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APslc el Quijote
Don Quijote
de l a Mancha por miguel de cervantes
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Miguel de Cervantes Saavedra 1547-1616 Datos biográficos Nacido en la ciudad castellana de Alcalá de Henares, Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) provenía de una familia hidalga pero pobre. Buscando mejor suerte en sucesivas ciudades españolas, su padre, médico cirujano, trasladó numerosas veces a su familia sin poder eliminar nunca deudas (obligación que se tiene que pagar) ni escaseces económicas. Se ha dado la hipótesis de una posible procedencia judía pero la teoría, que se basa en la interpretación de las obras cervantinas más que en datos concretos, ha quedado sin comprobar. En el año 1569, comenzó una etapa aventurera en la vida del autor. Marchó primero a Italia, fugitivo de la ley. Se dice que escapaba de una orden de castigo debida a un lance (riña, pelea) en el que quedó herido otro hombre. Al año de exilio, Cervantes sentó plaza de (se hizo) soldado y luchó contra los turcos en la batalla de Lepanto, donde fue herido gravemente y perdió el brazo izquierdo. Después de recuperarse, siguió ejerciendo de soldado durante los cinco años siguientes hasta que la galera (galeón) en la que navegaba hacia España fue capturada por argelinos (del país de Argelia en el norte de África). Todos los soldados de la nave, entre los que se contaban Miguel y su hermano Rodrigo, fueron capturados y llevados de esclavos a Argel (la capital de Argelia). Cervantes trató repetidas veces de escapar hasta que en 1580, tras cinco años de cautiverios (de esclavitud), una orden religiosa pagó una suma para redimirle y dejarle en libertad. Al regresarle a España, Cervantes dejó la carrera de las armas por las letras. Sin embargo, no había terminado del todo la era de cautiverio (encarcelamiento), ya que cayó varias veces más en la cárcel por problemas con la Hacienda pública. En 1605 se imprimió la primera parte del Quijote en la rápida sucesión varios libros más, entre ellos la segunda parte del Quijote en 1615. El público de la época reconoció inmediatamente el humor del Quijote y pronto se conocía el nombre de Cervantes en todas partes. Sin embargo, a la fama no le acompañó la prosperidad económica. Cervantes murió, todavía pobre, el 23 de abril de 1616, la misma fecha de la muerte de William Shakespeare.
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Datos biográficos - Miguel de Cervantes Instrucciones: Escribe una serie de preguntas acerca del texto en la página anterior. Incluye cinco preguntas de comprensión y tres preguntas de análisis/opinión/reacción. Escribe una clave en la siguiente página. 1)
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Clave (Datos biográficos - Miguel de Cervantes)
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DOn Quijote Capítulo primero - Nuestro héroe I En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no hace mucho tiempo que vivía un hidalgo1 pobre. Tenía en su casa una ama (criada) que pasaba de cuarenta años, y una sobrina que no llegaba a los veinte. La edad de nuestro hidalgo era de cincuenta años; era fuerte, delgado, muy activo y amigo de la casa. Los momentos que no tenía nada que hacer (que eran los más del año), se dedicaba a leer libros de caballerías con tanta afición y gusto, que olvidó casi completamente el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda. Llegó a tanto su curiosidad y locura en esto, que vendió muchas tierras para comprar libros de caballerías que leer, y así llevó a su casa muchos libros de esta clase. Tuvo muchas disputas con el cura de su lugar, y con maese Nicolás, barbero (peluquero) del mismo pueblo, sobre cuál había sido mejor caballero, Palmerín de Inglaterra o Amadís de Gaula, y sobre otras cuestiones semejantes que trataban de los personajes y episodios de los libros de caballerías. Se aplicó tanto a su lectura, que pasaba todo el tiempo, día y noche, leyendo. Se llenó la cabeza de todas aquellas locuras que leía en los libros, así de encantamientos como de pendencias (peleas), batallas, duelos, heridas, amores, infortunios y absurdos imposibles. Tuvieron tal efecto sobre su imaginación que le parecían verdad todas aquellas invenciones que leía, y para él no había otra historia más cierta en el mundo. II Habiendo perdido ya su juicio, le pareció necesario, tanto para el aumento de su gloria como para el servicio de su nación, hacerse caballero andante, e irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar aventuras, y a ejercitarse en todo aquello que había leído que los caballeros andantes se ejercitaban, deshaciendo todo género de agravio (insulto, daño), y poniéndose en ocasiones y peligros, donde, terminándolos, adquiriría eterno renombre y fama. Lo primero que hizo fue limpiar unas armas que habían sido de sus bisabuelos. Las limpió y las reparó lo mejor que pudo; pero vio que tenían una gran falta, y era que no tenían celada2; más con su industria hizo una celada de cartón. Para probar si era fuerte, sacó su espada y le dio dos golpes con los que deshizo en un momento lo que había hecho en una semana; volvió a hacerla de nuevo, y quedó tan satisfecho de ella, que sin probar su fortaleza la consideró finísima celada.
