Para Vivir El Adviento

 EL ADVIENTO

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PARA VIVIR EL ADVIENTO: Místicas para cada domingo

 OTROS RECURSOS Rev. Daylíns Rufín Pardo, 2012

PARA VIVIR EL ADVIENTO

2012 AD

El Adviento es el período de preparación para celebrar la Navidad y comienza cuatro domingos antes de esta fiesta. Así como nuestro año cronológico se abre con el día 1 de Enero, el año celebrativo cristiano –o Año Litúrgico- empieza con la estación de Adviento, que este 2012 se extenderá del domingo 2 de Diciembre y hasta el domingo 23 de Diciembre.

Adviento significa venida, llegada; y en el tiempo de Adviento esperamos y nos disponemos a celebrar la llegada de Dios en Jesús, lo cual figurativamente significa que: 1. es posible la irrupción de un cambio significativo (¡un milagro!) en nuestra vida, y también 2. que es tiempo de constatar y concientizar la necesidad de algunos cambios en nuestras formar de vivir. Todo encaminado a ese poder “nacer de nuevo” y para intentar llevar mejor nuestra vida a partir de la fuerza de la Fe, que es también y sobre todo, un eterno misterio de Adviento: “la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1) A nivel bíblico se nos dice que los grandes testigos del Adviento son fundamentalmente tres: El profeta Isaías, Juan el Bautista y la Virgen María. Tomando como ejemplo estas tres figuras y lo que se nos dice sobre ellas en los relatos bíblicos, podemos discernir cuáles son las cualidades y actitudes que debemos procurarnos para vivir el Adviento.

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ISAÍAS:

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JUAN EL BAUTISTA:

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MARÍA:

anuncia cómo será el Mesías que vendrá. Sacude la conciencia del pueblo para crear en él actitud de espera. Exige pureza de corazón. señala quién es el Mesías, que ya ha venido. Él mismo es modelo de constancia, austeridad y de ardiente espera. es la figura clave del Adviento. Es la más fiel acogedora de la “Palabra hecha carne”. La recibe en su seno y en su corazón. La comunión con Jesús comienza en María. Ella le prestó su cuerpo y su sangre. Jesús mismo comienza en María. Su sí incondicional hizo posible esta primera navidad (natividad del Dios de los cristianos en medio nuestro) y es modelo y cauce para todas las venidas de Dios a los seres humanos. María, por su fidelidad y fortaleza espiritual y su valentía para enfrentar un nuevo proyecto de vida desde la fe, es el modelo más significativo del Adviento.

Rev. Daylíns Rufín Pardo † FIBAC

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Las ACTITUDES FUNDAMENTALES DEL ADVIENTO son, por tanto:

1. La actitud de espera… pero no de una espera que se vive en desesperación, sino confiando en el milagro de un nuevo nacimiento en nuestras vidas como posibilidad cierta, y no como suposición o duda abstracta. El mundo necesita de Amor, y Dios es Amor. Se viven tiempos de desencantamiento, inseguridad y desamparo. Las aspiraciones modernas de paz, dicha y unidad en las familias y comunidades, con todos los desafíos cotidianos que traen, hacen de nuestro mundo actual un terreno preparado para esta irrupción de Amor. Necesitamos de Dios, aunque no sepamos a veces expresarlo de ese modo. El adviento nos ayuda a comprender mejor el corazón humano, sus vacíos y deseos, y su tendencia insaciable e inevitable hacia la armonía y la felicidad.

2. Sed de Dios y retorno a Dios…

La experiencia de frustración, de contingencia, de ambigüedad, de cautividad, de pérdida de sentido y de libertad exterior e interior que vivimos hoy, puede despertar el deseo de volvernos a Dios, de reencontrarnos con la dimensión Divina de la Vida. Estos anhelos pueden hacernos sentir la necesidad de «subir a Jerusalén» para tener un encuentro con Dios vivo y renovado. El Adviento nos ayuda a conocer mejor a Dios y su amor incondicional por todo el mundo. Nos da conocimiento interno sobre Jesus, que siendo rico por nosotros se hace pobre; que decide acercarse, nacer y renacer una y otra vez en nuestras vidas, para mostrar y demostrarnos que el Amor siempre es más fuerte.

