El Modelo Educativo de ULACIT

El Modelo Educativo de ULACIT El modelo educativo de ULACIT responde a su misión, visión, objetivos institucionales y perfil general del graduado, y r
Author:  Luis Ojeda Vargas

17 downloads 288 Views 681KB Size

Recommend Stories


MODELO EDUCATIVO. Modelo Educativo Universidad Nacional Del Callao 2016
MODELO EDUCATIVO Modelo Educativo Universidad Nacional Del Callao 2016 MODELO EDUCATIVO UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CALLAO AUTORIDADES Dr. Baldo Andr

UN NUEVO MODELO EDUCATIVO
1 Blanca 2 Blanca UN NUEVO MODELO EDUCATIVO PARA EL IPN MATERIALES PARA LA REFORMA 1 DN: CN = Direccion Informatica, C = MX, O = IPN, OU = DI D

Exponemos el modelo educativo desde el cual partimos. Nos servirá
COMPETENCIA ESPIRITUAL Y EDUCACIÓN. ENTRE TODOS: interpretación sinfónica ▼ competencia espiritual ● LORENZO SÁNCHEZ RAMOS Responsable del Dpto. de

Story Transcript

El Modelo Educativo de ULACIT El modelo educativo de ULACIT responde a su misión, visión, objetivos institucionales y perfil general del graduado, y refleja las mejores prácticas pedagógicas que proponen las teorías educativas dentro de los paradigmas constructivista social y humanista. Principalmente, influyen en el modelo educativo los principios de la Enseñanza para la Comprensión (EpC), así como el modelo de diseño curricular por competencias. Misión Institucional ULACIT se esmera en preparar a sus estudiantes para posiciones de liderazgo en la ciencia, la tecnología y otros campos del quehacer humano, con las competencias que requerirán para servir al mundo en el siglo XXI. Para ello, se asegura de reclutar, educar y apoyar a una población estudiantil con un potencial académico prometedor, que además refleje una gran diversidad de intereses, talentos y experiencias de vida. Pone a disposición de sus estudiantes un cuerpo docente sobresaliente, con habilidades para la creación y diseminación del conocimiento; y personal administrativo comprometido con la calidad, la innovación y el servicio. Para desarrollar el pleno potencial humano y pasión del estudiantado por el aprendizaje, se compromete a ofrecer los programas académicos más intelectualmente pertinentes y estimulantes, ambientes apropiados para el desarrollo humano integral y los recursos necesarios para mantener la excelencia en todos los sentidos.

Visión Institucional ULACIT busca distinguirse por el desempeño de sus estudiantes, egresados y profesores, así como por la calidad de sus programas académicos y actividades cocurriculares, procesos y ambientes pedagógicos vivificantes, servicios de apoyo innovadores y recursos que pone a disposición de la comunidad universitaria. Desea ser reconocida como la universidad privada en América Latina que refleja, con mayor éxito, las mejores prácticas en la gestión curricular de programas académicos, dirigidas hacia la formación de líderes con consciencia global y orientados hacia el servicio de sus organizaciones, pueblos y el mundo. Objetivos Institucionales

Son objetivos de ULACIT:  Educar profesionales altamente competentes, con las capacidades para satisfacer las demandas presentes y futuras de los sectores de la actividad humana en los que se desempeñen.  Proveer oportunidades para la educación superior y el aprendizaje continuo, ofreciendo a los estudiantes una amplia gama de opciones educativas y flexibilidad para ingresar y salir del sistema, así como oportunidades para el desarrollo individual y la movilidad social.  Educar para la ciudadanía y la participación activa en la vida pública, con el fin de consolidar los derechos humanos, el desarrollo sostenible, la democracia y la paz.  Avanzar, crear y difundir el conocimiento a través de la investigación y la innovación en la ciencia y la tecnología y otros campos disciplinares, y compartirlo con la comunidad, para fomentar el desarrollo cultural, social y económico de los países.  Ayudar a comprender, interpretar, preservar, realzar, promover y diseminar las culturas nacionales, regionales e internacionales, en un contexto de pluralismo cultural y diversidad.  Cultivar en los jóvenes los intereses, las actitudes y los valores requeridos para vivir una vida virtuosa y justa.  Contribuir con el desarrollo de la educación en todos los niveles. Modelo Educativo Concepto de persona. El modelo educativo de ULACIT tiene por base una concepción de persona, entendida esta como el sujeto único e irrepetible, que posee una experiencia de vida y una formación previa y tiene, además, necesidades y características de aprendizaje. Una persona que tiene el potencial requerido para desarrollar las competencias necesarias para actuar de manera profesional y corresponsable en aras del desarrollo del país y constituirse así en una persona educada, caracterizadas por su capacidad para articular datos, acontecimientos y métodos de producción en una estructura de pensamiento que lo constituyen en ciudadano productivo en el mundo, con conocimientos, habilidades y valores asociados a prácticas de vida coherentes. Para desarrollar su pleno potencial, la persona requiere de los estímulos necesarios y ambientes apropiados, los cuales la Universidad le ofrece a través de espacios de aprendizaje e interacción enriquecidos, de conformidad con su modelo educativo. Bases neurocientíficas, psicológicas y educativas del modelo. El modelo educativo de ULACIT responde a una concepción de cómo el ser humano aprende. Los avances en el campo de la neurociencia cognitiva durante la última década han venido a reafirmar una de las conclusiones más importantes de Jean Piaget: que el aprendizaje en los seres humanos se genera a través de la reorganización de sus estructuras cognitivas, como consecuencia de los procesos adaptativos a su entorno. Con las tecnologías médicas

