E V L S N N I A T A L D C O O I

L E E R B O S N Ó I C A G I T S E V L N I A C O O I L D O V I T ESTU A I C O S A O D I TEJ Estudio - Investigación sobre el tejido asociativo San J

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1 TABLA DE CONTENIDO 1. INTRODUCCION ..............................................................................................................

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L E E R B O S N Ó I C A G I T S E V L N I A C O O I L D O V I T ESTU A I C O S A O D I TEJ

Estudio - Investigación sobre el tejido asociativo

San Juan de Aznalfarache 2005 - 2006

Diseño, elaboración y desarrollo: A. C. PASC

Aznalqué

[email protected]

Financia: Ayto de San Juan de Aznalfarache

PROGRAMA

ÍNDICE Presentación

Pag. 1

Introducción

Pag. 4

Instrumentos y metodología

Pag

1ª Entrevista - Responsables asociativos

Pag. 8

Entidades participantes

Pag. 10

Análisis y valoración porcentual - 1ª Entrevista

Pag. 11

6

Descripción de las entidades

Pag. 11

Breve memoria evolutiva

Pag. 12

Funcionamiento orgánico y estructura

Pag. 15

Recursos humanos

Pag. 20

Gestión administrativa y económica

Pag. 26

Recursos materiales e infraestructuras

Pag. 35

Actividad y funcionamiento

Pag. 38

Relaciones externas

Pag. 43

Capacitación y formación asociativa

Pag. 49

Percepción de la experiencia asociativa

Pag. 51

2ª Entrevista - Socios sin cargos de responsabilidad

Pag. 53

3ª Entrevista - Personas con responsabilidad municipal

Pag. 58

relacionadas con el asociacionismo local 4ª Entrevista - ciudadanos del municipio

Pag. 73

Conclusiones y diagnóstico

Pag.

80

Descripción del tejido asociativo

Pag.

81

Órganos y funcionamiento interno

Pag,

84

Los asociados

Pag,

92

Gestión administrativa y económica

Pag,

97

Recursos materiales e infraestructuras

Pag,

107

Actividad y funcionamiento

Pag,

109

Relaciones externas

Pag,

113

Servicios municipales destinados al asociacionismo local

Pag,

118

Valoraciones sobre el asociacionismo

Pag,

120

Participación asociativa en actuaciones municipales y fomento del asociacionismo

Pag,

124

Consideraciones sobre la información municipal y la opinión ciudadana

Pag,

127

Valoraciones sobre el Consejo Local de Participación Ciudadana

Pag,

128

Diagnóstico general

Pag,

130

Análisis DAFO

Pag,

133

Propuestas de mejora destinadas a entidades

Pag,

134

Propuestas de mejora destinadas a la actividad municipal

Pag,

145

resultados y esperamos atienda en su integridad a los objetivos que nos planteamos.

Presentación Este proyecto es la primera actuación del Programa de Dinamización de Asociaciones diseñado y elaborado por la Asociación Cultural Plataforma de Acción Sociocultural Aznalqué y que tiene su origen en distintas propuestas promovidas por los responsables del Consejo Local de Participación Ciudadana. La idea sugerida consistía en desarrollar contenidos para ser aplicados en el impulso de la activación del tejido asociativo local y elaborar herramientas y recursos para incentivar la participación social, especialmente a través de los canales y estructuras constituidas: el Consejo Local de Participación Ciudadana (CLPC) y el conjunto de colectivos ciudadanos.

Este primer proyecto, ya concluido en su fase de diagnóstico, es la primera intervención del Programa de Dinamización de Asociaciones y ocupa esta posición por su evidente aporte de información y conocimiento sobre la realidad actual y evolutiva de la inmensa mayoría del colectivo de entidades ciudadanas y que va a establecer la necesaria orientación para el desarrollo de posteriores intervenciones. Los datos y las conclusiones obtenidas van a ser de suma utilidad por diferentes razones: - Puede constituirse como una referencia clave desde la que partan las medidas, actuaciones e iniciativas que orienten la gestión política municipal en el área de la participación ciudadana.

Esta propuesta se formuló en los primeros meses del 2004 y después de distintas reuniones de trabajo donde se definieron y concretaron los aspectos más prioritarios del Programa, se dio forma a las distintas fases y proyectos que consolidaron los contenidos del mismo. El Programa fue presentado a finales de ese año y recibió la aprobación de los agentes del CLPC que habían promovido la iniciativa.

- Debe motivar una seria reflexión, orientada hacia la autocrítica positiva, entre los responsables asociativos para que adquieran posiciones más comprometidas con el futuro del asociacionismo en el municipio. -Aporta referencias para iniciar transformaciones hacia mejores prácticas de gobierno en la gestión municipal en materia de Participación Ciudadana.

Se planteó a continuación la necesidad de dotar con garantías administrativas las correspondientes dotaciones económicas que sustentarían financieramente la primera fase del Programa y se optó por la fórmula del convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache y la A.C. PASC Aznalqué. Este acuerdo previo se materializó en la elaboración del correspondiente documento preceptivo de carácter contractual que recogía pormenorizadamente todos los aspectos que regulaban la ejecución del Programa y fue aprobado por el Pleno Municipal en sesión celebrada el 25 de abril de 2005.

- Proporcionar propuestas e ideas de mejora, inspirando cambios favorables en la efectividad de la acción asociativa. Estos cuatro objetivos han sido los argumentos que nos han llevado al desarrollo y ejecución de este proyecto. Después de más de cuatro meses de un duro y apasionante trabajo e incontables horas previas dedicadas a la planificación, organización y el diseño de la actuación en las que un equipo de seis personas han dedicado su tiempo, sus conocimientos y su esfuerzo para que podamos dotarnos de una herramienta que no tiene referentes, al menos que tengamos información, en toda la provincia de Sevilla y que esperamos contribuya a que nuestra comunidad local adquiera una posición más favorable para hacer frente a los serios retos que la sociedad sanjuanera tiene planteados. Porque estamos convencidos de que cualquier avance en la mejora y fortalecimiento de nuestras asociaciones, peñas y hermandades va a repercutir favorablemente en el conjunto de nuestra población.

Una serie de contratiempos e inconvenientes accidentales, sumados a diferentes retrasos administrativos y de aplicación presupuestaria postergaron hasta finales de octubre el inicio de la ejecución de la primera fase del Programa cuyo primer proyecto “Estudio-Investigación del Tejido Asociativo Local” se presenta en esta publicación. Después de una excesivamente dilatada puesta en marcha presentamos sus 1

La dotación económica que ha sostenido esta intervención, junto a la asignada a los dos proyectos restantes que componen la primera fase, ha ascendido a 11.030 €. Unos costes reducidos y una inversión a todas luces optimizada en relación a las oportunidades de desarrollo que nos puede otorgar el disponer de una información privilegiada y de suma utilidad para abordar, con una definida orientación, los procesos de transformaciones necesarias para que nuestra comunidad local adquiera mayores y mejores capacidades de participación e involucración en las distintas parcelas de la realidad social, cultural, económica y política de este municipio.

vamos a encontrar en esta hoja de ruta, los accidentes geográficos, alturas y descensos que podemos recorrer. Hemos descubierto que no existen atajos y que el itinerario no es corto ni fácil. Pero para recorrer cualquier camino es necesario tener motivaciones, querer llegar. Hace falta voluntad para realizar el esfuerzo necesario.-¿Quién querría moverse si se encuentra bien donde está? El primer paso es reconocer y saber evaluar donde nos encontramos y si interesa, en alguna manera, realizar los correspondientes movimientos que, queramos o no, requieren de un esfuerzo, de una voluntad de cambio, de un deseo de avanzar y esto sólo se puede conseguir desde un planteamiento crítico y reflexivo que nos permita ver con claridad si la situación actual es de nuestro agrado o no. Las actitudes de autocomplacencia y de delegar en otros las responsabilidades no son en nada útiles, la desidia y la pasividad tampoco aportan nada.

Nuestra intención con el desarrollo de este proyecto no es, evidentemente, ofrecer soluciones que, aunque nos gustaría, no están en nuestra mano. Ni este documento contiene fórmulas magistrales con su correspondiente prospecto de uso que con una simple aplicación va ha corregir y sanar deficiencias y carencias ocasionadas por muchos factores y distintas causas y sobre los que todos los agentes implicados debemos reflexionar profundamente. Las posibles soluciones y avances que se obtengan van a depender exclusivamente de la voluntad e interés que los protagonistas de este estudio sean capaces de asumir.

Los resultados de este estudioinvestigación nos ofrecen una aproximación fiel a la realidad de la situación en la que nos encontramos, analiza y define gran parte de las causas que han contribuido a esta situación, aporta propuestas e ideas encaminadas a proporcionar recursos para iniciar las necesarias transformaciones. También hemos posibilitado que muchas voces expongan sus opiniones, inquietudes, ilusiones y realidades personales y grupales. Esta experiencia se ha ido construyendo con esas voces y sus mensajes que, en muchos casos, nunca han tenido posibilidad de expresarse y comunicar sus distintas visiones sobre un mismo tema: La participación ciudadana y la diversidad de agentes y factores que intervienen en su desarrollo. Indirectamente hemos promovido un intercambio de ideas, opiniones y experiencias. Hemos prestado atentos oídos a lo que nos contaban, hemos agrupado, clasificado, procesado, valorado, interpretado y analizado toda esa voluminosa información y después de todo este trabajo ponemos a disposición de todos los interesados unas conclusiones que, reiteramos, deben sernos de suma utilidad para ir cambiando los conceptos y actitudes que impiden que la sociedad civil obtenga el protagonismo que le corresponde y comience a ser partícipe, en su justa medida, de la dinámica y el devenir de este municipio, compartiendo espacio y decisiones con los otros agentes que hasta la fecha han sido,

Hemos elaborado una herramienta que nos ha permitido conocer con cierta profundidad la realidad de una parte importante de la sociedad civil, su actividad interior y sus repercusiones exteriores, la percepción que desde otras instancias se tiene de ésta y de sus organizaciones, cómo se desarrolla la gestión de la participación ciudadana, las acciones que se aplican desde la Administración Local y las referencias que posee la ciudadanía de las entidades y la comunicación Ayuntamiento - ciudadano. Hemos detectado las debilidades, carencias y dificultades que inciden en la vulnerabilidad del tejido asociativo local y gran parte de sus causas y también las potencialidades y oportunidades que nos pueden permitir afrontar los importantes retos y desafíos a los que nos enfrentamos en la actualidad y en nuestro inmediato futuro. Hemos construido un instrumento que posee una utilidad muy definida, la de proporcionarnos orientación y referencias sobre el camino a seguir. Hemos detectado gran parte de los obstáculos con los que nos 2

prácticamente, los únicos protagonistas de las transformaciones que han configurado este municipio: las administraciones públicas y los agentes económicos.

continuada en pos de mejorar la realidad sociocultural de este municipio y que desde todos los agentes implicados y sus distintas parcelas de responsabilidad y compromisos se contribuya favorablemente a que este rincón del Aljarafe tenga un futuro más compartido y participativo.

Nuestro trabajo se ha inspirado precisamente en este hecho y no solamente en captar, interpretar y clasificar miles de datos transformándolos en información y conocimiento para después plasmarlo en un documento que nos proporcionará una mejor comprensión de la realidad que nos rodea. Parte importante de la intención que desde la A.C. PASC Aznalqué hemos intentado imprimir a todo este trabajo ha sido el de reivindicar la parcela de acción, intervención y, por supuesto, de responsabilidad que desde la ciudadanía y sus organizaciones se deben asumir para que en nuestra comunidad y en su devenir se oigan otras voces, se expresen otras ideas, se propongan otras iniciativas y las decisiones que nos afectan a todos se tomen con una creciente presencia y participación de todos los que formamos parte de ella.

Nos alegra que desde nuestra Administración Local se hayan dado pasos importantes en esta dirección y expresar nuestro reconocimiento al interés demostrado por esta Corporación y los responsables del CLPC que han propiciado la realización de este trabajo y, asimismo, a los técnicos, responsables políticos de las Delegaciones participantes y a los grupos municipales de la oposición por su colaboración. No podemos olvidar expresar nuestro agradecimiento a todas aquellas personas que nos abrieron las puertas de sus asociaciones, peñas y hermandades, auténticos protagonistas de este estudio y que sin su cordial colaboración difícilmente hubiéramos culminado esta experiencia.

Cuando empezamos a plantearnos este proyecto desde nuestro colectivo asumimos con ilusión afrontar este reto. En los escasos cuatro años que Aznalqué lleva funcionando hemos desarrollado un buen número de actuaciones destinadas especialmente a fomentar las actividades artísticas y creativas, haciendo de la expresividad plástica unida a la animación un recurso útil para dinamizar la aletargada vida sociocultural de este municipio. Hemos contribuido a impulsar muchas vocaciones, ha estimular las capacidades creativas de cientos de personas, a demostrar que se puede conciliar la sensibilidad con la diversión y ha convertir la participación en una experiencia grata de encuentro y convivencia.

Han participado en la realización de este estudio

Colaboradores: Ana Mª Gómez Hernández Ernesto García Toro Amparo Bolaño Palomo Equipo Técnico: Nandi Franco Venegas Julio César Venegas Gómez

Este proyecto nos ha posibilitado acercarnos directamente a las realidades de decenas de personas y a sus colectivos, a pulsar la opinión de centenares de ciudadanos y a trasladar nuestra acción a un nuevo ámbito que hasta la fecha no habíamos trabajado directamente con procedimientos y metodologías propias de la investigación social. La experiencia ha sido un apasionante desafío del que hemos aprendido mucho y estamos convencidos de que hemos alcanzado todos los objetivos que nos habíamos propuesto cuando iniciamos esta andadura. Ahora os presentamos el fruto de esta labor y esperamos que su lectura y análisis propicie el inicio de una acción

Desarrollo de la idea y coordinación: Antonio L. Tirado Sousa

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De las asociaciones en las que se organiza la ciudadanía

Introducción De la participación ciudadana

Las asociaciones constituyen uno de los pilares básicos de la organización social de las sociedades modernas y mantienen, en una sociedad cada vez más individualista y competitiva, canales de articulación, acción social y formas colectivas de intervención comunitaria. Son estructuras fundamentales de participación social y política (entendida esta

La participación ciudadana es uno de los principales indicadores de la madurez democrática de una sociedad y en la medida que ésta se hace efectiva aumenta las capacidades de los propios ciudadanos para responsabilizarse e intervenir en los asuntos que les afectan como individuos y como grupo social. Por otra parte, propicia el desarrollo de su propia autonomía, capacidad de compromiso con la realidad y la cohesión social, alejando a las comunidades sociales de las habituales posiciones de tutelaje y de control que suele ejercer el poder. La cultura participativa otorga a los individuos una posición crítica e independiente que le reporta capacidades para reclamar, reivindicar y exigir una gestión eficaz y responsable de los intereses públicos.

última como la actividad pública de participación en la organización de las sociedades, más allá del limitado ámbito de la política como ejercicio de poder administrativo).

Las entidades sociales, de manera más o menos efectiva, constituyen, propician o potencian medios que hacen efectivas las redes de las relaciones interpersonales entre la mayoría de los miembros de un colectivo (cooperación, amistad, personal, etc).

Una ciudadanía activa y participativa con capacidad para autoorganizarse en la defensa de sus propios intereses es sinónimo de una sociedad viva que aborda con responsabilidad el progreso y mejora de su comunidad, que es capaz de construirse a si misma definiendo el modelo de sociedad más adecuado a sus necesidades y realidades, adquiriendo el protagonismo necesario para abordar los retos y desafíos que le afectan y la capacidad para intervenir en los procesos de transformaciones y cambios para que no estén ligados exclusivamente a las actuaciones de las administraciones públicas y de los agentes económicos.

solidaridad, desarrollo

Las asociaciones también pueden ser consideradas como indicadores de las debilidades y potencialidades de una sociedad, ya que pueden ser elementos muy representativos de las distintas realidades que definen a una comunidad local y su vulnerabilidad o fortaleza van a definir, en parte, la vitalidad y capacidades de progreso de la sociedad donde se insertan. Muchos de los avances legislativos, de justicia social, de transparencia corporativa, en servicios y atenciones públicas, de sensibilidad y atención social, en derechos civiles, en mejora de nuestro medio y calidad de vida, de defensa de consumidores y usuarios, etc, han tenido su origen en iniciativas promovidas desde la sociedad civil a través de múltiples organizaciones que han hecho oír su insistente voz. Han protagonizado campañas, actos, movilizaciones y trabajado incansablemente para que nuestra sociedad avance hacia un espacio de mayor igualdad, de mayor protección para los sectores más desprotegidos, de mayores cotas de bienestar.

Hay que superar muchos aspectos del modelo de democracia representativa que relega al ciudadano a una participación pasiva y limitada casi en exclusividad al ejercicio del voto cada cierto tiempo, delegando en sus representantes políticos y en las administraciones la gestión y potestad decisoria de los intereses generales de su comunidad. Por ello, es necesario avanzar hacia otro modelo de relación ciudadanoadministración que otorgue a la ciudadanía posibilidades efectivas de participación a través de canales y medios que propicien que su opinión sea escuchada y la comunicación entre ambos adquiera un sentido bidireccional y de considerable fluidez. En este sentido, las asociaciones en las que se organizan los ciudadanos adquieren un protagonismo esencial como promotores de la participación social.

El tercer sector, denominación con la que hoy se define a ese mosaico de entidades sin ánimo de lucro compuesto por ONGs, fundaciones y una diversidad incalculable de organizaciones ciudadanas, se ha posicionado como un actor social con un peso e influencia cada vez de mayor relevancia en las sociedades modernas.

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La acción de la sociedad civil, representada por sus organizaciones, puede y debe adquirir un mayor protagonismo, compromiso y capacidad de influencia para que su voz, que debe representar a otras muchas voces, sea tenida en consideración, tanto por los poderes públicos como por la comunidad local en general.

conjunto de una comunidad. Es en este aspecto del fenómeno asociativo hacia el cual hemos orientado esta investigación por considerarlo el más relevante de las diferentes consideraciones que definen el complejo universo de las organizaciones ciudadanas. Por ello, la estrategia se ha estructurado en torno a líneas de trabajo dirigidas hacia los elementos que implicaban una vinculación más estrecha con el medio físico y humano, a través de las coherencias objetivos-dinámica cotidiana, en primer lugar y en un segundo, el grado y la forma de participación de los individuos que integran las asociaciones y como se traduce en la actividad asociativa y sus repercusiones en el entorno.

La importancia de la participación ciudadana para el correcto desarrollo de una comunidad, el importante papel que las entidades sociales deben asumir en la participación social y las estructuras y recursos locales destinados a fomentar esa participación son los objetos que centran el ámbito de este estudio-investigación.

La investigación

Todo ello, sin menospreciar otros aspectos de gran importancia que aplicados al contexto local nos han sido de suma utilidad para aproximarnos a la realidad de los distintos modelos asociativos que conviven en esta localidad, a las personas que integran estos colectivos y, por supuesto, a la situación actual de este municipio en cuanto al grado y forma que tiene una parte importante de su población de estructurarse e interrelacionarse, pulsando, a la vez, cuáles son las diversas percepciones que definen su interrelación con el entorno que habitan.

La complejidad del fenómeno asociativo no puede ser evaluada exclusivamente por datos cuantitativos pues no es un hecho aislado de otras circunstancias que afectan a una comunidad social. Una sociedad que es la que genera y de la que parten todo proyecto asociativo o cualquier otra forma de organización o estructura social está configurada y determinada por una enorme diversidad de elementos sometidos a los efectos e influencias de múltiples factores y variables. Así que para obtener una valoración acertada de la transcendencia real del asociacionismo en el entorno donde se ubica y surge, no hay que tener sólo en consideración la tipología y el número de entidades y su relación cuantitativa en relación a la población del territorio donde se localiza. Ni sería acertado analizar sus diferentes realidades prescindiendo de la interrelación entre las entidades sociales y las realidades del espacio físico y humano donde se asientan o dirigen su campo de actuación.

La complejidad y diversidad de aspectos que definen al asociacionismo y el uso de las distintas disciplinas necesarias para efectuar una comprensión profunda del hecho asociativo local nos ha exigido un permanente planteamiento multidisciplinar del proceso donde se han necesitado de técnicas y conocimientos relacionados con el trabajo social, la psicología social, la estadística, aplicaciones informáticas de tratamiento de datos, legislativos, de animación sociocultural, etc. En definitiva un considerable despliegue de recursos para atender a esta experiencia investigadora que exigía un abordaje desde distintas ópticas y visiones.

Aspectos tales como el número de organizaciones, diversidad en su tipología, volumen de asociados, multiplicidad de finalidades, etc., no son tan relevantes a la hora de descubrir el grado de influencia y protagonismo en la sociedad local. Tampoco estos aspectos son decisivos en la valoración de las aportaciones e iniciativas que las asociaciones incorporan desde su dinamismo y actividad al desarrollo de una comunidad. Son otros elementos los que otorgan entidad y trascendencia a un tejido asociativo concreto y definen su capacidad como instrumento y activo social de utilidad al 5

gestión, funcionamiento y principios asociativos, por una aparte, y por otra, relativos a conceptos y fundamentos de participación ciudadana. Estas diferenciaciones han correspondido a los distintos perfiles de los objetivos entrevistados y que se han materializado en 8 modelos distintos de cuestionarios y que se han asignado a los siguientes agentes entrevistados:

Instrumentos y metodología - Entrevistas Diseños de cuestionarios Los cuestionarios se han convertido en los instrumentos principales de captación de información que se han utilizado. Su construcción se ha centrado en un proceso que atendía a una estrategia previa marcada por la definición y concreción de todo el campo de conocimiento que queríamos atender. De esta manera, hemos comenzado por determinar qué queríamos saber del tejido asociativo y del estado actual de la participación ciudadana en este municipio. Nos hemos planteado, en primer lugar, las posibles respuestas que necesitábamos y su correspondencia con el cúmulo de datos e informaciones que nos exigían las finalidades del estudio.

Modelo A.- Asociaciones de Vecinos, Asociaciones de Mujeres y Asociaciones Culturales Modelo B.- Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos Modelo C.Hermandades y Agrupaciones Parroquiales Modelo D.- Socios sin cargos de responsabilidad de las entidades entrevistadas correspondientes al Modelo A Modelo E.- Técnicos municipales relacionados profesionalmente con las entidades ciudadanas Modelo F.- Responsables políticos de las Delegaciones Municipales relacionadas con las entidades ciudadanas. Modelo G.Responsables del Consejo Local de Participación Ciudadana y de los partidos de la oposición Modelo H.- Ciudadanos del municipio segmentados por perfiles de sexo y edad, distribuidos zonalmente y por número de sondeos proporcionados a las distintas poblaciones de los distritos y secciones del padrón municipal de habitantes

El proceso de elaboración del modelo de cuestionario genérico ha supuesto una importante tarea de dedicación a la investigación documental y bibliográfica al objeto de desarrollar una herramienta que ha sido fundamental para la consecución de los objetivos que han justificado este estudioinvestigación sobre el tejido asociativo local. Los planteamientos previos establecidos en el diseño de las diferentes fases de investigación, exigían una cuidada selección y formulación de las cuestiones que integrarían el modelo de “cuestionario base” por tres razones fundamentales 1ª Las preguntas debían estar exactamente orientadas hacia la obtención de la información y los datos definidos como prioritarios en la planificación previa del proyecto.

Contenidos de los cuestionarios

2ª Evitar los riesgos propios de la técnica de encuestas y reducir los márgenes de errores a la mínima expresión estableciendo diferentes mecanismos de depuración.

Los contenidos de los cuestionarios integraban algunas cuestiones comunes, especialmente, las referentes a la percepción del entorno local, sus problemas y carencias y otras destinadas a sondear las distintas visiones que sobre la participación ciudadana tenían los agentes entrevistados. Al objeto de optimizar la aproximación a las distintas realidades que nos han descrito, en ocasiones, se ha personalizado el mismo modelo de cuestionario en función de las especiales peculiaridades de algunos agentes objetivos y se han efectuado determinadas adecuaciones para facilitar la obtención de los datos necesarios.

3ª Desarrollar una exposición y formulación correcta que garantizase una correcta interpretación de su mensaje. Modelos de cuestionarios En cuanto a los modelos de cuestionarios empleados se han ido componiendo a partir de un modelo genérico compuesto por 235 cuestiones que atendían a los diversos aspectos fundamentales de la 6

Se han empleado mecanismos para dilucidar y depurar los posibles errores y contaminación de datos que surgen de manera natural a los entrevistados por las tendencias a subjetivizar las respuestas, especialmente en aquellas que pueden ser interpretadas como comprometidas o simplemente se exteriorizan con el deseo de transmitir una visión más aceptable para el agente objetivo de la entrevista. Para ello, se han establecido, dentro del cuestionario, algunas cuestiones interrelacionadas con preguntas anteriores o posteriores de manera que su cometido era ratificar o dilucidar posiciones anteriormente expuestas, confirmando en algunos casos o cuestionando en otros y que nos han sido de suma utilidad para garantizar los máximos elementos de juicio objetivo a la hora de valorar los datos obtenidos.

limitando las actitudes distantes que pueden condicionar los aspectos técnicos de la entrevista y el carácter impersonal que se suele imprimir a la cumplimentación de una encuesta. Esto nos ha permitido que la expresividad del entrevistado no se haya visto limitada de manera especial por el guión que establecía el cuestionario y, por lo tanto, hemos obtenido un volumen de información complementaria de gran interés que se ha recogido en más de 38 horas de grabaciones recopiladas. En la planificación previa hemos dado una especial importancia al proceso de aproximación al agente informativo, desde el primer contacto telefónico hasta el desarrollo final de la entrevista y esto obedecía a que consideramos imprescindible propiciar las condiciones adecuadas que permitiesen obtener la suficiente cantidad y calidad en los datos y en la información necesaria.

El número de cuestiones que componían los distintos modelos de cuestionarios han variado en función de las potencialidades informativas de los agentes entrevistados y que obedecían a criterios marcados por las que eran consideradas de mayor interés para las finalidades del estudio. Éstas han oscilado en un número máximo de 86 cuestiones que configuraban algunos de los modelos empleados para determinados responsables asociativos y 8 en su versión más reducida en los cuestionarios destinados a los socios que no ostentaban responsabilidad.

Esto se ha hecho efectivo principalmente en las entrevistas realizadas a los responsables asociativos.

- Otras fuentes de información - Registros oficiales de asociaciones - Fuentes estadísticas

Metodología

- Hemerotecas

En cuanto a la metodología empleada en la recogida de datos se ha caracterizado por promover una comunicación abierta, evitando no condicionar excesivamente el desarrollo de la entrevista por las cuestiones planteadas en el modelo de cuestionario utilizado. Por ello, se planteaba la entrevista en clave de diálogo conversacional, intentando propiciar sensaciones en el interlocutor que propiciasen el margen de confianza apropiado para que la comunicación fluyera de manera libre y no condicionada, evitando las impresiones de incomodidad causadas por una formulación continuada y bastante prolongada de una serie de preguntas que podían causar cierta percepción de interrogatorio.

- Estudios e informes sobre los campos de actuación

La estrategia metodológica planeada orientaba al entrevistador a presentar su trabajo con el perfil de una persona interesada en conocer la experiencia personal y asociativa del entrevistado y las distintas realidades de la entidad que dirigía, 7

- Y con la última no fue posible establecer un encuentro por falta de disponibilidad de los representantes de las entidades, después de numerosas llamadas y suspensiones de citas acordadas previamente.

1ª Entrevista Realizada a responsables directivos de entidades Las entidades que han sido objetivo de las entrevistas se han seleccionado previamente a partir de la relación de colectivos ciudadanos que figuran inscritos en el Registro Municipal de Asociaciones del Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache, atendiendo especialmente al criterio de la domiciliación de su sede social y que hemos limitado a las que estaban circunscritas en el término municipal de San Juan de Aznalfarache y, por otra parte, a las que por las diferentes informaciones y referencias obtenidas por el equipo de trabajo responsable, han centrado su labor y dedicación en esta localidad, a su población o su escenario de actuaciones se ha desarrollado en este municipio. Aunque no figuraban en el mencionado registro se han incluido en la investigación las cinco asociaciones de padres y madres de alumnos que en la actualidad existen en centros educativos de la localidad.

Las entrevistas realizadas a los/as representantes y socios/as de entidades se han llevado a cabo mediante previa cita generalmente concertada a través de llamadas telefónicas o visitas El período de entrevistas destinadas a los agentes asociativos se ha desarrollado entre la primera semana de noviembre de 2005 y la tercera seman del pasado mes de enero. Este período ha superado considerablemente las estimaciones temporales que habíamos establecido en la planificación del proyecto, ocasionando un retraso en los distintos procesos que proseguían a esta fase. Las causas se han debido a varios factores : a) Problemas por la falta de actualización y deficiencias de los datos del registro municipal en referencia a los teléfonos de contactos de algunos de los integrantes de los equipos directivos, en algunos casos eran erróneos o las personas que figuraban habían cesado en sus responsabilidades meses atrás.

Estos criterios selectivos obedecen a las finalidades del estudio-investigación que definían los perfiles de aquellas entidades más interesantes y útiles para sus objetivos por ser las más representativas y vinculados al territorio estudiado. De esta manera, de un total de 49 entidades inscritas en el registro municipal se han seleccionado 44 más las 5 AMPAS indicadas, sumando un total de 49 propuestas de participación . De estas entidades a las que hemos recurrido personalmente proponiéndole la participación en el proyecto, 44 han colaborado efectivamente en el proceso. Una de las entidades contactadas se ha negado a participar, pensamos que por una interpretación errónea de las finalidades y principios del proyecto a pesar de que en reiteradas ocasiones se le explic ó la naturaleza del mismo, argumenta n do posiciones que no tenían relación alguna con esta iniciativa investigadora. Las cuatro restantes no han participado por distintos motivos: - Una de ellas por imposibilidad de contactar con los responsables a pesar de reiterados intentos telefónicos y no disponer de sede social donde localizarlos. - Dos han argumentado que las entidades carecían de funcionamiento o estaban en proceso de disolución.

b) Imposibilidad de contactar a través de los teléfonos de las sedes ya que después de numerosas llamadas, a diferentes días y horas no fue posible el contacto lo que nos ha obligado a realizar una labor de investigación para poder establecer otros medios de comunicación con los agentes asociativos. c) Problemas de disponibilidad de numerosos responsables de los equipos directivos para acordar fecha y hora para la realización de la entrevista, obligándonos a realizar reiteradas llamadas para posibilitar el encuentro. d) Varias incomparecencias de los directivos de las entidades por diferentes motivos, exigiéndonos reiniciar el proceso para establecer un nuevo encuentro. El equipo de encuestadores ha desarrollado durante esta fase una continua adecuación de su trabajo a la disponibilidad que iban presentando los entrevistados y, en general, se puede decir que la acogida por parte de los/as representantes de las asociaciones ha sido buena y, en algunos 8

casos muy buena, cordial y hasta calurosa, resultando complejo a veces, realizar el cuestionario al desviarse la conversación por otros caminos que no atendían específicamente al objeto de la entrevista. Esta actitud gratamente receptiva ha sido, casi absolutamente general, tanto en los contactos telefónicos como en el momento de la entrevista personal, resaltando un destacado ánimo de colaboración y de apertura comunicativa a la hora de proporcionar datos y mostrar las dependencias de las sedes, cuando existía disponibilidad.

la entidad. Éstas han estado agrupadas en bloques temáticos que atendían a los aspectos más fundamentales de la dinámica asociativa y que debían recoger la información necesaria para captar con un aceptable nivel de aproximación las distintas realidades que configuran el tejido asociativo local:

Como observación personal destacamos que parece que, una parte importante de los/as representantes de las asociaciones que nos han atendido, no tienen muchas oportunidades de hablar sobre su entidad y parece ser que no es habitual que alguien se muestre interesado por el proyecto asociativo del que forman parte.

4.-Los recursos humanos y las relaciones internas

1.-Objetivos, finalidades y campos de actuación 2.-Breve memoria evolutiva de la entidad 3.-Funcionamiento orgánico y estructura organizativa

5.- La gestión económica y administrativa 6.-Los recursos materiales e infraestructuras 7.- La actividad asociativa 8.- Las relaciones externas

Los agentes asociativos que nos han atendido han sido en más de un 95 % presidentes/as o, en el caso de tratarse de hermandades, hermanos mayores en las entrevistas destinadas a cargos de responsabilidad.

9.- La formación y capacitación asociativa 10.- Percepción de la experiencia asociativa Otro recurso importante en las entrevistas realizadas a los cargos directivos ha sido el uso de medios de grabación de audio de las que se han sumado más de 38 horas de grabaciones y que han recogido muchos aspectos de interés de la realidad asociativa que no estaban explícitamente incorporadas al modelo de cuestionario empleado. Por otra parte, hemos intentado imprimir en la entrevista personal un modelo de comunicación abierta donde el entrevistado ha tenido opción a expresarse con libertad y sin limitaciones marcadas, evitando que los condicionamientos temáticos que exigía el cuestionario no limitase la necesaria fluidez comunicativa entre el encuestador y el agente asociativo, permitiendo que el volumen de información obtenida superase considerablemente al conseguido exclusivamente a través de la cumplimentación del cuestionario.

Las entrevistas efectuadas a socios/as sin cargos en la actualidad se ha efectuado a personas propuestas por los propios directivos que previamente habían sido entrevistados. Esto no ha ocurrido en todos los encuentros, ya que en ocasiones no ha sido posible realizar la entrevista destinada al socio/a porque en el momento de la reunión no se hallaba disponible ningún/a compañero/a del directivo entrevistado. Esta circunstancia se ha dado en el 21 % de las ocasiones. Se han empleado tres modelos de cuestionarios en la entrevista a los responsables directivos. Esta diferenciación ha obedecido a la adecuación del modelo a las diversas características de las entidades, especialmente las destinadas a hermandades y AMPAS.

Esta metodología ha incidido también en la duración de las entrevistas que se han visto incrementadas en el tiempo dedicado a su realización, puesto que en muchos casos el interés expresado por las personas destinatarias por mostrar su experiencia al frente de la entidad y comunicarnos aspectos relacionados directa o indirectamente sobre la realidad asociativa ha sido tan intenso que, en gran parte de las sesiones, se ha superado

Si bien la mayoría de las cuestiones formuladas eran comunes a todas, las señaladas peculiaridades de estas dos tipologías asociativas requerían de tratamientos diferenciadores en algunos de los temas que han integrado los cuestionarios. Los distintos modelos han estado integrados por un máximo de 86 cuestiones y un mínimo de 80 en función de la tipología de 9

el tiempo programado para las mismas.

- Asociación de Alumnos y Ex-alumnos Guadalquivir - Asociación de Mujeres Bda. Guadalajara - Sociedad de Palomos Deportivos Ntra Sra. del Carmen - Asociación Internacional “Juntos Creamos Futuro” - Asociación de Mujeres Progresistas “Clara Zekien” - Hdad. Sacramental de los Sagrados Corazones - Hdad. Sacramental de S. Juan Bautista y Ntra. Sra. de la Paz - Hdad. Sacramental de S. José Obrero - Agrupación Parroquial Ntra. Sra. de los Ángeles - Asociación Cultural Plataforma de Acción Sociocultural Aznalqué - Asociación Flamenca Cultural “Nuestras Raíces”

La audición de estas grabaciones y su posterior estudio nos ha revelado una valiosa e interesante información que nos ha sido de suma utilidad, tanto en la aportación de nuevos datos no contemplados en los cuestionarios, así como en detalles, concreciones y especificaciones que nos han servido a la hora de efectuar el correspondiente análisis e interpretación de la voluminosa información obtenida. Paralelamente a las entrevistas realizadas a las organizaciones se realizó un pequeño reportaje fotográfico a fin de ilustrar este estudio y que ha dado como resultado una colección de más de 270 documentos gráficos sobre las entidades participantes y los entornos donde se ubican .

Relación de entidades participantes - Asociación Hogar del Pensionista - Asociación de Jubilados y Pensionistas - Centro Cultural Cooperativa - Asociación de Alcohólicos Rehabilitados “La Barca” - AVV Antiguo Barrio Alto - AVV “Al- Faray” - AVV Sta. Isabel - Asociación “Eco del Pueblo” - Asociación de Mujeres “Colombine” - Asociación “Alfarami” - Asociación “Mater et Magistra” - Asociación Cultural “José Mesa” - AVV Andalucía - Asociación de Mujeres Fibroaljarafe - AVV “La Farola” - AVV “Futuro y Progreso” - Asociación “Asaharafe” - Asociación “As de Corazones” - AVV Sta. Rita - AVV “Camarón” - Asociación CIS Aljarafe - AVV “El Monumento” - AMPA CEIP S. Pedro Crisólogo - AMPA CEIP Sta. Teresa de Jesús - AMPA CEIP José Payán Garrido - AMPA IES Severo Ochoa - AMPA IES Mateo Alemán - Hdad. del Rosario - Real Hdad. del Rocío - Hdad De Ntra. Sra. Del Carmen - Peña Cultural Bética “Antonio Biosca” - Peña Cultural Sevillista “S. Juan Bautista” - Asociación Deportiva Cultural Motoclub “·La Cabra”

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Análisis y valoración porcentual Estos datos están basados en las entrevistas efectuadas a miembros de entidades locales y corresponden al 85 % de la totalidad de los colectivos ciudadanos inscritos en el Registro Municipal de Asociaciones del Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache. Si bien, existe un 15 % de entidades que por distintas razones no se han incorporado a este Estudio - Investigación, la muestra que presentamos y que representa a un elevado porcentaje de la totalidad de entidades, nos ofrece una aproximación bastante fiel a la realidad del tejido asociativo local. Reiterar que el origen de los datos de este apartado provienen de dos fuentes de información: - El máximo representante de la entidad (95 %) o persona con responsabilidades directivas (5 %) - Un socio sin responsabilidad directiva

1ª Entrevista realizada a cargos con responsabilidades asociativas

BLOQUE 1 .- DESCRIPCIÓN DE LAS ENTIDADES Nº 1 - Factor: Campo de actuación Son sectoriales pero con un importante factor territorial: 7 % De ámbito exclusivamente territorial: 25 %

De ámbito principalmente sectorial: 68 %

Los datos que nos aporta este gráfico nos indican que el mayor grupo de entidades se orienta hacia la actuación en sectores concretos de la sociedad y determinan que las afinidades e intereses grupales específicos dominan en la actividad asociativa frente a los que marca la convivencia en un espacio físico determinado. Existe un pequeño grupo de entidades de carácter sectorial (7 %) que manifiestan estar condicionadas en sus actuaciones por el espacio territorial.

El campo de actuación es el espacio humano o físico hacia donde se dirigen las actuaciones de toda organización. Las de carácter territorial centran su actividad en un espacio físico delimitado y su mayor exponente son las asociaciones de vecinos. Las de carácter sectorial orientan su actuación a grupos determinados de personas con perfiles y características comunes

Nº 2 - Factor: Tipología asociativa Asociaciones de inmigrantes: 2 % Asociaciones de mayores: 7 % Asociaciones de atención o apoyo a afectados por determinados problemas: 7 % Asociaciones dedicadas a comunidades educativas: 11 % Asociaciones de mujeres: 14 % Asociaciones dedicadas al culto católico: 16 % Asociaciones culturales, deportivas o de ocio: 20 % Asociaciones de vecinos: 23 %

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En el gráfico anterior se describe cómo se definen las entidades en función de los perfiles e intereses de sus asociados y el carácter de sus actuaciones. En un análisis porcentual cuantitativo se observa que el grupo formado por las asociaciones vecinales se presenta como el más numeroso seguido por el compuesto por las entidades que se definen como culturales, deportivas o de ocio. Si ampliamos la interpretación en su conjunto se ratifican los datos del factor nº 1, presentándose las de carácter sectorial como las más numerosas atendiendo a grupos humanos de una amplia diversidad pero, a la vez, se constata la ausencia de representatividad de algunos sectores sociales de considerable magnitud. y temas de importante relevancia social. Estas circunstancias serán tratadas en apartados posteriores.

Nº 3 - Factor: Objetivos y finalidades En este aspecto y después de analizar los diferentes datos aportados, aparecen en primer lugar y con un considerable número de entidades que lo suscriben como objetivos los que establecen como prioridad los referidos a los asociados, reiterándose las referencias a “la promoción, atención y defensa de los intereses de los asociados” ; “Mejora de la convivencia entre los asociados”; “Mejora de la calidad de vida, apoyo y servicios a los asociados”.. . . Estas expresiones son las más utilizadas y mayoritarias en la descripción de los objetivos, tanto en las entidades que describen su ámbito de actuación como sectorial, como aquellas que tienen un carácter territorial. En segundo lugar, figuran las referentes a la mejora de los espacios físicos de convivencia o a los entornos donde se ubican las entidades y que coinciden mayoritariamente con las manifestadas por las asociaciones de vecinos y algunas que centran su actividad en actuaciones destinadas a la promoción de determinadas aficiones. En tercer lugar, aparecen las que hacen referencia a la promoción de actividades de ocio relacionadas con el entretenimiento. En cuarto lugar, y de manera conjunta, figuran descripciones de objetivos relacionados con la solidaridad y el apoyo e integración de los desfavorecidos y, por otra parte, las dedicadas a la promoción de la fe y ritos católicos. En quinta posición, las referidas a la atención, apoyo y defensa de las personas integrantes de los sectores sociales que representan. Posteriormente, y con menor presencia, aparecen mencionados los que se refieren a la promoción de la cultura, la educación, las manifestaciones artísticas, el ocio, etc. Más adelante analizaremos con mayor profundidad este apartado por considerarlo de máxima importancia y por los serios y habituales desajustes que se han detectado entre su exposición y la actividad y funcionamiento de algunas entidades.

BLOQUE 2 .- BREVE MEMORIA EVOLUTIVA DE LAS ENTIDADES Nº 1 - Antecedentes y orígenes de las entidades Los datos que hemos obtenido en referencia a cómo y de qué manera surge la idea o las motivaciones que congregan a un grupo de personas de manera informal para posteriormente constituirse en un grupo organizado no han sido todo lo abundantes que desearíamos. Este apartado ha sido cumplimentado generalmente de manera escueta, en muchos casos parece ser que no se tenía muy claro o bien no obtuvo respuesta válida para su análisis. De todas maneras, un porcentaje superior al 75 % de los entrevistados aportó información de interés para que podamos valorar las causas que originaron gran parte de nuestro actual tejido asociativo y que, prácticamente, surgieron casi todas a partir de la iniciativa de un pequeño grupo de personas, liderados por uno de sus integrantes y que hemos interpretado de la siguiente forma:

a) Motivaciones relacionadas con la necesidad de compartir aficiones, creencias, necesidades relacionales y de desarrollo personal, de comunicación, encuentro y ocio. Han coincidido en un 43 % de los casos que tenemos constancia. 12

b) Relacionadas con la preocupación e inquietud ante problemas y carencias del entorno: Coinciden en un 23 % c) Relacionadas con problemas o carencias que afectan a un determinado sector: Alcanza el 34 % de las situaciones que han motivado la constitución de entidades.

Nº 2 - Etapa inicial Se presenta en este apartado la descripción de las primeras etapas de las entidades que los entrevistados nos han proporcionado. Aparece como circunstancia mayoritaria un itinerario asociativo inicial que califican de complicado. Se distribuye así su valoración porcentual en función de esas circunstancias: a) Manifiestan inicios difíciles y complejos por las carencias de recursos, falta de apoyos e incomprensión en algunos casos: 55 % b) Indican que el proceso no ha sido especialmente difícil: 16 % c) No saben / no contestan sobre la etapa inicial: 29 %

Nº 3 - Evolución y desarrollo Esta cuestión se ha destinado a pulsar las distintas valoraciones que sobre sus propias entidades poseen los responsables entrevistados del proceso evolutivo de las mismas. a) La trayectoria de la entidad ha sido ascendente: 72 % b) La trayectoria de la entidad ha sido descendente: 9 % c) La situación es muy similar a la inicial: 15 % d) No sabe / no contesta: 5 %

Nº 4 - Existencia de períodos críticos La vida asociativa es un proceso complejo en el que es habitual la alternancia de momentos activos y productivos con períodos de crisis o inactividad. Recogemos en esta cuestión las impresiones que nos han transmitido sobre este tema. a) Han existido altibajos en su actividad y funcionamiento: 34 % b) Han existido momentos críticos de parálisis asociativa: 19 % c) No manifiestan haber padecido situaciones de crisis: 23 % d) No saben / no contestan: 24 %

Nº 5 - Percepción de la situación actual a) Satisfecho con el desarrollo del proyecto asociativo: 64 % b) En proceso de renovación y nuevo impulso: 7 % c) En situación de baja actividad, desmotivación o necesitado de renovación: 13 % d) No sabe / no contesta: 16 %

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Nº 6 - Años de constitución Anteriores a 1960: 7 % Entre 1960 y 1970: 4 % Entre 1971 y 1980: 22 % Entre 1981 y 1990: 20 % Entre 1991 y 2000: 27 % Posteriores al año 2000: 9 % No sabe / no contesta: 11 %

Las fechas de constitución de las distintas entidades estudiadas no nos permite distinguir períodos específicos donde haya prevalecido una tipología determinada, ya que se han ido creando en distintas décadas entidades de perfiles diferentes. Por ejemplo, se han ido constituyendo asociaciones vecinales desde el año 1975 en el que se constituye la primera hasta el 2001 en el que se crea la última. Sí podemos constatar el período comprendido entre 1970 y 2000 como el más fructífero en cuanto a formación de colectivos y que parece que este proceso constitutivo de nuevas entidades no se ha mantenido, ya que se observa una línea descendente a partir de la última fecha indicada. En cuanto a las formaciones más longevas figuran destacadas varias entidades de carácter religioso por razones históricas obvias y podemos señalar el caso de dos de éstas cuya fundación se efectuó en el siglo XVIII.

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BLOQUE 3 .- FUNCIONAMIENTO ORGÁNICO Y ESTRUCTURA ORGANIZATIVA En este bloque se presentan aquellos aspectos correspondientes a la forma en que se estructuran las entidades entrevistadas, los aspectos orgánicos, los procesos de toma de decisiones y los distintos perfiles de las personas que ocupan cargos de responsabilidad.

Nº 1- Equipos Directivos a) PERFILES DEL CARGO DE MAYOR RESPONSABILIDAD VARIABLE: SEXO

MUJERES 23 % HOMBRES 77 %

Se observa de manera destacada la desigualdad existente entre sexos a la hora de ostentar el cargo de mayor responsabilidad de las entidades a pesar de que, como veremos más adelante, las mujeres superan sensiblemente a los hombres en los niveles de asociatividad. Es decir el número de personas de sexo femenino que forman parte de asociaciones es superior al de hombres. También hay que añadir un dato de interés: existen 6 asociaciones integradas exclusivamente por mujeres o su presencia es absolutamente

mayoritaria. Si excluimos a estas entidades y analizamos el resto que no se define por cuestiones de género de sus asociados, nos encontramos con una mayor disparidad aún, aumentándose la fractura en cuanto a la paridad en el desempeño del cargo de mayor responsabilidad como se observa en el gráfico siguiente. Un hecho que hemos observado y que puede ser muy significativo en relación a la participación femenina en la gestión de las entidades es una práctica que está presente en no muchos colectivos pero que su número no es despreciable. Nos referimos a que la persona de pleno derecho como asociado es el “cabeza de familia”, es decir el hombre y por añadidura el resto de la unidad familiar, mujer e hijos quedan incorporados a la entidad pero la participación directa y capacidad decisoria queda en manos del hombre. Esto es un atavismo que influye negativamente en la incorporación de la mujer con plenos derechos en la vida asociativa. VARIABLE: EDAD MÁS DE 65 AÑOS: 9 %

22 - 35 AÑOS: 11 %

51 - 65 AÑOS: 32 %

36 - 50 AÑOS: 47 %

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Sin incluir asociaciones de mujeres MUJERES 13 %

HOMBRES 87 %

Sobre los datos que nos ofrece el gráfico podemos observar que el 79 % de las entidades están dirigidas por personas con edades comprendidas entre los 36 y 65 años, indicando que el grupo más numeroso (36-50) se inclina más hacia los estadios de edad más avanzada (la mayoría están más próximos a los 50 que a los 36). Es evidente la escasa

presencia juvenil.

VARIABLE: OCUPACIÓN

Ama de casa / Empleada de hogar: 7 %

Pensionista o jubilado: 11 %

Profesión técnica / Formación universitaria: 34 %

Industrial / Empresario: 7 %

Operario industrial Oficios manuales Hostelería: 36 %

Administrativo Empleado comercio: 5 %

En cuanto a las ocupaciones de los cargos de mayor responsabilidad se puede contemplar que los grupos más numerosos están compuestos por operarios de industrias, la construcción y otros oficios manuales o dedicados a la hostelería, en primer lugar. En segundo y muy próximo en porcentaje, los profesionales técnicos con formación universitaria. El resto se distribuye con escasos porcentajes.

B) PERFILES DEL RESTO DEL EQUIPO DIRECTIVO .

VARIABLE: SEXO

Se mantiene la prevalencia del sexo masculino en este órgano de decisión, aunque menos radical que en los casos de las presidencias. En contraste, podemos indicar que en esta variable se suman, en la mayoría de los casos, tres cargos por entidad

MUJERES: 41 %

(vicepresidencia, secretaría, tesorería y sus equivalentes en las hermandades). La

aportación estadística de las asociaciones de mujeres es la clave de esta mayor paridad

HOMBRES: 59 %

VARIABLE: EDAD

MÁS DE 65 AÑOS: 10 %

ENTRE 22 - 35 AÑOS: 18 %

Se reproducen con ligeras variaciones, algo más destacadas en el espectro más joven, los mismos datos que los perfiles de edad del cargo de mayor responsabilidad

ENTRE 51 - 65 AÑOS: 34 %

ENTRE 36 - 50 AÑOS: 38 %

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VARIABLE: OCUPACIÓN Ama de casa / empleada de hogar: 22 % Profesión técnica / formación universitaria: 9 % Industrial / Empresario: 5 % Administrativo / Empleado comercio: 10 % Operario industrial / Oficios manuales / Hostelería: 31 % Jubilado / Pensionista: 19 % Otras ocupaciones: 4 %

Con respecto a los datos referentes a esta variable que aparecían en el apartado dedicado a las presidencias, podemos observar un incremento de las ocupaciones que, a priori, pueden tener más disponibilidad de tiempo o no están sometidas a la rigidez horaria de otros tipos de ocupaciones (ama de casa, empleada de hogar, jubilado o pensionista). El grupo más numeroso sigue siendo operarios de industrias, la construcción y otros oficios manuales o dedicados a la hostelería, mientras que el integrado por profesionales técnicos con formación universitaria disminuye considerablemente.

Nº 2 - Existencia de vocalías, comisiones o grupos específicos de trabajo La existencia de estos órganos es un indicativo importante acerca del nivel de actividad de la entidad, pues puede determinar la diversidad de servicios y actuaciones que produce el colectivo e implica la participación activa de grupos de socios que adquieren responsabilidades de gestión y organización. Los datos presentados a continuación, reiteramos, son los aportados por los directivos que nos han atendido en las entrevistas y no valoran el grado y volumen de personas implicadas en estos grupos de trabajo, ni la efectividad de su trabajo.

Constituyen vocalías, comisiones o grupos de trabajo ocasionalmente. 5 %

No saben / No contestan: 4 %

Vocalías más frecuentes No existen vocalías, comisiones o grupos de trabajo: 16 %

1 - Talleres 2 - Actividades de ocio 3 - Actividades culturales 4 - Organización de actos diversos 5 - Deportes 6 - Mantenimiento

Tienen constituidas vocalías, comisiones o grupos de trabajo: 75 %

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Nº 3 - Tiempo de ejercicio del actual equipo directivo Desde la constitución de la entidad: 25 %

Menos de un año: 20 %

Este gráfico nos refleja una realidad que abordaremos en profundidad en el capítulo de c onclusiones y diagnóstico. Más de un D estacamos una excesiva Añ o : 5 % longevidad en los equipos directivos y es muy frecuente que este hecho no repercuta favorablemente en la salud y el dinamismo del tejido asociativo, expresando serias Más de dos años: 50 % carencias en los procesos de relevo generacional de los órganos de representación y decisorios de las entidades estudiadas. También provoca la aparición de posiciones patrimonialistas que dificultan la participación y un excesivo desgaste de los responsables asociativos. Destacamos de estos datos y como ejemplo significativo la existencia de un porcentaje elevado de colectivos ciudadanos (25 %) que permanecen con el equipo directivo que lo constituyó, a pesar de que algunas de estas entidades superan una década.

Nº 4 - Experiencias en anteriores mandatos en los equipos directivos

No sabe / No contesta: 6 %

No es la primera experiencia: 53 %

El grupo mayoritario afirma que ha repetido experiencia de E s l a p r i m e r a gobierno y si sumamos a éstos, los experiencia: 41 % que manifiestan que ejercen desde el período constituyente, se puede llegar a una primera conclusión: El ejercicio de los cargos de responsabilidad suele estar limitado, en un importante número de entidades, a un grupo reducido de asociados.

Nº 5 - Períodos de ejercicio de los cargos directivos Los períodos de ejercicio de los responsables asociativos son muy diversos. Destacan el grupo de hermandades como las entidades donde los mandatos son más extensos (hasta cuatro años) y ocasionalmente, de manera minoritaria, otras organizaciones que superan los dos años. La mayoría tiene períodos regulados entre 1 y 2 años.

No sabe / No contesta: 9 %

Menos de un año: 2 % Al año: 21 %

Un aspecto llamativo es el elevado número de entrevistados en el segmento de “No sabe / No contesta”, teniendo en cuenta que las renovaciones de directivas suelen ser acontecimientos de bastante importancia en la dinámica asociativa.

Más de un año: 68 %

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Nº 6 - Órganos habituales con facultad decisoria en temas importantes La formulación de la pregunta que se utilizó en el cuestionario ha podido presentar diferentes interpretaciones en función de los distintos conceptos que pueden ser empleados para definir la calificación de “importante” en el proceso de toma La Asamblea General: 34 % de decisiones. Llas respuestas El Equipo que nos han dado pie al análisis Directivo: 39 % porcentual de estos datos, puede ser considerada, en su gran mayoría correcta en la aplicación de la legislación vigente en materia de asociaciones, a excepción de ese 9% de entrevistados que ha manifestado que el responsable es el presidente y que puede dar lugar a situaciones de déficits democráticos y de participación. El Presidente: 9 %

El Equipo Directivo y la Asamblea General: 18 %

Nº 7 - Actividad asamblearia

Hace más de un año: 17 %

La celebraciones de asambleas también son un indicativo de la actividad participativa de las entidades y son la máxima expresión de la naturaleza democrática de los colectivos ciudadanos y del interés y el derecho de los asociados en intervenir en las decisiones importantes y trascendentes para el grupo.

Hace más de un mes: 38 % Hace más de seis meses: 34 %

Los datos que hemos obtenido nos aportan información sobre la última convocatoria de Hace más de tres asamblea general celebrada. El 83 % de los meses: 11 % entrevistados asegura haber celebrado asamblea en el período establecido por la Ley Orgánica 1 / 2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación que establece la realización de una asamblea general al menos una vez al año. También hay que señalar que en el período que se realizó la captación de datos (finales de año) suele ser la época habitual para la celebración de estos eventos e intuimos que esta circunstancia ha influido en los elevados porcentajes que se exponen y que hacen referencia a fechas próximas en las celebraciones. Puede ser preocupante ese 17 % de entidades que aseguran que hace más de un año que no han efectuado ninguna asamblea.

Nº 8 - Temas habituales de las asambleas RENOVACIÓN DE CARGOS: 10 % PROGRAMACIÓN DE ACTIVIDADES: 11 % TRATAR PROBLEMAS RELACIONADOS CON EL ÁMBITO DE ACTUACIÓN: 12 % DECISIONES SOBRE PROBLEMAS DE LA ENTIDAD: 13 % TRATAR QUEJAS Y PROPUESTAS DE SOCIOS: 15 % INFORMAR A LOS SOCIOS: 18 %

:

APROBAR PRESUPUESTO Y BALANCE: 19 % OTROS TEMAS: 2 %

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La información que hemos obtenido, en referencia a los temas habituales de las asambleas, nos indica que los contenidos del “orden del día” son considerablemente extensos puesto que son numerosos los temas que manifiestan que se tratan y con porcentajes bastantes aproximativos, a excepción de la opción denominada “otros temas”. Lo habitual es que las asambleas generales de socios sean bastante densas, puesto que lo espaciado en el tiempo de sus convocatorias provoca una habitualmente extensa aglomeración de asuntos que por su relevancia deben ser tratados por el máximo órgano de decisión. Más del 65 % reconoce en sus afirmaciones al cuestionario que se trataron más de cinco temas de los formulados como opciones. Más adelante trataremos también algunas propuestas para dinamizar y agilizar estas reuniones para que aumenten su operatividad, la participación y se evite el tedio que con frecuencia acaba imponiendose en los procesos asamblearios.

