La paradoja de la independencia de Mexico

Secuencia (1991), 21, septiembre-diciembre, 7-18 ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464 DOI: http://dx.doi.org/10.18234/secuencia.v0i21.354 La

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Secuencia (1991), 21, septiembre-diciembre, 7-18 ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464 DOI: http://dx.doi.org/10.18234/secuencia.v0i21.354

La paradoja de la independencia de Mexico Jaime E. Rodriguez 0. * UNIVERSITY OF CALIFORNIA

Revision historiografica que da cuenta de los principales trabajos sobre la independencia de Mexico y, a traves de ellos, de los principales problemas del periodo.

U

no de los problemas mas diflci­ les de explicar dentro de la his­ toria de America es el porque una antigua colonia, Estados Unidos, lo­ gr6 alcanzar un gobierno estable y desa­ rrollarse econ6micamente, mientras que las dernas ­los patses latinoamericanos­ tuvieron que sufrir el caos politico y el declinar de su economfa durante el siglo XIX. La mayoria de los estudiosos vincula los conflictos politicos, econ6micos y sociales que se dieron en la America espanola despues de la independencia a una herencia colonial de signo negativo.

Por otra parte, sostienen que la experien­ cia colonial de Estados Unidos los prepa­ r6 para autogobemarse.1 Asi, mientras que la Uni6nnorteamericana se desarrollo rapidamentedespues de SU independen­ cia, la rnayoria de las naciones latinoa­ mericanas tuvo que luchar para superar esa "herencia colonial". 2 Mexico es un caso especial en Lati­ noarnerica. Hist6ricamente ha sido la naci6n mas extensa, rica y populosa de la region. Actualmente, s6lo Brasil y Argen­ tina son mas grandes. Las culturas preco­ lombinas de Mexico no solo fueron mas

• Agradezco a Virgina Guedea la cuidadosa traducci6n de este ensayo. Una primera version de este se public6 en el libro Independence, 1989.

Hartz, Funding, 1964. Vease, por ejemplo, Flores Caballero, Con­ trarreoolucion, 1969. 1

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variadas y numerosas, tarnbien fueron mas avanzadas que otras comunidades indigenas del continente. Durante el pe­ riodo colonial, el virreinato de la Nueva Espana desarroll6 una sociedad mas rica y compleja que el resto de la America espaflola. En muchos aspectos, el virreinato del norte funcion6 como una metr6poli del imperio espafiol en el nue­ vo mundo. De hecho, para el siglo xvm la Nueva Espana con su pr6spera econo­ mia y estructura social compleja, parecia competir con la madre patria. Ademas, Mexico ha evolucionado de manera un tanto aislada respecto al resto de Latinoamerica. Por todas estas razones, Mexico bien puede ser comparado con Estados Unidos. . Colin Maclachlan y yo hemos argu­ mentado que la experiencia colonial de Mexico no fue del todo negativa. Por el contrario, la Nueva Espana constituy6 la s6lida base sabre la cual se finc6 el desa­ rrollo de la nueva naci6n.3 Tambien he afirmado que el "fracaso" de Mexico para desarrollarse debe ser estudiado a la luz de lo que he llamado "la crisis mexicana del siglo XIX". De acuerdo con esta pers­ pectiva, la lucha por la independencia dafio tan severamente las estructuras del · virreinato que el Mexico republicano sufrio varios tropiezos en SU Carrera por alcanzar el desarrollo nacional durante el siglo xrx.4 Cualquier comparaci6n entre Estados Unidos y Mexico debe tambien tomar en cuenta los recursos naturales de ambos paises. El contraste en este aspecto es sorprendente. Estados Unidos posee ex­ tensas y fertiles tierras cultivables, mien­ tras que las regiones agricolas de Mexico constituyen solamente alrededor de 15% 3 4

Maclachlan y Rodriguez, Forging, 1990. Rodriguez, Colonialism, 1983.

