Necesidades infantiles: la higiene

Educación infantil. Autonomía personal. Salud. Ciencias de la salud. Higiene. Higiene personal. Higiene ambiental. Aseo corporal. Baño. Medidas de aseo en los bebés

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TEMA 5: NECESIDADES BÁSICAS: LA HIGIENE Higiene como necesidad básica • Higiene: estudia las condiciones y los factores personales o ambientales que influyen el la salud física y mental que favorecen la aparición y la difusión de las enfermedades. • En la escuela infantil es importante fomentar la higiene, ya que ésta es esencial en los niños para defender su cuerpo ante posibles infecciones. La higiene se puede clasificar en dos categorías: • Higiene personal: medidas encaminadas a la conservación de la integridad de las diversas funciones del organismo y de la mejora y el incremento de la salud. Forma parte de las costumbres de cada cultura e incluye aspectos diferentes, entre ellos el aseo corporal y el arreglo personal. • Higiene ambiental: se basa en que los espacios, los materiales y el ambiente donde se desarrollen las actividades del niño dispongan de las condiciones higiénicas adecuadas. Adquisición de hábitos en la higiene Pasa por 3 fases: • Fase pasiva: la persona adulta realiza las actividades de la higiene del bebé. • Fase de colaboración: el niño empieza a participar de su propio aseo. En los primeros períodos será la persona adulta la que realice el aseo ayudada por el niño; más adelante será éste quien lo realice y el adulto se limitará a prestar una simple ayuda. • Fase activa: independencia progresiva de las maniobras de aseo personal por parte del niño, aunque al comienzo todavía bajo una prudente y simple vigilancia por parte de la persona adulta. Aseo corporal • Los principales responsables del aseo corporal de los niños son las propias familias, sobre todo en los primeros meses. • El educador infantil se va a ocupar más directamente de trabajar aspectos cotidianos del aseo acondicionándolos a su conversión en hábitos. • Las tareas del educador abarcan desde los bebés a los que hay que cambiar pañales hasta niños de 6 años que ya deben tener asimilados en parte o completamente muchos de los hábitos higiénicos. • El aseo corporal se va a dividir en: • Cuidados específicos del bebé y aseo personal. Cuidados específicos del bebé • La higiene en los primeros meses de vida es esencial ya que el bebé no ha desarrollado su sistema inmunológico. • Habitáculos, mobiliario, materiales y juguetes han de ser lavados y desinfectados, debiendo tener especial precaución con el polvo y la humedad por ser origen de diversos focos infecciosos. • Antes de iniciar cualquier actuación destinada a la higiene del bebé hay que lavarse bien las manos con agua y jabón. Baño

