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Iglesia Nueva Apostólica Número especial Pensamientos Guías para el Servicio Divino Página Servicios Divinos para ocasiones especiales 2 4 6 9 11 14 17

Comunicaciones para los portadores de ministerio de la Iglesia Nueva Apostólica Enero 2013

Día de arrepentimiento y oración Agradecimiento por la cosecha Servicio Divino de Confirmación Servicio Divino para la tercera edad Servicio Divino para niños Servicio Divino con invitados Acto de duelo para un portador de ministerio

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Gottesdienste Servicios Divinos zu besondepara ren ocasiones Anlässen especiales Día de arrepentimiento y oración

El arrepentimiento lleva a la bondad Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira, y grande en misericordia. Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras. Salmos 145:8-9 Mensaje Reconocer nuestros propios pecados nos permite ser tolerantes con nuestro prójimo. Explicaciones Hoy queremos celebrar el Día de arrepentimiento y oración siendo conscientes de lo que significa. Mientras que por lo general en la prédica se hace alusión a nuestras relaciones e interacciones en la comunidad, hoy nos enfocamos principalmente en nosotros: Mirémonos a nosotros mismos y reflexionemos sobre nuestra propia pecaminosidad. Nuestro texto bíblico es tomado de un salmo de alabanza y agradecimiento. El salmista 2

alaba la clemencia y la misericordia de Dios, quien demuestra su bondad a los hombres una y otra vez, a pesar de su pecaminosidad. El arrepentimiento en el antiguo pacto Un vistazo al antiguo pacto muestra que el arrepentimiento por lo general significaba que el hombre se volviera a los mandamientos de Dios y al debido servicio de las ofrendas. Con la caída en el pecado predominan los poderes que distancian a los seres humanos de Dios, los llevan a interesarse en otros poderes y los hacen buscar su propia realización e incluso la autorredención. Dios, no obstante, convoca a los hombres una y otra vez a que vuelvan a ser obedientes y respeten la ley. El arrepentimiento en el nuevo pacto El arrepentimiento adquirió un nuevo sentido con Juan el Bautista, quien convocó a la gente: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mt. 3:2). Aquí el arrepentimiento adquiere adicionalmente un aspecto salvífico: la preparación para el reino de Dios erigido en Jesucristo.

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Jesús mismo comienza su actividad de enseñanza llamando al arrepentimiento (comparar con Mc. 1:15). Esto requiere la purificación de nuestro sentir y un cambio en el corazón. Jesús lo aclara en la parábola del fariseo y el publicano en el templo y en el ejemplo del niño que Él pone en el medio de los discípulos (comparar con Lc. 18:9-14; Mt. 18:1-4). Aquellos que quieren estar hoy en estrecha comunión con el Hijo de Dios, en otras palabras, aquellos que lo siguen, deben medir y corregir su sentir y sus aspiraciones, en el Evangelio. Aquellos que finalmente quieran ganar el acceso al Padre a través del Hijo de Dios, es decir, que quieren gozar eterna comunión con el Señor en el futuro reino de Dios, deben “purificarse” mediante la palabra y la gracia de Dios. Los Apóstoles convocan al arrepentimiento El Apóstol Pedro ya convocó a sus oyentes: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados” (Hch. 2:38). Al mago Simón lo exhortó: “Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón” (Hch. 8:22).

En todos nuestros esfuerzos e intentos por arrepentirnos, hay algo que nos consuela: “Sostiene Jehová a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos” (Sal. 145:14). El arrepentimiento nos permite ser misericordiosos Aquellos que se dejan “purificar” por la palabra y la gracia de Dios, podrán crecer en las virtudes divinas. Nuestro texto bíblico menciona la misericordia y la bondad. Aquellos que examinándose a sí mismos honestamente, reconocen su pecaminosidad, estarán ante Dios con toda humildad igual que el publicano en el templo y no escatimarán al prójimo la gracia de Dios. Mirarán las faltas de los demás con tolerancia y no los humillarán por ellas. Se mirarán primero a sí mismos y sus debilidades, dejándose guiar por el lema que dice: El que vence a los demás, es poderoso, pero el que se vence a sí mismo, demuestra verdadera grandeza. Resumen ■

El arrepentimiento permite volver a los mandamientos de Dios y al debido servicio de las ofrendas.

