Queridas familias: Mis más sinceras felicitaciones y también mi agradecimiento a todos los padres y madres que habéis hecho posible un Carnaval infantil inolvidable. Estas vivencias son las que todos recordaremos, aunque pase mucho tiempo, porque la música es pasión y como decía Celia Cruz, la vida es un carnaval. Seguimos trabajando para todos y para estos próximos meses hemos preparado una programación muy intensa, llena de propuestas que, como siempre, persiguen el objetivo de ofrecer espacios para compartir experiencias con nuestros hijos, para crecer y disfrutar juntos. Os doy un adelanto: en marzo vamos a dar abrazos a “las mujeres de nuestra vida”, como actividad de sensibilización en el Día de la Mujer; abril venderá cargado de “libros solidarios” en el marco de nuestro “Saloncito del libro” y mayo acogerá nuestra entrañable “praderita de San Isidro” y la 1ª Fiesta de lactancia y crianza de Coslada. Ya os daremos información detallada de toas estas actividades Como siempre, os animo a participar. Sin vosotros nada sería posible. Daniel Cordero Mayoral Concejal de Infancia, Juventud, Participación Ciudadana y Cooperación

Tema del mes Límites con amor, amor sin límites Hace algunos años, mi hijo y yo tuvimos una discusión. La verdad es que no recuerdo por qué fue exactamente. Supongo que le dije que no a algo que él quería y se disgustó. Lo que sí recuerdo es que era verano y que él se fue a la calle, un rato, a buscar a su amigo Carlos. Cuando volvió, venía pensativo y al preguntarle el motivo, me contó lo siguiente: «Cuando he salido de casa, estaba enfadado y le he contado a Carlos lo ocurrido. Me he quedado de piedra cuando me ha dicho que soy muy afortunado, porque mis padres se preocupan de mí y están ahí para decirme lo que es correcto e incorrecto. Él dice que lo triste es poder hacer lo que quieres, porque tus padres tienen cosas más importantes de las que ocuparse». Me dio un beso y salió de la cocina. Evidentemente, no tardé mucho en decir a otra cosa que «no» y él en enfadarse. Una amiga de cierta edad y muy sabia, me dijo una vez que lo que a los hijos les quedaba era lo que les habías querido. Si damos por ciertas ambas ideas, es decir, si consideramos que a los hijos hay que amarlos (algo en lo que creo que todo el mundo estará de acuerdo) y que una forma de demostrar ese amor es preocuparnos por ellos, implicarnos en su formación, transmitirles lo que consideramos correcto e incorrecto, creo que resulta inevitable elegir la opción de los límites con amor.

Analicemos la opción de los límites sin amor. Imaginemos que se cría a un niño con unos límites claros, consecuentes, consistentes, expresados con respeto… Todo muy racional, siempre equilibrado, en un entorno en el que nunca se pierden los papeles, en el que no se mezclan las emociones, se escucha con calma, se analiza qué es lo más conveniente, los problemas se racionalizan y se buscan las mejores soluciones. Se hace todo cuanto se debe hacer, pero todo sin amor. En ese caso imaginario no se establecería una relación afectiva porque, en realidad, el adulto le estaría transmitiendo al niño: «No me importa el camino que elijas, yo sólo te muestro el que considero mejor para ti». Sería como tener en casa a un adulto responsable, asesor y psicólogo, que cumple un papel educativo claro. ¿Qué os parece? ¿Podría funcionar? Algunos pueden pensar que con amar a los hijos es suficiente, que sólo hay que quererles mucho, besarles, abrazarles, jugar con ellos, hablarles, prestarles mucha atención, hacer que se sientan importantes, pero que si no quieren comer fruta, pues que no la coman. Total, nadie se muere por no comer fruta. ¿Qué debemos hacer cuando no quieran lavarse los dientes, acostarse o bañarse, cuando pretendan quedarse en el parque, no abrigarse, montarse por sexta vez en los caballitos, no salir de la bañera aunque la piel ya se les esté quedando como la de una pasita o seguir leyendo cuentos a las 11 de la noche?

