LeYRE
Boletín de la Abadía de Leyre
Número 158/ DICIEMBRE 2013
Emotiva llegada de la urna con reliquias de los mártires que iban a ser beatificados.
BEATIFICACIÓN
Mártires Benedictinos de El Pueyo l Año de la fe tuvo un significativo colofón en la Iglesia española: la Beatificación de 522 mártires de la persecución religiosa de los años 30, que se celebró en Tarragona el pasado 13 de octubre y que fue presidida, en nombre del Papa Francisco, por Cardenal Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, D. Ángelo Amato. Acontecimiento verdaderamente singular para la Iglesia en España, por la glorificación de ese más de medio millar de hijos suyos que dieron su vida, en un valiente testimonio de fe y de amor a Jesucristo, y que representaban a todo el Pueblo de Dios: 3 obispos, 82 sacerdotes seculares, 3 seminaristas, 15 sacerdotes operarios diocesanos, 413 religiosos y 7 laicos. Acontecimiento también importante para la Orden Benedictina, pues entre esa pléyade de mártires beatificados figuran 38 hermanos nuestros: 20 monjes de la Abadía de Montserrat y 18 del Monasterio de El Pueyo, de Barbastro. Y hecho igualmente significativo para nuestra comunidad de Leyre, dada su gran implicación en la Causa de los Mártires de El Pueyo, secundando el trabajo que el obispo barbastrense, D. Ambrosio Echevarría, encomendó a nuestro P. Plácido Mª. Gil. Él, como principal testigo vivo del martirio, fue el más estrecho colaborador con que contó el Obispado de Barbastro en el Proceso de Beatificación de los monjes de El Pueyo. Y a todo esto se une también, nuestro sentimiento de gratitud hacia el P. Prior mártir, beato Mauro Palazuelos que, en 1935 y tras haber visitado Leyre en compañía de algunos miembros de la Diputación Foral de Navarra y del Cabildo de la Catedral de Pamplona, tomó el firme propósito de restaurar en nuestro monasterio la vida benedictina. Propósito que su temprana y gloriosa muerte le impidió llevar a cabo. Así la jornada del 13 de octubre, tan señalada este año para Iglesia española, los monjes de Leyre la vivimos con gran gozo, pues por fin llegaba la Beatificación de los Mártires de El Pueyo largamente esperada y deseada por nosotros. Gozo además porque los monjes podienses iban a alcanzar la gloria de los altares junto a los Mártires de Montserrat. ¡Lástima que los cuatro monjes de Silos, martirizados en Mdrid, no hayan podido completar este hermoso grupo de benedictinos beatificados en Tarragona! Gozo también el que vivió la diócesis de Barbastro-Monzón, Iglesia mártir por excelencia entre todas las de España, pues además de los monjes de El Pueyo contaba entre los nuevos beatos con los dos sacerdotes de Santa María del Romeral de Monzón (hoy concatedral), D. José Nadal y D. José Jordán. Conocidos, dada su juventud, con el diminutivo aragonés de los «curetas» de Monzón. Y gozo, por supuesto
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para los familiares de nuestros mártires, que con tanta emoción vivieron la ceremonia de la Beatificación. Monjes procedentes de distintos monasterios españoles –e icluso de Brasil, Filipinas y Francia–, que habíamos sido fraternalmente acogidos por la comunidad de Montserrat, nos dimos cita en Tarragona para este memorable acontecimiento, pues la Beatificación de 38 mártires hermanos nuestros, bien lo merecía. Y encabezando esta representación de la Orden Benedictina, el Rvdmo. P. Abad Primado, Dom Notker Wolf, y los abades de Montserrat, Silos y Leyre. La Misa de la Beatificación revistió gran brillantez y comenzó con unas palabras dirigidas por el Santo Padre, que definió a los mártires como: «cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien el sentido de aquel “amar hasta el extremo” que llevó a Jesús a la Cruz». Fue muy emotiva la llegada de la urna con reliquias de los mártires que iban a ser beatificados, precedida de siete personas con lámparas encendidas y flanquada por otras treinta y tres (tantas como causas) portando palmas. Emotiva resulto también la proclmación de los nuevos beatos, el descubrimiento del enorme tapiz donde se
barbastrense mártir, beato Florentino Asensio. Celebraciones que contaron asimismo con una representación de la Orden Benedictina. En El Pueyo nos hicimos presentes el P. Abad y varios monjes de Leyre, el P. Prior de Valvanera y el P. Benigno Benabarre, monje en Manila, de 98 años y el único benedictino vivo que convivió con los nuevos beatos. Y en Monzón lo hizo además el P. Abad de Montserrat, acompañado por otro monje de su comunidad. Por la mañana en El Pueyo, se celebró una solemene Ecaristía muy bien preparada por los religiosos del Instituo del Verbo Encarnado, a cuyo cargo está ahora el Santuario. Dio comienzo con una procesión de entrada muy emotiva, en la que las reliquias de los nuevos beatos, depositadas en tres urnas de cristal fueron llevadas hasta el presbiterio por dos monjes de Leyre, dos familiares de los mártires y dos religiosos del Verbo Encarnado. El momento más significativo de la celebración lo constituyó la consagración del nuevo altar –donde se acababan de colocar las urnas con las reliquias de los mártires–, cuya mesa, sostenida por 12 piedras, es un solo bloque de cuarcita (piedra roja) de una tonelada, traída del Brasil. Concluida la Misa hablaron el obispo de Barbastro, D. Alfonso Milián; el P. Carlos Walker, Superior Genral del Verbo Encarnado; y nuestro P. Abad. Los tres dieron gracias por la Beatificación y por lo que significaba aquella celebración. El P. Walker anunció que la rama monástica de su Instituto ha declarado Patronos a los Mártires de El Pueyo. Y nuestro Abad, recordó las personas y los hechos más destacados del Proceso de Beatificación, cuyos trabajos continuarán ahora los nuevos monjes de El Pueyo. La parte musical de la celebración corrió a cargo de un coro del Instituto del Verbo Encarnado, que interpretó la Missa Brevis de los Beatos Mártires del Pueyo, compuesta por el P. Jon de Arza, IVE. Y por la tarde la Misa de Acción de Gracias por la Beatificación en la concatedral de Monzón, lugar en que ejercieron su ministero sacerdotal los dos «curetas» mártires. En esta segunda celebración participaron además los obispos de Teruel-Albarracín, Huesca y Jaca, Almaty (Kazajistán) y el emérito de Tenerife. Fue igualmente solemne y contó con un buen número de sacerdotes concelebrantes
Las reliquias de los Mártires de El Pueyo ante el nuevo altar.
