diversiones orientales como tradición cultural: origen, génesis y antecedentes

Caracterización de las diversiones orientales como tradición cultural: origen, génesis y antecedentes Fabiola Mendoza Fernández / fabioladesegovia@ho

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Caracterización de las

diversiones orientales como tradición cultural: origen, génesis y antecedentes Fabiola Mendoza Fernández / [email protected] Universidad Nacional Experimental de Guayana Puerto Ordaz-Venezuela

Resumen Las formas de la cultura popular tradicional resultan ser de una variedad notoria: los divertimientos, fiestas de diversa índole que acompañan las costumbres más importantes de la vida de los individuos: nacimientos, ritos de paso o transición, enterramientos y funerales, etc., alcanzan o cubren, como expresión generalizada, la totalidad de las culturas. Si estamos en presencia de un rasgo universal es porque no existen grupos humanos ajenos a dichas expresiones, la correlación entre lo general (todas las culturas portan, en alguna medida, rasgos de la tradición) y lo singular (variantes sui generis de expresión de lo autóctono) ha sido durante siglos objeto de estudio de las ciencias humanísticas y sociales, unas veces bajo la perspectiva descriptiva donde prevalece lo puramente explicativo; otras, privilegiando lo interpretativo con intenciones analíticas. El estudio de las tradiciones populares se introduce en este texto en calidad de sustrato o contenido. La observancia de las mismas según los propósitos de la animación sociocultural aparece desarrollada en el capítulo anterior para establecer las bases generales sobre las que se estructura nuestra propuesta. Cabe a continuación hacer una presentación analítica de la naturaleza de las Diversiones con la premisa de que se trata de un cuerpo cultural cuya permanencia en el tiempo peligra, acechada por el arrastre de la modernidad. Para que esta sea comprendida debemos descomponerla en sus elementos y luego sintetizarlas bajo apreciaciones holísticas. Palabras clave: diversiones, tradición cultural, oriente venezolano.

RECIBIDO: 19-05-2004 • ACEPTADO: 22-06-2004

CHARACTERIZATION OF EASTERN ENTERTAINMENT AS A CULTURAL TRADITION: ORIGIN, GENESIS, AND ANTECEDENTS Traditional, popular culture forms turn out to be of an obvious variety; the diversions, celebrations of various nature which accompany the most important customs of individuals’ life: births, transition rituals, burials and funerals, etc, reach or involve (as a widespread expressions) all the cultures. If we are in the presence of a universal feature, it is because there are no human groups unaware of such expressions. The correlation between the general (somehow, all cultures carry features of tradition) and the particular (suigeneris variants of autochthon expressions) have been the study purpose of both social and humanistic sciences during centuries, sometimes under a descriptive perspective in which the purely explicative prevails, others, favoring the interpretative with analytic motives. The study of popular traditions are introduced in this text as a content. The observance of these , according to the purposes of socio-cultural animation, was developed in the previous chapter in order to establish the general foundations upon which our proposal is organized. Next, it is possible to makeent an analytical presentation of the nature of diversions with the premise that it is a cultural body whose permanence through time is in danger, watched by modernity’s impulse. For this to be understood, we must break the elements down and then synthesize them under holistic appreciations. Key Words: Diversions, Cultural Tradition, Venezuelan East.

Abstract 169

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¿

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Qué entender por Diversiones en el contexto de la cultura popular? Si buscásemos la alusión al significado de la palabra en enciclopedias o diccionarios especialmente diseñados para ello, lo primero que notamos es que no posee consenso como un término generalizado. Derivado del “Divertimiento” o como acción para entretener, las diversas culturas emplean los conceptos “fiestas”, “carnaval”, “recreo”, “entretenimiento” y otras para acuñar unas variadas formas de esparcimiento (1). En el contexto de la cultura popular venezolana las Diversiones se ofrecen como un todo donde se entrecruzan música, danza, teatro, parlamentos, participantes y espectadores apostando a una construcción simbólica de la identidad. Para su estudio en términos generales la referencia a los orígenes indígenas resalta como su sello distintivo, similar en sentido amplio al resto de las culturas, dígase América, África u otro espacio geográfico. Al decir de Pablo Velásquez podría inferirse una conexión ancestral con grupos originarios de la región: ... Históricamente es difícil darle una ubicación a estos hechos. Lo que sí se sabe es que las sociedades aborígenes antes de la conquista, hacían sus celebraciones rituales acompañados con instrumentos musicales característicos de esa cultura, y complementaban sus actos con hombres vestidos de animales y plantas que realizaban una danza de gran variedad rítmica y llena de gran colorido; esta información la hallamos en datos históricos proporcionados por diferentes autores que estudian la música y otros aspectos culturales de la sociedad latinoamericana, entre los cuales podemos citar a Miguel Acosta Saignes (1995: 7). Las Diversiones han llegado a nuestros días como una de las expresiones más genuinas de la cultura popular venezolana. La multiformidad de sus más de 250 manifestaciones es

