Story Transcript
Dossier Prensa Estreno París, diciembre 2014 Teatro Champs Elysees
Le Figaro 27/12/2014.
Le Monde 01/01/2015, Rosita Boisseau.
Les Echos 29/12/2014, P.N.
“…« Voces » est un hommage à des figures emblématiques de cet art, Sara Baras dévoilant ici un panthéon personnel habité du souvenir de Paco de Lucia, d’Antonio Gades, de Camarón de La Isla, d’Enrique Morente ou de Moraito. Des danseurs et musiciens de légende dont les portraits apparaissent sur scène. On entend leur voix également, comme une piqûre de rappel. Pour le reste, le ballet est une succession de tableaux où brille Sara Baras dans un zapateado – la frappe des pieds au sol – furieux. On s’attendrait presque à voir le plateau prendre feu sous ses talons…”
etat-critique.com 27/12/2014, Estelle Grenor.
“…Sous forme de duos sensuels aux allures de duels de toreros, Sara Baras et José Serrano nous envoutent. Ils frappent le sol de toute l’énergie de leur corps et impressionnent par la rapidité de leur jeu de jambes…“
Dance Avec Le Plume 03/01/2015, Amèlie Bertrand.
“…Et c'est finalement dans la plus grande simplicité que naît la plus forte émotion. Dans Voces, Sara Baras sort ses superbes robes de flamenco. Du vert, du rouge, des volants. Mais c'est pourtant en simple pantalon et veste noire, avec pour seul décor une poursuite blanche, que la danseuse crée le plus fascinant des solos. Auréolée de cette lumière crue, bouche serrée, mains acérées, elle se lance dans une danse de vie et de mort, faisant s'entrechoquer le flamenco d'hier et d'aujourd'hui. D'une beauté à couper le souffle…“
Le Figaro 26/12/2014.
“… En el Théâtre des Champs Elysées, Sara Baras vuelve a los orígenes mientras que en el Théâtre de la Ville Akram Khan y Israel Galván forman un dúo imposible. Esplendor y dolor del flamenco. Estos son los sentimientos que Sara Baras hizo salir de su prodigioso zapateado en su nuevo espectáculo Voces, Suite flamenca. Hasta ahora se había podido culpar a la bailarina a caer en la facilidad con sus espectáculos, aunque fuera con ligereza y elegancia, los volantes y las españoladas para seducir al público de las grandes salas desde Barcelona a Tokio. Aquí, la bella de Cádiz vuelve a lo fundamental: la esencial dureza del flamenco. Rinde homenaje a sus maestros, las grandes leyendas del género intercalando con de citas donde ellos definen su arte. Santana de Yepes habla de "un corazón que baila su propia música y late al unísono con ella ". Gades evoca la técnica: "el reto es no reducir su papel a un acto intelectual, sino a un gesto pensativo que expresa sentimientos." .Moraíto confió el sufrimiento "que eleva el alma, la hace fuerte," Recordando la Tia Anica la Pirinaca diciendo: "Cuando yo canto, es sangre lo que sale de mi boca". Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Enrique Morente también expresan su credo. El flamenco apela a colores extremos: aquellos de compartir, de la libertad, de la exigencia, de una manera única de expulsar la rabia acumulada por los gitanos a lo largo de los años. Sara Baras demuda con el exacto diapason de sus propuestas y se afirma como una bailarina excepcional: aquella que la reina de la belleza que ella es igualmente, habría podido quizás eclipsar. El talón fuerte Su baile ha madurado. Sara Baras exalta la plenitud de las sobras con una seguridad que ya no se esperaba. El talón que hizo su gloria permanece fuerte y eficaz como una ametralladora, pero el riñón tiende un arco un desorden que lleva a la súplica y al placer y los brazos, que una vez coqueteaban con el vuelo, se retuercen en estallidos de poseída. Escriben, en una medusante caligrafía, esta belleza convulsa que cantan las muñecas rotas y los dedos girados.
Sara Baras es mujer. De cabeza, por supuesto, para llevar adelante durante años, su nombre único en una España en crisis, una compañía de danza con una quincena de artistas. Pero mujer, al fin y al cabo: ella no puede resistirse a los vestidos, de los que cuelgan flecos, esos drapeados que tira hacia un lado como un ala vaporosa, con las gracias a lo Isadora, aquellos que vuelan cuando ella está inmerso en una sucesión de piruetas. Pero tiene más autoridad cuando aparece simplemente vestida de pantalón negro, en una arena de espejos que la muestran desde atrás . Acamparon en el suelo, recogido como un demonio dentro de ella misma, se topa en un cara a cara en un crepitar de pies y cuerdas con su guitarrista. Gestos lanzados y retenidos. Furia y vulnerabilidad. Nunca se la había adivinado tan grande. Eclipsa a su mundo, a su partenaire y a los bailarines de su compañía, que no pueden culparla. Pasan como una decoración de fondo
de caballos y vestidos de lunares en la feria de Sevilla. Su aspecto es hermoso, pero apenas se les mira, volando uno hacia otras cimas. Se espera a que las Baras recupere su aliento. Y sus cantantes, guitarristas y percusionistas que, mientras ella bailaba, parecían querer llegar a su altura, caen en su excelencia desnuda.
Su espectáculo está en cartel a la vez que otros dos eventos de flamenco. En el Théâtre de la Ville, Israel Galván y Akram Khan bailan Torobaka. La reunión de estas dos leyendas en el mismo escenario es un acontecimiento, especialmente porque van acompañados por músicos estrella: Christine Leboutte, Bobote y B. C. Manjunath. Pero que pasen de dioses es imposible: demasiado brillo y sombra en cada uno de ellos. Se turnan, pues. Y la continuidad del espectáculo se lee en el eco de sus solos que vibran hasta bien entrada la noche. Finalmente, las Éditions de la Martinière publican Ruven Afanador, Angel Gitano: hommes de flamenco, fotos en blanco y negro, dónde Ruven Afanador desnuda los hombres del flamenco, llevando el género hasta el surrealismo.
Le Monde 31/12/2014, Rosita Boisseau.