modernas (por ejemplo, imagen por resonancia magnética funcional, tomografía por emisión de positrones y electro encefalograma) y las contribuciones de múltiples estudios de lesiones cerebrales, se ha podido determinar cómo y dónde asimila y acomoda información el cerebro. Uno de esos descubrimientos es que el conocimiento es almacenado y producido por el cerebro a través de la formación y cambios en las redes neuronales, y que el aprendizaje implica transformaciones físicas en ellas, en respuesta a estímulos generados por experiencias concretas con el medio. El conocimiento previo, entonces, no es etéreo, es físico: se conforma, literalmente, por cientos de miles de redes neuronales producto de la interacción del ser humano con el ambiente. Todo ser humano tiene conocimiento previo. Actualmente se investiga el conocimiento previo de los recién nacidos: se han obtenido resultados alentadores que iluminan la discusión milenaria sobre las capacidades congénitas de los seres humanos, pero cualquier afirmación sobre sus implicaciones para el proceso educativo es aún prematura. En ese sentido, las teorías innatistas impulsadas por pensadores como Noam Chomsky (1928-2008) y Jerry Fodor (1935-) no se contraponen a los principios constructivistas del aprendizaje, sino que complementan la visión de cómo ocurre el aprendizaje: las capacidades innatas del ser humano son la base biológica sobre la cual puede construir su propia comprensión de la realidad. Cada individuo aprende sobre esas redes neuronales. La corteza cerebral siente, integra y actúa en respuesta a experiencias concretas. El cerebro recibe estímulos del ambiente a través de la corteza sensorial, y los asimila, integrándolos con la información proveniente de los diferentes lóbulos y del sistema límbico. El cerebro reflexiona sobre la información, la reacomoda, la relaciona, la ignora o la convierte en memorias, creando imágenes y significados. Luego, con esa información, el lóbulo frontal crea nuevos esquemas mentales, desarrolla planes, compara y escoge alternativas, toma decisiones, resuelve problemas o bien, le envía mensajes a la corteza motora para que ejecute algún movimiento. ¿Qué implicaciones tienen estos descubrimientos sobre el proceso de enseñanzaaprendizaje? Para empezar, implica que los estudiantes son quienes controlan su propio proceso de aprendizaje, no los docentes. No se puede obligar a otros a aprender, pero sí fomentar el aprendizaje profundo, al facilitar oportunidades para experimentar, reflexionar, crear y practicar. Segundo, los estudiantes adquieren conocimiento de forma significativa, solo si este tiene valor para sus vidas y les resulta emocionalmente importante. En ese sentido, es necesario invertir menos tiempo tratando de transmitir ideas y más tiempo entendiendo cómo los estudiantes pueden construir aprendizaje sobre sus experiencias previas. Los avances en la neurociencia cognitiva indican que las redes neuronales son persistentes y difíciles de modificar, por lo que los profesores requieren optimismo y dedicación para facilitar la construcción de nuevas redes, respetar la diversidad infinita de cerebros y la independencia de pensamiento de los estudiantes. (Castro, 2009, 8 de febrero) En realidad, los estudios en neurociencia vienen a confirmar lo que ya muchos psicólogos y educadores habían sospechado: que las personas activamente construían sus propias representaciones de una realidad objetiva utilizando su conocimiento previo. El conocimiento lo construyen sobre las experiencias personales y las hipótesis que se formulan

sobre su entorno, hipótesis que ponen a prueba a través de la negociación social. Desde luego, al no compartir las mismas experiencias de vida, cada persona tiene una interpretación y un proceso de construcción del conocimiento distinto. Esta visión del aprendizaje, llamada constructivismo, es uno de los paradigmas que influye sobre el modelo educativo de ULACIT, cuyos proponentes más importantes fueron John Dewey (1859-1952), Jean Piaget (18961980), Jerome Bruner (1915-) y Lev Vygotsky (1896-1934). Desde la perspectiva constructivista, en ULACIT se reconoce que el estudiante aprende: 

 

 







