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¿COMO PREPARAR UN EQUIPO INFANTIL?
CONSIDERACIONES GENERALES: Es importante tener en cuenta y haber trabajado previamente con estos niños infantiles, las pautas marcadas en la etapa alevín (ver el tema cómo preparar un equipo alevín). La etapa infantil (primer ciclo de Educación Secundaria) incluye a niños y niñas de entre 12 y 14 años de edad. La categoría infantil es un periodo caracterizado por los cambios y el desarrollo. Desarrollo de las habilidades adquiridas durante las etapas precedentes y que comportan, sin embargo, singulares variaciones metodológicas. Todas ellas derivadas del hecho de que ya no tratamos con niños y niñas, sino con adolescentes. ¿Y qué es un adolescente? Definir a un adolescente es de por sí una tarea lo suficientemente ardua como para necesitar una monografía; de todas formas, lo que resulta claro es que un adolescente no es ni un niño ni tampoco un adulto, por lo que requiere un tratamiento diferenciado de ambas categorías. Así pues, esta circunstancia incidirá de manera sustancial en todos los ámbitos de preparación y exigirá del entrenador un esfuerzo de comprensión y de adaptación notables, dado que nos encontramos ante una etapa de cambios y ajustes que requieren un tratamiento específico. El juego será otro de los aspectos donde este cambio se haga patente. Las medidas del terreno de juego, el reglamento y el número de jugadores serán aspectos a los cuales el adolescente precisará adaptarse. Por otra parte, la actividad tenderá a focalizarse hacia un único deporte, con lo que el nivel competitivo será más exigente, tendiendo a trascender el ámbito escolar. APROXIMACIÓN GENÉRICA A LAS CARCATERÍSTICAS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS DE 12 A 14 AÑOS DE EDAD (ETAPA INFANTIL): 1.- Características generales: Este periodo comprende la pubertad, etapa en la que se desarrollan los órganos sexuales, que suele ser más temprana en las niñas (10-13 años) que en los niños (12-15 años) y la adolescencia que es la etapa final del proceso del crecimiento que lleva a la madurez del estado adulto. En la pubertad las niñas suelen ser más altas que los niños, diferencia que desaparece y se invierte a favor de los varones en los años sucesivos.
Dentro de la pubertad se incluye generalmente ¨ la época del estirón¨ , que es cuando se hacen más evidentes las diferencias antropométricas (proporción del cuerpo) debidas al sexo. Habitualmente, los varones desarrollan mayor altura, peso y masa muscular que las mujeres, que desarrollan caderas más anchas. Por lo tanto la capacidad para la actividad física se modifica sustancialmente durante este periodo de crecimiento; en los muchachos hay un progreso importante en la fuerza, la potencia, la resistencia y la habilidad motora, mientras que en las jóvenes suele haber sensación de disminución de habilidad y destreza motora. ¿Qué cambios esqueléticos ocurren durante el crecimiento? El crecimiento en altura es directamente proporcional al crecimiento fundamentalmente de los huesos largos a partir de los núcleos de crecimiento.
del
esqueleto,
Aunque el hueso presenta una fisiología muy dinámica con una continua formación y destrucción del mismo, en esta edad predomina la primera o proceso de osificación; se realiza a partir de los osteoblastos que quedan atrapados en el tejido óseo en formación y almacenando calcio y fósforo, evolucionan a osteocitos, proceso que se repite incesantemente hasta que el núcleo de crecimiento queda totalmente calcificado. Se forma así la matriz del hueso constituida por fibras de colágeno y sales de calcio y fósforo, de una gran resistencia a la tensión y a la compresión. Este proceso es más intenso en las zonas óseas sometidas a grandes cargas. El crecimiento lineal se mantiene hasta que los núcleos de crecimiento se calcifican totalmente, lo que suele ocurrir entre los 18-23 años de edad, siendo en este periodo muy peligrosos los traumatismos o enfermedades que afecten a los núcleos de osificación. El ejercicio físico equilibrado supone un estrés para el hueso y estimula el crecimiento del mismo, pero sobre todo produce un incremento de la densidad y amplitud de ellos. En general, se puede decir que la realización de ejercicio físico durante el crecimiento tiende a generar un esqueleto más denso y fuerte y mejor preparado para soportar cargas y tensiones. ¿Qué cambios se producen en la composición corporal durante el crecimiento? Las células grasas aumentan en número hasta la adolescencia. A partir de esta etapa, todo incremento de grasa corporal se hace principalmente a expensas del aumento de tamaño de las células grasas existentes y no de su número. Durante el periodo de crecimiento es interesante conocer las variaciones en la proporción de grasa corporal. En países normalmente desarrollados, los niños suelen tener, aproximadamente, una proporción grasa del 16% de peso corporal y las niñas de un 18%. Entre los 12-17 años los niños reducen entre un 3 y un 5 % su proporción de grasa, a la vez que incrementan el porcentaje de masa muscular. Las niñas también aumentan su proporción de masa muscular pero no reducen, e incluso aumentan, su proporción de grasa, llegando hasta el 25% del peso corporal en una muchacha normal de 17 años. La actividad física por si sola afecta poco la relación básica y normal entre los estadios de crecimiento y la composición corporal, aunque si es un excelente coadyuvante para la corrección de proporciones corporales anormales, incluso para el aprendizaje motor durante el crecimiento.
Razonablemente si se previene el sobrepeso desde la niñez con programas adecuados de dieta y actividad física, se puede optimizar la calidad de vida de un adulto. ¿Cómo cambian los músculos durante el crecimiento? Básicamente el crecimiento del tejido muscular, aumenta de manera estable durante los primeros siete años de vida, y posteriormente, antes de la pubertad, hay una tendencia al enlentecimiento en el crecimiento de la masa muscular. Durante la pubertad los músculos crecen rápidamente, especialmente en los muchachos y siempre después del "estirón" en altura. El aumento en el tamaño de los músculos está directamente relacionado con la fuerza, siendo un buen indicador del éxito en la competición. Las condiciones genéticas de un individuo son determinantes para la obtención del desarrollo óptimo de sus capacidades físicas, pero un entrenamiento adecuado además de mejorar las características individuales puede, en algunos casos paliar la falta de dotación genética. 2.- Características psicopedagógicas: •
Cambios hormonales que pueden originar alteraciones en el carácter con conflictos internos, cuestionamiento de la autoridad, etc.
