BREVIARIO ROMANO SALTERIO DE EL OFICIO DIVINO

BREVIARIO ROMANO SALTERIO DE EL OFICIO DIVINO JUEVES MATINA Fuera de Tiempo Pascual: Ant. Encuentro mi seguridad y gloria en Dios: mi esperanza está e

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ENSEÑAR O EL OFICIO DE
ENSEÑAR O EL OFICIO DE APRENDER ORGANIZACIÓN ESCOLAR Y DESARROLLO PROFESIONAL POR: Miguel Ángel Santos Guerra Homo Sapiens Ediciones Primera edició

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BREVIARIO ROMANO SALTERIO DE EL OFICIO DIVINO JUEVES MATINA Fuera de Tiempo Pascual: Ant. Encuentro mi seguridad y gloria en Dios: mi esperanza está en Dios. En Tiempo Pascual: Ant. Aleluya, aleluya, aleluya NOCTURNA I Salmo 61 Mi confianza está en el Señor En Dios solamente espera en silencio mi alma; de El viene mi salvación. Sólo El es mi roca y mi salvación, mi baluarte, nunca seré sacudido. ¿Hasta cuándo atacaréis a un hombre, vosotros todos, para derribarlo, como pared inclinada, como cerca que se tambalea? Solamente consultan para derribarlo de su eminencia; en la falsedad se deleitan; bendicen con la boca, pero por dentro maldicen. Alma mía, espera en silencio solamente en Dios, pues de El viene mi esperanza. Sólo El es mi roca y mi salvación, mi refugio, nunca seré sacudido. En Dios descansan mi salvación y mi gloria; la roca de mi fortaleza, mi refugio, está en Dios. Confiad en El en todo tiempo, oh pueblo; derramad vuestro corazón delante de El; Dios es nuestro refugio. Los hombres de baja condición sólo son vanidad, y los de alto rango son mentira; en la balanza suben, todos juntos pesan menos que un soplo.

No confiéis en la opresión, ni en el robo pongáis vuestra esperanza; si las riquezas aumentan, no pongáis el corazón en ellas. Una vez ha hablado Dios; dos veces he oído esto: Que de Dios es el poder; y tuya es, oh Señor, la misericordia, pues tú pagas al hombre conforme a sus obras. Salmo 65, i Aclamad con júbilo a Dios, toda la tierra; cantad la gloria de su nombre; haced gloriosa su alabanza. Decid a Dios: ¡Cuán portentosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder, tus enemigos fingirán obedecerte. Toda la tierra te adorará, y cantará alabanzas a ti, cantará alabanzas a tu nombre. Venid y ved las obras de Dios, admirable en sus hechos a favor de los hijos de los hombres. Convirtió el mar en tierra seca; cruzaron el río a pie; regocijémonos allí en El. El domina con su poder para siempre; sus ojos velan sobre las naciones; no se enaltezcan los rebeldes. Bendecid, oh pueblos, a nuestro Dios, y haced oír la voz de su alabanza. El es quien nos guarda con vida, y no permite que nuestros pies resbalen. Porque tú nos has probado, oh Dios; nos has refinado como se refina la plata. Nos metiste en la red; carga pesada pusiste sobre nuestros lomos. Hiciste cabalgar hombres sobre nuestras cabezas; pasamos por el fuego y por el agua, pero tú nos sacaste a un lugar de abundancia

Salmo 65, ii Entraré en tu casa con holocaustos; a ti cumpliré mis votos, los que pronunciaron mis labios y habló mi boca cuando yo estaba en angustia. Te ofreceré holocaustos de animales engordados, con sahumerio de carneros; haré una ofrenda de toros y machos cabríos. Venid y oíd, todos los que a Dios teméis, y contaré lo que El ha hecho por mi alma. Con mi boca clamé a El, y ensalzado fue con mi lengua. Si observo iniquidad en mi corazón, el Señor no me escuchará. Pero ciertamente Dios me ha oído; El atendió a la voz de mi oración. Bendito sea Dios, que no ha desechado mi oración, ni apartado de mí su misericordia. NOCTURNA II Salmo 67, i Señal de procesión Levántese Dios; sean esparcidos sus enemigos, y huyan delante de El los que le aborrecen. Como se disipa el humo, disípalos; como la cera se derrite delante del fuego, así perezcan los impíos delante de Dios. Pero alégrense los justos, regocíjense delante de Dios; sí, que rebosen de alegría. Cantad a Dios, cantad alabanzas a su nombre; abrid paso al que cabalga por los desiertos, cuyo nombre es el Señor; regocijaos delante de El. Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en su santa morada. Dios prepara un hogar para los solitarios; conduce a los cautivos a prosperidad;

