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Distribución Geográfica en Chile Autor: Universidad Católica de Temuco Chile. El Canelo, Fuñe, Boighe o Foiye, cuyo nombre científico es Drimys winteri J.R. et G. Forster, perteneciente a la familia de las Winteráceas, se distribuye en Chile desde el río Limarí en la IV Región, hasta el Cabo de Hornos en la XII Región. Se ubica tanto en el continente, como en las islas aledañas, en ambas cordilleras desde el nivel del mar hasta los 1700 metros sobre el nivel de éste (RODRIGUEZ, MATTHEI Y QUEZADA, 1983). Esta adaptada a condiciones donde el agua esta en exceso, como terrenos pantanosos y junto a ríos y esteros, destacandose por su agresividad para regenerar y su carácter de especie pionera. Es particularmente abundante en la isla de Chiloé donde las precipitaciones son muy abundantes (2000 mm. anuales) formando densos bosques de renovales y árboles maduros. Las densas masas de regeneración se adaptan excelentemente a las partes altas de los cerros en el bosque húmedo del sur y bajo fuerte insolación cerca de los ríos en el Norte. El Género Drimys se encuentra representado en nuestro país por dos variedades y dos especies, ellas son: − Variedad Chilensis, desde Coquimbo hasta Aysén, principalmente en la cordillera de la costa. − Variedad Punctata, que se encuentra al Sur del paralelo 42°. − La especie Drimys confertifolia Phil, que habita en la Isla Juan Fernández. − La especie Drimys andina (Reiche) R.A. Rodr. et Quez, desde Cautín a Llanquihue en la Cordillera de Nahuelbuta y de Los Andes sobre los 600 m. sobre el nivel del mar (LOEWE, 1987). Características Morfológicas Arbol de tronco recto y cilíndrico que alcanza unos 25 m. de altura y hasta 1 m. de diámetro. La madera del tronco esta constituida por traqueídeas como las coníferas, lo que convierte al Canelo y a las Winteráceas en general en una de las más primitivas familias en la evolución vegetal de las Angiospermas, HOFFMANN (1982). La corteza es lisa, de color gris ceniza, gruesa y blanda. Las ramas son delgadas y los extremos de las ramillas de color rojizo. Las hojas son perennes, pecioladas, alternas, simples, de color verde claro y con el envés glauco azuloso. Tiene dimensiones que van de los 4 a 17 cm. de largo por 1,3 a 7 cm. de ancho; tienen forma aovado−oblongas a elípticas, atenuadas en la base, a veces decurrentes en el pecíolo; ápice agudo, obtuso, redondeado o emarginado con borde entero, liso, ligeramente recurvado y ondulado. Lámina de textura algo coriácea. El nervio medio es muy marcado y la nervadura es reticulada, pero poco visible. El pecíolo de 0,7 a 1
3,5 cm. de largo, de color verde amarillento, canaliculado en la parte superior. Flores actinomorfas agrupadas hacia el extremo de las ramas dispuestas en umbelas, compuestas de 4 a 6 umbelas simples, protegidas en su estado yema por una bráctea o involucro que cae al desarrollarse aquéllas. El pedúnculo de la inflorescencia, cuando está presente, es de 1,4 a 3cm. de largo. Las flores son hermafroditas, largamente pediceladas, pedicelos rojizos de 1 a 7 cm. de largo. Tienen entre 10 y 20 pétalos lanceolados, de color blanco nacarado, de 0,6 a 2 cm. de largo, de contextura cerosa y superficie algo arrugada. Tiene dos o tres sépalos cóncavos de 5 a 7 mm. de largo, membranosos, opuestos, de color verde o rojizo, terminados en punta. Androceo y Gineceo dispuestos sobre el receptáculo semiesférico. Estambres numerosos entre 30 y 40, en 2 a 4 series; filamentos gruesos, carnosos; anteras pequeñas, laterales, redondeadas, de dehiscencia longitudinal. Gineceo formado por varios carpelos separados de color verde−amarillento; ovario súpero, unilocular, globoso, claviforme, arqueado hacia un lado; estigma lateral sésil dirigido hacia el centro de la flor. Con 9 a 18 óvulos sobre cortas placentas. El fruto es una baya ovalada, negro−violácea en la madurez, de aproximadamente 1 cm. de largo, lisa, brillante, acompañada por los sépalos persistentes y coronada por el estigma. Pueden estar solitarias o reunidas en grupos estrellados de hasta 8, sobre un pedúnculo, RODRIGUEZ, MATTHEI Y QUEZADA (1983). Las semillas son arqueadas, de 2 a 4,5 cm. de largo, negras, brillantes, lisas y pueden presentarse en número de 6 a 8 en frutos bien desarrollados, HOFFMANN (1982). Importancia, Aptitudes y Uso La estructura anatómica del Canelo, sus propiedades físicas y mecánicas, y la composición quimica de su madera la hacen adecuada como materia prima para distintos usos industriales. Actualmente se