Movimiento humano Human movement

Movimiento humano Human movement Equipo editorial Director/Editor-in-Chief Joaquim Reverter Masià. Universitat de Lleida. España Sub/Director Víctor

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Equipo editorial Director/Editor-in-Chief Joaquim Reverter Masià. Universitat de Lleida. España Sub/Director Víctor López Ros. Universitat de Girona. España Coordinador/Coordinator Vicenç Hernández González. Universitat de Lleida. España Editores Asociados/Associated editors M. Carmen Jove Deltell. Universitat de Lleida. España Pere Blanco Felip. Universitat de Lleida. España Ricard Pradas Casas. Universitat de Girona. España Secretaría Técnica Editorial/Editorial Technical Secretariat Jordi Sargatal Prat. Universitat de Girona. España Monserrat Casanovas Català. Universitat de Lleida. España Consejo de Redacción/Drafting Committee Luis Adell Pla. Conselleria de Educació. Generalitat Valenciana. España M. Carmen Jove Deltell. Universitat de Lleida. España Pere Blanco Felip. Universitat de Lleida. España Ricard Pradas Casas. Universitat de Girona. España Víctor López Ros. Universitat de Girona. España Jose Gregorio Bollado Esteban. Conselleria de Educació. Generalitat Valenciana. España Consejo asesor/Editorial Board Athanasios Pappous. University of Kent. Inglaterra Bernardo Buarque de Hollanda. Fundação Getúlio Vargas —FGV-Río—. Brasil Héctor Muñoz Bustillos. Universitat Autónoma de Ciudad Juárez. México Jaume Cruz Feliu. Universitat Autónoma de Barcelona. España

Marc Roig Pull. University of Copenhagen. Dinamarca Natalina María Machado R. Casanova. Institute Polythecnic of Guarda. Portugal Nuno Miguel Lourenço Martins Cameira Serra. Institute Polythecnic of Guarda Portugal Ricardo Juárez Lozano. Universitat Autónoma de Ciudad Juárez. México Teresa Fonseca. Institute Polythecnic of Guarda.Portugal Michel Ramos. IUFM Université Montpellier 2. Francia Àngel Alonso Herrera. Campus Fútbol Formativo España Daniel Plaza Montero. Universitat de Lleida. España Luis E. Carranza. Universidad Autónoma de Nueva León. México. Oswaldo Ceballos Gurrola. Universidad Autónoma de Nueva León. México Francisco Ruiz Juan. Universidad de Murcia. España Revisores externos/Reviewers Athanasios Pappous. University of Kent. Inglaterra Bernardo Buarque de Hollanda. Fundação Getúlio Vargas-FGV-Río-. Brasil Carlos Manuel Francisco. Institute Polythecnic of Guarda. Portugal Carlos Nuno Pires Lourenço Sacadura. Institute Polythecnic of Guarda. Portugal Diego Moliner Urdiales. Jaume I Castellón. España Diego Murguía Izquierdo. Universidad Pablo Olavide. España Francisco Fradas de la Fuente. Universidad de Zaragoza. España Francisco Javier Castejón Oliva. Universitat Autònoma de Madrid Héctor Muñoz Bustillos. Universitat Autònoma de Ciudad Juárez. México Jaume Cruz Feliu. Universitat Autónoma de Barcelona. España Joan Riera Riera. INEFC Barcelona Julio Calleja. Universitat del País Basc i Universitat de Zagreb Luis E. Carranza. Universidad Autónoma de Nueva León. México Marc Roig Pull. University of Copenhagen. Dinamarca Natalina María Machado R. Casanova. Institute Polythecnic of Guarda. Portugal Nuno Miguel Lourenço Martins Cameira Serra. Institute Polythecnic of Guarda. Portugal Ricardo Juárez Lozano. Universitat Autònoma de Ciudad Juárez. México Teresa Fonseca. Institute Polythecnic of Guarda. Portugal Michel Ramos. IUFM Université Montpellier 2. Francia Alex T. Latinjak. EUSES- Universitat de Girona Albert Batalla. Universitat de Barcelona Oswaldo Ceballos Gurrola. Universidad Autónoma de Nueva León. México

Edita/Editor Departament de Didàctiques Específiques. Universitat de Lleida Càtedra d’Esport i Educació Física. Universitat de Girona. España Departament de Didàctiques Específiques. Universitat de Girona

Valoración del Comité Científico Todos los artículos recibidos serán remitidos por la Dirección de la Revista al Comité Científico, una vez comprobado que cumplen con los objetivos de esta publicación y con las normas formales establecidas. El Comité Científico lo evalúa por el sistema de doble ciego y elabora el correspondiente informe, en un plazo máximo de 4 meses, para la aceptación o rechazo del artículo, basado en los criterios de calidad tanto formales como de contenido propios de esta Revista.

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ISSN 2014-3060 Número 5/2013

ISSN: 2014-3060 Esta publicación electrónica ha sido patrocinada por Banco Santander Diseño de cubierta: cat & cas Maquetación: Edicions i Publicacions de la UdL © Edicions de la Universitat de Lleida, 2015 © Departament de didàctiques específiques (Grup de Moviment Humà) de la UdL © Càtedra d’Esport i Educació Física de la UdG © Departament de didàctiques específiques de la UdG Indexada en Latindex, Dialnet, DICE, Resh, Carhusplus+ y Sumaris CBUC.

Índice general

Artículos originales Juegos tradicionales en la pintura plasmada en los sellos postales / traditional games in the paint reflecte in the stamps Julio Herrador Sánchez........................................................................................................ 11 Mecánica de ejecución del remate en voleibol / Mechanics of the spike execution in volleyball Valadés Cerrato, David; Palao Andrés, José Manuel; Bermejo Frutos, Javier.................. 33 Impact factor (if) of hospitality, leisure, sports & tourism journals: current trends, overall ranking and temporal stability over a four year period Nuria Sans-Rosell, Joaquín Reverter-Masía, Vicenç Hernández-González........................ 53 Variables asociadas con el error-continuidad de saque en voleibol, en etapas de formación / variables associated with error-continuity of service in volleyball, in stages of training Fernández-Echeverría, Carmen; Claver Rabaz, Fernando; García- González, Luis; Gil Arias, Alexander; Moreno Arroyo, M. Perla.................................................................. 63 Avaliação de duas intervenções educativas sobre os hábitos nutritivos, de higiene e saúde em alunos do 1º e 2º Ciclo de Educação Primária dos 6 aos 13 anos / Educational intervention on nutritional, of hygiene and of health habits, in pupils of elementary education Joaquín Reverter-Masía, Carme Jove-Deldell, Teresa Fonseca, Nuno Serra..................... 77

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Artículos originales

JUEGOS TRADICIONALES EN LA PINTURA PLASMADA EN LOS SELLOS POSTALES TRADITIONAL GAMES IN THE PAINT REFLECTE IN THE STAMPS Julio Herrador Sánchez Universidad Pablo de Olavide

Fecha de recepción : 18-05-13 Fecha de aceptación : 12-07-13

Resumen Son muchos los pintores de diferentes épocas y estilos artísticos los que han tratado en sus lienzos el tema del juego en general, y de los juegos tradicionales en particular, como por ejemplo: Fragonard, Chardin, Goya, Rembrandt, Sorolla, Hogarth, Matisse, Gauguín, Brueghel, Dalí, Picasso, etc. En este artículo, tras una revisión y análisis de las fuentes documentales e iconográficas sobre la historia de la pintura, se expone una recopilación de cuadros en los que se pueden reconocer juegos que se han practicado durante siglos, asociándolos al mundo de la filatelia, o que han sido recordados en emisiones postales.

Palabras Clave Pintura, Juegos tradicionales, Iconografía, Filatelia, sellos

Abstrac Many artists from different periods and artistic styles which have been discussed in his paintings the theme of the game in general, and particularly traditional games such as: Fragonard, Chardin, Goya, Rembrandt, Sorolla, Hogarth, Matisse, Gauguin, Brueghel, Dali, Picasso, etc..In this paper, after a review and analysis of documentary and iconographic sources on the history of painting, it presents a collection of tables that can recognize games that have been practiced for centuries, associating them to the world of philately, or that have been recalled in postal issues.

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Key words Painting, Traditional Games, Iconography, Philately, Stamp

Introducción Es evidente que a lo largo de la historia cultural de la humanidad, los artistas siempre han procurado mostrar en imágenes los movimientos del ser humano, quedando reflejado este legado en: grabados prehistóricos de las cuevas de Altamira y Lascaux entre otras, la escultura y arqueología griega, las miniaturas de manuales ilustrados de la Edad Media, las estampas y cromos de los siglos XVII y XVIII etc (Reenson, 1995). Arte y deporte han sido siempre disciplinas complementarias, y han recorrido caminos paralelos generando a veces una única vía de expresión de logros y emociones humanas (Zapico, 1999). No hay duda que el deporte y la actividad física en general, provocan la aparición de imágenes y sensaciones que tienen la capacidad de inspirar obra plástica, literaria e incluso musical a los artistas (Balius, 2004). Pérez y Rodrigo (2009), explican que el paisaje, las costumbres, el retrato, las alegorías, la pintura, la arquitectura, escultura, dibujo, fotografía, artes decorativas, etc determinan un amplio panorama analítico que ha hecho aumentar el interés y la atención en estos últimos años por parte de los especialistas y expertos. Haskell (1993), plantea que el uso de las representaciones icónicas como documento histórico tienen una larga tradición, y Yates (1993), entiende que la utilización de los testimonios visuales como documentos históricos son de enorme valía. Algunos autores como De Vroede (1985) y Parlebas (1998), asocian la imagen como una pieza fundamental para el conocimiento de las manifestaciones lúdicas en diversas culturas y sociedades. Por tanto, las fuentes documentales tanto orales como escritas, que nos aproximan al fenómeno lúdico a lo largo de los años, han sido objeto de numerosos estudios. Este tipo de investigaciones se han visto reforzadas gracias al análisis exhaustivo de otros soportes como la fotografía, pintura, cine, cómics, literatura, entre otros. (Plath, 1998; Irureta y Aquesolo, 1995; Reenson, 1995; Mestre, 1973; Herrador, 2003; Zagalaz 2007). Recientemente se están analizando otros formatos como son la filatelia (Herrador, 2010) y la escultura (Herrador, 2011). Fig 1. Fragonard. 1767. El Columpio.