sólo los rebeldes habitan en una tierra seca. Oh Dios, cuando saliste al frente de tu pueblo, cuando marchaste por el desierto, tembló la tierra; también se derramaron los cielos ante la presencia de Dios; el Sinaí mismo tembló delante de Dios, el Dios de Israel. Tú esparciste lluvia abundante, oh Dios, tú fortaleciste tu heredad cuando estaba extenuada. Los de tu pueblo se establecieron en ella; en tu bondad, oh Dios, proveíste para el pobre. Salmo 67, ii Tierra prometida El Señor da la palabra; las mujeres que anuncian las buenas nuevas son gran multitud: Los reyes de los ejércitos huyen; sí huyen, y la que se queda en casa repartirá el botín. Cuando os acostáis en los apriscos, sois como alas de paloma cubiertas de plata, y sus plumas de oro resplandeciente. Cuando el Omnipotente dispersó allí a los reyes, nevaba en el monte Salmón. Monte de Dios es el monte de Basán; monte de muchos picos es el monte de Basán. ¿Por qué miráis con envidia, oh montes de muchos picos, al monte que Dios ha deseado para morada suya? Ciertamente el Señor habitará allí para siempre. Los carros de Dios son miríadas, millares y millares; el Señor está entre ellos en santidad, como en el Sinaí. Tú has ascendido a lo alto, has llevado en cautividad a tus cautivos; has recibido dones entre los hombres, y aun entre los rebeldes, para que el Señor Dios habite entre ellos. Bendito sea el Señor, que cada día lleva nuestra carga, el Dios que es nuestra salvación. Dios es para nosotros un Dios de salvación, y a Dios el Señor pertenece el librar de la muerte. Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos,

la testa cabelluda del que anda en sus delitos. Dijo el Señor: De Basán los haré volver; los haré volver de las profundidades del mar; para que tu pie los aplaste en sangre, y la lengua de tus perros tenga la porción de tus enemigos. Salmo 67, iii El triunfo Ellos han visto tu procesión, oh Dios, la procesión de mi Dios, mi Rey, hacia el santuario. Los cantores iban delante, los músicos detrás, en medio de las doncellas tocando panderos. Bendecid a Dios en las congregaciones, al Señor, vosotros del linaje de Israel. Allí va Benjamín, el más joven, dirigiéndolos, los príncipes de Judá con su grupo, los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí. El Dios tuyo ha mandado tu fuerza; muestra tu poder, oh Dios, tú que has obrado por nosotros. Por causa de tu templo en Jerusalén te traerán presentes los reyes. Reprende las fieras de las cañas, la manada de toros con los becerros de los pueblos, pisoteando las piezas de plata; El ha dispersado a los pueblos que se deleitan en la guerra. De Egipto saldrán mensajeros; Etiopía se apresurará a extender sus manos hacia Dios. Cantad a Dios, oh reinos de la tierra; cantad alabanzas al Señor. Cantad al que cabalga sobre los cielos de los cielos, que son desde la antigüedad; he aquí, El da su voz, voz poderosa. Atribuid a Dios fortaleza; su majestad es sobre Israel, y su poder está en los cielos. Imponente eres, oh Dios, desde tu santuario. El Dios mismo de Israel da fortaleza y poder al pueblo. ¡Bendito sea Dios!

NOCTURNA III Salmo 68, i Sufrimiento Sálvame, oh Dios, porque las aguas me han llegado hasta el alma. Me he hundido en cieno profundo, y no hay donde hacer pie; he llegado a lo profundo de las aguas, y la corriente me anega. Cansado estoy de llorar; reseca está mi garganta; mis ojos desfallecen mientras espero a mi Dios. Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin causa me aborrecen; poderosos son los que quieren destruirme, sin razón son mis enemigos, me hacen devolver aquello que no robé. Oh Dios, tú conoces mi insensatez, y mis transgresiones no te son ocultas. ¡No se avergüencen de mí los que en ti esperan, oh Señor, Dios de los ejércitos! ¡No sean humillados por mí los que te buscan, oh Dios de Israel! Pues por amor de ti he sufrido vituperio; la ignominia ha cubierto mi rostro. Me he convertido en extraño para mis hermanos, y en extranjero para los hijos de mi madre. Porque el celo por tu casa me ha consumido, y los vituperios de los que te injurian han caído sobre mí. Cuando lloraba afligiendo con ayuno mi alma, eso se convirtió en afrenta para mí. Cuando hice de cilicio mi vestido, me convertí en proverbio para ellos. Hablan de mí los que se sientan a la puerta, y soy la canción de los borrachos. Salmo 68, ii Súplica y sufrimiento Pero yo elevo a ti mi oración, oh Señor, en tiempo propicio; oh Dios, en la grandeza de tu misericordia, respóndeme con tu verdad salvadora.

Sácame del cieno y no dejes que me hunda; sea yo librado de los que me odian, y de lo profundo de las aguas. No me cubra la corriente de las aguas, ni me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mí su boca. Respóndeme, oh Señor, pues buena es tu misericordia; vuélvete a mí, conforme a tu inmensa compasión, y no escondas tu rostro de tu siervo, porque estoy en angustia; respóndeme pronto. Acércate a mi alma y redímela; por causa de mis enemigos, rescátame. Tú conoces mi afrenta, mi vergüenza y mi ignominia; todos mis adversarios están delante de ti. La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy enfermo; esperé compasión, pero no la hubo; busqué consoladores, pero no los hallé. Y por comida me dieron hiel, y para mi sed me dieron a beber vinagre. Que la mesa delante de ellos se convierta en lazo, y cuando estén en paz, se vuelva una trampa. Núblense sus ojos para que no puedan ver, y haz que sus lomos tiemblen continuamente. Derrama sobre ellos tu indignación, y que el ardor de tu ira los alcance. Sea desolado su campamento, y nadie habite en sus tiendas. Porque han perseguido al que ya tú has herido, y cuentan del dolor de aquellos que tú has traspasado. Añade iniquidad a su iniquidad, y que no entren en tu justicia. Sean borrados del libro de la vida, y no sean inscritos con los justos. Salmo 68, iii Acción de Gracias y una promesa Pero yo estoy afligido y adolorido;

