LAS MAQUILADORAS DE EXPORTACION EN MEXICO: EVOLUCION INDUSTRIAL, AGLOMERACIONES Y SEGURIDAD E HIGIENE

LAS MAQUILADORAS DE EXPORTACION EN MEXICO: EVOLUCION INDUSTRIAL, AGLOMERACIONES Y SEGURIDAD E HIGIENE Jorge Carrillo1 El Colegio de la Frontera Norte

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LAS MAQUILADORAS DE EXPORTACION EN MEXICO: EVOLUCION INDUSTRIAL, AGLOMERACIONES Y SEGURIDAD E HIGIENE Jorge Carrillo1 El Colegio de la Frontera Norte Noviembre del 2000 CONTENIDO Primera Sección. La evolución de la Industria Maquiladora en México. 1.

Antecedentes e Importancia de la IME

2.

Estructura de la IME a) Origen de capital de las empresas maquiladoras b. Localización de las empresas maquiladoras y especialización territorial c) Especialización sectorial y productiva

3. Las corporaciones tranacionales y la evolución de la IME a) El significativo rol de las corporaciones transnacionales b) Las generaciones de maquiladoras 4. Calidad en el empleo en la IME a) Empleo b) Costos laborales, productividad e indicadores de competitividad c) Salarios y prestaciones d) Jornadas de trabajo y riesgos de trabajo e) Rotación en el trabajo f) Relación entre cambios laborales e integración económica regional. g) Sindicatos 5. Conclusiones Segunda Sección. Casos Regionales de Aglomeración 1. Características económicas de Tijuana, Juárez y Matamros 2. El caso de Ciudad Juárez 3.. El caso de Tijuana 4. A manera de conclusión Tercera Sección. Resultados Sectoriales Preliminares de la Encuesta Mejoramiento en la Calidad en el Empleo de la IME 1. Características Generales de los establecimientos. 2. Acerca de la Seguridad e Higiene en el Trabajo

1

Bibliografía Anexos

1 Documento preparado para el Proyecto Mejoramiento de las Condiciones de Empleo en la Industria Maquiladora, Colef, con financiamiento de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Derechos de autor reservados para Jorge Carrillo. 2000. 2

PRIMERA SECCION LA EVOLUCION DE LA INDUSTRIA MAQUILADORA EN MÉXICO

1. Antecedentes e Importancia de la IME

Con la entrada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre México, Estados Unidos y Canadá ha surgido un enorme interés por conocer mejor la industria maquiladora de exportación (IME) en México. Este interés se basa no sólo en la importancia que tiene este país dentro de las Zonas Francas de Exportación (EPZ’s) en el nivel internacional, sino particularmente por el pronóstico de que una mayor inversión directa de los países altamente industrializados se dirija hacia México para aprovechar la virtual desaparición de aranceles y el bajo costo de la mano de obra, con el fin de penetrar el mercado norteamericano y latinoamericano.

La IME surgió en México en 1965 como una combinación de dos instrumentos gubernamentales: Por un lado, se establecieron las tarifas arancelarias

806.30 y 807.00

(posteriormente sistema armonizado HTS 9802) en Estados Unidos, las cuales permiten exportar e importar componentes libres de impuestos, excepto del valor agregado realizado afuera del país, cuando los mismos tengan un origen norteamericano y hayan sido enviados al extranjero para su ensamble y regreso a este país. Por otro lado, se estableció el Programa de Industrialización Fronteriza en México mediante el cual se permitía

tanto la importación de insumos y

componentes hacia México, como la exportación de los mismos libres de impuestos, excepto el valor agregado en este país. El programa maquilador que permitía la entrada de empresas 100% extrajeras (mientras que la industria manufacturera permitía sólo el 49%), apareció oficialmente como una respuesta para combatir rápidamente el desempleo en la zona fronteriza del norte de México, así como para mitigar los efectos derivados al respecto por la terminación del Programa de Braceros en 1964. Se argumentaba que las maquiladoras vendría a dar ocupación al fuerte desempleo masculino. No obstante estos objetivos oficiales, desde la perspectiva de los inversionistas extranjeros, la idea fue aprovechar una abundante mano de obra con bajo costo 3

relativo, con el fin de reducir los altos costos laborales en Estados Unidos y detener la espiral de aumentos salariales y en prestaciones derivados de los fuertes sindicatos pertenecientes a la AFLCIO. Estudios de factibilidad de importantes empresas de consultoría como Artur D’Little Inc. recomendaban ocupar una mano de obra nueva en el mercado laboral, disponible para laborar con bajos salarios y prácticamente inagotable: las mujeres jóvenes (Frobel, et al. 1981; Carrillo y Hernández, 1985).

En menos de tres décadas, el programa que inicialmente fue concebido como una medida de emergencia fue transformado en un programa transitorio “pero necesario”; para pasar a convertirse en la base del desarrollo industrial regional y, desde finales de la década pasada, en el caso mas exitoso del modelo de industrialización exportador en México, esto es, en uno de los pocos núcleos dinámicos de las exportaciones no tradicionales y altamente competitivos en el nivel internacional.

La IME es una de las actividades económicas más dinámica en México. Su importancia puede resumirse en los siguientes aspectos:

i. Su creciente importancia relativa en el contexto nacional: es una de las tres primeras fuentes de divisas del país (generó 9,411 millones de dólares entre enero-julio del 2000 mientras que el petróleo alcanzó 9,041) y su participación en el empleo es cada vez más alta (alcanza ya a 4.1 de cada 10 empleados en la manufactura –y 5.0 en la industria automotriz). Las exportaciones de maquila tienen un peso muy superior al resto de las actividades económicas, como se puede observar en la Gráfica 1. Las exportaciones maquiladoras, dentro de las exportaciones manufactureras,

aumentaron del 16% en 1980 al 46.7% en 1996, llegando actualmente a

representar el 40.6% de las exportaciones totales en México.

4

Gráfica 1 Exportaciones por Sectores, 1998

Industria Manufacturera 90%

Industria Extractiva (incluye petróleo) 6%

Resto Empresas 4% Grandes Empresas 41% Maquila 45%

Agro y Ganadería 4%

Las exportaciones se concentran en las maquiladoras y unas pocas grandes empresas Fuente: Tomado de Finanzas de Ejecutivos , año XXIX, no. 5

ii) Su gran dinamismo (caracterizado por un constante crecimiento en sus variables económicas, en particular a partir del TLCAN). El crecimiento en el valor agregado, el empleo y el número de establecimientos ha sido sostenido en más de veinte años y a partir del TLCAN la velocidad de cambio se ha intensificado considerablemente (Gráfica 2).

Gráfica 2 Crecimiento de las Maquiladoras

1980=BASE 100

4000 3000 2000 1000 0 1980 Plantas

1985

1990 Empleo

1995

2000

2004

Valor Agregado

FUENTE: Elaboración del autor con base en datos del INEGI y CIEMEX-WEFA, 2000

5

iii) Su proceso de modernización industrial y enriquecimiento de los contenidos del trabajo, lo cual ha derivado en (a) una mayor productividad y competitividad de muchas de sus empresas y de sus empleados, (b) en un proceso de aprendizaje organizacional e individual, y (c) en una creciente transferencia de tecnología.

Todo ello da cuenta de la enorme importancia económica que implica la industria maquiladora para México. En otras palabras, sin la presencia de esta industria aumentarían sustancialmente las tasas de desempleo en ciertas regiones y la balanza comercial sería mucho más negativa2.

En cuanto a la inversión extranjera directa (IED) en la industria maquiladora, su monto aumenta particularmente con el TLCAN, a un ritmo de $1,707.8 millones de dólares promedio anual. Representa actualmente la cuarta parte, aproximadamente, de la IED total en México y, desde 1994 a la fecha, la IED acumulada alcanzó los $11,710.4 millones de dólares como se desprende del cuadro siguiente.

Cuadro 1 Inversión Extranjera Directa en la IME (millones de dólares)* 1994 894..8 1995 1,366.3 1996 1,416.5 1997 1,680.6 1998 2,110.5 1999 2,778.0 2000** 1,463.7 *Inlcuye sólo inversión en activos fijos importados. ** Periodo Enero-Junio FUENTE: Datos tomados de Christman, 2000. Con base en datos de SECOFI y Banco de México

En forma conjunta podemos observar que la manufactura en México ha perdido peso frente a la creciente y dinámica industria maquiladora. De tal suerte que se verifica un claro proceso de maquilización en México. En primer lugar por que cada año hay nuevas plantas que generan más empleos (los ritmos de crecimiento andan en el orden del 13% anual), pero quizás de mayor importancia en este proceso es la importancia relativa que va adquiriendo la maquiladora

6

en relación a la manufactura en particular y a la actividad económica en general. El Cuadro 2 nos permite observar cuatro indicadores que dan cuenta del proceso de maquilización. Desde 1994 hasta la fecha, la velocidad de cambio en el crecimiento económico real de la maquiladora ha sido varias veces mayor que la industria no maquiladora. Por su parte la inversión extranjera directa en maquiladora pasó de representar el 6% al 24% entre 1994 y 1999. En cuanto a la participación de la maquiladora en la balanza comercial ésta creció de 35.5% a 40.6% entre 1994 y 2000. Y finalmente, la participación en el empleo manufacturero aumentó de 22.4% a 38.1%, respectivamente. Cuadro 2 Impacto del TLCAN en la Industria Maquiladora de Exportación Velocidad de producción Inversión Comercio (a) (b) (c) 1994 10.5 6.0 35.5 1995 24.1 14.4 36.7 1996 8.0 14.5 36.4 1997 6.9 12.3 37.0 1998 3.2 18.7 39.3 1999 7.2 24.0 40.9 2000 8.2 21.9 40.7 Nota: a) Velocidad de cambio del valor de la producción de la IME en relación a la manufactura b) Participación de la IME en la IED c) Participación de la IME en la balanza comercial d) Participación en el empleo manufacturero FUENTE: Elaboración del autor con base en datos del INEGI y Banco de México presentados por John Christman (CIEMEX-WEFA) 2000.

Empleo (d) 22.4 27.7 32.1 35.0 36.8 41.3 38.1

A pesar de su gran crecimiento absoluto y relativo dentro de la economía nacional descrito con anterioridad, los componentes y materias primas provenientes de empresas establecidas en México (a los que se denominan “insumos nacionales”) permanecen con un bajo nivel. En casi 35 años de industrialización maquiladora no han logrado rebasar el 2% como promedio nacional. Este hecho, aunado a su gran relación y dependencia hacia las casas-matrices y los clientes en el extranjero, ha llevado a que se argumente que su contribución a la economía mexicana ha sido prácticamente nula en términos del desarrollo industrial nacional, el crecimiento tecnológico y el desarrollo regional. Esto contrasta con las ventas al mercado interno, las cuales pueden ser de hasta un 75% del valor de la producción y para inicios del 2001 podrán ser del 100%.

2

Entre enero y julio del 2000 la balanza comercial total fué de –3,325 millones de dólares. Mientras que la de la 7

Sin embargo, la apreciación de baja integración nacional en cierta forma es parcial ya que no da cuenta clara de la dinámica de crecimiento de la IME, ni de las nuevas condiciones de operación de dicha industria estimualdas por el TLCAN. Estas condiciones están forzando a modificar y fortalecer, en varios casos, las cadenas de proveedores directos locales/regionales y el enriquecimiento en las actividades desarrolladas. Existen también casos de empresas pequeñas mexicanas existosas, las cuales son un buen ejemplo de las potencialidades de este proceso de vinculación productiva no contabilizada. La IME surge desde sus inicios vinculada a la economía norteamericana. Al inicio toda la producción tenía que ser necesariamente exportada, y se prohibia la venta de sus productos al mercado nacional con el fin de proteger a las industrias establecidas en México. Para 1977 se permite las ventas en un 20%, pero siempre y cuando se demuestre que no existen esos productos dentro de la industria nacional, o que ésta no tiene capacidad de producirlos. Posteriormente se amplió este procentaje para llegar al 40%. No obstante esta situación, prácticamente toda la producción continúa siendo exportada hacia Estados Unidos, aunque se observan importantes cambios en algunas empresas derivado de estrategias mas agresivas de penetración en otros mercados (por ejemplo, el 10% de la producción de Samsung se dirige hacia México y un 30% hacia otros países latinoamericanos).

Sin embargo, las nuevas condiciones de operación de la IME bajo el TLCAN, en especial su Artículo 303, modifican los aranceles con las reglas de origen y los impuestos al considerarla como industria mexicana, todo lo cual está fortaleciendo las cadenas de proveedores locales (extranjeros y mexicanos) y la descentralización de los mercados de exportación.

2. Estructura de la IME industria maquiladora fué de 9,411 millones de dólares. 8

a) Origen de capital de las empresas maquiladoras

Originalmente la IME estuvo basada en empresas extranjeras de capital estadounidense, y algunas pequeñas plantas mexicanas. Este patrón cambió fuertemente a lo largo del tiempo. Para fines de los años noventa las empresas con capital extranjero representaban tan sólo el 60% del total de los establecimientos y las empresas con capital nacional el 40% restante. De las empresas extranjeras, el capital estadounidense concentraban a cerca del 50%, y un poco más del 10% estaba en diversos países, sobresaliendo los capitales japonés y alemán.

Si bien un gran número de establecimientos maquiladores son de capital mexicano (45% en febrero de 1995) éstos han disminuido ligeramente (40.2% en mayo de 1999). En las ramas mas dinámicas (electrónica, autopartes y confección) que son las que concentran a nivel nacional el 72.8% del valor agregado y el 73.4% del empleo maquilador, la participación de la inversión extranjera directa ha sido fundamental y creciente - con excepción de la confección: alrededor del 81% de las plantas electrónicas y 78% de las autopartistas en 1997 tenían capital extranjero, y del orden del 81% y 100% en 1999, respectivamente (Gráfica 3).

No obstante la participación de capital mexicano, el empleo y el valor agregado se mantiene fuertemente concentrado en compañías extranjeras, principalmente en transnacionales, como Delphi, General Electric, Hewlett-Packard, Matsuchita, Ford, Chrysler, Sony, Samsung y Thompson, entre muchas otras.

La participación extranjera asiática

Es claro que la inversión extranjera directa en plantas maquiladoras ha tenido un origen preponderantemente americano (45% en febrero de 1997 y 48% en mayo de 1999)3 El Cuadro 3 3 Dado que no existen estadísticas acerca del origen del capital, aquí se utiliza el Directorio Electrónico de la Industria Maquiladora de Exportación de la Secofi. Se trata de un excelente registro de empresas operando ante esta Secretaría. Sin embargo, este registro presenta varios problemas, entre los que destacan: 1. establece mucho mas establecimientos de los que arroja el INEGI ; 2. los porcentajes de capital extranjero y su origen declarado por las 9

muestra el valor de la IED por origen de capital y es clara la preponderancia del capital americano. Sin embargo, las firmas asiáticas cobran cada día una mayor relevancia: pasaron de 154 a 230 establecimientos en ese mismo período.4 Cabe señalar que si bien los países asiáticos han aumentado considerablemente su participación, no ha sido sólo Japón el que ha penetrado el programa maquilador u otro programa orientado a la exportación, sino otros países como los NICs con salarios mas de dos veces superiores a los de México e incluso países emergentes con salarios mas bajos que en México.5

Gráfica 3 México: Participación extranjera en los establecimientos maquiladores según ramas específicas E L E C T R O N IC A

F E B R E R O 1997

M A Y O 1999

E X TR A N JE R A S

81%

E X T R A N JE R A S

19%

81%

19% M E X IC A N A S

M E X IC A N A S

AU TO PA R TES M A Y O 1999

F E B R E R O 1997

E X TR A N JE R A S

78%

22%

M E X IC A N A S

E X TR A N JE R A S

100 %

firmas no siempre reflejan con claridad este asunto. Por ejemplo, muchas de las empresas asiáticas cuentan con una división en Estados Unidos lo cual hace que sea declarado como americano el capital en vez de japonés (esto, por el contrario, nunca aparece en las encuestas); 3. existen empresas claramente transnacionales en donde a través de prestanombres o de empresas nacionales se registran en México. De esta manera, pueden tener una mayoría de capital nacional pero realmente ser extranjeras. Y 4. la información sobre empleo u otras variables puede estar equivocada. Por estas dificultades, decidimos incluir con capital extranjero a cualquier establecimiento maquilador en donde el origen de capital sea distinto a 100% nacional. No obstante esta metodología cabe mencionar que el 78% de los establecimientos asiáticos tuvieron más del 50% de origen de capital asiático. 4 Para la SECOFI, al igual que para el INEGI, establecimiento significa de hecho razón social. De esta manera, un establecimiento puede tener una o muchas plantas. Aqui utilizamos en algunas ocasiones el término de planta, aunque en realidad se trata de establecimientos. 5 México tiene salarios 1 vez superiores a los de Filipinas y 10 veces mayores que los de China

10

FUENTE: Elaboración del autor con base en el Directorio Electrónico de la Industria Maquiladora de Exportación, SECOFI, febrero y mayo de 1999.

En mayo de 1999 existían 94 establecimientos japoneses, 110 pertenecían a los NICs (Corea, Hong Hong, Singapur y Taiwán) y 25 a los países emergentes (Filipinas, India, Vietnam y China) (Gráfica 4). Estos países asiáticos empleaban a 57,000 empleados (Japón), 20,603 (NIC’s) y 2,820 (emergentes) (Secofi, 1995, 1999). En particular las reglas de origen bajo NAFTA han llevado a reconsiderar la apertura de un número mayor de plantas, particularmente abastecedoras de insumos.6

La historia de la inversión asiática en maquiladoras inicia en los ochentas. Primero llegaron las plantas japonesas durante la década pasada (56.5% del total de establecimientos en mayo de 1999), un poco después se establecieron firmas de los dragones (Corea y Taiwán). Y finalmente, ya establecido el TLCAN llegaron los países emergentes (Hong Kong, Filipinas y particularmente China). Sobresale en este proceso Japón quien continuó su fuerte presencia (42 plantas de 1994 a 1998), Corea quien abrió 54 plantas en este período (74% del total de establecimientos coreanos maquiladores) y China con 17 plantas o el 85% de las plantas a partir del TLCAN. La Gráfica 4 muestra la distribución de establecimientos por país asiático de origen y el Cuadro 3 la importancia de la inversión asiática desde que fue establecido el TLCAN.

Total

1994

10,558

Cuadro 3 Inversión Extanjera Directa en la Industria Maquiladora* (millones de dólares) E. U. Japón Otros Europa Canadá Asiáticos Occidental

4,870

631

2,117

1,957

740

Otros países

240

6 Según Barajas (1999) la Secretaría de Desarrollo Económico del gobierno de Baja California mencionó que 40 empresarios de Singapur visitaron Tijuana, de marzo a octubre de 1999, con el objetivo de considerar la posibilidad de instalar empresas proveedoras de insumos.

11

1995

8,183

5,355

156

487

1,943

170

71

1996

7,636

5,137

139

619

1,144

515

80

1997

11,721

7,183

350

764

3,050

224

151

1998

7,467

4,923

97

386

1,855

165

41

1999

11,061

6,540

1,225

547

2,080

592

77

2000p

7,135

5,178

315

191

1,216

199

35

* Incluye toda la inversión extranjera, incluyendo actios importados. PPreliminario, oficial al 30 de junio. Solamente enero-junio. FUENTE: John Christman (2000). Tomado del VI Informe del Presidente a a la Nación. Anexos, p. 133, septiembre del 2000. Información procedente del Registro Nacional de Inversión Extranjera, SECOFI.

Gráfica 4 México: Establecimientos maquiladores de origen asiático

Taiwán (27) 12%

China (20) 9%

Hong Kong (7) 3% Filipinas (3) 1%

Corea (74) 32%

Singapur (2) 1%

Japón (94) 42%

Vietnam (1) 0% India (1) 0%

FUENTE: Elaboración del autor con base en el Directorio Electrónico de la Industria Maquiladora de Exportación, SECOFI, mayo de 1999.

Sobresale las ramas de la electrónica, las autopartes y el vestido dentro de este flujo de inversión asiática. En la electrónica se encuentran 99 plantas con 43,122 empleos, en las 12

autopartes se tienen 11 y 10,857 trabajadores y en la industria de la ropa hay 36 plantas con 9,003 ocupados. La Gráfica 3 muestra la importancia creciente de la IED en la rama de la electónica y de las autopartes.

b) Localización de las empresas maquiladoras

El impacto territorial de la IME ha estado muy concentrado en la frontera norte de México (Gráfica 5), aunque hay que reconocer que éste se ha diversificado a lo largo del país (Cuadro 4). Para mayo del 2000 operaban 3,550 establecimientos maquiladores en México, concentrándose en los municipios fronterizos el 60.6% de éstos, el 62.6% del empleo y el 78.6% del valor agregado (Ciemex-Wefa, 2000). Hasta 1977 las empresas maquiladoras tenían que establecerse en la frontera norte de México, pero a partir de ese año han podido localizarse en cualquier parte del territorio mexicano. Primero empezaron a ubicarse en ciudades del norte de México no fronterizas y, posteriormente, en otras localidades del resto del país. Para 1975 el 14% de las empresas se encontraban en municipios del norte no-fronterizos y el 9% en ciudades del “interior”; pero para abril del 2000 esta relación era de 17.0% y 23.2%, respectivamente.

No obstante lo anterior, la mayoría de las plantas, o el 59.7%, continúan estableciéndose en las áreas urbanas de la frontera norte principalmente en Tijuana y Ciudad Juárez, donde se concentra el 33.3% del empleo en el nivel nacional (Ciemex-Wefa, 2000). Gráfica 5 México: Importancia de la Frontera Norte

90 80 70 60 50

empleo

40

plantas

30 20

valor agregado 13

10 0 1981 1985 1990 1995 1999 2001

De acuerdo al valor agregado generado por las maquiladoras algunas ciudades fronterizas guardan un rol central: Ciudad Juárez (19.6% del total nacional) y Tijuana (14.1%) están en el primer lugar y muy por encima de Reynosa (5.6%), Matamoros (5.1%), Mexicali (4.6%) y Nogales (3.0%), que mantienen el segundo lugar. En términos de la generación de empleo, la ciudad que concentra el mayor volumen es Juárez (253,400 empleados en junio del 2000), y en segundo nivel se encuentra Tijuana (189,100). El Area Metropolitana de Monterrey, Reynosa y Matamoros tienen cada una alrededor de 70,000 empleados (Cuadro 5). Si bien las ciudades fronterizas pierden importancia relativa dentro del conjunto del empleo maquilador en México, aún mantienen la mayoría de los trabajadores. Mientras que en 1981 prácticamente 9 de cada 10 empleos en la IME se encontraban en los municipios fronterizos, en abril del 2000 aún se ocupan seis.

CIUDAD TOTAL Tijuana Ciudad Juarez. Mexicali Matamoros Nogales Reynosa. Monterrey Subtotal Otras Ciudades PORCENTAJE TOTAL Tijuana Ciudad Juarez

Cuadro 4 Industria Maquiladora de Exportación. Plantas por ciudad (1975-2000) 1975 1980 1985 1990 1995 2000 (abril) 454 620 760 1703 2130 3550 99 123 192 414 477 772 86 121 168 238 237 307 67 79 75 122 121 191 40 50 35 89 94 119 38 59 49 69 65 91 11 17 27 53 76 129 0 0 0 29 30 153 341 449 546 1014 1100 1762 113 171 214 689 1030 1788 100.00 21.81 18.94

Mexicali 14.76 Matamoros 8.81 Nogales 8.37 Reynosa 2.42 Monterrey 0.00 Otras Ciudades 24.89 CRECIMIENTO PROMEDIO ANUAL TOTAL Tijuana

100.00 19.84 19.52

100.00 25.26 22.11

12.74 9.87 8.06 4.61 9.52 6.45 2.74 3.55 0.00 0.00 27.58 28.16 1975-1980 1980-1985 7.31 4.85

4.52 11.22

100.00 24.31 13.98

100.00 22.39 11.13

7.16 5.23 4.05 3.11 1.70 40.45 1985-1990

5.68 4.41 3.05 3.57 1.40 51.64 1990-1995

24.82 23.13

5.01 3.04

100.00 21.74 8.64 5.38 3.35 2.56 3.63 4.30 50.36 1995- 2000 (abril) 13.7 12.8

14

Ciudad Juarez 8.14 7.77 8.33 -0.08 Mexicali 3.58 -1.01 12.53 -0.16 Matamoros 5.00 -6.00 30.86 1.12 Nogales 11.05 -3.39 8.16 -1.16 Reynosa 10.91 11.76 19.26 8.68 Monterrey 0.00 0.00 21.4 1.2 Otras Ciudades 10.27 5.03 26.6 8.5 FUENTES: Elaboración deL autor a partir de: INEGI. Estadística de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982, 1975-1986, 1991-1996 Y julio 1999 . CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 2000.

7.2 12.2 6.1 8.8 14.5 10.0 16.6 1978-1988;

Cuadro 5 Industria Maquiladora de Exportacion. Empleo por ciudad (1975-2000) CIUDAD 1975 1980 1985 1990 1995 TOTAL 67,214 119,546 211,968 460,290 648,263 Ciudad Juarez 19775 39402 77592 122231 153322 Matamoros 9778 15231 20686 38360 43655 Tijuana 7844 12343 25913 59870 93899 Mexicali 6324 7146 10876 20729 25722 Nogales 6794 12921 14539 19714 21454 Reynosa 1255 5450 12761 24801 39304 Monterrey 0 0 0 5064 9742 Subtotal 51770 92493 162367 468199 387098 Otras Ciudades 15444 27053 49601 7909 261165 PORCENTAJES TOTAL 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 Ciudad Juarez. 29.42 32.96 36.61 26.56 23.65 Matamoros 14.55 12.74 9.76 8.33 6.73 Tijuana 11.67 10.32 12.22 13.01 14.48 Mexicali 9.41 5.98 5.13 4.50 3.97 Nogales 10.11 10.81 6.86 4.28 3.31 Reynosa 1.87 4.56 6.02 5.39 6.06 Monterrey 0.00 0.00 0.00 1.10 1.50 Otras Ciudades 22.98 22.63 23.40 1.71 40.28 CRECIMIENTO PROMEDIO 1975-1980 1980-1985 1985-1990 1990-1995 ANNUAL TOTAL 15.57 15.46 23.43 8.17 Ciudadjuarez. 19.85 19.38 11.51 5.09 Matamoros 11.15 7.16 17.09 2.76 Tijuana 11.47 21.99 26.21 11.37 Mexicali 2.60 10.44 18.12 4.82 Nogales 18.04 2.50 7.12 1.77 Reynosa 66.85 26.83 18.87 11.70 Monterrey 0.00 0.00 40.6 15.1

2000 (abril) 1’243,117 235300 63600 179000 56500 38200 69800 65700 708100 535017 100.00 18.92 5.11 14.39 4.54 3.07 5.61 5.28 43.03 1995-(abril) 2000 17.7 11.3 10.0 17.7 21.9 15.6 15.9 22.5

15

Otras Ciudades 15.73 15.11 25.8 10.7 22.1 Nota: El promedio fue obtenido del dato de inicio y fin del período. FUENTES: Elaboración de los autores a partir de: INEGI. Estadística de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982, 1975-1986, 1978-1988; 1991-1996 y julio 1999. CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 2000.

La velocidad de crecimiento ha sido distinta a lo largo del tiempo para los estados del norte, pero existe una tendencia convergente: En 1975-80 Chihuhua y Sonora fueron los estados que más crecieron en el empleo maquilador; en el siguiente quinquenio fueron Chihuhua, Coahuila y Baja California; en 1985-90 todos los estados del norte crecieron, especialmente Coahuila que aumentó en promedio anual el 42%. En el quinquenio 1990-95 disminuyó sustantivamente el crecimiento en el empleo (por la crisis de 1994-95) quedando solamente Coahuila con un crecimiento de dos dígitos. Finalmente, en el período 1995-1999 el crecimiento ha sido muy semejante entre los estados, del orden anual del 13.7%, aunque se preveé una disminución sustantiva en los promedios de crecimiento de aquí al 2003.

c) Especialización productiva

La industria maquiladora de exportación no es una industria en sentido estricto ni es un sector, se trata de un conjunto de actividades económicas que abarcan un gran variedad de productos. Desde palos de escoba hasta circuitos para torpedos de submarinos atómicos pueden ser ensamblados o manufacturados en estos establecimientos, pasando por diversos tipos de ropa, aparatos de electrónica de consumo, partes para automóviles, etc. Nueve actividades maquiladoras principales concentraban el 87% del total del empleo, el 84% del valor agregado y el 80% del total de plantas. Por tanto, la IME en términos de actividades y productos es sin lugar a dudas heterogénea. Esta diversificación de la maquiladora mexicana la diferencia claramente de la que se asienta en la mayor parte de los países centroamericanos o en la República Dominicana donde la maquiladora es fundamentalmente de confección de ropa (Pérez-Sainz, 1997; CEPAL, 2000) 7.

7 Solamente en Costa Rica, dentro de Centro América, es done se encuentra una mayor diversidad de sectores (PérezSáinz, 1997) 16

No obstante lo anterior, las maquiladoras han tenido una alta especialización sectorial. Desde el inicio del programa, las actividades de la eléctrica-electrónica, la textil y del vestido, y los equipos para transportación (o autopartes), han sido las más importantes. Estas tres actividades daban cuenta, en 1980, del 63% del total de plantas maquiladoras, el 79% del empleo y el 77% del valor agregado (Cuadros 6-8). Cuadro 6 Industria Maquiladora de Exportacion. Plantas por Sector (1980-2004) SECTOR TOTAL Autopartes Vestido Electrónica Subtotal Otros Sectores

1980 620 53 117 220 390 230

1985 760 63 108 274 445 315

1990 1938 160 293 519 972 966

1995 2104 166 450 508 1124 980

2000 3441 242 1017 702 1961 1480

2004 4158 319 1225 931 2475 1683

PORCENTAJE TOTAL 100 Autopartes 8.55 Vestido 18.87 Electrónica 35.48 Otros Sectores 37.1

100 100 100 100 100 8.29 8.26 7.89 7.03 7.67 14.21 15.12 21.39 29.55 29.46 36.05 26.78 24.14 20.40 22.39 41.45 49.85 46.58 43.01 40.47 CRECIMIENTO PROMEDIO 1980-1985 1985-1990 1990-1995 1995-2000 2000-2004 TOTAL 4.52 31 2.86 10.4 4.9 Autopartes 3.77 30.79 0.75 6.7 7.3 Vestido -1.54 34.26 10.72 18.0 4.8 Electrónica 4.91 17.88 -0.42 7.8 7.2 Otros Sectores 7.39 41.33 0.29 8.6 3.3 FUENTES: Elaboración propia a partir de: INEGI. Estadística de la Industria Maquiladora de Exportación: 19741982, 1975-1986, 1978-1988; 1991-1996 y julio de 1999. CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 2000.

