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E C O N O M Í A

TESIS de MAGÍSTER

IInstituto N S T I de T Economía U T O D E

DOCUMENTO DE TRABAJO

2011

Cotización por el Salario Mínimo en el Sector de Servicio Doméstico en Chile: ¿Cómo Detectar un Fenómeno Invisible? Laura Ramaciotti.

www.economia.puc.cl

TESIS DE GRADO MAGISTER EN ECONOMÍA

Ramaciotti Morales, Laura Julio 2011

0

COTIZACIÓN POR EL SALARIO MÍNIMO EN EL SECTOR DE SERVICIO DOMÉSTICO EN CHILE: ¿CÓMO DETECTAR UN FENÓMENO “INVISIBLE”?

Laura Ramaciotti M.

Comisión:

Juan Pablo Montero Tomás Rau Alejandra Taferri Gert Wagner

Santiago, Julio 2011 1

Abstract:

A popular belief in Chile is that a large percentage of those who hire domestic labor sub declare the wages paid to their workers in order to minimize the payroll tax to be withheld each month. Either because this brings benefits to the employer or to the employee, there are incentives for parties to prefer to reach an agreement of this nature. Unable to directly observe whether this occurs for most workers in private homes, the following work presents an exercise to answer this question indirectly. Assuming that those who commit this practice pays taxes correspondent to the minimum wage, the goal of this work is to test if changes in the minimum wage have resulted in a change in employment in this market. If it is true that a large majority of employers do withhold payroll taxes correspondent to the minimum wage, then when the minimum wage changes, this should have an effect in employment. The results found that while there is a negative effect on employment, it is weakly significant and only for workers who do not reside in the workplace. It follows, though with caution given the limits imposed by the available data and the magnitude of the wage change, that there are few listed by the minimum wage.

Resumen

En Chile existe la creencia de que un gran porcentaje de quienes contratan servicio doméstico sub declaran el salario que pagan a sus trabajadores para así poder minimizar las cotizaciones que les deben retener cada mes. Ya sea porque esto trae beneficios al empleador o al empleado, existen incentivos para que las partes prefieran llegar a un acuerdo de esta naturaleza. Ante la imposibilidad de observar directamente si esto ocurre para la mayoría de los trabajadores de casa particular, el siguiente trabajo plantea un ejercicio para responder a esta pregunta de una manera indirecta. Suponiendo que quienes incurren en esta práctica pagan cotizaciones por el salario mínimo, se observa si los cambios en el salario mínimo tienen como consecuencia un cambio en el empleo en este mercado. Si es cierto que una gran mayoría sí cotiza por el salario mínimo, entonces cuando dicho salario cambia, se deberían ver efectos sobre el nivel de empleo. Los resultados encuentran que, si bien los resultados muestran que existe un efecto negativo en el empleo, éste es débilmente significativo y solamente para los trabajadores que no residen en el lugar de trabajo. De aquí se desprende, aunque con precaución dado los límites que imponen los datos disponibles y la magnitud del cambio, que son pocos los que cotizan por el salario mínimo.

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Índice de Contenidos:

1. Introducción

pág. 4

2. Una mirada a la literatura

pág. 10

3. Modelo teórico

pág. 15

3.1 Situación inicial: Beneficios obligatorios

pág. 15

3.2 Cotización por el salario mínimo

pág. 19

3.3 Aumento del salario mínimo

pág. 23

4. El servicio doméstico en Chile y la evolución de sus leyes

pág. 27

5. Metodología empírica

pág. 30

5.1 Variables de interés e interpretación de la estimación

pág. 30

5.2 Estrategia empírica

pág. 32

5.3 Diferencias en Diferencias

pág. 34

5.4 Agregando controles

pág. 36

6. Los datos

pág. 39

6.1 Evolución histórica del servicio doméstico

pág. 39

6.2 Datos utilizados para la estimación

pág. 45

7. Resultados

pág. 52

7.1 Horas de trabajo semanales

pág. 53

7.2 Ingresos por hora de trabajo

pág. 61

7.3 Problema de identificación

pág. 66

7.4 Porcentaje que cotiza por el salario mínimo

pág. 73

8. Conclusiones

pág. 73

9. Referencias bibliográficas

pág. 75

Apéndice 1: Representatividad de los trabajadores de casa particular en las encuestas CASEN Apéndice 2: “Parallel Trends Assumption”

pág. 80 pág. 81

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1. Introducción

En Chile, aunque los datos en encuestas laborales y de planificación no lo muestran, se sospecha que muchos empleadores sub declaran el salario que pagan a sus trabajadores domésticos para así poder pagar menos impuestos o cotizaciones. Cuando un empleador paga salarios, debe además retener parte del mismo, que será destinado al pago de cotizaciones para efectos de previsión, seguro de salud o indemnización por despido. Si el empleador sub declara el sueldo que paga, entonces puede pagar menores cotizaciones. En un extremo, a un empleado le pueden pagar cotizaciones correspondientes al salario mínimo, aunque su verdadera remuneración esté por sobre dicho nivel. Esto hace que el empleador ahorre dinero que debería pagar si las cotizaciones fueran por el monto correspondiente. El problema puede ser visto desde el otro lado. Si un trabajador no valora los beneficios de las cotizaciones lo suficiente, puede preferir que su empleador le cotice por el salario mínimo, y le transfiera el dinero ahorrado en forma de efectivo. En suma, en el sector del servicio doméstico ambas partes tienen incentivos para cotizar por el salario mínimo, pues al hacerlo se puede crear un excedente del que pueden apropiarse.

A pesar de que esta situación puede darse en otros trabajos asalariados, es más probable que ocurra en este, cuyas condiciones se negocian directamente entre empleador y empleado, lo que hace más fácil alcanzar acuerdos de este tipo. Por un lado, la negociación directa disminuye los costos de transacción. Por otro lado, los trabajadores de casa particular pueden tener menor poder de negociación, ya que al trabajar solos en un hogar pueden estar menos informados de sus derechos1.

El pasado 18 de Junio de 2011, la ministra del trabajo Evelyn Matthei hizo un llamado público a los empleadores, instándoles a pagar sus cotizaciones por el total de la remuneración. Este tema preocupa a las autoridades, pues pagar cotizaciones por el salario mínimo significa que dichos 1

“En la región (Chile), el servicio doméstico se rige por marcos normativos especiales, que diferencian a los empleados domésticos del conjunto de los asalariados. Como consecuencia práctica, quedan al margen de diversos derechos y normas protectoras. Sin embargo, incluso estando cubiertos por normas laborales, el grado de evasión es mucho más elevado que para otras ocupaciones. Además, por causa de su aislamiento e invisibilidad por trabajar al interior de un hogar, las trabajadoras del servicio doméstico no están siempre conscientes de sus derechos y les es difícil organizarse para defenderse y mejorar su situación.” (Rodgers, 2009)

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trabajadores tendrán bajas pensiones, indemnizaciones y pagos por salud cuando los necesiten. La idea tras el sistema de cotizaciones impuesto es que las personas no valoran el ahorro porque son miopes al largo plazo y prefieren el consumo presente. Es por eso que se les impone ahorrar una parte de su salario para solventar los gastos incurridos en el futuro. Si las cotizaciones son demasiados bajas, es el gobierno quien deberá financiar las jubilaciones y otros gastos de los trabajadores cuando éstos se retiren. Por este motivo, las autoridades supervisan que efectivamente se ahorre para el futuro, penalizando al empleador con multas cuando las cotizaciones no se pagan por el total de la remuneración pactada. A pesar de esto, el monitoreo se hace especialmente difícil en el mercado del servicio doméstico debido al aislamiento del mismo, además de los motivos expuestos en el párrafo anterior.

Según datos de la Encuesta de Protección Social 2009 (EPS, que da cuenta de la historia laboral de los individuos encuestados entre los años 2006 y 2009), el 61,87% de los trabajos que los individuos realizaron en el sector del servicio doméstico tuvieron cotizaciones por el total de la remuneración recibida. Sin embargo, el hecho de que cotizar por un monto menor sea ilegal, da lugar a la sospecha de que dicha cifra es en realidad menor. Lo cierto es que, como esto no es directamente monitoreable (o tiene un alto costo de monitoreo), no podemos saber con certeza cuántos de los trabajadores que cotizan por el mínimo realmente ganan el salario mínimo.

En este trabajo se propone una manera indirecta de cuantificar este fenómeno. La idea consiste en estimar los cambios en el empleo de los trabajadores de casa particular cuando cambia el salario mínimo. Si es cierto que la mayoría cotiza por el mínimo, entonces al aumentar dicho monto aumenta el salario bruto que debe pagar el empleador (porque aumenta el monto de la cotización), por lo que deberíamos observar una disminución en el empleo. Por el contrario, si se les pagan cotizaciones por el total de la remuneración, los cambios en el salario mínimo no deberían afectar a este mercado, y no deberíamos ver un efecto en el empleo.

Para llevar a cabo esta estimación, observaremos a los trabajadores domésticos de las encuestas CASEN 2006 y 2009. El primer paso será sacar de la muestra a todos aquellos que declaren ganar un salario por hora menor al mínimo permitido, así podremos enfocarnos en el grupo que 5

gana más y que por lo tanto puede sub declarar el salario recibido. Luego, separamos a este grupo en dos sub grupos: los trabajadores “sin contrato” son quienes trabajan de manera informal y por lo tanto sus empleadores no deben pagar cotizaciones. Este será nuestro grupo de control. Los trabajadores “con contrato”, como el nombre lo indica, sí tienen una relación contractual con sus empleadores, y por lo tanto sí les hacen cotizaciones. Este será el grupo de tratamiento. Comparando los grupos de control y tratamiento podremos estimar el efecto que tuvieron las alzas de salario mínimo en el período 2006-2009 sobre el nivel de empleo de los trabajadores de casa particular. Podemos saber a qué grupo pertenece cada trabajador porque esto se les pregunta explícitamente en la encuesta CASEN. Sin embargo, dentro de la muestra de trabajadores con contrato, no sabemos con certeza quiénes reciben cotizaciones por el total de su remuneración. No sólo no se les pregunta esto explícitamente, si no que es de esperar que incluso en caso de que se les preguntara, las personas tendrían incentivos para no revelar la verdad.

En cambio, sí sabemos que durante los años 2007 y 2008 ocurrieron una serie de modificaciones al salario mínimo para los trabajadores de casa particular. -

Hasta marzo de 2007, el salario mínimo en el sector del servicio doméstico era el 75% del salario mínimo nacional. Desde esa fecha, el porcentaje aumentó a un 83%.

-

La reforma previsional del año 2008 estableció que las cotizaciones de los trabajadores de casa particular debían hacerse por el total del salario mínimo nacional. Antes de la reforma, si un empleado doméstico recibía el salario mínimo, sus cotizaciones se pagaban en base a ese mínimo (es decir, en base al 83% del salario mínimo nacional). Después de la reforma, incluso aunque el empleado reciba el mínimo correspondiente al servicio doméstico, sus cotizaciones deben pagarse en base al 100% del mínimo nacional.

-

El salario mínimo nacional, por su parte, aumentó un 7,89% en términos reales.

Estos cambios implicaron que las cotizaciones por el mínimo en el año 2009 aumentaran un 32,89% en términos reales con respecto a las cotizaciones por el mínimo el año 2006. Esto significa que si una persona paga a su empleado doméstico un salario líquido mensual de $250.000 más cotizaciones por el mínimo, el 2006 pagaba cotizaciones por $20.250, que aumentaron a $26.910. Dado esto, el salario total que paga aumenta en un 2,46%. 6

Para comprobar que dicho cambio en el salario bruto impacta negativamente en el empleo del grupo de trabajadores con contrato, compararemos sus cambios en horas trabajadas en relación al grupo de control, los trabajadores sin contrato (que no ven afectado su salario bruto al cambiar el salario mínimo).

El siguiente trabajo se basa en el modelo teórico usado para estudiar los beneficios obligatorios. Los beneficios obligatorios son servicios otorgados a los trabajadores a cambio de un impuesto al trabajo. Dado que las cotizaciones son un impuesto que se cobra a los trabajadores a cambio de pensiones y beneficios futuros, podemos explicar los efectos de las cotizaciones en el mercado del servicio doméstico, y también los efectos de alterar el monto de dichas cotizaciones, con el modelo de beneficios obligatorios. La predicción de este modelo es que mientras menos se valore el servicio recibido en relación al impuesto a pagar, mas distorsionado se verá el empleo. Supondremos que los trabajadores no valoran el beneficio recibido a futuro, y por lo tanto un aumento de las cotizaciones afecta negativamente en el empleo.

Para la estimación empírica, nos basaremos en las metodologías usadas anteriormente por la literatura del salario mínimo, puesto que en este caso haremos prácticamente lo mismo (estimar el impacto de un aumento del mínimo), aunque el cambio en salario afecte sólo a una parte del salario total a pagar. A pesar de que en esta literatura no existe un consenso generalizado respecto del impacto que el salario mínimo tiene en el nivel de empleo, prevalece la opinión de que un aumento de éste tiene un efecto negativo. Para efectos de este trabajo, el supuesto en que nos basaremos es que las alzas de salario mínimo sí afectan el nivel de empleo. Siguiendo la metodología propuesta por Card y Krueger (1994), se estimarán los efectos de un cambio en el salario mínimo usando la técnica de Diferencias en Diferencias para comparar los cambios en el empleo y el salario antes y después de los cambios salariales ocurridos para un grupo de tratamiento (trabajadores con contrato). Dicha diferencia se comparará con el cambio ocurrido para un grupo de control (trabajadores sin contrato). La idea básica de esta técnica es que si el grupo de tratamiento tuvo mayores cambios que el grupo de control en el período 20062009, entonces podremos decir que los cambios del salario mínimo sí tuvieron un efecto. Por supuesto, para que este método sea válido, debemos suponer que el salario mínimo es el único 7

factor que ha cambiado en el período 2006-2009 entre el grupo de tratamiento y el grupo de control, o bien controlar por cualquier otro factor que pudiera alterar la evolución del empleo para ambos grupos durante los años 2006-2009.

Al hacer la estimación para la cantidad de horas trabajadas, surge un problema de sesgo de simultaneidad al considerar al salario como variable independiente. Como ambas variables se determinan de manera simultánea, al asumir que el salario es independiente, podríamos sesgar el parámetro asociado al salario u a los otros controles, en particular a aquellos que nos interesan para validad la hipótesis de esta investigación (esto es, los parámetros asociados al cambio en salario mínimo). Para evitar tener parámetros sesgados, resolvemos el problema de sesgo corriendo otra estimación para explicar salarios. Con esta regresión concluiremos que los parámetros que son de nuestro interés no presentan sesgos producto de incluir el salario en la regresión que explica la cantidad de horas trabajadas.

Los resultados obtenidos muestran que existe una diferencia entre el trabajo doméstico puertas adentro (en el cual el empleado vive con la familia para la cual trabaja) y el trabajo doméstico puertas afuera (el empleado vive en su propia casa, y viaja al lugar de trabajo todos los días). En los trabajadores puertas afuera observamos una disminución de las horas trabajadas significativa sólo al 90%, y sólo bajo determinadas condiciones y formas de seleccionar la muestra. Los trabajadores puertas adentro, por el contrario, tienen un impacto positivo en la cantidad de horas trabajadas, aunque dicho valor no es significativo. Una explicación razonable para este fenómeno podría ser que, dado que los trabajadores puertas adentro viven en el lugar de trabajo, tienen un trabajo más estable que los trabajadores puertas afuera. Al vivir en el lugar de trabajo, es más probable que empleados y empleadores estén interesados en cultivar una relación a largo plazo, por lo que reaccionarían menos ante cambios en el salario. Otra posible explicación es que la oferta de trabajadores puertas adentro sea tan escaza, que cambios en el precio no alteran la cantidad (oferta inelástica). Sin embargo, aunque los últimos años los trabajadores chilenos han abandonado la costumbre de trabajar puertas, la reciente inmigración desde los países limítrofes ha contribuido a aumentar la oferta en este sector.

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Aunque los resultados sugieren que sí existe cotización por el salario mínimo en el sector puertas afuera, y no existe en el sector puertas adentro, no podemos decir a partir de estos resultados si el fenómeno es lo suficientemente grande. Para estimar qué proporción de los trabajadores de casa particular con contrato cotizan por el mínimo, es necesario hacer supuestos sobre la valoración que los empleados tienen de los beneficios que recibirán por cotizar, y de la forma que toman la oferta y demanda por trabajo doméstico. Si supusiéramos que los beneficios de cotizar no son valorados, sabríamos a cuánto equivale el impuesto neto que perciben los empleadores. Si además asumimos una forma de oferta y demandas determinadas, podríamos predecir la disminución de horas de trabajo esperada para un trabajador al que le cotizan por el mínimo. Comparando dicho valor con el valor obtenido, podríamos saber qué porcentaje de la población cotiza por el salario mínimo. Sin embargo, como no sabemos qué tan valorados son los beneficios de la cotización, ni sabemos la forma que toman las curvas de demanda y oferta, tan sólo podemos determinar si existe o no un efecto en el nivel de empleo, es decir, sólo sabremos si en el mercado existe o no la cotización por el salario mínimo. Esta es una de las mayores limitaciones de la investigación. En el caso de obtener resultados pequeños, no podemos determinar si gran parte de los trabajadores cotiza por el monto mínimo. Al no conocer la forma de la demanda o la oferta, tampoco podemos saber si el cambio fue pequeño porque no se cotiza por el mínimo, o más bien debido a la inelasticidad de la oferta de trabajo. En dicho caso, cambios grandes en el salario bruto no vendrían acompañados de grandes cambios en el empleo. Esto es un obstáculo importante, considerando que, a pesar de que las cotizaciones aumentaron en más de un 30%, el salario bruto total aumentó en montos menores al 5%.

El contar con un cambio salarial pequeño, asimismo, abre la posibilidad de que el cambio percibido en el empleo sea lo suficientemente pequeño como para que se vea atenuado por problemas de ruido muestral, factores no observables u otros problemas de los datos. Otra limitación importante de esta investigación es que propone un método para identificar solamente a los casos en que se cotiza por el sueldo mínimo, pero no cubre aquellos en los que se cotiza por un monto mayor al mínimo, pero menor a la remuneración total. Estos casos tampoco

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se ven afectados cuando cambia el salario mínimo. Si la mayoría se encuentra en este caso, entonces no seríamos capaces de identificarlos.