Nº 9 - Porcentajes de socios que acuden a las asambleas MÁS DEL 80 % DE SOCIOS:

9%

ENTRE EL 61 Y EL 80 % DE SOCIOS: ENTRE EL 41 Y EL 60 % DE SOCIOS:

13 %

7%

ENTRE EL 21 Y EL 40 % DE SOCIOS:

21 %

ENTRE EL 10 Y EL 20 % DE SOCIOS: 46 NO SABE / NO CONTESTA:

%

4%

El grupo mayoritario manifiesta que el número de asociados que habitualmente acuden a las asambleas no supera el 20 % y el que declara la participación más numerosa apenas supera el 9 %. Esta situación de baja participación en el foro donde se debaten los asuntos de más trascendencia de la entidad puede obedecer a múltiples factores: carencias informativas de la convocatoria, día y hora inadecuados, desinterés por los temas a tratar, escasa implicación de los socios, desajustes entre la base y el equipo directivo, problemas de comunicación internos, etc. Las causas pueden ser muy diversas pero el resultado es el mismo para todas las circunstancias, aleja al capital social de las entidades (los socios) de aspectos muy relevantes para la entidad.

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BLOQUE 4 .- RECURSOS HUMANOS Nº 1 - Número de asociados El perfil de entidad más habitual del colectivo de organizaciones del municipio en relación a su número de asociados se sitúa entre las cien y las doscientas personas. También es relevante el grupo que manifiesta superar las doscientas personas como base social y que integra a varias entidades que declaran incorporar a más de mil personas en su registro de asociados.

MENOS DE 50 SOCIOS: 14 %

MÁS DE 200 SOCIOS: 21 %

MÁS DE 50 SOCIOS:19 %

MÁS DE 100 SOCIOS: 46 %

Estos datos, tal como nos lo han manifestado los entrevistados, posiciona a

esta localidad en un nivel de asociatividad que superaría el 30 % de su población total, estimando que, al menos, el 70 % del censo de socios totales estén domiciliados en este municipio (algo que sería sorprendente, ya que el nivel estatal se sitúa en el 5’7, según un estudio del CIS de 2002 ).

Más nos inclinamos a que estos datos que, en cierta medida son desorbitados, obedezcan a la posibilidad de que determinadas entidades no lleven con mucho rigor el registro de asociados y los libros que recogen estos datos no están demasiado actualizados. De todas maneras, más adelante y según la información que nos ha proporcionado el sondeo realizado a trescientos ciudadanos de la localidad, aportaremos datos de interés acerca del índice de asociatividad local.

Nº 2 - Perfil de los asociados VARIABLE: SEXO

Los datos que figuran en el gráfico corresponden al 95 % de las entidades entrevistadas el 5 % restante manifiesta que no lo sabe.

HOMBRES: 48%

Como adelantamos con anterioridad, la presencia femenina en el MUJERES: 52 % conjunto de los colectivos ciudadanos superaba a la masculina e insistimos que esta sensible diferencia no se ve trasladada a los cargos de responsabilidad y de toma de decisiones, lo que supone una menor presencia participativa en las entidades. Podríamos pensar que en estos datos influyen determinantemente la existencia de asociaciones exclusivamente de mujeres, pero su efecto global no es tan relevante, ya que estas entidades no se encuentran entre las que cuentan con un mayor número asociados. VARIABLE: EDAD MAYORES DE 65 AÑOS:

12 %

ENTRE 51 Y 65 AÑOS:

28 %

ENTRE 36 Y 50 AÑOS: ENTRE 22 Y 35 AÑOS: MENORES DE 22 AÑOS:

5% 21

16 %

39 %

El gráfico representa la información proporcionada por el 89 % de los entrevistados. Un 11 % no se ha manifestado sobre esta cuestión. Los datos nos indican que el 79 % de las personas que integran el tejido asociativo local son mayores de 36 años, siendo el grupo comprendido entre 36 y 50 años el más numeroso. A destacar la escasa presencia de personas jóvenes. Una proyección a medio plazo y tenidos en cuenta estos datos y los que nos indican una disminución del ritmo de constitución de nuevas entidades en esta década, nos podría plantear un futuro con ciertos interrogantes para el conjunto de los colectivos sociales con un envejecimiento paulatino de sus integrantes y una preocupante falta de relevo generacional.

Nº 3 - Evolución del asociados HA DISMINUIDO CONSIDERABLEMENTE:

7%

HA DISMINUIDO SENSIBLEMENTE:

16 %

PERMANECE PRÁCTICAMENTE IGUAL:

25 %

HA CRECIDO NOTABLEMENTE: HA CRECIDO ESCASAMENTE:

43 %

9%

Es superior el número de entrevistados que aseguran que se ha producido un incremento del número de integrantes de sus entidades (52 %) frente a los que manifiestan que se ha reducido (23 %) y un 25 % que nos indica que no ha habido cambios señalados en sus censos de asociados. Estos datos se centraban en toda la trayectoria de las distintas organizaciones por lo que representan la evolución global de las mismas en referencia a este tema y no a momentos determinados de su proceso histórico.

Nº 4 - Actitudes mayoritarias de los asociados

NORMALMENTE CON INTERÉS: 31 % SÓLO SE PREOCUPAN UNOS POCOS: 56 % CON UNA ALTA IMPLICACIÓN: 6 % DE INDIFERENCIA GENERAL: 7 %

Esta cuestión refleja uno de los aspectos más cruciales para cualquier entidad de carácter social y que es el referido a las actitudes de los asociados frente a la organización donde se integran, Se trata de la base social que sustenta el propio proyecto asociativo, siendo las relaciones (asociado-grupo) y sus manifestaciones las que determinan en un porcentaje muy elevado aspectos fundamentales de cada entidad. Los datos obtenidos nos informan que para un 63 % de los entrevistados estas relaciones no son favorables. En contraste un 37 % afirma que sus asociados, por lo general, muestran actitudes favorables al proyecto asociativo.

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Nº 5 - Aspectos más participativos en las entidades La intención reflejada en la formulación de esta cuestión iba dirigida a conocer qué hechos y situaciones atraían más el interés de los asociados y con ello vislumbrar las motivaciones y elementos que propician más la participación y la dinámica interna de las entidades.

LAS ACTIVIDADES QUE ORGANIZA LA ENTIDAD: 49 %

LA ORGANIZACIÓN Y LA TOMA DE DECISIONES: 4 %

Los resultados que hemos obtenido nos indican que las actividades que ofrece la entidad, LA CONVIVENCIA DIARIA EN LA junto con la convivencia en la sede y SEDE / ACTIVIDADES RECREATIVAS las actividades recreativas y de Y DE ENTRETENIMIENTO: 47 % entretenimiento, son los aspectos de los colectivos ciudadanos que más interesan a sus asociados. Ambas opciones, con porcentajes muy similares acumulan el 96 % de las respuestas que hemos recabado. A muy larga distancia (4 %) se sitúan las referentes a las labores de organización, toma de decisiones y otras responsabilidades relacionadas con la gestión de la entidad.

Nº 6 - Dedicación a la entidad de los equipos directivos CARGO DE MAYOR RESPONSABILIDAD INCONTABLES HORAS: MÁS DE VEINTE HORAS: MÁS DE QUINCE HORAS:

41 %

21 %

9% Horas a la semana

MÁS DE DIEZ HORAS: MÁS DE CINCO HORAS:

16 %

13 %

El esfuerzo y dedicación en el caso de la figura de mayor responsabilidad (presidente/a o supone para el 62 % de los entrevistados más de 20 horas a la semana, mientras el 38 % restante manifiesta que el tiempo de dedicación a la entidad le exige menos de 20 horas semanales. Las conclusiones que podemos intuir de estos datos suponen, para una parte destacada de los entrevistados, una dedicación intensa y prolongada con un absoluto carácter voluntario y que en más del 95 % de los casos no es recompensada de ninguna manera. hermano mayor), tal como nos indica el gráfico,

RESTO DEL EQUIPO DIRECTIVO EN RELACIÓN AL PRESIDENTE

MENOS:

34 % IGUAL:

NO SABE / NO CONTESTA:

61 %

5%

Los efectos directos sobre los responsables e indirectamente sobre las propias entidades que dirigen y las consecuencias que estas situaciones pueden provocar, serán tratados con profundidad en posteriores capítulos. 23

Nº 7 - Frecuencia de las reuniones de los equipos directivos SÓLO CUANDO HAY ASUNTOS IMPORTANTES QUE TRATAR: 30 %

Las reuniones para tratar asuntos o tomar decisiones ocupan parte importante del tiempo de dedicación que las personas que integran los equipos directivos tienen que destinar a gestionar los múltiples aspectos que conforman la dinámica asociativa.

NO SABE / NO CONTESTA: 2 %

UNA VEZ AL MES: 45 %

CADA QUINCE DÍAS O MENOS: 25 %

Se presenta en el gráfico como se distribuye entre los entrevistados la celebración de estas reuniones de trabajo, observándose que el 70 % celebra al menos una reunión de este órgano al mes.

Nº 8 - Temas habituales de las reuniones del equipo directivo 3

1 - Otros temas: 3 % 2 - Incidencias que ocurren en la dinámica diaria: 24 % 3 - Toma de decisiones y acuerdos de carácter económico y administrativos: 23 % 4 - Resolver problemas: 24 % 5 - Organización de actividades: 26 %

24 23 24 26

Al igual que en las asambleas generales, se puede interpretar que las reuniones de los equipos directivos suelen ser bastantes densas en cuanto a temáticas que se tratan y muy igualadas en cuanto a las ocasiones en que se debaten. Esto implicaría que la mayoría de las entidades entrevistadas suelen tener una intensa actividad, al menos en lo que se refiere al trabajo de los responsables directivos.

Nº 9 - Consideraciones sobre el tiempo dedicado a la gestión asociativa

CONSIDERA QUE EL TIEMPO DEDICADO NO ES SUFICIENTE: 30 %

NO SABE / NO CONTESTA: 2 %

CONSIDERA QUE EL TIEMPO DEDICADO ES SUFICIENTE: 68 %

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Esta cuestión se ha planteado para conocer las opiniones y el concepto de efectividad que se pueden observar sobre el tiempo dedicado a atender las responsabilidades asociativas de los equipos directivos. Las indicaciones manifestadas nos expresan que la mayoría (69 %) consideran que el tiempo empleado es el necesario, frente al 30 % que afirma que tendría que dedicar más tiempo para una correcta gestión.

Nº 10 - Grado de conciliación entre las responsabilidades asociativas y la vida privada Se plantean en esta cuestión los problemas e inconvenientes que las obligaciones del ejercicio del cargo le ocasionan al entrevistado con respecto a su vida personal.

NO SABE / NO CONTESTA: 2 % NO: 41 % SI: 57 %

La mayoría de las respuestas (57 %) aseguran que tiene dificultades a la

hora de conciliar las responsabilidades asociativas con su vida privada, mientras que un 41 % manifiesta no tener ningún problema. Estas situaciones no favorecen el correcto desempeño de las funciones de responsabilidad e inciden tanto personalmente en los afectados como en la gestión asociativa dado que, como vamos descubriendo, suele existir una sobrecarga de responsabilidades y esfuerzo en los cuadros directivos de las entidades.

Nº 11 - Colaboración de socios sin cargos DEPENDE DE LA ACTIVIDAD:

4%

NO EXISTEN COLABORADORES:

18 %

MÁS DE DIEZ PERSONAS: DE SEIS A DIEZ PERSONAS:

31 %

11 %

DE UNA A SEIS PERSONAS: NO SABE / NO CONTESTA:

32 %

4%

El sentido de esta pregunta era profundizar en los conceptos de participación e involucración de los asociados en las entidades que ya se habían tratado en una cuestión anterior y cuya interpretación sostenía que en un elevado porcentaje de los colectivos estudiados los asociados no presentaban actitudes de interés. Según los datos que figuran en esta gráfica la mayoría de las respuestas manifiesta la existencia de grupos de socios (aunque normalmente reducidos) que colaboran en algunos asuntos relacionados con la dinámica asociativa.

Nº 12 - Colaboradores externos Labores más habituales del colaborador no socio SI: 41 %

1- Actividades y servicios a los socios 2- Mantenimiento del local y entorno 3- Servicios del bar de la entidad 4- Labores administrativas y contables NO: 59 %

En un 41 % de las entidades entrevistadas se nos asegura que existen personas que sin ser asociados prestan diversos servicios a las organizaciones en un número muy desigual entre las mismas y con relaciones en la mayoría de los casos no formalizadas. Estos servicios suelen estar relacionados con actividades y prestaciones destinadas a los socios (talleres, servicios de orientación e información) y mantenimiento de la sede y el entorno. En menor medida realizan otros tipos de servicios. Estas colaboraciones suelen estar sostenidas económicamente por subvenciones de origen público. 25

BLOQUE 5 .- GESTIÓN ADMINISTRATIVA Y ECONÓMICA Nº 1 - Responsables de las tareas administrativas PRESIDENTE Y SECRETARIO:

8%

OTRO MIEMBRO DE LA J. D.:

9%

EL PRESIDENTE.:

11 % EL SECRETARIO.: LA JUNTA DIRECTIVA.:

38 %

34 %

Se expone en este punto, sobre quiénes recaen las labores de registro de socios, actualización de censos, de gestión de documentos, archivos, actas, certificaciones, comunicaciones y otras tareas relacionadas con la administración documental de la entidad.

Nº 2 - Calificación de la gestión administrativa Destacan en esta cuestión las opiniones que consideran que la gestión administrativa se efectúa correctamente (82 %). En contraste un 18 % de los entrevistados afirma que esta parte importante de la gestión asociativa necesita mejoras notables.

LA CALIFICA DE NO CORRECTAS: 18 %

LA CALIFICA DE CORRECTA: 82 %

Nº 3 - Actualización de libros de socios y actas NO ESTÁ ACTUALIZADA.:

Parece ser que por las opiniones recogidas, la actualización de dos de los tres registros documentales exigídos, según la legislación vigente en materia de asociaciones, se encuentra en correcta vigencia. Lo que manifiesta el 9 % que resta se pronuncia en sentido contrario.

9%

ESTÁ ACTUALIZADA: 91 % Estas deficiencias en la gestión pueden desembocar en situaciones de cierta complejidad si la entidad padece problemas internos, dificultando la validez de acuerdos y decisiones que se hayan tomado de manera formal al no realizarse su oportuna transcripción documental.

Nº 4 - Visado oficial de los libros de registro de socios y actas

NO SABE / NO CONTESTA:

9% SI: 54 %

Este trámite es un requisito exigido por el Registro de Asociaciones de la Consejería de Justicia y Administraciones Públicas de la Junta de Andalucía y que debe formalizarse una vez al año. No efectuar este trámite puede ocasionar ciertos problemas de validez, tanto en los acuerdos y decisiones efectuadas como en la ejecución de los

NO: 37 %

26

mismos, especialmente si surgen problemas internos entre los asociados. El 54 % de los entrevistados aseguran que cumplen con este requisito administrativo frente a un 37 % que afirma que no lo hace.

Nº 5 - Adecuación de los estatutos a la Ley Orgánica 1 / 2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación NO SABE / NO CONTESTA:

La entrada en vigor de esta nueva normativa que derogó la anterior ley reguladora de asociaciones que databa de 1964, exigía la adecuación estatutaria a la nueva legislación en un plazo que expiró en 2004.

19 %

NO: 5 %

SI: 76 %

Las entidades no sujetas a una normativa específica (religiosas, profesionales, deportivas, etc,) y que son la mayoría de las participantes en este estudio - investigación han debido proceder al correspondiente trámite administrativo ante el registro de asociaciones autonómico para adaptar sus estatutos a la Ley en vigor. Aquellas que no han efectuado este requisito administrativo han perdido su reconocimiento como entidad, es decir, jurídicamente pueden tener problemas de reconocimiento.

Nº 6 - Comunicación de cambios estatutarios y directivos a los registros oficiales NO HA HABIDO CAMBIOS: 5 %

NO SABE / NO CONTESTA:

10 %

Según la normativa de asociaciones deben comunicarse a los registros oficiales los NO: 15 % SI: 70 % cambios a nivel estatutarios y las renovaciones de los equipos directivos. Aparte de ser preceptivo, la actualización de estos aspectos facilita la comunicación entre las administraciones y las entidades y permite reconocer a la representación actual de las asociaciones para que se pueda actuar en su nombre. Los datos nos informan que un 70 % de las entidades suelen actuar correctamente, frente al 15 % que afirma que no y un 10 % que no ha manifestado respuesta alguna ante esta cuestión.

Nº 7 - Responsabilidad de la representación de la entidad Las relaciones externas son un capítulo muy importante de cualquier entidad ciudadana que aspire a tener una correcta y eficaz interrelación con su entorno, tanto a nivel institucional, social o interasociativa. Por ello, es importante mantener una estabilidad en la figura que representa a la entidad. El gráfico nos indica como es asumido este asunto entre las entidades entrevistadas.

CUALQUIER SOCIO QUE ESTÉ DISPONIBLE.: 4 %

EL PRESIDENTE.: 55 UN MIEMBRO DE LA JUNTA DIRECTIVA EN FUNCIÓN DE LA DISPONIBILIDAD.: 41 %

27

%

Nº 8 - Presupuestos de las entidades DEPENDE DE LOS INGRESOS DEL AÑO: MÁS DE 6000 €:

29 %

ENTRE 2001 Y 5000 €: MENOS DE 2000 €: NO SABE / NO CONTESTA:

16 %

28 %

20 %

7%

Los recursos económicos son un elemento crucial para cualquier organización y su disponibilidad y volumen suelen ser determinantes junto con otros factores de las capacidades de acción de las entidades. Las realidades financieras que nos hemos encontrado en las distintas entrevistas realizadas han sido muy dispares con presupuestos enormemente diferenciados de unas entidades a otras y que suele estar condicionada por la consolidación de la entidad (mayores recursos económicos) frente a las que están en una etapa inicial, de crisis o por consolidar el proyecto asociativo (menos recursos económicos). Desde menos de 1000 € que aseguran disponer como presupuesto anual algunas entidades, hasta decenas de miles que otras afirman.

Nº 9 - Origen de los ingresos financieros a) APORTACIONES DE LOS SOCIOS NO SABE / NO CONTESTA:

7%

Con respecto a esta fuente de financiación que es la que está presente en un mayor número de entidades, podemos indicar que posee una posición en el conjunto de los recursos económicos bastante desigual entre las entidades estudiadas, TIENEN CUOTAS DE SOCIOS: 77 % convirtiéndose para algunas en el principal aporte económico y, para otras, no supone aportación alguna ya que los socios no contribuyen económicamente al sustento de la entidad. También presenta disparidad con respecto a otras fuentes de ingresos en su contribución a la totalidad de los recursos financieros disponibles. Asimismo, mientras en algunas este concepto no aporta dinero alguno, en otras constituye la única fuente de recursos económicos (especialmente AMPAS). Para el 36 % de las entidades encuestadas supone la principal fuente de ingresos (más del 50 %) mientras que para el 26 %, las cuotas de los asociados, no superan el 25 % del total de los ingresos financieros. Finalizando esta primera revisión de la contribución de los socios a la economía de sus organizaciones, podemos comentar que para el 41 % de las entidades la mayoría de sus ingresos provienen de otras fuentes de financiación. NO TIENEN CUOTAS DE SOCIOS: 16 %

b) SUBVENCIONES DE ORIGEN MUNICIPAL NO SABE / NO CONTESTA:

7%

NO RECIBEN SUBVENCIONES DEL AYTO.: 33 % RECIBEN SUBVENCIONES DEL AYTO.:

28

60 %

Para el 11 % de las entidades las subvenciones que otorga el ayuntamiento es la principal fuente de ingresos superando el 50 % de la totalidad del dinero que disponen anualmente. Esta fuente de financiación externa se presenta con bastante disparidad (según manifiestan entre el 1 % y el 90 % del total de ingresos). A pesar de esto, si calculamos la media de las aportaciones municipales del 60 % de las organizaciones que manifiestan recibir estas subvenciones en relación a su presupuesto es del 25 % del total. Destacar de estos datos la existencia de ese 33 % que afirma no recibir dinero alguno de la Administración Local. c) SUBVENCIONES DE OTRAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS NO SABE / NO CONTESTA:

RECIBEN SUBVENCIONES DE OTRAS ADMINISTRACIONES: 25

7%

%

Al igual que las fuentes de financiación descritas anteriormente, la existencia de subvenciones de otras Administraciones Públicas también se presentan distribuidas de manera bastante desigual en el conjunto de entidades estudiadas con datos que van desde el 3 % al 99 % de la totalidad del dinero que disponen.

NO RECIBEN ESTE TIPO DE SUBVENCIONES: 68 %

El 14 % de las encuestadas nos indican que esta fuente representa el principal aporte financiero de su presupuesto (más del 50 %), superando para cuatro de ellas el 65 % del total de ingresos. Como muestra el gráfico la mayoría (68 %) no recibe dinero desde esta fuente de financiación. Más adelante, comentaremos los riesgos que supone no tener una adecuada diversificación de los ingresos y la dependencia inherente al disponer de una única fuente de financiación o representar ésta porcentajes excesivamente elevados del presupuesto asociativo, d) DONACIONES DE PARTICULARES O EMPRESAS OBTIENEN INGRESOS DE ESTAS FUENTES: 23 %

Como en el apartado anterior este tipo de ingresos no son habituales en las formas de financiación a la que recurren las entidades entrevistadas. Sólo el 23 % asegura obtener dinero a través de las donaciones y sus aportaciones al presupuesto anual suponen para el 5 % el principal ingreso de su tesorería (más del 50 %). Para un 18 % la aportación por esta vía no supera el 30 % (en la mayoría oscila entre el

NO SABE / NO CONTESTA: 7

%

NO OBTIENEN INGRESOS DE ESTAS FUENTES: 70 %

10 y el 20 % del total de sus ingresos).

Son las hermandades el grupo de entidades que más recurren a este tipo de recurso financiero. e) INGRESOS DEL BAR U OTROS SERVICIOS QUE GENERAN INGRESOS NO SABE / NO CONTESTA: 7

%

OBTIENEN INGRESOS DE ESTAS FUENTES: 25 %

NO OBTIENEN INGRESOS DE ESTAS FUENTES: 68 %

29

Tampoco este medio de obtención de recursos económicos es muy utilizado, ya que sólo el 25 % asegura conseguir dinero por esta vía. También los

porcentajes

con respecto a la totalidad presupuestada anualmente varían ostensiblemente (desde el 5 y el 44 %) y para el 55 % de las entidades que manifiestan recibir este tipo de ingresos no suponen más del 10 % del dinero que disponen. f) OTRAS FUENTES DE INGRESOS NO SABE / NO CONTESTA:

7%

OBTIENEN INGRESOS:

34 %

Estas fuentes de ingresos es la tercera más utilizada después de las cuotas de socios y las subvenciones municipales, aunque su aportación porcentual suele ser bastante más escasa (entre un 15 y el 25 de media).

El origen de estos recursos suele ser los ingresos de las máquinas tragaperras instaladas en las sedes, la venta de papeletas, rifas y loterías. NO OBTIENEN INGRESOS:

59 %

Nº 10 - IMPORTES DE LAS CUOTAS DE SOCIOS DE 20 A 30 €: : DE 10 A 20 €:

Los datos presentados corresponden al 77 % de las entidades que afirman que los socios contribuyen económicamente con un carácter periódico

8%

5%

DE 5 A10 €:

6%

DE 3 A 5 €:

6%

DE 1 A 3 €:

Como se observa el 75 % tiene establecido una cantidad que oscila entre uno y tres €. Las cantidades de mayor cuantía

75 %

corresponden a períodos de abono más amplios (normalmente anuales).

Nº 11 - PERIODICIDAD DE LAS CUOTAS DE SOCIOS En este gráfico observamos los tiempos de abono de las cuotas y la ANUAL: 22 % mayoría (73 %) tiene establecidos pagos mensuales. Son las AMPAS y algunas hermandades las que suelen tener periodicidad anual. En estos casos, como indicamos anteriormente, corresponden con las cantidades de abono más altas.

MENSUAL:

TRIMESTRAL: 5

%

73 %

Nº 12 - SISTEMA EMPLEADO PARA EL COBRO DE CUOTAS EN LA SEDE:

COBRO A DOMICILIO:

55 %

DOMICILIACIÓN BANCARIA:

16 % 30

29 %

Las fórmulas empleadas se limitan a las tres que aparecen señaladas y en algunos casos ofrecen más de una opción para el abono. La elección de una u otra depende de las posibilidades, características y hábitos establecidos.

Nº 12 - ÍNDICE DE MOROSIDAD EN EL COBRO DE CUOTAS ALTO:

MEDIO:

18 % La eficiencia en la recaudación de estos recursos económicos se presenta en distintos niveles en el conjunto de las organizaciones estudiadas.

16 %

66 %

Una mayoría (66 %) afirma que el nivel de cuotas impagadas es bajo frente a un 18 % que lo califica de alto. En un estado intermedio queda un 16 % que lo define de medio o normal, sin que podemos interpretar detalladamente el concepto exacto acerca de esta opinión. Tampoco hemos recabado estimaciones que nos permitan conocer el volumen de recursos económicos no obtenidos. En la siguiente cuestión abordamos de manera parcial este tema. BAJO:

Nº 13 - EFECTOS DE LA MOROSIDAD DE CUOTAS SOBRE LA ECONOMÍA ASOCIATIVA Un 18 % considera que las cuotas impagadas crean dificultades a la viabilidad financiera de la entidad. En contraste, un 82 % afirma que este hecho no causa problemas serios.

SERIAMENTE: BASTANTE:

3%

15 %

Para la habitual escases de recursos económicos que padecen las entidades NO DEMASIADO: 82 % sociales, cualquier pérdida en su capacidad para obtener ingresos puede limitar sus posibilidades de actuación que, aunque no ponga en riesgo su viabilidad, si puede afectar a su capacidad para generar iniciativas y actuaciones.

Nº 14 - EVOLUCIÓN DE LOS RECURSOS ECONÓMICOS NO SABE / NO CONTESTA:

5% La interpretación de los datos que nos han proporcionado referente a cómo han ido cambiando los recursos financieros nos ha dado los siguientes resultados:

PERMANECEN PRÁCTICAMENTE IGUAL: 33 %

Un 55 % asevera que éstos han crecido, mientras que un 33 % HAN CRECIDO: 55 % nos indica que la situación no ha cambiado. Estos son los dos grupos dominantes en esta cuestión. En otras circunstancias queda un 7 % que afirma que han descendido y un grupo que representa al 5% que no ha proporcionado ninguna información.

HAN DESCENDIDO:

7%

Aunque la mayoría refleja una evolución en su capacidad de obtención de recursos económicos, que debe ser lo normal en el proceso asociativo, para un porcentaje muy destacado (40 %) no ha habido progresos en este aspecto, lo que denota que no se han desarrollado habilidades para mejorar las condiciones económicas de las entidades referidas.

31

Nº 15 - ESTIMACIÓN DE LA DISTRIBUCIÓN DEL CAPÍTULO DE GASTOS DE LAS ENTIDADES En primer lugar, antes de abordar los resultados de este aspecto de la economía asociativa, tenemos que indicar que los datos proporcionados corresponden al 80 % de las entidades entrevistadas. Un 20 % no ha dado respuesta a esta cuestión, no sabemos si por cierto desconocimiento de la situación financiera de su propia entidad, o bien han optado por no pronunciarse sobre este apartado. a) GASTOS CORRIENTES

El concepto de gastos corrientes hace referencia a los suministros, mantenimiento, materiales de uso habitual, alquileres, etc. Estos gastos son continuos y habitualmente sufren pocas variaciones.

NO SABE / NO CONTESTA:

20 %

NO EMPLEA RECURSOS ECONÓMICOS A ESTE TIPO DE GASTO: 23 %

DESTINA RECURSOS Un 57 % del total de ECONÓMICOS A ESTE entidades entrevistadas afirma TIPO DE GASTO: 57 % tener este tipo de gastos que están relacionados especialmente con el local y que tienen muy distintos porcentajes en el total de la distribución del gasto asociativo. Si establecemos un gasto medio de esta partida del presupuesto, asciende al 24 % del total, oscilando desde el 1 hasta el 70 % según las informaciones aportadas. Para un 12 % de las entidades que declaran destinar recursos a los gastos corrientes, supone el principal gasto de su presupuesto, mientras que para un 48 % le supone menos del 15 % de su disponibilidad financiera y un 40 % se sitúa entre el 15 y el 50 % del total del gasto.

b) GASTOS DESTINADOS AL DESARROLLO DE ACTIVIDADES Y SERVICIOS NO SABE / NO CONTESTA:

Es el capítulo de gastos de mayor volumen global y lo efectúan todas las entidades entrevistadas y que han respondido a esta cuestión.

20 %

Las dimensiones del gasto son también dispares, oscilando , DESTINA RECURSOS ECONÓMICOS entre el 10 y el 100 % de los recursos A ESTE TIPO DE GASTOS: 80 % económicos. Si calculamos el gasto medio, correspondería al 49 % de los presupuestos asociativos. El 31 % de las que han indicado que dedican recursos a este capítulo, manifiesta que supone más del 80 % de los recursos financieros disponibles y para el 63 % es el gasto de mayor volumen (supera el 50 %), suponiendo para el 37 % menos del 50 % del total de medios económicos. c) GASTOS DE PERSONAL NO DESTINA RECURSOS ECONÓMICOS A ESTE TIPO DE GASTO: 46 %

NO SABE / NO CONTESTA:

DESTINA RECURSOS ECONÓMICOS A ESTE TIPO DE GASTO: 34 %

20 % 32

E l 34 % de las entidades entrevistadas que nos ha informado de su estimación en la distribución del gasto asociativo, manifiesta que dedican fondos a este capítulo. Esto significa que hay personas que prestan determinados servicios remunerados a las entidades y que los más frecuentes son labores de mantenimiento de instalaciones o del

entorno, servicios de orientación, información o asesoramiento destinados a los socios, usuarios o a la propia asociación; monitores de talleres, atención al bar de la entidad, cobrador de las cuotas o reparto de información. Los porcentajes de gastos oscilan entre el 5 y el 50 % del total de recursos disponibles de estas entidades. Si calculamos la media de ese tipo de gastos, alcanza el 22 % de la totalidad disponible y otros datos de interés pueden ser que el 41 % destina menos del 15 % de sus recursos económicos a este aspecto y el 59 % destina más del 15 %. d) GASTOS DE ADQUISICIÓN DE RECURSOS Y EQUIPAMIENTOS

El 45 % de las entidades que nos ha proporcionado esta información declara que invierten en la adquisición de recursos técnicos y equipamientos, mientras que el 35 % no menciona la existencia de este tipo de gastos en su estimación.

NO SABE / NO CONTESTA: 20

%

DESTINA RECURSOS ECONÓMICOS A ESTE TIPO DE GASTO: 45 %

NO DESTINA RECURSOS ECONÓMICOS A ESTE TIPO DE GASTO: 35 %

Esta inversión oscila en volumen desde el 5 % de algunas respuestas hasta el 90 % en un sólo caso. Si buscamos porcentajes medios, alcanzan el 21 % del total del gastos para estas entidades. Sólo el 10 % de las entidades manifiestan que este capítulo es el más elevado de la totalidad de sus gastos (más del 50 %). Para el 65 % no supera el 20 % del presupuesto de gastos y para el 25 % estas inversiones no supera el 30 %. e) OTROS GASTOS

NO DESTINA RECURSOS ECONÓMICOS A ESTE TIPO DE GASTO: 67 %

DESTINA RECURSOS ECONÓMICOS A ESTE TIPO DE GASTO: 13 %

NO SABE / NO CONTESTA:

20 %

La presencia de este apartado en el cuestionario obedece a determinar unos porcentajes de gastos que no estaban recogidos en las anteriores cuestiones y que atienden a conceptos tales como gastos de gestión, financieros, compra de enseres y materiales para actividades, compensaciones económicas a socios, etc.

Nº 16 - CALIFICACIÓN DE LOS RECURSOS FINANCIEROS NO SABE / NO CONTESTA:

5%

La valoración de los medios económicos de que disponen contrasta entre el 25 % que parece estar satisfecho con los recursos y un 70 % que los considera insuficiente. En este tema existe una situación de cierta relatividad, pues en función de las necesidades de financiación, los proyectos que

LOS CONSIDERA INSUFICIENTES:

33

LOS CONSIDERA SUFICIENTES: 25

70 %

%

se estén realizando, las expectativas de nuevas actuaciones, los compromisos que tengan asumidos, los gastos ineludibles, etc, pueden ser entendidos como suficientes o insuficientes. En definitiva, los factores que determinan esta calificación son variables en función de la situación de la entidad.

Nº 17 - PRIORIDADES DE INVERSIONES GASTOS EN PERSONAL PARA UN MEJOR FUNCIONAMIENTO: 13 % MÁS PROPUESTAS Y SERVICIOS PARA EL BARRIO O EL SECTOR SOCIAL: 22 % MEJORA DE LAS INFRAESTRUCTURAS Y EQUIPAMIENTOS: 26 % ACTIVIDADES Y SERVICIOS PARA LOS SOCIOS: 32 % OTROS CONCEPTOS (no contemplados en las otras opciones): 7 %

Esta cuestión se formuló para que los entrevistados expusieran las tendencias de destino de los recursos económicos en el caso de que dispusieran de un considerable incremento de los medios financieros. El 32 % se ha inclinado por potenciar las actividades y servicios que la entidad ofrece a sus asociados. En segundo lugar, la opción con más apoyos ha sido la de mejorar los medios materiales (especialmente los equipamientos y la sede social). Ocupando la tercera posición, con un carácter más comprometido con el entorno social, la opción referida a inversiones destinadas a los campos de actuación y, en último lugar, de las opciones que se han señalado figura el interés en mejorar el funcionamiento interno a través de una mayor presencia de personas colaboradoras.

Nº 18 - Situación de la documentación contable NO SABE / NO CONTESTA:

7%

MANIFIESTA QUE ESTÁ ACTUALIZADA:

Las respuestas se han inclinado casi con absoluta mayoría hacia un estado de actualización y corrección adecuado de la documentación que refleja la situación contable de la entidad. Llevar las cuentas al día, aparte de ser preceptivo legalmente, evita muchos problemas y nos permite tener una visión más exacta de la situación económica en todo momento.

93 %

34

BLOQUE 6 .- LOS RECURSOS MATERIALES E INFRAESTRUCTURAS Nº 1 - Disponibilidad de sede social propia NO DISPONEN:

14 %

Esta cuestión ha sido contestada favorablemente por el 84 % de los entrevistados que asegura disponer de sede social propia. Un 14 % está en la situación adversa y no cuenta con un espacio propio para su funcionamiento asociativo. DISPONEN DE SEDE SOCIAL PROPIA: 86 % Esta carencia es uno de los factores que más afectan al desarrollo de cualquier proyecto asociativo y su persistencia en el tiempo suele abocar al fracaso de las intenciones de consolidación de la iniciativa. Más adelante incidiremos con más detenimiento en este tema.

Nº 2 - Estado de la sede social propia NECESITA MEJORAS URGENTES: NECESITA MEJORAS:

Los datos que presentamos corresponde al 86 % de entidades que ha manifestado que poseen sede social propia.

5%

32 %

EL ESTADO DEL LOCAL ES ACEPTABLE:

63 %

La pregunta iba dirigida a conocer las condiciones de habitabilidad y funcionalidad en que se encuentran las sedes.

La mayoría afirma que su estado es aceptable (63 %) lo que supone cierto grado de satisfacción con respecto a las posibilidades que presentan para el buen desarrollo de la vida asociativa. En sentido contrario se manifiesta el 32 %, indicando que son necesarias actuaciones de mejoras del local. Finalmente, un 5 % reconoce que su sede necesita con urgencia acometer obras.

Nº 3 - Situación patrimonial del local

PROPIEDAD DE LA ENTIDAD:

CEDIDO POR OTRA ENTIDAD O PARTICULAR: 32 %

16 %

ALQUILADO:

CEDIDO POR EL AYUNTAMIENTO:

13 %

39 %

La sección más amplia del gráfico (39 %) acoge al grupo de entidades que ocupan como sede social un local de propiedad municipal cedido para su uso. El siguiente grupo más numeroso (32 %) esta formado por organizaciones cuya sede es fruto de una cesión de una institución o un particular. Un 16 % es propietario de su propia sede social y un 13 % de los entrevistados afirma que tiene en alquiler el local que utilizan.

35

Nº 4 - Años de inauguración de las sedes sociales Posteriores al año 2000:

14 % Entre 1996 - 2000:

Entre 1991 - 1995:

19 %

Entre 1981 - 1990: Entre 1970 - 1980:

30 %

21 %

5%

No sabe / No contesta:

11 %

Constatamos como en las dos décadas que van desde los ochenta hasta el dos mil son el período donde se han puesto en funcionamiento más sedes (70 %) coincidiendo en gran parte con la época más fructífera en cuanto a constitución de entidades. Esto nos indica que, desde las etapas iniciales, la mayoría de las organizaciones ya disponía de espacio propio. Podemos observar un destacado porcentaje (11 %) que no ha respondido a esta cuestión. Esta actitud, que se ha repetido en otras ocasiones, nos hace pensar en la existencia de cierto estado de desconexión y falta de información entre las actuales directivas y períodos anteriores de sus entidades.

Nº 5 - Calificación de las condiciones del local en relación a las necesidades de la entidad La interpretación de los datos nos indica que existe un elevado grado de satisfacción hacia las instalaciones que poseen en relación a la funcionalidad de éstas, Sumando el 42 % que las considera buenas al 26 % que las considera suficientes, LAS CONSIDERA SUFICIENTES: 26 % obtenemos un 68 % de entidades que las consideran aptas para sus finalidades a las instalaciones que utilizan. En menor proporción, pero nada desdeñable (29 %), se presenta el grupo que afirma que no son adecuadas y por lo tanto reconoce ciertas limitaciones en cuanto a los niveles de funcionalidad que condiciona el espacio físico donde realizan su labor asociativa. LAS CONSIDERA BUENAS: 42 %

NO SABE / NO CONTESTA: 3

%

LAS CONSIDERA NO ADECUADAS: 29 %

Nº 6 - Dimensiones del local MÁS DE 50 M2: 11 % MÁS DE 100 M2: El grupo más relevante, en 45 % cuanto a las dimensiones de las infraestructuras asociativas. lo MENOS DE componen aquellas entidades que 50 M2: 26 % disponen de un espacio propio superior a los 100 mts. cuadrados y que acoge a un importante conjunto de MÁS DE 75 M2: 18 % organizaciones cuya sede supera con creces esta cifra. Seguidamente figuran entidades que manifiestan que disponen de un local inferior a 50 mts cuadrados con un 26 % y, a continuación, los que usan un espacio comprendido entre 75 y 100 mts. Finalmente un 11 % que declara que su sede tiene unas dimensiones comprendidas entre 50 y 75 mts.

36

Nº 7 - Consideración sobre el mobiliario y equipamiento de la entidad NO DISPONEN DE NADA:

13 % NO LO CONSIDERA ADECUADO:

48 %

LO CONSIDERA ADECUADO:

39 %

En este apartado del estudio hemos recuperado a aquellas entidades que han manifestado que no disponen de sede social, pero sí cabía la posibilidad de que tuvieran ciertos equipamientos y otros recurso materiales.

El porcentaje más alto se inclina hacia aquellos colectivos sociales que no considera adecuado los medios materiales de que disponen (48 %), frente a los que manifiestan que lo consideran adecuado (39 %). Finalmente, aparece un grupo donde se encuentran la gran mayoría de las entidades que no poseen sede social propia y que afirma que no disponen de este tipo de recursos (13 %).

Nº 8 - Disponibilidad de equipamiento informático NO SABE / NO CONTESTA: 5 %

NO PERTENECE A LA ENTIDAD: 5 %

En la actualidad contar con un equipamiento informático es un requisito SI: 47 % indispensable para la gestión administrativa y NO: 43 % contable de cualquier entidad sin ánimo de lucro. También es un recurso imprescindible para mejorar la comunicación e información, tanto interna como externa y para multitud de aspectos funcionales y operativos de cualquier organización. El análisis de los datos obtenidos en las respuestas de los entrevistados nos indica que menos de la mitad de las entidades poseen dicho equipamiento (47 %). Un 43 % nos indica que no disponen de este recurso y un 5 % que afirma que el que utilizan no es propiedad de la entidad. Otro 5 % no se ha manifestado al efecto.

Nº 9 - Necesidades de recursos materiales y equipamientos TODAS LAS NECESIDADES: COMUNICACIÓN (TELF., INTERNET): EQUIPOS DE IMAGEN, AUDIO, VIDEO: CLIMATIZACIÓN: MOBILIARIO:

21 %

4% 3%

6%

7% EQUIPAMIENTO INFORMÁTICO:

17 %

MEJORAS, REFORMAS O AMPLIACIÓN DEL LOCAL:

8%

NO SABE / NO CONTESTA:

37

34 %

Las primeras conclusiones, que en un principio pueden parecer desconcertantes, van orientadas hacia el alto grado de entrevistados que no se han pronunciado sobre esta cuestión: En relación al resto de opiniones obtenidas, destaca el grupo que afirma que en el capítulo de recursos materiales sus necesidades son abundantes (21 %), seguidas por las referidas al equipamiento informático (17 %) y, a continuación, las relacionadas con obras de mejora en la sede, mobiliario, climatización, teléfono - internet y equipos de audio y video. Todos estos con pequeños porcentajes y por el orden descrito.

BLOQUE 7 .- ACTIVIDAD Y FUNCIONAMIENTO Nº 1 - Actividad habitual en la sede Datos del 86 % de entidades que afirma disponer de sede social propia LA ACTIVIDAD SE CENTRA ESPECIALMENTE EN EL BAR:

8%

PLANIFICACIÓN O DESARROLLO DE ACTIVIDADES: SÓLO HAY ACTIVIDAD CUANDO HAY ASUNTOS QUE TRATAR:

15 %

3%

EXISTEN TALLERES DE OCIO Y/O FORMACIÓN EN EL LOCAL: 19 % PRINCIPALMENTE SE REALIZAN ACTIVIDADES RECREATIVAS Y DE ENTRETENIMIENTO: 20 % FUNCIONA COMO ESPACIO DE ENCUENTRO Y OCIO ENTRE LOS ASOCIADOS: 27 % OTRAS ACTIVIDADES:

8%

Los datos que nos aportan las diferentes respuestas de los entrevistados con respecto a lo que ocurre habitualmente en el espacio asociativo, nos indican que las sedes funcionan habitualmente como lugar de encuentro y ocio entre los asociados, donde las actividades recreativas y de entretenimiento, acompañadas del servicio de bar suponen el 55 % de la actividad cotidiana de las entidades en su conjunto. A continuación, nos encontramos con un 19 % de su funcionamiento que va dirigido al desarrollo de talleres de ocio, creativos o de mejora personal. Seguidamente un 15 % a la planificación y organización de la programación de actividades o servicios. Un 8 % a otras actividades sin determinar y, para finalizar esta cuestión, un minoritario 3 % que afirma que sólo tiene actividad cuando hay asuntos que tratar. Este análisis se ha realizado de manera global, puesto que la formulación de la pregunta se exponía acompañada de una relación de determinadas opciones de posibles actividades que habitualmente se realizan en las entidades y su cometido era hallar la proporción de estas opciones en la dinámica cotidiana del conjunto de entidades estudiadas.

38

Nº 2 - Últimas actividades realizadas ACTIVIDADES DE CARÁCTER SOCIAL Y / O SOLIDARIAS: ACTIVIDADES DEPORTIVAS

2%

4%

ACTIVIDADES DE CARÁCTER EDUCATIVO O DIRIGIDAS A LA INFANCIA:

5%

ACTIVIDADES DE CARÁCTER INTERNO:, REUNIONES, ASAMBLEAS, ETC.:

8%

ACTIVIDADES DE FORMACIÓN, CREATIVAS O MEJORA PERSONAL: ACTIVIDADES DE OCIO Y ENTRETENIMIENTO: ACTIVIDADES CULTURALES:

13 %

12 %

13 %

CELEBRACIONES Y ACTIVIDADES LÚDICAS:

16 %

VIAJES, VISITAS Y EXCURSIONES: 31

%

Las actividades que nos han descrito correspondían a las tres últimas actuaciones que cada entidad ha realizado. Los datos transmitidos los hemos agrupado estableciendo criterios de similitud en sus características y naturaleza, procesando a continuación las reiteraciones que iban apareciendo. Sus resultados son los siguientes: Los viajes, excursiones y visitas de carácter lúdico o de ocio han sido la actividad más reiterada con un 31 % del total expresado en los cuestionarios. En segundo lugar, aparecen las celebraciones lúdicas y festivas que alcanzan el 16 %, seguida de las actividades culturales (semanas culturales, conferencias, actuaciones musicales, concursos, viajes, etc. ) con un13 % del total. A continuación, las actividades de formación con carácter creativo o de mejora personal con un 13 %, continuada por las actividades dirigidas al ocio y al entretenimiento que han alcanzado un 12 %. Con menor incidencia se presentan otras actividades que remitimos a la observación del correspondiente gráfico.

Nº 3 - Planificación de actuaciones SÓLO EN FECHAS PREVIAS A SU EJECUCIÓN: DE DOS A TRES MESES ANTES DE SU REALIZACIÓN:

20 %

11 %

A PRINCIPIOS DEL AÑO EN CURSO: A FINALES DEL AÑO ANTERIOR: NO SABE / NO CONTESTA:

39 %

25 %

5%

La información obtenida nos indica que un 64 % de los entrevistados asegura que efectúan algún tipo de planificación de la actividad asociativa, siendo el grupo que efectúa estas labores a principio de año el más amplio con un 39 %. Completando este grupo existe un 25 % que afirma realizar la planificación a finales del año anterior. En el otro sentido, figuran otros dos grupos encabezados por los que nos indican que atienden a las distintas actividades que realizan en fechas próximas a su realización y que suman un 20 % de los entrevistados y a continuación, con un 11 %, los que manifiestan que asumen esta tarea en los dos o tres meses previos. 39

Nº 4 - Responsables de la planifIcación UN GRUPO DE SOCIOS DESIGNADOS : NO SABE / NO CONTESTA : EL PRESIDENTE :

5%

7%

9% LA JUNTA DIRECTIVA :

PERSONAS AJENAS A LA ENTIDAD:

77 %

2%

Con una considerable mayoría (77 %) es el equipo directivo el responsable de las labores de planificación y programación de las entidades participantes en el estudio. Un 9 % afirma que este trabajo recae sobre el cargo de mayor responsabilidad y, un 5 %, la realiza un grupo de socios nombrado al efecto. Con una porción mínima (2 %) figura la opción que manifiesta que son personas ajenas a la entidad las responsables de este trabajo.

Nº 5 - Destinatarios habituales de las actividades y servicios : SOCIOS Y FAMILIARES:

35 %

ABIERTAS A TODO AQUEL QUE LO DESEE: : EXCLUSIVAMENTE A SOCIOS:

17 %

AL ÁMBITO TERRITORIAL O SECTORIAL DE ACTUACIÓN: DEPENDE DEL CARÁCTER DE LAS MISMAS: NO SABE / NO CONTESTA:

28 %

11 %

5%

4%

Los destinatarios habituales de las actuaciones de las entidades lo forman, en primer lugar, los socios y sus familiares con un 35 % del total de afirmaciones, que sumados a un 17 % que manifiesta que sus únicos destinatarios son los socios, nos da un grupo de organizaciones que corresponde al 52 % de las entrevistadas y que dirigen sus esfuerzos exclusivamente hacia los socios y en ocasiones también a sus familiares. Un 28 % manifiesta que sus propuestas están abiertas a todo el que desee participar y otro grupo de entrevistados nos indica que están destinadas a los sectores o a los espacios físicos que tienen establecidos como ámbitos de actuación. Con porcentajes bajos aparecen los que diversifican sus destinatarios en función de la actuación (5 %) y los que no se pronuncian (4 %).

Nº 6 - Actividades más demandadas por los socios DEPORTIVAS:

7% CULTURALES:

13 %

GASTRONÓMICAS:

13 %

FORMATIVAS Y EDUCATIVAS: LÚDICAS Y FESTIVAS:

14 %

15 %

DE ENTRETENIMIENTO Y RECREATIVAS:

16 %

VIAJES Y EXCURSIONES:

40

22 %

Coincidiendo con la cuestión nª 51 que hacía referencia a las últimas actividades realizadas, la opción viajes y excursiones figura en primer lugar de las demandas de los asociados con un 22 %. En segundo lugar, los intereses se inclinan a las actividades de carácter recreativo y de entretenimiento que alcanza un 16 %. Un punto menos (15 %) se le ha otorgado a los actos lúdicos y festivos, al que le sigue, las actividades formativas y educativas con un 14 %. Las actuaciones relacionadas con actos gastronómicos y las de carácter cultural han contado cada una con un 13 % del total de opiniones que hemos recopilado y, en último lugar, con un 7 % son las deportivas. Una primera conclusión, realizando algunas agrupaciones de las distintas tipologías de las actividades, nos ofrecería unos datos más globales sobre esta cuestión, como por ejemplo, que las actividades más demandadas por el conjunto de los asociados son aquellas que están relacionadas con el entretenimiento y la diversión que alcanzan un 66 % de las demandas más habituales de los asociados.

Nº 7 - Financiación de las actividades y servicios CON LOS RECURSOS PROPIOS DE LA ASOCIACIÓN: 42 % CADA PARTICIPANTE APORTA LO QUE LE CORRESPONDE : CON SUBVENCIONES DEL AYUNTAMIENTO: CON SUBVENCIONES DE OTRAS ADMINISTRACIONES: OTROS MEDIOS:

21 %

21 %

11 %

5%

Un 42 % es el que describe que el origen de los medios económicos más empleado para financiar las actividades y servicios asociativos parten de los propios recursos de la entidad. A continuación, las contribuciones de cada participante con un 21 %, al igual que los procedentes de subvenciones municipales con el mismo porcentaje. Un 11 % declara que proceden de otras administraciones públicas y un 5 % utiliza otros medios de financiación sin determinar su origen para atender a estos gastos.

Nº 8 - Medios de información interna utilizados ALGÚN TIPO DE PUBLICACIÓN:

10 %

REUNIONES INFORMATIVAS:

13 %

VERBALMENTE DE MANERA PERSONAL:

14 %

CARTELES POR EL ENTORNO DE LA SEDE:

17 %

A TRAVÉS DE COMUNICADOS A SUS DOMICILIOS: 18 % TABLONES DE ANUNCIOS EN LA SEDE : 22 % OTROS MEDIOS:

6%

Esta pregunta iba dirigida a conocer los distintos canales y recursos informativos que se emplean para mantener informados a los asociados de toda la actividad asociativa. El medio más utilizado son los tablones de anuncios de las propias sedes con un 22 % del total de los datos obtenidos, seguido por el envió de comunicados a los domicilios de los asociados que alcanza un 18 %. Muy próximo a este porcentaje (17 %) se encuentran las 41

afirmaciones referidas a la colocación de carteles informativos por el entorno de la sede. Con un 14 % las que manifestaban que la comunicación se efectuaba de manera personal directamente a los destinatarios y con un 13 % le sigue las reuniones informativas. Corresponden al 10 % aquellas declaraciones que indican que editan algún tipo de publicación y son un 6 % las referidas a otros medios de comunicación que no se determinan.

Nº 9 - Valoración de la información interna CONSIDERA QUE LOS SOCIOS POSEEN UNA INFORMACIÓN DEFICIENTE: 14 %

Las valoraciones predominantes sobre el nivel de información que sobre la entidad CONSIDERA QUE LA poseen los socios son, las que la INFORMACIÓN QUE POSEEN califican de suficiente con una ES SUFICIENTE: 86 % opinión que alcanza el 86 % de las respuestas obtenidas, por un 14 % que opina que la información de que disponen los asociados sobre la organización a la que están inscritos es deficiente.

Nº 10 - Medios técnicos de comunicación Por supuesto estos datos corresponden al 86 % de las entidades que afirman poseer una sede social propia

Disponen de teléfono fijo en la sede: 64 %

No disponen de teléfono fijo en la sede: 36 %

FA X

Disponen de fax: 16 %

NO O ÉF L TE

JO FI

Disponen de correo electrónico: 25 %

No tienen fax: 84 %

P. W EB

M E-

L AI

No disponen de correo electrónico: 75 %

Disponen de página web: 7 %

No disiponen de Página web: 93 %

Sin medios Disponen de algún medio de contacto propio: 70 %

42

No disponen de ningún medio de contacto propio de la entidad: 30 %

En el estudio no se han recogido las conexiones a internet que existen, pero por referencias indirectas tenemos información de que son bastante escasas las entidades que disponen de éstas. También sabemos que desde el Ayto. se ha iniciado un programa destinado a dotar de conexiones de banda ancha a la asociaciones, sin que podamos determinar los criterios que se están siguiendo en su aplicación, ni el alcance en relación al conjunto de entidades.

BLOQUE 8 .- RELACIONES EXTERNAS Nº 1 - Conocimiento de las entidades del entorno NO LAS CONOCE:

Por los datos que refleja el gráfico, el conjunto de las entidades entrevistadas presenta un conocimiento casi general de las organizaciones ubicadas en su entorno y también a gran parte de las del resto del municipio,

CONOCE A TODAS:

7%

93 %

Nº 2 - Relaciones con otras entidades NO SABE / NO CONTESTA: 5

%

NUNCA HAN MANTENIDO RELACIONES: 20 %

La aproximación a la realidad asociativa que pretendemos conseguir con este estudio nos ha dado como resultado, en el aspecto de las relaciones entre entidades, que un 75 % han mantenido o mantienen relaciones con otros colectivos, frente a un 20 % que afirma que nunca han tenido relación alguna con otras.

MANTIENEN O HAN MANTENIDO RELACIONES: 75 %

Nº 3 - Realización de actividades destinadas al campo de actuación no dirigidas expresamente a los asociados

NO SABE / NO CONTESTA: 5

Este pregunta pretendía conocer a nivel básico la existencia de experiencias que implicaban cierta exteriorización de la actividad asociativa. Es decir, si había muestras de actuaciones dirigidas hacia los diversos campos de actuación más allá de los grupos de socios.

NO HAN REALIZADO ESTE TIPO DE ACTIVIDADES: 22

%

HAN REALIZADO, AL MENOS EN UNA OCASIÓN, ESTE TIPO DE ACTIVIDADES: 73 %

43

%

El 73 % de los entrevistados manifiesta que su entidad ha realizado alguna intervención dirigida al sector social o a la población del espacio territorial que conforma su campo de actuación. Por otra parte, un 22 % nos informa que su organización no ha desarrollado ninguna acción que no estuviera dirigida a sus socios. Figura también un 5 % de las entidades participantes que no comenta nada al respecto.

Nº 4.- Descripción de actividades realizadas y dirigidas al campo social de actuación Seguidamente a la anterior cuestión, se le planteaba a los entrevistados que habían manifestado que su entidad había realizado actuaciones dirigidas a su campo de actuación (73 % del total) que describiesen esas actividades que afirmaban haber realizado. Su análisis nos ha dado el siguiente resultado: - El 21 % no precisa qué actividades ha realizado - El 18 % actividades de carácter informativo y de sensibilización - El 16 % celebraciones y actividades lúdicas - El 9 % actuaciones de ayuda a desfavorecidos y solidarias - El 9 % actividades de carácter cultural - El 27 % restante se distribuía entre actuaciones reivindicativas, viajes, limpieza y mantenimiento del barrio, deportivas y de ocio

Nº 5 - Servicios y atenciones a personas ajenas a la entidad HABITUALMENTE: 32

%

NO SABE / NO CONTESTA: 2

%

La pregunta planteaba si acudían personas ajenas a la entidad para proponer iniciativas, solicitar información, mediación, exponer problemas o quejas A VECES: 43 % NUNCA: 23 % relacionados con el entorno o el sector. Se quería pulsar la receptividad y la vinculación de los colectivos con el entorno o personas del sector donde actúan. Las primeras conclusiones que hemos observado nos indican que un 43 % afirma que ocurre a veces. Un 32 % manifiesta que habitualmente y un 23 % informa que nunca acuden a ellos personas ajenas a la entidad con las intenciones descritas anteriormente.

Nº 6 - Realización de intervenciones dirigidas a conocer la realidad del campo de actuación

El conocimiento de la realidad que rodea a las organizaciones sociales y, especialmente, la que define a los espacios de actuación, tanto sociales como territoriales hacia donde de dirigen sus intervenciones, es fundamental para un funcionamiento eficaz y para la necesaria sintonía entre la acción asociativa y los objetivos y finalidades que fundamentan a la organización. 44

NO SABE / NO CONTESTA: 24

NO HAN REALIZADO NINGUNA: 41 %

HAN REALIZADO ALGUNA: 35 %

Según nos indica el gráfico resultante de los datos obtenidos, el 41 % de los encuestados nos informa que nunca han realizado ninguna acción destinada a conocer el entorno social o territorial donde actúa la entidad. El 35 % afirma que sí se ha actuado al respecto y un elevado 24 % ha decidido no pronunciarse sobre esta cuestión. Planteada una descripción de las actividades realizadas por ese 35 % que manifestaba haberlas realizado, se expusieron las siguientes 1- Encuestas y sondeos entre la población objetivo 2- Comunicación directa con personas perteneciente al sector de interés 3- Una propuesta dirigida a promover ideas para la mejora del entorno 4- Apartado en el boletín de la entidad destinado a sugerencias 5- Mesas informativas 6- Recogida de firmas para un fin reivindicativo También hubo varios casos que no contestaron a esta cuestión y otros cuya respuesta no se ajustaba a la información solicitada.

