Doctrina Social de la Iglesia

Religión. Creencias. Iglesia Católica. Principios. Raíces biblícas. Sagrada Escritura. Encíclicas

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DOCTRINA, SOCIAL, IGLESIA • DOCTRINA: Enseñanza que se da para instruir a alguien. Serie de conocimientos, teorías, opiniones, etc., defendidos por una persona o grupo. • SOCIAL: Perteneciente o relativo a la sociedad humana o a las relaciones entre las clases de la sociedad. Se dice de los animales que habitan en colonias. • IGLESIA: Institución religiosa fundamentada por JESUCRISTO. Conjunto de pueblo y clero creyente en Jesucristo. Cada una de las comunidades cristianas. Interpretación *Partiendo de las tres distintas definiciones, podemos, más o menos concluir acerca en lo que consiste la Doctrina Social de la Iglesia. Por lo visto, trata de la comunidad de Cristo difundiendo una serie de conocimientos, teorías, opiniones y enseñanzas a toda la humanidad de velar por las relaciones entre las personas, sean quienes sean, o cualquier otro asunto perteneciente a la sociedad humana. * ¿Qué es la Doctrina Social de la Iglesia? La Doctrina Social dela Iglesia es una ciencia que entra en diálogo con las diversas disciplinas que se ocupan de la realidad del hombre, éstas son: • Lo religioso • Lo social • Lo económico • Lo político. Consiste primordialmente en todas las enseñanzas de la Iglesia Católica relacionadas con el tema de la justicia social, llevar a cabo cambios que sirvan al verdadero bien del hombre, instaurar a las personas un nuevo modo de conocer y leer la realidad, les ayuda a abrirse a horizontes más amplios, al servicio de cada persona conocida; el pobre, el anciano, el extranjero, la viuda... Impone la facultad moral de ejercer el derecho para llegar a la justicia, la cual es el fundamento principal de esta doctrina. Sin embargo, cuando se va a comenzar la elaboración de un nuevo conocimiento, lo más razonable es empezar desde la raíz, para obtener un mejor entendimiento acerca de lo que se está próximo a aprender, es decir, de lo simple, llegar a lo complicado. Esta disciplina no es nueva y para entenderla mejor, tenemos que saber de donde proviene. Debemos conocer sus empieces tanto históricos como bíblicos... "Hoy la doctrina social de la Iglesia se centra especialmente en los hombres y las mujeres puesto que ellos están comprometidos en una red compleja de relaciones dentro de las sociedades modernas. Las ciencias humanas y la filosofía son útiles para interpretar el lugar central de la persona humana dentro de la sociedad y para proveer un mejor entendimiento de lo que significa ser un ser social. Sin embargo, la verdadera identidad de una persona es revelada completamente a través de la fe, y precisamente es de la fe de donde comienza la doctrina social de la Iglesia. Si bien se sirve de todas las contribuciones hechas por las ciencias y la filosofía, la doctrina social de la Iglesia está apuntada a ayudar a la humanidad en el camino de la 1

