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Folletines encuadernables Incluidos en este número:
Diccionario Enciclopédico de la L e n g u a C a s t e l l a n a ~ na {Dipul.rciórr, -Jll) antes del últinro dia del mes de dícienilire. techa en qtre terminará el coircurso. Es rrruy converriente poner err el sobre qne contenga las soluciones: «Concurso n.'' 34 de Ai-fro».
Nuestros folletines
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L pliego de láminas de «Colón» que hoy repartimos como encaje, ha de intercalarse — tal como se hizo con el segur.do de «Napoleón» — entre las dos hojas grandes de texto que publicamos también en este número. Tengan bien presente los coleccionistas que, para intercalarlos en el texto, no es ncccs'irio cortAr ninguno d:' estos plifi>os de láminas. Están ya debidamente numeradas sus cuatro páginas para señalar dónde deben intercalarse.
¿Ijuíere en los íillirrros números de ALGO no se puhli(••oMd ' cirron Iris irases del roncirrso núiTrero 34 y esto privri, sin dud.r, de participar a inuclios lectores, y por si desean tomar parle err t'I .ilKurros de los nrrevos, proloníianros l.-r dnracrr'in de dictro concurso hasla fin de ar"io, y reproducirnos hoy las liases, que son las siguientes:
se acerquen, siguiendo la norma indicada. 4.» Cada lector puede mandar cuantas soluciones quiera, teniendo eu crrenta que a cada solución debe acornpar'iar rrrr cupón y un sello de qrrince ccntirrros. Los que no encuentren cupones suficientes, tleben remitir, r-ri \e/. sello tle correos de (piinee céntimos. Los que quieran rrrandjrr vtrr'itrs soluciones y no cnc.uenlren t'upories suficientes, deiren rerritir," en vez de un sello de qulirce ci'ntirnos, uno de veinticinco por catia cupón qtre ortritan. REOLAS. — ! . • I.as soluciones Incompletas o ininteligibles no entrarán en concurso. — 2." Cada solución será juzgada per si sola, es decir, que no se tendrá en cuenta el nrjmero de aciertos que pueda haber en varias soluciones del itrismo concursante, sino en cada una de ellas por separado, como si ftrera única. — .3.' El premio consiste en seis relojes marca «Laminor», con áncora de quince ruliies, en plaqué oro laminado y garantizados por diez ni'ios, que se distribuirán del modo siguiente: Si los qrre aciertarr Ijr solución exactrr son seis, se entregaré un reloj a cada uno. .Si son m.ás de seis se sorlear.tn los relojes entre ellos, de rrrodo que ningún concursante pueda oirtener rnf'is de un reloj. Si son menos de seis los que aciertan, se entregaré a cada uno de ellos un reloj y los sobrantes «c repartirán entre los que mírs se acerquen a 1» solución exacta, por oTden riguroso de aproximación. También eiA este caso, si el número de solucionistas premiados por aproximación es mayor que el de relojes sobrantes, se sortearr'm éstos entre ellos. En el caso de que nadie acierte la solución exacta, los relojes corre8ponder,-\n a los que m&t
Cupón para el Concurso núm. 34 de ALGO
El árbol de Navidad no es de origen muy antiguo 3M0 a todas las costumbres que s e van haciendo tradicionales, a la del árOoi de Navidad se ha Intentado encontrarle origen antiquísimo, habiendo hasta quien ha pretendido buscar relación entre ésta y alguna otra costumbre pagana. Pero t o d o ha sido inútil. La vieja fiesta germánica tiel solsticio de invierno en la que se pretendía ver el origen del árbol de Navidad, no tiene semejanza alguna con la moderna costumbre.
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Esta ho aparece hasta «I siglo xvii, y el gráfico más antiguo que se refiere a ella es el dibujo de José Keller que reproducimos hoy nosotros y que representa un salón de Nureml>erg en el siglo xviii. Por cierto que el árbol que en él aparece no e s el abeto, árbol de Navidad en los actuales tiempos, sino un alerce, y entre sus ramas no hay distribuidas velas, como ahora. Hay un ángel con dos velas en las manos y a Sil alrededor otras tres bujías
ALGO
La lucha a muerte con el león de los mares
pesca del tiburón constituye en AusLu tralia una importantisima industria.
Su piel es una de las más fuertes que existen, y cualquier objeto confeccionado con ella tiene asegurada una larga vida; después de un año de uso, no acusa aún ningún desgaste apreciable. Las costas de Australia están materialmente plagadas de tiburones de todas clases. Tanto es asi, que las playas destinadas a tomar baños han tenido que ser cercadas por fuertes redes de metal para asegurar la vida de los bañistas. Antes de tomarse esta precaución, centenares de personas eran victimas de la voracidad de esas temibles fieras marinas. La pesca del tiburón es difícil y peligrosa. Se ha puesto en duda la ferocidad de este pez con el argumento de que no ataca por instinto sanguinario, sino por hamí)re. No es una razón convincente. Todas las fieras selváticas, cuando cazan a algún indígena o a algún viajero, lo hacen, no por el gusto de destrozarlo, sino para comérselo. En la Inmensidad del mar hay centenares de peces del mismo tamaño y poder que el tiburón que no atacan a las personas. Pero la prueba más evidente de su ferocidad nos la ofrecen los tiburones de «batidor», llamados así en Australia porque su cola es una gran paleta, más larga que el resto del cuerpo, que emplean para batir el agua con distintos fines. El «batidor, ataca a la ballena sin preocuparse de que la diferencia de fuerzas y tamaño le sitúa en un plano de gran desventaja para la lucha, y esta demostración de intrepidez la hace, no para saciar su apetito, sino por golosina, ya que la lengua del cetáceo constituye uno de los bocados favoritos del tiburón. Gracias a su cola, que emplea a modo
de remo, el «batidor» nada a una velocidad vertiginosa y se revuelve, gira, sube y baja con extrema rapidez. Es Imposible matarlo de una cuchillada en el vientre, sistema muy empleado con los tiburones de otras especies. En esta caza y lucha todo es cuestión de situarse de modo que el pez no pueda atacar, debido a la forma especial de su boca, y el «batidor», con su agilidad portentosa, no da tiempo al atacante a tomar posiciones. Los pescadores de ballenas les profesan una interesada simpatía, porque les indican los lugares donde hay ballenas. Cuando se encuentra con una manada de peces, el «batidor» remueve las aguas agitando con fuerza y rapidez 'su cola. Los peces, amedrentados, se estrechan unos contra otros formando una masa compacta ¡)
El t l b u r 6 n
es I z a d o
a bordo
con fuertes
ganchos.
