Análisis macroeconómico y sectorial:

Análisis macroeconómico y sectorial: coyuntura y perspectivas Diciembre - 2016 Análisis macroeconómico y sectorial: coyuntura y perspectivas Dic

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Análisis macroeconómico y sectorial:

coyuntura y perspectivas

Diciembre - 2016

Análisis macroeconómico y sectorial:

coyuntura y perspectivas

Diciembre - 2016

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Índice Pág. • Presentación

5

• Capítulo I Entorno macroeconómico Crecimiento económico Empleo Inflación y política monetaria Sector externo Aspectos fiscales

7 7 13 14 16 20

• Capítulo II Sector industria Precios Comportamiento mensual de la industria Opinión de los empresarios Perspectivas

25 25 26 30 33

• •

Capítulo III Sector de la construcción Indicadores de oferta Precios y ventas Asequibilidad Perspectivas

37 38 41 43 44

Capítulo IV Sector comercio minorista Precios Evolución de las ventas Encuestas de opinión Perspectivas

47 47 48 50 53

3

• Capítulo V Sector agropecuario Precios Sector externo Percepción de la situación actual del sector según la Encuesta de Opinión Empresarial Agropecuaria (EOEA) Perspectivas • Capítulo VI Sector salud Avances y retos del sector salud en Colombia ¿Qué ha salido bien en el sector salud? ¿Qué ha salido regular en el sector salud? Perspectivas

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55 57 58 62 63 65 67 69 72 77

Presentación

Tengo el gusto de presentarles el Informe Semestral, documento producido con la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif. El documento que hoy entregamos resume y analiza los aspectos más importantes a nivel macroeconómico y sectorial de la economía colombiana durante el período julio-diciembre de 2016. En esta oportunidad, realizamos un análisis coyuntural y de las perspectivas de corto plazo de los siguientes temas: · · · · · ·

Entorno macroeconómico. Sector de la industria. Sector de la construcción. Sector del comercio minorista. Sector agropecuario. Sector salud.

Esperamos que este documento se constituya en una fuente de consulta para su empresa y cumpla así con nuestro objetivo de asesorarlos de manera permanente.

Gerardo Silva Castro Vicepresidente Banca de Empresas Banco de Occidente

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Capítulo I Entorno macroeconómico

Crecimiento económico Hacia finales de noviembre de 2016, el Dane reveló que el PIB-real de Colombia se había expandido a un pobre ritmo de solo un 1.2% anual durante el tercer trimestre de 2016 (vs. 3.3% un año atrás). Esta cifra estuvo sustancialmente por debajo de las expectativas del mercado y del Banco de la República (BR), cercanas al 1.8% anual. De hecho, dicha cifra no alcanzó siquiera el piso del rango pronosticado por Anif (1.8%-2.3%), calculado tres meses atrás con base en indicadores líderes-ALI (Anif Leading Index). Este mal desempeño llevó al propio gobierno a “sincerarse” y reducir del 2.5% a solo el 2% sus expectativas de expansión del PIB-real durante 2016 (habiendo iniciado el año con cifras aún más elevadas del 3%). El BR había hecho lo propio semanas atrás al recortar sus pronósticos del 2.3% hacia el 2% no solo para 2016, sino también para 2017. Anif, que había estado un poco más optimista que el BR, también

se ha visto forzado a recortar su pronóstico de crecimiento del 2.2% hacia el 1.8% en 2016 y con el indeseable coletazo de tener que rebajar también su estimación hacia el 2.2% en 2017 (vs. el anterior pronóstico del 2.8%). Como veremos, las mayores decepciones en dicho crecimiento del tercer trimestre corrieron por cuenta de: i) la industria (+5.5% proyectado vs. +2% observado), donde el dinamismo de la cadena petroquímica (+12.7%) no logró contrarrestar las sorpresivas contracciones de la industria sin refinería (-2.3%); ii) el agro (+1.5% proyectado vs. -1.7% observado), donde los rebotes en las cosechas de cultivos transitorios (+14.1% en cerealeslegumbres-tubérculos) no lograron contrarrestar las contracciones del café (-15.4%); y iii) el transporte-telecomunicaciones (+2% vs. -1.2%), sufriendo los embates del paro de transportadores de 46 días durante juniojulio. La única sorpresa positiva corrió por parte de la construc-

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ción (4.8% proyectado vs. 5.8% observado), donde el inesperado dinamismo de las edificaciones (4.5% vs. 11%, haladas por las no residenciales) continúa “arrastrando” el débil desempeño de las obras civiles (5% vs. 1.9%). Sin embargo, ello no durará por mucho tiempo más, pues el rasgamiento de la “burbuja hipotecaria” (no apalancada) y el agotamiento de los subsidios del PIPE-II ya son evidentes en las contracciones de las edificaciones residenciales. Así, en el acumulado eneroseptiembre de 2016, la expansión del PIB-real tan solo llegó al 1.9% anual, una pronunciada desaceleración frente al 3% observado un año atrás. Infortunadamente, nuestro ALI está campaneando una desaceleración adicional hacia el rango 1.3%-1.8% para el cuarto trimestre de este año. Esta situación va dejando claro que el decepcionante comportamiento del PIB-real no es solamente atribuible al paro de transportadores de junio-julio, sino a la persistencia de serios problemas estructurales que el gobierno no ha sabido pilotear con la debida prontitud, especialmente en lo referente a: i) la crisis exportadora; ii) la baja competitividad del agro y la industria; y iii) los elevados costos del transporte y de la mano de obra (con nulos

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avances en el desmonte de los costos laborales no salariales, tras lo logrado en la Ley 1607 de 2012). Resulta preocupante que a nivel gubernamental ya ni se hable de las implicaciones macrofinancieras tras las persistentes contracciones de las exportaciones, todavía a ritmos del -19% anual (en dólares) al corte de octubre de 2016 (no muy diferente del -35% de hace un año). Pues bien, las calificadoras de riesgo sí se han dado por aludidas y algunas de ellas acaban de poner en “perspectiva negativa” a las firmas del sector privado que operan en Colombia, ante esta crisis exportadora y el abultado endeudamiento externo público-privado que ya bordea el 41% del PIB (récord histórico frente a 2002). La diversificación exportadora ha sido un fracaso, pues las ventas externas agroindustriales continúan cayendo a ritmos del -6% anual (en dólares) en enero-octubre de 2016, habiendo completado ya casi tres años con caídas continuas. Así, los llamados déficits gemelos muestran niveles bastante preocupantes del -3.9% del PIB en el frente fiscal en 2016 (vs. -3% del PIB en 2015) y del -4.7% del PIB en la cuenta corriente (vs. -3% del PIB histórico), donde “curio-

samente” tanto gobierno como BR afirman que se está dando “un ajuste ordenado más rápido de lo esperado” (... ¿acaso faltantes de US$13.000 millones en la cuenta corriente y de US$10.000 millones en la balanza comercial son cifras “tranquilizadoras”?). Curiosamente, el deterioro en el frente laboral ha sido moderado frente al descalabro del sector productivo, pues la tasa de desempleo nacional se ubica en niveles del 9.4% en lo corrido del año a octubre (vs. 9.1% un año atrás). Pero esto parece obedecer a un fenómeno de “trabajadores desalentados” de participar laboralmente, pues la TGP se ha reducido a un promedio anual del 64.4% (vs. 64.6% un año atrás). Así, de haberse mantenido constante la TGP, el desempleo nacional estaría rondando niveles del 9.6% (arriba del mencionado 9.4%). Otra forma de constatar lo preocupante de las cifras laborales es observando que el crecimiento del empleo tan solo ascendió a ritmos del 0.7% anual en lo corrido del año a octubre de 2016, cifra muy inferior a la expansión del 2.4% registrada (en promedio) durante 2015. En el frente externo, y de forma sorpresiva, la reciente elección a la Presidencia de Estados Uni-

dos del Sr. Trump (2017-2021) estaría dándole un impulso a la inversión en infraestructura (aunque en el mediano plazo dicho impulso podría diluirse ante choques negativos provenientes de políticas proteccionistas y anti-inmigración). De ser así, la economía de Estados Unidos podría acelerarse hacia expansiones del 2.5% durante 20172018 (vs. el pobre 1.6% que se estaría observando en 2016). De paso, esta nueva situación sacaría a dicha economía de la “trampa de liquidez” en que ha estado durante 2008-2016 y llevaría al Fed a incrementar sus tasas de interés en cerca de 75pb a partir de diciembre de este año y a lo largo de 2017 (cerrando su repo en un 1.25% el próximo año), dada la reflación que se estaría produciendo por cuenta de ese mayor gasto público, en presencia de un mercado laboral en cuasi pleno empleo, donde la tasa de desocupación luce estable alrededor del 5%. En cambio, las economías emergentes han seguido perdiendo crecimiento potencial y solo crecerían un 4.1% en 2016 (vs. el 6%-7% pre-Lehman), con agravantes de elevados niveles de apalancamiento y perspectivas de retornos de capital hacia Estados Unidos para fondear la

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inversión en infraestructura del nuevo “Trumponomics”. Allí han resultado especialmente golpeados los países exportadores de commodities, donde América Latina se contraería al -0.7% (vs. -0.1% en 2015). Dado este complicado panorama local y global, Anif ha decidido reducir su pronóstico de crecimiento del 2.2% hacia el 1.8% para el año 2016 (como un todo) y del 2.8% al 2.2% para 2017. La magnitud de ese moderado rebote dependerá de: i) los potenciales repuntes en el precio del petróleo hacia el rango US$55-60/barril-Brent (vs. los US$44/barril que probablemente se observarán en 2016), en función de la sostenibilidad del reciente pacto de recorte de la OPEP; y ii) la aceleración de las obras civiles 4G, tras los retrasos observados durante 2016.

(+22.8%), pero contracciones en las residenciales (-0.8%); y ii) malos comportamientos en las obras civiles (+1.9% vs. +7.3%), donde el colapso de la inversión en infraestructura minero-energética (-22.8%) no logró ser compensado por el dinamismo de las víascarreteras (+16.4%). El segundo sector más dinámico fue el de establecimientos financieros, expandiéndose al 3.9% durante el tercer trimestre de 2016 (vs. 4.3% un año atrás). Dicho comportamiento se explica por la desaceleración de la intermediación financiera (propiamente dicha) hacia tasas del 7.2% (vs. 9.8% un año atrás), en línea con un aterrizaje crediticio más fuerte de lo esperado. La industria creció a tasas de solo el 2% anual en el tercer trimestre

Análisis sectorial del crecimiento El crecimiento del tercer trimestre de 2016 estuvo halado por la construcción (5.8%), recuperándose frente a los crecimientos cuasi nulos observados un año atrás (ver gráfico 1). Allí se observaron efectos encontrados provenientes de: i) favorables expansiones de las edificaciones (+11% vs. -8% un año atrás), con buenos registros en las no residenciales

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Gráfico 1. Crecimiento anual del PIB por oferta Tercer trimestre de 2016 (%) Pond. (%)

PIB

Construcción

Estab. financieros y ss. empres.

15 12 7 6 3 6

2.0 3.3

2016 2015

5.8 0.3 4.8 3.9 4.3 2.0 5.5 Industria 3.1 1.8 2.7 Servicios sociales 3.4 0.1 2.0 Comercio y turismo 5.0 Antes 2.0 -1.2 Transporte y telecom. 2.1 (Proyección tres meses 1.5 -1.7 Agropecuario 4.1 atrás) 2.0 -1.8 Electricidad, gas y agua 3.8 -6.0 -6.1 Minería -0.4 -8 -4 0 4 8

8 21 11

1.2

Fuente: Dane.

de 2016 (vs. 3.1% un año atrás). Allí el dinamismo de la cadena petroquímica (+12.7%) no logró contrarrestar las sorpresivas contracciones de la industria sin refinería (-2.3%). Esto último subraya los problemas estructurales de baja competitividad derivados del llamado “Costo Colombia”. Los servicios sociales también se desaceleraron hacia el 1.8% durante el tercer trimestre de 2016 (vs. 3.4% un año atrás). Ello por cuenta del menor dinamismo de la administración pública (1.3% vs. 2.9%), dadas las restricciones presupuestales. Asimismo, el comercio-turismo registró una marcada desaceleración hacia expansiones cuasi nulas en el tercer trimestre de 2016 (vs. +5% un año atrás), debido al estancamiento del comercio (propiamente dicho) en tasas del +0.1% y la caída del rubro de hoteles-restaurantes del -2.3%. El transporte-telecomunicaciones (-1.2% vs. +2.1% un año atrás) y el agro (-1.7% vs. +4.1%) exhibieron dinámicas negativas en el tercer trimestre de 2016, ambos sectores afectados por el paro de transportadores de junio-julio. En el caso del agro, el impulso a los cultivos transitorios (+14.1%, dada la superación del Fenómeno de El Niño) no logró contrarrestar las contracciones en el café (-15.4%).

Finalmente, los sectores con los peores desempeños en el tercer trimestre de 2016 fueron electricidad-gas-agua (-1.8% vs. +3.8% un año atrás) y minería (-6.1% vs. -0.4%). En el primer caso, se destaca una caída de la energía eléctrica (-1.7%) y, en el segundo, persiste el colapso en la producción de hidrocarburos (-12.7%). Todo lo anterior explica expansiones del PIB-real a ritmos del 1.9% anual en el acumulado enero-septiembre de 2016, lo cual refleja una clara desaceleración frente al 3% observado un año atrás, ver gráfico 2. Los sectores líderes han sido los establecimientos financieros (4.3%), la construcción (4%) y la industria (3.9%), mientras que los de peor desempeño han sido el agro (-0.3%) y la minería (-5.9%). Gráfico 2. Crecimiento anual del PIB por oferta Enero-septiembre de 2016 (%) Pond. (%)

PIB

21

Estab. financieros y ss. empres.

7

Construcción

11

Industria

15

Servicios sociales

12

Comercio y turismo

7

Transporte y telecom.

3 6 7

Electricidad, gas y agua Agropecuario Minería

-0.3 -5.9

1.9 3.0 4.3 4.3 4.0 3.7 3.9 0.4 2.1 2.7 1.4 4.4 0.3 1.7 0.0 2.6

2016 2015

2.9 1.4

-8 -6 -4 -2 0 2 4 6 Fuente: Dane.

11

Perspectivas Hemos visto cómo la economía colombiana se expandió a tasas de solo el 1.2% en el tercer trimestre de 2016, por debajo del 3.3% observado un año atrás. Dado que dicha cifra se ubicó sustancialmente por debajo de nuestro pronóstico de tres meses atrás y teniendo en cuenta las debilidades locales-externas, Anif ha optado por reducir su pronóstico de crecimiento del 2.2% hacia el 1.8% para 2016 (como un todo). Aun con ello, el desempeño de Colombia sería aceptable al compararse con el -0.7% del promedio de América Latina. En particular, esta revisión implica menores dinamismos en sectores clave durante 2016: i) la industria (3.4% vs. 5.4% proyectado antes), donde ha quedado claro que la meta del 8% que el gobierno pregonaba a inicios del año no era compatible con los lastres estructurales de competitividad del sector; ii) el comercio (1.2% vs. 2.3%), particularmente afectado por la devaluación cambiaria (a ritmos promedio del 11.5%) y las lecturas negativas de la confianza de los consumidores; y iii) el transporte (0.7% vs. 1.5%), dados los lastres del paro (según lo comentado), ver gráfico 3.

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El agravante de todo esto proviene del recrudecimiento de la polarización política y del panorama fiscal de Colombia, donde la calidad de la Reforma Tributaria podría estarse “sacrificando” como contraprestación de la refrendación del nuevo acuerdo de paz en el Congreso. En dicha discusión tributaria han sido particularmente lamentables los ataques gremiales al proyecto de Reforma Tributaria, primando argumentos de intereses sectoriales y con riesgos de que terminemos con una “gran tragedia de los comunes”: en vez de poder destinar recursos frescos a la inversión pública (ahora recortada), Colombia tendría que dedicarlos a su servicio de deuda, agravado por la mayor devaluación y por un incremento en los Gráfico 3. Crecimiento anual del PIB por oferta Observado 2015 vs. Proyectado 2016 (%) Pond. (%)

PIB

7

Construcción

21

Estab. financieros y ss. empres.

11

Industria

15

Servicios sociales

12

Comercio y turismo

7

Transporte y telecom.

3

Electricidad, gas y agua

6

Agropecuario

7

Minería

-5.9 -8

-4

Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

0

2016 2015 1.8 2.2 3.1 4.2 4.0 4.1 4.3 3.4 5.4 1.2 2.1 2.4 2.9 1.2 2.3 4.1 0.7 1.5 Antes 1.4 (Proyección 0.5 1.5 tres meses 2.9 0.4 1.1 atrás) 3.3 0.6 4

8

“spreads” de riesgo país ante el deterioro de su calificación. Para el año 2017 también hemos rebajado nuestro pronóstico de crecimiento del PIB-real del 2.8% al 2.2% (ver gráfico 4). Allí el liderazgo sectorial estaría en cabeza de la construcción (5.2% vs. el 4.2% pronosticado para 2016), los establecimientos financieros (3.5% vs. 4.1%) y la industria (3% vs. 3.4%). Por el contrario, continuarían observándose lastres en el sector minero-energético (-2.5% vs. -5.9%), donde el colapso de la exploración petrolera seguramente estará redundando en descensos

Gráfico 4. Crecimiento anual del PIB por oferta Proyectado 2016 vs. 2017 (%) Pond. (%)

2.2 1.8

PIB

8

Construcción

21

Estab. financieros y ss. empres.

11

Industria

12

Comercio y turismo

6

Agropecuario

15

Servicios sociales

7

Transporte y telecom.

3

Electricidad, gas y agua

6

Minería

-5.9

-8

5.2 4.2 3.5 4.1 3.0 4.0 3.4 2.3 3.0 1.2 2.3 2.7 0.4 2.2 2.6 2.1 1.8 2.3 Antes 0.7 (Proyección 1.4 1.7 tres meses 0.5 atrás)

-2.5 -4

2017 2016

2.8

0

4

8

Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

en la producción hacia niveles de 850.000bd al cabo de un par de años (vs. valores cercanos a los 880.000bd actualmente).

