EL CONCEPTO DE CRISIS ECONÓMICA EN LA HISTORIA DE CANARIAS

EL CONCEPTO DE CRISIS ECONÓMICA EN LA HISTORIA DE CANARIAS ANTONIO M. MACÍAS HERNÁNDEZ Catedrático de Historia Económica Departamento de Historia e I

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EL CONCEPTO DE CRISIS ECONÓMICA EN LA HISTORIA DE CANARIAS

ANTONIO M. MACÍAS HERNÁNDEZ Catedrático de Historia Económica Departamento de Historia e Instituciones Económicas

JOSÉ LUIS RIVERO CEBALLOS Catedrático de Economía Aplicada Departamento de Economía de las Instituciones, Estadística Económica y Econometría

Universidad de La Laguna

SUMARIO

I.

Introducción.

II.

Innovación, innovación… o muerte.

III.

¿Dónde está el oro? Redescubrimiento y crisis.

IV.

Indígenas y europeos: el drama primigenio.

V.

El nuevo sistema productivo.

VI.

Un largo período crítico.

VII,

La gran crisis estructural.

VIII. Vino viejo en odres nuevos. IX.

El calvario autárquico en versión isleña.

X.

Del pleno empleo al paro: la crisis de los años setenta.

XI.

Recuperación y crisis, recuperación y crisis…

XII.

Algunas conclusiones.

hacienda canaria

85

ANTONIO M. MACÍAS HERNÁNDEZ

I. INTRODUCCIÓN

Y

JOSÉ LUIS RIVERO CEBALLOS

turales e institucionales que determina la estructura y dinámica del sistema produc-

Durante los dos últimos años, el térmi-

tivo. Y en una historia como la isleña, de

no crisis ocupa un lugar preeminente en

más de dos milenios, este complejo con-

nuestro lenguaje cotidiano, y Canarias ofre-

junto de valores no permaneció inmutable;

ce ejemplos de gran relevancia analítica

experimentó, por el contrario, profundas

acerca de su complejo significado epistemo-

crisis y transformaciones estructurales,

lógico. Porque, de entrada, la crisis no es

derivadas, en síntesis, del brusco y dramá-

únicamente un simple e inesperado desajus-

tico paso de una sociedad neolítica, proto-

te económico, como por lo general tiende a

histórica, a otra en gran medida feudal y,

creerse. En realidad, la crisis anida dentro

finalmente, a otra de naturaleza capitalista.

del sistema social e integra elementos de muy diverso y contradictorio signo (sociales, económicos, políticos y culturales) y, por

II. INNOVACIÓN, INNOVACIÓN… O MUERTE

ello, en constante pugna. Por consiguiente, cuando hablamos de crisis nos referimos al

Toda historia comienza con un mito pri-

momento concreto en que esta persistente

migenio de ilustre cuna. Sin embargo, el

dialéctica provoca una brusca perturbación

nuestro no pudo ser más crítico. La Atlántida

en el sistema social. Asistimos entonces a

feliz desapareció por la estulticia de los

un período de transición, de corta o amplia

hombres, que se vieron luego condenados a

duración temporal, que acabará cuando el

vivir una existencia miserable en sus siete

triunfo de unos elementos silencie por un

peñascos. Y, en efecto, ésta y no otra fue la

tiempo la acción de sus detractores y se

historia de nuestra primera gente, una

alcance un nuevo equilibrio; la crisis queda,

población protohistórica de origen norteafri-

pues, adormecida hasta que se produzca

cano que colonizó la tierra a finales del

una nueva perturbación.

segundo milenio anterior a nuestra era. Los arqueólogos se afanan en demostrar que

Por supuesto, este breve apunte epis-

recibió la visita de púnicos y romanos, pero

temológico sobre el término crisis no pre-

lo indudable es que fue abandonada a su

tende en modo alguno ser exhaustivo.

suerte, pues no contó con aportes tecnoló-

Únicamente le hemos mencionado aquí por

gicos foráneos que mejorasen la productivi-

dos modestas y sencillas razones. La pri-

dad de su precaria economía.

mera, porque es preciso tenerlo bien presente a la hora de abordar una lectura de

La consecuencia principal de este ais-

dicho concepto desde una amplia perspec-

lamiento fue la ausencia de progreso

tiva histórica y, la segunda, porque nuestro

social. Llegó el momento en que el sistema

texto hace mayor hincapié en las crisis de

productivo indígena no pudo atender la

naturaleza económica. Asumimos entonces

demanda de la población por la carencia de

la tesis que define la economía como el

medios innovadores. La crisis de carestía

conjunto de valores sociales, políticos, cul-

provocó una crisis de sobrecarga y una cri-

86 hacienda canaria

EL

CONCEPTO DE CRISIS ECONÓMICA EN LA HISTORIA DE

CANARIAS

sis política por el control de los recursos.

los indígenas dónde estaba y de inmediato

Pero como vencedores y vencidos tenían

comprendieron que el Archipiélago no per-

que sobrevivir en un espacio limitado, lo

tenecía a la geografía minera del Eldorado

poco que sabemos sobre nuestra comuni-

africano. Entonces, ¿por qué los reinos

dad indígena demuestra que la máxima

ibéricos mostraron un desaforado empeño

hobbiana tuvo inmediata aplicación. Las

por la posesión de un territorio cuya única

crisis forjaron la creación de nuevos valo-

riqueza eran unas gentes de extraño ori-

res y de nuevas estrategias políticas y

gen y credo? La respuesta no admite

sociales, pues la paz convertida en norma

duda: el establecimiento de una economía

suprema de convivencia era la única vía

de servicios marítimos en las islas facilita-

para lograr al menos la supervivencia del

ría el acceso a las futuras riquezas aurífe-

grupo humano.

ras africanas.

III. ¿DÓNDE ESTÁ EL ORO? REDESCUBRIMIENTO Y CRISIS

Estamos en la década de 1340 y toda Europa se sentía segura de sus logros y, como vemos, aspiraba a más allende sus

Los reinos y ciudades de la Europa

fronteras. Pero los elementos críticos ya se

cristiana acuñaban monedas de oro, y el

anunciaban por doquier y en la forma de

metal aurífero procedía en su mayor parte

intensas y cada vez más frecuentes ham-

del África subsahariana. Los mercaderes

brunas. Entonces llegó la muerte. Una terri-

árabes controlaban este negocio, y los

ble epidemia de peste negra de origen asiá-

comerciantes de la Cristiandad adquirían el

tico se presentó en Venecia en enero de

preciado metal mediante su intercambio

1348 y llegó a todos los rincones de Europa.

por bienes europeos en las plazas nortea-

La quimera el oro debió, pues, posponerse,

fricanas. Por consiguiente, si la Europa

así como el proyecto de incorporar el

cristiana quería un acopio más barato y

Archipiélago a la economía europea.

abundante de metal aurífero debía conquistar estas plazas —empresa harto difícil— o bien encontrar una ruta marítima a

IV. INDÍGENAS

Y

EUROPEOS:

EL

DRAMA PRIMIGENIO

las fuentes del oro africano. A principios del siglo

XV,

la Europa

Resumimos así la principal causa del

cristiana recuperó su actividad productiva y

redescubrimiento de las Islas de la Fortuna

retomó de nuevo su proyecto africanista,

a mediados del siglo

cuando Europa

protagonizado esta vez por la Corona por-

tuvo el primer encuentro —en Canarias y

tuguesa. Y aunque su homónima castellana

no en América—con su pasado gentil más

carecía de las fuerzas necesarias para aco-

remoto. Sin embargo, la obra civilizadora

meter esta empresa, inició la ocupación del

no era aún el objetivo. Lo era, en realidad,

Archipiélago en los primeros años de la

el oro. Los nautas europeos preguntaron a

centuria.

