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Museo Nacional de Bellas Artes (Buenos Aires, Argentina) Sala 10. Pintura y escultura francesa del siglo XIX Floréal, 1888 Louis Joseph Raphaël Collin Óleo sobre tela 110 x 190cm Obra de arte creada por el pintor Raphaël Collin aproximadamente en 1888. Está enmarcada en una colección de creaciones de artistas franceses que fueron presentadas en Buenos Aires a comienzos del siglo XX y que luego pasaron a manos del MNBA. Las obras realizadas por este artista francés vinculan, generalmente, temas renacentistas y orientales que se expresan a través de técnicas propias de la academia francesa y del impresionismo. La ubicación de Floréal en el museo está determinada por ese carácter especial que tienen las obras de Collin. La sala número diez es una bisagra que une al romanticismo, al barroco, a la pintura de la academia y al romanticismo de Goya, con las pinturas pre-‐impresionistas e impresionistas que están presentes en las salas consiguientes. Podría decir que la ubicación de esta obra es fundamental para poder comprender el proceso en el que se ha visto involucrado el arte. Cabe resaltar que no es aleatoria la ubicación de la sala dónde se encuentra esta obra: la sala diez es la central y el paso por ella es obligatorio. La obra y la sala donde ella está incluida coinciden en el término “bisagra” que se había usado previamente.
Una mujer acostada y desnuda en el césped ocupando la mitad del cuadro, y un paisaje que incluye, al parecer, un lago, es todo lo que se puede percibir formalmente en esta obra de Collin. Para hacer el análisis de la obra de modo más claro he decidido “dividir” la creación del artista en los dos aspectos que predominan: el cuerpo y la naturaleza. (Vale la pena resaltar que todas las obras de la sala donde ésta obra se encuentran están también compuestas por cuerpos humanos desnudos en fuerte vínculo con la naturaleza). En primer lugar, tanto el cuerpo de la mujer como el paisaje de fondo tienen un aspecto en común: la paz, la tranquilidad y la ausencia de movimiento hacen que la composición describa un lugar y una situación aquietada esperando la reproducción de ella (esa que finalmente hace el artista). Que el cuerpo de la mujer esté reposando y que esté ubicado paralelamente al eje horizontal del cuadro colaboran a la ilusión de serenidad y quietud. La pose que tiene el cuerpo parece muy natural y poco forzada ya que la relajación en los músculos se hace evidente. El brazo derecho de la mujer está flexionado de un modo que, con el paso del tiempo, resultaría incómodo. Aún así, el modo en que ese brazo sostiene la rama que la modelo tiene en la boca transmite una sensación de comodidad, por lo que el aspecto anteriormente mencionado no tiene presencia directa. La expresión del rostro es un aspecto que suma a lo que transmite la obra: la relajación de los músculos faciales y la neutralidad que esto causa colabora a la sensación de tranquilidad. La mano izquierda colabora también a la creación de una sensación de comodidad presente en todo el cuadro. Hay un aspecto muy importante referido al cuerpo que se hace muy evidente. Para ejemplificarlo haré referencia a la mano izquierda de la modelo: los dedos finos, la mano delgada y perfectamente proporcional al cuerpo, la textura perlada de la piel y el color parejo en cada pliegue, conjugan y demuestran la perfección e idealización del cuerpo. Para la que la pintura de la academia pudiera aceptar desnudos era necesario que ellos presentaran una figura perfecta e idealizada que evitara defectos y partes “grotescas” del cuerpo como eran los genitales. Ya que la figura femenina de Floréal se apega directamente al canon de la pintura de la academia podría enmarcarse en ese movimiento artístico. Otro aspectos que hace este marco más evidente es la técnica pictórica que presenta el cuerpo: la figura está perfectamente delineada sin mezclarse con trazos del fondo además de que los trazos con los que se compuso la piel no son evidentes. La luz que ilumina la escena parece provenir de una fuente única de gran tamaño. Que sea una escena en el exterior señalaría que la luz proviene del sol. A partir de esto, y de la sombra con poco ángulo presente bajo las piernas de la mujer, demostraría que la escena pasaría en las horas cercanas al mediodía. La sombra es un punto muy importante que vale la pena resaltar ya que la técnica con la que se