hallaban las fotografías de los 522 mártires –«gigantografía»–, y ese largo desfile de postuladores u otros representantes de las causas, que pasaron a presentar a Mons. Amato, el documento de la Causa de Beatificación de sus respectivos mártires. Muy entrañable para nosotros resultó la intervención de la escolanía de Montserrat que, a lo largo de la celebración, interpretó varias composiciones del que por los años 30 fuera su director, el nuevo beato mártir P. Ángel Rodamilans. Mons. Amato en su homilía glosó sobre los mártires y sobre el significado del martirio, dejando bien claro que los nuevos beatos eran hombres de paz y de bien, entregados a los demás, que los mataron únicamente por odio a la fe, por su condición de católicos, sacerdotes o religiosos, y no por ninguna causa política, que «no fueron caídos de la guerra civil, sino víctimas de una radical persecución religiosa, que se proponía el exterminio programado de la Iglesia». Asistió también una representación de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que cuenta con un gran número de mártires, víctimas del comunismo, entre quienes figuran doscientos obispos. Y tras esta memorable jornada, tuvimos otra también muy desatacada, ya que el domingo 27 de octubre la diócesis de BarbastroMonzón, quiso honrar a sus nuevos beatos con dos celebraciones, una en El Pueyo y otra en Monzón, ambas presididas por D. Antonio Cañizares, Cardenal Prefecto de la Congregación para el Culto y la Disciplina de los Sacramentos, que utilizó el báculo del obispo
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Misa de Acción de Gracias en la concatedral de Monzón.
y fieles. Delante del altar estaban dos preciosas arqueras de madera, con los restos de los «curetas», las cuales al finalizar la celebración fueron llevadas a un nuevo retablo erigido para su veneración. Inolvidables jornadas, las del 13 y 27 de octubre, vividas en torno a nuestros nuevos beatos. Jornadas que nos invitan a dar gracias al Señor y también a los propios mártires por su testimonio. E igualmente a dar las gracias a quienes preparon e hicieron posibles estas solemnes celebraciones. Y asimismo al P. Abad y comunidad de Montserrat, lo mismo que al Sr. Obispo de Barbastro-Monzón y al Instituto del Verbo Encarnado por su fraterna y cálida acogida. Fr. Ramón Luis Mª. Mañas, osb
IBAN A LA MUERTE COMO A UNA FIESTA
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os van a permitir nuestros lectores que utilicemos el mismo Y también la muerte de nuestros Mártires de El Pueyo fue título con el que nuestro recordado P. Plácido Mª. Gil, la fiesta del perdón. La consecuencia más inmediata del amor publicó su impresionante libro sobre el martirio de los monjes de de Cristo es el perdón. De la boca de los monjes no salió ningún El Pueyo, su «crónica de un testigo» acerca de aquellos trágicos reproche, únicamente vivas a Cristo Rey y a la Virgen (del Pilar hechos protagonizados por estos 18 benedictinos, beatificados y de El Pueyo), y palabras de perdón. Con qué energía no instó el 13 de octubre en Tarragona. No encontraríamos otro título el P. Prior, Beato Mauro Palazuelos, a sus hermanos para que mejor. Sí, porque nuestros hermanos de El Pueyo vivieron su perdonaran a los verdugos. Con la misma energía con la que cantó martirio como una fiesta, como la fiesta del encuentro definitivo la Salve a su «Madre de El Pueyo», desde lo más profundo de su con Dios, como la fiesta del amor supremo y como la fiesta del alma. El amor a Cristo, con quien entregaba su vida al Padre, y perdón. el amor a la Madre, hecho oración y melodía, se hicieron perdón Tenían plena para sus asesinos. conciencia de que Para ellos el iban a la muerte mismo amor y un para encontrarse idéntico acorde con Dios, de que que el de la Salve. iban a celebrar la Nuestros mártires eterna y definitiva dieron ese mismo liturgia, la fiesta acorde de amar grande del cielo. Y hasta el extremo, por ello soportaron con la mirada y en el camión de la la voz puestos muerte toda clase en la Madre, y de vejaciones y con el perdón brutales golpes, del corazón, llegando algunos transformado en de ellos al lugar oración, puesto del fusilamiento en los enemigos. habiendo derramado Evidenteya abundante Mural de los Mártires de El Pueyo, obra del P. José Beruete, cmf. mente los monsangre. Tenían plena jes podienses no conciencia de que si los mataban su muerte sería martirial: Así, improvisaron aquel ir a la muerte como a una fiesta. Lo tenían cuando el P. Honorato Suárez vio a su madre por última vez, ya muy ensayado, lo mismo que la Salve, que habían cantado ella preocupada por su futura suerte, le rogó: «Márchate, hijo tantas veces a los pies de la Madre. Desde el P. Mariano, el más mío, márchate al extranjero, y así quizás no te matarán.» Pero él anciano, con años de vida monástica, hasta Dom Aurelio, que respondió confirmando su vocación martirial: «No mamá, ¿le acababa de emitir su Profesión solemne, todos estaban bien preparece poco hermoso morir por Dios y su bir al cielo?». Y parados para afrontar el martirio. Su entrega del día a día en la en esa preciosa carta que Aurelio Boix, el más joven de todos, vida monástica había sido su mejor preparación, su mejor ensayo escribe a su familia desde la prisión, podemos leer frases como para la entrega suprema, hasta la última gota de su sangre, hasta estas: «…miro con simpatía el trance que se me acerca: considero el último acorde, hasta la última nota de su preciosa melodía. Y una gracia especialísima dar mi vida en holocausto por una causa luego vendría el ensayo final: su largo mes de prisión… Desde tan sagrada (…) alégrense también Vds., mis amados padres y el 22 de julio de 1936, en que fueron apresados monjes y niños hermano, les cabe la gloria de tener un hijo y un hermano mártir aspirantes, hasta el 28 de agosto, en que casi toda la comunidad de su fe.» «Mi idolatrada madre: Yo me alegro sólo de pensar la alcanzó la palma del martirio. dignidad a la que Dios quiere elevarla, haciéndola madre de un Tres de ellos sin embargo, pasaron su vía dolorosa, su mártir (…) Al recuerdo de mi muerte acompañará siempre esta camino hacia la fiesta de la muerte, en solitario, situación que gran idea: Un hijo muerto, pero mártir de la religión.» hacía el momento final mucho más duro. Tuvieron que salir a Nuestros nuevos beatos vivieron su muerte como la fiesta escena los primeros y ellos solos. El Hno. Vicente Burrel, tras del amor. Como dijo el Papa Francisco en su videomensaje de la una terrorífica noche campo