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Uno de los avances más recientes e importantes en el campo de la alimentación y la nutrición humana ha sido el descubrimiento de que los alimentos no sólo son importantes por los componentes nutritivos que tienen como: calorías, proteínas, grasas, hidratos de carbono o azúcares, fibras, vitaminas y minerales, sino que además ejercen efectos muy importantes sobre la calidad de la circulación, los procesos inflamatorios, el grado de toxicidad del cuerpo o en las reacciones alergénicas de una persona.
De acuerdo con uno de los más grandes especialistas en alimentación según el grupo sanguíneo, el Dr. Peter D’Adamo, “su grupo de sangre refleja su química interna. Es la clave que abre los misterios de la enfermedad, la longevidad, la condición física y la fuerza emocional. Éste determina su susceptibilidad a las enfermedades, los alimentos que debe comer y las formas para evitar los problemas de salud.”
Actualmente sabemos que los alimentos tienen funcione no nutritivas, pero que sí afectan la calidad de las funciones: hay alimentos que nos ayudan a digerir muy bien, y otros que los digerimos con mucha dificultad; algunos alimentos nos mantienen sin inflamación intestinal y otros nos dejan como si tuviéramos un balón de gas en el intestino. Ciertos alimentos mejoran nuestra circulación y otros aglutinan y hacen viscosa a nuestra sangre, reduciendo la velocidad con la que fluye por nuestras venas y arterias junto con todo su contenido, retardando la entrada de oxígeno hacia los órganos, haciendo mas lenta la llegada de nutrientes a los tejidos y disminuyendo la velocidad con la que los desechos celulares son excretados del organismo, provocándonos dolores de cabeza, elevando la presión sanguínea y empeorándonos las várices y hemorroides. También, hay otros alimentos que nos engordan descontroladamente, nos provocan inflamación de las articulaciones, nos hacen retener líquidos o nos provocan bajones de energía física y mental; otros tantos, nos mantienen jóvenes y saludables por mas tiempo, o nos envejecen aceleradamente.
Otro de los poderosos efectos que tienen los alimentos en el organismo es su influencia en el sistema inmunológico, llegando incluso al autoataque (hiperfunción) o el debilitamiento (supresión) de nuestro propio cuerpo, dejándonos más desprotegidos y susceptibles a infecciones y enfermedades frecuentes. También, uno de los grandes hallazgos acerca de los efectos no nutritivos de los alimentos, dependiendo del tipo de sangre que tenga una persona, es la irritación del sistema nervioso, de las células nerviosas y el cerebro, causando una
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actividad neuronal excesiva y descontrolada, semejante a la hiperactividad e incapacidad para concentrarse y enfocarse adecuadamente.
Entendiendo que es el grupo sanguíneo El tipo de sangre se determina por la presencia de moléculas específicas (llamadas antígenos) sobre la superficie de algunas células de nuestro cuerpo. Algunas personas también pueden presentar estas moléculas en sus fluídos: el suero de la sangre, la saliva o el semen -a las que se llama secretores-, pero típicamente se encuentran solo sobre las membranas de algunas células y no en los fluídos. Cada grupo de sangre tiene su molécula específica, así, si usted tiene sangre del grupo O, significa que sus células tienen en la superficie la moléculas llamada fucosa; si es del grupo A, tendrá sobre sus células moléculas llamadas N-acetil-galactosamina; si pertenece al grupo de sangre B, tendrá otras moléculas llamadas D- galactosamina y, si pertenece al grupo AB, tendrá tanto moléculas de la sangre A como de la B, simultáneamente. No todas las células de nuestro cuerpo presentan en su superficie estas moléculas del tipo de sangre, no todos los tejidos tienen grupo de sangre; se sabe que los glóbulos rojos, las células del intestino, las del hígado y las células de los pulmones son las que presentan moléculas del grupo sanguíneo, así que son los órganos en donde mas se notan las reacciones positivas o negativas entre los alimentos y el tipo de sangre. Por eso no es de extrañarse que las reacciones mas severas de los alimentos negativos se den en el intestino, la sangre, los pulmones y el hígado.
La alimentación de acuerdo con el grupo sanguineo En la raza humana existen 4 grandes grupos de sangre (el O, el A, el B y el AB), que han aparecido en diferentes momentos de la evolución humana, gracias a los efectos que han tenido en los genes los alimentos disponibles, las bacterias existentes y el estilo de vida prevaleciente en cada época.