ALGO
Buena pesca. Este hermoso ejemplar mid cinco metros de longitud.
se preocupan de si ei tiempo es bueno o malo para hacerse a la mar. Pescan con redes de trescientos a cuatrocientos metros de longitud y mallas de unos veinte centímetros. Esta red, cuya resistencia ha da estar en proporción con la fuerza del tiburón, se tiende como indica uno de Kslil ll'll melíllii;;! llH puesto los adjuntos grabados. Cuando el anifin a los estroííos que el tiburón blanco hacia entro lo» mal tropieza con la red, su cabeza liañistas. queda encajada en uno de los huecos. Esto le irrita. Comienza a debatirse para desprenderse de la red y, en su aturdimiento, sólo consigue enredarse cada vez más. Cuando está rendido a causa de la lucha, es izado a bordo por los pescadores. El peligro no ha desaparecido aún, como no desaparece en el toro después da una mortal estocada. Y también, como a éste, hay que darle la puntilla. De ello se encarga uno de los tripulantes, que desgarra, con las naturales precauciones y de una certera cuchillada, el vientre del animal. Los lugares donde abundan los salmones son los preferidos para tender la enorme red, pues el salmón es un excelente cebo para atraer al león de los mares. Antes de izar a bordo las piezas cobradas, para lo cual se emplean grandes ganchos a modo de anzuelos, los pescadores suelen hacerles uno o varios disparos de pistola para facilitar ia operación del «puntillero», lo que no impide que a veces el tiburón, en el momento de su agonia, tenga terribles reacciones que ponen en peligro la vida de todos los que se encuentran a bordo. En las costas australianas se pescan toda clase de tiburones. Una de ellas es la «nodriza gris», de escaso tamaño, pero cazadora temibla e insaciable. Es una campeona de ferocidad. El tiburón «tigre» le hace la competencia en este sentido, y el tiburón blanco, el más bello de lámina entre todos, es también muy temido por los australianos, debido a su predilección por la carne humana. Este es el que hacia estragos entre los bañistas. Ahora comprenderá el lector por qué los objetos confeccionados con piel de tiburón son tan caros.
red dispuesta para la pesca.
Estos objetos, confeccionados con la resistente piel dei tiburón, no acusan el menor desgaste después de un aflo de uso.
ALGO
Durante
muchos siglos nada ha señalado la hora reloj de sol
exacta
mejor
que el
L reloj de sol fué durante muE cho tiempo el aparato más preciso para medir las horas. Realmente, el tiempo depende de las vueltas de la Tierra sobre su eje y no de las que dan las rucdecillas de los relojes. De aquí que tuera difícil encontrar nada más exacto que un reloj de sol. En los siglos pasados, pero especialmente en el xvii, la gnomónica, que así se llama la parte de
Este iwrfectísimo reloj de sol marca incluso loa minutos.
midable máquina que ofrece, por ejemplo, el reloj de la Catedral de Lund (Suecia). Sin embargo, el reloj de sol no fué desplazado fácilmente por el mecánico. Después de muchos años de existir los relojes de ruedas y de péndulo, aun servían los de sol como comprobante por ser los más infaliblemente exactos. Asi se explica que estos relojes se siguieran construyendo y mejorando hasta alcanzar lun alto grado de perfección. Algunos de ellos marcan incluso los minutos. Las variaciones en la inclinación del sol y la duración de su paso sobre la Tierra, según la estación del aflo, están también previstas en estos relojes, que tienen varias esferas expuestas a distintos puntos y una serie de líneas curvas que reflej'an las que el sol traza en el espacio según las estaciones. H o y y a la ciencia ha conseguido sustituir al reloj de sol oon los perfectos aparatos de que disponen los modernos observator rios, Jos cuales permiten comprobar en cualquier inomicnto la hora flan insuperable exactitud.
