Recoge los estudios teóricos, históricos y críticos presentados durante el II Coloquio Internacional Literatura Hispanoamericana y sus Valores que tuvo lugar en Bogotá, los días 7, 8 y 9 de septiembre de 2006, organizado dentro de las actividades de la Red Internacional de Investigación Literatura Hispanoamericana y sus Valores (RILHyV). La Red cuenta con representantes de nueve universidades colombianas, de ocho universidades latinoamericanas, de ocho universidades europeas y de una universidad estadounidense. Es un tomo que garantiza una lectura placentera, pero también destinado a convertirse en un obligado texto de consulta.
II COLOQUIO I N T E R N A C I O N A L
LITERATUTA HISPANOAMERICANA
Y SUS VALORES
Universidad de La Sabana
ACTAS DEL II COLOQUIO INTERNACIONAL
EDITOR: BOGDAN PIOTROWSKI
SERIE: VALOR Y PALABRA
INSTITUTO DE HUMANIDADES DEPARTAMENTO DE LENGUA Y LITERATURA
Red Internacional de Investigación Literatura Hispanoamericana y sus Valores
PUB0127881-OS
Miradas axiológicas a la literatura hispanoamericana
M
iradas axiológicas a la literatura hispanoamericana permite valorar de un modo singular la tradición y la actualidad de las letras hispanas en América. Contribuye a la reflexión sobre el tema vital de la identidad de los habitantes y de la cultura de este variado continente. Ayuda a interpretar con más propiedad la presencia y la evolución de los valores en la cultura hispanoamericana a través de su literatura.
Miradas axiológicas a la literatura hispanoamericana
Red Internacional de Investigación Literatura Hispanoamericana y sus Valores
Universidad de La Sabana INSTITUTO DE HUMANIDADES DEPARTAMENTO DE LENGUA Y LITERATURA
Miradas axiológicas a la literatura hispanoamericana ACTAS DEL II COLOQUIO INTERNACIONAL
EDITOR: BOGDAN PIOTROWSKI
SERIE: VALOR Y PALABRA
SERIE: VALOR Y PALABRA
Universidad de La Sabana INSTITUTO DE HUMANIDADES DEPARTAMENTO DE LENGUA Y LITERATURA
Red Internacional de Investigación Literatura Hispanoamericana y sus Valores
Miradas axiológicas a la literatura hispanoamericana. Actas del II Coloquio Internacional / Serie: Valor y Palabra / Instituto de Humanidades / Departamento de Lengua y Literatura —Bogotá: Universidad de La Sabana, 2007. 528 p.- (Instituto de Humanidades / Departamento de Lengua y Literatura. Serie: Valor y Palabra; 2) ISBN: Incluye bibliografía. Axiología, axiología literaria, valores, literatura hispanoamericana, cultura hispanoamericana, crítica literaria hispanoamericana, literatura hispanoamericana contemporánea, personaje literario hispanoamericano, Red internacional de literatura hispanoamericana y sus valores
Miradas axiológicas a la literatura hispanoamericana Primera edición: agosto de 2007 © Bogdan Piotrowski (editor) © Universidad de La Sabana Campus Universitario del Puente del Común Km. 21 Autopista Norte de Bogotá, Chía, Cundinamarca - Colombia (57-1) 861 5555 – 861 6666 www.unisabana.edu.co Correo electrónico:
[email protected] Coordinación editorial: Oficina de Publicaciones, Universidad de La Sabana Corrección de estilo: Roberto Pinzón Carátula: cuadro de Manuel Camargo, técnica mixta sobre lienzo Diseño y diagramación: Epígrafe Ltda. ISBN: 978-958-12-0244-7 Derechos reservados Cómo citar este libro: Piotrowski, Bogdan (editor) (2007). Miradas axiológicas a la literatura hispanoamericana. [Edición digital]. Bogotá: Epígrafe. Disponible en http://www.epigrafe.com/contenido/ ib_detalle.asp?lib_id=113 Impreso y hecho en Colombia
CONTENIDO
Presentación BOGDAN PIOTROWSKI .................................................................... 7 La importancia de la analogía en la literatura ROSARIO ATHIÉ LAMBARRI ............................................................ 11 Una visión de la historia en la escritura femenina LUISA BALLESTEROS ROSAS ........................................................... 23 Antología de la obra poética de Gustavo González Villanueva y comentario de su obra inédita Las coplas del ciego de la catedral JORGE MARIO CABRERA VALVERDE ................................................. 37 Axiología y libertad: el héroe de El insondable de Álvaro Pineda Botero CECILIA CASTRO LEE ................................................................... 59 La Venezuela del siglo XX y el teatro de Arturo Uslar Pietri LUIS CHESNEY LAWRENCE ............................................................ 73 La fiesta perpetua y otros poemas JOSÉ LUIS DÍAZ-GRANADOS .......................................................... 79 Borges y la nueva novela histórica hispanoamericana ADAM ELBANOWSKI ................................................................... 109
Ensayo sobre una tanatología personal: Atardecer de añil de Manuel Orestes Nieto ERASTO ANTONIO ESPINO BARAHONA .......................................... 123 El vuelo interior de Pedro Prado LUIS MIGUEL FERNÁNDEZ CUERVO .............................................. 135 El silencio poético de David Mejía Velilla MARÍA DEL MAR GÓMEZ ............................................................ 157 Tiempo-poesía-diálogo GUSTAVO GONZÁLEZ VILLANUEVA ................................................ 165 Fernando Charry Lara en la revista Mito DORIS SUSANA GUEVARA ............................................................ 175 Perder con método: Fernando Vallejo y Santiago Gamboa SUSANNE HARTWIG ................................................................... 187 La desintegración del sujeto en la sociedad del siglo XX. El túnel de Ernesto Sábato en el contexto de la axiología de la literatura MARCIN PIOTR KAZMIERCZAK ..................................................... 215 Literatura y trashumancia en Los detectives salvajes de Roberto Bolaño JOSÉ MANUEL LÓPEZ DE ABIADA, AUGUSTA LÓPEZ BERNASOCCHI ................................................... 239 Lenguaje coloquial, creatividad y recursos expresivos en la novela bogotana actual MARIANO LOZANO RAMÍREZ ....................................................... 279 La tolerancia en Delirio, de Laura Restrepo, como principio esperanzador de la realidad colombiana PABLO FERMÍN MÉNDEZ ............................................................ 309 4
