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CERTIFICADO DESARROLLO INTEGRAL DE LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA ProDina
SEMINARIO ESEPA (San José, Costa Rica) I. ANTECEDENTES: A mediados del 2009, algunos ministerios cristianos locales y regionales, entre ellos: El Seminario Esepa en San José, Costa Rica, la Asociación Roblealto, Viva de América Latina, (Cristo para la Ciudad Internacional y Compasión Internacional1), se reunieron para compartir sus experiencias de campo y reflexionar sobre la urgente tarea de contribuir en el desarrollo de los cristianos y cristianas, que sirven a Dios y a la sociedad, a través de la niñez. Es así como surge esta importante alianza con estos actores sociales, con el deseo de contribuir a la formación de los cristianos y cristianas, para equiparlos en el trabajo con la iglesia, las comunidades, las familias, las entidades educativas; en el cumplimiento de su misión hacia la niñez más vulnerable. II. MARCO FILOSÓFICO Filosofía educativa-‐formativa: Consideramos que nuestros principios se sustenten en la base teológica, la praxis, y el contexto social, como fundamentos claves para generar transformación. 1. Perspectiva Bíblica-‐Teológica Nuestra base parte de la Biblia como fuente principal de revelación e inspiración divina. Ella nos enseña que el propósito del ministerio educativo cristiano para cada hombre, mujer, niño y niña, es alcanzar la madurez en Jesucristo, por medio del conocimiento, la obediencia a éste y el servicio a nuestros semejantes (Colosenses 1:10; 28). 1
¿Estos ministerios van a participar?
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La fidelidad a Dios y a su Palabra, exige de nosotros contextualizar, analizar e interpretar el mensaje bíblico dentro de cada realidad específica, ya sea familiar, cultural, social, político o eclesiástico de cada nación. Este ejercicio nos permite comprender que la misión es integral, pues debe incluir soluciones a las problemáticas que vive la niñez en todas sus áreas. Por lo tanto, una visión de la educación integral, es vital en todo el proceso formativo, pues nos induce a trabajar con los valores que encarnó Jesús acerca del Reino de Dios, mostrándonos que la preparación para el ministerio es también una labor plena y necesaria, en el desarrollo del carácter, la excelencia académica y en la vocación hacia el ministerio de la niñez. Para tales efectos consideramos que el participante a este ministerio educativo deberá manifestar estas principales características: • • • •
Visión dada por Dios para participar en el proceso enseñanza-‐ aprendizaje de la niñez. Capacidad para transmitir la visión del Reino de Dios a las iglesias locales en cuanto al servicio a los niños, las niñas y los adolescentes. Pasión y compromiso para anhelar cambiar la realidad que vive la población más vulnerable. La obediencia a Dios y su Palabra, que guié al creyente a colaborar en la transformación de la niñez, como un principal referente al cambio de la sociedad (Mateo 18: 2-‐5).
2. Perspectiva Teórica-‐Práctica El propósito del programa es contribuir a desarrollar personas integrales, que se formen tanto en el análisis reflexivo como práctico, llevando así a la acción los conocimientos adquiridos. Este tipo de filosofía se sustenta en el modelo teórico – práctico, presente en Dios. Un modelo de amor pero a la vez de entrega, el cual se ve plasmado en Juan 3:16, uno de los más grandes textos de la escritura que reza de la siguiente forma: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (NVI) Este versículo refuerza nuestra meta pues podemos notar dos importantes componentes: •
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“Dios amó al mundo”. Resultado de un deseo que nace del corazón de Dios desde que el ser humano se rebeló y pecó en el huerto del Edén2. Pero Dios ofrece una solución, con la cual volvería a acercar asimismo a su creación que se había distanciado de él3. “Dios envió”. El pensamiento de Dios se convirtió en una acción, dando como resultado la entrega de su único hijo, para ser sacrificado por el pecado del ser humano. Con este
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Génesis 3:6-‐7 Génesis 3:15
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acto de amor y entrega, demostró su deseo de que el mundo conociera y comprendiera cuanto les amaba y anhelaba que se volvieran hacia él. La evidencia de un Dios que no sólo comunica un deseo, sino también una acción, es lo que sustenta éste componente que combina la teoría con la práctica. En Dios se evidencia no solamente que hay pensamiento y un deseo, que se convirtió en acción. Precisamente esto es lo que motiva a este programa a combinar la “teoría con la práctica”, al igual que lo hizo Dios. Por esto el objetivo que se persigue es que los participantes no solamente sean siervos pensantes, sino también prácticos. A la vez, que con la ayuda de Dios, sirvan a éste con los dones y talentos que les han sido otorgados. Logrando así afectar y transformar en forma integral la vida de todos y cada uno de aquellos niños, niñas y adolescentes a quienes están sirviendo en la iglesia o la comunidad a la que pertenecen. 3. Perspectiva Sociológica Históricamente diferente culturas han mantenido diversas percepciones de la niñez. Hoy en día, la apreciación que muchos tienen de la niñez, depende de cual cultura pertenece. No obstante, en términos generales, entendemos que los niños, niñas y adolescentes deben ser reconocidos como actores y protagonistas en nuestra sociedad. Si bien es cierto, que los niños y las niñas tienen menos experiencia en la vida, pero no significa que tienen menos dignidad o habilidades que el resto de la sociedad. Algunas perspectivas sociológicas estigmatizan a la niñez como simples recipientes pasivos. No obstante, al considerarles nosotros como actores, estamos expresando un importante antecedente pues los estamos potenciando como agentes de cambio y transformación. Por lo que consideramos que la iglesia debe contribuir a reconocerles y brindarles su espacio, precisamente para generar esta transformación integral en la sociedad. Este paradigma de la niñez es multifacético, es decir, debe incluir un enfoque en la protección a los niños, las niñas y los adolescentes, pero también no puede olvidar sus deberes y derechos, que son intrínsecos si les hemos de considerar como principales protagonistas. La forma en que el mundo les ve afecta cómo ellos se perciben a sí mismos y a los que los rodean. Por tanto, nuestra tarea como Iglesia es promover que la niñez ha sido creada a la imagen de Dios y merece ser respetada con dignidad y derecho, para que puedan experimentar la plenitud de vida que Dios ofrece. Pero si permitimos que los niños, las niñas y los adolescentes, cuya escala de valores esta lejana de esta plenitud y les hace conflictivos, tengan un concepto de víctima y de recipientes pasivos, fallamos en reconocer debidamente la imagen de Dios que llevan en sí. Reconocemos el rol importante que tienen los niños, niñas y adolescentes en ser parte de la comunidad de fe.