Empleo La tasa de desempleo nacional fue del 8.3% en octubre de 2016, cifra ligeramente superior en 11pb frente al 8.2% registrado en el mismo mes de 2015 (ver gráfico 5). En cuanto a las trece áreas metropolitanas, la tasa de desempleo fue del 9% en el mes de referencia, presentando un incremento de 19pb respecto al mismo período de 2015. A nivel nacional, el número de desocupados aumentó en un 1.8% anual en octubre de 2016, cerrando en 2.088.591 personas, mientras que el total de ocupados se incrementó en solo un 0.3%, llegando

a 23.092.385 individuos durante el mismo período. Por su parte, la Población Económicamente Activa Gráfico 5. Evolución de la tasa de desempleo Total nacional (octubre de 2016, %) Últimos 12 meses Promedio Variación (%) 2014 9.1 -0.5 2015 8.9 -0.2 2016 9.2 0.2 ene-oct 9.4 0.3

12 11 10 9 8 7

Tasa de largo plazo

8.3 }11pb 8.2 7.9

8.7

13pb

8.6

ene feb mar abr may jun jul ago sep oct nov dic Variación anual en octubre: 11pb

Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

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(PEA) sumó 25.180.977 personas, presentando un ligero aumento del 0.4% anual (104.400 individuos). Durante enero-octubre de 2016, la tasa de desempleo nacional promedio fue del 9.4%, deteriorándose en 0.3pp frente al 9.1% observado en 2015. En las trece ciudades principales, el desempleo promedio fue del 10.1% en lo corrido del año a octubre de 2016, mayor al 9.9% registrado un año atrás. A nivel nacional, la Tasa Global de Participación (TGP) fue en promedio del 64.4% durante el período de referencia, 0.2pp inferior a la registrada un año atrás. Para 2016, Anif proyecta que la tasa de desempleo aumente con respecto a los niveles de 2015,

siendo ello consistente con la menor dinámica pronosticada para la actividad económica. Así, se prevé que la tasa de desempleo nacional promedie un 9.3%-9.4% durante 2016 (vs. 8.9% en 2015). De la misma manera, la tasa de desempleo en las trece áreas metropolitanas se incrementaría hacia el 10.4% en 2016 (vs. 9.8% en 2015). Para 2017, Anif prevé que continúe el deterioro del mercado laboral, como resultado de: i) la debilidad de la actividad económica, rebotando tan solo hacia expansiones del 2.2%, lo cual luce insuficiente para impulsar significativamente la generación de empleo; y ii) el incremento de los costos laborales, donde el SML del próximo año se estaría ajustando en cerca de un 7% anual (bordeando los $737.700/mes).

Inflación y Política Monetaria El Dane reportó que el mes de noviembre registró una inflación del +0.11%. Este dato resultó ligeramente inferior al previsto por los analistas (+0.14%) y se alejó considerablemente del observado un año atrás (+0.6%). Con ello, la inflación total continuó reduciéndose del 6.48% al 5.96% anual, acercándose lentamente al límite superior del rango-meta (2%-4%) de largo plazo del Banco de la República

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(BR), ver gráfico 6. Así, estaremos perdiendo la meta de inflación por segundo año consecutivo (cerrando alrededor del 5.5% vs. la meta puntual del 3% definida por el BR desde 2010 y ratificada para 2017). Este comportamiento se explica por una inflación subyacente (sin alimentos) que se redujo del 5.64% al 5.31% anual. Allí contribuyó la menor presión de costos de los im-

Gráfico 6. Metas de inflación (var. % anual, noviembre de 2016) Proyección

9 8 7 6 5 4

6.0 5.5 5.0 4.5

Total

5.3 4.0

(6.3 antes) (5.5 antes) 5.5 5.2

3 2 1

Sin alimentos 2.0 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016

Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

portados (pass-through) resultante de una devaluación peso-dólar de solo el 2% anual en octubrenoviembre frente al 42% observado un año atrás. Con esto, el IPP de los importados registró una inflación de apenas el 1.8% anual en noviembre (vs. 18.4% un año atrás) y la inflación de transables del IPC llegó al 5.7% (vs. 6.5%). Asimismo, continuó la corrección bajista de la inflación de alimentos del 8.53% al 7.54% anual, pues se han ido superando los efectos del paro camionero de junio-julio y del Fenómeno de El Niño. A nivel microsectorial, la inflación de noviembre se incrementó principalmente en los grupos de diversión (+0.72%), vivienda (+0.18%) y vestuario (+0.17%), mientras que hubo deflación en transporte (-0.04%) y comunicaciones (-0.01%). Entretanto, el IPP registró

una inflación mensual del 1.92% en noviembre, con lo cual su lectura anual pasó del 3.7% al 5.1%. Con este “telón de fondo”, el ritmo de reducciones en la tasa repo (iniciadas en diciembre de 2016 con reducciones del 7.75% al 7.5%) dependerá del control de las expectativas inflacionarias de cara a 2017, con presiones alcistas provenientes de: i) los ajustes salariales; y ii) los efectos del alza en la tasa general del IVA. Anif ha estimado que las alzas tributarias estarán generando un incremento (de una sola vez) cercano a 1.2pp sobre la inflación de 2017, llevándola a niveles cercanos al 5.3% (vs. valores alrededor del 4.1% sin reforma). En síntesis, la inflación anual de noviembre continuó reduciéndose del 6.48% al 5.96%, convergiendo lentamente hacia el rango-meta de largo plazo (2%-4%). Ello obedeció a la reducción en la inflación de alimentos (del 8.53% al 7.54% anual) y en la subyacente (del 5.64% al 5.31%), esta última perfilándose satisfactoriamente hacia el pronóstico de Anif del 5.2% al cierre de 2016. Dados los choques tributarios previstos para 2017 y su impacto sobre la negociación del SML (ahora a tasas del 7% en vez del 6%), el BR enfrentará dos alteraciones en su cronograma de reducciones de la

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repo-central: i) deberá concentrarlas en el primer semestre de 2017 (dada la marcada de­saceleración económica del 1.9% anual en enero-septiembre de 2016 vs. 3% un año atrás); y ii) enfrentará una menor holgura, pues creemos que su margen bajista se ha estrechado de los 200pb (antes de la tributaria), cerrando 2017 en el 5.5%, a solo unos 75pb (ante la aprobación de la tributaria), cerrando en el 6.75% (ver gráfico 7).

Gráfico 7. DTF y repo-central a 1 día (Tasas nominales a diciembre 16 de 2016, %) Proyección 8

7.75 7.5 Repo 7.03 7.0

7 6 5 4 3 2

5.75

5.27 4.25

4.04 3.25

4.50 4.34

DTF

5.22

dic jun dic jun dic jun dic jun dic 2012 2013 2014 2015 2016

4.0

2.0

Fuente: cálculos Anif con base en Banco de la República.

Sector Externo La cuenta corriente registró un déficit del -4.6% del PIB (-US$6.284 millones) en el primer semestre de 2016, inferior al déficit del -6% del PIB (-US$9.518 millones) observado en el mismo período un año atrás. Ello se explica principalmente por: i) la reducción del déficit de la renta de los factores hacia niveles del -1.6% del PIB (-US$2.197 millones) frente al -2.4% del PIB (-US$3.728 millones) observado un año atrás, debido principalmente al descenso de los egresos (US$4.617 millones, cayendo un -23% anual), provocado por la menor renta de las empresas con inversión directa (US$2.336 millones, -37% anual); y ii) el incremento en el superávit de las transferencias corrientes hacia valores del +2% del PIB (+US$2.689 millones) frente al +1.5% del PIB (+US$ 2.307

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millones) observado un año atrás, en línea con el buen comportamiento de las remesas (llegando a US$2.346 millones, aumentando un 12% anual). De la misma manera, en la reducción del déficit de cuenta corriente resultó clave el menor déficit de la balanza comercial en términos absolutos, pasando de -US$5.671 millones a -US$5.165 millones en el período de análisis, aun cuando dicho balance se deterioró como porcentaje del PIB (llegando al -3.8% del PIB en el primer semestre de 2016 vs. -3.6% del PIB un año atrás). Al interior de la balanza comercial, las exportaciones se contrajeron notoriamente, al igual que lo hi-

cieron las importaciones (después de las devaluaciones promedio peso/dólar del 26% anual en enerojunio de 2016). En efecto, durante el primer semestre de 2016, las exportaciones se contrajeron un -24% anual, totalizando US$15.569 millones (vs. US$20.388 millones un año atrás). Dicho comportamiento obedeció a: i) la caída del -36% anual de las exportaciones tradicionales, producto del desplome de las ventas externas de petróleo-derivados (-45%) y carbón (-19%); y ii) una reducción de las no tradicionales (-8%), afectadas por las menores ventas de productos industriales como alimentos, bebidas y químicos. De manera similar, las importaciones totales (FOB) del país cayeron a ritmos del -20% anual en enero-junio de 2016, sumando US$ 20.734 millones (vs. US$26.059 millones un año atrás). El mencionado déficit en cuenta corriente fue fondeado con un superávit en la cuenta de capitales del +5% del PIB (+US$6.805 millones) en el primer semestre de 2016. Este resultado es inferior al superávit del +6.1% del PIB (+US$9.560 millones) registrado en enero-junio de 2015, y se explica, en su mayoría, por los flujos de: inversión extranjera (+4.8% del PIB, +US$6.478 millones); inversión de cartera (+2.4% del PIB, +US$3.284 millones); derivados financieros (+0.2% del PIB,

+US$259 millones); y otra inversión (-2.4% del PIB, -US$3.272 millones). Durante el primer semestre de 2016, apenas se acumularon Reservas Internacionales-RIN por +US$57 millones (+0.04% del PIB). En cuanto a la inversión directa, su participación del 4.8% del PIB se explica por: i) entradas de capital vía Inversión Extranjera Directa (IED) equivalentes al 6.2% del PIB (US$8.354 millones, +1.6pp mayor a la observada un año atrás); y ii) salidas de capital por el 1.4% del PIB (US$1.876 millones). A nivel sectorial, los sectores con mayor destinación de IED fueron: electricidad-gas-agua (2.2% del PIB, tras la venta de la participación mayoritaria del gobierno en Isagen), minero-energético (0.9% del PIB) y manufacturero (0.8% del PIB).

Perspectivas Anif proyecta que el déficit en la cuenta corriente comenzará a corregirse durante 2016, cerrando en niveles del -4.7% del PIB (-US$13.308 millones), ver gráfico 8. Este desempeño de la cuenta corriente se explicaría principalmente por una disminución del déficit en la balanza comercial hacia el -3.5% del PIB (-US$9.730 millones), frente al -4.8% del PIB de 2015. Dicha reducción se presentaría por una

17

Gráfico 8. Cuenta Corriente y Balanza Comercial (% del PIB) 2 0 -2

0.3 -1.3

0.6

1.2

-1.0

-0.7

-4

1.1

-1.3

Balanza Comercial 0.4

0.2

1.1

0.8

1.8

Proyección 1.3

0.8 -1.2

-0.3 -1.8

-2.9

-2.6

-2.0

-3.0

-2.9

-3.5

-3.1 -3.2

Cuenta Corriente

-6

-5.2 2002

2004

2006

2008

2010

2012

2014

-4.8

-4.7

-2.7 -4.2

-2.7 -3.7

-6.4 2016

2018

Fuente: cálculos Anif con base en Banco de la República y Dane.

mayor contracción en las importaciones (-17.7% anual) que en las exportaciones (-13% anual). Por su parte, la renta de los factores se mantendría en niveles históricamente bajos del -1.3% del PIB en 2016 (-US$3.656 millones; 0.7pp del PIB por debajo del dato observado en 2015), debido al débil desempeño de las utilidades de las firmas extranjeras que operan en Colombia. Por último, las transferencias cerrarían el año 2016 en un 2% del PIB (US$5.613 millones; 0.3pp por encima del 1.7% del PIB de 2015). Allí los ingresos por concepto de las remesas de los trabajadores llegarían a un 1.8% del PIB (US$4.973 millones; 0.2pp superiores al 1.6% del PIB de 2015). A nivel de balanza comercial, las exportaciones se reducirían un -13% anual en 2016, cerrando en

18

niveles de US$33.183 millones. Ello se explicaría por decrecimientos tanto en las exportaciones tradicionales (-19%) como en las no tradicionales (-7%). En el primer caso incidirían de forma importante los bajos precios del petróleo, ahora con el agravante de menores volúmenes exportados. En el caso de las exportaciones no tradicionales, a pesar de que se verían favorecidas por una depreciación nominal promedio del peso frente al dólar del 11.5% durante 2016, estas volverían a contraerse debido a la debilidad de la demanda de nuestros principales socios comerciales y a la lenta recomposición del aparato productivo local. Por su parte, las importaciones totales (FOB) se contraerían a tasas anuales del -17.7% en 2016, llegando a los US$42.912 millones. Este comportamiento se explicaría

por la devaluación peso-dólar, que encarecería las compras al exterior en todos sus componentes: bienes de capital (-21.6%), bienes de consumo (-17% anual) y bienes intermedios (-15.5%). Respecto a la cuenta de capitales, se registraría un superávit del +4.7% del PIB (+US$13.337 millones) en 2016, por debajo del +6.5% del PIB observado en 2015. Dicho balance se explicaría por: i) flujos netos de inversión del 3.2% del PIB, por encima de lo observado en 2015 (2.7% del PIB); ii) menores influjos de cartera (2.7% del PIB vs. 3.3% del PIB de 2015); y iii) menores influjos en el rubro denominado “otra inversión” (-1% del PIB vs. +1.2% del PIB de 2015). Así las cosas, la cuenta de capitales saldaría el déficit en cuenta corriente e incluso permitiría una acumulación de RIN de US$350 millones (0.1% del PIB). Para el año 2017, Anif estima una nueva corrección en el déficit de la cuenta corriente, el cual pasaría del esperado -4.7% del PIB en 2016 al -4.2% del PIB en 2017 (-US$11.855 millones). Esto obedecería principalmente a: i) un déficit del -2.7% del PIB en la balanza comercial (-US$7.713 millones; vs. -3.5% del PIB esperado para 2016); ii) salidas de recursos equivalentes al -1.5%

del PIB por concepto de renta de los factores; y iii) transferencias corrientes por el +2% del PIB, manteniéndose en los mismos niveles a los esperados en 2016. Dichos déficits externos nos llevan a esperar superávits en la cuenta de capitales del +4.2% del PIB en el año 2017 (vs. +4.7% del PIB previsto para 2016). Allí esperamos una caída en los flujos de inversión directa neta, la cual pasaría del 3.2% del PIB esperado para 2016 al 1.9% del PIB en 2017. En este aspecto, proyectamos una reducción de la IED (ya sin el efecto estadístico de las privatizaciones), pasando del 4.3% del PIB en 2016 al 3% del PIB (US$8.500 millones) en 2017. Por su parte, la inversión de cartera descendería al 1.9% del PIB en 2017 (US$5.500 millones) frente al 2.7% del PIB previsto para 2016, en la medida en que ingresen mayores flujos de capital por cuenta de la recuperación de los mercados locales de renta variable y renta fija. Dado que el superávit en la cuenta de capitales compensa enteramente el déficit en cuenta corriente, las RIN permanecerían en niveles similares a los observados en 2016, lo que seguiría dejando al país con un saldo aproximado de RIN de US$47.090 millones (16.5% del PIB).

19

Aspectos fiscales EL Gobierno Nacional Central (GNC) cerró el tercer trimestre de 2016 con un déficit del -2.7% del PIB, deteriorándose frente al -1% del PIB observado un año atrás. Dicho comportamiento se explica por la disminución de los ingresos hacia niveles del 11.8% del PIB al cierre del tercer trimestre de 2016 (vs. 12.6% del PIB observado un año atrás), mientras que los gastos registraron un incremento hacia el 14.5% del PIB (vs. 13.6% del PIB). Dicha disminución de los ingresos se explica principalmente por la reducción en los ingresos tributarios hacia el 11.1% del PIB en eneroseptiembre de 2016 (vs. 11.7% del PIB observado un año atrás). Allí los impuestos internos se redujeron hacia niveles del 9.5% del PIB (vs. 10% del PIB), por cuenta de: i) los menores recaudos del IVA (2.3% del PIB vs. 2.4% del PIB un año atrás) y el Imporriqueza (0.5% del PIB vs. 0.7% del PIB), afectados por la mencionada desaceleración económica; y ii) el estancamiento del recaudo del Imporrenta (1.2% del PIB), debido a la menor tributación del sector petrolero, el cual contaba con saldos a su favor de la vigencia anterior. De la misma manera, los impuestos externos mostraron una reducción hacia

20

valores del 1.5% del PIB en eneroseptiembre de 2016 (-0.2% del PIB frente al año anterior), debido a la desaceleración de las importaciones, con contracciones del -20% anual en el período de referencia (vs. -13% un año atrás). Asimismo, los ingresos de capital registraron una disminución, pasando del 0.7% al 0.4% del PIB en el período de análisis. Ello se explica por el efecto estadístico en contra introducido por el traslado de $3 billones en 2015 de la reserva actuarial de Positiva Compañía de Seguros al Tesoro Nacional (por el concepto de obligaciones pensionales trasladadas a la Nación). Ello no alcanzó a ser contrarrestado por: i) la entrada de una cuota de dividendos de Ecopetrol correspondiente al año 2014 ($690.000 millones, 0.1% del PIB), la cual había sido trasladada desde 2015; y ii) el incremento en los rendimientos financieros, gracias al prefinanciamiento que se había hecho por US$1.500 millones (0.5% del PIB) en 2015. Por su parte, los gastos totales registraron un incremento, el cual se explica por los mayores gastos de: i) intereses (2.7% del PIB en eneroseptiembre de 2016 vs. 2% del PIB

un año atrás), como resultado de las mayores necesidades de financiamiento derivadas del incremento en la inflación (7.3% anual al corte de septiembre de 2016) y los mayores intereses provenientes de la devaluación peso-dólar promedio del 16% anual en el acumulado de enero-septiembre de 2016; y ii) funcionamiento (10.3% del PIB vs. 9.6% del PIB), dada la alta inflexibilidad del rubro de transferencias (8.3% del PIB vs. 7.6% del PIB), particularmente aquellas referentes a las pensiones (2.5% del PIB vs. 2.1% del PIB). Por el contrario, los gastos de inversión disminuyeron hacia el 1.5% del PIB al corte del tercer trimestre de 2016 (vs. 2% del PIB un año atrás), como resultado de la política de austeridad inteligente del gobierno.