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Capacidad manifiesta para asimilar conceptos abstractos.
•
Criterio para valorar objetivamente sus resultados o el rendimiento obtenido en pruebas concretas.
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La razón se impone al sentimiento. El chico de esta edad busca justificaciones lógicas.
3.- Características físico-motrices: •
Fase de alteración de las capacidades coordinativas.
•
Diferencias notables en el grado de maduración y desarrollo corporal entre unos individuos y otros.
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Cambios morfológicos bruscos.
•
Maduración de estructuras biológicas: sistemas de control, aparato locomotor y sistemas energéticos.
VISIÓN GENERAL QUE RELACIONA EL OBJETIVO PRINCIPAL DE LA ETAPA INFANTIL (EL DESARROLLO) CON LOS CONTENIDOS DE TRABAJO EN LOS DIFERENTES CONTEXTOS PEDAGÓGICOS. El objetivo de la etapa infantil es el desarrollo: A.- Técnico. El trabajo de la técnica en infantiles irá orientado al perfeccionamiento del gesto y del matiz, ya que entendemos que en gran medida los elementos básicos de cada gesto o habilidad concreta deben estar ya interiorizados. Como metodología básica utilizaremos ejercicios y juegos por parejas o tríos en los que se pedirá o irá implícita la utilización de un gesto técnico determinado. Igualmente, utilizaremos propuestas y formas jugadas que, de una manera u otra, propicien el empleo del fundamento que pretendamos trabajar. Técnica es recurso individual. La habilidad es innata pero el gesto es aprendido (con más o menos facilidad, en función de la habilidad motriz y la capacidad de aprendizaje).Técnica es la capacidad del jugador para resolver una situación por medio de un recurso motriz y coordinativo eficaz. Por lo tanto, la técnica es la habilidad del jugador para salir airoso de las acciones en las que está directamente implicado. Es decir la técnica es el instrumento básico que el jugador necesita saber emplear para desenvolverse a nivel individual por el campo. Sin una base técnica mínima es imposible desarrollar ningún planteamiento táctico. En el aspecto técnico con infantiles incidiremos especialmente en: a.- El manejo del balón: El manejo del balón es la habilidad del jugador para llevar el balón controladamente de un lugar a otro. Hemos distinguido dos formas básicas: •
Sin salvar la oposición inmediata de un contrario (conducción), que puede realizarse con el interior, exterior o planta del pie.
•
Salvando la acción defensiva (regate), el cual debe practicarse en sus múltiples variedades.
b.- El golpeo: El golpeo es la acción de pateo que un jugador realiza sobre el balón, con la intención de enviarlo a un lugar concreto. Distinguimos dos acciones de golpeo básicas en las que la precisión es un componente fundamental: •
El pase, donde deberemos trabajar las diferentes superficies de contacto (interior, exterior, cabeza, recursos como el talón, etc.) utilizándolas según la distancia del pase (corto, medio o largo).
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El remate, donde deberemos trabajar los diferentes tipos de remate como la volea, la semi volea, desde el suelo (raso, elevado y con efecto), a bote pronto, de cabeza, etc.
Hay otra acción de golpeo: el despeje, en la que, según la situación, la precisión no tiene tanta importancia. c.- El control: El control es la habilidad técnica que posibilita una buena recepción del balón para ejecutar una acción posterior. Un buen control consta de cuatro fases más o menos diferenciadas: posicionamiento, contacto, dominio y orientación. Deberemos trabajar los diferentes tipos de control como la parada, la semiparada, el amortiguamiento, el control orientado al primer toque y el control con oposición. d.- La técnica específica del portero: El portero es un jugador que tiene unos requerimientos técnicos especiales, derivados de las obligaciones que implica el hecho de jugar cerca de la portería. Como ya sabemos, además de blocar, deberá dominar el juego de pie, especialmente en lo relativo a controles y golpeos. A partir de estas premisas definiremos los aspectos específicos que definen su juego y deberemos trabajar fundamentalmente: •
El saque de puerta con el pie desde el suelo, de volea y a bote pronto.
•
El saque de puerta con la mano: de béisbol, de gancho o rodado (de bolos).
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Los blocajes, altos, medios o por el suelo.
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Los despejes de puños, los desvíos con las manos o con los pies y el desvío de cabeza.
•
Las salidas con el cuerpo y con los pies.
B.- Táctico: La táctica es el acuerdo para emplear los recursos disponibles en aras de la consecución de una finalidad concreta. Analizaremos las palabras clave de la definición. Acuerdo.- La táctica trasciende la mera voluntad individual. Para que exista táctica tiene que existir una idea compartida de lo que es conveniente en cada situación concreta, aunque las acciones concretas sean responsabilidad de cada jugador. Recursos.- El recurso más importante de que dispone un equipo es, obviamente, su plantilla: cada jugador y sus capacidades. Partiendo de esta base, cada equipo desarrollará un trabajo para llevar a cabo una serie de acciones concretas que le permitan, en cada caso, sacar el mayor partido posible a sus recursos humanos; es lo que denominaríamos bagaje táctico. Finalidad.- Se determinará en función de la posesión o no del balón. Así, la táctica ofensiva implicaría la posesión del balón y su finalidad sería la consecución del gol. Por contra, la táctica defensiva iría encaminada a dificultar u obstaculizar la acción ofensiva con la finalidad de pasar a la ofensiva en las mejores condiciones. A partir de estas premisas, desarrollaremos nuestra idea táctica para infantiles en función de las dos situaciones tácticas básicas: ataque o defensa. Criterios tácticos más importantes en ATAQUE: 1.- Mantener la posesión: Es el primer punto de nuestro diseño táctico, acaso el más importante. Para atacar hay que tener el balón, y una vez que un equipo tiene el balón debe saber guardarlo, mantener la posesión, como primer paso, antes de decidir que se va a hacer con él. A continuación daremos unas consignas, que se reforzarán con el enlace a actividades encaminadas a potenciar cada uno de los principios enunciados. Pero antes de formularlas, no podemos dejar de mencionar una premisa básica, condición sine qua non para que el equipo pueda mantener la posesión del balón con unas mínimas posibilidades de éxito. Nos referimos a los fundamentos técnicos: regate, desmarque, control y, sobre todo, pase. Sin un cierto dominio de estas habilidades técnicas, mantener la posesión del balón durante un cierto tiempo será una quimera. El jugador que tiene la posesión del balón deberá: •
Dar prioridad al pase antes que al regate.
