"Menores Con Causa - Transgresion A La Ley" (*) Trabajo Presentado En Las Jornadas De "clínica Psicoanalítica" – 3 De Noviembre De 2001 – Organizado Por Reuniones De Psicoanálisis Zona Sur. Argentina.

Liliana García

A través de este trabajo intentaré transmitir mi experiencia con menores en un ámbito institucional, donde lo jurídico y lo social están íntimamente ligados dado que se trata de menores en conflicto con la Ley. El interés de escribir sobre este tema se basa en un intento de realizar una lectura desde el Psicoanálisis y pensar como articular esta praxis. Mi práctica consiste en entrevistar a púberes y adolescentes que se encuentran alojados, por causas penales, en Comisarías de Menores y posteriormente informar al Juzgado actuante con alguna sugerencia respecto de su derivación. Tres son las Comisarías que recorro que están distribuidas por edades que oscilan entre los 9 y 18 años. Menores alojados por causas penales para ser derivados a instituciones públicas o reintegrarlos a sus familias según el delito cometido. Las causas varían desde robos, tenencias de armas y homicidios, entre otras, en gran porcentaje están asociados al consumo de drogas y deserción escolar. Apartamiento de toda norma que fractura el lazo social. No hay sujeto que consulte, por lo tanto no podemos pensar en una demanda de análisis. El dispositivo no favorece el encuadre. No existe el espacio físico que pueda asociarse a un lugar de consulta, las entrevistas las realizo en algún despacho que esté disponible. Lo que favorece el dialogo podría situarse como un significante de la transferencia sostenido desde un lugar de escucha diferente. Ustedes se preguntaran como tantas veces me lo pregunté ¿Qué hace un analista en ese lugar? ¿Y en una comisaría?. Se podría decir que hasta suena a cómico!. La práctica del psicoanálisis no consiste en realizar informes, ni trabajar con casos ni causas. En más de una oportunidad me replantee que validez puede tener mi escucha si parece que importa más un informe para el juzgado y un lugar para su derivación que lo que adolece ese sujeto.

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Avanzando sobre mi falta y renovando mi deseo en el compromiso con el psicoanálisis continuo interrogándome sobre mi función. Segundo interrogante que renueva mi apuesta. No hay sujeto del inconsciente ¿a qué sujeto se escucha?, ¿Cuál es la causa que los precipita en estas causas donde demandan la ley en lo real?. Solo podemos sostener nuestra práctica en la técnica que sostenemos en el dialogo con el sujeto y que en su decir podemos leer su letra. Si la adolescencia como tiempo instituyente es una crisis normativa, etapa de incertidumbre, de desencuentros, búsqueda de una nueva identidad. Tiempo instituyente cuando la proximidad del cierre de la estructura reclama sus títulos. ¿Qué lleva a estos jóvenes a diferencia de otros, a pasar los límites esperables a través de los delitos cometidos? ¿Cómo se inscribió en tiempos instituyentes su relación a la ley?, ¿Qué salida les queda?. La función paterna constituye un lugar princeps en la estructuración psíquica del sujeto y es identificada con la función fálica. La instancia paterna en un segundo tiempo confronta al niño con la castración. La localización de la función simbólica a partir del padre real, constituye la dinámica que regula la dialéctica edípica, y a partir de ahí, las consecuencias psíquicas resultantes. Prescindiendo del padre queda en el incesto. La carencia paterna, no tanto por su ausencia sino por los riesgos de su presencia, es decir, por la inconsistencia de su función deja al niño en un espacio psíquico marginal. Sumado a ello las fallas en la función materna que impugnan la interdicción de la ley instala al niño en el desafío y la transgresión. Ante la falta de recursos simbólicos buscan la ley en lo real. Reinciden en sus causas ¿No es una manera de inscribir lo que no se terminó de inscribir?. Cuando permanecen más tiempo de lo esperable en comisaría, para hacer valer sus derechos, se generan autoagresiones cortandosé, prenden fuego colchones con el riesgo de quemarse y morir. Es una manera de reclamo o de exigencia para salir de ese lugar, donde dicen que no son escuchados. ¿De que lugar no pueden salir? No buscan la palabra, sino que se responda a sus urgencias. Urgencias pulsionales que no están mediatizadas por la palabra. El imaginario se resquebraja y aparece en escena el cuerpo real. Si en este tiempo instituyente el cuerpo toma una connotación particular, ¿es otro lugar propicio para intentar inscribir la castración en lo real donde la tramitación simbólica denuncia su insuficiencia?. Un ejemplo son los tatuajes, que generalmente muestran la inscripción "mamá" o los cuatro puntos y uno el medio que significa: cuatro menores y un policía o cuatro policías y un menor. Escritura en el cuerpo donde falla el cuerpo simbólico. - Página 2 de 6 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