utiliza a escala artesanal en pequeñas construcciones, mueblería y fabricación de instrumentos musicales, existiendo sin embargo, mercados externos de pequeña envergadura que están siendo aprovechados por empresas forestales en el sur de Chile (NAVARRO 1992; HOFFMANN, 1982). La madera de Canelo es fácil de trabajar, permeable, se puede secar e impregnar sin problema, también se encola, pinta y barniza con buenos resultados. Sin tratamiento es una madera durable, con una vida útil comprendida entre 5 y 15 años al estar en contacto con el suelo. CHESNEY (1970), motivado por las carácteristicas silvícolas y de crecimiento del Canelo, estudió las propiedades básicas de la madera con miras a una utilización industrial de esta especie, concluyendo que la madera tiene adecuadas características para la fabricación de papel, buena resistencia a la tracción y conveniente resistencia al rajado. Además determinó que árboles con un DAP límite de 30 cm, que coincide con el máximo largo de fibras, entregarían las mejores condiciones de materia prima para las propiedades de los papeles. A este respecto, ROJAS, PISTONO y BLUHMS (1975) estiman que las propiedades de resistencia de los papeles hechos con Canelo deberán ser superiores a los respectivos de Pino Insigne, debido a las características de sus fibras. También agregan que, dado el contenido comparable de lignina entre estas dos especies, se espera que los requerimientos y condiciones para la cocción, consumo de reactivos y blanqueo, sean similares a dicha conífera. La madera de Canelo no es utilizada como combustible, ya que al arder produce un humo picante (HOFFMANN, 1982). LINETZKY (1940) investigó el contenido de vitamina C en la corteza de Canelo, determinando que la cantidad de vitamina es notablemente superior a la contenida en frutas como naranja y limón, explicándose así la práctica popular de los aborígenes de Chile y de los navegantes, que utilizaban la droga para combatir el escorbuto. Sin embargo, éste último uso fue dejado de lado al ser reemplazado por productos artificiales (DONOSO, 1978). 2
Las hojas del Canelo tienen aptitudes medicinales, y el baño preparado con hojas y corteza de este árbol se recomienda para el reumatismo, parálisis y en los casos de debilidad general. Además, el infuso de la corteza quita los dolores de muela, aplaca el dolor de las úlceras y combate las afecciones estomacales. También tiene taninos, aceites esenciales, sustancias antibacterianas y sales de fierro y calcio, aplicadas para limpiar heridas, sarna, tiña y dolores de garganta (HOFFMANN, 1982). Las hojas contienen terpenos como el Drimenol, Drimina, Isodrimina y Canelín; compuestos que estudia la Universidad de Concepción desde 1972, por el poder anticancerígeno que poseen como inhibidores de tumores linfáticos (NIEBUHR, 1988; DONOSO, 1978). También que el Canelo tiene importancia histórica y etnobotánica ya que es el árbol sagrado de los Araucanos, quienes lo adoran y veneran, atribuyéndole propiedades mágicas. La rama del Canelo constituye un símbolo de paz y los tratados importantes son concertados a la sombra o presencia de una de estas especies (GONZALEZ, RODRIGUEZ Y BAEZA, 1991; HOFFMANN, 1982). Es una planta muy ornamental. Por su tamaño mediano es ideal para parques, plazas y jardines. Posee una serie interesante de atributos ornamentales; sus hojas de diferente color, verde intenso el haz y plateado el envés, le imprimen mucha belleza. En noches de Luna es característico el brillo plateado de sus hojas. Sus flores son blancas, muy persistentes, semejando a copos de nieve a la distancia. Características del Hábitat Se encuentra preferentemente en terrenos pantanosos y junto a ríos o esteros. Hacia la zona norte de Chile el Canelo se encuentra restringido exclusivamente a las quebradas donde fluye agua durante todo el año o en en que la capa es demasiado superficial. Se ve muy afectado en los períodos de sequía. Esta especie se agrupa en comunidades vegetales, encontrándose como tal en la mayoría de los tipos forestales con excepción del Esclerófilo y Ciprés de la Cordillera (DONOSO, 1981). En la zona donde alcanza su mejor desarrollo (X Región), la precipitación anual varía desde aproximadamente 2000 mm hasta 5000 mm produciéndose un aumento de norte a sur y también de oeste a este. Estas precipitaciones se distribuyen a lo largo de todo el año, no existiendo períodos secos, aunque en las áreas septentrionales hay años en que se producen bajas significativas en las lluvias de Verano (DONOSO, 1981). La