética de confianza ¡su depilación perfecta! estuvo frente al armario sin saber que debía ponerse, ya había preparado la ropa que se llevaría, había hecho y deshecho el bolso varias veces, ¡no sabía que llevarse! Jajaja parecía una adolescente, tenía una agitación un hormigueo, ¡¡Maca ya estaría a punto de llegar!! Puntualmente a las 9 de la mañana como habían quedado, Maca pasó a recogerla, bajó, Maca trató de darle un beso, pero Esther con el consabido “aquí no, nos pueden ver” la saludo con dos besos en las mejillas M: ¡¡¡Ayyyyyy ya verás en cuanto lleguemos a la casa y estemos solas!!! Jajaja

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Luego de hora y media de trayecto, llegaron a una zona de casas rurales, muy hermosas y muy cuidadas, parecían casas para clase media alta E: ¡Ohhhh! ¡Esto es precioso! (dijo Esther con sinceridad al llegar frente a la casita de Maca) M: ¿Te gusta? (Maca pellizcó suavemente la mejilla de Esther y le dio un beso suave en los labios) E: ¡Es bellísimo Maca! (bajaron del auto, entraron a la casa con sus equipajes) Entraron, Esther se quedó boquiabierta, era una estancia hermosa con un ambiente sencillo pero muy acogedor M: ¿Te gusta? (le preguntó con dulzura, sus ojos brillaban con una luz especial) E: ‘Me encanta! (con una sonrisa) M: Esta casita significa mucho para mí, era de mi abuela, al morir me la dejó, sabía que me encantaba, pasaba horas aquí con ella, (le explicaba con una voz cargada de emoción), la restauré pero conservé muchas cosas originales, como la chimenea y algunos muebles... (Esther la miraba alucinada, Maca la miró y se quedó callada, las dos tenían la misma sonrisa, podían percatarse de sus risas nerviosas, Esther se acercó hasta estar a un milímetro de su boca, se miraron y en ellos vieron el mismo sentimiento reflejado, nervios, emoción...) E:... Maca... M:... ¡No digas nada!... (la miraba con una devoción absoluta, la tomó de la mano y mirándola a los ojos) eres lo mejor que me ha pasado en la vida, dame la oportunidad de demostrártelo... te quiero Esther! E: ¡Maca!... (al igual que Maca, eran tantas las ganas que tenía de mostrarse como lo que eran: ¡Dos mujeres enamoradas! La miró a los ojos y con un susurro reflejo del estado que sentía, le confirmó) ¡¡¡yo también te quiero!!! No necesitaron más palabras, esas eran las justas, se estrecharon en un abrazo, sus cuerpos temblaban por la emoción de al fin estar juntas, con ternura y esmero unieron sus bocas, las manos de una acariciaba el cuerpo de la otra, se estrechaban cada vez más, sus besos se fueron transformando en besos apasionados, furiosos. No sabían cómo perdieron la noción de la realidad, de pronto se estaban besando con tanta fuerza que parecía les iba la vida en ello, sin darse cuenta estaban en la habitación, se habían tumbado sobre la cama, sus labios carnosos y sus lenguas jugaban, sus respiraciones se habían convertido en jadeos, Maca metió sus manos dentro de la camisa que llevaba Esther, se miraron, con una mirada repleta de amor, un suspiro nervioso por parte de Esther hizo que Maca volviera a besarla con ternura, esta vez fue Esther quien la tomó por la cintura, la atrajo y la beso apasionadamente, Maca con su mano dentro de la camiseta de Esther fue acariciando su piel hasta rozar con sus dedos uno de sus pechos, Esther gimió de placer sin poderlo evitar, con calma entre jadeos se fueron quitando la ropa, sus ojos reflejaban pasión, sobre la cama buscaron el roce de sus pieles desnudas, Maca suavemente se colocó sobre Esther, sus labios húmedos la recorrían queriendo abarcar todo cuanto podía de su piel, su lengua la recorría con ansias, Esther sentía la lengua de Maca atacando sus puntos más eróticos, del lóbulo de su oreja en línea recta entre sus pechos bajaba hasta su ombligo, Maca levantó su cabeza y miro a Esther como pidiéndole permiso, Esther le sonrió dulcemente, y entonces bajó del ombligo

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suavemente dejando una línea húmeda con su lengua bajó hasta su sexo que empezó a lamer con devoción... Esther como si estuviera hechizada se dejó hacer, notó como las manos de Maca abrían su sexo, pasó su mano por su vello perfectamente depilado, su propio deseo la estaba abrasando al ver como Esther le ofrecía abiertamente y sin tapujos el camino para ser devorada, subió una mano y con su pulgar comenzó a jugar con un pezón del pecho de Esther, mientras pasaba suavemente la punta de la lengua sobre el clítoris endurecido, succionaba y saboreaba su sexo, Esther se acodó sobre el colchón, no era la primera vez que le hacían sexo oral pero si la primera vez con una mujer, Maca jugueteaba con su humedecido sexo, gimió... abrió más sus piernas y con una mano sobre la cabeza de Maca la empujó para ejercer más presión, la estaba volviendo loca, cerro sus ojos y echó la cabeza para atrás E:... Así... así Maca... sigue... Mmmmmmmmm M: ¿Te gusta? E: Mmmmm... me estás volviendo loca Mmmmmm, ¡¡no pares!! M: Mmmmmm estás tan húmeda... (Maca le estaba haciendo perder la compostura y eso le encantaba) E: Sigue... sigue... ahhhhhh no puedo más ahhhhh (el cuerpo de Esther comenzó a convulsionarse) Maca al darse cuenta que faltaba muy poco, la penetró suavemente con dos dedos, comenzó a moverlos dentro de ella, al mismo tiempo que trepaba sobre el cuerpo de Esther y besaba sus pezones apasionadamente, Esther gritó tan alto que hasta ella misma se sorprendió, explotó en un orgasmo que no recordaba haber sentido en su vida. Maca se recostó a su lado llena de gozo, estaba feliz de haberla hecho sentir tanto placer, la abrazó de lado y le susurró al oído suavemente M: ¡¡¡Te quiero!!! Esther la miró, quería provocar en ella lo mismo que le había hecho sentir, se dio la vuelta y se subió a horcajadas, el cuerpo de Maca le provocaba un sinfín de sensaciones, era algo ilógico pero ¡hermoso y apasionante! con la yema de sus dedos la acariciaba suavemente, arriba, abajo, se acercó al pecho de Maca y con su lengua inexperta comenzó a besar y devorar sus pezones, quería ser capaz de devolverle todo lo que le había ofrecido ella, se mordió el labio ardientemente y por primera vez con sus dedos tocó su sexo, mmmm ¡estaba tan húmedo! Lo acariciaba suavemente, trataba de aplicar lo que había aprendido E: Mmmm ¡me gusta sentirte tan mojada! ¿Lo hago bien? M: Mmmmmmm... ahhhhhh (Maca trago saliva notó como Esther iba bajando y dejando unos besos finos sobre su cuerpo, ¿iba hacia su sexo? ¡No imaginó que lo haría en su primera vez! Maca le facilitó el trabajo abriéndole el camino con sus propios dedos, con la punta de la lengua Esther recorría lentamente su sexo, Maca jadeaba sin parar, sus caderas se movían buscando que Esther profundizara, Esther con sus labios succionó su clítoris que se había endurecido) M: Ohhhhh... (gimió suavemente, Esther no paraba en su tortura, ¡su lengua inexperta le estaba haciendo sentir tanto! Gimió y gimió hasta llegar al orgasmo intenso que Esther le había proporcionado)

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M: Uffffff... ¡¡¡joder!!!... Se quedaron tumbadas sobre la cama, desnudas, de lado, frente a frente, se miraban y sonreían M: ¿Te ha gustado? E: ¡Me encantó! ¡jamás me imagine que pudiera ser así, me has hecho sentir tan bien! M: ¿Sabes? ¡me sorprendiste! para ser tu primera vez con una mujer, lo hiciste muuuuuuy bien, ¡¡¡aprendiste muy rápido!!! E: La verdad estaba muy nerviosa, no sabía si lo hacía bien... pero al ver tu cara de tonta no me quedó ninguna duda de que estabas disfrutándolo y mucho... jajajaja M: (Maca fingió hacerse la ofendida y le dio un suave golpe en un brazo y se subió a horcajadas sobre ella...) ¿Cara de tonta? E: La tonta más hermosa, “mi tonta”... (y empezó a besarla, Mmmmmmm, la besaba en los labios, se dio cuenta que aún tenían sus “sabores” en sus bocas y lejos de desagradarle, ¡le encantó! con su ex nunca le había gustado que la besara después de hacerle sexo oral, pero con Maca era distinto, ¡le gustaba su sabor!) M: ¿Ya tienes ganas de más? (le preguntó Maca con picardía) E: Jajaja la verdad estoy muerta M: Mmmmmm ¡sí! ¡pero fue maravilloso! M: Jajajaja (Maca empezó a reír) E: Pero ¿de que te ríes loca? M: Es que... jaja... tengo toda la semana planificando éste fin: Llegando te iba a llevar a un sitio muy bonito a desayunar, luego íbamos a pasear por el lago, un paseo romántico con cena incluida, para preparar el ambiente, tú sabes, y... ¡¡míranos!! jajaja nos saltamos todo y ¡¡directo a la cama!! Jajaja E: Jajajaja ¡¡si es que teníamos mucha urgencia jajaja!! Pero igual podemos hacer todas esas cosas M: Siiiiiiiiiiiiiiii por lo menos yo, estaba ¡DESESPERADA! jajaja E: Pero ¿igual podemos hacer todas esas cosas? M: ¡Por supuesto! Vamos a bañarnos, te voy a llevar a un sitio maravilloso E: Mmmmmm ya me has llevado cariño, he estado hace un momento en el lugar más maravilloso que pueda existir (se acercó y abrazó a Maca por la espalda que ya se había sentado en el borde de la cama con la intención de levantarse y comenzó nuevamente a besarla en el lóbulo de la oreja, el cuello y con los dedos acariciaba suavemente con movimientos circulares sus pezones) M: Esther... mmmm... me encanta pero si empezamos ya no nos movemos de aquí E:... Mmmmm yo ya no quiero moverme... Maca de un salto se volvió a tumbar sobre la cama y así con sus manos, sus cuerpos y sus bocas siguieron con el ritual de amarse, se devoraron, se amaron, se dijeron muchos te quiero, mezclaron pasión con ternura, y así siguieron hasta que decidieron salir un rato, Maca le enseño los lugares que más le gustaban de la sierra. Aquella noche entre las dos prepararon algo para cenar, cenaron a la luz de varias velas, y volvieron a amarse una y otra vez, parecía que no podían saciarse la una de la otra La mañana del domingo las sorprendió abrazadas en la cama, Esther fue la primera en despertar, se le quedó observando un rato, le dio un beso muy suave, Maca dijo una palabra incomprensible y siguió durmiendo, Esther se levantó como pudo para no

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despertarla y fue a la cocina. Al rato regresó a la habitación con una bandeja con el desayuno, puso la bandeja sobre una mesita que había a un lado y observó el cuerpo desnudo de Maca que se había colocado de espaldas, se subió sobre la cama y empezó a darle besos E: Cariño despierta, mmmmm, cariño (se había colocado sobre la espalda de Maca y le besaba suavemente, el lóbulo de su oreja, hizo a un lado su cabello y le besaba el cuello, besaba su espalda, bajó por toda su espina dorsal, hasta llegar a sus nalgas duras y redondeadas) mmmmm (no pudo resistirse se acercó y le dio un suave mordisco mmmm ¡estaba tan provocativo!) M: Ahhhhh, ¡¡¡no seas mala!!! E: Jajaja estabas despierta ehhh, ¿te hacías la dormida? mmmmm ¡¡¡es que está tan rico!!! Jajaja, vamos, traje desayuno M: Siiiiiiiiiiiiiiiii estaba disfrutando de tus caricias, me encantan, Mmmm (abrió los ojos se dio la vuelta y vio la bandeja con el desayuno que había preparado Esther) M: Mmmmm ¡¡¡que rico!!! Desayuno en la cama, ¡que lujo! ¡Quiero despertar todos los días así! Esther con esas palabras cambió completamente su expresión, Maca se dio cuenta M: ¡Esther...! E:... (al ver la cara de agobio de Maca cambió su expresión y como pudo) ¡¡Tienes razón mi amor te prometo que pronto podremos desayunar todos los días en la cama!! (y la beso en los labios, vamos levanta a desayunar, es tardísimo nos hemos quedado dormidas y aun tenemos que bañarnos y salir para casa, tengo que estar ahí para recibir a Paula) Y así lo hicieron, desayunaron entre besos, risas, cosquillas, se bañaron juntas y aprovecharon sus últimos instantes en lo que se había convertido “su nido de amor” llegaron a casa de Esther y cuál sería su sorpresa cuando se encontraron que ya Roberto estaba esperándolas en la puerta para entregarle a Paula, visiblemente molesto por la espera Roberto: ¡Tengo media hora esperando aquí, sabías que tengo un compromiso y no puedo tardar! E: No lo sabía pero disculpa, ya... ya estoy aquí, es que se me ha hecho tarde y... Roberto: ¿Y por qué no contestas al móvil?!! E: ¿Al móvil? Pero si no ha sonado y yo... (sacando el móvil de su cartera para mostrar que no tenía llamadas...) uppps se me ha descargado la batería y no me he dado cuenta, pero bueno ¡ya estamos aquí! (tomando a Paula en brazos y dándole besos) A todas éstas Maca se mantenía como una simple espectadora, definitivamente ¡el “ex” era un imbécil de marca mayor! No entendía como Esther permitía que le hablara así, y además ¡para qué le daba explicaciones! Había tenido que reprimirse y morderse la lengua para no decirle unas cuantas al hijo de su madre ése Roberto: ¿Y de dónde vienes?! E: He salido a dar una vuelta con Maca... volteó a mirar a Maca y con los ojos le pidió que la apoyara en lo que estaba diciendo Roberto: ¿Maca?

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E: Sí te la presento, es una compañera del hospital A Maca esto le cayó como un balde de agua fría, no podía creer lo que escuchaban sus oídos, entendía que no podía explicarle exactamente todo, pero “¿una vuelta?” “¿compañera?” lo mínimo era que la presentara como amiga, además ¡Qué carajo tenía que estarla presentándola a “ese” que no merecía ni el más mínimo detalle de cortesía, era un cabrón! Y que tantas explicaciones ¡¿acaso no es que estaban divorciados?! Ya no aguantaba ni un segundo más ahí M: ¡Esther! ¡Me voy!... gracias por “el paseo”, ¡nos vemos en el hospital!... (le dio dos besos a Paula y se fue sin despedirse ni de Esther ni el otro) Roberto: Bueeeno ¿a esa tipa que le pasa que se va así? E: ‘No es ninguna tipa! (saltó Esther) Roberto: Jaaaaa, ¡espero que ahora que te dio por divorciarte de mí, no te haya dado por vivir la vida loca de bar en bar con ésta! E: ¡Roberto! ¡Te exijo respeto, yo no soy ninguna loca y ella es una compañera del hospital además es mi amiga! ¡Además sabes perfectamente las razones por las que me divorcié de ti! Roberto: Nunca las entendí... pero bueno ¡¡tú sabrás que tienes en ésa cabeza!! ¡Pero te advierto que si alguna vez me doy cuenta que descuidas a mi hija, por andar de rumba, ten por seguro que me la llevo! E: (“aghhhgrrrr no lo soporto, ¡no lo soporto! ¡¡Es un cavernícola!!”) No me amenaces y ni se te ocurra poner en duda mis funciones como madre, ¡¡¡te he aguantado mucho pero eso no te lo permito!!! Roberto: ¡¡Solo te aviso!!... ¡¡Adiós!! El lunes en la mañana Maca entraba una hora antes que Esther. Saludó a Teresa y sin más se fue a trabajar Esther llegó y lo primero que hizo fue preguntar a Teresa por Maca E: Teresa ¿sabes dónde está Maca? T:... Llegó hace poco más de una hora, creo que está en cortinas con una niña que ha llegado E: Ok gracias, voy a ver... T: Ehhh pero ten cuidado que muerde, ha llegado con un humooooooooooor, ¡que vamos!... mejor mantenerse a varios metros de distancia E:... ¡Bueno Teresa no exageres! (“¿Está de mal humor? Uffff es que lo sabía, la he cagado!”) Se fue a vestuarios, se cambió y fue en busca de Maca, la encontró en cortinas, estaba muy concentrada atendiendo a una niña, no levantó la mirada, no sabía si es que no la había visto o se hacía... E: ¡Buenos días! Maca necesito hablar contigo un segundo... M:... (levantó la mirada y con indiferencia le dijo) Menos mal que has llegado, necesito que lleves a ésta niña tan linda a rayos, quiero ver si hay fractura, me avisas cuando ya esté, (se quitó los guantes y salió dejando a Esther con cara de tonta) E:... Perooo... aghhh ok... ¡está bien!

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A las dos horas, subió al despacho de Maca con las placas de la niña y hablar con ella E: Hola Maca... aquí te traigo las placas M: Ok, gracias (las tomó y las puso contraluz de la pantalla para verlas) E: Maca... ¿no me vas a dar un beso de buenos días? (le decía mientras se acercaba y se ponía a su espalda, quería probar por ahí a ver si se le quitaba la molestia) M:... Ya te he saludado ésta mañana, no tengo tiempo, voy a ver a la niña de la fractura (se levantaba, tomó las placas y se dirige a la puerta para salir, Esther la alcanzó y la detuvo por un brazo) Esther te dije que estoy apurada déjate de tonterías (con cara de pocos amigos) E: ¡Maca!... no me trates así por favor, ¡¡sabes que no lo soporto!! M: Como te trato ¿ehhh? te trato como lo que somos, “com-pa-ñe-ras” E: ‘¡¡Maca!!... aghhhhh, no pensé que fueras tan malcriada M: ¿Ahhhh? ¿Malcriada? ¿Yo? ¡Lo que me faltaba!... ¡Y yo no pensé que fueras tan sumisa! E: ¿Queeee? ¿Qué dices? ¡yo no soy sumisa! ¡Estás loca! M: ¡SI! ¡SUMISA! ¡Y COBARDE! ¡Es que lo que te faltaba era ponerte a pedirle perdón! ¡Es que no puedo creerlo! ¡Ahí disculpándote con “ése”, dándole justificaciones!... E:... M:... Sé que es el padre de tu hija, ¡¡pero hasta ahí!! Ya ustedes están divorciados, puedes hacer y rehacer tu vida sin tener que darle explicaciones de a dónde vas ni con quien estás, ¡¡por Dioooooos!! (cada vez más molesta) E:... (Maca tenía razón, Esther decidió suavizar el tono de voz y tratar de calmarla temía que la conversación no terminara bien) Maca, cariño, (se acercaba a ella tomándola por los brazos dulcemente) Tienes razón pero por favor entiéndeme, no quiero provocarlo... M: Pero provocarlo ¿por qué? No te estoy pidiendo que le digas que nos la pasamos todo el día haciendo el amor, pero que tiene de malo, con que le digas que somos amigas y pasamos algún fin de semana juntas, ¿ah? ¿por qué le tienes tanto miedo a ése hombre? ¿por qué tienes que decirle lo que haces? (también suavizando su expresión y tono de voz) E:... (no quería decirle a Maca sobre la amenaza de Roberto, ya ella sabría manejarlo) Está bien cariño, es que soy un desastre, te prometo que la próxima vez me controlo, pero no te pongas así por favor, anda dame un beso... M: Mmmmmmmm (es que Esther la desarmaba la quería demasiado no podía seguir molesta con ella más ni un segundo más) ¿me lo prometes? (respondía a sus besos... y cuando no, ¡para variar! Tocaron a la puerta interrumpiéndolas) Así pasaron varias semanas, estaban cada vez más enamoradas, Maca que aunque no le gustaba lo que estaba tardando la etapa de llevar lo de ellas a escondidas debía reconocer que habían compartido más tiempo. En el hospital Esther, al tener la ventaja de ser jefa de enfermeras coordinó sus guardias para estar juntas y cada vez que podían se escapaban a su despacho, tenían encuentros en casa de Maca, pero no habían amanecido juntas ni habían vuelto a ir a la sierra, siempre había una “razón” para aplazarlo, Maca le había propuesto a Esther, llevarse a Paula y así pasar un fin de semana en la Sierra las tres juntas pero ésta le dijo que aún era pronto para la niña, en fin, Maca se había resignado, lo importante era estar a su lado, pero quería más, no sabía cuánto iba a soportar, estaba cansada de tener siempre que disimular en el hospital,

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estaba cansada de que luego de sus encuentros en el apartamento, Esther tenía que irse a su casa. Tenía ganas de amanecer juntas, de llevar una vida juntas, de que le demostrara que la amaba, que de una vez por toda Esther se revelara y le dijera a todos que la amaba. Pero no, cada vez veía más difícil que tomara ésa decisión Estaban en cafetería merendando junto a Alicia y Cruz C: ¡¡¡Yes!!! Maca entonces ya está decidido, ¡ nos vamos las cuatro el próximo fin para la Sierra! Alicia: Bravo... ¡¡¡ehhhh!!! ¡¡Con las ganas que tengo de tomar solcito, tomarme una piña colada al lado de la piscina!! M: Jajaja pues sí, yo no tengo ningún problema, pero los cócteles vas a tener que prepararlos tú porque camareros y mayordomos no tengo ¡¡ehh!! Esther permanecía en silencio, a Maca ésa actitud le parecía sospechosa, ¡seguro ya se iba a echar para atrás! C: ¡Esther! Te traes a la niña ¿verdad? Que aunque es un fin de semana de chicas pues me apetece llevarme a la mi niña y... ¡Esther Que estas en la luna!, que dices E: Ehhh... Perdona es que estaba distraída, pues no estoy segura pero creo que sí, de todos modos mañana les doy una respuesta M: ¡Esther! Si ya lo teníamos todo planeado, no digas ahora que te vas a echar para atrás E: ¡¡¡Maca por favor no me presiones!!! M:... ¿Qué?... Cruz y Alicia las observaban en silencio, Cruz le sonó el tono de Maca a reproche y el de Esther de agobio, tenía tiempo que veía que esas dos estaban en una actitud muy extraña, ella por ser directora de urgencias estaba al tanto de las guardias y se había dado cuenta de que Esther había cambiado las suyas y que casualmente de un tiempo para acá todas coincidían con las de Maca, andaban siempre juntas y de vez en cuando había notado unas desaparecidas de las dos, muy sospechosas, hummmm aquí está pasando algo raro pensaba... C: Bueno chicas haya paz, está bien Esther el viernes terminamos de cuadrar, pero por favor no te eches para atrás mira que seguramente la vamos a pasar muy bien y si no vienes ya no sería lo mismo, ¡éste milagro que tengamos las cuatro, viernes, sábado y domingo libres no se va a dar muy seguido! Mientras Cruz hablaba Esther y Maca se desafiaban con la mirada, de pronto Maca se levantó y dijo entre dientes pero no lo suficientemente bajo, Esther y Cruz la escucharon claramente M: ¡Me estoy cansando! (y se fue) Esther la miraba con los ojos húmedos mientras se alejaba C:... Esther... ¿qué pasa entre vosotras? E:... Nada Cruz, ¡no te preocupes!

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Todas regresaron a su trabajo y Maca decidió no volver a preguntarle a Esther, a estas alturas qué más da, ¡¡que hiciera lo que quisiera!! Al día siguiente les tocaba guardia nocturna, salvo, dos veces que atendieron juntas a algún paciente no habían tenido la oportunidad de verse, no se habían ni cruzado, Maca, acababa de atender a un niño con un fuerte resfriado, revisó que no tuviera a nadie esperando por ser atendido y se fue un rato a descansar a su despacho, no podía más, estaba cansada además del cansancio físico normal de una guardia tan larga, sentía cansancio emocional, se recostó en el sofá que tenía en su despacho, cerró los ojos y trató de relajarse, así estaba cuando muy despacio se abría la puerta dando entrada a una Esther que sigilosamente se acercaba a ella, se arrodilló en el suelo al lado del sofá para quedar con su cara frente a la de Maca, muy dulcemente le acomodó un mechón de su cabello y le acarició la mejilla, Maca abrió los ojos y la vio muy cerca M: Hmmm... creo que me quedé dormida E:... Sí, ¿estás cansadita? (le preguntaba, muy suave apenas en un susurro) M:... ¡Sí!... ¿me necesitan en urgencia? E: No, sólo te vi entrar y venía a estar un rato contigo (con una sonrisa) Maca no dijo nada, sólo se le quedó mirando muy fijamente E:... Lo siento Maca, no fue mi intención decirte lo que te dije ayer, pero es que estaba nerviosa y... M: ¡Lo que me dijiste ayer es lo de menos!... ¿estabas nerviosa? Nerviosa ¿por qué? ¿Por mi? ¿De verdad te parece que te estoy presionando mucho? E: No cariño, no pienses eso, fue una tontería de mi parte, perdóname (la besaba en los labios y Maca se dejaba hacer) M:... Esther, Esther... yo te adoro, lo sabes, no podría vivir sin ti, pero..., pero es demasiado para mi, quiero estar a tu lado, hacer una vida contigo y con Paula, estoy harta de tener que escondernos, de tener que reprimirme cada vez que me den ganas de abrazarte de besarte E: Maca... lo se cariño, pero... Me prometiste que tendrías paciencia... M: Acaso no la he tenido ¿ehh? pero date cuenta, ¿cuánto tiempo llevamos así? Estoy cansada de tener que despedirme de ti todas las noches y que cada una se tenga que ir a su casa, de darte las buenas noches por un mensaje al móvil, Esther que no somos adolescentes, quiero darte las buenas noches con un beso, quedarnos dormidas exhaustas de amarnos, Esther, te has dado cuenta desde cuando no hacemos el amor ¿ah? ¡Te deseo! ¿es que acaso tú no me deseas? E: Mi amor claro que te deseo, te deseo con locura (la besaba cada vez con más pasión y le metía las manos dentro de su camisa, le abría el escote y besaba sus senos sobre la tela del sujetador, Maca no se resistía, no podía, tenía demasiadas ganas de ella... le asustaba lo vulnerable que se sentía en manos de Esther la quería demasiado) M: Sí... ahhhh... ¿Me deseas? ¿Ah?... pero... pero ahhh... no has hecho nada, dijiste que ibas a hablar con tu madre... no te has enfrentado a Rob... ahhhhh... te da igual E: ¡¡No digas eso como me va a dar igual! ¡Yo también quiero estar contigo!... Mmmmmmm M: No estoy tan segura Esther (sacó fuerzas de donde no las tenía y se levantó del sofá, caminó hasta asomarse a la ventana) ¡¿Por qué?! ¿Por qué le tienes tanto miedo? ¡no has tenido el valor! no has tenido el valor de decirle que estás con otra persona... y... creo que nunca lo harás, (se dio la vuelta para mirar a Esther, ésta vio que Maca estaba llorando) yo... yo creo que lo mejor es que nosotras...

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Tocaron a la puerta interrumpiéndolas, buscaban a Maca para una emergencia, y bajó E:... Maca... E: Que quería decirme, ¿que? Diooos ¿... que nosotras qué? Esther se había quedado en el despacho, caminaba de un lado a otro con las manos en la cabeza, estaba asustada, no podía ser lo que imaginaba, ¡noooo! Maca no podía estar pensando en dejarla, no, ¡no! ¡pero tiene razón! ¡¡Soy una cobarde!! ¡Tengo que hacer algo! ¡La voy a perder! Tengo que... Esther también bajó se acercó a los boxs y vio que ya había una enfermera asistiendo a Maca, la vio concentrada atendiendo a una chiquilla y decidió ir a la cafetería a tomar algo, ahí estaba Cruz que le hizo señas para que se sentara con ella, tomó un jugo de frutas y se sentó E: Ufffffffff... Hola Cruz, ¡estoy muerta! C: Uyyyy si estas guardias nocturnas es lo que tienen E:... Cruz observó que Esther agachaba la cabeza y se quedaba en silencio C: Esther y dime, por fin que has decidido, nos vamos el próximo fin, estoy loca por irme todo un fin de chicas ósea ¡sin Vilches! jajaja E:... Ehhhhh C: Pero estás en las nubes ¿qué te pasa? Estás de lo mas rarita últimamente tú ¡eh! E:... Cruz... tú sabes lo mal que lo pasé en mi matrimonio... C:... Jummm ¡me lo dices o me lo preguntas! Hijo de p... ¡mal nacido! ¿si me acordaré? Aún recuerdo como llegaste al hospital más de una vez... ¡y tú! tratando de convencernos que, si “te habías caído” que si “te habías dado con la puerta del closet” E:... (la escuchaba en silencio mientras apretaba sus manos una contra otra sobre la mesa, por el dolor que le causaba el recuerdo) C: No sé por qué no decías nada, pero ¿a qué viene esto ahora? ¿qué pasa? ¿Te ha vuelto a pegar? E: ¡No! No, ¡ya no se atrevería! C: ¡Ahora! pero entonces, no entendíamos porque no lo denunciabas... Y nunca lo has hecho E: ¿Cómo lo iba a hacer Cruz? ¿Tú sabes quién es su familia? La influencia que tienen en éste país! Me hicieron prometer que no denunciaría a su hijo, que ellos tenían un nombre, ¡que yo dañaría la carrera de su hijo! y a cambio ellos lo convencían de que me diera el divorcio que yo le pedía, que en cambio si insistía en denunciarlo ellos me destruirían, ellos iban a mover todas su influencias que tenían a gente comprada e iban a voltear la ley a su favor, que podían hacerme ver como una loca, que demostrarían que no era apta para criar a su nieto, ellos estaban locos esperando lo que pensaban era su nieto varón, que al final me quedaría hasta sin mi hijo que ya estaba esperando en ese momento C: Siii unas joyitas de padres, ¡y gracias a ése embarazo reaccionaste y te le enfrentaste como una leona! menos mal que tu familia te apoyó y se les enfrentó, tardaste mucho en decírselo

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E: Siii, es que ya no se trataba sólo de mi, tenía miedo que dañara a mi bebe, y la verdad me armé de valor, ¡de haber sabido que se iba a acobardar tanto lo hubiera hecho desde un principio! C: ¡Esther! Es que los hombres que golpean a una mujer en el fondo son unos cobardes, y si la mujer se debilita y minimiza pues ellos se la dan de valientes pero si al contrario la mujer se les enfrenta ellos se meten la cola entre... E: No te creas Cruz al principio me le enfrente pero... no sé... hizo que yo me sintiera poca cosa, mi autoestima se esfumó, me amenazaba C: Pero bueno, mejor no sigamos, no sé porque te dio por recordarlo ahora. Te hace daño recordar E: Siii es una etapa de mi vida que trato de borrar completamente de mis recuerdos, lo malo es que no puedo borrar a Roberto de mi vida, tenemos una hija y no me queda más remedio que verle... (se quedó en silencio unos segundos y mirando a Cruz con una sonrisa emocionada en los labios decidió contarle, Cruz era la persona que mas la había ayudado en esos terribles momentos, era su mejor amiga en el hospital) E: Cruz... pero ahora soy feliz... Estoy enamorada... perdidamente enamorada C: Cariño cuanto me alegro (se acercó hasta ella y la abrazó) me encanta, tú eres una chica excepcional y mereces ser feliz... aunque te digo que ya algo me sospechaba ehhh, últimamente no caminas por el hospital, levitas a dos centímetros del piso jajajaja E: Jajajaja ¡no te metas conmigo! (le dio en un brazo)... Estoy muy enamorada, nunca lo había estado así, es más al ver lo que siento me he dado cuenta que éste es el verdadero amor y que nunca lo había sentido por nadie, pero tengo miedo C: Esther, ¿qué dices? ¿Miedo? ¿Por qué? E: Tengo miedo de que cuando se entere Roberto voy a tener problemas, él nunca me perdonó que le dejara, que le hiciera ver a su familia como era en realidad, ya me ha echado más de una vez “indirectas” de que si me ve con alguien me quita a la niña, que es su hija y no quiere que “otro” la críe, que... C: ¡Es que no puedo creer como una persona de su generación actúe como un troglodita! ¡Es un bruto! ¡Pero que se aguante! Tú tienes derecho a rehacer tu vida, y la haces y ya, no eres ni la primera ni la última... E: Sí... lo sé... pero tengo miedo, él y su familia tienen poder si se lo proponen lo van a lograr, además... C:... Además ¿qué, Esther? E: Cruz... Estoy enamorada de una mujer... (se le quedó mirando atentamente para ver su reacción) C: (Cruz al escuchar esto lo que hizo fue sonreír y haciendo un movimiento con sus brazos hacia su cuerpo) Jajaja ¡¡lo sabía!! ¡¡Lo sabía!! E: Cruuuuuuuuuuuuuz ¡estás loca! Shhhhhhhhh C: ¡Jajaja Esther! ¿Te crees que no me había dado cuenta? ¿Te crees que no me había dado cuenta que Maca y tú están juntas? E:... ¿Qué?... pero... pero... ¿qué dices? C: Sí Esther, sé que te has tomado muchas molestias para ocultarlo pero aquí la Sra. que tú ves (se señalaba a sí misma y regodeaba con chulería) es muy inteligente y sólo tuve que unir cabos E: Y... Y... ¿qué opinas al respecto? C: Esther, ¿qué voy a opinar? ¡Que es maravilloso! ya te dije que te veo enamorada y me parece maravilloso, además lo que opinemos los demás no tiene por qué preocuparte, ¡se feliz! ¡Sean felices! Maca es una mujer maravillosa y me he dado cuenta que es capaz de besar el suelo que tu pisas

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E: Siiii sé que me ama, pero se está cansando, he abusado de su paciencia y se está cansando, no sé qué hacer con éste miedo, además tendría que contarle esos “detalles” de mi pasado, nunca le conté que me maltrataba, me avergonzaba de mi misma, y preferí pasarlo por alto C: Pero Esther tienes que hacerlo, Maca tiene razón, ya son adultas como para estar en una situación así. Ella tiene que saber lo que ha pasado con la familia de Roberto, y tendrán todo el poder que dicen, y si cumplen la amenaza que te han hecho pues se buscará gente decente, podemos buscar abogados que se le enfrenten, reconozco que seguramente no será agradable, pero tienes que salir del yugo de ésa familia de una vez por todas, no puedes seguir asustada toda la vida E: ¡Tienes razón! Voy a buscarla, tengo que hablar y contarle todo, luego ya veré lo que sucede. ¡¡Gracias amiga!! (se inclino para dar un abrazo y un beso a su amiga)... Ahhh Cruz sé que está de más pedírtelo pero en el hospital prefiero que aún no sepan nada y... C: Pues sí está de más, ¡tú me conoces! E: Cruz no es eso,... no pretendía ofenderte pero es que... C:... Jajaja tonta sí es que no me ofendes, yo te entiendo tranquila, además ¿me ves cara de Teresa o qué? C y E: Jajajajajajajaja C: Eeey pero prométeme que vas a hacer todo lo posible porque vallamos el fin a la Sierra E: Sí claro que lo haré, también me apetece ir... (Cruz la miró con cara de “pillina, pillina” y Esther se puso roja como un tomate) E y C: Jajajajajajajaja El resto de la guardia no logró ver a Maca. No sabía donde se había metido, esperó a que terminara el turno para buscarla y hablar. Al final de la guardia se vistió con prisas, quería alcanzar a Maca a la salida, tenía que hablar con ella, se acercó hasta recepción y luego de saludar a Teresa y firmar E: Teresa, ¿sabes si Maca ha salido ya? T: Sí, ella salía cuando yo entraba a recibir mi turno, hace como un cuarto de hora E: (“¡se ha ido y no se ha despedido de mi!”) Gracias Teresa hasta mañana (se despidió y caminó hasta la salida, sacó el móvil y marco el teléfono de Maca, luego de algunos repiques solo escuchó el mensaje del buzón, se quedó pensativa. En ese momento repicaba su teléfono, era su madre) E: Hola mama... ¿que? si tranquila voy para allá Su madre le pedía que fuera, necesitaba que la acompañara con el coche donde una hermana de Encarna, que no se sentía bien, vivía a las afueras de la ciudad, que aunque cerca, a esa hora no encontraría transporte para ir y así lo hizo, al llegar se encontraron que se trataba de una subida de tensión que aunque ya controlada, decidieron quedarse todo el día con ella, nuevamente llamó a Maca, esta vez sonaba ocupado, ya lo intentaría más tarde, al final pudo avisarle que estaba con su madre en el pueblo, y que llegaría directo al hospital al día siguiente. Uffff Tendría que esperar para hablar con ella Tal como había resuelto, llegaron del pueblo dejó a su madre y a su hija en casa y ella se fue al hospital, tenía muchas ganas de ver a Maca, de hablar con ella de decirle todo y la decisión que había tomado, todo iba a ser distinto, pero no la encontró en el hospital

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E: Teresa, ¿sabes dónde está Maca? Ya debería estar aquí y... T: Esther, Ella llegó temprano, pero al rato llegó buscándola la chica ésta, recuerdas, la que era su novia... como es que... E:... Vero... T: Eso, ¡Vero!, se metieron en el despacho y salieron al rato, no sé que habrá pasado ahí dentro, pero al salir Maca tenía muy mala cara, la llevaba tomada por un brazo y casi la arrastraba hasta la salida, Maca me notificó que iba a tardar un rato, que la cubriera, y se fueron E:... Se fueron juntas... (dijo con un dejo de tristeza) y... ¿no sabes a donde han ido? T: Noooo Esther como voy a saberlo, ¡ni que yo fuera una chismosa! Al rato supo que Maca había llamado para decir que no regresaba ése día y pidió que la suplieran en Urgencias, le pareció extraño, cogió el móvil y marcó el numero de Maca, ¿tenía el móvil apagado? ¡No le gustó para nada ese detalle! fue a buscar a Cruz pero ella tampoco sabía nada de Maca ni de lo que había podido pasar, le preocupaba la visita inesperada de Vero, ¿por qué Maca se fue con ella? ¿Por qué había apagado su móvil? Diooos y si Vero vino a recuperarla y ella... no, no, ¡mejor no pienso en eso! Decidió esperar. Había caído la noche y no había noticias de Maca, terminó su turno y se fue para su casa Al día siguiente, llegó más temprano, quería ver a Maca, en recepción le dijeron que ya había llegado, se fue a su despacho, tocó la puerta y entró, Maca estaba revisando algo en su computadora, levantó su mirada vio a Esther E: Hola Maca M: Hola Esther (la saludó y volvió a fijar su mirada en la pantalla del computador, tenía una actitud muy fría) E: Te traigo un café (se lo colocaba sobre el escritorio) M: Gracias, pero no era necesario (le dijo sin levantar la mirada) (primer Strike) E: Maca... (no le gustaba nada la actitud de Maca, pero hizo de tripas corazón, se controló y mantuvo un tono suave a pesar de tener ganas de cantarle las cuarenta) Ayer te estaba buscando y no estabas, me dijeron que tuviste que irte (prefirió no darle a entender que sabía que salió con Vero) ¿tuviste algún problema? M:... (se le quedó mirando fijamente, como dudando en decirle algo, pero...). No ninguno, ¿por qué? E:... (“¿qué? no me dice nada, ¿por qué? ¿Por qué no me comenta sobre la visita de Vero, ¿por qué me lo estaba ocultando?”) Quería hablar contigo, el otro día te fuiste sin saludarme y... M: Estaba muy cansada me fui a descansar, se me olvidó avisarte E: Me hubieras mandado un mensaje (le decía dulcemente a fin de apaciguar los ánimos y se iba acercando poco a poco a Maca, pero Maca de pronto cerró la laptop y se levantó y se alejó) M:... Esther, ¡te dije que estoy muy ocupada! (segundo Strike) E:... Ehhhh... ¿qué? Maca que pasa, ¿por qué me hablas así? M: No te hablo de ninguna manera, Esther, estoy ocupada, no tengo tiempo para hablar tonterías, ¿qué quieres? (de una manera muy borde) (Tercer Strike) E: Ehhhhhhh ¿tonterías? Eres una... aghhhhh... ¡Vete a la mierda!

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Dicho esto salió del despacho dando un portazo, Maca se había quedado helada pero sabía que se lo merecía, ¡se había pasado!... quería salir detrás de ella, abrazarla y pedirle perdón pero mejor por ahora lo dejaba así, no podía contarle nada, no quería hacerla sufrir. Apagó su laptop, ya después seguiría investigando sobre lo que se había convertido en su gran dolor de cabeza desde el día anterior. Salió a cumplir con su trabajo, al llegar a urgencias, llegaba una ambulancia con un herido Samur: Varón 12... Cayó de una pared en el colegio Maca tomó la historia que le entregaban y se colocó al lado de la camilla, en ese momento llegaba Esther M: Vamos a llevarlo a cortinas, Esther ven y ve pidiendo que se preparen en rayos, seguramente ¡habrá que descartar fracturas! E: ¡Sí! (le contestó cortante y seca, sin mirarla, solo revisaba la vía que le habían colocado al niño y caminaba junto a la camilla, Maca al escuchar el tono de su voz tuvo que levantar la vista y mirarla) Atendieron al niño y cuando Esther estuvo segura que ya no la necesitarían, se quitó los guantes y salió muy deprisa, no podría disimular más el llanto que tenía represado en la garganta, no quería que nadie la viera, al hacerlo, literalmente chocó con Cruz C: ¡Eyyyy que me matas! Jajaja pero ¿qué?... (Esther no pudo más y explotó en un llanto en brazos de Cruz) pero... chiquilla ¿qué te pasa? Cálmate... ven vamos a meternos aquí (se metieron en el baño que estaba a un lado, cuando al fin Esther se calmó un poco empezó a hablar) E: Cruz... es que... es muy injusta, ¡no tiene porque tratarme así! C: ¡Maca! E:... Yo sé que está cansada, pero me dijo que iba a esperar, ¿no es que me ama con locura? Y ¿ahh? ¿entonces?! ¡¡Ah ah!! Noooooooooooo pero la Sra. se cansó y lo primero que se le ocurre es buscar a su antigua noviecita, la pelo teñido ésa, ¡ni que estuviera tan buena! C: Ey ey para, para, para, ¿cómo que buscó a Vero? E: ¡Sí! ayer según, la rubia vino a buscarla y se fueron juntas, ¡se perdieron todo el día! ¿te crees que Maca hasta apagó su celular?, ¡no pude comunicarme con ella! Aaaa y claro hoy casi me da con la puerta en las narices, yo ahí de idiota, muy dulcita, le llevo el café con la intención de saludarla, de hablar con ella de decirle todo lo que habíamos hablado tú y yo y la decisión que tomé, ¡y no! Me salió con unas groserías que agghhhhh ¡¡te juro que lo que me provocaba era tirarle la taza de café a la cabeza!! Pero que se cree ¿ehh? C: Esther, para el tren, pero ¿estás segura que se fue y se “perdió” con ella? Quizás salieron de aquí pero luego... E: ¡No lo sé! pero ¿por qué hoy me lo ocultó? Si no habría pasado nada pues me lo hubiera dicho ¿no? C: ¿Te lo ocultó? E: Sí cuando le dije que me habían dicho que había pedido el día, pues me dijo cualquier cosa pero no me dijo que ella la había venido a buscar ni nada, si me lo ocultó es por algo, ¿no? C: No sé qué decirte Esther...

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E: ¡JA! ¡Pero si ella piensa que me va a estar montando cacho y yo aquí tan tranquila pues está muy equivocada la niña! C: Esther, ¡cuidado con lo que haces! E: ¿Hacer? Nooooo, ¡es que no voy a hacer nada! ¿quiere estar con ella? ¡Pues que le aproveche! ¡Pero que después no venga a buscarme otra vez! Se levantó y se fue a seguir con su trabajo, el dolor y las lágrimas de antes se habían convertido en rabia y agrrrrrrrr. Estuvo un rato revisando algunos pacientes que estaban en cortinas, le entregó un alta y aprovechó para ir a tomarse un café, al entrar vio a Maca en una mesa sentada frente a un café, estaba sola leyendo lo que parecían libros muy recientes de medicina, Maca estaba tan absorta que no se dio cuenta de su llegada, Esther se le quedó observando E: (“mírala tan concentrada, se ve tan hermosa así con esa expresión tan seria, Dios ¡es tan hermosa! La necesito... ¡no puedo...! ¿por qué me hace esto?, ¡ella no es así de superficial! ¿Es que piensa tenerme a mí y al mismo tiempo estar con la otra? ¡Ella me ama! ¡Lo sé! ¡¡No puede ser tan hipócrita!! ¡Debería ir ahí enfrentármele decirle que la vi que me dé una explicación! pero Y ¿si ella prefiere estar con la... bicha ésa...? Yo lo único que le doy son problemas ella quiere a alguien a su lado y yo aun no puedo, ¡soy muy complicada! ¡Debí hablar con ella! ¡Insistir, decirle que me iba a enfrentar a todos por ella! ¿Pero ahora...? Pero... ¡¡es que me saca la piedra que me trate así!! ¡Que sea tan bruta! No tenía derecho a tratarme así, mucho “habla con tu ex, habla con tu madre” y ¿para qué? para que mientras me esté aghhh” estaba tan metida en sus pensamientos y pelea interna que no se dio cuenta que Maca la había visto y se había acercado hasta ella) M: Esther... E: Ahhhhhhhhh (pegó un brinco del susto) M:... Jajaja perdona Esther, no tenía la intención de asustarte E: (cargada por los pensamientos que acababa de tener y el susto que le había pegado, le dijo lo primero que se le vino a la cabeza)... No claro, ¡¡tú nunca tienes intención!! (se dio la vuelta y se largó dejando a Maca con cara de idiota) M: ¡Ufffff me lo merezco! ¡Que carácter que tiene Dios! (“es que... tiene razón en estar así, tengo que hablar con ella”) Así pasó otro día, Maca quería mantener a Esther al margen de lo que le estaba pasando, no quería decirle nada aun, a menos que fuera necesario, no quería herirla pero de todos modos con su silencio lo había hecho, trataba de acercarse a Esther, de limar asperezas, de demostrarle que la amaba, pero Esther le rehuía, la evitaba, sólo se limitaba a cumplir con su trabajo, si tenía que asistirla, lo hacía y se iba, si Maca llegaba, ella se largaba Estaba Esther en vestuarios, cambiándose para irse a casa, cuando llegó Alicia, muy molesta, rezando un discurso más para ella misma que para otro Alicia: No claro aquí todos deciden y ni se toman la molestia de decirle a una la decisión pero no preguntan uno no cuenta... E: Alicia, psiquiatría está en el tercer piso sube para que te consulten... Alicia: ¡JA- JA- JA! Salió la otra, corta nota, ¡eso es lo que son! ¡¡¡CORTANOTAS!!! E: Ey conmigo no te metas, ¡que yo no te he hecho nada!

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Alicia: ¿Nada? ¡Primero tú y ahora Maca! ¿Si no querían ir para que dejan que una se ilusione? E: No de verdad, si me sigues hablando en clave no voy a poder ehhh Alicia: ¡Maca!... Suspendió el paseo a la Sierra, supuestamente y que tiene otras cosas que hacer... ¿Tú sabes lo que vamos a tardar en tener otro fin que estemos que estemos las cuatro librando? Esther pensó muy dentro de ella, “¡como si ese fuera mi mayor problema!, ¿lo suspendió? ¿Qué otras cosas tiene que hacer?” Casi dejó a Alicia hablando sola y salió de vestuarios, ya con ropa de calle, estaba dispuesta a ir a preguntarle, pero se encontró con la gran sorpresa de que Roberto la esperaba en recepción E: Uff ¡lo que me faltaba! (dijo entre dientes) Roberto: Esther... ¡te estaba esperando! E: (“no, si la inteligencia nunca fue su fuerte”) ¿Sí? ¿y qué quieres? Roberto: Uyy ¡que borde! Pero aquí no quiero hablar, porque no vamos a tomarnos un café y te cuento E: Ay Roberto no te ofendas pero de verdad no me provoca... además ya me iba para casa, vamos a hacer algo vamos aquí mismo a la cafetería del hospital y me dices lo que tengas que decirme Roberto: Está bien, vamos Así lo hicieron, fueron al cafetín y luego de servirse algo se sentaron en una mesa, Esther quería acabar lo más pronto, no se sentía nada cómoda con ese hombre y mientras más pronto hablara y se fuera ¡mejor! E: ¿Qué pasa? Roberto: Esther... Pero que agria te has vuelto ¡¡eh!! E: Roberto no empieces porque me voy y ya, ¡yo no tengo absolutamente nada que hablar contigo! Roberto: Por Dios, está bien perdóname, lo que te quería decir es que quiero llevarme a la niña éste fin de semana para Portugal E: ¿QUEEEEEEEE? ¡Estás loco! Roberto: Esther por favor si no fuera importante no te lo pediría, sabes que mi abuela vive allá y está muy viejita, no se ha sentido bien y me pidió muy especialmente que quería ver a la niña, ella sufrió mucho con nuestra separación, sabes que te adora y no entiende esto de la custodia y todo E: Pero estas loco si piensas que voy a dejar que Paula se vaya contigo solo, ¡fuera del país! (“si fuera un padre normal no habría problema pero con este loco, ni de coña ¡vamos!”) Roberto: Bueno pues es muy fácil, ¡te vienes con nosotros y ya! E: ¡JA! ¡Que bolas! ¿Cómo me voy a ir yo contigo? Roberto: Uy Dios ¡pero que complicada eres siempre! Nos vamos el viernes en la noche, la casa de mi abuela es grande, cada quien se queda en una habitación y nos venimos el domingo temprano, ¡y le dimos una alegría a una anciana que está más de allá que de aquí! E: ¡No! ¡Si yo seré complicada pero tú lo ves todo tan faaaaaaaacil!... Roberto: ¡Por favor hazlo por mi abuela! E: Hummmm,... lo voy a pensar y ¡que conste! ¡Que si lo hago lo haría por Doña Carmen que es un pan de Dios!

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Se despidieron y se fue lo más rápido que pudo, ¡ya no aguantaba un segundo más en el hospital! llegó a casa de su madre a recoger a la niña E: Hola mamá, ¿qué tal el día? (le daba un beso y tomaba a su niña en brazos que estaba jugando pero al verla llegar se echó a sus brazos para saludarla) mmmmm como se ha portado mi princesa Patricia: Dien mami, yo siempe me poto dien jijiji E: Jajaj ¿sí? ¡es verdad mi amor eres un sol! E: Ayyy mami, estoy cansadísima, ¡hoy he tenido un día! (se sentó como un saco en el sofá) En: Ayyy hijita lo siento mucho, pero creo que te lo voy a seguir echando a perder E: ¿Qué ha pasado? En: ¡Roberto! Que te ha llamado varias veces quiere hablar contigo de un viaje E: Sí mamá lo sé, así estaría de interesado que vino al hospital... no sé qué le pasa a éste gili... Aghhhh, (cayó en cuenta que la niña estaba muy cerca y no quería que escuchara lo que estaba diciendo) lo suyo siempre es urgente e importante, pero ¿es que cree que la niña es un abrigo? ¡Que si toma que si dame! En: Hija no te pongas así, se le veía muy interesado y preocupado E: ¿Preocupado? ¡¡Ése lo que es, es un caprichoso inmaduro!! Ya veré mama lo voy a pensar, pero solo por la viejita, ha sido la única que me apoyó de esa familia, siempre me trató muy bien y no querría que le pasara algo y se fuera con las ganas de ver a su bisnieta En: Oye cariño y cambiando de tema, ¿cómo está Maca? Tiene días que no pasa por aquí ni llama a la niña y eso no es normal en ella E: Ehhhh... (se levantó y se puso a buscar algo en el bolso) ¿Maca? No sé... ¡está ocupada! En: ¿Ocupada? ¡Pero si ella siempre está ocupada! Y nunca ha dejado de llamar a la niña. Qué raro ¡algo le pasará! E: Nada mamá, ya te dije que debe estar ocupada y por eso no ha llamado a la niña En: Sí y la niña la extraña eh, con sus casi dos añitos cuando la llama y se pone a conversar es que le cuenta todo lo que ha hecho en el día E: Sí y Maca la adora, y si supieras que le entiende todo jajaja, tienes que ver la cara que se le pone cuando habla con ella (le decía esto a su madre con cara de emoción y se le llenaban los ojos de lágrimas) En: Por eso mismo hija, ¡por eso! Me extraña que tenga días que no la llame, ¿se han peleado? E: ¿Qué?... No... sí... no... bueno sí pero es una tontería (titubeaba) En: ¿Una tontería?... Hmm ¿De tu parte o de la suya? E: ¿Qué?... ¡Mamá! ¡¡Que te pasa haces unas preguntas más raras!!... ¡Deja ya! (se acercó a la ventana y miraba hacia la calle) En: Hummmm... Hija... ¿tú has visto mi carnet de identidad últimamente? E: ¿tú C.I.? no mami ¿lo perdiste? En: ¡No cariño quería saber si habías visto la fecha en que nací y la edad que tengo! Que los años no solo traen arrugas sino que también dan a una experiencia y mucha suspicacia, vamos ¡que no soy tonta! E: ¡Mamá! ¿Por qué me dices todo esto? En: Hija ven siéntate aquí a mi lado (con su mano golpeaba suavemente un lado del sofá para que Esther se sentara) ¿Qué te pasa con Maca?

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E: (no aguantó más, la incertidumbre, la visita de Roberto, lo que le había dicho Alicia, el miedo que traía del hospital, el dolor de estar con Maca como estaba, la presión de su madre, ya no pudo disimular más, explotó en un llanto, un llanto que le ahogaba, se hecho en brazos de su madre, ésta la abrazaba con cariño) Perdóname mamá, snifff snifff, perdóname En: Cariño que tengo que perdonarte ¿eh? ¿Qué estés enamorada?... ¿Eso es lo que tengo que perdonarte? E: (Esther se separó un poco de su madre y la miró a los ojos, se volvió a abrazar y siguió llorando) En: Cariño el amor es el sentimiento más hermoso que puede sentir el ser humano, y la persona que tenga la dicha de conocerlo debe sentirse afortunada, no importa de quien se esté enamorado mientras el amor sea puro y sincero E:... Mamá... En: Cariño ¿te crees que yo no me había dado cuenta que Maca y tu se aman? ¿Si basta con verlas a los ojos cuando están juntas? E: Mamá... pero tú... ¿desde cuando...? En: Cariño casi desde un principio, Maca no puede ocultar en la mirada que te ama, tú has disimulado más ehh, pero a ella se lo veía en la cara, me di cuenta que le brillaban los ojos cada vez que te veía con la niña ¡adora a la niña! Se desvive por complacerte, no te creas a ti también te vi ese brillo del amor... ¡Además muchacha del carrizo! (le dio un pescozón en la cabeza) te crees que no las he visto cuando se escondían en la cocina a besarse ¡¿ahh?! E: Auuuuuuu... ¡mamá! En: Auuu ¡¿mamá?! Au mama, nada ahora cuéntame ¿qué pasó? E: Mamá y ¿no te molesta que esté enamorada de una mujer? En: ¡Si estás enamorada de verdad y eres feliz, para mí eso es lo único que importa! E:... Gracias mamí... (le daba besos repetidos a su madre, gesto que imitó su hija al ver a las dos mujeres en ese momento tan cariñoso) Gracias, te quiero mucho mami, ¡te quiero te quiero! ¡¡¡Eres la mejor mamá del mundo!!! Patricia: ¡¡¡La ejo amá de mundo!!! En y E: Jajajajajaja Esther le contó a su madre con detalles todo lo que había pasado y en qué situación estaban en ése momento, como buena madre y basada en la experiencia que le daba la fecha impresa en su DNI le dio el sabio consejo de no ofuscarse, que era mejor aclarar las cosas hablando, que no diera por hecho nada, mejor hablar con Maca y sincerarse seguramente todo tendría una explicación La mañana había amanecido con un sol espectacular, por lo menos para Esther brillaba de otra manera, su madre le había demostrado nuevamente que era una madraza, y se había dado cuenta que tenía razón en eso venía pensando con una sonrisa en los labios cuando llegaba al hospital E: Buenos días Teresita, ¿cómo amaneces hoy? (tomaba el bolígrafo y la hoja de control para firmar) T: (“Teresita”) Hija ¿que te pasa hoy? Al fin una sonrisa mira que tenías unos días que... E: Teresa espero que esos días tristes se acaben, ¡creo que todo va a cambiar! Ahhhhhjjjjjjjjj (suspiro)

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T: Y ¿qué? ¿es que te compraste un ticket de la lotería o tienes pretendiente? E: Hmmmm ¡puede! ¡Puede que tenga pretendiente y me haya ganado la lotería! T: (mientras, Teresa miraba fijamente por encima de sus anteojos a una pareja que llegaba) Acabo de tener un Dejavu, ésta escena yo ya la había visto, jajaja (Esther volteaba provocada por la curiosidad que le causaba las palabras de Teresa, recibiendo la traición, era puñalada en el corazón que hacía que le cambiara totalmente la cara y el buen humor con el que había llegado ésa mañana) Maca y Vero llegaban juntas al hospital, Maca veía a Esther junto a Teresa, la miró a los ojos con dolor, no pudo sostenerle la mirada a Esther, bajó la vista al suelo y siguió. No se detuvo a firmar, siguió directo hacia su despacho T: Pero... Maca tienes que fir... mar M: ¡Después! Teresa tengo que darle algo a Verónica T: Sí ya imagino lo que le tiene que dar jumm (dijo entre dientes, pero Esther la escuchó claramente y se fue con unas ganas inmensas de desaparecer de la faz de la tierra en ese momento) Esther dolida y con unas inmensas ganas de llorar se retiró, arrastró sus pies hasta vestuario, donde ya estaban otras compañeras cambiándose, como pudo, mantuvo su compostura, se cambio y se fue a trabajar. A la media hora se repetía la misma escena pero viceversa, Maca volvía a acompañar a Vero hasta la salida, Esther las vio desde una de las cortinas en las que estaba revisando un paciente, desde donde había visibilidad hasta la puerta de emergencias, vio como la rubia se despedía con un abrazo, lo que no logró ver es que Maca no se lo correspondía. Maca pasaba a firmar e iba a revisar un paciente, así pasaron tres horas en las que no coincidieron, en las que no se cruzaron, hasta que vio que Maca se dirigía hasta su despacho y la siguió Ahí se encontraba Maca en un pequeño cuarto de baño que había; se refrescaba con cansancio la cara y el cuello tratando de obtener un poco de sosiego. Esther entró sin siquiera tocar la puerta, vio la puerta del bañó abierta y a Maca de espaldas se quedó observándola, caminó despacio hasta ella, se quedó muy cerca, Maca sintió una presencia y levantó los ojos la vio a través del espejo M: Esther... ¿Qué haces aquí? E: ¿Por qué me haces esto? M: Esther... E: ¿Por qué me traicionas así? ¿Te costaba tanto esperarme? Si de verdad me hubieras querido hubieras esperado, no te hubieras liado con “esa” (mientras hablaba se iba acercando a Maca que prácticamente se había quedado paralizada) M: Esther... no sigas por ahí, no es eso, yo... E: Estaba dispuesta a enfrentarme al padre de mi hija por ti, ¡por lo nuestro! Porque te cansaste de esperarme ¿ah? Esther se pegó al cuerpo de Maca, Maca sintió el pecho de Esther muy pegado a su espalda, su respiración se agitó, Esther la rodeó con los brazos y comenzó a acariciarla mientras hablaba

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E: No te das cuenta que te necesito, que necesito tus besos Ah, dime ¿por qué me hiciste a un lado?, ¿por qué te vas con ella?, ¿te hace sentir más? (Se pegaba y acariciaba peligrosamente) M: Esther, por favor... no... no lo hagas E: ¿Que no haga qué?... antes te gustaba, te gustaba que te acariciara... ¿qué cambió?, ¿ella es mejor que yo? (le hacía a un lado el pelo y le besaba el cuello, se lo succionaba con fuerza, metía sus manos dentro de la camisa de Maca y apretaba esos pechos que la volvían loca, Maca había cerrado los ojos no se movía, no podía, parecía que le había hecho un embrujo que le impedía moverse) E: Dime... Dime que no te gusta que te haga esto... dímelo, dime que ya no me quieres... Dímelo y me olvido de ti, ¡dímelo! (su cercanía la volvía loca, cada vez apretaba más, A Maca se le escapó un gemido provocado por la mezcla de placer y dolor que sentía por la fuerza que ejercía Esther) te excita restregarme a tu amante, ah, ¿me estás castigando por no haberme decidido antes? M: Esther no digas eso, las cosas no son así, (quiso darse la vuelta pero Esther la aprisionó y no se lo permitió) ¡Esther por favor! ¡Deja que te explique! Déjame por favor E: De verdad ah, de verdad quieres que te deje, ¿de verdad no quieres que te haga esto? (le susurraba en el oído muy pegada a ella y miraba a través del espejo como Maca cerraba los ojos) ¿Ahhh? Ella te lo hace mejor ehh, es más experta que yo ¿verdad? ¿Qué te hace?, dímelo, ¿qué te gusta? Yo te lo haré mejor (estaba muy pegada a su espalda, se movía contra su cuerpo, con una mano había ladeado la cara de Maca y la besaba en la boca con furia, y la mano que apretaba y masajeaba sus pechos, la bajo y la metió por dentro de su pantalón llegando hasta su sexo, Maca estaba muy mojada, no podía evitarlo) Ahgjjjhjj estás tan mojada así, como a mí me gusta, dime, ¿ella te hace sentir esto? Estás tan excitada ummmm, ¿ella te hace sentir esto? ¡¡DIMELO!! (le gritó y ése grito sirvió para que Maca reaccionara pudo voltearse y la apartó con suavidad pero contundencia, Esther se puso sus manos en la cara y comenzó a llorar) Perdóname, perdóname... yo... yo no quería... M: Cariño no te pongas así, no pienses eso... Yo... yo no tengo nada con Vero, todo tiene una explicación pero ahora yo... yo te prometo que... a quien yo quiero es a ti, todo se va a arreglar E: ¡No te burles de mí! (volvió a gritarle casi en un estado de histeria, Maca tuvo que tomarla de los brazos y pedirle que se calmara) ¡deja de jugar conmigo! ¿¡no te das cuenta de cuánto me haces sufrir!? ¿No te das cuenta de cuánto te amo? Me duele tanto tu indiferencia, ¿qué nos pasó? ¿Por qué estás con ella? M: Pero ¿qué dices?... mi amor yo... yo no estoy con ella, solo la estoy ayu... E: Déjame, déjame no quiero volverte a ver, no quiero oír tus excusas tus mentiras ¡¡DEJAME!! (salió corriendo del despacho, no le importaba si la veían si la oían, ¡no le importaba! lo que le importaba es que había perdido la razón, ¡ella nunca fue así! ¿Que estaba a punto de hacer? ¿Qué? Había utilizado la fuerza con Maca ¡Diooos! estuvo a punto... de violarla, Dios que estoy haciendo no podía creer lo que había hecho no lo ¡podía creer!) M: Nooo Noo Esther... espera (la siguió pero Esther fue más rápida, se perdió por el pasillo y bajó por las escaleras) Afortunadamente el pasillo estaba vacío, solo pasaba Cruz, una Cruz que sorprendida se acercó hasta Maca

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C: Maca... (Maca solo la miró y en el mismo estado entró otra vez a su despacho y se echó a llorar sobre su sofá, Cruz tomó un vaso con agua sobre su escritorio se lo entregó y se sentó a su lado, a esperar que se calmara) M: Cruz ya no puedo más, no puedo más, es que... es que... (lloraba... hipaba... al rato se iba calmando poco a poco en su llanto) C: Ya... ya tranquila... ¿estás mejor? (acariciaba dulcemente su espalda en señal de apoyo) ¿que está pasando entre ustedes Maca? M: Cruz es que tú no... C: Maca, Esther me lo contó M: ¿Esther? ¿Esther te lo contó? (miró a Cruz, se sorprendió que hubiera tenido el valor de decírselo a alguien) sé que tienen una relación, que se aman, por eso no entiendo... Habla conmigo quizás eso te ayude M: Nadie puede ayudarme Cruz, ¡nadie! (se abrazó comenzando a llorar nuevamente) No es justo Cruz, ¡¡¡no es justo lo que me está pasando!!! Entre tanto Esther había corrido a vestuarios, se había cambiado de prisa, le dijo a una colega que se sentía mal y que la supliera y se fue lo más rápido que pudo, no sabía a dónde ir no sabía qué hacer, pero tenía que desaparecer En el despacho una preocupada Cruz trataba de calmar a Maca, al final lo logró, Maca comenzó a desahogarse con ella, sabía que era una persona de fiar M: Cruz yo la amo, ¡la adoro! Sé que ella también me ama, ha cambiado muchos de sus esquemas por mí, lo sé, (la miró esbozando una triste sonrisa) aunque aún no se atreva a hacerlo público... Bueno... no sabía que te lo había dicho jaja C: Sí lo sé M: Yo sé que últimamente me estaba poniendo muy bruta, la estaba presionando, no se porque no le dice a su ex que está con alguien... C: Jummmm M: ¿Cruz? C: No me hagas caso Maca... M:... Porque alguna razón debe haber C: Maca... sí... algo hay pero es ella la que debe decírtelo M: (Maca se le quedó mirando con dudas, pero siguió hablando) Yo estaba muy molesta por eso pero de todos modos estaba... ¡estoy! dispuesta a esperar a que se decida, la quiero demasiado y sé que hay cosas que me molestan mucho, pero no puedo vivir sin ella, me está matando, ¡me siento morir Cruz! Pero ahora, ahora todo se complicó... Vero... (se levantó muy nerviosa y fue a buscar un vaso de agua que se tomó de un solo trago) C: Maca, ¿qué pasa con esa chica? M: Vero... ¡ella vino a joderme la vida! la muy... ¡la muy zorra hipócrita! C:... ¿? M: Tanto que me repetía que me amaba, que quería que nos fuéramos a vivir juntas, ¡hasta quería que nos casáramos!... ¡¡Hipócrita!! ¡Y mientras, ella me estaba montando cachos con un tipo!... ¡¡¡Con un tipo!!! C: ¡Maca! ¡Ven siéntate, cálmate, tranquilízate! M: ¡Como me voy a tranquilizar si me jodió la vida!... ella ahora vino a avisarme que... ¡Dios!... que está contagiada por el virus de VIH

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C: ¡Maca! Pero... M:... Y ella... ella... no sabe si se contagió antes o después que nosotras estuviéramos juntas, Ella tuvo que realizarse unas pruebas, por su trabajo y entre ellas estaba la prueba/test de despistaje del VIH, y resultó positivo... y yo... y yo ahora no sé C: Pero... Maca y ¿ella no puede hablar con la pareja que tuvo? Digo yo no sé ver si... M: Ahí está lo lindo de la cuestión que la señora cuando no estaba conmigo o cuando se iba de viaje por su trabajo la muy... se divertía de lo lindo, vamos... que tuvo varias parejas. Dios pero como no me di cuenta con quien me estaba acostando, yo que siempre he tratado de cuidarme que nunca he sido promiscua y... ¡¡¡Dios!!! (nuevamente rompió en llanto) C: Maca... Maca ven tranquilízate, vamos a ver, tú eres médico, sabes que la transmisión del virus de mujer a mujer es muy raro, sabemos que el virus se transmite con más facilidad del hombre a la mujer... M: Precisamente por eso Cruz, por ser médico ¡sé que aunque es raro no es imposible! Sabemos que todo acto sexual donde estén presente fluidos sexuales lleva algún riesgo, ¡las secreciones vaginales son altamente infecciosas! C: Sí pero M: ¡No nos engañemos! esta secreciones vaginales al estar en contacto con la membrana mucosa tienen un alto potencial a conducir la infección,¡sabes que nosotras practicamos entre otras el sexo oral/vagina Cruz! C: Maca y ¿qué vas a hacer? M: Por ahora ya me hice un test, en una clínica privada de confianza no quise hacérmelas aquí ya sabemos que este hospital es como un pueblo chiquito, no quería que aquí lo supieran y ahora me toca esperar los resultados. ¡Cruz me estoy volviendo loca! C: Pero tienes que decírselo a Esther M:... No puedo Cruz, se moriría de angustia en la espera, no puedo hacerle eso. ¡No sé si estoy contagiada! Pero tengo la esperanza de que no lo esté precisamente por eso de que de mujer a mujer es más difícil... ¡Es que no puedo creerlo! Como, como no me di cuenta con el pedazo de zorra con la que me estaba acostando, ¿¿¡¡como!!?? Esther caminó durante horas, necesitaba despejarse estaba a punto de explotar, fue a casa de su madre a buscar a la niña, pero Encarna aunque desconocía los motivos vio que su hija estaba muy mal y le pidió que se quedara esa noche en su casa, así lo hizo, Encarna escuchó desde su cuarto que Esther se pasó casi toda la noche llorando, jamás la había visto así derrotada, ni durante el terrible matrimonio que tuvo. En la mañana Esther se levantó pero con las secuelas de la mala noche que había pasado, no tenía fuerzas, además no quería ir al hospital encontrársela, sentía tanta vergüenza después de lo que había estado a punto de hacer, sentía vergüenza de verla a la cara. Llamó a Cruz y le notificó que se sentía muy mal que no podía ir al hospital, era jueves y aprovechó para pedirle unos días de vacaciones que tenía pendiente, se reincorporaría al trabajo el lunes. Lo decidió de una vez, llamó a Roberto y le dijo que sí, que se iba con él y la niña a visitar a su abuela Al fin Maca se tranquilizó, Cruz decidió darle libre a Maca el resto del turno que le quedaba, se fue a su casa, necesitaba descansar, todo lo que había sucedido recientemente, más la incertidumbre de la espera de los resultados habían hecho mella en ella. Llegó a su casa, se baño, se preparó un trago muy fuerte y se sentó en el sofá a

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leer un libro, quería pensar en otra cosa, pero Esther... Esther... era lo que le daba vuelta por la cabeza, se estaba volviendo loca, no sabía qué hacer, lo primero que le provocaba era hacer caso del primer impulso que había tenido de irla a buscar, pero conociéndola sabía que necesitaría tiempo para pensar y tranquilizarse, ya la vería al día siguiente en el hospital y al estar las dos con la cabeza más fría trataría de explicarle lo que estaba sucediendo y ¡que fuera lo que Dios quisiera! A la mañana siguiente se levantó más temprano, quería llegar al hospital lo más pronto posible, quería verla, hablar con ella. Luego de firmar y de que Teresa le dijera que Esther no iría ese día y que al parecer le había pedido varios días a Cruz, se fue a buscar a la directora para obtener más información M: ¡Cruz! hola ¿te molesto? ¿Estás muy ocupada? C: No tranquila, pasa, ya terminé de poner en orden estas guardias M: Cruz... me acaba de decir Teresa que Esther pidió varios días... C: Sí, en realidad pidió unos días que le debíamos M: Y ¿sabes para que los pidió? C:... ¡Maca! No lo sé, me dijo que hoy se sentía mal y... M: ¡¡Se siente mal! ¿Qué tiene? ¡voy a llamarla!... (se daba la vuelta nerviosa con la intención llamar por teléfono, Cruz la detuvo y le explicó) C: Maca, ¡siéntate! No creo que tenga nada muy importante, parece que pasó muy mala noche, podemos imaginarnos porque ¿verdad?, no pudo venir y los otros días parece que tiene que hacer un viaje M: ¿Un viaje? ¿A dónde? ¡¿Con quien?! C: Maca son muchas preguntas jajaja pero siento no poder contestarte, no lo sé M: Hummm no sabía que tuviera que hacer un viaje... C: Maca ¿puedo darte un consejo? M: Sí claro Cruz dime C: Déjala tranquila éstos días, después de lo que pasó imagino que éste viaje lo hará porque necesitara unos días para pensar o no sé, se le habrá presentado de pronto, pero mejor no la agobies, no la presiones ya el lunes cuando se reincorpore te enteraras y hablaran M: Sí, tienes razón, es lo mejor. Pero no sé cómo me voy a aguantar Pero tuvo que aguantarse, sabía que Cruz tenía razón, era mejor que no la presionara, también le haría bien a ella esos días para pensar en cómo decirle todo El viernes en la mañana Esther, Roberto y la niña llegaron al aeropuerto para tomar el avión que los llevaría a Portugal, luego de un viaje casi en total silencio por parte de Esther, sabía que se iba a sentir muy incómoda con ese viaje pero además de complacer a la viejita también le serviría para poner distancia y cambiar de aires, aparte no le inspiraba ninguna confianza dejar a su hija con ese hombre en ese viaje y sabía que si se ponía bruto lo iba a hacer. Al llegar la abuela estaba muy contenta por verlas, tanto, que se levantó de la cama para recibirlos, cosa que según le dijeron los familiares de Roberto que se encontraban ahí tenía tiempo sin hacer. Se encontraban en ésa casa para recibirlos, una tía de Roberto, sus primas, Lucía y Consuelo, y su primo Joaquín, Lucía y Joaquín siempre la trataron muy bien las recibieron tanto a ella como a la niña con mucha alegría, pero la tía Asunción y la prima Consuelo, que en realidad era una prima

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segunda o tercera, no disimulaban su antipatía por ella, ya que siempre la culparon a ella de todo y nunca creyeron lo que decía de su adorado Roberto, aunque Esther siempre sospecho que la realidad era que Consuelo siempre estuvo enamorada de Roberto y según ella no le hizo caso porque se atravesó Esther en su camino. La abuela le había pedido que se sentara a su lado con la niña sobre el sofá donde ella estaba, para poder disfrutarlas al máximo y así lo hizo, Doña Carmen era un ángel que transmitía paz y tranquilidad a su lado se sentía bien y segura, al rato se fue con la niña a la habitación que le habían asignado, quería descansar un rato, para la noche la familia iban a preparar una cena de bienvenida y aunque preguntó si necesitaban que las ayudara, le dijeron que mejor se iba a descansar con la niña que ellas se encargaban de todo Luego de algunas horas de descanso, se bañaron y bajaron vestidas para la ocasión, cenaron, charlaron, en realidad muy al contrario de lo que ella pensaba, pasaron un buen rato, la pasaron muy bien, la abuela gozó con la niña, de verdad se notaba que la extrañaba mucho, hasta el momento era su única bisnieta, una vez hecha la cena y terminada la sobremesa, los primos insistieron en que fueran todos los jóvenes a tomarse unos traguitos, ella no quería ir pero insistieron tanto y por el ambiente agradable que se había creado durante la cena aceptó, hasta la abuela le dijo que fuera a divertirse un rato que ella y la tía se encargaban de cuidar a la niña, no veía nada de malo en pasar un rato con todo el grupo, dejó a la niña dormidita y se fueron a uno de los bares de moda de la vida nocturna Lisboeta Se divirtieron de lo lindo, fueron a un Bar/discoteca, estaba repleta de jóvenes con ganas de comerse el mundo, Esther estaba contentilla con la bebida, pero no tanto por la cantidad en si, sino porque tenía mucho tiempo sin tomar y le estaba pegando, tenía mucho tiempo sin salir, a esos sitios ya que prácticamente se había dedicado por entero a la niña. Estaban sentados conversando muy animados E: Uyyy esto es bellísimo, este bar resulta ser el ambiente ideal para que los grupos de amigos se junten a charlar de la vida. ¡Ni te imaginas el tiempo que no estaba en un sitio así! Jajajajaj creo que hasta estoy borracha jajaja Lucía: Jajajajaa sí, si ya me doy cuenta jajaja pero Esther creo que te está pegando ehh, es mejor que no tomes más Consuelo: Pero prima no seas aguafiestas (Consuelo era la que estaba más prendida) si ella... hip... quiere tomar que tome... hip... Esther ¡brindemos! por los hombres, jiji que son como los caracoles... hip... babosos, cornudos y arrastrados jajajaja ¡salud! (brindaba chocando su trago con el de Esther que quedaba alucinada con el brindis de la Consuelo) Lucía: Vamos deja ya, estás perdida de borracha Consuelo, que demonios te pasa, Esther no le hagas caso, que te va a sentar mal, ya suficiente con una borracha E: No, tranquila no tengo intención de emborracharme, solo alegrarme un poco jaja en realidad sólo me he tomado dos tragos no entiendo porque me está haciendo éste efecto, debe ser porque tengo mucho tiempo sin tomar, seguro ya se me pasa, vamos dame otro, estamos celebrando y mejor ahogamos las penas, jajaja ¡salud! (Esther sabía que no era la solución más efectiva, las penas no se ahogaban con alcohol más bien flotaban en ´4l burlándose de uno, no era su costumbre pero no podía sacarse a Maca de la cabeza quería olvidar) Todos: ¡¡¡SALUDDDDDDD!!! Jajajajajaja Lucía: Ni modo jajajaj ¡¡salud!!

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Y así siguieron el resto de la noche, Esther ni siquiera se dio cuenta que ya estaba a punto de amanecer, todos decidieron que ya era hora de irse, los primos se fueron para sus respectivas casas, Roberto y Esther a casa de la abuela que gracias a Dios aun dormía y no los estaba esperando. Le daría mucha vergüenza que la viera en ese estado Roberto, al ver que se tambaleaba, se ofreció muy “caballerosamente” a ayudarla a subir las escaleras para llegar a su habitación, él también había tomado pero estaba en mejores condiciones. Esther subió las escaleras sosteniéndose de su brazo. Ya frente a la puerta de su habitación Roberto: ¡Ya estamos! Aquí la dejo bella damisela, sana y salva en sus aposentos (le decía haciendo un gesto muy gracioso inclinando su cabeza) E: (esto a Esther le causó mucha risa al estar bajo un estado de conciencia etílica, que seguramente dentro de poco le causaría una de sus mayores resacas) Jajajaja estás loco Roberto: Sí, pero loco por ti y lo sabes, por eso me estás provocando ¿verdad? E: ¡JA! ¿Provocando? no para nada, (trastabillaba y entraba a su habitación, Roberto entró detrás de ella y cerró la puerta, cosa de lo que Esther no se dio cuenta por estar de espaldas, hasta que sintió sus manos acariciarla) ¿Qué demonios haces? Roberto: Hago lo que vengo deseando desde hace mucho y he visto esta noche que tú también lo estás deseando (la miraba y acariciaba lascivamente) E: Roberto... no... suéltame... (pero a pesar de esas palabras ella no ofrecía resistencia, Roberto siguió acariciándola y poco a poco la orilló hasta la cama...) Luego de unas horas Esther despertaba, con un fuerte dolor de cabeza, abrió los ojos como pudo, en un principio no sabía dónde estaba hasta que poco a poco fue cobrando conciencia y recordó que estaba en casa de la abuela, se sentía muy mal, se arrepintió de haber tomado tanto la noche anterior, ¿por qué carrizo había tomado tanto? Prometió no volverlo a hacer. Ufff ni recordaba cómo había llegado a la casa, a la habitación, no recordaba haber pasado a ver a la niña, como había... de pronto escuchó un sonido a su lado y con rapidez volteo para ver de qué se trataba, ¡NO podía creerlo! ¡Roberto estaba acostado a su lado! ¡Levantó un poco la sabana que la cubría y vio que estaba desnuda! ¡¡DESNUDA!! Se levantó de golpe y como pudo se fue para el baño, lo primero que hizo fue vomitar haberse levantado tan rápido le provocó una arcada que casi no logra llegar, vomitó se lavó la cara y se cepilló los dientes, se sentó en la tapa del váter, con sus dos manos se sostenía la cabeza y negaba una y otra vez E: ¡No! ¡No! ¡¡¡NOOOOOO!!! No Dios mío ¡¡¡que sea una pesadilla!!! ¿Qué hice? ¡Esto es una pesadilla! ¡No puede ser verdad!! ¿Cómo he podido acostarme con él? (se levantó y se movía de un lado a otro muy nerviosa en el cuarto de baño, en ese momento Roberto tocó a la puerta) Roberto: ¿Esther? ¿estás ahí? E: (abrió la puerta de golpe casi asustándolo) Eres un gilipollas, eres un gilipollas (golpeaba en el pecho al hombre mientras lo empujaba y éste trataba de sostenerle las manos para defenderse) Te aprovechaste que estaba completamente borracha, para meterte en mi cama desgraciado, ¡¡¡es que no vas a terminar de hacerme daño!!! ¡¡¡Gilipollas!!! Roberto: ¡Yo anoche no te obligue a nada, prácticamente fuiste tú la que me metió en la cama! (con cara de orgullo de macho estúpido)

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E: ¡¡¡Eres un imbécil!!! ¡¡Eso es imposible!! Te aprovechaste de mi estado, ¡¡¡Yo no era consciente de nada!!! Roberto: Ehhh para no estar consciente, ¡¡bastante que disfrutaste!! ¡Ja! E: Eres rematadamente imbécil, mejor me voy ya de esta casa, ¡¡¡no te soporto un minuto más!!! Roberto: Eyyyy Eyyy ¡no! tú no te vas a ningún sitio, aquí no pasó nada que no quisieras. Así que ahora no te hagas la víctima, nos quedamos aquí para lo que vinimos, ¡estamos para que la abuela este con la niña! Es su única bisnieta y ella quiere dejarle muchas de sus propiedades a ella y ¡a mi me hará su apoderado! ¡deberías estar contenta! E: ¡¡¿¿Contenta??!! ¡¿Esa era la verdadera razón por la que insistías?! ¿Esa es la razón por la que de repente sientes interés por mi hija? ¡¡Siempre has sido un vil interesado!! Tú no vas a volver a hacerme daño, vete a la mierda, me da igual todo, ya la abuela vio a la niña y me voy, te sales de aquí que voy a vestirme para recoger a la niña me voy Roberto: ¡Es mi hija... también! Y por si no te has dado cuenta, la niña no está en esta casa, anoche llegaste tan borracha que ni te diste cuenta, mi tía se la llevo al anexo donde ella vive y solo con llamarla le prohíbo que te la entregue así que te vas a tener que aguantar hasta mañana como eran los planes originales. Tranquila ya lo que quería lo obtuve, no me voy a volver a meter en tu cama. (se dio la vuelta para irse, pero recordó algo y se volvió para decirle) ahh y ya me explicarás porque o por quien estás tan despechada, no te entendí el nombre que decías pero parece que estás muy dolida. ¿Es que ya tienes quien me sustituya? Quiero ver cómo le explicas ésta noche loca que has tenido, a ver él qué opina cuando se entere que te acostaste conmigo jajajaja, pero mejor para mí que se vaya y te deje, porque ya sabes que no quiero que otro hombre críe a mi hija E: ¡Eres un...! ¡¡¡A ver qué opinas tú cuando...!!! Roberto: ¿Qué? E:... ¡Nada! ¡¡Vete antes de que te reviente la cara!! Ahhh y le dices a tu tía que me traiga a la niña ¡ya! ¡¡O voy a buscarla en este preciso momento y no pienso ser muy educada!! A Maca le estaba pareciendo que ése era el fin de semana más largo de su vida, le había hecho caso a Cruz y no llamó a Esther, estuvo tentada a llamar a Encarna, pero prefería dejar eso así no quería alarmarla y que luego Esther se enterara y se armara un lío. Así que esperó, tal como le había pedido Cruz el jueves se fue temprano, pero el viernes llegó y le dijo que quería trabajar el fin de semana, no tenía otros planes y si se quedaba en casa esperando los resultados y el regreso de Esther, iba a terminar caminando por las paredes, volverse loca pensando y pensando Esther había llegado a su casa el domingo por la tarde, se fue directo a su casa, desde allí llamó a su madre para avisarle que ya estaba en casa, pero que prefería quedarse descansando con la niña, había tenido demasiadas presiones en el viajecito a Portugal, viaje del que seguramente se arrepentiría el resto de su vida No podía dejar de pensar en ella, de por si temía encontrarse con Maca en el hospital después de lo que había pasado entre ellas en el despacho, ¿y ahora? ahora se sentía peor por lo que había pasado con su ex. Jummm aunque si lo pensaba objetivamente con respecto a ese tema tenía sentimientos encontrados, se arrepentía totalmente de

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haber metido la pata con ése desgraciado, nada más de acordarse de lo que había pasado le daba escalofrío así estaría de borracha demonios ¡ahora sí! ¡juraba jamás en la vida volver a tomar! pero al mismo tiempo se sentía estúpida por sentir ésa sensación ¿es que acaso Maca no le estaba engañando y montando cachos con la rubia teñida? Irremediablemente había llegado el lunes, principio de semana, un lunes lleno de presión e incertidumbre para las dos, para Maca porque estaba definitivamente decidida a hablar y explicarle a Esther cual era la situación y para Esther que de verdad sentía una vergüenza enorme tener que verla y enfrentarse con ella Maca llegó muy temprano, quería estar ya en el hospital para cuando llegara Esther, pero como siempre los planes que tenía eran muy distintos a la realidad, a los quince minutos de haber llegado se presentó un accidente con varios heridos y tuvo que entrar a quirófano A las dos horas salió y se encontró con Cruz C: Hola, ¿qué tal la operación? M: Bueno ahí, ha estado un poco difícil pero gracias a Dios ya el paciente está estable C: ¡Bien! Ah y no olvides que en una hora tenemos la reunión de los lunes (con una cara de que ella no tenía muchas ganas pero que era necesario) M: Sí, no te preocupes, ahí estaré (pero antes debía buscar a Esther, pero nada, no la encontró, decidió irse a la bendita reunión, con la sorpresa que se encontró a Esther sentada ahí, esperando que comenzara la reunión bendita, Esther estaba escribiendo en un papel algo, no levantó la mirada, Maca se dio cuenta que lo que hacía eran garabatos, tenía muchas ganas de sentarse a su lado pero fue imposible, estaban los asientos ocupados, ¿desde cuando los demás llegaban temprano a esa reunión tan fastidiosa? No le quedó más remedio que sentarse en el único puesto que quedaba a un lado de la mesa de conferencias) M: (“mírala, que carita ahí está ni siquiera ha levantado la cara, ¿qué estará pensando? ¿Y yo? Con ésta cara de atontamiento general que me ha dejado haber trabajado aquí tres días sin ver su sonrisa aunque sea de lejos”) E: (“¡Maca por Dios! ¡Deja de mirarme! ¡Atiende a la reunión! Lo que tengo es unas ganas terribles de salir corriendo de aquí, es que no puedo ni levantar la cara, ¡siento como si tuviera escrito en la frente lo estúpida que soy! Es que no puedo, ¡mejor me levanto y me voy de aquí, total siempre dicen lo mismo y para lo que estoy atendiendo!”) C: Bueno y entonces esos son los planes para ésta semana, vendrán dos grupos de escolares para la consulta pediátrica, Maca ya sabes que solo es una consulta simple y vacunas para los que la necesiten, ¿ok? (por supuesto Maca en otro planeta)... ¡Maca... Maca! M:... ¿¡QUE!? Caray ¿por qué me gritas? C:... ¿? ¡Porque crees! ¡Aterriza ya! Que seguro no sabes nada de lo que estamos hablando esta alelada en otro planeta M: ¡Cruz! ¡Por favor! Sólo me distraje un poco C: No, si claro ya me di cuenta, bueno volviendo a lo tuyo, tienes que pedir dos enfermeras para que te asistan en la campaña con los muchachos, el primer grupo llega esta tarde, te dedicarás a ellos hoy y si es necesario mañana, el otro grupo llega el miércoles

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M: ¡Me pido a Esther!... (se dio cuenta que su tono había sido de mucho entusiasmo y urgencia, así que trato de arreglarlo un poco) bueno es la mejor y como se trata de niños... E: ¡No soy la mejor! Y yo voy a estar ocupada así que te mando a Alicia y a Gloria que son las de más experiencias (todo lo dijo de prisa y mirando a Cruz, que se dio cuenta que lo que estaba era negándose para no trabajar con Maca) M:... ¡A mí no me parece que estés ocupada, lo que a mi me parece es que no quieres trabajar conmigo! E: ¡Sí así es! ¿Y qué pasa? M: ¡Te comportas como una niña malcriada! E:... M: ¿Y sabes qué?! ¡yo soy la médico pedíatra aquí y te estoy pidiendo que tú debes trabajar conmigo! (muy molesta al darse cuenta de lo que hacía Esther, los demás asistentes en esa conferencia estaban callados observando y escuchando ese contrapunteo que tenían las dos, que a leguas se notaba que tenían algún problema, por supuesto nadie imaginaba de que se trataba, sólo Cruz estaba al tanto y no le gustaba para nada la situación, así que decidió que era mejor que interviniera antes de que se les fuera de las manos) C: Eyyy chicas, un poco de calma, vamos a ver, la reunión de los lunes está precisamente pensada para organizar y fijar el protocolo que se debe seguir en todos estos programas comunitarios y extras que se dan en el hospital, si mal no recuerdo aun soy la directora de urgencias, así que voy a decidir quien trabaja con quien. Esther, tú y Alicia van a asistir a Maca en la campaña, ella tiene razón eres la de más experiencia en organizar estas cosas así que te necesita si ya tenías otra cosa que hacer te agradezco que busques otra enfermera para que te sustituya y tú te quedas a asistir a Maca, ¡¿ok?! (con el tono de voz denotaba autoridad, pero jamás perdió la compostura y educación, les dio a entender que le había molestado mucho la falta de respeto de las dos para con sus compañeros en la reunión) E:... ¡OK! Ya que lo decidiste, ¡no tengo más nada que hacer aquí! ¿Puedo retirarme “Sra. Directora”? (muy sarcástica, expresaba su gran molestia, sin esperar respuesta se levantó y se retiró, definitivamente todo lo que le estaba aconteciendo la superaba) M: Esther espera... (Maca trató de levantarse para seguirla y hablar con ella, pero Cruz estaba a su lado y le puso una mano sobre su hombro y se lo impidió) C: Maca déjala, y por favor te pido que entiendas que todos debemos cumplir con nuestro trabajo independientemente de los problemas personales que podamos tener, ¿ok? M:... Tienes razón, Cruz no volverá a suceder, te pido disculpas. Ehh les pido disculpas a todos A los quince minutos se dio por terminada la reunión, todos se fueron a sus respectivas obligaciones, Cruz le pidió a Maca que se quedara un rato y conversó con ella sobre lo ocurrido en la sala, luego al terminar con ella y despedirla llamó a recepción y pidió que avisaran a Esther que necesitaba hablar con ella, a los diez minutos Esther tocaba a su puerta E: Aquí estoy, dime... (todavía con un tono muy borde y hasta malcriado) C:... Siéntate (le señaló la silla que tenía frente a su escritorio ella salió de detrás de él y se sentó en la silla al lado de Esther) Esther, nos conocemos hace muchos años ¿verdad? Y me conoces, nunca me ha gustado que se mezclen los problemas personales con el trabajo.

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E:... Cruz yo... C: ¡Nada Esther! si tienes algún problema que resolver con Maca te agradezco lo hagas pronto y si no pueden, les agradezco que lo dejen al margen del hospital, no voy a permitir que sus problemas personales afecten el desempeño del personal de éste hospital, es mi obligación velar por eso, no puedo permitir otra escena como la de hoy, a las dos las quiero mucho, a ti te conozco hace muchísimo tiempo, pero no puedo quedarme a ver como se destruyen o como destruyen su carrera, siéntense a conversar arréglense si quieren, ¡pero aquí no quiero ver otro show! (Cruz estaba muy molesta, ella podía ser muy amiga, paño de lágrimas de sus amigas pero su trabajo y el hospital eran sagrados para ella, le molestaba sobre manera que le faltaran el respeto a ella y su trabajo) E: Cruz perdóname, no quise comportarme así, sé que me pase, es que estoy muy nerviosa y estoy consciente de que exploté en el peor momento (decía muy apenada con lágrimas en los ojos) C: ¡Esther! yo sé que estás pasando por unos momentos muy fuertes con Maca, pero comportándose así como dos niñas no van a arreglarlo E: Lo siento tengo que volver al trabajo, Nos vemos luego (no tenía ganas de tener que escuchar un sermón ni consejos de nadie, mejor se retiraba antes de que explotara con Cruz o le diera por llorar como una tonta. Ya había llorado suficiente el día anterior, no podía evitar esa sensación de molestia que tenía consigo misma por haber sido tan tonta y haber caído en la trampa del imbécil ése, mientras más lo pensaba más le parecía que había sido una trampa, como la engatusó para tocar su fibra sentimental y fuera a ver a la abuela, ¡la conocía muy bien sabía que con eso le ablandaría el corazón! Y al final lo único que le interesaba era la herencia que le iba a dejar a la niña, ahora entendía porque le costó tanto lo de la custodia solo le interesaba tener poder sobre el dinero, siempre los padres de Roberto le echaban en cara eso de que era su único hijo y su única nieta, pues ¡que se busque otra mujer y tenga veinte hijos pero que la dejaran tranquila a ella con su niña que no necesitaban nada de su cochino dinero! Estaba de mal humor, sentía rabia con ella, con Roberto, con Maca, ¡con todos!) Salió del despacho de Cruz, iba muy distraída no se dio cuenta de alguien que la esperaba M: ¡Esther! (la llamó muy dulcemente, pero al parecer no la escuchó, entonces se acercó rápidamente la tomó del brazo y levantó la voz con la intención de que le hiciera caso) E: (Esther de verdad estaba muy distraída venía pensando en todo y en nada, tenía un remolino en su cabeza, Esther por estar de espalda no se dio cuenta y por la sorpresa, su primer impulso fue darle un manotazo para que la soltara) ¡¡Pero que carajo!! M: Esther... disculpa no quería asustarte pero como no me escuchabas... E:... ¡¿Qué quieres?! (le dijo de muy mala forma, definitivamente ese día su humor era el peor) M: Esther por favor (respiró profundo, para no salir con una, ella también, y muy dulcemente) quiero hablar contigo, necesitamos hablar, yo... Yo tengo que contarte algunas cosas, tenemos que arreglar esto, yo te extraño... E: Yo no tengo nada que hablar contigo, ¡ya todo está más que claro! Los hechos valen más que mil palabras (trató de darse la vuelta y retirarse, pero Maca la volvió a tomar por el brazo) M: Esther... ya te dije que las cosas no son como tú piensas, es verdad tienes razón tú te puedes estar imaginando cualquier cosa pero yo...

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E: Yo no necesito que me digas nada, está claro que nosotras no vamos para ninguna parte, esto fue un error desde un principio M: Esther... no digas eso, déjame explicarte, si quieres ésta noche al salir de la guardia vamos a algún sitio y hablamos, tengo que hablar contigo y luego tú decides que vas a hacer... E: Está bien... yo hoy salgo a las 8 M: Ahí estaré a la salida y nos vamos a ese café que tanto te gusta, ¿sí? (se le habían iluminado los ojos el simple hecho de que aceptara hablar con ella ya era un gran paso, ahora le tocaba esperar como iba a tomar la noticia) E:... (Esther se había quedado completamente muda al ver la mirada e ilusión de Maca, ya no sabía que pensar)... Sí... Hasta la noche M: ¡Hasta la noche cariño! (ya Esther se había retirado y no alcanzó a escuchar estas palabras) Para Maca el turno se le estaba haciendo eterno, miraba el reloj a cada rato, hasta lo revisó, parecía que el tiempo se había detenido, quería que fueran las ocho de una vez, quería irse con Esther a hablar, le pediría perdón por haberla presionado, esperaría el tiempo que hiciera falta, le contaría todo lo de Vero, tenía la esperanza de que la comprendería y estuviera a su lado en la espera de los resultados de su prueba que seguro saldría bien, de que todo lo que estaba ocurriendo en realidad no era su culpa, que ella también era una víctima, iba a pedirle perdón por haber reaccionado así, no debió alejarla, actuar así con ella pero es que se asustó tanto al enterarse de lo de Vero que le pareció lo mejor alejarla... pero no, ¡no! ¡¡¡Tenían que estar juntas, todo sería distinto!!! A media tarde estaba pidiéndole unas historias a Teresa en recepción, cuando llegó Cruz C:... ¡Teresa! Necesito para ya la ficha con los datos de la nueva Doctora, urgente, que ya está por llegar, baja de esas nubes, ¿será que y atenemos que jubilarte? (le dijo con una sonrisa burlona y picando un ojo a Maca) T:... ¿En las nubes?... ¿Jubilarme?... anda que, ¿a mi edad? ¿Y qué voy a hacer en casa? Están locas... lo que pasa que ustedes dejan todo para última hora, me lo hubieras dicho ésta mañana, ¡pero no! ¡Aquí está también la otra pidiendo unas historias! ¡¡Urgente, urgente!! ¡Hay que poner siempre a correr a la más pendeja!, ¿la palabra urgente denota falta de organización y previsión? ¡¡planifiquen que es lo que tienen que hacer!! M: Teresa no exageres ehhh, las historias las necesito para el alta C: Está bien Teresa, ésta vez tienes razón, pero es que se me había olvidado y aún no mandé su datos a recursos humanos, por favooooor M:... No estaba enterada Cruz, ¿tenemos nueva adquisición? C: No, es que tú últimamente no te enteras de nada ¡eh! Sí, ¿recuerdas que el neurocirujano se nos fue al extranjero? bueno pues tendremos nueva neuróloga M: Que bien, porque hace falta ehhh, tener que llamar siempre corriendo al de planta es una pérdida de tiempo precioso T: Aquí está la ficha... y creo que también la Dra., ¡si es una morena despampanante, está llegando en este preciso momento! Cruz y Maca voltearon a ver, Teresa tenía razón, era una mujer muy atractiva, alta, morena de pelo castaño, a Maca se le abrieron los ojos y la boca al mismo tiempo

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M: ¡No me lo puedo creer!! C:... Cierra la boca Maca, ¡disimula un poco! ¿te ha gustado? Jajaja M: ¡¡¡La muy perra!!! (se fue al encuentro de la Dra. y se abrazaron fuertemente, la Dra. le plantó un beso en la boca que no tenía desperdicio) ¿Qué haces aquí? ¡Loca! ¡No me dijiste nada! (luego del efusivo saludo, se encaminaron juntas, abrazadas hasta recepción) T: Como que estas dos se conocen, ¿no? C: Así parece Teresa, espero que no traiga más problemas... T:... Eh... ¿a que te refieres Cruz? C: Nada Teresa, no me hagas caso, aquí hablando sola como las locas... (en ese momento ya se acercaban las dos Dras) C: Veo que se conocen M: ¡Claro que la conozco! ésta Dra. qué ves aquí, es mi mejor amiga, estudiamos juntas, fuimos..., bueno que es una de las mejores en su especialidad, tiene un tiempo viviendo y ejerciendo en Barcelona, pero la muy perra, no sé porque, no me dijo que venía a trabajar aquí, y eso que hablamos por teléfono seguido (dirigiéndose a la Dra) ¡Claudia porque ah, me dijiste sobre el nuevo trabajo pero no que era aquí! Claudia: Precisamente cariño mío, para ver exactamente la cara de tonta que se te ha quedado, es que no tiene precio, jajajaja (y nuevamente sin vergüenza ni tapujos le plantó otro beso en la boca que Maca no rechazó, pero dejó con las bocas abiertas de sorpresa a Cruz y de suspicacia a Teresa, testigos de todo) T: (Teresa pensaba: “Ummmm aquí como que hay tema, pero y no es que Maca estaba con la rubia aquella... ”) C: (“esto es más que una amistad, esta besadera en la boca no es de amigas, si esta Maca quiere arreglar las cosas con Esther, creo que va a tener que explicar muchas cosas”) M: Es que nunca vas a cambiar, ¡contrólate! ¡te encanta ponerme en aprietos Claudia! Claudia: Sabes que siempre me ha encantado, mi amor bello (le acariciaba la mejilla con una sonrisa boba) C: Bueno, me encanta que estén muy contentas pero creo que ya es hora de que nos presentemos y te muestre todo aquí, yo soy Cruz Gándara, la directora de urgencias, encantada Claudia: Igualmente, encantada de conocerte al fin (le daba dos besos) M: Cruz si no te importa me encantaría mostrarle el hospital, ¿qué te parece?, en éste momento estoy desocupada y... C: ¡Dios que zalamera y cuanta amabilidad! Pero está bien anda y pónganse al día pero luego ¡a trabajar! M: Jajaja ¿Ves Claudia? ¡Ella es la Directora ogra de la que siempre te he hablado! ¡nos explota! Jajajaja C: Sí claro ¡¡como no!! ¡Ustedes aquí ya casi hacen lo que les da la gana! Tenemos que hablar Maca ehh luego búscame M: Sí... claro... Claudia: Jajajaja yo creo que te van a castigar jajaja ¡¡¡creo que te lo mereces!!! M: Jajaja boba, la que merece que la castiguen eres tú, como no me dijiste que venías, cuando has llegado, ¿Dónde te quedas? Claudia: ¡¡Hey para, para! llegar llegue apenas hace dos horas, quedarme me estoy quedando en un hotel hasta encontrar un piso M: ¿Un hotel? Estás loca, ¡te vienes a mi casa! Claudia: No Maca no quiero que alguien por ahí se moleste, jeje

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M: No te preocupes, en éstos últimos días han pasado muchas cosas, que no te he querido contar por teléfono pero Vamos, te muestro esto y nos tomamos una taza de café, tenemos unos minutos para hablar, pero de venirte para mi casa no tiene discusión, ¡te vienes y ya! Claudia: Bueno como siempre, tú ganas, nunca he podido negarme a nada que me pidas (le dijo pícaramente) A todas estas ninguna se había dado cuenta que a unos metros desde una de las cortinas, supervisando a un paciente, estaba Esther observando todo lo que ocurría, sorprendida E: (“y ésta, ¿de donde salió?... ¿quién es? ¿Por qué la besa así?... ¡No! ¡¡Y después me dice que yo imagino cosas!! ¡¡Que quiere arreglar las cosas, que me extraña!! ¡Ésta es una picaflor y yo sin saberlo!” Esther estaba tan ensimismada viéndolo todo, molesta y celosa que el paciente al que le estaba cambiando el suero tuvo que recordarle que tenía diez minutos con la bolsa y aun no se la cambiaba) Terminó con el paciente y salió de ahí, casi corriendo, se fue a farmacia por unos medicamentos, al llegar y verse sola, cerró la puerta, se escondió tras una estantería y se echó a llorar, ya no podía más con esa presión en el pecho que la estaba ahogando, no podía con todo lo que le había pasado y estaba dolida por cómo se comportaba Maca. Le hizo pasar los mejores meses de su vida, jamás se imagino con una mujer pero ella le cambió los esquemas, se enamoró perdidamente, pensó que ya no podría vivir sin ella y estaba casi segura de eso, ¡estaba dispuesta a todo! reconocía que había sido una cobarde, se había decidido a contárselo a todos, se enfrentaría al mundo si era necesario, pero ahora, ahora no sabía, ahora tenía tantas dudas, ¡tantas! pensó que quizás se deslumbró con Maca, en realidad no la conocía, quizás el amor la había cegado y no vio que podría tratarse de una mujer que le gustaba cambiar de pareja, primero le restregó a la rubia y ahora con esa mujer con la que se había besado, quizás Maca era una mujer liberal, ella no lo sabía, la había conocido hace poco. Pero no, ¡no podía ser! Maca era tan dulce con ella, ¡la había tratado tan bien! Era tan dulce con Paula, no Dios no podía haberla engañado así, ¡no podía ser! Y ella ¿por qué se había acostado con Roberto? Le gustaba Maca pero en realidad nunca pensó que fuera lesbiana, ¿es que le hacía faltan los hombres? ¡No! No podía seguir así, se estaba volviendo loca con las dudas que le habían nacido Había tomado una decisión no podía seguir así, ¡debía poner sus ideas en orden! Salió de ahí rumbo a vestuarios, se lavó lacara, trató de que no se notara que había llorado, siguió con su trabajo hasta que fuera la hora de su salida, no se cruzó ni una vez con Maca A la hora en la que habían quedado Maca estaba súper puntual esperando que Esther saliera, la vio llegar a paso rápido M: Hola... ¿Estás lista? E:... Hola (le dijo sin mucho entusiasmo, todavía tenía en su retina lo que había visto) M:... Emmm ¿nos vamos? E:... (sólo la miraba, tenía muchas dudas) M:... ¿Esther? E:... Si... estoy lista, deja que firme y nos vamos (así lo hizo, firmó, y salieron las dos hacia la calle, Maca ese día había llevado el automóvil y gentilmente le abrió la puerta a

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Esther, esta no dijo nada, Maca se sentó en su lugar y salieron rumbo al café, dentro del carro casi no habían hablado, solo uno que otro comentario banal, llegaron al café y se sentaron en una mesa que anteriormente había sido su preferida, daba hacia una terracita con un ambiente muy agradable) Camarero: Buenas noches, que desean tomar M: Esther, acabamos de salir del trabajo si te apetece podemos cenar de una vez, ¿qué opinas? E: Maca... Yo... no tengo hambre con un zumo estoy bien M: (Maca notó en su voz y cara mucha tristeza) Está bien, tráiganos... un zumo para ella y... un café para mí M: Bien aquí estamos... ¿qué tal has tenido el día? (necesitaba relajarse, estaba muy nerviosa) E: Mucho trabajo como siempre... ¡y una que otra sorpresa!... M: ¿A que te refieres? E:... Da igual Maca, no tiene importancia M:... Bueno, está bien... Esther... yo... necesito decirte E: ¡Maca! ¡Mejor no! Antes de que empieces a hablar, prefiero hacerlo yo M: Pero... E: Sí Maca, ¡es que he tomado una decisión! M: Esther... yo tengo E: No Maca... he estado pensando mucho y he llegado a la conclusión de que me da igual lo que me vayas a decir, no cambiaría lo que he decidido M: Pero que dices, no te entiendo E: Maca yo... Yo creo que me precipité, bueno no, no es que me precipité... lo que quiero decir... Dios esto en mi cabeza sonaba mejor y ¡ahora parezco una tonta! M: No Esther, tonta no, pero veo que estás muy nerviosa... déjame explicarte, deja que yo hable E: ¡No! Maca yo... ¡he decidido que es mejor que lo dejemos! M: ¿¿Que?? Pero no... Esther no me hagas esto vamos a hablar... cuando yo te diga lo que ha pasado, todo será distinto E: Maca nada va a cambiar... no quiero que me marees con excusas y explicaciones, ya no las quiero, no voy a cambiar mi decisión... a mí me han entrado muchas dudas, he visto cosas, sé que yo soy muy celosa y a veces mis celos me... he visto cosas que no debía ver pero las he visto y me han dolido demasiado, me han hecho daño, me han hecho ver y analizar algunas cosas M:... Esther... no E:... Yo no estoy segura de nada, no sé si confiar en ti, no sé si quiero estar con una mujer... no sé si estoy lista para enfrentarlo... estoy muy confundida, necesito tiempo... reflexionar... poner mis ideas en orden... M: Esther pero si tú y yo, la hemos pasado muy bien, nos queremos, yo quiero que tengamos un futuro E: Maca, sí, la hemos pasado muy bien, yo te quiero pero no puedo, no puedo salir ahora a decirles a todos que estoy con una mujer, ahora no estoy segura de tu amor... te he visto con otras, ¡no confío en ti Maca! M: Esther ¿cómo puedes decir eso? ¡Yo te amo, te adoro! No estoy con nadie más... déjame explicarte, no es lo que tú crees E:... Yo me llené de mucha rabia cuando te vi... hice cosas que yo jamás pensé hacerlas, casi te fuerzo a... M: Cariño, no te preocupes, lo que pasó no tiene importancia, no me importa, yo te entiendo, te ofuscaste pero déjame... yo tengo que decirte que...

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E: Maca... este fin de semana me fui de viaje M: Si está bien, te hacía falta y... E: Me fui... con Roberto... ¡¡me acosté con él!! (le soltó de golpe Ester) M:... ¿Qué?... (apenas le salió la voz, el golpe de las palabras de Esther la habían dejado en shock, la confesión de Esther la había sacudido completamente)... E:... Este... este fin de semana fui a Portugal con... Con él... y tomé mucho... y no sé... Me acosté con él... y yo... Maca no podía seguir escuchando, ¡ya no la escuchaba! ¿le estaba diciendo que por venganza, por haberla visto con Vero, se había ido de viaje y se había acostado con su ex? ¿Eso es lo que le decía? ¿Tenía la cara tan dura de decírselo así en la cara sin más? No podía más... el dolor era demasiado fuerte, se levantó totalmente destrozada, salió sin mirar atrás y se fue en su auto Esther se quedó sentada, no se podía mover, estaba literalmente paralizada, sabía que le había hecho daño con sus palabras, pero más daño se había hecho a ella misma, tenía un remolino en su cabeza, no había elegido bien las palabras, se levantó sin ganas, caminó hasta la estación del metro, no estaba cerca pero le haría bien caminar, llegó a casa de su madre, iba a recoger a la niña, subió y en cuanto su madre abrió la puerta Esther se lanzó a sus brazos llorando E: La perdí... Ahora sí la perdí... (lloraba abrazada, su madre la acariciaba sin entender) En: Hija... Tranquila... tranquila mi amor... ven, cálmate... que pasa... ¿a quien perdiste? E: A Maca mamá, ella... (sollozaba)... ella no me quiere, la vi... la vi primero con la que fue su novia y... y hoy la vi con otra (hipaba, lloraba)... le dije que... no quiero seguir que... mamá (se abrazaba más fuerte a su madre, necesitaba que la sostuviera)... y yo soy una porquería me acosté con... con él... porque... ¡¡¿¿por qué??!! En: ¿Qué?... que estás diciendo hija... siéntate, tranquila hija, te voy a preparar algo para que te calmes Encarna le preparaba una tila a su hija, mientras ella fue a ver a su niña, luego le contó a su madre con lujo de detalles todo lo que había sucedido, desde que había llegado del viaje no habían hablado personalmente, no le había contado nada de lo sucedido en el viaje. Encarna no salía de su asombro, como había sido posible que el ex se aprovechara del estado de Esther pero también reprobaba el hecho deque Esther bebiera de ese modo estando en “terreno enemigo”, ¡es que esta hija mía perece tonta!. Pero bueno, y a el mal estaba hecho. Lo que le dolía muchísimo era lo referente a Maca, se estaban haciendo mucho daño, esas chicas se querían mucho, merecían ser felices, no podía permitir que se siguieran haciendo daño por falta de comunicación, tenía que hablar con Maca sin que Esther supiera, necesitaba saber que era lo que estaba pasando, ella estaba segura que Maca amaba a su hija, ¡tenía que tramar un plan sin que ninguna de las dos supiera! Maca luego de manejar un buen rato sin destino, se fue para su casa, abrió una botella de vino pero se dio cuenta que necesitaba algo mucho más fuerte, la dejó en la nevera y se preparó un whisky, se lo tomó de un trago tan rápido que le provocó ahogo y tos, no le importó se tomó otro y otro y otro, necesitaba aturdirse, no era su costumbre pero la rabia que sentía era demasiado grande

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M: Es que debí... Debí... aghhhjjjj (caminaba de un lado a otro de su casa, parecía un león enjaulado, sentía que cada vez las paredes se le acercaban y aprisionaban más, lo que al principio le había causado un gran dolor ahora mientras más lo pensaba y analizaba la estaba llenando de rabia y rencor) M: ¡Nooooo! claro ala señora, como su cabeza de chorlito le montó toda una película... Entonces a ella... lo primero que se le ocurrió fue acostarse con el hijo de... Agjjjjjjj, debí cachetearla, eso debí hacer... no debí enamorarme no... ¿por qué?, ¿por qué? (se lanzó sobre el sofá a llorar desesperadamente) ¿por qué?... ¿por qué tenía que enamorarme así? Tengo que quitármela de la cabeza... es lo mejor... todo es demasiado complicado con ella... No, no... ¿qué estoy diciendo? Lo nuestro es hermoso, fue muy hermoso la extraño demasiado diooooooooooos... ¿por qué?... ¿por qué me hizo esto? (así se fue quedando dormida) Claudia llegó, Maca en el hospital le había dado un juego de llaves y temprano había dejado las maletas, al llegar se encontró a Maca tirada en el sofá no con muy buen aspecto, vio la botella en el piso, negó con la cabeza y se acercó Claudia: Maca... Maca cariño, vamos que te ayudo a acostarte en tu cama M: Noooooo, déjame... déjame aquí... no quiero Claudia: Vamos Maca que seguro en la mañana no vas a poder moverte del dolor M: No me importaaaaaaaaaaaa... Me quiero moriiiiiirrrrr... ya no aguanto más Claudia: Cariño no digas eso... vamos M: No me quiere... nunca me quiso... jajajaja... y ahora me sale con que no está segura si quiere estar con una mujer jajajaja... ¡¡COBARDE!! ¡¡Eso es lo que es una cobarde!! ¡¡¡Porque bastante que disfrutó en mis brazos y en mi cama!!! y ahora... ¿ahora no está segura? ¡JA!... ¿ahora se da cuenta que le hace falta un... un...? aggggg, pues que se valla con él y que se la coja todos los días... ¡¡¡NO ME IMPORTAAAAA!!! (Maca estaba ebria y dolida) Claudia estaba sorprendida, no entendía nada, pero en esas condiciones no podrían hablar, ya en la mañana lo harían con calma, afortunadamente Maca libraba al día siguiente y ella le habían dado el día para poner sus cosas en orden antes de empezar el trabajo, así que, acostó a Maca como pudo en su cama y ella se fue a la suya Al día siguiente se levantó con una resaca enorme, se tomó algo para el dolor de cabeza, se metió bajo la ducha y ahí estuvo un rato bajo el agua, al rato salió y fue a la cocina, ahí estaba Claudia con el desayuno listo Claudia: Ummm veo que estás viva, que bueno, ven aquí, siéntate y tomate un café ¡borrachita! M: Clau... ¡por favor que me duele mucho la cabeza!... Claudia: Ja, es lo menos... ¡Con la que agarraste! Buenos días cariño (le dio un beso muy dulce) M: No sé si tan buenos... Claudia: Te pegó duro esa chica ¿eh? Como es que me dijiste que se llama... M: ¡Esther!... el nombre de mi tormento es Esther Claudia: Bueno pues tengo unas ganas que ni te imaginas de conocer a tu tormento, porque para tenerte así, ¡debe ser especial M: Es especial...

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Claudia: Bueno pues mientras desayunamos con calma, me vas contando toooooooooooodo con lujo de detalles M: Está bien (se sentaron a desayunar y Maca le contó lo de Vero) Claudia:... Es que te lo dije... es una hija de p... se le veía por encimita que es una zorra... pero no tú ahí dale que te... nunca quisiste oírme (Claudia estaba indignada, se había levantado de la mesa y caminaba nerviosa de un lado a otro en la cocina, Maca en ese momento comenzó a llorar) heyy cariño no te pongas así (se acercó y la abrazaba) M: No puedo más... Claudia... estoy muy asustada... (su voz salía entrecortada entre hipidos y sollozos) yo sé que fui una tonta pero por favor... no me reproches Claudia: No cariño... lo siento no... pero es que me repatea aggggg lo siento, ¡sabes que esa mujer nunca me pareció trigo limpio! Pero, nunca me escuchaste ¿Cuando te dan los resultados? M: En dos días me los tienen listos, ¡la angustia me está matando! Claudia: Bueno tranquilízate, sabes que hay pocas probabilidades. Las hay, pero pocas ehh pero yo estaré contigo ahí para lo que sea (Claudia la abrazo y le besó la cabeza en señal de apoyo) M: Gracias, no esperaba menos de ti (le devolvió el beso) Claudia: ¿Qué pasó con Esther? cada vez que hablábamos, me decías que estabas enamorada, pero últimamente ya no me cuentas nada, y algo gordo debe haber pasado, ¡ayer te pegaste uuuuna! Te cuento que te grabé y ya colgué el video en youtube (le dijo con una sonrisa) M: ¡Estás loca!! ¡Sé que serías capaz pero...! Claudia: Ummmm no, no lo hice jajajaja pero te juro que me provocaba jajaja M: La perdí, Claudia, la perdí, ¡ayer me dejó! Claudia: ¿Qué hiciste? M: Claudia ¡por Dios! ¡Basta que no estoy para chistes!! Claudia: Está bien, está bien, pero es para que no estés tan triste, sabes que no lo soporto, ¡me rompe el corazón! M: Lo sé pero... cuando la conocí, jaja no nos la llevamos muy bien, tuvimos nuestros encontronazos, sabes cómo soy con mi trabajo y que soy muy impulsiva... Claudia: Me lo dices o me lo preguntas (jeje) M:... Clau... (le entornó los ojos con una mueca muy graciosa) Claudia: Jaja está bien... está bien, sigue M: Su proceso de divorcio fue un poco escabroso, ¿sabes? Y Paula, la extraño tanto, tengo más de una semana que no la veo y la extraño muchísimo (se le iluminó la mirada solo de acordarse de la niña) Claudia: (Claudia volvió a abrazarla al ver que se estaba emocionando, y se le llenaban nuevamente los ojos de lágrimas, sabía que el cariño hacia esa niña era sincero, porque siempre le contaba sus hazañas por teléfono) Tranquila M: Entre Esther y yo nació un amor, de una manera tan... no sé cómo explicártelo, la pasamos de maravilla, ella nunca había estado con una mujer, pero nos amamos con locura, mantuvimos lo nuestro en secreto, siempre me pidió tiempo para hacer pública nuestra relación, o por lo menos decírselo a su madre, a la gente más cercana, pero nunca quiso, siempre me pedía tiempo, ¡ja! ¡Ahora ya veo porque! Claudia: ¡Calma cariño! M: Yo sé que fui impulsiva y me dejé llevar por mi desesperación, quería tenerla conmigo a toda hora y no podíamos, me molestaba tener que vernos a escondidas, parecíamos amantes clandestinas, nos acostábamos y luego cada quien para su casa, me desesperé, la presioné, para que se decidiera, para que lo contara y ella siempre me daba largas y sé que me molesté con ella, la traté mal. Luego llegó ésta loca con la bomba y

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te lo juro que no supe cómo reaccionar, quería alejarme de todos, desaparecer, tenía miedo de haber contagiado a Esther, fue una reacción casi inconsciente, no me di cuenta, hasta ahora, pero entonces me alejé de Esther casi no quería que nos cruzáramos, no quería que leyera en mis ojos todo esto, debí decirle lo que estaba pasando desde un principio, pero no pude, sé que la iba a hacer sufrir, era suficiente con que yo estuviera con esta angustia, yo de verdad tengo una esperanza de que los resultados salgan negativos pero... Claudia: Claro, ya verás que así será M: Pero ahora ella... ¿Por qué tengo tan mala suerte Clau? Claudia: Eso no es mala suerte cariño M: Ayer la invité a que saliéramos Claudia: Sí... M: Estaba dispuesta a contarle todo, no podía seguir así con ella, me di cuenta que si lo alargaba más la iba a perder y al final... (se echó a los brazos de su amiga y comenzó a llorar nuevamente) No lo entiendo... no lo entiendo, ella... Ella me vio con Vero y se imaginó de todo Claudia: Maca tienes que entenderla, no la justifico porque antes de presumir cualquier cosa debió preguntarte, pero verte con tu ex no debió ser muy agradable para ella M: Lo sé y además cuando me vio yo estaba muy molesta fue por lo que me había enterado del virus y andaba de mala leche Claudia: Sí cariño, menos mal que lo reconoces, que cuando te pones así te cierras y... M: Lo sé Clau pero no puedo evitarlo soy así, pero ella me vio y en vez de hablar se fue con su ex Claudia: ¿Qué? pero es que ustedes dos, ¡¡se junto el hambre con las ganas de comer!! Pero ustedes dos para que tienen la boca ¿solo para...? También sirve para hablar ¡ehh! M:... ¡¡Me echó en cara que se fue de viaje con su ex y sea costó con el por venganza!! ¿Por qué? ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué no habló conmigo? ¿Por qué a la primera de cambio va y se acuesta con su ex? Claudia: Maca... no sé qué decirte, no lo sé, pero ella te quiere, tú me dijiste que estaban enamoradas, siempre me contabas que... M: Sí... pero de repente se dio cuenta que le gustan demasiado las pollas ¿aggghhh? que no está segura si quiere estar con una mujer ahhh, ¿puedes creerlo? Claudia: Bueno con una mujer no sé pero contigo cualquiera se volvería loca por estar... (la miró con unos ojos de nostalgia que Maca pasó por alto) M: ¡Y te puedo asegurar que la volvía loca en la cama! ¡ella disfrutó! ¡le gustó! ¡Me amó con locura! Y por qué ahora esto ¿ah? Claudia: ¡No lo se cariño! Y ¿qué vas a hacer ahora? M: ¿Ahora? ¡Pues nada! Seguir con mi trabajo, con mi vida y tratar de no sufrir más por ella, no merece que siga sufriendo por ella, ¡si quiere que vuelva con su ex! ¡¡Prefiero no verla más!! ¡¡La odio!! Claudia: Sí imagino que la odias mucho... (la miró con suspicacia y con una sonrisa irónica) M:... ¡Diosss! ¡No es verdad! No la odio, la amo, la amo con locura, no sé cómo voy a vivir ahora, como voy a estar en el hospital y cruzarme con ella, no poder meterla en mis despacho y... (se dio cuenta que Claudia la miraba con picardía) Claudia: Uyyyyy ¡¿qué habrá pasado en ése despacho?! ¡Si las paredes hablaran! Jajaja M: Sí, siempre tenía que ser así, ¡teníamos que vernos a escondidas! ¿Sabes? yo pensaba que no decía lo nuestro, porque le tenía miedo al marido ¡y en realidad lo que quería era regresar con él! ¡¡¡Es una hipócrita!!! ¡Hipócrita! ¡Hipócrita!

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Claudia: ¡Maca! ¡Ya está bien! ¡Basta con torturarte con esto! Tú lo has dicho debes seguir con tu vida, si estás segura que no vale la pena pues olvídala, pero si la amas de verdad y tienes esperanza y crees que vale la pena ¡lucha por ella! Al día siguiente llegaban al trabajo juntas, desde la entrada veían que Esther estaba firmando en recepción, seguramente acababa de llegar, notaron como Teresa le hacía una seña y esta volteaba a ver, en cuanto las vio, se quedó unos segundos mirándolas, primero la miró a ella luego le echó un vistazo fugaz a Claudia, se dio la vuelta terminó de firmar y se retiró lo más pronto que pudo. Este gesto no sorprendió a Maca que escudada en sus gafas de sol, no se perdió detalle, pero le dolió que se hubiera ido así ¿es que acaso después de todo lo vivido no podía estar en el mismo lugar que ella, pues la tenía difícil, porque iban a seguir trabajando juntas, Claudia lo notó y en señal de apoyo le frotó el brazo Firmaron, cruzaron algunas palabras con Teresa, que todavía seguía sorprendida por haberlas visto llegar esa mañana juntas, se fueron a vestuarios y luego salieron juntas pero cada una tomando el camino para su área, Maca le dijo a Claudia para encontrarse en cafetería en cuanto tuvieran unos minutos Maca fue al despacho de Cruz, estaba pendiente la campaña con los escolares, se había retrasado, no comenzó como eran los planes originales, Cruz la había mandado a llamar porque ya tenía listo el nuevo calendario y cronograma de consultas y vacunaciones M: Buen día Cruz (entraba al despacho) C: Hola Maca, pasa, siéntate, ya te tengo listo el calendario M: Ok, dime C: Oye... tienes muy mala cara, ¡eh! M: Sí, no me siento muy bien, pero tranquila, ya se me pasará C: Ummm ¿mal de amores? M: Bueno, algo, Esther y yo terminamos definitivamente C: ¿No lograron arreglar sus problemas? pues es una lástima, yo las veía muy enamoradas M: Sí, de mi parte puedo asegurártelo pero de la suya, parece que solo fui un experimento, y bueno probó, se quitó el gusto y ¡si te he visto no me acuerdo! (confesaba muy triste a Cruz) C: No creo que haya sido así, pero bueno. La verdad, te repito, lo siento mucho, pero bueno ¡ustedes sabrán lo que hacen! No entiendo porque no hablan y se aclaran M: Yo lo entiendo menos Cruz, pero ya está hecho y no tiene vuelta atrás. Dime ya tienes todo C: Sí aquí tienes, la campaña durará en principios solo tres días de esta semana, empezamos hoy en la tarde, llega un grupo de un colegio que está en éste municipio, vas a hacerles una consulta muy básica, si ves algo que necesite más atención remítelos al especialista que amerite y si es contigo le das consulta para otro día así acabamos antes con los grupos, ellos traen su historia, si ves que le faltan vacunas pues se las pones, ya sabes cómo son algunos padres de despistados y las hacen pasar, será hoy, el jueves y el sábado deben ustedes desplazarse a un municipio que queda algo más alejado, ahí hay dos colegios no pueden venir, no tienen los recursos para desplazarse, creo, si mal no recuerdo te van a acompañar tres enfermeras, Esther, Alicia y Sonia, son las de más experiencia en organizar a estos muchachos, vas a necesitarlo

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M: Sí, que remedio, ¡me tocará trabajar con ella! (dijo sin mucho ánimo y haciendo con la boca de desagrado) C: (Cruz que no era tonta se dio cuenta) Maca... M: Es que... Cruz yo sé que parecen cosas de niña... que fui yo misma la que pedí que Esther me asistiera en ésta campaña... pero ahora... Luego de lo que pasó... (titubeaba, le daba vergüenza, pero tenía que intentarlo) ya que ella no quiere trabajar conmigo pues ¡que se le cumpla su deseo y no venga! C: Sí Maca, ¡tienes razón...! ¡Son cosas de niña! (sentenciaba con seriedad) M: Cruz... es que no me siento con fuerzas de estar a su lado... ayer... cuando me dijo que estuvo con su ex, yo no lo soporté y no dije nada, yo me fui... y sé que si estoy a su lado voy a terminar explotando y... (casi balbuceaba) C: Pero a ver qué fue lo que pasó, que te tiene así, ¿cómo es eso de que estuvo con su ex? M: Cruz... es que es muy... sí, Esther el viaje que hizo el fin de semana... lo hizo con su ex... y parece que recordaron viejos tiempos, ¡se acostaron! C:... Pero... que me dices, si Esther se separó de ése hombre, porque no podía estar a su lado, ella no siente nada por él... M: ¡JA! ¡Pues parece que nos engaño a todos! C: Maca, ven acá escúchame, ¿Esther no te ha contado todo lo que ha pasado con su ex? ¡Ella me dijo que te lo iba a contar! Es que ¿no se suponía que ustedes iban a hablar? M: ¡La verdad, que hablar casi no hablamos, todo se salió de los planes que tenía, yo no pude explicarle nada, ella ya venía con la idea fija, de que debíamos terminar y yo me fui! C: Pero... yo no las entiendo de verdad ¡eh! ¡Parecen unas niñas! Pero ahora yo no puedo, eso le toca a ustedes, sentarse con calma, hablar, explicarse las dos, aclararse M: ¡Sí cómo no! Esther no deja hablar, además ella se ve que quiere regresar con el gili... C: ¡Maca! Yo no sé lo que está pasando, pero te puedo asegurar que Esther no quiere a ése hombre, la hizo sufrir muchísimo, le hizo cosas terribles, hubo un tiempo que ella le tenía terror, pero te puedo asegurar que quererle no M:... No entiendo entonces, ¿por qué se fue con él? C: Eso no lo sé Maca, a mi ella sólo me pidió permiso para faltar esos días, no me dijo para que, solo que necesitaba descansar M: No sé... ¡no sé! Algo pasó para que ella cambiara de opinión, quizás necesitó irse con él para reforzar su orientación sexual, se arrepintió de estar conmigo y necesita replanteárselo, ¡no sé! Lo que si te digo es que ¡¡¡SE ACOSTO CON ÉL!!! ¡¡¡Y eso no puedo olvidarlo!!! ¡¡No puedo!! (el dolor la hizo subir el tono de su voz en un momento, se controló y se sentó derrotada, puso su cara entre sus manos llorando) perdóname Cruz no pretendía levantar la voz C: ¡Tranquila! (apretó su hombro) tranquila, pero debes tratar de controlarte, no puedes seguir así, si deseas puedo correr la fecha de la campana con los niños M: ¡NO! No es necesario, ya los niños están por llegar, yo ya me calmo y bajo C: Ok, yo en un rato me doy una vuelta y si necesitas refuerzo avísame que te mando a alguien M: Ok, me bajo, chao

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Maca bajo a urgencias, hizo una ronda, pero no tenía pacientes en ése momento, parecía una mañana tranquila, buscó a Claudia y la encontró en un box atendiendo un hombre, Claudia al verla le sonrió y le hizo senas para que se acercara M: Hola Dra. ¿cómo va? Claudia: Muy bien, aquí revisando a este señor que al parecer el amor lo cegó y no vio una escalera Paciente: Si para que usted vea Dra. mi novia que me tiene en las nubes y me fui escaleras abajo jajaja M: ¿Y se iré? Paciente: ¿Y qué voy a hacer? La verdad mucho no me duele Claudia: Sí pero su novia hizo bien en traerlo, rodó toda la escalera abajo, esas caídas son muy peligrosas y traicioneras, aunque parezca el hombre de goma y aparentemente no tenga nada debemos revisarlo, pero por lo que he visto hasta ahora está muy bien, debe darle gracias a alguien allá arriba, porque aparte de algunos moretones no tiene nada M: Sí definitivamente mucha suerte, pero tenga cuidado, ¡no la tiente mucho! Claudia ya casi es horade comer, ¿estás libre? ¿Almorzamos juntas? Claudia: Sí, termino aquí y estoy completamente libre, podemos ir a almorzar, pero no puedo alejarme M: Sí lo sé, vamos a almorzar aquí mismo en el cafetín del hospital, no hay almuerzos muy buenos, pero las ensaladas son muy ricas, no es tan malo Claudia: Ok M: Te espero por aquí y nos vamos juntas Bajaron juntas al cafetín, era hora de almuerzo y estaba relativamente lleno, ambas escogieron ensaladas y se sentaron en una de las pocas mesas que quedaban desocupadas, Maca al sentarse se dio cuenta que Esther estaba en una mesa junto con Alicia y otras dos compañeras, Claudia notó el cambio en la expresión de la cara de Maca y sin ningún disimulo miró hacia donde se dirigían los ojos de la pedíatra Claudia: Maca, ¿qué pasa? M: ¡Esther! está ahí en esa mesa Claudia: Uy ¡al fin la voy a conocer! dime ¿cual es? M: La más hermosa Claudia: Jajajaja ¡¡que tonta estas de verdad!! M: La que tiene la camisa blanca bajo el uniforme Claudia: Sí es hermosa, pero en este momento le sale fuego por los ojos ehh, creo que está lanzando flechas para acá M: ¡Claudia! Claudia: Pero si es la verdad, porque creo que esa no sea su expresión en la cara normalmente. Es más, ¡creo que esas flechas vienen dirigidas a mí! ¡Déjame cambiarme para este lado tuyo, no quiero darle la espalda y que me apuñale de sorpresa! Jajaja M: ¡Claudia! ¡No tienes remedio! Jajaja, vamos a comer dale, que debemos regresar a nuestro trabajo Claudia: Sí eso es lo malo de ser esclavas M: Jajaja ¡sí! Eso tenía Claudia, era capaz con pocas palabras de hacer que le cambiara el humor a Maca, Maca comía más relajada a pesar de tener a Esther a pocos metros y de sentir el

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dolor que tenía por dentro. Pero desde la mesa, Esther al verlas reír pensó que hablaban y se reían de ella E: ¡No claro! ¡¡Encima!! (se levantó de muy malas pulgas y se retiró dejando a sus compañeras con la boca abierta, sin saber que le había pasado) Alicia:... ¡Esther!... pero ¿qué le pasa a ésta? Claudia: Uyuyui M: ¿Qué pasó? ¿No te gusta la ensalada? Claudia: ¡No! ¡Tu tormento se acaba de ir cabreada! lo dicho, tú puedes hacerte todas las pajas mentales y pensar lo que quieras pero no le gustó verte conmigo, ¡yo creo que tiene celos! (le decía con una sonrisa burlona en los labios) M: ¿Celos? Estás loca Claudia: Loca no, cariño, es que tú estás ciega, yo creo que ella cree que entre tú y yo hay algo M: ¿Tú crees? Pero ¡si ni sabe quién eres! Claudia: ¡¡Menos mal!! Porque si llega a saber que tú y yo tuvimos lo nuestro, me mata de entrada eh jajajajaja M: ¡Vaaaaa! Que piense lo que le dé la gana, ya da igual, al fin y al cabo ya no importa ella está con su ex, ¿no? ¡Pues que se aguante! Claudia: Bueno, ¡si tú lo dices! Así que no te importa, ¿no? M:... (hizo un gesto claro que era mentira) Claudia: Jajaja lo sabía, pero no es necesario que te hagas la dura conmigo ehh M: Jajaj es verdad soy una tonta. ¡Sí, me importa! Y me duele un montón, pero no me queda otra que aguantarme, ella fue la que decidió terminar, ni siquiera me dejo explicarme Claudia: Sabes que yo no opino lo mismo, ¡lo mío es tomar el toros por los cachos y enfrentarlo! deben hablar aunque tengas que agarrarla, amarrarla a una silla y con un bozal para que solo escuche, que no hable y ahí le sueltas todo. ¡Si sigue igual de obcecada bueno por lo menos te sacas esa espina de adentro! M: Jajaja no es mala idea... pero las cosas no son así, al menos para mí Claudia: Lo sé, te conozco mucho y lo sé M: Bueno, vámonos, ¡ya hablamos mucho! En la noche seguimos en la casa (se levantaron y Maca siguió un impulso y tomó a Claudia por un brazo y la atrajo hasta ella, y caminaban así tomadas del brazo) Ayyy amiga linda, ¡¡no te imaginas lo feliz que soy de tenerte aquí!! Claudia: Lo sé, ¡igual yo! Pero hay alguien que estoy segura no lo está, hasta que no sepa cuál es nuestra relación, aunque... (Claudia se detuvo de golpe y tenía una expresión muy picara) M: Aunque ¿qué? loca, que te conozco ¡eh! Claudia: Se me acaba de ocurrir una brillante idea... pero déjame, ¡te la explico esta noche en casa! Jajaja M: Uyyy ¡miedo me das! Claudia regresó a cortinas y Maca aunque el buen rato que había pasado con Claudia le había suavizado un poco el humor, en ése momento lo menos que quería era estar cerca de Esther, se sentía muy herida y dolida con ella, jamás esperó lo que le hizo. Pero no tenía elección ya le habían informado que los niños del primer grupo acababan de llegar, ya los estaban organizando, sólo esperaban por ella

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Llegó puntual, nunca le gustó esperar y no le gustaba que la esperaran, no importaba cual fuera el motivo siempre había respetado el tiempo de los demás, llegó al área que estaba acondicionado para atender a grupos grandes, ya los niños habían llegado con sus maestros, las enfermeras que la asistirían los habían organizado para que pasaran uno por uno. Esther estaba a la cabeza de sus enfermeras, preparaba todo lo referente al protocolo, ni siquiera levantó la cabeza para mirarla M: Buenas tardes a todos (dio un saludo generalizado pero mirando y sonriendo a los niños que estaban sentaditos y formados con una ficha en la mano) Alicia ya puedes ir pasándome a los pacientes (prefirió dirigirse a Alicia, cosa que por supuesto no le gustó a Esther y saltó) E: ¡Disculpe Dra. Fernández, pero para eso estoy yo! ¡Aquí estoy para organizar a mis enfermeras para que la asistan! Usted no se preocupe, ¡entre a su consultorio y le iremos pasando a los niños con sus respectivas historias! M:... (conociendo su carácter no le sorprendió su actitud pero le pareció increíble lo borde e infantil que podía ser Esther a veces, a ella le provocó ponerla en su sitio y decirle lo que merecía en ese momento, pero no estaba para tonterías, decidió controlarse, no podía nuevamente perder los papeles y menos frente a unos niños, respiró profundo, pero no pudo evitar lanzarle una mirada acusadora e irónica) ¡Esta bien como usted diga! (sin más, se metió en el consultorio) Alicia y Sonia les pareció muy extraño éste comportamiento de las dos, siempre las habían visto juntas y muy amigas, de repente parecía que estaban discutiendo, pero siguieron con su trabajo y no le prestaron mayor atención Los niños fueron pasando uno a uno, Maca como era su costumbre cuando se trataba de niños, les hizo una consulta muy minuciosa, sabía que muchos de esos niños, seguramente sus padres no los llevaban regularmente al pedíatra, unos por falta de tiempo, otros por falta de dinero, otros por ignorancia y algunos hasta por desidia, no quería que se le pasara nada por alto, Alicia y Sonia la asistieron perfectamente, el trabajo fluía muy bien gracias a la forma en que lo habían organizado, sabía que mucho del merito era de Esther Esther se quedó siempre fuera no entró ni una sola vez, en parte le hizo hasta un favor, tampoco tenía ganas de verla. Pero Cruz tenía razón, debían cambiar de actitud, eran personas adultas, no podían permitir que sus problemas personales interfiriera con su trabajo, no era profesional Ya tenían varias horas trabajando, notaba el cansancio, decidió preguntar cuantos quedaban M: Sonia, ¿tienes idea de cuántos niños quedan fuera esperando aun? ¿Me lo puedes averiguar? Sonia: Sí claro Dra. (salió y regresó a los pocos minutos) Esther me dijo que sólo quedan 6 niños M: Ok gracias Sonia (Esther aun seguía afuera, pero no había querido entrar)

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Al rato terminaron las consultas, salió y conversó con una de las maestras, todo había salido bien, gracias a Dios en ése grupo de niños ninguno ameritaba consultas extras, los maestros agradecieron su atención, ellos y los niños se despidieron En una esquina estaba Esther organizando sobre un escritorio, todas las historias, veía como llenaba lo que debía ser el memorándum que entregarían a la dirección, se le quedó mirando, le parecía muy hermosa, siempre le había gustado su responsabilidad y orden en su trabajo, por esa razón por lo menos en el trabajo siempre se la llevaron muy bien. Esther sintió que la miraban y levanto la vista, sus ojos se cruzaron. Se quedaron mirando unos segundos, Esther reaccionó, dejo en el archivo las historias y tomó el memo que debía entregar E: Dra. Fernández... Si no me necesita más, ¡me voy! M: ¡Sí! ¡te Necesito!... necesito hablar contigo (se esforzó para que su voz y sus ojos transmitieran frialdad e indiferencia, pero no podían esconder una inmensa tristeza) E: No tenemos nada más que hablar M: Estás muy equivocada, necesitamos hablar, aclarar muchas cosas, no podemos seguir comportándonos así, reconozco y acepto también mi parte de culpa en este comportamiento, pero debemos tratar de limar algunas asperezas ya que a pesar de todo seguiremos siendo compañeras en el hospital y tendremos que trabajar juntas más de una vez E: Eso es muy fácil de evitar, ¡yo lo propuse pero tú pediste trabajar conmigo! M: Pero... porque eres tan... ¡tan obstinada! Es... es increíble, definitivamente contigo no se puede hablar, ¡tú atiendes y escuchas solo lo que te da la gana! E: ¡Mira yo no tengo ganas de hablar ni de discutir! así que ¡dejémoslo ya! Ya hablamos lo que teníamos que hablar M: ¿Qué? te recuerdo que la única que habló fuiste tú, me lanzaste una bomba, sin darme siquiera oportunidad de decirte que era lo que estaba pasando... E: ¿Qué estaba pasando? ¿Me ibas a decir que estaba pasando después de haber estado más de una semana rehuyéndome, borde y antipática conmigo? ¡Aguantándome tu mal humor, tu silencio! ¡Aguantando que me pasaras por las narices a tu ex, sin darme una explicación! Yo... quise ser sincera y te confesé algo que había pasado y tú huiste, ¡eso ya me dijo todo lo que necesitaba saber! ¡Ya no me interesa ninguna explicación! M: ¡Creo que nunca te interesó! ¡Obtuviste lo que quisiste de mí y te fuiste a los brazos de tu querido galán de pacotilla! E: Basta, ¡no tengo por qué seguir escuchándote! (se dio la vuelta para salir pero las palabras de Maca le hicieron detener sus pasos) M: Me gustaría saber ¿por qué?... ¿por qué jugaste conmigo? (en sus palabras se palpaba el dolor) E:... Yo... no jugué contigo (casi era un susurro) M: ¡Sí lo hiciste! ¿Explícame por qué? si lo que querías era regresar con tu ex, sino querías estar con una mujer porque hiciste que me enamorara de ti para después darme el zarpazo E: (le dolía que Maca pensara eso) Maca... yo no quería regresar con mi ex... no te di ningún zarpazo... yo M: Ah ¿no? Entonces ¿qué? Te fuiste y te acostaste con él para recordar viejos tiempos ¿o es que extrañabas tener dentro el gran pene de tu marido? E:... ¡Eres una... desagradable! ¡vasta no lo aguanto! (hizo el intento nuevamente de retirarse pero esta vez Maca la sostuvo por el brazo, la jaló hacia ella, quedando muy pegadas)

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M: Ahh dime, tenías curiosidad, ¿era eso? Me provocaste porque tenías curiosidad ¿ah? ¿querías saber cómo se hacía el amor con una mujer? (cada vez la apretaba más y sus caras estaban a pocos centímetros) Me lo hubieras pedido desde un principio, te hubiera hecho el favor con gusto (soltó con una mueca irónica) no tenías que hacer que me enamorara de ti para follarte, te hubiera hecho el amor cuantas veces me lo pidieras ehh... (cada vez se acercaba más, la apretaba contra su cuerpo, sus dedos apretaban sus brazos, sus ojos estaban llenos de dolor y al mismo tiempo de una gran pasión, pasaban de los ojos de Esther a sus labios, estaban muy cerca, apenas unos centímetros separaban su boca de la de Esther... un escalofrío invadía el cuerpo de Esther no podía dejar de mirarla, también miraba la boca de Maca, sentía un gran deseo de besarlos, sus corazones latían mucho más rápido de lo normal) M: Dime Esther, porque lo hiciste, mmm (Maca le susurraba a su oído estas palabras, mientras le besaba el cuello con lujuria) Me vuelves loca no era necesario que me engañaras, te deseo demasiado E: Maca... no... por favor no sigas... mmm... Déjame ir M: ¿Sabes? A pesar de lo que me has hecho te sigo queriendo, ¡soy una estúpida! ¡No te puedo sacar de mi corazón! M: Te quiero... y te burlaste de mí... E:... Maca no... yo no... Las dos temblaban, Maca se separó unos centímetros para verla a la cara, la miró a los ojos con una mirada intensa, vio como Esther fijaba sus ojos en sus labios y entreabrió los suyos llamándolos, los deseaba demasiado, ya no hubo más palabras se humedeció sus labios con su lengua y suavemente atrapó los labios de Esther entre los suyos, primero la beso dulcemente, luego los succionaba de una manera feroz, su lengua se abrió camino dentro de la boca de Esther, sus manos la acariciaban, Esther sentía la presión de las manos de Maca en su espalda, sentía sus pechos contra los suyos, sentía que se desvanecía que sus piernas ya no la sostenían, sus manos ya no pudieron quedarse quietas tomaron vida propia y abrazaron a Maca, cerró los ojos extasiada, la besó ansiosa, su olor la fascinaba... Sonia: Dra. ya estamos lis... (justo en ese momento, salían Alicia y Sonia del consultorio, se quedaron paradas al ver lo que estaba sucediendo) Ellas se separaron rápidamente, Esther se dio vuelta, para darle la espalda a sus compañeras que acababan de salir, las había olvidado completamente, se puso muy nerviosa, le latía el corazón con mucha fuerza, sentía el rojo pasión en su cara, se quedó mirando al suelo sin decir palabra, sin mirar a nadie, habían sido muy imprudentes en besarse, reaccionó se fue avergonzada, salió a paso veloz de ahí M:... Mmmm... ehhhh... está bien... gracias (se quedó mirando cómo se alejaba Esther con prisa, pero lo que no pudieron ver sus ojos eran las lágrimas que corrían por sus mejillas, luego miró a las enfermeras, quería explicarles lo que habían visto, pero lo pensó mejor, no valía la pena, que pensaran lo que quisieran, le daba igual, se despidió y se fue) Alicia: Uyuyui ¿te diste cuenta? Sonia: Sí aquí está pasando algo muy raro, ¿es idea mía o estaban abrazadas a punto de besarse?

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Alicia: ¿A punto de besarse? ¡A punto no! ¡¡se estaban pegando un morreo que ni en las películas!! Pero no entiendo, yo sé que Maca es lesbiana, nunca lo ha ocultado, ¿pero Esther? la conozco hace mucho y nunca... ella estuvo casada con un hombre y tiene una hija... no entiendo nada eh. En fin no sé qué está pasando, ya nos enteraremos, vamos a seguir trabajando Esther se metió en el baño del vestuario de enfermeras, había llegado sin detenerse en ningún momento, no se dio cuenta ni con quienes se pudo haber cruzado en el camino, estaba fuera de sí, lloraba, sus manos temblaban, se lavó la cara una y otra vez quería borrar esas lágrimas tontas de su rostro, pero era imposible, no podía parar de llorar, el agua del grifo se mezclaba con sus lágrimas, se miró al espejo y vio el reflejo de la mujer más desdichada de la tierra, todo le salía mal, cada vez su vida se complicaba más. Le dolían mucho las palabras que le dijo Maca, no era verdad, no había jugado con ella, la amó, la amaba, pero tenía mucho miedo. Lo de ellas no podía ser, debía alejarla, Roberto había sido muy claro y ahora que sabía la verdadera razón de su amenaza, sabía que iba en serio, él por dinero era capaz de todo, le quitaría a Paula, ¡no iba a permitirle rehacer su vida y menos con una mujer! le dolía mucho que Maca estuviera sintiendo eso y en parte tenía razón ella no sabía cómo era Roberto, nunca llegó a contarle los detalles de lo que sucedió, de lo que era capaz, Pero sabía que si le decía la verdadera razón se iba a empecinar, la conocía, la iba a seguir presionando y ella no se atrevía a enfrentársele a él y a su terrible familia Además ahora a pesar de las palabras y del dolor que vio en sus ojos, no estaba completamente segura del amor de Maca, si la quería tanto ¿por qué estaba con Vero?, ¿por qué Claudia? No podía arriesgarse, enfrentarse a su ex, por algo de lo que no estaba segura, ¡no podía arriesgarse a perder a su hija por nada de éste mundo! Como pudo logró recobrar un poco la compostura y se tranquilizó Aun le quedaba una hora de su turno, pero no podía estar un minuto más en el hospital, sentía que se ahogaba, se cambió y fue a recepción, allí dejaría dicho que se iba Se dirigía a recepción ya vestida de calle, se encontró con que Claudia estaba ahí también vestida para irse, hablando con Teresa, su primer impulso era dar la vuelta y seguir por otro camino, pero era imposible tenía que firmar y largarse de ahí E: ¡Teresa! ¡Puedes darme para firmar por favor! (había sido un día muy duro y no estaba de humor como para estar más de dos minutos en esa recepción) T: Uyy por Dios ¡¡me asustaste!! ¡¡Que prisas!! (pegó un brinco Teresa) Claudia: Jajajaja E: (no le hizo gracia que Claudia se riera y volteó a mirarla con muy mala cara) ¡Tengo prisa! mi hija me espera Llegaba Maca pero aun con la bata, Claudia la vio y fue a su encuentro Claudia: Eyy pero ¿tú aun así? M: Cariño, lo siento pero se me complicó un paciente que atendí ésta mañana, tengo que quedarme, vete tú a casa, ¡no me esperes despierta que seguro llego tarde! Hablamos mañana (dichas éstas palabras le dio un pico, muy leve, era costumbre entre ellas, Maca no se había dado cuenta que Esther estaba ahí, ya que se había colocado a

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un lado del mostrador, lejos de Claudia, pero lo que dijo Maca con la mayor inocencia del mundo, para Esther sonó muy distinto a lo que en realidad significaba) Claudia: (Claudia que si sabía que Esther estaba ahí, se quedó con los ojos en blanco) Ehhh... ok... ¡me voy nos vemos luego...! ¡¡¡Me mata, seguro ahora si me mata!!! (decía muy despacio casi para si misma y salió, pero Maca la escuchó) me voy M:... Pero... esta mujer está cada vez más loca... (Maca se acercó a recepción, ahí fue que vio a Esther y se dio cuenta porque Claudia había actuado así, no le importaba, a estas alturas no le debía ninguna explicación a Esther pero le dio mucha gracia la reacción de Claudia, se le quedó mirando unos segundos, Esther le sostuvo la mirada, aun sentía el sabor de sus labios. No dijo nada, se dio la vuelta y regreso por el camino por el que había llegado) E: Teresa... dime algo tú sabes algo de ésta Dra... humm Claudia creo que se llama (a pesar de su malestar y las ganas que tenía de irse, pensó que era un buen momento para sacar algo de información) T: La verdad no sé gran cosa, solo que es neuróloga y parece que de las buenas ehhh E: Sí... sí pero ¿qué relación tiene con Maca? (sabía que esa pregunta iba a encender todas las alarmas de Teresa, pero no le importaba era más grande la curiosidad que sentía) T: Ummm según que son amigas, creo que estudiaron juntas, pero aquí entre nos... yo creo que entre ellas hay algo más, ésta Dra. es muy “cariñosa” con ella y además está viviendo en casa de Maca E: ¿Qué?... ¿están viviendo juntas? T: Sip... ayer me dio la dirección de Maca, cuando llené su ficha, llegan juntas, se van juntas E: Ahhhh, Teresa me voy, hasta mañana (no se esperaba eso, se fue cabizbaja y muy triste, sentía una mezcla de sensaciones, por un lado quería que Maca se alejara, pero al mismo tiempo sentía rabia, ¡la que jugaba era ella! Primero le dice que la ama que no está con nadie, le reprocha su comportamiento, la acorrala y besa y mientras tiene viviendo en su casa a la nueva, ¡que sucia mentira!) T:... Ehhh... no te vayas que quiero preguntarte... bueno y... ¿a ésta que le pasa, antes tan amiga con Maca y ahora? Al terminar con su paciente, Maca se fue a casa, Claudia a pesar de lo dicho, estaba despierta, viendo una película en la tele M: Mmmmm estoy muerta (se echó en el sofá en el que estaba sentada Claudia) ¿por qué no te has dormido? Es muy tarde, ¿no tienes sueño? Claudia: Nop... ¿cómo está el niño que se te complicó? ¿estás muy cansada? M: Estoy frita Claudia... ¿sabes lo que me hace falta? Claudia: ¿Qué? (la miró demedio lado y con una ceja levantada) M: Uno de esos masajitos que tu sabes dar (le picaba un ojo) Claudia: Que morro tienes ehh M: Anda no seas maluca, sabes que son los únicos que me relajan (sin esperar respuesta se quitaba la camisa y se recostaba en el sofá) Claudia: Oye... no deberías hacer eso eh... ¡¡que no soy de hierro!! (le echaba una mirada provocadora a sus pechos, moviendo sus cejas rápidamente) M: Jajaja no seas boba, Claudia si me has visto desnuda más que mi madre, además ¡has visto de mi mucho más que esto!