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Son muchos los pintores de diferentes épocas y estilos artísticos los que han tratado en sus lienzos el tema del

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juego en general, y los juegos tradicionales en particular, como por ejemplo: Fragonard, Chardin, Goya, Rembrandt, Sorolla, Hogarth, Matisse, Gauguín, Brueghel, Dalí, Picasso, etc” (Carmona, 2012). (Fig 1). Artistas como Van Clave, Miguel Ángel House, Francisco y Ramón Bayeu, José del Castillo, González Ruiz y otros, en propiedad del Museo del Prado, Museo de Granja y en colecciones particulares, muestran en sus lienzos el movimiento y la gestualidad tradicional (Pelegrín, 1998). En el presente artículo, tras una revisión y análisis de las fuentes documentales e iconográficas sobre la historia de la pintura, se expone una recopilación de cuadros en los que se pueden reconocer juegos que se han practicado durante siglos, asociándolos al mundo de la filatelia o que han sido recordados en emisiones postales.

Metodología Existen unas ciencias auxiliares y fuentes de las que se nutre la Historia, como son: la Arqueología, la Heráldica, la Paleografía, la Epistemología, la Numismática, la Diplomática, la Sigilografía, la Filatelia, y la Iconografía (fotografías). El análisis del sello postal relacionado con el ámbito lúdico, y como fuente iconográfica, implica un estudio minucioso y exhaustivo en cuanto a la recopilación de los juegos plasmados por cada uno de los países emisores, por lo que hemos utilizado un diseño de estudio no experimental descriptivo que nos permitiera obtener el mayor número de datos para su posterior análisis de manera cualitativa, con lo que los resultados obtenidos han sido de una mayor riqueza a pesar de su subjetividad. Las fuentes manejadas para la búsqueda de datos han sido casi siempre primarias. En este sentido, se han revisado diferentes soportes de catálogos fotográficos, postales, revistas especializadas, libros sobre la práctica de juegos, etc, pero fundamentalmente catálogos filatélicos para encontrar las muestras iconográficas que configuran el corpus de nuestra búsqueda. En nuestro caso, la población de estudio son las muestras iconográficas de la filatelia, plasmadas en los sellos, desde su origen hasta el año 2012.

Artistas y su legado pictórico relacionado con la filatelia P. Bruegel Pieter Brueghel el Viejo (1525-1569), (Fig 2) pintor y grabador flamenco plasmó en sus lienzos con todo lujo de detalle los paisajes, escenas religiosas (episodios de la Biblia), personajes de la vida cotidiana campesina etc. A finales de la década de 1550 comenzó una serie de grandes paneles pintados con complejas composiciones que representaban diferentes aspectos de la vida rural flamenca. El primero fue una representación de Proverbios flamencos (1559) Staatliche

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Museen, Berlín; le siguieron El combate entre carnaval y cuaresma (1559) y Juegos infantiles (1560), estos dos últimos se encuentran en el Kunsthistorisches Museum de Viena.

Fig 2. Sello P. Brueguel.

Según Arpino y cols (1988), Brueguel fue sucesivamente campesino y burgués, católico y libertino, humanista, filósofo, satírico, paisajista, un pintor de género es decir se basaba en un tipo de pintura imbuida en escenas de la vida diaria tratadas desde perspectiva realista. Los temas escogidos son la calle, las tabernas, la vida familiar, excursiones campestres y las fiestas.

Brueguel representa lo más personal del arte de Flandes. Su viaje a Italia le puso en contacto con el paisaje de los Alpes y con la vida popular, dedicando su actividad a reproducir la vida cotidiana con matices de ironía y a veces, de desbordada imaginación que lo emparientan con el Bosco, y en otros casos anuncian aspectos de la pintura del XVII (Azcárate y cols, 1979). En los siglos que siguieron a la muerte del pintor, sus cuadros y dibujos cayeron en el olvido porque no correspondían a las reglas estéticas caracterizadas por el culto a los héroes, los santos y los soberanos, así como por el modo de pensar burgués y la contemplación romántico-idealista de la naturaleza. Sólo en el siglo XX, probablemente como consecuencia de las innovaciones artísticas de impresionistas, expresionistas y cubistas, que pusieron en entredicho los hábitos visuales heredados de la tradición, se olvidó prestar atención a su obra. En concreto nos vamos a centrar fundamentalmente en el lienzo donde P.Brueguel reflejó actividades lúdico-recreativas, juegos populares y de la época, caracterizándose dicho lienzo por la gran capacidad de observación de la naturaleza humana, el ingenio omnipresente y la vitalidad de los personajes. Según Bobi (1972), Hulin de Loo quiso ver aquí una “enciclopedia de juegos de los muchachos flamencos”. Como indica Pubill (2010), el verdadero punto de inflexión hacia un mundo ilustrado de juegos vendrá de la mano del artista flamenco Pieter Bruegel quien en 1560 pinta el conocido cuadro Juegos infantiles. En este momento podemos asegurar que nace la primera y quizás más importante “enciclopedia visual de juegos”. En este óleo sobre tabla, con unas dimensiones de 118 x 161 cm. algunos de los juegos representados son los siguientes: Juegos con muñecas; altares improvisados; máscaras; cabalgar a caballo; tocar tambores; rodar aros; la gallina ciega; lucha de jinetes; pídola; el pañuelo; trompo; yoyo; a las piedrecillas con huesos pequeños; pájaros; pistolas de agua; representación de procesiones; cabalgar en caballito de palo; remover barro y construir con arena; inflar vejigas de cerdo o de buey; hacer cabriolas; juegos de adivinación: pares o nones; lucha de jinetes; carreras de baquetas; marcha de ganso; hacer girar gorras en la punta de un bastón; lanzar tejos; lucha libre; correr por las murallas; canicas; bolos; escondite; zancos; volteos; equilibrio invertido; golpear ollas; equilibrios en barra o baranda; trepa por árbol; lucha con palos; con

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remolino de viento; olla de la miel; hacer ecos en toneles huecos; equilibrios o cabalgar en barril; nadar; ondear una cinta; churro-media manga-mangotero; lanzamiento de cuchillos; transporte por tríos; el trenecito; equilibrar una escoba etc (Fig 3). Herrador (2005; 2012), analiza cada uno de los juegos que aparecen en este óleo, bajo una perspectiva pedagógica y como una herramienta útil para aplicarla en el aula y más concretamente en el área de Educación Física. En este caso, Navacerrada (2007), desgrana juego a juego el óleo del famoso pintor a partir de dos estudios minuciosos, el de Vanden Branden (1982) y el de Hills (1940) y logra identificar 86 acciones motrices entre 247 personajes (168 niños y 78 niñas, además de un adulto) aunque es Menzel (1966) el primero en interpretar el conjunto de la obra relacionando el tipo de juegos que aparecen en el lienzo con la situación política y económica de la época. El juego en general y el juego tradicional en particular, es sin duda símbolo y estandarte de nuestro patrimonio cultural. Simboliza el arraigo social, la comunicación, las celebraciones y ceremonias sociales, en ocasiones rituales, mágicas, religiosas o a veces, sencillamente festivas y ociosas (Navacerrada, 2008). En palabras de Elschenbroich (1979), Brueguel no escenifica a los niños como seres juguetones y graciosos, sino que lo grosero y rechoncho de sus proporciones está incluso exager-

Fig. 3. Brueguel (1560) “Los juegos de niños”. Kunsthistorisches Museum de Viena.

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ado mediante su diminuto tamaño, donde los cráneos son redondos ocultando el cuello y las espaldas en parte casi están chepadas o jorobazas. Dicho autor comenta que llama la atención que se vean pocos juguetes en la escenas, puesto que si el juego precisa de estos instrumentos, en la mayoría de los casos esta función la cumplen los objetos del mundo del trabajo; en este caso encontramos el barril, el aro fabricado a partir de éste, cestas, escobas, barra para amarrar a los caballos, la vejiga de cerdo etc. En cambio los juguetes que se pueden considerar como tales en un sentido fiel, han sido confeccionados por los propios niños, como son: los molinos de viento, el yoyo, las máscaras, los huesecillos para jugar a los dados etc. Tan solo el caballo de palo y las muñecas son juguetes generados por los adultos expresamente para los niños. Los países emisores que han recogido los juegos en los sellos y pintados por Brueguel, son los siguientes (Fig. 4a, 4b, 5, 6, 7 y 8).

Bélgica, 1969

Fig. 4a

Fig. 4b

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Lesotho, 1979

Fig. 5

Fig. 6

Suriname, 1971

Fig. 7

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Mozambique, 2002

Fig. 8

En otro cuadro del pintor: El combate entre don carnaval y doña cuaresma, aparecen varias escenas de niños y personas adultas jugando (corros, la olla, trompo, etc) (Fig. 9a y 9b).

Fig. 9a. El combate entre don carnaval y doña cuaresma. (1959). Kunsthistorisches Museum de Viena.

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Fig. 9b. Detalle del cuadro. Niños y personas adultas jugando (corros, la olla y trompo).

GUINÉ-BISSAU, en el año 2003, emite un sello reproduciendo este cuadro, donde aparecen los citados juegos (Fig. 10).

Fig. 10. Guiné-Bissau. 2003.

Jean Siméon Chardin Se trata de uno de los pintores franceses más importantes del siglo XVIII, cuya pintura de género y naturalezas muertas reflejan la vida de la burguesía parisina. Maestro especializado en el bodegón, la pintura de paisaje o escenas domésticas, familiares e imágenes de la infancia. Chardin nació en París el 2 de noviembre de 1699. Murió el 6 de diciembre de 1779 en París ha tenido una gran influencia en algunos de los principales maestros de la modernidad como

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Cézanne, Manet, Matisse. Los países emisores que han recogido los juegos en los sellos y pintados por Chardin, son los siguientes (Fig. 11, 12, 13 y 14).