El trabajo se estructura de la siguiente manera: en la sección 2 se resumen y comentan los principales descubrimientos y debates a los que se ha llegado en la discusión del salario mínimo y de los beneficios obligatorios, y se sitúa a esta tesis en la literatura. La sección 3 presenta una explicación teórica que explica, en primer lugar, por qué y cómo se puede cotizar por el mínimo en un sector cuyo sueldo está por sobre el mínimo, y en segundo lugar ilustra los efectos de que dicho mínimo cambie. El modelo planteado revisa cómo y bajo qué condiciones se ve un efecto en la cantidad de trabajo y el salario de equilibrio de mercado. La sección 4 explica cómo funciona el sector del servicio doméstico, detalla las normativas por las que se rige, y presenta algunos datos que describen a este sector. La sección 5 revisa el modelo empírico de Diferencias en Diferencias y explica concretamente cómo se implementará en este trabajo. La sección 6 describe los datos a utilizar, mientras que en la sección 7 se presentan los resultados de las estimaciones descritas en la sección 4, y plantea y resuelve problemas econométricos que surgen de la estimación. Finalmente, la sección 8 resume las principales conclusiones del trabajo.

2. Una mirada a la literatura

El siguiente trabajo se apoya en dos temas relevantes para la economía laboral, ambos desarrollados teórica y empíricamente por la literatura. Éstos son los beneficios obligatorios y el salario mínimo: se usará el análisis teórico empleado para estudiar los beneficios obligatorios, y la metodología empírica desarrollada para investigar los efectos del salario mínimo.

Con respecto a los beneficios obligatorios, la teoría expuesta por Musgrave (1959) y Summers (1989) postula que el efecto que tenga la imposición de impuestos destinados a pagar beneficios para los trabajadores dependerá de cómo perciben éstos dichos beneficios. Si no los valoran, entonces ellos sólo percibirán el impuesto que les cobran, lo que tendría consecuencias sobre el salario y el nivel de empleo. Si por el contrario ellos valoran los beneficios recibidos, entonces en realidad el monto neto del impuesto es menor, ya que parte de éste financia un servicio por el

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que ellos estarían dispuestos a pagar. Esto significa que hay un menor impacto en empleo, ya que el impuesto neto percibido es menor.

La literatura empírica se enfoca en estudiar diversos casos de beneficios obligatorios en distintos países y momentos del tiempo, para comprobar si éstos son o no percibidos como un impuesto neto, y si lo son, en qué magnitud. En la práctica, consiste en determinar si la imposición de beneficios obligatorios tiene un efecto mayor en los salarios de equilibrio o en la cantidad de empleo. Existe un amplio rango de resultados. Los primeros estudios usaban bases de datos de series de tiempo o de corte transversal para determinar el efecto que tenían distintas variaciones al monto de las cotizaciones obligatorias en el desempleo, encontrando resultados a veces favorables y a veces contrarios a la hipótesis de que los beneficios son valorados en su totalidad por los trabajadores (Brittain, 1972, Feldstein, 1972, Holmlund, 1983). Más adelante se empezó a usar datos de panel para estudiar el efecto de distintos programas, como por ejemplo el aumento a los impuestos que debían pagar las industrias en Estados Unidos para pagar seguros contra accidentes en el lugar de trabajo, en los años 80 (Gruber y Krueger, 1991), o el aumento exógeno en los pagos de seguro de salud que tuvieron que enfrentar las empresas al contratar trabajadoras mujeres, para cubrir los gastos de maternidad (Gruber, 1994). La conclusión general es que los efectos de cambiar los impuestos para los beneficios obligatorios dependerán de qué beneficio se paga y cómo es percibido. Evaluar los cambios de un impuesto para pagar accidentes del trabajo es percibido de distinta manera que uno destinado a pagar gastos de maternidad, o uno cuya recaudación será entregada en forma de pensión a los mismos trabajadores cuando jubilen.

En Chile, el tema se ha investigado puesto que está ligado a la reforma de pensiones llevada a cabo durante los años 80, tras la cual los trabajadores empezarían a recibir pensiones y prestaciones de salud de acuerdo al monto que ellos mismos pagaran de sus cotizaciones (antes, el estado retenía y decidía cómo repartir las cotizaciones de todos los trabajadores). De esta forma, se creó un vínculo mucho mayor entre el impuesto que los empleadores debían pagar y la forma en que los empleados percibían los beneficios asociados. Este radical cambio en la forma de financiar las cotizaciones y los seguros de salud hizo que muchos investigadores chilenos y extranjeros se interesaran en el caso y sus efectos. Gruber (1997) investiga las consecuencias de 11

la caída promedio de las tasas de impuesto tras la reforma, llegando a concluir que el empleo no se vio afectado: el ajuste ocurrió mediante precios.

Edwards y Cox (2000) concluyen sin

embargo que las reformas sí redujeron el desempleo, aunque las leyes vinculadas a los seguros de salud no incidieron en el nivel de empleo. Aparte de los estudios enfocados en la reforma previsional, otros estudios nacionales se han esforzado en ver el efecto de los impuestos para beneficios mandatados en el nivel de empleo. Pages y Montenegro (1999) investigan los efectos de aumentar los pagos por mayor seguridad en el lugar de trabajo en el período 1960-1977, sugiriendo que existe un efecto negativo en el largo plazo. En el año 2004, usando bases de dato de corte transversal, investigan los efectos de las cotizaciones, concluyendo que inciden negativamente en el empleo de personas jóvenes o con baja calificación.

En relación al salario mínimo, la teoría económica clásica (Stigler, 1946) postula que la fijación de precios en el mercado laboral por sobre el precio de equilibrio causa desempleo, pues la cantidad de trabajo ofrecido sería mayor que la cantidad demandada. Esta teoría es ampliamente aceptada, mas empíricamente no siempre esta relación se torna visible. Una explicación posible la encontramos si miramos la organización industrial de este mercado (Maurice, 1974). Si el empleador es monopsónico, entonces un aumento del salario mínimo evitaría que al empleado se le pague un precio menor a su productividad marginal, lo que de hecho aumentaría la cantidad de trabajo en el equilibrio 2.

La literatura empírica que se desarrolla en torno a este tema ha tratado de comprobar la hipótesis clásica de Stigler, dando lugar a diversos debates y resultados. Estas divergencias se podrían deber a la naturaleza del mercado laboral, que es muy dinámico y depende de muchos otros factores además del salario en un momento específico. También podrían deberse a las metodologías empleadas; el uso de distintas bases de datos y de técnicas econométricas han dado lugar a conclusiones contradictorias.

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Los mercados monopsónicos surgen cuando no existe libre competencia y los trabajadores no pueden cambiar fácilmente de empleo (ya sea por costos de moverse, de obtener información sobre otros trabajos, etc). En realidad, con el tiempo se ha descartado la hipótesis del empleador monopsónico. Antes tenía más sentido hablar de empleados “aislados”, pero actualmente la globalización y la masificación de la información hacen difícil que un mercado se mantenga marginado.

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En general, esta literatura está concentrada en dos sub temas: El efecto del salario mínimo en la distribución de ingresos, y el efecto en los niveles de desempleo. Con respecto al primer sub tema, existe consenso a nivel general en que un aumento del salario mínimo hace disminuir la desigualdad en la distribución de ingresos, pues aumentan los salarios de los trabajadores afectados (Lee, 1999; Autor et al, 2010). Hay debates, sin embargo, en cuanto a cuál es la magnitud de dicha disminución. En relación a los efectos en el desempleo, actualmente no hay un acuerdo en la literatura empírica, pues se encuentra evidencia a favor de un efecto nulo, pero también hay trabajos que encuentran efectos negativos. En el primer grupo, destacan Card y Krueger (1994), quienes construyen un panel con datos de empleos para restaurantes de comida rápida en dos estados de Estados Unidos, uno que resulta afectado por el alza del salario mínimo ocurrida en 1992 (New Jersey) y otro que no (Pennsylvania). Usando la técnica de Diferencias en Diferencias, éstos no encuentran efectos significativos sobre el nivel de empleo. Dichos resultados encontraron varios oponentes, entre ellos Neumark y Wascher (2000), quienes usan los mismos datos pero de otra fuente, llegando a concluir que el salario mínimo sí tiene un efecto negativo en el empleo. Ellos adjudican la diferencia con Card y Krueger a errores de medición en el panel que usaron para su trabajo (lo desarrollaron los mismos autores, mediante encuestas telefónicas). En respuesta, los primeros autores usan una nueva base de datos de panel obtenida de los Registros de Desempleo del país para replicar su trabajo, sin encontrar efectos significativos para el alza del salario mínimo 1992, ni tampoco para el nuevo cambio ocurrido en 1996-1997, que volvió a igualar a ambos estados (Card y Krueger, 2000). Aún los estudios más recientes encuentran resultados contradictorios y nuevas críticas relevantes a tener en consideración para la discusión a futuro. Por ejemplo, en un estudio (Dube et al., 2007) se compara el desempeño de los restaurantes en dos localidades vecinas (San Francisco e East Bay) para medir los efectos del salario mínimo, sin llegar a encontrar efectos negativos significativos. Estos resultados son criticados por referirse a un lapso de tiempo muy pequeño como para poder detectar efectos a mediano y largo plazo, asunto que es tomado en consideración por el autor en otro trabajo el año 2010 (Dube et al., 2010). En éste, se consideran efectos de largo plazo, mas siguen sin encontrar efectos negativos en el nivel de empleo.

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A nivel nacional, el salario mínimo toma importancia en el debate nacional a partir de los 80’ (literatura citada por Bravo (1997) y Grau y Landerretche (2011)): Castañeda (1983), Paredes y Riveros (1989) y Chacra (1990) hacen estudios con datos de corte transversal, encontrando que el salario mínimo es perjudicial para el empleo. Bravo y Robbins (1995) hacen un análisis en series de tiempo, en el cual no encuentran evidencia de efectos negativos sobre el nivel de empleo. Usando datos agregados, Bravo (2005), Corbo (1980) y Sapelli (1996) encuentran efectos negativos sobre el nivel de empleo. Aprovechando un cambio en la ley de salario mínimo aplicable sólo a las personas jóvenes, Bravo y Contreras (1998) usan esta suerte de “experimento natural” para evaluar los impactos de un alza en el salario mínimo, sin encontrar efectos significativos. Por último, destacan Grau y Landerretche (2011) que construyen un panel a partir de la Encuesta Nacional de Empleo para estimar los efectos del salario mínimo sobre horas trabajadas, ingreso y posibilidad de estar empleado. Sus conclusiones apuntan a un efecto negativo en la posibilidad de empleo y horas de trabajo, y positivo en el salario. Sin embargo, aseguran que los efectos son menores de lo que los medios y la opinión pública comunican.

En cuanto a literatura específica sobre el tema del servicio doméstico, lo que más se acerca es un paper escrito por Mattila (1973), en el cual estima los efectos de un alza en el salario mínimo para el servicio doméstico en Inglaterra. Sin embargo, el estudio es diferente pues asume que el salario de equilibrio de dicho mercado está bajo el mínimo impuesto. Con datos de corte transversal estima una oferta y una demanda, con las calcula los efectos de un alza sobre empleo y salario.

El siguiente trabajo, a pesar de no ser parte explícita de la literatura de salario mínimo o de beneficios obligatorios, identifica elementos de ambos temas para idear una forma de cuantificar el fenómeno de las cotizaciones por el salario mínimo. Es novedoso pues estudia los efectos de un alza en el salario mínimo pero para un solo mercado, aprovechando que éste tuvo cambios en el mínimo que no afectó a otros sectores. Además, estudia los efectos de un salario mínimo a pesar de que el salario de equilibrio se encuentra por sobre dicho nivel, precisamente para corroborar la hipótesis de que un porcentaje de este salario sí está sujeto al salario mínimo. 14

3. Modelo Teórico

A continuación se presenta un modelo que explica cuál es el efecto de aumentar el salario mínimo en el mercado del servicio doméstico, dado que el salario de equilibrio se encuentra por sobre el mínimo, pero asumiendo que sus empleadores pagan cotizaciones por el mínimo. Se explican las condiciones que se deben cumplir para observar un efecto en empleo y/o salarios, y se determinan condiciones que deben cumplirse para que el efecto sea observable en un experimento empírico.

3.1 Situación Inicial: Beneficios Obligatorios

Se parte suponiendo dos sectores en donde las personas pueden trabajar. Los sectores son iguales excepto que uno de ellos (sector A) es controlado por el gobierno o autoridad, mientras que el otro no (sector B). El ser o no controlado es un factor exógeno, debido a que la autoridad no tiene la capacidad de controlar a todas las personas y contratos de trabajo.

En un principio, ambos mercados son iguales y no existe ningún impuesto o beneficio obligatorio, motivo por el cual ambos presentan igual salario y cantidad de trabajadores, como se ilustra en la figura 1.

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Las diferencias comienzan a surgir cuando la autoridad determina que el sector A debe pagar un impuesto, destinado a pagar beneficios que serán recibidos por los trabajadores de dicho sector, y que debe ser pagado por los empleadores.

El efecto que tienen estas cotizaciones no sólo dependerá de las elasticidades de la oferta y la demanda, sino también de cómo valoren los trabajadores los beneficios que reciben producto del impuesto (Summers, 1989).

Para analizar dos casos extremos, primero nos ponemos en el caso en que los trabajadores valoran los beneficios recibidos exactamente en el mismo monto del impuesto (ilustrado en la figura 2). El primer efecto del impuesto es una disminución de la demanda en el sector A, que refleja el impuesto que los empleadores deben pagar (pasando de 𝐷0𝐴 a 𝐷1𝐴 ). Por otro lado, como los trabajadores están obteniendo un beneficio al trabajar en ese sector, se puede afirmar que están dispuestos a recibir menos dinero por la misma cantidad de trabajo ofrecida. Esto se traduce en un desplazamiento de la oferta hacia la derecha, en el mismo monto del impuesto (pasando de 𝑆0𝐴 a 𝑆1𝐴 ). Como oferta y demanda se desplazan en iguales magnitudes, el resultado final será una disminución del salario líquido recibido, sin que cambie la cantidad de trabajo de equilibrio. Los empleadores deberán pagar un impuesto, pero su cantidad demandada no cambia pues el salario líquido que pagan a sus trabajadores ha disminuido en igual cantidad. Los trabajadores, por otro lado, reciben un salario menor, pero no disminuyen su cantidad ofrecida de trabajo pues reciben beneficios que valoran en igual cantidad. En el nuevo equilibrio, los empleadores pagarán un salario bruto de 𝑤0 , los trabajadores recibirán un salario líquido de 𝑤1 , y el monto de la cotización será de 𝑤0 − 𝑤1 . La cantidad de trabajo en equilibrio se mantiene en su nivel inicial, 𝐿0 .

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Así, un trabajador estaría indiferente de trabajar en el sector A, con salario 𝑤1 y los beneficios recibidos, o en el sector B con un salario 𝑤0 . Es importante notar que la valoración de beneficios por parte de los empleados sólo afecta la oferta cuando éstos reciben beneficios por trabajar en el sector A y no en otro. Por este motivo la oferta no se altera en el sector B (si el beneficio fuera universal, la oferta de A no se hubiera desplazado porque no hubiera sido más preferido trabajar en A que en B)

El caso extremo ocurre cuando los trabajadores no valoran los beneficios que reciben producto del impuesto. En esta circunstancia (ilustrada en la figura 3), sólo la demanda se desplazaría hacia la izquierda pero la oferta no se alteraría. Esto, porque como los trabajadores no perciben ningún beneficio no están dispuestos a hacer el mismo trabajo por menos dinero, como en el caso anterior. Esto nos lleva al caso estándar de impuestos, en el que sólo se desplaza una de las curvas.

En este caso, como los empleadores deben pagar un impuesto por el trabajo contratado, disminuyen su demanda, de 𝐷0𝐴 a 𝐷1𝐴 . Esto hace que caiga la cantidad de equilibrio a 𝐿1 , y el salario líquido caiga a 𝑤1 . Los empleadores por su parte deberán pagar un salario bruto total de 𝑤2 , siendo 𝑤2 − 𝑤1 el monto del impuesto.

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En relación al caso anterior, vemos que la cantidad presenta una disminución (desde 𝐿0 a 𝐿1 ), y el salario líquido cae en un monto menor al monto del impuesto (desde 𝑤0 a 𝑤1 ). Esto debido a que los trabajadores no valoran los beneficios, por lo que no están dispuestos a disminuir su salario.

Se verá también que los trabajadores que han quedado fuera del sector A se moverán al sector B, donde el salario sigue siendo 𝑤0 . Esto provocará que los salarios en dicho sector caigan hasta que el sector B no sea preferido al sector A. Cuanto mayor sea el sector B en relación al A, menor impacto veremos en dicho mercado.

En cualquier caso intermedio, en el cual el trabajador valora el beneficio pero en un monto menor al del impuesto, veremos que la oferta se desplaza menos que la demanda. Esto es equivalente a decir que se cobra un impuesto neto (impuesto – beneficios percibidos) positivo, lo que tendrá como resultado una disminución en la cantidad de trabajo de equilibrio y una caída del precio para el trabajador. Cuanto más valorado sea el beneficio, menos caerá la cantidad de trabajo y más caerá el precio. Además, como se verá más adelante, las elasticidades de la demanda y la oferta de trabajo son relevantes para determinar el resultado final.

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3.2 Cotización por el salario mínimo

Por simplicidad, se considera el caso de quienes no valoran el beneficio, pero el análisis también podría extenderse para quienes lo valoran en menor cuantía que el monto del impuesto. Analizar el caso en el cual los trabajadores no valoran el beneficio futuro significa que la reacción ante un impuesto o la exigencia de pagar cotizaciones será solamente un movimiento de la demanda (ya analizado en la figura 3).

Dado que el beneficio no es valorado por los trabajadores, el pago de cotizaciones se percibe como un impuesto. Sin embargo, los agentes del mercado pueden buscar formas de negociar entre ellos y reducir el tamaño del impuesto pagado, de forma de dejar a todos mejor o igual que si no negociaran.

Como la cotización a pagar es un porcentaje del salario, los agentes pueden sub declarar el salario pagado/obtenido, de manera de pagar menores cotizaciones. En particular, pueden pagar cotizaciones correspondientes al salario mínimo, aunque el salario real sea mayor. Así, si 𝑡 𝑊 es el monto de impuesto que se debe pagar, el mínimo pago posible se logra declarando el salario mínimo 𝑀𝑊. Con esto, el impuesto sería 𝑡 𝑀𝑊 .

Como cotizar por el salario mínimo disminuye el monto neto del impuesto (en relación al caso en que no hay negociación entre las partes), los efectos de este impuesto también disminuyen. Dependiendo de la elasticidad que tengan la oferta y demanda en el sector afectado, veremos distintos resultados finales.