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Claudia: Precisamente cariño, ¡¡donde hubo fuego cenizas quedan!! (entornaba los ojos y decía con un tono muy filosofal) M: (Maca se daba la vuelta sorprendida) Claudia, lo nuestro está más que hablado y superado, ¡¡no sigas con eso que ya me estoy preocupando!! Claudia: Jajajaja que tonta eres ehhhh, sabes que siempre me ha gustado bromear con eso, ¡no te pongas así! M: Lo sé pero es que desde que llegaste estás con eso Claudia: Va tonta, date la vuelta, que te voy a dar uno de mis masajes milagrosos, pero si te quedas dormida que conste que te dejo aquí ehh, no pienso cargarte hasta la cama M: Jajajaja, ¡nunca has podido! ¡dale empieza! Claudia: (comenzó con sus masajes, Claudia sabía que lo de ellas había sido algo pasajero, una locura de juventud al menos para Maca, pero para ella... M: Ummmmm que rico mmmm Claudia: (estaba consciente que si seguía viviendo ahí, iba a sufrir mucho, debía buscar un piso cuanto antes, ¡ufff como estaba subiendo la temperatura!) M: Mmm siempre has sido la mejor mmm (ronroneaba de placer por los masajes) Claudia: ¡Como sigas haciendo esos ruidos te pellizco! (sabía que lo de ellas no tenía futuro, pero su piel y su corazón no entendía de razones, cuando Maca y ella luego de haber sido pareja durante 6 meses en la universidad, se dieron cuenta que lo suyo era un cariño de amistad y no de pareja, siguieron compartiendo apartamento hasta terminar sus carreras, se la llevaban muy bien como amigas, su amistad era muy importante para ellas, Maca comenzó a salir con otras mujeres, pero nunca supo que con el tiempo Claudia se dio cuenta que estaba enamorada de ella, pero se quedó callada y aceptó la relación que tenían, no quería perder su amistad, sus bromas y chistes cuando estaban juntas era también una forma de disimular sus sentimientos) M: Ummmmm que rico uffff como extrañaba estos masajes, son los mejores (con voz ronca, casi con somnolencia) Claudia:... ¿Sabes qué? ¡a dormir! (se levantó de golpe, ese tono de su voz la desarmaba completamente y como había dicho no era de hierro) yo estoy muy cansada, tú también ¡y mañana será un día duro! M:... Ummm que aguafiestas eres... Yo lo que creo es que te estás poniendo mayor ehh ¡ya no tienes aguante! (se levantaba casi sin fuerzas) Claudia: Lo que tú digas, buenas noches, hasta mañana (se iba hacia su habitación) M: Eyy espera, ¿no me dijiste que plan macabro se te ocurrió en el hospital? Claudia:... Mmmmm bueno es que lo pensé mejor y no sé... ¡mejor no! M: Oye, ¡sabes que me molesta muchísimo eso! No me gusta que empiecen a decirme algo y luego me dejen con las dudas Claudia: Uyy está bien, te lo voy a decir, sino quien te aguanta M: ¿A mí? Claudia: ¡Sí a ti! Ok te cuento, tú podrás decir lo que quieras, pero a Esther la vi muy celosa cuando nos vio juntas y bueno (se le dibujo una sonrisa entre infantil y picara en la cara) se me ocurrió jugar un poco con tu tormento, quizás así reaccione M: Pero ¿por qué sigues con eso? ¡Ella no está celosa! Claudia: ¡Pero tú no eres más tonta porque no eres más grande! ¡Porque te quiere! y no le gusta verte conmigo, se imaginará cosas, ¡tú no te das cuenta por boba! M: (le daba en el brazo) ¡No te pases! Claudia: ¡¡Salvaje!! (se frotaba el brazo)... bueno había pensado que si nos ve a ti y a mi en plan... digamos empalagosas, besito por aquí, agarradita de mano por allá... osea fingir frente a ella que somos algo más que amigas, pues seguro reacciona y se te echa encima

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M: Sí claro se me echa encima pero ¡para sacarme los ojos! Claudia: Uyy ¡cállate y escucha! Tú no sabes eso de que hay gente que se le antoja algo cuando se lo ve a otra persona, pues cuando te vea conmigo, seguro los celos se le ponen a millón y me arranca de tu lado y... (gesticulaba mientras hablaba) M: Jajaja ¡que teatrera eres por Dios! no Claudia, ¡no me gustan esas cosas! Yo creo que más bien la voy a poner más en contra mía Claudia: ¡Que no! ¡Vas a ver que funciona! M: Además ¿para qué? ¡parezco tonta! ¿Para que estamos hablando de esto? ¡si yo a Esther ya la perdí! ¡Ella volvió con su marido, ya no tengo nada que hacer ahí! Claudia: La peor pelea es la que no se hace, tú la quieres, recuerdo lo que me contabas de ustedes por teléfono, así que yo dudo mucho que Esther no sienta algo por ti, si yo fuera tú, probaría de todo antes de darme por vencida, la verdad no te conocía esa faceta tan blanda M: ¿Blanda? ¿Por qué dices eso? Claudia: Sí blanda, porque la Maca que yo conocí, lucharía por su amor, le pediría una explicación a esa mujer y le pediría que te dijera en la cara que no te ama, que ama a otra persona, no se rendiría así, ya te dije, tienen que hablar, aclarar posturas, las dos la cagaron a su manera, que te diga porque después de todo lo que te dijo de su ex, terminó yéndose de fin de semana y acostándose con él... M: Clau ¡¡¡no me recuerdes a ese gilipollas!!! ¡Espero que no se me cruce en mi camino porque sino! Claudia: ¡Sino nada! Las que tienen que aclararse son ustedes, si luego que hablen y se digan todo lo que tienen por dentro y creen que no va a funcionar, pues cada una su camino, ¡pero no se nieguen esa oportunidad por falta de comunicación! M: Sí tengo que hablar con ella, pero no voy a darle celos, sé que eso en ella hace un efecto negativo, la perdería completamente me odiaría, sembraría más la duda en ella. Ya buscaré la forma de hablar Claudia: ¡Así se habla amiga linda! Ahhh pero está bien en lo de no querer darle celos, pero... Jijiji podemos comportarnos como siempre lo hemos hecho y que ella piense lo que quiera ¿no? M: La verdad para como están las cosas, yo puedo hacer lo que me venga en gana, tampoco tengo que darle ninguna explicación, yo no estoy segura si sigue o no acostándose con él. Como tú dices que piense lo que quiera, si me quisiera confiaría en mi y se daría cuenta que la amo y que no me gusta nadie más Claudia: Oye cómo te encanta clavarte el puñal ehhh, ¡no conocía esa vena masoquista en ti! M: Que quieres Clau no puedo olvidarlo, me lo lanzó así en la cara, que sé yo que sucedió, ella dice que estaba borracha pero... ¡eso no la justifica! Claudia: Bueno no le vamos a dar celos, pero cuando nos vea juntas te digo que va a hacer el mismo efecto ¡Ehh! una persona celosa se monta muchas películas con apenas un roce de la mano, te puedo asegurar con lo poco que vi de ella que esa chica está muy celosa, te digo que ha puesto unas caras de fiera herida y rabiosa que me da miedo ¡ehh! M: Jajaja pues si es como tú dices, ya te veo con rajuños, porque Esther tiene un carácter que ni veas ehh yo tú me cuidaría las espaldas jajajaja Claudia: Ja- ja- ja claro ¡¡tú ríe!! M: Jajaja Esther al salir de su trabajo había ido a casa de su madre a recoger a la niña, comió con ellas y se fue a su casa, acostó a su hija y ella se dio un baño, estaba completamente

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abatida, se quedó un buen rato bajo el agua tratando de relajarse. Se metió en la cama de una vez, no podía más, tomó un libro que tenía para leer en las noches, pero se dio cuenta que en diez minutos no había pasado de la misma página, lo dio por imposible y lo dejó. Pensaba en Maca, en todo lo que les había ocurrido, lo hermoso que habría podido ser todo, comenzó nuevamente a llorar Amanecía con un sol radiante, Esther llegaba al hospital con unos grandes lentes de Sol, pero la verdadera razón para usarlos era para ocultar las grandes ojeras con las que se había levantado E: Buenos días Concha, ¿aún no ha llegado Teresa? Concha: Buenos días Esther, no, hoy su turno es de tarde E: Ahh ok, bueno me voy al trabajo, hasta luego Mientras en casa de Maca Claudia: ¡Mierda! Maca... Maca... despierta, ¡te quedaste dormida! M: Mmmmmmm, Estherrrr Claudia: ¡Esta lo que está es soñando con su tormento! ¡Maca levanta que se te hace tarde! M: Un rato... más... mi amor... Claudia: ¡MACA! ¡¡Levanta!! (la movió para que al fin saliera de ese sueño) M:... Pe... Pero ¡qué te pasa loca! ¿Qué haces? Claudia: Como que qué hago, que te quedaste dormida bonita, ¡hay que trabajar y tú soñando con tu Esther! M: Mmmm ¡que rico! Claudia: ¡Eres un caso perdido! ¡Me voy sino llego tarde también al hospital y yo soy nueva! Allá tu lo que haces, estás grandecita para la gracia M: ¡Cálmate! Lo siento olvidé decirte que hoy entro dos horas más tarde Claudia: Como no vas a olvidarlo si lo único que tienes en esa cabeza es Esther, Esther y Esther M: Pedí llegar más tarde, porque hoy tengo que ir a buscarlos resultados Claudia: ¿Qué? ¿y por qué no me lo dijiste? Yo me voy contigo, llamo al... M: ¡Claudia no! Quédate tranquila yo los recojo, te prometo que no los abro; En realidad no tendría el valor de abrirlos sola, al llegar al hospital te busco y lo abrimos juntas ¿ok? Claudia: Está bien, entonces me voy nos vemos en el hospital, un beso de buena suerte (se abrazaron y besaron) Cumpliendo con lo que le había prometido, al llegar al hospital la buscó, llevaba el sobre en el bolsillo de la bata, se sentaron en una mesa de la cafetería y frente a dos tazas de café M: ¡Dios! Jamás en la vida me había costado tanto abrir un sobre Claudia: Cariño, tranquila, ¡quieres que lo abra por ti? M: Siiiiiii Claudia

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Claudia: Uffff dame (tomó el sobre que le ofrecía Maca, lo abrió le temblaban las manos, pero en cuanto leyó el contenido una gran sonrisa se le dibujó en el rostro, levantándose de golpe de su asiento, tomando a Maca en brazos, la abrazó y daba brincos de emoción con ella) ¡Estás bien! ¡Estás bien! M: Jajajajaja (Maca lloraba y reía al mismo tiempo) C: Bueno, bueno ¿y qué celebran ustedes dos? si se puede saber (se acercaba a ellas Cruz con curiosidad, las había visto desde su mesa) M: ¡Cruz! Ven, son los resultados de la prueba, estoy bien, ¡no estoy infectada! (le decía muy bajo pero muy emocionada) C: ¡Maca cuanto me alegro! (la abrazó sinceramente) Siguieron un rato más conversando muy contentas, Maca se había quitado un gran peso de encima, sus amigas la animaron para que se lo contara a Esther, pero ella les dijo que lo haría más adelante que prefería ir viendo cómo iban las cosas Todas se fueron a sus trabajos, Maca y Esther sólo se cruzaron un par de veces, en realidad parecía que ésta la evitaba. Maca vio que no tenía pacientes pendientes por ser atendidos y se fue a recepción a esperar por alguno, ahí estaba cuando llegaba Encarna con Paula de la mano que al verla se soltó y saltó a los brazos de Maca Paula: Maca... Maca ine ine... vine a vete (la abrazaba con cariño) M: Princesa hermosa, que grande estás (se emocionaba y la besaba repetidas veces) En: ¡Hola Maca! M: Hola Encarna ¿cómo estás? ¿Tiene algo usted, la niña? (preguntó preocupada y sorprendida por su llegada al hospital) En: No Maca tranquila, estamos bien, es que esta niña tiene días sin verte, te extraña mucho y no hace sino repetir tu nombre y pedía verte, así que me decidí y vine M: Encarna, ha hecho bien yo también la extraño, tiene razón... (se acercaba con la niña en brazos y le daba dos besos) si es verdad, perdóname princesa, pero es que... he tenido mucho trabajo y... Encarna no he podido... En: Maca no es necesario, yo sé... (le frotaba el brazo en señal de apoyo) M: ¿Sabes? En: Sí, Esther me lo contó... pero mejor hablamos en otro momento M: (Maca se quedó alucinada, no se imaginó que Esther le hubiera contado a su madre, pero ¿qué le habría contado?) Sí... y cuéntame princesa ¿cómo te has portado? Paula: Yo sempe me porto ben jijiji (la niña decía muy seria y abrazaba a Maca más fuerte, la extrañaba mucho) M: Jajaja sí es verdad, lo había olvidado jajaja, Encarna ¿quiere que llame a Esther? En: No déjala, luego el busco, solo vino porque este renacuajo que quería verte M: Sí yo también te extraño mucho preciosa, no debí dejar de llamarte... (se emocionaba y aguaban los ojos, la besaba nuevamente) Encarna ¿tienen unos minutos? ¿Vamos a tomarnos un refresco en cafetería? En: Sí vamos Ya en cafetería, la niña seguía en brazos de Maca, sentada en una silla, no quería despegarse de ella, eso le arrugaba el corazón a Maca, independientemente a lo que estuviera pasando entre ella y Esther, no debió descuidar a la niña, no se lo iba a perdonar nunca, había sido una egoísta, a veces los adultos no se daban cuenta como afectaban las cosas a los niños

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Paula: Maca, ¿vas a enir a contame cuentos? M: Emmm... sí cariño pronto iré a contarte cuentos y si quieres una tarde de estas, si mami te da permiso, te voy a buscar para ir al parque, ¿quieres? Paula: Siiiiiiiii paque, paque (la niña aplaudía emocionada) En: Jajaja me parece una idea muy buena ehhh, toma cariño (le daba un zumo) En: ¿Cómo has estado Maca? M: Bueno Encarna, no la voy a engañar, he tenido días mejores En: Sí, ¡lo imagino! Pero espero que haya esperanzas de que pronto cambien esos días ¿no? M: Ummm Encarna, no es fácil, han pasado algunas cosas y... En: Maca, no tengo tu versión de los hechos, solo tengo la versión de mi hija y conozco a mi ganado, es orgullosa, terca y cuando se propone ser bruta ¡es la mejor! M: ¡Encarna!, no diga eso, ella es maravillosa y yo tampoco lo he hecho bien, también tengo mi parte de culpa, una cosa trajo a la otra y bueno ya sabe como es se convierten en una bola de nieve que va creciendo... En: ¡Sí, es verdad! ¡Pero si cada una tira para su lado, esa bola como tú dices cada vez va a crecer más y no es lo mejor entre dos personas que se quieren! M: Encarna... ¿qué le contó Esther?... me refiero a... nosotras... usted sabe que ella y yo... (titubeaba no se atrevía a decirle más, se dio cuenta que Encarna sabía más de lo que ella imaginaba, hablaba con conocimiento, pero no quería meter la pata, por temor de cuánto podría saber) En: ¿Están juntas? ¿qué están enamoradas? Sí lo sé, Esther me lo contó, un día llegó muy mal, creo que habían discutido, no recuerdo bien y me lo dijo. En realidad yo ya me había dado cuenta, para mí que soy su madre estaba muy claro que te quería y tú no puedes ocultarlo se te ve en los ojos... M:... Sí... la quiero mucho y usted muy observadora jaja (Maca se sorprendió que Esther le hubiera contado a su madre, se preguntaba cuando abría sido) En: ¡Ustedes los jóvenes, no sé porque creen que los mayores somos tontos, que no somos capaces de ver más allá de nuestras narices! M: Jajaja Encarna, ¡no es eso! En:... Maca... ella está muy mal hija, te quiere, yo sé que te quiere mucho, la oigo llorar en las noches, la veo agobiada, no come, creo que casi ni duerme... M:... Encarna... Yo la adoro, que no te quede ninguna duda, pero han pasado cosas, cosas que... no sé si ella aún me quiere. No estoy tan segura, no sé, ella... ella ya no quiere estar conmigo... En: Maca no sé qué te habrá dicho, pero creo que es mejor que la enfrentes, ella no se atreverá, que hagas que se explique, que tú también te abras y le expliques lo que sea que ha pasado M: Sí... nosotras quedamos un día, yo ya no aguantaba más esta situación, quería sincerarme con ella y no me dejó hablar, ya venía con una idea clara, no le interesaba lo que podría decirle. Ella me dijo que no quería estar con una mujer... que no estaba segura... En: ¡Esa hija mía es tonta! ¡No sé porque te dijo eso! Eso sería antes de conocerte, que no le había pasado por la cabeza estar con una mujer, la verdad a mí también me sorprendió, siempre estuvo con chicos, jamás le vi interés por alguna chica y que conste que no tengo absolutamente nada en contra de eso, el amor es un sentimiento muy grande que se siente independientemente del genero de la persona. Pero cuando me dijo que estaba enamorada de ti, me di cuenta que era real que nunca la había visto ese brillo en los ojos, que jamás la había visto tan feliz como contigo

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M: Y yo Encarna, jamás había sido tan feliz, pero me dijo cosas, yo le dije cosas, me vio un día con mi ex y... yo no actué bien, no he tenido la oportunidad de explicarle En: A veces no hay que oír las palabras que se dicen cuando se está bajo los efectos de los celos o el dolor, debes escuchar a tu corazón más que a tu razón Maca. La cabeza muchas veces sabotea los sentimientos, deben hacer que sus corazones hablen, que se escuchen. Si es verdad las dos han cometido errores, pero son errores que pueden solucionar, a veces los seres humanos hacemos cosas más por brutos y por orgullo que por falta de amor, cosas de las que luego una se arrepiente, no permitan que sea demasiado tarde para ustedes M: Yo la quiero mucho, la necesito, no se imagina cuanto la extraño... En: Deben hablar Maca, es una lástima que este amor tan grande se pierda por tontas, ella es muy terca eh, orgullosa. Maca ella ha pasado mucho con su marido, él la tenía minimizada, está temerosa... sabes que por temor a veces se peca de cobarde, por eso te pido que si la quieres de verdad, si no quieres que lo vuestro se pierda, habla tú con ella, no esperes que ella de el primer paso, que seguro no lo dará M: Es lo que yo pensaba, que tenía miedo de hacer público lo nuestro por su marido, pero ahora no sé... En: Maca, es cobardía, tiene miedo y tiene razones para tenerlo. Luego dale tiempo para que lo haga público, debes entenderla. Sé que para ti es más fácil, lo tenías asumido desde tiempo, pero para ella es nuevo M: No se crea, que a mí también me costó lo mío, mi familia al principio no lo aceptó, aún no lo aceptan pero son más flexibles, pero es que ella parece que no tiene ni la más mínima intención de cambiar las cosas, no le pido que lo publique en la prensa, pero que al menos podamos estar juntas, que podamos compartir como una pareja, con usted con la niña, en un principio y luego... En: Sabes ella no me da detalles cuando se trata de... (se detuvo, no quiso decir el nombre frente a la niña que se entretenía con una muñeca que había llevado)... de su ex, pero tengo mis sospechas que él tiene mucho que ver en esa decisión, en su cambio que ha tenido últimamente M: Sí pero no dice nada. Además no creo que esté tan mal con él si se fueron juntos de viaje... Estuvieron... juntos... se ac... (no quería ni recordarlo) Yo la quiero, la amo demasiado y estoy dispuesta a olvidar todo lo que ha sucedido, pero quiero saber si ella de verdad me ama, que me diga de frente que no ama a su ex... En: ¡Eso es imposible Maca! ¡ni lo pienses! ¡Ella no siente más que rencor y dolor hacia él, le hizo mucho daño y ahora con lo que le hizo en Portugal ese hombre se terminó de hundir! M: ¿Qué fue lo que le hizo? En:... Ehhh... ¡estoy hablando de más! Habla con ella a mi no me corresponde Se quedaron un buen rato juntas en cafetería, Maca disfrutando de la niña, la niña contándole con sus medias palabras todo lo que había aprendido en la guardería. Llegó el momento de irse, Maca le dijo que iba a intentar acercarse a Esther y tratar de hablar. Le prometió a la niña que la llamaría todas las noches igual que antes y que la iría a ver, aunque tuviera que ir cuando no estaba Esther, la extrañaba demasiado y ella no debía pagar los platos rotos. Estaban despidiéndose en recepción cuando llegó Esther E: ¿Mama?... ¿Qué pasó?... ¿Qué haces aquí con la niña? (le preguntaba preocupada, no se esperaba encontrarse con su madre ahí, y por lo que veía se estaba despidiendo de Maca casi en la puerta, ósea ya estaba de salida) En: Uyy llegó Sherlok, cuantas preguntas hija!

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Paula: Mama mamá, (llamaba a Esther desde los brazos de Maca para que se acercara) mida, Maca es mamá M: Sí cariño... es... mamá Paula: Mama ven (le hacía señas a su madre que se acercara a ellas, ya que no quería bajar de los brazos de Maca) E: (pero Esther seguía esperando la respuesta de su madre, quería acercarse a tomar a su hija pero al estar en brazos de Maca no se atrevió le temía a su cercanía) Mamá dime, ¿qué pasa? En: Uy que carácter ¡te aseguro Maca que de mi no lo heredó! Esther, No pasa nada, solo vinimos a visitar a Maca, sabes que la niña la extraña mucho E: (Esther miró a Maca, aún seguía con la niña en brazos que la tenía abrazada por el cuello) Sí, la extraña mucho (“y yo también hija yo también la extraño un montón”) Paula: Mami, mami, Maca ze va a venir con nozotras a casa (le decía contenta la niña inocente) M: Ehhh cariño no puedo ir Paula: ¿Poque? M: Cariño, ¿te acuerdas que te dije que tenía mucho trabajo? Paula: Ti M: Bueno pues por eso, pero si te prometo que te llamaré y te iré a buscar para ir al parque con la abuela, ¿sí? Paula: Sí, sí M: Bien, te quiero mucho cariño, ¡dame un beso! Paula: (Paula la abrazaba y le daba besos) Yo tamben te quedo mucho Encarna y Esther miraban emocionadas la imagen de Paula y Maca profesándose tanto cariño, esa niña adoraba a Maca M:... Bueno princesa, tengo que volver al trabajo, dame otro beso muy grande (la niña la beso) jajaja ¡¡que rico!! ¡ve con tu abuela (Maca le pasó la niña a Encarna) En: Sí pero la abuela ya no puede cargar peso, además esta princesa está grande y camina muy bien, vamos a caminar dame la manita (la colocó en el suelo y le dio la mano para que caminara) M: Encarna mejor te acompaño estoy con el coche, aviso que voy a faltar unos minutos y te llevo En: No hija no te preocupes, no es necesario, sigue con tu trabajo, yo tomo un taxi de los que están frente al hospital M: Bueno como Usted quiera, hasta luego y gracias por traerla y... por todo (le dio dos besos a ella y otro a la niña) En: ¿Y tú te quedaste muda hija? (le dijo a Esther que se había quedado completamente callada viendo el cariño que le profesaba Maca a su hija y su madre) E:... Ve mamá, nos vemos en casa (le dio dos besos y abrazo a su hija) pórtate bien con la abuela, Paula te quiero mucho hijita Paula: Yo tamben mama y a Maca tamben, a las dos En: Bueno las quieres mucho a las dos, vamos cariño a casa. La niña es más inteligente que ustedes, está muy clara ehh ¡a ver cuando se dejan de tonterías! E: ¡Mamá! En: ¡Mama, mama! Se dio la vuelta y vio como Maca miraba a su hija y madre que salían del hospital, Maca volteo al sentir su mirada

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M: Hola (le decía con una sonrisa que dejó descolocada a Esther) E:... Hola... (se dio la vuelta y se fue) M:... E... Esther espera por favor (se acercó de prisa hasta ella) E: ¿Qué pasa Maca? M:... Ehhh la niña... que está muy linda y ha crecido mucho... es increíble como crecen los niños en unos días (trataba de darle conversación sin enfrentarse) E:... Sí está preciosa... (decía con una sonrisa de orgullo) y es verdad lo que dijo mi madre... te extraña mucho M: Yo también la extraño muchísimo, me ha encantado verla, no debí dejar de llamarla, ¿sabes? Lo que le prometí de buscarla para ir al parque es si a ti no te molesta claro (aclaró para que no pensara que se lo estaba imponiendo) E:... Ehhh... sí, sí... no me molesta que la lleves, ehh lo siento tengo que irme (se dio la vuelta para irse nuevamente) M: Espera... Esther E: Maca tengo que ir a trabajar M: Sí... ehh yo también... solo quería... E: ¿Qué? Alicia: (Alicia llegaba de prisa) ¡Esther! ¡Cruz te necesita urgente en el Box 3! M: Ehhh no nada déjalo, en otro momento, adiós (esta vez fue ella la que se dio vuelta y se fue, Esther se le quedó mirando con una gran nostalgia) E:... Maca... Alicia: ¡Jefa! E:... Sí... si voy A Esther, Cruz la mando llamar para que la asistiera en quirófano en una operación muy delicada y larga. Entre tanto Maca terminó su turno y decidió buscar a Claudia e irse juntas a Casa Al día siguiente Claudia entraba en la tarde así que Maca llegaba sola, mientras firmaba vio como llegaba Esther apurada, parecía que se le había hecho tarde T: Ayyy Esther ¿se te pegaron las sabanas ésta mañana? Te están esperando E: Sí Teresa pero es que casi no he dormido nada, Paula tuvo muy mala noche... casi no vengo M: ¿Paula? Pero si ayer estaba bien, ¿qué tiene? E: Debe haber cogido algún virus, se quejó de malestar estomacal y que le dolía la pancita (respondía mientras firmaba su entrada) M: Pero... ¿tiene fiebre? ¿Por qué no la trajiste? E: (en ese momento miró a Maca)... Maca... no, no tiene fiebre y no creo que sea necesario traerla, ya le di un calmante y se siente mejor, recuerda que soy enfermera M: Sí pero es que... está bien perdona E:... No te preocupes Maca, si veo que es necesario la traigo para que la vean (se dio la vuelta ya era tarde para ella) M: Esther... (Maca comenzó a caminar junto a ella)... ¿Cómo que para que la vean? Yo soy su pedíatra, o es que... E:... Ehh Maca sí... fue solo una expresión, la traigo para que la veas (llegaron al cuarto de enfermeras, Esther abrió la puerta para entrar a cambiarse) Maca... tengo que cambiarme... me esperan

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M:... (Maca se le quedó mirando unos segundos sin moverse y Esther con la manilla de la puerta en la mano esperaba para entrar a cambiarse) Sí... perdona, ya me voy Se dio la vuelta para irse y Esther al fin entró, Maca lo pensó mejor, se regresó y entró al cuarto de enfermeras encontrando a Esther en sujetador, quien al sentir que se abría la puerta se dio la vuelta y la vio ahí parada mirándola embobada E: Maca, ¿qué haces aquí? M:... (se había quedado embobada mirándole el pecho y ese torso que la volvía loca, sentía como su respiración se empezó a alterar y su estómago se contraía, al oír la pregunta de Esther en un tono no muy amigable, reaccionó y levanto la mirada) Ehh... Esther, yo... yo no puedo más, yo necesito que hablemos, han pasado algunas cosas y necesito contártelas, dame solo unos minutos por favor (mientras hablaba se iba acercando a Esther) E: Maca, no sigas con eso, yo ya te dije todo lo que tenía que decirte, ya no puede ser M: ¡¡No!! ¡Eso no es verdad! Me dijiste una mentira, ¡no es verdad que no quieras estar conmigo! (finalmente llegó hasta ella y la acorraló hacia los casilleros, suavemente y sin tocarla) E: Maca... tengo... que ir a trabajar... M: Cariño (lentamente subió una de sus manos y acaricio suavemente su mejilla, la fue deslizando poco a poco hasta tocar con la punta de sus dedos los labios de Esther, como si se tratara de la más fina de las porcelanas) yo no puedo estar sin ti... te necesito, te necesito tanto, no me importa nada de lo que haya pasado, si es lo que quieres llevamos lo nuestro a escondidas, pero te necesito E: (Esther sentía que la respiración se le aceleraba la miró a los ojos y bajó la vista hasta sus labios ella también la deseaba con locura, pasó la punta de su lengua por sus labios, fue ella que terminó acortando la distancia y los rozó dulcemente con sus labios, deseaba tanto esos labios carnosos de Maca, luego se separó un instante la miró) Maca... no puede ser... lo nuestro no puede ser M: Sí Esther, ¡sí podemos!... vámonos de aquí, quiero... E: ¿Qué quieres? (le decía casi sin voz susurrando muy cerca de su boca) M:... Ummm lo mismo que tú (atrapaba suavemente su boca, la besaba, se separó un instante para decirle con sus bocas muy pegadas) Quiero hacerte el amor Esther (sentía una ola irrefrenable de deseo) quiero hacerte el amor cariño mmmm E: (Esther se estremeció por el deseo que sentía, volvió a atrapar su boca y se fundieron en un beso apasionado, Esther introdujo su lengua buscando la de Maca, era un beso desesperado, Esther sabía que era un momento de locura) Esther se separó y pegó su frente a la de Maca E: Maca... Maca... estamos en el vestuario... por favor puede venir alguien M: No me importa, no puedo más, te deseo... E: ¡No Maca! (tomó fuerza y la separó) ¡así no! Maca ¡no! antes tenemos una conversación pendiente, pero no me agobies. Ahora no por favor, me están esperando en quirófano me tengo que ir y... M: Sí... perdona... perdona, no sé que me pasó... perdona, hablaremos luego... En ese momento llegaba una enfermera Enfermera: Buenos días. Esther, Héctor te está esperando hace rato en quirófano

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M: Buenos días... bien ehhh, hasta luego, nos vemos en cortinas... (se fue de ahí lo más pronto que pudo) Esther se tapó la cara con las dos manos en un gesto desesperado, se sentía mal por haber flaqueado, debía ser más fuerte, resopló y terminó de vestirse, para ir al quirófano Habían pasado varias horas desde ese momento loco y apasionado que habían vivido, Esther tuvo que entrar un par de veces a quirófano y Maca atendió a varios pacientes que llegaban de un accidente que había ocurrido en la autopista. Cruz les notificó que debían ir todos a una reunión con el director del hospital. Esther al desocuparse llegó a la sala de reuniones, vio que ya estaba la mayoría, Cruz, varios especialistas, Maca y Claudia se habían sentado juntas. Al entrar quiso aparentar normalidad pero al ver a Maca no pudo evitar sonrojarse, saludó y se sentó en el único lugar libre, que por esas cosas estaba justo frente a Maca y Claudia Director: Bien, creo que ya estamos todos los que mande llamar, verán se trata de un caso urgente pero sobre todo de solidaridad con un hospital vecino, han tenido un percance con el sistema hidráulico y deben desalojar de inmediato a los pacientes más críticos, los que tienen en el área de emergencias, mientras lo reparan creo que tardara dos días máximo, al estar nosotros más cerca han decidido mandarlos para acá, tengo entendido que llegaran varios niños Dra. Fernández M: No se preocupe haré lo que esté en mis manos Director: Bueno ya se encargará la Dra. Gándara de organizarlos, solo quería decirles que como se irán dando cuenta esto será un caos, entre nuestros pacientes y los que llegarán, que por cierto ya casi están aquí, así que tendrán que quedarse al terminar sus turnos y trabajar con el personal del turno entrante para poder cubrir esta emergencia, de antemano les pido disculpas por los inconvenientes que esto pueda causarles pero es necesario, les agradezco su colaboración Dicho esto les entrego un dossier que habían mandado del otro hospital y se retiró de la sala, quedando todos comentando unos minutos mientras les avisaban de la llegada de los nuevos pacientes Claudia: Pues al trasto los planes que teníamos para hoy (se dirigía a Maca) M: Ehhh, ¿planes? ¿Qué planes teníamos para hoy? Claudia: Cariño, que mala memoria tienes eh, la cena con Carlos y Sandra (le decía con una mirada picara y al mismo tiempo le acomodaba el fonendo sobre su bata) M: Ahhh sí es verdad, lo había olvidado (en verdad sí tenían esa cena, con todo lo que había pasado lo había olvidado, pero le pareció que el tono y la ocasión que estaba utilizando Claudia tenía segundas intenciones, recordó en esos momentos lo del “plan”) Claudia: Bueno pues tendré que llamarlos y decirles que hoy no podrá ser, tenemos que quedarnos aquí castigaditas (le tocaba la punta de la nariz) M: Sí llámalo (le echó una mirada de reproche, estuvo de acuerdo con ella en tratarse como siempre lo habían hecho pero lo que había hecho tenía las claras intenciones de darle celos a Esther y ella le había dicho muy claro que no quería. Además esa forma de tocarla y hablar tan cursi no era propia de Claudia)

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Esther hablaba con Cruz, aun sentadas, debido a la cercanía escuchó, todo lo que habían hablado Maca y Claudia, llegó un momento que solo estaba pendiente de ellas y ya no prestaba atención a Cruz C: Esther, ¿qué te parece si envenenamos a todos los pacientes y nos ahorramos el trabajo? E: Bien, me parece perfecto Cruz C: ¿Sí verdad? ¡Esther baja de esa nube! E:... C: ¡Esther! E: ¿Qué? C: Que estás lela, disimula al menos, ¡que escuchar conversaciones ajenas es de muy mala educación! E: ¿Qué? ¡no soy sorda y si hablan tonterías a mi lado pues no tengo más remedio que escuchar! Maca que aún estaba sentada conversando con Claudia, escuchó claramente lo que dijo Esther, no pudo evitar voltear a verla, lo dicho, ¡que carácter tenía su niña! a Claudia se le dibujó una sonrisa de medio lado, estaba muy divertida C: ¡Esther! mejor contrólate E: ¿Controlarme? ¿Por qué lo dices? ¡estoy muy tranquila! C: ¡Sí, se te nota cariño! Le doy gracias al cielo que aquí no hay bisturí ni nada por el estilo, sino ya la pobre estaría en la sala de operaciones. Mejor vamos a esperar en urgencias (le decía en voz baja) E: ¡No! ¡Yo espero aquí! C: Está bien, sigue sufriendo, yo me voy E: ¡Tú te quedas! Aquí conmigo... ¡esperando a que nos llamen! (ahora si le decía muy bajo) C: Pero yo ¿por qué? (Esther le echó una mirada que hizo que se quedara sentada) Te lo juro eh, con ustedes dos ya siento como si estuviera trabajando en un colegio de primaria Claudia: ¡Es que lo sabía! (le hablaba casi al oído a Maca) ¿no te dije que iba a saltar a la primera? ¡Tu chica es un fosforito cariño! M: Claudia no hagas eso va a pensar lo que no es (igual muy bajo) Claudia: ¡¡¡Definitivamente eres tonta!!! ¿Acaso no es esa la idea? Pero tranquila que aquí estoy yo, tu super Claudia M: ¿Mi súper qué? Jajajaja ¡estás loca! Claudia: ¡Tú ríe, tú ríe, ya verás! Esther las veía, estaban muy compenetradas, hablaban, se reían. Para su gusto la Claudia era muy tocona, no paraba de tocar a Maca. ¿Qué le pasaba a Maca? ¿Por qué jugaba así con ella? Mientras hablaban, Esther las miraba descaradamente con los ojos encendidos. Maca sentía su mirada y se sentía muy incómoda, definitivamente no le gustaba eso de provocarle celos, pero si lo pensaba bien, no estaba haciendo nada malo, solo hablaban, era Esther que como dijo Claudia era un “fosforito”, pero mejor se iba, Claudia era muy atrevida y se estaba pasando M: Cruz

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C: Sí, dime Maca M: ¿Puedes acompañarme a urgencias? C: Con muchísimo gusto vamos (se levantó como si tuviera un resorte, era su oportunidad para escapar de Esther) Esther se quedó sentada, su mirada se quedó clavada con curiosidad en Claudia, ésta se dio cuenta y también se le quedó mirando, vio una buena oportunidad para entablar una conversación con ella Claudia: Ehhh me estoy dando cuenta que hasta ahora nadie nos ha presentado, soy Claudia (le tendió la mano, que Esther en un principio iba a rechazar pero luego se la dio como la más mínima muestra de educación) E: Sí sé quién eres, yo soy Esther, aunque ya debes saberlo Claudia: Ehh sí, eres la jefa de enfermeras no E: No lo decía por eso (con su típica cara de mala leche) Claudia: Ahh, Menuda faena nos han dado ¿no? Como si ya no tuviéramos suficiente trabajo ¡ja! E: ¡Para eso estamos! Además es una excepción, por solidaridad, ¡pero si no te gusta lo hubieras dicho al director! (la desafiaba con la mirada) Claudia: (se dio cuenta que cualquier intento de acercamiento, Esther las echaría por suelo) Ajá ¡sí claro! E: ¡Me voy a trabajar! (se levantó para irse) Claudia: ¡Si no cambias de actitud la vas a perder sin remedio! (sin moverse de su puesto, le dijo antes de que saliera, Esther se detuvo y regresó hasta donde estaba Claudia) E: ¿Qué dijiste? Claudia: Lo escuchaste muy bien, me repatea que te hagas la tonta E: ¿Quién te crees tú para venir a hablarme así? Claudia: Alguien que quiere mucho a Maca, no me gusta verla sufrir y es lo que tú le das, no la dejas que se explique y en mi opinión tú actuaste peor, le reprochas mientras debería ser ella la que te pida explicación, defínete y si no la quieres ¡aléjate! E: ¡Veo que te tiene muy bien informada! ¡Pero no sabes de lo que hablas! Claudia: Sí, sé muy bien de lo que estoy hablando, ¡aclárate o la vas a perder! E: ¡Ja! Me parece que la que tiene miedo de perderla eres tú, yo ya la perdí. ¡Si tienes algún problema con Maca no es conmigo con quien tienes que hablar sino con una rubia que está al acecho! Claudia: ¡Sí, tienes razón ésa zorra está al acecho como otras cuantas que darían su vida por estar al lado de Maca! ¡Abre los ojos Esther ella a quien ama es a ti, pero si sigues así la vas a perder! ¡Abre los ojos! (se levantó. No quería seguir hablando, si seguía seguramente terminaría metiendo la pata y Maca no se lo perdonaría, lo único que quería era hacerla reaccionar, se fue de ahí sin darle oportunidad a Esther de responder) E: ¡Pero esta de qué va! ¡¡Lo que me faltaba a mí!! (salió de ahí bufando por la rabia que se le había instalado en el cuerpo) Justo al llegar a urgencias se dio cuenta que empezaban a llegar los pacientes del otro hospital, inmediatamente el ritmo empezó a subir, conforme se iba acercando vio como ya Maca estaba al lado de una camilla, con un niño que llegaba con un ataque de asma M: Esther ven conmigo por favor

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E: ¡¿Es que no hay más enfermeras?! (le contestó de una forma muy borde, se dio cuenta que se había pasado, pero no lo pudo evitar venía de muy mal humor de la conversación con Claudia) M: Ehhhh... ¡Da igual! ¡Mándame a una rápido! (estar cerca de Esther era como estar en una montaña rusa “¡Dios! esta mujer con ese carácter me va a matar”) La llegada de los pacientes, más los que ya tenían, hizo que estuvieran varias horas al tope de trabajo, sin tiempo para nada. Llevaban unas horas trabajando, se habían organizado bien, aunque por falta de espacio había pacientes hasta en los pasillos, el caos estaba controlado, en un momento Esther estaba en recepción y llegó Maca con Cruz M: Ufff estoy muerta C: Tranquila en media hora empiezan a llegar los del nuevo turno y aunque no nos podemos ir del hospital, con ellos aquí podremos relajarnos y descansar algo, que nos hace falta eh, (miró a Esther que estaba apoyada con unos papeles en la mano, le hizo una mueca a Maca para que la viera) claro a unas les hace falta relajarse más que a otras M: Sí, está de muy mal humor (miró a Esther que permanecía callada rellenando unos papeles y la llamó) C: ¿De mal humor? Que benevolente eres con ella, ¡está insoportable!! M:... Esther... E:... M: Esther... E: ¿¡Que!? M: Ehh... que... ¿cómo está Paula? E: Bien, llamé hace un rato a mi madre, por lo visto solo eran cólicos (le respondió sin levantar la vista de los papeles) M: Sí, es muy común en los niños, ehhh ¿tienes un minuto? Quieres tomarte un café conmigo E: ¡No! C:... ¡Esther...! Claudia: Eyyy te andaba buscando (llegaba Claudia) M: A mí, ¿Qué pasa? Claudia: Esto se calmó un rato, me muero de hambre, vamos a comer algo al cafetín (la tomaba por el brazo y le hacía ojitos para convencerla) M: Sí yo también, estoy que me muero vamos, ¿Cruz te vienes? (no se atrevió a decirle a Esther, sabía que le iba a contestar mal, miró a Cruz y con los ojos le pidió que fuera ella que la invitara) C: Sí claro, Esther vente con nosotras a comer algo E: (volteó a mirar a Cruz) No gracias, ve tú yo no tengo hambre, prefiero ir a descansar un rato Llegó a la sala de médicos, se sentó a ver una revista, mientras estaba así las horas de desvelo de la noche anterior con Paula, más las horas de trabajo, se hicieron notar, le cayeron todas encima de una vez, sin darse cuenta se quedó completamente dormida Tenía una hora aproximadamente dormida, no se dio cuenta cuando llegaron Maca, Claudia y Cruz, al verla se quedaron paradas cerca de la puerta y hablaban bajito para no despertarla

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Claudia: Uyyy mira tu niña se quedó dormida M: Sí, pobre seguramente estará muy cansada, Paula estuvo malita anoche Claudia: Y a ti se te cae la baba solo de verla M: Claudia, ya está bien, déjalo ya y te agradezco que no vuelvas a hacer lo de antes Claudia: ¿A que te refieres? M: En la reunión, ¡no te hagas la tonta! Claudia: Sabes que no lo hago con mala intención, es solo por ayudarte M: ¡Lo sé amiga! Pero no sé yo, si en vez de ayudarme me vas a hundir más Claudia: Tú tranquila déjalo en mis manos y ya verás. Bueno me voy tengo que ir a revisar al hombre del dolor de cabeza, nos vemos luego, te dejo con tu niña, no se vaya a despertar, con mala leche jajaja C: ¿Qué están cuchicheando ustedes?, ¿qué se traen entre manos? ¡Vaya! mira en la posición que se quedó dormida, ¡va a tener un dolor de cuello cuando despierte! M: Nada, Claudia que se volvió loca de remate (se acercó sigilosamente a Esther y la acomodó suavemente para que no se despertara, se había quedado en una posición muy incómoda) Claudia: Ayyy que ternura (decía en un tono de burla, por lo que había hecho Maca, esta la miró y le abrió los ojos recriminándola) C: Bueno yo mejor me voy a ver si me necesitan en urgencias Claudia: Me voy contigo Ellas salieron y Maca como bien había dicho Claudia, se quedó ahí mirándola embobada, se acercó se arrodilló al lado del sofá, acercó su cara a la de Esther, la miraba, siempre le encantó verla dormir, tenía una expresión en la cara de paz, estuviera del humor que estuviera, cuando dormía lo hacía con una sonrisa en la cara, como si estuviera siempre soñando con algo muy bonito, le encantaba eso. Así estaba observándola muy cerca cuando Esther abrió los ojos y la vio ahí, Maca no se movió E: Maca... que haces M: Nada, solo te observaba, levanto su mano y arregló un mechón del pelo de Esther que caía rebelde sobre su cara E: Maca... M: Tranquila... (se levantó y se sentó en la poltrona que estaba a un lado, Esther hizo el intento de levantarse) No te levantes Esther, debes estar muy cansada, en urgencias ya está más tranquilo, descansa, yo me quedo aquí tranquila un rato leyendo o si lo prefieres me voy, pero descansa E: No es necesario que te vayas, me voy yo ya descanse suficiente (se levantó, le dio la espalda a Maca y salió) M: ¡Joder! Esther se metió en el baño más cercano para lavarse la cara, Cruz la vio y entró detrás de ella C: Esther E:... (levantó la cabeza y la miró a través del espejo sin decir nada) C: Humm pensé que dormías, ¿cómo estás? E: ¡Bien! C: Pues tienes muy mala cara E: Bueno, estoy cansada, son tantas cosas C: Sí, lo imagino, ¿cómo sigue la niña?

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E: Bien, mi madre me dijo que duerme tranquila, por lo visto era un cólico C: ¿Cómo estás con Maca? Cada vez las veo más distanciadas E: Cruz... C: Esther, es que no las entiendo te veo mal, la veo mal y sería tan fácil sentarse a hablar E: ¡No Cruz, no es tan fácil, no se trata solo de hablar, las dos nos hemos hecho daño y hay cosas que no pueden ser y ya! C: Esther ¿cómo no van a poder ser? Ustedes son adultas, se la llevaban muy bien, y ahora casi ni se tratan como compañeras de trabajo, ¡eso no puede ser! E: Cruz es que no puedo, no puedo estar a su lado y... (se tapó la cara con sus manos y empezó a llorar) C: Vamos (la abrazaba para darle consuelo) no te pongas así E: Es que no sé qué hacer, yo la amo pero Roberto no va a permitir que yo esté con otra persona y ella C: ¡Por Dios Esther! ¡tan valiente que eres para unas cosas y tan cobarde para otras! ¡Pues que se aguante! ¡Tienes derecho a ser feliz y el ya no tiene ni voz ni voto ahí! E: ¡Cruz! ¡Es que no es tan fácil! ¡Él me amenaza con quitarme a la niña si se entera que estoy con alguien! C: Sí, ¡es de los que ni lavan ni prestan la batea! Pero no va a poder, tú tienes mucha gente dispuesta a ayudarte, ¡no se lo permitirían! E: ¡Cruz no! Hay cosas que yo no le he contado a nadie, él es más peligroso de lo que piensan, ¡no puedo enfrentármele! C: Pero ¿qué dices Esther? ¿A qué le tienes tanto miedo? E: Cruz, él no es una persona legal, está metido en cosas muy oscuras, yo lo descubrí mientras estábamos casados, lo confronté, pero se burló de mi en mi cara, me dijo que yo no tenía pruebas de nada, pero que ni se me ocurriera decir algo, que ni se me ocurriera encender las alarmas, ahí empezaron nuestros problemas más graves C: Siempre me pregunté porque te trataba como lo hacía y tú no te defendías E: Sí, hasta que temí por la vida de mi hija, pero de todos modos yo sé que si digo algo lo negará, y utilizará sus influencias, tiene gente muy cercana al gobierno en sociedad con él en esto, gente que si yo llego a destapar lo que hacen, se vengarían en mi y en mi hija C: Pero Esther, eso más bien lo podrías utilizar para amenazarlo y que te deje tranquila E: ¡No! yo lo pensé, él me dio el divorcio después de tanto pelear, porque luego que les dije que me había golpeado, su familia lo presionó, pero de ahí siempre me amenaza que si vuelvo a dejarlo mal con sus padres me lo hará pagar muy caro, él siempre ha sido un niño de papá y sus padres lo ven como el hombre perfecto, pero son puras apariencias, sus padres no están metidos en lo que hace y sería terrible para él que yo destapara la olla. Últimamente me ha dicho que él no ira a la cárcel que si digo algo escaparía del país con mi hija, y puede hacerlo Cruz tiene gente del gobierno metida con el en esto C: De que se trata Esther, ¿acaso está metido en drogas? E: ¡No! Pero creo que se rige con las mismas reglas, se trata de contrabando y lavado de dinero. De todas formas te digo esto porque confío mucho en ti y para que veas que no puedo enfrentármele, ¡no puedo! ¡él es capaz de cualquier cosa! C: Pero tienes que hablar con Maca ella seguramente entenderá y te ayudará E: ¡NO! Ella no debe saberlo, por favor Cruz te lo ruego no le digas nada (le tomó de las manos y le rogó) además no creo que Maca me quiera tanto como dice, si la he visto con su ex y ahora anda con Claudia

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C: Lo de Vero tiene una explicación pero tiene que ser Maca la que hable contigo, pero lo de Claudia, ¿cómo que anda con Claudia? E: ¿Acaso no te has dado cuenta? Si no se cortan para nada. La Claudia anda para arriba y para abajo con ella, la besa la abraza, la toquetea, además viven juntas y está clarísimo, tienen algo. Claudia acaba de desafiarme hace un rato C: ¡Esther! ¿qué te dijo? Pero si tengo entendido que son amigas desde hace años E: ¡JA! ¡será que ahora se las llama así! Me dijo que la dejara que me alejara de ella C: Bueno, no sé qué pensar, pero ¡mientras tú no hables con Maca nunca vas a saber la verdad! E: ¡Sí, pero no tengo fuerzas! C: Bueno Esther tranquilízate y vamos a urgencias que ya nos hemos escabullido bastante Al llegar a urgencias, miró alrededor y como no, Maca y Claudia juntas, llegó Alicia acelerada hasta ella Alicia: Esther te necesitan, hay un lío con los exámenes de laboratorio E: Ufff ya me parecía a mí En urgencias todo se había vuelto a complicar C: Maca rápido un accidente de moto traen un chico en muy mal estado M: Sí vamos Samur: Varón quince años, accidente en moto, no llevaba casco uff M: (tras escuchar las indicaciones del paramédico) Está muy mal, debemos llevarlo a quirófano ¡ya! Claudia acompáñame, podrían haber problemas en las vértebras... eh necesito una enfermera... Esther te necesito E: Ya te mando a Alicia M: ¡Te necesito a ti! ¡Es un caso delicado! (le dijo con autoridad, mirándola a la cara muy fijamente ya le cansaba la actitud infantil de Esther en el trabajo) E:... Voy... (reaccionó y se dio cuenta que tenía razón Cruz, debía controlarse en el hospital) Claudia: Yo voy enseguida Llegaron a quirófano y mientras preparaban al niño, ellas se lavaban las manos y se preparaban en la zona aséptica para entrar, Maca miraba a Esther en el espejo, en su semblante se le veía molesta M: Esther... ¡no podemos permitir que nuestros problemas personales nos afecten en el trabajo! E:... ¡Tú no puedes hablarme así, no puedes obligarme atrabajar contigo! M: ¡No te estoy obligando, en éste tipo de casos tan delicados prefiero trabajar con la mejor, y esa eres tú! E: ¡Pero no soy la única, hay otras enfermeras muy buenas! M: ¿Por qué eres tan infantil Esther? ¡Mientras estemos en el trabajo te agradezco que recuerdes que soy médico y si solicito tu asistencia tú deber es acatarlo! (se estaba molestando por la actitud de Esther) E: Espero que también recuerdes que eres médico y no puedes andar dando espectáculos con tu novia por el hospital (terminó de asearse se dio la vuelta y de muy mal humor entró al quirófano)

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M: ¡Aggggg no la soporto! ¡no la soporto! ¡pero para que me voy a engañar Ummm ¡pero la adoro! (entró también ella) En quirófano, el paciente ya estaba listo para operar, el anestesiólogo les dio la señal que podían empezar. Durante la operación el paciente entró en parada dos veces, pero lograron estabilizarlo, una vez que finalizó Maca con las curas y fracturas entró Claudia para revisar la parte que le correspondía Claudia: Vamos a ver que encontramos aquí M: Claudia ya controlamos sus heridas y hemorragias internas, el golpe fue muy fuerte, no llevaba casco temo por algún daño cerebral o medular Claudia: Sí, por el tipo de accidente es lo más seguro, no sé qué le pasa a estos chicos que le tienen tirria a los cascos, tienen miedo a despeinarse (decía molesta) voy a ver si tiene comprometida alguna vértebra o nervio, pero no estaré completamente segura hasta hacerle la radiología correspondiente Claudia procedió en lo suyo, con la asistencia de Maca y Esther, lo revisaba, y cuando estuvo todo bajo control, levantó la mirada y con una sonrisa le dijo a Maca Claudia: Maca ¿te das cuenta del tiempo que teníamos que no operábamos juntas? Qué bien la pasábamos cuando y luego nos íbamos a celebrar (le hacia un movimiento de cejas muy pícaro, que a pesar de la máscara se notaba claramente junto a una sonrisa) M: Ehhh... Sí (miró de reojo a Esther, que parecía concentrada en lo suyo a Maca la ponía nerviosa cuando Claudia hacía eso frente a Esther) E:... ¿Necesitan que le eche suero? (las interrumpía intencionalmente Esther, con el fin de que prestaran atención al paciente) Claudia: No, gracias, lo tengo controlado E: Eso espero (dijo entre dientes en un tono borde, tratando de que no la escuchara) Claudia: Perdón, ¿decías algo Esther? (la miró de medio lado mientras le preguntaba, había notado el tono utilizado) M: ¡Claudia! Claudia: Oye Maca ¿qué te parece si para recordar viejos tiempos nos vamos a ese bar que estuvimos la otra noche? (siguió con Maca) E: ¿Necesitan más luz? M: Eh no gracias Esther (la miraba un segundo, vio como Esther casi la fulmina con la mirada) Claudia: Oye podemos ir a ese sitio que fuimos el otro día ummm ¡la pasamos de un bien! (hablaba mientras revisaba al paciente) E: Dra. ¿puede concentrarse en el paciente? ¡No pueden hablar tonterías mientras tienen la vida de un niño en sus manos!! (hablaba claramente molesta, más por lo que decían que por hacerlo, ya que entre médicos era normal hablar luego de haber pasado el peligro y tener controlado al paciente) Claudia: Uyyy tranquila Esther que estoy muy concentrada en mi trabajo, no soy ninguna irresponsable E: ¡Pues no parece! M: ¡¡Esther... Claudia!! (les hizo un llamado de atención a las dos) Terminaron la operación, Claudia revisó minuciosamente al niño a simple vista no vio nada importante a nivel medular y nervioso, pero lo remitió para que inmediatamente le hicieran las pruebas radiológicas necesarias, ella y Maca salieron al área de aseo y

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desinfección, Esther se quedó en quirófano con el anestesiólogo terminando con el paciente se quitaron todo, Maca se lavaba las manos M: ¿Se puede saber qué carajo pasó allá dentro? (le hablaba molesta mirándola a través del espejo) Claudia: ¡Eso pregúntaselo a tu fosforito ella fue la que me atacó! (se fue ofendida de ahí, dejando a Maca con cara de tonta mirándose al espejo) M:... ¡Joder y yo en el medio! (esperó un rato a que saliera Esther, pero se tuvo que ir sin verla ya que la llamaron al busca) Esther salió al rato luego de que entre ella y el personal de quirófano tuvieron listo al joven y lo llevaron a la sala de recuperación, le dio a otra enfermera las indicaciones que dejaron las médicos y ella se fue a urgencias, estaba de muy mal humor, no quería cruzarse con Maca o la otra. El resto del turno la enfermera logró evitarla, cuando podía le enviaba otra enfermera, para no verla ni un segundo Había pasado una semana desde ese turno tan largo. Una semana aguantando verlas juntas, disimulando y aguantándose para no tomar por el cuello a la Claudia y partírselo en dos. Una semana de celos contenidos, tenía que evitar verlas, sentía hervir su sangre cada vez que las veía La enfermera las evitaba todo lo que podía, para no tener que verlas en actitudes “cariñosas” pero había ocasiones que era totalmente imposible, ocasiones en la que tenían que trabajar juntas, después del llamado de atención de Maca prefirió no seguir esquivándola en el área laboral, pero en cuanto cumplía con su trabajo se largaba a otro sitio Pero su esfuerzo no sirvió de mucho, un día justo a la hora de salida al entrar al vestuario de enfermeras, Maca la vio y entró tras ella, desesperada por hablar con ella, la pedíatra al verla sola, cerró la puerta con el cerrojo para evitar interrupciones M: Tengo varios días tras de ti y tú me evitas E: Si no te has dado cuenta es el cuarto de enfermeras y me estoy cambiando ¿puedes salir? M: ¡No voy a ver nada que no haya visto ya! (le decía con altanería) ¡Quiero que hablemos! E: Y yo no quiero hablar ahora, ¡estoy cansada me quiero ir a casa a ver a mi hija! (con un tono un tanto irritado) M: ¡Joder! ¡Tenemos que hablar! ¿Es que tan poco significo yo para ti? ¿Dónde está el amor que dices que me tienes? (casi suplicaba) E: ¡En el mismo sitio donde está el tuyo! ¡Este no es el mejor momento para hablar! M: ¿Cómo que no? Y cuando sería el mejor momento ¿ah? ¡Si siempre me estás evitando! ¿Es que no te das cuenta del daño que estás haciéndome? E: ¿Yo te estoy haciendo daño? ¡Que poca vergüenza tienes! ¡Tú, que te deleitas pasándome a tus hazañas por las narices! M: ¿Dé que hablas Esther?! E: ¡No seas cínica! ¡De tus amantes! Que por lo que he visto ahora no te alcanza con una. ¡Al menos podrías disimular un poco en el hospital! M: Uffff... (Maca suspiró cansada) ¡Esther estoy empezando a hartarme de todo esto!

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E: ¿Te estás hartando? ¡Más harta estoy yo de que tu novia me venga a decir lo que tengo que hacer! M: Esther, si te refieres a Claudia, ella no es mi novia, no te voy a negar que lo fuéramos hace unos años, pero no funcionó y ahora somos muy buenas amigas E: ¡Sí claro! ¡¿Y las amigas se van besando en la boca como lo hacen ustedes?! M: Mmmm ¡ya veo! ¿qué? ¿estás celosa? E: ¿Yo? ¡JA! ¡Estás loca! (Esther se dio la vuelta para poner su uniforme en el casillero y le dio la espalda a Maca) M: No, no lo estoy, estás celosa porque aún me amas (Maca se acercó a ella y la abrazó por la espalda) Esther vamos a otro sitio para que hablemos con tranquilidad E: ¡No y suéltame! M: Ok (se apartó, se puso frente a ella y de espaldas a la puerta) pues aquí nos quedamos, de aquí no sales hasta que hablemos, ¡después haces lo que te venga en gana! ¡siéntate! Esther se quedó parada pero se dio cuenta que iba en serio y decidió hacerle caso, se sentó dispuesta a escuchar E: Bien, ¡aquí estamos habla! M: Ufff... Esther yo sé que me comporté mal, mi error fue que no te expliqué en su momento lo que estaba sucediendo con Vero, te lo iba a contar, pero luego tú te fuiste con Roberto... y pasó lo que pasó... he pasado días terribles, he tratado de arreglar las cosas, de acercarme a ti, pero no ha habido forma E:... ¡La verdad no me interesa que me cuentes tus hazañas con Vero! M: ¡Basta Esther! (no pudo evitar levantarle la voz, no soportaba la forma en que se estaba comportando Esther, la estaba sacando de sus casillas) En qué momento te convertiste en ésta persona, no te reconozco, ¿quien eres? ¡me estás destrozando con tu actitud! E: (Esther se dio cuenta que tenía razón, que se estaba pasando, no aguantó más, no pudo contener más sus lágrimas, se derrumbó echa un mar de lágrimas) No puedo, no puedo, por favor Maca ¡no insistas! M: Cariño (se sentó en el banco y la abrazó consolándola) no te pongas así, déjame explicarte y verás como todo se arregla, nosotras nos amamos, sé que a pesar de lo que me digas me amas, tenemos que estar juntas cariño E: No podemos Maca M: ¡Sí! ¡sí podemos! ¡Esther! Cuando me viste con Vero no fue por lo que tú crees E: Maca deja de decirme eso, no soy tonta (Esther se separó del abrazo de Maca) M: Esther ¡déjame hablar! Ella vino a buscarme... (le costaba hablar, pero no podía perder la oportunidad, tenía que hacerlo), vino para avisarme que... que estaba... enferma E: ¿Enferma? M: Ufff sí... que estaba... infectada por el VIH (levanto la cara y la miró directamente a los ojos) E: ¿Que?... pero ella... M: Sí, me dijo que ha estado con hombres, que se había infectado, pero no sabía si había sido antes, durante o después de haber estado conmigo... E: ¡La muy zorra! M: Sí... (aun con los nervios que tenía y la situación que estaba viviendo, esa salida de Esther le hizo gracia y esbozó una tímida sonrisa) Esa noticia me trastornó, yo me asusté, pensé que me había contagiado, que yo... que yo te había contagiado a ti...

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E: Maca... M: Yo me asuste mucho cariño, no me hubiera perdonado haberte hecho daño, tanto, que no quería que te me acercaras. Yo sé que fue un gran error, debí decírtelo en ése preciso momento, pero no sé que me pasó, me aturdí no sabía qué hacer E: Maca... debiste decírmelo... ¡yo tenía derecho a saberlo! M: Sí, ¡cuando reaccioné me di cuenta de mi error! Pero entiéndeme, no quería decirte nada hasta no tener los resultados de la prueba, no quería que te preocuparas sin necesidad, la pasé muy mal... fueron unos días horribles llenos de angustia, no quería hacerte daño E: ¿No te das cuenta que me hiciste más daño ocultándomelo? (le dijo con lágrimas en los ojos) M: Cariño no fue mi intención E: Maca... si me lo hubieras dicho... yo hubiera estado contigo M:... Cariño... ¿lo hubieras hecho? E:... Claro, no te hubiera dejado sola en esos momentos, hubiera estado a tu lado. Nos hubiéramos evitado todos estos sinsabores, yo pensé que tú... Maca me hiciste a un lado, pensé que te habías cansado de lo nuestro... M: Cariño, no digas eso, como me voy a cansar de lo nuestro si yo te adoro E: Sí pero me presionabas, querías hacerlo público y... tienes razón pero... no podía... M: Cariño, ahora me da igual, lo que quiero estar contigo no me importa nada, no puedo estar lejos de ti... (le tomó las manos y se las besó) E:... Maca... M: Reconozco que me porté como una imbécil E: No, Maca no... M:... Te traté mal, te presioné, con mi actitud te aleje y tú reaccionaste de una forma que no esperaba, tus celos me hicieron daño E: Maca entiéndeme, ¿qué hubieras pensado tú? M: Si lo sé, me hice la prueba, me dieron los resultados, estoy bien no me contagió... E:... Maca... (le dio un fuerte y sincero abrazo y la besó dulcemente en la mejilla) M: Sí... te busqué, te busqué para contarte, pero... tú te fuiste con... tu ex... E: Maca tuve que ir, él me lo pidió como un favor especial a su abuela estaba muy mal y quería ver a la niña, es su única bisnieta, ella siempre se portó muy bien conmigo M: Pero te fuiste con él, escapaste no me dijiste nada E: Lo sé, pero estaba muy mal, tú prácticamente no me hablabas, me hiciste a un lado, pensé que te habías cansado por no decir lo nuestro, luego te vi varias veces con Vero, te vi irte con ella perderte un día entero M: Cariño, fue un día que salí de aquí con ella pero cada una tomó su camino, no estuvimos juntas E: No lo sé, no lo sabía, yo solo sé que te llamé, te llame y no me respondías M: Yo estaba muy mal cariño E: Cuando te vi con ella... pensé de todo... luego vino Roberto y yo pensé que era lo mejor, quería escapar, pero luego... (comenzó a llorar de nuevo) M: ¡Y te acostaste con el por venganza! (no pudo contenerse) E: No Maca, no fue por venganza, jamás te haría algo así M: Pero fue lo que me diste a entender cuando nos vimos E: Estaba muy nerviosa, no debí decírtelo así, habían pasado muchas cosas, me sentía culpable, yo no supe que pasó... pero pasó... y (se tapó la cara con las manos avergonzada) M: Esther... ¿qué fue lo que pasó?

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E: Yo... yo estaba muy mal, estaba destrozada con lo que había visto aquí, cuando te vi con Vero me cegué, luego la forma en que me tratabas, me sentí muy mal, tú me dejaste plantada, yo traté de comunicarme contigo y nada luego me dijeron que te habías ido con ella, Maca me pasaron tantas cosas por la cabeza M: Lo siento cariño... E: Cuando él me pidió llevarse a la niña a Portugal a ver a la abuela, le dije que no se la iba a dejar sola, él me propuso que me fuera con ellos, yo en un principio no iba a aceptar, pero me sentí tan mal con lo que pasaba, que sentí que me haría bien unos días separadas para pensar y acepté, Yo me fui con él pero por las razones que ya te explique, la abuela está muy viejita y me pareció una putada no llevarle a la niña M: Claro, ¡él sabe exactamente que nervios tocar! E: Llegamos y estaba la familia de él esperándonos, tías, primos, la abuela..., nos hicieron una cena de bienvenida, no puedo negar que se portaron muy bien, yo por unas horas pude mitigar el dolor que sentía, los primos son muy simpáticos, nada que ver con el capullo de Roberto, al terminar de cenar, insistieron en ir a un bar, yo no quería ir, no me sentía con ganas, pero insistieron mucho, hasta la abuela me propuso quedarse con la niña, no le vi nada de malo en ir, íbamos un grupo grande M:... E: Estuvimos un buen rato en ese bar, mientras más estaba más te recordaba, comencé a beber, tonta de mi pensé que con eso me olvidaría de ti un rato. No sé que me pasó... la bebida me pegó muy pronto en la cabeza... ¡tomé mucho...! (se tapó la cara con las manos, se sentía mal) M: Esther... E: Si lo sé, no debí hacerlo, ya mi madre bastante que me reprendió, me dijo que era una tonta, ¿qué cómo se me ocurría?... ¡soy una grandísima tonta! M: Si pero eres la tonta más maravillosa que he conocido en mi vida E: No digas eso Maca, ¡soy lo peor! ¡Yo misma me reprocho haber caído con...! ¡Me siento tan mal! M: Esther E: Yo... estaba muy tomada, casi no recuerdo nada de lo que pasó ésa noche... sé que nos despedimos en el bar, los primos se fueron para sus casas. Roberto y yo nos fuimos a casa de la abuela, al llegar él me acompañó a mi habitación, sólo recuerdo que él entró detrás de mi... me besó... y... M:... ¡¡El muy imbécil!! (se levantó del asiento molesta, se imaginaba por donde iba la cosa) E: Maca por favor, ¡no te pongas así! M: ¿Cómo quieres que me ponga? El muy desgraciado se aprovechó que estabas bebida y tú... (estaba visiblemente muy molesta, caminaba de un lado a otro) E:... Maca, por favor cálmate... M: No puedo... no sé si quiero que me sigas contando... (se volvió a sentar) E: Te juro que no recuerdo nada, solo que... cuando me desperté en la mañana él... él estaba en la cama conmigo y... (sollozaba, Maca se había quedado completamente callada, tenía la esperanza de que lo que le había dicho Esther anteriormente hubiera sido solo para molestarla, pero la realidad era cruel, sentía un dolor profundo en su pecho) lo siento Maca, lo siento mucho, te juro que yo no quería, ¡nunca quise hacerte algo así! Estaba muy borracha y él se aprovechó de eso M:... E: Maca... di algo por favor

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M: Esther... no voy a decirte que no me importa que haya pasado eso entre ustedes, ni te imaginas el dolor que me provoca, pero quiero saber si tu aún sientes algo por ese hombre E: No cariño, ¡no! ¡Como puedes siquiera pensar eso! M: No lo sé Esther, necesito que me lo digas tú, no sé si estar borracha justifica que te hayas acostado con él, quizás lo deseabas, quizás es verdad lo que me dijiste en el café que no estás segura de querer estar con una mujer E: Maca perdóname, perdóname, no debí decirte eso, perdóname estaba muy herida, perdóname (lloraba) M: Shhhh, no llores cariño, te quiero, te quiero demasiado y me he dado cuenta que no puedo vivir sin ti mi amor, no puedo seguir así, olvidemos todo y volvamos a intentarlo E:... Maca... M: No nos hagamos más daño, no podría vivir sin ti mi amor, dime que me amas amor (le tomó la cara con las dos manos y con sus pulgares recogía sus lágrimas) E:... Maca yo tampoco puedo mi amor, te necesito M: Por favor Esther... demoños una oportunidad... ¡demuéstrame que me amas! te necesito E: Yo también mi amor... yo también (se acerco a ella y la tomó por la cintura) M: Mi amor (la besó, con dulzura, con desesperación, con pasión, sus lenguas se reconocían como muy buenas y viejas amigas) E:... Te amo... te amo, no quiero estar sin ti (la besaba una y otra vez hambrienta de esos labios que tanto había extrañado) M: Mi amor vámonos de aquí, vámonos a mi casa E: Maca... en tu casa está... M: No cariño, solo estuvo mientras conseguía piso y este fin de semana parece que le dio urgencia por conseguirlo y lo encontró, se mudó el lunes, te digo que es mi amiga y no quiere ocasionar problemas... E: Pues no parece... M: Ya te contaré todo mi amor, pero vámonos... E: Vamos a donde tú quieras mi amor,¡vámonos ya! Se fueron del hospital lo más pronto que pudieron, en el camino Esther llamó a su madre para decirle que se quedara con la niña, que ella estaría con Maca, le prometió que luego le contaría Llegaron a casa de Maca, al entrar dejaron sus bolsos y chaquetas sobre el sofá, se miraron fijamente con una sonrisa cómplice en sus caras, sin palabras sus ojos hablaron por si solos. Maca se fue acercando a Esther poco a poco, la tomó por los hombros y la besó con calma, Esther respondió al beso y sus manos acariciaban a Maca, sus bocas, sus lenguas, sus manos, se reconocieron al instante, primero la besó con calma, con ternura pero pronto esa ternura se volvió pasión, locura, desespero M: Te deseo tanto mi amor (le susurraba y recorría sus labios, su cuello) E: Ummmm cariño M: Vamos a la habitación (la deseaba demasiado, ya habría tiempo para seguir hablando) E: ¡Sí mi amor! Donde quieras pero quiero hacerlo ya, ¡te he extrañado tanto! ¡te deseo tanto!

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Maca la tomó de la mano y la llevó hasta la habitación Llegaron a la habitación, se quitaron la ropa con urgencia sin dejar de besarse, se tumbaron suavemente sobre la cama, querían ir despacio, ambas se acariciaban con las yemas de sus dedos, tiernamente sin prisas, se besaban, se acariciaban. Pero no pudieron, pronto su deseo se volvió visceral, ya no podían ir despacio, ya no podían esperar, sólo con rozar sus cuerpos desnudos las estimulaba y alimentaba su deseo. Sus ojos brillaban M: Te he echado tanto de menos E: Lo siento cariño, perdóname, he sido una tonta M: Ya pasó mi amor, ya pasó... E: (Esther se liberó de pronto del peso que llevaba sobre sus espaldas y se dejó llevar por el gran deseo que sentía por Maca) Me muero de ganas... mmmm... Maca... mmmm... (la besaba en la boca con furia y pasaba al lóbulo de su oreja, se lo succionaba) M: Sí... sí... déjame amarte... (le susurraba) E: Maca... Maca... mmmm (sentía tantas ganas de tenerla que no quería pensar en nada más en ese momento nada que no fuera Maca, su boca, su cuerpo... su alma...) M: Mi amor he estado soñando con esto todas estas noches mmmm Tumbadas sobre la cama con sus cuerpos entrelazados, muy unidos, besándose con pasión con desenfreno, Esther se separó un poco y comenzó a recorrer el cuerpo de Maca con su boca, lo besó, lo lamió, lo mordió, Maca sentía tanto placer que arqueó su cuerpo M: Ufff me estás volviendo loca Esther siguió bajando hasta llegar a su centro, acercó su boca, jugaba con su lengua en esa delicia salada, hundía su lengua dentro de ella E: Uuummm como extrañé tu sabor mi amor... Esther tomó las nalgas de Maca y la subió para acercarla más a su boca, Maca se sentía morir de tanto placer, arqueo su cuerpo, echó su melena hacia atrás, movía su cadera al ritmo de la lengua de Esther M: Agghhhhhhh Esther... Esther, me voy a morir... aghhhhhhhhhhhhhhhhhh (Maca gritó de placer y estalló en un gran orgasmo, eran demasiadas ganas retenidas no pudo esperar más) Aun con la respiración agitada y casi sin fuerzas tomó de la mano a Esther y la subió sobre su cuerpo, hizo que se sentara sobre ella y juntaran sus sexos, se movían al mismo ritmo, la tomó de la cara y la acercó a ella la besó profundamente Sin dejar de besarse y mientras las dos movían sus caderas, bajó una de sus manos y con cuidado la metió entre las dos, para introducir primero suavemente y luego con fuerza pero sin violencia dos dedos dentro del sexo de Esther, ésta al sentirlo dio un grito de placer, Maca al sentir lo mojada que estaba se separó un poco y le sonrió pícaramente

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M: Mmmm ¡que rico! E:... Mmmmm (no podía enunciar ni una palabra, sólo se mordía el labio tratando de ahogar sus gritos) Maca la penetró con el dedo índice y medio, con el pulgar jugaba con su clítoris hinchado, entraba y salía de ella, cada vez aumentaba más la velocidad de sus dedos, respiraban con dificultad dejaron de besarse les faltaba el aire, Esther se irguió sobre Maca quedando completamente sentada sobre su sexo, se movía con rapidez estaba a punto de llegar al tan deseado orgasmo, Maca al notarlo aceleró el movimiento de su mano y se incorporó un poco para tomar con su boca un pezón, lo succionó como el más suculento de los manjares, solo se escuchaban suspiros y gemidos de placer, sus corazones palpitaban, Maca mientras besaba y succionaba sus pezones miró a Esther sobre ella le parecía la imagen más hermosa que hubiera visto jamás E: Mmmm te quiero Maca... mmmm te quiero... aghhhhh te quiero (llegó en un orgasmo que no recordaba haber tenido en mucho tiempo)... Se tumbó exhausta sobre Maca y la besó una y otra vez, escondió su cara en su cuello y susurró en su oído E: Te quiero... te quiero... M: Te quiero... te amo... te adoro... (le decía feliz mientras la apretaba contra su cuerpo) Esther, quiero pasar el resto de mi vida junto a ti mi amor Esther se recostó a su lado y así quedaron de lado mirándose, acariciándose, con una gran sonrisa de satisfacción y gozo Volvieron a amarse una y otra vez, recuperando el tiempo perdido, hasta quedarse dormidas enlazadas en un abrazo lleno de amor En la mañana muy temprano, abrió los ojos al sentir el reflejo del sol entrar en su habitación, estaban desnudas, la tenía abrazada muy pegada a su cuerpo. En ese momento se dio cuenta que no había sido uno de esos sueños que tenía noche tras noche, había sido muy real. Esther tenía ésa sonrisa que tanto le gustaba, le besó suavemente en la frente repetidas veces, Esther la sintió, suspiró y abrió los ojos, la miró profundamente con esa mirada llena de amor de ilusión de esperanza. Le regaló una sonrisa que le demostró a Maca lo maravillosa que había sido la noche para las dos M: Buenos días mi amor (Maca estaba emocionada, había soñado tantas veces con amanecer junto a Esther, para ella era algo muy hermoso e importante) E: Buenos días (le dijo abrazándola mas fuerte y hundiendo su cara en el cuello de Maca, respirando profundamente su aroma que tanto le encantaba) que rico hueles mi amor, siempre me ha fascinado tu aroma mmmm (le besaba el cuello) M: Mi amor... (dijo con todo el amor que podía sentir en su pecho y la beso en el hombro) ¿sabes? tenía miedo E: ¿Miedo?... (se separó a duras penas del cuello de Maca, levantó la cabeza para mirarla y le preguntó sorprendida) miedo ¿a qué cariño? M: A que ahora en la mañana con la mente más fría te hubieras arrepentido

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E: Cariño, ¿cómo puedes creer que pueda sentirme arrepentida de lo que he vivido contigo? Fue maravilloso (le respondió besándola profundamente) M: Mmmm cuanto te quiero mi amor (respondía a su beso y la abrazaba también fuertemente) Sus cuerpos volvieron a encenderse, sentían nuevamente sus corazones y sus centros palpitar, se olvidaron de todo y de todos, no existía nada ni nadie fuera de ésa habitación, volvieron a amarse, esta vez con lentitud, disfrutando con todos sus sentidos cada uno de sus roces y de sus besos hasta caer las dos rendidas tras un nuevo orgasmo M: Mmm ufffff, no vamos a poder movernos de las agujetas E: Jajaj siiiiiiii... ¿a qué hora entras? M: Hoy entro de tarde ¿y tú? E: Mmmm también entro a las dos (le dijo con una sonrisa picara) M: Cariño, debes llamar a tu madre, Paula... E: Sí ahora la llamo, de todos modos ella me dijo ayer que me quedara tranquila que arregláramos lo nuestro, que ella con gusto se encargaba de la niña M: ¡Me encanta mi suegra! E: (Esther al escuchar esta expresión se le quedó mirando con una cara un tanto seria, Maca se dio cuenta) Maca... tenemos que hablar M: ¿Qué pasa? (preguntó angustiada) E: Cariño, ¿sabes que mi madre está enterada de lo nuestro? M: Sí ella me lo dijo el otro día en el hospital E: Sí sabía que había ido más que a que la niña te viera, es una lianta (le dijo con una mueca muy graciosa) M: Si me encantó que haya venido a hablar conmigo E: Sí... sabes y no me importa, me encanta que lo sepa, ella está encantada con que nos queramos, pero... M: ¿Pero? (se volvió a angustiar, no le gustaba para nada ese “pero”) E: Cariño... es un poco complicado... yo... M: ¡Esther! ¿qué pasa? E: Maca, sabes que te quiero, estos días separadas fueron horribles, quiero vivir esto tan maravilloso junto a ti, estar contigo, que nuestro amor cada día se haga más hermoso y más fuerte, quiero que formemos una familia junto a Paula, las tres M: Mi amor (la besaba una y otra vez con besos cortos) E: No quiero perderte mi amor, pero tengo mucho miedo M: Miedo ¿a qué cariño? E:... Roberto... M: ¡Otra vez con lo mismo! (se levantó de la cama molesta, se puso una bata y se fue hasta la ventana, Esther la miraba, no sabía cómo explicarle) Esther se levantó también de la cama, se puso una blusa que tenía al lado y se fue junto a ella que estaba mirando por la ventana, se colocó a su espalda, le rodeo la cintura con sus brazos y la abrazó contra su cuerpo y se balanceaba suavemente con ella, Maca se dejó hacer E: Cariño tengo que explicarte muchas cosas M: Pues hazlo, porque yo ya no aguanto esta zozobra en mi pecho, ¡me dices que tienes miedo y nunca me dices el porque!

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E: Cariño, ven siéntate conmigo (la tomó de la mano y se sentaron las dos en la cama) ven mi amor, te contaré todo pero ten paciencia ¿sí? M: Ufff está bien, pero es que... E:... Nada... (le dio un beso prolongado y profundo, Maca inmediatamente se tranquilizó) M: Bueno... así me desarmas... ya no puedo ni moverme (le sonrió y la miró como una niña pequeña) E: ¡Tonta...! Maca él... él fue un hombre muy cruel conmigo durante nuestro matrimonio. Yo era muy joven cuando nos casamos, estaba enamorada o era lo que yo pensaba, al principio todo iba bien, pero pronto me di cuenta de su verdadera personalidad... M: ¡Estarías ciega, porque a leguas se ve que es un gilipollas! E: ¡Maca! M:... Sigue E: Era un bueno para nada... M: ¿Era? ¡Jaaaa! (volvió a interrumpirla sin proponérselo) E: ¡Maca! ¡Déjame hablar o me voy a acobardar otra vez y no voy a poder! M: ¡Lo siento! Sigue por favor E: Sus padres son personas de mucho dinero y mucha influencia. Pero no pudo sacar su carrera, así que su padre lo puso a trabajar en la empresa de la familia, pero lo único que hacía era ocupar la silla de su oficina, no sé cómo se las arregló pero fue escalando puestos, creo que fue a punta de engaños, todo lo hacía su personal de confianza. Llegaba tarde a casa, no se preocupaba por nada, a veces venía de supuestas reuniones de trabajo y llegaba tomado, cada vez que yo le llamaba la atención lo que... lo que hacía era golpearme... M: ¡¡QUE!! ¡¿Qué me estás diciendo Esther?!, pero como... (se levantó de la cama de un salto y se puso las manos a la cabeza) ¡¡cuando lo tenga entre mis manos lo destrozo!! E: Maca... Maca... (le llamaba para que se volviera a acercar) Maca cálmate ven acá M:... Pe... pero cómo es posible que ese gilipollas te haya puesto una mano encima... es que de haberlo sabido antes lo... E: Maca por favor... M: Ufff está bien... ¡es que me hierve la sangre! E: El me había minimizado completamente, me había dejado poco a poco sin autoestima, me humillaba, yo era muy joven, tomé la peor decisión, me quedaba callada, ya no le decía nada, para que no me volviera a golpear, yo ocultaba a todos que me golpeaba, llegó un momento que sentí que era mi culpa... M: (Maca suspiró y estuvo a punto de volver a perder los papeles pero una mirada de reprobación por parte de Esther la hizo quedarse callada) E: Me había prohibido que saliera, del trabajo me iba directo para la casa, si yo no estaba cuando él llegaba los celos lo volvían loco, me hacía unas escenas cada vez más violentas, fui perdiendo hasta el contacto con mis amigas, me prohibió que le contara nada a nadie, me amenazó, yo callaba y me aguantaba, hasta que... hasta que quedé embarazada y... (se le llenaron los ojos de lágrimas recordando)... M: Cariño... (la abrazo)... Tranquila mi amor E: Sí... si estoy tranquila, ya, ya pasó... él al principio estaba contento, corrió a decírselo a sus padres, ellos esperaban un nieto y al fin los iba a complacer, les dijo que era el heredero, sus padres estaban felices, para él lo más importante era quedar bien ante sus padres. Poco después de los tres meses de embarazo me hice una eco y me dijeron que era niña, yo estaba feliz pero cuando se lo dije, se puso furioso y me golpeó, gracias a

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Dios no le hizo daño a mi bebe, estaba muy asustada, ahí fue cuando mis compañeras en el hospital comenzaron a sospechar que no eran caídas o golpes que yo me daba por torpe, era la excusa que siempre les daba (le dijo con una sonrisa muy tímida) M: Cruz, ¿lo sabía? E: Cruz lo sospechaba pero siempre yo me le escapaba para no darle razones, pero cuando llegué así, en esas condiciones ya no pude ni quise ocultárselo me ofreció ayuda, temí por mi hija y acepté el ofrecimiento de Cruz, me fui ese día para su casa, no quería llegar a casa de mi madre para no asustarla, pero no podía regresar a la mía, con ese monstruo M: Cariño... lo siento... siento que hayas tenido que pasar por esa penuria... (la abrazó emocionada, sentía rabia solo de imaginar que su amor hubiera pasado por esa situación) E: Me recuperé y saqué fuerzas de donde no las tenía, me le enfrenté, ¡no le permití que me pusiera una mano más encima! M: ¡Esa es mi niña! (la beso en la frente) E: Yo ya no podía seguir viviendo con él, era insoportable, ya no le importaba mi embarazo, no le importaba la niña... M: ¡Es un retrogrado! E: ¡Sí! Pero luego... fui una grandísima tonta, me buscó, me dijo que cambiaría, que lo perdonara, ya sabes, todas esas tonterías, me ablandé, me convenció, estaba esperando un hijo suyo y de verdad le creí y me fui otra vez con él (miró a Maca avergonzada) al principio parecía otro, pero al poco tiempo volvió a las andadas, fue un infierno, el parto se me presentó antes de tiempo, en casa de mi madre, ella lo llamó y no se presentó, sino hasta después de dos días de haber nacido la niña M: (Maca la seguía abrazando y la apretaba contra su cuerpo) E: Me fui a casa de mi madre por unos días pero me fue a buscar y me llevó a casa, yo me dedicaba completamente a mi hija, a mi princesa, él casi ni se le acercaba. Yo no sé si se me había caído la venda de los ojos o que fue lo que pasó, pero lo cierto es que empecé a ver cosas muy extrañas M: Extrañas ¿cómo, cariño? E: Vi cosas, papeles, llamadas etc. M: ¿Qué papeles? E: Documentos que él siempre escondía en un archivo con llaves pero a veces dejaba sobre su escritorio, me di cuenta que eran ilegales, tenían sobre precio, etc, Maca, estaba metido en contrabando y lavado de dinero M: ¿Te quedaste con alguno, con alguna prueba? E: ¡NO! Fui una grandísima tonta, pude haberle sacado fotocopias y no lo hice M: ¡Tranquila mi amor! (la abrazó, Esther se estaba agobiando) E:... En una de nuestras peleas le dije lo que había visto, él se burló de mí, le pedí que me diera el divorcio que me iría y lo dejaría tranquilo, volvió a reírse y a negármelo, que me olvidara ¡que jamás me lo daría! Entonces lo amenacé yo, le dije que les diría a sus padres lo que había visto, el solo hecho de que sus padres se decepcionaran de él era terrible, para sus ojos era el hijo perfecto, volvió a amenazarme, me echó en cara de que no tenía pruebas que sería su palabra contra la mía, yo le dije que el solo hecho de decírselos los pondría sobre aviso y enturbiaría su imagen ante ellos, eso le dolió muchísimo se puso furioso y... y me golpeó... fue horrible Maca... mi hija estaba en su cuna y él... él me golpeaba... me asusté mucho... (no pudo más rompió en un llanto desgarrador, Maca la escuchaba con los ojos llenos de lágrimas, la abrazó y la acunó para que se calmara) M:... Cariño... tranquila, ya, ya pasó shhhh...

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E:... Él... él se fue y yo... me desesperé... (hipaba por el llanto) yo estaba mal... y me asusté, mi hija estaba sólita en la cuna, llegué como pude al teléfono y llamé a Cruz... ella vino enseguida, me curó y llevó al hospital, Cruz se molestó mucho, y me hizo llamar a mi madre, ya no podía más, entendí al fin que no cambiaría, que eso no acabaría jamás, cuando pude me fui a casa de mi madre... M: ¡¡¡Dios!!! ¡¡Pero cómo es posible!! ¡como puede un hombre ser tan cruel! ¡¡es un monstruo!! (la tenía abrazada) E: Llamé un abogado que me recomendó Cruz y le mandé la demanda de divorcio a Roberto, el abogado le hizo entender que yo tenía el parte del hospital del maltrato, y además testigos y fotos de mis golpes, se enfureció pero terminó aceptando, el resto del proceso ya tú recordarás como fue... M: Sí... ¡un gilipollas!... Cariño, pero ya no tienes que temerlo, estamos juntas, ¡te prometo que yo no dejaré que se acerque más a ti cariño!, no dejaré que te quite a la niña, no tiene razones E: No Maca, es más complicado... él se ha dado cuenta que estoy enamorada de alguien, no sabe de quién se trata, me ha preguntado varias veces y no pierde la oportunidad para amenazarme, sabe que mi hija es lo más preciado para mí y la utiliza, me dijo que no permitirá que ningún otro hombre la críe, ¡te imaginas como se pondría de saber que estoy con una mujer! M: Cariño, ¡el mundo ahora es distinto! ¡¡él es un retrogrado cavernario!! casi ni se acuerda de la niña, solo lo hace para joderte E:... Lo último que me dijo es que si me ve con alguien me quitará a la niña, ¡que tiene el poder y las influencias para hacerlo! M: Esther, escúchame ya te dije una vez que hay leyes, voy a llamar unas amigas abogadas, nos ayudaran E: ¡No! Por favor Maca ¡no! ¡¡El cumplirá su amenaza me quitara a la niña!! (Esther estaba casi histérica, tenía mucho miedo, Roberto había hecho muy bien su trabajo maquiavélico, estaba casi aterrorizada) M: ¡Cálmate Esther! ¡Eso no es así tan fácil! ¡Esther yo también tengo contactos, también puedo pedir ayuda a mi familia! E: Maca por favor, le dije eso, que buscaría abogados, hasta volví a amenazarlo con contar todo, craso error de mi parte porque al decirle eso lo puse sobre aviso y se puso furioso, me amenazó con que si hablaba o me veía con alguien, que él no iría a la cárcel por mi culpa, que escaparía del país pero con la niña, que tiene contactos y puede sacarla sin que se lo impidan (cada vez se ponía más nerviosa, hasta el punto de que se levantó y empezó a caminar por la habitación, se estrujaba las manos, estaba casi fuera de sí, lloraba, ¡estaba histérica!) M: Tranquila mi amor, tranquila, ven cálmate, está bien ya, ya pasó E: Maca por favor no podemos... ¡no podemos! M: Tranquila cariño, tranquila, no te preocupes. Para mí lo más importante es estar contigo, estaremos juntas, si lo prefieres y estás más tranquila no diremos nada a nadie mientras encontramos la forma de enfrentarnos a ese monstruo E: ¿Quieres decir llevar lo nuestro en secreto? Pero si tú te desesperaste... M: Si lo sé mi amor, y lo siento, lo sé, pero lo haremos, no le diremos a nadie, lo llevaremos en secreto, sólo lo sabrá tu madre y me gustaría tener a Cruz de nuestra parte mientras encontremos la forma de salir de esto ¿sí? Afrontaremos esto juntas, encontraremos la forma ya lo verás... no quiero perderte, lo que más deseo es estar a tu lado E: Gracias mi amor... (la besaba) gracias... (besos) gracias... (besos)...

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M: Tranquila mi amor, te quiero mucho (la besaba también) ahora... vamos a bañarnos y a desayunar E: Siiiiiiiiiiii ¡¡me muero de hambre!! M: Ummm acaso no has comido, (la miraba con picardía y le hacia un juego con las cejas muy gracioso) E: Ummm he comido, ¡un manjar exquisito del que nunca me saciare! Pero... (la miraba con vergüenza) tengo... hambre... ¡otro tipo de hambre! M: Jajaja ¡vamos! ¡A ver que encontramos en esa cocina! E: Aunque creo que es mejor que nos demos una ducha antes, desde anoche que estamos... eh... apestamos... jajaja (movía su cabeza de lado a lado en un gesto muy gracioso) M: ¿Apestamos? Ehh (la abrazaba por la espalda y la olía por el cuello en un gesto muy gracioso) ¡mmmm hueles a gloria mmmm me encanta, pero si tienes razón vamos, pero vamos juntas! (la empujaba hacia el baño aun abrazada a ella) Llegaron muy juntas hasta el cuarto de baño, se miraron a los ojos con una mirada cómplice, Maca le quitaba la camisa a Esther, Esther la bata a Maca, ambas sonreían sin dejar de mirarse, se metieron en la ducha y Maca le dio al grifo, el agua comenzó a caer sobre sus pieles, se miraban insinuantes, cada una se colocó en sus manos un poco de gel y se enjabonaron mutuamente, iban pasando sus manos suavemente sobre la piel desnuda contraria, sus respiraciones comenzaron a desbocarse, las manos enjabonadas acariciaban sus brazos, espaldas, piernas, pechos, pezones, entrepiernas, el agua las iba enjuagando y pronto sus manos fueron sustituidas por sus bocas, besos entregados, apasionados, se succionaban hambrientas. En un momento Maca dio la vuelta a Esther, la estrechó contra su cuerpo, la apretó y sus manos se apoderaron de sus pechos, mientras succionaba y besaba su cuello, provocando suaves gemidos, Maca bajó una de sus manos suavemente por sus muslos introduciéndola en la entrepierna directo al sexo de la enfermera quien tuvo que apoyar sus dos manos en la pared para no caer desfallecida, mientras, Maca la apretaba más contra ella, pegando su centro en el trasero de Esther, Maca succionaba el lóbulo de su oreja, estaban muy excitadas se movía cada vez más rápido contra Esther, Esther sentía el roce de los pezones erectos de Maca en su espalda M: Mi amor... ¿te gusta... mmmm? (le decía mientras con sus dedos hacia círculos suaves en el clítoris hinchado de Esther) E: Mmmm... ohhhh me encanta... sigue... sigue Esther se giró para quedar frente a frente, con su mano sostuvo la de Maca para que siguiera haciendo lo que hacía, mientras ella también abrazaba a Maca y metía su dedo rápidamente en el sexo de Maca que tuvo que apoyarse en la pared al sentirlo y evitar caerse M: Ahhhhggggg... Esther... hazme tuya siiiii Esther se inclinó un poco y atrapó con su boca un pezón de Maca, lo mordía suavemente, lo atrapaba entre sus labios calientes de tanto deseo, lo succionaba, cada vez gemían más alto E: Así... así... dios... dios... me vuelves loca Maca M: Mi vida... voy a llegar... ahhhh (apoyaba la cabeza en la pared)

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E: No pares... no pares... aghhhhhh E: Ahora... sí... sí... aghhhhhhhh M:... Aghhhhhhh... mi amor... Se abrazaron y se fundieron en un beso apasionado, sus cuerpos temblaban E: ¡Te quiero mi amor! M: Y yo... te amo mi vida... Se miraban con ojos de bobas, sus corazones aun acelerados, terminaron de enjuagarse mientras se acariciaban y besaban, así salieron de la ducha E:... Cariño te adoro... pero... tengo hambre (le decía con un gesto de pena) M:... Que forma tan cruel de romper el momento ehh... jajaja pero es verdad, vamos a desayunar tenemos que reponer fuerzas jajaja Se tomaron de la mano y salieron del baño, cada una con su albornoz y con una toalla se secaron el pelo, se fueron a la cocina, y entre las dos prepararon café, tostadas y galletas M: Mmmm definitivamente debo hacer compras, Claudia me dejó la despensa vacía Al decir esto se dio cuenta de la cara de agobio de Esther M: Cariño, Claudia es una buena amiga, nada más E: Maca... eh... me dijiste que habían sido novias M: Sí pero fue algo sin importancia, ven que te cuento (la tomó de la mano, ella se hizo hacia atrás en la silla y sentó a Esther en su regazo) verás ella y yo estudiamos la carrera juntas, fuimos buenas amigas, luego al venirnos a estudiar nuestras especialidades, éramos amigas y decidimos rentar un apartamento juntas, nos la llevábamos muy bien, de pronto no sé ni porque una cosa llevó a la otra y nos estábamos acostando A Esther le mortificó eso y se removió incomoda sobre Maca M: Cariño es pasado, no te agobies E: Lo sé perdóname, es una tontería de mi parte pero es que me gustaría borrar todo, borrar los labios que te han besado, los que me han besado, todo M: Mmm para mí los tuyos son los únicos (le tomó la cara con sus dos manos y le dio un gran beso) E: Perdóname, soy una tonta... sigue... M: Bien, estuvimos así, como “novias” (le hacia las comillas con los dedos) poco más de seis meses y nos dimos cuenta que nos la llevábamos muy bien de amigas pero como pareja nos la íbamos fatal, que mejor seguíamos de amigas que lo nuestro no era amor sino, algo... no sé ni como catalogarlo... ¿físico?, que al final nos traería problemas, que nuestra amistad era más importante y eso es todo Esther E: Pero... pero ¿por qué ella te besa y te trata como si entre ustedes aun hubiera algo? M: Porque ella es así, cariño, está un poco loca eso sí, y... Esther... debo confesarte algo que quizás no te va a gustar... E: Maca... M: No es nada malo, tranquila, pues que ella me veía tan desesperada y agobiada que... E: ¿Que, qué?! Maca, ¡no me asustes por favor!

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M: No cariño, quédate tranquila... qué bueno que tramó un plan para ponerte celosa, pensó que así reaccionarias (le decía con una medio sonrisa apenada) E: ¿Que?... pe... ¿pero que dices? M: Esther yo no estuve de acuerdo ehh (corrió a aclararle) la convencí de que eso era hasta peligroso y entonces ella decidió exagerar un poco sus muestras de amistad (la miraba con incertidumbre Esther le hacía una mueca como de disgusto y Maca empezaba a asustarse, de pronto...) E: Jajajajajajajajaja (le entró un ataque de risa) entonces jajajaja ¿era eso? Jajajaja dios y yo que pensaba... (la abrazó y comenzó a besarla apasionadamente) M: Pues si cariño (respondía a su beso) mmmm sí ¡era eso solamente! Jajaja, bueno ¡vamos a desayunar! Toma (tomó una tostada con mermelada y se la dio en la boca, Esther hizo el intento de levantarse pero Maca no la dejó, entonces desayunaron las dos así, Esther sentada sobre Maca, entre risas, besos, abrazos, hasta que tomaron la decisión de levantarse y cambiarse, debían pasar a ver a la niña y a Encarna, e irse a trabajar) Esther al no tener más ropa, se puso el mismo pantalón del día anterior ya que se habían ido directo del hospital y no tenía ropa para cambiarse, Maca le prestó una camiseta Entraron al hospital muy contentas, venían hablando de algo que habían visto en el camino E: ¡Buenos días Teresa! ¿Cómo estás? Qué tal todo hoy? M: ¡Buenos días Teresita! T: Uyy pero que contentas vienen las dos hoy E: ¿Y que tiene de raro eso Teresa? T: ¿Qué tiene de raro? Que ustedes estaban que ni se hablaban y ahora vienen muerta de la risa... ¡además habéis venido juntas! M: Ehhh ¡sí!... ayer le dije que hoy la pasaba buscando por casa T: Ahhh... está muy bien... M: Anda vamos a cambiarnos y a trabajar, hasta luego Teresa E:... ¡Vamos! Adiós Teresa T: Esther... ¿esa camiseta? Maca ¿tú no tienes una igual? M: Pues a ver a ver, umm pues sí Esther tengo una igual, menos mal que no me la puse hoy sino andaríamos iguales (le decía con sorna y torciendo los ojos) E: Teresa, ¡que buena observadora eres mujer es que no se te escapa nada! T:... ¡Pues no! ¡Para eso estoy aquí! M: ¡Sí seguro! ¡para eso estás! (decía con ironía) Esther me voy a cambiar sino... hasta luego E: Sí mejor adiós Teresa T:... Umm hasta luego (se les quedó observando mientras se perdían por el pasillo hasta vestuarios) mmmm que raro Maca se estaba pasando la tarde llenando historias, parecía que ningún niño la iba a necesitar, decidió descansar de tanto historial y se fue a caminar por urgencias a ver si tenía suerte y se cruzaba en algún momento con Esther, pero no fue así y decidió irse a

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tomar un café, al llegar a la cafetería se encontró a Esther y Cruz sentadas en una mesa frente a sendas tazas de café, ella tomó una y se fue hasta la mesa M: Hola, ¿les importa si me uno a ustedes? C: ¡Maca! Ehh claro que no, siéntate (le sorprendió que Maca lo pidiera, ya que aún Esther no le había contado las buenas nuevas, no estaba al tanto de la reconciliación, estaban ocupadas comentando un caso) Se quedaron calladas unos segundos, hasta que Maca le guiño un ojo a Esther M: Y bien... ¿de qué hablaban? C: Bueno de un caso que entró esta... (mientras hablaba se dio cuenta de las miradas cómplices que se dedicaban Maca y Esther) Eyyy un momento... ¿qué está pasando aquí? M y E:... (se miraban embobadas) C: Eyyy aterricen... ¡vuelvan a la tierra y me cuentan ya! Porque aquí pasó algo M: Jajajaja que curiosa eres ¿eh? C: ¿Curiosa? Si las veo aleladas y con esos ojos de enamoradas, aquí las dos sentadas juntas sin clavarse cuchillos, ¡cuéntenme no sean malucas! E: Cruz, que soy feliz, que somos felices, al fin hemos hablado y... C: ¿Han hecho las paces? ¡Están juntas! (dijo subiendo un poco la voz por la emoción, aunque no lo suficiente para que la escucharan los que estaban en cafetín) E: ¡Shhhhhhhhhhhhhhh Cruz! ¡Por favor! M:... Ehh ¡sí! ¡estamos juntas! Pero Cruz, eres nuestra amiga y queremos que compartas nuestra alegría con nosotras, pero debemos mantenerlo en secreto... por los momentos C: ¿En secreto? Pero ¿por qué? Pensé que habían hablado y aclarado todo E: Sí Cruz pero es muy complicado... M: Cruz tranquila, luego te lo explicamos con lujo de detalles ahora me tengo que ir atrabajar y creo que ustedes también (se levantó y le guiñó un ojo a la enfermera) nos vemos luego cariño C: Esther, baja de esa nube... jaja me alegro mucho que al fin se hayan arreglado E: Gracias Cruz, ha sido maravillosos, tenías razón por no hablar estábamos haciéndonos daño sin necesidad C: Así es Esther, la falta de comunicación daña, pero me tienes que contar E: Claro que sí C: Bueno y cambiando de tema en una hora tengo una operación y me gustaría que estuvieras conmigo en quirófano E: Sí Claro C: Te aseguras que me lo preparen todo E: Sí... Claro Acompañó a Cruz en la operación, al salir pasó por la sala de médicos y vio a Maca preparándose un café, decidió entrar, revisó que no hubiera nadie y cerró la puerta E: Hoooola (la saludo sensualmente) M: Hola, que haces por aquí (con una sonrisa picara) Esther echó un vistazo, al estar segura que no había nadie más en esa sala y sentirse a salvo de miradas de extraños se acercó a Maca, rodeó su cintura con los brazos

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E: Ummm te echaba mucho de menos mi amor (atrapó los labios de Maca, la besaba despacio saboreándolos) M: Mmmm que rico (respondía gustosa al beso) E: Mmmm, cariño no podía estar un minuto más sin tus labios M: ¿Me extrañaste mucho? (le decía con un tono insinuante y meloso) E: Uffff muchísimo (volvía a besarla más profundamente) M: Esther alguien nos puede sorprender E: No hay nadie por aquí, es de noche y sabes que en las guardias nocturnas hay poco personal M: Pero podría llegar alguien cariño E: Mmmm tienes razón, dame otro chiquitito y me voy (abrazada a ella le ponía el labio para que le diera un besito) M: Jajaja cómo eres... ¡después no te quejes! Le dio una serie de besos tiernos y cortos, se separaron un poco y se miraban y sonrieron pícaramente, las dos se miraron a los labios, no pudieron resistirse a la tentación, volvieron a besarse pero más profundamente, inevitablemente esos besos fueron encendiendo la llama, casi no se daban tregua para respirar, sus manos viajaron hasta dentro de sus ropas, una mano de Esther fue directamente al pecho de Maca, la pedíatra no pudo evitar emitir un gemido M: Mmmm... Esther... Gimió, quiso pedirle a Esther que parara pero no podría porque ella tampoco sería capaz a esas alturas. Dirigió sus besos a su cuello, Esther gimió al sentir un suave mordisco que le provocó un escalofrío en su cuerpo M: Uffff Esther de verdad... nos van a agarrar... tenemos que parar... E:... Ummm no puedo... Con mucha agilidad, Esther desabrocho el botón del pantalón de la pedíatra e introdujo suavemente su mano hasta su sexo M: Ahhhhhh... Eres muy cruel... aggggg... no puedes hacerme esto... si llega alguien va a ser... agggg (no podía coordinar sus palabras su sexo estaba siendo estimulado magistralmente) Pero Esther no entendía razones, su deseo por Maca era muy fuerte. Maca la estrechaba cada vez más contra ella, quería sentirla muy dentro de ella, ya no le importaba nada, era tanto el placer y tal la maestría de la enfermera estimulándola que llegó a un orgasmo bestial que tuvo que ser acallado por la boca de Esther por temor de ser escuchadas M: Ufffff (tuvo que apoyar su frente en el hombro de Esther) fue increíble mi amor, pero estás loca, ¡estamos locas! ¿Cómo se nos ocurre hacer esto aquí? E: ¿No te gustó? (se reía de ella) M: ¿Qué? uffff me encantó, pero pudo llegar alguien, ¡estás loca! E: ¡Me moría por hacerlo! ¡Desde que llegamos pensaba en esto! M: ¿Oye no me digas ahora que eres de las que le excita hacerlo en un lugar público?

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E: Jajaja, no cariño, jamás lo he hecho, ¡ni me hubiera atrevido! pero eso es lo que provocas en mi, pierdo la cabeza (le decía muy cerca aun abrazada a ella) M: Ven acá, me encantó, ¿ahora tú? (la besaba aun sofocada por la excitación vivida) E: Mejor no, pero ¡en cuanto lleguemos a casa mañana te recordaré que me debes algo! Jajaja, voy a lavarme Se dirigía al baño que había ahí mismo en la sala, Maca la seguía, para también recomponerse, al llegar y verse las dos en ese cuarto Esther la miró y muy insinuante le dijo E: Mmmm (se acercaba insinuante y la acariciaba) y ¿por qué tenemos que esperar hasta mañana si estamos aquí solitas? M: Esther te estás pasando, me asustas E: Jajajaja tonta, ¿ósea que esa pose de mujer fatal es una fachada? ¿Te acobardas? M: ¿Cobarde? No me acobardo, ven (la tomó de la mano y aceptó el desafío. Tomó a Esther por sus muslos y la levantó para que pusiera sus piernas alrededor de su cintura, así la llevó hasta pegarla contra la pared, la besaba apasionadamente, metió su mano dentro de su uniforme, acariciaba la espalda de Esther, bajó sus labios desde su cuello hasta meterse en el escote y besar el contorno de su pecho, sus centros latían sus corazones se desbocaban, sus mentes sabían que era una locura no era el lugar y unos pasos y voces en el pasillo manifestaban que estaba llegando gente a la sala, como pudieron pararon, tal como habían sospechado sintieron que abrían la puerta, se compusieron la ropa, se lavaron la cara tratando de refrescarse un poco y no se notara su sofoco, se miraron a la cara y al verse rojas por la excitación y al mismo tiempo asustadas por la posibilidad de que las hubieran descubierto les provocó a ambas una carcajada, que fuera escucharon claramente, provocando la curiosidad de las personas que había entrado M: ¿Ves? te lo dije Esther, nos van a atrapar jajaja ¿quién será? E: Shhhh no te rías... jajaja M: Y que quieres que hagamos ¿ah? Tenemos que salir E: Uffffff ¡no sé! (decía muy nerviosa) M: Esther tenemos que salir, seguro ya nos escucharon. Hagamos algo, salgo yo y veo de quien se trata y luego sales tú E: Está bien Maca salió del baño encontrándose a Cruz y Claudia mirando hacia ella, se sintió más tranquila al ver que se trataba de ellas Claudia: Eyyy... ahh hola Maca... ¿qué haces? M: ¿Cómo que hago? Estaba en el baño ¿o no puedo? Claudia: Ay por Dios bendito, pero porque estás a la defensiva. ¿Con quien estas metida ahí? M: Ehhhh... Esther, sal C: Umm... Esther decidió salir E: Este... yo... ella... bueno que me voy a trabajar (trató de salir de ahí lo más pronto pero una mano de Maca se lo impidió) C: Jaja (Cruz tuvo que ahogar una carcajada que luchaba por salir)

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M: No, espera cariño E: ¡Maca! Maca se dio cuenta de la cara de bochorno de Esther y le causó mucha gracia M: No pasa nada cariño (le decía muy despacio y tomándola por la cintura) E: ¡Maca! M: Pero ¿qué pasa? con ellas no hay problemas, son nuestras amigas E: Sí pero es que... M: Jajaja Ahora, ¿quién es la cobarde? ¿Dónde está la osadía que tenías hace un rato? Claudia y Cruz las observaban como si fuera un partido de tenis, miraban a una y otra, se divertían viendo las caras de bochorno de las dos, Esther miraba a Maca con timidez y con unos ojos que claramente le suplicaban que no dijera nada y que la dejara escapar, Cruz y Claudia intuían claramente más o menos que era lo que estaban haciendo las dos en ese baño E: Maca vamos a trabajar... (la tomaba de una mano para que se fuera con ella) Claudia y C: Jajajajaja M: Jajaja, Vamos mi amor Claudia: ¿Mi amor? Oye nosotras tenemos dos días que no nos vemos y creo que tienes mucho que contarme M: Sí. a las dos tenemos mucho que contarles, es más el sábado libramos, vamos a reunirnos en mi casa comemos algo y conversamos las cuatro, ¿les parece? ¿Qué dicen? ¿Qué dices Esther? E: Me parece muy bien (miraba a Claudia con recelo, ya sabía cuál era la relación con Maca pero no podía evitarlo, habían sido novias, se había acostado con “su” Maca y además le iba a ser muy difícil cambiar el chip, le había caído muy mal cuando la conoció) Claudia: (se dio cuenta de la mirada de Esther, le entraron nervios) Eh... sí está bien C: Me parece maravilloso, porque yo no aguanto más con la intriga M: Entonces listo, no se hable más, el sábado reunión en mi casa, ahora sí, vamos Esther E: Te voy a matar (le decía muy despacio mientras salían) M: Jajaja no lo puedo creer, ¿qué pasó con la Esther de hace unos minutos? El resto del turno pasó volando, en la mañana se encontrarían en recepción para irse juntas E: Teresa yo estoy lista, me voy, dame aquí (le pedía el control) T: Uyyy ¡que prisas por dios! E: Sí Tere voy a ver a Paula y llevarla al parque aún es temprano M: ¡Otra que se va! Hola a las dos, ehh ¿tú también ya sales Esther? (disimulaba frente a Teresa) E: ¡Pues sí! he terminado, a casita (le seguía la corriente) M: Si es justo, oye Esther, tu casa me queda de paso, te puedes venir conmigo y te dejo E: Ummm no quisiera molestarte Maca, estarás cansada (mentía descaradamente frente a Teresa) M: Para nada, además ya no regreso hasta mañana en la mañana, vamos aprovecha la cola

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T: Eso hija, aprovecha, así llegas más temprano para llevar a la niña al parque E: Está bien vamos Se encaminaban hacia la salida M: ¡Digna de un “Oscar”! (le decía en un susurro a Esther) E: Jajajaja M: Eyy Esther, ¿es cierto lo del parque? E: Sí cariño, Paula me está esperando ¿nos acompañas? a Paula le encantaría M: Ummm ¿a Paula? E: Y a mí también (le sonreía tiernamente) Llegaron pronto a la casa de Esther, la niña las esperaba entusiasmada, en cuanto las vio se lanzó a los brazos de su madre y le hizo señas a Maca para que se uniera al abrazo, Encarna las veía emocionada, se las veía felices con sendas sonrisas en sus caras, estaba feliz por ellas Encarna les había preparado desayuno, así que desayunaron las cuatro juntas y al rato salieron rumbo al parque Caminaban por el parque, tomadas de la mano de la niña, que estaba feliz de tener a Maca de un lado y a su madre del otro, era muy pequeña para entender algunas cosas pero las quería mucho y estaba contenta de tenerlas así, hasta que llegaron a un área de juego que era el favorito de la niña, Esther estaba con ella mientras Maca y Encarna se sentaban en un banco que estaba cerca En: Sabes Maca, me encanta verlas así, al fin se les iluminó el intelecto ehh M: Jajaja bueno sí, al fin En: ¿Han hablado? han aclarado sus dudas supongo M: Sí, hemos hablado, pero... En: ¿Pero qué? M: Nosotras nos queremos mucho Encarna, queremos estar juntas, pero por ahora tenemos que tener cuidado, debemos llevarlo en secreto En: ¿En secreto?... ah ya me imagino... ¿el gilipollas? M: ¿Eh?... jajaja, ¡sí! ¡el mismo! En: No sé hasta cuando le va a seguir haciendo daño a mi hija M: Sí, le dije a Esther que la ayudaría, que buscaríamos un profesional, pero tiene mucho miedo, está aterrada, no hay forma, así que acordamos mantenerlo en secreto hasta conseguir una solución En: ¡Maca...! M: Sí lo sé, es difícil la situación, pero tengo que aguantar, no sé cuanto vaya a durar, pero la quiero, la adoro, ¡no quiero perderla! (se le llenaron los ojos de lágrimas, detalle que hizo que Encarna le rodeara los hombros con su brazo y la acercara a ella en un abrazo maternal) En: ¡Tenemos que encontrar algo! M: ¡Sí! Encarna ¿usted me ayudaría? No quiero agobiar a Esther, pero tengo que hacer algo, no puedo estar así de brazos cruzados esperando que caiga una solución del cielo En: Pero, sabes cómo es Esther, se molestará si haces algo a sus espaldas M: No Encarna, no haré nada a su espalda, pero debo ir reuniendo información, pruebas, no lo sé, algo, voy a ponerme en contacto con una muy amiga mía, es abogado

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penalista, le pediré asesoramiento, le pediré discreción, sé que no dirá nada, pero debo hacer algo En: No te preocupes, yo te ayudo, pero debes ser muy discreta M: Sí lo sé, Esther se pone muy nerviosa, así que investigaré primero y ya cuando tenga una solución posible se lo hago saber, no haré nada sin su consentimiento, ehh ahí viene mejor cambiamos de tema En: Sí... Y así lo hicieron, llegó Esther, conversaron, jugaron, disfrutaron del radiante sol y la agradable temperatura de la mañana, llegó un momento que la niña se cansó y decidieron regresar a casa En: Ufff mira quien está ahí. ¡El gilipollas! (decía Encarna que era la primera en ver a Roberto que estaba frente al portal de su casa esperándolas) E: ¡Mama! ¡No digas eso frente a la niña! Dios, ¡¿qué querrá ahora éste?! Paula: Papi... (lo llamaba contenta la inocente niña, en los últimos meses se había ganado interesadamente el cariño de su hija) Roberto: Ven aquí a mis brazos hija En: Hipócrita gili... (decía entre dientes) E: ¿Qué haces aquí? Roberto: Venía a decirte que mi abuela está muy mal, está en el hospital, se espera lo peor E: Pues lo siento mucho Roberto: ¿Podrías venir conmigo a verla? Esther inmediatamente volteó a ver a Maca, que permanecía a un lado completamente callada, al escuchar éstas palabras también miró a Esther a la espera de su respuesta E: Ni lo pienses, esta vez no me convencerás con tus mentiras, lo siento mucho por Doña Carmen, pero ¡no voy a ir! Maca al escuchar esto se sintió más tranquila, pero el malestar que le causaba ese hombre era descomunal y más después de saber que había golpeado de ésa manera a Esther, tuvo que quedarse a unos metros de ellos, temía no poder controlarse si se acercaba mucho Roberto: Pero Esther, recuerda lo que hablamos, es necesario que... E: ¡Te dije que no y ya! Vamos mamá, ven Paula (tomó a la niña y se encaminaba hacia adentro) Roberto al ver la negativa de Esther se sintió rabiar y la tomó por un brazo, ya Maca no pudo contenerse y se le enfrentó M: ¡Suéltala! ¿qué pasa? ¡No sabes escuchar! ¡Te dijo que no! Roberto: Bueno y ésta ahora ¿qué le pasa? ¡Siempre está metida en medio! E: Maca por favor (le decía con ojos de suplica) M: Esther... no E: Maca ve con mi madre y la niña, yo me encargo... por favor (con los ojos le suplicaba que no complicara las cosas)

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Maca la miró a los ojos y vio en ellos el ruego M: Uf... Encarna, vamos En: Sí vamos, dame a Paula (le dijo a su ex yerno para que le diera a la niña que tenía en brazos) Maca y Encarna se encaminaron dentro del portal del edificio, pero se detuvieron a una distancia prudencial donde pudieran observar a Esther, que hablaba acaloradamente con su ex E: ¿Hasta cuando Roberto? Te dije muy claro que no volvería a creerte, ya te complací una vez, y te aprovechaste de mí. ¡Ya no! Roberto: Y tú sabes que mi abuela le deja la mayor parte de su herencia a nuestra hija, le debemos respeto, no quiero que cambie de idea E: Es lo único que te importa, ¡esto es increíble! Eres el peor de los ambiciosos que puedan existir, utilizas a tu propia hija para obtener un provecho, ¡si no fuera por esa maldita herencia ni te acordarías de Paula! ¿es que no te alcanza todo lo que robas?... Roberto: ¡Ya te dije en una oportunidad que no volvieras a decir eso, o te juro que la pagaras! E: ¡Déjame tranquila! Deja a mi hija al margen de todo, me da igual lo que le deje tu abuela, ella no lo necesita, me tiene a mí y no le hace falta nada más Roberto: ¡Se te están subiendo los humos desde que andas con esa amiguita tuya! ¿Quién es ella?, ¿por qué la veo siempre contigo? E: No tengo por qué contestarte Roberto: Ok tú te lo buscas, pero te advierto que ¡tú a mi no me jodes! ¡¡Ok!! La tomó por un brazo y la acercó a él, Maca al verlo hizo el intento de salir, pero Encarna la sostuvo, quería evitar complicar las cosas, Roberto soltó a Esther Roberto: Sabes que contra mí no puedes, ya me da igual si vienes a ver a mi abuela o no, ya le inventaré algo, pero no intercedas, no hagas nada para complicarme las cosas porque te las verás conmigo, ¡¡recuérdalo muy bien!! E: Tranquilo que si no es porque te apareces ni me acuerdo de ti ni tu familia, ¡daría cualquier cosa para no verte más nunca en la vida! Roberto: Cuidadito con lo que haces, recuerda que no estoy sólo, hay gente muy poderosa conmigo que no permitirá que le cagues las cosas así que ¡chitón! Y volveré las veces que quiera ver a mi hija, no me lo impedirás ¡ni tú ni ésa amiguita tuya! E: Vete... ¡vete por favor! (le gritó, se dio cuenta que con ese hombre no había forma de hablar) Roberto: (se dio la vuelta para irse, mientras Esther entraba al edificio, el se fue molesto hablando para sí mismo) Esta amiguita ya me está sacando la piedra, cada vez que me acerco a Esther ella salta como una fiera, ummm tengo que averiguar quién carajo es y porque anda siempre con ella Ya en el carro, Roberto tomó su teléfono Roberto: ¿Sí? ¿Gustavo? Si necesito que me hagas un trabajo... sí... necesito que me vigiles y averigües la vida de una persona... sí... mañana te doy los datos completos de su nombre... por ahora solo sé que trabaja en... (se fue muy molesto en su auto, con el firme propósito de saber quién era Maca y qué relación tenía con su mujer)

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Mientras, dentro del edificio M: ¿Estás bien? E: Sí, vamos arriba M: Esther E: Tranquila, está todo resuelto, ¡ya entendió! ¡Vamos! Se le veía muy molesta, Maca y Encarna se miraron, pero prefirieron no agobiarla con preguntas Subieron hasta casa de Encarna, entre Esther y Maca bañaron a la niña, no comentaban nada de lo sucedido. Mientras Encarna preparaba el almuerzo, había insistido en que Maca se quedara a almorzar con ellas, al rato salieron con la niña ya bañadita y vestida y se sentaron a la mesa Estaban comiendo y la niña hablaba sobre lo que habían hecho en el parque. Maca se moría por preguntarle qué había pasado con Roberto pero no quería presionarla, Debía ser Esther la que abordara el tema, esperó hasta que al fin E: Le dije que definitivamente no iría, se molestó pero al final lo aceptó (les dijo al fin, mientras lo decía miraba a Maca a los ojos) En: Eso espero y que no siga jo... fastidiando M: ¿Crees que regresará? E: ¡No! ¡Por esto no! ¡Ya quedó claro! pero no puedo evitar que siga viniendo por la niña, ¡no puedo evitarlo aunque quisiera! M: ¡Sí!... se aprovecha de eso En: ¡Por supuesto Maca! Y sólo para joderle la vida, es un egoísta de mi... E: ¡Mamá! En: Ehh perdón, pero es que ese hombre antes no quería saber nada de la niña y de repente porque se entera que va a heredar una fortuna de la abuela y mientras sea menor de edad los nombró a ustedes sus tutores, ¡Ah milagro se acordó de su hija! ¡Hay que joderse! E: Mamá, por favor dejemos de hablar de esto frente a la niña, es pequeña pero nos está escuchando y... (les rogaba) En: Es verdad cariño, perdóname Paula: Mida mami, me he omio todo (enseñaba su plato vacío, emocionada) E: ¡Qué bueno princesa! te vas a hacer grande y fuerte y ahora vamos a dormir la siesta que estas cansadita Paula: Tiiii E: Vamos Esther le daba la mano para llevarla a su habitación, pero ella alzó los brazos hacia Maca Paula: Yo quedo que me lleve Maca a upa E: ¡Pero bueno! M: Jajaja claro que sí princesa, yo te llevó que mamá está muy flojita y no tiene fuerzas para cargarte, vamos cariño, a la camita (cogiéndola en brazos)

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En: Oye a ésta niña la están acostumbrando mucho a los brazos últimamente Paula: Toi ansadita abu (le decía dramatizando con carita de pena) En, M y E: Jajajajajaja Paula: Mami, dueme comigo a sieta, ¿sí? E: ¿Quieres que duerma contigo mi amor? Paula: ¡Tiii y tamben Maca! M: Cariño, otro día me quedo a dormir contigo sí, pero tengo que irme a mi casa Paula:... Ttii... La niña hablaba mientras iba medio dormida en el hombro de la pedíatra que la llevaba cargada, llegaron y la recostaron en su cama, a los pocos minutos se quedó completamente dormida M: Estaba muy cansada, se quedó dormida enseguida E: Siiiii corrió mucho en ese parque... Cariño... ¿estás bien? (se acercaba y le acariciaba la mejilla) M: Sí... Esther, pero ¡no te lo voy a negar, me pone de muy mal humor ése tipo! ¡No soporto que se te acerque! E: Tranquila mi amor, tenemos que tener paciencia M: Sí... paciencia... ¡será eso lo que me falta! Bueno me voy cariño, también me voy a dormir mmm cierta enfermera traviesa me dejó muy cansada E: Ah ¿sí? ¿Y qué te hizo? ¿la conozco? M: ¿Qué me hizo? ¡Me hizo ver el cielo mi amor, el cielo! Pero no sé si la conoces, la verdad que casi ni yo la reconozco, estaba poseída por un espíritu muy travieso E: Jajaja ¿ahora me vas a decir que no te gustó? M: Me encantó cariño, pero que susto, te imaginas que hubieran llegado mientras nosotras... ¡es que me muero! Jajajaja E: Jajajaja ¡bueno tuvimos suerte de que fueran ellas dos! M: ¡Sí! Ahora si me voy cariño, dame un beso E: Todos los que quieras mi amor M: Te paso a recoger mañana para ir al hospital cariño E: Sí mi amor, te acompaño hasta abajo Maca antes fue hasta la cocina para despedirse de Encarna, luego Esther la acompañó hasta el portón y se despidieron a su manera Cuando Maca llegó a su casa lo hizo con una sensación de agobio, ¿así sería en adelante? ¿Llegar a casa sola? Tomó su agenda y encontró el número que buscaba M:... ¿Cristina? Hola ¿cómo estás? Soy Maca... sí muy bien y tú... claro pero ya sabes el trabajo... si lo tendré en cuenta... Cristina en verdad te llamaba porque necesito reunirme contigo, tengo que plantearte un caso a ver que me recomiendas... ¿hoy mismo? ¡Perfecto!... nos vemos entonces... ¿en dos horas?... perfecto entonces en tu bufete en dos horas... igual para ti, hasta ahora M: ¡Sí! ¡definitivamente tengo que hacer algo! Se reunió con su amiga, Cristina, una abogada penalista muy buena en su campo, por un lado le dio esperanzas ya que legalmente Roberto no podría quitarle a la niña. Pero por

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otro lado no podían confiarse, debían analizar e investigar qué tipo de calaña era, Cristina le prometió pedirle a unos contactos que averiguaran sobre la vida y andadas en que estaba metido, y así poder elaborar una estrategia para enfrentársele. Maca le pidió a Encarna que le reuniera información y que le facilitara todos sus datos personales y familiares para pasárselos a Cristina A la mañana siguiente Maca pasó a recoger a Esther como le había prometido. Mientras esperaba que bajara se fijó en un hombre que estaba al otro lado de la calle, le pareció que lo que hacía era mirarla a ella, la miraba mucho, pero en cuanto bajó Esther ni se acordó del asunto, no le dio mayor importancia y se fueron al hospital Así pasó una semana más, entre el hospital, la casa de Esther, su casa, cada vez pasaba más tiempo con la niña que estaba encantada y se había acostumbrado a estar con las dos, Maca unas veces se quedó a dormir en casa de Esther y Esther en casa de Maca. Estaban de lo mejor. Maca se había reunido sin que Esther lo supiera, con la abogada y ésta le había pedido los datos que le había reunido Encarna sobre el ex, y le prometió que averiguaría todo lo relacionado a ése hombre e investigaría como podrían proceder en ése caso lo más pronto posible Estaban en cafetería Esther y Alicia cuando llegaban Claudia y Maca. Esther tenía que reconocer que Claudia era una tía simpática y pudo comprobar que en verdad la relación entre ella y Maca era puramente de amistad, aunque a veces le parecía que Claudia se pasaba de cariñosa con ella, le parecía muy tocona para su gusto pero bueno, se estaba acostumbrando En el hospital parecía que estaban bien, supuestamente nadie se había dado cuenta de la relación que existía entre Maca y Esther, perfectamente pasaban por muy buenas amigas. Aunque siguieron teniendo algunos encuentros subiditos de tono, fueron más comedidas y discretas M: Hola, que están tomando por aquí (se sentó en la silla que estaba al lado de Esther) E: Café, ¿quieres que te busque uno? M: Yo voy... Alicia: Quédate, yo lo busco tu quieres algo más Esther,¿quieres otra manzanilla? E: Ehh no, gracias M: ¿Estás tomando manzanilla Esther? E: Sí, esta mañana me he levantado con el estómago súper revuelto M: Te debe haber caído mal la cena, ¿te tomaste algo para el malestar? E: No, ya tengo varios días así, debe ser un virus de esos que están dando o algo, en un rato voy a subir al laboratorio para que me tomen unas muestras M: ¿Tienes varios días? ¿Por qué no me lo dijiste Esther? E: Es una tontería Maca y sabes que cada vez que te veo se me pasa todo y se me olvida jajaja M: ¿Sí? ¿se te olvida todo? (la miraba con una sonrisa y le hacia un movimiento con las cejas muy pícaro) Claudia: ¡Hey que estoy aquí y les recuerdo donde estamos! Alicia ya regresaba con los cafés para Maca y Claudia, llegaba y se sentaba también

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M: Alicia, ¿aún tienes ganas de ir a la sierra un fin? Alicia: Claaaaaaaaro ¡¡¡siiii!!! M: Jajaja, bueno, estaba pensando, debemos cuadrar a ver qué fin libramos las cinco y podríamos organizar una escapada Alicia: Siiiiiiiiiiiiiiiiii E: Jajaja Alicia, si que te causó un trauma ese paseo frustrado jajaja Alicia: Pues sí, ¡qué le vamos a hacer! M: Pues creo que pronto podremos ir te lo encargo Alicia, averigua los horarios, después hablamos de los detalles, me voy tengo que seguir trabajando, Esther avísame de los exámenes y te acompaño al laboratorio E: No... no es necesario yo subo y luego te cuento M: Pero yo quiero acompañarte E: Umm está bien yo te aviso M: Bueno me voy E: Yo también, aprovecho y me voy contigo Se paró junto a Maca, pero tuvo que sostenerse de ella y sentarse nuevamente debido a un mareo repentino M: ¡Esther! ¿qué te pasa? E: Ufffff... No lo sé me maree al levantarme, creo que me paré muy rápido... M: Esther... toma un poco de agua... ¿tú desayunaste esta mañana? E: No Maca... tenía el estomago muy revuelto M: Vamos ya al laboratorio, eso es más que un virus, seguro es una gastroenteritis o una bacteria E:... Ya va dame unos segundos, la cabeza me da vueltas Esperaron un rato a que Esther se estabilizara, Maca la miraba preocupada, luego subieron al laboratorio, Maca la acompañaba dándole ánimos mientras le tomaban las muestras, en ese preciso momento la llamaron al busca, la necesitaban en urgencias E: Cariño baja no te preocupes, yo espero un rato aquí, luego voy y te busco M: Está bien, voy a ver. Esther aunque les dije que era urgente, los resultados van a tardar un rato en dártelos, porque no te vas a casa a descansar, no tienes buena cara cariño E: Tranquila cariño, espero un rato aquí y luego bajo a hablar con Cruz M: Está bien me bajo, que me necesitan Esther vio como se iba Maca, al ver que ya estaba sola, aprovechó el momento para llamar a la chica del laboratorio E: Sonia Sonia: Dime Esther E: Hazme un favor, pídeme también... la... la prueba de embarazo Sonia: ¿La de embarazo? ¿Creí que estabas divorciada? E: Sí Sonia, pero es una historia larga. Por favor házmela, es que tengo una falta y estos síntomas... no sé, quiero estar segura Sonia: No te preocupes Esther, están listos como en dos horas, en cuanto estén te llamo E: Ok, yo no me siento muy bien pero me voy a quedar por aquí esperándolos Sonia: Esther, de todos modos ¿te hago los que pidió la Dra. Fernández?

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E: Sí házmelos Sonia: Bueno esos van a estar para mañana, los de embarazo en dos horas E: Ok, me avisas, por favor Esther tenía varios días que venía sospechando, no le había venido la regla en su fecha, tenía casi diez días de retraso y ella era muy puntual en eso, sumándole ahora los malestares que sentía le daban muy mala espina... estaba muy asustada, no podía creer que ése desgraciado hubiera tenido tanta puntería de dejarla embarazada en ésa maldita noche Maca estaba muy ocupada en urgencias había llegado un accidente con dos niños muy mal, tuvo que entrar a quirófano y no supo que había hecho al fin Esther Como le había prometido la bioanalista, a las dos horas la llamó, ya estaban listos los resultados de la prueba de embarazo, Esther subió a buscarlos Sonia: Toma Esther (le entregó el sobre que Esther abrió con muchos nervios, tuvo que sentarse por la sorpresa que le causaron los resultados, aunque tenía la sospecha tenía la esperanza de que estuviera equivocada) Sonia: Esther, ¿te sientes bien? E: (no podía contestar, no podía quitar los ojos del dichoso papel) Sonia: Esther no sé cuál es tu situación actual, no sé si felicitarte, pero un niño es algo muy hermoso E:... Sí... (casi no podía hablar, lo único que hacía era ver la palabra “positivo” que estaba escrita en ese papel) Esther permanecía sentada, Sonia se dio cuenta que necesitaba estar sólo y la dejó E: (“Dios mío... no puedo creerlo... ¿qué voy a hacer?... ¿qué voy a hacer?... ¡no puedo tener otro hijo de Roberto!... ¿qué hago?... ¡¡Dios mío esto no puede estar pasando!! ¿cómo se lo digo a Maca? Dios ¿qué hago?” pensaba Esther desesperada) Bajó hasta urgencias con la intención de cambiarse e irse, no podía ver a Maca en ese momento, no podría mirarla a la cara. Pero justo en el preciso momento en que llegaba a urgencias vio que Maca, venía de quirófano y se acercó preocupada hasta donde estaba Esther M: Esther, ¿cómo te sientes? ¿Por qué no te has ido a casa a descansar? E:... Ehhh... mejor (le respondió escuetamente, se le quedó mirando a los ojos y por un momento tuvo que voltear, no pudo sostenerle la mirada, temía que se echaría a llorar ahí mismo) Ahora... ahora iba a cambiarme para irme M: Estás muy blanca mi amor E: Sí... no me siento bien... mejor pido permiso y me voy a casa ya M: Espera, yo ya no tengo nada y te acompaño E:... Maca... mejor quédate y yo... M: Mejor ¿qué? E:... Está bien, voy a cambiarme y le aviso a Cruz M: Ok te espero por aquí

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Así lo hizo, ella se cambió y pidió permiso a Cruz mientras Maca pedía que la suplieran en lo poco que le quedaba de turno. Salieron hacia la casa de Esther Durante el camino las dos permanecieron calladas, estaban inmersas en sus pensamientos, Esther buscaba una solución, no sabía qué hacer, hasta le había pasado por la cabeza algo que en su vida hubiera aceptado y era el aborto, idea que rápidamente desechó. Cada vez estaba más segura de que no se lo diría a Roberto, no lo merecía al fin y al cabo ése embarazo había sido consecuencia de un mal acto de él, prácticamente se podría casi catalogar de violación, al aprovecharse de ella en un estado lamentable. Lo que más le preocupaba era Maca, en cómo se lo diría, le asustaba como lo tomaría, pero estaba segura de que debía decírselo no planeaba ocultárselo, estaba buscando la manera y el momento justo. Ella estaba molesta consigo misma por la consecuencia que había tenido esa mala noche Maca pensaba en que mejor esperaría a que Cristina, le diera alguna esperanza sobre cómo afrontar a Roberto y luego le diría a Esther, era lo mejor, no quería preocuparla, como tampoco quería que se ilusionara con una solución de la que no estaba segura si la encontrarían, ella se encargaría de buscar la forma de enfrentárseles al ex y cuando ya tuviera algo se lo diría. Llegaron frente a la casa de Esther, estacionó en un lugar muy cerca del portón, Maca miró a Esther y vio que estaba distraída no se había dado cuenta que habían llegado y coloco su mano en su muslo. Esther volteó a mirarla, Maca no pudo contenerse, ver a Esther así la enternecía, se acercó y le dio un beso en los labios E: Maca... M: Es uno pequeñito no nos ve nadie (le decía con una sonrisa y volvió a besarla. Lo que no sabía Maca era que la persona que tan eficientemente las estaba vigilando desde hacía varios días por petición del ex, aprovechó para sacarles una foto) Vamos te acompaño arriba Subieron, Maca estaba preocupada veía a Esther cada vez más blanca, aún persistía el malestar. Le pidió que se recostara mientras ella le preparaba un plato de frutas, Esther se recostó, el porrazo que había recibido con la noticia, había terminado por noquearla Maca le preparó con mucho mimo un plato de fruta fresca, pensó que eso le asentaría el estómago, se las llevó hasta la cama y la encontró acostada de lado llorando M: Mi amor ¿qué te pasa? (dejó el plato sobre una mesita, se sentó a su lado y le acariciaba el cabello con ternura) E:... M: Mi amor, ¿te sientes muy mal? (estaba realmente preocupada por verla en ese estado) E: Maca... Abrázame mi amor, abrázame (se incorporaba y la abrazaba con necesidad) M: Te quiero mi cielo (la abrazaba, sentía una sensación extraña, entendía que Esther estaba sensible por sentirse mal, pero tenía la sensación de que le pasaba algo más) M: Pero mi amor, ¿dime qué te pasa? ¿Por qué estás así? E: Por favor Maca, sólo abrázame mi amor, ¡sólo abrázame! Maca la abrazó con fuerza, quería que se sintiera apoyada y protegida, no sabía que le pasaba pero le parecía que Esther algo le preocupada, fuera lo que fuera estaría a su lado y esperaría que en cualquier momento se lo contara. Al rato Esther se tranquilizó y se

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quedó dormida, Maca aprovechó para llamar a Encarna y decirle que Esther estaba indispuesta, le pidió que se quedara con la niña y ella se quedaría cuidándola. Afortunadamente el día siguiente libraban las dos Luego de un rato se recostó al lado de Esther, sentía la respiración tranquila de Esther, parecía tan indefensa, Esther era su vida y se prometió a ella misma que iba a luchar y protegerla, trataría de que fueran felices juntas por el resto de sus días. Así poco a poco se fue durmiendo ella también Esther durante la madrugada despertó, no podía seguir durmiendo estaba muy preocupada. Maca dormía profundamente, se le quedó mirando, dormía plácidamente, se separó con cuidado de no despertarla, levanto la sabana con sumo cuidado, y se levantó de la cama, notó como Maca movía mínimamente su cuerpo pero no despertó, se puso una bata, no podía seguir durmiendo, se sentó en un sillón muy cerca de la ventana y miraba hacia afuera, pensaba y pensaba, quería encontrar una fórmula, que le dijera que iba a hacer en su vida, como iba a enfrentar todo, como se lo iba a decir a Maca, no quería hacerle daño, tenía mucho miedo Maca sintió una tenue luz que entraba en la habitación, abrió los ojos poco a poco, buscando a su lado a Esther, se dio cuenta que estaba sola en la cama, se incorporó y la vio sentada en un sillón frente a la ventana, se levantó y se acercó a ella, se arrodilló a su lado y le dio un beso M: Mmmmm... hola, que haces aquí solita... ¿en que piensas mi amor? E: Mmm... buenos días mi amor (beso) en que te quiero, ¡te quiero mucho! M: ¡Mi amor! (besos) ¡Yo también te quiero! E:... Maca... M: ¿Qué? E:... Tengo mucho miedo... M: ¿Miedo? Pero de que mi amor E: De... de que te canses de mí... de que me dejes... M: Pero mi amor por qué dices eso, ¡eso no ocurrirá nunca! (se acercó a sus labios y la besó con suma ternura) E:... Por mi forma de ser... que nuevamente algo se convierta en un obstáculo... de que se interpongan entre nosotras... (le decía con una profunda tristeza) M: ¡Nunca! ¡Nunca mi amor! Ya habíamos quedado que tendremos paciencia ¿sí? ¿Por qué piensas en eso ahora? ¿Qué te pasa?... E:... Soy muy complicada... mi vida es muy complicada... yo... (tenía que decírselo estaba segura de eso pero no encontraba la forma, los nervios la tenían bloqueada, no le salían las palabras justas) M: Tonta, ven acá (la abrazó mientras le acariciaba la espalda con mucho cariño) Permanecieron durante unos minutos abrazadas, Esther se sentía segura en sus brazos, ambas se transmitían en ese abrazo su amor verdadero, a Maca no le era difícil imaginar que algo le preocupaba, nunca la había visto así tan decaída. Se separaron un poco M: ¿Estás mejor mi amor? E:... Sí (le dio un beso), sabes que estar contigo me reconforta (le dijo sinceramente con una sonrisa)

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M: Aun sigues muy pálida mi amor. ¿Para cuando te dijo Sonia te daría los resultados? Es importante saber que tienes y si hay que ponerte un tratamiento E: Ehhhh... ésta tarde... pero... M: Bueno pues ésta tarde pasamos a recogerlos (la interrumpió Maca), no me gusta nada ésa palidez. Voy a preparar desayuno, ¿Qué te provoca? E: Ufff... nada Maca M: ¿Cómo nada? ¡Debes desayunar! Voy a prepararte algo mientras te duchas E: ¡Noooo! Ven acá... quédate conmigo, prefiero desayunar más tarde, ahora no me pasaría bocado (estiró la mano y tomo la de Maca para que no se fuera) M: Bueno, está bien (la beso en los labios) mmmm que rico, me encanta besarte, ¿qué te parece si nos bañamos juntas? E: Mmm ¿sí? ¿y me enjabonas la espalda? M: Ummmm me encanta la idea quiero mimarte Esther se levantó y tomadas de la mano llegaron hasta el cuarto de baño, se desnudaron lentamente, las dos disfrutaban de su desnudez, se miraron con gesto provocativo y ojos ardientes, Maca miraba los pechos de Esther que solo con mirarlos le provocaban una oleada de calor, se metieron a la ducha. Maca tomó la esponja y le coloco gel, comenzó a enjabonarla, le encantaba hacerlo, le encantaba mimarla, la enjabonaba con cuidado, despacio, disfrutando cada movimiento y cada centímetro de la piel de Esther. Con la mano le acariciaba el pecho despacio, con movimientos circulares, casi con adoración, Esther se mordía el labio, Maca luego de enjuagarlo acercó su labio al pezón endurecido de Esther, comenzó a besarlo, a lamerlo, jugaba con el con su lengua. El cuerpo de Esther se erizaba completamente, parecía estar llamándola a gritos, tomó la mandíbula de Maca y fue directa a su boca en un beso profundo, sus lenguas se entregaron en un juego húmedo y divertido, no podían controlar sus deseos, Maca le dio la vuelta y con sus brazos rodeo su cintura atrayéndola hacia su cuerpo. Esther cerró sus ojos mientras los dedos de Maca recorrían lentamente su vientre, su piel se erizó, sentía su cuerpo arder aún con el agua que caía suavemente sobre sus cuerpos, Esther tomó una de las manos de Maca y la ayudó a llevarla hasta su sexo, ya no podía más, no podía esperar. Al sentir su mano no pudo reprimir un grito de placer E: Aghhhhh Maca... por favor... mmmm (Esther en brazos de Maca se olvidaba del mundo, de todos, de todo) Estaban fuera de control, Maca se frotaba contra el cuerpo de Esther, las dos gemían, Esther llevaba la mano de Maca para que la moviera más rápido. Así las dos gritaron con diferencias de segundos cada una, por el orgasmo al que habían llegado Terminaron de enjuagarse, se vistieron las dos con una sonrisa en sus caras y pasaron a desayunar Estaban sentadas frente a sus desayunos M: Cariño, te sientes mejor E: Siii mucho mejor... pero... Maca (se le quedó mirando a los ojos, tenía que decírselo no podía esperar más, después sería mucho peor, le daba un poco de miedo, sabía que le iba a causar un sufrimiento a Maca, pero a la vez tenía la confianza de que Maca la apoyaría)

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M: Dime cariño (le preguntaba con una sonrisa al mismo tiempo que mordía una tostada del desayuno) E: Tengo... tengo que decirte algo... M: ¿Qué cosa cariño? E: Ha pasado algo y... no sé como decírtelo... M: Esther me estás asustando... ¿qué pasó? cariño (dejó la tostada en el plato, se dio cuenta de que lo que le contaría Esther era muy importante) E: Ayer... Dios que difícil es esto... yo... M: Ayer ¿que? E: Ufff no puedo... no puedo... (se tapó la cara con las manos y comenzó a llorar) M: Esther, cariño ¿qué te pasa? ¿Por qué lloras? (la abrazaba, la besaba, no sabía qué hacer) E: Esto... no debió pasar... Maca... lo siento... lo siento M: Pero Esther no te entiendo, que te pasa... ¿qué no debió pasar? E: Maca yo no sé como decírtelo, no sé como lo vas a tomar, jamás hubiera querido que pasara esto... yo ayer... ayer me hice la prueba... ufff la prueba de embarazo M:... ¿Embarazo?... pero... E:... Maca cariño... ¡estoy embarazada! M:... (Maca se había quedado muda, completamente bloqueada) E: Maca... dime algo por favor... M:... Embarazada... (repetía anonadada, se levantó y comenzó a caminar muy nerviosa) pero ¿cómo?... ¿Por qué? E: Maca, no debió pasar yo... (se levantó y fue hasta ella, le tomó la cara con sus manos) ¡ni yo me lo puedo creer! No puedo creer cómo fue posible que esa noche... Maca M:... ¿Cómo?... ¿qué has hecho?... (seguía como en otro mundo y diciendo palabras casi sin sentido) E: ¡Maca!... Por favor escúchame, aquella noche en Portugal tuvo consecuencias, no debió suceder fui una idiota M: ¡Una noche!... ¿y Estas embarazada?... ¡Que puntería! (le decía con ironía) E: Maca, ¿me estás escuchando?... ¿qué estás queriendo decir? Sí, una triste verdad pero así fue, sabes que si es posible, fue solo esa vez M:... (Maca sólo la miraba, no sabía que pensar, confiaba en Esther, pero al mismo tiempo no sabía que pensar... pero y si... y si la habían engañado, ¿y si la estaban engañando a sus espaldas?, no sabía... ¿y si la había engañado igual que Vero?... no sabía que pensar tenía un torbellino en su cabeza, necesitaba salir de ahí... sentía que se ahogaba... sentía ganas de gritar...) E: ¡Maca! Por favor dime ¡¿qué estás pensando!? M: Esther... necesito... necesito salir... luego hablamos... por favor... E: ¡NO! No te vas a ir, ¡no vas a huir! ¡Vamos a hablar, nos lo prometimos, ya una vez la pasamos muy mal por no hablar y aclarar nuestras dudas! (estaba fuera de sí, sabía que si Maca se iba les pasaría como la otra vez) M: Esther... no sé qué pensar... ¿embarazada? ¡No me esperaba esto! ¿Desde cuando lo sabes? E: Desde ayer, le pedí a Sonia que me hiciera junto con las otras pruebas, la de embarazo, tenía una falta y con los malestares... M: ¿Por qué no me habías dicho nada? E: Porque hasta yo misma casi ni había pensado en eso, fue ayer cuando me mareé, lo sumé a los malestares y a la falta y... ¡no sabía cómo decírtelo Maca! M: No te creo...

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E: ¡Maca! M: No sé qué pensar... E: ¿No confías en mí? ¿Es eso? M:... Esther... E: ¿Crees que te engañé? ¿crees que te engañé con Roberto? M:... Dime tú... (la miraba desafiante) E: ¡No lo puedo creer! ¡No lo puedo creer! ¡Me esperaba cualquier cosa menos que desconfiaras de mi! (se había levantado y caminaba de un lado a otro nerviosa) M: ¡Que quieres que piense! ¿Ya me engañaron una vez! E: ¿Y crees que soy como Vero, que sería capaz de hacerte algo así? ¡Ahhh!? ¡No lo puedo creer! ¡Después de todo lo que hemos pasado! ¡Eres peor que...! Vete, mejor vete, ¡si no crees en mi vete! ¡De nada sirve que sigamos hablando! Maca no se movía, sólo la miraba, tenía lágrimas en los ojos, no sabía que pensar, la quería, creía en ella pero... no sabía que le pasaba era algo que no le permitía aceptarlo, también confió en Vero y le hizo lo que le hizo. Pero muy dentro de ella quería creer que Esther no era así que no le haría algo así E: ¿Qué haces ahí parada? ¡¡¡VETE!!! (Esther le gritó, estaba muy molesta por la desconfianza de Maca) Al ver que Maca aun no se movía y no hablaba, ella se dio la vuelta y fue hasta la puerta para abrírsela y que Maca saliera, Maca al ver éste gesto al fin reaccionó, se temió lo peor, corrió hasta Esther, la abrazó con vehemencia M: Perdóname Esther, perdóname, claro que confió en ti, no sé que me pasó, perdóname, te amo y sé que tú me amas (la abrazaba fuerte, mientras le pedía perdón llorando amargamente en sus brazos, Esther al principio se resistió al abrazo y hasta trató de zafarse pero Maca no se lo permitió, la abrazaba fuerte) lo siento, lo siento, no debí reaccionar así perdóname Estuvieron un rato así abrazadas llorando las dos, al rato se calmaron y se sentaron en el sofá, se secaron las lágrimas y trataron de hablar más calmadamente M: Esther... lo siento, es... es que no me esperaba esto... ¡estás esperando un hijo de ése! ¿Qué vas a hacer ahora? ¿Qué vamos a hacer? E: ¡Maca! Cálmate, yo estoy tan preocupada como tú. Adoro a mi hija, pero tener otro hijo de ése gilipollas me molesta muchísimo, pobre criatura, no tiene la culpa de nada, pero me cuesta aceptarlo, no me entra en la cabeza que esa maldita noche haya tenido estas consecuencias, ¡no lo puedo creer! M: Sí... ¡las cosas pasan porque tienen que pasar y ya! Y ahora ¿qué vas a hacer? ¿se lo vas a decir? (le preguntaba con temor) E: No, ¡no se lo voy a decir! ¡No tiene derecho! El abusó de mí esa noche, ¡no merece que se lo diga! M: ¿Cómo que no se lo vas a decir? ¡¡No me gusta para nada pero es el padre y tarde o temprano se va a enterar!! Esther se realista, en unos meses se te va a notar y que vas a decir ¡ah! ¿Cómo vas a hacer para ocultárselo? (volvía a preguntar asustada e incómoda) E: ¡No tiene porque enterarse! ¡No tiene por qué pensar que es suyo! M: Esther... ¡por favor! ¿Qué estás diciendo?!