Mario Mendoza y Santiago Gamboa en el panorama de la generación McOndo: obsesiones e inconsistencias MÓNICA MONTES BETANCOURT .................................................. 333 Poetas años cincuenta OMAR ORTIZ ............................................................................ 345 Mi trilogía poética sobre el esplendor de la belleza —splendor formae, splendor personae, splendor gloriae— a la luz del pensamiento de Edith Stein HELENA OSPINA ....................................................................... 355 El texto inexistente como artilugio creativo ISAÍAS PEÑA GUTIÉRREZ ............................................................. 373 Bolívar, gran caudillo de la libertad, y los albores de la novela colombiana ÁLVARO PINEDA BOTERO ............................................................ 385 Consideraciones axiológicas sobre la historia de la literatura BOGDAN PIOTROWSKI ................................................................ 399 Valores perdidos y valores reclamados en el teatro latinoamericano actual KLAUS PÖRTL ........................................................................... 417 Viento de otoño de Marzia Lusignan. Mujeres del fin de siglo XIX: lotos y azucenas en el altar de la decadencia ÁNGELA INÉS ROBLEDO PALOMEQUE ............................................ 429 Andrés Eloy Blanco, dimensión de un poeta ANTONIO RODRÍGUEZ ITURBE ..................................................... 441 5
Amor, arte, persona VÍCTOR VALEMBOIS .................................................................... 465 La narrativa de Carmen Gándara. El lugar del diablo CRISTINA VIÑUELA .................................................................... 483 Los jardines maravillosos de V. S. Naipaul. El símil de la decadencia en El enigma de la llegada RICARDO VISBAL SIERRA ............................................................. 501 Particularidades del cuento fantástico argentino: de Lugones a Cortázar HELENA ZBUDILOVÁ .................................................................. 515
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PRESENTACIÓN
El II Coloquio Internacional Literatura Hispanoamericana y sus Valores tuvo lugar en Bogotá los días 7, 8 y 9 de septiembre de 2006. Los debates se llevaron a cabo en la sede de la Academia Colombiana de la Lengua, gracias a la generosa acogida de su Director, Dr. Jaime Posada Díaz. Vaya nuestro agradecimiento al Dr. Jaime Posada y al Dr. Jaime Bernal Leongómez, Secretario de dicha casa de altos estudios, quien en esos días encarnaba el espíritu y el calor de la institución fundada por don Miguel Antonio Caro el 10 de mayo de 1871 y que es decana de las academias americanas. Sería muy difícil disponer de un sitio más privilegiado para fomentar un espacio académico que acercara a los creadores de las letras hispanoamericanas a sus lectores y a sus estudiosos. Del bellísimo mural del maestro Alberto Acuña que se encuentra en el paraninfo irradiaba la honrosa tradición de las más representativas figuras de la literatura panhispánica, aumentando el entusiasmo y el compromiso de todos los participantes. Al encuentro asistieron poetas, novelistas, dramaturgos, académicos, profesores universitarios, profesores de colegios, gestores culturales, críticos, estudiantes y lectores interesados en ahondar sus conocimientos. El ambiente cordial y dialógico del II Coloquio Internacional Literatura Hispanoamericana y sus Valores permitió que sus ponentes, provenientes de diferentes regiones de Colombia, del sur y del norte de América, así como de Europa, expusieran de forma abierta sus puntos de vista, entablaran relaciones e intercambiaran ideas entre sí y con todos los asistentes. 7
MIRADAS AXIOLÓGICAS A LA LITERATURA HISPANOAMERICANA
El coloquio resultó sumamente fecundo. A través de profundas exposiciones y de un diálogo animado se promovió el conocimiento de la literatura hispanoamericana y se logró teorizar sobre la presencia de los valores en la cultura del mundo hispanoamericano. El aprecio de los participantes por los logros alcanzados durante el evento motivó a los organizadores a intensificar estos encuentros para que se desarrollen con periodicidad anual. Se tomó la decisión de realizar un coloquio cada dos años en Bogotá y, en los años intermedios, una vez en un país de América Latina y otra en un país europeo. De este modo se estableció que el siguiente encuentro, el de 2007, tendrá lugar en San José, en la Universidad de Costa Rica; el de 2008, nuevamente en Bogotá, y el de 2009, en la Universidad de Passau, en Alemania. Este calendario intensivo es también una respuesta a la sentida necesidad de fomentar la investigación sobre la temática discutida. En consecuencia se constituyó la Red Internacional de Investigación Literatura Hispanoamericana y sus Valores (RILHyV). La red está abierta para todos los interesados en vincularse; en este momento cuenta con representantes de nueve universidades colombianas, de ocho universidades latinoamericanas, de ocho universidades europeas y de una universidad estadounidense. Todo parece indicar que, durante los próximos encuentros, la red crecerá aún más. Investigadores de varios países manifestaron su interés en participar en las actividades planeadas. Se están consolidando diferentes proyectos de investigación y empiezan a editarse publicaciones conjuntas. En estas actas se recogen estudios teóricos, históricos y críticos sobre la literatura hispanoamericana. Los trabajos se publican en orden alfabético de apellidos de los autores. El abanico de oferta resulta sumamente amplio. Abarca estudios sobre diferentes géneros literarios: el teatro, la poesía, la novela, el cuento, el ensayo y hasta el periodismo literario. La visión se planea sobre México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Co8
PRESENTACIÓN
