ACIDO CITRICO Y CITRATOS MEDICINALES

Año XLVI Barcelona 30 de Enero de 1891. Núm. 2 EL Ácido cítrico y citrates medicinales, por D . J. Batlle Masdeu.— Una simplificación, por José Ven

7 downloads 131 Views 3MB Size

Story Transcript

Año XLVI

Barcelona 30 de Enero de 1891.

Núm. 2

EL Ácido cítrico y citrates medicinales, por D . J. Batlle Masdeu.— Una simplificación, por José Ventura.—Estudios geológicos de Olot y su comarca, por el D r . Santiago Gresa de Camps.—Carta

del interior-Variedades.—Sección bibliográfica.—Anuncios.

ACIDO CITRICO Y CITRATOS MEDICINALES por D. J . Batlle Masdeu 11. El bagazo ó residuo de la prensación de la pulpa de los limones puede tenerse en maceración con la tercera parte de su peso de agua por espacio de unas 24 horas, para prensarlo de nuevo y agotar así todo el elemento ácido que pueda retener. Reunidos todos los productos de la prensación, se trasladan a una caldera de cobre de la mayor capacidad posible y se procede á la preparación del citrato de cal. A este objeto se calienta el contenido de la caldera hasta una temperatura próxima á la temperatura de ebullición y se trata con creta ó cal cáustica pulverizadas hasta que cese la efervescencia en el primer caso ó hasta que el líquido presente ligera reacción alcalina en el segundo. Es preferible el empleo de la cal y acaso más económico. La calefacción del zumo de limón puede practicarse á fuego directo, así como puede también emplearse una caldera ó caja de plomo con armazón de madera en lugar de la caldera de cobre indicada. Terminada la reacción y una vez precipitado en el fondo de la vasija todo el citrato de cal obtenido, se decanta el líquido antes de que descienda la temperatura y se desecha. Se recoge inmediatamente el precipitado, se pone á escurrir sobre lienzos á propósito y se seca al aire libre, al sol ó á la estufa, procurando que la desecación se verifique lo más rápidamente posible en

18

E l Restaurador Farmacéuticb

los dos primeros casos. Se repone finalmente en sitio libre de la humedad y demás agentes atmosféricos. A l proceder á la preparación del ácido cítrico, se toma una cantidad de citrato de cal proporcionada á la capacidad de los aparatos de fabricación de que pueden disponerse. Siempre es m á s ventajoso trabajar sobre proporciones algo crecidas por razones de economía y porque el producto resulta de mejores condiciones. E l citrato de cal se trata por ácido sulfúrico de 66° diluido en seis veces su peso de agua. Es necesario averiguar en primer término el título del citrato con el objeto de emplear en la reacción la proporción precisa de ácido sulfúrico, cuyo exceso podría ocasionar pérdidas y alterar las buenas condiciones del producto. Un ligero exceso de sulfúrico no obsta para la buena marcha de la operación. Esta operación debe practicarse en una vasija ó caja de plomo sostenida al exterior por un armazón conveniente de madera, procurando que las diversas soldaduras de las planchas metálicas que constituyen el aparato sean también de plomo, como ocurre en las que forman las grandes cámaras de las fábricas de ácido sulfúrico. Con el objeto de facilitar la reacción se remueve con alguna frecuencia la mezcla del citrato de cal y ácido sulfúrico, y calentando convenientemente el aparato, dicha reacción queda terminada antes de las 24 horas. De todos modos, es necesario investigar antes de dar por terminada la operación, si el depósito contiene a l g u na porción de citrato de cal. Para calentar los materiales reaccionantes se vale la industria de un serpentín de plomo colocado en el fondo ó en las paredes interiores del aparato y articulado con las tuberías de un generador de vapor. Este medio de calefacción sobre ser muy cómodo, reporta grandes economías en las industrias montadas para la producción en grande escala. Terminada la reacción, se deja posar el sedimento de sulfato de cal, se decanta luego el líquido, se filtra y se traslada á las calderas de evaporación. El residuo de sulfato de cal se lava con agua fría, se filtra y se agrega el producto filtrado al líquido anterior. Los aparatos de evaporación deben ser