ha creado es con el claro-‐oscuro. El modo cómo esta sombra fue creada contrasta con el modo con la que las zonas oscuras del paisaje fueron pintadas. El único punto del cuerpo que difiere con todo lo anteriormente explicitado y que se asemeja en varios aspectos al paisaje de fondo es el cabello de la mujer. En este apartado las pinceladas se hacen notorias, las zonas oscuras se crean gracias al contraste del color y el borde no es evidente sino que los cabellos y sus trazos se funden con los trazos que crean el césped: estos aspectos describen características del impresionismo. El paisaje de fondo se enmarca, por su lado, con el impresionismo, por lo que hace un claro contraste con el cuerpo de la modelo. Un aspecto importante es que, aunque la modelo esté en primer plano por lo que su figura llama más la atención, el espacio para el fondo corresponde casi a la mitad de toda la composición. Los aspectos que acercan el paisaje al impresionismo son los mismos que se le han atribuido al cabello de la mujer: se hacen muy notorios los trazos del elemento con el que se aplicó la pintura, los bordes no están definidos en ningún punto (ni en el lago, ni en los árboles), las sombras y zonas oscuras se crean gracias al color (la sombra presente en el lago es creada de este modo) y la sensación de realidad, tridimensionalidad y profundidad es menos fiel en comparación al otro elemento del cuadro. El tema de la obra me resulta difícil de dilucidar. La perfección del cuerpo y el ambiente natural me llevan a un lugar mágico o mítico. El contraste entre la idealización de la realidad evidente en la mujer, y la sensación de poco realismo que transmite el fondo -‐en función del cuerpo-‐ hacen que la coexistencia de dos mundos sea un punto álgido que puede determinar el tema: lo mágico y mítico se representan a través de la idealización de la realidad. La desfiguración de la realidad es el punto en el que conviven el fondo surrealista y el cuerpo idealizado. Vale la pena aclarar que no veo la modificación de la realidad como un intento de alejarse de ella sino como una tentativa de crear la ilusión de ella. Parte 2 Proyecto escénico basado en “Hernani” de Víctor Hugo Víctor Hugo fue el más importante representante del Romanticismo francés en el campo de la literatura dramática. El Prefacio a Cromwell es considerado como el manifiesto romántico en el que las “reglas” del nuevo drama son expuestas. Las comillas las he usado porque lo que explicita Víctor Hugo no se considera como ley incorruptible sino que representa más una descripción de sus obras; ésta descripción es considerada a posteriori como un lugar que expone las características del teatro romántico en general pues muchas de las obras de
variados autores de la época se corresponden con la conceptualización de drama romántico de Víctor Hugo. A grandes rasgos, una creación teatral que, además de romper con las reglas impuestas por la academia, prioriza la expresión de la subjetividad del autor es lo que Víctor Hugo conceptualiza como nuevo drama o drama romántico. La exacerbación de sentimientos, la nostalgia, lo sobrenatural y fantasioso como añoranza al contacto perdido que tenía el humano con la naturaleza y lo místico, la falta de definición de situaciones y personajes que se ocultan y no se presentan nunca cómo realmente son, componen los temas recurrentes del drama romántico. La academia exigía que el teatro debía cumplir con cuatro reglas fundamentales provenientes del teatro griego clásico: unidad de acción, unidad de tiempo, unidad de lugar y diferenciación de géneros. El teatro debía tener una línea de acción clara y coherente que se exponía en un tiempo determinado y en un lugar específico que no era mutable. Lo trágico solo podía ser trágico y lo cómico, cómico: no había espacio para la mezcla de temáticas ni géneros. Víctor Hugo afirma que es necesario romper con la mayoría de estas reglas para poder retratar la realidad como realmente es vista por el individuo creador: la vida es cómica y trágica a la vez, estamos mutando constantemente de lugar y el tiempo es flexible dependiendo de la circunstancia en que se esté involucrado. De este modo, el teatro romántico rompe con las leyes de la academia para poder exponer los temas que desea del modo cómo el autor los concibe en su subjetividad. La obra romántica, por tanto, rompe con las reglas de la academia que idealizan la obra de arte: el romanticismo de Víctor Hugo contrastaría con el cuerpo de Floréal de Collin el cual se apega a las reglas del romanticismo. Se podría decir que la obra de Collin tiene un punto de contacto fuerte con el romanticismo en el tema referido a la añoranza a la naturaleza y en la presentación de un espacio mítico. Aun así, la contradicción entre ellas aparece en la técnica que se ha usado para la materialización de ese tema: una aboga por la “objetividad” de las leyes de perfección e idealización de la academia, mientras la otra aboga por la mirada subjetiva que tinta toda la creación. La obra elegida, Hernani, cumple con toda la conceptualización anteriormente hecha: La obra pasa en 1510, un tiempo muy alejado de la realidad; en una hora de representación se cuentan situaciones de varios días (se rompe la unidad de tiempo), los personajes se esconden, encubren y disfrazan constantemente, situaciones cómicas y trágicas tienen varios contrapuntos (se rompe regla de separación de géneros), el número de locaciones donde la acción escénica acontece es variado (rompe unidad de espacio) y las resoluciones dramáticas suelen ser mágicas o poco coherentes (se varía la unidad de acción).