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E: ¡Sí!... le voy a decir que no es suyo, él siempre me ha culpado de que ando con alguien... pues... eso... (titubeaba, nerviosa y nada convencida con la idea que se le había ocurrido) M: No se Esther, ¡a mi no me parece! E: ¡Maca! ¡No se lo voy a decir! (levantaba la voz nerviosa) ¡si se entera me va a hacer la vida imposible! M: Cariño... ¡tranquilízate! E: Maca, yo te amo, (le tomaba una mano entre las suyas y la acariciaba con ternura) Te adoro, lo sabes ¿verdad? Maca asentía con la cabeza y con los ojos llenos de lágrimas E: Yo quiero seguir contigo, por el resto de mis días y... quizás no tengo derecho a pedirte esto, es una responsabilidad muy grande, pero... me gustaría que éste hijo sea de las dos tuyo y mío, que estés conmigo, que lo tengamos juntas, que lo criemos juntas y... M: Esther... (Maca le beso las manos y le dijo emocionada) sí mi amor sí, lo tendremos juntas, será nuestro, pero... creo que deberíamos casarnos Esther (le dijo con una sonrisa nerviosa) E:... ¿Qué...? M: Sí Esther... ¿quieres casarte conmigo? E: Maca pero... M: No creas que es una decisión apresurada, lo venía pensando, quiero estar contigo, estaba esperando el mejor momento y... E: Maca... pero es que ahora es imposible... yo... mientras Roberto... M: Sí... sí lo sé, debemos esperar lo sé, no te estoy pidiendo que lo hagamos ya, ni mañana. Pero en cuanto podamos, ¿te casarías conmigo? E:... Claro que sí Maca, ¡Sí me casaría contigo! M: Mi amor, ¡te quiero! (se abrazaron) Mientras ellas se manifestaban su amor. A kilómetros de ahí, Roberto estaba reunido en su oficina, con el detective que había contratado Roberto: Y bien, ¿qué me tienes? Gustavo: Roberto, aquí tengo dos sobres contentivos con información de tu esposa y la Dra. Macarena Fernández, puse a tres de mis mejores elementos a seguirlas, pero podría decirte que casi no hace falta poner a varios, ya que ellas se la pasan la mayoría del tiempo juntas, aquí está la información detallada de la Dra. Fernández (le entregó un sobre contentivo de información personal de Macarena F.W) La Dra. y tu ex trabajan en el mismo hospital, casi todos los días han salido juntas, unas veces se iban a casa de tu ex suegra, otras alternaban entre la casa de la Sra. Esther y la casa de la Dra. Fernández. Roberto Esto que te voy a decir no sé si te caerá de sorpresa pero es muy interesante, las veces que se quedaban en casa de una de las dos, se quedaban a dormir y en la mañana salían juntas hacia el hospital Roberto: ¿Qué quiere decir eso? ¡¿Qué dormían juntas?! Gustavo: Pues así parece te tengo unas fotos muy buenas El detective abrió un sobre que contenía un CD, y fotos impresas que les habían hecho juntas o por separado, algunas fotos no evidenciaban más que una amistad pero en otras

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se les veía muy acarameladas y una que otra besándose en la boca, Maca y Esther se habían preocupado de no tener esas muestras de cariño en sitios públicos, pero el buró de detectives que había contratado Roberto tenía equipo muy sofisticado con lentes de largo alcance para fotos y videos, grabaciones, micrófonos y más Roberto: Zorra hipócrita, ¡así que mi mujer se metió a tortillera! (miraba las fotos con ojos perversos que a la vez denotaban mucha rabia) ¡como es posible que tenga a mi hija mientras está tirando con ésa tipa! ¡¡Ni piense que se lo voy a seguir permitiendo!! Gustavo: ¿Quiere que la siga vigilando? Roberto: ¡Sí! y me consigues cualquier cosa que pueda comprometerla, cualquier cosa con la que pueda comprobar que no es capaz de criar a mi hija, me da igual lo que quieras pero ¡búscalo ya! ¡Quiero hundirla! (le decía furioso y manoteando) Gustavo: Tengo también éstas fotos de la Dra. Fernández, que se ha reunido en varias ocasiones ella sola con ésta señorita (le pasaba otro sobre con más fotos) Roberto: ¿Y quién es ésta? (le preguntaba mientras veía las fotos) Gustavo: No lo sé, si quiere se lo averiguo Roberto: ¡Pues estás tardando! Es que tengo que decirte como hacer tu maldito trabajo, averíguame quien es ésta, ¡quizás con un poco de suerte la doctorcita le está poniendo los cuernos a mi ex y con esto matamos dos pájaros de un tiro! Jajaja Gustavo: Ok, pronto le tendré razones Roberto: Ahhhy hazme un favor si ves alguna vez que van a casa de mi mujer y está mi hija con ellas me avisas inmediatamente, pienso darles una sorpresita Gustavo: (el detective dudó un poco en contestar, sabía del carácter violento de su cliente y no quería propiciar una desgracia) Roberto: ¿Me estás escuchando o quieres que contrate a un detective mejor? Gustavo: No, no se preocupe, yo lo mando a llamar (el detective se dio la media vuelta y se retiró de la oficina) Roberto: Así que tortillera (murmuraba Roberto solo en su oficina mientras volvía a ver las fotos que le había dejado el detective y le daba vueltas al CD en su mano, para proceder a verlo) la muy hipócrita y queriendo dárselas de buena conmigo es que debí... ¡ya verás cómo te agarre! (estrujó con rabia dentro de su puño una de las fotos mientras apretaba sus labios con fuerza) En la mañana llegaron juntas al hospital, se acercaban a recepción donde estaba Teresa, muy concentrada buscando algo en unos archivos E: Buenos días Teresa T: Buenos días hija, buenos días Maca (las miraba curiosa, eso de que siempre llegaran y se fueran juntas ya le habían encendido todas las alarmas, tenía días que se olía algo y se había propuesto descubrirlo, lanzó su anzuelo a ver si pescaba algo) que bien que lleguen siempre juntas E: Ehh... sí... M:... ¿Tienes algún problema con eso? (le preguntó con un tono borde, esa mujer le caía bien pero cuando empezaba a meter las narices le sacaba la piedra) T: Ehhh... no... no porque iba a tenerlo, solo preguntaba E: ¡Maca!... (Esther con dulzura le hacía un llamado de atención a Maca para que no siguiera por ahí, ya ella conocía a Teresa desde hacía mucho y sabía que era mejor no hacerle caso) Teresa dame para firmar por favor T:... (Teresa lo que hacía era retar a Maca con la mirada)

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E: ¡¡TERESA!! ¡Te estoy hablando! T: ¿Qué!? ¡¡por dios!! ¡relax! Ustedes están muy nerviosas últimamente ehhh M: ¡Esto es demasiado para mí! ufff yo me voy a trabajar, hasta más tarde Esther (ésa mañana no tenía ni el humor ni la paciencia para soportar la curiosidad de Teresa, optó por irse antes de salirle con alguna grosería) T: Maca tienes que firmar M: Dame (le quitaba la lista, firmaba muy seria y se retiraba) E: Maca, ¿nos tomamos luego algo en el cafetín? (le decía dulcemente apoyando una mano conciliadora frotándole la espalda de Maca para apaciguarla) M: Sí... está bien, luego nos vemos (le dijo con una sonrisa cómplice) E: Ok, luego te busco (la miraba mientras Maca se iba, se había dado que aunque Maca quería aparentar tranquilidad y había aceptado lo del embarazo, al igual que ella estaba muy preocupada. La quería demasiado no quería hacerla sufrir, pero no veía la forma de salir de la yugo de Roberto y poder disfrutar libremente de su amor) T: Esther estás en la parra E: Ehh, sí... bueno no... me voy nos vemos Teresa (esa mujer la ponía nerviosa, era una buena mujer pero le molestaba que fuera tan metiche, firmó la entrada y se fue a sus quehaceres) Maca llegó a su despacho decidida, estaba completamente convencida, debían darle prisa a buscar una solución, no podía seguir así, estaba muy preocupada, Esther confiaba en que podría engañar a su ex con respecto al embarazo pero ella no lo tenía tan claro, Roberto era un gran gilipollas pero dudaba que fuera tan burro y no se diera cuenta, con sumar dos más dos se daría cuenta de que era el padre de ese hijo en cuanto la viera con la barriga y supiera el tiempo que tenía. Tenía que buscar una solución pronto. Tomó el teléfono y llamó a Cristina, para que se reunieran en la tarde. Tenía que apresurarla, ver si ya tenía algo, quería neutralizar al “gili” para poder hacer una vida con Esther Quedó con la abogada, para esa misma tarde, buscaba a Esther para comentarle que saldría antes. La jornada estaba siendo tranquila, ya le había pedido permiso a Cruz para salir dos horas antes, buscó a Esther para ir a tomarse algo, no la encontró y fue hasta donde Teresa a preguntar por ella M: Teresa, ¿has visto a Esther? T:... Sí creo que esta en quirófano con Javier, pero ya debería estar al salir entraron hace rato ya... mírala ahí viene (le señalaba al ver a Esther salir del ascensor y caminar hasta donde estaban ellas en recepción) E: Hola car... Maca, ufff estoy agotada, ¿te tomas un zumito conmigo? (le decía a Maca haciendo ojitos y con una sonrisa tonta) M: Te andaba buscando, vamos E: Estaba en quirófano M: Sí ya me ha dicho aquí Teresa (volteo a verla y se dio cuenta que esta las miraba detenidamente y con mucha curiosidad) ¿qué te pasa Teresa? T:... Ehhh no... nada... nada, que bonita... amistad tienen ¿no? (hizo un hincapié en la palabra amistad que mosqueó a Maca) M: ¡Pues sí somos muy buenas amigas! Oye ¿qué te pasa a ti últimamente con nosotras? (le dijo un poco borde y también haciendo hincapié) T: Pues nada ¿qué me va a pasar? ¡¡Que me parece muy bien!! E: ¡Maca!

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M: Esther es que... bueno déjalo vamos a tomarnos algo (le puso una mano en la espalda a Esther y prácticamente la empujaba para salir de ahí) T: Ummmm estas dos tienen algo más que una amistad, que lo digo yo, pero porque tanto misterio, ¡que no tiene nada de malo! Y están las dos más bordes, con lo simpáticas que eran conmigo antes baaaa (hablaba para sí misma) Llegaron a la cafetería, Maca le pidió a Esther que se sentara, ella buscaba las bebidas y también se sentó, mientras entraba Claudia, al verlas se acercó hasta la mesa, les dio un beso a cada una y se sentó con ellas Claudia: ¡Hola! (decía con poco ánimo) E: ¡Hola! M:... Hola, ¡tienes un ánimo! Claudia: Uffff estoy al borde, ¡que mañanita! ¡¡no doy más!! M: ¿Qué tienes? Claudia: Estoy cansada, ya no aguanto más necesito unas vacaciones, vámonos a alguna parte (le decía a las dos con voz mimosa) E: Tenemos pendiente lo del fin, ¡vámonos éste! (miraba a Maca) M: Por mí no tengo problema, preguntémosle a las otras dos Claudia: ¡¡Pues le preguntamos y nos vamos!! ¿Tú conoces la casa de la sierra Esther? E: Sí, fuimos hace un tiempo, creo que al principio M: Sí, la pasamos muy bien eh (le decía con cara picara y levantando las cejas juguetona) E: Siiiii fue maravilloso Claudia: (Claudia miraba a una y otra) Ehhh ¿van a seguir? Porque aunque estén hablando en clave las entiendo perfectamente así que mejor termínenla... jajaja M y E: Ummmm... jajaja M: Eh... Esther hoy tengo que salir del hospital dos horas antes... tengo... tengo que ver un caso en el provincial, pero regreso a buscarte y nos vamos juntas a casa E: ¿Un caso? No me habías dicho nada M: Eh no, es que me llamaron hace un rato y bueno te lo estoy diciendo E: Mmm está bien, pero tranquila no es necesario que me vengas a buscar, yo me voy en el metro M: No Esther, es un momento, yo regreso a buscarte ok (le decía un poco nerviosa, era consciente de que no estaba haciendo nada malo, pero el solo hecho de mentirle a Esther la ponía muy nerviosa) E: Bueno si así lo quieres, pero si no puedes tranquila que yo me voy M: ¿Qué? ¿es que no quieres irte conmigo? E: ¡Que tonta eres! M: Bueno me voy a cambiar, ya nos vemos luego Esther E:... Sí... (se le quedó mirando, le pareció que Maca estaba nerviosa y no le estaba diciendo la verdad pero bueno, lo descartó inmediatamente confiaba en Maca. volteo a mirar a Claudia que también se había quedado mirando a Maca con las cejas fruncidas) Claudia:... (Claudia volteo) ¡¿Qué!? E:... ¡¿Qué? Claudia: ¡Nada! Luego hablamos sobre el finde ¿sí? nos vemos, me voy

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Maca se fue en su coche, se iba poniendo nerviosa conforme se iba acercando al despacho de Cristina, tenía miedo de que no pudiera encontrar alguna solución. Llegó puntual, la secretaria la hizo pasar directamente al despacho de Cristina Cristina: Hola Maca, ¿qué tal? (la recibía Cristina cortésmente en la puerta de su oficina, le dio dos besos y la hizo pasar) M: Bien y tú, oye gracias por recibirme hoy mismo, es que ya no aguantaba Cristina: No te preocupes, para ti siempre haré un huequito, para eso somos amigas ¡no! Ven siéntate aquí en éste sofá, vamos a estar más cómodas (le señalaba un sofá muy moderno en su oficina, se sentaban las dos) M: Um ¿remodelaste el despacho? ¡Está estupendo! Cristina: Sí, recuerda que antes lo usaba mi padre y bueno los muebles eran un poco varoniles. ¿Quieres tomarte un café o algo? M: Un café está bien Cristina se levantó un instante para llamar a su secretaria para que les trajera los cafés, mientras ella sacaba de su escritorio una carpeta con información M: Cristina dime que me tienes ya algo estoy casi desesperada, las cosas se están poniendo más delicadas Cristina: Sí algo hay, lo tengo todo aquí en éste expediente. Maca comencemos por el principio, (Cristina se sentó nuevamente junto a Maca y ojeaba las notas de lo que tenía recopilado.) Esther ganó limpiamente la custodia de la niña, estuve revisando la copia de la sentencia, todo está bien acordado y plasmado, no hay cláusulas que podrían traer problemas, el ex no tendría ninguna base para quitársela salvo su ego machista y un juez arcaico y corrupto. En principio, los jueces siempre son propensos a que las madres sean las que tengan a sus niños pequeños. Esther no tiene problemas de conducta ni de drogas ni nada por el estilo así que no veo base para que le retiren la custodia. Así que creo que por ahí se debe quedar tranquila M: ¿Y nuestra relación?, ¿la orientación sexual podría ser un problema? Cristina: Legalmente no, no pueden discriminarte por la orientación sexual, pero como ya te dije no te voy a negar que hay algunos jueces un poco... como llamarlo... retrógrados podría verlo mal, si es algo corrupto y este señor se lo compra, podría darle muchas vueltas hasta encontrar la forma de hacérselo difícil. Según veo el tiene muchos contactos y puede complicarles la vida, pero también podemos quedarnos tranquilas, sabes que yo también los tengo y puedo complicársela a él M: Eso es lo que quiero, por eso vine a ti eres la mejor y además la que está más conectada. Pero no te voy a negar que tengo miedo el es un mal hombre, violento... Esther le tiene terror Cristina: Sí Maca, ese hombre es toda una joyita, después de lo que me contaste de él, llamé a mis contactos, y he averiguado que ese hombre utiliza la empresa de su padre como fachada para sus fechorías... M: ¿Cómo que fachada? No entiendo Cristina: Sí, él utiliza el nombre de la compañía, los permisos de importación y exportación, en los conteiner donde trae mercancía para la empresa las usa para introducir al país mercancía ilegal, no sé exactamente qué tipo de mercancía, el contacto que me informó no pudo darme esos detalles, sabe que el tal Roberto tiene funcionarios públicos corruptos comprados M: ¡Que basura de tipo!

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Cristina: Y no sabes lo peor, ésta es prácticamente una mafia internacional, están involucradas personas de Rusia, China y no sé que otros países, él es el contacto aquí en nuestro país en complicidad con funcionarios y otros personajes. Tienen montado todo un negocio multimillonario, contrabando, lavado de dinero etc. Maca esto es más grave de lo que se pensaba, los hilos que moví se sorprendieron cuando les pregunté sobre él ya que están llevando una investigación de ésta organización en secreto desde hace meses M: ¿Y por qué no los han agarrado aun? Cristina: Maca porque sus fechorías no son solo aquí en nuestro país, su mafia abarca otros países, él es el contacto aquí, pero fuera hay otros. Tienen meses averiguando, tienen personas infiltradas, los están investigando los de la interpol están investigando en secreto a fin de descubrirlos con las manos en la masa y poderles atrapar, tiene muchos contactos y necesitan tener muchas pruebas a fin de que no se escape de la justicia ni él ni sus cómplices, están todos coordinados para atraparlos al mismo tiempo a fin de que ninguno se escape. Pero me aseguraron que están muy cerca de atraparlos. Creo que con un poco de paciencia él caerá sin que ustedes tengan que hacer nada M: Pues eso dentro de lo malo es una buena noticia, pero no sabemos qué tanto tiempo tardará eso Cristina: No tengo fechas precisas, pero me aseguraron que están muy cerca, eso no es de ahora tienen mucho tiempo investigando, la trama se empezó a descubrir por los funcionarios que están involucrados, parece que tienen gente infiltrada y pronto los tendrán a todos ubicados para atraparlos M: Y mientras, nosotras ¿qué hacemos? Cristina: En ése sentido nada, es mejor que no se metan en ése asunto, ahora lo referente a lo de la custodia de la niña ya te digo legalmente no debería haber problemas M: ¡¡Sí pero si se le antoja quitársela, con la ayuda de alguno de ésos corruptos lo va a lograr!! ¡Demonios! Cristina: En teoría no debería suceder, pero ya sabemos cómo son las cosas, por eso lo mejor es no provocarlo y dejar que la interpol haga su trabajo lo más pronto posible y se los quite de en medio M: Ósea, que nuestra esperanza es la interpol, ¡hay que joderse! Cristina: Jajaja Maca no te pongas así, por lo menos es algo, es todo una mafioso el ex de tu novia, así que hay que tener paciencia M: ¡Sí, por lo visto Esther no tiene ni la mas mínima idea de con quien estaba casada en realidad! Cristina: Oye tienes que presentarme a ésa chica, te tiene loquita ¡ah! M: Con muchísimo gusto, cualquier día planifico una cena en casa para que se conozcan, lo que pasa que ya sabes, estoy haciendo esto sin que ella sepa (le reconocía avergonzada) Cristina: Bueno ¡tú sabrás lo que haces! ¡Espero que no tengas problemas con eso! M: Ja ¡eso espero yo también! Bueno Cristi me voy, tengo que pasar por el hospital. Muchísimas gracias Cristina: No hay de que solo estoy haciendo mi trabajo, te estaré informando de cualquier cosa que suceda M: ¡Sí por favor! ciao (se despidieron con dos besos y Maca se fue rumbo al hospital a recoger a Esther como habían quedado)

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Llegó el fin de semana, finalmente se habían puesto de acuerdo para irse el grupo de compañeras a descansar y pasarla bien en la Sierra. Esther prefirió por ésta vez dejar a Paula con su madre quien se ofreció con mucho gusto a cuidarla Se fueron en dos automóviles, ya que el grupo original de cinco que estaba planificando ir a la sierra al final terminó siendo un grupo de siete, Alicia, Cruz, Claudia, Esther y Maca y se habían anotado al paseo Laura y Marta su amiga Afortunadamente la naturaleza les estaba regalando un día perfecto, un sol radiante pero con una temperatura muy fresca. Maca les había avisado que debían llevar ropa abrigada ya que la noche llegaba a ser muy fría en esta temporada del año M: Ahí está, ésa de ahí es mi casita (les decía Maca al tiempo que les señalaba a sus amigas cual era su casa) Al llegar Alicia se quedó con la boca abierta, como a Esther en su momento y como a todas le pareció un lugar maravilloso y muy acogedor Alicia: Maca esto es hermoso, uy que pasada que tengas un lugar así (miraba por la ventana del carro al tiempo que llegaban y estacionaban los autos frente a la casa) L: Siii es bellísimo, te felicito Maca Alicia: ¡Maca! ¿Y a esto tú le llamas “casita”? M: Sí, bueno no es tan pequeña, pero comparada con la casa donde vivía con mis padres, pues me acostumbre a decirle así, y es mi casita de la Sierra, jajaja Alicia: Pues si vieras la mía entonces lo llamarías “Zapatito” jajaja M: Jajaja ¡no exageres! Bueno todas tomen sus bolsos y adentro (entraban todas) entren mientras yo abro las ventanas para que se airee L: ¡Bellísimo! (repetía Laura mientras entraban y veían mejor la casa, estaba fascinada con el lugar) C: De verdad es muy linda Maca, con lo pija que eres nunca imaginé que tendrías una casa tan acogedora M: ¡Pero bueno! (se quejaba y fingía enfado, pero con una sonrisa) E: Te ayudo (procedía a ayudarla, como ya conocía la casa se iba directo a los lugares que debían airear) C: Oye está muy bien cuidada, ¿tienes a alguien que te la cuida? M: Sí, la Sra. Constanza, ella se encarga de cuidar varias casas de por aquí, viene una vez por semana y me la tiene como una tacita de plata Esther iba recorriendo la estancia con una sonrisa, cada rincón le recordaba momentos hermosos de cuando habían estado ahí, aunque habían estado muy poquito tenía tantos recuerdos, deseaba internamente poder ir más seguido. Maca la miró y comprendió que estaba sintiendo lo mismo que ella y le regaló una sonrisa cómplice guiñándole el ojo M: ¿Todo bien chicas? Claudia: Maca, yo me quedo en la habitación de abajo Esther al escuchar esto se dio cuenta que Claudia conocía la casa, que había estado ahí, no pudo evitar sentir un poco de celos y molestia que se le reflejó inmediatamente en la cara, Maca al principio no se había dado cuenta, luego miró de lado a Esther y vio su tristeza en la cara que al darse cuenta que Maca la miraba, sonrió forzadamente, era

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consciente que las dos tenían un pasado y debían vivir con él, así que decidió no romperse la cabeza con eso M: Está bien, entonces te quedas en la de abajo con Cruz, chicas arriba hay dos habitaciones, una tiene una cama matrimonial y una individual y la habitación principal con una cama matrimonial, así que en la habitación de tres se quedan Alicia, Laura y Marta y bueno a ver... quedamos tú y yo Esther así que nosotras en la principal (dijo con una efusividad y alegría que no pudo disimular y solo las que estaban enteradas de su relación supieron la razón) Claudia y C: Jajajaja (Claudia y Cruz reían porque las dos sabían que Maca lo había planeado deliberadamente y quiso aparentar frente a las que no sabían sobre su relación que había sido una selección fortuita) Alicia y L:... ehh... ¿y estas dos de que se ríen? (se miraban y las miraban confundidas) C: Ehh nada, nada, nos acordábamos de un chiste (mientras Esther y Maca le lanzaban una mirada mata malas amigas) M: Vamos a subir para que dejen todo y a ponernos los bikinis que nos metemos ya en la piscina Alicia, L, Marta y Claudia: Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii M, C yE: Jajajajaja Subieron, cada uno entró en su habitación, con la idea de asearse y ponerse el traje de baño, ellas entraron e inmediatamente Maca cerró la puerta M: Ummmm me moría de ganas por hacer esto (Maca rodeo la cintura de Esther con sus brazos y la besó profundamente en los labios, beso que Esther aceptó con gusto abriendo su boca, se besaban como si tuvieran meses sin hacerlo, ¡estaban hambrientas!... en ese momento unos golpes en la puerta las separaron asustadas) L: Vamos tardonas, ¿qué pasa con ustedes? ¡¡¡ya estamos todas listas!!! M: Ummmm recuérdame esto, la próxima vez que quieran venir estas locas (le decía divertida muy despacio) Ya vamos locas, dennos unos minutos (le contestaba desde la habitación) E: Jajaja vamos a cambiarnos porque si no son capaces de tumbar la puerta Salieron, claro no antes de demostrarse lo mucho que les gustaban sus bikinis, las chicas estaban unas dentro de la piscina y otras acostadas en las tumbonas tomando algo de sol M: Que vida tan dura tienen algunas jajajaja (les decía a sus compañeras con una sonrisa) Maca y Esther se acercaron y pusieron sus toallas en unas tumbonas pero se sentaron mientras, alrededor de la mesa de jardín L: Ahhhhhh ¡durísima! ¡Me gustaría tener muchos de éstos días duros! Jajajaja M: ¡Nos lo merecemos! Para tener muchos de éstos días debimos tener muchos de los otros ¡jajajaja! E, Claudia y C: Siii

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C: Sí, por algo dicen que hay que trabajar como esclavo para vivir como rey Claudia: Es verdad jajajaja M: Ummmm voy a buscar algo para beber antes de meterme en la piscina, ¿me acompañas Esther? E: Claro con gusto Alicia: Y nosotras a seguir sufriendo aquí en esta piscina tan bueeeeeeeeeeeeeena, ¡que tortura Diosssssssss! Jajajajaja Esther y Maca se fueron hasta la cocina a preparar algunas bebidas refrescantes y espiritosas, y aprovechaban a la vez para hacerse cariñitos, estaba Maca en la encimera de la cocina cortando algunos limones y Esther la abrazaba por detrás y le besaba el cuello M: Ummmm que rico... oye pero podrías ayudarme un poco ¡eh! E: En eso estoy cariño en eso estoy, ¿no te gusta cómo te ayudo? M: Sí, sí me encanta, pero... ¿sabes de qué me he dado cuenta? E: ¿De que me quieres mucho? M: Jajaja ¡también! Pero de que te tengo muy mimada y siempre te consiento y tú de mi casi ni te ocupas (le decía con un malestar fingido, ya que no estaba hablando en serio, le encantaba mimarla y consentirla) E: Pero que dices (casi gritó Esther y le dio la vuelta para tenerla de frente) ¿de verdad piensas eso cariño? (le decía con preocupación) M: Pues sí pero que podemos hacer (le contestaba con un gesto de resignación, pero al mismo tiempo con una medio sonrisa que descubrió Esther) E: Pero es que... ummmm bueno pero a ti te encanta consentirme y a mí me encanta que me consientas ¿verdad? M: Jajajaja cariño (la abrazo fuertemente y se balanceaba con ella) si me encanta consentirte, lo haría por el resto de mis días y nunca me cansaría Se abrazaron y comenzó a darle pequeños y castos besos, cosa que a Esther no le pareció suficiente quiso más y comenzaron a besarse apasionadamente, de repente escucharon un ruido afuera M: ¿Qué fue eso? (miraba por la ventana hacia los alrededores con curiosidad) E: ¡No lo sé! Oye Maca ¿ésta zona es segura? M: ¡Esther! claro que lo es, además ¿no viste la seguridad que había al entrar al conjunto? E: Bueno pero se han visto casos M: Vamos tonta no te sugestiones, vamos a fuera con los tragos (no le dieron mayor importancia, pero lo que no sabían es que el investigador tenía ordenes de seguirlas las veinticuatro horas del día y a cualquier lugar y el ruido que habían sentido fue una rama que tropezó el investigador al sacarles fotos de ellas) Maca llevaba una jarra de margarita y otra de piña colada, Esther se encargo de llevar las copas de acrílico, las chicas hicieron toda una fiesta al verlas llegar Se divertían muchísimo, en la piscina unas jugaban dentro del agua, otras tomaban sol, la estaban pasando bien

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El sol se había escondido y decidieron entrar, se bañaron, cambiaron y decidieron preparar algo de cena entre todas Mientras Maca, Esther y Cruz preparaban una cena ligera las otras alistaban una mesa para comer más cómodas Sentadas alrededor de la mesa, disfrutando de la cena ligera y una copita de vino Claudia: Hummm éste vino está buenísimo, como se nota que hay una entendida entre nosotras, jajaja M: Bueno se hace lo que se puede, jajaja L: Oye Esther y cuéntame algo, el otro día vi a Raúl por el hospital, ¿a qué habrá venido? E: ¿Raúl?... Pues no lo vi... no sé a qué habrá venido... L: Ahh es que pensé que como se habría enterado de tu divorcio, quizás venía a verte, a probar suerte... (le decía Laura mientras le guiñaba un ojo) E: Ehh... (Miraba de reojo a Maca) no... no creo M:... ¿Y quién es Raúl? (preguntaba con mucha curiosidad y un tono de muy malas pulgas, mirando a Esther, ya que se intuía que seguro era algún ex de Esther o algo por el estilo)... si se puede saber... L: Pues un pretendiente de Esther (se adelantaba Laura a responder) estaba enamoradísimo de ella, pero como Esther estaba con Roberto pues... fíjate que estaba tan loquito por ella que se fue del hospital para no seguir sufriendo E: Ya está bien Laura... ¿alguien quiere más vino? (se levantaba nerviosa de la mesa con la intención de ir a la cocina a buscar vino) M:... (miraba a Esther y se levantaba detrás de ella) Yo... yo quiero... C:... Oye Laura, deja eso ya si L: Pero ¿qué pasa? Cuál es el problema, somos todas amigas... (comentaba Laura extrañada) C: Sí... tienes razón... pero mejor déjalo ahí, sabes que Esther tuvo sus problemitas en su momento con el Raúl, así que mejor no sigas tocando ése tema forma parte de la vida privada de Esther y creo que no está cómoda con que tú lo hables aquí con todas... L: ¿Tú crees? uy pues no me di cuenta... tienes razón mejor me callo C: Sí linda mejor cierra tu boquita... Mientras en la cocina Esther estaba de puntillas tratando de tomar una botella de vino M: Déjame ayudarte (Maca se colocó a su espalda y pasó un brazo por encima de Esther alcanzando fácilmente la botella, la colocó sobre la mesa de la cocina y tomó a Esther por la cintura para darle la vuelta y ponerla frente a ella) E: Maca... M: Era muy urgente el vino... ¿tienes mucha sed? E: Ehhh... no es que vi que se había acabado la botella de vino... M: Ya... Oye y dime... ¿quién es ése Raúl que tanto menciona Laura? ¿Un ex tuyo? E: No... para nada... sólo era alguien que trabajaba en el hospital y bueno... M: Estaba enamorado de ti... E:... Pues... sí... creo que sí... él me... él quería que tuviéramos algo, pero yo estaba de novia con Roberto... y luego me casé... M: Humm... ¿y es guapo ese Raúl? E:... Algo... no me acuerdo...

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M: ¿Tiene posibilidades ahora?... y ahora que estás libre... ¿vendrá a conquistarte?... E: ¡No!... eh... no... no creo, ¡Maca no te montes películas! M: ¿Yo?... estás muy nerviosa Esther, por algo será... E: Yo le dejé bien claro que no sentía nada por él... independientemente de que estuviera con Roberto... entre él y yo no podía haber nada más que una amistad... M: Ummm ¿estás segura?... hablaste con él, ¿se vieron? E:... No... primero no estoy nerviosa (estaba alterándose y levantaba algo la voz, de verdad no sentía nada por Raúl pero el solo hecho de que Laura lo nombrara frente a Maca la había puesto muy nerviosa y ni ella entendía la razón) segundo no... no lo vi M: Esther ¿qué pasa? No creo que haya necesidad de que me levantes la voz E: Perdona Maca (se acercó y le acarició la cara y luego le rodeaba la cintura con sus brazos) es que pareciera que me estás haciendo un interrogatorio M: No te estoy interrogando, solo te pregunto quién es ese chico porque nunca me habías hablado de él E: Pues porque no tiene ninguna importancia y la verdad ni me acordaba de él... ven acá tonta (la apretaba más contra su cuerpo y acercaba sus labios a los de Maca) dame un beso M: Hummm (respondía al beso de Esther que cada vez profundizaba más, no quería darle más importancia al tema Raúl, ya que seguramente era verdad lo que le había comentado Esther, así que mejor no seguían o se amargarían el fin de semana) L: Bueno y que pasa con esa bote... (llegaba Laura a la cocina llevándose la gran sorpresa de ver a Maca y Esther besándose apasionadamente) Esther y Maca se separaron rápidamente, pero era demasiado tarde ya Laura las había visto E: Laura... L:... (estaba completamente sorprendida y no sabía que decir) M: Esther creo que debemos contarle... no creo que ninguna excusa nos valga ahora, es muy obvio E: Sí... ¿Laura? Estás muy callada... L: Es... que no sé qué decir... ustedes... están... (les hacia una seña juntando sus dos dedos índices) M: Si Laura... estamos juntas... nos queremos L: Y como yo no me había... desde cuando... ¿alguien más lo sabe? E: Sí Laura estamos juntas, nos amamos, sólo lo saben Cruz y Claudia... y ahora tú... L: Pero... lo están manteniendo en secreto, ¿por qué? E: Amiga, es algo complicado y debemos mantenerlo en secreto, cuento con tu discreción ¿verdad? L: ¡Esther! me ofendes. ¡Por supuesto! E: ¡Gracias amiga! L: Muy amiga no creo que me consideres... si no me lo habías contado... no me habías dicho que... Esther ni siquiera sabía que eras lesbiana (le decía a Esther con una cara denotando algo de tristeza) E: Laura es que es nuevo para mí, no sé si soy lesbiana lo que sí sé es que amo a Maca ¡y mucho! Es algo largo y complicado, ya te contaré en otro momento, ¿sí? (le decía a su amiga confidencialmente frotándole un brazo en señal de apoyo) M: Bueno me voy fuera para que hablen (le daba un pico a Esther y se disponía a salir) E: No cariño... espera... vamos todas fuera, ya en otro momento hablamos Laura y yo, ¿te parece bien Laura?

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L: Claro... claro... vamos con las locas esas... Salieron con la botella de vino Alicia: ¡Al fin! ¿no encontraban la botella? M: Ya aquí está, vamos a hacer una cosa vamos hasta la piscina y ahí seguimos con el vinito Claudia: Siiiiii vamos... yo hasta ganas tengo de meterme desnuda en la piscina C: Estás loca es de noche y seguro está friiiiiiia Claudia: No te creas, en ésta temporada refresca mucho, pero dentro de la piscina no lo sientes, sólo cuando sales jajaja M:... Ya veremos fuera como está E: ¿Tú te habías ya metido desnuda de noche Claudia? (se moría por preguntar, ya Claudia había hecho comentarios que demostraban que había estado varias veces en ésa casa) Claudia: Sí... creo que un par de veces... E:... Ah... Dime algo ¿habías venido ya muchas veces a ésta casa? (le preguntó algo molesta, no podía evitarlo) Claudia: Ehhh... (miró de reojo a Maca, sentía que había metido la pata hasta el fondo, no había sido su intención molestar a Esther) sí... bueno no mucho sólo un par de veces... M: Sí... un par de veces (miró a Esther con una sonrisa) salgamos, cada una tome su copa Todas salían copa en mano, Maca tomó a Esther por un brazo para que se quedara un rato más con ella dentro M: Cariño... no te molestes... sabes que es pasado... (la miraba a los ojos con ternura y con un dedo le acariciaba tiernamente una mejilla) E:... Lo se mi amor... pero es que pareciera que lo hace a propósito... M: No lo creo, sabes que ella es medio loca pero no es así de maquiavélica E: Jummm bueno, eso espero, pero un comentario más y la pongo en su sitio M: Uyyy pobre Claudia, jajajaja Salieron y se unieron a sus amigas, se sentaron en las tumbonas alrededor de la piscina, tenía razón Claudia, el ambiente y la temperatura eran tan calmos y agradables que provocaba meterse en la piscina Claudia:... Yo no puedo más... me meto a la piscina (se levantó y comenzó a quitarse la ropa, con claras intenciones de meterse desnuda) C: Hey loca ¿y en serio te vas a meter desnuda? Claudia: Claaaaaaaaaaaaro es delicioso y ni pienso meterme otra vez a la casa a ponerme un bikini, además no sean tontas somos todas mujeres Alicia: Yo también me meto (igual se levantó y se desnudaba) L:... Quién dijo miedo... jajaja (se desnudaba sin ningún pudor) C: Pues ni pienso permitir que me llamen cobarde (se desnudaba igual frente a todas, pero se zambullía inmediatamente en el agua) M: Jajajajaja que locas están todas (miraba a Esther con una mirada cómplice y una sonrisa muy picara, le levantó las cejas repetidas veces invitándola a hacer lo mismo que las otras)

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E: Jajaja vamos... que locura... (se desnudaron al mismo tiempo, Esther tomó de la mano a Maca que ya estaba desnuda y salió corriendo con ella para lanzarse juntas a la piscina) Todas dentro de la piscina reían divertidas por la ocurrencia que habían tenido, aunque al principio algunas sentían algo de pudor luego se relajaron y disfrutaron al máximo de esa sensación tan agradable, Maca sólo estaba pendiente de Esther, la miraba con deseo una mirada que sólo ella podía interpretar, se acercó a ella sigilosamente disimulando frente a sus amigas, aunque ya casi todas sabían lo suyo y no les sorprendía que estuvieran así M: Ummm (se acercaba a Esther y le decía al oído) me encanta estar así contigo aquí, desnudas en el agua hummmm... lástima que no estemos solitas E: Sí. Maca... por favor... deja de hacer eso... (Maca en un momento de descuido de sus amigas ya que estaban jugando entre ellas, le daba besos cortos y rápidos en la boca) M: Esther si ya casi todas saben... E: Alicia no lo sabe aún... M: Bueno... podemos decírselo... E: Maca no es eso... tampoco me gusta eso de estar así frente a otros... vamos Maca se buena chica M: Lo soy. Hummm... está oscuro y ellas están entretenidas jugando entre ellas... (la abrazaba y la acorralaba en un rincón de la piscina) E: Dioooos por favor... deja de hacerlo... ufff... sabes que con solo tocarme me pones a mil M: Jaja... hummm yo estoy a mil hace rato cariño mío... Disimuladamente sin que se dieran cuenta las otras y aprovechando que el grupo estaba de espaldas a ellas, metía una mano entre las dos y le acariciaba su entrepierna, pasando sus dedos por su sexo, Esther al notar los dedos de Maca tuvo que morderse los labios para reprimir un gemido, Esther no dejaba de mirar a sus amigas que estaban al final de la piscina, sabía que no las estaban mirando pero estaba nerviosa, a Maca la situación le hacía gracia, en un momento profundizó en su caricia introduciendo un dedo dentro de Esther, ésta sorprendida por el atrevimiento tomó la mano de Maca y la sacó, Esther estaba alucinada, si seguía así no iban a poder controlarse M: Dioooos que húmeda estás... hummm E: Estás loca Maca, para... para por favor... Vámonos a la habitación Maca... ya no puedo más... (miraba nerviosa, sobre el hombro de Maca, a sus amigas) M: Siiiiiii ¡vámonos ya! (la tomó de la mano y se iban juntas hasta la escalera para salir de la piscina) chicas Esther y yo estamos muy cansadas... nos vamos a acostar Alicia: Que aburridas... parecen dos viejitas... C: Siiii jajaja estas dos están que arden, ¡hasta la temperatura de la piscina estaba subiendo!... ¡están de un salido! (le decía Cruz a Claudia muy despacio para que no las escucharan) Claudia: Sí, no te diste cuenta que casi se lo hacen aquí, ¿por qué crees que tengo rato como loca distrayendo a Alicia y a Laura para éste lado? no nos tienen consideración aquí nosotras solitas ehhh jajaja (le decía igual muy despacio) C: Jajajajaja

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Se secaron con prisas, rodearon sus cuerpos con las toallas que habían llevado, recogieron la ropa que se habían quitado y salieron corriendo hacia la casa, entraron en la habitación, cerraron la puerta y una sonrisa malévola se apoderó de la cara de Maca, las dos hicieron caer las toallas dejando su cuerpo completamente desnudo, Maca la tomó por la cintura y la pegó a ella, la besaba con pasión, ninguna de las dos tenía la intención de ir despacio, estaban muy excitadas, solo sus caricias les provocaban mil sensaciones que recorrían sus cuerpos. Se besaban apasionadamente, Esther bajó su boca hasta el pezón erecto de Maca y lo lamió, Maca cerró los ojos y entreabrió sus labios, Esther succionaba con placer el pezón de Maca Se recostaron sobre la cama, no podían más, estaban muy excitadas no querían esperar, querían sentir las dos al mismo tiempo, Esther se dio la vuelta dejando su sexo en la boca de Maca, mientras ella abría sus piernas para ofrecerle el suyo a Esther, sus lenguas saborearon el néctar que desprendía sus sexos, lamían, gemían, sus bocas cubrían magistralmente el sexo de la otra, saboreando sus néctares tan preciados, los lamían, succionaban sus clítoris con fiereza hasta lograr esa locura incontrolable, logrando esa explosión final que las hizo llegar a la plenitud máxima M: ¡¡Joder!! (se recostó extasiada) E: Ufffff... ¡¡Diooos!! Ha sido increíble... (jadeaba mientras igual se tumbó agotada) M: ¿Te gustó? E: Ufff ¿Qué si me gustó? Ufff ha sido algo increíble Maca... es que estábamos... jajajaja M: Siiiii... jajajaja Se dieron la vuelta y se abrazaron frente a frente, se prodigaban pequeños besos y se acariciaban suavemente, poco a poco se quedaron dormidas, tal como estaban, desnudas sobre la cama En la mañana, iban despertando poco a poco, Las primeras en levantarse e ir a la cocina fueron Cruz y Claudia, preparaban desayuno, cuando llegó arrastrando los pies Laura L: Buenos días Claudia: Hola... ¿qué tal has dormido? L: Muy bien, esto es muy tranquilo C: Siiiiiii se duerme divino aquí ehhh, con esos sonidos de la naturaleza tan relajantes Claudia: Uyyy que filosófica te has levantado, jajajaja C: Es lo que tiene una noche tranquila sin que te molesten los ronquidos de tu marido ¡ja! L: Jajajaja, Oigan y cambiando de tema... ¿ustedes ya sabían lo de Maca y Esther? ¿tienen mucho tiempo juntas? Claudia: Ehh... sí algo... C: Sí Laura... tienen tiempo ya, pero sabes que deben mantenerlo en secreto por ahora ¿no? L: Sí lo sé... pero es que me sorprendí algo, nunca pensé que Esther... no sé... siempre le había conocido parejas hombres Claudia: Bueno, pero es que Maca es mucha Maca... es capaz de hacer cambiar de acera a cualquiera... jajaja L: Sí... jajajaja

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Mientras en la habitación M: Ummmm (Maca despertaba y miraba a Esther que estaba profundamente dormida) cariño... despierta mi amor (la movía entre sus brazos) E: Ummmm, un rato más mi amor (respondía remolona metiendo su cara en el cuello de Maca comenzando a besarlo) M: Jajaja... cariño es que tenemos que bajar, ya oigo a las locas esas revoloteando por la casa y recuerda que tenemos planes para hoy E: Ummm... no... Mis planes son quedarme aquí contigo en la camita (seguía besando a Maca sin sacar su cara) M: Siiii... a mi también... peeeero... te prometo que regresaremos tú y yo solas muy pronto. ¿Sabes? E: ¿Qué? M: Me encantaría traer a Paula, esto seguramente le encantará, el contacto con la naturaleza E: Siiiii M: Pero ahora a levantarse E: Noooo (de un salto se colocó a horcajadas sobre Maca acariciándola y besándola profundamente) M: Cariño así si es verdad que ya no nos movemos de aquí (respondía a sus besos con pasión) Mientras en la cocina, llegaba una Alicia aun medio dormida Alicia: Ajjjjjjj (llegaba bostezando Alicia)... Buenos días... Claudia: Uff como que se te pegaron las sabanas ¿eh? Alicia: Algo, es que esto es tan tranquilo, que provoca dormir... me levanté sólo porque hay planes de paseo, Maca dijo que nos llevaría a conocer esto ¿Dónde está? ¿No se ha levantado aún? C: No... eh... estarán al bajar Alicia: Ahh ¡no! ¡Si yo me levanté también ellas! voy por ellas... Alicia salió corriendo sin darles tiempo a ninguna a pararla, subió las escaleras y abrió la puerta con la finalidad de hacerles alguna broma... jamás pensó que se encontraría con lo que vio Alicia: A levantarse dor... mi... looo... naaas... Se llevó una gran sorpresa al abrir de golpe la puerta y encontrárselas en ésas condiciones, desnudas prodigándose amor en la cama. Alicia con la boca abierta y los ojos abiertos como platos, sin decir una palabra más cerró la puerta tan rápido como la había abierto y se dio la vuelta para bajar las escaleras, todas estaban al pie de la escalera observándola. La observaban en silencio pero la cara que tenía Alicia les provocó a todas unas carcajadas imposibles de controlar Claudia: Jajajaja ¿qué habrá visto la pobre? C: Jajajaja

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L: Jajajaja ¡eso le pasa por loca! ¿Quién le manda? Alicia bajó las escaleras en silencio, pasó al lado de ellas y se sentó en la mesa de la cocina sin decir palabra, las otras pasaron hasta la cocina y se dispusieron a servir el café y preparar las tostadas y demás Unos minutos después bajaron Maca y Esther bañadas y vestidas M: Buenos días, como amanecieron (decía con mucha energía y alegría, pero mirando atentamente a Alicia, que agachó la cabeza avergonzada) Claudia: Muy bien... pero no tan contenta como tú (le contestaba con una sonrisa y guiñándole el ojo) M: Ajjj sí, he dormido de maravilla (le decía estirando con gusto sus brazos y mirando con complicidad a Esther) E: Hummm que hambre tengo (se sentaba en la mesa y se servía café) has visto Maca que eficiencia, ya tienen hasta el desayuno listo M: Siiiii que rico (se sentaba también, Esther le servía un café mientras Maca observaba curiosa a Alicia que permanecía callada y no levantaba su mirada de su tostada) oye Alicia... lo que has visto... Alicia:... (Alicia se ruborizaba sólo con escuchar la voz de Maca) E:... ¿Alicia? Alicia:... Perdón... perdón... perdón... es que quería despertarlas y yo... yo no sabía que... ¡me da mucha vergüenza haberles abierto la puerta así! A Maca y Esther les tocó explicarle también a Alicia, terminaron de desayunar y se fueron a pasear por la sierra. Al estar ya todas enteradas, Maca y Esther dieron rienda suelta a sus expresiones de cariño e iban tomadas de la mano, prodigándose muestras de cariño, se sentían muy felices, les encantaba ser libres así Había pasado una semana desde aquel paseo que habían compartido el grupo de amigas. Maca y Esther estaban muy contentas ya que en el hospital lo llevaban mucho mejor, al tener el apoyo de sus amigas, era menos estresante cuando estaban juntas, solo debían cuidarse del resto Una mañana se encontraban Maca y Esther en el muelle de urgencias esperando un niño herido que llegaba, Esther al ver al médico que bajaba de la ambulancia se quedó en un principio parada, gesto que no pasó desapercibido para Maca Raúl: Varón doce años con politraumatismo... accidente de coche, sus padres vienen en camino M: Bien, que le han colocado (se ponía junto a la camilla mientras leía la historia y caminaban hacia el box) Raúl: Le hemos colocado... (blablablá) M: Bien... ¡vamos! Raúl: Hola Esther, ¿no me saludas? E: Ehh hola ¿cómo estás? Raúl: ¡Muy bien! Alegre de volver a verte, estás cada vez más hermosa

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Ese comentario hizo que Maca levantara por un momento los ojos del paciente y mirara al médico y después a Esther, quien se había sonrojado con el cumplido. En ése momento llegaba también Héctor H: Che Raúl y ¿qué haces acá? Raúl: Aquí regresando a mi hospital favorito. He pedido traslado y vuelvo a trabajar aquí con ustedes (decía con una sonrisa mirando a Esther) Maca volvió a mirar al medico M:... (“así que este es el famoso Raúl y viene a trabajar aquí... ¡lo que me faltaba! ¡Un admirador de Esther revoloteando por aquí!”) Esther busca el ecógrafo por favor (le dijo con un tono un tanto autoritario al verla con esa cara de boba que le fastidiaba) y tú si ya has terminado tu trabajo te puedes retirar y no estorbes (se dirigía a Raúl con un tono muy borde) Raúl: Eh... sí... sí... Esther, ¿nos vemos luego? E: (Esther miró a Maca que aunque estaba concentrada en el paciente veía claramente una mueca de desagrado en su cara) Ehh... no sé... voy a estar muy ocupada... Raúl: ¿Ni siquiera vas a tener unos minutos para tomarte un café con un viejo amigo? M:... Pero ¿tú estás sordo o qué? ¡Fuera! Raúl: Ya, ya ¡¡ya me voy!! ¡uyyy pero que doctora más borde! (mascullaba mientras salía) M: ¡Esther!... el ecógrafo E: Ehh voy... (se le quedó mirando unos segundos como queriendo decirle algo, pero prefirió dejarlo para luego y salió a buscar el aparato en cuestión) Finalmente al joven lograron estabilizarlo. Estaban lavándose las manos para entrar a quirófano e intervenirlo, Maca levantó la mirada y vio a Esther a través del espejo que la miraba con una sonrisa M: ¿Qué? E: ¿Estás bien? M: Sí y ¿tú? E: Muy bien M: Vamos, luego conversamos tú y yo, que tienes algunas cosas que contarme E: Ummm sí, claro M: Vamos (entraron juntas al quirófano, donde ya las esperaban con el joven listo para operar) Saliendo de quirófano, se fueron juntas a cafetería, allí estaban sentadas Cruz y Claudia tomando algo, les hicieron una seña para que se sentaran con ellas Claudia: Hola M y E: Hola C: ¿Qué tal la jornada? E: Ufff... ¡tengo ganas de irme ya! Cruz levantó la mirada para ver a Raúl que entraba y al verlas se encaminaba hasta ellas

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C: Ufff empieza la cacería (murmuraba mas para ella que otra cosa, pero Maca la escuchó ya que estaba justo a su lado) Raúl: Hola, ¿qué hace tanta belleza junta? ¿Cómo están? Maca volteó a verle ya que ella estaba de espalda, definitivamente le caía muy mal ese “galán de pacotilla” Claudia: Bien muy bien (al contrario de Claudia que le pareció muy atractivo el chico, pero no sabía de quien se trataba porque no lo había visto antes) Raúl: Hola Esther E: Hola Raúl Claudia: Oups (expresó Claudia al darse cuenta quien era y la cara que se le había puesto a Maca) Raúl: ¿Será que podemos reunirnos un rato? M:... (“pero éste ¿qué carajos quiere? si sigue por ahí vamos a tener problemas”) E: Raúl... Ahora estoy con mis amigas... Raúl: Pero podemos reunirnos un rato ésta noche a la salida y planificar algo, ah, ¿qué dices? E: (Esther miró a Maca que miraba a Raúl con muy mala cara) No, no puedo Raúl, ya tengo un compromiso Raúl: Pero sólo un instante y cuadramos para otro día M:... (Maca estaba perdiendo la paciencia) Ufff es que de verdad la testosterona te dejó sordo, ¿no la escuchaste? Raúl: Mire Doctora no sé qué le pasa a usted conmigo, no nos conocemos para que me esté atacando cada vez que nos cruzamos M: Eso es precisamente lo que quiero que no te me cruces, ¡machito! E: ¡Maca! M: No Esther, ya está bien... (se levantó y se fue de la cafetería) E: Maca... espera... (se levantó y la siguió) C: Raúl, ¿no entendiste? ¿Vas a seguir insistiendo? Raúl: Esther ahora es libre, ¡tengo oportunidad! Además no estoy haciendo nada malo, sólo quiero que nos tomemos un café, como viejos amigos C: Pero que insistente eres, ya le hiciste casi insoportable la vida a Esther ¡y vuelves otra vez con lo mismo! ¡Ya ella te dijo que no quiere nada contigo! Raúl: ¡No estaría tan seguro! Está recién divorciada y sola. Quizás ahora me haga caso C: Sí, está recién divorciada pero ¡no está sola! Raúl: ¿Qué? pero si Teresa me dijo que no tenía novio... C: Ufff... escucha lo que te digo, no está sola, no sigas insistiendo, déjala tranquila, búscate otra (se levantó también y se fue) Claudia: Ufff como que no se alegran mucho de verte Raúl: ¡Joder! lo único que quiero es que Esther salga conmigo y pasarla bien con ella, ¿Qué tiene eso de malo? Claudia: Pues viéndolo así, no tiene nada de malo, pero ella tiene pareja y quizás le causes un problema Raúl: ¿Pareja? Pero... bueno ya ella me dirá cuando hablemos. Oye no nos han presentado, soy Raúl Silva (le tendió la mano amablemente) Claudia: Claudia Ramírez, encantada Esther alcanzo a Maca en su despacho

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E: Maca, espera por favor M: ¿Qué pasa? E: Maca, no te pongas así M: ¿Qué no me ponga así? Ese tipo no entiende una negativa, está ahí dale que dale y tú tampoco es que se lo pongas muy claro, no haces nada por darle un parao. Yo no sé qué relación habrán tenido ustedes y yo como una gilipollas en medio E: No Maca, no hay nada y no hubo nada, no te voy a negar que él estaba detrás de mí. Trabajaba aquí en el hospital, quería que tuviéramos algo, luego conocí a Roberto, pero él insistía, al punto de que se puso insoportable y tuve que hablar con el director de urgencias iba a poner mi renuncia para irme, pero él al darse cuenta de que se estaba pasando se adelantó y pidió el cambio y se fue a otro hospital M: ¿Te acosaba? E: No tanto como un acoso, pero era insoportable, se cree que está demasiado bueno y no acepta que no estén todas babeándose por él. Creo que se emperró más conmigo precisamente por eso, porque siempre lo rechacé. Pero te juro que entre nosotros nunca hubo nada cariño (se acercaba a ella y la abrazaba) M: ¿Por qué insiste tanto? ¿Por qué te pones tan nerviosa con él? E: Cariño no es por nada en especial, es solo porque la verdad fue muy difícil para mí, casi insoportable. Sólo de acordarme del taqui ti taqui bueno me pone nerviosa (le decía con una sonrisa un tanto avergonzada) M: Pues vamos a tener que darle un parao ehh y ponérselo bien clarito, que tú ya tienes dueña y que no se acerque a ti o si no... (la abrazaba ella también y la besaba) E: Ummm ¿tengo dueña? M: ¡Sí!... ¡eres mía! E: Siiiiii, tuya... (beso)... solo... (beso) tuya ummm Estaban en el despacho solas, aprovecharon el momento, se besaban apasionadamente, con sus manos bajo su ropa se acariciaban, sus pieles se estremecían y la temperatura ya comenzaba a subir... hasta que... como siempre ocurría, sonó el busca de Maca y tuvieron que bajar a urgencias, con la firme promesa de continuar en casa Pasaron los días y poco a poco, Maca al ver el comportamiento de Esther, lo fue entendiendo y soportando. Esther trataba de coincidir lo menos posible con el Raúl y Maca entendía que ella no tenía ningún interés en él, que seguramente el médico se cansaría más pronto que tarde, aunque al ver a su amiga Claudia tan interesada en él pues se propuso armar un plan Los días iban pasando, cada vez compartían más, estaban desnudas en la cama luego de una fogosa y apasionada noche, Maca despertaba antes que Esther y se le quedaba mirando como hacía la mayoría de las veces, con sumo cuidado corría un poco hacia abajo la sabana que tapaba a Esther y la miraba, fue recorriendo con su mirada el cuerpo de Esther, sus pechos habían crecido considerablemente, le encantaban, siguió bajando su vista y se detuvo a la altura de su vientre que estaba algo abultado debido a los casi tres meses de embarazo. Con el dorso de su mano lo acarició suavemente no pudo evitar una sonrisa al sentir la forma tan femenina, miró a Esther y seguía profundamente dormida, subió suavemente el dorso de la mano casi sin tocarla y llegó a su pecho, no pudo evitar rodearlos con sus manos con un movimiento muy suave, vio como su piel se

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erizaba y Esther comenzaba a emitir sonidos inteligibles, beso muy despacio sus pezones que habían crecido y se habían oscurecido un poco, primero besó uno luego el otro, se endurecieron solo con el contacto de sus labios, Esther abrió los ojos y la miraba desde arriba como Maca se deleitaba con su pecho, saboreándolos E: Ummmm... que rico... M: Ummm sí... eso digo yo... que rico E: ¿Qué haces? ¿Te aprovechas que estoy dormida? M:... Jaja... sí... me encanta... ya se te nota algo el embarazo E: Sí... estoy gorda (le decía con una mueca de fastidio muy graciosa en la cara) M: No estás gorda, mi vida, eso es lo más bello que he visto, es muy hermoso poder tener la vida de alguien dentro de ti, no puedes decir que estás gorda E: Maca, ¿nunca has pensado en tener hijos? Quiero decir embarazarte M: Sí, algunas veces lo he pensado, pero no creo que esté preparada para ser madre, no creo que sea una buena madre E: Pero ¿qué dices? ¡Si te gustan mucho los niños y los niños a ti te adoran! Eres una maravillosa madre, la forma en que tratas a Paula... ella te adora, te la ganaste muy rápido M: ¿Madre? E: Sí Maca, cariño eres una madre para Paula, eres su otra madre y serás la madre de éste que viene en camino. Maca... M: ¿Sí? E: Cariño... (se le quedaba mirando con ojos muy brillantes, se estaba emocionando) quiero que nos casemos M: ¿Qué? (se había incorporado en la cama y la miraba sorprendida) Esther se levantó y se acercó hasta su bolso que estaba sobre el sillón de la habitación y sacó una cajita, se acercó nuevamente a la cama y se sentó del lado en el que estaba Maca sentada apoyada en el respaldo de la cama, abrió la cajita y Maca vio un anillo precioso E: Te quiero mucho cariño, no puedo perder más el tiempo, te hice perder mucho tiempo con mis cobardías y no quiero esperar más, no mereces seguir haciendo éste sacrificio de estar a escondidas ya no, tengo ya varios días con el anillo en mi bolso, estaba buscando la forma y el momento para proponértelo quería prepararte una cena romántica o algo, que fuera un momento único, pero no puedo esperar más, me sale del corazón hacerlo así y ahora, quiero compartir el resto de mi vida contigo, que tú, Paula, el bebe y yo seamos una familia. ¿Quieres casarte conmigo mi amor? ¿Quieres ser la madre de mis hijos? Maca la escuchaba y no podía decir palabra, lo que tanto había soñado se le estaba dando solo sentía como las lágrimas corrían por sus mejillas y sus labios se juntaban en un sollozo, la abrazó con fuerzas y le dijo M: Sí... sí... sí... sí... sí (la besaba una y otra vez, se sentía feliz, al fin Esther se había decidido, le había prometido darle su tiempo, tener paciencia, mantenerlo oculto al resto y al fin Esther se sentía con fuerzas para hacer pública su relación al punto de desear casarse con ella) E: Gracias mi amor (la besaba también con pasión) te amo... te amo... te amo (dieron rienda suelta a una celebración privada muy especial)

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A la mañana siguiente llegaban al hospital, y se acercaban como siempre a la recepción, donde estaba Teresa organizando unas historias en el archivo, al sentirlas en el mostrador de la recepción levantó la mirada T: Buenos días chicas, ¿qué hacen que se quedan ahí paradas sin hablar? M: Nada solo te mirábamos como hacías de bien tu trabajo Esther sonreía, y tomaba la lista para firmar, le encantaba como Maca a través del tiempo no se cansaba de meterse con Teresa E: Bueno yo me voy ufff hoy tengo que hacer inventario en farmacia (miró a Maca con una sonrisa medio bobalicona) cariño... ¿nos tomamos un café luego? M: Ehhh... (ese cariño tomó por sorpresa a Maca, no sabía si se le había escapado a Esther o qué, pero un brazo de Esther rodeo su cintura y la pegó a ella, no sabía qué hacer o decir) ehh sí... si nos vemos más tarde Teresa las miraba sorprendida con la boca abierta y los ojos saltones pasando de una a otra como en un partido de tenis E: Bien (Esther le plantó un beso en la boca de Maca y le pellizcó una mejilla para luego retirarse) ¡te quiero! Nos vemos luego Maca se quedó con la misma cara de Teresa, aunque sabía que se iban a casar y debían hacer público todo, pues no se esperaba que la valentía de Esther llegara hasta ese punto M: Ehhh bueno... Teresa... también... me voy... adiós Como era de esperar en el transcurso de la jornada se les acercaron varios de sus compañeros y con algunas preguntas disfrazadas les fueron sacando si era verdad que estaban juntas y ellas lo afirmaban contentas, Maca y Esther no podían ocultar lo felices que se sentían Poco a poco todos en el hospital se acostumbraron a verlas juntas como una pareja. Ellas estaban felices, aunque no les gustaba tener muestras de amor pasadas de tono frente a los demás y menos en el lugar de trabajo, siempre era mejor no tener que cuidarse tanto a la hora de estar juntas. Las dos estaban entretenidas en planificar y fijar una fecha para su boda, como y donde la iban a hacer estaban muy emocionadas e ilusionadas. Encarna se alegró muchísimo cuando se lo dijeron y a la niña se lo explicaron en un lenguaje muy claro propio para que lo entendiera una niña de su edad. Aunque las tenía sin cuidado, se alegraban que aún Roberto por una u otra razón estuviera siempre de viaje y no se había enterado, para que no enturbiara de ninguna manera la felicidad que sentían Claudia ya le había confesado a Maca que le gustaba mucho Raúl y éste al enterarse que ya con Esther no tenía oportunidad pues había dirigido su interés a Claudia que también le había hecho tilín a él, se dio cuenta que lo que sentía por Esther no era tan fuerte

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Estaban en la cafetería Esther y Maca tomándose un zumo E: Jeje cariño de celestina eres tremenda eh M: Jaja siiii pero ¿no me dirás que no está saliendo bien? E: Siii muy bien pero tengo que confesarte que me sorprendí, ¿no es que Claudia es lesbiana? (le dijo con una sonrisa acariciándole la mano que ella tenía sobre la mesa) M: Bueeeeno ella es un poco... le da igual ha tenido tanto mujeres como hombres, es una mujer muy libre, ella dice que el sentimiento y el corazón son libres, yo que sé, pregúntaselo a ella... jajaja E: Jajaja, si es verdad, mírame a mí, yo nunca imaginé estar con una mujer y mira, mi corazón te escogió a ti (le acarició la cara al decirle estas palabras) M: Siiii... cariño, cambiando de tema, ¿ya tienes el certificado de nulidad de matrimonio? E: Sip M: Bien, tenemos que llevar los requisitos, para formar el expediente y llevarlo al ayuntamiento para que nos den fecha lo más pronto posible E: Siii, ¿tienes tu testigo cariño? M: Sí, se lo voy a pedir a Claudia, es mi mejor amiga. Espero que no te importe cariño E: No, mi amor ¿cómo va a importarme? ¡Y yo se lo voy a pedir a Cruz! M: ¡Maravilloso! Ahhhh ¡estoy tan emocionada mi amor! ¡Al fin! E: Siiii, ¡yo también ya quiero que estemos casadas! Fueron al ayuntamiento y les dieron la fecha, les pareció bien, aunque querían casarse lo mas pronto posible debían tener paciencia, además en esos dos meses que faltaban les daba tiempo para preparar todo, lo de la celebración, aunque iba a ser algo muy privado solo con su gente más allegada y querida Una semana después Maca y Esther habían ido al zoo con Paula y llegaban a casa de Esther. Casi siempre se quedaban ahí para no cambiar tan radicalmente la rutina de la niña. La niña se había divertido un montón, le encantaba salir con ellas, aceptaba perfectamente que estuvieran juntas. Paula adoraba a Maca y le encantaba estar con ella. Para ella era muy normal estar juntas, salían, comían, iban al parque, al zoo. La niña se había divertido mucho pero estaba agotada, la bañaron juntas, cenaron algo ligero y la acostaron. Ellas también se fueron a acostar ya que estaban muy cansadas De pronto escucharon un sonido confuso y fuerte, que las despertó sobresaltadas, pensando que algo le habría pasado a la niña, al incorporarse en la cama vieron a Roberto parado al lado de la puerta mirándolas con los brazos colocados en jarra en su cintura Roberto: ¡¿Qué coño es esto?! Así que mis sospechas eran ciertas ¡te volviste tortillera! Esther de pronto enmudeció, lo único que hacía era taparse con las sabanas tratando de que no viera sus cuerpos desnudos M: ¿Qué significa esto? ¡¿Cómo entraste aquí?! Roberto: ¡Tú cállate! ¡Bollera de mierda! ¡¡Esta es mi casa y entro cuando me de la gana!! M: ¡No te permito! ¡esta ya no es tu casa!

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Roberto: ¡Cállate y no te metas! ¿Desde cuando te tiras a ésta ah? ¡Contéstame Esther! ¡en mi casa! ¡Con mi hija en la otra habitación! E: ¡No! ¡Ella... ella no...! Roberto: Hice bien en meterte un detective, ahora sí te jodiste y ¡vas a pagar lo que me has hecho! ¡tengo fotos que prueban tu porquería! ¡Lo mala madre que eres! ¡Solo estaba esperando el momento oportuno para agarrarte así en la cama con la puta ésta! Roberto se acercó al lado en el que estaba Esther y la cogió por el brazo con fuerza, Esther no podía decir nada, no le salían las palabras, estaba muy asustada, Maca al ver esto tomó una de las sabanas y envolvió su cuerpo con ella se levantó y fue a donde estaba Roberto M: ¡Ni se te ocurra ponerle una mano encima cabrón! (llegó hasta él y trató de sacar su mano de Esther para que la suelte) Roberto: ¡Suéltame puta! (éste con la mano que tenía libre le dio un bofetón a Maca y la tumbó al piso) Se giró y mirando a Esther Roberto: ¡Me das asco! ¡Me llevo a mi hija! ¡Eres una mala madre! ¡¡No la vas a volver a ver en tu vida!! ¡Puta! ¡Maldita bollera! Se dio la vuelta y salió de la habitación E: Nooooo Esther se levantó asustada, se puso una bata con rapidez y salió detrás de él, vio como entraba a la habitación de la niña y la tomaba en brazos, la niña sobresaltada se asustó y comenzó a llorar, y a llamar a su madre Paula: Mama... buuuuu... mama... Se le partía el corazón de ver a su hija así, Maca y Esther trataron de quitársela de los brazos, Roberto caminaba hacia fuera de la habitación con la niña y ahí dos hombres que seguramente había llevado Roberto, las alejaron, Roberto salió y estos se habían apostado en la puerta para impedirles a ellas seguirlo. Forcejeaban con ellos pero era imposible soltarse eran muy fuertes Luego de un buen rato de que ya Roberto se había ido con la niña en brazos llorando y llamando a su madre, fue que los hombres apostados en la puerta se retiraron, Esther estuvo un buen rato llorando, desesperada. Cansada de luchar se había rendido y escurrido por la pared y estaba sentada en el suelo. Luego de un rato dejó de llorar y se quedó así, sentada en el piso con la mirada perdida, estaba en shock. Maca la abrazaba y trataba de hacerla reaccionar, se sentía impotente no sabía qué hacer M: Vamos cariño levántate... ya verás que lo vamos a arreglar... vamos (trataba de levantarla)

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Esther no hablaba, no podía, estaba en shock completamente. Había pasado lo que tanto temía. Como pudo, Maca la levantó y la acostó en la cama, la tapó con la sabana y fue a la cocina a buscar un vaso de agua y su móvil M: Cariño tomate esto (le acercaba el vaso con agua) E:... M: Cariño voy a llamar a Cristina, es la abogada de la que una vez te hablé, yo... hablé con ella... ella está al tanto de todo... (se quedó unos segundos callada, se dio cuenta que con ese comentario Esther se daría cuenta de que estaba haciendo algo, pero no, no la escuchaba, Esther no pensaba, estaba en otro mundo, no sabía siquiera si le estaba prestando atención o la escuchaba) E:... Vamos a buscarla... Maca... vamos... (lloraba y le insistía a Maca) M: Cariño... escúchame, ahora llamo a Cristina es mejor ir con ella, con un juez o no sé... ya viste que Roberto tiene hombres que nos van a impedir acercarnos (la acariciaba para calmarla) E:... Nooo... tengo que buscarla... ¿la viste? estaba muy asustada Se levantó de la cama de prisa y sintió un mareo muy fuerte, cerró los ojos y sintió que el piso desaparecía de debajo de sus pies, estuvo a punto de desplomarse al piso, Maca en un acto reflejo la tomó en sus brazos para impedir que cayera desplomada M: ¡Esther! ¡Esther! ¡Cariño! (la llamaba tratando de que reaccionara muy preocupada) Los brazos de Maca impidieron que cayera, Esther se apoyó con sus dos manos en el colchón, permanecía aún con los ojos cerrados y con la cabeza agachada tratando de recuperarse M: Ven cariño, siéntate aquí (la ayudaba a llegar a un sillón) E:... Sólo ha sido un mareo... estoy... estoy bien (le decía sin abrir los ojos, se llevó la mano al pecho, tenía palpitaciones, sentía un ahogo en el pecho) M: Cariño quédate así... tienes un ataque de ansiedad, es normal... mantén los ojos cerrados y respira despacio cariño vamos Así lo hizo Esther, sin poder evitar que por sus ojos volvieran a correr lágrimas de angustia, Maca la abrazó con todo el cariño que pudo, para que sintiera que ahí estaba ella para ayudarla. Luego de llorar varios minutos se fue calmando poco a poco, abrió los ojos encontrándose también con los ojos enrojecidos de Maca que lloraba con ella en silencio M: ¿Te sientes mejor cariño? E: Sí... Maca por favor... vamos a buscarla... M: Sí cariño la vamos a buscar pero no podemos solas, no nos va a permitir que nos acerquemos, voy a llamar a una abogada y ella sabrá cómo debemos hacerlo E:... Maca... le va a hacer daño... Paula está muy asustada M: Cariño... a mi también se me parte el corazón, pero... pero es su hija no creo que le haga daño a ella... ella se asustó porque estaba dormida... pero... Esther donde tienes el tensiómetro estás muy blanca, tienes muy baja las pulsaciones (mientras hablaban ella le estaba tomando las pulsaciones en su muñeca) E:... ¿Eh?... en el mueble... ahí está todo (le señalaba con la mano sin muchas fuerzas)

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Maca se acercó al mueble y sacó el estuche y procedió a auscultarla y medirle la tensión M: Cariño estás muy alterada, pero tu tensión está muy baja, quédate un rato recostada E:... No Maca debo buscarla, dame el teléfono debo llamar a Roberto... a mi suegra... seguro la llevó para allá Maca se dio cuenta que no podía discutir con Esther en esas condiciones y le acercó su teléfono y ella buscó el suyo. Esther llamó en vano al de Roberto no le contestaba y al llamar a su suegra ésta le tranco el teléfono luego de decirle algunas palabras muy fuertes. Maca por su parte llamó a Cristina para que fuera a casa de Esther E: Maca ¿qué vamos a hacer? M: Ya viene en camino mi abogada Esther, ella nos dirá que hacer E: ¿Un abogado?... sí... tienes razón ¡es lo mejor! (tenía que reconocer que tal como estaban las cosas era la mejor opción, tenía que dar el todo por el todo sino Roberto no le dejaría ver a la niña nuevamente) Cristina llegó a la media hora, entre las dos la pusieron al tanto de lo que había pasado, Maca debió confesarle a Esther que ella ya se había entrevistado con la abogado y le contaron sobre todo lo que había averiguado ésta, Esther al escuchar el tipo de hombre que era Roberto se asustó mucho más y entró en crisis al imaginarse de lo que sería capaz. Luego de calmarla, entre Cristina y ellas pactaron un plan, para localizar a la niña, Cristina se pondría en contacto inmediatamente con un juez a fin de hacer cumplir lo estipulado en el acuerdo de divorcio sobre la patria potestad y llamó a un muy buen e influyente amigo en la policía a fin de poner en funcionamiento el protocolo del caso para impedirle a Roberto la salida del país con la niña Pasaron dos larguísimos días para Esther, estaban desesperadas no sabían nada del paradero de Paula, ni de Roberto, hasta que al fin los detectives contratados por Cristina dieron con el paradero de Roberto y la niña A partir de ahí debieron pasar diez días de litigio doloroso debido a que cada vez que Cristina introducía una querella en la corte, Roberto, sus abogados y un juez corrupto lo enfrentaban A pesar de que ellas llevaban la razón, los abogados de Roberto y ése juez fueron retrasando el proceso de la entrega de la niña con reclamaciones fuera de lugar, alegando que Esther era una pervertida por tener amantes delante de su hija, la acusaron por su orientación sexual y otras razones injustas con las que querían poner en duda la credibilidad de Esther como madre, acusaciones a las que Cristina magistralmente iba echando por tierra una por una Al final Cristina lo logró y ganaron la causa. Con una orden judicial firmada por varios jueces, testigos, comprobaron la calidad de madre que era Esther y lo injusta de la reclamación de Roberto, lo obligaron a que éste entregara a la niña a Esther inmediatamente, al mismo tiempo revisaron los acuerdos que tenían anteriormente sobre la visitas que podía hacer a la niña y se las redujeron por razones obvias, con el consabido y esperado malestar de Roberto y familia. Mientras duraba éste largo y doloroso proceso la niña estaba en casa de su abuela paterna, y no podían verla, esto

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atormentaba a Esther, había adelgazado en pocos días por casi no querer comer, entre Maca y Cristina la animaban y daban apoyo para que soportara. Maca le recordaba constantemente que debía cuidarse por el bebe que tenía en su vientre que debía pensar también en él Llegó el día en que le entregarían a la niña, Esther, Maca y Cristina procedieron a ir a recogerla a casa de su suegra. La relación entre Esther y su suegra nunca había sido buena, a ella nunca le había caído bien Esther y ahora que se había enterado que su pareja era una mujer, peor. A Esther eso la tenía sin cuidado, luego de lo que habían hecho no la podía ver ni en pintura. Cristina esperaba en su auto, sólo intervendría en caso de ser necesaria, Esther y Maca Llegaron frente a la puerta, respiró profundo y toco, a los pocos segundos abrió la suegra Suegra:... Hum ¡Hola! (las saludó secamente haciendo una mueca y dándole una mirada despectiva recorriéndola de arriba abajo con desprecio, luego miró a su acompañante y fue igual) E: ¡Hola! (saludó sólo por educación pero muy seca) ¿dónde está MI hija? Paula al escuchar la voz de su madre salió corriendo con una muñeca en su mano y se lanzó a los brazos de su madre con emoción Paula: Mami... mami... vinizte vinizte (la abrazaba y besaba con devoción) E: Mi amor... mi amor... Hola, nos vamos para la casa (la besaba repetidas veces, a Maca que las miraba se le había iluminado la cara al verlas así y se le habían llenado los ojos de lágrimas, con una mano acarició a la niña, también la había extrañado mucho) Paula: Maca... Maca (le echaba los brazos para que también la cargara y ella lo hizo con cariño) E: Vámonos (se daba la vuelta para salir de ahí cuando la voz ronca de su suegra la detuvo) Suegra: Deberías pensarlo bien, te puedo asegurar que la niña estaría mejor con nosotros que con... ésta (les echó una mirada de rencor primero a Maca luego a ella) el “ambiente” en el que vives no es el mejor para la niña E: ¿¡QUE!? ¡¡Usted no tiene ni idea de cuál es el ambiente en el que vivo!! Pero lo que sí puedo asegurarle es que es un ambiente lleno de amor y cariño para la niña, además antes de criticarme ¡a mi averigüe bien quien es su hijo! (dijo bastante seria y enfadada, la hipocresía de esa mujer la sacaba de sus casillas) Suegra: ¿Mi hijo?... ¡es el padre de mi nieta! Tú deberías poner a tu hija por encima de todo, ella tiene derecho a estar con su padre no con una... (miró de lado a Maca, que tuvo que morderse los labios para no responderle algo bien feo) E: ¡No le permito que diga algo contra Maca! Y no se preocupe, que aunque no lo merezca y yo tendría todo el derecho de prohibirles ver a mi hija luego de lo que han hecho, no lo voy a hacer, su padre podrá verla, claro ¡respetando las condiciones que estipuló el juez! en cuanto a Maca, la niña y ella se adoran y estoy segura que no hay en el mundo alguien mejor para criar a mi hija, es más para que lo sepa ¡en pocos días vamos a casarnos, y pasará a ser su madre igual que yo! Suegra: ¿¿¿QUE??? ¡¡¡ESTAS LOCA!!! A Maca se le habían llenado los ojos de lágrimas por la emoción que sentía al ver como Esther la defendía con ferocidad frente a esa mujer y muy por lo contrario a lo que

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podría imaginar Maca, la experiencia vivida no acobardó a Esther sino que le inyectó una fuerza y valentía que creyó haber perdido hacía mucho tiempo E: Vámonos, le dijo a Maca (dándose la vuelta sin intención de darle más explicaciones y dando por terminada la conversación) Cristina al ver que ya tenían a la niña las saludó y se despidió de ellas con la firme promesa de informarles todo lo que le informaran a ella sobre lo que fuera aconteciendo sobre la investigación sobre Roberto de la interpol, que según lo que le habían comunicado estaba muy cerca de un final. Ellas subieron al auto de Maca se dirigían a casa con la niña sentada en su sillita en la parte de atrás Paula: Mama, ¿a donde vamos? E: Cariño ahora a casa y ¿sabes? Te tenemos una sorpresa, como Maca y yo pedimos dos días libres en el trabajo y nos vamos a una casita que tiene Maca, es muy bonita, veras lo bien que la vamos a pasar las tres, tiene piscina Paula: Piscina ehhhhh (la niña aplaudía emocionada, Maca la miraba feliz por el espejo retrovisor) Esther se dio cuenta que Maca permanecía callada, no había dicho palabra desde que habían recogido a la niña, Esther le acarició el brazo para preguntarle E: Cariño que tienes, ¿estás muy callada? M: (Maca la miró con una sonrisa) Nada... ¿te había dicho hoy que te quiero? ¿Qué te amo con locura? E: Hummmm a ver... (hacía como que pensaba) pues hoy creo que no y si lo has hecho no me acuerdo M: ¡Te amo! Así llegaron hasta casa de Esther y recogieron algunas cosas que le harían falta, decidieron invitar también a Encarna, la pobre la había pasado muy mal, también merecía unos días de descanso Luego de convencer a Encarna de que se fuera con ellas, salieron para la “casita” de Maca, la niña iba muy entusiasmada, la habían sentado en el asiento trasero en su silla de seguridad, ésta emocionada miraba por la ventanilla del auto, no perdía detalle, iba haciendo preguntas sobre todo lo que veía y cosas normales propias de su edad: “que es eso ”, “¿y por qué? ”, “¿dónde?”, “cuanto falta”, que muy felices y pacientemente respondían entre las tres, hasta que se quedó calladita porque se había quedado dormidita en su silla Al llegar Encarna quedó fascinada con el paisaje, se veían varias casas de campo, bastante separadas unas de otras, cada una tenía un gran jardín y un gran porche enfrente M: Mira Encarna es ésa (le señalaba su casa segundos antes de llegar y estacionar el auto frente a ella) En: Guauuuu es hermosa Maca (decía al ver la casa de campo, con un aspecto entre rural y al mismo tiempo moderno)

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E: ¿Verdad que sí mama? M: Sí, es mi refugio... ¡me encanta! Bajaron del auto y sacaron los bolsos del maletero, Maca fue hasta la niña para despertarla y llevarla dentro M: Cariño ya llegamos, ven (Maca le soltaba con delicadeza el cinturón de seguridad, para cargarla y llevarla dentro de la casa) Paula: Mami... (la niña abrió los ojos, al principio estaba algo desorientada)... Maca... E: Ya llegamos cariño, a la casa con la piscina (le decía con una gran sonrisa, a su hija que estaba en brazos de Maca con sus bracitos alrededor de su cuello y su cabecita apoyada en el hombro de Maca) Paula: ¿Pizina..? siiiiiii (aplaudía contenta la niña, que se había espabilado de golpe al oír la palabra piscina) quero poner taje e baño (les decía mientras trataba de quitarse la camisita que llevaba, sin mucho éxito) E: Jajajaja pero espera a que lleguemos renacuajo, entremos en la casa, los trajes están en la maleta Y así entraron y las tres contagiadas por el entusiasmo de la niña se colocaron sus respectivos trajes de baños, Encarna con mucho porte y paciencia soportó las burlas sobre su traje “último modelo”, entre risa y risa se metieron en la piscina. La niña y la no tan niña se divertían muchísimo en la piscina... Encarna y Esther, sentadas en unas tumbonas observaban a Maca y Paula jugar en la piscina En: Jajajaa no se quien es la más niña (le decía a Esther mientras reía una de las tantas ocurrencias que siempre tenía Maca cuando estaba con Paula) E: Jajaja a veces tengo mis dudas y creo que es Maca En: Siiii es muy buena con la niña, seguramente será una madre maravillosa (miraba a Esther) E: Estoy segura de eso, ella es maravillosa. ¿Sabes mamá? En: ¿Qué hija? E: La adoro, creo que ya no podría vivir sin ella y a veces tengo miedo En: Miedo ¿de qué? hija E: No lo sé... de que algo pase... de echarlo a perder... ¡No sé! Es una sensación extraña En: Cariño no pienses en eso, ya verás como todo va a ir bien, ya lo malo pasó, pronto van a casarse y solo les queda ¡ser felices! E: Eso espero mamá, a veces tengo como un susto, una angustia que no me deja, aquí, dentro de mi pecho (le decía señalándose el pecho con una mano) En: Es normal cariño, has llevado un susto muy grande, han pasado por mucho. El... bueno el innombrable te ha hecho mucho, ojalá que ahora “ése” se quede tranquilo, que se haya dado cuenta que ¡la Esther de ahora es mucho más fuerte que la de antes! E: ¡Sí eso sí!... pero no sé, lo conozco ese hombre trama algo no creo que se quede tan tranquilo después de lo que pasó En: Cariño, debes seguir tu vida, no puedes seguir asustada E: Siii, ¡es verdad! ¡Fuera pensamientos negativos! M: ¡Hola! Jajaja (llegaba Maca corriendo con la niña y se sentaba de un salto en la tumbona de Esther y Paula en la de su abuela salpicándolas)

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En: Ayyyy... ¡por Dios! ¡que susto me han dado niñas! (se quejaba Encarna con la mano en el pecho y sobresaltada) E: Ay mamá ¿es que no las conoces? M: Que tanto hablan ustedes, que las estoy viendo hace rato cuchicheando En: ¡Te criticábamos! M: ¡¿A mí?! Ay suegra si usted me adora, ¡como me va a criticar! E: ¡Dios la señora modestia en persona! En: Jajajaja, que bien se la pasan en la piscina ustedes dos (le decía la abuela a la niña) Paula: Shi... Maca me enseña a nadar M: Siiii, y para la próxima salida nos vamos a la playa ¿verdad renacuajo? Paula: Siiii M: Paula diles (le hacia un guiño cómplice a la niña) Paula:... ¿Qué...? (le preguntaba la niña inocente que ya había olvidado a lo que iban) M: Que era lo que veníamos a decirles Paula: Ummm no sé... (le decía a Maca con un movimiento de hombros y de manos muy gracioso) Maca le hizo una seña con la mano llevándosela a la boca, la niña sonreía y abría los ojos en señal de que ya había recordado Paula: Aahhh... mami no seaz floja tenemos hambe, peparanos comida E: ¿Qué?... jajaja... pero que mandona está esta niña... bueno está bien, vamos a preparar todo para la barbacoa M y Paula: Siiiiiii (aplaudían las dos felices con la idea) En: Jajajajaja E: ¿No te digo mama? No sé quién es la más niña de las dos jajajaja Paula: ¡Ella! (dijo la niña muy graciosa señalando a Maca) M: ¡¿Que?! ¿yo? Ven acá que ahora que te agarre... (se levantaba y corría detrás de la niña que al verle la cara empezó a correr para escapar de ella) El paseo tristemente llegó a su fin, debían regresar a su rutina diaria. La niña no quería irse, tuvieron que prometerle varias veces a la niña que regresaría pronto, para que no se fuera tan triste. El domingo en la tarde regresaron a casa Comenzaron con la rutina normal de trabajo. Entraban como siempre juntas y felices. Paraban en recepción a firmar, saludaban a Teresa y ésta se les quedaba mirando. Maca se dio cuenta y sin siquiera levantar la vista del papel le preguntaba M: ¿Qué te pasa mujer? ¿Por qué nos miras así tan raro? T: ¿Raro? Jummm ¡raro! Ustedes son raras, según tengo entendido se casan en un mes ¿no? O por lo menos esa es la fecha que me dieron ustedes mismas M: ¡Sí! y ¿qué pasa con eso? T: ¡Que las veo muy tranquilas! A ver, ¿qué tiene listo ya? Maca y Esther se miraban al mismo tiempo E: Pues... M: Ehhh no mucho la verdad, con todo lo que pasó, nos distrajimos y...

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T: ¡Ven! ¡Lo sabía! ¡están en la luna! ¡Es que yo no las veía con el corre-corre normal de éstas cosas! E: ¿Y qué nos aconsejas Teresa? Tú, que tienes más experiencia T: ¿Yo? ¿Experiencia? ¡Estás loca! ¡Si sólo me casé una vez y no me acuerdo nadita de nada! M: Pues no sé... bueno Esther ahora nos reunimos y planificamos algo E: Sí cariño, a la hora de comer nos vemos y hablamos T: Sí como si fuera planificar un paseo en bici, pero ¡que tontería! M: ¡Teresa! Pero ¿qué quieres? Tienes razón, falta muy poco y no tenemos nada preparado. Deja que nos sentemos y entre las dos lo vemos, ¿sí? luego te contamos T: Claro, claro. Ehhh perdonen, es que yo no es que quiera meterme en sus vidas... (les decía algo apenada) pero es que les tengo mucho cariño, a Esther la conozco hace muchos años y bueno que aunque no me acuerde de mucho, quería ofrecerme para lo que haga falta, si necesitan de mi ayuda no duden en pedírmela eh, que me encantaría poder echarles una mano E: Gracias Teresa (daba la vuelta al mostrador de recepción y la abrazaba con cariño) M: Gracias Teresa, tranquila que por el poco tiempo que falta y lo crudas que estamos, seguro te vamos a necesitar T: Claro que sí, descuiden que las ayudo con gusto Esther y Maca se fueron a cambiar y trabajar, a la hora del almuerzo se reunieron en el cafetín, y mientras almorzaban conversaban sobre lo que cada una deseaba para ése día tan especial M: Cariño, yo de lo que sí estoy completamente segura es que quiero que sea algo muy sencillo y muy privado, sólo los estrictamente más allegados E: Sí, en eso estoy de acuerdo contigo, mi madre, tus padres, Claudia, Cruz, Teresa, Laura, Ali... M: Ey para, para, si sigues por ahí vas a invitar a todo el hospital E: Jajaja no cariño, pero sólo ellas, son las que han estado ahí con nosotras M: Sí es verdad, y habrá que incluir a sus respectivas parejas E: Sí... y ¿dónde quieres que lo hagamos? Luego de un rato de estar hablando y dando vueltas en lo que trataban de planificar, se dieron cuenta que por muy sencillo que querían que fuera, de todos modos eran muchas cosas por preparar M: Cariño, es lo mejor te lo digo, falta muy poco tiempo, vamos a contratar a alguien que es especialista en esto y es mas fácil E: Sí pero quería que lo hiciéramos nosotras, las flores, las fotos, el convite... M: Pero es que falta poco, las dos tenemos mucho trabajo, en qué momento vamos a hacer todo, además siempre será a nuestro gusto, nosotras les decimos como lo queremos ellos nos dan un abanico de opciones y lo escogemos a nuestro gusto E: Bueno si es así sí, dale, llama a esa guedin no se qué, que dices (decía aceptando que Maca tenia la razón) M: Jajajaj wedding planner cariño, ya la llamo, pero no estás muy convencida ¿eh? E: Ummmm (torcía su boca en una mueca muy simpática) Así pasaron dos semanas más, habían contratado a una amiga de Maca que se encargaba de organizar bodas, les había mostrado las opciones que tenían y escogieron de mutuo

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acuerdo lo que más les gustaba, siempre respetando su idea inicial que fuera algo muy sencillo. Un día en el hospital, casi al final de la jornada, Maca buscaba a Esther, la encontró en farmacia M: Cariño, te estaba buscando como loca E: ¿Sí? ¡hola mi amor! ¿Me buscabas?... sí, tengo rato aquí, ¿Qué pasó? M: Mmmm hola (Esther estaba acomodando unos medicamentos en la estantería, Maca la abrazó por la espalda, le pasó sus manos suavemente por su vientre y le dio un mordisquito largo en el cuello, provocando un escalofrío en el cuerpo de Esther) E: Uy que rico M:... Mmmm... me encanta E: Ujumm... ¿Por qué... ahhh... me buscabas? M: ¿Ahhh?... sí claro... es que haces que me olvide de las cosas ¡jaja! (le dio la vuelta a Esther para que quedaran de frente y sin quitar sus brazos de alrededor de su cintura) ¿Recuerdas la ponencia de Cruz? E: Sip M: ¿Sip? E: Sip M: Jaja (se sonreía negando con la cabeza) Pues María se enfermó de pronto y ella no va a poder ir. Me pidió que fuera yo por ella, me lo pidió a mi porque soy la única que estoy al tanto del tema y de todo lo que tiene preparado para presentar en ese congreso, pues... que tengo que ir, no pude decirle que no E: Pero eso es hoy ¿no? M: Sí cariño, debo irme ya, sólo tengo tiempo de pasar por la casa y preparar una maleta pequeña y me voy corriendo al aeropuerto E: Pero... ¿y los anillos? Hoy teníamos la cita para escogerlos mmmm (ponía una carita de decepción) M: Cariño... lo sé pero no pude decirle que no a Cruz, es muy importante para ella y... si quieres hagamos algo vas tú y las escoges, ¡seguro que si te gustan a ti me gustan a mí! Sí (le sonreía) E:... Hummm tienes razón es muy importante para Cruz. No te preocupes cariño ve, yo llamo a Cristy y le digo que mejor lo de los anillos a tu regreso, quiero que los escojamos juntas. ¿Cuando regresas? M: Son dos días mi amor, pasado mañana ya estoy aquí de regreso E: Buee... Van a ser los dos días más largos de mi vida te aviso, ya te extraño y no te has ido M: Lo sé cariño, a mi me pasa igual... bueno no quisiera pero tengo que irme E: Te acompaño al aeropuerto M: No cariño aun estás trabajando y tengo primero que pasar por casa y luego me voy, voy a pedir un taxi mejor ¿sí? E: Está bien, como quieras. Besos, te quiero, cuídate mucho M: Siiii yo también mi amor, gracias a dios son solo dos días. Te extrañaré un montón, (le decía con una sonrisa, la abrazaba y besaba, le costaba despedirse de ella) E: Mmmm sí... prométeme que me llamarás a cada rato M: Te llamaré cada vez que pueda mi vida. Un beso E: Muchos M: Dale muchos besos a Paula de mi parte E: Claro se los daré

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Se despidieron al fin. Maca salió para ese viaje aunque imprevisto era necesario, debía hacerle ese favor a Cruz En otro lado de la ciudad estaba un muy encabronado Roberto hablando con su detective que lo había llamado por teléfono Gustavo: Roberto... sí... soy yo Gustavo... sí... llegó la oportunidad que estábamos esperando... sí... acaba de llamarme el que tenemos apostado... estuvo investigando dentro del hospital... y... sí... Roberto: Así que la doctora se va de congreso, es la oportunidad que estábamos esperando. Aunque sabes que a mí me gustaba más el otro plan, ¡hubiera sido más rápido! Gustavo: ¡Te aseguro que es mejor esto Roberto! Un atentado sería muy evidente, tarde o temprano darían contigo, mientras que con esto acabarás con ella sin violencia Roberto: Bueno, bueno, está bien. ¿A quien vas a mandar? Gustavo: ¡A Carla! En cuanto me enteré de la salida de la Dra. Fernández llamé a Carla, le conseguí pasaje en el mismo avión y habitación en el mismo hotel Roberto: ¿A Carla? fiuuu menudo mujerón le mandaste Gustavo: Si es mejor ir por lo seguro, Carla está bien buena, jajajaja, ¡es casi seguro que la Dra. le eche ojo si de verdad le gustan las mujeres, jajaja! me costó mucho dinero conseguir el pasaje en el mismo avión a última hora, ya ella se encargará de acercarse a la Dra. con alguna excusa, ella es una profesional, no te preocupes que sabe cómo hacer Roberto: ¿Y si la idiota no cae? Gustavo: Tranquilo que Carla utilizará toda su artillería y encanto y si no cae así pues... lleva las pastillas Roberto: Ahh ¿de aquellas que tú y yo conocemos? Gustavo: Sí las que se usan para que la gente haga todo lo que uno les pide sin darse ni cuenta, sabes que siempre tengo algunas guardadas jajaja Roberto: Jajajaja ¿lleva la cámara? Gustavo: Sí tiene orden de colocarla oculta en la habitación para filmar todo Roberto: ¡Ahora sí que me la quito de encima y va a pagar muy caro haber metido sus narices en mi vida! Terminaron su conversación y cada uno por su lado pensaba sobre lo que iba a suceder Roberto: (“ay Esthercita ¡estás loca si piensas que voy a permitir que te cases con esa mujer y ser el hazme reír de todos, cuando se enteren que mi ex es lesbiana y se casa con una mujer! ¡ja! ¡Ni lo sueñes! ¡La vas a pagar muy caro de una vez por todas!”) Gustavo: Éste tipo está completamente loco, mejor no meterse con él, menos mal que le quité de la cabeza la idea de matar a la Dra. Ufff pero con esto su ex la va a pasar muy mal por culpa de este. Pero bueno aunque me dé lastima yo solo hago mi trabajo, para eso me paga muuuy bien el desgraciado (hablaba para sí el detective, luego de haber cortado la llamada) Maca llegó a tiempo al aeropuerto y embarcó puntual en su vuelo. En cuanto el avión despegó se puso a leer algunos apuntes y anotaciones que tenía Cruz en un cuaderno y le había entregado para que se llevara y se pusiera al día con lo que tenía. El vuelo llegó

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puntualmente a Oslo y estando en la cola de inmigración, la chica que estaba detrás de ella inició una conversación con ella. En esa charla la chica le comentó que había llegado de urgencia y que aun no tenía hotel y como no conocía nada de ahí le preguntó a Maca por el que ella iba a utilizar, la chica le dijo que probaría a quedarse ahí. Como iban al mismo sitio la chica le propuso ir en el mismo taxi, Maca no le vio ningún problema y aceptó Maca debía asistir al congreso y ella solo iba por selección de materiales para su empresa. Al llegar ambas fueron al mostrador de recepción del hotel, Maca ya tenía reservada una habitación y afortunadamente para la chica, había aún disponibles para ella. Al rato estaban subiendo en el ascensor Chica: Que pena, tantas molestias que te he dado hoy y ni siquiera nos conocemos M: Tranquila, no hice nada de especial Chica: Jajaja Bueno al menos vamos a presentarnos, tenemos rato hablando y ninguna de nosotras sabe el nombre de la otra, que descuido. Mi nombre es Carla, Carla Goncalves (le tendió la mano formalmente) M: Macarena Fernández (le respondió al apretón de manos) Carla: Encantada ¿y estás aquí por placer o trabajo? M: Trabajo... (el ascensor llegaba a su piso, debía salir, tenía que despedirse)... he llegado, bueno me voy ya, encantada Carla: Igual un placer haberte conocido, ¡hasta luego y gracias! (se despedía con la mano mientras se cerraban las puertas del ascensor nuevamente, ella seguía hasta su piso, ya le montaría vigilancia para así coincidir más veces y llevar a cabo su plan) este trabajo no me costará nada hacerlo, la doctorcita está muy buena, será todo un placer ¡sí! jajaja Maca apenas llegó a su habitación llamó a Esther para avisarle que había llegado bien, hablaron un rato, se despidieron con la promesa de volver a hablar en un rato. Se cambió y bajó a cenar, ya el servicio de habitación estaba cerrado Entró al comedor, ubicó una mesa, se sentó, estaba viendo la carta, cuando sintió el reflejo de la silueta de una persona frente a su mesa, al levantar la vista se fijó que era Carla Carla: Hola, veo que también tienes hambre (Carla también había bajado a comer, encontrársela fue fruto de la casualidad, ésta vez no tenía ni idea que se encontraría a Maca) M: Pues sí, no comí nada en el avión y ahora el estómago me lo pide Carla: Sí yo también, Ehh Macarena, ¿estás esperando a alguien? Podemos comer juntas, si no te molesta M: No, no para nada. Sí claro, siéntate por favor (le señalaba cortésmente la silla y la separaba un poco para que se sentara) Así cenaron juntas, conversaban de tonterías, el motivo de su viaje a Oslo, de sus trabajos etc, Carla le propuso comer el día siguiente, para tampoco hacerlo sola, Maca le dijo que no sabía exactamente la hora por la ponencia que debía dar, Carla le dio su número de móvil, así le daba un toque en cuanto estuviera lista y se reunirían

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A la mañana siguiente, en España, una cabizbaja Esther hacia entrada en el hospital sin mucho animo T: (Teresa la miraba desde que entraba por la puerta de urgencias) Uyyyy ¿qué te pasa a ti que entras arrastrando los pies? E: Ummm Teresa no me hables, estoy de un humooooor... T: Y eso ¿por qué? ¿Qué te han hecho? E: Pues nada... pero... es que extraño mucho a Maca, casi no pude dormir T: ¡Pero si se acaba de ir! Jajaja jumm ¡éstas parejitas! lo que daría yo porque el mío se fuera unos días, ese si no me deja dormir ¡pero es de los ronquidos! Jajajaja E: Jajaja, ¡pero Maca no ronca! Me hace mucha falta su compañía tenerla ahí al ladito mío, abrazarla y que me abrace, que me dé besitos antes de dormir... T: Eyyy calla, calla... sin detalles por favor (le pedía una escandalizada Teresa) E: Jajaja además de eso que estás pensando jajaja... en las noches siempre pongo mi cabeza en su pecho y los latidos de su corazón son la mejor melodía para relajarme y dormir... no puedo si no está! T: Ay que cursi eres, no te conocía esa faceta. Si apenas se fue ayer?! E: Siiii pero me hace mucha falta! Hasta para que me riña en las mañanas para que me apure uffff T: Bueno ya para mañana en la noche la tienes contigo otra vez tortolita! Jajajaja E: Siiiii mañana ya está aquí, ufff que pase pronto éste dia! En Oslo, Maca, asistió al congreso, había varios ponentes con distintos temas científicos, estaba nerviosa, hablar en público no era su fuerte, pero cuando le tocó su turno logró atraer la atención de su audiencia, que era lo que más le preocupaba, Cruz le había dado dos o tres puntos para utilizarlos en su primera intervención, le fueron suficientes para cautivar el interés de los oyentes, una vez roto el hielo y al ver que los oyentes intervenían y estaban interesados en el tema haciendo preguntas interesantes a las que ella se estaba capacitada para responder, ya se sintió más tranquila. Al concluir se retiró de la sala, estaba muy cansada, ya su cuerpo no daba más, La tensión de los nervios y el hecho que había tardado más de lo previsto, la habían destruido, Iba a su habitación con la intención de descansar. Pero al pasar por el hall del hotel, se tropezó con la chica que había conocido en el aeropuerto M: Oh.. disc... hola ¿qué tal? Perdón venía distraída leyendo esto y no te vi Carla: Jajaja sí ya... yo también venía saliendo del ascensor e igual jajaja, ¿te vas a la habitación? M: Siii estoy cansada, me baño y a descansar Carla: Pero ¿y nuestra cena? Porque comer vas a comer (le decía poniendo una cara de niña melancólica) M: Pero es que... Carla: Vamos, sé que estás cansada, pero tienes que comer algo, ¿no me vas a dejar así después del rato que tengo esperando? M: Bueno está bien... (Maca había olvidado completamente que habían quedado para cenar, en realidad su plan era subir y pedir algo a la habitación llamar a Esther y

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acostarse, pero al ver la cara de Carla, no quiso ser descortés y decidió aceptar, pero trataría de que fuera una cena muy rápida) M: Carla pero aun tengo que bañarme... y... no sé si Carla: ¡No te preocupes! ¡Vamos comemos algo ligerito y cada una a dormir! Si quieres ir a cambiarte yo te espero aquí M: Pero ¿cómo me vas a esperar aquí? Me asignaron una suite, sube y me esperas ahí mientras me cambio Carla: Bueno está bien (“touché, ¡mejor imposible! perfecto para mis planes”) Subieron, llegaron frente a la habitación Maca abrió la puerta y la hizo pasar M: Pasa, si gustas sírvete algo del mini bar mientras yo me cambio Carla: No tranquila no te preocupes, yo te espero por aquí sentadita viendo éstas revistas... espero que no seas de las que tardan horas en vestirse porque solo hay dos revistas jajajaja M: Jajaja no para nada (se dio la vuelta, tomó su ropa y se metió en el baño) Desde afuera Carla escuchaba el ruido del agua correr en la ducha, así que se levantó y rápidamente sacó de su bolso una cámara muy sofisticada de video que le había dado el detective y mientras Maca se bañaba Carla entró rápido a la habitación y en un rápido vistazo escogió el lugar idóneo para colocar la cámara espía, tenía un detector de movimiento, la colocó estratégicamente frente a la cama, era sumamente pequeña era difícil que se viera, salió antes de que Maca saliera del baño A los quince minutos Maca estaba lista Carla: Guau Macarena, con todo lo que te pongas te ves guapísima (la piropeo Carla) M: Ehh... gracias ¿Bajamos? Carla: Claro Bajaron hasta el restaurante del hotel, se sentaron y rápidamente pidieron la comida. Mientras ésta llegaba llevaban una conversación amena, sin temas transcendentales. A Maca le pareció que Carla de vez en cuando utilizaba su artillería pesada en seducción, Maca no le hacía caso, estaba acostumbrada a esas situaciones, pensó que antes era distinto pero ahora estando con Esther la situación la hacía sentir muy incómoda, en fin no le hacía caso y trató de que todo durara lo menos posible. Carla al darse cuenta que Maca no caía rendida a sus encantos al llegar las copas de vino y la comida, decidió utilizar el plan B, sin que Maca se diera cuenta, en un descuido, sacó de su bolso un frasco y echo unas gotas de Escopolamina1 a la copa de Maca. A los minutos Maca sintió un pequeño mareo... 1

La Escopolamina es una droga anestésica/amnésica, se utiliza hace muchísimos años, en nuestros tiempos se utiliza especialmente para realizar exámenes exploratorios donde necesitas la colaboración del paciente pero que no sienta dolor ejem, colonoscopia etc., en manos inescrupulosas es muy dañina, la extraen de una flor, en muchos países tristemente la utilizan para cometer fechorías, como violaciones, robos etc., la han utilizado en lugares nocturnos de recreación, se los colocan a las bebidas, la persona victima de ésta droga hace todo lo que le indican, al punto de que las llevan a hoteles y sitios de mala muerte para violarlas, no despiertan la menor sospecha ya que va voluntariamente, en la mañana despiertan desnudas y a veces en la calle deambulando y no recuerdan absolutamente nada de lo que les pasó una de las advertencias que se hacen a las personas que habitúan sitios nocturnos, sobre todo a las chicas jóvenes, es nunca aceptar bebidas de otras personas, ni siquiera de conocidos y no dejar

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En la mañana, Maca despertó con un fuerte dolor de cabeza, al principio le costó ubicarse, no sabía dónde estaba, todo le daba vueltas, dio un rápido vistazo a su alrededor y supo que estaba en la cama de la habitación del hotel, al voltear se fijó que Carla estaba acostada boca abajo a su lado, de la impresión dio un bote en la cama incorporándose inmediatamente M: ¡Que...!? Dios ¿qué pasó?... No... no Carla: Hummmm hola (despertaba y la saludaba con una voz muy sensual) M: ¿Qué pasó? Carla: Tranquila... no te preocupes M: No... no me puedo tranquilizar... no se que pasó Carla: Macarena, no pasó nada... naaaaada... durante la cena te sentiste muy mal, quisiste subir a la habitación a descansar y me dio miedo dejarte sola, así que subí contigo, pero tranquila que entre nosotras no pasó nada Debía actuar muy bien su papel, le habían dado instrucciones específicas y estrictas, no debía darle a entender a Maca lo que había sucedido, debía hacerse pasar como amiga e inofensiva, así no la pondría sobre aviso. Era un plan premeditado, lo habían programado con mucha maldad, todo para que se viera como un engaño de Maca hacia Esther. El plan lo tenían maquinado desde hacía días, solo esperaban la oportunidad y se les presentó la mejor. Todo empezó desde el aeropuerto en España, les sacaron fotos, Carla se ubicó estratégicamente al lado de Maca para que se viera como si estaban juntas, ella por supuesto entre tanta gente no lo notó, luego en el aeropuerto en Oslo les sacaron fotos en la cola de inmigración hablando y llegando en taxi al hotel, en la recepción juntas y luego subiendo al ascensor, cenando juntas. Estas fotos se las hizo uno de los que trabajaba con el detective que viajó en el mismo vuelo de ellas. El video sería editado de una forma que no diera lugar a dudas que habían tenido una gran noche de sexo. Todo debía dar a entender que Carla era la amante de Maca. Lo próximo era que debía esperar uno o dos días y dejarse ver por el hospital luego del viaje Luego Roberto encontraría el momento oportuno para darle todo ese material a Esther, con alguna excusa y así hacerles daño, debía evitar la boda a toda costa M: Pero ¿qué hacemos aquí? estamos acostadas juntas... Carla: Perdona bonita pero no hay más camas M: Pero... estoy... estamos casi desnudas... Carla: Sí, era muy incomodo dormir con la ropa y... M: Diosss... ¡¡Esther!! ¡Tengo que llamar a Esther!... Esther... tengo que llamarla (estaba muy confundida, la cabeza le daba vueltas, no recordaba nada, lo último que recordaba era cenando en el restaurante, se acordó que debía llamarla en la noche y seguramente no lo hizo, fue a buscar su móvil en su cartera y miró a Carla que no se había movido de la cama) Carla: Perdona, voy al baño a cambiarme (“jummm Esther, seguro esa es su mujer, la nombró varias veces durante la noche, pobres lo que les vendrá... pero bueno ¡a mí que me importa!”) descuidado el trago en ningún momento, como tampoco aceptar papeles en la calle porque también es absorbido por la piel

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Carla había grabado todo lo que había pasado en la noche, había logrado besos, caricias, sexo oral que ella le hizo a Maca y le hizo creer en su hipnosis a Maca que ella era Esther, imágenes muy comprometedoras que bien editadas pasarían por un buen polvo esperó el momento oportuno para sacar la cámara y la colocó en su bolso para llevársela Para Maca afortunadamente ése era el último día de simposio, Maca deseaba que pasara el día lo más pronto posible, estaba desbordada con lo que había sucedido, aunque Carla le había asegurado que no había pasado nada, sentía una sensación extraña en su cuerpo, no le gustaba y la tenía de muy mal humor. El día le parecía interminable pero al fin llegó el cierre de su intervención, asistió sin mucha gana al brindis final, saludó a algunos asistentes, recogió todo el material que debía entregarle a Cruz y se retiró a buscar su equipaje para irse lo más pronto posible. Saliendo del hotel se encontró nuevamente a Carla, que la saludó con una sonrisa muy sugerente, ella sólo la saludó con la mano y no le dio mayor importancia a pesar de ser muy bella no le gustaba para nada ésa chica, le daba muy mala espina. Tomó un taxi y se fue lo más rápido que pudo Su vuelo salió puntual, llegó y salió rápidamente del aeropuerto. Estaba a punto de tomar un taxi cuando sintió la bocina de un auto, volteó a mirar y vio que Esther la había ido a buscar, sintió una gran alegría al verla con una gran sonrisa casi corrió hasta ella. Entró rápido al auto y se acercó hasta Esther para darle un efusivo y anhelado beso, Esther la abrazó y besó igual M: ¡Gracias mi amor! Mmmmmm (la besaba) E: Ummmm cariño no imaginas cuanto te extrañé (la besaba) M: Yo también mi vida, se me hicieron los dos días más largos de mi vida, ¡vámonos a casa ya! Llegaron y ya desde el ascensor estaban recuperando el tiempo perdido, demostrándose hasta qué punto se hicieron falta, se besaban con ansias, llegaron a la casa, dejó su equipaje y se tumbaron en el sofá E: Mmmm... cuéntame cariño, ¿cómo te fue? M: Ehhh... bien... bien... (por un segundo pensó en contarle lo que pasó con Carla, pero ¿cómo lo iba a explicar? ¿Esther le creería? ¡Ni ella misma sabía que carrizo había pasado! Seguramente la copa de vino y el cansancio fue mayor del que imaginaba. Decidió mejor dejarlo así, no complicar las cosas, al fin y al cabo no había sucedido nada) E: ¡Que bien! ¿Qué tal la ponencia? M: Uffff estresante al principio, sabes que no me gusta eso de hablar en público... pero bueno luego me fui relajando, Cruz me dio todas sus anotaciones y el material de apoyo estaba muy completo, no tuve que improvisar absolutamente nada, sabes que Cruz es muy ordenada en esas cosas E: Siiii y ¿me extrañaste mucho? M: Mmmm (se acercó a ella y la besaba en el cuello mientras le susurraba en el oído) no te imaginas cuanto E: ¡Yo también mi amor! (le besaba con ternura) y dime ¿había chicas lindas? (la miraba con picardía de medio lado) M: ¿Chicas lindas? boooo ¡que sé yo!... ¿por qué me preguntas eso? ¡Sabes que me porto bien! Cómo crees que me puedo portar teniéndote a ti aquí esperándome (le dio un beso fugaz y se levantó, tomó su equipaje para llevarlo a la habitación)

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E: Jajaja me alegro ¿no te habrá echado los ojos alguna? ¡Porque le saco los ojos! (se levantó y la siguió hasta la habitación) En la habitación Maca sacaba la ropa de la maleta, Esther se acercó a ella muy despacio y la abrazó por detrás E: ¿Estás muy cansada? M: Ufff para serte sincera ¡estoy muerta! E: ¡Sí! tienes ojeras cariño, necesitas descansar, ven (la tomaba de la mano y la ayudaba para que se acostara boca abajo) acuéstate en la cama, que te doy un masaje de esos que te gustan M: Hummm ¿un masajito? Que rico (ponía cara de placer y con picardía levantaba varias veces las cejas) Maca se recostó boca abajo y Esther le quitó la camiseta que llevaba dejando su torso desnudo, tomó una crema suavizante que tenía al lado de la cama y se sentó a horcajadas sobre las piernas de Maca justo debajo de sus nalgas, se untó las manos y comenzó a darle suaves masajes en la espalda empezando por la parte baja subiendo hacia sus hombros con movimientos cortos y circulares M: Hummmm que rico mi amor... tienes manos de ángel (Maca cerró los ojos sintiendo esa sensación tan placentera de relajamiento) Esther seguía haciéndole masajes pero cada vez sus movimientos eran más suaves, se inclinó hacia adelante y besó la espalda de Maca, suavemente iba besándola dibujando con sus labios una línea hacia su cuello M: Hummmmm E: ¿Te gusta? M: Hummm (le encantaba pero estaba tan bien y tan relajada que no podía mover ni los labios para responderle) E: Sí... ¡te gusta y mucho! Ummmm (la seguía besando ésta vez bajaba hacia la parte más baja de la espalda quedándose y recreándose en esa curva carnosa de sus nalgas, la besaba y acariciaba con la punta de su lengua. Se levantó un instante para poder quitarle el pantalón a Maca y dejarla ya completamente desnuda) M: Hhummm (Maca se dejaba hacer gustosa, no se movía, solo emitía algún que otro suspiro) Esther se desnudó rápidamente y volvió a sentarse sobre Maca, ésta sintió su desnudez y sonrió. Esther la acariciaba, con la punta de sus dedos en una caricia muy suave iba dibujando los lados de su torso, llegando hasta su pecho ahí su caricia fue mucho más suave y con movimientos circulares. Vio como la piel de Maca se erizaba y levantaba sus nalgas para pegarlas más a Esther que estaba sentada sobre ella, Maca sentía el calor y la humedad del centro de Esther. Esther se inclinaba para seguir besándola y mientras con una mano la acariciaba le iba dando besos suaves y pausados por su espalda, empezó desde su cuello bajando con sus labios hasta esa zona de Maca que tanto le gustaba, Esther se movió hacia abajo quedando acostada y con la cara donde ella la quería, besaba sus nalgas, con sus brazos levantó un poco el cuerpo de Maca, al mismo tiempo que le separaba las piernas, Esther acercó su cara y con la punta de la lengua acariciaba toda esa zona del centro, ingle y nalgas de Maca

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M: Ahhhhhh E: Hummmmm que rico... me encantas Maca... ven Esther se levantó un poco y le dio la vuelta a Maca, se recostó sobre ella, tomó con su boca uno de los pezones de Maca y lo chupó largamente, lo mordisqueo sin hacerle daño y con la punta de la lengua dibujó muy despacio todo el contorno de la areola, pasaba de un pecho al otro, lo lamía lo mordisqueaba, bajó una de sus manos y la metió entre las piernas de Maca M: Ahhhh Esther... E: Shhh déjate hacer, quiero que esta noche seas toda mía M:... Hummm... siempre... siempre lo soy E: Lo sé... pero quiero hacerte sentir el mayor de los placeres, tú sólo déjate hacer M: Siiii... mmmm... Maca seguía pronunciando esos pequeños sonidos con su garganta, producidos por el placer que estaba sintiendo, Esther bajó de sus pechos, con su lengua iba haciendo una línea de fuego por su estómago, se detuvo un rato en su ombligo y le dio besos suaves a su alrededor, su lengua siguió bajando por su vientre, hasta llegar a su pubis muy bien depilado, Esther se arrodilló entre las piernas de Maca y con sus brazos levantó su cadera, con su lengua seguía acariciándola, llegó a su centro, la lengua de Esther elevó la excitación de Maca hasta un punto que hizo que comenzara a mover sus caderas suavemente, Esther se detuvo un instante y levantó la vista para mirarla solo un instante, contemplándola, disfrutándola, estaba preciosa, así con su rostro ligeramente sonrojado, los ojos completamente cerrados, los labios entreabiertos, la punta de la lengua apoyada en sus dientes superiores, le encantaba verla así Maca tenía las piernas flexionadas, Esther volvió a su ingle y con sus dedos separó un poco sus labios mayores, dejando al descubierto su clítoris rosado, acercó nuevamente su lengua y comenzó a lamerlo, besarlo, con sus labios chupaba su botón y lo jalaba, pasaba su lengua por la abertura de su vagina mientras con la punta de su dedo frotaba su clítoris, Maca ya no podía más movía sus caderas más rápido, gemía, gritaba, estaba a punto de llegar al orgasmo Esther lo sabía, se humedeció dos dedos y se los introdujo suavemente y los movía adentro y afuera, notó en Maca las contracciones del orgasmo, gritaba de placer M: Esther... ayyyyyy... Esther... ahhhh... ven sube... ven conmigo (sabía que Esther estaba tan excitada como ella) Así lo hizo Esther, su centro también palpitaba con locura, se subió sobre Maca se abrazó a su cuerpo y frotaba su vulva sobre la de ella, gritaron las dos de placer, la corriente del orgasmo recorrió sus cuerpos a la vez, Esther se desplomó sobre Maca gimiendo, se quedaron las dos casi sin respiración, enredadas ahí, tumbadas sobre la cama, poco a poco fueron recobrando la respiración y la paz invadía sus cuerpos, así abrazadas, desnudas y con una sonrisa en sus labios se quedaron dormidas

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Al día siguiente estaban en la cocina, las dos en albornoz recién bañadas, entre risas, besos y juegos preparaban el desayuno, cuando sonó el móvil de Maca, ella fue hasta su bolso a buscarlo, no reconoció el número que marcaba M: ¿Sí? diga Carla:... ¿Maca? M: ¿Sí? ¿quien habla? Carla: Hola, como estás, soy Carla, ¿me recuerdas? M: Ehhh... sí... (inconscientemente se puso muy nerviosa y volteó a mirar a Esther, al ver que estaba de espaldas ocupada con el desayuno y no la veía siguió hablando, no le había contado lo que había sucedido, pensó que era mejor dejar las cosas así, era muy difícil de explicar sin levantar sospechas, Esther es muy celosa el solo hecho de imaginar que esa chica durmió en la misma cama con ella ya la pondría de los nervios, no quería arriesgarse) sí claro... dime Carla: Es que me da mucha pena, pero no sé porque, encontré en mi bolso tu cuaderno de notas M: ¿Mi cuaderno de notas? No entiendo y ¿cómo fue a parar a tu bolso? Carla: Yo tampoco lo sé, seguramente se habrá mezclado con mis cosas y lo guardé sin querer, en fin que si quieres mañana nos vemos y te lo entrego M: Bueno... este... sí está bien (¿como pudo haber pasado eso? Esa chica no le gustaba nada) Carla: Si mal no recuerdo ¿me dijiste que trabajas en el Hospital Central? M: Sí... sí ahí mismo (definitivamente ésa chica no le caía nada bien, mientras más pronto saliera de eso mejor) Carla: Bien, pues mañana tengo que pasar cerca así que no me cuesta nada llevártelo en un momentito M: Sí... Bueno... ok E:... Maca... (la llamaba desde la cocina para que fuera a desayunar) M: ¿Sí? E: Está listo, ven a desayunar cariño, que nos tenemos que ir M: Voy... (llegó hasta la cocina) humm que rico (decía mientras miraba la mesa donde ya Esther había colocado, zumo de naranja, tostadas, mantequilla, mermelada...) Esther se volteó de espaldas para tomar unas servilletas, Maca la tomó por la cintura rodeándola con sus brazos suavemente, las manos de Maca recorrían su vientre que ya denotaba un poco su embarazo y la apoyaba contra ella E: Mmmmm (Esther se dejaba hacer) M: Ya se te nota la barriguita... hummm. ¿Cómo se portó mi bebe? (le decía al oído emocionada) E: Bien mi amor éste embarazo es muy distinto al de Paula, no me ha dado ninguna molestia M: Mmm que bien (Maca la besó en el cuello, Esther cerró los ojos) E: Mmmm Maca... (fue tan solo un susurro pero lleno de pasión) M: ¿Qué?... (le respondía en voz baja, dándole la vuelta a Esther para estar cara a cara, acercando su boca a la de Esther y la besaba repetidas veces, abrazaba los labios de

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Esther con los suyos, pellizcaba una vez el labio superior luego el inferior, lo jalaba con sus labios sin hacerle daño) Mmmm... ¿qué? E: Vamos... vamos a desayunar cariño, tú tienes que ir a buscar a Paula donde mi madre, recuerda que hay que comprarle el vestidito y... yo me tengo que ir a trabajar... yo no libro como tú (le decía en el oído sintiendo el cuerpo de Maca muy pegado al de ella, cuando ya notaba una mano de Maca por dentro de su albornoz rodeando uno de su pechos) Mmmm Dioooos... cariño... mmmm no me hagas esto por favor M: ¿Qué? E: Mmmm por favor... Maca... vamos a desayunar... que me tengo que ir M: ¿Seguro? E: Sí mi amor M: Está bien... está bien (resopló alejándose y sentándose con una sonrisa en la mesa para desayunar) E: Cariño... sabes que tengo que ir a trabajar, tú libras pero yo no M: Lo sé cariño, aunque no me gusta que hagas guardia en tu estado. Ven siéntate vamos a desayunar éste manjar que preparaste E: Cariño, que es un embarazo no una enfermedad, gracias a dios todo va bien, y puedo llevar mi vida normal M: Si es verdad, pero debes llevar una vida tranquila, desayuna antes de irte, ven E: Mmmm sí... ¿está bueno? (se acercaba muy sensualmente hasta Maca, arrimaba la silla un poco y se sentaba sobre sus piernas) ¿tanto cómo esto?... (acercó sus labios a los de Maca dándole un beso que ya Maca estaba esperando con sus labios entre abiertos) M: Mmmmmm me encanta (musitó mientras la besaba con más pasión y la abrazaba) Esther... no hagas esto si no quieres que no te retenga E: Mmmm (de pronto abrió los ojos y de un salto bajó de las piernas de Maca) ¡Joder que se me hace tarde! (le dio un beso rápido y salió para su habitación) M: Jajaja Esther en su habitación, se terminó de vestir a gran velocidad, tomó su bolso y regresó a la cocina tomó a Maca por el mentón, la miró a los ojos y la besó repetidas veces E: Adiós, y pórtense bien ¡que ustedes tres juntas son peligrosas! M:... Ven aquí (la tomó por la muñeca antes de que se fuera) quiero un beso que me dure todo el día Esther la besó nuevamente, esta vez buscó su lengua con frenesí, con pasión. Luego de unos segundos se separó la miró a sus ojos, exhaló un profundo respiro y con amor le dijo E: ¡Te quiero! M: ¡Yo también!... Pero ¡vete ya! Si no te toca correr (le dio un último y corto beso y la empujó suavemente para que se fuera) Maca terminó de desayunar, recogió todo y como habían quedado se fue en busca de Encarna y Paula, las tres iban a comprar sus vestidos para la boda, supuestamente ya Esther lo había hecho, pero no quiso en ningún momento darle ninguna pista, a lo que Maca le dijo “ya verás que bien nos vamos a ver si las dos llegamos de amarillo pollito” “jajaja primero ni loca me pondría amarillo pollito y tú tampoco. Y ¿por qué crees que está mi madre?, ella ya sabe el color del mío así que no va a permitir que

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vayamos igual” Maca negaba con la cabeza y una sonrisa al recordarlo, llegó a casa de Encarna, las recogió y salieron en la búsqueda, primero del de la niña y luego el de ellas En la mañana Maca llegaba al hospital, llegaba media hora antes, había quedado con Esther en desayunar juntas, ya que ella le había tocado turno completo, ella salía y Maca entraba. Entrando se dio cuenta que en el mostrador de la recepción estaba Carla hablando con Teresa, sintió nuevamente unos nervios en el estómago, no sabía porque le pasaba eso con esa chica, no podía explicarse pero los sentía, Teresa al verla llegar le hizo una seña a Carla y ésta se giró yendo a su encuentro Carla: Hola Maca como estás (la saludó con dos besos, Teresa las observaba a la distancia) M: Ehhh bien y tú (respondió a su saludo con educación) Carla: Toma aquí está el cuaderno M: Gracias, que descuido Carla: No te preocupes yo fui en realidad la culpable, no sé como lo metí en mi bolso M: Sí... bueno... tengo que irme entro a trabajar En ese momento llegaba Esther ya vestida de calle para irse y veía a Maca que conversaba con alguien que ella no conocía, le preguntó a Teresa E: ¿Con quien habla Maca, Tere? T: No sé es una tal Carla, vino atraerle algo que según dejó Maca E: ¿Dejó Maca? ¿Donde? T: Boooo, a mi no me preguntes En la puerta Maca seguía tratando de despedirse de Carla, ella estaba de espaldas a la recepción y no se dio cuenta que Esther había llegado, Carla estaba de frente y veía a la recepcionista conversando con alguien, fuera quien fuera le serviría para que las vieran juntas Carla: No te gustaría que nos tomáramos un café, ahí enfrente hay un café y... M: No Carla de verdad discúlpame, pero no tengo tiempo, además quedé con mi novia para desayunar juntas, ya tengo que irme Carla: Bueno como quieras, adiós (y volvió a saludarla con dos besos en las mejillas que duraron demasiado para el gusto de Maca y de Esther que las observaba) Carla se fue por donde vino y Maca se dio la vuelta para entrar, vio a Esther que la miraba, sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo y pensó que seguramente su cara se pondría blanca ya que sintió un frío intenso en ella, llegó hasta donde Esther M: Hola mi amor (le dio un beso en los labios) ¿llego a tiempo para que desayunemos? E: Buenos días mi vida, claro vamos a desayunar, (se encaminaban al cafetín) ¿quién era esa chica, cariño? M: Ehhh, ¿esa chica?... Carla, vino devolverme el cuaderno de notas que me había dado Cruz, que descuido el mío jaja se ve que lo dejé olvidado E: ¿Sí? jajaja el amor que te tiene en las nubes jajaja y ¿por qué lo tenía ella?

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M: Ehhh ¿ella? Pues... no lo sé... según me dijo lo dejé... sobre la mesa del restaurante... en el hotel E: ¿En el restaurante? M: Sip... Ven vamos a desayunar me muero de hambre, que vas a querer (cambiaba de tema, al llegar al cafetín y la sentaba para ella ir a buscar lo que querían) Esther al principio no entendió nada, no veía la conexión entre una cosa y la otra, iba a preguntarle más cosas que no le cuadraban, pero después, se dispusieron a desayunar, Maca empezó a contarle las anécdotas de la escogencia de los vestidos, las ocurrencias de la niña, y lo olvidó completamente Al rato Maca entró a trabajar y Esther se fue a casa a descansar Maca llegó a su despacho y se sentó en su sillón, no se sentía bien mintiéndole a Esther, en realidad no sabía ni porque lo había hecho, porqué desde un principio no le dijo a Esther quien era esa chica, pero ¿Qué le iba a decir? ¿Que la había conocido en el aeropuerto y se habían ido juntas al hotel, habían cenado juntas y luego no sabe cuál fue la razón exacta pero amanecieron juntas en la misma cama? ¡ja! Es que hasta ella misma ahora pensándolo bien, es que... si Esther le cuenta algo así no le creería, le parecería sospechoso. Estaba molesta con ella misma, es que porque carrizo tenía que ser tan amable con la gente, ¡debía pasar de algunas personas! Ufff ¿Cómo pudo haberse visto envuelta en una cosa tan insólita?, le daba vueltas la cabeza ya no quería ni pensar más en eso, gracias a Dios ya no tendría que ver más nunca a la tal Carla. Se levantó y se fue a pediatría a ponerse al día sobre los ingresos y casos ocurridos en su ausencia El gran día se acercaba, las chicas estaban impacientes, apenas faltaba días para la boda, estaban con los nervios normales en estos casos, en el hospital sus amigas cada vez que se encontraban, conversaban sobre los últimos adelantos que tenían. Era primavera y habían decidido hacerlo al aire libre en el jardín de la casa de Maca en la Sierra, iban a colocar dos toldos para ubicar las mesas y el banquete. Para la ceremonia Esther después de mucho lidiar había convencido a Maca para que colocaran una pérgola con flores, a Maca le parecía un detalle muy cursi a Esther le encantaba, después Encarna le confió a Maca que ese era un sueño que tenía Esther casi desde pequeña. Hasta la niña estaba emocionada y aportaba ideas para la boda de sus “dos mamás” Teresa estaba casi todo el día hablando de la boda con todo compañero que se acercara a la recepción, estaba muy emocionada, que si la pérgola, que si la ropa, que si la comida, que si las flores, que si la niña, en fin era como si se estuvieran casando sus hijas Su grupo de amigas quería hacerles una despedida de solteras pero ellas no quisieron, dijeron que ya faltaba muy poco para la boda y a ellas esas tonterías no le iban, entonces Claudia propuso que hicieran aunque sea un brindis de cambio de etapa y buenos deseos, Cruz propuso que se fueran a un bar esa misma noche según iban saliendo del turno ya que ninguna tenía guardia de noche. Maca y Esther les dijeron que primero debían llamar a Encarna para preguntarle si podía quedarse con la niña, Encarna aceptó fascinada le encantaba que la niña se quedara a dormir con ella

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Cruz había terminado la primera y había quedado que esperaría en recepción a Maca, Esther y Claudia, las demás saldrían más tarde, ya sabían la dirección, irían al bar según se fueran desocupando En recepción junto a Teresa C: Oye Teresa tú también te vienes ¿verdad? T: ¿Qué? estás loca, yo no estoy para esas cosas C: Pero que dices mujer, si sólo es un brindis para desearles lo mejor a las chicas en su nueva etapa, va a ser algo muy tranquilo, vamos no seas tonta, ven a divertirte un rato T: Si es verdad, pero yo salgo más tarde ya me iré con Laura o Alicia C: Me parece bien, pero no faltes T: No, no faltaré Al rato llegaban Maca y Esther hablando entre ellas, venían como discutiendo algo parecían un poco disgustadas M: No Esther, es que son unos incompetentes, ¡eso no se hace! E: Lo sé cariño, pero ya está hecho, ¿qué quieres? O es el viernes o dentro de un mes. ¿Eso quieres? M: ¡No pienso esperar un mes para casarnos, Esther! E: Pues yo tampoco, así que C: ¿Qué pasa? ¿por qué discuten? M: Los incompetentes del juzgado, parece que algún lumbrera, metió la pata y anotó la fecha del viernes en la mañana en vez del Sábado en la tarde para nuestra boda, y ya no pueden hacer nada, ¡no sé qué problema hay con los libros del traslado y que se yo que más! C: Ósea ¿que ya no se casan el sábado sino el viernes? Bueno tampoco es tan grave E: Eso le digo yo, al final es un día y ya tenemos todo listo M: Ufff pero es que eso no se hace, son unos incompetentes y además vienen con esos aires que ¡si no nos gusta el viernes que nos casemos en un mes! Como si el error hubiera sido nuestro ¡serán hijos de puta! E: Cariño tranquilízate (le acariciaba la espalda con mucho cariño) C: Bueno vámonos que a ti lo que te hace falta es un trago M: ¿Uno? Varios, es que vamos pienso emborracharme, Esther te nombro conductora asignada, como tú no vas a tomar T: Avisaron a la agencia, ¿pueden cambiar la fecha? C: Entonces no se hable más, ¡vámonos! E: Sí vamos, sí Teresa ya le avisé a la agencia de catering y todo lo demás y no tiene ningún problema, me dijeron que están a tiempo para el cambio y como no tenemos mucha gente pues no hay rollo C: Bueno tranquilas que no es nada del otro mundo estamos en primavera y una boda a esa hora es hermosa M: Eso sí es verdad T: Cuando es que salen de luna de miel E: El domingo, habíamos pensado quedarnos en la casa después de la boda y salir el domingo, así que ahora nos quedamos más tiempo en la Sierra C: Pues ya está todo aclarado, así que vamonooooooooooooos

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Se fueron todas de lo más contentas, se tomaron de los brazos para salir juntas, iban echando bromas y cantando, se fueron en el carro de Maca y el de Claudia, la pasaron sumamente bien, se divirtieron, tomaron unos traguitos, unas más que otras, se echaron bromas entre ellas. Hasta que decidieron que era suficiente, que muchas al día siguiente debían trabajar y se retiraron Regresaron a casa. Maca y Esther al llegar a casa se quedaron dormidas enseguida A la mañana siguiente Esther tenía cita con la ginecóloga, quería que la revisaran antes de la boda y así salir de luna de miel tranquilas. Maca subió con ella, estaban las dos sentadas esperando que les tocara turno para entrar M: Hoy ya seguramente se podrá ver el sexo del bebe (le decía a Esther de medio lado con una sonrisa) ¿vas a querer saberlo? E: Siiii, ¿qué te gustaría que fuera? M: A mí me da igual, lo importante es que venga sano, Paula quiere que sea una niña para que juegue con ella dice jajaja E: Siii, a mí también me gustaría que fuera niña. El varón lo tienes tú después, eh ¿qué te parece? M: ¿Yo? Estás loca, ¿cuántos hijos crees que vamos a tener? Con dos me parece suficiente E: Me encantaría, verte embarazada, que también estuviéramos así con ésta ilusión con un hijo tuyo, que se pareciera a ti, que tuviera tu carácter, que nos llamara mama M: Sí... y yo que no me veo embarazada, bueno ya hablaremos de eso más adelante (le daba un beso suave) A los pocos minutos salió la paciente que atendían y entraron ellas E: Hola Gabriela Gabriela: Hola, ¿cómo están? Ven Esther quítate la ropa y sube a la camilla así empezamos de una vez La enfermera se quito la ropa y se acostó en la camilla Gabriela: ¿Cómo te has sentido? (le preguntaba la Dra. mientras le colocaba el gel para hacerle el eco, y despacio empezaba a recorrer el vientre y empezaban a verse la imagen en el monitor del ecógrafo) A ver, ummmm está todo muy bien E: Ufff M: Jajajaja Gabriela: Está todo bien, el tamaño perfecto para las catorce semanas de gestación, tu útero está bien... ya puedo ver el sexo ¿quieren saberlo? Esther y Maca se miraron y se sonrieron Camino a urgencias iban observando la foto del eco, Teresa al verlas corrió emocionada para ver la foto, no quisieron decirle que era, querían que fuera una sorpresa para todos Había llegado el jueves, Maca y Esther lo habían pedido libre, era un día antes de la boda, y necesitaban dar unos retoques a algunos detalles, estaban en casa de Encarna revisando algunas cosas

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En: Y bien chicas, díganme que han decidido, ¿a qué hora nos vamos a la sierra mañana? M: Pues, la boda es a las once, así que tenemos que prepararnos temprano y nos vamos En: Si está muy bien, pero ya saben, a respetar las tradiciones, ésta noche cada una a dormir por su lado y mañana cada una sale por su lado E: Que sí mama no te preocupes, además acuérdate que me voy a quedar aquí contigo para que salgamos juntas en la mañana M: A mí para ser sincera, no me gusta nada ésa tradición, ¿se han dado cuenta que yo me voy a quedar solita ésta noche? (ponía una cara de niña haciendo pucheros) E: Pobrecita mía, sí mi amor lo siento, pero aquí... (hacía seña con la cabeza hacia Encarna) tú mañana te vas con Claudia ¿verdad mi amor? M: Sí, ehh cariño tienes aquello que me tenías que dar (le hacia seña con la cabeza para que fuera con ella para su habitación) E: ¿Aquello?... ahhh sí... ven que te lo busco... ya venimos mama En: Sí claro... aquello... ¡y yo me chupo el dedo! Jajaja Las dos entraron en la habitación de Esther, apenas entrar Maca cerró la puerta y se lanzó a los labios de Esther M: Mmmmmmm que ganas tenía E: Mmm rico M: Cariño (beso) haz algo por favor (beso) convence a mi suegra para que te vengas conmigo (beso) no quiero dormir solita (beso) E: Mi amor (beso) tú sabes cómo es cuando se le pone algo en la cabeza. Ayer se lo pedí y no dio su brazo a torcer. Piensa que es la última noche que dormiremos separadas M: Ufff... o sea que no hay nada que hacer E: No mi amor, yo ya lo intente anoche pero no hay forma, mejor la complacemos por esta vez M: Si bueno, entonces ¿me tengo que ir? (comenzó a besarla con más pasión, pasando de sus labios a su cuello, le había metido sus manos bajo su ropa y le acariciaba la espalda) E: Mmmm... Cariño... si seguimos así... M: Si lo sé... chao E: Te acompaño M: ¿Hasta mi casa? E: Jajaja no, hasta la puerta Al rato Maca se fue para su casa, preparó lo que debía llevarse al día siguiente y se acostó, llamó a Esther por teléfono y volvió a despedirse de ella y darle las buenas noches, le hacía mucha falta en la cama En la oficina de Roberto, estaban reunidos Roberto, Gustavo y un miembro de su personal. Pulían los últimos detalles del malvado plan Gustavo: Roberto, aquí está el paquete (le entregaba un pequeño paquete envuelto en regalo) Roberto: Envueltico en regalo, que detallito jaja Gustavo: Sí, se lo haremos llegar como un regalo para su boda Roberto: ¿Cuándo se lo darán?

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Gustavo: He dado órdenes para que se lo entreguen el viernes en la mañana un día antes de la boda Roberto: Jajajaja ¡eres terrible! Así es más dramático ¿no? Gustavo: Sí así es Roberto: Pero quiero que se lo den en las manos a Esther. No deben entregárselo a nadie más Gustavo: Así es, quédate tranquilo que se lo entregaran en sus manos el viernes temprano, le harán guardia frente a su casa y en algún momento que vea que está sola, se lo dan. Para que tenga tiempo de verlo ella sin que nadie se lo impida Roberto: Ok, ¿le pusiste la tarjetica? Gustavo: Sí, deseándole que sea muy feliz jajaja y que viera su contenido inmediatamente Roberto: Jajajajaja ¡buenísimo! Ya van a ver qué conmigo nadie se mete Gustavo: Sí (“me da igual lo que le pase a estas dos, pero algún día ya llegará quien te ponga en tu sitio Robertico y te quite esos humos, yo también te haré pagar que te hayas metido con Luisa la mujer que amo, te dije que era mía, ¡te vas a arrepentir de haberla tocado!” pensaba Gustavo mientras Roberto reía) El viernes en la mañana, Maca salía para la sierra con Claudia muy temprano, habían quedado que ella le daría unos toques de maquillaje y le arreglaría el pelo, Claudia siempre había tenido buena mano para eso. Habían quedado que ella se iba más temprano para ver cómo estaba todo, y Esther vendría después. Mientras Esther salió para la peluquería, iba a hacerse algo muy sencillo, solo se secaría el pelo y se lo recogerían un poco. Se había retrasado y corría de regreso a la casa, ahí la interceptó un hombre Hombre: Buenos días señorita García E: Ehh... buenos días... (la cara de ese hombre le parecía conocida pero no lo ubicaba) Hombre: Srta. García, disculpe, solo quería entregarle éste regalo E: ¿Un regalo? Hombre: Sí, un presente por su boda E: ¿De quien es? Hombre: Se lo envía el Sr. Roberto con sus mejores deseos, como un presente para sellar la paz entre ustedes. Y desearle que sea muy feliz E: ¿Roberto? Disculpe pero estoy apurada, ya estoy retrasada, dígale que no lo quiero que es necesario Esther no lo tomaba, no quería nada de Roberto, a cuenta de que después de todo lo que la había hecho pasar ahora le daba regalitos de boda Hombre: Srta. tómelo, es un regalo de bodas, tómelo como un regalo del padre de su hija. Debería abrirlo pronto E: Estoy apurada, ya veré Hombre: Ábralo el Sr. Roberto quiere saber si le gustó el detalle E: Hummm bueno déme, me voy se me está haciendo tarde Hombre: Ok hasta luego y... felicidades Se despidió en el portón, Esther se fue corriendo hasta casa, estaba muy retrasada, en el ascensor le daba vueltas al regalo y se preguntaba que le podría haber mandado, por

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fuera parecía la caja de un portarretrato, el simple hecho de tener en sus manos algo mandado por él le daba tirria, la verdad ni le interesaba. Llegó a la casa, su madre y Paula ya estaban listas esperándola En: Por Dios hija como te has tardado, ya deberíamos estar en la sierra E: Sí mama tienes razón, me visto rapidito y nos vamos (entraba corriendo a la habitación) Maca estaba desesperada, estaba todo listo, faltaba menos de una hora para la boda y Esther nada que aparecía, se había cansado de llamarla y ya solo daba el sonido de ocupado. Casi todos habían llegado, hasta el juez había avisado que estaba en camino. Estaba en la habitación con el teléfono en la mano, era la enésima vez que llamaba. Claudia trataba de tranquilizarla Claudia: Maca por Dios, ¡siéntate! Quédate tranquila que veras que en cualquier momento llegan M: Como quieres que me quede tranquila, mira la hora que es y no llega Claudia: Pero ya Encarna te dijo que Esther había llegado, sólo le faltaba vestirse y se venían corriendo M: ¡Sí! ¡y desde ahí no he podido comunicarme! ¿Y si les pasó algo mientras venían? (le decía a Claudia asustada) Claudia: Ay por favor Maca cancelado por completo, deja de pensar en esas cosas M: ¿Y si se arrepintió y ya no quiere casarse? Claudia: Jajaja los nervios te tienen tonta de verdad, quédate tranquila, siéntate que me estás mareando M: ¡Voy a llamarlas otra vez! Esto no es normal, ¡ya deberían estar aquí! C: Que pasa (entraba Cruz a preguntar por el estado de Maca y la tardanza de Esther) Claudia: Ufff que a Maca le están dando vueltas en la cabeza ideas absurdas por la desesperación que tiene C: Claudia yo también ya me estoy poniendo nerviosa, están tardando demasiado, ¡ya llegó hasta el juez! M: ¿¡QUE!? ¡No lo puedo creer, no lo puedo creer! C: Cálmate Maca, alguna explicación debe haber, sabes que Esther a veces es un poco tardona M: Sí, pero esto es demasiado, además no me contesta el móvil, ni en la casa, ¡estoy asustada Cruz! C: Cariño, ¡quítate eso de la cabeza vamos! (le acariciaba el brazo tratando de calmarla) En otro lado, hablaban por teléfono Roberto: ¿Le has entregado el paquete? Gustavo: ¡Si! se lo entregué a la Sra. Esther en sus manos, al principio no quería recibirlo ¡eh! Roberto: Jummmm ¿qué te dijo? Gustavo: En realidad nada, estaba apurada, se ve que llegaba tarde al trabajo o algo así Roberto: ¿Qué clase de detective eres? ¿Por qué no la seguiste y averiguaste? Gustavo: Ehh Sí... fue para el trabajo (le mintió, lo tenía harto, ya no lo aguantaba, le daba igual lo que hiciera su ex, le daba igual cumplir con su trabajo o quedar mal con él.

