MISA Y NOVENA COMUNITARIA
Beato Artémides Zatti
“Don Zatti no solamente era un enfermero, sino que él mismo era medicina, porque curaba con su presencia, con sus cantos, con sus ocurrencias, con su voz...”
Narambuena, Pedro Bautista Novena Comunitaria. Artemides Zatti / Pedro Bautista Narambuena. - 1a ed. - Bahía Blanca : Revista Ceferino Misionero, 2015. 24 p. ; 21 x 15 cm. ISBN 978-987-29628-7-6 1. Devoción Cristiana. 2. Devoción Popular. 3. Espiritualidad Cristiana. I. Título. CDD 248.4 Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, salvo excepción prevista en la ley, ni en todo ni en parte, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, ya sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia, o cualquier otro, sin el premiso por escrito de la editorial. La infracción de los derechos mencionada puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual. “Novena Comunitaria. Artémides Zatti” Autor: Pedro Bautista Narambuena Diseño y diagramación: Constanza Biagini Queda hecho el depósito que establece la ley 11.723 Impreso en Escuela-Taller “Imprenta La Piedad” © Revista Ceferino Misionero Vieytes 150 (8000) Bahía Blanca Provincia de Buenos Aires Argentina © Ediciones Don Bosco Argentina (EDBA) Yapeyú 137 – 1206 – Ciudad Autónoma de Buenos Aires República Argentina
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Unas palabras de presentación Queridos hermanos con alegría y gratitud a Dios, presentamos la misa y novena al enfermero Santo de la Patagonia Artémides Joaquín Zatti. En el año del bicentenario del nacimiento de Don Bosco, que por gracia de Dios, soñó el proyecto misionero para estas tierras, y envió a sus primeros salesianos, con quienes Zatti camino como discípulo misionero. Es nuestro deseo sea, esta un muy humilde homenaje de gratitud al Patrono de la Patagonia San Juan Bosco, y nos ayude a cada uno a vivir con alegría nuestra fe. Nada mejor que recordar algunas palabras de San Juan Pablo II, en su visita a nuestra tierra patagónica en el año 1987. “La Iglesia de Dios que está en la Patagonia, heredera de una tan rica tradición evangelizadora, ha de seguir siendo siempre misionera. La implantación de la Iglesia en la Patagonia está ligada a la actividad incansable y a la abnegación de aquellos misioneros, hombres y mujeres que dejaron su patria para venir a predicar el Evangelio y a dar vida a numerosas obras de educación, de asistencia social, de promoción humana y cristiana. Viedma fue uno de los centros desde donde se impulsó aquella primera acción misionera”. Con estas palabras, se nos anima a seguir siendo fieles a las huellas del Evangelio y de la primera hora de la evangelización en estas tierras. Así se expresó San Juan Pablo II: “La evangelización no sería auténtica si no siguiera las huellas de Cristo, que fue enviado a evangelizar a los pobres.” Es en este camino de acción evangelizadora y promoción humana que surge Don Zatti, como testigo claro de fidelidad y entrega misionera. En él vemos cumplidas el desafío que señaló el Santo Padre: “Que nadie se sienta tranquilo mientras haya en vuestra patria un hombre, una mujer, un niño, un anciano, un enfermo, un hijo de Dios cuya dignidad humana y cristiana no sea respetada y amada”. Qué lindo descubrir en los inicios de la evangelización en nuestra tierra patagónica, esa propuesta integral al servicio de la dignidad de la persona. Desde la fuerza del evangelio se buscó transformar la realidad, para que todos alcancen a vivir como hijos de Dios y hermanos de todos. Celebrar la acción de Dios en la santidad del “Pariente de todos los pobres”, nos compromete a seguir siendo fieles a Jesús en la opción por los más pobres. “El auténtico discípulo de Cristo se siente siempre solidario con el hermano que sufre. No olvida nunca que la misión evangelizadora tiene como parte indispensable la acción por la justicia y las tareas de promoción del hombre”. Que estos encuentros de oración nos ayuden a comprometer nuestra vida en la tarea evangelizadora, que hoy necesita nuestra sociedad, y ser así auténticos discípulos misioneros de Jesucristo. Padre Pedro Narambuena 2015 año del bicentenario del nacimiento de Don Bosco.
Síntesis Biográfica del Beato Artémides Zatti Salesiano Coadjutor Artémides Joaquín Zatti, nació en Boretto, Italia el 12 de octubre de 1880, es bautizado ese mismo día en la parroquia San Marcos. Es el tercero de ocho hermanos. Sus padres Luis Zatti, y Albina Vecchi son fervientes cristianos. En 1897 emigran a la Argentina, donde vivía su tío Juan Zatti. Se radicaron en Bahía Blanca. Trabaja en una fábrica de mosaicos. Participa activamente en la vida parroquial, colaborando con el Padre Carlos Cavalli, su director espiritual. El 19 de abril de 1900 ingresa al aspirantado salesiano en Bernal. Cuidando a un enfermo de tuberculosis contrae la enfermedad. Es enviado a Viedma al colegio San Francisco de Sales. Obtiene de María Auxiliadora, la gracia de la sanación total, y le promete dedicar toda su vida al cuidado de los enfermos. Así lo expresará en una carta: “Creí, prometí, sané”. ¡Qué hermosa síntesis de lo que fue su vida, un hombre de fe, comprometido en el servicio a favor de sanar a sus hermanos enfermos. En 1908 se consagró a Dios como salesiano coadjutor. El 18 de febrero de 1911 hace sus votos perpetuos. En 1934 participa representando a los hermanos coadjutores de la canonización de Don Bosco. Desde 1911 a 1951 se entrego en el hospital San José, al cuidado y servicio de los enfermos y pobres. Su amor apostólico y su corazón solidario lo movía a visitar día y noche, en su legendaria bicicleta los enfermos de Viedma y Patagones. Lo que hoy no propone a todos el Papa Francisco, salir al encuentro, no solo esperar. Salir a la calle a buscar y a servir. La calle fue para Zatti, uno de los lugares de encuentro con los hermanos y con Dios. Su bicicleta fue signo de ponerse en camino animado por el amor a los enfermos a los pobres. El 27 de febrero de 1951 pide la Santa Unción de los enfermos. Muere serenamente, el 15 de marzo dejando escrito su certificado de defunción. Un breve testimonio, sintetiza magistralmente su vida: “Siempre fue, piadoso, alegre y trabajador". El beato Artémides Zatti, ofrece un singular testimonio de laico consagrado. Dedicó toda su vida a testimoniar en el mundo la caridad y la entrega solidaria, a los hermanos enfermos, y a los pobres, al punto que todos lo consideran el Buen Samaritano, pariente de todos los pobres. Lo que lo distingue y caracteriza es su total entrega, animada siempre de un amor sobrenatural. La actualidad de su testimonio está en que supo unir el compromiso de la promoción humana con una constante preocupación evangelizadora. Testimonia el servicio integral a la persona. Un verdadero contemplativo en la acción, según el camino espiritual de Don Bosco.
Fotografía de la familia Zatti
Misa al Beato Artémides Zatti Unas palabras de introducción:
Artémides Joaquín Zatti, nació en Boretto, Italia el 12 de octubre de 1880, bautizado ese mismo día en la parroquia San Marcos. Tercero de ocho hermanos. Sus padres Luis Zatti y Albina Vecchi son fervientes cristianos. En 1897 emigran a la Argentina, donde vivía su tío Juan Zatti. Se radicaron en Bahía Blanca, trabajando en una fábrica de mosaicos. Participa activamente en la vida parroquial, colaborando con el Padre Carlos Cavalli SDB, su director espiritual. El 19 de abril de 1900 ingresa al aspirantado salesiano en Bernal. Cuidando a un enfermo de tuberculosis contrae la enfermedad. Es enviado a Viedma al colegio San Francisco de Sales. Obtiene de María Auxiliadora la gracia de la sanación total y le promete dedicar toda su vida al cuidado de los enfermos. En 1908 se consagró a Dios como salesiano coadjutor. El 18 de febrero de 1911 hace sus votos perpetuos. En 1934 participa representando a los hermanos coadjutores de la canonización de Don Bosco. Desde 1911 a 1951 se entregó en el hospital San José, al cuidado y servicio de los enfermos y pobres. Su amor apostólico y su corazón solidario lo movía a visitar día y noche, en su legendaria bicicleta, a los enfermos de Viedma y Patagones. El 27 de febrero de 1951 pide la Santa Unción de los enfermos. Muere serenamente, el 15 de marzo de 1951, dejando escrito por él mismo su certificado de defunción. Un breve testimonio sintetiza, magistralmente, la vida de Zatti: “Siempre fue piadoso, alegre y trabajador”. El Beato Artémides Zatti, ofrece un singular ejemplo de laico consagrado. Dedicó toda su vida a testimoniar en el mundo la caridad y la entrega solidaria a los hermanos enfermos y más pobres al punto que todos lo consideran el Buen Samaritano, el pariente de todos los pobres. Lo que lo distingue y caracteriza es su total entrega, animada siempre de un amor sobrenatural, a los pobres, marginados, enfermos, discapacitados y excluidos. La actualidad de su testimonio reside en su capacidad de unir el compromiso de la promoción humana con una constante preocupación evangelizadora. Testimonia el servicio integral a la persona. Un verdadero contemplativo en la acción, según el camino espiritual de Don Bosco. Con los “oremos” damos gracias a Dios, que es fuente de vida plena, y suscita en la Iglesia a Don Zatti, para servirlo en los enfermos y necesitados. Su profunda fe, lo llevaba a ver el rostro sufriente de Jesús en cada enfermo. La alegría, la unión con Dios, el trabajo intenso, son características de la santidad de Zatti. En el prefacio bendecimos a Dios, siempre atento y cercano al clamor de los humildes. Damos gracias a Dios por haber dado a Don Zatti un corazón samaritano, que supo poner toda la confianza en la divina providencia, y sobrellevar con serenidad los momentos de cruz y dificultad. Los textos de la escritura nos invitan a vivir el proyecto del Padre, en una clara opción por el Reino y sus predilectos, los pobres. “No apartes tu rostro del pobre” (Tb 4,7); “comparte tu pan con el hambriento” (Tb 4,16). Con la mirada y el corazón en Dios, rico en misericordia, Zatti amó a todos sin distinción ni preferencia, y si hubiera existido, sería siempre a favor de los que nadie quiere ( Sant 2,1). Amar a Jesús en cada hermano es la máxima ley en la vida de nuestro beato: “Todo lo que hagan al más pequeño”; “estuve enfermo y me visitaron, desnudo y me vistieron” (Mt 25). Una fe rica en obras de caridad y promoción es el mejor testimonio de fidelidad al evangelio que nos deja Artémides Zatti, como testamento y herencia.