Las actividades que concentran el mayor número de empleos es la eléctrica electrónica (con 33.9% del total), seguida de la confección con 21.6% y de las autopartes con 18.5% (Cuadro 7). Las actividades pueden ser clasificadas de acuerdo a su ritmo de crecimiento, siendo el grupo que más empleo ganó, entre 1993 y abril del 2000, la actividad textil y del vestido con 207,500 nuevos empleos o un porcentaje de cambio del 300.3%; seguida de la eléctrica-electrónica (231,800 nuevos empleos o 122.3%) y el equipo de transporte (98,800 nuevos empleos o 79.4%). Estas tres actividades siguen concentrando la mayoría del empleo maquilador (74.1% en abril del

17

2000). Y en segundo lugar se encuentran los muebles de madera y metal con 25,400 (73.6%) y los servicios con 22,500 (84.5%) .

Cuadro 7 Industria Maquiladora de Exportacion. Empleo por Sector (1980-2004) SECTOR

1980

1985

1990

1995

2000

2004

119.55

211.97

460.29

639.98

1234.1

1796.75

Electrónica 69.40 Vestido 17.57 Autopartes 7.50 Subtotal 94.47 Otros sectores 25.07 PORCENTAJE TOTAL 100 Electrónica 58.05 Vestido 14.7 Autopartes 6.27 Otros Sectores 20.98

100.86 21.47 40.15 162.48 49.49

169.93 42.04 98.92 310.89 149.40

231.45 94.07 139.08 464.60 175.38

418.02 266.54 228.67 913.23 320.87

605.14 373.01 340.25 1318.40 478.35

100

100

100

100

100

TOTAL

47.58 36.92 36.17 33.87 33.67 10.13 9.13 14.7 21.59 20.76 18.94 21.49 21.73 18.52 18.93 23.35 32.46 27.4 26.00 26.62 CRECIMIENTO PROMEDIO 1980-1985 1985-1990 1990-1995 1995-2000 2000-2004 TOTAL 15.46 23.43 7.81 14.1 9.9 Electrónica 9.07 13.7 7.24 12.6 9.7 Vestido 4.44 19.16 24.75 23.7 8.8 Autopartes 87.07 29.28 8.12 10.5 10.5 Otros sectores 14.4 18.27 9.89 12.9 10.5 FUENTES: Elaboración propia a partir de: INEGI. Estadística de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982, 1975-1986, 1978-1988; y Julio 99. CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 2000.

Dentro de todas las actividades la eléctrica-electrónica ha sido la más relevante. En abril del 2000 contaba con 708 plantas (20% del total de la IME), ocupaba a 421,300 personas (33.9%) y generaba un valor agregado de 5,600 millones de dólares (37.6%). En seguida se encuentran las autopartes que concentraron el 7% de los establecimientos, el 18.5% del empleo y el 25.4% del valor agregado. Tan sólo estas dos actividades concentrarán en el año 2004 el 59% del valor agregado (Cuadro 8). Cuadro 8 Industria Maquiladora de Exportacion. Valor Agregado Mexicano por Sector (1980-2004) SECTOR 1980 1985 1990 1995 2000 2004 TOTAL

762.2

1160.9

3610.9

4959.9

14924.7

26946.8

Electronica

433

565.3

1357.8

1855

5605.4

9574.2

Vestido

88.3

86.8

202.1

497.4

1666.2

2940.3

18

Autopartes

61.9

330.3

910.1

1190.4

3784.4

6381.9

Subtotal

583.2

982.4

2470

3542.8

11056

18896.4

179

178.5

1140.9

1417.1

3868.7

8050.4

100

100

100

100

100

100

Electronica

56.81

48.69

37.6

37.4

37.55

35.53

Vestido

11.58

7.48

5.6

10.03

11.16

10.91

Autopartes

8.12

28.45

25.2

24

25.35

23.68

Otros Sectores

23.48

15.38

31.6

28.57

25.92

29.87

1980-1985

1985-1990

1990-1995

1995-2000

2000-2004

TOTAL

10.46

42.21

7.47

24.8

15.9

Electronica

6.11

28.04

7.32

24.9

14.3

Vestido

-0.34

26.57

29.22

28.1

15.3

Autopartes

86.72

35.11

6.16

26.2

14.0

Otros Sectores

-0.06

30.29

8.69

22.4

20.1

Otros Sectores

PORCENTAJE TOTAL

CRECIMIENTO PROMEDIO

FUENTES: Elaboración propia a partir de: INEGI. Estadística de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982, 1975-1986, 1978-1988; 1991-1996 y julio 1999. CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991, 2000. Nota: El promedio fue obtenido del dato de inicio y fin del período de proyección.

Al revisar los principales productos exportados e importados en todas las industrias en México de acuerdo a su registro como maquiladoras o no maquiladoras, en el período 1992-1998, se verifica asimismo este proceso de maquilización del país. Se encontró que, en 13 ramas exportadoras fueron más importantes las maquiladoras que las no maquiladoras (0.7 veces en promedio). Destacan en particular “otras industrias” con 3.8 veces; productos de plásticos y de caucho con 2.3; los textiles y prendas de vestir con 1.6; y los productos metálicos, maquinaria y equipo con 1.3 veces (Cuadro 9). Cuadro 9 México:Principales productos exportados (Lab) por sector de origen, 1992-1998 (millones de dólares) Servicios por Transformación Exportaciones Núm. de veces que es Índice de

de la IME en 1998

Total Productos metálicos, maquinaria y equipo Textiles, artículos de vestir e industria del cuero Otras industrias

52,864

más importante la IME que la manufactura 1998 (promedio) 0.7

40,797 5,920 1,381

1.3 1.6 3.8

maquilización*

90,188.2 93,135.5 15,172.3 6,664.7 19

Productos plásticos y de caucho Fabricacion de otros productos minerales no metálicos Química Siderurgia Papel imprenta e industria editorial Industria de la madera Alimentos, bebidas y tabaco Minerometalurgia Derivados del petróleo Petroquímica

1,080 817

2.3 0.4

3,605.2 1,155.1

686 631 561 479 380 131 0 0

0.1 0.2 1.4 1.0 0.1 0.1 0.0 0.0

766.7 778.3 1,338.8 938.3 431.2 141.6 0.0 0.0

* Indice de maquilizacion. Promedio del número de veces que es más importante la IME que la industria manufacturera. Calculado como: Indice de maquilización = (1-2) * (1/2), donde 1= valor de las exportaciones incluyendo maquiladoras en el año i. 2= valor de las exportaciones sin incluir maquiladoras en el año i. FUENTE: Elaboración del autor con base en el Sumario Estadístico de Comercio Exterior, elaborado con base en datos del Grupo de Trabajo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática-SHCP-Banco de México.

Ponderando el valor de las exportaciones por el número de veces de importancia, se tiene que los productos metálicos (éstos incluyen las autopartes) mantienen el primer lugar dentro de lo que hemos denominado “índice de maquilización”8; en segundo lugar están las prendas de vestir; en tercer lugar “otras industrias” y, en cuarto lugar, los producos plásticos y de caucho. Con excepción de las industrias “duras” –por denominarlas de alguna manera- como la petroquímica, la siderurgia, la minero-metalúrgica y los productos derivados del petróleo, el resto de las industrias se han maquilizado en México de manera importante. Los tres principales productos que se exportaron en función del índice de maquilización creado fueron orden de importancia: piezas para instalaciones eléctricas (28,721.5), partes y refacciones de radio y TV (27,542.9), cables aislados para electricidad (arneses) (16,775.0).

En lo que se refiere a las importaciones de todas las industrias en México, se verifica un proceso semejante. Resaltaron nuevamente tres de las industrias que más importan: los textiles y prendas de vestir (1.2 veces más importante), los productos de plástico (1.2), y la industria de la madera (0.6). El índice de maquilización tuvo más peso en los productos metálicos, maquinaria y equipo; los textiles y prendas de vestir; y los productos de plástico y caucho (Cuadro 10). Y los productos importados principales, también en función del índice de maquilización fueron:

8

Para ver la construcción del índice de maquilización consúltese el Cuadro 3. 20

refacciones para aparatos de radio y TV (28,009.0), lámparas y válvulas eléctricas incandecentes y partes (24,086.4) y piezas y partes para instalaciones eléctricas (21,469.1). Cuadro 10 Principales productos importados (Lab) por sector de origen, 1992-1998. (millones de dólares)

Importaciones de la IME en 1998

No. de veces que es más importante la IME que la manufactura 1998 (promedio)

Índice de maquilizaci ón*

TOTAL Productos metálicos, maquinaria y equipo Textiles, artículos de vestir e industria del cuero Productos plásticos y de caucho Siderurgia Química Papel, imprenta e industria editorial Minerometalurgia Fabricacion de otros productos minerales no metálicos Otras industrias manufactureras Industria de la madera Alimentos, bebidas y tabaco Derivados del petróleo Petroquímica

24,848 4,295 3,885 2,122 1,353 1,306 820 592 568 246 48 37 36

0.5 1.2 1.2 0.5 0.1 0.5 0.5 0.5 0.5 0.6 0.0 0.0 0.0

36688.8 9328.9 8739.0 3225.5 1542.6 1912.9 1220.7 897.9 862.3 401.7 48.8 37.5 36.8

* Indice de maquilizacion. Promedio del número de veces que es más importante la IME que la industria manufacturera. Calculado como: Indice de maquilización = (1-2) * (1/2), donde 1= valor de las exportaciones incluyendo maquiladoras en el año i. 2= valor de las exportaciones sin incluir maquiladoras en el año i. FUENTE: Elaboración del autor con base en el Sumario Estadístico de Comercio Exterior, elaborado con base en datos del Grupo de Trabajo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática-SHCP-Banco de México.

Si observamos con mayor detenimiento el tipo de productos que se ensamblan y elaboran en la IME, resulta que existe una alta especialización productiva, por ejemplo, en el caso de los aparatos de consumo eléctrico y las autopartes. Si bien México exporta diversas manufacturas en la actividad eléctrica-electrónica, algunos productos tienen una alta especialización: Bajo la tarifa HTS 9802 México exportaba en 1992, el 98,7% de los aparatos de televisión, el 90.5% de los conductores eléctricos, el 90.9% de los capacitores eléctricos,

el 86.8% de los motores y

21

generadores, el 84.5% de los artículos para interruptores de circuitos eléctricos y el 83.9% de los transformadores. Otro ejemplo de especialización son las autopartes; las cuales exportaron el 56.6% del total de la IME. Tomando en cuenta las importaciones automotrices de México, Japón y Canadá hacia Estados Unidos sobresalen las celdas de encendido (que incluye cables eléctricos o arneses) que representaron el 88.7% de las importaciones o US $918.1 millones de dólares (rebasando incluso a los motores US $659.7 millones), los mofles y escapes con 54% (US $98.5 millones) y los radiadores con 26.5% (US $43.1 millones). También el caso de los aparatos de televisión a color es significativo de este proceso de especialización, no sólo por los 18 millones de aparatos producidos en 1996 sino porque estos representaron el 70% del mercado estadounidense

Entre 1992 y 1995, el total de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos se duplicó de US $40.7 a $79.5 miles de millones de dólares (Cuadro 11). Vía el programa de maquiladoras (combinado con el mecanismo de producción compartida US HTS 9802) el crecimiento fue de más del doble, al passar de US $13.9 a $31.1 miles de millones de dólares. Tomando como referencia el mecanismo de producción compartida HTS 9802

tan sólo ocho productos

concentraron el 67% de total del valor de las importaciones (US$ millones), como muestra el Cuadro 11:

cables de arnés para vehículos de motor. vehículos automotrices, chassises ropa aparatos de circuitos eléctricos TVs, video monitores, CRTs Ciertas partes para vehículos de motor Motores eléctricos, generadores, etc. semiconductores devices otros TOTAL

1992 996 1,600 581 713 547 961 264 165 2,865 8,692

1995 1,757 1,676 1,637 1,164 814 811 457 326 4,192 12,834

% cambio +76 +5 +182 +63 +49 -16 +73 +98 +46 +48

FUENTE: USITC, 1997

En otras palabras, las operaciones interreacionadas bajo el programa de maquiladoras y el mecanismo de producción compartida US HTS 9802 han producido un dramático crecimiento en

22

las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos. El otro gran evento que ha producido un fuerte incremento en las exportaciones mexicanas hacia Norteamérica ha sido el TLCAN. Este acuerdo de integración progresivamente elimina aranceles de E.U.y Canadá así como cuotas de exportaciones mexicanas al mercado norteamericano. Más aún, el TLCAN modificará el programa mexicano de maquiladoras al considerar como mexicanos los activos fijos y las importaciones temporales como permanentes (Art. 303 del TLCAN) después del 20019. El principal efecto del TLCAN para la IME, no será de ninguna manera la desaparición de las empresas ya establecidas ni la inhibición para que otras inversiones se establezcan o la desaparición de la IME y sus asociaciones, antes al contrario, sino que los componentes ensamblados para la exportación desde México que actualmente entran libres de impuestos serán sujetos a impuesto en caso de que sean realizados en países diferentes a Estados Unidos y Canadá. Desde 1995 el “valor TLCAN” de los principales grupos de productos que tomaron ventaja de estos instrumentos fueron los siguientes cinco productos (US$ millones) (Cuadro 12): Cuadro 12 PRINCIPALES PRODUCTOS MAQUILADORES DE EXPORTACION (millones de dólares) Productos maquiladores 1992 1995 1997 1 Cables eléctricos de arneses 996 1,757 4,949 2 Otras autopartes 1,600 1,676 3,301 Subtotal automotriz 2,596 3,433 8,250 3 Ropa 581 1,637 5,917 4 Computadoras n.d. n.d. 3,774 5 TV y Radios, partes y componentes 547 814 2,273 6 Resto 4,968 6,950 24,883 Total de productos de toda la IME 8,692 12,834 45,097 FUENTES: 1992, 1995 = USITC. U.S. Imports form Mexico (HTS 9802.00.80) 1997 = INEGI, SHCP, Banco de México

Por tanto, el TLCAN ha sido la segunda causa principal de la rápida expansión en las exportaciones mexicanas a los mercados de Estados Unidos y Canadá (Mortimore, 1997). De acuerdo con Mortimore (2000), a partir del programa computacional MAGIC de la CEPAL, la especialización productiva mexicana ha aumentado considerablemente de tal suerte que la participación en las importaciones hacia Estados Unidos se incrementó sustantivamente entre

9 Si bien esto debería de haber sucedido el primero de enero del 2001, el fuerte cabildeo de la CNIME (Consejo Nacionald e la Industria Mqaquiladora) obligó al gobierno a retrasar este proceso debido a problemas de duplicidad 2

1990 y 1998, al avanzar su participación10 de la siguiente manera: en la industria de los televisores pasó del segundo al primer anillo; en la ropa no de punto o ganchillo para mujer y niña del cuarto anillo al primero; en la ropa no de punto o ganchillo para hombre y niño del tercer anillo al primero; y en la industria automotriz del cuarto al tercer anillo.

2. Las corporaciones tranacionales y la evolución de la IME a) El significativo rol de las corporaciones transnacionales La exportación manufacturera en México se concentra en muy pocas empresas y la mayoría de ellas son maquiladoras. Si se analizan por rama de actividad, existen algunas ramas en donde las firmas prácticamente sólo son maquiladoras (los televisores y los cables eléctricos por ejemplo) y, de igual manera, en otras ramas donde prevalecen empresas que no son maquiladoras, resulta que forman parte de redes transnacionales que tienen maquiladoras (como es el caso de Delphi con sus casi 60 plantas, la cual mantiene un 40% de ellas bajo el régimen Pitex y el 60% restante registradas bajo el decreto de maquiladoras). De la lista de las 100 multinacionales más importantes de México, un número considerable de ellas son maquiladoras.11 En el caso de la industria automotriz (terminal y de autopartes) se tiene que ocho de las 15 multinacionales cuentan con plantas maquiladoras; mientras que la mayoría de las multinacionales electrónicas son maquiladoras (Cuadro 13). El rol de México dentro de las transnacionales es muy importante para algunas ellas, como en las de bebidas y los alimentos. Otro caso sobresaliente es la firma Delphi, lider mundial de las autopartes, la cual mantiene una participación del 38% en México del empleo global de dicha transnacional, con sus más de 80,000 empleos directos.

de impuestos y aranceles y a la implementación del mismo. 10 Los anillos indican la participación del total de importaciones de Estados Unidos, en dólares, por país exportador (Mortimore, 2000). Los rangos de cada anillo se exponen a continuación: Autos y autopartes: 1) 33%+ 2) 16.5 - 32.9% 3) 8.25 - 16.49% 4) 4.125 - 8.249% 5) 2.06 - 4.125%. Televisores: 1) 50%+ 2) 10 - 49.9% 3) 5 - 9.9% 4) 2 - 4.9% 5) 1 - 1.9%. Ropa de Mujer /Niña: 1) 15%+ 2) 7.5 - 14.99% 3) 3.75 - 7.49% 4) 1.875 - 3.74 % 5) 0.94 – .8749% Ropa de Hombre: 1) 20%+ 2) 10 - 19.9% 3) 5 - 9.9% 4) 2.5 - 4.9% 5) 1.25 - 2.49%. 11 Revista Expansión, núm. 799, 13 de septiembre del 2000. 3

Cuadro 13 México: Multinacionales Seleccionadas 1999

Razón

Empleo en Empleo Participa México total de ción la Matriz mexicana %

Giro

1

2

11,500

388,000

3.0

Automotriz

2 3 4 5 7 9 10

1 4 3 5 10 6 9

Daimlerchrysler de México Holding (ab) General Motors de México (ab) Volkswagen de México (ab) Wal-Mart de México (ab) Ford Motor Company (ab) Nissan (d) Sabritas (d) SBC Communications (Telmex) (af)

12,080 15,977 70,700 7,868 8,311 17,000 17,718

466,938 306,275 1,140,000 364,550 141,526 150,000 96,200

2.6 5.2 6.2 2.2 5.9 11.3 18.4



11 18 19 20 23

7 36 nc 74 21

GE de México (a) Coca-Cola de México Philips (d) Sony de México Siemens (ab)

32,000 15,273 nd 532 8,316

340,000 37,400 226,874 189,700 443,000

9.4 40.8 nc 0.3 1.9

27 31 39 41 44 48 53 67 71 80 84

45 24 28 34 Nc 54 42 57 56 Nc Nc

200 22,690 1,917 5,711 nd nd 549 1,000 2,205 736 5,973

54,436 118,000 nd 121,102 18,600 112,000 4,783 7,480 129,073 84,200 30,000

0.0 19.2 nc 4.7 nc nc 11.5 13.4 1.7 0.9 19.9

sí sí

Si No No Si No Si Si Si Si Si Si

88

Nc

5,145

nd

nc

Autopartes



Si

91 94

Nc Nc

LG Electronics (b) Pepsi.Gemex (ab) Kenworth Mexicana (d) Lear Corporation México (ab) Navistar (d) Honda de México (e) Acer Computec Latinoamérica (ac) General Tire de México Grupo Olivetti Mexicana Dana Heavy Axle México (ab) Delphi Delco Electronic System (ab) Sistemas Electrónicos y Conmutadores Industrias Pilot de México (a) Hayes Lemmerz México (ac)

Automotriz Automotriz Comercio Automotriz Automotriz Alimentos Telecomuni caciones Holding Bebidas Electrónica Electrónica Maquinaria y equipo eléctrico Electrónica Bebidas Automotriz Automotriz Automotriz Automotriz Electrónica Autopartes Electrónica Autopartes Autopartes

436 630

nd 10,570

nc 6.0

Autopartes Autopartes

Cuenta con maquiladoras propiedad de ella Mantiene relaciones productivas con maquiladoras*

2000

Si



sí sí sí sí



sí sí sí

Si Si Si Si Si Si Si Si No Si Si Si

No No

*Elaboración del autor basado en entrevista con plantas maquiladoras. Nota: Nd= No disponible Nc= No calculable Ns= No significativa Aclaraciones: a) Fuente Expansión b) Fuente Fortune c) Fuente Wright Research Center d) Fuente América Economía e) Fuente Página Web de la compañía f) En todos los casos donde no aparece una fuente establecida, las cifras fueron obtenidas de fuentes como : Amercan Chamber of Commerce, otras cámaras comerciales, cálculos con base en sus participaciones expresadas de mercado e informes anuales de las compañías. FUENTE: Elaboración propia a partir de "Las 100 Multinacionales más importantes en México" en Revista Expansión,año XXXI, No.799, 13 de septiembre del 2000, pp.63-65.

4

En general, se trata de firmas trasnacionales muy dinámicas cuyo mercado es oligopólico como Delphi, Yazaki, General Electric, Hewlett-Packard, Matsushita, Ford, Sony, Samsung y Thompson. En la industria del televisor se encuentran sólo cuatro firmas líderes asiáticas (Sony, Samsung, Matsuchita y Sanyo) y otras de capital europeo (Thompson y Philips), con claro predominio en el mercado de Sony. En el caso de los arneses se trata principalmente de dos firmas americanas (Delphi y United Technologies Automotive–recientemente incorporada a Lear) y 3 asiáticas (Yazaki, Sumitomo y Wire Products), en donde compiten fuertemente Delphi, Yazaki y UTA (ahora propiedad de Lear). La tendencia apunta hacia un mayor grado de concentración en pocas firmas tanto de autopartes debido a la producción de sistemas modulares (Sturgeon y Florida, 1999:68), como de televisores debido a la fuerte competencia inter-firma (Carrillo y Mortimore, 1998). Otro tanto sucede con las ensambladoras terminales de autos (Sturgeon y Florida, 1999:72), y con las empresas fabricantes de computadoras en Jalisco (Dussel Peters y Ruiz Durán, 2000).

b) Generaciones de maquiladoras

En la segunda mitad de los años ochenta el debate sobre las maquiladoras empezó a orientarse hacia un nuevo tema que rápidamente adquiriría un lugar central entre los estudiosos de las maquiladoras: el impacto de las “nuevas tecnologías”, las “nuevas formas de organización del trabajo”, e incluso el “nuevo perfil del trabajador” de las maquiladoras. La aparición de un artículo de Mertens publicado en 1987 pero que circuló entre los estudiosos del tema desde 1985, fue el punto de partida de una prolongada discusión, que en cierta medida persiste en la actualidad. Aquel artículo reportaba, para la rama electrónica, la presencia de tecnología programable y procesos de trabajo más complejos, con mayores requerimientos de calificación laboral que los usualmente detectados en el trabajo de ensamble de componentes electrónicos. (Mertens, 1987).

En la actualidad las evidencias presentadas por Mertens parecen gozar de una aceptación generalizada, aunque sus alcances e implicaciones han sido precisados por numerosas investigaciones posteriores. Una de las más comprensivas en este sentido fue la que se realizó 5

bajo la coordinación de Carrillo, en la que por primera vez se presentó una medición sistemática de un importante número de indicadores de tecnología y flexibilidad en las maquiladoras (Carrillo, 1993). A esta investigación le seguirían numerosos trabajos centrados en el debate sobre los impactos de las nuevas tecnologías y métodos de organización del trabajo.

Los hechos novedosos que pueden darse por establecidos con base en las investigaciones realizadas en los años noventa pueden resumirse en lo siguiente:

*

a partir de la segunda mitad de los ochenta en las plantas maquiladoras ha proliferado la

adopción de nuevas tecnologías productivas basadas en la microelectrónica;

*

las ramas de mayor complejidad tecnológica son las de electrónica y autopartes, aunque aún

en ellas persiste una situación de heterogeneidad tecnológica; *

con la adopción de las nuevas tecnologías puede advertirse un cambio en la composición de la

fuerza de trabajo empleada, al incorporar una mayor proporción de personal calificado, especialmente un mayor número de técnicos e ingenieros; *

se advierte en las plantas más modernas una cierta "recomposición" de las tareas fabriles, que

requieren de un conocimiento más amplio de operaciones y una mayor calidad en la ejecución; *

existe un cambio en los métodos de "administración del trabajo", en favor de estrategias de

involucramiento y participación de los trabajadores, y *

las maquiladoras que operan como filiales de empresas japonesas son las más avanzadas en la

introducción de nuevas tecnologías y nuevos métodos de organización del trabajo.

Tipología basada en modelos fabriles Las evidencias recabadas durante los años noventa han llevado a algunos autores a ensayar diversas tipologías analíticas que intentan captar el resultado conjunto de la nueva configuración tecnológica y organizacional de las maquiladoras.

6

Según el orden cronológico de su publicación, la primera de estas tipologías es la propuesta por Dominguez y Brown (1990), quienes distinguen tres tipos de empresas en función de la intensidad en el uso de maquinaria microelectrónica: (a) poco tecnificadas: plantas con largas líneas de ensamble manual y con un mínimo de equipo programable; (b) intermedias: plantas con pocas unidades de maquinaria microelectrónica en algún proceso, o cuyo equipo se ha modernizado mediante la adaptación de controles electrónicos; (c) muy automatizadas: plantas con un gran número de unidades programables en diversas fases del proceso. De acuerdo con las autoras, el uso intensivo de nuevas tecnologías implica la utilización de nuevas formas de organización del trabajo, una mayor flexibilidad de puestos y una mayor participación de técnicos e ingenieros en la fuerza de trabajo. Asimismo, detectaron una relación entre las plantas más automatizadas y la existencia de una nueva actitud ante el trabajo.

Por su parte, Wilson (1992) busca determinar hasta qué punto se han implantado en las maquiladoras los modelos de producción flexible. Para ello clasifica a las maquiladoras en tres tipos: a) plantas de producción flexible post-fordista; b) plantas de manufactura fordista, y c) plantas ensambladoras de trabajo intensivo. Las variables utilizadas para construír esta tipología son la tecnología del proceso, la organización y administración del trabajo, y las relaciones interfirma, encontrando que el 21% de las plantas pueden considerarse como fábricas flexibles postfordistas, en la medida en que utilizan una alta proporción de tecnología de producción asistida por computadora, así como un alto grado de prácticas organizacionales flexibles y relaciones interfirma basadas en el método Justo a Tiempo. La mayor parte de estas plantas corresponden a las ramas electrónica y de autopartes. Otro 35% de las plantas fueron clasificadas como plantas de manufactura fordista. Se trata de maquiladoras que producen bienes manufacturados, pero sin utilizar tecnología flexible, y que se dedican sobre todo a productos químicos, artículos de plástico, productos de cerámica y vidrio, textiles, muebles y calzado, entre otros. Por último, las plantas ensambladoras de trabajo intensivo constituyen la mayor parte de las plantas, con 44% de su muestra. La tipología desarrolada por Wilson fue utilizada también por Taddei y Robles (1992) en una investigación sobre las maquiladoras japonesas, la cual abarcó una muestra de 19 plantas y clasificó al 58% de ellas como plantas flexibles post-fordistas, al 26% como fordistas, y al 16% como plantas ensambladoras de trabajo intensivo. 7

Gereffi (1994) propone una tipología basada en las formas de integración de las industrias locales en la economía globalizada, a partir del reconocimiento de que las “nuevas” maquiladoras constituyen un fenómeno industrial cualitativamente distinto. Se trata, según este autor, de plantas intensivas en tecnología, que producen componentes o bienes finales para las industrias automotriz, de computación, de televisores y de maquinaria, entre los que sobresalen las plantas de capital japonés. En tu opinión del autor, la aparición de estas nuevas maquiladoras indica que México puede lograr una integración más ventajosa en la economía global, ya que a diferencia de las “viejas” maquiladoras, que constituyen enclaves exportadores sin conexión con la estructura industrial del país, las “nuevas” abren la posibilidad de contribuir a un mayor nivel de desarrollo, fomentando una mayor transferencia de tecnología y permitiendo el desarrollo de una fuerza de trabajo calificada. A partir de esa premisa, Gereffi plantea cuatro escenarios de integración que pueden ser interpretados como estadios progresivos en la integración de las industrias locales a la economía global. El primer escenario consiste en la persistencia del modelo de procesamiento para la exportación; supone la continuidad del actual esquema, con una acentuación de las diferencias entre las “nuevas”y las “viejas” maquiladoras pero preservando en general su papel como un enclave exportador sin vínculos con la economía nacional. El segundo escenario implica desarrollar el modelo de abastecimiento de componentes; supone el fortalecimiento de las “nuevas” maquiladoras intensivas en capital, enfatizando su papel como proveedoras de componentes de alto valor agregado. Un tercer escenario sería aquel en el que se avanzaría hacia un esquema de contratos por especificación, es decir a la manufactura de bienes de consumo por firmas locales, bajo las especificaciones de los compradores y con marcas foráneas, un esquema de exportación que ha sido ventajosamente desarrollado por varios países asiáticos como Hong Kong, Taiwán, Singapur y Corea del Sur, y que requiere del desarrollo de una amplia red local de servicios de alta calidad, así como industrias de bienes intermedios. Por último, el cuarto escenario consiste en el desarrollo de marcas locales de bienes de consumo; implica el establecimiento de marcas domésticas que permitan a los exportadores consolidar una presencia propia en los mercados foráneos. Requiere de la existencia de empresarios locales competitivos en la manufactura de bienes de consumo y capaces de crear una fuerte imagen de las marcas locales en los mercados internacionales. Corea del Sur representa el ejemplo más avanzado de exportación manufacturera bajo marcas propias. Aunque este último es el escenario más remoto 8

en la situación actual de las maquiladoras mexicanas, Gereffi sugiere que podría ser el parámetro a través del cual evaluar a las industrias exportadoras exitosas.

Por último, Carrillo y Hualde (1996) desarrollan una tipología basada en las ventajas competitivas alrededor de las cuales operan las empresas maquiladoras (Consúltese el Anexo 1). Los autores proponen tres tipos de empresas. A) basadas en la intensificación del trabajo manual (“Maquiladoras de primera generación”): son plantas de ensamble tradicional desvinculadas de la industria nacional, con bajo nivel tecnológico y con una gran dependencia hacia las decisiones de las matrices. La fuente de su competitividad son los bajos salarios relativos y la intensificación del trabajo. B) basadas en la racionalización del trabajo (“Maquiladoras de segunda generación”): se trata de plantas orientadas a los procesos de manufactura. Continúan teniendo un bajo nivel de integración nacional, pero comienzan a desarrollar proveedores cercanos. Cuentan con un mayor nivel tecnológico y desarrollan una incipiente autonomía respecto de las decisiones de las matrices y clientes principales. Aunque persisten trabajos intensivos, en el núcleo de los procesos predominan puestos de trabajo en líneas automatizadas o semi-automatizadas, con una mayor participación de técnicos e ingenieros. En este modelo la fuente de la competitividad se basa en una mayor racionalización de la producción y del trabajo. C) intensivas en conocimiento (“Maquiladoras de tercera generación”): aunque los autores reconocen la existencia de muy poca evidencia empírica acerca de este tercer tipo, algunos casos aislados les permiten advertir la emergencia de una tercera generación de empresas ya no orientadas al ensamble ni a la manufactura sino al diseño, investigación y desarrollo. Estas siguen manteniendo escasos proveedores regionales, pero desarrollan conglomerados intrafirma y cadenas interfirma, iniciando un proceso de integración vertical centralizada a través de complejos industriales en el lado mexicano. Estas plantas utilizan trabajo altamente calificado de ingenieros y técnicos, privilegiando el conocimiento y la creatividad tanto en el diseño como en la manufactura. Su fuente de competitividad está dada por la capacidad de ingeniería y tecnología, los salarios relativos del personal calificado y la comunicación con su eslabón manufacturero (en este caso otras plantas maquiladoras). (Anexo 1) A pesar de la diversidad en enfoques utilizados, puede apreciarse un elemento común en las diferentes tipologías: se trata de esquemas evolutivos en relación con la tecnología, la 9

organización del trabajo y el papel de las maquiladoras en los esquemas de producción global; representan diferentes intentos por captar la nueva configuración de la llamada industria maquiladora, que tal como se desprende de los trabajos referidos constituye un conjunto heterogéneo de modelos fabriles y esquemas de operación.