E l Restaurador Farmacéutico

19

de plancha de plomo y dicha evaporación debe practicarse en baño maría ó en baño de vapor en forma igual ó parecida á la que acabamos de describir al indicar el procedimiento de calefacción de los aparatos de reacción. Cuando los líquidos que se evaporan presentan una concentración de 30 á 35 grados, se dejan enfriar y en este caso se precipita, en el fondo de las evaporaderas la mayor parte del sulfato de cal que retenían en disolución. Se separa dicho sulfato por filtración y se continúa la evaporación de los líquidos resultantes. Tan pronto como las disoluciones cítricas alcanzan una concentración de 43 á 45° se trasladan á los cristalizadores que deben ser también de plomo como en los casos anteriores. Esta operación se practica en sitio donde la temperatura sea lo más baja posible, no en la estufa como erróneamente afirman nuestra farmacopea y otros tratados. Terminada la cristalización, que en este primer caso es confusa y coloreada, se separan las aguas madres que por evaporación dan nuevos cristales de ácido cítrico. Las últimas aguas madres se destinan á la preparación del citrato de cal. Los cristales de ácido cítrico obtenidos en estas cristalizaciones se disuelven en seis veces su peso de agua, se trata la disolución por carbón animal puro por espacio de 24 horas, se filtra y se concentra en la misma forma que en el caso anterior hasta los 45 grados. Luego se traslada el líquido concentrado á los cristalizadores que darán cristales más limpios y de mayor tamaño cuanto m á s adecuada sea la capacidad de los mis* mos. Los cristales de ácido cítrico obtenidos se desecan a^ aire libre ó en la estufa y mejor a ú n por medio de un hidroestractor. (Se c o n t i n u a r á ) .

UNA SIMPLIFICACIÓN por José Ventura Asunto es, el que vá á ocuparme, grave y de gran trascendencia para la clase farmacéutica, por consiguiente de no escaso interés para la médica; digno de llamar la atención á otros de mucho más talento ó autoridad, y quizás por ello,

20

E l Restaurador Farmacéutico.

no falte quien trate de hacer resaltar m i atrevimiento; pero yo, escudado en la bondad de mis intenciones, no creo autorizado á nadie para echármelo en cara. Grave es en efecto, poner de manifiesto la anarquía r e i nante en -las dos profesiones y de gran interés, porque me propongo dejar entrever la posibilidad de acabar con ella. Está en la conciencia de todos, pues á todas horas nos de-, cimos: La p r á c t i c a médico-farmacéutica necesita ser transformada; fruto de ello, vemos proponer continuamente y adoptar nuevos remedios, nuevas formas farmacéuticas, modificaciones á las antiguas fórmulas y otras muchísimas innovaciones, constituyendo algunas de ellas, verdaderas escuelas que suponen una revolución en la farmacología, las cuales luchan para imponerse: pero como no son perfectas, ninguna de ellas logra una victoria indiscutible, resultando de ahí el aumento diario de la terapéutica, dificultando en gran manera el ejercicio de la farmacia y de la medicina; aunque, al que á ésta se dedica, nadie le puede obligar á salir del más ó menos reducido circuito, por él formado; mientras que al farmacéutico se le exige la adquisición de los nuevos remedios ó materiales farmacéuticos, sin descuidar los antiguos, con éstos y aquéllos preparar un sin fin de medicamentos monoiámicos y poliámicos, lo que supone un trabajo imposible, un exorbitante gasto pecuniario y un incesante estudio, •pues así lo exige el despachar según arte; comprendiendo fete, como sabemos, la elección ó recolección, la preparación ó purificación, la reposición, la conservación, prevenir las incompatibilidades y las posibles equivocaciones. Ahora bien: bajo este concepto ¿cuántos farmacéuticos, actualmente, pueden despachar con toda escrupulosidad, el décimo del n ú m e ro de fórmulas que se le pueden presentar? Ninguno: lo digo sin titubear, porque estoy segurísimo de m i aserto y creo repercute en las convicciones de todos. Sin embargo, por si alguien duda, calificando de gratuita m i negativa, bastará para dejarlo convencido, apuntar el nombre de los preparados galénicos del opio hallados en un solo formulario y que el farmacéutico ha de tener elaborados de antemano, por exi-