tu salvación, oh Dios, me ponga en alto. Con cántico alabaré el nombre de Dios, y con acción de gracias le exaltaré. Y esto agradará al Señor más que el sacrificio de un buey, o de un novillo con cuernos y pezuñas. Esto han visto los humildes y se alegran. Viva vuestro corazón, los que buscáis a Dios. Porque el Señor oye a los necesitados, y no menosprecia a los suyos que están presos. Alábenle los cielos y la tierra, los mares y todo lo que en ellos se mueve. Porque Dios salvará a Sion y edificará las ciudades de Judá, para que ellos moren allí y la posean. Y la descendencia de sus siervos la heredará, y los que aman su nombre morarán en ella. Fuera de Tiempo Pascual: Ant. Busca a Dios, y tu alma vivirá En Tiempo Pascual: Ant. Aleluya, aleluya, aleluya

LAUDES I Outside of Tiempo Pascual: Ant. The Lord has reigned, let the earth rejoice. In Tiempo Pascual: Ant. Alleluia, alleluia, alleluia. Salmo 97 El Rey en la santa eucaristía Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas, su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. El Señor ha dado a conocer su salvación; a la vista de las naciones ha revelado su justicia. Se ha acordado de su misericordia y de su fidelidad para con la casa de Israel; todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios. Aclamad con júbilo al Señor, toda la tierra; prorrumpid y cantad con gozo, cantad alabanzas. Cantad alabanzas al Señor con la lira, con la lira y al son de la melodía. Con trompetas y sonido de cuerno, dad voces ante el Rey, el Señor. Ruja el mar y cuanto contiene, el mundo y los que en él habitan. Batan palmas los ríos; a una canten jubilosos los montes delante del Señor, pues viene a juzgar la tierra; El juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con equidad. Salmo 89 El pecado original y la Redención Señor, tú has sido un refugio para nosotros de generación en generación. Antes que los montes fueran engendrados, y nacieran la tierra y el mundo, desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios. Haces que el hombre vuelva a ser polvo,

y dices: Volved, hijos de los hombres. Porque mil años ante tus ojos son como el día de ayer que ya pasó, y como una vigilia de la noche. Tú los has barrido como un torrente, son como un sueño; son como la hierba que por la mañana reverdece; por la mañana florece y reverdece; al atardecer se marchita y se seca. Porque hemos sido consumidos con tu ira, y por tu furor hemos sido conturbados. Has puesto nuestras iniquidades delante de ti, nuestros pecados secretos a la luz de tu presencia. Porque por tu furor han declinado todos nuestros días; acabamos nuestros años como un suspiro. Los días de nuestra vida llegan a setenta años; y en caso de mayor vigor, a ochenta años. Con todo, su orgullo es sólo trabajo y pesar, porque pronto pasa, y volamos. ¿Quién conoce el poder de tu ira, y tu furor conforme al temor que se te debe? Enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. Vuelve, Señor; ¿hasta cuándo? y compadécete de tus siervos. Sácianos por la mañana con tu misericordia, y cantaremos con gozo y nos alegraremos todos nuestros días. Alégranos conforme a los días que nos afligiste, y a los años en que vimos adversidad. Manifiéstese tu obra a tus siervos, y tu majestad a sus hijos, y sea la gracia del Señor nuestro Dios sobre nosotros. Confirma, pues, sobre nosotros la obra de nuestras manos; sí, la obra de nuestras manos confirma.

Salmo 35 La vida sin Dios y la vida con Dios La transgresión habla al impío dentro de su corazón; no hay temor de Dios delante de sus ojos. Porque en sus propios ojos la transgresión le engaña en cuanto a descubrir su iniquidad y aborrecerla. Las palabras de su boca son iniquidad y engaño; ha dejado de ser sabio y de hacer el bien. Planea la iniquidad en su cama; se obstina en un camino que no es bueno; no aborrece el mal. Tu misericordia, oh Señor, se extiende hasta los cielos, tu fidelidad, hasta el firmamento. Tu justicia es como los montes de Dios; tus juicios son como profundo abismo. Tú preservas, oh Señor, al hombre y al animal. ¡Cuán preciosa es, oh Dios, tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de tus alas. Se sacian de la abundancia de tu casa, y les das a beber del río de tus delicias. Porque en ti está la fuente de la vida; en tu luz vemos la luz. Continúa tu misericordia para con los que te conocen, y tu justicia para con los rectos de corazón. Que no me alcance el pie del orgullo, ni me mueva la mano de los impíos. Allí han caído los que obran iniquidad; han sido derribados y no se pueden levantar. Cántico de Jeremias (Jeremías 31: 10-14) ¡Escuchen, naciones, la palabra del Señor, anúncienla en las costas más lejanas! Digan: "El que dispersó a Israel lo reunirá, y lo cuidará como un pastor a su rebaño". Porque el Señor ha rescatado a Jacob, lo redimió de una mano más fuerte que él. Llegarán gritando de alegría a la altura de Sión, afluirán hacia los bienes del Señor, hacia el trigo, el vino nuevo y el aceite, hacia las crías de ovejas y de vacas. Sus almas serán como un jardín bien regado y no volverán a desfallecer.