Perspectivas Para el año 2016, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP) espera que el déficit del GNC se deteriore hacia niveles del -3.9% del PIB (vs. -3% del PIB de 2015), castigando su meta respecto al -3.6% del PIB esperado anteriormente, ver gráfico 9. Dicho comportamiento se explicaría principalmente por los menores ingresos derivados de: i) la de­ saceleración de la economía, donde el MHCP pronostica expansiones del 2% en 2016 (vs. el 3%

esperado al inicio del año); y ii) los menores precios del petróleo, castigando el MHCP su proyección hacia los US$42/barril en 2016 (vs. US$65/barril antes). Lograr dicha meta requeriría reducir los gastos totales hacia niveles del 19% del PIB en 2016 (vs. 19.2% del PIB en 2015), para poder compensar las reducciones en los ingresos hacia el 15% del PIB (vs. 16.1% del PIB en 2015). Los ingresos tributarios llegarían al 14.2% del PIB en 2016, descendiendo frente al 14.5% del PIB observado en 2015. Allí se destaca la reducción en los recaudos de Imporrenta y CREE hacia el 6.2% del PIB en 2016 (vs. 6.6% del PIB en 2015), principalmente por los menores precios del petróleo en 2015 (promediando el crudo colombiano US$42/barril, cayendo un -52% anual). También es de destacar que dicha meta incorpora importantes esfuerzos antievasión por parte de la Dian, los cuales deberían proveer recursos por el 0.3% del PIB en 2016. Ello implicaría un incremento en el recaudo del IVA y el Impoconsumo hacia el 4% del PIB (vs. 3.7% del PIB en 2015). Por su parte, los recursos de capital llegarían tan solo al 0.5% del PIB en 2016 (vs. 1.3% del PIB en 2015), destacándose la notoria disminución en los dividendos de Ecopetrol hacia solo el

21

Gráfico 9. Situación fiscal - Déficit total (% del PIB) 1 0

0.3 -0.9

Consolidado

-1 -2

Proyección

-0.1

-2.3

-2.0 -2.7

-3

-3.3

-4

-4.1

-5 2008

2009

-2.8

Gobierno Central -2.3

-2.3

-1.8 -2.4

-3.4

-3.9 2010

2011

-3.0

2012

2013

2014

2015

-2.6

-3.9 2016

-2.6 -3.3

2017

-2.5 -2.7 -3.3

2018

Fuente: cálculos Anif con base en MHCP.

22

0.1% del PIB (vs. 0.5% del PIB), dadas las pérdidas por $4 billones registradas en 2015.

producto de devaluaciones cambiarias promedio estimadas en el rango 15%-20% en 2016.

Los gastos totales llegarían al 19% del PIB en 2016, reduciéndose ligeramente frente al 19.2% del PIB observado en 2015. Allí, el mayor ajuste estaría en cabeza de la inversión, la cual pasaría del 3.1% del PIB en 2015 al 1.9% del PIB en 2016. Adicionalmente, son de destacar los recortes automáticos en el gasto (los llamados “candados”) del 0.4% del PIB, contingentes al logro de las metas tributarias (ya comentadas). Lo anterior debería compensar los incrementos en los gastos de funcionamiento, llegando al 13.8% del PIB en 2016 (vs. 13.5% del PIB en 2015), y aquellos referentes a los intereses hacia niveles del 3.2% del PIB (vs. 2.6% del PIB),

Ahora bien, dicha cifra de déficit del -3.9% del PIB sería todavía consistente con la Regla Fiscal, pues las brechas económicas (-0.4% del PIB) y petroleras (-1.4% del PIB) permitirían lograr la meta del -2.1% del PIB en el déficit estructural de 2016. Lo preocupante es que ello implicaría déficits primarios cercanos al -0.7% del PIB en dicho año, completando tres años con faltantes fiscales antes de intereses (ver gráfico 10). En términos del Sistema Público Consolidado (SPC), todas estas cifras serían consistentes con un déficit del -2.6% del PIB y un balance primario positivo del +0.9% del PIB para 2016.

Gráfico 10. Situación fiscal - Balance primario (% del PIB) 4 3

2.8

Consolidado

2 1

1.5 0.9

0

0.5

0.2 -0.6

-1 -2

Proyección

3.3

2008

-1.1

-1.1

2009

2010

0.3

0.9

0.7 0.0

-0.1

Gobierno Central

2011

2012

2013

-0.2

2014

-0.5 -0.6

-0.7

2015

2016

0.9

0.8 0.4

-0.2

2017

2018

Fuente: cálculos Anif con base en MHCP.

Las proyecciones fiscales para el año 2017 encierran un elevado grado de incertidumbre, dada la dificultad de pronóstico de las variables petroleras. Teniendo en cuenta lo anterior, los cálculos preliminares sugieren que el déficit del GNC podría rondar niveles del -3.3% del PIB en 2017, mientras que el primario podría llegar al -0.2% del PIB en dicho año. Ello sería consistente con un déficit del SPC del -2.6% del PIB y un balance primario positivo del +0.9% del PIB.

Estos cálculos estarían acordes con la meta del -2% del PIB en el déficit estructural del GNC en 2017, incorporando supuestos referentes a: i) una cesta del crudo colombiano en niveles de US$33-35/barril en 2016 (base del cálculo para 2017), junto con una estimación del precio de largo plazo de US$50-55/barril; y ii) una brecha del Producto cercana al 1% en 2017, resultante de crecimientos económicos estimados del 2.2% (vs. potenciales cercanos al 3%).

23

24

Capítulo II Sector industria De acuerdo con lo revelado recientemente por el Dane, el valor agregado de la industria manufacturera se expandió un +2% real anual durante el tercer trimestre de 2016, por debajo del 3.1% registrado en el mismo período de 2015. Así, la industria frenó la recuperación que había exhibido durante la primera mitad del año (+4.2% en 2016-I y +5.6% en 2016-II), aunque logró sostener crecimientos superiores a los del resto de la economía (+1.2% en el tercer trimestre de 2016). Este debilitamiento del sector obedeció al deterioro generalizado exhibido por la mayoría de los sub-

sectores industriales, donde 17 de dichos componentes presentaron contracciones en su crecimiento (de los 24 totales), mientras que otros 3 reportaron marcadas desaceleraciones. Por ejemplo, las bebidas, sector punta de lanza en el crecimiento industrial durante el primer semestre del año, se expandió al 4.1% anual al corte del tercer trimestre de 2016, cifra muy inferior al 16.5% de 2016-I y el 14.2% de 2016-II. Todo ello logró contrarrestar el excelente crecimiento exhibido por la refinación de petróleo (+30.3% anual), con un efecto estadístico a favor derivado de la modernización de Reficar durante 2013-2015.

Precios El Índice de Precios al Productor (IPP) del sector industrial creció al 3.4% en lo corrido de 2016 al corte de noviembre, frente al 6.1% registrado un año atrás (ver gráfico 11). Allí el crecimiento del IPP del sector industrial se explica principalmente por la aceleración observada en el precio de los bienes exportados (+2.8% en el año corrido a noviembre 2016 vs. +1.1% en el mismo período de 2015). Por el contrario,

Gráfico 11. Índice de precios al productor (IPP) (variación % acumulada, noviembre de 2016) 25 20 15 10 3.6 3.4 2.8 -1.9

5 0 -5

Total Industria Exportados Importados

-10 -15

2008

2010

2012

2014

2016

Fuente: Dane.

25

los precios de los bienes importados se contrajeron un -1.9% en el año corrido a noviembre de 2016 frente al +13.7% de un año atrás. Así, el sector industrial parece haber superado el efecto del

pass-through cambiario (generado por la devaluación peso-dólar), que había encarecido notoriamente las importaciones de los insumos y de los bienes de capital de este sector durante el 2015.

Comportamiento mensual de la industria Dado el debilitamiento que exhibió el valor agregado industrial durante el tercer trimestre de 2016, vale la pena analizar estos resultados con mayor detalle, usando la información de la más reciente Encuesta Mensual Manufacturera (EMM) del Dane. Según la EMM, en septiembre de 2016, las ventas de la industria crecieron un 4.7% en su variación acumulada en doce meses (vs. 0.8% un año atrás), al tiempo que la producción lo hizo en un 4.3% (vs. 0.9%) y el empleo en un 0.9% (vs. 0.9%), ver gráfico 12. Gráfico 12. Industria: Producción, ventas y empleo (var. % 12 meses, septiembre de 2016) 6

Producción

4.7 4.3

4 Ventas

2

0.9

0 -2 -4

Empleo

-6 -8

2008

2010

Fuente: Dane-EMM.

26

2012

2014

2016

A nivel subsectorial, aunque aún es preocupante ver que 14 de las 39 actividades industriales registraron contracciones en su producción, dicho número ha venido disminuyendo gracias a la mencionada recuperación del sector (pese a la moderación observada en el tercer trimestre de 2016). Así, desde hace unos meses, hay una mayor cantidad de sectores que contribuyen positivamente al crecimiento de la manufactura. En septiembre de 2016, los sectores con el mejor desempeño en producción (variación acumulada en doce meses) fueron: i) refinación de petróleo (20.5%); ii) elaboración de bebidas (10.5%); iii) productos elaborados de metal (8.9%); iv) vidrio y sus productos (8.1%); y v) actividades de impresión (7.7%). En contraste, los sectores que registraron las mayores contracciones fueron: i) curtido y recurtido de cueros (-19.7%);

ii) otros equipos de transporte (-13.5%); iii) autopartes y accesorios (-11.2%); iv) productos de caucho (-10.8%); y v) carrocerías para vehículos (-9.1%), ver gráficos 13 y 14. Estas cifras revelan que buena parte de las actividades que registraron caídas están atadas al sector de automotores, un marcado cambio frente a lo observado un año atrás, cuando los peores desempeños estaban ligados a la cadena petroquímica. Por el contrario, como ya mencionamos, en 2016, gran parte de la recuperación de la industria es atribuible al repunte observado en la cadena petroquímica (ante la reapertura de Reficar) y al resurgimiento de sectores como las actividades de impresión y las confecciones (entre otros) ante la devaluación de la tasa de cambio.

Ahora bien, dado que el efecto de Reficar es coyuntural, es de vital importancia solucionar los grandes lastres estructurales que aquejan a la industria para que esta logre crecer a ritmos sostenibles y se convierta en el motor de la economía colombiana (como espera el Gobierno). De hecho, la coyuntura reciente, con una tasa de cambio superando los $3.000/dólar (con devaluaciones que promediarían un 11.5% en 2016), ha revelado que la revaluación cambiaria era apenas uno del “rosario” de problemas de competitividad de la industria, pues las exportaciones del sector continúan contrayéndose (-9.5% anual acumulado en doce meses a octubre de 2016). Por ello, Anif ha repetido con ahínco la importancia de reducir el elevado “Costo Colombia” que enfrentan los empresarios del país, el cual (como

Gráfico 13. Industria: Sectores con mayor crecimiento en producción (var. % 12 meses, septiembre de 2016)

Gráfico 14. Industria: Sectores con menor crecimiento en producción (var. % 12 meses, septiembre de 2016)

Part. (%) 15.7

Refinación de petróleo

10.6

Elaboración de bebidas

2.3

Productos elaborados de metal

Crec. (%)

Part (%) 20.5

10.5 8.9

Crec. (%)

Industria

4.3 -9.1

0.3

Carrocerías para vehículos

0.3

Productos de caucho

-10.8

Autopartes y accesorios

-11.2

0.9

Vidrio y sus productos

8.1

0.4

1.4

Actividades de impresión

7.7

0.9

Otros equipos de transporte

0.1

Curtido y recurtido de cueros -19.7

Industria

4.3 0

Fuente: Dane-EMM.

4

8 12 16 20

-13.5

-20

-10

0

10

Fuente: Dane-EMM.

27

veremos más adelante) se asocia principalmente a: i) la carencia de infraestructura; ii) los sobrecostos laborales; iii) los elevados costos energéticos; y iv) la baja calidad educativa. Por regiones, según la información de la Muestra Trimestral Manufacturera Regional, se registra una tendencia de la producción industrial relativamente similar. Así, en todos los casos se observó una caída pronunciada en la producción durante el período de crisis 2007-2009, pero esta variable empezó a recuperarse desde 2010 (ver gráfico 15), manteniéndose relativamente estable durante los últimos años. Sin embargo, el desempeño de cada región obedece a aspectos diferentes. Veamos en detalle el comportamiento de cada una de las seis regiones estudiadas. Gráfico 15. Comportamiento industrial por regiones (var. % 12 meses, septiembre de 2016) 10 4.4 2.5 1.7 0.6 0.0 0.0

5 0 -5 -10 -15

2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 Fuente: Dane-MTMR.

28

Costa caribe Eje Cafetero Santanderes Medellín Cali Bogotá

Al corte del tercer trimestre de 2016, la Costa Caribe fue la región que registró el mejor desempeño. Allí la producción industrial se expandió un 4.4% (acumulado en doce meses) frente al 3.8% del mismo período del año anterior. Este buen comportamiento de la producción estuvo jalonado por el dinamismo del subsector de bebidas, que creció al 19.7% en el acumulado en doce meses al corte del tercer trimestre de 2016. Ello como consecuencia de las altas temperaturas registradas en la región, particularmente en el primer semestre del año (por cuenta del Fenómeno del Niño). En contraste, el subsector de químicos básicos le restó al crecimiento de la producción al contraerse un -4.4% en el período de referencia. El Eje Cafetero y los Santanderes fueron regiones que también registraron un buen crecimiento en la producción industrial durante el tercer trimestre de 2016, aunque este fue inferior al de la Costa Caribe. En efecto, la producción en el Eje Cafetero creció un 2.5% en el acumulado en doce meses (vs. 2.6% un año atrás). Allí, el principal impulso a la producción provino de los muebles de madera y los alimentos, subsectores que fueron impulsados por: i) el fuerte potencial forestal de la región; y ii) la alta presencia

de supermercados en la región (Ara, D1, Éxito, Carulla) y de diversas empresas dedicadas a la elaboración de alimentos (como Nestlé-La Rosa en Pereira y Súper de Alimentos en Manizales). Entretanto, los Santanderes registraron una expansión del 1.7% en su producción industrial (vs. -0.1% de un año atrás), impulsados por el buen desempeño reportado por las confecciones (4.5% acumulado en doce meses al tercer trimestre de 2016) y los productos cárnicos (3.4%). Nótese que en esta ocasión el sector de calzado y artículos de cuero fue uno de los componentes más débiles de esta región (-0.6% acumulado doce meses al tercer trimestre de 2016). Ello pese a la presencia de un cluster (o aglomeración) productivo de este sector en la región. Por su parte, el crecimiento de la producción industrial en Medellín fue apenas del 0.6% en el acumulado en doce meses durante el período de referencia (vs. 2.5% un año atrás). Allí las contracciones del -14.4% en hierro y fundición contrarrestaron las expansiones del 6.3% en el sector de confecciones. Los peores desempeños regionales provinieron de Cali y Bogotá. En efecto, la producción en Cali no creció en el acumulado en doce

meses (vs. 4% un año atrás), la misma cifra que la registrada en Bogotá (0% a septiembre de 2016 vs. 1.6% un año atrás). En el caso de Cali, los principales lastres a la producción industrial provinieron de los subsectores de chocolate y confitería (-26.7% acumulado en doce meses a septiembre de 2016), y hierro-fundición (-15.7%). En Bogotá, el mal de­sempeño de la producción industrial correspondió principalmente a las fuertes contracciones observadas en los subsectores de maquinaria y equipo (-11.5% acumulado en doce meses al tercer trimestre del año), hierro y acero (-10.1%) y vehículos y autopartes (-10.1%). Esto como consecuencia de: i) la elevada devaluación de la tasa de cambio que encarece los insumos importados de producción del sector de maquinaria y equipo; y ii) la disminución en los precios del sector de hierro y acero, lo cual ha desincentivado de manera importante su producción. Por su parte, en el caso del sector de vehículos y automotores, las reducciones observadas fueron resultado de: i) la desaceleración económica, que disminuye la demanda por bienes de lujo; ii) un efecto estadístico en contra después del buen desempeño de 2014-principios de 2015; y iii) la salida de Colmotores de Bogotá, que se desplazó hacia Soacha.

29

Como se puede ver, aunque la tendencia de la producción industrial es parecida entre regiones (aunque con ciertas diferencias en las tendencias del último trimestre), las razones del crecimiento son particulares a cada una. Por ejemplo, en el Eje Cafetero, el subsector de alimen-

tos fue uno de los principales impulsos al buen desempeño de la industria; mientras que la Costa Caribe se vio impulsada por sus características climáticas particulares (siendo esta una de las regiones más afectadas por el Fenómeno del Niño en términos de altas temperaturas).

Opinión de los empresarios Según la Encuesta de Opinión Empresarial (EOE) de Fedesarrollo, al corte de octubre de 2016, la percepción de los empresarios acerca de su situación económica actual se deterioró. Así, el balance de respuestas de la industria (= optimistas – pesimistas, promedio móvil de tres meses) disminuyó de niveles máximos (desde 2008) de 51 en enero de 2016 a cifras de 44 en octubre (ver gráfico 16). De esta manera, el 49.8% de los empresarios opinó que su situación actual era favorable (vs. 55.1% un año atrás), mientras que un 45.5% afirmó que esta se había mantenido igual (vs. 40.5%) y un 4.7% consideró que había empeorado (vs. 4.3%). Allí, el menor optimismo probablemente está relacionado con la desaceleración económica reciente del

30

país, acumulando crecimientos de tan solo 1.9% en eneroseptiembre de 2016 (vs. 3% en enero-septiembre de 2015). En contraste, la opinión de los empresarios acerca de su situaGráfico 16. Situación económica actual* (promedio móvil de 3 meses, octubre de 2016) 60 50 40

44

30 20 10 0

2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016

*La pregunta está compuesta por la situación actual de su negocio. El balance es la diferencia entre el porcentaje de encuestados que respondieron “alto” y aquellos que señalaron “bajo.” Fuente: cálculos Anif con base en Fedesarrollo - Encuesta de Opinión Empresarial (EOE).

ción económica en los próximos seis meses exhibió una recuperación frente a las cifras de un año atrás, aunque con una evidente tendencia descendente en los últimos meses. En efecto, al corte de octubre de 2016, el sector industrial alcanzó un balance de respuestas (promedio móvil de 3 meses) de 20, superior al 14 de un año atrás, pero inferior al 28 (máximo histórico desde 2014) alcanzado en junio de 2016 (ver gráfico 17). Estos resultados son consistentes con el fuerte repunte exhibido por el PIB industrial en el primer semestre del año (obedeciendo en gran medida a la reapertura de Reficar) y su consecuente moderación en el tercer trimestre. Así, en promedio, un 28.3% de los empresarios del

Por otra parte, según la EOE de Fedesarrollo, a octubre de 2016, fueron más los empresarios industriales que consideraron que sus niveles actuales de pedidos desmejoraron, pues el balance de respuestas fue negativo. Así, al corte de octubre de 2016, el balance de respuestas (promedio móvil de 3 meses) del sector industrial fue de -15, cifra inferior al -9 observado un año atrás (ver gráfico 18). Entretanto, la percepción de los empresarios

Gráfico 17. Situación económica en los próximos 6 meses* (promedio móvil de 3 meses, octubre de 2016)

Gráfico 18. Niveles actuales de pedidos y existencias (promedio móvil de 3 meses, octubre de 2016) 30

40

20

30 20

sector fue optimista respecto a la situación económica en los próximos seis meses (vs. 27.3% de 2015), mientras que un 58.7% consideró que esta se mantendrá estable (vs. 58.7%) y un 13% dijo que empeorará (vs. 14%).