Nº 7 - Reconocimiento social de la entidad NO SE CONSIDERA RECONOCIDA SUFICIENTEMENTE: 18 %

SE CONSIDERA RECONOCIDA: 82

El reconocimiento social está íntimamente relacionado con una percepción positiva de la entidad y conlleva una valoración favorable de lo que representa, lo que refleja y lo que hace.

%

En este aspecto, los entrevistados han manifestado en un gran porcentaje (82 %) que las entidades que representan disfrutan de un reconocimiento social. En contraste a esta afirmación figura un grupo que representa al 18 % de la totalidad de organizaciones que indica que no son lo suficientemente reconocidas socialmente.

Nº 8 - Relaciones con el Ayuntamiento LAS CALIFICAN DESFAVORABLEMENTE: 9 MEJORABLES: 11

%

%

CORRECTAS: 16

% BUENAS: 62

NO MANTIENEN RELACIONES: 2

%

%

Dentro de las relaciones externas ocupan un lugar fundamental las administraciones públicas y , por razones evidentes, la local suele poseer un protagonismo destacado y así se manifiesta en los datos recabados. En relación al contexto de nuestro estudio, las relaciones Ayuntamiento-entidades sociales locales se presentan fundamentales para la gran mayoría de las organizaciones participantes de este trabajo. Estos son los resultados obtenidos: El 62 % de los encuestados declara que las relaciones que mantienen con la Corporación Local son buenas. Un 16 % afirma que son correctas, seguidas por un 11 % de las opiniones que afirman que son mejorables. Existe un 9 % de las entidades entrevistadas que las califica con términos de carácter desfavorable y un 2% que asegura que no mantienen ningún tipo de relaciones. 45

Nº 9 - Calificación de los servicios y prestaciones municipales

destinados a asociaciones OTRA CALIFICACIÓN NO FAVORABLE: ESCASOS:

7%

16 % ADECUADOS:

33 %

MEJORABLES: NO SABE / NO CONTESTA:

39 %

5%

Las administraciones públicas están obligadas por la legislación a dedicar recursos al apoyo y fomento de las asociaciones ciudadanas y su contribución, en una parte importante del tejido asociativo local, es una pieza fundamental para su sostenimiento. Preguntados los entrevistados sobre su opinión sobre los servicios y prestaciones que dedica el Ayto. a sus organizaciones, hemos obtenido los resultados que refleja el gráfico. La valoración más reiterada ha sido que son mejorables con un 39 % seguida por los que opinaban que son los adecuados, con un 33 %. A continuación, se presentan los que afirman que son escasos que alcanzan un 16 % y los que los califican con valoraciones desfavorables con un 7 %.

Nº 10 - Temas habituales en los encuentros con responsables municipales PROBLEMAS O QUEJAS RELACIONADOS CON EL BARRIO O SECTOR SOCIAL QUE REPRESENTA: EXPOSICIÓN DE PROPUESTAS O IDEAS :

15 %

SOLICITUD DE COLABORACIÓN PARA ALGUNA ACTIVIDAD : 29

%

NECESIDADES, PROBLEMAS O DIFICULTADES DE LA ENTIDAD : NO SABE / NO CONTESTA: OTROS TEMAS:

20 %

31 %

3%

2%

El 88 % de los entrevistados afirma que con distinta frecuencia se suele reunir con responsables municipales para asuntos relacionados, directa o indirectamente con su entidad. Esta pregunta se dirigía a conocer los temas habituales que conforman esas reuniones. El mayor número de opiniones, con un 31 %, se ha centrado en temas relacionados con asuntos referentes a necesidades o dificultades de su propia organización. El segundo grupo manifiesta que el encuentro ha tenido como causa la solicitud de colaboración para el desarrollo de alguna actividad, alcanzando un 29 % de las opiniones. En tercer lugar, se refieren a la exposición de problemas o quejas relacionados con el barrio o sector social que representa. Estas manifestaciones corresponden al 20 % de los entrevistados, seguidos por los que afirman que ha sido la presentación de propuestas, ideas o sugerencias, con un 15 % de las opiniones. A continuación un 2 % que hace referencia a otros temas sin determinar.

46

Nº 11 - Nivel de representación del Consejo Local de Participación

Ciudadana NO SABE / NO CONTESTA:

NO:

El Consejo Local de Participación Ciudadana es un órgano municipal de carácter consultivo que promueve la participación social en los asuntos de interés general de la localidad.

6%

48 %

A través de este órgano se deben debatir y canalizar las SI: 46 % propuestas e iniciativas que surgen de la ciudadanía y de los grupos en los que se organiza. También forman parte de el Consejo representantes de los grupos políticos que conforman la Corporación Local. Según los datos que hemos recabado, el 48 % de las entidades encuestadas no tiene representación en dicho órgano, mientras un 46 % afirma que sí. Finalmente existe un 6 % de las respuestas que no se han pronunciado.

Nº 12 - Opiniones sobre el funcionamiento del Consejo Local de

Participación Ciudadana DEFICIENTE:

BUENA:

18 %

NO SABE / NO CONTESTA: 44

18 %

ACEPTABLE:

%

20 %

La opinión más destacada corresponde a los entrevistados que no se pronuncian y que estimamos está integrada con una casi absoluta mayoría por el grupo de entidades que no tienen representación en el CLPC y que asciende al 44 % de la totalidad de los agentes entrevistados. A continuación, figura el grupo que afirma calificar al funcionamiento del órgano como aceptable (20 %) y, en tercer lugar, dos posiciones contrapuestas pero con el mismo porcentaje, un 18 %. Unos se inclinan por opinar que su funcionamiento es bueno y otros lo califican de deficiente. No tenemos información detallada del CLPC, pero valorando simplemente la posición más reiterada en esta cuestión (nos sabe / no contesta : 44 %) se evidencia que el órgano de participación ciudadana tiene ciertas deficiencias en los aspectos informativos y de comunicación externa.

Nº 12 - Conocimiento de convocatorias de subvenciones de otras

administraciones DESCONOCE CONVOCATORIAS DE OTRAS ADMINISTRACIONES: 48 %

TIENE INFORMACIÓN SOBRE CONVOCATORIAS DE OTRAS ADMINISTRACIONES: 52 %

47

Las experiencias de cooperación entre las administraciones públicas y las organizaciones sociales vienen dando uno satisfactorios resultados desde hace bastantes años, permitiendo la realización de actuaciones de gran calado social y cultural en situaciones y sectores donde no suelen llegar los instrumentos de atención públicos.

Por otra parte, este tipo de colaboraciones suele permitir el desarrollo de proyectos de cierta envergadura, ampliando la capacidad de acción y las dimensiones de sus resultados. También es una formula de financiación externa que permite el aumento de los recursos asociativos y una manera de diversificar las fuentes de ingresos evitando los riesgos de dependencia que ello supone.

Nº 13 - Solicitud de subvenciones de otras administraciones NO LAS HA SOLICITADO NUNCA:

Los datos que se exponen en el gráfico corresponden al 52 % de entidades que han afirmado conocer convocatorias de subvenciones de otras administraciones.

33 %

LA HA SOLICITADO ALGUNA VEZ:

El 67 % reconoce que ha presentado solicitud para acogerse a estas prestaciones públicas al menos en una ocasión. El 33 % restante manifiesta que nunca a recurrido a estas convocatorias

67 %

.

Nº 14 - Percepción de los problemas y carencias del entorno La formulación de esta cuestión exigía puntuar del uno al diez una serie de opciones que hacían referencia a determinados problemas y deficiencias que consideramos reunían gran parte de los asuntos que más preocupan a la ciudadanía. La valoración debía hacerse puntuando con un 1 aquella opción que le causase más inquietud, con un 2 la que le preocupase en segundo lugar y así sucesivamente. Los resultados que figuran a continuación se obtuvieron aplicando una puntuación a la inversa. Es decir la que figuraba con el número 1 equivalía a 10 puntos, la 2 a 9 puntos y así hasta la que había sido valorada por el entrevistado con un 10 que se le aplicaba un 1 de puntuación El objeto de su planteamiento es sondear el nivel de preocupación ante la situación de su entorno desde la visión de un representante asociativo. Los datos son los obtenidos del 84 % del total de entrevistados, un 16 % no ha cumplimentado esta cuestión. 1º - Seguridad ciudadana y problemas derivados de la drogadicción: 308 puntos 2º - Limpieza pública: 262 puntos 3º - Tráfico y seguridad vial: 243 puntos 4º - Desempleo: 216 puntos 5º - Carencias de equipamientos públicos: 171 puntos 6º - Carencias de zonas verdes y espacios públicos 170 puntos 7º - Urbanismo y problemas relacionados con la vivienda: 167 puntos 8º - Contaminación sonora: 136 puntos 9º - Problemas derivados de la convivencia vecinal: 127 puntos 10º - Contaminación ambiental: 98 puntos

Nº 15 - Actuaciones de las entidades en relación a los problemas del

entorno NO SABE / NO CONTESTA:

18 %

MANIFIESTAN QUÉ DESDE SU ENTIDAD NO SE HA ACTUADO NUNCA: 25 %

MANIFIESTAN QUÉ DESDE SU ENTIDAD SE HA ACTUADO ALGUNA VEZ : 57 %

48

Esta cuestión se dirigía a conocer la existencia de acciones destinadas a sensibilizar, mejorar o reivindicar en temas relacionados con los problemas y carencias del entorno más inmediato a las entidades entrevistadas.

Las respuestas que se han recabado se orientan hacia las que manifiestan que al menos en una ocasión se ha actuado en referencia a estos temas en un 57 % de las organizaciones encuestadas. Un 25 % afirma que no lo han hecho nunca y un 18 % no se ha expresado en esta cuestión.

BLOQUE 9 .- CAPACITACIÓN Y FORMACIÓN ASOCIATIVA Nº 1 - Calificación del grado de formación en materia asociativa BAJO:

MEJORABLE:

5% la pregunta proponía un ejercicio de autoevaluación del entrevistado y también hacia sus compañeros del equipo directivo acerca de cómo se calificaban sus capacidades de gestión asociativa.

41 % EL ADECUADO:

54 %

Un 54 % reconocía que su formación en materia asociativa era la adecuada. Un 41 % la define como mejorable y un 5% manifiesta que sus capacidades tienen un nivel bajo. Más adelante trataremos en profundidad la importancia de la formación en gestión asociativa.

Nº 2 - Valoración de la formación en materia asociativa Se planteaba esta pregunta para conocer las distintas valoraciones que los responsables asociativos otorgaban a los aspectos formativos y la importancia que atribuían a poseer las capacidades necesarias para desarrollar una correcta gestión de su entidad

NO SABE / NO CONTESTA:

5%

CONSIDERAN IMPORTANTE LA FORMACIÓN: 44 %

NO CONSIDERAN IMPORTANTE LA FORMACIÓN: 51 %

Las respuestas obtenidas nos informa que el grupo más numeroso de los entrevistados se agrupa en torno a una valoración de los aspectos formativos bastante baja, asignando mayor relevancia a otros aspectos de la vida asociativa. Con un porcentaje de un 44 % figuraban los que sí consideraban que es importante disponer de una formación suficiente para atender con mayor eficacia a la multitud de responsabilidades que requiere una buena gestión asociativa. En tercer lugar, en una situación muy minoritaria (5 %), están aquellos que no se han pronunciado. (51 %)

Nº 3 - Experiencias formativas Queríamos conocer si dentro del grupo de responsables asociativos que han participado en este estudio se había asistido a alguna experiencia de carácter formativo (curso, seminario, jornadas, conferencias, etc) y qué porcentaje ocupaban, tanto los que habían tenido alguna experiencia de este tipo como los que no,

NO HA TENIDO EXPERIENCIA FORMATIVA ALGUNA : 43 %

HA TENIDO ALGUNA EXPERIENCIA FORMATIVA: 57 %

Los datos que hemos recopilado 49

nos dan un 57 % de responsables asociativos que afirma haber asistido al menos en una ocasión a alguna experiencia de carácter formativo, mientras que un 43 % manifiesta que nunca ha tenido este tipo de experiencias.

Nº 4 - Consultas informativas sobre asociacionismo SI: 52 % La complejidad de los tiempos en que vivimos y los distintos factores que inciden en la dinámica de las entidades sin ánimo de lucro provocan situaciones que, a veces, requieren de la consulta o el estudio de documentación, NO: 48 % bibliografía, artículos, etc. .. y de la necesaria búsqueda de información para encontrar respuestas a estas situaciones y que, con frecuencia, no se dispone de recursos personales para abordarlas. El 52 % de los entrevistados manifiesta que al menos en una ocasión ha recurrido a alguna fuente de información para documentarse sobre asuntos relacionados con la entidad. El 48 % nunca ha tenido la necesidad de consultar sobre estos asuntos. Los temas más consultados han sido los siguientes:

1º - Relacionados con el campo de actuación específico 2º - Gestión y dinamización de grupos 3º - Legislación sobre asociaciones

Nº 5 - Interés en participar en alguna experiencia formativa NO: 14 %

NO SABE / NO CONTESTA:

6% La cuestión pretendía detectar el interés que podría existir entre el colectivo de responsables asociativos por asistir a una experiencia formativa relacionada con sus responsabilidades en la dirección de las entidades.

SI: 80 %

Las respuestas se han dividido entre el 80 % que declara que estaría interesado y el 14 % que afirma que no. Con un 6 % se presenta un grupo que no opina al respecto.

50

BLOQUE 10 .- PERCEPCIÓN DE LA EXPERIENCIA ASOCIATIVA Nº 1 - Aspectos positivos de la experiencia asociativa RELACIONADOS CON EL DESARROLLO Y EVOLUCIÓN POSITIVA DEL PROYECTO ASOCIATIVO: 14 % RELACIONADOS CON LA SATISFACCIÓN Y DESARROLLO PERSONAL DEL ENTREVISTADO: 20 % RELACIONADOS CON LOS LOGROS EN EL CUMPLIMIENTO DE LAS FINALIDADES Y OBJETIVOS DE LA ENTIDAD: 22 % RELACIONADOS CON LA CONVIVENCIA Y LAS RELACIONES ENTRE LOS ASOCIADOS: 44 %

En esta cuestión se le proponía a los participantes que describieran aquellos aspectos de su experiencia como miembro responsable de un colectivo ciudadano que valorase como más positivos. Un 44 % se ha inclinado a calificar como más positivas aquellas que hacían referencia a las relaciones humanas que ha propiciado la entidad. Alcanzando el 22 % figuraban aquellas que se centraban en los logros conseguidos en el cumplimiento de las finalidades de la organización, seguido con un 20 % las referidas a las satisfacciones personales como integrante de un colectivo y, para finalizar, un 14 % que manifestaba que era el buen desarrollo del proyecto asociativo el aspecto que más consideraba como positivo de su experiencia como directivo.

Nº 2 - Aspectos menos favorables de la experiencia asociativa RELACIONADOS CON LAS CARENCIAS DE RECURSOS MATERIALES Y ECONÓMICOS:

9%

RELACIONADOS CON LOS CONFLICTOS INTERNOS:

11 %

NO MANIFIESTAN NINGÚN ASPECTO DESFAVORABLE:

16 %

RELACIONADOS CON LA AUSENCIA DE RECONOCIMIENTO, APOYO, RESPALDO SOCIAL O INSTITUCIONAL: 23 % RELACIONADOS CON LAS CARENCIAS PARTICIPATIVAS Y DE IMPLICACIÓN DE LOS ASOCIADOS 30 % NO SABE / NO CONTESTA:

11 %

Para conocer las percepciones de los entrevistados en aspectos referentes a su experiencia asociativa que le resultaban menos favorables, en contraste con la anterior cuestión, se les planteaba que los describiese y esta es la información que hemos recabado: Un 30 % centra los aspectos negativos en las ausencias participativas y de implicación de los asociados. A continuación, se manifiestan con un 23 % aquellos que aseguran que las experiencias menos favorables han sido las relacionadas con la falta de apoyo, respaldo y reconocimiento social o institucional, seguida de los que afirman que no resaltan ningún aspecto desfavorable de su experiencia como responsable asociativo con un 16 %. Seguidamente figuran los que no se han pronunciado sobre esta cuestión que alcanzan el 11 % del total de entrevistados. Con el mismo porcentaje se presenta un grupo que nos indica que ha sido la 51

existencia de conflictos internos el tema que más preocupaciones le ha ocasionado y, en último lugar,, con un 9 % las carencias que han padecido en las dotaciones de recursos materiales y económicos.

Nº 3 - Valoraciones sobre la situación actual del tejido asociativo local PRESENTAS OPINIONES BIPOLARES (algunas funcionan bien, otras no):

NO OPINA PORQUE DESCONOCE AL RESTO DE LAS ENTIDADES:

TIENEN UNA OPINIÓN FAVORABLE:

6% 11 %

17 %

TIENEN UNA OPINIÓN DESFAVORABLE:

NO DEFINEN SU OPINIÓN:

62 %

4%

Para finalizar las entrevistas efectuadas a los responsables de entidades les proponíamos que valorasen la situación actual del movimiento asociativo. Estas son las opiniones que hemos recabado: Un grupo que alcanza el 62 % afirma otorgar una calificación desfavorable a la situación actual del conjunto de entidades que conforman el tejido asociativo, mientras que otro compuesto por el 17 % de los entrevistados opina tener una buena calificación de las organizaciones ciudadanas en general. Un 11 % no se posiciona al respecto por desconocer a la mayoría de las entidades y un 6% de las valoraciones emitidas presenta opiniones bipolares, calificando la situación de algunas entidades como buena y la de otras como desfavorables sin determinar detalles sobre las mismas. Finalizando con un 4 % figura un grupo cuyas respuestas no se ajustaba a la formulación de la propuesta. Los argumentos más frecuentes que justificaban las distintas valoraciones han sido los siguientes:

Opiniones favorables (en su mayoría poco explícitas) 1º - Tiene una buena situación 2º - Importante para el pueblo 3º - Satisfactorio en general 4º - Está resurgiendo 5º - Realiza una labor positiva

Opiniones desfavorables 1º - Ausencia de cohesión, unión e interrelación entre entidades 2º - Poca capacidad de resolución 3º - Escasa involucración social 4º - Apatía y pasividad 5º - Carencia de capacidades asociativas 6º - Dependiente y politizado 7º - Dispersión de objetivos y falta de perspectivas

52

Las informaciones que de esta fuente hemos recabado tienen un carácter parcial, pero tienen su valor desde su posición como miembro del colectivo y así lo hemos considerado. Durante el análisis de estos cuestionarios hemos encontrado opiniones que contrastaban con las expuestas por los directivos en aquellas cuestiones tratadas por ambos y otras que ratificaban lo expuesto anteriormente por el entrevistado con ejercicio de cargo y muchos otros datos de interés que han sido utilizados en nuestro empeño en acercarnos a las distintas realidades que configuran el tejido asociativo local.

2ª Entrevista Realizada a socios sin cargos de responsabilidad En el planteamiento del estudio investigación se determinaba como prioritario captar el mayor volumen de información posible obtenida desde las distintas posiciones en relación al mundo asociativo local. Esto debía plantearse desde la diversificación de las fuentes y los agentes que intervienen directa o indirectamente en los procesos y dinámicas de las entidades sociales. Por ello, era importante no dedicarnos exclusivamente a obtener sólo información proveniente de las direcciones de las organizaciones ciudadanas que, por una parte son los agentes que disponen de una información más actualizada, detallada y profunda de sus respectivas entidades pero, por otra, la información conseguida, aunque de la máxima relevancia, no estaría completa si no nos acercábamos a conocer esas realidades desde la visión de la base social representada por los asociados que no ostentan cargos de responsabilidad. En consecuencia, conforme se iban concertando las entrevistas con los máximos responsables asociativos se les informaba de una segunda entrevista que teníamos programada con algún socio de estas características de su entidad y éstos designaban a algún compañero o compañera para atender a las cuestiones que plantearíamos.

Como ya se indicaba anteriormente, no todas las entidades han participado en este modelo de entrevista, ya que en algunos casos, no ha sido posible realizarla por que en el momento de la reunión no se hallaba disponible ningún/a compañero/a del directivo entrevistado. Esta circunstancia se ha dado en el 21 % de las ocasiones. Así que hemos dispuesto del 79 % de las entrevistas programadas en un principio, lo que nos da una cuota relativamente elevada del total posible de opiniones desde un sector que es el que sustenta socialmente a las organizaciones ciudadanas. También comentar que el número de cuestiones planteadas en el cuestionario era considerablemente más reducido que el dirigido al otro agente asociativo que, por razones obvias, se le ha asignado el papel de informador principal por su conocimiento más exhaustivo de las entidades.

Este socio sin cargos se ha convertido, en cierta manera, en la representación del conjunto de los asociados que no participan directamente de las responsabilidades del equipo directivo y nos mostraría las impresiones y opiniones que, sobre las distintas entidades encuestadas, se viven desde la base. Como ya hemos indicado este agente asociativo era propuesto por el directivo y no podemos otorgarle un margen de representatividad absoluto, ni conciliar con garantías sus manifestaciones a las que, sobre los mismos temas propuestos, podrían tener la mayoría de los asociados en sus mismas circunstancias. Conseguir aproximarnos a un alto grado de certeza sobre la visión general de los socios y socias suponía aumentar enormemente el número de entrevistas e incrementar considerablemente el volumen de trabajo, lo que no nos podíamos permitir por razones de tiempo y de operatividad. 53

Nº 1 - Perfiles de los entrevistados VARIABLE SEXO MUJER:

HOMBRE:

Aunque como hemos mencionado, las personas entrevistadas bajo este modelo de cuestionario han sido propuestas por los responsables asociativos, se han dado ciertas coincidencias con los datos generales que se han observado en las cuestiones referidas a los perfiles de socios (nº 11) y existen valores muy aproximados entre los entrevistados y los referentes al

44 %

56 %

VARIABLE: EDAD

conjunto de los asociados en las variables de género y edad.

ENTRE 16 Y 21 AÑOS: 4

%

ENTRE 22 Y 35 AÑOS:

8%

MÁS DE 65 AÑOS:

16 %

ENTRE 51 Y 65 AÑOS:

28 %

ENTRE 36 Y 50 AÑOS:

44 %

VARIABLE: OCUPACIÓN NO CONTESTA: 4 % ESTUDIANTE: 4 % PROFESIÓN TÉCNICA / FORMACIÓN UNIVERSITARIA: 4 % INDUSTRIAL / EMPRESARIO: 4 % JUBILADO / PENSIONISTA: 12 % ADMINISTRATIVO / EMPLEADO COMERCIO / SECTOR SERVICIOS: 20 % OPERARIO INDUSTRIAL / OFICIOS MANUALES: 24 % AMA DE CASA: 28 %

El grupo más numeroso en cuanto a la ocupación habitual del entrevistado ha sido el formado por amas de casa (28 %), seguidas por el compuesto por operarios industriales y empleado de oficios manuales (24 %). A continuación, figuran empleados del sector servicios con un 20 % y el que agrupa a jubilados y pensionista (12 %). Le siguen diversas ocupaciones en proporciones más pequeñas que figuran reflejadas en el gráfico.

54

Nº 2 - Años de ejercicio como socio MENOS DE UN AÑO: 4 % ENTRE 1 Y 3 AÑOS: 19 % ENTRE 4 Y 6 AÑOS: 19 % ENTRE 7 Y 10 AÑOS: 23 % MÁS DE 10 AÑOS: 35 %

Los entrevistados han sido en su mayoría personas con bastante experiencia como socios, ya que el 77 % llevaba más de 4 años ejerciendo como tales, siendo el más numeroso (35 %) el formado por asociados con más de 10 años. Esta circunstancia ha favorecido la información recabada pues, debido a su veteranía como integrantes de las entidades, poseen una visión más completa de la realidad asociativa.

Nº 3 - Valoración de la evolución de la entidad en los últimos años Para la mayoría HA EMPEORADO: 8 % NO SABE / NO CONTESTA: 4 % de los entrevistados sus entidades han tenido una evolución positiva CONTINÚA IGUAL: 18 % llegando el porcentaje de los que así opinan hasta el 77 %. Para un 18 % de los encuestados la situación de su colectivo no ha variado en los HA MEJORADO: 70 % últimos años y figura un 8 % que afirma que la situación de la entidad ha empeorado. Finaliza un 4% que ha decidido no contestar a esta cuestión.

Nº 4 - Calificación de aspectos de la vida asociativa En esta cuestión se han planteado al entrevistado una serie de aspectos que forman parte importante de la vida asociativa y se le proponía que los valorase del uno al cinco, otorgando mayor puntuación a aquellos que considerase más relevantes personalmente y para su entidad.

1- La convivencia entre los socios: 95 puntos / 5’3 2- El ocio y el entretenimiento que ofrece la entidad: 92 puntos / 5’1 3- Las actividades y servicios que ofrece la entidad: 89 Puntos / 4’9 4- La participación de los socios: 85 puntos / 4’7 5- La labor social que realiza: 83 puntos / 4’6 6- La gestión de las personas responsables de la asociación: 81 / 4’5 La valoraciones han sido relativamente bajas pues sólo los primeros aspectos superan la mitad del total de puntos que podía acumular (180). Para una mejor comprensión. Sí trasladamos la operación a un máximo de 10 puntos sólo superarían el 5, el punto 1 y el 2 que serian los aprobados. El resto obtendría un suspenso. Existe un 8% de los entrevistados que no ha respondido a esta pregunta.

55

Nº 5 - Conocimiento de la existencia de nuevos proyectos NO SABE / NO CONTESTA:

4%

Esta cuestión se formulaba como una aproximación a la actividad asociativa y a la información que sobre ésta podrían disponer los socios.

NO: 32 %

Un porcentaje del 64 % reconoce tener información sobre la existencia de SI: 64 % nuevos proyectos en su entidad, frente a un 32 % que los desconoce, o bien no se han planteado nuevas iniciativas desde su organización.

Nº 6 - Valoración sobre el grado de información sobre la entidad NO SE CONSIDERA INFORMADO: 19 %

Una elevada mayoría (81 %) se considera informado de todo lo que ocurre en la entidad frente a un 19 % que afirma que no se considera lo suficientemente informado. Este resultado, que a priori parece positivo, nos revela que la gran mayoría de los entrevistados posee una información actualizada de todo lo que ocurre en su entidad.

SE CONSIDERA INFORMADO: 81 %

Nº 7 - Opiniones sobre la participación de los asociados DE INDIFERENCIA GENERAL: 7 % CON UNA ALTA IMPLICACIÓN: 8 % NORMALMENTE CON INTERÉS: 19 % SÓLO SE PREOCUPAN UNOS POCOS: 62 % NO SABE / NO CONTESTA: 4 %

Estas opiniones reflejan una situación más desfavorable en la apreciación de la actitud de los asociados hacia la entidad que las manifestadas por los responsables asociativos (nº 13), creciendo en 6 puntos la opción más reiterada (”sólo se preocupan unos pocos”) y decrece en 12 la referente a (”normalmente con interés”). Crece moderadamente el porcentaje de los que describen al grupo como “ con una alta implicación”, 2 puntos porcentuales

Nº 8 - Calificación de los recursos de la entidad NO SABE / NO CONTESTA: 11 %

LOS CALIFICAN DE BUENOS: 39 %

DISPONEN DE LO NECESARIO: 7 %

SON ESCASOS: 43 %

56

Parecen ser más numerosos aquellos que opinan que la dotación de los recursos es aceptable Sí sumamos los que los califican de buenos (39 %) y los que afirman que disponen de lo necesario (7 %) ascienden

en total al 46 % de los entrevistados frente al 43 que opina que son escasos. Existe un porcentaje relativamente alto (11 %) de entrevistados que no se ha pronunciado y que entendemos que desconoce los recursos materiales con los que cuenta su entidad.

Nº 9 - Motivaciones de los socios

POR EL PROYECTO ASOCIATIVO EN GENERAL: 8 % POR COMPARTIR AFICIONES COMUNES: 8 % PARA DAR SALIDA A INQUIETUDES Y MOTIVACIONES RELACIONADAS CON LA AUTOREALIZACIÓN PERSONAL: 10 % POR RAZONES DE MEJORA PERSONAL: 14% MOTIVACIONES RELACIONADAS CON EL OCIO Y EL ENTRETENIMIENTO: 19% NECESIDADES DE RELACIÓN Y COMPAÑÍA: 41%

Con el planteamiento de esta cuestión queríamos acercarnos a conocer cuales son las motivaciones que una persona posee para inscribirse como asociado en ina entidad sin ánimo de lucro. Los resultados nos ofrecen una amplia diversidad de causas, aunque efectuando algunas agrupaciones podríamos decir que las que están relacionadas con razones de carácter personal ocupan el 92 % de la totalidad de las opiniones recabadas. De estas causas, las referentes a necesidades relacionales, comunicativas y de entretenimiento alcanzan el 60 %, mientras que aquellas orientadas a la mejora de sus circunstancias personales o de autorealización personal son señaladas por un 24 %. Un 8 % nos indica que sus motivaciones son el compartir sus aficiones favoritas con personas afines. Al margen de ese grupo mayoritario, que argumenta razones de interés personal, figura un sector minoritario (8 %) que afirma que es la naturaleza del proyecto asociativo la principal motivación para su integración en el grupo.

57

de la realidad local y, por supuesto asociativa, de muchos de los participantes en estas entrevistas lo que nos ofrece visiones con un bagaje muy interesente para nuestros objetivos.

3ª Entrevista Realizada a personas con responsabilidades públicas relacionadas con la participación ciudadana

Se han utilizado cuatro modelos distintos de cuestionarios que se han basado en los diversos perfiles de responsabilidades de cada grupo, adecuando las cuestiones que los integraban a los niveles competenciales de cada agente. El objeto de esta tercera serie de entrevistas era conocer las diferentes posiciones, opiniones, responsabilidades y competencias de este grupo que, ajeno en un principio a las dinámicas internas de cada entidad, pero que efectúa labores de destacada importancia para el movimiento asociativo en general.

Este grupo de entrevistas han tenido como destinatarios a personas que por su labor están íntimamente relacionadas con el tejido asociativo local y con la participación ciudadana en general y que tienen en común su relación profesional o de responsabilidad pública en la Administración Local. Los ayuntamientos son las instituciones públicas que, por razones de proximidad y de competencia, más iniciativas y servicios asumen en el campo de la participación social y así se les reconoce explícitamente en la Ley de Bases de Régimen Local y en el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Corporaciones Locales. Por ello, no podíamos excluir de este estudio a las personas cuya actividad está muy relacionada con el mundo asociativo local, en la toma de decisiones que afectan a las asociaciones, en el desarrollo de programas, proyectos o servicios dirigidos directa o indirectamente a las entidades sociales, en la aplicación de los procesos participativos establecidos, en la gestión de la participación ciudadana y en definitiva nos interesaban las opiniones de todo agente municipal que interviniese de alguna manera en la vida asociativa local.

Los participantes en estas entrevistas han sido: - Concejalas-Delegadas de áreas municipales relacionadas con el tema de interés -Concejales de los grupos políticos de la oposición -Responsables del Consejo Local de Participación Ciudadana -Técnicos de Delegaciones relacionados con el asociacionismo local Por razones de operatividad en torno al 25 % de estos datos no se han recabado por el procedimiento de la entrevista, ya que han existido problemas de disponibilidad en la concertación de las entrevista. Esto se ha subsanado con la cumplimentación personal del cuestionario por el destinatario.

Por otra parte la Corporación Local, como veremos en profundidad más adelante, posee una capacidad de influencia que algunas personas verán con preocupación y otras con normalidad pero, al margen de valoraciones personales o políticas, la realidad es que las prestaciones municipales son el sustento de un buen número de entidades ciudadanas y sin su presencia muchas de éstas tendrían bastantes dificultades para continuar existiendo como tales. Añadir que tanto la gestión de la participación ciudadana que le corresponde jurídicamente, como las iniciativas, actuaciones y articulación de medidas encaminadas a su promoción son protagonizadas casi en su totalidad por esta Administración, lo cual hace necesaria su participación en este estudio. Otro asunto al que le prestamos atención es el conocimiento 53 58

Nº 1 - Opiniones sobre las capacidades autoorganizativas de

la población local POSEE ESCASAS CAPACIDADES:

Se dirigía esta cuestión a conocer las opiniones que sobre las facultades para organizarse consideraban que poseía la población local como exponente de su capacidad de participación comunitaria y cohesión social.

13

LAS CONSIDERAN NORMALES: 27 %

La respuesta más destacada con un 60 % es que sólo se organiza ante determinados asuntos de los que se hará mención en la próxima cuestión. En segundo lugar, las opiniones han ido dirigidas a calificarlas de normales en relación al momento actual (27 %) y, en tercer lugar, figura un grupo que afirma que posee escasas capacidades (13 %). SOLAMENTE ANTE DETERMINADOS ASUNTOS: 60 %

Nº 2 - Asuntos o temas donde más se expresa esa capacidad LOS QUE AFECTAN AL MEDIOAMBIENTE: LOS DE CARÁCTER SOLIDARIOS:

3%

5%

LOS QUE AFECTAN A DETERMINADOS SECTORES: 7 RELACIONADOS CON EL DEPORTE:

%

12 %

MANIFESTACIONES DE CARÁCTER RELIGIOSO:

19 %

CELEBRACIONES FESTIVAS Y RECREATIVAS:

26 %

ACCIONES REIVINDICATIVAS POR CARENCIAS EN SERVICIOS PÚBLICOS BÁSICOS Y DÉFICITS DE RECURSOS SOCIALES: 28 %

Las inclinaciones han sido uy diversas y se concentran con más del 50 % en dos temáticas: Las de carácter reivindicativo por deficiencias en los servicios públicos básicos (28 %) y las referidas a celebraciones festivas y recreativas (26 %). Seguidamente son las manifestaciones de carácter religioso del culto católico las que figuran en tercer lugar (19 %), para continuar con las relacionadas con el deporte (12 %). El 15 % restante se distribuye en tres temas que aparecen con porcentajes bastante reducidos.

Nº 3 - Consideraciones sobre el tejido asociativo a) GRADO DE IMPLICACIÓN SOCIAL BASTANTE IMPLICADO: 13 %

Acerca del grado de sensibilidad hacia los problemas de la realidad local y de que manera éstos influyen en las actuaciones de las entidades, los entrevistados han resaltado en un 54 % que el movimiento asociativo está escasamente implicado. Un 33 %

IMPLICADO EN LA REALIDAD SOCIAL: 33 %

59

ESCASAMENTE IMPLICADO: 54 %

lo considera implicado y un 13 % le otorga la consideración de bastante implicado. b) NIVEL DE PARTICIPACIÓN PARTICIPATIVO EN LOS ASUNTOS DE INTERÉS LOCAL: 26 %

7%

Esta cuestión hacía referencia al interés por intervenir en los asuntos de interés general del municipio que consideraban poseen las entidades estudiadas. Nos encontramos con que un POCO PARTICIPATIVO: 67 % 67 % opina que la actitud es poco participativa frente a un 26 % que considera que esa actitud es participativa. Figura un 7 % que no ha valorado de ninguna manera esta cuestión. NO SABE / NO CONTESTA:

c) CAPACIDADES DE ACTUACIÓN

En cuanto a las capacidades de actuación que manifiesta el colectivo de entidades locales, la valoración que más opiniones agrupa es la que las considera poco activa con un 67 %, seguida de las que afirman que son activas y bastantes activas, ambas con un 13 %.

NO SABE / NO CONTESTA: BASTANTE ACTIVO:

13 %

ACTIVO EN SUS ACTUACIONES Y FUNCIONAMIENTO:

13 % POCO ACTIVO:

7%

67 %

d) AUTONOMÍA DE ACCIÓN

INDEPENDIENTE EN SU ACTIVIDAD Y FUNCIONAMIENTO: 17 %

DEPENDIENTE DE OTRAS INSTITUCIONES: 35 %

POCO AUTÓNOMO POR CARENCIAS DE RECURSOS: 18 %

INFLUENCIADOS POR ORGANIZACIONES POLÍTICAS:

30 %

Sólo un 17 % de las personas entrevistadas considera que el tejido asociativo es independiente en su actividad y funcionamiento. El 83 % restante opina que padece carencias de autonomía por distintas razones: El 35 % manifiesta que es dependiente de otras instituciones. El 30 % afirma que está influenciado por otras organizaciones de carácter político y el 18 % argumenta que la carencia de recursos propios es la causa de su falta de autonomía.

60

e) CAPACIDAD DE LIDERAZGO SOCIAL TIENE BASTANTE CAPACIDAD:

7%

Se planteó que expresaran su opinión sobre las capacidades de influencia sobre el resto de la ciudadanía El 73 % afirma que posee escasa capacidad frente al 20 % que asegura que posee cierta capacidad de POSEE ESCASA CAPACIDAD: 73 % liderazgo social y de movilización de la comunidad. Un 7% considera que tiene bastante capacidad. TIENE CIERTA CAPACIDAD DE LIDERAZGO SOCIAL Y DE MOVILIZACIÓN: 20 %

f) CAPACIDAD DE PROYECCIÓN TIENE POTENCIAL DE CRECIMIENTO Y DESARROLLO: 26 %

Esta cuestión trataba de la realidad actual de la situación del movimiento asociativo y su proyección futura. Los datos que hemos recabado inclinan la balanza hacia los que opinan en un 74 % que sufre cierta parálisis de actividad y funcionamiento y que necesita una considerable renovación. Un grupo compuesto por el 26 % de los entrevistados considera que posee potencial de crecimiento y expectativas de desarrollo.

ESTÁ ANQUILOSADO Y NECESITA RENOVARSE: 74 %

Nº 4 - Opiniones positivas sobre el tejido asociativo Les propusimos que nos expusieran tres aspectos que considerasen de carácter positivo de las opiniones que mantenían sobre los colectivos ciudadanos. Las que figuran a continuación, son las que más se han repetido por el orden en que están numeradas. 1- Número y diversidad de las organizaciones ciudadanas existentes 2- La experiencia de muchas entidades adquirida por los muchos años de funcionamiento 3- Su labor de impulso, de integración y cohesión de muchas personas en torno a las entidades 4- El fomento de la participación social 5- Su capacidad de influencia a nivel ciudadano e institucional 6- El conocimiento del entorno o sector y su interés en resolver los problemas

Nº 5 - Opiniones desfavorables sobre el tejido asociativo Seguidamente planteamos que indicaran aquellos aspectos que, a su entender, influían negativamente en la situación actual de las entidades. 1- Ausencia de visión e implicación social 2- Excesiva dependencia de la administración local 3- Carencias de formación asociativa de los equipos directivos 4- Liderazgo pobre y poca relevancia social 5- Poca participación del sector juvenil / ausencia de relevo generacional 6- Pasividad. Poca y escasa relevancia de sus actuaciones

61

Nº 6 - Nivel de asociatividad de los entrevistados Para conocer el nivel de implicación personal de los entrevistados en el mundo asociativo local, preguntamos sí estaban inscritos en alguna entidad domiciliada en el municipio. Los datos tienen cierta disparidad que está condicionada por la posición en las responsabilidades que desempeñan. Mientras entre los técnicos consultados sólo el 14 % reconocía estar integrado en alguna asociación, en el resto de los consultados, el 63 % afirmaba formar parte de alguna.

Nº 7 - Consideraciones sobre el papel social de las entidades ciudadanas Se proponía, en primer lugar, que opinaran sobre el lugar que deberían ocupar las organizaciones sociales en la vida local. Las opiniones han alcanzado una absoluta unanimidad considerando que éstas deberían tener un mayor protagonismo en la vida local. A continuación, se les solicitaba que argumentasen brevemente sus posiciones en este tema. Los argumentos más reiterados acerca de esta opinión han sido los siguientes: 1- Es necesario que adquieran un mayor protagonismo en liderazgo, influencia y de decisión social y política

su capacidad de

2- Mejorar notablemente su función como verdaderos interlocutores sociales 3- Avanzando en la implicación y aportación de soluciones a los problemas, demandas y carencias de los sectores que representan, a través de una mayor implicación social 4- Adquiriendo una posición más activa y con más iniciativa contribuirían en un aumento de la participación ciudadana

Nº 8 - Calificación sobre las prestaciones y servicios municipales

destinados a las entidades

LOS ADECUADOS: 7 %

Las opiniones sobre las dotaciones municipales LOS QUE PERMITEN LOS d e s t i n a d a s a l a s MEDIOS DISPONIBLES: 13 % asociaciones, peñas y hermandades se han distribuido de la siguiente forma:

ESCASOS: 7 %

MEJORABLES: 73 % Un 73 % considera que son mejorables, seguido por los que opinan que son las que permiten los medios disponibles. Con un 7 % figuran los que los califican de adecuados y los que los definen como escasos.

Son significativos estos datos pues sus autores son, en una parte importante, los responsables de sus asignaciones y los que gestionan e intervienen en las aplicaciones de estas prestaciones.

62

Nº 9 - Relación entre recursos municipales disponibles y la

actividad asociativa

MEJORARÍA CONSIDERABLEMENTE: 27 %

NO SABE / NO CONTESTA: 7 %

TENDRÍA UNA CIERTA MEJORÍA: 33 %

LOS AVANCES NO SERÍAN SIGNIFICATIVOS: 33 %

En esta cuestión plateábamos a los entrevistados cual era su opinión sobre el efecto que tendría sobre las organizaciones ciudadanas y su actividad un aumento considerable de los recursos y servicios municipales destinados a las mismas. Las opiniones se han dividido entre los que consideran que tendrían una cierta mejoría y aquellos que afirman que los avances no serían significativos, ambas con el 33 % de las opiniones. Con un 27 % se manifiesta un grupo de entrevistados que estima que mejorarían considerablemente.

Nº 10 - Medidas para potenciar y fortalecer el tejido asociativo Esta cuestión se formulaba con una relación de 9 propuestas que se presentaban como posibles medidas de impulso de las asociaciones. Los entrevistados debían puntuar del uno al nueve en función de la eficacia que asignasen a cada propuesta. Este ha sido el resultado de sus puntuaciones, coincidiendo el orden en que se presentan con las de mayor valoración. 1ª - Crear instrumentos efectivos que fomenten la participación ciudadana 2ª - Ofertar programas de formación sobre la gestión asociativa 3ª - Instaurar canales eficaces de participación en el diseño de la política local 4ª - Estimular y fomentar la implicación de las entidades en los asuntos de interés general 5ª - Promover campañas de fomento del asociacionismo 6ª - Dotar de mayores recursos y entidad a la gestión de la participación ciudadana 7ª - Proponer experiencias de cooperación y cogestión de determinados servicios municipales 8ª - impulsar la creación de federaciones asociativas en el ámbito local, dotándolas de recursos 9ª - Aumentar los recursos económicos destinados a las entidades locales

Nº 11 - Calificación de las relaciones entre entidades y Ayuntamiento LAS ADECUADAS: 14 %

Según la opinión mayoritaria pueden ser mejores esas relaciones. El 28 % restante se distribuye, a partes iguales, entre los que las consideran adecuadas y aquellos que las definen como excelentes. (72%)

EXCELENTES: 14 %

MEJORABLES: 72 %

63

Nº 12 - Existencia de programas, actuaciones o servicios

destinados específicamente a entidades ciudadanas Por razones de índole competencial, esta cuestión y las posteriores sólo han ido dirigidas a los titulares de Delegaciones y a los técnicos de las mismas.

NO: 29 %

SI: 71 %

Se ha entrevistado a responsables de siete áreas o servicios municipales: Mujer - Mayores Educación y Cultura - Juventud - Programa ZNTS Inmigración - Deportes.

El resultado obtenido nos indica que el 71 % asegura realizar alguna actuación dirigida a las organizaciones sociales relacionadas con sus campos de actuación. El 29 % no efectúa actuaciones especificas para éstas. Se les planteó, a continuación, actuaciones.

que realizaran una breve descripción de estas

CARACTERÍSTICAS DE LAS ACTUACIONES - Actividades dirigidas específicamente a entidades relacionadas con el ámbito competencial de las delegaciones - Programas de dinamización dirigidos a los sectores de interés - Asesoramiento, orientación e información aunque no exclusivamente dirigido a las entidades - Iniciativas de estímulo a la participación - Dotación de recursos a los colectivos Nº 13 - Existencia de programa o servicios destinados al fomento del asociacionismo NO : 20 %

Según manifiestan el 80 % de las personas entrevistadas, desde su Delegación se están desarrollando programas o servicios dirigidos a fomentar el asociacionismo entre los destinatarios de sus acciones. En contraste un 20 % afirma que no se realizan.

SI : 80 %

Hemos detectado cierta confusión en la información recogida en la descripción de las acciones y que podemos achacar a una interpretación no ajustada a la formulación de la cuestión, puesto que gran parte de las actuaciones descritas están más relacionadas con dotaciones de recursos o servicios a entidades ya constituidas, que con labores de fomento del asociacionismo. Más adelante trataremos este tema.

Nº 14 - Posición de las entidades en el diseño de las actuaciones de las Delegaciones municipales SON DESTINATARIOS AL MISMO NIVEL QUE EL RESTO DE LA CIUDADANÍA: 14 %

NO SON RELEVANTES: 29 % PRIORITARIA: 57 %

64

El mayor número de opiniones se orienta hacia la consideración de prioritarias a la hora de diseñar las actuaciones de sus respectivas áreas con un 57 %. Un 29 % no las tiene en cuenta cuando realizan esta labor, calificándolas de no relevantes para su planificación. El 14 % restante le otorga una posición similar al resto de usuarios o destinatarios de sus actuaciones.

Nº 15 - Participación en la elaboración de los programas,

servicios y actuaciones municipales EN FUNCIÓN DE LA NATURALEZA DE LA ACTUACIÓN: 40 %

Esta cuestión iba destinada a conocer si en el proceso de elaboración de los proyectos de actuaciones destinadas a las entidades los responsables entrevistados promovían la participación de éstas.

SI, FRECUENTEMENTE: 60 %

Según nos indican, el 60 % manifiesta que frecuentemente promueven la participación y un 40 % asegura que lo hace en función de la naturaleza de la actuación.

Promoción de la colaboración asociativa en las actuaciones municipales Nº 16 -

Planteábamos en esta pregunta sí se suele impulsar la colaboración de las entidades en las actividades programadas cuando su naturaleza así lo permitiera.

A VECES : 20 %

En un 80 % las respuestas han sido positivas. El 20 % restante manifiesta que esta colaboración se promueve a veces.

SI : 80 %

Nº 17 - Respuesta de las entidades ante las propuestas de colaboración Las actitudes de las entidades en relación a las propuestas de colaboración suelen ser positivas, así lo afirma el 80 % de los entrevistados. El 20 % restante nos indica que depende del tipo de propuesta que se le formule.

DIFERENTE EN FUNCIÓN DEL CARÁCTER DE LA PROPUESTA : 20 %

En el apartado correspondiente del diagnóstico analizaremos más extensamente las experiencias de colaboración entre los diversos colectivos sociales y las delegaciones municipales. POSITIVA : 80 %

Nº 18 - Relaciones entre responsables asociativos y municipales EN CONTADAS OCASIONES : 10 %

Según nos indican los datos obtenidos, los responsables políticos y técnicos municipales suelen reunirse frecuentemente con dirigentes asociativos en un porcentaje del 80 %. Con el 10 % del total de las entrevistas figuran los que manifiestan que se reúnen en contadas ocasiones al igual que el grupo que indica que nunca.

NUNCA : 10 %

SI, FRECUENTEMENTE : 80 %

65

La fluidez de contactos y la buena comunicación deben ser una peculiaridad constante entre las relaciones entidades - Ayuntamiento. Las organizaciones sociales pueden encontrar un excelente apoyo en sus actividades y la Administración Local un buen aliado para la gestión de una parte importante del desarrollo de sus competencias.

Nº 19 - Temas habituales de los encuentros NO SABE / NO CONTESTA: 3 % OTROS TEMAS: 3 % PROBLEMAS O QUEJAS RELACIONADOS CON EL BARRIO O EL SECTOR SOCIAL QUE REPRESENTA: 14 % EXPOSICIÓN DE PROPUESTAS E IDEAS: 16 % PROBLEMAS O DIFICULTADES DE LA ENTIDAD: 17 % SOLICITUD DE COLABORACIÓN PARA ACTIVIDADES: 22 % PETICIONES DE RECURSOS: 25 %

Los motivos más habituales de las entrevistas con dirigentes asociativos parece ser que están relacionados con la solicitud de recursos o colaboración para atender necesidades y la realización de actividades, a las que podemos sumar la exposición de problemas o dificultades que entendemos también está relacionada con la petición de apoyo o ayuda para solventar dicha situación. Estos tres temas suman el 64 % del total de respuestas obtenidas. La exposición de propuestas o ideas con un 16 % ocupa el siguiente lugar en la relación de estos temas, seguido por la presentación de problemas o quejas relacionados con el territorio o sector que conforma su campo de actuación.

Nº 20 - Presentación de iniciativas y propuestas de los responsables asociativos Con esta cuestión, relacionada con la anterior, q u e r í a m o s c o n o c e r l a s CON FRECUENCIA: 14 % capacidades de generar iniciativas de los colectivos ciudadanos.

NO SUELE OCURRIR: 14 %

Por la información obtenida se deduce, a tenor de los datos, que no es habitual que las EN POCAS OCASIONES: 72 % entidades presenten propuestas e iniciativas ya que el 72 % de los entrevistados afirma que esto ocurre en pocas ocasiones y con un 14 % figuran dos opiniones que se presentan contrapuestas.

Nº 21 - Colaboración de las Delegaciones con las iniciativas asociativas CON RECURSOS ECONÓMICOS: 19 % CON DEDICACIÓN DEL PERSONAL MUNICIPAL: 44 %

CON MEDIOS MATERIALES: 37 %

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La contribución de las Delegaciones entrevistadas en las experiencias de colaboración con las actividades de las entidades ciudadanas se distribuyen en un 44 % aportando el trabajo y la dedicación de empleados municipales. Un 37 % con la cesión de medios materiales y un 19 % con recursos económicos.

Nº 22 - Opinión sobre la formación y capacitación asociativa de los directivos NO SABE / NO CONTESTA: 8 %

Planteábamos en esta cuestión la opinión que los entrevistados tenían de los dirigentes asociativos en relación a sus capacidades en la gestión de sus entidades y el grado de formación que en materia asociativa consideraban que poseían.

SUFICIENTE: 33 %

DEFICIENTE: 59 %

Se nos revela un grupo mayoritario (59 %) que califica que las capacidades en este aspecto son deficientes, mientras que otras opiniones, con un 33 %, las definen como suficientes.

Nº 23 - Valoración de los medios y recursos empleados en la información de las actuaciones y servicios CREE QUE SON EFECTIVOS: 10 %

La efectividad en la información puede afectar notablemente a los resultados de la acción pública, siendo la información el principio básico de la participación. En este sentido existe un r e c o n o cimiento mayoritario de los CREE QUE SON MEJORABLES : 90 % entrevistados acerca de que la eficacia de los medios, las estrategias y los recursos que se emplean en el proceso de dar a conocer las actuaciones o servicios públicos no son los más adecuados, calificándolos de mejorables en un 90 %. Un minoritario 10 % opina lo contrario.

Nº 24 - Propuestas de mejora de la información municipal Solicitamos, a continuación, que nos expusieran algunas propuestas que pudieran ser útiles para mejorar la eficacia de la información municipal . Presentamos las sugerencias que han sido más reiteradas: 1ª - Más esfuerzo y dedicación a la comunicación y difusión 2ª - Aumentar dotaciones en recursos técnicos (NTIC)* y humanos 3ª - Buscar canales y soportes más eficaces 4ª - Diseños y formatos más atractivos y originales 5ª - Plazos razonables y rapidez en el despliegue informativo en relación al evento o servicio ( ) Nuevas tecnologías de la información y la comunicación

*

67

Nº 25 - Promoción de órganos de participación SE ESTÁ EN PROCESO DE CONSTITUCIÓN: 10 %

NO: 39 %

SI: 51 %

Las datos obtenidos con la formulación de esta cuestión nos indican que en un 51 % de los entrevistados se trabaja habitualmente con estructuras y órganos de carácter participativo. Un 39 % funciona con elementos exclusivamente de carácter administrativo y un 10 % afirma que desde su Delegación se está articulando un proceso participativo.

A continuación se le proponía a los entrevistados que habían manifestado que incorporaban a su gestión procesos participativos o lo estaban construyendo, que describiesen brevemente estas experiencias. La información que nos han transmitido presenta diversas iniciativas: - Mesas de participación

- Redes asociativas - Consejo Local de Mayores - Escuela de Familias - Planes de Salud - Consejo Local de Participación Ciudadana - Junta Local de Seguridad - También se hace referencia al área de medioambiente Por razones de operatividad no se ha podido profundizar en el funcionamiento de estas experiencias.

Nº 26 - Las relaciones entre la Corporación Local - colectivos sociales y sus efectos sobre el desarrollo local Planteábamos a los participantes si estaban que acuerdo en que unas buenas relaciones de cooperación y colaboración entre las organizaciones sociales y el Ayuntamiento podían favorecer el desarrollo del municipio en los aspectos sociales, culturales y económicos.

SÓLO EN DETERMINADOS ASPECTOS: 12 % NO SABE / NO CONTESTA: 12 %

La mayoría, un 76 % coincidía en SI: 76 % esta opinión. Un 12 % entendía que sólo sería positivo en algunos aspectos de la vida local. El 12 % restante no se pronunció.

Nº 27 - Ventajas de contar con un tejido asociativo fuerte IMPORTANTE PARA EL PROGRESO SOCIAL Y CULTURAL: 25 %

APORTARÍA ALGUNAS MEJORAS A ESTE MUNICIPIO: 15 % UN RECURSO IMPRESCINDIBLE PARA EL DESARROLLO COMUNITARIO EN TODOS SUS ASPECTOS: 35 % MEJORARÍA LA CONVIVENCIA EN ALGUNOS BARRIOS Y SECTORES SOCIALES: 25 %

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Solicitábamos en esta cuestión que valorasen los efectos que tendría sobre nuestra comunidad local el hecho de contar con un tejido asociativo de mayor vigor y fortaleza. Las respuestas se han inclinado en un 35 % a que se constituiría en un recurso imprescindible para el desarrollo del municipio en todos sus aspectos. Un 25 % afirma que sería importante para nuestro progreso social y cultural, al igual que el grupo que indica que mejoraría la convivencia en algunos barrios y sectores. Para finalizar estos resultados y con un 15 %, se señala que aportaría mejoras de carácter parcial a este municipio. Todos valoran positivamente la presencia de un asociacionismo más vivo y enérgico y destacan el efecto positivo para la comunidad local. Además son mayoría los que otorgan una mayor relevancia a estos efectos positivos.

Nº 28 - Posición otorgada a las entidades ciudadanas por los grupos

políticos de la oposición En esta cuestión hemos sondeado a los portavoces y concejales de los grupos municipales de la oposición que situación otorgaban a las entidades ciudadanas en las estrategias de su actividad política. Los datos nos indican que, a la hora de definir sus líneas de actuación, la mayoría de los partidos no consideran de manera preferencial a las entidades ciudadanas y la posición que ocupan es la misma que otros sectores sociales, aunque desde una fuerza política se haya indicado también que son reconocidas como un importante agente social.

Nº 29 - Relaciones de los grupos políticos de la oposición con las

organizaciones sociales Los portavoces de los grupos municipales de la oposición manifiestan que mantienen contacto frecuentemente con la mayoría de las entidades, inclinándose más especialmente esas relaciones hacia las que son de tipología vecinal. Preguntados como se establecía habitualmente esa comunicación nos informaron que los medios más frecuentes eran los siguientes: - A través de escritos por correo y otros medios (sin determinar) - Por medio de publicaciones periódicas - A través de reuniones con sus representantes Tenemos una primera impresión a modo de conclusión previa que nos hace pensar que esta comunicación se realiza, en la mayoría de los casos, en una sola dirección: desde las organizaciones políticas que representan hacia las entidades. El otro sentido de la comunicación (desde la entidades a dichas organizaciones) parece que no es muy habitual. Planteábamos a continuación que nos describieran cuáles eran los temas que solían tratar en esos contactos y estas han sido sus respuestas: - Información sobre temas generales de interés municipal - Comunicados sobre la posición de su partido ante determinados asuntos locales - Temas que afectan directamente a la asociación - Críticas a la gestión pública municipal - Temas de interés sobre el ámbito geográfico o social de la asociación

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Nº 30 - Aspectos de la gestión asociativa que consideran más

deficitarios Se indican a continuación aquellos aspectos de la gestión asociativa que se consideran con mayores carencias entre los órganos de dirección de las entidades y que influyen más negativamente en las capacidades de acción y eficiencia de las mismas: 1ª - Las capacidades organizativas 2ª - Carencias personales de recursos técnicos en gestión asociativa 3ª - Las capacidades de generar ideas e iniciativas 4ª - La gestión y el liderazgo de grupos 5ª - El sentido del compromiso social

Nº 31 - Opiniones sobre el funcionamiento del Consejo Local de

Participación Ciudadana El CLPC es el órgano más representativo en cuanto a la participación social constituido en el municipio y viene realizando sus funciones desde 2002, acogiendo la representación de un amplio grupo de entidades, especialmente de carácter vecinal. Las opiniones que sobre su funcionamiento hemos recogido entre los responsables del órgano y los representantes políticos se inclinan mayoritariamente por la necesitad de mejorar su funcionamiento y minoritariamente se manifiesta que el Órgano no atiende a sus verdaderas finalidades. En cuanto a las actitudes de los representantes asociativos y políticos hacía el CLPC se valoran como participativas, activas y de interés por el trabajo que se está desarrollando.