E l Restaurador Farmacéutico

21

girlo así el mucho tiempo prescrito en la fórmula: Opio desnarcotizado.—Aceite de opio.—Agua destilada de opio.—Agua anodina.—Emplasto de opio.—Extracto acuoso de opio.—Extracto acético de opio.—Extracto flúido de opio. —Extracto vinoso de opio.—Extracto de opio sin narcotina. —Gotas rojas de Lecointe.—Gotas negras inglesas.—Láudano Behier.—Láudano Delieux.—Láudano Houlton.—Láudano Rousseau.—Láudano Sydenam.—Licor cítrico mórfico.— Licor de Battey.—Tintura de opio.—Tintura paregórica.— Tintura de opio alcanforada.—Tintura de opio amoniacal.— Tintura de opio azafranada.—Tintura de opio benzónica.— Tintura de opio inodora.—Tintura de opio jabonoso (Bálsamo anodino).—Vinagre de opio.—Vinagre de opio aromático.— Vinagre de opio compuesto.—Vino de opio. A todas estas fórmulas, algunas de ellas variables según el formulario consultado, podríanse añadir muchas más, como también los alcaloides con sus respectivas sales, ya simplemente ellos, ó ya bajo la forma de gránulos timbrados ó sin timbrar, ó de Chanteaud ó de etc., etc. Y además hemos de hacernos cargo, que á cualquier hijo de vecino le es permitido introducir una nueva fórmula secreta ó pública, siendo causa de la invasión de tanto específico y especialidad, mermando continuamente nuestro capital é hiriendo á cada paso nuestra dignidad; pues la mayoría de ellos deben su crédito, á elogios prodigados por el mismo autor, ó á pomposos y ridículos anuncios; viniendo á ser en conjunto la terapéutica y patología, en donde estudian todos los curanderos y no es raro el mismo enfermo. Como si todo esto no bastase, vemos como va acrecentándose el número de las aguas mineromedicinales, que si algunas son de reconocida utilidad en el manantial y fuera de él, en cambio otras la tienen bien escasa por no decir nula; pero el farmacéutico ha de tenerlas, como también los específicos y especialidades, sopeña de sacrificar el crédito de su farmacia y la reputación de laborioso, aunque la mayoría de veces sean aplicados ó aplicadas inconscientemente. Muchísimo más podría añadir; pero escribo en familia y creo basta con lo dicho, para que en la imaginación de los

22

E l Restaurador Farmacéutico

lectores de este artículo, acudan en tropel miles de ideas, deducidas de lo expuesto, todas convenientes en la necesidad de acabar con el escandaloso anarquismo imperante en la práctica de las dos profesiones, en que cada médico, curandero y enfermo, puede constituirse en autoridad y cada farmacéutico es un vasallo obediente, el que más, como puede. ¡Acabar con el desorden! h é ahí el fin hacia donde habrían de converger los esfuerzos de todos ios que constituimos la gran familia médico-farmacéutica, estudiando medidas salvadoras, no inspiradas por el egoísmo; no, m i l veces no, nuestra aspiración ha de ser mucho más noble; esto es, hacer posible el ejercicio de las dos profesiones, adelantando fraternalmente por verdaderos senderos científicos, en bien de la humanidad, siendo lo que deben ser, evitando á todo trance, se conviertan en la más vulgar de las especulaciones, á beneficio de la candidez, casi siempre compañera de la falta de salud. Lo que á primera vista se impone como medida precursora para un ulterior buen gobierno, es, sin duda alguna, una simplificación. ¿Cómo llevarla á cabo? y ¿Por quién? Dos Preguntas, ó mejor, dos problemas de difícil resolver, los cuales me limitaría á dejar planteado, si tuviese la seguridad de que por otros habían de ser estudiados; pero lo dudo y por esto voy á dejar entrever, como dicha medida, al parecer una verdadera utopia, puede dejarlo de ser. ¿Cómo llevarla á cabo? Entiéndase bien, simplificar no es destruir, conviene hacer esta advertencia, pues fácil-1 mente alguien creyera que se trata, como quien dice de golpe y porrazo, suprimir tal ó cual medicamento, ó cerrar la puerta á todo remedio ó preparado nuevo, limitando asila es. fera en la cual pueda moverse el médico, en detrimento de la salud pública; muy lejos de mí tal idea; aunque aspiramos ver á todo remedio nuevo, al ser adoptado, rodeado de una verdadera reputación, nacida si se quiere de la observación individual, pero necesariamente comprobada por la colectiva, en forma de una autorizada academia y así evitar que un medicamento venga con una falsa aureola de heroicidad, q. izás comprada por a l g ú n fabricante de productos químicos