Entonces la joven danzará alegremente, los jóvenes y los viejos se regocijarán; yo cambiaré su duelo en alegría, los alegraré y los consolaré de su aflicción. Colmaré a los sacerdotes con la grasa de las víctimas, y mi pueblo se saciará de mis bienes -oráculo del Señor. Salmo 146 Alabado sea el Señor, nuestro proveedor Bueno es cantar alabanzas a nuestro Dios, porque agradable y apropiada es la alabanza. El Señor edifica a Jerusalén; congrega a los dispersos de Israel; sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas. Cuenta el número de las estrellas, y a todas ellas les pone nombre. Grande es nuestro Señor, y muy poderoso; su entendimiento es infinito. El Señor sostiene al afligido y humilla a los impíos hasta la tierra. Cantad al Señor con acción de gracias; cantad alabanzas con la lira a nuestro Dios, el que cubre de nubes los cielos, el que provee lluvia para la tierra, el que hace brotar la hierba en los montes. El da su alimento al ganado y a la cría de los cuervos cuando chillan. No se deleita en la fuerza del caballo, ni se complace en las piernas ágiles del hombre. El Señor favorece a los que le temen, a los que esperan en su misericordia. Fuera de Tiempo Pascual: Ant. Alabemos gozosamente a nuestro Dios. En Tiempo Pascual: Ant. Alleluia, alleluia, alleluia.

LAUDES II Salmo 89 En cuanto a Dios Señor, tú has sido un refugio para nosotros de generación en generación. Antes que los montes fueran engendrados, y nacieran la tierra y el mundo, desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios. Haces que el hombre vuelva a ser polvo, y dices: Volved, hijos de los hombres. Porque mil años ante tus ojos son como el día de ayer que ya pasó, y como una vigilia de la noche. Tú los has barrido como un torrente, son como un sueño; son como la hierba que por la mañana reverdece; por la mañana florece y reverdece; al atardecer se marchita y se seca. Porque hemos sido consumidos con tu ira, y por tu furor hemos sido conturbados. Has puesto nuestras iniquidades delante de ti, nuestros pecados secretos a la luz de tu presencia. Porque por tu furor han declinado todos nuestros días; acabamos nuestros años como un suspiro. Los días de nuestra vida llegan a setenta años; y en caso de mayor vigor, a ochenta años. Con todo, su orgullo es sólo trabajo y pesar, porque pronto pasa, y volamos. ¿Quién conoce el poder de tu ira, y tu furor conforme al temor que se te debe? Enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. Vuelve, Señor; ¿hasta cuándo? y compadécete de tus siervos. Sácianos por la mañana con tu misericordia, y cantaremos con gozo y nos alegraremos todos nuestros días. Alégranos conforme a los días que nos afligiste,

y a los años en que vimos adversidad. Manifiéstese tu obra a tus siervos, y tu majestad a sus hijos, y sea la gracia del Señor nuestro Dios sobre nosotros. Confirma, pues, sobre nosotros la obra de nuestras manos; sí, la obra de nuestras manos confirma. Salmo 35 La vida sin Dios y la vida con Dios La transgresión habla al impío dentro de su corazón; no hay temor de Dios delante de sus ojos. Porque en sus propios ojos la transgresión le engaña en cuanto a descubrir su iniquidad y aborrecerla. Las palabras de su boca son iniquidad y engaño; ha dejado de ser sabio y de hacer el bien. Planea la iniquidad en su cama; se obstina en un camino que no es bueno; no aborrece el mal. Cántico de Moisés (Éxodo 15: 1-19) Cantaré al Señor, que se ha cubierto de gloria: él hundió en el mar los caballos y los carros. El Señor es mi fuerza y mi protección, él me salvó. Él es mi Dios y yo lo glorifico, es el Dios de mi padre y yo proclamo su grandeza. El Señor es un guerrero, su nombre es ‘Señor’. Él arrojó al mar los carros del Faraón y su ejército, lo mejor de sus soldados se hundió en el Mar Rojo. El abismo los cubrió, cayeron como una piedra en lo profundo del mar. Tu mano, Señor, resplandece por su fuerza, tu mano, Señor, aniquila al enemigo. Con la inmensidad de tu gloria derribas a tus adversarios, desatas tu furor, que los consume como paja. Al soplo de tu ira se agolparon las aguas, las olas se levantaron como un dique, se hicieron compactos los abismos del mar. El enemigo decía: ‘Los perseguiré, los alcanzaré, repartiré sus despojos, saciaré mi avidez, desenvainaré la espada, mi mano los destruirá’. Tú soplaste con tu aliento, y el mar los envolvió; se hundieron como plomo en las aguas

