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Discurso de la Women’s International League for Peace and Freedom. Adilia Caravaca.
"Profundo agradecimiento para el Instituto Catalán Internacional Por la Paz, por conferir este premio “Constructora de Paz”, a la Liga Internacional de Mujeres pro Paz y Libertad, (LIMPAL/WILPF); al cumplir sus 100 años de existencia, que tengo el honor de representar como Presidenta Internacional actualmente. Muchas gracias también al Parlamento Catalán, por acogernos en su sede y ser parte de este momento. Este premio nos traído alegrías y nos ayuda a renovar fuerzas y esperanzas. Me acompañan en este momento tan especial para nosotras una delegación de nuestro Secretariado en Ginebra, a Emma Burgisser y María Muñoz, gracias por estar presente; igual gratitud para la delegación de la sección española aquí presente, y en especial a su presidenta, Carmen Magañón. Este reconocimiento, lo es para la historia y constancia de todas las mujeres de nuestra organización, de todos los continentes, que la hemos venido construyendo; guiadas por los principios y objetivos, de sus visionarias fundadoras; y desarrollando acciones inspiradas en estos, para mantener la esperanza de un mundo capaz de vivir con paz. No cualquier paz, desde sus primeras resoluciones, y a lo largo de su historia, con energía, la organización se ha adherido a un concepto de paz con justicia social. Ha sido parte de nuestro quehacer, mantener los mensajes de las fundadoras, construir una organización internacional, con muchas voces, de la diversidad cultural, de ideas y propuestas, de sus secciones a lo largo y ancho del planeta, unidas en políticas que se deciden en sus congresos, que se celebran periódicamente; para resistir frente al orden mundial existente, con autonomía y con propuestas.
Elena Grau, quien me ha precedido, ya se ha referido a importantes hitos del la historia de la organización. Hay muchos nombres conocidos, de prominentes mujeres de LIMPAL, como Jane Addams y Emily Greene Balch, que recibieron el Nobel de la Paz; y muchas reconocidas sufragistas de sus tiempo, pero esta organización es el resultado del trabajo de tantas mujeres, muchas anónimas, silenciosas, cotidianas, que realizan infinidad de tareas desde lo local hasta lo internacional; de lo internacional a lo local; esto me hacer recordar la canción del poeta Silvio Rodríguez:
“Me estremecieron mujeres que la historia anotó entre laureles y otras desconocidas gigantes que no hay libro que las aguante...”.
Entre las dos grandes, guerras una de nuestras más grandes secciones, la de EEUU, que tuvo la influencia de Jane Addams, debió abordar y tratar los temas de la lucha por los derechos civiles. Eran tiempos de linchamientos, de Ku Kux Klan, y mucho odio racial. LIMPAL constituida predominantemente por mujeres blancas, de clase media, debió enfrentar su propio racismo, sutil a veces, cargada de las presunciones y de la influencia manipulativa de los medios de comunicación; hubo tensiones; paralelamente esfuerzos por lograr cambios, entender y superar prejuicios. A lo largo de la historia, hemos cambiado políticas sobre temas críticos, como en Medio Oriente, gracias a misiones, visitas a los lugares y diálogos para escuchar a las mujeres ahí mismo. Hemos sido fuertes y también flexibles; capaces de cambiar, gracias a la actitud de escuchar. Seguimos en movimiento. La organización apoyó, los movimientos de independencia, de liberación de las colonias, ha apoyado la autodeterminación de pueblos indígenas, la lucha contra el Apartheid en África, ha sido parte del movimiento de paz, contra la guerra en Vietnam y todas las guerras, en realidad. Delegadas nuestras han participado en innumerables conferencias de la ONU, conferencias paralelas, sobre desarme, racismo, derechos de las mujeres, comercio y justicia, derechos laborales, derechos de las personas migrantes, derecho al agua, seguridad y soberanía alimentaria, derechos culturales, y muchos más. INSTITUT CATALÀ INTERNACIONAL PER LA PAU
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Nuestras fundadoras en la Haya, posiblemente no imaginaron, que 100 cien años después, todavía estaríamos luchando por los mismos objetivos que ellas formularon, y por mantener una organización de base, de mujeres de todo el mundo, unidas para lograr la paz. La prevalencia de guerras, de intolerancia, de amenazas al medio ambiente, de millones de personas desplazadas, de territorios ocupados; de campos de refugiados con vidas y generaciones en sufrimiento e inseguridad; deben llamarnos a ser muy humildes, al analizar el éxito, los resultados de nuestro trabajo; y al mismo tiempo, reconocer que las metas de entonces, fijadas por ellas, siguen siendo vigentes hoy, y exigiéndonos continuar. En los 100 años que han