una cifra más que evidente de la riqueza y diversidad que porta el país, dígase multiculturalidad étnica. Sólo en el estado de Nueva Esparta (2), por citar un ejemplo, alcanzan las 180. El pluralismo y la versatilidad en los ritmos, géneros e instrumentos musicales, bailes, vestuarios y coreografías, parlamentos teatrales, artesanía y un uso del espacio en el que tiene lugar la representación para producir sus desplazamientos y con ellos, la lógica de la acción, hacen que sea considerada uno de los bienes más representativos del patrimonio cultural nacional. Las Diversiones, tal como habíamos expresado, proceden de alguna forma de la época de nuestros aborígenes y, ni la salvaje colonización, ni la avalancha de modelos estereotipados que provienen constantemente de los llamados centros de poder, han logrado la destrucción y aniquilamiento de esas autenticidades culturales, al menos de aquellas más representativas y que han podido resistir los embates de la modernidad a ultranza. Cultivadas durante todo el año y tomando por asalto las calles, barrios, pueblos, islas, asentamientos rurales y las absorbentes ciudades modernas, entre los meses de diciembre, enero e inicios de febrero, se convierten en una justificación para la creatividad, que desborda los límites de la imaginación: con las Diversiones, los pueblos y sus gentes despiden el viejo año y saludan con alegría y ferviente fe, al nuevo. La extensión de las Diversiones cubre la totalidad del suelo venezolano. En el contexto de este artículo serán abordadas las Diversiones del estado Bolívar, dado que se nos ofrecían como el eslabón más débil en la cadena transmisora de la tradición; en otras zonas de Venezuela, las mismas conservan una vitalidad digna de ser

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tomada en consideración, aun cuando el peso de lo foráneo ha extendido sus tentáculos desde el mercado, los medios de comunicación y, en ocasiones, muestra su peor cara desde una débil concreción de la política cultural (privilegiando el peso de la cultura norteamericana en un intento globalizador y homogeneizante). Someternos pasivamente a perderlas hubiese sido lamentable; en cambio para conservarlas, ofrecemos la perspectiva de la animación sociocultural en su acepción de multiplicación como práctica cotidiana, según opera en el concepto introducido líneas atrás. Las Diversiones, objeto de nuestra atención, se ubican en el oriente del país. Ricas en manifestaciones autóctonas, las tradiciones están muy arraigadas en el alma de la nación. De allí emana una cantidad significativa de variedades representadas como pantomimas a imagen y semejanza de cosas reales o ficticias: especies de la fauna, la flora y/o de la mitología insular desde épocas antiquísimas (época precolombina) hasta hechos significativos que han marcado pautas en las historias locales y regionales, se han convertido en motivos básicos para su estructuración como un corpus cultural propio. Las Diversiones Orientales coincidentes en el tiempo con las festividades religiosas de Pascuas, Santos Inocentes, Reyes y Santa Inés (3), estuvieron marcadas desde sus inicios y a semejanza del resto de las culturas cuya base descansa en el modelo cristiano occidental, con celebraciones y rituales sagrados, incorpora con el decursar del tiempo elementos profanos. En el oriente del país también se le da el nombre de Diversión a una manifestación popular representada por una imagen que actúa como figura central o símbolo y alrededor de la cual se crean diferentes elementos, donde la imaginación del pueblo recrea su cotidianidad y da muestras de la capacidad creativa que se ha venido reproduciendo por generaciones. La posición estructurante de un símbolo, alrededor del cual se organiza el resto de las acciones, marca pautas decisivas en las formas de los desplazamientos en escena: de una posición central del símbolo, moviéndose hacia la danza, músicos y espectadores y viceversa. Esta manifestación posiblemente derivada del divertimiento –como ya habíamos indicado–, se ofrece como una expresión ligada a los orígenes del hombre. Al mantenerse muy arraigada en lo más profundo de la nación que la ha hecho suya y ha mantenido desde siglos atrás hasta nuestros días, es percibida por el imaginario popular desligada del estatismo con que se asocia lo relacionado con la tradición. Las discusiones entre los teóricos de la cultura popular, y sus cultores de lo que realmente es tradicional y de lo que no lo es, no aparece en este trabajo como un elemento esencial. Si 171