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Caso 1: Oferta y demanda tienen elasticidades entre cero e infinito (Figura 4)

El pagar un impuesto menor hace que la demanda se desplace en menor magnitud hacia la izquierda (hacia 𝐷2𝐴 en vez de 𝐷1𝐴 ). Así, si inicialmente los empleadores pagaban un salario bruto de 𝑤1𝐷 y un impuesto de 𝑡 𝑊 = 𝑤1𝐷 − 𝑤1𝑆 , ahora pagan un impuesto menor de 𝑡 𝑀𝑊 = 𝑤2𝐷 − 𝑤2𝑆 , y un salario bruto de 𝑤2𝐷 . Esto hace que generen un excedente equivalente a ∆= 𝑡 𝑊 − 𝑡(𝑀𝑊), que es el monto que ahorran por el hecho de no cotizar por el total del sueldo. Otro efecto de esta disminución del impuesto es que la cantidad de equilibrio aumenta (desde 𝐿1 hasta 𝐿2 ). En efecto, los empleadores querrán contratar más trabajo pues se ha hecho menos costoso. Sin embargo, para incentivar a los trabajadores a aumentar la cantidad ofrecida, deberán ofrecerles parte de su excedente, aumentándoles su salario líquido de 𝑤1𝑆 a 𝑤2𝑆 . Así es como el excedente ∆ terminará siendo repartido entre ambas partes.

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Caso 2: Oferta Infinitamente Elástica (Figura 5)

Este es el caso en el cual los trabajadores tienen posibilidades de escoger entre distintos sectores, pues existe infinita movilidad entre ellos. Si en el sector A aumentara un poco el salario, la oferta aumentaría a infinito pues todos querrían trabajar ahí. Si disminuyera un poco el salario, la oferta caería a cero porque todos se irían a trabajar a otros sectores. En este contexto, cuando los empleadores cotizan por el salario mínimo, la demanda se desplaza en menor magnitud (hacia 𝐷2𝐴 en vez de 𝐷1𝐴 ). Al igual que en el caso anterior, esto significa que deberán pagar un impuesto menor, lo que les significará ganar un “diferencial”, ∆= 𝑡 𝑊 − 𝑡(𝑀𝑊).

Al disminuir el impuesto a pagar, los empleadores querrán aumentar su cantidad contratada de trabajo. Para que los trabajadores acepten aumentar las horas trabajadas no es necesario pagarles extra, como en el caso anterior. Como la oferta es infinitamente elástica, se puede mantener el salario inicial 𝑤1𝑆 . La consecuencia es que la cantidad de equilibrio aumenta de 𝐿1 a 𝐿2 , sin que cambie el salario líquido. Este es el caso en el cual el empleador retiene todo el excedente para sí.

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Caso 3: Demanda infinitamente elástica (Figura 6)

En este caso, los demandantes sólo están dispuestos a pagar un único precio por cada unidad de trabajo. Si el precio cobrado fuera menor, la cantidad demandada aumentaría a infinito pues todos los que contrataban en otros sectores preferirían contratar personas del sector A; si el precio fuera mayor, se demandarían cero unidades, porque todos los demandantes se irían a otros mercados. Si a este mercado se le pone un impuesto que los trabajadores no valoran, el efecto se percibiría como un desplazamiento de la oferta hacia la izquierda (aunque sean los empleadores quienes deban pagar el impuesto). Como los empleadores no están dispuestos a pagar ni un peso más por cada unidad de trabajo, será oferta la que deberá disminuir para que la cantidad demandada no caiga a cero.

Mientras menor sea el sueldo declarado, menor será el impuesto a pagar. Es por eso que, si se declara el salario mínimo, se paga el menor impuesto posible (desplazándose la oferta a 𝑆2𝐴 , en vez de a 𝑆1𝐴 ). Esta vez, el excedente generado al declarar el salario mínimo, ∆, queda en manos de los trabajadores, quienes deben bajar menos que antes su salario (a 𝑤2𝑆 en vez de 𝑤1𝑆 ) para evitar una caída total de la cantidad demandada. 22

Este es el caso en el cual es el empleado quien retiene todo el excedente.

3.3 Aumento del salario mínimo

Ahora que la situación inicial ha sido ilustrada correctamente, podemos evaluar qué ocurriría si aumentara por ley el salario mínimo en un sector específico. En particular, qué ocurriría para aquellas personas que declaran pagar el salario mínimo para reducir el impuesto a pagar. Suponiendo al igual que antes que el beneficio obtenido no es valorado (o que no es valorado en igual magnitud que las cotizaciones a pagar), cuando aumenta al salario mínimo y por lo tanto las cotizaciones, este aumento se percibe como un aumento del impuesto neto. Una vez más el efecto sobre cantidad de salario de equilibrio dependerá de las elasticidades de demanda y oferta, y de cómo se reparten las ganancias de sub declarar el salario.

En el caso 1, en que tanto la oferta como la demanda tienen elasticidad mayor que cero y menor que infinito, un aumento del impuesto provocará que disminuya la cantidad de trabajo en equilibrio, desde 𝐿2 hasta 𝐿3 . Provocará también una disminución del excedente antes obtenido, ∆. El nuevo excedente será ∆′ = 𝑡 𝑊 − 𝑡(𝑀𝑊1 ). Al disminuir el excedente que se ahorraban los agentes, los trabajadores se verán perjudicados con un menor salario líquido y los empleadores con un mayor salario bruto (Figura 7).

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En el caso 2, en el cual la oferta es infinitamente elástica, son los empleadores quienes se ven perjudicados con el aumento del impuesto. Su excedente ha disminuido, sin embargo no pueden reducir el pago que hacen a sus trabajadores. Esto significa que ellos deberán pagar un mayor salario bruto, y decidirán contratar menor cantidad de trabajo, disminuyendo ésta desde 𝐿2 hasta 𝐿3 (Figura 8).

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El último caso, que presenta una demanda perfectamente elástica, muestra el caso en el cual son los trabajadores los que se quedan con todo el excedente. Al subir el monto del impuesto, no pueden cobrar más caro por sus servicios, por lo cual es necesario que bajen su salario en igual monto que el aumento del impuesto, para evitar que la cantidad demandada caiga a cero (Figura 9). Esto se traduce en que se reduce su excedente inicial, por lo que terminan recibiendo un menor salario líquido, y ofrecen menor cantidad de horas de trabajo, reduciéndose la cantidad de trabajo de equilibrio desde 𝐿2 hasta 𝐿3 .

En los tres casos contemplados disminuye la cantidad de trabajo en equilibrio. La disminución en la cantidad de trabajo deja recursos libres. Estas personas se irán a otros sectores en los cuales no haya aumentado el impuesto o el salario. Manteniendo todo lo demás constante y suponiendo que la oferta y demanda en el sector B tienen elasticidad entre cero e infinito, esto se traduciría en un desplazamiento hacia la derecha de la oferta de trabajo en el otro sector, lo que provocaría una disminución de los salarios y un aumento en la cantidad de trabajo de equilibrio en el sector B.

En general, mientras más elástica sea la oferta, más beneficios tendrá el empleador para cotizar por el salario mínimo, y más perjudicado se verá cuando aumente dicho salario. Asimismo,

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mientras más elástica sea la demanda, más le convendrá al empleado que le paguen cotizaciones correspondientes al salario mínimo, y más se perjudicará cuando éste aumente. Además, para los casos intermedios en los cuales los trabajadores sí valoran los beneficios recibidos, tendremos que cuanto más los valoren, menor será el impuesto neto y menor será la caída del empleo. Luego, las variaciones en cantidad de trabajo serán menores cuando aumente el salario mínimo, ya que cada vez que este aumente la oferta de desplazará un poco hacia la derecha, lo que contrarrestará el desplazamiento de la demanda.

Para efectos de este trabajo, el objetivo es corroborar esta hipótesis teórica aprovechando el aumento del salario mínimo en un sector específico (el mercado del servicio doméstico). Si bien no se puede predecir el efecto en los salarios puesto que para esto sería necesario conocer la forma de las curvas de oferta y demanda, es posible predecir una disminución en la cantidad de trabajo de equilibrio de este sector en relación a otros sectores. Para percibir un cambio en esta variable, deberían cumplirse las siguientes condiciones: -

El aumento del salario mínimo se sólo en el sector del servicio doméstico, y no en otros sectores. O bien, existen sectores donde se aplica el aumento, pero en la práctica no se lleva a cabo, debido a que la autoridad no es capaz de monitorear todos los sectores.

-

Los beneficios percibidos producto de este aumento, si es que los hay, se perciben sólo si se trabaja en este sector.

-

La cantidad de personas que no valoran los beneficios (o que los valoran menos que el impuesto que deben pagar) es suficientemente grande dentro del grupo total de trabajadores de dicho sector, como para que el “impuesto promedio percibido” sea lo suficientemente grande.

-

La cantidad de personas que efectivamente cotizan por el salario mínimo es suficientemente grande.

-

La autoridad no es capaz de fiscalizar a todas las personas que cotizan por el salario mínimo, por lo que hay una cantidad importante de personas que lo hacen.

-

El aumento del salario mínimo es lo suficientemente grande como para poder detectar efectos en la cantidad de trabajo de equilibrio.

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La primera condición se cumple debido a que el aumento del salario mínimo sólo ha ocurrido en el sector del servicio doméstico, y la segunda se cumple porque el beneficio que reciban los trabajadores es el dinero que el empleador les retiene cuando están trabajando en ese sector. Si no trabajan, no tendrán dinero para financiar jubilaciones o seguros de salud. En cuando a las siguientes tres, no tenemos información suficientemente confiable, debido a que no conocemos las funciones de utilidad de los trabajadores ni tampoco sabemos si hacen o no una negociación con sus empleadores, o si el gobierno es lo suficientemente efectivo capturándolos. Para la última restricción, podemos calcular el monto exacto en el cual ha aumentado la cotización a pagar producto del aumento en el salario mínimo.

4. El servicio doméstico en Chile y la evolución de sus leyes

El servicio doméstico en Chile es un trabajo muy tradicional, que existe desde los comienzos de la historia del país. Inició principalmente como un trabajo “puertas adentro”, desempeñado por mujeres jóvenes con baja calificación, provenientes de zonas rurales, que migraban a zonas urbanas para desempeñar labores domésticas en casas particulares, a cambio de poder vivir en el lugar de trabajo. Con el paso del tiempo, cuando aumentan las migraciones en masa del campo a las ciudades, este trabajo dejó de desempeñarse únicamente por personas que provenían de zonas rurales. Como muchas mujeres de baja calificación vivían en las ciudades, empezaron a ofrecer este servicio “puertas afuera”; llegaban todos los días a trabajar pero volvían al final de la jornada a sus propios hogares. Desde entonces han coexistido ambos tipos de servicio doméstico, volviéndose el servicio puertas afuera cada vez más común y acorde con las necesidades de los hogares modernos.

Según el código laboral de Chile, los trabajadores de casa particular tienen leyes diferentes en varios aspectos a la de otros trabajadores asalariados. Por ejemplo, tienen normas que sólo aplican a ellos en cuanto a jornada laboral, indemnización en caso de despido, vacaciones y descansos, fuero maternal y especias recibidas en el lugar de trabajo, entre otras.

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Aunque diferente al de otras actividades laborales, dicha relación laboral está regida por contrato al igual que cualquier otro trabajo remunerado (el Código del Trabajo reconoce a las trabajadoras domésticas como dependientes desde 1931, por lo que comparten el estatuto de protección y prestaciones laborales y de seguridad social común al resto de los trabajadores). Como tal, están sujetas al pago de cotizaciones de previsión y salud. El responsable del pago de dichas cotizaciones es el empleador, quien debe descontar: -

el 13% aproximadamente del sueldo imponible a la AFP del trabajador o INP (10%, más cifra variable que depende de la AFP), para efectos de previsión.

-

El 7% del sueldo imponible a Fonasa o a la Isapre escogida por el trabajador, para efectos de salud.

-

Además, sólo para el caso de los trabajadores de casa particular, el 4,11% del sueldo imponible va a una AFP para efectos de indemnización a todo evento 3

Al ser este trabajo diferente de otros empleos asalariados y regido por normas distintas, al principio no existía una regulación del salario mínimo, es decir, no hubo salario mínimo en este mercado hasta el año 1993, en que se estableció que este sería equivalente al 75% del mínimo nacional. La existencia de un salario mínimo implicó que también existía un mínimo monto por el cual podían pagarse cotizaciones. Desde entonces, dicho salario y cotización mínima han estado sujetos a algunos cambios en leyes y regulaciones. La ley 20.279 dictada el año 2008 establece la igualación paulatina de este piso: en marzo de 2009 el mínimo para trabajadores de casa particular sería el 83% del mínimo nacional. Dicho porcentaje aumentaría a 92% en marzo de 2010, para alcanzar el 100% en marzo de 2011. Por otro lado, las cotizaciones por separado también han sufrido cambios regulatorios. El año 2008 se llevó a cabo en Chile una reforma previsional, la cual estableció cambios en el sistema de pensiones y previsión para poder cubrir a un mayor porcentaje de la población. Dicha reforma afectó especialmente al sector del servicio doméstico pues, según la ley 20.255, desde julio del año 2008 los empleadores que contrataban empleados domésticos por el salario mínimo, debían

3

Según la ley 19.010 de 1990, los trabajadores de casa particular son los únicos trabajadores asalariados que tienen derecho a una indemnización a todo evento.

28

pagar cotizaciones correspondientes al total del salario mínimo nacional, y no al 75% como se hacía hasta entonces.

Los aumentos del salario mínimo, en conjunto con el aumento de la cotización mínima, tienen un efecto directo en el monto de las cotizaciones que deben pagar los empleadores que cotizan por el salario mínimo. Aunque en la práctica paguen un salario líquido mayor al mínimo, el cambio en las cotizaciones altera el monto bruto que debe pagar.

En el contexto de la teoría económica planteada anteriormente, las consecuencias de estas alzas en las imposiciones dependerán de cómo los beneficios recibidos sean percibidos por los trabajadores que los reciben. Si éstos valoran el pago futuro de pensiones en igual magnitud que el dinero que dejan de recibir hoy, entonces no habría efecto en el nivel de empleo. Sin embargo, dada la estructura del sistema de pensiones y beneficios, los trabajadores pueden no apreciar el tener cotizaciones correspondientes al total de su remuneración, o incluso pueden preferir no cotizar en absoluto.

Por ejemplo, desde la reforma de previsión llevada a cabo el año 2008 en Chile, existe el Aporte Previsional Voluntario (APS), que es un monto que se deposita en la cuenta de capitalización de las personas que han acumulado un monto de dinero muy bajo a la hora de jubilarse. Se les entrega la diferencia necesaria para que alcancen un nivel mínimo de pensiones. En este contexto, un trabajador doméstico podría encontrarse en un tramo de ingresos en el cual sus pensiones estarán bajo el nivel mínimo establecido por la reforma, lo que le daría el derecho a recibir un APS. Si aumenta el mínimo monto por el cual se puede cotizar, y dicho aumento no es suficiente para hacer que el trabajador supere el nivel mínimo de pensión, entonces el dinero que reciba una vez jubilado no cambiaría en absoluto. Esto significa que la valoración del beneficio sería nula, y el aumento en cotizaciones sería percibido en su totalidad como un impuesto neto.

También podría ocurrir que un trabajador prefiera siempre trabajar sin contrato, debido a que el estado proporciona una Pensión Básica Solidaria (PBS), que asegura una pensión para aquellas personas que no han trabajado nunca y por lo tanto no habían hecho cotizaciones a lo largo de su vida. 29

5. Metodología Empírica

5.1 Variables de interés e interpretación de la estimación

Tal como fue explicado en el modelo teórico, se esperaría un efecto ante un cambio en el salario mínimo sobre los salarios y/o la cantidad de trabajo en equilibrio.

Con respecto al salario, la variable a considerar será el logaritmo del salario por hora trabajada (esto es, el ingreso mensual dividido en el número de horas trabajadas en un mes). Esto porque, dado que el trabajo de servicio doméstico es heterogéneo en este aspecto (muchos individuos trabajan sólo algunos días a la semana, otros lo hacen por medio jornada y otros lo hacen puertas adentro), y dado que la paga suele ser proporcional al número de horas trabajadas, es una medida más limpia y correcta. Además, considerar los salarios por hora nos permite ver mejor quiénes ganan por sobre el salario mínimo y quiénes no. Según la ley, el ingreso mínimo es una cifra referida a una hora de trabajo. El ingreso mínimo mensual, comunicado en los medio oficiales, se refiere al ingreso a recibir por 180 horas de trabajo mensuales (5 días a la semana, una jornada de 9 horas) 4. Lo correspondiente, por lo tanto, es que incluso los trabajadores part-time reciban el ingreso mínimo por las horas trabajadas. Si consideráramos el ingreso mensual de cada trabajador del servicio, nos encontraríamos con que muchos ganarían bajo el mínimo, pero esto sería sólo porque trabajan menos que 180 horas al mes. Adicionalmente, se trabajará con pesos reales del 2009, para controlar por la inflación del período.

Con respecto a la cantidad de trabajo, la base la base de datos disponible sólo tiene datos laborales para personas empleadas. No tenemos información del trabajo previo de los desempleados. Luego, no podemos saber si una persona desempleada era antes empleado doméstico, porque no se le pregunta en qué trabajaba antes de quedar cesante. Por consiguiente, sólo vemos personas empleadas en la muestra.

4

Por ley en Chile, desde Julio de 2004 la semana laboral tiene 45 horas (180 mensuales).

30

Sin embargo, como sí se tiene información sobre la cantidad de horas trabajadas en la semana, usaremos esta variable para medir la cantidad de trabajo. Es posible que casi todo el ajuste se haga mediante una reducción del empleo y no de las horas trabajadas, en cuyo caso no veríamos un efecto en la variable de resultado “horas semanales” (por ejemplo, si disminuye la cantidad de personas que trabajan, pero las que conservan su trabajo siguen con la misma jornada laboral que antes). Sin embargo, es de esperar que no sea este el caso, dadas las características del trabajo: es más probable que los empleadores decidan prescindir del servicio doméstico por algunos días a la semana a que prescindan totalmente de él, pues para quienes lo contratan, es lo suficientemente importante para el correcto funcionamiento y administración del hogar y dejar de solicitarlo puede ser un cambio muy brusco, sobre todo si el alza en el salario mínimo es pequeña. En suma, las dos variables que se manejarán serán “ingresos por hora” y “horas trabajadas a la semana”. Cualquier otro efecto o externalidad causada por un aumento del salario mínimo, por ejemplo, un cambio en las especias o beneficios recibidos en el lugar de trabajo, no serán analizadas en este trabajo.