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¡No le importaba si el plan salía bien o mal! “Te dije que no te metieras con mi mujer, ahora ¡jodete! Idiota, ¿qué detective soy? ¡¡El mejor!! ¡Tanto que sé que cambiaron la fecha y no te lo dije! Tanto que tengo información que la policía te vigila”, por eso ya no se reunía personalmente con Roberto, solo lo llamaba por teléfonos públicos diferentes, estaba esperando en primera fila su caída, pensaba Gustavo) Roberto: Aló... aló Gustavo: Sí... si aquí estoy es que no te escuchaba Roberto: Bueno, pues eso que espero que hayas hecho bien tu trabajo y mi ex vea el video y las fotos y suspenda la boda Gustavo: Tranquilo... ¿acaso usted. ha tenido alguna vez alguna queja de mi trabajo? Roberto: ¡No para nada y por tu bien espero que siga así! Sabes que no perdono un error Gustavo: ¡Se hacer mi trabajo, tranquilo! (“yo tampoco perdono imbécil”) En casa, Esther había entrado corriendo a su habitación, Encarna iba discutiendo detrás de ella En: ¡Por Dios! ¿Se puede saber porque tardaste tanto? ¿Sabes cuantas veces ha llamado Maca ya? ¡La pobre chica está desesperada! E: Lo sé mama, ¡a mí también me ha llamado! ¡Es que cerraron una calle por reparación de un tubo, no lo sabía y quedé atrapada en el atasco! En: ¡Es que solo tú puedes meterte en esos líos! E: ¡Mama por favor! En: Hija es que de verdad ehhh, mira la hora que es E: Sí mama ya ¡ya! ¡Haz el favor de tranquilizarte o me vas a poner más nerviosa de lo que ya estoy! En: ¡Que pachorra! ¡Que pachorra! Paula: Chorra. Chorra (repetía divertida Paula que estaba al lado de su abuela) E: Mama, pásame los zapatos que están ahí en el closet por favor (Esther puso todo lo que tenía en las manos sobre la cama) En: Sí, y ¿qué es todo eso? ¿qué tienes ahí? (se refería a lo que había puesto en la cama) E: Algunas cosas que me dieron en la peluquería y... En: Da igual apúrate, va, va apúrate Recogió todo lo que había, se dio la vuelta, abrió el closet para sacar los zapatos de Esther y dejó todo en el closet, Encarna estaba de los nervios, estaban sobre la hora y les esperaba aún más de media hora de camino, lo que hacía era apurar a su hija En: Vístete que ya es tarde E: Relájate mama que ya estoy lista, solo me pongo el vestido y nos vamos (por el apuro se atoraba con los brazos en el vestido y Encarna la ayudaba) Paula: Jejeje (Paula reía al ver a su abuela y su madre en esa guisa) En: Sí tú ríete jajaja, y deja ese teléfono Paula: Mami Maca (la niña tenía el teléfono en la mano, esperando una nueva llamada de Maca, pero en su inocencia lo abría y cerraba, comunicando la mayoría de las veces ocupado, hacia unos días que había decidido por si misma llamar a Maca mami Maca, esto hizo que en su momento tanto Maca como Esther derramaran lágrimas de emoción por la alegría que le causaba que la niña ya veía a Maca como su madre)

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En: Sí por eso déjalo que seguro mama vuelve a llamar, y tú lo tienes ahí descolgado, apúrate hija E: Ufff estoy lista, vamos mi amor, que linda está mi princesa estas preciosa Paula: Chi mami tu tamben eztaz linda En: Vamos, vamos no tenemos tiempo para piropos (prácticamente las empujaba hasta la puerta) Al fin llegaron a la sierra, desde el auto se fijó en la decoración de la entrada todo estaba precioso lleno de flores, Maca al escuchar el auto salió a su encuentro, estaba desesperada por la tardanza M: Llegaron, llegaron (les dijo a los que estaban con ella y salió corriendo) E: Dios ¡está preciosa! (le dijo a su madre, apagó el motor del auto y se le quedó mirando a Maca embelesada, mientras ella se le iba acercando al auto) En: Sí, las dos hacen una pareja preciosa mi amor, pero ¡muévete! ¡¡Por Dios que pachorra!! Maca llegó con una sonrisa nerviosa hasta el auto, le abrió la puerta a Encarna amablemente para que saliera y le dio un beso M: Hola Encarna, está muy linda En: Gracias hija tú que me ves con buenos ojos. Tú estás preciosa hija, ¿cómo estás? M: Aquí comiéndome las uñas gracias a la tardona de su hija, ¿por qué tardaron tanto y no me respondían al móvil? (miró a Esther de reojo) Esther estaba sacando a la niña de la sillita, y sonrió sin decir nada, Maca se acercó y le dio un beso en la frente a Paula En: Que crees, aquí tu novia que se quedó sin batería y no se dio cuenta M: ¡¿Por qué no me sorprende!? (tomó a la niña en brazos) Que bella está mi niña, si parece una princesa Paula: Soy una pincesa mami M: Sí, ¡eres mi princesa bella! E: ¿A mí no piensas darme un beso? M: Mmmmmm no te lo mereces por haberme hecho desesperar tanto, pero (la miró de arriba abajo y le dio un beso lleno de cariño y amor) estás preciosa mi amor (le dio otro beso) ¡vamos a entrar que ya han llegado todos, hasta el juez ya tiene rato aquí ya no sabía qué hacer para entretenerlo y que no se fuera! ¿por qué tardaste tanto? E: Deja los nervios cariño M: ¿Deja los nervios? ¡Es que te mato! Si hasta pensé que te habías arrepentido E: ¿Arrepentirme yo? Estás loca, ¡jamás! Entraron tomadas de la mano, las dos habían optado por vestidos, estaban preciosas. Al verlas sus invitados las aplaudieron y vitorearon. Vilches al que Cruz había designado fotógrafo oficial del grupo empezó a grabarlas V: Al fin llegaron las que faltaban. ¡Guapas! Claudia: Guapas C y V: Guapísimas

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Maca y Esther sonreían de felicidad y de una forma muy graciosa les hicieron a todos una reverencia ante el aplauso que les dieron Maca les pidió a todos que pasaran al jardín trasero de la casa, estaba todo listo para oficiar la boda, el juez tenía cara de pocos amigos, no le agradó nada haber tenido que esperar Todos sus amigos salieron y luego de alabar la decoración se sentaron frente a la pérgola. Ellas esperaron un rato hasta que el fotógrafo de la agencia y la organizadora le dieron la señal de que entraran

Primero salió la niña con los anillos, luego sus madrinas y detrás ellas tomadas de la mano con una flor cada una Esther al ver la pérgola y a todos su compañeros y amigos alrededor esperándolas con una sonrisa emocionada, se le llenaron los ojos de lágrimas volteo a ver a Maca y le dio un beso lleno de ternura. Se escucharon algunos suspiros de emoción entre sus amigos y como no algunos poco románticos pidiéndoles que dejaran eso para después La ceremonia fue corta pero emotiva, Encarna y Teresa lloraron casi desde el principio. Al momento del juez pronunciar las palabras donde las declaraba oficialmente unidas en matrimonio y se dieron el “sí quiero” se dieron un gran beso, los presentes aplaudían emocionados M: Te quiero mi amor (le decía abrazada a ella con lágrimas de alegría en los ojos) E: ¡Te quiero! me parece un sueño, estamos casadas mi amor, somos una familia (también le decía con lagrimas de emoción) Todos: ¡Beso! ¡Beso! ¡Beso! (todos comenzaban a animarlas para que se volvieran a besar y ellas por supuesto los complacieron con gusto, todos aplaudían felices) V: Bueno vamos ya, que toca brindis Maca y Esther invitaron a todos para pasar al área del jardín que había sido decorada estilo chill out, todos tomaron sus bebidas y con el brindis todos comenzaron a dedicarles algunas palabras de amistad y buen augurio La primera en levantar su copa fue Cruz que con emoción les dijo unas palabras

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C: ¿Qué puedo decirles? Son mis amigas y las quiero mucho, éste honor de que me hayan escogido como una de las madrinas para mí ha sido, eso, un honor y una gran alegría y satisfacción, sólo puedo decirles que les deseo la mayor felicidad del mundo, que todos sean momentos de felicidad y que no tengan momentos difíciles y si tienen sepan torearlos con maestría ¡Salud! Claudia: Lo mismo digo, las quiero mucho, me alegro mucho por vosotras y ¡que seáis muy, muy felices! ¡Salud! (en el fondo le había costado, había entendido muy bien que Maca estaba muy enamorada de Esther, pero su corazón no entendía razones, la amaba y tanto que se hizo a un lado para que ella fuera feliz) Todos brindaron con ellas, se abrazaron, a ellas las siguieron algunos más V: La suegra que diga unas palabras En: Ay hijo que yo no sé hablar V: ¿Cómo no sabes hablar? Dale, diles lo que sientes, ¡diles la verdad! jajaja En: Bueno, yo solo puedo decir que le pido a Dios que sean felices, que las quiero muchísimo, Maca hija sabes que te he tomado mucho cariño y que siento como una hija. Que bueno ya saben que aquí me tendrán para lo que necesiten V: Ehh bien aplausos, aplausos por favor (gritaba a todos animándolos con una mano, ya que con la otra sostenía la cámara grabando) Claudia: Ahora toca el baile de las enamoradas vamos Se escuchaba al fondo una canción que habían escogido las chicas para su primer baile de casadas, poco a poco se les iban uniendo en el baile otras parejas La estaban pasando muy bien, bailaron, rieron, comieron, tomaron, algunos se pasaron con la bebida como es normal Llegó el momento de la torta, las recién casadas se habían ubicado al lado de la mesa donde estaba la torta y hablaban con la organizadora del catering y ésta les daba el cuchillo para cortarla. Se oía como Cruz gritaba a Vilches que se había distraído hablando y debía filmar el momento C: Vilches que van a picar la torta V: ¡Voy voy! Pero ¡porque me tocará siempre a mi hacer de fotógrafo! T: Porque eres el que tiene mejor ojo C: Eso sí, aquí me ves a mí, jaja Las chicas entre la dos tomaban el cuchillo con sus manos entrelazadas lo ubicaban sobre la torta. Que era hermosa adornada con flores naturales y comestibles, se miraban a los ojos se daban un beso e introducían el cuchillo rebanando el primer trozo, se lo colocaban en un plato y cada una de ellas tomaba con sus dedos muy delicadamente un pedacito y se lo daba en la boca a la otra. Todos volvían a aplaudir a las chicas Todos comieron torta y seguían festejando, estaban muy contentos por la felicidad que desprendían las chicas, se notaba a leguas que eran felices, bailaban y se besaban, todos bailaban, el alcohol en sus cuerpos los había desinhibido, hasta Encarna y Teresa estaban en medio de lo que habían dispuesto como pista de baile, moviendo sus cuerpos

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con Paula de la mano. Cuando sonaba una música más lenta, los rocheleros se iban a sentar, dejando solo a las parejas acarameladas M: Ccariño yo me quiero ir, quiero estar contigo solitas (le decía en el oído con una voz muy dulce) E: Si yo también tengo ganas ya de estar sola contigo, ya hemos compartido bastante con nuestros amigos, vamos a despedirnos Dejaron de bailar y se acercaron a la mesa donde estaba Encarna con Paula en brazos, estaba cansada y a punto de dormirse E: Mami, que nos vamos, ven cariño (tomó a Paula en brazos y la llenaba de besos) En: ¿Y adonde van Maca? M: Ahora nos vamos a un hotel que ya reservamos, ustedes quedan en su casa, quédense aquí, no agarren el auto ahora ¡eh!. El domingo nos vamos de luna de miel C: ¿Por fin dónde van de viaje? (le preguntaba Cruz que estaba en la misma mesa) M: Nos vamos a Santorini Grecia, se volteo a mirar a Esther con una sonrisa, ninguna de las dos ha estado y tenemos muchas ganas de descubrirla juntas, me han dicho que es preciosa C: Sí es muy linda y de viaje de bodas debe ser muy romántica E: Siiii toma Maca, está casi dormidita, (le pasaba a la niña a Maca para que se despidiera) M: Ciao mi amor, pórtate muy bien, hazle mucho caso a la abuela ¡eh1 (la llenaba de besos a los que la niña correspondía con cariño) E: Adiós mama, nos vemos al regreso (la abrazaba para despedirse) En: Sí hija, ve tranquila, disfruten mucho, ¿cuándo es que regresan? E: En una semana mama, fue lo máximo que pudimos pedir ahora M: Sí, ya más adelante pediremos las vacaciones completas, vamos cariño E: Sí (se le llenaron los ojos de lágrimas, miraba a su niña, nunca se había separado de ella tanto tiempo) Se fueron despidiendo de todos y agradeciéndoles el haber compartido con ellas ese gran momento. Maca se acercó hasta la gente de la organizadora, quedando en que ellos como era normal recogerían todo Las chicas subieron a un taxi que ya las esperaba, llevaban las maletas para ya seguir de ahí a su viaje a Grecia. Para pasar ese primer día de casadas reservaron en un hotel muy hermoso cerca del aeropuerto, llegaron y luego de hacer el check-in, subieron a la habitación, Maca había reservado la mejor suite, apenas el chico que las acompañó cerró la puerta y se fue, se lanzaron en un beso apasionado E: Hummmm te deseo tanto M: Sí pero ven, pedí que pusieran a enfriar una botella de champagne sin alcohol, vamos a brindar nosotras E: Después, ahora solo me interesas tú (no le dio tiempo a decir una palabra más, la tomó por la cintura y la apoyó contra la puerta yendo directamente a sus labios, la beso con furia) me muero de ganas M: ¡Ufff Dios! E: Ven M: No puedes esperar, ¿no? (le dijo con una mirada picara y sugerente) E: No

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Se comían a besos, tenían tantas ganas de tocarse y sentirse que ya les quemaba la piel, sus manos repartían caricias sobre sus cuerpos, se besaban sin piedad con necesidad E: Ummmmm Maca... te deseo tanto... ummmm M: Y yo cariño... ya no podía estar un minuto más (mientras trataba de quitarle el vestido que llevaba pero el vestido se resistía) cariño ayúdame E: Sí, (de un solo jalón se lo quitó, estaban poseídas por el deseo, mientras Maca también se quitó su ropa) Las dos se quedaron admirándose con una sonrisa de gusto, llevaban ropa interior de encaje que se habían comprado para la ocasión M: ¡Me encanta! Ven La tomo de la mano y la llevó hasta la cama y así besándola la fue recostando suavemente, sus labios carnosos iban repartiendo besos por todo el cuerpo de Esther que no pudo evitar un gemido, Maca la miraba mientras seguía besándola y sonrió, le gustaba muchísimo hacerle sentir ese placer, subió entre sus pechos y la beso en la boca con fuerza, con ansias, Esther sentía su lengua dentro de ella, Maca la abrazó y le desabrochó el sujetador, Esther hacía lo mismo, se separaron un instante para poder quitárselos, y se quedaron así un instante observándose mirándose los pechos que se movían al unísono por su respiración agitada, Esther extendió su mano para acariciárselos y acercó su boca para comenzar a lamérselos, los besaba, Maca gemía y se colocó sobre Esther ahora era ella la que con su lengua acariciaba los pezones de Esther pasaba su lengua suave y delicadamente, los saboreaba, Esther gimió y Maca los succionó con delicadeza E: Hummmm sigue... sigue... Maca M: Sí Maca bajó su mano y la introdujo en la braguita de Esther E: Hummm quítamela M: Sí Le quitó la braguita y se quitó la suya, volvió a colocarse sobre Esther y tocó el centro de Esther, estaba muy húmedo tanto como ella, muestra de la gran excitación que sentían, Esther se acercó a Maca y la besó con ansias mientras ella seguía acariciando sus pliegues, su cavidad con una humedad abundante, introdujo un dedo dentro de ella, Esther gimió en su boca, y bajó su mano, la metió entre las dos e introdujo un dedo dentro de Maca que estaba tan húmeda como ella M: Ahhhhhhh E: Ahhhhhh (arqueaba su cuerpo) Movían sus manos, aumentando cada vez más la velocidad, dejaron de besarse y se miraban, miraban sus gestos de placer, su cara de disfrute, pero con ojos llenos de amor, el momento se acercaba, sus cuerpos se habían tensionado, sus caderas se movían,

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gemían sin pudor y sin temor a ser oídas. Maca sintió la convulsión del orgasmo brutal que había sentido Esther que se abrazaba ahora a ella aferrándose a su cuerpo Ahora sí, ella que se estaba conteniendo sintió también en su centro la explosión por el placer infinito que había sentido. Se abrazaron y se quedaron así tumbadas de medio lado, Maca apartaba el pelo de la cara de Esther y la besaba, con besos cortos y dulces, en la mejilla, el lóbulo de la oreja, la sien, la nariz, sobre sus parpados, sus labios. Esther permanecía con los ojos cerrados y la boca entreabierta, aun respiraba con dificultad. Esther quedó tendida boca arriba y su respiración se fue haciendo cada vez más pausada, Maca la miraba, le encantaba hacerlo, bajó su mirada hasta su vientre que estaba más abultado era evidente el embarazo, puso una mano sobre su vientre y luego colocó suavemente su oído sobre él, sin hacer mucha presión, se separó un poco y le dio un beso sobre su vientre y empezó a hablarle, muy suavemente casi en un murmullo M: Hola pequeño, soy tu otra mamá, espero no haberte molestado, pero es que quiero mucho a tu mami y cuando la tengo así a mi lado me vuelvo loca, no me puedo controlar. Ya verás cuando la veas, tú también te enamorarás perdidamente de ella (le daba otro beso suave) Esther escuchaba a Maca, abrió los ojos, la vio así recostada y hablándole a su pequeño en su vientre, le despertó tanta ternura que le acarició la cabeza a Maca con cariño, Maca al sentirla, levantó un poco la cabeza, la miró y le regaló una sonrisa enamorada, volvió a apoyar su cabeza en el vientre de su mujer y le dio un beso nuevamente M: Ya somos una familia, tu mama Esther, tu hermanita Paula que es la princesa más preciosa, te está esperando con mucha ilusión, yo que soy tu mama Maca, ah y tu abuelita Encarna, te va a encantar (Esther al escucharla no había podido evitar que se le escapara una lágrima emocionada que corrió a través de su mejilla) E: Cariño M: ¿Mmmmm? (le respondía sin moverse de cómo estaba) E: Quiero que el bebe al nacer lleve el apellido de las dos, Wilson García o García Wilson, ¿crees que con la boda ya es un hecho? M: No lo sé cariño, no sé nada de leyes, pero de todos modos aunque no lleven mi apellido, tus hijos son mis hijos (esta vez sí se movía y le daba un beso muy suave y se acurrucaba a ella) E: Lo sé cariño, pero quiero evitar que tengamos algún problema con... ya sabes quien M: Mmmm sí, es verdad. ¿Sabes? En cuanto lleguemos de viaje llamamos a Cristina y que se ocupe de todo el papeleo si es que es necesario E: Sí mi amor. Mmmm me encanta como hueles (se acurrucaba también ella y metía su cabeza en el cuello de Maca y poco a poco se fueron quedando dormidas) Desde que llegaron a Santorini, supieron que iban a disfrutar esos días ahí, la temperatura era estupenda, las vistas inmejorables, es una isla en forma de media luna, ler llamó mucho la atención la ubicación de las casas todas construidas encima del borde, imaginaron que era para tener mejores vistas

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Llegaron al hotel, la reserva estaba toda en orden, se registraron y luego de dejar la maleta alquilaron un vehículo pequeño, para moverse cómodamente por la isla, aunque había lugares que había que hacerlos a pie ya que sus calles eran estrechas y retorcidas. Una isla preciosa con casitas pintadas de azul y blanco, con molinos de viento, llena de pequeñas iglesias con sus cúpulas pintadas de azul. Completamente enfocada al turismo, fueron a una de sus playas más hermosa que en realidad era una cala, con aguas completamente transparentes

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Su habitación tenía una vista impresionante, en realidad más que una habitación era un apartamento con una terraza preciosa que al principio daba una sensación de vértigo al estar tan en el borde y una terraza donde en las mañanas les preparaban siempre la mesa para desayunar

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Pasaron unos días maravillosos, la isla es pequeña y se podría decir que la conocieron con calma en los dos primeros días, el resto lo disfrutaron echadas en la piscina, en la playa y en la cama, estar tan cerca del mar las llenaba de energía, su libido estaba por las nubes La puesta de sol en Oia, las embrujó, es la puesta de sol más hermosa que habían visto en sus vidas, luego de asistir a ese majestuoso espectáculo que la naturaleza le regala a la isla todas las noches, bajaron hasta el puerto de Armeni, donde se hartaron de pulpo y pescado. Se dieron un banquete con sus quesos, sus aceitunas, Maca amante de las aceitunas las disfrutó hasta más no poder En la capital de Santorini, Thira, hay calles que son muy empinadas, existe un funicular que te puede llevar pero a Esther le divertía mucho la idea de hacer ese famoso paseo en burro, son cientos de escalones y Maca, la verdad no lo disfrutó, tenía mucho miedo y lo único que hizo era estar pendiente de que el bendito burro no tumbara a Esther y se lleváran un disgusto

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Pasó la semana y tristemente el maravilloso viaje llegó a su fin, se despedimos del lugar deseando poder regresar en algún otro momento Llegaron a Madrid y fueron directamente a dejar las maletas en el apartamento de Maca que era donde habían decidido vivir mientras encontraran una casa más grande, luego fueron en busca de Paula, las dos la extrañaban muchísimo, Encarna las esperaba con la cena preparada, comieron las cuatro juntas y luego se fueron. Maca ya desde que habían decidido vivir juntas había acondicionado una habitación para Paula, ella estaba feliz porque prácticamente todo lo había escogido a su gusto. Al llegar se dieron cuenta que la niña se había quedado dormidita en su silla, Esther la tomó en brazos con cuidado de no despertarla y subieron hasta el apartamento que a partir de ése día se convertiría en su hogar Llegaron y la acostaron en su camita, ellas se fueron a su habitación M: Ummmm cariño, hogar, dulce hogar (la abrazaba por la cintura y se balanceaba con ella) E: Sí, nuestro hogar (le daba piquitos) pero... siento romper éste momento mi amor, pero me estoy haciendo pis (se soltó y corrió al baño) M: Jajaja, haces pis cada cinco minutos, te conociste todos los baños de Grecia jajaja (ella mientras se disponía a quitarse la ropa y ponerse algo más cómodo para dormir) ¿Esther? (fue hasta el baño y se encontró a Esther sin camisa de medio lado mirándose la barriguita en el espejo) mi amor ¿qué miras? E: Hummm ya se me nota bastante la barriga M: Umm sí (se colocaba a su espalda y la rodeaba por la cintura entrelazando sus manos debajo del vientre de Esther, sí, se le notaba bastante la barriga, tenía el tamaño propio de un embarazo de cuatro meses, se miraban a través del espejo) estás preciosa E: ¡Estoy gorda! M: Jajaja mi amor, no estás gorda, estás bellamente embarazada, que es distinto E: ¡Dentro de poco me voy a poner como un tonel y ya no te voy a gustar! M: Jajaja ¡espero que no tanto como un tonel, pero igual me gustas! Me gustas mucho (le levantaba el cabello y le besaba la base del cuello) E: Pero ya no soy sexy (ponía cara de niña triste) M: ¿Qué dices mi amor? Si esa barriguita te hace de lo más sexy (se daba la vuelta y se ponía frente a ella, se inclinaba un poco y besaba su barriga) ¿verdad que sí cariño, que tu mami se ve muy sexy así? E: ¿Sí? ¿me ves sexy? muy sexy (ponía voz seductora, miraba a Maca desde arriba y le acariciaba la cabeza acercándola más a ella, las hormonas la tenían a mil) M: Sí, muy sexy y me encanta lo caliente que te tienen esas hormonas jaja (le decía con una mirada muy picara) Maca la miraba a los ojos y se arrodillaba frente a ella y le besó nuevamente la barriga, puso sus dos manos en la cintura de Esther y la echó un poco para atrás, quedando apoyada sobre la encimera del lavamanos, con una mano acariciaba un muslo con movimientos ascendentes y descendentes y la otra la subió hasta su pecho, jugando y acariciando suavemente con sus dedos la punta de su pezón, a Esther inmediatamente se le erizó la piel, el solo contacto de los dedos de Maca despertaban todas las sensaciones de su cuerpo, Maca iba besando su barriga, sus muslos, su vientre, con sus manos separó las piernas de Esther, que al ver que perdía algo de estabilidad apoyó sus dos

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brazos por detrás de su espalda en la encimera, Maca con sus dedos separó los labios del sexo de Esther y acercó su boca hasta sus pliegues, le pasó la punta de su lengua provocando un fuerte gemido en Esther E: Ajhhhhhhhhhhh... Maca Maca tomó entre sus labios el clítoris de su mujer y se lo succionó provocando que Esther se arqueara y colocara más a su disposición tan suculento manjar, Esther empezaba a retorcerse casi de forma desesperada, mientras Maca la lamía y succionaba con placer E: Maca... Maca... (jadeaba y gemía) entra mi amor entra... mmmm... no puedo más M: Sí mi amor, espera un momento quiero que disfrutes Así Maca luego de unos segundos subió con sus labios besando cada parte de su cuerpo llegó hasta sus labios y la besó, la abrazó y bajó una mano, para penetrarla con dos dedos, estaba tan húmeda E: Aghhhhhhhhhhh Maca... Maca Entraba y salía a placer, las dos gemían y temblaban E: Aghhhhhhh (soltó un grito de placer y tuvo que aferrarse fuertemente a Maca) aggg por Dios Maca M: Ufff ¡como me gustas Esther! Maca sacó sus dedos de dentro de Esther y tuvieron que quedar un rato así abrazadas y recargadas en la encimera del baño. Ya recuperadas, las dos tomadas de la mano se fueron hasta la habitación donde sobre la cama volvieron a amarse nuevamente hasta quedar totalmente rendidas a los brazos de Morfeo Al día siguiente, la semana comenzaba y con ella la rutina en el hospital, Teresa las recibía con gran alegría, las esperaba, sabía que habían regresado de la luna de miel y se reincorporaban al trabajo hoy T: ¡Esther cariño! ¡Qué bien te ves! (salía de detrás del mostrador y la abrazaba) E: Gracias, Maca que tiene muy buena mano M: Claro, sólo Esther, ¡a mi no me saludes! ¡Maca se quedó en Grecia! ¡que me parta un rayo! T: Jaaja a ti también ven acá, dame un abrazo, tienen un bonito color eh (en ese momento llegaban Cruz, Héctor y Viclches y se unían a la bienvenida) Esther las miraba con ojos de ternura, era increíble como a veces Maca se portaba como una niña C: Hooooola bienvenidas, ¿cómo están? (las abrazó con alegría) no hace falta que me respondan, vamos que se nota, ¡están radiantes! H: Che ¿qué tal el viajecito? ¿Nos recomiendan Grecia para turistear? M: Santorini con los ojos cerrados, Atenas las ruinas están en ruinas jajajaja

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V: ¡Yo no voy a preguntar como están, porque se nota! ¡El amor, el amor! M: Jajaja me voy, cariño nos vemos luego (se despidió con un beso de Esther) Maca se fue a pediatría mientras Esther se quedó un rato más compartiendo anécdotas del viaje y Teresa chismes del hospital Maca estaba en su despacho, escuchó que tocaban a su puerta y entraba Esther sin esperar respuesta E: Hola (la saludaba desde la puerta con una sonrisa muy sensual y enamorada) M: Hola mi amor, ven (le alargaba la mano para que fuera hasta ella) E: ¿Qué haces? (llegaba a ella y se sentaba en su regazo) M: Jummm lo más fastidioso de mi trabajo, llenar las historias y pasarlas al sistema y revisando los casos que están pendientes (la sostenía por la cintura con un brazo y con la otra mano le acomodaba con ternura unos cabellos rebeldes) E: ¿Quieres que te ayude? Tengo un rato libre M: Ummm ¿sí? ¿lo tienes libre? Pues prefiero aprovecharlo de otra forma (le abría con dos dedos un poco su escote y le besaba el borde de un pecho) mmmm que rica estás E: Ayy (se quejaba) M: ¿Te duele mi amor? E: Un poco, tú sabes el embarazo, las tengo más sensibles y grandes M: Mmm sí mi amor está más grande, que ricas (le miraba las tetas con lujuria) E: ¿Te gustan así mi amor? M: Bueno, la verdad no me disgusta E: ¿Si quieres luego me las opero? (le decía con algo de ironía, Maca aun miraba su pecho) M: Ehh (levantó la mirada, para ver a los ojos a Esther que echaban chispas) jajaja tonta, las estoy disfrutando mientras dure, luego volverán a mis manos tu pecho redondito y hermoso, que me encanta. No te pongas así tonta, que igual son tus tetas jaja E: Jajaja sí ¿verdad? Jajaja ¡estoy celosa de mis propias tetas! M: Mmmm ¡como me encantan! (volvía a acariciárselas pero con más suavidad) E: Mmmm Maca... mejor no empieces, sabes cómo me pones y estamos en tu oficina M: ¿Cierro la puerta? E: No mi amor quédate tranquila, seguro nos interrumpen y después me toca a mi andar con mis hormonas alborotadas M: Y a mí me encanta que las tengas alborotadas, pero ¡sí! mejor lo guardamos para ésta noche en la casa (subía y bajaba las cejas muy picara) me encanta cuando te pones como una fiera E: Jajajaja M: Espero que después que des a luz, las hormonas no te abandonen E: Ummm no sé yo ¡eh!, después con el bebe, seguro no tendré ni fuerzas M: Ummm bueno ya veremos jajajaja E: Ummm pobre de ti ¡eh!, ¡pobre si te veo mirando a otra! M: ¿Yo? Jamás, ¡sabes que no tengo ojos para nadie más! E: Mmmmm (le daba un beso, muy profundo y largo muy largo, buscando su lengua, se escuchaba el sonido de los labios mientras se besaban y succionaban, hasta que Esther se separó y se levantó, dejando a Maca con los ojos cerrados y la boca entreabierta) me voy mi amor ya tengo que bajar M: Aja, ¡ahora la que se queda alborotada soy yo!

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E: Jajajajaja (le lanzaba un beso casi desde la puerta) M: ¡Esta me la pagas! E: Esta noche (le picaba un ojo y terminaba de irse) Al salir Esther, el móvil de Maca sonaba, vio en la pantalla el número que marcaba M: Hola Cristina, ¿qué tal? Cristina: Bien aquí trabajando como siempre y tú ¿qué tal? M: Igual, tú sabes cómo es esto, de pronto estás sin hacer nada como que te tienes que poner a correr Cristina: Sí así es. Maca Ya te tengo noticias sobre lo que me pediste M: Dime (se incorporó en su asiento y con interés escuchaba lo que le decía Cristina) Cristina: Como ya te había comentado, a pesar de todo lo que se ha logrado aún hay vacíos legales, el hecho de que estén casadas no te hace madre del bebe que espera Esther. La madre biológica es Esther, y para que aparezcas como progenitora, la ley de reproducción asistida obliga a realizar trámites de adopción, para que la madre no biológica tenga derechos sobre el niño ya que la ley no contempla que dos mujeres puedan figurar como madres M: Pero ¿eso suena a meses de espera? Cristina: Sí pero no, jaja, es que yo ya tengo mucho de los tramites adelantados. Por ahora llevaré todo a una jueza muy amiga mía por cierto, ya hay precedente de que ha permitido registrar a niños de madres lesbianas con el apellido de las dos sin necesidad de pasar por todo ese engorroso trámite de adopción. Ya adelanté las formas juradas, con todos los requisitos, tengo los papeles listos donde Esther declara que es fruto de una inseminación y que estuvieron juntas durante todo el proceso, las consultas y todo, con el acta de matrimonio y otras tonterías, el bebe al nacer automáticamente llevará el apellido de las dos. Solo tengo que llevárselos me los firman y los llevo al registro, luego sólo queda que al nacer el bebe lo registren dentro de los primeros ocho días después de nacido igual al proceso que realizan los padres heterosexuales M: Sí. En parte me siento mal por eso, porque hay un padre biológico, pero Esther no quiere que él lo sepa, que prácticamente fue una violación, tiene miedo que si se entera pues quiera quitarle al niño Cristina: Sí, lo sé. Maca, Esther quiere con esto proteger a sus hijos, ese hombre va a tener que pagar mucho con la justicia muy pronto. Maca, Esther me pidió que hiciera todo lo necesario para que también seas la tutora de Paula M: Pero Paula, ella... Cristina: Sí, Ya Paula está inscrita con los apellidos de sus padres biológicos, la idea no es que lleve tu apellido, pero en caso de que le pase algo a Esther o a su padre, tú serías su tutora, su representante legal Maca se había quedado en silencio, la emoción la embargaba, pero al mismo tiempo no sabía si estaban haciendo bien, de todos modos para ella serían sus hijos con papel o sin él, pero Esther quería que fuera la madre legal de sus hijos Cristina: ¿Maca? M: Sí aquí estoy Cristina: Maca no te preocupes, te aseguro que es lo mejor y no habrá problemas M: Lo sé Cristina y nosotras estaremos más tranquilas, ese hombre está involucrado en cosas muy feas, queremos evitar que en un futuro cercano se vean involucradas en todo eso y afecte a los niños

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Cristina: Bien, entonces, estoy muy cerca del hospital, te llevo los documentos de una vez para que los firmen lo más pronto posible M: Sí, sí gracias Cristina Cristina: No te preocupes, y tranquila inmediatamente que me firmen esos documentos en el registro que eso es mañana, ya eres la madre del bebe M: Gracias, gracias eres una abogada maravillosa Cristina: Jajaja, sólo hago mi trabajo lo mejor que puedo y bueno mis contactos me ayudan muchísimo Salió corriendo para avisar a Esther de todo lo que le había comentado, estaban las dos en la recepción esperando a Cristina, que llegó a los minutos Cristina: Bien, listo ya está. Yo me lo llevo para registrar y legalizar, les entrego su original pasado mañana Maca y Esther se miraban emocionadas, con lágrimas en los ojos. Ahora sí eran una familia, ya legalmente era también la madre del niño que esperaba Esther Una semana después, jueves en la mañana. En urgencias sorpresivamente estaba todo tranquilo, Esther aprovechó para ir a farmacia a hacer el inventario. Estar ahí le serviría para estar un rato tranquila, ese día en especial no se había sentido muy bien, se había levantado con el estómago revuelto, algo que había comido no le había caído bien, Maca siempre se molestaba con ella, tenía unos antojos rarísimos, se daba sendos atracones y luego le caía mal en el estómago. Tenía ganas de pedir permiso e irse para la casa, pero tenía que quedarse, esa misma tarde le tocaba cita con la ginecóloga, estaba en los cinco meses de gestación. Mientras anotaba lo que faltaba sonó su móvil y vio el número reflejado en la pantalla no lo reconoció E: ¿Sí? X: Hola, ¿habla Esther García? E: Sí ella habla, ¿con quien tengo el gusto? X: Una amiga... E: ¿Una amiga? ¿Y cómo se llama esa amiga? (preguntó con una sonrisa pensando que sería alguna de sus amigas para hacerle una broma) X: Eso no importa lo que quiero es abrirte los ojos E: ¿Perdón? No entiendo (ya le estaba pareciendo extraña la llamada y no reconocía la voz) X: ¿Sabes que hace tu mujer cuando no está contigo? E: ¿De que habla? ¿Qué quiere decir? X: Sí, debes tener cuidado, no confíes tanto en tu mujer, ¡deberías averiguar con quien anda! E: ¡Que tonterías dice! ¿Quién habla? Si no me dice quien es voy a cortar la llamada (la estaba poniendo de muy mal humor) X: Ya te dije soy una amiga que quiere abrirte los ojos E: ¡No estoy para éstas bromas de mal gusto! (cortó la llamada con furia, la había puesto de muy mal humor, no sabía cómo había gente capaz de hacer ése tipo de bromas)

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No sabía ¿qué pasaba, quien era esa chica, por qué la llamaba? ¡Tenía que tratarse de una broma de mal gusto! Pero ¿la había llamado por su nombre? Tenía que ser alguien que las conocía. Se estaba mareando, tuvo que apoyarse en una pared para no caer En ese momento se abrió la puerta, era Maca que la buscaba para ir a la consulta M: Cariño ya tenemos... ¿qué te pasa mi amor? (la vio que estaba apoyada con los ojos cerrados, se acercó corriendo hacia ella) Esther al oírla abrió los ojos y se le quedó mirando a Maca, parecía como si no la conociera, Maca se asustó por el color blanco que tenía Esther A kilómetros Carla estaba en la oficina de Roberto dándole información sobre lo ocurrido, Roberto estaba furioso Carla: Ese detective no creo que sea muy bueno eh, al final se casaron Roberto: ¡¡Maldición!! ¡Es que no entiendo, se supone que el imbécil ese le entregó la cinta antes de la boda! Carla: Ve tú a saber qué fue lo que hizo, lo que sí averigüé, sabes con el chico que trabaja en el hospital, te dije que con enseñarle una teta me cuenta todo jaja. Pues que se casaron pero un día antes, tuvieron que adelantar la fecha por no sé qué problema con el juez Roberto: ¡¡Joder!! ¿Tú crees que el idiota éste se la entregó tarde? Carla: No lo sé, lo que no estoy es segura si se lo entregó porque antes o después de la boda Esther tenía que explotar y mandar a la mierda a su mujercita Roberto: ¿Osea que a todas éstas no debe haber visto el video? Carla: Creo que no, voy a seguir dando empujoncitos a ver si le entra la curiosidad Roberto: No creo que lo haya visto y la haya perdonado, es demasiado fuerte Carla: Uff no sé pero si yo tuviera una mujer así no la dejaba ir por nada. Umm se portó como una fiera en la cama, con lo que me gustaría repetir ufff Roberto: Pues sigue insistiendo, quien sabe si cuando Esther la bote te la regale a ti jajajaja Carla: Uf jajajajaa En farmacia E: (la miraba fijo mientras pensaba... “tiene que ser una broma de muy mal gusto... ella siempre está aquí trabajando... ¿en qué momento me iba a traicionar?... No es verdad seguro es una hija de p... que quiere molestar... no voy a hacer caso...”) M: ¿Esther?... E: (“no debo volver a desconfiar de Maca, ya una vez me equivoqué por estar pensando cosas que no son... es más, no le voy a decir nada... pobre está tan asustada y me quiere tanto, ella es incapaz de hacerme algo así...”) M: ¿Esther...? cariño, ¿qué tienes?, ¿te sientes mal? ven siéntate (Esther tenía rato mirándola como ida, sin decir ni palabra, la ayudó hasta llegar a una silla que había a un lado, Esther al fin reaccionó) E: Tranquila cariño, solo ha sido un pequeño mareo

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M: ¿Mareo? Como un pequeño mareo si te quedaste blanca sin habla. No me gusta nada vámonos ya a la consulta, vamos (la tomó de la cintura y ayudó a levantarse, así se fueron hasta el ascensor para subir a planta donde la ginecóloga) Llegaron al consultorio de la ginecóloga, Maca le contó lo que había pasado, la Dra. la revisó, le hizo el control que le tocaba y vio que todo estaba bien, La Dra. les dijo que notaba la tensión de Esther un poco más alta de lo normal, que no era de cuidado, pero debía tener cuidado, que aun no siendo hipertensa había mujeres que en el embarazo podían presentar un poco de subida de tensión y había que tener mucho cuidado ya que podría desarrollar una preeclampsia, debía estar no en reposo pero tranquila, comer sin sal para que no retuviera líquido en el cuerpo. De todos modos la Dra. envió a Esther a casa a descansar por ése día M: Cariño, no seas cabezota, te acompaño y luego me vengo a trabajar (iban discutiendo a la salida del consultorio camino a urgencias) E: Mi amor te prometo que ya me siento bien, me pido un taxi y me voy directo a casa de mi madre ahí me quedo a descansar un rato y tú luego nos pasas buscando a Paula y a mi M: Bueno, pero llegas y te acuestas, yo al terminar aquí, te paso buscando E: Siiiiii, ven acompáñame a vestuarios a cambiarme M: Hummm sí, yo te quito la ropa (la tomó de la mano y la llevaba casi corriendo hacia vestuario) E: Jajaja loca que me vas a tumbar Se fueron a vestuarios, Esther se cambió, por supuesto con la ayuda valiosa de Maca, mientras le habían pedido a Teresa que le llamar un taxi. Salieron hasta recepción y ya el taxi la estaba esperando en la puerta, Maca la acompañó hasta él y se despidieron con un beso Esther se fue y Maca regresó a su trabajo T: Tenía mala cara ¡eh! M: Sí, no sé...me asusté, ¿sabes? La encontré en farmacia blanca como un papel, me pareció que iba a desmayarse. La Dra. la revisó y dijo que estaba todo bien, seguramente fue un mareo típico del embarazo T: Bueno quédate tranquila Maca, seguro no es nada, ya verás con un día de descanso ya mañana está mejor Esther llegó a casa de su madre. Encarna la esperaba en la puerta ya Maca le había avisado que estaba en camino y que la obligara a acostarse En: Hola hijita, pasa ven, vamos a tu habitación E: Mama por favor, que no estoy enferma En: Un mareo así no es para tomárselo a la ligera E: ¡Ya te llamó tu nuera! En: ¡Sí! ¡porque es una buena nuera! cariño está muy preocupada, ven acuéstate E: Sí, voy a hacerte caso porque de verdad hoy no es mi día, no me siento bien ¿y Paula? En: Durmiendo la siesta, jaja parece que “trabajó” mucho en la escuela y llegó comió y se quedó dormida. Acuéstate tú también, vamos

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Llegaron a la que era la habitación de Esther, esta se quito el suéter los zapatos y se recostó en la cama de medio lado En: ¿Te provoca algo mi amor? E: No mami no quiero nada, he tenido todo el día el estómago revuelto, quédate tranquilita, solo me acuesto y descanso un rato En: No, es que normal, esos antojos tuyos son raros ¡eh!, tienes a la pobre Maca dando vueltas para complacerte, además te echas a perder el estómago Esther no pudo más que sonreír, era verdad le estaban dando unos antojos rarísimos y Maca no creía en eso de los antojos, pero la pobre hacía de todo para complacerla Encarna la dejó acostada y se fue a la cocina Maca llamó para preguntar cómo estaba y Encarna le dijo que se había dormido. Como a las dos horas se asomó nuevamente y ya Esther no estaba en la cama, se acercó más a la habitación con curiosidad para ver dónde estaba la vio de pie sacando unas cosas del closet En: Pero ¿qué haces? E: Mama ya me siento bien, voy a recoger estas cositas que se me quedaron aquí para ésta noche llevármelas de una vez En: ¡Pero que cabezota eres! ¿Acaso son urgentes? ¿Te hacen falta? E: No mami, no son urgentes, pero ya que estoy aquí, recojo lo que me tengo que llevar y ya teniéndolo en la casa lo acomodo en cuanto tenga un tiempito En: ¡Te puedes quedar tranquila! dame aquí, tú acuéstate, yo te lo pongo todo en una caja y se lo doy a Maca ésta noche, pero quédate ahí (prácticamente obligó a Esther a que se sentara y ella siguió poniendo lo que había en el closet en la caja) E: Pero si ya me siento bien, no me voy a quedar acostada En: Ok perfecto, no te acuestes, pero te quedas tranquila ¿o quieres que llame a Maca y le diga que te estás portando mal? E: No, no le digas nada, la pobre se puso muy nerviosa, ufff... está bien me quedo tranquilita Paula: Mami mami (en ese momento llegaba Paula que despertaba de su siesta) E: ¡Mi princesa bella! ven acá mi vida, ¿cómo estás? ¿Dormiste bien? Paula: Chi mami... ¿y mami Maca? onde sta (la niña se abrazaba a su madre y miraba a todos lados buscando a su otra mamá) E: Está trabajando mi amor viene un poco más tarde a buscarnos, ven acá, cuéntame que has hecho hoy en la escuela A última hora de la tarde llegó Maca. Salió del hospital lo más pronto que pudo, estaba preocupada por Esther M: ¡Hola mis amores! Paula: Mami, mami (saltó del suelo donde estaba coloreando en un cuaderno, para saltar a los brazos de Maca, le daba besos en toda la cara) E: Jajajaj que zalamera M: Es que mi niña me adora E: Eso si es verdad, tenía rato esperándote

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M: Mmmmm ¿y tú? No me esperabas? E: Claro mi amor, ven, siéntate aquí conmigo y dame un beso (alargaba la mano para que se la tomara y se sentara a su lado) Maca se sentó a su lado con la niña en brazos y le dio un beso con cariño M: Hummm ¡que rico! ¿Cómo te sientes mi amor? E: Bien, ya te dije que no fue nada M: Mmmm ¡yo vi tu cara Esther estabas blanca como un papel, así que no me digas que no fue nada! E:... Nada mi amor, solo me maree, sabes que es normal en mi estado M: No me gusta nada, la Dra. te notó la tensión alterada. Deberías pedir la baja Esther E: Maca, jaja, pero estás tonta, es muy pronto aún para pedir la baja, no puedo, además tengo muchas cosas que hacer M: Está bien, pero tienes que bajar el ritmo de trabajo mi amor, por favor, prométeme que lo harás E: Siiii, tranquila, me tomaré las cosas con más calma, no te preocupes mi amor, vámonos a casa M: No es para tomárselo a juego Esther, sabes que eso de la preeclampsia es muy delicado, debemos evitar que la desarrolles E: Lo sé mi amor, pero quédate tranquila, me voy a cuidar M: ¿Sabes que se me ocurre? Ahora llamo al hospital y les digo que ni tú ni yo vamos mañana, y como ya pasado es fin de semana, pues nos vamos a la Sierra hasta el domingo a descansar, ehhh (le decía emocionada mientras Esther la escuchaba con una sonrisa en los labios) E: Hummmm... ¡me encanta la idea! ¿y a ti Paula? Paula: Chi chi chi vamos a la Sieda (bailaba y aplaudía la niña en los brazos de su madre) M: Pues no se hable más, vamos a decirle a la abuela para que se prepare porque se viene con nosotras E: Sí Paula: Buela... buela... vamo a la sieda (salió corriendo la niña a decirle a la abuela) Encarna encantada aceptó, antes de que se fueran insistió en que cenaran y así lo hicieron M: Encarna te pasamos buscando en la mañana temprano E: Buenas noches mami, hasta mañana En: Buenas noches hijas...ah espera Maca Se dio la vuelta y tomo una caja que había dejado sobre la mesa En: Toma llévate esto M: ¿Qué es? E: Cariño es una caja con algunas cosas que quedaban en el closet En: Mejor llévatelas de una vez, porque tu mujer es capaz de cargarla ella misma la próxima vez que venga M: Jajaja, Sí dame E: ¡Que exageradas son las dos! En: Jajaja ¡sí exagerada!

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Al llegar, Maca colocó la caja en el closet, para que en otro momento Esther lo organizara, y se fue a bañar mientras Esther acostaba a la niña. Prepararon sus cosas que se llevarían al día siguiente y se acostaron Un Roberto muy molesto llamó a Gustavo no podía creer como se le había pasado lo de la boda, como después de tanto planificar y lo que le costó el jueguito del viaje, no sirviera para nada y terminaron casándose Roberto: Es que eres un maldito cabrón, ¡como se te pudo pasar algo así! Ah Gustavo: No sé qué decirte, cambiaron la fecha a última hora y no le dijeron a nadie Roberto: ¿A nadie? Maldito ¿y sus invitados? ¡Y como es que me vengo a enterar más de un mes después que se casaron! Gustavo: Recuerde que usted estaba de viaje en el exterior, apenas llegó ayer Roberto: Tú tenías el teléfono de donde estaba ¡porque carajo no me llamaste! Gustavo:... Yo seguí el plan al pie de la letra Roberto: ¡No puedo entender tanta ineficiencia! Como se casaron, ¿cómo Esther se casó después de ver ése video? ¡¿Acaso ahora es cabrona?! Gustavo: Ve a saber, quizás la Dra. le inventó algo o aun no ha visto el video, no sé Roberto: ¿Estás seguro que se lo entregaste en la mano a Esther? ¿o me la jugaste? Gustavo: Se lo entregue yo mismo en sus manos junto con mi asistente que es mi mano derecha Roberto: Pues me averiguas que pasó ahí, debí hacer lo que yo quería. ¡Hubiera acabado con todo de una vez! Gustavo: Si tranquilo yo se lo averiguo Roberto: ¡Maldición! ¡Ahora tener que aguantar el cachondeo de mis amigos! ¡¡¡MALDICION!!! ¡Cuando mi madre se entere que Esther se casó con una mujer y no pude evitarlo!... uf... (lanzó el móvil contra la pared haciéndolo pedazos) Se fueron a la Sierra, descansaron, se bañaron en la piscina, se relajaron, hicieron desastres en la cocina, hasta la niña colaboró en la preparación de pizzas, Maca se desvivió en atender a Esther, entre ella y su madre no la dejaron mover un dedo E: Es que ustedes se están pasando, ¡ni que estuviera invalida por Dios! (se quejaba Esther que estaba acostada en una tumbona con Maca medio apoyada sobre ella a un lado) M: Cariño lo mejor es la tranquilidad, recuerda que tú no eres de tensión alta y la Dra. dijo que si te ha subido es por emotividad, así que se me queda tranquilita, descansando E: Pero Maca, una cosa es descansar y otra es estar echada como una morsa todo el día M: Cariño no te quejes tanto. ¿Es que no te gusta que te consienta? (se inclinó y le dio un beso muy tierno en su cuello) E: Hummmm... bueno esa es la parte que sí me gusta y mucho... (se hacía hacia atrás para que siguiera haciéndole mimos) Paula: Mami... mami... ven a la pisina (las llamaba la niña que estaba dentro de la piscina con su abuela) E: Mmmmm...ufff M: Pues nada... a la piscina... así nos refrescamos un poco

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En fin esos tres días la pasaron muy bien y le hicieron mucho bien a Esther, se le notaba relajada y muy repuesta, tenía mejor color y mejor humor. Maca estaba feliz de verla así Regresaron a casa y la semana la comenzaron llenas de energía, en el hospital todo estaba bajo control, los siguientes diez días, pasaron tranquilos, Esther no se había vuelto a sentir mal, se había cuidado con lo que comía y había bajado un poco el ritmo de trabajo en el hospital. Maca la vigilaba y de vez en cuando le daba un llamado de atención. Maca a escondidas de Esther había hablado con Cruz para que ajustara los turnos nocturnos de la enfermera e hiciera los menos posibles, Cruz le había dicho que era norma del hospital para las mujeres embarazadas A los casi siete meses de embarazo sus amigas planificaron hacerle un baby shower, le pidieron a Maca una lista con la gente que querían que invitaran, ellas se encargaron de toda la organización y le darían la sorpresa a Esther. Decidieron que sería en casa de ellas el sábado ya que las dos libraban y sus amigas también, se volvieron locas organizándolo, hasta les dieron a cada una que llegaba una insignia. Entre los juegos y los regalos se divirtieron un montón, Esther se lo pasó bomba y ni hablar de Paula Esther estaba grande con la barriga, ya le costaba más dormir de noche, no encontraba posturas para estar cómoda Uno de los días en que Maca tenía turno de noche, Esther estaba en casa con Paula, después de jugar un rato con ella, la acostó y ella se fue a su habitación, se recostó en la cama con un libro con la intención de leer algo antes de dormirse, Maca la llamó como hacía siempre que les tocaba estar separadas, hablaron un buen rato hasta que Maca tuvo que atender una emergencia No le provocaba seguir leyendo, pero tampoco tenía sueño, se levantó y recordó que aún tenía la caja con las cosas que había traído de casa, la sacó del closet y la puso sobre la cama, se sentó y comenzó a sacar las cosas, libros, los regalos que le habían dado a última hora y que no llegó a abrir, tenía en las manos el que le había mandado su ex, solo verlo le provocaba repulsión, pero tenía curiosidad por ver que se le había ocurrido regalarle el gilipollas de su ex. Se sentó sobre la cama y desenvolvió el regalo... Abrió la caja con cuidado, solo de pensar que se lo había mandado Roberto le daba tirria. Desde que lo recibió le daba mala espina hasta había considerado la posibilidad de botarlo sin abrirlo, al fin y al cabo que le podía regalar ese desgraciado, pero la curiosidad era mucha Dentro de la caja encontró una carta, un pendrive y un sobre E: ¿Qué carajo es esto? Era un regalo muy extraño. Desplegó la carta y la leyó, era una carta escrita por el propio Roberto, “En tu nuevo matrimonio, quise enviarte un presente que pudiera serte muy útil y que mejor que impedir que cometas un gran error. Pensarás que te doy esto con malas intenciones, pero nada más lejos de la realidad, después de todo eres la madre de mi hija

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y te quiero, no quiero que te hagan daño. Yo venía sospechando de tu Maca desde hace tiempo, nunca te lo dije porque seguramente no me creerías y la hice seguir por uno de mis detectives para que me diera pruebas de que te era infiel, tu novia te engaña cada vez que tiene oportunidad, para que no creas que es un invento mío aquí tienes las pruebas, me costaron mucho tiempo y dinero pero por ti soy capaz de todo. Espero que aún estés a tiempo de no cometer un gravísimo error, aunque ahora no lo creas con el tiempo me darás las gracias. Te quiere, Roberto” E: Este tipo es un desgraciado (estrujó la carta y la echó sobre la cama) El sólo contenido de la carta ya le había hecho sentir un escalofrío por todo el cuerpo, se le había alojado una punzada en el estómago difícil de describir, la respiración se le había acelerado, las manos le temblaban. Se levantó de la cama y caminó nerviosa de un lado a otro en la habitación, no sabía qué hacer, no sabía si seguir viendo o botar todo a la basura y mandar a la mierda a Roberto con sus idioteces Tomó el sobre en la mano y se le quedó mirando, pero empujada por la curiosidad que era mucha lo abrió rápidamente, vio que contenía unas fotos que comenzó a ver despacio, se le había llenado el alma con un miedo que no podía soportar no entendía nada de lo que estaba viendo Eran varias fotografías de Maca con una chica, la misma en todas las fotos, no reconocía el lugar, le pareció el aeropuerto y la entrada de un hotel que parecía en Oslo por un eslogan que tenía a un lado y otras donde estaban sentadas en una mesa de algún restaurante, donde salían abrazadas y muy sonrientes de ése restaurante. Las colocó a un lado y tomó el pendrive se le cayó dos veces de las manos, le temblaban demasiado las manos, pero tenía que ver lo que contenía, fue hasta su laptop y lo colocó, lo primero que vio fue a Maca acostada en una cama boca arriba completamente desnuda, sonriéndole a alguien Le dio a pause, para poder pensar y respirar, ya que de la impresión había sostenido la respiración, y se le había nublado la vista E: ¿Qué demonios es esto? Dios mío, no por favor, ¡no me hagas esto! Respiró profundamente y se sentó nuevamente, abrió su laptop y siguió viendo el video, veía a Maca... su Maca, acostada boca arriba en la cama completamente desnuda con una sonrisa, una chica también desnuda, se acercaba a ella y subía a la cama reptando hasta llegar a ella y besarla, se besaban apasionadamente, metía una mano entre sus piernas llegando a su sexo... Esther volvió a levantarse no podía verlo... aunque se había volteado para no ver escuchaba claramente sus gemidos, el sonido era entrecortado, volvió a mirar y estaban las dos haciendo sexo oral. Todo se le movió bajo los pies, era Maca la que estaba ahí disfrutando con esa mujer, ¡su Maca! Esther sintió unas fuertes ganas de vomitar y tuvo que correr hasta el baño, ahí vomitó hasta quedar sin fuerzas, se sentó en el piso apoyada en el váter lloraba amargamente, no podía creerlo, no podía ser cierto, Maca no podía engañarla así. Luego de un buen rato se calmó un poco y trató de levantarse, estaba mareada, le dolía la cabeza, se sentía ahogada casi no podía respirar, todo le daba vueltas tuvo que cerrar los ojos y quedarse así sentada en el piso hasta que se le pasó un poco y se levantó, caminó hasta la cama y

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se sentó en ella. Trato de poner su cabeza en orden, para pensar pero no podía, su mente solo le repetía una y otra vez esas imágenes de Maca engañándola, traicionándola con una... De pronto por un momento pensó que debía ser un video viejo de alguna amante antigua que tuvo antes de conocerla a ella, pero volvió a ver las fotos, las vio con más atención, desechó esa idea dándose cuenta que había datos, el nombre del aeropuerto de Oslo, el hotel en el que se quedó Maca, vio la cara de la chica que salía al lado de Maca y volvió a ver la chica del video, en una foto se veía al fondo claramente un pendón con la invitación al simposio al que había asistido Maca, era la misma persona, no había duda, se habían ido y estado juntas en Oslo. Dios había una foto de Maca y esa chica frente al hospital. ¡¡Era la misma chica que había ido a llevarle el cuaderno a Maca al hospital!! E: ¡Dios ayúdame! ¡Esto no puede ser! ¡Esto tiene que ser una pesadilla! Volvió a ver otra parte del video, ¡Maca tenia sexo con esa chica! ¡Parecían animales en celo! Y aun sintiéndose destruida tuvo que aceptar lo que sus ojos estaban viendo, Maca engañándola, la misma que le había jurado una y mil veces que la adoraba le había mentido, la había traicionado, ¡como había sido capaz de hacerle algo así! ¡Se sintió tan poca cosa y tan estúpida! E: Maca... Maca... porque ¡¡porque!! (cerró con rabia la tapa de su laptop, no podía seguir viendo esas imágenes) Afligida se echó sobre la cama llorando, el dolor era demasiado fuerte, jamás en su vida había sentido algo así, sentía que el alma se le desgarraba y quedaba sin nada, se sentía completamente vacía por dentro E: ¡¡¡Dios como duele!!! (gritó acurrucada en la cama, poco a poco mientras más pensaba en la traición de Maca su dolor se fue convirtiendo en furia y rabia. Lloró y lloró hasta quedar sin fuerzas y quedarse dormida por el cansancio) En la mañana despertó apenas sintió el reflejo de la luz del día, solo había dormido dos o tres horas, tenía un fuerte dolor de cabeza, le ardían los ojos de tanto llorar Se levantó sin ganas, pero debía pensar en su hija, ir a prepararle el desayuno, fue hasta la habitación de Paula seguramente ya estaría despierta pero la encontró profundamente dormida, se le dibujó una tímida sonrisa al ver a su hija así, era una dormilona Estaba en la habitación de la niña cuando escuchó el ruido de la llave de Maca, automáticamente se le tensó el cuerpo. Escuchó claramente como dejaba sus cosas sobre la mesa que tenían en la entrada y la llamaba, escucharla le aceleró la respiración, sentía su corazón bombear más rápido que lo normal, era increíble como cambiaban los sentimientos hacia una persona que hacía unas horas le despertaba el más hermoso de los sentimientos y en éste momento solo le inspiraba rabia, odio y hasta asco, no podía creer como la había traicionado, como se había burlado de ella, no quería verla, quería huir pero ya era tarde, ya la sentía muy cerca, se dio la vuelta y quedó frente a la ventana, cerró los ojos y apretó los puños tratando de controlarse

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M: Cariño, ya llegue (llegó a la puerta de la habitación) Silencio absoluto, Maca se acercó a la niña como siempre hacia al llegar a casa, al verla aun dormida le hizo una caricia muy suave para no despertarla y se dio la vuelta para mirar a Esther que estaba de pie mirando por la ventana, le llamó la atención que no se hubiera girado al escucharla, pensó que estaba distraída y no la había escuchado, se acercó hasta ella y la abrazo por la espalda M: Mmmm buenos días mi amor, te extrañe toda la noche E: ¡No me toques! (le dijo con un tono de voz endurecido por el dolor, dolor que se había convertido en rabia, se zafó de su abrazo y salió de la habitación, dejando a Maca parada sin entender que pasaba) M:... Esther... ¿qué pasa? ¿Qué tienes? Cariño (se fue detrás de ella) Esther estaba en su habitación, furiosa, metiendo su ropa en una maleta M: ¿Quée haces?... ¡Esther! basta, ¡detente! (la tomó con fuerza con sus dos manos en sus brazos para que no siguiera haciendo nada) ¿te has vuelto loca? ¿Qué haces? Explícame que está pasando Esther fue hasta la mesita, tomó el grupo de fotos y se las tiró sobre la cama E: ¡No! ¡explícame tú esto! Maca sorprendida las tomó entre sus manos y las veía sin comprender nada, había abierto los ojos de tal manera, que casi le dolían, mientras Esther había encendido su laptop y se empezó a escuchar los gemidos en el video, Maca sorprendida y horrorizada levantó los ojos de las fotos y vio el video, no podía creerlo, ¿qué era eso? ¿era ella? Maca se quedó inmóvil en silencio ante lo que veían sus ojos con estupor, no podía creer lo que veían sus ojos, se sintió mareada, se sentó abatida sobre la cama donde estaba apoyada la laptop y se le quedó mirando a las imágenes con los ojos entrecerrados tratando de ver más allá de lo que reflejaba la pantalla ¡No entendía nada! De no estar sentada seguramente abría caído al suelo redonda de la impresión. Se había quedado con los ojos fijos en la pantalla y no había forma de comprender como y cuando había pasado eso, ¿eran ella y esa mujer Carla, teniendo sexo?, sintió que se mareaba, su corazón latía muy rápido. Se giró y miró a Esther a los ojos, estaba de pie observándola, Su gesto era de sufrimiento, pero la miraba con odio, Maca sentía esa mirada clavada en su corazón. No sabía que decir, no sabía cómo explicarlo, además esas imágenes eran muy fuertes y explicitas Para sus adentros rezaba para encontrar una explicación que Esther pudiera comprender sin juzgarla amargamente, sobre lo que había ocurrido. Pero no sabía cómo hacerlo, los ojos de Esther tan llenos de dolor y rabia le decían que ya la había juzgado y condenado, no se lo iba a poner fácil M:... ¿Quién te lo dio? (le preguntó con un hilo de voz) E: ¡Que importa quién me lo dio! ¡Me engañaste, me traicionaste! M:... ¡Te juro que no te he engañado!

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E: ¡Eres una cínica! ¿Vas a tener la cara dura de negarme que esa eres tú? ¡Que estás follando con esa mujer! M: Esther no sé qué decir...yo... no sé... E: ¡Jamás pensé que tú me harías algo así! ¡Nunca abría esperado eso de ti! ¡Me fallaste Maca! M: Esther yo nunca te haría algo así... E:... ¡Te amaba con locura Maca! Y tú... arriesgaste todo por... ¿por un revolcón? M: Yo también te amo Esther. ¡Te juro que no sé lo que pasó! Ni siquiera conozco esa mujer, Yo... ¡no recuerdo nada! E: ¿No la conoces? ¡Te refresco la memoria! ¡Es la misma que vino al hospital a traerte no se qué! ¡ahora entiendo tus nervios! ¡Ahora entiendo! ¡Que estúpida fui Dios! M: Esther...por favor déjame explicarte E: ¿Qué me vas a explicar? ¡Lo que hiciste no tiene explicación! ¡Ahí está todo! esa eres tú tirándote a tu amante, ¡no hace falta explicación alguna! ¡Me das asco! M: No Esther no...por favor escúchame (ella trataba de acercarse, pero Esther se alejaba) Esther estaba ofuscada, dolida, no la dejaba hablar De pronto Esther se le acercó con furia, tenía tanta rabia por escucharla negar lo evidente que le daban ganas de cruzarle la cara de una bofetada, pero se contuvo E: ¿Desde cuando me ves la cara de idiota? ¿Desde cuando te estás burlando de mí? ¿Con cuantas me has engañado? M: Esther eso no es así, ¡no he estado con ninguna! ¡eso no es verdad! E: ¿No es verdad? ¡Te vas a seguir burlando de mí! Mira Agarro a Maca con brusquedad y la empujaba con furia para que se acercara a la laptop, Maca no reconocía a Esther nunca la había visto así, el dolor y la rabia la hacía actuar así M: Esther...te juro que no recuerdo nada, ¿quién te lo dio?... (no podía creer lo que veían sus ojos, si era ella la que estaba en ese video, pero no recordaba haber hecho eso, estaba fuera de sí) E: ¿Qué importa eso? ¿No lo recuerdas? ¡Es la peor excusa que se te puede ocurrir! M: Esther... es la verdad... no es una excusa... yo E: ¡Tirándote a una cualquiera! ¡A tu amante! Como me haces eso (estaba furiosa) ¿cómo fuiste capaz de engañarme así? ¿Cómo? (se sentó sobre la cama abatida con su cara entre las manos. Llorando) M: Esther cariño te juro que no sé qué es esto, cálmate (la tomó por un brazo) E: ¡Suéltame! ¡No te atrevas a tocarme! ¡¿Como puedes ser tan cínica?! ¿Desde cuando estás con ella? M: ¿Cómo puedes decir eso? ¡Yo te amo Esther!... tienes que confiar en mí, yo jamás te he engañado, déjame explicarte lo que pasó E: ¡Cállate! No quiero saber nada... nada... no quiero escucharte, ¡esas imágenes hablan por sí solas! quítate de mi vista, vete... ¡¡¡VETE!! Estaba llena de rabia y dolor, estaba fuera de sí, parecía un volcán a punto de estallar

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M: ¡Esther cálmate! ¡Estás fuera de tus cabales, ya no sabes ni lo que dices! ¡No merezco que me trates así! ya está bien, ¡cálmate! E: No claro, ¡ahora la señora se hace la ofendida!... Maca vete ¡no quiero volver a verte en mi vida! (estaba destrozada tenía el alma partida) M: Esther no digas eso ¡por favor! E: (Esther la miraba)... ¿No te vas?... ¡pues me voy yo! (comenzó a meter sus cosas en una maleta pequeña, Maca volteo a verla y la detuvo) M: ¡No!... no te vas a ninguna parte... la niña está dormida y... tú... no te vayas... quédate aquí... yo... (había comenzado a llorar) yo... me voy... y... (no podía permitir que Esther se fuera, no entendía nada, tenía que buscar a Carla y pedirle una explicación) E: ¡Vete! ¡Vete! ¡Vete! ¡No quiero verte! ¡Vete! ¡Fuera! Estaba tan herida que estaba como loca, la tomó por el brazo y la empujaba hacia la puerta, sintió una punzada en el bajo vientre que la hizo inclinarse por el fuerte dolor E: Agjjjjjjjjjjjjj M: ¡Esther! (corrió hasta ella) que tienes mi amor E: Aghjjjj... ¡suéltame! M: Por favor, ¡deja de portarte así! Esther estaba doblada por el dolor, con una mano se sostenía el vientre y con la otra se había agarrado fuertemente del brazo de Maca, Esther aunque no quería que la tocara el dolor era muy fuerte y aceptó su ayuda, Maca la ayudó a llegar hasta la cama y se recostó de medio lado E: Dios ¿qué me pasa? Agjjjjjj M: Que sientes, ¿cómo es el dolor? E: Fue una punzada muy fuerte... ¡como una contracción! M: Dios... déjame ver... ¿rompiste fuente Esther? (Maca trato de ver si estaba sangrando o estaba mojada pero Esther no permitió que lo hiciera)... Esther E: No... no... (Esther no se dejó revisar más por el dolor que por otra cosa) M: Tranquila cariño... tranquila... (no sabía qué hacer estaba tan asustada como Esther) E: Me duele agjjjjjj... Maca por favor... no quiero perder al bebe... (lloraba desesperada) M: No cariño... no lo vas a perder (no sabía qué hacer, era medico, pero no sabía qué hacer, estaba tan nerviosa que se había bloqueado completamente) E:... Maca... M: Voy a llamar a Cruz... E:... Maca... no me dejes sola... (la sostuvo por un brazo) M: No me voy cariño, pero déjame buscar el móvil un segundo mi amor E: Dios por favor ayúdame (Esther lloraba, por el miedo) Maca regresó con el móvil y llamó a Cruz, ésta estaba en el hospital y le dijo que llegaría con una ambulancia del samur en caso de que hubiera que trasladar a Esther M: Ya Cruz viene cariño (se sentó a su lado en la cama y le acariciaba la espalda y el vientre, Esther se dejaba hacer, por un momento olvidó todo lo que había pasado y aceptó el consuelo de su mujer) M: Ya verás que no va a pasar nada

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Esther no hablaba, había cerrado los ojos y se había quedado acurrucada en la cama, el dolor había cedido, estaba más tranquila A los diez minutos sonó el timbre, era Cruz que había llegado, Eva la acompañaba C: Hola, ¿qué pasó? Maca Eva: Hola Maca, ¿dónde está? M: Pasa, está en la habitación... estaba... estábamos discutiendo y de pronto le dio ese dolor... C: ¿Discutiendo? M: Luego te explico, vamos Llegaron hasta la habitación, donde estaba una Esther acurrucada en posición fetal de medio lado, con lágrimas en los ojos , al ver a Cruz, rompió en un llanto que le llegó al alma a Maca al saberse culpable de tanto dolor. Cruz se acercó hasta Esther y ésta la abrazó, Cruz volteó a ver a Maca, no entendía que había pasado pero tenía que haber sido algo muy fuerte para que Esther estuviera en esas condiciones, al ver a Maca vio que también ella lloraba, se le arrugó el corazón de ver a sus dos amigas sufriendo así E: ¡Cruz! ¡Por favor que no le pase nada a mi bebe! (lloraba muy asustada) C: Esther... dime donde te duele, ¿qué sientes? E: Aquí (le señaló el bajo vientre) pero fue una punzada muy fuerte mientras... (miró con rabia a Maca)... ya se me está pasando y me duele mucho la cabeza C: Déjame revisarte (sacó de su maletín lo que le hacía falta para auscultar a Esther) E: Quiero que Maca salga (dijo sin mirarla) M: Esther... E: ¡Vete! M: Esther... no me hagas esto... (unas lágrimas adoloridas cayeron por las mejillas de Maca) E: ¡Lárgate! Cruz no podía entender la actitud de Esther hacia Maca, pero se dio cuenta que la presencia de Maca estaba afectando a Esther C: Esther cálmate. Maca... lo siento... espera afuera... (le dijo Cruz con pesar) Maca se quedó unos segundos mirando a Esther, ¿por qué le hacía eso? ella tenía derecho a estar ahí, también era su hijo. Le dolía mucho no poder estar ahí y ver qué pasaba Pero decidió que mejor salía, no quería enfrascarse otra vez en una discusión, mejor no complicaba más las cosas. Salió y fue hasta la habitación de la niña a verla, la encontró despierta, sentada en su cama con carita de sueño M: Cariño estas despierta Paula: Chi...mami. están gitando M: Ehhh no cariño es... es el televisor que están pasando una película... (la tomó en sus brazos y la abrazó, mientras por sus mejillas corrían lágrimas de dolor) Paula: ¿Una peicula?

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M: Si mi amor ven es una peli, mami y yo no estamos gritando (era muy pequeña para entender, prefirió mentirle, la tomó en sus brazos y la besó repetidas veces, Paula recibía encantada esos besos de su madre) Tienes hambre, vamos a desayunar ¿sí? Paula: ¡Chi! (se agarraba de Maca e iban a la cocina, Maca al pasar por la habitación miró, pero Cruz había cerrado la puerta no pudo ver nada Mientras, Cruz sacó el estetoscopio, el tensiómetro y procedió a revisarla, procedió a auscultarla a ella y los latidos del bebe, revisó su ropa interior y le hizo un tacto para ver si tenía dilatación, los latidos del bebe se escuchaban bien, estaba bien posicionado, Esther no había sangrado ni había dilatado. Lo que si le preocupó fue la tensión de Esther C: Esther tienes la tensión alta, no me gusta nada E: Cruz... es que... C: Si es tensión emotiva, debes tranquilizarte no es bueno en tu estado y menos para el bebe, si sigues así puedes desarrollar una preeclampsia, sabes que eso es muy peligroso, se pondría en riesgo la vida de tu hijo E: Lo sé Cruz pero no pude evitarlo (rompió a llorar en brazos de Cruz) C: Shhh tranquila, tranquila (le acariciaba la cabeza) ven, abre la boca (le colocaba unas gotas de flores de bach debajo de la lengua) E: ¿Qué es? C: Es un tranquilizante natural, no es dañino para el bebe no te preocupes. Verás que te vas a sentir mejor, quédate acostadita y verás como te relajas y te baja la tensión E: ¿Cómo está mi bebe? C: Está todo bien Esther, su latido está bien, no has sangrado ni dilatado, lo que sentiste fue una contracción de Braxton Hicks, fue algo muy puntual por el esfuerzo que has hecho, esas contracciones dentro de lo que cabe son normales. Lo que si me preocupa es ésa tensión. Voy a recetarte reposo hasta el nacimiento del bebe, lo siento Esther, debes quedarte en casa y preferiblemente acostada E: Sí creo que es lo mejor, de todos modos ya me faltaba poco para la baja. ¿Me puedes hacer el favor de gestionarla? C: Sí claro yo me encargo no te preocupes, ya regreso voy a hablar con Maca, está muy angustiada La dejó así acostada, con Eva que seguía revisando sus signos, salió a hablar con Maca. Se la encontró sentada en el sofá con la niña a un lado que estaba viendo los dibujos animados en la televisión. Se acercó y se sentó a su lado C: Hola cariño (saludó a Paula con un beso) Paula: Hoda cus M: Jajaja, Cruz, cariño (la corrigió Maca) Paula: Clusss (decía convencida la niña) C: Jajaj da igual M: ¿Cómo está? (le preguntó en voz baja para que la niña que estaba concentrada en sus dibujos no la escuchara C: Maca, está muy alterada, le subió la tensión. Le di algo para la tensión y para que se calmara y la dejé acostada, verás que se quedan dormida en un rato M: ¡Maldición! C: Va a tener que hacer reposo, le acabo de recomendar que se tome ya la baja M: ¿Lo aceptó?

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C: Sí, sabe que es lo mejor, necesita reposo, no podemos arriesgarnos, en ése estado y trabajando hay peligro que le siga subiendo la tensión y con una preeclampsia puede perder al bebe M: No, Dios mío C: Tranquila Maca, Ahora está descansando y bueno quedándose en casa, la mayoría del tiempo acostada, sin alteraciones, verás que todo va bien Eva: Nosotros nos vamos, nos acaban de llamar, Cruz ¿tú te quedas? (salía Eva que se había quedado charlando un rato con Esther) C: Sí yo me quedo un rato más, tranquila, hasta luego y gracias M: Gracias (estaba afligida y derrumbada, con los ojos rojos) gracias C: Tranquila (Cruz la abrazó, para darle apoyo, estaba muy mal pero optó por no preguntar nada de lo que había pasado, prefirió que Maca hablara en cuanto se sintiera con fuerza) mañana la tienes que llevar al hospital para que la vea su ginecóloga y le hagan un eco, seguramente te dará una fecha para hacerle una cesárea, así no podrá dar a luz de forma natural M: Sí C: Quédate tranquila, está todo bien, fue una contracción B, los latidos del bebe están bien, Esther no sangró, quizás con el esfuerzo de la discusión hizo fuerza... M: Ha sido... ha sido terrible Cruz... yo... yo... C: Lo imagino, Esther está muy mal Maca le contó cómo pudo, todo lo que había ocurrido, desde el principio C: Maca es que es tan... no sé... no quiero desanimarte pero lo vas a tener muy difícil con Esther. Y en ése estado, hay que tener cuidado M: ¡Dios mío! Se descontroló completamente, se puso como una loca no me dejó explicarle C: Es que es fuerte Maca M: ¡Lo sé! ¡Es muy fuerte! ¡Las imágenes me impactaron también a mí! ¡Pero no debió reaccionar así sin darme la oportunidad de explicarme Cruz! ¡Yo también he sido víctima en esto! Yo... yo no recuerdo nada es la verdad Cruz, ¡no estoy mintiendo! (puso su cara entre sus manos agobiada y se echó a llorar desesperada) C: Shhhh, tranquila Maca, lo sé, no tienes que justificarte, entiendo por lo que estás pasando es muy duro e injusto, pero no puedes derrumbarte ahora M: ¡No se qué hacer Cruz! ¡yo venía tan tranquila y me encuentro con esto! C: Sí... M: Estábamos tan ilusionadas. ¿Sabes? Habíamos planificado que éste fin de semana nos íbamos a dedicar a decorar la habitación de nuestro hijo, tenemos todo comprado, íbamos a pintar la habitación, decorarla... ¿y ahora? C: Maca... M: ¡Ahora ni siquiera deja que me le acerque! ¡No es justo Cruz! C: Lo sé cariño, es terrible, no sé qué decirte, quiero ayudarte pero no sé como M: Ya has hecho bastante, ya ves que a mí no me deja. ¡Por favor que no les pase nada ni a ella ni al bebe! C: Tranquila, vendré a verla seguido. ¿Tú que vas a hacer? M: No sé... no sé... tengo la cabeza que me da vueltas. Lo del video, la discusión y ahora el susto que hemos pasado, no he tenido tiempo ni de pensar C: Bueno, por ahora tienes que descansar y dejar descansar a Esther, les hace falta. Maca ¿no crees que sería bueno que llamaras a Encarna?. Creo que es mejor que esté ella aquí, ya ves como se pone Esther contigo

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M: Sí... que ironía, ¡de pronto me he vuelto un monstruo al que no puede ver!... C: Maca... sabes que ella te adora... pero debes entenderla, debe ser muy duro ver a la persona que amas en las condiciones que tú dices estabas en el video M: Sí... entenderla la entiendo. Es terrible también para mí verme en ésta situación, saber que jamás he engañado a Esther y ver de repente que hay pruebas de lo contrario que no sé que hicieron conmigo como llegue a hacer eso C: Maca, todo esto es muy extraño... M: No entiendo nada, la cabeza me da vueltas. Esther debería confiar más en mí y permitirme explicarle todo esto C: Maca... y seguro confía en ti... pero por mucho que confíes en alguien... ver con tus propios ojos algo así te hace dudar ¡eh! M: Lo sé... lo sé... ¡jamás podrá olvidar ésas imágenes! C: Ahora está perturbada, ya verás que luego con la cabeza fría, cuando se le pase la conmoción pensará mejor las cosas y podrás hablar con ella M: Eso espero... voy a llamar a mi suegra para que venga. ¡Pero yo no pienso irme de aquí! C: No lo digo para que te vayas es que como está tan nerviosa y se pone peor contigo, es bueno que no te quedes sola aquí con ella M: ¡No puedo creerlo, no puedo creer que ahora resulta que mi presencia le haga daño! (rompió en llanto, Cruz la abrazó, Maca estaba desecha) Maca llamó a Encarna. Cruz tenía razón, si ella se quedaba sola con Esther, se podría alterar y subirle nuevamente la tensión. En cuanto llegó Encarna, Cruz se despidió con la promesa de regresar temprano en la mañana a ver a Esther M: Encarna, gracias por venir tan pronto En: Hija, ¿qué pasa? M: No lo sé Encarna, ¡no puedo explicar nada porque yo misma no lo sé! En: ¿Y Esther? M: Está dormida, Cruz le dio algo para tranquilizarla, venga siéntese Se sentaron y con vergüenza Maca, sin darle muchos detalles escabrosos, le contó todo lo que había sucedido En: ¡Dios mío! ¡¿Que me estas contando?! ¡Esto es una locura! M: Sí que lo es, pero usted me conoce Encarna, sabe que adoro a Esther, nunca le haría algo así En: ¿Cómo pudo suceder algo así? M: No lo sé, le doy vueltas a la cabeza y... no sé En: ¿Tú no conocías de nada a ésa chica? ¿De donde salió? M: ¡Le juro que nunca la había visto! la conocí en el aeropuerto En:... Bueno, hija tranquilízate, vamos a esperar que Esther reaccione y puedan hablar M: Lo sé Encarna, pero Esther no me quiere ver, se pone muy nerviosa, está como loca. No quiero que se altere más, le puede hacer daño en su estado En: Vamos a darle tiempo, ahora debe estar muy dolida, déjala que piense M: ¡Que piense! ¿Y mientras tanto? En: Ten paciencia hija, deja que su rabia pase un poco y ya verás cómo va a pensar con claridad y te dejará hablarle M: No lo sé Encarna, ella me miró con tanto odio

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En: Bueno ahora está dormida, yo me voy a quedar con ella en la habitación, tú deberías acostarte a descansar acabas de llegar de una guardia, debes estar cansada M: Sí, yo me voy a acostar en la de invitados, estoy muy cansada, descanso un rato y luego ya veré. Hasta ahora Encarna llámeme cualquier cosa por favor En: Sí tranquila hija, descansa Maca antes de ir a acostarse, pasó por la habitación donde estaba Esther, despacio abrió la puerta y asomó la cabeza, Esther estaba echada de lado y tenía los ojos cerrados, no sabía si dormía o no, la observó en silencio unos instantes, al recordar todo lo que había sucedido instantes antes, una gran tristeza la sacudió, salió de allí y se fue a la otra habitación a descansar, no tenía sueño a pesar de haber estado más de 24 horas seguida en el hospital, pero estaba muy cansada, debía descansar un rato y poner su cabeza en orden. Le estuvo dando vueltas a todo, revisando detalle por detalle y cada vez estaba más confundida, al rato se quedó dormida Encarna fue hasta la habitación de Esther a ver si seguía durmiendo y así era, fue a ver a la niña y la encontró jugando concentrada con unos cuentos que tenía en su habitación, esa niña era un ángel, se quedó con ella, la vistió y la llevó a su escuela infantil, quedaba muy cerca de casa, así que no se tardaría nada. Mientras Encarna llevaba a la niña, Esther se levantó había escuchado levemente el ruido de la puerta, estaba pendiente de su hija, no sabía que su madre había ido, fue hasta la habitación de la niña y no la encontró E: Paula...Paula... (la buscaba desesperada, estaba confundida, se sentía mareada y ahora no veía a Paula, dio vueltas por toda la casa, al llegar a la habitación de invitados vio a Maca acostada) E: ¡Donde esta mi hija! (gritó despertando a Maca sobresaltada) M:... Eh... ¿qué? E: ¿Dónde tienes a mi hija? ¿Respóndeme? M: Esther... no sé... E: ¡¿Tú nunca sabes nada verdad?! En ese momento llegaba Encarna y escuchaba los gritos de su hija, fue hasta la habitación En: Esther ¿qué pasa?... ¡cálmate! E: Mama, mama, ¿dónde está Paula? Ella... ella En: Esther... la acabo de llevar a su escuela Esther, se le quedó mirando y luego volteó a ver a Maca y con un muy mal tono le dijo E: ¿Puedo saber que haces aquí todavía? ¡Habías dicho que te ibas! ¡Vete! M: Esther cariño no me hagas esto... E: ¡¡No me digas cariño!! No seas hipócrita, ¡Tçu nunca me has querido! En: ¡Esther te estás pasando con Maca! E: ¡No mama! ¡yo soy tu hija! Ella no es nada tuyo, ¡no te pongas de su parte! ¡No deberías defenderla a ella! (le decía a su madre con un gesto lleno de rabia con los dientes apretados) En: ¡Hija estás siendo muy cruel, no hables así de Maca!

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M: Encarna, tranquila, no te preocupes, déjalo, está ofuscada y no piensa con claridad E: ¡JA! ¡VETE! En: ¡Hija, hija por favor no te alteres! E: No me voy a calmar mientras ella esté aquí. ¡Que se vaya! M: No me voy a ir hasta que me oigas, tenemos que hablar E: Tú y yo no tenemos nada que hablar, ¡sal de aquí! ¡Vete, vete! ¡No quiero verte! ¡Te odio! (salió hecha una furia de la habitación) En: Maca M: Tranquila, está muy herida, no hay forma, mientras esté así no voy a poder hablar con ella En: Y ¿que vas a hacer? M: No lo sé, ya ves como se pone. Tengo miedo que le vuelva a subir la tensión y se ponga mal, creo... creo que mejor me voy y cuando esté más calmada hablare con ella En: ¿Y a dónde vas a ir Maca? M: No lo sé, iré a la casa de la sierra En: Está muy lejos para que te vayas ahora así, toma (le dio unas llaves que sacó de su cartera) M: ¿Qué es esto? En: Son las llaves de mi casa, vete para allá M: Encarna, gracias... no sé qué decir... En: No tienes que decir nada hija, ve para allá quédate tranquila el tiempo que sea, yo me quedaré aquí y en cuanto la vea más calmada te aviso M: No entiendo, porque usted sí confía en mí y me cree y ella que se supone que me ama, me condenó culpable En: Es muy fuerte lo que ella debe haber sentido, ella te ama y se sintió traicionada, Maca ella te tenía en un pedestal, no esperaba algo así M: Pero yo nunca le haría algo así, ¡porque no me cree! En: Dime una cosa Maca, si a ti te llegaran con un video así, que yo no he visto pero ya me imagino cómo debe ser, ¿tú cómo estarías? M: Tiene razón, mal muy mal, quizás hasta peor que ella. Pero no sé qué hacer... voy a buscar algo de ropa y me voy En: Sí hija es lo mejor, lo siento Maca entró en la habitación, Esther no se inmutó estaba apoyada en la ventana mirando hacia afuera, escuchó a Maca mientras abría el closet, sacaba un bolso y metía algo de ropa, no se movió, no podía, sus pies habían echado raíces en el suelo, sus ojos derramaban lágrimas que rogaba Maca no viera, quería seguir siendo dura. Maca también lloraba al ver su indiferencia y no mover un dedo para evitar que se fuera, definitivamente era lo que quería Esther, no le daría la oportunidad de defenderse M: Esther... E:... M: Esther... me voy... voy a estar en casa de Encarna... espero que pronto estés mejor y me des la oportunidad de hablar, te juro que voy a averiguar que es todo esto E:... M: Esther (Maca se acercó más a Esther pero sin tocarla, Esther sentía la respiración de Maca muy cerca de ella) Entiendo que lo que viste es... muy fuerte... pero te juro que yo no... Esther ¿acaso no te he demostrado siempre que te amo más que a mi vida, que nunca te haría algo así? E:...

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M: Está bien, me voy no puedo más, nunca olvides que te amo Esther Maca se fue con el corazón destrozado, no quiso seguir hablando se dio cuenta que eran palabras al viento, Esther estaba completamente cerrada, al salir de la habitación Esther no pudo más, se derrumbó, y se echó sobre la cama a llorar Al irse, Encarna se asomó en la habitación, Esther estaba acurrucada encogida sobre sí misma, en la cama, de espaldas a la puerta con los ojos cerrados, notaba que había llorado porque estaba hipando En: Hija (se acercó hasta ella, Esther al escuchar a su madre se incorporó y se abrazó a ella con necesidad) E: Mami... mami... no lo soporto, ¡me duele mucho! ¡Porque me hizo eso! (decía entre sollozos) En: ¡Tranquila mi amor! Maca salió desesperada, no sabía qué hacer, Se sentía humillada con lo que había visto en el video, dolida y decepcionada con la reacción de Esther Necesitaba hablar con alguien, que la ayudara, luego iría a casa de Encarna. Llamó a Claudia y se fue para su casa Durante todo el camino se esforzó en recordar esa maldita noche, pero nada, lo había olvidado completamente. Estaba tan molesta consigo misma por lo tonta que había sido, no debió hacerle caso a esa mujer, como había sido tan confiada con esa zorra de Carla, pero que se iba a imaginar que pasaría todo esto y porque le negó lo que había pasado, porque aunque no recordara absolutamente nada, había pasado y mucho, estaba en el video, era ella. No pudo evitarlo rompió a llorar hasta que llegó frente a la casa de Claudia y ésta le abrió preocupada Claudia: Entra. ¿Qué pasa Maca? M: Esther me echó de casa (entró y se tumbó en el sofá) Claudia: ¡¿Qué?! Pero ¿por qué? ¿Qué pasó? (se sentó a su lado sorprendida) Maca no aguantó y explotó, comenzó a llorar, con tanta fuerza que sentía que se ahogaba, no podía hablar. Claudia le preparó una tila para que se calmara. Al calmarse Maca le contó lo que había pasado Claudia: Pero... esto parece una película... ¡será hija de puta! Pero... Maca, no es que desconfié de ti, pero ¿estás segura que no pasó nada? tú sabes un momento de locura lo tiene cualquiera M: ¡Claudia! ¡Sabes que adoro a Esther jamás le haría algo así! Claudia: Pero, no sé... la chica según dices estaba muy buena y... M: ¡Que no Claudia! ¡Nunca pasó por mi cabeza serle infiel a Esther! ¡No pasó nada!... Sucedió así como te acabo de contar. Cuando desperté en la mañana, la vi ahí a mi lado. Ella me dijo que no había pasado nada y ahora está ese video tan... (puso cara de desagrado) Claudia: ¿Tan qué?

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M: No lo sé... sabes que nunca he sido una santa, que he tenido parejas antes de Esther, que soy pasional. Que el sexo siempre me ha gustado... Claudia: Lo sé tengo pruebas de eso... M: ¡Claudia! Claudia: Perdón... perdón... M: Pero te juro que no parecía yo, jamás me había visto así, parecía un animal en celo, era ¡sexo duro y puro!... no podía creerlo... lo estaba viendo con mis propios ojos... ¡era yo pero no recuerdo haber hecho eso! ¡Sentí vergüenza de verme a mí misma con esa mujer! No te imaginas lo que sentí al ver el asco en los ojos de Esther Claudia: Maca, me dijiste que habían estado cenando, ¿te pasaste con la bebida? M: ¡No! ¡Sólo recuerdo haberle dado un sorbo a la copa de vino y desde ahí no recuerdo nada! Claudia: ¡Esto si está raro de verdad! Y sabes de donde es ésa mujer, ¿te dio su teléfono? M: ¡No!... pero... espera, ella me llamó y... debe estar en el registro de llamadas recibidas de mi móvil (se levantó corriendo y con prisa buscó su móvil y comenzó a revisar la lista, encontrando un número desconocido para ella cuya llamada era en la fecha que recordaba la había llamado) ¡aquí está! Voy a llamarla Llamó, pero en el número en cuestión no respondía nadie M: ¡Nada! ¡Maldición! Claudia: Cálmate Maca. Ahora yo me pregunto, ¿qué razón tendría esa chica para hacerte esto? Te pidió dinero, ¿te chantajeo? M: No para nada, desde que me trajo el cuaderno al hospital y se dio cuenta que no le seguía la corriente, no volvió a llamarme Claudia: Entonces ¿para que hizo esto? ¿Será una psicópata? Y como logró que hicieras todo eso que dices y no recuerdas nada M: ¡No lo sé! ¡No lo sé! ¡Me estoy volviendo loca! ¡Esther no quiere ni verme! ¡Está fatal! Claudia: Es comprensible Maca. Tranquila, ven descansa, tú estás llegando de tu guardia y yo tengo que irme a trabajar. Cuando regrese con la mente más fresca pensaremos, acuéstate, debes estar agotada M: Sí, pero voy a llamar antes a Encarna, quiero saber cómo está Esther Maca llamó a Encarna, ésta le dijo que no había cambiado mucho el panorama, pero que Esther estaba un poco más tranquila. Que había llamado al hospital para decir que estaba enferma y no iría ése día a trabajar. Encarna le comentó a Maca que Esther solo le mostró las fotos pero no quiso mostrarle el video. Maca internamente agradeció a Esther ése gesto, se moriría de vergüenza si su suegra la hubiera visto de ése modo. Terminaron de hablar e hizo un nuevo intento de llamar al teléfono de Carla, pero igual sin resultados. Hasta el día siguiente no tenía que ir a trabajar, aprovecharía para averiguar algo, pero ¿cómo? Decidió irse a acostar, necesitaba descansar al menos dos horas, estaba realmente agotada Antes de quedarse dormida había estado pensando, quien podía haberle puesto esa trampa, después de todo Carla no la había chantajeado así que ese no era el motivo, ella no la conocía tenía que haber alguien detrás de Carla, pensó al principio en Vero, pero luego descartó la idea. No tenía a más nadie en su lista de posibles sospechosos, alguien

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se dio la molestia de tramar toda esa trampa contra ella, tenía que averiguar quién le había hecho llegar ese material a Esther M: Esther cariño, ¡porque nos hacen esto! No podía olvidar esos ojos con los que la miró, sabía que aunque se aclarara que había sido una trampa, difícilmente a Esther se le olvidarían las imágenes que vio en ese video La alarma de su móvil sonó, la había puesto para no dormir más de dos horas, no podía perder tiempo, tenía que averiguar qué era lo que había pasado. Necesitaba ayuda, estaba bloqueada, le daba vueltas a la cabeza y cada vez estaba más confundida Lo que le dijo Claudia le hizo pensar que podría tratarse de una estafa. Llamó a Cristina, ella era asesora legal de la policía de investigaciones, Cristina además de su bufete privado tenía años trabajando con ellos, por lo tanto podría ayudarla a averiguar, tenía experiencia y muchos contactos que podrían ayudarla a localizar a esa mujer. No tenía duda de que todo había sido planificado, mientras más lo pensaba se daba cuenta que el encuentro con Carla no había sido algo al azar Cristina estaba en reuniones y no podía atenderla ése día, pero quedaron para la hora de almuerzo del día siguiente y almorzando conversarían. Salió de casa de Claudia y se fue a casa de Encarna, se dio un baño y volvió a llamar al móvil de Encarna para saber de Esther, la llamaba prácticamente cada hora para saber de ella Al verse completamente sola en la casa de Encarna toda la fuerza que había tenido se desplomó, se sentó sobre el sofá envuelta en un llanto que retumbaba en las paredes de esa solitaria casa, no podía creer como en unos minutos su vida había cambiado, de estar inmensamente feliz con su mujer, su hija y su futuro hijo ahora lo había perdido todo. Se sentía completamente sola, repetía en su mente las palabras hirientes que le había dicho Esther, su mirada llena de odio y dolor, esas imágenes en el video la hicieron sentir sucia, la habían humillado, ultrajado. Se estaba volviendo loca pensando en lo que le habían hecho. Aunque no era afecta de tomar calmantes, en ese momento lo necesitaba, se tomó uno, debía descansar al día siguiente debía trabajar Esther se había quedado dormida luego de una ronda de llanto con Encarna. Pero no dormía tranquila, lo hacía agitada por una pesadilla donde aparecía una y otra vez las imágenes de Maca con ésa mujer E: No... no... Maca... no... ¡NO! (gritó histérica, asustando a Encarna que llegó corriendo a la habitación) En: Hija... ¿qué te pasa? (se sentó a su lado, Esther respiraba con dificultad y sudaba copiosamente, no podía ni hablar, Encarna le acercó un vaso con agua que tenía sobre la mesita) toma hija E:... Ya... ya... En: Cariño... E: Ya pasó... fue una pesadilla mama En: Hija... no puedes seguir así E: Mama, por favor... déjame

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En: Te vas a enfermar Maca en la mañana llegó más de una hora antes al hospital, no podía quedarse en la casa, las paredes se le caían encima, se estaba ahogando. Llegó al hospital con el peso de todo lo sucedido sobre sus hombros M: Buenos días Teresa T: Buenos días Maca, ufff menudas ojeras Maca, ¿no has dormido bien? M: He tenido muy mala noche ¿cómo va todo por aquí? T: Como siempre hija, como siempre. ¿Y Esther? M: No va a venir Teresa, no se sintió bien, ya se va de baja T: Pero si aun no es tiempo... ¿se siente mal? M: Le subió un poco la tensión... Cruz le recetó reposo T: Uf pobre... Maca fue a cambiarse y cuando se dirigía a urgencias se cruzó con Cruz, se saludaron y caminaban juntas a urgencias C: ¿Cómo estás? M: Fatal C: ¿Cómo está Esther? M: Igual, esta mañana hablé con Encarna y me dijo que estaba igual, que no se ha parado de la cama C: ¿Tú no estás en la casa? M: No... Esther me echó... ella se pone muy mal conmigo y tengo miedo que le vuelva a subir la tensión... así que, preferí irme mientras se tranquiliza C: Uf... me da tanta tristeza verlas así (le frotaba el brazo en señal de apoyo) M: ¡No sé qué hacer Cruz, cada minuto que estoy lejos de ella muero por dentro y saberla sufriendo sin yo poder hacer nada para evitarlo es horrible! C: Hoy la tiene que ver su ginecóloga, ¿cómo va a venir? M: Encarna me dijo que la trae en un taxi (le dijo a Cruz con tristeza) C: Está bien, estaré al pendiente... Tienes que tener paciencia Maca, eres inocente ya verás como sales de esto M: No lo sé Cruz, no sé si soy inocente, no recuerdo nada. Yo lo veo tan difícil C: Sí...pero... Ay Maca no sé qué decirte es que es algo tan aterrador, que te pase algo así y no recordarlo. Yo creo que a ti te pusieron algo en la bebida M:... ¿Tú crees? C: Es que no hay otra explicación. Sino, ¡como no te vas a acordar de algo así! M:... ¡Dios!... que tonta fui (Maca se detuvo y se puso las manos en la cabeza) es que yo... a partir de la copa de vino ya no recuerdo nada...pero ¿cómo?... no entiendo... C: En algún momento de distracción tuvo que ponerte algo M: ¡Que tonta he sido! ¡Será hija de puta! Es que todo... ¡todo lo tenía planeado desde que se me acercó! Llegaron a urgencias y no pudieron seguir hablando, llegaba una emergencia y Cruz tuvo que atenderla. A Maca le temblaban las piernas tuvo que apoyarse un momento en el mostrador de la recepción, luego se fue a uno de los boxes a atender un paciente

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Mientras en la casa, estaba una Encarna tratando de animar a su hija, aún no había llevado a la niña a la escuela ya que no quería dejar sola a Esther, esperaría que alguien llegara para poder ir Entró a la habitación y encontró a Esther igual que la noche anterior, acostada acurrucada y con la almohada de Maca entre sus brazos, le daba la espalda a la puerta y estaba de frente hacia la ventana. Encarna le dio la vuelta a la cama y se sentó al lado de su hija en la cama, estaba llorando En: Hija... E:... Mmami En: Cariño... no llores mas... me parte el alma verte así E: Mami por favor no me pidas eso... me duele mucho... no puedo soportarlo... En: Lo sé pero piensa en el bebe... en Paula... pon de tu parte, tienes que levantarte E: ¿Dónde está Paula? En: Está jugando en su habitación, quería entrar pero le dije que estabas dormida... no puede verte así E: Mami lo siento... pero... En: Vamos levántate, párate un poquito, échate un bañito y sales un rato a estar con Paula y te distraes un rato... la niña te extraña, recuerda que en la tarde tenemos que ir al hospital E: Sí... tienes razón... voy a... (trató de levantarse, pero se sintió mareada y volvió a acostarse) En: Hija... E:... Más tarde me levanto... ahora déjame aquí un rato En: Está bien voy a traerte el desayuno para que cojas fuerza E: No tengo hambre, no me traigas nada En: ¡Esther! vas a desayunar algo aunque tenga que dártelo a cucharadas, ¡piensa en tu bebe! E:... Está bien Encarna salió muy preocupada, fue hacia la cocina a prepararle algo, pero antes llamó a Cruz y le comentó como estaba Esther. No la veía bien, Cruz le prometió que iría a verla en cuanto tuviera un tiempito y trataría de llevar a la ginecóloga y el eco portátil. Cruz prefirió no comentarle nada a Maca sobre la llamada de Encarna, ya estaba muy preocupada y con esto la pondría peor. A la hora de almuerzo le avisó a Teresa que se ausentaría una hora que iría a ver a Esther que no se sentía muy bien, no le dio más detalles Al rato Maca, salía vestida, iba a su reunión con Cristina, al pasar por recepción, le avisó a Teresa que se ausentaba M: Teresa, me voy fuera regreso en una o dos horas, por favor si me necesitan me llamas a mi móvil T: OK, ¿tú también vas donde Esther? me la saludas y que se mejore M: ¿Dónde Esther? T: Sí, Cruz y Sonia se fueron hace un rato, me dijo que iban donde Esther que no se sentía bien... pero...

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Maca no la dejó terminar de hablar y se fue directo a casa, a ver como estaba Esther, si Cruz fue a ésa hora tenía que ser por algo. Llegó y Encarna le abrió M: Que pasa Encarna, ¿qué tiene? En: Hija... tuve que llamar a Cruz, la veo muy mal, no quiere levantarse de la cama... solo hace llorar y llorar, no quiere comer... M: ¿Por qué no me avisaron? En: Hija sabes cómo se pone... yo... M: ¡Sí claro! ¡Tienes razón y como soy yo la que la hace sufrir! En: Maca, no pienses eso. Tú no tienes la culpa. Yo sé que las dos están sufriendo. Ella sufre porque te ama demasiado le duele demasiado lo que ha pasado En ese momento salía Cruz y la ginecóloga de la habitación de Esther M: ¿Cómo está? (se acercó a ellas preocupada) C: Tranquila Maca, está bien, por lo menos físicamente, lo que temo es que caiga en una depresión. Está muy débil, desde ayer no ha querido probar bocado Ginecóloga: Tranquila, el bebe está bien, aquí tienes un récipe de algunas cosas que debe tomar, Maca en cinco semanas le haremos la cesárea, no podemos esperar a que se le presente el parto, su tensión no soportaría el esfuerzo de un trabajo de parto M: Pero ¿el bebe...? Ginecóloga: Tranquila está todo bien, está perfecto para nacer, la voy a estar viendo, espero que para dentro de unos días ya esté mejor de ánimo y venga ella al hospital M: Dios mío (se sentaba en el sofá y hundía su cara entre sus manos) C: Maca (se sentaba a su lado y acariciaba su espalda) esto la está afectando mucho, tiene la tensión muy inestable y se está hundiendo en una depresión, yo creo que sería bueno llamar a Carlos, Esther necesita ayuda psicológica M: Sí Maca se levantó y se dirigía a la habitación de Esther, pero a medio camino se detuvo se dio la vuelta y sin mediar palabra salió de la casa. Tenía que reunirse con Cristina, buscarle una solución a todo eso Se fue directo a la oficina de Cristina ella ya la esperaba, le contó todo con lujo de detalles Cristina: Ufff es increíble lo que me estás contando M: Sí Cristina: ¿Sabes? En mi trabajo con la policía veo de todo, tú no te lo puedes ni imaginar, pero lo que yo estoy sospechando que pasó aquí es algo que seguramente debes haber visto tú también en el tuyo M: No te entiendo, ¿que? Cristina: ¡Por eso siempre se dice que los toros se ven mejor desde la barrera! M: Cristina por favor no estoy para refranes Cristina: Si disculpa. ¿Tú no has oído hablar de la escopolamina? M: Sí claro la usan mucho en gastroenterología para las exploraciones, pero que tiene que ver

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Cristina: Maca ese es el uso medicinal pero en manos inescrupulosas lo usan para delinquir, violar etc M:... ¡Maldición! ¡Será hija de puta! ¡Claro! Cristina: Así es, esa es la única explicación que yo le encuentro a que tú hayas hecho todo lo que te pidió y no recuerdes nada, en la delegación he visto muchos casos de violaciones con esa droga. Ya no te lo podemos detectar en sangre porque eso solo es posible unas horas después de haber sido ingerida, pero por las características es lo más seguro M: Entonces... yo...yo hice todo eso (se tumbó abatida sobre el sillón) Cristina: Maca tú actuaste así porque ella te fue dirigiendo, esa droga anula por completo tu voluntad, en realidad tú fuiste violada. Tenemos que averiguar quién es esa mujer, porque lo hizo y si fue por orden de alguien, porque no se trata solo de lo que pudo pasar esa noche sino todo un plan bien orquestado, ¿tú tienes a algún sospechoso? M: No (le respondió débilmente, en su corazón se había instalado la desazón de saber que había estado con esa mujer que aunque no fue voluntario había traicionado a Esther) C: Sabes el nombre completo de ésa mujer, ¿de donde es? M: Se presentó como Carla, me dijo su apellido pero no lo recuerdo, la verdad no le presté atención C: ¿No tienes más detalles? M: Nada, lo que sí sé es que era de aquí de Madrid, a los dos días de haber llegado de Oslo, me trajo un cuaderno al hospital C: ¿Fue al hospital? ¿Y te dijo algo, te pidió algo? ¿Trató de chantajearte? M: Nada sólo me invitó a tomar un café y yo la rechacé, a partir de ahí no he sabido nada de ella C: Maca ¿estás completamente segura que no la conocías de antes?, quizás la has olvidado y sea alguien del pasado obsesionada contigo M: Para nada, no la conocía. Cristina me estoy volviendo loca tratando de recordar algún detalle, ¡la cabeza me va a explotar y nada! Quiero aclarar esto por Esther pero también por mí, no sé qué fue lo que me pasó, porque actué así, es una noche de mi vida que se ha borrado por completo de mi memoria, ¡no sé que me hicieron! C: Maca, tranquila. De alguna forma debemos averiguarlo, pero yo no creo que se trate de una estafa ni nada con intención económica, si hubiera sido así te hubiera contactado a ti antes y te hubiera chantajeado con el video M: ¿Qué quieres decir? C: Que de ser una estafa o algo parecido te hubiera contactado y amenazado con darle el video a Esther sino hacías lo que te pedían pero no fue así M: Fueron directo con Esther... C: Maca esto es algo más personal, creo que la verdadera intención era separarlas a ustedes, por eso fueron directamente con ella y le entregaron el video. Tiene que ser alguien que las conoce, alguien que las odia, una ex tuya o de ella M: ¿Algún ex? ¿Pero quién? C: Maca... desde que me dijiste que se lo dieron a Esther directamente yo empecé a sospechar del ex de ella. Recuerda que el ex de Esther, es una persona capaz de todo y sabes que no le gustó nada la relación de ustedes, no olvides todo lo que pasó que las amenazó con separarlas M: Dios mío...que tonta he sido... (Maca se levantó y empezó a caminar de un lado a otro, nerviosa por la oficina) C: Espera un segundo. Voy a llamar al comisario Zapata, él nos ayudará y me dirá que debemos hacer

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Mientras Cristina llamaba al comisario Maca se sentó abatida, le daba vueltas la cabeza, ahora veía todo más claro, tenía que haber sido Roberto el que había maquinado todo eso, también se le había clavado una duda en el corazón, en qué momento Roberto le dio el video a Esther es que acaso se habían visto, porque no se lo dijo Cristina: Ok, trataré de conseguirlo, Gracias Zapata, en cuanto lo tenga te llamo (hablaba Cristina con el comisario) Cristina: Listo, Maca, Zapata me dice que es importante saber quien le dio el video, analizarlo, ver cómo fue grabado, si es real o está trucado y de ser real, ver si es el original o está editado, además me comenta que pueden detectar por tu actuación si estabas bajo los efectos de alguna droga M: Me da mucha vergüenza que estén viendo ése video Cristina: Sí, lo siento Maca, pero no hay otra forma, debes conseguirlo M: Sí... se lo pediré a Encarna Cristina: Bien M: ¿Cómo puede haber una persona capaz de hacer tanta maldad?, Roberto tiene que pagar lo que nos ha hecho... lo que me ha hecho... esa mujer... me (rompió a llorar en brazos de Cristina) Cristina: Maca tranquilízate, tienes razón en sentirte así pero él pagará todo lo que ha hecho. Recuerda que la interpol está detrás de él, y lo último que me han dicho es que hay un infiltrado que ha aportado pruebas contundentes para atraparlo es cuestión de días para que caiga. Déjalo en manos de las autoridades no te ensucies las tuyas M: Eso espero, aunque ya nos hizo mucho daño, logró lo que quería, nos separó Esther me odia (decía Maca desanimada) A pesar de todo Maca regresó al hospital algo más optimista. En el camino llamó a Encarna para preguntar por Esther, le dijo que estaba más tranquila, Cruz le había dado algo y se había quedado dormida. Le contó lo del video y Encarna le prometió conseguírselo Mientras en casa, las cosas seguían igual, Esther no quería pararse de la cama, no quería comer, solo lloraba. Encarna estaba muy preocupada, no había logrado que comiera Cruz llegó a verla y al encontrarla en el mismo estado, tuvo casi que obligarla a que se parara de la cama y que comiera algo, ya tenía dos días así, la amenazó con llevarla al hospital y ponerle una vía con sueros si no ponía de su parte. Esa falta de alimentos y depresión le podía hacer daño al bebe. Sólo así reaccionó un poco y se dio cuenta que su actitud podría afectar a su hijo, sólo se levantó para darse un baño y pudo ingerir un poco de sopa y un zumo de frutas, se volvió a acostar y les rogó que no la obligaran a pararse ya que no se sentía con fuerza, que la dejaran acostada sólo quería dormir todo el día, dormir y dormir para no pensar, pero no era cierto, mientras estaba despierta pensaba en Maca en lo que le había hecho y cuanto le hacía falta pero mientras dormía tenía pesadillas Maca iba todos los días para ver a Paula, no quería que la niña se viera afectada con su partida, le decía que estaba fuera porque tenía mucho trabajo, la niña en su inocencia lo había creído, en las mañanas se encargaba de llevarla a su escuela, cada vez que iba a buscar a la niña, si Encarna le decía que Esther dormía entraba y se asomaba a la habitación se conformaba con verla de lejos, sino no pasaba de la entrada

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Encarna le había conseguido el video a Maca, le había costado encontrarlo ya que Esther lo había escondido. Maca inmediatamente se lo entregó a Cristina, que lo mandó a analizar De pronto Esther le pidió a su madre que quería irse de ahí, se levantó y recogió algunas cosas, todo le recordaba a Maca y se ponía peor, prácticamente le rogó que se fueran para casa de Encarna y así lo hicieron. Encarna llamó a Maca para decirle lo que había decidido Esther, a Maca le dolió esa decisión, no estaba de acuerdo y le dolía enormemente, mientras permaneciera en la casa que era de las dos tenía la esperanza de que Esther en el fondo no quería que su matrimonio se destruyera. Al no estar Esther, Maca al salir del hospital regreso a la casa, al verla sin Esther ni la niña, se sintió terriblemente mal, ese fue el momento en que se sintió más sola y vacía desde que todo esto había empezado. Fue hasta la que hasta hacía unos días había sido la habitación de ella y Esther se recostó en la cama en el lado de Esther, aun sentía su aroma, se abrazó a su almohada y no pudo contener unas lágrimas de dolor por su ausencia A los pocos días, parecía que el cambio había ayudado a Esther, seguramente el no ver todo lo que le recordaba a Maca la hacía no pensar tanto en lo sucedido. Pasó una semana desde que se fueron a casa de su madre, se había levantado de la cama y comía algo mejor, aunque aun estaba muy triste y Encarna la descubría más de una vez llorando a solas, se le veía con más fuerza Para Maca los días pasaban muy lentos y pesados, las extrañaba demasiado, la soledad la estaba volviendo loca. Claudia se había convertido en su paño de lágrimas y su apoyo, de vez en cuando iba a hacerle compañía, comían juntas veía alguna película, pero siempre en plan amigas, le había hecho mucho bien la compañía de Claudia. Esta le había confesado que le gustaba mucho Raúl y que aunque él no se había acercado a ella en plan ligue, estaba casi segura que ella también le gustaba a él Encarna mantenía a Maca informada de todo. Maca se dedicó de lleno a decorar la habitación del bebe, tenía la firme creencia y esperanza que volverían a estar juntas y serían nuevamente una familia. Todos los días buscaba en la mañana a Paula y la llevaba a la escuela, en las tardes cuando tenía libre la buscaba y la llevaba al parque o a la casa, había hecho que la niña participara en la decoración de la habitación de su hermanito estaba muy entusiasmada. No le habían dicho nada a Esther pon temor que se molestara, pero ese día entretenidas en la habitación del bebe se les hizo tarde E: Mama, ¿por qué no ha llegado Paula aun? En: Eh... es que se me hizo tarde ya voy a buscarla E: Pero ya es muy tarde para que esté en la escuela En: Si bueno se quedó en casa de... una amiga, si una amiga E:... Mama... dime la verdad, ¿está con Maca? En: Esther... E: ¿Crees que no me había dado cuenta? ¿Por qué lo hicieron a mis espaldas? En: Esther es que temíamos que te pusieras mal E: Yo sé lo que adora Paula a Maca, jamás le hubiera negado estar con ella, por mucho que odie a Maca no voy a hacerle daño a mi hija no debieron ocultármelo En: Hija no digas eso de Maca...

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En ese momento llamaron al intercomunicador, era la señal de siempre para que Encarna bajara a buscar a la niña, Encarna se quedó parada no sabía qué hacer, E: Dile que suba En: ¿Qué? Esther ¿qué vas a hacer? E: Mama... nada... dile que suba Así lo hizo Encarna, le dijo a Maca que subiera a la niña, Maca subió y al abrirse la puerta del ascensor se encontró con Esther frente a la puerta esperándolas y mirándola fijamente Maca se quedó parada, no sabía qué hacer, si seguir o quedarse frente al ascensor y que la niña siguiera hasta su madre. No le gustaba la cara con la que la estaba mirando Esther, seguramente se había molestado por ser ella la que llevaba a la niña, seguro le iba a caer una regañina. Desde que había pasado lo que había pasado no habían estado así frente a frente y a Maca le temblaba todo el cuerpo, fue la niña que al fin la hizo reaccionar, tomándola de la mano y jalándola hasta la puerta Paula: Mami men M: Sí mi amor Paula: Mami...mami (la niña al llegar junto a Esther se echó a sus brazos) E: Hola mi vida (le dio un beso) M: Paula ten cuidado que tú estás muy grande y mami no puede cargarte (le dijo con cariño a la niña y trató de tomarla) E: Déjala... yo puedo M: Esther... E: Te voy a agradecer que no la traigas tan tarde, ya es la hora de acostarse (le dijo en muy mal tono) M: He... no... es que hoy... se nos hizo tarde Paula: Mami... Mami el cuato de hemanito quedo muy onito E: ¿Qué? Paula: Chi...pusimo mucho uguetes y un oso muuu gande Esther miraba a Maca que se había quedado de piedra y no sabía que decir E: Paula despídete y ve con la abuela (la colocó en el piso para que hiciera lo que le pedía) Paula: Joooo pero yo queo que Mami Maca se quede E: Paula, Maca se va, despídete (le dijo con un tono algo duro a la niña) M: (Maca le echó una mirada desaprobatoria a Esther, y le habló con cariño a la niña) Cariño no puedo, tengo que trabajar Paula: Poque siempe trabajas antes si te quedabas M: Cariño ya te lo explique no puedo, vamos hazle caso a mama entra, en la mañana te vengo a buscar para llevarte a la escuela Paula: Chi (le decía algo triste) M: Dame un beso Paula: Chiiiiiii (se le lanzó a los brazos y le daba varios besos pasando de una mejilla a otra) muchos bechos M: Jajaja que ricos los besitos de mi niña, buenas noches mi amor

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La niña entro y Maca entendió, que no era buen momento y que debía irse, se dio la vuelta y cuando estaba por irse escucho la voz de Esther E: Te agradezco que la próxima vez que te lleves a mi hija me lo avises, no tienes que llevártela a escondidas M: Esther...y si tienes algo que reprocharme hazlo conmigo pero no lo tomes con la niña... y no me la llevé a escondidas... no te lo dijimos porque... E: Ya sé... ¡porque temían un ataque de histeria! M: Esther... no tergiverses siempre las cosas... fue por tu bien (le respondió con fastidio) E: Entiendo que mi hija te adora y no quiero que sufra, pero de ahora en adelante solo te la llevas con mi permiso M: Esther... (le dolía la forma como Esther hacía hincapié en decir que era “su hija”) E: Buenas noches (se dio la vuelta, entró en la casa y cerró la puerta casi en las narices de Maca) Maca se quedó de piedra en el pasillo, parecía que había echado raíces en el piso, su primer impulso era seguir a Esther y cantarle las cuarenta, pero se contuvo. Sintió en esas palabras que el odio de Esther hacia ella crecía. Se dio la vuelta y bajó corriendo por las escaleras, no soportaba que Esther le hablara así, sentía unas ganas inmensas de gritar. Cuando llegó a casa llamó a Claudia, necesitaba desahogarse Claudia: Hola cariño mío... (respondió al teléfono Claudia al ver el número) M: Claudia... No puedo más... no puedo más Claudia: Maca... dime ¿qué tienes...? M: Me odia... Claudia:... ¿Dónde estás? M: Donde Esther... pero ya... me voy a casa... Claudia: Maca... ¿estás llorando?... mira mejor me voy para tu casa, espérame Maca se sentía al borde de un precipicio y con la tierra moviéndose a sus pies. El camino a casa se le hizo eterno. Al llegar a casa cerró la puerta como si viniera huyendo de alguien M: ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? (se repetía a sí misma con la cabeza apoyada en la puerta) A los pocos minutos llegó Claudia, sabía que seguramente no había comido, y llegó con una bolsa con víveres para preparar la cena, como cuando vivían juntas, eso hacía que se relajaran bastante. Luego de que Maca se echara a sus brazos llorando y contándole el encuentro con Esther, Claudia le propuso que prepararan entre las dos la cena, Maca sacó una botella de vino que se fueron tomando mientras preparaban una ensalada y al terminarla se sentaron a comer Claudia: Ya tú sabes cómo es el carácter de tu mujer M: Claudia, ¿por qué? ¿por qué me odia tanto?, ¿dónde está el gran amor que decía me tenia? Claudia: No sé Maca, está muy dolida, seguramente no habla con el corazón sino la rabia que aun tiene en él, ella no te odia

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M: Me odia... cada palabra suya me lo demuestra... sé que es muy fuerte... pero porque ella todo lo hace tan complicado Claudia: Mira Maca yo dudo muchísimo que ella te odie, sí, es verdad está llena de rabia y rencor hacia ti y sabes que tiene su carácter es de las que dispara primero y pregunta después, Pero no te odia, pronto vas a tener las pruebas de todo lo que pasó y luego que dé a luz y no esté en peligro el bebe, pues podrás hablar con ella y explicárselo, seguramente te va a costar que olvide lo que vio pero tiene que entender que no fue tu culpa que a ti también te engañaron y te hicieron daño. No puede seguir humillándote cada vez que te ve M: Sí... ¿sabes? casi no puedo dormir, además de lo sola que me siento en esa cama sin Esther. Cada vez que cierro los ojos, siento que tengo a esa mujer en la cama ahí riéndose de mí, que vete tú a saber que me hizo mientras estaba en ese estado Claudia: Maca, es normal, tú también estás afectada pero estás tan concentrada en tu mujer que no te has dado cuenta, creo que las dos van a necesitar ayuda psicológica para poder borrar lo que ha pasado. Los responsables merecen cárcel M: Sí... eso espero yo también, ¡ojalá ese hombre caiga antes de que haga más daño! Claudia: Sí, pero mientras tú tienes que tratar de reponerte Maca, eres médico sabes que no puedes seguir así, estás más flacuchenta, vas a terminar enfermándote M: Lo sé... lo sé pero... Claudia: Pero nada... ¡sabes que te quiero y detesto verte así! Maca, eres encantadora, inteligente, tienes un corazón enorme, Esther es obstinada, le has pedido la oportunidad para hablar y no te la ha dado, no puedes obligarla a que te escuche, no puedes perseguirla tendrás que llenarte de paciencia, deja que las cosas fluyan, no la agobies, quizás es mejor que se alejen por un tiempo, y luego quizás cuando esté más tranquila y se dé cuenta de lo que ha perdido poco a poco tú podrás reconquistarla M: Sí ¿verdad?... ummm eres maravillosa (se abrazó con cariño a ella) Claudia:... Soy tu amiga M: Sí, la mejor y te quiero Así siguieron hablando, desahogándose, estar en esa situación hablando y bebiendo les recordando su época de estudiantes, sus locuras, a Maca le hacía mucho bien estar con su amiga. Bebieron casi sin darse cuenta dos botellas y media de vino entre las dos, llegando a un punto en el que se quedaron dormidas como estaban, sobre el sofá En la mañana, Encarna esperaba a Maca como siempre para que llevara a Paula a la escuela. Esther también estaba pendiente, disimulaba frente a su madre pero le pareció extraño que no hubiera llegado ya que se había pasado la hora y ella era siempre muy puntual en todo En: Qué raro que Maca no haya llegado, tan puntual que es ella siempre. ¡Claro con todo lo que le dijiste ayer! E: ¡Mama no empieces otra vez! En: Es que fuiste muy dura Esther, esto no puede seguir así, ya deberías cambiar de actitud E: ¿Sabes que mama? ¡me está quedando muy claro que estás más unida a ella que a tu propia hija, veo que te duele más lo que ella sienta que el daño que me hizo! En: Hija ¿cómo puedes decir eso? Estoy aquí a tu lado, dándote mi apoyo. Lo que veo es que estás llena de odio y ese odio te va a destruir, ¡las va a destruir!

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E: Mama ¿qué pretendes? ¿Qué olvide lo que me ha hecho y que siga tan feliz como si aquí no ha pasado nada? Es eso (le dijo ofendida) En: Lo que quiero es que abras tu corazón. Que escuches a Maca, no puedes seguir así hija. Maca te ama y lo sabes, también sabes que ella es incapaz de hacerte algo así pero ese orgullo tuyo no te deja ver más allá de tus narices (moduló su voz para no discutir con ella) E: Mama, ¿qué quieres que haga? no es tan fácil (su barbilla se movía, estaba a punto de llorar) En: Abre tu corazón hija, estás destruyendo lo mejor de tu vida. Dale la oportunidad al menos de que se explique. Te estás arriesgando a perderla por ser tan orgullosa E: Mama... (lo dijo con una voz muy suave y débil, exactamente como se sentía) En: Mejor voy a llamarla, no es normal que se retrase y me preocupa, ayer se fue muy mal y ha podido pasarle algo y nosotras sin saber Tomó el teléfono mientras Esther al escuchar esas palabras de su madre sintió un escalofrió en el estómago, era verdad, se había ido muy mal ¿y si había tenido un accidente? Encarna marcó el número de Maca que repicó varias veces, Esther caminaba por la habitación mientras se mordía una uña por los nervios Claudia: ¿Sí? (tomó el teléfono Claudia ya que Maca no se había despertado) En: Perdón creo que me he equivocado, quería hablar con Maca... ¿quién habla? Claudia: Soy Claudia, ¿quién habla ahí? En: ¿Claudia?... eh soy Encarna Claudia: Maca aun duerme... pero si quiere... En: No... no se preocupe, déjela dormir... ya la llamaré más tarde (colgó el teléfono, algo nerviosa) Esther escuchaba en silencio la conversación de su madre, no entendía porque Claudia estaba en casa de Maca a esa hora y Maca aún dormía En: Eh... Yo llevo a la niña a la escuela (le dijo a Esther sin mirarla ya que conociendo a su hija, sabía que ya se estaría montando alguna película) E: No lo puedo creer... no lo puedo creer... (hacía espavientos con las manos mientras se iba a la habitación de la niña) En: Esther... mejor cálmate ok (la seguía hasta la habitación negando con la cabeza por la reacción de Esther) E:... Estoy calmada... ¡ahí tienes a tu fabulosa nuera, tú pensando que está sufriendo y ella seguramente estuvo de juerga toda la noche con su ex! En: ¿Será posible que siempre tienes que pensar mal de Maca? Que sabes tú si está enferma E: Enferma... enferma... ¡sí! tú cree lo que quieras mama, por favor lleva a la niña anda En: ¡Dios hasta cuando éste calvario!! (entró a la habitación para buscar a la niña y llevarla a la escuela) Claudia al colgar el teléfono, Maca abrió los ojos M: Mmmmm, Dios... uf... ¿nos hemos quedado dormidas en el sofá toda la noche? Claudia: Sí... que horror... me duele todo

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M: Hummm que dolor de cabeza... no vuelvo a tomar así... ¿Con quién hablabas? Claudia: Una señora, una tal Encarna... Dijo que te llamaría más tarde M: ¿¡Encarna!?... ¿qué hora es? Claudia: Mmm las ocho y media M:... ¡¿Qué?! (de un brinco se paró del sofá, sobresaltando a Claudia) no puede ser... Paula... tengo que buscar a Paula Claudia: Eyy cálmate M: No me puedo calmar ella siempre me espera para que la lleve, seguro la que llamó fue Encarna, voy a llamarla Tomó el teléfono y llamó a casa de Encarna, ya ella había salido a llevar a la niña y respondió al teléfono Esther E: ¿Sí? M: Ehh... ¿Esther? E: ¿Qué quieres? (le preguntó cortante) M: Esther... es que... me... me quedé dormida... y... que... ya voy a buscar a la niña E:... No es necesario que vengas ya mi madre la llevó (le colgó el teléfono sin más) M: ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! Maca se levantó como si su cuerpo pesara toneladas, se marchó al baño, dejando a una Claudia conmovida le dolía en el alma ver a su amiga así. Maca llegó al baño y se miró al espejo vio en su rostro el cansancio de todo lo vivido, cansancio emocional, el vino de la noche pasada y el trato de Esther, le estaban pasando factura. Claudia escuchó la ducha de Maca que se estaba bañando, ella aprovechó para ir a la cocina a preparar café, les iba a hacer falta a las dos En casa de Esther la situación era parecida, luego de cortar el teléfono, había quedado una Esther decepcionada, abatida no podía creer como todos le decían que Maca sufría y ella ya había metido en su cama a Claudia que seguramente había estado esperando ésa oportunidad para tener a Maca en sus brazos Tenía en su corazón esa lucha que la estaba volviendo loca la odiaba por como la había traicionado y humillado como mujer pero al mismo tiempo cada vez que la veía o hablaba con ella se daba cuenta que la extrañaba demasiado, que extrañaba sus besos y sus caricias, la extrañaba en su cama y en su vida, la quería por mucho que trataba de sacarla de su corazón no podía Esa tarde Cruz pasó a visitarla, trataba de ir casi todos los días, para verla E: Hola Cruz (se saludaron con dos besos con mucho cariño, se había convertido en un gran apoyo para ella en esos días) C: Hola cariño, ¿cómo te sientes hoy? E: Muchísimo mejor, ven, vamos a tomarnos un café (se dirigieron a la cocina) C: Humm con gusto E: Mi madre hizo esas galletitas que tanto te gustan C: Jajaja Encarna es un amor, pero si sigue así me va hacer engordar, jajaja ¿dónde anda? E: Bajó a recoger a la niña (dijo con una mueca de disgusto)

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C: Hummm (sabía que Maca era la que llevaba y traía a la niña, seguramente la cara de Esther era por eso, se sentaba en la mesa de la cocina) E: ¿Cómo están todos en el hospital? C: Bien todos te mandan saludos E: Gracias, algunos han pasado por aquí, me hace mucho bien para que no se me haga tan largo éste reposo C: Sí, pero gracias a Dios estás mucho mejor E: Sí, haberme venido para acá me ayudó C: ¿Carlos ha venido? E: Sí un par de veces... pero... C: Pero ¿qué? Esther E: No me ha servido de nada... No logro olvidarlo Cruz, no puedo... me duele demasiado... no entiendo cómo es posible haber querido tanto a una persona y ahora odiarla con todas mis fuerzas C: Esther... E: Como puede una misma persona despertar en mi dos sentimientos tan opuestos, a veces siento tanta rabia e ira contra ella que me cuesta respirar C: Debes dejar el rencor a un lado Esther, no puedes odiarla, es tu mujer, hubo y estoy segura que hay un amor muy fuerte y hermoso entre ustedes E: ¡Lo que quiero es no verla más en mi vida, arrancarla de mi corazón!... pero es imposible, lo único que hago es pensar en ella, en lo que vivimos... en lo que me hizo y la odio C: Esther, sientes que la odias porque la amas demasiado E: ¡La amaba ahora la odio! No puedo dejar de repetir en mi cabeza ésas imágenes, hasta tengo pesadilla con ella y esa mujer C: Esther el sentimiento contrario al amor es la indiferencia no el odio. Tú la amas y mucho, debes reconocerlo, debes sacar ese rencor que tienes en el corazón y volver a encontrar ese amor que sientes por ella, ella sufre mucho por ti, te extraña, los extraña E:... Yo también la extraño... ¡pero ella fue la que provocó esto, debió pensar en esto antes de revolcarse por ahí! Nunca pensé que fuera ése tipo de mujer C: Esther, no soy la indicada para hablar, son ustedes dos las que deben sentarse y aclarar todo esto que ha pasado, pero las quiero y me duele verlas a las dos sufriendo por su lado. Esther estoy segura que Maca fue una víctima inocente en todo esto E: Lo que me faltaba por oír (se levantó molesto de la silla) C: No Esther, siéntate, es la verdad. No te voy a dar detalles pero Maca está muy cerca de averiguar la verdad de lo que sucedió, debes darle un voto de confianza y en algún momento darle la oportunidad de que te lo explique E: ¡La única verdad que yo veo es que me traicionó y lo sigue haciendo! C: Esther, soy tu amiga, soy amiga de Maca, su madrina, me duele verlas así, no imaginas siquiera los días que pasa Maca lejos de ustedes, los extraña demasiado E: Sí mucho, ¡en cuanto salió de aquí fue en busca de su ex! (dijo con sarcasmo) C: ¿Qué dices Esther? ¿de que ex estás hablando? E: Da igual... déjalo así... al final siempre todas defienden a la “pobre Maca” (dijo con retintín) C: Sé que el dolor te deja decir cosas que no sientes, pero sabes que Maca no es así. Cuando Maca te dice que no recuerda nada es porque es la verdad Esther, ¿no te has puesto a pensar en las intenciones de la persona que te dio el video? E: ¡Sí claro! ¡Ella me traiciona y todos quieren matar al mensajero por avisarme! C: No te reconozco Esther... todos sabemos que has pasado momentos muy duros y te entendemos, pero también hay que entender a Maca, ella lo está pasando muy mal. Está

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sufriendo mucho por lo que está pasando contigo, está sola, la has alejado de sus hijos, sigues creyendo que ella te traicionó, pero ella fue víctima de una violación Esther Esther la escuchaba sin decir palabra, al oír esas palabras abrió la boca para hablar pero en ese momento entraba a la casa Encarna con Paula y entraban directo a la cocina y las veía sentadas una frente a otra muy seria En: Hola Cruz, como estás, hija Paula: Hoda mami (la niña entraba junto a su abuela y se echaba a los brazos de Esther que reaccionó al sentir a su hija) E: Hola mi bichito, ¿cómo estás? ¿cómo te fue en la escuela hoy? Paula: Ben mami, mida, hoy emo hecho este bujo La niña le dio un papel en el que había dibujado con unos trazos infantiles, a dos mujeres tomadas de la mano, una tenía una niña de un lado y otra un bebe del otro Paula: Mida mami, eta ere tú eta soy yo ete e mi hermanito y eta e mami Maca Esther se le arrugó el corazón, al ver que la niña aun las consideraba una familia, sumado a la conversación que había tenido con Cruz minutos antes que la había dejado muy sensible, hicieron que brotaran unas lágrimas de sus ojos que no pudo disimular E: Con permiso En: ¿Qué pasa hija? E: Nada voy al baño, ya vengo En: Que pasó Cruz, cuando llegamos estabais muy serias C: Sí, estábamos hablando de Maca La siguiente semana, pasó igual. Cruz la seguía visitando y controlando su tratamiento, no habían vuelto a hablar de Maca, supo que Carlos había ido sólo dos veces ya que Esther siempre encontraba una excusa. Esther estaba muy confundida, no sabía si creer lo que le había dicho Cruz, no entendía nada. La ginecóloga la revisó una vez por semana, al verla que estaba mucho mejor, que el tratamiento para controlar la tensión estaba haciendo efecto y que no tenía proteínas en sangre, le pidió que para la siguiente revisión fuera ella hasta el hospital Llegó el día de la consulta con su ginecóloga por un lado estaba muy contenta y animada ya que estaba desesperada por salir pero por otro tenía algo de sustico por ir al hospital y encontrarse con Maca, rogaba que no se cruzaran y no pasar un mal rato. Pidió un taxi y Encarna la acompañó. Al llegar Teresa las vio apenas pasaron por la puerta y salió emocionada a recibirlas T: Hijita, ¿cómo te sientes?... ¡Dios estás enorme! E: Jajajaja sí, hola Teresa (le dio dos besos) estoy mucho mejor, más tranquila T: Ay gracias a Dios cariño, aunque estás un poco paliducha eh. Buenos días Encarna En: Buenos días Teresa Mientras ellas hablaban Esther vio a Maca llegar al hospital junto a Claudia, llegaban las dos con un casco cada una colgar de su brazo, muestra de que habían llegado juntas

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en la moto, Maca al verla se quedó un poco parada, pero pronto reaccionó y se acercó hasta ellas M: Buenos días (saludó mirando directamente a Esther que no contestó al saludo y no disimulaba una mirada asesina hacia Claudia, Encarna reaccionó y respondió al saludo) En: Buenos días hijita ¿cómo estás? M: Bien y usted ¿qué tal? (se acercó a darle dos besos) Esther miraba con mala cara a Claudia, seguramente estuvo esperando esta oportunidad para caerle a Maca. Maca conocía esa mirada a la perfección, sabía que había sentido celos de verlas llegar juntas, seguramente ya estaba montándose alguna de sus películas M: Esther ¿cómo estás?... ¿vienes al control con Sonia? (se atrevió a preguntarle con mucho cariño, tratando de llamar su atención y dejara de mirar tan mal a la pobre Claudia) E:... Sí (le respondió de una forma muy seca) M: Eh... Esther... por favor... quiero acompañarte (tenía que arriesgarse quería acompañarla) E:... No es necesario, mi madre ha venido conmigo Encarna vio el momento oportuno para intervenir, Esther debía entender que Maca tenía derecho y que estaba siendo muy dura con ella En: No hija, yo mejor me quedo aquí chismeando un poco con Teresa, tú ve con Maca que ella sabe más de ésas cosas y ella es la que tiene que estar ahí Esther le echó una mirada dolida a su madre, pero estaba en medio del hospital, debía ceder E:... Como quieras... (comenzó a caminar dirección al consultorio, Maca miró a Encarna, no sabía qué hacer, y ésta la empujó a que la siguiera) En: Ve hija ve Maca al reaccionar salió detrás de Esther, llegó hasta su lado y en silencio caminaron hasta el consultorio donde ya las esperaba Sonia Sonia: Buenos días, pasen, siéntense... me alegra mucho que hayas venido, como te has sentido Esther E: Algo mejor Sonia: Sí Cruz me dijo que tu tensión está mucho más estable, que el tratamiento te ha sentado muy bien E: Sí y alejarme de las cosas que me hacen daño también (dijo de una forma muy hiriente, Maca sabía que iba dirigido a ella y la miró con tristeza al ver que no perdía oportunidad para herirla) Sonia: Bueno, pasa ponte la bata y te acuestas en la camilla, vamos a revisarte Al estar Esther lista la Dra. pasó para revisarla Sonia: Ven Maca... vamos a ver cómo está este bebe... hummmm (la Dra. miraba el eco y ponía cara muy seria)

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M: ¿Qué pasa Sonia? Sonia: Nada...Tranquila... está todo muy bien ha crecido, tiene las medidas propias para un bebe de este tiempo, humm los latidos muy bien... míralo que bien se ve en esta ecografía de última generación Maca miraba la imagen emocionada, una lágrima rebelde se le escapó por su mejilla, Esther con una sonrisa miraba la imagen de su hijo por un segundo volteó a mirar a Maca y sus miradas se cruzaron. La Dra. congeló la imagen, grabó la foto y el video que les entregaría y decidió dejarlas un momento a solas Sonia: Disfruten de la imagen un rato, yo vengo ahora Al Salir la Dra. Esther permanecía callada y con los ojos cerrados, la presencia de Maca la perturbaba, y más luego de haberla visto llegar muy contenta con Claudia, no parecía que estuviera sufriendo como le habían dicho, seguramente estaban juntas y por eso llegaban juntas en la mañana, le había molestado muchísimo verla con Claudia Maca miraba la pantalla del ecógrafo con una sonrisa enorme, era una ecosonografia 4D, veía claramente a su hijo, estaba emocionada, por un momento quería que Esther olvidara todo y disfrutara de ése momento M: Mira Esther... es bellísimo... es nuestro hijo... (quería que Esther compartiera ese momento con ella y la veía con los ojos cerrados y los labios apretados, sabía que estaba molesta) Esther abrió los ojos y la miró, cruzaron sus miradas por unos segundos y Esther volteó su cara hacia el eco, también sonrió emocionada, se veía tan claro M: Mira sus bracitos... su naricita jajaja E:... (permanecía callada, era su hijo, también se emocionó) M: Es hermoso mi amor E: ¿No sé porque estás así? (tenía mucha rabia dentro de su alma, no media lo que decía) M: Así ¿cómo? E: Así tan emocionada... no es tu hijo, no lleva tu sangre y... No sabía que le pasaba, esas palabras salieron de su boca casi sin pensarlas, fueron fruto de su rabia y de sus celos, aun no había terminado de decir esas terribles palabras cuando ya se había arrepentido E:... Maca... Maca se quedó paralizada por lo que acababa de decir Esther, si lo que pretendía era hacerle daño, se lo había hecho con creses, le acababa de clavar un puñal en todo el centro de su corazón. Se quedó muda sentía que había caído en el infierno de repente. De pronto suspiró tomando fuerza para hablar M:... Escúchame bien lo que te voy a decir Esther... entiendo que estés dolida por todo lo que ha sucedido. Te puedo jurar que soy inocente, que yo también fui una víctima, hasta te he pedido perdón por algo que no he hecho, no quieres creerme que yo no fui

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responsable, pero tú prefieres hacernos daño antes de permitirme explicarte. Te aseguro que pronto llegará el momento en que te de pruebas de lo que en realidad sucedió... E: Maca... M: ¡No me interrumpas! (le dijo muy molesta) Esther permanecía callada, entendía que el comentario que había hecho lo había hecho para herirla. Pero ella no pensaba eso, claro que era su hijo, se arrepentía de haber dicho esas palabras desafortunadas, pero ya el daño estaba hecho M:... ¡Hasta ahora he dejado que hicieras lo que quisieras, me has atacado, me has ofendido, humillado, me he mantenido alejada para no arriesgar la vida del bebe! ¡Pero ya está bien! Estoy completamente sola, he pasado los peores días y noches de mi vida lejos de ti y de Paula... pero no te voy a permitir que me hagas también esto. Si tu intención es hacerme daño ya me han hecho suficiente, no puedo más, estoy cansada, estoy harta de tu maltrato E:... Maca... yo... M:... Este hijo no será mío biológicamente, no lleva mi sangre ni mis genes pero desde el primer día que decidimos que los cuatro formaríamos una familia, desde el primer día en que lo sentí dentro de ti, ¡es mi hijo! ¡Así lo siento y lo quiero! ¡es mi hijo!! ¡y no me vas a negar ese derecho! ¡Todas las noches al acostarme lloro por no poder darle las buenas noches y hablarle a través de tu vientre como siempre! ¡Así que no me digas que no es mi hijo! ¡Si tú ya no quieres verme bien, si no me amas bien, me alejaré de ti, no volveré a dirigirte la palabra, pero no me niegues a mi hijo! E:... Yo no... M:... Estoy cansada, todos los días de mi vida desde que te conozco, lo único que he hecho es demostrarte que te amo, que te adoro y tú a la primera me das la espalda, me juzgas culpable, sin importarte nada, sin darme siquiera la oportunidad de explicarte. Está muy claro que no te interesa salvar nuestro matrimonio Realmente estaba abatida, no podía más, todo lo que había pasado era terrible y estas palabras de Esther terminaron de hundirla, comenzó a moverse, para irse de ahí M: Desde ese maldito día del video no hago más que tratar de solucionar todo, de aclararlo, de poder llegar y darte una explicación a ti y de entender yo también que fue lo que pasó. Pero ya no sé para que, has sido muy injusta conmigo. ¡No sé si vale la pena seguir luchando, no sé si vale la pena volver a estar juntas después de haber visto tanto odio en tus ojos! E:... M:... ¡Ah y que te quede claro el día del nacimiento de NUESTRO hijo estaré presente aunque tú no quieras! En ese momento llegó la Dra. Maca se despidió y salió abatida de ahí. Dejando a una Esther arrepentida en la camilla Maca casi corrió hasta llegar a su despacho, que estaba en la misma planta, sintió que tropezó alguna vez con alguien pero no vio ni le importó con quien. Entró y se encerró en su despacho, se sentó abatida en su sillón y con la cara entre sus manos lloró como ya se había convertido en costumbre esas últimas semanas. Claudia la había visto entrar y entro sin llamar detrás de ella

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Claudia: Maca (se sentó a su lado) M: Claudia... no puedo más (lloraba desconsolada) Claudia: Ven acá (Claudia la abrazó) Tranquila, ya... ya M: No puedo soportarlo... (lloraba e hipaba) Claudia: Debes tener paciencia, debes esperar a que ella dé a luz y luego la encierras, la amarras y le cantas las cuarenta M: Jaja... (le había causado gracia y provocó una risa en medio de su llanto) pero no sé si podré aguantar... me siento tan sola, no sé vivir sin ella, sin mis hijos Claudia: ¡Lo sé... lo sé!... ojalá descubran algo pronto M: ¿De qué me va a servir Claudia? Esther no quiere verme ni en pintura, nunca olvidará lo que vio en ese video, ¡me odia! No le interesa salvar nuestro matrimonio. Quizás se arrepintió de casarse conmigo... creo que ya no está tan segura de estar con una mujer Claudia: ¿Estás loca? ¡Si ella jamás había sido tan feliz como contigo! ¡Como te va a odiar! Está dolida y sabes que es como las fieras cuando esta herida ataca. Lo que vas a tener que hacer es ganártela nuevamente para que olvide lo que vio M: ¿Y yo Claudia? ¿Yo también estoy sufriendo? ¡Debió confiar en mí, darme la oportunidad de explicarle!... ya no estoy tan segura de querer regresar con alguien que me ha tratado como ella lo ha hecho Claudia: ¡No digas eso Maca...! ¿Sabes qué? M: ¿Qué? Claudia: ¡Me vas a perdonar que sea tan directa, pero eres mi amiga y te quiero! ¡Esther actúa así porque es una malcriada, la has tenido siempre muy consentida y ella ahí dando pataletas y tú has sido muy tonta! M: ¡Claudia no te pases! Claudia: No me paso, ¡es la verdad! ¡A ti te drogaron, no eres culpable, es más sabes que eres tan o más victima que Esther en esta trampa y ella ahí atacándote cada vez que puede y tú aguantando! ¡Lo lógico es que estuvieran juntas afrontándolo! M: Claudia... pero es que... Claudia: ¡Nada! ¡Tú no eres culpable así que deja de comportarte como tal! Está bien, fue un shock para Esther y para ti lo que pasó. ¡Pero ya está bien de que Esther se comporte como la víctima y tu como victimario! ¡Cuando dé a luz empieza a comportarte como la Maca que siempre he admirado la que tiene dos ovarios para enfrentarse a lo que sea y no anda lloriqueando por las esquinas! M: ¡Amiga no sé si me estás halagando o insultando! ¡Pero tienes razón, basta de tanto pedir perdón por algo que no hice y de tanto llorar! Se abrazaron y salieron hacia urgencias, a Maca le había vuelto el alma al cuerpo, Claudia tenía razón, no tenía porque seguir sintiéndose culpable de algo que no había hecho. Iba a cambiar de estrategia con Esther. Ella tenía que confiar Esther se fue con Encarna nuevamente para su casa, por un lado contenta porque todo iba bien con el embarazo pero por otro se sentía muy mal por lo que había pasado con Maca, independientemente de lo que le hizo Maca a ella, sabía que adoraba a Paula y que deseaba y esperaba con mucha ilusión al bebe, era la familia que siempre había soñado, iba en el taxi en un silencio total En: Hija estás muy callada, ¿qué te pasa?

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E: (pensaba en lo cruel que había sido con Maca, a pesar de todo no le gustaba hacerla sufrir)... Nada mamá En: Jummmmm esa seriedad... ¿algo pasó con Maca? E: Debiste entrar conmigo a consulta, no dejarme con ella (fue el único comentario que hizo) En: ¿Qué? Esther... ella también es su madre, tú misma le diste ese derecho... ¡De verdad Esther, no te reconozco! espero que pronto recapacites porque se te está poniendo el corazón muy negro, ¡sabes que para ella tus hijos son sus hijos! (Encarna se estaba molestando con la actitud de su hija) Esther volteo a ver a su madre con un gesto de molestia, pero no pudo decir nada ya que el taxista les avisó que habían llegado a su destino, Encarna bajó inmediatamente y se encaminó hacia la casa sin esperar a Esther, que pagó y salió detrás de su madre a sabiendas que estaba muy molesta Llegaron a la casa y Encarna se detuvo y le dijo a Esther En: ¿Sabes? ¡Sé que pasaste por un momento muy duro, entendimos tu primera reacción ya que estabas en shock y muy dolida, pero han pasado varias semanas y no has puesto nada de tu parte para salvar tu matrimonio, te regodeas en tu sufrimiento y claro como ninguna de nosotras se atreve a decirte nada por temor a que tengas una crisis y te suba la tensión! ¡Maca sufre lejos de ustedes! E: Mama... En: ¡Mama nada! No seas tan cruel e injusta, dale la oportunidad a Maca de que se explique (le hablaba con autoridad pero con un tono muy suave, lo que menos quería en ese momento era alterar a Esther) E: Lo sé mama... ¡perdóname! Perdóname por haberte hablado así... pero no me pidas que hable con Maca, aun no, no puedo, cada vez que la veo, la veo en esas imágenes con ésa mujer, ¡me duele! ¡no me digan que tiene explicación porque para mí la única que tiene es que me traicionó, que me engañó con otra mujer! En: Esther, nunca te lo he preguntado, pero ¿quién te dio el video? ¿No te has puesto a pensar que todo pudo ser una trampa, que lo que querían era separarlas? E: Sí lo he pensado y más viniendo de quien vino En: ¿Quién? E: Me lo mando Roberto... En: ¡Pero tú eres tonta! ¡Hijo de puta! ¿Y como demonios el consiguió eso? E: No sé, me dijo que sospechó desde un principio de Maca, parece que la vio y le puso un detective En: ¿Qué tonterías son esas? ¿No te das cuenta que lo planeó para separarlas?! E: ¡Mama! ¿te crees que yo no he dudado? Nadie sabe más que yo el tipo de hombre que es Roberto, ¡es un desgraciado capaz de todo! ¡Sé que su intención fue hacernos daño! Pero ¿qué más da? Maca me traicionó, es ella la que está revolcándose con esa mujer, ¡quien sabe cuántas veces lo hizo! ¡La única diferencia es que de no ser por Roberto nunca me hubiera enterado y ella hubiera seguido engañándome! En: ¡Por Dios! ¡Por eso dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver! ¿Es que acaso no conoces a tu mujer? ¡Ella sería incapaz de engañarte! E: ¡Mama por favor no seas ilusa! ¡Yo también ponía las manos al fuego por ella! ¡Pero ya ves! En: ¡Esther ella te ama!