3. Calidad en el Empleo

a) Empleo La generación de empleo ha sido, desde el inicio del programa de la industrialización fronteriza en 1965, un objetivo prioritario para el gobierno mexicano. El alto volumen de empleo que generan las maquiladoras y su ritmo de crecimiento constante no sólo ha cubierto con creces el objetivo gubernamental del inicio, sino que la IME se ha convertido en la industria más dinámica del país. De tal manera que pasó de 118.1 mil ocupados en 1980 a 1’294,289 en junio del 2000. Mientras que la industria de la manufactura no maquiladora creció al 5.5% anual entre 1994 y el 2000, la IME lo hizo a dos dígitos (14.1%), o sea 2.5 veces más (Cuadro 14). Esto explica su aumento en la participación del empleo manufacturero nacional. Los ritmos de crecimiento en el nivel nacional son muy altos: anualmente la IME creció en el empleo, en promedio, entre 1980-85, 16%; entre 1985-90, 22%; entre 1990-95, 9%; entre 1995-00, 17% y se proyecta un crecimiento entre 2000-05 del orden del 11% (Cuadro 15). Cuadro 14 Crecimiento en el Empleo en la Industria Maquiladora (miles)

1985 1990 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000p 2002p 2004p 2005p

Empleo Manufactuero (Nacional) (a)

Empleo en Maquiladora

Participación (%)

2,470.7 2,728.4 2,680.7 2,458.1 2,499.8 2,684.8 2,825.6 2,894.3 4,227.3 4,629.6 5,099.2 5,374.6

217.5 439.5 600.6 681.2 803.1 938.4 1,038.8 1,196.7 1,263.1 1,451.7 1,755.3 1,959.9

8.8 16.1 22.4 27.7 32.1 35.0 36.8 41.3 29.9 31.3 34.4 36.4

10

FUENTE: Tomado de John Christman (Ciemex-Wefa) 2000.

Cuadro 15 Mexico: Industria Maquiladora de Exportacion. Empleo por Estado (1975-2002) Estado 1980 1985 1990 1995 Total 119546 184514 460290 639979 Porcentaje Total 100.00 100.00 100.00 100.00 Chihuahua 32.96 42.05 36.74 29.17 Baja California 17.08 21.12 20.12 20.66 Tamaulipas 19.36 20.08 17.64 18.22 Sonora 14.68 10.95 8.48 8.14 Coahuila 4.62 5.80 7.27 8.70 Nuevo León 0.00 0.00 3.10 4.19 Otros Estados 11.30 11.30 6.65 10.91 Crecimiento Promedio Total Chihuahua Baja California Tamaulipas Sonora Coahuila Nuevo León Otros Estados

1998a 970688

2002a 1332807

100.00 27.54 19.76 15.03 7.45 7.82 3.85 18.55

100.00 27.70 19.53 15.18 7.63 7.72 3.55 18.68

1975-1980

1980-1985

1985-1990

1990-1995

1995-1998

1998-2002

15.57 19.85 6.72 8.67 17.21 4.76 0.00 12.58

15.57 19.38 18.18 12.02 3.02 18.75 0.00 14.80

15.57 23.59 27.53 23.84 18.63 42.56 0.00 26.58

7.81 2.08 8.55 8.71 6.72 13.28 17.59 6.54

17.22 14.39 15.01 8.38 12.92 12.12 13.08 12.89

9.33 9.53 8.93 9.66 10.18 8.88 6.68 9.27

FUENTE: Elaboración del autor a partir de CIEMEX-WEFA. Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 1998. a Proyecciones

Las empresas maquiladoras se han caracterizado, desde el inicio de operaciones en este país, por utilizar importantes volúmenes de personas, de ahí una de sus características centrales: ser intensivas en mano de obra. Se trata de plantas que iniciaron medianas (con 147 empleados promedio por planta en 1975 para todo México) y que un año antes de la entrada del TLCAN ya eran grandes (256 empleados). Mientras que en 1990 ocupaban en promedio 237 ocupados, para fines del 2000 se espera que este promedio aumente a 351. Por tanto, en términos generales las plantas maquiladoras en México son grandes en cuanto a volumen del empleo se refiere.

Aunque esta situación es semejante para las diferentes entidades, hay diferencias importantes sin embargo: Mientras que en Chihuahua el promedio es de 681 personas por establecimiento, en Guanajuato y el Estado de México/D.F. es de 179. Con excepción de Chihuahua donde el promedio es casi dos veces superior al promedio nacional (Cuadro 16), la mayoría de las entidades tienen promedios entre 250 y 500 ocupados por planta. Destacan por sus 11

MIPYMES (micro, pequeñas y medianas empresas) Baja California, Durango, Guanajuato y el Estado de México/D.F. con promedios menores a los 250 empleados por establecimiento.

El empleo en la IME, para 1995, estaba distribuido de la siguiente manera: en un primer nivel se encuentra Chihuahua con el 29.1% (186,709) del total de empleos maquiladores, Baja California con 20.6% (132,224), y Tamaulipas con 18.2% (116,579). En un segundo nivel tenemos a Coahuila y Sonora con 8.7% (55,694) y 8.1% (52,117), respectivamente. El resto de los estados concentraban el 15.1% del empleo de la IME. La velocidad de crecimiento ha sido distinta a lo largo del tiempo para los estados del norte: En 1975-80 Chihuhua y Sonora fueron los estados que más crecieron en el empleo; en el siguiente quinquenio fueron Chihuhua, Coahuila y Baja California; en 1985-90 todos los estados del norte crecieron, especialmente Coahuila que aumentó en promedio anual el 42%. En el quinquenio 1990-95 disminuyó sustantivamente el crecimiento en el empleo (por la crisis de 1994-95) quedando solamente Coahuila con un crecimiento de dos dígitos. Finalmente, en el período 1995-2001 el crecimiento proyectado es muy semejante entre los estados y se calculó del orden anual del 12%.

El tamaño de empleo generalmente está asociado con distintos comportamientos económicos. En particular con mejores salarios. De acuerdo con el Cuadro 16 es claro que el tamaño de empleo por establecimiento no está claramente asociado con la remuneración media, sino más bien con el tiempo que lleva este proceso de industrialización en las diferentes entidades. Aunque hay que destacar que, a nivel de planta maquiladora, el tamaño si ha estado correlacionado con la rama de actividad y de localidad (Carrillo, 1993), como mas adelante se comprobará.

12

Cuadro 16 Características operativas de la Maquiladora por entidad* 2000 (%) Remuneración Rentabilidad media (utilidad/ valor No. de salarios agregado mínimos

Técnicos y administrativos Total de empleados

Personas Proporción Tamaño medio hombres/mujeres (empleados/ establecimiento)

Tradicionales Chihuahua

5.2

8.7

13.0

45.9

681.0

Tamaulipas

5.1

9.9

14.1

43.7

480.3

Baja California

4.5

13.6

12.7

48.4

220.8

Sonora

4.0

10.6

13.1

44.0

357.1

Coahuila

3.5

9.3

16.1

50.3

406.7

Baja California Sur

2.8

12.6

4.7

34.6

362.1

Intermedias Jalisco

4.6

16.4

13.1

25.5

311.8

Nuevo León

4.5

7.8

10.6

41.1

426.9

Edo. México-DF

3.4

31.8

8.2

38.6

179.3

Durango

2.2

9.4

9.7

43.9

244.9

Yucatán

2.1

17.3

13.3

40.5

257.4

De reciente aparición Guanajuato

2.9

12.9

5.2

27.1

179.9

Aguascalientes

2.4

15.2

8.7

32.3

286.2

Puebla

2.2

15.0

9.4

48.5

341.6

Promedio

4.3

11.8

12.8

44.5

353.0

*Las columnas están ordenadas por su importancia, según un análisis factorial, según el cual las cinco características definen de manera homogénea esta agrupación. Se detecta además que el factor con mayor significancia estadística para reflejar las diferencias entre entidades son las remuneraciones medias. FUENTE: BANAMEX-ACCIVAL, con datos de INEGI. Tomado de "Examen de la situación económica de México" en Estudios económicos y sociales, Banamex-Accival, agosto del 2000, p.331.

Como fue mencionado con anterioridad, la ciudad que concentra el empleo es Juárez (26.5% en 1990); en segundo lugar se encuentran Tijuana (13.0%) y Matamoros (8.3%); en tercer lugar se tiene a Nogales (4.2%), Reynosa (5.3%) y Mexicali (4.5%). (Cuadro 5). El resto de las ciudades concentraba el 37.9%. Si bien las ciudades no fronterizas pierden importancia relativa dentro del conjunto del empleo maquilador en México, aún mantienen la mayoría de los trabajadores. Mientras que en 1981 prácticamente 9 de cada 10 empleos en

la IME se

encontraban en los municipios fronterizos, en 1997 sólo se ocupaban un poco más de 7.

13

Con respecto a las localidades, el tamaño de empleo por establecimiento maquilador y según rama de actividad, ha sido tradicionalmente una información desconocida. Sin embargo, desde 1995 existe un Directorio Electrónico de la Industria Maquiladora de Exportación de la SECOFI el cual se actualiza mensualmente. A pesar de que este directorio tiene importantes limitaciones (cfr. nota núm. 2), hasta ahora es el único registro sobre el tamaño de empleo según establecimiento de la industria maquiladora existente en México. Con base en el directorio de febrero del 2000 nos podemos dar una idea más precisa de la estructura del empleo en la IME.

Las actividades que concentran el mayor número de empleos es la eléctrica electrónica (con 36.6% del total), seguida de las autopartes con 22.0% y de la confección con 14.8% (Cuadro 7). Las actividades pueden ser clasificadas de acuerdo a su ritmo de crecimiento, siendo el grupo que más empleo ganó, entre 1980 y 1995, la eléctrica-electrónica (162,049 nuevos empleos o un crecimiento promedio anual de 45.2%) y el equipo de transporte (131,580 nuevos empleos o 36.4%). Estas tres actividades concentraron el 72.6% del total del empleo maquilador. En segundo lugar se encuentra la actividad textil y del vestido con 76,500 nuevos empleos o 12.3%. En tercer lugar se encuentran los muebles de madera y metal con 32,160 (21.2%) y los servicios con 21,473 (4.4%). Y en cuarto lugar el resto de las actividades con 5,559 nuevos empleos en promedio (guetes y productos deportivos, alimentos, calzado y productos de piel y máquinas y herramientas).

Sin embargo, las actividades que más crecen desde el inicio de la década pasada son las autopartes (31.4% en promedio anual), los muebles de madera y metal (20.9%), la ropa (12/0%) y los servicios (10.5%). Mientras que la eléctrica-electrónica sólo creció al 7.4% y disminuyó su sustancialmente su importancia relativa dentro del total de empleos de la IME: en 1980 6 de cada 10 empleos maquiladores estaban en esta actividad y para el 2001 serán menos de 4.

Según los datos de dicho directorio, el 11% de los establecimientos resultaron ser micro, el 46% pequeño, el 19% mediano y sólo un 24% grande (Cuadro 17). De esta manera mientras que el 75.4% de las maquiladoras en México son MIPYMES apenas concentran el 20% del empelo maquilador. Por el contrario, una cuarta parte de las plantas fueron grandes pero concentraron el 80% del empleo total nacional. Llaman la atención los promedios por planta, ya 14

que se acercan al límite superior de cada segmento, y en el caso de las grandes empresas, la cifra es muy alta ya que alcanza 2,524 empleados por establecimiento. Sin embargo, hay que tomar esta última información con mucho cuidado, ya que en este directorio, al igual que en otros, algunas razones sociales concentran un alto volumen del empleo debido a que no reportan las diferentes plantas con que cuenta cada empresa. Cuadro 17 Industria Maquiladora de Exportacion. Distribucion del Empleo Total Nacional (Febrero, 2000) Número de % Total de % Promedio de establecimientos Empleo empleo por establecimiento Micro 318 10.89 2,976 .37 9 Pequeñas 1,331 45.61 59,318 7.40 45 Medianas 553 18.95 98,603 12.31 178 Grandes 716 24.53 640,097 79.91 2524 Totales 2,918 100 800,994 100 FUENTE: Elaboración del autor con base en el Directorio Electrónico de la Industria Maquiladora, SECOFI, México, Febrero 2000.

La situación anterior es diferente si se desagrega la informacion por localidad y rama de actividad económica. La distribución de los establecimientos segun tamaño de empleo en tres ciudades tradicionales de fuerte inversión maquiladora (Juárez, Tijuana y Matamoros), y para las tres ramas más activas (electrónica, autopartes y vestido) arroja los siguientes resultados: mientras que el 39% de los establecimientos a principios del 2000 fueron grandes, el restante 61% fueron MIPYMES (Cuadro 18), es decir, es mayor la importancia de las grandes empresas en los sectores más dinámicos y para las ciudades tradicionales maquiladoras.

Cuadro 18 Industria Maquiladora de Exportacion. Distribucion del Empleo. Tijuana, Juárez, Matamoros. Actividades Autopartes, Electrónica Y Textil (Feb.2000) Núm. de establecimientos registrados % (n=508) Micro 27 5.31 Pequeñas 101 19.88 Medianas 183 36.02 Grandes 197 38.77 Total 859 FUENTE: Elaboración del autor con base en el Directorio Electrónico de la Industria Maquiladora, SECOFI, México, Febrero 2000.

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La anterior distribución se modifica sustancialmente al revisar la información para la industria maquiladora de autopartes, ya que el 87% de los establecimientos fueron grandes, el 7% medianos, el 5% pequeños y sólo el 1% fueron micros. Por tanto, las MIPYMES tienen una participación mucho menor en esta rama en relación con el total de las maquiladoras en el país. Aquí se comprueba que las diferencias no sólo son entre ramas de actividad, sino al interior de cada localidad. Mientras que en Tijuana el 76% de las plantas fueron MIPYMES y concentraron el 32% del empleo, en Matamoros fueron solamente el 54% MIPYMES con el 6% del empleo. Y en el caso de Juárez esto fue aún más pronunicado, ya que las micro, pequeñas y medianas concentraron apenas el 13% de los establecimientos y apenas el 1% del empleo (Cuadro 19). Cuadro 19 Industria Maquiladora de Autopartes. Distribución del Empleo en Ciudades Seleccionadas (Feb.2000) Núm. de % Total de Empleo % Promedio de empleo establecimientos por establecimiento TIJUANA Micro 0 0 0 0 0 Pequeñas 10 47.61 438 10.05 44 Medianas 6 28.57 935 21.47 156 Grandes 5 23.80 2,981 68.46 596 Total 21 100 4354 100 207 JUAREZ Micro 2 1.49 20 0.01 10 Pequeñas 6 4.47 359 0.20 60 Medianas 9 6.71 1,665 0.95 185 Grandes 117 87.31 172,280 98.82 1472 Total 134 100 174,324 100 1301 MATAMOROS Micro 3 10.71 116 0.22 0 Pequeñas 8 28.57 1,607 3.15 49.7 Medianas 4 14.28 1,330 2.60 92.9 Grandes 13 46.42 47,960 94.01 3689 Total 28 100 51,013 100 1822 FUENTE: Elaboración del autor con base en el Directorio Electrónico de la Industria Maquiladora, SECOFI, México, Febrero 2000.

En el caso de la electrónica, se observan de igual manera diferencias importantes entre las ciudades. Tijuana, cluster de la electrónica de consumo, tiene un gran porcentaje de MIPYMES (70%) las cuales concentraron solamente el 20% del empleo. Juárez, otro cluster importante sectorial pero con mayor tradición de grandes plantas, mantenía el 29% de MIPYMES con apenas el 5% del empleo. Y en Matamoros resultó que el 36% de éstas plantas concentraba el 5% el empleo. En otras palabras, a pesar de que hay grandes empresas de televisores en Tijuana, prevalecen empresas de tamaño reducido (Cuadro 20).

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Cuadro 20 Industria Maquiladora Electrica-Electrónica. Distribución del Empleo en Ciudades Seleccionadas (Feb.2000) Núm. de % Total de Empleo % Promedio de empleo establecimientos por establecimiento TIJUANA Micro 9 4.63 105 0.15 11.6 Pequeña 69 35.56 3481 5.23 50.4 Mediana 58 29.89 9619 14.45 165.8 Grande 58 29.89 53323 80.15 919.3 194 100 66528 100 342.9 Totales JUAREZ Micro 3 1.59 45 0.03 15 Pequeña 15 7.97 859 0.57 57.2 Mediana 36 19.14 6133 4.11 17.3 Grande 134 71.27 141992 95.27 1059.6 188 100 149029 100 792.7 Totales MATAMOROS Micro 2 5.12 20 0.07 10 Pequeña 7 17.94 479 1.70 68.4 Mediana 5 12.82 815 2.89 163 Grande 25 64.10 26851 95.33 1074.0 Totales 39 100 28165 100 722.17 FUENTE: Elaboración del autor con base en el Directorio Electrónico de la Industria Maquiladora, SECOFI, México, Febrero 2000.

Por tanto, Matamoros y Juárez tienen mucho más en común que Tijjuana en términos de la distribución del empleo por planta tanto para la electrónica como para las autopartes. Llama la atención la gran concentración del empleo en grandes establecimientos.

3.1 Estructura Ocupacional

Las empresas maquiladoras han sido tradicionalmente intensivas en mano de obra. Esta característica no ha variado a lo largo del tiempo. Desde 1980 y hasta la fecha 8 de cada 10 puestos son ocupados por obreros o trabajadores directos (84.1% en 1980 y 81.7% en 1997). Un cambio ligero se observa entre los puestos de técnicos. Por un lado, aumentó el porcentaje de técnicos ocupados del 9.5% del empleo total de la IME, en 1981, al 11.2% en 1997. En el caso de los trabajadores administrativos el porcentaje se mantuvo en el mismo período: del 7.3% al 7.1%.

En el caso de la actividad eléctrica-electrónica, los cambios son un poco más nítidos, aunque de magnitud pequeña. Los trabajadores directos pasaron de representar el 83.7% en 1980 al 80.1% en 1997 y se espera que disminuya su participación al 78.8% en el 2001. Los técnicos 17

por su parte aumentaron del 10.2% al 12.2% en ese período y alcanzarán el 13.1% en el 2001. Finalmente, los administrativos aumentarán su participación del 5.9% en 1980 al 8.2 al inicio del presente milenio (Cuadro 21). Cuadro 21 Industria Maquiladora. Niveles y Composicion del Empleo. Actividad Electronica. (1980-2001) 1985 1990 1995 Empleo Total 100859 165901 231450 Porcentajes: Empleo total 100 100 100 Directos 78,71 78,69 80,40 Hombres 19,43 26,58 n.d. Mujeres 60,27 52,11 n.d. Técnicos 14,59 13,66 11,90 Administrativos 6,70 7,65 7,70 % De Cambio Prom.1980-1985 Prom. 1985- Prom.19901990 1995 Empleo Total 8,56 10,64 6,97 Directos 7,36 10,63 7,48 Hombres 15,42 13,55 3,26 Mujeres 5,67 6,98 2,76 Técnicos 16,13 9,24 4,05 Administrativos 10,51 13,70 7,29

2001a 394550 100 78,70 n.d. n.d. 13,10 8,20 Prom.1995-2001 9,83 9,50 n.d. n.d. 11,46 10,64

FUENTES: Elaboración de los autores a partir de: INEGI. Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982,1975-1986, 1978-1988 y 1990-1994; CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 1997. a_/ Proyecciones Nota: El promedio fue obtenido con base en el dato de inicio y fin del período

En la actividad de las autopartes esta distribución es muy similar al del caso anterior. Mientras que en 1980 los técnicos representaban el 8.9% y los administrativos el 6.9%, para 1997 alcanzaban el 11.2% y 8.8%, respectivamente. Aunque este es un cambio menor sin duda, en términos locales puede tener una gran significación, pues estamos hablando de una ocupación de cerca de 21,000 técnicos y más de 16,000 administrativos (gerentes, superintendentes, supervisores y personal secretarial, de vigilancia, etc.) en este sector. Se espera un crecimiento anual promedio, entre 1995 y 2001, del 12.7% y del 13.1%, respectivamente, para ambas categorías ocupacionales (Cuadro 22).

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Cuadro 22 Industria Maquiladora. Niveles y Composicion del Empleo Actividad de Autopartes (1980-2001) 1985 1990 1995 Empleo Total 40145 104486 139080 Porcentajes: Empleo total 100 100 100 Directos 84,17 79,42 79,90 Hombres 45,78 47,43 n.d. Mujeres 54,22 52,57 n.d. Técnicos 9,73 12,47 11,30 Administrativos 6,10 8,11 8,80 % De Cambio Prom.1980-1985 Prom.1985- Prom.1990-1995 1990 Empleo Total 60,88 21,13 5,95 Directos 40,95 19,75 6,05 Hombres 51,69 14,82 4,63 Mujeres 34,69 11,55 3,45 Técnicos 43,87 27,30 4,13 Administrativos 37,83 28,30 8,17

2001a 279560 100 80,10 n.d. n.d. 11,10 8,80 Prom.19952001 13,12 13,18 n.d. n.d. 12,70 13,13

FUENTES: Elaboración de los autores a partir de: INEGI. Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982,1975-1986, 1978-1988 y 1990-1994; CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 1997. a_/ Proyecciones Nota: El promedio fue obtenido con base en el dato de inicio y fin del período

Por último, la actividad del vestido tiene un patrón distinto, ya que mantiene de manera más nítida su característica de fuerza de trabajo intensiva. Los trabajdores directos representaron el 89.5% en 1980 y sólo disminuirá este porcentaje dos puntos en el año 2001. Los técnicos pasarán de 7.3% al 9.0% en ese período de 21 años, y los administrativos del 3.1% al 3.8% (Cuadro 23). Cuadro 23 Industria Maquiladora. Niveles y Composicion del Empelo Actividad de la Confeccion (1980-2001) 1985 1990 1995 Empleo Total 21473 42464 94070 Directos 18278 36107 81559 Hombres 3686 8804 n.d. Mujeres 14592 27303 n.d. Técnicos 2391 4509 8749 Administrativos 804 1848 3762 Porcentajes 1985 1990 1995 Empleo Total 100 100 100 Directos 85,12 85,03 86,70 Hombres 20,17 24,38 n.d. Mujeres 79,83 75,62 n.d. Técnicos 11,13 10,62 9,30 Administrativos 3,74 4,35 4,00

2001a 165580 144386 n.d. n.d. 14902 6292 2001a 100 87,20 n.d. n.d. 9,00 3,80

19

% Cambio Prom.1980-1985 Prom.1985-1990 Prom.1990-1995 Empleo Total Directos Hombres Mujeres Técnicos Administrativos

4,91 3,99 10,37 2,80 13,61 7,99

14,68 14,65 13,18 9,61 13,64 18,37

17,49 17,85 10,86 8,47 14,31 15,35

Prom.19952001 10,76 10,89 n.d. n.d. 9,99 9,59

FUENTES: Elaboración de los autores a partir de: INEGI. Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982,1975-1986, 1978-1988 y 1990-1994; CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 1997. a_/ Proyecciones Nota: El promedio fue obtenido con base en el dato de inicio y fin del período

Acerca de los niveles de la estructura ocupacional y de las actividades que son realizadas en los puestos de trabajo de las empresas maquiladoras desafortunadamente no se tiene más que datos del año de 1989. A partir de una encuesta probabilista en Ciudad Juárez, Tijuana y Monterrey para las tres actividades principales que aquí nos preocupan (electrónica, autopartes y vestido) se obtuvieron importantes resultados sobre 358 plantas maquiladoras que desfortunadamente no se pueden aún contrastar con información más reciente (véase Carrillo coord, 1993), Algunos de los principales resultados relacionados con la estructura ocupacional del empleo fueron los siguentes:

Respecto de los puestos de trabajo dentro de la estructura jeráquica organizacional la encuesta reportó que en la eléctrónica, las autopartes y el vestido existen entre 18 y 21 tipos de puestos diferentes. El número de niveles –o categorías ocupacionales jerárquicas- (sumando todos los niveles de todas las plantas en cada grupo) osciló entre 326 en el vestido y 1974 en la electrónica.

Empresas con 3 y más de 30 niveles jeráquicos permiten señalar estructuras

organizativas internas muy diferentes. El promedio general para las ciudades analizadas osciló entre seis y siete niveles.

Estos números hablan de una estructura jerárquica relativamente compleja, pues no se trata sólo de operadores, técnicos y gerentes, como tradicionalmente se piensa. Un puesto que se repitió gran número de veces en los niveles fue el de trabajador, obrero u operador directo, en cada una de las ciudades analizadas, y fue además el que más personal concentró: 37.6% del total de empleados en Tijuana, 50.7 % en Ciudad Juárez y 60% en Monterrey. 20

Pero el puesto con mayor número de niveles no fue el operador sino el que se denominó “cuadros medios” (concentra a los superintendentes generales y supervisores de línea): tuvo 24.8% en Tijuana, 27% en Juárez y 33.3% en Monterrey, respectivamente. No obstante, llamó la atención la existencia de un comportamiento más o menos homogéneo entre los puestos y el número de niveles, lo que habla de la existencia de estructuras similares de categorías (independientemente del número de empleados en las mismas).

Acerca del número de personas ocupadas en cada actividad, resultó que el trabajo no calificado concentra la mitad del total en el sector del vestido, y un porcentaje muy cercano en la electrónica 46.1% y uno muy semejante en las autopartes (47.3%). Las actividades de inspección y supervisión apenas llegó a un máximo de 5.9%, y la moda en todos los casos fues de 1% del total empleado en las plantas maquiladoras.

Parece claro que las plantas presentan diferencias por ciudades y por sector en cuanto a su mayor o menor complejidad, según el número de actividades. La actividad que más se repite en la electrónica y las autopartes fue la de ensamble, con 69,922 y 17,553 trabajadores respectivamente. Esto es, 58% del personal directo en el primer caso y 83.4% en las autopartes. Por ello esta actividad específica sigue siendo el principal en la industria maquiladora (la clasificación de ensamble aislo a los soldadores, cortadores y muchas otras actividades, esto es, está referida exclusivamente a la definición del término mismo). En el vestido, la actividad central fue coser, con 75.5% del personal directo.

Sobre el número relativo de empleados en cada una de las actividades anteriores se presentó el mismo proceso descrito en el párrafo anterior. Las cuatro actividades (inspección, supervisión, trabajo calificado y trabajo no calificado) concentró más del 60% del total del personal empleado. La inspección y la supervisión emplearon a un porcentaje que está en el rango de 2 a 6 %. Las actividades calificadas concentraron un poco más de 10%. Aquí se presentó una diferencia relativamente importante; mientras que el vestido hubo 6.9% de trabajadores calificados del total de empleados, en las autopartes tuvieron 17.9%. Por último, el trabajo no calificado fue el mayoritario dentro de la estructura ocupacional de las plantas maquiladoras. 21

Cerca de 50% tuvieron cada uno de los grupos analizados- de ciudades y de sectores. En el vestido el porcentaje llegó a 57.9 % (Carrillo, 1993)

3.2 Características de la mano de obra.

La principal característica del empleo maquilador ha sido la preferencia por contratar mujeres jóvenes; sin embargo, se han observado algunos cambios graduales al respecto: mientras que en 1981 las mujeres representaban el 77.4% del total de trabajadores directos, en 1997 representaban el 60.3%. Estos porcentajes se redujeron aún de mayor manera en las maquiladoras de autopartes, las cuales empleaban mujeres, en 1980, en un 67.5% del total de obreros, y en 1990 apenas alcanzaban al 52.6%. No obstante lo anterior, existen plantas que sólo ocupan hombres, por ejemplo, del 10% al 14% de las plantas en Tijuana y Monterrey tenían una ocupación casi total de hombres -según la encuesta probabilista de 1989. Y en el caso de Juárez la tendencia es una participación equilibrada entre ambos sexos. Respecto a los sectores, el de la electrónica mantiene un relativo equilibro entre el empleo de hombres y de mujeres. Mientras que en las autopartes es notoria la predominancia de hombres en el personal directo. Lo mismo sucedió en el caso de Tijuana, en donde el 86% de las plantas resultaron “altamente masculinas” (entre 81% al 100% del personal directo) mientras que en Ciudad Juárez este porcentaje fue solamente del 42%. En el sector del vestido predominaron las mujeres fundamentalmente en Tijuana (en el 54% de las plantas se ocupan mujeres entre el 80% al 100%) . La relación de dependencia entre la participación dela variable sexo en el personal directo y los sectores productivos fue alta.

En cuanto al estado civil de los trabajdores directos se observó en la encuesta de 1989 que, tanto en la electrónica como en las autopartes, el porcentaje de mujeres solteras sin hijos fue alto. Más de 70% del total de plantas tuvieron un rango bajo de madres (de 1 a 40% de la mano de obra femenina). La única diferencia sustantiva fue en el vestido, en donde el porcentaje alcanzó el 54.4%. En 23 plantas se encontró que no había madres empleadas, sólo solteras o solteros. En las autopartes el 28.6% del total de plantas no ocuparon a madres, bien porque se trató de plantas con empleo exclusivamente varonil, o porque se emplearon sólo solteras. 22

No obstante lo anterior, existe un porcentaje importante de mujeres madres trabajadoras: entre el 15% y el 20% de las plantas tuvieron un rango medio (41% a 60%) de participación de mujeres trabajadoras directas que fueron madres. (Carrillo, 1993).

Respecto de la edad resaltó la juventud de sus trabajadores en la encuesta de 1989. En el caso de Tijuana se incrementaron los promedios de edad en comparación con los reportados en estudios de años anteriores. El 44% de las plantas tuvieron un personal directo con edades entre 21 y 25 años, 35% con edades entre 17 y 20 años, y 21% entre 26 y 50 años. En general, es claro que los criterios de edad en la selección

de los trabajadores directos se han relajado en

comparación con los reportados en años anteriores. Esto resulta más claro para Tijuana y Ciudad Juárez. Los promedios de edad del personal directo en esta dos ciudades fueron 24.2 y 22.0 años, respectivamente.

