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MÁSTER EN DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
2009
La Doctrina Social de la Iglesia en imágenes Julia Muñiz Sánchez
Prof. Dr. J. Souto Coelho
PEDAGOGÍA Y DIDÁCTICA DE LA DSI
Sobre la necesaria formación de la Doctrina Social de la Iglesia El Compendio presenta la enseñanza de la DSI como un elemento esencial de la “nueva evangelización”, instrumento para promover la dignidad intrínseca del ser humano, como componente imprescindible para una completa formación cristiana y como paso fundamental para capacitar a los cristianos a asumir eficazmente su actividad social y ponerla al servicio del bien común. El mundo moderno está marcado por la ruptura entre Evangelio y cultura, tiene la urgente necesidad de una nueva evangelización, y en ella la enseñanza social de la Iglesia ocupa un lugar fundamental. “La - nueva evangelización -, de la que el mundo moderno tiene urgente necesidad y sobre la cual he insistido en más de una ocasión, debe incluir entre sus elementos esenciales "el anuncio de la doctrina social de la Iglesia", que, como en tiempos de León XIII, sigue siendo idónea para indicar el recto camino a la hora de dar respuesta a los grandes desafíos de la edad contemporánea”. (CA 5) Toda la Doctrina social de la Iglesia parte del principio fundamental de la dignidad humana. La persona tiene valor absoluto, y el promover y defender los derechos y obligaciones que de dicho valor se desprenden es una exigencia para todo cristiano. Por lo tanto la formación en DSI es una respuesta a esta exigencia de promover la identidad integral del hombre. “… la doctrina social tiene de por sí el valor de un instrumento de evangelización: en cuanto tal, anuncia a Dios y su misterio de salvación en Cristo a todo hombre y, por la misma razón, revela al hombre a sí mismo. Solamente bajo esta perspectiva se ocupa de lo demás: de los derechos humanos de cada uno y, en particular, del "proletariado", la familia y la educación, los deberes del Estado, el ordenamiento de la sociedad nacional e internacional, la vida económica, la cultura, la guerra y la paz, así como del respeto a la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte.” (CA 53) La doctrina social es un punto de referencia indispensable para una formación cristiana completa1. Constituye un extraordinario recurso formativo como elemento inspirador de la acción social. 1
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“Se revela hoy cada vez más urgente la formación doctrinal de los fieles laicos(…)En concreto, es absolutamente indispensable —sobre todo para los fieles laicos comprometidos de diversos modos en el campo social y político— un conocimiento más exacto de la doctrina social de la Iglesia, como repetidamente los Padres sinodales han solicitado en sus intervenciones. Hablando de la participación política de los fieles laicos, se han expresado del siguiente modo: «Para que los laicos puedan realizar activamente este noble propósito en la política (es decir, el propósito de hacer reconocer y estimar los valores humanos y cristianos), no bastan las exhortaciones, sino que es necesario ofrecerles la debida formación de la conciencia social, especialmente en la doctrina social de la Iglesia, (…).Tal doctrina ya debe estar presente en la instrucción catequética general, en las reuniones especializadas y en las escuelas y universidades”. (Christifideles laici 60) La formación social no puede faltar en la catequesis. La lectura de las encíclicas sociales teniendo en cuenta su contexto eclesial enriquece su recepción y aplicación2. “De ahí también el cuidado que tendrá la catequesis de no omitir, sino iluminar como es debido, en su esfuerzo de educación en la fe, realidades como la acción del hombre por su liberación integral, la búsqueda de una sociedad más solidaria y fraterna, las luchas por la justicia y la construcción de la paz. (…)Ya en la época patrística, san Ambrosio y san Juan Crisóstomo, por no mencionar a otros, destacaron las consecuencias sociales de las exigencias evangélicas y, más cerca de nosotros, el catecismo de san Pío X citaba explícitamente, entre los pecados que claman venganza ante Dios, el hecho de oprimir a los