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• Es una de las responsabilidades de la familia aunque puede ser responsabilidad del educador en centros de acogida o residencias. • El baño se debe considerar una norma de obligado cumplimiento diario. • Una higiene adecuada constituye la mejor garantía contra las posibles infecciones o irritaciones en su piel. • La piel del bebé (sobre todo en los primeros meses) es muy frágil y sensible. • Se debe bañar al niño cada día a la misma hora para que forme parte de su rutina. • Si el niño es inquieto, mejor bañarlo por la noche, porque el agua tibia, la relajación y tranquilidad que le producirá el baño le ayudará a dormir. • La temperatura de la habitación debe estar entre 21 y 24ºC para un recién nacido, y de 20−22ºC a partir de las 6 semanas) y asegurarse de que no haya corrientes de aire. • La temperatura del agua debe ser templada (entre 32 y 36ºC) y nunca sobrepasar la temperatura corporal de 37ºC. • Siempre se debe lavar al niño de arriba abajo, echándole agua por la cabeza, y por todo el cuerpo, utilizando la esponja o las manos. El cabello se debe lavar en el proceso de baño, también diariamente hasta los 2 años, utilizando un champú infantil y sin meter la cabeza dentro del agua. • No se debe prolongar el baño más de tres o cuatro minutos. • Es fundamental que se le cubra la cabeza, porque es esta región del cuerpo por donde los bebés pierden la mayor parte de su calor corporal, y sobre todo los pliegues para prevenir las escoceduras y los hongos. • El secado debe hacerse sin frotar al bebé, dándole solo ligeros golpecitos con la toalla por todo el cuerpo para evitar así irritarle la piel. • Un vez secado se le debe aplicar una crema hidratante infantil. • A continuación se ha de vestir para que no se enfríe y aprovechar para acicalarle. • El baño se convierte en un momento placentero y que a la vez acrecienta la comunicación afectiva niño−adulto. Acicalado • Cuidar aquellas zonas que requieren una higiene específica: peinado, cuidado de los ojos y oídos y cuidado de las uñas. • El cepillo es imprescindible para mantener su pelo limpio y evitar que le salga la costra láctea o granitos en el cuero cabelludo. • Para limpiar los oídos se utilizará una tela suave, una gasa o una toallita húmeda, y se limpiarán los pabellones exteriores y también la parte de detrás de las orejas donde se acumula suciedad, en ningún caso se hurgará con bastoncillos de algodón en el interior del oído. • Los ojos se limpiarán de la nariz hacia fuera secándolos posteriormente. Los restos de mucosidad, se retirarán utilizando una toallita o gasa húmeda. • La boca requiere su limpieza particular, y es conveniente pasarle una gasa después de comer y antes de acostarle. Se debe evitar acostarle con el biberón para evitar la caries de biberón. • Es importante que los bebés lleven las uñas cortas, ya que sino es fácil que se arañen la cara. Se deben utilizar unas tijeras de punto roma y seguir la línea natural de la uña. Las uñas de los pies conviene cortarlas en línea recta. • En principio es aconsejable cambiar el pañal antes de acostarse y al levantarse, y también cuando tenga la certeza de que está sucio, que normalmente coincide después de cada toma. • Es conveniente cambiarle cuando esté intranquilo o molesto. • A medida que el bebé crezca disminuirá la frecuencia de sus deposiciones, y por lo tanto la necesidad de cambiarle. • En la escuela infantil, los elementos necesarios para el cambio de pañal los suministran los padres. • Los cambios de pañales deben hacerse en un único lugar de la habitación, siendo aconsejable que esté separada del aula. 2

• Estas estancias pueden ser contiguas y es conveniente que la separación sea en forma de mampara o gran ventanal por donde se pueda ver lo que ocurre en clase. • Esta sala ha de estar revestida de algún material lavable y desinfectable. • La limpieza de la zona genital y los esfínteres anal y uretral ha de ser muy cuidadosa, y se ha de realizar de forma diferente según se trata de un niño o una niña. • En la niñas: la limpieza ha de realizarse siempre de delante hacia atrás (de la vagina al ano) y no al revés para evitar extender bacterias de los intestinos a la vejiga o a la vagina, evitando así posibles infecciones. • En los niños: desde los muslos hacia el pene, teniendo especial esmero en los testículos, ya que dada su rugosidad pueden quedar restos de orina o heces. • Cuando el bebé ya está limpio es necesario secar la zona afectada, especialmente la zona de los pliegues, asegurándose de que queden bien secos. A continuación se aplica crema protectora en toda la zona. No es recomendable el uso de los polvos de talco. • En los bebés son muy frecuentes las irritaciones y las escoceduras en la zona del pañal, esto es debido a que la piel del bebé es muy delicada y también al efecto corrosivo de las deposiciones. • El momento del cambio del pañal es también una ocasión que el educador puede aprovechar para potenciar el desarrollo de ciertas capacidades, tanto de tipo afectivo(a través de la sonrisa y el contacto), como motriz (se estimula al bebé a moverse y a dar patadas), del lenguaje (comunicación mediante el habla con el bebé, balbuceos), o sensoriales (sensación de bienestar). Desvestido y vestido del bebé • Temperatura de la habitación(entre 21 y 24ºC para un recién nacido y de 20−22ºC a partir de las 6 semanas) • Se le debe hablar mientras se le está vistiendo. Se puede practicar de paso los ejercicios de pierna que fortalecen los músculos del bebé. Medidas de aseo en los niños • Baño, ducha y aseo de la piel. • La piel es una de las primeras barreras del organismo para defenderse de las agresiones del medio, además, es un órgano de relación porque en ella está el sentido del tacto. • La piel del recién nacido es muy frágil y madura con el tiempo hasta los 8−9 años. • La capa superficial es muy fina para construir una barrera eficaz contra los agentes externos, por lo que es extremadamente sensible. Su ph cutáneo es neutro y se va haciendo ácido progresivamente. • Por ello, en la limpieza corporal del niño se utiliza el agua y los jabones neutros o cremas, según la piel sea grasa o seca. Ambos disuelven o arrastran la suciedad, limpiando la epidermis de sustancias extrañas o perjudiciales. • Cuando el niño se empiece a mantener sentado, se podrá pasar a bañarlo en una bañera grande, el baño en estos momentos se convierte en un momento de juego que se puede aprovechar para darles una esponja e incentivarles a que se vaya lavando él solo. • En ningún caso se deberá dejar al niño solo en la bañera. • Alrededor de los 4 años, el baño puede convertirse en ducha e ir poco a poco prescindiendo de la presencia del adulto hasta que pueda ducharse solo completamente. • Independientemente del baño diario, los niños deben lavarse las manos y la cara cada día por la mañana. El cabello • Se aconseja lavarlo 2 o 3 veces por semana a partir de los 2 años. • Frotar con las yemas de los dedos. • En el corte de pelo debe prevenirse que el largo de los flequillos o de las melenas no moleste a la 3