a través y apresado por un grupo Beatificación, refiriéndose a los 522 mártires: «No existe el amor de milicianos fue el primero en caer, en la mañana del 26 de por entregas, el amor en porciones. El amor es total: y cuando julio. «Protomártir» de la comunidad, entre insultos, golpes y se ama, se ama hasta el extremo.» Los de El Pueyo tenían muy blasfemias fue fusilado a las afueras de Barbastro y rematado claras además esas emblemáticas palabras de san Benito: «No con un tiro de gracia con el que quien disparaba se blasonó de antepongan absolutamente nada a Cristo el cual nos lleve a todos estrenar su pistola. El Hno. Lorenzo Santolaria cayó también sin juntos a la vida eterna.» Y así lo vivieron, así sin anteponer nada el consuelo de sus hermanos de hábito, a las afueras de su pueblo al amor de Cristo fueron todos juntos, toda la comunidad, hacia natal, el 5 de agosto, y dejando todavía viva a su anciana Madre. la vida eterna. Por eso su muerte no podía ser para ellos más que Y el P. Mariano que, después de haber pasado su confinamiento una fiesta, la fiesta del amor de Cristo, el amor supremo. hacinado en la cárcel municipal y en pésimas condiciones, y tras
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un aterrador simulacro de fusilamiento, consumó su martirio el mirada penetrante y limpia, aquel rostro radiante del P. Mauro, día 9 de agosto en el cementerio de Barbastro, en el mismo grupo se le quedarían grabados para siempre. Y para mayor asombro el que el beato obispo Florentino Asensio, padre y pastor ejemplar buen P. Prior pide despedirse de su madre y sus verdugos ceden, de aquella Iglesia mártir. piensan que estará recluida en el hospital por el que van a pasar, Los otros quince tuvieron la suerte de ir juntos a la fiesta y pero se trata de otra Madre, de su Virgen de El Pueyo. Entonces de preparase juntos también para ella en la prisión del colegio de el P. Mauro con su mejor y más melodiosa voz comenzó a las Escuelas Pías, transformado en un verdadero santuario. En cantar la Salve, hecho que exasperó al jefecillo anarquista, y el salón de actos de la planta baja y en muy malas condiciones nuestro buen monje en tono cordial y apacible le aclaró quien fueron confinados los heroicos Misioneros Claretianos, jóvenes era su madre: «Mi Madre es la Virgen del cielo». Sin dilación en su mayoría. alguna el miliciano Y en el primer muy irritado agarro piso lo estaba el fuertemente al P. Sr. Obispo, con Mauro y lo condujo algunos sacerdotes hacia la puerta del y laicos, y formando cementerio que se un mismo grupo hallaba enfrente, los PP. Escolapios mientras que éste y los Benedictinos con voz potente de El Pueyo. En seguía animando y un espacio no muy a instando al perdón grande de tres salas a sus hermanos, comunicadas entre cuyo camión sí, hicieron su vida pasaba muy cerca. nuestros monjes lo Y volvió de nuevo mejor que supieron a cantar la Salve y pudieron, pero mirando hacia El tuvieron el consuelo Nuevo altar del Santuario de El Pueyo y sepulcro de nuestros monjes mártires. Pueyo, hasta que un de tener camuflado sonoro disparo en el Santísimo Sacramento. Allí rezaron y se animaron para cuando su boca acalló su voz e hizo saltar su cráneo, incrustando sus les llegase la hora, y allí se terminó de fraguar aquel entusiasmo sesos en el muro. martirial del que hicieron gala en el camión de la muerte y El resto de los monjes eran llevados a un recodo del del que con tanto sentimiento hablaban a los niños aspirantes. camino de Berbegal, desde donde se dibuja perfectamente en el Los primeros días pudieron incluso celebrar la Eucaristía en la horizonte la silueta de El Pueyo, donde iban a ser fusilados. Sus capilla del colegio, y sintieron la cercana y edificante presencia cadáveres bañados en sangre serían echados al camión, de mala del Obispo, a quien el P. Prior confesaba y llevaba la comunión. manera, como si fueran fardos, para llevarlos al cementerio y Ambos tuvieron ocasión de compartir sus altos ideales con una ser depositados junto a una gran fosa común. Esto sucedía entre gran sintonía espiritual. la 1,30 y 2 de la madrugada. Y hacia las 8,30 de la mañana los Algunos de ellos, como el P. Ramiro Sanz de Geldeano o cuerpos de nuestros monjes eran totalmente despojados de sus el subdiácono Lorenzo Ibáñez tuvieron ocasión de librarse de la vestiduras, para proceder seguidamente al enterramiento. De lo muerte, pero no lo hicieron, prefirieron correr la misma suerte cual se deduce que habían pasado unas siete horas. Y la persona que sus hermanos. Ir con ellos a la fiesta a la que les llevaría el que acababa de desnudar a los cadáveres contaría después un martirio. espeluznante suceso. Ve frente a sí, entre quienes iban a enterrar Y llegó su hora en la madrugada del 28 de agosto. Atados a «un joven muy hermoso, de fuerte contextura, que se pone de en parejas fueron subidos al camión de la muerte y allí comenzó rodillas», y a quien inmediatamente el jefe del pelotón, le dispara ya la fiesta. Enardecidos por P. Honorato y el P. Prior (que fue dos tiros y cae en la fosa. «Era joven» –dice el testigo– «pero a pie hasta la muerte) comenzaron a proferir vivas a Cristo Rey no de los más jóvenes». Y dadas estas señaladas características y a la Virgen, ante el espanto de sus verdugos que, en vano no hay duda de que se trataba del P. Anselmo Palau, que había pretendían hacerlos callar a golpes de fusil. Pues sus voces y quedado muy malherido, pero no muerto. Él sería el ultimo en su enardecimiento iban subiendo cada vez más de tono y de morir, tras una larga, lenta y penosa agonía, Si el P. Prior había temperatura. Y su gloriosa sangre comenzó ya a correr, dejando muerto cantando la Salve a la Virgen, este otro moría arrodillado, su rastro no sólo en el camión, sino hasta en la misma calle. en postura de súplica y de alabanza, y con el perdón en sus labios. Varios de ellos, como los PP. Honorato, Anselmo, Ramiro e !Monjes hasta el final¡ ¡Monjes en fiesta! Ildefonso llegaron al lugar del fusilamiento, ya muy mutilados Y hoy aquella fiesta continúa, en el cielo y entre nosotros. El Uno de los jefecillos milicianos pidió a sus compañeros 13 de octubre se palpó de manera especial en Tarragona, donde «encargarse» él del P. Prior, que no cesaba de animar a sus se convirtió en una fiesta multitudinaria: la fiesta del amor y del hermanos y los instaba en todo momento al perdón. Tal situación perdón de los 522 mártires que ese día fueron beatificados. le resultaba desconcertante a aquel joven anarquista. Aquella R. l. M.