pobres, así como el defraudar a los trabajadores en su justo salario. Especialmente desde la Rerum novarum, la preocupación social está activarnente presente en la enseñanza catequética de los papas y de los obispos. Muchos Padres del Sínodo han pedido con legítima insistencia que el rico patrimonio de la enseñanza social de la Iglesia encuentre su puesto, bajo formas apropiadas, en la formación catequética común de los fieles. (Catechesi treadendae 29) El objetivo de esta enseñanza debe ser el motivar la acción para evangelizar y humanizar las realidades temporales3. Su saber sostiene el compromiso de transformación de la vida social. “Este Concilio Vaticano exhorta a todos, pero principalmente a aquellos que cuidan de la educación de otros, a que se esmeren en formar a los hombres de tal forma que, acatando el orden moral, obedezcan a la autoridad legítima y sean amantes de la genuina libertad; hombres que juzguen las cosas con criterio propio a
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la luz de la verdad, que ordenen sus actividades con sentido de responsabilidad, y que se esfuercen en secundar todo lo verdadero y lo justo, asociando gustosamente su acción con los demás. Por lo tanto, la libertad religiosa se debe también ordenar a contribuir a que los hombres actúen con mayor responsabilidad en el cumplimiento de sus propios deberes en la vida social”.(Dignitatis humanae 8) La formación debe estar especialmente al servicio de los laicos, ayudándoles a dar testimonio de Cristo en todos los ámbitos de la vida social (culturales, sociales, económicos y políticos), y capacitándolos para encauzar eficazmente las tareas cotidianas de modo que en ellos crezca el sentido del servicio al bien común. En un segundo nivel fomentará en los laicos el noble arte de la política cuyo razón de ser no es otro que alcanzar el bien común. “Los cristianos todos deben tener conciencia de la vocación particular y propia que tienen en la comunidad política; en virtud de esta vocación están obligados a dar ejemplo de sentido de responsabilidad y de servicio al bien común, así demostrarán también con los hechos cómo pueden armonizarse la autoridad y la libertad, la iniciativa personal y la necesaria solidaridad del cuerpo social,(…). Los partidos políticos deben promover todo lo que a su juicio exige el bien común; nunca, sin embargo, está permitido anteponer intereses propios al bien común. Hay que prestar gran atención a la educación cívica y política, que hoy día es particularmente necesaria para el pueblo, y, sobre todo para la juventud, a fin de que todos los ciudadanos puedan cumplir su misión en la vida de la comunidad política”. (GS 75) Pero no sólo los laicos, sino, que también los presbíteros deben madurar en el conocimiento de la enseñanza y de la acción pastoral de la Iglesia en el ámbito social. Las instituciones educativas católicas deben prestar servicio a la formación de la doctrina social pues es un instrumento eficaz para una educación cristiana y para madurar la conciencia de los deberes morales y sociales. En las parroquias nos encontramos con el problema de que muchos fieles cristianos desconocen la Doctrina social sin ser conscientes de que por ello están teniendo una visión parcial del mensaje evangélico y de la vida religiosa. Ésta queda reducida al ámbito interior y a las relaciones personales con sus grupos más cercanos sin tener en cuenta su responsabilidad social. Como consecuencia muchos laicos viven su fe como si nada tuviese ésta que ver con otros ámbitos de la vida como su propio trabajo, su actividad económica, política, etc y esto es consecuencia de la falta de formación. Muchos cristianos no tienen los 4