de su territorio. Asi, Mexico es pobre en el recurso mas importante que el hombre conoce: la tierra cultivable. El contraste topografico es tarnbien sorprendente. Aunque montaii.as y desiertos represen­ taron un obstaculo para la integraci6n nacional de Estados Unidos, fueron rela­ tivamente faciles de superar y adernas se localizan en regiones perifericas a la que constituy6 el micleo de la naci6n durante sus primeros afios. Por el contrario, la region central de Mexico se encuentra dominada por masivas cadenas monta­ ftosas, grandes desiertos, profundos ca­ nones y extensas selvas que han pre­ sentado barreras formidables a la unidad nacional. Mientras que los magnificos sistemas fluviales del este de Esrados Unidos unificaron al joven pais y facili­ taron su desarrollo,5 Mexico ha carecido de rios navegables: por lo tanto es una tierra relativamente pobre, a pesar de su riqueza mineral, y que se ha caracteriza­ do por tener un medio ambiente dificil. Asi, la destruccion causada por las gue­ rras de independencia afectaria a Mexico en forma mas severa y haria mas dificil la recuperaci6n, aun cuando todos las otros factores hubieran sido semejantes. La indole y el proceso de las luchas par la independencia fueron tan diferen­ tes en ambos paises como lo son sus • condiciones materiales. La guerra por la independencia de Estados Unidos se convirti6 en un conflicto internacional en el que Francia y Espana, dos de las naciones mas poderosas de Europa, lu­ • charon contra Inglaterra por tierra y por mar. En el momenta mas agudo del con­ flicto, Francia tenia en Norteamerica una ~ Para la geografia de Estados Unidos vease GlassborowyFreman(comps.),At/as, 1986. El mejor trabajo sabre la geografia mexicana es el de Tamayo, Geografia, 1969. Vease tarnbien Bataillon, Regiones,

1969,

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fuerza de mas de 10 000 hombres, o sea un eiercito comparable en tamaiio a las tropas realistas de la Nueva Espana mien­ tras que los soldados espanoles molesta­ ban a los ingleses a lo largo de la vasta frontera con Estados Unidos. Al mismo tiempo, las fuerzas navales de Espana y de Francia neutralizaban la flora inglesa en el mar. Como resultado de esa inter­ venci6n extranjera, Estados Unidos ob­ tuvo su independencia mediante un acuerdo Internacional: el Tratado de Pa­ ris de 1783.6 A lo largo de la lucha por la indepen­ dencia, las clases alta y media norteame­ ricanas compartieron objetivos modera­ dos. Los fundadores de la nueva naci6n, como George Washington, Thomas Jefferson y John Adams, eran miembros de la oligarquia. Representaban la rique­ za y el poderen la nueva naci6n. Ninguna revoluci6n social amenazaba sus intere­ 6 La lucha por la independencia de Estados Unidos es analizada en Alden, American, 1954; Higgenbotham, War, 1972;Smelser; Winning, 1972; Wallace Appeal, 1964.

ses. La guerra de independencia de Esta­ dos Unidos se caracterizo por acciones militares tradicionales. Fue notable la ausencia de insurgentes con objetivos del todo diferentes a los de la elite, y ciertamente no se dio una insurrecci6n rural. Los esclavos negros nose rebela­ ron contra sus amos, los indios no apro­ vecharon la oportunidad para recuperar las tierras de que habian sido despoia­ dos. 7 Aunque existian tensiones regionales y aunque la primera constituci6n de Esta­ dos Unidos, los Articulos de la Confede­ racton, fue rapidamente descartada en favor de una constituci6n mas fuerte, la de 1787, la elite norteamericana se las arregl6 para dirigir a la nueva naci6n sin que se le presentaran serios retos de otros grupos sociales. Esto, en gran me­ dida, fue el resultado de la prosperidad del periodo posterior a la independencia originada por 20 afios de guerra europea. La revoluci6n francesa de 1789 y las gue­ rras que la siguieron, crearon en Europa una demanda insaciable de productos estadunidenses. Asi, las tensiones que existian en la nueva naci6n se vieron aligeradas por la prosperidad del pais.8 Las guerras de la independencia mexicana fueron muy distintas a Ia expe­ riencia de Estados Unidos. La lucha en la Nueva Espana se caracteriz6 por una falta de consenso entre la elite, por insu­ rrecciones rurales de masas, por conflic­ 7 Los historiadores de Estados Unidos no ban tendido a considerar la lucha por la independencia comounmovimientosocial.EltrabajodeJamenson, American, 1929, resulta util todavia. Veanse tam­ bien lensen, American, 1975yGreen,"Social", 1973. 8 El desarrollo econ6mico de la joven republica es habilmente analizado en Bruchey, Roots, 1965. Tarnbien resultan utlles para entender el desarrollo inicial de Estados Unidos los trabajos de Jensen, Articles, 1959y Nation, 1950, as1 como el de Miller,