SARA PONE FUEGO AL FLAMENCO La bailaora exuberante hace de su espectáculo « Voces » un encuentro espectacular con gestos incisivos. Baile Gritos de placer, de entusiasmo, ganas de compartir, el publico se soltó ,lunes 22 de diciembre en el Théâtre des Champs-Elysées, en Paris. Una sala hirviendo para una bailaora flamenca exuberante, que puso el público en su bolsillo. Con « Voces »,su nueva obra para 13 intérpretes y músicos , « la Baras » una vez más ,dio la prueba de su talento, pero también de su capacidad fascinante de ir al contacto de la gente, a buscar su apoyo durante toda la noche como una verdadera « show woman » para llevarse la respuesta que desea. Mejor dicho pasión y triunfo. Cada momento de esta suite flamenca regalada al público, hecha para él, con números acompañados finamente de saludos, aplausos, agradecimientos, pone en funcionamiento todo lo que contiene un gran espectáculo. Brazos abiertos y largos para atraer, dirigidos hasta el cielo para poner el cohete emocional en órbita, la « fille de Cadix » tiene los ojos de terciopelo del amor, este mismo amor que se confirma a cada paso. Sabe también ponerse de rodillas, mano en el corazón, pero para quien se pone de pie con los aplausos. Un efecto de pistones que enfebrece al público.
Escena hipnótica Lo más « flamenco » de esta relación, que sabemos que es muy frágil y sometida a bruscos cambios de temperatura, reside en la destreza con la que Sara Baras doma su movimiento. Con regularidad parece que ella gana una victoria sobre este baile excesivo y conflictual que es el flamenco, pisoteándolo con golpes nerviosos. Domina totalmente su arte, mientras da un golpe de mentón hacia el publico tipo:« ¡¿habéis visto eso?!». Se suma a todo esto un reparto regocijante, escogido por su temperamento de jefe de compañía, de guerrera que se gana cada espectáculo como en un encuentro (o partido tipo futbol dice FL) Desde su debut en el medio de los años 90 con la compañía de El Guïto, veterano magnifico, Sara Baras mejoró el impacto de su zapateado, el arte percusionista de los pies –planta del pie, tacón y punta- de los cuales multiplica las variaciones con brío y malicia. Su travesía sobre el escenario como si fuese sobre un alfombra volante es uno de sus « clásicos ». Ella conoce el poder excitativo y de tensión, la potencia franca de la inverosímil gama de sonidos que le gusta tanto a los inmensos palacios de Congresos en España. A riesgo para la bailaora de dejar algunos « lunares » en la tendencia de « luz y sonido al láser » Pero el vestuario de Sara, que siempre ha sido muy importante en su flamenco, sabe mantenerse. Recuerdo el vestido tubo rojo abierto hasta la cintura que mandaba el traje tradicional, hecho una bola en el fondo de la maleta. En esta producción, da el paso a distintas figuras de moda, como la de lunares o la verde con franjas. Pero se arriesga también a llevar un simple pantalón negro y un jersey. Vestido irreprochable para una escena hipnótica. Silencio, halo de luz astifino en su silueta de « hija al trabajo » y su zapateado en plena autocombustión se larga para suspenderse en su vuelo y estrellarse en racha. « Voces » son las voces de mil estrellas del flamenco que Sara Baras utiliza como una columna vertebral, quizás un poco artificial. Elige entre los más grandes como el guitarrista Paco de Lucia, el cantaor Camarón de la Isla, y más a Antonio Gades bailaor y coreógrafo. Es una pena que los comentarios de estos monstruos de la causa flamenca no estén traducidos en francés. Es una pena también que el cuerpo de ballet, como muchas veces en el trabajo de Sara, solo sirve de transición. En cambio, el bailaor estrella, José Serrano, se ofrece esta vez, además de los pasos a dos, un terreno muy importante y bonito en el sólo. Se lanza de manera muy directa en su Soleá, baile del tiempo y de la contemplación. Cada dos años Sara Baras da noticias frescas al público francés gracias al Théâtre des Champs-Elysées que coproduce sus espectáculos desde 1996. Después de una serie de piezas teatrales de alto riesgo alrededor de heroínas como Juana la Loca (2000) o Mariana Pineda (2002) de García Lorca. Ella prefiere hoy en día las producciones más cerca de la demostración de virtuosismo que de las historias trágicas e imperfectas. A cargo para ella de picar de nuevo, quizás un día?
Los Ecos 29/12/2014, P.N.
“…« Voces » es un homenaje a las figuras más emblemáticas de este arte, Sara Baras revela su panteón personal habitado por la memoria de Paco de Lucía, Antonio Gades, Camarón de la Isla, Enrique Morente o Moraíto. Bailarines y músicos legendarios cuyos retratos aparecer en el escenario. Sus voces se escuchan también, como una inyección de refuerzo. Por lo demás, el ballet es una sucesión de escenas en las que Sara Baras brillando en su zapateado – el taladro de sus pies en el suelo - furioso. Casi espera uno ver salir el fuego de sus talones…”
etat-critique.com 27/12/2014, Estelle Grenor.
“…En la forma de dúos sensuales, con el aspecto de duelos toreros, Sara Baras y José Serrano nos hechizan. Golpearon el suelo con toda la energía de sus cuerpos e impresionan con su rápido juego de pies…“
Baile con la pluma 03/01/2015, Amèlie Bertrand.