formidables. ¿Quién es como tú, Señor, entre los dioses? ¿Quién, como tú, es admirable entre los santos, terrible por tus hazañas, autor de maravillas? Extendiste tu mano y los tragó la tierra. Guías con tu fidelidad al pueblo que has rescatado y lo conduces con tu poder hacia tu santa morada. Tiemblan los pueblos al oír la noticia: los habitantes de Filistea se estremecen, cunde el pánico entre los jefes de Edóm, un temblor sacude a los príncipes de Moab, desfallecen todos los habitantes de Canaán. El pánico y el terror los invaden, la fuerza de tu brazo los deja petrificados, hasta que pasa tu pueblo, Señor, hasta que pasa el pueblo que tú has adquirido. Tú lo llevas y lo plantas en la montaña de tu herencia, en el lugar que preparaste para tu morada, en el Santuario, Señor, que fundaron tus manos. ¡El Señor reina eternamente!. Salmo 146 Alabado sea el Señor, nuestro proveedor Bueno es cantar alabanzas a nuestro Dios, porque agradable y apropiada es la alabanza. El Señor edifica a Jerusalén; congrega a los dispersos de Israel; sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas. Cuenta el número de las estrellas, y a todas ellas les pone nombre. Grande es nuestro Señor, y muy poderoso; su entendimiento es infinito. El Señor sostiene al afligido y humilla a los impíos hasta la tierra. Cantad al Señor con acción de gracias; cantad alabanzas con la lira a nuestro Dios, el que cubre de nubes los cielos, el que provee lluvia para la tierra, el que hace brotar la hierba en los montes.

El da su alimento al ganado y a la cría de los cuervos cuando chillan. No se deleita en la fuerza del caballo, ni se complace en las piernas ágiles del hombre. El Señor favorece a los que le temen, a los que esperan en su misericordia. Capítulo pequeño (Romanos 13: 12-13) La noche está muy avanzada y se acerca el día. Abandonemos las obras propias de la noche y vistámonos con la armadura de la luz. Como en pleno día, procedamos dignamente: basta de excesos en la comida y en la bebida, basta de lujuria y libertinaje, no más peleas ni envidias.

PRIMERA Fuera de Tiempo Pascual: Ant. En un lugar de pastos, el Señor me da reposo. En Tiempo Pascual: Ant. Alleluia, alleluia, alleluia Salmo 22 Anfitrión y Buen Pastor El Señor es mi pastor, nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce. El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre. Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento. Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días. Salmo 71, i Grito de anhelo por el Mesías Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey. Juzgue él a tu pueblo con justicia, y a tus afligidos con equidad. Traigan paz los montes al pueblo, y justicia los collados. Haga él justicia a los afligidos del pueblo, salve a los hijos de los pobres, y aplaste al opresor. Que te teman mientras duren el sol y la luna, por todas las generaciones.

Descienda él como la lluvia sobre la hierba cortada, como aguaceros que riegan la tierra. Florezca la justicia en sus días, y abundancia de paz hasta que no haya luna. Domine él de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra. Salmo 71, ii No hay fin a su reino Dobléguense ante él los moradores del desierto, y sus enemigos laman el polvo. Los reyes de Tarsis y de las islas traigan presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrezcan tributo; y póstrense ante él todos los reyes de la tierra; sírvanle todas las naciones. Porque él librará al necesitado cuando clame, también al afligido y al que no tiene quien le auxilie. Tendrá compasión del pobre y del necesitado, y la vida de los necesitados salvará. Rescatará su vida de la opresión y de la violencia, y su sangre será preciosa ante sus ojos. Que viva, pues, y se le dé del oro de Sabá, y que se ore por él continuamente; que todo el día se le bendiga. Haya abundancia de grano en la tierra, en las cumbres de los montes; su fruto se mecerá como los cedros del Líbano; y los de la ciudad florezcan como la hierba de la tierra. Sea su nombre para siempre; que su nombre se engrandezca mientras dure el sol, y sean benditos por él los hombres; llámenlo bienaventurado todas las naciones. Bendito sea el Señor Dios, el Dios de Israel, el único que hace maravillas. Bendito sea su glorioso nombre para siempre, sea llena de su gloria toda la tierra.

Fuera de Tiempo Pascual: Ant. En un lugar de pastos, el Señor me da reposo. En Tiempo Pascual: Ant. Alleluia, alleluia, alleluia