Federalist, 1960.

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tos raciales y de clase y por el surgimiento del regionalismo. Las clases altas y me­ dias ­los espanoles americanos­ se vie­ ron superadas por una pequefia rninoria de espafioles europeos. Despues de casi dos decadas de continuas y gravosas demandas para sostener la guerra en Europa, la corona espafiola sufrio un colapso en mayo de 1808, a consecuen­ cia de la invasion de la peninsula por Napoleon. En la ciudad de Mexico los espafioles europeos, temerosos de la elite nacida en America, derrocaron al gobier­ no virreinal el 16 de septiembre de 1808. A partir de entonces una pequefia rnino­ ria de espanoles europeos domino la Nueva Espana. La elite nacida en Ameri­ ca, los criollos, obviamente se sinti6 molesta bajo un regimen que considera­ ba ilegal y anticonstitucional. Se multipli­ caron las conspiraciones para alcanzar la autonomia y una de ellas desat6 acciden­ talmente una guerra de castas y de clases cuando el 16 de septiembre de 1810 el ­cura Miguel Hidalgo incite a las masas a seguirlo.9 Asi, dos movimientos distintos ­una lucha urbana por la autonomia y una lucha rural contra la explotaci6n­ parecieron fundirse en la gran insurrec­ ci6n de Hidalgo, pero, mientras las ma­ sas rurales se vengaban de sus antiguos opresores, ya fueran espafioles europeos o americanos, la elite de Nueva Espana se vio obligada a posponer su lucha por la autonomfa mientras buscaba sobrevivir a esta nueva, inesperada y peligrosa insurgencia rural. Al contrario de lo ocurrido en Estados Unidos, la elite novohispana perdi6 el 9Guedea, "Criollos", 1964; Villoro.Proceso, 1981, pp.41­63;Ladd,Mexican, 1976,pp.89­94, 106­115; Hamill, "Discurso'', 1979, pp. 439­474 e Hidalgo, 1966; Alamin, Historia, 1985. Esta ultima obra es aiin la mejor narraci6n, y la mas detallada, sobre el periodo.