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EL ÓRGANO DE LEYRE (I) E
l órgano de Leyre, patrimonio de Navarra San Salvador de Leyre es uno de los lugares más atractivos y visitados de Navarra. Muchos de sus valores son bien patentes para todos: su significativa trayectoria histórica, su inigualable románico de primera hora, la belleza de su paraje. Pero Leyre alberga otros elementos de interés que son menos conocidos y, por lo tanto, necesitados de una promoción, de «ponerlos en valor». Entre éstos cabe citar el órgano de tribuna de la iglesia abacial, que es patrimonio y propiedad de la Comunidad Foral. Son muchos los visitantes y turistas que, al contemplar la majestuosa tubería del instrumento que se asienta sobre la cancela de entrada a la iglesia, preguntan: -¿Se puede escuchar el órgano? ¿Cuándo? ¡Quien se pierde una audición de calidad en tan espectacular marco histórico-artístico! Comencemos presentado brevemente este interesante instrumento que, como nues- Órgano O.E.S.A. de 1966 tros Amigos saben, está en proceso de reconstrucción. El órgano de tribuna de Leyre es la obra más destacada que OESA (Organería Española, S.A. Azpeitia) construyó en Navarra. Se trata de un instrumento de estilo neoclásico construido e instalado en Leyre en el año 1966 por encargo de la Excma. Diputación Foral. Se inauguró el 11 de junio de 1967. Pero ¿por qué se construyó un nuevo instrumento siendo su iglesia tan antigua? ¿Acaso no había en Leyre ningún órgano más antiguo que mereciera ser restaurado? Esta cuestión está pendiente de ser estudiada a fondo, pero no parece improbable que Leyre hubiera conocido a lo largo de los siglos distintos instrumentos instalados en su iglesia. Hasta el presente solamente tenemos datos del último órgano que tuvo nuestra iglesia. Está inventariado (cf. A. Sagaseta, Órganos de Navarra, p.68). Se trata de un instrumento del siglo XVIII. Tiene 9 registros partidos que se accionan desde un solo teclado mecánico. Llama la atención la sencillez y sobriedad de su caja, probablemente de época. En su fachada, la tubería (de metal y de madera) está dispuesta en cinco campos, con una
trompeta horizontal en dos hileras. En el siglo XIX, desalojado el monasterio por las leyes desamortizadoras de Mendizábal, quedaron abandonados la iglesia y todos sus enseres. Previa solicitud, en 1846 el órgano fue trasladado a la iglesia parroquial de San Pedro en la localidad de Burgui (Navarra), donde se encuentra en la actualidad. Con ocasión de la restauración de la vida monástica en Leyre en 1954, se planteó la necesidad de un órgano para su iglesia. Puesto que el antiguo órgano legerense llevaba más de un siglo en Burgui, se juzgo más conveniente no retirarlo de esta localidad y la Diputación Foral decidió encargar un nuevo instrumento para Leyre. Dotado de más recursos técnicos y sonoros que su antecesor, el órgano de 1966 contaba con 30 registros distribuidos en 3 teclados manuales de 61 notas y un pedalero completo de 30 notas. El instrumento fabricado fue una obra notable aunque integraba componentes de calidad muy desigual. Entre los elementos valiosos y aprovechables se podían contar: una amplia variedad de registros, una tubería mayoritariamente de buena factura y agradable sonoridad (sobre todo los «fondos»), unos teclados chapeados en ébano y marfil y de buena pulsación. Sin embargo la disposición de sus registros no fue estructurada coherentemente ni se logró siempre una correcta armonización de la tubería y, peor aún, su sistema de transmisión eléctrica resultaba muy inseguro. Con el paso del tiempo este último problema se fue agravando progresivamente ocasionado un creciente deterioro a nuestro órgano, cada vez más inhábil para cumplir su cometido. Funciones del órgano en Leyre ¿Y cuándo suena el órgano? Tal vez sea ahora un buen momento para comentar a nuestros lectores, siquiera brevemente, cuál es el cometido del órgano en Leyre, en qué momentos y circunstancias actúa, y cuándo puede ser escuchado.
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Evidentemente el órgano se puede escuchar, en primer lugar, en los actos litúrgicos más solemnes de la Comunidad. En nuestra abadía la liturgia se celebra en canto gregoriano y permanece abierta a cuantas personas desean a participar en ella. Numerosas personas –fieles, huéspedes y visitantes– gustan de la riqueza espiritual y musical de tan antiguas e inspiradas melodías sagradas que ya solo resuenan en muy pocos lugares de España. Además del canto gregoriano –cantado habitualmente con acompañamiento de órgano–, los fieles pueden escuchar el órgano como instrumento solista cuando protagoniza algunas obras sacras. Son intervenciones en momentos puntuales, bien determinados por las normas litúrgicas: en el ofertorio de la Misa, durante las entradas y salidas de las celebraciones litúrgicas, y en otros momentos durante los cuales los acordes del órgano aportan una insustituible nota de alegría y solemnidad o quieren inducir al recogimiento y a la oración.
de Viana», otorgado anualmente a diversas personalidades del mundo de la cultura. La intervención del órgano contribuye a realzar la importancia histórico-artística del lugar y a enriquecer el momento histórico que se celebra. Además de estas funciones litúrgica e institucional, el órgano de Leyre debería desempeñar también un papel cultural, contribuyendo a que nuestro monasterio fuera un centro proyector de buena música en Navarra y promotor de sus jóvenes organistas. Del mismo modo, sería bueno que nuestro órgano estuviera en condiciones de protagonizar actividades musicales de inspiración cristiana, es decir, aquellas que aportan a sus oyentes un mensaje de espiritualidad, que consiguen elevar sus corazones y moverlos a una mayor búsqueda de Dios. Así será Dios glorificado en todo, como quiere San Benito (Regla de los monjes 57, 9). Pero, desgraciadamente, sólo en muy raras ocasiones hemos podido disponer de nuestro órgano para tan noble fin. Esta carencia se debe principalmente a la inseguridad del precario sistema eléctrico sustentador de su sonoridad, siempre expuesto al riesgo de una mala respuesta. Cuando esto acontece, los tubos o no suenan o se quedan sonando descontroladamente, creándose así una embarazosa situación tanto para el organista ejecutante como para sus perplejos oyentes. Velando por nuestro patrimonio Teniendo en cuenta las deficiencias y deterioro de nuestro órgano y valorando también su riqueza y posibilidades, todos los especialistas consultados nos aconsejaron una rápida y completa intervención. Citemos, a modo de ejemplo, la opinión de uno de ellos:
Después de muchos siglos de uso en el culto cristiano, también hoy seguimos experimentando que el sonido del órgano de tubos nos refiere a lo sagrado, contribuye eficazmente a elevar los espíritus y ayuda a suscitar sentimientos religiosos. Así lo reconoce sin ambages el propio concilio Vaticano II: «Téngase en gran estima en la Iglesia latina el órgano de tubos, como instrumento musical tradicional, cuyo sonido puede aportar un esplendor notable a las ceremonias eclesiásticas y levantar poderosamente las almas hacia Dios y hacia las realidades celestiales» (Constitución Sacrosanctum Concilium, 120). Amén de este tradicional cometido litúrgico, nuestro órgano cumple otra función que podríamos denominar «oficial». En efecto, nuestro órgano se utiliza para ennoblecer todos los actos institucionales que tienen por sede nuestra iglesia abacial de San Salvador. Entre ellos cabe destacar el acto de mayor rango en esta Comunidad Foral: el Homenaje anual a los antiguos Reyes y Reinas de Navarra, presidido por sus AA. RR. los Príncipes de Asturias y de Viana (y en ocasiones, por SS. MM. los Reyes de España), con asistencia de las principales autoridades de Navarra. Todos ellos, tal y lo establece el protocolo, entran y salen del templo a los acordes del órgano que hace sonar el Himno Nacional y el Himno de Navarra. Este homenaje está actualmente vinculado a la entrega del premio «Príncipe