salvación" (Centesimus Annus, # 53−54). Los principios en el corazón de la enseñanza de la Iglesia son: o La vida, la dignidad y los derechos de la persona humana. La medida de cada política está en cómo protege la vida humana, promueve la dignidad y respeta los derechos humanos. Este principio es el fundamento de la enseñanza de la Iglesia sobre la guerra, la paz y la vida social. o La opción preferencial por los pobres. En la doctrina social católica los pobres y vulnerables tienen el primer lugar en nuestras conciencias y políticas. Si bien el lenguaje es nuevo − es un lenguaje que proviene de América Latina − ha sido abrazado por toda la Iglesia como la expresión contemporánea de Mateo 25: seremos juzgados por todo lo que hayamos hecho por los más humildes, "por los más pequeñitos". o La solidaridad. Este es un principio esencial para edificar un mundo nuevo. Es una expresión moral de interdependencia, un recuerdo de que somos una sola familia sin importar nuestras diferencias de raza, nacionalidad o posición económica. Las personas de tierras lejanas no son enemigas ni intrusas, los pobres no son una carga, son hermanas y hermanos, dotados de vida y dignidad, a quienes estamos llamados a proteger. Raíces de la Doctrina Social de la Iglesia En los inicios de Israel no existían todavía diferencias sociales excesivas. El problema no surgió hasta el sedentarismo de Israel, y en especial hasta después del crecimiento económico de la época de los Reyes. Una vez fueron consolidadas las diferencias sociales, los profetas sobre todo se pusieron de parte de los pobres y lanzaron apasionadas acusaciones contra los ricos y poderosos, contra sus desmanes y codicia.1 Concluimos pues, que , apenas aparecen las clases sociales, se ve la necesidad inmediata de defender al pobre y de promover la justicia social , y es ahí cuando comienza la doctrina que trabaja precisamente para lograr estos objetivos. Raíces Bíblicas de la Doctrina Social de la Iglesia • Proclama que toda santidad es justicia. • Evoca los derechos del pobre, de la viuda, del −extranjero migrante, del desempleado. • Afirma el derecho de propiedad (Ex 20,15) y frena el acaparamiento. • Reclama justicia en el contrato de trabajo y de comercio (Dt 2,14−1 5.19). • Pide la integridad de los jueces (Am 5,7; 6,12) Justicia en el Rey (Pr 16,13). • Precisa la dimensión moral y religiosa de la injusticia (ls 5,23; 29,21). • La tierra es de Yavé, los hombres están de paso por ella, son huéspedes del Señor (Lv 25,23ss). La Sagrada Escritura Acercarse a los documentos bíblicos para hallar las raíces de la Doctrina Social de la Iglesia es encontrar siempre la misma verdad: están atravesados de principio a fin por grandes enseñanzas en materia de lo social, unas de orden particular, que responden a las circunstancias y vicisitudes de cada momento histórico, y otras de naturaleza más bien universal, que son la expresión de los principios que al efecto se derivan de una muy precisa concepción del hombre, del mundo y de la vida, a saber, la del judeocristianismo. • El Antiguo Testamento 2

En los escritos veterotestamentarios, sobresale la enseñanza de los profetas. Tanto su mensaje social como religioso gira en torno al tema de la justicia. El santo es aquel que es justo, es decir, la conducta religiosa más significativa de la alianza divina es una conducta social: la justicia. En el Antiguo Testamento ser justo quiere decir obrar conforme al derecho; más aún, actuar no según normas abstractas o ideales, sino según normas concretas, resultantes de la situación social de cada uno Por esto afirma Johannes Bauer que la justicia aparece en la relación entre Dios y el pueblo o el hombre, y de los hombres entre sí. Así, la justicia se vincula siempre al concepto de derecho, el cual, como lo define Pietro Parente, ...subjetivamente es la inviolable facultad moral de tener o hacer alguna cosa en utilidad propia, (y) objetivamente es lo que se debe a otro. Así, resulta manifiesto que el concepto bíblico de justicia viene determinado por la ley. Lo que destacan los profetas temiendo Dios y amando al prójimo es el derecho. Pero, ante todo, el derecho del humilde, del pobre, del huérfano, del extranjero, del asalariado; o como bien lo dice Pierre Bigo, el derecho de los que los poseedores tienden a excluir de la comunidad de bienes y que deben ser reintegrados en ella. La justicia para los profetas, por tanto, no es primero el derecho de los que tienen como dice el mismo Bigo, sino el derecho primordial de los que no tienen, el derecho del miembro de comunidad cuando se encuentra en necesidad. Estos, desde el principio, aparecen como los protegidos de Dios: Yahvé se presenta desde el comienzo como el amigo y defensor de los pobres y de los oprimidos. Son abundantes los testimonios escriturísticos que patentizan esta verdad bíblica fundamental. La bondad de Dios para con los hombres esclavos, pobres y oprimidos se muestra en la primera de todas las Pascuas, en la liberación del pueblo de Israel: Y ahora, al oír el gemido de los israelitas, reducidos a esclavitud por los egipcios, he recordado mi alianza. (Ex. 6,5) Y a partir de aquí, las enseñanzas bíblicas recordarán a los hijos de Israel el deber de la justicia, pues Yahvé fue el primero en ejercerla con ellos: No torcerás el derecho del forastero, ni del huérfano, ni tomarás en prenda el vestido de la viuda. Recuerda que fuiste esclavo en el país de Egipto y que Yahvé tu Dios te rescató de allí. Por esto te mando hacer esto. (Dt. 24, 17, 18) Pero no sólo es la bondad de Dios la que fundamenta la justicia: también la santidad misma del Señor. En efecto, las exigencias de la justicia están presentes en la Alianza que Dios pactó con su pueblo, pues éste ha de practicar la justicia y la bondad a imitación de la santidad de Dios: Sed santos como Yo soy santo, repetirá infinidad de veces el Señor en el Antiguo Testamento.(Lv. 11, 44−45) No son extrañas, entonces, las múltiples medidas de protección en favor del pobre y del oprimido en la ley de Yahvé. En el Exodo se puede leer: No maltratarás al forastero, ni le oprimirás, pues forasteros fuistéis vosotros en el país de Egipto. No vejarás a viuda ni huérfano. Si le vejas y clama a mí, no dejaré de oír su clamor... Si prestas dinero a uno de mi pueblo, al pobre que habita contigo, no serás con él usurero; no le exigiréis interés. Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás al ponerse el sol, porque con él se abriga; es el vestido de su cuerpo. ¿Sobre qué va a dormir, si no? Clamará a mí, y yo le oiré, porque soy compasivo (Ex. 22, 20−26) Isaías también patentiza este deseo de Yahvé: A mí qué, tanto sacrificio vuestro? dice Yahvé. Harto estoy de holocaustos de carneros y de cebo de cebones... desistid de hacer el mal, aprended a hacer el bien, buscad lo justo, dad sus derechos al oprimido, haced justicia al huérfano, abogad por la viuda..(Is. 1, 11−17) Y más adelante, este mismo profeta es más enfático aún, al señalar que el ayuno que desea Yahvé consiste en desatar los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, y arrancar todo yugo. Que el ayuno consiste en partir con el hambriento el pan, y a los pobres sin hogar recibirlos en casa; cubrir al desnudo y no apartarse de los semejantes.( Is. 58, 6−7) Con la aplicación constante de la justicia, señala este mismo profeta, los hombres cosecharán, como su fruto natural, la paz: 3