“…Y es en última instancia, en la mayor simplicidad, nació la emoción más fuerte. En Voces, Sara Baras y sus magníficos trajes de flamenca. Verde, rojo, volando. Pero también pantalones sencillos y chaqueta negra con un decorado en blanco único. Crea persecución, la bailarina crea los más fascinantes sólos. Es como tomar el sol con su luz brillante. Apretando la boca, las manos afiladas, ella se lanza a un baile de la vida y la muerte, haciendo sonar flamenco de ayer y de hoy en una belleza impresionante…“
Dossier Prensa Gira 2015
New York Latin Culture 04/03/2015
Review of Voces, Suite Flamenca Touched by an Ángel “NEW YORK CITY March 4, 2015 ~ Ballet Flamenca Sara Baras Voces, Suite Flamenca opened to a full house at New York City Center. Sara Baras was joined by her company of ten dancers with guest artist José Serrano and eight flamenco musicians. Voces, Suite Flamenca was the best Flamenco show we have ever seen. Two hours of Flamenco can be tiring, but this show never lets you down. The way Sara Baras and her dancers move is something to see at least once in your lifetime. They create figures and vignettes from nature such as the lily shape of a dress, or hands spiraling into the air like live flames. It is said that the Eskimo people have more than one hundred words to describe snow, but you need more words than that to describe the multitude of ways these dancers do something as simple as tapping their feet. Through Ms. Baras, we understood Flamenco in a way we never did before. You can see Flamenco as clapping spinning hands, tapping feet, dresses, capes, fans, guitars, and singing. Or you can see Flamenco as a healing ritual that invokes the universal spirit and allows individuals to touch the ángel and release whatever is inside them. Ángel is what Spaniards call the mystical moment of connecting with the universe. Ángel can be as simple as an orgasm or as deep as a life’s work. Spaniards speak of Ángel when they see a great performance. Sara Baras’ Ángel reminded us of the moment in listening to Afro-Cuban music when you connect with the rhythm and the entire room seems to lift up. It is a moment of physical and spiritual ecstasy. Sara Baras is so adept at working with her Ángel that she becomes one herself on stage. In Voces, Suite Flamenca Baras pays tribute to the legendary Flamenco artists who influenced her including: Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Antonio Gades, Enrique Morente, Moraíto, and Carmen Amaya. In culture, we all stand on the shoulders of the giants who preceded us. The Show opened with a simple background of portraits of the Flamenco legends and rich lighting that used the stage’s depth to crown it in light. In a way, Ms. Baras was calling the ancestors to be present like a Cuban percussionist does at the start of a Yoruba ritual.
Each piece was preceded by narration of words spoken by the artists. One described Flamenco as being born from the pain and suffering of the Gypsy people. This is the context of the healing ritual. If you hold emotions in your body too much, you get sick. Flamenco is a social ritual that allows people to let go. The group opens up and when you feel the inspiration you step up and release. It’s a lot cheaper and probably more effective than seeing a psychiatrist. Of course there is also a lot of playful storytelling and teasing in Flamenco. Ms. Baras movements are not just beautiful to look at, but have a spiritual purpose as well. She opens to the universe, makes the audience open up to her, and then with hands, feet, body and soul, massages our combined energy into a thick rope. This was the first time we ever watched one person on stage connect with thousands of people without words, pull them together onto the stage metaphysically, then let go into dream. And such dreams we had. At first glance Flamenco seems completely Spanish, but the Gypsy, Indian, Jewish, Muslim, Iberian, African influences are from all over. Spain and Spanish culture were a Pre-Columbian melting pot even before the Spaniards came to the Americas. Streaming out of New York City Center into the heart of Manhattan after Sara Baras’ Voces, Suite Flamenca, we couldn’t help feeling that we had been touched by an Ángel. New York Latin Culture ~ world-class culture in Manhattan with an Italian, French, Spanish, Portuguese or Latin American heritage “
New York Latin Culture 04/03/2015
Voces, Suite Flamenca Tocado por un Ángel CIUDAD DE NUEVA YORK 04 de marzo 2015 ~ Ballet Flamenca Sara Baras Voces, Suite Flamenca abrió a teatro lleno en Nueva York City Center. Sara Baras fue acompañada por su compañía de diez bailarines con artista invitado José Serrano y ocho músicos flamencos. Voces, Suite Flamenca fue el mejor espectáculo de flamenco que hemos visto nunca. Dos horas de Flamenco puede ser agotador, pero este espectáculo nunca te defrauda. La forma Sara Baras y sus bailarines se mueven es algo que ver al menos una vez en la vida. Ellos crean figuras y viñetas de la naturaleza, como la forma de lirio de un vestido, o las manos en espiral en el aire como llamas vivas. Se dice que los esquimales tienen más de cien palabras para describir la nieve, pero se necesitan más palabras para describir la multitud de maneras en que estos bailarines hacen algo tan simple como golpear con sus pies. A través de la Sra Baras, entendimos flamenco de una manera que nunca hicimos antes. Usted puede ver Flamenco como un aplaudir con las manos girando, tocando de pie, vestidos, capas, abanicos, guitarras, y canto. O usted puede ver flamenco como un ritual de curación que invoca el espíritu universal y permite a las personas tocar el ángel y liberar lo que hay dentro de ellos. Ángel es lo que los españoles llaman el momento místico de la conexión con el universo. Ángel puede ser tan simple como un orgasmo o tan profundo como el trabajo de una vida. Españoles hablan de Ángel cuando ven una gran actuación. El Ángel de Sara Baras nos recordó el momento en la música afro-cubana cuando uno se conecta con el ritmo y la habitación entera parece levantarse. Es un momento de éxtasis físico y espiritual. Sara Baras es tan experta en trabajar con su Ángel que ella misma se convierte en uno en el escenario. En Voces, Suite Flamenca Baras rinde homenaje a los legendarios artistas flamencos que influyeron en ella, incluyendo: Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Antonio Gades, Enrique Morente, Moraíto, y Carmen Amaya. En la cultura, todos estamos sobre los hombros de los gigantes que nos precedieron. El espectáculo se abrió con un simple fondo de retratos de las leyendas del flamenco y la iluminación rica que utilizaban la profundidad del escenario para coronar a la luz. En cierto modo, la Sra Baras estaba llamando a los antepasados a estar presente como un percusionista cubano hace al comienzo de un ritual yoruba. Cada pieza fue precedida por la narración de palabras pronunciadas por los artistas. Uno describe Flamenco como nacido del dolor y el sufrimiento del pueblo gitano. Este es el
contexto del ritual de curación. Si uno mantiene las emociones en su cuerpo demasiado, se enferma. El flamenco es un ritual social que permite a la gente relajarse. El grupo se abre y cuando se siente la inspiración uno da un paso adelante y se libera. Es mucho más barato y probablemente más eficaz que ver a un psiquiatra. Por supuesto también hay un montón de narración lúdica e intrigante en Flamenco. Los movimientos de la Sra Baras no son simplemente hermosos a la vista, sino que tienen un propósito espiritual también. Ella abre al universo, hace que el público se abra a ella, y luego con las manos, pies, cuerpo y alma, masajea nuestra energía combinada transformándola en una cuerda gruesa. Esta fue la primera vez que vimos a una persona en el escenario conectar con miles de personas sin palabras, tirar de ellos sobre el escenario metafísicamente, luego dejándolos ir como en un sueño. Y esos, los sueños que teníamos. A primera vista el flamenco parece completamente español, pero la influencia del gitano, indio, musulman, Ibérico, africano, judío, de todas partes. España y la cultura española fueron un crisol Precolombino incluso antes de que los españoles llegaran a América. Transmitiendo desde el New York City Center hacia el corazón de Manhattan después de ver Sara Baras 'Voces, Suite Flamenca, no pudimos evitar la sensación de que habíamos sido tocados por un ángel.