Con referencia a la edad según la actividad económica, se observó que se empleba a un mayor número de obreros del grupo “muy jóvenes” en la electrónica, en comparación con los otros sectores. Es más joven el personal directo en la electrónica, seguido de las autopartes, y finalmente, en la industria del vestido.

Por último presentamos algunas características de los perfiles socioeconómicos, nuevamente con base en la encuesta a maquiladoras de 1989. Dos características desatacan en dicho estudio: la antiguedad de los trabajadores en las plantas y el perfil de la escolaridad.

En cuanto a la antiguedad en el trabajo los promedios para los trabajadores directos en las plantas se mantuvieron similares a los reportados en estudios anteriores (2-3 años) (consúltese Carrillo y Hernández, 1985; Fernández-Kelly, 1983; Gambrill, 1981) El cambio sustancial lo reportaron los gerentes de Tijuana, donde el promedio aumentó a 4.2 años. A pesar de que los promedios no fuyeron muy superiores a los reportados hace más de una década, las desviaciones estándar fueron muy altas, lo que refleja una gran disparidad interna en cada ciudad, con excepción de Monterrey. Si se revisa el valor promedio, el proceso ha cambiado muy lentamente, y se podría concluir, hipotéticamente, que el empleo en la maquiladora es un trabajo eventual. 23

Población con mayor edad, aunada a la ocupación de más hombres, y segmentos diferentes de años de antiguedad, representan una parte sustancial de los cambios en los perfiles socioeconómicos de la mano de obra ocupada a fines de la década de los ochenta. La política de selección de los trabajadores ha tenido claramente, desde entonces, a relajarse debido, fundamentalmente a los problemas de rotación de personal. Los datos sobre el perfil socioeconómico sugieren que, más que tratarse de un problema de inexistencia de mano de obra en los mercados locales y regionales, el problema es de retención de la misma. Como consecuencia de la proliferación de empleos en los servicios, en el comercio y en las posibilidades siempre reales de emigrar hacia Estados Unidos (con o sin documentos) en búsqueda de mejores salarios, el segmento de trabajadores directos ocupados en la maquiladora sigue siendo joven.

Algunos otros cambios importantes han ocurrido en el perfil del empleado: han aumentado las contrataciones de inmigrantes, aunque se trata de inmigrantes con largos períodos de residencia en las ciudades fronetrizas; hay más hombres y mujeres casadas y una gran proporción de personas empleadas que tuvieron una experiencia laboral anterior.

4. Costos laborales, productividad y competitividad

La IME en México se ha caracterizado por su intensivo de mano de obra. Como fue mencionado con anterioridad, esto se refleja claramente en que el número de personas ocupadas por planta aumenta en el tiempo para alcanzar los 350 empleados promedio por establecimiento en 1997 y el 80% de esa población labora como obrero o trabajador directo de producción. No obstante esta característica histórica y central de la IME el procentaje del costo de la mano de obra dentro del valor total de la producción es mucho menor de lo que se pensaría. En 1989 se encontró que la mayoría relativa (41.4%) de las 358 plantas maquiladoras analizadas tenían un costo laboral menor al 20% del valor total de la producción y una tercera parte de ellas entre 21% y 40%. Se encontraron diferencias signifcativas entre los sectores. Mientras que en la industria electrónica el 50.5% tenía un porcentaje menor al 20%, apenas llegaba al 16.9% en el vestido Claramente la mayor importancia relativa de los costos laborales en relación con el valor total de 24

la producción es superior en la industria del vestido, seguida de las autopartes y mucho menor en la electrónica.

Otro inidicador es la participación de los sueldos y salarios dentro del valor agregado en México. Se esperaría que la gran mayoría del valor agregado estuviera representado en esos rubros. Tomando como referencia al sector de autopartes que se encuentra a la mitad entre la electrónica y el vestido en relación a los costos laborales, los salarios y sueldos representaron apenas la mitad (el 56.5%) del total del valor agregado en 1994.

La productivdad laboral de las empresas ha aumentado considerablemente en el tiempo. Medida en forma simple dividiendo el valor agregado mexicano entre el personal total ocupado, se obtuvieron los siguientes resultados: Mientras que en 1986 se generabaUS $5,204 por trabajador en 1997 alcanzó la cifra de US $8,994, esto es, creció 1.7 veces. La productividad se elevó en forma considerable en

las tres actividades mencionadas con anterioridad. En la

electrónica creció 1.8 veces en esos 11 años; en la electrónica aumentó 1.3 veces y, sorprendentemente, en el vestido creció 3.6 veces!. Para 1997 se generaba un valor agregado por empleado de US $9,514 en la industria electrónica, de US $8,372 en la de autopartes y US $ 5,961 en la industria del vestido.

Acerca de la competitividad de las empresas desafortunadamente no existen indicadores representativos de lo que está sucediendo en la industria maquiladora en México. La encuesta de 1989 ya mencionada arrojó que la mayoría de las empresas (entre 61% y 76% de las plantas) en las actividades de la electrónica, las autopartes y el vestido mantenían un bajo porcentaje de rechazos a la producción (indicador central de la competitividad). En 1995 se realizó otra encuesta no probabilista con un número reducido de establecimientos en Tijuana dedicados a la producción de televisores (5) y en Ciudad Juárez, Monterrey y Nuevo Laredo dedicados a la manufactura y ensamble de autopartes (12) (Carrillo, Mortimore y Alonso, 1996). En esta encuesta los resultados revelaron que todas las empresas habían alcanzado una mayor competitividad e importancia en el período 1990-95:

25

En primer lugar, las filiales incrementaron su participación en las ventas al exterior (con referencia a las ventas de las empresas matrices), incrementándose de 31.4% a 40.4% en 1990-95.

En segundo lugar, la mayoría de las firmas entrevistadas (el 80%) consideraron que su rol dentro de la estrategia internacional de su casa matriz era "muy importante”. Las razones para esta aseveración fueron diferentes en cada planta: "son la empresa productora", "alto volumen de producción con alta calidad" y "altas ganancias", entre otras; todas ellas contrastando con la visión tradicional de que las maquiladoras electrónicas ensamblan para reducir costos. Cerca del 80% de las plantas entrevistadas consideran que este rol no ha sido diferente en el período anterior (1985-90).

Y, en tercer lugar, las empresas declararon que su principal producto incrementó su competitividad en el mercado interno en los últimos 10 años, en el cual se estimaba una participación del 70%. A pesar de que sus expectativas se vieron reducidas por la crisis económica mexicana en diciembre de 1994, empresas como Hitachi y particularmente Samsung vendían un porcentaje relativamente importante en México en 1995 (5% y 14%, respectivamente).

Las actividades más importantes en donde las empresas han experimentado cambios profundos, de acuerdo con los gerentes entrevistados, fueron la investigación y desarrollo de procesos y del producto, realizadas en sus propios establecimientos y además en otras filiales (básicamente se trata, en orden decreciente, de actividades de administración, control de calidad y diseño). Ambas representaron 54% de los aspectos con cambios importantes. El ensamble final tuvo un 14% de las respuestas.

Las fuentes del aumento de la competitividad y algunos otros indicadores relacionados con ella, de acuerdo a la encuesta de 1995, fueron los siguientes:

a) El incremento de la competitividad en el mercado internacional, basado en costos unitarios y en la transferencia tecnológica proveniente de la casa matriz. (en el caso de las empresas de autopartes nacionales). También aumentó la participación en el mercado extranjero 26

y doméstico; se redujeron precios, se elevó la calidad y la productividad, y se difundieron tecnologías duras y blandas.

b) El fuerte crecimiento de la producción y del volumen de empleo, que supera con creces los promedios nacionales de la manufactura.

c) El aumento en la toma de decisiones por parte de las filiales. Las técnicas que acompañan el denominado sistema de producción japonés son un claro ejemplo de procesos de autonomía en las decisiones.

d) El rol cada vez mas importante que egan las filiales en México, en el contexto de la casa matriz, tanto en términos de sus funciones como del porcentaje de ventas que representa la filial.

e) El aumento en las presiones para elevar la calidad y productividad y reducir los costos. Esto ha tenido diversos impactos, entre los que destacan las estrategias corporativas para externalizar sus empresas maquiladoras (particularmente en las autopartes), el cambio en el enfoque de sobreprotección de sus filiales y el fortalecimiento de la red de proveedores responsables cercanos.

f) La red transnacional apoya a los establecimientos en México, incluso en las empresas nacionales, particularmente en lo que se refiere a tecnologías de producto, proceso, comecialización y organización.

g) Los cambios internos mayores, particularmente en recursos humanos en el ensamble final y en sub-ensambles, así como en la investigación y desarrollo. Se ofrecen, en promedio, más horas de capacitación que dentro de la rama en el nivel nacional; particularmente las transnacionales asiáticas realizan un mayor esfuerzo al respecto. Por su parte, se desarrollan subensambles complejos con un alto número de componentes cada vez mas sofisticados tecnológicamente, al igual que crece el número de unidades programables. Y, finalmente, se 27

amplió la difusión de actividades de innovación tecnológica (llegando a representar 5.4%, en promedio).

No obstante lo anteriormente expuesto sobre el aumento de las competitividad de las empresas y las transformaciones que ello supone, también se observa que existen importantes limitaciones para alcanzar un mejor desarrollo como es, en particular, el costo y la calidad de los proveedores nacionales.

Otros elementos importantes a considerar al evaluar la competitividad de las empresas, particularmente en relación con los recursos humanos fueron la capacitación y la calificación en el trabajo. Las maquiladoras, en términos generales, ofrecen un número semejante de horas de capacitación que la industria a nivel nacional (40 al año). Este resultado es importante si se toma en cuenta que son empresas intensivas en trabajo y que es mayor el porcentaje de obreros en las actividades maquiladoras que en las mismas ramas dentro de la manufactura. Al momento de ser contratados las compañías maquiladoras brindan desde un día hasta una semana de capacitación, y posteriormente se otorgan varias horas más. .

Otro tanto sucede con la elevación de la calificación. Aún cuando en las maquiladoras las ocupaciones siguen siendo consideradas en términos generales como no-calificadas, existen algunos estudios que muestran el desarrollo de puestos de trabajo donde se requiere un mayor contenido, una mayor participación y una mayor responsabilidad (Carrillo y Hualde, 1997, entre otros). Observemos algunos cambios ya identificados desde fines de la década del ochenta (Carrillo, coord. 1993):

a) individualmente, la calificación del trabajo como capital humano se ha incrementado lentamente al pasar de 6 años de escolaridad a 7-8 años, pero con una mayor experiencia laboral anterior.

b) en términos de los puestos de trabajo, los estudios de caso de empresas así como las encuestas a gerentes y trabajadores muestran que al menos existe un segmento de empleo en las maquiladoras donde las tareas son mas complejas debido a la introducción de procesos de 28

manufactura de alta tecnología y a la adapatación de las prácticas del control total de la calidad; sin embargo, en la mayoría de los casos, los requerimientos de calificación en el trabajo continúan siendo mínimos, pero crece con la complejidad tecnológica de los establecimientos o del segmento del procesode producción que esté involucrado.

c) en el nivel organizacional se ha encontrado, contra lo que se esperaría que el nivel de calificación organizacional, definida como la asignación de las personas a determinados niveles de puestos de trabajo, no es más alta en las empresas con mayor tecnología en comparación con las de menor tecnología. Por un lado, en la industria electrónica, la mayoría de los niveles de la estructura organizacional se concentran en los puestos de trabajo no-calificados; en las autopartes existe también una estructura piramidal, pero existe una mayor concentración en los “no calificados”. Y por otro lado, en la industria del vestido existe una más homogénea estructura de los niveles de calificación. En otras palabras, desde la perspectiva de la calificación como un momento de la estructura organizacional definida por el empleado, se encontró que en los sectores más avanzados se definen más niveles de baja calificación para la mayoría de sus trabajadores, y en los sectores mas tradicionales como la industria del vestido son definidos sus niveles con una mayor calificación para sus trabajadores.

En la encuesta realizada con 17 empresas en 1995 se encontró que las empresas ofrecían un alto volumen de capacitación (Carrillo, Mortimore y Alonso, 1996). Un caso extremo fue la planta de televisores de Samsung, quien a los de reciente ingreso les dieron 48 horas. En promedio se otorgaban 90 días o sea más del doble que en el resto de las empresas Samsung en Norteamérica. En 1997 ofrecieron 1200 días de entrenamiento para todos sus 5,228 empleados, lo cual arroja 6.16 días de capacitación por empleado anualmente y 137 dólares. por trabajador. Al comparar 14 plantas de Samsung en Norteamérica, Samex (Tijuana) ofrece más del doble de capacitación que la planta más cercana (85 días al año vs 38), pero de igual manera el gasto en capacitación es mucho menor que en las plantas Samsung en Estados Unidos. Esta característica es vista como una fortaleza de la planta, esto es, proveer un alto volumen de capacitación a un muy bajo precio “lo cual representa una utilización eficiente de los recursos. “

29

5. Salarios y prestaciones

Las empresas maquiladoras en México, a diferencia de lo que sucede otras Zonas de Producción para la Exportación, se caracterizan por mantener condiciones de trabajo suficientemente adecuadas. En un estudio llevado a cabo en 1989-90 en once países (República Dominicana, Haití, India, Jamaica, Corea, Malasia, México, Filipinas, Sri Lanka, Tailandia y Túnez) se encontró que las zonas de produccíon para la exportación (EPZ’s) son usualmente enclaves que gozan de incentivos, reducción de impuestos y otros incentivos y que gozan de beneficios adicionales a partir de las restricciones para sindicalizarse y de la pobre aplicación de los estándares internacionales del trabajo. Pero esta situación no es semejante entre los países, destacando el caso de México porque la legislación laboral nacional aplica en todas las maquiladoras de manera semejante que en el resto de las empresas de la manufactura; y los trabajadores gozaban de los mismos derechos que el resto de los obreros y la libertad necesaria para asociarse. El hecho de que las maquiladoras tengan una baja tasa de sindicalización menciona el estudio, se debe a una variedad de factores los cuales incluyen: una actitud antisindical de los empleadores, apoyada por las fuertes asociaciones empresariales, una baja eficiencia de los sindicatos para organizar a las empresas y la percepción generalizada de que los sindicatos tienen poco o nada que ofrecer a los trabajadores en términos de beneficios laborales (U.S. Department of Labor, 1990). Un caso aparte es el de Tamaulipas en donde prácticamente todas las empresas están sindicalizadas bajo un mismo tipo de contrato suscrito por la Central de Trabajadores de México (CTM) y se mantiene un intercambio entre seguridad en el empleo y condiciones salariales y de trabajo semejantes versus estabilidad laboral (prácticamente no existen huelgas y los conflictos laborales que llegan a las Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje son mínimos) (U.S. Department of Labor, 1990).

Respecto a los bajos salarios relativos pagados en las maquiladoras, resulta que éstas están más relacionados con el nivel de los salarios mínimos impuestos por el gobierno mexicano que con las propias políticas de las empresas; además encontraron los observadores indicadores de que en varias compañías americanas y particularmente japonesas gozaban de mejores condiciones de trabajo y salarios que en empresas no maquiladoras de la misma rama, e incluso que pagaban los salarios más altos en la localidad donde se establecieron. 30

Con base en las estadísticas nacionales disponibles y en la encuesta probabilista de 358 establecimientos mencionada con anterioridad, se encontraron los siguientes resultados:

Desde 1982 (y hasta 1995), los salarios reales y nominales en las maquiladoras han tenido un comportamiento errático. Si bien los salarios, puestos en dólares, se incrementan en forma constante pero ligera, las devaluaciones de la moneda mexicana frente al dólar presionan fuertemente para que éstos disminuyan. En 1981 se pagaba en promedio al conjunto de todos los empleados de la IME US $1.99 dólares por hora; disminuyendo a $1.38 en 1985 y aumentando a $1.78 en 1990. En 1996 se pagaba $1.92 por hora y se espera que para el año 2001 los salarios alcancen los 2.96 dólares por hora (Cuadro 24). Visto en términos de crecimiento anual llama la atención que los promedios son negativos en los quinquenios 1981-1985 y 1990-1995, que es precisamente en donde se ubican las dos grandes crisis económicas del país (1982 y 1994), y un aumento relativo del orden del 5.8% en el período 1985-90 particularmente en las prestaciones y los bonos. Para el período 1995-2001 se estima que los salarios y prestaciones alcancen un crecimiento del 10% (Cuadro 24). Cuadro 24 Industria Maquiladora. Salarios, Bonos y Percepciones Totales (Dólares por Hora) (1981-2001) 1985 1990 1995 2001a (Average) Wage Rate 1,38 1,78 1,69 2,97 Base 1,07 1,26 1,14 1,99 Fringe Benefits 0,31 0,52 0,55 0,98 Bonuses Porcentajes (Average) 1985 1990 1995 2001a Wage Rate 100,00 100,00 100,00 100,00 Base 77,54 70,79 67,46 67,00 Fringe Benefits 22,46 29,21 32,54 33,00 Bonuses % De Cambio (Average) Prom.1981- Prom.1985-1990 Prom.1990Prom.19951985 1995 2001 Wage Rate -7,66 5,80 -1,01 10,16 Base -7,74 3,55 -1,90 10,23 Fringe Benefits -7,39 13,55 1,15 10,00 Bonuses FUENTES: Elaboración de los autores a partir de: INEGI. Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982,1975-1986, 1978-1988 y 1990-1994; CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 1997. a_/ Proyecciones Nota: El promedio fue obtenido con base en el dato de inicio y fin del período

31

b) Los beneficios económicos se han incrementado también y constituyen una parte muy importante del total de remuneraciones. En 1981 éstas consituían el 22.1% del total de las remuneraciones y, para 1995, representaron el 32.5%. Se espera que para el 2001 representen el 33.0% (Cuadro 24). Según la encuesta de 1989, los beneficios económicos están distribuidos de la siguiente manera: alrededor de un 50% son prestaciones que marca la ley (aguinaldo, vacaciones, descansos obligatorios, prima vacacional y fondo de ahorro) y otra cantidad más o menos igual está compuesta por bonos y subsidios. El subsidio a la comida dentro de la planta es el más importante: representó el 20% del total de los beneficios en la industria electrónica, del 17.8% en las autopartes y del 25.2% en el vestido. En cuanto a los bonos, los mas importantes fueron el de puntualidad (8%, 4.3% y 5.4%, respectivamente) y el de asistencia (5%, 5.4% y 2.1%) (Anexo 2 Prestaciones Según Actividad) (Carrilllo, 1993). Aunque no todas la empresas ofrecen los bonos económicos y las prestaciones adicionales a las que marca la Ley Federal del Trabajo (Anexo 3 Presatciones fuera de la LFT). Asimismo, se observa una diferencia entre las diferentes prestaciones según la rama de actividad que se trate, resultando que la electrónica y las autopartes ofrecían más prestaciones que las empresas del vestido (Cuadros 25-27). Cuadro 25 Industria Maquiladora. Salarios, Bonos y Percepciones Totales Actividad de Autopartes (Dólares por Hora) (1981-2001) 1985 1990 1995 2001a (Promedio) Salario 1,57 2,21 2,03 3,52 Base 1,28 1,53 1,26 2,14 Prestaciones Y 0,29 0,68 0,77 1,38 Bonos Porcentajes (Promedio) 1985 1990 1995 2001a Salario 100,00 100,00 100,00 100,00 Base 81,53 69,23 62,07 60,80 Prestaciones Y 18,47 30,77 37,93 39,20 Bonos % De Cambio (Promedio) Prom.1981-1985 Prom.1985-1990 Prom.1990-1995 Prom.19952001 Salario -7,93 8,15 -1,63 10,10 Base -7,32 3,91 -3,53 9,79 Prestaciones Y -10,20 26,90 2,65 10,61 Bonos FUENTES: Elaboración de los autores a partir de: INEGI. Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982,1975-1986, 1978-1988 y 1990-1994; CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 1997. a_/ Proyecciones Nota: El promedio fue obtenido con base en el dato de inicio y fin del período

32

Cuadro 26 Industria Maquiladora. Salarios, Bonos y Percepciones Totales (Dólares por Hora) (1981-2001). Actividad Electronica (Promedio) 1985 1990 1995 2001a Salario 1,43 1,88 1,85 3,22 Base 1,07 1,31 1,23 2,09 Prestaciones Y 0,36 0,57 0,62 1,13 Bonos (Promedio) 1985 1990 1995 2001a Salario 100,00 100,00 100,00 100,00 Base 74,83 69,68 66,49 64,91 Prestaciones Y 25,17 30,32 33,51 35,09 Bonos % De Cambio (Promedio) Prom.1981Prom.1985Prom.1990Prom.19951985 1990 1995 2001 Salario -6,85 6,29 -0,32 9,82 Base -7,17 4,49 -1,22 9,49 Prestaciones Y -5,85 11,67 1,75 10,48 Bonos FUENTES: Elaboración de los autores a partir de: INEGI. Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982,1975-1986, 1978-1988 y 1990-1994; CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 1997. a_/ Proyecciones Nota: El promedio fue obtenido con base en el dato de inicio y fin del período Cuadro 27 Industria Maquiladora. Salarios, Bonos y Percepciones Totales Actividad de la Confeccion (Dólares por Hora) (1981-2001) (Promedio) 1985 1990 1995 2001a Salario 1,05 1,27 1,04 1,88 Base 0,84 0,90 0,76 1,36 Prestaciones Y 0,21 0,37 0,28 0,52 Bonos Porcentajes (Promedio) 1985 1990 1995 2001a Salario 100,00 100,00 100,00 100,00 Base 80,00 70,87 73,08 72,34 Prestaciones Y 20,00 29,13 26,92 27,66 Bonos % De Cambio (Promedio) Prom.1981-1985 Prom.1985Prom.1990Prom.19951990 1995 2001 Salario -8,99 4,19 -3,62 11,06 Base -9,09 1,43 -3,11 10,96 Prestaciones y -8,59 15,24 -4,86 11,31 bonos FUENTES: Elaboración de los autores a partir de: INEGI. Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación: 1974-1982,1975-1986, 1978-1988 y 1990-1994; CIEMEX-WEFA: Maquiladora Industry Analisys: 1991 y 1997. a_/ Proyecciones Nota: El promedio fue obtenido con base en el dato de inicio y fin del período

33

c) Los salarios y las prestaciones son más altos que los que fija la Ley Federal del Trabajo en México.

d) A pesar de que muchos establecimientos -la mayoría- continúan operando bajo el esquema de trabajo intensivo de baja calificación y bajos salarios, hay un segmento importante de empresas en el cual se requieren tanto mayores habilidades de aprendizaje para mejorar la calidad del producto como mayores exigencias de involucramiento en el trabajo.

La situación salarial para las tres actividades que nos interesan muestran diferencias significativas (Cuadros 25-27). Los salarios en la industria del vestido se movieron de US $1.64 en 1981 a $1.65 en 1993, cayendo en los dos siguientes años (en 1994 fue de $1.05). En 1997 se pagaban $1.35 dólares por hora, de los cuales el 74% correspondía al salario base y el restante 26% a al salario indirecto (prestaciones y bonos). Las diferencias salariales entre las categorías ocupacionales fueron significativas: en 1997 fueron de $1.11 para los oberos, $2.49 para los técnicos y $4.16 para los administrativos. En el caso de las autopartes los salarios fueron sustantivamente mayores: 2.56 para la rama, distribuyéndose el 63% para el salario base y el 37% para el indirecto. Los obreros ganaban US $1.59 por hora, los técnicos $4.95 y los administrativos $8.26. Finalmente, en la industria de la electrónica el salario por hora llegó a $2.30 en 1997 (67% directo y 33% indirecto), siendo de $1.55 para los obreros, de $4.30 para los técnicos y de $6.92 para los administrativos (Cuadro 25-27).

Por tanto, la actividad del equipo de transportación pagaba 89% más que la del textil y del vestido; y 11% más que la eléctrica- electrónica. Y esta última pagaba 70% más que la industria del vestido. La composición del salario muestra, en 1995, que el salario indirecto era más importante en las autopartes (38.6%) y en la electrónica (33.5%), que en el vestido (26.9%), y que esta diferencia se asentuaría para el 2001 (39.2%, 35.0% y 27.6%, respectivamente) (Cuadros 2527).

Finalmente, en particular en la industria de la electrónica, las autopartes y el vestido, se encontró que los salarios están cercanamente relacionados con el nivel tecnológico de la firma, el 34

tamaño del empleo, la localidad donde se establecen las empresas, el nivel de complejidad de la actividad y el origen del capital.

Considerando las tendencias nacionales en las condiciones de trabajo, la localidad y la evolución regional de las maquiladoras fronterizas, parece más positiva la evaluación de estas empresas que de las no-maquiladoras. Considerando los mercados de trabajo locales y los salarios y prestaciones, las maquiladoras pagan más que las manufacturas locales del mismo sector, y definitivamente más que los salarios mínimos profesionales de las localidades donde se asientan.

Esta tendencia de mejores salarios dentro de la localidad al comparar maquiladoras y no maquiladoras contrasta al comparar la IME y la industria manufacturera a nivel nacional. En este nivel los salarios de la manufactura siempre han sido más altos que en las maquiladoras. En 1980 eran 56% superiores en la manufactura que en las maquiladoras. Sin embargo, esta diferencia se acorta rápidamente. Para 1997 las remuneraciones totales por hora para el total personal ocupado en julio de 1997 fueron de US $2.69 mientras que en las maquiladoras (cálculo anual) fueron de $2.11, esto es apenas 27% superiores.

Esta disminución de los salarios reales, así como de los salarios relativos en México, se verifica de manera dramática al hacer comparaciones internacionales. Mientras que en 1975 los salarios a trabajadores por hora en la manufactura en México eran 3 veces superiores en promedio a los de Hong Kong, Taiwán y Corea del Sur, en 1996 eran 4 veces superiores los países asiáticos. En otras palabras, mientras que en 1975 la relación del salario mexicano frente a los dragones asiáticos era 198.2% superior, para 1996 apenas representaba el salario mexicano el 23.8% del asiático (Cuadro 28). La comparación con Estados Unidos aunque es menos ejemplar (ya que el aumento y disminución de los mismos es mas homogéneo), demuestra de igual manera la reducción de los salarios mexicanos. Mientras que en 1990 el salario por hora a trabajadores de la manufactura en México respresentaba el 10.6% del estadounidense ($1.58 vs $14.91) en 1997 se redujo al 8.9% ($1.62 vs $18.12) (Cuadro 29).

35

Cuadro 28 Salarios: Comparacion Entre Mexico y Asia. Salarios por Hora en Dólares en la Manfactura

MEXICO

HONG KONG

TAIWAN

COREA DEL SUR

MEXICO/ASIA*

` 1975

1.47

0.76

0.4

0.32

198.2%

1990

1.58

3.20

3.93

3.71

42.5%

1991

1.84

3.58

4.36

4.61

42.8%

1992

2.17

3.92

5.09

5.22

44.2%

1993

2.4

4.29

5.19

5.64

46.3%

1994

2.47

4.61

5.49

6.4

42.9%

1995

1.51

4.82

5.82

7.4

23.7%

1996a

1.57

5.15

6.24

8.38

23.8%

FUENTE: U.S. Department Of Labor In 1975, Mexico Ranked 18 Th Among 22 Countries. In 1995 Mexico Ranked 22nd. Ciemex-Wefa © Febraury 1997. *Asia Includes Hong Kong, Taiwan, S. Korea And Singapore. A Preliminary. Includes Salaries, Fringe Benefits And Social Security.

Cuadro 29 Salarios. Comparación entre México y Estados Unidos Salarios por Hora en Dóalres en la Manufactura MEXICO

U.S.

MEXICO/U.S.

1990

1.58

14.91

10.6%

1991

1,84

15,58

11,8%

1992

2.17

16.09

13.5%

1993

2,40

16,51

14,5%

1994

2,47

16,86

14,7%

1995

1.51

17,20

8,8%

1996

1.57

17.59

8.9%

1997

1,62

18,12

8,9%

36

.FUENTE: U.S. Department Of Labor In 1975, Mexico Ranked 18 Th Among 22 Countries. In 1995 Mexico Ranked 22nd. Ciemex-Wefa © Febraury 1997. * Includes Salaries Fringe Benefits And Social Security

Acerca de los salarios se calcula que -dentro de la producción de los arneses- entre el 20% y el 30% de total de los costos son salarios y sueldos, aunque existen empresas que representan al 60% (Cuadro 30). Estos porcentajes son elevados en comparación con otras autopartes, como los radiadores en donde representan el 1 y el 10%.

ESTRUCTURA DE COSTOS EN PLANTAS ARNESERAS (%) Rubros 1er. nivel 2o. nivel Salarios y prestaciones del personal directo 40 18-30 Sueldos y componentes al personal administrativo y directo 20 5-15 Componentes 15 5-30 Materia prima 15 20-40 Renta de inmuebles 0 2 Depreciación de maquinaria y equipo 0 2 Energía 5 2 Impuestos 5 7 Otros costos de producción 0 1-7 Investigación y desarrollo 0 0-2 Total 100 100 FUENTE: Elaboración de Jorge Carrillo. Entrevistas directas en plantas de arneses (1998-99).

6. Jornadas de trabajo y resigos de trabajo

Las jornadas de trabajo en la IME son largas. La Ley Federald el Trabajo permite que las empresas laboren 48 horas a la semana (ocho horas diarias de lunes a sábdao) . Por lo general en las empresas maquiladoras se trabajan cinco días (lunes a a viernes) y se permance en la planta cerca de 10 horas diarias (para reponer el sexto día que no se trabaja). De la jornada de 10 horas, 8.8 horas son efectivas de trabajo y la 1.2 hora restante es de descansos y comida. El pago por ley es de 48 horas/semana.

Con base en la encuesta con 358 plantas maquiladoras en 1989, se encontró que en la actividad electrónica se laboraban 8.9 horas efectivas y se descansaban 0.9 horas en el primer turno (aunque la dispersión es considerable en las horas efectivas; la desviación estándar fue de 37

7.6 horas). En el segundo turno se trabajaron efectivamente 7.9 horas y se descansaron 0.8 horas. Y en el tercer turno se laboraron 7.1 horas efectivas con un descanso de 0.9 horas. Es de llamar la atención que la mayoría de las plantas trabajaba sólo un turno, aunque a partir de mediados de los ochentas han comenzado a proliferar segundos turnos en esta industria y, en mucho menor medida, terceros turnos.