Observando e imitando a otro más conocedor - por ejemplo, un experto, un par, o computadora - quienes proveen el andamiaje y modelan el uso de herramientas simbólicas y físicas. El modelamiento efectivo requiere de la atención, la retención, la reproducción y la motivación por parte del estudiante, así como el apoyo y la orientación por parte del docente (Teoría del Desarrollo Social de Lev Vygotsky, 1978; Teoría del Aprendizaje Social de Albert Bandura, 1969, 1973, 1977, 1986 y 1997; Bandura y Walters, 1963; Teoría de las Condiciones de Aprendizaje, de Robert Gagné, 1970). Interactuando con el mundo, manipulando y experimentando con objetos e ideas (Teoría del Aprendizaje por Descubrimiento, de Jerome Bruner, 1967). Dialogando y cuestionando continuamente, empleando el razonamiento y pensamiento crítico (Teoría del Aprendizaje por Descubrimiento, de Jerome Bruner, 1967). Colaborando con otros en comunidades de práctica (Teoría de las Comunidades de Práctica, de Jean Lave y Etienne Wenger, 1990 y 1998). Realizando actividades de aprendizaje complejas y variadas del mundo real en contextos socioculturales auténticos (Teoría del Desarrollo Social de Lev Vygotsky, 1978; Teoría del Aprendizaje Situado de Jean Lave, 1988; Teoría del Aprendizaje Cognitivo, Teoría de John Seely Brown, Allan Collins y Paul Duguid, 1989; Teoría de la Andragogía de Malcolm Knowles, 1987; Teoría de la Flexibilidad Cognitiva de R. Spiro, P. Feltovitch & R. Coulson, 1997). Involucrándose activamente en su aprendizaje dentro de una zona de desarrollo próximo (Teoría del Desarrollo Social de Lev Vygotsky, 1978y Teoría del Aprendizaje Activo de Reginald Revans, 1980, 1982 y 1998). Descubriendo nuevos conceptos a través de la indagación guiada, en situaciones de resolución de preguntas y problemas, a través del análisis de casos o simulando situaciones de la vida real (Investigadores médicos de McMaster University en Canadá; Teoría de Instrucción Anclada del Cognition & Technology Group de la Universidad de Vanderbilt, Canadá (CTGV, 1993). Asignándole autonomía, responsabilidad e independencia (Teoría del Aprendizaje Autónomo, de Henri Holec, 1981; ver también Revee y Bolt, 1999 y Murdock, Anderman y Hodge, 2000).

El segundo paradigma de aprendizaje que influye sobre el modelo pedagógico de ULACIT, es el humanismo secular. El humanismo fue impulsado por Abraham Maslow (1908-

1970) (1943), Carl Rogers (1902-1987) (1939, 1942, 1951, 1959, 1961, 1969, 1970, 1977 y 1980) y otros, bajo la noción de que el aprendizaje es un acto personal que realizan los seres humanos, con intencionalidad y valores, para lograr su propio potencial. A diferencia de las teorías conductistas, que indican que la conducta humana es el resultado de la aplicación de consecuencias, los humanistas sostienen que todo individuo tiene dentro de sí la capacidad para crecer y desarrollar sus propias habilidades. Desde este paradigma, el descubrimiento del conocimiento y la construcción del significado son centrales para el aprendizaje. El humanismo percibe el proceso de aprendizaje como enfocado hacia los estudiantes y facilitado por los docentes, con el objetivo de satisfacer las necesidades cognitivas y afectivas de los estudiantes y desarrollar personas auto-actualizadas, en ambientes cooperativos. Este paradigma enfatiza la libertad, la dignidad y el potencial de los seres humanos. Desde esta perspectiva, se reconoce que el estudiante aprende: 

     

 







A través de experiencias concretas, la observación reflexiva, la conceptualización abstracta y la experimentación activa (Teoría del Aprendizaje Experiencial, de David Kolb, en Kolb y Fry, 1975). Buscando satisfacer una serie de metas, en respuesta a una jerarquía de necesidades (Teoría de las Necesidades Humanas de Abraham Maslow, 1943). Manteniendo su interés por el aprendizaje a lo largo del proceso (Modelo de al Motivación ARCS de John Keller, 1983, 1984 y 1987). En ambientes de aprendizaje que lo hacen sentir apreciado y apoyado (Teoría del Aprendizaje Invitacional, de William Purkey, 2000). En ambientes educativos en donde las personas colaboran (Teoría del Aprendizaje Cooperativo, de David Johnson y Robert Slavin, en Ferrero, 2007). A través de la auto-evaluación, en un ejercicio de autorregulación y desarrollo interno (Teoría del Aprendizaje Autónomo, de Henri Holec, 1981). Cuando siente que aprende lo que necesita y desea saber (Teoría del Aprendizaje Significativo, de David Ausubel, 1963, 1978 y 1960; Ausubel, D., Novak, J., & Hanesian, H., 1978). Cuando el proceso educativo se centra en ayudarlo a decidir lo que es y lo que quiere llegar a ser (Pedagogía No Directiva de Carl Rogers, 1951). Cuando el docente permite que los estudiantes decidan sobre las experiencias y proyectos que quieren emprender, logrando aprendizajes vivenciales con sentido (Pedagogía No Directiva de Carl Rogers, 1951). Cuando el docente es abierto a nuevas formas de enseñanza, genuino con los estudiantes, empático, cercano y generoso con su conocimiento (Pedagogía No Directiva de Carl Rogers, 1951). Cuando el proceso educativo le permite clarificar sus preferencias personales y creencias, actitudes y opiniones (Teoría de la Clarificación de Valores de Louis Raths, 1966). Cuando sirve a los demás (aprendizaje en servicio; Arratia, 2008).