estamos hablando de cultura popular, entonces consideremos una base o soporte sobre la cual se levanta su continuidad, incorporando elementos significativos de la vida cotidiana bajo la dinámica de las mezclas. Concentrémonos entonces en analizar sus componentes. Para comprender la historia de las Diversiones es importante reconocer la gran capacidad creadora de sus portadores. La creación de una diversión cumplía diversas funciones asociadas a satisfacer deseos de alegrar a los miembros de una comunidad y ayudarlos a soportar los embates de la vida diaria. Expresiones habían sido de protesta, incomprensiones, burlas, cuestionamientos y dudas sobre los acontecimientos de la cotidianidad social, económica y política, fueron articulando diversos aspectos para ofrecer un todo integrado. Posiblemente sean las Diversiones una de las expresiones populares más comprometidas con el quehacer de nuestra colectividad. Nos atrevemos a afirmar que tienen mucho de nuestros indígenas y muy poco de culturas foráneas, en tanto continúan desarrollándose a partir de la simbología construida por los grupos étnicos y sus descendientes insertos en la modernidad, atados a la viva la raíz popular. La tesis que sustenta lo señalado es que la colonización trajo también y para quedarse, pautas culturales algunos de cuyos elementos permanecieron en el proceso de creación de la cultura nacional, pero ya con el sello de la autenticidad como producto del mestizaje cultural por un lado, y la capacidad de resistencia mostrada por las minorías étnicas en el proceso de desarrollo de la sociedad venezolana, por otro. Esta última ha garantizado la presencia de lo más representativo de sus tradiciones lo que ha hecho posible que hoy se mantengan como un bien patrimonial. Generalmente esta manifestación se observa en la época navideña. En el periodo comprendido entre el 15 y 24 de diciembre, a pesar de que cualquier día es bueno para enmarcar una diversión y se extiende hasta el 21 de enero, día de Santa Inés, o hasta el 2 de febrero, día de La Candelaria como ciclo festivo. En estas regiones del oriente venezolano, bañadas principalmente por el Mar Caribe y por los grandes ríos Orinoco y Caroní, ríos que atraviesan los estados orientales, a la vez, que son los más caudalosos de Venezuela, los meses de diciembre y enero constituyen el período de mayores crecidas, lluvias sistemáticas y tormentas tropicales, y éste fue el factor que bajo presión compulsó a los sectores vinculados a la economía pesquera y artesanal a recesar sus labores productivas, y dedicar ese tiempo al cultivo de las manifestaciones culturales, y a elaborar los enseres de la pesca, instrumentos para la artesanía que acompañaría las cosechas y posterior venta de sus producciones en las ferias y fiestas. • Volumen I • Número 2• Jul’-Dic’, 2004

De este modo esa etapa devino momento propicio para realizar festejos populares, como divertimiento. La práctica de estas festividades hizo que se convirtieran en días de asueto de este estado, por el peso que la actividad de la pesca representa para su población. Durante los 8 días de descanso destinados a la celebración de los carnavales – nombre con el que se comenzó a identificar la celebración popular– la cultura popular a través de las Diversiones Orientales expresa toda su magnificencia, poder de convocatoria y auténtico carácter popular. Se produce entonces una coincidencia en tiempo: las Diversiones se desarrollan entre los días en que se celebran las festividades religiosas. Un elemento de la naturaleza (ríos y mares) condiciona el desarrollo de la actividad económica (pesca y artesanía) y a su vez, el despliegue del desarrollo cultural (Diversiones). Dentro de los componentes de las mismas, merece dedicárseles atención especial a los aspectos simbólicos. ¿Qué entender por símbolo?, ¿qué poder de convocatoria esgrimen para convertirse en el centro de este proceso? El concepto de símbolo para las Diversiones podemos asociarlo a su milenario carácter alegórico, que dota de un significado una cosa o hecho fuera de su alcance corporal (4). Los símbolos más recurrentes utilizados por las Diversiones son precisamente aquellos que más vínculos tienen con la producción material, en un arrastre en el tiempo (embarcaciones o vapores, animales acuáticos y terrestres, y, no menos importantes las artesanías especialmente elaboradas para estos fines), los que de igual modo tienen mayores relaciones con la vida cotidiana de esas poblaciones. Las Diversiones abundan por todos los pueblos orientales, ya que era una forma muy amena de disfrutar la época navideña, aún, en los tiempos actuales. Ayer la Diversión tradicional tenía raíz indígena con sus características ancestrales, mágicas y rituales, supersticiosas y estilizadas, según su visión del mundo natural y el simbolismo que las envuelve. Luego de transitar el tiempo, y tras intercambios sucesivos de nuevas y viejas tradiciones, como resultado de las mezclas del europeo y el africano, las Diversiones nos llegan hoy, con cambios en los estilos, sonoridades musicales, textos y parlamentos, escenografías, coreografías y vestuarios; su desarrollo se ha acompasado con el transcurso del tiempo, y también la constante lucha de un lado por mantener sus raíces y de otro por seguir evolucionando, para adaptarse a los nuevos tiempos. La Diversiones Orientales pertenecen a las manifestaciones tradicionales nacionales. En cada localidad tienen características particulares, así tenemos: las Diversiones 172