El niño de la peonza 1938. Museo del Louvre.

Congo.1976

OPU.1974

Fig. 11

La niña con el volante. 1737. Colección particular.

Santa Lucía. 1979

Fig. 12

La lavandera 1735 (pompas). Museo del Hermitage. Sant Petesburgo

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CCCP. 1971 Fig. 13

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Pompas de Jabón - 1738. Washington, National Gallery of Art. Fig. 14

Ghana. 1996.

Francisco de goya En una gloriosa terna de pintores españoles como El Greco, Velázquez y Goya, si a alguno de los tres le corresponde el título de genio, es sin duda a este último. Las leyendas que puso al pie de sus caprichos, desastres y algunos dibujos, reflejan la sagacidad una vez moralizante y otra sarcástica, que sólo puede darse en cerebros privilegiados (Onieva, 1973). Abbruzzese (1967) certifica que Goya “era un gran conocedor sin límites de su pueblo y sus gentes, lo que justifica en gran parte el carácter abierto de su obra”. Como dice Mestre (1973)”Goya es el gran pintor dominical, el pintor del ocio, de los juegos, recreo y ocio. Fig. 15. Autorretrato Goya Pintó a nuestro pueblo cuando era dichoso. Cuando vivía como podía, pero que era feliz con este tipo de vida. Cuando salía a las plazas, a las afueras, a tomar el sol jugando y divirtiéndose”. Su trayectoria artística es muy amplia, y abarca desde cartones para tapices, hasta retratos, pinturas negras, pintura religiosa, grabados (desastres de la guerra, caprichos, tauromaquia y proverbios) y litografía. Según Wyndham (1970), “su pincel estuvo comprometido con reyes, reinas, príncipes, soldados, frailes, toreros, gitanos, intelectuales, majas, santos, juerguistas de las fiestas populares, combatientes callejeros, niños jugando, etc”. “Goya, se caracteriza por su originalidad, tanto en los temas populares, llenos de gracia, como en los de crítica sarcástica de la sociedad que le rodea” (Navasarés y cols, 1979). Sin lugar a dudas, son los cartones (entre 1776 y 1792), destinados a la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, el mayor legado afín con los juegos y actividades recreativas del momento (Beryes, 1971). Mestre (1973), tituló su trabajo de fin de carrera de los estudios del INEF en Madrid, dirigido por D. Miguel Piernavieja,“Juegos y deportes en Goya” desvelando que el pintor tuvo una

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gran influencia de personajes ilustres de la época como la de D. Francisco de Paula Amorós y Ondeano, al que se debe la instalación del Real Instituto Pestalozziano en 1806 y precursor de ejercicios rítmicos, de equilibrio, de lucha, zancos y sobre todo del sistema Natural Francés que originó en el país vecino, donde tuvo que exiliarse por motivos políticos. Amorós fue secretario particular de Carlos IV, lo que hace suponer su amistad con Goya, pintor de cámara del Rey. También mediaría D. Gaspar Melchor de Jovellanos, amigo del pintor, cuya obra ”Memoria sobre la policía de los espectáculos y diversiones públicas y su origen en España” incluye escenas de caza, romería, juegos escénicos, juegos privados, máscaras y bailes; actividades presentes en la obra de Goya como veremos posteriormente. En diferentes manifestaciones del arte iconográfico, aparecen imágenes de juguetes que se tratan de objetos de lujo propios de un estrato social superior, de regalos destinados a los niños o a las mujeres. Normalmente estos juguetes no eran más que animales como el armiño, la ardilla, el pájaro o el perro, que hacían de compañeros de juego (Elschenbroich, 1979). Los países emisores que han recogido los juegos en los sellos y pintados por Goya, son los siguientes (Fig. 16,17, 18, 19, 20, 21, 22, 23). Juegos con animales

Niños

con mastines. 1786. Museo del Prado

España.1996

Dubai. 1968

Fig. 16

Don Manuel Osorio 1787. Nueva York

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Fujeira

Kathiri. 1967

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Panamá.1959

Paraguay.1969

Uper_Yafá

Fig. 17

Juguetes

Los Duques de Osuna y sus hijos. 1788. Museo del Prado

Buthan. 2000

Niue.1974

Fig. 18

Pelota

El juego de la pelota a pala. 1779. Museo del Prado

España. 2009 Fig. 19

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Manteo de pelele

El pelele. 1792 Museo del Prado

España. 1958

Tongo.2010

Fig. 20

Columpio

El columpio. 1779. Museo del Prado

España. 2009 Fig. 21

Pimpirinetes

Las gigantillas. 1792. Museo del Prado Fig. 22

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Grenada. 2000

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Gallina Ciega

La Gallina Ciega. 1789. Museo del Prado

Guinea

Tongo. 2010

Fig. 23

Edouard manet Pintor Francés, que nació en París el 23 de enero de 1832 y murió en la misma ciudad el día 30 de abril de 1883.El estilo seguro y sólido que emplea Manet está inspirado en las obras de Chardin que admiró en el Louvre. (Fig 24 y 25)

Fig. 24

Pompas de jabón1867. Museo Calouste Gulbenkian de Lisboa

Gabon.1982

Dubai.1968

Fig. 25

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Pierre Auguste Renoir Nació el 25 de febrero de 1841 en Limoges. En sus creaciones muestra la alegría de vivir, incluso cuando los protagonistas son trabajadores. Siempre son personajes que se divierten, en una naturaleza agradable (Fig 26). Los países emisores que han recogido los juegos en los sellos y pintados por Renoir, son los siguientes (Fig 27, 28 y 29).

Fig. 26

Los paraguas 1883. National Gallery de Londres

El columpio. 1876. Musée d´Orsay, París

Aden.1967

Ajman. 1967

Fig. 27

Albania.1991

Francia.1991

Fig. 28

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En el jardín del Luxemburg. 1883. Colección particular Fig. 29

Kathiri.1967

Bartolomé Esteban Murillo Nace el 31 de diciembre de 1617 en Sevilla. Tal vez el Murillo más conocido por el público sea el de las Inmaculadas, pero hay otro Murillo, el de los niños de la calle, el de los pilluelos harapientos y piojosos que se reparten un melón robado, juegan a los dados. Murillo es uno de los mejores pintores de niños de la pintura española. Al final de su vida (1681 u 82) inicia la serie que no llegará a ver terminada de la iglesia de los Capuchinos de Cádiz, durante cuya ejecución sufrirá un accidente, al caer desde un andamio, que le conducirá a la muerte, finalizando así su vida en el año de 1682 (Fig. 31).

Niños jugando a los dados. 1665 Bayerisches National Museum (Munich)

España. 1960

Fig. 30

Ras_Alkhaima_1968

Fig. 31

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Otros Pintores (Fig 32, 33, 34, 35, 36)

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Juan Manuel Blanes. Urugay

Urugay.2009

Albert Edefel. 1887

Finlandia_2004

Zandomeneghi. Juegos en el parque

Dubai.1968

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Juego de Bolos. S. XVIII. Antonio González

Referencias Abbruzzese, M. (1967). Goya. Los Diamantes del Arte. Barcelona: Toray. Arpino, G., Bianconi; P. y Alcántara, F. (1988). La obra pictórica de Brueguel. Barcelona: Planeta. Azcárate, J. M., Pérez, A. y Ramírez, J.a. (1979). Historia del Arte. Madrid: Anaya. Balius. R. (2004). Culturas, arte y deporte. Apunts. Educación Física y Deportes. Barcelona: Generalitat de Catalunya. Beryes, I. (1971). La vida y los cuadros de Goya. Barcelona: Iberia. Bobi, A. (1972). Brueguel, Los diamantes del arte. 49. Barcelona: Toray S.A. Botermans, J., Burret, T. y Van Splunteren, C. (1989). El libro de los juegos. Esplugues de Llobregat: Plaza&Janés Editores S.A. Carmona, R. (2012). Juegos tradicionales, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Una revisión a través de la pintura. EmásF, Revista Digital de Educación Física, 15, 7-20. De Vroede, E. y Renson, R. (1991). Proceedings of the Second European Seminar on Traditional Games. Vlaamse Volksport Centrale; Council of Europe. Committee for the Development of Sport.Leuven, Belgium. Elschenbroich, D. (1979). El juego de los niños. Estudios sobre la génesis de la infancia. Bilbao: Zero zyx.

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Mecánica de ejecución del remate en voleibol Mechanics of the spike execution in volleyball Valadés Cerrato, David1; Palao Andrés, José Manuel2; Bermejo Frutos, Javier3 1

Departamento de Biomédicas II, Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud. Universidad de Alcalá; 2Departamento de Actividad Física y Deporte. Facultad de Ciencias del Deporte. Universidad de Murcia; 3 Universidad Católica San Antonio de Murcia

Fecha de recepción: 08-02-13 Fecha de aceptación: 02-04-13

Resumen El objetivo de este trabajo fue estudiar la mecánica de realización del remate de voleibol. Se realiza una descripción de las diferentes fases del remate (carrera de aproximación, batida, golpeo, y caída) y de los principios mecánicos que intervienen en la realización de cada fase del remate. A partir de esta información se puede comprender el porqué de la realización de los diferentes movimientos del remate. Esta información puede servir de guía a los entrenadores de voleibol a la hora de realizar el análisis y diagnósticos de la técnica de ejecución del remate en sus jugadores y jugadoras

Palabras clave Biomecánica, técnica, voleibol, ataque.

Abstract The purpose of this study was to study the mechanics of the spike in volleyball. A description of the different phases of the spike (run-up, take-off, hit, and fall) and the mechanical principles involved in the execution of each phase of the spike was carried out. This information helps to understand the reasons for the different movements that are executed in the spike. This information can help to guide coaches´ analysis and diagnosis of the spike in their players.