criterios básicos del pensamiento social de la Iglesia para orientar su conducta respecto a la sociedad en la que viven4. Es por tanto un reto para la Iglesia el que su mensaje social llegue a los cristianos como parte integrante del concepto cristiano de la vida. Para llevar a cabo la sensibilización sobre esta necesidad formativa se podrían seguir distintas líneas de actuación. En un primer momento es necesario, con distintos medios, el denunciar los males presentes en la sociedad, siendo así conciencia crítica y profética. Esto, con el objetivo, de remover las conciencias y hacer ver que el cristiano no puede permanecer indiferente ante las situaciones y acontecimientos de índole social, especialmente ante los más pobres. “Al ejercicio de este ministerio de evangelización en el campo social, que es un aspecto de la función profética de la Iglesia, pertenece también la denuncia de los males y de las injusticias. Pero conviene aclarar que el anuncio es siempre más importante que la denuncia, y que ésta no puede prescindir de aquél, que le brinda su verdadera consistencia y la fuerza de su motivación más alta”. (Sollicitudo rei sociales 41) Junto a la denuncia debe ir siempre el anuncio. Es necesario a tal fin el crear, fomentar u organizar estructuras que busquen paliar o evitar males sociales y conseguir determinados bienes5. Creadas y organizadas es preciso dar a conocer a la comunidad sus objetivos, sus actividades y sus necesidades para que ésta pueda contribuir con distintos medios y participar del mismo espíritu de búsqueda del bien común. Para ello es fundamental que el mensaje social esté presente en la predicación, en la oración, en la liturgia y en definitiva en la vida diaria de la parroquia, lugar privilegiado para ello es la catequesis. La creación de distintos talleres, concursos o cursos formativos pueden también incentivar en la comunidad la necesidad de una formación social cristiana. Las campañas de sensibilización realizadas desde distintas organizaciones son un elemento esencial para que la comunidad YANES A., Elías: España '92: Desafíos de la Doctrina Social de la Iglesia. CORINTIOS XIII 62-64 (1992) 399-427. 5 ANDRÉS ARGENTE, Tirso de: ¿Cómo aplicar la Doctrina Social de la Iglesia? CORINTIOS XIII 62-64 (1992) 809-819. 4
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conozca la realidad social a la se enfrentan dichas asociaciones, la actividad propia de la organización en cuestión o la necesidad de conocer el mensaje social de la Iglesia de cara a la búsqueda de una autentica actitud cristiana en los distintos ámbitos de la vida. Para promocionar el contenido de la doctrina social, es necesario utilizar distintos medios que llamen la atención de la comunidad. Por ejemplo la publicación de carteles, trípticos, Power Point o videos. La Doctrina Social de la Iglesia es teología moral, por lo que su primer objetivo será siempre orientar la conducta de las personas. Pero el objetivo no es que un fiel colabore en una determinada organización, sino que busque con su vida entera, el bien común, que sea consciente de sus derechos y deberes, que se sienta responsable del otro, sobretodo del pobre, y que pueda vivir todos los ámbitos sociales desde su dimensión cristiana. La formación debe provocar un cambio personal y social. Formación y transformación deben ir profundamente unidas6. Si la formación no lleva a una transformación en la acción, no dejará de ser doctrina muerta. Por lo que será fundamental realizar ejercicios de investigación, debates, etc. que activen la conciencia crítica. El análisis de la realidad nos lleva a ver las estructuras injustas sobre las que se asienta y también el pecado de los que sostenemos dichas estructuras7. Se despierta así el juicio crítico que la cultura de masas tanto está destruyendo y que es fundamental para una autentica transformación personal y social. Con ese objetivo presento este trabajo en el que utilizo la imagen como recurso didáctico, buscando que sirvan de punto de apoyo sobre el que empezar un dialogo. Las imágenes han sido elegidas pensando en los adolescentes como sus destinatarios, y a cada una acompaña un breve texto que la enmarca dentro del pensamiento social cristiano.
IRIARTE, Gregorio: Formación y transformación: papel de las comunidades cristianas. CORINTIOS XIII 75 (1995) 143-164. 6
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DSI EN IMÁGENES
1. Origen de la Doctrina Social de la Iglesia 2. Objetivo de la DSI 3. La dignidad del hombre imagen de Dios 4. Principios de la DSI 4.1. El bien común 4.2. Destino universal de los bienes 4.3. Subsidiariedad 4.4. Participación 4.5. Solidaridad 5. valores fundamentales 5.1. Verdad 5.2. Libertad 5.3. Justicia 6. Documentos 7. La caridad 8. El trabajo 9. Globalización 10.