En relación con las autopartes la jornada es ligeramente menor. Se laboraron 8.5 horas efectivas con un descanso de 0.9 horas en el primer turno, 7.5 y 0.8 horas en el segundo y 7.1 y 0.9 en el tercero, respectivamente. Prácticamente todas las plantas de autopartes tuvieron una jornada semejante, ya que la desviación estándar en todos los casos fue muy baja.

Finalmente, con respecto a la industria del vestido la jornada resultó ser de 9.0 horas efectivas (con desviación estándar de 0.7) y 1.0 hora de descanso en el primer turno. Y en segundo turno fue de 8.5 y 0.8 horas, respectivamente. En esta actividad no se laboraba un tercer turno.

De esta manera la jornada semanal promedio en las 358 plantas analizadas en 1989 fue de 50 horas en la industria del vestido (45 efectivas y 5 de descanso), 49 horas en la industria electrónica (44.5 efectivas y 4.5 de descanso) y 47 en el sector de autopartes (42.5 efectivas y 4.5 de descanso).

El número de horas extras promedio laboradas por semana fue bajo: 2.3 en la electrónica y 1.1 en las autopartes y en el vestido. Es de suponer que la alta rotación en el empleo (que será vista más adelante) no facilita ni establecer un segundo o tercer turno, ni trabajar horas extras. No obstante lo anterior, las diferencias entre empresas respecto al número de horas extras laboradas son muy fuertes. Mientras que existían empresas en las tres actividades que no laboraron ninguna hora extraordinaria, una empresa electrónica laboró 49 horas extras a la semana y una en el vestido 18.4 horas. En la variable horas extras existe heterogeneidad estructural tanto en la electrónica como en el vestido, pero en la primera la variabilidad fue grande.

38

Parte central de las condiciones de trabajo en las empresas maquiladoras se constituyen por los riesgos de trabajo. Diversos autores mencionan que los trabajos son de alto riesgo, particularmente en las empresas de primera generación, debido a las escasa medidas de protección que se siguen, particularmente ante la exposición a químicos altamente .peligrosos. El estudio del Departamento del Trabajo en Estados Unidos mencionado con anterioridad señala que salud en el trabajo y seguridad son las condiciones más problemáticas de la IME (U.S. Department of Labor, 1990). Los observadores de este estudio internacional, señalan, por un lado, que hay mejores condiciones en las maquiladoras que en muchas similares empresas no maquiladoras, particularmnete aquellas localizadas en parques industriales con iluminación y ventilación adecuada. Pero por otro lado, que las infrecuentes inspecciones de parte del gobierno y la falta de capacidad para que las leyes y sus normas ambientales y aquellas referentes a la seguridad dentro del trabajo sean cumplidas, muestran que la salud es un problema actual y que hasta ese año (1990) pocos pasos se habían dado.

Acerca de los riesgos de trabajo existen pocos estudios en la industria maquiladora. Al menos dos de ellos han mostrado que la tasa de riesgos de trabajo (accidentes y enfermedades ocupacionales) era mayor en empresas no maquiladoras del misma ramo que en las plantas maquiladoras (Carrillo, 1989; Gueldenman, 1992). Al comparar las estadísticas oficiales en empresas con más de 10 riesgos por año en 1981, se encontró para el caso de Baja California, que la tasa de riesgo promedio era del 13.8% en maquilas y del 32.2% en no maquiladoras. Esta diferencia a favor de la maquiladora era claramente mayor en la fabricación de ropa (12.1% vs 31.4%) y menos fuerte en la fabricación de muebles de madera (28.5% 36.5%), en la industria del transporte (19% vs 26%) y en la fabricación y ensamble de eléctricos-electrónicos (5.5% vs 9.2%). Sólo en el caso de “empresas diversas” fue mayor la tasa de riesgos de trabajo en las plantas maquiladoras (24.1% vs 15.3%).

Un estudio en una empresa electrónica, en 1983, mostraba que el 68.5% de los trabajadores entrevistados laboraban con acetona, el 55.5% con tricloroetileno y el 45.5% con freón, y que la exposición a estas sustancias era alta. De igual manera mostraba que más del 60% de los y las entrevistadas padecían de ojos irritados, depresión durante la jornada, dolor de espalda, problemas de acomodación visual, boca y garganta irritada, piel reseca, nerviosismo e 39

irritabilidad (Carrillo, 1989). No obstante lo encontrado, la asociación entre condiciones de trabajo en esta planta maquiladora y los síntomas de enfermedad no puede ser casuística. Para ello se requieren, al menos, de complicados estudios médicos.

En todo caso, la experiencia de investigación sobre esta área concluye que, como problema, es mayor en el medio ambiente que en la salud de los trabajadores. El medio ambiente ha sido un foco importante de discusión entre ambientalistas y las organziciones empresariales y el gobierno. El problema recae en que, en primer lugar se utilizan sustancias químicas muchas de ellas peligrosas; en segundo lugar, muchas de las combinaciones de sustancias químicas ni siquiera se sabe los problemas que puedan causar; en tercer lugar, no había, al menos hasta mediados de los ochentas, personal capacitado ni infraestructura adecuada para evaluar esta situación por parte de las agencias gubernamentales; en cuarto lugar, y quizás

de mayor

importancia, no estaba claro que el volumen de las sustancias que eran importadas a México para ser utilizadas en el proceso de poducción, fueran

re-exportadas hacia Estados Unidos.

Quedándose de esta manera una cantidad considerablemente importante en las localidades fronterizas las cuales, al menos en los ochentas, no contaban con cementerios tóxicos, mucho menos cementerios adecuados y no había compañías de reciclaje de dichas sustancias, tal y como hoy en día existen. En síntesis, hasta antes de los noventas no existía por parte del gobierno mexicano la preocupación, el interés, ni la capacidad para lidiar con una situación tan complicada y potencialmente peligrosa. Con el TLCAN y sus antecedentes esta situación parece que ha cambiado sustancialmente, al grado que muchas de las grandes empresas descubrieron que los desperdicios materiales y algunos desechos pueden ser incluso

un buen negocio para las

compañías. Actualmente, una gran porporción de empresas cuentan con normas ISO 9000 y 14000.

7. Rotación en el trabajo

La transición de una situación de mano de obra abundante a otra con una gran escasez de trabajadores, es quizás, el cambio má significativo en términos de empleo, en las operaciones de maquiladora en varias ciudades de la frontera norte de México, visto desde una perspectiva 40

histórica. La estructura de las oportunidades en las ciudades fronterizas del lado mexicano y americano, asi como el gran dinamismo de los mercados locales de trabajo desde mediados de los ochentas, ha creado una situación de escasez real de mano de obra para todos los sectores de la economía fronteriza, pero particularmente y de manera importante para las maquiladoras.

A pesar de los esfuerzos considerables por parte de los gerentes de recursos humanos de las empresas maquiladoras para disminuir el número de salidas del personal, las altas tasas de rotación, entendidas como salidas voluntarias de los trabajadores, han disminuido muy poco. Las maquiladoras han experimentado disminuir la rotación a través del aumento de los salarios y particularmente de los bonos económicos, así como de otros tipos de beneficios y servicios. Pero a pesar de ello han tenido que tomar iniciativas para buscar personal en otras localidades aledañas o definitivamente tener que cambiar sus operaciones o sus ampliaciones hacia ciudades cercanas con mayor disponibilidad de mano de obra, debido que las tasas continúan siendo altas.

La interpretación más común de porqué los trabajadores abandonana sus empleos en las maquiladoras se refiere a las malas condiciones de trabajo, esto es, los bajos salarios y prestaciones, las intensas jornadas de trabajo y la falta de carreras profesionales dentro de las compañías. Un estudio basado en entrevistas mostró que la rotación puede ser explicada por tres razones principales: (1) el tipo de trabajo en las maquiladoras, el cual se considera aburrido, monótono y mal pagado; (2) la pobre infraestructura urbana en las ciudades fronterizas, y (3) el exceso de demanda de empleos para la oferta de trabajos (Williams and Passe-Smith 1989).

El estudio de fines de la década del ochenta, mencionado con anterioridad, encontró lo siguiente: las tasas de rotación continuaban altas: la tasa promedio mensual de rotación en el empleo en las maquiladoras fue de 12%, esto es más de 150% acumulada en el año. La ciudad con la más alta rotación fue Tijuana con 12.7%, y el sector que más sufría esta situación era la industria del vestido con una tasa del 15.8% (Carrillo, 1993).

A pesar de que las tasas de rotación son muy altas, no todos los trabajadores son inestables. Un estudio realizado en 1993, con trabajadores de maquiladoras en la ciudad de Tijuana, mostró que dos variables del ciclo de vida estaban fuertemente asociadas con la 41

probabilidad de que un trabajador abandone su empleo: la edad y el número de hijos. La edad promedio de un grupo “estable” de trabajadores fue de 26 años, mientras que de un grupo “inestable” fue de sólo 20 años. El grupo “estable” tuvo en promedio 1.2 hijos, mientras que el grupo “inestable” tuvo en promedio solamente 0.5. Más recientemente, otra interpretación ha propuesto que esta movilidad de los trabajadores no debe ser explicada por variables demográficas solamente, sino también por estrategias de empleo de los trabajadores en contextos de oportunidades: ante la ausencia de carreras profesionales dentro de las empresas y de contextos locales de escasez de mano de obra, los trabajadores perciben a los trabajos en las maquiladoras como un empleo temporal y transitorio, dentro de las estrategias de supervivencia en los hogares. El empleo en las maquiladoras es fuertemente temporal aún cuando los trabajadores han tenido contratos permanentes y una larga duración dentro de las empresas. En 1992 el promedio de antiguedad en el empleo maquilador fue de apenas 1.8 años, mientras que en promedio tenían como experiencia laboral el haber trabajado en dos maquiladoras previamente

Finalmente, el estudio basado en la pequeña encuesta con gerentes de empresas del televisor y de las autopartes en 17 establecimientos concluyó que el gran dinamismo en el empleo y en la producción en las empresas visitadas, particularmente en Tijuana y Ciudad Juárez, tenía un escaso poder explicativo en el comportamiento de la rotación, y que la rotación tenía un comportamiento específico en cada empresa. Estos resultados sugieren que los volúmenes de producción pueden estar afectando las cargas de trabajo y las funciones que desempeñan los trabajadores, lo cual estimula la rotación, y que su efecto sobre el aumento en las tasas de rotación es pequeño debido a las estrategias de flexibilidad en la organización del trabajo y a los esfuerzos que desarrollan en capacitación. Según este estudio, “todo indica que la rotación de personal, aún cuando por definición apunta hacia una decisión individual del trabajador de abandonar su empleo, está relacionada con las características específicas de cada empresa (Carrillo, Mortimore y Alonso, 1996).

42

8. Relaciones laborales e integración económica regional

Las relaciones laborales en la IME en México bien pueden considerarse como no conflictivas y de cooperación entre sindicatos y empleadores. Sin embargo, existe una explicación sustantiva de este fenómeno: el tipo de sindicatos existente en las empresas maquiladoras ha estado supeditado a las necesidades de las propias empresas, e incluso ha servido para evitar intentos de organización de sindicatos con características mas independientes, así como nulificar cualquier capacidad de negociación de los trabajadores ante las condiciones de trabajo y empleo y ante los ajustes necesarios debido a la demanda cambiante del producto.

Un buen número de maquiladoras y de su empleo ha estado sindicalizado desde el inicio del programa de maquiladoras. En 1979 se calculó que alrededor del 40% de los establecimientos y del empleo estaba sindicalizado. Diez años duespués se encontró la misma situación. A fines de los noventas parece que las cifras no han cambiado sustantivamente. En zonas como Tamaulipas prácticamente todas las empresas están sindicalizadas. Otro tanto ocurre en la zona de Tijuana en donde, según entrevistas, se calcula una sindicalización del orden del 80%, aunque según las juntasb locales es del 30-40%. Hay zonas, sin embargo, donde no hay sindicatos o su participación se ha reducido sustantivamente (por ejemplo, del 30% al 12% en Juárez).

Una lección que ha brindado la IME en cuanto a sindicalización, tanto en el contexto nacional como en el internacional, es que las tasas de sindicalización no necesariamente reflejan, e incluso ni siquiera se asocian, con las condiciones de trabajo que se establecen y menos aún con la capacidad de negocaición frente a las empresas.

El tipo de sindicato que ha proliferado en las maquiladoras es de tipo corporativo, esto es, integrado a las centrales oficiales nacionales como la CTM y la CROM, lo cual significa, en este caso, que su establecimiento, su capacidad y su estrategia está supeditada a la normatividad de la central nacional y no a las necesidades de los trabajadores dentro de los recintos de trabajo ni a las localidades donde se asientan las empresas. En la mayoría de los casos los trabajadores no fueron consultados acerca de si deseaban tener o no un sindicato, menos aún de quién debiera de ser su 43

dirigencia. A cambio de la firma de un contrato colectivo las centrales (CTM o CROM) ofrecen paz laboral y flexibilidad en el trabajo.

No obstante este tipo singular de sindicato, existen dos vertientes muy distintas en la IME en México. Una semejante a la usanza tradicional del sindicalismo corporativo mexicano, que en la región de Tamaulipas, en particular en Matamoros, logró desde fines de los setentas el establecimiento de las 40 horas de trabajo semanales y salarios superiores a los que se pagan en otras zonas del país y cero huelgas. La otra consiste en un sindicalismo “transparente”, esto es, de facto inexistente, ya que no tienen reuniones, asambleas, elecciones ni descuentos en los cheques de los trabajadores. Un sindicato en el cual gran parte de los trabajadores ni siquiera sabe que existe, pero que los empresarios contratan para efectos de prevenir cualquier contingencia laboral, especialmente la organización independiente de los trabajadores. La situación es tal que, con excepción de Matamoros, ahí donde hay contratos colectivos los salarios y las prestaciones son menores que en plantas sin contrato colectivo.

Esta segunda vertiente se ha denominado “regresivo-funcional” (Carrillo, 1994). Es funcional en tanto atiende a los intereses de las empresas y los acuerdos que logre establecer con ellas, básicamente por tratarse de un sindicalismo negociador, no conflictivo y con orientación a la concertación empresarial. Y es regresivo en cuanto a las conquistas logradas y a la forma de sustentar el poder, a través del veto a la disidencia y a la organización democrática de los trabajadores, siendo su principal sustento el poder regional. Este tipo de sindicalismo impone una amplia brecha entre el aparato sindical y los trabajadores, quedando estos continuamente al margen de toda negociación. De cualquier manera, los rasgos regresivos-funcionales presentes sobre todo a partir del inicio de los ochenta en el sindicalismo en la IME (esto es, paralelamente con el desarrollo de la modernización industrial), propiciaron desde un principio condiciones laborales altamente flexibles respecto a las dominantes en el resto del país. De tal forma que cabe esperar un proceso de consolidación de estos rasgos bajo las nuevas condiciones productivas, y que de hecho lo muestra el 60% de plantas de alta tecnología analizadas que cuentan con contrato colectivo de trabajo establecido por medio de un sindicato funcional (Carrillo y De la O, 1992:58). 44

La cuestión sindical en la IME no está asociada con el sector productivo sino que es un asunto fuertemente regional (Quintero, 1993). No obstante, se ha encontrado una importante relación con el nivel de la tecnología. En establecimientos de alta tecnología existe una práctica laboral con normatividad integral,

es decir, 47.9% de éstas aplican simultáneamente un

reglamento interior y un contrato colectivo de trabajo, en contraste con las plantas de baja tecnología, en donde sólo el 21.7% de éstas lo hacen (Carrillo y Ramírez, 1990). Estos resultados refuerzan el supuesto de que las plantas de alta tecnología están entablando relaciones con los sindicatos de manera más intensa que las de baja tecnología, aparentemente como una vía eficiente para flexibilizar y regular las prácticas y condiciones laborales bajo las nuevas circunstancias productivas. Ya que un 60% de las plantas clasificadas como de alta tecnología han firmado contratos colectivos, en contraste con un 26% de las plantas de baja tecnología (Carrillo y De la O, 1992).

Finalmente, caben destacar cinco características que considero definen actualmente el contexto de las relaciones laborales de las maquiladoras en México:

(a) Su bajo nivel de conflictos laborales a pesar de las críticas de algunas organizaciones y de algunos estudiosos acerca de las condiciones de trabajo.

(b) Su alta tasa de sindicalización, a pesar del punto anterior.

(c) Su sindicalismo pasivo, y antidemocrático, que aunque cuenta con al menos dos variantes ("funcional-regresivo", y "tradicional"), mantiene fuertes lazos corporativos con las centrales sindicales del país.

(d) Su tipo de convenios laborales definidos como "contratos de protección” altamente flexibles.

(e) La mayor atención de obervadores externos, básicamente ONG’s, por las nuevas condiciones que establecen los acuerdos paralelos al TLCAN en materia laboral. 45

9. A manera de Conclusión

El examen de la evolución y estructura de las empresas maquiladoras en México muestra que se trata de un conjunto de actividades económicas heterogéneas y con desempeño muy disímil entre ellas. Pero también se observa un proceso de especialización productiva y territorial, de tal manera que algunos productos de ramas como la electrónica y las autopartes, explican la dinámica sectorial y la mayor competitividad internacional que han adquirido.

Las empresas maquiladoras si bien conservan su característica central de ser intensivas en trabajo y de bajos salarios relativos, han desarrollado en ciertos productos un proceso de aprendizaje organizacional al constituir una mano de obra mas calificada, mejor pagada y con fuertes vínculos con empresas dentro de la localidad (muchos de ellos vínculos intra-firma).

La realidad productiva, tecnológica, organizacional y laboral en las empresas maquiladoras en México es demasiada heterogénea para intentar simplificarla en unas pocas variables. Lo que si se puede concluir es que estamos presenciando diferentes tipos de maquiladoras en diversos sectores y que existen fuertes limitaciones para logar un verdadero y global escalamiento industrial (industrial upgrading). Pero de la misma manera podemos concluir que en ciertas actividades como la industria de los televisores, y de los sistemas eléctricos de autopartes, estamos frente a empresas de clase mundial con una gran trayectoria de aprendizaje, altamente competitivas en el mercdo internacional y vanguardia de los procesos de integración nacional y regional dentro del TLCAN.

La integración regional entre México, Estados Unidos y Canadá a partir del TLCAN lo que ha hecho es fortalecer un proceso de integración de facto de la industria maquiladora de exportación en México con la industria en Estados Unidos. Nuevas inversiones para establecer o ampliar operaciones han proliferado desde la frima del TLCAN. Particular importancia está teniendo, por un lado, el desarrollo de proveedores cercanos en empresas asiáticas con el fin de alcanzar las reglas de origen. Y por otro lado, las nuevas estrategias corporativas de integración vertical centralizada de empresas como Delphi y Samsung. En otras palabras, el TLCAN ha 46

dinamizado la IME en México y ha acelerado un proceso de desarrollo productivo regional. Esto tiene fuertes implicaciones laborales: el efecto más claro es el aumento en el empleo y la ocupación de un mayor número de ingenieros, y en menor medida, el enriquecimiento en las calificaciones en algunos segmentos ocupacionales. En cuanto a su impacto en las relaciones laborales todo indica que no tiene ningún efecto sobre los sindicatos existentes. En donde se observa un impacto, pero de menor grado, es en la proliferación de organismos no gubernamentales anti-TLCAN en México y en Estados Unidos los cuales ponen una atención especial en las condiciones laborales y de organización en las maquiladoras. Esto tiene un carácter muy positivo ya que “saca a la luz pública” muchos de los problemas existentes en casos específicos y brinda un contrapeso, al menos en términos de la información pública. Un escenario alternativo con una fuerte participación de ONG’s progresistas y un mayor número de sindicatos independientes y democráticos, capaces de funcionar en un contexto de globalización y de fuertes presiones para elevar la competitividad de las empresas parece ser mucho menos realista.

La pregunta central más amplia que se pude formular, por tanto, es la siguiente: podrá México transitar de un modelo de integración regional dependiente hacia un centro de manufactura continental?. En otras palabras, logrará el país sustituir paulatinamente empresas: (a) con empleos intensivos en trabajo manual poco calificado y de bajos salarios por trabajos intensivos en conocimiento y salarios más altos; (b) con bajos niveles de tecnología y de integración con la economía nacional por procesos de punta y cuyas decisiones sean tomadas ya no en las casas matrices en el extranjero; (c) con sindicatos de protección y antidemocráticos por empresas donde la regulación en el trabajo y su sindicalización sea un ejercicio de libre decisión por parte de los trabajadores, y en donde los sindicatos tengan una función propositiva tanto en términos de la competitividad como laboralmente, y con propuestas inteligentes para ofrecer no sólo a los trabajadores sino a los propios empleadores en beneficio de toda la comunidad empleada?. La respuesta a esta pregunta rebasa los objetivos de este documento, pero en el siguiente apartado se ofrecen

algunos indicadores e ideas orientados a intentar dar alguna

respuesta inicial a dicha interrogante.

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SEGUNDA SECCION. CASOS REGIONALES DE AGLOMERACION

1. Características Económicas de Ciudad Juárez, Tijuana y Matamoros

Existen algunas características económicas básicas que han permitido definir la evolución de las maquiladoras en México. Se trata del número de establecimientos, el personal ocupado y el valor agregado. En este apartado presentamos los resultados de la información estadística disponible para las ciudades de Juárez, Tijuana y Matamoros en donde se llevó a cabo el estudio sobre el mejoramiento de la calidad del empleo en la industria maquiladora de exportación.

Ciudad Juárez contaba en enero de 1990 con 222 plantas y 118,504 empleados. Para octubre del 2000 las cifras alcanzaban los 308 establecimientos y 262,805 ocupados. Es decir, tuvieron un crecimiento del 139% y 222%, respectivamente en esos once años. Y el valor agregado, a partir de enero de 1993 creció más de 994% (en precios corrientes) para llegar a $2,978 millones de pesos en octubre del 2000.

Por su parte Tijuana tenía a principios de la década del noventa 388 establecimientos y 54,674 ocupados. Para septiembre del 2000 las cifras había aumentado a 810 y 196,316, respectivamente. El crecimiento en dicha década fue del 208% en el número de plantas y del 359% en el personal empleado. En cuanto al valor agregado, creció más de 1,400% entre enero de 1993 y septiembre del 2000, y alcanzó los $2,250 millones de pesos.

En cuanto a Matamoros, se tiene que

para enero de 1990 habían 86 operaciones

maquiladoras las cuales ocupaban 37,221 personas y generaban un valor agregado de $100.1 millones de pesos corrientes (en enero de 1993). Once años después los datos cambiaron en forma importante, aunque en menor magnitud que las ciudades anteriores. Pasaron a 120 plantas, 68,654 ocupados y un valor agregado de $667 millones de pesos. En términos porcentuales el crecimiento fué del 139% en el número de plantas, del 184% en el personal empleado y del 666% en el valor agregado. 48

En términos per cápita

resultó que el empleo promedio por planta aumentó

considerablemente en ese período al pasar de 141 a 242 personas. El valor agregado por planta, por su parte, se incrementó de $0.3 millones de pesos enenero de 1993 a $2.8 millones de pesos en septiembre del 2000. Finalmente, la productividad laboral, medida como el valor agregado por empleado aumentó sorprendentemente al pasar de 2.37 miles de pesos a 11.46 miles de pesos, en el período de referencia

Las Gráficas 6-8 muestran la evolución de los establecimientos, el empleo y el valor argegado en las tres ciudades fronterizas consideradas previamente. Es claro que en términos de establecimientos es más importante Tijuana que Juárez o Matamoros, pero en relación al empleo, Juárez ocupa el primer lugar. En otras palabras, mientras que en Tijuana la gran mayoría de las plantas son de tamaño medio, en Juárez son de gran tamaño. En Matamoros se encuentra una situación intermedia. En la Gráfica 6 Ciudad Juárez es la única que presenta una evolución un poco más errática que las otras localidades; esto se relaciona con las altas tasas de rotación voluntaria del personal y con la enorme participación relativa de la IME dentro de la economía de la ciudad. Aqui van Gráficas 6, 7 y 8

Si bien esto ya había sido señalado en la sección anterior para inicios del 2000, aquí queda claro que la tendencia es cierta para toda la década del noventa. Aunque la tendencia general en las tres ciudades es contar con establecimientos de mayor tamaño (Gráfica 9) y mayor valor agregado (Gráfica 10), esta situación es particularmente distintiva para Juárez, ya que la existencia de empresas macro en Juárez se ha pronunciado con el TLCAN.

Aqui va Gráfica 9 y 10

Un resultado particularmente importante es que el número de plantas, el volumen de empleo y la generación de valor agregado ha aumentado considerablemente a partir del TLCAN como se observa en las Gráficas 6-8 que se presentan. En particular el valor agregado es el que más se incrementa, especialmente en Ciudad Juárez. Esto se explica no sólo por que los 49

establecimientos son cada vez de mayor tamaño y ocupan más personas, insumos, maquinaria, etc., sino porque aumenta el uso de tecnología y las actividaes que desarrollan son mas complejas.

En relación a las remuneraciones totales (salarios y prestaciones) la entrada del TLCAN marca un significativo cambio al incrementarse su volumen (Gráfica 9). En términos relativos las remuneraciones representaban el 54% del valor agregado mexicano realizado en las maquiladoras de Tijuana en enero de 1990. Para septiembre del 2000, el porcentaje disminuyó al 49%, lo cual es indicativo de que la productividad laboral se ha incrementado en las maquiladoras. Por el contrario, aumentaron proporcionamente en esta localidad los insumos nacionales y las utilidades (Cuadro 31). En Ciudad Juárez por el contrario aumentaron las remuneraciones totales del 56% al 61% , y disminuyendo las utilidades del 13% al 8% en ese mismo período (Cuadro 32). Y en el caso de Matamoros también aumentó, al igual que en Juárez, del 54% al 64% las remuneraciones totales;

mientras que las utilidades disminuyeron en términos relativos considerablemente

(Cuadro 33). Cuadro 31 Estructura Porcentual del Valor Agregado en la IME. Tijuana Valor Remuneraciones Materias primas Envases y Agregado Totales % nacionales % empaques % nacionales % 1990 100 54 2 0.7 1991 100 53 3 0.6 1992 100 56 3 1 1993 100 52 4 1 1994 100 53 3 1 1995 100 47 4 1 1996 100 48 5 1 1997 100 52 6 1 1998 100 48 11 1 1999 100 47 9 1 2000 100 49 6 1 FUENTE: INEGI, Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación

Gastos Utilidades % diverso s% 29 14 28 13 28 13 27 17 25 17 29 19 33 13 28 12 27 14 25 17 27 16

50

Cuadro 32 Estructura Porcentual del Valor Agregado en la IME. Ciudad Juárez Valor Remuneraciones Materias Envases y Gastos Utilidades Agregado Totales % primas empaques diversos % % nacionales % nacionales % % 1990 100 56 2 0.3 30 13 1991 100 54 2 0.4 28 15 1992 100 60 2 0.5 26 11 Cuadro 33. 1993 100 63 2 1 26 8 Estructura Porcentual del Valor Agregado en la IME. Matamoros 1994 100 68 3 1 30 9 1995 100 54 3 1 30 13 1996 100 56 4 1 28 11 1997 100 55 7 1 27 11 1998 100 58 2 1 28 11 1999 100 59 2 1 28 9 2000 100 61 3 1 27 8 FUENTE: INEGI, Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación

Cuadro 33 Estructura porcentual del Valor Agregado de la IME. Matamoros Valor Remuneracion Agregado % es Totales %

Materias Envases y Primas empaques nacionales nacionales % % 1990 100 54 3 0.4 1991 100 52 3 1 1992 100 62 3 1 1993 100 64 3 1 1994 100 67 3 1 1995 100 65 4 2 1996 100 63 4 1 1997 100 63 4 1 1998 100 61 5 2 1999 100 62 4 2 2000 100 64 3 2 FUENTE: INEGI, Estadísticas de la Industria Maquiladora de Exportación

Gastos Utilidades diverso % s% 17 22 17 17 19 23 25 23 24 24 24

25 23 17 16 10 6 7 9 8 8 7

Al comparar las tres ciudades resaltan las diferencias en las remuneraciones totales de la IME (Gráfica 11). La masa salarial devengada por la IME fue mayor del 50% en Juárez en relación a Tijuana y siete veces mayor respecto a Matamoros.

Y al comparar Tijuana y

Matamoros, resultó ser 3.6 mayores en la primera localidad en el último mes con información disponible. Sin duda y a partir de las variables aquí observadas Ciudad Juárez y Tijuana son los 51

asentamientos más importantes de las plantas maquiladoras en México. Lo cual permitirá comprender posteriormente la aglomeración industrial y la alta espceialización productiva en esas ciudades. Esta variable muestra una tendencia al crecimiento disímil entre las localidades del centro-oeste de la frontera y la del este.

Aqui va Gráfica 11

En relación al salario promedio por hora en dólares, incluyendo prestaciones, las Gráficas 12, 13 y 14 muestran claramente, en primer lugar, un ascenso después de la dramática caída con la devaluación del peso a finales de 1994. Esto es válido no sólo para las tres ciudades sino para las distintas categorías ocupacionales. En segundo lugar, hay que destacar que la caída más pronunciada fue para los trabajadores directos y en menor medida para los técnicos que laboran en las maquiladoras de Matamoros. En tercer lugar, se observa una tendencia hacia la “homologación hacia arriba” de los salarios en las tres ciudades y para toda las categorías ocupacionales. Finalmente cabe destacar que, al comparar las empresas maquiladoras, los obreros de Matamoros son mejor pagados que en Ciudad Juárez y mucho mejor que en Tijuana. En relación con los técnicos pagan un poco mejor, en promedio, las maquiladoras de Matamoros que en las otras dos ciudades. Tanto Tijuana como Juárez tienen salarios muy parecidos. En esta categoría. Y respecto a los administrativos, resulta que Ciudad Juárez es la que mejor paga a estas personas, muy cercanamente de lo que sucede en Matamoros. Y en Tijuana existe un rezago relativamente hablando en este segmento. Una conclusión general en términos

Aquí van Gráficas 12, 13 y 14

Las maquiladoras en Tijuana tuvieron más de 35 millones de horas-hombre trabajadas en septiembre del 2000 (Gráfica 15). Pero en Juárez alcanzaron cerca de 45 millones. Ambas localidades se ubicaron muy por encima de Matamoros en donde se obtuvieron cerca de 13 millones de horas-hombre trabajadas. Es notorio la tendencia creciente y paralela en Juárez y Tijuana, incluso desde antes del TLCAN. Esto confirma que el TLCAN sólo vino a reforzar las tendencias económicas que estaban ya presentes en la IME desde la década de los ochenta. Esto vale también para Matamoros, en donde a pesar del crecimiento experimentado, se ha estancado 52

relativamente en relación a los otros municipios fronterizos, y esto es mas claro a partir de 1996 en donde la brecha aumenta en caunto a las horas-hombre trabajadas. Es muy probable que los conflictos laborales y la fuerte presencia de los sindicatos corporativos tradicionales hayan sido los causantes principales de ello.