de los estados de Monagas, Sucre, Anzoátegui, Nueva Esparta y Bolívar; estados, cuyas características de desarrollo económico, social y político, así como sus especificidades geográficas, clima y de fauna imprimen a estas expresiones de la cultura rasgos peculiares. Se conoce por Diversiones Orientales una manifestación popular tradicional en forma de teatro y baile popular callejero (comparsa), cuyo breve argumento siempre está referido a un personaje central o símbolo (ave, pez u otro elemento elaborado de forma artesanal), y en la que se destaca la alegría, los vivos colores y el sano esparcimiento. Participan mujeres, hombres, niños, niñas y adolescentes que cantan y bailan denominadas guarichas, acompañados por un conjunto instrumental, un abanderado y un enmascarado. En estas manifestaciones culturales se pone en juego la imaginación de la gente y es una clara muestra de la extensa capacidad creativa que se ha venido promoviendo por generaciones. Los símbolos, así como los parlamentos muestran –desde la cultura– el hecho social, económico y político que trascendió la época. De acuerdo con conjeturas de P. Velázquez (1960) sobre su origen, en un principio estas celebraciones eran ofrendadas a diferentes dioses antes de la llegada de la lluvia, la recolección de cosecha o ante un hecho social que tuviera gran significación para la población. Con la llegada del español se producen innumerables cambios en la vida social del indio venezolano: se introduce una nueva lengua homogénea, a diferencia del plurilingüismo étnico; se impone una religión en franca actitud de desprecio por la autóctona, y se produce una mezcla de valores que más tarde vuelven a modificarse con rasgos de la cultura africana esclavizada, para favorecer un criollismo por triangulación (5). Los patrones que pasan a guiar y/o encaminar estas celebraciones se basan en el santoral cristiano; sin embargo, a pesar de que la época en que se desarrollan coincide con los días de la llegada del Niño Jesús, y con otros festejos a deidades santificadas, el componente indígena se ha mantenido, de tal manera que en el oriente venezolano y en las demás regiones de la República, estas celebraciones son famosas por las representaciones de animales en las que se dan cita el humor popular, la música, el baile y la artesanía local. En el estado Bolívar se da como peculiaridad que las Diversiones coinciden con las festividades carnestolendas, dígase, las celebraciones del carnaval, por lo que el aspecto pagano está presente como en ninguna otra Diversión venezolana. De aquí que irradien las Diversiones Orientales hacia el estado Bolívar, adquiriendo en cada una de estas regiones, características bien particulares. Venezuela tiene una gran

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variedad de manifestaciones, y buen número de ellas son poco conocidas por el resto del país, en especial las de origen indígena, dada la forma fragmentada en que se introducen en la práctica social (nos referimos a los procesos de difusión a través de las escuelas, la literatura divulgativa en el contexto de los procesos de difusión). Lo anterior pudiera justificar de alguna manera, la existencia de manifestaciones poco conocidas, donde buena responsabilidad descansa en el estado por no dictar políticas efectivas en materia cultural, desfavoreciendo, en cierta medida la introducción y afianzamiento desde lo macrosocial de acciones tendientes a su fortalecimiento, así como por los propios procesos de desestructuración comunitaria que se suceden a lo largo de su desarrollo (movilidad geográfica de líderes, muertes sin sucesores, pérdida de apoyo y recursos, etc.). Ejemplo de esta realidad, según I. Farfán (s/f), son los pájaros de carnaval o diversiones del estado Bolívar Uno de los géneros menos difundido del país, solo se ha producido un libro dedicado únicamente a esta expresión y muy raramente se encuentra alguna pieza suelta en otras grabaciones al punto que en el propio estado Bolívar muy poca gente sabe de la existencia de las Diversiones originales de la región (p.73). Luego de profusas búsquedas que nos tomaron unos años, hoy podemos decir que en el estado Bolívar, sólo se conocen unas pocas familias (dos cultores) que ejecutan, tanto en música como en el baile y teatro estas diversiones. El tránsito entre generaciones atendiendo a los ciclos de vida y la forma en que se afianzan dichos conocimientos no se ha producido escalonadamente de manera tal que esté garantizada su continuidad en el tiempo, dado que la mayoría de ellos pasan de los 40 años. Encuentros cercanos con ellos ponen al desnudo una realidad que preocupa y que en cierta medida nos animó al propósito general que guía este trabajo: las generaciones más jóvenes no forman parte consustancial de las expresiones que cultivan esas familias, con el peligro de no existir una continuidad para preservarlas, lo que nos hizo inclinarnos hacia la animación sociocultural como una opción necesaria, cuando nuestra mirada a la cultura popular tradicional rebasa las intenciones de la academia en su vertiente de enciclopedista. Estos cultores, que han fomentado un movimiento aglutinador alrededor de las expresiones de la cultura popular, han tomado la iniciativa de difundirlo a pesar de que su alcance es limitado. Los apellidos no son extraños para los iniciados en la cultura popular: Ramírez y Vargas, de los cuales, la principal propulsora de esta manifestación ha sido Mariíta Ramírez (6). En Guayana tenemos información de las diversiones del estado Bolívar desde el siglo XIX (1890 aproximadamente); 173