Política
11. El desarrollo de los pueblos 12. Comunidad internacional 13. Medios de comunicación 14. El medio ambiente 15. La paz 16. Hacia una civilización del amor
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ORIGEN DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA La aplicación de la maquinaria de vapor a la producción supuso una revolución, la revolución industrial. Significó poder producir más cantidad, con mas rapidez y mejor calidad con menor esfuerzo humano. La máquina sustituye al hombre y provoca inicialmente desempleo pues una sola maquina realiza el trabajo de varios artesanos y en menos tiempo. La instalación de fabricas en las ciudades provoca un éxodo del campo a la ciudad y da origen al nacimiento de los suburbios en los que se hacinan en poco espacio familias numerosas sin infraestructura higiénica, escuelas ni servicios. La jornada laboral se prolonga hasta 16 – 18 horas sin condiciones de seguridad, se emplean como mano de obra mujeres y niños, etc.La Iglesia no permanece indiferente ante un cambio tan sustancial de las condiciones sociales. La DSI nace como un esfuerzo para dar respuesta a estos nuevos problemas. 8
OBJETIVO DE LA DSI Su primer objetivo será siempre orientar la conducta de las personas. Que el cristiano busque con su vida entera, el bien común, que sea consciente de sus derechos y deberes, que se sienta responsable del otro, sobretodo del pobre, y que pueda vivir todos los ámbitos sociales desde su dimensión cristiana. Si la DSI no concluye en la transformación, en la acción, no dejará de ser doctrina muerta. 9
LA DIGNIDAD DEL HOMBRE, IMAGEN DE DIOS. Toda la doctrina social de la Iglesia se desarrolla a partir del principio que afirma la inviolable DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA. Y esta dignidad intrínseca le viene al hombre por ser imagen de Dios. Como imagen de Dios la vida humana resulta sagrada e inviolable. Cada hombre tiene valor absoluto. La igualdad fundamental de los seres humanos ante Dios tiene como consecuencia la imposibilidad de justificar ninguna discriminación ante las leyes humanas. Por tanto la persona debe ser defendida contra cualquier intento social que pretenda negarle, abolirle o impedirle que ejerza sus derechos.
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Los derechos humanos suponen la expresión social de la dignidad humana. La
Declaración Universal de los Derechos Humanos
proclamada por las naciones unidas el 10 de Diciembre de 1948, es uno de los esfuerzos más relevantes para responder eficazmente a las exigencias imprescindibles de la dignidad humana. Al terminar la Segunda Guerra Mundial y ante el horrible espectáculo de destrucción y muerte que había dejado, se intenta que las Naciones Unidas se encarguen de defender los derechos de las personas y de los pueblos. En 1948 la ONU proclama la Carta de los Derechos Humanos que será desde ese momento el punto de referencia de todos los estados democráticos del mundo. La declaración parte de un principio básico de origen cristiano: Todos los hombres han sido creados iguales. 11
Principios
Dignidad de la persona humana
El Bien común
El Destino universal de los bienes
La Subsidiariedad
La Participación en la vida social
La Solidaridad
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EL BIEN COMÚN GS 26 define el bien común como “el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección”. Es el objetivo último que debe orientar toda acción social. Exige la capacidad y la búsqueda constante del bien de los demás como si fuese el propio bien. Es un deber de todos los miembros de la sociedad según las capacidades de cada uno aunque la responsabilidad máxima compete al Estado pues es la razón de ser de la comunidad política. 13
DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno. Por tanto todo hombre debe tener lo necesario para su pleno desarrollo. Nadie puede prescindir de los bienes que responden a sus necesidades primarias pues éstos son absolutamente imprescindibles para alimentarse, crecer, comunicarse y desarrollarse plenamente como persona. Éste es un derecho inherente al hombre que se desprende de su dignidad intrínseca. El destino universal de los bienes exige un esfuerzo común dirigida a cada persona y a cada pueblo hasta lograr que todos dispongamos de lo necesario para nuestra plena realización. “Da de comer al que muere de hambre porque si no le diste de comer, lo mataste8”. 8
GS 69, Cf. Decretum de Graciano c.21 dist.86
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PROPIEDAD PRIVADA derecho de TODOS
El bien común no consiste en abolir la propiedad privada, al contrario, supone incentivar el que todos y cada uno puedan disponer de ella, pues asegura lo necesario para la autonomía personal. Se trata de que sea accesible a todos por igual9 de modo que todos se conviertan al menos en cierta medida en propietarios. Este principio no busca por tanto eliminar la propiedad privada, pero si requiere que ésta se regule de forma que no se le dé la categoría de derecho absoluto. Es necesario regularlo pues supone un medio para el bienestar del hombre y no un fin. Cuando erróneamente se le trata como un fin en sí mismo la propiedad ya no contribuye a la liberación del hombre sino que supone la esclavitud más radical, convirtiendo al poseedor en poseído10.Tratar la propiedad privada como derecho absoluto atentaría contra el reparto equitativo de los bienes, afirmando que el rico tiene derecho a serlo aunque el pobre muera.