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«El instrumento actual de Leyre está obvia y objetivamente en estado agónico. Lo cual no quiere decir en ningún momento que su tubería haya que desecharla» (Informe, 8 de octubre de 2010, Archivo de Leyre). ¿Cómo proceder en esta coyuntura?, ¿dónde buscar una ayuda económica? Velando por el patrimonio cultural de Navarra que nos ha sido confiado, los monjes organistas de nuestra abadía con la colaboración de nuestro amigo, el conocido organista navarro don José Luis Echechipía, hemos diseñado un plan para intervenir eficazmente en el instrumento legerense. Ya están en curso los trabajos de reconstrucción a fin de conservar y mejorar este patrimonio musical de la Comunidad Foral. Las tareas terminarán hacia el final de mayo de 2014. Con esta reconstrucción, cofinanciada por los fondos europeos de POCTEFAFEDER, se pretende reciclar y aprovechar todo el material útil (un 75%), subsanar las deficiencias y completar sus carencias. Muchos de nuestros Amigos se han sumado a este proyecto y están colaborando activamente con un donativo para la compra de uno o varios tubos. A todos ellos les agradecemos su interés y generosidad. De este proyecto de reconstrucción de nuestro órgano trataremos más extensamente en otro artículo del próximo Boletín. + fr. Juan Manuel Apesteguía, Abad
CIEN AÑOS DEL PRIMER RESTAURADOR DE LEYRE RVDO. D. HERMENEGILDO OYAGA REBOLÉ *13 abril 1843 – 28 agosto 1913
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a persona del benemérito sacerdote D. Hermenegildo, que en el presente año 2013 se cumple el centenario de su muerte, ocupa un puesto de honor en la historia moderna de nuestro milenario Monasterio de LEYRE. Su nombre debe evocarnos muy grato recuerdo a los nuevos moradores del Leyre restaurado. Con todo derecho hay que considerarlo como el pionero en el resurgir material y espiritual de LEYRE, pues sin su esfuerzo, ilusión y trabajo, difícilmente se hubiera conseguido una gran parte de la obra de restauración. Natural de Liédena, dejó escrita una crónica titulada «Leyre restaurado». A sus 31 años de edad, en 1874, según leemos en ella, en una de las visitas que hizo al monasterio, «al contemplar con dolor aquellas sagradas ruinas, me sentí fuertemente impulsado a trabajar, porque de nuevo se dedicaran al culto de Dios aquellos templos profanados; y porque se pusieran en respeto aquellos sepulcros, donde descansaban los restos de multitudd de santos e ilustres personajes. Esta inspiración de inmensas proporciones, lejos de acobardarme, se me hizo no solo realizable, sino fácil, sin duda porque Dios así la quería.» A partir de este momento, comenzó a moverse con entusiasmo. Muchos le apoyaron y animaron, sobre todo la Comisión de Monumentos, que, después de escucharle, lo nombró el 24 de agosto de 1874, Delegado de la Comisión de Leyre, para llevar adelante las obras de restauración de la iglesia y la cripta y le dio los 4.000 reales, que sólo pedía para jornales, «porque existían allí abundantes materiales que podían ser utilizados». Poco después, el 1 de noviembre de 1874, fue nombrado encargado de la parroquia de Yesa con plenos poderes, con lo que consiguió que muchos feligreses trabajasen gratis en la obra de restauración. Sabedor el Obispado de las obras realizadas bajo la dirección de D. Hermenegildo y que por sus gestiones eficaces habían sido devueltos a Leyre casi todos los retablos, cuadros y otros objetos de culto, le facultó para que declarase abiertas al público las iglesias de Leyre y habilitadas para cele-
brar en ellas la Santa Misa, previa bendición de la iglesia con agua bendita, según el ritual. El 29 de abril de 1875, fue la gran fiesta de inauguración. Acudieron 27 sacerdotes y 2.000 fieles. «Párroco y fieles de Yesa, dice la crónica, salimos en ordenada procesión desde la iglesia parroquial, favorecidos de un tiempo claro y sereno, como si el cielo hubiera querido contribuir con sus galas a la solemnidad de este acto; y salvada la distancia de tres cuartos de hora, que nos separaba del monasterio, llegamos a él, llevando en hombros varias imágenes de Leyre y la urna cineraria con los restos mortales de nuestros esclarecidos Reyes, guardada con tanto interéss y veneración en dicha iglesia parroquial desde el año 1863. Cerraba yo la procesión vestido de pluvial morado, cantando alternativamente con el pueblo las letanías de los santos. Después de rociar con agua bendita las paredes por fuera y por dentro y el suelo de la iglesia, hubo una solemne misa cantada con sermón a cargo de un antiguo benedictino de San Juan de la Peña. (D. Miguel Maynar, que vistió el hábito benedictino). Terminado éste, leyó con voz clara D. Julián Barásoain, hijo de Sangüesa y Beneficiado de la catedral de Vitoria, el acta oficial de apertura y el anuncio de las festividades que anualmente se habían de celebrar en esta iglesia, a saber: la Ascensión del Señor, San Bernardo y San Babil, titular de la cripta. Después de la misa, con ornamentos negros, se cantó delante del Panteón Real el salmo «De Profundis» y responso solemne, por los dignísimos Reyes, experimentando cuan santo y consolador es rogar a Dios por los difuntos. Después vino el merecido descanso y la comida debajo de un cielo límpido, realzado por el sol claro comoo nunca y sobre un suelo verde y frondoso, es cosa que sólo se puede gozar, viéndola personalmente. A las tres de la tarde hubo vísperas cantadas delante del Santísimo expuesto, con el cual se hizo luego procesión y visita de altares por todo el templo y para dar gracias a Dios por este grande acontecimiento, cantamos el Te Deum y concluimos con la bendición del Santísimo y reserva».
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Día grande e histórico en Leyre, al que no pudo acudir na- a esas obras importantes que se llevaron entonces a cabo, die de Pamplona, por estar cercada la ciudad por las fuerzas la iglesia y la cripta de Leyre quedaron bien consolidadas y carlistas. Muchas felicitaciones recibió D. Hermenegildo, alma restauradas, adquiriendo de nuevo toda su antigua belleza e y vida de esta primera restauración de Leyre, incluso de la Real integridad arquitectónicas. Academia de San Fernando y del Sr. Obispo D. José Oliver Uno de los capítulos más interesantes en la actividad de D. Hurtado, que, en justa compensación, nombraba a D. Herme- Hermenegildo en favor de nuestro monasterio fue la recupenegildo Capellán de Leyre el 18 de octubre de 1876, con su ración de objetos de culto que pertenecieron a Leyre, que hanómina correspondiente, título que conservará hasta su muerte. bía localizado en algunas iglesias de Navarra. En este trabajo Iturralde y Suit, secretario de la Comisión, al felicitar a D. le ayudó mucho el sacerdote navarro D. Eugenio Yrisarri. Hermenegildo el 1 de agosto de 1875, le manifestaba que la El retablo mayor, al que D. Hermenegildo dedica grandes Comisión trabajaría incansableelogios, y decorado en tiemmente hasta conseguir