E l Restaurador Farmacéutico

23

para caer, á los pocos días, en el más extraño olvido; ó al revés, un medicamento de verdadera utilidad, por haberse adoptado prematuramente, caiga en el más injusto descrédito. Creo no es ninguna utopia m i aspiración, prueba de ello nos la ha dado recientemente el Dr. Koch con su linfa, procediendo, no inspirado por la idea del lucro, sino por la ciencia, de la cual ha dado miles de pruebas, ser en alto grado poseedor. Este recuerdo nos lleva de lleno á la cuestión de los específicos y especialidades, bajo el punto de vista de simplificarlos. Los específicos, prescindiendo de la propiedad del nombre, no son otra cosa que remedios misteriosos de mérito científico y utilidad escasos, por cuya razón, no deben s i m plificarse sino suprimirse; así lo exije el buen nombre de todos. Muy al contrario, las especialidades, pues son preparados farmacéuticos de mérito científico y utilidad indispensables, (uyo origen es debido á que, un mismo preparado elaborado por distintos profesores resulta de diferente condiCÍÓD, motivado por no poseer todos los mismos conocimientos, ó teniéndolos no hacen la oportuna aplicación de ellos, ó por causa de la localidad no es fácil dicha oportunidad. Más si por estas razones no cabe el suprimirla^, áino estimular el aumentarlas, también es cierto que cabe una razonada simplificación, como voy á probar. La ciéncia y el aplicarla no es patrimonio de todos; pero tampócó lo es exclusivo de uno solo. Haciendo aplicación de este principio al caso presente, deduciremos que, si un preparado farmacéutico, debido á causas conocidas, no puede ser elaborado con perfección por todos los farmacéuticos, en cambio cabe en lo posible serlo por m á s de uno y resulta, como así sucede, una misma especialidad de diferentes autores. Ahora bien: si una academia, tribunal ó lo que fuese, fuera el único autorizado para emitir dictamen de admisión ó no á dichos preparados, cuyo fallo inapelable fuese la línea de conducta obligada, á que habría de adaptarse el medio al recetar, tendríamos que, apesar de existir vervi gracia la emulsión de aceite de hígado de bacalao de S. A. I . D. Q. T. etc. etc., con dictámen favorable, el farmacéutico teniendo un ejemplar de un solo autor, podría

24

E l Restaurador Farmacéutico

despachar en toda conciencia cuando se le presentase una receta así: D. Una botella de emulsión de aceite hígados bacalao. Aprobada por la academia en lugar de D. Una botella de emulsión S. T. A. ó Q. Con lo cual se evitaría, lo sucedido muchas veces, el no poder despachar una especialidad, teniendo varios ejemplares de ella y de diferentes autores. Lo que no dejaría de ser bajo varios conceptos» una buena simplificación. Finalmente. ¿En los preparados galénicos, que no son especialidades, cabe el simplificarlos? ¿Quién lo duda? Sin embargo, es asunto muy delicado para tratarlo una individualidad; aunque á primera vista se nos presenta como una imperiosa necesidad, el reducir á una, todas las diferentes fórmulas de un mismo producto galénico y quizás también lo es, el modificar algunas fórmulas de medicamentos poliámicos, que exigiendo mucho tiempo el prepararlos, lo pudiesen ser en muy poco, v. gr.: BÁLSAMO ANODINO SEGÚN LA FARMACOPEA ESPAÑOLA. Jabón de sosa. . . . . . 8 gramos. Opio. 4 » Alcanfor • 6 » Azafrán. * « 1 » Alcohol de 60° * 144 » macérese por 8 días.] BÁLSAMO ANODINO.—Fórmula modificada. Jabón de sosa 8 gramos Disuélvase al baña maría en Alcol de 60°. . . . . . . . 11^ » Añádese Tintura de ópio (1 por 5). . . . 20 ». Alcanfor.. . . . . . . . i 6 » Tintura de azafrán (1 por 5). . . 5 » TINTURA CORR, DE WITTE, según la Farmacopea Española. Cort. exterior de naranja fresca. 4 gramos

E l Restaurador Farmacéutico

Quina loja Raiz genciana Alcohol de 90° Macérese por 8 dias.

25

2 gramos 1 » 27 »

TINTURA, CORR. DE VJITTK.—Fórmula modificada. Tintura cort. naranja. . . . . 20 gramos Tintura de quina loja. . . . . 10 » Tintura de genciana.. . . . . 5 » Con estos dos ejemplos basta para comprender que sin suprimir, podría simplificarse mucho; aunque habría de preceder un detenido estudio. Y entramos de lleno al segundo y último problema. ¿Por quién? Cuando se trata de mejorar las condicionés de una clase sea la que fuere, lo primero que se impone es la unión entre sus individuos y esto no es otra cosa que hacer la apología del socialismo. Nadie se escandalice por ver esta palabra en un periódico profesional, pues el socialismo va entrando en todas las clases, porque á las exigencias del de abajo, hay que oponer las del de a r r i b a y solo del equilibrio de los varios socialismos, puede resultar el verdadero bienestar de una nación; aunque es buscarlo en una balanza loca. Tratándose de la clase médico-farmacéutica podríamos cambiar el nombre de socialismo por el de colegiación] de cuyos colegios, independiente el uno del otro, saliesen igual número de miembros para formar una Academia m é d i c o - f a r m a céutica provincial, destinada á recibir directamente las impresiones de los individuos y de cuyo seno salieron los miembros para formar una Acadenia central, en que estuviesen por igual los médicos y farmacéuticos; cuya corporación sería á m i modo de ver, la única destinada á llevar á cabo una simplificación ó reglamentar la práctica m é d i c o farmacéutica; porque así resultaría una obra, á la que todos, directa ó indirectamente, habríamos contribuido.