XIV,

hacienda canaria

87

ANTONIO M. MACÍAS HERNÁNDEZ

Y

JOSÉ LUIS RIVERO CEBALLOS

Fue, sin embargo, una acción de muy

primer capitalismo y del primer estado

corto vuelo. Su principal agente, el señorío

moderno ibérico para crear en el nuevo

bethencouriano, convirtió las islas bajo su

territorio un sistema social con valores simi-

dominio

factoría.

lares al europeo. Y estimo, además, muy

Frecuentaba la tierra aún en poder de la

necesario aclarar este punto, pues expreso

comunidad indígena para esclavizar a su

aquí mi más enérgico rechazo a toda tesis

gente o bien para venderle baratijas por

que considere el Archipiélago como la pri-

unos pocos productos de elevado precio en

mera colonia del Imperio hispano.

en

una

auténtica

los mercados europeos. Y es que se desconocía aún el móvil preciso para la definitiva

Nuestra principal y única fuente de

conquista y colonización del territorio, y el

riqueza era la tierra, y su preferente asig-

encuentro directo con las minas de oro afri-

nación productiva fue la agroindustria azu-

cano era aún una quimera.

carera, destinándose su oferta a los mercados europeos. Ahora bien, esta prioritaria

La situación experimentó un brusco y

asignación productiva no debe entenderse

acelerado cambio en el último cuarto de la

en modo alguno como una exigencia o

centuria, cuando se produjo la definitiva

imposición foránea, esto es, de los agentes

ocupación del Archipiélago. Y la razón de

neurálgicos de la economía-mundo capita-

esta premura está muy clara. Los europeos

lista en formación.

ya vislumbraban la proximidad de las minas de oro africanas y las islas aún en

La conquista y colonización del territo-

poder de los gentiles poseían un potencial

rio supuso la inversión de cuantiosos dine-

de riqueza que amortizaría con creces los

ros, y no sólo por los banqueros genove-

costes de su conquista y colonización.

ses, como habitualmente se dice, sino

Asistimos ahora al acto final del drama que

también por la miríada de colonos que lle-

sintetiza toda la historia de la comunidad

garon para poblar la tierra. Se deduce, por

indígena. Porque debemos recordar a pro-

tanto, que nuestra primera economía con-

pios y foráneos que Canarias fue el primer

trajo una elevada deuda externa con aque-

escenario de la crisis catastrófica que ocu-

llas que financiaron su construcción, y que

rriría luego en América a raíz de su con-

ésta no hubiera ocurrido sin la garantía de

quista y que revistió el carácter de genoci-

un producto agroexportador capaz de

dio y etnocidio. El 90 por ciento de la

financiar aquella deuda.

población sucumbió por la acción de los agentes patógenos introducidos por los europeos.

El azúcar es hoy un producto proletario, mientras que, en aquel tiempo (siglos XIV-XV),

V. EL NUEVO SISTEMA PRODUCTIVO

era la oferta del sector agroindus-

trial de mayor valor añadido y estaba por ello reservada a los poderosos. Por consi-

Interesa ahora precisar la estrategia

guiente, la agroindustria azucarera debe

que diseñaron las fuerzas combinadas del

entenderse como la estrategia productiva

88 hacienda canaria

EL

CONCEPTO DE CRISIS ECONÓMICA EN LA HISTORIA DE

CANARIAS

que maximizaba la dotación de recursos

entonces en almacén de toda clase de bie-

disponibles con vistas a obtener un produc-

nes y servicios con destino a la navegación

to exportador con un elevado valor de cam-

y el comercio atlánticos. Surgió así el

bio; un producto capaz de sufragar la

segundo pilar de nuestra actividad produc-

deuda externa generada por la conquista y

tiva y cuya magnitud no suele atenderse:

colonización y de formar el ahorro-inver-

una economía de servicios marítimos.

sión preciso para la continuidad de la nueva economía.

Todo sistema productivo se rige por un conjunto de valores que le es propio, y

Había nacido, pues, nuestra economía

de éste emerge un marco institucional, es

agroexportadora; una economía que per-

decir, un conjunto de reglas formales e

siste aún en nuestro escenario agrario,

informales que guían la actuación de los

aunque, como veremos, con un significado

agentes económicos. Por consiguiente,

y alcance bien diferentes desde mediados

debemos aclarar el conjunto de valores que

Ahora bien, nuestra economía

fundamentó la génesis del marco institu-

agroexportadora no debe confundirse con

cional propio del nuevo sistema producti-

la tesis del monocultivo, esto es, con aque-

vo; un marco, además, que considero

lla que sintetiza la historia económica isle-

como su tercer pilar, pues permitió el desa-

ña en sucesivos y alternativos ciclos de

rrollo de sus economías agroexportadora y

expansión y crisis de los cultivos exporta-

de servicios bajo el dominio político del pri-

dores. Cierto es que ejercieron el papel de

mer Imperio moderno.

del siglo

XIX.

fuerza motriz, pero también crearon un mercado interior de bienes y servicios que

Comencemos por la tierra y el agua.

ejercía la importantísima función de garan-

Finalizada la conquista, ambos recursos

tizar su competitividad; la producción

fueron

agropecuaria

la

Fuerteventura, La Gomera y El Hierro) o

demanda de las unidades dedicadas al cul-

realengo (Gran Canaria, Tenerife y La

tivo exportador, y la fuerza de trabajo cum-

Palma). Y como sin vasallos no había eco-

plimentaba su calendario laboral faenando

nomía, los señores y, sobre todo, la Corona

en ambos subsectores agrarios. En resu-

cedieron lotes de tierras y aguas al colona-

men, ambos constituyen lo que venimos

to sin exigirle renta alguna. Pero los dere-

llamando economía agroexportadora.

chos de propiedad propios del feudalismo

doméstica

abastecía

dominio

señorial

(Lanzarote,

no se habían aún superado. Extensos Primero fue África y luego América y,

muros de piedra seca —las rayas de las

algo más tarde, un continuo fluir de bajeles

vegas, todavía bien visibles en los campos

de múltiples banderas surcaron el Atlántico

herreños y majoreros— cabalgaban por

a medida que Europa colonizaba el escena-

predios y laderas para impedir los daños

rio indiano y reclamaba esclavos africanos

del ganado, y una vez recogidas las mie-

para explotar minas, haciendas y plantacio-

ses, todas las rastrojeras quedaban para

nes. Los puertos insulares se convirtieron

pasto común de la comunidad aldeana, que

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Y

JOSÉ LUIS RIVERO CEBALLOS

tuvo también libre acceso a las tierras y

Cierto que, luego de 1540, se hizo sentir la

aguas no repartidas por su naturaleza de

ruina azucarera debida a la competencia

propiedad comunal.