lombia, Venezuela, Argentina, etc. Hay estudios sobre obras particulares de un autor y trabajos comparativos. En algunos textos se acentúa un enfoque; por ejemplo, la literatura feminista. Otros escritos versan sobre una generación literaria, un grupo, una tendencia o un fenómeno. No faltan detalladas anotaciones acerca de un motivo temático particular. Aparecen, igualmente, serias consideraciones especulativas sobre los diferentes aspectos que implica la concepción de una obra poética y literaria en general, así como profundos acercamientos a las ciencias literarias con sus elementos específicos. Conviene destacar, sin embargo, que todos los autores de los trabajos aquí incluidos centraron sus visiones en el eje axiológico, correspondiente a las diferentes tendencias de la filosofía antropológica actual. En consecuencia, surgen distintas interpretaciones del tiempo y del espacio de la existencia de la persona y del personaje literario. Aparecen complejas jerarquías de los valores representados y el reflejo de las distintas vivencias de ellos. Se teje una matizada red axiológica de la realidad americana representada en las letras hispanas. A todos los autores los une el llamado a responder a la crisis que atraviesa la cultura actual. No obstante se equivocaría el lector que pensara que los autores pontifican y suministran soluciones incuestionables a los problemas señalados. Por el contrario, invitan a una búsqueda común con el lector para alcanzar objetivos conjuntos. Confrontan los diferentes puntos de vista posibles con el fin de escoger el más apropiado. Los ejemplos referidos inspiran la reflexión y promueven la dialéctica de las distintas opciones. Ofrecen criterios para debatir, pero también para seleccionar la más adecuada y afirmar su propia manera de pensar y de obrar. No olvidemos que debería exisitir una coherencia permanente entre el pensamiento y el acto en toda actuación humana. Desde luego, cada propuesta ofrece un acercamiento metodológico específico y, aunque su rigor es verdaderamente apre9
MIRADAS AXIOLÓGICAS A LA LITERATURA HISPANOAMERICANA
ciable, la riqueza formal, en conjunto, hace que el volumen despliegue la pluralidad de las investigaciones literarias que se llevan a cabo hoy en este continente. Si la creación literaria latinoamericana goza ya de gran reconocimiento, también los estudios críticos y teóricos lo merecen por sus notables logros. Los textos aquí impresos, lo comprueban. Miradas axiológicas a la literatura hispanoamericana permite valorar de un modo singular la tradición y la actualidad de las letras hispanas en América. Contribuye a la reflexión sobre el tema vital de la identidad de los habitantes y de la cultura de este variado continente. Ayuda a interpretar con más propiedad la presencia y la evolución de los valores en la cultura hispanoamericana a través de su literatura. Es un tomo que garantiza una lectura placentera, pero también destinado a convertirse en un obligado texto de consulta. PROF. DR. BOGDAN PIOTROWSKI Universidad de La Sabana Director de la Red Internacional de Investigación Literatura Hispanoamericana y sus Valores
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LA IMPORTANCIA DE LA ANALOGÍA EN LA LITERATURA
ROSARIO ATHIÉ LAMBARRI Universidad Panamericana, México
El recurso a la analogía constituye un medio privilegiado de transmitir valores, pero su uso puede requerir que se tomen en cuenta algunas reflexiones estético-filosóficas que a continuación se presentan. El ensayo On Fairy Stories del filólogo inglés J. R. R. Tolkien sirve de referencia para dichas reflexiones.
Algunos antecedentes de la relación entre analogía y literatura En primer lugar, el arte presenta dos características: refleja las realidades exterior e interior —que se representan, en parte, igualmente y, en parte, distintamente— y es eminentemente analógico. De los diversos temas en los que se puede hablar de literatura y analogía me referiré aquí concretamente a la intención del autor, sea la que él se propone, sea la que interpreta el hermeneuta. Existen autores que se proponen transmitir valores a través de su arte, es decir, utilizar la literatura como vehículo. Al respecto hay quienes se pronuncian a favor y hay quienes opinan contrariamente. Los primeros consideran que utilizarlo para un fin ideológico supone “rebajar” el arte, que, en sí mismo, solamente ha de perseguir la belleza. Forzar el arte a cumplir otro fin supondría coartar la inspiración y terminar con la magia. 11
MIRADAS AXIOLÓGICAS A LA LITERATURA HISPANOAMERICANA
Otro es el caso cuando los valores “brotan” del autor. Entonces “de la abundancia del corazón habla la boca”. Si el arte es sincero, adelante. Tolkien no era partidario de la analogía explícita. Es decir, no le gustaba exponer los elementos situados en los dos extremos de ésta. En su ensayo On Fairy Stories declara que nunca pretendió hacer analogías en sus narraciones. Cuando, en la abundante correspondencia que recibía, algún lector le preguntaba, por ejemplo, si las lembas de los elfos representaban la Eucaristía, se molestaba. Y explicaba que él guardaba en su imaginación una multitud de imágenes y significados y que, al redactar sus cuentos, iba sacando de aquel abundante material lo que iba cuadrando a la trama, sin intención de representar algo ulterior. Dejaba a cada lector que hiciera su propia interpretación. Su amigo C. S. Lewis, en cambio, si tenía una intención directa en sus escritos, por lo que se lo consideró un escritor de literatura de corte religioso. Así, en las Crónicas de Narnia, el león sí hace alusión a la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Es sabido que a Tolkien, como lector, le disgustaba encontrar ya explicitado lo que le habría gustado asociar por sí mismo. Para explicar lo que sucede aludiré a dos aspectos filosóficos: la retórica y la hermenéutica. En el primer caso me referiré al argumento por semejanza y, en el segundo, a la hermenéutica analógica. La primera explica los procesos mentales y la segunda aporta las claves para desentrañar, entre otros aspectos, la intención del autor.