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Centesimus annus 6 Sollicitudo rei socialis 27-34
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El principio del destino universal de los bienes exige que se cuide especialmente de los pobres, de aquellos que se encuentren en situaciones de marginación y de todos aquellos cuyas condiciones de vida les impiden un crecimiento adecuado. Es decir, exige una opción preferencial por los pobres. Es una opción que, sin excluir otras pobrezas, se refiere especialmente a los que padecen la pobreza socioeconómica. Pobreza injusta e incompatible con la dignidad de la persona humana y que es consecuencia de las estructuras de pecado y del pecado de quienes sostenemos esas estructuras. “Cuando damos a los pobres las cosas indispensables no les hacemos liberalidades personales sino que les devolvemos lo que es suyo. Más que realizar un acto de caridad lo que hacemos es cumplir un deber de justicia11”. 11
CDSI, 184 Cf. SAN GREGORIO MAGNO, Regula pastoralis 3,21
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SUBSIDIARIEDAD La subsidiariedad impide que los individuos y grupos intermedios pierdan su legitima autonomía. Este principio afirma que no es licito ni justo traspasar a la comunidad y quitar a los individuos, grupos menores o inferiores lo que ellos puedan realizar con su propio esfuerzo e iniciativa. Este orden hará la sociedad más firme favoreciendo no solo a la autoridad, sino también la eficiencia social. Según este principio todas las sociedades de orden superior deben ponerse en una actitud de ayuda (apoyo, promoción y desarrollo) conforme a las menores. Diversas situaciones pueden aconsejar que el Estado ejercite una función de suplencia. Sin embargo este principio tiene una serie de implicaciones negativas si se prolonga o extiende más allá de lo estrictamente necesario, pues podría provocar el efecto contrario convirtiendo a la entidad inferior en dependiente permanentemente de dicha ayuda. 17
PARTICIPACIÓN SOCIAL La participación social manifiesta la dignidad y libertad humana en el trabajo y la vida pública. Es una exigencia fundamental de la naturaleza del hombre cooperar a la realización del bien común, porque todos somos miembros activos de la vida socioeconómica, política y cultural12.A través de la participación en la cultura el hombre recibe unos valores que son esenciales para su vida y a su vez puede modificarlos y hacerlos avanzar. La participación social debe tender siempre a formar una comunidad humana que favorezca la convivencia de todos sus miembros y en donde la amplia gama de funciones y obligaciones pueda cumplirse en paz.
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OA 46-47
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SOLIDARIDAD “La solidaridad no es un sentimiento superficial por los males de tantas personas cercanas o lejanas. Al contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, es decir, por el bien de todos y cada uno para que todos seamos realmente responsables de todos13”.