la compos del abad Dom Antonio de pleta restauración de Leyre. Sus Peralta, año 1617, era obra del continuas y pacientes gestiones, célebre escultor Ancheta. En apoyadas por la Academia de mayo de 1846 y previo permiBellas Artes de San Fernando, so al obispo de Pamplona, hadieron por fin su fruto. El 29 bía sido trasladado a Burgui, de abril de 1882, se presentó en junto al órgano y otros enseres. Leyre el académico y profesor D. Hermenegildo hizo repetidas de la escuela de arquitectura D. y enérgicas gestiones para que Ramiro Amador de los Ríos, retornase a Leyre, pero no lo enviado oficialmente con vistas consiguió. Entretanto se produa preparar un proyecto de resjo en la parroquia de Burgui un tauración con el consiguiente voraz incendio, en el que perepresupuesto. No se hizo especió la mayor parte del retablo y rar el proyecto. Por fin, un 15 altar, perdiéndose así para todos. de octubre de 1888, recibe D. A la vista de esto, los vecinos de Hermenegildo un oficio del MiBurgui le entregaron, los restos nisterio de Fomento, haciéndosalvados del incendio: el sagrale saber «que la Reina Regente rio; los retablos de las Stas. Nudel Reino había tenido a bien nilo y Alodia y de San José; el decretar la restauración del extraordinario cuadro de San Vitemplo monumental de Leyre, rila, que hoy se venera en la esasignando para ello una canticalera principal del monasterio; dad respetable». y la preciosa imagen de la VirAl acercarse el comienzo gen, que actualmente veneramos de las obras, las Autoridades en el claustro superior. Imágenes Civil y Eclesiástica y la Comitodas ellas que habían sido llevasión de Monumentos, creyedos a Burgui en 1847. También ron oportuno llevar de nuevo consiguió la devolución del reel arca con los restos de los tablo de San Bernardo que se Reyes de Navarra a la iglesia D. Hermenegildo en la portada de nuestra iglesia. hallaba en Bigüezal. Del monasde Yesa, durante el periodo de terio de Iranzu y de la derruida tiempo que durasen las obras, para evitar faltas de respeto iglesia de San Nicolás de Sangüesa, pudo hacerse también con y posibles profanaciones; y cómo en el año 1863, delegaron algunos otros objetos. Y de la parroquia de Arteta consiguió se en el alcalde y párroco de Yesa, la ejecución de este nuevo devolviera una campana. traslado, que tuvo lugar el 4 de diciembre de 1891. Unos En la cripta colocó la imagen de San Babil, su Titular y el días más tarde, el 9 de diciembre, escribía a D. Hermene- Santo Cristo grande que hoy se venera en la nave de la iglesia y gildo D. Arturo Campión: «Esta Comisión de Monumentos que fue traído procesionalmente desde Yesa en 1875. acordó consignar en el acta la singular complacencia con Años después, el 28 de agosto de 1913, a los 70 años de que había visto el celo, la inteligencia y la piedad patriótica edad, sin ver coronados sus sueños, moría el benemérito D. por Vd. demostradas en la traslación de los restos de los Hermenegildo. Su sobrino también sacerdote D. José Oyaga Reyes de Navarra desde el Monasterio de Leyre a Yesa». y Zozaya fue el continuador incansable de la obra comenzada. En esta ocasión, el arca con los restos de los Reyes nava¡Descanse en la paz de Xto. el amado D. Hermenegildo! rros permaneció en Yesa casi 24 años, el doble que la vez Su memoria será bendita en los anales de nuestro monasterio primera, porque las obras de restauración duraron bastantes legerense. más años de lo que se pensaba en un principio. Pero gracias P. José Antonio X. Pedroarena OSB
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CRÓNICA DE LEYRE AGOSTO-NOVIEMBRE 2013 ACONTECIMIENTOS El día 2 de septiembre el P. Abad nombró como maestro de novicios al P. José Antonio y como celador al P. Ramón Luis Mª. El P. Ramón Molina el 21 de septiembre, fiesta de San Mateo, hizo la renovación de sus votos. Y, según reza nuestro ceremonial, «agradecido por los cincuenta años de vida monástica y lleno de humilde confianza para el futuro, apoyado en la misericordia de Dios y en la oración de los hermanos». Un segundo jubileo monástico fue el de los veinticinco años de Profesión del P. Isaac. Tuvo lugar el 12 de octubre, fiesta de la Virgen del Pilar. Presidió la misa conventual y pronuncia una emotiva homilía. Amén de la comunidad, le acompañaron en su acción de gracias sus padres y demás familiares. Este año el encuentro anual con los amigos de Leyre tuvo lugar el 20 de octubre y se desarrolló como en los años anteriores. Como se acostumbra, el P. Abad presidió la misa de pontifical y la conferencia estuvo a cargo del P. José Antonio. Como en años anteriores asistió al encuentro D. Félix Valbuena, que en esta ocasión nos obsequió con una hermosa «Cruz de San Benito» tallada por él en madera. Durante unos cuantos meses, celebraremos todos los oficios en la Sala Capítular, pues el día 18 de noviembre hubo que cerrar la iglesia al culto público. Motivo: las obras que es preciso llevar a cabo para la instalación del órgano grande, restaurado; y aprovechando la ocasión nuestro arquitecto, D. Javier Sancho, ha dispuesto una limpieza de los muros de la nave gótica y una renovación del sistema eléctrico. EJERCITANTES Y VISITANTES DESTACADOS Del día 2 al 5 de agosto practicó unos días de retiro en nuestro monasterio don José Ángel Zubiaur, gran amigo de la comunidad. Durante la segunda semana de julio practicó sus ejercicios espirituales la comunidad de marista del colegio de Rubí (Barcelona). Otra comunidad, también de maristas, que se retiro a nuestro monasterio en la tercera quincena de agosto fue la del colegio de Denia (Alicante). Estos religiosos nos edificaron con su silencio, su piedad y su permanente asistencia a todos los oficios. Del 5 al 15 del mismo mes pasó, asimismo, diez días de retiro en nuestra hospedería el sacerdote don José María Aícua, quien, además de párroco de la iglesia de San Francisco Javier de Pamplona, es Director de Obras Misionales Pontificias de Navarra, Delegado Episcopal Diocesano de Misiones y miembro del Movimiento Sacerdotal del Corpus Christi de la Madre Teresa de Calcuta. Nuestro Arzobispo, Mons. Francisco Pérez nos hizo dos visitas. Una el 13 de agosto. La segunda el 5 de octubre. En ambas ocasiones participó en vísperas, saludó a la comunidad y cenó con ella en refectorio. Don Antonio, el nuevo sargento del puesto de la Guardia Civil de Yesa, el día 26 de octubre viene al monasterio a presentarse y a ofrecer sus servicios al P. Abad y a la comunidad. Tres días más tarde tenemos la alegría de recibir a los rectores del santuario de Javier: el saliente, P. Cincunegui y el entrante, P. Cortabarría. Participaron en vísperas, cenaron con la comunidad en el refectorio y compartieron la recreación con los monjes. El 13 de noviembre nos acompaña en vísperas el obispo de Mallorca, Mons. Javier Salinas. Saluda después a la comunidad.
FORMACIÓN, ACTOS CULTURALES Y PUBLICACIONES DE LOS MONJES Se celebró un concierto en la iglesia el día 25 de agosto después de vísperas a cargo de la Coral OBERENA, de Pamplona, organizado por CULTUR, del Gobierno de Navarra.
La editorial BORNOVA ha publicado un nuevo libro del P. Ramón Molina Piñedo. Esta vez se trata de su obra magna, cuyo título reza: Piedras vivas. Iglesia parroquial de San Pedro de Yunquera. Historia-ArteVida. La obra tendrá tres tomos, cada uno de ellos de más de 500 páginas. El día 7 de septiembre apareció el primero. Los otros dos tomos aparecerán enseguida.
El P. Ramón Molina renovando la Profesión en la celebración de sus Bodas de oro.