visión ni induzca a los niños a tomar posturas corporales forzadas. • Uno de los peligros más importantes con relación a la higiene del cabello es la parasitación. Los dientes • El cepillado de los dientes es un aspecto importante a introducir en edades tempranas, ya que su adquisición como hábito es muy importante para el futuro de su salud dental. • Se recomienda su inicio a partir de los 18 meses, realizando un cepillado después de cada comida, siendo el más importante el de antes de irse a dormir, ya que es por la noche cuando la proliferación de bacterias es más activa. • El aprendizaje y la adquisición del hábito de higiene bucal, se adquiere, en muchos casos, en la escuela infantil: se enseñará a depositar la crema en el cepillo, y cómo cepillarse (desde la encía hacia los dientes). • Controles regulares a través del dentista. • Se deben establecer hábitos relacionados con el abuso de golosinas. Uñas de manos y pies • Las uñas se deben de mantener cortas y limpias, ya que son unos de los vehículos de transmisión de gérmenes más importantes y que más contribuyen a la propagación de infecciones gastrointestinales. • Para su limpieza, además del agua y el jabón, es recomendable utilizar un cepillo. Vestido y calzado • Antes de elegir la prenda de vestir o el calzado más adecuado para el niño, la persona adulta deberá tener en cuenta la edad del niño, la actividad que realizará y el lugar donde estará. El vestido tiene 3 funciones: 1. Estética. 2. De protección (evitar frío o calor): es preferible utilizar ropa de fibras naturales como hilo o algodón, porque las artificiales dificultan la transpiración y pueden provocar alergias. No ha de tener costuras gruesas que puedan apretar o marcar la piel del bebé. 3. Función ergonómica tanto del propio niño (facilidad para moverse) como del educador (facilidad para cambiarle). • La ropa debe ser holgada, no debe comprimir el cuerpo ni impedir la libertad de movimientos. • Ha de ser fácil de poner y quitar, por tanto es preferible que sea de dos piezas. • En bebés, las botonaduras deben sustituirse por cintas adhesivas o lazadas, para que no quede al alcance de los niños ni de su boca. • Para niños más grandes, los corchetes y las tiras de velcro so las más seguras. Botones grandes y planos. El calzado • Desde los primeros meses de vida, hasta llegar a consolidar su papel de soporte y de miembro para andar. El pie es especialmente un órgano táctil. • Gracias a él, el niño recibe unos estímulos que se originan por el contacto del pie con el entorno externo. • Será un error aplicar un tipo de calzado que, por sus características de construcción, impida este 4