•
Utilizar preferentemente pases rasos.
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Ante la duda, utilizar el pase de menos riesgo o conducción hasta encontrar un receptor.
•
Utilizar toda la extensión del campo, alternando pases largos, cortos, pases en profundidad y cambios de juego.
•
Llevar el balón a áreas donde exista superioridad numérica.
El compañero del jugador que tiene la posesión del balón deberá: •
Generar ordenadamente líneas de pase: adelantada, paralela o retrasada.
•
Utilizar racionalmente el espacio disponible, para que el juego sea fluido.
•
Garantizar siempre un pase de seguridad (normalmente retrasado) para el portador del balón.
Cuando el juego se desarrolle por la banda el jugador deberá: •
Jugar tranquilos y huir de las precipitaciones.
•
Tratar de hacer llegar el balón a los mejores pasadores.
•
Evitar aglomeraciones en torno al balón.
•
No olvidar la portería contraria.
2.- Progresar con el balón: Una vez conseguida la posesión del balón, no basta con mantenerlo, el objetivo debe ser progresar hacia la portería contraria; llevar el balón a las inmediaciones del área contraria con la intención de conseguir gol. La labor de progresar con el balón o mejor, hacer progresar al balón de una manera ordenada, es un concepto que comporta una intencionalidad táctica ofensiva que implicará a todos o a la mayor parte de los componentes del equipo. El jugador que tiene la posesión del balón deberá: •
Buscar conducir buscando espacios donde haya diferentes alternativas de pase: por el centro.
•
Utilizar la banda para las penetraciones claras, pero evitar ser encerrado.
El compañero del jugador que tiene la posesión del balón deberá: •
Intentar sorprender a la defensa buscando su espalda y sorprendiéndole con movimientos rápidos y explosivos.
•
Proporcionar al poseedor del balón, utilizando el desmarque si es necesario, líneas de pase a ambos lados: en paralelo y en profundidad, así como un pase de seguridad.
Cuando el juego se desarrolle por la banda el jugador deberá: •
Normalmente todos los pases no podrán ser hacia delante; a veces habrá que pasar en paralelo o incluso hacia atrás.
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El balón evoluciona más rápido por medio de pases que de conducciones.
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Evaluar riesgos; según las zonas es preferible no progresar a perder el balón. Cerca de nuestra portería es zona de alto riesgo, en el centro del campo zona de riesgo.
3.- Búsqueda de situaciones de ventaja: Llevar el balón a las áreas donde haya superioridad numérica y jugar aprovechando esa ocasional superioridad es un principio básico para gestionar la posesión del balón de una manera eficaz.
La premisa básica del ataque en superioridad será conseguir jugar contra un número mínimo de defensores, lo que nos lleva a otorgar especial protagonismo a las situaciones 2 contra 1. El jugador que tiene la posesión del balón deberá: •
Hacer un análisis previo de la situación para llevar el balón al área elegida utilizando conducción o pase.
•
Evitar la reiteración de pases muy cortos puesto que se consigue el efecto contrario: 1 defensor defenderá a 2 o más atacantes.
•
El juego rápido y al primer toque, será normalmente de gran ayuda para propiciar situaciones de ventaja.
•
En las situaciones de ventaja buscaremos atraer al defensor para buscar al compañero libre.
El compañero del jugador que tiene la posesión del balón deberá: •
Intercalarse entre los defensores para que tengan problemas de elección.
•
Evitar buscar líneas de pase demasiado cerca del balón.
Cuando el juego se desarrolle por la banda el jugador deberá: •
Las situaciones de ventaja deben ser resueltas con rapidez.
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El exceso de individualismo echa a perder la mayoría de situaciones de ventaja.
4.- Importancia del contraataque: El deseo de cualquier equipo con posesión de balón es marcar, y cuanto antes se consiga mejor. Esta es la lógica del contraataque. Y es un recurso tremendamente efectivo, puesto que para el equipo defensor acorta el tiempo de reacción, lo cual supone una dificultad añadida a su labor. Es por ello por lo que la mayoría de los equipos utiliza esta arma cuando la ocasión es propicia: tras un corte de balón, mediante un saque de puerta largo o con una puesta en juego rápida del balón. Además, el juego de contraataque es interesante porque es espectacular y no exige un gran desgaste al equipo que lo lleva a efecto. Sin embargo, el contraataque es algo más que sorprender con un patadón largo. Para dominar este recurso se requieren buenos fundamentos técnicos: pase, desmarque y finalización y unos criterios tácticos que resumiremos a continuación. El jugador que tiene la posesión del balón deberá: •
Levantar la cabeza para buscar un pase largo o un pase hacia un área donde pueda jugarse en superioridad
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Utilizar el dribling que nos lleve a abrir espacios o a una situación de ventaja.
El compañero del jugador que tiene la posesión del balón deberá:
•
Buscar sorprender a la defensa buscando su espalda y sorprendiéndole con movimientos rápidos y explosivos.