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Key Works Biomechanics, technique, volleyball, attack

Introducción El rendimiento en el deporte está condicionado por aspectos motores, psicológicos, fisiológicos, etc. A nivel motor, la actuación del deportista está determinada principalmente por dos criterios: a) el reglamento, que establece que se puede hacer y cómo (ej. espacio, tiempo, competidores, materiales, interacciones, y metas); y b) los principios mecánicos de la física (mecánica newtoniana), que son leyes universales e invariables que rigen el movimiento (ej. cuando se lanza un balón hacia arriba, por muy alto que se lance, al final siempre volverá a caer al suelo por acción de la fuerza de la gravedad y el tiempo empleado en subir y bajar estará determinado por las características aerodinámicas del objeto). El voleibol es un deporte de red en el cual el móvil de juego no puede ser adaptado y se juega con una barrera física (red). La existencia de una red condiciona la ejecución de los movimientos, ya que esta debe ser superada para hacer que el balón contacte con el campo del equipo contrario. Por ello, las acciones realizadas próximas a la red son las que más importancia tienen sobre el resultado del juego. El remate es la acción técnica a través de la cual que se consigue el mayor porcentaje de puntos (Palao, Santos, & Ureña, 2004; Zhang, 2000). El estudio de su técnica se puede realizar desde dos perspectivas a nivel mecánico y a nivel de efecto en el juego. El presente trabajo aborda el estudio del remate a través de la biomecánica deportiva, con objeto de incrementar la comprensión de la mecánica de los movimientos de este gesto (qué hace, por qué lo hace, y cómo afecta al resultado) (Hughes & Bartlett, 1992). La efectividad del remate de voleibol, a nivel mecánico, está determinada por dos aspectos: a) la altura del golpeo del balón; y b) la velocidad de salida del balón tras el golpeo (Coleman, Benham, & Northcott, 1993; Forthomme, Croisier, Ciccarone, Crielaard, & Cloes, 2005; Guo & Li, 2000; Gutiérrez, Ureña, & Soto, 1994; Hernández, 1992; Vint & Hinrichs, 2004a). Esto traducido a la competición supone que cuanto mayor sea la altura a la que se produce el golpeo del balón, mayor será la posibilidad de superar el bloqueo, y cuanto más fuerte se golpee al balón, menor será el tiempo de reacción del que disponga el equipo contrario para interceptar su trayectoria (Bowman, 2001; Valadés, Palao, Femia, Padial, & Ureña, 2004; Vint & Hinrichs, 2004b).

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Figura 1. Esquema de las fases del remate de voleibol (Valadés et al., 2004).

El remate es un movimiento complejo (Liu, Liu, Sue, & Huang, 2008; Wedaman, Tant, & Wilkerson, 1988), que combina tres acciones (Lucas, 2000): a) una carrera de aproximación, b) un salto vertical, y c) un golpeo en suspensión. Se trata de un movimiento secuencial (Alexander & Seaborn, 1982; Prsala, 1982) que se realiza a gran velocidad de ejecución de 0.6-0.8 s (Liu et al., 2008). A nivel de biomecánica, se utiliza la división del gesto en diferentes fases temporales. En la bibliografía existen referencias a divisiones del gesto en: tres fases (aproximación, salto, y golpeo) (Lucas, 2000), cuatro fases (aproximación, preparación, golpeo, y aterrizaje) (Abendroth-Smith & Kras, 1999; Cisar & Corbelli, 1989; Coleman et al., 1993; Kuhlmann, Roemer, & Milani, 2007; Prsala, 1982; Shahbazi, Mirabedi, & Gaeini, 2007), y cinco fases (aproximación, impulso de frenado de batida, impulso de aceleración de batida, golpeo, y aterrizaje) (Chen, Huang, & Shih, 2011; Coleman et al., 1993; Gutiérrez, Santos, & Soto, 1992; Reeser, Fleisig, Bolt, & Ruan, 2010). Chen et al. (2011) determinan la división en aproximación, batida, vuelo, armado para el golpeo, y aterrizaje. En este artículo se utiliza una división básica en cuatro fases principales con dos subfases en la batida y el vuelo (figura 1).

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Figura 2. Secuencia de la acción técnica del remate de voleibol en un modelo reconstruido de segmentos articulados (adaptado de Reeser et al., 2010). Leyenda: Carrera de aproximación (A); Batida (AB); Vuelo “preparación del golpeo” (BC); Vuelo “Aceleración del brazo y golpeo” (CD); Caída (DE).

1. Carrera de aproximación La realización de la carrera de aproximación a velocidad sub-máxima (50-60% de la velocidad máxima de carrera) previa a un salto vertical incrementa la altura de elevación del centro de masas (CM) del deportista en relación a un salto sin carrera (Dapena & Chung, 1988; Saunder, 1980). Este aspecto ha sido corroborado por diferentes estudios que han encontrado correlación positiva entre la velocidad de carrera y la altura de salto en el remate de voleibol (Kuhlmann, Roemer, & Milani, 2009; Tillman, Hass, Brunt, & Bennett, 2004; Vint & Hinrichs, 2004b). La explicación teórica del beneficio de realizar una carrera previa es que cuando el jugador de voleibol realiza la aproximación, genera una cierta cantidad de fuerza que depende de la cantidad de velocidad horizontal de avance del CM. Al contactar con los pies en el suelo al inicio de la batida se produce una flexión de rodillas para amortiguar la fuerza (fase negativa), la musculatura del muslo se elonga, y se activa el ciclo de estiramiento-acortamiento (CEA). A través de este mecanismo, cuando se produce un elongamiento muscular previo a una contracción concéntrica explosiva, la fuerza que es capaz de generar el músculo se incrementa por almacenamiento de energía en los componentes elásticos de músculo. De esta forma, cuanto mayor sea la cantidad de velocidad horizontal en la aproximación (mayor energía y mayor carga muscular en la batida), mayor posibilidad de elevarse más alto en el salto y golpear el balón de una forma más eficaz (Chen & Huang, 2008; Ciapponi, McLaughlin, & Hudson, 1995; Coutts, 1982; Dusault, 1986; Enoka, 1971; Kuhlmann, Roemer, & Milani, 2011; Neal & Sidney-Smith, 1992; Prsala, 1982; Ridway, 1991; Shahbazi & Mirabedi, 2008; Vint & Hinrichs, 2004b). La efectividad de la carrera de aproximación del remate de voleibol se mide en términos mecánicos tomando como referencia dos aspectos: a) la velocidad horizontal del CM, y b) la altura del CM al inicio de la batida (Liu, Huang, & Huang, 2001; Wagner, Tilp, Von Duvillard, & Mueller, 2009).

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En relación a la velocidad horizontal del CM, para lograr una velocidad rápida de aproximación, el jugador utiliza tres o cuatro pasos de carrera (Enoka, 1971; Saunder, 1980). No se ha encontrado correlación entre el número de pasos de carrera de aproximación y el incremento en la velocidad horizontal del CM (Hsieh, Cascarina, & Pingatore, 2010; Khayambashi, 1986). Esto puede deberse a que el número de pasos que realiza el jugador esté determinado por la temporalidad de las acciones previas al golpeo del balón en el remate (recepción y colocación). En cuanto a las características del último paso previo a la batida (paso amplio con avance rápido del CM vs paso corto con avance lento del CM) no existe consenso en la literatura especializada. Shahbazi et al. (2007) no encontraron diferencias en la altura del salto al ejecutar uno u otro tipo de aproximación, Sin embargo, Liu et al. (2001) encontraron mayor fuerza de impulso durante la batida al ejecutar el último paso más amplio y con mayor avance horizontal del CM, tal como la literatura especializada indica. En relación a la altura del CM, al final de la carrera se produce un descenso que coincide con la ejecución del último paso. Este descenso sirve para que el cuerpo llegue en la posición adecuada para la realización de la batida. La forma de aproximación del jugador a la zona de batida condiciona la ejecución del gesto. Este aspecto va a depender de la zona del campo por la cual el deportista vaya a realizar su ataque y la lateralidad del rematador (Figura 3). Este aspecto va a influir en la forma de realizar el golpeo y la forma de realizar el gesto para enviar el balón hacia diferentes trayectorias. Un jugador diestro, cuando remate por la izquierda de campo (zona 4), realizará una carrera de aproximación de aproximadamente 45-60 grados respecto a la red. En cambio, cuando remate por la derecha (zona 2), realizará una carrera más o menos recta, de unos 60-90 grados. Un jugador zurdo invierte el desplazamiento (Haley, 1992).

Ataque zona 4

Ataque zona 2

Jugador diestro

Ataque zona 4

Ataque zona 2

Jugador zurdo

Figura 3. Trayectoria de desplazamiento de un jugador diestro y otro zurdo para realizar un ataque por la zona 4 y por la zona 2 (Valades et al., 2004).