intercambio de información. • Cuando el niño empieza a andar se han de añadir otras consideraciones, relacionadas con el desarrollo del pie y su función. Funciones de los pies: • Configurar una base de sustentación para el niño, es decir, contactar con el suelo y, por lo tanto, mantener el equilibrio. • Capacidad para el desplazamiento • Capacidad de reaccionar y de evitar caídas, gracias a la información de la posición y del espacio que recibe el cerebro de los ligamentos y los tendones del pie. • Hasta los 6 años no se considera que tenga una forma parecida al pie del adulto. • El crecimiento del pie a estas edades es muy acelerado (3 cm al año). • Los zapatos han de ser adecuados al tamaño del pie y se han de adaptar a él perfectamente, para ello es necesario que mantenga una buena sujeción en la parte del talón y que deje movilidad a los dedos. • En el niño que empieza a andar, la suela ha de tener consistencia, no ha de pesar y ha de tener gran flexibilidad. • Los zapatos no deben restar capacidad de movimiento al pie y han de ser fáciles de quitar y poner. • Que sean transpirables. Es recomendable el uso de calcetines (de lana en invierno y algodón en verano). Higiene ambiental • La intervención en la educación infantil ha de tener como una de sus prioridades la educación medioambiental. • La educación medioambiental se puede trabajar a través de los diversos contenidos, que deben estar considerados en el programa, y han de constar de conocimientos apropiados, de formas de acción para la preservación del mundo natural, y de normas y valores respecto a su conservación. • La limpieza en el centro debe abarcar todos los ámbitos: aula, mobiliario y se deben favorecer las condiciones ambientales más óptimas: temperatura adecuada, recintos ventilados e iluminados Los centros deberán reunir los siguientes requisitos referidos a instalaciones y condiciones materiales: • Ubicación en locales de uso exclusivo y con acceso independiente desde el exterior. • Una sala por cada unidad con una superficie de dos metros cuadrados por puesto escolar y que tendrá, como mínimo, 30 metros cuadrados. Las salas destinadas a los niños menores de dos años dispondrán de áreas diferenciadas para el descanso e higiene del niño. • Un espacio adecuado para la preparación de alimentos, cuando haya niños menores de un año con capacidad para los equipamientos que determine la normativa vigente. • Una sala de usos múltiples de 30 metros cuadrados que, en su caso, podrá ser usada como comedor. • Un patio de juegos por cada nueve unidades o fracción, de uso exclusivo del centro, con una superficie que, en ningún caso, podrá ser inferior a 75 metros cuadrados. • Un aseo por sala, destinada a niños de dos a tres años, que deberá ser visible y accesible desde la misma y que contará con dos lavabos y dos inodoros. • Un aseo para el personal separado de las unidades y de los servicios de los niños, que contará con un lavabo, un inodoro y una ducha. Negligencia en cuanto a la atención a las necesidades de la higiene Los educadores infantiles cumplen una función como agentes de prevención primordiales a la hora de detectar situaciones de riesgo social que puedan desembocar en situaciones de maltrato infantil por negligente o abandono físico. Esto hace referencia a aquellas situaciones en las que las necesidades físicas básicas del 5

menor no son atendidas temporal o permanentemente por ningún miembro adulto del grupo que convive con el niño, en concreto cuando no se satisfacen las necesidades físicas básicas de higiene, alimentación, cuidados médicos, etc. Los educadores deben observar a los niños de sus centros y hacer un seguimiento de su evolución. A continuación se presenta una serie de indicaciones, que aunque no de forma exhaustiva, pueden servir para identificar una probable situación de riesgo de maltrato por negligencia. Indicaciones físicas del niño: • Constante sucio, escasa higiene, hambriento e inapropiadamente vestido. • Problemas físicos o necesidades médicas no atendidas o ausencia de los cuidados médicos rutinarios. Indicadores de comportamiento del niño • Pide o roba comida • Raras veces asiste a la escuela • Dice que no hay nadie que le cuide Alteraciones relacionadas con deficiencias en la higiene 1. Eritema Es una inflamación con lesiones visibles en la piel, que en los niños se localiza preferentemente en la región glútea, anal, genitales externos y cara anterior de los muslos, donde la humedad es casi permanente. En casos ligeros, la piel solo se colorea ligeramente de rojo; mientras que en casos de mayor afectación, pueden llegar a desarrollarse pequeñas úlceras de profundidad considerable que produce la intranquilidad de los pequeños. Pueden considerarse como causas fundamentales de eritema la irritación producida por los pañales empapados de orina, la expulsión de heces líquidas o semilíquidas ácidas en estados de diarrea, el uso permanente de pañales de plástico que impiden la aireación necesaria, etc. Medidas preventivas • Lavar las zonas afectadas con agua y jabón no abrasivo • Secar y dejar la zona expuesta al aire libre el mayor tiempo posible • Cambiar frecuentemente de pañales, que estos sean desechables, transpirables y no oclusivos. • Proteger la región con cremas o pomadas 2. Muguet o candidiasis de pañal Se trata de una infección por hongos (candida albicans) que puede aparecer en la boca o zona genital. • En la boca el muguet produce la aparición de diversas placas blanquecinas con base roja, y provoca una reticencia al alimento por el dolor que le causa al niño. • En la zona genital, se aprecia en enrojecimiento brillante similar al del eritema de pañal Aunque no es una infección grave no se puede curar con medios caseros, pero desaparece rápidamente mediante tratamiento médico. 6