TERCIA Fuera de Tiempo Pascual: Ant. Qué tan bueno es Dios a Israel, a los rectos de corazón. ✠ En Tiempo Pascual: Ant. Alleluia, alleluia, alleluia Salmo 72, i Planteamiento del problema Ciertamente Dios es bueno para con Israel, para con los puros de corazón. En cuanto a mí, mis pies estuvieron a punto de tropezar, casi resbalaron mis pasos. Porque tuve envidia de los arrogantes, al ver la prosperidad de los impíos. Porque no hay dolores en su muerte, y su cuerpo es robusto. No sufren penalidades como los mortales, ni son azotados como los demás hombres. Por tanto, el orgullo es su collar; el manto de la violencia los cubre. Los ojos se les saltan de gordura; se desborda su corazón con sus antojos. Se mofan, y con maldad hablan de opresión; hablan desde su encumbrada posición. Contra el cielo han puesto su boca, y su lengua se pasea por la tierra. Salmo 72, ii Las masas son engañadas Por eso el pueblo de Dios vuelve a este lugar, y beben las aguas de la abundancia. Y dicen: ¿Cómo lo sabe Dios? ¿Y hay conocimiento en el Altísimo? He aquí, estos son los impíos, y, siempre desahogados, han aumentado sus riquezas. Ciertamente en vano he guardado puro mi corazón

y lavado mis manos en inocencia; pues he sido azotado todo el día y castigado cada mañana. Si yo hubiera dicho: Así hablaré, he aquí, habría traicionado a la generación de tus hijos. Cuando pensaba, tratando de entender esto, fue difícil para mí, hasta que entré en el santuario de Dios; entonces comprendí el fin de ellos. Salmo 72, iii Fortuna de corta duración Ciertamente tú los pones en lugares resbaladizos; los arrojas a la destrucción. ¡Cómo son destruidos en un momento! Son totalmente consumidos por terrores repentinos. Como un sueño del que despierta, oh Señor, cuando te levantes, despreciarás su apariencia. Cuando mi corazón se llenó de amargura, y en mi interior sentía punzadas, entonces era yo torpe y sin entendimiento; era como una bestia delante de ti. Sin embargo, yo siempre estoy contigo; tú me has tomado de la mano derecha. Con tu consejo me guiarás, y después me recibirás en gloria. ¿A quién tengo yo en los cielos, sino a ti? Y fuera de ti, nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre. Porque he aquí, los que están lejos de ti perecerán; tú has destruido a todos los que te son infieles. Mas para mí, estar cerca de Dios es mi bien; en Dios el Señor he puesto mi refugio, para contar todas tus obras.

Fuera de Tiempo Pascual: Ant. Qué tan bueno es Dios a Israel, a los rectos de corazón. ✠ En Tiempo Pascual: Ant. Alleluia, alleluia, alleluia

SEXTA Fuera de Tiempo Pascual: Ant. Recuerda, Señor, el rebaño que poseías desde el principio. En Tiempo Pascual: Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. Salmo 73, i Imagen de la desolación Oh Dios, ¿por qué nos has rechazado para siempre? ¿Por qué se enciende tu ira contra las ovejas de tu prado? Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde los tiempos antiguos, la que redimiste para que sea la tribu de tu heredad, y de este monte Sion donde has habitado. Dirige tus pasos hacia las ruinas eternas; todo lo que hay en el santuario lo ha dañado el enemigo. Tus adversarios han rugido en medio de tu lugar de reunión; han puesto sus estandartes por señales. Parece como si alguien hubiera levantado el hacha en espeso bosque. Y ahora, toda su obra de talla hacen pedazos con hachas y martillos. Han quemado tu santuario hasta los cimientos; han profanado la morada de tu nombre. Dijeron en su corazón: Arrasémoslos por completo. Han quemado todos los santuarios de Dios en la tierra. No vemos nuestras señales; ya no queda profeta, ni hay entre nosotros quien sepa hasta cuándo. Salmo 73, ii La confianza en Dios ¿Hasta cuándo, oh Dios, blasfemará el adversario? ¿Despreciará el enemigo tu nombre para siempre? ¿Por qué retiras tu mano, tu diestra? ¡Sácala de dentro de tu seno, destrúyelos! Con todo, Dios es mi rey desde la antigüedad, el que hace obras de salvación en medio de la tierra. Tú dividiste el mar con tu poder;

quebraste las cabezas de los monstruos en las aguas. Tú aplastaste las cabezas de Leviatán; lo diste por comida a los moradores del desierto. Tú abriste fuentes y torrentes; tú secaste ríos inagotables. Tuyo es el día, tuya es también la noche; tú has preparado la lumbrera y el sol. Tú has establecido todos los términos de la tierra; tú has hecho el verano y el invierno. Salmo 73, iii Súplica en el sufrimiento Acuérdate de esto, Señor: que el enemigo ha blasfemado, y que un pueblo insensato ha despreciado tu nombre. El alma de tu tórtola no entregues a la fiera; no olvides para siempre la vida de tus afligidos. Mira el pacto, Señor, porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de moradas de violencia. No vuelva avergonzado el oprimido; alaben tu nombre el afligido y el necesitado. Levántate, oh Dios, defiende tu causa; acuérdate de cómo el necio te injuria todo el día. No te olvides del vocerío de tus adversarios, del tumulto de los que se levantan contra ti, que sube continuamente. Fuera de Tiempo Pascual: Ant. Recuerda, Señor, el rebaño que poseías desde el principio. En Tiempo Pascual: Ant. Aleluya, aleluya, aleluya.