La forma de analizar los resultados será la siguiente: -

Para la cantidad de horas trabajadas, veremos el cambio total en el promedio de horas tras los aumentos en el salario mínimo ocurridos entre los años 2006 y 2009.

-

Para el ingreso por hora, se verá el cambio total en el promedio del logaritmo del salario real por hora tras los aumentos en el salario mínimo ocurridos entre los años 2006 y 2009.

Para calcular cuánto fue el aumento exacto en el salario mínimo, y cómo éste afectó a las cotizaciones, se cuenta con los siguientes datos: La cotización que paga el año una persona que está cotizando por el salario mínimo es 𝛾 ∗ 0,75 ∗ 𝑀𝑊0 Donde 𝛾 es el porcentaje del sueldo bruto que retiene para pagar cotizaciones, y 𝑀𝑊0 es el salario mínimo nacional. Se multiplica por 0,75 porque el salario mínimo de los trabajadores de casa particular el año 2006 era el 75% del salario mínimo del resto de los asalariados. 31

Los cambios ocurridos entre el 2006 y el 2009 son, en primer lugar, la reforma previsional, que determina que las cotizaciones de los empleados domésticos se deben pagar por el 100% del salario mínimo nacional, independiente de cuál sea el salario mínimo para el sector del servicio doméstico. En segundo lugar, el salario mínimo nacional tiene un aumento en términos reales de un 7,89%. Es decir, 𝑀𝑊1 = 1,0789 ∗ 𝑀𝑊0 . Por lo tanto, para un trabajador que tiene contrato y le imponen por el salario mínimo, el valor de sus cotizaciones el año 2009 serán: 𝛾 ∗ 1,0789 ∗ 𝑀𝑊0 Entre el año 2006 y el año 2009, sus cotizaciones habrán crecido en un 32,89%. Este crecimiento aumenta el salario bruto que debe pagar el empleador, en comparación con quien tiene un trabajador sin contrato y que no se ve afectado por los aumentos del salario mínimo, ya sean éstos particulares al servicio doméstico, o aplicables a todos los trabajadores asalariados. A pesar de que el cambio en las cotizaciones es importante, el cambio que sufra el salario bruto total dependerá del salario líquido que reciba el trabajador. Si un empleador paga $250.000 líquidos al mes, entonces la cotización cambiará de $20.250 a $26.910, y el salario aumentará en total en un 2,46%.

5.2 Estrategia empírica

El objetivo de este trabajo es ver cómo afecta una intervención específica en la cantidad de horas trabajadas a la semana y en el logaritmo del ingreso por hora. Nuestro principal problema es que nunca podemos saber con certeza si los cambios que observamos ocurren por los motivos que propone nuestra teoría, o por cualquier otro motivo que no teníamos en consideración. En un mundo ideal con información perfecta, podríamos “congelar” el mundo y su funcionamiento, y solamente cambiar el salario mínimo. Así, estaríamos seguros que los cambios y efectos observados ocurrieron porque cambió el salario mínimo. Sin embargo, en el mundo real no podemos congelar las cosas que pasan. Es decir, aunque en la teoría podemos usar el “Ceteris Paribus” para hacer predicciones económicas, en la práctica no podemos evitar que el resto de las cosas cambien. Si queremos decir que A causa cierto efecto en B, no basta con demostrar que B experimentó dicho efecto 32

justo después de que ocurriera A, porque bien podría ser que B haya cambiado por cualquier motivo diferente, o que tanto A como B hayan ocurrido producto de otro factor C que no consideramos. En otras palabras, el mostrar que A y B están relacionados no implica necesariamente que A causa B. Este es el principal problema al que se enfrentan las investigaciones económicas. Al no tener laboratorios donde se puedan controlar todos los factores, los economistas sólo pueden observar sucesos de la vida real y buscar la mejor manera de demostrar que A causa B.

Por consiguiente, para estimar el efecto que tuvo un alza del salario mínimo en nuestras variables de interés, debemos tener esta limitación en cuenta:

Una forma de estimar el impacto sería observar cómo han cambiado los salarios y horas trabajadas para los trabajadores de casa particular antes y después del cambio en la ley. El problema es que no sabríamos si los efectos que observamos ocurren por la ley misma, por el paso del tiempo, o por cualquier otro motivo no relacionado con el cambio en salario mínimo. Es posible que incluso si no hubiera cambiado el salario mínimo, podríamos ver el mismo cambio en las variables de interés.

Otra forma de estimar el efecto del salario mínimo sería haciendo una comparación en un momento determinado del tiempo, después del cambio de ley, entre el grupo de trabajadores domésticos y otro grupo que no haya sido afectado por la ley. Si nuestra hipótesis es cierta, debiéramos observar que los trabajadores domésticos trabajan una menor cantidad de horas. Sin embargo, cabría la duda de qué tan comparables son ambos grupos. ¿Podemos afirmar que, de no haber ocurrido el cambio en el salario mínimo, ambos grupos tendrían iguales niveles de empleo y salario? Es posible que los grupos sean diferentes desde un principio, y por lo tanto no sean comparables. Incluso aunque los grupos sean iguales antes de aplicar el cambio regulatorio, el hecho de que algunas personas se vean afectadas por dicho cambio y algunas no, nos sugiere que no eran realmente iguales desde un principio.

Es necesario tener en cuenta estos aspectos cuando queremos afirmar que los salarios mínimos afectaron la cantidad de horas y el salario de los trabajadores domésticos. Tanto si los 33

comparamos en el tiempo como si los comparamos con otro grupo de trabajadores similares, debemos controlar por la mayor cantidad de elementos que puedan alterar nuestras variables de interés. Se debe controlar por el paso del tiempo y por aquellos factores que hagan diferentes a los integrantes del grupo de control y el de tratamiento.

5.3 Diferencias en Diferencias

La técnica de Diferencias en Diferencias (DD) consiste en comparar el cambio en el tiempo de las variables de interés para un grupo de tratamiento y uno de comparación que no haya sido afectado por la intervención. Esta técnica nos permite eliminar los efectos del paso del tiempo, siempre y cuando éstos sean iguales para ambos grupos.

El grupo de tratamiento serán los trabajadores de casa particular afectos a la ley de salario mínimo, es decir, los trabajadores “Con Contrato” (CC). El grupo de control serán los trabajadores de casa particular no afectos a la ley, es decir, quienes trabajan “Sin Contrato” (SC). Se verá el efecto de la intervención en una variable Y (que puede ser salario por hora, u horas semanales de trabajo, según corresponda). Al proponer este grupo de control, estamos asumiendo que la variable horas trabajadas y salario por hora se mueven con tendencias similares en ambos grupos. Es decir, la forma en que se mueven estas variables para el grupo de control es una buena representación de cómo se moverían dichas variables en el grupo de tratamiento si es que no hubiera cambiado el salario mínimo. Por eso, podemos contrastar cómo se mueven las variables de interés para el grupo con contrato en relación al grupo sin contrato, y atribuir las diferencias al cambio en el salario mínimo.

Según la metodología propuesta por Angrist y Pischke (2008), el valor esperado de la variable Y para una persona i que trabaja en el sector s en distintos momentos del tiempo es:

Servicio Doméstico Con Contrato (CC): Antes de la intervención:

𝐸 𝑌𝑖𝑠𝑡 𝑠 = 𝐶𝐶, 𝑡 = 𝑡0 = 𝛾𝐶𝐶 + 𝜆𝑡0

(5.1)

Después de la intervención:

𝐸 𝑌𝑖𝑠𝑡 𝑠 = 𝐶𝐶, 𝑡 = 𝑡1 = 𝛾𝐶𝐶 + 𝜆𝑡1 + 𝛿

(5.2)

34

Servicio Doméstico Sin Contrato (SC): Antes de la intervención:

𝐸 𝑌𝑖𝑠𝑡 𝑠 = 𝑆𝐶, 𝑡 = 𝑡0 = 𝛾𝑆𝐶 + 𝜆𝑡0

(5.3)

Después de la intervención:

𝐸 𝑌𝑖𝑠𝑡 𝑠 = 𝑆𝐶, 𝑡 = 𝑡1 = 𝛾𝑆𝐶 + 𝜆𝑡1

(5.4)

El cambio en la variable Y para los distintos sectores en el tiempo (Primeras Diferencias) será:

CC:

𝐸 𝑌𝑖,𝐶𝐶,𝑡1 − 𝑌𝑖,𝐶𝐶,𝑡0 = 𝜆𝑡1 − 𝜆𝑡0 + 𝛿

(5.5)

SC:

𝐸 𝑌𝑖,𝑆𝐶,𝑡1 − 𝑌𝑖,𝑆𝐶,𝑡0 = 𝜆𝑡1 − 𝜆𝑡0

(5.6)

El efecto del alza en el salario mínimo será el estimador de Segundas Diferencias (o DD), que se obtiene al restar (5.6) de (5.5):

DD:

𝐸 𝑌𝑖,𝐶𝐶,𝑡1 − 𝑌𝑖,𝐶𝐶,𝑡0 − 𝐸 𝑌𝑖,𝑆𝐶,𝑡1 − 𝑌𝑖,𝑆𝐶,𝑡0 = 𝛿

(5.7)

Para una base de datos con dos períodos, el estimador de 𝛿 se puede obtener mediante la siguiente regresión: 𝑌𝑖𝑠𝑡 = 𝛼 + 𝛿𝐷𝑖𝑠 ∗ 𝑡 + 𝜌𝐷𝑖𝑠 + 𝛽𝑡 + 𝜀𝑖𝑠𝑡

(5.8)

Donde 𝐷𝑖𝑠 es una variable dicotómica que toma el valor de 1 cuando la persona i pertenece al sector que trabaja con contrato, y 0 si trabaja sin contrato, y t es una variable que señala el período (vale 0 antes de la intervención y 1 después de la misma). El coeficiente 𝛿 mide el efecto neto del cambio en la ley de salario mínimo, mientras que su desviación estándar nos permitirá verificar su significancia.

El supuesto más importante al trabajar con el método DD es que la variable Y se moverá de igual forma en el tiempo para el grupo de tratamiento y el de control. Si bien no es necesario que estén al mismo nivel, es indispensable que se muevan de forma paralela en el tiempo (Khandker et al, 2009).

35

Este supuesto podría sin embargo no cumplirse, debido a que los grupos de tratamiento y control pueden tener diferencias que los hacen comportarse de forma distinta en el tiempo. Una de las formas de trabajar este problema es eligiendo un adecuado grupo de control, que sea lo más parecido posible al grupo de tratamiento. En este caso particular, los trabajadores de casa particular sin contrato no sólo realizan el mismo tipo de trabajo que los trabajadores con contrato, sino que además se observa que horas trabajadas a la semana e ingresos por hora siguen un patrón similar en el tiempo (ver apéndice 2). Otra de las formas de trabajar el problema es controlar adicionalmente por aquellas características observables que hacen que los trabajadores con contrato difieran de los que trabajan sin contrato.

5.4 Agregando controles

Como se mencionó antes, los controles nos ayudan a limpiar la estimación, pues nos permiten controlar por otros factores que harían que trabajadores con y sin contrato se comporten de forma distinta. A continuación se identificará algunos de estos factores, y se explicará cómo pueden afectar nuestras variables de interés.

Controles para la cantidad de horas trabajadas: La primera variable por la que se controla es el sexo del individuo (la variable toma el valor de 1 si el individuo es mujer). Se espera que los hombres trabajen en promedio una mayor cantidad de horas que las mujeres. Por eso, el parámetro que acompañe a esta variable dicotómica debiera tener valor negativo.

Se incluye también una variable dicotómica que toma el valor de 1 si la persona nació fuera de Chile. Se espera que esta dummy tenga coeficiente positivo, puesto que los inmigrantes tienen incentivos para trabajar más que los nativos (generalmente deben mandar dinero a sus familias en sus países de origen).

Como en la mayoría de los casos los empleados domésticos son mujeres, se controla por aquellas variables que pueden afectar la cantidad de horas trabajadas y el ingreso laboral para la 36

población femenina (Killingsworth y Heckman, 1999. Mizala et al, 1999). Algunas de estas variables son: -

Número de hijos: en general, el efecto que los hijos tienen dependerá de la edad y el sexo de éstos. Por ejemplo, se espera que los hijos o hijas menores de 15 años incidan negativamente en la cantidad de horas que trabaja una mujer, puesto que tendrá que dedicar más tiempo a cuidarlos y menos tiempo a trabajar. Por otro lado, se espera que las hijas mujeres mayores de 18 años incidan positivamente en las horas trabajadas, ya que estas hijas pueden ayudar a sus madres en el hogar, lo que les permitiría dedicar más tiempo a trabajar. En la estimación, se crean variables que indican la cantidad de hijos (niños o niñas) entre 0 y 2 años, entre 3 y 7, y entre 8 y 14. También se consideran por separado niños y niñas entre 15 y 18, y entre 19 y 24 años.

-

Numero de adultos mayores de 70 años en el hogar: al igual que con los hijos chicos, se espera que las mujeres que tienen adultos mayores en sus familias deban destinar tiempo a cuidarlos, lo que les hace disponer de menos tiempo para trabajar. Se espera que esta variable esté asociada a un parámetro negativo.

-

Estado Civil: Variable dicotómica que toma el valor de 1 cuando la persona está casada. Se espera que tenga un coeficiente negativo, reflejando que las personas casadas trabajan menos horas, pues en general deben dedicar más tiempo a sus familias.

-

Jefatura de hogar: variable que toma el valor de 1 si la persona es jefe de su núcleo familiar. El coeficiente asociado debiera tener un valor positivo, pues el jefe de núcleo suele ser el principal proveedor de ingresos del hogar, responsabilidad que le impulsa a trabajar más.

-

Ingresos no laborales: afectan el salario de reserva de una persona. Si tiene ingresos no laborales muy altos, puede preferir no trabajar, o trabajar una menor cantidad de horas. La variable usada para dar cuenta de los ingresos no laborales es llamada salario de reserva, que es construida restando ingresos del hogar menos ingresos del trabajo.

Se controla también por años de escolaridad y por experiencia laboral. Ambas variables debieran estar asociadas a parámetros positivos, pues las personas con más educación y con más

37

experiencia laboral son también las que más trabajan. Además se agrega la experiencia al cuadrado, para comprobar si le relación entre horas trabajadas y experiencia es lineal.

Para controlar por el tipo de servicio doméstico, se incluye una variable dicotómica que toma el valor de 1 si la persona trabaja puertas adentro, y cero si trabaja puertas afuera. Esta variable pretende capturar que los trabajadores puertas adentro trabajan más horas, por lo que debiera tener un coeficiente positivo.

Además, se incluyen dummies regionales, para controlar por zona geográfica. La región omitida de la regresión es la Región Metropolitana, por lo que se espera que las dummies regionales tengan coeficientes negativos, pero de menor magnitud para las regiones más urbanizadas o industrializadas, debido a que en estas regiones las personas suelen trabajar más horas.

Otro aspecto importante que determina las horas de trabajo es el salario que recibe el individuo por hora trabajada. A mayor salario, una persona querrá ofrecer una mayor cantidad de horas. Sin embargo, esto será así sólo si el ingreso no es lo suficientemente alto como para que el efecto ingreso sea mayor al efecto sustitución.

Controles para los ingresos por hora Se controla por los factores que pueden explicar las diferencias en ingresos percibidos. Las variables añadidas son las de una ecuación de Mincer: Años de educación, experiencia (medida como edad-años de educación-6) y experiencia al cuadrado. Se espera que estas variables tengan un coeficiente positivo. Se agregan además otras variables demográficas, para controlar por otros factores que podrían incidir en el ingreso por hora. El sexo, al igual que en el caso de las horas trabajadas, debiera tener un coeficiente negativo, debido a que las mujeres reciben en promedio salarios menores a los de los hombres. La dummy de inmigración tendrá coeficiente positivo, expresando así que ser inmigrante incide positivamente en el ingreso (probablemente por el mismo motivo que en el caso de las horas: como deben mandar ingresos a sus países de origen, se esfuerzan más). El estado civil debiera tener un resultado positivo, al igual que el ser jefe de núcleo. Se agregan también dummies regionales, para controlar por zona geográfica. Se espera que tengan en 38

general un parámetro negativo, reflejando que en la región metropolitana los salarios son mayores.

6. Los Datos

6.1 Evolución histórica del servicio doméstico

Horas trabajadas a la semana

Gráfico 1: Evolución de horas a la semana Fuente: Encuesta CASEN 1990-2009

70 Horas semanales

60 50 40

Total Asalariados

30

Servicio Doméstico

20

Puertas Adentro

10

Puertas Afuera

0

El gráfico 1 muestra la evolución de las horas de trabajo a la semana en el servicio doméstico y se compara con la tendencia para el total de los trabajadores asalariados. Además se han considerado por separado los sectores puertas afuera y puertas adentro. En general se observa una tendencia decreciente en la cantidad de horas trabajadas, tanto para el servicio doméstico como para los otros asalariados. Además, destaca el hecho de que las horas de los trabajadores puertas afuera están un poco por debajo del resto de los otros trabajadores, mientras que los trabajadores puertas afuera están siempre muy por encima del total de los asalariados. Esto sugiere que los trabajadores puertas adentro y puertas afuera tienen un comportamiento diferente en cuando a horas trabajadas. Por eso será útil al momento de hacer las estimaciones, considerar cada caso por separado. 39

Si se analiza el comportamiento en horas trabajadas para trabajadores con y sin contrato (gráfico 2), se observa que en general los trabajadores sin contrato trabajan siempre una menor cantidad de horas que los que sí tienen contrato. Sin embargo, cuando se analizan por separado los trabajadores puertas afuera y puertas adentro, se aprecia que esta diferencia ocurre Gráfico 2: Servicio Doméstico - Horas semanales con y sin contrato Fuente: Encuesta CASEN 1990-2009

Horas semanales

60 50 40 30 20

Con Contrato Sin Contrato

10 0

principalmente en el sector puertas afuera. Los trabajadores puertas afuera se observa una diferencia en la cantidad de horas que trabajan los empleados con y sin contrato, siendo el promedio de horas trabajada menor para estos último (gráfico 3) , es más probable que la gente que quiera contratar un empleado por jornadas menores a un día decida no hacer un contrato de trabajo. Para el caso del trabajo puertas adentro, en cambio, con o sin contrato trabajan en general una cantidad similar de horas, cosa que es entendible puesto que el trabajador vive en la casa para la cual trabaja (gráfico 4)

40

Gráfico 3: Puertas Afuera - Horas semanales con y sin contrato Fuente: Encuesta CASEN 1990-2009

Horas semanales

60 50 40 30

Con Contrato

20

Sin Contrato

10 0

Gráfico 4: Puertas Adentro - Horas semanales con y sin contrato

Horas semanales

Fuente: Encuesta CASEN 1990-2009

80 70 60 50 40 30 20 10 0

Con Contrato Sin Contrato

41

Ingresos por hora

Gráfico 5: Evolución de los ingresos por hora

Ingresos por hora

Fuente: Encuesta CASEN 1990-2009

2000 1800 1600 1400 1200 1000 800 600 400 200 0

Total Asalariados Servicio Doméstico Puertas Adentro Puertas Afuera

El gráfico 5 muestra la evolución en el tiempo de los ingresos recibidos por los trabajadores del servicio doméstico, y se establece la comparación con el total de los trabajadores asalariados. En general, todas las series tienen una tendencia al crecimiento, aunque los ingresos del servicio doméstico están siempre por debajo del promedio de los asalariados y presentan menores fluctuaciones. Llama también la atención que en el caso de los ingresos no se perciben grandes diferencias entre el servicio puertas adentro y puertas afuera. Haciendo la comparación de ingresos para trabajadores con y sin contrato, nos encontramos que para el total del servicio doméstico no existen grandes diferencias en salario para los trabajadores que trabajan sin contrato (gráfico 6). Este resultado se repite para el trabajo puertas afuera (gráfico 7), pero no para el trabajo puertas adentro (gráfico 8). En este sector, los ingresos de quienes trabajan sin contrato son menores a los de los trabajadores con contrato, y tienen mayor varianza en el tiempo.