3. La transformación, reorientación de vida, o conversión… La voz del Bautista es

el clamor del Adviento: «Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios... » (Is 40,3-5). El Adviento nos enseña a mirar los retos del presente, y a hacernos presente en medio de los retos de nuestro tiempo. Nos enseña a entender el Amor como salida, y la solidaridad con quienes sufren como señal viva de Dios. Jesús muestra una forma diferente de vivir: luchará todo el tiempo contra lo que está mal, y vencerá por el camino de la no violencia. Adviento nos invita a decidir y escoger el camino de Jesús. Reorientarnos de forma distinta en la vida, es nuestra libertad. La salvación pasa y comienza por el encuentro personal e íntimo con el Jesús del pesebre. La transformación puede ocurrir al admirar su fragilidad, pobreza y dependencia, que tanto nos recuerda la vida nuestra. ! Ese niño de allí, se nos parece! ¿Qué querrá decir esto?

4. Gozo y alegría… El reino de Dios no es sólo algo público, social y externo; sino interior, personal y profundo. La venida al mundo del Emanuel (“Dios con nosotros”, Dios próximo y cercano) ha sido tan esperada, que constituye un anuncio de gran gozo para cada persona y para todo el pueblo. Una alegría que conmueve, por lo necesario que se ha hecho cada vez más, encontrar y sentir la cercanía de lo Divino y percibir el Espíritu de Amor, Reconciliación y Paz en los momentos y espacios de nuestra vida. El Adviento nos enseña a conocer que la llegada de Dios en Jesús, es el retorno del buen Amor que nos acepta a pesar de nuestras limitaciones, y ¡es una fiesta! Es preciso esperarle con un gozo y una alegría íntima y fuerte. Esperarle sabiéndonos y sintiéndonos tal y como él nos ve, nos siente y somos: como personas muy amadas. Debemos acudir a su encuentro cómo va la persona enamorada a su más esperada cita de amor. Como quien va a encontrarse, al fin y para siempre, con la persona más importante y significativa de su vida. (Algunas notas contenidas en este documento han sido tomadas y adaptadas de http// Web católico de Javier.com)

Rev. Daylíns Rufín Pardo † FIBAC

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PARA VIVIR EL ADVIENTO Místicas para cada Domingo Adviento es, entre otras cosas, el tiempo en que esperamos la primavera del Espíritu. Esta primavera y florecer de la nueva vida, se hará visible en ese retoño de Dios que nacerá de nuevo: Jesús. La llegada de lo nuevo inesperado, la semilla de la alegría y el cambio, nacerán a través de Maria, tierra de Dios; de José, arco de Dios; y en un establo que se convertirá en portal de Dios. Una mujer sencilla y anónima como nosotras, un hombre sencillo y de pueblo, como tú, una casa o lugar donde se habita sencillo y humilde, como pueden serlo nuestra casa o la ciudad o pueblo donde nacimos o habitamos. Símbolos que nos dicen que podemos , cada quien, ser también tierra y jardín de Dios, ser arco y sostén de Dios, portal y casa de Dios donde recibir su visita, y donde acogerlo y mostrarlo a los demás en su entera humanidad y ternura. El material de Adviento que proponemos este año 2012, estará precisamente dedicado a meditar en la esperanza de la primavera de Dios en nuestras vidas. En estos tiempos donde nos circunda tanta sequía, aridez y escases de casi todo, queremos orientar nuestra mirada hacia el Adviento y la llegada de una nueva primavera del espíritu en medio nuestro: profusión de flores y frutos, colores y matices inacabables, alegría para compartir. Será, como de costumbre, un material que puede usarse tanto para la meditación personal, así como para trabajar en pequeños grupos (casas de oración, pastorales) o en la propia iglesia o comunidad. Tendrá sugerencias de pequeños espacios de mística para los 4 domingos de Adviento, pero igual puede utilizarse también en cada una de las 4 semanas de esta estación, sin remitirse necesariamente a ese día. Es un material que no necesita más recurso, que unos pocos minutos de nuestro tiempo, aunque hay quienes pueden acompañarlo del encendido de una vela, del compartir lecturas bíblicas u otras acciones litúrgicas, en dependencia del espacio o momento donde vaya a ser incorporado. Los recursos de Espiritualidad de Adviento de este 2012, han sido preparados con poemas que nos dejó como legado el Dr. René Castellanos Morente (En: Molina Rodriguez, Carlos, y B. Ferreiro (comps). (2008).Hacia ti, contigo y otros poemas, La Habana: Caminos) más conocido como “el Maestro Castellanos”; quien se marchó de nuestro lado a la presencia de Dios el pasado 21 de marzo, precisamente el día en que comienza la primavera. Este material que compartimos es también un tributo al Maestro, por todo lo bueno que ha dejado sembrado en las personas que le conocimos, por haber sido ejemplo vivo de una existencia siempre dispuesta a dar y compartir los frutos del Espíritu. Porque su presencia en medio nuestro fue también un regalo de Amor, y Dios lo escogió como señal, y nos mostró con él y a través de él-entre otras cosas- la infinita capacidad Divina de restauración de la Vida.