uno que, aunque sin título de noble, se consideraba mejor que el pueblo 2 parte de la armadura de los caballeros que defendía la cabeza 1
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Fue luego a ver a su rocín (caballo de trabajo o de mala apariencia) que le pareció el mejor caballo del mundo. Pasó cuatro días imaginando qué nombre le pondría; porque (según se decía él a sí mismo) no era justo que caballo de caballero tan famoso estuviese sin nombre conocido. Después de meditar mucho, le vino a llamar Rocinante, nombre en su opinión alto, sonoro, y significativo de lo que había sido cuando fue rocín, antes de lo que ahora era, que era antes y primero de todos los rocines del mundo. III Después de haber puesto nombre a su caballo, quiso ponérselo a sí mismo; y en este pensamiento empleó otros ocho días. Al fin se vino a llamar don Quijote, porque tenía el sobrenombre de Quijano. Pero acordándose de que el valeroso Amadís no se había contentado con llamarse sólo Amadís, sino que añadió el nombre de su reino3 y patria por hacerla famoso, y se llamó Amadís de Gaula, así quiso, como buen caballero, añadir al suyo el nombre de la suya, y llamarse don Quijote de la Mancha, con lo cual declaraba su linaje y patria, y la honraba al tomar el sobrenombre de ella. Habiendo limpiado, pues, sus armas, y puesto nombre a su rocín y a sí mismo, se dio a entender que no le faltaba otra cosa sino buscar una dama de quien enamorarse: porque el caballero andante sin amores era árbol sin hojas y sin fruto, y cuerpo sin alma. En un lugar cerca del suyo, había una bonita moza labradora4, de quien él un tiempo estuvo enamorado, aunque ella no lo supo jamás. Se llamaba Aldonza Lorenzo, y a ésta le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos; y buscando nombre que fuera bien con el suyo, y que pareciera de princesa o gran señora, vino a llamarla Dulcinea del Toboso, porque ella era del Toboso; nombre, en su opinión, músico y raro y significativo, como todos los demás que a él y a sus cosas había puesto.
3 territorio que está bajo un rey 4 mujer joven que cultiva la tierra
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Preguntas I 1. ¿Dónde tiene lugar la historia? 2. ¿Vive solo el hidalgo? 3. ¿Qué sabemos de las personas que viven con él? 4. ¿Qué le gusta hacer cuando no está ocupado? 5. ¿Qué amigos tiene en el pueblo? 6. ¿De qué acostumbran tener disputas? 7. ¿Cuánto tiempo pasa leyendo los libros? 8. ¿De qué tratan los libros de caballerías?
II 1. ¿Por qué quiere hacerse caballero andante el hidalgo? 2. ¿Cómo ganan fama y renombre los caballeros andantes? 3. ¿Qué hace primero en preparación para salir? 4. ¿Qué falta nota que tienen sus armas? 5. ¿Por qué no vuelve a probar segunda vez la fortaleza de la celda? 6. ¿Por qué insiste en ponerle otro nombre a su caballo? 7. ¿Qué tal le parece el nombre que escoge? 8. ¿Qué elemento irónico tiene el nombre “Rocinante”?
III 1. ¿Cuánto tiempo emplea para inventar otro nombre para sí mismo? 2. ¿Cómo se llama el hidalgo después? 3. ¿A quién imita en todo lo que hace? 4. ¿Por qué no se contenta con llamarse solamente don Quijote? 5. ¿Qué otro nombre decide añadir a éste? 6. ¿Qué declara este otro nombre? 7. ¿Por qué se pone a buscar a una dama? 8. ¿Quién es Aldonza Lorenzo? 9. ¿Por qué tiene que darle otro nombre? 10. ¿Cómo es el nombre que decide ponerle?