antillana y brasileña, pero desde tiempo atrás la vinicultura había ganado mercados

¿Quiénes fueron los colonos? La cons-

en Europa, África y América. Y como aquí

trucción de ingenios y plantaciones exigió la

y, sobre todo, en la tierra caribeña, fue

arribada de capital humano y, al contrario

decisivo el papel del capital canario en la

que en la América hispana, la tierra insular

creación de las primeras economías de

estuvo siempre abierta a toda clase de gen-

plantación, el nuevo sistema productivo

tes. Se formó así una sociedad de frontera

adquirió el rango de insular y atlántico.

que adquirió mayor rango a medida que los puertos insulares se convirtieron en posada

VI. UN LARGO PERÍODO CRÍTICO

atlántica. Ahora bien, en esta sociedad criolla, donde conviven indígenas, europeos de

La recesión comenzó en el último y tuvo, además, un

variado origen y africanos libres y esclavos,

cuarto del siglo

existió una elite que controlaba los resortes

carácter estructural, pues afectó a los

del poder político; una elite agraria y mer-

valores que hasta entonces regían las

cantil que negoció con la Corona las dispo-

reglas formales e informales del sistema

siciones que convenían al desarrollo de las

social y productivo. Interesa, por tanto,

economías de producción y de servicios,

detenernos en el examen de esta nueva

aunque, obviamente, según sus criterios de

crisis de larga duración, ya que en su

eficiencia económica y de clase.

transcurrir se gestó el sistema productivo

XVII

que eclosionaría a mediados del siglo La fiscalidad indirecta no afectó a los insulares; únicamente cabe aludir a unos

XIX,

es decir, nuestro sistema socioeconómico contemporáneo.

aranceles cuya cuota ad valoren era la mitad La recesión comenzó con la contrac-

de la exigida en el territorio peninsular. Y frente a cualquier medida restrictiva de

ción

de

las

exportaciones

vinícolas.

carácter colonial o proteccionista, los insula-

Perdimos el mercado inglés en beneficio de

res tuvieron libre acceso a los mercados

los vinos lusitanos, mientras en el colonial

europeos y coloniales, de modo que podían

retrocedíamos ante la competencia de la

colocar su oferta agroexportadora allí donde

oferta peninsular. Había, por supuesto, un

maximizaban su ventaja comparada. Y no

problema de costes; nuestros vinos eran

hubo límite alguno a la importación de toda

más caros. Pero si esto era cierto en el caso

clase de bienes, ni tampoco a la entrada de

de las exportaciones a las colonias, no lo

todo bajel que reclamase los servicios marí-

era en el caso del Canary Wine, que era

timos de los puertos insulares.

incluso más barato en términos de costes que la malvasía maderense y el oporto.

Dos siglos de progreso marcaron las bondades del nuevo sistema productivo.

90 hacienda canaria

Entonces, ¿por qué perdimos el mercado inglés?

EL

CONCEPTO DE CRISIS ECONÓMICA EN LA HISTORIA DE

CANARIAS

La respuesta debe buscarse en el plano

un lado, en los argumentos de la nueva

institucional. Inglaterra impuso elevados

economía, esto es, en la acción individual

aranceles a la malvasía isleña y redujo los

como vía de progreso frente a toda idea

exigidos a los vinos lusitanos. Y aunque los

colectiva, y, de otro, en su control de los

insulares protestaron por la vía de los hechos

mecanismos del poder político, la elite

y de la diplomacia, exigiendo la libertad

agraria y mercantil se apropió de tierras y

comercial con una nación que tenía en los

aguas comunales para garantizar sus

puertos insulares su base de contrabando

ingresos por la vía de la renta. Entonces

con el comercio colonial hispano, todo fue

estalló el conflicto social, dirigido obvia-

inútil. La Corona hispana se negó a aceptar

mente por la elite de la comunidad aldeana

la propuesta inglesa, que exigía igual trato a

que veía ultrajado su derecho a participar

la entrada de sus manufacturas en las colo-

en esta privatización. La crisis agrandó,

nias hispanas. Y como, por un lado, menos

pues, el proceso de proletarización campe-

bajeles cargaban nuestros vinos a cambio de

sina, esto es, la ruina de los bienes comu-

las manufacturas que alimentaban luego el

nales, que tendrá su epílogo en la des-

contrabando con las colonias hispanas, y, por

amortización civil (1855).

otro, el incremento del comercio directo aminoró la intermediación isleña, la recesión

Finalmente, hubo también una crisis

afectó también a la economía de servicios

institucional. La reorganización política-

marítimos. En resumen, el monopolio y el

administrativa del absolutismo borbónico,

privilegio arruinaban la tierra.

dirigida a incrementar los ingresos fiscales, obstaculizó el funcionamiento de las reglas

Había que arbitrar soluciones a la cri-

informales (contrabando) que hasta enton-

sis. Y la primera fue la salida a América; si

ces sustentaban el comercio en ambos

en la fase anterior emigraban capitales,

lados de nuestro sistema insular y atlánti-

ahora eran hombres, que se asentaron

co. Y como los Comandantes generales se

sobre todo en el otro lado de nuestro siste-

convirtieron en auténticos virreyes, pues

ma económico insular y atlántico, es decir,

podían presidir incluso las deliberaciones

en la tierra caribeña, donde ampliaron la

de la Real Audiencia, la oligarquía perdió

frontera del tabaco (Cuba) y del cacao

parte de su capacidad de gestión de los

(Venezuela), mientras sus remesas contri-

mecanismos del poder político.

buían a aliviar la miseria de los hogares de este lado. Y como la regresión redujo nues-

VII. LA GRAN CRISIS ESTRUCTURAL

tra capacidad adquisitiva, hubo que desempolvar el telar doméstico y agregar más

Entre 1789 y 1814, los campos euro-

tierra y agua al proceso productivo para

peos se tiñeron de sangre. Hubo vencedo-

incrementar la oferta alimentaria.

res y vencidos, y otros obtuvieron pingües beneficios durante el período bélico. Pues

Las soluciones no fueron, sin embar-

bien, este fue el caso de los canarios. Las

go, del agrado de todos. Amparándose, de

continuadas contiendas arruinaron a sus

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ANTONIO M. MACÍAS HERNÁNDEZ

Y

JOSÉ LUIS RIVERO CEBALLOS

competidores y pudieron entonces vender

mercado interior para la economía nacio-

de nuevo sus caldos y un nuevo cultivo

nal, y en una política fiscal, dirigida en este

exportador, la barrilla, especialmente a un

caso a mejorar los ingresos de una hacien-

nuevo y prometedor mercado, los Estados

da en total bancarrota. La homogeneidad

Unidos. Y como las trabas institucionales al

de todo territorio y ciudadano ante el fisco

contrabando impuestas por el reformismo

implicó que los insulares perdieron el régi-

borbónico quedaron en suspenso, los puer-

men excepcional tributario de que habían

tos insulares recuperaron su ventajoso

gozado durante más de tres siglos. Y si

papel de posada atlántica.