precipitación es moderada; las temperaturas medias de verano (Enero) fluctuan entre 15° en el norte de la zona y 11° en Taitao y Golfo de Penas, mientras las medias en invierno (Julio) varian entre 8° y 9° Celsius en el norte de la zona a 5° a 6° en el sur (Ardiles y Maldonado, 1977). La topografía en que se desarrolla es de altitudes bajas a medias y gran parte de ella se encuentra modelada por la glaciación que ha determinado la formación de islas, fiordos, valles en U, valles colgantes y morrenas terminales. En la Cordillera de la Costa hay poca o ninguna evidencia de glaciación (HOLDGATE, 1961; SEKI, 1974). En esta Cordillera así como en partes de las islas y parte de Aysén, los suelos se han desarrollado sobre roca metamórfica, especialmente esquistos, sin embargo, los componentes fundamentales de las montañas y archipiélagos estan formados por granito (HOLDGATE, 1961; SEKI, 1974). En la Isla de Chiloé, gran parte de los suelos derivan de depósitos glaciales y fluvioglaciales (HOLDGATE, 1961). En la Cordillera de la costa, los suelos derivados de mica y esquistos son generalmente delgados, rara vez de más de 40 cm. de profundidad; de color pardo y con ligeras evidencias de podzolización. En la costa de Chiloé, los suelos son extremadamente húmedos, con capa de 5 a 10 cm de Humus mor y con horizontes orgánicos gleizados (HOLDGATE, 1961) y profundidades no mayores de 1 metro donde se topan, generalmente con un horizonte arcilloso endurecido o con arena gruesa. En los terrenos ondulados o de cerros se encuentran los suelos de mejor drenaje. Los pH son ácidos, fluctuando desde 3,8 a 5.Es una especie 3
muy plástica a condiciones de suelo y se desarrolla tanto en lugares sombríos como a plena luz. En la Cordillera de los Andes se encuentran suelos preferentemente del tipo trumao profundos, con drenaje bueno a moderado, texturas francas en general, con pH de 5,3 en la superficie, aumentando hasta 6,9 en la profundidad (PERALTA, 1975; 1976). En las islas los suelos son escencialmente orgánicos, delgados y ácidos. Reproducción de la especie Tiene un largo período de floración y fructificación, determinado por la latitud a lo largo de su amplio rango de distribución. Se reproduce por semillas y estacas. Sus frutos son bayas que se colectan desde el árbol cuando se encuentran de color negro. Las semillas se extraen presionando los frutos y lavándolas muy bien en agua. Una vez limpias se deben sembrar en cajones con arena húmeda, colocados en lugares poco iluminados y a temperatura ambiental. La germinación se iniciará con el aumento de la tmperatura en primavera. Para la reproducción asexuada, se deben emplear estacas de dos años de edad, idealmente las estacas derechas que brotan desde la base del árbol, cortándolas en época de receso vegetativo y plantándolas en turba o arena, previa inoculación con fitohormonas, a una temperatura de 22° a 25° Celsius. Su regeneración natural es muy abundante, aunque variable, pudiendo encontrarse desde 200 mil a 5 mil plantas por Hectárea. En este mismo sentido, se ha establecido que a mayor grado de intervención del ecosistema, mayor es la cantidad de regeneración natural del Canelo presente, salvo en las praderas que constituyen una situación extrema, donde prácticamente no hay regeneración. En matorrales, ésta se presenta muy variada, por lo que tanto en éste caso como en el anterior, se recomienda el desarrollo de plantaciones. En el bosque explotado, en tanto, es donde la regeneración presenta las mejores condiciones. El renoval constituye regeneración en sí (CORVALAN, 1987). Renovales de Canelo Respecto a su regeneración natural, CORVALAN en 1977 consideró como renoval al período de tiempo que transcurre desde la germinación hasta la madurez; es decir, cuando finaliza el crecimiento ascendente del rodal. Pudiendo asignar a la condición de renoval distintas etapas de la vida de un bosque, como es el estado de Brinzal y Monte Bravo (VITA, 1978). Por su parte Balharry (1984) sugiere incluir parte de la etapa de latizal, la que se caracteriza por una disminución del crecimiento y de la densidad del rodal, marcando por consiguiente el término del estado de renoval. Se ha definido como renoval típico de Canelo aquél en que la especie es abundante, con una cobertura igual o superior al 50% de la cobertura total (del rodal) (BALHARRY, 1984; LOEWE, 1987). La agresividad de la especie le ha permitido establecerse en forma pura o mezclada, predominando en su mayor parte un desarrollo juvenil (BALHARRY, 1984), donde ocupa casi