2. Batida La batida es una fase importante del remate, ya que va determinar la altura de golpeo, que es un factor determinante en la efectividad del gesto (Kuhlmann et al., 2007). La eficacia de esta

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fase no sólo depende de la habilidad técnica del jugador, sino que en su ejecución entran en juego aspectos de tipo físico (niveles de fuerza en la extremidad inferior), los patrones motores asimilados (coordinación neuromuscular), y las características personales del deportista (Cook, Burton, Kiesel, Rose, & Bryant, 2010). En la batida se busca realizar una secuencia de movimientos y acciones que minimicen la carga y maximicen la producción de fuerza (Harris, 2012). La altura que alcanza el CM al final de la batida está determinada por la velocidad vertical del CM y por la gravedad (Vint & Hinrichs, 2004a, b), desechando la resistencia del aire y la intervención de fuerzas externas. La gravedad es una fuerza constante y que no es posible modificar (fuerza de atracción hacia la tierra de 9.8 m/s², dirección vertical, y sentido hacia abajo). En relación a la velocidad vertical del CM al final de la batida, esta variable tiene una correlación positiva con la altura de salto (Coleman et al., 1993). Cuanto mayor sea la cantidad de velocidad vertical del CM generada al final de la batida, mayor será la altura de salto. La batida se divide en dos fases: a) impulso de frenado (fase de contracción muscular excéntrica) y b) impulso de aceleración (fase de contracción muscular concéntrica) (Kovalev, 1978). Durante el impulso de frenado, se produce un descenso del CM en el último paso se produce por el incremento de la flexión de rodilla, los brazos se llevan hacia atrás, y se retrasa el tronco con respecto al CM. La realización de la contracción excéntrica de la musculatura extensora del tren inferior en esta fase de impulso de frenado implica una acumulación de energía (estiramiento del músculo), lo que permite crear un mayor impulso positivo, y una mayor aceleración en la fase de impulso de aceleración (Cavagna, Dusman, & Margaria, 1968; Coutts, 1982; Devita & Skelly, 1992; Komi & Bosco, 1978; Stienen, Blange, & Schneer, 1978). En la fase de impulso de aceleración se realiza una extensión de las articulaciones, el tronco se lleva hacia adelante arriba, y se elevan de forma simultánea los dos brazos. La acción de los brazos durante la batida es importante tanto en el impulso de frenado como en el de aceleración. La acción de balanceo de los brazos hacia atrás durante la primera fase de la batida aumenta la carga muscular y desciende la altura del CM. La acción de balanceo de los brazos hacia delante y hacia arriba en la segunda fase de la batida ayuda al salto por el principio de acción reacción y eleva la posición del CM al final de la batida (Bobbert, Gerritsen, Litjens, & Van Soest, 1996; Bobbert & Van Ingen Schenau, 1988). La no utilización de los brazos en la batida disminuye en un 54% la velocidad vertical del CM del jugador durante el salto (Feltner, 2004). La acción de los brazos finaliza (blocaje de los mismos y preparación del golpeo) al final de la fase de batida, al perder el contacto con el suelo (Ashby & Heegaard, 2002). La batida se puede realizar de dos formas: a) saltando con una pierna (apoyo simple) y b) saltando con dos piernas (apoyo doble) (Huang, Liu, & Sheu, 1999; Saunder, 1980; Selinger & Ackerman, 1985; Vint & Hinrichs, 1996). La batida con una pierna es más común en las mujeres (Selinger & Ackerman, 1985), siendo su frecuencia de uso entorno a un 16% (Tillman et al, 2004). En la literatura revisada no queda claro con cuál de las dos técnicas se obtiene una mayor altura de salto. Saunder (1980) encontró que la batida con una pierna permite producir mayor

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cantidad de velocidad vertical del CM al final de la batida, por tanto, una mayor altura de salto. Este posicionamiento es contrario a los hallazgos de trabajos posteriores como los de Selinger & Ackerman (1985), Vint & Hinrichs (1996), Huang et al. (1999), y Gutiérrez, Campos, & Navarro (2009). Vint & Hinrichs (1996) y Gutiérrez et al. (2009) no encentraron diferencias en la altura de vuelo en relación a la forma de salto (un pie vs dos pies). Por otro lado, Vint & Hinrichs (1996) identificaron diferentes estrategias para conseguir mayor elevación en función del tipo de batida realizada (apoyo simple o con apoyo doble). En la batida con una pierna indica que es posible incrementar la altura de batida del CM por elevación de la pierna libre (elevación de la posición relativa del CM). Con la batida con dos pies señala que se logra una mayor altura de salto (0,09 m en su estudio), debido a la relación que existe entre la tensión muscular del miembro inferior, la velocidad vertical al inicio de la batida, y la velocidad horizontal de carrera. Huang et al. (1999) encontraron diferencias a nivel cinemático y establecen que el remate con apoyo simple, en relación al apoyo doble, presenta mayor velocidad de aproximación, mayor velocidad del balón, menor altura de vuelo, y menor tiempo de ejecución del remate.

Figura 4. Ejemplo de batida con una pierna (a) y con dos piernas (b) utilizando un modelo segmentario para la reconstrucción del jugador (adaptado de Huang et al., 1999).

En relación a la batida con doble apoyo, existen dos formas de ejecución: a) con apoyo de pies alternativo (AA) y b) con apoyo de pies simultáneo (AS) (Coutts, 1982; Huang, Hu, Huang, Sheu, & Tsue, 2002). Coutts (1982) encontró que cuando se realiza una batida de pies alternativa, el tiempo de ejecución aumenta, mientras que el impulso de absorción o frenado disminuyen. En el estudio de Ciapponi et al., (1995) encontraron que las jugadoras de mayor nivel utilizaban la batida de apoyos alternativos, logrando mejor conversión de la velocidad horizontal en vertical con un tiempo de apoyo más largo que las jugadoras de menor nivel, que utilizaban la técnica de apoyo simultáneo. En esta misma línea, Huang et al. (2002) con una

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muestra de hombres y mujeres, encontraron igualmente un tiempo de apoyo significativamente mayor en la batida alternativa respecto a la de apoyo simultáneo, y mayor altura de salto (AA; 46.6 ± 10.3 cm; AS: 46.1 ± 8.9 cm), aunque estas diferencias no fueron significativas. A nivel cinemático, Gutiérrez et al. (2009), con estudiantes participantes en ligas universitarias, también encuentran menor velocidad horizontal en el salto en la batida alternativa, aunque en este caso la altura de salto con dicha técnica fue inferior que al usar la batida simultánea.

Figura 5. Ejemplo de batida con apoyo alternativo (izquierda) y apoyo simultáneo (derecha) en la ejecución del remate de voleibol (tomado de Ciapponi et al., 1995).

La zona del campo donde se realiza la batida condiciona la ejecución del gesto. Si el remate se realizada desde la zona zaguera del campo (línea de tres metros), el jugador a nivel mecánico tiene un menor ángulo de incidencia vertical sobre el campo contrario, tiene un rango más amplio para superar el bloqueo, y ofrece una referencia temporal más difícil juzgar por parte del bloqueador (momento en el cual realizar el salto) (adaptado de Huang et al., 1999). En el remate desde zona zaguera el segundo apoyo se realiza más separado del primer apoyo por lo que el jugador tiene mayor cantidad de velocidad horizontal, menor tiempo entre el final de la batida y el contacto con el balón, menor cantidad de tiempo en el armado, y mayor velocidad del CM del brazo dominante (Chen & Huang, 2008; Masumura, Marquez, Endo, & Ae, 2008). El remate zaguero es más empleado en categoría masculina que en categoría femenina (30-35% vs 15-18%), principalmente cuando el colocador esta en zona delantera (Palao, Santos, & Ureña, 2004).

3. Vuelo En la fase de vuelo del salto, se realiza el golpeo del balón (Figura 2). Se trata de un golpeo por encima de la cabeza en el que el objetivo es transferir la mayor cantidad de fuerza de la mano al balón (Fleisig, Barrentine, Escamilla, & Andrews, 1996; Meister, 2000) y enviar el balón al campo contrario y/o hacer que el adversario no pueda controlar la pelota. La fase de golpeo se sub-divide a su vez en dos fases: a) fase de armado o preparatoria, y b) fase de golpeo o balanceo hacia delante (Chung, Choi, & Shin, 1990; Coleman et al., 1993; Huang, 1998; Liu et al., 2008; Maxwell, 1982; Prsala, 1982).

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a) Fase de Preparación del golpeo (armado) El armado del brazo como movimiento previo al golpeo se puede realizar de dos formas (Bowman, 2001; Coleman et al., 1993; Huang, 1998; Maxwell, 1982; Plawinski, 2008; Selinger & Ackerman, 1985): a) elevando el brazo (armado de arquero) y b) balanceando el brazo (armado circular). A nivel mecánico, el remate de arquero presenta mayor altura de salto (Bowman, 2001; Maxwell, 1982; Selinger & Ackerman, 1985), hay que tener en cuenta que la altura de golpeo se correlaciona de forma positiva con la altura de salto y también con la velocidad de salida del balón (Coleman et al., 1993; Forthomme et al., 2005). Esta técnica de armado, es la comúnmente más empleada por los jugadores de voleibol, posiblemente debido al hecho de que permite mayor altura de salto. Sin embargo, no se han encontrado diferencias significativas en relación a la velocidad salida del balón tras el golpeo empleando ambas técnicas (Coleman et al., 1993), aunque algunos autores consideran que el armado circular es más adecuado para ataques fuertes y para jugadores de los extremos de la red (Bowman, 2001; Maxwell, 1982; Selinger & Ackerman, 1985), además esta técnica presenta menor riesgo de lesión (Huang, 1998).