"Voces, Suite Flamenca" Ballet Flamenco Sara Baras New York City Center March 4, 2015 by Marianne Adams
With a mix of traditional and modern styles, the U.S. premiere of Saras Baras’s new “Voces, Suite Flamenca” paid homage to and quite literally presented the “voces” – “voices” – of flamenco greats who have inspired Baras and transformed flamenco music, songs and dance. In doing so, “Voces” eluded any narrative or interpretation, but instead showed several distinct vignettes introduced by recordings of the legends speaking about their craft, each of which set the tone, though not the themes, for Baras, her husband and dance partner José Serrano, six corps dancers, three singers, and four musicians to pay their tributes in their own voices. Photo of Sara Baras. Photo © by Peter Muller When the curtain went up, Baras was already onstage. Several upturned chairs and tables greeted the audience and six posters of the late flamenco stars, the guitarists Paco de Lucía and Moraíto, singers Camarón de la Isla and Enrique Morente, and dancers Antonio Gades and Carmen Amaya, adorned the back. With a lift of her head and a piercing look toward the audience, Baras, dressed in simple black pants and white shirt, slowly walked along the stage, pausing before each picture as a spotlight illuminated it, as though in an unspoken dialogue with them. This pensive episode ended with the company’s corps dancers replacing Baras on the stage, and soon the first voice, that of guitarist Paco de Lucía, came through the speakers. He spoke of the sea, the flowing nature of the music, and the insatiable drive to be the best guitarist and expand the language of flamenco’s musical vocabulary. Famous for introducing percussions and the Peruvian instrument cajón within flamenco, the guitarist’s passion and quest for innovation was echoed in Baras’s performance when she returned to the stage in a long dress, and, joined by Serrano, proceeded to dance. The couple alternated doing small solos, feeding off each other, their footwork building up with technical intricacies and pushing the limits of expression with each amplified punch of the heel. Photo © by Jullete ValtinedesSerrano’s sections seamlessly blended with the rhythms set by the musicians, expertly climbing and riding the waves of the intensity they set for the music, then cuing Baras in. Known for liberally adapting traditionally male virtuosity of flamenco footwork into her dancing, Baras reflected Serrano’s movement and at times extracted from her serrated steps even fiercer rhythms than he did. This duet of individual expressions ended passionately in an embrace, with a piece of Serrano’s scarf on Baras’s face -- a small mishap. Not missing a beat, she brought it to her lips, and then slowly, but passionately, handed it back to him, not letting anything interfere with the sea of submerging emotions born of their dancing.
Flamenco is undeniably these dancers’ element, and almost all of the dances that followed focused on either Baras or Serrano. Indeed, if there was any real fault in the show it was in the size of the spotlight that Baras carved out for herself and her husband. But with dancing like that, who could blame her? The corps, though impressive in the few dances where Baras was absent, such as “Las Carmenes” that loosely told the story of Carmen (and the music drew on the Bizet score), didn’t come close to the personal identity and technique that Baras possesses. That contrast was most apparent in “Taranta,” a dance where the three men and women were given solos along with Baras and still weren’t able to detract from the magnetic pull of the diva’s stage presence. Though all the dances dazzled with breathtaking speed and precision in the footwork and flamenco’s fiery energy, the night’s true highlight were two separate, introspective solo numbers by Baras and Serrano. His followed the introduction by the voice of Enrique Morente, speaking of the need for freedom in art. The multicolored signing of varying and rich textures that accompanied Serrano’s dancing together forged a mesmerizing, nearhypnotic experience that built to an explosive breach of that state as Serrano’s movement exploded with liberated power and strength toward the end of the piece. Photo © by Santana de YepesBaras’s solo, by contrast had a minimalist, intimate quality. Staying alone on stage, with the legends’ posters rotated away from the audience revealing mirrored sides instead of portraits forming a semi-circle, Baras started a slow, exploring dance accompanied only by guitarist Keko Baldomera and her own reflections. Dancing in a sleek black pantsuit, much like one of the evening’s honored heroines, Carmen Amaya, who controversially first donned the more masculine costume for the dance many decades ago, she seemed to listen to the music, pausing often, testing it with serpentine hand coils, then letting her razor sharp footwork cut through it and expose the burning red fire of flamenco blood. Undoubtedly the voices Baras presented were as much her own and her dancers’ as they were her inspirations', and whether they always said the same thing is debatable. One thing was clear though: when flamenco speaks, the audience listens.
"Voces, Suite Flamenca" Ballet Flamenco Sara Baras New York City Center March 4, 2015
Con una mezcla de estilos tradicionales y modernos, el estreno en los EE.UU.de la nueva "Voces, Suite Flamenca" de Saras Baras rindió homenaje a y, literalmente, presentó el "voces" - "voces" - de los grandes del flamenco que han inspirado a Baras y transformado la música flamenca, canciones y baile. De este modo, "Voces" eludió cualquier narración o interpretación, sino que mostró varias viñetas distintas introducidas por las grabaciones de las leyendas que hablan sobre su oficio, cada uno de los cuales dio el tono, aunque no los temas, para Baras, su pareja de danza y marido José Serrano, un cuerpo de bailarines de seis bailarines , tres cantantes y cuatro músicos para pagar sus tributos en sus propias voces. Cuando se levantó el telón, Baras ya estaba en el escenario. Varias sillas y mesas vueltas hacia arriba saludaron a la audiencia y seis carteles de leyendas del flamenco, los guitarristas Paco de Lucía y Moraíto, cantantes Camarón de la Isla y Enrique Morente, y los bailarines Antonio Gades y Carmen Amaya, adornaban la parte posterior. Con una elevación de su cabeza y una mirada penetrante hacia el público, Baras, vestida con pantalones negros sencillos y camisa blanca, se acercó lentamente a lo largo del escenario, haciendo una pausa ante cada imagen mientras un foco de luz los iluminaba, como si en un diálogo tácito con ellos. Este episodio pensativo terminó con los bailarines de la compañía sustituyendo a Baras en el escenario, y pronto la primera voz, la del guitarrista Paco de Lucía, se escuchó a través de los altavoces. Habló de la mar, la naturaleza fluida de la música, y el insaciable impulso para ser el mejor guitarrista y ampliar el lenguaje del vocabulario musical del flamenco. Famoso por la introducción de percusiones y el cajón peruano como instrumento dentro del flamenco, la pasión del guitarrista y la búsqueda de innovación se hicieron eco en el rendimiento de Baras cuando ella regresó al escenario con un vestido largo, y, junto con Serrano, procedió a bailar. La pareja alternó haciendo pequeños solos, alimentándose mutuamente, sus movimientos construyendo con complejidades técnicas y empujando los límites de la expresión con cada golpe amplificado del talón. Las secciones de Serrano perfectamente mezcladas con los ritmos establecidos por los músicos, expertamente navegando las olas de la intensidad que le dieron a la música, y entonces introducioendo a Baras . Conocida por la adaptación liberal del virtuosismo tradicionalmente masculino del trabajo de pies del flamenco en su baile, Baras refleja el movimiento de Serrano y en ocasiones extrayendo de sus pasos incluso ritmos más feroces que él. Este dúo de expresiones individuales terminó con pasión en un abrazo, con un trozo de pañuelo de Serrano en el rostro de Baras - un pequeño percance. Sin perder el ritmo, se lo llevó a los labios, y luego, lentamente, pero con pasión, se lo devolvió a él, y no permitiéndo que nada interfiera con el mar en que se sumergen las emociones que nacen de su baile.