Hablamos, pactamos, invertimos mucho tiempo en convencerles por las buenas de que eso es lo mejor para ellos. Pero, ¿y si no conseguimos convencerles? ¡Pues, nada! Que hagan lo que quieran. ¿Eso es realmente amarles? En ocasiones he leído que los niños en ese ambiente de «amor sin límites» responden con equilibrio. Es decir que, si te piden que les cojas en brazos y les explicas cariñosamente que te duele la espalda, entonces ellos lo entienden y no se provoca ninguna situación conflictiva. Si no se quieren ir a la cama, que no lo hagan. Cuando tengan sueño ya lo harán, pues el cuerpo es el mejor regulador. Si les damos lo que ellos desean para comer, tampoco hay problema, pues sin necesidad de ayuda externa ellos mismos regularán su dieta. Los horarios de las comidas tampoco son importantes: que coman cuando ellos quieran, su cuerpo —que es muy sabio— ya les dirá cuando necesitan comer. Si no les apetece acudir al colegio, que no lo hagan. Estar en el parque es muy saludable, que se queden allí hasta que lo deseen. Cuando estén cansados o tengan hambre ya nos lo dirán. Y yo os pregunto: ¿Qué os dice vuestra experiencia? ¿Y vuestro sentido común? Ésta es la opción del amor sin límites. ¿A dónde creéis que nos llevaría ese comportamiento? Olvidemos el reloj, yo me voy a levantar cuando me apetezca, voy a dar cuantas vueltas quiera en la cama, cuando me canse de la cama me levantaré y ¡a desayunar! que hoy quiero tostadas, churros, tortitas, zumo, y leche. Puedo limpiar, pasear, comprar, ir a trabajar, poner la lavadora, leer, tomar el sol, irme a un museo, tumbarme en el sofá, ir al gimnasio, cocinar… Puedo elegir, no hay límites. Puedo hacer lo que quiera, cuando quiera y como quiera, la vida no me pone límites, soy reina por un día… Si eso sucediera de vez en cuando, sería fantástico. De hecho, eso es casi casi lo que hacemos en vacaciones y, por eso, las vacaciones son tan maravillosas. Lo son porque no hay límites, pero también porque son días contados. Si pudiéramos llevar esa vida habitualmente, ¿qué creéis que nos pasaría? Nuestro sueño se alteraría, perderíamos el biorritmo y por la noche no podríamos dormir, nos despertaríamos

a las tantas, dormitaríamos desordenadamente, estaríamos todo el día cansados... Seguramente engordaríamos, pero por supuesto no como síntoma de buena salud, pues una analítica reflejaría con claridad el desorden en nuestra alimentación. Si no tuviéramos ningún tipo de obligación, cuando nos levantáramos todos los días se nos plantearía la gran pregunta «¿qué hago hoy?» Yo creo que llegaría un momento en que no sabríamos qué hacer, y esa pregunta que ahora nos parece genial, se convertiría en una losa pesada. Estaríamos gordos, cansados y aburridos. Y, entonces, empezaríamos a ponernos límites voluntariamente, empezaríamos a ordenarnos la vida. Nos fijaríamos objetivos para hacer, seguramente con cosas que nos gusta hacer y ordenaríamos nuestros días. Considero que necesitamos límites, orden. Y los niños no son una excepción. La única diferencia está en que los adultos, si no tenemos límites, nos los ponemos, mientras que los niños esperan que esos límites los establezcan los adultos. Los niños los esperan y los necesitan, pero eso no significa que, a veces, no les gusten y se rebelen contra ellos. También nosotros, los adultos, lo hacemos. Pero cuando esos límites son siempre los mismos, expresados con claridad y desde el respeto, los niños tienden a aceptarlos con naturalidad. El «amor sin límites» nos lleva al caos. Los «límites sin amor», a la tristeza. Por todo esto, pongamos límites. Son necesarios para ser felices y para encontrarnos bien. Sólo hay una excepción: no pongamos límites al amor, amemos a nuestros hijos sin topes. Besos, caricias, abrazos y juegos con ellos sin límites. Amemos sin fin. Es el límite que no debemos poner.

Ángela Bartolomé Psicóloga • Directora de ALBA psicólogos

Pequeteca, Ludoteca y Espacio 10-12 Pequeteca y Ludoteca Empezamos otro mes más y con él nuevos talleres, actividades, juegos... para disfrutar todos juntos. Comenzaremos realizando un nuevo taller en el interior de los espacios. En esta ocasión se tratará de un escudo emocional con el que protegernos de todas las cosas que nos ponen tristes... Continuaremos haciendo juegos y actividades con sombras chinas que encantarán a niños y niñas. Tras esto pondremos en marcha un nuevo taller, esta vez para incorporar lo realizado en nuestra mochila de las emociones. Confeccionaremos un teléfono que servirá para comunicarnos mejor con aquellos que deseemos. En la Pequeteca, los más pequeños realizarán un pequeño obsequio en el taller creativo para ofrecer un regalo a la persona que ellos quieran.

Espacio 10-12 El mes de marzo viene movidito. Tenemos el grupo casi completo. Date prisa, no te duermas, y ¡apúntate con nosotros! Aprovechando la llegada del bueno tiempo, las actividades al aire libre serán nuestra prioridad a lo largo de este mes, aunque no nos olvidaremos de los talleres y juegos de interior.

Servicios Educativos

Los mayores del Centro tienen una atención muy adecuada a su edad: El espacio 10-12

“EL ROMPEOLAS”

Centro Municipal de Recursos para la Infancia

ESPACIO 10 - 12 CURSO 2013-2014

Si quieres compartir con amigos y amigas un espacio donde practicar actividades relacionadas con tus gustos, diseñar tus propios juegos, organizar equipos...