La paz será obra de la justicia, y el fruto de la justicia, el reposo y la seguridad para siempre. Mi pueblo habitará en morada de paz, en habitación de seguridad, en asilo de reposo.( Is. 32, 17−18) Toda la enseñanza del Antiguo Testamento es una permanente invitación a la justicia. Pero a una justicia que va más allá del simple intercambio: es la justicia del don. Esta justicia no humilla porque reconoce el derecho del que recibe, un derecho que no nace de la propiedad y del contrato, sino de la mera necesidad. Es decir, el los escritos veterotestamentarios anuncian de una manera muy singular el gran precepto del Nuevo Testamento: el del amor cristiano. • El Nuevo Testamento. Como bien ha expresado Juan Pablo II, un examen objetivo del Evangelio nos muestra a Jesucristo ante todo como maestro de la Verdad y servidor del Amor, y son estas características suyas las que explican el sentido de toda su actividad y de toda su misión. Y esto hace que la doctrina de Jesús no sea una doctrina solamente espiritual, descarnada. Antes bien, al enseñar un código de los principios éticos religiosos, plasmó el alma de una nueva sociedad. En efecto, hay una acción del cristianismo en el orden social que, como dice Higinio Giordani, es directa, concreta, derivada de la obligación que tiene de asistir al que lo necesita, de cualquier categoría, casta y nación, obligación en la que se identifica el mayor mandamiento de la ley nueva. Prohibirle, pues, curar a los enfermos, promover la justicia del trabajo, educar a los niños, hubiera sido vedar a Jesús curar paralíticos y leprosos, llamar a los niños, y hacer todo lo que hizo para el prójimo; hubiera sido expulsar el cristianismo de la vida, para confinarlo en la historia. Por esto, el mensaje de Jesús, que se dirigió al hombre de carne y hueso, con su cuerpo, con su destino social con sus múltiples necesidades, con sus relaciones sociales, ha sido calificado, y con razón, de intrínsecamente social. Jesús trabajó en lo profundo del corazón, en el centro orgánico de la vida; Jesucristo trabajó por formar una sociedad nueva, dándole un espíritu nuevo. Este nuevo espíritu no es sino la herencia del Amor: He aquí dice Juan Pablo II lo que nos ha dejado Jesús en depósito, en herencia: el amor a todos los seres humanos. Un patrimonio: pobre en apariencia, pero el más poderoso en realidad. Porque, ¿qué otra cosa pide el hombre sino ser amado? ¿Qué otra cosa proporciona el sentido fundamental a nuestra existencia, si no es esto? De este modo, la transformación social evangélica comienza con cada persona y se proyecta a la sociedad. Cambiando el corazón del hombre se construye una sociedad donde reinen la justicia, el amor y la paz. Y este es el enfoque del Evangelio: Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas las perversidades salen de dentro y contaminan al hombre.(Mc 7, 21−23) El Nuevo Testamento retoma y trasciende la justicia de la antigua ley. No basta con dar lo que exige en justicia el intercambio: es la justicia del don, es decir, del amor. Y este es el que transformando a cada persona, consigue la transformación de la sociedad entera. Es aquí donde cobra su sentido la obra de Jesucristo, quien con sus enseñanzas y su testimonio asentó los fundamentos de un nuevo orden social. En efecto, Jesucristo funda un nuevo orden social en cuanto que constituye el amor en la fuerza de transformación social: todos los hombres, como hijos del mismo Padre, (Mt. 6,9) (Mt. 23, 9) son hermanos,(Mt. 23,8) y como tales deben amarse los unos a los otros sin medida y sin reserva.(Mt. 13, 34) . En la gran familia humana sólo hay una ley: el amor. No hay otra ley sobre ésta.(Mc. 12, 29−31).. Este es el punto fundamental: Amor que circula en la familia, y no sale de ella, en la gran familia humana. Reseña Histórica y Encíclicas La publicación en 1891 de la encíclica Rerum novarum marca el inicio del desarrollo de un cuerpo significativo de doctrina social en la Iglesia Católica. Presentó las tres coordenadas de la promoción moderna de justicia y paz (personas, sistemas y estructuras) establecida desde entonces como parte integral de la misión de la Iglesia. Han habido numerosas encíclicas y mensajes sobre temas sociales en los años posteriores; se 4