Nº 32 - Propuesta para una mejora del funcionamiento del Consejo

Local de Participación Ciudadana Las sugerencias que se han aportado son diversas y se refieren tanto a las actitudes de los representantes del Consejo, a su nivel competencial, a su autonomía de funcionamiento y a los recursos necesarios. - Mejora de las dotaciones, especialmente los recursos humanos. Son varias las propuestas que se orientan en este sentido, destacando las necesidades técnicas de asesoramiento, orientación y labores administrativas. Se hace mención también de la necesidad de poner en marcha la Oficina de Información y Atención Ciudadana.

- Aumentar el techo competencial y de capacidad decisoria del órgano consultivo - Restringir la influencia y el control político que manifiestan que existe - Revitalizar la función social de las asociaciones para que adquieran una posición de representantes de la ciudadanía. En este sentido también se propone un mayor reconocimiento de las entidades y su papel como interlocutor social - Renovar los cuadros directivos de las entidades, propiciando un relevo generacional - Aumentar el número de entidades representadas en el Consejo - Potenciar la proyección pública del órgano, repercusión social

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mejorando la información y su

Nº 33 - Calificación de los recursos del CLPC Los datos obtenidos en esta cuestión se distribuyen a partes iguales entre las que los consideran que son mejorables y aquellas opiniones que los definen de deficientes. Según se desprende, existe una cierta unanimidad en considerar que los recursos actuales con los que cuenta el CLPC no son los más adecuados para desarrollar su labor. Las posibilidades de acción y de funcionamiento se limitan considerablemente cuando los recursos y medios disponibles no son los adecuados. Existe un claro paralelismo entre los niveles de eficacia y los medios que se poseen para desarrollar las finalidades que fundamentan a la entidad u órgano responsable de llevar a cabo un cometido. Por mucha voluntad y esfuerzo personal que se dedique a esta labor siempre estará condicionada por la existencia o no de los recursos apropiados y necesarios para ejecutar las actuaciones oportunas.

Nº 34 - Valoraciones sobre la evolución de la participación ciudadana desde la constitución del CLPC Las consideraciones en cuanto al progreso de la participación social en los asuntos locales se orientan en su mayoría hacia la conclusión de que se ha avanzado algo, pero en porcentajes escasos y en menor proporción aquellos que manifiestan que los avances han sido significativos. Figuran en minoría los que afirman que no se ha dado progreso alguno en este tema. Hemos solicitado a los entrevistados que expongan los argumentos en los que basan estas valoraciones y las hemos estructurado entre las que tienen una consideración favorable sobre el progreso de la participación ciudadana y aquellos que se pronuncian de manera desfavorable. Argumentos favorables - Se ha dejado atrás la opinión generalizada de que decidir y opinar no sirve para nada - Se es más consciente de las posibilidades que poseen las asociaciones cuando participan en procesos de toma de decisiones en temas de interés general o sectorial Argumentos desfavorables - Falta de motivación de los cuadros directivos de las entidades - La pérdida de relevancia y sintonía social de los colectivos, unida a una ausencia de actitud crítica - Falta de actividad interna y externa de las organizaciones ciudadanas - Participación a niveles muy básicos y ocasionales, aunque con interés. Se suele traducir en una respuesta de escasa relevancia

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Nº 35 - Conceptos de participación ciudadana Para finalizar la entrevista con este grupo de agentes relacionados con la Corporación Municipal, se les proponía que valorasen una serie de acepciones relacionadas con distintos conceptos y funciones de la participación ciudadana y, con ello, conocer con más exactitud los aspectos más prioritarios que sobre este tema existen en un grupo de personas con posiciones relevantes en los procesos de toma de decisiones en el contexto local. 1ª - Un pilar fundamental para la profundización de la democracia en los municipios 44 puntos / 27 % 2ª - Un proceso para integrar a la ciudadanía en los asuntos de interés general 37 puntos / 22 % 3ª - Un medio para compartir y corresponsabilizar a los ciudadanos y sus organizaciones en determinadas decisiones de la política local 33 puntos / 20 % 4ª - Necesaria para la creación de instrumentos para una mejor atención a la ciudadanía 24 puntos / 14 % 5ª - Un servicio que mejoraría la relación entre los ciudadanos y su ayuntamiento 19 puntos / 12 % 6ª - Un recurso para mejorar la información municipal 8 puntos / 5 %

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con los datos poblaciones reales.

4ª Entrevista Realizada a ciudadanos del municipio

La muestra se presenta limitada en el número de sujetos que han participado, ya que corresponde al 1’5 % de la población total del municipio, pero puede ser relativamente representativa de cara a pulsar las opiniones y conceptos mayoritarios que sobre los temas de interés existen en la población local.

Esta línea de investigación del estudio se ha orientado a pulsar las percepciones de la ciudadanía en diversos temas relacionados con el asociacionismo, la información municipal y la participación ciudadana. En nuestro planteamiento de trabajo no podíamos olvidar cuales son las impresiones más relevantes que desde la comunidad social de esta localidad se mantienen acerca de las formas en que se organizan sus integrantes. Tampoco podíamos limitar sus contenidos a la información transmitida desde las entidades, agentes públicos y políticos relacionados con éstas y más siendo perfectamente conscientes de que los colectivos ciudadanos se nutren de la ciudadanía y deben ser expresiones de ésta última. Por otra parte, no podemos entender la participación ciudadana sin acercarnos a las distintas visiones e interpretaciones que se originan desde el conjunto de los ciudadanos y ciudadanas. El tamaño de la muestra a correspondido a 300 entrevistas distribuidas proporcionalmente entre las diversas secciones territoriales y basada en los datos poblacionales recabados del Padrón Municipal de Habitantes. Estas secciones se han estructurado de la siguiente forma: - Zona 1ª Monumento - Barrio Bajo - Bda. de Guadalajara - Zona 2ª Avda. 28 de Febrero zona oeste hasta C/ José Payán Garrido - Zona 3ª Avda de Mairena zona oeste - Zona 4ª Avda de Mairena zona este hasta Avda. de Palomares - Zona 5ª Avda 28 de Febrero zona este hasta Avda. de Palomares Se han establecido perfiles de los encuestados basados en variables de sexo y edad con objeto de obtener resultados representativos de los distintos sectores sociales que configuran la población en proporcionalidad a las fuentes del padrón. De esta manera se han distribuido las entrevistas realizadas atendiendo a valores relacionados

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Nº 1 - Grado de asociatividad de los entrevistados

NO SABE / NO CONTESTA: 6

%

MANIFIESTA FORMAR PARTE COMO SOCIO DE ALGUNA ENTIDAD: 18 %

NO ESTÁ INSCRITO COMO SOCIO EN NINGUNA ENTIDAD: 76 %

La primera cuestión planteada hacía referencia a la pertenencia o no a alguna asociación , peña o hermandad local y los resultados nos han dado un índice de integración en los colectivos sociales bastante alto, con un 18 % que afirma estar inscrito en alguna entidad. Si extrapolamos estos datos a la población total del municipio, con la cautela necesaria y aplicando un margen de error elevado de un 10 %,

podríamos señalar que el índice de asociatividad de S. Juan de Aznalfarache puede rondar el 16 %, lo que coloca a la población de este municipio bastante por encima de los datos que disponemos a nivel estatal que sitúan este índice en el 5’7 % (según un estudio del CIS de 2002). Estos datos pueden ser interpretados parcialmente como una aproximación a los obtenidos en la cuestión nº 10 de las entrevistas a los responsables de entidades, aunque con porcentajes más moderados . Si le damos valor cuantitativo a ese 16 % obtenido de los cuestionarios a ciudadanos podíamos hablar de aproximadamente 3200 personas que en la actualidad integran el tejido asociativo local en calidad de asociadas.

Nº 2 - Conocimiento de las entidades locales Aparecen como mayoría aquellos entrevistados que afirman conocer al menos a una asociación, peña o hermandad (68 %), lo que nos inclina a pensar que éstas disfrutan de una posición de cierta popularidad y reconocimiento entre la ciudadanía.

NO CONOCE A NINGUNA:

El 32 % restante manifiesta que no conoce a ninguna.

CONOCE A ALGUNA:

32 %

68 %

Planteábamos a continuación a los que habían efectuado una respuesta favorable que nos nombraran a todas las que decían conocer y podían identificarlas por sus nombres. La relación que figura a continuación conforma las que fueron detalladas por orden de más frecuencia:

1ª Peña Cultural Bética “Antonio Biosca” 2ª AVV “La Farola” 3ª Hdad del Rocío 4ª AVV “Futuro y Progreso” 5ª Centro Cultural “Cooperativa” 6ª Hdad del Carmen

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Nº 3 - Opinión sobre las entidades SE DEDICAN ATENDER LAS NECESIDADES DE SUS SOCIOS:

3%

COLABORAN EN LA SOLUCIÓN DE LOS PROBLEMAS Y NECESIDADES DEL PUEBLO Y DE DETERMINADOS GRUPOS DE PERSONAS: 4 % SE PREOCUPAN POR LO QUE PASA EN EL BARRIO: NO SABE / NO CONTESTA:

5%

10 %

A ORGANIZAR ACTIVIDADES PARA LOS SOCIOS:

14 %

SON LUGARES DE REUNIÓN PARA LOS SOCIOS: 64 %

Se solicitaba en la pregunta correspondiente que opinasen sobre qué piensan que son las asociaciones y a qué se dedican. Los objetivos eran conocer que percepciones se tienen, desde la población en general, sobre las entidades sociales y cuál es su actividad. Los resultados han tendido a relacionar, en la gran mayoría de las respuestas, a los colectivos ciudadanos con las infraestructuras donde se ubican, asimilando al grupo humano que constituye la organización y a su actividad con un establecimiento determinado (sede). Estas opiniones al alcanzado al 64 % de los entrevistados. En segundo lugar, figuran aquellas opiniones que hacen referencia a la actividad de las entidades, pero con un sentido restringido, ya que limitan su marco de actuación a los asociados (14 %). A continuación, aparece un grupo que no contesta a la cuestión (10 %). Para finalizar se presentan diversas opiniones con porcentajes marginales que manifiestan un sentido más social de su actividad.

Nº 4 - Participación en actividades o servicios asociativos NO SABE / NO CONTESTA:

9%

Esta pregunta

tenía por objeto conocer qué porcentaje de entrevistados había participado en alguna actividad o servicio promovido por las entidades.

SI: 33 %

El objeto era saber más de la actividad asociativa y sus posibles repercusiones a nivel local.

NO: 58 %

El grupo más numeroso de respuestas manifiesta que nunca ha tenido esta experiencia Un 9 % no se pronuncia.

(58 %), seguido por los que afirman que sí (33 %).

S

Nº 5 - Valoración de la labor de las asociaciones

NO ES POSITIVA/ ES IRRELEVANTE: 23

ES POSITIVA:

NO SABE / NO CONTESTA:

75 % 75

2%

Los entrevistado valoran positivamente la labor que realizan las organizaciones sociales con un porcentaje bastante elevado (75 %): esto significa que perciben y reconocen positivamente, de manera general, las funciones que realizan.

Intuimos que existen factores ajenos a la realidad asociativa local que influyen en la valoración y que serán tratados más adelante. Para finalizar los datos de esta cuestión, señalamos que existe un 23 % de opiniones que la califican de no positiva o de irrelevante.

Nº 6 - Preferencias hacia tipologías de entidades ARTÍSTICAS:

2%

CULTURALES:

7%

RELIGIOSAS O DE CULTO:

7%

ECOLOGISTA Y DE DEFENSA DEL MEDIOAMBIENTE: VECINALES:

7%

9%

DE OCIO Y TIEMPO LIBRE:

10 %

NO SABE / NO CONTESTA: DEPORTIVAS:

11 %

18 % SOLIDARIAS DE AYUDA A DESFAVORECIDOS: 29 %

Proponíamos que nos indicaran a qué tipo de asociación se inscribirían sí tuviesen intención de pertenecer a algún colectivo. La intención era pulsar qué tipo de campos de actuación resultaban de mayor interés para los entrevistados. Las respuestas han sido de una variada diversidad, figurando en primer lugar de las intenciones de participación asociativa, las que hacían referencia a entidades dedicadas a labores solidarias y de ayuda a los desfavorecidos (29 %). En segundo lugar, las preferencias se han orientado hacia las de carácter deportivo y, a continuación, un grupo que representa al 11 % de los entrevistados que no se ha pronunciado al respecto. El interés por las dedicadas al ocio y al entretenimiento se ha secundado con un 10 % para seguir por las de carácter vecinal. Las de defensa del medioambiente, religiosas, culturales y artísticas presentan porcentajes más minoritarios.

Nº 7 - Importancia de la organización de los ciudadanos

NO CREE QUE SEA IMPORTANTE: 9 %

NO SABE / NO CONTESTA:

CREE QUE ES IMPORTANTE:

2%

El enunciado de la cuestión invitaba a pronunciarse sobre el valor que se le da a los procesos de autoorganización de la ciudadanía para buscar soluciones a sus propios problemas. Una notable mayoría considera que es importante que los ciudadanos nos organicemos y unamos para resolver los problemas y las necesidades comunes (89 % ).

89 %

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Con un porcentaje de un 9 % se ha manifestado un grupo que cree que no es importante que los ciudadanos nos organicemos .

Nº 8 - Dejación de las responsabilidades sobre los asuntos de interés general a los políticos y empleados públicos Planteábamos en esta pregunta si consideraban adecuado dejar las soluciones a los problemas de nuestra comunidad exclusivamente a los políticos y a los empleados municipales.

ES ADECUADO: 13

%

NO SABE / NO CONTESTA: 4

%

Sondeábamos las percepciones e intenciones de opinión sobre las NO ES ADECUADO: 83 % responsabilidades de la ciudadanía en la mejora y cuidado de su entorno físico y humano, además de captar principios básicos de cultura participativa. Mayoritariamente las opiniones se han inclinado hacia que no es adecuado dejar todo en manos de las administraciones públicas (83 %) frente a un 13 % que opina lo contrario.

Nº 9 - Atención municipal a la opinión ciudadana SI:

21 %

Esta cuestión iba destinada a captar las percepciones ciudadanas sobre la actitud de la Administración Local para valorar la opinión de la población en temas de interés general.

NO:

En un 79 % los entrevistados se han decantado por la opinión de que desde el ayuntamiento no se presta la suficiente atención a las demandas y opiniones de la ciudadanía.

79 %

Un 21 % considera que la atención municipal en este tema es la adecuada.

Nº 10 - Calificación de la información municipal NO SABE / NO CONTESTA: LA ADECUADA:

7%

18 % ESCASA:

INEXISTENTE:

40 %

35 %

Planteábamos a los entrevistados que opinaran sobre la información que reciben de las actuaciones, los servicios y convocatorias de la Corporación Local. Los resultados denotan que existe una consideración desfavorable de lo que ellos afirman que reciben como información municipal. Esta valoración asciende al 75 % de los encuestados, distribuidas entre los que opinan que es escasa (40 %) y aquellos que las definen como inexistente (35 %). En el lado opuesto por su opinión se encuentra un 18 % que la considera adecuada y un 7 % que no se pronuncia sobre este tema.

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Nº 11 - Nivel informativo de la ciudadanía sobre el CLPC POSEE ALGUNA INFORMACIÓN SOBRE EL CLPC : 8 %

NO POSEE INFORMACIÓN ALGUNA SOBRE EL CLPC : 92 %

El Consejo Local de Participación Ciudadana como instrumento de participación social en los asuntos de interés ciudadano parece que, por los datos obtenidos, aún no ha alcanzado el nivel de reconocimiento público acorde a sus principios y fundamentos. Para una gran mayoría de los entrevistados el CLPC es un órgano absolutamente desconocido (92 %) y sólo afirma poseer alguna información sobre él un 8 % de los participantes en esta entrevista.

Nº 12 - Percepción de los problemas y carencias del entorno local Finalizamos esta entrevista proponiendo que nos valoraran en función de sus prioridades una serie de problemas y carencias del entorno local. Esta pregunta ya la contenía el modelo de entrevista que se realizó a los responsables directivos de entidades (nº 74) y que pretendía recabar las inquietudes y preocupaciones prioritarias de sus destinatarios. Con el mismo objetivo la hemos incorporado al modelo dirigido a la ciudadanía y, salvo algunas variaciones, su análisis nos indica una considerable similitud en los resultados que se han obtenido de ambas entrevistas. Estas coincidencias nos dan un margen de aproximación que puede considerarse como relativamente representativo de las principales causas de preocupación para la población en general.

1º - Seguridad ciudadana y problemas derivados de la drogadicción 2310 puntos 2º - Limpieza pública 2205 puntos 3º - Desempleo 1980 puntos 4º - Tráfico y seguridad vial 1635 puntos 5º - Carencias de zonas verdes y espacios públicos 1359 puntos 6º - Carencias de equipamientos públicos 1107 puntos 7º - Problemas derivados de la convivencia vecinal 1068 puntos 8º - Contaminación sonora 930 puntos 9º - Contaminación ambiental 726 puntos 10º - Urbanismo y problemas relacionados con la vivienda 645 puntos

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Conclusiones y diagnóstico del estudio

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Queremos insistir en que estas conclusiones se basan exclusivamente en la información obtenida de los agentes objetivos y aquellas otras provenientes de las fuentes utilizadas. Las conclusiones que lo constituyen son un reflejo fiel de las distintas realidades genéricas del tejido asociativo local y de aquellos otros aspectos de la vida municipal que tienen relación directa o indirecta con el conjunto de las entidades sociales y de los procesos participativos.

Conclusiones de los resultados Culminado el proceso de análisis de los datos obtenidos, disponemos de una voluminosa información clasificada y organizada que nos permite evaluar los distintos temas en los que se ha estructurado la captación de datos. Las conclusiones que se exponen son el resultado de un proceso de interpretación de los datos que hemos obtenido de los agentes que han participado en el estudio y de la información recogida de las diversas fuentes utilizadas. Hemos valorado y estudiado con detenimiento cada dato, de manera aislada y en conjunto con aquellas cuestiones y temas que mantenían cierta interrelación. Con ello, hemos efectuado diversas revisiones del conjunto de respuestas. Algunos datos que aisladamente aportaban una información poco relevante han adquirido interés cuando se ha desarrollado un análisis genérico del tema donde estaba inserto. De esta manera, las conclusiones que han dado lugar al diagnóstico han ido paulatinamente construyendo una visión, en primer lugar relativa, para dar paso a posiciones de evidencias, conforme han ido incrementándose el número de datos que iban dando definición a las hipótesis previas de cada tema tratado.

Es muy probable que algunas entidades no se vean representadas en esta descripción de la realidad asociativa y que se presenten situaciones y circunstancias en las que no se vean identificadas. El estudio es genérico y expone aquellos aspectos que responden a los datos aportados por una mayoría de las entidades entrevistadas. Nos hemos centrado en una aproximación que corresponde a las descripciones de situaciones más comunes y reiteradas en el conjunto de entidades. Ello no nos ha impedido atender a aquellos aspectos que hemos considerado de mayor interés y que establecían datos diferenciadores entre unas organizaciones y otras. Esto ha sido una muestra de la interesante diversidad existente en el tejido asociativo y una referencia orientativa que debe propiciar un ejercicio reflexivo, sobre todo, en aquellas situaciones descritas en las que determinadas entidades gozan de una mejor situación que otras o han sabido superar circunstancias adversas.

La metodología empleada ha tomado como referencia una clasificación temática en la que hemos estructurado este estudio. Estos temas correspondían, en primer lugar, a los aspectos fundamentales que definen al asociacionismo y las circunstancias y procesos que le afectan directa o indirectamente y, en segundo lugar, la gestión pública en participación ciudadana. Hemos ido agrupando por estos criterios todos los datos obtenidos, analizando cada dato y la interrelación con el resto de la información recogida para, a continuación y después de su estudio, elaborar las conclusiones definitivas. Hemos intentado, en todo momento, mantener un exhaustivo rigor objetivo no dando por válida ninguna interpretación si no reunía elementos suficientes de certeza que pudiesen garantizar que las conclusiones obedecían con absoluta fidelidad a las realidades que nos habían manifestado.

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Para concluir este apartado, podíamos definir a la mayoría del conjunto de las entidades, en referencia a sus campos de actuación, como organizaciones orientadas hacia la atención de las personas que las componen y con escasa interrelación y vinculación con los factores externos.

1º.- Descripción del tejido asociativo y memoria asociativa a) Campos de actuación Iniciamos esta fase del estudio con los resultados que hacen referencia a los distintos perfiles del conjunto de las asociaciones, destacando, en primer lugar, por su considerable presencia en el conjunto, aquellas que se orientan hacia un perfil de carácter sectorial, es decir manifiestan que sus actuaciones se dirigen hacia sectores determinados de la comunidad que suelen coincidir, en una parte importante, con el conjunto de asociados y familiares de éstos. Un grupo reducido asegura que el sector al que dirigen sus actuaciones son personas que poseen afinidades relacionadas con determinadas aficiones o afectadas por diversos problemas. En segundo lugar, se presentan aquellas que tienen carácter territorial y que sus actuaciones están relacionadas con espacios territoriales concretos definidos por la demarcación de los distintos barrios. A pesar de esta delimitación territorial también domina un perfil sectorial, ya que son los asociados y sus allegados los que habitualmente son destinatarios de sus actuaciones.

b) Diversidades en la tipología y número El tejido asociativo local presenta un elevado número de organizaciones sociales (74 inscritas en el registro municipal más 5 AMPAS, 27 de ellas sin actividad reconocida) y que en

relación a la población total del municipio alcanza un alto nivel de asociatividad (16 % aproximado), lo que otorga un alto porcentaje de ciudadanos que figuran inscritos como asociados en alguna entidad local. Por estos datos podríamos pensar que el asociacionismo local goza de una presencia destacada en la vida de una parte importante de los habitantes de la localidad (estimada en más de 3000 personas) si atendemos a estimaciones cuantitativas. En cuanto a la diversidad de sus tipos, encontramos un conglomerado bastante diferenciado, según nos han descrito; en referencia a los campos de actuación, finalidades y perfiles de sus integrantes, atendiendo a una gran parte de los sectores sociales que componen la población. Esto puede ser considerado, en un principio, como un factor positivo que puede presentar un interesante potencial por las diversidades de acciones que se pueden promover desde el conjunto de las asociaciones. Dominan en las diferentes tipologías, en este orden, las dedicadas a sectores concretos de la población y las de carácter vecinal.

Observamos que la gran mayoría de las entidades estudiadas, independientemente de como se definan en referencia a sus campos de actuación, dedican su labor especialmente al conjunto de sus asociados aunque esto suponga ciertas discordancias, en bastantes casos, con lo señalado en sus propios estatutos. También se destaca una actividad dirigida casi exclusivamente hacía su interior, teniendo poca resonancia con el contexto sectorial o territorial donde aseguran actuar y una reducida capacidad de exteriorizar su labor. Añadir que, una casi absoluta mayoría, no ha desarrollado ningún tipo de acción destinada a conocer la realidad de sus entornos, lo que denota que la interrelación de las organizaciones con el contexto exterior donde se sitúan es bastante limitada.

Otro factor importante a destacar es la distribución de las entidades por el territorio local ya que, a pesar de una orografía y estructuración territorial compleja, existe presencia de organizaciones en casi todos los barrios. A pesar de esta alta diversidad existen claras y preocupantes ausencias de organizaciones dedicadas o integradas por grupos importantes de la población como es el juvenil y de otros campos de actuación como el cultural, el medioambiental, el de cooperación, el de atención a grupos sociales desfavorecidos, defensa del patrimonio, etc.

Esto queda de manifiesto también en las características y los destinatarios de las actividades que realizan y la existencia de un porcentaje elevado que presenta carencias en actuaciones destinadas al sector o territorio que manifiesta atender más allá del conjunto de personas que integran el colectivo.

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inclinamos a pensar que en gran parte de los casos aparecen directivas que no han estado relacionadas con los momentos iniciales de la entidad, no ha existido una comunicación efectiva en los relevos de los equipos directivos ni continuidad en los principios que han sustentado el proyecto asociativo, o bien no se han consultado o no existen archivos históricos de estas entidades.

c) Objetivos y finalidades A pesar de la diversidad que, a priori, presentan por los distintos perfiles del conjunto de organizaciones que configuran el tejido asociativo y contemplando los objetivos y finalidades que, en una proporción bastante alta, declaran que son los dirigidos a la atención, defensa, promoción y mejora de los sectores o poblaciones de los entornos físicos a los que manifiestan dedicarse. Se observa, analizando diversas respuestas relacionadas con su actividad real, que en una importante mayoría, relacionan los sectores o entornos físicos y sociales con el conjunto de sus asociados. Parece ser que existe una tendencia a confundir o a limitar la representación de ese sector o espacio al que se dirigen sus actuaciones a las personas que integran el colectivo. Como adelantábamos en el apartado nº 1 se deduce que la labor que se realiza, que supuestamente debe estar orientada a promover el cumplimiento de los objetivos y finalidades que establecen sus estatutos, no suele estar demasiado inspirada en los fines establecidos.

Los datos que hemos recabado nos indican que la gran mayoría de las entidades estudiadas surgieron a raíz de la iniciativa de un pequeño grupo de personas, normalmente organizadas informalmente en torno al liderazgo de una de ellas que protagonizó el proceso de motivación y movilización del grupo fundacional al que se suscribieron posteriormente otras personas. Las causas que originaron su constitución se distribuyen en dos grupos principales. En primer lugar, las que obedecían a motivaciones relacionadas con la preocupación e inquietud por las carencias y problemas que afectaban a un sector social determinado o a un entorno físico que coincidía con el barrio donde residían y, en un segundo lugar, las que estaban basadas en motivaciones de carácter personal definidas en torno a compartir aficiones, creencias, necesidades relacionales, de desarrollo personal, de comunicación o compañía y de ocio.

Esos desajustes entre objetivos y la dinámica de las entidades se ha puesto de manifiesto, en una importante proporción, tanto desde las respuestas de los responsables directivos como en las percepciones que sobre este tema han declarado otros agentes entrevistados, especialmente en las referencias a la involucración y actividad externa de las entidades.

Creemos que ha existido una evolución que ha derivado hacia una situación actual, en referencia al primer grupo, donde prevalecen unas motivaciones, en cuanto a las actitudes mayoritarias del colectivo, más relacionadas con las originarias del segundo y que pueden estar motivadas por la mejora de la situación de las causas que propiciaron su constitución. En perjuicio han perdido vigencia las capacidades reivindicativas de carácter más social. En cuanto a las motivaciones que propiciaron su participación en la entidad que los socios sin cargos han mencionado en sus entrevistas, figuran también, en situación preferente, los motivos relacionados con razones personales (necesidades de relación y

La vigencia de este importante capítulo que define, en parte, el objeto por el qué se constituye una entidad de carácter ciudadano, adquiere relevancia, para un porcentaje elevado de colectivos, cuando están íntimamente ligados a los intereses de sus propios asociados y que se suelen constituir como objetivos preferentes de la actividad asociativa, ocupando un lugar secundario otras finalidades relacionadass con los sectores o ámbitos que afirman representar. d) Principales causas y orígenes

compañía, ocio y entretenimiento, compartir aficiones y de autorealización personal). Sólo un 9 % declara que su presencia en la entidad

de la entidades Destacar, en primer lugar, que este apartado de la investigación ha sido uno de los que nos hemos encontrado con un mayor número de respuestas sin pronunciamiento agrupadas bajo la descripción de “no sabe / no contesta” (25 %) y que como conclusión nos

obedece al interés por el proyecto asociativo en general. Estos datos son relevantes pues la gran mayoría de los entrevistados ejerce de socio desde el período fundacional o llevan más de 7 años como tales. 82

presentan, especialmente, en muchos aspectos de vital importancia para el funcionamiento asociativo.

e) Desarrollo temporal del proyecto asociativo y percepción actual

f) Longevidad de las entidades

Los datos que hemos obtenido en este tema presentan también cierta diversidad en cuanto a las distintas visiones que nos han transmitido sobre el proceso evolutivo de las entidades. Así hemos recabado manifestaciones que presentan desarrollos asociativos en una clara línea ascendente a lo largo de toda su historia, otras, las menos, que relatan un proceso descendente y un itinerario en cierta medida accidentado. Un tercer grupo, en este caso mayoritarias, nos describe altibajos en su desarrollo

El mayor grupo de entidades se constituye entre las décadas 70, 80 y 90 que agrupa a cerca del 70 % del total de entidades estudiadas, siendo la década de los noventa la más fructífera en cuanto a formación de nuevos colectivos. Esto parece otorgar cierto nivel de experiencia y consolidación a gran parte del conjunto por sus años de funcionamiento. Si realizamos un análisis comparativo a las que se han constituido a partir del año 2000 en relación con la línea ascendente de las décadas de los 80 y 90, observamos una considerable disminución en el ritmo de creación de nuevas entidades, lo que nos parece indicar que las iniciativas ciudadanas destinadas a nuevos proyectos asociativos se han ido reduciendo. Esto puede ser interpretado como una pérdida de la capacidad en las nuevas generaciones por constituir grupos organizados o bien, que la cultura asociativa no se ha asentado como forma de interrelación y de organización entre los individuos más jóvenes.

En cuanto a la etapa inicial es la que presenta mayores lagunas en la información recabada y que entendemos normal que ocurra cuando la entidad es bastante longeva, pero no es el caso de la mayoría de éstas que no ha facilitado información alguna sobre los primeros años de la entidad y que asciende al 29 % de las entidades participantes, lo que nos confirma que el itinerario temporal de bastantes asociaciones sufre rupturas o falta de continuidad en la transmisión informativa en los relevos de los cargos. Las descripciones que poseemos sobre este período nos definen una situación, para la mayoría de las asociaciones, no exenta de dificultades y bastante compleja, motivada especialmente por las carencias de recursos, apoyos y, en algunos caso, incomprensión. También han acusado períodos críticos que han provocado altibajos en su funcionamiento, con etapas de parálisis o escasa actividad.

Esta conclusión debe motivar hacia una reflexión seria pues, de seguir está tónica, se pueden presentar inquietantes incertidumbres sobre el futuro del tejido asociativo local que relacionamos con el envejecimiento progresivo de sus bases y las posibilidades reales de que se efectúen los necesarios relevos generacionales y, por otra parte, el declive en el ritmo de constitución de nuevos proyectos asociativos y la ausencia de actividad juvenil organizada.

Existe generalmente una concepción positiva de la evolución de la entidad, ya que mayoritariamente opinan que la trayectoria ha sido ascendente y poseen una percepción muy satisfactoria de cómo ha evolucionado el proyecto asociativo. Este grado de satisfacción se presenta más elevado en el colectivo de responsables asociativos que en el de socios sin cargo de responsabilidad que hemos entrevistado.

En el estudio que se ha efectuado al Registro Municipal de Asociaciones hemos recabado la existencia de al menos 25 entidades de las que, en su gran mayoría, no se tienen noticias de su existencia por carecer de datos que nos proporcionara algún síntoma de actividad o funcionamiento. Varias de estas entidades tienen una fecha de constitución relativamente reciente, ínterpretándose como que el proyecto no ha superado su primera etapa, la iniciativa obedecía a finalidades puntuales que solamente requerían de un proceso administrativo para los intereses del grupo promotor, o bien han sido otras causas las que han determinado su inactividad.

Concluyendo este tema creemos que hay una actitud bastante complaciente y poco autocrítica acerca de la situación actual hacia la que ha derivado la entidad, puesto que, como comprobaremos más adelante, aparecen bastantes síntomas que contradicen esta visión, mayoritariamente positivista, que 83

Desconocemos cuantas de estas iniciativas asociativas hubiesen tenido mejores expectativas de desarrollo si hubiera existido un servicio o programa destinado al asesoramiento, orientación, información y fomento del asociacionismo.

responsabilidades asociativas y es una pérdida de los activos y del capital humano que pueden aportar las mujeres. Las conclusiones que obtenemos están evidentemente dirigidas a resaltar la falta de paridad de género y las limitadas opciones que presentan las mujeres en cuanto a su papel dentro de la mayoría de las asociaciones. Pensamos que queda trabajo por hacer en este sentido desde el colectivo de asociadas por obtener presencia en los espacios de decisión de sus respectivas entidades.

Analizando el índice de supervivencia de los colectivos podríamos estimar que, aproximadamente, sólo el 63 % de las entidades constituidas logra continuar en activo.

2.- Órganos y funcionamiento

Interno

En cuanto al perfil de edad de los cargos directivos dominan los encuadrados entre los 36 y 50 años con un notable desplazamiento de los que se aproximan a los 50 como mayoría. En segundo lugar, se sitúa el fragmento comprendido entre los 51 y los 65 años. A destacar que no superan el 15 % aquellas personas que ocupan cargos con edades inferiores a 36 años.

a) Equipos directivos 1º.- Perfiles de los cargos de responsabilidad Lo más destacado en cuanto a la distribución entre sexos de este cargo es que el número de hombres que ostentan el cargo de máxima responsabilidad triplica al número de mujeres. Esto nos indica que la mujer, en el campo asociativo local, no ha adquirido el grado de representatividad que le corresponde en relación a su presencia en el conjunto de los asociados que es sensiblemente superior al número de hombres. Ni siquiera la presencia de seis asociaciones integradas exclusivamente, o casi en su totalidad, por personas del sexo femenino, palia esta considerable diferencia a la hora de asumir responsabilidades en el mundo asociativo.

En un principio, a raíz de la lectura de estos datos podríamos interpretar que se tiende a designar como responsables asociativos a aquellos socios más veteranos y que pueden tener más experiencia para el desempeño de su cargo, pero si nos remitimos a los perfiles de edad del conjunto de los asociados, observamos como los espectros de edad de los responsables corresponden a las edades mayoritarias del conjunto de los asociados, al igual que la representación de cargos menores de 36 años se asemeja mucho al porcentaje que ocupan en la totalidad de asociados.

Esta situación se mantiene, aunque de forma más moderada, en el resto de los equipos directivos donde los hombres superan en 12 puntos a las mujeres en el desempeño de cargos de responsabilidad. En este caso sí se materializa el efecto de la presencia de entidades de carácter femenino. En este sentido, cabe destacar la existencia de un grupo de entidades, no muy numeroso, que mantiene una curiosa forma en la manera de ejercitar el asociacionismo de base y que consiste en que sólo el “cabeza de familia” es el que participa con plenos derechos como socio, el resto de la familia disfruta de los servicios y actividades de la entidad pero no suele participar en los procesos de toma de decisiones, lo que supone serias limitaciones para el acceso de la mujer a cargos de responsabilidad. Este modelo, a parte de ser un arcaicismo, no beneficia en absoluto a la incorporación femenina en las

A la hora de señalar un diagnóstico sobre el factor edad de los equipos directivos destacamos que están muy relacionados con el perfil mayoritario del conjunto de integrantes de la entidad. También observamos que la presencia de miembros jóvenes en estos equipos es bastante reducida, al igual que su presencia en las entidades y esto puede ser un riesgo a medio y largo plazo en cuanto a la viabilidad de algunas entidades por la ausencia de relevo generacional. En cuanto a los datos que disponemos de las ocupaciones habituales o situación laboral de los máximos responsables, nos indican que hay dos grupos dominantes en las personas que ejercen este cargo con porcentajes muy similares: los que tienen como ocupación la de operarios industriales, 84

oficios manuales y hostelería como grupo más numeroso (36 %), seguido por los que desarrollan una profesión de carácter técnica con formación universitaria (34 %). Existe un tercer grupo de cierta importancia compuesto por jubilados, pensionistas, amas de casa y empleadas de hogar (18 %)

determinan que los ejercicios de mandatos de gobierno suelen ser bastante extenso. Sorprende la existencia de un grupo de entidades (25 %) que manifiestan que mantiene el mismo equipo desde su constitución y algunas de ellas superan la década de funcionamiento.

En referencia al resto del equipo directivo, ocupan el primer lugar las amas de casa, empleadas de hogar, jubilados y pensionistas (39 %) seguido por un 31 % del que agrupa a operarios industriales, oficios manuales y hostelería. El resto de ocupaciones se fragmenta en pequeños porcentajes.

En segundo lugar, se constata que más de la mitad de las entidades entrevistadas indican que la actual no es la primera experiencia de mandato del equipo. Es decir, que es habitual que las mismas personas repitan ejercicio como responsables asociativos.

En principio podemos comentar, salvo el porcentaje de personas de cualificación profesional medio-alta (34%) que ejerce las funciones de máximos responsables por su elevada presencia, que los perfiles de ocupación representan ciertas similitudes con los existentes en la población local en general, manteniéndose la constante, a excepción de la salvedad detallada anteriormente, de que las entidades son un reflejo social del medio local.

En tercer lugar, el 62 % de los responsables entrevistados asegura emplear más de 20 horas semanales de dedicación a asuntos relacionados con la entidad que dirige y añade que sus compañeros del equipo directivo dedican un período similar a la misma tarea. Un 57 % afirma que el desempeño de las labores de su cargo le crea algún tipo de problema con su vida privada y un 30 % considera que necesitaría dedicar más tiempo.

Podemos pensar que la presencia de un número importante de personas con formación universitaria o similar en las direcciones de un grupo relativamente amplio de asociaciones debe reportar mayores niveles de cualificación en las labores de gestión y proyección asociativa, pero los datos no nos aportan especiales diferencias entre las que están dirigidas por éstos y el resto, por lo menos a nivel de dinamismo asociativo.



Nos encontramos con equipos directivos excesivamente longevos en su período de mandato y formados por un grupo reducido de socios que suele repitir en las sucesivas juntas. Esto provoca que los órganos de dirección estén reiteradamente en manos de un grupo muy reducido de personas y, en consecuencia, puede afectar al nivel de democracia participativa interna y significan unas evidentes deficiencias en el relevo de la asunción de responsabilidades por parte de la mayoría de asociados.

Las ocupaciones relacionadas con formación universitaria o similar decrecen al 9 % en el resto del los equipos directivos por lo que podemos afirmar que existe un nivel formativo relativamente bajo en las personas que generalmente ocupan estos cargos.

Las conclusiones que se pueden dilucidar de estos datos nos aportan una evidencia: los ejercicios de los cargos de responsabilidad, en un importante número de entidades, se prolongan excesivamente e incluso, en algunos casos, podemos pensar que empiezan a adquirir carácter de vitalicios. Las causas pueden ser diversas, pero nos inclinamos por pensar que las decisiones para asumir responsabilidades formalizadas sólo las asumen un pequeño grupo de personas que son las que presentan un mayor nivel de vinculación e interés por el proyecto asociativo y que estas personas suelen repetir como directivos en distintos mandatos de gobierno. Por ello, están dispuestos a dedicarles un considerable número de horas a atender a las responsabilidades propias de su gestión y que,

2º.- Ejercicios de los cargos de responsabilidad En primer lugar abordaremos los períodos de ejercicio de los equipos directivos que, por lo general, son bastante extensos ya que el 75 % superan los dos años de desempeño. Existen entidades que en su regulación contemplan periodos de mandato más prolongados, pero su implantación en el contexto asociativo no representa más allá del 18 % del total de entidades. Estos datos 85

entidades (visión patrimonialista de la entidad).

en un alto porcentaje, padecen determinados problemas para conciliar la actividad que le requiere el desempeño de su cargo con su vida privada.

En definitiva, podemos concluir con este apartado subrayando que la situación actual que presenta la gestión de las entidades estudiadas y el nivel de participación de los asociados en este aspecto, para un porcentaje elevado de organizaciones, acumula un elevado número de riesgos que amenazan el dinamismo del tejido asociativo local. Más adelante presentaremos algunas propuestas encaminadas a generar posibles soluciones a este serio problema.

De esta situación se deduce que el nivel de implicación, participación y la capacidad para asumir responsabilidades se presenta en un número limitado de asociados, lo que determina que la mayoría de la base social de las entidades no participe responsablemente de la vida asociativa y se reduce la renovación de los equipos, al menos en un porcentaje dominante de las organizaciones sociales analizadas.

3º.- Grado de capacitación asociativa

Las circunstancias descritas pueden desencadenar una serie de efectos negativos tanto en la vitalidad de la vida asociativa, como en las personas que ocupan los cargos de responsabilidad. Estos efectos pueden ser los siguientes:

Los datos que sobre este tema nos han aportado los propios protagonistas, correspondían a una propuesta de ejercicio de autoevaluación a los máximos responsables asociativos y al resto de compañeros y compañeras del equipo de dirección sobre el grado de formación que se asignaban así mismos acerca de sus capacidades para gestionar y dirigir su entidad. El 54 % se consideraban que disponían de un nivel adecuado. El 41 % reconocía que era mejorable y el 5 % restante afirmaba que era bajo.

- Pérdida de capacidades de acción: Los mandatos extensos y reiterados provocan cansancio y agotamiento en las personas que los ocupan. Se acumula un desgaste paulatino y suele haber una disminución de las capacidades de generar nuevas iniciativas e ideas. Pueden aparecer sensaciones de desmotivación, falta de interés y de capacidad de trabajo.

Expusimos una pregunta similar a los agentes participantes que tenían vinculación con el Ayuntamiento y que profesional o políticamente tenían relación directa con los responsables de las entidades habitualmente. Éstos manifestaron en un 59 % que la capacidad de gestión de los líderes asociativos era deficiente y el 33 % opinaron que era la suficiente para ejercer sus responsabilidades.

- El síndrome del directivo “quemado” reduce también la operatividad y calidad en la gestión asociativa, afecta a las posibilidades de obtención de recursos para mejorar el sostenimiento asociativo y a la actividad. - Siempre son los mismos quienes se dedican a activar la vida asociativa y se deterioran las aportaciones e iniciativas de la base social, ya que se instaura el hábito de que la junta directiva se ocupa de todo.

En la entrevista efectuada a los socios sin responsabilidades también propusimos que valorasen la gestión de la entidad que realizaban los responsables directivos y sus respuestas otorgaban una valoración del 4´5 sobre un máximo de 10.

- Pérdida de calidad en la democracia participativa. La toma de decisiones se limita a un número reducido de personas, afectando a los niveles de participación que deben imperar en el mundo asociativo. Pueden suscitar cierta pérdida de representatividad real y de apoyo social a los cuadros directivos y aparecer actitudes donde prevalecen los personalismos y las decisiones y concepciones unilaterales en la vida asociativa, provocando situaciones de confunsión entre los intereses asociativos con los personales de los que están al frente de las mismas, sumando a esto una concepción más privada que colectiva de las

Insistiendo sobre este tema con los responsables asociativos, preguntamos si habían participado en alguna experiencia formativa en materia de gestión de entidades sin ánimo de lucro u otros temas relacionados (curso, seminario, jornada, conferencia, etc.). El 57 % declaró que había asistido, al menos, a una experiencia de este tipo. El 43 % manifestó que nunca había tenido ninguna experiencia de carácter formativo. 86

A continuación planteamos si, en alguna ocasión, habían recurrido a documentación, bibliografía, página web, etc., para consultar sobre algún tema relacionado con la gestión asociativa, obteniendo como respuesta que el 52 % se había documentado sobre algún tema vinculado a la vida asociativa y un 48 % nunca lo había hecho.

posición de fácil acomodo que no exige esfuerzos añadidos. Consideramos también que la falta de dinamismo asociativo impone unas exigencias mínimas en el esfuerzo necesario para continuar llevando la entidad. La rutina, la cotidianidad de un quehacer asociativo que se repite año tras año con las mismas propuestas y actividades y donde no existen innovaciones, ni retos, ni nuevos desafíos provoca que las necesidades de superación o de mejora en la gestión y la dirección no sean prioritarias.

Para finalizar, le propusimos qué valoración asignaban a la importancia de estar formado en la materia para poder contar con más recursos y capacidades personales a la hora de enfrentarse a los múltiples retos que supone gestionar una asociación. Un 51 % no la consideraba importante, mientras que un 44 % afirmaba que sí.

El dato positivo lo añade el interés manifestado por el 80 % de los entrevistados en participar en alguna experiencia formativa.

Los datos nos revelan una situación donde parece ser que en torno al 50 % de entidades no reconoce o no tiene la necesidad de mejorar sus capacidades instrumentales en su trabajo asociativo. Se podía pensar que impera la sensación de que existe una capacitación suficiente para dirigir y gestionar sus colectivos sin necesidad de dotarse de nuevos conocimientos y técnicas, opinando que sus recursos personales actuales les cualifican para llevar hacia adelante todas las tareas necesarias para que continúe desarrollándose el proyecto asociativo.

A todo esto podemos añadir que el tipo de modelo asociativo que impera también puede afectar notablemente a las consideraciones que se reflejan sobre sentirse capacitado o necesitar mejorar el nivel de aptitudes que se pueden tener. Un modelo que se sostenga exclusivamente en una limitada oferta de servicios de entretenimiento, ocio y de compañía a sus socios siempre exigirá menos cualificación a sus gestores que otro modelo que posea una proyección más ambiciosa y de mayor implicación social.

También es sintomático de esta realidad el hecho de que casi la mitad de los entrevistados nunca haya tenido la necesidad de consultar o informarse sobre algún tema relacionado con su asociación y hablamos, en algunos casos, de personas que llevan décadas inscritas como socios.

Si este modelo asociativo que se ha descrito goza de una implantación sólida y satisfactoria entre sus asociados y gestores, es lógicamente normal que no se vea con interés mejorar la formación y las capacidades de sus responsables. Entre los aspectos más deficitarios que sobre la gestión asociativa han destacado los agentes que han respondido al modelo de entrevista destinado a personas con vinculación con el Ayuntamiento, se señalan las referentes a las capacidades organizativas y a las carencias personales de recursos técnicos de gestión de los responsables asociativos.

Esta opinión complaciente puede ser motivada por una visón, en cierta medida reduccionista, de sus responsabilidades y la ausencia de planteamientos autocríticos y de un mínimo ejercicio de autoevalución que les permita valorar con cierta objetividad si la labor que tienen encomendada se está realizando todo lo bien que se puede hacer. Frente a estas actitudes resulta complejo que surjan elementos como la superación, el afán de mejora, de perfeccionamiento . . . En este sentido, observamos determinadas tendencias que suelen adjudicar la totalidad de las responsabilidades de los fracasos, problemas y dificultades a otros agentes (ayuntamiento, los socios, las carencias de medios, de apoyos, la gente . . .), sin plantearse si desde su posición se ha hecho todo lo posible por evitar situaciones no deseadas, creando 87

Nadie nace con esas habilidades, ni los años de ejercicio al frente de las responsabilidades asociativas garantizan su adquisición. Por otra parte, la complejidad del mundo en que vivimos y sus constantes cambios y transformaciones exigen un esfuerzo de actualización y reciclaje que requiere dedicar tiempo y esfuerzo a dotarnos de nuevos instrumentos, conocimientos, cualidades y aptitudes, si no queremos ver cómo van extinguiéndose nuestras posibilidades de desarrollo.

4º.-¿Porqué es necesaria la formación? Independientemente del carácter, ámbito o campo de actuación que tenga asignado cualquier entidad sin ánimo de lucro, la gestión de éstas es un elemento crucial para su desarrollo. Una correcta gestión significa la optimización y el aprovechamiento de todos los recursos y activos disponibles (humanos, materiales, económicos) para poner en marcha con efectividad cualquier proyecto asociativo. También, una correcta gestión propicia el establecimiento de las orientaciones y referencias precisas que son necesarias para su funcionamiento y maduración.

En el mundo asociativo se solía decir que “con mucha voluntad se solventaban las carencias” y si alguna vez esta frase tuvo algún ápice de razón, en la actualidad, a perdido toda su vigencia. La voluntad, por mucho que se derroche, la ilusión, las motivaciones . . Están muy bien, pero no nos van a llevar demasiado lejos. Disponer de conocimientos básicos sobre dinámicas de grupo, gestión de recursos humanos, planificación estratégica, fiscalidad, legislación asociativa, dirección corporativa, liderazgo responsable, comunicación efectiva, administración, gestión de datos, elaboración de proyectos, organización operativa, animación sociocultural, análisis de la realidad, evaluación, marketing social, gestión de proyectos socioculturales, relaciones con la administración y otros muchos temas de interés asociativo, es fundamental para llevar con garantías de éxito la aventura colectiva que supone una asociación.

Una gestión correcta y sólida impulsa la autonomía asociativa desde el momento que establece un marco de actuación propio que fortalece su capacidad de independencia, evitando los perfiles subsidiarios. Las posibilidades de progreso de ese proyecto, su consolidación o, incluso, su supervivencia van a estar íntimamente relacionadas con la capacidad de sus gestores para sacarle el máximo partido a los siempre limitados recursos con los que se cuenta. Las asociaciones son grupos de personas organizadas en torno a una idea o finalidad. Como grupo humano que son, se reproducen determinados roles o papeles en los que se manifiestan una o varias personas que asumen un mayor grado de responsabilidad, capacidad decisoria y de iniciativa. A estos personajes se les denomina líderes y en el ámbito asociativo equivalen a las personas que integran los equipos directivos. Ellos son los responsables de velar con mayor interés y preocupación por los intereses y la salud de la entidad, que es la representación del grupo. Tienen que asumir una serie de tareas que, en función de las características y actividad de la organización, pueden ser de mayor o menor envergadura, pero sea como sea, la calidad de su trabajo va a repercutir de manera especial en el devenir de la entidad. Las capacidades que demuestren en su saber hacer van a condicionar el desarrollo del proyecto asociativo en todos sus aspectos. Ellos son los que tiran y conducen el carro y por mucha voluntad que pongan en la tarea, si no cuentan con los suficientes y adecuados recursos y habilidades personales, difícilmente conseguirá la entidad progresar en sus objetivos.

Confiar exclusivamente en nuestra voluntad y capacidad de sacrificio por nuestra asociación no es suficiente y por mucho empeño que le pongamos es más que probable que acabemos “quemados”, perdiendo capacidad de iniciativa, eficacia y motivación. El esfuerzo, la dedicación, las innumerables horas que, según manifiestan los responsables directivos entrevistados, dedican a ir solventando los numerosos retos y problemas que supone llevar adelante una asociación, solamente en su dinámica cotidiana, no sirven de mucho si no está acompañado de la eficacia y la productividad necesaria. Por otra parte esta situación, que a tenor de los resultados es muy habitual en el conjunto de nuestras entidades, provoca un inquietante estado de vulnerabilidad en gran parte de las asociaciones participantes de este estudio. 88

Los riesgos que amenazan a la viabilidad de las entidades se acrecientan cuando su gestión y dirección están en manos de muy pocas personas que, prácticamente absorben la totalidad del trabajo que se genera. Su disponibilidad tiene límites, su dedicación no será inagotable y el sobreesfuerzo se acaba pagando. Y esto se agrava cuando no se cuenta con los medios e instrumentos adecuados, ni las capacidades personales para afrontar el cúmulo de tareas y asuntos que conlleva la gestión asociativa.

agenda de las reuniones del equipo directivo están muy completas, con un número abultado de temas a tratar, lo que debe suponer un volumen de actividad considerable para el grupo de dirigentes. El equipo directivo es el órgano de representación encargado de la gestión diaria de los intereses y asuntos asociativos, por lo tanto asumen un volumen considerable de trabajo y responsabilidad que será mayor en función del grado de dinamismo y vitalidad que presente la entidad.

También es demasiado habitual que los medios con los que cuentan la inmensa mayoría de nuestras asociaciones sean precarios e inestables por que no están garantizados año tras año. Saber sacar el máximo partido a éstos es una cuestión fundamental y esta capacidad de optimización de recursos sólo nos la va a aportar una mayor y mejor cualificación.

La impresión que obtenemos de los datos aportados nos indica que desde la mayoría de los equipos directivos se efectúa un trabajo intenso, que se incrementa por la poca presencia de socios que colaboran en los distintos aspectos de la vida asociativa y que sobre ellos recae especialmente el sostenimiento e impulso del proyecto asociativo.

Como conclusión a este punto podemos indicar que los datos que disponemos relacionados con la formación y cualificación asociativa provenientes de este apartado y las referencias que se evidencia en otros muchos de la entrevista, nos dan un perfil de responsables directivos con bastantes carencias en esta área. Estas deficiencias, que hemos comentado anteriormente, repercuten negativamente en el conjunto de entidades, limitan considerablemente sus posibilidades y son parte importante de las causas de muchos de los síntomas poco favorables del tejido asociativo local, ya que son ellos los que representan y lideran las organizaciones y éstas podrán mejorar o no en función de las aptitudes que sus líderes posean para lo que sería necesario un cambio de actitud, partiendo de un previo reconocimiento de las necesidades de mejorar sus capacidades de gestión y sus conocimientos sobre asociacionismo.

5.- Reuniones de los Equipos Directivos La mayoría de los responsables asociativos se reúnen con su equipo al menos una vez al mes (70 %) y tratan diversos temas que valoran de manera muy similar en cuanto a la frecuencia con la que se dedican a ellos en estas reuniones (organizaciones de actividades, incidencias, decisiones de carácter económico o administrativo, resolver problemas. . .). Por los

datos que nos aportan sobre los temas tratados obtenemos la impresión de que la 89

para atender determinados problemas de importancia que requiere decisiones de cierta urgencia.

b) Asamblea general La asamblea general es el órgano supremo de gobierno de la asociación, integrado por todos los asociados, que adopta sus acuerdos por el principio mayoritario o de democracia interna. Es el órgano donde reside la capacidad soberana de decisión que otorga personalidad jurídica a la entidad y es la máxima expresión de su funcionamiento democrático

3-

La primera se presenta preocupante por que supone la ignorancia de un tema fundamental para cualquier entidad como es el marco legislativo que la regula y las consecuencias de este desconocimiento pueden ser bastante negativas para cualquier organización social.

Planteada la cuestión de qué órgano asumía habitualmente la tarea de asumir las decisiones de carácter importante en las distintas entidades entrevistadas, nos aparecen datos de interés acerca del funcionamiento interno y de la participación de los asociados. El grupo más mayoritario (39 %) se inclina por otorgar esta facultad al equipo directivo. En segundo lugar, figuraban los que indicaban la asamblea general (34 %), seguida de los que opinaban que el equipo directivo y la asamblea general (18 %) y en último lugar un 9 % que afirmaba que era el presidente.

La segunda, tampoco ajustada a la legislación, corre el riesgo de que su hábito complique el ejercicio de los asociados de participar con su voz y voto en las decisiones de importancia y pueda ocasionar conflictos internos. La tercera hipótesis significa que la entidad ha perdido su base social y la democracia participativa que tiene que regir la actividad asociativa ha desaparecido o está en trance de desaparición.

En cuanto a la fecha de celebración de la última asamblea todas se habían realizado en el período legal establecido, a excepción de un 17 % que manifestaba que hacía más de un año que no se convocaba ninguna.

No podemos dejar de valorar a ese 9 % que asigna al presidente plenos poderes decisorios sobre los asuntos de importancia de la entidad pues puede ser interpretado como que la actitud patrimonialista de los máximos responsables se ha impuesto sobre el concepto colectivo de la vida asociativa. Es decir se confunden posiciones personales y privativas con los intereses del grupo.

Los temas que habitualmente se trataban eran bastante diversos y atendían principalmente a los aspectos que establece la legislación como competenciales de este órgano. La participación de los asociados en las asambleas otorgaban mayoría (46%) a aquellas que afirmaban que la asistencia de asociados no superaba habitualmente el 20 %, decreciendo paulatinamente los porcentajes conforme iban indicando un mayor nivel de participación.

Todas implican situaciones poco favorables para la vitalidad de las entidades y su salud democrática, relegando a los asociados a meros usuarios de los servicios o actividades que ofrecen las organizaciones, sin que su efectiva participación como parte integrante y fundamental del proyecto asociativo tenga cabida.

El análisis de este apartado nos indica, en primer lugar, ciertos desajustes en la aplicación normativa (Ley Orgánica 1/2002, de

En cuanto a la cuestión que hacía referencia a la celebración de la última asamblea, no podemos obviar a ese grupo compuesto por el 17 % de participantes que afirma que hace más de un año que no realizan ninguna convocatoria. En primer lugar, la Ley determina la obligatoriedad de celebrar, al menos una vez al año, una asamblea general para aprobar las cuentas anuales y el presupuesto del año siguiente y con ello garantiza al socio el conocimiento público del estado financiero de la entidad. Aparte de

22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación) que otorga a la asamblea general

la potestad decisoria sobre los asuntos de importancia para la entidad y que son cometidos por un grupo importante de entidades. Interpretamos tres posibles causas a esta circunstancias: 1-

Desconocimiento de la legislación.