42

Gráfico 6: Servicio Doméstico - Ingresos por hora con y sin contrato Fuente: Encuesta CASEN 1990-2009

Ingresos por hora

1200

1000 800

600

Con Contrato

400

Sin Contrato

200 0

Gráfico 7: Puertas Afuera - Ingresos por hora con y sin contrato Fuente: Encuesta CASEN 1990-2009

Ingresos por hora

1200 1000 800 600 400

Con Contrato Sin Contrato

200 0

43

Gráfico 8: Puertas Adentro - Ingresos por ora con y sin contrato Fuente: Encuesta CASEN 1990-2009

Ingresos por hora

1200

1000 800

600 400

Con Contrato Sin Contrato

200 0

Porcentaje que trabaja con contrato El gráfico 9 muestra cómo han cambiado las tendencias en cuando a relaciones contractuales. Es importante tener en consideración esta información, pues al comparar los grupos con y sin contrato, se está asumiendo implícitamente que la composición de estos grupos no cambia en el tiempo. En el gráfico se puede apreciar que esto no es así: el porcentaje del servicio doméstico que trabaja con contrato sufre cambios grandes en el tiempo. Además, el porcentaje con contrato es muy diferente en los trabajos puertas afuera y puertas adentro. Debido a las características de los trabajos puertas adentro (se establecen relaciones más estables con el hogar y se espera que duren un largo plazo), estos resultados son esperables.

44

Gráfico 9: Porcentaje que trabaja con contrato Fuente: Encuesta CASEN 1990-2009

90 80

Porcentaje

70

60 50 40 30

Total Puertas Adentro Puertas Afuera

20 10 0

6.2 Datos utilizados para la estimación

Las bases de dato con las que se cuentan son la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) de los años 2006 y 2009, para antes y después del cambio en el salario mínimo, respectivamente. Estas son dos bases de corte transversal, en la cual se recopilan datos de cerca de 70 mil hogares en Chile, y son representativas a nivel nacional, regional y comunal. Si bien el escenario ideal para aplicar una estrategia DD es contar con datos de panel, también es posible realizar el análisis con datos de corte transversal (Khandker et al, 2009). Es éste el caso, debido a la falta de bases de datos de panel con la información requerida para este trabajo. Sin embargo, gracias a la riqueza de datos de la encuesta CASEN, podemos esperar que este problema no sea una restricción importante.

La encuesta CASEN tiene además información a nivel individual que será útil para controlar por diversos factores, tales como características personales, número de hijos y ancianos en el hogar, características del lugar de trabajo y de ingresos aparte del salario.

45

Las variables de resultado construidas son, como se mencionó más arriba, ingresos reales por hora (en pesos del 2009) y horas trabajadas a la semana para cada individuo. La primera variable se construyó dividiendo el ingreso mensual de la ocupación principal dividido por la cantidad de horas trabajadas en el mes. La segunda variable se usa tal cual aparece en la encuesta.

Dentro de la encuesta, nos quedaremos sólo con los individuos que declaran trabajar como servicio doméstico puertas adentro o afuera. Además, se eliminan las observaciones en las cuales los individuos no saben o no responden la cantidad de horas trabajadas en una semana, el ingreso mensual y si tienen o no contrato.

El cuadro 1 describe al total de la muestra usada para hacer la estimación, separadas de acuerdo a si su ingreso por hora está por sobre o bajo el salario mínimo: Cuadro 1: Restrictividad del Salario Mínimo 2006 bajo el mínimo sobre el mínimo Total 2009 bajo el mínimo sobre el mínimo Total

CC 693

SC 1275

Total 1968

1332 1257 2025 2532

2589

432

883

1315

1051 1162 1483 2045

2213

salario mínimo por hora (nacional) 2006: $750 salario mínimo por hora (servicio doméstico) 2006: $562.5 salario mínimo por hora (nacional) 2009: $916.67 salario mínimo por hora (servicio doméstico) 2009: $760.83 Fuente: encuesta CASEN 2003- 2006

Un análisis descriptivo de las variables de interés se detalla en los gráficos 10-13. A pesar de que los trabajadores doméstico sin contrato trabajan siempre menos horas que los trabajadores con contrato, se ve que los primeros en promedio ven disminuida su cantidad de horas semanales en menor monto que los segundos, lo que, a priori, va en línea con los resultados esperados.

46

Con respecto al ingreso, los trabajadores sin contrato presentan un crecimiento del ingreso mayor a los trabajadores con contrato.

Gráfico 10: Horas trabajadas a la semana (promedio) Fuente: Encuesta CASEN 2006- 2009

CC 2006 47.48

CC 2009

SC 2006

SC2009

45.23

CC 2006

CC 2009

33.97

33.18

SC 2006

SC2009

Gráfico 11: Cambio en horas semanales (promedio) Fuente: Encuesta CASEN 2006- 2009

CC

SC

-0.79

-2.25

47

Gráfico 12: Ingresos por hora (promedio) Fuente: Encuesta CASEN 2006-2009

CC 2006

CC 2009

SC 2006

SC 2009

1022.55 836.28

997.44 780.07

CC 2006

CC 2009

SC 2006

SC 2009

Gráfico 13: Cambio en ingresos por hora (promedio) Fuente: Encuesta CASEN 2006-2009

217.37

186.27

CC

SC

Las comparaciones recién expuestas incluyen a toda la muestra (servicio doméstico puertas adentro y afuera, y personas con salario bajo y sobre el salario mínimo). Sin embargo, como queda en evidencia en las tendencias históricas antes presentadas, es útil considerar por separado el servicio doméstico puertas adentro y puertas afuera, pues tienen formas distintas de comportarse. En la sección de resultados, se mostrarán estimaciones hechas para 3 selecciones de la muestra: Servicio Doméstico Total, Servicio Doméstico Puertas Afuera y Servicio Doméstico Puertas Adentro.

48

El cuadro 2 describe las variables de control para los trabajadores con y sin contrato en los años 2006 y 2009. Si bien pocos hombres se emplean en este sector, hay mayor porcentaje de hombres trabajando con contrato que sin. Lo mismo ocurre con los inmigrantes o quienes son jefes de núcleo. Para las personas que están casadas ocurre lo contrario: un porcentaje mayor de los trabajadores sin contrato está casado, en relación a los con contrato. El número de hijos y los años de escolaridad son similares para ambos grupos. Lo mismo ocurre con la edad y el número de adultos mayores a 70 años en la familia.

El cuadro 3 describe las variables de control, pero esta vez separando a la muestra dependiendo si trabajan puertas adentro o puertas afuera. Esto nos dará información de cuán distintos son estos dos grupos. Por ejemplo, en el grupo puertas adentro hay un mayor porcentaje de inmigrantes que en el grupo puertas afuera. Lo mismo ocurre en el caso de los jefes de núcleo: los hay en mayor porcentaje en el grupo puertas adentro. Por el contrario, hay mayor concentración de trabajadores casados en el grupo puertas afuera. En cuanto a género, número de hijos, años de experiencia o educación, ambos grupos son similares. Como ya se mencionó anteriormente, en el grupo puertas adentro hay un mayor porcentaje de personas que trabajan con contrato. Uno de los problemas que se presentan al trabajar con esta encuesta es que las variables pueden estar medidas con error. Por ejemplo, destaca la cantidad de personas que ganan un ingreso por hora menor al mínimo a pesar de que tienen contrato. Esto puede significar que, o bien trabajan sin contrato pero han dicho que sí lo tienen, o que han declarado un ingreso menor al realmente recibido.

Como el objetivo de este trabajo es identificar qué tan importante es la proporción de personas que cotizan por el mínimo cuando en realidad ganan más, en realidad la idea es analizar tan sólo a los individuos que ganan un salario por sobre el salario mínimo. Además, al analizar sólo a estos individuos, es menos probable que éstos estén declarando un salario distinto al recibido, o una relación contractual distinta a la verdadera.

49

Cuadro 2: Estadísticas descriptivas de los controles

sexo= masculino (%) edad (promedio) inmigrante=1 (%) casado=1 (%) jefe de nucleo=1 (%) XV región Arica y Parinacota=1 (%) I región Tarapacá=1 (%) II región Antofagasta=1 (%) III región Atacama=1 (%) IV región Coquimbo=1 (%) V región Valparaíso=1 (%) VI región Libertador Bernando O'Higgins=1 (%) VII región Maule=1 (%) VIII región Bío Bío=1 (%) IX región Araucanía=1 (%) XIV región Los Ríos=1 (%) X región Los Lagos=1(%) XI región Aysén=1 (%) XII región Magallanes=1 (%) XIII región Metropolitana=1(%) niños(as) entre 0 y 2 años niños(as) entre 3 y 7 años niños(as) entre 8 y 14 años niños entre 15 y 18 años (promedio) niñas entre 15 y 18 años (promedio) niños entre 19 y 24 años (promedio) niñas entre 19 y 24 años (promedio) adultos mayores de 70 años (promedio) años de experiencia (promedio) escolaridad (promedio) salario de reserva puertas adentro=1 (%)

2006 CC 4.17 41.5 3.59 44.68 48.85 0.3 0.5 1 1.1 2.96 12.95 9.14 8.13 11.6 8.08 2.86 7.08 1.66 1.46 31.18 0.17 0.28 0.66 0.18 0.18 0.24 0.23 0.16 26.98 8.59 549891 16.11

2009 SC 1.57 42.07 1.81 51.16 44.97 0.63 1.1 1.72 1.92 3.41 15.32 7.32 7.48 16.18 8.46 3.48 7.99 0.9 0.82 23.27 0.15 0.33 0.74 0.2 0.2 0.23 0.2 0.11 27.85 8.28 330163.5 3.92

CC 4.86 44.48 2.41 44.97 52.43 0.27 0.67 1.53 1.47 2.73 14.06 10.33 7.26 13.32 5.46 2.4 5.26 1.8 1 32.44 0.14 0.23 0.57 0.16 0.18 0.24 0.23 0.15 29.96 8.77 420660.8 20.72

SC 2.08 43.96 1.52 49.71 48.73 0.42 1.08 2.03 1.46 3.73 16.37 5.94 6.75 18.07 6.56 2.83 8.21 1.46 0.71 24.38 0.13 0.26 0.63 0.2 0.18 0.24 0.21 0.12 29.61 8.45 331460.3 8.44

nota: ingresos de reserva en pesos reales del 2009 Fuente: encuesta CASEN 2006-2009

50

Cuadro 3: Estadísticas descriptivas de los controles 2006

sexo= masculino (%) edad (promedio) inmigrante=1 (%) casado=1 (%) jefe de nucleo=1 (%) XV región Arica y Parinacota=1 (%) I región Tarapacá=1 (%) II región Antofagasta=1 (%) III región Atacama=1 (%) IV región Coquimbo=1 (%) V región Valparaíso=1 (%) VI región Libertador Bernando O'Higgins=1 (%) VII región Maule=1 (%) VIII región Bío Bío=1 (%) IX región Araucanía=1 (%) XIV región Los Ríos=1 (%) X región Los Lagos=1(%) XI región Aysén=1 (%) XII región Magallanes=1 (%) XIII región Metropolitana=1(%) niños(as) entre 0 y 2 años niños(as) entre 3 y 7 años niños(as) entre 8 y 14 años niños entre 15 y 18 años (promedio) niñas entre 15 y 18 años (promedio) niños entre 19 y 24 años (promedio) niñas entre 19 y 24 años (promedio) adultos mayores de 70 años (promedio) años de experiencia (promedio) escolaridad (promedio) salario de reserva contrato=1 (%)

Puertas Adentro 2.61 40.92 8.65 22.09 75.53 1.19 1.19 0.95 0.48 2.61 8.08 7.84 9.5 13.3 9.03 2.85 8.31 1.9 1.42 31.35 0.17 0.29 0.7 0.13 0.15 0.21 0.17 0.3 26.49 8.56 1280944 76.25

2009 Puertas Afuera 2.72 41.91 1.97 50.99 43.72 0.41 0.8 1.45 1.67 3.27 14.91 8.15 7.59 14.26 8.22 3.25 7.52 1.16 1.07 26.27 0.16 0.31 0.7 0.2 0.2 0.24 0.22 0.12 27.54 8.4 339236.9 40.52

Puertas Adentro 2.86 43.53 3.51 33.45 55.71 0.2 1 2.86 1.02 2.45 12.86 6.33 7.76 19.39 11.02 4.29 7.76 1.43 0.41 21.22 0.11 0.22 0.48 0.16 0.16 0.23 0.2 0.22 28.97 8.57 483317.4 63.47

Puertas Afuera 3.29 44.28 1.64 50.14 49.41 0.38 0.89 1.67 1.53 3.45 15.81 7.98 6.83 15.59 5.33 2.4 6.87 1.63 0.89 28.75 0.14 0.25 0.63 0.19 0.18 0.24 0.22 0.12 29.7 8.59 350457.5 38.01

nota: ingresos de reserva en pesos reales del 2009 Fuente: encuesta CASEN 2006-2009

Si contáramos con datos de panel, podríamos saber qué individuos se mantienen en ambos períodos por sobre el salario mínimo, y analizar tan sólo esos casos. En esta situación, que se 51

cuenta con un panel, no sabemos si quienes ganan por sobre el mínimo el 2006 son los mismos que ganan por sobre el mínimo el 2009. Para trabajar este problema, se proponen tres opciones:

-

Opción 1: sacar de la muestra a todas las personas que ganan bajo el salario mínimo de ese año. Esta opción se basa en el supuesto de que quienes ganen por sobre el mínimo el 2006 serán los mismos que ganen por sobre el mínimo el año 2009, lo que no necesariamente es cierto.

-

Opción 2: sacar de la muestra a todas las personas cuyo ingreso por hora mensual en términos reales es menor al salario mínimo del año 2009. Esto saca a las personas que ganaban sobre el mínimo del 2006 pero bajo el del 2009 (una vez que se ha corregido el ingreso del 2006 por inflación), bajo el supuesto de que estas personas ganarían bajo el salario mínimo el año 2009.

-

Opción 3: no sacar a nadie de la muestra, y trabajar con las personas bajo y sobre el salario mínimo. Se esperaría que esta opción recoja el efecto total y no sólo el efecto indirecto de un alza al salario mínimo, el cual debiera ser mayor

7. Resultados

A continuación se presentan los resultados obtenidos de las estimaciones antes especificadas para horas de trabajo a la semana e ingresos por hora de trabajo. Para ambos casos, se analiza primero haciendo una comparación directa del promedio de las variables de interés antes y después de los cambios regulatorios (Diferencias en Diferencias simple), y luego se agregan otros regresores para controlar por aquellos factores que podrían estar causando el cambio en ingresos y horas. También, como se explicó anteriormente, se consideran 2 formas de seleccionar a los individuos que ganan un salario por hora mayor al mínimo, y también se estima el modelo para una tercera forma, considerando el total de la muestra (es decir, juntando a quienes ganan sobre y bajo el mínimo).

52

7.1 Horas de trabajo semanales

En el cuadro 4 se presentan los resultados de las estimaciones hechas para el cambio en horas semanales para todos los miembros del servicio doméstico. Se consideran las 3 formas de seleccionar a la muestra, y en cada una de éstas se hace la estimación por Diferencias en Diferencias simple y con controles.

Las columnas 1, 3 nos muestran los resultados para la estimación sin controles, para las 2 primeras posibles opciones. Ambos resultados sugieren que el aumento del salario mínimo para las personas que ganaban por sobre el salario mínimo en el sector con contrato provocó una disminución en la cantidad de horas trabajadas. Dicha disminución fue de entre 2.6 y 2.8 horas semanales, un valor significativamente diferente de cero con un 99% de confianza. Sin embargo, sabemos que los grupos de tratamiento y control tienen características que los hacen distintos, y que por lo tanto el cambio en horas podría deberse a que los grupos difieren, más que al cambio regulatorio. Es por eso que en las columnas 2 y 4 se controla por aquellos factores que podrían hacer diferir a ambos grupos, además de otros factores que condicionan la oferta de trabajo.

El controlar por los factores mencionados anteriormente hace que el efecto del alza en las cotizaciones disminuya su grado de significancia. Ahora hablamos de una reducción de horas que es significativamente distinta de cero sólo con 90% de certeza en el caso de la opción 1, y de un valor no significativo en el caso de la opción 2. Esto significa que efectivamente podíamos atribuir parte del cambio en horas a cambios en las características de las personas con y sin contrato, y no a los cambios regulatorios. Por ejemplo, si el grupo con contrato tuviese durante este período un aumento en el número de hijos en relación al grupo sin contrato, su oferta laboral cambiaría por un motivo diferente al alza en cotizaciones. En suma, se encuentra evidencia débil a favor de un efecto significativo en horas para las personas que ganan un salario menor al mínimo.