El 18 del referido mes la Schola Gregoriana de Cantabria, formada por doce personas y dirigida por Don Lorenzo, canónigo de la catedral de Santander, alternó el canto de vísperas con la comunidad. En atención de la Schola se expusieron en el coro nuestras reliquias de los Santos Emeterio y Celedonio, que son patronos de Santander. Del 7 al 9 de octubre se celebraron en el seminario diocesano las Jornadas Pastorales del Pueblo de Dios
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en Navarra, este año bajo el lema «Nuestra Iglesia Diocesana abre sus puertas al regalo de la fe». El P. Abad y nuestro noviciado se desplazaron a Pamplona para participar en las principales conferencias. MINISTERIOS EXTRAORDINARIOS Los días 16-23 de agosto el P. Ramón Luis Mª. dirigió los Ejercicios espirituales anuales a nuestras hermanas benedictinas del monasterio de San José de Burgos. El 28 de septiembre en la ermita de Santa María de Eunate tuvo lugar un concierto-oración al comienzo del cual el P. José Antonio impartió una conferencia sobre el silencio con referencia a la Virgen María. Y como asistente que es de las benedictinas de la Federación Galaico-Leonesa, en los meses de julio y de septiembre giró visita a algunos de sus monasterios. El 25 del mismo mes el P. Javier Suárez viajó al priorato de Montserrat de Madrid para representar a nuestra comunidad en el acto del traslado de las urnas con los restos de los cuatro monjes mártires, de este priorato en la persecución religiosa de los años 30, a su nuevo emplazamiento, en una capilla lateral de la iglesia del monasterio. Dicho acto tuvo lugar en el marco de una solemne Eucaristía, presidida por el Sr. Cardenal Arzobispo de Madrid, D. Antonio Mª. Rouco y en la que, además de gran número de fieles, participó un buen grupo de benedictinos y benedictinas de varios monasterios.
D. Félix Valbuena mostrando esta hermosa «Cruz de San Benito», tallada por él, que nos ha regalado.
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SANTORAL, OTRAS CELEBRACIONES Y CONMEMORACIONES EXTRAORDINARIAS E HISTÓRICAS El 6 de agosto celebramos la solemnidad del Santísimo Salvador en el misterio de su Transfiguración, titular de nuestro monasterio. Nos acompañaron monjes de los monasterios hermanos de Silos y de Montserrat de Madrid. Este año vinieron dos de Silos que vivieron en Leyre en los años difíciles de los comienzos de la restauración: los PP Rafael Palacios y Dionisio Rubio; les acompañaba Fr. Josué. Hemos celebrado el quinto centenario de la traslación de los restos de los reyes, reinas y príncipes enterrados en Leyre, desde los arcosolios de la cabecera románica al nuevo sepulcro barroco que para el efecto se les construyó en uno de los arcos de dicha cabecera, a modo de tribuna. El hecho tuvo lugar el 13 de agosto de 1513. La conmemoración fue íntima y emotiva. Por la mañana, el P. Abad presidió la misa de pontifical; por la tarde, las vísperas de difuntos, al término de las cuales hicimos una statio al panteón real actual. Para ambientarnos, leímos en el refectorio un artículo del P. José Antonio que nuestros lectores pueden leer en el anterior número de nuestro Boletín Además de presidir el P. Abad de pontifical, el día 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de la Virgen, como acontecimiento destacado, predicó una homilía brillante el párroco de la iglesia de San Francisco Javier de Pamplona, don José María Aícua. Por segunda vez, los vecinos de Yesa, nuestro pueblo (este año alcanzaron la cifra del centenar), el sábado 31 de agosto, al término de sus fiestas patronales, presididos por su párroco y su alcalde, volvieron en romería a Leyre. Trajeron consigo a la Virgen de Yesa, que por su deseo expreso la custodiamos los monjes durante todo el año. El P. Abad presidió la misa de pontifical y en el momento del ofertorio ofrecieron frutos de sus huertos. Una segunda romería al monasterio fue la de los antiguos vecinos de Tiermas. Como es costumbre, se expusieron para ellos y sus familiares en la iglesia la imagen y la reliquia del San Virila que nos entregaron a los monjes, antes de dispersarse por diversas localidades de Navarra y Aragón, tras de la construcción del pantano de Yesa y quedar despoblada la villa. Participaron en la misa, veneraron la imagen y la reliquia y pasaron el día Leyre. La tradición cuenta que N.P.S. San Virila era natural de Tiermas. Dos día más tarde celebramos nosotros con solemnidad la fiesta litúrgica del Santo Abad de Leyre. Y el día 21 celebramos también con la solemnidad que nos permiten las normas litúrgicas la fiesta de las Santas Nunilo y Alodia. Después de vísperas, hicimos una statio a su capilla donde P. Abad dio a venerar sus reliquias, tanto a los monjes como a los fieles congregados en la iglesia. EN TORNO A LA BEATIFICACIÓN DE LOS MÁRTIRES DE EL PUEYO El hecho de haber contado en nuestra comunidad con el P. Plácido Mª Gil (+ 11 de septiembre de 2009), el testigo principal de la página martirial de la comunidad benedictina de El Pueyo (Barbastro), amén del papel decisivo que ha desempeñado Leyre en el Proceso para la Causa de su Beatificación, motivó que la celebráramos el 13 de octubre de manera singular y que el P. Abad y el P. Ramón Luis Mª. se hallaran presentes en Tarragona en la ceremonia de su Beatificación y en otras celebraciones extraordinarias, hechas en su honor. Para la memorable ocasión desde la Causa de Beatificación se publicó el folleto: Mártires de El Pueyo: Firmes y valientes testigos de la fe, escrito por el P. Ramón Luis Mª. Contiene el relato del martirio de los 18 benedictinos. Se lo enviamos a los monasterios de monjes y de monjas, a los familiares de los beatos y a sus parroquias de origen, lo mismo que a las de Barbastro y Monzón invitando a su Beatificación el 13 de octubre en Tarragona.
El 6 de octubre los PP. José Antonio y Ramón Luis Mª se desplazaron a El Pueyo para recoger una reliquia insigne de los Mártires podienses. Con ella el Sr. Obispo de Barbastro, Mons. Alfonso Milián, y los religiosos del Verbo Encarnado, que regentan el santuario han querido significar la implicación de Leyre en la Causa de Beatificación. El día 11 del mismo mes llega a nuestro monasterio el P. Prior de la Abadía de Samos, P. José Luis Vélez, acompañado de Fr. José Antonio Morcillo, monje de su comunidad. Al día siguiente viajan a la Abadía de Montserrat, acompañados por nuestro P. Abad y el P. Ramón Luis Mª, para unirse al grupo de monjes, de distintos monasterios españoles que
Antes de la Misa de Acción de Gracias en Monzón, el Sr. Cardenal Cañizares, los Obispos y Abades, los monjes, los superiores del Instituto del Verbo Encarnado y algunos sacerdotes fueron recibidos en el Ayuntamiento montisonense por su Alcaldesa y la Corporación Municipal.