2-

Razones operativas que exigen se prescinda de convocatorias de asambleas

La participación de los socios se ha reducido a niveles tan bajos que ya no se requiere de su opinión.

90

posicionarse en un situación alegal, interpretamos que este hecho significa que tiene que existir una situación de absoluta falta de actividad asociativa, ya que puede que no haya existido, en este prolongado período de tiempo, ningún asunto de importancia que requiera de una convocatoria de asamblea o bien, el modelo de gestión que se aplica prescinde de la participación de los asociados.

referencia a la participación en los procesos de toma de decisiones. Por otra parte, si los intereses más frecuentes de las personas que integran los colectivos suelen coincidir con aquellos que les produce satisfacciones personales (ocio, entretenimiento, diversión, relaciones, . . .) puede resultar normal que no muestren demasiado interés hacia aquellos aspectos de la vida asociativa que no atiendan a estas satisfacciones.

En referencia a los temas que suelen tratarse habitualmente en las asambleas aparecen, unos órdenes del día de bastante magnitud, numerosos en sus puntos y con temáticas muy proclives a ser densas. Es habitual concentrar muchos temas dado que las asambleas no se prodigan mucho. Estas circunstancias provocan que el debate se convierta en poco ágil, las decisiones se prolonguen excesivamente y las discusiones deriven hacia situaciones que a veces no interesan a muchos. Es necesario racionalizar los contenidos de las asambleas, especialmente el de ruegos y preguntas al que sería importante establecer otros medios y canales más efectivos y que no tienen por qué dominar las asambleas. Emplear dinámicas más operativas que eviten las sensaciones de tedio que suelen acabar dominando a este tipo de actos. Las técnicas relacionadas con la negociación y de operatividad de reuniones pueden ser muy adecuadas para que las asambleas sean productivas y no sean consideradas como experiencias poco atractivas.

c) Vocalías Preguntamos por la existencia de vocalías, comisiones o grupos de trabajo, resultando que el 75 % afirmaba que estaban constituidos estos órganos y que se dedicaban sobre todo a la organización de actividades. Este elevado porcentaje que manifiesta que existen en las entidades entrevistadas, significa un dato positivo pues expresa la voluntad de grupos de socios por participar activamente en determinados aspectos de la vida asociativa, aportando su trabajo y esfuerzo en el desarrollo de tareas y responsabilidades. Otro aspecto positivo que presenta esta información es la diversidad de acciones que, según nos indican, realizan. Estos datos que, a priori se consideran de interés, pierden cierta validez en los apartados dedicados a las actividades, socios colaboradores y a las labores propias de programación y organización, ya que no se mencionan en ningún sentido la existencia de estos órganos. Interpretamos que estos grupos no tienen actividad real, a pesar de que afirman que están constituidos, o bien, su capacidad de acción es tan limitada que no se reconoce su contribución al desempeño de las tareas asociativas.

Las cifras de participación de los asociados en las asambleas generales definen actitudes que se han repetido en bastantes puntos de las entrevistas y que hacen referencia a los bajos niveles de implicación y de participación responsable del conjunto de los asociados en un alto porcentaje de organizaciones. Es sintomático que uno de los actos de mayor importancia para una asociación, por los temas relevantes que se suelen tratar, cuenten habitualmente con una baja participación de asociados y esto puede significar que el nivel de vinculación de éstos con el proyecto asociativo no sea el más adecuado. También pensamos que las actitudes mayoritarias que se han habituado a hacer dejación de sus responsabilidades como socios, delegando en los equipos directivos toda la labor relacionada con el sostenimiento de la entidad, se evidencian también en 91

socios donde realmente no los hay es, aunque minoritario, el de algunas entidades que consideran socios a todo el vecindario, hayan formalizado su inscripción o no como tales y sin necesidad de que manifiesten interés en incorporarse a la organización.

3º.- Los Asociados a) Número y perfiles Los datos obtenidos sobre la base social de las entidades, es decir, el número de personas que integran las organizaciones como socios, nos muestran un perfil de colectivos sociales compuestos por una elevada cantidad de personas. El grupo de asociaciones más numerosas (46 % del total) supera el centenar de miembros y el segundo grupo (21 %) está compuesto por entidades que integran a más de doscientas personas. Dentro de este grupo incluso existen varias que manifiestan poseer más de un millar de asociados.

De todas maneras, y como adelantamos en una estimación más rigurosa que ha tomado como base la entrevista efectuada a la ciudadanía en general, el nivel de asociatividad del municipio alcanza un porcentaje bastante elevado (en torno al 16 %), pudiendo aseverar que la pertenencia a organizaciones ciudadanas es un hábito social relativamente extendido entre su población, lo que puede ser considerado como un hecho positivo para la comunidad local. Pero como estamos observando en estas conclusiones, el número de entidades o la numerosa base social que supuestamente lo sustenta no se ven proyectados hacia un mayor vigor y dinamismo social. El efecto que, este gran cúmulo de entidades y de personas organizadas en torno a ellas, causa sobre el municipio es de escasa relevancia. Aplicando parámetros de utilidad o rentabilidad social a estos activos que posee el municipio, representados por el tejido asociativo, podríamos considerar que, a pesar de su potencial cuantitativo, sus aportaciones no reportan beneficios destacables al contexto local y sus posibilidades de proyección están infravaloradas.

En cuanto al perfil de los asociados por sexos nos encontramos con un ligero dominio de mujeres sobre hombres (52 frente al 48 %) que nos indica que la incorporación de la mujer al mundo asociativo en lo referente a su presencia en las bases se ha realizado de manera efectiva. Si nos situamos en los datos obtenidos sobre su distribución en relación a la edad, vemos que los grupos que dominan están compuestos por personas con edades comprendidas entre los 36 y 50 años (39 %) seguidos de los que se sitúan entre los 51 y 65 años (28 %). Con un 16 % se presenta el grupo que oscila entre los 22 y 35 años. A continuación, los mayores de 65 años (12 %) y para finalizar, los menores de 22 años con un 5 %.

En referencia a la variable de género, se consolida la participación femenina en el ámbito asociativo, quedando pendiente su incorporación en paridad a los órganos de decisión y representación donde parece que no ocupa el lugar que le corresponde. Este tema ya fue tratado en el punto referente a los equipos directivos.

Se ha realizado una estimación sobre el número total de personas que podrían estar inscritas como socios en todas las entidades que han participado en el estudio, en base a los datos que nos han aportado los responsables directivos y los cálculos ascendían a más de 6.000 personas. Trasladándolos a la población actual del municipio implicaría que más del 30 % de la población estaría inscrita en alguna entidad local. Por supuesto, consideramos desorbitados estos datos incluso asumiendo que un porcentaje correspondería a personas no empadronadas en el municipio. Nos inclinamos por entender que en algunas organizaciones no se llevan con demasiado rigor los libros de registro de socios y es probable que no se formalicen las bajas, con lo cual se mantienen en el censo personas fallecidas o que hace años dejaron de ejercer como asociados. Otro caso que puede añadir

Lo más destacable de los datos, referente a los perfiles de edad, es la escasa presencia de jóvenes y los riesgos que esta situación puede suponer a medio y largo plazo para el tejido asociativo por el progresivo envejecimiento de sus integrantes y por las escasas garantías de que se puedan efectuar los necesarios relevos generacionales. Acerca del grupo edad con más presencia (36 a 50 años), tenemos que recordar que el subgrupo más numeroso es el que se aproxima a la edad más avanzada y que si efectuamos otros agrupamientos redefiniendo los espectros de edad utilizados como referentes, podemos indicar que más del 92

50 % de la totalidad de los asociados se encuentra entre los 45 y 65 años o que, para ser más gráfico, el 79 % de los integrantes de asociaciones es mayor de 36 años.

a continuación distintos modelos y circunstancias referidas al funcionamiento asociativo que tarde o temprano acaban agotando la vida asociativa o provocando la pérdida de apoyo social y que hemos observado que se dan con frecuencia en el conjunto de entidades locales:

El factor edad de los asociados también influye en la dinámica y actuaciones de las entidades, especialmente, si la orientación de las organizaciones está condicionada por un modelo de asociacionismo dirigido a satisfacer demandas personales de los asociados y suele ocurrir que este modelo se va consolidando a la par que va avanzando la edad de sus integrantes. El ejemplo más evidente son las asociaciones de mayores cuyas actuaciones suelen estar dirigidas en exclusividad hacia sus integrantes.

- Un proyecto asociativo basado en un grupo social definido que tiende a imprimir sus afinidades o características personales al concepto de colectivo organizado, con actitudes poco abiertas, dirigidas exclusivamente a sus intereses grupales y poco flexible y permeable a innovaciones. - Una gestión basada en un liderazgo fuerte y repleto de personalismos con claros déficits democráticos y de participación que impone una visión unilateral de la actividad asociativa.

Por eso, es importante que exista diversidad generacional dentro de los colectivos. La interrelación de personas de distintas edades, a parte de ser positiva por razones evidentes, enriquece y diversifica la actividad asociativa, ampliando su campo de actuación y garantizando su continuidad.

- Un proyecto asociativo que se constituye con una finalidad específica y que una vez alcanzado no encuentra otros objetivos que impulsen a la entidad. - La desviación o inexistencia de objetivos reales que orienten la actividad asociativa.

b) Evolución del número de

asociados

- El uso personal o grupal de las infraestructuras, recursos asociativos y del reconocimiento social e institucional con motivaciones ajenas a los intereses colectivos.

En relación a como ha ido evolucionando el número de asociados de las entidades nos encontramos con distintas situaciones en las que dominan aquellas afirmaciones que manifiestan que el volumen de integrantes ha crecido y que asciende al 52 % frente a un 27 % que ha visto reducida su base social. Un 25 % declara que su número de afiliados no ha cambiado en los últimos años. Consideramos normal que el itinerario vital de cualquier proyecto asociativo, si su proceso de consolidación es el acertado, vaya adquiriendo mayor apoyo social y que se traduzca en un incremento paulatino del número de asociados. La evolución de la base social de las organizaciones, su incremento o su descenso, es un eficaz indicativo para evaluar si su desarrollo se va efectuando por los cauces acertados. La pérdida de integrantes o la ausencia prolongada de nuevas incorporaciones puede proporcionar síntomas que nos adviertan de que el proyecto general como entidad se está agotando y que no responde a las expectativas creadas desde su fundación. Las causas pueden ser varias y todas suelen estar relacionadas con el modelo de gestión, los planteamientos que se imponen en su desarrollo como entidad y el grado de implicación de sus integrantes. Destacamos

- La pérdida de vigencia, actualidad y adaptación de las propuestas que genera la entidad a la realidad social que la rodea. - Una gestión deficiente que no ha sabido mejorar los medios y recursos asociativos para seguir creciendo. - La inactividad producida por la desmotivación, la falta de estímulos e interés por el desarrollo de aspectos básicos para la supervivencia efectiva de la entidad. - El agotamiento o la imposibilidad de continuar esforzándose a un elevado nivel de la persona o las personas que han asumido en su totalidad el empeño de llevar la asociación hacia adelante, sin que haya existido colaboración ni apoyo alguno del resto de los asociados. Todas estas circunstancias son causas evidentes de pérdida de apoyo social y sus consecuencias pueden poner en serios riesgos la pervivencia futura de las entidades que la padecen. 93

Creemos que algunas de estas situaciones se reflejan, en mayor o menor medida, en los problemas que padece una parte importante del tejido asociativo local y que constituyen las causas del deterioro de la actividad asociativa a nivel local.

algún tema asociativo, respondían a este tema en un 32 % que existían de una a seis personas que habitualmente colaboraban, aparte de los integrantes del equipo directivo. Un 31 % afirmaba que disponían de más de diez socios colaboradores y un 11 % manifestaba que este grupo estaba compuesto entre seis y diez personas. Para finalizar un 18 % afirmaba que ningún socio sin responsabilidad directiva colaboraba.

Ta m p o c o a s e v e r a m o s q u e l a existencia de un número extenso o creciente de socios garanticen la vitalidad o fortaleza del movimiento asociativo. El hecho de contar con una considerable masa social inscrita como socio no es sinónimo, en absoluto, de que esa entidad pueda ser más productiva y eficiente socialmente, en el sentido más amplio, que otras, que con pocos integrantes, puede mostrarse más activa y decidida en sus actuaciones. En este sentido, en cuanto al número de afiliados de las entidades como principal activo social de las mismas, es más importante la calidad que la cantidad y así lo reconocen los estudios sociales y de antropología social que tratan sobre el asociacionismo.

La situación que se define de los datos referentes a la actitud de los socios hacia la entidad resulta preocupante, pues en torno al 63 % de éstas manifiesta que el número de personas que se preocupa por el proyecto asociativo es muy escaso en relación al volumen total de socios y dentro de este grupo, superando el 10 %, nadie, a excepción de los integrantes del equipo directivo, se preocupa por la entidad. El grupo más representativo lo componen aquellas entidades que declaran que de la totalidad de sus asociados menos de diez son los que suelen colaborar en algún asunto asociativo y en algunos de estos casos su censo de socios superan las 200 personas.

c) Actitudes y participación de los asociados Las opiniones mayoritarias acerca de las actitudes de los socios hacia la organización se manifiestan desde los responsables directivos en un 56 % como “Sólo se preocupan unos pocos”. Un 31 % la califica de “Normalmente con interés”, seguida con un 7 % por los que opinan que su actitud es “De indiferencia general” y un 6 % que la califica de “Con una alta implicación “.

Estos datos nos revelan que, para la mayoría de las entidades entrevistadas, los asociados mantienen una actitud de desinterés y despreocupación casi general, no asumiendo unas mínimas responsabilidad hacía la entidad. Las conclusiones definen a una parte mayoritaria del tejido asociativo en los cuáles el sostenimiento de la entidad recae, casi en exclusividad, en los equipos directivos y, en menor intensidad, en un grupo muy reducido de personas. La situación se puede concretar de la siguiente manera: de tres a diez personas (equipo directivo más colaboradores) sobrecargadas de trabajo y responsabilidad y una masa social que, en muchos casos, solo participa como destinatario o usuario de los servicios y actividades que se les ofrecen desde la entidad.

Este aspecto se revela menos favorable aún en las opiniones recabadas entre los socios sin cargos que se manifiestan de la siguiente manera: - Sólo se preocupan unos pocos: 62 % - Normalmente con interés: 19 % - Con una alta implicación: 8 % - De indiferencia general: 7 %

Sostener esta situación no es fácil y no pronostica un futuro favorable para gran parte de la mayoría del conjunto de colectivos sociales, a no ser que se inicien cambios favorables en las actitudes y niveles participativos de los asociados.

En cuanto a la participación de los asociados en los asuntos asociativos, las respuestas recabadas de la entrevista al socio sin responsabilidades otorgaban una valoración general de 4’7 puntos sobre un total de 1 0 posibles. Mientras que los responsables directivos con un planteamiento diferente en su formulación y que hacía referencia al número de asociados que habitualmente participaba colaborando en 94

confesionales católicas es el grupo de entidades donde la presencia juvenil es más relevante.

d) Participación del sector juvenil en el asociacionismo local Este es uno de los aspectos que podíamos destacar , en cuanto a las conclusiones, como menos favorables del estudio. En primer lugar, se observa la inexistencia de entidades de carácter juvenil que no estén ligadas a organizaciones políticas. El fenómeno asociativo como estructura social de organización de los grupos humanos, constituye un instrumento de suma valía tanto para la vertebración efectiva de las comunidades y elemento de incorporación a los procesos participativos de las sociedades, como en las repercusiones positivas en los individuos que integran los grupos en su desarrollo personal, sociabilización, integración, adquisición de habilidades cooperativas, solidarias, convivenciales y de responsabilidad.

A la hora de exponer argumentos de diagnóstico sobre esta realidad, no podemos disasociar el contexto y singularidad específica de este municipio, la cultura y modo de vida imperante, la desideologización y cambios de principios y valores del hecho del déficit asociativo y de participación social en el sector juvenil. En primer lugar, nos encontramos con una peculiar configuración social del municipio de San Juan de Aznalfarache y sus notables carencias en referentes tan claves para cualquier sociedad local como la cohesión, integración e interrelación afectiva de los individuos con el territorio que habitan y la ausencia de elementos y símbolos comunes que impulsen la sensación de pertenencia a una comunidad. Circunstancias que este municipio viene padeciendo desde décadas y que aún sigue marcando la personalidad de amplias capas de su población, afectando de manera singular a los jóvenes y a sus capacidades de autoorganización.

El asociacionismo tiene un innegable valor pedagógico en el refuerzo de las actitudes relacionadas con la maduración social y personal de los individuos, siendo una excelente escuela de formación de la cultura democrática y participativa.

En segundo lugar, la cultura y modos de vida que se imponen, vertiginosamente implantada entre los más jóvenes y que favorece la preponderancia de actitudes e intereses individuales frente a los colectivos, pérdida de sensibilidad social y de sentido cooperativo, frente a un creciente aumento de posiciones de carácter competitivas en muchos aspectos de sus vidas y que como resultado dificultan la adquisición de actitudes que valoren las coincidencias e intereses comunes que son el germen de la cultura asociativa.

To d a s e s t a s v i r t u d e s c o b r a n obviamente una especial resonancia si las trasladamos a los jóvenes y la existencia de grupos organizados de carácter juvenil o entidades con amplia representación de este sector influyen positivamente en las capacidades de organización y respuesta ante los problemas y retos de la comunidad donde se integran. Ta m b i é n g a r a n t i z a posicionamientos más activos y participativos de la juventud, así como instrumentos de integración y cohesión social entre las nuevas generaciones. Sin olvidarnos de que la existencia de grupos organizados de jóvenes fortalece y garantiza la continuidad del tejido asociativo.

En tercer lugar, destacamos la progresiva pérdida de interés de los jóvenes por las concepciones y principios sociales y políticos (entendido como “políticos” todo lo que afecta a la estructura y forma de organizarnos y relacionarnos con el entorno social), frente a

Aunque los datos que nos ofrece una encuesta de ámbito nacional (INE 2004) sobre el asociacionismo refleja que sólo un 4% de los jóvenes forma parte de entidades sin ánimo de lucro, las conclusiones ante esta realidad a nivel local y los datos obtenidos nos confirma una inquietante situación: No existen asociaciones juveniles y la presencia de jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y 21 años no supera el 5% del total de asociados en las entidades locales. Curiosamente el sector de asociaciones

actitudes donde lo privado y lo individual cobran especial vigencia. Carencias y déficit culturales y de formación integral que inclinan a visiones simplistas y estereotipadas del mundo que les rodea y que impiden el desarrollo de una personalidad implicada con el exterior. Todos estos aspectos repercuten negativamente en las opciones y posibilidades 95

de construcción de un tejido asociativo juvenil y de la participación e integración de éstos en grupos organizados. Aunque no son exclusivos de la población joven sanjuanera, pueden ser perfectamente extrapolable a cualquier localidad, sí nos afecta y debe preocuparnos puesto que está en juego la persistencia en el futuro de la infraestructura asociativa actualque se ha ido consolidado por ausencia de relevo generacional y, de suma importancia también, las oportunidades que puede proporcionar el contar con los recursos integradores, de interlocución y de participación social que pueden proporcionar el asociacionismo juvenil en este sector de la población local .

excluye o impide, por su naturaleza atender,a las necesidades y demandas del sector juvenil, difícilmente podrá integrar y atraer a este colectivo hacia cualquier núcleo asociativo. Los jóvenes también ocupan el status de vecinos de los barrios, las jóvenes también son mujeres con sus necesidades específicas, la afición al deporte o al desarrollo personal, sociocultural, de habilidades creativas, de ocio y formación también forman parte de las necesidades de las generaciones más jóvenes. Esta realidad tendría que ser tenida en consideración desde los planteamientos que dominan la gestión de las entidades ciudadanas y formar parte de las estrategias a la hora de planificar las actividades y servicios que una asociación ofrece al conjunto de sus asociados y a su ámbito de actuación, sea territorial o sectorial.

Estas conclusiones nos permiten sugerir una profunda reflexión dirigido hacia dos agentes fundamentales de nuestra comunidad local:

Posiblemente sea necesario instaurar mecanismos que propicien un diálogo y atención intergeneracional que abra las puertas de las entidades a este grupo social, construyendo puentes de comunicación y relación mutua no excluyentes y que permitan potenciar los intereses comunes, que sin duda existen, y que deben ser conciliadores superando la tendencia a seguir aumentando la brecha entre asociacionismo local y juventud.

1º- Las entidades ciudadanas: La ausencia destacada de jóvenes en el tejido asociativo puede provenir de cierta desconexión entre las entidades constituidas y las nuevas generaciones. Es probable que su configuración, funcionamiento y actividad no favorezcan la integración de este sector social por que no les ofrezca propuestas atractivas y de interés. También observamos, como síntoma de esta evidencia, la ausencia de personas jóvenes en los cuadros directivos lo que orienta a las entidades hacia campos de actuación alejados de las necesidades y demandas de este sector.

2º- Gestión municipal en el área juvenil Como actor fundamental en el municipio, desde la Corporación Local se debería abordar, con un mayor protagonismo y entidad, las acciones dirigidas al fomento de la cultura asociativa entre los jóvenes con un sentido de la continuidad, elaborando planes a medio y largo plazo donde se incluyan programaciones y proyectos destinados a impulsar las capacidades de autoorganización de los jóvenes, estableciendo esta intervención con carácter prioritario y, por supuesto, con la suficiente dotación de recursos, tanto de equipamientos e infraestructuras, humanos, materiales y financieros.

Creemos que es muy importante tomar medidas que eviten que esta fractura entre juventud y tejido asociativo siga aumentando, lo que pondría en cuestión su continuidad en un futuro no muy lejano por la ausencia de personas que puedan tomar el relevo en el asociacionismo local y por el progresivo envejecimiento de las personas vinculadas a las organizaciones ciudadanas. Cuando hablamos de sector joven no nos referimos exclusivamente a un grupo social ajeno al movimiento asociativo y a los individuos que lo integran. Nos referimos también a personas relacionadas íntimamente con los asociados de las entidades locales, hijos, nietos, sobrinos . . . forman parte de los vínculos personales de muchos miembros de asociaciones y los ámbitos relacionales de estos familiares integran un numeroso grupo de otros jóvenes. Sí la dinámica que se instaura desde los colectivos y su orientación 96

se suele llevar de manera colectiva por el equipo directivo en general o parte de éste en algunos casos. Consideramos que es positivo que esta función sea asumida de manera colegiada por la complejidad y múltiples tareas que la componen, siempre y cuando, la coordinación y comunicación del grupo responsable sea acertada, no fragmentando de manera poco racional las tareas y funciones y este proceder, en la organización de la gestión, provoque errores e irregularidades o se dispersen los criterios de tratamiento a la diversidad de documentación que genera este apartado de la vida asociativa.

4º.- Gestión administrativa y económica a) La Administración La administración de las entidades sin ánimo de lucro es un capítulo básico y fundamental para una correcta gestión de las organizaciones pues aporta rigor, legalidad y estabilidad a la acción asociativa, garantizando un estado de fidelidad y certificación documental a la realidad actual de la entidad. También interviene directamente en la formalización de las relaciones externas, en los actos de comunicación y vela por la conservación de archivos, documentos de importancia y valores patrimoniales del colectivo.

La gran mayoría valora como correcta la gestión administrativa de la entidad, lo que debe propiciar una seriedad y rigor organizativo, aunque desconocemos detalles del grado de formación de los responsables en esta tarea y del nivel de adecuación de los criterios técnicos y recursos empleados en su manejo y gestión. Acerca del grupo que manifiesta no llevar bien la gestión administrativa debería hacer un esfuerzo en mejorar pues posiblemente esta situación esté dando lugar a irregularidades y, con total seguridad, impida una correcta funcionalidad de la entidad.

Los datos obtenidos en referencia a esta cuestión nos indican que este apartado de la gestión asociativa no suele ser atendida, en exclusividad, por la persona que ocupa la función de secretario, ya que en la mayoría de entidades se efectúa de manera colectiva por el equipo directivo o por el presidente u otro miembro de la junta. El 82 % califica de correcta la gestión administrativa de su entidad frente a un 18 % que la define como no correcta. En cuanto a la actualización de los libros oficiales de actas y de registro de socios la gran mayoría (91 %) afirma que está actualizada. En cambio un 9 % considera que no está actualizada.

Los requisitos normativos de visado anual de los libros de registro de socios y actas no son tramitado por un elevado porcentaje de asociaciones. Esta situación, aparte de ser una irregularidad, puede crear situaciones desagradables de reconocimiento oficial de acuerdos y decisiones o de altas y bajas de asociados en el caso de que surjan problemas internos o conflictos entre asociados. Cumplir con este tramite no supone demasiado esfuerzo, es solamente una visita al registro provincial de la Junta y, por otra parte, puede convertirse en un eficaz mecanismo para autodisciplinarnos en tener actualizados estos libros. El grupo que manifiesta que no actualiza estos libros asume aun más riesgos, puesto que ni siquiera puede acreditar documentalmente nada en el caso de que surjan los problemas anteriormente citados y la situación a la que se arriesgan puede tener consecuencias bastantes desagradables e incluso traumáticas para el devenir de la entidad.

El cumplimiento de visado anual de libros oficiales en el Registro de Asociaciones de la Consejería de Justicia y Administraciones Pública, lo realiza solamente un 54 % frente a un 37 % que afirma que no lo hace y un 9% que no se pronuncia al respecto. Los cambios estatutarios o de directivos lo comunican a los registros oficiales un 70 %, mientra que un 15 % manifiesta que no lo comunica y un 10 % que no ha contestado. La representación oficial de la entidad se asume desde la presidencia en el 55 % de las respuestas. Cualquier miembro del equipo directivo en el 41 % de los casos y un minoritario 4 % que afirma que la realiza cualquier socio que esté disponible.

Al respecto del otro tramite de carácter obligatorio que es comunicar oficialmente los cambios estatutarios, de domicilio de sede social o de cargos directivos a los registros municipal y autonómico también ocupa un

Según nos indican, globalmente, no es el secretario la persona habitual que asume la responsabilidad de la gestión administrativa de las entidades consultadas, sino más bien 97

porcentaje nada despreciable por los que reconocen que no lo hacen. En este caso, se puede dar también problemas de reconocimiento oficial de acuerdos y decisiones de la asamblea, así como de reconocimiento de la representatividad de los nuevos cargos y problemas en la comunicación de las administraciones con las entidades.

con el desconocimiento de la materia, o bien, en sus entidades no se efectúan labores ni control administrativo alguno. Esta situación es bastante preocupante y debería ser replanteada seriamente por los responsables asociativos pues creemos que puede dar lugar a que se cuestione su verdadera naturaleza asociativa como entidad jurídica de derecho. En referencia a la ostentación oficial de la representación de la entidad, aparecen diversificadas distintas situaciones sobre este tema, aunque en la mayoría de las entidades es el presidente quien ocupa esta responsabilidad. En el caso de ser otra persona quien ocupa la representación se puede encontrar con la desagradable sorpresa de que no se le reconozca tal representación, si no posee una certificación del órgano competente que acredite la asignación temporal de estas funciones.

Curarse en salud debe ser una máxima que debe imperar en la gestión asociativa y una buena forma es tener todo en regla. Evitar los posibles problemas y no esperar a que se presenten es un principio inteligente en la dirección de una entidad. Hemos observado que en determinadas organizaciones predomina cierto ambiente familiar que, sin que en principio suponga ningún problema, sí nos inspira que adolecen de cierta falta de rigor en sus planteamientos como entidad jurídica que posee unas obligaciones en cuanto a su modo de funcionamiento. Está muy bien que existan unas excelentes relaciones entre los miembros de un colectivo, pero eso no es óbice para que se atienda a los procesos de gestión administrativa de forma similar a la que se aplicaría en un núcleo familiar. Estos son hábitos erróneos de funcionamiento que van en detrimento de una manera interna de actuar en coherencia con el concepto de organización ciudadana con entidad jurídica propia.

De todas maneras, no es acertado que esta potestad cambie según las ocasiones y circunstancias, ya que el representante asume un delicado papel, debe ser un perfecto conocedor de la posición de su colectivo ante el tema o asunto en el que está utilizando esa designación y debe tener capacidad para mantenerle y defenderla. También debe evitar llegar a acuerdos, decisiones o compromisos si no está autorizado para ello. El representante de la entidad debe reunir una serie de requisitos básicos que, seguramente, no todo el mundo posee, como son las aptitudes comunicativas, conocimiento de sus funciones, dotes para la negociación, sentido de la responsabilidad, etc. El representante está desempeñando una importante ocupación y es la imagen externa del colectivo, algo que siempre es bueno cuidar.

A pesar de su trascendencia para una correcta gestión, es habitual que se releguen los aspectos administrativos a un segundo plano, ocupando una posición secundaria en las obligaciones de los responsables del colectivo. También es frecuente que no se posea una cualificación apropiada por parte de los designados para realizar esta tares, ni se cuente con los medios técnicos y recursos necesarios para que se realice correctamente. Existen una buen número de publicaciones que, de manera sencilla, nos informan y nos dan a conocer aspectos básicos de la gestión administrativa. Sería recomendable recurrir a étosos, aunque se pueda pensar que las cosas se están haciendo bien.

Concluyendo este apartado dedicado a la gestión administrativa se definen dos grupos de entidades con distintos niveles de rigor y dedicación en cuanto a este tema. Uno que, según nos indica, atiende con cierta corrección a esta área de la gestión asociativa y otro que no asume con demasiado interés este tema y que intuimos que padece un considerable desconocimiento de los principios básicos de las responsabilidades administrativas.

En este tema dedicado a la gestión administrativa se manifiestan un destacado porcentaje de entrevistados que no han respondido a las distintas cuestiones planteadas e intuimos que las causas para no pronunciarse al respecto están relacionadas 98

disponen las asociaciones. Por otra parte, es necesario buscar la autonomía financiera para evitar depender en exceso de los recursos que prestan las administraciones públicas que siempre suelen ser inestables o están afectados, más o menos, por algún tipo de condicionante. Esto va a permitir una mayor libertad de acción y consolidar un modelo asociativo que disfrute de los necesarios márgenes de independencia.

b) Gestión y recursos económicos Las asociaciones son grupos de personas formalmente constituidas para realizar una serie de actividades al objeto de alcanzar determinados fines. Actúan de forma organizada y colectiva con cierto nivel de estabilidad, con un funcionamiento democrático, no poseen ánimo de lucro y gozan de independencia, al menos formalmente, de las administraciones, de los partidos políticos y de las entidades privadas de carácter comercial.

Una correcta gestión económica debe saber planificar y proyectar el uso de los recursos. Proceder de manera adecuada en esta responsabilidad requiere, en primer lugar, saber efectuar una planificación económica eficaz que permita ver definidamente las necesidades prioritarias de financiación para el sustento económico básico de la entidad. En segundo lugar, definir estrategias operativas para la captación de esos recursos y establecer acciones y mecanismos para su obtención. En tercer lugar, concretar los gastos e inversiones necesarias para el desarrollo asociativo a corto y medio plazo y, en cuarto, dotarse de instrumentos y procesos de control que garanticen la adecuación a la legalidad vigente y a la realidad financiera de la entidad. Todo esto parece muy complejo pero, en realidad, no es nada difícil de realizar, sólo es necesario un poco de tiempo, documentarse y tener verdaderos deseos de que el proyecto asociativo cuente con una acertada gestión económica.

No tener ánimo de lucro significa que no se pueden repartir los beneficios o excedentes económicos entre los asociados, pero si pueden: - Tener balances anuales económicos de carácter positivos - Tener contratados laborales o prestadores de servicios remunerados. - Realizar actividades económicas que puedan generar excedentes financieros que deben invertirse en la entidad. La disponibilidad económica favorece enormemente la actividad asociativa y la mejor dotación de recursos materiales, técnicos e infraestructuras necesarios para una más favorable consecución de sus objetivos. Una buena situación de los medios financieros permite realizar proyectos más ambiciosos que crean expectativas de desarrollo más amplias para los colectivos sociales.

1- Situación económica de las entidades Los datos recogidos sobre los distintos presupuestos anuales de las entidades participantes del estudio nos aportan información que se puede definir como desequilibrada entre el conjunto de organizaciones, existiendo grupos de entidades que manejan recursos económicos relativamente altos, frente a otras con unos medios financieros bastante limitados. En un análisis más profundo se comprueba la relación entre aquellas con veteranía en su existencia y un estado de consolidación y estabilidad aceptable que suelen disponer de más medios y, aquellas otras, que no reúnen estos requisitos y que están en peor disposición económica. Existen algunas excepciones a estos factores, si bien la gran mayoría obedece a esta situación.

La mejora de los recursos económicos está íntimamente ligada con las capacidades de gestión que en este área presentan los responsables asociativos y sus resultados pueden ser un indicativo para evaluar el modelo de gestión que se está realizando. No poder atender a las necesidades económicas y de financiación básicas de la entidad, puede ser un síntoma de que las cosas no se están desarrollando todo lo bien que se podrían hacer y es posible que detrás de las dificultades económicas estén la falta de cualificación, de ideas o de capacidad de impulso de los gestores asociativos. El hecho de ser una entidad sin ánimo de lucro no significa que no puedan realizarse acciones, ni se busquen alternativas para generar ingresos que mejoren los, casi siempre precarios, medios económicos que

Existe un grupo que representa al 7 % de las entidades consultadas que no nos ha

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aportado información sobre su situación económica y que nos sugiere que, por diversos motivos, no deseaba dar a conocer esa información, o bien, su entidad no tiene control sobre los recursos que financian su actividad y que son administrados por otra institución o personas ajenas. Planteada la pregunta sobre la evolución que habían tenido los medios económicos, el grupo más numeroso de entidades afirmaba que habían ascendido a lo largo de la trayectoria de la entidad (55 %). Un 33 % manifestaba que seguían siendo prácticamente los mismos desde los últimos años y un 7 % opinaba que habían descendido. El normal desarrollo de cualquier proyecto asociativo suele implicar un proceso paulatino de mejoras en los medios económicos y puede ser considerado un indicativo de su progresión como entidad social. Los casos de estancamiento, parálisis o descenso en su capacidad para generar recursos financieros, aparte de suponer un serio obstáculo para el desarrollo de la actividad asociativa, también pueden indicar deficiencias en la gestión de la organización, pérdida de base social, agotamiento del modelo de organización o pérdida de impulso por parte de los líderes asociativos. En estos casos urge efectuar una seria reflexión sobre las posibles causas que propician ese estancamiento o descenso de los recursos económicos y plantearse con rigor las posibles soluciones a un problema que puede acabar afectando gravemente a la salud general del colectivo. Hay que tener en cuenta que las necesidades de cada organización son las que definen las exigencias de financiación. Si el sostenimiento básico y las actividades que realizan están cubiertas económicamente y no existen planteamientos de nuevos proyectos, inversiones o adquisiciones de recursos materiales, si los integrantes de la entidad se consideran que poseen cierto grado de satisfacción con la situación actual de su colectivo y no tienen necesidad de seguir creciendo en actividad y medios con una mayor ambición, puede ser razonable que la capacidad para generar recursos se estanque. En este caso podríamos estar hablando de estancamiento de la actividad asociativa y de una pérdida de dinamismo. Las necesidades financieras no son las mismas para todas las entidades, sean más o

menos activas, ya que influyen otros factores, muchos de ellos están relacionados con los gastos que el funcionamiento de la organización origina. En cuanto a la valoración que los entrevistados hacen de sus propios recursos económicos, la gran mayoría opina que son insuficientes, lo que debería llevar hacia posiciones más activas acerca de potenciar las capacidades de captación de recursos y a optimizar la gestión económica. Sólo un 25 % califica de suficientes los medios financieros de que disponen.

2- Orígenes de los ingresos financieros a) - Aportaciones de los socios Esta fuente de recursos es la más asentada entre las diversas formas que tienen las entidades de financiarse, aunque ocupa dispares posiciones en cuanto a su nivel de aportación a la totalidad del presupuesto, pasando de ser el principal aporte económico de la entidad para el 36 %, y el único medio de financiación para un 13% de las organizaciones participantes, a ocupar parcelas poco significantivas de los ingresos globales. Para el 41 % es una fuente secundaria. A destacar un grupo compuesto por el 16 % de los colectivos que afirma no tener aportaciones económicas de sus socios. Las aportaciones de los socios se materializan, en la inmensa mayoría de los casos, a través de cuotas periódicas que varían tanto en su importe como en la frecuencia en las que se hacen efectivas. El importe de estas cuotas oscila mayoritariamente entre 1 y 3 € y con una frecuencia de pago habitualmente mensual. El sistema más empleado para cobrar las cuotas es su abono en la propia sede social (55 %), seguido por el cobro a domicilio (29 %) para finalizar con la domiciliación bancaria con un 16 %. El índice de morosidad que manifiestan tener en el cobro de cuotas es considerado bajo por la mayoría de las entidades participantes, aunque existe un 34 % que afirma que es medio o alto. La situación de las cuotas impagadas no afecta demasiado al 82 % de las entidades consultadas, mientras que un 18 % opina que esta circunstancia afecta bastante o seriamente a la viabilidad

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financiera de la organización. Las cuotas u otras aportaciones que realizan los socios, independientemente del valor que tengan en el conjunto de los ingresos asociativos, representan un ejercicio de responsabilidad de los asociados hacia su entidad y su contribución personal para mantener el sustento de la organización. Como hemos observado en apartados anteriores referidos a las actitudes y niveles participativos de los asociados, en gran parte de los casos, se convierte en la casi única aportación que muchas entidades reciben de sus socios. Por ello, consideramos un capítulo de importancia principal en las realidades económicas del tejido asociativo y, por otra parte, son ingresos que no están condicionados por decisiones ajenas a la organización, constituyendo el capítulo más importante de los recursos propios de la entidad. Por ello, reivindicamos que se le debe dar la máxima importancia a esta fuente de ingresos por ser, posiblemente, la que refleja, en cierta medida, el nivel de compromiso y de implicación de los asociados hacia el proyecto asociativo y por que de sus dimensiones puede depender el grado de autonomía que el colectivo mantenga de otras fuentes de financiación. En primer lugar, consideramos que una gran mayoría de las entidades tienen establecidas cuotas excesivamente bajas en su importe (hablamos de 1 a 1’5 € mensuales) en muchos casos, y posiblemente esta cantidad lleve varios años congelada. La precariedad de estos ingresos no debe dar para mucho y evidentemente, limita los recursos obtenidos por esta vía de financiación y obliga a depender de fuentes externas. Posiblemente existan temores que impidan aplicar incrementos en esta cuota, preocupados por que puedan causar abandonos de socios que no estén de acuerdo con pagar más. Pero, para unas economías que siempre suelen estar escasas de recursos, cualquier mejora en los ingresos puede suponer avances significativos en el nivel de actividad, servicios y prestaciones a los socios, funcionamiento, equipamientos, etc. y cualquier euro, bien aprovechado, puede dar para mucho. Un incremento racional que actualice y adapte la cuota a las verdaderas necesidades de la asociación, si se explica detenidamente a los asociados, no debe causar ninguna desbandada de socios y las pérdidas

ocasionadas por aquellos que abandonen siempre estarán compensadas por el aumento de los ingresos. Esta decisión podría reportar significativas mejoras a la entidad. Nos es difícil definir la existencia de un 16 % de entidades que afirman que los socios

no contribuyen de ninguna manera al sostenimiento económico de la entidad y pensamos que, en estos casos, es complejo conciliar la vinculación y responsabilidad de los asociados con el proyecto asociativo ya que, estimamos que no contribuir en este sentido, lleva parejo una escasa participación o control en las decisiones fundamentales que afectan a la entidad. También implica que tiene que depender de financiación externa y que ésta no suele gozar de demasiada estabilidad y está condicionada por determinaciones ajenas a la entidad, aparte de significar unas carencias importantes en su autonomía como entidad. Las dos fórmulas más utilizadas que se emplean para cobrar las cuotas establecen ciertos condicionantes para efectuar la captación de estos recursos. La primera (pago en la sede) exige la presencia habitual del socio en la sede, su voluntad de pagar y que mantenga esta responsabilidad en su memoria o una persona que lo esté recordando periódicamente cuando lo vea, manejar en distintas circunstancias dinero, a veces en situaciones no propicias, manejando recibos y el tesorero o la persona delegada que asuma esta responsabilidad dedicados a cobrar en los momentos establecidos o cuando los asociados deseen o puedan, e ir registrándolo en el libro de contabilidad cada vez que esto ocurre. En la segunda (cobro a domicilio), es necesaria la existencia de una persona que se responsabilice de ir casa por casa cobrando las cuotas, controlando, manejando dinero y recibos no siempre en las mejores condiciones, una persona que tiene que conocer perfectamente los horarios de los socios y sus domicilios para el cobro y que, lógicamente debe recibir dinero a cambio de sus servicios, para al final hacer cuentas con el tesorero. La fórmula más simple y la menos utilizada es la domiciliación bancaria de los recibos de cuotas. Este sistema puede garantizar, en mejores condiciones, el cobro de las cuotas, se elimina la morosidad a la mínima expresión, nadie toca el dinero y el control contable es más exhaustivo y simple.

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En cuanto a la efectividad en el cobro de las cuotas, afecta a un tercio de las entidades con consideraciones de distinto grado: En este grupo existe un porcentaje significativo que afirma que esta morosidad afecta de manera seria a la viabilidad financiera de la organización. Esto ocurre, especialmente, a aquellas que tienen en la aportaciones de los socios la principal fuente de ingresos de sus economías y sería necesario que se esforzasen por diversificar sus fuentes de financiación y que estableciesen medidas de más rigor y eficacia en la captación de las aportaciones de los asociados. En definitiva y concluyendo este apartado, estos datos reflejan la complejidad y diversidad del tejido asociativo local y presenta, para un grupo importante de organizaciones, algunos problemas relacionados con la gestión de los recursos económicos propios, especialmente en la carencia de rigor y efectividad a la hora de captar estos recursos. Bastantes situaciones que reflejan planteamientos de gestión que infravaloran estos necesarios ingresos y algunos ejemplos de entidades que carecen de actividad real, o bien, padecen un elevado nivel de dependencia de otras instituciones. También destacamos las limitaciones que se observan derivadas de la incapacidad para diversificar la financiación a través de otras fuentes. b) Subvenciones de origen municipal La mayoría de las entidades consultadas afirma recibir dinero público a través de subvenciones del Ayuntamiento (60 %). En contraposición existe un 33 % que declara no recibir apoyo económico de la Corporación. En este apartado, al igual que en el anterior, existe una amplia disparidad en cuanto a lo que significan estos ingresos en el conjunto de los presupuestos asociativos. Para algunas es la principal fuente de financiación (11 %), con bastante diferencia del resto de ingresos y, para otras, ocupa un lugar marginal en la totalidad de los recursos que disponen. Este tipo de financiación externa va dirigida habitualmente a financiar actividades que realizan las entidades y su cuantía no suele ser elevada, lo que tampoco permite desarrollar propuestas de cierta envergadura y, en cambio, significan el principal capítulo de

los presupuestos de ese 11 % de entidades antes mencionadas. Te n e m o s i n f o r m a c i ó n d e l a convocatoria de subvenciones a actividades asociativas que designa el Consejo Local de Participación Ciudadana, pero no disponemos de datos de los recursos que se asignan desde algunas Delegaciones municipales que, al margen de esta convocatoria, también apoyan financieramente a algunas entidades. Suponemos que el 33% de organizaciones que afirma no recibir subvenciones municipales no lo hace por que no presenta la correspondiente solicitud, ni los proyectos de actividades a los que irían destinados estos recursos. Estas deficiencias en su gestión les impide poder obtener unos medios que, sin duda, posibilitarían mejorar relativamente su capacidad de acción y puede ser interpretado como que desconocen su existencia, no saben como elaborar un proyecto de actuación o, por otros motivos, no consideran de interés posibilitar su participación en esta convocatoria. Las conclusiones que destacamos van en la misma orientación que el anterior apartado, especialmente para las entidades que no reciben dinero de la Administración Local y aquellas que dependen en exceso de esta fuente de financiación externa. Existe una cierta actitud de abandono o incapacidad por parte de sus gestores para promover o actuar en pos de una mejor situación financiera. Es necesario trabajar más eficientemente en la captación de recursos, dedicando algo de esfuerzo para mejorar los medios que posibiliten unos mínimos de actividad asociativa y evitar caer en la dependencia financiera. No disponer de los medios suficientes condena a la parálisis funcional de la entidad, perdiendo parte del sentido para la que fue creada. c) Subvenciones de otras administraciones Un 25 % de las organizaciones que han participado en este estudio, reconoce recibir fondos de otras administraciones frente a un 68 % que manifiesta que no. Su distribución entre las que aseguran contar con estos recursos es también dispar (entre el 3 % y el 99 % del total de sus presupuestos). De este grupo destaca un 14 % que manifiesta que esta fuente significa más del 65 % de la totalidad

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de los recursos de que disponen. Las subvenciones públicas se han convertido en una fuente de financiación de vital importancia para muchas organizaciones sociales, permitiendo acometer muchas actuaciones de gran calado social que promueven importantes servicios e intervenciones en muchos sectores de la población, Es necesario disponer de los recursos personales, información y las aptitudes necesarias para optar a esta fuente de financiación que posibilita, en muchos casos, la realización de actuaciones de cierta envergadura.

de la organización por parte de los donantes, consiguiendo la participación financiera de éstos últimos y mejorando su imagen externa para que esto sea posible. La colaboración de personas físicas o jurídicas externas en el sostenimiento de la asociación, significa que se ha propiciado que la entidad goce de un reconocimiento público aceptable y disponer de gestores asociativos con las aptitudes apropiadas para que esta labor de captación de recursos se efectúe positivamente. Tiene su valor por que supone la implicación de personas o sectores ajenos en el proyecto asociativo.

Hemos observado que una parte significativa de aquellas entidades que aseguran disponer de este tipo de recursos, lo obtienen a través de la mediación e intervención de determinados técnicos municipales que propician su consecución, por que se ubican en las zonas de actuación o sector de algún programa que se está ejecutando desde sus delegaciones y la entidad destinataria forma parte de su ámbito de aplicación. Desconocemos que nivel de participación asumen las asociaciones en el proceso de captación de estas subvenciones.

En este apartado señalamos que son las hermandades el tipo de entidades que más efectivamente utiliza este tipo de fuentes de financiación, siendo una práctica casi irrelevante en el resto de entidades. Esta poca presencia denota que desde la gran mayoría de entidades no se da demasiada importancia a la búsqueda de apoyos en sectores que pueden ser susceptibles de prestar colaboración.

La situación que contemplamos nos sugiere una limitada actuación por parte de la mayoría del conjunto de entidades en cuanto al desarrollo de las acciones necesarias para poder acceder a este tipo de fuente de financiación, ya que sólo una cuarta parte de las entrevistadas acceden, en distinta manera, a las mismas. Destacamos algunos casos que por la significación de estas subvenciones dentro del volumen total de sus presupuestos, están en una situación de dependencia de éstas, por lo que entendemos que su actividad está sujeta a la existencia o no de estas subvenciones, algo que no garantiza la continuidad de sus actuaciones.

Esta fuente de financiación está limitada a las entidades que disponen de sede social propia que suponen el 86 % de las organizaciones participantes y tampoco declaran que sea un medio muy habitual de obtener ingresos, ya que sólo el 25 % admite que captan recursos provenientes de esta vía, frente a un 68 % que afirma lo contrario, significando, excepto muy limitadas excepciones, unos porcentajes que habitualmente no superan el 10 % del total de recursos disponibles.

d) Donaciones de particulares o empresas Este tipo de ingresos tampoco son habituales en el conjunto del tejido asociativo ya que son utilizados por el 23 % de entidades y suele representar porcentajes bajos en la mayoría del conjunto de los presupuestos de las mismas. También suponen el desarrollo de unas capacidades que permiten captar ingresos de personas o entidades privadas ajenas a la organización y lleva implícito un coeficiente alto de reconocimiento de la labor

e) Ingresos del bar u otros servicios que generan ingresos.

Muchas de las sedes disponen de un servicio de bar que efectúa un cierto movimiento económico, que suponemos que será bastante desigual según se trate de entidades con mayor o menor número de socios, el entorno donde está ubicado y la manera como se gestione. Tampoco conocemos con exactitud, en el caso de que exista, si hay una persona designada como responsable de este servicio y qué relación o acuerdo existe entre esta persona y la dirección del colectivo en cuanto a como se distribuye los ingresos que genera este servicio.

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Incluía esta cuestión otros ingresos

como aportaciones recabadas en la prestación de otros servicios, la cesión de infraestructuras, equipamientos o recursos materiales, participación en talleres o actividades asociativas y otros servicios relacionados con los medios y la actividad de la entidad. Excepto un número no destacable de entidades, los recursos económicos que se obtienen por estos medios son bastante bajos en relación al total del dinero que disponen en sus presupuestos. Lo que nos hace llegar a la conclusión de que no se actúa eficazmente para que esta vía de financiación sea todo lo óptima que pudiera ser. Algunos servicios de bares de entidades tienen una destacable actividad comercial y pensamos que ésta podría repercutir con una mayor relevancia en las finanzas asociativa, al igual que se podría optimizar el rendimiento económico de otros servicios que prestan a sus asociados o a personas ajenas si su gestión estuviese más orientada en este sentido. f) - Otras fuentes de financiación En esta cuestión planteábamos que nos informasen sobre otros medios por los que se efectuaban aportaciones a la economía asociativa y no estaban incluidas en las anteriores cuestiones formuladas. En el 39 % de las respuestas se afirma que disponían de otros tipos de ingresos económicos y que éstos tenían relación con las recaudaciones de máquinas tragaperras, rifas, loterías y papeletas. Aunque en número reducido, existen varias organizaciones que afirman tener máquinas de juego que generan ingresos y, esto significa que deben tener un considerable número de usuarios, ya que si no fuera así el propietario no la tendría instalada por su alto nivel impositivo. Pensamos que esta práctica presenta ciertas contradicciones con el objeto que debe tener una entidad sin ánimo de lucro y que no debería tener cabida en una organización que debe tener un carácter social. En cuanto al resto de fórmulas que declaran ser utilizadas para generar otros ingresos, todas tienen relación con los juegos de azar. Opinamos que se debería realizar un esfuerzo hacia fórmulas más imaginativas y diversificadas a la hora de buscar otros medios para conseguir ingresos económicos.

3-Distribución del gasto asociativo Se ha tratado en este apartado del destino del dinero que disponen las entidades estudiadas y como distribuyen los gastos que el funcionamiento y la actividad del colectivo exige. En primer lugar, destacar que este capítulo no ha obtenido respuestas del 20 % de los entrevistados, lo que nos ha causado cierta sorpresa por su volumen. Planteándonos las posibles causas, optamos por dos opciones que nos podían parecer las más aproximadas a la realidad: - Le otorgan un cierto carácter confidencial a estos datos y no desean darlos a conocer. - La persona entrevistada (en el 95 % ocupa el cargo de mayor responsabilidad) desconoce, en mayor o menor grado, el destino en detalle del dinero que maneja su entidad, pudiendo ser interpretado como deficiencia en la gestión de sus responsabilidades de control y administración de los recursos. a) Gastos destinados a actividades y servicios El capítulo de gastos destinado a actividades y servicios es el que más volumen de medios y el de mayor implantación de todos los desembolsos económicos que efectúan las entidades que han respondido a esta cuestión y también presenta una gran disparidad que oscila entre el 10 % y el 100 % del total presupuestado. Hay factores que influyen muy directamente en los distintos porcentajes que se aplican a este tipo de gastos, como contar o no con financiación externa (subvenciones), ya que éstas suelen ir destinadas a la ejecución de programas y proyectos de actividades o servicios; el tener cubierto, ser de mínimas cuantías o no tener que atender a gastos corrientes ni de mantenimiento de instalaciones, permitiendo destinar un mayor volumen de recursos económicos a este capítulo de gastos; la cantidad y dimensiones de las actividades que genere la entidad y, por supuesto, el presupuesto total de gastos disponible. El 63 % de las entidades manifiesta que este capitulo supone más de la mitad de los

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gastos anuales, considerando que atienden a la normalidad, ya que el desarrollo de las actividades o servicios son la vía más frecuente de consecución de las finalidades que las organizaciones tienen establecidas. Entendemos que aquellas que destinan menos recursos a este capítulo deben tener compromisos de gastos de mayor envergadura y que, por lo tanto, no pueden atender a las actividades y servicios como prioridad del gasto. También debemos destacar que para el 19 % es el destino del 100 % del presupuesto

que poseen, con especial incidencia de esta circunstancia en el grupo de AMPAS. b) Partidas destinadas a gastos corrientes El 23 % de las entidades que han respondido a esta cuestión afirman no emplear recursos a este capítulo de gastos, mientras que el 57 % declara que sí. Sólo para un reducido número, estos gastos suponen más de la mitad del dinero que anualmente disponen. La gran mayoría sitúa este gasto en torno al 24 % de su presupuesto, aunque, como en el resto de capítulos de gastos, también existen diferencias destacables entre algunas organizaciones. Las notables diferencias vienen dadas por la existencia de sede social, la situación patrimonial de ésta (cedida, alquilada o en propiedad), si el gasto de suministros (electricidad, teléfono, agua, etc.) lo asume la entidad o proviene de otro agente, los materiales y recursos que necesitan para su funcionamiento básico en función del nivel de actividades y servicios que realicen y otros factores relacionados con el grado de actividad de la entidad. Por los datos que hemos obtenido y aplicando un análisis global, deducimos que los porcentajes presupuestarios que se aplican para los gastos corrientes están dentro de la normalidad, salvando las excepciones que exigen dotaciones que superan más del 50 % del presupuesto y que esto debe impedir atender a otros aspectos importantes de la vida asociativa. c) Gastos de adquisición de recursos y equipamientos Algo más de la mitad de los colectivos sociales que han proporcionado información sobre este tema, afirma que invierten en

mejores dotaciones de recursos materiales y equipamientos. La presencia de inversiones en estos medios está muy relacionada con dos aspectos importantes de la dinámica asociativa: La mejora de los medios para una gestión más eficaz de la entidad y una mejor dotación técnica para la realización de actividades y la prestación de servicios. Ambos aspectos son positivos para el desarrollo de las entidades y denota que existe una necesidad de disponer de medios más eficaces para la consecución de sus finalidades en un importante número de entidades y, por supuesto, una capacidad financiera para su adquisición. También manifiesta un deseo de mejorar la eficiencia asociativa y, posiblemente, la existencia de nuevos proyectos o ideas a incorporar al funcionamiento de la entidad. En situación menos favorable se encuentra un 35 % de las respuestas que representan a las entidades que no realizan este tipo de gastos. Para interpretar esta situación planteamos varias hipótesis: 1ª- No existe capacidad económica para invertir en recursos y equipos. 2ª- La dinámica asociativa no requiere de mejoras en su funcionamiento. 3ª- No se plantean actividades o servicios que exijan una mejor dotación de medios. Las tres posibles causas significan una situación poco favorable para estas realidades asociativas pues hacen referencia directa a problemas de capacidad para la captación y gestión económica, poca atención a la mejora del funcionamiento de la organización o cierto inmovilismo en el diseño de las actuaciones asociativas. d) Gastos de personal Sólo el 34 % de las respuestas reconoce que su entidad dedica recursos económicos a pagar servicios que realizan otras personas destinados a los asociados, usuarios, a la propia asociación o al entorno donde ésta se ubica. Los datos generales analizados suponen una media en torno al 20 % del total del presupuesto. Las actividades que realizan estas personas son muy diversas en sintonía con los diferentes perfiles de las entidades participantes. Así, mientras las que están destinadas a la atención a sectores con

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determinados problemas cuentan con personas que se dedican a ofrecer servicios a socios o usuarios relacionados con la orientación, información, asesoramiento o trabajos vinculados con las prestaciones de servicios de atención, las entidades de carácter vecinal cuentan con monitores de talleres, mantenimiento de jardines del entorno o responsable del bar. También tiene presencia destacada la figura del cobrador de cuotas. Estas personas colaboradoras mantienen distintas relaciones con la entidad a la que prestan sus servicios, que van, desde las que tienen carácter estable y formalizadas legalmente (las menos frecuentes por su alto volumen de gasto), hasta las que se efectúan con carácter ocasional o puntual donde no existen relaciones contractuales formalizadas (las más frecuentes). Las relaciones que las entidades mantienen con sus empleados o colaboradores remunerados tienen que ser tratadas y planteadas con cierta dosis de prudencia, aplicando fórmulas de garantías y rigor para que no puedan propiciar problemas futuros. La existencia de estos gastos que implican prestaciones de servicios de otras personas a la entidad, socios, usuarios o el entorno social, en gran parte de las ocasiones, indican un importante paso evolutivo en el desarrollo de las entidades, por lo que suponen de incremento en su nivel de servicios y responsabilidades, asumiendo tareas más complejas y que requieren de otras personas, más o menos especializadas, para su ejecución. Según datos de estudios sobre la incidencia del denominado tercer sector en el estado español, existen cerca de medio millón de personas contratadas a jornada completa y la dinámica de expansión de las entidades sin ánimo de lucro las sitúa en uno de los sectores más activos en cuanto a la creación de empleo. Salvando las enormes distancias entre las dimensiones de las grandes asociaciones que actúan a nivel nacional o internacional y nuestro tejido local, sería de suma utilidad para nuestra comunidad que el desarrollo asociativo implicara una mejora de sus posiciones en todos sus aspectos y surgieran proyectos de mayor envergadura y, por supuesto, su correspondiente dotación de los medios necesarios, para que nuestras entidades se transformasen en instituciones generadoras de empleo.