El flamenco es innegablemente el elemento de estos bailarines, y casi todos los bailes que siguieron centrados en ya sea Baras o Serrano. De hecho, si había alguna falla real en el show fue en el alcance del protagonismo que Baras creó para ella y su marido. Pero bailando de esa manera, ¿quién podría culparla? El cuerpo de baile, aunque impresionante en los pocos bailes donde Baras estaba ausente, como "Las Carmenes" que vagamente contó la historia de Carmen (y la música se basó en la partitura de Bizet), no se acercan a la identidad personal y la técnica que Baras posee. Ese contraste se hizo más evidente en "Taranta", un baile en el cual se les dio a los tres hombres y mujeres solos junto a Baras y aún así no fueron capaces de interferir con la atracción magnética de la presencia en el escenario de la diva. A pesar de que todos los bailes brillaron con una velocidad impresionante y una precisión en el trabajo de pies y energía ardiente del flamenco, el verdadero punto culminante de la noche fueron dos, números solistas introspectivos por Baras y Serrano. El de Serrano siguió la introducción por la voz de Enrique Morente, al hablar de la necesidad de libertad en el arte. La firma multicolor de distintas y ricas texturas que acompañaban el baile de Serrano junto forjó una experiencia fascinante, casi hipnótica que culmina en un rompimiento explosivo de ese estado mientras que el movimiento de Serrano estalló con la energía liberada y la fuerza hacia el final de la pieza. El solo de Baras, por el contrario tuvo una calidad minimalista e íntima. Quedándose sola en el escenario, con los posters de las leyendas girados de espaldas a la audiencia revelando espejos en lugar de retratos formando un semicírculo, Baras comenzó una danza lenta exploratoria acompañada sólo por el guitarrista Keko Baldomero y su propio reflejo. Bailando en un traje pantalón negro elegante, al igual que una de las heroínas homenajeadas de la noche, Carmen Amaya, que polémicamente fue la primera en ponerse el traje más masculino para el baile hace muchas décadas, parecía escuchar la música, deteniéndose a menudo, probándola con las manos haciendo serpentinas , a continuación, dejando que su afilado trabajo de pies cortando a través de él y exponiendo el fuego rojo ardiente de la sangre flamenca. Sin lugar a dudas las voces que Baras ha presentado eran tanto suya y de sus bailarines como lo fueron de sus inspiraciones, y si dicen lo mismo es discutible. Una cosa quedó clara sin embargo: cuando habla el flamenco el público escucha.
derechos de autor © 2015 por Marianne Adams
"BWW Reviews" Ballet Flamenco Sara Baras Kennedy Center March 11, 2015
One of the greatest things about the Kennedy Center is its long history of exposing Washington, DC audiences to a healthy selection of international theatre, music, and dance artists. A major facet of this programming is an annual international arts festival, which, this year, is focused on the Iberian Peninsula and, by extension, other countries that have been heavily influenced by Spain and/or Portugal. Following a semester abroad in Seville, Spain, I was quick to dub Spain - and particularly the Andalucía region - as one of the greatest places in the world. Thus, I was particularly excited about this festival and the many opportunities I would have to witness performances that would remind me of what I like so much about Spanish culture. Not surprisingly, several flamenco offerings are included on the performance schedule. Particularly exciting is the Washington, DC premiere of Ballet Flamenco Sara Baras' VOCES, SUITE FLAMENCA. Ms. Baras' accomplished dancing, creative artistry, and passion for flamenco is known the world over thanks to her numerous international touring engagements. From Paris to New York and beyond, audiences are wowed by her style. Even if you've spent time in the many well-known and lesser-known flamenco bars and tablaos in Andalucía - where the art form has its roots - and appreciate those intimate, but sometimes rough-around-the-edges experiences, there's something to be said about experiencing one of Baras' polished, more theatrical productions in a large venue like the Kennedy Center's Eisenhower Theatre. Comparable to ballets, they feature what you might expect from a flamenco performance dancers, singers, a few people playing guitar and percussion - along with a storyline or concept, theatrical lighting and sets. In the end, it's a visual and aural treat for long-time flamenco aficionados and those just being introduced to the art form even if it some moments the spectacle of it all might overshadow the dance and music. VOCES, SUITE FLAMENCA, directed and choreographed by Baras herself, explores a number of flamenco artists that have influenced Baras and probably her contemporaries in a rather structured (yet still creative) way. Early on, we see images of reputed artists like Paco de Lucía (guitarist), Camarón de la Isla (singer), Antonio Gades (dancer/choreographer), Enrique Morente (singer), Moraíto (guitarist), and Carmen Amaya (dancer/singer) displayed on illuminated headstones (set design by Ras Artesanos), which provide inspiration for each of the ten or so pieces that comprise the program. Some selections begin with a voice-over narrative that expounds on the nature of flamenco, and what compels artists to express their souls via the art form and/or to devote their lives to it. This helps reinforce the idea on how her influences remain a shaping factor for flamenco today.