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El arrepentimiento significa purificación de nuestro sentir y un cambio en el corazón como preparación para el reino de Cristo. Aquellos que examinándose a sí mismos honestamente, reconocen su pecaminosidad, no escatimarán al prójimo la gracia de Dios.

Contexto Salmos 145 está relacionado con Éxodo 33:19: “Tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente”. Es un canto de alabanza a la eterna bondad y misericordia de Dios.

Servicios Divinos para ocasiones especiales Agradecimiento por la cosecha

Dar gracias a Dios, nuestro Creador y Padre ¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios. Salmos 104:24 Mensaje ¡Gracias a Dios, el Creador del mundo material y del mundo espiritual! Explicaciones Demos gracias a Dios por la creación material Hoy en el Día de agradecimiento por la cosecha, profesamos que Dios es el Creador y le brindamos un agradecimiento especial por la nueva cosecha. Así, damos gracias en dos aspectos: ■ Agradecemos a Dios porque por la nueva cosecha puede seguir

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siendo sustentada la vida sobre esta tierra. ■ Agradecemos a Dios porque con la nueva cosecha Él nos ha provisto de numerosas semillas para que podamos seguir cosechando en el futuro. Muchos textos bíblicos atestiguan sobre la omnipotencia de Dios, que se muestra en la creación terrena: todo lo que nos rodea tiene su origen en Dios. La experiencia humana básica de que “nada viene de la nada” es trascendida por la omnipotencia divina: Él crea de la nada, Él crea sin un modelo, Él crea en completa libertad: “Dios [...] llama las cosas que no son, como si fuesen” (Ro. 4:17; comparar con He. 11:3). Las dádivas de la creación material son regaladas a la humanidad por Dios. No podemos contribuir en nada en lo que respecta a nuestro nacimiento y nuestra existencia. Pero Dios hizo más que crear al mundo de la nada como un regalo para la humanidad. En su sabiduría y amor, el Todopoderoso también llenó la creación terrena de poder de vida capaz de renovarse y multipli-

carse una y otra vez. La palabra del Creador se aplica todavía hoy: “Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así” (Gn. 1:11). Él también concertó un pacto de bendición con la creación terrena. Esto ocurrió después del diluvio. El efecto de este pacto es asegurar que la creación terrena permanezca y continúe hasta el día de hoy (comparar con Gn. 9:9-17). También podemos expresar nuestra gratitud por las obras milagrosas de Dios en la creación terrena tratando con responsabilidad a la creación que Él nos ha confiado y que Él sigue bendiciendo. Demos gracias a Dios por la nueva vida que hay en nosotros Basándonos en estas explicaciones sobre la creación terrena podemos concluir con una referencia a un paralelismo interesante con el desarrollo de la “nueva criatura” en nosotros, sus hijos:

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■ La nueva criatura que nos ha sido dada por el renacimiento de agua y Espíritu, también surgió de la nada. Es un regalo de nuestro Padre celestial, a quien debemos dar gracias por ella (comparar con 2 Co. 5:17). ■ Cuando fue generada la nueva criatura, Dios puso en nosotros poder de vida y de creación. Demos testimonio del poder del amor de Dios que ha sido derramado en nosotros (comparar con Ro. 5:5) y “sustentemos” a otros con él. ■ En cada Servicio Divino, Dios nos ofrece la posibilidad de preservar, y aun multiplicar, la vida recibida en la nueva criatura a través de la bendición de su palabra, la gracia y los Sacramentos. Por todo esto expresemos conscientemente nuestra gratitud a nuestro Padre celestial, no sólo en este Día de agradecimiento, sino siempre.

Servicios Divinos para ocasiones especiales Servicio Divino de Confirmación

Oír y obrar Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. Deuteronomio 28:2 Mensaje Oír la palabra de Dios y obrar: esto garantiza la bendición divina. Explicaciones Este texto bíblico fueron las palabras que en su tiempo Moisés dirigió al pueblo de Israel. Es la introducción a una serie de sentencias sobre la bendición. Bendición es la dedicación de fuerza divina para conservar y promover la vida. Al hombre se le prometen los favores de Dios que lo acompañarán. Las bendiciones de Deuteronomio 28:3-12 hacen referencia a diferentes ámbitos y situaciones de la vida: ■ al entorno en el que uno vive (versículos 3, 4 y 11).