Nuestra vida actualmente se parece a ese Belén convulso donde nació Jesús: con su poco espacio, su poco tiempo, sus incomprensiones, sus trámites pendientes, sus gentes que no abren puertas. Así vivimos hoy, y así vuelve Dios a traernos a su Hijo para que nazca. ¡HEMOS DE HACERLE SITIO!

Rev. Daylíns Rufín Pardo † FIBAC

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Ier DOMINGO DE ADVIENTO

Piedad, piedad, Dios mío; piedad para tu siervo, Padre amado; perdona mi desvío, olvida mi pecado, da la paz a mi espíritu angustiado. Cual sediento errabundo vagaba sin sentido, cual demente, buscando por el mundo la límpida corriente que pudiera calmar mi sed ardiente; y hallé la fuente pura de agua de vida rica y abundante, fuente que siempre dura, que ofrece al caminante consuelo sin igual, dicha constante.

 Escoge un lugar tranquilo, posición cómoda, y procúrate unos momentos de silencio y quietud.  Lee el poema despacio, dejando que sus palabras e imágenes corran por ti. Léelo más de una vez si sientes que es necesario.  Trata de identificar las imágenes y frases que más se quedaron en ti al leerlo. Medita sobre estas : ¿Qué me recuerdan… qué despiertan en mi vida?  Si estás en grupo comparte con las demás personas cuáles fueron estas frases. Si así lo deseas, comparte también los sentimientos, memorias e historias de vida que las mismas te traen y recuerdan.  Vuelve a leer el poema: ¿Que frases de esperanza encuentras allí?  Compártelas con los demás... Medita en lo que te hacen sentir y en cómo te hablan del Advenimiento de un nuevo nacimiento en tu vida y en la de tu familia o comunidad  De todas esas frases o fragmentos que acrecientan tu esperanza, escoge la que te parece más importante...Intenta memorizarla, o copiarlo y tenerla contigo  Durante esta 1era semana de Adviento, compártelo como mensaje de Esperanza con alguna persona que visites, encuentres o conozcas… con tu familia, tus amistades o alguna persona con la que hace mucho no te comunicas.  Termina este tiempo con una oración de gratitud.

Bebiendo en ella mi alma sintióse estremecer de gozo llena vino ya mi calma, pues que cesó mi pena cuando felíz marché por senda buena. Después dejé el camino y olvidado de ti, de tus bondades, otra vez ya, sin tino, las recias tempestades me arrastraron a simas de maldades. Mas hoy de nuevo llego buscando en ti, Señor, la paz perdida; mi corazón te entrego otra vez, quiero vida; mi alma sienta de amor gozar henchida. La noche está serena; sosegado, tranquilo, sopla el viento y en el ramaje suena; felíz el alma siento: descansa en el Señor mi pensamiento. Rev. Daylíns Rufín Pardo † FIBAC

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II Domingo de Adviento Vamos al monte o al mar, Dios habla allí. Más, más allá. Siempre en marcha con el sol. Bajo el cielo ardiente o la lluvia forjaremos sueños de bien. Libres y fuertes, y en paz, formaremos un haz que nadie podrá rendir ni forzar. ¡Listos! ¡En marcha a aspirar en los campos La esencia de la libertad! ¡Oh! Oh, corazones ardientes, mostrad un ejemplo de fuerza y virtud! ¡Prontos a alzar en la cumbre los cantos fervientes de eterna amistad! Vivamos en mente y cuerpo en toda plenitud, que vida es soñar, es compartir, es explorar.