desarrollaron diversas formas de acción católica en distintas partes del mundo; la ética social comenzó a ser materia de estudio en escuelas y seminarios. Sin embargo, tuvimos que esperar hasta el Vaticano II y la Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el Mundo Moderno para la declaración que representa un cambio en la actitud de la Iglesia referente a su presencia en el mundo, junto a una llamada a establecer el Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, para ayudar a la Iglesia a responder a los desafíos en el mundo. Al mismo tiempo, la Constitución Dogmática sobre la Iglesia indicaba que el laicado goza de un papel importantísimo en el cumplimiento universal de la tarea de ayudar al mundo a obtener su destino en justicia, en amor y en paz. Referente a los documentos que la Iglesia ha promulgado periódicamente desde finales del s. XIX y a lo largo del s. XX, estos contienen reflexiones acerca de los efectos del desarrollo, la sociedad industrial y el capitalismo, los cuales constituyen un aporte invaluable en el actual debate acerca de la globalización. La lista que se incluye a continuación contiene los documentos más sobresalientes de dicho cannon: • Rerum Novaru, 1891: Esta encíclica fue escrita como respuesta a los efectos de la Revolución Industrial y es considerada como la base de la Doctrina Social de la Iglesia en la era moderna. • Quadragesimo Anno, 1931: Esta encíclica es una reflexión sobre las reacciones causadas por la Rerum Novaru dentro y fuera de la Iglesia. • Mater et Magistra, 1961: Esta encíclica trata sobre el progreso social y propone una metodología para la aplicación de las enseñanzas de la Iglesia en situaciones especificas. • Pacem in Terris, 1963: Haciendo uso de los ideales de la Ilustración y de las ideas a cerca de la Ley Natural, esta encíclica es una reflexión sobre los derechos de las personas. • Inter. Mirifica, 1963: Decreto sobre los Medios de Comunicación (Vaticano II). • Sacrosanctum Concilium, 1963: Constitución sobre la Sagrada Liturgia (Vaticano II). • Lumen Gentium, 1964: Constitución Dogmática de la Iglesia (Vaticano II) • Gaudium et Spes, 1965:Constitución Pastoral de la Iglesia (Vaticano II). • Gravissimum Educationis, 1965:Declaración sobre la educación Cristiana (Vaticano II). • Ad Gentes, 1965: Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia. • Dignitatis Hutnanae, 1965: Declaración sobre la libertad religiosa. • Perfectae Caritatis: Decreto sobre la renovación de la vida religiosa. • Apostolicam Actuositatem, Decreto sobre el apostolado de los laicos (Vaticano II). • Populorum Progressio, 1967: Esta encíclica trata sobre el desarrollo económico y social. • Octogesima Adveniens, 1971: Ochenta años después. de la publicación de Rerum Novarum, esta encíclica reflexiona sobre el papel de la iglesia en la ciudad. • Justitia in Mundo, 1971: Publicada por el Sínodo de obispos. • Evangelíi Nuntiandí, 1975. • Laboren Exercens, 1981: Reflexión teológica sobre el trabajo. • Sollicítudo Reí Socíalís, 1987:Reflexión sobre la solidaridad y el rol de la doctrina social de la iglesia en medio de las constantes transformaciones de la sociedad. − Los temas que trata La Doctrina Social de la Iglesia son: • antropología cristiana • derechos humanos • el bien común • solidaridad y subsidiaridad • destino universal de bienes • propiedad privada • propiedad publica • trabajo y salarios 5