La historia que se cuenta en Hernani es la de tres hombres que se pelean por el amor de una mujer: Doña Sol. Hernani, el tío de ella y el Rey Don Carlos se debaten por hacer valer su honor y por honrar a la amada que comparten. El único afortunado cuyo amor corresponde con el de Sol es Hernani, pero ya que Sol está prometida con su tío debe verse con su amado sólo a escondidas. El rey, por otro lado, quiere encontrar a Hernani pues está haciendo revueltas que desestabilizan el poder político; pero cuando lo encuentra con Doña Sol, se enamora de ella por lo que ahora es necesario deshacerse de Hernani para mantener la hegemonía y para quedarse con Sol. Después de varios episodios en variadas locaciones el Rey se convierte en emperador. El poder lo corrompe de un modo extraño pues trata de arreglar sus diferencias con todos, por lo que su persecución a Hernani expira. Después de esto se presenta la boda de Hernani con Doña Sol pues el mismo rey ha autorizado la unión y el anterior prometido cedió ante la decisión de Don Carlos. Aún así hay un final trágico: en una de las peleas entre Hernani y Don Carlos, el tío de doña Sol salva la vida de Hernani por lo que éste le ofrece su vida. El anterior prometido, en la misma noche de bodas, no puede soportar ver a su anterior novia con el nuevo pretendiente, por lo que decide que es momento que él muera para poderse quedar con Sol. Hernani, para mantener su honor, se suicida frente a Sol, y ella, por su infinito amor, decide morir con él ya que el lazo nupcial que los une es tan fuerte que hasta en la muerte el amor los mantiene unidos. El héroe de la historia es Hernani pues, aunque presente un personaje bajo, que se esconde y se arrepiente, termina muriendo después de haber resuelto el conflicto. Doña Sol, por otro lado, representa a la típica heroína romántica que es capaz de dar su vida por el amor de un hombre. La idea de trascendencia se presenta en ambos: en la muerte, es decir, más allá de lo conocido, se considera que el amor persistirá por siempre. La historia aunque no parezca mágica sino más bien cercana a la realidad está escrita con varios procedimientos románticos que no permiten representarla a través de una puesta teatral realista. Esos procedimientos románticos son los que contrastan con la obra de Collin pues la incoherencia de saltos inmensos de tiempo o saltos de locaciones destruyen la ilusión de realidad que crea el cuadro. La propuesta escénica que realizaré se aleja aún más de las características del idealismo de la academia pues me basaré en la idea del teatro absurdo para representar toda la obra. El teatro absurdo nace aproximadamente en los años cincuentas y es un intento por alejarse radicalmente del teatro realista y naturalista ya que aboga por situaciones incoherentes en un único espacio escénico que se puede transformar con la actuación o con la aparición/modificación de un elemento escénico. Este teatro nunca intenta crear una ilusión de realidad ni mucho menos desea que lo que el espectador vea sea un reflejo de su existencia; por el contrario, el teatro del
absurdo quiere mostrar algo que sea ajeno al espectador por su irrealidad: nunca se presentarán las cosas como son (un castillo, por ejemplo, nunca se representará con un castillo). El concepto que usaré principalmente es el de la mutabilidad. En escena debe haber algo que en sí mismo, y en función de su ubicación en el espacio, sea mutable. La idea de la mutabilidad, además de sumarse al absurdo, pues un objeto neutro y ajeno se podrá convertir en muchos elementos (cosa que no es cercano a nuestra realidad fáctica), me permite crear todas las locaciones de la obra. En el escenario habrá un cubo de 15,625 m3 (2,5m x 2,5m x 2,5m) el cual será rebatible y se podrá presentar con varias pestañas abiertas o cerradas dependiendo de la situación. El cubo estará hecho en madera y es necesario que tenga bisagras y seguros para permitir el armado simple y para poder dejar pestañas abiertas. El color de la madera será el más claro posible, sin llegar al blanco total, para que ayude a la refracción de la luz. Escenográficamente no habrá ningún otro elemento: los actores serán los encargados de abrir, cerrar y rotar el cubo durante su actuación y son ellos los encargados de que con su modo de actuar el espectador entienda en qué lugar se ubicó cada escena. La inspiración del color y la textura del cubo reside en la escenografía de Kalígula dirigida por Tomaz Pandur.
En cuanto al código de actuación vale la pena resaltar que se alejará de todo realismo pues tres actores, vestidos del mismo modo, encarnarán a todos los personajes. Los actores en ningún momento saldrán de escena pues están encargados de mover la escenografía, de hacer los personajes y tienen también el objetivo de mostrarle al espectador que no son personajes sino que primeramente son actores. Este último hecho hace que se rompa la ficción y la idea de que lo que se presenta en la escena es la realidad misma. En escena no habrá música pues para mantener la tensión en la escena hay que evitar elementos que distraigan al espectador. El proyecto, a este punto, no tiene nada más por especificar. Se recomienda, para comprender la escenografía, ver el Anexo. Bibliografía Hugo, Víctor. (1977) Cromwell. Drama en cinco actos. Ciudad de México: Editores Mexicanos Unidos Hugo, Víctor (2012) Hernani. [Kindle Touch version]. Retrieved from www.teatro.ebooks.artesuniversales.com/?p=481