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III. OBJETIVO ESTRÁTEGICO: Incidir en la calidad de la atención de los niños, las niñas y los adolescentes, por medio de un programa formativo que entrene al liderazgo cristiano, brindando herramientas prácticas que ayuden a realizar el cumplimiento de su vocación. OBJETIVOS ESPÉCIFICOS: •
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Promover el Programa de Desarrollo Integral de la Niñez en todos aquellos espacios que colaboren con la incidencia en la formación y capacitación del liderazgo que sirve con la niñez. Formar al liderazgo cristiano sensibilizándolos y ofreciéndoles herramientas de trabajo en el desarrollo de ministerios con la niñez y la adolescencia. Impulsar la investigación y el diagnóstico sobre tópicos afines a la niñez y adolescencia como una alternativa para enfrentar los desafíos del liderazgo en su campo de trabajo con la niñez.
IV. EJES TRANSVERSALES: Género, etnia, generación, Misión integral V. PERFIL ESTUDIANTES 1. 2. 3. 4. 5.
Maestro, maestra de escuela dominical Educador Director de programa o proyectos en niñez y adolescencia. Pastor Voluntario en organizaciones, ministerios o iglesias cristianas.
VI. OFERTA DE CURSOS El Certificado en Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia (DINA), brinda una base sólida, para el trabajo con la niñez y la adolescencia, considerando los diferentes contextos sociales y culturales. A la vez, es una herramienta que busca potenciar al estudiante hacia la creación de métodos de trabajo, la identificación de problemáticas y las posibles soluciones que servirán a los pastores, líderes, voluntarios y misioneros transculturales en el área de las personas menores de edad.
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El certificado en DINA está constituido por once materias. Siete corresponden al énfasis con niñez y adolescencia y cuatro materias representan las generales, que son requisito para aprobar el certificado. Duración del programa: 1 año llevando todos los cursos. Cursos (7 cursos de la especialidad) 1) Retos de la Familia Moderna. El curso expone los retos de la familia moderna y las maneras en cómo fortalecer a las familias, con el fin de acompañar y fortalecer a la familia en el cumplimiento de sus responsabilidades. 2) Gestión de Proyectos Sociales. La finalidad del curso es preparar a los estudiantes en la construcción de iniciativas de proyectos sociales, en la gerencia de los mismos, y en su evaluación y desarrollo permanente. 3) Evangelización y Discipulado de la Niñez y la Adolescencia. El objetivo de este curso es contribuir con la formación del liderazgo cristiano en el área de evangelismo y el discipulado integral de niños, niñas y adolescentes, suministrándole herramientas para alcanzar la excelencia en el trabajo de la iglesia a favor de ellos y ellas. 4) Valores de Protección a la Niñez y a la Adolescencia. El curso brinda algunas herramientas para prevenir y proteger a la niñez, tanto dentro como fuera del ámbito de acción de la iglesia, en un esfuerzo por asentar las bases para la creación de políticas internas de protección. 5) Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia. El curso aborda de una manera general los principales fundamentos teóricos que permiten comprender el desarrollo integral del niño y la niña y preparar estratégicas metodológicas funcionales, para el trabajo con ellos y ellas. 6) Cuidado Pastoral del líder a cargo de la Niñez y la Adolescencia. Este curso tiene como fin ofrecer al participante conocimiento teórico práctico del cuidado integral que deben tener los líderes que trabajan con estas poblaciones. No solo se identificaría la problemática, sino que se brindarán herramientas para afrontarlo. 7) Modelos de Disciplina Participativa. La disciplina es educar y formar. La disciplina es la oportunidad para hacer a la niñez partícipe de su propio desarrollo y para que aprendan a interactuar en la sociedad de la que forman parte. El curso presenta un concepto de disciplina centrado en la búsqueda satisfactoria de las necesidades presentes en los niños y niñas, a través de un ambiente afectivo, garante de sus derechos y promotor de oportunidades de participación y desarrollo personal. Cuatro materias generales: 1. 2. 3. 4.
Espiritualidad Cristiana Un cristiano con Propósito Lo que creemos los cristianos Introducción al Estudio Bíblico Metódico
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