exclusivamente los doseles del bosque. Y donde practicamente no hay regeneración por ser ello en sí un estado avanzado de la misma (LOEWE, 1987). La estructura diamétrica de los renovales de menor edad es de tipo multietáneo (BALHARRY, 1984); situación irreal, atribuible a un fuerte proceso de competencia por luz y espacio entre los individuos del rodal, y que además deben soportar una diferenciación de doseles muy notoria en las clases diamétricas menores (TAPIA, 1982). Donoso (1981) señala que los renovales alcanzan densidades de 8 mil a 20 mil árboles por Hectárea, hasta que a los 80 a 100 años, producto de la competencia natural, se llega a alrededor de 400 a 600 árboles/Há, 4
en que siempre la más alta proporción pertenece a Canelo. Tapia (1982) determinó la mortalidad natural en renovales de Canelo, obteniendo para el total del bosque un 1% anual, mientras que para el Canelo la cifra es aún menor del orden de 0,8% anual. Esto indica que a medida que aumenta la edad, la especie Canelo va quedando en mayor proporción. En edades superiores, se observa una definición y distribución de tipo normal, siendo clara en rodales de 70 a 80 años de edad (GUNCKEL, 1980; TAPIA, 1982). Tapia (1982) señala que la distribución diamétrica del dosel superior tiende a normalizarse alrededor de los 50 años, indicando con ello que los árboles del dosel superior tendrían las mejores probabilidades de alcanzar las mayores edades del bosque. A medida que los renovales de Canelo envejecen van disminuyendo su densidad, creando las condiciones adecuadas para la regeneración y desarrollo de otras especies, adquiriendo finalmente la fisonomía de los subtipos siempreverde con intolerantes o de tolerantes según cual haya sido su composición original (DONOSO, 1981; TUPPER, 1983). Composición Qimica y estructural de la madera De acuerdo a los valores promedios ponderados obtenidos tanto para árboles maduros como para árboles de renoval, la madera de Canelo debe catalogarse como una especie más bien de baja densidad, especialmente al compararla con las demás especies nativas. Se observa un aumento de la densidad para aquél material generado a edades más avanzadas (maduro inferior exterior y maduro superior); siendo a su vez más densa la madera del trozo superior. El material generado cuando el árbol es joven (maduro inferior interior y renoval) demuestra una casi total equivalencia. En atención a las diferentes condiciones de crecimiento ecológico de ambos tipos de bosques, la similitud anterior parece indicar que la densidad en el Canelo esta determinada geneticamente y no por factores externos (ROJAS, PISTONO y BLUHM, 1975). Considerando la baja densidad del Canelo en relación a su excelente largo de traqueideas, se deduce que el espesor de pared de este debe ser bajo, característica que ya ha sido verificada, por lo tanto las fibras serán más bien flexibles y facilmente colapsables, lo que contribuirá a un mejor desarrollo de enlaces fibra−fibra durante la formación y, en consecuencia, mejores resistencias del papel manufacturado con ellas. Respecto de las propiedades de la formación de hojas, de la especie Canelo, es de suponer que habrán ciertas deficiencias debido a su alta longitud de fibra, en igual forma a las que se producen en Pino Insigne; es posible también que la opacidad de las pulpas químicas sea baja, como consecuencia de ésta misma característica. Estas dos deficiencias son facilmente superables si se emplea la pulpa de Canelo en mezcla con pulpa de fibra corta, compensando las deficiencias de ambas pulpas y obteniendo un papel de mejor calidad especialmente apto para escritura e impresión. En papeles tipo Kraft en cambio, el empleo de pulpa de Canelo pura, se justifica plenamente de tal manera de aprovechar al máximo sus propiedades de resistencia. El promedio obtenido para el contenido de lignina es especialmente comparable al del Pino Insigne. Esta característica permite predecir que los requerimientos y condiciones para la cocción, consumo de los reactivos y blanqueo, serán similares a las del Pino Insigne. El contenido de holocelulosa y celulosa es algo inferior al respectivo de Pino Insigne, sin embargo, puede estimarse un rendimiento satisfactorio en la obtención industrial de pulpas, aunque este rendimiento será eventualmente algo inferior a esa especie de conífera. Finalmente, en relación al contenido en pentosanos, el Canelo se identifica como una latifoliada típica por la cual este contenido difiere en forma notable del respectivo del Pino Insigne.