ANTÍFONA DE ENTRADA
“Estas señales acompañarán a los que crean en mi nombre,... pondrán las manos sobre los enfermos y los sanarán” M.16, 17-18
ORACIÓN COLECTA
Padre Misericordioso, fuente de vida y de salud, que en tu bondad suscitaste al Beato Artémides Zatti, Salesiano coadjutor, para servirte en los enfermos y más pobres viviendo en la alegría y construyendo la comunión fraterna. Por su intercesión, te pedimos nos concedas ser signos de tu Reino entregándonos, con alegría y generosidad, al servicio de los que sufren. Por Jesucristo tu Hijo...
LITURGÍA DE LA PALABRA - POSIBLES LECTURAS Primera Lectura: Tobías 4, 5-9.16.18-19a
“Acuérdate del Señor todos los días”.
“Acuérdate del Señor todos los días de tu vida, hijo mío, y no peques deliberadamente ni quebrantes sus mandamientos. Realiza obras de justicia todos los días de tu vida y no sigas los caminos de la injusticia. Porque si vives conforme a la verdad, te irá bien en todas tus obras, como a todos los que practican la justicia. Da limosna de tus bienes y no lo hagas de mala gana. No apartes tu rostro del pobre y el Señor no apartará su rostro de ti. Comparte tu pan con los que tienen hambre y tus vestidos con los que están desnudos. Pide consejo a las personas prudentes, y no desprecies un buen consejo. En cualquier circunstancia bendice al Señor, tu Dios; pídele que dirija tus pasos y que todos tus caminos y todos tus proyectos lleguen a feliz término”.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial: 24, 1-8.10-13 Antífona: ¡A ti elevo mi alma, a ti mi Dios y Señor!
Confío en ti, que no quede avergonzado ni se burlen de mi los enemigos; porque todos los que esperan en ti no quedarán defraudados. Muéstrame, Señor, tus caminos, indícame tus sendas; enséñame a caminar en tu verdad, porque tú eres mi Dios, mi Salvador. Recuerda que tu amor y tu ternura permanecen para siempre; olvida los pecados de mi vida. ¡Señor, yo espero en ti! El Señor es amigo de sus fieles y les revela su alianza; su vida será feliz, su descendencia poseerá la tierra.
Segunda Lectura: Carta de Santiago 2, 1-5.14-18
“Muéstrame, si puedes, tu fe sin las obras. Yo, en cambio, por medio de las obras, te demostraré mi fe”
Hermanos, ustedes que creen en nuestro señor Jesucristo glorificado, no hagan acepción de personas.
Supongamos que cuando están reunidos, entra un hombre con un anillo de oro y vestido elegantemente, y al mismo tiempo, entra otro pobremente vestido. Si ustedes se fijan en el que está muy bien vestido y le dicen: “Siéntate aquí, en el lugar de honor”, y al pobre le dicen: “Quédate allí, de pie”, o bien: “Siéntate a mis píes”, ¿no están haciendo acaso distinciones entre ustedes y actuando como jueces malintencionados? Escuchen, hermanos muy queridos: ¿Acaso Dios no ha elegido a los pobres de este mundo para enriquecerlos en la fe y hacerlos herederos del Reino que ha prometido a los que lo aman? ¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso esa fe puede salvarlo? ¿De qué sirve si uno de ustedes, al ver a un hermano o una hermana desnudos o sin el alimento necesario, les dice: “Vayan en paz, caliéntense y coman”, y no les da lo que necesitan para su cuerpo? Lo mismo pasa con la fe: si no va acompañada de las obras, está completamente muerta. Sin embargo, alguien puede objetar: “Uno tiene la fe y otro, las obras”. A ese habría que responderle: “Muéstrame, si puedes, tu fe sin las obras. Yo, en cambio, por medio de las obras, te demostraré mi fe”.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ALELUYA
“Estuve enfermo, y me visitaron”. “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”. (Mt. 25,36.40). Aleluya.
EVANGELIO: Mateo 25,31-40
“Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”
Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y ustedes me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver”. Los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de ver? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?. Y el Rey les responderá: “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”.
Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor Jesús.
ORACIÓN DE LAS OFRENDAS
Padre Dios, dador de todo bien, acepta nuestra ofrenda en la fiesta del bienaventurado enfermero Artémides Zatti, quién se entregó a ti, para ser pan de bondad y de consuelo en favor de los pobres y enfermos, en los que sabía descubrir el rostro sufriente de tu Hijo Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
PREFACIO
El Señor está con ustedes Y con tú espíritu Levantemos el corazón Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor nuestro Dios Es justo y necesario. En verdad, Padre de bondad y misericordia, es justo que te demos gracias y te bendigamos, porque siempre te manifiestas cercano y defensor de los pobres, y porque diste a Don Zatti un corazón de Buen Samaritano, capaz de servirte en los enfermos, los humildes y pequeños, predilectos del Reino. Te damos gracias, por su testimonio de amor y de entrega sacrificada según el espíritu de San Juan Bosco. El, con una gran fe y una infinita confianza en la Providencia, buscó siempre el mayor bien de todos, encontrando en la oración y en la Eucaristía la fuerza para ser fiel a su misión. Por eso, te alabamos con los ángeles y Santos cantando el himno de tu gloria.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN
“El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” 1 Cor. 13,7.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Dios Padre, que en las tierras patagónicas formaste en el Beato Artémides Zatti un corazón samaritano siempre alegre y servicial, ayúdanos a que, como él, valoremos el don de esta Eucaristía y te sirvamos en todos nuestros hermanos. Por Jesucristo, tu Hijo y nuestro Señor.
ESQUEMA DE CADA DÍA 1. Breve invitación del guía. 2. Señal de la cruz, saludo inicial. 3. Canto 4. Oración propia de cada día 5. Lectura bíblica y salmo 6. Lectura de la vida de Don Zatti 7. Oración de los fieles 8. Padre Nuestro 9. Oración a Don Zatti 10. Bendición final 11. Canto final.
INTRODUCCIÓN
Jesús, el Señor, que pasó haciendo el bien y curando todas las dolencias y enfermedades, encomendó a sus discípulos que cuidaran de los enfermos, que les impusieran las manos y que los bendijeran en su Nombre. “El espíritu del Señor, está sobre mí, porque me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres”.(Lc 4,18) A los que estaban cargados de dolor, agobiados de pobreza, les aseguró que Dios los tenía en el centro de su corazón. “Felices ustedes lo pobres, porque el Reino de Dios les pertenece!” (Lc 6,20) con ellos se identificó: “Tuve hambre y me dieron de comer, y enseño que la misericordia hacia ellos es la llave del cielo”. (E.G. 197) Estamos llamados a descubrir a Cristo en ellos, a prestarles nuestra voz en sus causas, pero también a ser sus amigos, a escucharlos, a interpretarlos y a recoger la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos. Vivamos esta novena de oración y acercamiento a Dios acompañando a los hermanos enfermos y orando con ellos y por ellos. Encomendemos Dios a nuestros hermanos enfermos, para que los ayude a soportar con paciencia los sufrimientos del cuerpo y del espíritu, sabiendo que si son compañeros de Cristo en el sufrir, también lo serán en el buen ánimo.
ORACIÓN A DON ZATTI
Para rezar todos los días.
Señor Jesús: Tú llamaste a Don Zatti, salesiano coadjutor, para servirte en los pobres y necesitados. Tú le diste la fuerza para entregarse Con alegría y sin descanso a sus hermanos enfermos. Tú lo hiciste un hombre bueno que supo vivir fielmente tu Evangelio en el trabajo cotidiano y en el sacrificio escondido. Te pedimos la alegría De verlo brillar un día, en el cielo de tus santos Y de dar también nosotros testimonio de tu luz. Te pedimos por su intercesión La gracia de... (Pídase la gracia que se desea). Para gloria tuya y de tu fiel siervo Don Zatti. AMÉN
Canción:
PEDALEANDO CON AMOR
Pregunto por el nombre de ese señor que en una bicicleta me saludó. Hubo un color distinto que en él resplandeció; hubo una chispa ardiente que algo encendió. Llevan los dos pedales lento girar, ritmo que ese enfermero va a conservar. No es la rutina quieta que puede sofocar; es lo ordinario hecho ritmo vital. Una bicicleta, un rayo de sol, miles de colores y un poco de amor. Don Zatti no busca futuros de sol. Es mucho más simple la fiesta del hoy.
