Descubre Las Palmas de Gran Canaria

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PUERTO-CANTERAS LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Llegados a este punto, el olor a salitre y la brisa cercana nos avisa de que el paisaje se dispone a cambiar de un modo manifiesto. El viajero va a adentrarse en la última estación de la ciudad que ya lo ha atrapado del todo. Lejos queda la solemnidad de Vegueta y Triana o la flema británica de Ciudad Jardín. Ahora se trata de la naturaleza en su apogeo, más que del capricho, la necesidad o el talento del hombre. El istmo de la Isleta (quizás debería hablarse de las isletas dado el relieve escarpado de la montaña) es el extremo norte de Las Palmas de Gran Canaria, esa región del mapa que rompe la redondez y le da la singularidad a Gran Canaria.

Arriba se halla “El vigía”, la atalaya en la que antaño se apostaba un centinela que alertaba con hogueras de la llegada de barcos enemigos. A sus plantas tiene, en la cañada este, el Puerto de La Luz y de Las Palmas, uno de los más importantes y de mayor flujo comercial del Atlántico Sur, auténtico bastión económico de la isla; y en la oeste, la playa de Las Canteras, la joya de la corona de la ciudad. Hablamos pues, si omitimos la arquitectura portuaria, de naturaleza en estado puro. El crecimiento de la población, las exigencias de una ciudad moderna ha hecho necesario, sin embargo, un diseño urbano que aprovechase la geografía de las isletas. De modo que el viajero será testigo de una serie de enclaves, edificios y construcciones de visita obligada. La primera de ellas es un lugar de encuentro, una torre de Babel inesperada: el Parque de Santa Catalina. Cosmopolita, de animada vida social, socarrona como el alma de los canarios, podemos tropezarnos con gentes de todas las lenguas y razas, culturas y nacionalidades,

Playa de Las Canteras Zona Puerto-Canteras

convocados allí para negociar, jugar a cartas o a dominó o simplemente pasar un rato de tertulia y terraza. Porque, si el paseante ha estado atento al camino, habrá comprendido ya que Las Palmas de Gran Canaria es una ciudad de terrazas y conversación. El clima y el carácter de la gente las propicia. Desde la primera cantina de San Cristóbal hasta la última tasca de la Cícer. Una vez al año, el parque acoge a palmenses y visitantes en una fiesta loca de música y máscaras que dura cuatro semanas: el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria.

En Santa Catalina también, ya se ha dicho a lo largo del viaje, danzan a dúo la tradición y la modernidad. Así, junto a un grupo de casas bajas de expresión canaria diseñadas por Néstor de la Torre (allí se reunían no hace tanto artesanos y artistas para mostrar su obra y compartir vivencias), surgen los edificios Miller y Elder, huellas del esplendor británico, antiguas compañías de comercio marítimo que hoy son un centro de ocio y cultura y el Museo de la Ciencia y la Tecnología, respectivamente. En la Elder Dempster Canary Islands trabajó, entre contables ingleses, un muchacho enfermizo y reservado que con el tiempo se convertiría en una de las voces más sugerentes de la literatura canaria del XX. Su nombre era Rafael Romero pero pasó a la historia con el de Alonso Quesada y fue, quizás, el mejor cronista de aquellos años.

Playa de Las Canteras Zona Puerto-Canteras

Estos cuarenta ingleses esta noche se juntan para hacer un balance porque termina el año. El trabajo nocturno, si es trabajo de números, tiene para estos hombres un voluptuoso encanto. Van llegando puntuales. Sobre las altas mesas van uniformemente los libros colocando; luego sacan sus pipas; reposados encienden y antes de dar comienzo beben un whisky agrio…

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Playa de Las Canteras Zona Puerto-Canteras

Playa de Las Canteras Zona Puerto-Canteras

Al otro lado de la Isleta aparece (en toda la extensión de la palabra, pues hay algo de ensueño en esos casi cuatro kilómetros de arena dorada) Las Canteras, con su arrecife natural, la popular “Barra”, a unos doscientos metros de la orilla. Al contemplarla desde el paseo, el peregrino tendrá la tentación de comparar esa playa con cuantas ha visto antes en sus viajes. Será en vano. Habrá podido contemplar playas más grandes, más seguras, de invierno, de verano, tranquilas, animadas, de recreo o deportivas. Pero Las Canteras tiene la hechura de las navajas suizas: es todo eso y, si saben buscar, incluso más. Desde el Confital a la Cícer pasando por Playa Chica, el Muro Marrero, Punta Brava o la Peña de la Vieja. El origen del nombre está relacionado con las extracciones de arenisca que se hacían desde la Barra para los filtros de las destiladeras, las pilas de agua que no hemos cesado de ver en los patios canarios de la ciudad antigua. Abandonada esta práctica, Las Canteras se convirtió en balneario durante los años que siguieron al fin de la Segunda Gran Guerra. Ahora hablamos de una de las

más agradecidas y visitadas playas urbanas de España. Invitamos, por tanto, al peregrino a un viaje de hora y media, lo que se tarda en recorrer el paseo si uno no lleva más urgencia que la de no perderse nada del camino.