3. Pediculosis Es una infestación de piojos. • Los piojos son unos insectos diminutos de color grisáceo o rojizo. Se alimentan de la sangre humana y cuando pican producen un intenso picor. • El síntoma más claro de la presencia de piojos es el picor. • Se diagnostica con la observación del parásito o de sus huevos en los cabellos de la cabeza, la mayor parte de las veces en la zona de las orejas. • Los piojos causante de la pediculosis tiene un período de incubación de 8 a 10 días y una vez que la cabeza ha sido infestada, la hembra pone sus huevos (unos 10 por día). Medidas preventivas • Es conveniente que los niños mantengan buenas condiciones de aseo e higienes personales. • Ante la presencia de estos parásitos hay que proceder a una minuciosa limpieza del cabello de los niños e iniciar una desparasitación. • La pediculosis se transmite muy fácilmente, ya sea por contacto directo entre una persona infestada y una sana; o por contacto indirecto a través de objetos contaminados como los peines, cepillos, gomas para el pelo, etc. En el caso de que se observe la presencia de algún niño con piojos en el centro educativo, se han de adoptar diferentes medidas: • Los niños y niñas que estén infectados han de permanecer un período de tiempo determinado en su casa. • Se ha de comunicar a los padres la existencia de la infestación y las orientaciones sobre cómo actuar, ya que para controlarla es imprescindible su colaboración. 4. Caries dental • Es un proceso patológico y localizado, de origen externo, que se inicia después de la erupción dentaria. Su efecto se traduce en la destrucción de las estructuras de los dientes. • La caries es el enemigo más importante de los dientes • El diente se puede malograr totalmente, es causa de dolor y molestias y pueden aparecer complicaciones como flemones, lo que lo convierte en un foco de infecciones. • La caries producida en la primera dentición se denomina caries del biberón que se produce en los bebés • Es muy común en los bebés que a menudo se les impregna el chupete con azúcar, miel o algún líquido azucarado, y también cuando toman el biberón mas de 15 meses seguidos. • Es muy importante conservar los dientes de leche el mayor tiempo posible, ya que favorece le aparición dientes mucho más fuertes y evita que los nuevos dientes salgan mal colocados o superpuestos. 5. Helmintiasis • Es el nombre genérico que engloba a las enfermedades causadas por la parasitación de helmintos o lombrices en el intestino. • Las lombrices son gusanos blancos minúsculos que se introducen en el organismo a través de alguna sustancia contaminada y viven en los intestinos. Ponen huevos alrededor del ano produciendo un 7