• huelgas • sindicatos • la política y los políticos • el poder político • compromiso sociopolitico de los cristianos • la comunidad internacional • violencia social • la fe cristiana y la cultura • medios de comunicación social • ecología SOCIALISMO Es un término que, desde principios del siglo XIX, designa aquellas teorías y acciones políticas que defienden un sistema económico y político basado en la socialización de los sistemas de producción y en el control estatal (parcial o completo) de los sectores económicos, lo que se oponía frontalmente a los principios del capitalismo. Aunque el objetivo final de los socialistas era establecer una sociedad comunista o sin clases, se han centrado cada vez más en reformas sociales realizadas en el seno del capitalismo. A medida que el movimiento evolucionó y creció, el concepto de socialismo fue adquiriendo diversos significados en función del lugar y la época donde arraigara.

Si bien sus inicios se remontan a la época de la Revolución Francesa y los discursos de François Nöel Babeuf, el término comenzó a ser utilizado de forma habitual en la primera mitad del siglo XIX por los intelectuales radicales, que se consideraban los verdaderos herederos de la Ilustración tras comprobar los efectos sociales que trajo consigo la Revolución Industrial. Entre sus primeros teóricos se encontraban el aristócrata francés conde de Saint−Simon, Charles Fourier y el empresario británico y doctrinario utópico Robert Owen. Como otros pensadores, se oponían al capitalismo por razones éticas y prácticas. Según ellos, el capitalismo constituía una injusticia: explotaba a los trabajadores, los degradaba, transformándolos en máquinas o bestias, y permitía a los ricos incrementar sus rentas y fortunas aún más mientras los trabajadores se hundían en la miseria. Mantenían también que el capitalismo era un sistema ineficaz e irracional para desarrollar las fuerzas productivas de la sociedad, que atravesaba crisis cíclicas causadas por periodos de superproducción o escasez de consumo, no proporcionaba trabajo a toda la población (con lo que permitía que los recursos humanos no fueran aprovechados o quedaran infrautilizados) y generaba lujos, en vez de satisfacer necesidades. El socialismo suponía una reacción al extremado valor que el liberalismo concedía a los logros individuales y a los derechos privados, a expensas del bienestar colectivo. Sin embargo, era también un descendiente directo de los ideales del liberalismo político y económico. Los socialistas compartían con los liberales el compromiso con la idea de progreso y la abolición de los privilegios aristocráticos aunque, a diferencia de ellos, denunciaban al liberalismo por considerarlo una fachada tras la que la avaricia capitalista podía florecer sin obstáculos. El Socialismo y la Doctrina Social de la Iglesia El socialismo es incompatible con la doctrina católica, bien por su concepción del universo y del hombre, bien porque alcanza a dos instituciones que son pilares de la civilización cristiana, esto es, la propiedad y la familia. Por el simple hecho de ser hostil a la propiedad y a la familia, el socialismo sería incompatible con la doctrina católica, aun cuando no tuviera una concepción errónea del universo y del hombre. Son varias las razones por las cuales la Iglesia Católica y el Socialismo no van de la mano, por decirlo así, entre éstas, podríamos señalar las siguientes:

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• Teoría de Evolución: Las distintas teorías de cómo surgió el hombre entran en discusión entre la Iglesia y el Socialismo. En el libro del Génesis dice: Hagamos el hombre a nuestra imagen y semejanza. Que mande a los peces del mar y a las aves del cielo, a las bestias, a las fieras salvajes y a los reptiles que se arrastran por el suelo.(Gen. 1, 26) He ahí clara evidencia de que, para la Iglesia creyente en la palabra el hombre fue una creación divina de Dios. Sin embargo, los socialistas, creen y predican otra teoría evolucionista. Ésta última fue fundada por Charles Darwin (1809−1882) y manifiesta que el hombre evolucionó a partir de los monos antropoides, pasando por formas homínidas y finalizando con la especie sapiens. • El opio del Pueblo: Así se expresaría una persona socialista acerca de la religión. Pues piensan que la finalidad de la Iglesia es dominar a los hombres primero para luego apropiarse de sus bienes materiales, y la Iglesia, no creyéndolo así argumenta más su rechazo hacia esta ideología. • Reclusión Mental: En un país dominado por el socialismo no tiene la libertad de escoger libremente en lo que quiere pensar, en lo que quiere creer, ya que es considerado delito creer algo fuera de la ideología socialista. Es precisamente esta libertad por la cual vela la Iglesia Católica. Aunque la D.S.I. y el socialismo no tengan los mejores vínculos, tienen una cosa en común: PROMUEVEN LA IGUALDAD... pero la pregunta es, ¿la aplican?. • Socialismo: Aquí es Estado tiene el control de todos los medios de producción, por lo tanto, las riquezas de la nación no están en manos de unos pocos adinerados, así las condiciones para los habitantes el país serán iguales, nadie tendrá más que nadie. Así que podemos afirmar que aquí sí, dentro de lo que cabe, se pone en práctica el tema de la igualdad social. • Iglesia: Lastimosamente, en esta institución, la igualdad no se ve la igualdad ya que los que conforman la Iglesia, los creyentes, no la practican porque vemos a menudo, si no siempre, que hay pocos que tienen y la mayoría sin nada, es decir, se asemeja al capitalismo y en él, sí que no hay igualdad. Los textos pontificios contra el socialismo son muy numerosos. En ellos os papas condenan al socialismo dando su punto de vista acerca de éste. A continuación se transcribirán algunos para lograr un mayor entendimiento acerca de la posición de la Iglesia frente al Socialismo. Pío IX, "Noscitis et Nobiscum", 1849 Trastorno absoluto de todo orden humano." "...tampoco desconocéis, Venerables Hermanos, que los principales autores de esta tan abominable intriga, no se proponen otra cosa que impulsar a los pueblos, agitados ya por toda clase de vientos de perversidad, al trastorno absoluto de todo orden humano de las cosas, ya entregarlos a los criminales sistemas del nuevo Socialismo y Comunismo" León XIII, "Quod Apostolici Muneris", 1878 Secta destructora de la sociedad civil "...aquella secta de hombres que, bajo diversos y casi bárbaros nombres de socialistas, comunistas o nihilistas, esparcidos por todo el orbe, y estrechamente coligados entre sí por inicua federación, ya no buscan su defensa en las tinieblas de sus ocultas reuniones, sino que, saliendo a pública luz, confiados y a cara descubierta, se empeñan en llevar a cabo el plan, que tiempo ha concibieron, de trastornar los fundamentos de toda sociedad civil. Estos son ciertamente los que, según atestiguan las divinas páginas, 'mancillan la carne, desprecian la dominación y blasfeman de la majestad' (Jdt. epist. v. 8)". Secta pestífera. 7