Hno. Hugo Vera
En cada día encuentra felicidad, las cosas grandes llegan a agonizar. Mas, lo pequeño guarda para él la novedad; sólo con ojos niños lo ha de encontrar. Hay un motor que lo lleva a caminar, es lo que lleva dentro y quiere aflorar. Tras la mirada mansa, corazón de pastor, tras las manos callosas, manos de Dios.
Oración de intercesión “Oh Dios, que en el Beato Artémides Zatti nos has dado un modelo de Salesiano laico, ayúdanos a reconocer el don de esta vocación para toda la Familia Salesiana. Danos la inteligencia y el valor para proponer a los jóvenes esta particular forma de vida evangélica en seguimiento de Cristo y al servicio de los jóvenes más pobres. Haz que los jóvenes
estén disponibles a la acción del Espíritu, para que se dejen fascinar por tu llamada y acojan generosamente tu invitación. Enséñanos a acompañar a los que tú llames por este camino, con itinerarios formativos de calidad y con guías expertos y preparados. Te lo pedimos por la intercesión del Beato Artémides Zatti y por la mediación de Cristo Señor. Amén”.
PRIMER DÍA
EL PADRE - LA FE - LA CONFIANZA Guía:
Fruto: La Oración hecha Vida
Comenzamos esta novena contemplando la acción de Dios en nuestra historia, y en nuestra vida. De modo especial vamos a contemplar la acción de Dios, en la vida y el testimonio de santidad de Don Zatti, Salesiano coadjutor de la Patagonia Argentina. Él experimentó muy hondamente la paternidad de Dios, y la manifestó todos los días a sus hermanos enfermos. Dios siempre se manifiesta atento al clamor y dolor de su pueblo. En la historia Dios va suscitando hombres que sean signos de esa preocupación por el pobre. En Don Artémides Zatti, Dios se hace cercano a los enfermos, los pobres. El testimonio de don Zatti, nos recuerda que todos los cristianos, estamos llamados a la santidad.
Señal de la cruz: En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Cantamos: Somos gente nueva - Somos la familia de Jesús
ORACIÓN del primer día:
Dios todopoderoso y Padre bueno Te damos gracias porque de tantas maneras Nos haces experimentar tu paternidad y tu misericordía Para que nadie te tenga miedo Y todos podamos vivir como hijos. Te pedimos que podamos renunciar a los ídolos que esclavizan Y apoyarnos en tu amor que libera. Por Jesucristo nuestro Señor.
Lectura del primer día: Lucas. 12, 22-34 no se inquieten por cómo vivirán
Jesús les dijo a sus discípulos: “No se atormenten por su vida con cuestiones de alimentos, ni por su cuerpo con cuestiones de ropa. Miren que la vida es más que el alimento y el cuerpo más que el vestido. Aprendan de los cuervos: no siembran ni cosechan, no tienen bodega ni granero y, sin embargo, Dios los alimenta. ¡Y Ustedes valen mucho más que las aves! Aprendan de los lirios del campo: no hilan ni tejen, pero yo les digo que ni Salomón, con todo su lujo, se pudo vestir como uno de ellos. Y si Dios da tan lindo vestido a la hierba del campo, que hoy está y mañana se echará al fuego, ¿qué no hará con ustedes gente de poca fe? No estén pendientes de lo que comerán o beberán: ¡No se atormenten! Estas son cosas tras las cuales corren todas las naciones del mundo, pero el Padre sabe que ustedes las necesitan. Busquen más bien el Reino y se les darán también esas cosas. Es Palabra de Dios.
Reflexión: ¿Pongo mi confianza en el amor misericordioso de Dios? ¿Vivo con libertad frente a los bienes materiales? Nos dice el Papa Francisco en la Carta La alegría del Evangelio: “La adoración del antiguo becerro de oro ha encontrado una versión nueva y despiadada en el fetichismo del dinero y en la dictadura de la economía sin rostro y sin un objetivo verdaderamente humano” E.G. 55. Don Zatti busco en todo poner el dinero al servicio de la persona, y de sus necesidades. Una vez alguien le
pregunto: Don Zatti, ¿qué piensa del dinero? A lo que respondió; el dinero sirve para hacer el bien o no sirve para nada”.
Salmo: 26, No Teman: Yo he vencido al mundo. Antífona: “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?” El Señor es mi luz y mi Salvación, ¿A quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿Quién me hará temblar?
¡Oye, Señor, mi oración, Ten piedad, y respóndeme! ¡Señor, mi corazón te habla, mis ojos te buscan!
Aunque venga contra mí un ejército, Mi corazón no temerá; Aunque estalle la guerra contra mí, No perderé la confianza.
¡No me rechaces, ni me abandones, Señor, mi Salvador! Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Tú me recibirás.
Solamente una cosa pido a Dios, Y por ella suspiro: Vivir en la casa del Señor Toda mi vida.
Sé que gozaré de los bienes del Señor En la tierra de los vivientes. ¡Confía en Dios, sé fuerte y animoso; espera en el Señor!
Porque en su templo Él me guardará, En la hora del peligro; Me pondrá en lo más oculto de su casa, Me afirmará sobre una roca.
Gloria al Padre, al Hijo, y al espíritu, Ahora y siempre; Al Dios que es, que era y que vendrá, Por los siglos de los siglos, amén.
Lectura de la vida de Don Zatti:
“Prodiga un cuidado especial a aquellos que se hallan aquejados por enfermedades vergonzosas. Los lleva a parte, pues no quiere que otros lo sepan. Y mientras los cura, canturrea, para levantarles el ánimo. O charla con mil ocurrencias serenas para distraerlos y aliviarles el dolor. “Como una madre con sus pequeños”, ha dicho uno de sus pacientes. Se esfuerza por contentar en todo a sus enfermos.”Hoy, ¿qué quieren comer?” Y trae del mercado lo que le piden, sabiendo que para algún pobrecito podrá ser la última pequeña satisfacción de la vida. Nunca faltan quienes tienen parientes muy lejos, y no saben escribir; y él pasa horas con paciencia llenando carillas con los saludos para el primo, para la tía, para los hermanos... Si visita a domicilio a enfermos muy pobres, al marcharse deja sobre la mesita de luz, junto a las medicinas también algunos pesos.
ORACIÓN DE LOS FIELES.
Respondemos: Padre misericordioso escucha nuestra oración. 1. Te alabamos Padre por llamarnos a la vida cristiana, te pedimos que a ejemplo de Don Zatti, sepamos poner toda nuestra confianza en Vos. Oremos... 2. Te damos gracias Padre por los testimonios de fe y compromiso cristiano a favor de los más pobres, te pedimos que sepamos verte en los que nos necesitan. Oremos... 3. Padre que nos llamas a ser pueblo tuyo por el bautismo, haz que anunciemos a todos la Buena Noticia. Oremos... 4. Que siguiendo el ejemplo de Don Zatti, pongamos toda nuestra confianza en Dios y salgamos al en-
cuentro de los que sufren. Oremos al Señor 5. Ayúdanos para hacer de nuestros dolores y sufrimientos un camino de servicio y ayuda al prójimo.
Guía: Terminemos nuestra oración repitiendo con fe y confianza en Dios fuente de vida y esperanza la oración que Jesús nos enseñó: Padre Nuestro
Oración a Don Zatti. Bendición final:
Que el Señor nos bendiga, nos guarde siempre de todo mal y nos lleve un día a la vida eterna. Amén Canto final: El Pueblo de Dios.
SEGUNDO DÍA:
LA PALABRA DE DIOS - LA ESCUCHA - SABIDURÍA Guía:
Fruto: La Disponibilidad
En este segundo día de nuestra novena queremos renovar nuestra actitud de escucha y disponibilidad a la Palabra de Dios que llenó y animó la vida de Don Zatti. Alimentado por esta Palabra el enfermero de los pobres, pudo ser él mismo alimento y palabra de consuelo para sus hermanos enfermos. El hombre y sobre todo el enfermo necesitan fortalecerse, para superar sus dolores y miedos. Es la Palabra viva y eficaz, la que sana y libera al hombre de todo mal. Es Jesús, su Palabra, la que ilumina y sana, levanta y fortalece. Don Zatti supo dejarse transformar por esa Palabra que lo convirtió a él en remedio para sus enfermos. Dirán los enfermos recordando sus cuidados: “ Su presencia ya era para nosotros una medicina”.
Señal de la Cruz: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén Canto: Prueben que bueno es el Señor. ORACIÓN del segundo día:
Te damos gracias, porque tú nos hablas siempre, Como Padre y Amigo para iluminar nuestro camino Y orientar nuestros pasos. Te pedimos un corazón atento y sincero, Libre de todo fariseísmo y doblez Para no perder ninguna de tus palabras Y vivirlas generosamente. Por Jesucristo nuestro Señor...
Lectura Bíblica: Lucas 8, 4-19 Parábola del sembrador.
“El sembrador salió a sembrar. Al ir sembrando una parte del grano cayó a lo largo del camino, lo pisotearon y las aves del cielo lo comieron. Otra cayó sobre rocas; brotó, pero luego se secó por falta de humedad. Otra cayó entre espinos, y los espinos cayeron con la semilla y la ahogaron. Y otra cayó en tierra buena, creció y produjo el ciento por uno”. Al terminar, Jesús exclamó: “Escuchen, pues, si ustedes tienen oídos para oír”. Es Palabra de Dios.