control del movimiento en favor de la autonomia ante una insurrecci6n rural apoyada en las masas. Durante meses, decenas de miles de insurgentes rurales desolaron el Bajio y Ialisco, dos de las regiones novohispanas mas productivas. Cuando el ejercito realista derrot6 al movimiento de Hidalgo en marzo de 1811, el cura Jose Maria Morelos y sus seguidores continuaron la lucha. A pesar de que Espana envi6 tropas experirnen­ tadas para sofocar la rebeli6n, la insur­ gencia se fragment6 rapidarnente y se extendi6 a varias de las regiones mas pr6speras del virreinato. A esto sigui6 una lucha masiva prolongada y encarni­ zada en extreme.'? Cuando termin6, en 1821, casi la decirna parte de la poblaci6n habfa rnuerto, la economia estaba des­ trozada y la legitimidad de sus institucio­ nes destruida. 11 La decada de la insur­ gencia, los afios que van de 1810 a 1821, habia preparado el escenario para la inestabilidad politica, el estancamiento econ6mico y los conflictos sociales del periodo posindependiente. Debido a que la insurgencia mexicana incluia varios intereses en conflicto, la elite de Nueva Espana se dividi6. Algu­ nos de sus miembros favorecieron a de­ terminados insurgences, mientras que otros creyeron que el movimiento liberal espafiol podria brindarles un poco de autonomia, Otros mas, temerosos de los conflictos de clase y de castas desatados por la insurgencia, apoyaron el restable­ cimiento de! antiguo orden y el regreso 10 El rnejor trabajo sobre Hidalgo es el de Hamill, Hidalgo, 1966. Para el movirniento de Morelos veanse Guedea, Morelos, 1981; Lemoine, Reoolu­ cion, s.f.: Alarnan, Historia, 1985; Archer, "Royalist", 1981, pp. 57­83 y "Where", 1989, pp. 24­43, es quien ha estudiado mas ampliamente al ejercito espanol. ll Hamill, "Was", 1976, pp. 43­61; Tutino, /n­ surrection, 1986, pp. 41­212; Hamnett, Roots, 1986.

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del monarca. A causa de estas divisiones, la elite novohispana.no pudo formar un grupo integrado que pudiera haber obte­ nido el apoyo de las potencias extranje­ ras." A diferencia de Estados Unidos, los insurgentes novohispanos no gozaron de la ayuda de ejercitos y fuerzas navales extranjeras. En lugar de esto, algunos aventurerosentraron en la Nueva Espana en busca de riquezas y gloria. De hecho, varios filibusteros procedentes de la re­ publica del norte .intentaron desmem­ brar al pais, 13 La lucha por la independencia no­ vohispana tampoco concluy6 con un arreglo internacional. Espana primero y posteriormente la Santa Alianza conti­ nuaron amenazando a la nueva naci6n despues de 1821. Mexico, a diferencia de Estados Unidos, tuvo que asignar la ma­ yor parte de su presupuesto a la defensa del pais durante su primera decada como naci6n independiente. Cuando en sep­ tiembre de 1821 Iturbide tom6 posesi6n del nuevo gobiemo, encontr6 muy po­ cas simpatias fuera de Mexico. Es verdad que Estados Unidos reconoci6 a la nueva naci6n en 1822 y, lo que fue mas impor­ tante, la Gran Bretana le dio su reconoci­ miento en diciembre de 1824, sin embar­ go, estas acciones significaron tan solo una parcial aceptaci6n internacional de Mexico. A pesar de la supuesta doctrina Monroe, el apoyo de Estados Unidos a la nueva naci6n fue un tanto tibia y, aun­ que la Gran Bretana se opuso a las inten­ tos de otros paises europeos, en especial las de la Santa Alianza, par destruir la republica mexicana, nose opuso a los intentos de Espana par reconquistar su antigua colonia. Como resultado de ello,

Espana no reconoci6 la independencia de Mexico sino hasta 1836. Francia habia extendido su reconocimiento tan s6lo unos cuantos afios antes, en 1832.14 Mexico alcanz6 su independencia en 1821, despues de terminadas las guerras europeas. La nueva naci6n no solo tuvo que reconstruir su destrozada econornia, tambien tuvo que enfrentarse a la falta de demanda de sus productos. Adernas, Europa y Estados Unidos se hallaban ansiosos de trundar Mexico con sus propias mercancias, Por ello, Mexico no goz6 de la prosperidad de que disfrut6 Estados Unidos durante sus primeros afios. En vez de esto, el Estado mexicano tuvo que hacer frente a graves proble­ mas, tanto internos coma externos, con recursos que fueron cada vez menores. 15 A pesar de que las condiciones inter­ nacionales eran adversas a la nueva na­ ci6n mexicana, fue la guerra de indepen­ dencia la que afect6 profundamente su desarrollo. ·Los once afios de lucha fue­ ron un periodo critico. La insurgencia y la contrainsurgencia no solo minaron las viejas estructuras sociales, politicas y econ6micas, en muchos casos las destru­ yeron al tiempo que creaban nuevos in­ tereses y nuevos antagonismos. Los conflictos se volvieron especialmente violentos despues de que el ejercito rea­ lista derrotara las insurrecciones de Hi­ dalgo y de Morelos y la insurgencia se fragmentara en varias y violentas guerras de guerrillas. La amarga lucha entre las numerosas partidas de insurgentes y las recien llegadas fuerzas expedicionarias espafiolas puso fin al antiguo orden colo­ nial, e hizo imposible la reconciliaci6n con Espana.