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SRS 38
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VALORES FUNDAMENTALES:
VERDAD LIBERTAD JUSTICIA 20
LA VERDAD Solo desde la verdad las relaciones sociales podrán ser fecundas y conformes a la dignidad humana. Los medios de comunicación o la economía son ámbitos donde la verdad juega un papel esencial para la trasparencia y la honestidad. Es imprescindible que la educación se esfuerce en crear hombres y mujeres que valoren y se empeñen en la búsqueda de la verdad14. 14
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LA LIBERTAD Como imagen de Dios el ser humano es un ser libre. La libertad es un signo esencial de la dignidad humana, por lo que su ejercicio es un derecho fundamental del hombre. No debe entenderse como la autarquía total del yo sino como el derecho fundamental del pleno autodesarrollo. La plenitud de la libertad consiste en la capacidad de disponer de sí mismo con vistas al autentico bien en el horizonte del autentico bien universal15. 15
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LA JUSTICIA. Consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que le es debido. No es una simple convención humana porque lo que es justo no está determinado originariamente por la ley sino por la identidad profunda del ser humano. Resulta fundamental en el contexto actual ya que en la práctica las relaciones sociales se basan casi en exclusiva en criterios de utilidad violando el valor absoluto de la persona16.
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LEÓN XIII, RERUM NOVARUM, 1891 Aborda la cuestión obrera haciéndose eco de la inhumana situación de los trabajadores. (Revolución industrial). Enuncia derechos y obligaciones de patronos y obreros que todavía no habían sido reconocidos en leyes civiles ni como derechos humanos. Defiende el derecho de los trabajadores a asociarse para la defensa de sus intereses. El estado debe intervenir en la economía para asegurar los derechos públicos y privados Defiende el derecho de la propiedad privada, pero subrayando el derecho de los trabajadores de acceder a la propiedad. Ha de asegurarse el destino universal de los bienes respetando la prioridad de la función social de la propiedad. 24
PIO XI, QUADRAGESIMO ANNO, 1931 40 años de beneficios de Rerum Novarum Frente al Socialismo y Capitalismo propugna la aparición de sistemas intermedios. A la libre mercado sucede la dictadura económica Se aparta de la lucha de clases y de la abolición de la propiedad privada Exige el salario justo. Necesidad de cristianizar la vida económica. El valor de la caridad. 25
PIO XII, LA SOLENITA, 1941 Discurso, 50 aniversario de Rerum Novarum El contexto social de su pontificado fue: en España la guerra civil y la época de dictadura; en el resto del mundo la segunda guerra mundial y la guerra fría. Valores fundamentales de la vida social y económica: uso de los bienes materiales, trabajo y familia. El derecho a propiedad privada no es un derecho absoluto. El uso de los bienes de la tierra es derecho primario, la propiedad en cambio un derecho secundario. Reafirma principio de subsidiariedad.
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JUAN XXIII, MATER ET MAGISTRA - 1961 70 aniversario Rerum Novarum Las principales características del contexto social son la revolución de las comunicaciones y los transportes; la proliferación de armamentos cada vez más sofisticados y el aumento de las diferencias económicas entre los llamados primer y tercer mundo(mundialización de la cuestión social que ha superado ya los limites obrero - patrón). Analiza los retos de la realidad social como los derechos de los pueblos subdesarrollados y de los trabajadores. Para afrontar los retos es necesario que la persona sea el fundamento y el fin de toda actividad social. Método Ver, Juzgar y Actuar en la DSI. 27
JUAN XXIII, - PACEM IN TERRIS - 1963 El contexto social es: la Guerra fría, el muro de Berlín, la crisis de Cuba. Ofrece propuesta de paz para la sociedad internacional. Justa relación entre persona y persona (1ª mención a los derechos humanos ONU). Justa relación entre persona y Estado (no totalitarismo). Justa relación entre Estados (dialogo y solidaridad, armas no garantizan la paz). Justa relación entre un Estado y la comunidad internacional (autoridad mundial que garantice la paz). 28