picor intenso, en las niñas los gusanos pueden llegar hasta la vagina. • Se contagia a través de la vía fecal−oral y, por lo tanto, está relacionado con una defectuosa higiene de manos y uñas. • Son muy frecuentes y fácilmente transmisibles en los pequeños. • Son inofensivos pero muy molestos. Pueden llegar a producir insomnio, intranquilidad y bruxismo (rechinar los dientes). • Es importante mantener las uñas de los niños infectados cortas, para impedir la irritación que se pueden producir al rascarse y por otra parte para evitar el efecto de reinfección o infección a otras personas. 6. Onicofagia • Hábito compulsivo de comerse las uñas. Las personas nerviosas están más predispuestas. • Puede provocar heridas en los dedos, labios y encías, a la vez que facilita la transmisión y el desarrollo de diversas infecciones. • Ocasiona un prematuro desgaste de los incisivos centrales superiores, asimismo que se ve afectada la estética de los manos. • Tratamiento específico por parte de médico o psicólogo. Trastornos de la eliminación Enuresis La enuresis es la falta del control del esfínter urinario. Se dice que un niño tiene enuresis si, teniendo edad para ello, no orina por propia voluntad, si no que lo hace involuntariamente. La evolución espontánea de la micción, habitualmente, sigue esta secuencia: • Desde el nacimiento hasta los 6 meses, la vejiga se vacía sin ningún tipo de inhibición. • De los 6 a los 12 meses empieza a aparecer una inhibición producida por el sistema nervioso central, que hace que orine con menos frecuencia. • De los 12 a los 24 meses el niño va percibiendo cada vez más las necesidades de micción y la sensación del vaciado de la vejiga. • Hacia los 2 años, el niño es capaz, en cierta medida, de inhibir voluntariamente y por poco rato sus ganas de orinar. • Entre los 2 y 6 años, el niño se ha ido haciendo consciente de la sensación de la vejiga llena, de la necesidad de orinar y de su capacidad de inhibir la micción, tan voluntariamente como de una manera inconsciente, es decir, orina a voluntad. Generalmente un niño completa el control de sus esfínteres entre los 4 o los 5 años, por lo tanto no debe considerarse un problema significativo hasta los 6. • Muchas veces estos niños dominan perfectamente y a voluntad la acción de orinar durante el día, pero son incapaces de hacerlo por la noche, entonces se tratará de enuresis nocturna. • Entre las causas que provocan la enuresis se pueden señalar tanto a nivel físico, de retraso en la implantación de hábitos higiénicos, o de estrés psicosocial (inicio en la escuela infantil, nacimiento de un hermano, relación inadecuada con los padres, etc.). Pero también puede estar provocada por trastornos de sueño u otros trastornos psíquicos, como la depresión. • Los síntomas de la enuresis funcional pueden conducir a la turbación, ira y castigo de los educadores, a la burla de los compañeros, a la evitación de campamentos y visitas en las que se pernocta, al 8

retraimiento social y a las explosiones de ira. Estas complicaciones, si no se manejan correctamente, pueden tener un mayor impacto en el resultado a largo plazo (baja autoestima. problemas conductuales, etc.) que la enuresis por sí misma. Una vez se ha descartado el origen médico y anatómico de la enuresis, se pueden tener en cuenta algunas estrategias para su tratamiento: restricción de líquidos durante el tiempo anterior al período de descanso, vaciar la vejiga antes de ir a dormir, auto limpieza, refuerzo social (alabanzas) contingente a la respuesta, etc. Para llevar a la práctica cualquiera de ellos, educadores y padres tendrán en cuenta el plan individualizado propuesto por el especialista. Encopresis • La encopresis consiste en la falta de control del esfínter anal. • El niño que sufre esta disfunción está afectado de un estreñimiento repentino, con una importante retención de heces muy duras en los últimos tramos del intestino, escapándosele por rebosamiento, involuntariamente, y de forma casi continuada pequeñas cantidades fluidas y casi líquidas. • En general va acompañada de enuresis. • Este trastorno de la eliminación es menos frecuente que la enuresis, pero al igual que ésta provoca efectos negativos en la autoestima del niño. • El problema se atribuye a perturbaciones del aprendizaje del esfínter en forma de presiones excesivas o de exigencias inadecuadas a una edad demasiado temprana, y también a manifestaciones de estrés como el nacimiento de un hermano, o como síntoma de una depresión infantil. • Aunque la encopresis casi siempre requiere un control psiquiátrico, el planteamiento educativo adecuado de los hábitos de control de esfínteres, por parte de educadores y familia, muestra su importancia en el plano de la prevención de los trastornos de eliminación mencionados. Autonomía Personal y Salud TEMA 5: Necesidades básicas: La Higiene 10

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