EL FOMENTO DE LA LECTURA DESDE EL ÁMBITO FAMILIAR
Margarita Palomo Oller
[email protected] IES Orriols. Universitat de València
RESUMEN: El fomento de la lectura desde el ámbito familiar está determinado por un conjunto de factores de carácter ecológico-ambiental que se aglutinan determinando patrones socio-emocionales que condicionan tal proceso. Desde la familia se debe promover la motivación para la adquisición de los procesos lectores como un recurso indispensable que han de poseer los hijos en su correcta adquisición de la cultura e integración social. En todo ello, se ha de evitar siempre
el uso
de
procedimientos
de carácter coercitivo que
determinarán en gran medida la aceptación o rechazo futuro del niño hacia la lectura. Los aspectos socio-afectivos de los niños a la hora de afrontar el aprendizaje de la lecto-escritura tales como el nivel de socialización, el autoconcepto, el estilo atribucional y las manifestaciones caracterológicas como el rasgo de ansiedad, optimismo o depresión, marcarán sobremanera la trayectoria de tal proceso.
PALABRAS CLAVE: educación, familia, lectura, aprendizaje.
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THE PROMOTION OF READING FROM THE FAMILY
ABSTRACT: The promotion of reading from the family is determined by a combination of factors of ecological and environmental patterns that cluster determining socioemotional, whether poor or rich, conditioning the process. Since the family should promote motivation for the acquisition of reading processes, as an indispensable resource that has to hold the individual for the acquisition of culture and social integration later. In all, must always avoid the use of coercive procedures that will largely determine the acceptance or rejection to the child's future reading. Socio-emotional aspects of children face when learning of literacy such as the level of socialization, self-concept, attributional style and characterological manifestations such as trait anxiety, optimism or depression, the heavily marked trajectory of this process. KEY WORDS: education, family, reading, learning.
El fomento de la lectura desde el ámbito familiar está determinado por un conjunto de factores de carácter ecológico-ambiental que se aglutinan, determinando patrones socio-emocionales, empobrecidos o enriquecidos en su caso, que condicionan tal proceso.
Tanto en el ámbito familiar como en el escolar se debe promover la motivación para la adquisición de los procesos lectores como medio indispensable del individuo en su adquisición de la cultura y su integración social. En todo ello, se ha de evitar siempre el uso de procedimientos de carácter coercitivo que determinarán en gran medida el rechazo futuro hacia la lectura y el no descubrimiento del placer de leer.
Tanto es así que según un estudio llevado a cabo por Margalit (1992) pueden identificarse una serie de patrones comunes en los padres que tienen hijos con dificultades de aprendizaje tales como niveles bajos de coherencia -2-
personal, sentimientos más fuertes de ansiedad, un estilo de educación caracterizado por la sobreprotección y un uso excesivo de los mecanismos de control y autoridad.
Los aspectos socio-afectivos de los niños a la hora de afrontar el aprendizaje de la lecto-escritura tales como: el nivel de socialización, el autoconcepto, el estilo atribucional y las manifestaciones caracterológicas como el rasgo de ansiedad, optimismo o depresión, marcarán sobremanera la trayectoria de tal proceso y su éxito o fracaso posterior.
En todo esto, tanto la familia en general como los padres en particular, primeros referentes en el proceso de socialización, han de contribuir en la sedimentación de las bases para que todos los condicionantes que propician dicho aprendizaje confluyan de la manera más exitosa posible.
Existen diferentes recursos sociales que ayudan a despertar en los padres su responsabilidad en el exitoso proceso lector de sus hijos; entre ello podrían contarse las campañas publicitarias realizadas desde diferentes Ministerios como el de Educación ó la existencia de Programas Formativos de Escuelas de Padres, donde se puede asesorar a éstos, sobre las estrategias más adecuadas que permitirán favorecer en los hogares donde crecen sus hijos un ambiente pro-lectura. En estos programas los padres descubrirán como el uso del diccionario, la lectura de imágenes, la conversación sobre lo leído, los juegos de palabras, adivinanzas, sopas de letras o ejercicios de campos semánticos ayudan a promover la agilidad mental garante de que el hijo/a haga una “lectura feliz”.