The idea to pay tribute to influential contributors to a certain kind of dance/music style with a performance is decidedly not a unique one. However, I do applaud Baras for executing the idea in such a way that draws attention to these heavyweight figures, while simultaneously showcasing what she uniquely brings to flamenco herself. She is - and will be remembered as - one of those influential figures. Baras enters the stage quietly and we're immediately transfixed as she makes the slightest of deliberate moves with Oscar Gómez de los Reyes' lighting drawing all attention to her. She dances to Paco de Lucía's well-known "Canción de Amor." Later, she's joined onstage by Keko Baldomero (who also wrote some of the lyrics/music) and Andrés Martínez on guitar; Rubio de Pruna (also contributing lyrics), Miguel Rosendo and Israel Fernández on vocals; Antonio Suárez and Manuel Muñoz "Pájaro" on percussion; and sometimes - a unique and somewhat unexpected asset - an unnamed, but extremely talented saxophonist. The impassioned yet highly controlled and rangy vocals, impeccable guitar playing, and precise yet in-the-moment percussion playing are a necessary and valued complement to the skillful dancing. The unique rhythms fill the Kennedy Center theatre with ease and the value of "in the moment" interaction between the musicians, singers, and dancers in successful flamenco performances is immediately evident. All parts contribute to the greater whole.
"BWW Reviews" Ballet Flamenco Sara Baras Kennedy Center March 11, 2015
Una de las cosas más grandes sobre el Kennedy Center es su larga historia exponiendo a las audiencias de Washington, DC a una selección saludable de teatro internacional, música y artistas de la danza. Una faceta importante de esta programación es un festival anual de arte internacional , que este año se centra en la Península Ibérica y, por extensión, a otros países que han sido fuertemente influenciados por España y / o Portugal. Después de un semestre en el extranjero en Sevilla, España, no tardó en considerar España - y en particular la región de Andalucía - como uno de los mejores lugares en el mundo. Por lo tanto, yo estaba particularmente entusiasmada con este festival y las muchas oportunidades que tendría que de presenciar actuaciones que me recuerdan a lo que me gusta tanto de la cultura española. No es sorprendente que varios espectáculos de flamenco estén incluidos en el calendario de performances. Particularmente excitante es el estreno en Washington, DC del Ballet Flamenco Sara Baras 'VOCES, SUITE FLAMENCA. El consumado baile, creatividad artística y pasión por el Flamenco de la señora Baras es internacionalmente reconocido merced a sus numerosas giras internacionales. De Paris a Nueva York y más allá, el público se asombra con su estilo. Incluso si usted ha pasado tiempo en los muchos bares de flamenco y tablaos conocidos y menos conocidos y en Andalucía - donde la forma de arte tiene sus raíces - y apreciar la íntima, pero a veces áspera experiencia, hay algo que decir acerca de experimentar una de las pulidas producciones de Baras, más teatrales, en un gran lugar como Teatro Eisenhower del Centro Kennedy. Comparable a ballets, cuentan con lo que se podría esperar de una actuación de flamenco - bailarines, cantantes, unas pocas personas que tocan la guitarra y la percusión – siguiendo una historia, iluminación y sets teatrales. En resuman, es una delicia visual y auditiva para los aficionados habituales al flamenco así como para los que acaban de presenciar esta forma de arte por primera vez, incluso si en algunos momentos el espectáculo en su conjunto podrían eclipsar la danza y la música. VOCES, SUITE FLAMENCA, dirigido y coreografiado por Baras misma, explora una serie de artistas flamencos que han influido a Baras y probablemente a sus contemporáneos de una manera bastante estructurada (y aun así creativa). Desde el principio, vemos imágenes de artistas de renombre como Paco de Lucía (guitarrista), Camarón de la Isla (cantante), Antonio Gades (bailarín / coreógrafo), Enrique Morente (cantante), Moraíto (guitarrista), y Carmen Amaya (bailaora / cantante) aparecen en lápidas iluminadas (diseño del set de Ras Artesanos), que proporcionan la inspiración para cada uno de la decena de piezas que componen el programa. Algunas selecciones comienzan con una narración de voz en off que expone sobre la naturaleza del flamenco, y lo que obliga a los artistas a expresar sus almas a través de la forma de arte y / o dedicar su vida a ella. Esto ayuda a reforzar la idea de cómo sus influencias siguen siendo un factor de conformación para el flamenco de hoy.
