El valor de la educación en tiempos de pandemia Isaela Villalpando de la Torre, CIReNa, Chih.

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o sé qué extraño poder tienen estas fechas decembrinas que cuando nos acercamos a ellas nos ponemos a reflexionar, hoy recordamos todo lo bueno y lo malo que pasó en estos últimos doce meses y la mayoría nos sentimos melancólicos. Desde que empezó el aislamiento por la pandemia parece que una parte de nosotros, en el fondo de nuestro corazón, también se aisló. En nuestra mente, parte de nuestra tristeza se topa de frente con nuestra escuela y nuestros compañeros. Nos damos cuenta que la escuela tiene un valor más allá de los libros, los exámenes e incluso los diplomas y grados. La educación en línea funcionó bien en este tiempo de crisis; nos permitió no dejar nuestra educación y escuchar las voces familiares de nuestros compañeros, incluso de los más tímidos. Pudimos observar que la relación entre padres de familia y maestros mejoró mucho, y que nuestros padres y madres valoraron más el trabajo de los profesores. Vimos cómo nuestros docentes innovaron su forma de enseñar, haciendo un enorme esfuerzo para que sus alumnos no se desanimaran y siguieran adelante. Pero, creo que lo más importante fue que nos dimos cuenta que el mundo está en continuo cambio, algunos le llaman mundo líquido, y que tenemos que estar preparados para cambiar junto con él, para poder adaptarnos a nuevas formas de vida, sin sentirnos incómodos, frustrados y en muchas ocasiones no felices. Ahora nos damos cuenta que es muy probable que el trabajo que tendremos en el futuro, todavía no se haya inventado. Sabemos que muchas personas perderán su empleo en un tiempo no muy lejano por el uso de nuevas tecnologías, y que muchos nuevos empleos se crearán a partir de estas. Parece que las carreras del futuro envuelven tecnología, más que fuerza laboral y que el uso de las computadoras y el lenguaje de programación serán sumamente necesarios. ¿Cómo nos preparáremos para tener éxito en un mundo laboral cada vez más globalizado? Las encuestas siempre apuntan a que las empresas buscan en sus empleados habilidades como: creatividad, aprendizaje continuo, voluntad y entusiasmo, que el trabajador sepa interactuar con el mundo, usar herramientas y recursos complejos, ser multi-letrados y ser empático con diferentes culturas y puntos de vista. Que se requieren personas que sepan salir de situaciones difíciles y que resuelvan problemas, con formación en “T” con habilidades horizontales humanas generalistas amplias y habilidades verticales técnicas y tecnológicas.

Crónicas de una pandemia ... desde la diversidad

2021

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Ante un mundo así, ¿en qué debemos enfocarnos como estudiantes? Sabemos que el conocimiento es importante, pero igual o más importante son las habilidades blandas. Estas se aprenden y desarrollan en casa en actividades de la vida diaria; en la escuela, en actividades extracurriculares como el club de lectura, de danza, de ciencias y en los equipos deportivos. Sabemos que el conocimiento y la información ya están disponibles -literalmente lo podemos alcanzar en cualquier momento y desde cualquier lugar con ayuda de nuestro celular- lo importante es saber qué hacemos con tanta información, cómo usarla para nuestro beneficio, como transformarla y como innovar a partir de esta.