Reflexión: ¿qué me impide escuchar mejor la Palabra? ¿Qué frutos ha dado en mí la escucha de la Palabra? ¿Tengo momentos personales de escucha de Dios? ¿Qué paso puedo dar para cumplir la Palabra que escucho? “La Palabra de Dios escuchada y celebrada, sobre todo en la Eucaristía alimenta y refuerza interiormente a los cristianos y los vuelve capaces de un auténtico testimonio evangélico en la vida cotidiana” (E.G. 174). Salmo: 18 B, La ley del Señor es perfecta. Antífona: “Tu palabra Señor es la verdad y la luz de mis ojos” La ley del Señor es perfecta, Conforta el alma, El testimonio del Señor es verdadero, Sabiduría del humilde.
Aunque yo me esmero en conocerlos, Y en cumplirlos fielmente, ¿Cómo advertiré todos mis errores? Líbrame de las culpas que ignoro
Los preceptos del Señor son justos, Alegran el corazón, La palabra del Señor es pura, ilumina los ojos.
Presérvame, Señor de la soberbia, Que no domine sobre mí, Entonces seré irreprochable Y libre de maldad.
Los mandamientos del Señor son santos, Permanecen para siempre Los juicios del Señor son la verdad, Y siempre justos.
Señor, que las palabras de mi boca, Te sean aceptables, Y la súplica de mi alma Llegue a Ti mi roca, mi Redentor.
Su palabra es más valiosa Que el oro más fino, Sus preceptos más dulces que la miel, Que fluye del panel.
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Ahora y siempre, al Dios que es, que era, y que vendrá Por los siglos de los siglos, amén.
Repetimos: Tu palabra Señor es la verdad y la luz de mis ojos.
Lectura de la vida de Don Zatti:
“En junio de 1936 llevan al hospital, desde muy lejos un muchacho del campo. Muy pálido, apenas se mantiene en pie: tiene un mal que no perdona y que puede llevárselo de un momento a otro. Zatti lo recibe como a un hijo. Lo prepara para la primera comunión, le compra un moño blanco, y lo acompaña a la catedral, para su primer encuentro con el Señor. Esa misma noche el chico se siente mal. Tan mal que corren a llamar a Zatti. ¡Me muero Don Zatti!, murmura el jovencito. Y él que ha acompañado a tantos en el momento extremo, dominando a duras penas la angustia que lo embarga, le dice con toda dulzura: Bueno, si realmente quieres morir, primero haz bien la señal de la cruz. Ahora, junta las manos y luego contento y feliz te vas al cielo, así sonriendo...
ORACIÓN DE LOS FIELES.
Respondemos: Danos tu sabiduría Señor. 1- Jesús que sembraste en el corazón de todo hombre el amor, la verdad, y la justicia ayúdanos a dar cada uno de nosotros lo mejor para el bien de todos. Oremos...
2- Que tu Palabra Señor encuentre en nosotros un terreno bueno y produzca frutos de caridad como produjo en Don Zatti. Oremos... 3- Por los que trabajan en la evangelización para que siguiendo el ejemplo de Zatti sepan defender la dignidad de toda persona. Oremos... 4- Por los enfermos y los que sufren para que encuentren en la palabra fuerza y sentido frente a sus dificultades. 5- Para que como Don Zatti pongamos nuestra confianza en la Palabra de Dios, más que en las cosa materiales.
Padre Nuestro Oración a don Zatti Bendición final Canto Final: Tu bendición.
TERCER DIA:
EL HIJO - LA CRUZ - LA PASCUA
Fruto: La Constancia
Guía:
El camino del cristiano está signado por la cruz de Cristo. Realizar el proyecto de Dios, es ponerse en camino, sostenidos por la fe. En este camino es necesario saber aceptar la cruz. Es mirando a Jesús y siguiendo sus pasos que podemos hoy ser fieles a la voluntad de Dios. Dios nos libera por la entrega de Jesús en la cruz. “Padre que se haga tu voluntad y no la mía”, exclama Jesús en los momentos duros de su camino. Es en Jesús que el creyente encuentra la fuerza para poder decir sí al proyecto de Dios. Es en la cruz de Cristo que Don Zatti descubre la respuesta frente a los momentos difíciles de su misión. Es contemplando el amor crucificado que Zatti, aprende a “tragar amargo y escupir dulce”. Es el camino de la Pascua, el único que lleva a la gloria. Así también nosotros queremos entregarnos y ofrecer nuestros dolores y sacrificios cotidianos a nuestro Señor, por el bien del prójimo.
Señal de la cruz: En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, Amén Cantamos: Jesús te seguiré Oración propia del día:
Bendito seas Padre misericordioso Que enviaste a tu Hijo, para que se hiciera hombre como nosotros y nos mostrara que la Cruz Es el único camino que lleva a la Vida. Haz que podamos recorrerlo cada día Unidos a todos los crucificados del mundo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Lectura de la Palabra de Dios: 1 Corintios 1, 18- 25 la locura de la cruz
El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden, pero para los que se salvan- para nosotros- es fuerza de Dios. Porque está escrito: destruiré la sabiduría de los sabios y rechazaré la ciencia de los inteligentes.
¿Dónde está el sabio? ¿dónde el hombre culto? ¿dónde el razonador sutil de este mundo? ¿acaso Dios nos ha demostrado que la sabiduría del mundo es una necedad? En efecto, ya que el mundo, con su sabiduría no reconoció a Dios en las obras que manifiestan su sabiduría, Dios quiso salvar a los que creen por la locura de la predicación. Mientras los judíos piden milagros y los griegos van a buscar la sabiduría, nosotros, en cambio predicamos a un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos, pero fuerza y sabiduría de Dios para los que han sido llamados, tanto judíos como griegos. Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres. Es Palabra de Dios.
Reflexión: ¿Cuál es mi actitud ante el dolor y la cruz? ¿Busco dar sentido al dolor desde mi fe?
¿Busco ayudar y acompañar a los que llevan una cruz más pesada que la mía? ¿Trato de ser buen discípulo misionero llevando mi cruz de cada día?
Salmo: 15, Dios es nuestra Herencia Antífona: “Tú eres. Señor, mi herencia, mi único bien”. Protégeme, Señor, Dios mío, Porque en ti confío, Yo te digo tú eres, Señor, Mi único bien.
Por eso mi corazón está contento Me siento seguro, Porque no me entregarás a la muerte, Me librarás de la corrupción.
El Señor es mi parte, mi herencia, Mi suerte está en su mano: Me ha tocado la parte más hermosa, La herencia mejor.
Me enseñarás el sendero de la vida Me llevarás a Tu presencia, Y gozaré, Señor, junto ha Ti, De la eterna alegría.
Bendigo al Señor porque Él me guía, Hasta en las noches me habla Yo vivo siempre en su presencia, Con Él nada temo.
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Ahora y siempre, al Dios que es, Que era y que vendrá, por los de los siglos, amén.
Lectura de la vida de Don Zatti:
A fines de 1941 sobreviene el momento del cáliz amargo. Hay que abandonar el hospital: lo demolerán. ¿Cómo es posible? Desde 1934 Viedma se ha convertido en sede episcopal. El terreno en que se levanta el hospital es del Obispo, y desde el principio había sido elegido para construir en él la sede episcopal. Y llegó ese día fatal. Todo se halla listo para construir, pero antes hay que demoler el hospital. Pero, todavía antes que eso, hay que encontrar un lugar para los enfermos. En las afueras hay un predio que ha sido escuela agrícola, y que podría albergar a los enfermos. Le dicen a Zatti que los lleve allá. ¿Pero cómo va a ser posible, si falta todo? Cada golpe de maza parece que lo dieran en el corazón de Zatti. Va y viene, vuelve sobre sus pasos, desorientado e impotente. Lo he visto llorar como un niño, recuerda un salesiano que en aquellos días lo acompañaba. Una pena tremenda, una agonía. Pero de sus labios no brota ninguna recriminación hacia nadie. Se encamina a la iglesia, arrodillado llora y reza.
ORACIÓN DE LOS FIELES.
Respondemos: Danos tu fuerza Señor. 1. Para que con humildad de corazón sepamos ser reflejos de tu bondad y misericordia, 2. Para construir tu Reino, Oremos... 3. Para que llevemos nuestra cruz de cada día con serenidad y esperanza, Oremos... 4. Para que el testimonio de Don Zatti, de sufrir en el silencio por el bien del prójimo nos ayude a ser fieles y fuertes en los momentos difíciles. Oremos... 5. Para servirte en los hermanos enfermos y más necesitados, Oremos... 6. Para sonreír en las dificultades y ser testigos gozosos de tu buena noticia, oremos...
Padre Nuestro Oración a Don Zatti Bendición Final Canto Final: Hasta dar la Vida.
CUARTO DÍA:
EL ESPÍRITU SANTO - LA DOCILIDAD - LA TRANSFORMACIÓN Fruto: La Verdadera Conversión
Guía:
Recibiendo el Espíritu Santo en el Bautismo y en la Confirmación hemos sido hechos hijos de la luz y testigos del Reino. Él fue el que santificó a Don Zatti y nos santifica también a nosotros. El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, por eso debemos invocarlo frecuentemente. Sin la fuerza interior de la acción del Espíritu Santo, no logramos superar el desaliento y la desesperanza. Zatti fue un hombre abierto a la acción del Espíritu de Dios. Para mantener viva su entrega, y su actitud misionera supo nutrir su fe guiado en todo por el don de lo alto.
Señal de la cruz: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén Canto: Si el Espíritu de Dios se mueve en mí... Oración propia del día:
Padre providente y bueno Te damos gracias porque siempre Derramas tus dones para fortalecer nuestra vida Te pedimos que seamos dóciles al gran don del Espíritu Santo, Para que él pueda hacer su obra en nosotros Y nos convierta en agentes de cambio Y fermento de un mundo nuevo. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Lectura de la Palabra de Dios: Hechos de los Apóstoles 2, 1- 4 la venida del Espíritu Santo Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que lleno toda la casa donde estaban, y aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno
de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el espíritu les concedía que se expresaran. Es Palabra de Dios.