26

E l Restaurador Farmacéutico.

ESTUDIOS GEOLÓGICOS DE OLOT Y SU COMARCA For el Dr. D. Santiago Gresa de Camps.

APÉNDICE DE HIDROLOGÍA GEOLÓGICA En el término municipal de San Esteban de Bas, pueblo de Hostalets, brota un manantial de agua minero-medicinal notable; por la gran fama de que goza, ya de muchos años, entre los campesinos y la que hoy dia han alcanzado desde que el Dr. D. Ramón Codina Langlin farmacéutico y analista forense ha hecho un análisis completo (1) y desde que los doctores Don Bartolomé Robert, Rodríguez Méndez y Joaquin Bonet han dado su dictamen facultativo. La espresada agua pertenece á la clase de las B i c a r bonatadas variedad ferruginosas (ligeramente) y según el dictamen facultativo puede prestar importantes recursos t e rapéuticos, para el tratamiento de las diversas enfermedades siguientes; eczemas atónicos, catarros gastro-intestinales, conjestiones hepáticas, en los estados congestivos y catarrales de la matriz etc. etc., y en general siempre que convenga modificar el conjunto orgánico ó algún aparato ú órgano de la cavidad ventre pelviana por medios suaves y sin despertar sa cudidas intempestuosas. Radican las tan importantes aguas minero-medicinales llamadas Falgosas, de las encumbradas peñas que forman la elevada montaña denominada el Grao y son tan abundantes que hay siete fuentes que arrojan un caudal de más de 150 plumas. Hállanse situados los dichos manantiales en la hacienda Sidera, pertenencia del rico propietario don José Iglesias y Veguer, siendo el clima bonancible y fresco disfrutándose de una temperatura inferior á 2o de la de Olot. En la dicha hacienda su propietario ha construido una preciosa quinta á la moderna (1886) rodeada de toda clase de comodidades y diversiones. La nueva carretera de tercer orden de Olot á Santa Coloma de Farnés pasando por las Presas es la que conduce á la mencionada hacienda. Después de saludar al señor Iglesias propietario de la hacienda Sidera y de las aguas Falgosas por el mucho interés que se ha tomado abriendo dichos manantiales para el público rodeando á los que vayan á tomarlas de toda clase de comodidades y recreaciones, le felicito y me felicito que en Cataluña existan manantiales tan importantes y tan ricos, que puedan competir con los mejores del extranjero. (1) Según nuestros informes, no está aún completado el análisis á que hace referencia nuestro querido colaborador D. Santiago Gresa.—(N, de La R . )

íil Restaurador Farmacéutico.

ST1

CARTA DEL INTERIOR vi. Sr. Director de EL RESTAUKADOE FARMACÉUTICO. Tengo pendiente de conclusión el asunto de la Estrella que deseo terminar, como demostración práctica, indicada en mi primera carta, de que la farmacia no tenía el valor de las 75,000 pesetas abonadas por la Sociedad á los Sres. Formiguera, ya que al verificarse su venta no fué posible realizarla por la cantidad que costó: mas véome precisado á no hablar del mismo por ahora, tanto para cumplir la promesa hecha al final de mi anterior, como por tratarse de cosa que está hoy sobre el tápele y que conviene conocer á los señores acciqnistas, por la intención que reviste. Hago,esta observación en cumplimiento á las indicaciones hechas por algunos accionistas que siguen con interés el curso de la campaña sostenida en^ró de sus intereses, de querer saber la solución que tuvieron las cuestiones entabladas entre la Sociedad y el Sr. Escrivá, ó sea entre el vendedor y el comprador de la farmacia de la Estrella y para complacerles entraré en la cuestión que debo tratar en esta carta. Me parece que todos los señores accionistas se habrán enterado del aviso importante que publicó la Gerencia en el último Boletín, pero por si á alguien le hubiese pasado desapercibido, no será de más el reproducirlo. Dice así: «Habiendo recibido repetidos pedidos de acciones, y determina» do por acuerdo del Consejo de Inspección que no se dé ninguna » de las existentes en cartera, suplicamos á aquellos de nuestros » consocios que deseen desprenderse de todas ó parte de las que » posean, se sirvan indicarlo á esta Gerencia, señalando el número » de las que quieran traspasar y condiciones más económicas en » que lo harían, para gestionar su transferencia á los comprofesores » que tienen solicitadas.» Este aviso para muchos será cosa natural, que responderá á conveniencias de Administración, pero para mí, que estoy más ó menos enterado de la marcha de aquella casa, me ha sorprendido, y me ha sorprendido porque lo veo incomprensible, y lo veo incomprensible por lo siguiente: Si mis informes son ciertos, al terminar el último ejercicio tenía la Sociedad Farmacéutica Española un déficit de 35,000 pesetas en la cuenta que lleva con la casa Freixa, y ya se sabe, que las casas de banca cobran un 4 por 100 á lo. menos, de las cantidades de que se les está al descubierto. Si mis averiguaciones son exactas la can-