La argumentación por semejanza y los procesos mentales A la inteligencia que tiene la suficiente maleabilidad para comprender que dos cosas son en parte iguales y en parte distintas se le abre la posibilidad de comprender la realidad y el arte 12
LA IMPORTANCIA DE LA ANALOGÍA EN LA LITERATURA – Rosario Athié Lambarri
que de ella se desprende. La capacidad de captar semejanzas y aplicar la analogía ha de desarrollarse a través de ejercicios mentales, hasta cierto punto cotidianos. Un aspecto que favorece dicha capacidad es la contemplación de las realidades naturales, que se manifiestan a nuestros ojos con una jerarquía y una relación analógica entre los distintos seres. Esta capacidad se desarrolla igualmente a través de la lectura de textos escritos por autores que hayan sido capaces de captar la analogía y describirla con maestría. Quienes han tenido la oportunidad de conocer el mundo “de segundo grado” creado por Tolkien recordarán que en él se da toda una geografía propia, con su fauna, su flora, sus razas y sus culturas propias. Él fue capaz de “subcrear” después de haberse acercado, admirado y amado el mundo real. Por ello identifica el mal con todo aquello que lo destruya, sea la guerra, la industria o la utilización desordenada de los recursos. Tolkien admiró la realidad y captó sus claves para posteriormente recrearla hasta ofrecernos un nuevo “paramundo” verosímil. Él no emite un mensaje explícito sino que confía en la inteligencia de sus lectores para que cada uno de ellos, después de adentrarse en el “paramundo yuxtacreado”, vuelva enriquecido al mundo original. La genialidad en literatura estriba en la capacidad del escritor de transmitir un mensaje que trasciende el sentido inmediato de sus palabras. Pero su mensaje no debe condicionar su arte. En nuestros procesos mentales utilizamos caminos analógicos para adquirir nuevos conocimientos. Por ejemplo, si una persona se encuentra en un bosque y desea saber cómo elegir los hongos que puedan alimentarla, no envenenarla, observa cómo actúa su perro, cuyo sentido del olfato y cuyo instinto están más desarrollados, y deduce que si determinado espécimen no le hizo mal al perro, entonces es comestible. Se trata de la argumentación por analogía, gracias a la cual llegamos, 13
MIRADAS AXIOLÓGICAS A LA LITERATURA HISPANOAMERICANA
mediante lo conocido, a lo desconocido, razonando a través de semejanzas. También se la conoce como argumento de proporcionalidad: en éste, de una proporción conocida por nosotros, inducimos otra, no manifiesta o explícita. Para aplicarlo correctamente es conveniente cumplir dos reglas: 1. lo que vale para una de varias cosas semejantes vale también para las otras y 2. las cosas semejantes tienen propiedades —virtudes o defectos— semejantes y fines semejantes, e incluso obedecen leyes semejantes. En muchos casos, la mente humana se esfuerza por crear lazos de semejanza entre cosas distintas. Es importante tener en cuenta que la argumentación por analogía, de suyo, solamente garantiza probabilidades, pues su fundamento es la semejanza, no la identidad. Y así como hay elementos que son en verdad semejantes entre sí, los hay también que no lo son, y las semejanzas pueden confundirse con las desemejanzas. Por tanto no consta plenamente que la propiedad deducida se presente en ambos casos de la misma manera. Sin embargo, este argumento puede resultar válido si se prueba que dicha propiedad se origina en una nota común. Por ejemplo, durante una travesía por mar se pueden observar las cualidades de un capitán al gobernar su nave y de ellas deducir las que requiere un gobernante para dirigir con pericia su comunidad. Una mente disciplinada no caerá en la falacia de aplicar este argumento sin hacer la aclaración de que la analogía, la semejanza, no puede aplicarse en todos los casos. Sin embargo, dada la generalizada falta de rigor mental, es frecuente que, después de una determinada experiencia negativa, ésta se universalice y se piense que en todos los casos sucederá lo mismo, aun cuando las circunstancias de cada uno sean distintas. Así funciona la promoción o la pérdida del prestigio de un establecimiento, una institución o una persona. Es decir que las universalizaciones inválidas basadas en el argumento de semejanza son frecuentes. En el mejor de los casos podrían 14
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enunciarse como probabilidades. No cabe en este ámbito la seguridad teórica que proporciona la certeza de la lógica formal. Por ejemplo, alguien nos comenta que en un restaurante lo atendieron un día con poca diligencia. Uno no puede estar seguro de que siempre sucederá lo mismo, pero, a la hora de elegir, prefiere acudir a un lugar del que le han dado mejores referencias, juzgando con base, más que en una certidumbre, en una probabilidad. La analogía también se utiliza como una argumentación por vía de ejemplo, básese en hechos reales o en fábulas. El proceso comienza con algo que ha sucedido o que se ha contado, y de ahí se concluye lo que sucederá en casos semejantes. Por ello, san Agustín dice: “Pudieron éstos y éstas, luego también tú puedes”. Si la comparación se basa en hechos no reales, se trata entonces de una parábola. Lo interesante es lo que sucede después en otros ámbitos de la psicología humana. Estos argumentos se refieren a asuntos concretos que impresionan la imaginación. Tales son los elementos con los que trabajan los sentimientos, las pasiones y, también, la inteligencia práctica. Cuando un testimonio impacta nuestra sensibilidad, su relato es retenido más fácilmente por la memoria. Ese hecho se guarda y, cuando aparece un caso semejante, la inteligencia acude a la experiencia para adoptar una postura con respecto al nuevo hecho vivido o narrado. Me voy a referir a un ejemplo concreto para ilustrar lo que quiero decir. Durante el Primer Congreso Mundial de Bioética se abordó el tema de la eutanasia en una de las mesas de discusión. Primero el expositor dio a conocer los elementos teóricos de su propuesta y después invitó a una señora a que diera su testimonio. Ella pasó al frente, un poco atemorizada, y se refirió a la tragedia que acababa de vivir su familia. Su hijo pequeño había sufrido muerte cerebral; en un hospital de asistencia social lo habían mantenido vivo artificialmente y, cuan15