Figura 6. Trayectorias de la mano durante en la ejecución del remate de voleibol con armado arquero (izquierda) y armado circular (derecha) (Valadés, 2005).

b) Fase de golpeo Tras la realización de la fase de armado, se inicia la fase de golpeo con la rotación del tronco, extensión de hombro-codo, y flexión de muñeca. Esta acción crea una cadena cinética que transfiere la energía generada desde los grandes músculos proximales a los músculos distales (Bobbert & Van Ingen Schenau, 1988). La acción que realiza el brazo en el remate es similar al movimiento que se produce en un látigo, desde la empuñadura hasta la punta. A medida que se aleja el segmento (tronco, brazo, antebrazo, y mano) se reduce el tiempo de contribución (tiempo desde que se inicia el movimiento hasta que se consigue la máxima velocidad angular) (Wedaman et al., 1988). El giro del tronco al final del movimiento favorece el incremento de la velocidad del balón (Masumura, Marquez, & Ae, 2009). Esta transferencia de energía mediante las acciones segmentarias encadenadas se denomina cadena cinética secuencial. El

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éxito de esta cadena cinética en el golpeo depende de la capacidad de coordinación de todos los impulsos parciales, y se basa en el principio de conservación del momento cinético. En la realización de la cadena cinética del golpeo, se produce una correlación entre la velocidad angular del hombro y del codo con: la velocidad de la mano (Chung et al., 1990) y la velocidad de salida del balón (Coleman et al., 1993; Reeser et al., 2010). A nivel muscular, hay correlación positiva entre la fuerza concéntrica que es capaz de generar el hombro-codo dominante y la velocidad del balón (Forthomme et al., 2005). Al realizar el movimiento del brazo de golpeo se produce una elevación del hombro de golpeo y descenso del otro hombro, con objeto de incrementar la altura de contacto (Tilp, Wagner, & Muller, 2008; Wagner et al., 2009). Durante la ejecución de la cadena cinética es importante la participación del ciclo estiramiento acortamiento que se produce entre la fase armado (estiramiento) y la fase de golpeo (acortamiento). El objetivo de la fase de golpeo es provocar la mayor velocidad de salida del balón (Bowman, 2001), siendo este aspecto el mayor predictor del rendimiento del remate (Forthomme et al., 2005). Este objetivo se rige bajo la segunda ley de Newton, que determina que la aceleración de un objeto depende de la fuerza que actúa sobre el objeto y de la masa del objeto. Esto significa que la cantidad de fuerza que utilice el jugador para golpear el balón afectará a la rapidez de desplazamiento del balón. Si el jugador golpea el balón fuerte, este se desplazará rápido. Se puede calcular la fuerza del impulso a partir de la segunda ley de Newton (F = Δm∙v / Δt) (Shahbazi-Moghddam & Khanzadeh, 1998). Cuando se produce el golpeo del balón durante la ejecución de un remate de voleibol, el brazo actúa como una palanca. La potencia se encuentra en la inserción del deltoides en la tuberosidad deltoidea, la resistencia está en el peso del miembro superior, y el punto de apoyo está la articulación del hombro (articulación glenohumeral). Por tanto, se define como una palanca de tercer grado o palanca de potencia. La fuerza aplicada es mayor que la obtenida en el movimiento. Cuando se contrae el músculo se mueve una palanca muy grande (brazo, antebrazo, y mano) (Julián, Moreno, & Moreno, 2005).

Figura 7. Representación esquemática y simplificada de una palanca de tercer género o palanca de potencia aplicada al remate de voleibol. Leyenda: F = fuerza; R = resistencia; E = eje de rotación.

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Al golpear la pelota, el jugador busca que el balón adquiera una rotación hacia delante (Baudin, Gervais, & Wu, 2004). De esta forma, disminuyen la cantidad de desplazamiento horizontal en relación a un remate en la que pelota no lleva giro (cae antes al suelo). Este aspecto se produce como consecuencia de un fenómeno denominado efecto Magnus. Este efecto se produce en cuerpos de sección circular y que llevan movimientos de rotación en su desplazamiento. El efecto Magnus permite golpear el balón a mayor velocidad, desde una mayor altura por encima de la red, y con menores ángulos de salida (Howard, 1996), al acortarse la parábola que describe el balón. El efecto Magnus, se basa en el principio de Bernouilli (cuando la velocidad del aire se reduce, aumenta la presión y viceversa), y se produce por diferencias de presión en un objeto que se desplaza por un flujo de aire (Blazevich, 2007). La rotación del balón sobre su propio eje hacia delante hace que en la parte de superior se produzca un incremento de presión, ya que la rotación del balón se produce en la dirección opuesta a la que se mueve el aire sobre su superficie (Figura 8). En la parte inferior se produce menor presión, ya que la rotación se produce en la misma dirección a la que se mueve el aire sobre la superficie de la pelota. La diferencia de presión (Kao, Sellens, & Stevenson, 1994).

Figura 8. Representación del efecto Magnus que se produce en el balón de voleibol al ejecutar un remate visto desde una perspectiva lateral (modificado de Blazevich, 2007).

Para provocar que el balón gire hacia delante, el golpeo debe realizarse fuera del eje de rotación del balón, con la mano abierta y envolviendo la pelota. Esta acción puede realizarse de dos formas: a) golpeando primero con el talón de la mano y la palma de la mano en la parte media del balón y posteriormente los dedos envolviendo por encima la pelota (Howard, 1996), y b) realizando el contacto primero con los dedos por encima del balón y después con la palma de la mano en la parte media (Baudin et al., 2004). Los estudios encontrados en la bibliografía no presentan diferencias estadísticamente significativas entre ambas formas de producir (velocidad angular del balón) (Baudin et al., 2004).

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4. Caída En la fase de caída se produce la absorción de la energía cinética generada durante el vuelo (Dufek & Zhang, 1996). Esta energía puede representar hasta cinco veces el peso del deportista (Adrian & Laughlin, 1983). Con el objeto de reducir la sobrecarga y evitar la aparición de lesiones, se recomienda: a) caer con los dos pies al mismo tiempo para mantener mejor el equilibrio y evitar las lesiones por elongación de ligamentos (Kovacs et al., 1997; Márquez, Masumura, & Ae, 2008) y b) amortiguar el impacto mediante una flexión de las articulaciones implicadas de tobillo, rodilla, y cadera (Tillman et al., 2004). Cuanto mayor es el nivel de los deportistas, mayor es la capacidad para disminuir las fuerzas de impacto que se generan sobre las articulaciones en la recepción del salto tras el remate (Cheng, Mao, Fong, & Hong, 2005). La caída del remate es el mecanismo de lesión más común en el voleibol (Briner & Kacmar, 1997).

Conclusiones El presenta trabajo describe la forma de ejecutar el remate en voleibol, revisando y explicando los principios mecánicos implicados en su ejecución. El modelo de ejecución descrito aquí busca aportar una base de referencia para analizar y evaluar la técnica empleada por los jugadores. Desde la compresión teórica de la razón de los distintos movimientos, los entrenadores pueden realizar de forma más adecuada el análisis y la priorización de los aspectos a tratar en sus intervenciones o propuesta de trabajo con sus jugadores. El presente trabajo describe las fases de carrera de aproximación, batida, salto, golpeo, y caída, y aporta los criterios para su comprensión.

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IMPACT FACTOR (IF) OF HOSPITALITY, LEISURE, SPORTS & TOURISM JOURNALS: CURRENT TRENDS, OVERALL RANKING AND TEMPORAL STABILITY OVER A FOUR YEAR PERIOD Nuria Sans-Rosell, Joaquín Reverter-Masía, Vicenç Hernández-González Grup Moviment Humà. University of Lleida, Lleida, Spain

Fecha de recepción: 12-05-2013 Fecha de aceptación: 02-09-2013

Abstract A journal’s “impact factor” (IF) is the bibliometric index that reflects the frequency with which an ‘‘average article’’ from a scientific journal has been cited in subsequent publications. The purpose of the present study is to examine the current impact factor of Hospitality, Leisure, Sports & Tourism journals, their overall ranking and temporal stability over a four year period. For this reason, we have included the impact factor of the scientific journals classified in the “Hospitality, Leisure, Sports & Tourism” subject category of the Journal Citation Reports (JCR) database from 2007 to 2010. Available data indicates that during this period, 34 journals were added to the aforementioned category and the average impact factor rose from 0.86 in 2007 to 0.99 in 2010. Therefore, ‘‘Hospitality, Leisure, Sports & Tourism” journals’ impact factor remained relatively stable during the four years examined.

Keywords Citation analysis, journal citation reports, research performance

Introduction Scientific journals are the primary mode for disseminating scholarly information within and between disciplines. An quantitative method for evaluating the quality and prestige of a jour-

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nal is the analysis of its citation rates. A journal’s impact factor (IF) is the most popular measure of assessing the citation patterns of that journal (Garfield 1955). The IF, as a fundamental citation-based measure of significance and performance of scientific journals, was introduced by Eugene Garfield in 1955. Garfield used the IF as an internal index of the Science Citation Index to help in the selection of journals to be included in this database (Garfield, 1999, 2006). The JCR is published in two editions, one for the Sciences and one for the Social Sciences. Despite the fact that most scientists, funding organizations, promotion committees, and journal editors are very much aware of the field-specific biases associated with the use of journal IFs as a measure of scientific quality or even impact (Garfield, 2006; Postma, 2007), journals’ IF continues to be used widely as an indicator of journal visibility or prestige by researchers, publishers, libraries, and even research funding bodies, and it is the first objective, quantifiable, and stable assessment of the worth of scientific journals (Lluch, 2005). It has gained acceptance in the scientific community and is now one of the parameters most frequently and almost exclusively used in developed countries to assess the importance of scientific journals (Buela-Casal, 2002). Thus, it is not surprising that the IF has been the topic of many studies across different disciplines. Some of these studies examined various aspects of journals’ impact of factor (Chew, Villanueva, & Van Der Weyden, 2007). Towards that end, application of statistical techniques may help to enlighten the worth of and problems surrounding the concept of an impact factor. One of the subject categories included in the Science Edition of the JCR is the ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism”. Despite the plethora of citation rates studies in different scientific fields, limited information exists about the performance of the journals covering the discipline of ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism”. Other hand, non-US scholars do use citations from the other side of the Atlantic. Moreover, it would appear that there is ‘‘cultural bias’’ of the IF. Link (cited in Boldt et al., 2000) reported that American reviewers preferred US manuscripts. This means that a manuscript from an international (outside US) source is less likely to be published than one originating in the US. Americans often do not quote pertinent European literature leads to an unjustly high IF for American journals and an unjustly low IF for the European journals’’ (Eriksson, 2004). The aim of this article is to review upon the IFs of journals classified under the topic of ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” in the SCI database of the JCR, available via ISI Web of Knowledge. The analysis was restricted to the last 4 years, subject category journals, in

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the SSCI database of the JCR, for the years 2007 to 2010. During that period, 33 journals appeared in the ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” category (Table I). Forty-four (53,65%) originated from North America and thirty-eight from Europe (46,34%). Moreover, during a four-year period (2007-2010) the vast majority of the publications were written in English seventy-four (90,24%), while eight (9,75%) were indexed as being multi-language. Clearly, the above depiction of data provides additional support to the notion that English is the predominant language in the JCR database (Kurmis, 2003; Togia & Tsigilis, 2006). Relative position of the ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” journals impact factor. The JCR comprises two editions, the Science edition and the Social Science edition. The Social Science edition for 2010 contains 56 categories. One of these categories is the ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism.” Journals impact factor Table 1 provides descriptive statistics of the IF of journals indexed in the Social Science edition of the JCR database for the period 20072010. Carr and Britton (2003) argued that a journal with an IF less than 1 is characterized as a ‘‘lowimpact’’ journal. The overall mean IF of the ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” category for four consecutive years a value of >0.9. Table 1. Social Sciences Citation Index (SSCI). Hospitality, leisure, sports & tourism

Publisher

MEDIAN MEDIAN MEDIAN MEDIAN IF 2010 IF 2009 IF 2008 IF 2007 0,99 1,05 0,90 0,86 IF 2010 IF 2009 IF 2008 IF 2007 N= 33 N= 20 N= 16 N= 14 2.823 2.951 2.118 1.719

Journal

Country Language

Journal of Sport & Exercise Psychology Tourism Management Psychology of Sport and Exercice Annals of Tourism Research Journal of Travel Research  Journal of Sustainable Tourism 

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Human Kinetics Publ. Inc.