Nivel de existencias

10

2

0 20

10

-10

-15

-20 -30

0 -10 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 *La pregunta está compuesta por la situación económica esperada en los próximos seis meses. El balance es la diferencia entre el porcentaje de encuestados que respondieron “alto” y aquellos que señalaron “bajo.” Fuente: cálculos Anif con base en Fedesarrollo - Encuesta de Opinión Empresarial (EOE).

Nivel de pedidos

-40 -50 -60

2004

2006

2008

2010

2012

2014

2016

Fuente: cálculos Anif con base en Fedesarrollo - Encuesta de Opinión Empresarial (EOE).

31

acerca de su nivel de existencias se mantuvo en terreno positivo (nivel de 2). Ello implica que aún son más los productores que consideran elevadas sus existencias, aunque ese número se ha ido reduciendo frente a quienes creen que son bajas. De otro lado, el Índice de Confianza Industrial (ICI), el cual resulta un buen termómetro para medir la situación actual de la industria (pues incluye el nivel de existencias, el volumen actual de pedidos y las expectativas de producción para el próximo trimestre), presentó una leve disminución entre octubre de 2015 y octubre de 2016. Así, mientras que en 2015 dicho índice registró un valor de 4, en 2016 se redujo

Gráfico 19. Índice de Confianza Industrial* (Promedio móvil de expectativas a 3 meses, octubre de 2016)

77 75

15 10

73

5

2

0 -5

71

74 Promedio histórico: 71.1

69

-10

67

-15 2002

2004

2006

2008

2010

2012

2014

2016

*El ICI está compuesto por el nivel de existencias, las expectativas de producción a tres meses vista y el volumen actual de pedidos. Fuente: Fedesarrollo - Encuesta de Opinión Empresarial (EOE).

32

Por último, la utilización de la capacidad instalada se ha venido recuperando desde principios de 2015. En efecto, en agosto de 2016 los empresarios reportaron estar usando un 74% de su capacidad instalada, levemente superior al 73% de agosto del año anterior (ver gráfico 20). Ahora bien, hay que destacar que este dato refleja una pequeña disminución en la utilización de la capacidad instalada si se compara con el pico de 75% que se observó en noviembre de 2015, justamente cuando se reabrió la nueva planta de refinación de Reficar.

Gráfico 20. Utilización de la capacidad instalada* (%, agosto de 2016)

20

-20

a 2 (ver gráfico 19). En línea con el fuerte deterioro exhibido por el componente de volumen de pedidos del indicador.

65

2008

2010

2012

2014

2016

*Pregunta que se le hace a los empresarios sobre cuánto cree en % que está utilizando la capacidad de producción de su compañía. Fuente: Fedesarrollo - Encuesta de Opinión Empresarial (EOE).

Perspectivas Durante el año 2016, la industria manufacturera exhibió una recuperación importante, particularmente en el primer semestre del año. En efecto, el PIB del sector alcanzó expansiones del 4.2% en el primer trimestre de 2016 y del 5.6% en el segundo trimestre, para un crecimiento acumulado enero-junio de 2016 del 4.9% anual (vs. -0.9% del primer semestre de 2015). No obstante, en el tercer trimestre del año se observó una moderación, desacelerándose hacia expansiones de tan solo el 2% anual (vs. 3.1% de un año atrás). Esto último, evidencia que la reciente recuperación del sector industrial se fundamentó en elementos principalmente coyunturales, los cuales vienen perdiendo impulso en meses recientes. Así las cosas, para lograr que dicha recuperación industrial sea sostenible, es necesario que el país realice una serie de reformas que permitan superar los problemas de competitividad que enfrenta el aparato productivo de Colombia. En particular, Anif ha venido señalando insistentemente que se debe trabajar con más celeridad en la llamada “agenda interna” y disminuir así el elevado

“Costo Colombia” que enfrentan los empresarios del país. Ello con el fin de que los productores industriales locales puedan competir en igualdad de condiciones con sus pares asiáticos, estadounidenses o mexicanos. A este respecto, se destacan los siguientes temas pendientes: i) la construcción de una infraestructura multimodal de calidad, donde se ha avanzado recientemente en el modo vial con las concesiones 4G; ii) una mayor reducción de los costos laborales, mediante la disminución de los pagos parafiscales a cargo del empleador que aún llegan al 49% del salario (pos-Ley 1607 de 2012); iii) la disminución de los elevados costos de la energía (donde somos superados por países como Argentina y Brasil); y iv) el mejoramiento sustancial de la calidad educativa, enfocándose en su aplicación en procesos productivos. Asimismo, los productores locales deben seguir trabajando en aumentar sus niveles de productividad multifactorial, buscando a la vez atender nuevos mercados. Sobre el particular, Anif ha venido proponiendo ideas que pueden

33

sintetizarse así: i) una migración de recursos al interior de la industria hacia sectores más productivos; ii) una organización de clusters regionales que permitan, mediante la acción coordinada, generar economías de escalaalcance (en este frente ya han estado trabajando las Cámaras de Comercio); iii) la relocalización geográfica de buena parte de la producción manufacturera hacia las costas Pacífica y Atlántica; y iv) el manejo de mayores niveles de eficiencia con ajustes de escala. En el largo plazo, esta agenda estructural será vital para el país por dos razones: i) el desplome de los precios de los commodities, particularmente del petróleo; y ii) el poco efecto que están teniendo las medidas de estímulo al sector industrial. En el primer caso, los menores ingresos petroleros que percibirá el Estado durante los próximos años evidencian la necesidad de buscar nuevas fuentes de crecimiento, a través de una diversificación del aparato productivo nacional. Para ello, el sector público y el privado deben seguir trabajando de la mano, buscando como objetivo primario un aumento importante en la productividad multifactorial. Es conveniente entonces evaluar periódicamente los resultados de las políticas y las

34

acciones público-privadas, donde las mediciones de indicadores intersectoriales relacionados con la productividad y la eficiencia resultarán vitales. También será clave atraer masivamente proyectos de inversión manufacturera (Bluefield Investments) que, además de aportar capital en momentos de crecientes desbalances externos, permitan acelerar el proceso de transferencia de tecnología. Con relación a las políticas de choque, históricamente se ha comprobado que estas dan pocos réditos, por lo cual sería poco útil insistir en usar programas de estímulo para la demanda final. Por ejemplo, es claro que el efecto del PIPE I y el PIPE II (Plan de Impulso para la Productividad y el Empleo) sobre la producción manufacturera fue limitado. Por ello, es mejor reemplazar dichas medidas por proyectos que busquen aumentar la productividad y la eficiencia del sector manufacturero, especialmente de aquellos sectores que mejor se adaptan a los cambios en las condiciones económicas. Ahora bien, para el cierre del año 2016 las perspectivas son relativamente favorables, impulsadas principalmente por el buen desempeño del primer semestre del año (el cual contrarrestaría las

moderaciones segundo semestre). Así, Anif estima un crecimiento del valor agregado industrial del 3.4% real anual en 2016, un repunte importante frente a las expansiones del 0%-1% exhibi-

das en los últimos 4 años. Para 2017, pronosticamos una leve desaceleración del sector hacia el 3% anual, en línea con los desafíos estructurales que enfrenta la industria (según lo comentado).

35

36

Capítulo III Sector de la construcción Durante el tercer trimestre de 2016, el sector de la construcción se aceleró hacia crecimientos del 5.8% anual (vs. 0.3% un año atrás), ubicándose como el sector con mejor desempeño en la economía colombiana durante dicho período. Ello estuvo apalancado en el buen comportamiento exhibido por las edificaciones (11% en el tercer trimestre de 2016 vs. -8% un año atrás), las cuales lograron contrarrestar el debilitamiento observado en las obras civiles (1.9% vs. 7.3%). En línea con lo anterior, el Índice de Inversión en Obras Civiles (IIOC) se desaceleró al 1.7% anual en el tercer trimestre de

2016 (vs. 7.6% un año atrás), ver gráfico 21. Allí pesaron los lastres de la infraestructura minero-energética (-18% anual, -5.7pp), logrando contrarrestar el comportamiento favorable exhibido por los demás componentes: i) las carreteras, calles y caminos, creciendo al 12.7% anual (contribución de +4.2pp); ii) el rubro de “otras obras de ingeniería”, expandiéndose al 6.6% (+1.3pp); iii) las vías de agua y puertos (6.8%, +1pp); y iv) las vías férreas y pistas de aterrizaje (80.6%, +0.9pp), ver gráfico 22. Por su parte, la recuperación del sector de las edificaciones va en línea con el buen comportamiento Gráfico 22. Indicador de inversión en obras civiles según tipo (var. %)

Gráfico 21. Indicador de inversión en obras civiles (var. %) 80

40 30

60

Anual

40

20

20

10 0

12 meses

1.7 1.0

-10 2008 Fuente: Dane.

2010

2012

2014

2016

12.7 Carreteras y calles 6.8 Vías de agua, puertos y represas -18.0 Tuberías para el 20 transporte y construcciones 40 para la minería 2011 2012 2013 2014 2015 2016 0

Fuente: Dane.

37

de sus indicadores líderes, particularmente para el caso del área causada, donde el desempeño

registrado ha sido especialmente favorable, tal como veremos a continuación.

Indicadores de oferta Por el lado de la oferta, el área causada registró expansiones favorables del 6.3% en el tercer trimestre de 2016 (vs. -8.9% un año atrás), ver gráfico 23. Ello estuvo apalancado en el buen desempeño de sus componentes, donde el área residencial (que representa el 70% del área causada total) creció al +3.3% anual durante el tercer trimestre de 2016 (vs. -9.6% en el mismo período de 2015); mientras que el área no residencial (que representa el 30% restante) lo hizo a tasas del +14.2% anual durante el mismo período (vs. -6.8% de 2015).

En contraste, el área licenciada registró un comportamiento bastante desfavorable. En efecto, al corte de septiembre de 2016, las licencias totales arrojaron un valor de 23.4 millones de m2 (acumulado en doce meses), provenientes principalmente de las licencias de vivienda (con una participación del 74.3% en el total), seguidas por las de comercio (8.8%), oficinas (3.8%) y bodegas (3.8%), ver gráfico 24. Dicha cifra corresponde a una contracción del -8.1% frente al año anterior (25.4 millones de m2). Ello como consecuencia del deterioro exhibido por sus dos

Gráfico 23. Metros causados - destino residencial y no residencial (var. %)

Gráfico 24. Licencias aprobadas por destinos (acumulado 12 meses, septiembre de 2016, %)

Miles de m2 6.000

Participación

Var. % anual

%

No residencial (30%) +14.2 Residencial (70%) +3.3

5.140

5.000

40

4.000

30

3.000

20

2.000

10 6.3 0

1.000 0

2012

2013

2014

2015

Fuente: cálculos Anif con base en Camacol y Dane.

38

50

2016

Bodegas 3.8 Oficinas 3.8

Otros 9.3

Comercio 8.8

Vivienda 74.3

-10 Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

componentes centrales. Así, al corte de septiembre de 2016, el área licenciada para vivienda se contrajo al -8.4% anual acumulado en doce meses, cifra muy inferior al -3% del mes anterior y el +6.2% de un año atrás (ver gráfico 25). Por su parte, el área licenciada no residencial se contrajo a tasas del -7% en el acumulado en doce meses a septiembre de 2016, muy inferior al -0.2% del mes anterior, aunque una leve recuperación frente al -9% de un año atrás. Esto último como consecuencia del mal desempeño de los rubros de “comercio” (-9.4% acumulado en doce meses a septiembre de 2016 vs. +1.7% un año atrás) e “industria” (-18.8% vs. +14.4%), ver gráfico 26.

Allí el área licenciada para hoteles se expandió a tasas del +21.5% (vs. -40.5% un año atrás), mientras que el área licenciada dirigida a oficinas creció al +8.3% (vs. -59.6%) y el área licenciada para bodegas lo hizo al 3.5% (vs. 19.3%). Nótese que gran parte de este desempeño favorable (particularmente en las licencias de oficinas y hotelería) corresponde a un factor estadístico a favor y no a una recuperación estructural de los sectores, los cuales continúan enfrentando problemas importantes de sobreoferta.

Dichas contracciones opacaron el buen comportamiento de los demás componentes del rubro “otros”.

A nivel regional, Bogotá pasó a ser la ciudad con mejor desempeño en el área licenciada total. Así, al corte de septiembre de 2016, esta región registró un crecimiento del 9.3% anual acumulado en doce meses, muy superior al -32.1% de un año atrás (ver gráfico 27). Esto último gracias al menor “ruido

Gráfico 25. Licencias aprobadas (var. % 12 meses del área licenciada, septiembre de 2016)

Gráfico 26. Licencias aprobadas por usos (var. % 12 meses del área licenciada, septiembre de 2016)

70 60

120

40

80

20

40

50 30 10 0

-7.0 Otros -8.1 Total -8.4 Vivienda

-10 -20 -30

2004 2006 2008 2010 2012 2014 2016 Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

21.5 8.3 3.5 -9.4 -18.8

0

Hotelería Oficinas Bodegas Comercio Industria

-40 -80

2012

2013

2014

2015

2016

Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

39

Gráfico 27. Licencias aprobadas por ciudad (var. % 12 meses del área licenciada, septiembre de 2016) 140 120 100 80 60 40 20

9.3 Bogotá

0

-8.0 -9.9 -10.8 -11.8 -38.2

-20 -40 -60 2012

2013

2014

2015

Valle C/marca Antioquia Atlántico Santander

2016

Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

regulatorio” que ha experimentado la capital y a un factor estadístico a favor luego de las marcadas contracciones registradas un año atrás (alcanzando mínimos de -44.1% en junio de 2015). Por su parte, el Valle del Cauca se ubicó en el segundo lugar, exhibiendo contracciones del -8% (vs. +38.4% de 2015), seguido de Cundinamarca, con caídas del -9.9% (vs. +22.9%). Entre tanto, Antioquia se contrajo al -10.8% (vs. +14.9% de 2015), mientras que Atlántico lo hizo al -11.8% (vs. +7.8%). Finalmente, el departamento de Santander registró una contracción del -38.2%, desplomándose frente al +40.7% de 2015. Respecto a la participación por región en el área licenciada, se observa que Bogotá continúa ubicándose por encima de las demás regiones analizadas, representando el 20.6% del área licenciada total

40

acumulada en doce meses a septiembre de 2016. Sin embargo, este porcentaje resulta inferior al 31.4% que esta ciudad obtuvo en el año 2001, evidenciando las secuelas causadas por el mencionado “ruido regulatorio” que venía afectando a las licencias de la capital. En segundo lugar se ubica Antioquia, con una participación del 13.5%, muy similar al 13.4% que tenía en 2001, seguida de Cundinamarca, cuya participación aumentó del 3% al 12.5% en el período analizado. Posteriormente, se encuentran Valle del Cauca (8.9% en el acumulado en doce meses a septiembre 2016 vs. 9.2% en 2001), Atlántico (7.2% vs. 3.1%) y Bolívar (5.6% vs. 0.4%). Con relación al comportamiento específico del área licenciada para vivienda a nivel regional, Bogotá sobresale nuevamente, con crecimientos del +12.1% anual en el acumulado en doce meses a septiembre de 2016 (vs. -29.9% de un año atrás), seguido de Valle del Cauca, con expansiones del 1.7% (vs. +21.6% de 2015). Por otra parte, Cundinamarca se contrajo al -11.3% (vs. +24.6% de 2015), mientras que Antioquia lo hizo al -15.2% (vs. +16.2%) y Atlántico al -18.9% (vs. +8.8%). Finalmente, Santander volvió a presentar el peor desempeño entre las regiones analizadas, contrayéndose a tasas del -39.9% frente al 33.1% de un año atrás.

Precios y ventas Desde hace algún tiempo, Anif había venido mencionando la existencia de una burbuja hipotecaria en el mercado de vivienda colombiano. Ello se evidenciaba en el continuo repunte de los precios de la vivienda frente al menor crecimiento experimentado por los ingresos de los hogares. Así, al corte de junio de 2016, los precios de la vivienda nueva y usada registraron un crecimiento acumulado (en el período 2005-2016) del 80% y del 102%, respectivamente. Ello implicó un crecimiento promedio anual del 6.6% para la vivienda usada y del 5.5% para la vivienda nueva, muy superior al 4.3% del PIB, al 4.2% del consumo de los hogares y al 4% del ingreso disponible (entendiéndose ingreso disponible como el consumo de los hogares menos los impuestos totales), ver gráfico 28. En términos acumulados, la diferencia es aún más grande, puesto que los ingresos registran tasas de crecimiento acumulado en el rango 54%-59% para el período 20052016, frente a las ya mencionadas expansiones del 80%-102% de los precios de la vivienda. Dicha brecha entre el ingreso de los hogares y el precio de la vivienda también se puede evidenciar a

la hora de definir las condiciones necesarias para la adquisición de vivienda. Así, el número de salarios mínimos legales (SML) necesarios para adquirir vivienda aumentó de 366 en 2005 a 512 en 2014 y a 530 en 2015. Lo anterior, en términos de años de vida destinados al consumo de vivienda, implica que, al corte del año 2015, los hogares colombianos debían dedicar 44.1 años a la adquisición de vivienda frente a 42.7 de 2014 y a 30.5 de 2005. Para el año 2016 esta brecha aumentó levemente a 555 SML y 46.3 años para la adquisición de vivienda. En materia de precios, se observan crecimientos de un 3.6% anual (a noviembre de 2016) según el Índice de Precios de la Vivienda Nueva de Gráfico 28. Índices de precios e ingresos en Colombia (2005=100)

210 200 190 180 170 160 150 140 130 120 110 100 90

Ingresos < Precios Recuperación de los precios de la vivienda

Crecimiento

Acum. Prom. anual 102 6.6 Vivienda Usada 80

5.5 Vivienda Nueva

59 58

4.3 PIB 4.2 Consumo de los hogares 4.0 Ingreso Disponible

54

2006 2008 2010 2012 2014 2016

Fuente: cálculos Anif con base en Dane y Banco de la República.