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do por fin se lo entregaron, el cuerpo del niño estaba ya en franco proceso de descomposición. El expositor volvió a tomar la palabra y utilizó este testimonio con vehemencia como un argumento para demostrar la validez y la necesidad de la eutanasia en caso de una enfermedad terminal. Ya se habrá comprendido que lo sucedido puede interpretarse como ensañamiento terapéutico, algo que verdaderamente hay que evitar, máxime en los casos de muerte cerebral. El expositor no analizó el asunto; pasó directamente a exponer los conocidos argumentos falsos a favor de la práctica de la eutanasia en enfermos terminales. Lo que él pretendía era llevar a los presentes a inferir que, como en ese caso había sido necesario desconectar al niño de los medios tecnológicos que lo mantenían inútilmente vivo, ello era obligatorio en todos los casos semejantes. Igualmente se muestran en la televisión casos de personas que suplican que se les aplique una inyección que, provocándoles la muerte, les impida sufrir más. También el cine sirve eficazmente para modificar la opinión pública sobre este y otros temas con base en el argumento por semejanza. De esta forma, los testimonios, los ejemplos de casos concretos, se utilizan con frecuencia porque impactan la imaginación y mueven la inteligencia informal. El receptor aplica la inferencia que se desprende de tal o cual ejemplo a otros asuntos semejantes. Aunque no se utilice bien la analogía, en muchos casos el argumento por semejanza funciona igualmente, porque la mayoría de las personas no están entrenadas en el arte de la inferencia. Al hablar sobre literatura y valores se deseará, desde luego, proponerles a los lectores ejemplos dignos de imitación. Efectivamente, la formación del carácter se consigue más eficazmente a través de ejemplos vivos, a través de la experiencia —real o ficticia—, que a través de demostraciones lógicas o 16
LA IMPORTANCIA DE LA ANALOGÍA EN LA LITERATURA – Rosario Athié Lambarri
clases de ética. No pretendo desacreditar estas formas de acercamiento al bien; afirmo, sencillamente, que estos medios llegan a la inteligencia en su faceta teórica, la cual, por sí misma, no mueve a la acción. Es la imaginación, la sensibilidad, lo que se debe impactar: la pasión, que, a su vez, impacta la memoria. Teoría y práctica, inteligencia formal e inteligencia informal, son complementarias. Si se desea que los valores formen parte de la vida de los espectadores, es necesario evocar una causa ejemplar, que se transmite analógicamente. Por ello, cuando propuso un plan de estudios universitarios, John Henry Newman comenzó por la gramática y la literatura clásica. A los literatos se les presenta la oportunidad de “amueblar” la inteligencia del gran público con valores que realmente vayan haciendo más humanas a las personas. Pero el nexo de semejanza entre lo dicho y lo que se desea evocar suele dejar mayor huella si es descubierto, si ha quedado implícito y el lector lo devela. Esto significa que es mejor no explicitar la semejanza para que ésta sea develada y, por ende, asimilada por el lector.
La hermenéutica analógica y la interpretación de la intención del autor El filósofo Maurice Beuchot y su hermenéutica analógica nos pueden ayudar a adentrarnos en lo que ello significa. En seguida abordaré algunos principios que espero que les resulten de utilidad a los autores y a los lectores de la literatura hispanoamericana que buscan a profundidad valores en ella. A manera de introducción diré que Beuchot es un gran conocedor de la doctrina tomista, tanto metafísica como lingüística, así como de la filosofía analítica de tradición anglosajona. Sus últimas aportaciones se encaminan hacia la semiótica. En cuanto a la hermenéutica filosófica, la aplica a la exégesis o interpretación de textos. El vocablo hermenéutica se deriva del nombre del dios griego Hermes, quien gobierna los caminos, cruces y límites, por lo que conoce, desde la frontera en la que 17
MIRADAS AXIOLÓGICAS A LA LITERATURA HISPANOAMERICANA
se encuentra, los dos ámbitos: el humano y el divino. Su misión es, por tanto, ser traductor y heraldo entre los dioses y los hombres. Por ello es el dios de la analogía y conecta la semiótica y la metafísica, el reino del ser y la esfera del conocer. La hermenéutica es, en Beuchot, arte y ciencia a la vez. La hermenéutica analógica considera los textos escritos, hablados, actuados y aun los pensados. Por el momento me referiré solamente a los primeros en su condición de arte. Dichos textos no tienen un solo sentido sino que son polisémicos por el hecho de estar basados en la realidad: lo que un autor literario expresa en su obra está relacionado con el universo exterior a él. Como la realidad encierra múltiples aspectos, la obra los refleja o, al menos, alude a algunos de ellos. Dada la variedad de regiones del ser, cada autor captará las que le sean más afines y profundizará en facetas distintivas. Indudablemente, cada autor plasma en su obra su propia perspectiva. Por ello, toda obra encierra múltiples significados, y su interpretación deberá ser hiperfrástica, deberá ir más allá de las palabras y los enunciados. Se trata de “trasponer el sentido superficial