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■ al alimento material, para que a uno lo sustente y conserve bien (versículo 5).

tes sensaciones. Es posible que uno piense en coacción y subordinación. Nuestra obediencia al Señor no debe entenderse de esta manera, sino que está basada en el amor a Dios.

■ a la vida en general, como la escuela, la carrera y los encuentros con otras personas (versículo 6).

¿Qué forma parte de esta obediencia?

■ al trabajo que uno realiza y a lo que uno se propone hacer, para que tenga éxito (versículos 8 y 12).

■ Primero oír la palabra de Dios, sentir deseos de recibirla y aceptarla a conciencia.

Hoy estas sentencias de bendición deben estar dirigidas ante todo a nuestros confirmantes.

■ Aplicar a nosotros lo oído y ver honestamente cómo estamos.

La bendición de Dios es imprescindible para el ser humano. En el libro de los Proverbios dice: “La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella” (Pr. 10:22). Pero aquí no podemos mirar sólo a la vida material, sino que también debemos incluir la vida espiritual. El requisito más importante para recibir la bendición de Dios está mencionado en nuestro texto bíblico: “Si oyeres la voz de Jehová tu Dios”. Entonces es importante ser obediente a la palabra de Dios. La obediencia es una palabra que podría dar lugar a diferen-

■ Tomar en serio el Evangelio, esforzándonos con sinceridad en mantener nuestro voto. También forma parte de ello mostrar a nuestro entorno que Jesús realmente es nuestro Señor y su ejemplo determina nuestra vida. ■ Valorar y promover a la comunidad participando en ella con los dones que Dios nos ha dado, que cada uno de nosotros poseemos, para que uno se pueda sentir bien en la comunidad.

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■ Buscar la comunión con nuestro prójimo en el sentir de Cristo, no permitiendo que nuestra vida solamente esté determinada por nosotros mismos, sino que nos agrade compartir con nuestro prójimo las alegrías y las penas. Por eso debemos oír la palabra de Dios y obrar en forma acorde. Para dejarlo más en claro, una pequeña ilustración: Alguien se perdió en el bosque y no encuentra el camino de regreso. Está completamente desorientado. De pronto escucha a lo lejos el sonido de una sierra. Es evidente que hay unos trabajadores cerca que le podrán ayudar, piensa aliviado. Camina un cierto trecho en dirección al sonido, luego se detiene para volver a orientarse, sigue caminando, nuevamente se detiene, etc. hasta que está tan cerca que puede ver a esas personas. Oír y obrar: eso le ha ayudado. Oír y obrar. Esto deber ser nuestro lema. Nos abre el camino a la bendición de Dios, que es una fuerza misteriosa y nos lleva cada vez más cerca del Señor. Deseamos que nuestros confirmantes se dejen guiar por el 8

Señor en su vida a fin de que esta sea muy bendecida. Que queden guardados y puedan mantener la fidelidad al Señor. Wilhelm Leber

Resumen Bendición es la dedicación de fuerza divina para conservar y promover la vida. El requisito más importante para recibir la bendición de Dios es ser obediente a la palabra de Dios. Forman parte de la obediencia el oír y el obrar. Esto nos abre el camino a la bendición de Dios, que es una fuerza misteriosa y nos lleva cada vez más cerca del Señor. Contexto El punto central de Deuteronomio, el 5º libro de Moisés, lo constituye una amplia compilación de leyes. Le siguen palabras de Moisés en las cuales él indica en forma vehemente al pueblo cuáles son las consecuencias de la obediencia y de la desobediencia a Dios.

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Servicios Divinos Gottesdienste zu besondepara ocasiones ren Anlässen especiales Servicio Divino para la tercera edad

Dios nos ayuda Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré. Isaías 46:4 Mensaje Dios ayuda en forma maravillosa hasta la edad avanzada, de modo que podemos confiar en Él en todo.