este mal fue contestado con pasquines y asonadas populares de mayor o menor vio-

Ahora bien, como era de prever, una

lencia, pues era la masa campesina la que

vez acabado el conflicto, las cosas volvie-

soportaba principalmente la nueva carga

ron a su ruinoso estado anterior, y lo no

tributaria, lo que afectó a todos fue la polí-

previsto fue que al poco adquirieron el

tica proteccionista.

carácter de tragedia, pues entre 1820 y 1850 Canarias conoció la mayor crisis de

Los nuevos aranceles redujeron aún

toda su historia. La oferta agroexportadora

más la ya mermada capacidad adquisitiva

(vinos y barrilla) se hundió; los puertos se

de nuestra economía de producción agroex-

despoblaron de bajeles; creció el hambre,

portadora. Claro que cabía la posibilidad de

la miseria y la muerte; la emigración se

que las islas adyacentes —pomposo nombre

convirtió en una verdadera diáspora; los

dado a nuestras islas— adquirieran bienes

conflictos de toda clase se sucedieron, y se

nacionales. Pero, ¿a cambio de qué? Ni

habló incluso de posible desafección al

vinos ni barrillas compraba la economía

dominio hispano.

peninsular y, por tanto, la adquisición de aquellos bienes se saldaba con la extracción

¿Por qué? Muchas veces el discurso de

de un numerario del país que únicamente

la ambigüedad se impone, cuando, en rea-

podía llegarle del exterior, es decir, del saldo

lidad, lo que debemos reconocer es nuestra

favorable de su balanza de comercio.

incapacidad para dar una respuesta conclu-

qué decir de los bienes nacionales? Eran

yente. Pero en este caso hay pocas dudas:

más baratos y de mejor calidad los que se

el principal causante de la crisis fue un fac-

presentaban de contrabando en nuestras

tor institucional que, de pronto, dejó de

caletas y ensenadas, es decir, las manufac-

ejercer la función que hasta entonces había

turas de la primera potencia industrial, las

desempeñado en aras de favorecer el desa-

inglesas, que, además, habían vestido a los

rrollo de las economías agroexportadora y

insulares durante casi tres siglos.

¿Y

de servicios marítimos. La protección de la marina nacional La construcción del nuevo estado bur-

fue otro de los graves males. Se impusie-

gués hispano se fundamentó en una políti-

ron diversas gabelas para impedir la arri-

ca proteccionista con el fin de reservar el

bada de la flota extranjera y favorecer con

92 hacienda canaria

EL

CONCEPTO DE CRISIS ECONÓMICA EN LA HISTORIA DE

CANARIAS

ello la contratación de la marina nacional.

artificiales, se vio sustituido por la trilogía

La consecuencia fue casi inmediata. La

plátanos, tomates y papas. La libre entra-

flota extranjera dejó de frecuentar los

da de la flota internacional a los puertos

puertos insulares, castigando con ello la

insulares revitalizó la economía de servi-

negociación de fletes de la economía agro-

cios marítimos, con la importante particu-

exportadora y reduciendo al mínimo las

laridad que ahora ganó una mayor dimen-

ganancias de intermediación de nuestra

sión por la creciente intensidad del tráfico

economía de servicios marítimos. Y esto

marítimo atlántico.

ocurrió precisamente cuando nuestro tradicional país de intercambio, Inglaterra,

Así pues, las franquicias facilitaron la

necesitaba la apertura de los puertos insu-

recuperación de la producción agroexpor-

lares con el fin de abastecer de víveres y

tadora y de la economía de servicios, que

agua a los bajeles involucrados en la cons-

conocieron una fuerte expansión entre

trucción de su Imperio.

1850 y 1936, aunque con algún paréntesis, como luego veremos. Porque, ahora, es

Era preciso actuar ante las principales instancias del poder político. Y para la elite

preciso aludir a la aparición de dos sectores realmente nuevos.

agraria y mercantil tradicionalmente vinculada al escenario atlántico, la solución no

Los puertos francos facilitaron la libre

admitía duda alguna. Se trataba, en sínte-

importación de energía y materias primas a

sis, de recuperar nuestra herencia libre-

precios internacionales. Surgió entonces un

cambista, esto es, de reclamar al nuevo

sector industrial (tabaco, pesquerías, azú-

Estado una política en materia fiscal y mer-

cares, harineras, cerveceras, industrias

cantil diametralmente diferente de la apli-

mecánicas) vinculado a la demanda inte-

cada al territorio peninsular. Como sostenía

rior, a la de los buques en tránsito y a los

uno de sus principales valedores, Alonso de

mercados africanos, produciéndose incluso

Nava Grimón, nuestro primer economista,

envíos a la Península. Y cuando, en 1900,

debíamos ser tratados como país tercero

la industria peninsular protestó por la com-

en lo económico con el fin de seguir siendo

petencia desleal isleña, exigiendo la aplica-

españoles en lo político.

ción a los insulares de la política arancelaria, estos últimos prefirieron seguir siendo

VIII. VINO VIEJO EN ODRES NUEVOS

españoles en lo político y país tercero en lo económico.

El decreto de puertos francos (1852) sintetizó las aspiraciones de esta elite. Un

El segundo sector nuevo fue el turismo.

nuevo producto agroexportador, la grana o

Las consignatarias extranjeras, especialmen-

cochinilla, ganó competitividad en los mer-

te las inglesas, que hacían escala obligada en

cados exteriores; y cuando este producto

los puertos insulares, pronto se percataron

decayó en la década de 1870 como conse-

de las ventajas de nuestro suelo para esta

cuencia del generalizado uso de las anilinas

nueva opción productiva, que por entonces

hacienda canaria

93

ANTONIO M. MACÍAS HERNÁNDEZ

Y

JOSÉ LUIS RIVERO CEBALLOS

comenzaba su andadura en la Europa indus-

Otros elementos críticos del librecam-

trial. Se construyeron los primeros hoteles

bio puertofranquista son de naturaleza

con capital extranjero y a esta iniciativa se

interna. La arribada de la oferta agrope-

sumó luego el capital indígena.

cuaria internacional significó la ruina del sector agrario que hasta entonces ejercía

Finalmente, los avances en la econo-

la importante función de cubrir la demanda

mía propiciaron la mejora de los niveles de

interna. El proceso de proletarización cam-

sanidad y educación públicas, sobre todo a

pesina, que alcanzó su punto álgido con la

partir de 1900. La mayor parte de la

definitiva privatización de los bienes comu-

población, ajena hasta entonces al debate

nales como consecuencia de la desamorti-

social y político, comenzó a participar en la

zación civil, se vio ahora ampliado por el

esfera pública a medida que avanzaban los

librecambio. La masa de pequeños propie-

niveles educativos y el asociacionismo

tarios debieron entonces buscar empleo en

obrero, especialmente en las zonas urba-

las plantaciones dedicadas al cultivo expor-

nas y en las áreas agrícolas vinculadas a

tador o bien en la emigración, siendo de

los cultivos exportadores.

nuevo Cuba el destino preferente.