Hasta la fecha, la realidad del empleo relacionado con las asociaciones locales, salvo contados casos, tiene un carácter marginal y sujeto a relaciones puntuales y no regularizadas.

4 - Prioridades en la distribución del gasto Se formulaba esta cuestión para que expusieran cómo orientarían los gastos en el caso de poseer unos mejores recursos económicos y éstos permitiesen atender a aquellos aspectos que considerasen más interesantes para su entidad. El grupo más numeroso hacia referencia a inversiones en mejora del funcionamiento a través de las infraestructuras, recursos materiales y de personal. El siguiente grupo se inclinó por el aumento de las actividades y servicios a los asociados, lo que ratifica que las propuestas y atenciones a los propios miembros del colectivo son el principal elemento de interés para un notable grupo de entidades, como ya se ha indicado en anteriores ocasiones. El tercer grupo expuso que sus prioridades irían destinadas a aumentar y mejorar el número de actividades y servicios dirigidos al barrio o al sector social que conforta sus campos de actuación. Este último grupo presenta una actitud de mayor compromiso con sus entornos, tanto sociales como territoriales, al plantear una posición de interés por intervenir favorablemente en estos ámbitos.

5 - Situación de la documentación contable La inmensa mayoría afirma que la contabilidad se lleva correctamente y que toda la documentación de este apartado de la gestión está actualizada. Sin conocer detalles de cómo se efectúan los balances, registros y asientos contables ni las aplicaciones y métodos que se utilizan, valoramos, en principio, como muy positivo, la situación documental de las finanzas asociativas, siempre y cuando supongan una imagen fiel de la realidad económica de la entidad.

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5º.- Recursos materiales e infraestructuras Este apartado del estudio analiza los datos obtenidos sobre los medios y recursos materiales de que disponen las entidades para su funcionamiento y que son vitales para el desarrollo de la actividad asociativa. Su existencia, calidad y características son un elemento fundamental que actúa como determinante en la eficacia de las actuaciones que efectúan las distintas entidades que han participado.

a) Disponibilidad y características de las sedes sociales La gran mayoría de las organizaciones entrevistadas afirma que disponen de una sede social propia (84 %), lo que permite que los distintos aspectos que conforman la vida asociativa cuenten con un espacio propio para acoger la diversidad de situaciones que ésta recrea (reuniones, actividades, encuentro de asociados, alojamiento de dependencias para labores específicas, de archivos, almacenaje de enseres y equipos propios, etc.) y especialmente

disponer de un espacio para poder trabajar el proyecto asociativo. Uno de los factores que más incide negativamente en el desarrollo de cualquier iniciativa asociativa y responsable de una amplia cuota de las experiencias frustadas por las dificultades que presenta para su consolidación, es la inexistencia de un espacio propio donde se pueda situar la construcción del grupo de acción que suele liderar cualquier proceso de gestación y maduración de estas iniciativas. También limita considerablemente las capacidades de actuación, por que impide una realización correcta de los procesos de elaboración y diseño previos de cualquier acción. Incide también en el grado de captación de nuevos integrantes que amplíen la base social y dificulta la obtención de otros recursos materiales necesarios para un funcionamiento básico. En esta situación se encuentra un 14 % de las entidades participantes de este estudio y es probable que éstas estén sometidas a ciertas incertidumbres sobre su continuidad, si la situación de carencia de espacio propio se prolonga y, por supuesto, condicionadas a un estado de actividad limitada y de funcionamiento deficiente.

En el capítulo de sugerencias y propuestas de mejora, se expondrán varias opciones que podrían apoyar a las entidades que se encuentran en esta situación y para optimizar las infraestructuras públicas en este aspecto. En cuanto al estado que presentan las sedes, la mayoría opina que están en una situación aceptable (63 %). Esta percepción satisfactoria aumenta cuando se plantea la descripción de las condiciones en relación a las necesidades de la entidad (68 % buenas o suficientes). En referencia a las dimensiones de las sedes son mayoría los que afirman disponer de espacios superiores a 75 mts. cuadrados y dentro de este grupo abundan las manifestaciones que declaran dimensiones mayores de 100 mts. Sobre la situación patrimonial del local, las situaciones más frecuentes son las de las cesiones, divididas entre las que ha efectuado el ayuntamiento (39 %) y las realizadas por otra entidad o personas (32 %). El resto se distribuye entre las que son propiedad de la propia organización (16 %) y en alquiler (13 %). Un análisis global nos indicaría que, en cuanto a las infraestructuras asociativas, la situación es bastante aceptable para la mayoría de las entidades en cuanto al estado, condiciones y dimensiones de las infraestructuras que utilizan. Por otra parte, un 71 % afirma que la sede es cedida, por lo que no tienen que emplear recursos económicos en este aspecto y permite una mayor disponibilidad financiera en otras áreas. También estas condiciones pueden ser consideradas como favorables para el desarrollo de la vida asociativa y su funcionamiento en general. A pesar de esto, consideramos que las posibilidades que ofrecen estas infraestructuras no están lo suficientemente valoradas, ni las adecuadas condiciones de éstas parece que sean aprovechadas para un mayor dinamismo y diversidad de actividades y servicios. Este hecho afecta en especial a las que son de patrimonio municipal. Un porcentaje próximo al 40 % de las entidades, disponen de una sede que es de titularidad pública y que en concepto de cesión es utilizada, en exclusividad, por las distintas asociaciones beneficiarias y en su mayoría no realizan actividades que repercutan en sus

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en sus entornos. La situación de estas cesiones está de manera mayoritaria en un estado irregular ya que no existe, a excepción de muy pocos casos, acuerdo plenario, ni pliego de condiciones, ni convenio, ni documento legal alguno que regule la cesión y que establezca los controles administrativos pertinentes que garanticen el correcto uso de estos bienes públicos. Esta situación, aparte de su marcado carácter irregular en el plano administrativo, supone prescindir de unos importantes recursos para el resto de la ciudadanía, sin que ello pueda ser entendido como una posición crítica a la labor de todas las entidades que están en esta situación. Pero sí debiera proveerse de alguna fórmula de optimización de estos recursos para que revierta positivamente en las poblaciones del entorno, especialmente los ubicados en aquellas zonas más alejadas de los equipamientos socioculturales y administrativos municipales o más necesitadas de intervenciones sociales. Esto sin menoscabo del uso asociativo que el local viene prestando. Pensamos que ambos usos pueden ser perfectamente compatibles y socialmente muy interesantes.

b) Recursos materiales y equipamientos El 13 % que coincide casi en su totalidad con el porcentaje de las entidades que afirman no disponer de sede social propia, manifiesta que no disponen de ningún tipo de estos recursos. El 48 % valora como no adecuados los medios materiales de que dispone y el 39 % afirma estar satisfecho sobre el grado de adecuación de estos recursos a sus necesidades. Con similares porcentajes se pronuncian los socios entrevistados, calificando en un 43 % los recursos materiales como escasos. Las necesidades de equipamientos y otros recursos materiales siempre van a estar condicionadas por el tipo de actividades y propuestas que realicen las distintas entidades. Esto significa que no van a necesitar lo mismo aquellas entidades cuya dinámica diaria se centra en la convivencia en la sede y las actividades son de carácter recreativo y de entretenimiento, que aquellas otras dedicadas a actuaciones donde los requerimientos técnicos y materiales son de distinta magnitud por que su actividad atiende a propuestas de mayores dimensiones y proyección.

Puede resultar difícil acometer acciones, sean del carácter que sean, si no se cuenta con los medios apropiados. Cualquier proyecto asociativo debe asumir que es verdaderamente complicado llegar más allá de donde permiten los recursos disponibles y reconocer que la actividad asociativa se va a ver limitada por este hecho. Aquellas entidades que pretendan aumentar su horizonte de acción y aspiren a desarrollar actuaciones de mayor relevancia o simplemente quieren mejorar su capacidad de gestión para obtener un mejor funcionamiento deben preveer inversiones en mejorar sus equipamientos y recursos materiales. En caso contrario podrían entrar en procesos de parálisis funcional, impidiéndose el desarrollo del proyecto asociativo. Invertir en este capítulo es sentar bases para una mejor predisposición futura, garantizando condiciones más apropiadas para el progreso de la actividad asociativa. Destacamos algunos casos donde las entidades, a pesar de llevar décadas de funcionamiento, admiten no disponer de recursos apropiados. Interpretamos que estas situaciones se deben a la falta de planificación y previsión en la atención a las necesidades que se han detectado y una gestión económica que, posiblemente, se ha orientado hacia otros aspectos más puntuales de la vida asociativa. En cuanto a la disponibilidad de equipamiento informático, sólo el 47 % afirma disponer de equipo y programas adecuados. Teniendo en cuenta la eficacia de estos recursos en aspectos tan cruciales como la gestión asociativa y la comunicación externa e interna, nos encontramos con una mayoría de las entidades que carece de estos recursos que van ocupando una posición imprescindible en la labor diaria de cualquier organización. No incorporar el uso de estas herramientas al funcionamiento de la entidad supone un retraso en el progreso de la gestión asociativa. Desconocemos los niveles de capacitación informática de las personas que utilizan estos medios en los casos que afirman que disponen de ellos y la idoneidad del software que utilizan, aunque intuimos que existe un amplio porcentaje con serias deficiencias en formación digital. Finalizando este apartado propusimos que nos enumeraran las necesidades más

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relevantes que en este tipo de recursos observaban, y nos ha sorprendido el alto porcentaje de entrevistados que no han manifestado ninguna necesidad (34 %). Esta situación nos permite plantearnos la existencia de diversas causas como posibles interpretaciones: - No existe una proyección definida de la entidad y ello provoca que no se hayan planteado este tema. - Existe la percepción de que están satisfechos con lo que tienen y por ello no manifiestan ninguna necesidad específica. - No tienen programada ninguna actuación que requiera de otros recursos de los que disponen actualmente. El resto de las respuestas se han dirigido a diversas necesidades, destacando un 21 % que afirma que sus necesidades en cuanto a equipamientos y recursos materiales son absolutas. El resto de respuestas se han manifestado por el siguiente orden: equipamientos informáticos, mejoras en el local, mobiliario, climatización, equipos de audio e imagen, teléfono e internet. Los porcentajes de entidades que se han pronunciado sobre estas necesidades son bastante inferiores a los datos que hemos recabado sobre las carencias que manifiestan padecer. Esto nos lleva a pensar que, para un número importante de casos, estas deficiencias no son percibidas como necesidades reales por los responsables que han participado en la entrevistas y que, por lo tanto, no le otorgan consideración de verdadero problema que tiene su causa en unas evidentes deficiencias de recursos.

6º.- Actividad y funcionamiento a) Actividad habitual en la sede La mayoría de las respuestas a esta cuestión se ha referido a que las actividades más frecuentes que se desarrollan en la sede tienen relación con el encuentro, el ocio y el entretenimiento de los asociados y con un relativamente relevante papel del servicio de bar como punto de interés. En un buen número de entrevistas, la percepción primera que obtenían el equipo de personas responsables de este trabajo era que se adentraban en un establecimiento hostelero, ya que la decoración y los elementos que configuran la sede no manifestaban demasiadas evidencias de lo contrario. Esta percepción puede ser significativa para valorar lo que parece ser la actividad más habitual en muchos de los espacios asociativos, ya que los servicios que prestan cotidianamente no difieren demasiado de los que puede ofrecer cualquier bar. Nada que objetar por las posibilidades de encuentro, ocio y comunicación que puede ofrecer tomar unas copas, unas tapas o echar una partida de cualquier juego de mesa y por como revierte favorablemente en la convivencia de los asociados o usuarios. Pero si que nos parece preocupante que la actividad y los servicios se limiten, en un alto porcentaje, casi en exclusividad, a los mismos que ofrecen muchos establecimientos de hostelería y sean destacables las ausencias de actividad, propuestas o servicios propios de una entidad sin ánimo de lucro destinada a unas finalidades que parece que no tienen demasiada relación con lo que ocurre habitualmente en buen número de sedes de entidades. La imagen que trasciende en estas circunstancias, no favorece demasiado a la necesaria proyección social de las organizaciones y pueden crear hábitos que desorienten los objetivos que fundamentaron su constitución, derivando hacia posiciones ajenas a sus principios fundamentales. Las valoraciones de los socios sin responsabilidades directivas en sus respuestas califican con un 5`1 los aspectos cotidianos de la actividad en la sede sobre un total de 10 puntos posibles. Una consideración relativamente baja que aprueba por décimas. También destacamos las opiniones recabadas

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en las encuestas realizadas a la ciudadanía, que en su mayoría (64 %) se han decantado por definir a las asociaciones como “lugares de reunión para los socios”, condicionando su concepción más hacia el espacio que al concepto de organización que realiza determinadas actuaciones. Suponemos que la falta de una actividad externa pública de relevancia incline a relacionar asociación con un establecimiento determinado más que con un grupo humano organizado para un fin.

y se repiten con bastante frecuencia, a pesar, de los diferentes campos de actuación y la diversidad de finalidades que existen en el colectivo de entidades. Es muy habitual repetir todos los años las mismas actuaciones (cuesta menos esfuerzo volver a hacer lo mismo), síntoma de una falta de imaginación y creatividad en los proyectos que llevan a cabo y cierta parálisis en el desarrollo de las programaciones con una marcada tendencia a evitar los aspectos innovadores en las actividades que se realizan.

b) Actividades o servicios realizados últimamente Los datos que hemos obtenido de esta cuestión, que planteaba la descripción de las tres últimas actuaciones que habían realizado, nos han dado unos resultados donde destacan las actividades destinadas hacia la diversión y el entretenimiento (59 %), ocupando dentro de éstas, con bastante relevancia, las actividades dedicadas a excursiones y viajes. A continuación, con un mismo porcentaje (13%), se encuentran actividades culturales y propuestas de formación , creativas o de mejora personal. El resto de las respuestas se fragmentaba en diversas acciones con porcentajes poco relevantes. Las actividades más realizadas han sido los viajes y excursiones y suponemos que la existencia de la prestación gratuita del servicio de autobús municipal incide bastante en esta realidad. Subrayamos que un grupo de entidades sólo ha descrito este tipo de actividades. En las respuestas a la cuestión que hacía referencia a las actividades más demandadas por los socios, también prevalecen las de carácter lúdico o de entretenimiento con un 66 % de las respuestas obtenidas, seguidas por un 27 % que se inclina por las de carácter formativo o cultural. Las valoraciones obtenidas en las entrevistas a socios sin cargos, puntúan con un 4’9 % las actividades y servicios que ofrece la entidad sobre un total de 10 puntos. Concluyendo este apartado dedicado a las características de las actividades y a las demandas de los asociados sobre este tema, podemos destacar que estas actuaciones se orientan mayoritariamente al entretenimiento y a la diversión de los asociados. Su perfil suele ser muy similar en gran parte de las entidades

También observamos una presencia importante de medios y apoyos municipales, lo que establece cierta dependencia de los recursos públicos en su ejecución y que nos da a entender que, de no existir estos medios externos, bajaría considerablemente el número de actuaciones. Los casos más evidentes se centran en un grupo de organizaciones que, por los datos que nos han proporcionado, sólo se dedican a hacer viajes.

c) Destinatarios habituales de las actividades y servicios asociativos Más de la mitad de las entidades entrevistadas afirman que sus actuaciones van dirigidas exclusivamente a asociados o familiares de los mismos, mientras que un 28 % de las respuestas otorga un carácter abierto a las actividades y servicios que realizan. Para cerrar los datos más destacables de esta cuestión, figura un 11 % que sitúa a sus destinatarios en sus campos de actuación territorial o sectorial. Reiteramos las conclusiones ya expuestas anteriormente. Dominan las entidades que actúan y dedican sus esfuerzos, actividades y servicios a sus asociados, integrando a sus familiares como destinatarios de sus actuaciones en un buen número de colectivos. Las sensaciones que se perciben de estas realidades, nos transmiten una situación de cierto aislamiento del contexto donde se ubican y actúan estas entidades, primando el interés del asociado por encima de otras consideraciones que pueden tener contempladas la organización entre sus finalidades. En las entrevistas realizadas a la ciudadanía en genera,l nos encontramos con un dato relacionado con esta cuestión: El 33 % de los entrevistados aseguraba haber participado al menos en una ocasión en

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alguna actividad promovida por una asociación local. En esa misma entrevista se determinaba que un 18 % de las 300 personas entrevistadas formaba parte de alguna entidad. Sobre las conclusiones contempladas, y extrapolando los datos, no podemos verificar si ese 15 % que no pertenecía a ninguna organización de las estudiadas, mantenía alguna relación de parentesco con asociados.

d)

Financiación de las actividades y servicios asociativos

El grupo más numeroso de entidades participantes (42 %) afirma que sustentan sus actividades y servicios con los recursos propios de la organización. Un 21 % declara que son los propios participantes de las actividades o servicios los que sufragan los gastos. Con el mismo porcentaje figura un grupo que manifiesta que sustentan financieramente estas actuaciones con subvenciones de origen municipal y un 11 % que asegura que el dinero proviene de subvenciones de otras administraciones. En un principio se puede observar que el grupo más numeroso, en cuanto a las fórmulas de financiación empleadas para sustentar sus actividades y servicios, posee una interesante capacidad que otorga autonomía económica a su gestión , ya que manifiestan que son los recursos propios los utilizados para sufragar estos gastos. En el análisis de estos datos en relación a otros provenientes de diferentes cuestiones que atendían a los aspectos de financiación asociativa y realizando el análisis comparativo de estas informaciones, más los apartados de observaciones que detallaban algunos asuntos relacionados con las respuestas a estas cuestiones, nos hemos encontrado con algunas observaciones que son dignas de mención: - En un buen número de casos daban la impresión de no saber discernir entre el carácter de la fuente de financiación como externa o interna, otorgando a ingresos de origen externo (subvenciones públicas) la definición de recursos propios y otras actitudes que podían ser interpretadas como síntomas de cierto desconocimiento sobre estos datos económicos. -Las descripciones de las actividades realizadas e informaciones indirectas que poseemos de muchas de estas actuaciones,

nos indicaban una presencia considerable de recursos municipales que no eran contemplados y que no podían ser considerados como recursos propios. Todo esto nos lleva a la conclusión de que, realmente, es bastante menor el número de entidades que opina que son sus propios medios los que les permiten desarrollar sus actividades y servicios. También denota deficiencias en los procedimientos de gestión económica y el grado de formación de los gestores asociativos en este aspecto. En la misma línea de las conclusiones obtenidas en este apartado y que corrobora esta interpretación, están las opiniones recabadas de las entrevistas efectuadas a responsables y técnicos municipales y que manifestaban que en un 64 % de los encuentros con responsables asociativos el tema planteado era la solicitud de medios, recursos y apoyos para la realización de actividades y otras necesidades de la entidad. Con un porcentaje algo menor (60 %), afirmaban los propios dirigentes asociativos que estos mismos temas eran los más habituales, en referencia a sus reuniones con responsables municipales. Sostenemos que el número de entidades con carencias de autonomía financiera es bastante considerable y que su actividad está sometidas, en un elevado grado, a recursos de origen externos.

e) Planificación y programación de las actuaciones asociativas Planificar en plazos razonables y programar detalladamente las actuaciones que se van a llevar a cabo desde las organizaciones sociales, es un proceso imprescindible para un correcto funcionamiento de la actividad asociativa y garantiza una gestión de los recursos y medios más acertada y eficaz. Esto significa visualizar y preveer con la suficiente antelación todas las necesidades que la ejecución de las actuaciones va a exigir, orientando correctamente todos los pasos imprescindibles para que la acción asociativa cuente con avales de eficiencia. Por otra parte, es labor fundamental para atender a la elaboración de los presupuestos anuales que tienen que contemplar en detalle las programaciones de actividades y sus costes, aparte de ser básico 111

para ofrecer la necesaria información a los asociados de lo que se va a hacer.

compañeros o compañeras.

El hábito de planificar cómo se van a desarrollar todos los asuntos de interés de la entidad, estructurando las prioridades, estableciendo líneas de acción coherentes e imprimiendo una visión estratégica de continuidad y proyección al desarrollo de la organización, aporta solvencia y definición a la acción asociativa. Planificar significa evitar caer en improvisaciones y actitudes erráticas que no son nunca positivas. La planificación asociativa se expresa en las programaciones y se concreta en los proyectos que la integran. Saber elaborar programaciones que atiendan al plan general que supone una entidad sin ánimo de lucro es requisito fundamental para un buen gestor asociativo y de esta capacidad va a depender, en gran parte, la maduración y consolidación de cualquier proyecto asociativo. Las respuestas a los hábitos de planificación de las actuaciones asociativas se han traducido en un 64 % de opiniones que afirma que efectúan esta labor con un tiempo previo razonable a la ejecución de las mismas, mientras el 31% declara que empieza a trabajar en este sentido en fechas que consideramos demasiado próximas a la realización de las actuaciones. El resto no se pronuncia. El grupo más numeroso parece que asume la necesidad de programar, lo que consideramos positivo para la actividad asociativa en general y es una manera de proceder que se debería instaurar en todo el tejido asociativo. No disponemos de información detallada sobre los métodos que emplean para efectuar sus programaciones, ni como elaboran los proyectos asociativos que desarrollan. Ello nos hubiera permitido disponer de datos de interés sobre las capacidades técnicas y valorar con mayor profundidad el nivel de desarrollo de estas aptitudes. En cuanto a los responsables de la planificación y la programación asociativa, nos indican los datos recabados que es el equipo directivo el responsable de su realización (77 %) en la gran mayoría de las entidades y un porcentaje reducido (9%) afirma que esta labor recae exclusivamente sobre el cargo de máxima responsabilidad, lo que significa que se incrementan considerablemente sus cometidos sin demasiado apoyo por parte del resto de sus

Estos datos contrastan con las informaciones que recabamos para la cuestión que hacía referencia a la existencia de vocalías, comisiones o grupos de trabajo en un porcentaje bastante elevado y que señalaban tenían entre sus funciones más habituales la organización de actos. Según las declaraciones obtenidas sólo un 5% manifiesta que un grupo de socios designados al efecto participa en las labores de planificación, significando, para la gran mayoría de entidades, que estos órganos no suelen participar en las labores previas a la ejecución de las actuaciones. Las conclusiones subrayan el gran protagonismo de los equipos directivos frente a una habitual falta de participación en labores de responsabilidad del resto de los asociados.

f) Medios de información interna La comunicación es una herramienta vital para un correcto desarrollo del proyecto asociativo. Las entidades sociales son grupos de personas que se organizan para atender a determinados fines. Su principal componente y activo son las personas que integran esa organización. Por ello, los flujos comunicativos tienen que mantenerse engrasados entre sus miembros y la información tiene que fluir correctamente en todas direcciones. Desde los cargos con responsabilidad, que suele generar un mayor volumen de información, hacia la base social y desde ésta hasta los equipos directivos que siempre tienen que actuar en representación de esa base. Las deficiencias comunicativas afectan a la cohesión del grupo y pueden provocar déficits de participación. La valoración que los responsables asociativos entrevistados poseen sobre la calidad de la información interna es elevada. Así un 86 % considera que sus compañeros y compañeras están suficientemente informados, frente a un 14 % que opina que no. Esta valoración se reduce escasamente en las respuestas que han efectuado los socios sin responsabilidades directivas que se consideran informados en un 81 % por un 19 % que opina lo contrario. Otra cuestión relacionada con este tema se le planteó a los socios acerca de su conocimiento de nuevos proyectos que podrían estar desarrollándose desde su colectivo, el 64 % afirma que estaba informado

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de esta circunstancia. Un 32 % manifestó desconocer si se estaban llevando a cabo.

7º.- Relaciones externas

En este aspecto, las repuestas mayoritarias nos indican que la información que sobre la entidad poseen los asociados es, a juicio de gran parte de los entrevistados, la suficiente. A excepción de un porcentaje que no llega al 20 % y que manifiesta que no dispone de una adecuada información asociativa y que está en una peor situación y que debe ser corregida. Subrayar que en este aspecto, es bueno pecar por exceso que por defecto. Procurar que todo lo que sea importante o incluso, aquello que pueda parecer no demasiado relevante, debe ser transmitido al grupo. En primer lugar, por que es un derecho que acoge a todos los asociados y, en segundo, por que se mejora considerablemente la interrelación entre el individuo y el grupo.

Analizamos en este apartado toda la información recogida en torno a las relaciones que mantienen las entidades participantes con otras organizaciones sociales, instituciones y las poblaciones que habitan sus espacios de actuación o forman parte de los sectores que manifiestan atender. También valoramos qué actitudes dominan en este aspecto desde las direcciones de los colectivos y las distintas formas que se utilizan para materializar esta relación.

En referencia a los medios y soportes que se utilizan habitualmente para la información interna, dominan los de carácter gráfico (carteles, tablón de anuncios, cartas, publicaciones. . .), frente a los que implican una comunicación personal y directa (contactos directos, reuniones . . . ). Sería necesario que desde las entidades se plantearan evaluar estos medios y así podrían disponer de datos precisos sobre cuáles son los más adecuados para cada una y el nivel de efectividad que en su aplicación actual poseen. Es posible que formatos demasiado reiterados acaben por imponer su monotonía al propio mensaje que contienen y esta situación no estimula a la lectura de su contenido, desatendiendo al interés informativo de la realidad asociativa. También sería necesario poseer una nociones básicas sobre técnicas de comunicación grupal.

Las asociaciones, como estructuras organizadas de grupos de personas, están inmersas en un contexto que puede ser más o menos complejo, más limitado o menos extenso, pero su naturaleza les obliga a interrelacionarse con los agentes que conforman ese contexto, aunque puedan predominar conductas tendentes al aislacionismo. Las necesidades y la dinámica exigen un mínimo de comunicación externa. De cómo se desarrolle esa comunicación va a depender que crezcan conceptos claves como el reconocimiento, representatividad y relevancia social, que aumenten los apoyos y recursos, que obtengan capacidad de liderazgo comunitario y otras muchas cualidades que definen positivamente al tejido asociativo.

a) Relación con otras entidades Las relaciones interasociativas pueden constituir un elemento fundamental para el desarrollo del tejido asociativo en general, especialmente entre aquellas que tienen objetivos y finalidades comunes o comparten afinidades entre sus campos de actuación. Las posibilidades de crecimiento y consolidación, así como la multiplicación de recursos y optimización de los medios pueden ser de gran relevancia, si esas relaciones se fortalecen y maduran. Acerca del nivel de reconocimiento mutuo que existe entre las entidades participantes, consideramos que es bastante alto. Un 93 % asegura que conoce a todas las organizaciones existentes y una amplia mayoría manifiesta que mantienen o han mantenido relaciones con otros colectivos (75 %).

A pesar de que existe un conocimiento mutuo y una estrecha relación entre las entidades, especialmente, entre aquellas que 113

por razones de proximidad o similitud de objetivos y tipología (así nos lo confirman desde los cargos de representatividad de las entidades entrevistadas), son escasas las acciones que

se han desarrollado en común a través de procesos de colaboración entre dos o más entidades por propia iniciativa y de manera autónoma. A pesar de que es frecuente que las localizaciones de las entidades están en clara vecindad por razones de proximidad y sus ámbitos de actuación coincidan notablemente. Por las referencias que poseemos, las experiencias de participación colectiva de dos o más entidades prácticamente están limitadas a actuaciones promovidas, organizadas y sustentadas desde la Administración Local, especialmente aquellas que se generan desde las áreas sociales del Ayuntamiento. Las realidades detectadas nos indican que las interrelaciones asociativas no se orientan hacia procesos de colaboración y esto provoca, posiblemente, una limitación de las oportunidades de crecimiento, maduración y de poder acometer actuaciones de mayor relevancia e interés social. No se han desarrollado las mínimas estructuras básicas de cooperación interasociativa. Las causas pueden ser diversas: la existencia de ciertas actitudes aislacionistas, los modelos de gestión imperantes no consideran necesario desarrollar actuaciones conjuntas entre asociaciones o no existen elementos de interés comunes que motiven a la acción compartida. Estas conclusiones son admitidas por los propios responsables asociativos en las respuestas que manifestaron referentes a su valoración sobre la situación actual del tejido asociativo local, donde la opinión más generalizada fue la ausencia de cohesión, unión e interrelación entre las propias entidades.

b) Relación con los campos de actuación Toda entidad de carácter ciudadano que no tenga dirigidas sus finalidades exclusivamente a sus asociados, debe orientar sus actuaciones hacia un campo de actuación determinado que está definido por un territorio concreto o por un sector social con características determinadas y específicas. Así debe establecerse en sus estatutos.

En la manera en que se atiende a ese campo, los esfuerzos y dedicación que se destinan y qué posición ocupa en las prioridades asociativas, se actuará más coherentemente con los objetivos establecidos y se alcanzará una mayor relevancia y reconocimiento social. El reconocimiento social de la labor asociativa, su nivel de representatividad y su capacidad para liderar, movilizar o influir positivamente en su contexto va a depender, en cierta medida, de las percepciones externas que sobre la entidad se vayan asentando. Alcanzar esta posición es consecuencia de una labor constante y continuada que permite dotar a la organización de una imagen favorable de utilidad y servicio a su comunidad o campo donde actúa y que sólo se consigue desde actitudes de compromiso e inquietud por mejorar el medio físico y humano donde está situada. Actuaciones que se limitan exclusivamente a satisfacer a grupos limitados de personas o restringir la actividad de la organización a los servicios que puede ofrecer la sede social, no favorecen, en absoluto, la adquisición de relevancia y reconocimiento social. Sobre este aspecto, el 73 % de las entidades entrevistadas asegura que ha realizado actividades dirigidas a sus campos de actuación y no específicamente a sus asociados. Un 22% afirma que nunca a realizado este tipo de actuaciones. Sondeados las que aseguraban haber realizado estas acciones, señalaban distintas descripciones de las mismas, aunque el grupo más numeroso 21 % no definía con un mínimo de precisión qué labor habían realizado en este sentido. Se situaban, a continuación, aquellas actuaciones de carácter informativo y de sensibilización (18%), seguidas por aquellas manifestaciones que hacían referencia a celebraciones y actos de carácter lúdico (16 %). El resto de las descripciones, con porcentajes bastante inferiores, definían un variado conjunto de actuaciones de una amplia diversidad. En las conclusiones detectamos cierto interés de la mayoría por interactuar con sus entornos sociales, aunque sin una orientación precisa y de manera ocasional, sin demasiado sentido de continuidad. También destacamos que muchas de las actuaciones descritas no atienden con precisión a la pregunta formulada y entendemos que se confunde como actuación 114

dirigida a su campo de actuación, permitir la participación de personas que no son asociados. De todas maneras, según estos datos, aparecen actitudes más abiertas a su contexto que en la cuestión que hacía referencia a los destinatarios habituales de sus actividades y servicios.

Estos datos, aunque relativos, nos aproximan a unas conclusiones que definen a gran parte de los colectivos como organizaciones que no prestan la atención y dedicación suficiente a sus entornos, y su capacidad de interrelacionarse y actuar en los contextos donde se ubican está bastante infrautilizada y necesitan de un importante impulso y desarrollo.

En la descripción de los asuntos que solían tratar los dirigentes asociativos en sus reuniones con los responsables municipales, sólo el 20% afirmaba que planteaban problemas o quejas relacionados con el barrio o sector social que representa. Este porcentaje bajaba al 14 % cuando el agente entrevistado era el técnico o el Delegado municipal.

En cambio, preguntados los responsables directivos sobre el concepto que poseían acerca del reconocimiento social de sus entidades, un abrumador 82 % afirmaba que su colectivo disfrutaba de un correcto reconocimiento social, mientras un 18% opinaba lo contario. Desconocemos si desde las entidades se ha promovido algún ejercicio de reflexión o evaluación sobre el papel que desempeñan en referencia a los entornos donde actúan, y podemos pensar que es posible que se confunda popularidad con reconocimiento social. Pensamos que sería muy positivo plantear este debate desde el interior de las organizaciones, para definir si la orientación que se está imprimiendo es la acertada o no, en referencia a las actitudes y planteamientos asociativos que determinan la parcela externa de las mismas.

Otra cuestión que tenía relación con este tema, planteaba la existencia de actuaciones efectuadas desde las entidades y que tenían como sentido realizar acciones informativas, reivindicativas, de sensibilización, referentes a problemas o carencias del barrio o el sector social. El 57 % manifestaba que al menos en una ocasión habían realizado algún tipo de actividad de estas características. Un 25 % afirmaba que nunca y un elevado 18 % no se pronunciaba al respecto. En este sentido, planteábamos en otra cuestión si acudían habitualmente personas ajenas a la entidad para proponer iniciativas, solicitar información, mediación, exponer problemas o quejas relacionadas con el entorno o el sector y, con ello, detectar síntomas que nos permitiesen valorar el grado de reconocimiento social que poseían las entidades en sus entornos de actuación. El 43 % afirma que esto ocurría a veces, mientras que el 32 % aseguraba que habitualmente. Un 23 % manifestaba que nunca acudía nadie con estas intenciones.

c) Intervenciones destinadas a conocer la realidad social

En la entrevista realizada a los socios sin responsabilidad directiva, formulábamos que valorasen la labor social que realizaba su entidad y los resultados alcanzaron una escueta puntuación de 4´6 sobre un máximo de 10 puntos. Una cuestión de temática similar, figuraba en las entrevistas efectuadas a la ciudadanía y que hacía referencia a la percepción que tenían los ciudadanos entrevistados sobre las entidades locales. Sólo un 9% de los entrevistados manifestó valorar socialmente la actividad de las organizaciones sociales.

El conocimiento de la realidad social es un instrumento básico a la hora de diseñar, planificar, determinar y decidir cualquier actuación que tenga como destinatario un grupo social determinado. Saber a quiénes nos dirigimos, cuáles son sus perfiles, sus características, sus necesidades, qué elementos influyen en ellos y qué circunstancias afectan al grupo... Disponer de toda esta información y saber utilizarla correctamente es fundamental para cualquier actuación que parta de una entidad de carácter social. Este conocimiento debe actualizarse permanentemente a través de fórmulas que garanticen unos mínimos de fiabilidad en los resultados que se obtengan, evitando las impresiones personales, intuiciones o las ideas preconcebidas que habitualmente no suelen corresponder demasiado con lo que realmente ocurre a nuestro alrededor. Lo más destacado de las respuestas que hemos obtenido es el elevado número de

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responsables asociativo que no ha respondido a esta cuestión (24 %), que hacía referencia a si en alguna ocasión se había realizado alguna acción destinada a conocer las realidades de sus campos de actuación. El 41 % declaraba que nunca habían efectuado actuaciones con este cometido y un 35 % afirmaba que habían efectuado al menos una intervención de estas características.

desfavorablemente. El resto las califica de correctas o mejorables.

A continuación planteábamos en la siguiente cuestión, a aquellos entrevistados que afirmaban que desde su entidad se había actuado en este sentido. que describiesen las acciones que habían realizado, y gran parte de las exposiciones que efectuaron no tenían demasiada relación con procesos de captación de información sobre el entorno social, a excepción de la realización de sondeos, contactos personales con posibles destinatarios y alguna propuesta dirigida a promover sugerencias. Al respecto del elevado número de entrevistados que no se han pronunciado, intuimos que se corresponden a desconocimientos básicos de estas técnicas de intervención grupal o social provocado por carencias de cualificación en este campo, o bien, no consideran que esta labor sea necesaria. Concluyendo con este apartado, pensamos que desde la gran mayoría de las entidades no se da la suficiente importancia a conocer, con cierto rigor y eficacia, las realidades donde actúan, bien por que consideran que no es necesario o por falta de capacidades instrumentales. Esta actitud puede causar faltas de sintonía entre las organizaciones y los ámbitos donde dicen dirigir sus intervenciones, ya que las posibilidades de no acertar en sus actuaciones aumentan si no se dispone del conocimiento apropiado del entorno hacia el que se dirigen.

d)Relaciones con Administración Local

la

Dado el ámbito de este estudio y las conclusiones que se van obteniendo, que otorgan un especial protagonismo a la Corporación Local en el desarrollo de las dinámicas asociativas, comentamos, en primer lugar, las calificaciones que desde los máximos responsables asociativos se expresan sobre estas relaciones. La mayoría (62 %), las califica de buenas, siendo sólo de un 9 % el porcentaje que representa a aquellos que las califican

En segundo lugar, exponemos las repuestas obtenidas que sobre esta misma cuestión se formuló a los responsables políticos y técnicos vinculados al Ayuntamiento: Un 72 % de los entrevistados las calificó de mejorables, Un 14 % las consideraba excelentes y en la misma proporción se manifestaron los que opinaban que son las adecuadas. Curiosamente, en el análisis porcentual destacan posiciones relativamente más críticas desde el ámbito administrativo que desde el asociativo, al ser más relevante los porcentajes que las califican de mejorables. Establecer unas buenas relaciones institucionales, especialmente con la administración más próxima, es positivo siempre y cuando se mantengan dentro de los principios de colaboración, no injerencia y autonomía de acción. En muchos aspectos de la actividad asociativa deben existir coincidencias de intereses y de responsabilidades con distintas áreas municipales y, lo lógico, es que se desarrollen procesos de cooperación en determinadas actuaciones y éstos puedan dar lugar a propuestas de interés que pueden ser positivas, no solamente para ambas partes, sino también para importantes sectores de la población. No optimizar estas relaciones, sacándole el máximo partido no es favorable para nadie. En las entrevistas efectuadas a los responsables políticos y técnicos municipales, se afirmaba que el 80 % de los entrevistados mantenía relaciones habituales con los dirigentes asociativos, determinándose que las relaciones eran frecuentes y fluidas, al menos, con aquellas entidades que por razones de ámbito competencial estaban más próximas.

e) Relaciones con otras administraciones Hemos centrado este apartado en valorar el conocimiento que poseían acerca de convocatorias de subvenciones y ayudas de otras entidades públicas y sus capacidades para acceder a la información, a la presentación de solicitudes y elaboración de proyectos destinados a las mismas. 116

En referencia al 42% que manifiesta desconocerlas, intuimos que pueden existir varias causas:

con el colectivo es crucial. No contar con estos medios puede ser, a veces, como no existir, ya que dificulta la comunicación desde el exterior y la presencia efectiva de la asociación. Por otra parte, en el aspecto de la operatividad y la funcionalidad, facilita la actividad asociativa.

- Su actividad no se adapta a los perfiles que exigen estas convocatorias. - No tienen necesidad de mayores recursos pues con los que disponen atienden perfectamente a sus necesidades.

Los datos obtenidos corresponden al 86 % que afirma poseer sede social propia y

- Por distintos motivos nunca han recurrido a los medios informativos donde se comunican estas propuestas de colaboración.

nos indican que los medios disponibles para el conjunto de estas entidades son bastante limitados. Baste como ejemplo que para el 30% de las entidades consultadas no hay forma de entrar en contacto con ellas como no sea por correo postal, personándose en la sede o recurriendo al teléfono personal de alguno de sus miembros, por que no tienen ningún medio propio de comunicación.

- Tienen problemas para elaborar técnicamente un proyecto. Todas estas posibles causas tienen gran parte de su origen en las carencias de cualificación de sus gestores. Del grupo que afirma conocer alguna de estas convocatorias, el 67 % manifiesta que ha solicitado, al menos una vez, propuesta de solicitud. El 33 % restante afirma que nunca a efectuado estos trámites. Ya hemos señalado la importancia de promover procesos de colaboración con las administraciones públicas y los interesantes beneficios que pueden proporcionar para la actividad asociativa. Para ello es necesario tener acceso y saber interpretar las bases donde se publican estas convocatorias y, por supuesto, tener los conocimientos técnicos básicos para elaborar los proyectos que se requieren. Estas aptitudes no son habituales en el conjunto de entidades locales. Tenemos información que nos indica que desde algunas Delegaciones municipales se ha propiciado que determinadas entidades accedan a subvenciones de otras administraciones a través de la mediación, asesoramiento o inclusión de ástas en programas efectuados por la Corporación Local. Estas actuaciones podrían formalizarse y promoverse como un servicio a un número mayor de entidades, siempre y cuando, existiese interés y capacidad para llevar a cabo sus responsabilidades por parte de las entidades destinatarias.

f)

Medios técnicos comunicación

de

En los momentos que vivimos, para cualquier organización es fundamental la comunicación y disponer de recursos técnicos que posibiliten que cualquier persona o entidad interesada pueda entrar en contacto

El fax, el correo electrónico o páginas web ocupan parcelas bastante minoritarias en los medios de contacto que poseen las organizaciones. Sólo el teléfono fijo, con un 64 % se presenta con datos más favorables en este sentido. Esta situación produce cierta posición de aislamiento e incomunicación que debe ser subsanada con cierta urgencia, pues las consecuencias no son nada positivas y limitan excesivamente las posibilidades de comunicación. No disponemos de datos precisos sobre conexiones a internet, pero las informaciones que poseemos también sitúan a este medio en una situación de uso muy precaria. No estaría de más que desde las entidades se asumiera la necesidad prioritaria de dotarse de medios relacionados con la tecnología de la información y la comunicación y de la necesaria formación para su correcto uso. Las oportunidades de conocimiento, formación, documentación y de utilizar otras vías de comunicación, que estos medios pueden proporcionar, son muy interesantes y pueden ser también de suma utilidad para la vida asociativa. Tenemos conocimiento que desde el Ayuntamiento se está poniendo en marcha un programa de instalación de banda ancha y dotación de equipos informáticos destinados a entidades locales. Desconocemos si existe un perfil de las organizaciones destinatarias u otros criterios para poder acceder al mismo.

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8º.- Servicios municipales destinados al asociacionismo local La Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación en el artículo 4 del Capítulo I insta a las Administraciones públicas a fomentar la constitución y el desarrollo de las asociaciones que realicen actividades de interés general y les faculta para otorgar ayudas y subvenciones, así como asesoramiento e información técnica. En el Capítulo VI, en su artículo 31, dedicado a las medidas de fomento, indica que las “.... Administraciones públicas, en el ámbito de sus respectivas competencias, promoverán y facilitarán el desarrollo de las asociaciones y federaciones, confederaciones y uniones que persigan finalidades de interés general, respetando siempre la libertad y autonomía frente a los poderes públicos. Asimismo, las Administraciones públicas ofrecerán la colaboración necesaria a las personas que pretendan emprender cualquier proyecto asociativo”. La Ley de Bases Reguladora del Régimen Local, en su articulo 72, también asigna a los ayuntamientos responsabilidades destinadas a favorecer el desarrollo de las asociaciones para la defensa de los intereses vecinales o sectoriales de los vecinos, facilitando el uso de los medios públicos y el acceso a ayudas económicas para la realización de las actividades de dichas asociaciones. Para finalizar la argumentación jurídica, el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Corporaciones Locales, en sus artículos 231.1 y 233, hace referencia a la potestad municipal para subvencionar económicamente a las asociaciones en sus actividades y gastos generales, así como el acceso a los medios públicos locales. Planteado que valoraran los medios y servicios públicos que el Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache destina a las asociaciones locales, el grupo más numeroso se inclinó por calificar como mejorables con un 39 % de las respuestas obtenidas. El 33 % los califica de adecuados y el 23 % tiene una opinión desfavorable de los mismos. Esto en cuanto a la opinión de los responsables asociativos.

Los responsables políticos y técnicos vinculados a la Corporación Local opinaban que estas prestaciones eran mejorables en un 73 %, mientras que un 20 % se distribuía entre los que consideraban que son los que permiten los medios disponibles y los que opinan que son los adecuados. Un 7 % los calificaba de escasos. En ambos grupos de entrevistados predomina la consideración de “mejorables” para valorar las prestaciones municipales, aunque con una destacada diferencia a favor de los representantes administrativos. Este dato puede definir ciertas coincidencias en cuanto a la necesidad de mejorar las dotaciones y optimizar el uso y distribución que se hace de las mismas. Algo que debería suscitar una profunda reflexión en ambos sectores, especialmente, por que, como vamos descubriendo, la gran parte de las entidades cuentan con unos recursos propios bastante limitados y su actividad depende considerablemente de la disponibilidad y aportación de recursos de origen municipal. Esto se podría subsanar trabajando en dos campos: La mejora de la eficiencia en la gestión económica de las entidades y en potenciar las dotaciones públicas, aumentando, a la vez, su eficiencia y optimización. Nos llama la atención el destacado grupo de entidades (33 %) que califican a estas prestaciones de ”adecuadas”. Un porcentaje bastante superior a los que las califican de igual manera en el ámbito administrativo y que, en una gran parte, son las personas que intervienen en la asignación de estas prestaciones. Sobre todo, por que habitualmente las relaciones con la Administración Local suelen estar enfocadas a las peticiones de medios municipales y este grupo de entidades parece poseer un aceptable estado de satisfacción acerca de los medios públicos que les son asignados. Para tener una referencia con cierto valor de contexto, se han realizado diversas averiguaciones para conocer las aplicaciones presupuestarias de otros municipios con similitudes poblacionales con respecto a San Juan de Aznalfarache en este tipo de prestaciones, y por diferentes motivos ha resultado una labor bastante compleja y no ha sido posible establecer referencias fiables que permitiesen un estudio comparativo adecuado, pues si existían datos de la partida presupuestaria asignada, desconocían con 118

exactitud el número de entidades del municipio que habían accedido a estas partidas.

proyección y unos planteamientos asociativos más vinculados con el entorno social y físico donde actúan. En aquellas otras que presentan serias deficiencias en el modelo de gestión asociativa, en los recursos personales de sus gestores, en las capacidades instrumentales como colectivo y suelen limitar sus actuaciones al ámbito de sus asociados, posiblemente, no se observen cambios relevantes en su proceder, aunque dispongan de más medios, si no van acompañados de otras medidas relacionados con la mejora de la cualificación y las capacidades asociativas y una orientación que tutorice y ejerza algún tipo de control sobre el correcto uso de los medios públicos.

También asumimos, que todo lo que puede ser entendido como prestaciones o dotaciones a entidades sociales, no parte exclusivamente de la asignación presupuestaria destinada a subvenciones, ya que es habitual que fondos de algunas Delegaciones municipales o de determinadas partidas presupuestarias se destinen a sufragar actividades asociativas. Por otra parte, es difícil de cuantificar el volumen total de los servicios y prestaciones dirigidos a los colectivos sociales, ya que muchos de éstos se efectúan mediante cesión o uso de equipamientos y recursos públicos. Los datos que conocemos con fiabilidad, que se limitan a la partida de subvenciones a actividades de asociaciones y que se tramita y aprueba desde el Consejo Local de Participación Ciudadana. la consideramos bastante limitada en su cuantía total, ya que en su distribución, aparte de los criterios valorativos sobre las características de los proyectos presentados, también intuimos que se aplican otros de carácter más genérico y esto reduce las posibilidades de acometer actuaciones de cierta relevancia, impidiendo que la contribución municipal aporte verdadero valor a los recursos necesarios. Por otra parte, nos consta que desde varias Delegaciones municipales se aportan medios humanos, técnicos y recursos materiales que se destinan a actuaciones asociativas. Cuantificar todo eso sería una labor ardua y compleja que no hemos podido incorporar al estudio. Pero lo que no estaría de más, es plantear un serio ejercicio de evaluación que determinase si como se están aplicando y efectuando actualmente esas aportaciones es la mejor manera de apoyar las actuaciones de las entidades. Preguntados los responsables políticos y técnicos sobre qué efecto tendría una mejora de estos recursos sobre la actividad asociativa, un 60 % opinaba que mejorarían y un 33 % consideraba que los avances no serían significativos. Consideramos que las mejoras de una mayor dotación podrían ser positivas en las actuaciones asociativas protagonizadas por un grupo reducido de entidades que disponen de capacidad de gestión, ciertos niveles de

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9º.- Valoraciones sobre el asociacionismo Queremos dedicar este capítulo a realizar un análisis de las distintas visiones que se han ido detectando desde las diversas posiciones que, acerca del asociacionismo local, se han manifestado por los agentes que han participado, tanto de los propios protagonistas o actores que representan a los diferentes modelos asociativos a los que nos hemos aproximado, como al resto de participantes que, desde una visón más externa nos han facilitado su percepción personal o profesional de las organizaciones sociales.

a) Experiencia personal Presentada la propuesta a los responsables asociativos para que nos expusiesen los aspectos más favorables y desfavorables de su experiencia como miembro de una entidad, el grupo más numeroso de opiniones (44 %) se ha decantado por valorar como lo más positivo de esta experiencia los aspectos relacionados con la convivencia y las relaciones entre los compañeros y compañeras. A continuación, el 36 % destacaba como lo más favorable los referidos al progreso de la organización como proyecto de grupo, destacando los logros obtenidos en el cumplimiento de sus finalidades. El tercer grupo se orientaba hacia temas subjetivos referidos a su satisfacción y desarrollo personal (20 %). Los socios sin cargos de responsabilidad han designado como elementos más favorables de su experiencia asociativa, las relaciones y la convivencia entre asociados. En cuanto a los menos favorables, el 53 % manifestaba que habían sido la falta de

apoyo e implicación de los asociados y la ausencia de reconocimiento, respaldo social e institucional. El resto de las opiniones se distribuye, por este orden, entre los que afirman que no destacan ningún aspecto desfavorable, los que no han contestado, los que manifiestan que han sido los conflictos internos y los referidos a las carencias de medios y recursos. En las opiniones más favorables hemos efectuado una agrupación de las que coinciden con un carácter más personal en sus

valoraciones y que hacían referencias a aspectos que repercutían más en beneficio del propio entrevistado y alcanzamos un 64 %, frente a un 36 % que destaca más otros temas que están relacionados con el proyecto asociativo en general. En la interpretación de este dato se manifiesta que se subraya un predominio de las visones subjetivas sobre las grupales. A partir de esta deducción, podemos considerar que son más abundantes las visiones personales con cierto sentido de la utilidad sobre la entidad que las que valoran el asociacionismo como proyecto encaminado al cumplimiento de unas finalidades y objetivos predeterminados. En conclusión, se observan dos actitudes diferenciadas por modelos de entender la realidad asociativa distintos y el que está más implantado en el tejido asociativo local tiende a orientar su dinámica hacia campos de interés más vinculados con satisfacciones personales.

b) Valoración sobre la situación del tejido asociativo local La mayoría de las valoraciones no tienen una opinión favorable sobre la situación actual del conjunto de entidades (62 %), frente al 17 % que si manifiesta una consideración de carácter favorable. Un 15 % no efectúa ninguna valoración, argumentando no conocer a la gran parte de las organizaciones locales o no adecúan su respuesta a la propuesta formulada y un 6 % que opina que las situaciones son muy diferentes entre unas y otras. Propusimos a continuación que nos detallaran las causas por las cuales efectuaban esta valoración. En referencia a los que opinaban favorablemente, expusieron razones escuetas y poco fundamentadas. En el análisis de estas valoraciones detectamos que existe una clara influencia del factor edad, pues las voces más mayoritarias en este sentido correspondían a las entidades de mayores y aquellas compuestas mayoritariamente por personas de edad más avanzada. En cuanto a las que habían manifestado opiniones no favorables, aparecían percepciones que coinciden con algunas de las conclusiones que hemos ido aportando. Conceptos tales como la falta de involucración y objetivos de carácter social, las deficiencias en las capacidades de gestión

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asociativa, la poca ambición y dinamismo de sus actuaciones, la excesiva dependencia de otras instituciones y la poca cohesión y relación interasociativa, han sido las argumentaciones más expuestas. Cuando se valoró individualmente cada entidad, a través de la opinión de los responsables asociativos y los socios, los resultados fueron diametralmente opuestos, ya que una gran mayoría estaba satisfecho con la situación actual de su organización en un porcentaje identico (64 %). Lo que nos lleva a la conclusión de que la percepción poco favorable del conjunto de asociaciones se deriva hacia la exteriorización del problema: “Son las demás las que no están bien”. Posiblemente, esta actitud sea sintomática de un cierto estado de aislamiento que impera en el mundo asociativo local y que dificulta la identificación de las entidades con el resto del conjunto de las asociaciones, peñas y hermandades, proliferando concepciones individuales que dificultan la integración y aunque compartan cohesión asociativa, objetivos y campos de actuación, como ya hemos indicado con anterioridad. Estas situaciones impiden el desarrollo de actitudes que permitan visualizar intereses comunes factibles de ser compartidos y atender a circunstancias, problemas o carencias donde se pueda proceder de manera conjunta, mejorando las condiciones en las que se puede actuar y, posiblemente, con mayores garantías de eficacia. También propiciarían un mayor grado de influencia y capacidad de intervención en los ámbitos de decisiones, ya que su peso aumentaría y sus posiciones serían tenidas en una mayor consideración. A ñ a d i r, q u e a p a r e c e n c i e r t a s deficiencias en el sano ejercicio de la autocrítica o de la capacidad para autoevaluarse y esto se manifiesta claramente cuando se reconocen los errores ajenos, pero se obvian los propios.

c).-Valoración de los responsables políticos y técnicos En cuanto a las valoraciones que presentan los agentes relacionados con la Corporación Municipal sobre el conjunto de entidades locales, se han obtenido los siguientes resultados. Sólo aparecen reflejadas aquellas opiniones que han alcanzado más del 50 % del total manifestadas: -Capacidad de implicación social: Escasamente implicadas (54 %) - Nivel de participación en los asuntos de interés local: Poco participativo (67 %) - Grado de dinamismo en cuanto a su actividad asociativa: Poco activo (67 %) - Independencia y autonomía de actuación: Dependiente e influenciado por otras organizaciones (65%) - Capacidad de liderazgo social: Posee escasa capacidad: (73 %) -Proyección de las entidades: Está anquilosado y necesita renovarse (74 %)

Recapitulando sobre estas opiniones, podíamos definir un perfil del conjunto mayoritario de las entidades que, en opinión de este grupo de entrevistados, no es positiva y que contrasta con la valoración optimista que presentan la mayoría de los responsables asociativos hacia sus propias entidades, pero que coinciden en algunas consideraciones cuando esa valoración se efectúa genéricamente. Los bajos índices en la valoración que estos agentes participantes otorgan a las entidades en estos aspectos fundamentales, la efectúan desde una posición relativamente externa, pero es una visión privilegiada por las especiales relaciones y el conocimiento que poseen de sus necesidades, actividad y capacidad. La situación que se presenta en estas conclusiones y que atiende a elementos básicos del asociacionismo local, lo sitúa en una posición de bastante debilidad con claros síntomas de un funcionamiento deficiente y una clara pérdida de sintonía con la realidad

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del entorno local. Las debilidades del tejido asociativo no se centran exclusivamente en su proyección externa, sino que también se manifiestan desde su actividad interna con unos preocupantes bajos niveles de participación y vinculación de los asociados con su propio proyecto asociativo.

asociativo local, les propusimos que nos expusieran tres aspectos que considerasen de carácter positivo sobre las opiniones que mantenían acerca de los colectivos ciudadanos. Las que figuran a continuación son las que más se han repetido por el orden en que figuran

En sentido contrario se manifiestan los ciudadanos que han respondido a las 300 encuestas que hemos realizado a pie de calle y que en un 75 % opinan que la labor que realizan la entidades es positiva frente a un 23 % que la considera irrelevante o no positiva. Las diferencias entre ambos grupos de opinión pueden obedecer a los distintos grados de conocimiento que sobre el tejido asociativo local, por razones de responsabilidades, poseen los agentes vinculados al Consistorio por un parte, y los ciudadanos entrevistados, por otra.