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La composición quimica de la madera de Canelo se caracteriza por un contenido promedio de extraibles de 1,3% y de lignina de 27,8% (base madera seca). Su contenido de holocelulosa pura es de 69,8%, de celulosa pura de 45,1% y de pentosanos de 17,4%. Siendo estos valores comparables a los respectivos de Pino Insigne. Finalmente, de acuerdo a la conclusiones anteriores, complementadas por los antecedentes preliminares sobre pulpaje, es posible adelantar grandes expectativas para el Canelo como materia prima, en la creciente industria nacional de pulpa y papel (ROJAS, PISTONO y BLUHM, 1975). Manejo y Aprovechamiento del Bosque El recurso Canelo, producto de la sobreexplotación a que ha sido sometido a través del tiempo, en la actualidad, se caracteriza por ser un bosque de tipo residual, con un muy mal estado sanitario y una creciente degradación, lo que hace imperioso emprender acciones tendientes a mejorarlo. No obstante, como la rentabilidad de su explotación, por lo ya señalado, es cada día menor y en algunos casos nula, ningún propietario tiene interés o está en condiciones de reinvertir capital con éste fin. Se requiere entonces, crear un mercado que permita remover este bosque residual o invertir socialmente en la reforestación y/o manejo de la estructura actual. En éste sentido, se podría aplicar a la situación descrita, un manejo que partiera de la extracción o aprovechamiento final del bosque residual, reemplazándolo luego, ya sea a través de manejo de la regeneración o plantaciones, con especies de rápido crecimiento, donde el Canelo, aparece como la más promisoria en este momento. Entre las especies nativas, el Canelo es el que ofrece las mejores perspectivas debido a su rápido crecimiento, en especial en la X región, donde en promedio crece 9,3 m3/Há. al año, alcanzando incluso en algunos sectores hasta los 33 m3/Há. al año. Y donde además, existen 104 mil Hás. deforestadas, cubiertas con praderas y matorrales y 137 mil Hás. con distintas clases de cobertura boscosa (bosques explotados, renoval, etc.), que actualmente se encuentran inproductivas y que podrían servir de base para la creación de masas comerciales con ésta especie. Como anteriormente se plante, el Canelo tiene una gran aptitud para la producción de materia prima para celulosa. Se debe considerar también la situación actual de los renovales, los cuales producto de la falta de manejo, presentan mala formación y problemas sanitarios, no siendo aptos para madera aserrada. Esto último se podría lograr manejando la especie desde muy temprano y en forma intensiva. En este sentido, la especie se caracteriza por ser univerticilada, lo que otorga aptitudes para la producción de madera libre de nudos y "finger joint". Los eventuales proyectos que se desarrollen tendrán importantes concecuencias sobre el recurso y la población local, aspectos que deben ser analizados desde ya. En lo estrictamente técnico, es necesario resolver cómo forestar 104.100 Hás de pastizales y matorrales y como manejar la regeneración de 137 mil Hás con distintas clases de cobertura. Ello implica ensayar alternativas silviculturales, tanto de plantación como de manejo, en especial, ensayos de podas y raleos en esdades tempranas. También se requiere conocer la real existencia madereable de Canelo, económicamente explotable, ya que en éstos momentos cualquier proyecto que pretenda iniciar su marcha, deberá extraer grandes superficies de bosque explotado, con un aporte de Canelo adulto de no más de 69 m3/Há sobre un total de 300 m3/Há, a un dudoso costo de explotación. Otra materia prioritaria a estudiar se refiere a la factibilidad de incorporar los terrenos potencialmente 6
aptos, a la producción de Canelo. Ello, porque los mejores sitios se ubican en lugares aptos para la agricultura, con problemas de minifundio y un alto valor comercial de la tierra. En contraste, los peores sitios se encuentran asociados a grandes predios del tipo ñadis, donde, por ende, el precio de la tierra es más bajo. En el ámbito ecológico, en tanto, se debe evaluar el impacto que la acción del hombre puede ocasionar en aquellos suelos más pobres, del tipo ñadi, por ejemplo. La extracción del Canelo en estas zonas, donde se ha establecido haciendo un gran esfuerzo, bien podría "echar para atrás todo un proceso ecológico natural". En este sentido, también se debe estudiar como manejar y qué hacer con el bosque nativo existente y que está constituído, fundamentalmente, por Coigüe, Tepa, Mañío y Tepú. Considerando que se trata de bosques residuales, se plantea que si la meta es desarrollar masas comerciales de Canelo, esos bosques deberían extraerse favoreciéndose luego la