53

Con respecto a los controles, éstos presentan signos esperados para casi todos los casos. Sin embargo, para algunos controles los signos son diferentes de lo esperado. La cantidad de adultos mayores de 70 años en el núcleo del individuo tiene un coeficiente positivo, aunque no significativamente distinto de cero. Esto podría significar que en Chile las personas mayores que viven en el núcleo familiar no necesitan tantos cuidados, sino más bien ayudan con el cuidado del hogar y de los hijos menores. Un resultado sorprendente de esta estimación es el parámetro asociado al ingreso por hora. Suponiendo que los trabajadores del servicio doméstico se encuentran en el tramo ascendente de la oferta (es decir, que cuando reciben más dinero por trabajar, el efecto sustitución es mayor que el efecto ingreso, y por lo tanto ofrecen más trabajo), obtener un coeficiente negativo y significativo resulta confuso.

Tenemos motivos para pensar que dicho parámetro presenta sesgos. Cuando se hace una regresión para estimar la cantidad de horas trabajadas y se agrega el salario al lado derecho, éste tiene endogeniedad. Esto provoca sesgo en el parámetro asociado al salario, y podría eventualmente sesgar el parámetro que identifica al tratamiento. Este problema se soluciona en la sección 7.3.

Los resultados de la opción 3 incluyen a las personas que ganan un salario menor al mínimo. Aplicando Diferencias en Diferencias simples, obtenemos un efecto no sólo menor que en las opciones 1 y 2, sino que también mucho menos significativo (al 90%, en vez del 99%). Al agregar controles, el efecto se hace no significativamente distinto de cero. Estos resultados llaman la atención, pues si se incluyen en la muestra personas que ganan menos que el salario mínimo, se esperaría que haya un efecto directo sobre el salario de ellas. Esto desincentivaría la demanda y por lo tanto disminuiría la cantidad de trabajo. En consecuencia, esperaríamos que el efecto en la opción 3 fuera de mayor magnitud. Es extraño encontrar un efecto menor, así como también es extraño que exista un porcentaje no menor de personas con contrato que ganan menos que el salario mínimo.

54

Cuadro 4: Estimación del impacto del salario mínimo en horas semanales de trabajo, 2006-2009 opción 1

opción 2

1

2

opción 3

3

4

5

6

Aumento del salario mínimo

-2.61***

-2.65*

-2.8***

-1.45

-1.35*

-2.06

(desv. Est)

(0.84)

(1.53)

(0.87)

(1.5)

(0.74)

(1.36)

Sexo (femenino=1)

-6.26***

-6.35***

-5.12***

Inmigrante (0,1)

3.41**

2.73*

4.06***

Casado (0,1)

-1.87***

-1.48**

-2.98***

Jefe de hogar (0,1)

0.64

1

0.29

Región XV

-9.01***

-7.08*

-12.18***

Región I

-1.17

0.53

-2.08

Región II

-1.41

0.18

-4.27**

Región III

-7.07***

-6.19***

-5.57***

Región IV

-4.06***

-3.84**

-3.77***

Región V

-3.76***

-4.12***

-3.02***

Región VI

-4.41***

-4.58***

-3.86***

Región VII

-4.52***

-5.14***

-2.48***

Región VIII

-6.3***

-7.69***

-4.27***

Región IX

-4.53***

-4.06***

-4.77***

Región XIV

-4.94***

-4.03**

-3.98***

Región X

-6.42***

-7.24***

-4.62***

Región XI

-4.44**

-5.9***

-6.7***

Región XII

-2.75

-2.39

-2.11

Niños(as) entre 0 y 2 años

-0.09

0.61

0.86

Niños(as) entre 3 y 7 años

-0.47

-1**

-0.92**

Niños(as) entre 8 y 14 años

-0.85***

-0.94***

-0.61**

Niños entre 15 y 18 años

0.29

0.42

0.3

Niñas entre 15 y 18 años

1.04*

1.06**

0.83*

Niños entre 19 y 24 años

0.6

0.58

0.72*

Niñas entre 19 y 24 años

1.68***

1.29**

1.72***

Adultos mayores de 70 años

0.82

0.48

0.94

Puertas afuera (0,1)

9.05***

9.16***

11.33***

Años de experiencia

0.1

0.09

0.12**

Años de experiencia^2

0

0

0**

Años de escolaridad

0.18*

0.19*

0.1

Salario de reserva

0***

0***

0***

Ingreso real por hora

-0.01***

-0.01

-0.02

Constante

27.22***

48.15***

25.63***

47.63***

33.9***

52.9***

Número de observaciones

4796

2837

4273

2318

8166

5000

Prob > F

0

0

0

0

0

0

R-cuadrado

0.24

0.46

0.24

0.49

0.13

0.38

R-cuadrado ajustado

0.24

0.46

0.24

0.48

0.13

0.37

*** significativo al 99% de confianza, ** al 95%, * al 90% nota: las columnas 1, 3 y 5 usan la estrategia DD básica, mientras que las columnas 2,4 y 6 controlan por los factores menci onados

55

Cuadro 5: Estimación del impacto del salario mínimo en horas semanales de trabajo, 2006-2009. Sólo puertas afuera opción 1

opción 2

1

2

opción 3

3

4

5

6

Aumento del salario mínimo

-2.35***

-3.15*

-2.34**

-2.35

-1.45*

-2.06

(desv. Est)

(0.88)

(1.7)

(0.91)

(1.65)

(0.77)

(1.54)

Sexo (femenino=1)

-6.5***

-6.52***

-6.05***

Inmigrante (0,1)

3.93**

3.78**

4.34***

Casado (0,1)

-2.06***

-1.62**

-3.15***

Jefe de hogar (0,1)

1.17*

1.42**

0.78

Región XV

-9.22***

-7.2*

-11.72***

Región I

0.04

-0.96

-0.17

Región II

-2.48

-1.21

-4.44**

Región III

-6.63***

-5.85***

-4.67***

Región IV

-3.95**

-4.09**

-3.18**

Región V

-3.68***

-4.1***

-3.04***

Región VI

-3.36***

-3.54***

-3.1***

Región VII

-4.2***

-4.85***

-2.44***

Región VIII

-6.86***

-8.53***

-3.75***

Región IX

-3.82***

-3.3**

-3.7***

Región XIV

-4.68***

-3.93**

-2.9**

Región X

-5.86***

-7.07***

-4.05***

Región XI

-3.87*

-5.39**

-6***

Región XII

-4.47**

-4.57**

-3.17

Niños(as) entre 0 y 2 años

-0.33

0.23

0.53

Niños(as) entre 3 y 7 años

-0.53

-0.89*

-0.91**

Niños(as) entre 8 y 14 años

-0.85**

-0.84**

-0.54*

Niños entre 15 y 18 años

0.13

0.28

0.22

Niñas entre 15 y 18 años

1.33**

1.41**

1.07**

Niños entre 19 y 24 años

0.1

0.12

0.23

Niñas entre 19 y 24 años

1.44**

1.14*

1.85***

Adultos mayores de 70 años

0.64

0.12

0.58

Años de experiencia

0.08

0.07

0.14**

Años de experiencia^2

0

0

0***

Años de escolaridad

0.07

0.07

0.08

Salario de reserva

0***

0***

0***

Ingreso real por hora

-0.01***

-0.01***

-0.02***

Constante

26.52***

48.58***

25.01***

47.89***

33.15***

51.99***

Número de observaciones

4243

2520

3779

2059

7255

4476

Prob > F

0

0

0

0

0

0

R-cuadrado

0.22

0.43

0.22

0.45

0.12

0.34

R-cuadrado ajustado

0.22

0.42

0.22

0.45

0.12

0.33

*** significativo al 99% de confianza, ** al 95%, * al 90% nota: las columnas 1, 3 y 5 usan la estrategia DD básica, mientras que las columnas 2,4 y 6 controlan por los factores mencionados

56

Cuadro 6: Estimación del impacto del salario mínimo en horas semanales de trabajo, 2006-2009. Sólo puertas adentro. opción 1

opción 2

1

2

opción 3

3

4

5

6

Aumento del salario mínimo

6.3**

2.99

4.39

3.05

4.43*

1.67

(desv. Est)

(2.8)

(4.13)

(3.06)

(4.33)

(2.52)

(3.36)

Sexo (femenino=1)

1.25

-2.2

4.73

Inmigrante (0,1)

1.46

0.25

4.13

Casado (0,1)

0.92

-0.55

-1.23

Jefe de hogar (0,1)

-0.06

1.82

-2.39

Región XV

-3.45

-6.54

-18.68**

Región I

-8.03

-5.61

-16.88**

Región II

1.6

2.23

-9.87

Región III

-16.37*

-13.02

-19.85***

Región IV

-3.56

0.04

-10.66**

Región V

-5.57**

-3.76

-3.34

Región VI

-13.68***

-12.39***

-11.25***

Región VII

-7.58***

-8.08***

-5.13**

Región VIII

-3.99*

-2.92

-8.96***

Región IX

-8.83***

-9.35**

-13.14***

Región XIV

-7.5*

-2.96

-14.52***

Región X

-10.52***

-10.36***

-8.89***

Región XI

-5.96

-9.03

-12.55**

Región XII

28.84***

30.7***

1.5

Niños(as) entre 0 y 2 años

0.29

1.54

2.18

Niños(as) entre 3 y 7 años

0.68

-0.51

-0.31

Niños(as) entre 8 y 14 años

0.06

-0.67

-1.04

Niños entre 15 y 18 años

2.33

2.94

1.6

Niñas entre 15 y 18 años

-1.57

-1.32

-0.38

Niños entre 19 y 24 años

3.28**

2.62*

3.32**

Niñas entre 19 y 24 años

2.19

2.04

-1.42

Adultos mayores de 70 años

0.84

-0.08

0.91

Años de experiencia

0.18

0.14

0.05

Años de experiencia^2

0

0

0

Años de escolaridad

0.69***

0.79***

0.19

Salario de reserva

0

0

0

Ingreso real por hora

-0.01***

-0.01

-0.02***

Constante

46.98***

54.13***

44.5***

54.43***

5.11***

71.1***

Número de observaciones

553

317

494

259

911

524

Prob > F

0

0

0

0

0

0

R-cuadrado

0.14

0.34

0.15

0.36

0.06

0.29

R-cuadrado ajustado

0.14

0.26

0.14

0.26

0.05

0.24

*** significativo al 99% de confianza, ** al 95%, * al 90% nota: las columnas 1, 3 y 5 usan la estrategia DD básica, mientras que las columnas 2,4 y 6 controlan por los factores mencionados

57

Algunas posibles explicaciones a este resultado son: -

Existen personas sin contrato y con salario menor al mínimo que mienten respecto de su relación contractual y dicen tener contrato. En ese caso, estas personas que figuran en la muestra como “Con contrato” en realidad no se ven afectadas por los cambios regulatorios. Luego, el grupo con contrato mostrará menor variación debido a personas “intrusas” cuya cantidad de horas no debía variar en primer lugar porque nunca cambiaron sus imposiciones.

-

Existen personas con contrato que sub declaran su salario o sobre declaran la cantidad de horas trabajadas en un mes. Esto hace que disminuya el salario por hora de trabajo, y por lo tanto figuren en el grupo que gana un salario por hora menor al mínimo, cuando en realidad no es así. Esto explicaría los resultados de la opción 3 sólo si las personas con más posibilidades de encontrarse en este caso son también las personas cuyas horas de trabajo menos varían.

-

El efecto para las personas con contrato que ganaban menos que el salario mínimo fue salir del mercado del trabajo en vez de disminuir la cantidad de horas. Por eso, al incluirlas en la muestra, las horas semanales varían mucho menos en promedio.

-

El efecto para las personas con contrato que ganaban menos que el salario mínimo fue empezar a trabajar sin contrato en vez de disminuir la cantidad de horas. Por eso, al incluirlas en la muestra tampoco veríamos en efecto en horas semanales.

La primera y segunda causa se puede resumir como errores en las variables. Este problema produce sesgo y, a menos que sepamos cómo es el error (cómo la gente ha cambiado su respuesta), no podemos corregirlo. La tercera y cuarta causa se llaman “sesgo de atrición”, y es cuando los miembros de los grupos pueden cambiar o salirse del grupo donde estaban inicialmente, lo que atenúa los resultados obtenidos. Se podrían solucionar si conociéramos la historia laboral de los encuestados, para saber si han dejado de trabajar o han empezado a hacerlo sin contrato. Podemos tener pistas 58

sobre la cuarta causa sin embargo, comparando las tendencias de empleo entre el servicio doméstico con y sin contrato. Según los datos proporcionados en el gráfico número 9, se observa una disminución general del porcentaje de empleados de casa particular que trabajan con contrato, lo que podría significar que efectivamente los trabajadores de casa particular se cambian a trabajos sin contrato (aunque lo datos no dicen exactamente eso: los datos también podrían significar que las personas que entran al mercado laboral lo hacen sin contrato).

Por estos motivos, se puede pensar que los resultados de la opción 3 presentan mayores sesgos de atenuación. Es cierto que los individuos también pueden mentir acerca de su salario o relación contractual, y asimismo pueden cambiar de grupo a lo largo del período de observación. Sin embargo, supondremos que esto es menos posible que ocurra en empleos donde el salario es alto (mayor al salario mínimo), puesto que un trabajo que paga más es también más estable, debido a que hay mayor capital humano invertido en dicho trabajo.

Otro aspecto a tener en consideración cuando se hace este análisis, es el tipo de trabajo doméstico que están realizando los individuos, pues está ligado directamente al número de horas trabajadas. Como ya se mencionó, se puede ver en el gráfico 1 que las personas que trabajan puertas adentro tienen en promedio una mayor cantidad de horas a la semana. Además, se ve que en el caso de puertas adentro, la cantidad de horas trabajadas es distinta para los empleados con y sin contrato. Para los trabajadores puertas afuera en cambio, la cantidad de horas es similar para el caso puertas adentro y puertas afuera.

Es interesante considerar el análisis por separado para esos dos tipos de servicio doméstico. Por un lado, se esperaría una menor reacción por parte del grupo que trabaja puertas adentro. Dado que estas personas viven en el lugar de trabajo, cualquier ajuste a la cantidad de horas de jornada laboral significaría que la persona va a estar ociosa en la casa el resto del tiempo (excepto si se le contrata por menos días a la semana). Se puede decir que en general se espera que este segmento del mercado sea menos sensible a los cambios en precio.

En los cuadros número 5 y 6 se muestran los resultados obtenidos separando a la muestra según trabajo puertas afuera o puertas adentro, respectivamente. 59

Al igual que en el caso anterior, las opciones 1 y 3 de la de cuadro 5 muestran los resultados de una regresión por Diferencias en Diferencias simple para los trabajadores puertas afuera. En ambos casos vemos que el aumentar el salario mínimo tiene un efecto significativo y negativo en la cantidad de horas. Cuando se agregan controles, sin embargo, el coeficiente se hace significativamente distinto de cero sólo para la opción 1. Los signos de los controles siguen teniendo los resultados esperados. Seguimos sospechando de la endogeniedad de la variable ingreso, asociada a un coeficiente negativo y significativo. Cuando se considera a toda la muestra en la opción 3, obtenemos resultados negativos pero no significativos cuando se añaden controles. Como se mencionó antes, existen motivos para pensar que la parte de la muestra que tiene un salario menor al mínimo puede presentar errores de medición o sesgo de atrición.

En las columnas 1 y 3 del cuadro 6 se detallan los resultados obtenidos para los trabajadores puertas adentro, para las opciones 1 y 2 sin controles. Contrario a los resultados obtenidos anteriormente, esta vez observamos un efecto positivo para el número de horas. En efecto, si observamos el gráfico 4, se puede ver que desde el año 2006 al 2009, los trabajadores puertas adentro con contrato disminuyen su cantidad de horas trabajadas, pero en menor cuantía que los trabajadores sin contrato. Estos resultados son significativos solamente para la opción 1. Las columnas 2 y 4 muestran el resultado para las dos opciones, esta vez agregando controles. Esto hace que caiga el nivel de significancia, haciendo que el coeficiente de interés no sea significativamente distinto de cero. Las columnas 5 y 6 nos muestran el resultado para la muestra completa, con y sin controles. El efecto observado es menor y menos significativo. Esta vez los signos de los coeficientes asociados a los controles se han vuelto no significativos, y a menudo con signos diferentes a lo esperado. El ingreso por hora sigue teniendo un coeficiente negativo y significativo.

En general para los cuadros 4, 5 y 6, observamos que existe un efecto negativo débil en la cantidad de horas trabajadas para los trabajadores puertas afuera, y un efecto positivo pero no significativo para los trabajadores puertas adentro. Existen sospechas de que los parámetros de 60

interés estén sesgados, porque se ha incluido el ingreso como variable explicativa del lado derecho. Este problema se explica y desarrolla más adelante.

7.2 Ingresos por hora de trabajo

En el cuadro 7 se presentan los resultados de las estimaciones hechas para el cambio en ingresos por hora para todos los miembros del servicio doméstico. Se consideran las 3 formas de seleccionar a la muestra, y en cada una de éstas se hace la estimación por Diferencias en Diferencias simple y con controles.

Las columnas 1 y 3 muestran los resultados para las opciones 1 y 2, sin controles. Aunque en la opción 1 y en la dos tenemos resultados con signos diferentes, ninguno de ellos es significativamente distinto de cero, por lo que no podemos decir que el aumento en el salario mínimo tuvo un efecto en los salarios. La opción 3 muestra en las columnas 5 y 6 los resultados para la muestra completa, con y sin controles. Esta vez se observa un resultado significativo al 90% y negativo para el efecto de aumentar el salario mínimo. Esto significa que el aumento del salario mínimo tuvo como efecto una disminución en el salario para las personas que tenían contratos, resultado que llama la atención puesto que lo esperable es que las personas que ganaban bajo el mínimo antes de la regulación tengan ahora un mayor salario, si es que siguen trabajando. Al igual que en el caso de horas trabajadas, cuando consideramos a la muestra completa podemos tener errores de medición o sesgo de atrición. Esto hace que los resultados obtenidos sean menos precisos.

De los controles utilizados, la mayoría presenta signos coherentes con lo esperado. Los controles que resultan más significativos son las dummies regionales, cuyos signos indican que en regiones la remuneración es menor que en la Región Metropolitana. Las variables que controlan por educación, experiencia y experiencia al cuadrado están asociadas a parámetros nulos y significativos. Este resultado llama la atención pues implicaría que dichas variables no sirven para explicar el nivel de ingresos. Una posible explicación es que estos factores efectivamente no sean tan importantes para determinar el salario en el sector del servicio doméstico. 61

Recordando que el servicio doméstico es heterogéneo, se separa el mercado en puertas adentro y puertas afuera. Como vimos en la sección anterior, la diferencia de ingresos entre trabajadores con contrato y sin contrato es diferente dependiendo del tipo de servicio doméstico que estemos considerando. En el cuadro 8 se exponen los resultados para el servicio doméstico puertas afuera. Los resultados de esta estimación son muy similares al caso en que se considera el total del servicio doméstico. Sólo observamos un efecto negativo y significativo cuando se incorpora a la muestra aquellas personas que ganan bajo el salario mínimo. Encontramos nuevamente que educación, experiencia y experiencia al cuadrado no explican los ingresos de los trabajadores de casa particular. Los resultados de la estimación para los trabajadores puertas adentro se presentan en el cuadro 9. En las opciones 1 y 2 obtenemos resultados mayores en magnitud a los obtenidos para los trabajadores puertas afuera, aunque no significativamente distintos de cero. Esta vez no obtenemos un efecto significativo en la opción 3, cuando sumamos a las personas que ganan menos que el salario mínimo. Una vez más, los coeficientes que acompañan a la educación y experiencia son nulos.