Cuando tomamos conciencia de que Dios nos ha sustentado ya en el tiempo previo a nuestro nacimiento, nos quedamos embargados de emoción ante su amor. Dios nos sustenta en todas las asperezas de nuestro camino de la vida, sea en peligros, en la oscuridad, en preocupaciones y aflicciones, y no por último en enfermedades. Ahora Dios nos promete su ayuda expresamente para el tiempo de nuestra vejez, hasta las canas. Él lo hizo y también lo seguirá haciendo: nos llevará, sostendrá y guardará. Dios quiere llevar

Explicaciones Después de que el profeta describiera la incompetencia de los ídolos e imágenes, le promete al resto de la casa de Israel el desvelo de Dios y que lo podrán experimentar durante toda su vida. Para que puedan reconocer la gran magnitud del poder activo de Dios, el profeta describió un amplio espectro que comienza en el vientre de la madre hasta la edad avanzada. Esta promesa de desvelo leal e inquebrantable, Dios nos la da también hoy a sus hijos.

Cuando uno levanta algo, es porque primeramente eso que llevaba se ha caído. Quizás se nos cayó algo o nosotros mismos nos hemos caído. Muchas veces resulta muy difícil levantar algo que está tirado en el suelo. Frecuentemente tienen que ayudar varias manos. A veces somos nosotros los que estamos tirados en el piso y necesitamos ayuda para volver a ponernos de pie, quizás no podamos levantarnos solos.

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¿Qué quiere “llevar” Dios en nuestra vida? ■ Tal vez nuestra fe se haya debilitado y nuestra confianza esté por el piso. ■ Tal vez las experiencias de la vida hayan sido tan duras que nuestro gozo en el Señor esté “caído”, o incluso haya desaparecido.

■ en el Servicio Divino, alegría en la palabra y los Sacramentos para que hallemos nueva fuerza. ■ ejemplos de fidelidad, que nos infundan valor para soportar las adversidades. ■ encuentros que nos motiven a buscar nuevamente la comunión. Dios quiere soportar

■ Tal vez las necesidades de la vida o incluso las enfermedades del cuerpo sean tan grandes que nuestra paciencia haya llegado a su fin. ■ Tal vez hayamos tenido que pasar por amarguras o disgustos, de modo que el anhelo por estar cerca de Dios o en comunión con los hijos de Dios ya no exista. En todas estas situaciones uno casi no puede ponerse de nuevo de pie por sus propios medios. Dios nos fortalece en la fe para que los fundamentos vuelvan a estar firmes y podamos volver a estar parados y avanzar. A tal efecto nos regala:

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El camino de la vida y de la fe puede ser a veces muy difícil. Quizás uno simplemente se siente solo. ■ Cuando Dios nos soporta, somos elevados de lo cotidiano, de las cosas que nos pesan y nos intranquilizan. En cada Servicio Divino, Dios nos ofrece paz; por su servir, la tranquilidad puede penetrar en nuestra alma. ■ Además Dios, a través del consuelo del Espíritu Santo, nos quiere hacer más liviana la carga que nos ha sido impuesta. ■ Dios también nos soporta con su misericordia infinita.

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■ Dios nos soporta permanentemente con su gracia, que nos ayuda a salir del abismo del pecado. Con frecuencia casi no percibimos cuando Dios “soporta” nuestro peso. Recién más adelante, cuando miramos retrospectivamente nos damos cuenta de que Dios ha estado con nosotros.

Servicios Divinos Gottesdienste zu besondepara ocasiones ren Anlässen especiales Servicio Divino para niños

¿Cómo nos podemos librar del diablo?* *Pregunta de un niño de ocho años

Dios quiere guardar

Resistid al diablo, y huirá de vosotros. Santiago 4:7 (última parte)

Nadie se puede redimir a sí mismo. Todos dependemos del sacrificio de Jesucristo. Si nos valemos de este sacrificio y nos asimos de la palabra de la cruz, experimentaremos la ayuda divina y la salvación eterna.

Podemos ser hijos de Dios, pues fuimos bautizados con agua y recibimos el Santo Sellamiento. Ahora pertenecemos a Dios, amamos al Señor y queremos hacer todas las cosas para que Él esté contento con nosotros.