La enseñanza para la comprensión como enfoque pedagógico y curricular para la formación por competencias. En ULACIT, los estudiantes aprenden a comprender, a pensar y a actuar, dentro de las disciplinas. A lo largo del tiempo, los seres humanos han organizado su conocimiento en torno al estudio de preguntas esenciales y fenómenos específicos, para lo cual crearon diferentes métodos y teorías. Por ejemplo, las formas de pensar, los métodos y las herramientas de un matemático son diferentes a los de un artista, a los de un historiador, un filósofo o un científico. El aprendizaje de cada una de las disciplinas ofrece a los estudiantes distintos lentes analíticos para entender el mundo. Es así como, entre más disciplinas aprendan, y más profundamente las comprendan, mayores serán las perspectivas, métodos, herramientas y acciones a las que podrán recurrir cuando tengan que resolver problemas que todavía no existen, o contestar preguntas que aún no tienen respuesta. ¿Qué significa comprender una disciplina? Para comprender una disciplina hay que ser capaz de aplicar el conocimiento adquirido en contextos novedosos. Los estudiantes pueden llegar a entender conceptos e inclusive aplicar ciertas fórmulas o procedimientos, pero no necesariamente han desarrollado su comprensión dentro de una disciplina. Comprensión, bajo el marco conceptual de la “Enseñanza para la Comprensión” (EpC), significa la capacidad de integrar todo el conocimiento los conceptos, las teorías y los métodos y aplicarlo flexiblemente en la resolución de problemas nuevos. Un estudiante que comprende no se limita a repetir lo que el docente dice o hace en clase, sino que puede explicarlo, dar ejemplos, establecer múltiples relaciones con otros conceptos, ofrecer analogías, evaluar su pertinencia, adaptarlo según los requerimientos o hacer predicciones. (Blythe, 1998) La EpC es una propuesta pedagógica que tiene como objetivo sugerir a docentes pautas sobre cómo organizar los procesos de aprendizaje para lograr que sus estudiantes comprendan profundamente (Wiske, 1999). El marco conceptual se desarrolló en la Universidad de Harvard, en la Facultad de Educación, bajo la iniciativa de los profesores Howard Gardner, David Perkins y Vito Perrone, a inicio de los años 901. El marco, validado en diferentes niveles educativos, identifica las prácticas educativas que generan mayor comprensión en los estudiantes. (Perkins y Blythe, 2008) El docente define metas y sub-metas de comprensión esenciales, explícitas y públicas. Antes de iniciar, establece una sola meta de comprensión que refleje la pregunta o problema esencial de la disciplina que los estudiantes analizan a lo largo del curso. Luego define las submetas de comprensión. El conjunto de las sub-metas de comprensión llevan al logro de la meta de comprensión del curso. Las metas de comprensión, definidas explícita y públicamente en el sílabo del curso son útiles para que los estudiantes tengan claras las expectativas con respecto al desempeño esperado. La razón es que los estudiantes deben entender hacia donde se espera que lleguen, si se pretende que puedan llegar ahí por sí mismos. Las metas de comprensión definen los criterios bajo los cuales se evaluarán los desempeños de comprensión. (Blythe, 1998) El docente define los desempeños de comprensión. Estos consisten en actividades que requieren que los estudiantes utilicen sus conocimientos de maneras nuevas o en contextos 1

http://www.pz.harvard.edu

diferentes para evidenciar su comprensión. A través de los desempeños de comprensión, estos reconfiguran, expanden, extrapolan y aplican lo que ya saben. Además, permiten constatar el desarrollo de la comprensión a lo largo de un periodo. Los estudiantes demuestran públicamente lo que han aprendido no basta con confiar que hayan comprendido en la intimidad de sus pensamientos. A través de los desempeños preliminares, el docente estima el conocimiento previo de los estudiantes, así como estimula su interés por el tópico. A lo largo del curso, se establecen desempeños de investigación guiada, que le permiten determinar el nivel de progreso en la comprensión de los estudiantes, en aspectos concretos del curso. Al final, los estudiantes son capaces de demostrar la comprensión desarrollada a lo largo del curso, a través de un proyecto final de síntesis distinto y novedoso y cercano a contextos laborales reales. (Blythe, 1998) El docente realiza evaluaciones diagnósticas continuas. La evaluación diagnóstica continua se refiere a la realimentación que el profesor debe dar frecuentemente a los estudiantes, de modo tal que permita mejorar sus próximos desempeños. Los criterios que se utilizan para evaluar los desempeños se enuncian pública y explícitamente, al comienzo de cada desempeño. Además están estrechamente vinculados con las metas de comprensión. La disposición de rúbricas de evaluación, holísticas o analíticas, en el sílabo del curso, cumple un rol fundamental en la evaluación de desempeños de comprensión. (Klemp, 1979; Pottinger, 1979; Blyhe, 1998) Por otra parte, la realimentación debe proporcionarse con frecuencia a lo largo del curso. Se brinda formalmente y planeada, o informalmente, en respuesta a los comentarios de un estudiante en clase. Puede también solicitarse a los estudiantes construir los criterios de evaluación de los desempeños junto con el docente. Lo más importante de la evaluación diagnóstica continua es que esta venga, no solo del docente, sino del mismo estudiante y de sus compañeros de clase. (Perkins y Blythe, 2008) Enseñar para la comprensión requiere actuar y reflexionar. Para desarrollar la comprensión, los estudiantes deben experimentar con conceptos y objetos, así como reflexionar sobre su experiencia de aprendizaje. Por tanto, el profesor emplea experiencias auténticas, lo más parecidas a la vida real (Banta y Associates, 1993; Banta, Lund, Black y Oblander, 1996; Barrows y Tamblyn, 1980). A estas experiencias se les llaman desempeños de comprensión, porque permiten a los estudiantes y a los docentes constatar, públicamente, el desarrollo de la comprensión a lo largo del tiempo, en situaciones nuevas y desafiantes (Hmelo-Silver, 2004; Hmelo-Silver y Barrows, 2006). De ahí que no sean desempeños de comprensión las pruebas cortas, los exámenes escritos en el aula y otras estrategias evaluativas descontextualizadas de la vida real. (Perkins, 1993; Sinclair Community College, 1998) Las experiencias auténticas requieren que los estudiantes resuelvan problemas complejos, haciendo esfuerzo intelectual y dedicándole tiempo. Obliga a los estudiantes a recurrir a múltiples enfoques teóricos y fuentes didácticas. Asimismo, requieren que los estudiantes trabajen en equipos interdisciplinarios, en la elaboración de productos terminados. A estos productos terminados se les denomina proyectos finales de síntesis, porque permiten que los estudiantes sinteticen y demuestren la comprensión adquirida a lo largo de un curso. Los desempeños de comprensión tienen la ventaja de que permiten

