Divulgación de la ciencia, puente entre ciencia y cultura Margarita Blanco Velasco Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología de Michoacán. Correo electrónico:
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La ciencia y la cultura son tradicionalmente, considerados como ámbitos muy distintos del conocimiento. Por un lado la ciencia se encarga de la realidad empírica mientras que la cultura es más cercana a lo imaginario, a la libre creación y al placer de la contemplación estética. Mientras que la ciencia se basa en la observación, en la experimentación y el razonamiento lógico, el arte logra sus resultados gracias a la creatividad del autor, y al trabajo que lleva a cabo para que la realización de su obra se lleve a cabo de la mejor manera.
Sin embargo, ambos mundos no son necesariamente excluyentes, Los investigadores y los creadores tienen en común el interés por el conocimiento, lo cual se convierte en uno de los lazos principales que los unen.
Uno de los personajes más importantes en el que coinciden por igual la ciencia y la creación artística es Leonardo Da Vinci (Florencia, Italia, 1452-1519). Este pintor, escultor, arquitecto y músico también fue herborista, botánico y aplicó su ingenio a la mecánica, la geografía y las matemáticas
Otro caso sería el de Salvador Dalí, genio surrealista español en cuya pintura (véase, por ejemplo, La persistencia de la memoria y Galatea de las esferas) refleja la relación entre el ser humano y su mundo, mediado por la tecnología.
Dalí, interesado por la teoría de Planck e impresionado por la explosión atómica de Hiroshima, refleja en sus obras Idilio atómico ucranio melancólico y Leda atómica,, por citar algunas, la preocupación por las consecuencias de las aplicaciones tecnológicas a la guerra . Dalí utiliza las matemáticas en la resolución de sus creaciones, como lo demuestra la armonía de las formas geométricas.
Wylie Sypher en Literatura y Tecnología, hace referencia a la colaboración entre estos dos mundos: “las teorías de la relatividad se han utilizado para explicar el concepto vigente en la pintura a partir del cubismo. Las técnicas empleadas en la psicología de la visión han contribuido al arte óptico, la topología, la electrónica y la dinámica de campos han influido en el expresionismo abstracto, en la música concreta, en la poesía letrista. La interacción entre la tecnología, la ciencia y las artes nunca había sido m+as frecuente, Los tecnólogos su vez se han adaptado a los métodos del impresionismo abstracto”. (1) | La ciencia es parte de la cultura, busca demostrar Rolando Isita en su tesis de doctorado en comunicación. Esto si entendemos a la cultura no como el conjunto de manifestaciones artísticas sino en su sentido más amplio como un sistema global que incluiría a la ciencia, la ideología y lo social. Cada uno de estos subsistemas determina el resto. Es decir, la ciencia no es un sistema aislado de los otros sino que todos interactúan constantemente.
En el caso específico de la ciencia, siempre siguiendo a Isita Tornell, la aplicación de innovaciones de carácter tecnológico tienen efecto en las sociedades, ya
sea por reconversiones industriales, efectos en el medio ambiente, en la salud o porque trascienden las conductas”.
Hemos llegado a un punto en el que es necesario determinar lo que entendemos por cultura si queremos tocar la relación de ésta con la ciencia. Hay múltiples definiciones pero, para nuestros fines analizaremos dos vertientes principales:
La cultura es arte. Para algunos pensadores como Eliot, Ortega y Gasset y Croce, la cultura la constituyen las manifestaciones más refinadas del espíritu humano y, por tanto, está destinada a una minoría de conocedores que son capaces de apreciarlas.
En esta distinción estaría la concepción de Snow, quien habla de dos mundos, el humanístico y el científico que, a pesar de ser distintos, tienen igual peso en la educación y en la configuración de campo cultural.
La cultura como toda manifestación del ser humano E. B. Taylor, (1874 define ala cultura como un “conjunto complejo que incluye conocimiento, creencias, arte, moral, leyes, costumbres y otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad”.