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Capítulo VIII – Segunda salida: los molinos de viento I Don Quijote estuvo quince días en casa muy tranquilo. Durante este tiempo, sus vecinos venían a visitarle. Entre ellos había un labrador honrado y pobre y poco inteligente. Tanto le dijo don Quijote, tanto le persuadió y prometió, que el pobre labrador decidió salir con él y servirle de escudero5. Don Quijote le decía, entre otras cosas, que tal vez le podía suceder una aventura en que ganase alguna ínsula (isla), y le dejase a él por gobernador de ella. Con estas promesas y otras tales, Sancho Panza (que así se llamaba el labrador) dejó a su mujer e hijos y se hizo escudero de su vecino. Don Quijote avisó a su escudero del día y la hora que pensaba salir, y Sancho dijo que pensaba llevar alforjas (bolsas grandes) y un asno (burro) que tenía muy bueno. Don Quijote hizo provisión de camisas y de las demás cosas que él pudo, conforme al consejo que el ventero le había dado. Todo lo cual hecho y cumplido, sin despedirse Sancho Panza de sus hijos y mujer ni don Quijote de su ama y sobrina, una noche salieron del lugar sin que nadie los viese. Caminaron tanto aquella noche, que al amanecer estaban seguros de que no los hallarían (encontrarían) aunque los buscasen. Iba Sanco Panza sobre su burro como un patriarca, con sus alforjas, y con muchos deseos de verse gobernador de la ínsula que su señor le había prometido. Don Quijote tomó la misma ruta y camino que él había tomado en su primer viaje, que fue por el Campo de Montiel; los dos iban hablando de la ínsula prometida, y de si Teresa, la mujer de Sancho, podría ser reina o condesa. II Dentro de poco, descubrieron treinta o cuarenta molinos6 de viento que hay en aquel campo; y así que don Quijote los vio, dijo a su escudero: -- La fortuna está guiando nuestras cosas mejor de lo que deseáramos; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se hallan treinta o pocos más enormes gigantes, con quienes pienso hacer batalla y quitarle a todos la vida. -- ¿Qué gigantes? – dijo Sancho Panza. -- Aquellos que allí ves, -- respondió su amo, -- de los brazos largos, que los tienen algunos de casi dos leguas (5.5 km). -- Mire vuestra merced, -- respondió Sancho, -- que aquéllos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas7, que, movidas por el viento, hacen andar la piedra del molino. 5 persona que acompaña y sirve a un caballero 6 edificio donde se reducen los cereales a partes muy pequeños 7 brazo del molino de viento
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-- Bien parece, -- respondió don Quijote, -- que no estás versado en las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí que yo voy a entrar con ellos en feroz batalla. Y diciendo esto, dio de espuelas8 a su caballo Rocinante, sin atender a los gritos que su escudero Sancho le daba, diciéndole que sin duda alguna eran molinos de viento, y no gigantes, aquéllos que iba a atacar. Pero él estaba tan convencido de que eran gigantes, que no oía los gritos de su escudero Sancho, ni notó, aunque estaba ya muy cerca, lo que eran; al contrario, iba diciendo en voz alta: -- no huyáis, cobardes y viles criaturas; porque un solo caballero es él que os ataca. III Se levantó en esto un poco de viento, y las grandes aspas comenzaron a moverse; viendo lo cual don Quijote, dijo: -- Pues aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo9, me lo habéis de pagar. Y diciendo esto, y dedicándose de todo corazón a su señora Dulcinea pidiéndole que en tan peligroso momento le socorriese, se precipitó a todo el galope de Rocinante, y atacó con la lanza al primer molino que estaba delante. El viento movió el molino con tanta furia, que hizo pedazos la lanza, llevándose detrás de sí al caballo y al caballero, que fueron rodando (girando) por el campo. Acudió Sancho Panza a socorrerle a todo el correr de su asno, y cuando llegó, halló que no podía moverse. -- ¡Válgame Dios! – dijo Sancho, -- ¿no le dije yo a vuestra merced que mirase bien lo que hacía, que no eran sino molinos de viento? -- Calla, amigo Sancho, -- respondió don Quijote; -- que las cosas de la guerra más que otras están sujetas a continua transformación. Por eso yo pienso que aquel encantador Fristón que me robó los libros, ha vuelto estos gigantes en molinos por quitarme la gloria de su vencimiento10; tal es la enemistad que me tiene; más al fin, al fin, poco han de poder sus malas artes contra la bondad de mi espada. -- Amén, -- Respondió Sancho Panza; y ayudándole a levantarse, volvió a subir sobre Rocinante. Y hablando de la pasada aventura, siguieron el camino.