41

Galería Inmobiliaria (vs. 2.9% un año atrás). Por su parte, el Índice de Precios de la Vivienda Nueva del Dane se contrajo al -0.5% anual al corte de junio de 2016 (vs. +2.4% de 2015), mientras que el Índice de Precios de la Vivienda Nueva del DNP lo hizo al -1.4% (vs. +2.8%) durante el mismo período. De manera similar, el Índice de Precios de la Vivienda Usada del Banco de la República se expandió al 3.8% al corte de junio de 2016 (vs. 5.3% un año atrás). Nótese que, pese a estas moderaciones, los precios de la vivienda (nueva y usada) continúan siendo bastante elevados, ubicándose entre un 26% y un 51% por encima de su promedio histórico (ver gráfico 29). Así las cosas, en lo corrido de 2016 se ha observado un suave rasgamiento de la burbuja hipotecaria, exhibiendo moderaciones importantes. Algo similar ocurre a nivel regional. Al corte de noviembre de 2016, los precios de la vivienda en Bogotá se ubicaban un 28% por encima de su promedio histórico, muy superior a los casos de Medellín (22% por encima de su promedio) y Cali (20% por encima de su promedio), ver gráfico 30. En cuanto a las variaciones anuales, Bogotá registró un crecimiento nulo (0%) en noviembre de 2016 frente al 5.1% de un año atrás. Por su parte, Cali se

42

expandió al +22.1% (vs. -6.2% de 2015), mientras que Medellín lo hizo al +6.9% (vs. +0.2%). No obstante, pese a estas correcciones, Bogotá continúa exhibiendo los niveles de precios más altos entre las ciudades analizadas por Galería Inmobiliaria ($2-8 millones por m2), mientras que Cali sigue registrando los más bajos ($1-4 millones por m2). Este comportamiento mixto de los precios (a nivel regional), ha generado unas reacciones bastante variadas por parte de la demanda de vivienda en las ciudades del país. Así, al corte de noviembre de 2016, las ventas de vivienda a nivel nacional se desaceleraron al 6.3% anual en el acumulado en doce meses (frente al 6.5% de un año atrás, ver gráfico 31). Dicha desaceleración obedece principalmente al desplome en Gráfico 29. Precios de la vivienda en Colombia (Promedio 1989-2016=100) 151 jun-16 144 jun-16 134 jun-16 126 nov-16

150 140 130 120 110

BR (Usada) Dane (Nueva) DNP (Nueva) Galería (Nueva)

100 90 80 70

60 1997 2000

2004

2008

2012

2016

Fuente: cálculos Anif con base en DNP (solo Bogotá), Banco de la República (total nacional), Dane (total nacional) y Galería Inmobiliaria (Bogotá, Medellín y Cali).

Gráfico 30. Precios de la vivienda en Colombia por ciudades (promedio 2005-2016=100) 130

128.2 125.9 121.6 120.0

120

Bogotá Nacional Medellín Cali

70 60 50

PIPE-I

PIPE-II

Efecto Space

40

110

30

19.2 Cali 15.8 Bogotá*

20

100

10

6.3 Total

0

90 80

Gráfico 31. Ventas de vivienda en unidades (var. % anual, promedio en 12 meses, noviembre de 2016)

-0.5 Medellín

-10 2008

2010

2012

2014

2016

Fuente: cálculos Anif con base en Galería Inmobiliaria (Bogotá, Medellín y Cali).

ventas registrado en la ciudad de Medellín (-0.5% vs. +45.2% de 2015), mientras que en Bogotá (+15.8% vs. -8.8%) y Cali (+19.2% vs. -1.3%) se observaron repuntes importantes, aunque con una cierta tendencia descendente desde mediados del 2016. Nótese que

-20 2012

2013

2014

2015

2016

*Bogotá y municipios aledaños (Soacha, Mosquera, Chía y Cota). Fuente: cálculos Anif con base en Galería Inmobiliaria

en Cali y en Medellín el comportamiento observado corresponde principalmente a un efecto estadístico (a favor y en contra, respectivamente), mientras que en Bogotá el crecimiento de las ventas coincide con los menores precios reportados por la ciudad.

Asequibilidad El Índice Anif de Asequibilidad de Vivienda (IAAV) es un indicador construido por Anif con el fin de evaluar la capacidad de los hogares colombianos para adquirir vivienda. Dicho índice relaciona el ingreso de los individuos con el valor promedio de la vivienda en el país, incluyendo consideraciones respecto al costo de los créditos hipotecarios. Así, el numerador de esta relación viene dado por los ingresos, donde ana-

lizamos salarios particionados por estratos: bajo (2 SML), medio (10 SML) y alto (20 SML). El denominador es el índice de precios de vivienda (en este caso, usamos aquel calculado por Galería Inmobiliaria). Durante 2015 el IAAV registró una tendencia favorable, como consecuencia de la moderación experimentada por los precios de la vivienda en Colombia (según lo

43

Gráfico 32. Índice Anif de Adquisición de Vivienda (IAAV) (Total nacional, base 2005-2016=100, septiembre 2016) Asequibilidad

150

Recuperación

Descenso

140

Descenso

130

Más favorable

120 110 100

88 10 SML 84 2 SML con subsidio 81 20 SML 76 2 SML

90 80 70

Menos favorable

60 50

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015

2016

Fuente: cálculos Anif con base en Galería Inmobiliaria y Superintendencia Financiera.

comentado). Infortunadamente, ese alivio parcial coincidió con un período de apretón monetario por parte del Banco de la República (+325pbs entre septiembre de 2015 y noviembre de 2016). Allí el consecuente repunte en las tasas de interés de vivienda (+158pbs en VIS y +179pbs en No-VIS, entre

septiembre de 2015 y septiembre de 2016) terminó contrarrestando completamente los efectos favorables de la moderación de los precios. Así, al corte de septiembre de 2016, el IAAV ubicó a todos los segmentos de ingresos (a nivel nacional) en el plano de asequibilidad desfavorable (ver gráfico 32).

Perspectivas Prospectivamente, se espera que el sector de las edificaciones reciba un impulso importante por cuenta de la activación de la nueva ronda de impulsos gubernamentales a la vivienda (Mi Casa Ya-cuota inicial, Mi Casa Ya-ahorradores y Mi Casa Ya-tasa de interés), los cuales contribuirían con 2pp de crecimiento adicional a dicho sector. Lo anterior redundaría en

44

un crecimiento del 7% anual para las edificaciones durante 2016 (como un todo). En línea con el excelente desempeño exhibido por el sector en el primer y tercer trimestre del año, y teniendo en cuenta una leve moderación para el cuarto trimestre. Por su parte, las obras civiles crecerían tan solo un 1.9% anual en

2016. En particular, en el cuarto trimestre de 2016, el sector se expandiría a ritmos favorables del 5.8% anual, impulsado por las ejecuciones de la primera ola de concesiones 4G. No obstante, dicha dinámica no sería suficiente para reversar los fuertes debilitamientos observados en los primeros tres trimestres del año, cuando las obras civiles se vieron afectadas por las bajas ejecuciones de los nuevos gobiernos regionales (elegidos a finales de 2015). Para 2017, se pronostica una de­ saceleración en las edificaciones a ritmos del 4.2% anual (vs. el 7% esperado para 2016). Allí se espera un debilitamiento importante en el segmento residencial, el cual se explicaría por: i) el rasgamiento de la burbuja hipotecaria (no apalancada); ii) el efecto desfavorable de las mayores tasas de interés durante 2016, aunque ello debería atenuarse en la medida en que el BR reduzca su tasa repo en 75pbs durante 2017, habiéndola reducido

en 25pb en diciembre de 2016 (dados los espacios por brecha de producto negativa y convergencia de la inflación); y iii) el agotamiento de los impulsos gubernamentales a la vivienda, particularmente en la segunda mitad del año. De manera similar, las edificaciones no-residenciales presentarían de­ saceleraciones en su crecimiento durante 2017. Allí incidirían: a) el pico de sobreoferta esperado para dicho año (particularmente en oficinas); y b) el fin del efecto estadístico a favor que sostuvo buena parte de su crecimiento durante el 2016 (especialmente en oficinas y hotelería). A pesar de esta de­ saceleración en las edificaciones, el sector agregado de la construcción se aceleraría hacia expansiones del 5.2% en 2017 (vs. el 4.2% que probablemente se observará en 2016). Esto último por cuenta de las mayores ejecuciones de las obras civiles 4G (6.1%) en dicho año, después de los retrasos en los cierres financieros durante 2016.

45

Capítulo IV Sector comercio minorista

El sector del comercio al por menor se desaceleró fuertemente hacia expansiones del 0.1% anual durante el tercer trimestre de 2016 (vs. 4% un año atrás). Lo anterior es consistente con un deterioro importante en el consumo de los hogares, el cual creció a tasas de tan solo el 1.1% durante el tercer trimestre de 2016 (vs. 4.3% un año atrás). Por componentes, también se registra un fuerte debilitamiento, con contracciones

del -3.1% en los bienes durables (vs. -7% de un año atrás) y leves crecimientos en los semidurables (0.2% vs. 6.9% un año atrás) y en los no durables (1.2% vs. 4.7%). Dicho deterioro ha sido “campaneado” por los indicadores líderes del comercio, en particular en lo que respecta a las ventas minoristas. Veamos esto con más detalle.

Precios La variación del margen comercial, calculada por Anif con base en la tasa de crecimiento de la relación IPC/IPP para el comercio minorista, regresó a terreno positivo a mediados de 2015, llegando a máximos del 3.6% en septiembre y octubre del mismo año. Posteriormente, cayó a tasas del 1.4% en octubre de 2016, logrando mantenerse en el plano positivo (ver gráfico 33). En general, esto se explica por un aumento en las ganancias de los comerciantes (aproximadas por el IPC) superior al de los costos (aproximados por el IPP).

Los sectores que presentaron una mayor expansión en sus márgenes de ganancia con corte a octubre de 2016 fueron: farmacéuticos (9.3%), aseo personal (6%), ferreterías (5.5%) y vehículos (5.4%). En cambio, los sectores que presentaron los peores resultados fueron: vestuario (-0.6%), alimentos (-0.1%), bebidas (0%) y calzado y artículos de cuero (+1.1%), ver gráfico 34. Como se observa, la expansión del margen se vio jalonada principalmente por el comportamiento del sector de los farmacéuticos, cuyo

47

Gráfico 34. Margen Comercial (IPC/IPP) por sectores (var. % anual a octubre de 2016)

Gráfico 33. Margen del comercio minorista* (var. % anual IPC/IPP) 5 4 3 2

1.4

1 0 -1 -2 -3 oct-14

abr-15

oct-15

abr-16

oct-16

9.3 Farmacéuticos 6.0 Aseo personal 5.5 Ferreterías 5.4 Vehículos 5.2 Vehículos y repuestos Muebles 4.6 Electrodomésticos para el hogar 2.9 Repuestos 2.9 Total comercio minorista sin combustibles 1.4 Calzado y artículos de cuero 1.1 Bebidas 0 Alimentos -0.1 Vestuario -0.6 -3 0 3 6 9 12

* Sin combustibles. Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

* Sin combustibles. Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

margen presentó crecimientos muy superiores a las cifras de las demás líneas de mercancía. Es importante resaltar cómo el margen presentó crecimientos positivos

para buena parte de los sectores estudiados, logrando reversar la tendencia de márgenes negativos (en la mayoría de los sectores) observada a finales de 2015.

Evolución de las ventas De acuerdo con la Encuesta Mensual de Comercio al por Menor y Comercio de Vehículos (EMCM) del Dane, el crecimiento de las ventas del comercio minorista registró un deterioro importante. En efecto, al corte de septiembre de 2016, las ventas del comercio minorista (sin combustibles) se contrajeron a tasas del -0.1% anual acumulado en doce meses, muy por debajo del 6.1% de un año atrás y el 6.6% promedio histórico 2005-2016 (ver gráfico 35). No obstante, si se excluyen también las ventas de vehículos, el

48

debilitamiento del comercio al por menor parece ser más moderado. Así, al corte de septiembre de 2016, las ventas del comercio minorista, excluyendo combustibles y vehículos, registraron un crecimiento del 2.5% acumulado en doce meses, inferior al 7.7% de 2015, pero superior en 2.6pp a la cifra reportada incluyendo vehículos. Por componentes, los bienes durables se contrajeron al -5% al corte de septiembre de 2016 (vs. +3.5% un año atrás); mientras que se ob-

servaron leves expansiones en los no durables (+1.9% vs. +6.6% un año atrás) y en los semidurables (+2.9% vs. +6.2%), ver gráfico 36. En este último tipo de bienes, al ser productos de primera necesidad y sobre los cuales hay poca discrecionalidad en el momento de compra, muestran menores fluctuaciones, observándose un menor deterioro frente al observado en los bienes durables. Así, las ventas de vehículos y autopartes exhibieron el desempeño más desfavorable dentro de los sectores analizados, reportando contracciones del -13.3% en el acumulado en doce meses a septiembre de 2016 frente al -1.2% de un año atrás (ver gráfico 37). Después se ubicaron los sectores de calzado y artículos de cuero (-2.1% en septiembre de 2016 vs. +3.9% un año atrás), seguido Gráfico 35. Ventas del Comercio Minorista (var. % anual, promedio en 12 meses a septiembre de 2016)

10 5

30

2010

*Durables: 11.8 *Semidurables: 5.4 *Alimentos y no durables: 3.1

Bienes durables

Bienes semidurables

10

Sin combustibles ni vehículos 2008

Promedio histórico 2003-2016:

20

2.5

-5

Por ciudades, Cali exhibió la dinámica más favorable en las ventas del comercio (sin combustibles), con crecimientos del 2.4% acumulado en doce meses a septiembre

40

Promedio 2005-2016: 6.6%

0

Por el contrario, los sectores que registraron los mayores crecimientos en el acumulado doce meses a septiembre de 2016 fueron las bebidas alcohólicas y cigarrillos (+8% vs. +11.5% un año atrás) y los repuestos y accesorios para vehículos (+6.6% vs. +7.7% un año atrás), ver gráfico 38. Les siguieron las prendas de vestir (+5.3% vs. +7.3%), los libros y papelería (+4.9% vs. +0.5%) y los productos para el aseo del hogar (+3.1% vs. +9.6%).

Gráfico 36. Ventas por tipos de bienes (var. % acumulada 12 meses a septiembre de 2016)

Total (excluyendo combustibles)

15

de los artículos de aseo personal (-1.4% vs. +8.4%), los utensilios de uso doméstico (-0.4% vs. +8%) y los muebles y equipos para oficinas (+1.3% vs. +9.4%).

2012

Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

2014

-0.1

2016

0 -10

2.9 1.9 Alimentos y bienes no durables 2011

2012

2013

-5.0 2014

2015

2016

Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

49

Gráfico 37. Sectores con peor desempeño en ventas (var. % 12 meses, septiembre de 2016) Total Comercio Minorista sin Combustibles

-0.1

Muebles y equipo para oficina

Bebidas alcohólicas 1.3

Utensilios de uso doméstico

5.3 4.9

Libros y papelería

-2.1

3.1

Aseo del hogar Total Comercio Minorista sin Combustibles

-13.3 -15

6.6

Textiles y prendas de vestir

-1.4

Calzado, artículos de cuero

8.0

Repuestos

-0.4

Aseo personal

Vehículos

Gráfico 38. Sectores con mejor desempeño en ventas (var. % 12 meses, septiembre de 2016)

-10

-5

0

5

-0.1 -2

0

2

4

6

8

Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

de 2016 (vs. 3.9% un año atrás). En segundo lugar se ubicó Barranquilla, con crecimientos del 1.1% (vs. 4.6% un año atrás), seguido de Medellín (-0.3% vs. +6.7% un año atrás) y Bogotá (-0.7% vs. +5%). Finalmente, Bucara-

manga fue la ciudad con mayor deterioro dentro de la muestra estudiada por la EMCM. Así, al corte de septiembre de 2016, esta ciudad se contrajo al -2.1% acumulado en doce meses, muy inferior al 4.2% de un año atrás.

Encuestas de opinión Encuesta de consumo de Fedesarrollo Los resultados de la Encuesta de Opinión del Consumidor (EOC) de Fedesarrollo correspondientes al mes de octubre de 2016 muestran que la confianza de los consumidores se ha deteriorado de manera importante respecto a los niveles de un año atrás. Esto se refleja a través del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) calculado por

50

Fedesarrollo a partir de la Encuesta de Opinión del Consumidor. Este índice permite, a través del balance de respuestas del consumidor (diferencia entre respuestas favorables y desfavorables), aproximarse a las intenciones de gasto de los hogares, teniendo en cuenta: i) la percepción sobre la situación económica actual, capturada por el Índice de Condiciones Económicas (ICE); y ii) las expectativas sobre la situación futura del

país a un año vista, capturadas por el Índice de Expectativas del Consumidor (IEC). Al corte de octubre de 2016, el ICC reportó un balance de respuestas de -3.2, muy inferior al 6.8 de un año atrás, aunque una recuperación importante frente a los mínimos históricos de -21 reportados en el primer trimestre de 2016 (ver gráfico 39). Esta lectura se explica, en gran parte, por un fuerte deterioro en las expectativas de los consumidores frente a la situación futura del país (IEC). Así, el IEC mostró un balance de respuestas de -4.2 al corte de octubre de 2016, muy inferior al +12.2 de un año atrás, pese a que esto implica una recuperación importante frente al -16.8 (mínimo histórico) registrado en enero de 2016. Por su parte, la percepción de los consumidores respecto a la situación Gráfico 39. Índice de confianza del consumidor (balance de respuestas, octubre de 2016)

30 Promedio 2008-2016: 14.7

20 10 Paro Nacional Agrario

0

-3.2

-10 -20 2010

2011

2012

2013

2014

Fuente: cálculos Anif con base en Fedesarrollo.

2015

2016

actual del país (ICE) reportó un debilitamiento más leve, cayendo a balances de respuestas del orden de -1.7 frente al -1.5 exhibido un año atrás, una recuperación importante respecto al -30 (mínimo histórico desde 2002) observado en febrero de 2016. Por ciudades, el indicador muestra un marcado deterioro en todos los casos analizados en este estudio, aunque con una tendencia favorable en los últimos meses. Así, al corte de octubre de 2016, Bogotá (balance de respuestas promedio móvil de tres meses de -7 vs. -0.3 un año atrás) y Bucaramanga (-6.5 vs. +12.4) fueron las ciudades con los menores balances dentro de la muestra, seguidas de Medellín (-4.1 vs. +1.5), Cali (+3.7 vs. +6.1) y Barranquilla (+4 vs. +28.4), ver gráfico 40. De esta manera, tres de las cinco ciudades de la muestra exhibieron un balance de respuestas negativo, ubicándose muy por debajo de sus respectivos promedios históricos 2010-2016. No obstante, cabe resaltar que, para todas las ciudades de la muestra las cifras obtenidas en octubre de 2016 representan una recuperación importante frente a los mínimos históricos observados en marzo-abril del mismo año, a saber: i) -25.5 en Bogotá; ii) -21.2 en Bucaramanga; iii) -19.3 en Medellín; iv) -15.5 en Cali; y v) -12.2 en Barranquilla.

51

Encuesta del Comercio al por Menor de Fedesarrollo

año, llegando a 48 en octubre de 2016 (vs. 42 un año atrás), ver gráfico 41. Este último resultado obedeció a que, en promedio, un 51.5% de los comerciantes percibió como positiva la situación económica, mientras que el 41% opinó que esta se mantenía igual y el restante 7.5% la veía peor.