El riesgo de entender a ciencia y arte como por separado, es la superespaecalizaciòn de cada uno de ellos y la ausencia de colaboración de dos mundos complementarios. En cambio, hablar de cultura como toda manifestación humana, si bien permite ser más incluyente es en muchos casos una concepción desconocida para un público que relaciona comúnmente lo cultural con lo artístico.
Esta segunda concepción, precisamente por la integración de distintos ámbitos una mayor interrelación entre ellos, objetivo que buscamos al hablar de la relación de ciencia y cultura, nos ayuda a situarnos en una época postmnoderna, en donde el pensamiento se ha vuelto complejo y en donde las disciplinas ya no mantienen fronteras tan definidas.
Entonces, valdrá la pena abrazar la segunda concepción y buscar en cada ocasión en que hagamos referencia a lo cultural explicar que hablamos del conjunto de manifestaciones humanas y de la ciencia y el arte como parte de ésta.
En este contexto, lo que une a la ciencia y las artes es su pertenencia al mismo conjunto de lo cultural. Ambas son manifestaciones humanas, ambas son visiones integradoras a través de las cuales pude conocerse el espíritu de una época.
Ciencia y arte tienen en común su preocupación por el conocimiento y éste ha dejado de ser simple para pasar a ser complejo y por tanto puede ser explicado desde distintos sentidos. De ahí la necesidad de intercambio cada vez más necesario entre ambos.
¿Y la divulgación de la ciencia?
La divulgación de la ciencia, entendida como la transmisión de conocimientos científicos a la población y como búsqueda de fomentar el interés por el conocimiento científico, busca entre la población el placer de la lectura y el descubrimiento del conocimiento a través de experiencias enriquecedoras, que vienen a complementar a la educación formal. La divulgación de la ciencia y la literatura de ciencia ficción, en donde la imaginación nos lleva a mundos fantásticos que sin embargo tienen como inspiración el acelerado desarrollo de la ciencia y la tecnología, se convierten en vínculos o puntes entre la ciencia y el arte y las humanidades. La divulgación del conocimiento científico no puede estar aislada con la divulgación de las humanidades, no puede dejar de lado a la investigación sobre temas sociales, filosóficos, históricos, en beneficio de las llamadas “ciencias duras”. Es decir, los encuentros que tiene el divulgador de la ciencia con el promotor cultural son múltiples: ambos tienen interés por hacer llegar a un público más amplio el conocimiento, ambos intentan encontrar un lenguaje sencillo para que la mayoría d la población conozca la obra de los especialistas, ambos son admiradores de la belleza (hay espectáculos científicos como la observación astronómica o el estudio de los animales que despiertan en el observador el asombro). Ambos buscan, a través de la palabra o la imagen, narrar historias y tocar temas de forma que logren capturar a los lectores y adentrarlos en el conocimiento. La literatura, nos muestra Ana María Sánchez, puede ser un excelente recurso para la divulgación. En conclusión, éste es el tiempo para que quienes realizan divulgación de la ciencia reflexionen sobre su actividad y las relaciones con otras disciplinas, las cuales se transforman constantemente en un mundo cambiante.
Notas. 1.- Citado en B. Rivera, Jorge, El periodismo cultural, Paiidós, Buenos Aires, 2000, . 2.- Isita Tornell Rolando, Ciencia y propaganda en España, Información científica en ABC Diario 16 y El País, 1982, 1986, 1992, 1995. Tesis de doctorado en ciencias de la información. Universidad Complutense de Madrid, 1995.
Bibliografía: B. Rivera, Jorge, El periodismo cultural, Paiidós, Buenos Aires, 2000, .
Isita Tornell Rolando, Ciencia y propaganda en España, Información científica en ABC Diario 16 y El País, 1982, 1986, 1992, 1995. Tesis de doctorado en ciencias de la información. Universidad Complutense de Madrid, 1995.
Sánchez Mora, Ana María La divulgación de la ciencia como literatura, Colección Divulgación para Divulgadores, UNAM, 2000.