Reflexión: ¿Cómo vivo y busco renovar mi relación con el don del Espíritu Santo? “Si pensamos que las cosas no van a cambiar, recordemos que Jesucristo ha triunfado sobre el pecado y la muerte y está lleno de poder. Cristo resucitado y glorioso es la fuente profunda de nuestra esperanza, y no nos faltará su ayuda para cumplir la misión que nos encomienda” (E.G. 275). Don Zatti, se dejo impulsar y animar por el Espíritu Santo en su servicio, ¿Invoco y pido su ayuda en mi trabajo? Busco fortalecer la comunión con los hermanos, aceptando la diversidad con don de Dios? ¿Qué me frena, bloquea mi testimonio? Salmo: 121, Vamos Hacia Ti, Jerusalén. Antífona: ¡Levántate, Jerusalén, y alégrate, porque ya viene tu salvación! ¡Qué alegría cuando me dijeron: “vamos a la casa del Señor”! Nuestros pies ya tocan los umbrales De tus puertas, Jerusalén.
Jerusalén, que fuiste construida Como ciudad bien compacta, Hacia ti suben las tribus, Las tribus del Señor.
Jerusalén, que fuiste construida Como ciudad bien compacta, Hacia ti suben las tribus, Las tribus del Señor.
A celebrar, según es norma en Israel, que haya paz en tus palacios.”
A celebrar, según es norma en Israel, Al Señor, nuestro Dios;
Por amor a mis hermanos y amigos, Te deseo la paz; Por amor a la casa del Señor te deseo todo bien
Lectura de la vida de Don Zatti: El Padre doctor, como el pueblo llama al Padre Garrone, intuyó la grandeza de alma del joven enfermo, lo observó atentamente, y lo guió espiritualmente, a fin de descubrir el proyecto de Dios para su vida. Así un día lo llamó a su despacho y le habló de esta manera: “Zatti, vamos ante el altar de María Auxiliadora. Si tú prometes de consagrar toda tu vida al cuidado de los enfermos, yo te aseguro que Ella te devolverá la salud. Piénsalo bien, y decídete. Lo que te ha sucedido en la vida, te manifiesta el plan de Dios para realizar plenamente tu vida y santificarte. Puedes ser salesiano de Don Bosco, consagrado a Dios y dedicado al bien de los enfermos en este hospital San José, obra misionera de la Patagonia”. Ante el altar de Dios, Zatti meditó sobre las palabras de su guía espiritual; se hizo la luz en su alma; comprendió la belleza de la consagración a Dios para vivir como Jesús, totalmente pobre, y darlo todo, dedicado al amor puro a Dios y al prójimo, obediente a la voluntad de Dios que le señalaba el camino de su vida. Así decidido y confortado por la gracia de Dios, hizo su promesa ante el altar de María, recuperó plenamente su salud, y recorrió el camino señalado hasta el fin de sus días.
ORACIÓN DE LOS FIELES.
Respondemos: Por el don del Espíritu Santo, renuévanos Señor 1. Para que sepamos descubrir en cada hermano el Rostro de Cristo que llama a las puertas de nuestro corazón. Oremos 2. Para que nosotros actuemos movidos por el amor a Dios y al prójimo. Oremos 3. Para que nuestra Madre, que acompañó a los discípulos en la oración nos ayude a ser fieles al proyecto de Dios. Oremos 4. Por los enfermos, para que en su debilidad puedan pedir el don del Espíritu Santo que nos fortalece y sana. Oremos
“El dinero, sirve para hacer El bien, o no sirve para nada” A. Zatti
Padre Nuestro Oración a Don Zatti Bendición Final Canto Final: Renuévame.
QUINTO DÍA:
LA IGLESIA - LA COMUNIDAD - LA MISIÓN Guía:
Fruto: La fraternidad
Como cristianos hemos sido llamados a vivir como comunidad- Iglesia. Esto es un don y al mismo tiempo una tarea. Ser Iglesia es ser Pueblo de Dios, de acuerdo al gran proyecto de amor del Padre. La Igelsia tiene que ser el lugar de la misericordia gratuita, donde todo el mundo pueda sentirse acogido, amado perdona y alentado a vivir según la vida buen del Evangelio (E.G. 114). La unidad es un compromiso de todos y de cada uno. La misión se apoya precisamente en el testimonio de fraternidad y comunión que todos los cristianos hemos sido invitados a dar.
Señal de la cruz: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén Canto: Hoy somos tu Pueblo Señor...
Oración propia del día:
Padre que nos has llamado A ser familia, pueblo, iglesia, Te damos gracias porque nunca nos dejas solos Y nos das hermanos para amar y compartir la vida. Te pedimos que nos ayudes A construir comunidades vivas Que hagan presente tu Reino Y sean semilla de una sociedad nueva en la que todos los hombres tengan un lugar. Por Jesucristo Nuestro Señor...
Lectura de la Palabra de Dios: Efesios 4, 1- 7
Yo “el prisionero de Cristo”, los exhorto, pues, a que se muestren dignos de la vocación que han recibido. Sean humildes y amables, sean comprensivos y sopórtense unos a otros con amor. Mantengan entre ustedes lazos de paz y permanezcan unidos en el mismo espíritu. Un solo cuerpo y un mismo espíritu, pues ustedes han sido llamados a una misma vocación y una misma esperanza. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está por encima de todo, que actúa por todos y está en todos. Cada uno de nosotros ha recibido su talento y Cristo es quien fijó la medida de sus dones para cada uno. Es palabra de Dios
Reflexión: ¿Valoro la comunidad en mi servicio?¿ Busco la ayuda de los hermanos para una mejor respuesta al dolor de los pobres? Supero la tentación de cortarme solo pesando que soy mejor que los demás? “Nadie se salva solo, esto es ni como individuo aislado ni por sus propias fuerzas. Dios nos atrae teniendo en cuenta la compleja trama de relaciones interpersonales que supone la vida en una comunidad humana” (E.G. 113). Salmo: 97, Cantemos el Canto Nuevo Antífona: “ ¡El Señor ha triunfado, aleluya; cantemos su victoria!” Cantemos al Señor un canto nuevo porque Él ha hecho maravillas; El poder del Señor ha triunfado, Nos anuncia su victoria. El Señor manifestó su salvación Ante todas las naciones, Recordando su amor y su lealtad Por el pueblo de Israel. Toda la Tierra es testigo De la victoria de nuestro Dios; ¡Que clame al Señor toda la Tierra con cantos de alegría! Cantemos al Señor con la guitarra Y al son de los instrumentos;
Aclamemos con clarines y trompetas Al Señor, nuestro Rey. Ruja el mar con todo lo que encierra, Que se alegre el universo; Que los ríos aclamen jubilosos y canten las montañas. Que canten al Señor, que viene A juzgar la tierra; Gobernará a los pueblos del mundo Con justicia y verdad. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu, Ahora y siempre; al Dios que es, que era y que vendrá, Por los siglos de los siglos, amén.
Lectura de la vida de Don Zatti:
Todas las mañanas se levanta a las cinco, cuando no a las cuatro y media. Enciende el fuego, y va a la iglesia. Si todavía no hay nadie se postra en el piso, con la frente en el pavimento, solo, delante de Dios. Luego hace la meditación con la comunidad, asiste a la misa, abre su alma a Cristo que llega en la Eucaristía. A medio día ya está listo, no se sabe cómo, para tocar la campana de su comunidad. Todos juntos rezan el Ángelus. Después del almuerzo juega a las bochas con los convalecientes. Juega con entusiasmo, pone toda el alma en ello: lo hace por el Señor, y quiere hacerlo bien. A las catorce toma de nuevo su bicicleta y reanuda las visitas. Luego cena con la comunidad. En Viedma la comunidad salesiana estaba formada en gran parte por los salesianos coadjutores, algunos formados directamente en la escuela de Don Bosco. Uno de ellos Vicente Martini, carpintero. Don Luis Lanza agricultor. Otros acompañaban a los sacerdotes en sus viajes misioneros.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Respondemos a cada oración: Padre nuestro que venga tu Reino 1. Te damos gracias por llamarnos a ser comunidad, que podamos servir a todos con corazón generoso, oremos 2. Por todos los que trabajan en el servicio a los hermanos para que sientan la ayuda y la fuerza de la comunidad cristiana. Oremos 3. Por todas nuestras comunidades para que sean lugares de fraternidad y atención a los más pobres. Oremos 4. Para que como comunidad hagamos presente tu buena noticia con nuestras buenas obras. Oremos 5. Para que con una mirada de fe, sepamos asumir las diferencias como riqueza en nuestras comunidades. Oremos
Padre Nuestro Oración a Don Zatti Canto Final: Bendeciré al Señor
SEXTO DÍA:
LOS SACRAMENTOS - LA UNIÓN CON JESÚS Guía:
Fruto: La Unión con Dios
El Señor Jesús ha querido asegurarnos su presencia en la celebración de los sacramentos. Allí lo encontramos y allí Él alimenta nuestra fe. Don Zatti vivió intensamente este encuentro diario con Jesús, sobre todo en la Eucaristía. Y participó frecuentemente también de la reconciliación. Y estos sacramentos lo alentaron en su camino diario de seguimiento del Señor.
Señal de la cruz: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén Canto: En mi Getsemaní Oración propia del día:
Padre compasivo y misericordioso Te damos gracias porque tu Hijo está siempre con nosotros Te pedimos que permaneciendo unidos a Él
Por los sacramentos y la oración Podamos dar fruto abundante Y este mundo sea transformado Y convertido en ofrenda grata a tus ojos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén
Lectura de la Palabra: Evangelio de San Juan 15,1-17. Yo soy la Vid.