En contraste con el deterioro exhibido por la confianza de los consumidores, la opinión de los empresarios del sector comercio ha registrado un desempeño favorable durante el año 2016. Para este análisis se utilizan promedios móviles de tres meses de los balances de respuestas sobre: i) la situación económica actual de los comerciantes del sector; ii) la situación económica en los próximos seis meses; iii) la percepción sobre el nivel de existencias; y iv) la situación actual de la demanda que perciben.

De manera similar, la percepción de los empresarios sobre la situación económica de los próximos seis meses también ha mostrado un desempeño favorable durante 2016, llegando a 37 en octubre de 2016 (vs. 33 un año atrás). Así, en promedio, un 42.2% de los comerciantes vio con buenos ojos la situación económica de los próximos seis meses, mientras que un 48.2% consideró que se mantendría igual y el restante 9.5% percibió que empeoraría.

El promedio móvil del balance de respuestas de los comerciantes sobre la situación económica actual ha presentado una tendencia ascendente en lo corrido de este

Gráfico 40. Índice de confianza del consumidor por ciudades (promedio móvil, balance de respuestas, octubre de 2016) Promedio (2010-2016)

40 30 20 10

4.0 3.7 -4.1 -6.5 -7.0

0 -10 -20 -30

2011

2012

Fuente: cálculos Anif con base en Fedesarrollo.

52

2013

2014

2015

2016

B/quilla

25

Cali

19

Bogotá

16

B/manga

11

Barranquilla Medellín Cali Medellín Bucaramanga Bogotá

11

Gráfico 41. Situación económica actual y dentro de los próximos seis meses (balance de respuestas, promedio móvil, octubre de 2016)

60

70 60

50

Próximos seis meses

50 40 30 20

48

40

37

30

Demanda

10

Existencias

0

0 2008

2010

2012

2014

41

20

Situación económica actual

10 -10

Gráfico 42. Nivel de existencias y situación de la demanda (balance de respuestas, promedio móvil, octubre de 2016)

2016

-10

2010

2012

2014

11

2016

Fuente: cálculos Anif con base en Fedesarrollo.

Fuente: cálculos Anif con base en Fedesarrollo.

Por el contrario, el balance de respuestas sobre la opinión de los empresarios respecto del nivel actual de existencias ha descendido hacia niveles de 11 en octubre de 2016 (vs. 16 un año atrás). Allí un 22.1% de los comerciantes consideró que sus existencias habían aumentado, mientras que un 70.4% afirmó que no habían cambiado y el restante 7.5% percibió que se habían reducido (ver gráfico 42).

En línea con lo anterior, la percepción de los comerciantes minoristas sobre la situación de la demanda registró balances favorables, llegando a 41 en octubre de 2016 (vs. 38 un año atrás). Esta última cifra se explica, en promedio, por un 49.7% de los comerciantes que registraron mayores ventas, frente al 38.7% que no reportó variaciones y el restante 11.6% que percibió menores ventas.

Perspectivas Prospectivamente, Anif proyecta un debilitamiento en la dinámica del comercio minorista, con crecimientos de tan solo el 1.2% anual en el PIB del sector comercio y turismo al cierre de 2016 (vs. 4.1% de 2015). Dicha desaceleración se explicaría por: i) la menor disposición de los

hogares a comprar bienes durables, dada la devaluación de la tasa de cambio peso-dólar (la cual sería cercana al 11.5% en 2016); y ii) la menor confianza del consumidor, que alcanzó mínimos históricos en las principales ciudades del país a inicios de 2016 y continúa en el

53

plano negativo al corte de octubre. Asimismo, esperamos una desaceleración importante en el consumo de los hogares, con expansiones cercanas al 2.2% al cierre de 2016 (vs. 3.8% de 2015). Para 2017, se pronostican crecimientos del 2.3% en el sector de

54

comercio y turismo, consistente con una recuperación en las ventas del comercio minorista y en la confianza de los consumidores. En particular, gracias a un efecto estadístico a favor considerable frente al débil desempeño de 2016. Por su parte, el consumo de los hogares crecería a tasas del 2.3% anual.

Capítulo V Sector agropecuario

En el tercer trimestre de 2016, el sector agropecuario decreció a una tasa del -1.7% anual, variación que estuvo considerablemente por debajo del crecimiento del 1.2% anual de la economía nacional en dicho período. De esta manera, el sector agropecuario en Colombia continuó reduciendo su participación dentro del PIB total, pasando del 6.2% en el tercer trimestre de 2015 al 6% en el mismo período de 2016 (ver gráfico 43). El comportamiento reciente del sector se explica principalmente por el decrecimiento en el rubro del cultivo de café (-15.4% Gráfico 43. Crecimiento PIB total vs. PIB Agropecuario (var. % anual) 10

6

Gráfico 44. Crecimiento del PIB Agropecuario por subsectores (var. % anual, 2015-III vs. 2016-III) 2016-III 2015-III

-1.7

PIB Agropecuario

4.1

PIB Total

4 2

1.2

0 -2 -4

El café (principal producto agropecuario) decreció a una tasa del -15.4% anual en el tercer trimestre de 2016, luego de que un año atrás hubiera crecido un 17.3% anual. De este modo, la producción cafetera revirtió su tendencia

Ponderaciones (%)

Agropecuario (6.0%)

8

vs. 17.3% un año atrás), luego de haber exhibido crecimientos destacados en los períodos recientes. Nótese que, además del café, el sector pecuario (-0.3% vs. 2.3% un año atrás) y los demás cultivos de productos agrícolas (1.2% vs. 2.2% un año atrás) perdieron dinamismo con respecto a un año atrás (ver gráfico 44).

-1.7 I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II III IV I II III

2010

Fuente: Dane.

2011

2012

2013

2014

2015

5.6

Silvicultura, pesca y otros

1.3 1.3

43.7

Productos agrícolas

1.2 2.2

38.4

Animales vivos y derivados

12.3

Café

2016

-0.3

2.3

-15.4 -20

17.3 -10

0

10

20

Fuente: Dane.

55

creciente, debido principalmente a que el grano no se pudo transportar desde los lugares de cosecha a los centros de trillado, como consecuencia del paro transportador registrado en los meses de juniojulio. Lo anterior es consistente con una producción que pasó de 3.8 millones de sacos en el tercer trimestre de 2015 a 3.3 millones de sacos en el tercer trimestre de 2016. De igual manera, el sector pecuario tuvo una variación negativa del -0.3% anual en el tercer trimestre de 2016, lejos del 2.3% anual exhibido un año atrás. Allí, la producción de ganado bovino cayó un -11.9% anual, en línea con: i) el menor sacrificio de ganado legal, que cayó un -15.1% (equivalente a unas 156.000 cabezas menos sacrificadas); y ii) la falta de acompañamiento del gremio, que perdió la administración de su fondo parafiscal. Por el contrario, la producción porcícola se incrementó un 11.1% anual, gracias a: i) los esfuerzos comerciales que se vienen realizando desde el gremio; y ii) el mayor sacrificio porcino, que aumentó un 14.8% (superando el millón de cabezas sacrificadas). Entre tanto, la producción de aves de corral creció un 4.2% anual, mientras que la producción de leche cruda mostró un positivo

56

pero débil comportamiento al expandirse un 0.5% anual. Entre tanto, el rubro correspondiente a otros productos agrícolas se expandió un 1.2% anual en el tercer trimestre de 2016, inferior al 2.2% registrado en el tercer trimestre de 2015. Dicho comportamiento se explica por un crecimiento del 14.1% anual en la producción de los cultivos transitorios. Allí, la producción de cereales mostró un desempeño notable al crecer un 30.8% anual, potenciada principalmente por el repunte de la producción arrocera. En contraste, los cultivos permanentes se contrajeron un -4% anual en el tercer trimestre de 2016, debido a caídas importantes en los rubros de: i) semillas y frutos oleaginosos (-20.6%); y ii) plantas bebestibles (-17.6%). Finalmente, las actividades de silvicultura y pesca se expandieron al 1.3% anual en el tercer trimestre de 2016 (inalterado frente a un año atrás). En particular, la pesca ha tenido un crecimiento sostenido en la última década, en la medida en que el consumo de pescado se ha casi duplicado hasta los 6.7kg/persona/año. A pesar de ello, esta actividad continúa siendo la de menor peso en el PIB agropecuario con ponderaciones del 5.6%.

Precios El Índice de Precios al Productor (IPP) del sector agropecuario creció 5.9% anual en octubre de 2016 (vs. 11.9% de un año atrás), ver gráfico 45. El IPP del sector agropecuario tiene una participación del 40% en el IPP nacional, el cual creció un 3.7% en el mismo período (vs. 4.7% de un año atrás), debido a los menores ritmos de expansión de los precios de las materias primas para el campo. Dicha desaceleración en el crecimiento del IPP agropecuario obedece principalmente a la menor incidencia del efecto de pass-through por devaluación cambiaria (11.5% promedio anual estimado en 2016 vs. 37.1% en 2015), con lo cual el precio de varios productos agrícolas se ha ajustado a la baja en el mercado local. La menor depreciación cambiaria ha moderado considerablemente el aumento de los precios de los agroinsumos y de los bienes de capital para el campo. En este sentido, los principales incrementos en precios de materias primas agrícolas se han dado en cultivos permanentes, con aumentos del 15.2% anual en octubre de 2016, toda vez que la producción de este grupo de bienes se ha mostrado débil. Por el contrario, los cultivos transitorios registraron disminuciones en su

nivel de precios del -22.4% anual en el mismo mes, en línea con la amplia oferta de producto. Entre tanto, las importaciones de bienes de capital para el sector agropecuario se han reducido un -8.1% anual en el acumulado en doce meses a septiembre de 2016, disminuyendo así la exposición externa del sector. Por otra parte, la menor transmisión por efecto pass-through, así como la finalización del Fenómeno de El Niño han contribuido a reducir de manera importante los precios al consumidor. En este aspecto, la inflación alcanzó el 6% anual en noviembre de 2016 (vs. 6.5% de un año atrás), aun cuando todavía continúa por fuera del rango meta de inflación fijado por el Banco de la República (2%-4%). Allí, el comGráfico 45. Índice de Precios al Productor (var. % anual, noviembre) 30

Agropecuario (40%)

25 20 15 10 5 0

Total

5.2 4.5

-5 -10 -15

2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016

Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

57

ponente de alimentos creció 7.5% anual en el mes de análisis (vs. 8.5% de un año atrás), ver gráfico 46. A pesar de ello, la alta inflación se ha prolongado más de lo esperado por el mercado. Luego del vertiginoso incremento en la inflación en 2015 (explicada de forma importante por el rubro de alimentos), se esperaba que, pasado el primer trimestre de 2016 esa tendencia se corrigiera rápidamente. No obstante, la debilidad en la oferta y el paro camionero nacional (con especial afectación al rubro de alimentos en el mes de julio), mantuvieron la inflación en niveles relativamente altos hasta el mes de agosto. De

Gráfico 46. Índice de Precios al Consumidor (var. % anual, octubre) 18

Alimentos (28%)

15 12 9

7.5 6.0

6 Total

3 0 -3

2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016

Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

allí en adelante, la inflación total ha venido descendiendo, con lo cual el mercado estima que los precios al consumidor se ubicarían por debajo del 6% al cierre de 2016.

Sector externo Las exportaciones agropecuarias alcanzaron los US$2.529 millones en los últimos doce meses a septiembre de 2016, aumentando un 6.1% anual (ver gráfico 47). A pesar de que Colombia tiene ventaja comparativa en productos agropecuarios, la realidad es que las exportaciones de este sector tan solo representan el 19.2% de las ventas externas no tradicionales del país. Los principales productos de exportación agropecuaria son: flores

58

(US$1.296 millones; 51% de las exportaciones agropecuarias); Gráfico 47. Exportaciones agropecuarias (acumuladas en 12 meses, septiembre de 2016) US$ millones 2.900

Var. % anual Sep-2016 25 US$2.529m (19.2% Exp. 20 No Tradicionales) 15

2.700 2.500

10 6.1 5

2.300 2.100

0

1.900

-5

1.700 1.500

-10 2010

2011 2012

2013

Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

2014

2015 2016

-15

banano (US$886 millones; 35%); y ganado (US$62 millones; 2%). Las exportaciones de flores continuaron con tendencia a la baja en el último año (-1.2% anual), debido a: i) la fuerte competencia que existe en el mercado internacional, especialmente en Estados Unidos (mayor comprador mundial y principal mercado de las flores colombianas); y ii) la destinación de una mayor parte de la producción al mercado local, el cual permanecía desatendido. De esta manera, el mayor riesgo del sector continúa siendo la sobreoferta de flores por parte de Ecuador y algunos productores africanos, países que vieron afectadas sus ventas externas a causa de la crisis económica en Rusia. Las exportaciones de banano mostraron un repunte durante el último año. En efecto, en el último año estas crecieron un 16.1% anual, como consecuencia de la recuperación en productividad, resultado de las inversiones realizadas por el sector. En esto último, la devaluación peso-dólar ha de­sempeñado un rol determinante, en la medida en que ha incentivado a los empresarios a invertir en sus predios. Asimismo, el precio del banano se ha logrado mantener por encima de los US$1.000/tonelada, gracias a la alta demanda del producto que se viene presentando desde Europa.

Las ventas externas de ganado se expandieron un 64.1% en el último año, debido principalmente a la diversificación que ha tenido el mercado, motivada por la difícil situación económica de Venezuela. De esta forma, mercados asiáticos, como el jordano y el libanés, vienen adquiriendo relevancia para Colombia, con posibilidades de expandir la oferta a países como Egipto e Irak. A pesar de ello, la cifra de ventas externas de ganado se mantiene en niveles bajos, alcanzando tan solo los US$62 millones en el acumulado en doce meses a septiembre de 2016, lo que sitúa al ganado como el producto de exportación de peor desempeño en el último año. Por su parte, las exportaciones agroindustriales llegaron a los US$4.012 millones en los últimos doce meses a septiembre de 2016 (equivalente al 30% de las exportaciones no tradicionales del país), reduciéndose un -14.7% anual (ver gráfico 48). Ello se explica por una notable desaceleración de las exportaciones de café, como consecuencia de los percances sobre la cosecha ocasionados por el Fenómeno de El Niño. De esta forma, la exposición de las exportaciones agroindustriales a lo que suceda con las exportaciones cafeteras, mantiene a ese rubro estancado en los US$4.000 millones.

59

Gráfico 48. Exportaciones agroindustriales (acumuladas en 12 meses, septiembre de 2016) US$ millones

Var. % anual Sep-2016 US$ 4.012m (30% de Exp. 40 No Tradicionales) 30

5.500 5.000 4.500

20

4.000

10

3.500

0

3.000

-10 -14.7 -20

2.500 2.000 1.500

2010

2011 2012

2013 2014

2015 2016

-30

Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

Respecto a las exportaciones de café, estas representan el 55% de las exportaciones agroindustriales del país, con cerca de US$2.210 millones en los últimos doce meses a septiembre de 2016. Esto es equivalente a decrecimientos del -20% anual en las exportaciones del grano. Como se mencionó anteriormente, la afectación climática de principios de 2016 no permitió el llenado completo del grano, con lo cual la calidad del producto y su remuneración fue muy inferior a la usual. A pesar de ello, la producción cafetera todavía crece a ritmos del 5.3% anual a septiembre de 2016. Finalmente, el paro transportador de 2016 dificultó el traslado del grano a los centros de trillado, con lo cual el producto no pudo ser comercializado regularmente. A las exportaciones de café le siguen las de otros productos

60

agroindustriales, como el azúcar (US$271 millones; 7% de las exportaciones agroindustriales); la confitería (US$268 millones; 7%); el aceite de palma (US$262 millones; 7%); y los extractos y esencias (US$211 millones; 5%). Sin embargo, estos cuatro productos siguen participando muy poco dentro de las exportaciones no tradicionales (8%). Por otro lado, las importaciones agropecuarias alcanzaron los US$2.256 millones en los últimos doce meses a septiembre de 2016 (equivalente al 4.9% de las importaciones totales del país), decreciendo un -3.9% anual (ver gráfico 49). Desde febrero de 2015 las importaciones agropecuarias han presentado una evidente tendencia decreciente, coincidiendo con el comportamiento de las importaciones totales (-20.5% anual en septiembre de 2016), como consecuencia de la devaluación peso-dólar y la desaceleración económica en el país. No obstante, la caída de las importaciones agropecuarias no ha sido de la magnitud observada en las importaciones totales. El maíz y el trigo fueron los principales productos agropecuarios importados durante los últimos doce meses a septiembre de 2016. El maíz, base de la alimen-

tación del sector pecuario, representó el 40% de estas importaciones, con US$892 millones. Esto es equivalente a una disminución del -6.2% anual en las compras externas de este producto. Como mencionamos anteriormente, ello guarda relación no solo con la devaluación, sino también con la menor dinámica de la economía nacional, lo cual ha llevado incluso a que la producción de maíz se estanque en 1.8 millones de toneladas en 2016.

razón por la cual prácticamente la totalidad del producto se importa. Se espera que el trigo, junto con el maíz, sean de los principales productos que promueva el Plan Colombia Siembra, que impulsa el gobierno actualmente.

Ahora bien, el trigo representó el 20% de las importaciones agropecuarias, con US$442 millones en los últimos doce meses a septiembre de 2016. En 2016, la producción local estará en torno a las 17.000 toneladas, muy por debajo de los 1.7 millones de toneladas que demandan las industrias de molinería y panadería anualmente,

Entre tanto, las importaciones agroindustriales sumaron US$3.587 millones en los últimos doce meses a septiembre de 2016, equivalentes al 7.8% de las importaciones totales (ver gráfico 50). Estas se expandieron a una tasa del 0.9% anual (vs. -20.5% de las importaciones totales). Entre los principales productos importados se encuentran: la torta de soya (US$452 millones; 13% de las importaciones agroindustriales); el aceite de soya (US$285 millones; 8%); preparaciones alimenticias (US$256 millones; 7%); y las preparaciones de pescado (US$189 millones; 5%).

Gráfico 49. Importaciones agropecuarias (acumuladas en 12 meses, septiembre de 2016)

Gráfico 50. Importaciones agroindustriales (acumuladas en 12 meses, septiembre de 2016)

US$ millones

Var. % anual Sep-2016: US$2.256m (4.9% de Imp. totales)

3.000

50

US$ millones

Var. % anual Sep-2016 US$3.587m (7.8% de Imp. totales) 40

4.000

40

3.500

30

3.000

20

2.500

1.500

10

2.000

10

1.000

0

1.500

0.9 0

2.500 2.000

-3.9

-10

500 0

-20 2010

2011

2012

2013

Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

2014

2015 2016

-30

30 20

1.000

-10

500 0

2010

2011 2012

2013 2014 2015 2016

-20

Fuente: cálculos Anif con base en Dane.

