El Libro del Profeta Oseas El mensaje del profeta Oseas fue dirigido principalmente a Israel. Sus primeros tres capítulos relatan los problemas domésticos de Israel. Y tienen el propósito de mostrar los pecados de Israel y el amor de Dios. El resto del libro contiene denuncias contra el pueblo por causa de su idolatría y su pecado. Además, éste libro contiene 14 capítulos, 197 versículos, y pertenece al grupo de los profetas menores. Su estilo literario es brillante y presenta figuras léxicas y un amplio vocabulario. El propósito de su mensaje el juicio y amor de Dios para con la humanidad. Oseas era hijo de Beeri, y ejerció su actividad profética aproximadamente entre los años 750 y 730 a.C., durante los reinados “de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel” (Oseas 1:1). Inició su ministerio público poco después de Amós, aunque lo desempeñó durante bastante más tiempo que él (Oseas 1:1; aunque Amos 1:1) predicaba en el mismo escenario de Israel (Amos 7:12), de donde Oseas procedía. Ahora bien, el nombre Oseas significa "Dios ama al pecador" Cuando Jeroboam, ejercía su largo y próspero gobierno en (783-743), este profeta comenzó a actuar. En su discurso hace frecuentes alusiones a la situación política del reino del norte. Pero muchas veces es difícil de interpretar, pero en otros momentos, es un claro anuncio del desastre que le sobre viene al país, y el inevitable final que había de llegarle con la caída de Samaria, que fue arrasada en el 721 a.C. por el furor del ejército asirio (2 Reyes 17:1-6). Ahora con respecto a que si el profeta fue o no testigo presencial de aquellos trágicos acontecimientos, que determinaron el final de la independencia política de Israel, el libro nada dice.

Su mensaje El libro de Oseas, está compuesto por dos secciones. La primera: se encuentra en los (capítulos. 1-5) y se caracteriza por su unidad temática. En ellos Oseas subraya los paralelos entre su relación con Gomer y la relación de Dios con la relación de Israel. Pero a pesar que Israel hizo un pacto con el único Dios verdadero, busco a otros “dioses” falsos. Sin embargo, Oseas sabia que Gomer le abandonaría, siempre se caso con ella. Aunque trato con ternura a su esposa, siempre estaba latente su pecado. Pero Dios fue misericordioso con el pueblo de Israel a pesar de sus pecados. Y como Dios no ha cambiado, su misericordia permanece para siempre y nos brinda su perdón. La segunda, es de un contenido más heterogéneo con el desobediente pueblo de Dios, y éste relato abarca el resto del libro (capítulos. 4-14). Pues trata acerca del pecado de Israel y su eminente castigo. Así que Oseas señala la decadencia moral y espiritual de la nación. Pues describe el castigo que les aguarda, por esto les ruega que se regresen a Dios. Es por esto, que la literatura de Oseas es apasionada, y esta llena de vehemencia. Pues en ella, se revelan intensos y mezclados sentimientos de amor, ira, esperanza y desilusión, más que en ningún otro profeta, todo por la indiferencia de Israel y su rebeldía frente a las manifestaciones de la paciencia y la misericordia de Dios, que se resuelven en un lenguaje sumario, conciso, construido con frases cortas y rápidas que a veces resulta oscuro y de traducción difícil e insegura. Pero al comienzo el mensaje es extraordinario y con un vigor dramático. Pues habla con consideración de su propia vida conyugal y de las circunstancias que la rodean, por esto el profeta denuncia la infidelidad de Israel hacia Jehová, que a pesar de todo, sigue teniéndolo por su pueblo escogido. Quizás el rasgo más notable del discurso sea la expresión de sus relaciones entre Dios e Israel, mostrada como una relación de amor y frustración entre marido y mujer. Y también es el núcleo de su predicación