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Grupo de sangre O, los cazadores El 47.7% de la población mundial tiene este grupo sanguíneo; es el más abundante en los humanos porque es el más antiguo. Este grupo se desarrolló cuando los primeros grupos humanos nómadas eran cazadores de animales salvajes y recolectores de alimentos, en la prehistoria. Se sabe que esta sangre estaba presente desde la aparición de la especie humana (hace unos 65,000 años). Esta sangre fue diseñada bioquímicamente para las condiciones ambientales y de alimentación prehistóricas, preagrícolas y preganaderas. Las personas del grupo O son las más fuertes físicamente hablando, ya que surgen de un medio de gran actividad física para poder recolectar vegetales, que no sabía cultivar, y para cazar diferentes animales: mamíferos, aves, pescados, mariscos, roedores, reptiles, insectos, que son justamente el tipo de proteína que les conviene comer. Son el grupo de mejor digestión debido a que tienen una mayor acidez para poder digerir alimentos naturales, crudos, sin procesar. En su dieta deben contar con un buen aporte de grasas saludables, como la de oliva y los Omega 3, para evitar la fatiga y la depresión, tanto mental como orgánica. Sin embargo, tienen dificultades para asimilar los lácteos, los granos, como el trigo, el centeno, la sémola y, en general, los cereales, ya que no era común encontrar estos alimentos en la prehistoria, y no han experimentado adaptaciones digestivas ni metabólicas óptimas para procesarlos.
Las personas con sangre del grupo O deben consumir abundantes vegetales frescos y muy variados: frutas, verduras, hojas, tallos, semillas, cortezas, tubérculos, pero no deben comer mucho cereal. De hecho, los cereales son lo que más engorda, inflama y deteriora el sistema digestivo del grupo O. Este grupo es el más resistente a las enfermedades debido a: 1) su fuerte acidez estomacal, que le permite absorber y aprovechar mejor las sustancias nutritivas para formar y reparar tejidos corporales y producir un mejor nivel de energía, y 2) a su fuerte sistema inmunológico, que lo protege contra un gran número de organismos y sustancias dañinas, y contra el deterioro del cuerpo, por lo que es el grupo que tiene mayor promedio de vida: 86.7 años. También el ejercicio es importante para su bienestar.
Los alimentos que se sabe que tienen un efecto más negativo para este grupo son: lácteos de vaca, cereales y en especial, trigo y maíz; las habas, alubias, lentejas, col, coliflor, papa, aguacate, melón, naranja, kiwi, fresa, cerdo, calamares, pulpo, rana, tortuga. Procure comer con poca frecuencia estos alimentos para reducir los efectos inflamatorios del intestino, las tendencia a las alergias, la ganancia de peso y la producción de moco excesiva en los pulmones.
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Grupo A, los agricultores: Este grupo sanguíneo se encuentra en el 36.1% de la población global. Es el segundo grupo en aparecer en la raza humana (tiene unos 25,000 años de antigüedad), evolucionó más tarde y es el que predomina en las personas que viven en Europa y África. Este grupo de sangre aparece como una respuesta adaptativa al cambiar el estilo de vida y alimentación cuando se descubre la agricultura. Con la aparición de esta actividad, algunos grupos humanos se hicieron sedentarios, cultivaban sus alimentos, que eran básicamente vegetales, y consumían primordialmente pescados que habitaban en los ríos y aguas con los que regaban los cultivos. Esto significó que dejaron de cazar animales grandes, de carnes rojas (res, cerdo, borrego, cabra), al mismo tiempo que su actividad física se redujo. Se pueden considerar vegetarianos por adopción, debido a que se encuentran muy bien bajo un régimen vegetariano. Sin embargo necesitan algunas proteínas animales, como pescado y pollo.
Además, al crecer los grupos sedentarios en un espacio limitado, se desarrollaron habilidades diplomáticas, de observación de normas, de trabajo en grupo y de orden, aspectos que caracterizan a esta sangre.
Estas personas no pueden digerir adecuadamente carne roja. Tampoco están diseñadas para el consumo de lácteos. La sangre A pertenece a los agricultores, no a los ganaderos, por lo que su alimentación debe ser netamente vegetariana salpicada con carnes blancas. Este grupo tiene una sangre más viscosa por lo que al comer alimentos de origen animal afecta considerablemente la circulación, y también tienen una digestión menos ácida, lo que dificulta digerir, por lo que habitualmente desarrollan más problemas digestivos que los demás grupos.
La sangre A tiene un promedio de vida de tan sólo 61.6 años, el menor de todos los grupos, 25 años menos de promedio de vida que la sangre O. Uno de los factores que más pueden estar afectando a la sangre A es la comercialización tan extendida del consumo de carnes rojas, de grasas saturadas y de productos lácteos, todos ellos negativos para este grupo, al tiempo que
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ha decrecido alarmantemente el consumo de vegetales y frutas frescas y crudas, indispensables para los A.