Actividad Gratuita Año de nacimiento

Días de actividad

Horario

2001 - 2002 - 2003

Viernes

17:00 a 19:00

Inscripción en “El Rompeolas” Avda. España, 4 • 28821 Coslada-Madrid • Metro: L7 Barrio del Puerto Telf.: 91 627 82 00 / ext. 2300 y 2301 • Fax.: 91 673 93 03 www.coslada.es • [email protected] Horarios de atención de Secretaría de Infancia de lunes a viernes Mañanas: de 9:00 a 14:00 h. • Tardes: de 17:00 a 20:00 h.

TEMA DEL MES P.I.D.I. recomienda Libro recomendado La casita de las emociones

Autora: Nekane González Morales ¿Qué puedes hacer cuando estás triste? ¿Cómo hacerte más grande que el miedo?, ¿Qué hará que te sientas mejor ante el enfado? Solo tienes que cerrar los ojos… ¡y dejarte llevar! “La casita de las emociones” es un cuento muy especial para niños... y no tan “niños”. Supone una herramienta de apoyo para facilitar el trabajo con las emociones desde los 2 añitos... ¡en adelante!

Página web recomendada

Para los más pequeños en internet

http://www.educathyssen.org/ninos_y_familias La web oficial del Museo Thyssen en su apartado de educa Thyssen posibilita una forma diferente para disfrutar del tiempo libre en familia y de paso conocer esta importante y cercana pinacoteca. Todo un lujo a treinta minutos de Coslada.

La infancia de... Charo Arroyo

Ex concejala de Infancia de Coslada 10 pequeñas preguntas para una niña grande 1. ¿Dónde discurrió su infancia? Yo nací en Madrid, en el Distrito de Ciudad Lineal. Allí viví hasta los 7 años, luego mis padres, como tantas parejas jóvenes, decidieron comprarse un piso aquí. 2. Un recuerdo de la infancia Los mejores recuerdos de mi infancia me llevan hasta Pastrana, un pueblo de Guadalajara, donde jugaba por las huertas y podía cuidar y ordeñar a las cabras de mi bisabuelo. 3. Un cuento que no olvida Como mi madre era muy protectora, siempre me contaba el cuento de los siete cabritillos, para enseñarme que si no hacía lo que ella me decía, me podía pasar algo malo. 4. Una película que le encantó “Regreso al futuro” fue una de las películas que más me gustaron. Yo también quería tener un Delorean para viajar en el tiempo. 5. Un juego que recuerde Lo que más me gustaba en el mundo por aquel entonces era jugar a la goma y a la comba con mis amigas. Podíamos pasarnos horas saltando como locas. 6. Un lugar especial de su infancia Por supuesto, el pueblo de mi abuelo, Pastrana.

7. Un juguete que conserve Mi madre todavía guarda un burrito blanco que me regalaron el día que nací. En casi todas las fotos de mi infancia salgo con el burrito. 8. Su personaje preferido de dibujos animados o tebeos Heidi. Era mi serie preferida. No me la perdía nunca. 9. Una canción que recuerde de forma especial Mi abuela, que vivía con nosotros, siempre me cantaba canciones de cuando ella era niña. La que más recuerdo es la canción del Barranco del Lobo. Fijaos si no la olvido que, desde que nacieron mis hijos, se la cantaba cuando salían de la ducha y les abrazaba con la toalla. Lástima que ya son muy mayores y no les puedo subir en brazos, pero todavía algunas noches cuando se acuestan me piden que se la cante. 10. Para finalizar, una recomendación para los niños y niñas de hoy Que aparquen los videojuegos y salgan a la calle a jugar con más niños/as, no hay nada mejor que compartir las horas de juego y diversión con los/ as amigos/as, que disfruten su infancia y no pretendan ser mayores antes de tiempo.

Qué nos preocupa Consultas habituales en el P.I.D.I. Como recordareis en el número anterior tratamos el tema de la autonomía de los niños y niñas: cómo fomentarla, qué se debe hacer y qué no. Continuando con ese mismo tema, este mes os damos una pequeña guía de exigencia de hábitos de autonomía por edades. Obviamente esta guía es orientativa y depende del ritmo de desarrollo de cada niño particular.

3 años

• Come yogures, purés, carne cortada... aunque con algún accidente. • Colabora llevando cosas a la mesa como el pan, las servilletas. • De desviste solo, menos la camiseta y los calcetines. • Sabe colocar el abrigo en el suelo y ponérselo. • Se frota los dientes mas o menos bien mientras imita a papá o mamá. • Controla perfectamente los esfínteres de día y por la noche puede tener dificultades. • Se va a dormir sin problemas después de un ritual de despedida (beso, pis, cuento, etc...). • Ayuda a recoger sus juguetes. • Entiende cuándo puede cruzar una calle atendiendo al semáforo.