transcurrido, nuestro mundo ha presenciado enorme desarrollo científico y tecnológico, suficiente para superar la pobreza, proveer techos, alimentos, salud y educación para todos y todas en el planeta. Pero en cambio se ha privilegiado su uso para desarrollar armas y servir a las guerras; una gran industria de destrucción, que enriquece a pocos y conlleva muerte, domina importantes sectores de la economía mundial; y amenaza la misma supervivencia del planeta. Vivimos en un mundo de intolerancia, de permanentes guerras e inseguridad. Estamos aún lejos de tener sociedades que se centren en satisfacer las necesidades humanas. La paz parece más elusiva que nunca. LIMPAL/WILPF desde su inicio no se limitó a definirse como ¨feminista”, o de “igualdad de género”, pues ese término ni se había acuñado; sin embargo en su pensar, investigar y actuar, se comprende el luchar por trabajar y superar las raíces de la guerra, en forma comprensiva; ha abarcando también esas agendas. En la elaboración de un “Manifesto” para reafirmar el compromiso de seguir como organización; trabajando por la paz, hemos identificado al menos 5 grandes causas de guerra: El militarismo como una forma de pensamiento, y la militarización de las sociedades, de tal manera que las amenazas que se perciban, con probabilidad se van a enfrentar con armas en lugar de con palabras; cuya prevalencia implica grandes recursos de los presupuestos nacionales. Sistema económicos cuyo fin primordial es la ganancia de capital, aunque implique la explotación de la mano de obra y los recursos de los muchos, por unos pocos; sin reparo a los daños a las personas y al medio ambiente; generando conglomerados minoritarios de alcance global y enorme poder que no rinde cuentas; INSTITUT CATALÀ INTERNACIONAL PER LA PAU
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El sistema de Estado-nación como es hoy, que involucran los estados dominantes, con proyectos imperialistas, rivalidad entre países, fronteras en disputa, ocupación, y dentro de esas fronteras, con demasiada frecuencia, democracias fallidas, con represión política e intolerancia de la diversidad; Sistemas sociales de supremacía racista, con dominación cultural y jerarquía religiosa; conforme con lo cual, unas vidas valen más que otras, unas ideas y epistemologías se imponen, aún por la fuerza; El patriarcado, la subordinación de las mujeres por los hombres, en el Estado, la comunidad y la familia, perpetuado por la conformación social de los hombres y mujeres en identidades contrapuestas de género, limitantes y desiguales, favoreciendo las masculinidades violentas y feminidades complacientes. Cada una de estas causas de guerra, dan y seguirán dando pie a tomos de investigación y debates. Las manifestaciones de estas causas de guerra se interconectan y refuerzan. Nuestras respuestas, desde los movimientos sociales, también demandan, especialización, acciones unidas, concertadas. Mientras estamos aquí, no podemos dejar de pensar, que nuevas guerras lanzan a millones de personas a la miseria, en campos de refugiados. Según el informe reciente del ACNUR, nunca antes ha habido tantos refugiados y desplazados por la guerra, como actualmente. Pero es reconfortante ver como los grupos pro paz, cada uno con su riqueza, su historia, sus fortalezas, se unen en acciones en diversas iniciativas. Alimentar este movimiento pro paz es una tarea inmensa, y todo esfuerzo y aporte vale muchísimo. En nuestro Congreso y la Conferencia por la Paz, para celebrar el 100 Aniversario, del 26 al 28 de abril este año, en la Haya, discutiremos y planearemos acciones para construir una agenda de trabajo por la paz, con otras organizaciones. Ojalá muchas y muchos de Uds. nos acompañen. Necesitaremos mucha ayuda. Los resultados de esta Conferencia, como en nuestros orígenes, trataremos de llevarlos, para incidir en gobernantes, y también con otras organizaciones pro paz. Tenemos y mantenemos la voluntad de continuar, aprender en la acción, proponer soluciones, unir voluntades para la paz. Un gran esfuerzo mundial es requerido, para que suene una voz fuerte, unidas y unidos para la paz. INSTITUT CATALÀ INTERNACIONAL PER LA PAU
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Los objetivos y principios de nuestras fundadoras siguen siendo necesarios, en el mundo convulsionado de hoy. Tenemos una guerra aquí mismo en Europa, donde se siguen reclutando adolescentes para combatir y ya hay más de cinco mil vidas sacrificadas en Ucrania. Necesitamos seguir luchando, para que como dijo Aletta Jacobs en el Primer Congreso Mundial de Mujeres por la Paz, de 1915; logremos que la guerra sea una imposibilidad. La “imposibilidad” de la guerra debe ser una meta legal y ética.
Adilia Caravaca Barcelona. 24 de febrero, 2015.
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