Aquí va Gráfica 15

Finalmente, en relación al valor agregado, además de los salarios, los insumos nacionales tienen una particular importancia ya que ello refleja los encadenamientos productivos hacia atrás de las empresas en este país. En primer lugar, el volumen del valor de los insumos aumentó exponencialmente en Tijuana y en segundo lugar en Ciudad Juárez a partir del TLCAN, como muestra la Gráfica 16.

Aquí va Gráfica 16

Como conclusión se puede decir, en primer lugar, que el comportamiento económico de la IME en Ciudad Juárez, Tijuana y Matamoros guarda diferencias sustantivas encuanto al tamaño o volumen del negocio. En segundo lugar, las tres mantienen tendencias similares de crecimiento, pero en particular Juárez y Matamoros son muhco más semejantes que Tijuana en cuanto al establecimiento de nuevas plantas maquiladoras y al tamaño del crecimiento en el empleo. Tijuana mantiene un mayor dinamismo que las otras localidades en estas dos variables. Y en relación al valor agregado, cada una de las ciudades tienen velocidades distintas de crecimiento: Mientras que Tijuana supera con mucho a Juárez, esta localidad supera con creces la de Matamoros. Por último, y en tercer lugar, el impacto más profundo en la IME es claramente la velocidad de cambio a partir del TLCAN. Este fenómeno de rápido cambio supone fuertes impactos en los mercados externos e internos de trabajo, en la calificación de la mano de obra, en la introducción de nuevas tecnlogías. En términos de aprendizaje organizacional e innovación es mas dudoso el proceso. En todo caso, cualquier análisis de la IME en estas ciudades fronterizas, debe tomar en cuenta el tremendo dinamismo de dichas actividades económicas, ya que las industrias, las plantas, la producción, la tecnología, los proveedores y sus trabajadores cambian rápidamente. 53

Pasemos ahora a ver con mayor detenimiento el tipo de maquiladoras y la aglomeración industrial conformada en Juárez y Tijuana. Las tendencias de este proceso, de acuerdo con las proyecciones de la compañía Ciemex-Wefa reafirmarán estos resultados.en los próximos cinco años.

2. El Caso de Ciudad Juárez

Un caso de aglomeración industrial que merece toda la atención al intentar conocer el posible desarrollo que otras localidades maquiladoras pueden lograr es Ciudad Juárez. Esta ciudad es un punto nodal por su localización geográfica y por su potencial como zona industrial altamente especializada. Una tercera parte de las maquiladoras de todo el país están en el estado de Chihuahua, y dentro de éste es en Juárez donde se concentra el 75% de las maquiladoras. El desarrollo de la IME en esta ciudad ha dependido en gran medida del desempeño de los grupos promotores y empresariales locales de Juárez. En 1997 la ciudad contaba con 15 parques industriales Para junio del 2000 existían 308 plantas maquiladoras, mismas que empleaban a 253,400 personas. Entre los mas grandes empleadores destacan los siguientes:

Firma Delphi Yasaki Thompson United Technologies Visteon Philips Elamex Johnson & Johnson Sumitomo

Número de Plantas

Número de Empleados

20 11 3 11 8 6 7 4 5

30,000 20,500 10,907 10,430 10,430 9,568 4,200 3,629 2,925

54

En julio de 1997 las firmas transnacionales concentraban el 64% de las plantas y el 86.3% del empleo en Juárez. Tan sólo las ‘tres Grandes del Auto’ (GM, Ford y Chrysler) y sus proveedores de primera línea ocupaban al 70% del personal total del sector automotriz en dicha ciudad (Carrillo e Hinojosa, 2000).

Ciudad Juárez se destacó durante mediados de los años sesenta y setenta por un enorme dinamismo en el número de plantas maquiladoras y el empleo. Hasta 1985 creció más rápidamente en el número de establecimientos en relación al número de maquiladoras a nivel nacional. Pero a partir de 1985 crecieron sistemáticamente más los establecimientos en el nivel nacional que en Juárez, como muestra el Cuadro 34. La falta de mano de obra calificada y no calificada en esta ciudad ha sido la razón principal de este hecho (Carrillo, 1993).

Cuadro 34 Crecimiento de los establecimientos y tamaño medio de la planta de la IME en Ciudad Juárez, 1980-1998 NE* NE*

1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998

Tasa de crecimiento Nacional

Tasa de crecimiento Juárez

-2.4 -3.3 2.6 12.0 13.1 17.1 26.4 24.1 18.6 2.9 12.4 8.4 1.9 -1.4 2.2 13.2 12.7 6.9

11.7 4.0 5.4 14 8.4 7.1 10.6 24.6 1.6 -5.6 7.1 4.7 -4.9 -8.7 2.2 11.4 7.2 -7.8

Tamaño medio Planta Nacional

Tamaño medio Planta Juárez

192.8 216.5 217.2 251.4 297.1 278.9 280.7 271.3 264.7 259.7 270.3 240.5 243.7 255.9 287.9 304.3 313.1 330.8 339.5

355 354.8 331.0 397.6 467.7 461.9 480.7 491.5 447.6 493.6 531.3 484.4 484.5 520.0 605.9 647.6 641.3 673.8 787.5

NE* es el número de establecimientos FUENTE: Elaborado con datos del INEGI.

55

No obstante esta disminución en el ritmo de crecimiento de los establecimientos, el tamaño de empleo por planta ha aumentado en forma sorprendente. De 355 empleos por establecimiento en 1980 alcanzó los 787 en 1998. A diferencia del resto del país, en Ciudad Juárez siempre se establecieron –en promedio- grandes empresas, pero esta característica ha sido más desatacada con el paso del tiempo. En este sentido, empresas maquiladoras de tamaño micro prácticamente no existen, y son pocas las pequeñas y medianas.

Durante los últimos 20 años la fisonomía de Ciudad Juárez, frontera con El Paso, Texas, ha cambiado sustancialmente debido al enorme crecimiento de la industria maquiladora. Sin duda, hoy en día representa un factor indispensable para el funcionamiento de su economía; mas aún, es el motor del dinamismo en la zona. Destaca en este proceso, en particular, la formación de clusters (Carrillo, Mortimore y Alonso, 1998), la cual ha sido destacada en el caso de las autopartes, y en especial de los cables eléctricos o arneses (Carrillo e Hinojosa, 2000). Otro caso regional es el de los televisores en Baja California (Carrillo y Mortimore, 1998; Carrillo y Hualde, 2000). El proceso de aglomeración industrial

ha derivado en algunos casos

en una

especialización productiva-territorial, y en un fuerte impacto positvo en el sistema educativo. Dos casos saltan a la vista: el “Valle del Televisor” en la ciudad de Tijuana y el “Valle del Arnés” en Juárez.

Sobresale en estos procesos de aglomeración la formación de cuadros altamente

calificados en ciertas empresas, las cuales con el tiempo contribuyen a la creación de un mercado de trabajo local caracterizado por el empleo de ingenieros y gerentes mexicanos que han logrado convertirse en empleados de “clase mundial”. Los centros de investigación y desarrollo de Delphi y Valeo en Juárez, o el complejo industrial televisivo de Samsung o de Sony en Tijuana, o de Philips y Thomson en Juárez , son una prueba fehaciente de ello. En el caso de los complejos de autopartes éstos encadenan dentro del mismo territorio, centros de ingienería que proveen a sus clientes y

empresas maquiladoras, las cuales a su vez cuentan con proveedores directos

especializados (generalmente plantas reubicadas en México) y proveedores indirectos como talleres de maquinado, inyección de plástico, empaques o batas. Además cuentan con importantes proveedores en distintas regiones de Estados Unidos y del mundo entero. A las redes productivas 56

se suman diversos actores sociales que conforman un enjambre insitucional de soporte que dinamiza el proceso y crean sinergias territoriales en torno a la competitividad internacional.

Acerca del super cluester del arnés, conviene resaltar cinco elementos. Primero, hay más plantas arneseras de las que reportan los directorios de empresas; muchas compañías poseen varias plantas cada una en la ciudad, pero sólo algunas están registradas en los directorios oficiales. Segundo, los establecimientos son de gran tamaño; las empresas arneseras empleaban 51,955 trabajadores, es decir, el 25.4% del total de empleos generados por la maquiladora en la ciudad, repartidos en 49 plantas, esto es, un promedio de 1,060 empleados por establecimiento para 1999. Tercero, existe una alta concentración en pocas empresas de primera línea o nivel; de los 49 establecimientos que conforman la rama de los arneses cinco empresas poseen 36 plantas y emplean a 49,254 trabajadores; tan sólo 6 corporativos concentraban el 95% del empleo de dicha rama en la ciudad. El número de participación individual por corporativo en el sector de autopartes se muestra en el Cuadro 35 la mayoría de estas plantas elaboran arneses. Cuarto, tienen como clientes no sólo a una sino a diversas ensambladoras americanas, asiáticas y europeas, tanto de autos, como de vehículos ligeros y pesados. Y, finalmente, a partir de 1994 ha dado inicio la proveduría del diseño completo del arnés (investigación, desarrollo, corte y ensamble) a las ensambladoras automotrices norteamericanas.

Corporación Delphi

Cuadro 35 Firmas Maquiladoras de Autopartes. Ciudad Juárez (Julio 1997)* Plantas Empleo 13 19,081

Yazaki

11

12,024

Lear Favesa

3

9,200

United Technologies (Lear) Alcoa Fujikura Ltd.

9 5

8,501 5,025

Ford Motor

4

4,665

Sumito Electric Wiring System

6

4,274

Strattec Security Safety Restrain System

1 1

2,072 2,000

Producto Manufactura y ensamble de arneses, manufactura de tapices para interiores, sistema de clima, bolsas de aire. Fabricación y ensamble de arneses y compresores. Ensamble de audio y bocinas, fabricación de vestiduras y cubiertas automotrices. Maquila y ensamble de arneses. Ensamble de arneses, y de arneses para automóviles Ford. Fabricación de radiadores, condensadores, cristales templados y estatores (ensamblado de alternadores. Maquilado de arneses eléctricos y electrónicos automotrices Fabricación de cerraduras para automóviles. Cinturones de seguridad.

57

ITT Automotive

3

1,527

General Motors

1

1,240

Ensamble de motores eléctricos, controles de velocidad, antenas F.M. y A.M. Ensamble de cubiertas y vestiduras para interiores automotrices.

57 69,609 Subtotal 89 80,620 Total FUENTE: Directorio de la industria maquiladora en Ciudad Juárez, Desarrollo Económico de Ciudad Juárez, A.C., Juárez, 1997. * Firmas con más de 1,000 empleados.

En resumen, el super cluster de Juárez está conformado por ‘jugadores globales’. Estos grandes corporativos se encuentran compitiendo dentro de los mercados a nivel mundial y producen tanto arneses como otros componentes para la mayoría de las empresas terminales (en la actualidad denominados en varias firmas como sistema de distribución eléctrico)12

3. El Caso de Tijuana

Particularmente Baja California, frontera con el estado de California, se ha visto beneficiado con el proceso de IED asiática al contar con 145 plantas en mayo de 1999 y emplear a mas de 45,200 trabajadores. En el caso de Tijuana, por ejemplo, el 84% de las plantas del sector electrónico producían aparatos electrónicos (Barajas, 1999) y la mayoría de ellas eran propiedad de firmas asiáticas.

Las firmas electrónicas establecidas en Tijuana pueden encuadrarse en lo que hemos denominado plantas de segunda generación (Carrillo y Hualde, 1996). Su característica principal es la racionalización del trabajo en organizaciones más complejas. Desde el punto de vista productivo son plantas que incorporan cada vez más procesos de manufactura a sus tradicionales procesos de ensamble y formas de producción “a la japonesa” como just-in-time.

12 El cambio de denominación de cables de arneses de ignición a sistema de distribución eléctrico (electrical distribution system) implica no sólo el reconocimiento de que el arnés automotriz desempeña un papel vital para coordinar y controlar la operación de todo el sistema de distribución eléctrica en el vehículo, sino la tendencia a sustituir la producción de componentes por la de módulos o sistemas. 58

Sus relaciones con las casas matrices van cambiando en el sentido de que hay más funciones asignadas a las filiales: por ejemplo, relaciones directas con los clientes y desarrollo de prototipos en nuevos productos. Son plantas que utilizan equipo automatizado para la inserción de componentes, robots para ciertas operaciones de traslado de materiales, o máquinas programables de moldeo de plásticos de inyección para el procesamiento de esta materia prima. Además, los sucesivos estudios acerca de estas plantas destacan un fuerte despliegue de técnicas de gestión de recursos humanos. Este progreso desde el ensamble hasta la manufactura y ciertas fases del proceso de diseño suponen una transición hacia fases más intensivas en conocimiento y en capital. Sin embargo, el crecimiento del empleo directo en los últimos años parece estar indicando que la transición no se presenta en forma lineal. Dicken (1992:323) señala que la manufactura de tubos de televisión es altamente intensiva en capital; sin embargo, las plantas que los fabrican en Tijuana continúan con gran cantidad de operaciones de ensamble. Tampoco las plantas de Tijuana han automatizado ciertas fases de ensamble aunque la tecnología disponible lo permite actualmente.

Un trabajo reciente muestra la existencia en Tijuana de plantas de lo que hemos denominado tercera generación (Alonso, Carrillo y Contreras, 2000). Esto es, plantas intensivas en conocimiento orientadas a la investigación, pero principalmente al diseño y desarrollo. Si bien estas plantas siguen manteniendo escasos proveedores regionales, desarrollan conglomerados intrafirma y cadenas interfirma, iniciando un proceso de integración vertical centralizada a través de complejos industriales en el lado mexicano. Estas plantas utilizan trabajo altamente calificado de ingenieros y técnicos, privilegiando el conocimiento y la creatividad tanto en el diseño como en la manufactura (Carrillo y Hualde, 1997).

Junto con los esfuerzos por conceptualizar la evolución tecnológica y organizativa de las maquiladoras, otro grupo de trabajos se han ocupado específicamente de analizar el caso de las maquiladoras japonesas establecidas en la frontera mexicana, bajo la premisa de que este tipo de inversiones constituyen un fenómeno cualitativamente distinto en la historia de las maquiladoras. Uno de los primeros trabajos sistemáticos en este sentido fue el de Kerber y Ocaranza (1989). Posteriormente, el análisis de las maquiladoras japonesas se ha venido orientando más claramente hacia temas ligados con la organización industrial y los impactos tecnológicos, organizacionales y 59

laborales de estas industrias. En cuanto a la lógica de su localización en la frontera mexicana, Lara (1998) ha enfatizado que la vecindad con los Estados Unidos representa no solo la cercanía con el mercado consumidor, sino además la disponibilidad de un mercado de insumos, bienes, servicios y fuerza de trabajo especializada. Además la región cuenta ya con una historia de evolución y aprendizaje tecnológico reconocida en el medio industrial internacional, lo cual se convierte también en un elemento importante en la toma de decisiones de los consorcios sobre sus nuevas inversiones y sobre el cambio tecnológico (Lara, 1998).

De acuerdo con este enfoque, las decisiones de localización dejan de gravitar sobre los costos de la mano de obra como criterio único, para incorporar además otro tipo de consideraciones estratégicas. Ramírez y González-Aréchiga aseveraban a finales de los ochenta que la novedad de estas estrategias de inversión es que están basadas “...en una competencia no basada

en los precios (...) sino en la búsqueda de ventajas comparativas mediante el

mejoramiento continuo del producto, proceso y organización. Estas plantas son (...) nuevos competidores en el sentido de que su estrategia predominante no es la competencia de precios ni su único medio organizacional es la minimización de costos.” (Ramírez y González-Aréchiga, 1989: 137).

Uno de los aspectos novedosos en la estrategia desplegada por las transnacionales japonesas, destacado por Curry y Kenney (1996), consiste en la tendencia a desarrollar complejos manufactureros. En ellos participan

plantas ensambladoras o de manufactura terminal y

proveedores de componentes que operan en la localidad bajo una estrecha coordinación con las ensambladoras. En ciertos casos se observan proveedores en un tercer nivel, es decir plantas que abastecen a los proveedores de las ensambladoras finales. Al principio, estas empresas abastecedoras de componentes se establecen manteniendo una vinculación directa y exclusiva con alguna de las filiales de las corporaciones, pero paulatinamente desarrollan sus propios clientes entre las empresas ya establecidas en la localidad, diversificando sus ventas y eventualmente sus líneas de productos.

De acuerdo con Curry y Kenney (1996), el caso más notable en este sentido es el de las plantas productoras de televisores, sector dominado por las empresas japonesas y que ha 60

desarrollado redes de abastecedores locales bajo esquemas de estrecha coordinación y alrededor del sistema Justo a Tiempo. Para estos autores, la industria del televisor podría estar representando el inicio de una nueva era en la historia de las maquiladoras y un avance en el proceso de industrialización mexicano (Curry and Kenney, 1996:17). Según comenta Lara (1998), la manufactura de televisores conforma un segmento en el que “…las empresas proveedoras japonesas [desarrollan un] progresivo escalamiento hacia procesos intensivos en capital, los cuales exigen mayor calificación de fuerza de trabajo…la producción de convertidores, transformadores, fuentes de poder, y el macroproyecto de la empresa Samsung de producir cinescopios de color dan cuenta en las empresas proveedoras japonesas del progresivo escalamiento hacia procesos intensivos en capital, los cuales exigen mayor calificación de fuerza de trabajo (Lara,1997:153). En esta lógica se enmarca la transferencia de opreraciones desarrollada durante la década de los noventa, cuando las empresas japonesas empiezan a trasladar operaciones ligadas con la producción de componentes más complejos e intensivos en capital, especialmente aquellos que bajo el Tratado de Libre Comercio resultan más afectados por las reglas de origen.

Luego de la importancia concedida al crecimiento de la inversión japonesa en operaciones maquiladoras en México, algunos trabajos empezaron a explorar el tema de las inversiones procedentes de otros países asiáticos, como Corea y Taiwán. Won Choi y Kenney (1996) exploran las estrategias que llevan a los inversionistas coreanos a desarrollar, al igual que los japoneses, complejos de producción integrados en la frontera mexicana (especialmente en Baja California), así como a desarrollar redes de proveedores formadas por empresas japonesas y coreanas establecidas en la región fronteriza.

Uno de los aspectos más reiteradamente discutidos en la literatura es precisamente el que se refiere al nivel tecnológico y organizacional de las maquiladoras asiáticas, especialmente en el caso de las japonesas. Se han presentado evidencias de que muchas de las plantas establecidas en la frontera mexicana, especialmente en Tijuana, cuentan con una tecnología similar, y en algunas ocasiones superior, a la de sus contrapartes en Japón, Estados Unidos o Corea (Contreras, 1999; Carrillo y Mortimore, 1998). 61

Por tanto, y de acuerdo con lo visto hasta aquí, se puede considerar que hay una aglomeración de empresas maquiladoras de la electrónica, que se caracterizan como empresas de segunda y tercera generación, que hay una tendencia a la incorporración de innovaciones tecnológicas y de las mejores prácticas organizacionales, y que se están formando complejos industriales basados en redes inter e intra-firma, particularmente en las empresas asiáticas.

En la aglomeración de Tijuana es importante el crecimiento de la industria de los televisores que ha sido un resultado directo de los cambios en esta industria en Estados Unidos. (Cuadro 36). Hacia mediados de los ochenta la mayoría de los productores americanos fueron orillados a abandonar la industria por parte de las transnacionales de consumo electrónico europeas y principalmente por las asiáticas. Thompson compró las plantas de General Electric y RCA, Philips adquirió las marcas de Sylvania y Magnavox, y Matsuchita compró Quasar. La industria quedó dividida principalmente entre transnacionales europeas con plantas de producción en Estados Unidos (las cuales controlaban cerca del 34% del mercado estadounidense en 1990), y un rápido crecimiento colectivo de las corporaciones principalmente japonesas de consumo electrónico, las cuales invirtieron en la creación de un cluster de aparatos de televisión en Tijuana, En 1995, LG Electronics compró las operaciones de televisor de Zenith.. Cuadro 36 Principales Firmas de Aparatos de Televisión en México (fines de1996) Firma (Año de inicio)

País de Origen

Modelos Ensamblados

Capacidad de Producción Anual

Grupo I: El Cluster de Tijuana 9,050,000 Sony (1985)

Japón

Sony

3,000,000

Samsung (1988)

Corea del Sur

Samsung

1,850,000

Matsushita (1980)

Japón

Quasar, National

Sanyo (1982)

Japón

Sanyo

Hitachi (1986)

Japón

Hitachi

900,000

JVC (1996)

Japón

JVC

700,000

Panasonic,

1,500,000 1,100,000

Grupo II: El Cluster de Juárez n.d. Thomson (n.d.)

Francia

GE, RCA

n.d.

Philips (n.d.)

Holanda

Magnavox, Sylvania

n.d.

LG Electronics

Corea del Sur

Zenith, Goldstar

n.d.

62

Grupo III: Mexicali Daewoo

Corea del Sur

n.d

Orion

Corea del Sur

d.d

Capacidad Estimada Anual de Todas las Firmas 18,000,000 FUENTE: Elaboración del autor con base en entrevistas en plantas

De acuerdo con el programa de cómputo MAGIC de la CEPAL, la participación mexicana en las importaciones de aparatos de televisión de Estados Unidos (HTS item 8528) creció de 40.6% en 1990 a 78.8% en 1996, quedando México muy lejos de otros países, como Malasia, Japón y Tailandia (Gráfica 17) (Mortimore, 2000). La industria de televisores es claramente una de las más dinámicas en el sector

electrónico. En 1995, representaba 10% de todas las

exportaciones del programa HTS 9802 y 6% de todas las exportaciones bajo el TLCAN hacia Estados Unidos. En forma semejante ha generado 28% de todas las exportaciones HTS de la industria electrónica y 30% de todas las exportaciones electrónicas hacia aquel mercado bajo el TLCAN. Aqui va Gráfica 17 El éxito de las transnacionales japonesas que acceden al mercado estadounidense desde el cluster de Tijuana ha provocado una respuesta de las firmas europeas, las cuales han intentado hacer algo similar en Ciudad Juárez. En abril de 1998, Thompson planeaba transferir sus operaciones de ensamble de televisores de Bloomigton, Indiana hacia su complejo en Ciudad Juárez . Está por abrir una planta maquiladora en Mexicali.13

La importancia de las plantas de televisores mexicanas establecidas en México se manifiesta en que 18 de los 26 millones de televisores a color vendidos en 1998 en Estados Unidos, se fabricaron en unas 10 firmas, localizadas en su mayoría en la región fronteriza del norte de México; esto es, 7 de cada 10 televisiones a color vendidas en el mercado norteamericano fueron producidos en México (en 1989 fueron 4 de cada 10 de acuerdo con 13

USITC, 1996: 4-7 63

Koido, 1991:53). En el caso de Panasonic 100% de sus ventas de televisores en el mercado de Estados Unidos procedían de

una sola planta en Tijuana. Esta tendencia al crecimiento

seguramente se mantendrá en el futuro cercano ya que se mantienen actualmente altos niveles de producción e inversión. La firma JVC inició operaciones en Tijuana en 1996, y tanto Sony como Samsung han incrementado sustantivamente su volumen de producción. Desde finales de 1994, las firmas asiáticas han invertido más de mil millones de dólares en nuevas plantas en Tijuana (Corea $650 millones de dólares, Japón $400 millones).14

Mientras que la industria de televisores sigue siendo uno de los sectores maquiladores que más insumos incorpora provenientes del Asia (fundamentalmente a través de contenedores por barco que llegan al puerto de Long Beach para después ser trasladados por tierra hacia Tijuana), las reglas del TLCAN han presionando para cambiar la lógica de esas operaciones. Por ejemplo, un 15% de los impuestos al valor añadido es aplicado a las operaciones de tubos de rayos catódicos no estadounidenses (CRTs). Mientras que compañías como Sony y LG Electronics producen CRTs en Estados Unidos, para exportación a sus plantas de ensamble en México, nuevos importantes proyectos para producir vidrio (Samsung con Asahi y Corning) y CRTs (Samsung y Daewoo) están siendo implementados en México por sus competidores. La reestructuración de los componentes producidos en las firmas asiáticas de la electrónica de consumo se está expandiendo a la vez que se moderniza el ensamble de los aparatos de televisión en México, particularmente en el cluster de Tijuana. La nueva producción “in house” del componente CRT ilustra claramente este proceso.

Sin embargo, la mayoría de los insumos comprados fuera de esas firmas provienen principalmente de proveedores estadounidenses del lado americano. No obstante lo anterior, una nueva tendencia parece emerger en otros proveedores (principalmente asiáticos) para establecerse en o cercanamente a los clusters en Tijuana y Ciudad Juárez. Aquí se presentan importantes diferencias entre las transnacionales japonesas y coreanas. La actual inversión asiática en Tijuana, como Sony, Matsuchita, Sanyo y JVC, aún mantiene sus centros de ingeniería en el sur de California, mientras que las nuevas inversiones de Samsung y Daewoo se basan en una 14

Darlin, Op. Cit, p.112 64

integración vertical dentro de la misma firma con el establecimiento de proveedores extranjeros incorporados al cluster.

La incorporación de las compañías mexicanas como proveedores significativos, no se ha dado. Un directivo de Philips Consumer Electronics, por ejemplo, mencionó a la USITC que “México no cuenta con la infraestructura tecnológica entre sus proveedores domésticos para apoyar el alto volumen de requerimientos para productos líderes electrónicamente como las televisiones y los monitores para computadoras.”15

Parece que el tamaño reducido de los

proveedores nacionales impide el logro de economías de escala y trae problemas subsecuentes como altos precios y mala calidad de los componentes. Por lo tanto, dos hechos son destacables en este aspecto: Por un lado, los

importantes avances en la producción en las plantas

transnacionales de televisores y en la producción de ciertos componentes por proveedores extranjeros, dadas las presiones de las reglas de origen del TLCAN; y por otro lado, la situación referente a los proveedores mexicanos la cual no ha experimentado ningún cambio importante, a pesar de las políticas gubernamentales de apoyo.

4. A manera de conclusión.

La aglomeración de empresas desvinculadas entre sí y con empresas locales fue resultado de un proceso que inició a mediados de los sesentas en ciudades como Tijuana y Juárez. A mediados de los ochentas, ya existían elementos de la conformación de clusters productivos en televisores y en las autopartes, respectivamente, es decir, de plantas del mismo secctor, que además producían el mismo producto o uno muy semejante, localizadas en la misma zona, compitiendo y cooperando entre sí (relaciones comerciales inter-firma). Con la entrada del TLCAN, y no necesariamente por esta razón, los clusters se fortalecieron en Tijuana y Juárez, ya que además de localizarse las más importantes firmas competidoras en dichas zonas, se integraron verticalmente las firmas, al introducir nuevas actividades las cuales añadieron valor agregado, tecnología, diseño y desarrollo, complejidad productiva y organizacional, y mayor calificación en 15

USITC, Op. cit., p. 4-8. 65

el trabajo, entre las mas relevantes. Mientras esto sucedía, fueron desarrollados proveedores locales de materiales, equipos y servicios diversos, para atender la gran demanda de las empresas maquiladoras.

La conformación de super clusters en Tijuana y Juárez continúa en proceso. Todo indica que los sistemas productivos locales están consolidando el proceso de enriquecimiento en actividades y procesos, tanto productiva como organizacional y laboralmente hablando. Aún hay muchas limitantes para que este proceso tenga un “salto de frontera” y alcance un desarrollo local mas sustentable. Aún falta información y estudios sobre el aprendizaje organizacional y los procesos de innovación, por ejemplo, así como las sinergias que se están produciendo o desperdiciando con los clusters en el lado americano, fundamentalmente en San Diego. Hacia ya debe de dirirgirse parte de la investigación sobre la IME en la primera década del milenio, ya que también existen otras fuertes presiones y tendencias para reubicar las nuevas inversiones en zonas mas baratas que la frontera norte, ya sea qu en otros estados de México, en otros países caribeños o, principalmente, en los países continentales como China e India.

66

TERCERA SECCIÓN. RESULTADOS SECTORIALES PRELIMINARES. ENCUESTA MEJORAMIENTO EN LA CALIDAD EN EL EMPLEO EN LA IME.

En esta sección se presentan los resultados de las muestra de plantas de autopartes y electrónicas, con 15 empleados o más, encuestadas en Tijuana, Ciudad Juárez y Matamoros. En el siguiente cuadro se muestra la distribución de establecimientos entrevistados por rama y ciudad. Si bien la muestra de 64 plantas resulta aún pequeña para saber si los resultados preliminares son un buen ejemplo de lo que se encontrará en el censo de establecimientos a maquiladoras, los resultados muestran una nula o baja dispersión en muchas de sus variables, lo que permite indicar que, con cierta seguridad, los resultados finales serán en esas variables muy semejantes. De igual manera hay que tomar en cuenta que muchas plantas maquialdoras que serán entrevistadas pertenecen a los mismos corporativos, por lo que es de esperar que ciertos resultados tengan poca variación ya que, por lo general, las políticas que establecen los corporativos se aplican a todas sus plantas en la misma localidad, e incluso en muchas ocasiones para todas sus operaciones en México o en el mundo. Ciudad #

Autopartes %

Tijuana

0

0.0

15

31.3

Ciudad Juárez

6

37.5

25

52.1

Matamoros

10

62.5

8

16.7

Total

16

100.0

48

100.0

#

Electrónica %

1. Características Generales de los establecimientos.16

Las empresas de las ramas electrónica y de autopartes tradicionalmente han estado compuestas por inversión extranjera (P1-2). Una primera característica es que la inversión es

16 En esta sección aparecen entre paréntesis la letra P seguida de un número o bien de otras letras. Estos códigos corresponden con los cuadros de salida generados en el SPSS, yestán en función de la numeración de las preguntas 67

preponderantemente estadounidense, aunque esto es incluso mas pronunciado en el sector de las autopartes (P1-2-1). El censo encontró que todas las empresas electrónicas son extranjeras y que en su mayoría (67%) son de capital mayoritario estadounidense, mientras que las asiáticas constituyen el 23%, distribuido de la siguiente manera: Japón 16.7%, Taiwán 4.2% y Corea 2.1%. El restante 10% proviene de diversos países europeos (Francia, Alemania, Inglaterra y Holanda). En el caso de las empresas de autopartes también se encontró que todas son extranjeras y que en el 75% de las plantas el capital mayoritario provenía de Estados Unidos. El resto provenía, en orden de importancia, de Alemania, Hong Kong y Japón, y una coinversión americano-japonesa.