profética: así que Israel, siempre ha sido infiel a Dios, pero Dios no ha dejado de amar a Israel. Ahora a partir del capitulo 4 en adelante, el profeta pasa revista a la perversión en que se halla sumida la sociedad israelita. Pues todo en ella está deteriorado o trastocado, como es: el culto, el sacerdocio, la justicia, la moral y la política, por esto Israel sufrirá las consecuencias de su desvío. Con todo eso, queda lugar para la esperanza, evocada en el capitulo 11, con un acento emocionado: “Con cuerdas humanas de amor los atraje” (v. 4), por más que “Mi pueblo está aferrado a la rebelión contra mí” (v. 7). En el capitulo 14, le suplica que vuelva a Jehová, “como Dios de Israel” (v. 1), pues el profeta anuncia: “Yo los sanaré de su rebelión, los amaré de pura gracia” (v. 4). Pues nadie antes había proclamado con tan patética intensidad, que la profundidad del amor divino, es mayor que los abismos del pecado; y sobre el enojo causado por la ofensa, porque Dios prevalece en la compasión y el perdón. De manera, que la lucha de Oseas contra la idolatría se desarrolla en un marco bien definido. Porque los israelitas habían sucumbido a la tentación de ofrecer culto a “dioses extraños”, especialmente al “dios” de la fertilidad, pues esto era propio de Canaán (8:4-14). Pues esto eran rituales politeístas, en súplica de ayuda y protección para los ganados y las cosechas; eran ceremonias idolátricas, que Oseas denuncia y combate. También este libro se caracteriza, por el respeto y la veneración que refiere al ministerio profético, cuyos orígenes se remontan a Moisés, pues por medio de él Dios “hizo subir a Israel de Egipto” (12:13). Porque en el ministerio profético de Moisés, Oseas ve, el principal instrumento del que Dios se sirve para hacerse oír por Israel (6:5; 9:8; 12:10, 13). Pero en cuanto al orden político, Oseas afirma que Israel no debe buscar salvación en alianzas con Egipto o Asiria, (12:1; 14:3; Isaías 30:1-5), sino solamente en Dios.

Es por esto, que la profecía de Oseas es, en resumen, un ataque frontal contra los pecados cometidos por el pueblo, que ha sido infiel a Jehová y ha adorado los “ídolos de dioses ajenos”. Pero Israel se hizo merecedor del castigo; sin embargo, el señor no le ha cerrado su corazón, porque sigue amándolo y cuidando de él (2:19-20). Sin embargo, el señor lo llevará al desierto otra vez, (2:14) y le dará por morada tiendas de campaña, (12:9), y allí le dirá: “Tú eres mi pueblo”, e Israel le responderá: ¡Dios mío! (2:23). Su mensaje espiritual Aquí tenemos la apostasía, que equivale al adulterio espiritual, porque Dios, es el esposo, 2:20: "Te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová”. Y Israel, es la esposa infiel, 2:2: ¡Contended con vuestra madre, contended, porque ella no es mi mujer ni yo su marido! Que aparte de su rostro sus prostituciones, y sus adulterios de entre sus pechos, Es por ello, que la porción seleccionada: Es el arrepentimiento y sus bendiciones, que se encuentran en el capítulo 14. Así que vuélvete a Dios y llevad la palabra de justicia, y decidle: Quita de mi toda iniquidad, y acepta el bien y la ofrenda que te ofrezco de mis labios. Su procedimiento crítico: ¿Quién escribió el libro de oseas? ¿Cuándo fue escrito? ¿A quién fue escrito? Y ¿de dónde fue escrito? Su método histórico: ¿Cuál es el trasfondo histórico del libro? ¿Sí es una epístola cuando fue fundada la iglesia? ¿De quién está compuesta la iglesia? ¿Cuáles son sus fuerzas y sus debilidades? Su mensajes clave:En primer lugar tenemos la “fornicación”, ya que fornicar en aquel tiempo era prostitución, tambien tenemos el

conocimiento, el pacto, convertirse, volver (se), maldad (iniquidad, inicuo, pecar, pecado),de mi, contra mí, (Jehová), Judá, Israel, Efraín. Su tema principal: Que son la fidelidad e infidelidad, Dios y Baal, juicio y restauración. Su énfasis: Es el inagotable amor de Dios por su pueblo, aunque dijo que debe castigarlo por su infidelidad. Y su título es: “El amor incondicional de Dios a la Israel infiel” El versículo Clave es el 3:1: “Me dijo otra vez Jehová: Ve, ama a una mujer amada de su compañero, aunque adultera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel, los cuales miran dioses ajenos, y aman tortas de pasas”