Esperamos el retorno de Jesucristo y cada día nos preparamos para ese día. Oramos para que el tiempo sea acortado y creemos que estamos cerca del cumplimiento de nuestro anhelo. Dios nos quiere guardar para ello.

Pero a veces hacemos cosas que no le agradan a Dios. Entre ellas por ejemplo: ■

Mentimos. A veces queremos ayudar a alguien y lo protegemos con una mentira. Aunque sea en una “situación de emergencia”, sigue siendo una mentira cuando no decimos la verdad.

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Envidiamos a alguien. Debido a una u otra cir11

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cunstancia, surge la envidia hacia otra persona: nos enojamos porque aparentemente posee más u otro lo quiere más que a nosotros. En nosotros surge un gran enojo hacia esa persona y tratamos de evitar todo contacto con ella. ■

Nos divertimos con Dios. Algunos tratan de convencernos de que Dios no existe, nos cuentan bromas sobre Él y sobre el Señor Jesús. Si nos dejamos contagiar por ellos, esto no le gusta a Dios.

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Ya no honramos a nuestros padres. Aún cuando los padres hacen grandes esfuerzos por ayudar a sus hijos y son abiertos y honestos con ellos, a veces los hijos los desafían. El consejo de los padres ya no les significa nada.

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Excluimos a alguien de nuestro grupo. Cuando los niños son excluidos a propósito o se les hace sentir que no son queridos, esto muchas veces los lastima mucho.

Todas estas son consecuencias de que el diablo ya pudo cambiar algo en nosotros. Entonces hacemos cosas que en realidad no quisiéramos hacer o no deberíamos hacer. ¡Las obras del diablo siempre alejan de Dios! ¿Quién es el diablo? El diablo es el adversario de Dios y el enemigo de los seres humanos. Por el pecado, la obra del diablo, acontecen muchas cosas que nos producen miedo. El pecado también es la razón por la que Adán y Eva tuvieron que abandonar la comunión con Dios en el huerto de Edén. ¿Cómo obra hoy el diablo entre los seres humanos? Reconocemos las obras del diablo cuando observamos el comportamiento de los seres humanos vemos y que la mayoría piensa principalmente en sí mismo, sin tener consideración por los demás. Cuando las personas hacen el mal y no toman conciencia de culpa alguna, esto es una obra del diablo. También cuando queremos dañar a otro, esto no agrada a Dios. Siempre deberíamos preguntarnos si lo que queremos hacer le agrada a Dios o no.

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sociedad, por ejemplo en nuestra comunidad. Podemos colaborar en ella. ¡Qué hermoso es saber que se nos necesita! Démosle también un lugar en nuestra comunidad a quienes están fuera de ella. Quizás así puedan conocer mejor al Señor.

¿Cómo hacemos que el diablo huya de nosotros? Nos nos podemos librar del todo del diablo. Pero si tratamos de resistirnos a él con todas nuestras fuerzas, entonces tiene que renunciar a sus esfuerzos. Y especialmente debe huir cuando le pedimos ayuda a nuestro Padre celestial. La tentación para pecar vendrá a nosotros una y otra vez. Pero el Señor Jesús se ocupó de que nos puedan ser perdonados los pecados. Después del perdón de los pecados, el diablo ya no tiene el derecho de acusarnos frente a Dios, pues los pecados realmente nos han sido perdonados. Esto nos lo dicen los Apóstoles ¡y lo creemos! Después del perdón de los pecados nos esforzamos por vivir de acuerdo con la voluntad de Dios y resistiendo al diablo.

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consolamos a otros. Digamos a los demás qué hermoso es orar unos por otros. Aunque no sabemos cómo será la ayuda del Dios, ¡sabemos que Él ayuda! Cuando oramos unos por otros, también intercedemos por los demás. Esto trae consuelo.

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traemos paz. En la Absolución de nuestros pecados se nos transmite la paz del Resucitado, es decir, la paz de Jesucristo. Esta paz la podemos compartir con otros, y entonces estaremos trayendo paz.