Una segunda característica es que se trata de empresas que tienen una importante presencia en México La gran especialización productiva que mantienen, que no es objeto del presente estudio, y el papel que juegan dentro de la producción integrada bajo el TLCAN son dos rasgos importantes que reflejan este proceso. En el caso de la industria electrónica cada casamatriz cuenta en promedio con 3.4 plantas en este país (155 en total) (NUMPLA) y generan un volumen de empleo de cerca de 58,200 personas (TOTEMPME). Sin embargo, el volumen de empleo por parte de la casa-matriz resultó ser muy heterogéneo, entre 66 y 15,000 personas, con una media de 375 ocupados por establecimiento. Acerca de las autopartes, los corporativos cuentan con 98 plantas (con un promedio de 6.5 por corporativo), las cuales emplean a más de 20,200 personas y, al igual que en la electrónica, la dispersión fue alta (osciló entre los 124 y los 8,999 empleados, con una media de 204 ocupados por planta).

Es importante reconocer que se trata de empresas 100% extranjeras y que un importante porcentaje de los altos directivos en consecuencia son también extranjeros (62% en la electrónica y 50% en las autopartes) (P1-3). Unicamente el 10% de los entrevistados contestó que los altos directivos de la planta eran mexicanos en la rama de la electrónica, y el 31% en la de autopartes. Y un 27% y 19%, respectivamente, contaban tanto con directivos mexicanos como extranjeros. Por tanto, y de manera relevante, en el 37% de los casos de las plantas electrónicas hay presencia de gerentes mexicanos y en el 50% en el caso de las autopartes. Estas cifras son relativamente altas ya que mientras que hace 20 años prácticamente todos los directivos de empresas extranjeras del cuestionario aplicado. Debido a que se trata de datos preliminares, se optó por esta forma de correspondencia entre texto y cuadros para facilitar la búsqueda de los mismos posteriormente. 68

venían de sus países de origen, actualmente cada vez hay más mexicanos al frente de la alta gerencia.

El papel que están tomando las firmas transnacionales en México también refleja la creciente presencia de las maquiladoras en este país. La autonomía que guardan estas empresas en México respecto a su casa-matriz, característica poco estudiada en la literatura, fue relativamente alta. Alcanzó la “autonomía total” el 44% de las plantas en el sector de la electrónica y el 19% en el de autopartes (P1-4). Si bien la gran mayoría sigue mantiendo una autonomía parcial (46% de electrónicas y 69% de autopartes), este proceso está cambiando. Unicamente el 8% y el 6% tenía “mínima autonomía”, respectivamente. Llama la atención que, mientras que en las empresas del sector electrónico están más controladas por extranjeros, la percepción del grado de autonomía respecto de la casa matriz es mayor que en las empresas de autopartes en donde hay mayor presencia mexicana.

Una tercera característica de las plantas maquiladoras estudiadas es el importante volumen de empleo que generan (TOTEMPPL). Partiendo de la definición adoptada para este estudio, se trata en su mayoría de “empresas grandes” (69% en las autopartes y 50% en la electrónica), seguido de plantas macro o “muy grandes” (23% y 29%, respectivamente), y pocas “medianas” (8% y 16%, respectivamente) (TIPOMAQ2). Los resultados arrojan pocas plantas de tamaño “pequeño” (5% sólo en la electrónica), pero éste último porcentaje tiene subregistros, ya que en el listado que se conformó para el censo de plantas no entraron aquellas menores de 100 empleados, de acuerdo a los directorios obtenidos.

El promedio de ocupados por establecimiento, “la semana pasada anterior a la fecha de aplicación de la encuesta”, fue muy alto. Alcanzó las 813 personas en la industria maquiladora de autopartes y las 978 personas en las plantas electrónicas. En total, 15 establecimientos maquiladores autopartistas reportaron una ocupación de 12,198 empleados en Ciudad Juárez y Matamoros. Mientras que en la industria maquiladora electrónica, y para las localidades de Tijuana, Juárez y Matamoros, fueron 44 plantas con 43,019 ocupados. El cuadro que se presenta a continuación muestra la distribución del empleo por establecimiento y rama de actividad económica: 69

Tamaño

Autopartes

Electrónica

#

%

#

%

Pequeñas (1-100)

0

0

2

5.3

Medianas (101-250)

1

7.7

6

15.8

Grandes (251-1000)

9

69.2

19

50.0

Muy grandes (1000 y +)

3

23.1

11

28.9

Total

13

100.0

38

100.0

Una cuarta característica de la IME ha sido el tipo de personal empleado: trabajadores directos (obreros) y mujeres. La distribución del personal ocupado arrojó, como era de esperarse, que las maquiladoras son intensivas en mano de obra “poco calificada”.

En promedio, los

establecimientos maquiladores de autopartes respondieron que el 72% de sus empleados fueron obreros, mientras que el 13.5% fueron técnicos, el 12.4% administrativos, y el 5.7% directivos (P1-5-1-1 al 4). Por su parte, en el caso del sector maquilador electrónico, el 83.9% resultaron ser trabajadores directos, 7.3% técnicos, 6.0% administrativos y 3.2% directivos. Este alto porcentaje de trabajadores “poco calificados” ha sido una característica central desde el inicio de la IME en México debido a su alta intensidad en el trabajo; esta característica, de acuerdo con estudios anteriores, es independiente de que se trate de sectores o empresas más o menos intensivas en trabajo, e incluso intensivas en diseño y desarrollo (Carrillo y Hualde, 1997).

En relación a la ocupación según género, en el caso de las maquiladores de autopartes resultó que la mayoría del personal directo fueron hombres (51.7%), mientras que, por el contrario, en las plantas electrónicas fueron mujeres 64.3% (P1-5-2). Si bien la alta proporción de hombres en la industria automotriz parecería no llamar la atención, resulta que las mujeres han ganado cada vez mas terreno en esta rama. Prácticamente el 50% de la mano de obra son mujeres en las maquiladores de autopartes, lo cual contrasta con las plantas en Estados Unidos y Canadá, en donde los hombres tienen una mucho mayor representación, al igual que en la plantas ensambladoras de autos.

70

Una quinta característica de la industria maquiladora de exportación, señalada en diversas ocasiones, ha sido el problema de la falta de mano de obra. El principal problema de recursos humanos en las empresas maquiladoras desde hace más de quince años es la rotación voluntaria de personal. La rotación continúa siendo un grave problema actualmente: los resultados encontrados indican que el problema se mantiene en comparación con hace una década para el caso de las autopartes. Mientras que en 1989 se encontró una rotación de personal promedio en las autopartes del 9.7% (Carrillo, 1993), los resultados de la presente encuesta arrojaron una tasa del 9.0%. Y para el caso de las plantas maquiladoras electrónicas, incluso fueron mas elevadas las tasas: del orden del 10.5% en 1989 contra el 12% en el 2000 (P1-6).

Las plantas maquiladoras dejaron de ser golondrinas desde hace muchos años. El tamaño de sus activos fijos y del valor agregado que generan, su creciente e importante papel en México dentro del contexto del corporativo, y los años que tienen operando en México reflejan una gran estabilidad en este país, tal y como fue señalado en las secciones anteriores. La antiguedad promedio en esta encuesta para los 16 establecimientos maquiladores de autopartes entrevistados fue muy alta: alcanzó los 17.3 años (con una desviación estándar de 9.3 años);

y en las 48

maquiladoras de la industria electrónica fue de 13.4 años (con desviación estándar de 9.2 años) (ANTIGUED).

La IME ha sido caracterizada por un enorme dinamismo y velocidad de cambio (véase la primera sección de este documento). Esto se refleja en que, en primer lugar, todas las empresas hayan sufrido cambios profundos. Mientras que la actividad principal que sufrió estas transformaciones, para el caso de maquildoras de autopartes y con base en un estudio anterior, fue el “desarrollo de procesos” (25% de las plantas en 1985; los recursos humanos (25% en 1990, y 27% en 1995) (Carrillo, Mortimore y Alonso, 1998), actualmente (1999-2000) fue la realización de nuevas actividades, tales como la “fabricación de componentes” con 19% de los establecimientos entrevistados, el “ensamble final” 19%, el “diseño de productos” 12% y el “diseño de procesos” 12% (P1-4-1-1). Sólo una empresa contestó que la seguridad e higiene fue el aspecto principal donde hubo cambios más profundos.

71

En el caso de las plantas maquiladoras electrónicas las respuestas a esta pregunta variaron considerablemente en relación con las autopartes. Un porcentaje importante de entrevistados (19%) contestó que la seguridad e higiene fue la principal actividad donde se presentaron los cambios más profundos durante los últimos dos años. La principal actividad con profundos cambios fue sin embargo el diseño (de productos 21% y de procesos 15%). Otra actividad que resaltó en los datos fue la fabricación de componentes con 13%. Sin embargo, en 1995, para el caso de las plantas maquiladoras electrónicas de televisores fue el “desarrollo de procesos” (32%), pero en 1990 (32%) y en 1985 (40%) fue el “desarrollo del producto” (Carrillo, Mortimore y Alonso, 1998). Ello indica que las transformaciones principales al interior de las plantas cambian en el tiempo, lo cual es un claro reflejo del gran dinamismo que experimenta la IME.

Finalmente, la IME ha sido caracterizada por su rápida modernización

productiva.

Diversos indicadores de la presente encuesta muestran este patrón. En primer lugar, la tecnología que utilizan las plantas maquiladoras resultó ser muy moderna: 31% de los entrevistados en las autopartes y 27% en la electrónica consideró que era comparable con la mejor (P1-7). No obstante, en promedio resultó ser de dos años y medio de atraso en relación con la que se utiliza en su ramo en el nivel mundial para el caso de las autopartes y del doble para las electrónicas (5.6 años), aunque se trata de una variable con una gran dispersión (fue heterogénea estructuralmente).

En segundo lugar, el porcentaje de automatización de la planta en relación al valor de la maquinaria y el equipo fue muy alto: 48.6% en establecimientos automotrices tomando en cuenta que se trata exclusivamente de empresas intensivas en mano de obra. (con una distribución de 31% de plantas hasta 10% de automatización, 25% entre 11 y 60% y 38% de 61 al 100%) (P1-8). Por su parte en la industria electrónica fue de 43.8% con una distribución de 19% para el intervalo 1-10% de automatización, 60% para el 11-60% y 21% para 61-100%. Por tanto, en términos de la distribución son un poco mas automatizadas en el sector electrónico, lo cual se explica por la integración vertical desarrollada por las firmas a partir del TLCAN.

Y tercero, un alto porcentaje de las plantas maquiladoras entrevistadas cuenta con alguna certificación (ISO o QS): el 94% de los establecimientos de autopartes y el 73% en los electrónicos (ISO-Certificación). La diferencia a favor de las autopartes se explica porque se trata 72

de plantas que proveen a las ensambladoras de autos y dichas transnacionales exigen estar certificados para ser parte de su estructura de proveedores. Mientras que en el sector electrónico, no necesariamente todas las firmas tienen esta exigencia.

Todo ello, permite aseverar que se trata en, general, de empresas maquiladoras modernas tecnológicamente, automatizadas y certificadas en calidad de procesos y, aunque en menor medida, en medio ambiente (entre 25% y 33% de las plantas contaron con ISO 14000). Si a ello le agregamos que tienen una relativa autonomía de la casa matriz, que son extranjeras y que los directivos mexicanos juegan un papel importante, podemos concluir, en este nivel, que la IME en las ramas de autopartes y de la electrónica son un vehículo del proceso de modernzación industrial en México. Evidentemente, existen diferencias importantes entre estos sectores productivos,. Las plantas de autopartes resultaron ser de mayor tamaño, mas antiguas y mas modernas tecnológicamente que las plantas maquiladoras electrónicas. Pero esta diferencia de modernización estará asociada con la calidad en el empleo en términos de la seguridad e higiene en el trabajo?. Intentaremos responder en forma preliminar a esta pregunta en el apartado que sigue, aunque esta interrogante será examinada en forma minuciosa en el reporte final. La hipótesis de trabajo para el futuro reporte final es que el sector automotriz es más moderno y cuenta con una mejor calidad en el empleo, en términos de seguridad e higiene en el trabajo.

2. Acerca de la Seguridad e Higiene en el Trabajo

Consecuentemente, con un tipo de empresas con inversión extranjera, modernas tecnológica y organizacionalmente, sería de esperarse contar con empresas que han adoptado modernas sistemas y políticas de seguridad e higiene. Los resultados preliminares indican que así es. El censo arrojó resultados muy homogéneos al respecto y fueron arrolladoras las respuestas positivas sobre el tipo de programas y políticas con las que cuentan, en particular sobre del desempeño de las plantas maquiladoras, como se puede observar a continuación:

Todas las plantas en los dos sectores cuentan con un programa de seguridad e higiene en el trabajo (P2-1). Pero mientras ocho de cada diez plantas tienen una política de seguridad e higiene en la rama de autopartes, llega a los nueve en la industria maquiladora electrónica (P2-4). 73

* La gran mayoría de los corporativos (81% en las plantas de autopartes y 62% en las electrónicas) monitorean con cierta frecuencia el desempeño de las plantas respecto a la seguridad e higiene (P2-5).

* La gran mayoría de las maquiladoras (94% en autopartes y 92% en electrónicas) toman las medidas preventivas con la oportunidad suficiente (P2-7)

* La gran mayoría de las plantas (87% en autopartes y 90% en la electrónica) definen por escrito las funciones y responsabilidades del personal para prevenir riesgos laborales (P2-9).

* Todas las plantas de autopartes cuentan con un sistema de información sobre la ocurrencia y siniestralidad de las enfermedades y accidentes de trabajo; y dicha información sobre la incidencia en los riesgos de trabajo es conocida por todo el personal en la totalidad de las plantas de autopartes, y en el 65% de las maquiladoras electrónicas (P2-11 y P2-12-4).

* La gran mayoría de las empresas tienen procedimientos escritos sobre alturas (93% en plantas de autopartes y 52% en plantas electrónicas). Expresando primero el porcentaje para autopartes y luego para maquiladoras electróncias se tienen lo siguientes resultados: “espacios confinados” (83% y 48%), “manejo de sustancias químicas” (100% y 96%), “transporte de sustancias químicas” (100% y 85%), “manejo de maquinaria y equipo de alta peligrosidad” (100% y 74%), “manejo de instalaciones eléctricas” (100% y 80%), “ruido” (100% y 77%), “polvos” (69% y 59%), “vapores” (87% y 75%), “gases” (77% y 56%), “iluminación” (81% y 71%), “ventilación” (81% y 74%), “manejo y control de fluidos presurizados” (86% y 59%), “manejo y control de equipo sujeto a presión” (100% y 86%, respectivamente). (P2-10-1 a la 14).

* La gran mayoría de las maquiladoras (87% de autopartes y 79% de electrónicas) cuenta con actividades de orientación y capacitación que señalan la importancia de la seguridad e higiene para el diferente tipo de personal (P2-14-1 al 3).

74

* Todas las plantas de autopartes ofrecen adiestramiento en el puesto de trabajo al inicio de labores y 96% en las electrónicas (P2-15)..

*

La gran mayoría de

las plantas (94% en las maquiladoras automotrices y 96% en las

electrónicas) especifican las medidas de seguridad e higiene que deben aplicarse en el proceso de trabajo y en el manejo de la maquinaria, equipo y herramientas. (P2-16)

* La gran mayoría de les establecimientos maquiladores (94% en ambas ramas) actualiza la capacitación (P2-17).

* Todas las plantas realizan auditorías de las condiciones de seguridad e higiene en el caso de la industria de autopartes y la gran mayoría o el 96% en la industria electrónica (P2-18). Estas auditorías son llevadas a cabo, principalmente, con el personal de la propia empresa (P2-19), y participan en las mismas el departamento de seguridad e higiene (94% y 95%, respectivamente), el servicio médico (87% y 93%) y la comisión de seguridad e higiene (94% y 93%). Los supervisores participan en forma importante,

aunque en menor medida que el personal

especializado en el áreade seguridad e higiene (62% 69%), al igual que los jefes de línea (en 44% de las plantas de autopartes participan y en 66% de las electrónicas) (P2-20-1 al 5).

* Todas las plantas cuentan con un plan de emergencia de acuerdo a las disposiciones de protección civil en el caso de las empresas de autopartes y en el 87% de las plantas electrónicas (P2-22).

* Un porcentaje importante de establecimientos ha recibido alguna distinción por su comportamiento en pro de la seguridad e higiene y el medio ambiente por parte del corporativo (44% en autopartes y 28% en electrónicas) (P2-25-1S), y/o del gobierno estatal (50% y 13%) (P225-3S) y/o del gobierno federal (25% y 23%, respectivamente) (P2-25-2S).

* Todas las maquiladoras de autopartes cuentan con un departamento de seguridad e higiene y con una comisión respectiva y el 94% tiene servicio médico. En el caso de los establecimientos 75

electrónicos el 81% contó con departamento de seguridad e higiene, 91% con la comisión respectiva y el 54% con servicio médico (P5-1-1 al 3).

Los datos anteriores reflejan que la existencia de infraestructura y programas de seguridad e higiene son muy semejantes en las 16 plantas de autopartes y en las 48 maquiladoras electrónicas. Sin embargo, existe un mayor énfasis en las políticas de seguridad e higiene en el caso de la industria de autopartes. Esta diferencia, sin duda, es conveniente someterla a análisis estadístico una vez que se tengan los datos de todas las plantas.

A partir de los elementos anteriores, es comprensible que la calificación que le otorgaron los entrevistados al desempeño de su planta en materia de seguridad e higiene en el trabajo haya sido muy favorable:

En el caso de las plantas de autopartes, el 19% de los entrevistados

consideró que es comparable al “mejor logro en el ámbito internacional”, el 25% “al promedio de las empresas de los países desarrollados” y el 19% “al mayor nivel en el ámbito nacional”. Es decir, un gran porcentaje, 62% de las plantas, consideró que su desempeño es muy bueno. Y el restante 37% considera que está en el “promedio de las empresas del país”. En el caso de las maquiladoras electrónicas, los porcentajes fueron menores: 11%, 13% y 20%, respectivamente (P3-1). Por tanto, 43% de los entrevistados en las plantas electrónicas consideraron que su desempeño es muy bueno y 56% que está en el “promedio de las empresas del país”.

Esta diferencia entre las ramas es consistente con los elementos expuestos anteriormente, en donde la industria de las autopartes tiene, al parecer, más programas de seguridad e higiene y, sobre todo,

de políticas,

en comparación con la industria electrónica. No obstante estas

diferencias, todo indica con base en estos resultados prelilminares, que la IME en conjunto mantiene un excelente desempeño en ambos sectores y en las ciudades analizadas, de acuerdo con los datos de la encuesta.

Como se desprende de los cuadros P3.6.1 al 11, la mayoría de los establecimientos, sino es que todos, tanto del sector de maquiladoras de autopartes como de las electrónicas, cuentan con diversos elementos de los sistemas de administración de la seguridad e higiene, tales como auditorías, responsabilidades por puesto, recursos técnicos para procesos peligrosos, capacitación, 76

políticas, estructuras preventivas (área de seguridad e higiene, servicio médico, etc.) manejo de siniestros, sistemas de información, etcétera.

Los beneficios que se derivan del establecimiento de programas de seguridad e higiene son diversos y las respuestas fueron variadas: el 31% de los entrevistados en las plantas de autopartes y el 37% en las electrónicas consideró que impacta en una mayor eficiencia (“reducción de costos”); un 31% en autopartes y 19% en electrónica respondió que “brinda un mayor involucramiento de los trabajadores”, y otro 31% y 33%, respectivamente, consideró que “con ello se cumple con la normatividad” (P3-7). Concomitante, el 62% de los encuestados en las autopartes y el 59% en la industria electrónica contestó que no hay ninguna desventaja en la aplicación de dichos programas, aunque algunas empresas consideraron que de no aplicarse el programa entonces vienen los posibles problemas.

Las plantas maquiladoras de autopartes y electrónicas tienen distintos indicadores para medir su desempeño en materia de seguridad e higiene, destacando el tradicional índice de accidentes (número de accidentes por área) y la incapacidad por accidente (P3-10-1). Resalta que la tasa de incidencia de accidentes en el trabajo, en 1999, fue muy baja (del 0 al 3%) en el 75% de los establecimientos de autopartes y en el 81% de los electrónicos; se encontró una tasas del 4 al 7% en el 12% y 7% de las plantas, respectivamente, y una tasa de más del 16% en otro 12% y 7%, respectivamente (P3-10-11).

Por su parte el índice de incapacidad por razones de salud, en ese mismo año de 1999, fue del 0 al 3% en el 50% de establecimientos autopartistas y 49% de los electrónicos; de 4 a 7% la tasa en el 31% en las plantas de autopartes y 26% en las electrónicas; y de más del 8% de tasa en el 19% y 26% de los establecimientos, respectivamente (P3-10-12). El promedio de accidentes por planta para el sector automotriz, en 1999, fue de 1.63 (con 1.36 de desviación estándar) y para el sector electrónico fue de 1.44 (con una desviación de 1.1). Por su parte, el índice de incapacidad promedio por razones de salud, durante 1999, fue de 1.75 en el primer caso y de 2.03 en el segundo.

77

En relación a las dificultades internas que han inhibido el mejoramiento en la seguridad e higiene en las plantas, se encontró que el principal obstáculo está asociado principalmente con los propios trabajadores: tal es el caso de la “alta tasa de rotación de personal” (27% en autopartes y 22% en la electrónica), el “conocimiento inadecuado del impacto en riesgos de trabajo” (27% y 13%, respectivamente) y la “cultura del trabajador” (20% y 9%, respectivamente). “Otras prioridades de mayor urgencia” también tuvieron un peso importante en la industria electrónica (27%). Otros factores se pueden observar en el cuadro P3.11.

Acerca del principal obstáculo externo reportado por los entrevistados en la industria de las autopartes fue la “falta de incentivos en pro de programas de seguridad e higiene” (36% de la muestra) y “otro” (21%). Mientras que en la industria electrónica fue “el alto costo del equipo que se requiere” (41%), la “falta de infraestructura local” (20%) y la “falta de incentivos en pro de programas de seguridad e higiene” (18%).

Llama la atención que los factores que podrían influir en el aumento de los accidentes de trabajo sean, asimismo, la “falta de una cultura de seguridad e higiene” (44% en las plantas de autopartes y 26% en las electrónicas) y la “rotación del personal” (25% en autopartes y 54% en electrónicas), aunque difiere la prioridad en cada una de las ramas que estamos describiendo, como se puede observar en el cuadro P3.13.

En un estudio anterior basado en entrevistas con gerentes de empresas maquiladoras (Carrillo, 1993) se encontró que las maquiladoras se encuentran en el marco de la legalidad, esto es, están registradas oficialmente, pagan impuestos y cumplen con las leyes laborales, entre otras. En esta encuesta se preguntó si las autoridades gubernamentales inspeccionaban las plantas en las que laboraban los entrevistados. El 94% de las respuestas en las autopartes y el 92% en las electrónicas señala haber tenido alguna inspección acerca de su desempeño en materia de seguridad e higiene (P3-8); en la mayoría de los casos la inspección fue realizada durante el mismo año de la entrevista (P-3-8-1A). La inspección consideró la revisión de instalaciones, la verificación de la gestión en seguridad e higiene (P3-8-2-1 al 2). Sin embargo, solamente cuatro empresas de autopartes de las 16 entrevistadas fueron visitadas con el fin de dar asistencia y 78

asesoría al programa voluntario de autogestión, Pero en el caso de la industria electrónica, las repuestas fueron mayores: 23 de las 48 maquiladoras. (P3-8-2-3)

La evaluación que hacen los entrevistados respecto a las autoridades gubernamentales en materia de seguridad e higiene es por el contrario algo crítica. Es de llamar la atención que en encuestas previas, y en la propia experiencia del que escribe este documento, la opinión generalizada dentro de la IME es negativa, y más crítica aún en el caso de las micro, pequeñas y medianas empresas. Este estudio, sin embargo, fue la excepción. Ya que si bien la normatividad del IMSS fue considerada como “mala” por el 25.% de los entrevistados en los establecimientos autopartistas y por el 13% en los electrónicos; un 25% de entrevistados consideró que es “buena” en las empresas de autopartes y un 48% en las electrónicas. Y como “regular” opinó el 37% y 39% de los entrevistados, respectivamente. Para el caso de la normatividad de la Secretaría del Trabajo en doce plantas, o el 75%, consideraron los entrevistados como “buena” dicha normatividad, y en 36 establecimientos en el caso de la industria electrónica (con el mismo porcentaje); en el 19% de las plantas fue considerada como “regular” en ambas industrias. Por tanto, los resultados de las entrevistas realizadas acerca

de la normatividad en materia de

seguridad e higiene indican una opinión bastante positiva, sobre todo si se toma en cuenta que en estudios anteriores las opiniones sobre el gobierno y sus agencias genrealmente son muy críticas. Aunque hay porcentajes distintos entre los sectores aquí analizados, en esta variable existen más semejanzas que diferencias..

Los dos riesgos de trabajo más importantes en la planta fueron los mismos para ambas actividades económicas: los “riesgos por accidente por uso de equipo y/o material peligroso” (56% para las autopartes y 49% para las electrónicas) y “por desplazamiento interno en la planta” (19% autopartes y 21% electrónicas). Un tercer riesgo de cierta importancia, pero diferente en cada industria, fue “riesgos de salud asociados con ruido, ventilación, etc.” 12% en autopartes, y “riesgos de salud física” con 15% en las electrónicas (P3-14).

Las tasas de riesgos de trabajo promedio fueron bajas: 1.63 para accidentes de trabajo y 1.75 por incapacidades por razones de salud en el sector de las autopartes. Y en el caso del sector de la electrónica los resultados fueron: 1.44 y 2.03, respectivamente (P3-10-11 y 12). Varios 79

indicadores de riesgos de trabajo mostraron gran dispersión, esto es, variables estructuramente heterogéneas, tal fue el caso del número total de accidentes; el número de jornadas perdidas por accidente y el número de incapacidades totales. Sólo dos indicadores tuvieron baja dispersión: el número de ausentismos totales y el número de jornadas perdidas por ausentismos (P3-16-1 al 5).

El siguiente cuadro muestra, para el año de 1999, los resultados totales promedio y la desviación estándar (entre paréntesis) de cada variable:

Total de accidentes Incapacitados totales Ausentismos totales Jornadas perdidas por accidentes de trabajo Jornadas perdidas por ausentismos

Plantas de autopartes 17.93 (25.36) 112.10 (168.17) 103.0 (96.22) 113.79 (117.03)

Plantas electrónicas 13.90 (19.68) 114.53 (133.28) 73.67 (96.55) 144.57 (186.91)

214.25 (96.37)

275.25 (438.26)

Llama la atención que los promedios son similares entre ambas industrias, sin dejar de reconocer que se trata de variables estructuralmente heterogéneas. Sólo como referencia, en diciembre del 2000 los promedios de empleados por planta fueron 813 para el sector de las autopartes y de 978 en las electrónicas. Lo cual arroja una relación, para la industria de las autopartes, de 0.02 accidentes promedio en cada planta per cápita, 0.13 incapacitados, 0.12 ausentismos, 0.13 jornadas perdidas por accidentes y 0.26 jornadas perdidos por ausentismos. Y en el caso de las electrónicas, las tasas fueron, respectivamente: 0.01, 0.11, 0.07, 0.14 y 0.28. Por tanto, ambos sectores productivos guardan mucha semejanza en lo que se refiere a su desempeño en los riesgos de trabajo, y las proporciones resultaron muy bajas. Aunque estas cifras son claras, habrá que verificar esta información, primero, contra el promedio de empleo en 1999 para cada establecimiento y, después, obteniendo las tasas promedio por planta. Esto se presentará en el reporte final.

Hubo diversos factores que coadyuvaron a la prevención de accidentes y enfermedades de trabajo. Los principales factores que han influido en la prevención de los riesgos de trabajo en las plantas de autopartes y electrónicas fueron los siguientes: “los programas preventivos” (100% de las respuestas en autopartes y 78% en las electrónicas), “el mantenimiento de las instalaciones” 80

(94% y 72%, respectivamente), “los sistemas de administración” (87% y 68%, respectivamente) “la modificación de los procesos” (80% en autopartes y 64% en electrónicas), “los cambios en las instalaciones” (69% y 56%, respectivamente) (P3-15-1 al 8).

En opinión de los entrevistados, en el 50% de las plantas de autopartes disminuyó, desde 1999, el número de accidentes de trabajo y en el 19% no cambió, mientras que en los establecimientos elecrtónicos fue en el 51% y 28%, respectivamente. Sin embargo, un porcentaje considerable reportó que aumentó el número de accidentes desde 1999, 31% en autopartes y 21% en electrónica.

En otras variables fue más pronunciado incluso este proceso de disminución de indicadores de riesgos: jornadas perdidas por accidentes de trabajo (56% de las respuestas en autopartes y 46% en las electrónicas), jornadas perdidas por ausentismo (53% en autopartes y 44% en electrónicas), número de incapacitados (40% y 42%, respectivamente) y número de ausentismos (40% y 22%, respectivamente). Sumado esto a lo que no cambió, se tiene que sólo en pocas plantas la situación empeoró (entre 13.% y 25% de los establecimientos de autopartes y 19% y 24% en las plantas electrónicas). Esta mejoría, sin embargo, no se vio claramente reflejada en una reducción de los gastos ejercidos por razones de salud y accidentes. Según los entrevistados aumentaron los gastos en el 47% de las plantas de autopartes y en el 24% de las electrónicas; no cambiaron en el 7% de los establecimientos automotrices y en el 42% de los electrónicos, y lograron disminuir en el 47% de las plantas de autopartes y en el 34% de las electrónicas (P3-17-4 al 6).

Las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) se aplican en los

distintos factores de la

seguridad e higiene dentro de las empresas maquiladoras. En prácticamente todos los elementos se aplican las NOM: generadores de vapor y recipientes sujetos a presión; protección y dispositivos de seguridad en la maquinaria, equipos y accesorios; condiciones del ambiente de trabajo; sistemas contra incendio; equipo de protección personal; instalaciones eléctricas y electricidad estática; señales, avisos de seguridad y código de colores; manejo, transporte y almacenamiento de materiales; planta física; organismos; y condiciones generales. 81

Sin embargo, en varios elementos del factor “las condiciones del ambiente de trabajo” se encontró una “aplicación parcial”. Aunque en general los porcentajes fueron minoritarios, hubo algunos elementos en donde la regla fue por el contrario la aplicación parcial. Comparando las 16 plantas de autopartes y los 48 establecimientos electrónicos, y presentando los porcentajes en ese orden, y sólo para los casos donde aplican dichas NOM, los resultados fueron los siguientes: “manejo de agentes biológicos” (en 29% de las plantas de autopartes se aplica la NOM y en 11% de las electrónicas), en las “presiones ambientales anormales” (40% y 16%), en las “condicciones térmicas del medio ambiente de trabajo” (29% y 11%); en las “autorizaciones de fuentes de radiaciones ionizantes” (58% y 25%), en la “descontaminación radioactiva” (80% y 37%); en los “contenedores para desechos radioactivos” (80% y 39%);

en la “evaluación y control de

radiaciones electromagnéticas no ionizantes” (70% y 26%). Asimismo, en el factor “instalaciones eléctricas y electricidad estática”: “control de humedad en sitios cerrados” (23% y 20%). Del factor de la “planta física”: “vías de acceso a discapacitados” (36% y 15%) y “muelles” (29% y 16%).