"A todos, finalmente, es manifiesto con cuán graves palabras y cuánta firmeza y constancia de ánimo nuestro glorioso predecesor Pío IX, de f. m., ha combatido, ya en diversas alocuciones tenidas, ya en encíclicas dadas a los Obispos de todo el orbe, contra los inicuos intentos de las sectas, y señaladamente contra la peste del socialismo, que ya estaba naciendo de ellas . "Secta abominable:" "Poned, además, sumo cuidado en que los hijos de la Iglesia católica no den su nombre a la abominable secta ni le hagan favor bajo ningún pretexto". Planta siniestra ..."la Iglesia del Dios vivo, que es 'columna y fundamento de la verdad" (1 Tim. 2, 15), enseña aquellas doctrinas y preceptos con que se atiende de modo conveniente al bienestar y vida tranquila de la sociedad y se arranca de raíz la planta siniestra del socialismo. Mortal pestilencia "Los comunistas, los socialistas y los nihilistas son una "mortal pestilencia que serpentea por las más intimas entrañas de la sociedad humana y la conduce al peligro extremo de ruina". Negación de las leyes humanas y divinas. "Los socialistas, los comunistas y los nihilistas ... nada dejan intacto o íntegro de lo que por las leyes humanas y divinas está sabiamente determinado para la seguridad y decoro de la vida". El socialismo diverge diametralmente de la Religión Católica "...aunque los socialistas, abusando del mismo Evangelio para engañar más fácilmente a los incautos, acostumbran a forzarlo adaptándo19 a sus intenciones, con todo hay tan grande diferencia entre sus perversos dogmas y la purísima doctrina de Cristo, que no puede ser mayor. Porque,'¿qué participación puede haber de la justicia con la iniquidad, o qué consorcio de la luz con las tinieblas? León XIII, "Diuturnum lllud", 1881 "Mal horrendo" "...Comunismo, Socialismo y Nihilismo, horrendos males y casi muerte de la sociedad civil" León XIII,"Humanum Genus", 1884 "Ruina de todas las cosas" "Porque suprimido el temor de Dios y el respeto a las leyes divinas, menospreciada la autoridad de los príncipes, consentida y legitimada la manía de las revoluciones, sueltas con la mayor licencia las pasiones populares, sin otro freno que el castigo, ha de seguirse necesariamente el trastorno y la ruina de todas las cosas. Y aún precisamente esta ruina y trastorno es lo que, a conciencia maquinan y expresamente proclaman unidas las masas de comunistas y socialistas.". León XIII, "Libertas Praestantíssimum", 1888 Turba demoledora. 8

"...los socialistas y otras turbas de sediciosos, que porfiadamente maquinan por conmover hasta en sus cimientos las naciones" León XIII, "Graves de Communi", 1901 Enemigo de la sociedad y de la Religión "...tenemos necesidad de corazones audaces y de fuerzas unidas, en una época en que la mies de dolores que se desenvuelve ante nuestros ojos es demasiado vasta, y en que se van acumulando sobre nuestras cabezas formidables peligros de perturbaciones ruinosas, en razón, principalmente, del poder creciente del socialismo. Esos socialistas se insinúan hábilmente en el corazón de la sociedad. En las tinieblas de sus reuniones secretas, a la luz del día, con la palabra y con la pluma, incitan las muchedumbres a la sedición; rechazada la disciplina de la religión, descuidan los deberes, exaltando solamente los derechos, y atraen a las multitudes de necesitados, de día en día más numerosos, que, por causa de las dificultades de la vida, son más fácilmente seducidos y arrastrados al error. Se trata al mismo tiempo de la sociedad y de la Religión. Todos los buenos ciudadanos deben tomar a pecho salvaguardar una y otra con honra." Peligro para los bienes materiales, la moral y la Religión "...era de Nuestro deber, advertir públicamente a los católicos sobre el grave error que se oculta bajo las teorías del socialismo y del gran peligro que de ahí resulta, no solo para los bienes exteriores de la vida, sino también para la integridad de las costumbres y para la Religión.". Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes, 1965 "...Por este motivo hay que calificar de falsas tanto las doctrinas que se oponen a las reformas indispensables en nombre de una falsa libertad como las que sacrifican los derechos fundamentales de la persona y de los grupos en aras de la organización colectiva de la producción." Socialismo cristiano, una contradicción "Si acaso el socialismo, como todos los errores, tiene una parte de verdad (lo cual nunca han negado los Sumos Pontífices), el concepto de la sociedad que le es característico y sobre el cual descansa, es inconciliable con el verdadero cristianismo. Socialismo religioso, socialismo cristiano, son términos contradictorios; nadie puede al mismo tiempo ser buen católico y socialista verdadero" Tabla de Contenido TEMA PÁGINA Introducción 1 Justificación 2 Doctrina, Social, Iglesia (interpretación) 3 ¿Qué es la Doctrina Social de la Iglesia? 4−5 Raíces de la Doctrina Social de la Iglesia. • Raíces Bíblicas 5−6