Algunos ejemplos de los alimentos más negativos para este grupo son: lácteos de vaca, carne roja, cerdo, mariscos, trigo, papa, naranja, plátano, melón, chile, jitomate, aceitunas, coco, berenjena, habas, frijol bayo. El consumo excesivo de estos alimentos afecta principalmente al intestino, a la sangre y al sistema inmunológico, por lo que procure consumir pocas veces y en poca cantidad de estos alimentos por semana.
Grupo B, los nómadas: Este grupo compone el 12% de la población mundial. Esta sangre apareció como resultado del descubrimiento de la ganadería por grupos seminómadas (hace unos 10,000 años), quienes requerían llevar consigo su alimento, y por la casi simultánea introducción de granos en la nutrición humana. Las personas que pertenecen a este grupo pueden digerir una gran variedad de alimentos, inclusive lácteos y productos fermentados. La sangre B combina muchas de las características fuertes y resistentes de los O con las características gregarias e intelectuales de los A. También es la sangre que puede consumir la mayor variedad de alimentos, siempre que sean naturales, frescos o crudos. Al igual que el grupo O, la sangre B no está adaptada para el consumo de cereales, por lo que debe consumir poca cantidad de ellos.
Esta sangre, que combina fortaleza física y fortaleza mental, los hace muy aptos para el comercio, para el análisis y para la audacia, por lo que siendo un pequeño porcentaje de la población mundial forma una gran proporción de comerciantes y millonarios exitosos. La fortaleza física heredada de la sangre O hace que este grupo sea el segundo más duradero, ya que el promedio de vida para estos individuos es de 78.2 años, 8.5 años menos que el grupo O, y 16.6 años más que el grupo A. Los del grupo B tienden a ser creativos y nada convencionales.
Los alimentos más negativos para este grupo son: pollo, cerdo, pulpo, tortuga, rana, maíz, trigo, amaranto, lenteja, cacahuates, ajonjolí, aceites, aguacate, coco, carambola, jitomate, chiles, aceitunas y alcachofa, los cuales afectan los puntos mas vulnerables de este grupo que son el sistema inmunológico y el sistema nervioso. Cuando mucho, consúmalos una vez a la semana.
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Grupo AB, los enigmaticos: Éste es el último grupo en aparecer en el panorama sanguíneo. Se ha estimado que tan sólo tiene unos 2,000 años de antigüedad, y surge como una adaptación ante la mezcla de diferentes grupos sanguíneos, resultante del incremento poblacional y del contacto entre diferentes grupos étnicos. Este grupo tiene las fortalezas y las debilidades tanto de la sangre A como de la B, resultando más vulnerables en sus articulaciones, su sistema digestivo, reacciones alérgicas y sistema nervioso. Solo un 4.2% de la población global tiene este tipo de sangre.
La sangre AB, por contener a la A, es la segunda menos duradera. En promedio tienen una expectativa de vida de 69.5 años, 17.2 años menos que los O, 8.7 años menos que los B, pero 7.9 años más que el grupo A.
Para este grupo, los alimentos que se consideran más negativos son: res, cerdo, pollo, aves pequeñas, mariscos, embutidos, habas, frijol bayo, garbanzos, cacahuates, nueces, pepitas, maíz, sorgo, tapioca, chiles, aceitunas, aguacate, plátano, coco, guayaba, naranja.
Conclusion 6/8
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Debido a los antecedentes evolutivos de los diferentes grupos de sangre, cada uno presenta características moleculares que los hacen compatibles con determinados alimentos e incompatibles con otros. La alimentación de acuerdo con el grupo de sangre no es una moda, sino un conjunto de hallazgos bioquímicos y del funcionamiento celular, que están revolucionando la forma de ver la nutrición y alimentación. Por eso, es importante conocer que tipo de alimentos nos benefician según nuestro grupo sanguíneo, para prevenir el deterioro acelerado del cuerpo y obtener el máximo beneficio de los alimentos en nuestra salud.
Si usted sigue cuidadosamente la alimentación de acuerdo con su grupo sanguíneo, usted puede: Evitar muchas de las infecciones comunes. Perder peso, mientras su cuerpo se libera de toxinas y de la grasa excesiva. Combatir mejor las enfermedades que más amenazan la vida, como las cardiovasculares, la Diabetes y la falla hepática. Evitar gran parte de los factores que ocasionan un rápido deterioro celular, reduciendo la velocidad del proceso de envejecimiento.
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En Centro Engel, llevamos más de 10 años manejando la alimentación de acuerdo con el grupo de sangre, adaptando estos alimentos a cualquier clase de requerimiento particular: desarrollo y crecimiento infantil, nutrición femenina, desórdenes hormonales; revitalización masculina, control de estrés; nutrición deportiva, dietas especiales para enfermedades crónico-degenerativas y envejecimiento saludable.
Gysel Ramírez Engel Licenciada en Nutrición y Ciencia de los Alimentos
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