CONCILIO VATICANO II, GAUDIUM ET SPES - 1965 - Para la DSI son especialmente relevantes los capítulos 3º, 4º y 5º de la II parte. - Se refiere a la dignidad del ser humano, imagen de Dios, que se realiza y vive en sociedad. La sociedad es justa cuando favorece la realización de todos los individuos. Muestra principios reguladores de la vida social – económica. - Exige el bien común por lo tanto el desarrollo de todos los pueblos. - Necesidad de paz y obligación de evitar la guerra. La carrera de los armamentos. La edificación de la comunidad internacional. - Misión de los cristianos, edificación del mundo orientado hacia Dios. - Trata otros temas como la familia, la comunidad política, la mujer o la libertad. 29
PABLO VI, POPULORUM PROGRESSIO - 1967 Contexto social: guerra de Vietnam, los países de África se empobrecen aún más, en España se crea la constitución. Si RN es la carta magna del punto de vista de la iglesia sobre la cuestión social del s. XIX, PP lo es cuando el problema se ha hecho universal. El desarrollo de los países subdesarrollados es la tarea más urgente en el ámbito social. Desarrollo no es solo crecimiento económico también social y cultural. Propone solidaridad internacional en la que todos den y reciban. 30
PABLO VI, OCTOGESIMA ADVENIENS - 1971 Carta apostólica dirigida al cardenal M. Roy, Presidente de la comisión Pontificia Justicia y Paz, creada por el mismo Pablo VI. 80 aniversario de RN. Aborda, entre otros, tres temas básicos: El cristiano ante los nuevos problemas (urbanización masiva, dialogo jóvenesadultos, marginación de la mujer, emigrantes, paro, medios de comunicación, medio ambiente...) El cristiano ante ideologías (liberal y marxista) y movimientos históricos (socialismo, comunismo, capitalismo). La entidad de la DSI. Método. Principios de reflexión, criterios de juicio y orientaciones para la acción. 31
JUAN PABLO II, LABOREM EXERCENS - 1981 Contexto social: caída del muro de Berlín. 90 aniversario RN. Sobre el trabajo humano. En su 1ª parte trata el trabajo y el hombre a la luz del Génesis (Visión filosófica – teológica del trabajo. Trabajo como colaboración con el creador) 2ª parte: conflicto capital - trabajo, Prioridad del trabajo sobre el capital. 3ª parte: derechos del trabajador ( desempleo, mujer trabajadora, sindicatos, salarios, etc.) y en su 4ª parte expone una espiritualidad del trabajo. En el trabajo el hombre se realiza a sí mismo. Subraya el valor ético del trabajo ya que es realizado por el hombre. 32
JUAN PABLO II, SOLICITUDO REI SOCIALIS - 1987 20 aniversario de PP. Analiza la desigualdad Norte/Sur. La esperanza de desarrollo en 1987 es menos viva que en 1967. Define el autentico desarrollo (el hombre debe desarrollarse como imagen de Dios, el desarrollo debe abarcar la vertiente política, económica, religiosa y ecológica) Lectura teológica del desarrollo: Estructuras de pecado (afán de ganancia, poder) necesidad de conversión y solidaridad. 33
JUAN PABLO II, CENTESIMUS ANNUS - 1991 Aniversario RN, 100 Años de DSI. 1989 caída del muro de Berlín, hundimiento de los regímenes e ideología marxista leninista en Europa. Considera que han caído por su violación de los derechos del hombre, por su ateísmo, y por su ineficiencia económica. Respecto al capitalismo distingue entre los elementos básicos económicos que acepta aunque haciendo crítica (libertad que debe estar abierta a la verdad; propiedad privada pero no como derecho absoluto; economía de mercado …) y un sistema ético cultural que acentúa el individualismo, prescinde de la solidaridad y tiene como objetivo básico el tener. Destino universal de los bienes. No al predominio del capital. Consumismo y sus consecuencias en el deterioro del ser humano. Reflexión sobre el papel del Estado, la democracia, los derechos humanos, subsidiariedad, solidaridad.
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