La idea de rendir homenaje a los contribuyentes influyentes a cierto tipo de baile / música con un tributo no es decididamente único. Sin embargo, yo aplaudo Baras por la ejecución de la idea de tal manera que renueva la atención a estas figuras de peso pesado, logrando al mismo tiempo mostrar lo que ella misma le aporta de forma única al flamenco. Ella es y será recordada como - una de esas figuras influyentes. Baras sale al escenario en silencio y estamos inmediatamente paralizados mientras hace mínimos deliberados movimientos con Oscar Gómez de los Reyes con la iluminación dirigiendo toda la atención hacia ella. Ella baila al son de la conocida canción de Paco de Lucía "Canción de Amor". Más tarde, se une a ella en el escenario Keko Baldomero (quien también escribió parte de la letra / música) y Andrés Martínez en la guitarra; Rubio de Pruna (también contribuye en las letras), Miguel Rosendo e Israel Fernández en la voz; Antonio Suárez y Manuel Muñoz "Pájaro" en la percusión; y, a veces - algo único y algo inesperado - un saxofonista sin nombre, pero de gran talento. Las voces apasionadas y altamente controladas, toque impecable de guitarra, percusión precisa y en ritmo; son un complemento necesario y valioso para el espectacular baile. Los ritmos únicos llenan el teatro del Centro Kennedy con facilidad y el valor de la interacción "en el momento" entre los músicos, cantantes y bailarines en el espectáculos de flamenco con un éxito inmediatamente evidente. Todas las partes contribuyen al bien común. Varios momentos sobresalientes emergen en el programa, lo que hace - a veces - ser un poco tedioso. A lo largo de la serie, la llamativa Baras siempre exhibe su estilo de marca registrada - rápido, controlado, limpio y con vueltas precisas que ella hace con broche de oro; pasos rápidos y furiosos; y en general, una cierta cantidad de puro atleticismo mezclado con gracia. La forma en que ella se hace uno con la música, sintiendo en cada momento, también la hace única. Ella casi siempre ofrece increíble técnica mezclada con emoción poderosa y pasión. Sin embargo, el hecho de que ella es un paquete completo y versátil es más evidente que en "Soleá por Bulería", hacia el final del programa. Su poder, la pasión y la intensidad resultó memorable en ese momento. Aquellos que asistieron al programa no solo tienen la oportunidad de ver a la Sra Baras danzar, aunque esa es razón suficiente para asistir al espectáculo. Aunque no encontré al artista invitado José Serrano - marido Sra Baras '- que tenga la misma calidad técnica que hace que no se le puedan quitar los ojos de encima, especialmente mientras baila junto a su esposa, realmente pude apreciar que en su número en solitario, "Soleá", en particular, que demostró un cierto nivel de alegría que no puede ser fingida y que resonó con la audiencia. Una cosa que hace el flamenco en vivo particularmente emocionante es cuando ves a todos los artistas - sin importar si están cantando, bailando, o tocar un instrumento improvisar como si nadie está mirando. Serrano, en particular, tiene una relación fácil y sensible con los demás en el escenario que resultó agradable de presenciar. Baras también es acompañada por un cuerpo de baile de seis miembros (tres hombres, tres mujeres) en varios puntos de la serie. No es sorpresa, que ella es el foco de muchos de estos números. El colorido "Tientos," sin embargo, es una excepción digna de destacar porque no sólo que sólo cuentan con el conjunto, es un poco diferente en el tono de lo que muchos de los otros números. Un poco más ligero, se podría decir. A lo largo de la serie, en todos los números, los dotados bailarines lo hacen muy bien y agregan otro elemento visual a la mezcla y deben ser elogiados por la agregar a la mezcla con uniformidad y
estilo personal, en particular las mujeres. Así como los músicos establecen el compás con sus instrumentos, los bailarines -, así como cantantes – con precisas palmas también ayudan a que los ritmos guíen los movimientos. Aunque hay varias oportunidades de ver flamenco en el área de Washington, DC incluyendo festivales regulares dedicados a esta forma de arte - es un raro privilegio para los estadounidenses poder ver a la magnética Baras y su compañía realizar su espectáculo en vivo.
"Center on the aisle" Ballet Flamenco Sara Baras City Center´s Latin Festival March 11, 2015 By Sondra Forsyth
City Center’s three-week Latin Festival, “A Bailar”, came to a rousing close with performances from March 4 to 7, 2015 of “Voces, Suite Flamenca”, the U.S. premiere of a production by Ballet Flamenco Sara Baras that blends tradition with innovation. The eponymous director and choreographer of the troupe treated the audience to her signature high-speed footwork and a superb stage presence that embodies the passion of her art form. Baras shared the stage with the equally gifted José Serrano and a corps de ballet of six dancers who handily held their own in dazzling ensemble numbers. The title of the show, which includes the Spanish word for “voices”, refers to the fact that the dance and music works on the bill were introduced with recorded narration by artists who have influenced Baras during her remarkable 20-year career. English translations were printed on the program, but audience members who didn’t understand Spanish and hadn’t had time to read the quotes seemed to shift impatiently in their seats during the spoken interludes. Even so, the dancing was more than worth the wait. Also, superb live accompaniment by the guitarists and percussionists on stage, along with the performers’ rhythmic handclapping technique known as “palmas,” evoked the spirit of Spain, as did the singing. Costume designer Torres-Cosano created unexpected styles, in particular a stunning tiered and fringed dress for Baras, that were sheer visual delights. All of the ladies proved to be masters of skirt work, showing off Torres-Cosano’s creations with skill and pizzazz. Lighting designer Oscar Gómez de los Reyes deserves kudos as well. Strategically timed beams that bathed Baras in white light as she raised her arms triumphantly at the end of her dances seemed to be an ethereal metaphor for her superhuman talent. Without fail, the dancegoers burst into thunderous and well-deserved applause whenever this happened. Miguel Marin, director of the Flamenco Festival that co-presented the production with City Center, dedicated the run to the late Valerie Gladstone. A renowned dance critic, curator, author, and editor, Gladstone heralded Marin’s first annual Flamenco Festival in 2001 with an article in the The New York Times entitled “A Mission Fulfilled: Bringing Flamenco To the New World”. The 15th annual iteration of that mission, with the incomparable Sara Baras pounding out time-honored Andalusian rhythms, was a fitting tribute Gladstone’s contribution to the dance world in so many arenas. The first week of the Latin Festival, “Havana Rakatan” chronicled the history of Cuba’s music and dance, followed during the second week by sultry Argentinian tango in “m¡longa”. Throughout “A Bailar”, which also featured pre-show dance lessons and discussions, ticket holders could visit an exhibition in the lobby called “Transitions: a Snapshot of Contemporary Cuban & Cuban-American Art”. Overall, the festival was a sizzling success that served as a welcome antidote to the overlong and frigid New York City winter.
"Center on the aisle" Ballet Flamenco Sara Baras City Center´s Latin Festival March 11, 2015 By Sondra Forsyth
Tres semanas del Festival Latino del City Center de Nueva York, " A Bailar “, llegó a su fin con las actuaciones del 4-7 marzo, 2015 de " Voces , Suite Flamenca" , el estreno estadounidense de una producción del Ballet Flamenco de Sara Baras que combina la tradición con la innovación. La directora del mismo nombre y coreógrafa de la compañía llega a alucinar a la audiencia con su característico trabajo de pies de una rapidez fenomenal y una excelente presencia en el escenario que envuelve su pasión por esta forma de arte. Baras compartió el escenario con el igualmente talentoso José Serrano y un cuerpo de baile de seis bailarines que estuvieron deslumbrantes. El título del Espectáculo, "voces”, se refiere al hecho de que el baile y la música se introducen con la narración grabada de artistas que han influido en Baras durante su notable carrera de 20 años. Traducciones al inglés fueron impresas en el programa, pero los miembros del público que no entendían español y que no habían tenido tiempo de leer previamente el programa parecían impacientarse en sus asientos durante los interludios hablados. Aun así, valía la pena esperar el baile. Excelente también el acompañamiento en vivo de los guitarristas y percusionistas en el escenario, junto con las palmas que al igual que el cante, evocaron el espíritu de España. La diseñadora de vestuario Torres- Cosano y sus creaciones de estilos inesperados, en particular, un vestido de flecos impresionante para Baras , que eran delicias visuales . Todas las damas demostraron su maestría al manejar las faldas, luciendo las creaciones de Torres- Cosano con habilidad y dinamismo. El Diseñador de iluminación Oscar Gómez de los Reyes merece felicitaciones también. Vigas estratégicamente cronometradas que bañaban a Baras con una luz blanca mientras ella levantaba los brazos triunfalmente pareciendo ser una metáfora etérea de su talento sobrehumano. Sin excepción, los aplausos estallaban merecidamente cuando esto sucedia. Miguel Marín, director del Festival de Flamenco que co - presentó la producción junto con el City Center , dedicó el Espectáculo a Valerie Gladstone . Un renombrado crítico de danza , curador , autor y editor , Gladstone anuncio el primer Festival Flamenco anual de Marín en el 2001 con un artículo en The New York Times titulado " Una Misión Cumplida : Traer Flamenco al Nuevo Mundo " . y Ahora en el 2015 esa misión , se completa con la incomparable Sara Baras honrando los ritmos andaluces .