28

E l Restaurador Farmacéutico

tidad que debían entregar al Sr. Escrivá, según el arreglo hecho, la están amortizando en pequeñas partidas, pagando el correspondiente interés. Y si tengo de hacerme eco de los que en esta Plaza venden á la Sociedad, deberé decir, que se hallan fastidiados por lo mucho que se les hace aguardar para el cobro de sus facturas. Todo esto ¿qué significa? Que la Sociedad por uno ú otro concepto se encuentra con escasez de capital, j tanto debe ser así cuan do trataron de pedir un nuevo dividendo, no atreviéndose á ello por no dar pié á nuevas murmuraciones y esclamaciones por parte de los accionistas. Expuesto esto ¿no encuentran, mis lectores, incomprensible como yo, el aviso de la Gerencia? ¿Cómo se puede comprender, si es verdad la petición de acciones, que los gestores hayan acordado no" desprenderse de las existentes en cartera, ya que por este sencillo medio podían hacerse con un capital del que al parfecer carecen? Al meditar sobre lo dicho me he convencido que no hay tal petición de acciones; lo que hay de verdad, es únicamente el intento de aquellos señores de contrarrestar embozadamente mi campaña. Ellos se dirían. Publicando un aviso en esta forma demostramos; que la confianza en la Sociedad vá adquiriendo nuevos bríos, y que se encuentra con fuerzas suficientes para no aprovecharse de ello. ¡Vana fanfarronada! La obra ha sido burda y ha puesto en evidencia una vez más el falso terreno en que se encuentran^ del cual no pueden mover un pié sin sufrir nueva caida. Dejando aparte, si la Sociedad inspira ó no confianza, pues es bastante delicado entrar en ello, únicamente mencionaré que una vez hecho público el aviso, muchos accionistas vieron el cielo abierto y se apresuraron á poner sus acciones á disposición de la Gerencia. ¿Obtuvieron satisfactorio resultado? Que yo sepa, nó: pues, según noticias se les manifestó que mediante un 12 por 100 de pérdida se gestionaría su colocación. ¿Y para dar tal contestación á los ofrecedores se publicó'aquel pomposo anuncio? Vamos, confiesen que no ha sido esto ío que ellos se proponían, puesto que los accionistas con su ofrecimiento han puesto en evidencia lo que más interés tenían en ocultar, ó sea que es mal síntoma para una Sociedad cuando sus acciones tienen que transferirse con pérdida. Si del enemigo ha de venir el consejo, debo aconsejarles que indirectamente no traten de contradecirme, pues á cada nuevo intento sufrirán nuevo descalabro. Si en alguna falta incurro, si en algo pueden demostrar lo contrario de mis cargos, preséntense frente á

E l Restaurador Farmacéutico

29

frente, ya que de no ser así el tiro siempre se volverá contra ellos: y si no les es posible, apelen al silencio soportando resignados la exhibición de sus desaciertos. De lo contrario, no sufrirán más que disgustos, como el que experimentaron el otro dia al reunir todo el Consejo, incluso los suplen tes, para tomar, según se dijo, una resolución sobre mí, toda vez que en ella debieron sentir la espresión de energía que á su actitud hizo el Sr. Borrell de Gracia y la posibilidad de romperse el pacto que ¡existe (según manifestó el Dr. Jimeno en la Junta General) entre el Consejo y la Gerencia. Siendo tarde continuaré en la próxima, repitiéndome en el Ínterin su mas aífmo. s. s. q. b. s. m. EUGENIO PEEEZ