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Percepción de la situación actual del sector según la Encuesta de Opinión Empresarial Agropecuaria (EOEA) La Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) realiza un sondeo trimestral de la percepción de la situación actual del sector agropecuario por parte de los productores. La más reciente lectura de la EOEA del tercer trimestre de 2016 mostró que el diferencial entre la percepción “buena” y la “mala” de los productores exhibió una evidente recuperación frente al registro del primer trimestre del año (ver gráfico 51). De este modo, el número de productores que considera su situación económica como positiva (33.4%) es mayor al número de productores que considera que su situación económica es negativa (24.4%). Dicho comportamiento se Gráfico 51. Situación económica actual y perspectivas del sector agropecuario (Balance de respuestas) 60

Paro agrario

Fenómeno de El Niño

50

42.2 Aceptable

40

33.4 Bueno

30

24.4 Malo

20 10

9.0 Diferencia bueno-malo

0 -10 -20 -30

2013-III

2014-III

Fuente: EOEA-CEGA.

62

2015-III

2016-III

explica tanto por un repunte de la “buena” percepción, como por un desplome de la “mala” percepción de los productores. En este sentido, cabe recordar que el primer trimestre de 2016 se caracterizó por condiciones climáticas desfavorables al sector, producto de la presencia del Fenómeno de El Niño. En particular, las buenas condiciones por las que han atravesado los sectores floricultor y avícola, contribuyeron significativamente a que la situación económica mejorara. Entre tanto, la inversión en el sector agropecuario rompió con la tendencia de caída que venía mostrando desde principios de 2015. Así, el balance de respuestas por rubro fue el siguiente: i) inversión en instalaciones y obras de infraestructura (5%); ii) compra de maquinaria y equipo (3.7%); y iii) adecuación de tierras (2.6%). Si bien el repunte fue leve, los tres rubros sobre los cuales se realiza el análisis (infraestructura, tierras y maquinaria) exhibieron el mismo comportamiento. Dicha tendencia fue más evidente en sectores exportadores, pues la estabilización de la tasa de cambio peso-dólar (en niveles cercanos a los $3.000/dólar) ha hecho que

muchas de las inversiones que anteriormente no eran rentables lo sean ahora. Al entrar más en detalle sobre cuáles fueron los factores productivos que explican esa mejora de la situación económica de los productores, se encuentra lo siguiente (ver gráfico 52): i) el orden público es el factor productivo positivo que resultó más favorable para la situación económica del sector en el tercer trimestre de 2016; ii) los precios de venta continuaron siendo favorables para los productores, aunque en menor medida que un año atrás; iii) los costos de producción siguieron afectando a los empresarios, en la medida en que los precios de los insumos (energía, salarios y carga impositiva) en el país se mantienen en niveles altos que limitan la competitividad del sector; iv) las condiciones climáticas

Gráfico 52. EOEA: Factores Productivos (Balance de respuestas) 2016 2015 2014

Desfavorabilidad (-) / Favorabilidad(+) Precios de venta

2.4

-7.1

20.4 26.6

Orden público 3.6 4.1 4.2

Crédito -10.2 -11.7 -9.4

Costos de producción Clima

-57.9 -60

45.2 40.4

-22.4 -28.2 -40

-20

0

20

40

Fuente: EOEA-CEGA.

fueron adversas para los productores, aunque en mucha menor medida que un año atrás cuando apenas se estaba materializando el Fenómeno de El Niño; y v) el crédito resulta ser un factor positivo, pero sigue teniendo baja incidencia en la situación económica de los productores, lo cual se explica por el limitado acceso que tienen, sobre todo, los pequeños productores al sistema financiero.

Perspectivas Para 2016 (como un todo), Anif estima que el crecimiento del sector agropecuario se ubicaría en niveles del 0.4% anual. De igual manera, el mercado proyecta que el crecimiento del sector esté por debajo del 1%, considerando que la oferta de alimentos no ha

superado aún los efectos dañinos del Fenómeno de El Niño. Según la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), la dinámica del sector dependerá primordialmente de los resultados en materia cafetera y del comportamiento del

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sector pecuario, particularmente de la ganadería bovina, renglones con alta participación en el PIB agropecuario. En el primero de los casos, existen muy buenas expectativas en torno al nivel que alcanzará la producción cafetera en 2016, dado el efecto de las precipitaciones en las zonas productoras del último trimestre del año. Cabe señalar que al cierre del año cafetero 2015/2016 la producción ya alcanzaba los 14 millones de sacos (niveles récord), con lo cual esta se encontrará seguramente por encima de esa cifra al finalizar 2016. En el segundo caso, el sacrificio ganadero continúa en niveles bajos, en línea con la fase de retención ganadera que viene aplicando el sector. Adicionalmente, los buenos precios de la carne de res en canal siguen desincentivando el sacrificio y propiciando el engorde de las reses. El repunte del sector en el mediano plazo pasa por la recuperación de la administración del fondo parafiscal en cabeza de una nueva agremiación de los ganaderos. Otro factor que dinamizará la actividad agropecuaria en 2016 será el ritmo de desaceleración de la economía colombiana. En efec-

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to, la economía nacional podría estar exhibiendo un crecimiento anual del 1.8% anual (como cifra más probable) en 2016. Allí, la demanda interna del país estaría expandiéndose al 2.5% anual y el consumo de los hogares apenas al 2.2%. Sin embargo, si la actividad económica se desacelera más rápido de lo esperado en el cuarto trimestre de 2016, podría haber afectaciones a nivel de demanda y precio de los alimentos, con lo cual se pondría en riesgo la inversión en el sector. Para 2017 el desempeño del sector es todavía incierto. Si bien la implementación del Acuerdo de Paz entre las FARC y el Gobierno Nacional incrementaría el gasto social en el sector rural y las buenas condiciones climáticas garantizarían la oferta de alimentos en el país, el recorte presupuestal del -33.6% al agro ($1.7 billones en 2017 vs. $2.5 billones en 2016) podría afectar considerablemente la dinámica de los programas que actualmente impulsa el Ministerio de Agricultura. Con este panorama, Anif estima que el sector agropecuario estaría expandiéndose alrededor del 2.3% anual en 2017.

Capítulo VI Sector salud El Sistema General de Seguridad Social, introducido a través de la Ley 100 de 1993, trajo cambios fundamentales en la operatividad y en el esquema de “organización industrial” del sector salud en Colombia. Estos cambios permitieron, entre otros aspectos, avances en materia de cobertura, alcanzando actualmente un cubrimiento del 97.3% de la población frente a niveles del 28% de principios de los años noventa (ver gráfico 53). La Ley 100 creó entonces un sistema único de aseguramiento, basado en la aplicación del principio de “subsidios cruzados” entre dos regímenes: el Régimen ContributiGráfico 53. Tasa de cobertura (%, 2000-2016) Afiliados Salud/PT

100 80 60 58.8

0

42.2

25.6

2000

80.6

Contribuyentes Salud/PEA 50.6

44.1 40 37.9 20

97.3

Afiliados Pensiones/PEA

Contribuyentes Pensiones/PEA

2004

2008

2012

2016*

* Dato a octubre de 2016. Fuente: cálculos Anif con base en Ministerio de Salud, MHCP, Superintendencia Financiera y Dane.

vo (RC) y el Régimen Subsidiado (RS). El RC reparte el costo de aseguramiento entre el empleador y el empleado. Este régimen lo impulsan las Empresas Promotoras de Salud (EPS), las cuales operan como las entidades aseguradoras del sistema, proveyendo un servicio que se creía estandarizado, conocido como el POS. Este paquete de servicios básicos se prestaría a través de las Instituciones Prestadoras de Servicios (IPS). A este respecto, cabe destacar que los propietarios de las EPS podrían integrar redes de servicios a través de la creación de sus propias IPS. Por su parte, el RS está reservado (supuestamente) para individuos que no cuentan con recursos económicos suficientes para pagar las contribuciones en salud en su totalidad, por lo cual el Estado asume total o parcialmente dicho costo. El RS venía operando bajo un esquema de aseguramiento parcial (un POS con menores servicios que el del RC) hasta que la Corte Constitucional (CC), a través de las sentencias C-463 y T-760 de 2008, ordenó la aceleración de la cobertura universal y la homologación de los sistemas.

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En la T-760, la CC ordenó unificar el POS bajo un único menú de atención, respecto a las cinco variantes que operaban en ese entonces. Además, ordenó a las EPS garantizar el acceso a estos servicios de forma oportuna, eficaz y con buena calidad. Por último, le ordenó al Gobierno realizar los esfuerzos fiscales y presupuestales para girarle oportunamente los recursos que les correspondan a las EPS y asegurar el cumplimiento de la cobertura universal en salud antes del año 2010, respecto de un cubrimiento del 91% que se tenía en ese momento. De otra parte, la C-463 buscaba evitar que la “tutelitis” siguiera siendo el procedimiento de reclamación par excellence en Colombia, instaurando, como camino regular, las instancias técnicas de la salud. Estas deberían decidir quién debe asumir el costo de dichos servicios y en qué proporción. Asimismo, la Ley 100 de 1993 estableció que las compensaciones entre los diferentes rangos salariales se manejarían a través del Fondo de Solidaridad y Garantía (Fosyga). El Fosyga es la principal herramienta de solidaridad entre los dos regímenes RC-RS, el cual está adscrito al Ministerio de Salud y cumple por encargo fiduciario las disposiciones del Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud.

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De esta manera, el equilibrio financiero del sistema de salud viene dado por la llamada Unidad de Pago por Capitación (UPC), valor que debería corresponder al costo del servicio básico (estándar) del POS. Sobre la base de la UPC, el Gobierno, a través del Fosyga, adelanta los “cruces de subsidios” y así se determina cuánto, finalmente, debe asumir el Presupuesto General de la Nación (PGN), neto de las contribuciones sobre la nómina, los copagos, etc. En teoría, el RC debería llegar a fondear cerca de dos terceras partes del sistema de salud, dejándole al fisco colombiano el financiamiento de tan solo una tercera parte del sistema (la parte subsidiada). Sin embargo, la Ley 100 fracasó en instituir el sistema de subsidios “a la demanda” y en manejarlos a través de los “subsiGráfico 54. Cobertura del Régimen Subsidiado en Salud 40.000

Afiliados (miles)

30.000 20.000

Cobertura (%) 47.0

50 40

22.216 30

23.6 9.511 10.000

20 10

0 0 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014 2016* *Dato a julio de 2016. Fuente: cálculos Anif con base en Ministerio de Salud y Dane.

dios cruzados”. La crisis financiera del sector es protuberante, pues se ha generado un sistema donde solo el 47% pertenece al RC, de-

jando que entonces sea el Estado el que tenga que asumir el grueso de los costos a través del RS (ver gráfico 54).

Avances y retos del sector salud en Colombia La Administración Santos ha hecho importantes esfuerzos para enfrentar el cuasi colapso financiero del sector salud. A nivel institucional, ello se manifestó en dos frentes de acción primordiales, a saber: i) la aprobación de una Ley Estatutaria en Salud (según la Ley 1751 de 2015); y ii) el fallido Proyecto de Ley Ordinaria que buscaba organizar el sector salud en diversos frentes. Además, con la reciente promulgación de la Ley 1797 de 2016, se busca continuar fortaleciendo el Sistema General de Seguridad Social en Salud. Lo anterior a través de tres medidas principales: i) la generación de recursos adicionales para el pago de servicios no incluidos en el paquete de beneficios; ii) el otorgamiento de liquidez al sector, consolidando el sistema de giros directos (incluidos bajo la Ley 1438 de 2011); y iii) el fortalecimiento de la capacidad y gestión de la Supersalud. Infortunadamente, la Ley Estatutaria ha fracasado en su cometido

de limitar el paquete básico POS. En su defecto, se recurrió a un sistema cuasi nacionalizado, donde terminó imponiéndose la visión “garantista-populista” frente al sistema de subsidios cruzados por el lado de la demanda. Mientras que en lo relativo al Proyecto de Ley Ordinaria, su fracaso legislativo ha llevado al Ministro de Salud a impulsar una serie de decretos tratando de: i) subsanar los problemas de caja del sistema; y ii) instituir una mejor regulación del sistema de medicamentos. Sin embargo, todo ello difícilmente solucionará los gravísimos problemas de “riesgo sistémico” que van dejando los desalineamientos entre el sistema de aseguramiento (en proceso de desmonte) y su volcamiento sobre un sistema cuasi nacionalizado que tendrá que recargarse sobre la tributación general cada vez más. Este último apunta a un sistema prácticamente sin límites en materia de servicios de salud (salvo

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por temas cosméticos, aquellos prestados en el exterior o por prácticas médicas no comprobadas), tornándolo insostenible a nivel fiscal a la vuelta de unos pocos años. De hecho, Anif ha venido mencionando que los incrementos en los gastos de salud ya han registrado un 0.3% del PIB en el último quinquenio y, para el año 2020, habrán adicionado cerca de un 1% del PIB, bordeando para entonces dicho gasto en salud un 9% del PIB, en lo cual coinciden otros estudios independientes (ver Santa María et al. 2014). Este preocupante panorama luce adecuado para analizar en detalle las implicaciones de las medidas adoptadas recientemente en el sector salud. Para hacerlo de forma metódica, se han clasificado las acciones gubernamentales y legislativas entre buenas o regulares. El resultado de este ejercicio indica que han resultado benéficas para la sostenibilidad del sector salud acciones como: i) la regulación del precio de los medicamentos (mejorando los sistemas de referencia internacional y la aplicación de “genéricos” de buena calidad); ii) el reajuste de la UPC por encima de la inflación (en línea con una prestación de servicios más onerosos); iii) las mayores exigencias en los indicadores de solvencia de las EPS; iv) las medidas para mejorar

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la liquidez y el saneamiento del sector; y v) las medidas de mayor control y protección de los recursos del sistema. Sin embargo, los resultados de la Ley Estatutaria en Salud, el caos en los sistemas de descentralización del sector y la falta de independencia de la Supersalud dejan mucho que desear. En particular, resultan preocupantes las siguientes debilidades institucionales del sector salud: i) se han borrado los límites a la prestación de los servicios (con las excepciones antes señaladas); y ii) la Supersalud continúa siendo sujeta de “captura” por parte de la burocracia, ante su falta de independencia, lo cual ha sido también materia de preocupación por parte de la OECD. No obstante, cabe destacar las facultades en materia resolutiva que le fueron otorgadas en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2014-2018 a la Supersalud, lo cual finalmente permitió la liquidación de Caprecom y SaludCoop (representando en conjunto cerca del 17% de los afiliados al sistema). Sin embargo, esto último estará requiriendo la movilización de importantes recursos por $2-3 billones en los próximos años. Finalmente, aunque la creación del Sistema de Afiliación Transaccional (Decreto 2353 de 2015) tiene la buena in-

tención de garantizar la continuidad del derecho a la salud, este seguirá recargado sobre el PGN.

A continuación, se analizará detalladamente cada una de estas medidas gubernamentales.

¿Qué ha salido bien en el sector salud? Control de precios de los medicamentos Anif había mencionado cómo el establecimiento de precios de referencia era clave para acotar “el desangre” del Fosyga. En este sentido, la Administración Santos I-II se ha movido en la dirección correcta de implementar una política farmacéutica de control y regulación de los precios de los medicamentos (señalando aquellos mercados monopólicos u oligopólicos). Esto es particularmente importante si se tiene en cuenta que los recobros por medicamentos al Fosyga venían representando cerca del 70%, a pesar de los Valores Máximos establecidos por el Decreto 4474 de 2010. La Ley Estatutaria habilitó al Gobierno a cubrir toda la cadena de distribución, no simplemente la del segmento mayorista, vigente desde 2013. Se ha estimado que la nueva regulación de unos 1.000 medicamentos permitió reducir en cerca de un 40% su precio durante 2014, representando ahorros para el sistema por unos $500.000 millones (0.07% del PIB). En 2015, se estima

que dicho ahorro habría sido por $200.000 millones (0.02% del PIB), dada la inclusión de 200 medicamentos. Además, se proyecta un ahorro adicional por $500.000 millones (0.06% del PIB) en 2016, como resultado de actuaciones en materia de regulación del registro sanitario de los medicamentos biológicos (Decreto 1782 de 2014), permitiendo la entrada de nuevos competidores.

Reajuste de la UPC Para el año 2016, se aprobó un incremento del 3.2%-3.3% real (por encima del IPC) en la UPC (para ambos regímenes subsidiado/contributivo), ver gráfico 55. Este reconocimiento en los costos de prestación de mayores y mejores servicios pretende evitar futuras tensiones financieras entre EPS-IPS, pero es indudable que ello impondrá mayor presión fiscal (como ya lo comentamos). Cabe anotar que esta identificación de costos ahora se alimenta de forma más práctica sobre lo que ocurre en el día a día y con información transmitida en línea, lo cual permitirá evaluar de mejor manera las

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Gráfico 55. Reajuste de la UPC IPC Total vs. IPC de la UPC Homologación POS Acuerdo 32 de 2012 40 30 20

Promedio (2000-2016) 9.5 R. Contributivo 9.4 R. Subsidiado 6.0 Total

10

6.2 10.0 5.1

0 2000 2004 2008 2012 2016 .

Fuente: cálculos Anif con base en Ministerio de Salud y Dane.

implicaciones de la universalización y homologación de los sistemas POS. A este respecto, se tienen dos noticias importantes: i) se adelantan pruebas piloto de igualación de primas UPC (descontando gastos de administración) en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla desde 2015; y ii) se están realizando ajustes diferenciados según epidemiologías regionales (o poblacionales, como en el caso de los grupos indígenas).

Habilitación financiera de las EPS (fortalecimiento patrimonial) El Decreto 2702 de 2014 actualizó y unificó las condiciones financieras y de solvencia de las EPS. Ello con el propósito de proteger los recursos del sistema y garantizar los pagos a las IPS. Lo anterior implica que: i) se aplicarán las mismas exigencias de capital

70

mínimo y patrimonio adecuado (solvencia) en ambos regímenes, luego el RS deberá ajustarse a estos requerimientos, dejando su esquema de simple exigencia de liquidez (anterior); y ii) las reservas técnicas de las EPS solo podrán ser invertidas en activos de alta liquidez, con el fin de cumplir con su patrimonio técnico. Se estima que esta medida de capitalización adicional implicará una inyección de unos $4 billones (0.5% del PIB) al sector salud durante los próximos siete años. De hecho, al cierre de 2015 se registraron capitalizaciones adicionales por $532.000 millones (0.07% del PIB). Obviamente, estas exigencias solo podrán ser cumplidas si el sistema permite retornos adecuados a dicha inversión de capital. De ser así, las EPS evitarían tener que estar “descontando sus carteras”, con demérito en su retorno, en busca de una liquidez que hoy por hoy le ha ido minando el Fosyga que enfrenta “caja atrapada” (lo cual tendría que solucionarse a través del PND 2014-2018).