y tener acceso al sentido profundo e inclusive oculto” (Beuchot 2000: 14) con el fin de descubrir el sentido auténtico de la obra, vinculado a la intención del autor. Se trata de descubrir qué quiso decir éste en el texto que produjo. Para ello habrá que considerar no sólo la obra misma y a su autor sino también el público al que el texto va dirigido; de modo que una misma obra recibirá, inevitablemente, diversas interpretaciones que enriquecen la percepción del mensaje completo del autor. Los dos elementos básicos de la interpretación son el ámbito de la realidad considerada y la perspectiva del autor (cfr. Ricoeur: 14). La forma de analogía que se exige de la literatura es su paralelismo con la realidad. Por ello, la ficción ha de someterse a reglas de verosimilitud, de similitud con la verdad, para ser creíble, para ser aceptada por la inteligencia a sabiendas de que es ficción. 18
LA IMPORTANCIA DE LA ANALOGÍA EN LA LITERATURA – Rosario Athié Lambarri
Para comprender mejor el sentido de la analogía es menester referirse a sus contrarios: la univocidad y la equivocidad. Hay univocidad en la proposición cuyo predicado no admite sino una única relación con el sujeto, por lo que sus términos no pueden entenderse en más de un sentido, de modo que no es posible sino una interpretación de ella, sin facetas ni matices. La equivocidad consiste en que lo que se predica de una cosa tiene un sentido múltiple, de modo que son posibles diversas interpretaciones de la proposición respectiva; esto es posible porque existen palabras equívocas. La noción analogía que prefiere Beuchot la ha tomado de Tomás de Vio1, quien llama análogo a “aquello que es uno o es algo de manera proporcional a otras cosas” (Beuchot 1996: 62). La proporcionalidad de la analogía consiste en que una cosa se equipara a otra similar según la proporción de su semejanza. Se sigue la peculiaridad específica de la analogía: es una atribución basada tanto en las semejanzas como en las diferencias entre las cosas. La proporcionalidad implica que algunas cosas serán más análogas entre sí que otras. Metodológicamente, la analogía le ayuda a quien la utiliza a pensar las cosas coherente y ordenadamente, según una jerarquía o gradación, o, por lo menos, según la proporción que guardan entre sí. La postura de Beuchot es un realismo moderado de carácter analógico. Peculiaridad del realismo es equilibrar la realidad extramental con la intramental, el mundo objetivo de los entes —incluyendo entre éstos al propio ser humano— con el subjetivo, donde los seres son en la medida en que son pensados. El conocimiento no es puramente racional e idealista ni sólo empírico y sensible. A través de la analogía concilian mun1
Giacomo de Vio o cardenal Cayetano (1469-1535), autor del opúsculo De la analogía de los nombres, en la que presenta una síntesis de la doctrina de la analogía en la tradición griega y en la medieval.
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do y hombre, pues los dos “tienen su parte en la interacción cognoscitiva” (íd. 1999: 111-112). La hermenéutica analógica se aplica principalmente a los textos filosóficos. Sin embargo puede utilizarse de la misma manera con la literatura para acercarse a las distintas intenciones de un texto. Para ello habrá que distinguir tres de ellas: la del autor, la del lector y la del texto. Esta última reúne las otras dos, pues autor y lector se enfrentan en el texto. El hermeneuta se centrará en la intención del autor, pero sus interpretaciones serán tan limitadas como él, ya que necesariamente delimitará el texto para centrarse en los temas que domina. El exégeta busca delimitar el ámbito de interpretación para llegar a un pequeño grupo de sentidos válidos, ordenados según una jerarquía, que puedan atribuirse al texto y al autor. De manera que las exégesis analógicas de dicha hermenéutica son ponderadas, proporcionadas y proporcionales; esto es, integradoras de la diversidad de elementos interpretativos en pugna.
Conclusión Tolkien y Beuchot parten de la realidad considerándola un análogo, un mundo derivado de otro con el que guarda cierta razón de semejanza. Sus respectivas propuestas no se salen del ámbito de reflexión de cada uno, pero sin las premisas que hemos enunciado difícilmente se comprenden sus conclusiones. Mientras el primero se refiere a la analogía en su explicación sobre la vuelta al mundo real —lo cual implica tanto al autor como al lector—, el segundo se concentra en la interpretación, no en la acción misma del autor o lector común. Invito a los autores literarios aquí presentes, así como a los estudiosos de las letras, a considerar que la mente humana pasa permanentemente de un esquema a otro: así como el ar20
LA IMPORTANCIA DE LA ANALOGÍA EN LA LITERATURA – Rosario Athié Lambarri
tista pasó de la realidad a la ficción, los lectores pasarán de la ficción a la realidad. Aun distinguiendo ambos ámbitos, la mente localiza las semejanzas y tiende a fundirlos en la medida en que éstas impacten la imaginación. La analogía no fuerza a la mente a inferir, sólo sugiere, por lo que la captación de determinados valores en una obra supone la apertura de quienes se acercan a ella. De todo lo dicho concluyo que infundir valores no puede ser el objetivo del arte: ocurre que el arte, si lo es de veras, ineluctablemente transmitirá valores.
Bibliografía Beuchot, Maurice (1996), “Sobre la analogía y la filosofía actual”, Analogía, x, 1, México, Ceop. — (1999), Sobre el realismo y la verdad en el camino de la analogicidad, México, Universidad Pontificia de México (colección “Subsidios didácticos”, 9). — (2000), Tratado de hermenéutica analógica, México, UnamÍtaca. — (2000), Luis Vicente, La analogía, Barcelona. Ricoeur, Paul (1988), Du texte à l’action, Paris, Seuil.