NONA Fuera de Tiempo Pascual: Ant. Vamos a invocar tu nombre, oh Señor; declararemos tus maravillas. En Tiempo Pascual: Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. Salmo 74 Dios va a recompensar - Una advertencia Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias, pues cercano está tu nombre; los hombres declaran tus maravillas. Cuando yo escoja el tiempo oportuno, seré yo quien juzgará con equidad. Tiemblan la tierra y todos sus moradores, mas yo sostengo sus columnas. Dije a los orgullosos: No os jactéis; y a los impíos: No alcéis la frente; no levantéis en alto vuestra frente; no habléis con orgullo insolente. Porque ni del oriente ni del occidente, ni del desierto viene el enaltecimiento; sino que Dios es el juez; a uno humilla y a otro ensalza. Porque hay un cáliz en la mano del Señor, y el vino fermenta, lleno de mixtura, y de éste El sirve; ciertamente lo sorberán hasta las heces y lo beberán todos los impíos de la tierra. Pero yo lo anunciaré para siempre; cantaré alabanzas al Dios de Jacob. Quebraré todo el poderío de los impíos, pero el poderío del justo será ensalzado. Salmo 75, i Victoria Dios es conocido en Judá; grande es su nombre en Israel. En Salem está su tabernáculo, y en Sion su morada.

Allí quebró las saetas encendidas del arco, el escudo, la espada y las armas de guerra. Resplandeciente eres, más majestuoso que los montes de caza. Fueron despojados los fuertes de corazón; durmieron su sueño, y ninguno de los guerreros pudo usar sus manos. A tu reprensión, oh Dios de Jacob, auriga y caballo cayeron en profundo sueño. Salmo 75, ii Dios, Juez del mundo Tú, sólo tú, has de ser temido; ¿y quién podrá estar en pie en tu presencia en el momento de tu ira? Hiciste oír juicio desde los cielos; temió la tierra y enmudeció al levantarse Dios para juzgar, para salvar a todos los humildes de la tierra. Pues el furor del hombre te alabará; con un residuo de furor te ceñirás. Haced votos al Señor vuestro Dios, y cumplidlos; todos los que están alrededor de El traigan presentes al que debe ser temido. El cortará el espíritu de los príncipes; temido es por los reyes de la tierra. Fuera de Tiempo Pascual: Ant. Vamos a invocar tu nombre, oh Señor; declararemos tus maravillas. En Tiempo Pascual: Ant. Aleluya, aleluya, aleluya.

VÍSPERAS Fuera de Tiempo Pascual: Ant. Mirad cuán bueno y cuán agradable es, cuando los hermanos estan en armonía.✠ En Tiempo Pascual: Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. Salmo 132 Santa Unidad Mirad cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habiten juntos en armonía. Es como el óleo precioso sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, que desciende hasta el borde de sus vestiduras. Es como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque allí mandó el Señor la bendición, la vida para siempre. Salmo 135, i Invitación a alabar a Dios Dad gracias al Señor porque El es bueno, porque para siempre es su misericordia. Dad gracias al Dios de dioses, porque para siempre es su misericordia. Dad gracias al Señor de señores, porque para siempre es su misericordia. Al único que hace grandes maravillas, porque para siempre es su misericordia. Al que con sabiduría hizo los cielos, porque para siempre es su misericordia. Al que extendió la tierra sobre las aguas, porque para siempre es su misericordia. Al que hizo las grandes lumbreras, porque para siempre es su misericordia: el sol para que reine de día, porque para siempre es su misericordia; la luna y las estrellas para que reinen de noche,

porque para siempre es su misericordia. Salmo 135, ii Por la liberación de Egipto Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, porque para siempre es su misericordia; y sacó a Israel de en medio de ellos, porque para siempre es su misericordia, con mano fuerte y brazo extendido, porque para siempre es su misericordia. Al que dividió en dos partes el mar Rojo, porque para siempre es su misericordia, e hizo pasar a Israel por en medio de él, porque para siempre es su misericordia; mas a Faraón y a su ejército destruyó en el mar Rojo, porque para siempre es su misericordia. Al que condujo a su pueblo por el desierto, porque para siempre es su misericordia; al que hirió a grandes reyes, porque para siempre es su misericordia; y mató a reyes poderosos, porque para siempre es su misericordia; a Sehón, rey de los amorreos, porque para siempre es su misericordia, y a Og, rey de Basán, porque para siempre es su misericordia; y dio la tierra de ellos en heredad, porque para siempre es su misericordia, en heredad a Israel su siervo, porque para siempre es su misericordia. El que se acordó de nosotros en nuestra humillación, porque para siempre es su misericordia, y nos rescató de nuestros adversarios, porque para siempre es su misericordia. El que da sustento a toda carne, porque para siempre es su misericordia.