Ahora bien, el librecambio puertofran-

El librecambio provocó la ruptura de la

quista tenía varios elementos críticos. Los

unidad económica regional. A partir de

primeros se deben a su estrecha vincula-

ahora, cada ámbito insular tendió a asignar

ción al mercado internacional. La sustitu-

sus recursos productivos a la obtención de

ción de la grana por las anilinas artificiales

un producto exportador, de modo que la

provocó una brusca contracción, aunque

isla que nada tenía que ofrecer al mercado

breve por la inmediata generalización de

internacional quedó en la más completa

los nuevos cultivos exportadores y por la

miseria, pues su única oferta, la agrope-

contratación de activos por parte de un

cuaria, poca o nula cabida tenía en el mer-

sector urbano en fuerte expansión. La

cado interior. Por su parte, las islas que

Primera Guerra Mundial generó la siguien-

centralizaban los recursos en los cultivos

te crisis, al caer la demanda internacional

exportadores y en la economía de servi-

frutera y paralizarse el tráfico marítimo por

cios, libraron una continua batalla por cap-

los puertos insulares. Finalmente, la terce-

tar para sí toda inversión o incentivo públi-

ra crisis llegó con la gran depresión de

co o privada que mejorara su vinculación

1929; y en este punto la discusión no ha

con el exterior o potenciara su actividad

terminado, pues si bien la depresión afectó

productiva. Nació así el pleito insular, esto

a las exportaciones de plátanos y al tráfico

es, uno de los elementos críticos de nues-

internacional, lo más destacado fue quizás

tro modelo económico contemporáneo.

el conflicto social protagonizado por una clase trabajadora que reclamó una mayor y

En síntesis, Canarias conoció un ace-

más justa participación en la distribución

lerado proceso de modernización social,

del producto social.

política y económica entre 1850 y 1936.

94 hacienda canaria

EL

CONCEPTO DE CRISIS ECONÓMICA EN LA HISTORIA DE

CANARIAS

Hubo, por supuesto, elementos críticos, y

una inflación sin precedentes y por el mer-

no disponemos aún de un análisis contra-

cado negro. La consecuencia inmediata no

factual que permita ponderar el significado

pudo ser otra: una brutal caída de los sala-

último de aquel proceso; por lo pronto y

rios reales y en un escenario laboral sin

visto en conjunto, las ganancias parece

mercado debido a la fuerte represión social

que fueron superiores a sus costes. Pues

y política.

bien, todo ello se perdió como por arte de magia en 1936.

Y como no faltan los revisionistas de siempre, que, entre otras cosas, señalan

IX. EL CALVARIO AUTÁRQUICO EN VERSIÓN ISLEÑA

que el paro y la pobreza tuvo un valor relativo o que durante el franquismo mejoraron algunos indicadores de bienestar humano,

La Guerra Civil supuso la ruptura de la

les recuerdo que esta mejora obedeció

experiencia democrática de la Segunda

sencillamente a un peculiar comportamien-

República, y Canarias sufrió durante los

to del denominador; esto es, a que emigra-

años 1936-1959 la segunda gran crisis de

ron casi un cuarto de los insulares jóvenes,

su historia y por el mismo factor que había

mejorando con ello la ratio de los que que-

causado la primera; en síntesis, por la

daron y, además, mandando remesas para

acción de un factor institucional que exten-

ayudarles a superar la miseria.

dió a las Islas la política económica que aplicaba al territorio peninsular; esto es, suprimió el legado librecambista isleño.

Finalmente, la crisis económica no lo fue todo. Debemos añadir la pérdida de capital humano y de experiencias adquiri-

¿Qué razones justifican este desgra-

das que provocó el período autárquico. La

ciado y funesto empeño? En principio, no

clase empresarial se acomodó a las nuevas

debemos buscarlas en el terreno de la eco-

circunstancias, esto es, sustituyó su legado

nomía, sino en el campo ideológico, pues

librecambista por el proteccionismo, mien-

es aquí donde en verdad se localiza el fun-

tras que aquellas que se atrevieron a soli-

damento de la política económica autárqui-

citar al dictador el retorno de la herencia de

ca defendida por el franquismo. ¿Y qué

sus mayores quedaron en el más absoluto

cabe esperar de una economía gobernada

de los silencios. ¿Y que decimos, por últi-

a golpes de decreto? Preocupado por acu-

mo, de la pléyade de intelectuales que

mular divisas, el régimen favoreció la ofer-

debieron buscar su sustento en el otro lado

ta agroexportadora (plátanos, papas y

del charco?

tomates), cuyas cosechas se obtenían agregando más trabajo, tierra y agua al proceso productivo, y controló con mano

X. DEL PLENO EMPLEO AL PARO: LA CRISIS DE LOS AÑOS SETENTA

de hierro los salarios, mientras sus esfuerzos por garantizar el abastecimiento del

La expansión económica de los años

mercado interior se vieron contestados por

sesenta fue sorprendente por muchas

hacienda canaria

95

ANTONIO M. MACÍAS HERNÁNDEZ

Y

JOSÉ LUIS RIVERO CEBALLOS

razones, pero mucho más lo fue el cambio

mentaron un periodo de crecimiento de la

que supuso la crisis de los setenta. La

economía

expansión combinó de forma peculiar

(1951-1973).

mundial

de

veintidós

años

determinados principios de economía de mercado con un ámbito institucional y polí-

El Plan Nacional de Estabilización

tico no democrático; fueron años de cam-

Económica (1959) perseguía la estabilidad

bios sectoriales que han sobrevivido duran-

de la economía nacional, el equilibro de su

te medio siglo y de pleno empleo. Por el

balanza de pagos y la fortaleza de la pese-

contrario, la crisis de los setenta sorprendió

ta, y sus medidas de política exterior seña-

a todos; nadie podía haber previsto un

laron el paso de la autarquía a la apertura

vuelco en las expectativas económicas de

internacional. Se produce así la devalua-

tal intensidad, de forma que, aún hoy, la

ción de la peseta (desde 42 hasta 60 pese-

economía isleña no ha podido recuperar un

tas/dólar) y el apoyo desde el exterior con

balance de oferta y demanda de trabajo

altos niveles de crédito de los organismos

que garantice el pleno empleo. Parece,

internacionales y del gobierno de los

pues, oportuno aislar los hechos de orden

Estados Unidos de América. Esta nueva

internacional, nacional y canario, que se

estrategia de la economía española respec-

conjugaron para crear un círculo vicioso en

to a las relaciones exteriores buscó, ade-

el ámbito de la economía.

más, la inversión extranjera, mientras que, en el ámbito interno, el objetivo fue contro-