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E: ¡Yo también la amo!! La amo con locura ¡estoy muriendo sin ella! pero me duele demasiado lo que me hizo, lo que vi, ¡cada vez que la veo la veo con ésa mujer! no puedo apartar esas imágenes de mi cabeza, ¡no puedo! Y ahora... ¡verla con Claudia...! (le confesó alterada a su madre y se sentó abatida en el sofá) En: Esther hija, intenta serenarte, ponerte la mano en el corazón. Hija porque no llamas a ese joven... Carlos, el podría ayudarte. Necesitas ayuda profesional (se acercó a su hija y con un abrazo trato de darle apoyo y comprensión) E: Tienes razón mama... necesito ayuda, pensé que podría manejarlo pero no puedo. No sé cómo controlar ésta rabia, ésta ira que siento hacia ella, no me gusta tratarla así pero no lo puedo evitar... hoy le dije algo muy feo a Maca... En: Hija... ¿qué le dijiste? E:... Mama... no me hagas repetirlo... te juro que no quise hacerlo, ¡la rabia habló por mi!... se me salió sin más, ¡pero te juro que no lo sentía! En: ¡Que le habrás dicho para que estés así! Llama a ése chico, apenas lo viste una vez, llámalo en serio E: Sí... mañana voy a llamarlo para hacer la terapia con él. ¡No puedo seguir sintiendo éste odio, siento que muero por dentro cada día! En: Me parece bien hija, ahora ve a descansar, no vayas a sentirte mal Esther le dio un beso a su madre y se fue a acostar. No podía dejar de darle vueltas a la cabeza, “te engaña”, “no eres su madre...”, “... a mí también me engañaron...”, “... único que veo es odio, no sé si vale la pena seguir luchando”, “... a Maca la violaron...” E: ¡Dios Me voy a volver loca! Al día siguiente Maca recibió una llamada inesperada M: ¿Sí? Roberto: ¿Macarena Fernández? M:... (“¿esa voz...?”) Sí... Roberto: ¿Sabes quién soy? M: Tengo una idea... ¿Roberto? ¿qué quieres? Roberto: ¡Decirte que no soy un idiota, que ya mis contactos me han dicho que estás metiendo las narices donde no te llaman! M: ¿De qué hablas? Roberto: ¡Sé que una abogada amiga tuya está haciendo muchas averiguaciones y te aviso no te metas donde no te llaman porque te juro que te voy a dar donde más te duele! M: ¿Estás amenazándome? ¡No creo que estés en condiciones! Roberto: ¿Sí? ¿tú crees eso? ¡Ya lo dije una vez antes de ir a la cárcel prefiero morir o desaparecer y te juro que no me iría sólo! M: ¡¿A que te refieres?! Roberto: ¿Se creen más listas que yo? ¿Te crees que no se qué Esther está embarazada? ¿Qué esperan un hijo? ¡ya veremos luego de quien es! Maca al escuchar esto tuvo que sentarse ya que el temblor en sus piernas no le permitía sostenerse

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Roberto: Ummm ¿ya te quedaste calladita? No estoy muy seguro pero estoy esperando a que nazca... ¡y ya veremos de quien es hijo! M: ¡No te atrevas a acercarte a Esther ni a los niños! Porque soy capaz... Roberto: ¿Capaz de que? ¿Doctorcita? ¡Tú no vas a hacer nada o serás la causante de que suceda una tragedia que no te va a gustar! M: ¡¿No te bastó con el daño que nos has hecho hasta ahora?! Roberto: Ummmm ¿no me vas a decir que no la pasaste muy bien? Yo cada vez que veo el video me la hago... eres muy buena ehh. ¡Lástima que ahora te estés tirando a mi mujer! M: ¡Eres un cabrón! Roberto: ¡Ya sabes lo que tienes que hacer, dile a tu amiguita que deje de entrometerse! (cortó la comunicación) M: Dios... Dios... no puede ser... (caminaba de un lado a otro nerviosa, hasta que reaccionó y llamó a Cristina) Cristina: ¿Sí? M: Cristina... Cristina... ese hombre me llamó para amenazarme (le decía alterada) Cristina: ¿Maca? Cálmate por favor, no entiendo lo que me dices M: Cristina, Roberto el ex de Esther me llamó hace un rato para amenazarme, creo que se enteró que lo están investigando, ¡me dijo que si no dejamos de meternos le hará algo a Esther y los niños! Cristina: Maca, cálmate. Si imagino que ya debe saber porque está desaparecido no saben si está dentro o fuera de España. Pero de pronto le perdieron la pista y no saben donde está enconchado M: ¿¡Dios como pudo ser posible eso!? ¿Desde cuando está escondido? O sea ¿que puede estar en cualquier sitio? Cristina: Sí, a mi me lo dijeron hace dos días M: Cristina hay que hacer algo, puede hacerles algo, ¡no puedo permitirlo! Cristina: Sí. Ya he estado hablando con el comisario Zapata, ya le tiene vigilancia a Esther, por si él se acerca y atraparlo. Ahora con ésta llamada seguramente la aumentaran M: ¡Dios mío! ¡ella está por dar a luz! Cristina: Maca no puedo darte detalles pero quédate tranquila, él está en contacto con alguien de su confianza que resulta ser el infiltrado de la interpol, sólo que hasta ahora solo lo ha hecho por teléfono y no se ha podido identificar de donde y no se lo ha dicho, parece que desconfía de todos M: La verdad no me dejas más tranquila. Yo por mi parte veré la forma de no alejarme de Esther. Por favor Cristina mantenme informada Terminó esa llamada sumamente preocupada Maca estaba muy preocupada, necesitaba estar cerca de Esther para evitar que ese desgraciado se acercara y les hiciera daño , pero ¿cómo hacerlo? Cristina le había asegurado y prometido que Esther y la niña estaban siendo vigiladas y que ese mismo día iba a pedir a su amigo el comisario Zapata que les pusieran más vigilancia. De todos modos ella avisaría a Encarna para que estuviera atenta de que nadie se les acercara y no dejar entrar a nadie a casa

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En la tarde Maca, como todos los días fue a buscar a Paula a la escuela, ésta vez trato de irse más temprano para llegar antes de que ella saliera. Estaba pendiente de los alrededores, luego de la llamada amenazante de Roberto estaba asustada, afortunadamente en la escuela solo tenían autorización de llevarse a la niña, Esther Encarna y ella, no se la entregarían a nadie más, aprovechó para avisar a sus maestras que no se la entregaran a nadie más aunque fuera su padre. Luego que la niña salió, aviso a Encarna que irían a comer un helado antes de irse a casa Encarna esperaba como siempre a que la llamara para bajar al portón a recogerla. Esther leía un libro a su lado, aunque no lo reconocía esperaba ansiosa la llamada. Se levantó un momento para ir al baño, al entrar de pronto sintió un chorro de líquido transparente bajar por sus piernas E: Mama... mama (llamó muy nerviosa a su madre) En: ¿Qué pasa hija? (llegaba casi corriendo hasta su hija) E: Creo... ¡creo que he roto aguas! En: ¿Qué? pero si aún no es tiempo y tú tienes fecha para... E: Para dentro de unos días lo sé mama, Sonia planificó ésa fecha pero el bebe quiere nacer ya, vamos al hospital (le decía a su madre en una mezcla de nervios, susto y alegría) En: Pero... puedes caminar, ¿no tienes contracciones o dolor? E: Nada mama, seguramente solo se ha roto la membrana, vamos a buscar el bolso y nos vamos antes de que empiecen las contracciones En: Sí... sí... voy... (estaba tan nerviosa que no sabía para donde agarrar) pero está por llegar Maca con la niña Afortunadamente en ese momento sonó el intercomunicador y Encarna corrió a responder, era efectivamente era Maca En: Maca ¿eres tú? M: Sí... baja a buscar a... (no pudo terminar porque Encarna gritó en ese momento) En: Maca sube... sube Maca al oír el tono de voz de Encarna se imaginó lo peor, tomó a la niña en brazos y subió corriendo M: ¿Qué pasa? En: Ha roto aguas M: ¿Qué?... ¿ya? (se acerco hasta donde estaba Esther)... ¿Esther?... E:... Sí... he roto aguas M: ¿Tienes dolores? E: No... M:... ¡Vamos al hospital!... no podemos esperar a que te den las contracciones E:... Sí... (aceptó sin rechistar ya que tenía razón, debían llegar rápido al hospital) M: ¿Dónde está todo?... Encarna... vamos Esther... la niña... (estaba nerviosa no sabía ni lo que decía, sabía que debía mantener la calma pero los nervios la superaban, era su hijo el que estaba por llegar. tomó a Esther por un brazo y la acompañaba hasta el ascensor) En: Sí... sí... toma... yo me quedo aquí con la niña... ustedes váyanse ya (le dio el bolso con las cosas que habían preparado para ése momento tan esperado)

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M:... Sí mejor... yo la llamo en cuanto esté todo... Por favor llame al hospital y avise que vamos en camino En: Sí... ve Se despidieron con un beso y abrazos, se fueron directo al hospital, ninguna de las dos dijo absolutamente nada en el camino lo hicieron en absoluto silencio, lo único importante era llegar al hospital Al llegar y pasar por la puerta de urgencias ya las esperaban, Teresa estaba esperándolas emocionada era un acontecimiento esperado por todas. Sonia y Cruz las esperaban para entrar a quirófano, pasaron a Esther a una habitación para que la prepararan y de ahí la llevaron al quirófano Sonia: Bien Esther llegó el momento debemos apresurarnos para evitar que te den las contracciones M: Esther... te sientes bien, ¿sientes dolor? (se acercó algo nerviosa a ella, Maca comenzaba a sentir temor ante ese momento del parto, y de posibles problemas que se pudieran presentar) E:... No... estoy bien Sonia: Esther, Maca, no se preocupen, todo saldrá bien. Vamos a proceder con la anestesia E: Sonia por favor no me pongas anestesia general Sonia: Esther en tu caso es la mejor, no quiero que te pongas nerviosa y te suba la tensión... E: No, Maca dile... por favor... te prometo que no me pondré nerviosa... tú estás conmigo... dame la mano... (este pedido sorprendió a Maca pero sabía que Esther le temía mucho a la anestesia general y seguramente por eso necesitaba de su apoyo y había hecho a un lado todo por un momento) M: Sonia... Sonia: Está bien... tú dale la mano y veremos... vamos a ponerle la epidural Esther siendo enfermera conocía los adelantos y lo segura que era en estos tiempos la anestesia, pero no podía evitar sentir esa sensación de miedo. Había llegado al hospital muy tranquila pero a medida que se acercaba el momento del nacimiento estaba hecha un manojo de nervios En ése momento olvidó todo lo pasado, solo sabía que necesitaba a su lado a Maca, a su lado se sintió protegida y a salvo, estaba segura que con ella ahí no le pasaría nada Maca al igual que ella sentía la necesidad de estar a su lado en ese momento tan esperado para las dos, y agradecía internamente que Esther hubiera hecho a un lado todo su rencor y no rechazara desde un principio que la acompañara y que estuviera en el quirófano, La tomó de la mano y sintió el temblor de Esther, la apretó con cariño, no pudo contener el impulso de darle un beso suave en la comisura de sus labios, Esther La miró a los ojos pero no la rechazó, solo sabía que era un gran alivio tenerla ahí a su lado El equipo de quirófano procedió a colocarle la epidural y Sonia inició la cesárea. Todo iba bien, Esther estaba tranquila, habían iniciado la cesárea a tiempo para evitar un trabajo que podría dispararle la tensión a Esther

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Al rato llegaba el hijo que tanto había esperado, un hermoso y sano varón de tres kilos doscientos gramos, la Dra. le pidió a Maca cortar el cordón umbilical que unía a Esther con su hijo. Maca lo tomó orgullosa entre sus brazos, desnudo y recién llegado al mundo, lo colocó sobre el pecho de Esther muy cerca de su cara para que pudiera verlo y sentirlo bien M: Esther... cariño... míralo... nuestro hijo... E: Es hermoso... está... ¿está todo bien? ¿Lo revisaste? M: Sí cariño, nuestro hijo está muy sano, esta completico y es muy hermoso... (una enfermera lo tomó para llevárselo, para limpiarlo, y hacerle los cuidados propios del nacimiento) M: ¿Estás bien, mi amor? (le preguntó al ver que Esther cerraba los ojos agotada) E:... Umm M: Sonia... (la llamó nerviosa) Sonia: Tranquila, es normal, es el efecto del calmante que le dimos y de la anestesia, se siente algo mareada. Se le está monitoreando la tensión y está todo bien, va a dormir un rato no te preocupes (le respondía desde donde estaba suturando el corte de Esther y le hacía seña al anestesiólogo para que revisara los signos vitales de Esther) Anestesista: Tranquilas, está todo bien... se está quedando dormida Al finalizar, La llevaron a la sala de recuperación y de ahí a la habitación, Esther descansaba mientras Maca sentada en el sillón la observaba cómo dormía plácidamente, se levantó y se acercó hasta ella y le dio un beso en su frente, la miró y le dio otro en su mejilla y otro en su labio, Esther no se movió M: Te quiero tanto mi amor (le susurró en el oído) Maca rogó internamente porque lo que habían vivido en el quirófano no fuera fruto del momento y fuera el inicio de su reconciliación, esperaba que el nacimiento del niño hubiera ablandado su coraza, no sabía que esperar, pero no quería hacerse ilusiones, temía la reacción de Esther al despertar Mientras Esther dormía, Maca llamó a Encarna para darle la noticia de que ya había nacido el niño. Encarna salió inmediatamente hacia el hospital con la niña para conocer a su nieto Esther había despertado pero permanecía con los ojos cerrados, Maca se había dado cuenta y sabía que lo hacía para no verla y no tener que hablar con ella ya que estaban solas en la habitación, Maca la dejó tranquila, no le habló sólo permanecía ahí en silencio observándola, si ella quería que las cosas fueran así, pues así serían pero de ahí no la movía nadie De pronto se abría la puerta dando entrada a una niña y una abuela emocionadas locas por conocer al nuevo integrante de la familia Paula: Mami... mami... ¿dónde está mi hemanito? (se lanzaba a los brazos de Maca que con cariño la acercaba hasta la cama donde estaba Esther que abrió los ojos en cuanto oyó a su hija)

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M: Hola mi princesita... (la tomaba en brazos y la llenaba de besos) Ya lo traen cariño, ya vas a ver qué bello es, se parece a ti ¿sabes? Dale un beso a mami (la inclinaba para ayudarla a llegar hasta su madre) Paula: Ti...mamita (abrazó a su madre por el cuello y le dio un fuerte beso) E: ¡Cariño! En un rato lo vas a ver ya lo traen para que coma, hola mama En: Hijita, ¿cómo te sientes?... ¿te duele? E: No mami En: Hija, la niña estaba loca por venir, con todos los que nos cruzamos le decía que tiene un hermanito jajaja que si su hermanito por aquí que si su hermanito por allá M: Jajaja Encarna siéntese por aquí En: Sí hijita y cuéntame ¿qué tal viviste el nacimiento de tu hijo? (le preguntó a Maca con ilusión, Esther se le quedó mirando a su madre) M: Es la experiencia más hermosa que he vivido, y eso que he visto nacer niños en mi profesión, pero cuando es de una es algo especial Esther la miraba con la boca entreabierta, Maca se veía feliz En: Sí... no hay nada como el nacimiento de un hijo Paula: Mami mami (se acercaba Paula a Esther) ¿cómo se llama mi hemanito? E: Ehhh... (miró a Maca) aun no lo he decidido mi amor En: Pero tendrán que decidirlo pronto Esther y Maca permanecían calladas ya ellas habían hablado de eso y habían convenido a petición de Esther colocarle el nombre del padre de Maca al que ella quiso mucho y había muerto cuando era pequeña, habían decidido ponerle el nombre Andrés Wilson García, pero seguramente Esther había cambiado de opinión, ya que ese nombre lo habían decidido entre las dos. Esther a pesar de todo algo tenía claro y su madre se lo hizo ver el día anterior, Maca también era su madre ella le había dado ése derecho, es más había insistido en dárselo, lo mejor era dejar las cosas así Paula: ¿Mami le podemo llamar bebe? En: Jaja Paula, es un bebe, pero hay que ponerle un nombre bonito Paula: Ti... bebe bunito En: Jajaja E: Paula... Paula: Ti mami E: Tu hermanito se llama Andrés... Andrés Wilson García En: Hija... (le frotó el brazo, orgullosa de lo que había hecho su hija y miró a Maca con cariño, sabía lo que esa decisión significaba para ella) Maca al escuchar esto no pudo contener una sonrisa y una lágrima rebelde cayó por su rostro sin ella poder ni querer contener, si estaba soñando no quería despertar de ese sueño y seguir viviendo esos momentos tranquilos en familia Paula: ¿Ndez? En: Jajaja no mi amor An-drés (le deletreaba para que la niña lo aprendiera) Paula: Annnnnn-deeeeezzz M: Jajajaja E: Jajajaja En: Jajajaja

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En ese momento tocaron a la puerta era una enfermera del cunero de pediatría que les traía al niño. Cruz entraba con ella, todas pusieron la típica cara de bobas que se pone al ver a un bebe recién nacido C: Hola mamas, ¡que contentas están! ¡Así me gusta verlas!... ¿cómo están? M: Muy bien... felices (le respondía con una gran sonrisa) C: Siii se les ve, esa cara de tontas que ponen al ver a su retoño, ¡felicidades! E: ¡Gracias! En: A veeeeeeeer ¡¡¡Dios que cosa mas preciosa!!! M: ¡Gracias Cruz! Mira Encarna, ¿no me digas que nuestro niño no es lo más hermoso que has visto? En: Siiiiii M: Mira Paula, tu hermanito Andrés (la cargaba para que pudiera ver al niño) Paula: Tiquitico C: ¿Cóomo te sientes Esther? E: Muy bien C: ¡Me alegro, se te ve muy bien! ¿te sientes con fuerza para darle el pecho? Mientras antes lo pongas a mamar será mejor E: Uf creo que sí, probemos C: Bien vamos a ver, manos a la obra, ¿te sientes bien en la cama o prefieres sentarte en el sillón? E: No... aquí estoy bien C: Bien pues, quítate la parte de arriba estarás más cómoda, toma límpiate el pezón con éste algodón, tienes que hacerlo cada vez que lo pongas a mamar, pero solo con agua muy limpia y estéril. Maca toma al niño y colócaselo en el pezón, que estén frente a frente para que el niño no tenga que girar la cabeza y así no le haga daño al pezón M: Ehh... sí Maca tomó al niño e hizo lo que le pidió Cruz, estaba nerviosa, Esther se había quitado la parte de arriba quedando con el torso y sus pechos al desnudo, se acercó y le colocó al niño como le había indicado Cruz, sin querer al colocar y acomodar al niño rozó el pezón de Esther con sus dedos, ese gesto hizo que las dos se estremecieran y se miraran a los ojos por un momento, que solo fueron segundos pero para ellas pareció una eternidad M: Disculpa... yo... E:... Eh... está bien... deja... yo puedo M: Sí... está bien... Deja que te coloque ésta almohada en la espalda... para que estés más cómoda E: Gracias... Maca... si tienes que ir a trabajar puedes irte... ya no es necesario que estés aquí... (la estaba poniendo muy nerviosa la cercanía de Maca) Todas voltearon a mirar a Esther, la más sorprendida y dolida era Maca que luego de haber vivido esos momentos en paz, pensó que Esther le daba una tregua, pero se dio cuenta que Esther no soportaba su presencia En: ¡Esther!

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M: Eh... no te preocupes Encarna... voy un momento con la niña a que tome algo y luego regreso así ¡la “señora” descansa un rato de mi presencia! (le dijo sin ocultar la molestia)... ven Paula vamos a comer un helado ¿si? Paula: Ttiiiiiiiiii Maca y la niña salieron C: Esther, deberías hacer un paréntesis con tus ataques en estos momentos. ¡Le haces mucho daño con esos arranques tuyos! (le dijo Cruz con claro tono de disgusto) En: Esta hija mía... ¡es que no puedo con ella! (salió molesta detrás de Maca) Se quedaron solas Cruz y Esther en la habitación E: ¡Joder!... Cruz... ¡no me mires así por favor! C: Esther... ¡fuiste muy grosera! E: Es que no puedo tenerla cerca... su mirada... su roce... ufff C: ¿Qué dices... Esther? ¿Quieres decir que prácticamente la sacaste de aquí porque no quieres que te mire desnuda? No me lo puedo creer jajajaja E: Cruz... no te rías... C: ¡Ya te vale Esther! estás loca jajaja, pobre Maca y lo mosqueada que se fue de aquí... E: Lo siento... pero... C: Vamos... voltea al niño E: Ni se te ocurra decirle nada ¡ehh! (amenazó a Cruz con la mirada mientras cambiaba al niño hacia el otro pecho) C: Ella te ama y está sufriendo mucho con todo esto E: ¿Y yo? Yo también estoy sufriendo, la quiero, éramos felices y de pronto... no puedo quitarme de la cabeza ésas imágenes, esa decepción que tengo en el pecho, ¡no me entra en la cabeza como fue capaz! C: Esther ya nos hemos cansado de decirte y no voy a repetírtelo, es mejor que Maca se encargue de demostrártelo con las pruebas. Parece mentira que todos sepamos de lo que es capaz Roberto y tú te cierres en banda E: No es eso, yo sé el tipo que es ése... lo sé... a veces me asalta la duda y quiero creerle a Maca... pero ¿de que me sirve? La veo ahí... con ésa... revolcándose... y... Es algo muy fuerte no puedo evitarlo (cerró los ojos con fuerza como queriendo borrar lo que veían sus ojos sin lograrlo) C: Tú también la amas Esther, a mi no me engañas, porque no haces un esfuerzo y la entiendes, hablas con ella, dale una oportunidad E: Sí... pero necesito tiempo, ¡no puedo!... ¿sabes? Precisamente estaba hablando con mi madre, voy a llamar a Carlos para hacer una terapia con él C: ¡Me parece muy bien Esther! E: No es para regresar con Maca, no me creo capaz de volver a estar con ella luego de haberla visto con... (puso cara de asco) pero tenemos una familia y sé que tendremos que vernos por los niños, quiero hacerlo sin sentir esta sensación de odio de desagrado... C: Esther... ¿es que acaso tú has pensado en divorciarte de Maca? Esther se le quedó mirando a Cruz, la palabra divorcio le provocó una opresión en el pecho, no había pensado en eso pero era una posibilidad, pero tampoco podían seguir así. Un temblor le recorrió el cuerpo solo con ése pensamiento, bajó la mirada hasta su hijo y le dio un beso en la frente. No pudo evitar que una lágrima cayera por su mejilla

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C: Esther... llama a Carlos él te ayudará. Ustedes se aman, tienen una familia muy bonita, ¡no permitas que se destruya! Maca caminaba con la niña de la mano hacia el cafetín, sus compañeros con los que se cruzaba aprovechaban para felicitarla por el nacimiento de su hijo, prometiéndole que en cuanto tuvieran unos minutos pasarían a conocer al recién llegado, Encarna las alcanzó en el cafetín y se sentó con ellas, Paula comía de un helado, Maca y Encarna se habían pedido un café M: No la soporto... ¡no la soporto! A veces te juro Encarna que quisiera desaparecer y perderme... ¡olvidarme de todo! (le decía muy molesta) En: Maca, no se lo tomes en cuenta, ya la conoces... seguramente no lo dijo con mala intención (trataba de suavizar el momento e interceder por su hija) M: Encarna, no es necesario que la defiendas, las dos la conocemos y sabemos porque lo hizo. Tonta de mí que me había ilusionado pensando que me daría una tregua, que quizás el nacimiento del niño la habían ablandado un poco, pero no... su odio por mí es muy fuerte En: ¡Esa hija mía es tonta! (miraba a Maca con tristeza) M: Jajaja no digas eso Encarna En: ¡Ahora no la defiendas tú! ¡Que es tonta de remate!! M: Es que a pesar de que me duela, en parte la entiendo, no soporta tenerme cerca. Estoy cansada Encarna, cansada de luchar y siempre darme contra esa pared, me da la impresión que no vale la pena, ¡que ella nunca me perdonará! En: Hija no digas eso, sabes que ella te ama, ¡lo que está es herida y como una fiera herida no pierde oportunidad de darte zarpazos! M: Sí... ¡jajaja! En: Entiendo que estés cansada pero yo te ayudaré hija, en lo que pueda y si quieres le abro la cabeza a mi hija para que termine entendiéndolo (le dijo en tono gracioso con la intención de alegrar la cara de Maca) M: Jajaja ¡no creo que sea necesario! Encarna he tomado una decisión En: ¿Qué pasa hija? M: Sé que Esther se molestará pero no me importa En: Ummm miedo me das M: Cuando les den de alta, me los voy a llevar a casa, a nuestra casa, ¡de donde nunca debí dejar que saliera! En: Me parece muy bien pero... Ya la conoces seguro no acepta M: Tiene que aceptar, tú sola no puedes con todo, con la niña, el bebe, ella está recién operada, necesitas que yo te ayude En: Es verdad, además es tu hijo también, mereces compartir esos momentos M: ¡Sí! así lo he decidido, no pienso perderme ni un minuto de estar con él, sabes que lo siento mi hijo, y no podría estar lejos. Así que prepara un bolso con lo que necesiten y se van desde ya para la casa En: Está bien, hija quédate tranquila... pero... M: Pero nada... Va a tener que aceptar, es mi esposa y es mi hijo, no la voy a obligar pero tiene que comprenderlo. Yo he pedido varios días libres para estar con ella. Si no me quiere ver, no me verá, trataré de no cruzarme con ella. No la molestaré, estaré en la habitación de invitados. Lo que quiero es estar cerca, no podría estar lejos en estos momentos, me volvería loca

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En: ¿Sabes lo que vamos a hacer? Mi hermana Carmen me dijo ayer que no se sentía muy bien, me había pedido que fuera en las tardes para estar con ella y hacerle compañía mientras su hija trabaja y eso es lo que voy a hacer. Esther tiene que aceptar lo que le propones, se dará cuenta que va a quedarse sola y necesita tu ayuda M: Está bien. Encarna... además hay algo que aún no te he dicho En: ¿Qué pasa hija? M: Roberto... me llamó... para amenazarme En: ¡Hiiiija no me digas eso! M: Sí... pero ya hablé con mi amiga, Cristina, ya te contaré todos los detalles en otro momento En: Uy hija M: No te preocupes, pero debemos estar muy pendientes, no dejes nunca sola a la niña En: ¡Jamás! M: Vamos a entrar Encarna... ah y no le comentes nada aun a Esther En: Sí, está bien, vamos adentro M: Gracias Encarna... por estar conmigo por creerme y ayudarme (la abrazó emocionada y le dio un fuerte beso) En: Tonta, desde un principio sabes que te vi como una hija y así te siento. Paula me dijo que habías preparado una habitación para el bebe preciosa (le dijo con una sonrisa) M: Sí jaja ella me ayudó. Encarna, ésta noche yo me quedo con Esther tú vete con la niña para la casa En: Bien... En la noche, todos se fueron y quedaron ellas solas en la habitación M: ¿Necesitas ir al baño? E: Sí... pero puedo sola M: Esther no seas terca, tienes una herida, te puedes marear, yo puedo ayudarte (se acercó hasta la cama y la ayudó a bajarse con cuidado y la acompañó hasta el baño) E: Yo entro sola M: Uff está bien (se quedó en la puerta del baño esperándola y volvió a acompañarla hasta la cama) E: Maca, debes estar cansada, puedes irte... no era necesario que te quedaras M: ¡Esther! ¿vas a seguir con ésa actitud? ¡Quise quedarme y voy a hacerlo! (le dijo sin más explicaciones y sin darle oportunidad a decir nada más al respecto. Se sentó en el sillón a leer un libro que había traído. Aunque tenía ganas de llorar, gritar, reír, todo al mismo tiempo por lo que estaba viviendo, se controló, fingía que leía y se limitó sólo a estar ahí) Esther entendió que cualquier cosa que dijera no iba a hacer cambiar de opinión a Maca. Desde la cama la observaba, le parecía la mujer más hermosa en la faz de la tierra aun con ese semblante tan serio que tenía en ese momento. No sabía explicarse lo que sentía, la extrañaba como pareja, como amiga, como mujer, la deseaba al punto de que con solo pensarlo sintió un escalofrío en todo su cuerpo pero justo en ese momento su mente le jugó una mala pasada y vinieron a ella las imágenes tan odiadas, no pudo soportarlo y se dio la vuelta en la cama dándole la espalda a Maca. Este gesto no pasó desapercibido para Maca quien levantó la mirada de su libro para verla en esa postura. Con tristeza hizo el libro a un lado y fue hasta el baño para asearse y ponerse más cómoda, así descansar un rato

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En la mañana al despertar Esther vio que estaba sola, Maca le había dicho que estaría con ella Maca al volver con el niño entre sus brazos, se encontró con una Esther seria y pensativa M: Hola... mira lo que te traigo E: ¿Dónde estabas? (su ausencia le preocupó y no pudo evitar preguntarle) M: (“ummm ¿le molestó no verme en la habitación? ¡quien la entiende!”) Eh... Fui a ver como se había portado éste hombrecito y me lo traje para que comiera E: Sí... ¿cómo pasó la noche? M: Es un santo, me dijeron que se portó muy bien E: Ven dámelo M: ¿Vas a darle el pecho ahí o prefieres sentarte en el sillón que estas más cómoda? E: Aquí mejor (se incorporó despacio ya que sentía un poco de dolor) M: ¿Te duele la herida? ¿quieres que llame para que te den un calmante? E: No... es solo un poco Maca le colocó al bebe en su pecho y ésta se destapó para poner al bebe a mamar, Maca al ver el pecho desnudo de Esther no pudo evitar mirar su pezón y sintió una punzada en su centro que hizo que tuviera que ir al baño un rato a echarse agua fría en la cara y la nuca M: Ufff con lo que yo la extraño y la deseo... va ella y... (murmuraba dentro del baño mientras se refrescaba la cara) Teresa llegó a visitarlas mientras ella estaba en el baño T: Buenos días (asomó su cabeza por la puerta antes de entrar) E: Buenos días Teresa (respondió con una sonrisa, el nacimiento del bebe parecía que había suavizado el carácter de Esther de los pasados días) T: Uyy pero mira ese glotón como chupa de la teta E: Siiiii En ese momento salía Maca M: Hola Teresa T: Hola hija, ¿cómo estás? M: Bien, voy a aprovechar que estás aquí para ver lo del alta y mi permiso E: ¿Tu permiso? M: Tengo que firmar el permiso, pedí varios días libres para estar con ustedes en casa E: ¿En casa? M: Sí Esther en cuanto te den de alta nos vamos a casa, a nuestra casa (hizo hincapié) E: ¡No! ¡De ninguna manera! M: ¡Esther ya está decidido! todo lo del niño está ahí, van a estar más cómodos, además Encarna no va a poder con todo sola, en nuestra casa yo puedo darle una mano. Acabas de salir de una cesárea y amerita los mismos cuidados que cualquier operación, por dos semanas debes cuidarte la cicatriz E: Lo decidiste tú, ¿es que yo no cuento? Puedo quedarme en casa de mi madre

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M: Esther tranquilízate, le estás dando el pecho al niño y eso no le hace bien... nuestra casa es más grande, Encarna se viene con nosotras, yo quiero estar con ustedes. Tranquila yo dormiré en el cuarto de invitados. Teresa quédate un rato regreso ahora (salió de la habitación) Esther se quedó mirando a la puerta por donde salió, no le quedó más remedio que aceptar lo que había dispuesto Maca, se veía muy decidida y sabía que cuando Maca decidía algo ni discutiendo la hacía cambiar de opinión. Teresa sabía que había algunos problemas en la pareja porque había escuchado rumores, en ése momento se dio cuenta que eran más que rumores, algo pasaba entre ellas T: Esther... Maca tiene razón E: Sí... (reconoció con amargura y se dedicó a su hijo que estaba mamando de su teta) Durante ése día fue un entrar y salir de visitas, compañeros, amigos, familias, todos querían conocer al recién llegado y felicitar a las madres Al final de la tarde les dieron el alta. Maca tomó el bolso y Esther al niño, salieron y como era normal se cruzaron con varios de sus compañeros que las saludaban. Subieron al carro de Maca, colocaron al niño en una sillita para su edad que Maca había comprado y se dirigieron a la casa, Esther iba seria mirando hacia fuera por la ventanilla, como ya era normal en ellas últimamente, iban en silencio, no se hablaron ni una vez, de vez en cuando Maca la miraba de reojo y Esther seguía en la misma posición. Llegaron a casa donde las esperaba Encarna y Paula que al ver a su madre con el niño en brazos, comenzó a dar brincos de alegría Paula: Buela buela... mi hemanito ya llego En: A ver... a ver... (Corría a ver a su nieto) ohhhh que bello que es E: Mira Paula, mira que bello, es tan lindo como tú cuando naciste (se acercó a un sillón y se sentó para que Paula alcanzara a ver a su hermanito) Maca siguió hasta la habitación para dejar todo lo que llevaba Paula: Mama men, men a ver cuarto de hemanito mami y yo lo arreglamos (la tomaba de la mano para que se parara y la siguiera hasta el cuarto) E: Sí mi amor vamos (se levantó con esfuerzo del sillón) Llegaron a la habitación y Esther tuvo que contener la emoción que le embargaba ver como se había esmerado Maca en preparar la habitación, estaba preciosa, la había decorado con lo que habían comprado y planificado antes de que sucediera todo. Maca había cumplido todos sus deseos, colocó y decoró todo como Esther lo quería. Sintió una gran nostalgia y tristeza al no poder compartir esos momentos que habían soñado, Encarna vio como caían por sus mejillas dos lágrimas que ella trato de esconder tras la manta del niño En: Ven hija colócalo en su cuna E: Sí Paula: Mami ¿viste que lindo nos quedo cuato a mami y a mi? E: Sí mi amor les quedó precioso

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En: Tan linda mi princesa, está muy orgullosa de lo que hizo jajaja (achuchó a su nieta) M: Ummm que bien se ve en su cunita (llegaba Maca) En: Sí míralo que bien M: Esther deberías acostarte, recuerda los puntos de la cesárea, ya tienes rato parada, luego te puede molestar E: Sí, voy a... (salió de ahí lo más pronto que pudo, sabía que no iba a poder contener más las lágrimas) Esther se trasladó a la habitación principal y entró al baño, cuando estuvo más calmada salió y se encontró de frente la que había sido su cama, donde habían pasado los momentos más felices de su vida con Maca, sintió un escalofrió en todo su cuerpo. Maca había colocado una cuna de viaje junto a la cama para colocar al niño en las noches y así Esther estaría más tranquila. No sabía cómo definir lo que sentía, no sabía si iba poder aguantar esos días ahí. En la habitación del bebe se habían quedado Encarna y Maca En: Uff pues parece que hasta ahora va todo bien M: Sí... parece que está tranquila En: Sí, es extraño debe ser síntoma del postparto, parece que la fiera esta mansa (dijo de forma sarcástica con una mueca de burla) M: Sí jajaja a ver cuánto dura (no pudieron evitar una risa que Esther escuchó desde la habitación) Esther miraba la cama, no se atrevía a acostarse, en ese momento llegó Maca y la vio así parada a un lado M: Acuéstate Esther (le abrió la cama). Quédate tranquila descansando yo me encargaré de ver al niño para que no tengas que estar parándote a cada rato E: Tú... ¿tú donde dormirás? M:... Esther... quédate tranquila, yo dormiré en la otra habitación y Encarna en la habitación de Paula, ahí le puse otra cama (le dijo con fastidio) E: Pensaste en todo... ya lo tenías decidido desde tiempo M: Esther... ¡descansa! (no quiso seguirle el juego, sabía que terminarían discutiendo, se dio la vuelta e iba a salir, en ese momento llegó Encarna) En: Y bien, ya todos instalados (llegaba Encarna) yo ya puedo irme E: ¿Qué? ¿cómo que irte?, ¿a dónde vas mama? (preguntó nerviosa Esther, lo menos que quería era quedarse a solas con Maca) En: Cariño fue todo tan rápido que no tuve oportunidad de comentártelo, tu tía Carmen está malita y me comprometí con ella a pasarme en las tardes mientras tu prima está trabajando E: Mama, ¡como me haces esto no puedes irte yo te necesito aquí conmigo! En: Hija, no es mi culpa... ya me había comprometido y se presentó el parto, pero no te preocupes, Maca tiene unos días libre y te cuidará mejor que yo E:... Mama... no... Maca se había quedado de pie, escuchando, se notaba que Esther por nada del mundo quería quedarse con ella, pues la iba a tener muy difícil porque de ella en esos momentos ¡no la separaba ni Dios!

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M: Esther... tranquilízate... Lo único que quiero es estar con nuestro hijo, que ustedes estén bien, no quiero nada más... si tanto te molesta verme, trataré de no cruzarme contigo, ¡no me mires! ¡Olvídate que existo! E: ¡Es que tú lo decidiste, pasando de lo que yo pensara! ¡Me estás obligando a estar aquí! no es necesario que estemos aquí, puedo estar en casa de mi madre, yo no pensaba negarte ver a el niño M: ¡Esther! ¡no te estoy obligando! ¡Éste es tu lugar, ésta es tu casa! ¡Nuestra casa! No quiero verlo a raticos, quiero estar con él... con Paula, ¿olvidas que son también mis hijos? ¿Qué los necesito cerca? No quieres nada conmigo, bien, ¡lo asumo! pero el hecho que tú no quieras nada conmigo no quiere decir que tengas que separarme de ellos E: ¡Esta dejó de ser mi casa cuando tú me traicionaste y faltaste al respeto! (le dijo con clara intención de herirla) M: Esther... ¿¡porque eres tan dura!? (le dijo con inmensa tristeza) E: ¡Soy dura con quien se lo merece! En: ¡Basta! La tensión entre ellas era palpable, se retaban con la mirada y la molestia iba creciendo mientras hablaban, hasta que tuvo que intervenir Encarna En: Vamos hijas, no discutan, no es el mejor momento. Esther... Maca tiene razón lo mejor es que estén aquí E: Pero no te vayas mama (le decía desesperada) En: Cariño solo es por unas horas en las tardes, hoy solo voy a saludarla y a cenar con ella y me regreso E:... Está bien mama (aceptaba resignada lo que ya habían decidido Maca y su madre) En: Bueno hijita, me voy nos vemos en un rato ¿si?. Dame un beso E: Adiós mama y dale saludos a la tía Se despidieron y Esther se quedó en la habitación, se fue para el baño para asearse y acostarse de una vez, se estaba sintiendo muy cansada y quedarse a solas con Maca en ésa casa que le traía tantos recuerdos buenos y malos la ponía muy nerviosa Maca salió a acompañar a la puerta a Encarna y regresó a la habitación, la puerta estaba abierta y entró, se encontró a una Esther pensativa, sentada en la cama M: Bien... yo... voy a preparar algo para comer, ¿qué te provoca? E: Me da igual M: (“¡que paciencia Dios!”)... Vale... si necesitas algo llámame por favor E:... Se quedaron mirando, Maca estaba muy cansada de ésa situación, en parte entendía a Esther pero por los niños debía tratar de llevarlo en paz. Hubo un silencio incomodo entre las dos, Maca decidió irse, salió hacia la cocina, pero antes pasó a darle un vistazo a Andrés y a Paula, El niño estaba dormidito en su cuna y Paula jugaba en su habitación con un lego Paula: Mida mami... esto haciendo un cadito a mi hemanito

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M: Jajaja qué bonito mi amor, seguro le va a gustar, pero ¿sabes que vamos a hacer? se lo haces y lo guardamos para cuando este más grandecito porque ahora es muy pequeño y no sabe jugar. Sí Paula: Zi mami yo se lo guado aquí M: Bien... ¿tienes hambre mi amor? Voy a la cocina a prepararte algo, ¿quieres pasta? Paula: Tiiiiiiii M: Bien, ahora te llamo mi amor, sigue jugando Maca preparó una pasta y una ensalada para las tres y fue a avisar a Esther, la encontró de pie al lado de la cuna del niño M: Hola E: Hola M: Es muy tranquilito, duerme como un ángel E:... Sí... M: La comida esta, ¿vienes a comer? Paula nos está esperando E: Sí... voy Se fueron en silencio hasta la cocina, se sentaron y comieron, la única que hablaba era Paula, ellas se limitaban a responder a lo que decía la niña. Terminaron de comer, a Esther se le veía cansada M: Esther... creo que te haría bien descansar, ve a la cama yo me ocupo de los niños Esther no contestó, sólo la miró y se levantó E: Ayyy (al levantarse sintió un tirón en la herida causándole dolor) M: Esther ¿te duele? ¿Quieres que te de un calmante? (le preguntaba preocupada) E: Maca... ¡¡lo último que quiero es que tu estés todo el día pendiente de mi!! ¡¡Me agobias, déjame en paz no te necesito!! M:... Eres insoportable... (le dijo muy bajo para que no la escuchara la niña) E: ¿Soy insoportable? ¡Prácticamente me has obligado a esto, no te importa lo que yo quiera o piense! ¡Así que ahora te aguantas! O qué, pensabas que todo se me ha olvidado, ¿qué todo está perdonado? (le hablaba entre dientes con rabia) M: Yo no pienso nada y no te he obligado, eres mi esposa y esta es tu casa, quiero estar contigo y con los niños, ¿es tan difícil de entender? E: ¡La que no entiende eres tú, que no puedo estar contigo después de lo que me has hecho! ¡No soporto estar cerca de ti! (le dijo entre dientes, sin gritar pero exasperada) M: Esther no te alteres (dijo con calma y no levantar la voz para que Paula no se asustara) E: Entonces déjame tranquila, ¡olvídate de mí no me molestes! (le dijo muy seria y contundente) M: ¡Está bien! Pensé que podíamos convivir como dos personas civilizadas E: ¡No me toques las narices Maca! M: Quiero estar con los niños, no pienso dejar que me sigas pisoteando, ¡no merezco que me trates así! Por muy borde y ofensiva que te pongas no pienso irme E: Bien... ¡veo que lo tienes muy claro! ¡Pues espero que ni te me acerques! ¡Déjame en paz!

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Esther se dio la media vuelta y se fue hasta la habitación, se metió en el baño. Maca se quedó un rato sentada y miró a Paula que estaba sentada mirándola muy triste y con lágrimas en los ojos M: Cariño... no te pongas así, ven (la cargaba y la sentaba sobre sus piernas) Paula: Mami ta enojada... grita mucho... (hacía pucheros) M: Cariño, mama no está enojada, sabes lo que pasa... que le duele mucho la cabeza y está de mal humor, por eso vamos a dejar que descanse y que duerma a ver si se le pasa y ya no grita, ¿sí? Paula: Ti (le decía muy triste) Tenía que hablar con Esther, no podía seguir con ésa actitud, debía medir su rabia frente a la niña la estaba perturbando M: Cariño ¿quieres que veamos una película? Paula: Tiiiiiii Maca colocó la película favorita de Paula y se sentaron acurrucadas en el sofá, estaban terminando la película cuando llegó Encarna Paula: Abuela (se le lanzó a los brazos y le dio un beso, luego regresó a su sitio) En: Hola mi niña... hola Maca M: Hola Encarna, ¿qué tal esta tu hermana? En: Está mejorando y por aquí como están las cosas M:... Ummm ahí... (le dijo con tono apesadumbrado) Al escuchar a su madre Esther salió de la habitación E: Mama hola... ¿cómo está mi tía? En: Mejor hija... mejor E: Me alegro Paula: Mama... ¿ya no te duele la cabeza? E: ¿La cabeza? No mi amor Paula: Ehhhhh ¿tonces ya no vas a gritar? E: Cariño (se acercó hasta la niña) Paula: Yo me asuste y Mami me ijo que gritabas poque te rolia a cabeza En: ¡Esther!.. Esther miró a Maca, con gesto apenado, en ése momento recordó la discusión en la cocina, había tenido ése arranque delante de la niña y ni se había dado cuenta, se odió a si misma por el dolor que le había causado a su hija. Encarna miró negando con la cabeza a Esther entendiendo lo que había pasado E: No cariño... ya no voy a gritar (abrazó a la niña) perdóname cariño no quise asustarte, ya no voy a gritar, te lo prometo Paula: Acias mama (abrazó a su madre por el cuello) Maca y Encarna se miraban M: Bueno... yo me voy a acostar, Paula vamos

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Paula: Ti mami M: Vamos despídete y da las buenas noches Paula: Ti, buenas noche mama (le daba un beso a su madre otro a su abuela) E: Buenas noches mi vida, que descanses En: Buenas noches M: Buenas noches... En: Buenas noches hija, descansa que te hace falta M: Sí Maca y Paula se retiraron, Maca llevó a la niña a su habitación a que se aseara y se pusiera su pijama, la acostó estuvo un rato con ella y al ver que dormía se fue a dormir ella, Encarna y Esther se habían quedado en la sala En: Parece mentira hija, que con tal de herir a Maca no te importa que esté tu hija presente E:... Mama... estoy cansada... buenas noches (se despidió y se fue a acostar) En la mañana Maca se despertó temprano, se sentía agotada, no había podido dormir bien y fue a darle una vuelta al niño, se encontró con Esther sentada en el sillón de la habitación con el niño en brazos amamantándolo M: Buenos días (se acercó y le dio un beso en la frente al niño, al acercarse sintió el aroma de Esther, levantó la mirada y se cruzó con la de Esther)... ehh... voy a preparar el desayuno Al llegar a la cocina se encontró con Encarna que ya estaba preparando café M: Buenos días Encarna En: Buenos días hijita, uy tienes mala cara ¡eh! M: Dormí muy mal (se sentó sin ganas en la silla) En: Lo imagino... no sé si fue buena idea que te la trajeras para acá, vas a terminar enfermándote M: No creas Encarna, es difícil porque ella es muy cruel conmigo, pero te juro que si los tuviera lejos me volvería loca (sonrió con tristeza) En: Sí, yo creo que actúa así porque siente que nos confabulamos para obligarla M: ¿Tú crees? Sabes perfectamente que si no lo hubiera hecho así no habría venido y por su seguridad y los niños es mejor que estemos todas juntas pueden vigilarnos mejor En: ¡Si es verdad! Ay Maca yo estoy asustada... ¿crees que ese gilipollas de verdad trate de hacerles daño? M: No lo sé, pero si se siente acorralado creo que es capaz de todo En: Porque no le cuentas a Esther sobre las amenazas, seguro entiende y no te sigue atacando M: Jummm Encarna... sabes que para ella cualquier cosa es razón para atacarme... sí se lo diré, pero más adelante, ahora está recién dada a luz, además ¡tengo la esperanza de que pronto agarren a ése desgraciado! En: Eso espero Maca... ¿Esther ya se despertó? M: Sí, Le está dando el pecho al niño En: Toma (le dio una taza de café) ¿vas a desayunar o la esperas?

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M: No tengo hambre, me tomo éste café y ya después veré. Voy a despertar a la niña y la llevo a la escuela En: Gracias Maca M: ¿Por qué? En: Por todo, por estar pendiente de ellas, por quererlas como las quieres, es mi familia y ver lo pendiente que estás de ellas me... (Encarna se emocionaba) M: Hey que pasa Encarna, hoy como que amanecimos sensibles ¿eh? Jajaja En: Sí eso jajaja Así pasaron los cuatro días de permiso que había pedido Maca, Esther no había tenido otro arranque, más por la niña que porque no le provocara A las dos les costaba mucho dormir por las noches, para Esther dormir en ésa cama era casi una tortura, en la que habían pasado momentos tan hermosos en la que se habían amado tanto Para Maca saber a Esther tan cerca y no poder dormir junto a ella era también una tortura Maca despertó muy temprano debía irse al hospital, se bañó, se vistió, pasó a darle un beso a los niños antes de irse, al entrar en la habitación el bebe dormía plácidamente en la cuna. Esther dormía, Maca la miró y se acercó. Estaba tan hermosa, le encantaba la cara que ponía cuando dormía, sintió enormes deseos de tocarla de acariciarla, se arrodilló al lado de la cama y acarició con suavidad sin tocarla, el contorno de su cara de sus labios, con inmenso cuidado apartó un mechón de su cabello que caía sobre sus ojos y le dio un fino beso en su mejilla, el roce hizo que Esther abriera los ojos y la vio muy cerca de ella E:... Que haces... (le preguntó sin moverse) M: Esther... (no pudo contestar, se le quedó mirando con deseo, al ver que Esther no huyó de su caricia, se atrevió a acercarse más, la miraba a los ojos y a los labios alternativamente) E:... Maca... no... (se negó sabiendo a lo que iba Maca, pero fue un no muy débil casi imperceptible, sin moverse de donde estaba) Maca acercó sus labios dejando un beso muy suave que hizo que las dos se estremecieran de pies a cabeza, solo los rozó como pidiendo permiso y se alejó un centímetro, Esther tenía los ojos cerrados, luego volvió a ellos con más ansias, Esther no la rechazaba, sintió que correspondía al beso con la misma pasión e intensidad que ella, se besaron durante unos segundos, Esther sintió las manos de Maca acariciarla con desespero. Esther sintió una gran excitación, se dio cuenta que estaba a punto de perder el control, se separó y se levantó de la cama E: Maca... no... (le dijo tratando de controlar su respiración que estaba agitada por la excitación que había sentido) M: Esther... por favor... dame una oportunidad, no podemos seguir así... por favor E:... Vete... sal de aquí M: Esther... (la tomó de las manos con cariño y la detuvo) E:... ¿Qué? ¿vas a obligarme también a eso? (le espetó con rabia)

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Maca la miró dolida, ¿cómo podía decir algo así? Sólo quería abrazarla, sentirla, que volvieran a estar juntas que ya derribara ese muro tan duro del odio. Ya no aguantaba más su maltrato y sus desplantes, estaba cansada de darse de bruces con esa dureza en el corazón de Esther, sentía que ya todo estaba perdido. La miró con dureza y sin decir palabra se dio la media vuelta y salió de la habitación, luego Esther escuchó la puerta de la calle cerrarse, Maca había salido E: ¡Mierda! (se sentó sobre la cama con la cara entre sus manos), ¿por qué?... ¿por qué?... ¡¡¿por qué?!! Esther se metió en la ducha para despejarse, ¡estaba muy confundida! La cercanía de Maca la había estremecido... esos labios... esos ojos... la deseaba, al recordar ése beso le hacía latir su centro con locura, ese recuerdo le producía una gran angustia en su interior, una mezcla antagónica de sentimientos, entre el amor y el odio. ¿Cómo podía desearla tanto, amarla tanto y no soportar su cercanía, porque no podía controlar ésa rabia hasta el punto de querer siempre herirla y atacarla? Por un lado la amaba tanto que quería creerle y perdonarla pero por otro sentía tanta rabia que no la soportaba cerca. Ella misma no se entendía se estaba volviendo loca. Sacudió la cabeza quería quitarse de alguna manera esas ideas, lloraba de impotencia, el agua de la ducha se mezclaba con las lágrimas que derramaban sus ojos. No podía seguir así, debía seguir los consejos de su madre, debía pedir ayuda profesional, la necesitaba urgentemente, de alguna manera necesitaba terminar con esa situación, ella estaba sufriendo y estaba haciendo sufrir a Maca. Salió de la ducha decidida a llamar inmediatamente a Carlos Maca llegó al hospital, llegó enseguida porque salió en la moto, en la entrada estaba Teresa en su puesto, Claudia llegaba justo detrás de ella Claudia: Maca... Maca (la llamaba) M: Eh... Ah hola... buenos días Teresa (tomaba el bolígrafo para firmar) T: Buenos días Maca, ¿qué tal está el niño? M: Bien Teresa, está precioso y creciendo día a día (le decía orgullosa) Claudia: Uff pero que te pasa, te vengo siguiendo y llamando, no me escuchas (la alcanzaba en recepción) M: Pues no, no te escuché, hola (se saludaron con dos besos) Claudia: Umm... ¿qué te pasa? ¡Menuda cara traes! M:... (no le respondió, una mueca y los ojos tristes le hicieron entender a su amiga perfectamente, que se trataba de Esther) Claudia:... Hummm... ¿tienes tiempo, nos tomamos un café? M: Sí... me hace falta. Salí de casa sin tomar nada Llegaron al cafetín y se sentaron frente a una taza de café Claudia: ¿Qué ha pasado? ¡Esther!? (adivinando el motivo) M: Sí... ya te he estado contando, como han sido estos días, Esther está demasiado agresiva conmigo, no pierde ni una oportunidad para agredirme para ofenderme... pero hoy... ¡hoy se pasó! (le decía con tristeza) Claudia: ¿Qué hizo ahora? M: Claudia, prefiero no contarlo ¿sí? perdóname

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Claudia: No te preocupes... tu mujer es dura ¡eh! M: Claudia, ya esto no se trata de eso, ¡es odio lo que siente por mi! Yo la entiendo, está dolida, ella no sabe lo que pasó y jura que yo la engañé a voluntad Claudia: ¡Es que si te dejara hablar! M: No me deja, no quiere escucharme, todo lo que hago para ella está mal, a todo le busca la vuelta, con ella todo es complicado. ¡Se molesta por todo! ¡Me doy cuenta que no le interesa si soy culpable o no, le da igual, está claro que no quiere seguir conmigo y ya! Claudia: Maca... no digas eso M: Sí amiga, ella me odia, creo que ella misma no lo puede evitar, lo veo en sus ojos Claudia: ¡Creo que tu mujer es una egoísta! ¡Sólo le importa lo que ella siente! M: ¡Tienes razón! ¡No le importa por lo que yo estoy pasando! Claudia: Quizás con el tiempo se dé cuenta y... M: ¡No Claudia! ya es suficiente, si ella me amara no me trataría así, estaría molesta pero no me trataría con tanta rabia, ¡si me amaría me daría una oportunidad! Claudia: A veces la gente no sabe manejar las emociones y actúa así. Y ahora que siente que la fuerzas a estar contigo M: Será... (dijo resignada) pero fue lo mejor, me aterra saberlos lejos y que el imbécil aquel les haga daño Claudia: ¿No me dijiste que las están vigilando? M: Sí, le pusieron un agente, además yo contraté vigilantes privados para que estén pendientes, ellos me recomendaron que era mejor estar así juntas, no sé, no sé. Yo estoy muy cansada, así no podemos seguir Claudia: Quizás con el tiempo Maca, cuando ya se descubra la verdad, ella... M: ¿Para qué Claudia? ¡¿Ya para qué?! No me creyó, no confió en mí cuando debió hacerlo, como ya te dije, entiendo su reacción pero ya ha pasado un tiempo, ha tenido tiempo de pensar en cómo he sido con ella, en como la he respetado siempre, en que la amo. Debió darme una oportunidad, dejar que le contara y entre las dos buscar la verdad, pero no. Prefirió alimentar día a día esa rabia que tiene por dentro, ése dolor por lo que cree que le hice y yo... yo estoy cansada de su trato, a estas alturas no creo que nos podamos dar un tiempo y volver como si nada (le confesaba a su amiga) Claudia: ¡Yo lo siento muchísimo, ustedes se aman es una lástima lo que le han hecho! M: Sí... pero se acabó, ¡ya está dañado no tiene vuelta atrás! Todo por la maldad de un imbécil que... (Maca se calló, sentía que su alma se partía en pedazos, saber que por un desgraciado se había roto su felicidad) Claudia: Maca... no te desesperes... no hagas algo de lo que luego te puedas arrepentir M: No lo creo amiga... creo que es lo mejor, creo que es mejor que nos separemos, que hable con Cristina para que me prepare los papeles. Esto ya no tiene solución, da igual que le de pruebas o no... ya da igual... (decía desanimada, estaba cansada, muy cansada de todo) Se fueron a trabajar. Para Maca fue una jornada pesada, se le había alargado por un caso muy complicado estaba agotada emocional y físicamente. Al terminar su turno más de doce horas se fue para su casa Llegaba a casa con mucha ilusión tenía muchas ganas de ver a sus niños los había extrañado todo el día. Pero al mismo tiempo en el alma llevaba la desazón que por primera vez no tenía ganas de ver a Esther, recordó con nostalgia ésos días en que al

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salir de un día duro de trabajo, le encantaba llegar a casa y encontrarse con Esther y la niña Entró, dejó sus cosas sobre la mesa junto a la puerta, Paula que jugaba junto a su madre, al escuchar su llegada fue a su encuentro corriendo emocionada y se echó a sus brazos, con tanta alegría que casi la tumba al piso, Esther desde el sofá no pudo evitar una media sonrisa al verlas de ésa forma M: Ay que me tumbas... jajaja Paula: Mami, llegaste (saltó a sus brazos y la besó) M: Si mi amor, ¿cómo estás? Esther estaba con un libro en la mano, las miraba como se prodigaban cariño las dos, Maca levantó la mirada y la vio sentada, cruzaron su mirada durante segundos y volvió a concentrarse en la niña, ésa indiferencia y frialdad en la mirada de Maca le hizo sentir un escalofrío en todo su cuerpo con orgullo volvió su vista al libro pero no leía M: ¿Qué haces cariño? Paula: Estoy ibujando con mama M: Ah muy bien, ¿y tu hermanito? Paula: Esta dumiendo... dueme mucho mami no puedo juga con él... (se quejaba con un puchero la niña) M: Jajajaja sí mi amor duerme mucho porque es chiquitico pero ya verás que pronto jugaras con él Paula: ¿Chi? M: Seguro... sigue dibujando mi amor yo me voy a descansar (la colocó en el piso) Se dio la vuelta y sin dirigirle la palabra a Esther se fue hasta su habitación, estaba cansada, no había dormido la noche anterior y la jornada había sido dura, así como estaba se echó sobre la cama y se quedó dormida Cuando Maca se fue Esther levantó la vista de su libro y miró como se iba, percibió que algo había cambiado en Maca, la notó fría, distante, ni siquiera la saludó como hacía siempre. Se sintió más imbécil que nunca Encarna estaba en la cocina preparando la cena y salió a ver qué hacía cada uno. Pasó por la habitación donde dormía Maca y al estar la puerta entreabierta la vio acostada en la cama boca abajo con la ropa, se dio cuenta que estaría muy cansada y sintió pena por ella, sabía que la estaba pasando muy mal con todo lo que estaba pasando a veces todos olvidaban que Maca era la principal víctima y por estar pendiente de todos había pasado por alto sus penas, temía que en cualquier momento Maca se derrumbaría. Fue hasta la habitación donde estaba Esther En: Maca se quedó dormida E: Sí En: La pobre estaría muy cansada, no ha cenado ni nada, que hacemos ¿la despierto? E: Mejor no, déjala descansar, cuando haya descansado algo se levantará y comerá algo, es mejor que descanse

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En: Sí... la conoces mejor que nadie (se le quedó mirando a su hija, le pareció que estaba utilizando otro tono de voz al referirse a Maca) E:... Cuando llega muy cansada prefiere descansar algo y luego come En: Bueno... pero ésta niña se va a comer que ya tiene que acostarse que es tarde, vamos Paula Luego de más de dos horas Maca abrió los ojos, estaba acostumbrada a dormir poco, lo suficiente para descansar el cuerpo, estaba cansada pero tenía hambre, se quitó la ropa, fue a bañarse, fue a ver al niño que dormía plácidamente, le acarició la cabecita al niño con cariño y le dio un beso. Le dio una vuelta a Paula que también ya dormía e igual le dejó un beso. Luego fue hasta la cocina a cenar algo, se encontró a Esther y Encarna sentadas en la mesa junto a una taza de té M: Buenas noches Encarna (se acercó a Encarna y pasó de Esther) En: Hijita, ¿cómo estás? Has dormido muy poco. ¿Descansaste algo? M: Sí, no se preocupe estoy acostumbrada luego me acuesto un rato En: Ven siéntate, te sirvo la cena M: Encarna no es necesario, quédese ahí tranquila, yo me la sirvo En: Pues no, ¡tú te sientas ahí que estas muy cansada! Además sabes que a mí me encanta hacer esto M: Está bien (se sentó al otro lado de donde estaba Esther, quedando lejos pero enfrente) Esther la miraba pero no decía absolutamente nada, la conocía muy bien estaba triste se le veía agotada. Encarna las miraba, notaba un cambio en las dos, Maca estaba muy distinta en el trato con su hija. Intuyó que algo había pasado entre ellas para ése cambio En: Voy a ver a los niños Salió de la cocina con el fin de dejarlas solas y así pudieran hablar. Al quedarse a solas, ninguna se movía, Maca seguía comiendo y Esther tomaba su café. Fue Maca que rompió el incomodo silencio M:... ¿Como pasó el día el niño? (preguntó a Esther) E: Bien... ya sabes dormir y comer M: Sí... (Se hizo nuevamente el silencio) E:... Ehh... ¿qué tal el día en el hospital? Maca tuvo que levantar la mirada sorprendida, le había extrañado tanto la pregunta como el tono “amistoso” en que se la hizo M: Bien un poco duro y largo... pero como siempre E:... (Esther la miraba, sabía que a Maca le ocurría algo más que el cansancio del trabajo, no dudaba que le había dolido mucho lo que había pasado en la mañana) Maca... (“debería pedirle perdón por las palabras que le dije ésta mañana ¡¡soy una bruta!!, en cuanto termine de cenar le digo... ¿Dios, que le digo?”) M: ¿Qué? E: Eh... (“mejor no... está muy cansada... mejor que descanse... ya luego... veré...” en eso pensaba cuando Maca se levantó, había terminado de cenar)... no nada

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M: Está bien... Buenas noches (le dijo sin mirarla y se fue hasta su habitación. Se acostó necesitaba dormir, se estaba sintiendo en realidad muy cansada, tomó un libro pero al rato se quedó dormida) Ya todos dormían, cuando escucharon un grito de Maca, Esther sobresaltada se levantó de la cama y fue hasta donde estaba Maca, detrás de ella llegaba Encarna Maca estaba sentada en la cama, con la respiración entrecortada y sudando, sus manos le temblaban, estaba llorando. Esther al verla así se quedó paralizada en la puerta, Encarna se acercó En: Hija... ¿qué tienes? (se acercó hasta ella y se sentó a su lado en la cama) M:... Una... una pesadilla... En: Hijita... estás temblando... (al tomarle las manos para detener el temblor que tenía se las notó muy frías) tienes las manos congeladas... ¿tienes frío? M:... No... En: Estás muy asustada... ¿qué pesadilla es ésa? M:... Es la misma de casi todas las noches... pero esta vez fue... no importa, no se preocupe... ya estoy bien Esther al verla así salió y regresó con un vaso de agua para Maca, se le notaba muy agitada En: Hija ¿qué sueño es ese que se te repite así? (notó que se habían quedado solas y se atrevió a preguntar) M: Es horrible Encarna... es con la mujer ésa... estamos en la cama... y Esther está ahí mirándonos y la otra se ríe nosotras y... después (se detuvo porque se dio cuenta que llegaba Esther, pero ya ella la había escuchado) E: Toma (le extendió el vaso a Maca) M:... Gracias (miró a Esther a los ojos un segundo y bebía el agua) E: ¿Quieres un tranquilizante? M:... No... no es necesario... ya va a pasar En: Maca, deberías buscar ayuda... no puedes despertar así en las noches, me preocupa verte así M: No se preocupe (le decía cansada) En: Bueno trata de descansar... ¿segura no necesitas un calmante? M: No Encarna... mejor no... perdone por despertarlas En: ¡No seas tonta hija! (le dio un beso en la frente) descansa M: Sí... (volvió a recostarse pero sabía que no iba a poder dormir, cada vez que tenía esa pesadilla le costaba serenarse) Esther se quedó unos segundos en la puerta mirándola y luego se fue a la habitación, ella tampoco pudo dormir pensando en el susto de Maca ¿de qué trataría esa pesadilla que la ponía tan mal? A penas aparecieron los primeros rayos de sol, Maca se levantó y salió a trotar, necesitaba despejar su mente, luego de una hora de trote rápido regresó para bañarse e irse al hospital. En cuanto estuvo lista fue a despertar a Paula para llevarla a la escuela,

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la vistió y le dio el desayuno. Antes de irse entraron en la habitación donde estaba Esther amamantando al niño, Paula se despidió de su madre y de su hermanito Paula: Chao mama, me voy a escuela (le dio un beso a ella y uno a su hermanito en su cabecita) E: Chao mi amor Maca se despidió del niño dándole un beso en su cabecita tal como había hecho Paula, cuando estaba por salir se giró y desde la puerta de la habitación le preguntó M:... ¿Hoy te toca control con Sonia? E: Sí a las dos debo estar en su consultorio M: ¿Quieres que te venga a buscar? E: No es necesario, pido un taxi M: Bien... yo me voy al hospital Se dio la vuelta y salió. Esther se quedó mirando por donde ella había salido, la sentía cada vez más fría y distante Maca llegó al hospital, mientras se cambiaba recibió una llamada de Cristina M: Hola que tal... bien... ¿ésta noche?... sí claro... ¿que?... ¿no me vas a adelantar nada?... está bien. Bien de todos modos yo también necesito pedirte algo... ok... hasta la noche Cristina la había llamado para darle buenas noticias, pero no quiso adelantarle nada de que se trataba, pero le dijo que eran muy buenas. Quedaron en cenar ésa noche y le contaría con detalles, Maca aprovechó para decirle también necesitaba hablar con ella Esther llegó al hospital para su consulta con Sonia. Llegó junto a Teresa en recepción, luego de saludarla y ponerse al día en cómo estaban los niños y el hospital se fue al consultorio, no vio por ninguna parte a Maca, sabía que era una tontería pero se había imaginado que quizás Maca la acompañaría a ésa consulta, pero no, nunca llegó. Sonia le dijo que estaba todo bien y se fue. Al pasar por recepción E: Teresa ¿puedes pedirme un taxi? T: Sí claro... E:... Eh... ¿sabes dónde está Maca? T: Creo que está en quirófano E: Ah... ok... bueno me voy a casa, los niños están con mi madre T: Un día de estos, paso a verlo, debe estar grande E: Y hermoso, cada día está más grande, mañana cumple un mes T: Cómo pasa el tiempo... y ya te falta poco para que regreses al trabajo E: Pues sí, en dos meses regreso, me va a costar separarme de los niños T: Si es lo más difícil... pero hasta que no nos ganemos la lotería no queda otra que trabajar E: Pues sí jajaja... ahí está mi taxi, adiós Teresa (se despidieron)

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Ya era las doce de la noche y Maca no llegaba, Esther estaba nerviosa, le pareció extraña la tardanza, cuando se le hacía tarde en el hospital normalmente llamaba a Encarna y ella se lo comentaba a Esther. Pero esta vez no le había dicho nada. No podía preguntarle porque Encarna ya se había ido a acostar. Esther estaba en su habitación sentada leyendo un libro, le era imposible conciliar el sueño, cuando escuchó el ruido de la puerta y unas llaves caer al suelo M: (se inclinó a recogerlas y al inclinarse perdió el equilibrio y cayó sentada) ¡Joder! Esther pensando que le había pasado algo a Maca fue corriendo a ver, la encontró sentada en el piso con las llaves en las manos... Estaba... ¿tomada?... Maca al levantarse la vio ahí con los brazos cruzados mirándola M:... Ummm... hola... ¿me esperabas? E:... ¡No!... ¿estás borracha? M: ¿Yo?... noooop... (vio a Esther que negaba con la cabeza y reconoció)... bueno solo un poquito... pero no borrrrracha solo... ¿cómo podríamos llamarlo?... ¿alegre?... contentita... ¿bebida?... bah... ¡da igual! E: ¿Dónde estabas? (le preguntaba de mal genio)... No creo que vengas así del hospital M: Ufff... de... por ahí... (hacía un ademán con sus manos y se iba hasta su habitación, dejando a Esther con la boca abierta) E: ¡Pero será posible! (fue detrás de ella) Maca estaba sentada en la cama tratando de quitarse sus botas, cayendo acostada sobre su cama, Esther al verla se acercó E: ¿Cómo llegas así a la casa? M:... Buah... ¡¿qué más da como llegue yo a la casa?! E: ¡Maca!... ¡estás perdida de borracha! ¿No te da vergüenza llegar así? M:... Estaba celebrando... Ven... ayúdame a quitarme esto... (seguía tratando de quitarse las botas sin poder) E: ¿Celebrando? ¡¿Con quien?! M: Siiiiiiiiiiiiiiiiii... ven... ayúdame... no seas malita... E:... Esto es el colmo... (se acercó y jaló una de sus botas y luego la otra) M:... Ahora el pantalón... anda... que yo no puedo (le hacía morritos) Esther nunca la había visto así, le hacía mucha gracia, Maca en esas condiciones estaba sumamente divertida, pero al mismo tiempo estaba cabreada, ¿con quien andaría? ¿por qué bebió así? seguro andaba con Claudia E: ¡No me lo puedo creer!... (le jaló el pantalón de un tirón) M: Ummmm gracias mi amor (se dio la vuelta y se acomodó en la cama dispuesta a dormir) E:... ¿Dónde estabas? (le preguntaba de mal humor) M:... ¿No te lo dijo Encarna? E: No... M: Estaba cenando... E:... ¡¿Con quién?!(le carcomían los celos) M: Mmmmm ¡¿acaso te importa?!

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E: ¡Maca! M: Ufff... con mi amiga... Cristina E: ¿Con Cristina? M: Sí... vamos déjame dormir que estoy cansada... (se dio la vuelta para mirar a Esther y con picardía le preguntó)... a menos que quieras dormir conmigo... ¿sí?... (levantaba las cejas) ¿quieres?... ven E: ¡Estás loca! (pero al estar tan cerca de la cama Maca la tomó de la mano y la jaló haciéndola caer sobre ella) ¿qué haces? M:... Sabes que me tienes loca de deseo... (con rapidez le daba la vuelta quedando ahora ella sobre Esther) E: Haz el favor de soltarme... estás borracha... hueles a alcohol... (pero no hacía nada para separarse) M: No estoy borracha... solo tome... (hacía que pensaba)... no sé cuanto tomé... pero tomada o no, igual te deseo (le decía ya con la voz ronca de deseo) E: Esto es demasiado... mejor duerme ésa pea M: ¡No!... ahora no quiero dormir... te quiero a ti aquí conmigo E: Suéltame Maca (trataba de soltarse de ella, pero no con mucho esfuerzo) M: Estás tan guapa, estoy tan enamorada de ti... (mientras su mano bajaba hasta su muslo y lo acariciaba) E: ¿Eso se lo dices a todas? (le preguntó con rabia) M: ¡No!... sabes que solo a ti... ¡solo te quiero a ti! E: ¿Y por qué me engañaste tan vilmente, si me quieres tanto? M: Sabes que todo eso es mentira... que no estaba en mis cabales... tienes que creerme... (la besaba en el cuello) Esther aún queriendo no podía apartarse, estaba hechizada por la voz y las caricias de Maca, le producían tal placer que estaba fuera de sí E:... No... Maca... sé que es verdad... ummm M: Te equivocas (subía su mano y la metía dentro de la camiseta de Esther, acariciando su pecho) E: Suéltame... no quiero que me toques (trató de separarse pero Maca no lo permitía) M: No te creo... siempre te ha gustado que te toque... así... ¿ves? Me deseas tanto como yo a ti ummmm están duritos (le levantaba la camiseta dejando su pecho al descubierto y con su lengua acariciaba sus pezones) E:... Ahhhh... (era tanto el placer que el solo roce de Maca la hizo gemir, sentía su sangre hervir) M: Ummmm cuanto las extrañaba (tomó su pezón suavemente entre sus labios y comenzó a chuparlo) E:... Ma... ca... aghhhhh M: Ummm mi amor... no perdamos más tiempo... te necesito E:... Maca... Maca estaba muy excitada, tenía mucho tiempo deseándola, mucho tiempo sin amarse, sin estar juntas, ese deseo reprimido unido con el grado alcohólico en su sangre no la hacían pensar en otra cosa que tenerla en ése preciso momento aunque no fuera el mejor, sólo pensaba en volver a hacerle el amor a su mujer. Le dio varios besos cortos en su cuello, su mejilla, su boca, hasta que fue aumentando la intensidad de sus besos. La besó con pasión y volvió a su pecho que la llamaba con ansias, los lamía y chupaba con hambre

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Esther estaba desconcertada pero encantada con las caricias de Maca, su corazón latía desbocado como siempre que su mujer la tocaba, estaba fuera de sí, estaba perdiendo el control, ardía de deseo... E:... Maca... Mientras Maca lamía y chupaba sus pezones, con su mano acariciaba cada centímetro de la piel de su mujer. Estaban enloqueciendo, poco a poco fue descendiendo su mano hasta sus piernas, las acariciaba lentamente de arriba abajo, acercándose cada vez más a su centro que ya latía de deseo, pasó sus dedos y la encontró muy húmeda, Esther estaba tan excitada como ella no pudo evitar un estremecimiento en todo su cuerpo E: Aghhhh Maca... por favor... Maca volvió a la boca de Esther y se adentraba en ella, sus lenguas se encontraron después de mucho tiempo de ausencia. Colocada sobre ella comenzó a rozarla con su cuerpo, se estaba volviendo loca aumentó la intensidad de sus caricias, volvió a tocar el sexo de Esther que ardía de pasión, su sangre estaba ardiendo, se estaba entregando a la pasión de su mujer... sin embargo su mente le jugó de nuevo una mala pasada, vinieron a su mente como un flashback las imágenes de Maca con esa mujer, de pronto sintió una mezcla de asco y miedo y sin pensar en lo que hacía apartó con fuerza a Maca E:... Maca no... no puedo... ¡no! M: Esther... no me hagas esto... te necesito cariño... (le decía con su voz ronca de deseo y su respiración acelerada) E: Así no... ¡estás borracha! M: Esther me haces mucha falta... ¡te deseo...!... ¡eres mi mujer! (casi le suplicaba e intentaba volver a tocarla) E:... ¿Vas a obligarme?... vienes en celo y quieres obligarme... ¡¿no encontraste a nadie con quien desahogarte?! Maca reaccionó ante el desprecio y las palabras de Esther, se apartó empujó a Esther y se levantó como pudo de la cama M: ¡Vete a la mierda Esther! (le dijo furiosa pero aun jadeando) E: ¡Maca! M: ¡Maca nada! ¡estoy cansada de que me trates así! Vete... ¡vete de mi cama! ¡No te soporto! ¡Vete! Esther se levantó de la cama, con lentitud, no reconocía a Maca. De pronto la escuchó decir M: Mañana me voy de la casa (le dijo con dificultad, de espaldas a Esther) E:... ¿Qué? M:... ¡Me voy!... voy... voy a pedirle a Cristina que redacte los papeles del divorcio... ¡ya no quiero seguir así! E:... ¿El divorcio? (le preguntó sorprendida) M: ¿No era lo que querías?... pues lo has logrado... ya no tendrás que soportarme... ya no tendrás que disimular el asco que te provoco... ¡ya no te tocaré! Cuando estén listos

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Cristina te los enviará... ahora quiero dormir, ¡Vete! (la voz de Maca salía entrecortada por el dolor que estaba sintiendo, de pronto sintió una arcada y tuvo que salir corriendo para el baño) E: (se le llenaron los ojos de lágrimas, no esperaba eso, sabía que había actuado mal con Maca pero no lo esperaba)... Te amo... ¡no me dejes! (dijo con un hilo de voz, pero Maca no la escuchó) Maca no la escuchó, no pudo más... las ganas de vomitar la hicieron salir corriendo al baño a vomitar, Esther la escuchaba desde la habitación, hubiera querido ayudarla pero se había quedado clavada al piso, todo lo que había pasado la había desbordado. ¿El divorcio? No, en el divorcio no había pensado. Pero Maca estaba decidida, iba a hablar con Cristina. Cuando al fin pudo reaccionar se dio la media vuelta y arrastrando los pies se fue a su habitación con el corazón destrozado. Maca al regresar a la habitación ya Esther no estaba, se tumbó afligida sobre la cama envuelta en un llanto desgarrador, hasta que se quedó dormida por el cansancio Esther se acostó pero sabía que ésa noche le iba a ser difícil dormir, aun tenía la respiración alterada y el corazón acelerado, sentía las manos de Maca sobre su piel... sus besos... sentía su centro latir desbocado. Le daba vueltas a la cabeza, pensaba en lo que había pasado en la cama con Maca, la deseaba, sí... aun la deseaba, estaba segura que aun la amaba pero no podía perdonarla, esas imágenes estaban ahí en su cabeza... ¡no querían irse de ahí! no podía olvidar lo que había hecho, ¡no podía! E: ¿¡Por qué!?... ¿por qué si te amo tanto no te puedo perdonar? (se preguntaba Esther, acostada en su cama) No podía borrar de su mente las malditas imágenes de esa mujer acariciando la piel de su esposa, ésa piel que ella tanto adoraba, ¡se le alteraba la sangre solo de pensarlo! no podía borrar las imágenes de la boca de ésa mujer en las de su esposa, en su cuerpo, en su sexo, no podía olvidar el haber visto a su mujer acariciar el cuerpo de esa zorra, las manos y la boca de su mujer en el sexo de ésa, notó como de solo recordarlo una rabia inmensa se apoderaba de ella y los celos la devoraban por dentro. Maca era su mujer, ¡suya! E: ¡¿Por qué lo hiciste Maca?! (hablaba en la cama abrazada a la almohada que era de Maca) Aun retumbaban en su oídos las palabras de Maca “Divorcio”, no, no lo quería, no podía estar con ella, pero no quería divorciarse sabía que era egoísta, sabía que debía dejarla ir pero no podía vivir sin ella, no podría. Debía hacer algo, debía evitarlo... hablaría con Maca le pediría una oportunidad... iría a terapia... le pediría tiempo... si eso haría... pensando en eso se quedó dormida En la mañana Maca despertó con un fuerte y penetrante dolor de cabeza, con dificultad abrió los ojos, no tenía muchas ganas de levantarse pero debía ir al hospital. Se fue directo a duchar para despejarse un poco y activar su circulación, se vistió y se fue directo a la cocina a tomar un café necesitaba despertarse. Ahí estaba Encarna preparando café

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M: Mmmm... buenos días Encarna En: Buenos días Maca... uff que carita traes... toma creo que te hará bien una taza de café muy negro... (le tendió la taza) M: Sí... gracias... mmmm que bueno... (tomó un sorbo y levantó la mirada hacia Encarna) ¿Ya te contó? En: ¿Quién? ¿Esther? no. No ha salido de la habitación, está encerrada. Pero anoche te escuché llegar un poco contentica... (le decía sonriendo) M: Ufff que vergüenza... lo siento Encarna En: No te preocupes... no tienes que justificarte... estás pasando por mucho y no te viene mal pasarla bien alguna vez ¿no? M: Bueno en realidad no estaba de fiesta, cenaba con Cristina nos tomamos una copa y no era mi intención pero... En: Una cosa llevó a la otra... M: Pues sí... empezamos con una copita y al final hablando y hablando entre las dos nos tomamos la botella, sabes que no soy tomadora, se me subió muy rápido a la cabeza En:... ¿Qué tal la cena? M: Muy bien, Encarna... Cristina me invitó para contarme la noticia En: ¿Qué pasó? M: La interpol ya tiene a Roberto y sus cómplices (le contó mientras tomaba de su café) En: ¡Dios santo! M: Siiiii y no se va a creer como lo atraparon. Estaba escondido en una fábrica abandonada de un amigo suyo. La policía lo buscaba y en eso todas sus fechorías llegaron a oídos de sus padres En: Jummm unas joyitas ¡seguro lo estaban escondiendo! (decía con una mueca de desagrado) M: ¡Pues no! No se crea, serán prepotentes y todo lo que quiera, pero se ve que son gente de bien, legales, se sintieron tan mal al enterarse de todo lo que hacía su hijo que ellos mismos dieron con él, lo denunciaron e hicieron que se entregara En: ¿¡Que!? ¡No me lo puedo creer! ¡Quien los ha visto y quién los ve! M: Para que vea, siempre lo protegieron porque él sabía jugar muy bien su papel y sus padres creyeron todo lo que les decía En: Sí, ¡bastante que sufrió Esther por culpa de eso! M: Así es. Pero la policía les dio pruebas y el padre las investigó en la empresa, se dio cuenta de todo lo que pasaba, claro no sé si sabrá todo lo que hacía que no tenía que ver con la empresa. Parece que tenía hasta una trata de blancas y esas cosas En: ¡Dios mío! ¡Mi pobre nieta el padre que tiene! M: Sí (reconocía con tristeza) En: Maca ¿y lo tuyo? Lo de la chica ésta... M: Cristina reconoció entre las personas que atraparon con él a la chica del video. Le pidió el favor al comisario que ella conoce para que le permitiera estar presente en el interrogatorio, ya después me dirá En: Que bueno Maca, ¡así se aclara todo! M: Encarna... ¡¡ya no me interesa!! La verdad me da igual En: Maca... ¿por qué dices eso? M: Dígame algo, ¿Usted necesita las pruebas para creerme? En: No pero... M: ¡Pues Esther tampoco debería necesitarlas! En: Maca... pero en su caso es distinto... ella es tu mujer... M: ¡Precisamente! ¡Es mi mujer y debió confiar en mí!

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En: Maca... ¡entiéndela lo que ella vio fue muy fuerte! M: ¡Sí! ¡y también para mí lo fue! ¿O se olvidan que a la que vejaron fue a mí? ¿Que tuve que verme yo misma en un video haciendo cosas con una extraña y que no recordaba haber hecho? En: Maca tienes razón cariño, la reacción de Esther nos ha hecho desviar nuestra atención y todas nos olvidamos que la principal afectada eres tú, perdóname Maca (le reconocía apenada) M: No se preocupe Encarna... yo... para mí lo más importante es mi familia En: Por eso Maca, son una familia muy bonita, ustedes se aman, no puede terminar todo así M: Lo siento muchísimo, adoro a mi familia, amo a Esther más que a nada en el mundo. Pero ya no puedo más Encarna. Así no podemos seguir, ella no me perdona, vamos a terminar haciéndonos mucho daño. Ella no me dejó hablar nunca, ¡nunca le interesó! Me juzgó culpable desde el principio. ¡Sin importarle nada! ¡Yo no soy culpable de nada Encarna y le he tenido que pedir perdón por algo que no hice! En: Entiéndela M: La entiendo Encarna, ¡lo sé! Pero no puedo más, ya pasó tiempo suficiente para que ella entendiera todo o al menos se hubiera interesado en saber lo que pasó, ¡pero no! En: Está mal, está confundida M: Si lo sé pero también yo estoy mal, hice a un lado mis miedos, mis traumas, para luchar por lo nuestro. Pero estoy cansada de luchar sola. ¡Tengo pesadillas todas las noches Encarna! ¡Ya no puedo más! ¡Estoy cansada, muy cansada! (afligida tapó su cara con sus manos y comenzó a llorar) Encarna con cariño la abrazó y trato de darle consuelo En: Hijita, cálmate no llores así, ya verás que pronto todo se arregla, verás como cuando se calmen las cosas todo será distinto sabes que el tiempo tarde o temprano el tiempo lo cura todo M: No... ¡no se arreglará! ¡Esther ha construido un muro impenetrable...! Y no creo que sea cuestión de tiempo... Ayer le pedí el divorcio En: Maca... M: Ya no puedo más Encarna... no puedo más En: Maca... M: Se que será terrible para mi estar lejos de ella y de mis hijos, pero peor es ésta situación. Seguiré viendo a los niños, ¡son mis hijos! Seguiré velando por ellos. Pero con Esther... se acabó... se acabó (reconocía sin fuerzas) En: Maca no sé qué decirte... siento muchísimo todo lo que estáis pasando M: No te preocupes... Ahora me voy a trabajar y en la noche vengo a recoger algunas cosas En: ¿A dónde vas? M: Me voy a casa de Claudia por unos días, mientras consiga algo donde vivir En: Pero Maca... (“a Esther le va a dar un ataque cuando se entere a donde se va”) M: Encarna... lo siento... sé que te he fallado que te prometí estar a su lado siempre... pero no puedo En: Hija, no digas eso, tú no me has fallado, no tienes la culpa de todo lo que ha sucedido y pase lo que pase tú siempre serás una hija para mi (la abrazó con cariño) lo que si voy a decirte es lo mismo que le dije a Esther, debes buscar ayuda profesional, la necesitan

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M: Sí... lo haré... Disculpa Encarna... tengo que ir a trabajar, ¿puedes hacerme el favor de enlistar a Paula para llevarla a la escuela? ¿Mientras yo preparo algunas cosas? En: Sí claro... (no vio prudente seguir hablando, Maca se veía muy abatida y ya entendía porque su hija no había salido de la habitación) Maca salió con la niña camino al colegio y Encarna aprovechó para ir a ver a su hija, abrió la puerta despacio por si estaba dormida pero la encontró sentada en el sillón mecedora, mirando por la ventana, se veía muy triste, Esther al escucharla se giró, Encarna notó en sus ojos que había llorado En: Hija... E:... Hola mama... ¿ya Paula salió? En: Sí, no entró a saludar porque pensamos que estabas dormida E: No... Encarna se asomó a la cuna para ver a su nieto, que cada vez estaba más hermoso y grande En: Duerme como un angelito... éste no da la guerra que dio Paula E: No... Paula era un bicho (le dijo con una sonrisa y tono melancólico) En:... Sí... ¿cómo estas hija? (se acercó hasta ella) E: Mmmm (no respondió, solo levantó sus hombros e hizo una mueca de desanimo)... sabes mama, mañana empiezo la terapia con Carlos, lo llamé y confirmé hace unos minutos. Le había dado largas pero lo necesito, algo debo hacer, no puedo seguir así En: Me parece bien hija, hay cosas que una puede manejar pero cuando no se puede hay que pedir ayuda que para eso están los profesionales, seguro te hará ver las cosas distinto E: No lo sé... lo único que sé es que amo a Maca pero no logro quitarme esto del corazón, ¡esta rabia...! No sé cómo explicarlo pero, si está lejos me muero pero cuando la tengo cerca solo me salen reproches hacia ella En:... Debes quitarte ésa rabia de adentro... si hubieras dejado que te explicara y se hubieran desahogado aunque fuera a gritos o como fuera... no tendrías tanta rabia dentro... y no es con ella que deberías sentirla sino con los que les hicieron daño a las dos E: Lo sé mama, pero ella es mi esposa y a ella es a la que vi traicionándome y me duele... los celos me carcomen y tengo ganas de agarrarla y... En: Eso no es bueno hija E: No... mama lo sé... ayúdame mama dile que no se vaya ¡por favor! En: No hija... yo no puedo hacer eso... lo tiene decidido ya E: Sí... sé que suena egoísta pero aunque no pueda aceptar que me toque, aun no acepto que estemos juntas... pero no quiero que se vaya, ya no sé vivir sin ella En: Ja... que ironía... y eso que bastante te molestó cuando te trajo, dijiste que te había traído obligada E:... Y lo hizo... (miró a su madre con vergüenza) En: Hija ¿vas a seguir con eso?... ella no te obligó... ¿sabes por qué te trajo para acá?... Porque tú ex la amenazó E: ¿Qué? (se levantó de golpe de la silla) En: Sí, así es, Maca nos trajo para acá para protegerte de él, para proteger a tus hijos, él llamó amenazando

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E: ¿Por qué no me lo dijo? En: Tú no estabas bien hija, estabas recién dada a luz, ya ella te dará los detalles de todo E: ¡Ese maldito! ¡Nunca saldrá de mi vida! Encarna estuvo a punto de contarle todo, pero no le pareció prudente era Maca la que debía darle la noticia y los detalles de cómo habían sucedido las cosas En: Bueno ahora olvídalo... vamos a desayunar hija, antes de que despierte éste glotón y ya no puedas E: Sí Para Maca la jornada en el hospital fue una de las más pesadas que había tenido, había tenido un ritmo agitado en urgencias casi frenético, internamente lo agradecía, estar ocupada no le hacía pensar en otra cosa que atender a sus pacientes. El día llegaba a su fin, debía ir a casa a buscar la maleta e irse a casa de Claudia. Al llegar a casa apenas la niña oyó el ruido de las llaves corrió a recibirla en la puerta M: Hoooola Paula: Hola mami (saltó a los brazos de Maca) M: Esta niña tan guapa ¿como se portó hoy? Paula: Muy bien M: ¡Es que mi niña siempre se porta bien! ¿verdad? En: Hola Maca hija, ¿Qué tal el día? M: Ufff pesado (echó un vistazo buscando a Esther, Encarna lo notó) En: Está en su habitación con el niño M: Bien... voy a buscar mis cosas, luego vengo a hablar con la niña (era lo que más le costaba, debía escoger muy bien las palabras para que la niña entendiera que aunque no viviera con ellas, se verían todos los días) Maca estaba en su habitación poniendo algunas cosas en una maleta, al darse la vuelta vio a Esther de pie en la puerta mirándola, se detuvo un momento y se le quedó mirando, luego tomó algunas cosas en el closet y lo ponía sobre la cama para doblarlo y colocarlo en la maleta. Sin girarse le dijo a Esther M: Cuando consiga donde vivir, vengo por el resto E: No tienes que irte, ésta es tu casa Maca se dio la vuelta al escucharla y la miró unos segundos con ojos interrogantes, no sabía a qué venía su pedido M: Es mejor que me vaya... ya no puedo seguir aquí... si seguimos así terminaremos por destruirnos... E: Maca... estoy hecha un lío... reconozco que estoy mal... tienes razón de estar enfadada te he tratado muy mal... pero entiéndeme me has hecho mucho daño, me ha dolido mucho, me llené de rabia, no quiero ser violenta contigo pero no he podido controlarlo... perdóname... (le dijo de carrerilla) M:... Esther... las dos estamos hechas un lío... las dos hemos sufrido mucho con esto, hemos cometido errores, no podemos seguir así... yo también estoy mal, me han hecho daño, ya no puedo más... ya no soporto tus desplantes... no puedo

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E: Maca... lo sé... sé que te he tratado muy mal... yo no quiero hacerte daño... pero no sé qué me pasa... te veo y sólo me salen reproches... lo siento perdóname (le decía con sinceridad)... dame tiempo yo voy... M: ¿Tiempo? Esther... ya ha pasado tiempo y... tú sigues igual... cada vez es peor, no confías en mí, no pierdes oportunidad de herirme... ya no soporto el desprecio que veo en tus ojos... E: ¿Cómo quieras que me sienta? ¡Jamás pensé que fueras capaz de engañarme!... He intentado justificarte... es una mujer muy guapa... seguro la tentación fue muy fuerte... M: Esther... ¡¡no vayas por ahí!! (La interrumpió molesta)... ¡todo fue una trampa! yo no tuve la culpa... ¡tienes que creerme...! ¡Yo ni siquiera la conozco! E:... Mientes... ella estuvo en el hospital... seguro te está esperando, te vas con ella ¿verdad? (le dijo con rabia) M: ¡Por Dios Esther! ¡como eres capaz de decir algo así! Estás loca... de nada vale decírtelo una y otra vez, estás cerrada... no me crees, ¿nunca vas a confiar en mi Esther? ¿acaso no te he demostrado siempre mi amor? ¿Qué nunca sería capaz de traicionarte? (le dijo con voz dolida y derrotada) ya no vale la pena seguir luchando, siempre me encuentro con pared de tu duda... me voy pero seguiré viniendo a ver a los niños Maca se dio la vuelta, cerró la maleta y se disponía a salir, cuando pasó por el lado de Esther, la tomó por el brazo y casi suplicando le dijo E: Maca... lo siento... por favor no te vayas... no me dejes... yo no sabría vivir sin ti M: Esther estoy cansada... tienes mucha rabia dentro de ti. ¿Quieres que me quede para seguir maltratándome? Quieres que no me vaya pero no confías en mi... yo no puedo vivir bajo el mismo techo, verte todos los días y no poder tocarte, no soportas que me acerque... Esther la interrumpió y no la dejó seguir E:... Ver eso me dolió muchísimo, no sé cuales fueron las circunstancias y ya no me importan, lo cierto es que te acostaste con ésa mujer y yo... yo lo vi con mis propios ojos y no puedo olvidarlo, no puedo evitar que vengan a mi mente Esther tuvo que sentarse en un sillón derrotada y Maca se sentó en la cama frente a ella E: No te imaginas el dolor que sentí... me llené de rabia hacia ti, nunca imaginé verte así... sé que esa rabia hizo que me portara muy mal contigo... que te tratara muy mal... pero te juro que no podía evitarlo era más fuerte que yo Maca la escuchaba y no podía evitar que se le llenaran los ojos de lágrimas mientras oía sus palabras y notaba el dolor en ellas E: Al principio te quería fuera de mi vida, estaba llena de rabia, no soportaba tu presencia... pero cuando estaba lejos de ti me moría por verte... la sola idea de perderte no la soporto... me moriría... no me importa nada de lo que haya pasado... no te vayas, sin ti no podría vivir, no quiero perderte... por favor no te vayas. Voy a pedir ayuda... pero no te vayas... M: Esther (le tomó las manos y mientras hablaba se las acariciaba entre las suyas) daría todo por ti, pero no podemos seguir así, tú no confías en mi, tienes miedo de perderme

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pero no confías en mi... ésas imágenes siempre estarán entre nosotras... a mi también me afectan, nunca me perdonarás y así no Esther, así no podemos seguir juntas E: Maca entiéndeme por favor... yo... M: ¡No! ¡Entiéndeme tú! ¡Te amo! ¡Te amo con locura! Mi vida sin ti no tiene sentido pero así no, me has tratado como una porquería por algo de lo que no soy responsable, te has cerrado y no entiendes razones... no confías en mi. Lo mejor es que estemos un tiempo separadas y... E: Maca no por favor... no podría resistirlo... M: No Esther, déjame terminar... es una decisión que me ha costado tomar, necesitamos separarnos... por un tiempo, me va a ser difícil vivir lejos de ti pero no puedo soportar en tu mirada ese dolor, esa tristeza, estás siempre en tensión. Cuando estoy a tu lado te deseo y sé que tú no soportas que te toque y yo te deseo demasiado para estar cerca de ti sin tocarte, tarde o temprano nos haríamos más daño Esther agachó la mirada reconociendo que era la verdad E: Maca entiéndeme... no lo puedo controlar... me supera... no quiero sentir éste dolor, éste rechazo... pero no puedo olvidar... no puedo... M: Lo sé... a mí también me ha hecho mucho daño todo esto... necesitamos un tiempo para curar nuestras heridas y es mejor que estemos separadas nos va a hacer bien Las dos lloraban tomadas de las manos, estaban muy afectadas, cada una sabía que amaba a la otra pero todo las superaba, ya no daban más E: ¿Qué vas a hacer? M: Por ahora... me voy a ir por un tiempo, es mejor estar separadas, curar nuestras heridas y luego ya veremos. Yo también estoy mal y necesito alejarme por un tiempo de todo... necesitamos tiempo para superar el daño que nos han hecho y el que nos hemos hecho nosotras E: ¿A dónde vas a ir? M: Me voy por unos días a casa de Claudia E: ¿Donde Claudia? (a Esther le cambió la cara al escuchar esto y Maca lo notó) M: ¡Esther! es increíble... ¡¿nunca confiaras en mi?!... ¡sólo es mi amiga y lo sabes! luego buscaré un sitio (se dio la vuelta y salió de la habitación) E: Maca... lo siento yo... Maca no quiso seguir escuchándola y salió de la habitación M: Me voy... voy a hablar con Paula... estaré pendiente de los niños, vendré todos los días a verles Esther derrotada y dolida cerró la puerta, no quería verla partir. Se tumbó sobre la cama, se sentía imbécil, por haber sido tan terca y orgullosa estaba perdiendo a la persona que más amaba. Sentía dolor, rabia, miedo... reconocía que parte de la culpa era suya, no debió ser tan dura con Maca, debió abrir su corazón y escucharla, el odio que sufrió al sentirse traicionada la cegó y no vio más allá del engaño, se odiaba por ser tan egoísta, terca e insegura... le dolía saber que posiblemente ya era demasiado tarde, con su rabia había herido profundamente a Maca. Reconoció con dolor que Maca tenía razón, si seguían así terminarían destrozándose, así no podían continuar, necesitaban estar un tiempo separadas por el bien de las dos, había visto en los ojos de Maca mucho dolor,

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decepción, tristeza... Ella tenía mucha rabia dentro, amaba a Maca pero le era muy difícil olvidar y perdonar, no lo podía controlar le superaba. Pero había tomado la decisión de recibir la ayuda de Carlos, de abrir su corazón, de poner el amor que había entre ellas sobre todas las cosas, las dos merecían una oportunidad y lo iba a lograr, estaba decidida Maca sin mirar atrás salió de la habitación y fue a hablar con la niña, le explicó cómo pudo que se iba unos días por cuestiones de trabajo, era muy pequeña para explicarle cosas que no entendería y le harían daño, le dijo que igual iría todos los días para llevarla a la escuela Paula: Mami yo no quiero que te vayaz (le decía la niña haciendo pucheros sentada sobre las piernas de Maca) M: Cariño... sabes que te quiero mucho mi amor, eres mi princesa y siempre estaremos juntas, nunca te dejaré Paula: Pero ¿poque te vaz? M: Hija... es sólo por unos días, pero te prometo que vendré todos los días a buscarte para llevarte a la escuela Paula: ¿Y vamos al parque? M: También mi amor, cada vez que pueda te vendré a buscar e iremos al parque Paula: Está bien La niña era muy pequeña, no entendería los detalles de la situación, con lo que le dijo Maca se conformó M: Ven dame un beso muy grande La niña la abrazó con fuerza y la llenó de besos como siempre hacía con ella, Maca no pudo controlar derramar unas lágrimas, sabía que nunca nada ni nadie la separarían de ella, pero le dolía el hecho de que su familia estuviera pasando por esa situación, de no poder estar con ella todo el tiempo que deseaban Al ver que la niña estaba conforme con la explicación, la volvió a abrazar y salió, se despidió de Encarna que no pudo evitar derramar algunas lágrimas, con un nudo en el corazón le dio un beso al niño y salió de ahí lo más rápido que pudo, tenía el corazón destrozado, cuando tomó la decisión de irse sabia que separarse de su familia iba a ser duro pero el dolor y el vacío tan grande que sentía en ése momento superaba lo que había imaginado Encarna entró en la habitación de su hija y la abrazó, Esther no paraba de llorar, estaba desecha En: Venga hija, cálmate, ya no llores más E: Se fue mama, ¡fui una burra! se cansó, dice que necesitamos tiempo para superar todo esto... En: ¿Y qué quieres hija? E: Lo sé mama fui muy injusta, ella tiene razón, no supe manejar la situación solo la ataqué, nunca le di el beneficio de la duda, sólo pensé en mi... ahora no me importa si me engañó o no, no quiero perderla, no puedo vivir sin ella En: Hija...

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E: Sé que soy egoísta, pero no sé cómo voy a vivir sin ella mama, cuando estoy junto a ella me acuerdo de su engaño y siento rabia, ira, sólo tengo ganas de atacarla... pero cuando no la veo, siento un dolor aquí en el pecho mama, una angustia que no me deja respirar... En: Hija, todo lo que les ha pasado las ha superado a las dos, se han herido mucho, pero vuestro amor es muy fuerte y merece la pena que luchen por él, si creen que es bueno que se den un tiempo separadas para limpiar sus heridas y sacar lo que tengan por dentro está bien. Sé que van a ser días muy difíciles, lo van a pasar mal una temporada pero estoy segura que ustedes se aman mucho y van a lograr superarlo. Entiendo que ahora tienes mucho dolor, rabia, miedo y te cuesta perdonarla, es lógico que por todo lo que pasó y viste te salga fuera esa rabia, pero ya es hora de que hagas algo para superarlo. Hay que entender a Maca a pesar del amor que te tiene todos tenemos un límite y las dos han llegado al suyo. Deja que pasen los días, tú ve a las terapias, verás como dentro de poco podrás pensar de otra manera... Maca descansa de tus desplantes y ataques... reflexionen y verás como podrán hablar tranquilamente E: Ojalá mama, pero la vi tan decepcionada, yo abusé de su cariño de su paciencia... En: Tranquila hija, ya verás que sí Maca llegó a Casa de Claudia deshecha y se echó a sus brazos llorando desconsoladamente. Claudia la abrazó en silencio, conocía a su amiga y sabía que en ese momento no necesitaba palabras solo su presencia y su apoyo. Sabía lo que significaban para ella Esther y sus hijos y haber tomado ésa decisión tan difícil la había destrozado Los días iban pasando y las cosas parecían seguir igual. Maca iba todos los días a buscar a la niña y la llevaba a la escuela, llegaba muy temprano, para tener la oportunidad de ver al niño un rato también. La niña la esperaba impaciente en la mañana. En las tardes cada vez que podía recogía a Paula e iban al parque o a cualquier lugar que a la niña le apeteciera. Trataba de que la mayoría de las veces Encarna fuera la que se la bajara para llevarla, no le apetecía coincidir con Esther, verla le hacía daño A la semana de estar en casa de Claudia, consiguió un piso pequeño para alquilar, a pesar de la insistencia de su amiga en que se quedara en su casa, pero Maca sabía que si seguía en ésa casa las cosas con Esther empeorarían. Era lo mejor a pesar de que para Maca vivir sola se le hacía muy pesado, una sensación de vacío la inundaba cada vez que llegaba a su nueva casa, sentía como si su alma se hubiera salido de su cuerpo y se había quedado en casa con los niños y Esther. Y allí estaba ella en ése apartamento en la máxima expresión de la soledad Esther iba tres veces por semana a la consulta privada de Carlos, lo prefirió a ir al hospital, no le apetecía dar explicaciones a nadie sobre su terapia Al fin llegó el día en el que Esther debía reincorporarse al trabajo del hospital. Maca lo sabía y estaba algo nerviosa, no era lo mismo verla a veces y unos minutos que verla todos los días en el trabajo que seguramente tendrían que compartir más de una vez. Pero se había mentalizado para ser lo más profesional posible

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Esther llegó muy temprano, tenía ganas de empezar ya a trabajar, Teresa que ya sabía de su llegada, al verla salió a su encuentro emocionada T: ¡Esther! cariño, que alegría verte de nuevo por aquí (le dio un abrazo cariñoso y dos besos de bienvenida) E: Pues sí Teresa, se me acabó el recreo, jajaja. No te imaginas lo que me ha costado ésta mañana salir de casa T: Jajaja ¡lo imagino! me dijo Maca que el niño está bellísimo, que es un glotón E: Sí... come muy bien, está en ésa etapa que lo que hace es comer y dormir T: Eso es bueno hija, así crecen más sanos y felices... pero tú está más delgada ehh E: Bueno... Oye, esto está muy solo y tranquilo T: Calla, calla, están todos desayunando o trabajando, pero ¡no lo digas muy alto que se lía! ¡Mira ahí viene Cruz! C: ¡Esther! hola, ¿cómo estás? E: Hooola, bien, aquí en mi primer día de esclavitud C: Jajajaja pues sí, que se le hace, ¿tienes tiempo para un café? E: Sí claro, es temprano, vamos C: Pues vamos Las dos se encaminaron hacia el cafetín, era temprano pero estaba casi lleno, al entrar lo primero que vio hacia un lado fue a Maca desayunando con alguien que ella nunca había visto, pero tenía bata de médico. Cruz se dio cuenta de su mirada curiosa C: Es la nueva cardióloga, se incorporó hace una semana E: ¿Y ya son tan “amiguitas”? (hacía hincapié en la palabra) C: Bueno... tanto como amigas... son compañeras E: ¡Sí claro! Se acercaron hasta una mesa y Cruz se ofreció a buscar el desayuno, Esther no podía quitar los ojos de encima de ésa nueva doctora, que por cierto era muy hermosa, ella se dio cuenta y notó como le decía algo a Maca y ésta se volteaba a mirarla. Maca al verla, dejó el café sobre la mesa se disculpó con la otra y se levantó a saludar a Esther M: Hola... ¿hace mucho que llegaste? E:... No... acabo de llegar y Cruz me invitó a un café (trataba de disimular lo mas que podía su molestia) M: Bien... ehhh... ¿qué tal los niños? ¿cómo los has dejado? E: Bien, le he dejado varias tomas en la nevera a Andrés M: Que bien... bueno yo voy... voy a seguir desayunando, nos vemos luego E: Claro (le respondió mientras veía como Maca se alejaba, y volvía a sentarse en la mesa nuevamente) C: Bien... aquí están los cafés y unos croissants E:... (Esther no le hacía caso y seguía mirando hacia la otra mesa) C: Esther... disimula ¿sí? E: Sí claro... vamos a desayunar, y cuéntame ¿cómo esta todo por aquí? Desayunaron y en eso se hizo la hora de entrada a sus trabajos, ellas se levantaron pero extrañamente para Esther, Maca y la otra se quedaban en el cafetín. Al llegar notaron que la actividad en urgencias había aumentado y Teresa les avisó que debían asistir

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todos a una reunión con el director de urgencias, se fueron directo para allá, se sentaron a la espera de que llegaran los que faltaban y empezara la reunión Los que ya estaban en la sala esperaron algunos minutos hasta que al fin llegó el resto de los convocados a la reunión, entre ellos llegó Maca conversando animadamente con la cardióloga, se sentaron juntas en unos asientos justo enfrente de Esther Maca notó la mirada de Esther al entrar pero trató de no verla y seguir en lo suyo. En realidad no sabía de dónde sacaba las fuerzas para mostrarse relajada a pesar de estar temblando de pies a cabeza por tener a Esther frente a ella mirándola. Inmediatamente llegó el director y los puso al tanto de lo que le interesaba y dio por terminada la reunión. El director y algunos de los presentes salieron, quedándose otros dentro conversando Sin querer Esther escuchó lo que le dijo la cardióloga a Maca Luisa: Maca hoy en la noche me mudo para tu casa, gracias por echarme una mano M: Tonta, sabes que estoy sola y no hay problemas E: (“¿no hay problemas? ¿Estás sola? ¡Estás casada Maca!” pensaba Esther al oír ésas palabras) Luisa: Pues sí, para mí es un alivio, es solo por unos días mientras terminen de arreglar las tuberías en mi casa, espero que no te canses de mi muy rápido jajaja M: Jajaja tonta... vamos a trabajar (se levantaron y se fueron) Esther estaba sorprendida como dos personas que se suponía tenían menos de una semana conociéndose tuvieran tanta complicidad y confianza. Al ver que habían salido, Esther suspiró profundamente, su pulso se había acelerado considerablemente al saber que esa mujer se mudaba con Maca. Esther había escuchado perfectamente todo. No sabía que le había molestado más, si el contenido de la conversación o la indiferencia de Maca hacia ella, durante la reunión no la había mirado ni una sola vez. Se levantó sin mucho ánimo y salió a trabajar Durante el transcurso del día se fue reencontrando con sus compañeros que la saludaban y le daban la bienvenida con cariño, extrañamente no se había vuelto a cruzar con Maca ni con la cardióloga Maca había tenido un día bastante ajetreado en urgencias, y no se había vuelto a encontrar con Esther, internamente lo agradecía, no tenía fuerzas para tener que aparentar tranquilidad cuando en realidad no la sentía, pero tendría que tomárselo con calma porque tendrían que verse seguido. Había terminado su turno y se fue al mostrador a firmar T: ¿Ya te vas Maca? M: Sí, terminé por hoy... eh... Teresa... T: Dime M: ¿Esther ya salió? T: Sí, apenas hace cinco minutos salió

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M: Bueno... gracias... hasta mañana T: Hasta mañana... Esther llegó a casa con claros signos de cansancio, era algo tarde y no tuvo la suerte de llegar antes de que los niños se durmieran En: Hola hija, ¿qué tal el día? E: Bien mama En: No tienes buena cara, ¿estás muy cansada? E: Sí ha sido un día duro, pero poco a poco le agarrare el ritmo nuevamente En: Sí... ¿y sólo por eso tienes esa carita? E: Hoy vi a Maca... estuvo tan indiferente conmigo, tan fría... además... (decía con tristeza) En: ¿Además qué, hija? E: Eh... nada mama... estoy muy cansada voy a darle un beso a los niños y me acuesto, mañana me toca otro de éstos días En: Sí ve, descansa Al día siguiente igual Esther llegaba temprano, pasó por el mostrador y como siempre Teresa le dio una cariñosa bienvenida E: Buenos días Teresa T: Buenos días ¿cómo estás? E: Bien, aquí lista para el trabajo T: ¡Pues que bueno porque yo estoy que me quiero ir corriendo! Uffff E: Jajaja ¿y eso? T: Ufff la Dra. Cáceres, que hoy llegó echando chispas porque no encontraba una historia y me puso a buscarla a mí, seguro fue ella que la perdió pero claro... E: Jaja Teresa... ¿quién es la Dra. Cáceres? T: ¡Esther! la Dra. Luisa Cáceres, la cardióloga... E: Ah ¿la nueva? ¡No sabía su nombre! ehhh... ¿Maca llegó? T: No aun no ha llegado E: Dime algo Teresa, ¿cómo entró a trabajar esa doctora aquí? T: Bueno... tengo entendido que Maca la recomendó porque es... M: Buenos días (llegaba sin que se dieran cuenta) E: Ehh buenos días... T: Buenos días Maca M: Esther... E: ¿Sí? M: Quería pedirte un favor... éste fin de semana lo tengo libre y voy a pasarlo en la sierra, quería saber si puedo llevarme a Paula E: Sí claro... a ella le encantará (“y a mi también me encantaría”) M: Bueno entonces paso a buscarla el sábado temprano E: Bien M: Bueno me voy a trabajar Maca se iba hasta su despacho y se cambiaba, revisó algunas historias y se fue hasta la sala de médicos, ahí se encontró con la cardióloga

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Luisa: ¡Buenos días prima al fin llegas! ¿se te pegaron las sabanas? M: Ufff sí... vengo por un café, es que me costó mucho dormir anoche Luisa: Si lo imagino... ¡con lo nerviosa que estabas ayer! ¿Al final no me dijiste porque estabas así? Se sentaron en el sofá de la sala mientras conversaban M: Ufff es que me cuesta poder controlarme. En la reunión Esther no hacía sino mirarme Luisa: A ver al fin cuando me dices quien es y me la presentas, según ya nos cruzamos y no me dices quien es M: ¡JA! Estás loca, con lo salida que eres seguro no hubieras disimulado frente a ella Luisa: ¿Yo? No sé porque no me crees que en todos éstos años que he estado en Inglaterra he cambiado que soy más seria y menos... ehh... salida... jajajaja M: Jajajajajaja Así estaban muertas de la risa cuando se abría la puerta y llegaban Alicia y Esther E: (Esther frenó al verlas y se quedó unos segundos parada en la puerta, planteándose si entrar o salir corriendo de ahí) Alicia: Buenos días M: Buenos días... bueno me voy a trabajar... tú deberías hacer lo mismo (le dijo a su prima) Luisa: Noooo a mi aún me falta un rato... M: Bueno... adiós... Se levantó sin más y salió, dejando a las tres en la sala Esther nuevamente extrañada vio como Maca la había ignorado completamente, solamente había saludado en forma general a todas las que estaban en la sala. La cardióloga permanecía en el sofá ojeando una revista médica y Esther la observaba desde atrás mientras se servía el café, Luisa sintió su mirada y se volteó a ver Luisa: Hola E: Hola Luisa: A ti no te había visto hasta ayer y creo que no nos han presentado, soy Luisa la nueva cardióloga (y desde el sofá le tendía la mano) E: Encantada soy Esther la jefa de enfermeras (le estrechaba la mano) Luisa: ¿Esther? ¿La ex de Maca? E: ¿La ex? (dijo perpleja) Luisa: Perdón yo... E: No soy la ex... soy la mujer de Maca, ¡no estamos divorciadas! (dijo un poco borde) Luisa: Sí... disculpa... fue un error... ¿estabas de baja por maternidad verdad? ¿Qué tal tu niño? (trato de cambiar el tema de conversación) E: ¡Muy bien! ¡Es el ojito derecho de mi mujer! (le contestó de forma borde, la había cabreado el comentario de la Dra.) Luisa:... Ser madre es una experiencia maravillosa, yo tengo una niña, ahora está de vacaciones con sus abuelos y la extraño un montón

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E: Sí... ¿eres casada? Luisa: Nunca me casé, cuando decidí tener un hijo, lo tuve y ya E: Ummmm En ese momento llegaban Héctor y Laura L: Hola Esther... hola Luisa E: Hola... y adiós... me voy a trabajar (no aguantaba ni un minuto más ahí) Salía de la sala un poco... ¿que un poco?... ¡muy cabreada! Por suerte no se cruzó con nadie, porque iba casi sin mirar por donde iba, iba hacia recepción, había evaluado buscar a Maca y que le explicara porque la otra la llamaba “la ex”... E:... ¿Cómo que la “ex”? ¡Soy su esposa!... ¡Y si me la quieres quitar vas a tener que pasar sobre mi cadáver Luisita!... (iba mascullando y sin darse cuenta llegó hasta recepción) E:... La ex... ¡ja! La ex... ¡como no! ya te voy a... T: Esther... Esther E:... ¿¡Qué Teresa!? T: ¿De qué hablas mujer?... Baja de esa nube niña... que te están buscando... acaba de llegar un tráfico E: Voy... (aceleró el paso hasta llegar a urgencias, donde ya estaban Maca, Cruz, Claudia y Alicia esperando un tráfico donde venían una niña de diez años y su padre, le echó una mirada asesina a Maca que ella ni notó por estar pendiente de los heridos que estaban por llegar) respira... respira (se decía a ella misma para relajarse) Samur 1: Varón cuarenta años... C: Vamos Claudia... Alicia Namur 2: Mujer diez años viene consciente... Maca y Esther salieron al lado de la niña M: Vamos (se encaminaba al lado de la camilla donde llegaba la niña) E: Sí... La niña estaba consciente, parecía solo tener algunos golpes y rasguños, pero estaba muy nerviosa y asustada, a pesar del tiempo de baja de Esther y del que tenían sin trabajar juntas, siempre formaron un buen equipo. Esther como enfermera siempre adivinaba a tiempo lo que Maca como medico necesitaba en ese momento M:... Ayúdame... Separa aquí Esther E: Sí... Niña: Quiero a mi papá... buuu... papá... La niña seguía muy agitada y llamaba a su padre M: Ya tranquila cariño... Esther trata de calmarla, para poder revisarla bien E: Sí claro

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La niña estaba muy asustada y Esther con una sonrisa y mucha paciencia logró calmarla. A Maca le encantaba cuando estaba así tranquila y dulce como en sus buenos tiempos, cuanto había extrañado esa dulzura de Esther, los últimos meses habían sido tan amargos que ya le perecían lo normal M: Ya está, solo han sido unos rasguños gracias a Dios E: ¿Ves pequeña? Como ésta doctora tan guapa es muy buena y no te hizo daño (haber estado trabajando al lado de Maca la había suavizado) Maca levantó la mirada de la niña unos segundos para verla a ella y en ese momento sus miradas se cruzaron unos segundos, estaba sorprendidísima del comentario de Esther y de la mirada tan dulce que le estaba dedicando M: Bueno ya está, ¿te quedas con ella mientras voy a ver al padre? E:... Ehh... sí claro... Maca salió para ver al padre de la niña. Luego de esa emergencia no volvieron a trabajar juntas ese día, como tampoco se habían cruzado, Esther había visto a Maca solo dos veces en la distancia. Casi al final de la tarde llegaba Esther a recepción E: Teresa ¿has visto a Maca? Debo llevarle estos resultados de la niña del accidente y no la encuentro T: Ummm... creo haberla visto ir al cafetín con Claudia E: Bien voy a llevárselos, me dijo que los quería ver inmediatamente Llegó al cafetín y tal como había dicho Teresa, Maca estaba con Claudia, respiró profundo y se acercó para darle los exámenes E: Disculpen... hola Claudia... Claudia: Hola Esther... ¿cómo estás? E: Bien gracias... Maca, aquí están los exámenes de la niña Esther le extendió el examen y ella apenas levantó la mirada para verla un segundo, tomó los resultados y se dispuso a leerlos. Claudia observaba como Esther miraba a Maca con ojos de cordero degollado y Maca pasaba completamente de ella, Claudia era testigo de lo que había y estaba sufriendo su amiga y le sorprendía como Maca se mantenía tan indiferente y fría con Esther M: Mmmm, está bien... voy a darle el alta... (se levantó y se retiró) Claudia observó como unas lágrimas daban vuelta en los ojos de la enfermera luchando por caer y se atrevió a invitarla a que se sentara Claudia: Esther ¿quieres tomarte un café? E: No gracias... voy a seguir... (le sonrió tímidamente y se fue) El turno había pasado sin más novedades. El ánimo de Esther estaba bastante decaído. La indiferencia de Maca la tenía por el suelo, hubiera preferido que Maca estuviera molesta y que la tratara mal, que fuera borde con ella pero no esperaba ésa indiferencia

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y esa frialdad, no lo soportaba. Necesitaba hablar con Carlos, lo llamó y subió a su consulta antes de irse para su casa Ahí estaba, sentada frente a la consulta esperando a que saliera el paciente que estaba atendiendo y pudiera entrar ella, con sus piernas cruzadas no podía evitar un movimiento de su pie que denotaba el nerviosismo que sentía. La secretaria le avisó que ya podía entrar, estaba tan ensimismada en sus pensamientos que ni notó cuando salió el anterior paciente. Entró le dio un beso a Carlos y se sentó frente a él en el diván Carlos: Por tu urgencia veo que pasó algo que te alteró... vamos suelta... Esther necesitó recostarse en el diván y en silencio miraba el techo, no conocía ese consultorio, siempre había ido a la que tenía fuera del hospital. Conocía la rutina, necesitaba poner sus ideas en orden, antes de empezar a hablar, Carlos esperó con paciencia a que estuviera lista y se sentó en un sillón al lado de ella E: Sabes que estoy tratando... y he cambiado... ¿verdad? Carlos: Sí... hay que reconocerlo... has mejorado mucho y sabes manejar mejor tus emociones E: Pero esto no lo soporto... Carlos: ¿Qué cosa? E: ¡El comportamiento de Maca!... Te he contado todo por lo que he pasado... lo mal que he tratado a Maca y lo arrepentida que estoy de eso... Carlos como buen terapeuta escuchaba en silencio E: Yo la amo con locura... nunca en mi vida he amado o amaré a alguien como a ella... por eso me dolió tanto su traición... tú me has hecho ver que debo abrir mi corazón y pensar más en las cosas buenas que he vivido con ella... que son muchísimas... siempre me ha tratado como una reina... me adora... es una estupenda madre... Carlos observaba como una lágrima comenzaba a caer por la mejilla de Esther y le ofreció un pañuelo, Esther lo tomó y se limpió esa lágrima que inevitablemente fue seguida por otras E: Sabes la rabia que sentí cuando vi esas imágenes... lo primero que sentí era que tenía ganas de matarla a ella y a su amante... no me entraba en la cabeza como había sido capaz de hacerme eso... ¡con lo hermoso que teníamos, lo que habíamos creado!... ¿cómo?... la trate muy mal... cada vez que la tenía en frente tenía que controlarme para no abofetearla y... agjjjjj... (Esther tuvo que taparse la cara con las manos para ocultar la rabia que le hacía sentir ésos recuerdos) Carlos: Pero ¿ya no lo sientes? E: No te creas... estoy arrepentida de haberla agredido verbalmente... pero aun tengo ganas de darle una buena bofetada... (miró a Carlos y sonrió) Carlos: Pero... tú misma reconociste que no estás segura de que ella sea culpable... E: Sí... mi madre... ella... Cruz... insisten en que la utilizaron... en que Roberto, que por cierto no sé si te he contado que al fin está preso... Carlos: Sí me lo contaste... E: Pues eso, que ellas me aseguran que Roberto planeo todo para separarnos... Carlos: ¿Y entonces?

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E: ¿Y entonces? ¡Carlos! Ok! ¡Digamos que la utilizaron... que fue una trampa... pero sea como sea ella se acostó con ésa mujer... ahí está el video... ¡ese video pornográfico! Tú eres testigo de las nauseas que me provocaba cada vez que recordaba lo que hacía con esa mujer... y no creas, a pesar de que ya puedo manejarlo aun se me remueve algo por dentro cada vez que lo recuerdo... Carlos: Pero ya no estás resentida con ella ¿no? E: ¡No! (respondió tajante y segura) Carlos: Porque sabes que no fue responsable, que algo le hicieron y habíamos quedado en que pesaba más el amor que te tiene, el que nunca te fue infiel... en que era más importante lo que tenían y tienen... en que son una familia maravillosa... en que tú la amas (le enumeró Carlos recordando todo lo que la unía a Maca) E: Ella me ama, no creo que me haya traicionado a propósito. No pudo haber sido responsable, ahora lo veo... es la única explicación que le veo... yo estoy segura de ella, de su amor... me ha demostrado con paciencia lo que me quiere y lo que quiere a nuestros hijos... ¿sabes? Desde que se fue de casa ha estado tan pendiente de ellos que Paula no se ha resentido por su falta... tengo que reconocer que la niña por las noches la busca y me ha dicho que quiere que ella la acueste, pero Maca ha sabido manejar tan bien eso que la llama en la noche y le lee un trozo de un cuento y la niña se queda dormidita escuchándola... es maravillosa... (decía con orgullo y cara de boba) Carlos: Esther... por favor ¡sabes que aquí no tengo baberos! Jajajajaja (bromeaba Carlos) E: ¡Tonto! (le daba un suave golpe en el brazo) Carlos: Aayyyy (se quejó) E: La he tratado muy mal Carlos, fue tanta la rabia que sentí... pero estoy tan arrepentida... debí demostrarle cuanto la amaba y dejar que hablara... que me contara... pero ¡no! Mi orgullo de mujer traicionada no me dejó, mi orgullo no me dejó ver que la estaba perdiendo que estaba abusando de la paciencia y el amor de Maca Carlos: Aja... E: Me creí dueña de la situación, cuando la maltrataba era una forma de hacerle pagar lo que me hizo, de hacerle sentir un poco el dolor que me causó a mí, pero ahora se fue, se quiere separar... se cansó de mi...y no lo puedo soportar, ¡no puedo! Carlos: Esther... E: ¿Sabes? Ella viene casi todos los días a casa, bueno en las mañanas no sube, mi madre le baja a la niña para ir al colegio, parece que fue algo que Maca le pidió a mi madre para no verme (reconocía con tristeza, sabiendo que lo merecía), a la salida del hospital pasa a ver al niño, pero casi no hablamos me evita, me habla lo justo... pero aquí en el hospital es horrible... Carlos: ¿Qué pasa aquí en el hospital? (le pregunto con curiosidad y sorpresa) E: ¡Su indiferencia es insoportable! ¡Y ni hablar de su frialdad! Carlos: ¿Qué esperabas? E: No lo sé, te juro que hubiera preferido que me atacara que fuera borde... pero ¡eso no! Es que pareciera que no me conoce me trata como a una extraña Carlos: Esther... E: Ufff lo sé... lo sé... yo la empujé a eso, pero soy su mujer... tenemos dos hijos en común... casi ni me dirige la palabra... ahhhh y para rematar me encuentro con la sorpresa de que anda todo el día con una nueva “amiguita”... y pasa completamente de mi... Carlos: Ummmm (Carlos no quiso hacer comentario sabía de los celos de Esther, seguro era una compañera)

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E: ¿Qué hago Carlos? yo... no lo sé... que ella... uff ¡¡no lo sé!!... Carlos ¡dímelo tú! ¡Para eso vine! Carlos: Jajajaja Esther soy terapeuta... no adivino... ¿no te has planteado olvidar todo lo pasado y reconquistarla? Esther se incorporó, se sentó en el diván y se le quedó mirando a Carlos con cara de sorpresa E: ¿Reconquistarla?... Carlos, es mi esposa... tenemos dos hijos (le aclaraba como si no tuviera lógica conquistar a su propia esposa) Carlos: ¿Y? El amor hay que alimentarlo todos los días aunque sea tu esposa E: ¡Lo sé! Carlos: Dices que te trata como a una extraña, pues haz lo mismo y conquístala como si acabaras de conocerla, renueva ese amor, empieza de nuevo E:... Mmmm... (se le dibujó una gran sonrisa en los labios) Carlos: Demuéstrale todos los días, con algún detalle cuanto la amas, que la has perdonado, que no quieres perderla E: Sí...tienes razón... sería maravilloso Carlos: Claro... para hacer eso debes estar segura de tus sentimientos, de estar preparada a lidiar lo que viene, a que estés lo suficientemente preparada para estar a su lado y que tu mente no te sabotee, a no sentir rechazo cuando la toques E: Carlos... cuando estoy cerca de ella solo tengo ganas de besarla de abrazarla... de meterla en una cama y... ¿crees que aun siento rechazo? Carlos: No lo sé... ¿estás segura?... tú dirás... E: ¡Verás que si puedo! ¡es una maravillosa idea! Eso voy a hacer... espero que no sea demasiado tarde... gracias Carlos (le daba un fuerte beso en su mejilla en agradecimiento) Carlos: ¡Para eso estoy! Esther se levantó más animada, volvió a besar a Carlos y se fue para su casa. Estaba entusiasmada, iba pensando en un plan de reconquista, sí eso haría, le demostraría día a día su amor y que había cambiado, ¡que no era la egoísta y malcriada que Maca había abandonado! Llegó a su casa con una sonrisa E: Ya llegué, ¿dónde están? (dejaba sus cosas en la entrada) Paula: Mami... mami... (corría hacia ella y la abrazaba) E: Hola cariño... ¿dónde está la abuela? Paula: En el cuato Andes está llodando La sonrisa que llevaba se le borró al entrar en la habitación y ver a su madre que la esperaba preocupada con el niño llorando en brazos E: Mamá ¿qué pasa? En: Esther, estaba a punto de llamarte E: ¿Qué pasa mamá? En: El niño tiene unos minutos que no para de llorar y creo que tiene fiebre E: ¿Qué? dámelo a ver

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Lo llevó hasta la habitación y le midió la temperatura, en efecto el niño tenía fiebre y alta, siendo enfermera de urgencias estaba acostumbrada a actuar en esos casos con diligencia, pero cuando se trataba de sus hijos se bloqueaba completamente y no sabía qué hacer. Lo único que se le ocurrió fue llamar a Maca Maca llegó lo más pronto que pudo, revisó al niño y le diagnosticó una inflamación de oído, era muy pequeño para sufrirlas pero se debía a un cuadro viral M: Esther tranquilízate, ya le he dado unas gotas para que le baje la fiebre y la inflamación, vamos a observarlo, mantenerlo fresco y darle líquido E: Pero Maca es muy pequeño para una inflamación de oído tengo miedo de que... M: Tranquila, seguro es viral, ya sabes cuándo hay más niños en casa es normal. Pero tranquila que le revisé bien y no hay peligro de daños E: Ufffff... Maca no sé porque me pasa siempre... me bloqueo completamente y no sé qué hacer M: Es normal, cuando se trata de los hijos los nervios te pueden... ¿Paula está bien? E: Sí ella está bien, aunque en la tarde me dijo mama que estaba un poco fañosa, ahora duerme M: Voy a verla Las dos se dispusieron a ver a la niña, se asomaron a su habitación y dormía profundamente, Maca se acercó despacio y puso suavemente su mano sobre la frente de la niña, haciendo un gesto negativo a Esther, denotando que ella no tenía fiebre. Salieron sin hacer ruido para no despertarla M: Jaja a veces me sorprendo de lo profundo que es capaz de dormir E: Sí, no la despierta ni una bomba jaja... (se quedaron mirando unos segundos) ehhh ¿quieres tomarte un café? M: Ehh... sí... no me vendría mal... E: Siento si te saqué corriendo de donde estabas... pero yo... no sabía qué hacer M: ¡Esther! ¡son mis hijos también! ¿O lo olvidas? E: No, ¡claro que no! (respondió rotunda y se dispuso a preparar el café, Maca no sabía qué hacer, últimamente solo se dirigían la palabra discutiendo y estar así conversando tranquilamente la tenía confundida, decidió seguirla hasta la cocina) siéntate, en unos minutos está Maca se sentó y Esther se dispuso a preparar el café de espalada a ella, Maca desde la mesa la observaba. Esther estaba de espaldas no se daba cuenta que Maca desde la silla la miraba, estaba más delgada, antes no lo había notado, ya había recuperado su figura luego del embarazo, Estaba hermosa. Miraba embelesada esos movimientos mientras colocaba el café y se movía suavemente de un lado a otro, ver el movimiento de esa parte de su anatomía que tanto le gustaba la estaban volviendo loca, un movimiento tan sencillo y cotidiano la estaba removiendo por dentro, se puso nerviosa y tuvo que levantarse, pensó que eran demasiado sensuales M: Yo... voy... ejmm (tuvo que carraspear para que la voz le saliera)... voy a ver al niño y a dar una vuelta a Paula E: Sí (fue lo que alcanzó a responder al ver sorprendida la rapidez con la que había salido Maca)

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Maca iba a ver a sus hijos pero primero tuvo que entrar al baño. Entró y cerró la puerta con prisa, tuvo que resoplar, estaba acalorada era impresionante como su mujer producía ese aturdimiento en ella, se acercó al lavamanos y comenzó a pasarse agua fresca, para refrescarse la nuca y la cara, aunque lo que necesitaba era una ducha fría Esther al ver la forma en la que había salido de la cocina, sin esperar el café la siguió hasta el baño, pensó que se sentiría mal, al ver que tardaba tanto dentro se atrevió a tocar la puerta E: ¿Maca? ¿Estás bien? M: Ehhhh sí... sí... ya salgo... uffff E: El café está listo... M: Sí... voy enseguida... ufff piensa en otra cosa Maca (se decía bajito a ella misma dentro del baño) piensa en como te rechazaba... vamos... si sigo así voy a explotar... Cuando ya pudo controlar su aturdimiento salió M: Ehh ya... ehhh voy... un momento a ver al niño... (le dijo a Esther sin mirarla, ya que temía que leyera en sus ojos el ardor que tenía por dentro ) E: Ehh... sí... te espero en la cocina... (le respondió con una sonrisa que Maca no vio, Esther la conocía muy bien y notó el estado de su mujer) Maca cuando estuvo ya más tranquila y comprobar que el niño estaba tranquilo durmiendo, regresó a la cocina a tomar ese café, pero lo que quería era escapar de ahí, no sabía que tanto podría soportar antes de abalanzarse sobre su mujer y hacerle el amor sobre esa mesa Estaban sentadas una frente a la otra, Esther le sirvió el café con amabilidad E: Toma... como a ti te gusta... caliente, oscuro y con dos gotas de leche... (le dijo con sensualidad) Maca trataba de no mirar a Esther, no sabía porque se estaba portando así, porque jugaba con ella después de lo mal que la había tratado. No hablaban, solo tomaban el café en silencio. Las dos temían que si empezaban a hablar terminarían diciendo algo que seguramente acabaría en discusión y echaría por tierra el ambiente tranquilo que había en ese momento E: Ehhh... Paula se puso muy contenta cuando le dije que este fin se iba con su mami a la sierra M: Sí... a ella le encanta ir... E: Sí...a todas nos encanta ir... (aclaró intencionalmente) M: Ehhh (levantó la mirada sorprendida pero no dándole importancia a su comentario, cambió rumbo en la conversación)... no le pongas muchas cosas en el bolso, solo el bikini y algo de ropa... E: Sí... pero sabes cómo es... M: Por eso lo digo... quiere llevarse todo y luego hay que cargar con el peso... E: Sí... voy a tratar... no te prometo mucho pero trataré Se quedaron mirando un rato y Maca no pudo contenerse tenía que preguntarlo

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M: Me dijo Encarna, que estás yendo a terapia con Carlos E: Sí... (se removió nerviosa en su asiento) M:... Y ¿qué tal? E: Muy bien... aun me falta mucho... Carlos dice que... que aun falta alguito... pero voy muy bien... M: Sí... se te... se te nota algo más tranquila Esther no respondió solo la miró y se quedó pensando que quizás era un buen momento para preguntar cómo se sentía en el apartamento, pero no pudo, ya que Maca se levantó de pronto M: Bueno voy a ver al niño y si está bien me voy... regreso en la mañana a verlo... El niño estaba mejor, ya le había bajado la fiebre y dormía profundamente, Maca se despidió y se fue al apartamento, otra vez a sentir esa sensación de soledad. Pensaba en como la había tratado Esther en la casa, seguramente las terapias con Carlos le estaban ayudando a controlarse, sólo recordarla la obligó a meterse en la ducha... Maca fue a la mañana siguiente a ver al niño. Y como era normal en los niños, Andrés estaba como si nada hubiera pasado, no tenía fiebre y estaba tranquilo, el tratamiento que le había dado le había prestado y estaba mucho mejor Maca le dio el biberón, lo cambió y jugó un rato con él mientras Esther preparaba a Paula para que como todas las mañanas la llevara a la escuela. Al rato llegó a la habitación Esther con la niña que se abrazó a su madre al verla Paula: Mami... teno sueño... (le decía quejosa y casi con los ojos cerrados) M: ¿Tienes sueno cariño? Jajaja como todas las mañanas... como te gusta dormir a ti ¿ehh? E: Ssiiii en eso se parece a mí... en otras a ti... M: Ehhh... sí... bueno nos vamos... vamos cariño que ya es hora... Paula: Ti mami... ¿me puedes cargar? M: Jajaja uy, claro mi amor ven, yo te llevo hasta el auto... bien nos vamos, el niño está bien, de todos modos llámame cualquier cosa E: Sí... hoy yo me quedo con él, pedí permiso en el hospital para quedarme M: Me parece bien. De todos modos en la noche al salir del hospital paso otra vez a verle E: Sí está bien... ehh Maca M: ¿Sí? E: ¿Quieres cenar con nosotras? M: Ehhh... no voy a poder, ya quedé con Luisa... Esas palabras tuvieron efecto en Esther, automáticamente le cambió la cara y no pudo evitar hacer un comentario fuera de lugar y borde E: ¡Bien!... ah y si estás ocupada no es necesario que vengas a ver al niño con llamar tienes

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M: Es nuestro hijo y por muy ocupada que esté voy a venir a verlo... adiós (respondió en el mismo tono en que le habló Esther y se fue con la niña en brazos) En la noche Maca fue a ver al niño, estuvo un rato con Paula y se fue lo más pronto que pudo. Esther no estaba muy simpática ya que sabía que Maca tenía una cita con Luisa Así pasó lo que quedaba de semana, Esther trataba de no ver a Maca, sabía que tenía un plan de reconquistarla, pero le había asaltado la duda al ver que Maca podría tener más que una amistad con la nueva doctora, más de una vez las había visto juntas por los pasillos del hospital y Maca había notado su mirada de mala leche Llegó el sábado y como habían quedado Maca fue a buscar a Paula para llevársela a la sierra con ella M: Hola Esther, ¿Paula está lista? E: Sí claro... pasa... ya viene está buscando su bikini preferido... ya sabes cómo es... (le dijo lo más calmada que pudo y con una sonrisa que hipnotizó a Maca) M: Sí (respondía a su sonrisa con otra más tímida) Paula: Mami... mami... aquí ta... (venía corriendo emocionada con su bikini en la mano y se lanzó a los brazos de Maca) M: Jajaja... es que mi niña es muy coqueta... ¿estás lista? ¿Nos vamos? Paula: Tiiiiiiiiiiiiii (aplaudía contenta) M: Bueno nos vamos, pero déjame darle un beso a tu hermanito primero ¿sçi? Paula: Ti Maca entró a la habitación del niño y le daba un beso, se quedó un rato embobada mirándolo dormir, hasta que llegó Esther y desde la puerta le dijo E: Es un angelito, duerme tan plácidamente M: Siiiii (se dio la vuelta, le dio otro beso a su hijo y salió, sufriendo la tortura de tener que pasar al lado de Esther que se había quedado parada en la puerta de la habitación, no pudo evitar cerrar los ojos al sentir su aroma, lo disfrutó unos segundos y salió tratando de que Esther no notara su turbación. Salió a la sala donde estaba su hija esperándola, con su maletica en la mano, hacía grandes esfuerzos para arrastrarla) M: Jajaja ven cariño, yo te ayudo... ¿qué llevas ahí? Paula: Ti mami... mi opa... M: ¿Tu ropa? Y seguro algunos juguetes ¿verdad?... (la niña asentía con la cabeza) ¡ya sabía yo!... saluda a mamá que nos vamos Paula: Chao mama, (le daba un fuerte abrazo) E: Chao hijita diviértete con mami en la piscina Paula: Ti mama M: Bueno nos vamos... ehhh... el domingo la traigo... E: Está bien... diviértanse... Maca y la niña bajaron y Esther se asomó a la ventana para verlas salir ya que tenía vista hacia la entrada, con una sonrisa boba en su cara vio como Maca y la niña salían tomadas de la mano por la puerta, cuando de pronto se abría la puerta del auto y de él salía Luisa para ayudarla

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E: ¡¿La cardióloga?! ¿Qué?... ¡no lo puedo creer! ¿se van juntas a la sierra?... ¡Con la niña!... (notaba como le iba subiendo la temperatura de su cara señal que se estaba aponiendo roja de la rabia) E: Calma... calma Esther... respira... respira... uffffff ffiuuuu... recuerda lo que te dice Carlos... piensa antes de actuar... uffffff fiuuuuu... respira... confía en Maca... ellas son solo amigas... uffff... ¡Maca no es capaz! no se llevaría a la niña si su intención era ligar... respira... respira... Maca te quiere y no te haría daño...uffff... Al rato luego de esos ejercicios de relajación que le había enseñado Carlos, se sintió más aliviada. Decidió dar el beneficio de la duda antes de juzgar. De pronto sintió una angustia en el pecho. Recordó como había tratado a Maca y como se había ido decepcionada con ella E: ¿Y si está cansada de mí? ¿Y si se ha rendido y no quiere nada más conmigo? Se estaba poniendo muy nerviosa, la tristeza la embargaba, pensó que sería el fin de semana más largo de su vida, recordó los maravillosos momentos que pasaron en la sierra. Pensó que ése fin estaría con Luisa ¡ahí! Una gran angustia se apoderó de su corazón E: No... no... ella no puede. ¡No me entra en la cabeza que haya dejado de quererme así de un día para otro! Pero... ¡me lo merezco! Diosito por favor dame la oportunidad de demostrarle que estoy cambiando Rogaba al cielo de corazón y como una niña miraba al cielo con sus manos juntas en señal de rezo E: Dame tiempo para demostrarle cuanto la quiero, ¡que me porté como una egoísta y estúpida! Que no me importa lo que haya pasado yo la perdoné y no le guardo rencor. Déjame ganar su perdón por haberla tratado tan mal y demostrarle que la amo más que a nada en el mundo. Ayúdame diosito no permitas que me la quiten, no quiero perderla ¡dame una oportunidad! En: Hija... ¿qué haces?... (preguntaba sorprendida Encarna que llegaba y la encontraba en esa postura) E: Ehhh nada mamá En: Ujummmm... ay esta hija mía, ven vamos a desayunar nosotras E: Sí mami vamos Maca con la niña y su prima llegaban a la sierra. Luisa tenía muchos años que no iba a esa casita, recordaron con nostalgia como se reunían ahí todos los primos mientras su abuelita vivía, y lo bien que la mantenía Maca Luisa: La abuela tuvo razón en dejártela, eres la que más quiere ésta casa M: Sí... me la recuerda mucho y se ha convertido en mi refugio, es mi bunker (reconocía con una triste y melancólica sonrisa) Luisa: Lo imagino... bueno vamos a disfrutar... ¡cero tristezas! M: Sí vamos... Paula cariño, vamos a cambiarnos para meternos en la piscina ahora que está éste solcito tan sabroso

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Paula: Tiiiiiiii (la niña daba brincos de alegría y aplaudía) Luisa: Jajaja ¿parece que le encanta venir para acá? M: Siiiiiii... hemos venido ya en varias ocasiones (dijo con nostalgia) Luisa: Bueno prima, no te pongas triste ahora, ya verás como todo se arregla y volverán toda la familia junta... y con tu mujer... ah y ejem hablando de Esther... M: ¿Qué? (se paró en seco y le preguntó nerviosa) Luisa: Bueno que... cónchale como tú me habías contado que la habías dejado y que te ibas a separar pues... M: ¡Pues qué, loca! ¿Seguro saliste con una de las tuyas? Luisa: Ufff ¡que mala fama tengo! M: Ah ¿no? No te acuerdas cuando... Luisa: ¡Ya! ¡Ya! ¡Está bien! M: Bueno cuéntame ¿qué le dijiste? Luisa: Pues me la encontré en la sala de médicos, me presente y cuando me dijo que era Esther se me salió decirle que era “tu ex”... y M: ¿Y? Luisa: Bueno que me dio la impresión de que se molestó... M: Ummmm... ¿esos es todo? Luisa: Siiiiiiiiiiiiiiiiii M: Bueno... me da igual... al fin después de todo seguro que lo va a ser... (decía con tristeza y mirando a Paula que jugaba un poco alejada de ellas) a pesar de que está en terapia y hay momentos en que la noto cambiada, sigue sin confiar en mí y la verdad estoy cansada... ya no me interesa... Luisa: ¿Estás segura?... yo creo que deberías darle una oportunidad... ella está tratando y tú la quieres mucho M: ¿¡Y qué más da!? ¡Si siempre ella va a desconfiar y va a salir con un ataque de celos!... sin ir muy lejos, ayer... le dije que iba a cenar contigo y tenías que verle la cara y me salió con una bordería... Luisa: ¿Celos? ¿de mi? Pero ¿por qué?... (se le quedó observando a Maca y)... Maca... ¿ella sabe que soy tu prima? M: Mmmm no lo sé... creo que sí... alguien debe habérselo dicho... Luisa: ¿Estás segura? M: ¡Aay no sé! ¡Y la verdad no me interesa! Estoy cansada de sus celos, me da igual se los aguanté demasiado en el pasado, es que siente celos de todo lo que se me acerca, y eso no puede ser ¡debe confiar en mí!... ya dejemos de hablar de ella, vamos a bañarnos que ya me entró calor... Luisa: Jajajaja sí... es que es hablar de tu mujer y te entra la calentura jaajajaja M: Jajajajajaja vamos loca, ¡que tengo muchos años sin ahogarte en la piscina! (recordando los juegos de su adolescencia) Luisa: Ah no Maca... ¡no me lo vuelvas a hacer que ya estás grandecita para la gracia! M: Jajajaja... ¡eso es lo que tú crees! (caminaba hacia adentro para cambiarse) Luisa: Nooooo... Por favor prométeme que no lo vas a hacer... Paula tienes que ayudarme ven... (seguía a su prima y le daba la mano a Paula) Para Esther no había sido un buen fin de semana. Las sesiones con Carlos la habían ayudado en muchas cosas pero sentía celos de Maca, la adoraba y aunque confiaba en ella no podía evitar sentirlos un poco, Carlos le había dicho que los malos eran los celos enfermizos, que un poco de celos era muy normal sentirlos, que tenía sangre en las venas, no había podido evitar sentir celos al imaginarse a la doctora Cáceres en la casa

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con ella en la piscina, no era justo, era ella la que debía estar en esa casa con su mujer y sus hijos Maca en la tarde del domingo antes de dejar a Luisa en el hospital que tenía guardia y ella seguir para su casa, llevó a la niña a casa. Esther le pidió a su madre que la recibiera, se inventó un dolor de cabeza repentino, lo que no quería era que Maca le leyera en la cara el malestar que sentía En: Hola Paula, Maca ¿cómo estás? Paula: Hola abuela En: ¿Qué tal pasaron el fin de semana? M: Muy bien. La niña la pasó de maravilla... ya sabes cómo disfruta de la piscina y del campo En: Si le encanta la naturaleza Paula: Abue ¿dónde esta mami? En: Ehhhh... está en su habitación M:... Bueno yo me voy, tengo que dejar a Luisa en el hospital y yo mañana entro temprano, dame un beso Paula Paula se despidió con un beso y un abrazo. Maca se retiró y Paula entró a saludar a su madre y ver a su hermanito Paula: Mami... mami... E: Hola princesa, ¿cómo estás cariño? Paula: Bien mami E: ¿Te divertiste mucho? Paula: Sí mama... Lisa y Mami ugaron conmigo mucho en la piscina E: Ah ¿sí? ¿jugaste mucho con Luisa? Paula: Ti... (la niña jugaba con su hermano, pero Esther quería saber más) Encarna llegó hasta la habitación y llegó a escuchar la pregunta de Esther En: ¡Esther!... parece mentira... ¡como es posible que utilices a tu hija! E: ¡Mamá por favor no exageres! Solo le preguntaba que tal lo pasó... En: Jummm... sí ¡cómo no!... ven Paula vamos a cambiarte cariño... E: Sí, si ya... es verdad no tengo perdón... pero no lo puedo evitar... En: Pues trata, que bastante estás gastando en la terapia para que eches por la borda lo logrado E: Es verdad mamá... pero tengo miedo... En: ¿Miedo de que? E: De que ya sea tarde... de que esa mujer me la quite En: ¿Y te parece que celándola y preguntando a la niña algo que ella puede interpretar confusamente es la forma de recuperar a Maca? E: No mamá En: Pues entonces ya sabes lo que tienes que hacer El lunes Maca decidió entrar al hospital más temprano de su horario, debía dedicarse a llenar unos informes que tenía pendiente. Por esas casualidades de la vida Esther

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también había decidido llegar más temprano pero sus planes era estar en el hospital cuando ella llegara T: Buenos días Esther... ¿entras antes de tu hora? E: Sí... me apetecía llegar temprano T: Pues ¿qué pasa hoy que todas madrugaron? E: ¿Por qué? ¿quién más llegó temprano? T: Maca, está en su despacho rellenando informes pendientes E: Ah ¿sí? está en el despacho... nos vemos Teresa (salió de ahí camino a la cafetería) Entró en la cafetería, tomó dos tazas y se dispuso a servirse dos cafés, uno para ella y el otro como le gustaba a Maca, mientras estaba en el mostrador sirviendo los cafés, sintió que alguien se paraba a su lado, se giró y vio a la Dra. Cáceres Luisa: Hola, Esther... ¿cómo estás? (la saludó con dos besos) E:... Bien... bien... Luisa: Ufff estoy muerta... ayer me vine directo a mi guardia... (le contaba mientras se servía su café) necesito un café urgente y me voy a descansar E:... Sí... Luisa: Y tú... ¿estás llegando? E: Sí, estoy entrando a mi turno, bueno me voy... (tomó las dos tazas de café y se dio la vuelta para irse, pero de pronto se detuvo y se giró nuevamente hacia ella para hacerle una pregunta) E: Ehh... Luisa Luisa: ¿Sí? Esther iba a preguntarle la razón por la que vivía con Maca y qué relación había entre ellas, debía saber a qué se enfrentaba, pero justo en ese momento llegó Alicia corriendo y se colocó a su lado Alicia: Ufff... buenos días... vengo corriendo Luisa: Jajaja y ¿por qué’ corres tanto, criatura? Alicia: Me quedé dormida y entro en dos minutos... Luisa: Jajaja... Esther ¿qué me ibas a decir? E: Eh... nada... tranquila... que descanses Luisa: Bien, hasta mañana Luisa se fue a descansar a casa y Esther se fue con los cafés. Llegó al despacho de Maca y tocó la puerta esperando la respuesta para entrar M: Pase (dio permiso para pasar sin levantar la vista de su trabajo) E: Hola... (entró con los cafés en mano) Maca permanecía sentada y concentrada en rellenar una historia, al escuchar la voz de Esther levanto la mirada M: Hola... ¿dime? E: Ehh no... sólo te traía un café... toma (le colocaba el café sobre el escritorio) M: Ehhh... gracias... (Maca levantó las cejas en señal de sorpresa, no esperaba ése gesto de Esther)

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E: Por nada... ufff ¡¿llenando historias?! M: Sí... las dejé pendientes y ahora se me acumulan... E:... Eh... y ¿qué tal el fin de semana? (permanecía de pie al lado del escritorio de Maca) M: Bien... hizo muy buen tiempo, Paula se divirtió muchísimo E: Sí, me contó que jugó mucho en la piscina M: Siiiiii... ya sabes cómo le gusta estar en el agua... Mientras hablaban, Esther se iba acercando hasta Maca, rodeó el escritorio donde estaba sentada la pediatra y se medio sentó sobre la mesa del escritorio justo al lado de ella. Maca estaba muy sorprendida y al sentirla tan cerca su respiración se alteró E: ¿Y tú?... ¿la pasaste bien? M: Ehhh... sí... sí... E: Te hacía falta el descanso... (había tomado una pose muy sensual sobre el escritorio y su tono de voz era dulce, Maca estaba en un estado de atontamiento que tenía la boca entreabierta mirando a Esther) M: Ehhh... Esther ¿querías algo?... tengo muchas historias que llenar (le preguntó nerviosa mientras se levantaba de la silla como un resorte y caminaba hasta un archivo) Esther notó el nerviosismo de su mujer y maliciosamente se levantó y la iba a seguir hasta el archivo. Pero truncando sus planes alguien muy inoportuno tocó la puerta E: ¡Mierda! (casi susurró Esther para sí) M: Pase (se apresuró Maca en dar permiso para entrar) ehhh... ¿me decías Esther? ¿querías algo más? E: Ehhh no... solo era... el café... (no sabía que más decir) nos vemos... en... urgencias (salió del despacho pero no sin antes dar una mirada asesina a la enfermera que había llegado con unos exámenes) Enfermera: Buenos días E: Serán para ti, ¡metida! (le dijo Esther de mala gana a la enfermera que las había interrumpido, Maca no llegó a escuchar éste comentario pero la enfermera sí, lo que hizo que se quedara parada en la puerta) M: Dime Enfermera: Sí... sí, tenga... Maca luego de atender a la enfermera y recibir los exámenes, se quedó intentando descifrar el comportamiento de Esther. Estaba sumamente confundida, sabía que estaba en tratamiento y que estaba muy cambiada. Pero conocía a su mujer, no quería hacerse ilusiones podía ser un antojo del momento de su mujer, luego volvería a echarle en cara lo pasado y a rechazarla, no deseaba volver a pasar por eso, tenía que evitarla Al rato se encontraron en la puerta de urgencias, ambas habían respondido a un llamado de emergencia y estaban esperando la llegada de un niño. Ninguna decía nada solo esperaban, hasta que al fin llegó la ambulancia con el niño M: ¡Esther! vamos... E: Sí... (se colocó a su lado)

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Trabajaron en armonía, se concentraron solo en atender al niño. Al terminar, Maca salió con prisa dejando a Esther dentro del box, Esther esbozó una pequeña sonrisa, era claro que Maca no quería quedarse a solas con ella Así pasó la jornada y Maca fue a cambiarse, para irse a su solitario apartamento que gracias a la compañía de su prima le era más llevadero. Al llegar a su despacho notó sobre el escritorio una flor colocada sobre un papel, levantó la flor y leyó el papel M: “Lo siento” (leía) M: ¿Lo siento?... Ummmm (se le dibujó una tímida sonrisa en los labios) En la tarde Maca con Claudia y Cruz, atendían a una adolescente victima de violación, Cruz cumplía con el protocolo diseñado en éstos casos, recogía las muestras y las colocaba dentro del kit dispuesto para entregar a la policía. Claudia y Maca servían de apoyo y testigos. Maca observaba en silencio, desde que había llegado la chica, ver el aspecto que tenía, su confusión y el no recordar nada de lo que le había pasado la trasladó sin remedio a su caso, tenía mucha similitud pero con las diferencias de que la chica tenía claros indicios de haber sido violada por un hombre y que habían utilizado una dosis de droga más fuerte mezclada con algo más Se estaba sintiendo mareada, sus manos comenzaron a temblar y estaba sudando. Tuvo que alejarse de la chica, porque de pronto comenzó a sentir una sensación de temor y pánico Cada vez se sentía con menos fuerza hasta que tuvo que apoyarse en la pared, Claudia lo notó y se acercó a ella Claudia: Maca... ¿qué te pasa? M: Ufff no lo sé... me siento muy mal... (se ponía la mano al pecho y respiraba con dificultad, sentía que se ahogaba) Claudia: ¿Qué tienes? (Claudia se estaba asustando al verla en esas condiciones) M: Esa chica... ¡son unos hijos de puta!... son unos animales... ¿por qué lo hacen? (respiraba con dificultad y le costaba hablar, todo indicaba que estaba sufriendo un ataque de ansiedad) Claudia: Cruz... creo que... Cruz escuchaba con atención a Maca. La había observado desde donde estaba. Se dio cuenta que el caso de ésta chica estaba afectando a Maca C: Claudia creo que es mejor que la saques Claudia: Sí... vamos Maca estás blanca... y muy fría (notó su temperatura al tomarla de las manos) Maca no pudo más y sin que Claudia pudiera evitarlo cayó al suelo desmayada, Claudia trató de sostenerla pero no tuvo la fuerza suficiente para evitar que cayera pero sí impidió que se pegara con un mueble que tenía a un lado Claudia: ¡Dios! ¡Maca!