Ei eomplkado y lormidalile reloj de la Catedral de Lund (Suecia). lleloj üc sol de tres esfer.iR qne existe actualirente en KkwterneuljurK {.\ustrla).
la ciencia que estudia el funcionamiento de los relojes de sol, atraía el interés de los sabios hasta el punto de que en dicho siglo se escribieron tresci€.ntas veintisiete obras sobre tal materia, y ciento ochenta en el siglo XVI, y doscientas noventa y dos en el xviii, y doscientas diez en el xix. Además, el reloj de sol cuenta con el honor de ser el más antiguo. Dcpejidiendo la Imedida del tiempo de las evoluciones del planeta ¡sobre su eje y, para los antiguos,
Un curioso
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N un templo pcigano que con el tiempo se convirtió '^n la Catedral de Spalato hay curiosos bajorrelieves que representan escenas de aquella época interesantísima en que comenzó a desarrollarse el cristianismo. Uno de los fragmentos más notables es el que reproduce uno de nuestros grabados y que representa dos escenas del Nacimiento. En la primera vemos a la Virgen tendida en una cama de forma primitiva, después del alumbramiento, y muestra al Recién Nacido en una cesta, mientras San José ihedita a los pies del lecho. En la otra escena, dos mujeres bañan al Niño Jesús.
de las vueltas del sol alrededor de la Tierra, e s natural que lo primero que ise le ocurriera al hombre para medir el tiempo fuera emplear el aparente paso del astro radiante sobre la tierra. Una simple estaca clavada en el sucio fué el primer reloj. La posición de la sombra proyectada por aquélla, indicaba la hora aproximadamente. Desde entonces acá, el reloj se ha Ido perfeccionando y complicando hasta alcanzar, en algunos casos, la apariencia de for-
bajorrelieve
del Nacimiento
Es curioso cómo nació la ciudad donde se encuentra este templo. El emperador Diocleciano, que de niño habia vivido en una choza en las costas de Dalmacía, se retiró en su vejez a aquellos desiertos lugares y mandó construir un palacio alrededor del cual fueron levantándose otros inmuebles hasta que se formó Spalato, hoy uno de los principales puertos de Dalmacía. En todo el país la vida del campesino conserva un encantador perfume de tradición. Los aldeanos siguen construyendo por si ntísmos los instrumentos musicales que
Bajorrelieve: un Nacimiento.
de Jesús usan, a pesar de que éstos no son rudimentarios ni sencillos, como puede verse en nuestro segundo grabado.
Instrumentos musicales, fabricación casera de lo. dilmatas
AMU
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{Amugronar, tr. Agr. Llevar el Barullento largo de una vid por debajo de tierra, para que ocupe el vacío de una cepa. { A m u j e , m. Pror. .Sa/. EsGTjls. I Amujerado, da, adj. AFEMINADO. II Dícese de la niña que parece mujer antes de tiempo. § AmaJeTamiento, tr. AFEMINACIÓN.
9 Amular, tr. Inbabilitarse la yegua para criar por causa de preñez. i Amulatado, da, adj. semejante a los mulatos en el color.
Amuleto § Amuleto, m. Figura o medalla a que suíierstlciosamente se atribuye virtud sobrenatural. AmuliO. Mit. Hey legendario de Alba, destronado por su bermano Numitor y muer»o por Rómulo y Remo. Amundsen (Eoaldo). Biog. Explorador noruego, el primero e n llegar al Polo Sur, en 1911. En el dirigible •Norge» cruzó en 1926 el Polo Norte, junto con Nobíle y Ellsworth. Desapareció entre los bielos junto con el aviador francés Guilbaut, al salir en auxilio de los náufragos del dirigible «Italia», pilotado por Nobile (1873-1928). § Amunicionar, tr. Proveer de municiones. § Amuñecado, da, adj. Aplicase a la persona parecida a un muñeco. Amur. Geog. Rio de Asia oriental, formado por la confluencia del Chillía y el Argun; separa a Siberia de China y va al mar de Ojotsh; 2,840 Icms. § Amura, f. Mar. Parte del costado del buqae desde donde se estrecha para formar la proa. 11 Mar. Cuerda que hay en cada puño de velas de cruz. II Cambiar la. o de. amura, fr. Camhlar de bordo. § Amurada, f. Mar. Cada uno de los costados del buque por la parte interior. S Amurallar, tr. MUKAR. I Amurar, tr. Mar. Llevar adonde corresponde, a barlovento, los pufine de las velas y sujetarlos con ia amura. || Ceñir, orzar. Amnrates I. Biog. Sultán osman11 de Turquía, de 1359 a 1389, organizador de ios genízaros. || — / / . Sult/in osmanlí de Turquía, de 1422 a 1451, vencedor de Juan Hunlada. || — / / / . Sultán osmanli de Turquía, de 1574 a 1595, vencedor de los persas. \\ — IV. Sultán osmanli de Turquía, de 1623 a 1640, conquistador de liagiiad. II — F. Sultán osmanli de Turquía, en 1874, depuesto por haberse enajenado. 5 Amurca, f. ant. AIPECBIN. { Amurcar, tr. Dar amurco. { Amurco, m. Golpe que da el toro con las astas. Amurcón, na, adj. Que amurca.
Amurillar, tr. Cubrir con tierra las raíces de los árboles. Amurrarse, r. Amer. En Chile, entristecerse, abatirse. § Amurriñarse, r. Amer. Contraer un animal la morriña. Amurrio. Geog. Ayunt. de la prov. de Álava, cab. de p. j . ; 1,300 hab. Amusco. Geog. V. de la prov. de Palencia, p. j . Astudillo; 1,580 hab. § Amusco, ea, adj. MÜSCO. § Amusgar, tr. Echar hacia atrás las orejas el cabalio, o el toro, en ademán de morder, embestir, o tirar coces. Ü. t. c. Intr. || Recoger la vista para ver mejor. § Amnso, m. Argueol. Losa de mármol sobre cuya superficie se trazaba la rosa de los vientos. Amustlai, tr. y r. ENMUSTIAR. § An, prep. insep. que significa privación o negación: Aisepigráfico. § Ana. Cifra de que usan los médicos en sus recetas para denotar que ciertos ingredientes han de ser de peso o partes iguales. || Prep. Insep. que significa cordra: teakcrónico; sobre: A'SAiema', o de nuevo: t,^kbaptista. § Ana, f. Medida de longitud, superior o inferior al metro, según los países.