•
Proporcionar líneas de pase al poseedor del balón a ambos lados, en paralelo y en profundidad, así como un pase de seguridad.
Cuando el juego se desarrolle por la banda el jugador deberá: •
No entretenerse demasiado con el balón
•
No precipitarse puesto que las pérdidas de balón siempre generan problemas. No siempre se puede hacer contraataque.
•
Poner atención al fuera de juego.
Criterios tácticos más importantes en DEFENSA: 1.- Anticipación: La anticipación es un concepto defensivo muy importante porque si tiene éxito y se produce la intercepción origina un cambio de iniciativa en el juego. Así pues, gracias a la anticipación conseguiremos recuperar balones o forzar errores al equipo contrario. En la anticipación interviene un grado de intuición individual, que determinará decisivamente el acierto a la hora de decidir hacia donde irán el balón o el jugador, sin olvidar que también interviene significativamente la ubicación táctica de los jugadores en el terreno de juego. Profundizando un poco más en la cuestión, diremos que a nivel individual la anticipación requiere: •
Concentración máxima en el juego.
•
Velocidad de reacción (física y mental).
•
Colocación.
A nivel táctico (colectivo) se precisa:
•
Presión al jugador con balón.
•
Llevar el balón a las áreas donde haya mayores posibilidades de robo (bandas).
•
Idea de reubicación para el jugador que intenta la anticipación sin éxito. Recuperación rápida o permuta.
Cuando el juego se desarrolle por la banda el jugador deberá: •
No salir alegremente a robar el balón, puesto que, caso de no conseguirlo, la acción generará huecos, que pueden ser aprovechados por el rival.
•
Recuperar el balón no significa tener que jugarlo inmediatamente a la portería contraria. Evaluar cada situación.
2.- Defensa presionante: La defensa presionante es una herramienta táctica que prácticamente todos los equipos emplean en algún momento del partido. La idea principal es forzar al ataque a cometer errores, con la intención de recuperar el balón lo más rápido posible. De esta manera, la defensa presionante se singulariza por unas características específicas. A nivel genérico: •
Agresividad en los/as jugadores/as que efectúan directamente la presión.
•
Atención máxima de los/as jugadores/as que defienden en las inmediaciones de donde se realiza la presión.
•
Capacidad de reubicación (permutas, ajustes...), en función de posibles desequilibrios.
•
Capacidad para organizar el contraataque.
Consideraciones: El momento: Es muy importante, y vendrá dado por variables como el planteamiento del partido, las características del rival, el resultado o el tiempo restante. El lugar: •
Distancia: Cuanto más campo haya para cubrir (más adelante) la presión es más difícil.
•
Ubicación del balón: Las bandas son lugares propicios para presionar, ya que el espacio de salida es más restringido.
•
Situación de juego: Las situaciones a balón parado son buenas para sorprender al rival, porque proporcionan tiempo para organizar la presión.
Importancia del 2 contra 1: Es quizá la base de la defensa presionante. Para llevarlo a cabo con éxito conviene tener en cuenta una serie de detalles: •
Un jugador orienta al atacante.
•
El jugador que dobla, llega rápido para cerrar el espacio de salida del atacante.
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Evitar que el atacante pase entre el espacio de los jugadores que realizan el 2 contra 1, lo que generaría un serio desajuste defensivo. Cerrar bien el espacio de unión.
Los jugadores que no presionan directamente. •
El resto de los compañeros estarán muy atentos a las intercepciones y a ocupar los espacios libres que puedan quedar.
Cuando el juego se desarrolle por la banda el jugador deberá: •
No presionar alocadamente. El objetivo es tratar de quitar la iniciativa a los atacantes, pero utilizando la cabeza.
•
Constancia. No siempre se puede robar el balón a la primera. Continuar presionando hasta forzar el error.
3.- Cobertura: El concepto de colaborar con el compañero que defiende al jugador que tiene el balón, estando en disposición de ayudarle si es desbordado, es lo que entendemos por cobertura. Algunos autores llaman a este concepto “ayuda” o “cobertura trasera”, en función del lugar desde donde esté ubicado el jugador en disposición de cooperar. No conviene olvidar que el objetivo de la cobertura no es forzar al ataque sino contenerlo, retardarlo e impedir que tome confianza. ¿Quién?: Normalmente, salvo disposiciones tácticas especiales será el jugador más próximo al compañero que marca el balón, siempre que el balón vaya en su dirección. ¿Cómo?: Manteniendo siempre una postura que permita controlar visualmente la situación del balón, sin perder de vista lo que sucede en el área asignada. Si el jugador que defiende al atacante con balón es desbordado, el jugador que realiza la cobertura efectuará una permuta para impedir que el atacante progrese con el balón hacia la portería. Esta permuta implicará un ajuste defensivo, en la que el jugador desbordado ocuparía normalmente la posición del jugador que le ayudó. Cuando el juego se desarrolle por la banda el jugador deberá: •
No dudar a la hora de saltar a ayudar. Salir con decisión.
•
Evitar ser desbordados en primera instancia. La permuta es una solución a un problema que no se da si el/la jugador/a con balón no es rebasado/a.
Criterios tácticos más importantes PARA EL PORTERO tanto en ATAQUE como en DEFENSA: El portero es mucho más que el jugador que se coloca bajo los palos para evitar con sus intervenciones que el balón entre en la portería. Esta es una labor importante sin duda, pero el portero, al margen de sus capacidades físicas y técnicas, debe intervenir también en el apartado táctico. Su ubicación, determinará que en numerosas ocasiones sea el último defensor y también el primer atacante. De hecho, es el jugador que controla la mayoría de las transiciones defensa-ataque,
puesto que desde sus manos o sus pies se inicia una gran parte del juego. Lo importante es la intención de que el portero se involucre activamente en el entramado táctico del equipo. En defensa, pretendemos que el portero: •
Colabore activamente en la organización de la defensa, puesto que es el jugador con mayor perspectiva.