 Escoge un lugar tranquilo, posición cómoda, y procúrate unos momentos de silencio y quietud.  Lee el poema despacio, dejando que sus palabras e imágenes corran por ti. Léelo más de una vez si sientes que es necesario.  Trata de identificar las imágenes y frases que más se quedaron en ti al leerlo. Medita sobre estas: ¿Qué me recuerdan… qué despiertan en mi vida?  Si estás en grupo comparte con las demás personas cuáles fueron estas frases. Si así lo deseas, comparte también los sentimientos, memorias e historias de vida que las mismas te traen y recuerdan.  Vuelve a leer el poema: ¿Que frases de esperanza encuentras allí?  Compártelas con los demás... Medita en lo que te hacen sentir y en cómo te hablan del Advenimiento de un nuevo nacimiento en tu vida y en la de tu familia o comunidad.  De todas esas frases o fragmentos que acrecientan tu esperanza, escoge la que te parece más importante...Intenta memorizarla, o copiarlo y tenerla contigo  Durante esta 2da semana de Adviento, compártelo como mensaje de Esperanza con alguna persona que visites, encuentres o conozcas… con tu familia, tus amistades o alguna persona con la que hace mucho no te comunicas.  Termina este tiempo con una oración de gratitud.

Rev. Daylíns Rufín Pardo † FIBAC

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III Domingo de Adviento

 Escoge un lugar tranquilo, posición cómoda, y procúrate unos momentos de silencio y quietud.  Lee el poema despacio, dejando que sus palabras e imágenes corran por ti. Léelo más de una vez si sientes que es necesario.  Trata de identificar las imágenes y frases que más se quedaron en ti al leerlo. Medita sobre estas: ¿Qué me recuerdan… qué despiertan en mi vida?  Si estás en grupo comparte con las demás personas cuáles fueron estas frases. Si así lo deseas, comparte también los sentimientos, memorias e historias de vida que las mismas te traen y recuerdan.  Vuelve a leer el poema: ¿Qué frases de esperanza encuentras allí?  Compártelas con los demás... Medita en lo que te hacen sentir y en cómo te hablan del Advenimiento de un nuevo nacimiento en tu vida y en la de tu familia o comunidad.  De todas esas frases o fragmentos que acrecientan tu esperanza, escoge la que te parece más importante... Intenta memorizarla, o copiarla y tenerla contigo.  Durante esta 3era semana de Adviento, compártelo como mensaje de Esperanza con alguna persona que visites, encuentres o conozcas… con tu familia, tus amistades o alguna persona con la que hace mucho no te comunicas.

En los cielos transparentes de las noches estrelladas, suficiente no es la luz de las estrellas a los ojos del que vaga. Sólo Dios, llama infinita que en los cielos de la vida se levanta, da la luz que necesita, los que marchan. Sé que en tu alma, tras las místicas tinieblas de la noche, lentamente se hace el alba.

 Termina este tiempo con una oración de gratitud.

Rev. Daylíns Rufín Pardo † FIBAC

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IV Domingo de Adviento ¿Un cielo? ¿Un mar? Mejor quiero un amigo verdadero encontrar; el cielo tiene sus brumas, no hay siempre albores de espumas en le mar. Alguien me dice “Un amigo no busques”, no, mas yo sigo mi buscar; que en el pecho estoy sintiendo la voz que sigue diciendo “Lo has de hallar”

 Escoge un lugar tranquilo, posición cómoda, y procúrate unos momentos de silencio y quietud.  Lee el poema despacio, dejando que sus palabras e imágenes corran por ti. Léelo más de una vez si sientes que es necesario.  Trata de identificar las imágenes y frases que más se quedaron en ti al leerlo. Medita sobre estas: ¿Qué me recuerdan… qué despiertan en mi vida?  Si estás en grupo comparte con las demás personas cuáles fueron estas frases. Si así lo deseas, comparte también los sentimientos, memorias e historias de vida que las mismas te traen y recuerdan.  Vuelve a leer el poema: ¿Que frases de esperanza encuentras allí?  Compártelas con los demás... Medita en lo que te hacen sentir y en cómo te hablan del Advenimiento de un nuevo nacimiento en tu vida y en la de tu familia o comunidad  De todas esas frases o fragmentos que acrecientan tu esperanza, escoge la que te parece más importante...Intenta memorizarla, o copiarlo y tenerla contigo  Durante esta última semana de Adviento, compártelo como mensaje de Esperanza con alguna persona que visites, encuentres o conozcas… con tu familia, tus amistades o alguna persona con la que hace mucho no te comunicas.  Termina este tiempo con una oración de gratitud.