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§ Anabaptismo, m. Bel. Secta de los anabaptistas.
§ Anabaptista, adj. y s. Reí. He-
reje que no admite el bautismo de los niños antes de que lleguen al uso de la razón. Anábasls, f. Aumento, crecimiento. AnábasiS. Lit. Famosa obra de Jenofonte, en que relata la expedición de Ciro el Joven contra Artajerjes y la retirada de los diez mil, dirigida por el autor (400 a. de J. C ) . Anabetes, m. Jinetes que con dos caballos disputaban el premio en los Juegos Olímpicos. S Anabastista, adj. y s. ant. ANA-
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AIvT
mesa, donde se coloca aquella piedra consagrada. || fig. Pedestal en que se colocaban las estatuas de los dioses. || .Istr. ARA. || Min. Piedra que separa la plaza del hogar en los hornos de reverbero. || Min. En Vizcaya, grada desuna mina. || — de alma, o de ánima, o privilegiado. El que disfruta indulgencia plenarla para las misas que se celebran en él. II — mayor. El principal de la iglesia, donde suele colocarse la Imagen del santo titular.
BAPTISTA.
Anabatro, m. Arqueol. Gradería de ios circos y teatros de Roma. Anabeno, na, adj. Zool. Que trepa por los árboles. § Anabi, m. Bot. NABI. Anabiosis, f. Biol. Vuelta a la vida después de una interrupción de las funciones vitales. Anablótico, ca, adj. Bfoí. Api. a ios animales y plantas que después de un letargo reaccionan. Anaboiia, f. Jl/p sólido amorfo, infusible, de color blanco y muy soluble en agua; s^ emplea en tintorería y en la preparación de lacas, Alumlneria, f. Fábrica de alumbre, o de aluminio. I| Local en que se venden objetos de aluminio. Alumínico, ca, adj. Quím. Que contiene alúmina. Aluminife;ro, ra, adj. Aplícase a la tierra que contiene aluminio. § Aluminio, m. Quim. Metal blanco, sonoro, muy poco denso y muy fácilmente atacable por los álcalis. Se obtiene de la alúmina y se aplica en la fabricación de artículos de cocina, material eléctrico, etc. § Aluminita, f. Miner. Boca de que se extrae el alumbre. § Alumlnoso, sa, adj. Que tiene calidad o mezcla de alúmina. Alnminotermia, f. Aplicación del aluminio para obtener altas temperaturas y preparar metales. Alnmna. Mit. CERES. Alumnado, m. Amer. COLEQIO. § Alnmnar, tr. ant. ALUMINAR. § Alumno, na, m. y f. persona educada desde su niñez por alguno, respecto de éste. || Cualquier discípulo, respecto de su maestro, de la materia que estudia, de la escuela, etc. § Alnnado, da, p. p. de ALUNARSE. I| adj. LUNÁTICO. II Dícese de la caballería que padece constipación o encogimiento de nervios. § AlnnamlentO, m. Mar. Corte arqueado de algunas velas. § Alunarse, r. Corromperse el tocino, pero sin criar gusanos. II Amer. Enconarse las mataduras.
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Ampecone, m, Manto orlado que llevaban sobre la túnica las mujeres griegas,
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§ Amplexo, m, ant, .\BEAZO, I| Órgano rodeado por otro, § Ampliable, adj. Que puede am§ Ampeliden, a, adj. BOÍ. Api, pliarse. a las plantas, gece-aimente trepado§ Ampliación, í. Acción y efecto ras, de abundante jugo, tallos nudode ampliar, sos, hojas alternas, pecloladas y sen§ Ampliador, ra, adj, y s. Que cillas, flores pequeñas y verdosas, amplía. opuestas a las hojas, y fruto en raAmpliadora, f. Fot. Aparato que cimo, como la vid. O, t, c. s, 1| f. pl. amplifica, eo la reproducción, el taFamilia de estas plantas. maño del negativo.
Ampélido AmpélidO, m, Zool. .ive'europea del orden de ios pájaros, de paso por España. Ampelina, f. Quím. Substanciaprocedente de la destilación seca de ciertas pizarras, § Ampelita, f. Miner. Pizarra de antracita, usada para hacer lápices de carpintero. Ampelo. Mil. Favorito de Baco, quien, después de su muerte, le convirtió en vid. Ampelólago, ga, adj, Dícese del jnirnal que ataca o destruye la vid, 5 Ampelografía, f. Tratado acerca de la vid y su cultivo, § Ampelogrático, ca, adj. Perteneciente o relativo a la ampelografía,
§ Ampelógralo, m. El que se de-
dica a la ampelografía, Ampeloterapia, f, Med. Curación por medio de las uvas, § Amper, m. Fís. AMPEEIO, Ampére (Andrés María). Biog. C6ebre físico y matemático francés, autor de la ley que lleva su nombre y ei primero que propuso ei telégrafo eléctrico, haciendo actuar 24 corrientes sobre 24 agujas imantadas que representaban las letras del alfabeto (1775-1836).