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confesamos nuestra fe. Si estamos orgullosos de nuestra fe, se lo contaremos a otros. Entonces los demás podrán reconocer qué valiosa nos es

También queremos hacer el bien. El bien es todo lo que ayuda para estar más cerca de Dios, conocerlo mejor y experimentarlo. Hacer el bien Hacemos el bien, por ejemplo, cuando: ■

incluimos a otros. Somos parte de una

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nuestra fe y quizás también quieran tenerla. ¿Por qué luchamos contra el diablo? ¡Es fácil! Porque queremos estar con el amado Dios y permanecer con Él. Para eso Él ha enviado a su Hijo sobre esta tierra, para que nos muestre cómo comportarnos para que le agrade a Dios. Nos fue regalado el don del Espíritu Santo. Este don es como una voz interior que nos dice qué está bien y qué debemos hacer con nuestras palabras y obras para poner contento a Dios. ¡Entonces el diablo no tendrá chances con nosotros!

Servicios Divinos Gottesdienste zu besondepara ocasiones ren Anlässen especiales Servicio Divino con invitados

Recibiendo el Espíritu Santo Les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Hechos 19:2 Mensaje El don del Espíritu Santo es dispensado por Apóstoles. Explicaciones

Indicación: Este artículo está dirigido primero a niños de 6 a 10 años. Las explicaciones en cursiva deben entenderse como adicionales y pueden utilizarse para niños de 11 a 14 años.

Algunos discípulos de Juan el Bautista que habían llegado a creer en Jesucristo, se acercaron al Apóstol Pablo en Éfeso. A su pregunta de si ya habían recibido el don del Espíritu Santo, respondieron que no lo conocían. Ignorancia sobre las obras de Dios También hoy la experiencia nos enseña que incluso en países de impronta cristiana hay mucho desconocimiento entre las personas sobre los contenidos de la fe de los que ates-

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tigua la Sagrada Escritura y el plan divino de salvación. De esa manera, lo expresado en ese entonces todavía es actual: “Ni siquiera hemos oído…” ■

que está por delante el retorno de Cristo.

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que hay nuevamente Apóstoles activos desde mediados del siglo XIX.

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que estos Apóstoles dispensan el don del Espíritu Santo y preparan para el retorno de Cristo.

La fe en el Espíritu Santo forma parte de las confesiones fundamentales de la fe cristiana. Experimentamos que este Espíritu está activo en la Iglesia y en las comunidades. Somos felices por dar testimonio de ello a nuestros semejantes invitándolos a los Servicios Divinos: “Ven y ve” (Jn. 1:46). La palabra de Dios produce fe y reconocimiento La prédica, la palabra de Dios anunciada en el Servicio Divino, genera en aquellos que se abren ante ella, fe y reconocimiento (comparar con Ro. 10:14-17).

Encontramos un ejemplo de ello en la Sagrada Escritura, donde se informa sobre el derramamiento del Espíritu Santo. La prédica del Apóstol Pedro llegó al corazón de muchos de los oyentes y ellos preguntaron qué debían hacer. Pedro exhortó al arrepentimiento y que había que dejarse bautizar para recibir luego el don del Espíritu Santo (comparar con Hch. 2:37-38). Muchos de los oyentes tomaron en cuenta su invitación y surgió la primera comunidad cristiana. El don del Espíritu Santo a través de los Apóstoles Otros pasajes de Hechos de los Apóstoles describen claramente que al Bautismo con Agua le debe seguir la recepción del don del Espíritu Santo como otro acto sacramental. El Nuevo Testamento da testimonio de que por imposición de manos, aquellos que primeramente habían sido bautizados con agua reciben el don del Espíritu Santo (comparar con Hch. 8:14-17; 19:5-6). Basándose en estos testimonios bíblicos, los cristianos nuevoapostólicos confiesan: “Yo creo que los bautizados con agua deben recibir el don del Espíritu Santo a través de un Apóstol...” (8º artículo de la fe). 15