La adquisición de tal capacidad puede ser fácil y agradable o difícil y tediosa dependiendo fundamentalmente de los pasos previamente andados. Si con anterioridad se ha trabajado en el hogar toda una serie de condicionantes que motiven en los hijos la investigación en el “texto escrito” y en el “texto leído”; pasando del proceso del automatismo descifratorio al gusto por la comprensión lectora, se multiplicarán las garantías de que nuestros hijos en un futuro sean competentes en el proceso lector. -3-
Otro punto a destacar es señalar que la lectura, no puede quedar al margen de la sociedad y de la vida en su conjunto sino convertirse en una herramienta intelectual que por un lado ayuda al individuo a adquirir una mayor capacidad potenciadora de su intelecto y por otro para facilitar la comprensión de éste de la sociedad en la que se halla inmerso. A su vez, también la podríamos incluir como recurso potenciador de la medicina inmunológica de procesos depresivos del ser humano; como instrumento ineludible del conocimiento del saber científico o en juego lúdico de la imaginación y la creatividad. Todas estas posibles aplicaciones nombradas del proceso lector junto con un vasto abanico de posibilidades exploratorias desarrolladas conllevan a que tal capacidad se convierta en un garante más de la supervivencia social del ser humano de las sociedades del siglo XXI.
No cuesta reconocer que la transmisión de experiencias, conocimientos, sueños, miedos o fantasías por el hombre conoce muchos canales o vías de ser comunicados como pueden ser la televisión, cine, dvds, cds, pinturas y fotografías; aunque sin lugar a dudas, el canal más antiguo y de mayor futuro sigue y seguirá siendo la lectura de la palabra escrita. Esto no quiere decir ni le resta importancia a la idea de que el soporte o formato del proceso lector pueda ser variable y en los últimos tiempos se haya informatizado dando paso al libro electrónico, siempre sin menoscabo del libro en formato papel.
Los padres en la actualidad regalan a sus hijos cuentos o libros de animación que varían sus formatos pero no su sentido y finalidad que sigue siendo, sin lugar a dudas, el cultivar el “enganche con la lectura”.
Las bases psicopedagógicas que aseguran un buen aprovechamiento de la lectura (con ello nos referimos a la realización de una lectura funcional, comprensiva y ágil), depende del adiestramiento del sujeto en el proceso lector mediante la ejercitación, al igual que la requerida para la adquisición de cualquier otra capacidad del ser humano. Y es pues, el desarrollo de factores determinantes que intervienen en tal proceso: memoria, dominio de la atenci ón, motivación e interés por lo leído, control de sí mismo o la capacidad intelectual, -4-
los
que
estarán determinando
tal proceso; todos
ellos
trabajados
y
desarrollados previamente no solo en el ámbito escolar sino también en el entorno familiar.
El fin principal de la lectura “leer para comprender y comprender para aprender” pretende dotar al niño de unas estrategias de aprendizaje que parte de la comprensión de la palabra, frase, párrafo y texto, como el primer paso para desarrollar las capacidades cognitivas y metacognitivas que le permitirá la construcción de aprendizajes significativos. Los padres y el entorno familiar desde el trabajo de formación de sus vástagos pueden contribuir en tal tarea facilitando en casa un ambiente lo más propicio posible al proceso lector, procurando
momentos
de silencio y de relajación que promuevan la
concentración del hijo en sus tareas de lecto-escritura; presentando modelos de a imitar del proceso lector (padre, madre, hermanos que también leen); teniendo materiales de lectura en casa (diccionario, pequeña biblioteca, etc..); compartiendo
tiempos
de
lectura
comentada, escribiendo cartas entre
familiares, dejando notas con recados, confeccionando listas de compra, visitando museos, bibliotecas, librerías con ellos, poniéndolos en contacto con libros adecuados para su edad asesorados por sus profesores, etc..., con la intencionalidad de crear en ellos la necesidad de leer.
Estudios científicos como el realizado por Marí-Klose, P y otros (2010) recogen la certeza de cómo la estimulación cognitiva que se produce en los hijos de tres años cuyos padres les leen cuentos es garante futuro de que éstos presenten un nivel de comprensión lectora significativamente mayor cuando alcanzan los diez años de edad.
Es por ello que promover desde la familia la motivación adecuada para la correcta adquisición de los procesos lectores en los hijos se convierte de este modo, y desde una perspectiva científicamente razonada, en una tarea más a contemplar en la competencia de ser padres.
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BIBLIOGRAFÍA:
Margalit, M. (1992).Sense of coherente and familias with a learning disable child, en B.Y.L. (ed). Contemporary interventions
research in learning
disabilities, pp. 134-146. New York: Springer- Verlag.
Marí-Klose, P y otros (2010). Infancia y futuro. Nuevas realidades, nuevos retos. Colección de Estudios Sociales. Vol, 30.Barcelona. La Caixa.
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