Ladd,Mexican,pp.112­13l;Anna, Fall, 1978,

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pp. 35­190. 13

1988.

Warren, Sword, 1943; Guedea, "Beginning",

14 Rodriguez, Emergence, 1985, pp. 59­67, 85­ 178, 229­234; Bosch Garcia, Problemas, 1986. 15 Tenenbaum, Politics, 1986, pp. 1­40.

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La insurgencia tan prolongada caus6 nuevos y graves problemas a la joven naci6n. Como han sostenido Virginia Guedea y Christon Archer, las fuerzas de la contrainsurgencia realista militariza­ ron a la Nueva Espana. Los oficiales ex­ pedicionarios venidos de Espana aplica­ ron en el virreinato , las lecciones que habian aprendido en came propia de la contrainsurgencia francesa en la penin­ sula. Hicieron a un lado a las autoridades civiles e impusieron la ley marcial para extraer fondos de los gobiernos locales y conseguir reclutas para sus filas. En sus intentos por restaurar el orden y destruir a la insurgencia, los oficiales peninsula­ res no solo no tomaron en cuenta las costumbres y las practicas tradicionales, sino que adernas actuaron con gran crueldad. 16 Unicamente si entendemos 16 Virginia Guedea ha estudiado extensamente la insurgencia. Veanse de la autora, "Mexico", 1980,

cuan novedosa y desusada para la Nueva Espana fue la naturaleza de sus acciones, asi como la brutalidad tanto de la insurgencia como de la contrainsurgen­ cia, podremos comprender el intense odio que los mexicanos demostraron a los espanoles despues de la independen­ cia. La expulsion de los nacidos en Es­ pana, ocurrida en 1827 y 1829, no se debio a "antiguos agravios coloniales", pp. 23­66; "Jose", 1985, pp. 287­295; "Indios", 1986, pp. 11­83. Sobre la contrainsurgencia veanse los trabajos de Christon I. Archer, "Royalist", 1981; "Where", 1979; "Officer", 1980, pp. 137­158; "Ban­ ditry", 1982, pp. 59­89; "Dineros", 1985, pp. 39­55; "Surviving" (en prensa), Tanto Guedea como Ar­ cher sostienen que la militarizaci6n de la Nueva Espana transform6 al virreinato y afect6 profunda­ mente a su poblaci6n (comunicaci6n personal, Mexico, 26 de junio de 1987). El examen que hice de! ramo "Operaciones de guerra" del Arc.hivo General de la Nacion me convenci6 de la certeza de su planteamiento.