A través de algunas viñetas intentaré trasmitir los efectos devastadores que se producen cuando la carencia paterna en el complejo muestra su deficiencia, produciendo cristalizaciones que apartan al sujeto de la vía de su deseo. Maximiliano, de 16 años recién cumplidos, se encuentra alojado en una comisaría donde concurro a entrevistarlo. Con cierto estado de excitabilidad y agradecido porque alguien se acercó a hablar con él, demanda con tono amenazante: "quiero salir pronto de este lugar, me quiero ir con mi mamá, sino, hago despelote, me corto y si me mandan a un colegio me fugo". Pregunto: ¿que hizo para estar en ese lugar? Dice: "tengo varias causas, pero ahora me fugué de un Colegio y me agarraron con un caño por robo. Salí a trabajar con mi tío y laburamos seiscientos pesos, él se fugó y a mí me agarraron. Tengo también un homicidio pero no pasó nada porque fue en defensa, la que fue en cana fue mi vieja". Pregunto: ¿que pasó? "El chavon de mi vieja estaba drogado y le quiso pegar. Yo me metí a defenderla, lo saque de la casa y entró más loco, peleamos y yo agarre un cuchillo y se lo clavé en el corazón, esto pasó hace dos años". Es decir, tenía 14 años. Su historia de vida transcurrió por sucesivos abandonos. Sus padres se separaron cuando él nació, porque el padre era alcohólico y le pegaba a la madre. Maximiliano es el menor de tres hermanos y el único varón que lleva el mismo nombre y apellido que su padre, después se entera que tiene cinco hermanos más de diferentes apellidos y algunos llevan el de la madre. Cuando se produjo la separación de los padres fueron a vivir con la abuela paterna hasta los siete años de él. Le habían dicho que su madre había muerto. Una de sus hermanas la buscó y la encontró cuando él tenía doce años. Entre los siete y los doce estuvo viviendo un año con el padre quien lo golpeaba y vivía alcoholizado, de ahí se fue a la calle, después a un colegio, lo saca la abuela y permanece allí hasta que encontró a su madre. Después del homicidio vuelve con el padre un año hasta que sale su madre y a partir de ese momento se junta con su novia. Abandonó la escolaridad primaria en quinto grado porque le costaba aprender y había repetido dos veces. Se inicia en el consumo de drogas a los 14 años. En el transcurso de la entrevista expresa con mucho dolor y con vos entrecortada: "siempre me sentí muy solo, nunca estuve con mi vieja y cuando estuve con mi viejo me cagaba a palos, me sentí solo y nadie me escuchaba, nadie me daba bolilla igual que ahora. Siempre estuve solo". Llorando pide que su madre y su novia lo vayan a ver.