8 objeto de metal que se lleva en los zapatos o botas para estimular un caballo para hacerlo correr 9 gigante de la mitología griega 10 acción de perder una batalla o guerra
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IV Decía don Quijote que en aquel camino no era posible dejar de hallarse muchas y diversas aventuras, pero iba muy melancólico por haber perdido la lanza. Le dijo Sancho que era hora de comer. Le respondió su amo que, aunque él no tenía apetito, Sancho podía comer cuando quisiera Con esta licencia, se acomodó Sancho lo mejor que pudo sobre su burro, y sacando de las alforjas lo que en ellas había puesto, iba caminando y comiendo detrás de su amo, muy lentamente y con mucho gusto. Aquella noche la pasaron entre unos árboles, y de uno de ellos rompió don Quijote un ramo11 seco, que casi le podía servir de lanza, y puso en él el hierro12 que quitó de la que se había quebrado (roto). Toda aquella noche no durmió don Quijote pensando en su señora Dulcinea, según lo que había leído en sus libros, cuando los caballeros pasaban sin dormir muchas noches en el campo, confortados con las memorias de sus señoras. No la pasó así Sancho Panza, que como tenía el estómago lleno, durmió mejor que nunca. Le despertó su amo cuando los rayos del sol anunciaban la llegada del nuevo día. Al levantarse, comió y bebió otra vez, pero don Quijote no quiso desayunarse, porque prefería sustentarse con dulces memorias. -- Hoy tendremos grandes aventuras, -- dijo don Quijote, -- pero aunque me veas en los mayores peligros del mundo, hermano Sancho Panza, no has de poner mano a tu espada para defenderme, a menos que veas que los que me ofenden son canalla y gente baja. -- Por cierto, señor, -- respondió Sancho, -- que vuestra merced será muy bien obedecido, porque yo soy naturalmente pacífico. Preguntas I 1. ¿Cómo es el labrador que visita a don Quijote? 2. ¿Por qué decide acompañar a don Quijote? 3.
¿Qué preparativos hacen los dos antes de salir?
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¿Por qué salen muy temprano por la mañana?
5. ¿Por qué considera Sancho Panza como un patriarca? 6. ¿Qué importancia tiene la ínsula para él? 7. ¿De qué hablan los dos al caminar? 8. ¿Qué ruta deciden seguir?
11 parte del árbol que sale del tronco 12 el metal que se usa más en la industria; también parte de un arma hecha de este metal
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II 1. ¿Qué descubren ellos a lo lejos? 2. ¿Cómo interpreta don Quijote lo que ve? 3. ¿Por qué está contento con esta interpretación? 4. ¿Cómo se explica esta extraña interpretación? 5. ¿Qué son las aspas? 6. ¿Por qué no ve Sancho la misma cosa, según don Quijote? 7. ¿Por qué no presta atención don Quijote a lo que Sancho le dice? 8. ¿Por qué ataca los molinos? III 1. ¿Qué pasa cuando se levanta el viento? 2. ¿Qué hace don Quijote antes de atacar? 3. ¿Cómo sale don Quijote del combate con el molino? 4. ¿Cómo se explica lo que pasó? 5. ¿Cuál es la reacción de Sancho? 6. ¿Por qué dice que lo trata tan mal el encantador? 7. ¿Por qué cree que podrá vencer a Fristón al fin? IV 1. ¿Por qué está melancólico don Quijote ahora? 2. ¿Por qué se siente contento, en cambio, Sancho? 3. ¿Con qué fabrica don Quijote una nueva lanza? 4. ¿Cómo pasa don Quijote la noche? 5. ¿Por qué no come nada don Quijote al día siguiente? 6. ¿En qué situación podrá Sancho defender y socorrer a su amo? 7. ¿Qué características distintivas hay entre don Quijote y Sancho?
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Decora tu molino según las instrucciones de tu profesor/a.
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