desarrollar las competencias de forma integral. Además, estimulan el interés de los estudiantes porque ellos pueden evidenciar, con claridad, lo pertinente y concreto que resulta su aprendizaje. No hay mayor motivación que aprender a hacer algo útil. (Blythe, 1998)

El diseño curricular por competencias. Es propósito de ULACIT definir, enseñar y evaluar competencias altamente valoradas por los empleadores y por la sociedad en general, a lo largo de sus programas y planes de estudio (Conley, 1999; Paulson y Ewell, en prensa). Su fin es poder rendir cuentas sobre los conocimientos y destrezas generales y específicas que sus graduados dominan como resultado de sus experiencias de aprendizaje, y utilizar esa información para realimentar el diseño curricular y las prácticas docentes como parte fundamental de sus procesos de mejoramiento continuo. (Grant y associates, 1979; Doll, 1984; Farmer, 1988; Gonczi, 1994; Evers, Rush y Berdrow, 1998) Para efectos del modelo educativo en ULACIT, se emplean las siguientes definiciones:  Los rasgos o características son las bases biológicas sobre las cuales las experiencias pueden ser construidas.  Los conocimientos declarativos, procedimentales y actitudinales se desarrollan a través de procesos de aprendizaje.  Las competencias son la combinación de conocimientos, habilidades y destrezas y actitudes que se requieren para realizar alguna acción en una situación específica del mundo real. Las competencias que se desarrollan a nivel universitario se requieren para ejercer una profesión, pero también para ejercer la vida en ciudadanía y la autorrealización. Existen competencias disciplinares (también conocidas como laborales o profesionales) y generales (incluyen las denominadas genéricas, básicas, académicas, o para la vida). Las competencias generales por desarrollar en ULACIT se especifican en el “perfil general del graduado” y las disciplinares, en el “perfil profesional de la carrera”.  Los elementos de competencia se refieren a las acciones, comportamientos o resultados concretos que la persona debe demostrar.  Los criterios de desempeño son los resultados observables y medibles de aplicar estas competencias, o el nivel al que la adquisición de esta competencia puede ser valorada. (Ver Figura Nº 1.) El diseño curricular por competencias en ULACIT implica:  Asegurar que las competencias definidas respondan a las necesidades presentes y futuras de la sociedad, con base en referentes locales y universales.  Definir las competencias de forma clara, para que sean comprendidas y aceptadas por todos los involucrados.  Asegurar que se utilicen los mecanismos de evaluación más apropiados para medir la consecución de las competencias.



  



Definir el logro de las competencias de forma precisa, a través de rúbricas o listas de cotejo, para que puedan ser evaluadas. La evaluación de los aprendizajes, a través de rúbricas holísticas o analíticas, son los mejores instrumentos para la evaluación del logro de competencias, pues establecen expectativas de desempeño para el estudiante y delimitan con claridad los niveles con que se evaluarán las diferentes actividades. Documentar y compartir públicamente el logro de las competencias por parte de los estudiantes. Realizar análisis de los resultados de aprendizaje periódicos para que todos los involucrados conozcan y comprendan los hallazgos. Implementar medidas correctivas para mejorar continuamente los resultados de aprendizaje, a través de acciones de realimentación durante el proceso, tanto por pares como por el profesor. Integrar los saberes (declarativos, procedimentales, axiológicos y actitudinales) tanto en las competencias disciplinares como las generales del perfil del graduado. Figura Nº 1. Modelo de diseño curricular

Fuente: Vicerrectorado de Investigación y Desarrollo, ULACIT, 2011

En el modelo de ULACIT, las metas de comprensión o metas abarcadoras del modelo pedagógico de la EpC, son equivalentes a las competencias en el diseño curricular por competencias, y las sub-metas, a los elementos de la competencia. Los desempeños por comprensión se llaman solo desempeños. Los tópicos generativos son los contenidos declarativos, procedimentales y actitudinales, o el conjunto de saberes fundamentales que el estudiante analiza y aplica en los desempeños de forma innovadora y creativa. Estos elementos y componentes se encuentran explicitados en los programas de los cursos, o sílabos, en la sección denominada competencias, donde se expresa la competencia disciplinar por desarrollar en cada curso y la competencia general. Cada una de estas competencias se desagrega en elementos de competencia, los cuales evidencian, en su conjunto, los saberes (conocer, ser y convivir y hacer) involucrados en dichos elementos de competencia. El logro