•
Anime constantemente a sus compañeros para demandar atención, intensidad...
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Aporte seguridad al equipo en el momento en el que le corresponda intervenir.
En ataque, pretenderemos que el portero: •
Envíe lanzamientos certeros para iniciar el contraataque o el ataque posicional.
•
Suministre información a los jugadores más próximos a él sobre los riesgos o la conveniencia de jugar un balón retrasado.
•
Se adelante cuando la ocasión lo requiera: por planteamiento, resultado y tiempo restante, ocasiones concretas. Sobre este punto, no queremos dejar de mencionar la tendencia de algunos porteros a asumir riesgos innecesarios, más relacionados con la galería que con los intereses del equipo, y que debe ser corregida en estas edades, ya que al margen del indudable interés de su aportación ofensiva, el portero es ante todo un guardameta.
Cuando el juego se desarrolle por la banda el portero deberá: •
No perder bajo ningún concepto la referencia del marco.
•
El portero siempre tiene prioridad a la hora de pedir el balón dentro del área.
•
En el juego de pie desde el suelo, y especialmente fuera de la portería, primará, sobre todo, la seguridad. Ej.: que el portero efectúe un regate debe ser una acción totalmente excepcional.
•
En ocasiones especiales (finales de partido con resultado adverso) colaborará racionalmente con sus compañeros como atacante (como defensa adelantado, faltas, saques de esquina...)
VISIÓN GENERAL QUE RELACIONA EL OBJETIVO PRINCIPAL DE LA ETAPA INFANTIL (EL DESARROLLO) CON LOS CONTENIDOS DE TRABAJO EN LOS DIFERENTES CONTEXTOS PEDAGÓGICOS. El objetivo de la etapa infantil es el desarrollo: C.- Psicológico. Nos encontramos frente a un ámbito de preparación en auge. Si hasta no hace muchos años la atención al apartado psicológico podría calificarse de marginal, hoy en día son muchos los equipos, clubes, deportistas individuales o federaciones que atienden y cuidan de manera específica la atención sicológica del deportista. De todas formas, y en el caso que nos ocupa, alguien pensará que en el contexto en el que nos desenvolvemos y con los medios y el tiempo de los que dispone habitualmente el entrenador de categoría infantil, hablar de preparación sicológica podría sonar a música celestial. Somos conscientes de ello, y por eso queremos recalcar especialmente que nuestra intención no es otra que proporcionar al entrenador unas sencillas pautas que puedan serle de utilidad para ayudar a su equipo a mejorar. Abordaremos en primer lugar, el tema, sin duda más importante de la preparación psicológica deportiva; la cuestión de las cuestiones: la motivación y su mejora. Pero como ya hemos mencionado anteriormente, que nadie tiemble, intentaremos por todos los medios que el tratamiento sea sencillo, entendible y acorde con la realidad de los muchachos y muchachas de edad infantil. La motivación Antes de abordar la cuestión de la motivación como tal, no podemos dejar de obviar las particularidades que caracterizan a los niños en edad infantil. La pubertad es un hecho presente en toda la etapa, que condicionará en gran medida la acción pedagógica en general y la motivacional en particular. La asimilación de los cambios físicos derivará a menudo en estados de inestabilidad emocional, que exigirán del entrenador un esfuerzo suplementario de comprensión y de adaptación a las necesidades del grupo humano con el que llevará a cabo su trabajo. A continuación, y sin perder de vista nuestra idea de sencillez y claridad, expondremos los aspectos más importantes a tener en cuenta en el entrenamiento de la motivación: fijación de objetivos, preparación del trabajo y clima de trabajo. 1.- Fijación de objetivos: Precisar los objetivos es una manera de conseguir un compromiso individual y colectivo en el plan de preparación. Para conseguirlo es conveniente utilizar estas estrategias: •
Explicar la finalidad del trabajo. Al deportista le interesa saber no sólo lo que hace sino también para qué lo hace.
•
Contar eventualmente con la opinión de los jugadores a la hora de establecer o modificar los objetivos. Ayuda a mejorar la comunicación y, por supuesto, la implicación.
•
Fijar objetivos conseguibles. Reforzará la autoestima.
2.- Preparación del trabajo:
La planificación detallada es un factor que incide beneficiosamente en todos los ámbitos de preparación, y, en consecuencia, también en la motivación. Tener un criterio claro de qué es lo que se persigue en cada momento transmite seguridad al propio entrenador y al grupo. Este aspecto (la preparación del trabajo) guarda una estrecha relación con el punto anterior (fijación de objetivos), siendo su consecuencia lógica: el grupo primeramente sabe el qué y luego conoce el cómo. Por otra parte, un trabajo adecuado, con una secuenciación lógica y con una propuesta de actividades variada y amena resulta estimulante para el jugador; lo cual, aunque resulte obvio mencionarlo, redundará de manera positiva en el grado de motivación del grupo. 3.- Clima de trabajo: Podríamos definir el clima de trabajo como la sensación o el conjunto de sensaciones en las que se desarrolla el trabajo. Este clima puede tener un carácter u otro: divertido, aburrido, distendido, monótono, tenso..., y dependerá fundamentalmente del carácter del entrenador y de sus conocimientos propiciar que el ambiente sea el más adecuado para una correcta asimilación de las diferentes propuestas. A continuación proponemos unos criterios generales y unas ideas o estrategias metodológicas que pueden resultar de ayuda en la consecución de un buen clima de trabajo. Criterios generales: •
Utilizar los refuerzos (ponderación explícita de una acción), que pueden ser positivos: (apoyo, ánimo, premio...) o negativos: valoración negativa (en cuyo caso es conveniente explicar qué se ha hecho mal y proporcionar una alternativa o salida para corregir el error).
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Premiar el esfuerzo en sí, independientemente del resultado, ayuda a conseguir un buen ambiente de superación.