a las elites mexicanas, 19 que despues de la independencia no estuvieron dispues­ tas a financiar al gobiemo, y en vez de La militarizaci6n del virreinato tam­ esto, cifraron sus esperanzas en las pres­ bien foment6 el crecimiento del rcgiona­ tamos extranjeros yen las rentas de las lismo. Aunque en la Nueva Espana los a:duanas. Sin embargo, como Barbara sentimientos regionalistas habian existi­ Tenenbaum ha mostrado, estos recursos do desde hacia mucho, no habian llega­ fueron insuficientes para sostener a los do a amenazar el orden establecido. La gobiemos posindependientes. 20 Asi, la creaci6n de las intendencias a finales del lucha par la independencia afect6 pro­ siglo XVIII y el establecimiento de los fundamente la manera en que el nuevo ayuntamientos constitucionales y de las pals se vio obligado a actuar durante la diputaciones provinciales por las cortes primera mitad del siglo XIX. La nueva naci6n mexicana surgi6 casi espafiolas a principios del xrx, fortale­ cieron aun mas los sentimientos locales. por accidente. Las elites se encontraban El darse cuenta de que el gobiemo civil profundamente divididas y fueron inca­ de la capital no podia proteger a las paces de constituir un liderazgo fuerte o provincias de las depredaciones de los unificado. Al igual que las masas urbanas insurgentes, ni tampoco de los excesos y rurales y que el ejercito, las elites se de las tropas realistas, convenci6 a los hallaban exhaustas par los once anos de dirigentes locales de la necesidad de guerra. Cuando un oscuro oficial, el co­ asumir el control de sus zonas. Despues ronet Agustin de Iturbide, proclam6 el de la independencia las elites regionales Plan de Iguala que se proponia alcanzar impusieron a la naci6n su idea de la independencia, todas las facciones se federalismo con una determinaci6n yuna le unieron de inmediato. El regimen es­ pafiol lleg6 a su termino no porque fuera rapidez asombrosas.18 La violencia y la destrucci6n provoca­ derrotado militarmente, sino porque los das par la insurgencia dafiaron la econo­ mexicanos ya no le brindaron su apoyo mia del virreinato. Pero, como John politico. Sin embargo, el Plan de Iguala TePaske ha senalado, fueron las conti­ no signific6 mas que un respiro rnornen­ nuas y cada vez mayores demandas de taneo y no pudo sobrevivir a las tensio­ dinero para sostener primero la guerra nes politicas, econ6micas y sociales que en Europa y despues la contrainsurgencia surgieron despues de su triunfo.21 Los mexicanos recibieron la indepen­ en la Nueva Espana las que destruyeron las finanzas novohispanas y enajenaron dencia con gran alegria por todo el pais. Aclamaron a Iturbide como a un gran heroe, como a un estadista de amplia vision y como al libertador de Mexico. 17 La explicaci6n mas satisfactoria de la expul­ Sin embargo, su popularidad result6 tan si6n de los espafioles es la de Flores Caballero, breve como el consenso temporal basa­ Contrarreoolucion, 1969. Sims, Expulsion, 1974; como a menudo se ha afirmado, sino que fue resultado directo de la ferocidad de la contrainsurgencia.17

Descolonizacion. 198~; Reconquista, 1984, pro­ porciona todos los detalles al respecto, pero no vincula el virulento movimiento antiespanol con la represi6nmasiva que se dio durante la contrainsur­ gencia, como lo sugiere Flores Caballero. 18 Benson, Diputacion, 1955; Rodriguez, "Intel­ lectuals" (en prensa).

l9 TePaske, "Financial", 1989, pp. 63­83. ao Tenenbaum, Politics, 1986, pp. l 7·175. Alaman, Historia, 1985, t. v, pp. 50­130; Robertson,Jturbide, 1983;Anna, Fall, 1978, pp. 191· 209; Ladd, Mexican, 1976, pp. 126­128. 21