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UNA VISIÓN DE LA HISTORIA EN LA ESCRITURA FEMENINA
LUISA BALLESTEROS ROSAS Universidad Cergy Pontoise, Francia
La historia es uno de los temas más sensibles de la literatura latinoamericana, y los autores jóvenes privilegian el relato novelesco. Los problemas laborales, las dictaduras militares, la violencia política, la historia del continente, el exilio, los procesos sociopolíticos, la vida de la burguesía, los procesos judiciales, los derechos humanos, la vida estudiantil, etc., representan el material básico de sus escritos. Desde mediados del siglo XX vemos el panorama de la literatura latinoamericana poblado de obras de ficción histórica, y en él se destacan autores como el colombiano Germán Espinosa (1938) con Los cortejos del diablo (1970) y La tejedora de coronas (1982), el venezolano Denzil Romero (1938) con La tragedia del generalísimo (1984) —la primera de una serie de novelas sobre Francisco de Miranda—, el uruguayo Eduardo Galeano (1940) con Las venas abiertas de América Latina (1971) y Memoria del fuego (1982) —donde recrea la historia y los mitos del continente—, el nicaragüense Sergio Ramírez (1942) con ¿Te dio miedo la sangre ? (1974) y Castigo divino (1988), el cubano Manuel Cofiño López (1936-1987) con La última mujer y el próximo combate (1971), el colombiano Arturo Alape (1938-2006) con El Bogotazo (1983), el argentino Abel Posse (1936) con Los perros del paraíso (1983) —premio Rómulo Gallegos—, el mexicano Fernando del Paso con Noticias del Im23
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perio (1987)—, el argentino Mempo Giandinetti (1947) con Santo oficio de la memoria (1991) —premio Rómulo Gallegos y una de las mejores novelas de los últimos años—, el colombiano William Ospina (1954) con Las auroras de la sangre (1999) y Ursúa (2005) —donde irrumpe en la historia de la Conquista— y el también colombiano Enrique Serrano (1960), premio Juan Rulfo, quien retoma en sus textos la historia y la filosofía en forma de sentencias o de diario. En esta tendencia, las escritoras encuentran la necesidad de presentar una visión femenina de los acontecimientos, convirtiendo el relato a la vez en reescritura histórica y en recuperación de la voces desde siempre silenciadas. Una de las pioneras es la colombiana Alba Lucía Ángel (1939), que se integra también en la óptica histórica a lo largo de los años sesenta y setenta, introduciendo tempranamente lo que algunos críticos llaman “novela posmoderna” (Williams 1998). En sus obras Dos veces Alicia (1972), Estaba la pájara pinta sentada en el verde limón (1975), Misiá Señora (1982) y Las andariegas (1984) busca insistentemente posibilidades inéditas del lenguaje y rompe los límites de la literatura para asumir un trabajo de recreación de la realidad histórica y cotidiana oculta o silenciada por tradición (Navia 2002: 153). Notamos este mismo procedimiento en Hasta no verte Jesús mío (1969) de Elena Poniatowska (1933), Yo, Policarpa (1995) y Malintzin, la princesa regalada (1999) de Flor Romero, La república de los sueños (1984) de Nélida Piñón (1937), La casa de los espíritus (1982) de Isabel Allende (1942) y Arráncame la vida (1985) y Mal de amores (1996) de Ángeles Mastretta (1949), donde se observa la necesidad de transgredir la historia oficial al rescatar la voz y la visión de las mujeres. En este ensayo nos concentraremos en las tres últimas escritoras. Nélida Piñón funde, en La república de los sueños, la pequeña historia de una familia con la gran historia del Brasil a través de los ojos de una mujer joven que rompe con los dogmas so24
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ciales y políticos. El relato comienza a principios del siglo XX en el pueblo gallego de Sobreira, donde nace el protagonista, Madruga, en 1900, y se desarrolla en el Brasil de los años treinta, para extenderse hasta los años ochenta. En él se retratan las revoluciones de 19301 y 1937, el Brasil de la dictadura de Getúlio Vargas (1889-1954) —que comprende dos periodos: 1930-1945 y 1951-1954—, la política expansionista de Kubitschek2 (1955-1964), la dictadura militar iniciada en 19643 y los disturbios estudiantiles de 1968, a los que asiste activamente Breta, la heredera de la dinastía y narradora de la historia. La autora también hace alusión al siglo XIX al examinar las raíces del autoritarismo y la esclavitud, así como el papel desempeñado por Gran Bretaña en la Independencia de Brasil4 y su influencia en la formación de la nación. Como se trata de una familia de origen español, la novela muestra asimismo interés en la guerra civil española y la dictadura de Franco. En los 37 capítulos de la obra se intercala la gran historia de Brasil con la pequeña historia de una saga suntuosa dominada por la figura de Madruga, quien se convierte en magnate industrial después de haber huido de la miseria del pueblo de Sobreira, embarcándose hacia América a los trece años. La his1
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Julio Prestes ganó las elecciones pero, acusado de fraude, no pudo ejercer el poder. Getúlio Vargas, apoyado por militares, se quedó en el poder y les otorgó puestos importantes para rencompensarlos. El presidente Kubitschek inauguró un programa de expansión industrial y de grandes obras, como la construcción de la nueva capital, Brasilia. Lo sucedieron, en 1960, Jânio Cuadros (1917) y, en 1962, João Goulart (19181976), quien trató de promover una reforma agraria y las nacionalizaciones, pero fue derrocado por el ejército en 1964 y se exilió en Uruguay. En 1964 se instaló un régimen militar hasta las primeras elecciones presidenciales libres, que tuvieron lugar en 1985. En el siglo XIX, Gran Bretaña presionó para que Portugal le concediera la independencia a Brasil. Jugosos capitales británicos se invirtieron en las plantaciones de café, en la infraestructura —ferrocarriles— y en numerosas industrias. La influencia inglesa se hizo sentir también en los campos religioso, jurídico —derecho comercial— y político —liberalismo y concepciones antiesclavistas—.