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2.620

1.882

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Holland

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Elsevier Sci. Ltd. Elsevier Science BV

2.218

2.152

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1.192

United States

MultiLanguage

1.949

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United States

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PergamonElsevier Science Ltd. Sage Publications Inc. Channel View Publications

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Taylor & Francis Ltd.

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0.907

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Mer Alliane Health Phys. Educ. Rec. & Dance MultiScience Publ. Co. Ltd.

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Journal of Leisure Research International Journal of Sport Psychology Leisure Sciences  Sport Education and Society 

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1.000

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0.700

0.732

Italy

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Human Kinetics Publ. Inc. Natl Recreation Park Assoc Edizioni Luigi Pozzi

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0.627

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England

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1.036

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England

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0.625

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Journal of Travel & Tourism Marketing  European Sport Management Quarterly  International Journal of Tourism Research  Journal of Sport Management

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Taylor & Francis Inc. Routledge Journals, Taylor & Francis Ltd. Routledge Journals, Taylor & Francis Ltd. Routledge Journals, Taylor & Francis Ltd. WileyBlackwell

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Human Kinetics Publ. Inc.

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Journal of Sport & Social Issues Journal of Hospitality & Tourism Research  Tourism Geographies 

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1.075

0.643

0.750

Routledge Journals, Taylor & Francis Ltd. I P Publishing Ltd. Routledge Journals, Taylor & Francis Ltd. Sage Publications Inc. Fitness Information Technology Routledge Journals, Taylor & Francis Ltd. Sage Publications Inc. Sage Publications Inc.

0.633

Routledge Journals, Taylor & Francis Ltd. Hospitality Leisure Sport & Tourism Network

0.282

0.763

0.250

0.225

Movimiento humano 5/2013, 53-62. ISSN: 2014-3060

0.653

0.614 0.604

0.549

0.303

0.545

0.229

0.257

0.542

0.528

0.628

0.311

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International England Journal of Sports Marketing & Sponsorship Cornell Hotel United and Restaurant States Administration Quarterly 

English

Int Marketing 0.225 Reports Ltd.

English

Sage Publications Inc.

0.679

Inspection of the mean values for the period examined showed that ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” journals’ IF rose from 0.86 in 2007 to 0.99 in 2010 (Table 2). Calculation of the intra-class correlation coefficient yielded a value of 0.95, suggesting that ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” journals remained relative stable over the 4 years examined. We used an independent t-test to analyse possible IF value differences between journals from North America (n=44) and Europe (n=38) (Table 2). However, although European “Hospitality, Leisure, Sports & Tourism” publications had a higher IF (0.97) than North American ones (0.93), the difference was not statistically significant (p> 0.05). Table 2. Descriptive statistics of the impact factor for Hospitality, Leisure, Sports & Tourism IF Median % 2010 IF Median 2010 2009 United States

% IF Median 2009 2008

1,01 (n=15) 45,45% 1,00 (n=12) 60%

Europe 0,97 (n=18) 54,54%

1,11 (n=8)

40%

% 2008

IF Median % 2007 Median 2007 T0TAL

% period

0,84 (n=9) 60,0% 0,86 (n=8)

57,14%

0,92 (n=44)

53,65%

0,97 (n=6) 40,0%

42,85%

0,97 (n=38)

46,34%

0,85 (n=6)

Trend analysis showed increase of the mean IF over the last 4 years. If the IF can be related to the journal’s scientific importance, then our finding suggests that the category journals have attracted the attention of the scientific community and reached a larger audience. However, the above interpretation is not the only one. An alternative interpretation could be that this increase was anticipated, since more journals have been included in the JCR database especially in the ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” category and thus more citations are being made (Jemec, 2001). It should be noted that 14 journals were indexed in the “Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” in 2007. This number reached 33 in 2010, which represents a 135,71% increase.

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In a relatively small discipline such as Hospitaly, Leisure, Sport & Turism, the IFs of the journals are generally lower than those of broader subject categories, such as life sciences and clinical medicine (Garfield, 1996, 1997). The reason is that clinical investigations may be dependent on basic science investigations for developing hypotheses or invoking mechanisms of clinical effects, while the converse is less common. It is these systematic differences among scientific disciplines, which are unrelated to the quality or the size of the field, that make it impossible to compare the IFs of journals from different fields (Kokko & Sutherland, 1999; Metcalfe, 1995; Statzner, Resh, & Kobzina, 1995). Therefore, when comparing the importance of the Hospitaly, Leisure, Sport & Turism journals with journals from other scientific fields, their relative position among the subject categories that are indexed in the JCR database should be taken into consideration. In the present study, the hypothesis that North American journals might have higher IFs than European ones was also examined. The mean IF of the North America-based publications was like the European ones. This percentage was different to that reported by others (Kurmis, 2003) who most journals there North American. Our results show that was neither statistically significant. Thus as far as the ‘‘Hospitaly, Leisure, Sport & Turism” category is concerned, there is no reason to believe that there is a cultural bias favouring journals originating in North American. Several decades after its introduction, the impact factor continues to remain controversial. Given that this indicator may seriously affect many people’s career and the future of academic departments or institutions, it is of paramount importance that the nature and premise of its derivation as well as its inherent shortcomings and practical limitations be well understood. Many authors from various disciplines as well as journal editors (e.g. Eston, 2005; Hansson, 1995; Kurmis, 2003; Seglen, 1997; The PLoS Medicine Editors, 2006) agree that it is inappropriate and misleading to use a journal’s impact factor to decide on the quality of scientific output. Academic assessment committees and funding bodies should realize that ‘‘assigning the same score (the journal impact factor) to all articles masks this tremendous difference which is the exact opposite of what an evaluation is meant to achieve’’ (Seglen, 1997). If the objective is to evaluate the quality of scientific work, more appropriate ways should be found. Among the various methods and indexes that have been proposed, the h-index (Hirsch, 2005) seems to be a promising tool, because it was developed specifically to assess the impact of the research output. This relatively new index has already been used to evaluate individual authors and research teams (Costas & Bordons, 2008; Cronin & Meho, 2006), departments and institutions (Da Luz et al., 2008), as well as countries (Imperial & Rodrıquez-Navarro, 2007). Although no index can be considered free from limitations, initial evidence shows that

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the h-index might be a reliable way to assess scientific work (Bornmann & Daniel, 2005; van Haselen, 2007). In summary, journals included in the Hospitaly, Leisure, Sport & Turism subject category seem to have consistent IF values with some evidence of growth. Finally, our results do not suggest that European journals in the field of Hospitaly, Leisure, Sport & Turism have higher IFs than the North American ones.

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Variables asociadas con el error-continuidad de saque en voleibol, en etapas de formación VARIABLES ASSOCIATED WITH ERROR-CONTINUITY OF SERVICE IN VOLLEYBALL, IN STAGES OF TRAINING Fernández-Echeverría, Carmen1; Claver Rabaz, Fernando1; García- González, Luis2; Gil Arias, Alexander1; Moreno Arroyo, M. Perla1 Facultad de Ciencias del Deporte. Universidad de Extremadura; 2Facultad de Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte. Universidad de Zaragoza 1

Fecha de recepción : 05-02-13 Fecha de aceptación : 21-04-13

Resumen El objetivo principal de esta investigación fue analizar la asociación de variables propias del saque con la eficacia (error/continuidad) del mismo, en etapas de formación. Se empleó una muestra de 4427 saques, correspondientes a la observación de los 66 equipos participantes en el Campeonato España de Selecciones autonómicas en categoría infantil y cadete. Las variables de estudio fueron: zona de origen del saque, tipo de saque, función del sacador y la eficacia de saque (error/continuidad). Los resultados determinaron una asociación significativa entre las variables tipo de saque y función en juego del sacador, con la eficacia del saque. Concretamente, el saque en salto potente y la función en juego de receptor-atacante se asociaron de manera significativa y positiva con el error de saque y de manera significativa y negativa con la continuidad del mismo. Por ello, concluimos que el saque en salto potente, es el tipo de saque con el que más errores se comete (Costa, Mesquita, Greco, Ferreira, & Moraes, 2011) y que el jugador receptor-atacante se caracteriza como el jugador que más errores comente en la realización de esta acción técnico táctica, en línea con lo que acontece en alto nivel (Quiroga et. al, 2010).

Palabras claves Análisis del rendimiento, servicio, etapas de formación, voleibol.