•
Propiciar momentos puntuales de distensión hará el trabajo más divertido y, por ende, más motivante.
•
El entrenador procurará ser un referente en cuanto a puntualidad, atención, auto exigencia y respeto hacia el grupo (de vez en cuando tampoco es malo algo de autocrítica).
Algunas ideas o estrategias metodológicas: •
Dejar el diseño de alguna sesión puntual a cargo de algún jugador.
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Sorprender con propuestas inesperadas: juegos, cambios de deporte, celebraciones, traer a alguna persona invitada, etc.
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Acercarse a los jugadores. En este apartado señalar que combinar respeto y acercamiento no siempre resulta fácil. Hay que intentar buscar ese punto intermedio entre el instructor inabordable y el colega.
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Utilizar un lenguaje rico y entendible. Una persona con recursos dialécticos se hace más amena que alguien que se limita siempre a reiterar las mismas consignas.
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Tener siempre presente que la ilusión, el deseo, la ambición...., en definitiva la motivación, son estados de ánimo que se sienten, se trasmiten y son percibidos por los demás. Así pues, el entrenador no debe perder de vista que su disposición anímica o mejor, la manera en que esta se exteriorice, influirá de manera importante en el rendimiento de sus jugadores.
D.- Físico. Hay que tener en cuenta que en un entrenamiento infantil de fútbol, al igual que en otros deportes, se puede tener una exigencia física, puesto que los niños en edad infantil empiezan a tener un desarrollo físico definido, pudiendo aumentar el ritmo en algunos entrenamientos, pero nunca realizar un entrenamiento físico específico, y siempre con balón y en situaciones de juego real. La preparación física es una parte de la preparación integral del futbolista, que a partir de la etapa infantil debe tener un tratamiento diferenciado de los otros ámbitos de preparación y un seguimiento específico. En la etapa infantil en la que el jugador como tal está en período de construcción, una adecuada formación en este aspecto le será de gran ayuda en su desarrollo como futbolista. La preparación física con niños y niñas de edad infantil, como en todas las categorías, debe de ser acorde con las características del grupo humano con el que vayamos a trabajar. Si todos los grupos son en cierta medida heterogéneos en esta fase de 12 a 14 años es mucho más difícil generalizar, ya que estamos en plena etapa puberal y las diferencias en cuanto a desarrollo suelen ser significativas (por ejemplo entre chicos y chicas, ya que en estas últimas el ciclo de desarrollo biológico se produce antes que en los chicos).
De todas formas, podemos presentar una serie de principios generales en lo relativo a la preparación física que pueden servir para todo el ciclo. 1.- Generales: •
Un reconocimiento médico que determine que no existen contraindicaciones para que el jugador pueda practicar deporte sin inconvenientes debe ser un aspecto incuestionable y fundamental. Desde el punto de vista de la preparación física un reconocimiento nos permitirá conocer en líneas generales los niveles básicos de partida, lo cual resultará de gran ayuda a la hora de programar y evaluar la progresión de cada futbolista. A modo de orientación deben constar en un reconocimiento médico básico: antropometría, electrocardiograma en reposo, espirometría, auscultación y una historia Clínica.
•
Cargas de trabajo de baja o media-baja intensidad.
•
Etapa adecuada para los trabajos de flexibilidad y coordinación
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Fuerza, resistencia y velocidad con cargas bajas y amplios periodos de recuperación.
•
Desaconsejado el trabajo de potencia.
•
Se puede trabajar con pesas, pero con precaución, recomendando la supervisión de un especialista.
2.- Trabajo de fuerza: La fuerza es una cualidad que NO debemos trabajar específicamente en categorías como pre benjamines, benjamines o alevines. Si bien es cierto que, por supuesto, al realizar ejercicios con otro fin incidiremos sobre ella aunque será indirectamente. Y es que existen acciones propias del fútbol que harán que la trabajemos, como los lanzamientos a puerta o los desplazamientos (fuerza explosiva) entre otros. En cambio, en infantiles SÍ que podemos comenzar a trabajar de forma específica la fuerza compensatoria (que es el trabajo de desarrollo de aquellos grupos musculares “más olvidados” en el fútbol como pueden ser los abdominales, los lumbares, los isquiotibiales o el tren superior y que nos permitirá lograr una compensación o equilibrio del desarrollo muscular) y la fuerza resistencia (que es la capacidad que tiene el músculo para contraerse el mayor tiempo posible superando una resistencia) a través de métodos como el circuit training pero con ejercicios que sean de carga leve o media. Consideraciones al trabajar la fuerza en infantiles: •
El trabajo de la fuerza ha de excluir el riesgo de lesiones.
•
Ha de servir para una formación general y armónica.
•
Debe realizarse de forma variada y atractiva.
•
Cuidar la higiene postural, es decir, explicar muy bien cómo realizar los ejercicios ya que una mala postura puede producir lesiones indeseadas.
•
Pausas adecuadas en el trabajo de las distintas manifestaciones: unos 2-3 minutos en la fuerza explosiva y unos 30 segundos o 1 minuto en la fuerza-resistencia.
•
Alternancia en el trabajo de los grupos musculares superiores e inferiores.
•
Realizar unas 8-12 repeticiones por serie. Si no pueden, reducir el número de repeticiones.
•
Nunca debemos considerar al niño como un adulto en pequeño y querer aplicarle el entrenamiento de fuerza de los adultos.
•
Para mejorar la fuerza no basta con repetir los estímulos cada cierto tiempo sino que hay que aumentar la resistencia poco a poco.
•
La fuerza se puede mejorar aumentando la carga (fuerza máxima), aumentando el número de repeticiones (fuerza-resistencia) o aumentando la velocidad de ejecución (fuerza explosiva).
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Sobre todo incidiremos en la fuerza de construcción o compensatoria y en la fuerzaresistencia.