así lo podemos comprobar en la obra de Ivo Farfán (antes citada), cuando hace referencia a que Alejandro Vargas iba a las casa de familias amigas, que él consideraba como su clientela, y demostraba su arte popular, similar a los mecanismos de difusión que se utilizan en la cultura popular desde siglos anteriores, a diferencia de las convincentes y legitimadas aseveraciones en las que descansan las investigaciones cuando se cuenta con un estructurado archivo que respalde las afirmaciones, no suficientemente comprendido desde las metodologías elaboradas desde la vertiente ortodoxa de la academia. Pero dejemos que sea el profesor José Antonio Abatí quien, a través de su vivencia, nos relate esta interesante e ilustradora expresión de la cultura angostureña. Un mes, tan solo un mes necesitaba Alejandro Vargas para organizar sus comparsas y lanzarse a las calles de la vieja ciudad de Angostura, en procura de ganar ciertas prebendas de orden cultural, se nos pierden los nombres de los hombres y jóvenes contratados para soportar el peso de la alegoría de turno en el discurso anual. Unas veces fue El Valentón, otra fue La Garza Paleta, en ocasiones Un sapo, bajo el ritmo de la guasa guayanesa que es una mezcla de merengue venezolano con calipso (s/f: 16).

Rasgos que la caracterizan como expresión cultural

Enmarcadas las diversiones dentro del contexto de la cultura popular tenemos que, desde siempre, éstas han fungido como cultura alternativa en el sentido que se han preservado como producto del ingenio y la imaginación colectiva, extendiéndose como una representación colectiva asumida. La capacidad de adaptación, como respuesta ante la presión de los cultivadores al presentar rasgos renovadores (propios o ajenos), traducidos y acomodados a sus intereses como fuerza creadora, ha propiciado la introducción de nuevos componentes y/o su readaptación. Se piensa en la cultura • Volumen I • Número 2• Jul’-Dic’, 2004

como manifestación de desprendimiento artístico y se ignora en todo caso este aspecto eminentemente estético (importante como elemento de nuestro crecimiento individual y colectivo), como un producto de largos procesos donde la cultura se decanta y enriquece sus propios sustratos de identidad. La cultura es entonces la expresión de estas instancias virtuosas sedimentadas a través del esfuerzo de los hombres. La Diversión es una de nuestras manifestaciones más totalizantes; ella representa un texto socio-espiritual donde el universo del hombre se manifiesta en un plano de elevado fervor, dado que en su ejecución éste aparece mitificado en sus diferentes facetas, concatenado a su vida práctica. La cultura y sus distintas expresiones –incluyendo la que nos ocupa– no existen independientemente de su modo de producción y reconocimiento; es decir, no podemos explicarla descontextualizada de la dinámica socio-humana donde se da como realización del hombre. Tradicionalmente se nos ha dicho y hemos vivido la experiencia de la diversión como “Manifestación colectiva propia de la temporada de Pascua, pero de carácter eminentemente festivo y alegre” (Cervigon Paraguachi, 1980: 9), pero encasilla este supuesto, circunscribiéndolo sólo a una instancia donde el entusiasmo del hombre potencia su resplandor; sería como fragmentar parte de un universo polisémico y multifacético, generador por excelencia de estados de ánimo colectivos, propios de nuestro campo cultural referencial. A diferencia de muchas otras manifestaciones culturales, la Diversión entraña por excelencia tres momentos de la tradición: lo material, espiritual y la totalidad que constituye la cultura. Alrededor de éste se expresa en un teatro de calle todo el cúmulo de procesos vivenciales del vecindario, sector o