Autor y fecha La fuente de información que tenemos acerca del autor del libro. Poco se conoce, pero probablemente fue Oseas, hijo de Beeri, un contemporáneo de Isaías y Miqueas, que fue oriundo del reino norteño de Israel, debido a que tenia familiaridad con la historia, las circunstancias y la topografía del norte (4:15; 5:1, 13; 6:8, 9; 10:5; 12:11, 12; 14:6). Esto hizo de Oseas y Jonás fueran los únicos profetas que escribieron en el reino del norte. Aunque él se dirigió tanto a Israel (el reino del norte) como a Judá (el reino del sur), identificó al rey de Israel como "nuestro rey" (7:5). Por esto el mensaje de Oseas fue dirigido al reino del norte. Aunque Oseas, vivió lejos de su padre Beeri, tuvo un período extenso de su ministerio y profetizando, 755-719 a.C., durante los reinados de Uzías (790-739 a.C.), Jotam (750-731 a.C.), Acaz (735-715 a.C.) y Ezequías (715-686 a.C.) en Judá, y Jeroboam II (793-753 a.C.) en Israel (1:1). Su larga carrera cubrió

a los últimos seis reyes de Israel desde Zacarías (753-752 a.C.) hasta Oseas (732-722 a.C.). Pero después del derrocamiento de Zacarías (el último de la dinastía de Jehú) en el 752 a.C. fue nombrado como para un futuro, (1:4). De esta manera siguió la predicación de Amós en el norte, y también fue un contemporáneo de Isaías y Miqueas, quienes profetizaron en Judá. 2 Reyes 14-20 y 2 Crónicas 26-32 en ellos se registra el período histórico del ministerio de Oseas. Argumento histórico Es decir, que Oseas comenzó su ministerio en Israel (también llamado Efraín, de acuerdo a su tribu más grande, durante los días finales de Jeroboam II, y bajo su guía Israel disfrutaba tanto de paz política, como de prosperidad material, pero también tenia una corrupción moral y una bancarrota espiritual. No obstante, después de la muerte de Jeroboam II (753 a.C.), la anarquía prevaleció e Israel declinó rápidamente. Hasta su derrocamiento por parte de Asiria veinte años más tarde, y cuatro de los seis reyes de Israel fueron asesinados por sus sucesores. Entonces profetizando Oseas durante los días que rodearon a la caída de Samaria, se enfoca en la desviación moral de Israel (El libro de Amós) y su rompió la relación de pacto con el Señor, anunciando que el juicio es inminente. Pero las circunstancias no estaban mucho mejor en el reino del sur. Pues habían usurpando la función sacerdotal, y Uzías había sido azotado por la lepra (2 Crónicas 26:16-21); entonces Jotam toleró las prácticas idólatras, abriendo el camino para que Acaz alentara la adoración de Baal (2 Crónicas 27:1-28:4). Y el avivamiento de Ezequías únicamente sirvió para reducir la aceleración de Judá hacia un destino similar al de su hermana del norte. Entonces los reyes débiles de ambos lados de la frontera repetidamente buscaron alianzas con sus vecinos paganos (7:11; 2 Reyes 15:19; 16:7) en lugar de buscar la ayuda del Señor.