de lo enunciado en los elementos de competencia se refleja a través de los denominados criterios de desempeño, que abarcan desde actividades de aprendizaje hasta el desempeño final de síntesis o integrador de cada curso. Todos los cursos contribuyen al desarrollo de la competencia general del perfil general del graduado a través de diferentes criterios de desempeño, metodología de enseñanza-aprendizaje y de evaluación. Por las características del modelo curricular y pedagógico expuestas, los cursos se definen como teórico-prácticos, pues siguiendo a Quesada, Cedeño y Zamora (2001) en ellos se construye conocimiento a partir de desarrollos conceptuales, el análisis de casos e identificación de principios, entre otros y los emplea para el análisis de situaciones concretas, simuladas o reales, el diseño de alternativas de acción y en ejecuciones contextualizadas. Perfil General del Graduado Del modelo educativo propuesto, de la misión, visión y objetivos institucionales deriva el perfil general del graduado que ULACIT busca formar a través de la docencia, la investigación, la extensión y la acción social. De esta forma, los graduados de la Universidad son seres humanos capaces de:  Emplear, con un alto grado de competencia, los conocimientos, métodos y herramientas de su disciplina.  Participar, de forma activa e informada, en la vida pública.  Convivir y cooperar, con empatía y respeto, en comunidades diversas y plurales.  Comunicarse, de forma oral y escrita, en dos o más idiomas.  Gestar nuevos emprendimientos.  Impulsar la innovación y el cambio, con visión, creatividad y responsabilidad social y ambiental.  Autorregular sus procesos cognitivos y afectivos, de tal forma que pueda aprender por sí mismo, organizarse, resolver problemas y, en general, funcionar de forma independiente y con un nivel óptimo de desempeño.  Responder, crítica y éticamente, a los problemas y oportunidades que se presentan.  Administrar recursos y personas, mostrando habilidades para la planificación, el trabajo en equipo, la toma de decisiones, el liderazgo y la negociación.  Comprender y apreciar las culturas, creencias y conductas distintas a la propia.  Interpretar diversas formas de expresión cultural y mostrar la capacidad de respuesta estética.  Utilizar el razonamiento, el pensamiento científico y la tecnología para enfrentar los retos del entorno en que se desenvuelven. El logro de este perfil general del graduado, los planes de estudio de grado de ULACIT se favorece a través de tres claves estratégicas, a saber: 

La incorporación de un bloque de cursos de Estudios Generales y de uno aprendizaje del idioma inglés, en concordancia con la tendencia en la formación

académica de las más prestigiosas universidades en el mundo, para las cuales este bloque de cursos denominado aquí Estudios Generales, constituye un aprendizaje que empodera a los individuos y los prepara para lidiar con la complejidad, diversidad y el cambio. Provee a los estudiante conocimiento del mundo (por ejemplo: en ciencias, cultura y sociedad) y profundiza el estudio en áreas específicas de interés. La educación liberal ayuda a los estudiantes a desarrollar el sentido de responsabilidad social, al tiempo que favorece y la transferencia intelectual y práctica de habilidades tales como la comunicación, las habilidades para el análisis y la resolución de problemas y la aplicación del conocimiento y las habilidades en el mundo real. (Association of American Colleges and Universities ,2009), y contribuye a que los futuros profesionales sean más autoconscientes y críticos de sus presuposiciones y motivaciones, más creativos en la resolución de sus problemas, tengan una perspectiva más amplia del entorno y sean más capaces de informarse acerca de las diferentes aristas de sus vidas, personalidad, profesión y sociedad. (Harvard, 2007, p. 1) De ahí que la propuesta curricular de ULACIT se enfocan en el desarrollo de competencias en las áreas del uso de la tecnología, el razonamiento y la argumentación, las ciencias sociales, el lenguaje y comunicación y el emprendimiento, como se detalla en el respectivo apartado de áreas de competencia en que se integra este bloque en el perfil profesional del graduado. 

La incorporación del aprendizaje en servicio en los desempeños finales de un porcentaje de cursos de la carrera, con los cuales se contribuye a la experiencia de aprendizaje del estudiante en escenarios reales de trabajo al mismo tiempo que contribuye en la comprensión de las necesidades y problemas de su entorno y tiene la oportunidad de hacer algo por ellas. En efecto, se entiende que el aprendizaje en servicio (service learning) es “una estrategia de enseñanza y aprendizaje que integra servicio significativo a la comunidad con instrucción y reflexión que enriquece la experiencia de aprendizaje, de la enseñanza de la responsabilidad cívica y de los problemas de la comunidad” (National Service-Learning Clearinghouse, 1995), de tal forma que “incorpora el trabajo en la comunidad al currículum, ofreciendo a los estudiantes experiencias de aprendizaje en el mundo real, que amplían su aprendizaje académico mientras proveen beneficios tangibles a sus comunidades” (Bringle & Hatcher, 1995)



La incorporación de la investigación como desempeños intermedios y finales de un porcentaje de cursos de la carrera, con los cuales los estudiantes tienen la oportunidad de acercarse de manera crítica y metódica a la comprensión de fenómenos y problemas que les afectan en relación con el objeto de estudio de los

respectivos cursos y promueve la utilización de la metodología y herramientas disciplinares de investigación y sensibiliza y prepara al estudiante para aportar en el desarrollo del conocimiento disciplinar durante su ejercicio profesional.