Amperímetro § Amperímetro, m. Fís. Aparato destinado a medir la cantidad de amperios de una corriente eléctrica. S Amperio, m. Fis. Unidad de medida de corriente eléctrica, equivalente a un culombio por segundo. Amperlo-bora, m. Fís. Unidad eléctrica, que es la cantidad de energía eléctrica que recorre un circuito durante una hora, cuando la Intensidad de dicha corriente es un amperio. Equivale a 3,600 culombios.
§ Amplamente, adv. m. ant. AM-
PLIAMENTE.
Ampisctivo, va, adj. Boí. Api. al
órgano que abraza a otro. Amplezicaulo, la, Bot. Se dice de las hojas, pecíolos, etc., que envuelven el tallo.
§ Ampulosidad, f. Calidad de am- £k puíoso, #% § Ampuloso, sa, adj. Hinchado, hablando del estilo o del lenguaje y del que lo emplea. || SINÓN, Redunilante, enfático, pretensioso. Ampnrdán. Geog. Comarca del N. y E, de Gerona, que comprende los p. ], de Gerona, Olot, La Blsbal y Flgueras. Suelo fértil y clima sano. II Alto Ampurdán. Ei comprendido en§ Ampliamente, adv. m. Con am- tre los Pirineos y el rio Fluvlá. || Raio plitud, de manera muy lata, Ampurdán. El que se extiende entre 8 Ampliar, tr. Extender, dilatar. las Gabarras y el Fluvlá. .-^INON. .Amplificar, aumentar. I Ampurdanés, sa, adj. y s. Del S Ampliativo, va, adj, Oue amplía Ampurdán. || Perteneciente a esta reo sirve para ampliar, gión de Cataluña, § Amplificación, f. Acción y efecAmpurlas. Geog. Lug. en la bahía to de amplificar, |1 líet. Desarrollo de de Rosas, perteneciente al ayunt. de una proposición o idea, || Astr. .\ula Escala, prov. de Gerona. Es la mento dei disco aparente de los an- Empórium de los griegos, que se estatros observándolos con el telescopio. blecieron allí en el s. v, procedentes § Amplificador, ra, adj, y s. Que de Massalia (Marsella). Fué la más amplifica, importante de todas laa colonias grie§ Amplificar, tr. AMPLIAR, || Reí. gas en España. I'^mplear la amplificación, § Amputación, f. Med. Acción y § Amplificativo, va, adj. Que am- efecto de amputar, plifica o sirve para amplificar, ü Amputar, tr, Med. Separar del § Amplio, pila, adj. Extenso, dl- cuerpo un miembro o parte de é!. || l:vtado, II SISÓN. Ancho, vasto, espacioso. fis-. Cortar, suprimir, § Amplísimo, ma, adj. super. de Amritsar. Geog. C. de la India, en -\MPLI0, el Penjab; 262,000 hab. Es ciudad § Amplitud, f. Extensión, dilata- santa, ción. II Astr. Arco de horizonte entre Amsdorf (NlcoMs de). Riog. Teóel punto de levante o poniente y el logo protestante alemán, cuya doccentro de un astro. II Geom. Ángulo trina, disidente de ia de Lutero. deformado en una dirección dada. claraba que las buenas obras son per§ Ampio, pía, adj. ant. AMPLIO. niciosas para la salvación del alma § Ampo, m. Extremada blancura. (1481-1565), Amset. MU. Los cuatro genios funerarios de los egipcios, Amsterdam. Geog. C. de Holanda, en la prov. de Holanda septentrional, cap, nominal de los Países Bajos; 752,000 hab. Puerto importantisimo. Se halla surcada por gran número de canales que la dividen en islas, por lo que se le llama también la Venecia dei Norte. II C, de los Estados Unidos, en el de Nueva York; 35,000 hab,
Ampolla Santa S Ampolla, f. Vejiga formada por la elevación de la epidermis. || Vasija de cristal, de cuello largo y cuerpo redondo. || VINAJERA. jj Burbuja del agua que hierve. || Argueol. Frasco que se usó en Roma para guardar vino o el aceite destinado a los baflos. Ampolla Santa. IHst. Eedomita que contenía el óleo santo para consagrar a los reyes de Francia, y fué destruida durante la Revolución. $ Ampollar, adj. De figura de ampolla. § Ampollar, tr. Hacer ampolla, I; .\huecar una cosa, Ü, t, c. r, § Ampolleta, f, dim. de AMPOLLA, n Mar. Reloj de arena. || Tiempo que gasta la arena en pasar de una a otra ampolleta del reloj. § Ampolluela, f. dim. de AMPO-
S Amnctaacbado, da, adj. Que en
su aspecto y costumbres parece muchacho, II Dicese de ias cosas en que consiste esta semejanza. § Amuchlguai, tr. ant. Multiplicar, aumentar, Usáb. t. c. intr, y r, Amu-Daria. Geog. Rio del Asia central, que corre por el Turquestán ruso y desemboca en el lago Aral; l,850'kms. Es el antiguo Oxus, que desembocaba en el Caspio.
LLA.
§ Ampón, na, adj. Amet. En Chile, amplio, repolludo. Amposta. Geog. V. de la prov. de Tarragona, p. j. de Tortosa: 5,000 hab. Puerto. § Amneblar, tr. Proveer de mue§ Amprar, tr. Prov. Arag. Pedir, bles un edificio. o tomar prestado. § Amuelar, tr. Recoger el trigo Ampndla. Geog. V. de la prov. j listo en la era, formando el muelo. p. j . de Falencia; 1,850 hab, § Amufar, tr. p. us. AMURCAR, Ampnero- Oeog. V. de la prov. de § Amugamiento, m. AM JJONASantander, p. j . Laredo; 3,715 hab, MIENTO. Ampoloide, adj. Que tiene la fiI AmngTonador, ra, adj. y s, Agr. gura de botella. Que amugrona.