Pero los detalles de Oseas fueron la reprobación de Israel y el llamamiento al arrepentimiento de otras naciones, allí fue el profeta, hasta el reino del norte; y habla del rey de Israel como “nuestro” rey (7:5). Porque su mensaje era para el reino norteño, con referencias ocasionales a Judá. Esto sucedió aproximadamente durante los últimos 40 años del reino de Israel. Cuando comenzó su ministerio bajo Jeroboam II, que estaba en el cenit de su poder, (2 Reyes 14). Así que, fue testigo de su vertiginosa caída. Tambien fue contemporáneo de Amós, pero mayor de Isaías y Miqueas. Y cuando era niño conoció a Jonás. Pero los reyes que en esos días profetizaron fueron Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y Jeroboam II de Israel. Las fechas aproximadas de estos reyes son:

Los reyes de Israel 1). Esta Jeroboam II, 790-749. Con un reino de gran prosperidad. 2). Tenemos a Zacarías, 748. Que reino durante 6 meses. En ese entonces fue muerto por Salum. 3). Sigue Salum, 148. Que reinó un mes. Y en ese gobierno fue muerto por Manahem. 4). Luego tenemos a Manahem, 748-738. Que fue indeciblemente cruel. Y un títere de Asiria. 5). Continuamos con Pekaía, 738-736. Que fue muerto por Peka. 6). Peka, 748-730. Fue muerto por Oseas. Durante el cautiverio de Galilea, 734. 7). Y Oseas, 730-721. Que vivió la caída de Samaria, 721. Y el fin del reino.

Los reyes de Judá En está ocasión tenemos a cuatro reyes que marcaron la historia como fueron: 1). Uzías, 787-735. Que fue un buen rey. Y en su gobierno comienza Oseas su ministerio. 2). Jotam, 749-734. Que fue tambien un buen rey. 3). Acaz, 741-726. Éste si fue muy malo. Y comenzó el cautiverio de Galilea, 734. 4). Ezequías, 726-697. Otro buen rey. Durante la caída de Samaria, 721. Así que la cronología de la época era algo confusa y parece que dos reyes ejercían autoridad simultánea. Ahora el plazo máximo del ministerio de Oseas sería 790-697 a.C., y el mínimo 750-725. Asumiendo que su obra abarcó alguna parte considerable de los reinos tanto de Jeroboam como de Ezequías, podríamos quizás colocarla alrededor de 760-720 a.C. Al vivir hasta el reino de Ezequías, Oseas fue también contemporáneo de los seis reyes del norte que seguían a Jeroboam. Quizás la razón por la cual no se les nombre sea la brevedad de sus reinos; 6 reyes en 20 años, siendo asesinados cuatro de ellos; una época de violencia desenfrenada que acompañaba a las agonías de muerte de la nación. Pero unos 200 años antes de los días de Oseas, diez de las doce tribus, se separaron del reino davídico y establecieron un reino independiente, cuyo “dios oficial era el becerro de oro”. En este plazo Dios había enviado a los profetas Elías, Eliseo, Amós, y ahora Oseas. Pero persistían en negarse a volver a Jehová, y caían más hondos en las abominaciones de la idolatría.

Sus desafíos Aunque él vivió con una esposa infiel, llamada Gomer, indudable que está es simbólica del Israel infiel; pero quedan varias preguntas. En primer lugar, algunos sugieren que las escenas matrimoniales que relatan los capítulos. 1-3 se deben tomar únicamente como alegoría. Porque esa narración, es presentada en prosa simple, y no cuestione una ocurrencia literal. Porque cuando un elemento literal es presentado dentro del libro, está introducido, (5:13; 9:10, 13), en la forma hebrea normal, ya que se introducen escenas no literales. Además, no hay relato alguno de un profeta que se haya hecho a sí mismo el sujeto de una alegoría o parábola. En segundo lugar, ¿cuáles son las implicaciones morales del mandato de Dios para Oseas de casarse con una prostituta? Pues pareciera que vio a Gomer como una mujer pura al tiempo del matrimonio, pero más tarde se volvió una mujer inmoral. Lo que indica, que las palabras “tomate una mujer fornicaria” se deben entender proféticamente, “esto es viendo el futuro”. Porque una mujer inmoral no podía servir como el retrato de Israel saliendo de Egipto (2:15; 9:10), y quien más tarde se alejó de Dios (11:1). El capitulo tres describe a Oseas retornando a su mujer, quien había sido rechazada debido a su adulterio, un rechazo que era injustificable si Oseas se hubiera casado con una prostituta con conocimiento total de su condición.