Yo soy la vid verdadera y mi Padre el labrador. Toda rama que no da fruto en mí la corta. Y toda rama que da fruto la limpia para que de más fruto. Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho frutos, pero sin mí no pueden hacer nada. Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos, y son ustedes mis amigos si cumplen lo que les mando. Ustedes no me eligieron a mí, he sido yo quien los eligió a ustedes y los preparé para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca. Así es como el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi nombre. Es Palabra de Dios.
Reflexión: ¿Valoró y cuido mi vida de unión con Dios? ¿Soy consciente que sin la gracia de Dios me faltará la fecundidad en mi apostolado? “Nos hace falta clamar cada día pedir su gracia para que nos abra el corazón frío y sacuda nuestra vida tibia y superficial. Puestos ante Él con el corazón abierto, dejando que él nos contemple, reconocernos en esa mirada de amor …Que bueno descubrir el gusto de estar delante de Jesús, acercarnos a él en la Eucaristía para dar buenos frutos de misericordia en la entrega a los más pobres. ¿En mi servicio a los hermanos, valoro mis tiempos personales de oración o lo considero como perder el tiempo? Salmo: 1, Los Dos Caminos. Antífona: “El que es fiel a la ley del Señor, dará mucho fruto en su vida”. Feliz el hombre Que no sigue el consejo del impío, Ni se va por el camino de los malos, Ni frecuenta la reunión de los malvados; Sino que se alegra en la ley del Señor Y la medita de día y de noche.
¡Qué distinta es la suerte de los malos: son como paja que se las lleva el viento! No triunfarán en el juicio los malvados, Ni el impío en la asamblea de los justos; Porque Dios cuida el camino de los buenos, Pero el de los malos conduce a la ruina.
Él será como el árbol plantado Junto a las aguas del río: Producen el fruto a su tiempo Y sus hojas nunca se marchitan; Él prosperará en todo lo que emprenda.
Gloria a Dios, Padre Omnipotente, A su Hijo, Jesucristo, el Señor, Y al Espíritu que habita en nosotros, Por los siglos de los siglos, amén.
Lectura de la vida de Don Zatti:
Para sostener tantos gastos, debe recurrir a increíbles equilibrios financieros. Sus deudas son ya proverbiales en toda la zona. Pero Zatti aplica el Evangelio al pie de la letra “Pedid y se os dará; buscad y encontrareis; golpead y se os abrirá”. El cree ciegamente en esta estupenda promesa del Señor; y no solo esto, sino que sus deudas aumentan su confianza en la Providencia. Por
cierto que no espera que el Señor le envíe del cielo un ángel con un cheque bajo las alas. Sabe que la Providencia exige siempre un buen margen de acción por parte del hombre, y por eso, junta las manos en oración; pero también mueve ágilmente los pies por todos los caminos, para buscar los medios necesarios. Entre sus médicos, durante mucho tiempo hubo uno incrédulo. Pero dice: delante de Zatti mi incredulidad vacila. Si acaso hay santos sobre la tierra éste es uno. Cuando me encuentro con el bisturí en la mano, y mirándolo a él, lo veo con el rosario entre los dedos, siento que el quirófano se llena de algo sobrenatural.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Respondemos a cada oración: Padre de bondad escucha nuestra oración 1- Ayúdanos a crecer en nuestra vida de oración y en la frecuencia de los sacramentos. Oremos 2- Tú que vinisteis al mundo como médico de los cuerpos y de las almas, para curar nuestras enfermedades. Oremos 3- Por los enfermos, para que en su dolor sepan unirse a Jesús por la salvación del mundo. Oremos 4- Por nuestras comunidades, para que sean lugares de encuentro con Dios en la oración y la celebración de los sacramentos. Oremos
Padre Nuestro Oración a Don Zatti Canto final: Te alabo
“A Jesús hay que darle lo mejor” SÉPTIMO DÍA: LA VOCACIÓN
Guía:
Fruto: La Obediencia
Cuando nos creó, Dios pensó en nosotros con cariño y nos dio determinadas cualidades para poder cumplir una misión en la vida. Así también Dios llamó a Don Zatti y él contestó siempre generosamente, poniéndose incondicionalmente en sus manos. Pidamos que también nosotros podamos tener este abandono cordial y confiado en las manos del Padre. Recordemos la hermosa expresión del apóstol Pedro, cuando ha trabajado toda la noche y no ha pescado nada y como responde a la propuesta del Maestro: “En tu Palabra echaré las redes”; y el resultado no se dejo esperar. Es como decir, si tú me lo pides así lo haré. Frente a la Palabra de Dios que no habla y nos llama con amor no tengamos miedo de dar una respuesta obediente en la fe. La vida de nuestro enfermero es un testimonio de esa confianza en Dios.
Señal de la cruz: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén Canto: Jesús te seguiré
Oración propia del día:
¡Oh, Dios, Que en tu Hijo Jesucristo viniste a ofrecer tu misericordia y bondad a todos los hombres y llamas a todos a cumplir una misión importante en la vida! Te damos gracias porque todos somos valiosos ante tus ojos. Te pedimos que cada uno de nosotros pueda responder a tu llamado y así encontrar la alegría en el servicio y la promoción de sus hermanos. Por Jesucristo Nuestro Señor, amén.
Lectura de la Palabra de Dios: Jeremías 1,4 -10 El llamado de Jeremías
Me llegó una palabra de Yahvé: “antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía, antes de que tú nacieras, yo te consagré, y te destiné a ser profeta de las naciones.” Yo exclamé: “ay, Señor, Yahvé, ¡cómo podría hablar yo, que soy un muchacho! Y Yahvé me contestó: “no me digas que eres un muchacho. Irás donde quiera que te envíe, y proclamarás todo lo que yo te mande. No tengas miedo, porque estaré contigo para protegerte, palabra de Yahvé.” Entonces Yahvé extendió su mano y me tocó la boca, diciéndome, “en este momento pongo mis palabras en tu boca. En este día te encargo los pueblos y naciones: arrancarás y derribarás, perderás y destruirás, edificarás y plantarás.”
Reflexión: ¿Cómo vivo mi vocación a la santidad? ¿Manifiesto mi gratitud a Dios, por haberme llamado a ser signo de su misericordia en favor de los que sufren? ¿Vivo con alegría mi vida cristiana en el trabajo de cada día? ¿Entrego mis talentos a favor de los demás? Salmo: 24, La confianza en Dios. Antífona: ¡A ti elevo mi alma, a ti, mi Dios y Señor! Confío en ti, que no quede avergonzado, Ni se burlen de mí, mis enemigos; Porque todos los que esperan en ti No quedarán defraudados.
El Señor es justo y bondadoso, Enseña el camino al descarriado; Todas sus sendas son amor y verdad Para el que guarda su alianza y sus preceptos. ¡Muéstrame, Señor, tus caminos, indícame tus sendas! Enséñame a marchar en tu verdad, Porque, Tú eres mi Dios, mi Salvador. Mírame, Señor, apiádate de mi, Que estoy solo y amargado; Mira mi pobreza y mis fatigas Y perdóname todos mis pecados.
Recuerda que tu amor y tu ternura permanecen para siempre; olvida los pecados de mi vida. ¡Señor, yo espero en ti! El Señor es amigo de sus fieles y les revela su alianza; su vida será feliz, su descendencia poseerá la tierra. Gloria a Dios, Padre Omnipotente, A su Hijo, Jesucristo, el Señor, Y al Espíritu que habita en nosotros Por los siglos de los siglos, Amén.
Lectura de la vida de Don Zatti:
Todas las horas libres que le deja la fabricación de baldosas las pasa en compañía del párroco Carlos Cavalli, hombre sencillo y conversador. En su biblioteca lee la vida de Don Bosco, queda conquistado, y en su mente comienza a tomar cuerpo una idea: ¿Y si yo también me hiciese sacerdote, para dedicar toda mi vida al bien del prójimo? El Padre Carlos le dice que podría ser posible. Va a ver a su padre y recibe una respuesta llena de fe: Si es voluntad de Dios, sigue sin más el llamado divino. Pero piénsalo bien antes de dar el paso. En 1908 recuperado finalmente de su salud, es admitido a la congregación salesiana. Aquel día escribe a su madre: “Con el corazón lleno de una santa y envidiable alegría por la gracia extraordinaria que el buen Dios, fuera de todas mis esperanzas, se ha dignado concederme, os comunico que ya soy salesiano. Os ruego calurosamente que agradezcáis a Dios y a la Santísima Virgen, conmigo haciendo una comunión y escuchando una Misa. Su llegada a Viedma casi coincidió con la de Ceferino. Los dos procedían de Buenos Aires y los dos tenían la misma enfermedad pulmonar. Zatti, llamado como testigo de la vida y virtudes de Ceferino, narra su testimonio: “ Se me había confiado la atención de Ceferino, débil de los pulmones. La cura más eficaz en ese tiempo era la de robustecer el físico con alimentación sana y abundante. Todas las mañanas lo esperaba en la enfermería y lo veía llegar sonriente a las diez en punto, durante el recreo escolar. Le tenía preparado un buen bife recién retirado de la plancha, una copita de vino y pan fresco. Los dos comíamos juntos esta medicina recetada por nuestro querido médico el Padre Garrone.
Padre Nuestro Oración a Don Zatti Canto final: Yo te ofreceré.