1- El Número y diversidad de las organizaciones ciudadanas existentes 2- La experiencia de muchas entidades adquirida por los muchos años de funcionamiento 3- Su labor de impulso de la integración y cohesión de muchas personas en torno a las entidades 4- El fomento de la participación social 5- Su capacidad de influencia a nivel ciudadano e institucional 6- El conocimiento del entorno o sector y su interés en resolver los problemas

También destacamos que la cuestión dirigida a la ciudadanía, planteaba la valoración de las asociaciones de manera general, estimando que puede existir una marcada influencia en sus valoraciones la habitual presencia de las acciones de movimientos asociativos (ONGs, fundaciones, organizaciones solidarias) en los medios de comunicación y que suelen obtener una imagen muy positiva a nivel social. Es posible que esa imagen se traslade a la generalidad de todas las organizaciones de la sociedad civil. Esta hipótesis acerca de la influencia de las actuaciones de entidades extramunicipales y su percepción mayoritariamente positiva sobre el asociacionismo en general de los ciudadanos entrevistados, se define cuando de manera específica se pregunta, en otra cuestión de la encuesta, por su opinión sobre las organizaciones locales, siendo su respuesta bastante diferente a la expresada anteriormente. En este apartado de la entrevista, el 64 % afirmaba que “son lugares de reunión para los socios”, interpretando el concepto de entidad social como el local o el establecimiento donde se reúnen. En segundo lugar figuraba un 17 % que manifestaba que “se dedican a organizar actividades para los socios” o “ a atender las necesidades de los socios”. Sólo un 9 % hacía referencia, en su opinión, a que realizaban labores o se dedicaban a los problemas del barrio o del pueblo. Continuando con los agentes municipales y sus valoraciones sobre el tejido

Seguidamente propusimos que indicaran aquellos aspectos que a su entender influían negativamente en la situación actual de las entidades. 1- Ausencia de visión e implicación social 2- Excesiva dependencia de la administración local 3- Carencias de formación asociativa de los equipos directivos 4- Liderazgo pobre y poca relevancia social 5- Poca participación del sector juvenil / ausencia de relevo generacional 6- Pasividad y escasa relevancia de sus actuaciones En estas consideraciones aparecen algunas opiniones contradictorias y que están en una franca oposición. En concreto las referencias a las capacidades de influencia, liderazgo y de fomento de la participación social. Estas diferencias suponen distintas apreciaciones que pueden estar motivadas por la diversidad de experiencias y relaciones que los entrevistados poseen con las entidades con las que tratan habitualmente en sus diferentes campos de trabajo. En algunos casos estas relaciones se mantienen con grupos reducidos de entidades y es posible que se otorguen consideraciones globales a comportamientos que en realidad pueden ser parciales en relación al conjunto de entidades.

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Es posible que obedezcan a valoraciones efectuadas en circunstancias puntuales y se han expresado como actitudes permanentes o estables o bien, existen elementos subjetivos que condicionan las respuestas, por que la situación de las asociaciones forma parte directa de sus responsabilidades laborales o políticas. Sobre este tema, pero centrado en la gestión asociativa, se expresaron también los responsables políticos en referencia a los aspectos más deficitarios de la misma, y estas fueron sus respuestas que figuran en el orden que establecieron por razones de relevancia: 1ª - Las capacidades organizativas 2ª - Carencias personales de recursos técnicos en gestión asociativa 3ª - Las capacidades de generar ideas e iniciativas 4ª - La gestión y el liderazgo de grupos 5ª - El sentido de compromiso social Insistimos en este tema, pero en esta ocasión, orientamos las cuestiones hacia las facultades que presentaban las entidades para generar ideas e iniciativas que podían ser consideradas de interés. De esta manera, en la pregunta referida a los temas habituales de las reuniones que mantenían los agentes vinculados al Ayuntamiento con responsables asociativos, sólo en un 16 % de los casos afirman que se presentaban estos temas. Esta misma pregunta, pero formulada a los propios agentes asociativos entrevistados, bajaba un punto esta valoración (15 %) en las ocasiones que presentaban propuestas. Volviendo a los responsables municipales, reiteramos este tema, pero con distinta formulación en la exposición, preguntando si era habitual que los dirigentes asociativos presentasen iniciativas y propuestas y los resultados fueron los siguientes: Un 14 % manifestaba que esta situación se daba con frecuencia. El mismo porcentaje manifestaba que esto no ocurría nunca y el 72 % aseguraba que no era frecuente. Concluyendo este apartado y comenzando por los aspectos positivos de la realidad asociativa que exponen los agentes vinculados con la Administración, aparecen algunas situaciones de interés que tienen

del conjunto de entidades, la estructura básica a nivel de organización social que supone la experiencia de funcionamiento de muchos años de un grupo importante de entidades y el considerable número de personas que se agrupa en torno a las asociaciones, peñas y hermandades. Subrayamos solamente estas tres consideraciones por que son las que no se han rebatido en la exposición de las valoraciones desfavorables. Estas tres cualidades suponen un importante activo de un considerable valor que añade ciertos elementos de consistencia a una parte importante de las organizaciones y que pueden permitir, en primer lugar, unas potencialidades de representatividad y atención elevadas para amplios sectores de la población, en segundo, un bagaje y experiencia asociativa que nos permite que en muchos aspectos de nuestra comunidad local no partamos de cero y, en tercer lugar, un potencial cauce de participación y vertebración social que está integrado por centenares de personas. Estas condiciones aportan estructuras básicas que pueden constituirse en oportunidades de crecimiento y desarrollo para la localidad, pero este potencial no está lo suficientemente valorado, a nuestro entender, ni desde el interior de las organizaciones, ni desde su exterior y sería necesario establecer medidas que lo reconduzcan y orienten para que dejen de ser factores potenciales y se conviertan en realidades. Los bajos índices de cultura y formación asociativa de los integrantes de una parte importante de los colectivos, especialmente de sus gestores, provocan carencias de hábitos participativos y es, posiblemente, la causa principal de las otras deficiencias que subrayan los entrevistados. La falta de un liderazgo efectivo en la dirección de las entidades, motivado por una habitual baja cualificación, no imprime solidez en las líneas de actuación, impone una visión limitada y pobre de la dinámica asociativa, con actuaciones de escasa relevancia que son un reflejo de unas facultades de dirección donde la creatividad, la innovación y el activismo no se han desarrollado suficientemente y la orientación de las entidades no se enfoca hacia objetivos definidos con una planificación del itinerario asociativo a medio y largo plazo. Las situaciones que se detectan, obedecen, en gran parte, a unas aptitudes asociativas que están por desarrollar y en la

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medida que esas facultades aumenten podremos vislumbrar progresos significativos. No asumir una mayor cualificación y preparación en las responsabilidades directivas y de liderazgo, nos aboca a un continuismo que, con bastantes posibilidades, ira deteriorando las ya limitadas capacidades del tejido asociativo.

d).- Posiciones que otorgan al tejido asociativo Las opiniones que se han aportado respondían a las posiciones que, según los agentes vinculados al Ayuntamiento, las entidades sociales deberían de asumir con mayor relevancia. En todas estas exposiciones abundaban las referencias hacia un mayor protagonismo social en sus responsabilidades, especialmente en las dirigidas a sus capacidades de liderazgo, representatividad, de interlocución y de dinamización. Estas afirmaciones iban dirigidas a definir el papel que las organizaciones deberían atender prioritariamente en sus actuaciones y señalaban los objetivos que tendrían que orientar sus estrategias de acción. Tal y como se exponen estas ideas sobre la actividad asociativa actual, no existen demasiadas coincidencias entre lo que debería ser, a juicio de los entrevistados, y lo que realmente es. Las realidades que vamos descubriendo sitúan al movimiento asociativo local en posiciones alejadas de este papel, ocupando espacios en la comunidad local que no lo vinculan demasiado con las responsabilidades que deberían asumir. Preguntamos qué ventajas se obtendrían a nivel local si las entidades adquirieran una posición de mayor fortaleza, situando su posición en el papel que tendrían que representar como estructuras organizadas de la sociedad civil. La mayoría de las opiniones (60 %) indicaba que el tejido asociativo se transformaría en un recurso imprescindible para el progreso del desarrollo comunitario, especialmente en los aspectos sociales y culturales. El resto se orientaba hacia mejoras más relativas, pero también de cierta importancia. Todas las opiniones consideraban como positivas las aportaciones de unas entidades con mayor capacidad y relevancia social para el conjunto de la sociedad local, otorgándole la mayoría un papel destacado en el progreso comunitario. Esto nos indica

que a nivel institucional existe un elevado concepto sobre la realidad asociativa, aunque no se traduce, demasiado, a nivel práctico en medidas de verdadero fomento e impulso como veremos más adelante.

10º.- Participación asociativa en actuaciones municipales y fomento del asociacionismo a) Participación y fomento Iniciamos este apartado con las intervenciones que se realizan desde las distintas delegaciones participantes en este estudio y que van destinadas a fomentar e impulsar la participación de las entidades sociales. Preguntábamos sobre la existencia de programas, actuaciones y servicios dirigidos específicamente a asociaciones y el 71 % afirmaba que desde su área se desarrollaban algunas de estas prestaciones, mientras el 29 % respondía que no. Los entrevistados que aseguraban que se realizaba alguna labor en la que los destinatarios eran las entidades, describieron una serie de servicios centrados en actividades específicas, programas de dinamización, información, asesoramiento, orientación, dotación de recursos. Algunas de estas actuaciones no iban destinadas específicamente a colectivos, sino al conjunto del sector social al que atendían y todas estaban restringidas al ámbito competencial donde actuaban. Los participantes que nos aportaron estos datos pertenecían a las áreas de dinamización ciudadana, bienestar social, mayores, igualdad de género, juventud, educación y cultura. Sobre el papel que otorgaban a las entidades en el desarrollo de sus actuaciones a nivel general, el 57 % le adjudicaba una posición prioritaria, mientras que el 43 % no le asignaba relevancia o argumentaba que eran destinatarios al mismo nivel que el resto de la ciudadanía. En cuanto al fomento de la participación en la elaboración de los programas, actuaciones y servicios municipales, nos informaban que en su mayoría se fomentaba la cooperación, aunque en un porcentaje importante estaba condicionado por la naturaleza de la actuación,

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y dependiendo de su carácter, se invitaba o no a la colaboración asociativa en estas fases. Más abultado era el porcentaje de entrevistados que aseguraba que habitualmente se fomentaba la participación asociativa en todas sus actuaciones y reconocían como positiva la respuesta que frecuentemente daban a las propuestas de participación. Para finalizar este apartado, preguntábamos sobre la existencia de programas destinados específicamente al fomento del asociacionismo. El 80 % de las respuestas señalaron que existían en sus delegaciones estos servicios. En una primera lectura, se observa un elevado grado de atención a las entidades en toda la actividad municipal que se genera desde las delegaciones consultadas de manera general y parece ser que las asociaciones ocupan un importante papel en el diseño y destino de las actuaciones, aunque con ciertas diferencias entre unas y otras. Así, desde algunas se interpreta una mayor actitud de apertura participativa donde las entidades ocupan un lugar preferente en sus servicios, incluso, según argumentan en el diseño de las actuaciones, y otras que no sitúan a éstas de manera prioritaria. Desconocemos en que grado se participa como cooperante en el diseño y planificación de las actuaciones municipales, aunque, por los datos obtenidos en cuanto a las capacidades organizativas y de aportación de ideas y propuestas por parte de las asociaciones, no estimamos que esta participación sea de primer nivel y que estará limitada a aspectos no demasiado relevantes, adecuandose su papel al nivel de responsabilidad que le asignen los responsables técnicos o políticos. La actividad impulsora del asociacionismo que se efectúa desde estas delegaciones, queda bastante restringida a la labor que se realiza con entidades ya constituidas, quedando reducida, en gran parte, a la cesión de medios o a apoyos puntuales. No existen programas específicos dirigidos a fomentar la creación de nuevas asociaciones o a motivar la cultura asociativa, a pesar de que en determinados ámbitos sociales existe una ausencia de organizaciones de entidades de carácter ciudadano (juventud) o la situación, en el caso de que existan, es bastante delicada

(Educación). Queremos destacar que en concreto, en este tema, hubo un cierto desconcierto en cuanto a la mayoría de las respuestas, ya que, a excepción de algunos casos, casi todas las respuestas se orientaron a exponer una serie de intervenciones referidas a la cesión, prestación de recursos o servicios a asociaciones que ya están funcionando desde hace tiempo y la formulación de la cuestión iba dirigida a pulsar la existencia de acciones públicas destinadas a promover iniciativas asociativas. Posiblemente hubo un problema de interpretación en la exposición de la pregunta, aunque, de todas maneras, no encontramos datos que nos indicaran la existencia de programas específicos destinados a tal fin, exceptuando alguna experiencia dirigida a una grupo concreto de intervención social y actuaciones de carácter parcial y complementaria que incluían la formación de grupos de participación y otras experiencias similares pero sin una finalidad definida en cuanto a la construcción de grupos organizados con personalidad jurídica propia.

b) Propuestas de medidas de fomento del asociacionismo Presentamos una serie de propuestas de medidas encaminadas a potenciar el asociacionismo, al objeto de valorar que temas eran considerados prioritarios entre los agentes municipales para desarrollar las capacidades del tejido asociativo, fortalecer su presencia, promover la participación de las entidades y mejorar la cultura asociativa entre la población. La participación de los agentes consistía en valorar dichas ideas, otorgándole puntuación en función de sus criterios de prioridad. La propuesta más valorada fue la referente a la creación de instrumentos efectivos de fomento de la participación ciudadana. Una interpretación inmediata nos lleva a pensar que las estructuras y medios dirigidos a la participación que están constituidos en la actualidad no funcionan con la eficacia deseada, ya que parece ser que se reconoce de manera prioritaria que se necesitan otros instrumentos más efectivos o revitalizar profundamente los existentes. En segundo lugar, se hizo mención a ofertar actuaciones de carácter formativo y de cualificación de la gestión asociativa. Se ratifica la necesidad de mejorar considerablemente las capacidades de los

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responsables asociativos. En tercer lugar, se valoró la necesidad de contar con más participación en la toma de decisiones y en el diseño de la política local, promoviendo el debate y la consulta entre la ciudadanía y sus organizaciones en los asuntos de interés general o sectorial. Esto debería ir acompañado paralelamente de acciones de fomento y estímulo de esa participación para que se instaurasen hábitos participativos y las bases para una cultura de la implicación en la vida municipal. También requeriría promover cambios en las prácticas de gobierno y abrir el habitualmente cerrado círculo donde se toman las decisiones a la participación pública. Al menos en aquellos capítulos de la gestión municipal que la legislación reconoce como ámbitos de participación social. En cuarta posición, se contemplaba promover actuaciones dirigidas a estimular y fomentar el asociacionismo. Esto implicaría establecer programas de motivación e impulso de las iniciativas de constitución de nuevas entidades sociales a través de servicios profesionales de acompañamiento y tutorías asociativas y promover cambios en los modelos de gestión de las ya existentes orientándolos hacia posiciones más activas y comprometidas.

ciudadanos con dificultades de movilidad o alejados de los centros y dependencias de atención municipal y, por otra parte, reforzaría el papel de las entidades participantes como organización de utilidad a la ciudadanía y aumentaría el grado de implicación de las mismas con sus entornos. En séptimo, se valoraba el impulso a la cohesión e integración interasociativa a través del fomento de la creación de federaciones de entidades. Este es una de las cuestiones que ha aparecido reiteradamente como uno de los factores que más influyen en la debilidad del tejido asociativo local. Pensamos que cualquier paso que se dé hacia la cooperación entre organizaciones va a redundar positivamente en su fortalecimiento. Y en ultimo lugar de las valoraciones sobre estas propuestas de medidas de impulso y fomento del asociacionismo, se planteaba aumentar las asignaciones económicas a las asociaciones. En opinión de los entrevistados, no se ve como prioritario dotar a las entidades de mejores asignaciones financieras Se entiende que hay que establecer previamente otras medidas de mayor interés para mejorar la situación de las asociaciones locales y que los posibles avances se orientan a consolidar otros aspectos del mundo asociativo.

Ocupando la quinta posición, indicaban que había que dotar de mayor entidad, en todos los sentidos, a la gestión de la participación ciudadana mediante una eficaz dotación de recursos humanos, técnicos, materiales y económicos para desarrollar una política más activa y acorde a la importancia que este área de la gestión pública debe poseer. Es realmente difícil efectuar una acertada gestión de la participación y dinamización ciudadana con los medios que hoy en día cuenta esta Delegación y que, en principio, ni siquiera cuenta con ningún trabajador adscrito a la misma. En sexto lugar, se proponía desarrollar experiencias de cooperación y cogestión de determinados servicios municipales, implicando a aquellas entidades que estuvieran interesadas en desarrollar, conjuntamente con el Ayuntamiento, algún proceso o actuación de carácter público adecuado a sus capacidades y nivel de responsabilidad. Esto sería una interesante experiencia de descentralización administrativa que podría mejorar el acceso a determinados servicios públicos de 126

11º.- Consideraciones sobre la información municipal y la atención a la opinión ciudadana La información es la base sobre la que se sustenta cualquier proceso de participación. No se puede pretender promover la implicación de la ciudadanía en los asuntos de interés público si no se desarrollan eficazmente los medios y recursos destinados a transmitir la necesaria información sobre esos asuntos. Las posibilidades de participación crecen en la medida que se gestiona correctamente la información y ésta no es tratada como un simple complemento de la acción administrativa, sino como parte importante del programa, servicio o actuación que se vaya a llevar a cabo. Una información que debe garantizar una fluidez en la comunicación en ambos sentido: desde la administración hasta el ciudadano y desde la ciudadanía hasta los políticos que gestionan los intereses públicos. Crear canales efectivos de comunicación estables, requiere dedicación, esfuerzo e imaginación para que existan garantías de que la información llegue a la gran mayoría de los destinatarios finales de las acciones municipales y, por otra parte, permita, a través de mecanismos apropiados, una adecuada receptividad de la información que llega desde la ciudadanía. No es recomendable llevar a cabo actuaciones sin conocer las verdaderas demandas ciudadanas. A veces, la dinámica burocrática-administrativa deriva hacia formas de proceder que establecen barreras de comunicación entre los gestores públicos (técnicos y políticos) y los destinatarios y esto provoca brechas de sintonía entre ambas partes. Dar por sentado demasiadas cosas desde la administración sin tener referencias objetivas de lo que se demanda, tanto en su contenido, como en su forma, puede provocar una pérdida de eficacia de la acción pública. Por ello es necesario articular medidas que permitan conocer las opiniones, necesidades, inquietudes y demandas de la ciudadanía. Pulsar periódicamente a la ciudadanía ayuda a adecuar la gestión a las realidades que van surgiendo, pudiendo establecer líneas de actuación más coherentes con las necesidades de la población. Este proceder estimula la

participación y acerca la gestión pública a sus verdaderos destinatarios. Dedicamos varias cuestiones a sondear la gestión de la información municipal y la iniciamos proponiendo a los responsables municipales que valorasen los medios y recursos que se empleaban desde sus delegaciones para informar al ciudadano de sus actuaciones y servicios. Lo más destacable de las respuestas obtenidas es que solamente el 10% de los entrevistados calificaban como eficaces a éstos medios. El 90 % opinaba que son mejorables. A continuación, solicitamos a los agentes entrevistados que nos expusiesen propuestas que, en sus opiniones, mejorarían la calidad y efectividad de los medios informativos utilizados. Las ideas se centraron, en primer lugar, en señalar que había que emplear una mayor dedicación y esfuerzo, con mejores dotaciones de recursos, tanto técnicos como humanos a esta labor. La segunda opinión más secundada hacía referencia a la utilización de nuevos canales y soportes informativos, así como a aumentar las calidades en el diseño y la presentación con formatos más originales y atractivos. En tercer lugar, se expusieron ideas relacionadas con los plazos entre la acciones promocionales y de difusión y el evento, servicio o actuación que anunciaba, indicando que tenían que ser más razonables y realizarse con la suficiente antelación. Trasladamos la valoración de la información municipal a las entrevistas que efectuamos a los ciudadanos y sus resultados fueron los siguientes: Un 40 % la calificaba de escasa, seguida por los que la valoraban como inexistente con un 35 %. Un 18 % la definía como la adecuada y un 7 % que no se pronunciaba sobre esta cuestión. A continuación, recabamos su atención sobre si consideraban que el Ayuntamiento prestaba la suficiente atención a las opiniones de los ciudadanos a la hora de tomar decisiones. El 79 % de los entrevistado opinaba que no era la suficiente, frente a un 21 % que opinaba favorablemente sobre la atención municipal a la ciudadanía. Las conclusiones que se derivan de estos datos posicionan a la gestión de la información municipal en una situación que debe ser atendida con mayor interés y dedicación del que se le presta hasta la fecha, siendo muy significativo que los propios

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emisores y productores de esa información reconozcan en su gran mayoría que la eficacia de los medios que utilizan no es la más adecuada. Existe una relación muy estrecha entre la eficiencia comunicativa y las posibilidades de obtener resultados positivos de las actuaciones. La calidad en los medios informativos que deben acompañar a cualquier convocatoria o prestación, puede determinar, de manera notable, el número de participantes o usuarios de cualquier evento o servicio y éste es un buen indicativo de la rentabilidad social que toda acción pública debe pretender conseguir. No utilizar correctamente la información puede cuestionar la eficiencia en la obtención de los objetivos que justifican la actuación. La opinión de los ciudadanos que nos han respondido a los 300 cuestionarios realizados, califican, en su mayoría, desfavorablemente a la información municipal. En muchos casos, la única referencia que poseen los ciudadanos de la acción de su Ayuntamiento es la información que éste consigue trasladar a los vecinos y si ésta es calificada en un porcentaje tan elevado de inexistente o escasa, la percepción de éstos hacia la actividad municipal puede alcanzar similares parámetros. Lo que no es, en absoluto positivo, para nuestra Administración Local. Tampoco obtiene una valoración positiva, las consideraciones sobre la receptividad municipal en captar las opiniones de la ciudadanía. Desconocemos si desde la Corporación se efectúan sondeos, consultas u otro medio de pulsar la opinión ciudadana a la hora de diseñar actuaciones o tomar determinadas decisiones, pero es difícil promover la participación social si no están articuladas vías de comunicación con la realidad social. Se deberían dar pasos importantes para mejorar la percepción de los ciudadanos sobre el grado de atención que su Ayuntamiento le presta.

12º.- Valoraciones sobre el Consejo Local de Participación Ciudadana Menos de la mitad de las entidades participantes afirman tener representación en el CLPC. Lo que significa que más de la mitad del tejido asociativo local no dispone de voz propia en dicho órgano. El Reglamento de Participación Ciudadana que regula el funcionamiento del Consejo, establece un sistema de consejos sectoriales que dotarían al órgano consultivo de una serie de portavoces que efectuarían funciones de representantes de aquellas organizaciones sociales que no disponían de esta figura en el pleno del CLPC. Este sistema no se ha aplicado con rigor y, hasta la fecha, su funcionamiento no ha contado con la participación efectiva de la mayoría de las entidades locales. En cuanto a las valoraciones de los representantes directivos sobre el funcionamiento de dicho órgano, nos encontramos con que el 44% de los entrevistados no opina. El 20 % lo considera aceptable y el mismo porcentaje (18 %) mantienen aquellos que lo califican de bueno y los que lo definen como deficiente. En cuanto a los responsables políticos, califican al funcionamiento del CLPC como mejorable en su mayoría, mientras que la consideración de deficiente es seguida por una minoría. En referencia a las entrevistas realizadas a ciudadanos, existe un casi absoluto desconocimiento de la existencia del Órgano con un 92 % de entrevistados que afirma desconocerlo. En cuanto al conocimiento del funcionamiento del CLPC está bastante fragmentado ya que parece que su actividad no ha trascendido a las entidades que no poseen representación directa. Entre los que si disponen de representación, existe una opinión que, en líneas generales, se presenta como satisfactoria para la mayoría. La opinión de los representantes políticos y responsables del Consejo no presenta una valoración tan positiva al reconocer que su funcionamiento es mejorable. Desconocemos como se transmite la información sobre los acuerdos y decisiones

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del Consejo desde los representantes asociativos hasta sus compañeras y compañeros de organización o hacia las entidades que no disponen de representación, pero sería conveniente hacer un seguimiento para evitar que todo quede reducido a un grupo limitado de personas cuyo trabajo, según parece ser, no trasciende bastante más allá del circulo que lo componen. Consideramos que en referencia a su reconocimiento social y de ahí debe partir su contribución a la mejora de la participación ciudadana, el CLPC no ha funcionado correctamente. Ya reiteramos que la información es el principio de la participación y existen evidencias de que los aspectos informativos son una asignatura pendiente en el funcionamiento actual del órgano. En cuanto a los recursos con los que cuenta el Consejo, todos los entrevistados reconocen que no son los más adecuados, llegando incluso a ser definidos como deficientes por un grupo. En referencia a la contribución del CLPC a la mejora de la participación social, las valoraciones que se han obtenido acerca de sus efectos sobre una más relevante participación de los actores sociales, no son demasiado favorables, definiéndolos como “avances mínimos” y “las expectativas de desarrollo en este campo no se han cumplido”. Propusimos que expusieran ideas sobre cómo se podría mejorar su funcionamiento y las propuestas se orientaron hacia los siguientes temas:

- Mejorar sus recursos propios (técnicos, materiales y humanos).

- Mayor techo competencial y autonomía de decisión.

- Potenciar su proyección y repercusión socia.

- Un mayor reconocimiento institucional del papel de las entidades.

- Un aumento del número de representantes asociativos. Esto en cuanto a su funcionamiento. Después se presentaron algunas propuestas relacionadas con cambios necesarios en las propias entidades representadas en referencia a la mejora de su baja participación.

relacionados con el funcionamiento del CLPC. Entre los favorables se indicaba que se habían dado pasos para que se valorase positivamente el ejercicio de opinión y decisión entre los integrantes asociativos y se estaba adquiriendo una mayor conciencia de que era útil participar en los procesos de toma de decisiones. En cuanto a los aspectos no favorables, las exposiciones que se han manifestado se han orientado, en exclusividad, hacia causas basadas en actitudes y carencias que tienen su origen en los colectivos ciudadanos. No se han presentado argumentos referidos a otros agentes con competencias en el desarrollo de la participación ciudadana. Las conclusiones que se obtienen sobre el funcionamiento del CLPC son que contamos con un órgano de representación vecinal dotado de muy limitados medios y que esta escasa dotación incide negativamente en su funcionamiento. Su contribución al avance de la participación social no ha aportado avances significativos más allá de ciertos cambios de actitudes en algunas personas que lo integran en conceptos básicos de participación. Su nivel de representatividad no se ajusta a la diversidad y número del tejido asociativo y su reconocimiento social es deficiente. También existen voces que lo califican de instrumentalizado, con poco nivel competencial y baja autonomía de acción. Se recalca el escaso nivel y actividad participativa de los representantes asociativos como uno de los principales handicap para un funcionamiento más efectivo. Si bien ha mejorado la interrelación y comunicación entre las asociaciones representadas, estos avances no se han traducido en un progreso de las condiciones y aptitudes que pueden propiciar acciones conjuntas o de cooperación. También se observa una manera de proceder con bastantes referencias de un modelo de órgano burocrático-administrativo más que en una experiencia de carácter social y participativo donde los procesos deben contar con un mayor dinamismo y agilidad operativa.

Para finalizar solicitamos que destacaran aspectos positivos y no favorables 129

13º - Diagnóstico general Descritas las conclusiones de los apartados en los que hemos estructurado el trabajo, efectuamos un diagnóstico general, a modo de compilación, de todas las conclusiones que hemos ido elaborando en base a las interpretaciones de los numerosos datos e informaciones recabadas. Queremos insistir en que este diagnóstico está basado en un análisis general de todas las entidades participantes y orientado hacia los elementos descriptivos que definen a la mayor parte de las mismas o a porcentajes de relevancia. Por lo que puede ser frecuente que algunas de las asociaciones, peñas o hermandades que han formado parte de este estudio no se vean plenamente identificadas con algunas de las situaciones que se describen. Las entidades ciudadanas no son organismos ajenos a la realidad social, ni permanecen al margen de los factores, circunstancias y agentes que intervienen en la evolución de las sociedades. Sus características y diferentes situaciones tienen una íntima correspondencia con la realidad social donde se insertan y pueden ser consideradas como un reflejo fiel de las distintas realidades que se imponen en una comunidad. Muchos aspectos que definen a una sociedad y a los individuos y sectores que la componen están representados también en las organizaciones donde se agrupan. Las distintas situaciones que hemos ido observando en este estudio y que nos han aproximado a las diferentes realidades del tejido asociativo local, tienen su reflejo en el modelo de comunidad donde están ubicadas. Sus circunstancias están sometidas, en gran medida, a determinadas dinámicas donde intervienen distintos actores y factores, a veces, ajenos a sus procesos internos y otras, se originan desde su propia interioridad. Las entidades están configuradas y se nutren de unas individualidades que están integradas en un núcleo social. Sus protagonistas no provienen de espacios humanos distintos al que determina la configuración social de este municipio y, por lo tanto, sus virtudes y defectos reflejan, en cierta medida, los que padece o disfruta nuestro entorno local. Por ello, su proceso evolutivo ha estado y va a estar ligado a los

cambios y transformaciones que este municipio ha contemplado y que están por venir. Los logros y carencias del conjunto de organizaciones sociales no afectan solamente a éstas, también influyen en todo el contexto local. Al margen de una situación que, en líneas generales, no se presenta como demasiado favorable, para el tejido asociativo según vamos concluyendo, las entidades como agentes sociales con cierto nivel de organización, son difícilmente sustituibles por otros interlocutores ciudadanos y su posición como activo social de la comunidad local le otorga un indudable valor del cuál no se debe prescindir. Reconducir ciertas actitudes no adecuadas a los principios asociativos, orientar las actuaciones hacia una mayor implicación social, recobrar impulsos motivadores y la confianza en las potencialidades de crecimiento, apoyado por una gestión pública mejor planificada, definida y dotada en el área de participación ciudadana, pueden ser los inicios para superar unas circunstancias cuyos principales afectados no son en exclusividad los colectivos, sino toda la sociedad local. Nuestro tejido asociativo está compuesto por una amplia diversidad de entidades que atienden a distintas finalidades y campos de actuación, ocupa una distribución geográfica aceptable para la compleja orografía y estructura urbana que define al municipio de San Juan de Aznalfarache y agrupan a un considerable número de personas con porcentajes muy significativos en referencia a la población total del municipio. Esta diversidad también se traslada a su actividad y modo de funcionamiento, existiendo diferencias notables entre unas y otras en su situación actual, con niveles de consolidación y capacidad de cierta disparidad que determinan un tejido asociativo complejo y que presenta diversos grados de operatividad asociativa, aunque infravalorado, generalmente en sus potencialidades y posibilidades de acción. A pesar de su número y diversidad, existen ausencias de sectores y campos de actuación muy significativos que no están representados y se constituyen como un factor de desequilibrio para el desarrollo local. Su orientación en cuanto a su actividad ha estado sometida a un proceso evolutivo que

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ha propiciado una transformación de su orientación, manifestados especialmente en el carácter de sus intervenciones, inclinándose por un pérdida del enfoque social y de externalización en sus dinámicas, que han sido sustituidas por una mayor dedicación y atención al núcleo interno que configuran sus asociados.

femenina sobre la masculina y una escasa presencia del sector juvenil entre sus asociados. Esta situación puede desembocar en un paulatino envejecimiento de los asociados que, unido a la falta de incorporación de jóvenes, podría desencadenar a medio y largo plazo problemas de relevo generacional.

Suelen presentar una estructura organizativa donde los perfiles de los cargos de responsabilidad padecen divergencias en cuanto a la paridad de género, teniendo escasa presencia femenina, especialmente en el cargo de máxima responsabilidad. Se observa también escasa representación de jóvenes en la ocupación de estos cargos.

La participación de los asociados se centra especialmente en su presencia en la sede como centro de ocio, encuentro y en las actividades y servicios que organiza la entidad. Las motivaciones que principalmente han propiciado su incorporación a la entidad tienen relación con sus necesidades personales, en especial, las relacionales, de comunicación, recreativas, de entretenimiento y de autorrealización. Estos mismos perfiles definen las propuestas que más le interesan de la actividad asociativa.

El ejercicio de las funciones directivas suelen ser de bastante extensión temporal y son asumidos por un grupo limitado de personas que frecuentemente renuevan mandatos o permanecen en el cargo en reiterados ejercicios, siendo habitual que estas personas dediquen bastante tiempo a ir resolviendo las gestiones y asuntos que le requiere su cargo y, en un porcentaje significativo, este exceso de dedicación les causa ciertos problemas de conciliación con su vida privada. Podemos asegurar que no es habitual que los directivos cuenten con apoyos significativos por parte del resto de asociados y esto incrementa el volumen de trabajo que deben asumir. Su nivel de preparación para el desempeño de sus responsabilidades es relativamente bajo, lo que provoca ciertas deficiencias en la gestión asociativa, en su funcionamiento y define el limitado perfil de las actuaciones de las entidades. Observamos, en un número destacado de entidades estudiadas, que presentan serios problemas de democracia participativa con unas concepciones de funcionamiento interno alejadas de los principios básicos que definen al asociacionismo.

La gestión administrativa es definida desde sus responsables generalmente como correcta, aunque se detectan ciertas deficiencias de rigor, adecuación normativa y de conocimientos básico de administración de entidades sin ánimo de lucro. En cuanto a sus capacidades financieras son también de una notable disparidad, predominando aquellas entidades que consideran insuficientes sus recursos económicos. Se observa una destacada dependencia de los medios económicos externos que imponen una marcada subsidiaridad de otras instituciones. En general, la gestión económica adolece de ciertos problemas relacionados especialmente con la capacidad de captar recursos económicos y de autonomía financiera. También presenta carencias de planificación y de control presupuestario en bastantes casos.

La actitud de los asociados presenta un escaso grado de vinculación e implicación con la organización, que se manifiesta en un deficitario nivel participativo y en una limitada capacidad para asumir responsabilidades asociativas.

En cuanto a las infraestructuras que disponen, la mayoría cuenta con sede social propia en situación de cesión indefinida por parte de otras instituciones. Los locales utilizados suelen reunir unas condiciones aceptables para el desarrollo de la actividad asociativa y padecen bastantes carencias de equipamientos, de recursos materiales y técnicos básicos que permitan una gestión, actividad y funcionamiento más adecuados y efectivos.

La media de socios integrantes es bastante elevada y en su conjunto representan en torno al 15 % de la población local. Existe una ligera superioridad de la presencia

Los espacios asociativos actúan como escenario de ocio y encuentro entre asociados, desarrollándose actividades recreativas y/o talleres de actividades

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relacionadas con el entretenimiento o la mejora personal. A destacar, una notable actividad de servicios de hostelería presente en muchas de las entidades. Las actividades que componen la programación de las entidades, suelen estar dominadas por visitas, viajes y excursiones, celebraciones de carácter lúdico, actividades de ocio, de entretenimiento o de mejora personal y propuestas culturales. Existe un destacado grupo de entidades en las que no es habitual elaborar programaciones de actividades.

número de las entidades existentes. La experiencia acumulada por muchos años de funcionamiento y su labor de cohesión social entre el numeroso sector social que integra los colectivos. Estos agentes externos relacionados con el Ayuntamiento, presentan un concepto positivo del papel social que deben asumir las organizaciones sociales y suelen dedicar especiales atenciones a éstas, otorgándoles cierta prioridad en el desarrollo y planificación de sus actuaciones.

Sus destinatarios son habitualmente los propios asociados, incluyéndose en un elevado número de casos a los familiares de éstos. Esta realidad define la orientación de las actuaciones asociativas en un gran número de casos. Aunque afirman en su mayoría mantener relaciones con otras entidades, no se materializan éstas en actuaciones o propuestas de cooperación, manteniendose cierto estado de aislamiento interasociativo entre el conjunto de organizaciones. Tampoco presentan niveles elevados de vinculación con sus entornos sectoriales o territoriales donde afirman actuar, al menos de manera continuada y programada, percibiéndose, en bastante casos, cierto distanciamiento e incomunicación entre la entidad y el sector o espacio que asegura representar. Las relaciones entre las entidades y la Corporación Local se presentan positivas y fluidas para la gran mayoría, predominando en esas relaciones las situaciones relacionadas con peticiones de recursos, medios y apoyos frente a las referidas a la exposición de propuestas, ideas o problemas del barrio o sector social. En cuanto a la valoración que los agentes asociativos poseen de su propia entidad es habitualmente satisfactoria, en contraste con su opinión sobre la situación actual del tejido asociativo local en su conjunto que no la califican de favorable. Desde los agentes externos se define al tejidos asociativo, en general, con ciertas carencias en cuanto a su nivel de implicación, liderazgo social, participación, autonomía de acción y con claras necesidades de renovación de sus representantes. También describen ciertos aspectos positivos entre los que destacan los referidos a la diversidad y 132

- Factores externos

14º Análisis DAFO Para completar el capítulo de diagnóstico se ha elaborado un análisis siguiendo los esquemas del método DAFO que nos permite presentar una estructura esquemática bastante clarificadora de los factores externos e internos que se presentan como favorecedores y, aquellos otros, que suponen obstáculos para la mejora del tejido asociativo local.

a) Oportunidades - Elevado indice de asociatividad local. - Acertada distribución territorial y de la ubicación de las entidades.

- Buenas relaciones entre el Ayuntamiento y las entidades.

- Estructuras orgánicas de participación ya creadas.

- Factores internos

- Cierto reconocimiento social y popularidad en el municipio.

a) Fortalezas - Importante número de entidades. - Número de personas asociadas. - Un bagaje de experiencias asociativas acumulado en muchos años de funcionamiento.

- Interés

institucional por promover fortalecer el tejido asociativo.

b) Amenazas - Bajo

indice de las capacidades de autoorganización de la población local.

- Labor de interés para muchas personas que configuran su base social.

- Diversificación de finalidades y campos de actuación.

- Débil nivel de cultura asociativa. - Déficit de cohesión social - Dificultades en la interrelación e integración

- Infraestructuras

(sedes asociativas) en condiciones generalmente aceptables y con una distribución territorial apropiada.

ciudadano - entorno y percepción de pertenencia comunitaria no desarrollada.

- Preponderancia

- Ciertos deseos e interés de mejora y superación entre determinados líderes asociativos.

b) - Debilidades - Cualificación

deficiente en formación y capacidades asociativas de los directivos.

- Bajo grado de implicación social. - Falta de autonomía de acción. - Proceso de paulatino envejecimiento de las bases de los colectivos.

- Carencias

en la interrelación de las entidades con sus entornos sociales o territoriales.

- Pérdida de

vigencia

de

los objetivos

fundacionales.

- Poca capacidad y voluntad de cohesión entre los colectivos.

- Débil proyección y relevancia externa. - Dispersión y desorientación de las finalidades motivadoras.

- Autoinfravaloración de las potencialidades asociativas.

- Conceptos

asociativos compromiso social.

y

desprovistos de

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de modos de vida individualistas frente a posiciones grupales.

15º Propuestas de mejora destinadas a entidades Iniciamos este capitulo reiterando el principal valor y objeto de este trabajo, nos referimos a la elaboración de un instrumento de conocimiento sobre la realidad asociativa y que su elaboración ha sido posible gracias a que, indirectamente, hemos creado un cauce de comunicación donde centenares de personas han expresado sus opiniones, impresiones y percepciones sobre el asociacionismo local y los procesos y medios de participación. Comentábamos que habíamos creado una formula de diálogo inédito en este municipio, que ha posibilitado la expresión abierta sobre el tema que nos ocupaba. Ese instrumento, como toda herramienta, tiene una determinada funcionalidad, un sentido de uso y aplicación con un fin definido y, que no es otro, que el de disponer de una base objetiva sobre la realidad que hemos investigado. Se hace necesario, a continuación, gestionar ese conocimiento, reflexionando con cierta profundidad sobre las diferentes conclusiones que se han determinado, valorando como afecta, en mayor o menor medida, a todos y a cada uno de los agentes que han participado y que grado de referencia e identificación mantienen éstos con las conclusiones que se han desprendido de los datos e informaciones manejadas. Otras de las consecuencias que consideramos que se debe derivar del estudio, es propiciar un necesario debate que debe surgir desde un proceso interno (entidades y órganos municipales implicados) y otro más abierto y compartido entre todos sus actores. El diagnóstico elaborado nos presenta una situación, en cuanto al tejido asociativo local, que manifiesta una situación de debilidad y precariedad que puede, a medio y largo plazo, ir derivando hacia situaciones de mayor dificultad, si no se inician procesos de mejora y activación. En cuanto a la gestión pública de los servicios a asociaciones y de la participación ciudadana, la situación actual es manifiestamente mejorable y no ofrece niveles de eficiencia adecuados. Estas circunstancias, en su conjunto, impiden el correcto desarrollo de unos activos sociales que son fundamentales para la comunidad l o c a l y, c o m o y a h e m o s i n d i c a d o anteriormente, revierten negativamente en las

oportunidades de progreso de la sociedad sanjuanera. Hemos dado un paso importante y disponemos de un valioso conocimiento, pero éste no tiene valor por si mismo. Su existencia no va a tener demasiada importancia, si no adquiere rango instrumental y de aplicación efectiva, si no propicia cambios progresivos; si no inspira referencias útiles. Gestionar positivamente este conocimiento es labor que compete a los protagonistas del mismo y para facilitar esta tarea, presentamos, a continuación, una serie de ideas, orientaciones y sugerencias que, a nuestro entender, pueden ser de utilidad para mejorar aquellos aspectos que han tenido consideraciones más desfavorables en el estudio, propuestas que pueden aportar elementos de mejora para las principales deficiencias y carencias que se han detectado. Estas propuestas se describen como sugerencias de cambios de actitudes, en algunos casos, iniciativas definidas de acciones concretas, en otros, y desarrollo de procesos y estructuras en el resto. Creemos que, en general, pueden ser de utilidad por que se centran en los aspectos más deficitarios que hemos observado. Su aplicación requiere, en la mayoría de las iniciativas, más voluntad que esfuerzo y su implantación o puesta en marcha no exigen un empleo excesivo de recursos o de dedicación personal.

a) Destinadas a la entidades sociales Como ya adelantábamos en la presentación, hemos orientado el estudio a valorar la configuración, funcionamiento y actividad de las asociaciones, peñas y hermandades en base a unos criterios muy vinculados con el concepto de entidad social, definido este concepto como un grupo de personas organizadas de forma democrática en torno a unas finalidades que trascienden, en gran parte, a los individuos que la componen y que realizan determinadas acciones encaminadas a conseguir unos objetivos relacionados con la mejora y defensa de un sector social o territorio determinado. Por ello, hemos diseñado el trabajo atendiendo especialmente a priorizar las consideraciones que definen a las organizaciones ciudadanas como colectivos socialmente útiles, que aportan actividad a la dinámica social y que intervienen en los

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procesos que afectan a sus intereses.

1ª - Necesidad de reciclaje y adaptación

Sobre este concepto de asociacionismo hemos desarrollado el trabajo de diagnóstico, resaltando aquellas situaciones que se han considerado que no atendían a los principios descritos anteriormente. Lo que hemos valorado como deficiencia o necesidad de mejora han sido esos aspectos de la vida asociativa detectados que no correspondían o entraban en contradicción con los elementos básicos que definen al modelo de entidad que se ha considerado como el más válido y que, por razones obvias, es el que más contribuye como activo y capital social al desarrollo comunitario.

Cualquier entidad debe ser un sistema vivo que evoluciona y cambia influenciado por múltiples factores. Difícilmente puedan continuar siendo efectivos y activos modelos asociativos anquilosados, que han perdido la necesaria permeabilidad con el entorno y su capacidad de adaptación a los cambios sociales, de nuevas demandas, de nuevos retos. Es difícil mantener cierto grado de vigencia y actualización cuando las estructuras básicas de la dinámica asociativa conservan actitudes, procesos, formas y medios que se mantienen fieles a los momentos fundacionales, por muy oportunos y adecuados que hayan sido en este período.

Es probable que algunas de las entidades participantes no se vean identificadas o no reconozcan las conclusiones derivadas del diagnóstico y entiendan que los aspectos susceptibles de ser mejorados no coincidan con sus valoraciones. Esto puede ser debido a que su particular concepto de asociacionismo no coincida con el modelo de entidad que hemos elegido como referente y sus posiciones al respecto están más próximas hacía un modelo asociativo más centrado en satisfacer las demandas y necesidades personales (especialmente las de ocio y entretenimiento), de su grupo de integrantes y cuyo centro de interés se haya orientado casi en exclusividad en atender a un colectivo muy concreto y definido con poca interacción e implicación con el contexto donde se ubica.

El proceso de renovación y reciclaje de todos los engranajes que conforman la estructura de la entidad, es algo que debe ser inevitable, si no se quiere caer en un estado de estancamiento. Cuando se pierde la capacidad de adaptación a los cambios, se desemboca en una espiral de alejamiento de la base social que en su momento generó la construcción del proyecto asociativo y esto conlleva a la pérdida de apoyo, representatividad social y atracción para nuevas incorporaciones. A una exclusión de las dinámicas que se están desarrollando en el exterior y a una disasociación con el entorno más inmediato. Las actitudes sectarias y propias de un colectivo cerrado aumentan, aunque nadie las desee, y la desmovilización y el acomodo a una realidad cada vez más ajena al exterior conducen a un proceso de interiorización que sólo satisface a aquellos que se niegan a los cambios, por estar más satisfechos con un modelo asociativo que sólo atienden a sus necesidades personales y que está condenado a extinguirse cuando sus promotores se quedan absolutamente solos o llege el momento en que no pueden continuar asumiendo el mantenimiento de la entidad.

El resto de las organizaciones participantes (representada por la mayor parte del tejido asociativo local) que se aproximan y están relacionados en sus actuaciones y funcionamiento con el modelo asociativo descrito como referente, se verán reflejadas, en mayor o menor medida, en el conjunto de estas conclusiones sobre las que hemos elaborado estas propuestas de mejora y, por lo tanto, podrán considerarlas como de utilidad para superar las situaciones desfavorables que se han detectado. Estas serie de ideas, orientaciones y sugerencias son iniciativas cuya aplicación deberá modelarse a las distintas realidades de cada entidad. Una labor de adecuación que atienda a la mejor forma de implantación en base a las peculiaridades que presente cada colectivo social y priorizando aquellas que sean valoradas como más idóneas para cada situación.

Los principios, finalidades y objetivos que justificaron en su momento la constitución de la entidad no son elementos inamovibles, ni sagrados que deban protegerse de los cambios. Cuando se establecieron respondían a unan circunstancias y momentos específicos que no permanecen inalterables en el tiempo. Obedecían a unas necesidades y planteamientos que, es posible, que con el paso del tiempo, hayan dejado de tener vigencia y vayan dejando de dar respuesta eficaz a las nuevas demandas y necesidades que van surgiendo, tanto desde el interior de la

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entidad, como desde su contexto externo. Como la teoría de la evolución de las especies de Darwin, la vida de las asociaciones este inmersa en un continuo proceso evolutivo que amenaza a aquellas posiciones inmovilistas o que se resisten a reconocer la necesidad de adecuar los medios, procesos y estructuras asociativas a las nuevas realidades.

recursos personales para mejorar nuestras capacidades y la cualificación en gestión asociativa. Los excesos de autosuficiencia, en este sentido, no suelen derivar hacía situaciones positivas.

Hemos detectado que este problema de modernización y actualización afecta a un número notable de las entidades estudiadas y que su situación actual no responde ya de manera eficaz a los principios fundacionales que sustentaron su construcción. Muchos de los síntomas que padecen son fruto de un modelo que empieza a estar agotado en su responsabilidad de ofrecer propuestas atractivas a su base social. Un modelo que ha ido perdiendo capacidad de movilización, capacidad de influencia, de aportar iniciativas, capacidad de ser receptivo a lo que ocurre en sus entornos, de respuesta ante las realidades circundantes y de sintonía con un medio que parece que camina con un rumbo distinto al de muchas entidades.

Interpretamos que pueden coexistir (dentro de cada entidad) distintas posiciones de entender una asociación, diversidad en el modelo asociativo que cada integrante posee de manera personal. Distintos puntos de vista sobre cuáles deben ser las prioridades en la gestión y actuaciones de la asociación. Diversidad en los motivos por los cuales alguien se inscribe como socio en una entidad y, por supuesto, intereses diferenciados en cuanto a las expectativas que cada uno posee de su integración en una organización. Este debate se manifiesta dentro de las mismas entidades y son causa, a veces, de conflictos internos y de enfrentamientos por las discrepancias entre las variadas concepciones que pueden existir sobre el modelo asociativo a seguir. Normalmente se imponen el representado por las posiciones de los equipos directivos, por causas evidentes (por su

El proceso de actualización, tanto de revisión de objetivos y finalidades, como en lo referente al funcionamiento, deben ser replanteados con frecuencia y especialmente cuando se detectan los primeros síntomas de pérdida de vitalidad asociativa. El mejor antídoto contra estas situaciones es realizar, frecuentemente, un ejercicio colectivo de autoanálisis que permita ver, con cierta objetividad. la evolución que va tomando la entidad, detectar los problemas y actuar consecuentemente para reorientar la deriva que puede estar provocando las dificultades. También es acertado recurrir a la formación, especialmente en el desarrollo de habilidades de gestión de grupos y de técnicas de conocimiento de la realidad. Aunque el catálogo de publicaciones no es excesivamente extenso, existen un buen número de libros que tratan estos temas, muchos de ellos con contenidos muy básicos y de fácil lectura. En internet existen algunos portales dedicados al mundo asociativo que también facilitan información que puede ser de suma utilidad. Es un error considerar que con lo que sabemos nos basta, que estamos preparados para responder eficazmente a todos los problemas y situaciones que puedan surgir y que no es necesario dotarnos de mejores

2ª - Información, comunicación y participación interna

capacidad directiva, por el control de los medios, por su posición predominante en la toma de decisiones, por disponer de mayor información, etc). Esto es un proceso natural, todos

tendemos a intentar que se establezcan nuestras propias posiciones. Pero esto supone una seria amenaza para la participación e integración efectiva de otros asociados en el proyecto asociativo, si se impone de manera unilateral y no consensuada. Es muy probable que aquellos que no se vean representados en el modelo a seguir o que no vean satisfechas las expectativas iniciales que se han planteado, inicien un proceso de alejamiento y desinterés por la entidad en todos sus aspectos. Por ello, sería necesario partir de una posición definida a la hora de plantear la planificación del proyecto de entidad que recogiese e incorporase el mayor número de planteamientos referidos a cómo debe ser, qué es lo que hay que hacer, cómo hay que hacerlo, qué queremos conseguir y porqué cada uno hemos decidido voluntariamente incorporarnos a un grupo organizado. La voluntad integradora debe marcar las pautas del camino a seguir, evitando exclusiones que siempre devaluaran las posibilidades de éxito del proyecto asociativo y de la satisfacción personal de pertenecer a un colectivo. Esta

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realidad no debe estar limitada a los procesos fundacionales e iniciales, sino que es una estrategia que debe estar replanteada constantemente en el devenir de la entidad, reformulada y actualizada para garantizar la convivencia y conciliación de intereses de los distintos agentes que conforman el capital social de todos los colectivos ciudadanos. Por todo esto, la comunicación interna se presenta fundamental para evitar estas situaciones desfavorables que, habitualmente, tienen su origen en problemas de comunicación. Crear medios eficaces que garanticen la suficiente fluidez comunicativa entre los equipos directivos y los asociados, en los dos sentidos de la comunicación y de forma continuada, es un recurso básico para propiciar niveles adecuados de coexistencia cooperativa, participación e involucración en el proceso asociativo. Los socios deben conocer todos los aspectos que afectan a la entidad, aunque no manifiesten demasiado interés por éstos. La información debe ser constante, incluso en aquellos temas que puedan ser considerados como poco relevantes. Cuanto más sepan de todo lo que ocurre, más se estimulará su implicación en la organización. En los medios dedicados a la información interna, más vale pecar por exceso que por defecto. Los equipos directivos suelen ser los principales emisores de información interna. Deberían reflexionar sobre este crucial aspecto y evaluar frecuentemente si los mensajes que produce el órgano de dirección y representación son claros, comprensibles y transmiten información de interés al resto de los socios. Es necesario reflexionar si lo que se expone al conjunto de socios y socias atiende realmente a la necesaria comunicación interna de la entidad o está influenciada por nuestra naturaleza como seres humanos que nos hace tender a filtrar de manera personal lo que comunicamos y realizamos una selección, a veces poco consciente, prejuzgando de antemano lo que puede ser calificado de interés para los compañeros y compañeras que comparten el proyecto asociativo. Ya hemos comentado en reiteradas ocasiones que la información es el principio de la participación. Cuanto más se profundice en la intercomunicación asociativa, más alto será el nivel participativo de sus integrantes y las propuestas que presentamos a continuación

pueden ser una buena referencia orientativa para promover la comunicación interna y la participación. - Propiciar las sensaciones de que toda opinión puede ser de interés. - Recoger frecuentemente la opinión de los asociados mediante sondeos o encuestas. - Estimular el ejercicio de que hay que opinar sobre todo lo que concierne al grupo. - Preguntar directamente a los socios sobre todo lo que ocurre, su opinión, sugerencias, críticas, etc. - Trasladar el máximo de información a los asociados, sobre todo lo que ocurre en la entidad, aunque puedan parecer temas de escasa importancia. - Mejorar los canales comunicativos que se utilizan habitualmente e innovar con otros medios. - Puestas en común, debates sobre determinados temas de interés. - Plantear sin prejuicios todos los problemas y necesidades a los que se enfrenta la entidad. - No tener miedo a las discrepancias, ni al debate - Invitar y estimular la participación en todas las actividades y en su proceso de desarrollo. - No dar por sentado que nadie se va a preocupar por participar. - Saber identificar y valorar las cualidades de cada socio para proponerle que las aplique en determinadas responsabilidades, aunque no sean demasiado relevantes. - Celebrar colectivamente cada logro, por muy pequeño que sea, y reconocer la labor y contribución de cada participante. - Reforzar el sentido de proyecto colectivo donde cada integrante es importante. - Evitar los excesos en las decisiones que se toman de manera unilateral. - Involucrar más a los asociados en tareas de pequeña responsabilidad Dedicamos a la celebración de asambleas algunas sugerencias que podrían mejorar el interés de los asociados por participar en ellas y su nivel de operatividad. - Diseñar las asambleas de manera más dinámica, priorizando los temas de verdadero interés general.

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- Canalizar el tratamiento a la sección de

3- Crear servicios de interés para la juventud

ruegos y preguntas por otros medios que, sin restarle importancia, se dimensionen y atiendan correctamente sin perjuicio de los temas generales.

(sala de estudios y consulta, internet, videojuegos, ludoteca, actividades deportivas, creativas, lúdicas, etc).

- Elaborar

parte del orden del día con aportaciones de los asociados.

- Agilizar los debates que se prevean más densos, mediante una planificación más operativa.

- Aprender a moderar y a dirigir las reuniones. - Aplicar técnicas de animación en el desarrollo de las asambleas.

- Emplear medios y técnicas expositivas y de presentación más atractivas y amenas.

- Información de las convocatorias ajustadas

4- Ceder espacios en días y horas concretas para este grupo, estableciendo reglas y responsabilidades sensatas. 5- Contemplar a la hora de programar las actividades sus necesidades y demandas. 6- Establecer fórmulas de participación y opinión instaurando la figura del vocal de juventud. 7- Cooperar como mediador y colaborador en las campañas y programas institucionales destinados a los jóvenes. 8- Organizar campañas destinadas a conocer la realidad de los jóvenes del barrio o sector.

a los estatutos y reiterada en fechas próximas.

3ª - Gestión asociativa

- Saber elegir los momentos y fechas más apropiados para su convocatoria.

- Garantizar que todo los asociados disponen previamente de información y documentación sobre los temas a tratar.

- Crear expectativas y otorgar trascendencia a los temas a tratar. - Dar a conocer a todos los socios, hayan asistido o no, las decisiones y acuerdos de las asambleas. Como ya hemos indicados en varias ocasiones, se han detectado una preocupante ausencia del sector juvenil en el conjunto de entidades. Esta circunstancia puede derivar hacia la existencia de serias incertidumbres sobre el futuro del tejido asociativo. Aparte de significar un obstáculo para el desarrollo de la cultura participativa y una fractura en el progreso de las capacidades de organización social. Exponemos varias sugerencias para que puedan ser tenidas en cuenta por los responsables asociativos y que están dirigidas a propiciar elementos de atracción e interés de los más jóvenes hacia las organizaciones sociales. 1- Captar el interés, en primer lugar, de los familiares jóvenes de los asociados, integrándolos en la dinámica asociativa con actividades diseñadas para ellos y creando espacios de participación en el resto de las programaciones y servicios de la entidad. 2- Motivar a que los jóvenes familiares atraigan a sus amigos.