AMO i Amontar, tr. Hacer huir. || Int. Huir al monte. tJ. t. c. r. , § Amontazgar, tr. MONTAZGAR. § Amontillado, adj. y 3 . Dicese del vino blanco, pare ido al montilla.
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AMP
prov. de Vizcaya, p. j . de Durango; § Amortiguar, tr. y r. Dejar como 4,160 hab. muerto. '| fig. Hacer una cosa menos § Amorecer, tr. Encariñar el mo- viva. 11 fig. Templar los colores. |t rueco a la oveja. || IRREG. La misma SINÓN. Paliar, mitigar, atenuar. que AGRADECER. § Amortizable, adj. Que puede § Amontonadamente, adv. De § Amorfía, f. Calidad de amorfo. amortizarse. montón en montón: a montones. II Deformidad orgánica. § Amortización, f. Acción y efec8 Amontonador, ra, adj. y s. Que Amorfismo, m. AMORFÍA. to de amortizar. amontona. § Amorfo, fa, adj. Sin forma bien § Amortizar, tr. Pasar los bienes § Amontonamiento, m. Acción y determinada. a manos muertas, vinculándolos en efecto de amontonar o amontonarse. Amorfosls, f. ANAMORFOSIS. alguna familia o establecimiento. |l II fig. Aglomeración confusa de coAmorfozoo, m. Zool. Animal inRedimir el capital de un censo, préssas. forme, o que carece de forma deter- tamo, etc. II Extinguir el Estado la § Amontona!, tr. Poner en desminada, como la esponja. deuda pública. |i Suprimir plazas en orden unas cosas sobre otras. Tj. t. § Amorgar, tr. Dar morga a los alguna oficina o cuerpo. c. r. II fig. Mezclar desordenadamente. peces para atontecerlos. § Amos, mas, ad . pl. ant. AMBOS. Amorgina, f. Tela fabricada en II r. fig. y tam. AMANCEBARSE. II fig. AmÓS> Biog. Uno de los profetas Amorgo, que, teñida de púrpura, se menores del pueblo judío (s. viii a. de Enfadarse, encolerizarse. || SINON. empleó para túiücas de mujer. J. C ) . Acumular, apilar, hacinar, acopiar, Amorgo. Geog. Isla de las Cicla§ Amoscador, m. ant. ABANICO. aglomerar. das, en Grecia, patria de Simónides. § Amoscar, tr. ant. MOSQUEAR. § Amor, m. Afecto que nos mueve § Amorgonar, tr. Pror. Arag. AMUUsáb. t. c. r. II r. fam. ENFADARSE . a buscar el bien y desear su poseS Amosquear, tr. ant. MOSQUEAR. sión. II Por ext., afición, deseo. || Pa- GRONAR. § Amoricones, m. pl. fam. Gestos sión que atrae un sexo hacia el otro. § Amosqullado, da, adj. Prov. Ext. u otras acciones con que se maniÜ. t. en pl. II Blandura, suavidad. ]( Dícese de la res que mete la cabeza fiesta el amor a una persona, y fig. entre las carrascas para huir de las Persona amada. || ant. Voluntad, consentimiento. II Convemo, ajuste. |i pl. Amores ridiculos. moscas. II Api. a las caballerías cuando Amorlllar, tr. Eecalzar árboles. Objeto de cariüo especial. || Caricias, se restregan la cabeza con los troncos i Amorio, m. fam. ENAMORAMIENrequiebros. || Bot. CADILLO. || — al para sacudirse las moscas. TO. Ü. m. en pl. || ant. AMISTAD, uso. Bot. Arbolito de la familia de las Amostachado, adj. Que tiene biI Amoriscado, da, adj. Semejante malviceas, cuya flor es blanca por la gotes o mostacnos. a los uu)rlsc(»s en alguna cualidad. mañana, algo encarnada al mediodía § Amostazar, tr. fam. Molestar. Amorita, adj. y s. AMORBEO. y rosada por la tarde. Es propia de Irritar, enojar. Ú. t. c. r. § Amormado, da, adj. Que paCuba y se cultiva en los jardines de § Amostramiento, m. ant. Acción dece muermo. Europa. || — de hortelano. Planta anua y efecto de amostrar. § Amormio, m. Bot. Planta amade la familia de las rubiáceas, de ho§ Amostrar, tr. ant. MOSTRAR. |1 riUdea perenne, de flores blancas. jas ásperas en la margen, y fruto ant. INSTRUIR. |¡ r. ant. ACOSTUM§ Amorosamente, adv. Con amor. globoso. II — libre. El opuesto al maBRARSE. || IRREG. La de ACORDAR. § Amoroso, sa, adj. Que siente o trimonio, el que no tiene más ley que Amotape. Geog. P . del Perú, en el manifiesta amor. H fig. Blando, suave, dep. de Piura; 3,000 hab. la del sentimiento. || — místico. El il fig. Templado, apacible. || Cariñoso, que se siente por los seres Invisibles o Amotinado, da, p. p . de AMOTIapasionado. por un objeto puramente imaginario. NAR. II m. y f. Persona que con otras § Amorrar, intr. fam. Bajar la ca- se amotina tumultuosamente. II — platónico. El del hombre y de la beza. Ü