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barrio, etc., representativo en la formulación de los discursos de dimensión extraindividual y socializadora (7). Cuando hablamos de la Diversión hacemos alusión a una elaborada expresión donde se representan cuentos, mitos, trabalenguas, leyendas y fábulas de la cotidianidad, dando preferencia al mundo de la oralidad en su irresoluble contradicción: asentar en cuerpos escritos conserva en tanto trasciende espacios y tiempo pero bajo los riesgos o en detrimento de su autenticidad. El motivo de una Diversión va más allá de un motivo artístico que tenga como centro la diversión del grupo. Se trata de una participación colectiva que encuentra sus raíces en el afán de expresar diferentes circunstancias de su entorno familiar, afectivo, paisajístico, social en sentido amplio. Es importante destacar que el proceso de elaboración y montaje de la Diversión se lleva a cabo dentro en un ambiente armónico de solidaridad y de sentido colectivo, cuyo éxito se debe a una actividad de conjunto en la que participan un gran número de personas, la cuales desempeñan un papel igualitario en el proceso. Cuando la Diversión (como corpus colectivo) atraviesa las calles, significa un estado de satisfacción de la agrupación expresado en la letra, música, drama y desplazamientos en el espacio, significativos y extensibles a los sujetos sociales no involucrados; pero, en el estudio de este aspecto, por demás relevante y de gran significación, en el proceso de elaboración (preparación sistemática y colectiva), es donde está la verdadera trascendencia socio-espiritual de la diversión. En tal sentido las Diversiones presentan las siguientes características: -Son manifestaciones tradicionales, cuya antigüedad histórica conduce a un conjunto de conocimientos enseñados de generación en generación, sin que sepamos quiénes fueron sus primeros creadores, ni dónde, cuándo y cómo las pusieron en práctica o escenificaron por primera vez; ni siquiera, si en ese devenir del tiempo sufrieron algunas alteraciones o modificaciones para llegar a nosotros tal como las conocimos o nos las contaron nuestros antepasados dignos de la mayor credibilidad. -Tienen un carácter eminentemente popular por la participación de amplios sectores de la sociedad: clase obrera, pescadores, campesinos, artesanos, amas de casa y otros. En general se generan en comunidades con escasos recursos. Durante las celebraciones se produce un entrecruzamiento entre todas las clases sociales, incluyendo a los sectores medios. -Expresan la vida cotidiana de sus portadores. -Revelan las estructuras de la vida económica, social y política de la sociedad.

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-Su surgimiento estuvo condicionado por un tipo de economía prevaleciente: la pesquera, así como por la situación geográfica donde están ubicados los pueblos orientales. -La naturaleza del símbolo –mensajero de otras épocas culturales– se correlaciona con el contexto cultural y se transforma en la medida en que cobran cuerpo y fuerza determinados aspectos de la realidad, circunstancialmente significativos en un espacio y tiempo determinado, reciclándose en ciertos períodos.

Temas de la diversión Las Diversiones muestran, a través de sus expresiones: -Alegría por una buena pesca. -Pérdidas humanas y materiales significativas para la comunidad. -Recuerdo de hechos o acontecimientos de la comunidad. · Inspiración libre o ganas de pasarla bien. En su acepción tradicional las Diversiones constan de los siguientes elementos:

La letra: encierra el contenido que atiende a diferentes intenciones conformadas de la siguiente manera: la introducción y presentación del símbolo, las estrofas, posteriormente el coro, a continuación la despedida y la ñapa (cuando se le adicionan fragmentos de los ya desarrollados). La música: los géneros fundamentales son clasificados como parrandas, fulias, gaitas, guasa, merengue, calipso, y

están formados por un estribillo que a un ritmo rápido se ejecuta antes de empezar la diversión en sí y entrar las guarichas (bailadoras)(8). Los instrumentos utilizados son el cuatro, el tambor, bumbac, el furruco, la maraca, la guitarra, la mandolina y charrasca. El drama: representa el motivo que lleva el compositor para celebrar la Diversión, traducido también como estructura rítmica musical. Éste se escenifica en forma graciosa y los parlamentos son improvisados por los actores. El drama se desarrolla durante la trayectoria de la manifestación, algunas veces las guarichas toman parte en el drama sin dejar de bailar. Los personajes: el abanderado va delante de la manifestación, le corresponde cubrir la cara en la cual se va a bailar la diversión. Las guarichas cantan y bailan los versos, de la diversión son los personajes principales y a ellos les corresponde el movimiento, son en cantidad infinita pero en números pares. Los músicos van delante de la diversión, imprimen la alegría, entusiasmo y ritmo. El bailador: se disgrega o despliega por las calles con el símbolo imitando sus movimientos y forma parte de los autores del drama. Sus movimientos son libres. El vestuario: debe corresponder al sentido tradicional de alegría y festividad, en cierta relación con el símbolo, las guarichas completan los atuendos con vestidos, argollas, pavitas, alpargatas y collares de vistosos colores. El símbolo: se asemeja a la figura que se quiere representar y es el personaje principal de esta expresión popular tradicional; lleva una carga fuerte de creencias, del quehacer cotidiano y de preservación de la ecología del sentimiento y sentido de pertenencia de la colectividad (9). El escenario: la calle y sitios cerrados como son las canchas, hoteles, escenarios y otros. Estos elementos que distinguen a las Diversiones dan la medida de su alcance y visión totalizadora de la comunidad. Otros elementos de las diversiones son: los pitos, los bates, el anzuelo, redes, y todo lo necesario para la fauna que se quiere representar.