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Aquellos que a través de un Apóstol han recibido el don del Espíritu Santo, alcanzan la filiación divina y las condiciones previas para la primogenitura. La primogenitura significa el ser aceptado en el retorno de Cristo, la eterna comunión con Jesucristo. También es necesario recibir el Espíritu como las “arras de nuestra herencia” (comparar con Ef 1:13-14; 2 Co. 1:20-21). Entonces se genera nueva vida en la que nos debemos acreditar hasta el retorno de Cristo, el día de la redención (comparar con Ef. 4:30). Contexto Los discípulos de Juan son informados sobre la diferencia entre el Bautismo de Juan y el Bautismo de Jesucristo. Como consecuencia, estos hombres se dejaron bautizar en Jesucristo y el Apóstol les impuso las manos de manera que recibiesen el don del Espíritu Santo. Este texto es una prueba importante del Bautismo con Espíritu, el Santo Sellamiento.

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Servicios Divinos Gottesdienste zu besondepara ocasiones ren Anlässen especiales Acto de duelo para un portador de ministerio

Agradecimiento por un siervo fiel Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Mateo 25:20-21 Cuando nos reunimos para un acto de duelo, compartimos el dolor y la pena por la pérdida del difunto. También es el momento en el que miramos hacia atrás a la vida que ha culminado. Nos llena de consuelo y agradecimiento cuando podemos reconocer cómo ha obrado nuestro Padre celestial a través del difunto y cuánto nos ha regalado por medio de la actividad de su siervo. Él fue una herramienta acreditada en

las manos de Dios. Esto se fundamentó en la fiel administración de los “talentos” que Dios le había confiado. Nuestro hermano difunto valoró esos regalos de Dios y en agradecimiento por ello entregó su vida al Señor. Los cinco “talentos” recibidos ¿Qué le regaló Dios al difunto? ■

Nuestro hermano tuvo fieles padres y abuelos que le transmitieron su fe.

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Ya de niño fue renacido y llegó a ser un hijo de Dios.

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Con la bendición de la Confirmación, el Señor lo fortaleció para una vida de fe de la cual era personalmente responsable.

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Ya en su juventud fue confiado un ministerio a nuestro hermano.

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En su fiel esposa veía a su lado la mujer que el Señor le había dado. La bendición de su casamiento los acompañó en su vida en común.

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Los cinco “talentos” adicionales ganados Ahora que conforme a la voluntad de Dios debemos despedir a nuestro fiel hermano, que sea un verdadero consuelo para nosotros el ver cómo nuestro Padre ha bendecido visiblemente sus esfuerzos para preservar lo confiado y multiplicarlo. ■

Ha adoptado la profunda actitud creyente de sus antecesores y ha vivido de acuerdo con ella. Así él mismo fue una bendición para su familia y los hermanos en la fe que le fueron confiados.

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Su perseverancia fue un ejemplo para todos nosotros (en los largos años de su vida matrimonial y en el prologando tiempo de su actividad ministerial).

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Su intercesión llena de fe caracterizó a su actividad en la Obra de Dios. Resultaron así muchas experiencias en la fe. Nuestro hermano difunto siempre cumplía lo que prometía.

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Fue un ejemplo en la fe para todos nosotros. Su vida estuvo marcada por más de una preocupación. Mas él nos mostró cómo nos podemos cobijar en las manos de Dios con fe infantil y confianza.

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Nos mostró el camino al agradecimiento. Una y otra vez habló del gran Dios, que es nuestro Padre celestial, alabando su ayuda cotidiana. De esa manera nos ayudó a pasar por más de una adversidad en la vida.

Con todo gusto asociamos el texto bíblico con su vida tan ejemplar. Que el Señor recompense sus esfuerzos y su actividad entre nosotros con las palabras: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” (versículo 21).

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Notas

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Editor: Wilhelm Leber, Zurich/Suiza Verlag Friedrich Bischoff GmbH Gutleutstraße 298, D-60327 Francfort del Meno Gerente: Jürgen Kramer Redactor responsable: Reinhard Kiefer La reimpresión, incluso parcial y toda otra reproducción, únicamente con aprobación de la Editorial.

Traducido e impreso en Argentina. Iglesia Nueva Apostólica Sud América. Santiago del Estero 1568, C1136ABH Buenos Aires.

Impresión: Ediciones Emedé SA Madame Curie 1101, B1879GTS Quilmes