Una tercera pregunta surge con respecto a la relación al capitulo 1 y 3, porque si la mujer del capitulo 3 es Gomer, o es otra mujer simbólica. Pues surgen varios factores sobre la mujer del cap. 3, ya que en el 1:2, el mandato de Dios es: “Ve, tomate”; no obstante, en el 3:1, su mandato es: “Va, ama”, sugiriendo que el amor de Oseas tenía que ser renovado con la misma mujer. Además, dentro de la analogía del cap.1, Gomer representa a Israel. Conforme Dios renueva su amor hacia el Israel infiel, así Oseas debe renovar su amor hacia la infiel Gomer. Si Oseas tres denotara a una mujer diferente confundiría la analogía.

Su argumento teológico El principal tema de Oseas era el amor y la lealtad hacia Dios, por esto hizo pacto con su pueblo Israel, a pesar de su idolatría. De esta manera Oseas es llamado por Juan (el apóstol del amor) del AT. Porque mostro el verdadero amor que el señor sentía por su pueblo, ya que éste no tiene fin y Él no tolerará rival alguno. Así que el mensaje de Oseas contiene mucha condenación, tanto nacional como individual, pero al mismo tiempo, él retrata incisivamente el amor de Dios hacia su pueblo con emoción ferviente. Porque Oseas fue instruido por Dios, para que se casara con cierta mujer y experimentara con ella una vida doméstica, la cual era una dramatización del pecado e infidelidad de Israel. Pues la vida matrimonial de Oseas y su esposa Gomer, provee la rica metáfora que aclara los temas del libro: Pecado, juicio y amor perdonador. Ahora surge una pregunta: ¿Será que persona puede quedar fuera del amor de Dios? ¿Puede alguien alejarse del amor de Dios? Estas palabra le fueron dadas, a Oseas por inspiración divina, por esto él registró las respuestas en su libro (1:1). Ahora bien, si a Oseas se le ordenó que se casara con Gomer, cuando era virgen, pero después se hizo una ramera, así es representada Israel, primero fue fiel y luego infiel (1:2). Pero Oseas se casó con Gomer para obedecer a Dios y tuvieron dos

hijos y una hija; pero sus nombres representan la ruptura de su matrimonio (1:3-9). Por esto, posteriormente fueron cambiados e investidos con nuevas promesas y esperanzas (2:1). Porque Gomer abandonó definitivamente a Oseas y a sus hijos para juntarse con amantes, de quienes ella creía que le sostenían sus lujos (2:5) cuando en realidad era Oseas quien pagaba sus extravagantes gastos (2:8). Sin embargo, Oseas y sus hijos le suplican a la madre que vuelva a casa (2:2). Pero Gomer rechaza sus súplicas, y se vende en esclavitud, aunque Oseas, todavía la ama y paga el precio de su rescate (3:2). Entonces él la ayuda durante un período de rehabilitación, luego el matrimonio se reanuda (3:1). Por medio de su amor por su infiel esposa, él se da cuenta de lo tanto que Dios ama a Israel, “su pueblo infiel”. Desde la perspectiva del amor de Dios, Oseas le predica al Israel infiel sermones de restauración y de amenaza de un juicio condenatorio. Pues Oseas cuando profetizó vio el deterioro político y la decadencia moral en cada área de la vida de Israel. Pues la degradación estaba a la orden del día; y el pecado dominaba la vida social y espiritual del pueblo. Aunque estaban siendo atacados por Asiria, la corrupción interna de la sociedad de Israel era de mayor peligro que cualquier otro enemigo externo. Por está razón, Oseas es llamado el profeta del amor de Dios (11:1, 4; 14:4). Pues su libro es un recordatorio que el pecado es semejante a una infidelidad dentro del matrimonio. Porque el que peca se aleja voluntariamente de Dios; sin embargo, El ha proporcionado perdón y reconciliación por medio de la muerte y resurrección de de su Hijo Jesucristo. Aunque el conocimiento de Oseas acerca de la provisión de Dios era incompleto, por fe él sabía que Dios reconciliaría a su pueblo consigo mismo. A causa de la muerte de Cristo, tanto los judíos como los gentiles que creen en El, por medio de la fe entran en una relación personal con el señor, pues en Él no hay acusación (Romanos 8:33), ni condenación (Romanos 8:1, 34) ni separación del amor de Cristo (Romanos 8:35-39).