OCTAVO DIA:
COMPASIÓN - SOLIDARIDAD - SERVICIO Guía:
Fruto: la caridad fraterna
Cada día, todos nos ponemos en camino. El obrero a su trabajo, los estudiantes a sus escuelas, los profesionales a sus empresas. Cada día salimos a la calle. Cada uno de nosotros cargado de ilusiones y proyectos. Jesús buen samaritano en la vida de los hombres, nos llama a la compasión y a la solidaridad con todos los que sufren. Don Zatti, en su camino de cada día manifestó esa actitud toda su vida. Zatti recorría las calles, buscando lo necesario para el hospital y para socorrer a tantos que no podían llegar hasta él. Siempre con la mirada y el corazón atento para tender su mano, para bendecir y consolar. Cuando no podía ayudar a su prójimo, lo veíamos derramar lágrimas, comenta una enfermera del hospital.
Señal de la cruz: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Canto: Pueblo que lucha Guía: El servicio es la expresión de la caridad. Cada cristiano está llamado a seguir el ejemplo de Jesús, que nos dice: “ No vine para ser servido, sino para servir y dar mi vida por todos”...
Oración propia del día:
¡Oh, Dios, Que en tu Hijo Jesucristo viniste a ofrecer tu misericordia a todos los hombres y a manifestar tu presencia por todos los débiles y excluidos, te damos gracias porque tu amor siempre está a nuestro lado y te pedimos que también nosotros nos sintamos solidarios de los pobres, los sufrientes y los pequeños.
Lectura de la Palabra de Dios: Lucas 10; 25 - 37 El buen Samaritano
Jesús empezó a decir: “ bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto. Por casualidad bajaba por ese camino un sacerdote, lo vio, tomó el otro lado y siguió. Lo mismo hizo un levita que llegó a ese lugar, lo vio, pasó al otro lado y pasó de largo. Un samaritano también pasó por ese camino y lo vio, pero éste se compadeció de él. Se acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó, después lo montó sobre el animal que traía, lo condujo a una posada y se encargó de cuidarlo. Al día siguiente sacó dos monedas y se las dio al posadero diciéndole; cuídalo y si gasta más, yo te lo pagare a mi vuelta.” Es Palabra de Dios.
Reflexión: Don Zatti fue un cristiano en salida, como le gusta decir al Papa, que salgamos, que nos pongamos en camino, que no nos encerremos; su ejemplo nos ponga en camino para ser buenos samaritanos en un mundo de indiferencia y donde tantos hermanos sufren. ¿Cuál es mi actitud frente al dolor y la necesidad del otro? ¿Manifiesto mi compasión? El Papa Francisco ha invitado a toda la Iglesia, ser isla de misericordia en un mundo de indiferencia. ¿Como comunidad o grupo tenemos expresiones de atención y misericordia hacia los demás? ¿Es la calle o el camino un lugar, una oportunidad para el encuentro con los otros? Salmo: 8, El Hombre, Obra Maestra del Creador. Antífona; ¡Oh Señor, nuestro Dios, que admirable es Tu Nombre en toda la tierra! Los labios de los niños y pequeños Cantan, Señor, tu grandeza; Su canto silencia al enemigo, Hace callar al adversario y al rebelde.
Al ver el cielo, obra de tus manos, La luna y las estrellas que formaste: ¿Qué es el hombre para que así lo cuides y tanto te acuerdes de él? A imagen de Dios lo creaste, Lo coronaste de gloria y dignidad;
Lo hiciste señor de lo creado, Y todo lo pusiste a sus pies: Los rebaños de ovejas, el ganado, Y también los animales salvajes; Las aves del cielo y los peces del mar, Cuanto surca los senderos de las aguas. Gloria a Dios, Padre Omnipotente, A su Hijo, Jesucristo el Señor, Y al Espíritu que habita en nosotros, Por los siglos de los siglos, amén.
Lectura de la vida de Zatti: No hay nada más grande y más hermoso que un pobre cuando en él se ve a al Señor”. Estas palabras de San Vicente de Paúl encierran tal vez el secreto de Zatti: él ve de veras en sus pobres y enfermos a Jesucristo en persona. Acude a la hermana que atiende la ropería y dice: ¿puede fijarse si hay una ropita para Nuestro Señor? ¿No hay una ropa mejor? A Nuestro Señor tenemos que darle lo mejor, lo más hermoso que tengamos. En otra oportunidad dice a una enfermera: Hermanita, prepare una cama para Nuestro Señor. Durante años estuvo en el hospital, además de la muda, a un muchacho macrocéfalo. Ambos le hicieron pasar las mil y una. Pero un día le llevan a Zatti una grata noticia: si quiere puede hacerlos internar en un instituto en la Capital Federal, donde han aceptado recibirlos. No, responde Zatti. ¿Por qué no? Porque ellos son los que atraen la bendición de Dios sobre nuestro hospital. A veces traen un enfermo, y el hospital está lleno hasta el tope. ¿Qué hacer? Lo lleva a su cuarto, y lo acomoda en su cama. Por la noche, extiende una manta en el suelo, y se acuesta sobre ella. O se acomoda en una silla, apoya los brazos sobre la mesa y así duerme.
ORACIÓN DE LOS FIELES.
Respondemos: Ayúdanos Señor. 1- Para descubrir tu rostro en cada hermano necesitado, oremos 2- Para servirte con un corazón generoso como Don Zatti, oremos 3- Para dar testimonio en el compromiso por la justicia y la verdad, oremos 4- Para tener un corazón atento y una mano tendida a quien nos necesita, oremos 5- Para servirte en los enfermos y necesitados, oremos
Padre Nuestro Oración a Don Zatti Canto final: Consolad a mi Pueblo
Don Zatti a los 19 años; Al entrar en el seminario Salesiano de Bernal.
NOVENO DÍA:
LA VIDA COTIDIANA Guía:
Fruto: Amor a Dios en el trabajo de cada día
En estos días hemos recorrido algunos de los rasgos de la espiritualidad de Don Zatti. Este salesiano de corazón oratoriano, que con alegría se entrego a los más pobres. Este hermano supo llenar de Dios, cada uno de los momentos de su vida, de su jornada. El servicio alegre y generoso a los enfermos y los más pobres nacía, en Zatti, de un corazón unido a Dios. Vivía en la presencia de Dios, todo partía desde la oración al iniciar su jornada, y todo lo ofrecía a Dios para el bien de sus hermanos. El cumplimiento de sus obligaciones cotidianas en el horario de cada día fue el escenario donde Don Zatti fue madurando su santidad. Como rezamos con una canción:“ Nosotros hacemos consistir la santidad estando siempre alegres; haciendo bien las cosas que tenemos que hacer, como Jesús lo quiere.”
Señal de la cruz: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Canto: Pueblo que lucha Oración propia del día:
Dios Padre, te damos gracias porque quieres que los hombres seamos hijos y no esclavos y te pedimos que podamos luchar por la liberación de todos los hombres para que puedan vivir dignamente, honrar la vida y construir cada día la Paz y la Justicia. Por Jesucristo Nuestro Señor, Amén
Lectura de la Palabra de Dios: Romanos 8, 28-39; ¿Quién nos podrá apartar del amor de Dios?
También sabemos que Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman, a quienes él ha escogido y llamado. A los que de antemano conoció, también los predestinó a ser como su Hijo y semejante a Él. Así, pues, a los que él eligió los llamó, a los que llamó los hizo justos y santos, a los que hizo justos y santos les da la gloria. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Acaso las pruebas, las aflicciones, la persecución, el hambre, la falta de todo, los peligros o la espada? Como dice la escritura: “por tu causa nos arrastran continuamente a la muerte, nos tratan como ovejas destinadas al matadero”. Yo sé que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni las fuerzas del universo, ni el presente ni el futuro, ni las fuerzas espirituales, ya sean del cielo o de los abismos, ni ninguna otra criatura podrán apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, Nuestro Señor. Es Palabra de Dios.
Reflexión: El servicio y la misión no es una parte de mi vida, o un adorno que me puedo quitar. Es algo que no puedo arrancar de mis ser si no quiero destruirme. Yo soy una misión en la tierra. Hay que reconocerse a sí mismo como marcado a fuego por esa misión de iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar. Así vivió Zatti cada jornada, marcado por ese fuego del Amor de Dios manifestado en su total entrega a los enfermos. ¿Cómo mi ser misionero en lo cotidiano en lo de todos los días? ¿Soy feliz cumpliendo bien mi trabajo de cada día? ¿Soy bendición y medicina como lo fue Zatti para los que están a mi lado? GUÍA:
Con el Salmo 138, que es una hermosa oración, centrada en la presencia de Dios, que siempre nos acompaña, renovemos nuestra confianza en Dios, que nunca se olvida de sus hijos. Don Zatti vivió en la presencia de Dios, y fue presencia de Dios para sus enfermos.
Antífona: “A donde vaya, Señor, siempre estaré en tu presencia”. Señor, Tú me sondeas, y me conoces, Tú sabes si me siento o me levanto; De lejos percibes lo que pienso, Sabes si camino o si descanso: Tú conoces, Señor, todos mis pasos.
Antes que la palabra esté en mi lengua Ya, Señor, la conoces plenamente; Estás ante mí y detrás de mí Y me cubres con tu mano.