Rev. Daylíns Rufín Pardo † FIBAC

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OTROS RECURSOS  THOMAS MERTON (Tomado de: “Tiempos de Celebración”) Nuestro Adviento no es una celebración de valores tradicionales meramente culturales, por grandes y dignos de perpetuación que sean. El adviento no es un mero retorno, una repetición, una renovación de lo antiguo. No puede ser el regreso a la infancia personal o social. La venida del Señor, que es lo mismo que Su “presencia”, es la venida de lo nuevo, no la renovación de lo viejo”. "Nuestra tarea es buscar y encontrar a Cristo en nuestro mundo tal y como es y no como podría ser. El hecho de que el mundo sea diferente de lo que podría ser no altera la verdad de que Cristo está presente en él, y que Su plan no ha fracasado ni cambiado: en efecto, todo se hará conforme a Su voluntad. Nuestro adviento es la celebración de esa esperanza. Lo que es incierto no es la "venida" de Cristo sino nuestra acogida a Él, nuestra docilidad y capacidad de salir a Su encuentro". “El misterio de Adviento es un misterio de vaciamiento, de pobreza, de limitación. Debe ser así. De otro modo no podría ser un misterio de esperanza. El misterio de Adviento es un misterio de comienzo: pero también es el misterio de un fin. La plenitud del tiempo es el final de todo lo que todavía estaba incompleto, todo lo que todavía era parcial. Es el cumplimiento en unidad de todo lo que era fragmentario. El misterio de Adviento en nuestras vidas es el comienzo del fin de todo lo que en nosotros no es todavía Cristo. Es el comienzo del fin de la irrealidad”. “Adviento, para nosotros, significa aceptación de ese comienzo totalmente nuevo. Significa una disposición para hacer que la eternidad y el tiempo se encuentren no sólo en Cristo sino en nosotros, en el Hombre, en nuestra vida, en nuestro mundo, en nuestro tiempo. Si hemos de entrar en el comienzo de lo nuevo, debemos aceptar la muerte de lo viejo. El comienzo, pues, es el fin. Hemos de aceptar el fin, antes de poder empezar. O más bien, para ser más fieles a la complejidad de la vida, hemos de aceptar el final en el comienzo, ambos juntos". http://wwwespiritualidadprogresista.blogspot.com/2010/11/el-adviento-segun-thomas-merton.html

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JULIANA DE NORWICH.

(Tomado de: "Todo será para el bien". La espiritualidad de Juliana de Norwich)

"Dios creó nuestra alma para que sea su propia ciudad y el lugar de su descanso. Esto es lo que más le place de toda la creación. Y cuando habíamos caído en el dolor y el sufrimiento, ya no éramos aptos para tan noble oficio. Pero nuestro buen Padre no se preparó otro lugar para morar, sino que, en cambio, se sentó sobre la tierra, esperando a la humanidad, esa misma sacada del barro, hasta que en el tiempo fijado por la gracia, su amado Hijo devolvió a esta ciudad su noble belleza, a través de su grandiosa obra". http://mertonpito.blogspot.com/2009/11/orar-con-juliana-de-norwich.html