En muy pocas plantas no se ha hecho la aplicación de algún elemento de las NOM: sólo en una planta en el sector de las autopartes y entre una y tres en el electrónico. Sin embargo, hubieron varios elementos con respuestas “no especificado”.

Las NOM que aplican en la planta y que tienen mayor dificultad para su aplicación son: el “uso de colores en tuberías” (19% en las autopartes) y “”dispositivos de protección y seguridad en maquinaria” (13% en las electrónicas). Y con sólo un 6.3% (o sea una planta) se encontraron 10 elementos en el caso de las autopartes (generados de vapor y recipientes sujetos a presión; protección y dispositivos de seguridad en maquinaria; medición y control de ruido; condiciones de ambiente de trabajo; elaboración del estudio de riesgos de incendio; capacitación para el uso de equipo de protección personal; instalaciones eléctricas y electricidad estática; estudio y programa para el manejo, transporte de sustancias peligrosas; de la planta física; capacitación en seguridad e higiene). Y en el caso de la industria electrónica tuvieron mayor dificultad para la aplicación de la NOM dos plantas (el 5.3%) en siete elementos: “generados de vapor y recipientes sujetos a presión”; “protección y dispositivos de seguridad en maquinaria”; “estudio de riesgo potencial para la maquinaria y equipo”; “condiciones de ambiente de trabajo”; “equipo de protección 82

personal”; “uso de códigos de colores en tuberías”; y “programa para el manejo de almacenamiento de materiales” (P4-2-1).

La principal dificultad reportada para la mayoría de las plantas en la aplicación de la primera NOM fueron los “aspectos técnicos de difícil interpretación”, en 77% de las plantas de autopartes y en 36% de los establecimientos electrónicos. En este último sector la “falta de recursos financieros” y “otro” fueron también declarados como las mayores dificultades de aplicación de las NOM en el 19% de las plantas en cada caso (P4-2-1-1). Llama la atención la existencia de disposiciones que son mejores que las NOM, tal fue el caso en cuatro plantas (25% de la muestra en autopartes) y en nueve establecimientos electrónicos (19%), y que éstas son disposiciones, principalmente, para llenar lagunas que aún no contemplan las NOM.

Todas las plantas dedicadas a la producción automotriz cuentan con un departamento de seguridad e higiene y una comisión de seguridad e higiene. Y en el 94% de la muestra tenían un servicio médico. Esto contrasta un poco con la industria electrónica en donde se encontró que 81% tenían dicho departamento, aunque 91% contaban con servicio médico y 100% con la comisión de seguridad e higiene (P5-1-1 al 3).

Si bien todas las empresas maquiladoras

registradas como tales están inscritas en el IMSS, las plantas de manera complementaria cuentan con personal especializado en el área de salud; si bien trata de un número pequeño de personal, no deja de ser importante el servicio que proporcionan las compañías en materia de atención a la salud.

El personal promedio asignado al área de seguridad e higiene en el caso de las plantas de autopartes fue de 4.44 mientras que en la electrónicas fue de 9.33 personas (con una desviación estándar de 3.65 y 9.17, respectivamente) y oscilando entre 1 y 15 personas en las automotrices. Y con un mínimo de 1 y un máximo de 20 personas en la electrónica. Las 16 plantas autopartistas cuentan en total con 71 personas en el área de la seguridad e higiene. Y en el caso de los 46 establecimientos electrónicos, que declararon dicha información, ocuparon en total 429 personas las cuales están especializadas en dicha área (P5-2). La distribución del personal asignado al área de seguridad e higiene, en promedio en cada planta, es la siguiente (P5-2 al 6): 83

Especialidad

Médicos Paramédicos

Enfermeras Otras

Total de personal promedio Total de personal asignado al área

Promedio de personas por área (en cada planta elcetrónica) 1.08 (0.79) 0.50 (1.18)

Promedio de personas por área (en cada planta de autopartes) 1.25 (0.68) 7.23 (11.03

1.98 (2.60) 11.54 (15.88)

2.38 (1.75) 6.64 (7.85)

9.33 (9.17) 429

4.44 (3.65) 71

Observaciones

El 19% y 17% de las plantas de autopartes y electrónicas no cuenta con paramédicos Sólo dos plantas automotrices no cuentan con enferemeras 12% y 15% de autopartistas y electrónicas no tiene este tipo de personal

Los números entre paréntesis del cuadro anterior son las desviaciones estándar, con ello nos ayuda a saber qué tan dispersos están los datos en cada especialidad ocupacional. Se observa que, en general, la dispersión es alta como sería de esperarse, lo cual es consistente con las diferencias tan pronunciadas en el tamaño de los establecimientos.

Finalmente para concluir esta sección, en cuanto al gasto en seguridad e higiene en 1998 y en 1999, las cifras promedio en la industria de las autopartes arrojaron un gasto de $400,249 pesos en el primer año y de $437,887 en el segundo año para el caso del sector de las autopartes, con una desviación estándar baja ($293,287 y $290,688, respectivamente). Aunque en 8 plantas, o el 50% de la muestra, no se conocía este dato para 1998 y en 7 plantas o el 44% para 1999. Y en el caso de la industria electrónica los gastos promedio en seguridad e higiene fueron de $406,470 en 1998 y de $352,928 en 1999 (con desviaciones estándar de 357,769 y 328,318, respectivamente). De esta manera, y de acuerdo a la información de 9 plantas, el gasto ascendió a $3,940,986 pesos en los establecimientos del sector de autopartes y a $7,411,500 pesos en los del sector de la electrónica con base en 21 plantas en donde los entrevistados respondieron a esta pregunta.

84

A manera de conclusión

Las respuestas de los entrevistados en las 64 plantas maquiladoras de las ramas de autopartes y electrónica muestran una empresa maquiladora moderna y grande de tamaño. Una empresa tipo que vive constantes cambios y enfrenta fuertes retos como la rotación voluntaria del personal. Este tipo de empresa maquiladora parece no ser tan distinto en un primer nivel de generalidad entre los sectores de autopartes y de la electrónica. Sin embargo, observando distintas variables, parecería que hay empresas mas modernas en el segmento automotriz que en el de la electrónica. Esto sin embargo, deberá somterse a hipótesis con la información completa del censo que se está llevando a cabo en cinco ciudades de México. En términos generales, los resultados preliminares de la encuesta refuerzan otros resultados de estudios anteriores, en donde se verifica una creciente autonomía de las plantas respecto de los corporativos, una mayor automatización, un tamaño de empleo mas elevado y una creciente certificación de la calidad de los procesos, y del medio ambiente, aunque esto último en menor medida. Quizás lo más importante es el papel que tienen las empresas maquiladoras en México dentro de sus corporativos, lo cual tiene un impacto en muchas de las variables económicas, sociales y laborales

Respecto a la calidad en el empleo, vista en términos de la seguridad e higiene en el trabajo, los resultados prelilminares también muestran una empresa maquiladora segura, moderna y con visión de futuro. Los programas de seguridad e higiene que tienen, las políticas al respecto, la infraestructura con que cuentan, el personal asignado a dicha área y la normatividad alcanzada, en términos de las Normas Oficiales Mexicanas, reflejan calramente esta realidad. Hay sin embargo diferencias entre la industria de las autopartes y la electrónica, pero desafortunadamente en este nivel de descripción no es posible llegar a conclusiones certeras sobre las diferencias centrales y el peso de las mismas. Esto se llevará a cabo en el reporte final en donde serán comparadas estadísticamente ambas industrias, buscando explicar las diferencias centrales y la asociación de ello con el desempeño en materia de seguridad e higiene y la modernización de las empresas.

85

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ANEXO 1 EVOLUCION DE LAS GENERACIONES DE MAQUILADORAS i. Primera etapa (1965-1981): desintegración productiva e intensificación del trabajo manual En esta primera etapa la IME mantuvo un crecimiento paulatino en sus principales indicadores económicos, aunque de baja importancia relativa (no rebasó el 5% del empleo manufacturero en México). Sin embargo, su evolución estuvo supeditada a los ciclos de la economía norteamericana y, en menor medida, a las fuertes presiones de los sindicatos estadounidenses, que observaban una continua relocalización de sus empresas y empleos hacia el sur de la frontera. Los primeros siete años del programa de maquiladoras tuvieron una escasa importancia en el desarrollo de la industria y en el contexto de la manufactura en México (menos del 1% del empleo en la manufactura). Lo relevante en estos años, en todo caso, fue que quedaron sentadas las bases para el futuro de la IME a partir del establecimiento del PIF y del decreto de 1972, el cual aumentó las facilidades, agilizó su operación y permitió el establecimiento de plantas maquiladoras en el interior del país. Estas empresas ocuparon en esta primera etapa el lugar mas bajo dentro de la cadena del producto. Esta posición estuvo asociada no sólo con la actividad de ensamble sino con la intensificación del trabajo manual.17 Independientemente de los grandes ahorros derivados del diferencial de salarios entre Estados Unidos y México (de 1 a 4.3 en 1975), las empresas maquiladoras -dada su característica principal de trabajo no calificado e intensivo-, han sido consideradas desde un inicio por los propios inversionistas como “centros de costos” a diferencia de las empresas de diseño, mercadeo o distribución las cuales son consideradas como “centros de ganancias”. En esta etapa las empresas maquiladoras se caracterizaron por la presencia de plantas extranjeras de ensamble tradicional, desvinculadas productivamente con la industria nacional18; con escaso nivel tecnológico, con una gran dependencia hacia las decisiones de las matrices y de los clientes principales y, de manera central para las competencias laborales, basadas en trabajo manual intensivo realizado por mujeres jóvenes, con puestos de trabajos rígidos y actividades repetitivas y monótonas, las cuales requerían de un mínimo entrenamiento (1-3 días). (Carrillo y Hernandez, 1985; Fernández-Kelly, 1983; Gambrill, 1981). La fuente de competitividad está dada precisamente por los bajos salarios relativos y por la intensificacion del trabajo, derivando en un tipo de empresa de primera generación que empobrece los empleos.19 Los vínculos productivos que establece localmente la maquiladora son muy escasos. En contraste, lo que fortalece son los promotores del desarrollo industrial-local, así como plantas gemelas (generalmente almacenes y oficinas) en las ciudades fronterizas del lado americano, con el claro ejemplo de El Paso, Texas. La falta tanto de integración de las empresas con la economía nacional, como de procesos de manufactura y de actividades calificadas bien pagadas, llevaron a criticar sistemáticamente a la IME, incluso por parte del propio gobierno (que llegó a considerarla como “un mal necesario”). El crecimiento promedio anual en el empleo, entre 1974 y 1982, fue de sólo 1.5% y, en el caso del número de establecimientos tuvo incluso tasas negativas. La crisis de la economía americana a mediados de los setentas hizo que muchas empresas maquiladoras cerraran sus puertas, que cientos de personas fueron desempleadas y que varios sindicatos vieran deteriorada su capacidad de negociación (Carrillo, 1985). Sin embargo, para 1977 en que se establece un nuevo decreto de maquiladoras la industria comienza a estabilizar su crecimiento. La situación económica en Estados Unidos mejora relativamente a la par que se acrecientan las presiones por relocalizar los segmentos intensivos de mano de obra hacia lugares con bajos salarios relativos. El gobierno mexicano cambia su percepción sobre las maquiladoras para percibirlas ahora como una industria básica para el desarrollo regional, aunque continua 17

En un trabajo anterior hemos denominado a este tipo de empresas como de primera generación (Carrillo y Hualde, 1997). 18 Si bien desde el inicio del Programa de Industrialización Fronteriza han habido empresas mexicanas, particularmente importantes en segmentos como la industria de la confección, su peso relativo era reducido. 19 Los salarios en la IME han sido tradicionalmente menores que en la industria manufacturera en México. 91

considerándolas como una industrialización temporal. A pesar de la generación de divisas (que aumentó 11% anualmente entre 1974-82)) y de empleos, las maquiladoras fueron duramente criticadas (Fernandez-Kelly, 1983; Gambril, 1980, entre otros) por diversas razones, entre las que sobresalen los bajos salarios, la escasa tecnología utilizada en los procesos de producción; su vocación exclusiva hacia el ensamble, y el uso mayoritario de mano de obra sin calificación, sin experiencia laboral y con bajos niveles de escolaridad. ii. Segunda etapa (1982-1993): modernización industrial, especialización productiva y racionalización del trabajo. Ya iniciados los años ochentas y con una fuerte devaluación de la moneda mexicana, comiezan a presentarse cambios sustantivos de diverso orden. En primer lugar, un nuevo decreto se establece en México en 1983 ofreciendo nuevas facilidades a la IME. En segundo lugar, el sostenido crecimiento en la IME se convierte en una de sus características centrales. La IME pasa a representar el 8.8% del empleo manufacturero nacional en 1985 y el 16.1% en 1990. Aunque buena parte de la IME continua dependiendo tanto de las matrices localizadas en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, como de la situación económica de cada sector; la creación de nuevas plantas en México y la expansión de las existentes es mayor que los cierres de empresas. Y en tercer lugar, y como puede desprenderse del incremento en el valor agregado, las empresas aumentan su productividad en el trabajo gracias a una mayor inversión en maquinaria y equipo. Esto debido fundamentalmente al surgimiento de nuevas actividades como las automotrices, y al inicio de los procesos de manufactura en diversas actividades maquiladoras. La expansión en los años siguientes continuó aceleradamente. En esta segunda etapa el empleo creció anualmente 11.7%, mientras que la manufactura nacional creció menos del 5%. Una característica central de esta segunda etapa es la especialización productiva, la cual tiene además en el caso mexicano una connotación territorial, como fue visto anteriormente. En cuanto a la concentración territorial dos casos saltan a la vista: el “Valle del Televisor” en la ciudad de Tijuana y el “Valle del Arnés” en Ciudad Juárez , en donde se concentran gran parte de las empresas en esos productos. La concentración territorial de la industria en esta segunda etapa tiene un impacto importante en el sistema educativo. En 1989 un estudio encontró que el 20% de la población total ocupada en 358 establecimientos maquiladores eran profesionistas y técnicos y que estas plantas mantenian intercambios con 29 centros educativos (Carrillo, 1993). Lasso Tiscareño (1992) apunta que en Ciudad Juárez, más que un aumento explosivo de escuelas, debe hablarse del nacimiento explosivo de la educación de tercer nivel: “En un lapso muy corto, tal vez un lustro, nacieron las principlaes instituciones de la ciudad” (p. 24). Hualde (1995), por su parte, menciona que en estrecha relación con los cambios en el sistema productivo, las instituciones educativas locales han logrado tejer una red de relaciones formales e informales que denotan una articulación en diferentes niveles. Hacia la mitad de la década del ochenta dan inicio dos procesos que significarán un parteaguas en el desarrollo de las maquiladoras: la introducción de maquinaria y equipo automatizado, por un lado, y la entrada de nuevas formas de organización del trabajo, por el otro. Desde esta fecha y hasta la actualidad diversos autores han descrito y analizado este proceso de modernización industrial. Las principales conclusiones se pueden sintetizar de la siguiente manera: (a)

Existe una amplia difusión de técnicas del sistema Justo a Tiempo/Control Total de la Caliad (JT/CTC) en la IME.

(b)

Las técnicas de producción flexible se localizan en las actividades relacionadas con las autopartes y con productos de consumo electrónico.

(c)

La adopción de prácticas de mejoramiento de la calidad y de la producción es una práctica prioritariamente de las firmas transnacionales y en mucho menor medida en las pequeñas y medianas empresas.

(d)

Se trata de una aplicación/adopción híbrida del sistema de producción japonés y de un proceso de modernización segmentado.

Por tanto, en esta segunda etapa la situación de la IME es mucho menos homogénea que en la etapa anterior. Se trata de una industria con un alto nivel de heterogeneidad estructural. En este sentido, podemos suponer que 92

este proceso de heterogeneidad es resultado natural de la diversidad de vínculos y eslabonamientos que la IME presenta con sus matrices y contratistas extranjeros, y en última instancia, con la diversidad de industrias con las que está vinculada. Estaríamos hablando entonces de un escenario con múltiples trayectorias de desarrollo, y con diferentes necesidades y lógicas internas de organización y control de la producción. Si en la primera etapa de la IME fueron las transnacionales americanas de la electrónica las promotoras del modelo de subcontratación internacional vertical sin eslabonamientos locales y basado principalmente en el uso de trabajo intensivo no calificado, en la segunda etapa son también las empresas transnacionales las promotoras de la modernización industrial y del cambio de los requerimentos de calificación en el trabajo, así como de nuevas formas de vinculación productiva. con los proveedores, pero el principal vehículo de la modernización estará ahora en las firmas automotrices americanas (como General Motors), principalmente, así como en aquellas transnacionales asiáticas, europeas y americanas especializadas en productos de consumo electrónico como los televisores y los monitores de computadoras (como Sony). Un buen ejemplo de este proceso de especialización productiva y territorial es la industria de autopartes. Actualmente existen en México un poco más de 200 plantas de autopartes maquiladoras, las cuales ocupan cerca de 187,000 trabajadores, representando el 23% del total de los 814,000 empleados en maquiladoras. Un caso ejemplar es Ciudad Juárez frontera con El Paso, Texas. Desde 1979 se inicia la llegada de decenas de empresas de autopartes pertenecientes a General Motors, Ford, Chrsyler, Yasaki, Siemens y Essex, entre otras. Las “Tres Grandes Americanas” eran propietarias, en 1995, de una cuarta parte del total de las aproximadamente 180 plantas maquiladoras automotrices y empleaban a una tercera parte de los 150,000 empleados. Tan sólo la división Packard de GM contaba, a principios de 1996, con 33 mil trabajadores en sus plantas maquiladoras ubicadas a lo largo de la frontera norte. Estas empresas iniciaron su producción con procesos intensivos en mano de obra y en segmentos de ensamble tradicional como los arneses (cableados eléctricos). Posteriormente construyeron plantas de manufactura con tecnología avanzada para la producción de radiadores, mofles y partes para el motor (como los solenoides), en donde se aplican prácticas del sistema JT/CTC (véase el caso de Delphi-GM -Box 2) Este patrón de relocalización de empresas autopartistas en Juárez, independientemente de que se trata de un modelo de subcontratación y comercio intra-firma, ha provocado que los propios competidores se muevan hacia la misma ciudad. En otras palabras, la aglomeración industrial/territorial en este sector, al igual que en los televisores en Tijuana, ha dado paso a una especialización productiva en donde conviven empresas (tanto de la propia firma como de otras compañías), pero al mismo tiempo compiten productivamente por una mayor participación en el mercado, así como por la mano de obra calificada y no calificada. Aunque persisten trabajos intensivos en esta generación, las actividades centrales se dirigen hacia la proliferación de puestos de trabajo en líneas automatizadas y puestos multifuncionales. Aumenta la incorporación de hombres así como la participación de técnicos e ingenieros. Particularmente relevante es el establecimiento, a principios de los noventa, del sistema de producción en celdas. Bajo este sistema los movimientos y las actividades de cada trabajador aumentan; particular relevancia adquiere la multicalificación. Por tanto, los trabajadores requieren además de conocer a profundidad su trabajo, hacer las labores de limpieza, control de calidad, mantenimiento, supervisión y mejoramiento. El proceso de aplicación-adaptación del sistema de producción japonés (Abo, 1994) en las maquiladoras de segunda generación, otorga una mayor responsabilidad a los trabajadores en el piso, y se basa en un mayor compromiso e involucramiento en el trabajo. Aunque la mayoría de los puestos de trabajo siguen estando parcializados, el trabajo en equipo, la participación grupal y la flexibilidad funcional se adaptan en un buen número de empresas maquiladoras, particularmente electrónicas y de autopartes (Echeverri-Carrol, 1994; Wilson, 1992; Mertens y Palomares, 1988, entre otros). Los factores de competitividad estarán dados ahora por la combinación entre calidad, entrega, costos unitarios y flexibilidad en el uso de la mano de obra, teniendo los salarios un peso importante pero relativamente menor que en la primera generación (entre el 1 y 20% del valor de la producción). En fin, se trata de un proceso de reestructuración organizacional con fundamento en los principios de flexibilidad que refuncionaliza la mano de obra 93

intensificando aún más el trabajo, pero al mismo tiempo enriqueciéndolo en cuanto a funciones, tareas y conocimientos. Las empresas de segunda generación, en esta segunda etapa de la IME, representan un verdadero salto tecnológico y organizacional en relación con la primera generación, no sólo por la adaptación del sistema japonés de producción, sino por el aprendizaje organizacional y por los constantes ensayos de innovación organizacional y tecnológica que realizan. Se mantiene en estas plantas una mayor previsión de la demanda, pero sobre todo, de respuesta rápida a la creciente fluctuación de la misma. Un claro ejemplo de su estabilidad y de su capacidad adaptativa ante problemas importantes, como la movilidad laboral, es que logran aumentar sistemáticamente los indicadores de competitividad a la par que atienden una excesiva rotación voluntaria de personal (con tasas superiores al 100% anual desde 1985 y hasta 1992) (Aguilar, 1996; Carrillo, Mortimore y Alonso, 1996). Si bien el proceso de flexibilización de los puestos de trabajo y de las actividades laborales se acrecienta en esta segunda generación de empresas, sigue siendo aún reducida la incorporación de mano de obra altamente calificada --como los ingenieros--, los procesos de diseño están limitados y, de particular importancia, el desarrollo de clusters (encadenamientos de empresas de un mismo sector en una misma región) es aún tímido. A pesar de ello, los jóvenes ingenieros mexicanos encuentran en la maquiladora un sector donde acumular conocimientos y realizar carreras profesionales que comienzan a consolidarse (Hualde, 1994).

iii. Tercera etapa (1994-1997): desarrollo de centros técnicos y trabajo basado en competencias intensivas en conocimiento Durante el inicio de los noventa nuevas plantas de grandes empresas transnacionales fueron creadas en casi todos los sectores de la industria de maquinaria eléctrica y electrónica, y en la industria de las autopartes. El crecimiento anual observado en la IME, entre 1994 y 1996, alcanzó la cifra récord de 17.4% en el valor agregado y en el empleo fue de 11.7%. Pasó de representar el 16.1% del empleo manufacturero en el nivel nacional en 1990 al 32.5% en 1996. Este extraordinario incremento ha estado relacionado con los procesos de apertura comercial, especialmente con el TLCAN, y de manera mas directa con la devaluación de la moneda mexicana. Mientras que México vivió la crisis económica mas severa en los últimos 60 años, las exportaciones manufactureras continuaron, aumentando considerablemente su participación en las exportaciones no tradicionales. Por ejemplo, en 1996 las exportaciones petroleras fueron de 10,743 millones de dólares y las de maquiladoras de 6,140 millones de dólares. En esta tercera etapa el proceso de aglomeración territorial continua en el caso de la industria de los televisores y de las autopartes, pero se presentan ahora, además, tendencias hacia la conformación de clusters en ambos sectores (Carrillo, Mortimore y Alonso, 1996). El ejemplo que suele venir al caso es el de la formación de cuadros altamente calificados en ciertas empresas, las cuales con el tiempo contribuyen a la creación de un mercado de trabajo local caracterizado por este tipo mano de obra. El centro de investigación y desarrollo creado en Ciudad Juárez por General Motors o el complejo industrial televisivo de Samsung en Tijuana son una fehaciente prueba de ello. Esta generación parece señalar una diferencia todavía mayor con respecto a la segunda generación debido a que se establece un tipo totalmente nuevo de establecimiento basado en distintas relaciones entre empresas y en diferentes actividades laborales. Se trata de redes productivas basadas en conocimientos especializados de ingenieros. El caso de la empresa Delphi de General Motors en Ciudad Juárez es el único ejemplo maquilador, por lo pronto, de este proceso. Sin embargo, la división Delphi iniciará operaciones de un segundo centro técnico en 1998, ocupando a 2000 ingenieros entre ambos. Lo novedoso de esta estrategia, es que ha “descubierto” las bondades del uso de mano de obra relativamente barata pero altamente calificada: los ingenieros. El centro de ingienería decide reubicar afuera de Estados Unidos, por primera vez en su historia, uno de sus siete centros de investigación y desarrollo. Esta decisión estratégica obedece a la necesidad por reducir los ciclos de producción, los tiempos de entrega y los costos globales. La empresa ocupaba a mediados de 1997, 860 empleados de los cuales el 70% eran ingenieros. La decisión de relocalizar este centro de I&D en Ciudad Juárez fue estratégica para GM y los factores principales de localización fueron tres: (a) la cercanía con Estados Unidos; (b) la experiencia 94

de 15 años de aprendizaje de las firmas maquiladoras productoras en Juárez (desde hace años reconocida como una zona con prestigio mundial y reconocido producto), y (c) la calidad de las competencias de los ingenieros mexicanos. Con el fin de reducir los tiempos de entrega, la empresa se trasladó a esta ciudad para lograr la máxima cercanía posible con su eslabón principal: la empresa maquiladora de la misma división. De tal manera que en lugar de mover los prototipos y el proceso de manufactura 1800 millas desde Anderson hasta Juárez, ahora están a sólo unos cuantos minutos. Ciudad Juárez cuenta además con una localización geográfica estratégica para abastecer a distintas plantas ensambladoras a lo largo de la Unión Americana, y mantiene una mano de obra no calificada y semicalificada 10 veces de menor costo que en plantas automotrices en “el otro lado”. Referente al mercado de trabajo, Juárez cuenta con una amplia mano de obra con muchos años de experiencia en el sector de autopartes. En materia educativa, el estado de Chihuahua cuenta con universidades y tecnológicos que imparten diversas carreras de ingienería muy vinculadas con la industria, e incluso existe un importante centro de investigacón de materiales. En las empresas maquiladoras de tercera generación el proceso es guiado por grandes corporaciones transnacionales. Se trata de plantas ya no orientadas ni al ensamble ni a la manufactura sino al diseño, investigación y desarrollo. Las empresas siguen manteniendo escasos proveedores regionales, pero se desarrollan importantes clusters intra-firma y se potencializan las cadenas inter-firma. Esto es, se inicia un proceso de integración vertical centralizada a través de la conformación de complejos industriales en el lado mexicano. Los complejos encadenan, dentro del mismo territorio, centros de ingienería que proveen a maquiladoras de manufactura, las cuales a su vez mantienen proveedores directos especializados y proveedores indirectos como talleres de maquinado o de inyección de plástico, además de importantes proveedores de responsabilidad total en distintas regiones de Estados Unidos. Estas empresas de tercer tipo se caracterizan principalmente por contar con trabajo altamente calificado, esto es, constituida por ingenieros y técnicos de alto nivel. Desaparece en estos centros el trabajo intensivo manual y se privilegia el conocimiento y la creatividad tanto en el diseño y en la manufactura, así como en la manufacturabilidad de los productos y procesos. La responsabilidad, discresión y el conocimiento involucrado en estos nuevos trabajos es de muy alto nivel. Se trabaja por proyectos conformados por equipos de ingenieros y un soporte técnico, los cuales operan bajo una constante presión por alcanzar mejores resultados que los de sus competidores. . En este caso la fuente de competitividad está dada por la reducción de la duración de los proyectos, los costos de operación, y la rapidez de manufacturabilidad. En otras palabras, por la capacidad de ingeniería y tecnología, los salarios relativos del personal calificado, y la comunicación y cercanía con su eslabón (en este caso empresas maquiladoras). En estas empresas de nueva generación los salarios vuelven a emerger como una principal ventaja comparativa y competitiva (tomando en cuenta las competencias laborales y los ingresos tres veces menores en México versus Estados Unidos), ya que el principal insumo de los proyectos son precisamente los ingenieros y su equipo de soporte.

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ANEXO 2 PRESTACIONES SOCIALES SEGÚN ACTIVIDAD ECONÓMICA (PESOS DIARIOS, PROMEDIOS, ENERO-FEBRERO, 1990)

Prestaciones Aguinaldo

Vacaciones

Descansos obligatorios

Prima vacacional

Fondo de ahorro

Subsidio de alimentos

Bono de puntualidad

Bono de despensa

Bono de transporte

Bono de productividad

Bono de asistencia

Total

Electrónica

Autopartes

Vestido

1 064 (184) 128 462 (179) 126 587 (137) 126 6 428 (1 256) 126 1 328 (1 280) 124 3 646 (4 899) 129 1 467 (1 906) 129 1 116 (1 591) 128 307 (605) 129 556 (1 230) 128 924 (1 292) 128 18 118 (3 525) 222

1 022 (130) 38 515 (197) 38 567 (112) 38 6 675 (816) 37 1373 (1 428) 38 3 263 (5 056) 38 789 (1 453) 38.0 1 068 (1 471) 38 346 (676) 38 475 (955) 38 1007 (1 427) 37 18 326 (4 940) 58

990 (210) 43 485 (180) 42 520 (90) 43 6 247 (1 139) 43 633 (1 070) 43 4 694 (3 976) 43 1018 (1 420) 42 653 (1 276) 42 132 (419) 42 2077 (2 876) 43 394 (797) 43 18 587 (5 360) 60

Fuente: Encuesta a Plantas Maquiladoras. Secretaría del Trabajo y Previsión Social y El Colegio de la Frontera Norte. Proyecto: "El Mercado de Trabajo en las Actividades Maquiladoras", Tijuana, B.C., Mexico, 1990 Cuadro iv-11

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ANEXO 3 PORCENTAJE DE PLANTAS QUE OTORGAN PRESTACIONES NO CONTEMPLADAS EN LA LEY FEDERAL DEL TRABAJO

Otras prestaciones

Atención médica Actividades Deportivas Club deportivo Refirgeración Transporte Restaurant Bono de puntualidad Bono de despensa Bono de transporte Bono de productividad Bono de asistencia Beca de estudio Beca de capacitación Contrato colectivo

Electrónica número de casos=226

Autopartes Número de casos= 60

Vestido Número de casos=66

86,7

72,3

40,7

87,5 15,3 81.2 46.9 58,5 58.5 57.1 28,8 20.5 42.5 51,9 49.3 18.1

85,5 14,7 57.9 45.9 62,1 40.6 72.4 26,8 25.3 38.9 67,0 58.7 40.1

43.1 18,5 52.6 16.6 45,4 54.0 36.6 11,9 61.0 23.4 5,2 11.9 51.3

Fuente: Encuesta a Plantas Maquiladoras. Secretaría del Trabajo y Previsión Social y El Colegio de la Frontera Norte. Proyecto: "El Mercado de Trabajo en las Actividades Maquiladoras", Tijuana, B.C., Mexico, 1990 Cuadro iv-12

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