3.- Trabajo de resistencia: En categoría infantil el trabajo de la resistencia puede ser más profundo y rico. Podemos incluir ya métodos de trabajo de mayor duración pero sin sobrepasar las 140 – 150 pulsaciones por minuto. El agotamiento aparece antes en estas edades y la capacidad para soportarlo aún no está demasiado desarrollada. Consideraciones al trabajar la resistencia en infantiles: •
Controlar el ritmo de ejecución a través de la frecuencia cardiaca no debiendo superar los 170-175 latidos por minuto.
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Lo ideal es trabajar, de forma general, entre 140-170 latidos por minuto.
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Fundamental el predominio de trabajo aeróbico sobre el anaeróbico por aspectos de salud y por las características de los jugadores.
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Buscar ejercicios motivantes y divertidos ya que el trabajo de la resistencia puede ser monótono y aburrido (intentar trabajar con el balón).
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En el trabajo aeróbico debemos primar el volumen sobre la intensidad.
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Se debe enseñar a los jugadores cómo pueden controlarse las pulsaciones.
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Respetar el ritmo de trabajo de cada jugador (principio de la individualización).
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Tener claro que la resistencia no se mejora en un día.
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Las recuperaciones deben ser suficientemente amplias.
4.- Trabajo de velocidad: En categoría infantil continuaremos con el trabajo de velocidad de reacción y, además, podemos introducir el trabajo de velocidad gestual o acíclica. Es un buen momento para empezar a trabajar la velocidad de desplazamiento o cíclica pero en tramos cortos.
Consideraciones al trabajar la velocidad en infantiles: •
Realizar los movimientos a máxima velocidad.
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Planificar una recuperación amplia, completa y prolongada entre los ejercicios.
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“Pocas” repeticiones.
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Distancias cortas, no más allá de los 6 segundos.
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Realizar un buen calentamiento, largo y adecuado.
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Tratar de motivar antes de ejecutar.
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Si es posible que el trabajo de velocidad esté ligado a la técnica del gesto.
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El trabajo de velocidad lo realizaremos en el inicio de la parte central de la sesión ya que si lo hacemos más adelante la fatiga podría interferir negativamente.
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Adecuarlo a la fuerza y capacidades de cada jugador.
5.- Trabajo de flexibilidad: La flexibilidad es la única capacidad física básica que involuciona desde que nacemos, es decir, disminuye desde que nacemos. De hecho sobre los 20 – 22 años poseemos solamente en torno al 75% del nivel inicial. Por ello es una capacidad que debemos trabajar en cualquier edad, desde pre benjamines y hasta la edad adulta. Lo importante es intentar que esa disminución que se produce de forma natural sea lo más lenta posible. Por tanto, la trabajamos con la finalidad de que disminuya lo menos posible. Los movimientos activos libres (que se dan gracias a la contracción de la musculatura agonista del movimiento que provocará el estiramiento del antagonista) y los movimientos pasivos relajados o libres (la musculatura no se contrae y el movimiento se da gracias a la fuerza de la gravedad o el propio peso) son los más adecuados en la categoría infantil. Los movimientos pasivos forzados o asistidos (tampoco hay contracción muscular pero el movimiento se da por una ayuda externa como puede ser un compañero) no son aconsejables en estas edades. Los movimientos activos asistidos (a la contracción agonista se suma una ayuda externa para que la elongación sea mayor) están desaconsejados totalmente en estas edades. Consideraciones al trabajar la flexibilidad en infantiles: •
Cuando el estiramiento es estático se debe mantener un mínimo de 6 segundos y hasta unos 15-30 segundos.
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Los ejercicios de flexibilidad se pueden efectuar en cualquier momento de la sesión aunque lo más normal es realizarlos en el calentamiento o la vuelta a la calma.
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El orden de trabajo de las distintas articulaciones no influye en el desarrollo, cuando establecemos un orden es para que no se nos olvide ningún grupo muscular.
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Los grupos musculares a estirar deben estar completamente relajados.
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Todos los ejercicios deben realizarse sin dolor, con tensión moderada y con una respiración lenta y tranquila.
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Es importante tener muy claro que estamos ante la cualidad más importante para nuestros jugadores ya que nos permite mejorar la condición física, la capacidad de relajación, el control postural y el esquema corporal.
6.- Trabajo de las cualidades motrices: coordinación y equilibrio: Las cualidades motrices son las capacidades que permiten organizar y regular el movimiento. En realidad son aquellas que permiten que el movimiento sea dinámico, fluido, rítmico, preciso y armónico. La coordinación es la capacidad de regular en un movimiento la acción muscular y nerviosa sincronizando lo pensado con lo ejecutado. Al decir que una persona es coordinada nos referimos a que sus movimientos son hábiles, armónicos, rítmicos, fluidos, elegantes. Cualquier movimiento coordinado debe reunir una serie de características como son: que sea exitoso, que gaste poca energía, que no requiera de mucha concentración y que dé la impresión de facilidad y seguridad en la ejecución. El equilibrio es la capacidad de controlar el propio cuerpo en el espacio manteniendo el centro de gravedad dentro de la base de sustentación. El equilibrio tiene una gran importancia en TODAS las acciones deportivas ya que mejora la coordinación, el rendimiento físico-deportivo, el esquema y control corporal y disminuye la posibilidad de sufrir lesiones por caídas. Las cualidades motrices (coordinación y equilibrio) podemos y debemos trabajarlas en cualquier edad, nunca podemos decir que las hemos desarrollado a la perfección, siempre pueden mejorarse en algún aspecto. Da igual la edad que tengamos, siempre se podrán mejorar. El cómo trabajarlas es el punto más importante que debemos conocer ya que son cualidades fundamentales y la edad alevín e infantil es la ideal y las más propicia para hacer hincapié sobre ellas. Consideraciones al trabajar la coordinación y el equilibrio en infantiles: El punto más importante para trabajarlas es la VARIABILIDAD: •
De percepción (deberemos variar las condiciones del entorno, el tipo de estímulos, el número de estímulos, la duración de los estímulos, etc.).