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toria de Brasil es narrada en un período de siete días en el cual Eulalia, la mujer de Madruga, agoniza en la mansión familiar de Río de Janeiro. La novela empieza así: “El martes, Eulalia comenzó a morirse. No había asistido a la última comida dominical alrededor de la larga mesa puesta para acoger a hijos y nietos. A la cabeza, su marido Madruga presidía de manera honorable las festividades y los ritos implantados en la mansión desde su llegada a América” (5). La república de los sueños está tejida también de aspectos autobiográficos. Breta, la narradora, encarna a Nélida Piñón. Como ella, recibe una formación hispanobrasileña y plasma con arte a Brasil usando un lenguaje amplio y desacralizado para expresar mejor el alma popular. Los ancestros de Breta, como los de la autora, inmigran de Galicia a comienzos del siglo XX y asisten a los principales acontecimientos históricos de Brasil. Venancio, el amigo y compañero de viaje de Madruga, dice: Cuando desembarqué en Río de Janeiro, en el año 1913, era un extranjero que despertaba sospechas, como si fuera un bandido, o un asesino. Brasil tenía vergüenza de sus orígenes y manifestaba su oposición a los recién llegados. Deseaba combatir los vicios provenientes de la época de la Colonia, de la Monarquía y de las Repúblicas, la vieja y la nueva5. (761)
En la novela, la memoria es transmitida y reescrita por las mujeres. Eulalia, la abuela, es quien se encarga de transmitirles la memoria de sus orígenes a sus descendientes. Antes de morir le entrega a cada uno de los miembros de la familia un cofre con su herencia; pero poco a poco a lo largo del relato nos damos cuenta de que no se trata de cosas materiales sino de recuerdos, fechas importantes, como las que contiene su propio cofre, donde guarda dos papeles, como lápidas, con las 5
La Vieja República o Primera República (1890-1930) terminó con la revolución de 1930.
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fechas en que perdió a de dos de sus hijos, Bento y Esperanza. En el capítulo 25 se sabe también que Eulalia confía un diario a su nieta Breta, donde está consignada la historia de su familia desde los tiempos de Galicia: “El diario es tuyo, Breta. Como todo lo que un día te quedará de herencia” (652). Ante la mirada de Breta, depositaria de la epopeya familiar, se enfrentan, en una atmósfera de incesto, tres generaciones, con el trasfondo de un país de sueños: los sueños de los ancestros inmigrantes en busca de fortuna, los sueños de poder de las clases dominantes, los sueños de libertad de los esclavos y los sueños de los pobres, quienes se refugian en la magia. La larga agonía de Eulalia permite asistir también a todos los ritos y conflictos familiares. Los miembros de la pequeña historia están implicados, cada uno a su nivel, en la gran historia de Brasil. Tanto en la pequeña como en la gran historia, los personajes sufren la dictadura. Los cinco hijos de Madruga viven con dificultad la dependencia material que condiciona sus ideas y sus actos, enajenando su libertad. Ninguno logra liberarse verdaderamente del peso aplastante del padre a pesar de que dos de ellos, los más frágiles, se atreven a desafiarlo a riesgo de perderse, como Esperanza, su hija preferida y madre de Breta, la narradora de la historia: Sus inclinaciones juveniles revelaban una conciencia exacerbada, en conflicto abierto con su famila y su medio, una voluntad de librarse de las reglas familiares, representadas por Madruga y Miguel, y de su condición de mujer. Pero Esperanza no definía precisamente sus aspiraciones, ni la ambición que crecía cada vez más en ella. (847)
A través de uno de los personajes, la autora confirma la necesidad de reescribir la historia: Lo que nos pesa, dice Tobías, es tener demasiados libros, demasiadas historias, todos mentiras. Necesitamos desesperadamente es27
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cuchar otras historias, deshacernos de los discursos oficiales, de los análisis deformados, de intenciones colonizadoras. Hace quinientos años que nos forjamos una versión autoritaria de la realidad. (828)
Breta se encarga de reunir los diferentes puntos de vista de una familia compleja y un país inmenso, con orígenes diversos. Consciente de su papel de depositaria de la memoria, dice: “Todos somos protagonistas y observadores activos” (827). Ella representa la nueva generación brasileña y como mujer utiliza su libertad, conquistada a base de sacrificios por la generación precedente, de manera serena y comprende el largo camino trazado hasta encontrarse con su propio destino y sus propias decisiones. Una de las referencias literarias e históricas de la autora parece ser Machado de Assis6, citado varias veces en la novela como modelo por su manera de pintar a Brasil: “Terminó por encontrar entre las páginas de Dom Casmurro el papelito que completó su colección” (845). Como Breta, la autora reúne toda la información en un trabajo enorme cuya importancia no disimula cuando dice: “Guardo todo, conservo los siete borradores de La república de los sueños junto con los estudios históricos que utilicé y hasta los mapas que necesité para ubicar a los personajes de esta obra, la más ambiciosa de las mías, porque narré cien años de formación de este país”7. Del mismo modo, Isabel Allende, en La casa de los espíritus, narra la historia y denuncia la realidad de su país desde el golpe de Estado del general Augusto Pinochet. 6
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Joaquim Maria Machado de Assis (1939-1908), considerado el más grande escritor brasileño de finales del siglo XIX y fundador de la Academia Brasileña de las Letras, es famoso por su trilogía Memorias póstumas de Brás Cubas (1881), Quincas Borba (1891) y Dom Casmurro (1899). El País, 7 de octubre de 1997.
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