regeneración de la especie que interesa. La madera obtenida del bosque residual se podría destinar a Chip o a la producción de tableros de partículas. Al respecto, se destaca, que un estudio realizado estableció que si se hiciera una mezcla proporcionada exactamente en las cantidades de madera que existen en todas las especies, se podrían fabricar tableros de partículas de buenas condiciones y de buenas cualidades físico−mecánicas (CORVALAN, 1987). Posibilidades de Mercado de la especie Es tal vez ésta la condición más favorable y desconocida, ya que se trata de una latifoliada de fibra larga, lo que la hace interesante para los dos fines comerciales de mayor interés en la industria forestal: pulpa y aserrío. En la X región no existe un gran centro de demanda que incentive el desarrollo forestal y que otorgue proyecciones masivas al recurso. Por ésta razón nos parece lógico fomentar la formación de un recurso que en teoría debiera tener las mismas posibilidades del Pino Insigne y luego una vez asegurado su abastecimiento, lograr la inversión de capitales en una industria integrada pulpa−aserrío que opere a niveles de escala parecidos a los del Pino en la zona central. Si agregamos a lo anterior la constante demanda de recursos de latifoliadas en el mundo y su consiguiente aumento de precios, estaremos asegurando a futuro un producto que, desde ya, tiene mejores perspectivas que el mercado de coníferas. Indudablemente, la apertura de un centro de demandas masivo de madera de latifoliadas puede permitirnos interesar a otros mercados para el aprovechamiento de nuestro recurso forestal latifoliado de desecho, como puede ser la producción de astillas. Eso, a su vez, permitirá financiar la renovación del bosque natural. Todo lo anterior (a pesar de ser una situación hipotética) debe obligarnos a recordar, como fue posible crear, aprovechar y desarrollar la producción forestal de Pino Insigne, para tal vez repetir la estrategia en otras especies foretales y optar así, a la diversificación del sector forestal, creando un segundo centro productivo en la X región. El ingreso del sector forestal al mercado de exportación, desde el año 1975 en adelante, es el fruto de un crecimiento concentrado en las plantaciones de Pino Insigne, onde existe un esfuerzo de más de 20 años que, en sus orígenes, no vislumbraba su destino de mercado. Si pretendemos diversificar la exportación de productos forestales con madera nativa, debemos, en principio, formar un recurso de óptimo estado para tener opción a precios de mercado internacional (CORVALAN, 1988). Bibliografía 7
Rodriguez, Roberto; Matthei, Oscar; Quezada, Max. 1983. "Flora arbórea de Chile", Editorial de la Universidad de Concepción, Chile. Páginas 132−135. Rodríguez, Roberto; Quezada, Max. 1991. "Nueva combinación en Drimys J.R. et G. Forster (Winteraceae) de Chile". Revista Gayana Botánica N°48. Páginas 111−114. Rojas, Mirtha; Pistono, Luisa; Bluhm, Edgar. 1975. "Densidad, Largo de fibra y composición química de la madera de Canelo". Informe Técnico N° 53, Instituto Forestal. 61 páginas. Hoffmann, Adriana. 1982. "Flora Silvestre de Chile, Zona Araucana". Ediciones Fundación Claudio Gay. Páginas 56−57. González, Susana; Rodríguez, Roberto; Baeza, Marcelo. 1991. "Arboles del Bio−Bio". Ediciones Universidad de Concepción. Pág. 36. Navarro, Celso. 1992. "Evaluación de raleos en un renoval de Canelo en la Cordillera de la Costa de Valdivia". Tesis de Grado, Universidad Austral de Chile, Valdivia. Páginas 1−18. Corvalán, Patricio. 1988. "El Canelo: Una Alternativa de Desarrollo Forestal para la Décima Región". Artículo de Revista Creces '88, Mayo de 1988. Páginas 18−22. Corvalán, Patricio. 1987. "El Canelo: ¿Pino Radiata del Bosque Nativo?". Artículo de Revista Chile Forestal, Agosto de 1987. Páginas 22−24. Revista Chile Forestal N°128, Mayo de 1986. "El Canelo, Ficha Coleccionable". Página 33. Donoso, Claudio. 1981. "Tipos Forestales de los Bosques Nativos de Chile". Documento de Trabajo N°38. Proyecto CONAF/FAO de Investigación y Desarrollo Forestal. Santiago, Chile. 70 páginas. Universidad Católica de Temuco. Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales. Técnico Universitario Forestal. El CANELO (Drimys winteri J.R. et G. Forster) Asignatura: Silvicultura I. Integrantes: Profesor: Fecha: Julio de 1993. Resumen 8