t. c. r. II fam. Bajar la cabeza mujer cuando es absolutamente puro. § Amotinador, ra, adj. y s. Que obstinándose en no hablar. || Mar. amotina. II — propio. Estimación inmoderada Calar el buque la proa. Ü. t. c. tr. de sí mismo. II Al amor del agua, fr. § Amotinamiento, m. Acción y § Amorreo, a, adj. y s. Dicese del Siguiendo la corriente, il Al amor de efecto de amotiuar o amotinarse. la lumbre, fr. .Tunto al fuego. H Con Individuo de un pueblo bíbUco. des§ Amotinar, tr. y r. Alzar en mocendiente de Amorreo, hijo de Ca- tín. II fig. Inquietar los sentidos. || mil amares, o de mü amores, fr. Con naán. II Pcrteneoiente a este pueblo. mucho gusto. II En amor y compaña, SINÓN. Sublevar, levantar. § Amorrinar, tr. ant. MATAR. tt. En amigable compañía. H SINON. § Amover, tr. REMOVER. || p. us. Amorriñarse, r. Prov. Sal. Debirernufo, querer, inclinación, apego. MOVER. || SEPARAR. litarse, enfermar. Amor. MU. Dios del amor, hijo Amovibilidad, f. .4m«r. En Chile, § Amorrionado, da, adj. p. us. AMOVILIDAD. de Marte y de Venus, llamado Eros De figura de morrión. por los griegos, y Cupido por los ro§ Amovible, adj. Dícese del em§ Amorronar, tr. Mar. Enrollar la manos. Tenía por hermano a .enteros, pleo que puede quitarse ai que lo bandera y ceñirla con filásticas e y por hermana a la Gracia. Amó a desempeña. I| Que puede ser movido. izarla para pedir auxilio. Psiquis y fué amado de ella. § Amovilidad, f. Calidad de amo§ Amortajador, ra, m. y f. PerAmoradux, m. Bot. MEJORANA. vible. sona que amortaja. § Amoral, adj. Separado de ia noAmovo-inamovible, adj. Med. § Amortajamiento, m. Acción y ción de moral pura. i| Que ignora o Api. a un vendaje especial, amovible efecto de amortajar. no comprende las reglas de la moral. e Inamovible al mismo tiempo. § Amortajar, tr. Poner la morII Sectario del amorallsmo. Amoy. Geog. C. de China, en la taja al muerto. || Encajar una pieza Amoralidad, f. Calidad de amoral. prov. de Fo-Kien, en la Isla de Hiade carpintería en la mortaja. § Amorallsmo, m. Fil. Sistema Men; 198,000 hab. Puerto. § Amortamiento, m. ant. .AMORqne niega la moral o rechaza sus leAmpac, m. Bot. Arbusto de las TIGUAMIENTO. yes, cuyo propagador fue Kietzsche. Molueas, cuya resina tiene el olor del 5 Amortar, tr. ant. AMORTIGUAR. estoraque. i| f. Resina que fluye de i Amoratado, da, p. p. de AMO§ Amortecer, tr. AMORTIGUAR. || este árbol. RATARSE. II adj. De color que tira a r. DESMAVABSE. || IRREG. La misma morado. || SINÓN. Lívido. S Ampara, f. For. Prov. Arag. F.mque AGRADECER. Amoratar, tr. Poner de color mobargo de bienes muebles. § Amortecimiento, m. Acción y rado. § Amparador, ra, adj. y 9. Que § Amoratarse, r. Ponerse uno de efecto de amortecer o amortecerse. ampara o favorece. || SiNós. BienAmortido, m. .4r}. KEMATE. color morado. hechor, padrino, favorecedor, defensor. 5 Amortiguación, f. AMORTIGUA§ Amorbar, tr. ant. ENFERMAR S Amparamiento, m. ant. AMPARO. MIENTO. II Fís. Reducción de las osciAmorca, f. NUEZA. S Amparanza, f. ant. AMPARO. laciones de la aguja Imantada, para I Amorcar, tr. p. us. AMURCAR. § Amparar, tr. Favorecer, proteque vuelva a su equilibrio. § Amorcillo, m. Figura de niño ger. || For. Prov. Arag. Hacer embargo. con que se representa a Cupido. § Amortiguador, ra, adj. Que II r. Valerse del amparo de alguno. |( amortigua. || m. Resorte de los ba- Defenderse, guarecerse. || Echar maAmordazado, da, adj. Que lleva rómetros marinos para evitar los ba- no de algo, como subterfugio, premordaza. S Amordazador, ra, adj. y s. ant. lances. II .-Igr. Muelle adaptado a los texto, etc. II SINÓN. Patrocinar, apomr. Instrumentos de labranza para amorQue amordaza. i Amparo, m. Favor, protección. tiguar choques. || Mecanismo para su§ Amordazamiento, m. Acción y II Abrigo, defensa. || ant. PARAPETO. || primir las oscilaciones de cualquier efecto de amordazar. Oerm. Procurador de un preso. II resorte. I Amordazar, tr. Poner mordaza. SINÓN. Égida, arrimo, asilo, refugio. II ant. Morder, maldecir. § Amortiguamiento, m. Acción y Amparo. Oeog. O. del Brasil, en Amorebieta. Oeog. Ayunt. de la efecto de amortiguar o amortiguarse. el Est. de Sao Paulo; 35,000 hab.