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Abstract The main objective of this research was to analyze the association between different variables of the serve with it effectiveness (Error / continuity), in formative stages. The sample was comprised of of 4427 serves, corresponding to the observation of the 66 teams participating in the Spanish Regional Selection Championship in 2010 in the Under-14 and Under-16 categories. The studied variables were: serve zone, serve type, in-game role of the server and serve effectiveness (Error / continuity). The results showed a significant association between the serve type and the in game role of the server, with the serve effectiveness. Specifically, the power jump service and the role of receptor-attacking were associated significantly and positively with the serve error and significantly and negatively with the continuity of the serve. Thus, we conclude that powerful jump service, is the type of serve with the most errors committed (Costa, Mesquita, Greco, Ferreira, & Moraes, 2011), and that receptor-attacking player was characterized as the player who more errors commit in the realization of this tactical-technical action, in line with what happens in high level (Quiroga et al., 2010).

Keywords Performance analysis, service, formative stages, volleyball.

Introducción Una de las acciones de juego a la que los equipos e investigadores sobre voleibol han dado gran importancia, es el saque (Moraes, Mesquita, & Costa, 2008), definiéndose “como la acción de poner el balón en juego por el jugador zaguero derecho, situado en la zona de saque” (REFVB, 2013: 12). En 1994, la FIVB realizó una serie de cambios reglamentarios que han afectado de diversa manera al servicio y a su capacidad ofensiva. Dentro de estos cambios, la ampliación de la zona de saque a todo el ancho de la línea de fondo (REFVB, 2013: 1.4.2), permitió la realización de saques con nuevas trayectorias que dificultaron la recepción del equipo contrario. Posteriormente en 1999, la FIVB aprobó otra nueva modificación, permitiendo que el balón contactara con la red en el saque (REFVB, 2013: 10.2). Este cambio, favoreció que los jugadores arriesgaran más en la realización del saque. El saque tiene un propósito claramente ofensivo (Maia & Mesquita, 2006), pasando de ser simplemente una acción a través de la cual se inicia el juego, a ser un arma de ataque (Coleman, 2009; Quiroga et al., 2010, & Monge, 2007). El saque es la única acción de juego, en la que el jugador tiene el 100% del control sobre la pelota y sobre la forma en que se desarrollan los acontecimientos, debiendo elegir el tipo de servicio, la fuerza que se imprime a la pelota y el

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área a la que el servicio estará dirigido (Ureña, 1998). Se le atribuyen dos objetivos fundamentales, por un lado, conseguir punto directo y, por otro, obstaculizar el ataque después de la recepción del saque del adversario, haciéndolo más lento (más predecible para el bloqueo) (Ureña, Santos, Martínez, Calvo, & Oña, 2000). Han sido numerosas las investigaciones desarrolladas con el fin de determinar las características del saque y cómo influye en el equipo contrario, tanto en categorías de formación como en alto nivel. Para ello, se han analizado variables propias de la acción de saque como el origen de saque (Gil, Moreno, Moreno, García-González & Del Villar, 2011; Quiroga et. al, 2012), el tipo de saque (Quiroga et. al, 2010; Afonso, Esteves, Araujo, Thomas, & Mesquita, 2012, Marcelino, Mesquita & Sampaio, 2011; Costa, Afonso, Brant & Mesquita, 2012; Ureña, Calvo & Lozano, 2002), o la función del sacador (Afonso et. al, 2012; Quiroga et. al, 2010), relacionándolas todas ellas, con la eficacia del saque o el rendimiento en recepción. Una de las variables del saque que ha sido considerada en mayor cantidad de trabajos ha sido el tipo de saque. La clasificación más habitual de esta variable, es una combinación de la descripción de la forma de realización del saque (en apoyo y en salto) y de las características de la trayectoria de la pelota (potente y flotante) (Palao et al., 2004). Estudios realizados en alto nivel, indican que el saque en salto potente es más utilizado en categoría masculina que en femenina (Ejem, 2001; Palao, 2001; Palao, Manzanares, & Ortega, 2009; Ureña, 1998). Además, algunos estudios obtuvieron una asociación significativa entre las variables tipo de saque y eficacia, indicando que los saques en salto potentes son los más eficaces, tanto en masculino (Moreno, Molina, & Santos, 2008; Moraes, Mesquita & Costa, 2008), como en femenino (Quiroga et al., 2012). Mostrándose incluso como variable predictora de la eficacia del saque en alto nivel (Afonso et. al, 2012). En etapas de formación, el tipo de saque más usado, ha sido el saque en apoyo (García-Tormo et al., 2006; Gil, Moreno, Moreno, García-González, & Del Villar, 2010b y Ureña, Vavassori, León, & González, 2011), encontrando en algunos estudios una asociación significativa, entre las variables tipo de saque y la eficacia del mismo (Gil, Del Villar, Moreno, García-González, & Moreno, 2011). La variable función del sacador se ha tratado de relacionar con la eficacia en el saque, encontrando una asociación significativa entre ambas variables, en alto nivel (Moreno et al., 2008; Afonso et al., 2012). Sin embargo, en etapas de formación, no se encontraron tales asociaciones significativas (Gil, Moreno, Moreno, García-González, & Del Villar, 2010a). La zona de origen ha sido otra de las variables más empleadas para la caracterización del saque, llegando a determinar los estudios, que en alto nivel, la zona 1 es la más frecuente para la realización del servicio (Callejón, 2006; Quiroga et al., 2010), mientras que en etapas de

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formación, las zonas más frecuentes desde donde realizar el saque, son la zona 1 y la zona 6 (García-Tormo et. al, 2006). Esta variable ha sido relacionada en investigaciones anteriores, tanto con la eficacia del saque, como con la eficacia de la recepción. Sin embargo, en muy pocos estudios ha habido asociación entre la zona de origen y la eficacia (Gil, Del Villar et al., 2011). El objetivo de este trabajo fue analizar la asociación de variables propias del saque (zona de origen de saque, tipo de saque y función en juego del sacador) con la eficacia (error/continuidad) de esta acción técnico-táctica, en etapas de formación.

Método Participantes La muestra del estudio estuvo compuesta por 4427 acciones de saque, correspondientes a la observación de los 66 equipos femeninos y masculinos participantes en el Campeonato España de Selecciones autonómicas de 2010, en categoría infantil y cadete. Los saques analizados, corresponden a la observación de un partido de cada uno de los equipos. Esto supone la observación de un total de 123 sets, de los cuales, 59 sets pertenecían a categoría infantil y 67 sets pertenecían a categoría cadete.

Variables Las variables consideradas en el estudio fueron las siguientes: Zona de origen del saque: Definido como la zona desde donde se realiza el saque. Se distinguen tres zonas de origen: • Zona 1: El saque es realizado en la franja de tres metros de ancho, desde la línea lateral derecha y detrás de la línea de fondo. • Zona 6: El saque es realizado en la franja de tres metros de ancho ubicada a tres metros de las líneas laterales del campo y detrás de la línea de fondo. • Zona 5: El saque es realizado en la franja de tres metros de ancho, desde la línea lateral izquierda y detrás de la línea de fondo.

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Tipo de saque: Definido como el tipo de técnica de saque empleada por el jugador, considerando por un lado la ubicación del jugador en el momento de contacto con el balón (apoyo o salto) y la trayectoria de vuelo del balón tras el golpeo (flotante o potente). De acuerdo con esto, se diferencian los siguientes tipos de saque: • Apoyo Potente: Saque en el cual el jugador se encuentra en contacto con el suelo en el momento del golpeo del balón, imprimiendo velocidad y fuerza al balón. • Apoyo Flotante: Saque en el cual el jugador se encuentra en contacto con el suelo en el momento del golpeo del balón, imprimiendo una trayectoria oscilatoria al balón. • Salto Potente: Saque en el cual el jugador no tiene los pies en contacto con el suelo en el momento del golpeo al balón, imprimiendo velocidad y fuerza al balón. • Salto Potente: Saque en el cual el jugador no tiene los pies en contacto con el suelo en el momento del golpeo al balón, imprimiendo velocidad y fuerza al balón. Función del sacador: Definido como el rol en juego del jugador que efectúa el saque. Se diferencian cuatro roles de juego: • Colocador: El saque es realizado por un colocador. • Receptor-atacante: El saque es realizado por un receptor-atacante. • Central: El saque es realizado por un central. • Opuesto: El saque es realizado por un opuesto. Eficacia: Definido como el rendimiento o efecto obtenido con el saque. Diferenciando los siguientes valores: • Error: Se falla el saque. • Continuidad: Saque que permite que el balón se ponga en juego.

Procedimiento Mediante la observación sistemática del saque se realizó la medida de las variables anteriormente indicadas.

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Las grabaciones de los partidos fueron realizadas con una cámara digital SONY HDR-XR155 sobre formato M2TS. Dicha cámara se ubicaba en uno de los fondos de la cancha de juego a una altura de 5 metros sobre el suelo, para obtener un óptimo plano de visión. Una vez realizada la recogida de datos se procedió a la observación de todos los partidos por un único observador. Para garantizar la fiabilidad de la observación, un observador, con experiencia en esta función y conocedor del voleibol, realizó un proceso de entrenamiento en el que se utilizaron, en las diferentes sesiones de entrenamiento, muestras con distintas características (categoría, género, puesto en la clasificación), y superando el 10% de la muestra total, indicado por Tabachnick & Fidell (2007). Se alcanzaron en la observación de todas las variables unos valores de Kappa de Cohen intra-observador superiores a .81, valor a partir del cual se considera una concordancia casi perfecta (Landis & Coch, 1977). Para garantizar la fiabilidad temporal de la medida, se desarrolló la misma observación en dos ocasiones, con una diferencia temporal de diez días, obteniendo unos valores de Kappa de Cohen superiores a .81.

Análisis estadísticos de los datos. Se realizó un análisis inferencial, basándonos en las tablas de contingencia, los valores de Chi-cuadrado y V de Cramer, para conocer las posibles relaciones existentes entre las diferentes variables consideradas en el estudio y la eficacia, garantizando las condiciones necesarias para aplicar de forma válida la prueba Test de Chi Cuadrado (la frecuencia mínima esperada es mayor que uno y no hay más del 20% de las casillas de la tabla con frecuencias esperadas menor que cinco). El nivel de significación estadística considerado fue de p

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