Dad gracias al Dios del cielo, porque para siempre es su misericordia. Salmo 136 Amor verdadero para Jerusalén Junto a los ríos de Babilonia, nos sentábamos y llorábamos, al acordarnos de Sion. Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas. Pues allí los que nos habían llevado cautivos nos pedían canciones, y los que nos atormentaban nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos alguno de los cánticos de Sion. ¿Cómo cantaremos la canción del Señor en tierra extraña? Si me olvido de ti, oh Jerusalén, pierda mi diestra su destreza. Péguese mi lengua al paladar si no me acuerdo de ti, si no enaltezco a Jerusalén sobre mi supremo gozo. Recuerda, oh Señor, contra los hijos de Edom el día de Jerusalén, quienes dijeron: Arrasadla, arrasadla hasta sus cimientos. Oh hija de Babilonia, la devastada, bienaventurado el que te devuelva el pago con que nos pagaste. Bienaventurado será el que tome y estrelle tus pequeños contra la peña. Salmo 137 Doy gracias a Dios Con todo mi corazón te daré gracias; en presencia de los dioses te cantaré alabanzas. Me postraré hacia tu santo templo, y daré gracias a tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; porque has engrandecido tu palabra conforme a todo tu nombre. En el día que invoqué, me respondiste;

me hiciste valiente con fortaleza en mi alma. Todos los reyes de la tierra te alabarán, Señor, cuando hayan oído los dichos de tu boca. Y cantarán de los caminos del Señor, porque grande es la gloria del Señor. Porque el Señor es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo conoce de lejos. Aunque yo ande en medio de la angustia, tú me vivificarás; extenderás tu mano contra la ira de mis enemigos, y tu diestra me salvará. El Señor cumplirá su propósito en mí; eterna, oh Señor, es tu misericordia; no abandones las obras de tus manos. Capítulo pequeño (2 Corintios 1: 3-4) V. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de todo consuelo, que nos consuela en todas nuestras tribulaciones. R. Demos gracias a Dios. Fuera de Tiempo Pascual: Ant. Alabaré tu nombre, oh Señor, a causa de tu misericordia y tu fidelidad. En Tiempo Pascual: Ant. Aleluya, aleluya, aleluya.

COMPLETAS Fuera de Tiempo Pascual: Ant. Tú eres mi ayuda y mi libertador, oh Señor. En Tiempo Pascual: Ant. Aleluya, aleluya, aleluya. Salmo 69 Oración en necesidad Oh Dios, apresúrate a librarme; apresúrate, oh Señor, a socorrerme. Sean avergonzados y humillados los que buscan mi vida; sean vueltos atrás y cubiertos de ignominia los que se complacen en mi mal. Sean vueltos atrás por causa de su vergüenza los que dicen: ¡Ajá, ajá! Regocíjense y alégrense en ti todos los que te buscan; que digan continuamente: ¡Engrandecido sea Dios! los que aman tu salvación. Mas yo estoy afligido y necesitado; oh Dios, ven pronto a mí. Tú eres mi socorro y mi libertador; Señor, no te tardes. Salmo 70, i Petición de ayuda En ti, oh Señor, me refugio; jamás sea yo avergonzado. Líbrame en tu justicia, y rescátame; inclina a mí tu oído, y sálvame. Sé para mí una roca de refugio, a la cual pueda ir continuamente; tú has dado mandamiento para salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza. Dios mío, rescátame de la mano del impío, de la mano del malhechor y del implacable, porque tú eres mi esperanza; oh Señor Dios, tú eres mi confianza desde mi juventud. De ti he recibido apoyo desde mi nacimiento;

tú eres el que me sacó del seno de mi madre; para ti es continuamente mi alabanza. He llegado a ser el asombro de muchos, porque tú eres mi refugio fuerte. Llena está mi boca de tu alabanza y de tu gloria todo el día. No me rechaces en el tiempo de la vejez; no me desampares cuando me falten las fuerzas. Porque mis enemigos han hablado de mí; y los que acechan mi vida han consultado entre sí, diciendo: Dios lo ha desamparado; perseguidlo y apresadlo, pues no hay quien lo libre. Oh Dios, no estés lejos de mí; Dios mío, apresúrate a socorrerme. Salmo 70, ii Súplica por protección de los enemigos Sean avergonzados y consumidos los enemigos de mi alma; sean cubiertos de afrenta y de ignominia los que procuran mi mal. Mas yo esperaré continuamente, y aún te alabaré más y más. Todo el día contará mi boca de tu justicia y de tu salvación, porque son innumerables. Vendré con los hechos poderosos de Dios el Señor; haré mención de tu justicia, de la tuya sola. Oh Dios, tú me has enseñado desde mi juventud, y hasta ahora he anunciado tus maravillas. Y aun en la vejez y las canas, no me desampares, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a esta generación, tu poderío a todos los que han de venir. Porque tu justicia, oh Dios, alcanza hasta los cielos, tú que has hecho grandes cosas; oh Dios, ¿quién como tú? Tú que me has hecho ver muchas angustias y aflicciones, me volverás a dar vida, y me levantarás de nuevo de las profundidades de la tierra.

Aumenta tú mi grandeza, y vuelve a consolarme. Y yo te daré gracias con el arpa, cantaré tu verdad, Dios mío; a ti cantaré alabanzas con la lira, oh Santo de Israel. Darán voces de júbilo mis labios, cuando te cante alabanzas, y mi alma, que tú has redimido. También mi lengua hablará de tu justicia todo el día, porque han sido avergonzados, porque han sido humillados, los que procuran mi mal. Fuera de Tiempo Pascual: Ant. Tú eres mi ayuda y mi libertador, oh Señor. En Tiempo Pascual: Ant. Aleluya, aleluya, aleluya.

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