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De decisión (deberemos variar la importancia de la decisión, las posibles respuestas, el tiempo para decidir, etc.).
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De ejecución (deberemos variar la lateralidad, el número de miembros que participan, las posiciones corporales, la velocidad de ejecución, el ritmo de ejecución, la oposición, etc.).
CONOCER LA DIDACTICA DEL FÚTBOL EN LA CATEGORÍA INFANTIL: Didáctica del fútbol en función de la expresión del juego en la categoría infantil: CASO 1: •
1.- Expresión del juego: Espacios poco aprovechados.
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2.- Causas: Carencias técnicas (pase, control...) ó falta de adaptación a las dimensiones del terreno de juego (en fútbol 11).
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3.- Acción pedagógica: Ejercitar el movimiento de balón y el juego sin balón.
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4.- Acciones en el entrenamiento: La tendencia a agruparse cerca del balón en posesión del mismo hace que la gestión de los espacios sea ineficaz así como la no existencia de desmarque ni ofrecimientos de líneas de pase. El jugador que posee el balón mirará antes de pasar. El jugador sin balón tratará de separarse de los contrarios para poder hacerse con el balón. Si no hay espacio previo será difícil conseguir el desmarque o la línea de pase. De esta forma lo entenderán.
CASO 2: •
1.- Expresión del juego: Transiciones lentas.
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2.- Causas: Demora en los desplazamientos del balón ó inhibición de las labores defensivas
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3.- Acción pedagógica: Trabajo de situaciones de juego real en espacios reducidos y marcar tiempos reducidos de posesión.
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4.- Acciones en el entrenamiento: Estimular la velocidad en las acciones en todas y cada una de las taras que propongamos en el entrenamiento. No bastará con "decirlo". Tendremos que diseñar tareas en las que el jugador no sea eficaz si no efectúa las acciones requeridas a la velocidad necesaria. Para ello debemos conocer las posibilidades individuales de nuestros jugadores y desarrollar tareas estimulantes para ellos y a la vez significativas para la consecución de este objetivo.
CASO 3: •
1.- Expresión del juego: Deficiente rentabilización de los recursos técnicos.
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2.- Causas: Falta de decisión ó insuficiencias tácticas.
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3.- Acción pedagógica: Fomento de situaciones de juego real que contextualicen las acciones técnicas.
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4.- Acciones en el entrenamiento: Tratar de relacionar el aprendizaje de nuevas habilidades técnicas con su utilización inmediata en el juego. Partimos de contextualizar el aprendizaje técnico para pasar a realizar tareas jugadas en las que se pongan de manifiesto y en tareas de juego más complejas en las que cada vez que aparezcan utilizaremos el refuerzo positivo (también lo indicaremos en aquellas situaciones en las que sean susceptibles de aparecer pero que por lo que sea no lo hayan hecho).
CASO 4: •
1.- Expresión del juego: Disparidad en el rendimiento individual y colectivo.
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2.- Causas: Desequilibrios propios de la pubertad ó falta de madurez.
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3.- Acción pedagógica: Propiciar un ambiente de seguridad, comunicación y confianza.
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4.- Acciones en el entrenamiento: Jugadores con más prestaciones pueden ayudar a los menos competentes (se van a sentir parte de la consecución de objetivos). Diseño de tareas cooperativas, de sumación de esfuerzos. Conocimiento por parte de todos, de las posibilidades de cada jugador así como de los objetivos individuales y de grupo.
CASO 5: •
1.- Expresión del juego: Excesiva separación entre líneas.
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2.- Causas: Déficit de atención táctica ó falta de adaptación a las dimensiones del terreno de juego (en fútbol 11)
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3.- Acción pedagógica: Recalcar la importancia de la acción coordinada, tanto en labores defensivas como ofensivas.
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4.- Acciones en el entrenamiento: Toma de conciencia de la importancia de mantener las líneas juntas en el juego sobre todo para reducir espacios. A partir de aquí plantear situaciones de entrenamiento en las que quede de manifiesto lo ineficaz de actuar con una excesiva separación entre líneas. No bastará con decirlo sino que tendrán que entenderlo y comprenderlo a través de las situaciones que seamos capaces de plantear en las que este problema se vea reflejado.
CASO 6: •
1.- Expresión del juego: Dificultad para imponer o sostener un ritmo de juego acorde con las necesidades del equipo.
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2.- Causas: Gestión inapropiada de la posesión de balón ó lecturas equivocadas del partido.
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3.- Acción pedagógica: Proponer situaciones de juego diversas, incidiendo en las soluciones diferenciadas y trabajar bajo presión.
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4.- Acciones en el entrenamiento: Proponer situaciones problema en la que los jugadores tengan que resolver situaciones enfrentándose a diferentes posibilidades tanto de ataque como de defensa. Situaciones facilitadas que les permita buscar y encontrar soluciones eficientes. Ellos son los que buscan las soluciones, nosotros orientamos y estimulamos.
CASO 7: •
1.- Expresión del juego: Falta de continuidad en el juego.
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2.- Causas: Déficit de concentración.
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3.- Acción pedagógica: Juegos y actividades continuos en los que no haya momentos vacíos: se ataca o se defiende.
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4.- Acciones en el entrenamiento: Trataremos de que la totalidad de las tareas presentadas en los entrenamientos tengan una demanda de atención media – alta. Desde el inicio de la sesión (reparto de petos, funciones, momentos de pausa en las que demos instrucciones, etc.). La falta de atención se mejora a través de su entrenamiento, pero no solo en las tareas jugadas.
NOTA: Texto extraído de la Web Kirolgela (diseño de entrenamientos de fútbol) del Servicio de Deportes de la Diputación Foral de Gipuzkoa. ( Este articulo a sido reeditado del blog de nuestro amigo Guillem Benarroch fútbol” http://entrenadordefutbol.blogia.com/ )
“Entrenadores de
www.futbolsesion.com