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C: ¡Dios! (se levantó como un resorte y ayudó a Claudia a levantar a Maca y colocarla en una camilla que estaba al lado) Cruz siguió con la chica mientras Claudia atendía a Maca, con la ayuda de una enfermera lograron que Maca reaccionara y volviera en sí Claudia: Maca, ¿estás mejor? M: Sí... uf... no sé que me pasó... Cruz terminó lo más pronto que pudo con la chica y luego de entregar el kit y dejar a la chica en manos de la enfermera, a la espera del psicólogo de turno y unos familiares, se dedicó a Maca C: ¡Por Dios Maca que susto me has dado! M: Ummmm, lo siento yo... C:... Voy a revisarte M: Cruz, no es necesario, ya estoy bien... C: Sí lo sé... pero yo quiero ver qué fue lo que causó ése desmayo M: Nada, no fue nada (hizo el intento de bajarse de la camilla, cosa que impidieron Claudia y Cruz) C: ¡No! Te quedas ahí (le dijo con autoridad y procedió a tomarle la tensión) Tienes la tensión un poco alta (Maca permanecía acostada con los ojos cerrados) y estás muy alterada tienes disparadas las pulsaciones... no tengo duda de que has sufrido un ataque de ansiedad M: Mmmm C: Maca, ¿ya habías sentido esto antes? M: Ummm C: ¡Maca! M:... No hasta este nivel... Claudia: Maca... ¿qué quieres decir? M: Pues... que he tenido pesadillas... me despierto durante la noche sudando... alterada pero nunca me había pasado algo así y menos aquí en el hospital (confesó sinceramente a sus amigas) C: ¿Te habías desmayado anteriormente? M: No Claudia: Maca... ¿por qué no lo habías dicho? M: ¿Y que quieren que les diga? C: Maca somos tus amigas, porque te cierras, debes hablarlo... M: ¿Y que quieren que les diga?... ¿Que estoy hecha una mierda, que no puedo dormir, que me dan éstos ataques de angustia cada vez que tengo esas pesadillas? C: Maca, cariño, ¡necesitas ayuda! M:... No... ya pasará... algún día pasará Claudia: Maca no seas cabezota, piensa en ti, deja de pensar tanto en los demás... M: Claudia... deja... Cruz y Claudia se miraron a la cara, las dos seguramente estaban pensando lo mismo, Maca había sufrido sola lo que le había pasado, Esther y su familia fueron el centro de su atención y nadie tomó en cuenta lo que había sufrido ella, había sido víctima de una violación y nadie se ocupó de ayudarla en eso

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M: No se preocupen... ah... y por favor que quede entre nosotras, no quiero que nadie se entere de esto Claudia: ¡Maca! M: Claudia ¡por favor! Claudia: Está bien C: Pero necesitas ayuda y unos días de descanso Maca, has pasado por algo muy fuerte y has cargado con todo sola, necesitas alejarte M: Ahora no puedo... no quiero alejarme de mis hijos... C: Maca, si no te alejas un tiempo de todo va a ser peor, vas a explotar cuando menos lo esperas M: Cruz, ahora no por favor, más adelante quizás Maca no quiso seguir hablando y luego de hacerles prometer que no dirían nada y de ella prometerles que buscaría ayuda, cada una se fue a cambiar porque habían llegado a su hora de salida Después del incidente de Maca, Claudia y Cruz estaban muy pendientes de ella, en parte se sintieron culpables por no haber notado que su amiga estaba mal. La veían delgada, retraída, pero se lo achacaron a la separación de Esther y estar lejos de su familia, sin darse cuenta que todo lo que le había pasado la estaba superando. Entre las dos trataban de estar con ella el mayor tiempo posible, pero sin agobiarla. La invitaron una que otra vez a salir para que se distrajera, pero Maca no estaba por la labor, huía completamente de sitios con aglomeraciones de gente y aunque no se lo había dicho sentía un temor atroz a los locales nocturnos. Claudia le había propuesto quedarse con ella en casa o que Maca se fuera a la de ella ya que Luisa había asistido a un congreso de cardiología y Maca estaba sola, pero ella se había negado En la mañana del martes se disponía a levantarse para irse al trabajo, pero al tratar de hacerlo sintió el cuerpo pesado, no sintió fuerzas suficientes y estaba mareada, había tenido muy mala noche, le había costado mucho dormir, tenía malestar en todo el cuerpo y se sentía caliente, seguramente había agarrado algún virus M: Uffff... lo que me faltaba a mí No se sentía con fuerzas para ir a trabajar y llamó a Teresa para que avisara a Cruz M: Teresa no me siento bien, dile a Cruz que lo siento pero hoy no voy a poder ir, creo que he pescado algún virus T: Sí hijita, tranquila yo le digo. Pero Maca ¿estás solita? M: Pues sí... T: ¿Quieres que llame a alguien? M: No tranquila, ya me tomo algo... solo necesito descansar T: Bueno... yo le digo a Cruz que no vienes, tú descansa M: Gracias Un cansancio que no había sentido nunca se apoderó de ella, se tapó con su manta y se volvió a dormir, no tenía fuerzas para más nada

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Cruz se acercaba a recepción y Teresa le explicaba lo que le había dicho Maca C: Ufff pobre es que lleva una racha... yo entro en quirófano ahora T: ¿Quieres que le diga a Claudia? C: Ella también esta en quirófano y... no me gusta nada que Maca esté sola la pobre E: Buenos días... (llegaba Esther, las saludaba sorprendida por las palabras que le había escuchado decir a Cruz)... ehh... ¿qué pasa con Maca? C: Ufff que la pobre está enferma E: ¿Enferma? ¿qué tiene? (pregunto alarmada) C: Parece ser un virus... E: Cruz... ella... ¿ella está sola en casa? C: Sí E: Dime donde vive... ella me lo dijo pero no sé bien cómo llegar C: ¿Por qué la quieres? (Cruz preguntaba con una sonrisa, ya sabía que Esther seguramente iba a ver como estaba) E: Está muy enferma, yo la conozco, si ella llamó y se quedó en casa es porque se siente muy mal, sabes que ella nunca se enferma y menos es de quedarse en casa, tengo que ir a cuidarla... C: Eso es verdad... me parece muy bien que vayas, ella te necesita Esther... (le acarició un brazo en señal de apoyo y agradecimiento por la decisión) Toma, aquí tienes las instrucciones para llegar y... Teresa, dame la llave de la casa de Maca que está aquí por emergencia T: Ah... sí toma Esther tomó el papel con la dirección y las llaves. Le pidió a Teresa y Cruz que buscaran quien la supliera salió a casa de Maca. Tomó un taxi, no conocía muy bien la zona y quería llegar lo más pronto posible Llegó y abrió con la llave, entró despacio mirando a todos lados para saber a dónde ir, no se escuchaba nada seguramente estaba dormida, lo primero que vio al entrar en ese apartamento era una estantería llena de fotos de ellas juntas de momentos hermosos que habían compartido, de ella y sus hijos, miró una puerta entreabierta que debía ser la habitación, se encaminó hacia ella y entró despacio, Maca estaba sobre la cama acurrucada, tenía los ojos cerrados, dormía. Se acercó y se sentó a su lado con cuidado, le tocó suavemente la frente y notó que ardía en fiebre, tiritaba de frío pero al mismo tiempo estaba sudando. Nunca la había visto así tan desvalida, le embargó una gran ternura por su mujer. Se fue a la cocina y tomó un recipiente con agua fresca y unos paños para colocarle en la frente Se sentó nuevamente con cuidado en la cama y le colocó un paño sobre la frente de Maca, ésta al sentirlo se movió y trató de abrir los ojos pero no pudo. Esther iba cambiando los paños a medida que veía que se calentaban. Necesitaba darle un antipirético a Maca para que le bajara la fiebre pero no sabía donde los tenía y ella no los había llevado, se dispuso a ver en la habitación, buscó y al fin los encontró. Fue a la cocina por un vaso de zumo para que Maca tomara el medicamento E: Maca...Maca... (la llamaba, debía hacer que despertara para que tomara el antipirético) M: Ummmm E: Maca, necesito que tomes esto, tienes mucha fiebre

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M: Mmm... tengo frío... (solo se acurrucaba en la cama) E: Lo sé cariño, pero tómate esto ven M: ¿Esther eres tú?... (el malestar y la fiebre la tenían un poco tonta y no estaba segura si era un sueño o realidad) E: Sí soy yo...Ven levanta un poco... Maca al fin reaccionó y se incorporó un poco para poder tomarse el medicamento, volvió a acurrucarse y se quedó dormida. Mientras Maca dormía, Esther fue a la cocina a ver si conseguía los ingredientes suficientes para prepararle algo, se dispuso a prepararle un consomé de pollo Al rato se asomó nuevamente a ver a Maca y se acercó a tocarle la frente, ya estaba más fresca, pero dormía profundamente. Se sentó con cuidado a su lado y no pudo contener sus ganas de acariciarla, con la punta de sus dedos en un suave roce, acarició su frente, bajó por su nariz y rozó con mucha suavidad y lentitud los labios de la mujer que amaba, se inclinó y con mucho cuidado dejó un suave y casi imperceptible beso sobre éstos, comprobó como ya su cuerpo no rechazaba el contacto con Maca sino que se estremecía deseándolo, se recostó al lado de Maca y suavemente la tomó para acurrucarla contra su cuerpo, Maca instintivamente se abrazó al cuerpo de Esther soltando un suave gemido pero no despertó M: Ummmm... E: Duerme cariño... tranquila Ya tenía un rato así acostada a su lado abrazándola, cuando le pareció escuchar levemente el sonido de su móvil que había dejado en su bolso en la sala, con cuidado se separó del cuerpo de Maca y salió a ver quien la llamaba E: Sí Teresa... ya le está bajando la fiebre... sí... no te preocupes... yo le digo... adiós Maca al sentirse huérfana del abrazo de Esther se había despertado. Esther regresó a la habitación y la vio sentada con la espalda apoyada en el respaldar de la cama. Al verla en la puerta de la habitación, se dio cuenta que no lo había soñado le preguntó sorprendida M: ¿Qué haces aquí? E: Vine a ver como estabas... M: Pero como... E: Cruz me dio la llave que dejaste... (entendió que seguramente quería saber cómo había entrado) Esther se fue acercando poco a poco hasta la cama y volvió a tocarle la frente a Maca quien cerró los ojos al sentir el contacto E: Uummmm ya no tienes fiebre... M: ¿A ti te funciona eso de la mano? E: Sí... a veces funciona... (le respondió con una sonrisa) voy a traerte un consomé que te preparé M: ¿Consomé?.. ¿Desde cuándo estás aquí? E: Ya tengo rato... (y con una sonrisa salió a la cocina a buscar la sopa)

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M: Ummmm y yo que pensé que era un sueño (se decía Maca al quedarse sola)... ¿me abrazó?... no, seguramente eso sí lo soñé... Tenía que ir al baño, tenía muchas ganas de orinar, se incorporó en la cama pero sintió un leve mareo, tuvo que quedarse un rato sentada hasta que se sintió estable, al fin fue y orinó, cuando se lavaba las manos se miró en el espejo, tenía muy mala cara y se sentía sudada necesitaba un baño, con calma se quitó la ropa y se metió con cuidado en la ducha, necesitaba un baño urgentemente. Esther regresó y no la vio en la cama pero escuchó el sonido de la ducha, dejó la bandeja sobre una mesita y se asomó al baño a ver a Maca, no le pareció buena idea que se bañara sola sintiéndose tan mal. Entró sin preguntar y la vio dentro de la ducha, solo veía su sombra que se reflejaba a través de la mampara de la ducha E: Ma... ejem... Maca... (tuvo que carraspear al sentir su propia voz, ver el contorno de la desnudez de su mujer la había turbado) Maca, ¿que haces? No debiste venir sola... M: Ehhh (no esperaba que Esther entrara mientras ella estaba ahí) ehhh necesitaba un baño... ya salgo E: Ehh sí... yo... yo te espero fuera... Sabía que era mejor salir pero sus pies se habían quedado clavados en el piso y no le obedecían, ella desde fuera miraba el contorno desnudo de su mujer y Maca desde adentro se había quedado paralizada con el agua corriendo por su cuerpo sintiendo la presencia de Esther en el baño, Esther sentía un gran deseo de desnudarse y entrar en la ducha junto a ese cuerpo que la llamaba desde dentro Maca desde adentro miraba la silueta de Esther la sentía ahí en silencio mirando hacia ella, su cuerpo temblaba de pies a cabeza y su centro se había humedecido de solo imaginar que Esther abriera la mampara Pero Esther lo pensó mejor y no le pareció un buen momento, con desilusión pero sabiendo que era lo mejor se dio la vuelta y salió del baño Maca soltó un suspiro al ver que ya Esther no estaba, le había costado mucho tomar la decisión de irse de casa y no podía flaquear. No quería volver a sentir el desprecio de Esther, no quería volver a escuchar sus reproches, después de todo seguramente estaba ahí por lástima M: Me duele el corazón pero no puedo volver a sentir tus rechazos... (cerró el grifo de la ducha y salió) Cuando Maca salió con una bata de baño a su alrededor y secándose el pelo con una toalla se encontró a Esther sentada en la cama esperándola. Esther la miraba mientras ella se secaba el pelo, estaba hermosa aun y con la palidez de su rostro y sus ojeras marcadas, estaba más delgada... pero en definitiva, hermosa, mientras la miraba y admiraba sentía que su piel se erizaba y tuvo que mirar a otro lado y disimulando le dijo E: Ehhh... se te va a enfriar la sopa (le señalaba sobre la mesa la bandeja) M: Ehhh sí gracias... (se sentó y se la tomó con gusto, recordó en ese momento que tenía varias horas sin consumir nada)... pero no debiste tomarte tantas molestias

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E:... No son molestias Maca... no digas eso... eres... eres mi esposa y me preocupo por ti... vamos tómate la sopa y vuelve a la cama... no debiste meterte en la ducha y mojarte el pelo M: ¡Esther! esas son cosas de las abuelas y además lo necesitaba urgentemente, con tanta fiebre sudé mucho durante la noche y para que te quedes tranquila me bañçe con agua tibia E: Bueno tú sabrás... M:... No me siento nada bien... aun me duele el cuerpo... pero la ducha caliente me hizo bien E: ¿Desde cuándo te sientes así con ese malestar? M: No lo sé...ayer me costó mucho dormir y creo que pasé toda la noche con fiebre E: Bueno... tómate la sopa, veras como te sienta bien y luego te acuestas otra vez... M: Sí... no me siento nada bien En realidad se estaba sintiendo mucho mejor, el antipirético y los cuidados de Esther estaban funcionando, pero la necesitaba a su lado, la tenía ahí y le gustaba que la cuidara, quería disfrutarla un rato más. Tenía que reconocer que se estaba aprovechando de la situación. Se terminó la sopa y Esther recogió todo para llevarlo a la cocina. Mientras, Maca se puso un pijama y se acostó, se acurrucó en la cama y se tapó completamente con la manta, volvía a sentir mucho frío E: ¿Te sientes mal? (le preguntó Esther cuando llegó de nuevo en la habitación) Esther se acercó a ella y le tocó la frente, la sintió nuevamente caliente y esta vez sí buscó el termómetro, lo había visto junto a los medicamentos, se lo colocó a Maca y espero unos segundos a que diera el valor E: Ufff te subió la fiebre otra vez, es que sabía que no era buena idea ese baño, voy a darte un antipirético... ¿lo quieres con leche? M: Ummm... sí... Esther fue por el medicamento y se lo dio M:... Tengo mucho frío Esther... (se acurrucaba tiritando en la cama) Esther al verla tan desvalida se le rompió el corazón y sin pensárselo dos veces volvió a colocarse como antes, sentada en la cama a su lado M: Esther... E: ¿Sí? M: ¿Puedes abrazarme? (le pidió mirándole a los ojos) E: Sí... (Esbozó una pequeña sonrisa con su pedido) Esther la abrazo y Maca se colocó con la cara sobre su pecho necesitaba ese calor. Esther la estrechó contra su cuerpo le encantaba cuidarla y que la necesitara, con una mano la acariciaba. Así poco a poco bajo el efecto del medicamento y escuchando los latidos del corazón de Esther se estaba quedando dormida. Notaba como el cuerpo de Maca temblaba, la acarició y le acomodó un mechón de su cabello que le caía frente a la cara y al ver la frente descubierta dejó un beso en ella. Mirando como Maca dormía plácidamente y abrazadas en la cama ella también poco a poco se fue quedando dormida

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El calor sobre su cuerpo hizo que fuera despertando, tenía a Maca casi encima de ella, le tocó la frente y notó que ya no tenía fiebre, como pudo y tratando de no despertarla se levantó y fue al baño. Al salir Maca aun dormía plácidamente. Oyó de pronto el sonido de las llaves abrir la puerta de entrada y fue a ver, era Luisa que llegaba con una pequeña maleta, que al verla a ella se quedó parada y sorprendida Luisa: ¿Esther? E: Hola... eh... disculpa es que... Maca no se sentía bien... y yo... (de pronto se sintió tonta, no sabía porque pero se estaba disculpando con esa mujer)... yo ya me voy... Luisa: ¿Qué?... no Esther quédate... no es necesario que te vayas... ¿qué tiene Maca? E: Un resfriado... tenía mucha fiebre... pero ya está mejor Luisa: Ufff pobre, pasarle justo ahora... pero qué bueno que has estado con ella... E:... Ehh... sí... Luisa: Bueno yo me voy a mi habitación y luego voy a verla... E: Sí... tu habitación... yo Luisa: Sí claro... ¿dónde pensabas que dormía? ¿en el sofá? Jajaja E: No... ehh... yo... (Esther, casi había olvidado que ellas vivían juntas. miró hacia la habitación de Maca y Luisa entendió lo que pasaba) Luisa: Esther... yo creo que aquí hay un malentendido... entre Maca y yo no hay nada, ella es mi prima... E: ¿¡¡Prima!!? (Esther repitió con una sonrisa en los labios) Luisa: Sí... no sé si Maca alguna vez te ha hablado de mí, soy la hija de la hermana de su madre, éramos muy unidas de pequeñas pero cuando yo tenía quince años nos fuimos a vivir a Londres y ahí hice mi vida E: Su prima... Luisa: Seeeep ¡primitas hermanas!... jum ¡ya me parecía a mí! (notó la cara de alegría y alivio de Esther) E: ¿Qué cosa? Luisa: No nada... ¡yo me entiendo!... E:... Bien... Luisa:... Bueno me voy a dar un baño, el viajecito estuvo insoportable E: Ehhhh... Luisa (la llamó y Luisa se detuvo en su camino) Luisa: ¿Sí? E: Gracias Luisa: ¿Por qué? E: Nada... yo me entiendo... Luisa: Jajaja... está muy bien... Luisa entró en su habitación y Esther entró en la de Maca, aún dormía y se sentó en un sillón frente a la ventana y la observaba desde ahí, pensaba en todo lo que estaba pasando, en que era el amor de su vida y debía confiar en ella, le demostraría cuanto la amaba y cuanto la necesitaba a su lado. Mientras la miraba Maca abrió poco a poco los ojos, al verla ahí mirándola le regalo una sonrisa E: Hola M: Hola E: ¿Te sientes mejor? M: Sí E: Bien... yo debería irme

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M: ¿Irte? E: Sí... debería ir a darle el pecho a Andrés, esta mañana al salir le dejé lo justo para el día y... M: Sí... tienes razón (reconoció con algo de nostalgia) E: De todos modos no te dejo sola... ya Luisa llegó M: ¿Ya llegó? E: Sí hace un rato... yo bueno me voy... al llegar te llamo... y mañana si quieres me paso otra vez... M: No... no creo que sea necesario... ya seguramente mañana voy al trabajo... me siento mejor E: Bueno pero si no es así, no vayas eh M: Ehh no... Esther se levantó y Maca trató de hacer lo mismo, pero Esther se lo impidió colocando una mano sobre su hombro E: No... quédate recostada, descansa... (le dio un beso en la frente) hasta mañana M:... Mmmmm... hasta mañana E: ¡Y pórtate bien...! Esther salió de la habitación y a Maca se le quedó una sonrisa boba en la cara. Al rato Esther llamó desde la casa y le pasó a Paula para que la saludara, Maca y la niña estuvieron casi quince minutos conversando, la niña le contó todo lo que había hecho durante el día en el cole y le preguntaba a su mami como se sentía Paula: Estas enfermita mami, yo quiero ir a verte pero mama dice que no M: Es que es tarde cariño... Paula: Pero yo te quero ver M: Lo sé... yo también... pero hoy no... mañana seguro nos vemos ¿sí? Paula: Ti M: Bueno ahora ya es hora de dormir, ¿quieres que te lea un trozo del cuento? Paula: Tiiiiii M: Bien acuéstate mientras yo te leo Paula: Tiiii La niña se acostó y Esther conociendo el ritual la tapó en su cama y puso el manos libre del teléfono para que la niña escuchara acostadita desde la cama, lo que no sabía Maca es que últimamente en ése ritual participaba también Esther que se quedaba embelesada escuchando la voz de Maca. Al quedarse dormida la niña, Esther tomó el teléfono E: Maca... la niña ya se durmió (le avisaba) M:... Eh... bien... bueno yo... E: Maca... M: ¿sí? E: ¿Cómo te sientes? M: Bien... muy bien... E: Me alegro... ehhh... bueno... entonces hasta mañana M: Sí... hasta mañana...

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Las dos se despedían pero ninguna cortaba la llamada, hasta que al fin Maca tomó la decisión y cortó A la mañana siguiente Maca se sentía mucho mejor, seguramente más que el medicamento lo que en realidad había hecho efecto terapéutico en ella había sido la presencia y el cuidado de Esther Llegó al hospital con energía dejando sorprendida a una Teresa que últimamente la había visto muy deprimida T: Buenos días hija. ¿Cómo estás? M: Mucho mejor Teresa, gracias T: Se te ve, tienes mejor cara, me alegro muchísimo M: Bueno... me voy a trabajar... ¿tengo muchos niños? T: Bueno, algunos y casi todos resfriados M: Siii... bueno voy En un momento del día, Maca estaba sentada en una mesa de la cafetería, repasando concentrada los síntomas de un caso, tan concentrada que no notó la entrada de Esther que al verla sirvió dos zumos de naranja natural y se dirigió hasta la mesa de Maca E: Hola... un zumo... vitamina c, lo mejor para los resfriados (le ofreció uno de los zumos) M: Hola... gracias... E: ¿Estás trabajando? ¿Te molesta si me siento aquí contigo? M: No... no... sólo repaso unos síntomas E: Gracias... ¿cómo te sientes? M: Mucho mejor... E: Y ¿qué tal el día?... ¿te han hecho trabajar mucho? M: Ahí... como siempre E: Ehhh... Maca... M: ¿Sí? E:... El sábado lo tengo libre y... tú también M: Ah sí, ¿lo has visto? (¿Esther estaba pendiente de sus turnos?) E: Sí... (afirmó con una sonrisa)... Había pensado llevar a los niños al parque. Paula me tiene loca que quiere hacer un picnic con sus dos mamas. Me... nos gustaría que vinieras con nosotros M: Eehhhhh no sé Esther (quería negarse, estar con ella así, sería una autentica tortura) E: A los niños les encantaría (“¡y a mi más!”) M: Ummm... está bien... ¿a qué hora? (la sola idea de compartir unas horas en el parque con sus hijos le alegró el día, aunque había sido su primer impulso, no pudo negarse) E: ¿Te parece bien a la diez de la mañana? M: Sí está bien... ¿en el parque de siempre? E: Siiiiii M: Bien... bueno voy a...voy a seguir... entonces los paso a buscar el sábado a las diez E: Ok... M: ¿Quieres que lleve algo? E: No tranquila, yo me encargo de todo

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M: Bien...me voy... (se levantó con los folios en la mano) E: Ok... M: Ah... Esther... (se detenía antes de irse) E: ¿Sí? M: Ehhh... gracias por tus cuidados de ayer... E: Gracias a ti por dejarme cuidarte... De pronto se quedaron mirando, parecían dos colegialas quedando para verse, pero pronto Maca reaccionó y salió de allí ante la mirada de una Esther que había luchado por actuar con normalidad Maca sin mirar atrás, casi corrió a su despacho, cerró la puerta y se sentó sobre su silla. La conducta de Esther la tenía muy confundida pero cada vez que la tenía tan cerca era una auténtica tortura. Se sentía débil emocionalmente, no pudo contener las ganas de llorar que tenía y lo hizo. La separación cada día se le hacía más dura. Necesitaba a Esther y a sus hijos no había un segundo de su vida que no los tuviera presentes, ellos eran su vida Faltando poco para el final de la jornada, Esther fue a recepción a buscar los datos de los familiares de un paciente, mientras caminaba hacia allá vio con sorpresa que apoyada en el mostrador estaba Cristina hablando con Teresa E: Hola Cristina (saludó al llegar al mostrador) Cristina: Hola Esther... ¿cómo estás? (se acercó y la saludó con cariño con dos besos) E: Bien y tú ¿qué tal? ¿Qué te trae por el hospital? Cristina: Tengo una reunión con Maca, le traigo esto (le mostró un sobre que tenía en las manos) E: Ehhh claro... Teresa ¿avisaste a Maca? T: Sí ya... acabo de hacerlo, me dijo que ya viene Esther al ver ése sobre en manos de Cristina su corazón comenzó a latir muy fuerte. Seguramente eran los papeles del divorcio. Le dio mucha tristeza el hecho de que Maca seguía con la idea de divorciarse. No pudo preguntar nada porque en ese momento llegó Maca M: Cristina... hola ¿cómo estás? ¿Tienes mucho esperando? (la saludó con dos besos) Cristina: No para nada, llegué hace unos minutos, aquí estaba hablando un rato con Esther mientras. Aquí está (le mostró el sobre) como habíamos quedado M:... Eh... sí... vamos a mi despacho (miró a Esther y tomó a Cristina por el brazo para llevársela a su despacho) Esther notó el nerviosismo de Maca y vio como las dos se alejaban rumbo al despacho de Maca, unas lágrimas daban vuelta por sus ojos pero pudo controlarla y obligarlas a no salir T: Hey Esther... ¿qué te pasa hija? E: Eehh nada Teresa T: ¿Nada? Estás blanca... ¿te sientes mal? E: No, no te preocupes, me voy a trabajar... ah y trata de dar con la familia del chico, los estamos esperando

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En el despacho de Maca M: Siéntate... ¿quieres un café? Cristina: Bueno Maca sirvió un café para cada una y se sentó al lado de Cristina y ésta le entregó el sobre C: Aquí está... ¡lo prometido! M: Hummm la verdad no sé si quiero abrirlo Cristina: Maca es mejor que lo veas, entenderás muchas cosas M: No sé en que me pueden ayudar a estas alturas Cristina: En disipar tus dudas, en quedarte más tranquila al saber exactamente qué fue lo que pasó, ahí está todo, la confesión de Carla, describe exactamente como fue planeado todo. Además tengo en mi poder, guardado en mi caja de seguridad el video original pero eso tú dirás si quieres verlo o no Maca tomó el sobre y lo abrió, se dispuso a leer la trascripción de la confesión de Carla, el extracto de la declaración en la que describía todo lo referente a lo que le hicieron a ella. Describía con lujo de detalles, como por orden de Roberto la abordó en el aeropuerto, el hotel, la cena, como la drogó y subió a la habitación. Describía todo lo sucedido en ésa habitación, como había colocado la cámara, Maca tuvo que dejar de leer por unos instantes al ver el estupor y la rabia que sentía en ése momento. Supo al fin como la había desnudado, como Maca le decía que no, como llamaba a Esther, Carla le hizo creer que era Esther para que Maca se dejara... no pudo seguir leyendo, era muy fuerte para ella leer como la había violado, todo lo que esa mujer había hecho con ella... unas lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos Cristina: Maca... M: No puedo... ¿cómo pudieron ser tan hijos de puta Cristina? Como puede haber tanta maldad Cristina:... Yo tengo años colaborando con la policía y cada día me sorprendo de lo que es capaz la gente por maldad M: Ese hijo de puta, nos hizo tanto daño... tanto... Cristina: Pero lo está pagando Maca, ya verás que ese hombre con todo el poder que tuvo, no podrá salir nunca de la cárcel M: Eso espero Cris, por el bien de todos, espero que ése hombre se hunda y muera en esa cárcel. Lo siento por mis hijos, porque después de todo por desgracia ese hombre es su padre biológico pero están mejor sin él, ¡de eso estoy segura! Cristina: Bueno, lo importante es que ya pasó, que debes olvidar lo que pasó con esa gente y rehacer tu vida M: No es tan fácil Cris... Cristina: Pero lo lograrás, ¡ya lo verás!... por ahora no más tristeza, ¡sécate esas lágrimas! te invito a cenar... ¿a qué hora sales? M: Ummm (miró su reloj) ya, me cambio y nos vamos... Cristina: Pues entonces te espero M:... Ummm... bueno, dame unos minutos

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Maca se cambió y las dos salieron juntas conversando animadamente. Esther que estaba en uno de los boxes, vio cuando Maca firmaba y se fueron juntas del hospital. Sintió un gran temor en su cuerpo, estaba perdiendo a Maca Al día siguiente, Maca fue como todas las mañanas a buscar a Paula para llevarla a la escuela, la recibió Encarna y le dijo que Esther ya había salido para el trabajo Maca llegó al hospital una hora después de Esther a pesar de tener el mismo horario. Esther evitó en lo posible en toda la mañana de no cruzarse con Maca, tenía una mezcla entre tristeza y molestia, había tenido la esperanza de que Maca hubiera desistido de la idea del divorcio, por eso no entendía porque Maca no le había comentado que había decidido seguir con sus planes Se moría por hablar con ella y preguntarle, pero no se atrevía, temía a su respuesta Estaba en urgencias esperando a que llegara un herido cuando sintió que Maca se colocaba a su lado M: Hola E: Hola (le respondió el saludo en un tono mohíno) M: Ehh... esperando al herido E: Claro ¡que más! (le respondió sarcástica) M:... (se quedó con la boca abierta sin saber que decir) Samur: Varón veinticinco años, accidente en moto... M: Vamos Esther... (tomó la historia que le daban los del Samur y salió al lado de la camilla) Atendieron al herido, las dos sabían exactamente qué hacer, Maca casi no necesitaba decirle lo que tenía que hacer, tenían mucho tiempo trabajando juntas, estaban casi cronometradas, Maca estaba concentrada y Esther le ponía la vía y otros artilugios sin decir palabra. Al terminar de atender al paciente E: ¿Me necesitas para algo más? M: Ehhhh... no... creo que no... E: Ok (y sin decir más palabras se retiró) M: ¡Pero!... ¡Ya sabía yo que iba a durar poco la simpatía y la amabilidad! (se dijo a si misma) El resto del día afortunadamente las dos no se volvieron a cruzar El sábado en la mañana como habían quedado, Maca pasó a recogerlas para ir al parque, aunque viendo el cambio de Esther, había dudado en si ir o no, no sabía que le esperaría, pero no podía decepcionar a Paula. Al llegar, respiró profundo se llenó de valor, estacionó el coche y subió. Encarna le abrió la puerta En: Buenos días hija, pasa, no imaginas cómo está Paula emocionada esperándote (le dio dos besos con cariño) M: Jajaja... buenos días Encarna...

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Paula: Mami... mami... (llegaba la niña corriendo y se lanzaba a sus brazos) M: Jajajaja hola princesa Paula: Mida... (le enseñaba un juguete que tenía en sus manos) M: Jaja... ¿te lo vas a llevar al parque? Paula: Tiii M: Jajaj está bien... y mama, ¿dónde está? En: Está dándole el pecho al niño le acaba de dar un berrinche jajajaja M: Es un comilón... jajaja... voy a ver En: Ok... y cuidado con la madre... (le advertía en tono confidencial Encarna) M: Ummm ¿por qué? (se acercaba a su suegra preguntando) En: Tiene dos días con un humor, que salta a la primera... ¿pasó algo en el hospital? M: Pues que yo sepa no... pero también me ha extrañado su cambio en estos días... En: No entiendo... M: Pues yo tampoco... pero ya me sospechaba que no iba a durar mucho su amabilidad... (reconocía con pesadumbre) En: No digas eso... ella en verdad está cambiando... algo tuvo que... (no pudo seguir ya que llegaba Esther con el niño en brazos) E: ¡Listo! (vio que ya Maca estaba esperando) ahhh hola, no sabía que habías llegado M: Hola... ¿vamos? E: Sí En: Tengan aquí está todo para el picnic Paula: Biennnn (la niña aplaudía) M: Encarna te vienes con nosotras En: No hija vayan ustedes, disfruten el día M: Usted se viene con nosotras, también le toca disfrutar con sus nietos (Maca por nada del mundo quería quedarse a solas un día con Esther y menos con el humos que se gastaba) Esther las observaba y sobre todo observaba a Maca, era evidente que no quería estar sola con ella E: Mamá ven con nosotras En: Mmmm está bien vamos Las tres se encaminaron hacia el coche de Maca. Encarna llevaba a Paula de la mano, Maca llevaba la cesta del picnic y Esther con el niño en el cochecito. Luego de colocar todo, se fueron hacia el parque preferido de Paula, donde había hasta un laguito con patos y pequeñas barcas con remos que alquilaban para navegar un rato. Al llegar, fue Paula la encargada de seleccionar el sitio donde se iban a quedar, le gustaba que fuera cerca del laguito y así lo hicieron. Maca colocó el mantel en el piso y una silla plegable que tenía en el automóvil, para que se sentara Encarna En: Gracias hija siempre estás pendiente de todo, que a mi edad no me puedo sentar como ustedes en el césped jajaja... (se sentaba en una de las sillas) M: Jajaja, la tenía en el coche desde la última vez que vinimos... (dijo con nostalgia) Paula: Mami... mami... vamos a los botes... men... (jalaba a Maca de la mano) M: Cariño, vamos a esperar un rato, mira hay mucha gente esperando... en un rato vamos... Paula: Pero yo quero ve patitos... (decía la niña desilusionada) M: Ven vamos a caminar un rato y los vemos. Luego damos el paseo en el bote

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Paula: Tiiiii M: ¿Quieres darle comida? Llevamos un pedazo de pan para darle a los patitos... Paula: Ti mami ti Maca tomaba a la niña de la mano y salían rumbo al laguito, Esther las miraba con una tímida sonrisa en los labios pero que contrastaba con sus ojos que expresaban una gran tristeza En: Esther... E: ¿Sí? En: ¿Qué te pasa hija? (le preguntaba al mismo tiempo que tomaba su mano para acariciarla con cariño) E: ¿A mí? Nada mama En: Hija tú no me engañas... hace dos días que te veo muy triste E:... Tengo miedo mamá En: ¿Miedo? De que hija... E: La he perdido mamá... tenía a mi lado a la mejor mujer y lo eché todo a perder... creo que ya es tarde En: ¿Por qué dices eso hija? E: Ella está decidida... pensé que me iba a dar una oportunidad pero ya puso la demanda de divorcio... En: ¿Qué? E: Sí... ayer estuvo la abogada por el hospital y le llevó los documentos... En: ¿Estás segura? ¿Ella te lo dijo? E: No pero... Paula: Mama... mama... le di de come a los aticos... (llegaba corriendo la niña contenta) E: ¿Sí? que bien cariño... ¿y mami? (le preguntó porque la niña llegaba sin Maca) Paula: Esta hablando con una amiga... (señalaba hacia un lado) Esther veía como Maca conversaba con una mujer alta, rubia, muy hermosa, vio como Maca le daba una tarjeta a la mujer y se despedían con dos besos. Maca se dio la vuelta y se encaminaba hacia ellas. Esther sintió de pronto un temblor en todo su cuerpo, sabía que era una tontería, pero sentía tanto temor por perder a Maca que ver a cualquier mujer junto a ella la hacía sentir muy mal. Tuvo que levantarse. Justo en el momento que llegaba Maca a su lado le dijo E: No pierdes el tiempo ¡¿no?!... voy al baño mamá... (no se pudo controlar, necesitaba relajarse, estaba a punto de llorar) M: Ehhhh... ¿Qué? (se quedó con cara de tonta y sin saber a qué venía el comentario. Trato de seguirla pero su suegra la sostuvo) En: Déjala... ven siéntate M: Pero ¿por qué dijo eso? ¡Qué demonios le pasa! (le preguntaba a su suegra casi rozando la desesperación y mirando hacia donde se había ido Esther) En: Maca... Esther está muy asustada... M: ¿Asustada?... asustada ¡¿por qué?! En: Ya sabes cómo es, te vio hablando con ésa chica y pensó... M: ¿La chica?... pero si yo casi ni la conozco, es la madre de un niño que es paciente mío y me pidió el teléfono porque lo perdió... En: Bueno, sabes que lo está intentando, pero te quiere demasiado y tiene miedo a perderte

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M: Si lo sé... éstos días vi su cambio y me pareció que sus terapias estaban surtiendo efecto... pero de pronto cambió otra vez y... agjjjjj Encarna va para adelante y para atrás, estoy cansada ¡así no se puede! (dijo molesta. Se asomó a ver al niño que se había quedado dormido en el cochecito, luego se recostó sobre la manta que habían colocado en el piso) Encarna, prefirió quedarse callada, era mejor que no le contara los temores de Esther. En parte Maca tenía razón M: Ven Paula recuéstate aquí conmigo un rato (había decidido no hacer caso a Esther y disfrutar su día con sus hijos) Paula: Tiiii (la niña se recostó pero apoyó su cabecita sobre el estómago de Maca para que le sirviera de almohada y la rodeo con su brazo al igual que Maca) M: Jajaja que rico ¿verdad? Paula: Tiiiii En: Jajajaja esta nieta mía se las sabe todas (sacó un libro que había llevado y se dispuso a leer un rato) Un rato después llegó Esther junto a ellas, estaba más tranquila. Vio a Maca y Paula recostadas con los ojos cerrados, se habían quedado profundamente dormidas. Se sentó sobre la manta Observaba de reojo a Maca, le encantaba verla así en ese estado de relajamiento total. Vio que su madre se estaba encargando de cuidar al niño y ella se recostó al lado de Paula, se colocó de medio lado, mirando a Maca, con Paula en el medio de las dos Se quedó embelesada mirándola como respiraba pausadamente, Maca abrió los ojos y la miró E: Hola... M: Ummmm hola... me quedé dormida... E: Sí... debes estar cansada... duerme... M: No... mejor... yo... E: ¿Quieres caminar un rato? M: Ehhh... sí claro... (acomodó con cuidado sobre la manta a Paula y se levantó) E: Mamá... En: ¿Sí? E: Vamos a caminar un rato, al regreso comemos En: Sí claro, tranquilas (se alegraba de que Esther decidiera hablar) Esther y Maca comenzaron su paseo tranquilamente en silencio, de pronto fue Esther la que habló E: Siento lo de antes (dijo apenada, sin mirarla) M: Ummm... estoy acostumbrada... pero no te entiendo E: Tengo miedo... M: ¿Miedo de que Esther? E: Ayer vi a Cristina... M: Sí lo sé...

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E: Pensé que no seguirías con lo del divorcio... que al menos me darías una oportunidad... M: ¿El divorcio? E: Sí... vi el sobre con los papeles... M: Esther, ¿y asumiste que era el divorcio? E: Yo... M: Siempre asumes todo y prejuzgas... E: Maca... yo... M: Esther... ¡deberías creer y confiar más en mí!... no era el divorcio... era la trascripción de la confesión de Carla Esther se detuvo en seco, el solo escuchar de boca de Maca el nombre de esa mujer le había traído recuerdos horribles E: Maca... lo siento... no podía imaginarme que era eso... vi el sobre y... M: Y claro... lo primero que se te vino a la cabeza es que yo te había mentido... ¡debiste preguntarme antes de juzgarme! E: Maca no es eso... M: ¡Esther! ¡Te dije que ya estoy cansada! E: Maca lo sé y lo... Maca le hizo una señal con la mano en alto para que se callara M:... Cansada de tus celos, de tu desconfianza, de que cualquier cosa que haga automáticamente me juzgues como culpable. Me fui de la casa porque no aguantaba más tu desprecio, tu odio. De pronto parecía que habías cambiado, te portas amable conmigo y luego comienzas otra vez a portarte como una imbécil (estaba realmente molesta y levantaba la voz) E: ¡Maca! M: Maca nada ¡ya está bien! Si no eres capaz de controlarte aléjate de mí, pero no me hagas sufrir más, no puedo más estoy cansada que pagues conmigo todo el resentimiento y la desconfianza que te provocó el desgraciado de Roberto E: ¡Maca! M:... ¡Me invitaste a pasar el día con los niños y me pareció maravilloso, pero tú te has empeñado en echar a perder el día! Y no te lo voy a seguir permitiendo, me he propuesto disfrutar el día con Paula y con Andrés y eso es lo que voy a hacer E: Maca perdóname... soy una idiota... M: ¡Sí! lo eres... (se dio la vuelta y se fue junto a sus hijos) E: Ehhhh... Esther se quedó sorprendida y con cara de tonta, vio como Maca se iba, se sentó en la manta donde estaban sus hijos y se puso a jugar con ellos. Ella se sentó en un banco que tenía a un lado y desde ahí los miraba E: (“Demonios porque tengo que ser tan celosa y cagarla siempre ¡¡¡ufff!!!... Pero... ella es muy injusta... no debería reaccionar así... ¿es que no entiende por lo que he pasado? Ha sido muy difícil. La amo y sabe que lo estoy intentando... pero a veces me es difícil... debería entenderlo...” pensaba) De pronto recordó las palabras de Maca

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E: “La declaración de Carla”... ¿Carla? Es la chica con la que... ¿declaración? ¿a qué declaración se refiere?... Dios me voy a volver loca Encarna le hizo señas para que se acercara ya que los niños tenían hambre e iban a comer. Se acercó hasta ellos. Entre ella y Encarna dispusieron sobre un mantel todo lo que habían llevado para comer, mientras Maca jugaba con Andrés Esther permanecía en silencio, desde que había regresado no había dicho palabra. Maca se concentró en los niños, colocó al niño en su sillita y se sentó al lado de Paula. Maca y la niña disfrutaban del picnic era un gusto que compartían M: Que rico que está todo Encarna En: Gracias hija, da gusto preparar cosas para gente que lo aprecia Ellas conversaron un rato mientras terminaban de comer, Maca recogió las cosas y luego se dispuso a jugar un rato con sus hijos, Esther al verlos así, sacó la cámara que había llevado y les sacó una foto, la niña le encantaba que le hicieran fotos y cada vez que veía una cámara empezaba a posar, empezó a hacer morisquetas y a pedirle a su mama que le hiciera más, colocándose sobre Maca, a su lado y un sin fin de poses más. Encarna al ver esto le pidió la cámara a Esther En: Dame... ponte junto a tu familia que les saco una foto Maca y Esther se miraron por un segundo y Esther se colocó a su lado con Paula sobre sus piernas y Andrés sobre las de Maca, luego la niña se paró entre las dos y las abrazó juntándolas, quedando las tres caras juntas, Encarna sonrió antes de sacar la foto, le pareció una estampa preciosa Al rato Maca le propuso a la niña ir a dar el paseo en el bote M: ¿Vamos a dar el paseo en bote, Paula? Paula: Ti... ti... ti... (saltaba de felicidad) Esther se les quedó mirando con una sonrisa, la típica de “yo quiero ir”, pero Maca tomó a la niña de la mano y juntas salieron al lago M: Vamos Paula... (tomó a la niña de la mano) E: Ni siquiera me invitó... En: ¡Hija contigo hay que tener una pacienciaaaaaaaaa! (se quedó sentada y se concentró en la lectura de su libro) E: ¡Mamá! En: ¡Nada! Calla y mira los paticos... E: Uffffff (se recostó sobre la manta) El paseo llegó a su fin y Maca a pesar de todo lo pasó bien con sus hijos. Paula estaba feliz. En el camino a casa Esther permaneció en silencio M: Bueno llegamos a casa Paula

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Paula: Ti mami... En: ¿Por qué no subes Maca? M: No gracias... En: Pero es temprano, puedes cenar con nosotras M: No Encarna, no se preocupe, mejor me voy E: Déjala mamá... no insistas... seguro tiene otros planes... (tomó el cochecito del niño y se fue con él) Maca y Encarna la miraron M: ¡Pero será posible! En: Ésta hija mía... siempre tiene preparada una flecha para ti ¡eh!... M:... Un día de estos Encarna... ¡un día de éstos! En: ¡Pues sí Maca! Creo que es lo que le hace falta, ¡que le des un par de nalgadas! M: Jajajajajaja En: Jajajajajajaja El domingo para Esther había empezado llena de arrepentimiento. Pasó mala noche recordando como ella con sus tonterías estuvo a punto de echar a perder el paseo con su familia. Necesitaba hablar con Maca, al menos escuchar su voz pero no se atrevía a llamarla. No dejaba de pensar en todo lo que había ocurrido en el parque y en lo bien que Paula lo había pasado con Maca y lo que disfrutó ésta con ella y el niño. Recordó las fotos y fue por su cámara y se dispuso a bajarlas al computador. Imprimió algunas, sobre todo la foto en la que estaban los cuatro de la que sacó dos copias, una la colocó en un portarretrato y lo puso en un sitio visible de la sala y la otra junto con otras fotos las puso en un sobre. No pudo contenerse más se le ocurrió una idea y llamó a Maca M: Hola cariño (al ver el numero en el identificador pensó que era Paula) E:... Hola (le encantó escuchar ése cariño aunque sabía que no era para ella) M: Mmmm lo siento pensé que era Paula... hola ¿cómo estás? E: Bien... ¿y tú? M: Bien E: Ehhhh Maca, quería pedirte disculpas por la forma en que me comporté ayer M:... E:... ¿Maca? M: Sí aquí estoy... E: Mmmm... ¿Maca? M: ¿Cómo están los niños? (cambió radicalmente el tema de conversación, no quería entrar otra vez en ese tema) E: Bien... están con la abuela... ya te paso a Paula que quería hablar contigo... M: Bien... pásamela... E: Sí, ahora... eh... Maca... mi madre está preparando la cazuela de mariscos que tanto te gusta, ¿quieres venir a almorzar? Encarna pasaba en ése momento por ahí y se le quedó escuchando, se sorprendió al escuchar ese ofrecimiento ya que aunque tenían todos los ingredientes ése no era el menú del día, seguramente a Esther se le había ocurrido para invitar a Maca M: Esther... no me parece...

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E: Por favor (le pidió con una voz muy dulce)... me encantaría que vinieras y a los niños ni te cuento, sabes que hasta comen más cuando tú estas con ellos M: (había tocado su punto débil)... Bueno... está bien... y a mí me encantará comer con ellos (y era verdad hacía tanto tiempo que no tenía un almuerzo familiar con ellos que lo añoraba)... eh... estoy ahí como a las doce, te parece E: ¡Sí! ehh sí está bien (respondió con entusiasmo) M:... E:... Las dos se quedaron en silencio M: Ehhh... me pasas a Paula E: Eh sí claro... Paula cariño, es mami... Las dejó hablando y ella corrió a la cocina donde estaba su madre E: Mama... viene a comer... viene a comer En: ¿Quién? ¿el Rey? (quiso bromear su madre, debido al entusiasmo que tenía Esther) E: Mmmm... mi reina... (le dijo con un suspiro) En: Ufff espero que no des la nota... E: ¡Mama!... está bien tienes razón, no, no lo haré... mama sabes que estoy tratando... pero... lo lograré... Entre las dos se dispusieron a preparar todo para la cazuela. Luego Esther fue a bañarse y vestirse “cómodamente dominguero” en realidad se puso una franelilla muy sugerente y bien escasa de tela, que además dejaba ver muy claramente la forma y contorno de su pecho, el punto débil de Maca y un pantalón que era el favorito de su mujer, al regresar a la cocina su madre se le quedó mirando y con una mueca le dijo En: Ummm como que quieres guerra E: ¡Mama! es para estar más fresca En: ¡Sí! y creo que tu “frescura” le va a dar mucho “calor” a la otra... jajajaja E:... Bueno... en el amor y en la guerra... En: Sí claro... pero ¡compórtate! E: Que sí mama Puntualmente a las doce llegó Maca, traía dos botellas de vino que le pareció tendrían un buen maridaje con la cazuela. Encarna la recibió y la hizo pasar M: Hola Encarna (la saludó con dos besos) En: Pasa hija M: Gracias Al girarse casi se le caen las botellas de la mano. Ahí estaba Esther plantada en medio de la sala, se quedó parada y con la boca entreabierta, al ver como estaba vestida, muy casual para estar en la casa pero con una franelilla que se le ajustaba a gusto en su torso y unos pantalones cortos que...uffff

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E: Hola Maca M: Ho... gjjjjj (tuvo que carraspear porque la voz le falló al ver a Esther) hola... traje... traje éste vino que va muy bien... E: De eso estoy segura... gracias... ya falta poco para que esté listo... M: Voy a ver a los niños... (le costaba no mirar los pechos de Esther, eran como un imán que atraía a sus ojos sin poder ella controlarlo) E: Sí, Andrés duerme y Paula debe estar concentrada con los dibujos, seguro no te oyó... Se fue a ver a los niños, literalmente escapando de Esther. Al rato Encarna entró a avisarles que el almuerzo estaba listo En: Todo está listo M: Vamos Paula cariño, a comer Paula: Mami pero quero ver los ibujos M: Sí mi amor pero ya es hora de comer, vamos, luego vuelves a verlos Paula: Está bien Salieron, Esther ya había puesto la mesa, se dispusieron a sentarse, Esther estratégicamente, logró colocarse justo enfrente de Maca, la estaba volviendo loca con ésa visión, Maca ya no sabía a dónde mirar, se concentraba en la comida, en ayudar a Paula, en destapar el vino, en halagar a Encarna. Esther hacía de todo para llamar su atención M: Ehh... Encarna está delicioso... extrañaba mucho su cazuela En: Gracias hija En un momento dado Encarna fue a la cocina a buscar pan y ellas se quedaron calladas, Maca no se dio cuenta que se quedó embelesada con cara de tonta mirando el pecho de Esther aunque trataba de disimular detrás de la copa de vino pero era evidente de donde estaban sus ojos, la niña la llamaba y ella no la escuchaba Paula: Mami... M:... (“Dios está para comérsela... seguro lo hizo a propósito para volverme loca, es muy mala... sí... ¡eso es un tipo de tortura!”) Paula: Mamiiiiiiiiiiiiiiiiii... Encarna que llegaba se dio cuenta y miró a Esther que con una sonrisa miraba a Maca, negó con la cabeza y se llegó hasta la mesa En: Les provoca un café (habló en voz alta para que las dos salieran del letargo en el que estaban) M: Ehhh ¡sí!... ¡yo la ayudo! (se levantó como un resorte) E: Yo recojo Esther recogió la mesa mientras Maca y Encarna estaban en la cocina preparando café. Esther llevó todo a la cocina y luego salieron todas a tomárselo en la sala. Encarna con la excusa de acompañar a la niña a dormir la siesta se desapareció y las dejó solas. Estaban las dos sentadas cada una en un sillón con su taza de café en la mano. Esther la

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miraba, pero Maca trataba de no levantar la vista, sabía que seguramente sus ojos la traicionarían y tomarían vida propia E: Maca (llamó su atención) M: Sí, ¿qué pasa? (no tuvo más remedio que mirarla) E:... Eh... nada, solo quería hablar contigo... siento lo de ayer... lo eché todo a perder M: Ummmm tranquila, ya estoy acostumbrada E: Es verdad, tristemente es lo que estoy haciendo últimamente... ¡dar la nota! Se levantó con pesar y dejó su tasa sobre la mesa, Maca la miraba curiosa, se volvió a sentar pero ésta vez más cerca de Maca E: Maca... yo... ayer a pesar de... uff ¡de mi tontería! (reconoció avergonzada)... me encantó que pasáramos el día juntas... bueno la familia junta (corrigió) M: Sí, me encantó pasar el día con los niños E:... Lo siento es que... ufff, ¡siento haber actuado así! tú sabes que yo siempre he sido algo celosa... M: ¿“Algo”? E: Ummm lo sé ¡un algo mucho! pero sabes que estoy en terapia con Carlos estoy poniendo todo de mi parte... M: Lo sé... E:... Reconozco que a veces me paso... que soy insoportable... M: Pues sí... un poco... (sonrió de medio lado, mirándola por un segundo) Maca se levantó a dejar su tasa en la mesita y se sentó en el sofá un poco alejada de Esther, debía alejarse, su cercanía la tenía nerviosa, esa franelilla se ajustaba tanto a su cuerpo que sus pezones se marcaban de manera sugerente E:... Es que cada vez que veo una mujer hermosa cerca de ti... me gustaría ir y... M: Esther por favor... (le hizo un llamado de atención) E:... Lo siento... tienes razón (reconoció con una sonrisa avergonzada) sabes que he tenido una muy mala experiencia con Roberto... todo lo que me hizo pasar me hace sentir insegura... M: Esther yo no... E: Lo sé Maca, no te estoy comparando con Roberto, sé que no eres como él, que no me harías lo que él, por Dios él es un desgraciado, pero lo que quiero decir es que su comportamiento conmigo me hizo más insegura, ¡me hace estar a la defensiva...! Yo confíe en ti y siempre confiaré. Pero cuando vi... lo que vi, el trauma de lo que viví con él se apoderó de mí, me hizo sentir insegura, me hizo dudar y... (se quedó callada porque no quería recordar nada) M: Esther... yo nunca te haría daño E: Lo sé... sé que no lo harías... te quiero muchísimo Maca... aunque reconozco que lo que he hecho últimamente es demostrarte lo contrario... déjame demostrarte que he cambiado Se levantó de donde estaba y se sentó junto a Maca en el sofá, su cercanía volvió a acelerar el corazón de las dos E:... Te traté muy mal, cuando pasó todo lo que pasó

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Poco a poco se iba a acercando, ya estaba a centímetros de ella, tomó la mano de Maca que estaba sobre el sofá y entre sus manos la acariciaba con suavidad, Maca al sentir el suave contacto bajó la mirada hasta ellas E: Te quiero Maca... (Se acercaba) M: Esther... E: Déjame demostrarte que he cambiado... que me he comportado de forma infantil... que te quiero... que no volveré a portarme como una tonta... Se acercó hasta estar muy pegada a Maca, poco a poco se fue inclinando, vio como Maca cerró los ojos y se humedecía los labios. Abrió su boca mínimamente y atrapó el labio inferior de Maca lo tomaba con suavidad entre sus labios, se separó un poco esperando la respuesta de ella, no la recibió pero tampoco recibió resistencia volvía a besarla pero ahora con más presión, poco a poco iba subiendo la intensidad y aunque Maca respondía al beso no se movía estaba como bloqueada, solo se dejaba hacer, Esther abandonó sus labios un instante para esconderse en su cuello y besarlo una y otra vez, una de las manos de Esther se coló por la camisa de Maca y rozó su cintura subiendo hacia su pecho, esto hizo que Maca reaccionara y se alejó de pronto, levantándose del sofá M: Esther no... no es el momento... la niña, tu madre E: Pero... están adentro... además a ti antes no te importaba que nos vieran... M: Eso era antes... E: Maca... M: Esther ¡entiéndeme! Han pasado muchas cosas, tú un día estás bien al otro no sé... no puedo estar deshojando la margarita, hoy sí, mañana no, pasado tal vez... E: Sí... tienes razón... lo siento, me he portado como una niña malcriada, pero te juro que soy otra M: No lo sé Esther... ayer mismo... E: Maca vamos a olvidar todo lo que ha pasado, vamos a empezar de nuevo, sin el lastre de lo malo que nos ha pasado M: No será fácil... E: Lo sé cariño pero lo lograremos M: Bien... ahora será mejor que me vaya... voy a despedirme... Esther se quedó ahí mirando cómo se alejaba hacia la habitación, al poco rato regresó y se encaminó hacia la puerta E: Maca (se acercó hasta ella) ¿y de mi no te despides? M: Sí claro... hasta mañana... E: ¿Y no me das un beso? M:... Sí... (se acercó para darle un beso en la mejilla, pero Esther tomó su cara con sus manos y le dio un beso largo y suave en los labios) E: Ahora sí... hasta mañana, mi amor... Maca se le quedó mirando unos segundos y con una sonrisa salió del apartamento. Esther al ver que se cerraba la puerta E: Ya verás mi amor, te voy a reconquistar, ¡pronto estaremos juntas otra vez!

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El lunes en la mañana, Maca llegó al hospital y firmó casi corriendo M: Ya lo sé... ya lo sé... llego tarde... ufff T: Pues es muy raro en ti, ¿qué te pasó? M: Aunque no lo creas me quedé dormida Teresa... jajaja T: Jajaja... bueno... a todos nos pasa alguna vez M: Pues sí. (le guiñó un ojo a Teresa y se fue) Salió a prisa hasta su despacho, se puso su bata y fonendo, cuando estaba por salir notó un sobre en su escritorio con una flor encima. Se acercó olió la flor y abrió el sobre, una gran sonrisa se dibujó en su rostro al ver que dentro estaban las fotos impresas que se habían sacado en el paseo del sábado M: Esther... A pesar de estar retrasada, se quedó viendo las fotos con calma una por una, con una sonrisa recordaba el preciso momento en que Esther se las sacó. Le encantaron las fotos que les sacó Encarna en la que salían los cuatro juntos Era las primeras fotos así juntos, se dio cuenta que por todo lo que había pasado no tenía ninguna foto de los cuatro juntos, se le quedó mirando un rato, le parecía preciosa Sobre su escritorio tenía dos fotografías una en la que estaban ella y Esther en el día de su matrimonio y otra en la que estaba con Paula, sacó la foto en la que estaba con la niña y la cambió por ésta más reciente en la que estaban los cuatro. Se fue de su despacho con una gran sonrisa en los labios. Llegó hasta recepción y se apoyó sobre el mostrador M: Teresa... ¿tengo niños esperando? T: Pues parece que el lunes empezó tranquilo, porque no hay ninguno aún M: Bien... Teresa necesito un café, me voy a la cafetería, me llamas cualquier cosa T: Claro Maca estaba por irse pero se giró nuevamente M: Tere T: Dime M: ¿Sabes dónde anda Esther? T: Ummmm creo que está en quirófano con Héctor... pero ya debe estar al salir M: Ok, me voy a la cafetería... ya sabes... T: Que sí mujer... te aviso si llegan niños... Al llegar a cafetería vio a Cruz y Claudia sentadas, le hicieron un gesto para que se sentara con ellas, se preparó su café y se sentó junto a ellas M: Hola Claudia: Cuenta... M: ¿Que cuente qué?

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C: ¿Qué tal el “picnic”? (le dijo con retintín) M: Ummm bien, la pase muy bien con los niños Claudia: Ummm ¿y con la madre de los niños? M: Mejor no pregunten... (hizo una mueca de contrariedad) C: Uf ¿qué hizo ésta vez? M: ¡Que no hizo!... mejor miren (le mostró las fotos estaba feliz, además necesitaba cambiar de tema) C: Uy que bonito... la familia M: Pues sí... ¡la más hermosa de todas! (decía orgullosa con una sonrisa) Se quedaba embobada mirando una de las fotos y Cruz y Claudia se miraban sorprendidas sin saber que había cambiado. No notaron que llegaba Esther, que con una taza de café se sentaba en la mesa con ellas E: Hola (las saludo con una gran sonrisa) C: Hola M: Hola... buenos días Esther (la saludaba con un brillo especial en los ojos) C: Ummmm aquí hay gato encerrado (comentó Cruz casi al oído de Claudia al verlas a las dos saludarse con una sonrisa en los labios, cosa que no sucedía desde hacía mucho) Claudia: ¡Lo mismo digo yo! ¿Ustedes no tienen nada que contarnos? M:... ¿Qué?... Pues no, ¡nada nuevo! (volvía su atención a su café) Cruz y Claudia se miraron y miraron a las dos que estaban igualmente mirando sus tazas de café, al verlas como dos adolescentes avergonzadas les hizo mucha gracia y explotaron las dos en una gran carcajada C y Claudia: Jajajajajaajajajajajaja M: Pero... pero a éstas locas ¿qué les pasa? C: Nada M:... Yo mejor me voy a trabajar... (se levantó) E:... Yo también (hizo lo mismo) C: Ummm estas dos se traen algo Claudia: Sí... están de lo más raras... pero me gusta Casi al final del día, en un momento en que Maca no tenía pacientes, se fue a la sala de médicos. Estaba muy cansada, necesitaba descansar un rato, se sirvió un café y se sentó en el sofá. Esther que la había visto entrar, entró detrás de ella. Cerró la puerta y caminó despacio hasta donde estaba Maca, situándose detrás de ella en el sofá E: Hola M: Hola (se giró un poco para verla) E: ¿Descansando un poco? M: Sí, ha sido un día movido... (se tocó el cuello en señal de dolor) Esther se colocó detrás de ella y puso sus manos sobre sus hombros y suavemente comenzó a darle un masaje M: Esther... ¿qué haces? (Maca se sorprendió) E: Shhhh no hables

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Esther masajeaba sus hombros y su cuello, como sabía le gustaba y relajaba a su mujer. Maca al sentir sus dedos sintió un escalofrío en todo su cuerpo, era como si la suavidad de los dedos de Esther le transmitiera corriente. Cerró sus ojos y se dejó llevar M: Mmmm (no pudo reprimir un gemido de placer, que Esther recibió con una sonrisa) E: ¿Te gusta? M: Sí... (apenas murmuró con los ojos cerrados) E: Estás muy tensa... necesitas relajarte M: Sí (estaba extasiada) E: Estás trabajando mucho M: Sí... Esther con suavidad con una mano retiró el cabello de Maca, dejando al descubierto su cuello, se inclinó y depositó un beso suave... y otro... y otro... M: Esther... Esther suavemente tomó de la barbilla a Maca sintió su temblor y la giró para besarla en la boca... cuando sus labios estaban por rozarse se abrió la puerta entrando Héctor interrumpiéndolas y haciendo que Maca se levantara como un resorte H: ¡Joder! Ufff perdón no sabía que... (frenó de golpe y trato de mirar a otro lado) M: No... no te preocupes... me voy a trabajar... Salió casi corriendo sin mirar atrás. A Esther le dio la impresión que se iba molesta E: Maca... (la llamó pero ésta no se detuvo) H: Uff siento haberlas interrumpido Esther E: No te preocupes Ella también salió pero se fue directo a la sala de enfermeras ya que su turno había terminado y se iba a ir para su casa Maca siguió trabajando un rato más, hasta que cumplió su jornada y terminó de revisar a los pacientes que tenía internados. Se fue a vestuarios para cambiarse y ahí se encontró con Cruz que estaba frente a su taquilla guardando algunas cosas C: Hola tú (la saludo con una sonrisa) M: Hola, ¿qué tal la jornada? C: Ummmm ahí M: ¿Ya te vas también? C: Sep M: Yo también Maca abrió su taquilla para sacar sus cosas C: Maca M: Sí C: ¿Qué tal están las cosas entre tú y Esther?

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Maca se giró al escuchar la pregunta M: Ummm, ya que lo preguntas... ¡no lo sé! C: Jummmm ¡está muy bien! ¿Cómo que no lo sabes? Las vi hoy un poco... como decirlo... relajadas, no se percibe tanta tensión entre ustedes Maca se sentó en un banco que estaba en el centro de vestuarios y Cruz al verla así se sentó a su lado M: ¡No lo sé!... Cruz, tú eres testigo de todo lo que hemos pasado... se hizo insoportable hasta que tuve que irme no podía más. Ella... ella creo que ahí reaccionó y buscó ayuda C: Sí, está yendo a terapias con Carlos ¿verdad? M: Sí... y parece que ha cambiado C: ¿Parece? ¿tienes dudas? M: Ummmm tanto como dudas... Cruz conmigo está cambiada, me trata mejor, me invitó ese día al parque... me pareció maravilloso, pero después entre que me vio aquí con Cristina y en el parque me vio hablando con una mujer... C: ¿Te pusiste a hablar con una mujer estando ella ahí? ¡Maca! M: No es lo que piensas, fueron cinco minutos, era la madre de un niño que es mi paciente, solo la saludaba. Tenías que ver como se puso Esther... casi echa a perder el paseo (dijo con una sonrisa un tanto triste) C: Maca sabes cómo es... siempre ha tenido celos de todo lo que se te acerca M: Sí lo sé... y me encanta... aunque debe controlarse C: Jajaja pero ya la conoces... es todo un personaje M: Sí... para mí ha sido maravilloso poder compartir con los niños... (mientras hablaba lo hacía con una sonrisa y se le iluminaban los ojos)... ¿sabes que el domingo me invitó a almorzar? C: ¿De verdad? ¿Y fuiste? M: Sí... al principio no quería ir... C: Pero ¿por qué? M: Cruz... cuando me fui de la casa fue terrible acostumbrarme a ésa soledad... ahora cuando los veo y tengo que regresarme a estar sola, es horrible, lo que hago es llorar en ese apartamento C: ¿Y por qué no se lo dices?, regresa a tu casa M: No puedo... aún no puedo... C: Pero Maca... Esther seguro te quiere de vuelta M: Cruz... no es eso... C: Y entonces ¿qué te pasa? M:... Cristina me entregó la trascripción de la declaración de Carla y... y el video original... (miraba al piso mientras hablaba. Las manos comenzaron a temblarle y a sudar, en un movimiento nervioso que Cruz notó, se secó las manos en su pantalón) C: Maca... tranquila (la rodeo con su brazo dándole apoyo) dime ¿qué te pasa? M: ¡No lo sé! ¡No sé qué me pasa! C: Maca... M: Yo adoro a Esther, a pesar de sus celos, a pesar de lo vivido, la quiero, la amo como nunca he amado a nadie... pero... después de ver ésas imágenes para mí todo ha cambiado... C: Pero ¿tú ya no lo habías visto?

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M: Sí. Pero éste es el original, está sin editar, es el que se grabó en la habitación. Cruz en el primer video se ve una pareja teniendo relaciones, fue terrible pero... pero en éste video... está todo ahí... se grabó todo como sucedió se ve como ella hizo conmigo lo que quiso, como hubo momentos que yo a pesar de estar drogada me negaba y ella me forzaba, después me hizo creer que era Esther y yo le hice cosas que... C: Maca cariño... M: Y ella... ella... (no pudo seguir, se tapó la cara con sus manos y comenzó a llorar amargamente) C: Ven aquí cariño (la abrazó mientras ella lloraba) llora... llora desahógate... M: Cruz... fue horrible... C: ¿Quién te dio el video? M: Yo se lo pedí a Cristina... necesitaba saber exactamente que pasó... a pesar de todo yo aun tenía algunas dudas de porque había pasado eso C: ¿Y ahora? M: Ahora estoy segura que fui víctima de una violación... y... C: ¿Qué vas a hacer? M: No lo sé... quiero olvidarlo... quitármelo de la cabeza pero... ahora entiendo a Esther ¿sabes? , para ella también fue muy difícil, yo la amo Cruz, la amo con locura C: Regresa a la casa Maca, te hará bien... M: No... no puedo... Maca se levantó del banco nerviosa y comenzó a caminar de un lado a otro M: Ese es el problema... no puedo... éstos días Esther se ha acercado a mí, me ha besado me ha... la deseo, te juro que la deseo con locura, que cuando estoy junto a ella deseo tocarla... que cuando estoy sola en la cama lo que hago es pensar en ella... pero C: ¿Y entonces? M: Pues... que cada vez que me ha tocado y que quiero tocarla... me bloqueo... comienzo a temblar como una hoja... y solo lo que deseo es huir... escapar... no sé que hacer Cruz C: Dios, Maca... debes hablar con Esther M: ¡No! Ella no... C: Maca... pero de alguna forma, necesitas ayuda profesional, habla con Carlos o quien quieras pero debes hacerlo, si lo dejas pasar te vas a sentir peor... M: Si lo sé... tienes razón, ¿tú conoces a alguien?... Pero no quiero que sea del hospital, no quiero que nadie se entere (le advertía) C: Está bien, pero ¿y Esther? M: ¡Cruz por favor!...yo se lo cuento a Esther , pero dame tiempo... C: Está bien... conozco a alguien... déjame ver (buscaba en la agenda de su teléfono) tengo el teléfono aquí... M: Gracias C: Maca (la tomaba de la mano) sabes que te quiero mucho y está de más decirte que para lo que necesites cuentas conmigo M: Lo sé (se abrazó a ella) Maca se fue a casa. Le costó mucho dormir, luego de dar muchas vueltas en la cama al fin lo logró. En la mañana como era su costumbre fue a buscar a la niña para llevarla a la escuela, era un momento sagrado para ella, por nada del mundo dejaría de hacerlo, le encantaba esos minutos que pasaba con la niña en los que le contaba todo lo que hacía durante el día, era un momento que compartían que la llenaba mucho como madre. Ese

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día le pidió el favor a Encarna para que la bajara, le dijo que se le había hecho tarde, pero en realidad lo que no quería era encontrarse con Esther Al llegar al hospital, notó inmediatamente que sería un día tranquilo, extrañamente solo había dos o tres personas en la sala de espera M: Hola Teresa T: Hola hija, ¿cómo estás? M: Bien, extrañada por tanta tranquilidad (le comentaba mientras firmaba) T: Pues sí, hoy promete ser un día tranquilo, lástima que yo termino mi turno y me largo M: Pues sí... y yo me voy a mi despacho T: Chao Aquel parecía ser el día más aburrido del año, ya casi se estaba desesperando, había aprovechado para archivar unas historias que tenía sobre su mesa. Terminó el papeleo y se fue a ver qué tal estaban los demás, en el camino vio a Cruz que se dirigía a la cafetería y se encaminó hacia allá. Se acercó a la máquina de café y tomó uno para ella y otro para Cruz que se había sentado con una revista en la mano M: Hola (le daba el café y se sentaba con ella) C: Hola... gracias... ¿tú también estás aburrida? M: Sí ¿sabes qué pasa? Porque esto es muy extraño C: No lo sé, deberían decretarlo como el día anual de la salud porque nadie se enferma M: Jajaja pues sí Así estaban, riendo cuando entra Esther y las ve. Ver a Maca riendo así le provocó una sonrisa a ella, buscó un refresco y se sentó con ellas E: Hoooola... (las saludó mirando a Maca pero ella no levantó la mirada de su taza) C: Hola Esther E: Oye esto no es normal ehh C: ¿Verdad que no? De eso estábamos hablando E: Lo vas a marear (le dijo a Maca que seguía de manera automática dándole vueltas al café)... Maca M: Ehhhh... dime... E: Que estás muy distraída, ¿en que piensas? M: En nada importante E: Uummmm... Claudia: Hola (Claudia se sentó con ellas) ¿cómo están chicas? C: Bien... aquí flojeando Claudia: Miren, mañana es mi cumpleaños Maca levantó la mirada sorprendida y Claudia entrecerraba los ojos y la miraba ofendida Claudia: ¡No lo puedo creer! ¿Lo habías olvidado? Que mala amiga eres... (se hacia la ofendida con la mano en el pecho) M: Claudia no es eso... que es mañana no hoy, no saques conclusiones

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Claudia: Bueno en fin... como les iba diciendo mañana es mi cumple, aunque aquí a mi amiga se le haya olvidado, y voy a hacer una reunión a ese restaurante que tanto nos gusta, así que las quiero ver a todas ahí C: ¿A qué hora? Claudia:... A eso de las nueve está bien, yo las estaré esperando ahí porque mañana salgo temprano C: ¿Y va mucha gente? Claudia: No mucha, ustedes, algunos compañeros más y unos amigos... pero nada más, algo sencillo Mientras ellas conversaban Maca y Esther permanecían calladas, Maca mirando a Claudia y Cruz, Esther mirando a Maca Claudia: ¿Y ustedes? Van a ir E: Yo sí (se apresuró a responder, sabía que Maca por ser amiga iría y ella no iba a perder la oportunidad de estar con ella) Claudia: ¿Y tú?... que parece que te quedaste muda M: Que sí pesada... yo voy... bueno y ahora voy a ver si hay algo (se levantó para irse) E: Ehh sí... yo también... nos vemos chicas Esther se levantó y le dio alcance a Maca caminando a su lado, bajo la atenta mirada de Cruz que las veía desaparecer y rogando dentro de sí que Maca lograra solucionar lo que le pasaba Claudia: Esas dos están hechas una para la otra (le decía a Cruz mientras veía como se alejaban Maca y Esther) C: ¡Sí! estoy segura que tarde o temprano solucionaran sus problemas y volverán a estar juntas Claudia: ¡Dios te oiga! ¡Porque tanto amor como se tienen no puede quedar en nada! Bueno yo también me voy. Chao Con aparente tranquilidad Maca caminaba hacia recepción para ver si al fin tenía trabajo, Esther a su lado caminaba en silencio, de vez en cuando la miraba de reojo y la veía seria E: (“ummm que extraña está. ¿Ni si quiera me habla?”) M: No hay nada... pues yo me voy a terminar unos informes (se fue sin darle oportunidad a Esther de decir nada) E: Sí... yo a farmacia... En la noche del cumpleaños de Claudia, salió del hospital temprano y fue a su casa a cambiarse, Encarna al verla intuyó que estaría Maca En: Jummm hija a ese cumpleaños va Maca ¿verdad? E: Sí mama En: Ya me parecía a mí, jajajaj, estás muy bonita hija E: Gracias mamá, se hace lo que se puede (le guiñaba un ojo a su madre) En: Ve hija, pásalo bien que te hace falta... y pórtate bien (le advertía)

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E: Siiiii mami (le daba un beso) y gracias por cuidarme a los niños En: Hija sabes que me encanta E: Lo sé, pero no quiero abusar En: No abusas hija, ve no te preocupes Había quedado con Cruz y Teresa para irse las tres juntas al restaurante. Bastante nerviosa llegaban y ubicaban a Claudia que ya estaba con algunos compañeros. Se sentaron con ella a compartir unos tragos que pidió apenas llegaron. Minutos más tarde, llegaba Maca a la que se abrazó una efusiva Claudia que estaba feliz celebrando su cumpleaños. Al sentarse Maca lo había hecho bastante alejada de Esther, a pesar de que a su lado había un puesto libre dejado intencionalmente por ella, Esther se dio cuenta que Maca la estaba esquivando nuevamente y esto la molestó Entre bromas y chistes transcurrió la cena y pronto uno de los amigos les propuso irse a un local a continuar con la celebración, todos estuvieron de acuerdo. A todas estas, Maca y Esther no se habían dirigido casi la palabra en toda la cena Todos llegaron al local y se ubicaron juntos, unos tomaban mientras otros bailaban. La celebración estaba muy amena, ya algunos estaban más que contentos con la bebida. En un momento Héctor invitó a Esther a bailar y lo hacían muy divertidos en medio de la pista. Maca la miraba desde donde estaba C: ¿Por qué no bailas con ella? M: No... mejor no C: ¿Llamaste a Jaime? M: ¿Jaime? C: El número que te di M: Ahh sí perdona, no recordaba el nombre. Sí lo llamé, quedé con él para el lunes C: Bien M: Voy al baño un momento (estaba sintiendo un sofocón de ver a Esther moviéndose en la pista) Maca salió para el baño, necesitaba lavarse la cara. Esther desde donde estaba vio claramente que Maca se iba y la siguió. Al llegar la vio echándose un poco de agua en la cara y el cuello. Entró, cerró la puerta con seguro y se apoyó en la pared desde donde la miraba, Maca levantó la cara y la miró por el espejo, tomó una toalla para secarse E: Hola M:... Hola... (se dio la vuelta para quedar de frente) E: ¿Qué haces aquí tan solita? M:... Normalmente voy sola al baño E: Jumm ¡que graciosa! (le hizo una mueca sacándole la lengua muy graciosa) Maca botó el papel y se dio la vuelta para salir E: No espera (la tomó suavemente por un brazo para detenerla) M: Esther... E: ¿Por qué me esquivas? (le preguntaba con una voz muy dulce) M: Yo no te esquivo (se defendía) E: Sí lo haces... lo que no sé es porque

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Maca se le quedó mirando sin saber que responder. Esther levantó la mano y le acarició la mejilla E: Dímelo mi amor M: Esther... Maca vio como Esther se iba acercando con aquellos labios entreabiertos que tanto le excitaban, su corazón empezó a latir desbocado M:... Esther... por favor... (Maca trataba de apartarse pero no lograba hacer ningún movimiento) Esther tomó su cara entre las manos y con sus labios aprisionaba los labios de Maca sin pudor, ambas abrieron sus bocas e intensificaron el beso, sus lenguas calientes y hambrientas se buscaban, se reconocían, las manos de Esther la abrazaban y la pegaban cada vez más a ella. Esther la empujó poco a poco y la presionó contra la pared de ese baño, con sus rodillas separó lentamente las piernas de Maca M: Esther... ¿qué haces? (le dijo jadeando por la excitación) E: Lo que tengo ganas de hacer desde hace mucho tiempo (estaba muy excitada) Esther seguía besando el cuello de Maca e iba bajando hasta llegar al escote, con una mano lo separó para abrirlo un poco y besó su pecho, se dio cuenta que Maca no llevaba sujetador, llegó hasta uno de sus pezones y con la punta de la lengua lo acarició M: Ummmm (sentía un placer inmenso pero no podía moverse) Esther mientras jugaba con la lengua en su pezón y lo chupaba, bajó una mano hasta la cintura de su pantalón, lo abrió e introdujo su mano, suavemente llegó hasta tocar con la punta de sus dedos su tanga sintiendo el sexo caliente de Maca M: Esther... agh... Esther... Maca tenía sus ojos cerrados, quería concentrarse en Esther, concentrarse en el placer que estaba sintiendo, pero en cambio sintió un temor atroz que creyó poder desmayarse en ese preciso momento M: Esther... no... no... (el cuerpo de Maca temblaba y Esther pensó que era de placer) E: Maca te deseo... no puedo más... por favor mi amor (le decía con la respiración entrecortada) M: No puedo... perdóname mi amor... pero no puedo Se separó de ella, dejando a Esther aturdida. Con lágrimas en los ojos se recompuso y salió corriendo del baño E: Maca no me hagas esto... Maca... (estaba muy excitada, sentía un dolor bestial en su sexo por el deseo no satisfecho, se quedó paralizada donde estaba sin poder moverse) Maca... Maca... te necesito tanto

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Se tapó la cara de forma desesperada, resopló y al fin salió detrás de Maca, pero ésta ya no estaba en el local. Cruz al verla se acercó hasta ella C: Maca se fue E: Cruz... ¿qué le pasa? ¿Por qué actúa así? C: Esther no la juzgues, dale tiempo... ella te adora E: Lo sé... pero no sé qué hacer...yo ya no sé qué hacer... C: Ten paciencia... ella ha pasado por mucho E: ¿Y si ha dejado de quererme? (le preguntaba con temor) C: ¿Estás loca! Ella te adora E: Pero... ¿por qué me rechaza? C: Esther... ten paciencia, ve poco a poco no te rindas (no podía decirle lo que le había confesado Maca) E: No, no me rendiré... pero no la entiendo, algo le pasa y no sé que es... ¿tú sabes algo Cruz? C:... No... pero puedes ayudarla E: ¿Cómo Cruz? Si no sé qué le pasa C: Ten paciencia. Mímala... cuídala y lo más importante, no la presiones E: Tienes razón... creo que en el baño me pasé... yo... es que me muero por estar con ella (reconoció con vergüenza)... voy a despedirme de Claudia y de los demás, se acabó la noche para mi (reconocía con pena) C: Yo también me voy, vamos El domingo, la rutina con los niños y la compañía de Encarna la ayudaron a no pensar en lo ocurrido en el local con Maca. Maca pasó a buscar a la niña para salir a comer un helado, no subió Encarna le bajó a la niña El lunes llegó y con un turno en el hospital muy movido. Maca llegó mucho más temprano que Esther y ya tenía una hora atendiendo pacientes cuando ésta hacía su entrada. En el corre-corre del día, en un momento debió subir a buscar unos exámenes y al subir al ascensor se encontró con Maca y otros dos médicos dentro de él E: Buenos días (saludo a los que estaban en el ascensor) -: Buenos días Esther se le quedó mirando a Maca que trataba por todos los medios aparentar tranquilidad. Esther se mordió el labio inferior pero Maca no la estaba mirando, un piso más arriba los dos médicos salieron y ellas debían seguir. Esther aprovechó que estaban solas y se colocó detrás de ella, pegándose completamente a su espalda E: ¿Por qué no me miras? (le susurró en el oído) Maca al sentir el aliento y la cercanía de Esther se estremeció de pies a cabeza M: Esther... E: ¿Qué? (seguía hablándole al oído muy pegada a su espalda) M: Nada... (tenía espacio en el ascensor para moverse pero no lo hacía) E: Ayer te fuiste corriendo y me dejaste muuuuy mal...

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M:... Lo siento... E: ¿No te gustaría que en este preciso momento se fuera la luz y nos quedáramos aquí encerradas? M: Me daría claustrofobia E: Ummm lástima, a mí me encantaría, se me ocurren tantas cosas aquí adentro contigo... Chasqueo la lengua y al ver que estaban llegando a su planta le dio un beso en el cuello que sorprendió a Maca, en ése preciso momento se abrió la puerta y Esther salió volteando para mirar a Maca y le guiñó un ojo. Maca a pesar de lo que estaba sintiendo no pudo evitar sonreír por la conducta de Esther Así pasó más de una semana, Esther tratando por todos los medios de coincidir siempre con Maca y ésta aunque no lo propiciaba tampoco lo evitaba Esther ya no necesitaba ir tan seguido a la terapia, entre Carlos y ella habían programado solo una terapia quincenal, ya que en realidad había mejorado muchísimo y aprendió a manejar sus emociones y sus celos. Su miedo a perder a Maca le hizo ver las cosas distintas y darse cuenta que no podría vivir sin ella la hizo centrarse en reconquistarla Maca había pautado con Jaime, hacer su terapia de dos a tres veces por semana. Ya había tenido tres sesiones con él y se sentía algo aliviada, al menos se había desahogado y podía manejar lo de las pesadillas aunque no había aceptado ningún tipo de medicación Jaime le había recomendado que se sincerara con Esther y que le mostrara la trascripción de la declaración y luego si lo deseaba, el video. Pero Maca se negaba rotundamente a mostrarle el video a Esther M: No, Jaime ¡yo no puedo mostrarle ése video! ¡Me moriría de vergüenza! Jaime: Maca ella es tu esposa M: Sí pero sé que verlo le afectaría y no quiero volver a pasar por eso Jaime: Está bien, si así lo crees, estás en tu derecho. Pero sí considero necesario que hables con ella y le expliques lo que está pasando M: Sí, eso sí lo haré, debo hablar con ella de una vez, la pobre no sabe nada de lo que me esta pasando Jaime: Pero que sea pronto. Ahhh y me gustaría tener algunas sesiones con las dos juntas M: ¿Con las dos? Jaime: Sí. Ella es parte importante aquí y si deseas recuperarla completamente deben apoyarse mutuamente en ésta terapia M: Mmmm Jaime: ¡Mmmm no! Maca, es importante M: Está bien Jaime: Bien. Entonces nos vemos... ¿en dos días? M: Sí. Adiós Jaime: Adiós. De ser posible ven con Esther M: Ok

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Maca se fue pensativa, Jaime tenía razón debía hablar con Esther y explicarle todo lo que estaba pasando. Llegó al hospital cabizbaja mirando su casco y guantes calibrando como haría para hablar con ella y no notó que en recepción estaba Esther que la miraba entrar. Llegó al mostrador y Esther al verla así tan distraída la tomó suavemente por el brazo para no asustarla E: Hey... M: Ahh... hola... venía distraída... no te vi E: Si ya me di cuenta... ¿estás bien? M: Sí claro E: ¿Seguro? (se inclinaba tratando de mirarla a los ojos) Maca la miró a los ojos era el momento de hablar con ella M:... Esther... E: ¿Sí? M: ¿Tienes tiempo para tomarte un café? Para Esther esa invitación le cayó del cielo, era la primera vez desde hacía mucho tiempo que salía de labios de Maca una invitación para hacer algo juntas. No tenía tiempo, la esperaban en farmacia pero no le importaba, era más importante ir con Maca, lo dejaría todo por estar un rato con ella E: Ehhh ¡claro! (respondió entusiasmada) T: Esther pero tú... (trataba de recordarle que minutos antes le dijo que estaba apurada) E: ¡Teresa! (le torció los ojos para que no dijera nada y volvió a Maca)... ¿vamos a la cafetería? M: No. Vamos a mi despacho. Necesito hablar contigo E:... Ehhh... está bien (no sabía si alegrarse o preocuparse. Maca necesitaba hablar con ella en privado y eso la llenaba de una gran ansiedad) En su despacho, Maca invitó a Esther a que se sentara mientras ella preparaba el café. Esther se sentó en el sofá que había en el despacho y la miraba hacer. Cuando Maca ya tuvo listos los cafés le ofreció uno a Esther y con la otra taza se sentó en el mismo sofá pero en la esquina contraria E: Gracias (tomaba la taza que Maca le ofrecía, mientras la miraba) Las dos permanecían sentadas en silencio mientras bebían de su café Esther miraba a Maca esperando a que le dijera lo que tenía que decirle y Maca miraba la taza sin saber cómo empezar E: ¿Maca que sucede? (la instó para que hablara) Maca seguía con sus ojos fijos en la taza, no podía mirarla, si lo hacía seguramente no se atrevería a hablar. Al escuchar la voz de Esther todo lo que había planificado decirle se esfumó y lo único que se le ocurrió decirle fue de una

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M:... Estoy yendo a terapia E: ¿Desde cuándo? No lo sabía (se mostró sorprendida) M: Sí... (dejó la taza sobre la mesita y se levantó, estaba nerviosa, necesitaba moverse) Ya tengo una semana yendo... lo necesito... me he dado cuenta que... todo lo que pasó me ha afectado mucho... E:... Mi amor... fui una egoísta... (trato de levantarse pero Maca le hizo un gesto con la mano para que no siguiera y la dejara hablar) M: Espera por favor, Esther déjame terminar sino no voy a poder E: Está bien M:... Cuando vi en el video... lo que pasó con... con ésa chica... yo quedé en shock, no podía creer lo que veían mis ojos... no recordaba haber hecho nada de lo que salía en ese video... absolutamente nada Caminaba nerviosa de un lado a otro mientras hablaba, Esther sin interrumpirla la observaba y escuchaba M: Es verdad que conocí a la chica en el aeropuerto, pero fue un instante, algo sin importancia, luego inexplicablemente, al menos para mí en ese momento. Ella aparecía en todos lados de la nada, yo no lo entendía pero no le di importancia, pensé que estaba como yo en el congreso y nos encontrábamos por casualidad. Siempre se acercaba a mí con cualquier excusa y yo solo la atendía por amabilidad, te juro que jamás lo hice con otra intención E: Cariño, yo te creo... M: Por favor, necesito explicarte como pasaron las cosas. Esther, ahora las dos estamos más tranquilas y quiero que me escuches... nunca pasó de un encuentro fortuito. El día antes de venirme, me dijo que como estábamos en un país ajeno y éramos dos españolas fuera del país, que podíamos cenar juntas para no hacerlo solas, yo al principio no quería, estaba muy cansada pero ella insistió, dijo que comeríamos y listo. Llegamos al restaurante y pedimos al mesonero la comida, pero apenas yo probé el vino comencé a sentirme mal, no sabía que me pasaba y ella se ofreció a ayudarme a subir. Te juro que a partir de ahí no recuerdo nada, absolutamente nada, no sé como llegué a la habitación, no sabía lo que había ocurrido, no entendía nada E: Cariño... (se levantó y se acercó a Maca pero ella se alejó) M:... En la mañana cuando desperté... ella estaba desnuda en mi cama y yo me asusté mucho... no entendía nada... E:... Maca... (volvió a sentarse, las piernas le temblaban) M: Todo me daba vueltas en la cabeza... pensé en ti, en nuestros hijos... ¡Dios! no sabía que había pasado, ¿por qué esa mujer estaba ahí?... le pregunté qué era lo que había pasado y ella me juró que no había pasado nada que se había quedado ahí porque me vio mal E: ¿Por qué no me dijiste nada al llegar? M: Me asusté... no sabía cómo contártelo... ¿Cómo te iba a explicar algo así? ¡Algo que ni yo misma entendía! Al fin decidí hacerlo pasar... sé que fue un error... pero tienes que entenderme... Se sentó nuevamente en el sofá E: Ccariño, yo te quiero, no quiero vivir sin ti. Yo creo en ti, te juro que creo en ti... no debí reaccionar como lo hice... lo siento

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M:... Yo no le di más importancia a lo que había pasado... pero luego apareció ese video y me quería morir... no entendía nada... me negaba a creer lo que estaba viendo, hasta llegué a pensar que era un montaje, hablé con Cristina y ella se puso en contacto con un equipo de policías e investigadores con los que trabaja pensando que se trataría de un chantaje, pero luego sospechó de Roberto. Al final la interpol detuvo a Roberto y con él cayó también todo su grupo de cómplices... entre ellos estaba Carla E: Maca... M:... Roberto planificó todo para hacernos daño, para separarnos, contrató a ésa mujer... me drogó y uso a esa mujer para violarme. Ella me violó... a pesar de estar drogada yo no quería... pero... ella... (se tapó la cara y comenzó a llorar) E: Maca... Maca cariño... Esther al verla sufrir así no pudo contenerse y comenzó a llorar con ella, se acercó y la abrazó con toda su alma M: Esther... yo no me acosté con ella voluntariamente... ella... ella me drogó y me violó... me violó... (se aferró a su abrazo con una gran necesidad) E: Lo siento cariño, me duele tanto que te hayan hecho esto... perdóname mi amor... se que tú no serías capaz de hacerme daño... pero el dolor me cegó... no debí reaccionar como lo hice... lo siento... lo siento tanto... es mi culpa, por mi culpa te hicieron eso... debí darme cuenta que eras una víctima, debí ayudarte y lo que hice fue atacarte día tras día... M: Esther... he sufrido tanto... E: ¡Lo siento mi amor! Lo siento... perdóname... ¡he sido tan egoísta! Maca se separó suavemente y la miró a los ojos M: Me violó... me violó... (repetía una y otra vez)... yo lo vi... ahora lo vi... Al decir esas palabras no pudo más, sintió que un gran peso que había tenido sobre sus hombros de pronto se había esfumado, se abrazó a Esther llorando amargamente. A Esther se le partió el alma al verla sufrir así y se sintió el ser más ruin y vil que había sobre la tierra. Cayó en la cuenta de todo el daño que le había hecho a Maca, en lo mal que la había tratado. En que ella era la única culpable de todo lo que le había pasado, Roberto la había mancillado por su culpa. Sintió un dolor profundo en su ser y se dio cuenta que dedicaría todos los días que le quedaban de vida para ayudar a Maca, para ganarse su perdón y para hacerla olvidar lo que había pasado. La abrazó sin decir ni una palabra más, ya no podía, las dos lloraban abrazadas, dándose apoyo mutuamente. Así estuvieron un buen rato hasta que se calmaron E: Cariño... (le tomó la cara con sus manos y con sus dedos pulgares borraba todo rastro de las lágrimas que aún rodaban por su cara, le beso una y otra mejilla con mucha suavidad) te quiero tanto...tanto M: Esther... E: Perdóname mi amor... perdona todo el daño que te he hecho... nunca debí permitir que ese desgraciado te hiciera eso... perdóname... M: Esther... tú no tienes la culpa E: ¡Sí! por mi culpa ese desgraciado... te hizo lo que te hizo M: No digas eso mi amor... debemos tratar de olvidar todo... E: Te amo Maca... te amo con locura... no puedo vivir sin ti mi amor

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M: Yo también mi amor... yo también... E: Olvidemos todo mi amor... empecemos de nuevo... Maca regresa a la casa, te necesito... regresa a nuestra casa La beso suavemente en los labios, una y otra vez, Maca correspondía con placer a esos besos que poco a poco iban subiendo en intensidad, sus bocas se extrañaban tanto, sus corazones latían desbocados, sus manos tomaban vida propia, Esther sintió el temblor de Maca pero Maca ya no pudo más y se separó M: Esther... Esther... espera... espera... yo...necesito decirte algo mi amor... E: Después mi amor... M: No... espera... yo... yo necesito tiempo (le acarició la cara a Esther y le tomó su mano entre las suyas) E: ¿Tiempo? Tiempo ¿para qué? M: No te pongas así mi amor (le besó las manos)... Yo te quiero...y te deseo con locura mi amor... pero necesito tiempo E: Yo también te deseo mi amor... por eso no perdamos más tiempo Se acercó nuevamente, Esther se inclinó y besó su cuello con placer pero Maca con suavidad la separó otra vez M: Ahora no... ahora no puedo... es algo más fuerte que yo... te juro que no lo puedo controlar E: ¿Qué pasa mi amor? (preguntaba preocupada) M: Yo no quiero que pienses que no quiero estar contigo... E: Entonces cuéntame que te pasa, porque no te entiendo... M: Esther... ¿recuerdas tu reacción cuando vimos el video? E: Maca, no me lo recuerdes por favor, fue terrible, te traté muy mal... M: Bueno, pero yo...a pesar de que me afectó mucho al igual que a ti, yo me encerré, quedé en shock. Luego con tu reacción, tu recaída, los problemas con el embarazo... lo enterré todo dentro de mí, era más importante cuidarte, estar contigo... que pensar en lo que me había pasado... hice todo a un lado, pero no me di cuenta cuanto me había afectado y cuanto me estaba afectando día a día E: Cariño (besó las manos de Maca con una gran ternura) M: Yo... ehh... Cristina hace unos días me dio el video original... Al ver la expresión de confusión en la cara de Esther se vio en la necesidad de explicarle M: El video que se grabó ésa noche... el que te mandaron estaba editado de una forma, para que pareciera que fue algo consensuado. Pero en el original es que se ve lo que sucedió en realidad. El original sin editar lo tenía en su poder Carla... ahí es donde se ve claramente como... bueno... el estado en el que yo estaba y todo lo que me hizo... Esther sintió el temblor en las manos de Maca y se las sostuvo y acarició con cariño E: Tranquila mi amor... estoy contigo... Maca le respondió a ése gesto con una sonrisa franca

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M: En ese video vi todo lo que me hizo, como llegué a la habitación, como me desnudó, como yo me negaba... ella me hizo creer que eras tú para que yo desistiera... como me forzó E: Mi amor... M:... Y... yo... cada vez que... ufff... Esther cada vez que me besas y que digamos se calienta el ambiente, no sé qué me pasa pero me entran nervios y comienzo a temblar... me aterro... E: Cariño... pero soy yo... yo no te haré daño M: Lo sé mi amor... (le acarició la cara) no es eso, yo te adoro y te deseo con locura... pero no sé qué me pasa... algo sucede dentro de mí que me hace sentir así y no puedo... cuando estamos así a mi me encanta, me encanta que me beses que me acaricies... pero cuando las caricias se vuelven sexuales... cuando siento que vamos a más... es horrible lo que siento y tengo la necesidad de alejarme, te juro que no lo puedo controlar... mi amor lo que más deseo es hacerte el amor (se acercó y le dio un suave beso en los labios) pero ahora no puedo, por eso tomé la decisión de ir a terapia... necesito ayuda E: Cariño, ven aquí... (la abrazó y le besó en el cabello)... iremos al ritmo que tú quieras mi amor... M: Pero no sé si tú... E: Mi amor yo te adoro y para mi eres lo más importante. Lo demás puede esperar. Sabes muy bien que me encanta hacer el amor contigo y lo deseo muchísimo. Pero sabré esperar mi amor (le dio varios besos muy cortos y suaves en los labios) M: Jaime quiere que las dos vayamos a terapia... (le pedía casi con temor) E: ¿Jaime es tu terapeuta? M: Sí... dice que es algo que nos afecta a las dos y deberíamos ir... pero si no quieres yo... E: Mi amor shhhh (le colocó un dedo sobre sus labios) si eso te ayuda yo hago lo que sea... iremos donde tú quieras... quiero que te mejores, que estés bien mi amor... Así dándose apoyo mutuamente siguieron hablando un rato y regalándose caricias que no pasaban de simples contactos y muestras de ternura sin pasar a más, Esther había entendido perfectamente que no debía presionar a Maca. Fue un momento muy especial para las dos, habían abierto sus corazones. Hasta que las llamaron para atender un tráfico. Bajaron juntas. La vida les daba una nueva oportunidad a su amor y ésta vez no la iban a desaprovechar. Tendrían paciencia, irían poco a poco. Ese día salieron del hospital juntas y se fueron a casa para estar junto a su familia, Encarna y la niña se llevaron una muy grata sorpresa al verlas así juntas. Encarna feliz preparó una cena especial para que comieran todas juntas, quiso retirarse para dejarlas solas, pero entre las dos le explicaron que no era necesario. Cenaron, acostaron a los niños y estaban las tres tomando un café sentadas en la cocina En: No se imaginan hijas la felicidad que estoy sintiendo viéndolas juntas y así tranquilas (estaba encantada) M: Sí Encarna. Al fin hemos hablado tranquilamente, sin herirnos y hemos aclarado muchas cosas E: Sí... reconozco que la culpa de no haber podido hablar antes ha sido mía... M: Shhhh ya cariño... olvidemos todo En: ¡Eso! A olvidar lo malo, pero que lo pasado les sirva para no volver a cometer los mismos errores ¡eh! M: Sí Encarna, tendremos mucho cuidado de no cometerlos

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Se quedaron mirando unos segundos, sonriendo embobadas y Maca se dio cuenta que debía irse M: Bueno yo mejor me voy que mañana entro temprano... En: Hija, ¿te vas? M: Sí Encarna es mejor... yo... E: Sí mama hemos decidido ir poco a poco... (decía desilusionada) En: ¿Poco a poco? Qué tontería, pero bueno ustedes sabrán lo que hacen, yo me voy a acostar, buenas noches M: Buenas noches Encarna, que descanse E: Buenas noches mama Cada una le dio un beso de buenas noches y miraban como Encarna se retiraba, luego Maca se dirigió a Esther para despedirse M: Cariño...me voy (la tomó de las manos con cariño y la llevaba hasta la puerta para despedirse) E: Ummm no quieres quedarte un ratico más... M: Me encantaría pero mejor no cariño E: Bueno, está bien, ¿nos vemos mañana en el hospital? M: Mañana si quieres vamos juntas a llevar a Paula y luego nos vamos al hospital E: Ummm me encantaría, entramos a la misma hora ¿verdad? M: Sí... te paso buscando, hasta mañana E: Puedo darte un beso... un beso de buenas noches... M:... Debes Sin esperar fue ella la que se acercó a Esther y le dio un beso en la boca muy suave pero que duró el tiempo suficiente para provocarles un escalofrío a ambas, Maca se separó y con una sonrisa se despidió alejándose, al llegar al ascensor se giró y vio que Esther aun estaba frente a la puerta y con un gesto le envió un beso y se despidió de ella. Parecían dos adolescentes despidiéndose, ninguna de las dos se movía, hasta que al fin Maca se decidió y entró en el ascensor. Esther al ver que se había ido lanzó un suspiro y entró Tres meses después, Esther estaba en la sala de médicos tomándose un café con Cruz C: Pero Esther, tienes que tener paciencia E: ¿Paciencia? Cruz, tú sabes lo que es tener a mi mujer al lado, adorarla, desearla como la deseo y no poder... no poder (se mordía el labio para no seguir hablando) C: Jajajaja te entiendo, pero sabes por lo que ha pasado Maca E: Claro que lo sé y me siento muy mal con todo. Nosotras estamos muy bien, pero en cuanto a éso... pues nada, yo sé que le prometí que iríamos poco a poco, estamos yendo a terapia, hemos ido ya no sé a cuantas sesiones y nada... casi no hemos adelantado nada... unos besitos, unas caricias y nada... ni siquiera ha querido mudarse a la casa... uffff... (de solo recordarlo le subía la temperatura y se echaba aire con la mano) C: Jajajaja de verdad que estás... que caminas por las paredes E: Jajaja ¡sí! y a punto de la combustión espontánea... al final voy a agarrar una pulmonía, no imaginas la de duchas frías que he tenido que tomar (le decía con cara de circunstancias) C: Jajajaja... que exagerada

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E: ¿Exagerada? Cada noche después de compartir con los niños, cenar todos juntos, los acostamos y nosotras nos quedamos un rato en nuestra habitación viendo una peli o algo y ya sabes trato de controlarme pero tenerla tan cerca uffff... cuando ella se va tengo que correr a la ducha... C: Imagino que ella debe estar igual... E: Creo que sí, porque me ha dicho que me desea pero lo que le pasa no lo puede controlar C: Sí, debe sentirse terrible... E: Lo que sí tengo que reconocer es que cada vez llegamos más lejos... C: Bueno eso es algo, y ¿qué les dice Jaime? E: Ummm ahí estamos me dice que tengamos paciencia que poco a poco, que el bloqueo de Maca va a desaparecer en cualquier momento... al menos ya habla de lo que pasó sin que le dé una crisis de ansiedad, la pobre antes no podía ni dormir por las pesadillas y me ha dicho que ya no las tiene... C: Y tú ¿cómo la ves...? E: La veo mucho mejor, hemos adelantado mucho pero... le pedí que se viniera para la casa pero aún no ha querido... y cada vez que nos besamos pues llegamos a un punto y fuera... nada de nada... no te imaginas los parones que me ha dejado dar... C: Jajajajaja E: Sí tu ríete... no sabes lo horrible que es eso... M: Hola, hola... Entraba Maca a la sala y las veía a las dos sentadas en el sofá conversando, no llegó a escuchar de que hablaban y se reían pero si notó que se quedaron calladas de pronto al ella entrar, se acercó hasta la mesada donde estaba el café y se sirvió, para luego sentarse junto a ellas M: ¿De qué hablaban que se quedaron mutis cuando entré?, ¿hablaban de mi? (les preguntó con una sonrisa, mientras se sentaba junto a Esther) C: Sí, Esther me estaba diciendo que eres la pediatra más borde del hospital, que no sabe cómo te aguantan E: ¿Qué? ¡Cruz!... no mi amor es mentira, tú ya no eres borde (la acariciaba y le daba un beso suave en los labios) C: Jajaja yo me voy a trabajar (se levantó y mientras lo hacía se acercó a Esther y le dijo en broma) Y tú no te acerques mucho a la candela si no quieres que te de pulmonía jajajaja E: ¡Cruz! M: Que... E: Nada mi amor, que se la da de graciosa, no le hagas caso... cuéntame cómo va el día M: Jummmmm... muy misteriosa estás tú... Maca se sentó y se acomodó de medio lado en el sofá, apoyó su brazo en el respaldo y miraba a Esther con una sonrisa M: ¿Entonces no me lo vas a contar? E: No le hagas caso... cuéntame cómo va el día M: Ahí, niños van niños vienen... (le dijo con una sonrisa mientras trataba de escrutar con la mirada a Esther) E: ¿Por qué me miras así? M: Así ¿cómo?

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E: Así... así... tan adentro Maca vio como se iba acercando a ella peligrosamente, se inclinó sobre ella y comenzó a darle cortos y tiernos besos M: Esther... que puede entrar alguien... E: ¿Y qué? (le dijo sobre sus labios) Siguió besándola y esos besos cortos y suaves se fueron convirtiendo en besos más apasionados. Las manos de Esther ya no pudieron quedarse quietas y comenzó a acariciar el cuerpo de Maca Esther sabía que debía tener paciencia, la había tenido y se había controlado, pero estar solas, tenerla cerca y no tocarla era imposible. Jaime le aconsejó que fuera tanteando de a poco sin agobiarla y ella cada vez que tenía la oportunidad trataba de acercarse más a ella y de ir avanzando Maca respondía con placer a sus besos y caricias pero necesitó romper el beso un segundo para tomar aire M: Esther... E: Lo sé cariño... perdóname... pero es que te tengo cerca y me enciendo... me cuesta mucho aguantarme Esther volvió a acercarse a Maca y mordió su labio inferior levemente y la volvió a besar Maca entendía a Esther a ella le pasaba lo mismo, la tenía cerca y la deseaba, una parte de ella quería seguir pero la otra le decía que mejor parara que se alejara A Esther le parecía que Maca respondía pero estaba equivocada tuvo la misma respuesta que había tenido hasta ahora, sintió la tensión en Maca y decidió alejarse E: Ven, vamos a trabajar (se levantó del sofá) M: Esther... E: No te preocupes mi amor, recuerda poco a poco A la salida se encontraron en recepción para irse juntas como lo habían hecho todos esos días, para irse a casa a compartir con los niños. El camino lo hicieron muy calladas, Esther no estaba muy habladora cosa extraña en ella que normalmente hacia todo el camino contándole a Maca todo lo que había sucedido durante su turno. Al llegar a casa ya la niña las esperaba como siempre y solo escuchar la llave en la puerta corría a su encuentro. La niña estaba feliz con la nueva rutina de tenerlas a las dos en casa Paula: Mami, mami (se lanzaba a los brazos de Maca) M: Hola mi amor La alzaba en brazos y la llenaba de besos, Esther las miraba con una sonrisa boba en la cara, le encantaba que tuvieran esa complicidad, pero fingió estar dolida

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E: No claro ¿y a mama no le das un beso? M: Uy mama se ha puesto celosa, dale un beso Sin bajarla, se acercaba a Esther y ayudaba a la niña a inclinarse para darle un beso, Esther aprovechó que las tenía cerca y le dio primero un beso a la niña y con una mano sostuvo a Maca por el cuello para darle uno a ella Paula: Jeje te atraparon mami (la niña que estaba acostumbrada a esas muestras de cariño entre ellas, se reía al ver como su madre había atrapado a Maca para besarla) M: Si es que mama es una tramposa (dijo mirando a los ojos a Esther) Paula: Jeje chi En: Hola E: Hola mami (se acercó y le dio un beso) M: Hola Encarna En: La cena está lista, lávense las manos y a comer M: Sí, voy primero a ver al niño un momento, vamos Paula Terminaron de cenar y mientras Esther ayudaba a su madre a recoger, Maca se encargó de acostar a Paula y revisar al niño. Al terminar, fue hasta la cocina para tomarse el café con Esther y Encarna M: Ya... están dormidos los dos E: Le encanta que tú la acuestes, contigo Paula se duerme sin rechistar M: Siii (reconocía con una sonrisa) En: Bueno ahora le toca a ésta anciana irse a descansar, buenas noches M: Buenas noches Encarna, que descanse E: Buenas noches mama Al salir Encarna de la cocina, las dos se quedaron solas en la cocina, se miraron y así se quedaron por unos segundos. Hasta que Maca decidió que era el momento de irse M: Bueno yo ya tengo que irme, yo también estoy agotada Decía esto mientras se levantaba, recogía las tazas e iba al lavavajillas. Esther se levantó y se colocó a su espalda, rodeándola por la cintura y abrazándose a ella suavemente E: Quédate ésta noche (le pedía en un susurro muy pegada a su espalda) M: Esther... E: Por favor cariño... M: Esther yo... aun no me siento preparada E: Cariño solo a dormir (le dio la vuelta para quedar frente a frente) necesito dormir contigo abrazada, sólo te pido eso mi amor M: Esther... por favor no me hagas esto (le rogaba) Esther al ver la negativa de Maca se separó de ella E: Está bien, está bien... no insisto... buenas noches Maca, nos vemos mañana en el hospital (se dio la vuelta con la intención de ir a su habitación)

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Maca al ver que Esther se había molestado, la tomó de la mano para retenerla e impedir que se fuera M: Cariño no te pongas así. Yo también me muero por estar contigo, también quiero que todo pase y que volvamos a ser una familia, pero aun no estoy lista, no puedo quedarme E: Sí, pero pareciera que no haces nada por lograrlo, te estoy pidiendo que te quedes solo a dormir, necesito sentirte conmigo, no se trata solo de sexo Maca, te deseo muchísimo, sabes que siempre he disfrutado mucho el sexo contigo, pero no se trata de eso, te necesito a mi lado, en mi cama, aquí con nosotras. ¿Tú no lo necesitas? ¿Es que no quieres regresar? M: Cariño, claro que quiero regresar, es lo que más quiero en el mundo. Pero si me quedo a dormir, ninguna de las dos se va a poder controlar algo va a pasar. Las dos nos deseamos demasiado. Pero aun no estoy lista, no lo vamos a disfrutar. Quiero que cuando volvamos a hacer el amor, entregarme a ti a plenitud sin temores quiero sentirte como antes, mi amor. Por favor entiéndeme, yo no quiero hacerte sufrir solo necesito tiempo Esther había bajado la mirada, ella entendía a Maca, pero ya no podía mas, la amaba demasiado, la quería ya a su lado, la espera la estaba agobiando. Maca la tomó por la barbilla y le subió la cara para que la mirara M: Cariño, por favor no te molestes E: No te preocupes. Yo te entiendo. Esperaré hasta que estés lista (le dijo con una tímida sonrisa pero en sus ojos se notaba tristeza) Maca a pesar de las palabras de Esther notó su tristeza y su decepción. Se sintió terriblemente mal, pero aún no estaba lista, no podía acostarse con ella solo para complacerla, no estaría siendo sincera. Se despidieron con un beso Cuando Maca desapareció por la puerta, Esther suspiró profundo, no sabía que pensar, se quedó con la sensación de que era la única que lo estaba tratando, iban juntas a las sesiones y notaba muchos adelantos, pero cada vez que propiciaba mas acercamiento para ayudar a Maca a dar el paso ella prácticamente huía En la mañana como ya era normal en los últimos días, Maca pasó a recoger a la niña y a Esther, para llevarla juntas a la escuela y luego seguir al hospital. Avisó que ya estaba esperando abajo y Encarna bajó con la niña En: Buenos días Maca, toma aquí está su merienda M: Buenos días Encarna, hola mi amor (le dio un beso a la niña que entraba al auto, aun somnolienta) Encarna ¿y Esther? En: Ya se fue al hospital M: ¿Qué? ¿Por qué no me esperó? En: No lo sé hija, quizás tenía algo que hacer temprano M: Ayer no me dijo nada En: Bueno se le habrá olvidado M: Si será. Bueno adiós que se nos hace tarde En: Adiós hija

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Maca se fue algo preocupada, no sabía la razón por la cual Esther no la había esperado. Sabía que la noche anterior se había molestado con su negativa pero pensó que las cosas habían quedado claras entre ellas. Dejó a la niña en la escuela y se fue al hospital Cuando Maca llegó al hospital, fue como siempre a recepción a firmar su entrada y le preguntó por Esther M: Buenos días Teresa T: Buenos días M: ¿Ya llegó Esther? T: Sí, hace como una hora M: ¿Sabes dónde está? T: Ummm ahora creo que anda con Cruz M: Ok, me voy a cambiar. ¿Tengo niños esperando? T: No aun no tienes nada M: Bien Maca se cambió y al no tener niños esperando fue en busca de Esther, la encontró con Cruz en la cafetería C: Sabías que tenias que tener paciencia, Esther E: Lo sé Cruz, pero no puedo más, tenerla cerca es una tortura C: Esther... E: Sí, yo seguí los consejos de Jaime, poco a poco e iba tanteando, sin agobiarla, pero me da la impresión que ella no pone nada de su parte, se resiste, me dice que le dé tiempo y se lo voy a dar, entiendo por lo que ha pasado pero... C: ¿Pero? E: Uffff Cruz, que tengo sangre en las venas y cuando la tengo cerca me enciendo, no puedo más, así que mientras ella no se sienta lista pues yo trataré de no acercarme mucho hasta que ella lo haga, porque es terrible Cruz C: Jajajaja Maca las veía conversar mientras ella se servía un café y se acercó a ellas E: Es en serio, no puedo más Cruz M: ¿Qué no puedes más cariño? (se acercó y le dio un beso en la cabeza, escuchando las últimas palabras de Esther) E: Ehhh hola, no te vi llegar M: Sí, ya me di cuenta, estaban muy entretenidas con la conversación C: Bueno yo las dejo y me voy a trabajar, nos estamos viendo En cuanto Cruz se levantó, Maca se acercó a Esther y muy dulcemente le susurró al oído M: Esta mañana no me esperaste E: Te... tenía que hacer inventario de farmacia (su voz tan sensual provocó un estremecimiento en Esther) M: ¿Sí? no me dijiste nada anoche, te hubiera recogido más temprano

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E: Lo siento lo olvidé. Pero no te preocupes mi amor, me vine en metro para irnos juntas ésta noche M: Ummmm... está bien... y ¿qué hablabas con Cruz? E: Ya salió tu lado cotilla jaja (le dijo con una sonrisa nerviosa)... Tonterías... el hospital... el trabajo M: Ummm de trabajo E: Sí... y a eso me voy, nos vemos luego cariño, me voy a trabajar... ¿almorzamos juntas? M: ¡Sí claro! Vamos yo también me voy a trabajar Las dos se levantaron y se fueron a sus respectivas obligaciones Y así transcurrió todo el día, cada una en sus obligaciones. Almorzaron juntas en el cafetín por no disponer de tiempo y luego solo habían coincidido un par de veces con algún paciente. Esther trató de no volver a dejarse llevar por sus impulsos y no propiciar nada más allá de lo normal, no quería seguir agobiando a Maca provocándola y ella volver a tener un parón. Casi al final de la jornada, Maca recibió una llamada de Cristina M: Hola Cristina Cristina: Hola, ¿cómo estás? M: Bien y tú ¿qué tal? Cristina: Bien. Oye Maca te llamo para ponerte sobre aviso, van a citar a Esther a declarar M: ¿A declarar? ¿Sobre qué? Cristina: Sobre el caso de Roberto, ella estuvo casada con él y necesitan saber si sabe algo y si ha sido testigo de alguno de sus negocios M: ¿Qué? pero ¿por qué?... ella no sabe nada, ¿no puedes evitarlo? Cristina: Maca, es el protocolo de investigación, ellos deben saber hasta qué punto está involucrada Esther. Este hombre tiene muchas influencias y a pesar de todas las pruebas que hay en su contra, el juicio está tardando porque siempre sus abogados impugnan M: ¿Quieres decir que hay posibilidades de que salga? Cristina: No, eso no. Hay suficientes pruebas e indicios de su culpabilidad, pero lo que están peleando ahora es la sentencia y la magnitud de las personas involucradas en sus casos, son personas muy influyentes y públicas. A Esther seguramente le preguntaran quienes eran las personas con las que tenía contacto, si fueron a su casa y esas cosas M: Pero, ¿es que sospechan algo de ella? Cristina: No, para nada. Las investigaciones demostraron que ella estaba en desconocimiento de todo, el investigador y el infiltrado así lo ratificaron. Pero al haber sido su esposa y vivir en la misma casa con él, quieren verificar que personas lo frecuentaban M: Uffff la verdad no me gusta nada esto Cristina: Maca, no tienes nada porque preocuparte, confía en mí. No va a pasar nada, ella asiste dice si vio algo y ya M: Cristina, ¿tú crees que hay posibilidades de que ese desgraciado salga libre? Cristina: No, ese hombre no sale pero en muchísimos años, por lo que sé creo que sentenciaran cadena perpetua. El juez no ha permitido ni la fianza, por el riesgo de fuga que existe con él M: Bueno. Gracias por avisarme

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Cristina: Seguramente hoy o a más tardar mañana le llegue la citación, por eso te aviso para que no se preocupen y sepan de que va la cosa M: Pues en verdad te lo agradezco muchísimo, voy a decírselo a Esther para que no la tome desprevenida Cristina: Bien. Bueno te dejo, un beso cuídate M: Igual Maca fue en busca de Esther y la puso al tanto de lo que le había dicho Cristina. A Esther no le había hecho nada de gracia el tener que ir a declarar M: Cariño, no te preocupes, iremos juntas E: Pero es que... ufff yo pensé que más nunca íbamos a saber de él. ¿Para qué ahora tengo que ir yo? M: Cristina me aseguró que es una formalidad, que no tendrías problemas, imagino que te enseñaran fotos o te preguntaran por las personas que se reunían en tu casa E: Yo no recuerdo haber visto a nadie en casa, seguramente se reunirían en otra parte M: Que sé yo, cariño. Tú sabes cómo son éstas cosas, pero ya verás que saldremos rápido de esto y nos olvidaremos de ese hombre E: Eso espero M: Yo terminé mi turno. ¿A ti te falta mucho para acabar? ¿Nos vamos a casa? E: Ya estoy lista, solo tengo que cambiarme y nos vamos M: ¿Te acompaño? E: Ummm no, mejor espérame aquí M: Está bien, te espero en recepción Había notado todo el día el distanciamiento de Esther, aunque estuvo amable y cariñosa con ella, no había tenido esas salidas insinuantes que tenía últimamente. Reconoció que Esther se habría cansado de tanto recibir sus negativas y se propuso terminar con eso de una vez por todas Llegaron a casa, compartieron con los niños y cenaron. Llegó el momento de retirarse. Maca notó a Esther muy nerviosa, seguramente sería por la entrevista que tendría en la mañana temprano en los tribunales. Cuando Maca se acercó a Esther para darle un beso de despedida, Esther la miró con la suplica dibujada en sus ojos M: Esther, ¿qué tienes? ¿Aun estás nerviosa por lo de mañana? E: Sí, no te lo voy a negar M: Ya. Yo paso temprano a buscarte y voy contigo E: Si está bien (le dijo en un tono afligido) M: Cariño no estés nerviosa... ¿quieres que me quede aquí a dormir? E: ¿Lo harías? (preguntó emocionada) M: Claro, pero solo a... E: Sí lo sé, solo a dormir... mi amor estoy muy nerviosa necesito tu compañía M: Sí mi amor, yo también Esther sorprendida, no pudo articular más palabras, la abrazó emocionada y le dio un beso en los labios E: Mi amor...

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Juntas se fueron hasta la habitación. Esther buscó entre la ropa de Maca que quedaba en el closet, un pijama para que se cambiara E: Toma cariño M: Que bien... voy a ducharme... E:... Ujummm... (la sola idea de imaginarla bajo la ducha la había dejado muda) Esther la miraba como se metía en el cuarto de baño con la ropa en la mano, se mordió el labio para poder contener el impulso de meterse detrás de ella E: Dios, esto va a ser una tortura Mientras Maca se duchaba ella, Esther buscaba que ponerse, tenía que ser algo insinuante pero no muy sexy, no quería que pensara que lo hacía para provocarla, pero tenía que ser algo que le llamara la atención En la ducha Maca dejaba que el agua, casi fría bañara su cuerpo, aun no estaba lista para algo más que no fuera dormir abrazada a su mujer Al salir Maca, entró Esther. Cuando estuvo lista salió y se encontró a Maca ya en la cama quien la seguía con la mirada mientras ella abría su lado de la cama y se acostaba. Hacía tanto tiempo que no dormían juntas que estaban nerviosas E: ¿Puedes abrazarme? M: Claro, ven acércate Esther se acercó y se colocó de espaldas a Maca, ella la rodeó con sus brazos y suspiró, las dos disfrutaban del abrazo E: Te extrañaba tanto M: Yo también mi amor Esther acariciaba el brazo de Maca que había quedado sobre ella, Maca había colocado una de sus manos sobre el vientre de Esther y ésta al notarlo, sintió un escalofrío en todo su cuerpo, pero se contuvo, le había prometido a Maca que no la presionaría y se había prometido a ella misma que esperaría hasta que ella estuviera lista y diera el primer paso E: Disfruta mi amor, siente el placer de estar así juntas abrazadas, no pienses en nada M: Gracias mi amor (le dio un beso muy suave en la cabeza) E: ¿Por qué me das las gracias? (se giró un poco para poder verla a los ojos) M: Por ser tan comprensiva E: Te amo y lo único que me importa es que seas feliz Y así las dos con esas caricias suaves y escuchando los latidos de sus corazones se quedaron dormidas Esther en la mañana, fue la primera en levantarse, quería prepararle el desayuno a Maca. Debían irse temprano, así que preparó todo para que les diera tiempo de desayunar

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juntas e irse. Colocó todo en una bandeja y se lo llevó hasta la cama, cuando llegó a la habitación, colocó todo sobre la mesita y se acercó hasta la cama, se sentó y con mucha delicadeza se inclinó sobre Maca para susurrarle en el oído E: Cariño... cariño despierta M: Mmmm... E: Venga, dormilona, despierta... M: Mmm... hola... (abría los ojos y le regalaba una sonrisa) E: Hola... ¿has dormido bien? M: Sí... estaba soñando contigo... E: ¿Sí? y que soñabas (le preguntó un tanto provocativa) M: Mmmm... esto... Maca se acercó hasta sus labios y la besó suavemente, un beso que pronto Esther correspondió y se convirtió en un beso apasionado E: Mmmm... me encanta que sueñes conmigo... (le dijo besándola nuevamente) M: A mí también... (le musitaba antes de besarla nuevamente con más pasión) E: Mmmm... (beso)... vamos (beso)... a llegar tarde... (seguía besándola) M: Mmmm... tienes razón... ¿eso es para mí? (preguntó al ver la bandeja) E: Sí M: Gracias mi vida (la abrazó y le dio otro beso en el que sus lenguas se encontraron nuevamente haciendo que sus cuerpos temblaran, sintiendo un deseo que las quemaba? E: Maca ¿qué te pasa ésta mañana? Jajaj (quiso cortar porque ya sabía cuál sería el desenlace de todo y no quería volver a quedarse por la mitad, además no tenían tiempo) M: Esther... solo sé que no quiero salir de aquí... (le decía mientras la besaba con pasión y Esther respondía con gusto a sus besos y caricias) E: Ufff ni yo pero hoy nos esperan... y se nos hace tarde... (Dios tanto desearlo y justo hoy... se lamentaba Esther) M:... Ummm... (ni ella misma sabía que le pasaba, lo único que sentía era que al haber regresado y haber dormido en su cama con su mujer entre sus brazos era como si hubiera disipado todos sus temores. Pero en ese momento debían salir, debía preparar un momento especial, lo habían pasado muy mal las dos y no quería precipitar las cosas no quería que después de todo lo que habían sufrido, que su primera vez después de todo fuera un “aquí te pillo y aquí...)... te quiero E: Yo también mi amor (se daban un beso) Estaban desayunando cuando de pronto Maca le hizo una propuesta a Esther M: Cariño... E: Sí M: ¿Qué te parece si éste fin de semana le dejamos los niños a tu mami y nos vamos las dos solitas a la Sierra? E: ¿Qué? (por la sorpresa se atragantó con un trozo de pan) cof cof cof M: Cariño (le daba golpecitos en la espalda) Esther estaba alucinando, Maca le estaba pidiendo que se fueran las dos solas el fin de semana E: ¿Las dos? ¿Solas? ¿Estás segura? (le preguntó casi de carrerilla, no se lo podía creer)

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M: Jajaja, sí (le decía con una mirada tonta) tú y yo... solitas... en la casita E: ¿Qué me parece? Me encanta (se le abalanzó y comenzó a besarla) M: Jajaja sí, ya veo que te gusta la idea, bueno ahora vámonos, que ya estamos sobre la hora Las dos salieron de casa después de dejar a los niños listos y con Encarna. Se fueron directamente a los tribunales donde la habían citado. Agradeció infinitamente que Cristina hubiera tenido el detalle de estar ahí con ellas. Fue una entrevista muy informal en las oficinas del juez y había sido tal y como le había comunicado Cristina, solo le mostraron fotos de algunos personajes que estaban involucrados en el caso de los cuales Esther solo había visto a uno. La entrevista duró aproximadamente dos horas que a Esther le parecieron una eternidad, pero al acabar el juez le aseguró que no volverían a molestarla. Por ser un caso que estaba en sumario no le adelantó nada más, pero Cristina le aseguró que no tendría que ver a Roberto nunca más en su vida, había razones para que su sentencia fuera muy larga Supo por la misma Cristina que los padres de Roberto debido a todo lo que representaba en sus vidas lo que estaba sucediendo, pusieron en venta todas sus propiedades y se habían ido del país, no soportaban ser señalados por su círculo de amistades. Cristina le había comunicado a Esther que un colega suyo que era el que llevaba todo lo legal relacionado con la familia, la iba a citar para hacer de su conocimiento de varias cuentas en fideicomiso que los padres de Roberto habían dejado para sus nietos, para que no les faltara nada E: Pues no me esperaba esto Cristina: Sí, sabes que son personas mayores que siempre han hecho mucho caso del qué dirán y para ellos esto que ha pasado es terrible E: ¡Si lo sabré yo! Es tanto así que hasta prefieren dejar de ver a sus nietos y no pasar por la vergüenza en la que los hundió su hijo M: Cariño así son algunas personas, no les importa los sentimientos de los suyos, sino lo que aparenten frente a su sociedad hipócrita Cristina: Pues sí, no imaginan las historias que hay y la energía y dinero que gastan para disfrazar y ocultar perversiones y tragedias M: Así son, que triste Cristina: Sí, bueno yo tengo que irme a la oficina, me despido M: Sí, nosotras también tenemos que irnos al hospital, pero me encantaría que nos reuniéramos cualquier día a comer Cristina: Claro que sí, estamos en contacto y cuadramos cualquier día Se despidieron, con la promesa de encontrarse nuevamente para compartir un rato Las dos llegaron al hospital, entraron en urgencias y se pararon frente a Teresa que las miraba sonriente E: ¡Hola Teresa! M: ¿Por qué nos miras así? Parece que fuera la primera vez que nos ves T: Jummmm, llegan tarde E: Sí... pero ya lo habíamos notificado, teníamos algo que hacer ésta mañana T: Está bien, pero Cruz preguntó por ti

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E: A ¿sí? pues voy a ver que quiere, nos vemos luego cariño M: Sí claro (se dieron un beso muy suave y corto en los labios) bueno yo también me voy Maca se puso su bata y su fonendo alrededor del cuello. Con una sonrisa en los labios subió a pediatría a dar una vuelta a ver a sus pacientes. Luego de visitar algunos niños, bajo a urgencias M: Teresita... T: ¿Teresita? Jummm ¿qué me vas a pedir? M: Que mala eres, ¿es que una no puede ser cariñosa?... ¿has visto a Esther? Mientras le preguntaba a Teresa, Esther apareció por detrás la rodeó por la cintura y le dio un beso en el cuello E: ¿Qué haces por aquí? M: Ummm preguntando por ti, ¿tienes tiempo para un café? (le preguntó dándose la vuelta) E: Sí, pero primero acompáñame a farmacia que tengo que ver un pedido Fueron a la farmacia, Maca al ver que no había nadie cerró la puerta. Esther tomó un papel y lo miraba mientras revisaba los estantes, Maca se había apoyado en la pared y la miraba. Se acercó a ella por detrás y la rodeó por la cintura M: Me encanta verte así concentrada (le daba besos en el cuello) E: Ummm... Maca... M: ¿Qué? (mientras la besaba había separado un poco el uniforme e iba metiendo sus manos dentro para acariciar la piel de su cintura E: Dios... Maca ¿qué haces? M: Recuperar el tiempo... Maca le dio la vuelta para que quedaran cara a cara, la miró con una mezcla de deseo y ternura... se acercó a ella y tomó sus labios entre los suyos, en un beso ardiente Esther profundizó el beso entreabriendo sus labios para que sus lenguas se encontraran y jugaran entre ellas. Maca respondió gustosa, sentía que el fuego del deseo crecía dentro de ella, un deseo que había tenido rezagado y reprimido durante mucho tiempo M: Esther... (le dijo con la voz tomada por el deseo y besando su cuello) E: Mmmm... (solo pudo articular un gemido y echar la cabeza hacia a tras para que Maca siguiera torturándola en esa zona que era tan erógena para ella) M: Me muero por estar contigo... (le dijo en un susurro en el oído mientras llegaba con su mano hasta el pecho de Esther y lo acariciaba) E: Maca... (se separó para mirarla a los ojos, no podía creer las palabras que le había dicho Maca, creía haberlas soñado) M: Sí cariño... no veo la hora de llegar a la sierra, quiero hacer el amor contigo (le dijo con una sonrisa enamorada) E: Mi amor... (besó sus labios con locura) mi amor (beso) al fin (beso) al fin(beso) M: Sí (beso) pero ahora (beso) tenemos que trabajar (beso) E: No, no, no (protesto aferrándose más a ella) ¡no quiero moverme de aquí!

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M: Yo tampoco (la volvió a besar) pero tenemos que hacerlo E: Vale (reconoció con desgana pero sin separarse de ella) M: Te prometo que te compensaré (le dijo sensualmente en su oído) E: Uffff ¡Dios! y ahora ¿cómo quieres que trabaje? si me tiemblan las piernas M: Jajajaja siiiiii Ese día las dos trabajaron como en una nube, cada una pensando en la otra y en ese fin de semana que pasarían solas en la sierra. Se cruzaron más de una vez y siempre se regalaban una sonrisa. Esa misma noche le dirían a la niña que se quedaría con la abuela mientras ellas se iban a la sierra a “descansar” Paula: Pedo yo quero ir (se quejaba) M: Cariño, esta vez solo vamos mama y yo... Paula: Yo quedo ir con ustedes... (insistía la niña) E: Cariño la próxima vez vienes con nosotras (trataba de convencerla) Paula: Pedo quero ir a la piscina... (le pedía haciendo pucheros) M:... Cariño... bueno... (su debilidad era la niña y no podía resistirse cuando la miraba con esos ojitos) E: ¡Maca! ¡Ni se te ocurra! (saltó Esther) M: Pero... es que me mira con esos ojitos... y... E: Sí... y la picara lo sabe... M: Pero es que ella quiere... E: ¡Maca! (le advertía) M: Pues díselo tú, yo no puedo E: ¿Es que no quieres que estemos a solas en la casita? (se le acercaba insinuante y le decía al oído) que recuperemos el tiempo perdido uhmmm Maca al sentir su voz y el cosquilleo de sus labios se le erizó todo el vello de su cuerpo. Sí, definitivamente estaba lista para recuperar el tiempo perdido y nuevamente trató de convencer a su hija M: Ehh Paula cariño, vamos a hacer una cosa, éste fin de semana mamá y yo vamos a poner la piscina bien bonita y el próximo fin vamos todas ¿te parece? Encarna las miraban con una sonrisa y negaba con la cabeza al ver como la niña era capaz de manejarla, era increíble como esa niña podía con Maca, era su debilidad Esther al mismo tiempo la miraba con una sonrisa triunfal y al mismo tiempo llena de ternura, le encantaba como habían llegado a quererse Maca y Paula, como la niña era el ojito derecho de Maca y Paula la adoraba. Pero esta vez necesitaba estar a solas con Maca, necesitaba tenerla entre sus brazos nuevamente. Había sido todo muy difícil para Maca y debían estar solas para tener la libertad de regalarse esos recuperarse M: Ahh ¿qué te parece? Paula: ¿Si mami? ¿Después vamos juntas a la piscina? (la carita de la niña había cambiado de expresión ahora tenía una sonrisa ilusionada) En: Jajaja M: Sí mi amor, te lo prometo

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Paula salto del sofá donde estaba sentada a los brazos de Maca Paula: Te quiero mucho mami (le daba tiernos besos por la cara) M: Jajaja yo también mi princesa bella, mucho, mucho En: Bueno siento interrumpir, pero ya es la hora de que ésta señorita se acueste M: Sí, ya es tarde mi amor, vamos (se levantó con la niña en brazos para llevarla a su habitación) yo la acuesto Encarna Paula: Y me lees un cuento M: Sí mi amor En: Ésta niña hace con Maca lo que quiere jajaja (le dijo a Esther) E: Siiiii y me encanta A los quince minutos salía Maca de la habitación de la niña M: Le he leído el cuento y ha caído dormida como un tronco jajaja E: Jajaj sí, contigo lo hace así de pronto es tu voz M: ¿Mi voz da sueño? E: Jaja no cariño, tu voz hace que una se sienta en una nube, en el cielo M: Ah ¿sí? E: Ummm sí... (le dio un beso suave en los labios) Al rato también dejaban dormidito a Andrés y ellas se tomaban un té en la cocina con Encarna mientras conversaban En: Y bien, entonces se van mañana a la sierra a “arreglar la piscina” (les decía con retintín) E: Jajaja mama M: Jajajaja... bueno también E: ¿Qué?... yo no pienso salir de la casa mi amor (le decía a Maca mirándola insinuante) M: Ah sí, ¿vas a quedarte los tres días encerrada en la casa? E: Pues sí, y si es en la cama mejor (decía mirándola y levantando las cejas insinuante) M: ¡Esther! E: Jajaja ¡ay! si se puso rojita (le daba un beso en la punta de la nariz) M: Jajaja, sí Encarna, mañana nos vamos directo desde el hospital para que no se nos haga tarde en la carretera En: Sí hija me parece muy bien E: Mami, ¿estás segura que vas a poder con los dos? En: Que sí pesada, no te preocupes además recuerda que desde mañana en la mañana viene tu prima para ayudarme E: Bueno, así me parece mejor, pero ya sabes cualquier cosa nos llamas En: Que sí... bueno me voy a acostar, buenas noches E: Buenas noches mama M: Buenas noches Encarna Encarna se retiró a su habitación y las dos se quedaron mirándose E: ¿Nos vamos a acostar también? Estoy súper cansada M: Sí mi amor, pero yo mejor me voy al apartamento tengo que recoger la ropa que me voy a llevar y en la mañana seguro no me da tiempo

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E: Pero... M: Cariño, entiéndeme, en la sierra ahora está refrescando mucho en las noches y aquí no tengo nada para llevarme E: Está bien, tienes razón, pero ya deberías traer todo lo que tienes allá M: Sí cariño, tienes razón, al regreso lo hago E: Sí M: Cariño, vamos a tener todo el fin de semana para nosotras solas (la abrazaba y la besaba) y luego toda la vida E: Sí mi amor nunca más nos volveremos a separar Se despidieron con un beso que se convirtieron en varios, hasta que al fin Maca se fue En la mañana Maca despertó muy temprano. Debía pasar por Esther, pero antes quería despedirse de los niños. Subió, mientras Esther terminaba de alistarse, ella jugó un rato con Andrés y ayudó a Paula a vestirse para ir a la escuela. Cuando estuvo todo listo bajaron al auto, mientras Esther acomodaba a Paula, Maca tomó el trolley de Esther para meterlo en el maletero M: Ufff... como pesa... cariño, ¿qué llevas en ese trolley? (le pesó muchísimo al cargarla) E: Ummm cosas que necesito, cariño M: Esther que son dos días E: Sí pero... ay Maca deja ya, yo sé lo que llevo (no podía dejar que la descubriese, llevaba en su maleta, dos botellas de vino, flores, velas, en fin cosas que necesitaba para crear el mejor ambiente) M: Buuuueno... jajaja Dejaron de discutir por la maleta y se fueron a dejar a Paula a la escuela y ellas al hospital. La jornada a las dos se les hizo larguísima, contaban las horas y los minutos para poder salir y escapar, estar juntas al fin después de tanto tiempo Esther estaba emocionada y al mismo tiempo preocupada, había visto en los últimos días mucha mejoría en Maca, ella misma lo había reconocido pero estar solas sería la prueba de fuego, no quería que Maca se sintiera agobiada ni presionada, debía ser muy delicada con ella y dejar que tomara la iniciativa y que fuera marcando pauta Maca estaba muy ilusionada, le hacía mucha falta Esther. Sabía que estaba lista, que sus temores estaban enterrados, pero que no estaban olvidados. Esperaba como le había asegurado Jaime sería un mal recuerdo que la acompañaría toda la vida, pero había aprendido al fin a manejarlo y no le afectaba, ese sentimiento de terror ya no lo sentía, estaba segura, deseaba a Esther con locura pero esta primera vez después de todo lo que habían pasado debía ser especial. Llamó a la persona que le hacía el mantenimiento a la casita y le pidió que la llenara de flores y que le pusiera unas botellas de champagne a enfriar Por su parte Esther, sin saber nada de lo que estaba preparando Maca. Compró pétalos de flores para colocarlos sobre la cama. Velas de aromas preferidas de Maca. Unas botellas de vino, chocolates y algunas exquisiteces para consentir a Maca. Quería preparar el ambiente ideal para las dos

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Iba camino al ascensor ensimismada en sus pensamientos cuando sintió que la tomaban por un brazo y la jalaban dentro de una habitación vacía E: Ahhhh (se quejó asustada) M: ¡Hola! (cerraba la puerta y la abrazaba) E: Jajaja loca, me diste un susto de muerte (le daba un golpecito en el brazo) M: No, no, no, ni se te ocurra morirte que tengo grandes planes para ti (atrapaba sus labios besándola con ansias) E: Ummmm (gimió de gusto) M: Ummm me moría por besarte E: Ummm que rico M: Sí... no veo la hora de que salgamos de aquí. Éste me parece el día más largo de mi vida E: Sí, pero ya falta (miraba su reloj) uff aun dos horas para irnos M: ¿Y si nos escapamos? (le decía con cara de niña planificando una travesura) E: Uff pues va a ser que no, ven vamos a seguir La jalaba afuera, para seguir con el trabajo. Al fin llegó la hora de salida, las dos se cambiaron de prisa y se encontraron en la salida, se despidieron de Teresa y se fueron directo al auto, tomadas de la mano y riendo mientras hablaban Las dos iban conversando y mirando lo que podían del paisaje ya que se les había hecho de noche, cuando al fin se divisaba la casa E: Ufff jamás dejaré de maravillarme del paisaje, es algo tan hermoso y placentero y éste aroma de la naturaleza ummmm M: Sí, es especial (decía mientras estacionaba frente a la casa) Bajaron del auto, sacaron lo que tenían en el maletero. Maca abrió con sus llaves y un agradable aroma a flores llegó hasta sus olfatos M: Pasa Esther entró y se quedó paralizada y atónita con lo que veían sus ojos, la estancia estaba delicadamente decorada con flores frescas e iluminada con la tenue luz de la chimenea encendida M: ¿Te gusta? E: Cariño, esta hermoso... pero como... M: Llamé para que lo prepararan E: Ummmm me encanta (la rodeó con sus brazos la beso y se fundieron en un beso apasionado) M: Me alegro que te haya gustado (le dijo separándose un segundo y mirándola a los ojos) Claro que le gustaba, le encantaba. La luz del fuego de la chimenea creaba un ambiente muy íntimo, miró a Maca, sus ojos brillaban de emoción y en sus labios se había dibujado una sonrisa nerviosa, pudo percatarse de un leve temblor en sus labios. Se

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miraron a los ojos enamoradas y en ellos se reflejaba el mismo sentimiento y el mismo temblor lleno de emoción. Maca la miraba intensamente M: Esther... (le susurró con esa voz que la enamoraba) E: Shhhhh (no le permitió hablar posando el dedo índice sobre los labios temblorosos de Maca) no digas nada cariño M: Te quiero (le dijo posando un beso suave sobre sus labios) E: Yo también mi amor. Dame la oportunidad de demostrarte que eres lo más hermoso que me ha pasado en mi vida No necesitaron más palabras, se abrazaron y lloraban emocionadas al mismo tiempo que sus cuerpos se aferraban, no había sido fácil para ninguna de las dos. El cuerpo de Maca tiritó, Esther se separó suavemente, se sonrieron y con ternura unieron sus labios. Ahí en el medio de ese estar alumbradas por esa tenue luz de la chimenea, se acariciaban lentamente mientras sus besos se iban transformando y aumentando en intensidad, se deseaban con todas sus fuerzas, Esther suavemente había empujado a Maca y la había apoyado contra la puerta por la que habían entrado y seguían besándose jugando con sus lenguas que tanto se conocían y se habían extrañado. Las manos de Maca tomaban vida propia, pero Esther sabía que los pasos debían darse poco a poco, no podían dejarse llevar por la locura, se separó suavemente y con delicadeza E: Mmmm te quiero mi amor, pero tenemos toda la noche para nosotras (le susurraba en el oído) Se miraron y se sonrieron, la gran muralla que se había formado entre ellas, estaba cayendo E: Ven, mientras tu metes las maletas yo voy al baño un momento M: Que morro tienes jajaja E: Cariño, es que tengo que ir M: Jajaja está bien Mientras Maca metía las maletas, ella tomó el bolso donde traía las velas y los pétalos de flores y subió corriendo. Cuando estuvo en el baño llenó la bañera de agua y sobre ella esparció los pétalos, encendió las velas aromáticas y las colocó alrededor, cuando estuvo todo listo bajó por Maca La encontró de pie en la entrada E: ¿Qué haces cariño? M: Observaba todo esto, pasan los años y nunca me canso de mirarlo E: Sí, es hermoso pero ven (la tomó de la mano y las dos entraron a la casa) vamos arriba M: Mmmm, corriendo (le respondió con picardía) Llegaron y Esther la guió hasta el baño M: Uyy que bonito E: Quiero que te desnudes y te metas ahí yo vengo enseguida M: Ummmm, que rico, pero ven rápido, quiero que entres conmigo

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E: Sí, lo haré pero entra tu primero y yo voy un momento a la cocina M: ¿Más sorpresas? E: Sí... (sus ojos picarones chispeaban de alegría) Le dio un beso fugaz y se fue a la cocina, sacó de su trolley algunas exquisiteces que había llevado y preparó una bandeja, pero la dejó en la cocina para más tarde. Colocó las fresas bañadas en chocolate en un plato, dos copas, destapó la botella de vino dulce blanco y la colocó en una cubeta con hielo, con una sonrisa en sus labios subió con todo Sus ojos se abrieron como platos al encontrarse a Maca ya metida en la bañera y cubierta con los pétalos E: Mmmm que bien te quedan mi amor M: Ummm que rico, ven... (alargaba su mano invitándola a entrar con ella) Esther colocó lo que había subido, a un lado de la bañera, donde pudiera alcanzarlo fácilmente y en un baile sensual se quitó la ropa que tenía quedando completamente desnuda. Maca la observaba con los ojos chispeantes y mordiéndose el labio, Lentamente Esther se acercó y se sentó frente a ella entre sus piernas, Maca la rodeó con sus brazos, recostándola sobre ella E: Ummmm M: Cuanto te he extrañado mi amor (lo dijo con su voz aterciopelada pero con una intensidad que estremeció el corazón de su mujer) E: Y yo mi amor... Durante un buen rato se quedaron así, Maca abrazaba el cuerpo desnudo de Esther y acariciaba suavemente su vientre, disfrutando de aquella placentera sensación del agua tibia y el aroma de las velas encendidas que iluminaba mágicamente, obsequiándoles un ambiente muy romántico Esther se separó con delicadeza, se dio la vuelta quedando las dos frente a frente, se puso de rodillas entre las piernas de Maca y le dio un beso suave en los labios, le costaba controlar sus impulsos de lanzarse sobre ella y hacerla suya de una manera loca pero se había propuesto hacer el momento inolvidable para Maca. Alcanzó con cuidado la botella para llenar las dos copas, le sirvió una a Maca, tomó una fresa y se la ofreció sensualmente en sus labios. Maca aceptó gustosa mientras Esther la miraba embobada con la boca entreabierta M: Lo has planeado todo muy bien ¡eh! E: ¿Te gusta? M: Me encanta E: Y a mi (se acercó y le susurró en el oído) Al susurrarle sus labios rozaron la oreja derecha de Maca provocándole un estremecimiento que hizo que emitiera un gemido que vino de su garganta M: Ummmm

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Ese gemido hizo que Esther siguiera acariciándola con sus labios y con la punta de la lengua introduciéndola y acariciando su oreja, con sus labios chupó el lóbulo de su oreja M: Aghhhh... Esther... (le decía extasiada con los ojos cerrados) E: Mmmm (con sus labios seguía en su oreja y bajaba hasta su cuello) El corazón de Maca latía lleno de alegría, Esther la estaba volviendo loca, podía sentir el deseo por su mujer. Estaba segura que todos sus miedos se habían evaporado, todo lo que habían sufrido quedaba atrás. Maca pasó sus brazos por la cintura de Esther y la acercó a ella M: Me vuelves loca mi amor... completamente loca... Sus bocas se buscaron hambrientas, haciendo que su deseo aumentara. Maca enredó sus dedos en el cabello de su mujer, mientras profundizaba en su boca hambrienta de ella. Los dedos de Esther rozaban con desesperación cada poro de la piel de la espalda de Maca. Sus pezones erectos se rozaban y chocaban excitados, sentir sus durezas las excitaban más aun si cabía M: Esther... E: Mi amor... te deseo con locura M: Despacio... quiero disfrutar del maravilloso placer de tenerte nuevamente en mis brazos... (besaba cada poro de su piel) E: Mmmm Maca levantó un poco su torso y llevó su pecho hasta la boca de Esther que lo alcanzó gustosa abarcándolo completamente con su boca, deslizando ferozmente su lengua por la aureola y su pezón mientras la sujetaba por la espalda. Al saciarse de uno pasó al otro, lo atrapó en su boca mientras lo succionaba con placer. Maca la dejaba hacer. Esther abandonó por un momento sus pechos para subir hasta su boca, se besaron descontroladamente El clítoris de Maca palpitaba, reclamando atención inmediata, Esther adivinando el deseo de su mujer bajó una mano y la situó entre las piernas de Maca, acariciando la parte interna de sus muslos, hasta al fin llegar a su sexo, sintiendo su humedad que se mezclaba con el agua M: Esther... (casi no soportaba ese fuego interno que se apoderaba de ella cada segundo) E: Sí mi amor... Entendiendo el ruego de su diosa acarició con su dedo el botón hinchado de su clítoris, apretándolo con movimientos circulares. Maca sentía que su clítoris palpitaba al mismo ritmo vertiginoso de su corazón. De su garganta escapó un gemido de placer. Movía sus caderas queriendo sentir más, su excitación era extrema, contrario a lo que había dicho, no quería ir despacio ya no podía esperar más, la estimulación de Esther sobre su sexo la estaba enloqueciendo, queriendo estallar pero no podía, necesitaba sentir urgentemente sus dedos adentro M: Te necesito adentro mi amor (le suplicó)

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Esther no esperó más para complacer el pedido de su mujer, súbitamente y con delicadeza introdujo dos dedos dentro de ella, provocándole el grito más delirante que había emitido jamás. El calor dentro de Maca era extremo, sus dedos se empapaban con la humedad divina de Maca, movía sus dedos al mismo ritmo frenético al que Maca empezaba a moverse, iba acelerando su mano mientras Maca se abrazaba a ella desesperada, Esther notaba su temblor pero ésta vez era evidente que era de placer de disfrute. Hundía sus dedos dentro de ella, moviéndolos adentro y afuera hasta que al fin sintió el estallido del orgasmo salvaje alcanzado por su mujer M: Aghhhhhhhhhhhh Esther sintió como el cuerpo de Maca se abandonaba sobre ella, dejó sus dedos ahí mientras sentía como los atrapaban sus contracciones y se empapaban con su néctar, Maca se recuperaba, su respiración comenzó a calmarse y se separó para mirarla a los ojos M: Te quiero... (atrapó sus labios con su boca y la besó apasionadamente) E: Vamos a la cama mi amor... Las dos salieron de la bañera y rodearon sus cuerpos con el albornoz M: Jajaja mira como hemos dejado el piso perdido E: Jajaja sí, luego lo recogemos... cuidado te resbalas... vamos a la cama que aún nos queda mucho por recuperar... M: Ummm siiiiiiii Tomadas de la mano llegaron hasta la habitación, Esther se colocó frente a ella y delicadamente deshizo los lazos de sus albornoces primero el de Maca luego el suyo, deslizó sobre sus hombros el de Maca haciéndolo caer al suelo, hizo lo mismo con el suyo. Se acercó y con una mano acarició el pecho de Maca, rodeándolo con su mano suavemente M: No sé que tienen tus dedos que me vuelven loca E: Me encanta que te vuelvas loca por mí Acercó su boca hasta su pezón hinchado y lo lamió con su lengua caliente, lo tomaba entre sus labios y lo estiraba un poquito. Maca recorría el cuerpo de Esther queriendo tomar ésta vez ella la iniciativa pero Esther la paró E: Quietecita M: Pero tú... E: Después... ahora quiero hacerte el amor a ti Así, aun de pie como estaban iba recorriendo su cuerpo con su lengua, pasándola por sus pechos... su estómago... su vientre... se arrodilló frente a ella y beso su vulva, siempre le había gustado lo bien depilada que la tenía, besó su contorno hasta llegar con la punta de su lengua a su deseado y rosado botón, jugaba con él mientras Maca no podía controlar sus gemidos

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M: Mmmm E: Como la extrañaba mi amor... (le confesaba mientras seguía besando su sexo) M: Ay Esther... (suspiraba) Esther sostenía a Maca por sus caderas hasta que bajó sus manos hasta sus nalgas y clavando las yemas de sus dedos la acercaba más hasta su boca para seguir disfrutando de tan anhelado manjar. Estimulaba con la lengua lamiendo el capuchón del clítoris provocándole una gran excitación, chupaba ese botón rosado y hermoso que se le ofrecía a la vista como el mejor de los regalos M: Mmmm (Maca gimió colocando sus manos sobre la cabeza de Esther) me vuelves loca... (con voz ardiente) E: Ven... acuéstate Esther se levantó y Maca se acostó en el medio de la cama boca arriba, ella se quedó de pie observándola, Maca se levantó un poco apoyando sus codos sobre la cama M: ¿No vienes? (le preguntó provocativamente)... ven... (le decía con su voz ronca alargando una mano invitándola) E: Ufff ¡estás tan buena! (le dijo mientras trepaba y le daba un beso que literalmente le comió la boca dejando sin aliento a Maca) M: ¡Joder! (suspiró intensamente) E:... Espérame un segundo (le guiñó el ojo sonriente) Volvió a levantarse de la cama y corrió al baño por la cubeta de hielo con el champagne y las fresas. Al regresar se miraron y sonrieron, las colocó sobre la mesita M: Ummm que rico Esther trepó sobre la cama y reptando se colocó sobre Maca sin apoyarse completamente, con sus dos brazos colocados a sus costados iba besando cada rincón del torso de Maca, intercalaba besos con lametazos. Tomó la botella y roció sobre su torso un poco del líquido que hizo tiritar a Maca por lo frío, y con su lengua recogía todo lo que había derramado y con sus labios bebía sobre su cuerpo E: Ummm que rico... M: Mmmm E: Abre la boca mi amor Maca abrió la boca divertida esperando lo que pensaba hacer Esther, que con sumo cuidado derramó el champaña dentro de la boca abierta de Maca e inmediatamente la besó para beber de su boca el preciado líquido E: Ummm jamás me supo tan bien el champaña M: Jajajaj... estás loca E: Sí... por ti... Volvió a derramarlo sobre el cuerpo de Maca, por su cuello, deslizándolo por su hueco central hasta alcanzar su pecho e inmediatamente lo recogía con sus labios en un

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movimiento muy sensual. Un poco alrededor de sus pezones donde la dulzura de su piel se mezclaba con las burbujas de la bebida, bajó por su canalillo a lo largo de su abdomen hasta llegar a su ombligo, recogiendo con su lengua el líquido que se contenía dentro, bajó al fin hasta su vulva y derramó un poco más del liquido helado, provocando un gemido en Maca M: Aghhhhh Esther levantó un poco la mirada y la vio con los ojos cerrados y ese característico gesto de ella con los labios entreabiertos y la punta de su lengua sobre su labio superior. Se colocó entre sus piernas separándolas con delicadeza, derramó más líquido en su vulva y dejó la botella nuevamente en el hielo, acercó su boca hasta sus labios lamiéndolos con gusto, a pesar del frío del líquido la encontró muy caliente, lamió y chupó su clítoris, mientras con sus dedos pulgares separaba los labios y mordía suavemente su clítoris M: Aghhhhhhh... (suspiraba cada vez más asfixiada) E: Me encantas... Lamía y chupaba introduciendo su lengua dentro del sexo de Maca, la colocaba lo más puntiaguda que podía y la penetraba con su lengua, Maca se estremecía y retorcía, estaba al borde de la locura. Esther seguía concentrada en ese manjar que tanto había extrañado, lo chupaba lo lamía, volvía a penetrarla lo más profundamente que su lengua le permitía, mientras la penetraba, sus dedos pulgares apretaban su clítoris con movimientos circulares que casi hacían gritar de desesperación a Maca M: Aghhh Esther aghh... por favor... E: Espera mi amor Tomó un trozo de hielo y lo pasó suavemente por toda su vulva y nuevamente pasó su lengua saboreando cada rincón, observaba la cara de Maca y su respiración agitada. Tomó entre sus labios el trozo de hielo y fue subiendo acariciando el cuerpo de Maca con él, hizo el recorrido hasta llegar a la boca de Maca donde ella también atrapó el otro extremo del hielo, las dos lo chupaban al mismo tiempo, Esther lo soltó y atrapó la boca de Maca con ímpetu, cuando estuvo saciada de su aliento volvió a bajar a donde estaba anteriormente Con el dedo índice y pulgar de una mano separó los labios de la vulva de Maca y con la punta de su lengua lo acarició y luego la penetró con ella, pero ahora junto con su lengua introdujo también el dedo medio de su otra mano penetrándola profundamente. Maca gritó al sentirlo, disfrutando del placer que le estaba proporcionando su mujer. Entraba y salía mientras con sus labios chupaba su clítoris, hasta que al fin Maca saboreaba el éxtasis de un nuevo orgasmo largo e intenso Esther seguía dentro de ella y con la lengua le daba lametones por su sexo. Cuando al fin Maca volvió en si le tendió la mano para que subiera hasta su boca. Esther la miró enamorada y trepaba sobre su cuerpo dejando besos en cada trozo de piel de su amada, besos tiernos en su abdomen, se entretuvo un rato en sus pechos. Hasta que al fin llegó a su boca donde Maca la atrapó con desespero para besarla largo rato

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Esther se tumbó agotada a su lado, mientras Maca recostada boca arriba trataba de recuperar el aliento. Luego de unos segundos Esther se colocó de lado y comenzó a acariciar los brazos y el torso de Maca, sabía que le encantaba y a ella le encantaba mimarla para prolongar su felicidad M: Mmmm me encanta que me acaricies... E: Lo sé cariño... Así fueron quedándose dormidas extasiadas Una tenue luz se colaba en la habitación donde la pareja descansaba de esa agradable sensación de cansancio de haberse entregado tanto amor Sus almas y sus cuerpos habían vuelto a encontrarse y unido de tal forma, que había sido una experiencia casi mística para las dos Hacía menos de cuatro horas que se habían quedado dormidas, Maca dormía plácidamente abrazada al cuerpo de Esther Esther fue despertando poco a poco y al abrir los ojos descubrió el cuerpo de su mujer acurrucada entre sus brazos, su respiración era tranquila y pausada, añoraba su olor. Para ella era una bendición tenerla así después de todo lo que habían sufrido. Sentir su piel caliente pegada a su cuerpo era una sensación que había extrañado muchísimo Se sentía feliz de volver a sentir su corazón latir tan cerca del suyo, hasta podría decir que latían al unísono... el calor de su cuerpo... todo lo que habían compartido noche tras noche durante tanto tiempo y que por culpa de gente con mucha maldad en sus corazones casi lo pierden para siempre Daba gracias a Dios por haberla puesto en su camino, Jamás se había sentido tan conectada con alguien en toda su vida. Daba gracias a Dios por que todo se hubiera arreglado entre ellas y que Maca al fin pudiera desbloquear sus miedos... se prometió nunca más permitir que nada interfiriera en su felicidad... Se juró a sí misma no desconfiar nunca más del amor de su mujer... Se juró dedicar su vida a hacerla feliz De pronto se le erizó la piel al recordar todo lo que habían sufrido... lo que había sufrido Maca... lo que le habían hecho... lo indefensa y vulnerable que la había visto... lo mal que ella misma la había tratado. Se prometió protegerla y no permitir que volvieran a hacerle daño Maca y sus hijos eran su vida y lucharía hasta el fin de sus días por ellos. Le apartó con suavidad un mechón de pelo de la cara y la besó en la frente... Maca apenas se movió... la besó en la mejilla M: Mmmm (se movía mínimamente) Esther volvía a besarla esta vez en el lóbulo de la oreja, provocando una sonrisa en Maca

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M: Mmmm que rico tenerte así (se abrazaba con fuerza al cuerpo de su mujer) E: Me encanta que tú seas lo primero que vean mis ojos al despertar... (Acarició con suavidad la cara de Maca) Maca abrió poco a poco los ojos, elevó su cabeza y beso los labios de Esther M: ¡Te quiero! E: ¡Te adoro! M: Ufff tengo agujetas, me duelen hasta las pestañas (mientras se desperezaba su cuerpo le pasó factura de la noche vivida) E: Siiii estoy molida... es lo que tiene ponerse al día... jajajaja M: Habíamos perdido la practica... teníamos mucho tiempo a dos velas (reconoció con pesar) Las dos se miraron y rompieron en una carcajada M y E: Jajajajajaja M: Jajaja estamos locas E: Sí... pero de amor (sentenciaba y la besó con pasión) Se dieron un beso profundo, al separarse se miraron y notaron que al fin en ellos se reflejaba el gran amor que se tenían, ya no había sombras, ni dudas, solo amor... y deseo M: Te he extrañado mucho mi amor (le dijo suspirando) E: Ufff no sabes cuanto M: Cuanto... cuanto... dime... Maca la tomó por la cintura y en un solo movimiento la recostó de espaldas en la cama, se puso encima de ella y le dio varios besos cortos en los labios E: Mucho... mucho... mucho... M: ¿Sabes? E: ¿Qué? M: Que te quiero mucho... pero ahora lo que más quiero es comer algo, tengo un haaaaambre (se sobaba la barriga) E: Jajaja yo también, vamos a desayunar De un salto se bajaron de la cama y tomadas de la mano corrieron desnudas hasta la cocina E: Oye, ¿tus vecinos son muy cotillas? M: Esther... el vecino más cercano está a muchos metros de aquí E: Bueno... porque menudo gustazo se darían... jajaja M: Jajaja pues sí (la miró de arriba abajo con ojos provocadores) E: Jajaj quédate tranquila... vamos a comer Esther sacó de la nevera unos huevos para hacer revoltillo, mientras Maca preparaba el café y sacaba los panecillos, croissant, mermelada...