Referencias American Psychological Association. (2010). Publication manual of the American Psychological Association (6ta. Ed.). Washington, D. C.: APA. Arratia, A. (2008). Ética, solidaridad y “aprendizaje en servicio” en la educación superior. Acta Bioethica, 14 (1). Association of American Colleges and Universities (16 de mayo, 2009). Trends and Emerging Practices in General Education. Recuperado el 2 de julio, 2009, de: http://www.aacu.org/resources/generaleducation/index.cfm Ausubel, D. (1960). The use of advance organizers in the learning and retention of meaningful verbal material. Journal of Educational Psychology, 51, 267-272. Ausubel, D. (1963). The psychology of meaningful verbal learning. New York: Grune & Stratton. Ausubel, D. (1978). In defense of advance organizers: A reply to the critics. Review of Educational Research, 48, 251-257. Ausubel, D., Novak, J., & Hanesian, H. (1978). Educational psychology: A cognitive view (2nd ed.). New York: Holt, Rinehart & Winston. Bandura, A. & Walters, R. (1963). Social learning and personality development. New York: Holt, Rinehart & Winston. Bandura, A. (1969). Principles of behavior modification. New York: Holt, Rinehart & Winston. Bandura, A. (1973). Aggression: A social learning analysis. Englewood Cliffs, NJ: Prentice-Hall. Bandura, A. (1977). Social learning theory. New York: General Learning Press. Bandura, A. (1986). Social foundations of thought and action. Englewood Cliffs, NJ: PrenticeHall. Bandura, A. (1997). Self-efficacy: The exercise of control. New York: W.H. Freeman. Banta, T. W., and Associates. (1993). Making a difference: Outcomes of a decade of assessment in higher education. San Francisco: Jossey-Bass Publishers. Banta, T. W., Lund, J. P., Black, K. E. and Oblander, F. W. (1996). Assessment in practice: Putting principles to work on college campuses. San Francisco: Jossey-Bass Publishers. Barrows, H. S. & Tamblyn, R. M. (1980). Problem-based learning: An approach to medical education. New York: Springer. Blythe, T. (1998). La enseñanza para la comprensión: Guía para el docente. Argentina: Paidos.

Bringle, R. G., & Hatcher, J. A. (1995). Implementing Service-Learning in Higher Education. Journal of Higher Education, 67 , 2. Brown, J.S., Collins, A. & Duguid, S. (1989). Situated cognition and the culture of learning. Educational Researcher, 18(1), 32-42. Bruner, J.S. (1967). On knowing: Essays for the left hand. Cambridge, Mass: Harvard University Press. Castro, S. (2009, 8 de febrero). Piaget, Chomsky y Neurociencia. La Nación. Foro. Disponible en http://periodico.nacion.com/doc/nacion/LA_NACION08febrero2009/2009020802/?key=45dcde7d266709af50fe2117c03e7242 Cognition & Technology Group of Vanderbilt. (1993). Anchored instruction and situated cognition revisted. Educational Technology, 33 (3), 52-70. Conley, D. (1999). Statewide strategies for implementing competency-based admissions standards. [Verión electrónica]. Disponible en http://www.sheeo.org/publicat/pubk16.htm Consejo Nacional de Rectores. (2004). Nomenclatura de grados y títulos de la educación superior. Disponible en http://www.conare.ac.cr/index.php?option=com_remository&Itemid=134&func=startd own&id=7 Curry, L., Wergin, J. F. and Associates. (1993). Educating professionals: Responding to new expectations for competence and accountability. San Francisco: Jossey-Bass Publishers. Doll, W. E., Jr. (1984). Developing competence. In competence: Inquiries into its meaning and acquisition in educational settings. Lanham, MD: University Press of America. Evers, F. T., Rush, J. C., and Berdrow, I. (1998). The bases of competence: Skills for lifelong learning and employability. San Francisco: Jossey-Bass Publishers. Farmer, D. W. (1988). Enhancing student learning: Emphasizing essential competencies in academic programs. Wilkes-Barre, PA: King’s College. Ferrero, R. (2007, febrero). Una visión de conjunto a una de las alternativas educativas más impactantes de los últimos años: El aprendizaje cooperativo. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 9 (2). Disponible en http://redalyc.uaemex.mx/pdf/155/15590211.pdf Gagné, R. (1970). Las condiciones del aprendizaje. Madrid, España: Aguilar. Gonczi, A. (1994). Competency-Based assessment in the professions in Australia. Assessment in Education, 1(1), 27-44.