el día 13 asistieron en Tarragona a la Beatificación de 522 de los mártires de la persecución religiosa en España de los años 30, entre los cuales se encuentran los 18 monjes benedictinos de el Pueyo y otros 20 monjes de Montserrat. Desde Roma vino nuestro Rvdmo. P. Abad Primado, Dom Notker Wolf, para participar en esta magna ceremonia. Asistió también a la Beatificación, y en representación de su comunidad, el P. Christophe Bettwy de la Abadía de San Martín Ligugé (Francia), pues entre los Mártires de El Pueyo, figuraba el Hno. Ángel Fuertes, monje del priorato de Ntra. Sra. de Cogullada (Zaragoza), fundado por la comunidad de Ligugé. Al suprimirse dicho priorato, el Hno. Ángel pasó temporalmente a El Pueyo, pero sin perder su estabilidad en Ligugé, lo que le convierte en el primer mártir y beato de nuestra Congregación de Solesmes. El domingo, día 13, en la misa conventual hicimos conmemoración de todos los mártires beatificados en Tarragona. En la iglesia se expusieron, además de la reliquia, varios recuerdos de los benedictinos de El Pueyo que se conservan en Leyre, algunos de ellos son donación de sus familiares. Y al término de la misa, fuimos al cementerio para cantar la Salve ante la sepultura del P. Plácido Mª Gil, el cual compartió la prisión con los mártires, fue testigo cualificado de cómo se prepararon para el martirio y años después puso por escrito sus recuerdos en las obras: Iban a la muerte como a una fiesta y Un adolescente en la retaguardia. El primero de estos libros fue decisivo en la reapertura del proceso de su Beatificación y por la cual él tanto se desvivió. Al otro día, celebramos por vez primera la misa votiva en su honor. Y ese mismo día el P. Abad, el P. Ramón Luis Mª, con el P. Prior y Fr.
José Antonio de Samos, a su regreso de Montserrat, pararon en El Pueyo donde celebraron una Eucaristía muy intima y entrañable en la misma sala en la que se hallaban los restos de los nuevos beatos, tras ser reconocidos y antes de colocarlos en unas urnas de cristal para ser posteriormente depositados en su nuevo emplazamiento. El domingo, día 27, el P. Abad y el noviciado se desplazaron a EL Pueyo y a la concatedral de Monzón. En el dicho santuario, se consagró el nuevo altar bajo el cual colocaron tres urnas con las reliquias de los Mártires, una de ellas llevada por dos monjes de Leyre: los PP. José Antonio y Ramón Luis Mª. Y en Monzón se celebró una Misa de Acción de Gracias por su Beatificación y también por la de los dos sacerdotes de aquella población beatificados en Tarragona. En dicha misa concelebraron, entre otros muchos, algunos de los obispos de la provincia eclesiástica de Zaragoza o naturales de Aragón. El P. Abad de Montserrat, que también participó en la celebración, entregó a nuestro P. Abad una reliquia del mártir de su comunidad, P. Placido Mª. Feliú. Presidió ambas celebraciones el Cardenal Antonio Cañizares. Y Antes de esta Misa de Acción de Gracias en Monzón, el Sr. Cardenal, los Obispos y Abades, los monjes, los Superiores del Instituto del Verbo Encarnado y algunos sacerdotes fueron recibidos en el Ayuntamiento montisonense por su Alcaldesa y la Corporación Municipal. Más celebraciones martiriales en las que hubo representación de la comunidad fueron las del 12 de noviembre. El P. Prior, por la tarde, concelebró en la misa de la catedral de Pamplona, presidida por el Sr. Arzobispo, celebrada en acción de gracias por 29 navarros, también beatificados en Tarragona el 13 de octubre. Por la mañana había presidido en Irurzun, la misa en acción de gracias por la Beatificación de uno de estos mártires citados, el Hermano Marista beato Saturnino Jaunsarás Zabaleta, pariente suyo. Dicha misa había sido organizada por la parroquia y el vecindario del referido pueblo, de donde era natural, y por su familia. NUESTROS DIFUNTOS Dña. Josefa Cuez, madre de nuestro Oblato Secular D. Antonio Castro, fallecida en Puerto de Santa María (Cádiz), el día 2 de agosto. El 22 de agosto nos llega la noticia del fallecimiento de don Carlos Figuero, durante muchos años nuestro médico de cabecera, que nos atendía con una dedicación y un cariño paternal. Traslado de Sangüesa a Lumbier, continuó manteniendo una estrecha relación con nuestra comunidad. Nunca faltó a la cita el día de San Benito. Y el día 24, sábado, según dejó él mismo dispuesto, celebramos la misa de córpore in sepulto en nuestra iglesia, que resultó pequeña, pues acudió tanta gente como en los días más señalados del calendario litúrgico. Fray Ramón Molina Piñedo
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La Romería de Yesa l día 31 agosto, sábado, los vecinos de nuestro pueblo de Yesa subieron en romería hasta Leyre, con su preciosa imagen de la Virgen. Por segundo año, al término de las fiestas patronales de Yesa, nuestros vecinos han querido volver a dejarnos la preciada imagen celebrando esta romería que en la presente ocasión ha reunido a cerca de un centenar de personas. Con su Ayuntamiento y su Párroco a la cabeza el pueblo de Yesa llegó hasta Leyre llevando procesionalmente la Virgen, siendo recibido en la Puerta Speciosa de la iglesia abacial, por el P. Abad y la Comunidad. A continuación tuvo lugar la Eucaristía, presidida por el P. Abad de pontifical, la cual contó también con una intervención de nuestro joven Alcalde, D. Roberto Martínez. Y en el ofertorio se ofrecieron algunos frutos propios del pueblo y una enorme hogaza de pan. Acabada la misa, los peregrinos recordando la antigua romería de las Santas Nunilo y Alodia, se dirigieron a su capilla, donde las veneraron y donde el P. Abad les dirigió unas palabras. Y así, con este acto concluyó la celebración que ha venido a robustecer los lazos fraternos y de buena vecindad, existentes entre los monjes de Leyre y el pueblo de Yesa. Nuestros vecinos finalizaron la jornada con una comida de hermandad.
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Encuentro anual de los Amigos de Leyre
l pasado 20 de octubre tuvo lugar este año el encuentro anual que reúne a los Amigos de Leyre, en el marco de una jornada festiva, celebrativa y de confraternización entre nuestros Amigos y la Comunidad de monjes. El encuentro se desarrolló en torno al acostumbrado programa de actos de todos los años. Primeramente se celebró la solemne Eucaristía, presidida por el P. Abad de pontifical. Acabada la misa, la foto de grupo como recuerdo del encuentro y seguidamente en nuestro “salón verde” el acto cultural de la jornada: una conferencia que siempre versa sobre un tema referido a Leyre, a su historia, arte o tradición. Este año dicha conferencia corrió a cargo del P. José Antonio X. Pedroarena, que habló sobre la figura del primer restaurador material de Leyre, el benemérito sacerdote navarro D. Hermenegildo Oyaga (1843-1913), cuyo centenario hemos recordado este año (ver págs. 5 y 6 del presente Boletín). Nuestros Amigos prosiguieron la jornada con el almuerzo servido en nuestra hospedería externa. Este año concluyeron haciendo una colecta común para colaborar en el proyecto de reconstrucción del órgano, proyecto que ya muchos de nuestros Amigos están apoyando personalmente mediante la compra simbólica de un tubo.
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BOLETÍN DE LEYRE. Publicación cuatrimestral de la Abadía de San Salvador de Leyre. www.monasteriodeleyre.com Para suscripciones al Boletín y contactar:
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