Playa de Las Canteras Zona Puerto-Canteras

se trajo la pasión de Newcastle, en la primera década del siglo XX (unos lo fechan en 1907, otros en 1910), el club fue bautizado así en honor de la reina británica.

El Confital Zona Puerto-Canteras

El Confital, en la península de La Isleta, es mitad playa familiar mitad aventura. No es inusual ver a algún carpintero de ribera restañando una barca en la orilla mientras, en el horizonte, el cuerpo de un surfista dribla las enrabietadas olas. En La Puntilla, asimismo, encontraremos innumerables lugares para comer lo mejor del mar. Si uno se acerca a la plaza, además de las vistas privilegiadas al Atlántico y de algún pescador caña en ristre, podrá observar una obra de arte, una de las últimas esculturas que realizó el artista lanzaroteño César Manrique: el Juguete del Viento.

Mercado del Puerto Zona Puerto-Canteras

Uno de los vínculos más estrechos entre el pueblo canario y el inglés, además de las relaciones comerciales y la arquitectura de las que ya hemos dado testimonio, fue el deporte. Los ingleses coloniales, como se ha visto, fundaron no pocos clubes para mostrar las reglas y las virtudes del juego. En justa reciprocidad, los isleños lo hicieron como justo homenaje a sus visitantes. Para corroborarlo está, en La Puntilla, el Real Club Victoria, baluarte del fútbol canario. Fundado por Pepe Gonçalves, hijo de portugueses que estudió en Inglaterra y

Muy cerca, en la misma avenida de Las Canteras, está la plaza tributada al tercer gran poeta posmodernista que dio Canarias, junto a Tomás Morales y Alonso Quesada: el teldense Saulo Torón. Íntimo, melancólico, casi machadiano, a Torón se le deben los conocidos versos dedicados al Faro de la Isleta, que “en la noche invernal tan luminoso… / refulge entre la niebla / como un astro benévolo y piadoso…”. Detrás, callejeando, el viajero encontrará una pequeña rareza arquitectónica en el tercer mercado de la ciudad: el del Puerto. Se trata de una construcción (el edificio ya acogía puestos de compra venta de productos de alimentación) de principios del XX, bajo el diseño de Laureano Arroyo. Su planta cuadrada está forjada en hierro importado de Bélgica y quizás está más cercano al art noveau que al modernismo propiamente dicho.

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Si continuamos por el paseo de Las Canteras encontraremos uno de los lugares más significativos en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria: el Hospital de San José. Le recordará al paseante un caserón colonial de la Habana o Santo Domingo, con su piedra blanca, sus arcos en la planta baja y el balcón enterizo en la superior. Un siglo contempla a este centro que sirvió de clínica para tuberculosos, de asilo de ancianos y hasta de escuela gracias a los servicios de la Congregación de las Hijas de María.

Playa de Las Canteras Zona Puerto-Canteras

Y así, bordeando el litoral a través de una playa que cobra muchos nombres (Playa Chica, Peña de la Vieja, la Cícer…), descubriendo pequeñas esculturas, terrazas emblemáticas, edificios antiguos y modernos, llegamos a un rincón mágico donde la forma y el sonido se conjugan como en pocos lugares. Le llaman los Jardines de los Puertos Atlánticos y en ellos está enclavada una construcción que es el orgullo de todos los grancanarios: el Auditorio Alfredo Kraus. Alrededor de las obras de Juan Bordes que dan vida a los jardines, la figura del tenor, casi nueve metros y tres toneladas esculpidos en bronce por Víctor Ochoa, lo observa todo. Y la obra de Óscar Tusquets, mitad faro vigilante mitad fortín protector, tiene la peculiaridad de su ventanal al océano: el espectador tiene, amén de la sonoridad del teatro (el científico muniqués Lothar Cremer diseñó la magnífica acústica), la visión de amplitud atlántica en las noches de concierto.

Auditorio y Palacio de Congresos Alfredo Kraus Zona Puerto-Canteras

Escultura de Alfredo Kraus Zona Puerto-Canteras

Para despedir a la ciudad y, sobre todo, para conectarla con el norte de la isla el paseante podrá vislumbrar la silueta de un puente que acaso le recuerde, salvando la distancia y las dimensiones, al de San Francisco. Un puente de estructura moderna proyectado por José Antonio Torroja en los años noventa del siglo XX. Muy cerca, El Atlante, la colosal estructura de Tony Gallardo que parece invocar a los dioses del cielo y del mar.