Medidas para mejorar la liquidez y el saneamiento de pasivos del sector salud El Decreto 1681 de 2015 reglamentó la Subcuenta de Garantías del Fosyga, permitiendo implementar operaciones extraordinarias de liquidez para el sector de la salud.

Entre las medidas aprobadas se destacan: i) convenios con entidades financieras, permitiendo el otorgamiento de créditos “blandos” en términos de tasa compensada, plazo de amortización y período de gracia; ii) respaldo de créditos destinados al saneamiento de pasivos o a capital de trabajo, a través del otorgamiento de garantías; iii) adquisición por parte del Ministerio de Salud de títulos de deuda subordinada emitidos por las EPS (BOCEAS); y iv) operaciones de compra de cartera, según lo reglamentado en la Ley 1608 de 2013. Al respecto, cabe destacar el avance en materia de otorgamiento de créditos “blandos” en 2015, movilizando recursos por $576.000 millones (0.07% del PIB). Dicho monto fue otorgado en un 52% a las IPS, destinado a capital de trabajo, y el restante 48% a las EPS (25% del RC

y 23% del RS). Sin embargo, en este último caso, los recursos no pasan por las tesorerías de las EPS, sino que son destinados al saneamiento de pasivos con giro directo a las IPS. Adicionalmente, con relación a la compra de cartera, al cierre de 2015 se registraron operaciones por $488.000 millones (0.06% del PIB), nivel muy similar al acumulado de $1 billón (0.1% del PIB/año) observado en 2013-2014. Todas estas medidas, junto con el incremento en el giro directo de las EPS e IPS del RS (ver gráfico 56), llegando al 1.7% del PIB en 2015 (casi triplicándose frente a los niveles de 2011), han permitido lograr mejoras en las calificaciones de riesgo de los hospitales públicos. Nótese en el gráfico 57 cómo solo el 20% de los hospitales públicos mostró riesgo alto en 2015, nivel inferior al 42%-46% observado en los años 2013-2014.

Gráfico 56. Evolución del giro directo del Régimen Subsidiado (% del PIB, 2011-2015) Homologación POS Acuerdo 32 de 2012 1.5

1.6 1.2

1.2 0.8 0.4 0.0

Piloto de igualación UPC en 4 ciudades principales 1.6

1.7

Total ($13.7 billones)

0.4

0.6

EPS (34%) ($4.7 billones)

1.1

1.1

1.1

IPS (66%) ($9.1 billones)

2013

2014

2015

0.5

0.5 0.5 0.4 0.1 2011

Total ($3.3 billones) EPS (82%) ($2.7 billones) IPS (18%) ($0.6 billones)

0.7 2012

Fuente: cálculos Anif con base en Ministerio de Salud y Dane.

71

Mayor control y protección de recursos públicos

dor (IPS) con el pagador (entidades territoriales). Esto implica que las entidades territoriales, quienes cuentan con los recursos del Sistema General de Participaciones para el RS, deberán girar directamente a las IPS los montos correspondientes a los servicios-tecnologías en salud que se hayan prestado sin estar cubiertas en el POS. De esta manera, las EPS no se verán en la obligación de utilizar temporalmente su caja del POS para cubrir servicios-tecnologías del no-POS, sino que serán las entidades territoriales las encargadas desde el inicio de realizar dichos pagos.

El Ministerio de Salud ha venido impulsando medidas de mayor control a los recursos públicos del sector de la salud, entre las que se destacan la Resolución 1479 de 2015 y el Artículo 259 del PND 2014-2018. En el primer caso, se modifica el procedimiento de cobro de los servicios-tecnologías no cubiertas en el POS en el RS, conectando directamente al presta-

Adicionalmente, la Ley 1753 de 2015 (PND 2014-2018) autorizó y reglamentó el giro directo de los recursos de la UPC en el RC. Recordemos que esto ya se ha venido aplicando en el caso del RS. Así, se podrán hacer giros directos desde el Fosyga a las EPS del RC que no cumplan con los indicadores de solvencia establecidos en el Decreto 2702 de 2014.

Gráfico 57. Calificación de riesgo de los hospitales públicos (% del total, 2012-2015) 100

100

80

33

60

10

0

100

42

46

14

40 20

100

57

2012

13

44

41

2013

2014

100 20

Riesgo alto

6

Riesgo medio

74

Riesgo bajo o sin riesgo

2015

Fuente: elaboración Anif con base en MHCP.

¿Qué ha salido regular en el sector salud? Ley Estatutaria en Salud (Ley 1751 de 2015) Infortunadamente, dicha Ley no cumplió con su cometido de entrar

72

a limitar el paquete básico POS y, de hecho, borró las fronteras entre lo subsidiado y lo contributivo. Además, dejó intacto el mecanismo de tutela. En Colombia, las tutelas

que invocan el derecho a la salud se han incrementado a ritmos del 6% anual durante 2010-2014 y continúan representando cerca del 25% del total de tutelas (alrededor de 118.000 en 2014), ver gráfico 58. Dicha ley tan solo logró acotar los servicios-tecnologías cuando quiera que: i) se carezca de evidencia científica sobre su eficacia y/o eficiencia; ii) sean prestados en el exterior; o iii) se refieran a propósitos cosméticos (ver cuadro 1). De la misma manera, se destaca la creación de un sistema único de información en salud, el cual permitiría ganancias significativas en el acopio de información. Dichas ganancias tienen además el potencial de convertirse en una herramienta clave para el entendimiento de los costos del sector salud, volviendo más eficiente la estructuración de la

Gráfico 58. Tutelas que invocan el derecho a la Salud (2000-2014) Tutelas (miles) 160 120

19

26

36 36 38 38

30

143

72

80 40 0

25

34

43

81

96

Participación (% del total)

42

107

27

40

30 26 27 25 24 23 118 20 114 115 100 106 95 10

52

0 -10 -20

2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014

-30

Fuente: elaboración Anif con base en Defensoría del Pueblo.

UPC. En este frente, cabe destacar la tecnocracia que se ha logrado atraer hacia el Ministerio de Salud, la cual logrará aún más al contar con una herramienta informativa como la aquí esbosada. Sin embargo, las presiones de gasto que se derivan de dicha Ley Estatutaria también lucen copiosas, donde

Cuadro 1. Ley Estatutaria en Salud (Ley 1751 de 2015) Aspectos positivos 1. Excluyó los servicios-tecnologías: • Sin evidencia científica. • Prestados en el exterior. • Con propósito cosmético. 2. Regulación del precio de los medicamentos en TODA LA CADENA. 3. Sistema único de información en salud.

Aspectos negativos 1. No condicionamiento a sostenibilidad fiscal (¿Qué pasará con "incidencia fiscal"?). 2. Atención ilimitada en urgencias; no pre-existencias. 3. Abolición de distinciones entre Subsidiado vs. Contributivo (Homologación vs. "Riesgo moral"). 4. Provisión de medicamentos. 5. Persistencia de la "tutelitis".

Fuente: elaboración Anif con base en Ley 1751 de 2015.

73

cabe destacar los siguientes riesgos: i) la atención ilimitada en urgencias, sin la exigencia de un pago previo; ii) la eliminación de preexistencias; y iii) la atención integral, incluyendo provisión de medicamentos, cuando el paciente no esté en facultad de asumir los costos.

Descentralización en salud Los recursos del Sistema General de Participaciones (SGP) destinados a salud ascendieron a $6.5 billones en 2015 (0.8% del PIB). Estos se destinaron así: un 65% para subsidios a la demanda, con el fin de mantener la cobertura actual; un 25% para prestación de servicios o subsidios a la oferta; y un 10% para salud pública, como campañas de prevención. Sin embargo, dicha descentralización fiscal ha sido traumática. El grueso de las reformas constitucionales (diez en total) ha versado sobre las transferencias territoriales, señal de que allí las cosas no han marchado bien. Incluso, algunos funcionarios del sector han mencionado que algunos hospitales públicos de tercer nivel continúan teniendo injerencia política indebida.

Fortalecimiento de la Supersalud Anif ha hecho llamados a lograr un fortalecimiento y blindaje polí-

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tico de la Supersalud frente a las “camarillas” políticas, tanto a nivel nacional como territorial. En este sentido, los Decretos 2462 y 2463 de 2013 representaron algún avance en la dirección de otorgar mayor autonomía técnica a la Supersalud. El primero de ellos modificó la estructura institucional de dicha entidad, concentrándose en: i) la centralización y racionalización de procesos administrativos, para luego separar las funciones de investigación-acusación y las de juzgamiento-sanción, como ocurre en los procesos penales; y ii) complementar las actividades de vigilancia y supervisión de la norma con un modelo preventivo de riesgos. Por su parte, el Decreto 2463 de 2013 modificó la planta de personal de la Supersalud, instituyéndole un carácter más técnico (aunque dicho blindaje hubiera sido preferible a través de la Ley, que el Ejecutivo no logró impulsar por falta de decisión política). Anif había venido repicando sobre la urgencia de darle mayores facultades a la Supersalud en materia resolutiva, con el propósito de permitir la liquidación de EPS como Caprecom y Saludcoop. En este sentido, el Artículo 68 del PND 2014-2018 le otorgó a la Supersalud dichas facultades resolutivas en procesos de toma de posesión

del sector salud, similares a los que usan la Superfinanciera-Fogafín en los casos de entidades financieras. Ello estará permitiendo que las intervenciones de las entidades vigiladas conduzcan a la liquidación y no a la administración de las mismas, como había venido ocurriendo. Sin embargo, aún falta trabajar en: i) otorgarle mayores facultades a la Supersalud en lo sancionatorio; y ii) la articulación entre la Supersalud y las entidades territoriales, pues estas últimas también tienen competencias de inspección y vigilancia.

Caos en Caprecom y SaludCoop Tras haber declarado el Gobierno de Santos I (en 2011-2012) una tímida intervención de Caprecom (la EPS más grande y peor administrada del sector público) y de Saludcoop (la EPS más grande y más corrupta del

sector privado), finalmente Santos II (noviembre-diciembre de 2015) tuvo la valentía de proceder a decretar sus cierres definitivos. Ello requirió otorgarle a la Supersalud facultades resolutivas en procesos de toma de posesión de entidades del sector salud, siguiendo lo aprobado en el PND de 2014-2018 (Ley 1753 de 2015), como ya se comentó. En particular, se expidieron la Resolución Supersalud 2414 de 2015, para el caso de Saludcoop, y el Decreto 2519 de 2015, para el caso de Caprecom (ver cuadro 2). En el caso de Saludcoop, su liquidación implicó la remoción de la administración que la dejó quebrar y el posterior traslado “en bloque” de 4.6 millones de afiliados hacia la EPS Cafesalud (curiosamente entidad que en el pasado había formado parte del mismo grupo empresarial).

Cuadro 2. Caprecom y SaludCoop en liquidación: Recursos y acreencias

Recursos disponibles ($ billones)

Acreencias estimadas ($ billones)

Caprecom

SaludCoop

1.0

2.6

Apropiaciones presupuestales = 0.5 Embargos judiciales = 0.2 Activos realizables = 0.3

Pendiente valorización de activos por parte de Lazard

2.0-3.0

2.5

Las acreencias sin depurar a la fecha ascienden a $3.9 billones (estimándose un neto en el rango $1-2 billones)

Contraloría General = 1.4 Servicios de salud (IPS) = 0.9 Supersalud = 0.1 Otros = 0.1

Fuente: elaboración Anif con base en Ministerio de Salud, Superintendencia de Salud, Caprecom en liquidación y Saludcoop en liquidación.

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Desde el punto de vista financiero, se le otorgó a Cafesalud un crédito por $200.000 millones (proveniente de la subcuenta de garantía del Fosyga). Dichos recursos se usaron para: i) cumplir temporalmente con las exigencias de capital por parte de la Supersalud; y ii) aliviar las obligaciones de caja con IPS, a través del mecanismo de giro directo. Infortunadamente, allí las cosas tampoco han salido bien pues los sistemas informáticos-operativos de Cafesalud no estaban preparados para dicho abultado influjo de usuarios. Dichas falencias han implicado serias demoras e inconvenientes en la prestación de los servicios de salud. En lo referente a Caprecom, se tenía un legado histórico de corrupción y captura de su nómina a manos de la clase política. Su cierre ha implicado la compleja tarea de trasladar cerca de 2.2 millones de afiliados a otras 15 EPS (incluyendo el ensanchamiento de la entidad pública “Nueva EPS”, legado del antiguo ISS-público). Estos traslados han tenido en cuenta delicados balances relativos a: i) la distribución territorial; y ii) los indicadores de atención y resultados en salud. Una de las áreas de mayor complejidad de Caprecom ha tenido que ver con el pésimo servicio que se le venía prestando a la población carcelaria

76

del país (unos 136.000 afiliados). Con buen criterio, se ha creado un patrimonio autónomo del Fondo de Salud para atender a las personas privadas de la libertad (Decreto 2245 de 2015), el cual establecerá servicios especiales según las epidemiologías de ese grupo poblacional. Los pasivos de Caprecom ascienden a $2-3 billones (0.1%-0.2% del PIB), los cuales deberán ser asumidos mayoritariamente por el Gobierno. La liquidación podría contar con recursos por $1 billón (0.1% del PIB), provenientes de las apropiaciones presupuestales ($500.000 millones, 0.06% del PIB); los embargos judiciales ($200.000 millones, 0.02% del PIB) y otros activos realizables de la entidad ($300.000 millones, 0.04% del PIB). Sin embargo, estos dineros son de corto plazo, pues durante el período 2016-2017 se estima que las liquidaciones de Saludcoop y Caprecom estarán requiriendo la movilización de recursos por al menos $2-4 billones. Ello pone de presente las mayores presiones fiscales que estará enfrentando el Gobierno en los próximos años.

Sistema de Afiliación Transaccional El Decreto 2353 de 2015 creó el Sistema de Afiliación Transac-

cional, el cual tiene la bondad de unificar y actualizar las reglas de afiliación al Sistema General de Seguridad Social en Salud, con el propósito de garantizar la prestación del servicio de salud. Entre las medidas implementadas se destacan: i) el acceso a todos los servicios desde el momento de la afiliación, sin tener que esperar un mes, tal como ocurría antes cuando solo se podía tener acceso a las urgencias; ii) la ampliación del grupo de beneficiarios, cubriendo a los hijos menores de 25 años que dependen económicamente de sus

padres, así como los nietos; iii) la autorización del pago de la licencia de maternidad conforme a los días cotizados; y iv) una mayor protección a los desempleados, quienes podrán acceder a los servicios por 3 meses bajo la protección laboral y por 6 meses adicionales bajo la protección del cesante. Todo ello tiene la buena intención de garantizar la continuidad del derecho a la salud. Sin embargo, algunas de esas medidas implicarán continuar recargándose sobre el PGN.

Perspectivas Todo lo anterior resalta algunos avances que se han venido presentando en el sector salud, gracias a la creación de una tecnocracia. Sin embargo, el sistema no se encuentra estructuralmente blindado, por lo que todavía se requieren reformas estructurales para garantizar la sostenibilidad del mismo. La tarea primordial radica en la flexibilización del mercado laboral para ganar en su formalización y lealtad con el RC. Por esa razón, resultará necesario ahondar sobre lo alcanzado en la Ley 1607 de 2012 en materia de parafiscalidad, pues solo así resultará posible continuar elevando la relación

Cotizantes PILA/PEA del 42% actual hacia un mínimo del 70% (ver gráfico 59). Enhorabuena, el PND 2014-2018 ha introducido cambios al sistema de salud, donde se destacan los referentes a: i) las competencias de la Supersalud, otorgándole facultades relacionadas con las medidas especiales y preventivas de toma de posesión similares a las de la Superintendencia Financiera; y ii) un fortalecimiento de la política farmacéutica. Adicionalmente, se modificará el manejo de los recursos destinados a la financiación del Sistema General de Seguridad Social en Salud, lo

77

Gráfico 59. Evolución Cotizantes Activos a Pensiones (% de la PEA, octubre de 2016) 42.2

42

325pb

40

296pb

39.0

38 36

Promedio

2014 2015 2016

30 ene

feb

Variación (%)

37.2 39.7 41.5

mar

abr

37.4

37.1

Últimos 12 meses

34

20

40.4

2.7 2.5 2.2

may

26.0 Cotización promedio 8.1 meses

jun

jul

ago

sep

oct

nov

dic

Variación anual en octubre: 325pb Fuente: cálculos Anif con base en Dane y Superintendencia Financiera.

que implica una reforma al Fosyga, pues se centralizarán labores que habían sido delegadas al administrador fiduciario.

continuará enfrentando una fuerte presión de gasto fiscal, no solo por el incremento en la demanda por cuenta de la universalización y la homologación del POS, sino también por un POS ampliado (Ley Estatutaria en Salud). Dicha presión podría elevar el gasto en salud del actual 8% del PIB hacia el 10% del PIB a la vuelta de una década, pese a los esfuerzos de gestión que se han hecho para

Por último, cabe mencionar que Colombia todavía disfruta de costos en salud relativamente moderados, gracias a que cuenta con una población joven (ver cuadro 3). Sin embargo, hacia el mediano plazo, el Gobierno

Cuadro 3. Comparación internacional del gasto en Salud (2009-2014) Gasto salud (% del PIB)

Cobertura poblacional (%)

PIB nominal per-cápita (US$)

Gasto salud per-cápita (US$)

Gasto salud per-cápita/ PIB per-cápita (%)

2009

Estimado 2010-2014

2009

Estimado 2010-2014

2014 (1)

2014 (2)

2014 (2)/(1)

Estados Unidos

17.7

17.6

84

85

54.597

10.043

18.4

Gran Bretaña

9.9

9.4

100

100

45.653

4.353

9.5

Colombia

7.0

7.0

92

94

8.076

672

8.3

Fuente: cálculos Anif con base en FMI, Banco Mundial, OMS, US Census Bureau y Ministerio de Salud.

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contener ese gasto. Ello hace aún más urgente la aprobación de la Reforma Tributaria Estructural (que actualmente se tramita en el Congreso), para elevar la tributación en al menos dos puntos del PIB. Además, si se aprobara el Proyecto de Ley de dicha Reforma (sin mayor demérito por parte del Congreso),

se pueden destacar dos factores que impactarían positivamente al sector: i) los $1.5 billones adicionales anuales que recibiría, por cuenta del impuesto a las bebidas azucaradas y al tabaco (infortunadamente, eliminado en el primer caso); y ii) que los medicamentos estarían exentos de IVA.

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