VARIEDADES — Diputado: Anhelamos de buena fe sea elegido diputado el ilustrado publicista D. Angel Pulido. De resultar elegido creemos tendrán las clases médica y farmacéutica un defensor de sus detentados derechos, por reunir el reputado médico de Madrid, condiciones de talento é idoneidad reconocidas por todo el cuerpo médico-farmacéutico español. Al recomendar y desear la elección, lo hacemosfirmementeconvencidos de que no serán defraudadas las justas esperanzas que se tienen. — Desbarajuste: Llega ya al colmo el poco respeto á los precios que se guardan, aun los comprofesores que no viven fustigados por el látigo drogueril. Enhorabuena que, cada cual según sus aspiraciones y especiales condiciones, exija para el despacho de una receta el precio que crea oportuno, pero siquiera lo respeten los comprofesores que se precian de compañerismo, no dando lugar á los ridículos espectáculos que todos los días se ofrecen en las boticas de nuestra capital. Creemos llegada la oportunidad de arreglar este y otros asuntos, si con buena voluntad se unen en estrecha liga cuantos anhelan la harmonía profesional. — Nos alegramos: Por una tarjeta que nuestro Director recibió de D. L uis Viador, pudimos convencernos de que afortunadamente habían cesado los alarmantes,rumores que circularon, de su. enXermedad.

30

E l Restaurador Farmacéutico

El Sr. Viader por más que otra cosa pudiera parecer á ciertas individualidades, es acreedor á las consideraciones de la clase, motivo para que se haya interesado la mayoría por el estado de su salud, por fortuna en relativa mejoría, cuando ya pudo significarnos el aprecio y consideración en que nos tiene, remitiéndonos una tarjeta que justifica lo que ya nosotros de antemano sabíamos. — Felicitárnosle: Nuestro amigoj^ paisano D. Francisco Sastre y Marqués, acaba de poner honroso término á los estudios y ejercicios del doctorado en Farmacia con la lectura de una notable Memoria sobre la curarina y el curare, que ha merecido del tribunal correspondiente las más espresivas muestras de aprobación. Felicitamos de todas veras al nuevo doctor. — Colegio de Farmacéuticos: En la última sesión se aprobó el dictámen de la comisión encargada de la inscripción de los nombres de los más ilustres farmacéuticos catalanes, encargándose los colegiados de las lecturas y noticias bibliográficas de nuestros esclarecidos antepasados. También se presentó una proposición para la reforma de los Estatutos, que fué objeto de larga y prolija discusión, de cuyo síntoma, poco conocido en nuestra corporación, deducimos que las sesiones serán animadas. Procuraremos con la imparcialidad de siempre y sin que las pasiones trascorden nuestra conducta, reseñar cuanto ocurra esperando será todo beneficioso para la clase. — No es posible: Apesar de haber leido con asombro un albará de cierta casa, no podemos creer que se despache á cualquiera, como si fuera una droguería lo que tantos sacrificios costó á queridos comprofesores. Si ciertas; á nuestro ver, endiosadas é ineptas individualidades se preocuparan más jlel cometido que de buena fé se les ofreció, no consentirían corriera como rumor lo que nadie deja de creer. La delicadeza, la arrogancia y hasta casi el despecho, deberían guardarlo para corregir estos y otros muchos defectos, en vez de escupir contra la Luna, como pretenden hacerlo con sus ridículos actos. — Vaya una broma: Corre el rumor de que cierta casa de cuyo nombre no quiero acordarme, ha tenido necesidad de aflojar crecida cantidad, por suponer haberse descubierto que fabricaban artificialmente el agua de un rico manantial de grande explotación. Esto que se dice, no puede afirmarse, como tampoco pudo afir-