El Consenso de Bretton Wood (1944)

lar la inflación, de modo que se estabiliza-

reorganizó la economía mundial en cuatro

ron los salarios, se elevaron los tipos de

grandes objetivos: el pleno empleo, el

interés, y se limitaron los créditos y el

ajuste de la balanza de pagos, la promo-

gasto público, al tiempo que la reforma fis-

ción del comercio internacional y el desa-

cal permitió incrementar la recaudación. Y,

rrollo económico. Las políticas de demanda

como resultado, la economía española giró

garantizarían el pleno empleo, y los tipos

hacia una senda de crecimiento basada en

de cambio fijos, pero ajustables, y los con-

nuevas actividades económicas, principal-

troles de capitales ajustarían la balanza de

mente el turismo, que a la postre marcarí-

pagos. La promoción del comercio interna-

an la pauta de los cambios profundos en el

cional se confiaba a la reducción de los

capitalismo español.

aranceles, y el desarrollo económico se impulsaría desde la ayuda oficial. El primer

Veamos ahora la economía insular. En

objetivo era responsabilidad de los gobier-

páginas anteriores hemos observado su

nos nacionales, y los tres últimos del Fondo

modernidad en el primer tercio del siglo

Monetario Internacional, el GATT, y el

y en ella aparece el turismo y por causas

Banco Mundial, respectivamente. Y aunque

ligadas al clima y a factores exógenos.

estos acuerdos no llegaron a los límites

Pues bien, ahora, tales factores (la apertu-

imaginados por Keynes, de «un auténtico

ra de la economía española; el aumento de

gobierno económico del mundo», funda-

las rentas de la población europea; la

96 hacienda canaria

XX,

EL

CONCEPTO DE CRISIS ECONÓMICA EN LA HISTORIA DE

CANARIAS

generalización de los periodos vacaciona-

minada «síntesis neoclásica», procedente

les; los cambios tecnológicos y los progre-

del intento de volver a reunir a la «familia

sos en la aeronáutica) alcanzaron tal inten-

neoclásica» con las aportaciones rompedo-

sidad que determinaron el nuevo perfil de

ras de Keynes. El consenso alcanzado se fue

la economía isleña: el turismo.

deteriorando, de forma que la denominada por Schumpeter «segunda situación clásica»

El desarrollo del sector generó cambios en la asignación de los recursos. Trabajo,

mostraba ya signos claros de que algo fundamental estaba cambiando.

capital y, sobre todo, el territorio, asignados tradicionalmente a las actividades que habí-

La pérdida de competitividad de los

an constituido la base de crecimiento de la

Estados Unidos, debida a la inflación inte-

economía insular, conocieron una importan-

rior generada por la negativa del presiden-

te competencia en la demanda que se hacía

te Johnson a subir los impuestos para

desde el hospedaje, la restauración, el

financiar la Guerra de Vietnam, cuestionó

transporte, otras actividades de ocio y de

uno de los pilares del consenso de Bretton

servicios auxiliares de las actividades turís-

Wood. En 1971, el presidente Nixon anun-

ticas. La demanda de trabajo tuvo, además,

ció la renuncia del país al compromiso de

la competencia externa, puesto que desde

convertir las monedas extranjeras en dóla-

diversas partes del mundo se requería fuer-

res y los dólares en oro a tipos fijos. El

za de trabajo para apoyar el proceso de cre-

dólar se devaluó, y aunque se siguió inter-

cimiento económico.

viniendo en los mercados, se permitió la fluctuación en el margen de una banda

Ocurrió entonces un nuevo proceso de

cada vez más ancha.

proletarización y movilidad de la fuerza de trabajo. Su localización urbana y las nuevas

Los precios internacionales experi-

formas de vida atrajo la oferta de trabajo

mentaron un brusco ascenso por el aumen-

procedente de las Islas más atrasadas en

to de los precios de las materias primas. En

las actividades relacionadas con el turismo.

el caso del petróleo, este aumento obede-

Asistimos, pues, a una fase de bonanza

ció al embargo de los países árabes como

productiva, que si bien se sostuvo durante

reacción al apoyo occidental a Israel en la

algo más de una década, fue suficiente para

guerra árabe-israelí, y, en el caso del trigo,

alimentar hasta hoy sucesivas fases de cre-

a las sucesivas malas cosechas en la Unión

cimiento de los ciclos económicos.

Soviética, que obligó a recurrir al mercado internacional. Y cuando las economías occi-

A principios de los años setenta ocu-

dentales comenzaban a tomar medidas

rrieron rupturas en diversos ámbitos de la

expansivas, la revolución iraní de 1979

economía. Se discutieron las ideas que habí-

quebró las expectativas de recuperación al

an orientado la política económica desde la

provocar una segunda crisis petrolera y un

Segunda Guerra Mundial, esto es, la deno-

nuevo incremento de los precios.

hacienda canaria

97

ANTONIO M. MACÍAS HERNÁNDEZ

Y

JOSÉ LUIS RIVERO CEBALLOS

La inflación obligó a las economías

el cambio institucional de la dictadura a la

occidentales a cambiar el signo de sus polí-

democracia tuvo repercusiones en las

ticas:

expectativas

de

expansivas

a

restrictivas.

empresariales.

La

nueva

Subieron los tipos de interés y la economía

regulación de los mercados, entre otros,

mundial entró en una larga recesión, que

del mercado de trabajo; el diseño de las

tuvo efectos muy dramáticos para los paí-

nuevas instituciones, como las organizacio-

ses en vías de desarrollo. Habían obtenido

nes patronales y los sindicatos; el clima de

créditos en el mercado internacional a tipos

conflicto entre los partidarios de conservar

de interés bajos durante los años setenta.

las antiguas instituciones no democráticas;

La subida de los tipos de interés generó un

y todo ello en medio de un clima de creci-

incremento de la deuda, al tiempo que el

miento del desempleo, altas tasas de infla-

estancamiento del comercio internacional

ción y altos tipos de interés, generaron un

dificultó la posibilidad de conseguir medios

proceso complicado de cambio y crisis.

de pagos. Afortunadamente, algunos aspectos Finalmente, la organización de la pro-

de la incertidumbre fueron despejándose.

ducción estaba también cambiando. Las

Nos

nuevas tecnologías, que adelantaban, ade-

Constitución Española y, aunque por un

más, la posibilidad de aplicar con éxito otras

tiempo

relaciones laborales, cuestionaron el hege-

sables» continuaron, las variables políti-

mónico modelo de producción «fordista»,

cas jugaron a favor. Y especial mención

iniciado en las primeras décadas del siglo.

merecen los Pactos de la Moncloa, que

referimos

los

al

desarrollo

denominados

de

«ruidos

la

de

incluyeron acuerdos sobre importantes En este contexto, la economía canaria

aspectos de política económica con objeto

entró en una profunda crisis. Porque, de

de estabilizar una economía afectada por

pronto, a finales de 1972, la demanda de

un alto nivel de paro e inflación. Los incre-

servicios turísticos se debilitó como conse-

mentos de la masa salarial sugeridos para

cuencia de la crisis de los países europeos;

1977 y 1978 incorporaban la ruptura con

la construcción reaccionó a la baja; el paro

las tasas de inflación anteriores y de esta

comenzó a crecer y la sociedad a alejarse

forma evitaban que la inflación del pasado

del pleno empleo. Así pues, las expectati-

se trasladara al futuro. El criterio estable-

vas de un progreso sostenido que permitie-

cido sobre la masa salarial y no sobre los

ra alcanzar los niveles de bienestar relati-

salarios, permitía pactar los deslizamien-

vos de antes de la Guerra Civil, quedaron

tos e incorporar correcciones sobre las

seriamente comprometidas. En definitiva,

diferencias salariales existentes si fuera el

la nueva vía de desarrollo también tenía

caso. Por último, los incrementos de la

sus problemas.

masa salarial sugeridos se situaban por debajo de la inflación prevista, cuestión

La crisis económica coincidió con la crisis política, pues la incertidumbre sobre

98 hacienda canaria

ésta que fracasó al reducirse la inflación más de lo previsto.