91 S Alnneb, m. Bot. AZUFAIPO. § Alimgar, tr. ant. .ALONGAR. Alunita, f. Mirter. ALUMINITA. § AluQuete, m. ant. LUQUETE.
§ Alnsión, f. Acción y efecto de aludir. II Ret. Figura que se comete aludiendo a una persona o cosa. || — personal. En los cuerpos deliberantes, alusión que se dirige a persona determinada, nombrándola o refiriéndose a sus hechos, doctrinas, etc. |! SINÓN. Indirecta. § Alnsivo, va, adj. Que alude o implica alusión. Alnstante. Geog. V . de la prov. de Guadalajara, p. j . Molina; 1,200 hab. § Alustrar, tr. LUSTRAR. Alntaeión, f. Míner, como sin Florencia el flrno, serían corrientes d e aguas hacia el mar. vidas hacia la muerte, sin reflejos ni historia. El Tíber es Roma, y se engalana con s u s hazañas y con s u s despojos. Fué testigo de su grandeza y de s u ruina; hasta s u s aguas llegaron l a s naves que traían tributos d e todo e l mundo conocido: trigos de Sicilia, naranjas d e Iberia, tapices de Menfis, perfumes de Xarles. manzanas olorosas de Eubea, dátiles de Fenicia y
acantilado de Roma y quebraban su firmeza con igolpes de puñal, de tea, de violación y rotK). No hay otro rio que guarde más recuerdos, pero no hay otro tampoco que conserve mayores tesoros. Es príncipe e hizo colección de estatuas, de joyas y de monedas
que no oculta con avaricia, sino con delectación de aficionado a las cosas bellas, y las acaricia eternamente con sus aguas 9 con su limo; y las va hundiendo en su corazón, poco a poco, igual que hacemos con todos nuestros amores. Sobre su corriente, cayeron las obras del aurífice y las del estatuario, porque sus dueños intentaron con este sacrificio atraerse la protección de los dioses, o prefirieron hacer regalo al Tíber de lo que habrían de arrebatarle los Invasores al siguiente día. Flamino Vacca, escultor romano que floreció por los años del siglo xv, fifirmaba: «Introducid la mano en el limo del Tíber, asid lo que halléis, y saldrá seguramente de las aguas un objeto preWoso.» Aquí — afirman los eruditos, apcnjándose en las suposiciones de Clavio Josefo y en las imágenes de Juan Evangelista — yace el famoso candelabro de Moisés; noventa libras de OTO puro y una de las maravillas del mundo. Vino del Tabernáculo hasta Roma en los tiempos de Tito, y dio en las aguas cuando Totiia el bárbaro s e presentó ante las puertas de Roma, por el año 516 de J. S. El no encontrar después de este tiempo vestigios del tesoro del templo, candelabro y trompetas de oro y plata, luego de lo escrito por el historiador y el santo, mueve a los arqueólogos a suponer anegado en el Tíber, por miedo al íTiVasor, lo que Tito arrebató a Jcrusalén. Innumerables son los tesoros desaparecidos que se suponen en .;el fondo 'del río: las estatuas de oro de Claudio II, la Minerva de Fidias, las esculturas que adornaban el mausoleo de Adriano y millares de objetss preciosos. Alguna vez se ha intentado desviar el curso del río para arrebatarle su colección 'de joyas reunidas con tanta paciencia, al través de los siglos; pero él amenazaba con anegar la campiña y tenderse con desesperación de muerte en remansos mefíticos que llevaran la peste a las ciudades; y los hombres desistieron de
El Puente rut
El castillo de Sant Angelo
sus proyectos atrevidos. Para ejemplo de cómo podría cumplir su amenaza, al llegar hasta el mar, en las angustias ide su muerte, vomitaba sobre la playa los despojos arrastrados en descomposición por las aguas y aventaba la fiebre hasta las aldeas vecinas. Pero ahora llegaron otros hombres más atrevidos y hundieron sus armas pacificas, picos y azadones, en la boca del Tiber y la limpiaron de podredumbres y hermosearon su fin con visión de playas arenosas y construcciones nuevas. Ostia, «la boca» del Tiber, fué antes puerto, y ahora quedaron las ruinas de la ciudad marítima, tierra adentro, lejos del (mar en una distancia de seis kilómetros, porque el río vomitaba detritus y hacia campos pantanosos y da malaria lo que fueron antes aguas azules. Pero yia cortaron los pasos peligrosos de esta contramarea de tierra fangosa, y sanearon la playa y, e n un dia n o muy lejano, arrebatarán de una vez con mano atrevida las riquezas que aun guarda el Tiber en su seno. Y las veinte mil monedas y las seis mil obras de arte que ya entregó, una por una, verán llegar la legión de sus compiañcras, que vuelven a la luz de los cielos desde i a obscuridad de aguas y légamos. Pero no han de encontrar sólo en sus aguas riquezas, sino despojos de miserables criaturas que vinieron a morir en ellas, afluentes de su historia, sí no de su caudal. Heliogábalo y Cómodo, emperadores despo-
Ij> Isla THwrIna
jados por el pueblo de la soberanía y de la vida, hunden en su corriente su estertor último, y acaso también su postrera esperanza; y otras vidas también que no dejaron más huella en las vidas próximas que la inquietud de verlos partir en una hora y esperarlos inútilmente en las que llegan después. El Tiber es príncipe de vida corta y fin triste; pudiéramos llamarle César
y apellidarle Borgia, y, como aquel meteoro de grandezas, nace obscuramente, se tropieza con la soberbia de Roma y la hace suya; pero muere, a poco, con los brazos abiertos, ei rostro macilento deformado por la enfermedad y una herida en el pecho. Y como Borgia, se hace pagar, en su breve grandeza, tributos
de
oro
y
vidas.
MARIANO TOMÁS