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• La Sagrada Escritura • Antiguo Testamento 6−8 • Nuevo Testamento 8−9 Reseña Histórica y Encíclicas 10−11 Temas que trata la Doctrina Social de la Iglesia 11−12 Socialismo 13−14 Socialismo y D.S.I. 14−18 Conclusiones 19 Bibliografía 20 Bibliografía • Educación Religiosa Escolar. Grado Once. Editorial Santillana. Medellín 2000. pág. 10−11 • Enciclopedia Microsoft Encarta 2000 • http://www.uaca.ac.cr/acta/2000nov/gsoto.doc. • http://www.reconquistaydefensa.org.ar/doc−socialismo.htm • Enciclopedia Autodidáctica Océano. Editorial Océano. Barcelona 1994. p. 1435 Introducción Cuando una persona pronuncia o escucha la palabra Iglesia, inmediatamente la relaciona con Dios, sacerdote, monja, rezar y una infinidad de cosas, personas o acciones que tienen competencia con esta institución. Pues bien, por otro lado se habla de la justicia como la función que deberán cumplir los ciudadanos y hacer cumplir por las fuerzas armadas designadas por la ley, es decir, la justicia en el punto de vista general es asunto netamente del Estado. Parece ser que la Iglesia y la Justicia no tienen nada que ver, pero estos dos términos van muy de la mano. La Iglesia divulga una enseñanza que vela precisamente por el bien común y el cumplimiento de la justicia. Esta enseñanza se denomina La Doctrina Social de la Iglesia. En el presente trabajo se expondrán los objetivos principales de la doctrina, sus raíces, tanto históricas como bíblicas y veremos la relación entre ésta y el Socialismo, sus similitudes y diferencias ideológicas y prácticas. En fin, es un tema nuevo para muchos y útil para todos, porque de esta manera nos damos cuenta de un servicio más que nos presta la Iglesia.

Justificación Inicialmente el propósito de este trabajo era simplemente para una nota en el área de religión, sin embargo, a través de su realización, las razones fueron cambiando. 10

Uno, como parte indispensable de una sociedad, debe saber cuáles y cuántas son las instituciones que trabajan por su bien. Afortunadamente he aprendido que la Iglesia es una de ellas. Así que retomando el inicio de esta justificación, el propósito de este trabajo es aprender cómo, desde el inicio de todos los tiempos y hasta el sol de hoy, la Iglesia, imitando las acciones y enseñanzas de Cristo, se ocupa de la sociedad tomando al pobre, la viuda, el extranjero, etc. como los primeros y más necesitados, gestión que no vemos casi hoy en día. Conclusiones • El obejetivo PRINCIPAL de la Doctrina Social de la Iglesia es velar por el cumplimiento de la justicia. • Las enseñanzas bíblicas le aportan a la Doctrina Social de la Iglesia sus dos bases fundamentales: la justicia y la caridad. • La Doctrina Social de la Iglesia tuvo sus inicios históricos a fines del siglo XIX, pero tiene su fuente en la Sagrada Escritura, comenzando por el libro del Génesis y, en particular, en el Evangelio y los escritos apostólicos. • En el Antiguo Testamento, el tema fundamental gira en torno a la justicia, mientras que en el Nuevo Testamento el gran precepto es el del amor cristiano. • La Doctrina Social de la Iglesia abarca todas las dimensiones del hombre y trata todos los temas que tengan que ver con su desarrollo físico, emocional e intelectual. • Va en contra del Socialismo por el simple hecho de ser hostil a la propiedad y a la familia, acción que va en contra de todas las normas y prácticas de la Doctrina Social de la Iglesia. • Diversos papas han condenado al Socialismo tachándola como Secta Pestífera, Secta Abominable, Mortal Pestilencia, etc. 1 Educación Religiosa Escolar. Grado Once.Editorial Santillana. Medellín 2000. pág. 12

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