Notas 1

Los trabajos sobre fiestas populares aparecen respaldados por investigaciones de naturaleza histórica, antropológica y de las artes en sí. Una clasificación para el estudio de las fiestas de mucho valor metodológico mezcla las de naturaleza religiosa con las patronales, al desglosar su forma de comportarse con indicadores asociados a: nombre popular, fecha de celebración, si se lleva a cabo en períodos laborales o festivos y su distribución: procesiones, romerías, santuarios, rituales religiosos no litúrgicos, personajes disfrazados, representaciones públicas, música, danzas, bailes, presencia de animales, elecciones de figuras a elogiar o rechazar, juegos, concursos y bromas públicas; deportes, gastronomía, financiación, áreas de atracción, fuentes informativas y actividades económicas de la localidad. Esta guía es divulgada como ficha etnográfica en varios trabajos sobre el tema y en particular fue introducida en este trabajo tomándola de: Técniques D’Investigació en Antropología Social de X. Roigé, F. Estrada y O Beltrán. P. 128-1230. El libro La Parranda del investigador cubano refiere al autor M. Kelly donde enfatiza: “una fiesta pone en evidencia los roles comunitarios habituales de la gente que en ella participa, por lo tanto refleja el orden social que prevalece en la comunidad” (pág. 16). Como se argumentará en lo sucesivo el comportamiento de las Diversiones objeto de nuestro análisis lo dicho adquiere máxima vitalidad. 175