Su informe profético Oseas ofrece un hermoso mensaje profético de Dios donde incluir a los gentiles 2:23, [los no judíos] como sus hijos, Romanos 9:25 y 1 Pedro 2:10. Porque los gentiles originalmente no son “el pueblo de Dios,” pero a través de su gracia y misericordia, Él dio a Jesucristo, y por la fe en Él somos injertados en el árbol de su pueblo (Romanos 11:11-18). Así que esta es una asombrosa verdad acerca de la Iglesia de Cristo, que es llamada un “misterio” porque antes de Cristo, el pueblo de Dios era considerado únicamente el pueblo judío. Cuando Cristo vino, los judíos fueron endurecidos temporalmente “hasta que entro la plenitud en los gentiles.” (Romanos 11:25) Ahora veamos la historia del → PACTO de Dios y la infidelidad del pueblo, comenzando desde la salida de Egipto, Oseas se presenta con la figura del matrimonio (2:2ss; 11:1). Pero Dios no puede pasar por alto la infidelidad, cuyo fruto es desorden y caos (4:4-6; 8:7; 10:13). Entonces la caída de Israel será el resultado final de ese proceso, pero en medio de esta situación, Oseas afirma el centro mismo de su mensaje: que es la gracia de Dios y la disciplina, pero su pueblo lo abandona (11:3, 4, 8). Y en esa fidelidad inquebrantable descansa la esperanza de la restauración (11:9-11). Porque solo el amor de Dios puede inducir al arrepentimiento y a la conversión (2:14-23; 6:1-3). Es decir, que el reconocimiento de la misericordia divina hará posible un nuevo trato entre los israelitas (6:6). Es por esto, que Oseas habla frecuentemente de un juicio o litigio de Dios con su pueblo (2:2ss; 4:1, 4; 7:10; 12:2), de clamor (8:2) o de sentencia (2:6, 9, 10-16), pues estos recursos literarios señalan el quebrantamiento del pacto. Pero a menudo el profeta (cuya conciencia de hablar en nombre de Dios es muy clara, como se deduce en su estilo) pues en sus quejas introduce la piedad de Dios y profetiza por el pueblo (7:13ss; 8:8ss) pues allí Oseas intercede por Israel (9.14).

Pero Lo fundamental del mensaje de Oseas es la relación de Dios con Israel. Pues s ve los mismos males morales y religiosos que su contemporáneo Amós, pero él halla la raíz de los mismos en la infidelidad de Israel por quebranta el pacto. Pues la nación ha abandonado a su esposo y se ha entregado a los “dioses” cananeos a los (baales), confiando en ellos, o en su propio poder militar y en las alianzas extranjeras (5:13; 7:11; 12:1). Como consecuencia, toda su vida privada y pública se ha corrompido (4:11). Por esto Israel no tiene conocimiento de Dios, ha quebrado la relación con Él y no discierne ni sigue su voluntad. Así que, es en Oseas, donde se ve la relación que existe entre su mensaje, su persona, y las experiencias de su vida personal y la de su pueblo. Ahora solo queda examinar cuidadosamente las siete partes más importantes del libro: 1). Se compone de la primera parte (1:1-3.5). 2). Tenemos el título del libro (1:1). 3). Aquí tenemos la vida conyugal del profeta (1:2-3:5) 4). Nos encontramos con la segunda parte (4:1-14:9). 5). Sigue la infidelidad y castigo de Israel (4:1-13:16). 6). Tambien tenemos la conversión de Israel y las promesas de su salvación (14:1-8). 7). Finalmente se encuentra la advertencia final (14:9).

Es por esto, que las enseñanzas del libro de Oseas, arden con el fuego del amor de Dios por su pueblo, y nos recuerda que el Dios de la historia bíblica juzga la infidelidad, incluso cuando expone la esperanza más allá de su juicio.