¡Qué admirable y qué sublime es tu ciencia, que no alcanzo a comprenderla! ¿Adónde iré lejos de ti? ¿Adónde huiré de tu presencia? Si subo al cielo, allí estás Tú, Si bajo al abismo, allí te encuentro. Si vuelo a hasta el confín de la aurora, Si llego hasta el extremo del mar, Aún allí, me sigues conduciendo, Aún allí, me alcanza tu mano. Si dijera: “Que me oculten las tinieblas, Que la luz se haga noche en torno a mí”, Para Ti, la tiniebla no es oscura, Y la noche es clara como el día. Tú, Señor, me creaste,
Me formaste en el seno de mi madre; Te doy gracias por tantas maravillas: ¡Qué admirables son tus obras! Ya conocías hasta el fondo de mi alma Y todo mi ser, Cuando me iba formando en lo secreto Del seno de la tierra. Tus ojos ya veían mis acciones, Escritas en tu libro; Mis días ya estaban calculados Antes que empezaran. Señor, examina mi corazón, Penetra en mis sentimientos; Y si ves que voy por mal camino, ¡Guíame por el camino de lo eterno!.
Lectura de la vida de Don Zatti.
Zatti no habla mal de nadie. Para él todos son buenos. Todos hijos de Dios. Y delante de Zatti no se habla mal de nadie; de lo contrario, él inmediatamente asume la defensa. La alegría que le bulle dentro es el estado habitual de su alma. Es un hombre feliz, un hombre alegre. Quién habla con él se siente contenido por una necesidad biológica de sonreír. En una oportunidad, está curando a una enferma. La operación resulta dolorosa, y a cierto punto la pobrecita exclamó:! Por Dios Don Zatti!! “Señora, responde sereno, recuerde que yo todo lo hago por Dios”. Uno de los médicos que durante años vivió con él afirma: “Zatti no solamente era un habilísimo enfermero para practicar las curas, sino que él mismo era una medicina, porque curaba con su presencia, con su voz, con sus ocurrencias, con su canto”.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Respondemos: Danos un corazón grande para amar. 1- Te alabamos Padre por el don de tu Espíritu Santo que nos fortalece para que todo lo que hacemos, sea para tu gloria y el bien de nuestros hermanos. 2- Para que siguiendo el ejemplo de Don Zatti, podamos dar testimonio del Amor de Dios. 3- Por todos los bautizados para que animados por el Espíritu, trabajemos para transformar nuestra sociedad según los valores del Evangelio. 4- Por todos los enfermos, los que sufren, para que encuentren en nuestra caridad fraterna ayuda y consuelo. 5- Por los jóvenes para que en su opción vocacional, no busquen solo su propio interés, sino como servir mejor a los hermanos.
Padre Nuestro: Oración a Don Zatti: Canto final: Consolad a mi Pueblo Las lecturas de la Vida de Don Zatti están tomadas del Escrito de Enzo Bianco, 1983.
ANEXOS PARA ENRIQUECER LOS MOMENTOS DE ORACIÓN Oraciones por los enfermos
Señor, que pasaste haciendo el bien y curando a todos, Te pedimos que te dignes bendecir A estos servidores tuyos enfermos; Da vigor a su cuerpo, firmeza a su espíritu; Dales paciencia en sus sufrimientos Y haz que recuperen su salud, Para que, reintegrados a la convivencia con los hermanos, Puedan bendecirte llenos de alegría. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
Oración
Señor, Dios nuestro, Que enviaste al mundo a tu Hijo Para que sobrellevara nuestros sufrimientos Y aguantara nuestros dolores, Te pedimos por nuestros hermanos enfermos; Dales paciencia y fortaleza, reanima su esperanza; Que, con tu bendición, lleguen a superar la enfermedad Y, con tu ayuda, alcancen un completo restablecimiento. Amén.
Oración de Bendición de un niño enfermo
Señor, Dios nuestro, cuyo hijo Jesucristo Recibió con afecto a los niños y los bendijo, Extiende benigno tu mano protectora Sobre estos servidores tuyos..... Enfermos en su temprana edad; Así, recobradas sus fuerzas, Y devueltos en perfecta salud A tu santa Iglesia y a sus padres, Puedan darte gracias de corazón. Por Jesucristo Nuestro Señor Amén
Oremos al Señor por nuestros hermanos enfermos y por todos los que los cuidan y están a su servicio. Respondemos: Te rogamos, óyenos. - Mira con amor a nuestros hermanos enfermos (se pueden poner los nombres) - Da fuerza a sus cuerpos Te rogamos óyenos - Alivia sus angustias Te rogamos óyenos - Líbralos del pecado y del mal- Te rogamos óyenos - Ayuda con tu gracia a todos los enfermos Te rogamos óyenos - Asiste con tu poder a los que se dedican a su cuidado Te rogamos óyenos - Da vida y salud a todos los enfermos- Te rogamos óyenos
ORACIÓN DEL ENFERMO ANTE JESÚS EUCARISTÍA
Señor Jesús: que tantas alegrías quisiste compartir conmigo, como también, tantas preocupaciones, Tú siempre fuiste luz y fortaleza en mi camino; hoy permite, que contigo comparta un poco de tu Pasión y Cruz en la enfermedad. Sé que “tu yugo es llevadero y tu carga ligera”, por ello, dame paciencia y fortaleza en el dolor. Sé que tu Pasión es salvadora, haz que pueda unir mi sufrimiento al tuyo. Sé que “aunque cruce por oscuras quebradas”, de la agonía, Tú siempre serás faro de luz que infunde confianza. Quiero decirte que “apartes de mi este cáliz” de debilidad, pero uniéndome a tu plegaria le digo al Padre: “no se haga mi voluntad sino la tuya”. Te pido por todos los que como buenos samaritanos me aman, atienden y dan cariño. Que en cada Eucaristía, te encuentre a ti, único Dios verdadero, y por intersección de María, tu Madre, la dulzura y el consuelo del Espíritu Santo se hagan presentes en mi corazón. Amén.
ORACIÓN “ DIOS ES SANO” Dios, tienes palabras Y gestos sanos, Sanos son tus hechos Y saludables tus actitudes.
Dios, eres gratuito, No eres avaro ni tacaño, Eres jovial, derrochas simpatía Y buen humor. Dios, no quieres el dolor, Amas la solidaridad en el dolor, Crees en el dolor Y transformas la muerte. Dios, no ignoras jamás Nuestro sufrimiento,
De la Liturgia
Tú mismo has muerto En la soledad de la cruz. Dios, valoras al hombre Por lo que es y no por lo que tiene, Aceptas a todos, Nadie es descartable. Dios, nos eres fiel Aún en nuestro pecado, Nos haces felices Para hacer felices a los demás. Dios, nos ayudas a esperar Contra toda esperanza, Tienes por nombre Jesús: SALUD- SALVACIÓN. (MATEO BAUTISTA)
Te damos gracias, Padre fiel y lleno de ternura, Porque tanto amaste al mundo que le has entregado a tu Hijo, Para que fuera nuestro Señor y nuestro hermano. Él manifiesta su amor para con los pobres y los enfermos, Para con los pequeños y los pecadores. Él nunca permaneció indiferente ante el sufrimiento humano; Su vida y su palabra son para nosotros la prueba de tu amor; Danos un corazón generoso y solidario para seguir sus huellas. Por Jesucristo tu Hijo y Nuestro Señor. Amén
ORACIÓN PARA PEDIR LA CARIDAD
Danos entrañas de misericordia ante toda miseria humana, Inspíranos el gesto y la palabra oportuna Frente al hermano solo y desamparado, Ayúdanos a mostrarnos disponibles Ante quien se siente explotado y deprimido. Que tu Iglesia y nuestras comunidades, sean un recinto de verdad y de amor, De libertad, de justicia y de paz, Para que todos encuentren en ella un motivo Para seguir esperando. Amén.
LECTURAS BÍBLICAS BREVES Del Evangelio según San Mateo 11,28-30 Vengan a mí y yo los aliviaré En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos; Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera. Es Palabra del señor. Lectura del libro de 2 Corintios 1, 3 - 4 ¡Bendito sea Dios, padre de nuestro señor Jesucristo, padre de misericordia y Dios del consuelo! Él nos alienta en nuestras luchas hasta el punto de poder nosotros alentar a los demás en cualquier lucha. Es Palabra del Señor.
De la carta del entonces Padre Jorge Mario Bergoglio, superior de los Jesuitas
R.P. Cayetano Bruno, SDB Buenos Aires
Buenos aires, 18 de mayo de 1986
Querido P. Bruno:
Pax Christi!! En su carta del 24 de febrero Usted me pedía que procurar escribir algo sobre la experiencia que yo había tenido con Don Zatti (con quien me hice muy amigo), respecto a las vocaciones de Hermanos Coadjutores. Le pido me disculpe la tardanza en responder, pero realmente durante este tiempo me costó encontrar un espacio tranquilo para recordar todo aquello y ponerlo por escrito. Pero nunca es tarde… En 1976, creo que fue por el mes de septiembre aproximadamente, durante una visita canónica que hice a los misioneros jesuitas del norte argentino, me detuve en el Arzobispado de Salta durante algunos días. Allí, entre charla y charla de sobremesa, Mons. Pérez me contó la vida de Don Zatti. Incluso me dio a leer el libro de la vida. Me llamó la atención su figura de Coadjutor tan plena. De ahí en más sentí que debía pedirle al Señor, por intercesión de ese gran Coadjutor, nos enviara vocaciones de coadjutores. Hice novenas y pedí a los novicios que las hicieran. P. Jorge Mario Bergoglio
La Santidad salesiana, que tan luminosamente testimonió Zatti, es válida para todos especialmente para los jóvenes. El perfil espiritual de Don Zatti, llega mucho al corazón de los jóvenes dispuestos para servir, y entregarse al trabajo solidario a favor de los más pobres. Es por eso con el deseo de presentar la actualidad del camino espiritual de Zatti que elegimos esta imagén. No es un Santo alejado del pasado o para otra época. Es el cristiano que nos propone el Papa Francisco en su hermosa carta la “La alegría del Evangelio”.