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Por Diversiones de Nueva Esparta estamos considerando al “Pájaro León”, “El venado”, “La piragua”, “El cochino”, “El carite”, “El pájaro guarandol”, “La langosta”, “El cangrejo”, “El manare”, “La burriquita”, “Sebucán”, “La mariposa”, “El pez loro”, “El sapo”, “La sirena”, etc. Mayoritariamente representan peces y pájaros asociados a las actividades fundamentales del lugar y la preservación de la ecología. Tomado de Diversiones Orientales de Pablo Velásquez (1995). 3 Cada pueblo venezolano tiene un santo tutelar y anualmente celebra sus fiestas como ceremonias eclesiásticas, procesiones, juegos para niños y adultos, ferias y bailes populares en lugares públicos. Las Diversiones coinciden en fecha con la celebración de la virgen de Santa Inés, patrona de Cumaná Estado Sucre, en Monagas, Nueva Esparta y Anzoátegui durante la navidad. 4 La literatura antropológica utiliza el concepto de símbolo para referirse a un aspecto verbal o no-verbal que viene a representar algo, sea coincidente o no. No se da necesariamente una conexión entre el símbolo y lo que simboliza. Una exploración de la diversidad humana con temas de la cultura hispana. C. P. Kottak, p. 34. 5 Venezuela constituye un mosaico cultural constituido en sus orígenes por los arawacos (cuenca del lago de Maracaibo y en los Estados Lara y Falcón), timotocuicas (Andes) y los caribes (por todo el país). Actualmente hay más de 37 etnias indígenas bien definidas; todas ellas con una gran riqueza de manifestaciones; por otro lado en la actualidad, Venezuela tiene 23 estados, un Distrito capital y Dependencias Federales. Cada uno de ellos con gran número de pueblos, ricos en tradiciones. 6 Músico, investigadora y promotora cultural nacida en Ciudad Bolívar. Comienza su carrera musical como estudiante de piano para luego dedicarse a la música popular. Es Directora de la Fundación Para Para que cuenta con 20 años de trabajo en la preservación de las tradiciones guayanesas. De sus investigaciones ha editado “Quiminduñes” que es una recopilación de juegos tradicionales. Sus publicaciones han aparecido en Ciudad Bolívar, es la cultora que queda viva. Esto aparece en el libro Diversiones del Estado Bolívar de la autora de este artículo, Fabiola Mendoza Fernández (2003: 20). La cultora Mariíta Ramírez y la autora de este artículo han mantenido estrechas relaciones de trabajo desde el año 1992 a partir del apoyo recibido en el estudio, difusión y tratamiento de las manifestaciones del estado Bolívar. Parte de este texto se debe a esta colaboración. 7 Folklore, ciencia del pueblo. Folklore quiere decir, conjunto de tradiciones, creencias y costumbres de las clases populares. La palabra folklore, la primera vez que se usó, fue en 1846, por un arqueólogo inglés de nombre Wiliam Thons en la publicación de Altheum. Este arqueólogo, quien coleccionó y estudió las tradiciones, leyendas y supersticiones populares antiguas de su región o su país y no encontró una palabra adecuada con que distinguirlas, se valió de una de las voces arcaicas, es decir, antiguas del ingles: folk, que significa gente de pueblo y lore: enseñanza, conocimiento. El folclore o folklore tiene la finalidad de recoger y publicar todos los conocimientos del pueblo en las diversas ramas de la ciencia, los proverbios, cantares adivinanzas, cuentos, leyendas, tradiciones y demás formas poéticas. También los usos y costumbres, ceremonias y fiestas familiares, ritos, juegos infantiles en que se conservan más firmes los vestigios de las civilizaciones pasadas, todos los elementos contenidos en la tradición y conservados de generación en generación, más que todo en forma oral, que sirvan para la reconstrucción y conocimiento de la historia de un pueblo, de una región o de un país. Al respecto el libro ya citado, La Parranda, insiste en que “La concepción folklórica, visto el folklor como un suceso vivo, inmediato, capaz de revitalizarse con el accionar de los grupos sociales y no como una especie de muestra teatral de cosas de viejos, propició los sincretismos necesarios por encima de los conceptos de clase o de eventualidades económicas o políticas” (pág. 101). 8 Por Fulias se entiende un género musical que en el Oriente es de acento grave, lento, de carácter lírico y es interpretada por un solista y acompañamiento de cuerdas heredera fiel de la folía española. El Calipso es una danza acriollada como danza carnavalesca de Las Antillas, al que se le incorpora en Venezuela determinados instrumentos como el cuatro, el rayo, las maracas y la campana, a los ya existentes: tambores bumbac completando un cantante solista y un coro antifonal. El merengue o también conocido como tango merengue venezolano como simbiosis derivado de los antiguos tambos negros que es el teatro cantado con sentido crítico y humorístico y difiere del dominicano, lo ubicamos en la zona central del país. Por otra parte también es conocido como guasa o mabil por su práctica en casas de cita o mabiles como crítica social y política por excelencia, al tiempo dejó su origen y se convirtió en baile de salón a fines de la década del 30. La gaita es un género y no un instrumento musical y es derivada del árabe al gaida que se deriva del flauta pastoril como música vivaracha de la región Zulia para expresar sentimientos religiosos o temas humanos humorísticos. Esto aparece en Venezuela Caribe y música de Rafael Salazar y Oswaldo Lares del año 2003. 9 Un folleto de la Fundación Bigott, a propósito de una exposición montada acerca de las Diversiones, señala que: “Su denominación, su música, la forma literaria empleada en el canto y los instrumentos musicales son elementos culturales propios del hombre criollo. En cambio el hecho de representar a la figura central mediante una armazón a manera de símbolo y la misma acción teatral que se improvisa, pareciera más bien vincular esta rica tradición con lejanos ritos pertenecientes a pueblos indígenas de la región, se imitaba a los animales para identificarse con ellos”. (De Oriente venimos, 2000: 4).

Bibliografía Colombres, A. (1997). La cultura popular. México: Coyoacán. Díaz, J. de Dios (2000). Diablitos y Juiqui-Juiqui. Identidad cultural del Carnaval de Carúpano. Estado Sucre, Venezuela: IEETPA. Farfán, I. (S/F). Juglar de Angostura. Estado Bolivar, Venezuela: Angostura. Fernández, A. (2003). Historia y crónica de los pueblos del estado Bolívar. Barquisimeto: Horizonte. Hernández, J. (2000). La parranda. La Habana: Fundación Fernando Ortiz. Museo de Arte Popular de Petare (2000). Las diversiones en la tradición festiva venezolana. Venezuela: Fundarte. Quintana, E. y Silva C. (2002). Jornadas regionales de reflexión sobre la danza tradicional popular en Nueva Esparta. Compilación de ponencias presentadas en 1997, 2000 y 2001. Nueva Esparta: Alcaldía de Arismendi. Saignes, M. (1966). Sobre los orígenes del folklore en Venezuela. Caracas: Instituto de Antropología e Historia. Strauss, K. (1999). Diccionario de cultura popular. Caracas: Fundación Bigott. Velásquez, P. (1995). Diversiones Orientales. Venezuela: Fondo Editorial del Caribe.

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Caracterización de las diversiones orientales como tradición cultural • F. Mendoza

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