EL

CONCEPTO DE CRISIS ECONÓMICA EN LA HISTORIA DE

CANARIAS

La adhesión de las patronales y de los

caban de hecho el Régimen Económico y

sindicatos más relevantes a los acuerdos

Fiscal de 1972. Esta Ley había tenido un

pactados por los partidos políticos dio una

contenido económico relevante, además de

relativa estabilidad al mercado de trabajo y

fiscal. Constituyó un intento de regenerar

atenuó un clima propicio al conflicto. Y a

un mercado único en Canarias, al menos

ello contribuyó la aprobación del Estatuto

desde el punto de vista fiscal. Además,

de los Trabajadores y su desarrollo inme-

había introducido incentivos a la inversión

diato en los años posteriores. Espe-

de orden especial, manteniendo un dife-

cialmente significativo en este caso fue la

rencial fiscal con respecto a la imposición

contratación temporal, que cambió radical-

indirecta del territorio continuo de España

mente las relaciones laborales en España,

y las Islas Baleares. Pero la modificación de

además de otras cuestiones que han teni-

la fiscalidad indirecta y directa en el con-

do trascendencia posterior, como, por

junto de España obligó a modificar el régi-

ejemplo, la modificación en el despido

men fiscal, y este crucial hecho constituyó

improcedente de la capacidad de elección

la base de un nuevo espacio de incertidum-

del trabajador, cuando la sentencia es favo-

bre para el empresariado y las familias

rable, en relación con la indemnización o la

canarias. Finalmente, a la incertidumbre

reincorporación al puesto de trabajo, que

generada por la crisis económica, la crisis

ahora corresponde al empresario.

política y la crisis institucional, se sumó la que tenía su origen en la adhesión de

La crisis fue especialmente dura en las

España a la CEE.

Islas. Las tasas de paro e inflación crecieron por encima de la media española desde 1973. Determinadas actividades tuvieron

XI. RECUPERACIÓN Y CRISIS, RECUPERACIÓN Y CRISIS…

que ajustarse a las condiciones de la crisis; otras, con un alto nivel de endeudamiento,

A partir de 1985, la economía de las

no pudieron soportar los tipos de interés.

Islas inició un breve período de crecimien-

Los costes laborales se incrementaron en

to. Sus pautas fueron esencialmente las

relación con el pasado al actualizarse los

mismas que desde los años sesenta. Creció

convenios colectivos. La jornada laboral se

la demanda de servicios turísticos, mejora-

redujo. En conjunto, la ocupación cayó en

ron las expectativas de los empresarios y

la primera mitad de la década de los

reaccionó la construcción, de modo que las

ochenta, lo que sumado al crecimiento de

explotaciones hoteleras se extendieron a

la población activa, hizo crecer aún más la

comarcas antes atrasadas. El mercado de

tasa de paro.

trabajo cambió de signo y todo hacía prever que las dificultades habían sido supera-

La incertidumbre afectó también a los

das, tras quince años de problemas.

aspectos institucionales. Las Leyes estatales de ámbito fiscal, aprobadas en los años

Pero en 1990 todo cambió. Una vez

setenta y principios de los ochenta, modifi-

más, los problemas de desempleo surgie-

hacienda canaria

99

ANTONIO M. MACÍAS HERNÁNDEZ

Y

JOSÉ LUIS RIVERO CEBALLOS

ron del encadenamiento de factores inter-

(1993). Este hecho y el pesimismo que se

nos con shocks de orden externo. La eco-

apoderó de la inversión privada colabora-

nomía internacional entró en un rápido

ron para que la revisión del régimen econó-

deterioro y se contrajo la demanda de ser-

mico y fiscal integrara poderosos incentivos

vicios turísticos en un contexto de exceso

a la inversión, así como compromisos del

de oferta por el rápido crecimiento de la

gobierno de España respecto a la inversión

planta hotelera durante la fase de expan-

pública, créditos y programas de empleo,

sión de los años ochenta. Los precios

entre otros.

seguían aumentando a ritmos elevados, así como los tipos de interés; el desempleo alcanzaba cotas desconocidas, impulsado de nuevo por la caída de la demanda de trabajo y el crecimiento de la población activa durante los primeros años de la crisis, aunque más tarde el flujo de salida se incrementaría hasta producir un descenso de la oferta de trabajo. Los informes sobre la situación de la empresa en las Islas daban cuenta del alto nivel de endeudamiento, de la baja solvencia, de una mani-

En la segunda mitad de los noventa la economía de las Islas entró en una nueva fase de expansión. El crecimiento de la demanda de servicios turísticos tiró una vez más de la construcción y el comercio. Las expectativas de los inversores mejoraron y el empleo creció rápidamente. La tasa de paro cayó con velocidad y si no fue mayor la caída se debió a que la población activa aumento por la inmigración y la inserción masiva de las mujeres en el mercado de trabajo.

fiesta debilidad estructural. En realidad, las causas de la nueva Desde el punto de vista institucional, se produjo un replanteamiento de la vía de incorporación de Canarias a la CEE, de tal

coyuntura debemos buscarlas en la economía internacional, que entró en la fase que se ha denominado de «exuberancia irracio-

forma que el Parlamento de Canarias deci-

nal» (Alan Greenspan, 1996). La expansión

dió proponer la incorporación de Canarias a

de la economía internacional se apoyó en

la Unión Aduanera. Determinados sectores,

tipos de interés bajos, alta liquidez y mer-

como los agrícolas y pesqueros, reclama-

cados desregulados. Mientras, el pensa-

ron la «adhesión plena» a la CEE con obje-

miento económico había cambiado de ten-

to de acogerse a las políticas comunitarias,

dencia hegemónica. Las crisis de los

cuestión ésta que prosperó.

setenta y ochenta pusieron en cuestión la «síntesis neoclásica» que había dominado