El Canelo es una especie endémica de los bosques subantárticos que en Chile se ubica desde la IV Región al Sur con diferencias morfológicas notables, presentando 4 variedades en la especie a lo largo del país. Habita en sectores húmedos, pantanosos o cerca de cursos de agua, siendo la Décima región la zona donde presenta su mayor desarrollo. Sus cualidades medicinales, físicas y químicas la hacen una especie muy versátil respecto a la posibilidad de productos extraibles. En el área de la industria forestal, estudios recientes han demostrado que tiene buenas posibilidades de ser aprovechada como materia prima para celulosa e incluso madera aserrada gracias a que presenta características de largo de fibra similar a las coníferas y un rápido crecimiento. Es necesario, si se desea un aprovechamiento óptimo del Canelo, establecer, lo antes posible, una política de acrecentamiento del recurso y mejoramiento de los bosques ya que en su mayoría se encuentran muy degradados. Indice Título N° página Introducción 1 Distribución Geográfica en Chile 2 Características Morfológicas 3 Características del Hábitat 5 Reproducción de la Especie 7 Renovales de Canelo 8 Importancia, Aptitudes y uso 10 Composición Química y Estructural de la madera 12 Antecedentes Dasométricos 14 Manejo y Aprovechamiento del Bosque 17 Posibilidades de Mercado de la Especie 19 Conclusiones 20 Resumen 21 Bibliografía 22 Introducción En Chile, el sector forestal se ha caracterizado por la fuerte explotación de especies exóticas. Las especies nativas han tenido solo una menor participación, destacandose en los últimos años su exportación como astillas de fibra corta. Sin embargo, su aprovechamiento pudiéra ser mucho mayor si se establecieran 9
políticas claras respecto al manejo y acrecentamiento del recurso y se destinara más atención al estudio e investigación. El recurso nativo que despierta gran interés económico son los renovales o bosques de segundo crecimiento que constituyen la reserva más importante de maderas nativas del país cubriendo una superficie de 600 mil Hás. Destacan por su rápido crecimiento, forma y calidad de su madera los renovales de Roble, Raulí, Coigüe y Canelo. Este último, tiene particular importancia evidenciada en recientes trabajos de tesis y proyectos de investigación que entregan antecedentes sobre aspectos ecológicos, dasométricos, silviculturales y tecnológicos y que demuestran la potencialidad del Canelo de convertirse en una importante especie productiva dentro del bosque nativo Chileno. En términos ecológicos, el Canelo tiene primordial importancia, ya que por su plasticidad para habitar en diferentes condiciones de suelo y clima, actúa como "especie pionera" en el proceso de reconstrucción de los ambientes naturales degradados producto de talas, quemas o erosión. Esta plasticidad se expresa tanto en su morfología como en su capacidad reproductiva para cubrir todos los ambientes de su dominio. El Canelo además, tiene importancia por sus cualidades medicinales, ornamentales e histórico−culturales. El objetivo de este trabajo es proporcionar antecedentes generales sobre el Canelo y algunos puntos de vista respecto al futuro productivo de la especie proporcionados por profesionales del sector y estudios publicados recientemente. Antecedentes Dasométricos Las características dasométricas varían con el sitio, el tipo o asociación vegetal del que forma parte y el estado de desarrollo (NIEBUHR, 1988). Diámetro: Los valores normales de diámetros fluctuan entre 20 y 40 cm, siendo escasos los valores superiores a los 80 cm, y los incrementos diametrales fluctúan entre 0,09 y 0,69 cm. al año (CORVALAN, 1986). GUNCKEL en 1980 determinó incrementos diametrales promedios de 0,25 cm, con incrementos máximos para el diámetro de 0,4 cm. entre los 36 a 45 años. Al comparar el incremento diametral promedio con el obtenido por CORVALAN en 1977 en Chiloé, se tiene que el desarrollo es aproximadamente un 44% menor. QUIROZ en 1990 señala incrementos diametrales promedio para los sectores Oriental y Occidental de la Cordillera de la Costa de Valdivia del orden de 0,21 cm. y 0,18 cm, respectivamente, a las edades de 46 y 58 años. SANCHEZ (1986) en Chiloé, encontró crecimientos medios anuales de 1,06 a 0,70 cm, señalando que se ve afectado por la distribución horizontal de los individuos y edad del renoval. El mismo autor determinó que los crecimientos diamétricos a edades menores de 9 años, se encuentran entre 1,74 y 1,36 cm anuales; experimentando a contar de esa edad una pronunciada baja del crecimiento, llegando a los 30 años con tan sólo 0,43 cm. Respecto a las tendencias del crecimiento diametral, TAPIA (1982) determinó tasas crecientes en forma constante para la Cordillera de la Costa de Valdivia. GUNCKEL (1980) para la misma zona señala incrementos crecientes en el diámetro hasta un DAP de 25 cm. CORVALAN (1977), encontró en Chiloé incrementos decrecientes para los mismos rangos diamétricos entre 5 y 35 cm; sin embargo, son bastante mayores que los estudios de la zona costera de Valdivia y menores al promedio determinado por SANCHEZ (1986) en Chiloé.