4 años

• Come solo aunque no sabe cortar la carne. • Puede llevar el plato al fregadero. • Se desviste entero solo. • Tiene dificultades para identificar delante y detrás en las prendas de vestir, no sabe hacerse el lazo de los zapatos. • Se cepilla los dientes sin supervisión si se le dice que lo haga. • Sabe poner gel en la esponja y se frota aunque no se baña solo. • Controla esfínteres de día y de noche (aunque hay accidentes nocturnos). • Sabe limpiarse solo. • Puede ir suelto por la calle pero vigilado.

5 años

• Come más o menos de todo aunque no le guste. • Come en un tiempo razonable sin necesidad de supervisión constante. • Sabe cortar con cuchillo con supervisión comidas blanditas. • Se desviste siempre solo para bañarse o ponerse el pijama. • Se abrocha los botones de la camisa y el pantalón y los cordones de los zapatos. • Se baña con ayuda de un adulto, se frota el cuerpo solo aunque con supervisión. • Lleva su ropa a lavar. • Hace pis y caca solo y no necesita ayuda para limpiarse. • Se lava los dientes solo y no necesita que se lo recuerden. • Coloca su mochila preparada en la puerta para cogerla a la mañana siguiente.

6 años • Maneja el cuchillo con la carne aunque a veces necesita ayuda. • Come con la boca cerrada aunque se le olvide. • Empuja con el pan. • Se viste y desviste solo todos los días (papá y mamá le pueden echar una mano si es tarde). • Se le exige dejar la ropa en una silla. • Se mete solo en el baño y avisa. • Si se hace pis por la noche se le despierta y se le pide que se cambie y que quite las sábanas. • Se queda a dormir en casa de amigos sin problemas. • Sabe llamar por teléfono aunque no debe hacerlo solo. Sabe qué hacer si necesita pedir ayuda. • Debe tener una obligación diaria como, por ejemplo, poner la mesa, regar las plantas, etc.

7 años

• No pela la fruta con cuchillo. • Come correctamente y respeta el turno de palabra en la comida. • Mamá y papá nunca le visten. • Se abrocha botones, cordones, cinturones, etc. • Se mete en el baño y se frota solo. Avisa a papá o mamá para que le laven la cabeza. • Deja la ropa ordenada al desvestirse. • Comienza a peinarse más o menos bien. • Recoge su cuarto antes de dormir. • Si tiene pesadillas se le consuela en la misma cama, ya no va a la cama de los padres. • Utiliza el microondas para preparar un vaso de leche aunque con supervisión. • Puede hacer recados fuera de casa.

Agenda • C.M.R.I. El Rompeolas Curso: Competencia emocional

Miércoles 19 y 26 de marzo, 2 y 9 de abril Horario: de 17:00 a 19:00 h. Todos y cada uno de nosotros funcionamos reaccionando frente a los demás, fabricando una manera de sentir las cosas, una manera de hacer las cosas según las hemos sentido, una manera de actuar... Este taller trata de analizar nuestras “particulares maneras de ser”, y de hacerlas más eficientes, de forma que nos permitan enfrentarnos de una manera mucho más productiva y eficaz a nuestro día a día. El taller pretende que nos conozcamos mejor a nosotros mismos. Actividad gratuita, requiere de inscripción previa.

Para ampliar información e inscripciones os podéis dirigir a: • P.I.D.I., a través del e-mail [email protected], teléfono 916278200 Ext. 2360, o presencialmente, de lunes a jueves, de 17:00 a 20:00 horas. • Secretaría de Infancia, a través del e-mail [email protected], teléfono 916278200 Ext. 2300, o presencialmente, de lunes a viernes, de 9:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas. Todas las acciones formativas cuentan con un servicio de atención infantil para niños y niñas a partir de 3 años. No olvides solicitarlo en el momento de formalizar la inscripción.

Agenda • C.M.R.I. El Rompeolas

Sábados en familia Es un espacio de juego y aprendizaje dirigido a padres, madres, niños y niñas. Una vez al mes en horario de mañana: de 11:00 a 13:00 horas, en el C.M.R.I. “EL ROMPEOLAS”

El próximo

sábado 29 de marzo Espacios de

Ludoteca P.I.D.I. abiertos al público

Actividad gratuita, hasta completar aforo, no requiere de inscripción

Clausura de los talleres

“El Trampolín”, “DidacARTE” y Masajes para bebés. Para cualquier duda e inscripciones dirigirse al PIDI a través del e-mail [email protected], teléfono: 91 627 82 00 Ext. 2360, o presencialmente de lunes a jueves, de 17:00 a 20:00 horas.

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