E l Restaurador Farmacéutico

31

marse lo de cierta j grandiosa multa que al parecer se impuso tiempo atrás á unos angelitos que no andarían muy listos en las cuestiones aduaneras. — Extrañeza: Algunos queridos colegas tuvieron como cosa rara que habiendo salido un periódico, órgano de cierta colectividad, con bastantes dias de retraso, no publicara los nombres de los individuos recientemente elegidos para ocupar honrosos cargos en nuestra Corporación, siendo así que no olvidó, por cierto con muy buen acuerdo, el nombre de ios dignos comprofesores que forman la nueva Junta del Ilustre Colegio de Madrid. Los maliciosos pretendían ya ver en tal olvido confirmados los rumores que circulan respeto la protección dispensada por ciertos individuos á la candidatura derrotada, como si las entidades periodísticas tuvieran tal bajeza de miras. A nosotros se nos ocurrió pensar que fué un olvido de la i m prenta ó estar compaginado ya el número, por creer puede ser el periódico una cosa y los redactores otra. ¿Si así no fuera, como se podrían explicar satisfactoriamente las dos naturalezas de algunas conocidas entidades? En esta redacción conocemos por ejemplo á un individuo que cobra sueldo, interés, tanto por ciento ó lo que sea, para aconsejar, creemos que de buena fé, los medios para que siga buena marcha la casa objeto de sus consejos; en cambio separado de tan sagrada obligación hace en otro ú otros parajes negocio propio con artículos de idéntica naturaleza, sin que á nadie se le haya ocurrido pensar que no obre con lealtad en ambos parajes. Eso es lo chocante; mientras á los periodistas que solo tienen disgustos y sinsabores por hacer saber la verdad á sus lectores, no quieren concedérsele las dos naturalezas, no ponen obstáculo, ellos tan susceptibles, en que otros las tengan, aun funcionando en actos de comercio muy parecidos. ¡Susceptibilidades y debilidades humanas! — Real Academia: En la sesión celebrada por la Real Academia de Ciencias y Artes, bajo la presidencia de D. Rafael Puig y Valls el dia29 de Diciembre, el académico numerario Sr. D. Silvino Thos y Codina leyó un estudio hidrológico sobre el Campo de Tarragona, describiendo la composición mineralógica del terreno y su constitución geognóstica, determinando las condiciones según las cuales las aguas se reúnen y discurren por el subsuelo, estableciendo racionales distinciones entre el curso de las superficiales y el de las subterráneas, fijándola dirección de las últimas en su principal

32

E l Restaurador Farmacéutico

corriente, y deduciendo, como consecuencia, algunas reglas prácticas para el mejor éxito de las labores de iluminación que se practiquen. En la misma sesión el académico numerario D. Arturo Bofill presentó una nota en la que describrió tres especies de moluscos, nuevas para la ciencia, descubiertas por él en el Montsech, á las que ha dado íoá nombres de «Pomatias Montsicci», «Pomatias rudicosta» y «Helix Montsicci», de cuyas especies donó ejemplares para el museo de la Academia. — Asociación: Hemos leído en nuestro querido colega de Reus La Medicina Contemporánea el reglamento de la asociación médico-farmacéutica del partido de Gandesa. Inútil creemos indicar cuanto nos place que sea una verdad la sincera unión entre queridos compañeros. Pueden contar con nuestro incondicional apoyo. — Colegio de Farmacéuticos de Madrid: La nueva Junta ha quedado constituida por D. Ricardo Moragas, para presidente. Don Gaspar Gomez Velazco, para diputado 1.° D. Jaime Pizá, para d i putado 2.° D. Vicente Martín Argenta, para diputado 3.° D. Pedro Gomez Rubio, para tesorero. D. José Lopez Girón, para contador. D. Frutos Zúñiga, para fiscal. D. Antonio Gomez Manso, para secretario 1.° D. Santos Roca y Vecino, para secretario 2.° — Una explicación: Debido á descuido de la imprenta, dejó de aparecer en el número anterior y en la página 15, la siguiente nota, que correspondía á la llamada puesta. « Mucho antes de conocer el resultado de la votación, y aun las » candidaturas, ya se había proyectado la excursión.—N. de la R.»

SECCION BIBLIOGRAFICA

Tratado elemental de patología externa, por E. Follin y Simón Duplay; traducido al cislellano por los doctorea D. José Lopez Diez, D. M. Salazar y Alegret y D. Francisco Santana y Villanueva. —OBRA COMPLETA.—Nueva edición en publicación.—Agotado hace tiempo este importante Tratado, no se creyó oportuno poner en prensa una nueva edición hastt que estuviese completamente publicada la obra; y hoy, que felizmente ha salido la última parte, comenzamos la segunda ó nueva edición, que constará de siete tomos, ilustrados con 1.199 figuras intercaladas en el texto, y que se publicará por entregas semanales al precio de una peseta. Se ha repartido la entrega 61 á 64. Se halla de venia en la Librería editorial de D. G. Bailly-Bailliére, plaza de Santa Ana, núm. 10, Madrid, y en las principales librerías del Reino y Ultramar. — Diccionario en Medicina, Cirujia, Veterinaria y Ciencias Ausiliares, por Littré. Continua la acreditada casa de Valencia Pascual Aguilar, remitiendo los cuadernos de tan útil obra, así como tampoco olvida la remisión de la notable publicación de Wurtz Análisis Biológico, cuyo cuaderno 2.° hemos recibido. Recomendamos ambas publicaciones.

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.