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Mientras se movían preparando todo en la cocina, reían, se tocaban, se besaban. Cuando estuvo todo listo lo colocaron en una bandeja y lo llevaron a la habitación. Se acomodaron en la cama y se dispusieron a desayunar E: Mmmm que rico... (dijo con la boca llena) M: Siiii estaba desfallecida del hambre jajaja (mientras tomaba café y mordía un croissant) E: Debemos recuperar fuerzas (le dijo provocativa) M: Jajaja no sé si mi cuerpo de para mucho, estoy deshecha (elevó sus cejas y se mordió el labio) E: Podrás ya verás... lo mejor para las agujetas es hacer más ejercicio y aun tenemos mucho fuego dentro... M: ¿Sí? ¿me deseas mucho? (la miró intensamente a los ojos) E: Sí... mucho mi vida... (la besó con pasión) M: Mmmm... que rico... (de pronto Maca se quedó en silencio y su sonrisa se convirtió en una mueca de tristeza) E: ¿Qué sucede cariño? Maca dejó las tazas en la bandeja M: Pasé mucho miedo cariño... pensé que todo había acabado... que jamás volveríamos a estar juntas... (una lágrima corrió por la mejilla de Maca) E: Cariño... no te pongas así... ya todo está bien... (tomaba entre sus manos la cara de Maca y limpiaba sus lágrimas con la punta de sus dedos pulgares) M: Caímos en una horrible trampa... E: Sí mi amor... pero gracias a Dios y nuestro amor ya todo pasó (besaba sus mejillas y la abrazaba) M: ¡No debemos permitir que vuelva a pasar Esther! E: No cariño... M: Nosotras mismas con nuestras dudas... permitimos que nos hicieran daño E: Sí... fui una tonta en creerle, me equivoqué en todo... M: No todo fue tu culpa... si yo hubiera sido sincera... E: Te hicieron mucho daño... yo no estuve a la altura de lo que necesitabas M: Debemos prometernos siempre ser sinceras... no volver a dudar de nosotras (la miraba a los ojos profundamente) E: Sí cariño, siendo sinceras siempre, nadie podrá hacernos daño M: Debemos prometernos que si alguna vez alguna de las dos tiene una duda sobre algo, no debe guardárselo debemos hablarlo inmediatamente (casi se desesperaba pidiéndoselo) E: Sí mi amor, nos diremos todo, debemos confiar plenamente la una en la otra M: Cariño... pudieron hacernos tanto daño porque nos guardamos mucho... yo debí decirte lo que pasó con esa chica inmediatamente E: Sí... y yo debí creerte a ti y no a ellos... fui tan torpe (se entristecía) M: Nosotras mismas creamos la duda E: Lo sé... te he decepcionado... he hecho tantas tonterías (reconoció con una triste sonrisa) M: Las dos hemos hecho muchas tonterías... cariño ninguna de las dos es perfecta, pero así nos queremos. Tú eres especial para mí, eres la única persona que ha logrado hacerme completamente feliz... con tus defectos y tus muchas virtudes... me haces sentir

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una persona mucho mejor... te quiero mi amor... te quiero como no he querido a nadie en mi vida (la besó en los labios con ternura) E: Maca (respondió a su beso y la abrazó con fuerza pero con mucha ternura) M: Debemos borrar de nuestros corazones todo lo que ha ocurrido Maca tomó las manos de Esther entre las suyas y las besó M: Quiero olvidar todo cariño, lo que pasó... lo que me hicieron, pero necesito que estés a mi lado, solo así podré hacerlo... quiero que sigamos adelante junto a nuestros hijos E: Sí cariño, juntas lo lograremos. Nuestra familia es hermosa y será nuestra base, fuerte, sólida. Quiero que seas feliz mi amor y lucharé para que lo seas a mi lado. No quiero que vuelvas a sufrir, no quiero que volvamos a sufrir por una mentira M: Sí cariño, no quiero que vuelva a ocurrir, debemos tenernos confianza para hablar siempre claro y de todo Las dos se miraron algo ruborizadas, por la sinceridad con la que habían hablado y las promesas que se habían hecho Se abrazaron y se besaron para sellar el pacto de amor que habían hecho. Así se quedaron abrazadas largo tiempo, sintiendo sus corazones, sus respiraciones. Cada una pensaba en lo que habían hablado, lo que habían sentido... E: Me encanta estar así... M: Y a mí E: Este lugar es maravillosos, tanta tranquilidad, el aroma a montaña Hablaban pausadamente mientras se acariciaban mutuamente M: Sí, desde pequeña ha sido mi sitio preferido. El próximo fin también lo tenemos libre, tenemos que venir con los niños y con Encarna E: Sí... además se lo prometimos a Paula (reconocía con una sonrisa) M: Le fascina y a Andrés le hará mucho bien respirar éste aire tan puro E: Sí y seguro le encantará la piscina como a su hermana M: Jajaja sí E: Adoro a mis hijos igual que tú... pero ¿sabes qué?... debemos comprometernos a venir al menos una vez al mes solas las dos M: ¿Sí? E: ¡Sí! disfrutar de nosotras sin que nos interrumpan... tener intimidad completa... (le picaba el ojo) M: Tienes razón... E: Siii y poder tener todos los orgasmos que queramos y gritar a voluntad (levantaba las cejas de forma picara) M: Jajaja ¡estás loca! (bromeaba) E: ¿Yo? M: Ven aquí... que te voy a hacer gritar de verdad Maca se giró de cara hacia ella y la tomó en brazos para colocarla sobre ella, se recostó sobre el respaldar de la cama y la sentó de frente sobre sus piernas M: Ven aquí...

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E: Jajaj ¿qué vas a hacer? M:... Te haré ver las estrellas mi amor E: Jajaja ¿sí? Esther adivinando lo que iba a pasar, se acomodó bien sobre sus piernas, muy pegada a su torso. Maca acercó su boca a los pechos de Esther y comenzó a besarlos, primero un pezón luego el otro. Mientras, Esther había puesto sus manos alrededor de su cuello y con una mano jugaba con la cabellera de Maca y con la otra acariciaba su espalda. Había flexionado un poco su espalada hacia atrás, para que Maca pudiera llegar fácilmente, sentía el aliento caliente sobre su pecho y luego subir poco a poco hasta su cuello. Maca con una mano le acariciaba un pecho mientras chupaba el otro, subía hasta su cuello lo besaba y lo chupaba. Con la punta de la lengua recorría el camino para regresar al pecho que tanto le fascinaba y con movimientos circulares en la aureola lo mojaba para luego con sus labios succionarlo con placer E: Mmmm... que rico... M: ¿Te gusta? E: Me encanta que mames de mi pecho... Maca seguía chupando los pezones de su mujer, a veces mordiéndolo sutilmente con la punta de los dientes. Mientras estaba concentrada en eso, con mucho cuidado metió entre las dos una mano hasta llegar al sexo de Esther, ésta al sentirlo se levantó un poco y Maca la penetró con el dedo medio E: Aghj Gritó al sentirlo, Maca comenzó a moverlo como podía y al sentirla tan mojada aprovechó para meterle el dedo índice también. Esther creyó volverse loca y se abrazó al cuello de Maca para poder moverse sobre ella E: Aghhhhh... Dios me vuelves loca Seguía moviéndose hacia arriba y hacia abajo, mientras Maca dejaba los dedos dentro de ella sintiendo los espasmos de su vagina, Esther estaba muy excitada cada vez necesitaba moverse más rápido, sentía que en cualquier momento iba a llegar a su máxima excitación M: No pares cariño... sigue... sigue... me encanta verte disfrutar... (sonreía y la miraba a la cara, le encantaba su expresión, sabía que la estaba volviendo loca) Esther la miró y la besó en la boca con tanta pasión que se podía escuchar el sonido de los labios mientras se succionaban, fue un beso largo e intenso, tanto que las dos se separaron al mismo tiempo para poder tomar aire M: ¡Dios! Maca tomó el aire que necesitaba y volvió a los pechos de Esther, los chupaba, mientras su mujer incrementaba el ritmo de su movimiento, Hasta que al fin sintió los espasmos dentro de la vagina de su mujer que se entregaba al placer de un intenso orgasmo

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E: Agjjjjjjjjjjjjjjjj Esther exhausta, con la respiración entrecortada, se quedó abrazada al cuello de su mujer, no podía ni quería moverse de allí. El cuerpo le temblaba, Maca aun no había quitado los dedos de adentro de ella. Esther al fin pudo soltar el cuello de Maca, se separó un poco la miró a los ojos y vio el fuego del amor en ellos, la beso suavemente y se recostó boca abajo a su lado E: Uffff fue increíble (le decía con una voz ronca) M: Sí A Maca al ver que su mujer había disfrutado en esa posición con los dedos dentro, recordó que ella siempre había estado con hombres antes de ella, se le ocurrió hacerle una pregunta M: Cariño E: Ujummm (le respondió con una débil voz y con los ojos cerrados) M: Desde que estamos juntas... alguna vez has extrañado... (dudo un momento) E: ¿Qué? M:... El miembro... E: ¿El qué? (abrió los ojos de golpe sin moverse) M: El miembro varonil... joder... el pene... (hacía un gesto con sus manos para que la entendiera) E: Pero que pregunta es ésa... ¿por qué me la haces ahora? Se movió y se puso de rodillas sobre la cama frente a Maca y la miraba directamente a los ojos con una sonrisa en la boca M: No me mires así... tampoco es una pregunta tan loca... tú solo habías estado con hombres... quizás extrañas... “eso” dentro de ti... (se ruborizaba) E: Jajajajajaja “eso” M: Ay no te burles de mí... yo siempre he estado con mujeres, siempre he sabido de mi condición sexual, pero tú... tú solo has estado con hombres y no sé si... E: ¿Nunca has estado con un hombre?... No me lo puedo creer M: Bueno solo algunas veces con el que fue mi novio... pero era muy joven y puedo decir que no lo extraño para nada E: Jajaja bueno M: Pero dime, ¿te hace falta? E: ¿Tener “eso” dentro de mí? (usaba en tono de burla el mismo calificativo usado por Maca) M: Aja... pero dime la verdad E: Maca el sexo es más que una penetración y tú mejor que nadie lo sabe, es la unión de dos cuerpos, de dos almas y eso es lo que tengo contigo, cuando nosotras hacemos el amor no solo lo hacen nuestros cuerpos lo hacen también nuestras almas. Puedo asegurarte que me has dado muchísimo más placer tú con tus caricias (la acariciaba suavemente con el torso de su mano)... con tus besos (la besaba en el cuello con ternura)... con tu suavidad (acariciaba la piel de Maca)... tu comprensión (le dio un corto beso en los labios)... Tú te tomas tu tiempo, te preocupas por hacerme sentir placer en cada momento. Los hombres son mas egoístas te acarician un poco y aunque aparenten que quieren hacerte sentir placer siempre se preocupan más por el placer que sienten

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ellos y cuando llega ese momento van directo al grano, te meten “eso” y ya, muy pocas veces se preocupan por producirte un orgasmo pleno, placentero M: Esther E: ¿Sabes? Muchas veces con las parejas masculinas he tenido que fingir un orgasmo M: ¿Sí? espero que nunca tengas que hacerlo conmigo E: Cariño puedo asegurarte que me has dado los mejores orgasmos de mi vida, nunca en mi vida había disfrutado tanto, con tanto amor. Además juro jamás haber tenido tantos orgasmos seguidos M: Ah ¿sí? ¿y los orgasmos que te produzco son placenteros, te gustan mucho? E: ¡Son los mejores mi amor! Tienes magia en tus dedos, en tu lengua (tomaba el dedo índice de su mano y se lo metía en la boca para chuparlo) M: ¿Sí? (se quedó embobada con la boca abierta mirando como jugaba con su dedo) E: Mmmm son los mejores M: Y si alguna vez utilizo uno de esos... ¿artilugios te gustaría? (se ponía roja de la pena) E: Jajaja ¿artilugio? (le daba mucha gracia ver a Maca así) M: Bueno uno de esos juguetes... un arnés... un consolador E: Tú los conoces, ¿lo has usado? (preguntaba con curiosidad) M: Que no tonta, pero tampoco vivo en el monte, sé que existen... (le daba un golpecito en el brazo) E: Au... no es necesario que te pongas violenta (comenzó a hacerle cosquillas) M: Cosquillas no... no... jajaja... Esther para... por favor... jajaja E: ¿Así que usarías un arnés? (se montó sobre ella y dejó de hacerle cosquillas) M: Usaría cualquier cosa para hacerte feliz E: Puedo asegurarte que no es necesario para que me hagas feliz, soy inmensamente feliz... M: Pero no te gustaría... así... así como para variar, para que sientas dentro de ti algo más... más grande E: Jajaj yo lo que creo es que tienes curiosidad M: Mmmm para serte sincera, un poco jajaja E: Jajaj lo sabía... aunque no es necesario... pero sí, para variar alguna vez no estaría mal jajajaja M: Jajaja ¿sí? pues en cualquier momento te sorprendo E: Jajaj estás loca Esther cambió las cosquillas por besos por todo su cuerpo, pero Maca en un momento de descuido le dio la vuelta poniéndose ella encima M:... Quiero ver si es verdad que te causo esos orgasmos tan buenos E: Ummmm puedes hacer conmigo lo que quieras M: ¿Lo que quiera? Ummmm tentador Maca se inclinó hacia un lado y en su mesita de noche tomó varios pañuelos grandes que tenía E: Jajaj... ¿vas a torturarme? M: Jajaja tonta... no es mala la idea pero lo dejamos para otro día...

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Tomó uno de los pañuelos y le amarró una muñeca a un lado de la cabecera de la cama, luego hizo lo mismo con otro. Luego le mostró el otro con una sonrisa picara y con él le vendó los ojos para que no viera Maca se acercó hasta su boca y la besó, Esther levantó la cabeza para darle otro pero ella se retiró E: Ummm ¿qué haces? M: Quiero que te concentres sólo en sentir E: Pero no puedo moverme M: Shhh estás a mi merced E: Jajaja que nervios (tenía una risa entre agradada y nerviosa) M: ¡Confía en mí! E: ¡Ciegamente! Soy toda tuya M: Mmmm ¡así me gusta!... sé buena chica Maca se sentó mejor sobre Esther y con la punta de sus dedos acariciaba muy despacio la piel de su cuerpo, no dejaba rincón sin acariciar, luego se inclinó y la acariciaba con la punta de la lengua, deteniéndose más tiempo en los lugares que más le gustaban, se entretuvo un rato alrededor de sus pezones, primero uno luego el otro, lo tomaba con la punta de sus dientes y lo jalaba solo un poco. Subió hasta el cuello de Esther y sabiendo que era un punto muy erógeno de su mujer, lo succionó y lo besó, provocando un escalofrío en ella, nuevamente hacía el recorrido hacia su pecho, que tomó entre sus manos y los chupaba E: Ma... ca (la llamaba extasiada) M: ¿Qué? E: No... pares (le rogó con voz de suplica) M: No pienso parar cariño (le dijo con una sonrisa de satisfacción que no pudo ver Esther) Bajó con su lengua por el torso, deteniéndose un rato alrededor de su ombligo, luego se detuvo y se separó un poco E: Maca (cada vez estaba más excitada) M: Shhhh Maca separó las piernas de Esther y se colocó entre ellas, comenzó a besarlas, de arriba abajo, desde afuera hasta adentro, cuando estaba en la cara interna del muslo de Esther llegaba frente a su vulva acercaba su boca abierta sin tocarla, para que Esther sintiera el calor de su aliento, tomó las piernas de su mujer y las dobló por la rodilla puso sus manos bajo las nalgas de Esther a fin de levantar un poco su cadera y comenzó nuevamente a besar las piernas de Esther, la derecha y la izquierda, sobre todo por la parte interna del muslo, pero cada vez que estaba cerca del sexo de su mujer se regresaba a la pierna, hasta el punto de desesperar a Esther. Cuando se detenía y no la tocaba aumentaba la expectativa, la venda le impedía saber donde estaba y lo que estaba haciendo aumentando así su deseo E: Maca... sigue (le pidió desesperada) M: Mmmm

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Maca volvió a acercarse a su sexo y lo lamió muy lentamente con su lengua, logrando que Esther gimiera E: Mmmm Seguía jugando con su lengua alrededor de su sexo, lo lamía y se iba, lo chupaba y volvía a retirarse, lamía nuevamente la parte interna de sus muslos subiendo hasta su sexo pero al llegar cerca seguía de largo volviendo a impacientar a Esther, su respiración cada vez era más intensa, Maca se acercó nuevamente con su boca y tomó entre sus labios el capuchón de su clítoris jalándolo y chupándolo con vehemencia, con sus manos había levantado más la cadera de Esther para empujarla hacia su boca. Se separó y aun no siendo necesario debido a la excitación de Esther, se mojo dos dedos y se los introdujo de golpe dentro de su vagina, sin violencia pero con contundencia, los metía y los sacaba E: Agggjjjjjjjj... ¡¡¡¡¡Dios!!!!! (gritó al sentirlos dentro) M: Mmmm E: Agg... Maca por favor... quiero tocarte M: Aun no mi vida... quiero que me sientas... concéntrate en lo que te estoy haciendo E: Siiiiiiiiiiiiiii... es... agg... maravilloso... estoy... voy... Cuando Maca notó que Esther estaba muy cerca del orgasmo y su propio deseo la estaba torturando, le desató las manos y le quitó la venda E: Maca... (la besó con furor)... no puedo más M: Ven... las dos juntas... Maca entrelazó sus piernas con las de Esther quedando sus sexos muy unidos, la humedad era una sola y la pasión se desató entre ellas, las dos se movían desesperadamente, levantaban sus caderas y frotaban sus sexos uno contra el otro. Hasta que al fin explotaron con segundos de diferencia en un orgasmo que no olvidarían en mucho tiempo, dejándolas exhaustas Al rato cuando ya sus respiraciones se calmaban, Maca se acostó a su lado y la abrazó. Así abrazadas sin moverse se quedaron dormidas El fin de semana tan maravilloso llegó a su término, se habían reencontrado, se regalaron amor a raudales, compartieron momentos muy íntimos. Deseaban quedarse para siempre ahí, disfrutando una de la otra, pero llegó el momento de volver a casa Hicieron el camino de vuelta a casa felices de lo que habían vivido y haciendo planes. Ansiosas por ver a sus hijos, llegaron y apenas entraron a la casa la niña las escuchó y salió corriendo de su habitación a su encuentro Paula: Buela... buela... llegaron... llegaron (saltaba de alegría) En: Jajaja si ya las veo Paula: Mamitas (se lanzó a los brazos de su madre y con un brazo logró alcanzar también a Maca, logrando así un abrazo entre las tres)

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M: Mi niña hermosa (la besaba con ternura) La niña preguntó por la piscina, si al fin la habían arreglado para ella poder ir, ella le contó lo que había hecho con su abuela. Entre Encarna y Esther prepararon la cena, mientras Maca compartía con Paula que la había acaparado completamente. Cenaron entre risas, Encarna estaba contenta de ver a las chicas tan radiantes y felices. Acostaron a los niños y Encarna decidió retirarse a su casa E: Pero mama, ya es tarde quédate En: Hija, tranquila. Tengo tres días fuera de mi casa y quiero echarle un ojo, además no hace falta que me quede M: Como quieras Encarna, pero te acompaño En: Maca no es necesario, sabes que está muy cerca M: Nada, no insista. ¡La acompaño y ya! E: Sí mama, nos quedamos más tranquilas En: Está bien vamos Las chicas agradecieron a Encarna el haberse quedado con los niños, se despidieron y Maca acompañó a su suegra, al poco rato estaba de regreso. Cuando llegó, Esther ya había acomodado todo lo de la cocina y había metido a lavar la ropa que se habían llevado a la Sierra M: Ya estoy aquí E: Mmmm que bien. Vamos a acostarnos M:... Sí... yo no doy más Abrazadas caminaban hacia la habitación E: Cariño, tu mañana entras de tarde ¿verdad? M: Sí y voy a aprovechar luego de dejar a la niña en la escuela, a buscar mis cosas E: Uff sí mi amor M: Sí, ya quiero cerrar ése capítulo de nuestras vidas y quedarme completamente aquí E: Sí, entrega ese apartamento M: Sí, las dos juntas nuevamente E: Los niños estarán felices M: ¿Solo los niños? E: Sí, los niños... porque yo, pobre de mí tendré que acostumbrarme nuevamente a tus ronquidos (se daba la vuelta y con una sonrisa se metía en el baño, dejando a Maca con cara de tonta) M: ¿Que yo qué?... ¡yo no ronco! (se fue detrás de su mujer, ahí entre risas y besos Maca hizo que se retractara de lo que había dicho, pero Esther con la excusa de que estaba muy cansada la había sacado del baño) Maca en la habitación, buscaba en el closet algo que ponerse para dormir. Cuando se dio la vuelta, Esther salía del baño rodeada de una mínima toalla y secándose el pelo M: Mmmm... (se acercó hasta ella y con los labios recogió unas gotas de agua que corrían por su cuello) que rico

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E: Mmmm... me encanta (había inclinado un poco la cabeza para que Maca pudiera seguir en su cuello con libertad, pero Maca en vez de seguir se alejó y se fue hacia el baño) M: Me voy a bañar (se fue con una sonrisa dejando a Esther ahí con los ojos cerrados y la cabeza de lado) E: Ehh... ¡mala! Esther se secó y se puso lo más sexy que tenía. Esta sería la primera noche en su cama después de todo lo que había pasado. Se acomodó con su espalda apoyada en el respaldar de la cama y hacía que leía un libro aparentemente indiferente, pero su cuerpo temblaba esperando a Maca. Al rato Maca salía del baño en las mismas condiciones, rodeada con la toalla provocando en Esther un estremecimiento, pero Esther en venganza por lo que había hecho Maca minutos antes, se mantuvo indiferente leyendo el libro sin moverse. Maca se dio cuenta y decidió jugar un poco con ella M: Está refrescando (dijo para llamar la atención de su mujer) Esther levantó los ojos un momento del libro y Maca aprovechó para hacer caer la toalla, mientras seguía secándose el pelo, quedando completamente desnuda frente a su mujer, provocando que abriera los ojos y la boca al mismo tiempo Pero Maca fingía y aparentaba tranquilidad, se movía frente a Esther muy despacio, levantó la toalla del piso, la llevó al baño, regresó y recogió su ropa, haciendo que Esther cada vez se excitara más viéndola desnuda sin poder tocarla M: Extrañaba esta habitación (seguía hablando mientras se movía) Esther estaba completamente muda, no prestaba atención a lo que decía Maca, solo la miraba, el pecho, el culo mientras se movía, el cuerpo desnudo de su mujer siempre la había vuelto loca y Maca era consciente de eso. Maca se movía sensualmente mientras hablaba y Esther la seguía embobada con la mirada. De pronto no pudo más y saltó para tomarla de la mano y empujarla sobre la cama acostándose sobre ella E: ¡Cállate ya! La besó en la boca con pasión, sus labios se retorcían, sus lenguas chocaban y se buscaban, hicieron el amor con locura, con furia, con pasión, hasta que agotadas se quedaron dormidas abrazadas Habían pasado dos semanas desde que estaban juntas nuevamente. Los niños, sobre todo Paula estaba feliz teniéndolas juntas a sus dos mamis, nuevamente todo iba retornando a la normalidad. Volvieron a la rutina del trabajo, los niños, la escuela de Paula, los paseos, los almuerzos... esa rutina hermosa de una familia llena de amor Lograron acomodar sus guardias y sus turnos a fin de poder entrar y salir juntas del hospital, al menos la mayoría de las veces y poder tener los mismos días libres para compartirlo con sus hijos. En las mañanas llevaban a Paula al colegio, mientras Encarna se quedaba con Andrés, habían decidido que aunque su abuela era la mejor y le

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encantaba cuidarlos, ya era mayor y dos niños daban mucho trabajo, así que contrataron una chica que la ayudara con los niños, mientras ellas estaban en el trabajo Estaban en el parque disfrutando con los niños de una tarde hermosa, Paula corría detrás de una pelota de goma jugando con Maca mientras Esther estaba con Andrés que dormía en el cochecito, ya que lo habían tenido un buen rato sobre una manta sentadito jugando M: Ajjjj... dios ya estoy mayor para estos juegos (llegaba Maca fatigada al lado de Esther) E: Jajaja no estás mayor nada... estás muy bien mi amor (le dijo mientras le acariciaba el muslo) lo que pasa que Paula tiene mucha energía M: Ufff sí (tomaba agua de un botellín que habían llevado) En eso llegaba corriendo hasta ellas Paula, tirando de la mano a Maca para que siguiera jugando con ella Paula: Mami ven a jugar... M: Cariño... ya voy... pero déjame descansar un poco sí Paula: Ya descansaste mucho (la jalaba) M: Mmmm, vamos a hacer una cosa, llévate a mamá y yo me quedo cuidando aquí a tu hermanito E: Ehhh Paula: Vamos mama (ya la jalaba para que se fuera a jugar con ella) E: Jajaja está bien vamos (se iba resignada a tener que sudar un buen rato jugando al ritmo de su hija) Al esconderse el sol decidió retirarse para su casa, bañaron a los niños, se bañaron ellas, mientras una lo hacía la otra preparaba algo de cenar y viceversa, cenaron y al fin los niños se quedaron dormidos. Les costó un poco hacer que Paula se durmiera, ésa tarde parecía que la energía que había gastado Paula en el parque en vez de cansarla le había cargado las pilas al máximo. Cuando al fin estaba todo en calma, ellas decidieron acostarse también. Estaban las dos recostadas en la cama mirando la TV. Maca con el mando en sus manos buscaba algo interesante sin éxito, mientras Esther de medio lado lo que hacía era mirarla a ella sin prestar atención a la TV M: ¿Por qué me miras tanto? (le preguntaba al sentir su mirada largo rato sin que le dijera nada) E: Me encanta mirarte M: Jaja ¿sí? (giraba la cara para mirarla a los ojos) E: ¿Estás cansada? M: Ufff la verdad bastante E: Jajaja los niños te sacan la chicha M: Estoy extenuada pero me encanta, me encanta jugar con mis hijos E: Y a ellos les encanta jugar contigo... más que conmigo ehhh M: Ummm ¿estás celosa cariño? (le preguntó con ternura, temiendo que fuera cierto) E: No para nada, me encanta que te adoren, que te quieran como lo que eres, su madre M: Sí, y yo soy feliz por eso E: Maca...

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M: Dime cariño (se colocó de medio lado de cara a ella para prestarle atención a lo que iba a decirle) E: ¿Nunca te has planteado tener hijos? M: Ehh... tenemos dos hijos cariño E: Sí, ya tenemos dos hijos (aclaró)... lo que quiero decir es ¿que si tú nunca antes, alguna vez te planteaste tener un hijo? M: La verdad, alguna vez sí, lo hice, pero no era algo que me quitara el sueño. ¿Por qué me lo preguntas? E: No lo sé, hoy... te encantan los niños. Con Paula y Andrés eres la mejor madre del mundo, una madraza. Pensé que seguramente alguna vez lo habrías deseado Maca se quedó pensativa, Esther tenía razón, sí se había planteado alguna vez tener un hijo. Pero siempre pensó que era algo muy importante y que necesitaba a su lado la persona ideal para que la acompañara en esa experiencia tan hermosa. Había estado con varias mujeres, pero ninguna había sido tan importante para ella como para compartir algo tan grande como la maternidad, con el tiempo lo había descartado. Con Esther era distinto pero ya tenían dos... E: ¿No te gustaría pasar por la experiencia del embarazo? ¿Tener dentro de ti un ser que depende tanto de ti? ¿Qué es parte de ti? a mí me encantaría tener entre mis brazos a una pequeña Maca, que se pareciera a ti, quererla, abrazarla, sentir en su piel tu piel (se emocionaba y mientras hablaba, sin darse cuenta había colocado sus brazos como si estuviera acunando un bebe) Maca la miraba embobada sin decir nada M: Ya tenemos dos cariño, ¿crees que podríamos con tres? E: Es mucho trabajo... pero ¿no te encantaría? ¿No te lo has planteado nunca? M: Sí... me lo había planteado. Tenía muchas ganas de tener un hijo, pero no había encontrado a la persona con quien quisiera tenerlo. Contigo si me encantaría tenerlo... pero ya tenemos a Paula y Andrés, pensé que no querrías... E: Cariño, me encantaría que tuviéramos un hijo (la beso) verte embarazada (beso y caricia en el vientre) complacer tus antojos (la besó en los labios con ternura) M: Yo no tendría antojos, tú los tuviste porque eres una glotona (aclaró divertida) E: Jajaja, ¡ya te veré, ya te veré! M: Pero Andrés aún es muy pequeño E: Está bien no te digo que te embaraces mañana, pero dime ¿quieres tener un hijo? M: Sí, ¡sí quiero! ¡Quiero tener un hijo contigo! E: Cariño (la besó con ternura) M: Pero ya tengo treinta y seis, si queremos un hijo debo darme prisa E: Podemos ir donde Cruz para que nos asesore en cuanto a lo de la inseminación y todo lo necesario M: Sí... y tendré que hacerme exámenes, porque una cosa es querer y otra es poder E: Podrás... pero ahora... nos dedicaremos a tener el camino listo y muy lubricado para cuando llegue el momento Esther se sentó a horcajadas sobre Maca y la besó con pasión, el cansancio del día en el parque se desvaneció en cuanto sus pieles se sintieron. Hicieron el amor pausadamente, con cariño ilusionadas con la posibilidad de un nuevo hijo, ésta vez planificado por las dos, fruto de su unión

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Dos semana después, llegaban al hospital temprano en la mañana, Teresa las miraba desde recepción, casi le parecía que venían discutiendo M: Buenos días Teresa (firmaba su entrada) E: Buenos días Tere T: Buenos días muchachas, que les pasa que vienen discutiendo E: Esta, que siempre me hace lo mismo M: Uffff, deja ya, después hablamos, me voy a trabajar (le dio un beso en los labios y se retiró) T: ¿Qué pasa? E: Jajaja Maca, que no hay forma que nos pongamos de acuerdo (mientras firmaba su entrada) T: ¿Con qué? E: Con la decoración para el cumpleaños de Andrés, ella y Paula quieren una cosa y yo otra T: Jajaja ¿para que discuten si sabes que al final siempre ganan ella y Paula? E: Umm tienes razón, mejor dejo que ellas decidan por los monos esos que ahora están de moda T: Jajaja ¿monos? E: Sí... no recuerdo ni como se llaman así que no me preguntes, pero las dos están empecinadas con eso T: Bueno, ya sabes cómo son E: Sí, por cierto recuerda, es el domingo, te espero con tu nieto T: Sí claro, ahí estaré Dos horas después Esther fue hasta el despacho de Maca, entró sin llamar porque le habían dicho que estaba sola, al entrar notó que Maca miraba algo en su laptop y la cerró al verla E: Hola mi amor, que haces M: Mmmm... revisando una historia... Esther se acercó hasta Maca y le dio un beso, separó la silla donde estaba sentada y se sentó sobre sus piernas y la seguía besando) E: No olvides que debemos pasar por el despacho de Cruz (beso) hoy estaban los resultados de tus exámenes (beso) M: Aja (correspondía a sus besos gustosa) E: ¿Qué hacías en la computadora? (la besaba) M: Ya te lo dije E: Mmmm (sin dejar de besarla, levantó la tapa de la laptop y de reojo miró lo que había)... ¡lo sabia! M: Esther... E: Es que yo no entiendo... ¿para que preguntan cuál es mi opinión cuando ya tú y Paula lo tienen decidido? (fingía estar molesta) M: Esther... pero es que tú de eso no sabes nada E: Ah ¿no? ¿Y tú sí? (se había cruzado de brazos)

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M: Pues... sí... Paula y yo estamos más al tanto de esas cosas... y sabemos que al niño le va a gustar E: ¿Unos monos? M: Cariño... pero míralos que tiernos son... (le mostraba las imágenes que tenía en su monitor) E: Mira, ¿sabes qué? hagan ustedes lo que quieran M: Ummm gracias (la tomaba por la barbilla y la besaba) tú quédate tranquilita y ya verás cómo le va a gustar E: Bueeeeno (le dio un último beso y se levantó de su regazo) ah y ya sabes a las dos en el consultorio de Cruz M: Que siiiiiiiiiiiii Puntualmente a las dos, llegaban a la consulta de su amiga, luego de ofrecerles un café se sentaron a ver los resultados C: Maca revisé todo, como ya te había adelantado con la exploración que te hice los resultados refuerzan mi diagnostico, todo está bien, en teoría nada te impide quedar embarazada E: Mi amor (la abrazó y besó emocionada) C: Cuando decidan realizar la inseminación, me lo avisan al menos dos meses antes y te mando un tratamiento para preparar todo y te pongo en contacto con la clínica E: Lo ves cariño, eso es lo importante. Ahora solo falta que te decidas Maca no decía nada, solo escuchaba lo que decía una y la otra. Se le quedó mirando a Esther M: Esther (llamaba su atención) E: Dime mi amor M: Quiero empezar el tratamiento ya E: ¿Ya? M: Sí, ya Esther se levantó nerviosa de la silla y empezó a caminar por el despacho E: ¿Ya?... ¿ya?... tenemos que... preparar todo... tienes que tomar vitaminas... cuidarte mucho... Cruz y Maca la miraban divertidas, Maca sabía que eso iba a pasar, al principio parecía muy segura pero llegado el momento iba a entrar en crisis M: Esther... E:... y tenemos que decorar el cuarto y decírselo a los niños y... M: ¡ESTHER! E: ¡¿Qué?! M: Cálmate (le solicitó) Esther se arrodilló al lado de Maca y la tomó de la mano besándola con ternura

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E: Es que... es que estoy muy feliz mi amor, pronto tendremos un hijo (beso) tuyo y mío (beso) me muero por verte embarazada M: Lo sé... pero aun debemos hacer el tratamiento y ver si funciona, así que es temprano para planes E: ¡Ahhhh no señorita! Le agradezco que deje el pesimismo de lado ¿ok? (le advertía apuntándole con el dedo índice) M: No es pesimismo, solo que no quiero hacerme ilusiones adelantadas C: Está bien, las dos tienen razón Intervino Cruz que hasta el momento había sido solo espectadora de esas dos mujeres y las dos la miraron para prestarle atención C: Maca, ya te dije que tanto en la evaluación que te hice y en los exámenes que acabamos de recibir, está todo perfecto, estás apta anatómica y biológicamente para ser madre. Por tu edad para ir sobre lo seguro vamos a darle un empujoncito a tus ovarios y aumentar tu fertilidad, voy a mandarte un tratamiento que vas a hacer al pie de la letra E: Jummmm, tranquila, aquí estoy yo para vigilarla (le daba unas palmaditas a Maca y volvía a sentarse en su silla) M: ¡Ahora si me fregué yo! (Maca torció la boca en una mueca muy graciosa) C: Te voy a recetar unas inyecciones... M: ¿¡QUE!?... no, eso no... lo siento, inyecciones no... me mandas pastillitas o lo que quieras... pero inyecciones ¡no! Maca se levantó de un salto de la silla y en un impulso trató de caminar hacia la puerta. Esther la tomó del brazo y reía. Cruz se quedó a cuadros al ver a ésa mujer a la que siempre había visto segura y fuerte ante las adversidades, estuviera haciendo un berrinche por miedo a las inyecciones E: Jajaja C: ¡No me lo puedo creer! E: Jaja Cruz, ¿acaso no recuerdas que aquí la señora valentía le tiene miedo a las inyecciones? Para eso es más niña que sus pacientes M: Yo solo mando inyecciones a los niños cuando no hay otra forma y... C: Maca, ven acá siéntate, no seas tonta. También en este caso no hay otra, tiene que ser inyectado. Maca no seas cobarde son solo cuatro M: ¡¡¿CUATRO?!! E: Vamos cariño... que te las pongo yo y verás como no te duele C: Eso, que te las ponga con mucho cariño... y que te sobe bien... (hacía mofa de ella) E: Eso, ¡porque ese culito es mío y esas nalguitas no las toca ni ve nadie más! (le daba un pico a Maca que se había quedado con la boca abierta viendo como esas dos se burlaban de ella) M: ¡Van a dejar el cachondeo las dos!... Cruz por favor (le imploraba) C: Jaja lo siento Maca, de verdad no hay otra forma (apretaba los labios para no reír) M: Uffff C: Bueno, ahora en serio, empezarás con la medicación cuando estés a punto de iniciar tu ciclo menstrual, ¿cuándo tuviste tu última regla? M: La semana pasada C: Bueno entonces empezarás con el tratamiento en dos semanas. Luego te haré un eco para ver cuando estás ovulando y ahí te vas a la clínica para que te hagan la inseminación

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E: ¿Debemos hacer cita en la clínica? C: Sí, toma ésta tarjeta aquí tienes los datos y los de la doctora con la que se van a poner en contacto, para lo de la escogencia del donador y todo eso, en cuanto a lo de la inseminación yo me pongo en contacto con ella para darle los datos de cómo vas evolucionando M: ¿Es muy engorroso eso de la inseminación? C: Para nada, el procedimiento dura alrededor de una hora. Lo importante es que para el momento de tu ovulación ya tengas todo planificado, escogido el donante... ¿van a utilizar el banco de semen o un donante conocido? M: No habíamos hablado de eso (miró a Esther que también negó con la cabeza) prefiero el plan antiguo, mejor el banco de semen y utilizar un donante anónimo E: Sí, estoy de acuerdo C: Bien pues en la clínica tienen una lista de donde pueden escoger M: Bien, bueno pues manos a la obra (se levantó de la silla dispuesta a irse) C: Oye Maca M: Sí (volvió a sentarse) C: Hay algo que debes tomar en cuenta, estos tratamientos son muy seguros y efectivos, pero con todo y eso el porcentaje de quedar embarazada en una inseminación artificial es de alrededor de un treinta por ciento... M: ¿Tan poco? C:... Escucha, tú eres una mujer sana y es muy probable que te embaraces en la primera inseminación, como que no y tengas que hacerte el procedimiento nuevamente, te lo digo para que no te desanimes en caso de que no quedes en el primero M: No te preocupes, lo entiendo. Pero ojalá quede en el primer intento E: Sí, bueno vámonos Tomó de la mano a Maca, se despidieron de Cruz y salieron. A Esther le sorprendió la seriedad con la que salió Maca del consultorio por eso se detuvo frente a ella para preguntarle E: Cariño, ¿qué te pasa? ¿te has arrepentido? M: ¡No claro que no! E: ¿Y por qué tienes esa cara? M: Ummm (puso los ojos en blanco pero no respondió) E:... ¿Las inyecciones?... (Maca asintió) Jajaja no lo puedo creer, vamos tontita. Paula es más valiente que tú eh M: Si lo sé Llegaron a casa. Habían decidido no decirle a nadie sobre el tratamiento hasta no tener resultados, no querían que se ilusionaran hasta no estar seguras. Cenaron todas juntas, mientras Paula contaba todo lo que había hecho durante el día. Entre todas siguieron con los planes del cumpleaños del niño. Esther se encargaría de todo lo relativo a los aperitivos y Maca con la niña se encargarían de la decoración, a Esther le encantaba que las dos se la llevaran tan bien y se entusiasmaran tanto cuando hacían algo juntas Dos semanas después Maca debía empezar su tratamiento. Ese día había quedado de acuerdo con Esther en que en la noche apenas llegaran a casa le pondría la primera inyección, detalle que no le gustaba nada a Maca

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Estaban en el cafetín del hospital junto a Cruz y conversaban sobre un caso de una joven embarazada, cuando Cruz preguntó a Maca C: Maca, ¿has empezado con la medicación? M: Ummm no, mañana E: ¡Maca! ¡mañana no! Ésta noche te pongo la primera M: Ufff C: Tiene razón, no seas niña, tiene que ser al empezar el ciclo y ya estás a punto M: ¿Ustedes están al tanto de todos los efectos secundarios? Yo me he leído el prospecto eh... dolor de senos... (enumeraba) E: No me pongas excusas, ¡esta noche te pongo la inyección! M:... Depresión... cambios de humor... (Seguía) E: Ayyy pobrecita mía... M: Claro como no eres la que se tiene que poner el tratamiento E: No pero soy la que te tiene que aguantar, ¡pobre de mí! C: ¡Están muy graciosas las dos ehhh!, es más Esther ¿puedo estar presente cuando le pongas la inyección? Debe ser divertidísimo jajajaja E: Jajaja pues no, eso lo disfruto yo solita Unos días después Maca caminaba por el pasillo leyendo una historia, cuando se cruza con Esther sin siquiera verla E: Cariño... (la toma por el brazo) M: Ohhh... lo siento, estaba distraída (iba distraída y no había notado a Esther) E: ¿Qué te pasa? M: Uff... me encuentro mal... tengo nauseas... estoy mareada E: Uyy, ¿te habrá caído algo mal? (la rodeaba con el brazo por su cintura) M: Es el tratamiento, me ha sentado fatal... pero bueno ya pasará E: Ven, vamos para que te recuestes un ratico M: Sí mejor E: Pero como sigas así, te vas a casa M: No puedo cariño, tengo varios pacientes Llegaron al despacho y Maca se recostó en el sofá, necesitó cerrar los ojos, todo le daba vueltas, mientras, Esther le preparó un vaso con agua y azúcar E: Toma cariño... (se sentó a un lado de Maca en el sofá y la acariciaba) M:... El tratamiento es una mierda... (se quejó) E: Cariño, no me gusta verte así (reconocía apenada)... no sé si... M: Eyyyy (la interrumpió) no estés pensando lo que no es. Acepto que el tratamiento es una mierda, que las inyecciones son un trauma para mí. Pero deseo embarazarme, tener un hijo, darle un hermanito a los niños, me siento completamente feliz y segura del paso que estamos dando... y si el precio es pasar por esto lo haré Esther emocionada le dio un beso en los labios E: Te imaginas... una Maca pequeñita corriendo por la casa... con tus ojos... tu carácter... fuerte y decidido... y... M:... Y ¿borde?, vamos dilo, sé que aún lo piensas (la animaba con gracia)

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E: Sí... aun hay momentos en que eres un poco borde... pero me encanta que lo seas (beso) M: ¿De verdad te gusta? E: Mmmm... mucho (varios besos)... eres la mejor persona que he conocido... te quiero... te quiero cada día más (le dio otro beso) M: Mi amor (se besaron) Unos días después, justo en la fecha que debía estar ovulando, fueron al consultorio de Cruz para que le hiciera la ecografía C: Pues... sí, estás ovulando Maca Le da una toalla de papel para que se limpie. Maca y Esther se miran con ternura y emocionadas se dan un abrazo E: Cariño... llegó el momento (ríe nerviosa) M: Y ahora que hacemos (le pregunta nerviosa a Cruz) C: Deberías ir a la clínica ahora mismo, para que te hagan la inseminación E: Sí... sí... vamos (ayudaba a Maca a bajar de la camilla) C: Tranquila, ahora llamo a la clínica y aviso que vas para allá M: Claro... claro vamos a la clínica (repetía nerviosa) C: Mientras llamo, ustedes vayan a cambiarse y se van yendo M: Sí... sí claro Las dos se cambiaron, notificaron que se ausentarían y se fueron a la clínica. Le realizaron el procedimiento a Maca en presencia de Esther mientras la tomaba de la mano, la acariciaba su cabello, se miraban emocionadas y hablaban en susurros mientras la Doctora le introducía el semen, fue un procedimiento muy rápido y poco invasivo. Cogidas de la mano, salieron de allí ilusionadas. Se fueron directamente para la casa para que Maca se recostara. Se dedicaron el resto de la tarde a regalarse mimos. A soñar despiertas, en imaginarse cómo sería Maca embarazada, Esther bromeó sobre sus antojos, pero prometió cumplírselos todos Estaban ilusionadas, no hacían más que hablar del posible embarazo, que si sería niña que si sería niño, pero tenían que tener paciencia, debían esperar Los días pasaban, normalmente. Trataban de hacer su rutina de siempre y esperar que pasaran los días necesarios para saber si el procedimiento había tenido éxito. Muchas veces habían tenido que morderse la lengua para no contarle a Encarna y Paula, pero ya habían decidido primero estar seguras para contarlo. Esther estaba casi paranoica cuidando de que Maca no trabajara más de la cuenta, de que se cuidara Dos semanas después de la inseminación, Maca en su despacho sintió un dolor en el vientre. Fue al baño al estar ahí con gran desilusión se dio cuenta que le había bajado la regla, sabía que eso podía ocurrir, Cruz se lo había avisado pero ya se había hecho ilusiones de que en esa primera vez quedaría embarazada de su hijo. Le dieron muchas ganas de llorar, no pudo contenerse. Luego de haber estado un rato desahogándose, salió en busca de Esther, la encontró en farmacia, estaba organizando los medicamentos,

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entro y cerró la puerta tras de sí. Esther al verla, la saludó con una sonrisa, gesto que cambió al ver la expresión de tristeza de su mujer E: ¿Qué te pasa cariño? ¿Te sientes mal? (se acercó preocupada) Maca se abrazó a ella con mucha necesidad y se echó a llorar en sus brazos, no quería hacerlo, pero no pudo evitarlo. Preocupando más a Esther E: Cariño, no llores... que pasa dime (se separó un poco para mirarla a los ojos) M:... Me acaba de bajar la regla... (le decía con tristeza) E:... ¿Qué? M: No funcionó... estoy reglando... yo... no estoy embarazada... E: Cariño... (la abrazó lo más fuerte que pudo, para darle animo) mi amor... M: No sirvió de nada... (decía entre sollozos y gemidos) E: Cariño, lo siento... pero no te pongas así... M: Es que no puedo evitarlo... ya nos habíamos ilusionado y... E: Cariño tranquila no llores así,... sabíamos que podía pasar... Cruz nos lo había advertido. Lo intentaremos otra vez... M: No lo sé... no sé si podría pasar por todo otra vez tan pronto E: Cariño... (no se atrevía a decirle nada, era testigo de que Maca lo había pasado muy mal con el tratamiento) M: El tratamiento me sentó muy mal y ver que no sirvió para nada... es decepcionante E: Lo sé cariño, lo siento mucho... vamos no llores más (se apartó un poco y con ternura le limpiaba sus lágrimas) M: Esther, quiero tener un hijo... pero... E: Lo sé mi amor, pero ya habrá tiempo... ahora debes descansar M: Sí... eso haremos, lo intentaremos nuevamente pero esperaremos E: Sí mi amor, ya verás que seguramente la próxima vez no te sentará tan mal el tratamiento M: Ojalá E: Mira, vamos a hacer una cosa, pedimos permiso y nos vamos las dos a dar un paseo, caminar, tomar un poco de aire, ¿sí? (sabía que debían ir a notificárselo a Cruz pero se dio cuenta que Maca no estaba bien) M: Cariño, no te molestes pero no tengo ganas, prefiero irme a casa. Además no es necesario que dejes tu trabajo, yo me voy y te espero en casa. ¿Sí? E: Pero... M: Esther... de verdad... quiero solo recostarme... tú quédate aquí (en realidad lo que quería era estar sola un rato) E: Está bien... pero avísame en cuanto llegues M: Sí, no te preocupes E: Cariño, trataré de ir lo más temprano posible Esther la acompañó hasta la puerta, se despidieron con un beso. Esther decidió ir a buscar a Cruz para contarle lo que había sucedido C: Lástima... pero es normal... E: Sí, pero es desilusionante C: Sí, ese es el método más sencillo y menos invasivo, pero tienen muy poco porcentaje de éxito, hay otros métodos que tienen un porcentaje mayor de éxito. Si quieren ir por lo

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seguro podemos realizar otro procedimiento, se puede lograr un embrión en un laboratorio y luego se le implantaría a Maca E: No lo sé, el tratamiento le sentó muy mal a Maca, y seguramente estos tienen tratamientos más fuertes C: Sí E: No... no quiero verla pasar por eso otra vez, pero de todos modos ella es la que debe decidir. Debemos hablarlo... pero es mejor que esperemos un poco, que Maca descanse un poco antes de volverlo a intentar C: Sí, los efectos son muy distintos en cada mujer. Esperen un tiempo, piensen cual método quieren, aunque yo les recomiendo el mismo, Maca es una mujer sana no es necesario que se someta a procedimientos más traumáticos y costosos sin necesidad Apenas dos horas después, entraba Esther a casa, no había terminado su turno, pidió permiso y se fue, no podía estar lejos de Maca, tenía que estar junto a ella. Todo estaba en silencio, entró en la habitación y allí estaba en la cama, recostada de medio lado, con los ojos cerrados, no la escuchó llegar. Esther se acercó despacio, en caso de que estuviera dormida no despertarla, cuando estaba muy cerca Maca abrió los ojos y se movió levemente E: Hola mi amor M: Mmmm, hola... ¿qué hora es? ¿Y los niños? E: Es temprano, luego los voy a buscar M: Está bien... (cerró los ojos nuevamente y volvió a la postura anterior) E: Cariño (se recostó a su lado, detrás de ella y la rodeo con sus brazos, acercando su pecho a la espalda de Maca, así se quedaron en silencio un buen rato, sin decirse nada. Maca se aferró al abrazo de su mujer y una lágrima cayó por su mejilla, de la que Esther no se percató, hasta que largo rato después Maca rompió el silencio) M: ¿Y si no puedo quedar embarazada? E: Cariño, sí podrás... ya oíste lo que dijo Cruz... no tienes ningún problema M: Esther soy médico y he visto casos en los que hay parejas intentándolo durante años y a pesar de que no hay problemas aparentes en ninguno de los dos, no logran embarazarse E: Cariño Cruz me dijo que hay varios métodos, el que utilizamos es el más sencillo... M: ¿Hablaste con Cruz? E: Sí, subí a comentarle lo que había pasado M: ¿Y que te dijo? E: Eso, que éste método es el más sencillo pero a la vez es el que menos éxito tiene, que en caso de ser necesario podemos utilizar métodos más avanzados M: Mmmm E: Pero que ella aún no lo ve necesario, que deberías probar otra vez con éste método y ya después se verá M: Esther Maca se dio la vuelta para quedar las dos de frente y mirarla a los ojos M: De verdad quiero embarazarme, quiero tener un hijo, pero te aseguro que no pienso estar años intentándolo E: Cariño pero tú siempre...

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M: Esther, siempre quise tener hijos y ya los tengo, Paula y Andrés son mis hijos. Está bien, no voy a negarte que como mujer me gustaría vivir la experiencia de tenerlo dentro de mí, pero si no es posible no voy a obsesionarme como hacen algunos. Adoro a nuestros hijos y los disfruto igual como si los hubiera parido y no pienso perderme ni un minuto de su crianza por estar obsesionada con la idea de embarazarme yo E:... Mi amor... (A Esther se le habían aguado los ojos al oírla hablar así, aunque ella ya lo sabía era muy lindo escucharla decirlo) eres una mujer maravillosa (le dio un beso suave en los labios) Estuvieron un rato más así abrazadas, luego se levantaron comieron algo y las dos fueron a buscar a los niños a casa de Encarna Y así lo hicieron, lo hablaron con Cruz y decidieron volver a intentarlo en tres meses, Maca necesitaba descansar de los efectos secundarios del tratamiento pero no podía dejar pasar mucho tiempo. Vivieron su rutina con normalidad, se dedicaron a trabajar, a los niños e hicieron a un lado todo lo sucedido. Ya había pasado unas semanas y todo volvía a la normalidad. Estaban tomándose un descanso en la sala de médicos y conversando con Cruz y Claudia que había llegado de uno de los tantos congresos de neurocirugía a los que estaba asistiendo C: Es que aquí la doctora se nos va a hacer famosa y todo (la provocaba) Claudia: Bueno, es que saben que hay especialidades que cambian y se actualizan muy rápido y si no se está al día te quedas atrás M: Eso es verdad, la neurología es una de las especialidades en la que más están avanzando las investigaciones de nuevos métodos de diagnostico y quirúrgicos Claudia: Sí, no se imaginan los adelantos que hay. Y me encanta porque eso aumenta las esperanzas de los que sufren algún revés C: Y a mí me dijo un pajarito que en uno de esos viajes te acompañó un médico del samur muy alto él... Claudia: Este hospital está lleno de cotillas (se asombraba Claudia) M: ¿Y aún lo dudabas? Claudia: No para nada C: Entonces cuenta... (la incitaba Cruz para que contara) Claudia: Está bien... sí, Raúl me acompañó una que otra vez (aceptaba al fin) M: ¡¿Qué?! Mala amiga... y ¿por qué no cuentas nada? Claudia: ¡Maca! No te quejes, que no hay forma de dar contigo... desde cuando no nos hemos sentado a hablar ¿eh? M: Bueno... (reconocía con algo de vergüenza y tristeza, habían sido las mejores amigas y tenían meses que no cruzaban más de dos palabras) Claudia: Yo ando ocupadísima con los simposios, tú que andas todos los días de luna de miel aquí con su señora... (le guiñaba un ojo a Esther) en qué momento te iba a contar E: Bueno acepto la parte de la culpa que me corresponde (miraba a Maca) M: Sí... hemos estado un poco ocupadas últimamente... C: Bueno... ésta que está aquí se va a trabajar, nos vemos luego... cuídense muchachas Claudia: Te acompaño, que creo que aquí las tortolitas se quieren quedar solas un rato (miraba a Maca y le guiñaba un ojo) E: Tonta (le daba un golpecito en el brazo cuando pasó a su lado)

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Se quedaron solas en la sala y Esther aprovechó para acercarse más a Maca y darle un beso que deseaba darle hacía rato, ya que se habían quedado solas M: Ummm que rico (se relamía los labios) me encantan tus besos E: Jajaj y a mí me encantan los tuyos Esther acercaba nuevamente los labios pero sin besarla, esperando que Maca tomara la iniciativa, Maca sin dilatarse se lanzó con ímpetu a los labios de su mujer, sorprendiendo a Esther que no esperaba en ese momento esa pasión. Quedándose con los ojos cerrados y la boca abierta cuando Maca se separó M: ¡Eso es un beso! (decía orgullosa) E:... ¡Joder! M: Jajaja... hablando de eso... éste fin de semana lo tenemos las dos libres E: Ajá M: ¿Que te parece, si le decimos a los niños que se queden con la abuela y nos vamos a “arreglar la piscina” en la sierra? E: Jajaja pobre Paula, un día de éstos se va a dar cuenta y a ver qué excusas le inventamos M: Jajaja buscaremos otra, hasta que sea más grande y entienda que las mamis a veces quieren estar solitas (se acercaba a Esther y le daba un beso en el cuello) E: Siiiiii M: Además te tengo un regalito... (le decía con mientras se mordía el labio inferior con picardía) E: ¿Un regalito? Dime que es M: No... no... no... es una sorpresa (se levantaba para salir de ahí) E: Maca... dime (salía detrás de ella) M: Es una sorpresa y las sorpresas no se dicen... se disfrutan (la besaba fugazmente antes de abrir la puerta para salir) E: Uff que agonía, esperar hasta el fin de semana M: Pero lo que vas a disfrutar compensará la espera (le decía en el oído, dejando a Esther con mas curiosidad) E: Jajaja que se te habrá ocurrido Llegaban a urgencias y se separaban para cada una ir a ver un paciente, estaba en boxes continuos y de vez en cuando sus miradas se encontraban, regalándose una sonrisa Finalmente el fin de semana había llegado, les hacía falta el descanso, alejarse un poco de la rutina. Tal como había vaticinado Esther, ya Paula no se estaba creyendo la excusa de la piscina, e hizo un pequeño berrinche para que la llevaran, al final lo entendió y se quedó tranquila, de todos modos el fin de semana anterior ya habían estado juntos en la sierra y le prometieron que el próximo que irían la llevarían, pero ésta vez tenían que ir las mamis solas Cargaron con todo lo que querían llevarse, que no era mucho ya que como iban muy seguido estaba la casa acondicionada para recibirlas. Esther descubrió a Maca cuando metía en su bolso un paquete envuelto que le llamó la atención, pero a pesar de haber casi amenazado a la pediatra para que se lo enseñara no lo logró. Al fin el sábado en la mañana llegaron a la casa, dejaron todo y como hacía un sol estupendo decidieron

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primero meterse un rato en la piscina y tomar un poco de sol. Corrieron a ponerse los trajes de baño y salieron con sus toallas que colocaron sobre sus tumbonas mientras ellas se metían en la piscina, tenía una temperatura sumamente agradable. Chapotearon un rato hasta que se trasladaron a un lado donde estaba habilitado el jacuzzi y ahí se sentaron en uno de los bordes E: Ummm que sensación tan rica (decía extasiada con los ojos cerrados disfrutando de los chorros) M: Uff sí... y cuanta falta que nos hacía (disfrutaba también del relax que le provocaba) Luego de estar así un rato Esther abrió los ojos y vio a Maca muy relajada a su lado, no pudo contener la tentación, deseaba tocarla, se acercó despacio y la besó en los labios, Maca no se movió, con una sonrisa recibió y correspondió al beso y se dejó hacer E: Eres mi sirena del mar... (la besaba en la boca) maravillosa (beso en el cuello) hermosa (beso en la punta de la nariz) M: ¿Sirena del mar? (sonreía) E: No te muevas... no hables... quédate así Maca obedeció y se sometió gustosa Esther la besó nuevamente en los labios primero un roce suave, luego mordisqueaba su labio y lo saboreaba, le encantaba el labio carnosos de su mujer, se adentró en su boca y jugaba con su lengua, mientras poco a poco su mano recorría su cuerpo, acariciaba el vientre desnudo de su mujer y metía la mano por dentro del bikini llegando fácilmente a su sexo que ya se había humedecido y la esperaba ansiosa E: Ummm que mojada estás A pesar de estar dentro del agua, reconocía perfectamente esa humedad maravillosa de su mujer, acariciaba sus pliegues E: Que calentita ummm M: Siii (seguía recostada cada vez más excitada disfrutando de lo que hacía su mujer) sigue... sigue E: Sabes... me encanta como te queda éste bikini... pero ahora... va fuera (en un movimiento se lo quitó y lo puso sobre el borde) Volvía a sus labios y la besaba profundamente mientras con su mano acariciaba el sexo de su mujer, se separó un instante y se sumergió un poco dentro para llegar con su boca al sexo de Maca que al sentirla lanzó un gemido, el contraste de su lengua caliente en su sexo con el agua fresca de la piscina era sumamente agradable M: Ummmm Maca levantó su cadera y con las manos empujaba la cabeza de Esther contra su sexo M: Agjjjjjjjjjjjjjj

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Con su lengua jugaba con el clítoris, lo chupaba y lo lamía, con sus manos levantó más la cadera de Maca y poder seguir chupando, para ella poder quedar con la cara fuera del agua y poder respirar, luego subió nuevamente hasta su boca y la besó apasionadamente. Mientras la besaba bajó su mano hasta su sexo y aprovechando la gran humedad por la excitación le introdujo fácilmente dos dedos, con la otra mano soltó el nudo del sostén del bikini, dejándola completamente desnuda. Chupó sus pezones con ansia, chupaba uno y pasaba al otro mientras seguía moviendo sus dedos dentro de su mujer que había tenido que sostenerse del borde del asiento, estaba disfrutando como loca, Esther iba aumentando la intensidad de las embestidas de su mano, cada vez con más fuerza y más rápidas. Maca para sostenerse, se había abrazado al cuello de Esther M: Esther... Esther... E: Dime mi amor... que quieres M: Voy a llegar... voy a... mmmm (se mordía el labio ahogando un gemido) E: Grita mi amor... grita quiero oírte... M: ¡Dios!... aggjjjjj (gritó al fin) Se quedaron un rato más en la piscina, extasiadas, regalándose cariños y mimos, luego aprovechando lo que quedaba de sol se tumbaron para broncearse un poco Entraron a la casa a prepararse algo de comer y entre juegos y arrumacos comieron. Sin recoger se fueron a descansar, las horas que se echaron en la piscina y al sol las había relajado de tal forma que lo único que les provocaba era dormir un rato, se acostaron en la cama y a los pocos minutos las dos dormían plácidamente Maca fue la primera en despertar, había dormido dos horas que le fueron suficientes, sin despertar a Esther salió y recogió todo lo que habían dejado en la cocina, luego se metió a bañar. Esther aun dormía profundamente y decidió ir a dar una vuelta por el jardín. Al rato Esther abrió los ojos y se encontró sola en la cama, salió a buscar a Maca y se la encontró sentada en la terraza con un café en la mano. Se acercó y antes de sentarse junto a ella le dio un beso en la cabeza E: Hola... que haces aquí tan solita M: Ummm... pensaba E: ¿Sí? y que pensabas, si se puede saber... M: En ti... en los niños... en lo que ha cambiado mi vida desde que estoy contigo (acarició la mano de Esther que esta había apoyado sobre la mesa) E: Sí... ¿y te gusta el cambio? M: Me encanta... soy feliz... al fin tengo la familia que había deseado tanto tener... E: Mi amor (se acercó y la besó en la boca) M: Oye... vamos a caminar un rato, muy cerca de aquí hay una cascada, creo que en todo el tiempo que tenemos viniendo no te la he enseñado... E: ¡Pues no!... vamos Salieron a caminar, y a Esther le pareció maravilloso, era cierto en el tiempo que tenían yendo a la casa de la sierra, casi siempre se habían limitado a disfrutar solo de sus instalaciones y no habían salido por los alrededores, llegaron a la cascada y Esther se quedó con la boca abierta por la belleza y la frescura del lugar

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E: Esto es hermoso mi amor (se abrazaba a la cintura de Maca) M: Es bellísimo E: ¿Por qué no habíamos venido antes? M: Pues, no lo sé... creo que lo había olvidado, siempre se nos hace tan corto el tiempo E: Tenemos que traer a los niños M: Sí... Maca acercaba a Esther hasta un árbol que había a un lado y se sentaron en su regazo mientras miraban el lago E: Esto es tan... tan tranquilo... relajante M: Sí... cuando estudiaba pasaba horas aquí, me traía los libros, un termo de café y aquí me instalaba a estudiar E: ¿Aquí también trajiste a tus conquistas? M: Ummm... (miró a Esther y sonrió) pues sí... no voy a mentirte E: Jummmm... la de cosas que debes haber hecho en esta soledad M: ¡Esther! no te empieces a comer la cabeza... E: No me como la cabeza... solo... M: Ven aquí anda (le dio un tierno beso) no te enfades E: Si no me enfado cariño... solo que sabes cómo soy... y me entran los celos solo de imaginar que alguna vez otras manos tocaron éste cuerpo (con las dos manos la acariciaba) M: Ufff esos celos tuyos... mi amor... ahora tú eres la única y lo serás por el resto de mis días... (le dio un pequeño mordisco en su labio inferior para luego seguir besándola) E: Ummm que rico se está aquí... M: Sí... ¿sabes? Aquí pasé muchas horas... además de estudiar... cada vez que necesitaba estar sola corría para acá Maca se recostó apoyando la cabeza sobre las piernas de Esther que le acariciaba el cabello mientras ella hablaba E: ¿Es tu refugio? M: Sí... aquí tomé algunas decisiones... unas muy difíciles... aquí decidí el momento de decirle a mis padres que era lesbiana y que no podía casarme con el hombre que ellos deseaban... aquí... Cerró los ojos un segundo y Esther vio como le caía una lágrima E: Maca... cariño... M: Aquí... aquí tomé una de las decisiones más difíciles de mi vida... hubo algo que no te conté... porque lo escondí muy dentro de mi corazón... pero estos días... estuve pensando mucho en eso... Maca se incorporó y se colocó frente a Esther, las dos sentadas frente a frente M: Mientras estuve de novia con Ernesto, tuve relaciones alguna que otra vez... en realidad siempre le daba largas porque no era... bueno ya sabes... (hHizo una mueca de desagrado)... yo quedé embarazada E: Maca...

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M: Éramos muy jóvenes... yo muy inexperta... y alguna vez no tomamos previsiones... quedé embarazada... pero no podía tenerlo... yo estaba empezando mi carrera... era lo que más soñaba... ser médico... deseaba ser madre, pero tener un hijo en ese momento no estaba en mis planes... y... me fui a hacer un aborto... (otra lágrima cayó por su mejilla) E: Maca... (le limpió la mejilla con su dedo) M:... Fue terrible... estaba muy segura de la decisión que había tomado... pero una vez que sucedió todo... me sentí muy mal... muy mal... E: Cariño es normal... eras muy joven... ¿tus padres no lo supieron? M: No... nunca lo supo nadie... solo mi abuela y Ernesto... me vine para acá, mi abuela me cuidó... era una mujer con una mentalidad muy abierta para su edad... más que mis padres... ella fue la primera que se dio cuenta que a mí me gustaban las mujeres... fue la que me aconsejó que suspendiera todo lo de la boda... cuando fui a hacerme el aborto, le pedí a Ernesto que me trajera directamente para acá y ella me acogió, no me reprendió... solo me apoyó y me cuidó... E: Me hubiera encantado conocerla... M: Seguramente le hubieras encantado... Se quedaron unos minutos calladas mirándose, hasta que Maca rompió el silencio M: Estos días me estuve acordando mucho de ése embarazo... del aborto... Esther, ¿y si ahora no puedo quedar embarazada por culpa de eso? E: Cariño, no digas eso, no tienes que sentirte culpable. Eres médico sabes que a veces un aborto mal realizado trae malas consecuencias pero en tu caso no fue así... ¿verdad? (la miró a los ojos) M: No... E: Cruz te revisó y no vio nada de malo en ti, ni en los exámenes... quítate eso de la cabeza, ya verás que no habrá problemas... pero debes relajarte... nada funciona bajo presión Maca volvió a recostarse sobre las piernas de Esther y esta se recostó contra el árbol, se quedaron pensativas, Maca cerró los ojos, Esther la acariciaba. Pronto Esther vio como la respiración de Maca se relajaba, se había quedado dormida, la miraba, era tan hermosa, la amaba tanto. Así estuvieron hasta que Esther sintió que estaba refrescando mucho y que ya la noche estaba cayendo, movió suavemente a Maca para que despertara E: Cariño (le acariciaba la nariz y se la besaba) vamos dormilona despierta M: Mmmm... bésame (le pedía aun con los ojos cerrados) E: Jaja... sus deseos son órdenes... (la besaba en la boca) M: Mmmm... que rico... E: Sí pero vamos, se está haciendo de noche y está refrescando... M: Eres una friolenta E: Sí pero vamos... levanta... (la impulsaba para que se levantara y así lo hizo) uy no siento las piernas M: ¿Estás insinuando que peso? E: No... para nada... jajaja... pero tienes rato usándome de almohada eh... (se quejaba pero con una sonrisa) M: Vamos no te quejes, que ahora te hago unos masajitos (le decía moviendo sus cejas de arriba abajo con picardía)

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E: Jajaja ¿sí? M: Ujummm (asentía mientras ya caminaban hacia la casa) E: ¿Te has dado cuenta que estamos insaciables? M: Sí... y me encanta... me encanta tenerte entre mis brazos a cada rato... tenerte entre mis piernas... bucear entre tus piernas... ummm que rico (exhalaba un suspiro con profundidad) E: Jajaja... vamos camina... gamberra M: Mmmm... ya te dieron ganas de correr a la casa ¿eh?... (le decía con travesura) E: Jajaja... siiiiiiiiiiiiiiiii corre (la jalaba de la mano corriendo hacia la casa, muertas de la risa) Llegaron a la casa aun riendo y jugando entre ellas, había oscurecido considerablemente, ya era tarde, decidieron preparar algo de cena, el lago les había abierto el apetito. Maca sirvió una copa de vino para cada una mientras sacaban de la nevera lo que necesitarían para preparar una pasta al horno E: Mmmm éste vino esta delicioso, ¿es nuevo, no recuerdo haberlo probado? M: Nooop... es uno que acaba de salir al mercado... mmmm está delicioso (lo probaba también) E:... ¡Esto ya está! Lo dejamos en el horno y nosotras nos vamos a bañar M: Mmmm (se acercaba hasta ella y rodeaba su cintura) me parece un plan maravilloso E:... Siiii... (ladeaba la cabeza para que Maca se metiera en su cuello, cosa que hacía inmediatamente, las dos sabían que era su punto débil) M:... También tengo otro plan para ti (susurraba en su cuello mientras lo besaba) E: ¿Qué plan es ese? (se dejaba besar) M: Nos vamos a llevar esta botella de vino y nos metemos en la bañera llena de espuma rica (seguía besándola con adoración)... mmmm... de ahí nos vamos a la cama... y te doy mi sorpresita (se alejaba un poco para mirarla a la cara) E: ¿¡La sorpresa!?... miedo me está dando tu sorpresa (reía)...pero me encanta tu plan... M: Me encanta que te encante...vamos (la besaba de nuevo, tomaba la botella de vino, Esther las copas, y tomadas de la mano iban hasta el baño) Entre las dos se quitaban la ropa, primero Esther desabrochó uno a uno los botones de la camisa de Maca, mientras ella metía sus manos por dentro de la camiseta de Esther y se la quitaba, se besaban, no necesitaban mirar lo que hacían, sus manos viajaban solas por el cuerpo de la otra, se conocían a la perfección. Se separaban unos segundos para poder llegar al botón del pantalón, se lo quitaban y al fin se desprendían de todas las prendas de ropa que llevaban. Mientras hacían todo esto ya la bañera se había llenado, Maca tomaba la espuma y la echaba, se sentaba a un borde y con la mano batía, Esther la miraba con picardía y deseo M: Mmmm... está perfecta... ven (se levantaba y se metía en la bañera ella primero y extendía la mano invitando a Esther a que entrara) Al entrar se quedaron un segundo de pie, se abrazaron y besaron con suavidad, luego Maca se sentó pegando su espalda al borde de la bañera y Esther se coloco de espalda a ella entre sus piernas Tomó las copas que habían dejado en el suelo al lado de la bañera y le dio una a Esther, la rodeo con su brazo por la cintura y Esther se recostó contra Maca apoyando la cabeza

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en su pecho, disfrutaban del agua, de sus caricias, del vino, Maca dejó su copa en el suelo y se inclinó hacia adelante, Esther ladeó un poco su cabeza para unir sus bocas en un beso, saboreándose. Sus manos se acariciaban, Maca tomaba entre sus manos agua de la bañera y bañaba a Esther acariciándole el pecho y sus muslos, mientras ella acariciaba los muslos de Maca. Así estuvieron unos minutos acariciándose con suavidad, con calma, enjabonándose mutuamente con la espuma. La mano de Maca acariciaba el vientre de su mujer despacio llegando con la punta de sus dedos hasta su vulva, la acariciaba, encerraba entre sus dedos los labios mayores de la vulva de Esther, con su dedo medio hacia presión sobre la capucha de su clítoris, provocando un lánguido gemido de Esther E: Ahhhhh M: ¿Te gusta? (le susurraba en el oído con su voz suave y a la vez ronca por la excitación) E: Mmmm... sí... me gusta... todo lo que tú me haces... M: Sí... pero ten calma... aun falta algo... para disfrutar... E: Que misteriosa estás... dime ¿qué es? M: Ya lo sabrás... E: Me muero por saber que me tienes... (le decía con la voz tomada por el deseo) M: Ven...vamos a la cama Las dos salieron de la bañera y entre juegos, besos y caricias se secaron, no tenían prisa estaban disfrutando del momento. Dejaron las toallas quedando completamente desnudas, Maca abrazó a Esther y de un solo impulso la cargó, Esther la rodeó por la cintura con sus piernas E: Nos vamos a matar... (reía) M: Tonta... eres chiquitica no pesas... Caminaban hacia la cama, abrazadas, iban besándose en la boca con ansiedad, Maca la abrazaba por debajo de sus nalgas para poder sostenerla y cuando llegaron puso una rodilla sobre la cama y con cuidado dejó a Esther sobre ella, se colocó sobre ella y seguía besándola en la boca, con la punta de su lengua dibujaba el contorno de los labios de Esther. Se detuvo un instante y se levantó M: Quédate ahí sin moverte... ya vengo E: Mmmm... ven pronto Maca fue corriendo hasta su bolso y llegó con la cajita larga que Esther había visto anteriormente. Maca se sentó al lado de Esther E: Ummm... la sorpresa (con cara de niña) M: Cariño... no sé si será demasiado (hablaba mientras desenvolvía el paquete) es un juguete...p ara E: ¿Un juguete?...jajaja ¿que dices Maca? Maca terminaba de desenvolver y sacaba lo que había dentro, mirando con timidez la expresión de la cara de Esther que había abierto los ojos como platos y se había tapado la boca para esconder la gran sorpresa que se había llevado

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E: Es un... es un... (no le salió la palabra) M: Es un dildo... E: ¿Un dildo?... ¿eso es un arnés? M: Sí... cariño (la miraba temiendo su reacción) E: Mi amor... ya te dije que a mí no me hacía falta un pene... (le apretaba el cachete a Maca con ternura y le daba un beso fugaz mientras volvía su vista al “juguete”) M: Cariño lo sé... y esto no es para sustituir a un hombre ni un pene. Sé que esto entre nosotras no es necesario, nos amamos y disfrutamos sin necesidad de un pene de látex (le explicaba algo nerviosa temiendo que a Esther no le gustara la innovación) E: Y entonces (le preguntaba divertida) M: Es curiosidad... es solo un complemento erótico... mi amor... es... como una extensión de nuestro cuerpo... E: Mmmm... pero tiene dos... dos penes... ¿cómo se usa esto? ¿Tú sabes? (Esther daba vueltas al arnés entre sus manos examinándolo) M: Cariño es la primera vez en mi vida que voy a una tienda erótica... y la primera vez que lo uso... (se recostó al lado de Esther) E: Jajaja... ¿sí?... la próxima vamos juntas... (le hacía ojitos y le guiñaba un ojo) M: Siii... es increíble lo que hay... había de todos los tamaños y colores... vi éste y me llamó la atención... la chica me explicó que es para que las dos disfrutemos al mismo tiempo E: Ah... ¿sí?... eso te dijo... Se le acercaba insinuante con el arnés en la mano, se recostó sobre ella y la besó en la boca, un beso profundo... prácticamente le comía la boca, luego se alejó un poco E: Y quien se lo coloca... ¿tú o yo? M: Uffffff (el beso la había dejado sin aliento)... no lo sé... dime tú... E: Colócatelo tú... (le pasó el arnés con picardía en los ojos)... te ayudo... Entre risa y besos primero limpiaron muy bien el arnés con unas toallitas húmedas antibacteriales y luego ayudó a Maca a colocarse el arnés, ninguna de las dos había utilizado antes un juguete de ésos y tuvieron que ver las ilustraciones de la caja para colocarlo. Para ellas iba a ser un juguete nuevo con el que esa vez harían algo distinto Era un arnés diseñado especialmente para lesbianas, con dos penes, uno exterior de un tamaño un poco mayor que sería el que penetraría a Esther y el otro en la parte interior de un tamaño menor que sería el que al mismo tiempo penetraría a Maca por llevar colocado el arnés. Ya Maca con el arnés colocado pero sin haberse penetrado aun con el suyo, comenzó a acariciar a Esther, las dos se arrodillaron en la cama, una frente a la otra y se besaron apasionadamente, se acariciaban, sus lenguas se encontraban enloquecidas dentro de sus bocas. Maca recostó a Esther y le acariciaba los muslos en forma ascendente, muy suave, se acercaba con su boca y le daba besos por la parte interna de su muslo hasta llegar a su sexo y con su lengua lamerlo y chuparlo M: ¡Por Dios... como me gustas Esther! E: Mmmm... Maca... hummmm...

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Maca subió por el cuerpo de Esther y con necesidad buscaron sus bocas, un fuego salvaje recorría sus venas, se acariciaban mutuamente, Maca se acercó hasta el cuello de Esther y lo besó con sutileza mientras ésta le acariciaba su pecho, sintiendo los pezones duros de Maca, con un ligero movimiento hizo que Maca se separara un poco para llegar con su boca a sus pezones apoderándose de ellos con ansia, saboreándolos, mamándolos. Maca gimió con fuerza al sentir como su mujer mordisqueaba y chupaba con fuerza sus pezones M: Ahhhgggg... Esther... me vuelves loca La excitación de las dos era muy fuerte, Maca pasó su mano por el centro de su mujer y estaba muy mojada E:... Por favor... entra mi amor... quiero sentirte dentro... (su centro palpitaba pidiéndole más) M: Sí mi amor... Con mucho cuidado se colocó sobre ella y la penetró despacio con el pene exterior del arnés, Esther al sentirlo sintió una sacudida en todo su cuerpo y soltó un grito aferrándose con todas sus fuerzas a ella E: Ayyghhhhhh... Maca... M: ¿Te hice daño cariño? (se preocupó) E: No... no... sigue... sigue no te pares Mientras le decía esto, aprovechando el momento metió la mano dentro del arnés pasando sus dedos por el sexo de Maca, estaba tan mojada como ella, tomó el pene interno y con cuidado se lo introdujo a Maca. Quien también al sentirlo dentro de ella sintió una corriente en todo su cuerpo M: Diooooossss... Así las dos abrazadas, se movían al unísono, Esther empezó a moverse levantando un poco su cuerpo buscando mayor contacto y al mismo tiempo hacer que Maca sintiera el pene interno dentro de ella, sintiendo las dos la penetración, con cada embestida de Maca, las dos sentían un fuerte espasmo en sus cuerpos E: Mi amor... estás tan dentro de mí... M: Tú también estás dentro de mí... Las dos sudaban copiosamente, seguían moviendo sus caderas, casi les faltaba la respiración, sus gemidos eran cada vez más fuertes e intensos, se besaban con pasión. Las embestidas seguían una tras otra hasta que al fin ambas llegaron al mismo tiempo y una corriente eléctrica sacudía sus cuerpos E:... Agjjjjjjjj Maca... mi amor... M: Ahhhhhhh... Estheeeeeerrrr... Las dos se abandonaron extasiadas una en los brazos de la otra, luego de haber alcanzado el orgasmo. Se separaron un poco y Maca se quitó al fin el arnés

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M: Uffff Se recostaron de lado una frente a la otra, se miraban calladas, de pronto Esther estalló en una carcajada y Maca detrás de ella E: Brff jajajajajajajajaja M: Jajajajajaja Se retorcían de la risa en la cama y Esther se lanzó sobre Maca E: Estamos locas... jajaja M: Sí... pero te adoro... E: Y yo... te quiero... te quiero... (la besó repetidas veces) El lunes siguiente fueron con tiempo al hospital, Esther debía recibir a una nueva enfermera y Maca quiso acompañarla. Tendrían tiempo de desayunar juntas y luego aprovecharía para llenar algunas historias. Entraban sonrientes, cuando ya vieron a Teresa en el mostrador hablando y mostrándole unos papeles a una chica joven. Teresa levantó la mirada y las vio llegar, con la mano las llamaba para que se acercaran E: Buenos días Teresa (la saludaba con dos besos) T: Buenos días hijita... Respondió al saludo y se cortó cuando volteo a ver a Maca y la descubrió mirando las piernas de la joven, que llevaba una falda muy corta T:... ¿Qué?... tú no saludas... ¡Maca! (llamó su atención) M:... ¡Que! Esther justo en ese momento la miró y la descubrió en lo mismo, dirigiendo también ella sus ojos a donde los tenía la pediatra, la verdad la chica tenía unas piernas espectaculares que resaltaba y mostraba muy bien. Llevaba una falda muy corta para su gusto, no le parecía el atuendo indicado para su primer día de trabajo en un hospital, levantó la mirada y sin que nadie se diera cuenta, le dio un pellizco en el brazo a su mujer para que dejara de mirar a las piernas de la chica M: Auchhh (se quejó) E: ¿¡Qué!? (le preguntó con ironía, disimulando) M: Jummm... Nada... ¡me ha picado un mosquito! (respondía también con ironía y se sobaba donde la había pellizcado) T: ¡Jummm!... Esther ésta es Lucía la nueva enfermera que se integra hoy, debes... E: Sí... encantada Lucía (la saludaba con dos besos) Lucía: Encantada... tú... ehh disculpa... usted (se corregía ya que la había tuteado)... ¿es la jefa de enfermeras? E: Sí... Esther García y me puedes tutear sin problemas Lucía:... Gracias... (le sonreía)... es que eres tan joven, cuesta no tutearte (la piropeo de una forma muy amistosa)

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Maca que estaba por firmar, al escuchar el tono que utilizó la chica, se quedó con el bolígrafo en el aire. Las miraba, veía como las dos hablaban muy animadas, con mucha confianza y no le gustó nada la forma en que la nueva enfermera miraba a Esther M: ¡Esther! (llamó su atención)... yo me voy a trabajar... E: Ah y ella es la Doctora Macarena Fernández, pediatra Maca la miraba y agregaba M:... ¡Y también su mujer! (hacía hincapié en la palabra mujer)... encantada... (le extendía su mano y se daba la vuelta para irse) E: ¡Maca! (la llamó, se acercó a ella y apoyó sus manos en la cintura de su mujer)... ¿Qué pasa?... no te despides de mi M: Nada... que va a pasar... (le sonrió y le dio un beso en los labios, mirando de reojo a la chica que las miraba con atención) ¿nos vemos luego para un café? E: Claro mi amor (correspondía a su beso con otro) Se besaron bajo la atenta mirada de la nueva chica. Luego de despedirse, Esther regresó al mostrador y tras firmar E: Vamos Lucía, te muestro esto y te cambias para empezar con tu trabajo Esther le mostró las instalaciones y el sistema en urgencias. Por ser su primer día, debía trabajar junto a ella para mostrarle la forma de trabajar que tenían, por lo que estuvieron toda la mañana juntas, Maca se las había cruzado más de una vez. Esther se disculpó por no poder desayunar con ella, ya que debía estar en un caso con la chica nueva. Quedaron en que se verían en la cafetería a la hora de almuerzo para comer juntas Justo cuando Maca entraba en la cafetería buscándola, se encontraba con la visión de Esther y Lucía sentadas en la misma mesa hablando muy entretenidas, la chica miraba embobada a Esther, escuchándola con atención y le sonreía. Rápidamente se acercó hasta ellas M: ¿Puedo? Preguntó en un tono algo seco y se sentó lo más cerca de Esther que pudo, definitivamente no le gustaba la forma en que esa chica miraba a su mujer E: Cariño... te esperaba para comer (la besó en los labios en cuanto estuvo sentada a su lado) Lucía: ¡Bien yo me voy! Dra. (la saludo con un movimiento de cabeza, mientras se levantaba)... Esther, ¿te busco luego para que me enseñes farmacia? E: Está bien Lucía, pero descansa que tienes una hora (le decía a la nueva enfermera mientras la miraba como se iba. Al voltear se encontró con los ojos de Maca fijos en ella y los labios apretados) M: Ummmm... a mi me da que esta va de lista... E: Maca que dices... (no podía evitar sonreír al ver a Maca con ésa actitud) M: Que sí... que yo tengo olfato para eso...

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E: Cariño... a mi me parece una buena chica... a veces no hay que dejarse llevar por la primera impresión M:... Hummm y a mí me parece que a ti te ha caído muy bien... E:... Jajaja... pero ¿qué bicho te ha picado con la chica ésta? además te recuerdo que la que se quedó como boba mirándole las piernas ¡fuiste tú! M: ¿Qué? pero es que solo le faltaba el letrero de disponible, no ves como viene vestida al trabajo, ¡todos se las miraron! E:... ¿Qué te pasa cariño? (le acariciaba la cara con cariño) M: Que es una fresca... E: Maca ¿no me puedo creer que tú digas eso? M: Pues deberías llamarle la atención... E: ¡Maca! M: Ufff cariño es que... que la he descubierto varias veces mirándote con ojos de cordero... y esas sonrisitas... y esas confianzas... que te acaba de conocer joder y te debe respeto... E: Jajaja ayyy Maca... no me lo puedo creer... M:... Si la descubro mirándote otra vez así... le saco los ojos... te lo aviso... E: Jajajaja... ayyy Maca, no le hagas caso... además que importa donde tenga los ojos ella si lo importante es que los míos son solo para ti... (mientras le hablaba se acercaba y le daba un beso suave y largo en los labios) M: Mmmm... que rico... (se saboreaba los labios una vez que se había separado) E:... Yo soy solo tuya y esa chica a pesar de su aspecto, he visto que no tiene ninguna malicia M: Jummm... eso lo veré yo... de todos modos la voy a tener muy vigilada E: ¡Maca! Por favor quítate esas cosas de la cabeza... Sonriendo la enfermera le daba un beso en la frente mientras se paraba e iba por la comida para las dos. Las dos comían y habían hecho a un lado el tema de la nueva enfermera Así pasó un par de meses más, cada día se sentían más felices, su vida en familia, los niños, su intimidad, iba de maravilla Ese Viernes al salir del trabajo, pasaron a buscar a los niños y Encarna y se fueron de fin de semana a la sierra. Sábado en la mañana, estaban felices metidas en la piscina jugando con los niños que estaban contentos dentro de sus salvavidas. Encarna las miraba sentada con un libro entre las manos, también sonreía, al fin veía satisfecha, que todas las sombras que habían nublado la felicidad de esa familia parecían al fin haberse diseminado M: Que no Esther... que... glu glu... (tragaba agua porque Esther la había jalado y hundido bajo el agua) Paula: Mami... mami... (la llamaba mirando para todos lados, porque no la veía salir del fondo) M: Buuuuu (las asustaba saliéndoles de sorpresa por detrás) Paula: Ayyyy... mami... E: Ahhh... la madre que... (gritó por el susto que le acababa de dar su mujer) M: Shhhh no diga palabrotas señora que hay niños presentes... (le daba un fugaz beso en los labios para que se callara)... ajj para mi fue suficiente... me voy a salir...

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Paula: Mami... yo me quedo... M: Sí hasta que estés arrugadita como una viejita... (le acariciaba la mejilla a la niña) En: ¿Me llamaban? (gritaba bromeando Encarna al escuchar la palabra viejita) E: Jajaja... ¡mamá! M: Tú no estás viejita Encarna (la halagaba Maca que ya se acercaba con una toalla secándose) En: Jajaja bueeeno... M: ¿Te sirvo un té helado? (le preguntaba mientras ella se servía de una jarra que estaba sobre la mesa del jardín) En: Sí, hija ya que estás... sírveme uno... Qué bien se lo pasan los niños en la piscina M: Siiiiii... los niños y también la niña grande... ya veremos a cuál de los tres va a costar más sacar de ahí En: Pues sí... jajajaja Maca se acostaba en una de las tumbonas a tomar un poco de sol. Esther la miraba desde donde estaba, la vio caminar y recostarse con ese cuerpo espectacular y ese cabello largo mojado que caía sobre sus hombros Se había quedado embobada mirando a su mujer, dentro de la piscina junto a Paula y Andrés, cada uno dentro de un salvavidas, tenía al niño tomado de la mano, pero se había quedado embobada con la boca entre abierta mirando a Maca, le encantaba, cada día le gustaba más su mujer. Cada día estaba más enamorada de ella. Maca levantó sus ojos y sus miradas se encontraron y le regaló una sonrisa enamorada Paula: Mama... (Paula la llamaba pero ella solo tenía ojos para la diosa que estaba en la tumbona) Andrés: Ma... ma... (también el niño la llamaba) Paula: Mama... que quiero salir a hacer pipi... Encarna escuchó a la niña y al ver que Esther estaba en las nubes se acercó hasta la niña con una toalla, para sacarla En: Hija despierta... (le decía con una sonrisa, disfrutaba viendo el amor que se tenían las chicas) E:... Ah... hummm... ¡¿que mama?! En: Jaja completamente en la luna... Esther al ver que su madre se alejaba con la niña, ella aprovechó para sacar al niño y rodeado con una toalla se acercó hasta Maca, se sentó en la tumbona contigua, muy cerca a Maca de frente a ella M: ¿Por qué me mirabas así? (le preguntó con una voz sensual, conocía a su mujer y sabía lo que significaba esa mirada tonta) E:... Hummm... ¡me encantas! (se inclinaba, con una mano le acomodaba un mechón de pelo tras la oreja y le daba un beso en los labios) M: Hummmm... (se relamía los labios)... te recuerdo que no estamos solas (le dijo muy despacio) E: Lo sé... pero te comería entera en este preciso momento... (se mordía los labios con lujuria y recorría su cuerpo muy despacio con la mirada)

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M: Diosssss... mejor ve a darte una ducha fría... que en cualquier momento salen tu madre y la niña E: Uffff... sí, es lo mejor... pero ésta noche no te salvas... M: Jajaja... ¿es una amenaza? E: Siiiii... a toda regla... así que prepárate... no puedes andar por ahí mostrándome ese cuerpo que Dios te dio y salir ilesa... (le daba otro beso en los labios le dejaba al niño y se lanzaba de cabeza en la piscina, necesitaba refrescarse) M:... Jajajajaja... tu mama está loca (le decía al niño, abrazándolo)... ¡pero la adoro! Esa noche Esther cumplió su amenaza, le hizo el amor con locura, pero muy calladas, todos dormían pero las habitaciones eran contiguas y no querían escandalizar a su suegra M: Dioooooossss... ufff Esther... estabas que... E:... Uffff... ni te imaginas como me pones (la besaba aun encima de ella) M: Hummmm... estabas muy caliente mi amor... ¿me deseabas mucho? E: Sabes que siempre te deseo (bajaba con sus labios por su cuello)... que este cuerpo me vuelve loca... (subía otra vez a sus labios) deberían multarte por tener un cuerpo así M: Jajajaja (no pudo contener una carcajada) E: Shhhhhh Le tapaba la boca con la mano y Maca se la mordía E: Auchhhh... bruta... M: Ahhh muy valiente eh... ¿tienes miedo que tu mami te oiga? Jajaja E:... Acaso no merezco un poco de cariño luego de haberte hecho lo que te hice (levantaba las cejas varias veces) M: Jajaja... sí mi amor... ven acá (le dio la vuelta y se sentó a horcajadas sobre ella) pero ahora nos vamos a dormir, porque lo que tengo ganas de hacerte va a provocar tus gritos y no... no... no (chasqueaba la lengua y se bajaba) E: Eres mala (la miraba con los ojos entrecerrados)... deja... que ya verás cuando vengas a mi... suplicándote que te haga vibrar de pasión... (actuaba exagerando su postura) M: Jajaja... con mostrarte mi cuerpo... vendrás solita a mí... E: Ajj... que creída que eres... (se recostaba de medio lado en la cama dándole la espalada a Maca, fingiendo molestia) M: Jajaja... no mi amor estaba bromeando... ven (se pegaba a su espalada y se abrazaba a ella, Esther puso sus brazos sobre los de su mujer) E: Mmmm que rico... te quiero... M: Yo también mi amor (le besaba en el hombro) Así se quedaron abrazadas, sus respiraciones acompasadas M: Esther... amor... ¿estás dormida?.. E: Mmmm... (respondía con un hilo de voz, casi estaba dormida) M:... Me gustaría hacerme otra vez el tratamiento... intentarlo otra vez... Esther abrió los ojos de golpe y se giró su cabeza para mirar a Maca E: ¿Estás segura? M: Siii... quiero intentarlo... estoy lista...

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E: Mi amor (se dio la vuelta completamente y quedando una frente a la otra la besaba emocionada varias veces) E: Mi amor (se dio la vuelta completamente y quedando una frente a la otra la besaba emocionada varias veces) El lunes a primera hora, le contaron a Cruz sobre su decisión y quedaron en que pasarían por su despacho al terminar sus turnos Estaban las tres sentadas conversando, Cruz les explicaba lo que iban a hacer C: Maca, como ya le comenté a Esther, tú estás sana, no tienes ningún problema de fertilidad, pero es muy común que a la primera muchas mujeres no queden embarazadas. Esta vez haremos una inseminación intrauterina M: Ok C: Pero... siento decirte que tendremos que volver a hacer el tratamiento M: Ufff es lo que me temía... pero lo haré E: Cariño, no tiene porque volverte a caer tan mal (le acariciaba la mano) C: Debemos estimular al ovario, así tener más porcentaje de éxito, pero tranquila, cambiaremos los fármacos ya que vimos que el otro te cayó tan mal, ya verás que seguramente no será tan grave. El resto del procedimiento ya lo sabes M: Sí... perfectamente... C: Bueno pues nada más, aquí tienes la receta para las inyecciones (escribía la receta con una sonrisa disimulada) M: Ufffff E: Pobrecita mía M: Cruz... (llamaba su atención)... ¿qué pasa si tampoco ésta vez funciona? C: Maca, de verdad seguro va a funcionar, pero en caso de que no sea así, pues podemos recurrir a la fecundación in vitro, u otro método M: Hummm espero que funcione, porque ya lo dije no pienso obsesionarme y pasarme años en esto... E: Maca... C: Maca... verás que funciona, pero es muy importante que tú estés bien sicológicamente, no puedes estar con una actitud negativa, sabes cómo médico como influye eso en los tratamientos E: Cariño... Cruz tiene razón... quítate esas cosas de la cabeza, todo irá bien ya lo verás. No seas pesimista M: Lo siento Esther... pero es... no puedo evitarlo... quizás soy yo la que... ufff estoy nerviosa... E: No lo estés... ya escuchaste a Cruz... estás bien... y si esto no funciona haremos otro... Maca la miraba y fruncía los labios E: Ven vamos a la casa, nos relajamos, estamos con los niños un rato... ya verás cómo se te pasan esas ideas absurdas de la cabeza Maca se sometió al tratamiento, el nuevo medicamento le sentó mejor, tuvo sus efectos secundarios como era lo normal, pero fue menos pesado para ella. Cruz le realizó dos

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ecos para detectar exactamente cuando estaba ovulando y justo en el momento en que le pareció el mejor, fueron a la clínica a que le realizaran la inseminación. Cruz y la doctora de la clínica, les recomendaron llevar su vida normal. Sabrían si el tratamiento esta vez había dado resultado, aproximadamente a las tres semanas con un examen de sangre y un eco Maca estaba en la cafetería tomando un café con Claudia y Cruz, cuando se acercó una enfermera para avisar a Maca y Cruz la entrada de un niño accidentado. Las dos se levantaron para ir inmediatamente a atenderlo, cuando de pronto Maca notó que la cabeza le daba vueltas y debió sentarse nuevamente Claudia: Hey ¿qué te pasa? Cruz se dio la vuelta al notar que Maca se había quedado C: Que pasa... ¿estás bien Maca? (le preguntó preocupada) M:... Sí... sí... creo que me levanté muy rápido C: Maca... M: Tranquilas... estoy bien fue solo un mareo... ya se me pasa... ve tú, Cruz... C: Claudia quédate con ella... Claudia: Sí claro... ¿seguro estás bien? M: Sí... no te preocupes... ya te dije seguro me levanté muy rápido... Claudia: Qué raro, nunca te había pasado... mira ahí está llegando Esther E: Hoooola (se acercó a Maca y le dio un beso en los labios)... uy ¿qué te pasa cariño? ¿No tienes buena cara? (se sentó a su lado) Claudia: Acaba de marearse... casi se desmaya E: ¿Qué? M: Claudia no exageres... solo fue un pequeño mareo... E: Pero... porque... vamos a que te veo un médico... (la tomó de la mano) M: Otra... Esther... tranquila ¿sí? no es nada, ya estoy bien... y me voy a urgencias que me necesitan... (se levantó despacio para que no le volviera a suceder y se fue) Claudia: Ufff que humor tiene tu mujer últimamente ¡¿eh?! E: Hummmm... jajaja... no te preocupes... me voy... Esther se levantó y fue detrás de Maca, ya en urgencias esta se había puesto a atender al niño junto a Cruz E: ¿Me necesitan? M: Sí... ven... haz un poco de presión aquí A poco más de una hora, ya habían estabilizado al niño y se encontraba en recuperación. Las tres estaban lavándose las manos C: Maca ¿te sientes mejor?... ¿te has vuelto a marear? M: No, ya estoy bien E: Mi amor... deberías descansar un rato... y comer algo, esta mañana no has desayunado nada M: Uf Esther pero es que no me entra bocado C: Maca, yo creo que deberíamos hacerte un examen

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M:... Cruz pero aun es muy pronto, apenas hace dos semanas que... C: Siii, tiempo suficiente para un análisis de sangre... Esther hazle una extracción y lo subimos al laboratorio Mientras Cruz hablaba y les explicaba, Maca y Esther se habían quedado completamente mudas, solo se miraban una a otra, considerando la posibilidad de que esta vez Maca sí estuviera embarazada C: Vengo ahora E: Cariño... tú crees que... M: Cariño... por favor... aun no nos hagamos ilusiones... es posible que sean los efectos del tratamiento... E: No lo sé... yo tengo una sensación de que esta vez sí... M: Ojalá... ojalá esta vez sí... E: Ven aquí (la abrazó con cariño) C: Bien... aquí estoy... siento interrumpirlas pero ya informé en laboratorio y están esperando la muestra... E: Sí... ven cariño... vamos a hacerte la extracción... Se levantaron, Esther le hizo la extracción y la llevó a laboratorio. Le prometieron los resultados para el final de la tarde, ellas se fueron al cafetín para que Maca comiera algo, pero le fue imposible, tenía el estómago revuelto y sentía que si comía algo terminaría devolviéndolo todo. Maca decidió irse a su despacho mientras Esther iba a asistir en urgencias. Al final de la tarde Maca buscó a Esther pero aun estaba en quirófano, decidió subir por los resultados, cuando al fin los tuvo en sus manos bajó y avisó que le dijeran a Esther que fuera a su despacho en cuanto saliera de quirófano, no quería abrir el sobre si no estaban juntas Ahí estaba sentada en su silla con sus ojos clavados en él sobre que tenía entre sus dedos, le daba vueltas y vueltas esperando a que llegara Esther Al rato sintió que abrían la puerta y entraba Esther E: Cariño... aquí estoy... M: Ven... aquí lo tengo... E: ¿Qué dice?... lo has leído... M: Nop... E: Ufff... ¿no lo has abierto? M: Noooo... te estaba esperando Esther sonrió, le acarició la mejilla y se sentó sobre su regazo... E: Que nervios... ábrelo... M:... (miró el sobre y como si le quemara los dedos se lo pasó a Esther)... No, mejor tú... E: Jajaja... dame... Esther desdoblaba el sobre, mientras Maca la observaba. Esther al leer lo que decía miró a Maca y sin poder reaccionar una lágrima rodó por su mejilla

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M: ¿Qué?... ¿qué?... E: (aun muda, la abrazó y besó repetidas veces)... Vas a ser mamá... mi amor... estás embarazada... vamos a tener un hijo... Maca también se quedó muda y comenzó a llorar de alegría y de emoción al igual que Esther, se abrazaron nuevamente. Maca se separó suavemente y tomó el papel para leerlo ella también y ver con sus ojos, esa palabra que cambiaría sus vidas “positivo” lo leía una y otra vez M: Un bebe... voy a ser mamá... (repetía, aun no podía creerlo) E: Sí mi amor... M: Vamos a tener un hijo cariño... (la besaba en los labios) E: Sí mi amor (la miraba con devoción y acariciaba su cabello con ternura) M: Vámonos a casa... tenemos que decírselo a Paula... quiero verle la carita cuando sepa que va a tener otro hermanito E: O hermanita M: Siiiii... E: Maca pero antes vamos a decirle a Cruz... ella está esperando los resultados M: Sí vamos... Sin decir nada más, salieron del despacho tomadas de las manos, iban felices. Buscaron a Cruz y le dieron la hermosa noticia, Maca le pidió que aun no le dijera nada a Claudia que quería ser ella la que le diera la noticia a su amiga. Esther terminó su jornada y se fueron a casa, no veían la hora de decirles a los niños y Encarna que pronto habría otro miembro en la familia. Iban en el auto conversando e imaginando las reacciones, cuando de pronto Maca cambio completamente su sonrisa por un gesto de incertidumbre, que Esther notó y le preocupó E: ¿Qué te pasa cariño? ¿Qué tienes? M: Esther... no sé... ¿no crees que sea mejor esperar un poco para dar la noticia? E: ¿Esperar? M: Sí... apenas... no sé esperar un mes al menos, que me hagan el eco y... E: Maca... debemos ser optimistas, todo irá bien... ya lo verás... quita esas ideas de la cabeza M: Es que no es por pesimismo... es... E: Mira vamos a hacer una cosa, solo se lo decimos a los niños, mi madre, a Claudia y ya lo sabe Cruz, los demás no lo sabrán hasta que tú quieras decirlo... ¿sí? ¿te parece? M: Sí... así sí... Al llegar a casa, decidieron darse una ducha mientras esperaban que llegara Encarna con los niños. Les había avisado que estaba en casa de la vecina con la que había entablado una bonita amistad. Se dieron la ducha tranquilamente, se vistieron con algo cómodo para estar en casa y estaban en la cocina preparando algo suave para cenar Escucharon las voces de los niños y las llaves de Encarna abriendo la puerta. A Esther se le dibujo una gran sonrisa en el rostro. Casi quería salir corriendo y contarles la buena nueva a su madre y Paula, estaba muy ilusionada. Pero Maca la tomó del brazo antes de que corriera a recibir a los niños

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M: Esther... lo estuve pensando, mejor esperemos unas semanas para decirles (le decía mirándola a los ojos apenada por su inseguridad y miedos) E: Cariño... pero que te pasa, si ya habíamos quedado en contárselo M: Sí... pero estaba pensando que mejor no le digamos nada a Paula antes de que me hagan el eco y ver que todo está bien... por favor E: Otra vez con pesimismo... M: No cariño, no es pesimismo, sé que todo va a salir bien pero es una niña... es mi niña y no quiero que se ilusione y luego... pase algo y como le explico... E: Ufff eres todo un caso... nunca te había visto tan insegura eh... (le acarició la mejilla con ternura y le dio un beso suave en los labios, así las encontró Encarna que entraba en ese momento con Paula a la cocina) En: Pero ¿es qué van a estar siempre así?... ni cuenta se dan que hemos llegado Paula: Mami... mami... teno hambe (llegaba la niña corriendo y sobándose la barriga) M: ¿Mi niña tiene hambre? Ven acá dame un beso primero (la tomó en brazos y la llenaba de besos) Se sentaron a comer, mientras Esther servía la comida Maca miraba con mala cara lo que había sobre la mesa M: Ufff... Esther yo... mejor me voy a acostar... no... tengo mucha hambre... (tuvo que correr al baño, se le había revuelto el estómago de tal manera que pensó que iba a devolver en ese preciso momento si no corría al baño ) En: Esther... que le pasa... se siente mal (le preguntó Encarna preocupada) E: Sí... así parece... ¿mama puedes seguir con los niños? Voy a ver... Esther fue detrás de Maca, entró en la habitación y se acercó hasta el baño, pero la puerta estaba cerrada con cerrojo E: Cariño... abre la puerta (pedía delante de la puerta) Maca al fin abrió y Esther entró mientras Maca se lavaba la cara y se cepillaba los dientes Esther entró y se acercó hasta ella, pasándola la mano por su espalda, en realidad Maca tenía mala cara M: Uffff... creo que he devuelto hasta mi primera papilla E: Ufff pobre... lo siento mi amor... ¿te sientes mejor? M: Un poco E: Ven aquí cariño La abrazó y la acunaba con cariño, Maca metió su rostro en el cuello de Esther y ésta le acariciaba la espalda E: Vamos a la cama... recuéstate cariño... voy a traerte un te frío que ayuda mucho M: Ummm (llegaba hasta la cama, se recostaba y acurrucaba) Esther regresó con un vaso de té frío y se lo tendió, pero Maca solo tomó un sorbito y lo dejó sobre la mesita

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M: Uffff... espero que se me pase pronto... yo creo que es algo que me cayó mal E: Sí mi amor... seguramente influye también el tratamiento, ya verás como pronto estás mejor. Ahora recuéstate y descansa... M: Quédate conmigo (casi le suplicaba) E: Sí cariño Esther se recostó a su lado, se acercó a ella por la espalda, la abrazó y con ternura le acariciaba el cabello y la espalda, así poco a poco se quedó dormida Respetando la decisión de Maca, no le dijeron nada a la niña. Decidieron decírselo cuando regresaran de la Eco y que vieran que todo estaba bien. Dos semanas después llegó el momento de la esperada Eco Estaban sentadas en la sala de espera, frente a la consulta de la ginecóloga que le había recomendado Cruz. Al fin después de una larga espera les tocó su turno y entraron Ginecóloga: ¿Y qué tal te has sentido Macarena? M: No muy bien, ya no tengo tantos mareos, pero aun persisten unas nauseas en la mañana cuando me levanto Ginecóloga: Es normal, esos seguramente te duraran los primeros tres meses, pero con una alimentación adecuado podremos ir mitigándolo. ¿Me dijo Cruz, que la prueba te la hiciste hace casi tres semanas? M: Sí, la prueba de sangre y dio positivo Ginecóloga: Así es, vamos ahora a hacerte el Eco a ver si está todo bien, pasa, te quitas la ropa, te pones esta bata y te recuestas en la camilla Así lo hizo Maca y al estar lista la doctora se acercó y acercó el ecógrafo intravaginal, estaba observando la pantalla y Esther tenía tomada de la mano a maca Ginecóloga: Hummm... E: ¿Qué pasa doctora? (le pareció que la doctora se había quedado de pronto callada) M: ¿Qué pasa?... ¿no estoy embarazada? ¿Hay algún problema? (se temió Maca) Ginecóloga: No tranquila... todo está bien y está donde debe estar... estás muy embarazada... M: ¿Siii? (se alegraba y Esther le daba un beso en los labios)... ¿y está todo bien? E: Mi amor... ves que no había porque preocuparse Ginecóloga: Ehhh... ¿ustedes tienen más hijos? E: Sí... Dos... Ginecóloga: Pues espero que les guste las familias numerosas... M: ¿Por qué lo dice? Ginecóloga: Pues les informo que son dos fetos los que observo E: ¡¡¡DOS!!! Maca se había quedado muda mirando a Esther fijamente, estaba en shock Ginecóloga: Sí... ¿no les habían informado que con los tratamientos de fertilidad, los embarazos múltiples son comunes?

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Maca y Esther se habían quedado repentinamente mudas, solo se miraban pero no podían articular palabra alguna, la doctora al ser consciente de la gran sorpresa que les había causado la noticia, decidió dejarlas un rato solas para que reaccionaran y luego le daría las indicaciones Ginecóloga: Lo importante es que hasta ahora está todo bien, enhorabuena, las dejo unos instantes para que asimilen la noticia Maca permanecía acostada en la camilla y Esther parada junto a ella, aun estaban tomadas de las manos y se miraban, una mirada llena de amor, poco a poco se les habían llenado los ojos de lágrimas, pero eran lágrimas de emoción. Las dos eran conscientes de lo que se les venía encima, la gran responsabilidad que representaba tener cuatro niños en casa. Pero estaban seguras que juntas iban a poder con todo, estaban llenas de amor para dar a dos, tres, cuatro hijos y los esperarían con los brazos abiertos y los corazones llenos de amor para dar. Al fin Esther reaccionó y llamó a Maca E: Cariño.. Esther reaccionaba pero Maca aun permanecía callada y ahora mirando un punto fijo E: Maca... cariño... vas a ser mamá... Maca al escucharla giró su cabeza despacio y la miró a los ojos, cristalinos por la emoción, Esther la miraba temerosa, definitivamente Maca estaba en shock. Poco a poco vio como se le dibujaba una sonrisa en los labios y al fin los movía para hablar M: Dos... vamos a tener dos... no lo puedo creer E: Créelo cariño... aquí tienes a nuestros hijos (tocaba y besaba con cariño el vientre de su mujer M: Esther... dos... como vamos a hacer Esther... E: Tranquila cariño... echaremos para adelante... será hermoso ver la casa llena de niños M: Estás loca... E: Un poco... pero ¿acaso no habías soñado con una familia numerosa?... vamos a tener la familia numerosa más hermosa del mundo... (la abrazó y besó en la cabeza) M: Pero... ¿cómo vamos a cuidar a cuatro niños? E: Cariño ya está... vamos vístete, nos despedimos de la doctora nos vamos a casa, descansas y le contamos a Paula... me muero por contarle Maca como una autómata, se bajó de la camilla y se vistió. Saludaron a la doctora, le dio las indicaciones y se fueron rumbo a la casa En el camino, Esther al volante, de vez en cuando volteaba a mirar a Maca que aún permanecía aturdida, mirando hacia adelante, se notaba que iba pensando en lo que estaba pasando, tenía dibujada una sonrisa en la boca E: Cariño... M: ¿Hummm? E: ¿Estás bien?

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M:... Dos... Voy a tener dos hijos de una vez... ¡es que aún no me lo puedo creer! E: Jaja pues créelo cariño... M: Tenemos que comprar una casa más grande... A partir de ahí comenzó a hablar sin parar, parecía que al fin había asimilado la noticia M: Tenemos que buscar una niñera... para que nos ayude... ah y tenemos que pedirle a Encarna que se mude con nosotras... y tenemos que... E: Jajaja... sí... si está bien pero cálmate... (estiró el brazo y le acarició la cara con ternura) M: Dios... tendremos que hacer el amor todos los días... porque cuando nazcan los bebes no tendremos tiempo para nada... E: Jajaja tonta... Llegaron a casa y aun Maca hablaba de los planes y cambios que debían hacer. Del shock inicial en el que había quedado aturdida, el exceso de adrenalina por el nerviosismo y la tensión acumulada de pronto se convirtió en un chorro de palabras que salían por su boca sin cesar, no había forma de acallarla. Ya dentro del ascensor, Esther la apoyó contra la pared y la besó en la boca con pasión, un beso que duró todo el trayecto de la subida hasta el piso M: Immmmm (se saboreaba los labios) E: Que rico... vamos muévete... entra a la casa... (la empujaba) Ya en casa los niños como siempre las recibieron con alegría. Mientras Maca se bañaba, Esther puso la mesa, para sentarse todos a comer. Al llegar Maca, se sentaron alrededor de la mesa y como era costumbre entre risas y anécdotas contadas por Paula cenaron. Esther miraba a Maca, estaba feliz , al principio se había preocupado al ver la reacción con la noticia de que serían dos, en un momento Maca la miró también y así se quedaron unos segundos, Esther le hizo señas con los ojos animándola a que diera la noticia M:... Tenemos una noticia que darles (dijo para llamar la atención de todos) Paula: ¿Qué mami? ¿Nos vamos a la sierra? M: Aun no cariño, pero pronto... Encarna... Paula... Andresito... tenemos una novedad en la familia, pronto la familia aumentará y... E: Y como... (dijo con retintín) M: ¡Esther! (le llamó la atención)... yo... yo... E: Estamos embarazadas (saltó Esther... ya no podía más)... Maca va a tener bebe, vamos a ser mamas nuevamente Encarna y Paula se les quedaron mirando, la niña porque no entendía y Encarna porque al no saber de los planes y tratamiento le tomó por sorpresa la noticia En: Pero... ¿cómo?... ¿cuándo?... E: Maca se estuvo haciendo un tratamiento... pero ya te contaré después mamá No le pareció prudente contarle los detalles delante de la niña. Maca observaba la reacción de la niña, se levantó y se arrodilló al lado de la niña

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M: Cariño... vas a tener otro hermanito (decidió que por los momentos era mejor obviar el detalle de que eran dos) o hermanita... voy a tener un bebe Paula: ¿Y donde está...? ¿cuándo viene...? M: Está aquí cariño (le tomó la manita y se la colocó sobre su vientre) y pronto vendrá... tenemos que esperarlo algún tiempo... Paula: ¿Lo tienes en la badiga? ¿Como mama tenía a Andes? M:... Que inteligente es mi niña (la besó)... sí cariño como Andrés Se quedaron conversando un rato más. Se había hecho tarde y Esther se dispuso a acostar al niño. Paula, Maca y Encarna se quedaron un rato más en la mesa, ya que la niña con curiosidad bombardeo a Maca con preguntas sobre su hermanito o hermanita, que “cuanto faltaba para que llegara”, “donde estaba” que “donde lo iban a buscar”, y muchas preguntas típicas de una niña de su edad. Hasta que la venció el sueño y Maca se dispuso a acostarla, mientras Esther iba a la cocina a preparar un café para tomárselo a su regreso. Al rato Maca llegó y se unió a ellas en la cocina. Le explicaron a Encarna todos los detalles y hasta la noticia de que eran dos los que estaban por llegar ella siempre con su gran positivismo les dijo que no se preocuparan que al principio fuera difícil entre las tres lo lograrían. Con un beso se despidieron y se fueron a acostar Estaban en el baño, aseándose para ir a dormir. Maca acababa de bañarse y se estaba colocando la crema hidratante en todo su cuerpo, Esther se cepillaba los dientes y por el espejo vio como Maca apoyaba una pierna en el borde de la bañera para poder untarse la crema en su muslo, la miraba embelesada, le encantaba el cuerpo de su mujer, se enjuagó la boca y se dio la vuelta para verla mejor. Maca estaba concentrada y no se dio cuenta que Esther la miraba fijamente mientras lentamente se acercaba a ella M: Cariño te lo digo en serio, vamos a ponernos a buscar ya una casa más grande, mañana mismo llamo a una amiga que tiene una inmobiliaria para que nos ayude. Luego con mi barriga va a ser más difícil y quiero que ya tengamos todo listo Esther casi no la escuchaba, solo tenía ojos para el cuerpo de su mujer. La miraba con ojos de deseo, miraba como con su mano se untaba con suavidad Esther tomó un poco de crema entre sus manos y se colocó a la espalda de Maca, comenzó a colocársela con suavidad, empezó por su espalda, se la untaba suavemente con movimientos circulares hasta llegar al nacimiento de sus glúteos, ahí con las dos manos la acarició suavemente en todo el contorno de sus nalgas, ahí se entretuvo un rato M: Hummmm (Maca disfrutaba lo que le hacía, ya ella había dejado de colocarse la crema, dejando que Esther lo hiciera, Esther se quito la única prenda que tenía, que era la camiseta para dormir, y se pegó a la espalda de su mujer y bajó sus manos hasta los muslos de su mujer E: Hummmmm... como me encantas... (le beso una y otra vez, suavemente la nuca que estaba descubierta por tener el pelo recogido en una cola) M:... Esther... hummmm (se dejaba hacer gustosa) Esther pasó sus brazos y rodeo su cintura, se habían colocado frente al espejo y se miraban a través de él. Esther puso sus manos sobre el vientre de su mujer

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E: Estás preciosa... te verás preciosa con una barriguita (le decía mientras acariciaba su vientre) M: ¿Barriguita?... cariño... son dos... voy a ser un tonel... (también la miraba con una sonrisa a través del espejo) E: Ummm un tonel precioso (bajó nuevamente sus manos y volvió a sus muslos, haciéndolas resbalar hacia la parte interna del muslo, provocando un gemido de Maca) M: Ummmm... Maca cerró los ojos y apoyó su cabeza sobre el pecho de Esther, poco a poco Esther iba colando su mano por la parte interna del muslo llegando hasta su sexo, lo acariciaba suavemente, Maca se mordió el labio mientras Esther seguía en esa tortura de solo acariciarlo M:... Ummm... Esther... Esther con la otra mano rodeó uno de sus pechos, atrapando su pezón entre dos de sus dedos mientras le susurraba en el oído E: ¿recuerdas como me tenían las hormonas cuando yo estaba embarazada? M: Mmmm siiii... me encantaba... E: Sí... y te aprovechabas de ello jajaja... ¿y tú? M: Yo te deseo con locura... no sé si son las hormonas... pero te deseo a toda hora... vamos a la cama... Esther se estremeció al sentir los carnosos labios de Maca atrapar los suyos. Se besaban con pasión, sus corazones se aceleraban. Esther la tomó de la mano y plenas de deseo se dispusieron a ir hasta la cama. Maca se dejó tumbar por una Esther que la llenaba de caricias y besos. Se necesitaban frenéticamente, Esther se colocó a horcajadas sobre ella y notó como su cuerpo tembló cuando las manos de la enfermera aprisionaban sus pechos y acercaba su lengua a uno de sus pezones, no pudo evitar un gemido y arqueó su cuerpo para acercarlo más al de su mujer. Esther seguía besando y lamiendo el pecho de Maca mientras los masajeaba en forma circular, pasaba de un pezón al otro, Maca había cerrado los ojos mientras disfrutaba de la maestría de su lengua que jugueteaba con sus pechos, una vez que se llenó de ellos subió y se perdió en su boca, con suavidad introdujo su lengua en ella, húmeda, caliente, ambas lenguas se rozaban, jugaban, provocando gemidos en sus dueñas. Maca la tomó por la nuca para acercarla más a ella y no dejarla escapar, pero Esther no pensaba permanecer ahí, tenía otros planes, se separó de esos labios que le encantaban y fue bajando repartiendo besos en el camino M:... Esther... siiii Maca sabía perfectamente a donde se dirigía y su respiración se disparó, una mano de Esther se quedó acariciando su pecho provocando en ella una sensación maravillosa. Sus besos fueron aumentando en intensidad y bajaban por el vientre, se detuvo unos segundos en su ombligo y con la punta de su lengua lo delineaba con calma, Maca al sentirla volvió a arquearse, mientras jugaba con su ombligo levantó la mirada y vio a Maca con los ojos cerrados y la boca entreabierta, poco a poco bajó con su lengua hasta su vagina y con sus labios aprisionó el clítoris de su mujer y lo jaló M: Aghhhhhhhh (su excitación cada vez era más fuerte)

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E:... Mmmm... que calentita estás mi amor... Seguía chupando y mamando su botón rosado, lo mordisqueaba con delirio, lo saboreaba, mientras Maca casi deliraba gimiendo y repitiendo su nombre M: Mmmm... Esther... Esther... me vuelves loca Esther con sus dedos abría más la vagina de su mujer para tener más expuesto su clítoris y sosteniendo los labios lo lamía con su lengua, alternaba lametones con pequeños y suaves mordisquitos, que estaban desquiciando a Maca E: Ummm como me gustas... Se detuvo unos segundos para admirar y disfrutar de lo que tenía ante sus ojos, levantó la mirada y vio como Maca abrió los ojos al sentir que paraba M:... Esther... no se te ocurra parar ahora... Esther la miró con picardía y con un movimiento muy sensual se chupó sus dedos corazón e índice y los introdujo suavemente dentro de Maca, ésta al sentirlos cerró nuevamente los ojos y dio un respingo al sentir el fuerte espasmo en su vientre, gimiendo de placer M: Aghhhhhh... mi amor... (se retorcía de placer) E:... ¿Te gusta? M:... Me encanta... me encanta sentirte tan dentro de mí... Esther con una sonrisa, acercó su boca al centro de su mujer y junto con sus dedos que entraban y salían empezó a lamer su clítoris, provocando que Maca comenzara a mover su cadera M: Aghhh Esther... Esther... aghhhhh... Diooooosss... (Maca con una mano empujaba la cabeza de Esther más hacia su centro) Esther utilizaba su lengua y sus dedos magistralmente, su lengua chupaba y lamía mientras sus dedos entraban y salían cada vez más rápido provocando en Maca un torbellino de sensaciones, sabían que estaba a punto de alcanzar la cima y le pidió que subiera sobre ella M: Ven... ven conmigo... Esther obedeció y reptó sobre su cuerpo, entrecruzaron las piernas de una forma en el que encajó sus sexos a la perfección y comenzaron un vaivén que las hicieron convulsionar y estallar en un orgasmo salvaje M: Aghhhhhhh... aghhhh E:... Ajjjjjjjjj... La sacudida en ambas fue tan violenta que se tumbaron sobre la cama sin fuerzas

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Todo su cuerpo se estremecía, Esther se incorporó y se colocó a su lado, la besó en el cuello y luego en los labios, una y otra vez E: Te amo M: Ummmm... y yo Las dos exhaustas se abrazaron y acariciándose se quedaron dormidas, con una sensación en el cuerpo de plenitud y felicidad Llegaban como siempre, juntas a su turno. Su forma de entrar a urgencias llamó la atención de Teresa que las miraba desde el mostrador, Esther sonreía mientras acariciaba el brazo de Maca que caminaba tomada de su brazo y su cabeza apoyada en el hombro T: Y que le pasa a ésta (les preguntó mirando a Maca que al llegar al mostrador se recostó en él y apoyó la cabeza sobre el mesón) M: Tengo mucho sueno Teresa (se quejaba con voz de niña) E: Teresa ya sabes el sueño que dan éstos meses y la pobre está que casi no se puede levantar en las mañanas T: Me imagino... pero duerme que después dudo que lo hagas... M: Jummmm... sí y ¿cómo lo hago si tengo que venir a trabajar? T: Aparte con el tamaño de la barriga... (le miraba la barriga) E: ¡Teresa! (le llamaba la atención) T: Pero... es que está enorme, ¿cuantos meses tiene? ¿tres... cuatro? Y mírala... parece de siete M:... Tengo cinco Teresa... y gracias... yo séque parezco un barril E: Cariño... no eres un barril... estás preciosa... solo que hay que entender que son dos (la acariciaba con cariño) T: ¡Eso sí! de que estás preciosa lo estás... la barriga te queda preciosa... pero yo que tú, pediría la baja antes de lo normal... no sé cómo vas a trabajar más adelante... gracias a Dios que eres alta... porque si la que esperaba mellizos hubiera sido Esther otro tema sería M: Siiiii... rodaría jajaja E: Jajaja... pues sí... T: Ahh... Cruz me dijo que fueran a su despacho apenas llegaran, que tiene un hueco para hacerle el eco E: Entonces nos vamos ya... M: Siiii... a ver si hoy se dejan ver T: ¿Aun no saben lo que son? M: No... no se han dejado ver... y eso que cada vez que me han hecho el eco, me como chocolate para que se muevan y nada T: ¿Y ustedes que quieren? (les preguntaba con una sonrisa) E: A nosotras nos da igual, pero Paula anda loca por que sean hermanitas, para jugar con ellas dice M: Siii y me encantaría complacerla... T: Jajaja... ojalá E: Jajaja tú lo único que haces es complacerla

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T: Bueno yo lo que te puedo decir es que estás muy guapa y eso en mis tiempos decían que cuando una mujer se pone muy guapa en el embarazo es que va a ser niño M: ¿Y tú crees en esas tonterías? E: Yo no creo en eso pero le doy la razón en que estás muy guapa mi amor (se acercó y le dio un beso suave en los labios) M: Bueno... ya te diremos Teresa si es que se dejan ver E: Sí, vamos... anda (la tomó del brazo y se la llevó rumbo al despacho de Cruz) La niña saltaba y cantaba alegre, la noticia que le habían dado era la que esperaba, su madre esperaba dos niñas, al fin se habían dejado ver y pudieron decirle Paula: Heeee voy a tener... dos hermanitas... bien... bien... (aplaudía) Maca y Esther la miraban felices. La niña estaba súper contenta, era lo que ella había deseado y gracias a Dios se había dado. Maca sonreía con una lágrima revoloteando en sus ojos, eran de alegría, Paula era su ojito derecho y verla tan feliz le llenaba el corazón, Esther la miró por un segundo y al verla así se acercó y la abrazó con ternura E: Cariño... M:... Es de felicidad mi amor... E: Lo sé... (la besó en los labios muy suavemente) En ese momento Paula dejó de cantar y saltar y se acercó a sus madres Paula: Mami... mami... M: Dime hija... Paula: ¿Puedo hablarle a mi hermanitas? Quiedo decidles algo M: Ven cariño... aquí... pon la manita aquí (le tomaba la mano y se la colocaba sobre su barriga y se quedaron quietas un rato esperando algún movimiento de las bebes) ahí... la sentiste mi amor (le preguntó con una gran sonrisa) Paula: Sí... sí... sí hermanitas (se acercaba y poniendo sus dos manitas juntas hablaba muy pegada a la barriga, provocando una gran sonrisa en las dos mujeres que la miraban con ternura) estoy esperando para jugar... tengo muchas muñecas... y se las voy a prestar... pero no me la van a romper eh... apúrense... (le daba besos a la barriga y luego apoyó la cabecita en la tripa) M: Jajaja (Maca la abrazó con cariño pegándola más a ella)... te voy a comer Esther las miraba con una gran ternura, el amor que se tenían Maca y Paula, era hermoso, ella estaba feliz de que así fuera, lejos de provocarle celos, lo que le causaba era una gran tranquilidad y felicidad de verlas tan compenetradas Paula: ¿Mami? (levantaba la carita y la miraba) M: Dime cariño Paula: ¿Cómo se llaman mis hermanitas? M: Hummmm (miraba a Esther, ese había sido tema de discusión en las últimas semanas, ya que no se ponían de acuerdo)

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E: ¿Humm?... ahí tienes... Tú que no te decides por los nombres y ella tiene razón hay que ponerles un nombre ya M: Está bien... cariño vamos a buscarle un nombre muy bonito... ¿cómo te gustaría a ti que se llamaran? (tomó a la niña en brazos y la sentó en su regazo) Paula:... Boooo no sé (levantó los hombros) E: A mí me gusta Carmen M: A mi Elizabeth Paula: A mí me busta Sandra M: ¿Sandra? Paula: Sí E: A mí me parece bonito M: No lo sé... sí, es bonito... pero no sé Paula: A mi me busta mucho M: Bueno... me lo pensaré... ¡ya lo pensé! Una de las niñas se llamará Sandra y la otra... Paula:... ¡María! M: ¿María? E: ¿María?... ummm... es un nombre muy común cariño M: Jajaja ahora sí se complicó todo E: Jajaja pues sí... M: Cariño vamos a hacer una cosa, lo seguimos pensando y luego decidimos entre todas, ¿sí? Paula: Siiiii Maca permanecía sentada en el sillón, mientras observaba como Esther caminaba de un lado a otro de la habitación, metiendo cosas en una maleta para llevar al hospital. Había llegado el día tan esperado por ellas, era el día de la fecha pautada para la cesárea M: Cariño, ya creo que ya pusiste suficientes ropa para las niñas E: Mi amor son los que ya habíamos preparado para llevar, recuerda que son dos las que hay que vestir M: Siiii... parece mentira que ya pronto las tendremos en nuestros brazos (decía ilusionada) E: ¿Tus cosas están en el macuto? M: Sí, ya está todo listo E: Pues, entonces nos vamos (le ofrecía una mano para ayudarla a levantarse del sillón) M: ¿Los niños están ya con Encarna? E: Sí, se los llevó a su casa, en cuanto nazcan las bebes la llamo para que los traiga M: Siiiii En el coche, Esther manejaba camino al hospital, Maca permanecía en silencio a su lado, estaba un poco nerviosa pero trataba de que su mujer no lo notara Al llegar al hospital, Esther bajó del auto y se acercó al lado de Maca para ayudarla a bajar, ya fuera la tomó por un brazo y juntas entraron al hospital, Teresa al verlas llegar, salió de detrás del mostrador para recibirlas T: Hola, llegó el momento E: Hola Teresa, sí, ya estamos aquí, listas M: Hola Teresa

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T: ¿No trajeron nada? E: Sí, está en el maletero del coche ya voy a buscarlo, toma ayuda a Maca a llegar M: ¡Por Dios! (exclamó) ni que estuviera lisiada o enferma, ¡estoy como un tonel, pero puedo caminar sola! T: Vamos, no te quejes, es para cuidarte E: ¡Aquí estoy! (llegó corriendo y casi sin aliento, con la maleta en la mano) T: Trajeron la tarjeta (les preguntaba, ya colocada tras el mostrador) E: Sí, toma T: Gracias. La habitación ya está lista, te hemos preparado una habitación privada M: Gracias Teresa De camino a la habitación, tuvieron que detenerse varias veces, ya que se cruzaron con compañeros que les deseaban suerte y les prometían que luego irían a visitarlas Entraron al fin a la habitación y luego de colocar la maleta en su lugar Esther ayudó a Maca a cambiarse, Maca se sentó en el sillón y ella la ayudó a quitarse el calzado M: Ufff no veo la hora de verme los pies E: Jajaja y otras cosas también (le decía con una mirada muy picara) M: Jajaja siiii, hace un tiempo que no me la veo E: Hummm pero yo sí (le dio un beso en los labios que pronto profundizaron) A los pocos minutos de haberse instalado en la habitación, llegaron Claudia y Cruz Claudia: Hola, ¿qué tal? ¿Ya instaladas? (se colocaba a un lado de la cama, donde se había sentado Maca) C: ¿Qué? ¿nerviosas? (le preguntó a Maca) M: Un poco... pero ella lo está más que yo (miraba a Esther y con una sonrisa apretaba su mano) C: Tranquilas, todo va a salir bien En ese momento entraba una enfermera, para colocarle un gotero a maca. Luego de que ya estaba lista y acostada, Claudia y Cruz se despidieron para verse más tarde. Quedándose las dos solas M: Cariño ven... acuéstate aquí conmigo (estiraba la mano señalándole un lado de la cama) E: Mi amor, no cabemos las dos ahí M: Que sí... ven... (se hacía a un lado y le mostraba que sí cabían) E: Está bien La miró unos segundos y con una sonrisa no le quedó más que aceptar, se quitó el calzado y se acostó a su lado quedando las dos frente a frente E: Ten cuidado con el gotero M: Tranquila... dame un beso Esther le dio un beso con gusto M: ¿Estás preocupada?

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E: No... ¿por qué lo preguntas? M: Te conozco cariño E: Bueno... un poco... solo estoy un poco nerviosa M: No tienes por qué estarlo, sabes que estoy en buenas manos (le susurraba y volvía a besarla) E: Lo sé cariño, pero no puedo evitarlo M: Va a salir bien, ya lo verás E: Claro que sí mi amor M: ¿Vas a entrar? E: Sí cariño, no me perdería el nacimiento de nuestras hijas por nada del mundo M:... Tengo unas ganas de verlas (sus ojos brillaban llenos de ilusión) Se miraron con amor y se tomaron de las manos esperando el momento que pasaran a buscar a Maca. A los pocos minutos llegaron dos enfermeras a buscar a Maca para llevarla a quirófano La cesárea fue exitosa, todo salió como era de esperar. Maca dio a luz dos hermosas niñas, solo que por ser gemelas eran de bajo peso pero todo dentro de lo normal, el proceso duró tres horas. Maca y Esther lloraban y reían de la emoción al ver a sus hijas y verlas sanas, Esther con lágrimas en los ojos acariciaba la cabeza de su mujer y besaba su frente, Maca orgullosa de que esas dos preciosuras habían salido de ella, lloraba de alegría, Esther la miraba embobada, no podía expresar con palabras lo que estaba sintiendo, pero sabía que no hacían falta palabras, las dos entendían perfectamente. Ambas estaban felices E: Te quiero, te quiero mucho (le decía Esther mientras le besaba la frente a su mujer) M: Estoy tan feliz mi amor La llevaron a la habitación mientras a las niñas les hacían las pruebas de rutina. Mientras esperaban que les llevaran a las niñas, Maca se durmió y Esther se sentó a su lado contemplándola, estaba preciosa, tenía una luz especial que la hacía ver hermosa y radiante Dos horas más tarde les llevaron a las niñas para que comenzara a amamantarla, llegó también una enfermera especializada en puericultura que iba a entrenarla en el proceso de amamantar y como organizarse al ser dos recién nacidas, Maca al escuchar a una de las niñas llorar, despertó y vio a Esther junto a las cunas M: Mmmm... Esther E: ¿Qué tal estás mi amor? (emocionada se acercó a su mujer y con cuidado la besó en los labios) M: Bien E: Son preciosas mi amor (sonreía) M: Acércamelas... quiero verlas mejor Con cuidado, Esther las acercó a la cama, tomó a una le dio un beso en la frente y se la colocó en los brazos a Maca luego tomó a la otra y con ella en brazos se sentó junto a Maca en la cama con mucho cuidado de no hacerle daño

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La puericultora le recomendó comenzar a amamantarlas lo antes posible, le dijo y explicó que amamantar a dos era casi igual que amamantar a una, solo debía encontrar el método y la posición más práctica y cómoda para hacerlo, luego de ensayar con algunas logró en ese momento hacerlo lo más cómoda posible rodeada de cojines, sabía que la primera vez era la más difícil pero que poco a poco lo lograría, deseaba amamantar a sus hijas y no desistiría. La especialista le recomendó que si lo deseaba podía extraerse leche de un pecho, colocarlo en un biberón y Esther le daría a una de las niñas mientras ella amamantaba a la otra, ésta opción le encantó a Esther así ella también podría participar en la lactancia, decidieron hacerlo en algunas ocasiones turnando a las niñas Pronto empezaron a desfilar por la habitación, familiares y amigos, deseosas de conocer a las niñas y felicitar a las felices madres T: Están preciosas C: Sí, se parecen mucho a ti Maca E: Sí, son tan hermosas como ella (le decía orgullosa) T: ¿Y ya se decidieron por los nombres? E: Sí... una se llamará Fabiana y la otra Va... M: Se llama Esther (la interrumpió Maca, ya que ella había decidido llamar a una de sus hijas como su mujer y quería darle la sorpresa) Esther se quedó de pronto sin habla y una lágrima de emoción comenzó a rodar por su mejilla E: Cariño (se acercó y con ternura le dio un beso en los labios) no me habías dicho nada M: Quería darte la sorpresa... (se besaron nuevamente) te quiero Las dos se olvidaron de los que estaban en la habitación y se besaron, ganándose un ohhhh de los que estaban ahí T, Claudia, C, Alicia, J: Ohhhhhh E: ¡Envidiosos! C: Jajajajaja Luego de tres días de permanencia en el hospital, le dieron de alta. Llegaron a la casa donde ilusionadas las esperaban el resto de la familia, Paula no cabía de contenta Paula: Quiedo verlas... quiedo verlas (la niña ya las había visto en el hospital, pero el verlas ya en la casa era distinto) M: Ven cariño (se sentó en el sillón y con un brazo pegó a Paula a su cuerpo, Esther acercó el carrito con las dos bebes para que las viera) E: Cariño, cuidado con mamá, no le vayas a hacer daño Paula: No le hago daño mamá En: Que ternura... se parecen mucho a ti Maca Luego de un rato en el que la niña admiró a sus hermanitas, Esther vio prudente dejarlas en su habitación y que Maca descansara E: Cariño, ¿quieres descansar?

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M: Sí (asentía) tengo un poco de sueño E: Bien, vamos, debes descansar Maca se despidió de Paula con un beso. Esther la ayudó a levantarse del sillón y la acompañó hasta la habitación, mientras Encarna las seguía con el carrito de las niñas E: ¿Quieres ir al baño primero? M: Sí E: Vamos, te acompaño Luego de ir al baño se acostó en la cama, Esther la arropó y le dio un beso en los labios E: Duerme cariño, descansa M: Sí, dentro de poco les toca mamar E: Sí, aprovecha y descansa (volvía a besarla) te quiero Maca apenas unos segundos después, se quedó dormida y Esther colocó a las niñas en sus respectivas cunitas que habían acondicionado dentro de su habitación, muy cerca de la cama de ellas E: Se han dormido Le decía a su madre al salir y encontrarla con Paula y Andrés en el salón, Se acercó a ellos y los llenó de besos y abrazos Al día siguiente llegaron a visitarlas Cruz y Claudia, deseaban ver a Maca y las niñas, Esther las hizo entrar en la habitación donde estaba Maca dándoles el pecho a las niñas C: Es una estampa preciosa Maca, si tuviera la cámara te sacaba una foto M: Llegas tarde, ya Esther debe tener como mil (reconocía con una sonrisa) E: ¿Verdad que se ve preciosa? C: Fíjate Claudia, ¿no te parece que Esthercita es la que mama con más ansias? (bromeó Cruz) Claudia: Pues sí... jajajaja M: ¡Tontas! Claudia: (sonreía a la vez que se acercaba hasta la cama y acariciaba la cabecita de las bebes) ¿Qué? ¿Cómo te sientes? M: Un poco adolorida pero con el corazón a punto de explotar de felicidad C: Ya te voy a revisar la herida. Es una experiencia increíble, deberías probarlo Claudia Claudia: Jummmm ¡cuando encuentre con quien! E: Un pajarito me dijo que tenías a alguien rondándote Claudia: ¿Un pajarito? Porque me huele que ese pajarito se llama Teresa C: Jajajaja... pobre, que mala fama tiene Claudia: ¡En fin! Maca dormía plácidamente, estaba agotada, adolorida, como es normal con bebes de esa edad, debía alimentar a las niñas cada dos a tres horas, y cada vez que las niñas dormían

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ella aprovechaba para descansar. Ella la miraba desde la puerta y vio como ya empezaba a moverse M: Hummm (abrió los ojos y la vio) cariño E: Hola mi amor (se acercó hasta ella y le dio un beso en los labios) sigue durmiendo, las niñas están bien, aun duermen M: Sí, pero me estoy orinando, tengo que ir al baño (se quitaba la sabana para bajarse de la cama, Esther se acercó para ayudarla. Maca al moverse inmediatamente se quejaba de dolor) ayyyy... uffff E: ¿Te duele cariño? (le preguntó preocupada al ver la expresión del rostro de su mujer) M: Siiii... me molesta bastante la herida E: Ven apóyate en mí (con cariño la ayudó, tratando de llevar ella parte del peso de su cuerpo) Maca entró al baño con la ayuda de Esther e hizo lo que tenía que hacer, luego volvió a salir a la habitación y Esther al ver que se dirigía hasta la cama, la invitó para caminar un rato E: Cariño, vamos a salir al salón y la terraza, así mueves un poco las piernas M: Sí vamos, necesito caminar un poco E: Sí, ven mi amor La tomó del brazo y salieron a caminar un poco, fueron hasta la sala y luego a la cocina E: ¿Tienes hambre? ¿Quieres comer una merienda? M: Sí, tengo hambre (se sentó en una silla de la mesa de la cocina, mientras Esther le servía algo) ven siéntate conmigo Tras comer algo ligero, regresaban a la habitación. En ese momento llegaba Encarna con los niños Paula: Mami... mama (la niña al verlas salió a su encuentro para besarlas) E: ¡Cariño! Ten cuidado... a mami le duelo un poco la barriguita (fue una forma sencilla de decirle que tuviera cuidado con la herida al ver que la niña corría hacia Maca) Paula: Sí mama... mami ¿te duele mucho la badiguita? M: Un poquito mi amor, pero ven dame un beso Luego de saludar a los niños Maca le pidió a Esther que la acompañara a la habitación, pero se llevó a los niños para que en silencio vieran a las niñas Paula: ¿Poque mis hermanitas siempre duermen? (se quejaba la niña) M: Es que son muy chiquiticas cariño, pero ven acuéstate conmigo aquí, cuéntame que has hecho en la escuela hoy E: ¡Con cuidado! (le advertía, recibiendo una mirada de Maca) La niña feliz se acostó sobre la cama, al lado de Maca y así se quedaron conversando mientras Esther junto a Encarna llevaban al niño a la cocina para que comiera En: Cariño, debes tranquilizarte E: Estoy tranquila mama, solo que debemos tener cuidado con la herida de Maca

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En: Sí, tienes razón. Dame aquí al niño, yo me encargo de él y tú ve a descansar E: Gracias mama, no sé qué haríamos sin ti En: Zalamera E: No mama, en serio, no te imaginas lo agradecidas que estamos de lo mucho que siempre nos ayudas En: Para eso estoy cariño E: Pero ahora es mucho para ti, voy a buscar alguien que nos ayude En: Pero hija, si ya tenemos asistenta E: Sí, pero eso es para la casa, voy a buscar alguien que ayude con los niños, mama son cuatro y yo en unos días debo regresar al hospital y luego cuando Maca salga de la baja también En: Hay tiempo cariño E: No, prefiero buscarla de una vez así se va adaptando a nuestras costumbres, voy a hablar con Cruz para que me recomiende alguien Dos semanas después, Esther estaba en el hospital y Maca en casa cuidaba de los niños, junto a Encarna y Francisca que era una niñera que le había recomendado Cruz, estaría con ellas mientras estuvieran trabajando. Esther se sentía fatal lejos de su mujer e hijos, pero debía cumplir con su trabajo, la llamaba cada vez que tenía oportunidad, al menos cinco veces al día Estaba tomándose un café con Cruz, Alicia y Lucía en el cafetín del hospital y le mostraba las fotos que les había hecho a las niñas, había una preciosa en la que estaban ellas dos junto a los cuatro niños Alicia: Esto es lo que yo llamo una familia numerosa C: Sí, deben dar mucho trabajo, pero es hermoso, ¿verdad? E: Es una sensación indescriptible, como tú dices es mucho trabajo, pero cuando llego a casa y veo a Maca rodeada de nuestros hijos, siento una emoción... estoy feliz C: Son una familia muy hermosa Lucía: No deben tener mucho tiempo para ustedes El comentario de la enfermera, llamó la atención de Cruz y Alicia, a las que les pareció un abuso de confianza de la enfermera nueva E:... Eso ahora es lo de menos (le respondió tajante, se despidió y se fue) me voy a trabajar, hasta luego C: Te acompaño, ciao (se despidió también) Alicia: Eres una impertinente Lucía: Pero ¿qué dije? Fue solo un comentario Alicia: No las conoces, tienes muy poco tiempo trabajando aquí, para que te tomes esas confianzas Lucía: Ya tengo un tiempito trabajando aquí y Esther siempre ha sido muy amable conmigo Alicia: Ufff contigo no se puede, ¡me voy! Esther llegaba a casa agotada, pero feliz de llegar y ver a su familia. Entró a la habitación, miró la hermosa estampa Maca acababa de amamantar a las niñas y las

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acostaba en la cama junto a ella, saludó desde lejos, debía asearse antes. Entró al baño para bañarse y quitarse la ropa con la que venía del hospital y luego salió. Se acercó a Maca y le dio un beso profundo en los labios E: Ummmm no imaginas las ganas que tenía de besarte M: Mmmm (se saboreaba los labios)... ¿qué tal ha estado el día? E: Igual que siempre, pero insoportable porque no veía la hora de venirme (hacía pucheros)... ¿y tú qué tal? mi amor M: Ya sabes... tetas, pañales, caquita, eructos jajaja Esther tomó a una de las niñas en brazos y con cuidado la besó, la acunó un rato y la colocó en su cuna, después hizo lo mismo con la otra E: A dormir, mis ángeles Las arropaba con cuidado, luego se giró y fue hasta la cama y se recostó junto a Maca E: ¿Aun te molesta la herida cariño? M: Uun poco... E: Descansa, yo me encargo de todo M: Mmmm... tengo sueño E: Sí, duerme mi amor (la besaba con calma y la arropaba) M: Quédate aquí conmigo un rato. Te he extrañado mucho hoy E: Yo también mi vida (le dio un nuevo beso, esta vez más largo y profundo) tenía muchas ganas de besarte M: Cariño... mejor paramos... sabes que no podemos... E: Uffff... sí mejor... porque no sabes cómo me estás poniendo... M: Mmmm... vamos a dormir E: Sí... pero vamos a preparar los biberones así no tienes que despertarte en la noche y yo se los doy M: Cariño, estás cansada del trabajo, mejor duerme E: Sí, pero tú estás más cansada y además adolorida M: Esther... E: Cariño, son mis hijas también, quiero participar M: No te pongas así mi amor, solo... está bien... E: Así me gusta (le dio un beso) M: Gracias mi amor Y así lo hicieron, Maca se sacó la leche con un tira leche y los colocó en los biberones que debían tomar las niñas durante la noche, Esther los colocó en el refrigerador y luego ambas se quedaron dormidas, hasta que se escuchó el llanto de una de las niñas, inmediatamente Esther se levantó para que Maca no despertara E: Shhh, ya estoy aquí cariño Tomó a la niña en brazos y le dio el biberón, mientras esta se lo tomaba, despertó la otra. Luego de unos minutos ya con los biberones vacíos iba a la cocina, los dejó y aprovechó para tomarse un vaso de leche y regresó al dormitorio M: Ummmm (bostezaba) ¿todo bien?