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do en el Plan de Iguala y se evapor6 anarquia mientras que las distintas admi­ despues de que se coronara como empe­ nistraciones demostraron ser incapaces rador y que la nueva administraci6n en­ de mantener el orden y proteger las vidas carara dificiles problemas de indole eco­ y la prosperidad El temor y la incerti­ n6mica y politica, El regimen de Iturbide dumbre se volvieron cotidianos. Antifue el primero de los gobiemos indepen­ guos soldados convertidos en bandidos dientes que se enfrent6 a una nueva infestaron los caminos, obstaculizando realidad nacional: perdida de legitimi­ el comercio y amenazando a las pobla­ dad y falta de confianza. Su imperio fra­ ciones pequefias. Estas y otras manifes­ cas6 al no poder conseguir el apoyo taciones de disoluci6n social contribuye­ politico y econ6mico de la elite. 22 ron a la inestabilidad del pals. 24 Los mexicanos establecieron en 1824 La situaci6n empeor6 cuando el pro­ una republica federal en un intento de blema politico degener6 en guerra civil. restaurar la legitimidad, pero el nuevo Grandes regiones det pals se vieron aso­ regimen se enfrent6 a los mismos proble­ ladas mientras federalistas y centralistas, mas que el anterior: estancamiento eco­ liberales y conservadores luchaban por nomico, politicas sectarias, regionalismo, el control politico. En la decada de 1835 amenazas extemas y, el mis importante a 1845 los separatistas establecieron las de todos, falta de confianza. Termin6 en republicas de Yucatan y de Texas, aun­ 1835, cuando se estableci6 una republica que solo esta ultima logr6 consolidar SU centralista. Sin embargo, el nuevo go­ independencia. No obstante, las dernas biemo demostr6, como los anteriores, regiones mantuvieron su autonomia del ser igualmente incapaz de restaurar la gobierno nacional ­aunque no su inde­ autoridad. Entre 1821y1848 tan solo un pendencia­ por la fuerza de las armas. presidente, Guadalupe Victoria (1824­ La inestabilidad politica del pais con­ 28), termin6 SU periodo y debi6 SU exito, virti6 a Mexico en presa facil de agreso­ sobre todo, a los dos grandes prestarnos res extemos. La republica sufri6 varias extranjeros que se negociaron en 1824 y invasiones: de Espana en 1829, de Fran­ 1825 y que dieron estabilidad financiera cia en 1838, de Estados Unidos en 1847, a su administraci6n. A lo largo de las dos de Inglaterra, Francia y Espana en 1861. decadas siguientes, la republica pas6 por La desintegraci6n de la naci6n llev6 a tres constituciones, 20 gobiernos y mas muchos individuos, tan to de dentro como de 100 gabinetes. 23 El pais se hundi6 en la de fuera, a temer que Mexico dejara de existir. Para 1848 el pais habia perdido 22 Ocampo, Ideas, 1969; Anna, "Role", 1985, pp. mis de la mitad de su territorio ante 79­110. Estados Unidos y la regeneraci6n nacio­ 23 La historia politica del Mexico posindependiente continua siendo confusa. El trabajo clasico de Alamin, nal pareda inalcanzable. Historia, 1985, resulta un excelente ­aunque lPor que Mexico nose recuper6 pron­ prejuiciado­ relato. Entre los historiadores de la epoca tamente, despues de su independencia? los mejores son Bustamante, Continuacion, 1953­63; lPor que se hundi6 en la depresi6n eco­ Bocanegra, Memorias, 1986­87; Zavala, Ensayo, 1985; n6mica yen el desorden politico durance Mora, Mexico, 1986. Los mejores trabajos escritos en las ultimos aiios son las de Robertson, Itutbide, 1983; 50 afios? La respuesta parece ser tanto Flores Caballero, Contrarrewluci6n, 1969; Rodriguez, econ6mica como psicol6gica. La econo­ Emergence, 1985; Costeloe, Primera, 1975; Macune, Estado, 1978; Dlazy Oiaz, Caudillos, 1972; Tenenbaum, Politics, 1986; Green, Mexican, 1987; Gonzalez Nava­

rro, Anatomia, 1977.

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Vanderwood,

Disorder, 1981, pp. 25­89.

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rnia mexicana se encontraba en ruinas como resultado del caos politico de des­ pues de la independencia. Pero, adernas, los me:xicanos dejaron de tener confian­ za en las instituciones de su pats. La legitimidad, ese elusivo acuerdo sobre cual es la naturaleza del gobierno y de la

sociedad, demastr6 ser dificil de alcan­ zar. Se necesitaron muchos conflictos, incluyendo la gran guerra civil de 1857 a 1867, canocida coma de Reforma y la intervenci6n francesa, antes de que el pals recuperara SU sen tido de uni dad y de prop6sito. 25 BIBLIOGRAFIA

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