La reacción ante la crisis fue tal que

la ciencia económica desde finales de la

no sólo se revisó la vía de adhesión a la

Segunda Guerra Mundial. La confianza en

CEE sino que se instó al gobierno de la

los mercados y en su autorregulación, así

nación a que modificara mediante Ley el

como en la economía de la oferta, ayuda-

régimen económico y fiscal, lo que se for-

ron a la expansión de mercados con un

malizó en 1991 y 1994. Mientras, las tasas

marcado acento especulativo. Primero el

de paro superaban el veintiocho por ciento

mercado de las .com y, más tarde, el cre-

100 hacienda canaria

EL

CONCEPTO DE CRISIS ECONÓMICA EN LA HISTORIA DE

CANARIAS

cimiento de los mercados financieros, en

censo de la demanda de servicios turísti-

algún caso ligados al mercado inmobiliario,

cos. Las dificultades de las economías

produjeron una euforia mantenida.

europeas, incluida la española, han hecho descender la demanda. La crisis del crédito

Las burbujas generadas en el sistema

afecta a la inversión e incluso a las empre-

financiero, tendente siempre a la inestabi-

sas que habían dotado reserva para inver-

lidad, terminaron por generar una nueva

siones. La demanda de bienes de consumo

crisis a finales de la década de los noventa.

duraderos también se ha visto afectada por

Las empresas de la denominada «nueva

el crédito y por las altas tasas de paro. Así

economía», relacionadas con las innovacio-

pues, la demanda agregada ha caído,

nes tecnológicas en el campo de las comu-

arrastrando una segunda oleada de pérdi-

nicaciones y la información, habían sido las

das de empleo.

referencias de los mercados de valores y generaron una burbuja que terminó explo-

El proceso de pérdida de empleo ha

tando en 1999. Más tarde, en el verano de

sido muy rápido, como corresponde a una

2007, comenzó las crisis de las hipotecas, que se extendió luego al crédito y, por último, a la economía real.

economía en la que sus actividades principales son muy intensivas en trabajo. Entre el cuarto trimestre de 2007 y el segundo de 2009 se produjo un descenso de diez mil

La crisis de finales de los noventa interrumpió la fuerte expansión de la economía insular, que bajó un escalón en sus tasas de crecimiento. Aún así, siguieron siendo relativamente altas hasta 2008. El empleo aumentó a buen ritmo y las tasas de paro cayeron por fin por debajo del diez por ciento, aunque persistió el ritmo de aumento de la población activa. Pero interesa señalar que este primer descenso de las tasas de crecimiento, junto al aumento demográfico, terminó con el proceso de convergencia respecto de la economía española, de modo que, desde 1999, la

cuatrocientos ocupados, si bien en el tercer trimestre se nota una ligera recuperación. La tasa de paro ha pasado de 9,78% en el segundo trimestre de 2007 al 25,99% del tercer trimestre de 2009. Estos datos dan idea de la dimensión de la crisis en las Islas. La caída de los precios es indicativa de la debilidad de la demanda. La deflación muestra su cara más amarga y comprometida, sin que el gasto público pueda compensar esta fuerte contracción de la demanda como consecuencia del descenso de la recaudación.

brecha en el PIB per cápita de la economía de las Islas con respecto a la española vol-

XII. ALGUNAS CONCLUSIONES

vió a ensancharse año tras año. El término crisis no le resulta nada En el verano de 2007, la crisis interna-

extraño a los isleños, pues puede afirmar-

cional afectó a la economía de las Islas. Las

se que cada generación ha sufrido una e,

expectativas de los inversores fueron fre-

incluso, dos bruscas recesiones de la eco-

nadas por la crisis del crédito y por el des-

nomía insular y, por ello, no debe sorpren-

hacienda 101 canaria

ANTONIO M. MACÍAS HERNÁNDEZ

Y

JOSÉ LUIS RIVERO CEBALLOS

dernos que en todo foro se discuta y se

La comunidad primitiva vivió en per-

hable de las causas de la reciente crisis o

manente crisis. Y en vez de pensar en

de aquella otra más lejana o más antigua,

paraísos perdidos, lo que debemos apren-

pero aún viva en la memoria común. Y

der de su aciago destino es que sin innova-

como ocurre siempre, sobre todo en este

ción y contacto foráneo la sociedad insular

último caso, cada tertuliano aporta su par-

está condenada a la muerte. La arribada de

ticular explicación, basada en ocasiones en

los europeos provocó el primer gran drama

su propia experiencia, y no faltan «sabios»

transculturativo de la historia universal que

de verbo subido y pluma ligera que cuen-

por ahora conocemos. Pero debemos

tan historias bastante alejadas de la

entonces tener bien presente algunas

Historia que con tanto esfuerzo analítico se

cosas; la primera, que la destrucción de la

preocupan por esclarecer los historiadores de oficio. Y es que resulta muy fácil elucubrar una «explicación sencilla para mentes incautas»: desde que los europeos ocuparon el territorio insular en el siglo

XV,

escla-

vizando a su primera gente, la economía isleña no ha sido otra cosa que una economía colonial sometida a determinados intereses metropolitanos. Se colige, por tanto, que estas continuas crisis, este destino trágico de los insulares, este constante sin vivir, no acabará hasta que sean los constructores únicos de su propia economía.

población indígena se debió a los agentes patógenos introducidos involuntariamente por los europeos; la segunda, que este terrible efecto demográfico lo vivió Europa siglo y medio antes, cuando la peste negra mató a casi dos tercios de su población; y la tercera, que indígenas, europeos y africanos forjaron en Canarias la primera sociedad criolla del Atlántico.

Exportar de forma competitiva para poder importar de igual forma lo mucho que nos falta. Esta es la máxima que sintetiza la estrategia que durante cinco siglos dominó la asignación de los factores pro-

Nuestro texto si sitúa en las antípodas

ductivos. Una estrategia cuya eficiencia

de esta «explicación sencilla para mentes

económica y de clase dependió del compor-

incautas». El término crisis no deviene en

tamiento dinámico e interactivo de sus tres

modo alguno de un trato de naturaleza colo-

elementos constitutivos: una economía de

nial, no llega del exterior como ave de mal

producción cuya oferta exportadora se

agüero que se asienta en nuestro suelo para

esforzaba por minimizar sus costes y por

esquilmar su fruto hasta el hartazgo; por el

tener libre acceso a los mercados interna-

contrario, el término crisis es propio de los

cionales que maximizaban su intercambio

sistemas sociales que han construido los

con «lo mucho que nos falta»; una econo-

insulares desde hace dos milenios. Esta es la

mía de servicios que reducía los costes de

tesis que hemos venido desgranando en

transacción del comercio exterior y renta-

nuestro texto e interesa ahora concretar de

bilizaba la situación del enclave insular en

forma breve por si en algún momento no ha

el derrotero marítimo atlántico; y, por últi-

quedado suficientemente clara.

mo, un factor político-institucional que

102 hacienda canaria

EL

CONCEPTO DE CRISIS ECONÓMICA EN LA HISTORIA DE

CANARIAS

evitó todo obstáculo a la expansión de

con mejor fortuna la salida del grave esce-

ambas economías.

nario provocado por la presente crisis.

Y como ocurre en toda economía abierta, la insular sufrió shocks externos que interiorizó con suma rapidez, pues las actividades en las que se ha especializado,

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