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E: Sí mi amor (se acostó en la cama y se cubrió con la sabana, acercándose a su mujer) sí, se lo han tomado todo, ahora duermen Acurrucándose con cuidado de no hacerle daño, a los pocos segundos dormían las dos Así se fueron organizando, a Maca aún le quedaban dos meses de postparto, tenía más de un mes en casa, el dolor de la cicatrización había ido disminuyendo gradualmente, pero aun estaba sensible. Sabía que Esther seguramente quería tener relaciones, pero ella no se sentía recuperada totalmente, ni física ni emocionalmente Esther estaba en la cafetería con Cruz C: ¿Y cómo está todo en casa? E: Bien, las niñas preciosas, Paula encantada con sus hermanitas, Andrés no se entera de nada y Maca, ella está bien, se siente hinchada y... Cruz, ¿es normal que aun le duela la cicatriz?... C: No debería dolerle ya, hace un mes que nacieron las niñas, se la he revisado y está bien cuidada, pero es normal que en algunas mujeres tarde un poco la recuperación, recuerda que fueron dos E: Bueno... C:... ¿Y tú? Qué tal? E: ¿Yo?... bien... C:... Te he visto muy tensa últimamente E: ¿Tensa?... yo estoy bien... me voy a trabajar (se levantó y se retiró, dejando a Cruz con la boca abierta, en ese momento veía a Lucía que corría para alcanzar a Esther) C: Pues sí... muy tensa Mientras en casa había llegado Claudia a visitar a Maca, las dos conversaban sentadas en el sofá, mientras las niñas jugaban con sus manos en el carrito Claudia: Están para comérselas M: Siiiii Claudia: ¿Y cómo te sientes? M: Ufff ahí... Claudia: ¿Qué te pasa? M: No lo sé, me siento hinchada, los pechos me duelen y a pesar de estar feliz con mis hijas, a veces me siento triste sin razón, me siento irritable, ansiosa Claudia: Maca, eso a veces es normal, puede que estés sufriendo de tristeza postparto, son las hormonas que se están reajustando M: Ummm, lo sé... pero... Claudia: ¿Esther qué dice?... ¿no le has dicho lo que sientes? M: No quiero agobiarla, la pobre llega cansada del hospital y aquí me ayuda muchísimo, en la noche quiere encargarse ella de las niñas, es mucho trabajo, trato de que no se dé cuenta... además ya se me va a pasar Claudia: Sí, eso sí... y ya ustedes... (juntaba sus dedos y movía sus cejas) M: No... no me apetece (reconocía con vergüenza) Claudia: ¿No te apetece? ¿A ti? (le preguntaba incrédula)

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M: Aunque no lo creas... no me apetece... Esther varias veces lo ha intentado, pero siempre he encontrado la forma de que desista... no me siento con ganas... me siento gorda... me duelen los pechos... estoy agotada... no me apetece Claudia: Bueno, ten paciencia, verás que pasa pronto, seguro en unos días estás bien, como antes. Además, tonta, no estás gorda, quedaste muy bien, puede que te sientas así, porque tienes los pechos hinchados M: Sí Mientras hablaban, escucharon el sonido de las llaves de Esther, quien entró con una flor en la mano. Las vio sentadas en el sofá, conversando. Con una sonrisa se acercó hasta su mujer y le dio un beso M: Hola cariño E: Hola mi amor... esto es para ti (le dio un beso en los labios y le tendió la flor) M: Es preciosa mi amor... gracias E:... Hola Claudia (se acercó a Claudia y le dio dos besos) Claudia: Hola E: Bueno, voy a bañarme, para poder coger a mis niñas Claudia: Esa mujer te adora (le decía a Maca mientras veían a Esther caminar hacia la habitación) M: Sí... y yo la adoro a ella... junto a mis hijos, son la razón de mi vida Claudia: Pues apúrate a mejorar, es normal lo que sientes, tu cuerpo y tu psiquis deben reajustarse a esta nueva situación de ser madre, pero si no puedes busca ayuda M: Sí... pero espero que no sea necesario Esther salía de la habitación, ya con ropa de casa, no le gustaba cargar a las niñas con la ropa que traía del hospital. Llegó y se arrodillo al lado del coche de las niñas que al verla y reconocerla movía sus piernitas y brazos Claudia: Jajaja, mira como te reconocen E: Claro son mis niñas Tomó a una en brazos y le dio un beso, la dejó en el coche tomó a la otra e hizo lo mismo, luego se sentó junto a Maca, le tomó la mano y le dio un beso E: ¿Cómo has estado cariño? M: Bien... y tú, ¿qué tal tu día? E: Bien, lo de siempre... lo que me encantaría es quedarme aquí con ustedes Claudia: Jajaja ¡y más con la sombra que te ha salido en el hospital! Esa enfermera nueva... como es que se llama... Lucía, no se separa de ti pero ni... Se quedó en silencio al ver la incomodidad de la enfermera y la mirada de Maca hacia su mujer M: ¿Qué enfermera es esa?... E: Ehh... Lucía, ¿recuerdas?... entró hace un tiempo M: Ahh... ¿la de la minifalda? (reconoció con una mueca de desagrado) E: Ehhh... sí... M: ¿Y por qué se ha convertido en tu sombra?... ¿anda siempre contigo? (le preguntó algo molesta)

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E: ¡No es que ande siempre conmigo Maca! Lo que pasa que como es nueva...pues quiere aprender y... M: ¿Nueva? ¿quiere aprender? Pero si ya lleva tiempo suficiente... ¡a mi me da que va de lista! (empezaba a notarse un poco de celos en las palabras de Maca) E: Maca... M:... Esther... ¿qué pasa con esa chica? (le preguntó sobresaltada) E: ¿Qué va a pasar? Maca... no digas tonterías Claudia: Ehhh... bueno... ¡Esther!... ¿quieres café? Aun está caliente... (interrumpió la discusión, se sentía culpable por haber sacado el tema, no pensó que provocaría esa discusión entre sus amigas) E: Sí, claro... pero tranquila yo me lo sirvo Esther se sirvió el café, mientras Maca la observaba. Claudia al rato decidió irse Claudia: Bueno yo tengo que retirarme (se despidió con un beso de Maca y las niñas) E: Te acompaño a la puerta Claudia: Gracias (las dos se dirigieron hasta la puerta)... Esther lo siento (se disculpó al estar ya frente a la puerta) E: No te preocupes... Claudia: No debí hacer ese comentario sobre Lucía delante de Maca E: Pero es que no pasa nada, no tengo nada que ocultar, Lucía es una chica joven que se toma confianzas y desde un principio le cayó mal a Maca... Claudia: Espero que ahora no piense lo que no es... si quieres hablo con ella y... E: No te preocupes Claudia, ella debe saber que todo está bien... lo que pasa que desde que tuvo a las niñas tiene un humor un poco... como diríamos... cambiante... Claudia: Debes tenerle paciencia E: Y se la tengo, pero estos cambios de humor me están volviendo loca Claudia: Esther sabes que es normal en muchas mujeres al dar a luz, sobre todo a las primerizas. Sabes que es producto del desbarajuste de hormonas que se producen al dar a luz, y le producen esos cambios en el estado de ánimo, está reconocido como un síndrome post-parto. Pero ya verás que pronto volverá a ser la de antes E: Eso espero Claudia: Tranquila, es algo hormonal, la pobre no puede controlarlo E: Lo sé, yo lo entiendo, pero ya no sé qué hacer, la ayudo en todo, llego del trabajo y la ayudo con los niños, la invito a que salgamos a pasear con las niñas para que se distraiga y haga algo de ejercicio y solo se limita a darles una vuelta a la manzana con el coche y quiere regresarse Claudia: Sí, es importante que cambie de escenario pronto, yo creo que también extraña el hospital, quizás cuando empiece a trabajar ya se le pase E: Ufff eso espero Se despidieron con dos besos, Claudia se retiró y Esther regresó al salón, Maca ya no estaba, se había ido con las niñas a la habitación. Esther recogió las tazas y las llevó a la cocina, en eso llegó Encarna con los niños, se quedaron en la cocina compartiendo un rato, Paula se fue a jugar con sus hermanitas, le encantaba ver como Maca las cambiaba de ropa y las alimentaba. Al rato Esther se unió a Maca en la habitación, estaba en la cama con Paula, Andrés y una de las niñas que aún estaba despierta en brazos, se sentó también junto a ellos y compartió un rato, le encantaba estar así rodeada de su familia, miró a Maca que también se le veía feliz se acercó como pudo y le dio un beso suave en los labios

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E: Te quiero Paula: Yo también te quiero mami (se acercó y le dio un beso en la mejilla, provocando una sonrisa en sus madres) Llegado el momento Esther se encargó de acostar a Paula y Andrés, luego regresó junto a su esposa El tema de Lucía quedó olvidado, parecía que Maca no le había dado mayor importancia o así le pareció a Esther A primera hora Esther llegaba al hospital, encontrándose por casualidad a Lucía, quien nuevamente llegaba al trabajo con una minifalda. Esther no pudo evitar mirar las perfectas piernas de la chica y no supo si fue por el tiempo que tenía sin tener sexo con su mujer o solo un reflejo, pero sintió una sacudida en su cuerpo con la visión Lucía: Buenos días jefa (corrió para alcanzarla y colocarse a su lado) E: Ehh... buenos días Entraron al hospital juntas, Teresa desde el mostrador las observaba entrar y negando con la cabeza miraba la vestimenta de la chica. Se acercaron al mostrador y bajo la atenta mirada de la mujer, firmaron su entrada E: Bueno Teresa, me voy a trabajar T: Ve hija... ve Esther se dio la vuelta para largarse, pero lo pensó mejor y se detuvo, debía decirle algo a Lucía, era muy buena profesional. Si lo pensaba bien era cierto que andaba siempre buscándola y a su lado, pero siempre realizaba su trabajo puntualmente y bien, no le veía ningún otro motivo. Pero debía llamarle la atención por su forma de vestir y se regresó al mostrador E: Lucía (llamó su atención) Lucía: Si jefa E: Ufff... primero te voy a pedir que dejes de decirme jefa Lucía: Ok jef... Esther E: Bien... mira Lucía, tú eres joven y quizás no te des cuenta... sé que no te debo decir cómo vestirte, pero te lo digo más como compañera de trabajo que como jefa, en adelante te recomendaría vestirte con ropa más acorde al trabajo que desempeñas Lucía: Pero jef... Esther... yo siempre me visto así E: Lo sé y... te queda muy bien... ejem (tuvo que carraspear al darse cuenta de lo que había dicho, había sido un pensamiento en voz alta) Lucía hay ciertas normas que se deben respetar en el sitio de trabajo, no digo que vengas en cuello de tortuga, pero las... las minifaldas no están bien para el trabajo, mejor déjalas para ir al cine con tu novio, ¿sí? Lucía: Yo no tengo novio, yo soy... yo soy como tú Lo dijo casi en un susurro para que Teresa no escuchara, pero el oído de Teresa estaba entrenado para ese nivel de sonido así que escuchó claramente y prestó más atención para lo que seguía

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E: ¿Cómo yo? ¿A que te refieres? Lucía: Que soy... que soy lesbiana... que me gustan las mujeres T: Otra (decía casi solo para ella) Esther se quedó en silencio unos segundos, no se lo esperaba, pero tampoco le dio mayor importancia E: Bueno da igual, lo que te quiero decir es que te pongas minis cuando salgas, es preferible que no llegues aquí así. Pero en fin solo te lo digo como un consejo, tú haces lo que quieras Dicho esto se despidió, se dio la vuelta y se fue T: Bueno, ya la oíste, y estoy de acuerdo con ella Lucía: ¡Teresa! Yo no le veo nada de malo a mi ropa T: Linda, tu jefa tiene razón, no puedes venir vestida así al hospital, es que tu minifalda es demasiado mini, que eso no es una falda, es un cinturón, ¿tú no ves como te miran todos al tu llegar? Lucía: ¿Sí? (dio un vistazo a su alrededor) T: ¡Lucía! Lucía:... Uffff está bien, voy a ponerme el uniforme lo más rápido que pueda... ¡será posible! (se retiró refunfuñando a su trabajo) T: ¡Esta chica parece tonta!... ¿o se hace?... me parece a mí que esta chica va a traer problemas C: ¿Hablando sola Teresita? (le preguntó Cruz que llegaba al mostrador y la oía murmurando) T: He nooo aquí elucubrando C: Ahhh T: Oye Cruz... a ti que te parece esa chica... Lucía C: ¿Lucía? ¿Qué Lucía?... ¿la enfermera? T: Sí esa C: Bueno... no sé... es muy buena profesional T: Te lo pregunto como persona C: Como persona no sé, es una chica muy linda pero no la conozco como para dar una opinión... a que viene esa pregunta T: ¿Tú no la vez muy pegada a Esther siempre? C: Bueno ahora que me lo dices... pues sí... anda la mayoría de las veces con ella T: Sabías que ella también es... de las de ellas C: ¿De las de ellas? Por Dios habla claro Tere T: Shhhh... que es lesbiana C: ¡¿No?! ¿De verdad? Pues no me lo hubiera imaginado T: Pues sí... ¡Maca tiene que regresar pronto! C: ¿Qué dices Teresa? ¿Tú crees que Esther cometa una tontería con esa chica?... es imposible Esther adora a Maca T: No sé... no sé... tanto va el cántaro a la fuente... C: Hummm... (Cruz se quedó pensativa)... no... eso es imposible (luego de haber firmado se fue a su trabajo)

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Había sido una semana agotadora, había déficit de enfermeras y Esther varias veces había tenido que alargar sus turnos y quedarse hasta más tarde en el hospital. Entraba en casa bien entrada la noche y tras cerrar la puerta, se encaminó a la habitación, Maca estaba recostada de medio lado en la cama, se acercó y vio que dormía. Miró hacia donde estaban las niñas que también lo hacían. Luego de haberse bañado y puesto ropa para dormir se metió en la cama tapándose con la sabana, se acercó y buscó el cuerpo de su mujer acurrucándose a su espalda, la besó suavemente en el cuello, no era su intención despertarla, pero necesitaba sentirla M: Mmmm... Hola... E: Hola cariño... pensé que dormías M: Mmmm... llegas tarde E: Sí, el hospital es un desastre M: Pobre... ¿estás cansada mi amor? ¿cenaste? Te dejé la cena en la cocina, ¿quieres que te la caliente? E: No tengo hambre, no te levantes, quédate aquí conmigo (le susurraba pegada a su espalda) Maca se dio la vuelta para mirarla, al hacerlo su franela se abrió y su abultado pecho quedó al descubierto, Esther los miró con lujuria y alargó una mano para tocarlos. La acarició con deseo, acercó sus labios y los besó primero uno luego el otro, la miró a los ojos y la besó en los labios, una y otra vez, besos cortos, tomando entre sus labios el labio superior de su mujer y lo chupaba, luego abriendo la boca la besaba con pasión, Maca respondió al beso, Esther acariciaba sus pechos y sin darse cuenta, fruto del deseo los apretó M: Ayyy... Esther... (tenía los pechos muy sensibles) E: Mmmm... perdona cariño... no quise hacerte daño, pero tus pechos me vuelven loca M: Mejor duerme... debes estar cansada E: Lo que me apetece en este momento no es precisamente dormir Esther nuevamente se acercó y la beso en los labios, la besaba con ganas, prácticamente le comía la boca, se la succionaba, su lengua jugaba con la de su mujer M: Cariño... cariño... por favor... estoy muy cansada E: Mi amor... te deseo con locura... M: Cariño... no me siento bien... (se excusaba) E: ¿Qué te pasa? M: Aun me duele... y estoy cansada... E: Cariño... ¿aun te duele? ¡Por Dios! Ya hace más de dos meses que te hicieron la cesárea ya es tiempo de que... no es normal vamos a ver a tu médico M: Esther... por favor... no me presiones... no me apetece E: Cariño... no te presiono... pero hace más de tres meses que no hacemos el amor, casi no me dejas ni tocarte y... te deseo con locura... M: Esther estoy muy cansada... no te imaginas lo que es estar aquí cuidando de cuatro niños... yo estoy cansada y tú lo único que quieres es sexo... (se levantó de la cama malhumorada y se sentó en el sillón) E: ¿Que lo único que yo...?! (se levantó y fue hasta donde ella)... Yo sé que es mucho trabajo cariño, y trato de ayudarte lo más que puedo pero...

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M: Esther, perdóname cariño, no me estoy quejando, estoy feliz de cuidar a los niños, y me ayudas muchísimo... pero de verdad estoy sumamente cansada... estoy de mal humor... necesito dormir... (terminando la conversación se acostó nuevamente, se tapó con la sabana y cerró los ojos) E: Maca... Con tristeza la miró unos minutos. Salió de la habitación y se acostó en una hamaca de la terraza, ahí se quedó pensando en todo E: ¿Qué no le apetece? Uffff y yo que estoy que ardo... espero que pronto se le pase esto... porque apenas la miro me pone a millón... Así pensando y hablando con ella misma se quedó dormida Se levantó de madrugada, entró en la habitación para vestirse y tratando de no despertarlos le dio un beso a cada uno de sus hijos, se acercó a la cama donde dormía Maca y le dio un beso muy suave en la frente, Maca se removió en la cama con una sonrisa en los labios pero no despertó. Aunque era muy temprano se fue al trabajo, Llegó más de una hora antes de lo debido y aprovechó para organizar la farmacia, Luego se fue a desayunar en el cafetín Maca despertaba con el llanto de una de las niñas, era aun muy temprano, miró a su lado en la cama y recordó con tristeza que Esther no había dormido ahí con ella, se arrepintió de haberla tratado como lo hizo, no sabía porque lo había hecho, le costaba controlar el mal humor que a veces tenía consecuencia del agotamiento. No debió permitir que se fuera de la habitación y no durmiera en la cama con ella, se levantó y luego de calmar a la niña, fue a buscar a Esther, pero se sorprendió de no verla en la casa, eran las seis treinta de la mañana y ya se había ido. Tomó el teléfono y la llamó, el móvil de Esther respondía que estaba fuera de cobertura, volvió a marcar pero le dio la misma respuesta. Estaba empezando a preocuparse, pero nuevamente el llanto de las niñas llamó su atención. Luego de cambiarles el pañal y alimentarlas, las acostó y volvió a llamar a Esther, no respondió y decidió llamar a Teresa T: Urgencias (respondía) M: Buenos días Teresa, soy Maca T: Hola, cariño, ¿cómo estás?, ¿cómo están las niñas? (preguntaba emocionada de escuchar la voz de la pediatra) M: Bien Teresa, están preciosas y creciendo T: Qué bonito, dale muchos besos de mi parte M: Con gusto Teresa... ehhh Teresa, ¿has visto a Esther? T: ¿Esther? Sí, hace un rato pasó por aquí, creo que iba a la cafetería M: ¿Me puedes hacer un favor? Cuando la veas le dices que me llame... T: Pero pasa algo, ¿quieres que la busque? M: No Teresa, tranquila, no es nada urgente... solo quería... hablar con ella y no me he podido comunicar con ella al móvil T: Ok, en cuanto la vea se lo digo Esther andaba cabizbaja por el hospital, no se sentía con ánimos de nada, pero tenía mucho trabajo y se dedico a él, en una de esas pasó por el mostrador de Teresa y esta le

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dio el mensaje de Maca, en ese momento se dio cuenta de que no cargaba el móvil, pensó que seguramente lo había dejado en la cartera o en farmacia, luego lo buscaría. Llamó a Maca desde el teléfono de la recepción M: ¿Sí? E: Maca, Teresa acaba de decirme... ¿pasa algo? ¿Las niñas están bien? M: No... no pasa nada, solo quería saludarte... te fuiste tan temprano ésta mañana E: Sí, perdona, es que tenía que hacer el inventario de farmacia... M: También quería decirte que te quiero E: Mi amor... M: Te quiero con locura, perdóname por cómo te he tratado estos días E: Maca... M: No debí tratarte así, pero te juro que me dan esos ataques de mal humor, las palabras salen solas, no lo puedo controlar... tú sabes que yo no soy así... E: Si lo entiendo, recuerda que yo también he dado a luz M: Sí, pero tú nunca me trataste así... E: Cariño, no todas reaccionamos igual, además no eres tú son las hormonas que te están jugando sucio, tienes que tener paciencia pronto pasará M: ¿Y tú? E: ¿Yo qué? M: ¿Me tendrás paciencia? E: Cariño, ¿cómo me preguntas eso? Si sabes que yo te adoro M: Yo también mi amor E: Bueno cariño... tengo que ir a trabajar... dale un beso a las niñas M: ¿Y para mí no hay beso? E: Muchos mi amor... hasta la noche M: No llegues muy tarde cariño Esther se quedó con el teléfono en la mano y con una sonrisa en los labios. Así la vio Claudia al llegar a recepción Claudia: Hey... ¿y esa cara de tonta que tienes? (se burló abiertamente de ella) ¿con quien hablabas? E: Con Maca (le respondió con una sonrisa) Claudia: Jajaja me lo imaginé... ¿cómo sigue? E: Bue... más o menos... no sé qué le pasa Claudia... te lo juro que le tengo paciencia, pero a veces se pone insoportable Claudia: Esther, seguro son los cambios hormonales, tú sabes de eso E: Pero ya las niñas casi cumplen los dos meses, ¿no te parece que ya es demasiado?... ¿no estará sufriendo de depresión post-parto? Claudia: No lo creo, aunque ella me ha dicho que se siente a veces triste... ella no tiene los síntomas de una depresión E: ¿Ella te habló de lo que siente? Claudia: Sí el otro día cuando estuve en tu casa, yo creo que lo que ella tiene es que está agobiada, deseaba como loca ser madre, pero también siempre ha trabajado y ahora se ve en la casa cuidando niños, pues es normal que se sienta así E: ¿Tú crees que sea por eso? Claudia: No lo sé, imagino que sea eso por lo que me dijo... porque no la invitas a ir a la Sierra unos días

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E: Mmmm no me parece buena idea, no quiere salir, ni separarse de las niñas ni un segundo e ir con ellas pues... no sé... Claudia: Pues vayan con los niños, lo importante es que ella cambie de ambiente a ver si con eso se siente mejor E: Sí tienes razón, este fin de semana lo tengo libre, lo voy a intentar Claudia: Me voy a trabajar, ¿nos vemos luego para un café? E: Sí claro Esther se fue al trabajo, rogando que esa noche pudiera irse temprano y estar con su mujer y su familia Pero, igual que las noches anteriores todo se complicó, hubo más trabajo del habitual y para completar el día las enfermeras habían aplicado operación morrocoy, por no estar de acuerdo con unas reformas que quería implementar de la gerencia general, le tocó conversar con sus compañeras, para que no abandonaran su lugar de trabajo, llevaba horas en eso Maca estaba preocupada, Esther no llegaba y tampoco llamaba, decidió llamarla al móvil Lucía: Bueno (contestaba el móvil luego de varios repiques) M: Bueno... perdón creo que me... (miró en la pantalla el numero que había marcado pensando que se había equivocado, pero sí era el número de Esther) ¿ese es el móvil de Esther? Lucía: Sí este es su móvil, soy Lucía, quien habla A Maca se le revolvió todo solo de escucharla, ¿qué hacía esa chica con el móvil de Esther? M: Me pasas con mi mujer (le pidió de malas pulgas) Lucía: Ella no puede ponerse ahora... está en el baño, no puede atenderte (le respondió esto y colgó la llamada, la forma de hablarle de Maca la impulsó a responderle así, ella tenía el móvil de Esther porque lo había encontrado en farmacia, pero no sabía dónde estaba) M: Pero... (enojada cortó la llamada, no entendía que hacia esa mujer con el móvil de Esther ni donde estaban. No le estaba gustando nada) Enojada miró el teléfono, no entendía que hacia esa mujer con el móvil de Esther. Ya cuando la conoció al llegar al hospital le pareció que le sonreía demasiado a Esther, mas lo que dijo Claudia de que no se separaba de ella... no le estaba gustando nada la tal Lucía M: ¡Ya va a ver si me la pone o no! Estaba marcando el número de Esther nuevamente para cantarle las cuarenta a Lucía, pero justo en ese momento escuchó las llaves, Esther llegaba a casa. Maca se sorprendió, el trayecto del hospital a la casa se llevaba mínimo media hora de, eso significaba que Lucía le había mentido, Esther no estaba con ella, no estaba en el baño

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Esther entró y la encontró sentada en el sofá con el teléfono en la mano y el ceño fruncido E: Hola mi amor (se acercó rápidamente a ella y le dio un tierno beso en los labios, tenía muchas ganas de verla luego de la conversación que habían tenido por teléfono en la tarde) Maca se alegró de verla llegar y quiso disimular el enfado que le había causado Lucía M: Hola... llegas tarde (le respondió enfurruñada) E: Ehhh... sí perdona mi amor, pero ha sido un día terrible (dejó el bolso sobre el sofá y se sentó de medio lado junto a su mujer) M: ¿Qué pasó? E: Tuve que frenar un conato de huelga. ¿Recuerdas que te dije que las chicas implementaron operación morrocoy? ¡Pues al final decidieron irse a huelga! M: ¿A huelga? E: Sí, de Gerencia General mandaron nuevas normas y no están de acuerdo con algunas, significa más trabajo con el mismo sueldo M: ¿Y en que quedó? E: Bueno, por ahora solo atienden algunas emergencias. Ya me dieron sus peticiones, mañana me toca reunión con la gerencia general para negociarlas M: ¿Seguramente Lucía habrá estado contigo y te habrá ayudado? Esther miró a Maca, pero no iba a entrar en su juego, se repetía mentalmente las palabras que le dijo Claudia “no es ella, son las hormonas”, hizo caso omiso y tranquilamente le respondió E: Estuvimos todas en reunión, discutiendo las peticiones M: Pero tranquila seguro ella te ayuda, recuerdo que siempre la vi muy dispuesta a colaborar contigo... E: Uffff Maca... ¿eso a que viene? ¿me vas a contar que te pasa? Hoy por teléfono estabas más amable (se levantó cansada del sofá) M: No me pasa nada, pensé que ibas a llegar más temprano... (le respondió en un tono triste) E: Sí, era lo que deseaba, pero no me esperaba esa huelga (se agachó para acariciar la mejilla de su mujer y le dio un beso suave y largo en los labios) M: Me hubieras llamado E: No pude cariño, estaba en reunión M: ¿No tuviste ni un minuto para mandarme un mensaje con el móvil? Definitivamente Maca había vuelto al mal humor, por mucha paciencia que quisiera tenerle, ella estaba muy cansada, había tenido un día muy duro en el hospital, no deseaba enfrascarse en una discusión con su mujer que sabía que no terminaría bien, decidió mejor dejarlo así e irse a cambiar E: Maca de verdad eh... (dijo cansada)... voy a bañarme (no le iba a hacer caso, mejor se metía a bañar) M: ¿Y tu móvil? (soltó de pronto) E: No lo tengo M: ¿Dónde lo dejaste?

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E: No lo sé, no sé donde lo dejé. Lo perdí esta mañana, juraría que lo dejé en farmacia pero fui a buscarlo y no estaba ahí, no he tenido tiempo ni de buscarlo ya mañana le preguntare a Teresa (se dio la vuelta para ir al baño) M: Lo tiene Lucía E: ¿Lucía? Pero ¿por qué lo tiene ella? M: ¡Eso quiero saber yo! E: Maca ¿por qué me hablas así?... ¿por qué carajos lo tiene esa tonta?... uff voy a llamar Esther tomó el teléfono y marcó su número móvil, Maca la observaba. Confiaba en Esther, pero no le gustaba nada la actitud de Lucía, no entendía porque le dijo que su mujer estaba en el baño si ya no estaba en el hospital y camino a casa. Estaba segura que esa chica tenía algún interés en su mujer, desde un principio lo notó, debía hacer algo E: (hablaba con Lucía por teléfono)... ¡Pero tú estás tonta!... debiste decirme que lo habías encontrado... no importa... no, estoy en mi casa voy a dormir... mejor mañana se lo das a Teresa en el hospital y yo lo recojo... adiós Terminó la llamada y cortó E: Definitivamente esta chica es tonta, ya estoy perdiendo la paciencia con ella... ¿te imaginas?, la tonta lo encontró en farmacia desde esta mañana y no fue capaz de dármelo M: Algún interés tendría... Esther la miró pero no le dijo nada, sabía que no era ella la que hablaba sino sus hormonas, y decidió no contestarle o se enfrascarían en una discusión E:... Ya no se puede razonar... estoy muy cansada Maca no quiero discutir mejor me voy a dormir M: Sí... ¡mejor! Maca observaba como Esther se metía en la habitación y cerraba la puerta Sintió que Esther estaba perdiendo la paciencia y lo entendía. Debía definitivamente buscar solución a su estado de ánimo, decidió que en la mañana sacaría cita con su médico. Maca no quería seguir así, se daba perfecta cuenta de que estaba sufriendo algún desequilibrio hormonal, seguramente un tratamiento la ayudaría En la mañana decidió mejor llamar a una doctora que le recomendó Cruz, trabajaba en el hospital, también ginecóloga/obstetra pero especializada en trastornos pre y postparto Tres días después Maca y Esther llegaban juntas al hospital, tenía cita con la Doctora. Luego de dejar a los niños con Encarna y la niñera. Teresa desde la recepción las vio llegar y salió emocionada de detrás del mostrador a recibirlas T: Maca (le daba dos besos) ¿cómo estás cariño?

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M: Muy bien T: ¿Ya te reincorporas? M: No, aun me falta, voy a consulta con la Dra. Cifuentes E: ¿Ya está en su despacho la Dra.? T: Sí, ya está en su despacho E: Vamos Lucía: Esther Escucharon que alguien llamaba a Esther desde la entrada, se giraron y vieron como Lucía corría hasta donde estaban ellas. Maca hizo una mueca de desagrado Lucía: Buenos días Esther (Lucía le dio dos besos bajo la atenta mirada de Maca) E: Buenos días Esther miró a Maca, la tomó por la cintura y con cariño le dijo E: ¿Nos vamos cariño? M: Sí, vamos Lucía las miraba alejarse, luego se acercó al mostrador para firmar su entrada Lucía: ¡Que mal me cae esa Dra.! Como me gustaría que... (murmuraba sin darse cuenta que Teresa estaba detrás de unos archivos) T: ¿Qué? Lucía: Ehh... nada Teresa T: Mira muchachita, yo no sé qué te traes con Esther, pero te digo que pierdes el tiempo, ten mucho cuidado, ella está casada y adora a esa mujer que ves ahí. Esa doctora que te cae tan mal, es la mujer de tu jefa y exijo que la respetes ¡¡ok!! Lucía: Teresa ¿por qué tanta violencia? ¡No tienes porque ponerte así!... tú no sabes lo que quiere Esther... ella es una mujer adulta que puede decidir por si misma, ¡no tienes porque meterte! T: ¡¿Queeeee?! Lucía: Además, no te has dado cuenta como llega últimamente, se ve que no es feliz en su casa, así que... T: ¡Mira niña, vete a trabajar si no quieres que te mande de una patada en el culo! Maca y Esther estaban en consulta con la Doctora. Maca le contó todo lo que sentía, ésta antes le hizo el control propio post-parto, la herida, su peso, el abdomen etc M: Es que yo no entiendo, estoy feliz con mis hijas, siempre había soñado con una familia numerosa y ahora la tengo... soy feliz con mis hijos... adoro a mi mujer (tomó la mano de Esther que estaba a su lado) pero no entiendo porque de pronto me pongo triste... peleo sin razón con ella, tengo cambios de humor que no puedo controlar Doctora: No puedes controlarlo porque son causados por tus hormonas, producen el mismo efecto en ti como si estuvieras bajo los efectos de drogas M: Uffff

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Doctora: Maca es normal en las mujeres luego de dar a luz tener cambios de humor, tristeza, inapetencia sexual, esto se debe mayormente a los cambios hormonales producidos durante el embarazo y en el parto. Es un periodo normal en algunas mujeres E: Pero las niñas ya tienen dos meses, ¿no le parece que ya es mucho tiempo? Yo temo que pueda ser una depresión post-parto Doctora: Tranquilas... a veces se confunden los síntomas, Maca no presenta muchos de los síntomas de una depresión, claramente es un desequilibrio hormonal, que se presenta con melancolía, cambios de humor etc... el periodo normal de esto, no debería durar más de un mes, pero el caso de Maca es distinto, a ella la sometieron a un tratamiento hormonal que aunque no fue muy largo si fue intenso, esto contribuyó a que sus hormonas se alteraran E: ¿Y qué podemos hacer? Doctora: Voy a mandarle un tratamiento para revertir el efecto y poner en orden sus hormonas, de todos modos te vas a hacer éste examen de laboratorio (escribía en un récipe las indicaciones) M: ¿Son inyecciones? (preguntaba asustada) Doctora:... Jaja ¿no te gustan las inyecciones? M: ¡No! Doctora: Bueno tranquila, te las voy a mandar en tabletas y no te preocupes que con esto, en máximo quince días serás la de antes Maca y Esther se miraron al mismo tiempo y sonrieron. La consulta terminó y salieron más esperanzadas. En el camino se encontraron con varios compañeros que contentos saludaban a Maca Llegaron a recepción y se encontraron con Cruz y Claudia que estaban firmando

C: Bueno... bueno... mira a quien tenemos aquí (se acercó a Maca y le dio dos besos) M: Hola, pues sí... te hice caso y vine a verme con la doctora Cifuentes C: ¿Y qué tal? M: Muy bien... me mandó un tratamiento Claudia: O sea, ¿que tienes remedio?... jajajaja M: Eso espero... porque ya Esther no puede conmigo (miró a Esther con cara de circunstancias) E: Maca... C: ¿Tienen tiempo para tomarnos un café aquí mismo en el cafetín? E: Sí... vamos M: Pero las niñas Claudia: Maca, son solo unos minutos, además están en buenas manos M:... Sí claro vamos (aceptó) Llegaron al cafetín, Cruz y Maca se sentaron mientras Esther y Claudia buscaban el café y algunas pastas Maca y Cruz conversaban, cuando Maca vio que entraba Lucía e iba directamente hasta donde estaba Esther M: Ya estoy mosqueándome con ésta tipa (dijo en un susurro)

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C: ¿Qué pasa? M: Esa Lucía... está claro... está claro que va detrás C: Maca... ¿de que hablas?... (miraba hacia donde miraba Maca) M: De ésa (con un sutil movimiento de barbilla señaló a Lucía)... Esther parece no darse cuenta, pero desde que entró anda detrás de ella... C: Cálmate Maca... yo no creo que... Mientras Lucía: Jefa E: Por Dios Lucía, ¡te he dicho mil veces que no me digas jefa! Esther y Claudia se acercaban a la mesa, poniendo los cafés sobre ella y sentándose junto a su esposa) Lucía: Esther... necesito que vengas conmigo a farmacia E: ¿Qué pasa? Lucía: Hay un problema... me urge que vengas E: Lucía resuelve tú, voy a tomar un café con mi mujer M: Tranquila cariño ve... si te necesitan ve E: Maca... M: Ve, no la hagas esperar, debe ser urgente E: Pues eso espero porque si no me va a oír Se levantó y le dio un beso en los labios, se quedó unos segundos muy cerca de sus labios y mirándola a los ojos le dijo E: Te quiero Esther se fue detrás de Lucía y Maca la siguió con la mirada hasta que salió del cafetín, notó como Lucía se detuvo en la puerta antes de salir y desde ahí la desafió con la mirada, para después desaparecer detrás de Esther M: ¡No la soporto! Claudia: ¿Qué pasa?... (las miró sin entender de que hablaban) C: Ni caso... M: ¿Es que ustedes no la vieron? C: Maca... algún problema habrá en farmacia M: Sí... ¡cómo no! Esta tipa está buscando lo que no se le ha perdido Claudia: Maca estás exagerando M: ¡No estoy exagerando!.. C: Maca... a ver, son compañeras de trabajo... M: Compañeras de trabajo... ¡ja!... ¿es que no se han dado cuenta en las miraditas que le echa a Esther? esa quiere algo más... ¡estoy segura! C: Maca ¿qué dices? ¿Acaso no confías en Esther? M: ¡Claro que confío en ella, es en esa chiquilla en la que no confío! Claudia: Pero Esther te adora, ¡jamás le va a hacer caso por mucho que ella esté detrás! Maca la miró con curiosidad y enarcó una ceja

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M:... ¿Ustedes han visto algo? ¡Díganme! C: ¡No seas tonta! ¿¡que vamos a ver!? A los pocos minutos llegaba Esther Claudia: Maca deja la paranoia... mira ahí viene tu mujer E: Ya... ufff... era una tontería... Lucía parece tonta, se ahoga en un vaso de agua Se sentó con ellas y notó que las tres se habían callado de repente y la miraban Maca se puso seria y fijó la vista en la taza que tenía entre sus manos E: ¿Qué pasa? Claudia: Nada ¿qué va a pasar? Aquí tu mujer que te extrañaba E: Ah ¿sí?... ¿me extrañabas? (se acercó y le acarició la mejilla) M: Tontas E:... Cariño... ¿estás bien? Tienes mala cara... M: Estoy bien tranquila... ya tengo que irme a casa... (se levantó dispuesta a irse) E: Maca espera... voy contigo M: No quédate, tú tienes que trabajar E: No... me lo pedí para quedarme contigo (le dijo con voz cariñosa) M: ¿Sí? E: Sí... ahora llegamos a casa y nos vamos al parque con los niños... ¿qué te parece? (le preguntaba ilusionada) M: Bueno... vamos (aceptó gustosa) Ellas se levantaron y se despidieron de sus amigas C: Claudia... Claudia: ¿Sí? C: Aquí entre nosotras, yo creo que Maca no está exagerando Claudia: ¿Tu también haz notado algo? C: Yo y hasta mi marido que nunca se fija en nada, me lo comentó el otro día, no le gusta la actitud de esa chica con Esther Claudia: Yo he estado sospechando algo, esa chica algo se trae, no es normal su forma de actuar con Esther C: Crees que Esther... Claudia: Noooo, la pobre creo que no se da ni cuenta C: Uf espero que Maca regrese pronto Claudia: Siiiii, mientras tenemos que estar vigilantes de lo que hace esa loquita C: Aunque yo no creo que Esther le haga caso, por mucho que ella se le insinúe Claudia: Que va... ella está loquita por Maca, no pondría en peligro su matrimonio... ¡o al menos eso creo yo! Esther y Maca llegaron a casa, en el camino habían avisado a su madre para que fueran adelantando para ir a pasar la tarde en el parque. Encarna y la niñera ya habían vestido a los niños. Encarna además había preparado unos bocadillos para un pequeño picnic en el parque. Estuvieron todos relajados, Esther notó a Maca más relajada, disfrutando del paseo y de los niños, estaban sentados en una de las mesas del parque disfrutando de lo

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que había preparado Encarna, Maca y Esther se habían sentado juntas mientras estaban pendientes de los niños, mientras ellas también comían, Maca la miraba fijamente M: ¿Has tenido que cambiar algún turno? E: No, hablé con Vilches y me dio el día, estas noches he trabajado hasta muy tarde y... M: Me parece bien (alargó la mano y le acarició la mejilla con cariño)... gracias E: ¿Por qué me las das? M: Por ser como eres conmigo... por tenerme paciencia... por ayudarme tanto... Esther no supo que decir, se encogió de hombros y sonrió tímidamente M: ¿Qué? (le preguntó al verla así) E: Nada... que te quiero muchísimo (se acercó y le dio un suave beso) Al día siguiente Esther llegó muy temprano al hospital, debía pasar antes por laboratorio a recoger los resultados del examen que le había mandado a realizar a Maca, al abrir el sobre leyó con tranquilidad que tal como había diagnosticado la doctora solo era un desequilibrio hormonal muy leve, por lo tanto debía solucionarse con el tratamiento que le había mandado Así pasó un poco más de una semana en la que Maca parecía mejorar día a día, se le veía más animada, con más energía, con ganas de salir y hasta con más demostraciones de cariño hacia Esther. Un sábado en la tarde estaban las dos sentadas en el sofá, compartiendo con sus hijos, las gemelas estaban en sus sillas mientras Maca tenía en brazos a Andrés y Paula terminaba sus tareas de la escuela bajo supervisión de Esther, escucharon el sonido del timbre, Esther se estaba levantando cuando vieron como diligentemente la asistente iba hacia la puerta a abrir, era Cruz que llegaba con su hija María, al tener casi la misma edad de Paula se habían hecho muy buenas amiguitas, en cuanto Paula la vio llegar corrió a saludarla y pidió permiso a sus madres para irse con ella a la habitación a jugar. Cruz le entregó a la asistente una bandeja de dulces que había llevado para acompañar el café C: Están para comérselas... ven tu con la tía (tomaba a una de las niñas en brazos y la colocaba sobre su regazo) M: Le encanta estar en brazos C: ¿Y qué tal? ¿Cómo están? E: Bien... bien... M: Voy a la cocina, ¿quieren café u otra cosa? C: Para mi café está bien E: Voy yo cariño M: No, quédate tranquila Le hizo una caricia tierna y se fue a la cocina mientras Esther la miraba alejarse. Al quedarse solas Cruz se atrevió a preguntar C: La veo más tranquila... ¿qué tal? ¿cómo van las cosas? E: Ufff mucho mejor, el tratamiento le ha sentado de maravillas, está más tranquila, ya no tiene los cambios de humor C: Y ya... todo como antes (le guiñó un ojo)

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E: Oye... no conocía esa vena cotilla tuya C: Jajaja una que se preocupa por las amigas E: Ufff pues no... está más amable, cariñosa pero nada más... yo no me atrevo a insinuarle nada con temor a que no esté lista y ella no ha tenido la iniciativa... C: Bueno paciencia E: Ni te imaginas cuanta... todos los días ahí viéndola, teniendo ganas de tocarla de... brrrrr... te juro que si no pasa algo pronto voy a hervir C: Jajajaja Estaban encantadas con la visita de Cruz, los niños se la llevaban muy bien con ella, la invitaron para que cenaran todas juntas. La visita de Cruz culminó ya de noche. Recogieron todo y decidieron acostarse. Mientras Esther le daba una vuelta a las habitaciones de los niños y veía que todos dormían plácidamente, Maca había entrado al baño a asearse al terminar salió rodeada por un albornoz, Esther la vio así al entrar en la habitación, solo con esa imagen se le secó la garganta y decidió entrar en el baño, se dio un baño rápido y salió ya con el pijama. Maca aprovechó esos minutos en que Esther estaba en el baño y se puso un conjunto muy sexy que había comprado antes de dar a luz y lo había guardado para la ocasión, ocasión que había sido atrasada mucho tiempo, apagó la luz de la habitación y encendió la de la mesilla. Luego de probar varias posturas sensuales al fin consiguió colocarse sobre la cama como quería que la encontrara Esther al salir del baño Esther al salir se encontró con esa imagen que hizo que abriera la boca por la sorpresa E: Maca... La recorrió con la mirada, era un conjunto sumamente sexy, pequeño, transparente M: Ven (desde la cama estiró su mano invitándola a acercarse) E: E..estás... estás segura? (titubeo nerviosa) M: Siii... ven aquí (susurró sensualmente mientras movía su dedo índice atrayéndola hacia ella) Esther nerviosa se acercó hasta la cama hipnotizada por el movimiento del dedo de su esposa, Maca se colocó de rodillas sobre la cama y tomó a Esther por la cintura del pantalón del pijama que llevaba mientras a gatas se acercó hasta ella Maca atrapó los labios de Esther con ansias, Esther respondió inmediatamente introduciendo su lengua en la boca de su mujer con pasión. Maca fue desnudándola, mientras las manos de Esther cobraron vida, tocaban y acariciaban la piel desnuda de su mujer, se besaban con pasión pero sin prisa, disfrutaban de ese beso tan esperado y deseado E: Te deseo tanto... tanto... M: Mmmm... yo también... E: Al fin... Dios ¡al fin!... (rezó como mirando al cielo, actitud que hizo sonreír a Maca) Se separó unos centímetros de su mujer y con prisa se quitó el pijama. Mientras se agachaba para quitarse el pantalón, Maca aprovechó para atacar el cuello de Esther que tanto le apetecía

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E: Ahhhh Gimió al sentirla y tomándola suavemente por el cabello la acercó más a su cuello E: Mmmm... Maca... (susurraba y gemía sin parar) Tuvo que clavar sus dedos en la espalda de Maca al sentir sus dientes morder la piel de su cuello, suavemente la empujó para tumbarla en la cama colocándose sobre ella. Esther empezó a besar el cuerpo de Maca empezando por sus pechos cubiertos por esa hermosa tela de encaje, besó su garganta, levantó el cabello de su mujer y se introdujo en su cuello que besaba y mordía con suavidad, besó su barbilla, llegó hasta su oreja, mordió por un segundo su lóbulo y le susurró al oído E: No te conocía éste conjunto mi amor M: ¿Te gusta? mmmmm (gemía de placer) E: ¡¡Me encanta!! (le susurraba en el oído) M: Sí... pero quítamelo Esther le quitó la parte de arriba pero le dejó el tanga, la mano de Esther empezó a jugar con el borde de la tela, estirándola ligeramente hacia arriba, este movimiento hizo gemir a Maca que sintió la fricción de la tela en su sexo M: Aghhh Maca tomó la cara de Esther entre sus manos y la acercó para besarla, atrapando su labio para besarlo y succionarlo con deseo, mientras volvían a besarse y sus lenguas volvían a encontrarse, la mano de Esther había hecho a un lado la tela del tanga y empezó a explorar su sexo M: Esther... mmmmm Conocedora de que la estaba volviendo loca de deseo, se deslizó por su cuerpo con lentitud rozando sus pezones endurecidos contra la piel de Maca quien los tomó entre sus manos y los acariciaba con devoción. Esther se pegó más a su cuerpo y tomó uno de sus pezones entre sus dientes, Maca excitada arqueó su espalda para lograr un mayor contacto, Esther volvió a deslizarse hacia abajo, repartiendo besos por su estómago, su vientre ahí se entretuvo unos segundos jugando con su lengua alrededor de su ombligo, con la lengua siguió su descenso llegando a el nacimiento de su pubis, al llegar al borde de su tanga levantó la mirada y con picardía le guiñó un ojo a Maca y con sus manos en los muslos de su mujer usando solo sus dientes empezó a deslizar el tanga por las caderas de Maca bajándolas, ésta desde su postura la miraba extasiada sabedora de lo que vendría a continuación. Al quedar los dientes de Esther muy cerca del pubis de Maca sin poder resistirlo se adentró hasta su clítoris y pasó su lengua por él, Maca gimió con fuerza al sentir el roce de su lengua y levantó la cadera para acercarse más a la boca de su mujer, los dientes de Esther rozaban su duro clítoris al tiempo que lo succionaba con sus labios. Maca había cerrado los ojos concentrada en las sensaciones que le estaba haciendo sentir, se mordía el labio y apretaba las manos de Esther. Toda la inapetencia que había sufrido Maca se había convertido en una vorágine de deseo que la estaba volviendo loca

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M: Ahghhhhh Esther... Esther... entra... entra por favor E: Sí mi amor... sí Estaban excitadas hasta niveles que no recordaban, lo achacaron al tiempo que tenían sin hacer el amor, les daba igual, lo que querían era sentirse Esther subió nuevamente regando besos por su cuerpo y al llegar a sus labios los atrapó sin tregua, mientras se besaban con furia Esther había bajado una mano y metiéndola entre las piernas de Maca llegó hasta su sexo y apretó entre dos dedos su clítoris, las dos gimieron de placer al sentir lo húmeda que estaba y presa de su propia excitación mientras acariciaba el sexo de Maca ella rozaba el suyo contra el muslo de Maca M: Mmmm estás tan mojada E: Me pones a mil... (le susurró al mismo tiempo que introducía dos de sus dedos dentro de su mujer) M: Ahhghhhhhh... Estheeeeeer... Esther sonreía, gozaba escuchándola gemir, le encantaba hacerla sentir así, al fin había regresado la Maca a la que enloquecía con sus caricias, Maca gemía mientras Esther con sus dedos seguía con el vaivén dentro de ella M: Me encanta tenerte así... tan dentro de mi... te siento tan adentro de mi... mmmm E:... Te quiero tanto mi amor... M: Ven... hagámoslo juntas Maca se levantó un poco para poder entrelazar sus piernas colocando sus sexos muy pegados Esther se colocó sobre Maca y entrelazó sus piernas uniendo sus sexos y rozándolos, movían sus caderas al unísono, sentían el contacto electrizante de sus pieles, moviéndose sin pudor, sudando, frotándose, se retorcían de placer, estaban tan pegados que parecían uno, se habían perdido en un cúmulo de sensaciones tan profundas que las hacían sentir mareadas Movían sus caderas con furia, sus deseos iban en aumento, sabían que en cualquier momento llegarían a ese punto en el que alma y cuerpo explotan en una sensación ardiente que les recorre, sabían que estaban cerca, se miraron con amor y en ese momento sintieron las convulsiones en sus sexos casi al mismo tiempo E: Aghhhhhhh... M: Aghhh... Sonriendo satisfechas, plenas se abandonaron una en brazos de la otra respirando con dificultad E: Dios... como extrañaba esto (Esther exclamó desde lo más profundo) M: Ufffff Se miraron y mientras reían a carcajadas se abrazaron con más fuerza

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Al rato cuando ya estaban más calmadas aun abrazadas, Esther se separó ligeramente de Maca y mirándola con ternura le retiraba unos cabellos que habían caído en la cara de Maca M: ¿Qué? (le preguntó al verla que se le quedaba mirando fijamente) E: Estás preciosa mi amor M: Jummm... despeinada... sudada E: Sí... tienes un brillo especial en los ojos cada vez que hacemos el amor... y tus mejillas que se te ponen rojitas... lo extrañaba tanto mi amor (le dijo con dulzura) M: Te quiero E: Yo también mi amor Se besaban con ternura, besos que poco a poco se fueron convirtiendo en besos apasionados y hambrientos Esther entraba corriendo al hospital, se le había hecho tarde, casi no había dormido, pero estaba feliz fue una noche especial en la que recuperaron el tiempo perdido. En la mañana no pudo resistirse cuando mientras estaba en la ducha Maca se metió a “bañarse” con ella. Como consecuencia llegaba casi una hora tarde a su trabajo, apenas saludó a Teresa que la miraba sorprendida, firmó y corriendo se fue al vestuario, en cuanto tuvo unos minutos corrió a tomar un café, debía despejarse, pero no tenía ganas de ir al cafetín así que se metió en la sala de médicos, estaba en eso cuando entró Cruz que con una caricia en la espalda la saludó Esther le respondió con una sonrisa C: ¿Cómo vas? E: Bien, tomándome un café, que esta mañana no me dio tiempo tomarlo en casa C: Ah ¿síi? Sentadas en el sofá con sus tazas de café en las manos conversaban C: Maca como sigue, ¿qué tal va el tratamiento? E: Maravillosamente... ajjj Le dijo especialmente emocionada en el que no pudo evitar un suspiro enamorado, Cruz la miró a la cara y con una sonrisa C: Tienes cara de no haber dormido nada E: Pues no... fue maravilloso Cruz... Maca volvió... mi Maca C: Jajaja ¿tu Maca? E: No te rías... sabes a que me refiero C: Sí... y me alegro muchísimo... oye y ¿cuando regresa al trabajo? E: Pasado mañana la tenemos aquí... Estaban conversando cuando se abrió la puerta de pronto Lucía: ¡Esther! te necesitan en urgencias E: Ufff... Lucía por Dios toca antes de entrar de esa manera... Lucía: Perdón... es que te necesitan en urgencias E: ¿Es urgente? ¿No pueden resolver un momento mientras me tomo este café?

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Lucía: Sí claro... E: Bueno ve entonces que yo ya voy Lucía salió y las dos se quedaron mirando hacia la puerta por donde se había ido la chica C: Esta chica tiene un ímpetu E: Uffff ¡es una dramática! ¡Para ella todo es urgente! C: Oye... Esther ehh... no te molestes por lo que te voy a decir, ¿por qué esa chica está siempre contigo? E: ¿Conmigo? trabajamos en el mismo hospital C: Sí... pero es que siempre te anda buscando, ya debería resolver sola las situaciones que se le presenten (trataba de ser muy sutil) E: Cruz... es enfermera, yo soy la jefa de enfermeras ¿qué le ven de malo a que trabaje junto a mi? C: Bueno tú sabrás, era solo una pregunta... pero ándate con cuidado E: ¿Tú también? C: Esther, sabes que a veces se ven mejor los toros desde la barrera y quizás tú no te des cuenta de algunas cosas E: ¿A que te refieres? C: Mira Esther tú sabes que yo paso de cotilleos, pero en esta ocasión se trata de personas que quiero mucho E: Cruz ¿qué pasa? C: Esa chica se ha convertido en tu sombra, anda siempre detrás de ti, podrá trabajar con cualquiera y solo te busca a ti, hay cosas que las puede resolver y no, siempre te busca y otras cositas que no sé... pero... no me da buena espina... hay cosas que no cuadran... E: ¿Y qué crees que quiera? ¿Cuál es su intención? ¿Yo no entiendo? C: Ahí está la cosa, que tú no te das cuenta y ya todas lo hemos notado. Creemos que esa chica está detrás de ti E: Jajajaja... que tontería... si yo no he dado pie... además ni loca le haría algo así a Maca C: Lo sabemos, pero nunca se sabe las intenciones o artimañas que puede tener, por eso ándate con cuidado E: Bueno... me voy que me esperan ahhh (se quejó al levantarse) C: ¿Qué te pasa? (le preguntó preocupada) E: Ufff estoy adolorida... tengo agujetas por todo el cuerpo (le dijo guiñándole un ojo) C: Jajaja ¿habías perdido la práactica? E: Jajaja sí... pero ya la retomaré jajaja... ufff esta mañana me ha costado venirme... C: Pues sí, es lo que tiene el trabajo... pero alguien tiene que hacerlo... vamos Mientras en casa Maca recibía la visita de Claudia que libraba ésa mañana y habían quedado con Esther que pasaría a ayudar un poco con las niñas. Maca abría la puerta con una gran sonrisa, se había levantado esa mañana como flotando en una nube M: Buenos días Claudia (la saludaba feliz con un abrazo) Claudia: Hola... que risueña... veo que has tenido un buen despertar (sonreía) M: Mmmm síi... el mejor de todos... Pasa Claudia: Todo bien

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M: Maravilloso, me siento tan bien... uf al fin me siento la misma de antes... Claudia: Sí, qué bueno que el tratamiento te hizo bien... cuando te reintegras M: Pasado mañana, no veo la hora de volver al trabajo... me encanta estar con mis hijos, pero necesito trabajar Claudia: Sí, es normal M: ¿Seré mala madre por eso? Claudia: No seas tonta, el estar todo el día con tus hijos no te hace mejor madre a que si vas a tu trabajo, los dejas bien cuidados y el tiempo que compartes con ellos es intenso M: ¡Sí, es verdad! ¡Calidad versus cantidad Claudia: Así es y puedo asegurarte que si te sientes realizada como mujer, como profesional, eres feliz y el tiempo que estés con ellos es mucho mejor, tus hijos agradecerán una Maca menos amargada... (le guiñó el ojo divertida) M: Jajajaja (le dio un golpe suave en el hombro) Ya en la tarde Claudia se retiró y Maca luego de dejar dormidas a las gemelas y darles la merienda a Paula y Andrés, llamó a Esther que al ver el número de su mujer reflejado en su pantalla E: Hola mi amor M: Hola cariño, ¿qué haces? E: Ufff extrañarte ¿y tú? M: Jeje también... E: ¿Y los niños que hacen? M: Hace un rato se ha ido Claudia, hemos estado en el jardín un rato, les he dado la merienda y ahora duermen E: Ufff me encantaría estar ahí con ustedes M: Y a mí que estuvieses (susurraba) Entre palabras de cariño y amor se despidieron con la promesa de que en la noche en cuanto llegara Esther le daría todos los besos que le había mandado por el teléfono Al fin llegó el día de la reincorporación de Maca E: Cariño... vamos a llegar tarde (la llamaba desde la puerta) M: Lo sé pero es que me cuesta mucho irme (aun se despedía de sus niñas que se quedaban con la niñera) E: Sí, es muy duro, pero debemos irnos (se acercó hasta ella, le dio un beso a las niñas y tomó del brazo a Maca para salir) M: Bueno, ya sabes (le hablaba a la niñera)... en unos minutos regresa la señora Encarna... pero cualquier cosa nos llamas... Niñera: Sí señora quédese tranquila E: Cariño... tranquila, todo ira bien En el hospital la actividad en urgencias era la de siempre, ellas llegaban y se iban directo al mostrador de Teresa que estaba de espaldas y no las había visto llegar

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M: Uy estás muy distraída Teresa, así se te mete cualquiera... T: ¡Maca! (levantó la mirada al escuchar la voz y salió corriendo de detrás del mostrador para saludar a Maca con un abrazo emocionado) que alegría verte de nuevo por aquí M: Gracias Teresa E: ¿Y yo qué?... ¡Llegó tu preferida y ya a mi ni me saludas! (se hacía la ofendida mientras firmaba con una sonrisa) T: Jajaja tonta... ¡a ti te veo todos los días! E: ¡Ja! Está bien M: Vamos cariño... deja de quejarte... luego nos tomamos un café Teresa... (tomó a Esther por el brazo y se dispusieron a ir a los vestuarios) Las dos se perdieron por el pasillo bajo la atenta mirada de Teresa, esa jornada fue un poco dura para Maca, extrañaba muchísimo a sus hijos, sobre todo a las pequeñas que eran la que más la necesitaban, además con tanto tiempo fuera del hospital le estaba costando tomar el ritmo, pero al final de la tarde ya era la misma doctora dedicada a sus pacientes que siempre fue Ya había pasado una semana desde que Maca se había reincorporado al hospital Esther luego de la conversación que había tenido con Cruz, le había puesto más atención a la actitud de Lucía y aunque ella aún no veía malas intenciones sí le pareció que la chica siempre buscaba la forma de trabajar con ella. A fin de evitar cualquier mal entendido le hizo caso a Cruz y trataba en lo posible no trabajar con ella, hasta le solicitó a Teresa que ocupara a la enfermera en casos que no tuvieran que ver con ella ya desde la entrada de urgencias Maca para ponerse al día con sus pacientes, había tenido mucho trabajo pero eso no impedía darse cuenta de la actitud de Lucía, quien mantenía una actitud borde con ella. Había notado como mientras estaba Esther presente era toda simpatía, pero cuando le tocaba asistir a la pediatra se mostraba seca y hasta desagradable con ella, le llamó varias veces la atención no podía permitir que la mala actitud de una enfermera comprometiera su trabajo. No le había comentado nada a Esther a fin de evitar otra discusión Esa tarde en el que la jornada estaba siendo especialmente pesada Maca se acercó hasta recepción para utilizar el escáner ya que el de su despacho se había dañado, encontró a la mujer murmurando M: Jaja que te pasa mujer... porque refunfuñas T: Hummmm nada cosas mías Sonrió al ver la cara de circunstancias de la mujer y se dispuso a escanear los documentos que llevaba M: ¡Esto ya está! ¡listo!...Teresa me vas a decir que te pasa... ¿por qué estás tan molesta? T: Ufff es la chica ésa... Lucía ya me está mosqueando... M: Umm... ¿Lucía? ¿Y qué pasa con ella?

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T: Ehhhh (se arrepintió en el acto de haberlo dicho ya que Maca seguramente se molestaría) no me hagas caso Maca son tonterías mías M: No... no son tonterías si te tiene así, cuéntame que pasa (se paró frente a ella con los brazos cruzados) T: Ufff... Es que... esa chica me tiene harta, viene cada dos minutos a buscar a Esther M: Ummm ¿y para que la busca? T: ¡Yo que sé! Para todo... pero Esther me ha dado órdenes de ponerla a trabajar en casos que no coincida con ella M: Ah ¿sí? ¿Esther hizo eso? T: Sí... ¡se debe haber fastidiado de tanto tenerla detrás siempre pegada a ella!... perdona Maca es que... M:... Tranquila... si yo no soy tonta... ¿cuando te dio esa orden Esther? T: Pues... (hacía memoria) una semana aproximadamente M: Pensé que eran tonterías mías pero veo que ésta chica está buscando lo que no se le ha perdido... ya me va a oír... ¿dónde está ella? T: ¿Qué vas a hacer? M: Lo que debí haber hecho hace tiempo T: Maca ten cuidado, no te lo tomes así... Esther no tiene la culpa... M: No es con Esther... voy a hablar con ella... dime ¿dónde está? T: Creo que se fue hacia los vestuarios Dicho esto Maca salió malhumorada, rumbo al pasillo del vestuario de enfermeras, sin tocar la puerta entró y se encontró a Lucía frente a la taquilla de Esther mirando algo que ella no alcanzó a ver desde la puerta M: ¿Qué haces? Que buscas en la taquilla de mi mujer (se acercó de prisa hacia la taquilla de su mujer y cerró la puerta) Lucía: Ehhh... nada... se le había quedado la puerta abierta y la estaba cerrando Lucía le contestó de muy mal modo y se dio la vuelta para salir, Maca la alcanzó y la tomó por la mano antes de que abriera la puerta M: Mira a mi no me engañas con esa carita de mosquita muerta, no sé qué te traes con Esther, pero no te quiero ver más cerca de mi mujer entendiste Lucía: ¡Ja!... como me lo vas a impedir (la encaró) M: No me tientes... aléjate de mi mujer Lucía: Trabajo con ella... así que tengo que estar con ella M: Puedes trabajar con otras... ¿qué quieres con mi mujer? Lucía: Me gusta trabajar con ella... me gusta ella... y voy a seguir viéndola... además ¡contigo no es feliz! M: ¿Qué estás diciendo?... estás loca Lucía abrió la puerta y salió de prisa y desde adentro Maca le gritó M: Aléjate de ella... ¡te lo advierto! Claudia que estaba saliendo del ascensor la escuchó y se acercó inmediatamente a ella Claudia: Maca ¿qué te pasa? M: Esa loca... ya se sacó la careta... es una... uffff

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Salió al pasillo, rumbo a la cafetería, Claudia la seguía, al llegar Maca tomó un botellín de agua en la nevera, lo destapó con furia y se lo tomó Claudia: Vamos, siéntate, estás muy nerviosa M: Uf es que lo sabía, no eran suposiciones mías... Claudia: ¿De que hablas? M: ¡De la Lucía de los cojones esa! Claudia: Hummm M: ¿Hhummm? ¿Ves como yo tenía razón? Está detrás de Esther Claudia: ¿Te dijo eso? M: ¡Me lo dejó muy claro! Claudia: Vamos Maca... que a ella le guste no quiere decir nada M: ¿Que no? ¡Si hasta Teresa se dio cuenta! ¡Está buscando lo que no se le ha perdido! Claudia: Pero... de todos modos Esther no le hace ni caso... M: No sé yo ehhh, porque según Teresa, le dio orden de ponerla a trabajar en otros casos... algo habrá pasado para que Esther tome esa decisión al fin Claudia: ¡Que va a pasar Maca! ¡Por Dios! ¡Deja las tonterías! M: No sé, pero si veo a esa chica otra vez con Esther ¡arde Troya! (se estaba levantando de la mesa, pero Claudia la jaló del brazo para que se sentara nuevamente) Claudia: A ver, eres una mujer madura, ¡jamás has tenido estos arranques de celos! ¡Hazme el favor de comportarte y de no decir ni hacer tonterías! M: ¡Pero es que me sacó de mis casillas! Claudia: Si ya me di cuenta y todos los que están aquí también lo notaron (dio una mirada a los alrededores) ¡contrólate y se inteligente! M: Me pasé ¿verdad? Claudia: ¡Pues sí!... Maca yo sé que esa chica se las trae, es una tira la piedra y esconde la mano, pero Esther te adora y no le hace caso... seguramente no la quiere a su lado para evitar problemas contigo M: Sí pero ahí está ella, no pierde oportunidad para retarme y... Claudia: ¡Maca no seas niña! No le hagas caso, Esther y tú se adoran y ya han pasado por cosas muy duras, ninguna de las dos va a poner en peligro su matrimonio por una chiquilla loca Mientras Claudia hablaba Maca levantó la mirada y vio como entraba a la cafetería su mujer con la enfermera a su lado que le iba hablando, Esther apenas entró la buscó con la mirada y le sonrió, se despidió de la enfermera quien miró de mala manera a Maca. Esther se acercó hasta donde estaban ellas E: Hola mi amor (le dio un beso suave en los labios) tengo rato buscándote M: ¡Pues ya me encontraste! Claudia: ¡Maca! E: Pero... (miró a Claudia)... ¿qué pasa? Claudia: Nada Esther, es que está de mal humor... por un padre impertinente... E: Ufff... ¿se metió contigo mi amor? M: Siiii... perdona cariño... no quise ser ruda contigo... ven siéntate, tomate un café con nosotras Esther se sentó con ellas y Maca le sirvió un café, mientras lo hacía, Esther la observaba, se dio cuenta que Maca estaba muy seria

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E: ¿Que te pasa cariño? ¿Fue muy grave el altercado? M: ¿Qué? E: El contratiempo que has tenido con el padre... M: Ehhh no... (debía mantener lo que había inventado Claudia)... sí... era un pelele E: Jajaja sí... ¿no?... cariño no te pongas así, no hagas caso ya sabes cómo se ponen cuando tienen un hijo en urgencias M: Eh sí claro, bueno yo me voy a mi despacho cariño, aun tengo mucho trabajo E: Ok... nos vemos mas tarde (se despidieron con un beso muy suave en los labios) Maca llegó al despacho, se sentó frente a su escritorio, se quedó pensando unos segundos, luego sacudió la cabeza en un intento de sacar esas ideas que tenía y se dispuso a trabajar. A los pocos minutos alguien tocó la puerta y abrió sin esperar respuesta E: ¿Se puede? (abrió la puerta y se asomó con una sonrisa) M: Claro mi amor... pasa E: ¿Qué haces? Esther le daba un toque cariñoso en las piernas, para que le diera espacio y se sentó sobre las piernas de Maca, ponía su brazo alrededor del cuello y Maca la rodeaba por la cintura M: Terminando con un caso E: ¿Estas de mejor humor? M: Antes me pasé, lo siento cariño... me pillaste en mal momento... E: Hummm puedo hacer algo para que te mejore el humor (susurro inclinándose hacia ella y besando su cuello, mientras desabrochaba un botón de su bata y llevaba su mano al pecho de Maca) M: Ummmm (gemía gustosa) si haz conmigo lo que quieras Esther le daba mordisquitos en su cuello y acariciaba el pecho de Maca, mientras ella acariciaba el muslo de su mujer subiendo su mano hasta llegar a su abdomen, apartó su bata y metió la mano por debajo de su camisa acariciando su estómago M: Mmmm... que rico E:... Solo piensa en mí... no pienses en más nada M: Siempre pienso en ti... Sus bocas se buscaron hambrientas, sus lenguas se enredaban en un beso apasionado, sus corazones latían desbocados, el sofoco era evidente en sus respiraciones y cada vez se sentían mas excitadas M: Ummm deberíamos parar (dijo como pudo) E: Me encantaría pasar el resto de mi vida así, en tus brazos M: A mí me encanta... cariño vámonos a casa E: Uffff aun me falta una hora mi amor M: Escapémonos... E: Jajaja estás loca... M: Ummm y si cerramos la puerta y...

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E: Cariño... mejor me voy a trabajar y nos vamos corriendo luego (le dio un beso y se levantó) te quiero M: Uffff eres mala ehhh... vienes me alteras y ahora te vas dejándome así con este fuego dentro... E: Ummmm (se inclinó y atrapó sus labios con su boca para darle un beso corto pero muy profundo) guárdalo para cuando lleguemos a casa Robándole un último beso se giraba y se iba, dejando a Maca con la boca entreabierta y con una sonrisa Maca había terminado y se fue a recepción a esperar a Esther, miró su reloj comprobando que Esther aún no había llegado M: Teresa, ¿sabes que está haciendo Esther? ya debería estar saliendo T: Pues la vi que iba con Lucía, no sé qué problema tendría esa chica en farmacia M: ¿Un problema?... el problema se lo voy a dar yo... (dando un golpe sobre el mostrador salía hacia la farmacia) Dentro de la farmacia Lucía había aprovechado la oportunidad para acorralar a Esther y sin ella esperárselo la había besado a traición sin que Esther pudiera hacer nada para evitarlo, fueron unos segundos pero suficiente para que justo en ese momento llegara Maca contemplando lo que menos se esperaba, no podía creer lo que estaban viendo sus ojos, veía a Esther de espaldas abrazada por Lucía y besándola. Sintió que el piso que tenía bajo sus pies había desaparecido Cuando ya estaba a punto de entrar y apartarlas a golpes, vio como Esther de un empujón la apartaba y le volteaba la cara de una bofetada M: (“¡Ups toma! (pensó Maca) ¡esa es mi niña!”) Sin pensarlo se colocó a un lado para que no pudieran verla. Desde donde estaba no podían verla pero ella escuchaba a la perfección lo que decían E: ¡¿Como te atreves a hacer algo así?! Lucía: Esther... me gustas... y pensé que tú... E: ¡¿Pensaste que yo qué?! ¡Loca! Lucía: No me niegues que te gusto, me mirabas, varias veces te sorprendí mirándome las piernas Maca al escuchar esto torció sus labios en una mueca de disgusto E: ¿Pero qué dices?... no te miraba porque me gustaras si no porque no era la forma de venir vestida Maca asentía con la cabeza y sonrió con satisfacción Lucía: Tú no eres feliz con tu mujer...

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M: (“¡Será cabrona!” pensaba Maca) E: ¡No pienso seguir escuchando las tonterías que dices! ¡Que sabes tú de mi vida privada! Lucía: Te he visto llegar muy triste... E: ¿Qué dices? No tienes porque... ¡¡no digas tonterías!!... ufff (se dio cuenta que estaba perdiendo la paciencia y levantaba la voz, decidió calmarse)... mira, Maca es mi mujer y la adoro, soy la mujer más feliz del mundo a su lado, hemos tenido algunos problemas pero jamás hemos dejado de querernos Lucía: Ella no te merece... E:... Lucía... escúchame, Maca es lo mejor que me ha pasado en la vida, le doy gracias a Dios todos los días por haberla puesto en mi camino... tenemos una familia maravillosa, la doro, nunca haría nada que pusiera en peligro nuestro matrimonio, ¡no cambiaría lo que tengo con ella por nada ni nadie de este mundo! A Maca se le escapó una lágrima al escuchar a su mujer, se sentía emocionada era tan hermoso escuchárselo decir con tanta vehemencia, defendiendo su matrimonio Lucía: Perdóname Esther... yo... (se tapó el rostro con vergüenza y comenzó a llorar con desesperación) E: He no llores vamos, no pasa nada... Lucía: Es que me avergüenzo de mi conducta... pensé que te gustaba y por eso yo... E: ¡Pues te equivocas! (le respondió enérgicamente) Lucía: Lo siento Esther... no sé que me pasó, lo deje hace poco tiempo con mi pareja... me siento muy sola... M: (“zorra... búscate a otra, ¡Esther es mía!” pensaba) Esther vio la cara de desolación de la chica y se compadeció de ella E: Lucía, eres joven ya encontraras a alguien que te haga feliz, alguien que sea libre... no está bien querer meterte entre dos personas que se aman, debes tener mucho cuidado con eso Lucía: Si lo sé... perdona... yo no soy así... pero mi novia... bueno mi ex... me descolocó, me trato muy mal, afectó mi autoestima... pero... de verdad lo siento mucho perdóname E: Bueno... ya pasó... vamos límpiate esas lágrimas y sal, yo me voy que seguramente mi mujer me está esperando Maca al ver que Esther se daba la vuelta salió de prisa, era mejor que no la viera ahí. Afortunadamente ya Esther había puesto todo en su sitio y sería muy incomodo para ella ver que ella había sido testigo de todo Esther llegó a recepción y le preguntó a Teresa por Maca T: Pues ella también te anda buscando salió a... M: Aquí estoy mi amor (llegó interrumpiendo a Teresa) te estaba buscando en vestuarios... T: Pero si yo... M: Adiós Teresa hasta mañana...

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Maca tomó a su mujer por la cintura y con cariño la empujó hasta la puerta, al llegar al auto ya no pudo resistirse la apoyó contra él y le dio un beso apasionado en los labios sin importarle toda la gente que las miraba, sorprendiendo a Esther que casi se quedó sin respiración ante el beso inesperado E: Uffff... ¡¡Dios!!... ¿qué te pasa? M: Que te quiero... (beso)...te quiero (beso)... te quiero... E: Ummm vamos corriendo a casa... quiero todo ese fuego que tienes por dentro... M: Vamos tengo unas ganas locas de hacerte el amor... Llegaron pronto a casa, afortunadamente no hubo tráfico pesado. Al llegar aparcó el auto y tomadas de la mano entraron. Era tarde y sabían que los niños ya estarían en cama, se aseguraron de que así fuera y escaparon hasta su habitación. Normalmente los niños las esperaban despiertas para que ellas pudieran compartir la cena y un rato con ellos, pero esa noche se les había hecho tarde, Encarna los había acostado. Ya los verían en la mañana Entraron en la habitación como dos adolescentes que se iban a ver a escondidas, en cuanto cerraron la puerta dieron rienda suelta a su pasión Se quitaron las camisas atropelladamente, las dos estaban muy excitadas, se habían contenido durante todo el día, era uno de esos días en que se deseaban con locura, en el que su lívido estaba en el nivel más alto, Maca levantó en brazos el cuerpo de Esther que se aferró a ella con desesperación. Se besaban hambrientas, con ansias. Maca abandonó por un instante sus labios para ir hasta su cuello dándole un suave mordisquito, aún en brazos apoyó a Esther contra una de las paredes para poder sacar una mano y llevarlo hasta su pecho, mordió uno de sus pezones tan excitado que sobresalía la tela del sujetador, levantó la tela y sacó uno de sus pechos para morderlo suavemente y chupar su pezón mientras con su lengua lo acariciaba. Esther se estremeció, un latigazo de deseo recorrió su cuerpo haciendo palpitar su centro E: Ummmm (gimió de placer mientras se aferraba más a su cuerpo) Maca bajó a Esther al piso y tomó sus pechos entre sus manos los masajeaba mientras con su boca chupaba los pezones endurecidos primero uno luego el otro, los acariciaba con fervor, Los chupó y los lamió con adoración mordisqueo suavemente la punta y dibujó con su lengua la línea de su aureola E: Ummmm... Maca... me vuelves loca... Maca arrastró a Esther hasta la cama. Sobre el colchón seguían besándose, se acariciaban, las manos de Maca encendidas de pasión recorrían el cuerpo de Esther... sus piernas... su pecho... mientras lo hacía, descendía con su lengua por su rostro... su cuello... su pecho... su estómago, marcando en ella una línea de fuego, las manos de Esther se habían enredado en su pelo guiándola a los lugares donde quería que la besara, llegó hasta su ombligo y con sus manos comenzó a desabrochar su cinturón, le bajó de una vez el pantalón. Volvió a subir para besarla en la boca, Esther aprovechó para quitarle el sujetador, le bajó uno de los tirantes, sacó uno de sus senos y lamió dulcemente su pezón, metió su mano por la espalda y lo desabrochó, al quedar libre su

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pecho se le quedó mirando unos segundos extasiada, le encantaban las tetas de su mujer, eran hermosas, redondas, sus pezones suaves y rosados estaban muy duros por la excitación, se entretuvo un rato con ellos lamiéndolos y chupándolos para luego con su mano tomar a Maca por el cuello y buscar ansiosa la boca de Maca, ella cerró los ojos y entreabrió su boca permitiendo que sus lenguas se encontraran, se besaban con furia necesitando separarse levemente para coger el aire que les faltaba M:... Ummm... hazme el amor... te deseo con locura (susurraba ahogadamente) Esther le dio la vuelta y ahora era Maca la que yacía de espaldas, le quitó el pantalón y al fin sus cuerpos quedaron completamente desnudos, sus pechos se rozaban M: Tócame... (le rogaba excitada) E: Sí... sí... (respondía también excitada) Mientras sus bocas se besaban, sus manos se acariciaban con furia, Esther besaba y chupaba el cuello de Maca mientras ella lamía el lóbulo de su oreja, Esther bajó una mano y la metió entre las piernas de Maca, acarició el sexo húmedo de su mujer, provocándole un gemido M: Aghhhhhhh E: Estás tan mojada... Esther se incorporó y se le quedó mirando, le encantaba verla así excitada con los ojos cerrados, la boca entreabierta, extasiada de placer, le provocaba comérsela a besos E: Eres preciosa (le dijo mientras besaba la parte interna de las piernas de Maca) Le abrió más las piernas y se situó entre ellas, le flexionó sus rodillas, con sus manos levantó ligeramente la cadera de Maca y lamió su entrepierna, separaba sus nalgas con las manos y pasó su lengua con suavidad provocando un escalofrío en Maca. Tomó el clítoris de Maca entre sus labios y lo estiró suavemente, lo chupó, lamió su vagina mientras con su pulgar frotaba el clítoris, produciéndole una excitación mayor. Maca estaba extasiada. Esther con sus manos separó ampliamente los labios de su vagina introduciendo su lengua puntiaguda en ella, Maca se estaba volviendo loca al sentir su lengua tan caliente dentro de ella M: Ahggggg... Es... Estheeer... sí... sí... ohhhh Maca comenzó un movimiento de caderas y con una mano aprisionó la cabeza de Esther entre sus piernas, la quería muy cerca de su vagina, Esther seguía chupando y metiendo su lengua, Maca apretaba los labios y gemía. Esther conocedora de que su mujer estaba alcanzando el orgasmo se chupó dos dedos y los introdujo muy dentro, los movía hacia dentro y hacia afuera, con un movimiento circular de sus dedos, encontró con las yemas un suave abultamiento que acarició con suavidad M: Ahhhhhh (gritó de placer) Maca arqueó su cuerpo y el movimiento de su cadera se volvió frenético mientras Esther entraba y salía de ella

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M: Esther... Esther... mi amor... ayyyyy... sigue... sigue Esther ya no podía controlar su propia excitación se subió sobre su mujer y frotando su sexo sobre ella seguía penetrándola con sus dedos. Maca gritó de placer al alcanzar el orgasmo mientras Esther seguía rozándose sobre ella, su movimiento era cada vez más pronunciado hasta que al fin explotó segundos después y desplomándose sobre ella gimiendo, ocultando el rostro en el cuello de su mujer E: Ahhhhhh... Dios... Dios... (respiraba con dificultad) Respiraban con dificultad, tardaron largos segundos en recobrar su ritmo de respiración. Se quedaron abrazadas desnudas sobre la cama, Maca acariciaba con mimo la piel de Esther y ella se hundía en el cuello de Maca, escuchando su respiración pausada y tranquila M: Cariño... E: Mmmm (susurro con su voz de sueño) M: ¿Duermes? E: Casi... M: Cariño... ¿a qué hora entras mañana? E:... Entro de tarde, igual que tú M: Ummmm entonces podemos levantarnos tarde (le decía con voz sensual) E: Mmmm... si los niños nos dejan me encantaría Se colocaron una detrás de la otra, Maca abrazaba por detrás a Esther y le acariciaba un brazo con parsimonia, Esther respiraba tranquilamente mientras ella pensaba en lo que había pasado durante el día, la forma en que Esther había hablado de ella y había defendido su relación, una sonrisa se dibujó en su rostro. Sus labios estaban muy cerca del cuello de su mujer y le dio un beso muy suave, le hizo a un lado el cabello que caía descubriendo más la carne, y le dio otro beso y otro E:... Mmmm (gemía adormilada) M: Me encanta tu cuello (le susurraba muy despacio en el oído) siempre ha sido mi debilidad E:... Mmmm... M: ¿Duermes? E: Mmmm... Las manos de Maca bajaban a sus piernas y las acariciaba con suavidad, mientras seguía besando su cuello E: Maca... M: ¿Tienes sueño? ¿Quieres que pare? (le preguntaba mientras le besaba detrás de la oreja) E: Ni se te ocurra parar... sigue... Siguió besándola y poco a poco la excitación en ambas creció nuevamente, comenzaron una nueva guerra de placer, esta vez se amaron con calma, con suavidad, hasta al fin quedar rendidas sobre la cama, dormidas una en brazos de la otra

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Los primeros rayos de sol las sorprendió desnudas en la cama, Maca abrió los ojos y vio a Esther a su lado tumbada boca abajo, la sábana apenas la cubría, acercó su dedo índice y con la yema recorrió la espalda de Esther en una caricia suave, casi imperceptible, veía como la piel de Esther se estremecía bajo el contacto de su caricia E: Mmmm... que rico... (Gimió de gusto sin moverse) M: ¿Estás despierta? E: No... M: ¿No?... (le besó un hombro)... buenos días mi amor Esther sin mover su cuerpo abrió los ojos y la vio ahí frente a ella E: Mmmm... hooola... M: Mmmm... hola... ¿qué hacemos? Tenemos la mañana libre E: Sí... y que raro que no han venido los niños M: Ya sabes como es mi suegra, seguramente pensará que estamos cansadas y no dejó que nos despierten E: Ummm si que es buena mi madre M: ¡Vale oro! E: Sí, pero creo que tenemos que levantarnos y desayunar con ellos M: Cariño, ¿te has dado cuenta la hora que es? seguramente ya han desayunado y Paula ya estará en el cole E: Ummm ¿sí? M: Sip E: Entonces nos podemos quedar un rato más aquí M: Siii pero recuerda que están Andrés y las gemelas E: Ummm (se pegaba más al cuerpo de su mujer y ronroneaba en el cuello de ella) están con mi madre y la niñera M: Sí... (besaba la cabeza de Esther)... ufff me encantaría quedarme todo el día aquí abrazadas y haciendo el amor E: A mi también... M: Aja... pero el deber llama... vamos levántate... (le daba un golpecito en el costado para que la dejara levantar) ¡voy a ducharme! (de un salto se separó de Esther y dio la vuelta para levantarse) E: Ehhhh cariño... espera... tengo algo que contarte... (la retuvo por el brazo para que se quedara en la cama) M: ¿Qué cosa mi amor? (se quedó sentada en la cama) E: Ehhh... pero... no te molestes ¡ehh! (le advertía) M: Ummm uyyy ¿qué hiciste? (se acomodó en el respaldo de la cama, mirando hacia Esther, que también se sentó y así poder conversar más cómodas) E: Yo nada cariño... es que ayer sucedió algo en el hospital Maca al ver la cara de Esther entendió que seguramente iba a contarle lo sucedido con Lucía M: ¿Qué sucedió? E: Ehhh... tenías razón... en lo de Lucía... M: ¡Ehhh!

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E: Tus sospechas eran acertadas... ella estaba interesada en mí... Maca no sabía qué hacer, sabía a lo que se refería Esther y la pobre lo estaba pasando mal contándoselo, Esther estaba siendo sincera con ella. También debía serlo E: Sucedió algo... es una tontería... pero prometimos ser siempre sinceras y... quiero contártelo... no puedo guardármelo... no volveré a cometer los errores del pasado... Maca no la dejó terminar selló sus labios con un beso en el que abarcó sus labios con su boca, la besó apasionadamente un rato y luego se separó y la miró con una sonrisa E: Mmmm... Maca tengo que... decirte... M: Cariño... no digas más... sé lo que pasó... E: ¿Qué?... como... M: Yo lo vi... fue sin querer... pero lo vi todo E: No entiendo... M: Cariño, recuerda que habíamos quedado en vernos a la salida para venirnos juntas, no te encontré y Teresa me dijo que habías ido a farmacia con Lucía... no te imaginas lo que sentí en ese momento... esa chica no pierde oportunidad para estar contigo... y... E: Cariño... pero... M: Lo sé cariño... pero no pude evitarlo... Salí corriendo a buscarte... quería poner de una vez por todas en su lugar a esa chica... E: Cariño... pero sabes que yo nunca le haría caso... (le tomó las manos) M: Lo sé... siempre lo he sabido... nuestro amor es más fuerte que cualquier persona... hemos aprendido de nuestros errores... no vamos a volver a cometerlos por nada del mundo E: O sea... viste cuando ella... (le preguntó avergonzada) M: ¡Sí! ufff ¡quería matarla! Llegué justo en el momento en que esa loca te besaba... te lo juro que... ¡iba a entrar a arrancarle la cabeza! E: Jajaja ¡Maca! M: Cariño... soy así... no lo puedo evitar... jajaja pero tú te me adelantaste... madre bofetada que le diste E: Jajaja sí... aun me duele la mano... pobre chica M: ¿Pobre chica? Que aprenda a no meterse con mujeres ajenas... ¡y menos con la mía! ¡A la mía que ni la mire! Esther se incorporó, la jaló por los pies para que quedara acostada, se sentó a horcajadas sobre ella y se lanzó sobre ella besándola nuevamente E: Uyy que posesiva mi niña M: No voy a permitir que nadie más se meta entre nosotras E: No cariño... nunca más... M: Escuche todo lo que le dijiste E: ¿Nos espiaste? M: No cariño, no fue mi intención espiarte, iba a entrar a... bueno ya te dije a que... pero cuando vi que ya tú te estabas haciendo cargo de todo, preferí mantenerme al margen... pero me quedé ahí... por si ella no entendía y volvía a atacar E: La pobre... me pidió hasta perdón, estaba muy confundida... M: Sí... mi leona defendió con garras nuestro amor... E: ¿Tu leona?

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M: Sí... mi leona... (la besaba repetidas veces por su cara y cuello, pero pronto dejó de hacerlo porque Esther comenzó a hacerle cosquillas haciéndola reír) M: Jajaja... no... no Esther... sabes que no puedo sopor... no... jajaja... Esther para... para E:... Tu leona necesita bañarse... me voy a la ducha... (dejó tranquila a Maca y se levantó para ir a la ducha) M: Ummm sí... pero conmigo... vamos... (se levantó de un salto, tomó a Esther de la mano y la arrastró hasta la ducha, donde se bañaron y amaron nuevamente) El fin de semana Maca despertaba con los primeros rayos de sol, sintió como abrían la puerta muy suavemente, sonrió al escucharlo, sabía exactamente quién era, era sábado y Paula tenía la costumbre de ir hasta la habitación de sus madres, en cuanto se abrió la puerta Maca vio a Paula entrar con su hermanito tomada de la mano, Paula con su muñeca favorita y Andrés con una almohadita de la mano, aún bostezaban Paula: Mami... no tenemos cole... podemos... (le decía muy bajito) M: Jejeje sí ven cariño (se hizo a un lado separándose de Esther para dejar espacio en medio de ellas) Era increíble como los días de cole costaba despertarlos y los fines de semana que no tenían se despertaban muy temprano, afortunadamente Paula tenía la costumbre de ir a meterse en la cama con sus madres y ahí se quedaba nuevamente dormida M: Hola mi princesa (le dijo en voz baja y le dio un beso) Paula: Buenos días mami Paula sonriendo se montó en la cama, a gatas llegó hasta la almohada y le dio un beso a su mami y se colocó sobre la almohada. Maca tomó en brazos a Andrés y también lo colocó al lado de su hermanita M: Jeje mi hombrecito... aun estás dormidito (le dio un beso y los cubrió con la sabana) Andrés se puso de lado y abrazado a su almohada se quedó nuevamente dormido, Paula en cambio se colocó muy cerca de Maca, ésta la abrazó, le dio un beso y le acariciaba el pelo con la mano Paula: Mmamita... ¿cuando vamos a la sierra?...quiero ir a la pizina (le decía casi en un murmullo) M: ¿Tienes ganas de ir a la sierra cariño? (le respondía en el mismo tono de voz) Paula: Zi M: Iremos cariño, voy a hablar con mama y veras como vamos pronto Paula: Ziiii... (la niña bostezó y se acurrucó más a Maca) M: Duerme cariño (la tapó bien con la sabana y así abrazaditas se quedaron dormidas) A eso de las ocho pasadas Esther despertó y lo primero que vio fue la hermosa estampa de sus hijos en la cama, Paula y Maca abrazadas dormiditas, se le instaló una gran sonrisa en sus labios, le provocaba abrazarlas y besarlas pero no quería despertarlas. Se quedó unos segundos contemplándolas, esas dos se adoraban, se levantó muy despacio para no despertarlas. Fue hasta la cocina para preparar un desayuno, allí se encontró a su madre con las gemelas, cada una en su cochecito y un biberón en sus manos

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E: Buenos días mama (le dio dos besos) mis niñas (besó a las niñas y se arrodilló frente a ellas para jugar), ¿ya han desayunado mami? En: Sí hija, son unas benditas, no dan nada de trabajo jajaja míralas, les das su biberón y ellas solitas se lo toman E: Sí... son igual que Maca son un amor En: Toma hija (le pasaba una servilleta) la baba hija... la baba... Esther se encogía de hombros con una sonrisa y se dispuso a preparar el desayuno para cuando se despertara Maca y los niños ya estuviera hecho, al rato llegó Maca a la cocina con Andrés en brazos M: Buenos días (besó a Esther detrás del cuello, ya que estaba de espaldas preparando algo en la cocina cuando entró) buenos días Encarna En: Hola cariño ¿has dormido bien? M: Mmmm de maravilla (miró a Esther que se había girado para guiñarle un ojo) E: ¿Pau aun duerme? M: Está en el baño, ya viene (se sentó con Andrés en brazos, muy cerca de sus niñas para darle sus besos) que rico el biberón que les dio abuelita... gracias Encarna En: ¿Hija porque me das las gracias? M: Por ayudarnos tanto... eres un sol... En: Cariño ustedes trabajan mucho, necesitan descansar... no me cuesta nada darles una mano Todos se sentaron a desayunar lo que había preparado Esther, las pequeñitas en su coche comían de una galleta que le habían dado para que estuvieran con ellas compartiendo desayuno. Al terminar fueron al parque para que los niños tomaran algo de sol Ya en la noche, después de cenar, recogieron todo. Acostaron a los niños y Encarna se retiró a su habitación Maca se sentó en el sofá de la sala a leer un artículo de pediatría, Esther la observaba desde la cocina con un vaso de agua en las manos, le encantaba verla tan concentrada, veía como su rostro se transformaba, se abstraía completamente. Maca notó la figura de Esther, levantó la vista y con una sonrisa en los labios le hizo una señal para que se acercara y se sentara a su lado, Esther se acercó, le hizo una caricia en la mejilla y se recostó en su regazo mientras Maca seguía leyendo y con una mano acariciaba su cabello, luego de un rato en silencio E: ¿Qué lees? M: Es una publicación sobre un nuevo fármaco, parece que está dando muy buenos resultados, es maravilloso, muchos niños con ésta enfermedad podrán mejorar su calidad de vida gracias a él. Ojalá lo lancen al mercado pronto La cara de Maca se iluminaba cuando hablaba de su profesión y sobre todo de algo que beneficiaría a tantos niños, estaba claro que le encantaba, Esther la miraba con orgullo. Maca levantó la vista del artículo y la miró, cerró la revista y acercó su cara para darle un beso en los labios a su mujer

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Maca apoyó la revista a un lado y utilizó la mano para meterla por debajo de la franela de Esther y acariciarle el estómago con suavidad, poco a poco subía la mano hasta llegar a acariciar uno de los pechos de Esther que extasiada con los ojos cerrados disfrutaba de las caricias de su mujer E: Ummmm (se le escapó un gemido) M: Cariño... E: Sí (respondió adormilada) M: Se acercan las vacaciones de Paula... ¿qué te parece si pedimos también las nuestras y hacemos un viaje? E: Ummm (abrió los ojos) me encantaría, ¿crees que nos la den? M: Creo que sí... vamos... que estoy segura... E:... ¿Donde quieres ir? M: No lo sé, tendremos algo más de tres semanas libres... podríamos irnos una temporada con los niños, Encarna y luego tomarnos al menos una semana para nosotras dos solas... (la miraba a los ojos con ilusión) E: Maca... me encantaría (se incorporó y le dio un beso largo a su esposa)... una segunda luna de miel M: Siiii... ¿te gustaría ir otra vez a Santorini?... fueron unos días maravillosos E:... (Esther como respuesta la besó nuevamente con pasión, se levantó, tomó de la mano a su mujer y fueron corriendo a su habitación) Afortunadamente en el hospital le dieron las vacaciones adelantadas que pedían, en total les dieron un poco más de cuatro semanas. Estaban muy ilusionadas, aún faltaban dos meses para esas vacaciones, se dedicarían a preparar todo lo concerniente a pasajes, itinerarios, documentos... Tenían días conversando y planificando lo que iban a hacer. Habían decidido irse primero dos semanas a Francia, a Eurodisney, Paula estaba feliz con la idea, sabían que con los más pequeños no sería fácil el viaje pero entre las tres lograrían hacerlos disfrutar, al principio Encarna se resistía a la idea de ir a Eurodisney, les ofreció quedarse en casa con las pequeñas pero entre Maca y Esther la convencieron, bromeaban en como harían disfrutar a Encarna en los parques, ella las retaba en que se montaría en todo, que en su infancia no lo había tenido y lo disfrutaría al máximo. Al regresar de Francia se irían unos días a la sierra, para “cargar pilas”, coincidía con el cumpleaños de Maca y ahí aprovecharían para invitar a algunos amigos a una barbacoa. Los últimos ocho días libres se los habían guardado para ellas solas, Encarna con ayuda de la asistente se quedarían con los niños y ellas decidieron hacer un crucero por el mediterráneo Estaban sentadas en el cafetín, era su hora de almuerzo, habían tomado algo rápido y estaban concentradas frente a su Ipad revisando opciones para su viaje, planificando el itinerario E: Parisssss... ayy (suspiró) Maca estoy emocionadísima... M: Siiii... yo también... los niños disfrutaran en Eurodisney... E: Jajaja nosotras también...

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M: Jajaja sí... (la miraba ilusionada, le encantaba cuando Esther parecía una niña ilusionada) mira este hotel... es muy bonito... está justo en la entrada de los parques... será más cómodo con los niños... E: Sí... (acarició la mano de Maca sobre la mesa) M: Cariño... alternaremos los días en los parques con paseos por Paris (sostenía la mano de Esther) E: Sí, nos encantará... ummm las noches parisinas... (suspiraba enamorada) Maca la miraba a los ojos, le brillaban tanto, parecía que echaran chispas de ilusión M: Sí mi amor... mira cariño (le mostraba algo en la pantalla) E:... El crucero M: Mira... Barcelona... Venecia... Mykonos... Santorini... (la miraba y sonreían) Estambul... Puerto de Mallorca... E: Uffff... maravilloso... no veo la hora de salir En eso estaban cuando llegó al cafetín Claudia, no la vieron por estar concentradas, se acercó a ellas y justo al lado Claudia: Hey tórtolas... ¿qué ven con tanto interés? Las dos se sobresaltaron, se habían concentrado tanto en lo que veían que casi se habían olvidado donde estaban M:... ¡Claudia...! Claudia: ¿Qué hacen?... ¿puedo sentarme o interrumpo? M: Interrumpes... (bromeo Maca) E: No tonta siéntate... estamos revisando el itinerario... Claudia: Mmmmm el tan esperado viaje... M: Siiii... no veo la hora de salir de aquí... Claudia: ¿Tanto nos odias?... (bromeo con una mano en el pecho haciéndose la ofendida) E: Jajajaja... necesitamos descansar de todo... M: Y de todos... (Miró hacia donde estaba Lucía, que había entrado hacia unos segundos) E: Maca... cariño... déjala ya... que pones nerviosa a la pobre... M: ¿La pongo nerviosa?... ¡lo que hay que oír! Claudia: Jajaja ¿todavía molesta? E: No... para nada... la pobre... me evita y si está Maca cerca me huye jajaja M: ¡Me parece bien! Claudia: Bueno olvidémonos de esa chica... díganme donde van al fin... Se quedaron unos minutos más conversando y explicando a Claudia como sería su viaje Los días pasaron más rápido de lo que en un principio parecía, esa mañana en casa era muy especial, se despertaron como tantas otras mañanas, abrazadas desnudas, pero aquella mañana era diferente, en cuanto desayunaran y estuvieran listos todos se irían directos al aeropuerto, Esther fue la primera en abrir los ojos y escuchó a Maca suspirar a su lado

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E: Buenos días mi amor, despierta hoy es el gran día (se acurrucó a Maca y le dio un beso en la mejilla) M: Mmmm... buenos días princesa (Maca sonrió de oreja a oreja y se acercó a sus labios para besarla y se acurrucó a ella) ummm ¿qué hora es? E: (miró el reloj sobre la mesita) Es muy temprano, pero debemos levantarnos, tenemos que preparar a los niños... mejor temprano para estar a tiempo... voy a bañarme M: Sí... mientras yo preparo el desayuno Esther se levantó y se metió bajo el agua de la ducha, no podía quitar de su cara esa sonrisita tonta, estaba feliz, amaba por sobre todas las cosas a su mujer, sentía que el amor que se tenían crecía día por día, estaba emocionada por los días que pasarían juntas en ese viaje, primero en familia y luego las dos solas, se le estremecía la piel de recordar el otro viaje que habían hecho, lo bien que la pasaron, lo atenta y romántica que había sido su mujer, se propuso esta vez consentir ella a Maca y hacerla pasar días maravillosos Maca fue a la cocina a preparar el desayuno, lo primero que hizo fue el café, era una costumbre que siempre había tenido, lo primero el café, necesitaba urgentemente su dosis de cafeína, mientras éste se hacía colocó sobre la mesa todo lo demás. Era muy temprano y aun los niños no habían despertado pero si sintió a Encarna llegar a la cocina detrás de ella En: Buenos días hija M: Buenos días Encarna (le dio un beso de buenos días) ¿qué tal has dormido? En: Jummm... como los niños cuando van a salir de viaje... emocionada jajaja M: Jajaja siiii ya verás que bien lo vamos a pasar... En: Siii... un viaje en familia... ya nos hacía falta... con todo lo que ha... bueno que nos hacía falta M: Sí, es verdad Encarna, nos han pasado muchas cosas... (recordaba con tristeza) pero gracias a Dios aquí estamos, la familia unida En: Cuando hay tanto amor no puede ser de otra manera... (acariciaba con ternura el brazo de Maca) así que de ahora en adelante a vivir felices Esther llegaba pero por estar de espaldas, ninguna se había dado cuenta, escuchando las últimas palabras de Maca M: Sí, hemos madurado mucho... no cometeremos errores del pasado... adoro a Esther y dedicaré mi vida a hacerla feliz Esther se acercó a ella por la espalda, la abrazó por la cintura E: Mmmm yo también te adoro... eres lo mejor que me ha pasado en la vida Maca se giró y se dieron un beso tierno en los labios, que de no estar Encarna presente sería un beso apasionado. Encarna las miraba emocionada, le encantaba verlas así E: Ejem... ¿vamos a levantar a los niños? M: Déjalos dormir un rato, aun hay tiempo... desayunemos nosotras

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Se sentaron las tres a desayunar, conversando y haciendo una revisión entre todas de todo lo que tenían listo para salir. El equipaje lo tenían desde el día anterior, así que solo tendrían que vestir a los niños y salir Al fin llegaron a parís, el viaje fue muy tranquilo, estaban preocupadas y nerviosas por el hecho de viajar con cuatro niños pero todo fue de maravilla, los niños se portaron muy bien, disfrutaron el viaje y no dieron ningún trabajo. Llegaron al “Disneyland Hotel” un hotel/resort bellísimo justo en la entrada de los parques, subieron a su habitación, habían reservado una suite, dejaron su equipaje y bajaron a comer en el mismo hotel Entre las dos habían programado su itinerario, hasta habían comprado las entradas a los parques por internet En el hotel pidieron mapas y folletos con los horarios de cada parque, rutas del metro, otros medios de transporte, eventos y paseos por la ciudad etc. Querían alternar los parques con visitas y paseos por Paris. Esa tarde se dedicaron a pasear por los alrededores. Al día siguiente si resultaba ser un día soleado se irían hasta la torre Eiffel para poder ver París, y luego empezarían a visitar los parques. Pudieron haber tomado visitas guiadas pero nunca les habían gustado, preferían hacerlo por su cuenta, con horarios y destinos a su gusto y conveniencia, además viajaban con cuatro niños no sería cómodo ajustarse al horario de las guías En la mañana salieron del hotel a las nueve de la mañana, Maca con mapa en mano. Iban a visitar la Torre Eiffel, Decidieron irse en metro, tomaron el metro en la estación Chessy justo en el área del parque, luego tomaron el tren de la línea 4 que los llevó hasta el centro de Paris en treinta y cinco minutos. Pasearon por los alrededores un rato, se sentaron a merendar algo antes de subir a la torre. Paula y Andrés las llenaban de preguntas, estaban emocionados con lo que habían visto hasta el momento, Paula las estaba volviendo locas para irse al parque de una vez y Andrés con los “porqués”, como pudieron le explicaron que primero harían ese paseo para ver la ciudad y a partir del día siguiente irían a los parques Atravesaron puentes bordeando el Sena y así llegaron hasta la torre Eiffel, afortunadamente la cola para subir no era extraordinaria y en unos minutos pudieron subir. Primero se quedaron en el primer nivel, luego de estar un rato ahí decidieron subir hasta el segundo, por suerte no había viento y pudieron disfrutar con los niños de las vistas En un momento Maca se excusó para ir al baño no quería que Esther supiera a donde iba, algunos amigos le habían comentado sobre los dos restaurantes que habían en la torre, quería una cena romántica con Esther, se decidió por el Jules Verne que estaba en ese nivel, uno de los mejores de Francia, logró reservaciones para esa misma noche. En cuanto los niños se acostaran a dormir, tomarían un taxi desde el hotel. Cuando ya tenía todo hecho regresó con su familia E: Cariño ¿estás bien?... (se acercó hasta ella y acarició su mejilla) M: Sí claro... ¿por qué lo preguntas?

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E: Como tardabas tanto en el baño... ya estaba por ir a buscarte... pensé que te había afectado la altura M: Tranquila mi amor... es que había cola... ya sabes... cola para todo... (disimuló) No quisieron subir hasta el tercer nivel, ya que los niños podrían sufrir vértigos y no quería estropear la tarde. Compraron algunos suvenires para los niños y salieron de la torre Al salir fueron hasta trocadéro y desde ahí con la torre a sus espaldas se hicieron varias fotos de recuerdo. Esa noche Maca pidió servicio de habitación para Encarna y los niños, a Esther le dijo que iban a cenar fuera, luego como era de esperar los niños cansados se quedaron dormidos pronto. Maca le pidió a Encarna que le echara una mano y ella aceptó gustosa quedarse con los niños sola En: ¡Que guapas!... vayan tranquilas, ellos duermen profundamente... disfruten de la noche M: Gracias Encarna (le dio un fuerte y agradecido beso) E: Mami ya sabes... cualquier cosa nos llamas al móvil (también la abrazó) En: Sí... sí... tranquilas... terminen de irse... Con una sonrisa agradecida salieron de la habitación M: Estás muy guapa... (le dijo mirándola con amor) E: Gracias... tú más... ¡guapa!... (la piropeo puso su mano por su cuello y la atrajo para besarla profundamente) M: Ummmm... mejor paremos... sino ya no salimos... E: ¿Dónde me vas a llevar? (le dijo muy pegada a ella, mientras bajaban en el ascensor) M: Ya te dije... vamos a cenar... E: Si lo sé... pero donde... M: Es una sorpresa cariño... solo puedo decirte que es muy cerca del cielo (tomó su cara entre las manos y la besó en los labios, un beso rápido porque escucharon que ya estaban llegando a planta) El taxi ya las estaba esperando, sentadas en el asiento trasero iban tomadas de la mano, Esther iba sonriente sin saber muy bien que le esperaba, pero iba feliz, entre todo lo que había pasado y el nacimiento de las niñas hacía tiempo que no salían a cenar solas E: Mi amor... (miraba donde las estaba dejando el taxista) pero... estamos otra vez en la torre... M: Sí cariño... pero será distinto... Maca pagó el taxi, la tomó del brazo y la llevó hasta un ascensor privado que tenía el restaurante. Subiendo en el ascensor las dos se miraban enamoradas, el ascensor las dejó en la segunda planta de la torre E: De noche es hermoso Maca... (miraba a sus alrededores) Tomadas de la mano seguían al Maître del restaurante que le asignaba una mesa para dos, muy bien ubicada, solicitud que había hecho expresamente Maca cuando reservó

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E:... Cariño... la vista es impresionante, con esas luces... (aun de pie miraba a través del cristal la vista de la ciudad) M: Sí... (miraba también a través del cristal) Se sentaron y el maître les acercó las cartas, luego pasarían a tomar la orden E: Es hermosa... (miraba la ciudad) M:... Paris de noche... las luces la hace más romántica... (volteaba a mirar a Esther con adoración) E: Eres maravillosa mi amor... (acarició la mano de Maca)... ¿en qué momento hiciste la reservación? M: Hoy... cuando te dije que iba al baño (reconoció con una sonrisa) E: Ya me parecía a mí que habías tardado... M: Quería que fuera una sorpresa... E: Siempre consigues sorprenderme... (le dijo feliz)... gracias cariño... M: Cariño... nos merecemos una noche en un lugar así (le tomó las manos y se las acarició con ternura) E: Yo también lo creo... aunque yo soy feliz en cualquier lugar siempre que te tenga a mi lado... (la miraba enamorada) M: Ufff... cuando me miras así me pierdo... E: Es lo que quiero... que te pierdas... (le guiñó un ojo)... esta noche seré tu postre mi amor M: Ufff como me encantaría besarte en éste momento... (casi le susurró para que no pudieran escucharlas) E: ¿Y adelantar el postre?... (le dijo con una voz muy sensual) M: Mmmm... que rico... (suspiró) E:... Pero yo no me voy sin probar uno de los postres que deben hacer aquí... M: Jajaja... que golosa es mi niña... pero antes del postre, a lo que vinimos... a cenar... vamos a pedir el vino y la comida que tengo hambre... (con la carta en la mano) La comida como era regla en los restaurantes de lujo, era exquisita pero con raciones pequeñas, la atención la mejor, a veces demasiada. Maca conocedora escogió un vino maravilloso. Entre sonrisas, palabras de amor, remembranzas, planes de futuro, terminaron la cena con un exquisito postre que Esther comió con placer. En el ascensor ya de bajada E: Ummm todo estuvo exquisito mi amor... no recuerdo el nombre de nada de lo que comimos pero me encantó M: Sí... a mi me encantó la compañía (se acercó sutilmente y le dio un beso en el cuello, ya que estaban detrás del ascensorista) E: Sabes aun no me quiero ir al hotel M: ¿Quieres ir a bailar cariño? E: No... no quiero que nos encerremos M: Entonces vamos a pasear por los alrededores antes de irnos... E: Eso me gusta más Tomadas de la mano dieron un paseo por los alrededores de la torre, iban muy despacio observándolo todo. Ya un poco alejadas observaron la torre, la iluminación era mágica, cada cierto tiempo destellaban luces, la iluminación era un espectáculo. Se sentaron en unas bancas dispuestas para verla

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E: Es una noche perfecta mi amor M: Si está preciosa la noche... hasta la luna nos acompaña E: Te quiero... (se acercó y le dio un suave beso en los labios) M: Yo también cariño... te amo cada día más (estaban muy cerca sentadas, pasó su brazo por los hombros de Esther y la acercó más a su cuerpo, así permanecían abrazadas) E: Nuestro amor será eterno... lucharemos porque así sea... felices... juntas... con nuestra familia... Le decía emocionada mientras se acercaba a sus labios y le daba un profundo beso, sin importarle la gente a sus alrededores, por algo la llamaban la ciudad del amor Maca se dejó llevar por los labios y la lengua de Esther M: Mmmm... (gimió sin poderlo evitar) E: Cariño... estoy... (se mordía el labio inferior)... te haría el amor aquí mismo M: Mmmm yo también pero nada de espectáculos públicos... vámonos al hotel... (le decía con una mirada de deseo) E: Sí... pero tendremos que ser muy silenciosas cariño... M: Cariño... ¿por qué crees que reservé una suite?... nos cuesta una pasta... es más grande y con habitaciones privadas (le guiñaba un ojo) E: Siiii... ¿y viste la tina que hay en nuestra habitación? Mmmm... (levantó las cejas repetidas veces) M: Esa la estrenamos hoy seguro... vamonoooooos (la tomó de la mano, se levantaron y ahí mismo pidió un taxi) Entraron a la suite a hurtadillas, no querían que los niños escucharan que habían llegado, parecían dos adolescentes entrando a escondidas, luego de entrar en su habitación y cerrar la puerta se miraron a la cara y se les escapó una risita que tuvieron que acallar con sus manos E: Esto me recuerda mi adolescencia jaja M: Siii jajaja No se dijeron más, solo se miraron fijamente y sus rostros comenzaron a dibujar lo que sus corazones y sus cuerpos sentían, un amor y una pasión sin medida, poco a poco se fueron acercando y se fundieron en un beso apasionado. El ritmo de sus corazones subía, su respiración aumentaba mientras el beso se intensificaba, sus manos habían tomado vida propia, ya conocían el camino y los lugares que debían acariciar. Se quitaban la ropa con prisa. Esther al ver el torso desnudo de Maca se lanzó sobre uno de sus pechos M: Ayyyy Esther... (gimió en una mezcla de dolor y placer al sentir el chupón de su mujer) E: Lo siento cariño es que te deseo tanto Maca... tanto... (la miró con ojos de disculpa) M: Y yo... y yo... Maca se lanzó y atrapó como loca los labios de Esther, sus lenguas se encontraban furiosas urgidas, movían sus cabezas y gemían sin apartar sus bocas. La yema de sus

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dedos aprisionaba la piel de la otra, se acariciaban... como pudieron llegaron hasta la cama, Maca tumbó a Esther y esta se aferró al cuerpo de Maca, repletas de ansias acoplaron sus sexos y comenzaron entonces un baile de lujuria, se disparó entre ellas una pasión visceral, sus sexos humedecidos encajaron a la perfección, jadeaban... suspiraban... sudaban... luego de unos minutos de un baile desenfrenado llegaron a un estallido de emoción y de locura con un grito que fue ahogado con sus besos dejándolas exhaustas una sobre la otra tumbadas en la cama M: ¡Joder! (dijo casi sin fuerzas) E:... Jajajajaja... sí que teníamos ganas ¡eh!... (respondió jadeante) M: ¿El embrujo de la luna? E: Nos vuelve locas... jajajaja M: Jajaja... te amo (la besó con amor) E:... Te amo (beso) te amo (beso) te adoro (beso) Se dedicaban caricias lentas, desnudas abrazadas sobre la cama, cuando recuperaron la respiración, comenzaron un juego de besos por todo el cuerpo que las llevó a amarse nuevamente, pero esta vez con calma, disfrutando con cada uno de sus sentidos Los días en Paris siguieron como los habían planeado, los niños y las no tan niñas disfrutaban un montón de las atracciones de los parques, lo alternaban con paseos por la ciudad. Cuando decidieron hacer el viaje todos imaginaron que sería un viaje traumático, pero los niños eran unos benditos, se estaban portando de maravilla, al final de la tarde los niños llegaban tan cansados que solo les quedaba energía para bañarse, comer y acostarse, quedando profundamente dormidos. Encarna también se acostaba y ellas aprovechaban para salir. Con ayuda del conserje del hotel consiguieron reservación en el Moulin Rouge, disfrutando de la cena y del espectáculo El tiempo pasó volando y el viaje a Paris terminó. Llegaron a casa, apenas dejaron las maletas Paula inmediatamente quiso ir a casa de una amiguita, hija de una vecina a llevarle un suvenir que le había traído desde uno de los parques, estaba muy emocionada contándole todo lo que habían hecho. Maca y Esther se encargaron de lavar y organizar toda la ropa que se habían llevado. Se tomarían dos días para descansar del viaje y luego se irían a la casita de la Sierra, llegarían justo el día del cumpleaños de Maca, ellas querían celebrarlo ahí junto a algunas amigas M: Cariño tenemos que salir a hacer mercado para todo lo de la barbacoa E: Nop... tranquila, ya me encargué de todo M: ¿Ya te encargaste?... ¿en qué momento? (la miró con curiosidad) E:... (le dio un fugaz beso en los labios y la hizo callar)... Amor... no te enteras de nada... ¿recuerda que cuando le dijimos a Claudia ella prometió encargarse de todo lo de la barbacoa?... lo demás lo tengo todo controlado... es tu cumpleaños quédate tranquila que yo me ocupo... (la rodeó con sus brazos por la cintura y acunándose con ella)... te quiero M: Mmmm ¿qué has hecho?... (entrecerró los ojos y le preguntó con sospecha) E: Nada tonta... (la besó)... quédate tranquila... yo me ocupo... para mí es un día muy importante, es el cumpleaños de la persona más importante en mi vida M: Mmmm... (la besó después de suspirar profundamente) ¿soy la persona más importante en tu vida?

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E: ¿Acaso lo dudas? M: No... porque tú también lo eres para mi Estaban abrazadas mirándose a los ojos con profundo amor, cuando sintieron que las gemelas que estaban sentadas jugando en la sala, llegaron hasta ellas y se abrazaban a las piernas de ellas Esther: Ma... o... queo M: Upsss jajaja también ustedes mi amor Las dos se separaron y con una sonrisa tomaron en brazos a las niñas E: Mis amores (la abrasaba y besaba, haciéndole pedorretas en el cuello, provocando una gran carcajada en las niñas) Mientras Maca se bañaba, Esther llamó por teléfono a Claudia que junto con Cruz eran las que estaban preparando la logística de todo lo concerniente a la decoración, pulieron algunos últimos detalles del plan, lo que no sabía Maca es que además Esther se había puesto en contacto con Isabela, una hermana de Maca, tres años mayor que ella y su único familiar, que por circunstancias de la vida no veía hacía más de cinco años, solo mantenían contacto por medio telefónico e internet ya que se encontraba trabajando en un lugar remoto en el extranjero. Esther había logrado que pudiera tomarse unos días libres y asistiera al cumpleaños de su mujer. Sabía que le daría una gran alegría, no entendía porque tenían tanto tiempo sin verse Esa mañana Esther sin hacer ruido se levantó muy temprano, era el cumpleaños de Maca, fue a la cocina a preparar el desayuno, para poder llevárselo a la cama. Maca se despertaba muy temprano y quería adelantarse. Al tenerlo listo salió con la bandeja hacia la habitación, Maca estaba boca abajo aun dormida abrazada a su almohada. Dejó la bandeja en una mesita se desnudó y se metió en la cama. Se acostó muy cerca de Maca y le susurró al oído E: Feliz cumpleaños mi reina... M: Mmmm... buenos días mi amor... gracias (le respondió con la piel erizada, el roce del aliento de Esther la hizo tiritar) Esther la besó en los labios profundamente luego se perdió en su cuello y Maca volvió a estremecerse, abrió los ojos la estrechó con fuerza acercándola a su cuerpo y sus bocas se unieron en un beso profundo Maca por un instante vio la bandeja con el desayuno M: Ummm ¿me trajiste el desayuno?... E: ¿Tienes hambre? M: Mmmm... (miró con picardía a Esther que estaba a horcajadas sobre ella)... podría esperar un poco E: ¿Sí?... pues entonces voy a darte tu primer regalo de cumpleaños... voy a hacer algo que siempre he deseado

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Se movió estiró el brazo y tomó un frasco de miel. Se miraron y sonrieron ampliamente M: Ah ¿sí? ¿mi regalo es algo que tú deseas? ¿y no es al revés? E: ¡Aja! te va a gustar... (le mostró un frasco de miel) M: ¿Vas a comer miel? E: Sí... pero untada en ti... (le dijo con lujuria) M: Estoy dispuesta a dejarme hacer todo lo que tú desees E: ¿Estás segura? M: Sí... hazme lo que tú quieras mi amor (se humedeció los labios con su lengua en un gesto muy sensual que volvía loca a Esther) E: Mmmm... me vuelves loca... Apartó la melena de Maca y con su lengua recorrió su cuello suavemente haciendo gemir a Maca, con un movimiento experto le quitó la franela, única prenda que llevaba y le roció un chorrito de miel en uno de sus pezones que estaban hinchados y erectos por la excitación, con su lengua lo lamió lentamente saboreando el dulce sabor de su mujer mezclado con la miel E: Mmmm... que rico M: Esther... (gemía de placer) Roció el otro pezón e hizo lo mismo que con el anterior, los lamió con maestría conocedora de lo que le gustaba a su mujer, Maca disfrutaba con los ojos cerrados y la boca entreabierta, al verla así subió y la atrapó entre sus labios regalándole un poco del dulce sabor de la miel M: Mmmm... Esther dejó su boca y volvió a bajar, roció un suave chorrito de miel desde su pecho hasta su ombligo haciendo que la piel de Maca se erizara por el frescor del líquido, para con su lengua dibujar un corazón en su torso, Maca se aferraba con fuerzas a las sabanas, sintió como Esther le echaba un chorrito muy fino de miel en su clítoris, no pudo evitar gemir como loca al sentir esa descarga eléctrica que le provocó el contacto M: Agjhhhhhh... Esther... E: ¿Te gusta? M: Sí... si... si... sigue... (fue lo único que pudo decir extasiada)... sigue... Esther con la yema de su dedo se la esparció por todo su sexo y luego lo atrapó con sus labios saboreando su preciado manjar. Atrapó el clítoris hinchado de Maca con su boca y comenzó a lamer la miel con su lengua mientras emitía un gemido de placer al saborearla E: Mmmm... Diooooos... un manjar... Maca no podía dejar de gemir, su respiración se entrecortaba y movía su cabeza de un lado a otro. Tenía las piernas muy abiertas y a Esther entre ellas, con una mano empujaba la cabeza de Esther y ella jugaba con su lengua, atrapaba sus pliegues entre sus labios. Los jalaba, lamía, chupaba, subiendo y bajando el ritmo haciendo que Maca se convulsionara de placer

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M: Esther... Esther... Esther... (repetía su nombre con su voz trémula por el deseo) E: Sí cariño... disfruta... Si que estaba disfrutando y Esther también disfrutaba viéndola... oyéndola... sintiéndola... Aumentando su propia excitación que le hacían emitir sonidos guturales junto a ella M: Esther... entra... E: Sí... Y obedeciendo su deseo introdujo dos de sus dedos, sintió su calor, su humedad. Maca se mordió el labio tratando de ahogar un grito extasiado que le había provocado la penetración. Mientras entraba y salía con sus dedos subió hasta su boca, Maca atrapó sus labios con fiereza, convulsionándose y llegando al fin a un gran orgasmo M: Esther... aghhhhh... Esther... E: Sí mi amor... sí... (la abrazó agotada, ambas podían escuchar los latidos del corazón de la otra) M: Ufffffff... E: Me encanta la miel... feliz cumpleaños mi amor Maca la miró y con una gran sonrisa se echó sobre Esther M: Te quiero... te quiero... te quiero (le decía mientras la besaba) E: Te gustó tu regalo eh... M: Me encantó... Esther se levantó y tomó la bandeja del desayuno, la colocó sobre la cama y tomó una cajita bien envuelta y se la entregó E: Toma cariño... Maca tomó la cajita con la emoción de una niña al recibir un regalo, cruzó las piernas y sentada sobre la cama lo abrió, Esther le estaba regalando una cadena con una mariposa de Jade verde, sabía que su mujer era fanática de esas piedras energéticas, investigó sobre sus significados. Maca la miró y emocionada la abrazó Hablaron y rieron durante un rato, cambiaron las sabanas que habían quedado perdidas con la miel. Se ducharon juntas, entre besos y caricias que llenaron sus manos con la otra piel En albornoz estaban colocando alguna ropa en una pequeña maleta que tenían sobre la cama cuando sintieron unos golpecitos en la puerta, las dos se miraron con ternura, sabían que eran sus hijos seguramente liderados por Paula, Encarna siempre les enseño que no debían entrar sin antes tocar la puerta, les decía “están cansadas pueden estar durmiendo” pero sabían que lo que no quería es que las encontraran en una situación comprometedora y claro ellas se lo agradecían E: Mira a quienes tenemos aquí (exclamo al abrir y verlos frente a la puerta)

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Paula y Andrés tomados de la mano con flores en sus manos entraron y se acercaron hasta Maca que ya los esperaba con los brazos abiertos y por supuesto con lágrimas en los ojos, Paula desde que la conocía hacía eso el día de su cumpleaños, le encantaba regalarle flores, Esther le había comentado que la niña la volvía loca hasta que salían y al fin las compraban, y ella misma las escogía a su gusto Paula: Feliz cumpleaños mami (le entregó las flores y se lanzó a sus brazos) M: Mi princesa (la abrazó con ternura, apretándola contra su cuerpo) Esther las miraba con emoción, siempre desde que se conocieron hubo química entre ellas, se adoraban. De pié esperando estaba Andrés que tenía en sus manos una tarjeta hecha por el mismo Andrés: Mami... ahoda yo... (le jalaba por el albornoz) M: Jajaja ven mi campeón (se sentó sobre la cama y abrazó al pequeño) que hermosura has hecho (tomando la tarjeta en las manos) gracias mi amor Esther aprovechó para tomar de las manos a las gemelas que estaban llegando con Encarna acababan de despertar y aun se estrujaban los ojos, tenían poco tiempo caminando solas y las ayudó para que llegaran a Maca, entre las dos como podían llevaban una caja rectangular envuelta en regalo Gemelas: Ma (le acercaron la caja) M: Buenos días dormilonas (las abrazó a cada una con un brazo y las apretó contra su cuerpo) Las niñas sonreían mientras su madre las besaba, eran pequeñas aún, no sabían que decir. Le entregaron el regalo que ellas mismas comenzaron a desenvolver M: A ver...a ver que me han traído mis niñas Era un álbum muy hermoso donde con paciencia y mucho cariño, Esther había seleccionado las fotos más representativas de lo que habían vivido juntas desde que se conocieron, las colocó en orden cronológico, las primeras que se hicieron, sus cumpleaños, los embarazos, nacimientos, cumpleaños. Sabía que con la tecnología existente podía verlas en el ordenador o un portarretrato electrónico, pero le hacía especial ilusión colocarlas por orden con un comentario al pie de cada foto. Maca se quedó en silencio y comenzó a ojear el álbum, leyendo lo que había escrito en algunas hasta había colocado algún poema de Mario Benedetti que era su favorito. Maca levantó la cara y miró a Esther con ojos repletos de ternura, los ojos de ambas se habían llenado de lágrimas destilaban amor y ternura. Abrazó a sus hijos que se habían subido a la cama con ella. Esther aprovechó para tomar la cámara y sacarles una foto así feliz rodeada por sus hijos, era lo que siempre había soñado una familia numerosa Esther avisó a Claudia que llegarían a la casita de la sierra alrededor del mediodía, ella junto a Cruz e Isabela se fueron temprano y decoraron con las flores preferidas de Maca toda la casa y sobre la piscina. Colocaron velas en la estancia, creando un ambiente muy acogedor. El marido de Cruz y el de Teresa se encargarían de la barbacoa y habían contratado un catering para los abrebocas y las bebidas. Isabela estaba sumamente

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emocionada por ver a su hermana luego de tanto tiempo, no se perdonaba haber estado tanto tiempo sin verse. Pocos minutos después del mediodía escucharon el ruido del automóvil Claudia: Corre... corre... a escondernos... (las empujaba nerviosas para que corrieran hacia la habitación) Apenas llegar y estacionar el auto, Maca vio algo extraño, le pareció que había una luz encendida que se apagó de pronto M: Cariño... E: ¿Sí? M: Me pareció ver una luz que se apagó de pronto (al principio pensó en que se había metido alguien en la casa, pero al ver una pequeña sonrisa en la cara de Esther, se dio cuenta que algo había preparado) E: ¿Una luz?... Maca... estás viendo luces jajajaja M: Esther que te conozco... que se te habrá ocurrido hacer... (negó con la cabeza, estaba segura de haber visto la luz) Esther lo volvió a negar pero sabía que Maca había visto bien, dentro las estaban esperando, se le erizaba la piel solo de imaginar la sorpresa que se llevaría Maca al ver a su hermana Encarna y Esther ayudaron a los niños a bajar y ella bajó el equipaje. Pero Esther le pidió que lo dejara ahí y entrara con ellas E: Cariño... si quieres luego venimos por el equipaje... ayúdame con las niñas M: Está bien (dejó el equipaje y tomó a una de las niñas en brazos) vamos para adentro Mientras se acercaban a la casa Maca sacaba las llaves para abrir la puerta, Esther detrás de ella sonreía Apenas abrió la puerta al grito de sorpresa se encendió la luz, ambas no pudieron evitar dar un grito de susto M: Pero...que... (se había puesto la mano en el pecho por el susto que le dio la sorpresa) E: Madre mía...hasta yo me asusté! Jajaja Claudia: Jajajaja ¡¡¡feliz cumpleaños loca!!! (se lanzó a sus brazos y la besó) M: Jajajaj gracias amiga... (miró a Esther señalándola con el dedo) Cuando al fin Claudia soltó a Maca, miró a Esther M: Sabía que tenían algo preparado... (le dijo a Esther mirándola y señalándola con un dedo, Esther le sonrió y sacó la lengua) Detrás de Claudia llegó Cruz para abrazar y felicitar a Maca, luego del recibimiento, Maca terminó de entrar a la casa encontrándose con una figura de pie en medio de la sala, no podía creer lo que estaba viendo. Se quedó completamente paralizada y sin habla, solo se percibía un ligero temblor en todo su cuerpo y como sus ojos se llenaban

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de lágrimas. Su hermana al igual que ella ya lloraba y la miraba también sin poder moverse hasta que al fin reaccionó Isabela: Maca... perdóname... hermana... perdóname... (fue ella la que acortó la distancia que las separaba y se abrazaron fuertemente con inmenso cariño)... perdóname... sabes que soy una cabeza dura... Esther no entendía lo que estaba pasando, estaba feliz y emocionada por el encuentro pero no entendía porque Isabela pedía perdón a Maca. Tenían tiempo sin verse y solo se habían comunicado algunas veces por internet o teléfono, pero se dio cuenta en ese momento que Isabela no era la que propiciaba esas llamadas sino que siempre era Maca, llamadas que duraban muy poco y después de las cuales siempre quedaba triste. Miró a Claudia a ver si ella sabía algo, pero ésta levantó los hombros y negó con la cabeza, Maca había sido siempre muy cerrada en cuanto a su familia nunca supo nada M: Isabela... ¿cómo?... ¿tú...aquí?... Isabela:... Maca... soy una tonta... he hecho pasar mucho tiempo... te he hecho mucho daño... no debí ser tan cerrada... debí hablar contigo antes... M:... Hermana (su barbilla temblaba por la emoción)... estás aquí... aquí en mi casa... con... con mi familia... Isabela: Sí... con tu hermosa familia... M:... Ven... ven a que conozcas a mis hijos... (la tomó de la mano y se acercaron a los niños que de pie miraban la escena) Observándolas estaban Esther, Claudia y Cruz E: Claudia... ¿qué pasa con ellas? Claudia: De verdad no lo sé... me dijo una vez que habían tenido un problema... pero nunca me dijo detalles Mientras, Maca le había presentado sus hijos a su hermana y se acercó hasta donde estaba Esther, la rodeó con un brazo por la cintura M: Y esta es mi mujer... la mujer de mi vida... (le dijo con una gran sonrisa) Isabela: Hola Esther encantada al fin de conocerte personalmente (se dieron dos besos) E: Igualmente... (respondió a sus dos besos) encantada... M: ¿Al fin? Isabela: Sí... ella me llamó para invitarme... gracias a ella me decidí a venir... hemos conversado varias veces... E: Sí pero creo que hay cosas que se pasaron por alto... Isabela: Sí... perdóname Esther no te he contado la verdadera razón de mi distanciamiento y veo que tampoco Maca lo ha hecho M: No importa... lo importante es que estas aquí... Isabela: Eso es verdad... pero no dejo de avergonzarme por mi comportamiento E: Bueno ya habrá tiempo para todo... ahora vamos a instalarnos y a preparar todo para la celebración... M: Ya me contaras tú como has dado con ella y como la convenciste (le dijo a Esther) Isabela: Me convenció contándome con cariño lo maravillosa que eres y lo feliz que eres con tu familia... M: Sí... lo soy...

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Poco a poco fueron llegando los invitados al cumpleaños de Maca, los maridos de Cruz y Teresa se encargaron de la barbacoa y entre todas de lo demás, al final de la tarde ya habían comido y algunos se habían divertido dentro de la piscina junto a los niños. Isabela y Maca se ponían al día, mientras disfrutaban de los niños, Isabela estaba feliz de tener esos sobrinos tan hermosos, que rápidamente comenzaron a decirle tía. Se había hecho tarde y todos comenzaron a retirarse, quedando en la casa solo Maca, Esther, Encarna, Isabela y los niños. Luego de acostarlos, Maca, Esther e Isabela estaban sentadas conversando M: Voy a preparar un café Isabela: ¡Ufff que peligro!... espero que hayas aprendido a hacer café... M: Ya verás lo bueno que son mis cafés (le respondió con chulería) Esther e Isabela se quedaron sentadas mientras Maca se iba a la cocina Isabela: Esther creo que te debo una explicación E: No te preocupes Isabela... imagino que son cosas entre hermanas... Isabela: Yo me porté muy mal con mi hermana... ella es mi hermanita pequeña... y yo no supe cuidarla... E: No tienes que contarme nada... (notó que a Isabela le costaba hablar) Isabela:... Quiero hacerlo... me has demostrado que adoras a mi hermana, que te has convertido para ella en la familia que nosotros no hemos sabido ser E: La adoro... y nuestros hijos la adoran... es una madre maravillosa Isabela: Estoy segura de eso. En casa todos estábamos muy orgullosos de ella, mis padres, yo... siempre fue una gran mujer, logró sacar su carrera en menos tiempo del estipulado, deseaba con locura ser médico de niños, como ella siempre decía de niña (sonrió con melancolía). Ella estaba comprometida con el hijo de un bodeguero amigo de mis padres y estaban a punto de casarse. Una semana antes de la boda ella me buscó y me dijo que no estaba enamorada de él, que se había dado cuenta que lo que sentía por él era cariño, se conocían desde niños, pero no lo amaba. También me confesó que nunca podría casarse con un hombre porque a ella le gustaban las mujeres, me molesté con ella, le dije que como a esas alturas salía con eso, que como no se había dado cuenta antes, que porque no había confiado en mi antes. Yo soy su hermana mayor y siempre fuimos muy unidas, me dolió el hecho que no hubiera confiado en mí y además no entendí el que a ella le gustaran las mujeres, en ese momento me avergoncé de ella, le dije que iba a echar por tierra todo lo que había logrado en su vida, que seguramente era un capricho momentáneo. En vez de apoyarla la ataqué, me molesté con ella. Me pidió que la entendiera y que la ayudara a contárselo a nuestros padres, yo... yo le di la espalda... en vez de apoyarla... cuando se lo contó a nuestros padres. Mi padre se puso como un energúmeno y yo... yo no la apoyé... (estaba emocionada, recordar cómo se había portado le removió por dentro, se tapó la cara con sus manos. Esther con cariño le puso una mano en el hombro en señal de apoyo, Maca desde la puerta de la cocina estaba escuchando con lágrimas en los ojos todo lo que contaba su hermana) E: Tranquila... Isabela: Me porte muy mal con ella... debí ponerme de su parte cuando mis padres la sacaron de casa... debí protegerla... defenderla... pero no... me mantuve al margen... ella se vino sola para Madrid... y aquí empezó una vida... demostró en todo lo que ha logrado, lo maravillosa que es... nunca me guardó rencor... ella al principio me llamaba y yo nunca le atendía la llamada... luego me sentí tan avergonzada por todo lo que había

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pasado, no me sentía cómoda en casa y me fui del país, quería huir de todo. Ella me localizó vía internet, solo tenía mi correo electrónico y mi teléfono, nunca quise darle mi dirección, pero siempre luchó porque estuviéramos en contacto a pesar de mi falta de interés. Al fin aprendí que lo importante son los sentimientos, que lo importante es el amor no el género de la persona de quien te enamoras, mi hermana es una mujer maravillosa y yo la hice a un lado solo por no estar de acuerdo con su... estoy tan arrepentida de cómo la traté... E: Debes hablar con ella... hacerle ver que estás arrepentida... Isabela: Es tan buena hermana nunca me guardó rencor... Maca lloraba escuchando lo que estaba confesando Isabela M: Y nunca te lo tendré... eres mi hermana querida (llegó hasta su hermana y la abrazó con fuerza, al fin tenía a su lado a su hermana, la que había sido su ídolo) Conversaron un rato más, hasta que el cansancio las venció. Todas se fueron a sus habitaciones, Maca y Esther en la suya, ya duchadas y acostadas en la cama. De medio lado se miraban con una sonrisa en los labios sin decir nada. Esther acariciaba el cabello de Maca, arreglaba algunos mechones tras su oreja E:... ¿La has pasado bien? M: Sí... ha estado todo muy bien, mi amor... me ha encantado E: ¿Estás contenta? M: Mucho... mucho. (con una clara expresión de felicidad en su rostro, Levantó la mano y acarició con suavidad el rostro de su mujer)... siente (tomó una de sus manos y la puso sobre su pecho) aun me late el corazón con fuerza E: Siiiii... ¿por qué no me habías dicho las verdaderas razones de vuestro distanciamiento? M: Ummm... me hacía sufrir el solo recordarlo... me dolió mucho... yo quiero mucho a mi hermana... siempre fue mi apoyo... mi ídolo en todo... cuando me... cuando me dio la espalda me sentí desfallecer... pensé que mi hermana me entendería... que... (se entristeció al recordarlo) E:... Ya no pienses en eso cariño, ya pasó... M: Siiiii... gracias cariño... gracias por habérmela traído... no sé como lo hiciste... pero gracias... E: Ummm... me encanta verte contenta, feliz... y hago lo que sea para verte así... M: ¿Lo que sea? E: ¡Lo que sea! M: Mmmm... ven acá... (la jaló para que quedara sobre ella)... hazme feliz... (le dijo con una gran sonrisa y moviendo sus cejas de forma picara) E: Jajaja (la besaba en los labios y pasaba pícaramente su lengua sobre ellos) ¿quieres que te haga muy... muy feliz? M: Siiii (le respondía con su voz ronca de pasión) Esa fue una noche muy especial para las dos, se regalaron muestras de cariño y pasión como tantas otras veces pero sintiéndose más compenetradas y unidas

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Se quedaron dos días más en la Sierra, pasando momentos maravillosos, disfrutando de la piscina y de la compañía, para Maca fue especial ya que se había reencontrado con su hermana. Esther comprobó de la gran complicidad que había entre ellas, a pesar de sus años de lejanía, se notaba lo unidas que habían sido, bromeaban, reían, se atacaban con humor. Isabela era muy parecida a Maca, tanto física como de carácter, era mayor que ella unos años pero en realidad no se le notaban para nada. Estaba divorciada y por los momentos estaba sola Había llegado el momento de regresar, para salir en el crucero que tenían planificado. Ya en casa, llegaban y le señalaban cual sería la habitación de Isabela. Quien estaba feliz de compartir con su hermana y sobrinos M: La verdad que ahora me da mucha pena alejarme Isabela: Vamos no seas tonta, ve y disfruta tu crucero del amor, (le decía con picardía) jajaja, que yo me quedo aun dos meses más por aquí, además así comparto y disfruto a mis sobrinos al máximo... M: Te tienen loca ¿eh? Parece mentira como han congeniado E: Siiii... sobre todo Andrés... está perdidamente enamorado de ti jajajaja Isabela: Y yo de él... es un sol... no sé como dos bichas como ustedes tienen hijos tan bellos y encantadores M: Habrán salido a la tía... (le decía con retintín y le daba un golpecito en el brazo) Isabela: Ummm pues es muy posible... jajajaja M: Bueno... vamos a preparar las maletas, que salimos temprano mañana... ¿entonces nos vemos a nuestro regreso... vas a quedarte dos meses con nosotras? Isabela: Sí hermana... me pareció que después de tanto tiempo sin vernos... y estar juntas... debía tomarme el mayor tiempo posible... Maca no dijo nada, solo se acercó y la abrazó con cariño M: Gracias... Esa mañana les costó despedirse de los niños, ya que todos querían irse con ellas también en el crucero, no entendían porque en este viaje no podían ir ellos. Paula al fin entendió e hizo que su hermano Andrés también lo aceptara. Llegaron con tiempo al puerto y embarcaron en el majestuoso crucero que más que un barco parecía una ciudad. Las llevaron a su cabina, ellas se miraron con asombro, todo era precioso y habían adornado la habitación de una forma muy romántica, con flores, chocolates y una botella de champagne en una hielera M: Jeje les dije que estábamos de luna de miel (reconoció con una sonrisa) E: Que ingeniosa... (la besó) ¡me encanta! Sobre la mesita estaba colocado el itinerario y horarios del barco. Lo estaban leyendo para decidir qué hacer en ese momento M: Ummmm... ¿tienes hambre? (le preguntaba a Esther mirando los horarios del comedor)...

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Esther no respondía, solo la miraba, estaba de pie mientras Maca estaba sentada sobre la cama con el papel entre las manos y la vista en el M:... Hay varias opciones... comer en el comedor... junto a la piscina... o podemos... (levantó la mirada al ver que Esther no le respondía y vio como Esther la miraba fijamente mordiéndose el labio) M: ¿Qué?... ¿qué pasa? E: Te miro... (le respondió con sus ojos llenos de ternura y deseo al mismo tiempo) M: ¿Me miras? (le dijo con una sonrisa) E: Eres hermosa... (se acercaba lentamente hasta Maca)... muy hermosa... (le acariciaba la mejilla de pie junto a ella)... y te tengo solo para mí... (le quitó los papeles de la mano se inclinó y le dio un beso suave en los labios) M: Ummmm ¿no tienes hambre?... E: Sí mucha... pero de ti... (volvía a besarla pero esta vez con más pasión) M: Ummmm E: ¿Lo has hecho alguna vez en un barco?... (se separó unos centímetros de Maca) M: Nnn... no... nunca... ¿y tú? E: Tampoco... será nuestra primera vez... (Esther se alejó un poco y comenzó a desabrochar los botones de su camisa muy despacio, se mordía el labio y miraba fijamente a Maca) Maca quería participar y comenzó a desnudarse con prisas pero Esther con una mano la detuvo E: Noo... después,... ahora quédate así... mírame... (Esther seguía desnudándose lentamente ante la mirada de Maca) M: ¿Quieres... quieres que solo mire? (le dijo casi babeándose con la imagen ante sus ojos) E: Por ahora sí... (la miró sonriendo, le encantaba ver en Maca esa mirada lasciva hacia ella) M: No sé si podré quedarme así... solo mirando... te estoy deseando brutalmente... (la miraba con devoción, con total deseo) Trató de jalar hacia la cama a Esther y ésta dio un paso hacia atrás sonriendo E: No... aun no... M: Quieres jugar... ¿ehh? (le dijo con su voz ronca y esa sonrisa suya que la derretía) E: Siiii... me siento especialmente juguetona Con un movimiento muy sensual de su cuerpo se fue quitando lentamente una a una sus prendas de vestir y las iba lanzando hacia un lado, en ningún momento apartó su mirada de los ojos de Maca, ésta la miraba mientras se mordía el labio, pasaba de sus ojos, a sus labios, su cuerpo, el movimiento sensual de su mujer la tenía completamente hipnotizada M: Deberíamos tener esa música... E: ¿Cual? M: La de la película aquella... nueve semanas y media... E: Jajaja shhhh (le colocó un dedo sobre sus labios) imagínatela y quédate quietecita... M: Ummmm... sí...

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Solo le quedaba la ropa interior, se bajó un tirante con lentitud y luego el otro, mientras la miraba a los ojos, veía como el pecho de Maca se movía más rápidamente, Maca notaba como su sangre corría por sus venas enardecida, Esther se quitó el sujetador y lo hizo caer a un lado, lo mismo hizo con su panty en un movimiento muy lento y sutil, primero una pierna luego la otra, al estar completamente desnuda, comenzó a acariciarse para que Maca la viera, se lamió su dedo índice y acarició sus pezones en forma circular, se acariciaba el estómago, el vientre M: Ummmmm ven (alargaba su mano llamándola) Esther se acercó lentamente y Maca puso sus manos sobre la cadera de Esther acercándola más a ella. El pubis de Esther había quedado a la altura de su boca, lo besó suavemente mientras sus manos acariciaban los muslos de su mujer, Esther se estremecía sintiendo sus caricias. Maca besaba el estómago de Esther y con su lengua iba dibujando un círculo alrededor de su ombligo, un beso tras otro, Esther echó su cabeza hacia atrás arqueando un poco su espalda, Maca sentía como su propio sexo sufría. Separó ligeramente las piernas de Esther y llevó una de sus manos hasta su sexo M: Ummmm que mojada estás E: Me vuelves loca... tócame... M: Siiiii... Esther abrió más sus piernas y Maca con la yema de su dedo pulgar apretó el botón de su clítoris provocando un fuerte estremecimiento en todo su cuerpo, luego de unos segundos acercó su boca hasta ese botón haciendo que a Esther le flaquearan las piernas solo de sentir su aliento caliente en él. Luego de unos minutos así disfrutando Esther empujó a Maca sobre la cama y comenzó a desnudarla, al estar en igual de condiciones, se arrodillo en el suelo y llevó su boca hasta su sexo chupándolo, succionándolo, notó su gran humedad, Maca gemía como loca y le empujaba la cabeza más hacia su sexo le urgía sentirla M: Cómeme... cómeme... sabes que me vuelve loca (le suplicaba abriendo más sus piernas) E: Dioooos... que divina estás M: Como a ti te gusta mi amor... sigue... sigue... E: Mmmm... sí... sí... me encanta... (Esther con sus dedos abrió los labios inferiores de Maca e introdujo su lengua en ella) M:... Ahhhh... Esther... Esther... Esther... Esther mientras tenía su boca en su sexo levantó su mirada, le encantaba ver a Maca así tan excitada, disfrutando al máximo, conocía los puntos exactos que volvían loca a su mujer y sabía hacerla disfrutar, Maca movía su cadera mientras ella introducía su lengua con maestría y con su dedo apretaba y acariciaba su clítoris M: Ahhhhhh... Diooooos... como me pones... E: Ummmmm M: Ven... ven... quiero que lleguemos las dos... ponte sobre mi...

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Esther trepó sobre el cuerpo de Maca y la besó con pasión, con furia, mientras la besaba acarició el sexo de Maca introduciendo con fuerza dos dedos en su interior, Maca gimió al sentirlo y Esther gimió al sentir el calor interno de su mujer M: Aghhhhh... E: Aghh... que caliente estás M: Siii... sigue... sigue... más... más... E: Voy a meter otro dedo... (Maca estaba tan mojada que sus dedos se deslizaron casi sin esfuerzo) M: Ummmmm... Dios mío Esther... aghhhhh (gritó de placer al sentir la penetración) E: Mmmm... me encanta estar tan dentro de ti... M: Esther... mi amor... no pares... sigue... estoy a punto... sigue E: Sí... sí... y yo... ahhh (movía sus dedos dentro de Maca, mientras ella acoplaba su sexo enardecido sobre el muslo de Maca y se rozaba sobre ella) M: Ya... ya... Esther... aghhhhhhhh... ya... ¡ya! (gritó al sentir la oleada en su cuerpo del orgasmo tan maravilloso que le había proporcionado. Esther sintió en sus dedos los espasmos de la vagina de su mujer. Esther aumento el ritmo de su roce sobre Maca hasta sentir las sacudidas del orgasmo) E: ¡¡Joder.. !! (gritó de placer y se tumbó agotada sobre Maca) La locura dio paso a la ternura y esa noche volvieron a amarse hasta que el sueño las venció En la mañana amanecieron abrazadas desnudas sobre la cama, la ropa tirada por la cabina, la botella de champán vacía en el suelo, las copas sobre la mesa. Fue una experiencia maravillosa, conocieron varios puertos, recordaron y revivieron maravillosos momentos en Santorini. Se dedicaron momentos especiales en el barco. Se prometieron repetir al menos una vez al año un viaje para ellas solas

Epilogo M: Esther... vamos... que es tarde... E: Tranquila, ¡deja los nervios que estamos muy a tiempo! M: No si... ¡como siempre! (refunfuñaba) E: ¿Ves?... ¡estoy lista! (salía del baño) Maca se le quedó mirando con una sonrisa en los labios M: Estás hermosa... sí que valió la pena la espera... (la rodeó con sus brazos por la cintura y la besó) E: Tú estás despampanante... M: Mmmm... (le miraba el escote y escondía su cara allí, para besar el nacimiento de su pecho) divinas... E: Ummmm... ¿no es que estabas apurada? M:... Ummmm... (seguía besándola)... estamos a tiempo... E: Vamos cariño... que tu hermana está por llegar... (trataba inútilmente de separarse) M: Quien me lo iba a decir... mi hermana que dejó casi de hablarme cuando supo que era lesbiana, ¡hoy se casa y con una mujer!

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E: Así es la vida cariño... ¡así es el amor! M: Siiiii... quien se iba a imaginar que cuando decidió quedarse a vivir en Madrid, se enamoraría de Claudia E: Siiii... jajaja aun recuerdo el día que las presentaste... las dos se quedaron como tontas y mudas M: Jajajaja sí... hace cinco años, ¡como pasa el tiempo! E: Bueno vamos... que aun tenemos que terminar con las gemelas... M: Uy ¡susto!... espero no dejen caer las alianzas... con los trastos que son... E: Cariño, tienen siete añitos, sabrán hacerlo bien M: Siiii... La ceremonia fue sencilla y muy hermosa, todos reflejaban felicidad. Maca y Esther se miraban cómplices durante la ceremonia, recordaban con nostalgia su día, se miraron y besaron con dulzura. Las gemelas se habían portado a la altura, habían entrado delante de las novias, hermosas. Isabela, luego de la temporada que pasó con su hermana y sobrinos, ya no pudo alejarse. Regresó a su trabajo pero para entregarlo y poner la renuncia. En la empresa le propusieron transferirla a España. Tuvo la facilidad que por trabajar en una trasnacional, no le aceptaron la renuncia sino que la transfirieron. Se compró un piso muy cerca de su familia, adoraba a sus sobrinos, al poco tiempo en uno de los cumpleaños de Paula, conoció a Claudia, recibiendo ambas el flechazo de Cupido. Isabela al principio luchó contra ese sentimiento, para luego sucumbir. Maca le aconsejó no luchar contra el amor, era imposible. Los niños encantados con su tía cerca, ya que era muy consentidora. Maca y Esther cumplían la promesa que se habían hecho, todos los años se regalaban al menos una semana para ellas solas. La vida entre ellas siguió cada vez mejor, Vivian día tras día entregándose amor y comprensión. Los duros momentos vividos eran ya agua pasada, aprendieron de ellos para no cometer nuevamente los mismos errores y vivian su amor día a día El juez termina la ceremonia y declara a las novias al fin unidas en matrimonio, les pide que se den el beso que las une, y las novias con una gran sonrisa se besan. Maca y Esther las observaba con cariño desde sus asientos, Maca con una lágrima rebelde cayendo por sus mejillas, contagiadas con la gran emoción del momento se miran a los ojos M: Por siempre mi amor... ¡te quiero! E: Te quiero... ¡más allá de mi vida! Las dos con sus manos entrelazadas, sellaron su promesa para toda la vida con un beso

FIN

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