Como conclusión general, podemos decir que los salarios no se ven afectados producto de aumentar las cotizaciones a través de un aumento en el salario mínimo.

62

Cuadro 7: Estimación del impacto del salario mínimo en ingresos por hora, 2006-2009 opción 1

opción 2

1

2

opción 3

3

4

5

6

Aumento del salario mínimo

-0.01

-0.01

0.01

0.01

-0.04

-0.04*

(desv. Est)

(0.2)

(0.02)

(0.21)

(0.21)

(0.02)

(0.02)

Sexo (femenino=1)

-0.03

-0.01

-0.1***

Inmigrante (0,1)

0.04

-0.04

0.04

Casado (0,1)

0.03**

0.02*

0.05***

Jefe de hogar (0,1)

0.02

0.02

0

Región XV

-0.13*

-0.04

-0.19**

Región I

-0.03

0.02

-0.08

Región II

-0.09**

-0.08**

-0.12**

Región III

0

-0.01

-0.18***

Región IV

-0.09***

-0.06*

-0.31***

Región V

-0.01

0

-0.09***

Región VI

-0.08***

-0.06***

-0.21***

Región VII

-0.12***

-0.09***

-0.32***

Región VIII

-0.08***

-0.05**

-0.38***

Región IX

-0.09***

-0.06**

-0.37***

Región XIV

-0.1***

-0.06

-0.37***

Región X

-0.07***

-0.06***

-0.26***

Región XI

-0.09**

-0.09**

-0.17***

Región XII

-0.03

-0.03

-0.09

Puertas afuera (0,1)

-0.03

-0.03*

-0.02

Años de experiencia

0*

0**

0

Años de experiencia^2

0**

0**

0

Años de escolaridad

0.01*

0*

0.02***

Constante

6.95***

6.97***

7.05***

7.07***

6.48***

6.52***

Número de observaciones

4796

4747

4273

4228

8166

8096

Prob > F

0

0

0

0

0

0

R-cuadrado

0.07

0.09

0.03

0.05

0.06

0.16

R-cuadrado ajustado

0.07

0.08

0.03

0.04

0.06

0.15

*** significativo al 99% de confianza, ** al 95%, * al 90% nota: las columnas 1, 3 y 5 usan la estrategia DD básica, mientras que las columnas 2,4 y 6 controlan por los factores mencionados

63

Cuadro 8: Estimación del impacto del salario mínimo en ingresos por hora, 2006-2009. Sólo puertas afuera. opción 1

opción 2

1

2

opción 3

3

4

5

6

Aumento del salario mínimo

-0.01

-0.02

0.01

0.01

-0.02

-0.04*

(desv. Est)

(0.02)

(0.02)

(0.02)

(0.02)

(0.03)

(0.02)

Sexo (femenino=1)

-0.03

-0.01

-0.11***

Inmigrante (0,1)

0.05

0.04

0.09**

Casado (0,1)

0.04***

0.03**

0.05***

Jefe de hogar (0,1)

0.01

0.02

-0.01

Región XV

-0.12

-0.02

-0.13

Región I

0

0.04

-0.04

Región II

-0.07*

-0.06

-0.1**

Región III

-0.01

-0.02

-0.19***

Región IV

-0.09**

-0.05

-0.31***

Región V

-0.01

0

-0.09***

Región VI

-0.08***

-0.05**

-0.2***

Región VII

-0.11***

-0.08***

-0.31***

Región VIII

-0.06***

-0.03

-0.39***

Región IX

-0.08***

-0.06*

-0.38***

Región XIV

-0.09**

-0.06

-0.36***

Región X

-0.06***

-0.06**

-0.25***

Región XI

-0.09*

-0.09*

-0.14***

Región XII

-0.03

-0.02

-0.04

Años de experiencia

0**

0**

0

Años de experiencia^2

0***

0***

0

Años de escolaridad

0**

0

0.02***

Constante

6.95***

6.98***

7.06***

7.08***

6.49***

6.53***

Número de observaciones

4243

4209

3779

3748

7255

7203

Prob > F

0

0

0

0

0

0

R-cuadrado

0.07

0.08

0.03

0.04

0.06

0.16

R-cuadrado ajustado

0.06

0.08

0.03

0.04

0.06

0.16

*** significativo al 99% de confianza, ** al 95%, * al 90% nota: las columnas 1, 3 y 5 usan la estrategia DD básica, mientras que las columnas 2,4 y 6 controlan por los factores mencionados

64

Cuadro 9: Estimación del impacto del salario mínimo en ingresos por hora, 2006-2009. Sólo puertas adentro opción 1

opción 2

1

2

opción 3

3

4

5

6

Aumento del salario mínimo

-0.06

-0.05

-0.04

-0.03

-0.12*

-0.04

(desv. Est)

(0.06)

(0.06)

(0.06)

(0.06)

(0.07)

(0.07)

Sexo (femenino=1)

-0.09

-0.08

-0.18**

Inmigrante (0,1)

0

0.01

-0.05

Casado (0,1)

-0.06**

-0.04

0.04

Jefe de hogar (0,1)

0.02

0.02

0.01

Región XV

-0.23

-0.29

-0.48**

Región I

-0.24*

-0.19

-0.31**

Región II

-0.18**

-0.18**

-0.17

Región III

0.39**

0.33**

0.03

Región IV

-0.15*

-0.14

-0.34***

Región V

-0.04

-0.03

-0.1*

Región VI

-0.05

-0.03

-0.24***

Región VII

-0.16***

-0.13**

-0.38***

Región VIII

-0.15***

-0.13***

-0.29***

Región IX

-0.12***

-0.08

-0.26***

Región XIV

-0.17**

-0.1

-0.31***

Región X

-0.16***

-0.1*

-0.29***

Región XI

-0.19*

-0.17

-0.33***

Región XII

-0.07

-0.1

-0.5***

Años de experiencia

0.01**

0

0

Años de experiencia^2

0**

0

0

Años de escolaridad

0.01**

0.01*

0.02***

Constante

6.84***

6.85***

6.93***

6.96***

6.32***

6.49***

Número de observaciones

553

538

494

480

911

893

Prob > F

0

0

0.01

0

0

0

R-cuadrado

0.09

0.19

0.03

0.1

0.08

0.19

R-cuadrado ajustado

0.08

0.16

0.02

0.05

0.08

0.17

*** significativo al 99% de confianza, ** al 95%, * al 90% nota: las columnas 1, 3 y 5 usan la estrategia DD básica, mientras que las columnas 2,4 y 6 controlan por los factores mencionados

65

7.3 Problema de identificación

Al incluir la variable salario en el lado derecho, la regresión que explica las horas trabajadas a la semana tiene un problema de endogeneidad. Si se pone el salario como variable explicativa se está sugiriendo que el salario explica las horas, cuando en realidad se sabe que salario y cantidad de trabajo se determinan en conjunto. Es decir, existe otro factor que afecta las horas de trabajo y también el salario, determinando así el equilibrio. Si no consideramos este factor en la regresión, entonces el parámetro asociado al salario será errado, así como también los parámetros que se relacionen con el ingreso. Esto puede significar que el parámetro de interés, 𝛽 (el parámetro asociado al hecho de tener contrato antes y después de los cambios de regulación) podría también estar sesgado. Si en efecto los cambios en salario están relacionados con el cambio en el salario mínimo, entonces nuestro parámetro de interés también tendrá errores. Como se explica en el modelo teórico, dicha relación existe si la oferta y la demanda por trabajo doméstico tienen elasticidad entre cero e infinito.

Para trabajar este problema, se debe explicar el salario y buscar una variable que explique el salario pero no las horas trabajadas. Agregar esta variable de exclusión nos permitirá solucionar el problema de endogeneidad.

Originalmente, usamos la siguiente regresión DD con controles para explicar las horas trabajadas por el individuo i:

(7.1)

𝐻𝑖 = 𝛼1 + 𝛽1 𝐷𝑖 𝑡 + 𝜌1 𝐷𝑖 + 𝛾1 𝑡 + 𝛿11 𝑋1𝑖 + 𝛿2 𝑋2𝑖 + 𝜃𝑊𝑖 + 𝜀1𝑖 Donde 𝑋1 son variables explicativas que explican el ingreso y las horas trabajadas, 𝑋2 son variables que explican las horas pero no el ingreso, W es el salario por hora, y 𝜀1 es un término de error. Sabemos que la variable W tiene endogeneidad, lo que sesga 𝜃 , y eventualmente también los otros parámetros.

66

Por otro lado, la regresión DD con controles que explica los salarios de la persona i es de la forma: 𝑊𝑖 = 𝛼2 + 𝛽2 𝐷𝑖 𝑡 + 𝜌2 𝐷𝑖 + 𝛾2 𝑡 + 𝛿12 𝑋1𝑖 + 𝛿3 𝑋3𝑖 + 𝜀2𝑖 (7.2)

Donde 𝑋3 es la variable (o las variables de exclusión), y 𝜀2 es un término de error. Si reemplazamos W en la ecuación de horas de trabajo, obtenemos la siguiente expresión reducida para horas de trabajo: 𝐻𝑖 = 𝛼1 + 𝛼2 + 𝛽1 + 𝜃𝛽2 𝐷𝑖 𝑡 + 𝜌1 + 𝜃𝜌2 𝐷𝑖 + 𝛾1 + 𝜃𝛾2 𝑡 + 𝛿11 + 𝜃𝛿12 𝑋1𝑖 + 𝛿2 𝑋2𝑖 + 𝜃𝛿3 𝑋3𝑖 + 𝜀1𝑖 + 𝜀2𝑖

(7.3)

𝐻𝑖 = 𝛼 + 𝛽𝐷𝑖 𝑡 + 𝜌𝐷𝑖 + 𝛾𝑡 + 𝛿1 𝑋1𝑖 + 𝛿2 𝑋2𝑖 + 𝛿3 𝑋3𝑖 + 𝜀𝑖

(7.4)

Que se puede expresar como:

Si corremos esta regresión, no veremos un valor para 𝛽1 y 𝛽2 , que es lo que nos interesa conocer, sino una expresión para 𝛽 = 𝛽1 + 𝜃𝛽2 . Esto también ocurrirá con los otros parámetros que conforman la regresión. Al estimar el modelo (7.4), en realidad estaremos obteniendo un estimador que es la suma ponderada de dos efectos; el efecto directo en las horas y el efecto a través del salario.

Se pueden recuperar los parámetros de interés si se corre regresión para salarios y se obtienen los estimadores

𝛼2 , 𝛽2 , 𝜌2 , 𝛾2 , 𝛿12 , 𝑦 𝛿3 .

Teniendo

estos

valores,

y

conociendo

también

𝛼 , 𝛽 , 𝜌, 𝛾 , 𝛿1 , 𝛿2 y 𝛿3 , es posible calcular 𝛼1 , 𝛽1 , 𝜌1 , 𝛾1 , 𝛿11 , 𝑦 𝛿2 . En particular, para calcular el parámetro de interés, 𝛽1 , sólo se necesita conocer 𝛽2 y 𝛿3 . Es importante notar que tendremos problemas para identificar 𝛽1 solamente si es que el salario está correlacionado con la variable de interacción 𝐷𝑡, es decir, si 𝛽2 es distinto de cero. Si 𝛽2 fuera cero, quiere decir que el hecho de tener contrato tras el cambio de regulación no afectó el salario recibido, y por lo tanto 𝛽 = 𝛽1 + 0 = 𝛽1 . Entonces, los pasos a seguir para solucionar la endogeneidad son los siguientes:

67

Primero se estimará la regresión (7.1), para obtener los estimadores del modelo reducido. Luego se estimará la regresión (7.2), para finalmente estimar la regresión (7.4). Con los parámetros obtenidos en (7.2) y (7.4), se recuperarán los parámetros originales de la regresión (7.1).

El cuadro 10 detalla qué variables usaremos en el lado derecho cada regresión. Como ya se explicó antes, se usan los controles que pueden explicar la oferta de horas y el ingreso para el servicio doméstico con y sin contrato. Cuadro 10: Variables del lado derecho Controles Sexo Inmigrante Estado civil Jefe de núcleo Dummies regionales Número de hijos Número de adultos mayores de 70 años Puertas Adentro Años de experiencia Años de experiencia^2 Años de escolaridad Salario de reserva

Afectan Horas X X X X X X X X X X X X

Afectan Salario X X X X X

X X X X

Según se observa, tenemos variables que afectan la cantidad de horas y el salario, que denominamos 𝑋1 , y variables que sólo afectan la cantidad de horas, denominadas 𝑋2 . No tenemos variables de exclusión, que sólo afecten el salario. Esto representa un problema pues, como se mostró más arriba, tener un parámetro asociado a una variable de exclusión es clave para poder identificar los parámetros que son de nuestro interés. En este problema, la solución será encontrar un instrumento o variable de exclusión, o bien demostrar que el salario no está relacionado con la relación contractual y que por lo tanto la endogeneidad de W no afecta nuestra estimación inicial de 𝛽1 . En los cuadros ya expuestos, hemos concluido que efectivamente no existe una relación entre el alza del salario mínimo y el cambio en ingresos recibidos por los trabajadores con contrato. Esto

68

significa que 𝛽2 = 0, y que podemos estimar 𝛽1 correctamente aunque no tengamos una variable de exclusión.

Si estimamos la primera regresión (notar que es igual a (7.4), pero sin incluir la variable de exclusión 𝑋3 ):

(7.5)

𝐻𝑖 = 𝛼 + 𝛽𝐷𝑖 𝑡 + 𝜌𝐷𝑖 + 𝛾𝑡 + 𝛿1 𝑋1𝑖 + 𝛿2 𝑋2𝑖 + 𝜀𝑖 Sabemos que 𝛽 = 𝛽1 , y por lo tanto no deberían darnos resultados diferentes entre el parámetro obtenido en la primera regresión (7.1) y la última (7.5).

Los cuadros 11-13 muestran los resultados obtenidos de la regresión (7.5) para todo el servicio doméstico (los cuadros 12 y 13 detallan el caso puertas afuera y puertas adentro, respectivamente), y los compara con la primera estimación realizada (cuadro 4). Esta vez, vemos el resultados para 𝛽 , cuyos valores no deberían cambiar mucho en significancia.

En el caso de todo el servicio doméstico, la opción 1 sigue presentando un parámetro negativo y significativo al 90%, mientras que las otras opciones muestran resultados no diferentes de cero. Los cambios observados entre las primeras estimaciones con controles y las últimas se deben a que se está sumando el primer parámetro encontrado con 𝜃 𝛽2 , que resulta no significativamente diferente de cero. El servicio doméstico puertas afuera también arroja parámetros similares a los obtenidos en la primera regresión, aunque esta vez más significativo para la opción 1. El servicio doméstico puertas adentro sigue presentando resultados no significativamente distintos de cero.

A pesar de que hemos podido identificar 𝛽1 , no tenemos la misma suerte para los parámetros asociados a los otros controles. Para recuperarlos, es necesario conocer 𝜃 , valor que no tenemos. En consecuencia, en la última estimación realizada sólo podremos conocer el parámetro de la expresión reducida, que captura el efecto de la variable en las horas y el efecto causado a través de los salarios.

69

Cuadro 11: Estimación del impacto del salario mínimo en horas semanales de trabajo, 2006-2009 opción 1 1

opción 2 2’

2

3

opción 3 4’

4

5

6’

6

Aumento del salario mínimo

-2.61***

-2.65*

-2.88*

-2.8***

-1.45

-2.64

-1.35*

-2.06

-2.04

(desv. Est)

(0.84)

(1.53)

(1.71)

(0.87)

(1.5)

(1.67)

(0.74)

(1.36)

(1.53)

Sexo (femenino=1)

-6.26***

-5.63***

-6.35***

-6.22***

-5.12***

-3.37**

Inmigrante (0,1)

3.41**

3.36**

2.73*

2.92*

4.06***

3.93**

Casado (0,1)

-1.87***

-2.65***

-1.48**

-2.24***

-2.98***

-4.07***

Jefe de hogar (0,1)

0.64

0.46

1

0.78

0.29

0.24

Región XV

-9.01***

-4.26

-7.08*

-2.98

-12.18***

-7.39**

Región I

-1.17

0.44

0.53

1.61

-2.08

-0.19

Región II

-1.41

1.38

0.18

2.9

-4.27**

-0.92

Región III

-7.07***

-7.24***

-6.19***

-6.03**

-5.57***

-3.07

Región IV

-4.06***

-2.19

-3.84**

-2.52

-3.77***

0.05

Región V

-3.76***

-4.06***

-4.12***

-4.71***

-3.02***

-2.37***

Región VI

-4.41***

-3.37***

-4.58***

-4.04***

-3.86***

-1.07

Región VII

-4.52***

-3.04***

-5.14***

-4.34***

-2.48***

1.26

Región VIII

-6.3***

-5.68***

-7.69***

-7.76***

-4.27***

0

Región IX

-4.53***

-3.35***

-4.06***

-3.51**

-4.77***

-0.11

Región XIV

-4.94***

-3.23*

-4.03**

-3.08

-3.98***

0.61

Región X

-6.42***

-6.08***

-7.24***

-7.3***

-4.62***

-1.5

Región XI

-4.44**

-4.12*

-5.9***

-5.73**

-6.7***

-5.26**

Región XII

-2.75

-2

-2.39

-1.72

-2.11

-0.29

Niños(as) entre 0 y 2 años

-0.09

-0.28

0.61

0.61

0.86

0.92

Niños(as) entre 3 y 7 años

-0.47

-0.32

-1**

-0.81

-0.92**

-0.82*

Niños(as) entre 8 y 14 años

-0.85***

-1.01***

-0.94***

-1.05***

-0.61**

-0.83***

Niños entre 15 y 18 años

0.29

0.76

0.42

0.79

0.3

0.55

Niñas entre 15 y 18 años

1.04*

1.13*

1.06**

1.23**

0.83*

0.78

Niños entre 19 y 24 años

0.6

0.91*

0.58

0.9

0.72*

1.05**

Niñas entre 19 y 24 años

1.68***

2.35***

1.29**

1.7***

1.72***

2.37***

Adultos mayores de 70 años

0.82

1.27

0.48

0.74

0.94

1.13

Puertas afuera (0,1)

9.05***

10.33***

9.16***

10.38***

11.33***

12.71***

Años de experiencia

0.1

0.16**

0.09

0.18**

0.12**

0.13**

Años de experiencia^2

0

0**

0

0**

0**

0***

Años de escolaridad

0.18*

0.04

0.19*

0.08

0.1

-0.19**

Salario de reserva

0***

0**

0***

0***

0***

0

Ingreso real por hora

-0.01***

-

-0.01

-

-0.02

-

Constante

27.22***

48.15***

33.38***

25.63***

47.63***

32.25***

33.9***

52.9***

39.75***

Número de observaciones

4796

2837

2837

4273

2318

2318

8166

5000

8096

Prob > F

0

0

0

0

0

0

0

0

0

R-cuadrado

0.24

0.46

0.33

0.24

0.49

0.36

0.13

0.38

0.16

R-cuadrado ajustado

0.24

0.46

0.32

0.24

0.48

0.35

0.13

0.37

0.15

*** significativo al 99% de confianza, ** al 95%, * al 90% nota: las columnas 1, 3 y 5 usan la estrategia DD básica, mientras que las columnas 2,4 y 6 controlan por los factores mencionados. Las columnas 2', 4' y 6' son los resultados de la expresión reducida.