"Eye on Dance" Ballet Flamenco Sara Baras New York March 5, 2015 By Deirdre Towers
Wooden chairs, toppled on each other, stretched across New York City Center’s stage, in front of six drawings mounted on partitions of flamenco legends: Paco de Lucia, Camaron de la Isla, Antonio Gades, Enrique Morente, Moraito, and Carmen Amaya. Sara Baras, lithe and elegant, dressed in black pants and white jacket, slowly walked the width of the stage, gazing at the sketches of the guitarists, singers, and dancers, all of whom set standards that flamencos everywhere try to adhere to. She slipped upstairs as the chairs disappear, and six dancers dressed in black burst forward, dancing in unison. While the spotlight was rarely off Baras, her husband, the engaging Jose Serrano complimented her calm, immaculate presence with an off-kilter charm revealed in “Sequirilla,” a duet that showed more love than flash, and in his solo “Solea.” Baras dances with the precision, clarity, and speed of guitarist Paco, more than with the animal fierceness of gypsy dancer Carmen Amaya, or the raw, rattled energy of Camaron. No doubt as famous as Michael Jackson’s moonwalk, Baras’ flat footed skitter is her signature, along with her thrown-to-the-rafters smile. Her arms have the ineffable sweetness of Morente's voice, while the delicate sensuality of her hands is a marvel all her own. Throughout the program, a male voice recited in Spanish some reflections on flamenco – reprinted in English in the playbill – from the honored artists. Moraito is quoted as saying, “Sometimes this pain also pleases your soul; its spirit pleases you because sometimes pain is necessary for your soul.” Torres Cosano designed the costumes, two of which quite memorable – a multi-layered chiffon dress, a section of which Baras could flip over her shoulder, tuck into the top of her dress, or lift to the side to create the illusion of a full circle while turning, and a green, three-tiered fringe dress, later transformed by a green velvet, embroidered bolero. Keko Baldomero directed the excellent cast of seven musicians, including himself on guitar, along with Andres Martinez, singers Rubio de Pruna, Israel Fernandez, and Miguel Rosendo, and Manuel Munoz Pajaro with Antonio Suarez on cajon. Miguel Marin, the organizer of the Flamenco Festival, stepped in front of the curtin to honor Valerie Gladstone, a New York writer recently deceased, whose enthusiasm for flamenco contributed to the success of this internationally touring festival now in its 16th year.
"Eye on Dance" Ballet Flamenco Sara Baras New York March 5, 2015 By Deirdre Towers
Sillas de madera , una encima de la otra se extendían por el escenario del New Yotk City Center , frente a seis dibujos de leyendas del flamenco : Paco de Lucía , Camarón de la Isla , Antonio Gades , Enrique Morente , Moraíto , y Carmen Amaya . Sara Baras , ágil y elegante , vestida de pantalón negro y chaqueta blanca , lentamente caminaba a lo ancho del escenario, mirando a los bocetos de los guitarristas, cantantes y bailarines , los cuales establecen estándares del flamenco a los cuales el mundo trata de adherirse. Se deslizó hacia arriba mientras las sillas desaparecen, y seis bailarines vestidos de negro salen hacia adelante, bailando al unísono. Si bien el centro de atención raramente se apartaba de Baras , su marido, el carismático José Serrano agrego a su calma y su presencia inmaculada, un encanto especial revelado en su " Sequirilla ", un dueto que mostró más amor que simplemente solo actuación, y en su solo " Solea ". Baras baila con la precisión, claridad, y la velocidad del guitarrista Paco, más que con la ferocidad de la bailarina gitana Carmen Amaya , o la energía de Camarón . Sin duda, tan famoso como el “ moonwalk de Michael Jackson”, los pies Baras son su firma , junto con su sonrisa. Sus brazos tienen la inefable dulzura de la voz de Morente , mientras que la delicada sensualidad de sus manos es todo una maravilla. A lo largo del programa , una voz masculina recita en español algunas reflexiones sobre el flamenco - impreso en Inglés en el programa - de los artistas homenajeados . Moraíto es citado diciendo , "A veces este dolor también agrada a tu alma ; su espíritu agrada , porque a veces el dolor es necesario para el alma " . Torres Cosano diseñó el vestuario , dos de ellos memorables - un vestido de gasa de múltiples capas , un momento en el cual Baras podría gira sobre su hombro, toma la parte superior de su vestido , para crear la ilusión de un completo círculo mientras gira , y un vestido de flecos verde de tres niveles , más tarde transformado en un bolero bordado de terciopelo verde. Keko Baldomero dirigió el excelente elenco de siete músicos , incluido él mismo en la guitarra , junto con Andrés Martínez , cantantes Rubio de Pruna , Israel Fernández y Miguel Rosendo , y Manuel Muñoz Pajaro con Antonio Suárez en cajón . Miguel Marín, el organizador del Festival Flamenco , honro a Valerie Gladstone , antes de comenzar el espectaculo , un escritor de Nueva York recientemente fallecido , cuyo entusiasmo por el flamenco ha contribuido al éxito de este festival internacional de gira ahora en su 16to año .