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Area basal: Los valores habituales de área basal fluctúan entre 5 y 20 m2/ha, encontrándose cifras de hasta 72 m2/ha (CORVALAN, 1986). Por su parte, SANCHEZ (1986) en Chiloé, señala para renovales jóvenes áreas basales del orden de 62,87 a 71,32 m2/ha; y para los más desarrollados entrega cifras de 86,42 a 41,99 m2/ha. GUNCKEL (1980) estimó en forma muy aproximada, un área basal máxima que estaría entre 67,5 a 75 m2 a edades entre 51 y 73 años; indicando que a los 72 años aún tienen un fuerte incremento, no pudiéndose predecir a que edad sería el máximo desarrollo, refiriéndose al área basal y volumen. A su vez, TAPIA (1982) determinó que el área basal en rodales del tipo siempreverde con predominancia de Canelo, fluctúa entre los 52,8 y 49,1 m2/ha, señalando que en edades inferiores el dosel superior posee entre el 85% y 89% del área basal total, y que más tarde el dosel intermedio comienza a elevar su participación con respecto a las edades menores, llegando a doblar su porcentaje de participación en área basal a edades de 93 años y más. Altura: En la Cordillera de la Costa de Valdivia, TAPIA (1982), luego de notar la escasa variación de la altura entre las clases diamétricas extremas, concluyó que el crecimiento de los renovales de Canelo es muy fuerte hasta los 25 años y que luego a mayores edades prácticamente no hay incrementos. Al comparar la curva de altura total encontada por TAPIA (1982), con las obtenidas por GUNCKEL (1980) en la misma zona, y con la de CORVALAN (1977) en Chiloé, se observa que los rangos diamétricos en que estos se sitúan son muy similares (entre 5 y 35 cm aproximadamente). Y las mayores alturas se alcanzan alrededor de los 35 cm de DAP para los tres casos, siendo mayor el de Chiloé, con alrededor de 25 m de altura; GUNCKEL (1980) obtiene para ese DAP cerca de 20 m, en tanto que TAPIA (1982) determinó una altura total de 16 m para el mismo diámetro. Al respecto, SANCHEZ (1986), para Chiloé indica que existe un desarrollo lineal de la altura con la edad, con crecimientos que varían entre 0,61 y 0,75 m anuales, mayores que los encontrados en Valdivia y muy similares a los citados por CORVALAN (1977). Volumen: Los renovales de Canelo de la Cordillera de la Costa de Valdivia, alcanzan volúmenes que fluctúan entre 188,2 y 483,5 m3/ha (TAPIA, 1982; GUNCKEL, 1980). A este aspecto IBARRA señala para la isla de Chiloé existencias promedio de 277 a 624 m3/ha, para edades de 20 y 80 años, respectivamente. En cuanto a incrementos volumétricos, GUNCKEL (1980) determinó cifras entre 3,05 a 4,60 m3/ha/año, entre los 50 a 70 años en la Cordillera de la Costa de Valdivia. CORVALAN (1986) señala incrementos volumétricos que varían entre 3 y 33 m3/ha/año, concentrándose la mayor cantidad de valores entre los 10 y 15 m3/ha/año; destacando para Chiloé incrementos que varían entre 13,9 y 7,8 m3/ha/año para edades de 20 a 80 años, muy superiores a las cifras encontradas en Valdivia. Densidad: Las densidades tienden a disminuir con el desarrollo, presentándose valores de 15.300 a 35.900 árb/ha en la Isla de Chiloé para edades entre 6 y 20 años, densidades de 8.000 a 20.000 árb/ha en la región de Chaitén donde la población se encuentra entre los 35 y 40 años y 4.177 a 8.413 árb/ha en la provincia de Llanquihue en edades de 13 a 27 años (JARAMILLO, 1977; BALBARRY, 1984). TAPIA (1982) encontró densidades del 11
orden de 7.506 árb/ha a 5.613 árb/ha, indicando que a medida que disminuye el número de árboles por hectárea, aumenta el diámetro medio cuadrático. SANCHEZ (1986) en Chiloé determinó para renovales jóvenes con diámetros menores a 25 años y de estructura multietánea, densidades que fluctúan entre 12.676 y 10.625 árb/ha; y para renovales más desarrollados y de estructura coetánea, densidades entre 7.950 y 7.440 árb/ha. En Valdivia, para renovales adultos con edades de 63 a 114 años, se determinaros densidades entre 3.546 y 2.125 árb/ha (GUNCKEL, 1980; TAPIA, 1982). Conclusiones El Canelo tiene características únicas entre las especies forestales nativas de nuestro país, no solo por el potencial económico de aprovechar su madera sino también como fuente de materia prima para la industria del papel y sustancias medicinales. Su importancia ecológica también es relevante por presentar rasgos de especie pionera y por su capacidad de adaptarse a diferentes ambientes teniendo buen desarrollo en suelos de mala calidad, como son los ñadi y lugares con exceso de humedad. Estas características la hacen una especie de gran valor para forestar y habilitar terrenos descubiertos. Pensamos que, si se quiere un aprovechamiento óptimo de ésta y otras especies nativas, es necesario establecer políticas y objetivos claros sobre su manejo y explotación, tanto referido a la legislación como al incentivo en investigación. También es importante que el estudio del bosque nativo no solo este orientado al aprovechamiento de su madera sino que también se investiguen las posibilidades de extraer productos no tradicionales que puedan representar otra forma de generar recursos al país sin una tan explotación intensiva de los bosques. Actualmente las prácticas de extraer los mejores ejemplares del bosque dejando en pie los restantes han dado como residuo bosques de menor calidad que el original. Si de alguna manera pretendemos regenerar el bosque, es imprescindible eliminar aquellos ejemplares degradados y sobremadurados buscando alguna alternativa técnica que permita financiar esa faena. De esta manera se podrá formar un nuevo recurso en óptimo estado para tener buenas posibilidades en el mercado internacional. 25
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