Grant, G., and Associates. (1979). On competence: A critical analysis of competence-based reforms higher education. San Francisco: Jossey-Bass Publishers. Harvard University. Faculty of Arts and Sciences. (2007). Report of the Task Force on General Education. Recuperado de: http://www.fas.harvard.edu/~secfas/General_Education_Final_Report.pdf Hmelo-Silver, C. E. & Barrows, H. S. (2006). Goals and strategies of a problem-based learning facilitator. Interdisciplinary Journal of Problem-based Learning, 1. 21-39. Hmelo-Silver, C. E. (2004). Problem-based learning: What and how do students learn? Educational Psychology Review, 16, 235-266. Holec, Henri. (1981). Autonomy and foreign language learning. Oxford: Pergamon Jones, E. A. (Ed.). (1996). Preparing competent college graduates: setting new and higher expectations for student learning. New Directions for Higher Education, No. 96. San Francisco: Jossey-Bass Publishers. Keller, J. M. (1983). Motivational design of instruction. En C. M. Reigeluth (Ed.), Instructionaldesign theories and models: An overview of their current status. Hillsdale, NJ: Lawrence Erlbaum Associates. Keller, J. M. (1984). The use of the ARCS model of motivation in teacher training. In K. Shaw & A. J. Trott (Eds.), Aspects of educational technology. Volume XVII: staff development and career Updating. London: Kogan Page. Keller, J. M. (1987). Development and use of the ARCS model of motivational design. Journal of Instructional Development, 10(3), 2-10. Klemp, G. O., Jr. (1979). Identifying, measuring, and integrating competence. En defining and measuring competence. En P. S. Pottinger and J. Goldsmith. New Directions for Experiential Learning, No. 3, 41-52. San Francisco: Jossey-Bass Publishers. Knowles, M. (1990). The adult learner: A neglected species (4sub Ed.). Texas, EE. UU: Gulf Publishing. Kolb. D. A. and Fry, R. (1975).Toward an applied theory of experiential learning. En C. Cooper (Ed.), Theories of group process. London: John Wiley. Lave, J. (1988). Cognition in practice: Mind, mathematics, and culture in everyday life. Cambridge, UK: Cambridge University Press. Lave, J., & Wenger, E. (1990). Situated learning: Legitimate peripheral participation. Cambridge, UK: Cambridge University Press.

Lave, J., & Wenger, E. (1998). Communities of practice: Learning, meaning, and identity. Cambridge University Press. Murdock, T., Anderman, L. y Hodge, S. (2000). Middle-grade predictors of students’ motivation and behavior in high school. Journal of Adolescent Research, 15(3), 327-351 National Service-Learning Clearinghouse. (2013, junio). What is service learning. Recuperado de http://www.servicelearning.org/what-is-service-learning Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. (2009). La comprensión del cerebro: El nacimiento de una ciencia del aprendizaje. Paris: OCDE. Paulson, K., and Ewell, P. (En prensa). 21st-Century skills for community college education: The critical role of competencies. California, EE. UU.: League for Innovation in the Community College. Perkins, D. (1993). Teaching for understanding. American Educator: The Journal of the American Federation of teachers, 17 (3), 8. 28-35. EBSCO Host. Perkins, D. y Blythe, T. (1994, febrero). Putting understanding up front. Educational Leardship, 51 (5), 4-7. EBSCO Host Pottinger, P. S. (1979). Competence assessment: Comments on current practices. In defining and measuring competence. New Directions for Experiential Learning, No. 3, 25-39. San Francisco: Jossey-Bass Publishers. Quesada, M. E., Cedeño, M. A. y Zamora, J. M. (2001). El diseño curricular en los planes de estudio: aspectos teóricos y guía metodológica. Heredia, Costa Rica: EUNA. Raths, L. (1966). Values and teaching: working with values in the classroom. Ohio, EE. UU: Merrill Books. Reeve, J. y Bolt, E. (1999). Autonomy-supportive teachers: How they teach and motivate students. Journal of Educational Psychology, 91(3), 537-548. Resnick, L. B., and Wirt, J. G. (Eds.). (1996). Linking school and work: Roles for standards and assessment. San Francisco: Jossey-Bass Publishers. Revans, R. W. (1980). Action learning: New techniques for management. London: Blond & Briggs, Ltd. Revans, R. W. (1982). The origin and growth of action learning. Brickley, UK: Chartwell-Bratt. Revans, R. W. (1998). ABC of action learning. London: Lemos and Crane.

Rogers, C. (1939). Clinical treatment of the problem child. Massachusetts, EE. UU: Houghton Mifflin. Rogers, C. (1942). Counseling and psychotherapy: Newer concepts in practice (8va ed.). New York, EE. UU.: Thomson/Cole. Rogers, C. (1951). Client-centered therapy: Its current practice, implications and theory. London: Constable. Rogers, C. (1959). A theory of therapy, personality and interpersonal relationships as developed in the client-centered framework. En: S. Koch, Psychology: A Study of a Science. Vol. 3: Formulations of the Person and the Social Context. New York: McGraw Hill. Rogers, C. (1961). On becoming a person: A therapist's view of psychotherapy. London: Constable. Rogers, C. (1969). Freedom to learn: A view of what education might become. Columbus, Ohio: Charles Merill. Rogers, C. (1970). On encounter groups. New York: Harrow Books, Harper and Row. Rogers, C. (1977). On personal power: Inner strength and its revolutionary impact. Pennsylvania, EE. UU.: Trans-Atlantic Publications. Rogers, C. (1980). A way of being. Boston: Houghton Mifflin. Sinclair Community College. (1998). Continuous improvement through the assessment of student learning outcomes: A work in progress—department assessment. Reviews and program learning outcomes. Dayton, OH: Sinclair Community College. Spiro, R., Feltovitch, P. y Coulson, R. (1997). Cognitive flexibility theory: Advanced knowledge acquisition in ill-structured domains. In V. Patel (ed.), Proceedings of the 10th Annual Conference of the Cognitive Science Society. Hillsdale, NJ: Erlbaum. Vygotsky, L. S. (1978). Mind and society: The development of higher mental processes. Cambridge, MA: Harvard University Press. Stone-Wiske, M. (Comp.). (1999). La enseñanza para la comprensión. Vinculación entre la investigación y la práctica. Buenos Aires, Argentina: Paidos.

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.