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¿Qué denuncia Maximiliano a sus 14 años con este hecho criminal?. Tiempo puberal, momento de la vida donde irrumpe lo real, y la emergencia pulsional, aparecen las fallas de los recursos simbólicos produciendo sus estragos. Ante un padre que no donó la palabra sino el golpe como mostración de su goce sin ley que lo atraviese, lo deja en la relación incestuosa con la madre. Identificado hasta en su nombre propio a un padre real gozador, queda detenido en el goce incestuoso sin poder avanzar al goce fálico. El drama edipico se resuelve en estructura y como señala Jacques Lacan: "..es justamente, la del crimen en sus dos formas más aborrecidas: el Incesto y el Parricidio, cuya sombra engendra toda la patogenia del Edipo.." ¿El hecho cometido, denuncia el fracaso de la metáfora paterna como inscripción de la ley?. ¿Hubo algún padre presente? Pasamos a otra historia: Matías tiene 14 años, se inició hace dos años con escruche, es decir, a los 12 años, en esa época comenzó a drogarse. Entró solo en una casa y tubo de rehén a una pareja con un arma de juguete, los vecinos que lo vieron entrar llamaron a la policía. A partir de ahí tiene dos fugas de Institutos, siempre regresaba a la casa de sus padres. Y reincidió en diferentes robos: bicicletas, automotor, negocios, generalmente va solo. Cuenta en entrevista que su padre está en tratamiento por alcoholismo y trabaja en dos lugares en una empresa de limpieza. Dice "...No está en todo el día y cuando llega a la noche se emborracha..." Su madre trabaja como portera en una escuela a la mañana y de tarde en limpieza en una fabrica. Matías está siempre solo, es el menor de cuatro hermanos y es el único que cuenta con antecedentes. cuando comenzó con los robos y la droga abandonó la escolaridad en séptimo grado. Dice: "...robo porque yo quiero porque nunca me falta de nada, siempre tuve de todo. Hago lo que quiero porque soy gil y a la yuta no le tengo miedo, si me tiran les tiro y trato de bajarlos..." Pregunto: ¿pensaste que te pueden matar? "Si ya lo sé, por eso dejé de afanar un tiempo, ahora hasta los chavones llevan fierro, pero antes que me bajen yo también les tiro. Ahora quiero que me den otra oportunidad porque tengo una hija que nació hace dos semanas y tengo que cambiar. En La Plata me dijeron que me van a mandar a colegio cerrado, yo ahí no me quedo.." Matías se presenta con una actitud desafiante, contestataria, la vida para él es un desafío. No hay ley que presentifique la falta y que lo sitúe en el lazo social. Matías pasa del revolver de juguete al caño, de niño a padre. Llora pidiendo por su madre y su novia. No sabe que hacer con su cuerpo, no sabe que hacer con su sexualidad. - Página 4 de 6 Copyright 2011 - EFBA - Todos los derechos reservados

La muerte aparece desenmascarada, puede morir, puede matar. Aparecen los fracasos en la represión. Dice: "no me falta de nada, tengo de todo" ¿Cuál es la falta que no puede registrar? Convocada en estas Jornadas sobre "Clínica Psicoanalítica" consideré un lugar apropiado para compartir los interrogantes y repensar una clínica con adolescente que presentan una legalidad diferente. Si bien la adolescencia es esperada como una crisis normativa, en donde irrumpe lo real y aparecen los desencuentros y los destiempo, ¿Qué pasa con estos jóvenes que ante el desborde pulsional el acto los excede? Respecto de sí es posible una práctica psicoanalítica en Instituciones con particularidades como estas, siguiendo las enseñanzas del maestro que nos invita a investigar, me acerque a un texto de Sigmund Freud de 1906 "El psicoanálisis y él diagnóstico en hechos judiciales" que me abrió caminos para reflexionar acerca de cual es mi función en ese lugar. Aquí Sigmund Freud realiza una diferencia entre la lectura judicial y la lectura psicoanalítica estableciendo una analogía entre el delincuente y el histérico, en ambos se trata de un secreto, de algo recóndito. En el delincuente se trata de un secreto que el sujeto sabe y oculta, en el histérico de un secreto que él no sabe, un secreto que a él mismo se le oculta. Y propone algunos lineamientos para arribar a un diagnóstico para ambos basado en la asociación libre, los actos fallidos, los actos aparentemente intencionales como gestos y jugueteos como también en la observación de nombres propios determinados por un contenido ideológico y demostró su condición de actos sintomáticos con un sentido oculto. Si en el ámbito jurídico el interrogatorio es uno de los procedimientos por el cual se intenta determinar a través de la prueba la verdad de los hechos y de acuerdo a los resultados arrojados si se infligió la ley. Pensaba como transformar este interrogatorio en un interrogante para el sujeto, dado que el analista, a diferencia del Juez, escucha la verdad del inconsciente y la verdad es solo del sujeto, es decir, está más allá del saber. Para finalizar cito a Jacques Lacan en su texto sobre Criminología: "la búsqueda de la verdad no es por otro lado lo que hace al objeto de la criminología en el orden de los asuntos judiciales, también lo que unifica estas dos caras: verdad del crimen en su asunto policiaco, verdad del crimen en su aspecto antropológico" y establece una diferencia entre una verdad del criminal en su decir que implica un sentido, de una verdad del crimen que es a ser leída e invita a repensar nuestra práctica en función de un nuevo objeto.

Referencias Bibliográficas:

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- Sigmund Freud: "El psicoanálisis y el diagnóstico en hechos judiciales" – 1906 – O. C. - Editorial Amorrortur . Jacques Lacan: "Introducción teórica a las funciones del psicoanálisis en criminología" Escritos Técnicos I – Siglo veintiuno editores.

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