Caldera de Bandama

Pero Las Palmas de Gran Canaria es más que una ciudad a orillas del mar. También tiene su huerto, el paisaje natural que la rodea y sin cuyo descubrimiento la visita a la capital no estaría completa. Lo más imponente, sin duda, es la Caldera de Bandama, una maravilla de la naturaleza. De origen volcánico, Bandama posee unos 800 metros de diámetro y unos 200 de profundidad en una simetría que sorprende al espectador. No sólo es digno de resaltar el interés volcánico de la Caldera (el camino de ceniza hasta la grieta, las paredes abruptas), sino el histórico y aún el agrario: se conservan grabados aborígenes en su interior, en una región magnífica para las vides. Y es esta característica, la feliz coincidencia de volcán y viñedos, la que origina el nombre de la Caldera. Aunque los yacimientos indican que los antiguos pobladores ya conocían las bondades de la zona para el cultivo, tal vez el primero en sacarle el máximo partido fuera el comerciante flamenco Daniel Van Dame.

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La Puntilla

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El poeta Justo Jorge Padrón dedicó parte de su obra a esta región interior, en su Cuaderno del Monte Lentiscal: Salvajemente nuestro oído alcanza con un fragor que ya no olvidaremos. Acaso un dios o un monstruo que despierta. No se detiene nunca porque su alma es la inquietud sin fin y el movimiento. Y bulle y brama y brilla para siempre en la ardiente hermosura indestructible.

Y si Bandama es la naturaleza indómita de este huerto, el Jardín Botánico “Viera y Clavijo” es la domeñada. Con un nombre que recuerda al primer gran naturalista de las Islas, el Botánico fue fundado en 1952 por el científico Eric Sventenius con la intención de recopilar y proteger la flora endémica del Archipiélago: el bosque de laurisilva, el pino canario, los diferentes tipos de helechos, el drago, etc. Hoy en día, el Jardín “Viera y Clavijo” es un aula de la naturaleza en la que se suceden reuniones científicas, congresos, foros de debate. Posee laboratorios modernísimos y distintos centros de interés: el de Exposiciones, el de Investigación, el banco de Germoplasma… Jardín Botánico Viera y Clavijo

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La Calzada Escuela Santa Brigida La Calzada Escuela Santa Brígida Monte Lentiscal

Monte Lentiscal

Tafira Alta

Tafira Alta

Caldera de Bandama

GC-4

Caldera de Bandama

GC-4

Bodega Los Lirios

Bodega Dominguitos Bodega Viña Angoa

Bodega Mondalón

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Bodega Dominguito

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Bodega Monte Bandama Bodega Monte Bandama

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Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje. Sin ella no habrías emprendido el camino…

El viajero ha llegado por fin a comprender esta ciudad de luz. Ha descubierto los rincones donde la vida se abrió camino. Ha disfrutado de mesa y de posada. Y ha conocido, en fin, qué vieron en Las Palmas de Gran Canaria sus poetas, sus artistas, sus arquitectos… José Luis Correa

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Información de Interés

Oficina de Información Turística de Las Palmas de Gran Canaria www.lpavisit.com

Puntos de Información Turística: 1. Paseo de Las Canteras. Zona Puerto-Canteras 2. Parque de Santa Catalina. Zona Puerto-Canteras 3. Avenida Mesa y López. Zona Puerto-Canteras 4. Parque de San Telmo. Barrio de Triana 5. Plaza de Hurtado de Mendoza. Barrio de Triana 6. Estación de Cruceros

Oficina de Información Turística de Gran Canaria: www.grancanaria.com EMERGENCIAS: 112

Transportes

GUAGUAS (AUTOBUSES)

NAVIERAS

Guaguas Municipales Tlf. +34 928 305 800 www.guaguas.com

Fred Olsen Tlf. +34 902 100 107 www.fredolsen.es

Interurbano Global Tlf. +34 902 381 110 www.globalsu.es

Naviera Armas Tlf. +34 902 456 500 www.navieraarmas.com

Guagua Turística Tlf. +34 902 101 081 / 928 381 630 www.city-sightseeing.com

Transmediterránea Tlf. +34 902 454 645 www.trasmediterranea.es

AEROPUERTO Aeropuerto de Gran Canaria Tlf. +34 928 579 138 www.aena.es

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Editado por: Concejalía de Turismo. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Promoción de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria S.A. Dirección: C/ León y Castillo, 322 - 4ª planta. 35007. Las Palmas de Gran Canaria Tel.: +34 928 446824 Fax: +34 928 446651 Textos: José Luis Correa Fotografías: Juan Naharro, Tony Hernández, Tato Gonçalves y Patronato de Turismo de Gran Canaria. D.L.: GC-187-2011

CONCEJALÍA DE TURISMO Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria C/ León y Castillo, 322 4ª Planta 35007 Las Palmas de Gran Canaria Tlf. +34 928 446 824 / 446 619 Fax. +34 928 446 651 [email protected] I www.visit.laspalmasgc.com