Rev. Daylíns Rufín Pardo † FIBAC

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PALABRAS PARA EL ADVIENTO Maestro Eckhart (S.XIII) 1. Entramos en el tiempo del nacimiento eterno por el cual Dios Padre ha engendrado en la eternidad y no cesa de engendrar, a fin de que ese mismo nacimiento se produzca hoy en el tiempo, en la naturaleza humana. Pero el que se produzca ese nacimiento ¿de qué me sirve si no acontece en mí? Que acontezca en mí, eso es lo que importa. El propósito principal de Dios es dar vida y no está satisfecho hasta que no engendre a su Hijo en nosotros. Y tampoco el alma estará nunca satisfecha hasta que el Hijo nazca en ella. 2. “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguien escucha mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Apoc 3,20) No tienes necesidad de buscar a Dios aquí o allí. Él no está lejos, está justo delante de la puerta de tu corazón. Está ahí de pie, acechando, esperando encontrar a alguien que esté dispuesto a abrirle y a permitirle entrar. No necesitas llamarle como si estuviera lejos, esperará gustoso a que le abras la puerta porque tú le eres mil veces más necesario de lo que Él te es a ti. Abrir tú y entrar Él son sólo un único instante. 3. Nuestra alegría no depende de lo que hacemos, sino más bien de nuestra disposición a permanecer abiertos y receptivos ante Dios. El, por su amor desmesurado por nosotros, ha querido que seamos más receptivos que activos, porque lo que recibimos es incomparablemente más que lo que damos. Cada don prepara la receptividad a un nuevo don o mejor, a un don mayor. Cada don de Dios ensancha nuestra receptividad y nuestro deseo de acogerle cada vez más. Por eso se dice que el alma está hecha a la medida de Dios porque, lo mismo que Él no tiene medida para dar, tampoco el alma tiene medida para recibir y acoger. De la misma manera que Dios es todopoderoso en su actividad, el alma es insondable en la pasividad. Y por eso es transfigurada por Dios y en Dios. Así que tu ignorancia no es algo negativo, sino tu más alta cualidad, de la misma manera que tu pasividad es tu acción más sublime. 4. Tienes que encontrar en ti a Aquel que nace y para ello debes ir más allá de todo lo demás y dejarlo atrás, a tus espaldas. Que tu rostro esté totalmente vuelto hacia ese nacimiento de tal manera que, en todo lo que ves y oyes y en todas las cosas sean las que sean, no busques nada más que ese nacimiento. Así todas las cosas se convertirán para ti en Dios mismo porque en todas ellas tú no buscas ni deseas nada más que a Dios. Si aún te falta ese nacimiento, es porque aún tu mirada y tu búsqueda no están aún dirigidas totalmente hacia Él. 5. Cuando Dios te encuentre preparado, en ese momento tendrá que obrar y derramarse en ti, lo mismo que si el aire es transparente y puro, el sol penetra en él sin poder detenerse. Sería sin duda una gran carencia por parte de Dios si, encontrándote desasido y libre, no hiciera grandes cosas en ti y no derramara grandes bienes dentro de ti. Estar tú preparado y derramarse Dios, acontecen en un mismo instante. Dios no puede actuar ni derramarse en ti sino en la exacta medida en que te encuentre preparado. Y aunque a ti te gustaría ser tú mismo quien se preparara a su venida, resulta imposible: no puede existir en ti un solo pensamiento ni deseo sin que Dios te haya precedido. http://www.rscj.es/contenido/Celebraciones/Adviento/Adviento_2011_01.htm

Rev. Daylíns Rufín Pardo † FIBAC

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Cordero del Hombre (Digdora Alonso, Matanzas / Cuba , 1921- 2008)

Manso en demasía entre los otros y los hombres. Todo vellón. Fue fácil hacerte víctima del sacrificio. Los sacerdotes judíos salpicaban tu sangre en sus altares. Te llevaron como ofrenda al portal de Belén desconocida la doctrina sin holocausto que aquel niño traía. Juan el bautista llamó a Jesús cordero de Dios y aparece en las estampitas religiosas como símbolo. Pero en la última Cena el símbolo no fue el cordero, sino el pan y el vino. Manso en demasía, distinto de los demás. Brotan tus cuernos ya iniciados en la espiral adulta. Debías tener otros prados para pastar, otras aguas para beber, otros seres para convivir.

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Mantén Tu Fuego Ardiendo (Francisco E. Estrello) La senda se va haciendo impenetrable, es un velo de sombras el camino; A tientas va el viajero persiguiendo la ilusión que se fue y que ya no vino … ¡Mantén tu fuego ardiendo! La noche se echa ya por las veredas, el silencio se tiende en los caminos, y hay todavía esperanzas rezagadas que en carrera agitada van volviendo … ¡Mantén tu fuego ardiendo! Hay tempestad arriba … ni una estrella … los senderos están resbaladizos, no se distingue nada, ni una huella, Y un viajero perdido va cayendo … ¡Mantén tu fuego ardiendo! Mira cómo el ideal padece frío, la vida se ha enfermado de tinieblas; y ese mal de las sombras va envolviendo todo lo que es más bello, hermano mío … ¡Mantén tu fuego ardiendo! No te asuste la noche, la mañana vestirá luminosa en su alegría; pero en tanto la luz va esclareciendo, ¡Mantén tu fuego ardiendo! Mantén tu fuego ardiendo… defiéndelo del viento, ¡te lo apaga! cúbrelo de la lluvia, ¡te lo ahoga! y mientras cuesta arriba vas subiendo o cuesta abajo ya vas descendiendo, ¡Mantén, siempre mantén, tu fuego ardiendo! (http://www.poemasde.net/manten-tu-fuego-ardiendopoemas-cristianos/)

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