Los conceptos y valoraciones que sobre la gestión asociativa se desprenden de los datos aportados por los entrevistados presentan, por lo general, una visión satisfactoria. Cuando hemos profundizado en estos temas, han ido apareciendo determinados síntomas que no se correspondían con las opiniones favorables que en un principio se manifestaban. Se han detectando bastante situaciones que no concuerdan con la impresión de corrección que expresaban los responsables directivos y ello nos lleva a pensar que, quizás, los conceptos que sobre gestión asociativa imperan, suelen estar bastante simplificados en relación a las múltiples tareas, conocimientos y responsabilidades que significa realizar una gestión asociativa que pueda calificarse de correcta. Exponemos algunas de los cometidos que incluyen la gestión de entidades: -

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Planificar estrategias asociativas Liderar y dirigir a persona y equipos Coordinar las actuaciones Programar acciones Elaboración y dirección de proyectos Diseñar procesos y metodologías operativas Analizar y evaluar la actividad y el funcionamiento Mediación y resolución de conflictos Responder eficazmente a los retos Resolver problemas Manejar, organizar y aplicar los recursos Saber optimizar los medios

- Buscar y manejar información de interés - Atender a los procesos de comunicación interna - Responder a las comunicaciones externas - Elaborar informes y actas - Actualización de documentación oficial de la entidad - Inventariar todo el patrimonio material - Archivo y custodia de documentos - Asumir la representación de la entidad y las relaciones externas - Velar por el cumplimiento de las regulaciones y normas con las que se ha dotado la entidad - Análisis financiero y de necesidades económicas - Aplicar técnicas contables - Buscar recursos económicos - Administrar y controlar gastos - Elaborar los presupuestos asociativos - Efectuar los balances anuales Gestionar una entidad sin ánimo de lucro es bastante más complejo que mantener actualizados los libros de registro de socios, actas y de contabilidad y requiere de una preparación y cualificación que debe actualizarse periódicamente. Insistimos en que el modo en que se gestiona la asociación condiciona considerablemente su funcionalidad y actividad. Además de ser un elemento que va a determinar sus posibilidades de desarrollo o su estancamiento. Aprender cómo se puede realizar mejor las cosas, va a permitir aumentar la calidad en la gestión y mantener una actitud de superación y de interés por ser más efectivo, es crucial para progresar en este aspecto, Documentarse, consultar bibliografía, artículos o páginas web es un buen recurso para dotarse de mayores y mejores capacidades. Es necesario adquirir cierta visión crítica que nos permita vislumbrar lo acertado del quehacer asociativo; Si no somos capaces de valorar objetivamente nuestra labor, difícilmente progresará la calidad de la gestión. Una posición complaciente, poco exigente y exenta de rigor no es proclive a la superación.

asuntos y se definirán como secundarios a otros. Pero es fundamental disponer de recursos personales y técnicos básicos para poder abordar con cierta capacidad este cúmulo de responsabilidades que significa gestionar una entidad sin ánimo de lucro. También sugerimos que se instauren canales de intercambio entre las entidades que posibiliten la trasferencia de información, métodos, técnicas, y otros medios utilizados en los distintos modelos de gestión que se realizan. Compartiendo experiencias se puede aprender mucho y mejorar las aptitudes necesarias para una más eficaz gestión. Existen determinados asuntos relacionados con la gestión administrativa y económica que podrían efectuarse de manera compartida recurriendo a servicios profesionales que no son excesivamente costosos y que permitirían descargar a los equipos directivos de cierto volumen de trabajo. En la mejora de los medios destinados a las labores técnicas de gestión, es fundamental contar con un equipamiento informático adecuado y facilita la realización de muchos aspectos de estas tareas. Existen programas muy adecuados para la realización de labores contables, administrativas y gráficas. Evidentemente, sería necesario disponer de un nivel apropiado para el uso de este tipo de equipos. Tampoco estaría de más, solicitar la colaboración de los asociados en determinadas tareas, asumiendo pequeños márgenes de responsabilidad en aquellos asuntos para los que presenten determinadas habilidades por razones profesionales o de formación. Para ello sería importante identificar y reconocer estas capacidades personales en todos los integrantes del colectivo. Y fundamental, mantener en alto grado el afán de superación e interés por hacer las cosas cada día mejor y no perder las ganas de aprender y saber más. Formarse es la mejor opción para mejorar la eficacia en la gestión.

Cada entidad responde a un perfil y a unas características especiales y cada una de las funciones detalladas se realizará de una manera, más o menos, rigurosa, se establecerán prioridades en determinados 139

En cuanto a la cuestión financiera, en el diagnóstico se subrayan dos situaciones de especial significado:

a) - Generalizada carencia de recursos económicos Esta situación exige acentuar las capacidades de captación de recursos y, para ello, sería interesante empezar por poner en marcha una propuesta de plan financiero que atendiese, en primer lugar, a determinar cuales son las auténticas necesidades de financiación en virtud de los gastos inevitables de funcionamiento y las inversiones a realizar en el ejercicio, por una parte, y cuantificar con exactitud que recursos están disponibles y que cantidad está en previsión de ingreso, por otra. Los datos nos darán una aproximación fiel a la realidad económica de la entidad y, a partir de ahí, debemos diseñar estrategias y acciones encaminadas a dotar a la organización de los recursos financieros necesarios. Los pasos siguientes deberían orientarse hacia el fortalecimiento de las capacidades para captar más recursos, especialmente los procedentes de fuentes de financiación propias (todo entidad ciudadana debería procurar poseer el mayor grado posible de autonomía financiera, es la mejor manera de garantizar la autonomía de acción y de funcionamiento), empezando por las

pertenecer a la entidad, en el caso que hubiera estas actitudes, por que no creemos que se vayan a echar de menos los que no estén dispuesto a realizar un pequeño sacrifico en pos de mejorar las capacidades de las entidad. En referencias a las cuotas impagadas, se deberían realizar entre los deudores campañas de concienciación sobre la importancia de esos recursos que no están disponibles, incidiendo en todo lo que no se puede hacer por la ausencia de este dinero, y si es conveniente, restringir la participación o el acceso a determinados servicios asociativos. Mejorar los métodos utilizados para el cobro de las cuotas, instaurando la domiciliación bancaria de los recibos. Toda entidad bancaria dispone de programas que ceden a sus clientes para que se pueden iutilizar este proceso. Las ventajas son bastante mayores que las de los otros sistema utilizados para el cobro, limitando considerablemente la morosidad, evitando trabajo añadido al tesorero o persona responsable del cobra d ecuotas y facilita la gestión contable. Otras propuestas de mejora en la captación de recursos:

- Cobrar por la prestación de determinados servicios a los asociados o usuarios, aunque sean cantidades simbólicas. No tiene porqué ser todo gratis.

aportaciones de los asociados, instaurando cuotas periódicas en aquellos casos donde no existan (con una pequeña aportación se podría

- Optimizar a favor de la entidad los ingresos

aumentar considerablemente las capacidades de acción) y actualizando las que están

obtenidos por el servicio de bar. Mejorar la fiscalización y control de este servicio.

establecidas, con subidas moderadas que se aproximen realmente a los gastos reales y a las necesidades de financiación que se observen. Frente a las posibles opiniones contrarias a esta medida, se puede realizar un simple ejercicio contable consistente en efectuar una valoración de todos y cada uno de los beneficios que obtienen los asociados por pertenecer a la entidad, realizando una estimación económica de cierta objetividad de cuanto vale cada uno y se compare con la aportación dineraria que efectúan los socios. Posiblemente, los resultados se inclinarán a favor de los asociados. Explicar esta simple fórmula a los compañeros y compañeras, junto con las ventajas que supone incrementar los recursos financieros, no debería provocar demasiados actitudes de desacuerdo entre los asociados. En caso contrario, no tendría que causar una preocupación excesiva por aquellos socios que decidan dejen de

- Producir objetos, artículos y productos para su venta entre los asociados, familiares y allegados.

- Aplicar cierto sentido comercial a algunas actividades y servicios.

- Realizar actuaciones conjuntas con otras entidades para ahorrar recursos económicos.

- Realzar las inversiones en determinados equipamientos en cooperación con otras organizaciones de confianza para su uso compartido.

- Organizar actos destinados a la captación de recursos económicos.

- Adquirir el hábito de leer los boletines

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oficiales de las administraciones públicas, especialmente BOP y el BOJA (en determinados portales de internet se pueden tener un fácil acceso). En éstos suelen

aparecer publicadas convocatorias de subvenciones que, en algunos casos, pueden adecuarse a las capacidades de acción de las entidades participantes. b) Excesiva dependencia de fuentes de financiación ajenas Un número considerable de las entidades participantes afirma que su sustento económico depende en exceso de las aportaciones de otras instituciones y esto condiciona la autonomía, funcionalidad y actividad de éstas. Para ello sería necesario que se plantearan diversificar las fuentes y potenciar sus capacidades de generar recursos propios. Recomendamos que se intente enfocar las actuaciones subvencionadas orientándolas hacía una estructura de programa con mayores contenidos y extensión temporal, para propiciar que la relación con la administración subvencionadora alcance la figura de convenio de colaboración. Esto permite la posibilidad de prolongar la actividad, la recepción de mayores recursos y una mayor estabilidad en las finanzas asociativas. También existen posibilidades de acceder a determinadas fórmulas de créditos que permiten atender a determinadas necesidades a través de servicios financieros con intereses mínimos como son los microcréditos. Esta fórmula esta unida a la creación de pequeñas empresa y el autoempleo que podían ser asumidas como una experiencia útil a la entidad, integrando otro campo de acción, mejorando los servicios de gestión e interviniendo en la generación de empleo.

3 ª- Reforzar los principios asociativos y el carácter social de las entidades Las entidades sociales son sistemas vivos y dinámicos que deben mantener engrasada su capacidad de adaptación y respuesta ante un entorno que se va transformando a gran velocidad y que provoca un contexto inestable y de una incertidumbre creciente. Las circunstancias, situaciones, problemas, retos y desafíos a los que debemos enfrentarnos desde el movimiento asociativo son bastantes distintos de los que existían hace algunos años, al igual que las oportunidades que van surgiendo. Nuestra propuesta no va dirigida a que, desde las entidades, se haga una renuncia expresa a la forma y el modo de hacer asociacionismo que, hasta la fecha, ha definido a cada una de los colectivos sociales que conforman el tejido asociativo de San Juan de Aznalfarache. Se han conseguido importantes logros, constituyéndose como el nexo de unión de las muchas personas que lo integran y que ha creado fuertes lazos afectivos entre ellas, propiciando una profunda red de relaciones, que es muy probable que no existiera, sin la convivencia y la comunicación que han generado las asociaciones en su seno. Pensamos que es perfectamente legítimo, y por supuesto necesario, continuar disfrutando, en compañía, de actividades de entretenimiento, de ocio, de diversión, de tomarnos unas cervecitas en la sede, de echar una partida de cartas, dominó o jugar al bingo, de imprimir un carácter familiar a la forma de actuar y gestionar, de priorizar en primer lugar el beneficio y los intereses de los asociados y sus familiares. Todo esto está muy bien. Reiteramos que es necesario para fortalecer y consolidar las relaciones interpersonales entre los miembros de cualquier colectivo y que, por otra parte, refuerza y aumenta la cohesión del grupo. Pero pensamos que debemos intentar ir algo más allá, abrir las puertas del grupo al exterior, prestar más atención a lo que ocurre al margen de las paredes de nuestras casas y de la sede social, prestar oídos a lo que se comenta, preocupa y produce inquietud. Es perfectamente compatible continuar haciendo lo que siempre se ha hecho desde los diferentes colectivos, manteniendo el carácter y la entidad de lo que se es como asociación y, por otra parte, procurar una

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mayor implicación externa de la dinámica asociativa. Sin cambios drásticos, sin renunciar a nada de lo que hasta la fecha se ha conseguido, pero con algo más de vocación exterior. Las entidades sociales no pueden ser entes cerrados, herméticos e impermeables a la realidad que les rodea. No debemos adquirir actitudes incongruentes con las finalidades que nos marcan los propios estatutos, ni posiciones sectarias donde los intereses se concentren exclusivamente en un grupo enclaustrado en sus propias necesidades. Biológicamente somos seres gregarios necesitados de una cobertura afectiva y de seguridad, pero a la vez, también formamos parte de una comunidad que se extiende más allá de ese entorno de confianza que nos proporciona el grupo donde nos integramos. Nos guste o no, lo que ocurre en ese contexto más amplio, que es la comunidad donde estamos ubicados, nos afecta. Afecta a nuestra familia, a nuestro amigos y amigas, a nuestro modo de vida . . y, por ello, no podemos permanecer al margen de lo que ocurre, dejando que todo vaya sucediendo sin q u e h a g a m o s n a d a p o r i n t e r v e n i r, posicionándonos como espectadores de un espectáculo donde, aunque no nos lo creamos, nos jugamos mucho. Uno de los aspectos más interesante de los grupos humanos que se organizan a través de las distintas fórmulas asociativas, es su capacidad de intervenir en sus entornos para cambiar, transformar, e influir en las dinámicas que afectan a ese entorno, asumiendo las responsabilidades de representación y defensa de los intereses de los colectivos que forman parte de esa comunidad donde están insertos y de esta labor adquiere su verdadera valía como instrumento de progreso social. En la medida en que sus actuaciones y posicionamiento se alejen de esas responsabilidades, se irá perdiendo ese sentido social que otorga trascendencia e importancia al asociacionismo como expresión efectiva de participación y de involucración en los asuntos de interés comunitario. Nuestra propuesta va dirigida a reforzar esa vocación de implicación social que significa adquirir posicionamientos más críticos, asumiendo la responsabilidad que otorga ser representantes de un grupo, más o

menos, amplio de ciudadanos. Tenemos que ser conscientes de que en las asociaciones "se debe hacer política”, no en el sentido partidista, pues la independencia debe ser unos de los pilares fundamentales del asociacionismo, sino en el que nos sitúa como parte activa de una sociedad y que, como organización de carácter social, debemos denunciar, reivindicar e influir en los ámbitos comunitarios y de decisión. Por ello, insistimos en que los primeros pasos que se han de dar, deben estar íntimamente ligados con el refuerzo de ese sentido de la responsabilidad social que debe ser inherente a toda entidad que aspire a ocupar posiciones más activas y comprometidas con la sociedad civil. Partiendo de los primeros interesados, los mismos socios que, en buen número de casos, residen o pertenecen al ámbito de actuación de la asociación y que serían parte interesada y beneficiaria de cualquier intervención que se efectuase en beneficio de ese ámbito. Todo lo que hagamos por mejorar o propiciar la mejora del contexto donde vivimos, va a repercutir favorablemente en el conjunto de asociados y, posiblemente, también entre sus allegados. a) Mejora del funcionamiento y

la eficacia asociativa. - Recobrar y revalorizar los objetivos.

Es necesario actuar siguiendo una línea definida y orientar la acción asociativa a las finalidades que definen a la entidad. Los objetivos deben marcar las características y el sentido de la actividad.

- Aprender a evaluar. Es necesario saber, con criterios objetivos, si lo que se está haciendo es lo más correcto o es la mejor forma de hacerlo. Plantearse objetivos concretos que determinen si se obtienen o no los resultados establecidos y desarrollar las capacidades de auto-análisis aplicables a todas los aspectos de la organización. - Adquirir sentido de la proyección temporal de la entidad, elaborando planes estratégicos a medio-largo plazo y evitar la improvisación sin rumbo definido. Estructurar esos planes determinando los pasos que se han de seguir para alcanzar los objetivos proyectados. - Aprender a programar aplicando sentido de continuidad a las actuaciones. Es

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necesario enlazar las actividades con un interrelación más amplia que el de una actividad puntual o ocasional. Todo tiene que tener un por qué, un objeto que otorgue coherencia a la acción.

b) Potenciar la dimensión social de las entidades

- Innovar en las propuestas y hacerlas más atractivas, interesantes y coherentes con los objetivos asociativos.

- Mejorar considerablemente la formación en las capacidades organizativas, de planificación, de gestión y de manejo de recursos. Es más difícil avanzar sin las herramientas adecuadas.

- Introducir los problemas y circunstancias del entorno en los temas de interés asociativo, dedicando parte de la programación a estos temas, planteando situaciones del sector o espacio que rodea a la entidad en las reuniones o asambleas para motivar la inquietud e interés por el entorno entre los asociados.

- Buscar

fórmulas de estímulo de la participación responsable de los asociados. Habría que plantearse que sentido tiene mantener una base social, aunque numerosa, pero desconectada con la realidad asociativa y hasta que punto se puede sostener exclusivamente con experiencias complacientes con sus intereses personales. Hay que cambiar los conceptos de socio-usuario por los de socio-corresponsable.

- Hacer y construir ciudadanía desde el interior de las asociaciones. Hay que recobrar la vocación pedagógica del asociacionismo como escuela de participación y formación del espíritu ciudadano.

- Crear canales de comunicación efectivos

- Esforzarnos por conocer y aprender de otras experiencias asociativas, tanto desde la proximidad, como desde horizontes más lejanos. El movimiento asociativo es enormemente rico en propuestas, actuaciones, modelos y métodos. Abrirse al conocimiento de otras experiencias puede ser muy enriquecedor.

- Adquirir planteamientos más ambiciosos y de mayor trascendencia. El inmovilismo provocado por la reiteración de actuaciones, la apatía que impide innovar y buscar nuevas experiencias, la desidia que causa desmotivación y precariedad en las actitudes. Hay que desprenderse de todo lo que obstaculiza el reconocimiento positivo de las interesantes posibilidades que posee cualquier organización social.

- Mejorar los elementos de difusión y comunicación de la actividad asociativa. Desarrollar las capacidades relacionadas con el marketing social es fundamental para dar una acertada dimensión pública a la entidad a sus actuaciones.

entre entidades y el barrio o sector hacia donde se dirigen sus actuaciones.

- Conocer mejor la situación del campo de actuación mediante estudios, sondeos a vecinos, reportajes de video o fotografía. campañas de recogida de opiniones o de propuestas de mejora... - Realizar actos abiertos al vecindario o sector, recogiendo las inquietudes y demandas ciudadanas del barrio o del grupo social. Es importante sacar la actividad asociativa a la calle. - Mejorar la imagen externa de la entidad, especialmente, en la receptividad y preocupación por los problemas del vecindario. Hay que potenciar los conceptos de utilidad social que la ciudadanía tiene sobre las entidades.

- Reforzar las capacidades de interlocución y mediación entre la ciudadanía y las administraciones. - Adquirir posicionamientos más activos y comprometidos con el desarrollo del barrio o sector. - Crear la figura de interlocutor o corresponsal del bloque, calle o manzana entre los miembros de la asociación.

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los esfuerzos.

- Organizar jornadas de puertas abiertas al barrio o sector.

- Organizar conjuntamente programas de

- Convocar

asambleas vecinales o sectoriales motivando a la participación de personas ajenas a la entidad.

formación para los dirigentes.

- Crear redes de apoyo interasociativas, contribuyendo desde otras entidades al desarrollo de actuaciones de las distintas organizaciones.

- Participar corresponsablemente

en campañas institucionales que aporten aspectos interesentes para la mejora del barrio o sector

- Conocer con antelación las obras e

- Constituir plataformas de acción conjunta ante determinados problemas o situaciones locales o sectoriales.

intervenciones públicas y privadas que van a afectar al barrio.

d) Asociacionismo local y medios de comunicación

- Hacer un seguimiento y evaluación de los servicios públicos que se dirigen al barrio o sector.

- Exigir a la Administración local toda la información sobre las actuaciones que se van a llevar a cabo y participar activamente en su diseño, reclamando una posición más participativa en su desarrollo.

- Reclamar actuaciones públicas sobre deficiencias, problemas o necesidades que padezcan los campos de actuación donde se asienta la actividad asociativa, propiciando la participación de los interesados sean o no asociados. las c ) Reforzar interasociativas

Revisada la prensa provincial de los últimos diez años se ha constatado que las ocasiones en las que han aparecido o se hace mención de alguna entidad local son exiguas y la gran mayoría de estas apariciones corresponden a una misma entidad, por los mismos motivos y que tenían relación con el conflicto de las viviendas de la Barriada “El Monumento”. Las causas de esta escasa presencia del asociacionismo local en la prensa provincial, las orientamos hacia una falta de atención hacía la proyección pública de las entidades.

relaciones

- Construir foros de discusión y opinión entre las entidades próximas o de similares finalidades en temas que afecten a las organizaciones.

- Profundizar en los aspectos comunes y de interés mutuo o coincidentes entre organizaciones, a través de grupos de trabajo. - Dar pasos para la articulación de bases de colaboración estables entre entidades. Crear estructuras que aborden situaciones o circunstancias de intereses coincidentes que vayan estableciendo elementos básicos de cooperación, colaboración y de confianza. - Plantear actuaciones en común que ejerciten las capacidades organizativas y de cooperación interasociativas. En un principio, en experiencias simples que no supongan excesivas complicaciones.

Cuidar y potenciar la comunicación y la imagen externa es una tarea fundamental. Para ello, los medios de comunicación ofrecen una plataforma excelente que permiten dar a conocer actividades que se van a realizar o se han realizado, pronunciamientos u opiniones ante determinadas situaciones, presentar proyectos y otras muchas acciones que merecen que trasciendan a la opinión pública. En un mundo donde los medios de comunicación, en muchas ocasiones, determinan la frontera entre los existente y lo oculto, es fundamental desarrollar capacidades que permitan exteriorizar las distintas realidades que se suceden en las entidades sin ánimo de lucro. Dedicar tiempo y esfuerzo a promover la imagen externa de las organizaciones sociales es una inversión que resulta beneficiosa para los intereses asociativos.

- Compartir recursos, tanto humanos como materiales que las asociaciones puedan poseer, abaratando costes y rentabilizando 144

16º Propuestas de mejora destinadas a la actividad municipal Las realidades que se nos presentan sitúan a la Administración Local en una posición de marcado protagonismo en el desarrollo de la participación ciudadana, tanto en el fomento de la cultura participativa en general, como en el impulso del asociacionismo en particular. Ese protagonismo cobra especial relevancia por que es el único agente que presenta capacidad y recursos para impulsar las necesarias transformaciones que aporten verdadero valor al desarrollo de la participación social. Llegamos a esta conclusión en base a los resultados fundamentales de este diagnóstico, a partir del conocimiento de la situación actual del movimiento asociativo. Esta situación no garantiza que, contando con sus propios medios e iniciativas, se produzcan los cambios necesarios que posibiliten modificaciones en las tendencias dominantes en sus actuaciones y funcionamiento, por lo menos con la suficiente entidad y capacidad que les permitan superar las serias deficiencias que padecen. Las circunstancias relacionadas con los niveles de debilidad estructural y funcional, dependencia, desvinculación e incapacidad de generar activos sociales de relevancia, no sitúan al tejido asociativo en posiciones de asumir, de manera autónoma, sus propias transformaciones. En un contexto más amplio, la realidad sociocultural del municipio, en términos generales, también manifiesta una precariedad en los hábitos y la cultura participativa que se acentúa por las peculiaridades específicas de una población poco estructurada socialmente. De ahí, la importancia que otorgamos a la iniciativa institucional para que asuma un liderazgo que debe ir más allá de su papel como ente público prestador de servicios, para constituirse en agente dinamizador y motivador de transformaciones. En su competencia administrativa y reguladora a través de su potestad para articular medidas y de creación de estructuras y, a la vez, en su función impulsora de la actividad participativa. Si desde los responsables municipales no se adquiere un mayor compromiso con las aportaciones institucionales (de acción política y de recursos) al desarrollo de la participación

social difícilmente tendrá ésta mejores perspectivas de una progresiva implantación. Aunque pueda resultar en cierta medida contradictorio, proponemos una destacada intervención pública en este área, pues es fundamental que, en una primera etapa, se establezcan bases sólidas que reconduzcan y marquen directrices definidas sobre la gestión de la participación ciudadana en tres áreas fundamentales: - La ciudadanía en general - Las entidades ciudadanas - El Consejo Local de Participación Ciudadana Exponemos nuestras propuestas de mejora, centrándonos en aquellos aspectos de la gestión pública que se han detectado en el diagnóstico como deficitarios o que presentan niveles de eficacia manifiestamente mejorables. Están dirigidas a resaltar la importancia de sentar bases sólidas de carácter estructural y a poner en valor un concepto de gestión pública en participación ciudadana que no debe limitarse a la labor competencial de una delegación, sino que debe asentarse como una materia trocal, un modo de proceder y una nueva manera de entender las relaciones entre la Administración Local y los ciudadanos, que debe de impregnar un nuevo concepto de práctica de gobierno en todas las áreas municipales. La participación ciudadana debe dejar de ser una asignatura pendiente en la gestión pública local e incorporarse como elemento fundamental de todos los procesos sociales y políticos que afecten a la ciudadanía. Es necesario avanzar hacia un nuevo marco de relaciones ciudadano-poderes públicos sustentado en la profundización de los valores democráticos y destronar a la democracia contemplativa que no favorece la adquisición de mayores compromisos que el de votar periódicamente. Si pensamos que el progreso social debe ir unido a una ciudadanía más activa e implicada, que participa responsablemente del desarrollo de la sociedad (esta realidad se hace más evidente en este municipio por las especiales singularidades de su población), debemos asumir la

importancia de situar al impulso de la participación social en posiciones prioritarias de la gestión pública. Insistimos en que no existen soluciones parciales o que obedezcan a circunstancias temporales u ocasionales con

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un claro espíritu de salir del paso, con más voluntad que convencimiento, ni se pueden crear las condiciones favorables obviando las necesidades de dotación de medios y recursos humanos, técnicos, materiales y económicos. Construir estructuras estables con carácter de continuidad y eficazmente activas, que establezcan bases de funcionamiento operativo y funcionales con los medios apropiados, es la mejor forma de dotarse de oportunidades de desarrollo reales. La inversión puede ser considerada, en un principio, de cierta magnitud, pero los beneficios a medio y largo plazo pueden ser enormemente valiosos para posicionar a este municipio en unas inmejorables condiciones de progreso social y, además, suelen ser políticamente muy valoradas pro la ciudadanía.

ofrezca una fiel aproximación a las diferentes realidades sobre la que se pretende actuar, evitando caer en ideas preconcebidas, en informaciones parciales, poco objetivas o en actitudes que otorgan rango de certeza a presuposiciones subjetivas. Por todo esto, proponemos:

- Realizar

periódicamente sondeos de opinión para pulsar las necesidades e inquietudes de cada barrio o sector. - Establecer períodos de exposición, con medios informativos efectivos, para recabar opiniones sobre determinadas decisiones, actuaciones o proyectos.

- Realizar procesos de consulta popular parciales sobre determinadas actuaciones entre los sectores afectados.

- Instaurar protocolos en la atención al Creemos que no se puede seguir postergando el abordar con decisión los problemas estructurales que padece este municipio, entre los que se encuentran, de manera especialmente destacada, su precaria cohesión social y deficiente integración ciudadano-territorio. El desarrollo de la participación ciudadana, en su concepto más amplio, se presenta, posiblemente, como la mejor herramienta para integrar y crear conciencia de vecindad.

a) Ciudadanía y la comunicación con el Ayuntamiento

ciudadano que incluyan recabar opiniones sobre temas de interés.

- Estimular la participación de la ciudadanía mediante la aportación de ideas o sugerencias con premios u obsequios.

- Obtener, siempre que sea posible, las opiniones valorativas sobre determinados servicios o actuación municipal, a través de procedimientos que garanticen la fidelidad de los datos obtenidos.

- Convocar asambleas informativas para

Desde todos los agentes entrevistados se han destacado serias deficiencias en las realidades que definen las relaciones entre ciudadanos-adminstración y viceversa y se señalan a los medios y contenidos de esa comunicación, de manera casi general, como no apropiados. Estructuramos las sugerencias de mejora en las dos direcciones que integran el proceso comunicativo: - Ciudadano - Ayuntamiento

recabar opiniones y sugerencias sobre actuaciones de cierta importancia en barrios o calles. - Disponer de bases de datos operativas de ciudadanos, atendiendo a la legislación vigente en materia de protección de datos, para invitarlos a que participen con su opinión a través de medios convencionales o de las NTIC.

- Evitar las situaciones de silencio administrativo o excesiva dilación de respuestas ante solicitudes de información, quejas o sugerencias.

- Instar a los empleados responsables a

Cuando se diseñan intervenciones públicas es necesario conocer, con cierta profundidad, los distintos aspectos que definen a las peculiaridades y necesidades de los destinatarios de dichas intervenciones. Se hace evidente contar con información objetiva y contrastable sobre los distintos perfiles que definen a la población a la que va a ir dirigida la actuación o servicio. Por ello, es necesario realizar una labor de investigación que nos

desarrollar previamente a cualquier actuación, procesos de reconocimiento de las demandas ciudadanas.

- Incentivar a los empleados públicos a contar con formación adecuada en la atención al ciudadano.

- Establecer la figura del concejal de barrio

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con responsabilidades determinadas y comparecencias públicas periódicas que asuma el seguimiento de la solución a los

problemas del barrio e interlocutor entre la ciudadanía y la Corporación.

- Dedicar esfuerzos a la innovación en

la eficacia informativa municipal.

- Instalar soportes informativos de gran formato en lugares estratégicos que alcancen todo el territorio municipal y que vayan renovando puntualmente la información.

medios, procesos y recursos en captación de información social.

- Invertir en nuevos procesos de participación social referidos a los procesos de receptividad corporativa de las demandas ciudadanas, mediante premios a la investigación o convenios con instituciones académicas o colegios profesionales.

- Cuidar la calidad de la información,

- Elaborar medios informativos de calidad

- Intentar que cada convocatoria, evento, acto o servicio tenga su oportuna proyección informativa adecuada a sus características.

que orienten eficazmente al ciudadano en su necesidad de contactar con la Administración Local.

evitando errores, ausencias de datos fundamentales y otras deficiencias que impiden la correcta interpretación del mensaje informativo.

- Centralizar los esfuerzos en información,

- Evaluar frecuentemente los medios destinados a recabar y recepcionar las opiniones ciudadanas.

distribución y difusión, asignándole los medios necesarios. Cada delegación hace lo que buenamente puede con los limitados recursos de que dispone y no siempre los resultados son aceptables.

- Evitar actitudes de responsables públicos poco receptivas a las opiniones ciudadanas. - Mejorar los servicios telemáticos y de administración digital, así como establecer puntos de acceso en los barrios a estos servicios.

- Mejorar la calidad del diseño. Las presentaciones son importantes para que el mensaje sea atractivo.

- Formar en técnicas de comunicación y de diseño gráfico a los responsables municipales.

- Buzón de quejas y sugerencias en las puertas de las asociaciones y dependencias municipales con recogida semanal y tramitación de rigor administrativo, siempre y cuando, así se considere.

- Otorgar a los procesos informativos y promocionales la necesaria atención en el desarrollo de los proyectos, actuaciones o servicios. Evitar no contemplar o dar un tratamiento poco riguroso a este apartado.

- Convocar premios a la iniciativa de mejora de servicios de atención al ciudadano. - Ayuntamiento - Ciudadano

- Evaluar los resultados obtenidos de cada

La información y la comunicación son determinantes en todos los procesos de interrelación social hasta el punto de que puede delimitar la barrera entre lo existente y lo que no existe a nivel público. Una información deficiente, escasa o no oportuna limita las posibilidades de proyección y rentabilidad social de la gestión pública y actúa en contra de los propios objetivos que deben orientar esa gestión. Las conclusiones del diagnóstico presentan una descripción de la información municipal necesitada de notables mejoras y que no atiende con la suficiente eficacia a su fundamental cometido. Padece deficiencias de recursos, de calidad, de cobertura territorial y de oportunidad y continuidad temporal. Presentamos nuestras propuestas de mejora que, pensamos, podrían significar avances de interés en bastantes aspectos de

experiencia a través de los medios empleados en su difusión.

- Sondear entre usuarios y participantes cómo les ha llegado la información y estudiar los resultados.

- Crear bases de datos con perfiles de usuarios o público para efectuar una comunicación directa cada vez que haya un evento o se ponga en marcha un servicio que le pueda interesar, cuidando del cumplimiento de la legislación vigente en materia de protección de datos.

- Realizar estudios sobre la población que determinen aproximaciones objetivas de hábitos y consumo de medios de comunicación.

-

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Elaborar publicaciones periódicas de carácter temático sobre la actividad municipal.

- Optimizar los medios de comunicación municipales. Pensamos que no están lo suficientemente rentabilizados en cuanto a posibilidades de comunicación real.

- Innovar en soportes, diseños y medios de información.

- Ampliar la cobertura de determinados eventos a niveles de municipios limítrofes, comarcales o provinciales.

- Establecer estrategias efectivas en la difusión de la información municipal. - Mantener la premisa de que en difusión y promoción más vale pecar por exceso que quedarse corto.

b) Servicios municipales a las entidades sociales Un indicativo esencial del nivel participativo de una comunidad lo constituye la red de asociaciones donde se agrupan sus ciudadanos. La madurez, fortaleza y responsabilidad social del tejido asociativo determina fundamentalmente las capacidades para el ejercicio real de la participación y manifiesta el grado de vinculación de los ciudadanos con su entorno local. En la medida en que estos ingredientes se debiliten, se irán reduciendo las opciones de involucración de la ciudadanía en los asuntos de interés público. Las situación de debilidad de las entidades sociales, atendiendo a los referentes que se han detectado, exige de unos planteamientos y actitudes institucionales más activos y decididos, tal como hemos indicado anteriormente. En primer lugar, consideramos que se debería partir de una reflexión profunda que definiese que modelo asociativo se pretende apoyar e impulsar desde la Administración Local. Esta decisión, que consideramos de vital importancia, tendría que condicionar toda la política municipal que se desarrolle en relación con el asociacionismo local. 1º- Definición de modelos asociativos de especial interés La prestación de servicios, la dotación de medios y recursos, las cesiones y uso de instalaciones de propiedad municipal y todas las actuaciones que se realizan destinadas a las asociaciones, peñas y hermandades, tendrían que estar sometidas a unos criterios específicos de carácter general para todas las personas y órganos con potestad de decisión

en esta materia, de manera que se actuase con cierto nivel de coherencia institucional. Este paso nos parece prioritario y básico por que debe concretar las líneas maestras de esta apartado de la gestión pública, que es crucial para el desarrollo da la participación ciudadana y, teniendo en consideración, la importancia de las dotaciones municipales y el importante papel que ocupa la Corporación Local en el sustento y viabilidad de muchas entidades, su proceder puede intervenir decisivamente en una orientación del funcionamiento y actividad asociativa más positiva y acorde con el protagonismo que deben asumir en la sociedad civil. Describimos a continuación dos modelos de entender el asociacionismo que pueden ser utilizados como referente para definir que aspectos de la realidad asociativa podrían ser considerados como indicadores de un mayor apoyo institucional. 1º - Un modelo que se sustenta en un núcleo cerrado de personas que han ido paulatinamente adecuando su funcionamiento, expectativas y dinámicas a una situación de comodidad utilitaria, limitando su capacidad de acción a unas actuaciones de reducida proyección, que atienden más a las necesidades de ocio y entretenimiento del grupo que a otras motivaciones y sin repercusión más alla del núcleo de asociados. Una visón del asociacionismo que aspira a satisfacer unas demandas centradas en un grupo muy definido y poco permeable al contexto donde se ubica. Sus aspiraciones no trascienden por que parten de campos de interés centrados, casi en exclusividad, en sus propios integrantes y que, a la vez, son sus destinatarios. Se constituyen habitualmente como grupos de familiares y allegados y no muestran demasiado interés por asuntos que no pertenezcan a su ámbito personal. 2º - El otro modelo asociativo que definimos pretende provocar cambios a través de sus actuaciones y utiliza sus recursos y activos para invertirlos en procesos de dinamización, tanto internos como externos, que puede atender a sus asociados sin caer exclusivamente en propuestas de autoconsumo, que entiende que organizar un grupo puede promover experiencias más allá de la diversión personal y del puro entretenimiento. Se preocupa por mejorar sus capacidades, por renovarse, se esfuerza en aumentar sus recursos por que aspira a proyectos de mayor envergadura. Posee juicio

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crítico y observa su entorno, piensa que todo está interrelacionado y no se posiciona en actitudes conformistas, sabe evaluar y valorar objetivamente sus propias actuaciones. Actúa por objetivos, programa sus intervenciones, otorga un sentido a todo lo que hace, le interesa lo que pasa afuera y quiere saber porqué pasa. Posee cierta capacidad de movilización, interviene en los asuntos de interés público y genera ideas, proyectos e ilusiones. Partiendo del principio de que cualquier experiencia asociativa es lícita y respetable, siempre que se acoja a los principios establecidos en la legislación vigente en materia de asociacionismo y que el hecho de que un grupo de personas haya decidido organizarse en torno a un proyecto colectivo tiene su especial valor intrínseco. Pero este reconocimiento no exime que se deban aplicar, desde las administraciones públicas y en razón del interés general, distintos criterios a la hora de asignar recursos públicos. Por otra parte, los conceptos que se han manifestado mayoritariamente sobre el papel que deben ocupar las entidades en el contexto social, nos ratifican en nuestra posición sobre que aspectos y potencialidades se deben impulsar desde la gestión pública de la participación ciudadana de manera más decidida y qué otros deben tener otro grado de atención. Intuimos que a la situación actual del tejido asociativo también se ha contribuido, en cierta medida, desde la Administración Local por que no se han puesto en práctica políticas definidas de estímulo y orientación hacia posiciones más comprometidas y activas de las entidades ciudadanas. Se ha actuado, desde hace muchos años y casi exclusivamente, como prestador de servicios y donante de recursos, con una gestión que ha adolecido de una dirección definida y enfoque estratégico. Por distintos motivos, no se ha propiciado, ni fomentado la adquisición de actitudes que aportasen valor y fortaleza al movimiento asociativo local. Existe una responsabilidad municipal en labores de fomento y apoyo al asociacionismo, en primera instancia de carácter normativo, y en segunda, y no menos importante, por que significa un refuerzo de las capacidades de la sociedad civil. Por ello, insistimos que es prioritario determinar, definiendo y orientando, con líneas de actuaciones definidas que aspectos y situaciones de la vida asociativa se pretenden potenciar.

No sugerimos que se abandonen a su suerte a aquellos proyectos asociativos que no atiendan a perfiles de interés comunitario o no presenten actitudes favorables a cambios en este sentido, por que presentan ciertos servicios de interés para determinados grupos, atendiendo a sus necesidades relacionales y de ocio personales de sus integrantes y eso también tiene su valor. Nuestra propuesta, en este sentido, va dirigida a dos aspectos fundamentales: 1ª- Estimular la adquisición de actitudes y capacidades por parte de las entidades que posibiliten una posición asociativa más comprometida socialmente, a través de mejores servicios y dotaciones municipales. 2ª- Optimizar los recursos públicos hacia finalidades que repercutan más favorablemente en el desarrollo asociativo y de la sociedad en general. Por ello, habría que determinar y ponderar que atenciones, apoyos y servicios municipales tendrían que destinarse a fomentar un asociacionismo socialmente comprometido y que otras prestaciones habrían que dedicar a aquel modelo menos interesado en el contexto local. Se trata simplemente de aplicar principios de discriminación positiva con rigor general y de aplicación interdepartamental. Como respuesta integral y aplicando una visón más global de todo el proceso y que atendería a solucionar otros problemas relacionados con la gestión y coordinación de los esfuerzos públicos en participación y dinamización ciudadana, creemos que debería plantearse la constitución de un órgano autónomo municipal (instituto, fundación, patronato, empresa pública, etc).

Son muy diversas las delegaciones municipales que atienden, con mayor o menor, frecuencia a actuaciones, ámbitos, sectores y programas que tienen una relación directa con procesos de participación y dinamización (festejos, educación, cultura, igualdad de género, bienestar social, juventud, deportes, participación ciudadana, etc), Cada

departamento actúa atendiendo a sus competencias, frecuentemente de manera individualizada, con sus propios recursos y herramientas que no suelen ser boyantes, con un sentido de la coordinación no demasiado afectivo y con un carácter sectorial que impide

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otorgar dimensiones de relevancia a la actuación y una dispersión en la optimización de recursos. Gran parte de estas intervenciones pueden ser calificadas como experiencias de participación y dinamización social y se efectúan frecuentemente de manera disgregada, dispersa y sin una verdadera proyección local. La idea se viene materializando en muchos municipios que han creado órganos específicos que coordinan, producen y apoyan con instrumentos específicos los proyectos y servicios que en este ámbito se generan desde las distintas áreas municipales, constituyéndose como modelos de gestión que ofrecen alternativas eficaces a las múltiples actuaciones relacionadas con la intervención social. Por otra parte, la situación jurídica administrativa que gozan los órganos autónomos municipales permiten un funcionamiento más ágil y flexible que, a todos los efectos, resulta mucho más apropiado para la gestión de este tipo de servicios. Aunque puede entenderse, en primera instancia, como un esfuerzo municipal considerable, la existencia de este tipo de estructura de gestión y su necesaria dotación de recursos, es una necesidad que, con toda probabilidad, tendrá que ser asumida en un futuro próximo, conforme se vayan instaurando nuevas demandas y necesidades relacionadas con aplicaciones de conceptos de calidad en la gestión pública. Se vayan consolidando los nuevos modelos en los procesos de gobernabilidad local, que van a propiciar la adaptación administrativa a las nuevas realidades sociales y que exigen una respuesta eficaz a las necesidades de participación y dinamización social que demanda la ciudadanía.

económicas que se destinan a actividades asociativas.

- Establecer medidas que garanticen el rigor y seguimiento del uso y destino de los fondos ajustados a los objetivos y finalidades para las que se ha asignado.

- En las acciones destinadas a las entidades es necesario la elaboración de programaciones, evitando los actos aislados y puntuales. No centrar las actividad exclusivamente en fechas conmemorativas y celebraciones, mientras el resto del año permanece con cierta sensación de vacío.

- Orientar

la labor asociativa hacia propuestas de colaboración y cooperación con otras entidades.

- Los equipos directivos son el motor y cerebro de las entidades ciudadanas, sus capacidades y aptitudes marcan la diferencia entre aquellas organizaciones más y menos activas. Reforzar esas capacidades es algo prioritario, si se desea aumentar las oportunidades de desarrollo del tejido asociativo. Por ello, es necesario ofertar servicios formativos, de orientación y de asesoramiento que contribuyan a dotar a los equipos directivos de mayores recursos personales.

- Motivar el desarrollo de las capacidades creativas y generadoras de ideas y propuestas, rompiendo con la dinámica de reiteración constante de las actividades asociativas. A este respecto sería interesante promover un banco de ideas.

-

Ir avanzando en este sentido sería una inteligente manera de empezar a buscar soluciones a las deficiencias actuales y una apuesta de futuro de indudable valía. Muchos entes locales ya están en esta línea. 2ª - Prestaciones y colaboraciones Detallamos a continuación, de manera más breve, algunas propuestas que se derivan de las conclusiones que en el ámbito de la gestión municipal en participación ciudadana se han obtenido.

Establecer unos requisitos y exigencias para obtener el apoyo de los recursos municipales, proponiendo sencillas instrucciones para su desarrollo y ejecución, que debe ser entendido como un proceso pedagógico que instaría a las entidades solicitantes a iniciar una experiencia de aprendizaje en la gestión y planificación de sus propias actuaciones, aprendiendo pautas de trabajo en su labor que serían beneficiosas para mejorar s u s c a p a c i d a d e s . Ta m b i é n s e r í a interesante realizar un seguimiento y evaluación de la actuación asociativa en coordinación con los responsables de la entidad al objeto de detectar errores y carencias en sus intervenciones.

- Realizar un seguimiento y evaluación del

- Depurar las tendencias hacia la toma de

uso de las dotaciones, ya sean materiales o

decisiones de carácter individual por parte de responsables políticos donde pueden 150

Influir

factores de carácter

personal

municipio y especialmente en los ámbitos y temáticas que competen a las delegaciones municipales. La información y el conocimiento que se suele obtener por estos medios pueden ser de suma utilidad para establecer estrategias, planes y programaciones más efectivas.

(empatía, afectividad, relacionales, etc) que,

aparte de impedir que las relaciones administración local-entidades ciudadanas se establezcan con el suficiente rigor administrativo y que dificulte una visión coordinada de las actuaciones municipales, pueden dar lugar a malentendidos y situaciones de percepción de ciertos favoritismos y falta de objetividad en la dotación de recursos públicos a las entidades ciudadanas.

- Ceder instalaciones públicas para las entidades ciudadanas que se encuentran sin sede social propia 3ª-Optimización de los equipamientos cedidos a entidades

- Sería interesante establecer protocolos y normas de actuación o algún tipo de reglamentación que inspire el necesario sentido del rigor en la prestación de recursos municipales a las asociaciones locales que no se incluyan en la convocatoria de subvenciones regulados por el Reglamento Municipal de Participación Ciudadana. - Asesorar e informar a las entidades sobre convocatorias de subvenciones o ayudas que oferten otras administraciones o instituciones privadas.

- En los procesos de colaboración entre delegaciones municipales y entidades, sería interesante que se incluyera de manera programada cierto sentido de la pedagogía, ampliando progresivamente el nivel de responsabilidad que se le asigne. Ello propiciaría la adquisición de mejores aptitudes y capacidades y el desarrollo de habilidades.

- Formar a los empleados públicos que mantienen relaciones profesionales con asociaciones en los conceptos de gestión participativa y dinamización social. - Realizar actuaciones sectoriales dirigidas a la formación, información y asesoramiento de los equipos directivos de entidades que se sitúen en el campo competencial de la delegación municipal.

- Promover la cultura participativa en el diseño, elaboración y ejecución de las actuaciones municipales. Así como la constitución de experiencias de cooperación participativa en los sectores de implicados.

- Incluir

planes de fomento del asociacionismo dirigido a promover proyectos asociativos en los programas de intervención social.

- Convocar premios de investigación social, convenios con universidades y otras entidades, becas de investigación, etc. centrados en las diversas realidades del

El municipio de San Juan de Aznalfarache padece un considerable déficit de equipamientos e instalaciones socioculturales, que se hace especialmente más relevante, para aquellos ciudadanos que habitan las zonas más alejadas del centro neurálgico donde su ubican la mayoría de los servicios públicos del municipio y las dependencias municipales. Desde el Ayuntamiento se ha dotado a un considerable número de entidades de sedes sociales mediante la cesión de uso indefinido de locales de propiedad municipal. Esta realidad ha favorecido la consolidación y estabilidad de estas organizaciones y supone un esfuerzo considerable de la sociedad local hacia las entidades beneficiarias. No en todos los casos, la comunidad social que habita en torno de estos espacios asociativos, se beneficia de la existencia de estas infraestructuras públicas destinadas a asociaciones, especialmente los dirigidos por entidades poco abiertas a su contexto y que hacen un uso casi privativo o seudohostelero de estos recursos. En estos casos, entendemos que no se están optimizando unos recursos que pueden ser fundamentales para mejorar los equipamientos y la dinámica social y cultural de algunos barrios. Nuestra propuesta se dirige a exponer fórmulas que repercutan favorablemente tanto en las entidades que utilizan estos espacios, como en la población que habita en sus inmediaciones. En primer lugar, habría que proceder a regularizar normativamente estas cesiones. Según los datos que disponemos no existen convenios reguladores en vigencia en ninguna de las cesiones efectuadas. Esta situación, aparte de ser una situación no ajustada a la legalidad, puede ser causa de un número

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considerable de problemas, en caso de que ocurran accidentes o conflictos entre las partes. En otro sentido, al no existir condiciones específicas sobre su uso, existe un vacío legal que puede dar lugar a interpretaciones subjetivas, a una utilización no correcta de estos equipamientos y a una inseguridad jurídica sobre las garantías de continuidad de la cesión. En segundo lugar, establecer determinadas condiciones en el convenio regulador que faciliten otras actividades y servicios de interés para el entorno social, compatibles con la actividad asociativa, impidiendo usos de marcado carácter privativo de estos equipamientos públicos. También sería interesante establecer ciertos compromisos por parte de las entidades usuarias, como por ejemplo adquirir posiciones más vinculadas con el entorno, realizar determinadas actividades, ofrecer o compartir servicios con el barrio o sector, etc. Esto sería especialmente útil en aquellas zonas y barrios más alejados de las dependencias municipales que ofertan estas prestaciones. La configuración y estructura viaria y urbana de la localidad y la orografía que condiciona gran parte de su término municipal provoca dificultades de acceso a determinados servicios públicos para muchos sanjuaneros y sanjuaneras que habitan zonas distantes de los equipamientos municipales y de determinados servicios públicos. La idea es optimizar los inmuebles como recursos públicos útiles a la comunidad, implicando a las entidades en su gestión y, por otra parte, también podría repercutir favorablemente en las propias entidades, creando oportunidades de promoción de las propias asociaciones en sus entornos más próximos y transmitiendo una imagen más positiva y útil al resto de sus vecinos. Algunas ideas sobre esta propuesta podrían ser:

- La creación de ludotecas - Espacios asignados en hora y días pora jóvenes. Sala de estudios.

- Bibliotecas de barrio y sala de lectura de publicaciones periódicas.

- Implantación de determinados servicios destinados a mayores y personas con problemas de movilidad. - Acceso público a internet.

- Escenarios de la actividad municipal en las

ofertas culturales, formativas y de ocio.

- Desarrollo de acciones informativas y de orientación determinados días a la semana.

- Experiencias de cogestión en recepción y tramitación de documentos, información municipal y orientación de gestiones.

- Lugar para asambleas y reuniones del barrio para informar o tratar temas de interés. - Presentación de actuaciones municipales de proyectos u obras que afecten al barrio.

- Lugares de atención de determinados servicios municipales en días concretos (empleo, mujer, consumidores, asesoría jurídica, etc. ).

juventud,

- Servicios de intermediación entre vecinos y Ayuntamiento.

- Campañas de sensibilización. - Recepciones de quejas y sugerencias. - Experiencias de descentralización de servicios municipales. - Compartir espacios con entidades que no dispongan de sede propia, compartiendo gastos de funcionamiento

c) Propuestas para el Consejo de Participación Ciudadana A nuestro entender se han dado pasos importantes en el desarrollo de la participación ciudadana y a ello ha contribuido, sin duda, la actividad del CLPC. Pero, por otra parte, se han obviado aspectos básicos que limitan la funcionalidad y la labor efectiva de dicho órgano en pos de un desarrollo más relevante de las posibilidades de participación social. La construcción de estructuras orgánicas para articular la participación social no suelen alcanzar un grado de efectividad en correspondencia a las expectativas que suscita si, previa o complementariamente, no se actúa sobre el fortalecimiento e instauración de hábitos y de cultura participativa que, en concreto, en este municipio, están a un nivel muy primario. Nadie nace sabiendo participar socialmente, ni hacer un uso acertado de los recursos y medios que se instauran para este ejercicio de ciudadanía. Menos aún con nuestros antecedentes históricos recientes, donde la cultura autoritaria subyace en muchas actitudes cotidianas. Creemos que, en cierta medida, el proyecto que suponía la constitución del CLPC se ha construido de manera desequilibrada, desarrollándose su estructura orgánica y procedimental que ha correspondido a la labor

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institucional, mientras que la parte que correspondía a la ciudadanía y a sus aportaciones al proyecto, posiblemente su aspecto más interesante, no se ha desarrollado apenas. No se ha contemplado con la suficiente atención cuestiones fundamentales, como que nuestra débil realidad asociativa no es nada más que el reflejo de una comunidad con problemas de identidad, integración y cohesión social y que, desde esta difícil situación, es complejo alcanzar niveles de implicación y vinculación que permitan el desarrollo de actitudes participativas y esto no puede subsanarse automática y exclusivamente con la instauración de un órgano de participación. Es un paso importante, pero no es en la única dirección en la que hay que trabajar. Se hace necesario una profunda labor pedagógica que asiente entre la población los conceptos de que es necesario e importante intervenir en los problemas y asuntos que nos afectan a todos como comunidad, que la participación ofrece beneficios a quién la ejercita, que es fundamental opinar y que se nos escuche, que las decisiones que afectan a nuestro entorno físico y social no tienen por que tomarlas siempre las mismas personas. Didáctica social y política, en su mejor sentido, para enseñar a formar parte activa de una sociedad. Creemos que en esta orientación se encuentran las principales deficiencias que en este estudio se han observado, destacando como ejemplo de este diagnóstico, la reducida actividad participativa que, según los datos obtenidos, presentan la mayoría de los integrantes del propio Consejo y que nos confirma en nuestras conclusiones de que disponer de un instrumento de participación no sirve de mucho, si sus destinatarios no poseen capacidades efectivas para el ejercicio de esa participación por carencias de hábitos y de cultura participativa. A nuestro entender habría que reconducir los objetivos propuestos y gran parte de la actividad actual e incidir en los aspectos formativos y didácticos. Realizar un ejercicio de reorientación sustituyendo parte de su funcionalidad actual por una función de promoción de la participación social, donde se prioricen los elementos dinamizadores y formativos hacia la participación, donde tengan mayor relevancia las acciones dirigidas a fomentar e impulsar la cultura participativa que las labores institucionales y de carácter

más administrativo. Se trata, en definitiva, de crear bases sólidas y estructurales para que se alcancen ciertos niveles de auténtica participación social y esto es una labor que tendrá sus frutos a medio y largo plazo. Siempre y cuando, se tomen las oportunas decisiones y se doten de los necesarios recursos y medios humanos, materiales y económicos. A continuación exponemos una serie de ideas que podrían ser de utilidad para mejorar el funcionamiento del Consejo Local de Participación Ciudadana.

- Establecer

objetivos semestrales, de carácter práctico y ajustados a las posibilidades reales de consecución, aunque no sean demasiado relevantes, que aporten sensaciones de avance y progreso. Es importante dar pasos sólidos que permitan ver una clara utilidad del proceso participativo, consolidando determinados logros y objetivos relacionados con su cometido.

-

Elaborar programaciones mediante una planificación de acciones y proyectos orientadas a prioridades evidentes. Sería importante empezar desde posiciones básicas y elementales.

-

Crear una estructura organizativa más operativa donde prevalezca los temas relacionados con la dinamización ciudadana y asociativa, restringiendo la actividad administrativa o de decisiones relacionadas con procesos institucionales a los órganos de dirección o a una comisión permanente. Sería interesante que los representantes asociativos centraran su labor en temas más próximos a sus campos de interés. Institucionalizar en exceso la actividad del CLPC podría provocar una pérdida de atención al proceso por parte de éstos.

-

No limitar el funcionamiento del CLPC a las asambleas trimestrales, ni a las actuaciones de los órganos de dirección. Sería importante crear comisiones de trabajo en las distintas áreas competenciales con una programación definida en los pasos, cometidos y temporalidad que marcase claramente la labor a realizar con el apoyo y asesoramiento de técnicos municipales.

-

Dinamizar desde el CLPC la labor interna de las asociaciones con sesiones dedicadas a conocer e intercambiar las distintas experiencias de los equipos

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directivos de las entidades, donde cada representante pueda comentar sus propias realidades asociativas.

- Elaborar un código de buenas prácticas asociativas que oriente a los equipos directivos y responsables asociativos sobre como realizar una correcta gestión participativa de sus entidades.

-

Canalizar las relaciones Ayuntamiento entidades a través del Consejo de manera que todos sepan la actividad, demandas y proyectos del tejido asociativo en general. El CLPC podría posicionarse como el interlocutor principal de las entidades locales, estén o no representadas personalmente, evitando sensaciones o actitudes de ciertos privilegios o tratos especiales hacía determinadas asociaciones.

- Impulsar iniciativas y mociones al Pleno Municipal que vayan creando una cultura participativa en los procedimientos y actuaciones administrativas, en la actitud y comportamientos de los empleados públicos y responsables políticos.

- Estimular la actividad asociativa a través de premios o reconocimientos.

- Establecer y consolidar vías de contacto con otras experiencias participativas que pueden estar desarrollándose en otros municipios para promover intercambios de información.

- Crear

una biblioteca de recursos asociativos con documentación, bibliografía y otros soportes y contenidos relacionados con el mundo asociativo que pueden ser útil para la consulta o la formación.

- Realizar

acciones formativas sobre participación social y asociacionismo.

- Reivindicar una mayor dotación de recursos humanos, materiales y económicos que permitan una labor más eficaz en su cometido.

- Mejorar considerablemente la repercusión social de su funcionamiento, actividad y su imagen pública.

- Promover iniciativas de investigación y de conocimiento de las realidades de los barrios, por sectores, por temáticas relacionadas con la participación social.

- Premiar y distinguir a aquellos responsables públicos que se esfuercen más por establecer canales efectivos de atención y participación en su gestión. Establecer premios a las conductas y actitudes más participativas y también a las menos.

- Propuesta de un programa didáctico de

- Reivindicar su status de órgano consultivo, promoviendo su participación y su potestad para opinar y valorar sobre determinas decisiones y proyectos municipales. Así como a solicitar toda la información de interés que su actividad pueda necesitar de los órganos municipales.

- Elaborar informes, estudios, propuestas y sugerencias destinadas a potenciar la cultura participativa.

- Diseñar propuestas que permitan articular y regular aspectos básicos de los derechos de la ciudadanía (carta de derechos y deberes del vecino, de servicios al ciudadano, instaurar la figura de defensor del vecino, etc. )

- Convocar sesiones de información sobre los proyectos de cada entidad. La mayor actividad de algunas pueden suscitar cambios en otras o posibilitar acciones comunes.

- Programar actuaciones

que permitan mejorar la interrelación entre las entidades locales.

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escuelas de participación desde el que se promueva la participación social y la cultura participativa desde los centros escolares.

La asociación cultural es una entidad sin ánimo de lucro, fundada en el año 2002 y compuesta por un colectivo de personas inquietas provenientes del Aljarafe y el área metropolitana de Sevilla, comprometidas con la promoción, difusión y fomento de la actividad artística y cultural, así como de las iniciativas encaminadas a la dinamización y creatividad social. C/ Rodríguez Marín, 71 41920 - San Juan de Aznalfarache Sevilla Telf.: 657 632 199 E-mail: [email protected]

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