70

Cuadro 12: Estimación del impacto del salario mínimo en horas semanales de trabajo, 2006-2009. Sólo puertas afuera opción 1 1

opción 2

2

2'

3

opción 3

4

4'

5

6

6'

Aumento del salario mínimo

-2.35***

-3.15*

-3.36**

-2.34**

-2.35

-3.02

-1.45*

-2.06

-1.62

(desv. Est)

(0.88)

(1.7)

(1.9)

(0.91)

(1.65)

(1.86)

(0.77)

(1.54)

(1.74)

Sexo (femenino=1)

-6.5***

-5.96***

-6.52***

-6.45***

-6.05***

-4.38***

Inmigrante (0,1)

3.93**

4.14**

3.78**

4.39**

4.34***

3.93**

Casado (0,1)

-2.06***

-3.06***

-1.62**

-2.58***

-3.15***

-4.34***

Jefe de hogar (0,1)

1.17*

0.87

1.42**

1.15

0.78

0.53

Región XV

-9.22***

-4.42

-7.2*

-3.09

-11.72***

-7.09*

Región I

0.04

1.62

-0.96

2.13

-0.17

1.07

Región II

-2.48

0.28

-1.21

1.37

-4.44**

-1.02

Región III

-6.63***

-6.97***

-5.85***

-5.91**

-4.67***

-2.29

Región IV

-3.95**

-2.25

-4.09**

-2.93

-3.18**

0.47

Región V

-3.68***

-4.07***

-4.1***

-4.79***

-3.04***

-2.5***

Región VI

-3.36***

-2.36**

-3.54***

-3.05**

-3.1***

-0.38

Región VII

-4.2***

-2.78**

-4.85***

-4.08***

-2.44***

1.1

Región VIII

-6.86***

-6.57***

-8.53***

-8.97***

-3.75***

0.43

Región IX

-3.82***

-2.83**

-3.3**

-2.88*

-3.7***

0.84

Región XIV

-4.68***

-3.11

-3.93**

-2.9

-2.9**

1.51

Región X

-5.86***

-5.83***

-7.07***

-7.29***

-4.05***

-1.11

Región XI

-3.87*

-3.76

-5.39**

-5.42**

-6***

-4.96**

Región XII

-4.47**

-3.85

-4.57**

-4.1

-3.17

-2.17

Niños(as) entre 0 y 2 años

-0.33

-0.62

0.23

0.12

0.53

0.43

Niños(as) entre 3 y 7 años

-0.53

-0.3

-0.89*

-0.6

-0.91**

-0.76*

Niños(as) entre 8 y 14 años

-0.85**

-1.02**

-0.84**

-0.95**

-0.54*

-0.72**

Niños entre 15 y 18 años

0.13

0.64

0.28

0.68

0.22

0.52

Niñas entre 15 y 18 años

1.33**

1.45**

1.41**

1.57**

1.07**

1.08*

Niños entre 19 y 24 años

0.1

0.54

0.12

0.51

0.23

0.71

Niñas entre 19 y 24 años

1.44**

2.27***

1.14*

1.66**

1.85***

2.63***

Adultos mayores de 70 años

0.64

0.92

0.12

0.09

0.58

0.69

Años de experiencia

0.08

0.18**

0.07

0.19**

0.14**

0.16**

Años de experiencia^2

0

0**

0

0***

0***

0***

Años de escolaridad

0.07

-0.06

0.07

-0.04

0.08

-0.19**

Salario de reserva

0***

0***

0***

0***

0***

0**

Ingreso real por hora

-0.01***

-

-0.01***

-

-0.02***

-

Constante

26.52***

48.58***

33.83***

25.01***

47.89***

32.46

33.15***

51.99***

39.24***

Número de observaciones

4243

2520

2520

3779

2059

2059

7255

4476

4476

Prob > F

0

0

0

0

0

0

0

0

0

R-cuadrado

0.22

0.43

0.28

0.22

0.45

0.31

0.12

0.34

0.16

R-cuadrado ajustado

0.22

0.42

0.27

0.22

0.45

0.3

0.12

0.33

0.15

*** significativo al 99% de confianza, ** al 95%, * al 90% nota: las columnas 1, 3 y 5 usan la estrategia DD básica, mientras que las columnas 2,4 y 6 controlan por los factores mencionados. Las columnas 2', 4' y 6' son los resultados de la expresión reducida.

71

Cuadro 13: Estimación del impacto del salario mínimo en horas semanales de trabajo, 2006-2009. Sólo puertas adentro. opción 1 1

opción 2

2

2'

3

opción 3

4

4'

5

6

6'

Aumento del salario mínimo

6.3**

2.99

2.84

4.39

3.05

2.07

4.43*

1.67

-0.47

(desv. Est)

(2.8)

(4.13)

(4.43)

(3.06)

(4.33)

(4.55)

(2.52)

(3.36)

(3.78)

Sexo (femenino=1)

1.25

1.76

-2.2

-2.19

4.73

8.17*

Inmigrante (0,1)

1.46

1.35

0.25

-0.16

4.13

4.29

Casado (0,1)

0.92

2.35

-0.55

0.25

-1.23

-0.68

Jefe de hogar (0,1)

-0.06

-0.9

1.82

1.09

-2.39

-2.42

Región XV

-3.45

0.71

-6.54

-2.15

-18.68**

-11.47

Región I

-8.03

-5.26

-5.61

-4.84

-16.88**

-9.6

Región II

1.6

6.38

2.23

6.61

-9.87

-6.26

Región III

-16.37*

-16.25*

-13.02

-11.41

-19.85***

-16.5**

Región IV

-3.56

-0.57

0.04

2.52

-10.66**

-5.39

Región V

-5.57**

-4.77*

-3.76

-3.28

-3.34

0.01

Región VI

-13.68***

-12.53***

-12.39***

-11.52***

-11.25***

-7.58**

Región VII

-7.58***

-5.7**

-8.08***

-7.07**

-5.13**

0.66

Región VIII

-3.99*

-0.97

-2.92

-0.66

-8.96***

-3.68

Región IX

-8.83***

-6.5**

-9.35**

-8.14**

-13.14***

-7.5**

Región XIV

-7.5*

-4.73

-2.96

-3.1

-14.52***

-10.24**

Región X

-10.52***

-7.95***

-10.36***

-9.13***

-8.89***

-3.98

Región XI

-5.96

-3.56

-9.03

-7.29

-12.55**

-6.79

Región XII

28.84***

30.84***

30.7***

32.63***

1.5

10.92*

Niños(as) entre 0 y 2 años

0.29

0.99

1.54

2.23

2.18

3.64*

Niños(as) entre 3 y 7 años

0.68

0.1

-0.51

-0.96

-0.31

-1.05

Niños(as) entre 8 y 14 años

0.06

0.03

-0.67

-0.7

-1.04

-1.22

Niños entre 15 y 18 años

2.33

2.66

2.94

3.42*

1.6

1.31

Niñas entre 15 y 18 años

-1.57

-1.6

-1.32

-1.06

-0.38

-0.88

Niños entre 19 y 24 años

3.28**

2.8*

2.62*

2.27

3.32**

2.59

Niñas entre 19 y 24 años

2.19

1.9

2.04

1.94

-1.42

-1.91

Adultos mayores de 70 años

0.84

1.79

-0.08

1.29

0.91

1.72

Años de experiencia

0.18

0.05

0.14

0.09

0.05

-0.03

Años de experiencia^2

0

0

0

0

0

0

Años de escolaridad

0.69***

0.41

0.79***

0.59**

0.19

-0.24

Salario de reserva

0

0

0

0

0

0

Ingreso real por hora

-0.01***

-

-0.01

-

-0.02***

-

Constante

46.98***

54.13***

42.34***

44.5***

54.43***

43.13***

5.11***

71.1***

54.89***

Número de observaciones

553

317

317

494

259

259

911

524

524

Prob > F

0

0

0

0

0

0

0

0

0.01

R-cuadrado

0.14

0.34

0.24

0.15

0.36

0.29

0.06

0.29

0.1

R-cuadrado ajustado

0.14

0.26

0.15

0.14

0.26

0.19

0.05

0.24

0.04

*** significativo al 99% de confianza, ** al 95%, * al 90% nota: las columnas 1, 3 y 5 usan la estrategia DD básica, mientras que las columnas 2,4 y 6 controlan por los factores mencionados. Las columnas 2', 4' y 6' son los resultados de la expresión reducida.

72

7.4 Porcentaje de la muestra que cotiza por el salario mínimo

Para poder deducir qué porcentaje de la muestra de trabajadores que ganan un salario mayor al mínimo se encuentra cotizando como si ganara el salario mínimo, es necesario hacer algunos supuestos adicionales. La idea es predecir cuánto cambiaría el trabajo en el modelo original presentado en la sección 3 luego de un alza de las cotizaciones a pagar. Si comparamos dicho cambio con el cambio realmente ocurrido, podríamos estimar qué porcentaje de la población está cotizando por el salario mínimo. Como el alza en cotizaciones conlleva a su vez un beneficio para los trabajadores, es posible que aunque la demanda se desplace hacia la derecha en el mismo monto que el cambio del salario, la oferta también se desplace hacia arriba, atenuando el cambio en empleo. Para saber cuál es el cambio en el empleo, necesitamos saber cuánto se valora el beneficio percibido. Si suponemos que dicho beneficio es cero, entonces sabremos que solamente la demanda se ha movido. Otro supuesto necesario es la forma que toman la oferta y la demanda por trabajo doméstico. Si conocemos sus elasticidades, entonces podríamos predecir el cambio en salario y empleo esperado para las personas que se encuentran cotizando por el mínimo, y podríamos compararlos con el cambio real.

Dado que el foco de esta investigación no fue estimar la oferta y demanda de este mercado, el resultado obtenido solamente puede indicarnos si existe o no cotización por el salario mínimo en el servicio doméstico. El hecho de que las horas trabajadas disminuyan nos da pistas que avalan la teoría inicial, pero no podemos saber si esto implica que un gran porcentaje de empleadores se encuentran en esta situación.

8. Conclusiones

Ante la creencia de que la mayoría de los empleados en el servicio doméstico paga cotizaciones por el salario mínimo, y ante la imposibilidad de monitorear esto directamente, se ha propuesto un razonamiento y ejercicio que nos permitiría dilucidar si esto es cierto. Mediante la

73

metodología empírica de Diferencias en Diferencias, se observa cómo cambia el empleo en este sector cuando hay variaciones en el salario mínimo.

En este trabajo se reconoce que existen diferencias importantes entre el servicio doméstico puertas adentro y puertas afuera. Aunque el trabajo que realizan es a simple vista igual, en la práctica estos sectores tienen costumbres distintas, y por lo tanto formas diferentes de reaccionar frente a distintos incentivos o cambios regulatorios. Es por eso que se consideran ambos grupos a la hora de identificar el efecto empíricamente. En cuanto a la cantidad de trabajo, los empleados puertas afuera presentan una disminución de las horas trabajadas a la semana, significativa con un 90% de confianza una vez que se ha controlado por otros factores que podrían incidir en la cantidad de horas. Sin embargo, este efecto negativo sólo se encuentra cuando se asume que todas las personas que ganaban un salario mayor al mínimo el año 2006, ganarán también un salario mayor al mínimo el 2009. Los empleados puertas adentro, en cambio, no presentan cambios en la cantidad de horas de trabajo semanal. A pesar de que de hecho aumentaron la cantidad de horas trabajadas en el período 2006-2009, este resultado no es significativo una vez que se controla por otros factores. En cuanto al logaritmo del ingreso real por hora, no se encuentra evidencia a favor de un cambio provocado por el aumento del salario mínimo o las cotizaciones.

Aunque los resultados sean pequeños (pero estadísticamente significativos) para los casos antes mencionados, no podemos señalar que la gran mayoría cotiza entonces por el total de la remuneración. Para saber exactamente qué porcentaje del total del servicio doméstico con contrato cotiza por el salario mínimo, necesitaríamos hacer supuestos sobre cuán valorados son los sistemas de pensiones para los empleados, y también sobre la elasticidad de la demanda y de la oferta en este sector. Sin estos datos, el resultado obtenido sólo nos indicará si el fenómeno existe o no. Una de las limitaciones de este trabajo es que ante la presencia de resultados nulos o muy pequeños, cabe la duda si esto ocurre porque la mayoría no cotiza por el mínimo, o debido a problemas con los datos o factores no controlables. Por un lado, el cambio en el salario bruto es lo suficientemente chico como para no detectar un efecto importante en empleo. Al mismo tiempo, el hecho de no contar con datos de panel, si no 74

que con datos de corte transversal, hace que las estimaciones pierdan rigurosidad y que se deban condicionar los resultados al supuesto de que quienes ganan por sobre el salario mínimo el año 2006, lo hacen también el año 2009. Por último, aunque este trabajo propone una forma de identificar si existen personas que cotizan por el salario mínimo, no cubre el caso también posible de que las cotizaciones se paguen por un monto menor al correspondiente, pero mayor al mínimo. En dicho caso, un cambio en el salario mínimo no afectaría el monto de las cotizaciones, por lo que no deberíamos ver un efecto en el empleo.

Esta investigación ha propuesto un método indirecto para cuantificar el tamaño de un fenómeno no observable, mas deja la puerta abierta a muchas extensiones y mejoras. Por un lado, se puede avanzar estimando una forma funcional para la oferta y demanda de trabajo doméstico, necesarios para cuantificar el cambio en horas para las personas que cotizan por el mínimo. También se puede intentar estimar cuánto valoran los trabajadores un alza en sus cotizaciones, sobre todo después de los beneficios a los que tienen derecho después de la reforma previsional. Por último, también es útil conocer cuánto le cuesta al gobierno dar pensiones a las personas que cotizan por el salario mínimo y por lo tanto no tienen suficiente dinero para su jubilación.

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79

Apéndice 1: Representatividad de los trabajadores de casa particular en las encuestas CASEN

Cuando se trabaja con un grupo muy específico dentro de la encuesta CASEN, debemos preguntarnos si los dicho grupo está correctamente representado en la encuesta. Es decir, el grupo de trabajadores de casa particular encuestados, ¿reflejan la situación de los trabajadores domésticos de todo el país? Una forma de comprobar esto, es ver cómo nuestras variables de interés fluctúan en el tiempo para los trabajadores domésticos y para toda la muestra de la encuesta (representativa a nivel nacional). Si este sector está bien representado, esperaríamos encontrar que las tendencias observadas en horas e ingresos son similares a las tendencias nacionales. Por supuesto, éstas pueden diferir, pero si los empleados domésticos muestran ciclos coherentes con las fluctuaciones nacionales, entonces podemos suponer que están correctamente representados. Los gráficos A1.1 y A1.2 muestran dichas fluctuaciones para horas semanales e ingresos por hora, sugiriendo patrones y fluctuaciones similares a las nacionales para ambas variables.

Evolución de horas a la semana 70

Horas semanales

60 50 40

Total Asalariados

30

Servicio Doméstico

20

10

Puertas Adentro Puertas Afuera

0

80

Ingresos por hora

Ingresos por hora 2000 1800 1600 1400 1200 1000 800 600 400 200 0

Total Asalariados Servicio Doméstico Puertas Adentro Puertas Afuera

Apéndice 2: “Parallel trends assumption”

El supuesto clave al trabajar con la metodología DD es que el grupo de tratamiento y el de control son comparables en su forma de cambiar en el tiempo. Si bien se admite que estos grupos sean diferentes, aquello que los hace diferentes y no es observable se mantiene constante en el tiempo. Gracias a eso, podemos comparar el crecimiento de una variable X en el tiempo para el grupo de tratamiento y el de control, pues sabemos que ambos debieran presentar cambios similares en el tiempo si no existiera ninguna intervención al grupo de tratamiento. En este apartado se compara la evolución en el tiempo para nuestras variables de interés (horas trabajadas a la semana e ingresos por hora) y para el grupo de control y el de tratamiento (sin contrato y con contrato, respectivamente). Los gráficos A2.1 y A2.2 muestran dicha comparación. En ellos, se aprecia que la cantidad de horas semanales es mayor para los trabajadores con contrato, pero que sin embargo las tendencias son bastante similares para ambos grupos, sugiriendo que es posible hacer una comparación entre ellos mediante el método DD (considerando además que se controlará por otros factores observables que puedan causar las diferencias entre CC y CS). Con respecto a los ingresos, éstos son similares en nivel y en tendencia para ambos grupos. Aunque hay períodos en los que las fluctuaciones son diferentes, a partir del año 200 tienen cambios muy parecidos. Controlando además por otros factores, podemos suponer que también a

81

nivel de ingresos los trabajadores sin contrato son un buen contrafactual para el grupo de tratamiento.

Gráfico a2.1: Horas semanales en el servicio doméstico con y sin contrato (promedio) Fuente: Encuesta CASEN 1990-2009

Horas semanales

60 50 40 30

Con Contrato

20

Sin Contrato

10 0

Gráfico A2.2 - Ingresos por Hora (promedio) fuente: encuesta CASEN 1990-2009

1200

Ingresos por hora

1000 800 600 400

Ingreso CC Ingreso SC

200 0

82

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